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  • 8/8/2019 Caravias, Jose Luis .Iglesia Artculos

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    Artculos sobre temas eclesialesJos L. Caravias

    Sumario:

    Qu es una comunidad eclesial de base?Pueblo y Biblia se encuentranComunidades cristianas y organizaciones popularesLa Misin: La pelcula y la historiaLeer la Biblia con ojos de pobreLos animadores de comunidadesEn busca de una nueva evangelizacinEcumenismoNuevos paradigmas y teologa

    La Misin": La pelcula y la historia

    Cuenca, El Mercurio, 5 mayo 87

    Como jesuita, y jesuita perteneciente a la "Provincia del Paraguay",pas n el que he pasado buena parte de mi vida, me he atradoenormemente la pelcula "La Misin". Al verla me he emocionado. Denuevo me he sentido orgulloso de ser hermano de aquellos hombres quehicieron realidad aquel sistema alternativo a las "encomiendas", llamado"reducciones". Pero al mismo tiempo que me ha subyugado, me hadecepcionado.

    El trasfondo de la pelcula y su ambiente en general responden a la realidad histrica. Elespectculo y la sonoridad de la geografa donde se realizaron los hechos son autnticos ymagnficos, aunque parte de la pelcula esta rodada en Colombia. Pero muchos de lossucesos concretos no son ms que una novela. Pienso que los mismos hechos histricos

    podran haber dado pie para algo mucho ms sustancioso. Parece como si los productoreshubieran cado en la tentacin de preferir el entretenimiento a la profundidad.

    Comencemos por algunas puntualizaciones histricas. La pelculahace una sntesis vivida en una sola generacin de algo que sucedi atravs de casi dos siglos. La reducciones del Paraguay comenzaronalrededor de 1580; y vivieron hasta 1768, ao en el que el rey Carlos IIIde Espaa expuls a los jesuitas de todos sus dominios. Llegaron a sertreinta pueblos prsperos.

    La zona de las cataratas del Yguaz no tuvo ningn papel relevanteen la marcha de las reducciones No es cierto que para ir a la parte altade las cataratas no hubieran ms posibilidad que escalarlas; se puedellegar por los francos con toda facilidad. Se trata sencillamente de unardid cinematogrfico perfectamente aprovechado. Por eso esinverosmil la escena con la que comienza la pelcula: un jesuita atado a

    dos troncos muere despendose cataratas abajo.

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    El desarrollo de la parte final hace alusin a hechos sucedidos endos ocasiones distintas. El acontecimiento central se refiere a laexpulsin de los guaranes de siete pueblos que Espaa haba cedido aPortugal a 1750 en la zona ms cercana al Brasil. Puesto que losguaranes no quisieron salir de sus pueblos. los dos ejrcitos, unos 1700

    espaoles y portugueses en alianza nica, se enfrentaron con losguaranes en batalla realizada en una localidad llamada Cayambe.Murieron 1.311 indios y 152 fueron hechos prisioneros, mientras losrestantes huyeron a la cercana selva. En este acontecimiento los jesuitasno tuvieron parte activa, aunque enseguida fueron acusados por ambaspartes de haberla tenido. En la actualidad an se recuerda conveneracin en esta zona al cacique que dirigi la sublevacin, a quien lapiedad popular brasilea ha santificado llamndolo So Sep. Cuentanque se present al ejrcito europeo al frente de su pueblo clamando:Alto ah; esta tierra tiene dueo. Es de Dios y Dios nos la ha dado anosotros. Antes del enfrentamiento los guaranes escribieron

    profusamente a Espaa pidiendo que no se pusiera en prctica eltratado. Se conservan cartas escritas por ellos mismos, en las quedefienden con sumo ardor su derecho a seguir gozando de esas tierras yesos pueblos, que tanto trabajo les haba costado poner en aquel gradode progreso. Histricamente es sumamente interesante este perodo enel que aquellos indgenas saben defender por todos los medios sustierras y su prosperidad, an en contra de sus "protectores".

    El otro hecho es la expulsin definitiva de los jesuitas, ocurridapocos aos ms tarde, en 1768. En ese momento no se dio ningunabatalla entre indios y espaoles. El mismo da se expuls a todos los

    jesuitas de Amrica, y ellos, sin ms remedio, obedecieron sumisamente. Tras la expulsin, encomenderos y gobernantes, invadieron y seapoderaron de todo, provocando as la ruina de las reducciones, que eralo que se pretenda.

    En aquellos tiempos las reducciones fueron visitadas por muy pocos obispos y aunmenos gobernadores; ciertamente por ningn cardenal. Viajar all resultaba sumamentedificultoso. En realidad fue un jesuita, llamado Lope Luis Altamirano, el que fue mandado

    por los superiores a propsito del tratado de 1750, pero no con la orden de que suscompaeros abandonaran las reducciones.

    Uno de los historiadores jesuitas que ha asesorado la realizacin de

    la pelcula la ha calificado de "basura magnfica". Y de hecho, esmagnfica. Uno no puede dejar de dejarse subyugar por ella. El que melamente de sus deficiencias no quiere decir que no deje de volverla adisfrutar varias veces. Es muy de alabar todo intento de volver a ponersobre el tapiz las luchas histricas por la fe y la justicia en AmricaLatina. Aunque se trate de una novela vale la pena volver a rememoraraquel ambiente, sobre todo cuando se realiza de una; forma tanhermosa, en un ambiente geogrfico tan sobrecogedor, arrullados con lamsica de los sonidos de la selva tropical. Vale la pena verla, y desde ahseguir interesados en rememorar las largas luchas en las que han ido dela mano la fe yla justicia.

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    El papel de los jesuitas de ayer y de hoy ha sido y debe ser "elservicio de la fe y la promocin de la justicia".Son palabras del clebredecreto 4 de la Congregacin General de los jesuitas celebrada en 1975.Ruego una oracin para que as sea...

    El Cuerpo de Cristo

    Cuenca, El Mercurio, 23 junio 87

    La fiesta del Corpus est muy arraigada en nuestras tradiciones. Pero quisiera ahondaran ms en la tradicin y remontarme a las alturas limpias de la vertiente de la que brotanestas aguas.

    Respetamos y honramos con toda sinceridad a la Eucarista. Jess sacramentado se lomerece todo. Hasta le llamamos "Taita Amito". En su honor exhibimos las mejores flores,los ms dignos adornos, los mejores bordados. Gastamos a veces mucha plata en esta fiesta.La Eucarista se merece todo ello y mucho ms.

    Ciertamente en la Hostia Consagrada est presente Jesucristo "Este es mi Cuerpo" dijo l.Se trata de un misterio de amor. Y un misterio que merece toda nuestra atencin.

    Pero lo que quizs muchas veces olvidamos es que Jesucristo no solamente est presenteen la Eucarista. El dijo que estaba presente tambin en los hermanos, sin un techo dignodonde cobijarse, en los encarcelados. (Mat. 25,40-45) Cualquier servicio que le hacemos aun nio, dice Jess que es como si se lo hiciramos a l (Mat. 8.5) Jess est presente dondehay dos o tres reunidos en su nombre (Mat. 18, 20) Y el que ofende a un hermano, ofende almismo Cristo (1 Cor. 8,12).

    El mensaje de la Biblia hay que aceptarlo completo. Verdad es que Jess est presenteen la Eucarista y verdad tambin es que Jess est presente en el prjimo. Son dos

    presencias distintas, pero reales. Y no se puede despreciar a uno, sin despreciar al otro, puesen los dos casos se trata del mismo Jess. El que honra la presencia de Jess en laEucarista, ha de honrar tambin la presencia de Jess en el prjimo, especialmente en losms necesitados. Justamente la Eucarista es alimento para poder ver y servir a Jess en el

    prjimo.

    Por ello durante las fiestas del Corpus tendra que notarse un acercamiento efectivo atodo el que necesite de nuestra ayuda. Es relativamente fcil creer que Jess est presente enla Eucarista. Pero, cuesta mucho ms creer que Jess est presente en el prjimo. Y resulta

    que la atencin al prjimo es la medida de la fe. Un devoto del Corpus tendra que notarsedurante estos das de la octava en que es mucho ms amable y servicial con los de su casa,con sus vecinos, con sus compaeros de trabajo. Porque la devocin al Cuerpo de Cristo lehacer ver que todas esas personas son tambin Cristo.

    Los primeros cristianos celebraban la Eucarista como expresin de "comunin", esdecir, de fraternidad. Era la alegra de compartir la misma mesa, la misma vida, los mismos

    bienes. Pero cuando la "fraccin de pan" se converta en lo contrario de lo que significaba,es decir, en una fuerte desigualdad, San Pablo lo fustiga duramente, indicando que "el quecome el Pan indignamente, peca contra el Cuerpo y la Sangre del Seor" (1 Cor 11.27).

    En el Material Bsico de Catequesis, aprobado recientemente por la Conferencia

    Episcopal Ecuatoriana, se nos recuerda unas palabras de San Juan Crisstomo que despusde tantos siglos nos pueden ser tiles tambin ahora. Dice el santo:

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    Quieres honrar el Cuerpo de Cristo? No lo abandones cuando se halla desnudo. Nole rindas honores aqu en el templo con telas de seda, para despus abandonarlo fuera, donde

    padece fro y desnudez. El Cuerpo de Cristo que est en el altar no necesita manteles, sinoalmas puras; en cambio, el que est fuera necesita muchos cuidados. Por tanto, aprendamosa honrar a Cristo como l quiere ser honrado" (En Camino hacia el Reino de Dios n 855).

    No se trata de ninguna novelera moderna. Juan Crisstomo naci en el ao 344.En algunas comunidades campesinas he presenciado cmo entendan perfectamente

    este mensaje trayendo el da del Corpus cantidad de ofrendas, que depositaban con toda fedelante del altar, donde estaba el Santsimo expuesto. Al final del da los mismos dirigentesde las comunidades, en ceremonia muy emotiva, todo lo que haban ofrecido a Jess lorepartan justamente a Jess, presente en las personas ms necesitadas de cada comunidad,como enfermos y ancianos abandonados.

    Leer la Biblia con ojos de pobreCuenca, El Mercurio, 19 nov. 87

    Un paisaje o una pintura se pueden admirar de diversos puntos devista. Y se ven de una numera u otra segn desde donde se miren. Larealidad poltica se juzga muy distintamente segn el estrato socialdesde el que se la mire. Se puede escribir historia considerndola desdelos opresores o desde los oprimidos... Se suele decir que todo se ve delcolor del cristal con el que se mira.

    De esta realidad no escapa la interpretacin bblica. Cierto que es

    un libro que hay que interpretar desde la fe. Pero puesto que es un libroa la vez divino y humano, nuestra interpretacin depende mucho delpunto de vista humano con el que se le mire. Desgraciadamente ello esmuy claro, dadas la gran cantidad de interpretaciones tan diversas quese han dado y se siguen dando a las palabras bblicas. La proliferacinde sectas lo demuestra...

    La inspiracin divina de las Sagradas Escrituras de ninguna maneranos dispensa del esfuerzo que hay que hacer para entenderhonradamente sus palabras, tal como el Maestro divino quiere que seanentendidas. De ninguna manera se trata de que cada uno interprete las

    Escrituras segn sus caprichos, ni sus conveniencias. Hay que partir dela misma realidad de la que parti la inspiracin divina. En casocontrario, es fcil caer en el manoseo y tergiversacin de la Palabra deDios.

    Y una de las constataciones ms claras en la formacin de la Bibliaes que parti de una realidad de pobres y que toda ella est encaminadahacia los pobres, desde los nmadas del desierto, los emigrantes, delxodo, los campesinos que se reparten la tierra segn la necesidad decada familia, la predicacin proftica, la corriente de los "pobres deYav" y la sabidura popular de los libros sapienciales, hasta lasbienaventuranzas de Jess y la vida de las comunidades del tiempo dePablo y los dems apstoles. Se podra decir que toda la Biblia es como

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    un camino que va llevando poco a poco a la cumbre de lasbienaventuranzas.

    Al comienzo de este siglo estuvieron de moda aquellas "HistoriasSagradas", que en su mayora son ejemplo de una visin de la Bibliadesde los poderosos. Eran, al estilo de nuestros manuales de HistoriaNacional, una seleccin de todo lo que suceda a los personajespoderosos. Pero en ellas haba grandes lagunas de historia de la gentesencilla. Se destacaban, por ejemplo, las narraciones de cmo Jos seconvirti en alguien importante en Egipto y las magnificencias deSalomn, pero se ignoraba por completo casos como el del campesinoNabot o las crticas de Samuel a la monarqua. Muchas veces se harealizado una seleccin de textos para defender los puntos de vista de laburguesa, y a esos textos se les ha aislado de su contexto histrico y dellugar que ocupan en el proceso de revelacin divina. Si en el mecanismocomplicado de una mquina se le saca una pieza del engranaje, esa

    pieza ya no sirve para lo que fue fabricada; se la podr usar quizs depisapapeles o para arrojrsela a alguien en la cabeza; pero mientras noest colocada en su sitio, no servir ya ms para aquello para lo que fuefabricada. Eso mismo hacemos cuando aislamos de su contexto histricoalgn pasaje bblico y lo sacamos del puesto que ocupa en el procesoprogresivo de revelacin. Y en este proceso, uno de los puntosimportantes es interpretar la Biblia desde el punto de vista de lospobres, mirar la Biblia con ojos de pobre, pues as es como la mir y lainspir el mismo Dios... Esta es una de las garantas para noequivocarnos en su interpretacin.

    El desafo de las sectas

    Cuenca, El Mercurio, 25 enero y 2 febrero 88

    I

    Con frecuencia los catlicos nos encontramos en la calle o ennuestra casa a personas que vienen a proponernos que nos pasemos aotra religin. Y ante este desafo casi nunca sabemos con claridad cmoreaccionar. Por ello me ha perecido oportuno dedicar un par de artculosa esclarecer este tema.

    No hay que confundir a las sectas con las Iglesias histricasprotestantes. Es muy desorientador cuando confundimos las cosas yhablamos indiscriminadamente de "sectas protestantes". Hayciertamente sectas de origen protestante, pero no todas sonprotestantes, ni todos los protestantes son sectas. Aunque ciertamentesiempre hay el peligro de que algn grupo de alguna Iglesia, incluida lacatlica, se transforme en secta. Existen adems tipos muy diversos desectas, que hay que saber distinguir, algunas son cristianas, otras seudocristianas y hasta las hay claramente no cristianas.

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    Las sectas son grupos desprendidos de la unidad de una Iglesia yencerrados en s mismos. Por eso una caracterstica tpica de ellos es laparcialidad: quieren considerar el todo slo desde una parte; el sectariomira desde una sola perspectiva, con lo que se vuelve excluyente. Otracaracterstica es la simplificacin; el sectario no es capaz de descubrir la

    complejidad de las cosas, sino que ve un nico aspecto de la realidad ytodo lo reduce a ese aspecto. Ellos destruyen la complejidad y latotalidad del mensaje cristiano, pues absolutizan aspectos parciales del. Desprecian a todos los que no pertenecen a su grupo y rechazan tododilogo o relacin ecumnica con otros grupos religiosos. Cada unopiensa que fuera de su secta no hay salvacin.

    Interpretan la Biblia de un modo fundamentalista, reduccionista,fragmentado y arbitrario. Seleccionan las citas aislndolas de sucontexto histrico y del lugar que ocupan en el proceso de revelacin.Las toman al pie de la letra, sin preocuparles la intencin con que fueron

    escritas. No les interesan las ciencias bblicas como ayuda paracomprender mejor lo que Dios quiso revelar cuando se escribi el texto ylo que quiere decirnos en la actualidad. Esperan que el mensaje le searevelado directamente por Dios a cada uno en particular. As es comocon frecuencia sacan conclusiones descabelladas.

    En algunas sectas el cristianismo no sufre slo un reduccionismo,sino una clara falsificacin. Son las sectas seudo cristianas. En estoscasos el barniz cristiano es simplemente un fraude o un pretexto paraengaar.

    Todo esto hace posible que las sectas sean fcilmente manipuladas

    por todo tipo de ideologas y fuerzas polticas. Su reduccionismo yfundamentalismo les hace muy vulnerables a la manipulacin ideolgicay poltica normalmente de carcter alienante y opresor. Las seudocristianas en ltima instancia no son sino movimientos polticos de ultra-derecha disfrazados de religin.

    No es ahora el momento de analizar las causas del xito de lassectas. El principal caldo de cultivo es el estado de injusticia, explotaciny miseria en el que viven las grandes mayoras. Dentro de este ambienteuna causa importante es la ignorancia y la poca vivencia del cristianismopor parte de los cristianos. Existe adems toda una planificacin y

    utilizacin por parte de los grandes grupos de poder, que a partir de lamanipulacin de la crisis actual y el sentido de culpa y de miedo en elpueblo, llegan a mantenerle entretenido en actitudes pasivas deresignacin. Las sectas son provocadas frecuentemente por el poderopresor para ocultar su crisis y para legitimar su reproduccin. Buscanmatar el alma del pueblo, o sea, su cultura, su capacidad crtica y delucha, su sentido comn, su creatividad, su potencial evangelizador... Sucarcter ideolgico es opuesto a la esencia cultural de nuestro pueblo yal despertar de su conciencia religiosa y poltica. Fomentan unaespiritualidad desencarnada de la vida, con un anuncio de salvacinescatologista que hace intil todo compromiso histrico. Y abusan de la

    experiencia emocional, fanatizando hasta atentar contra la salud mental,que a veces lleva a las personas a un estado de enajenacin.

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    La fe verdadera descubre al Dios de la vida, al Dios de los pobres, alDios de la justicia y la verdad, y todo ello es intolerable para un sistemade muerte, de mentira y de injusticia. Por ello el poder opresordivinizado tiene especial inters en controlar la conciencia religiosa delpueblo y para ello fomenta las sectas, especialmente en nuestro

    continente donde est en marcha un despertar religioso del pueblo.En las sectas se mete a la gente en un camino sin salida; y eso es lo

    que se pretende, que no encuentren salida para sus problemas. De lamisma miseria del pueblo surge una desesperanza y una bsquedatrascendente, a la que responden falsamente estos movimientosreligiosos, manipulando la conciencia y bloqueando toda posibilidad deuna prctica de liberacin.

    Todo ello hace que las sectas no posean una teologa coherente. Porel hecho de utilizar sistemticamente la manipulacin y el engao, nohan podido desarrollar una visin terica y una sntesis teolgica que les

    d consistencia y legitimidad. El fundamentalismo, que discurre por unametafsica y una arquitectura irracional de citas bblicas, lesempobrecetremendamente y destruye toda racionalidad teolgica posible. Lanocin de trascendencia tal como se da en muchos de estosmovimientos, hace que Dios se convierta en objeto de manipulacin Laprdida de la paternidad de Dios hace que resulte, con frecuencia,objeto de temor. La certeza consoladora del Reino de Dios, que yacomenz, est ausente, siendo sustituida por la espera de una segundavenida inminente en el tiempo. De ah que el temor sustituya a la alegreesperanza.

    Adems, ellos utilizan sistemticamente el poder y los mtodos delgran capital. A veces son verdaderas transnacionales religiosas, quemanejan muchsimos millones de dlares, con sus centros en EE.UU. Elevangelio jams podr imponerse con el poder del dlar, sino por supropia fuerza interior. Las sectas a veces utilizan tcnicas puramentecomerciales para "vender" su mensaje y provocar una "conversin" queasegure el consumo religioso. Para ello fomentan en los clientes elsentimiento de culpa y de miedo para ablandarlo y provocarle el deseodel consumo religioso. Por este mtodo no se da un encuentro personal,trascendente y gratuito con Dios: hay manipulacin, pero jamscrecimiento espiritual. El fervor que despiertan es vaco y

    despersonalizante.En el prximo artculo desarrollaremos la parte positiva para

    enfrentar estos desafos.

    II

    En un artculo anterior vimos los problemas internos de las sectasreligiosas. Ahora intentaremos conversar sobre la parte positiva paraenfrentar el desafo que nos presentan.

    La nica alternativa para responder a la invasin de las sectas es uncamino positivo y profundo de evangelizacin. Muy poco se gana con

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    atacarlas directamente; a veces ello provoca ms fanatismo, y en elfondo se las fomenta, pues se hacen las vctimas.

    Lo ms positivo y eficaz es desarrollar una evangelizacinprofundamente bblica y liberadora, centrada en Jesucristo y en lavivencia de la comunidad. He escuchado decir a algunas personas queentraron en una secta porque en ella encontraron la Biblia, a Jesucristo yuna vivencia comunitaria, cosas que nadie les haba predicado antes. Yen este punto ciertamente tenan razn. Se sentan, adems, acogidos yaceptados y participando de forma activa y creativa en el culto. Perocuando conocieron las Comunidades Eclesiales de Base, volvieron alcatolicismo porque reencontraron con ms autenticidad a la Biblia, aJess y a la comunidad.

    Una formacin bblica profunda y sistemtica, a partir de la fe delpueblo, vivida en comunidad, es el mejor antdoto contra las sectas. Unainterpretacin correcta de la Biblia requiere una lectura dentro de la

    dinmica en que surgi: en el contexto comunitario, en la perspectivahistrico-evolutiva y en la apertura de la consumacin en Cristo. Todoello sin descuidar el debido equilibrio entre la dialctica del rigorexegtico y la espontaneidad de la fe de los sencillos.

    Como consecuencia del crecimiento de la fe se debe dar uncompromiso que enfrente seriamente los problemas del pueblo:coherencia entre fe y compromiso por la justicia. Desde su vivenciareligiosa, deben poder asumir un compromiso socio-polticofundamental, sobre todo promoviendo y apoyando la organizacinpopular, sin descuidar la dimensin personal y familiar.

    A los que estn metidos de lleno en este proceso de comunidades yorganizacin a veces les hacen mella de nuevo los ataques de las sectascontra la religiosidad, especialmente contra el culto a las imgenescomo idoltrico. En esta nueva crisis es necesario no quedarse en lasuperficialidad de estos planteamientos, sino ayudarles a profundizar atodos los niveles en las diferencias entre Dios y los dolos.

    Tambin creo muy importante desarrollar una verdaderaespiritualidad, profunda y popular, que alcance a todas las dimensionesde la vida y se manifieste en momentos de autntica oracin, tantopersonal como comunitaria. Las asambleas cristianas no deben

    quedarse, en meras reflexiones dialogadas: en ellas tienen que darsemomentos de oracin directa, en que el pueblo pueda verdaderamentemanifestar sus sentimientos religiosos, tanto de peticin como deagradecimiento y alabanza a Dios. Las comunidades cristianas debenposibilitar una vivencia y maduracin personalizada de la fe. Hay quesaber valorar la dimensin espiritual y trascendente de la experiencia deDios propia del pueblo.

    Por supuesto que todo esto supone la puesta en marcha deministerios laicales. La formacin sistemtica de animadores bblicos delas comunidades es tarea prioritaria. Hay que poner los medios para que

    el Evangelio sea accesible al pueblo pobre y sencillo y lo pueda proclamay asumir por s mismo.

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    Insisto, como conclusin, que no se trata de tener una actitudrepresiva contra las sectas, sino de responder positivamente comoIglesias al desafo de la evangelizacin y al desafo de la conversin de lamisma Iglesia, en defensa de la fe y de la vida del pueblo. Adems sedebe procurar reconocer y valorar lo bueno que haya en las sectas,

    sobre todo lo que tengan de verdad sobre Dios y sobre el hombre.

    Atrs, SatansAsuncin, Noticias, 2 sept. 90

    No, no se tratare ningn exorcismo, ni nada que suene a magia. Son palabras de Jess,dichas a Pedro, justo poco despus de haberle dicho aquello de "sobre esta piedra edificarmi Iglesia". Lo encontramos en el Evangelio de Mateo, capitulo 17.

    Por qu palabras tan duras dirigidas al-primer "Papa"? El "Vicario de Cristo", recinnombrado, es amonestado seriamente por el mismo Cristo. Algo grave sucedi. Qu fue?

    Jess estaba conversando sobre los graves sufrimientos que le iba a acarrear su formade hablar y actuar. Entonces Pedro intenta ingenuamente convencerle de que no debera ir

    por camino tan peligroso. Y Jess rechaza su consejo como algo demonaco.

    En la sociedad en la que viva Jess los pobres eran sistemticamente despreciadoscomo malditos de Dios. Jess, en cambio, les demuestra una cercana amistosa muy

    profunda, seal inequvoca de la predileccin amorosa del Padre Dios Por ello lasautoridades religiosas de entonces se enojan tajantemente con Jess, hasta el punto quedeciden eliminarlo El lo sabe. Pero se mantiene firme en su actitud. No le hacen mellas las

    fuertes presiones de fariseos, saduceos y doctore de la ley. Y justo en medio de aqueltorbellino de presione viene Pedro a decirle que no debe meterse en camino d sufrimientos,lo cual se reduce a invitarle a cambiar de actitud frente a los problemas de su tiempo.

    Pedro aconseja a Jess que no se meta en problemas. Jess entiende que ese consejo,aunque bien intencionado, le llevara a ser infiel a su misin. El se siente llamado amanifestar con su vida y su palabra el verdadero rostro de Dios, Padre bueno para con todossus hijos, que lo hizo todo para todos. Por eso opta decididamente por los marginados ydespreciados, justamente porque el Padre los quiere'. Y por ' ello tambin, el consejo dePedro era satnico, o sea, total mente contrario a los designios de Dios.

    Ciertamente este Evangelio es un Evangelio molesto para todos los que tenemos algo

    de autoridad en la Iglesia, sacerdotes, obispos y papa. Nos invita a reconocernos comopeca-. dores, capaces de llegar a realizar frente a Jess el papel de Satans. Como Pedro,puede ser que a veces aconsejemos y vivamos actitudes radicalmente contrarias al mensaje ylas actitudes de Jess. Y el pueblo creyente tiene todo el derecho a juzgarnos a la luz de sucertera fe en Dios.

    Con este Evangelio molesto, Jess da un golpe tremendo en contra del orgullo de la jerarquaeclesistica.

    QU ES UNA COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE?Asuncin, Accin, n 113

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    En diversas dicesis y parroquias paraguayas se ha optado por la formacin de ComunidadesEclesiales de Base. Muchos agentes de pastoral centran sus ideales en ellas. Se habla de ellas. Sepresume de que ya estn en marcha...

    Pero qu son las Comunidades Eclesiales de Base? Da la impresin de que se habla muchode ellas, pero no se tiene una idea muy exacta de lo que son y de cmo funcionan.

    En primer lugar, hay que tener claro que no a todo tipo de comunidad se le puede catalogarcomo Comunidad Eclesial de Base. Y al mismo tiempo, no es tan fcil precisar qu es unaComunidad Eclesial de Base, ya que sus fronteras no son del todo precisas.

    Durante una serie de aos he sido parte de la secretara latinoamericana de las CEBs; por ellohe asistido a diversos encuentros regionales y continentales. Por mi ocupacin como formadorbblico de animadores de CEBs, he dado cursillos prcticamente en todos los pases deLatinoamrica. Y, ante todo, he trabajado largamente en parroquias organizadas en esta lnea.

    A partir de mi experiencia, ampliamente dialogada, pretendo describir qu es lo que yo entiendopor Comunidades Eclesiales de Base. No se trata de una definicin. Ni, por supuesto, de nadadefinitivo. Con sencillez quiero exponer mi experiencia, en ste y en varios nuevos artculossucesivos.

    De ninguna manera propongo a las CEBs como la nica forma posible de formar comunidades

    cristianas. Las Comunidades Eclesiales de Base son una forma ms de vivir hoy la fe cristiana encomunidad, aunque creo que de una indudable eficiencia en medios populares.

    Existen otros tipos muy valiosos de Comunidades Cristianas, a las que hay que apreciar y conlas que tenemos que formar Iglesia. Pero es importante saber distinguir la identidad de cada formade ser comunidad.

    QU NO ES CEB

    Las CEBs no se identifican con los movimientos apostlicos especializados, tal como los hemosconocido en los ltimos decenios. No estn formadas por slo jvenes o mayores, o por gente de talprofesin, o de ste o del otro carisma concreto. No tienen ninguna congregacin religiosa que lesimprima el carisma de su fundador. No existen tampoco fronteras claramente definidas con las quedefinir el nmero de "asociados"; el mtodo de entrar en las CEBs no es "inscribindose" en ellas ofirmando algn compromiso. No encontramos unos "estatutos" concretos que exigir. Ni cuotas que

    pagar. Ni ceremonias o ritos especiales que cumplir. Ni siquiera algunos rezos concretos.Qu son entonces? Parece como si se tratara de recoger un puado de arena, que se nos

    escapa entre los dedos de las manos. Pero no es as. Las Comunidades Eclesiales de Base tienensu consistencia propia, en lo esencial, bien definida. Aunque no posean un libro de Reglas, s tienenun espritu, una manera de ser, un estilo de vida, que las identifican con claridad. Vemoslo unpoco, por partes.

    COMUNIDAD DE BASE

    Las CEBs se edifican sobre cimientos de comunidades naturales. Se trata de personas queviven en el mismo barrio urbano o en el mismo sector campesino, con problemas ms o menoscomunes. Y, como comunidad natural que es, est formada por gente de diversa edad y actividad.En esto se diferencian de los movimientos apostlicos, que agrupan a sus socios por edades,actividad o profesin y cada uno puede ser que venga de un lugar distinto. Las CEBs se forman con

    personas que viven en la misma "base".Pero, adems, la palabra "de base" se refiere a "gente popular". No es que se excluya por

    principio a nadie en concreto. Pero el grupo predominante es de estrato popular; de forma que lopopular, el estilo de ser del pueblo, sea la atmsfera que se respire. Es el pueblo creyente y humildeque se organiza desde la fe.

    Casi todos los miembros de una CEB se conocen mutuamente desde antes; son conscientes delos fallos y las cualidades de cada familia y cada persona. El realismo del conocimiento mutuo y delos problemas comunes, en un ambiente de confianza, ha de ser el clima que ponga en marcha yhaga crecer los valores populares de una CEB.

    Esto no quiere decir que barrios de estratos no populares no puedan formar sus propiascomunidades cristianas, pero no sern CEBs, que, por definicin, son "de base". Si alguna personade clase media-alta quiere participar de una CEB ha de adaptarse al ritmo de vida del pueblo y, porsupuesto, estar al servicio del pueblo.

    COMUNIDAD DE CREYENTES

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    Para formar una CEB no basta con poner en marcha los valores humanos de una comunidadnatural. Es necesaria la fe en Jess, manifestada y vivida en comn.

    La fe cristiana es un valor maravilloso de gran parte de nuestro pueblo latinoamericano. Se tratade una fe autntica, pero muchas veces falta de cultivo y aun pisoteada. Pero ah est esta semilla,de excelente calidad, enterrada en buena tierra. Nuestro pueblo, a impulsos de su fe, es capaz degrandes empresas, no importa a costa de qu sacrificios. La buena tierra popular, fecundada por la

    semilla de la Buena Nueva de Jess, en estrecha unin, son capaces de cosechas insospechadas.Las CEBs, como un arado, remueven la tierra de la cultura popular y consiguen que la semilla de lafe germine con vigor.

    El pueblo siempre ha tenido una cultura propia y una profunda fe en Dios. Pero algunas veces,por presiones externas, estas dos fuerzas se han frenado entre s. Despus del Concilio, la entradade la Biblia en el pueblo creo que ha sido el factor decisivo para juntar la vida y la fe del pueblo, losdos mirando y empujando en el mismo sentido. La Palabra de Dios es como la lluvia que haceponer en marcha la vida de la semilla enterrada en tierra reseca.

    No es concebible una CEB sin Biblia. Las Comunidades Eclesiales de Base son el resultado deuna mezcla popular, profunda y armoniosa, de Vida, Fe y Biblia. La Palabra de Dios escuchada,contada, dialogada y orada, es la columna vertebral de las CEBs. Es su vida. Es el espejo donde semira el pueblo para darse cuenta de sus valores y sus defectos. En las reuniones bblicas cada

    participante debe encontrarse consigo mismo, con su realidad ambiental y con su Dios, en ntimaunin.

    En un prximo artculo hablar ms extensamente sobre el mtodo y el espritu con el que se vela Biblia en las CEBs.

    COMUNIDAD ECLESIAL

    Las Comunidades Eclesiales de Base no son una organizacin ms de una parroquia. A veces,cuando se habla de comenzar las CEBs, enseguida se las quiere ubicar en el organigramaparroquial al mismo nivel que otras diversos tipos de organizaciones que estn en marcha en eselugar. Y resulta que no encajan en ningn lado. Se les acusa que quieren hacer de todo. Es quecada CEB pretende ser una pequea parroquia, o mejor dicho, una clula integral de la parroquia ala que pertenece. La unin de las Comunidades forman la parroquia, en unin con los movimientosespecializados.

    Por eso, cuando estn suficientemente maduras, las CEBs desarrollan dentro de su seno adiversas actividades parroquiales, como catequesis de adultos y de nios, asistencia a enfermos ynecesitados, actividades comunitarias de diversos tipos, estudio y vivencia de la Biblia...

    A su vez, los miembros de movimientos especializados de la parroquia se integran, viven ydesarrollan sus actividades dentro de su comunidad de base. Son necesarios los movimientos dejvenes, de mujeres, de profesionales, etc., pero ningn movimiento debe apartar a sus miembrosde las reuniones y actividades del propio barrio, o sea, de su comunidad. Ms bien, los dirigentes decada movimiento deben ser los primeros que se comprometen en la buena marcha de sucomunidad.

    Las CEBs quieren vivir en ntima relacin y conexin con sus pastores y en fiel adhesin a laIglesia. Se sienten Iglesia universal y al mismo tiempo Iglesia pequea. Su espritu est muy lejosdel sectarismo. Demuestran riqueza y creatividad en su manera de ser y vivir la vocacin de Iglesiaproftica en medio del mundo.

    Las CEBs pretenden responder evanglicamente a los problemas, buscando la conversinpersonal y social. Denuncian las injusticias, desarrollan una labor concientizadora y proclamannuevos valores; critican la mentalidad consumista de nuestro tiempo y construyen un hombre nuevoen una nueva sociedad.

    Las Comunidades Eclesiales de Base son tambin una expresin alternativa frente alautoritarismo clerical, el elitismo y la excesiva institucionalizacin de la Iglesia.

    ACTIVIDADES DE LAS CEBs

    Las Comunidades Eclesiales de Base no se han de detener ni slo en la reflexin, ni slo en laaccin. La rueda de la reflexin-accin ha de estar siempre en movimiento. Necesitamos reunirnospara iluminar nuestra realidad con la Palabra de Dios compartida; y de esa luz nace la fuerza para

    solucionar juntos algn problema concreto. Y cada accin, a su vez, exige reuniones comunitariasde reflexin, en las que se evala, se ilumina de nuevo la realidad y nacen nuevas motivacionespara la accin.

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    No es aun el momento de desarrollar qu tipo de actividades puede tener una ComunidadEclesial de Base. El tema sera largo.

    En artculos sucesivos prometo, Dios mediante, ir perfilando los trazos generales que hecomenzado a dibujar en este primer esbozo.

    PUEBLO Y BIBLIA SE ENCUENTRANAsuncin, Accin, n 115

    La fe, como semilla fecunda, vive dentro de esta madre tierra generosa que es el corazn delpueblo latinoamericano. Pero la tierra que guarda esta preciosa semilla ha sido muchas vecespisoteada; y la falta de riego la ha resecado demasiado.

    El Concilio Vaticano II, Medelln y Puebla trajeron la bendicin de una lluvia mansa y persistente,

    que cal hondamente en las entraas de gran parte del pueblo latinoamericano, esponjndole elcorazn. Y sus semillas ms ntimas, al sentir la bendicin divina de un clima y un ambientepropicio, comenzaron a germinar con nueva fuerza.

    En este proceso de cultivo, desde hace unos treinta aos, est sucediendo en Latinoamricaalgo totalmente nuevo, nunca antes ocurrido en nuestro continente: Pueblo y Biblia se han en-contrado directamente, y los dos, unidos, se han puesto a caminar. Es como el abrazo de dos viejosamigos, largamente distanciados. El uno es para el otro.

    Pero en Paraguay las botas de la dictadura se esforzaron en destrozar a patadas todo intento degerminacin de algo nuevo. Se conocen casos en los que se oblig a campesinos a punta de pistolaa quemar la Biblia, los documentos de Medelln y "Vivir como Hermanos". Eran documentos"subversivos", "comunistas"...

    Ahora, en este nuevo clima, de nuevo, pueblo, fe y Biblia se entremezclan en ntima unin, condeseos de cosecha abundante. Crece el inters en conocer ms a fondo la Palabra de Dios, demodo que d luz y fuerzas para enfrentar la dura realidad.

    Pero la Biblia no es un cajn de sastre, en el que se puedan rebuscar retazos viejos para echarremiendos; o un botiqun, al que se acude para curar heriditas o quizs alguna pldora mgica. Noes tampoco un recetario. Nitampoco un libro tan difcil, que slo puede ser entendido por doctores.

    Es sencillamente una herramienta de trabajo, de trabajo popular, pero que, como todaherramienta, hay que saber manejarla, pues en caso contrario no se le saca fruto y aun puede ha-cer dao.

    Es relativamente fcil comenzar a usar la Biblia en ambientes populares; y hasta levantar unentusiasmo inicial con ella. Pero a la larga la cuesta arriba se hace demasiado empinada y pesada.Se acaba el primer entusiasmo un poco infantil; no se sabe a veces cmo seguir. Muchos quedan

    estancados. Otros encauzan sus fervores por el camino del fanatismo fundamentalista. Algunos sequeman, y no quieren oir hablar ms de Biblia. O se aburren, pues no les dice nada til para susvidas...

    Pero, sin duda alguna, en el Paraguay de hoy mucha gente quiere conocer ms a fondo laBiblia. Pero se quejan de que no encuentran quin les d una mano de forma efectiva paraadelantar con seriedad en su formacin bblica. A veces, en medio de su dolor, slo recibendesprecios, golpes o frustraciones. Y es que, quizs, hay poca gente suficientemente preparadapara saber acompaar al pueblo con la debida seriedad y pedagoga.

    MIRAR LA BIBLIA DESDE EL PUEBLO

    La formacin bblica de nuestro pueblo es algo tan serio que no puede dejarse en manos de laimprovisacin y el espontaneismo. Lo mismo que existe una sabidura popular acerca de muchosaspectos de la vida, tambin existe una sabidura bblica popular. Segn Jess, el Padre Dios hace

    entender "estas cosas" a "la gente sencilla" (Mt 11,25). Pero ello no quiere decir que prometa suayuda a los que no hacen esfuerzos por prepararse. Hay que estudiar, orar y dialogarcomunitariamente para poder entender cada vez mejor lo que Dios quiere decirnos en cada pasaje

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    de la Biblia. No podemos arriesgarnos a manusear la Palabra de Dios, hacindole decir lo quenunca quiso decir. Con todo respeto y sinceridad nos hemos de acercar a la Biblia. Y para tratarlacomo se debe, hemos de usar todos los medios a nuestro alcance, tanto a nivel de fe, como deciencia y pedagoga.

    Uno de los puntos claves en este proceso es aprender a ver la Biblia con ojos de pobre. Hay"especialistas" que ensean a mirar la Biblia desde el poder. Ellos son los "sabios", de los que

    hablaba Jess, que por siglos han prohibido a los pobres leer la Biblia, por "prudencia", no fuera aser que lo entendieran todo "al revs".

    Pero ahora estamos descubriendo esa verdad tan antigua de que los pobres son capaces deentender la Biblia mejor que los "sabios prudentes". As dice Jess que es la voluntad del Padre.Pero ello no quiere decir que los pobres tengan que caminar solos. Ni que puedan decir cualquierdisparate que se les ocurra. Nos necesitamos mutuamente, "estudiosos" y pueblo, los dos juntos,ahora ms que nunca.

    Dios se nos comunica siempre a travs de la vida. Por eso es tan importante comenzar lasreuniones bblicas dialogando sobre los problemas concretos que tiene cada grupo humano. Diosvive en medio de nosotros, siempre dispuesto a darnos luces y ayudas concretas. Y esa fuerzapuede ser que nos la quiera dar a travs de algn pasaje bblico, dialogado y orado fraternalmente.

    Desde el pueblo y sus problemas es desde donde de veras se conoce la realidad de una reginy de un pas. Por eso el camino ideal para recibir la luz y la fuerza del Espritu bblico es a partir delpueblo. Mejor an, dentro de l. Por eso es tan importante usar folletos, libros y cursos bblicosrealizados por personas que conocen bien al pueblo.

    TENER EN CUENTA EL MARCO HISTORICO

    Lo ms importante es comprender lo que Dios nos dice a nosotros en nuestro tiempo. Cienciasbblicas, fe y vida han de ir siempre unidas para que la Biblia se convierta para nosotros en PalabraViva de Dios.

    Pero para ello hemos de intentar comprender qu problemas concretos existan cuando seescribi cada pasaje bblico, para poder as entender qu mensaje les quera dar Dios entonces. Asser ms fcil sintonizar qu nos quiere decir Dios hoy a nosotros.

    Pero si sacamos cada pasaje de su contexto histrico, ser fcil desfigurar el mensaje de Dios y

    hacerle decir lo que El de ninguna manera quiere decir.Por eso es tan importante hacerse ayudar por personas que, adems de conocer bien al pueblo

    actual, conozcan tambin las circunstancias histricas del pueblo del tiempo de la Biblia.

    LA PEDAGOGIA DE DIOS

    Dios no se dio a conocer de una sola vez, sino poco a poco, segn la capacidad de comprensinde su pueblo. El es un gran pedagogo: un magnfico maestro. Como buen Padre, se adapta a lamanera de ser y proceder de sus hijos, y a partir de su realidad les va haciendo caminar hacia El.Dios sabe de dnde parte y a dnde quiere llegar. Y en este caminar sabe ir lentamente al paso desus hijos, corrigindolos y animndolos. Por ello es tan importante conocer a quines y en qu mo-mento de sus vidas dirigi cada palabra suya. Dios no es cuadriculado. Se adapta con amor yrespeto a cada circunstancia. Por eso no se pueden sacar recetas de sus Palabras. El no dasoluciones rigoristas, fijas para siempre al pie de la letra.

    Para entender siquiera un poco la voluntad de Dios sobre algn problema importante denuestras vidas es necesario echar una ojeada a todo el proceso de revelacin bblica. La Biblia seexplica con la Biblia. No se puede sacar un texto bblico de su ambiente histrico y del proceso derevelacin en el que se produjo. Todo est entrelazado entre s, apoyado en la revelacin anterior ycomo base de los pasos que le siguen.

    Nadie puede conocer a una persona si la mira slo a travs de un tubo estrecho. Veranicamente la nariz o un dedo. Sera injusto decir que esa persona es slo nariz porque slo eso havisto. Hay que mirar a la persona completa para poder decir que se la conoce. Lo mismo pasa conla Biblia. Por una cita aislada no se puede decir que se conoce la voluntad de Dios. Hay queaprender a contemplar el panorama hermoso de toda la perspectiva de la revelacin bblica.

    JESUS ES EL CENTRO DE TODA LA BIBLIA

    Otro punto importante que hay que tener muy en cuenta al usar la Biblia: Jesucristo es el centroy la cumbre de la revelacin. Toda la Biblia no es sino camino para llegar a Jess. El es larevelacin plena del Padre. Todo va encaminado hacia El. No podemos perder nunca de vista esta

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    meta. Si leemos, dialogamos o meditamos la Biblia, en ltimo trmino no es sino para llegar a Jessy al Dios de Jess, dejando de lado toda la multitud de dolos que nos aprisionan. En Jess seencierra la meta de la humanidad nueva, la plenitud de los tiempos. El es Seor de la Creacin ySeor de la Historia. l llegar a ser todo en todos.

    Ojal estas reflexiones nos puedan ayudar a entusiasmarnos cada vez ms con la Biblia, aestimularnos en su estudio y oracin, y, sobre todo, a vivirla cada vez con ms xito dentro de

    nuestras familias y comunidades.

    COMUNIDADES CRISTIANAS Y ORGANIZACIONES POPULARESAsuncin, Accin, n 118

    Una Comunidad Eclesial de Base es lo mismo que una Organizacin Popular? En qu sediferencian? Cmo deben relacionarse entre s? Tiene cada una su propia identidad?

    A lo largo de Latinoamrica se presentan con frecuencia estas preguntas. El problema espalpitante. La realidad de nuestro mundo es tan nueva, tan dura y tan compleja, que por todos ladossurgen nuevos tipos de organizacin del pueblo, tanto a escala religiosa, como sindical y poltica.Hay nuevos enfoques, nuevos tanteos y, por consiguiente, nuevos problemas.

    Lo peor que se puede hacer ante los nuevos desafos es asustarse, como pas con las LigasAgrarias Cristianas. Pues el miedo oscurece la vista y atonta la creatividad. Si hay prejuicios, lareaccin suele ser de freno, retroceso y encerramiento. Ante los nuevos problemas, no se trata debuscar vctimas a quienes echarle la culpa, sino de seguir adelante, encauzando la creatividad.

    LAS DOS GRANDES FUERZAS POPULARES

    El pueblo latinoamericano es creyente y oprimido. Su fe y su hambre de justicia son sus dosgrandes fuerzas interiores. Los deseos de agradar a Dios y de conseguir justicia son capaces dellevarle a acciones heroicas.

    Con cierta frecuencia, fe y justicia han sido dos fuerzas opuestas entre s, que se han anulado la

    una a la otra. Me refiero a ese enfoque, tan frecuente en ambientes tradicionales, de una feconformista y alienada, alejada del mensaje bblico. Pero despus de la entrada de la Biblia en losmedios populares, cada vez ms, fe y justicia van caminando juntas.

    El despertar de la fe promueve nuevos movimientos religiosos. El despertar de la dignidadhumano pone en marcha organizaciones populares de nuevo estilo. Comunidades y organizacionesson dos fuerzas que con frecuencia viven divorciadas. A veces van juntas, pero sin respetarse lasunas a las otras. En algunos sitios estn consiguiendo coordinarse con respeto.

    Intentemos reflexionar un poco sobre el modo de ser de las Comunidades Eclesiales de Base(CEBs) y de las Organizaciones Populares (OP). Qu es lo tpico de cada una y cmo debiera sersu interrelacin. No se trata de nada definitivo, sino de pistas de dilogo, lejos de los frenos delfanatismo y los prejuicios.

    En Paraguay hay pocas CEBs u OP maduras, y tienen poca relacin entre s; pero hay muchas

    en proceso de formacin. Pero ser interesante comenzar a preocuparnos del problema. Por ahoraprescindimos de los Partidos Polticos. Abordaremos el tema en otro artculo.

    SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE CEBs Y OP

    CEBs y OP tienen caractersticas comunes. Las dos estn formadas por personaspertenecientes a sectores populares con problemas comunes, pues generalmente viven cerca unosde otros. Sus miembros son de diversas edades y diversos partidos polticos. Su estructura internasuele ser bastante democrtica y participativa. Parten de problemas reales que pretendensolucionar. Su metodologa suele ser de reflexin-accin.

    Las CEBs tienen adems como especfico: Todos sus miembros son catlicos, con deseos deser consecuentes con su fe. Iluminan sus problemas a la luz de la Biblia. Son una organizacin de

    Iglesia. Buscan vivir y transmitir los valores del Reino de Dios, luchando por un mundo ms justo yfraterno. Su campo de accin bsico es la parroquia. Confrontan su vida con la persona y el

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    proyecto de Jess. Se reunen para compartir y celebrar litrgicamente su fe en Jess y sucompromiso: su vida, sus dolores y sus triunfos.

    Las OP tienen como especfico, adems de lo comn dicho arriba: No dependen de la Iglesia:entran en ellas creyentes y no creyentes y sus celebraciones son de tipo civil. Sus criterios deaccin son las mismas necesidades comunes de sus miembros. Buscan trabajar juntos paramejorar su situacin y defender ante el Estado o patrn los intereses de los sectores populares. Su

    campo de accin normal es el barrio y a veces el gremio.DIFICULTADES DE FUNCIONAMIENTO

    Puesto que se trata de nuevas experiencias, no es de extraar que surjan dificultades en eldesarrollo y relacionamiento de CEBs y OP. Aclaremos algunos de estos problemas. Puede quehayan muchos ms...

    Las CEBs no deben limitarse a funcionar como una organizacin popular de cristianos. Su fin noes luchar exclusivamente por el agua del barrio, mejoramiento de calles, hacer escuelas ocomercializar los productos bsicos. Pueden hacer de todo esto, pero no son slo eso. Peor an escuando se constituyen en poder paralelo o contrario a las organizaciones populares; aunque no porello deben perder una actitud crtica constructiva.

    Por el otro lado, las comunidades no pueden encerrarse en espacios de reflexin, sin ningn tipo

    de accin comunitaria; ello sera caer en un espiritualismo desencarnado. Ni limitarse tampoco arealizar la accin slo en organizaciones de base. Las comunidades tienen sus propios servicios ytrabajos comunitarios, tanto de ayuda mutua entre sus miembros, como de solidaridad conpersonas o instituciones fuera de la comunidad.

    Por su parte, las organizaciones populares no deben actuar nunca como si fueran una institucinreligiosa. Se da en ellas con cierta frecuencia una manipulacin de la fe. As pierden su identidad ycierran la puerta a personas de otra religin o de otra ideologa.

    Ni la comunidad ni la organizacin pueden depender la una de la otra. Ninguna es un apndicede la otra. En este caso se cortan su libertad mutuamente y, de hecho, se frena la unin de lospobres.

    Otro error es considerar a la comunidad cristiana como un trampoln para saltar al compromisosocial o poltico. Segn van madurando sus miembros, se van incorporando a las filas de una

    organizacin. As se debilitan las comunidades, por la prdida de sus hermanos ms preparados. Yse divorcian dos espacios que deben ser complementarios.

    Las OP, a veces, debido a sus prejuicios, desconfan demasiado de los movimientos de Iglesia.Quizs han tenido experiencias negativas, pero no por eso pueden despreciar de antemano losvalores que les pueden aportar los cristianos autnticos.

    En resumen: ni prejuicios, ni manipulacin, sino respeto y coordinacin complementaria,desarrollando cada uno su identidad.

    COMPLEMENTARIEDAD DE CEBs Y OP

    Puesto que fe y hambre de justicia estn ntimamente unidos en lo ms profundo del ser delpueblo latinoamericano, CEBs Y OP deben aprender a respetarse y ayudarse mutuamente. Piensoque prescindir del aspecto religioso o del aspecto organizativo es una grave falta de respeto a la

    forma de ser del pueblo.

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    Pero esta relacin no es nada fcil. No est claro an cmo debe ser. De forma coyuntural opermanente, individual o colectiva? Cmo garantizar la identidad y la autonoma de cada una?

    Qu puede aportar de bueno la una a la otra? Cmo se realiza todo esto en la prctica concretade cada da?

    A la luz de la fe cristiana, est claro que los miembros de las comunidades deben participar en laconstruccin de una sociedad ms justa y fraterna. Cada uno debe comprometerse a fondo, segnsu capacidad, en una organizacin popular; participar como ciudadanos, pero tambin comocristianos. No para "cristianizar" la organizacin en la que militen, sino para hacer los aportes deesperanza, fraternidad, reconciliacin y dems caractersticas propias de la fe. Con su vidatestifican la presencia de Dios; hacen presente la luz y la fuerza de la fe, sin necesidad de hablar deello. En las CEBs se alimenta y se celebra la fe; en las OP se demuestra la fe en silencio.

    Pero no basta con el compromiso personal. En algunos casos es preciso un compromisocolectivo entre CEBs y OP. Se puede dar una accin conjunta en actividades especficas, comomarchas, protestas, fiestas, recaudacin de fondos o cosas por el estilo. O una lucha coordinada

    contra alguna injusticia, como desalojos, por ejemplo. O trabajos conjuntos tipo minga.Las Comunidades pueden aportar a las organizaciones el fermento transformador de los valores

    evanglicos para la liberacin integral del hombre y de la sociedad. Y las organizaciones aportan alas comunidades su pragmatismo, sus objetivos concretos: el aterrizaje en la realidad; y lacoordinacin efectiva con otra mucha gente.

    Pero todo esto sin confundir metodologas y objetivos propios. La relacin debe ser deorganizacin a organizacin, respetndose mutuamente y sin perder cada uno su identidad.Conocerse, estimarse, evaluar con sinceridad todo trabajo conjunto...

    Las CEBs deben poner especial inters en la formacin socio-poltica de sus miembros. Y, parano crear confusiones, una misma persona no debe ocupar puesto de dirigencia al mismo tiempo enCEBs y en OP o Partidos Polticos.

    Con estos movimientos populares en marcha se comienza a construir una nueva sociedad desdelas bases. Los cauces de participacin y representatividad del pueblo se van asentando y tejindoselentamente desde abajo. As se est fortaleciendo el poder alternativo del pueblo, como sujeto queconstruye su propia historia.

    LOS ANIMADORES DE COMUNIDADESAsuncin, Accin, n 119

    En esta serie de artculos, que pretenden ayudar a implementar la opcin por las ComunidadesEclesiales de Base, realizada en muchas dicesis y parroquias, vamos a reflexionar hoy sobre elpapel del "animador".

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    Como lo dice la palabra, su oficio es "animar" la marcha de la comunidad, ayudarle a que crezcala vida en ella. Debe ayudar a crear el ambiente propicio para que todos crezcan como personas ycomo comunidad, tanto en su fe como en sus trabajos.

    No es que el animador deba sentirse responsable l solo de todo esto, sino en ntimacolaboracin con todos sus hermanos de comunidad.

    Lo que no es un animadorQuizs detectando la parte negativa podamos comenzar a entender un poco mejor lo que debeser un animador de Comunidades. Estamos tan acostumbrados a soportar "jefes" mandones, quecon frecuencia queremos imitarlos. Y ello no funciona en las Comunidades. Las destroza...

    No se debe confundir el trabajo del animador con el de un dirigente o presidente de unaorganizacin. El animador no tiene que hacer nada en nombre de los dems, sino slo ayudarles aque cada uno cumpla su misin. El no representa a nadie; estimula a que cada hermano haga loque tiene que hacer. De ninguna manera est para fomentar la pasividad, la timidez o la falta decreatividad de otros.

    Su oficio no es ser voz de los que no tienen voz, sino lograr que hablen los que nunca hanhablado. El buen animador estimula permanentemente hacia un dilogo enriquecedor, en el quepueda entrar el mayor nmero de personas.

    No aplasta rebeldas, sino que busca un sincero crecimiento en conciencia crtica. Su misin esde servicio y no de direccin. No est para mandar, sino para escuchar. El no tiene la ltimapalabra. En ningn caso debe manipular al grupo...

    Jams un autntico animador de Comunidades puede despreciar el aporte de un hermano.Menos an mandarle callar o burlarse de l. El papel de dirigente orgulloso, que se cree superior alos dems, es el polo opuesto a la vocacin de servicio del animador.

    Animador de la dignificacin humana

    El animador de las Comunidades de Base est al servicio de la dignificacin humana. Cadapersona tiene caractersticas propias, dignas de ser respetadas y cultivadas.

    En primer lugar, cada uno tiene sus propias ideas, dignas de ser escuchadas. Por ello elanimador ha de saber escuchar y hacer escuchar a cada miembro de la comunidad. El sabe que

    Dios se manifiesta a travs de los hermanos. Cada uno puede ser portador de algo de Dios. ElEspritu puede que est hablando a travs de l. Es muy importante que el animador aprenda a irrecogiendo el aporte de cada hermano, de forma que sea estimado como insustituible el aporte decada uno. La palabra de cada uno es el ladrillo que l aporta a la bsqueda comunitaria de lavoluntad de Dios en medio de su realidad.

    El animador autntico ayuda al crecimiento de las personas. Para ello, nada mejor que respetary sentirse respetado; as ir creciendo una fraternidad palpable y concreta. Debe conocer el nombrede todos los miembros de su comunidad, su trabajo, sus proyectos, sus dificultades; compartir susalegras y solidarizarse con sus problemas.

    Contrario a todo esto sera un animador chismoso, burln o despreciador. O el que piensa quesiempre ha de tener l la ltima palabra.

    Animador de la fe en Jess

    Puesto que la fe en Jess y su Palabra es el eje de la vida de las Comunidades, el papelprimordial del animador es justamente el de ayudar a crecer y madurar la fe.

    En este crecimiento de la fe la Biblia es el instrumento bsico. Por ello los animadores debenprepararse debidamente para poder poner cada pasaje bblico al nivel de sus comunidades.

    Animador de trabajos comunitarios

    Las CEBs deben lograr la unin profunda entre fe y vida. El anlisis crtico de la realidad

    EN BUSCA DE UNA NUEVA EVANGELIZACIN

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    Asuncin, Accin,

    Las Comunidades Eclesiales de Base buscan y estn poniendo en marcha un nuevo tipo deevangelizacin. No es la nica forma de evangelizar hoy, pero s una forma autntica deevangelizar

    "Evangelio" es una palabra griega que significa "Buena Nueva". En la Biblia esta palabra aparece

    aplicada a un contexto religioso en el Segundo Isaas en tiempo del destierro de Babilonia yespecialmente en boca de Jess. Realicemos un recorrido rpido por estos dos ambienteshistricos, con el fin de aclarar la Evangelizacin que pretenden realizar las CEBs.

    La Buena Nueva del segundo Isaas

    Despus de varios decenios de vivir desterrados en Babilonia, los jvenes nacidos all se sentanabandonados por Dios. Pensaban que Yav haba repudiado para siempre a su antiguo pueblo,enojado irremisiblemente contra l por las muchas injusticias cometidas anteriormente por lospoderosos de Jud.

    Oigamos sus quejas en textos de la poca: "Yav no nos mira ya" (Is 41,27). "Yav nos haabandonado; el Seor se ha olvidado de m" (49,14). "Se han secado nuestros huesos. Se perdinuestra esperanza. El fin ha llegado para nosotros" (Ez 37,11). "Yav no nos quiere..." (Dt 1,27)."Dios ya no est en medio de nosotros..."(Dt 31,17).

    Dudan, adems, los desterrados de que Yav pueda liberarlos de las manos poderosas del diosMarduk de Babilonia. Yav es un Dios insignificante frente al podero del imperio que aplastaba porentonces al mundo. El imperio era mucho ms poderoso que aquel puado de extranjerosesclavizados!

    Los jvenes nacidos en Babilonia protestan, adems, porque ellos estn sufriendo lasconsecuencias de los pecados de sus padres: "Los padres comieron uvas verdes y los hijos tienenlos dientes destemplados" (Ez 18,1). Ellos no tienen nada que ver con las infidelidades de susantepasados. Estn sufriendo inocentemente culpas ajenas!

    Ante esta realidad de desnimo sin horizontes, el joven Isaas, nacido en el destierro, siente quetiene una muy buena noticia que dar a sus compatriotas: Dios no se ha olvidado de ellos, ni losrechaza, sino que los invita de nuevo a volver a su tierra y ser su pueblo elegido. Isaas juniorpresenta a Yav cariosamente cercano, y al mismo tiempo lleno de sabidura y poder. Dios ya les

    ha perdonado sus infidelidades, puesto que ellos se han reconocido pecadores y se han humilladoante l. Ahora Yav se les presenta slo para consolarlos y animarlos. Ya han sufrido bastante!

    Ante aquel pueblo, tan hundido y desanimado, las palabras del joven Isaas suena a una totalBuena Nueva: No es verdad que Dios les ha abandonado! Yav es mucho ms poderoso que elMarduk babilnico! Los dolos de Babilonia son nada, incapaces de salvar a nadie. Pero Yav losquiere como una madre, como un padrino rico y poderoso, capaz de sacarles de todos sus aprietos.

    Escuchemos las palabras de Yav en boca de Isaas: "No temas nada, pues yo estoy contigo; nomires con desconfianza, pues yo soy tu Dios, y yo te doy fuerzas; yo soy tu auxilio y con mi manovictoriosa te sostendr... No temas, raza de Jacob, ms indefensa que un gusano. Yo vengo en tuayuda, dice Yav. El Santo de Israel es tu padrino (goel)" (Is 41,10.14). "Puede una mujerolvidarse del nio que cra, o dejar de querer al hijo de sus entraas? Pues aunque se encontraraalguna que lo pudiera olvidar, yo nunca me olvidara de ti!" (49,15). "A mis ojos vales mucho ms

    que Egipto... Yo te aprecio y te amo mucho; a cambio tuyo entrego muchedumbres..." (43, 4).Esta es la Buena Nueva bsica entregada a aquel pueblo hundido en el ms cruel de los

    desnimos. Es la hermosa noticia de que Dios los quiere y los puede liberar de sus terriblesesclavitudes. La Buena Noticia de un Dios cercano para querer y fuerte para liberar a losdespreciados y oprimidos.

    La Buena Nueva de Jess

    En tiempo de Jess la realidad del pueblo era muy dura tambin. Los impuestos de Roma y deJerusaln crujan al pueblo. Campesinos que por ello haban perdidos sus tierras pululabanmendigando por todas partes. Como fruto de una cruel explotacin y marginacin, la anemia, lasuciedad y multitud de enfermedades contagiosas reinaban por doquier. Los fariseos predicabanque el empobrecimiento y la enfermedad eran signos visibles de la Justicia del Todopoderoso. Serpobre y ser pecador lleg a considerarse como una misma cosa. Por eso los pobres tenan que

    soportar de continuo una predicacin que insista en que ellos eran malditos de Dios, incapaces deentrar en su Reino. Para ellos no haba salvacin posible.

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    Ante esta miseria fsica, sicolgica y religiosa, Jess se presenta cercano, carioso, dispuestosiempre a ayudar. A los despreciados de su poca Jess los llama bienaventurados y les promete laentrada en el Reino de Dios.

    Entonces se miraba mal a los que se dedicaban a curar a los enfermos. Puesto que laenfermedad era considerada como castigo, no era bien visto que alguien se pusiera a cambiar la"voluntad" de Dios. Lo cual era terrible para los enfermos. Adems de los sufrimientos propios de

    cada enfermedad, sufran adems el dolor de sentirse condenados por Dios y despreciados por loscreyentes en ese Dios. Pero Jess, en contra de la mentalidad de su poca, se dedica a cuidar ycurar con cario a los enfermos. Se mezcla con la gente despreciada de su poca.. Tanto, que lasautoridades le acusan de comer y beber con "pecadores". Esto s que era una Buena noticia,totalmente Nueva para esos "pecadores"!

    La Buena Noticia de Jess era ante todo la de un Dios cercano y carioso, como lo es un buenpap para con sus hijos pequeos: "Abb" le llamaba l. Un Padre insobornablemente bueno paracon todos sus hijos, "que hace llover sobre buenos y pecadores". Un Dios que organiza una granfiesta cuando encuentra al hijo perdido; que sabe pagar bien al obrero de ltima hora; que se alegracuando alguien es curado en sbado.

    El Dios de Jess quiere a todos sus hijos por igual, pero de una manera especial a losdespreciados y empobrecidos. Es el Dios que ha dado a todos sus hijos la misma dignidad y lo ha

    hecho todo para todos. El Padre que comparte los dolores de sus hijos, y con ello les llena deconsuelo; y que adems es poderoso para sacarles de sus dificultades, y as les colma deesperanza: el Dios de todo consuelo y de toda esperanza. Y, justamente porque es amor, esexigente: nada le puede ofender ms que el desprecio o el despojo a un hijo suyo; y no perdona alque no perdona a un hijo suyo. Por eso, su deseo ms profundo para con sus hijos es el respeto, elservicio, el compartir mutuo: el vivir como hermanos, hijos todos de un mismo Padre.

    La Buena Noticia de las CEBs

    Las Comunidades Eclesiales de Base quieren ser una experiencia de vida cristiana compartidaentre pobres. Parten de la unin profunda de fe y vida popular. Y esa fe quiere ser explcitamente lafe en el Dios de Jess, a la luz de la Palabra.

    Las Comunidades que se reducen a planteamientos meramente sociales, sin preocuparse delcrecimiento de la fe en Jess, son como semillas a las que se les corta el germen; traicionan lo ms

    ntimo de su identidad, arruinando as su futuro.Lo ms caracterstico de las CEBs es justamente su fe creciente en el Dios encarnado, metido

    en lo ms profundo de nuestra realidad. En las Comunidades de Base debe imperar el respeto a ladignidad de cada persona; cada hijo de Dios tiene que poder decir su palabra y aportar su ayuda,todos con algo que aportar. En las Comunidades debe vivirse tambin el compartir: que cada unoponga al servicio de los dems lo que es y lo que tiene. Todo ello nacido e impulsado por la fecomn en un Dios que es Padre siempre bueno para con todos, que se goza en el respeto y laayuda mutua de sus hijos.

    En las autnticas Comunidades Cristianas los ms indefensos deben sentirse protegidos; losdbiles, fortalecidos; los despreciados, acogidos con respeto. Los intiles tienen que sentirse tilesy los enfermos, aliviados. Los empobrecidos, los oprimidos, los aplastados, tienen que encontrar ensus Comunidades la claridad y la fortaleza necesarias para poder seguir luchando por la vida justa a

    la que les da derecho el Padre Dios.Las Comunidades son un espacio abierto, grande como amplio es el Corazn de Dios, sin

    alambrados con pas de fanatismo. En ellas se aprende a gustar de horizontes largos, en los quese explaya la vista sin obstculos. Creyendo en el Dios de Jess no es posible despreciar a nadie,ni negarse a colaborar con todo el que busca justicia, respeto, libertad y verdad.

    Esta es la Buena Nueva de las Comunidades Eclesiales de Base. Es el aporte que ellas quierendar a nuestro mundo: la fe explcita y concreta en un Dios que se goza en el bien de sus hijos, quees bueno para con todos y que lo ha hecho todo para todos. Viviendo como hijos de ese Padre Dioses como se testimonia que se cree en l.

    IGLESIA Y DERECHO DE PROPIEDAD

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    Asuncin, Hoy, 17 al 20 febrero 94

    I. "No entrometer a Dios en latifundios

    Estamos viendo que algunas personas recurren a eso de lo "sagrado" del derecho de propiedadpara justificar y defender sus fortunas... Con ello se pretende entrometer a Dios en sus latifundios, yas, con esa bendicin tan sagrada, defenderse mejor de las miradas de los "envidiosos"... Y a ellono hay derecho. Pulula por doquier una campaa de defensa a ultranza del derecho de propiedad.limitado. Al reclamo de tierras para trabajar por parte de los sin-tierra, ellos lo tildan de sectarismo,ideas trasnochadas, extremistas y cosas por el estilo.

    Puesto que se insiste en la sacralidad de la propiedad privada, en si es pecado o no tomartierras ajenas y aun algunos se intentan apoyar en argumentos religiosos para defender todo tipode propiedad privada, me parece til hacer un recorrido por la Doctrina Social de la Iglesia respectoal derecho de propiedad.

    En artculos sucesivos les invito a asomamos a tres momentos histricos de la Iglesia: Losprimeros siglos, Santo Toms y los Papas actuales. Dar como un espigueo de citas respecto alderecho de propiedad. Con ello pretendo ayudar a aclarar desde el punto de vista cristiano esteproblema, tan debatido en nuestra realidad actual.

    En los comienzos del cristianismo. los primeros santos, a quienes se les conoce con elnombre de Santos Padres, fueron trazando, con rasgos enrgicos y muy precisos, la base del rectoplanteamiento del problema de la propiedad.

    La poca en la que hablan y escriben estos santos es una poca epicrea y escptica, conestructuras econmico-sociales de privilegios y opresiones, consideradas como lo natural y lo nicoposible. Imperaba, sin controversias, el derecho romano, que consagraba la propiedad privadacomo un derecho absoluto y sin lmites. Oficialmente cada propietario poda disponer de sus bienescon plena libertad, en su propio provecho exclusivo. Poda usar y abusar a su antojo, sin limitacinalguna.

    En este ambiente de derecho romano, que domina a la sociedad aun hasta nuestros das, losprimeros santos cristianos se levantaron en su contra con toda claridad y valenta.

    Ellos insisten en que Dios ha creado los bienes materiales para todos sus hijos. Y por ellonadie tiene derecho a acumularlos de forma que prive a alguien de lo necesario para poder vivirdignamente. Piensan que la tierra y todos sus bienes pertenecen a Dios. El la entreg a loshombres para bien y utilidad de todos. Nosotros no somos dueos, sino administradores de losbienes creados por Dios. Para los Santos Padres, si hay pobres y ricos, es porque no se cumple lavoluntad de Dios; y ello es preciso denunciarlo.

    Veamos algunas palabras concretas de estos santos de los primeros tiempos. Las citasconcretas se pueden comprobar en cualquier libro especializado en la materia.

    La "Didaj" o "Doctrina de los doce apstoles" es el documento ms venerable de laantigedad cristiana, escrito probablemente a finales del siglo primero despus de Cristo. En l, alcondenar la avaricia, se insiste en que no se considere a la propiedad como algo exclusivo, puesdebe estar al servicio de todos: "No rechazars al necesitado, sino que comunicars en todo con tuhermano y nada dirs que es tuyo propio. Pues si se comunican ustedes en los bienes inmortales,cunto ms en los mortales?"

    San Clemente de Alejandra es el iniciador de estudios de un carcter ms doctrinal ycientfico. Sostiene, contra quienes lo negaban, la licitud de la propiedad, pero siempre con unadimensin social, pues las riquezas no son un bien en s, sino medios e instrumentos para podervivir dignamente.

    En su obra "Pedagogo", instruccin en la religin cristiana, compuesta a principios del sigloIII, afirma: "Dios dispuso nuestra naturaleza para la comunin, empenzando El mismo por repartirde lo suyo... y haciendo todas las cosas para todos. Todas son, pues, comunes y no reclamen mspara s los ricos. Eso de 'tengo y me sobra, por qu no he de disfrutarlo?' no es ni humano nisocial. Ms lindo es aquello de: "tengo, por qu no repartirlo a los necesitados?"... S que Diosnos ha dado la facultad del uso, pero en los lmites de lo necesario. Es absurdo que uno viva en la

    abundancia, mientras los dems estn en la indigencia".

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    San Basilio. En el siglo IV este santo desentraa, quizs como nadie antes lo haba hecho,el carcter social y comunitario de las riquezas.

    "El rico dice: "Qu error cometo por guardar lo que me pertenece?"

    Pero cules son los bienes que en realidad te pertenecen? Te pareces a un hombre que fueal teatro y quera impedir que entraran los dems. Quera asistir l solo al espectculo. Asilos ricos

    se han apoderado de los bienes que por naturaleza son comunitarios. Como los ocupan primero, secreen dueos de ellos...".

    San Basilio llama directamente ladrn al que rehsa compartir sus bienes con el necesitado."Acaso no eres avaro y ladrn cuando te apropias de lo que has recibido como administrador? Esque se va a llamar ladrn a quien desnuda al que est vestido, y va a haber que dar otro nombre alque no viste al desnudo, pudiendo hacerlo? Al hambriento le pertenece el pan que guardas. Alhombre desnudo le pertenece la ropa que amontonas en tu armario... La plata que guardasenterrada es del necesitado. A tantos haces injusticia, a cuantos puedes proveer".

    "Qu responders al juez, t que revistes las paredes y no vistes al hombre; t que adornaslos caballos y desairas a tu hermano en harapos; t que dejas pudrir el trigo y no alimentas a loshambrientos; t que entierras el oro y desprecias al que se angustia por la estrechez?"

    II. Santos Padres frente a la propiedad

    En el artculo anterior hemos visto la opinin de los santos de la Iglesia en sus comienzoshistricos. Seguimos el camino emprendido viendo la opinin a este respecto en los Santos Padresa partir del siglo IV. Con ello seguimos auscultando el pensamiento cristiano respecto a lapropiedad, buscndolo en sus mismas fuentes.

    San Juan Crisstomo es el representante quizs ms sobresaliente de la doctrina social delos Padres de la Iglesia. Muri en el exilio, vctima de su libertad en predicar contra los abusos deldinero y del poder.

    Dice l: "Al principio, Dios no cre ricos ni pobres. No mostr tesoros en cantidad a unos,impidiendo que los otros lo encontraran. Al contrario, dio a todos la misma tierra para cultivarla. Sirealmente la tierra es de todos, cmo es posible que tengas tantas hectreas y que tu prjimo no

    tenga nada?Lo que pertenece al Seor pertenece a todos... Quieres decirme cmo te has enriquecido?

    De quin recibiste esta riqueza? La has heredado? Y tu padre y abuelo de quin la recibieron?As podemos continuar hasta el principio. Pero t no has conseguido demostrar que tu riqueza seajusta. No se puede negar que todo comenz con una injusticia".

    Dice l que los ricos avaros "alimentan perros, onagros, osos y otras clases de fieras,mientras dejan que el hombre se muera de hambre. Estiman en ms el animal extrao que al de supropia especie. Tienen en menos al de su propia familia, que a la que no es ni les toca nada".

    Lo peor, segn este santo, es que estas injusticias las perpetran gente que se llama cristiana."No digas: me es imposible mirar a los dems; pues, si eres cristiano, lo imposible es no hacerlo...No ultrajes a , Dios. Si dices que el sol no puede alumbrar, lo ultrajas. Si dices que el cristiano no

    puede servir, ultrajas a Dios y le haces mentiroso".San Ambrosio. Este abogado romano convertido al cristianismo, con gran experiencia

    poltica y jurdica, hizo una viva elaboracin de los aspectos sociales de la justicia a la luz de!mensaje de Cristo, acentuando especialmente el carcter comunitario de la propiedad.

    Tiene un libro completo dedicado al campesino Nabot, del que se habla en la Biblia en 1Reyes, 21. En l desarrolla el lema de los latifundios. Conozcamos un poco sus palabras:

    "La historia de Nabot, vieja ya en el tiempo, en la prctica es de todos los das. Qu rico noambiciona diariamente lo ajeno? Cul de los magnates no pretende arrebatar al pobre su parcela yexpulsarlo de !a tierra de sus antepasados? Quin se contenta con lo suyo?... No es Nabot elnico pobre asesinado; todos los das se repite su sacrificio; todos los das se mata al pobre...Hasta dnde, ricos, van a estirar su codicia insensata? Son ustedes, acaso, los nicos habitantesde la tierra?... Por qu reclaman para ustedes solos la posesin del mundo? La tierra fue creada

    en comn para todos, ricos y pobres. Por qu ustedes los ricos se atribuyen el derecho exclusivo

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    del suelo?... Tienen como injuria el que un pobre tenga algo... Para todos fue creado el mundo, queunos pocos ricos se esfuerzan por acaparar...".

    "Porqu, rico, desprecias al pobre? No has sido concebido y has nacido como l?...Ustedes, los ricos, se enorgullecen del tamao de sus palacios. Deberan avergonzarse.

    Revisten sus paredes y despiden a los pobres... El pueblo tiene hambre, y ustedes cierran

    sus graneros. El pueblo clama, y ustedes presumen de sus joyas. Desdichado el que tiene mediospara librar tantas vidas de la muerte y rehsa hacerlo. Con las piedras preciosas de un solo anillo deustedes se podra salvar la vida de mucha gente".

    La conclusin de este jurista convertido es tajante: "El Seor nuestro Dios quiso que estatierra sea posesin comn de todos los hombres. Sus frutos deben servir para todos. La avaricia esla que ha engendrado el reparto de las propiedades... La naturaleza engendr el derecho comn; eluso estableci el derecho privado".

    San Agustn. Con l alcanza su mximo esplendor la doctrina social de los Padres de laIglesia. Afirma l que todo lo que no sea necesario para vivir dignamente es aje no y, porconsiguiente, hay que entregarlo a su propio dueo, que es el necesitado. "Quizs adquiristeinjustamente lo que tienes; quizs eso mismo -el tenerlo- es injusto; porque tu tienes y el otro no; tabundas yel otro est en la penuria".

    "Mide tu necesidad por la del pobre, pues los dos son iguales; no finjas necesidadesexquisitas...Los bienes superfluos de los ricos, son los bienes necesarios de los pobres.... Es comoun fraude no dar lo superfluo al indigente... No desprecies a nuestro Dios necesitado en el pobre".

    "Tal vez dices a m qu me importa? He de darle yo de mi dinero para que no sufra? Si teresponde esto tu corazn, no habita en ti la caridad del Padre. Si no habita en ti la caridad delPadre, no eres nacido de Dios. Cmo te podrs gloriar de ser cristiano? Tienes el nombre, pero notienes los hechos".

    San Cirilo de Alejandra, ya en el siglo V, dice: "El que reserva y acumula insaciablemente,acaba con un montn de gusanos en las manos...". "La riqueza retenida slo para una persona esriqueza inicua".

    San Gregorio Magno, a finales del siglo VI, afirma:

    "Debemos darnos cuenta de que la tierra es comn a todos. Por tanto, no son inocentes losque reclaman slo para ellos lo que es un don de Dios para todos. Los que no reparten, lo quetienen, son causa de la crueldad y muerte de sus prjimos, ya que todos los das matan a-cuantosmueren de hambre, en cuanto les niegan socorro, acumulando riquezas para s mismos. Cuandodamos a los pobres lo que necesitan, les estamos devolviendo una deuda de justicia, ms querealizando una obra de misericordia".

    Los Santos Padres, o sea, los primeros santos del Cristianismo, afirman, pues, con claridadque Dios es el dueo. absoluto de todas las cosas y l ha destinado todos los bienes de la tierrapara todos y cada uno de sus hijos. Por ello todos los seres humanos tienen un derechofundamental y solidario sobre el conjunto de dichos bienes.

    Ellos admiten la propiedad privada. Pero bajo ningn aspecto en sentido absoluto ni'individualista. Para ellos el derecho de propiedad privada est fuertemente condicionado por su

    ndole comunitaria. Lo que pide el derecho natural es que todos los bienes de la tierra sirvan par eluso comn de todos y lleguen efectivamente a todos y cada uno de los hombres y mujeres de estemundo.

    Adems, ellos limitan la propiedad a lo necesario para poder vivir dignamente. Por elloconsideran antihumano y anticristiano el vivir en la abundancia mientras la mayora padecenecesidad. Y consecuentemente ven como fruto de un despojo la acumulacin de riquezas; ycalifican de "injusto" y "ladrn" a quien retiene como propio ms de lo necesario para vivirdignamente. Dar los necesitados lo que honradamente sobra no es mera obra de caridad o demisericordia, sino estricto deber de justicia; es restituir lo robado a sus propios dueos.

    A los poderosos estas ideas les pareceran absurdas e impracticables. Pero as pensaban lossantos de los primeros siglos del cristianismo... Y ese mismo camino ha recorrido repetidas veces laIglesia, como veremos en nuevos artculos.

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    III. Santo Toms y el derecho de propiedad

    A veces se recurre a Santo Toms de Aquino (s. XIII) para justificar el derecho al uso y alabuso de la propiedad. Su doctrina ciertamente es muy importante. Pero no hay nada en ella que dpie para justificar la acumulacin de la propiedad en manos de unos pocos.

    El mismo se plantea la pregunta de si el hombre puede tener propiedad privada. Su respuesta

    es:' "Compete al hombre respecto a los bienes exteriores el uso o disfrute de los mismos y encuanto a esto no debe tener el hombre las cosas exteriores como propias, sino como comunes, demodo que fcilmente d participacin en ellas a los otros cuandolasnecesitasen...".

    Segn Toms, la propiedad privada no va contra el derecho natural, justamente porque todosnecesitamos poseer ciertos bienes para poder vivir dignamente. Por ello, el que tiene ms de lonecesario ha de estar dispuesto a compartirlo con quien se halle en necesidad. Y puesto que elderecho humano no puede estar en contra del derecho divino, nadie puede refugiarse en el derechode propiedad para dejar sin nada a otras personas. Tan evidente es esto para Toms que llega aafirmar: "En la necesidad, todas las cosas son comunes".

    Por eso concluye as: "El usar de las cosas ajenas tomadas ocultamente en caso de extremanecesidad hace nuestro lo que tomamos para sustentar nuestra propia vida. En el caso de unanecesidad semejante tambin se pueden tomar clandestinamente las cosas ajenas para socorrer al

    prjimo indigente".Por consiguiente, segn Santo Toms, el que tiene propiedades de ms debe ayudar al que

    no tiene ningn tipo de propiedad, para que as pueda vivir dignamente. Pero si no consigue lonecesario para vivir, el pobre puede apoderarse de lo que necesite, sin que ello se pueda considerarcomo robo. Y los dems hermanos le deben ayudar en esta tarea.

    Estos principios de Santo TomsdeAquino llevan a un concepto de propiedad muy distintodel que elabor el derecho romano en trminos rgidamente exclusivistas y que tanta influenciaejerci en las modernas legislaciones posnapolenicas, incluida la paraguaya.

    A la luz de estos principios tomistas habra que reflexionar hoy sobre los derechos de loscampesinos sin tierra, que la necesitan vitalmente para cubrir sus necesidades ms elementales,mientras otros tienen tierras superfluas destinadas a la especulacin. Lo mismo hay que decirrespecto a los sin-techo, que pululan por los baados buscando un rincn donde poder sobrevivir.

    Segn Santo Toms no se puede llamar robo a la ocupacin de tierras baldas por parte depersonas que tienen extrema necesidad de ellas..., ya que Dios hadado como don la tierra para quela disfruten todos sus hijos. Nadie puede apoyarse en el "derecho de propiedad" para dejar a otrosseres humanos sin ningn tipo de propiedad.

    Si la doctrina del doctor mximo de la Iglesia es tan claraen este punto del derecho depropiedad, por qu, entonces, existen actualmente cristianos que defienden como sagrado elderecho de propiedad absoluto? Sencillamente porque viven hoy con un siglo de atras. La doctrinade la Iglesia en ese punto ha sido siempre constante menos a comienzos del siglo pasado, donde,debido a circunstancias histricas muy difciles, se obscurecieron sus principios.

    Hasta mediados del siglo XVIII los moralistas siguieron sustancialmente fieles a la doctrinatomista sobre la propiedad. Pero desde esa fecha se empieza a advertir una confusin, que llega a

    su cumbre en la primera mitad del siglo XIX. En el siglo pasado la Iglesia se encontr entre dosfuegos. Por un lado, la ideologa liberal individualista, que enarbolaba el principio del derecho depropiedad con alcance absoluto. Por otro lado, va tomando cuerpo y fuerza el socialismo,especialmente el de inspiracin marxista, que se declara ateo y enemigo de la propiedad privada.Ante estos dos fuegos, ms asustada por el segundo, la Iglesia se puso en actitud de defensa.

    Los telogos se mostraron propensos a aceptar el capitalismo de la poca y el consiguientedominio individualista y exclusivo de la propiedad privada, sin precisar convenientemente su sentidoy sus lmites. Se estancan en discusiones juridicistas, dejando fuera de su ngulo de visin losproblemas concretos del pueblo y los campesinos. Hacen sus reflexiones desde Europa y paraEuropa, desde el poder econmico y para el poder econmico. As se llega a dar una cuasiidentificacin entre propiedad y dominio individual de los bienes materiales. Y se da por bueno elorden establecido, sin cuestionarse el sentido de la propiedad y de sus formas.

    El profesor Luigi Taparelli (1793-1862) fue el idelogo que hizo entrar en amplios sectores dela Iglesia la doctrina de que el derecho de propiedad es de derecho natural. El papa Len XIII fuediscpulo suyo y reflej este parecer en sus primeras actuaciones. Pero al final de su vida fue

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    cambiando de opinin y en su encclica Rerum Novarum dio ya otro enfoque distinto al problema. Ya partir de l sigue toda una serie de papas que en carrera ascendente van volviendo al conceptobblico tradicional de derecho de propiedad para todos, con un acento cada vez ms marcadamentesocial.

    IV. Los Papas actuales y el derecho de propiedadCuando Len XIII lleg al papado (1878) reinaba por doquier la figura burguesa del derecho

    de propiedad privada con carcter absoluto e ilimitado. Y en aquel ambiente, la Iglesia, comoreaccin contra el socialismo naciente, se dej inficionar por el concepto de que la propiedad essagrada an" en el caso de ser ilimitada. Pero el nuevo Papa forceje al final de su vida para dejarun camino abierto hacia el futuro cuando afirmaba en su encclica Renun Novarum que hay queprocurar "que sean muchsimos los propietarios".

    Cuarenta aos ms tarde. Po XI insista en que se deben evitar las gravsimasdesigualdades existentes "entre unos pocos fabulosamente ricos y la multitud innumerable de losnecesitados".

    Po XII, pocos aos despus, remacha aquello de "propiedad para todos":

    "La Iglesia se opone a la acumulacin de bienes en manos de relativamente pocos sper-ricos,mientras que amplios sectores del pueblo estn condenados a un pauperismo y a una condicineconmica indigna de seres humanos".

    El Vaticano II (1965) plantea con claridad la funcin social de la propiedad: "A la autoridadpblica toca impedir que se abuse de la propiedad privada en contra del bien comn. La misma"propiedad privada tiene, por su misma naturaleza, una ndole social cuyo fundamento reside en eldestino comn de los bienes".

    "En muchas regiones econmicamente menos desarrolladas existen posesiones ruralesextensas y an extenssimas mediocremente cultivadas o reservadas sin cultivo para especular conellas, mientras que la mayor parte de la poblacin carece de tierras o posee slo parcelasirrisorias..." Para remediar este mal, el Concilio agrega a continuacin:

    "Son, pues, necesarias las reformas que tengan por fin... el reparto de las propiedades

    insuficientemente cultivadas en favor de quienes sean capaces de hacerlas valer. En este casodeben asegurrseles los elementos y servicios' indispensables..."

    Juan Pablo II, en su discurso de Oaxaca (Mxico, 1979), tuvo palabras claves sobre elderecho de propiedad:

    "La Iglesia defiende, s, el legtimo derecho a la propiedad privada, pero ensea con nomenos claridad que sobre toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que losbienes sirvan al destino general que Dios les ha dado. Y si el bien comn lo exige, no hay que dudarante la misma expropiacin, hecha en la debida forma".

    En su discurso a los participantes de la conferencia mundial para la reforma agraria (julio 79),les dijo que "en el estado actual de las cosas, dentro de cada pas tiene que preverse una reformaagraria que implique una reorganizacin de la propiedad de la tierra y la asignacin del suelo

    productivo a los campesinos de forma estable y con disfrute directo...Y en su discurso en Recife en 1980: "La tierra es un don de Dios, don que El hizo a todos los

    seres humanos... No es lcito, portante, porque no es conforme con el designio de Dios, usar estedon de modo tal que sus beneficios favorezcan slo a unos pocos, dejando a los otros, inmensamayora, excluidos. Ms grave es an el desequilibrio y ms insultante la injusticia que trae consigo,cuando esa inmensa mayora se ve condenada por eso mismo a una situacin de escasez, depobreza y de marginacin...".

    "El mismo derecho de propiedad, de suyo legtimo, debe, en una visin cristiana del mundo,cumplir con su funcin y observar su finalidad social. As, en el uso de los bienes posedos, eldestino general que Dios les dio y las exigencias del bien comn han de prevalecer sobre lasventajas, comodidades y, a veces, incluso necesidades no primarias de origen privado".

    En su encclica Centesimus Annus, de hace pocos aos, se insiste en el carcter del derecho

    de propiedad. "Dios ha dado la tierra a todo el gnero humano para que ella sustente a todos sus

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    habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. He aqu, pues, la raz primera del destinouniversal de los bienes de la tierra" (No 31).

    Por ello afirma que la posesin de la tierra "resulta ilegtima cuando no es valorada o sirvepara impedir el trabajo de los dems (N