CAPÍTULO 11º: INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA DEL

APRENDIZAJE.

PROGRAMAS DE CONDUCTA NO APRENDIDA.

APRENDIZAJE ANTE ESTÍMULOS ÚNICOS.

INTRODUCCIÓN.

1. Aclaraciones teóricas sobre el estudio actual del aprendizaje.

Vamos a ver fundamentalmente el enfrentamiento de dos paradigmas.

* El paradigma de la psicología cognitiva, que considera que el objeto de la psicología es la mente y que considera la mente como un sistema de procesamiento de la información.

* El conductismo, que es fundamentalmente fuerte en el dominio de la psicología del aprendizaje. La razón es que el conductismo había dado el papel principal a la psicología del aprendizaje.

Mientras que en el conductismo atendió a la adquisición del aprendizaje (psicología del aprendizaje), la psicología cognitiva ha atendido a la retención del conocimiento (psicología de la memoria).

NO obstante, en los últimos años ha habido un acercamiento entre ambos paradigmas, en lo que se refiere a la psicología del aprendizaje.

Dentro de la psicología cognitiva se ha desarrollado el conexionismo, en donde las representaciones mentales o los patrones de activación se adquieren y modifican por un proceso de aprendizaje e interacción con el medio. Estos modelos conexionistas de aprendizaje son todavía más un proyecto que una la realidad conseguida.

Frente al conductismo que concebía el aprendizaje como una asociación estímulo respuesta puramente mecánica, ahora se defiende un asociacionismo cognitivo y se concibe el aprendizaje como la adquisición, por parte del animal, de información

sobre la relación entre acontecimientos de su ambiente.

En el aprendizaje lo que hace el animal es informarse de la relación causal estímulo-estímulo.

Este acercamiento de la psicología tradicional del aprendizaje a la psicología cognitiva ha llevado a la asimilación de conceptos provenientes de ella, como la conceptualización de condicionamiento clásico como conocimiento declarativo y del condicionamiento instrumental como conocimiento procedimental.

El conocimiento declarativo se refiere en la psicología del aprendizaje actual más al aprendizaje de conceptos y a la categorización y el conocimiento procedimental fundamentalmente al aprendizaje de habilidades cognitivas.

Aquí vamos a restringir el estudio a los aprendizajes básicos.

El aprendizaje, en tanto que resultado, se concebía en el conductismo radical como la adquisición o modificación de una respuesta conductual.

Ahora, por la orientación cognitiva, se concibe como una estructura interna en la que se representan no sólo elementos del ambiente que intervienen en la relación que observamos públicamente, sino fundamentalmente la relación misma.

Estas estructuras internas son definidas como representaciones.

Lo que se aprende no es una conducta, sino una representación de las relaciones de unos estímulos y unas conductas.

En virtud de esa representación se adquiere también una conducta.

Dentro de la orientación cognitiva, lo que interesa primordialmente a la psicología del aprendizaje se desplaza desde los cambios conductuales como tales, al modo en que los animales adquieren conocimiento o información mediante la experiencia (proceso cognitivo) y a cómo es la naturaleza de lo aprendido (representación).

Con todo esto se profundiza la distinción neoconductista entre aprendizaje y ejecución.

El aprendizaje consiste en el conocimiento de relaciones, mientras que la ejecución consiste en la actuación final observable del organismo, como manifestación del aprendizaje.

Bajo este punto de vista, el aprendizaje es un proceso mental, la ejecución un resultado conductual.

Dickinson dice que la psicología del aprendizaje debe estudiar: las condiciones, mecanismos, contenidos y determinantes de la conducta.

2. Conductas no aprendidas y conductas aprendidas.

Hay que distinguir entre las conductas que son automáticas de otras que se llamaron voluntarias.

EL empeño de los filósofos fue encontrar la manera de explicar cómo las conductas llamadas voluntarias podían reducirse de algún modo a las conductas automáticas.

EL gran fisiólogo y psicólogo ruso Pavlov definió claramente que las conductas son de dos tipos: innatas y adquiridas.

Así hay dos tipos de conductas: las no aprendidas y las aprendidas.

Conforme ascendemos por la escala filogenética, el mayor peso de las conductas aprendidas va aumentando, hasta el hombre en donde la conducta aprendida es mucho más predominante que la no aprendida.

Así, comenzaremos a estudiar los programas de conducta no adquirida.

En las conductas no adquiridas vamos a estudiar las conductas innatas, en las que se incluyen el troquelado o imprinting, que es una primera experiencia muy cercana a las conductas instintivas, y las primeras experiencias que juegan un importante papel en la conducta posterior del individuo.

Posteriormente estudiaremos las conductas preasociativas, hoy llamadas conductas aprendidas mediante la experiencia con un solo estímulo, porque, aunque son fruto de la experiencia, no se basan en la experiencia previa con dos estímulos

asociados.

CONDUCTAS INNATAS.

Son conductas muy primitivas, no implican todavía la acción de un sistema nervioso.

Son los tropismos, las kinesias y las taxias, ya que son casi puras respuestas fisiológicas de un nivel muy elemental.

Así, estudiaremos aquí los reflejos, conductas simples pero que ya requieren la existencia de un sistema nervioso en los animales, y los instintos, que son conductas mucho más complicadas y requieren una alta programación, aunque esta

no se adquiera, sino que sea hereditaria para la especie.

1. El reflejo.

Fearing define el reflejo como la “respuesta elemental y directa de un efector a la estimulación de un receptor”.

Así son por ejemplo los reflejos posturales, el reflejo rotular, el reflejo tensional... Consideración fisiológica del reflejo.

Como señala Fearing, desde el punto de vista fisiológico, el reflejo o arco reflejo implica cuatro elementos fundamentalmente:

- el elemento receptor que viene constituido por algún órgano de los sentidos

- la vía nerviosa aferente que transmite la excitación recibida en el órgano sensorial a la médula espinal o cerebro

- la vía nerviosa eferente que transmite el impulso nerviosos generado en la médula o en el cerebro, como reacción a la excitación aferente

- el efector propiamente dicho, que es un músculo o glándula que reacciona con un movimiento o secreción, respectivamente.

Consideración conductual del reflejo.

Considerando el reflejo al nivel de la conducta, el reflejo es una respuesta innata del organismo.

La respuesta refleja puede ser modificada por mecanismos inhibitorios fisiológicos, pero básicamente son respuestas fijas, no modificables por la experiencia. También tienen las características de ser inmediatos a la estimulación sobre el

receptor y son respuestas específicas a estimulaciones específicas. El estudio del arco reflejo ha tenido mucha importancia.

Leyes del reflejo.

El estudio desde el punto de vista conductual o de la actividad del organismo, ha llevado a los autores a señalar las leyes primarias y secundarias del reflejo. Entre las primarias están las leyes del umbral, de la latencia y de la magnitudintensidad;

entre las secundarias se señala principalmente la ley de la fatiga refleja.

La ley del umbral se refiere a la intensidad mínima del estímulo que es capaz de provocar la respuesta refleja.

La adquisición de una mayor sensibilidad de manera tal que una estimulación subliminal produzca respuesta refleja, se llama sensibilización.

La ley de la latencia señala que entre la estimulación y la producción de la respuesta refleja siempre media un período de tiempo, de ordinario muy breve, que recibe el nombre de período latente. Este período de latencia, según esta ley se relaciona negativamente a la intensidad de la estimulación.

La ley de la magnitud-intensidad relaciona positivamente la magnitud de la estimulación con la intensidad de la respuesta refleja evocada.

Dentro de ciertos límites la intensidad del reflejo depende directamente de la magnitud del estímulo que lo provoca.

La relación magnitud-intensidad entre el estímulo y la respuesta refleja no es absoluta por completo, sino que está influida por otras variables.

En cuanto a las leyes secundarias, la más importante es la ley de la fatiga del reflejo.

Cuando una misma estimulación se aplica sucesivamente y con muy breve espacio de tiempo entre una aplicación y otra, la respuesta refleja muestra fatiga, esto es, aumenta la latencia, disminuye la intensidad de la respuesta para una misma estimulación y el umbral de la intensidad del estímulo para provocar la respuesta refleja aumenta.

Reflejo y conducta.

En 1896, John Dewey publicaba su célebre artículo sobre “El concepto de arco reflejo en psicología”, en el que se oponía a explicar toda la conducta humana en términos de actos reflejos.

EL reflejo, sin duda, tiene una función autorregulativa conductual y fisiológica de enorme importancia para la supervivencia, pero de ahí a afirmar que todos los actos del animal y del hombre se reducen a puros reflejos, va un abismo.

EL mismo Pavlov recurrirá a los reflejos condicionados para salvar la distancia entre piezas o mecanismos conductuales y la conducta de los animales y el hombre en sí.

EL reflejo, llamado innato o incondicionado, porque ni se aprende ni es obra de un condicionamiento por parte de ninguna otra conducta, juega un importante papel en la configuración de la conducta de los organismos, como elemento básico a partir del cual se adquieren nuevos y muy variados programas de conducta.

Los reflejos incondicionados constituyen de suyo una de las bases más esenciales en la conducta evolucionada.

2. El instinto.

Evolución histórica del papel del instinto en la conducta. Tradicionalmente se dijo que el animal se regía por sus instintos y el hombre por la razón. Tal concepción ha sido rechazada en estos dos últimos siglos. A comienzos del siglo el tema de los instintos estaba de moda. Darwin había señalado el papel de los instintos para la supervivencia y había dejado abierto el camino, la evolución ha ido desarrollando en las especies animales una especie de hábitos de conducta que constituyen sus instintos y que la selección natural se ha encargado de que sean enormemente adaptativos. Las especies animales han aprendido a lo largo de la evolución. Así, el hombre tiene programas de conducta aprendidos, aunque no sólo, ya que también tiene instintos, y el animal tiene programas de conducta innatos o instintivos, aunque no sólo, ya que también tiene programas aprendidos.

Esta importancia que Darwin da al instinto, la lleva más allá Freud al explicar la conducta humana como dirigida por los instintos o por sublimaciones del instinto.

Algunos autores como Thorndike recorren el mismo camino, pero en sentido opuesto, la inteligencia no es algo privativo del hombre, sino que es compartida por el hombre y los animales. En la primera década del presente siglo, el instinto se convierte en un instrumento explicativo importantísimo de la conducta humana. Según McDougall, el instinto es una “disposición psicofísica heredada, innata, que determina al sujeto a percibir y atender a objetos de cierta clase, y le determina a experimentar también una excitación afectiva al percibir tales objetos, a la vez que le impulsa a actuar consecuentemente de una determinada forma”. Poco a poco, el instinto se convertirá en una palabra que se utiliza para explicar todo aquello de la conducta que no sabemos explicar. Pronto se construyen listas interminables de instintos en que cada acción humana se explicaba por un instinto.

La reacción no se hizo esperar. En la segunda década de nuestro siglo, la irrupción del conductismo desbanca al instinto en su papel explicativo de la conducta.

Watson, el creador del conductismo, rechaza el concepto de instinto. Lo que el instinto no explicaba, la conducta, ahora lo explica el conductismo, al menos en parte, mediante los condicionamientos. Muchos años han tenido que pasar para que el concepto de instinto se depure y haya vuelto a tener el papel que le corresponde en la explicación de la conducta de

los animales y del hombre, de la mano de los etólogos Tingerben y K. Lorenz Así, a partir de 1935, el instinto comienza a tratarse según el camino estricto de la ciencia experimental. Antes, por parte de los fisiólogos se dio algún paso en la concepción científica del concepto de instinto. Pavlov, al distinguir entre los reflejos innatos o incondicionados y los reflejos

condicionados intentó una definición científica del instinto, concibiéndolo como una cadena de reflejos innatos.

De todas formas, el concepto de Pavlov tiene el valor de relacionar el estudio del reflejo con el estudio del instinto.

El concepto etológico del instinto. Los etólogos estudian las costumbres de los animales, mediante la observación de

los mismos en su medio natural. Hacen una distinción importante entre la conducta instrumental o instintiva y la conducta consumatoria o instinto estrictamente dicho. EL instinto estrictamente dicho puede definirse como un patrón de conducta, heredado, específico y estereotipado, que se descarga ante ciertos estímulos específicos del ambiente.

A partir de esta definición hay que considerar dos cosas diferentes:

· los elementos componentes del instinto,

· las características de esos elementos.

En cuanto al segundo punto hemos dicho que el patrón de conducta que constituye el instinto es heredado, específico y estereotipado. En cuanto al primero, los elementos componentes del instinto: el estímulos índice, la pauta fija de acción y el mecanismo desencadenador innato.

Los estímulos índices.

El comportamiento innato depende del estímulo que lo desencadena. Por ello una reacción instintiva sólo responde a muy pocos estímulos. A cada pauta fija de acción corresponde un estímulo específico y los restantes

estímulos del ambiente son incapaces de producir la reacción instintiva. Estos han recibido el nombre de estímulos índices o estímulos signo.

El procedimiento general para el estudio ha sido el uso de simuladores o señuelos que permiten separar un solo estímulo del conjunto asociado. Tinbergen ha señalado una serie de estímulos índices. La conclusión de todo es que los estímulos índices son muy concretos, puntuales y específicos y no son sustituidos por otros estímulos que pueden presentarse de ordinario asociados con ellos.

Las pautas fijas de acción.

Constituyen propiamente el patrón de acción instintiva y son las que tienen propiamente las características de innatas, específicas y estereotipadas. La pauta fija de acción, en cuanto acción consumatoria en el sentido estricto del

instinto, es innata y no modificable por la experiencia. Lo que sí es modificable por la experiencia es la acción instrumental de la conducta instintiva.

Las pautas fijas de acción son específicas; propias de la especie animal de que se trate.

No son específicas del individuo. Las diferencias que puede introducir la experiencia son mínimas y casi siempre

consisten en la adaptación de lo específico a las condiciones particulares en que se realiza la pauta específica. Finalmente, las pautas fijas de acción son estereotipadas, esto es, son rígidas y uniformes. Decimos que los instintos son ciegos.

Pero este carácter estereotípico del instinto, lo que muestra es que la intencionalidad del instinto es filogénica y de la especie, no ontogénica y del individuo.

La estereotipia se extiende también al encadenamiento jerárquico de la actividad instintiva, así, el conjunto de acciones constituyen una secuencia rígida e inmodificable. Los mecanismos desencadenadores innatos. Son las estructuras neurosensoriales que están en la base de la actividad instintiva. Tinbergen señala que debe haber un mecanismo neurosensorial especial que desencadena la reacción instintiva. Lo más característico en el instinto es que esta base neurofisiológica es específica e independiente para cada pauta fija de acción. El hecho de que los mecanismos desencadenadores innatos son independientes los unos de los otros se prueba porque ante estímulos diferentes los animales pueden realizar acciones contradictorias.

Finalmente, la organización, estructura y jerarquía de los mecanismos desencadenadores innatos es cosa que aún no han aclarado lo suficientemente los fisiólogos.

LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS.

Las primeras experiencias son las que tiene el animal en un período muy temprano de su vida. Se estudian dos fenómenos distintos. Uno el troquelado (imprinting), por el que un animal queda ligado con sus padres o sustitutos de estos.

Otro es la influencia que tiene el hecho de haber tenido experiencias en la época primera de la vida, para la capacidad posterior de aprendizaje en general y para la realización de otras conductas en la vida posterior del animal.

1. EL troquelado.

El fenómeno del troquelado o imprinting se refiere a la tendencia manifiesta en determinadas especies animales a ligarse conductualmente en un estímulo, generalmente la madre, al cual ha estado expuesto en una etapa muy temprana de

su vida. EL troquelado se manifiesta con preferencia en ciertas aves. Han sido los trabajos de K.Lorenz los que han provocado el interés por investigar el troquelado.

AL parecer, el troquelado consiste en una mezcla de factores innatos y adquiridos. Es, pues, algo a medio camino entre el instinto y el aprendizaje. Podríamos decir que el fenómeno del troquelado es producto de la economía de la

naturaleza. La respuesta clásica del fenómeno del troquelado es la conducta de aproximación y seguimiento del estímulo, con el que se ha establecido el vínculo. Sin embargo, los autores señalan también como troquelado otros tipos de

respuestas. Son como la conducta de apego que muestran las crías de mono... El vínculo en el troquelado.

Tres preguntas no tenemos que hacer:

· primero, cómo probar la existencia del vínculo,

· la segunda, qué actividad del animal es la que provoca la formación del vínculo,

· tercero, en qué momento se establece el vínculo.

En cuanto a la existencia del vínculo, hay una serie de respuestas del animal que vienen a confirmar que el vínculo está establecido.

Primero está la llamada “reacción de alarma”. Reacción que el animal produce cuando se separa de la figura a la cual se ha apegado. En segundo lugar, está la reacción de reconocimiento. Y finalmente, está la respuesta de discriminación o

preferencia. La existencia del vínculo no es completamente reversible. La formación del vínculo se produce, según Hess, por el movimiento que el animal ha de realizar para seguir la figura que se retira. Así, cuanto mayor sea el esfuerzo de seguimiento que realiza el animal, mayor será la fuerza del vínculo. Finalmente, la investigación sobre el período en que se produce. Existe un período sensitivo, que es el apto para la formación del vínculo. Se pensó que este período era tan determinante que una vez pasado ya no era posible la formación del vínculo, así se llamó período crítico.

Hoy se sabe que el período sensitivo del troquelado es estrictamente crítico, pero el período sensible está situado muy pronto en la vida animal, antes de que actúen otros estímulos. Parece que hay diversidad, según la especie del animal y del tipo de estímulo. Por lo que se refiere a la determinación del período sensitivo es lugar de señalar un momento definitivo, lo exacto es señalar que existe un cambio gradual en la probabilidad de que se manifieste el troquelado, conforme nos apartamos del momento óptimo.

2. La experiencia temprana.

Tanto las funciones fisiológicas como las conductuales, necesitan un entrenamiento previo en los primeros períodos de la vida del individuo para alcanzar la aptitud normal. Con respecto a las funciones de aprendizaje las primeras experiencias juegan un papel fundamental en el desarrollo de la capacidad misma de aprender. Las experiencias tempranas son las que se dan al principio de la vida, pueden, pues ocurrir antes o después del nacimiento. Explicación del papel de la experiencia temprana.

La primacía.

Las experiencias tempranas son enormemente determinantes para el organismo, porque se producen cuando éste está todavía indiferenciado. Dice D.O. Hebb, que la naturaleza de los procesos de aprendizaje sufre una cambio durante el período de desarrollo del organismo.

Fisiológicamente la experiencia temprana juega un papel en el desarrollo del sistema nervioso. En el campo conductual la aptitud del aprendizaje se produce a través del aprendizaje temprano. A esta característica la llama primacía de la experiencia temprana. Diferentes sensibilidades en el desarrollo. Existe otro elemento explicativo importante, se basa no en que le organismo carezca de experiencias anteriores, sino en la situación de desarrollo en que se encuentra.

De aquí que se admita una sensibilidad especial de aprendizaje, determinada por el desarrollo.

Clases de períodos sensibles.

Hess (1973) señala tres clases de períodos sensibles:

- período crítico

- período de susceptibilidad

- período óptimo

El período crítico se refiere al tiempo de la vida del organismo en que se produce el fenómeno de troquelado o imprinting.

Los períodos críticos suelen tener una duración muy limitada y una vez transcurrida esta, ya no es posible la recuperación.

EL período de susceptibilidad corresponde a un período de tiempo de la vida de los organismos en que son especialmente sensibles para ciertos estímulos, a los que conectan un repertorio de respuestas innatas. Una vez hecha esta conexión, se perpetúa de ordinario para toda la vida. Algunos explican así el origen de muchas anormalidades sexuales.

EL período óptimo se refiere al hecho de que durante el desarrollo hay momentos más adecuados para adquirir ciertos aprendizajes. Fuera de este período esos aprendizajes, quizá, pueden obtenerse, pero con muchas más dificultades e imperfección. Cada uno de estos períodos representa un nivel diferente de la sensibilidad determinada por el desarrollo.

La mayoría de los períodos sensibles se dan a una edad muy temprana.

APRENDIZAJE ANTE ESTÍMULOS ÚNICOS.

ADQUISICIÓN PREASOCIATIVA DE RESPUESTAS.

Los efectos del aprendizaje que se producen simplemente por la exposición reiterada del organismo a estímulos únicos.

Se estudian la habituación y la sensibilización.

Algunos autores incluyen el estudio de fenómenos que se producen por la presentación ante el organismo de estímulos puntuales, como son la inhibición latente y el aprendizaje por mera exposición o preexposición al estímulo incondicionado.

Este último se incluye también por otros autores dentro del aprendizaje perceptivo. Este tipo de aprendizaje perceptivo tiene su puesto de estudio es en la psicología evolutiva. Aprendizaje es un proceso que se infiere a partir de los cambios observados que se producen en la conducta de un organismo, como consecuencia de ciertas experiencias con el ambiente.

Lo típico del aprendizaje es la asociación. Cuando se adquiere una respuesta o se modifica sin experiencia anterior con dos

estímulos relacionados, a este fenómeno le podemos llamar aprendizaje con un solo estímulo.

Son varios los procesos por los que se produce una modificación de respuestas no aprendidas sin que ocurra una asociación, aunque nos vamos a reducir al estudio de los más fundamentales. Son los siguientes: Habituación, sensibilización, pseudocondicionamiento e inhibición de la conducta innata.

1. Habituación.

Razran (1971) define la habituación como el decremento y desaparición de la reacción no asociativa repetida. En el aprendizaje la repetición del apareamiento entre sucesos refuerza la aparición de la reacción, en la habituación ocurre lo contrario, se trata más bien de aprender a no dar una respuesta. Los autores señalan claramente que la habituación se refiere a las respuestas innatas o incondicionadas. La habituación nos permite adaptar la vida a las más diversas circunstancias, sin el desgaste enorme que supondría tener que contesta repetidamente a estímulos que no tienen interés para nosotros.

La habituación es un fenómeno completamente diferente de la extinción del aprendizaje. En la extinción se trata de perder una conducta que había sido previamente aprendida. En la habituación se trata de no dar la respuesta natural. Hay día se considera la habituación como un proceso de aprendizaje con estímulos únicos. No todo decremento de una respuesta es habituación.

La saciación, la fatiga muscular, y la adaptación sensorial, también producen un decremento de una respuesta y no son habituación. Al estudiar la habituación, los autores analizan una serie de parámetros que influyen en ella, como el tipo de respuesta, la intensidad del estímulo, el tiempo o intervalo entre la repetición de la estimulación, la especie animal que se estudia y el estado de motivación. Todo ello nos ha llevado a conocer una serie de propiedades de la misma, como la

especificidad estimular. Otra propiedad es la reversibilidad o recuperación espontánea. Se ha estudiado también el fenómeno por el cual la tasa de habituación se incrementa cuando el sujeto es sometido a repetidos procesos de recuperación espontánea con un mismo estímulo. La habituación se hace como más potente. Se ha encontrado que aunque el proceso de habituación llegue a extinguir por completo una respuesta, todavía la presentación del estímulo tiene efecto mesurable, al producir una recuperación más tenue. A este fenómeno lo llamamos deshabituación.

2. La sensibilización y el pseudocondicionamiento.

Varios de los procesos importantes de aprendizaje los constituyen los condicionamientos. Pero hay un fenómeno de modificación de respuesta que no consiste en condicionamiento, pues no hay ninguna asociación entre dos estímulos.

Se llama aprendizaje con un solo estímulo. La presencia de un estimulo capaz de provocar una conducta innata, puede cambiar el estado del organismo, de tal manera que este estímulo aumente la fuerza de la respuesta innata, sin que exista conexión con otro estímulo capaz de producir la respuesta innata. A este modo de aprendizaje se le llama sensibilización.

Lo característico de esta es el aumento de la intensidad y de la prontitud de la respuesta natural al estímulo, que se presenta solo. Si se presenta el estímulo junto con otro, sin que haya asociación entre ellos, la sensibilización se llama pseudocondicionamiento. La sensibilización, pues, es en cierto modo un fenómeno opuesto a la habituación. Hay otros tipos de aprendizaje con estímulos únicos llamados pseudocondicionamiento que han recibido el nombre de respuesta alfa y respuesta beta y que, en realidad son formas de sensibilización. La diferencia está en que en la sensibilización la respuesta natural a un estímulo, que se presenta repetidamente, aumenta tanto en magnitud como en prontitud.

En el pseudocondicionamiento en realidad se presentan dos estímulos en contigüidad temporal, pero en realidad no se produce asociación entre ellos por parte del organismo. En la forma que recibe el nombre de respuesta alfa, se produce una especial sensibilización de la respuesta al estímulo neutro que es apareado con un estímulo capaz de provocar una respuesta innata para producir aprendizaje. La forma beta de pseudocondicionamiento clásico, por el contrario, consiste en una sensibilización especial de la respuesta al estímulo incondicionado o estímulo capaz de producir una respuesta innata.

Lo característico del pseudocondicionamiento es que se da con la presentación de dos estímulos, como en el condicionamiento. El pseudocondicionamiento los dos estímulos aunque se presentan de forma apareada, no están relacionados para el organismo, el organismo no los relaciona. En el condicionamiento se aparean dos estímulos y el organismo los relaciona.

3. Inhibición.

Se trata aquí de la inhibición de respuestas innatas y no de respuestas adquiridas. La aparición de estímulos muy intensos, nuevos o aversivos pueden inhibir una conducta que de suyo no tiene relación con ellos. En general, las reacciones emocionales intensas producen la inhibición de conductas que no se relacionan con ellas. Este tipo de inhibición es anterior a los procesos de aprendizaje y tiene influencia sobre nuestra conducta. Lo que hoy día tiene verdadero interés para los autores es el estudio de la inhibición latente. En la inhibición latente lo que ocurre es que la presentación previa de un estímulo hace que luego, ese estímulo, si es utilizado para producir una aprendizaje, hace que éste tarde más en producirse. Pero es una inhibición latente, porque no es que el estímulo produzca la inhibición de una respuesta innata de modo abierto, sino que lo que se inhibe es la potencia de disponibilidad de ese estímulo para producir aprendizaje.

Existen otros fenómenos de inhibición, pero se trata de inhibición de respuestas aprendidas.

TEORÍAS SOBRE LOS APRENDIZAJES ANTE ESTÍMULOS ÚNICOS.

1. Teorías del proceso dual.

La teoría dual pretende tener una base neurofisiológica. Había dos mecanismos neurofisiológicos, uno más simple, parecido al arco reflejo, que permite al organismo dar respuestas específicas e inhibir las generalizadas. Otra que se supone de una estructura neurobiológica más compleja, determina la disponibilidad del organismo a responder. La teoría del proceso oponente, formulada por Solomon y Corbit, se refiere a la habituación a un estímulo ante el que reaccionamos emocionalmente. Con la repetición, la reacción emocional al estímulo primario de provocar reacción intensa y la reacción a la retirada de él, se hace mucho más fuerte. Se dice aprendizaje ante un solo estímulo porque el proceso oponente se fortalece por el mero hecho de exponerse repetidamente a un estímulo.

2. Teorías del comparador.

En los años sesenta el soviético Sokolov diseñó la teoría del comparador. Al parecer un estímulo se compara con los que ya se han experimentado y la respuesta depende del resultado de esa comparación. El que más ha desarrollado esta teoría convirtiéndola en la teoría de la asociación ha sido Wagner.

La habituación se explicaría por la asociación entre el estímulo y el contexto en que reiteradamente se presenta.

La conclusión sobre las teorías sobre la habituación es que por un lado estaría la concepción dual, con diversas especificaciones y, por otro, la teoría del comparador, también con sus especificaciones.