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No me diga boliviano. Notas sobre ftbol, poltica y discriminacin en Jujuy

Ramn Burgos

Argentino, Licenciado en Comunicacin Social (UNJu), Doctorando en Comunicacin (UNLP).

Profesor Adjunto de Prctica en Comunicacin Comunitaria e Institucional y Comunicacin

Popular y Alternativa (UNSa)

cerroporito@arnet.com.ar

1

2

Ulloa: Boliviano. Yo voy a ser expulsado del ftbol argentino. En veinte

aos no habl nunca de un rbitro. No me trate de boliviano seor

Laverni! Boliviano a mis jugadores les dijo. Eso es lo que tenemos ah

(sealando al rbitro). Boliviano. Viva Jujuy!

Periodista: Ulloa, un segundito, para Ftbol de Primera, qu pas?

Ulloa: Nos trat de bolivianos!

Periodista: Lo noto nervioso

Ulloa: Usted me conoce a m? Nunca

Periodista: Por eso se sac?

Ulloa: Lgico, cmo quiere que [no] me saque. A m el rbitro me va a

tratar bien ac, porque este csped hace veinte aos lo trabajo!

Periodista: Sus jugadores le dijeron que los trat de bolivianos?

Ulloa: S seor, y en Independiente tambin les dijo bolivianos, cuando

nos dirigi y no expuls al que le peg una pia a Ramasco3.

El sbado 20 de septiembre de 2008, al finalizar el partido disputado entre los clubes

Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Argentinos Juniors correspondiente al Torneo Apertura de

1 Ponencia presentada en el VI Encuentro Nacional de Investigadores de la Comunicacin Sociedad de la informacin, conocimiento y democracia, organizado por la Asociacin Boliviana de Investigadores de la Comunicacin (ABOIC), La Paz, septiembre de 2009. 2 Licenciado en Comunicacin Social (UNJu). Docente e investigador en la Universidad Nacional de Jujuy y en la

Universidad Nacional de Salta. 3 Dilogo reproducido en el programa televisivo Ftbol de Primera. Buenos Aires, 21 de septiembre de 2008.

2

Primera Divisin del ftbol argentino, el presidente del club jujeo Ral Ulloa entr al campo de

juego a increpar al rbitro del encuentro, Sal Laverni.

Ulloa denunci una actitud discriminadora por parte del refer hacia los jugadores y la

institucin nortea. Y renunci a su cargo como apuesta para exigir la sancin del rbitro. Esta

situacin desemboc en un conflicto que excedi el marco deportivo y tom ribetes polticos, de

trascendencia nacional e internacional.

El objetivo de este trabajo es indagar sobre los alcances de la denuncia efectuada por

Ulloa, el papel desempeado por el periodismo (especialmente el deportivo) y enmarcar este

conflicto en el anlisis que venimos desarrollando acerca del papel del club Gimnasia y Esgrima

en la construccin de una identidad jujea4.

El tema fue abordado desde una mirada que combina la comunicacin con los estudios

sociales del deporte, los cuales en los ltimos quince aos desde Latinoamrica consolidaron una

tendencia que privilegi el proceso de formacin de identidades socioculturales en el marco de

los espectculos futbolsticos como objeto de investigacin (Villena Fiengo, 2003). Proponemos,

en tal sentido, indagar desde una perspectiva que atienda a las particularidades que presentan en

la provincia de Jujuy estos procesos identitarios, poniendo especial atencin en el papel de la

prensa como actor fundamental en la elaboracin y transmisin de imaginarios sociales locales de

Jujuy, y por lo tanto, en la formacin de identidades colectivas diversas. A tal fin, analizamos

diarios de circulacin local y nacional, peridicos bolivianos y distintos programas radiales y

televisivos producidos en Jujuy y Buenos Aires.

Dejen de molestar, bolivianos

Promediando el desarrollo del Torneo Apertura 2008, Gimnasia y Esgrima de Jujuy (en

adelante, GyEJ) se encontraba atravesando una complicada situacin deportiva. Luego del

ascenso logrado a mediados de 2005 y de la histrica campaa en la que consigui el cuarto

puesto en el Torneo Clausura 2006, el club jujeo comenz una sucesin de malas campaas que

culmin con el descenso a la Primera B Nacional en junio de este ao.

4 Tesis Doctoral en curso, Facultad de Periodismo y Comunicacin Social, Universidad Nacional de La Plata; con el

financiamiento de una Beca de Formacin de Posgrado otorgada por el CONICET.

3

En ese contexto de nerviosismo deportivo, el reclamo por los arbitrajes que

supuestamente perjudicaban a GyEJ, asomaba como una constante en el relato, no slo de los

hinchas, sino tambin de la dirigencia y el periodismo local. Esta queja no es nueva ni privativa

de GyEJ. En otros trabajos analizamos cmo este reclamo es un eje central en los discursos

vinculados al club en diferentes momentos de su historia (Cfr. Burgos, 2001, 2007, 2009). Al

mismo tiempo, algunos sectores de la prensa deportiva tucumana tambin resaltaron este aspecto

con relacin a la campaa de San Martn, el otro conjunto -tambin norteo- que perdi la

categora5.

El arbitraje de Laverni en ese partido fue regular, uno ms de lo que apareca en el

tapete fecha tras fecha (Pregn, 2008d). Sin embargo, mientras que para El Tribuno de Jujuy, su

actuacin no haba sido determinante en el partido (2008f), para Pregn, fue la gota que

rebalz (sic) el vaso (2008d). Segn La Nacin, algunos testigos aseguraron que varios

jugadores, algunos dirigentes y otras personas patearon la puerta del vestuario del rbitro por su

mala actuacin (2008d)6.

Pero el detonante de la reaccin del dirigente gimnasista no fue el mal arbitraje, sino las

(supuestas) expresiones de Laverni que, ante los reclamos de los jugadores locales, les habra

respondido: dejen de molestar, bolivianos (Morando, 2008b).

Esta frase fue la que encendi la mecha del conflicto. El presidente de GyEJ entr al

campo de juego y desencajado, con la cara roja por la ira (Echaz, 2008c) interpel al juez del

partido. Un interrogante: cmo hizo Ulloa para escuchar desde la platea? O como sostuvo el

periodista Diego Macas, debido a la presin por la situacin del club en zona de descenso, esta

polmica tena la intencin de crear una cortina de humo para que la atencin tome otro rumbo y

no precisamente el deportivo? (La Prensa, 2008).

Elucubraciones al margen, esto gener un doble movimiento. Por un lado, Ulloa y la

Comisin Directiva de GyEJ redoblaron la apuesta. El presidente denunci que hubo

discriminacin hacia la institucin, al afirmar que el rbitro trat a los jugadores de bolivianos

(Jujuy al Da, 2008g) y renunci porque no quera estar ms en el ftbol mientras Laverni siga

5 En realidad podramos sealar que este tipo de relatos es constitutivo del ftbol contemporneo. Paralelamente al

desarrollo del Congreso de la ABOIC, Vctor Hugo Andrada, entrenador de Blooming sostuvo que no poda analizar

la derrota de su equipo ante Bolvar porque los rbitros eran paceos y, por lo tanto, sospechosos de ser parciales (La Prensa, 2009). 6 Pese a no considerar decisivo en el resultado de ese partido al arbitraje, El Tribuno de Jujuy daba cuenta de que

Laverni no poda ocultar su animosidad cada vez que es designado para dirigir a GyEJ, debido a la estadstica negra que tena: de 12 encuentros, el conjunto jujeo haba ganado 1, empatado 2 y perdido 9 (2008).

4

dirigiendo (Echaz, 2008c). Incluso fue ms all y sostuvo que si la Asociacin del Ftbol

Argentino (AFA) lo echa, vendemos una tribuna y lo indemnizamos (dem).

Por otro lado, las reacciones ante los dichos de Ulloa produjeron repercusiones que

volvieron las acusaciones en un boomerang.

Luego del partido, en una conferencia de prensa en la que el dirigente anunci la

determinacin de renunciar al ftbol argentino y a Gimnasia y Esgrima, plante: no voy a

aceptar que me traten de boliviano. No voy a aceptar que me hagan reserva en Salta. Y no voy a

aceptar, que aunque sea el hotel de esta noche, no se pague en Jujuy7. El seor Laverni o deja el

arbitraje, porque el ftbol argentino no va ms. Van a respetar al jujeo. El Viva Jujuy que

tengo en el pecho de mi camiseta, es un verdadero sentimiento de un pueblo (El Tribuno de

Jujuy, 2008f).

All, luego del exabrupto dentro del campo de juego, el titular de Gimnasia reafirm y

profundiz los motivos de su enojo. Esta postura fue asumida por Pregn como propia, en una

muestra ms de la identificacin entre lo local, lo jujeo y el diario que pregona el mismo

(Burgos y Garca Vargas, 2008: 83). As, justificando la reaccin de Ulloa -quien no pudo

ocultar su fastidio y sentirse agraviado, no como dirigente, sino como ciudadano-, el diario

afirm que se cae hoy en la discriminacin o en palabras rascistas (sic) usando una

nacionalidad ajena para insultar. () Hay un claro reclamo de Ral Ulloa, no por esos

desempeos deportivos, sino por el respeto que se merece cualquier jujeo en nuestro pas, que

Laverni se encarg de faltar (Pregn, 2008d).

Aqu aparecen dos cuestiones que analizaremos ms adelante -y que se dan de manera

particular por estar Jujuy en una situacin de frontera-: el uso de una nacionalidad ajena para

insultar (hubiera reaccionado igual Ulloa si en lugar de boliviano le hubieran dicho sueco?) y la

falta de respeto hacia el jujeo en el pas.

Al mismo tiempo, algunos periodistas de Buenos Aires comenzaban a plantear que el

dirigente jujeo terminaba siendo fronterizo con la xenofobia (Ftbol de Primera, 2008), y que

sali a apagar el incendio con un bidn de nafta (Marini, 2008). De esta manera, salvo contadas

7 Un antecedente: en 1995, ante el rumor de que Maradona se ira a Salta porque no encontraba hoteles de categora

en Jujuy, se produjo un cruce de declaraciones entre el sindicalista combativo Carlos Perro Santilln y el futbolista, al que Santilln acus de gordito desclasado y de ponerse del lado del poder (mbito Financiero, 20/10/95). La discusin sobre el alojamiento se vincula a un aspecto econmico (la posibilidad de generar ingresos al

comercio local) pero, como veremos ms adelante, tambin a cuestiones identitarias.

5

excepciones8, las posiciones periodsticas se polarizaban de acuerdo a su procedencia,

profundizando el eje centro-periferia en el conflicto.

Mientras, GyEJ anunciaba el envo a la AFA de un informe con los detalles sobre la

denuncia que hizo Ulloa contra Laverni por discriminacin y xenofobia (La Nacin, 2008b).

Sin embargo cuando la delegada del Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y

el Racismo (INADI) en Jujuy, Betina Demattei, fue al club GyEJ nadie quiso hablar del tema.

Le dijeron que son cuestiones del ftbol y que no queran que interviniera el INADI (Yarroch,

2008)9.

En una sintona similar estuvieron las declaraciones del Vicecanciller de Bolivia, Hugo

Fernndez Araoz, quien manifest que era una noticia deportiva y sera mejor preguntarle a los

comentaristas deportivos. Por supuesto, yo considero que es un exceso utilizar el trmino

boliviano como insulto y eso debera ser sancionado por todos nosotros. Las cosas que se hacen

en el deporte deben quedarse en ese espacio y no mezclar con declaraciones ms trascendentales,

eso sucede en el marco del deporte y hay que dejarlo estancado (Jujuy al Da, 2008d).

Tambin es sugestivo este intento estatal de clausurar, de regular un espacio trascendente

como el deporte. Como si fuera posible desarrollar esta prctica, y los conflictos que all se

desarrollan, por fuera de lo social. O, como sealamos ms adelante: en qu mbitos deben

leerse cuando se alude a la dignidad de un pueblo o a la identificacin de un club de ftbol con

una provincia?

A esta altura, los diferentes medios bolivianos ya se haban hecho eco del tema y

anunciaban que se haba encendido la mecha de la discriminacin en Argentina (La Prensa,

2008)10, en tanto el trmino boliviano fue asumido como un insulto (Correo del Sur, 2008).

Para el conductor deportivo Fernando Nrnberg, la molestia de Ulloa fue una clara

demostracin de un alto contenido racista: Fue como si le hubieran dicho que era lo peor del

mundo (La Prensa, 2008).

8 En palabras del mismo Ulloa, salvo el periodista jujeo que tom la onda de (Gonzalo) Bonadeo, (y que) vive en una burbuja, el periodismo local entendi los motivos de su reaccin (Calvetti, 2008). 9 Es curioso este intento de despolitizacin del conflicto en un contexto -que Alabarces denomin- de creciente

deportivizacin de la agenda cotidiana (2000: 17), cuestin que en Jujuy se puede constatar, especial pero no nicamente, durante las dos ltimas dcadas, en coincidencia con la gestin de Ulloa al frente de GyEJ (Cfr. Burgos,

2009). 10 Una mecha que nunca haba estado muy apagada Casualmente (?) un quincenario local haba abordado unos das antes la problemtica de la discriminacin en Jujuy como un problema latente.

6

En tal sentido la Federacin Boliviana de Ftbol (FBF) anunci que iba a hacer respetar

la dignidad boliviana11

ante los actos discriminatorios en Argentina (El Pas, 2008) e iba a

recurrir a la FIFA por discriminacin (La Prensa, 2008), pidiendo una sancin para rbitro y

dirigente (Los Tiempos, 2008). El gerente de la FBF, Alberto Lozada, expres que se sentan

devaluados como ciudadanos bolivianos y como personas. (Agencia DYN, 2008). Por su parte,

la embajadora en Buenos Aires, Leonor Arauco pidi una reunin con Julio Grondona, presidente

de la AFA, para expresarle su malestar (El Libertario, 2008).

Estas reacciones motivaron un giro en las declaraciones de la dirigencia jujea. Ulloa

viaj a Buenos Aires a poner un poco la cara (La Red, 2008) y a aclarar la situacin que se

haba generado, en tanto entenda que algunos medios haban tratado de dar vuelta una

situacin que es muy clara (Estudio Ftbol, 2008).

Todo se tergivers sealaba El Tribuno de Jujuy y ms all que el presidente

renunciante de Gimnasia sali a aclarar por la mayora de los medios nacionales que jams quiso

discriminar al pueblo del pas hermano cuando acus al rbitro de tratar de bolivianos a los

jugadores jujeos (2008e).

El boliviano es parte de Gimnasia, pero Laverni utiliz el trmino de manera peyorativa.

Es l quien ofende, pero se est cambiando el ngulo de la informacin, se lament Ulloa. El

ingeniero nunca pens que las consecuencias seran estas. El acusador termin siendo acusado.

Increble (dem).

Al mismo tiempo, algunos sectores de la sociedad jujea le manifestaron de distintas

formas su apoyo al renunciado dirigente. Advertimos cmo el periodismo local, en su mayora,

fue complaciente y sealaron principalmente la liviandad e ignorancia en el tratamiento del

tema por parte de los medios nacionales, que no tomaron en cuenta el contexto de cmo lo que

dijo (Laverni) fue la gota que rebas el vaso y que Ulloa estaba plantando la bandera de Jujuy en

Buenos Aires para contar cmo son las cosas (Calvetti, 2008).

11 Pese a las expresiones del Vicecanciller, las cuestiones vinculadas a la dignidad y a la ciudadana relacionadas con el ftbol en Bolivia, tambin tienen antecedentes. Si no pensemos en la discusin alrededor del derecho de la

seleccin boliviana de ftbol de jugar en la ciudad de La Paz. Discusin que se desarroll con fuerza durante el 2007

pero que an persiste. O, nuevamente, las declaraciones del DT Andrada introduciendo la clave regional en la

disputa futbolstica, hasta llegar al Presidente Evo Morales Ayma, sealando que algunos dirigentes viven del deporte y no para el deporte, marcando que deberan sacrificarse ms ya que el ftbol es el deporte que integra a los bolivianos y a la humanidad en su conjunto (La Prensa, 2009b).

7

Por su parte, las distintas fracciones de la hinchada de GyEJ tambin se movilizaron.

Primero, durante la conferencia de prensa brindada por la Comisin Directiva el da 22, donde

estuvieron presentes alrededor de unos cincuenta hinchas del grupo Los Marginados. Dos das

despus, unos trescientos hinchas encolumnados en La Banda de la Flaca tomaron la sede del

Club, exigiendo que Ulloa revea su renuncia y apuntando sus cnticos hacia Laverni y la AFA,

con nfasis en su condicin de porteos12 y no de rbitro e institucin rectora del ftbol

argentino.

La dirigente social Milagro Sala, lder de esta fraccin, haba manifestado en un principio

que no iban a dejar la sede hasta que Ulloa retirara la renuncia. Luego de ms de tres horas de

espera, el ex presidente lleg y dijo que su renuncia era lo mejor que le poda pasar al club.

Adems, le pidi a los hinchas que se vayan tranquilos a sus casas, que la institucin sigue y que

sigan apoyando al plantel, que lucha para continuar en Primera (Jujuy al Da, 2008e). Sala le dio

un plazo de una semana al renunciante presidente y prometi que volveran a buscar una

respuesta13

.

Incluso, el diputado provincial (y ex gobernador) Agustn Perassi, afirm que habra

reaccionado de la misma manera que el presidente de GyEJ, en tanto esas cosas se dicen como

un ataque, como una ofensa (Jujuy al Da, 2008c).

Luego de estas demostraciones de apoyo, Ral Ulloa, quien haba ido al comercio de

Grondona en Sarand para hablarle de la polmica (Clarn, 2008b), compungido y con cierta

sensatez () reparti disculpas a todos menos a Laverni, a quien sigui calificando de soberbio y

discriminador (Crtica, 2008).

La dirigencia de GyEJ se reuni con el cnsul y representantes de la comunidad boliviana.

Ulloa intent cerrar el altercado afirmando que este tema lo vamos a terminar entre los jujeos

tomando un caf (dem). Por su parte, Grondona le dijo que haba tenido una actitud impropia

de un dirigente, pero despus le pidi que no renunciara porque el ftbol argentino lo necesitaba

(Clarn.com, 2008b) y llam a Carlos Chvez, presidente de la FBF, para expresarle sus disculpas

por lo que dijo el titular de GyEJ (El Deber, 2008).

12 No tenemos que permitir que los porteos putos nos roben. Hagamos el aguante para que el Lobo siga en Primera. Nos dicen bolivianos, ellos, inmigrantes come ratas que en Europa se cagaban de hambre le hacemos la autocrtica (sic) a Ulloa, pero nosotros no ellos (Milagro Sala, 24/9/08). 13 El apoyo de los hinchas tambin se observ en los portales de internet: Sal Laverni. Ladrn, sinvergenza, discriminador, persona no grata en Jujuy!!!! GyEJ y todo su pueblo orgullosamente coyas fue una de las leyendas subidas a la web (www.lobounsentimiento.com.ar).

8

Finalmente, la delegacin del INADI en Jujuy, sostuvo que haba habido una retractacin

del mismo club. Con esto vemos que en ese sentido estara como cubierto el tema del club GyEJ

(Jujuy al Da, 2008e). Sin embargo, posteriormente se realiz una reunin en la sede del INADI

en Buenos Aires. All Laverni no se movi de su postura y afirm que nunca dijo lo que Ulloa

dice que dijo. Por su parte, el ex titular del Lobo una vez que () le bajaron los bros del

nerviosismo, percibi que haba actuado de mala manera y reconoci su error (El Tribuno de

Jujuy, 2008c), y s se disculp por sus dichos ante el representante de la comunidad boliviana

(Clarn.com, 2008)14

.

Pese al pedido de disculpas el jefe de prensa de la FBF, Javier Silva, dijo que recopilaran

toda la documentacin sobre el tema para presentar ante la Federacin Internacional de Ftbol

Asociado (FIFA), con copia a la AFA y a la Confederacin Sudamericana de Ftbol

(CONMEBOL), rechazando la actitud de Ulloa. Rpidamente GyEJ emiti un comunicado a los

medios de prensa jujeos, a la cancillera y el consulado del vecino pas, pidiendo disculpas por

la posicin adoptada (El Libertario, 2008).

Por ltimo, Ral Ulloa reasumi como presidente de GyEJ dando por superado el

conflicto y sealando que Laverni fue suspendido un par de fechas y sali de internacional, pero

l seguir dirigiendo en el ftbol argentino si sigue haciendo los mritos necesarios15

. El apoyo

que ms he sentido estuvo ac en Jujuy con los periodistas. Los Felicito muchachos (), a veces

hay que sacarse el rol que cumplimos. Primero somos jujeos (Pregn, 2008).

Ulloa permanentemente asume que el ser jujeo est por encima del deber del

periodista, en sintona con el propio diario, que se adjudica la compleja misin de defender y

resguardar valores morales y sociales (cfr. Burgos y Garca Vargas, 2008: 83).

Ser boliviano en Jujuy, ser jujeo en Argentina

14 Es interesante sealar que pasado casi un mes del hecho, Ulloa manifest que cuando l lo denunci (a Laverni), se refera a un partido del ao pasado y no al que su equipo jug con Argentinos (Morando, 2008), contradiciendo su postura inicial. Por su parte, los jugadores Diego Mateo y Daniel Ramasco manifestaron, en una charla brindada

en DeporTEA, que no se acordaban de aquel episodio. 15 Los coletazos del incidente continuaron. Para el partido entre Bolivia y Ecuador, jugado el 9 de septiembre pasado

por las eliminatorias sudamericanas, haba sido designado Laverni. El Viceministro de Deportes de Bolivia, Vctor

Barrientos, reconoci que pidieron que el rbitro se cambie ya que no vamos a permitir racismo ni xenofobia en nuestro ftbol por ningn motivo (Mndez, 2009).

9

Hasta ac hicimos una breve cronologa de cmo se fueron dando los acontecimientos. En

primer lugar, como ya mencionamos, lo que desata el affaire Laverni-Ulloa, son las supuestas

declaraciones del rbitro en donde se usa y se acepta el gentilicio boliviano como un insulto.

Algo comn en el ftbol argentino, en general, y en la sociedad jujea, en particular. Tan comn

es, que un periodista local, Daniel Echaz, seal que no era para alarmarse, ya que en la jerga

futbolstica las bromas y cargadas en Argentina tienen que ver con los trminos paraguayo,

boliviano y peruano, los que se usan de manera despectiva (La Prensa, 2008).

Ms atinado, Ernesto Moreno, director de Deportes de Unitel, quien vivi un tiempo en

Argentina marc que no se sorprenda, porque no es nuevo que se utilice el trmino boliviano de

forma despectiva, pero eso no deja de ser un acto de racismo (dem). Por su parte, Jos Alberto

Gonzales, cnsul general de Bolivia en Argentina, manifest que haba podido ver,

personalmente, poleras en las que el color del equipo del que es hincha representa a Argentina y

los (colores) del rival, a Bolivia (La Hora de Jujuy, 2008b). Es interesante ver el cruce de

xenofobia a racismo porque en realidad no es slo xenofobia lo que se juega en decir boliviano

como insulto. Est articulado con lo que significa ser boliviano en Jujuy16

.

Es habitual que en los enfrentamientos deportivos entre equipos de Jujuy y Salta, estos

ltimos utilicen el trmino bolivianos como intento de agraviar a los jujeos, alentando a sus

equipos al grito de Argentina, Argentina o entonando el himno nacional.

Esta lgica se repite al interior de Jujuy. Por un lado, entre los equipos de San Salvador y

los del interior de la provincia. Por otro, entre los mismos equipos de la ciudad capital. Ferreiro et

al sealan cmo se vinculan a los hinchas de Talleres de Perico con la inmigracin boliviana, y

en general con lo ajeno a la ciudad de Jujuy (2000: 175).

En los partidos de la Liga Jujea de Ftbol es comn escuchar el grito de bolivianos a

los hinchas de General Lavalle, del barrio Mariano Moreno. Su clsico rival, Cuyaya, para

diferenciarse (tambin de GyEJ) tiene una bandera gigante que dice: Bien jujeo, pero de

Cuyaya.

Para agregar ms complejidad al asunto, Marcos Sandy, ex defensor de la seleccin

boliviana de ftbol seal que los jujeos no son racistas, nunca tuve problemas. Lo que sucede

es que los quieren marginar como si no fueran argentinos. Por ejemplo, cuando viajbamos a

16 Para ver el lugar que tienen los inmigrantes bolivianos, particularmente en el mundo del trabajo y los procesos de

racializacin y enclasamiento en Jujuy, Cfr. Karasik (2005).

10

jugar a Salta ponan carteles que decan lo siguiente: Jujuy, la provincia ms grande de Bolivia

(La Hora de Jujuy, 2008b)17

. En el ao 2004, durante un clsico entre GyEJ y Juventud

Antoniana de Salta, los hinchas de este equipo colgaron en el alambrado una bandera boliviana

con la inscripcin Jujuy. El rbitro del partido detuvo las acciones del juego hasta que fue

retirada. Quin era el refer? Sal Laverni.

Varias cuestiones complejas se entrelazan en y emergen de este conflicto. En primer

lugar, el uso de la palabra boliviano como un insulto, que no se da slo en Jujuy sino en todo la

Argentina18

. Otro aspecto es la relacin conflictiva entre el centro y la periferia y la discusin

sobre el lugar de Jujuy en el contexto nacional. Y all tambin, las diferentes manifestaciones de

enfrentamiento regional, ya sea con Salta19

o nacional, con Bolivia.

Como sealan numerosas investigaciones, durante la dcada de 1990 se volvi comn

escuchar en nuestro pas expresiones discriminatorias contra los inmigrantes bolivianos y de otros

pases vecinos, por parte de funcionarios gubernamentales, dirigentes polticos y sindicales,

representantes de instituciones intermedias, periodistas, entre otros actores sociales. En ese

contexto, los medios de comunicacin aparecen como uno de los soportes materiales

primordiales (con sus lgicas especficas de produccin, circulacin y reconocimiento) para que

las imgenes de autorreferencia de la sociedad mayor, y las imgenes de las llamadas minoras

se constituyan. Los medios producen, ponen en circulacin y contrastan muchas de dichas

imgenes. Y llegan a ser fundamentales en el proceso de construccin de alteridades sociales

(Caggiano, 2005: 31).

En Jujuy, debido a su situacin de frontera poltica y social y la historia de sus relaciones

sociales se ha promovido, segn Gabriela Karasik, lo que podra llamarse estrategias de

distanciamiento simblico en relacin a lo qolla y lo boliviano. Estas prcticas sobre la memoria

y sobre la identidad, aparecen exacerbadas y resignificadas en esta situacin puntual de frontera,

como parte de los reclamos de inclusin en el estado-nacin por parte de los [jujeos] (2000:

179).

17 En realidad la bandera exhibida por los hinchas de Juventud Antoniana de Salta deca: Jujuy, el barrio ms grande de Bolivia. 18 Sergio Caggiano (2005) realiz al respecto un interesante anlisis comparativo del uso de la categora de

boliviano en las ciudades de La Plata y San Salvador de Jujuy. 19

Para ver la rivalidad con Salta, Cfr. Burgos (2001, 2002) y Burgos y Brunet (2001).

11

Las expresiones de Ulloa deben leerse, pues, en este contexto. En Jujuy, a diferencia de la

zona rioplatense -afirma Caggiano-, el modo ms extendido de insultar utilizando el trmino

boliviano es precisamente utilizarlo, y hacerlo sin ms agregados (2005: 111)20. Y as fue

entendido por Ulloa, como un insulto. Pese a que luego, de manera contradictoria, intent aclarar

su posicin.

El dirigente interpret que los (supuestos) dichos de Laverni ofendieron a toda una

provincia (Crtica, 2008b) y que demostraban animosidad del juez no slo con el equipo Lobo

sino con Jujuy y los jujeos (El Libertario, 2008b). Y que con su reaccin, defendi a GyEJ y a

Jujuy (Calvetti, 2008). Es interesante observar cmo -una vez ms- se consolida y contina la

produccin del discurso que identifica a Gimnasia con Jujuy. Como a travs de este equipo de

ftbol se condensan determinadas concepciones sobre lo jujeo.

Segn el presidente de GyEJ, Laverni siempre tuvo trato despectivo para con Jujuy

(Echaz, 2008c). Otro hombre de peso en el Lobo coment que el rbitro siempre se hospeda

en Salta porque odia esta provincia (Pregn, 2008d), aunque Guillermo Marconi, Secretario

General del Sindicato de rbitros, sostuvo que se alojan en la ciudad de Salta por disposicin de

la AFA.

En el intento por aclarar las palabras de Ulloa, la Comisin Directiva de GyEJ emiti un

comunicado respaldndolo, en el que sealaban que sus expresiones se debieron a que, como

hombre del Norte argentino, se sinti profundamente ofendido porque se utilizara el trmino

boliviano en forma peyorativa y con la intencin de agraviar (Echaz, 2008b).

En su programa de radio, el periodista Jorge Calvetti sostuvo que los que criticaban las

declaraciones de Ulloa desconocan los lazos histricos entre Jujuy y el ftbol boliviano e hizo

una larga mencin de los jugadores de GyEJ que jugaron en el vecino pas (2008). Por su parte

Ulloa record que en GyEJ jugaron Marcos Sandy, Ivn Castillo, Oscar Snchez y que durante

los veinte aos de gestin, al boliviano lo he tenido siempre adentro del club (El Libertario,

2008b).

20 Mientras en La Plata () boliviano es utilizado como pieza integrante de una injuria, en Jujuy, boliviano es la injuria misma que se pronuncia como ofensa hacia los bolivianos.

El insulto en Jujuy es (debe ser) el ser boliviano, y no el ser de mierda o el ser hijo de puta. Lo que precisa el insulto jujeo no es calificar al boliviano (como parece necesitar hacerlo el insulto rioplatense), sino convertirlo

(convertir su nombre) en calificador; no precisa adjetivarlo negativamente, sino convertirlo en un adjetivo que se

presente cargado de manera intrnsecamente negativa () es el eventual rasgo identificatorio el que se coloca como insulto per se (Caggiano, 2005: 112).

12

El boliviano es parte de Jujuy (...) Yo vivo, convivo y trabajo con el boliviano, porque

tengo una empresa constructora, donde el pen, el obrero es de esa nacionalidad (dem)21. Y

agreg: tengo parientes bolivianos y amigos que estn casados con bolivianos, por lo que mal

podra discriminarlos (El Da, 2008).

No slo tiene ms de un amigo boliviano sino que hasta les da trabajo y lugar en el

club Para que quede claro: Ulloa no es discriminador, ni racista, ni xenfobo, solamente es

jujeo.

La tensin con lo boliviano (as como con los salteos y los porteos) es parte constitutiva

de la construccin de una identidad jujea22

. El Viva Jujuy del pecho de la camiseta de GyEJ23

o del cierre de la conferencia de prensa, remiten a una concepcin identitaria atrincherada.

Como dice Rita Segato, en un ambiente totalitario, el valor ms martillado es el nosotros. El

concepto de nosotros se vuelve defensivo, atrincherado, patritico, y quien lo infringe es acusado

de traicin. En este tipo de patriotismo, la primera vctima son los otros interiores de la nacin, de

la regin, de la localidad -siempre las mujeres, los negros, los pueblos originarios, los disidentes.

Estos otros interiores son coaccionados para que sacrifiquen, callen y posterguen su queja y el

argumento de su diferencia en nombre de la unidad sacralizada y esencializada de la

colectividad (2004: 14).

Esa unidad sacralizada y esencializada es la jujeidad, que busca asumir una

representatividad indiscutida y autntica, que adems y principalmente es nica (Burgos y

Garca Vargas, 2008: 82).

Al mismo tiempo, vemos cmo el reclamo de ser argentino no es unvoco, y constituye

un espacio poltico-ideolgico donde se enfrentan fuertes contradicciones. Bajo ciertas

condiciones podrn priorizarse los aspectos ms reaccionarios del discurso de la nacionalidad (la

adhesin a la cultura oficial, la hostilidad contra los bolivianos), pero bajo otras condiciones

21 Innumerables trabajos de investigacin dan cuenta de las condiciones de trabajo de los inmigrantes limtrofes en

las distintas reas de la produccin jujea. Pero ese es otro tema (es otro tema?). 22 Pocos observadores negaran la fuerte tensin tnica que atraviesa las relaciones entre las clases y sectores sociales en Jujuy, aunque solamente bajo determinadas condiciones toma el centro de la escena pblica (...) Tener o

no tener fenotipo andino es una cuestin relevante en la vida social, que se combina de un modo estratgico con las

marcas de clase (Karasik, 2005: 140). 23 El gobierno provincial publicita desde el ao 2004 en la camiseta de GyEJ como una cuestin de Estado, para lograr la promocin turstica de la provincia, ya que como seal el entonces gobernador y hoy diputado nacional Fellner, "ms all de lo econmico, hay que considerar que detrs de este equipo est toda una provincia" (Cfr.

Burgos, e/p).

13

puede representar la demanda de participacin y democratizacin real de la sociedad, al amparo

(de) la comn membresa al sistema poltico (Karasik, 1994: 69).

All podemos ver, entonces, las declaraciones de Milagro Sala contra los porteos,

visualizados como los representantes de un poder central desigual, que margina a sus provincias

perifricas. No slo en el mbito deportivo (de ah las crticas a los arbitrajes, por ejemplo) sino,

principalmente, en lo poltico social. Y nos muestran de qu manera los reclamos de inclusin

en el estado y la nacin24

, de los que los jujeos parecen sentirse simblica y socialmente

excluidos, constituyen una parte fundamental de los procesos identitarios en toda esta provincia

(2000: 153), e invaden el escenario deportivo. Porque, como pioneramente seal Eduardo

Archetti, a travs del ftbol no slo es posible encontrar un conjunto de smbolos que ayudan a

pensar y categorizar relaciones sociales y a reproducirlas sino que tambin esto tiene

consecuencias sobre la manera como los actores sienten, ven y perciben el mundo que los rodea.

El ftbol aparece como una arena pblica en la que se desarrollan algunos de los dramas de una

sociedad (1985).

Por ltimo, esta desigualdad aparece tambin en el plano meditico. En su gran mayora

los medios de comunicacin jujeos se posicionaron defensivamente ante el avasallamiento

periodstico al que fue sometido (Ulloa) por los principales medios de nuestro pas (Pregn,

2008)25

. All es clave el papel del diario Pregn, que se propone a s mismo como una referencia

cultural e identitaria para los jujeos, a partir de la seleccin de un conjunto de smbolos,

conductas, expectativas, compartidas por aquellos que viven en su territorio (Ortiz, 1998: 37).

Este posicionamiento, no slo de Pregn o del periodismo (deportivo) sino de los distintos

actores involucrados, dan cuenta -como sostiene Vila-, del hecho de que la identidad social est

basada en una batalla discursiva siempre en curso, batalla que se libra alrededor del sentido que

van a tener las relaciones y posiciones sociales en la sociedad (1993:1-2).

En definitiva, el affaire Ulloa-Laverni nos muestra claramente de que manera en Jujuy la

frontera con Bolivia es una frontera visible y relevante social y polticamente, en tanto la

24 En Argentina -sostiene Segato-, las identidades polticas que se derivan de una fractura inicial entre capital-puerto e provincia-interior son las que prevalecen hasta hoy como verdaderas lneas civilizatorias (1997: 9-10). En este sentido, es posible afirmar que estos alineamientos frreos y sus transformaciones a travs de las generaciones impregnan y dividen la sociedad encontrando significantes hasta en niveles de la interaccin que podramos llamar

de francamente microscpicos (op. cit.: 10). 25 Como hemos mencionado en otras oportunidades, este posicionamiento se produce en el marco de una situacin

particular con el periodismo porteo. Ya que mientras se lo critica por su mirada centralista, al mismo tiempo, hay una bsqueda de legitimacin constante de su parte (Burgos, e/p).

14

relacin con Bolivia y los bolivianos es aqu una referencia siempre presente, que atraviesa el

orden social y poltico local e imprime sentidos a la vida cotidiana y al conflicto social (Karasik,

2005: 257). As el ftbol, una vez ms y pese a los intentos clausuratorios, puso en el tapete,

explicit aspectos conflictivos de una sociedad compleja que sigue buscando su lugar en el

contexto nacional echando mano, muchas veces, a un repertorio profundamente discriminador.

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