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Una introducción a los aspectos básicos de la videoconferencia
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ARTÍCULO TÉCNICO Una introducción a los aspectos básicos de la videoconferencia
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IntroducciónDurante los próximos años se observará un enorme crecimiento del
uso de la videoconferencia como herramienta fundamental para las
empresas a fin de mejorar la comunicación y la colaboración entre
empleados, partners y clientes. La tecnología ha experimentado un
desarrollo considerable desde sus orígenes hasta su implantación
actual en el mercado masivo. Se prevé que casi la mitad de los
trabajadores de la información cuenten con algún tipo de solución
de vídeo personal en 2016, en comparación con el 15 % actual1.
Al convertirse la videoconferencia en un componente clave de la
infraestructura de TI que permite la colaboración y comunicación, las
empresas tendrán la necesidad de buscar proveedores de servicios
de telefonía, aplicaciones empresariales e infraestructura de red que
incluyan estos recursos como parte de su oferta.
Este informe examina los componentes básicos de la tecnología,
analiza los factores que hay que tener en cuenta para implementar
soluciones de videoconferencia y presenta la plataforma Polycom®
RealPresence® a los lectores.
¿Qué es la videoconferencia y cómo funciona?Para sentar las bases de análisis futuros, se puede definir la
videoconferencia en su acepción más sencilla como una reunión en
línea (o una reunión a distancia) bilateral, en la que cada participante
puede ver una imagen del otro y en la que ambas partes pueden
hablar al resto de participantes y escucharlos en tiempo real. Los
componentes necesarios para que esto sea posible son:
• Micrófono, cámara web y altavoces.
• Una pantalla.
• Un programa de software que capture la voz del micrófono, la codifique y la transmita al otro participante y que, al mismo tiempo, descodifique la secuencia de voz digital que se recibe del participante remoto en la videoconferencia (lo que se suele conocer como “códec”).
• Un programa de software que actúe de unidad de multiconferencia entre ambas partes a través de una conexión digital y que gestione el intercambio de datos de voz y vídeo entre los participantes. En cada uno de los extremos de la conexión, el tráfico de voz y vídeo se combina y envía a cada participante en forma de secuencia de audio e imágenes de vídeo en tiempo real.
• Una herramienta de gestión opcional para programar las sesiones de videoconferencia.
En un nivel un poco más avanzado, también se puede ofrecer la
posibilidad de compartir contenido desde un dispositivo durante
una videollamada. La calidad y el tipo de contenido que se puede
compartir dependen de la tasa de intercambio de datos durante la
llamada.
Para describir el proceso de marcar el número de una reunión virtual
y participar en ella, los usuarios de la videoconferencia suelen hablar
de “unirse a una unidad de multiconferencia”. Se asignan “números de
unidad de multiconferencia” únicos a las distintas salas de reuniones
virtuales y los usuarios se unen a una videollamada “marcando un
número de unidad de multiconferencia”.
Videoconferencia punto por punto Las reuniones que admiten funciones de vídeo se realizan de
dos maneras distintas: punto por punto o con multipunto. En las
videoconferencias punto por punto, la situación más sencilla consiste
en un grupo o persona que está conectado a otro. Con bastante
frecuencia, los componentes físicos (es decir, el micrófono y la
Ejemplo de videoconferencia punto por punto.
1. Forrester - Preparing for Uneven Corporate Adoption of Video Communications (Preparación para la adopción corporativa no uniforme de comunicaciones mediante vídeo, sólo disponible en inglés), 9 de mayo de 2011
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cámara) que permiten que la reunión tenga lugar están integrados
en soluciones informáticas de escritorio, como un portátil o tablet, o
pueden combinarse en soluciones de hardware de sala específicas.
Mientras que las soluciones de escritorio tienden a ir dirigidas a
usuarios individuales, las soluciones de sala utilizan tecnología
de videoconferencia específica que permite ver y oír a grupos de
personas, que, por supuesto, pueden participar en la reunión.
Videoconferencia multipunto En las videollamadas multipunto, se conectan tres o más ubicaciones
entre sí y todos los participantes pueden verse y oírse, así como ver el
contenido que se comparte durante la reunión.
En esta situación, un programa de software central e independiente
procesa las secuencias de información digital de voz, vídeo y
contenido. El programa combina el tráfico de vídeo y voz de los
participantes individuales y reenvía una secuencia de datos colectiva
a los participantes en la reunión en formato de audio e imágenes de
vídeo en tiempo real.
Las personas pueden participar en una reunión en modo de “solo
audio” o combinar el audio con imágenes de vídeo de la reunión
en pantalla. En función de los recursos técnicos del sistema de
videoconferencia utilizado, las imágenes que ven los participantes se
clasifican como “Interlocutor activo” o “Presencia continua”.
En el modo “Interlocutor activo”, la pantalla solo ofrece una imagen de
la persona que está hablando en un momento dado. En soluciones más
avanzadas que cuentan con el modo “Presencia continua”, la unidad de
multiconferencia divide la imagen de la pantalla en distintas áreas. La
persona que habla en un momento dado se presenta en un área central
de gran tamaño y el resto de participantes en la reunión se muestran
alrededor de la imagen central.
Por consiguiente, el modo “Presencia continua” permite a los
participantes en una reunión ver a todos los demás participantes e
interactuar con ellos en una “sala de reuniones virtual”.
El programa de software que crea la “sala de reuniones virtual”
y el hardware de procesamiento digital en el que reside se
denominan unidad de multiconferencia de vídeo o, para abreviar,
“unidad de multiconferencia”. Otro término que se suele utilizar
para este concepto es “unidad de control multipunto” o “MCU” de
videoconferencia.
Mientras que la videoconferencia punto por punto es relativamente
sencilla, la creación y gestión de videoconferencias multipunto puede
ser compleja. Una MCU debe ser capaz de crear, controlar y posibilitar
varias reuniones de videoconferencia en directo simultáneas. Se
añade más complejidad si cabe cuando hay varias ubicaciones que se
conectan a la reunión a través de secuencias digitales o analógicas
a distintas velocidades, con protocolos de transporte de datos y
señalización distintos para posibilitar la comunicación.
Por tanto, para enlazar estos usuarios en una reunión virtual común,
la MCU debe entender distintos protocolos y traducirlos (por ejemplo,
H.264 para la comunicación a través de IP y H.263 para RDSI). La MCU
también debe permitir que los usuarios que se incorporen a la unidad
de multiconferencia de vídeo lo hagan a la mayor velocidad y con la
mejor calidad posibles que admita su sistema individual. Aunque aquí
tienen lugar dos procesos independientes, se suelen denominar en
conjunto “transcodificación”.
Es importante tener en cuenta que no todas las unidades de
multiconferencia disponen de estos recursos de transcodificación y, si
carecen de ellos, las consecuencias para la calidad y la experiencia de
las videollamadas pueden ser desastrosas. Si no se ofrecen recursos
de transcodificación y los usuarios marcan el número de una unidad
de multiconferencia en varias velocidades de conexión, puede que
la unidad de multiconferencia solamente admita la videorreunión
Situación práctica de videoconferencia multipunto.
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mediante el establecimiento de las conexiones en el mínimo común
denominador. Para ilustrar las consecuencias negativas de esto,
pongamos por caso una reunión en la que la mayoría de los usuarios
se unen a la unidad de multiconferencia desde la red corporativa
de alta velocidad y uno o dos usuarios marcan el número de la
reunión desde casa, utilizando una conexión DSL o RDSI de ancho
de banda bajo. En este caso, la experiencia de los usuarios que se
conectan desde la red corporativa se degrada al mínimo común
denominador de los usuarios domésticos, con lo que puede que la
videollamada pierda su efectividad. Si la MCU dispone de recursos
reales de transcodificación, los usuarios de la red corporativa seguirán
disfrutando de calidad de vídeo HD, mientras que los usuarios remotos
recibirán una calidad comparable con la velocidad de sus conexiones.
En resumen, si una MCU se diseña correctamente, es decir, si se
integra fácilmente en varios proveedores y permite a los usuarios
llamar a la tasa de transferencia de datos y resolución que deseen o
necesiten, el resultado es una experiencia sencilla y óptima para todos
los usuarios, que les permitirá centrarse en la reunión y no en los
problemas de tecnología.
El lenguaje de la videoconferencia Conforme la tecnología de videoconferencia ha ido evolucionando,
han aparecido dos protocolos principales para proporcionar el control
de señalización para el establecimiento, el control y la finalización de
las llamadas de videoconferencia: SIP (del inglés, Session Initiation
Protocol) y H.323.
Para la codificación y descodificación de la información visual, el
sector recurre cada vez más al estándar conocido como H.264, que se
desarrolló para ofrecer vídeo de alta calidad con un ancho de banda
menor en una amplia variedad de redes y sistemas. La codificación
de vídeo escalable (SVC) es una extensión del protocolo H.264, que
se establece para facilitar la realización de videoconferencias en una
gama más amplia de dispositivos, como tablets y teléfonos móviles.
Arquitectura y funcionalidad de las unidades de multiconferencia Como se ha descrito anteriormente, la combinación del software y
el hardware que crea las salas de reuniones virtuales se denomina
“unidad de multiconferencia de vídeo”. Las salas de reuniones
virtuales se identifican mediante sus “números de unidad de
multiconferencia”. Se realizan varias llamadas simultáneamente; el
software analiza las distintas secuencias de datos que reciben los
procesadores de la unidad de multiconferencia y asigna secuencias
de datos según los resultados de este análisis.
En el nivel más sencillo, la carga de trabajo de procesamiento de las
unidades de multiconferencia depende de cuatro factores:
• La cantidad de ubicaciones que marcan el número de cada unidad de multiconferencia.
• El número de conferencias que cada unidad de multiconferencia debe procesar simultáneamente.
• La cantidad de datos recibidos en cada secuencia digital: cuanto mayor es la resolución de las imágenes y el sonido (por ejemplo, alta definición), más datos hay que procesar.
• El grado de transcodificación que la unidad de multiconferencia debe realizar mientras procesa las llamadas que se reciben a distintas velocidades de conexión y con distintos protocolos.
A medida que aumenta la carga de trabajo, cada unidad de
multiconferencia debe procesar más datos. Por tanto, el rendimiento
puede mejorar si aumenta el número de procesadores digitales de
señales (DSP) usados para descodificar y codificar las secuencias
digitales que llegan a las MCU y salen de estas. Si la función de unidad
de multiconferencia se sobrecarga, puede perderse información de
vídeo y voz, lo que implicaría latencia en las llamadas. Todo ello puede
degradar la experiencia de la videorreunión.
Se pueden incorporar recursos de procesamiento adicionales bien
utilizando una unidad de multiconferencia más potente (con más DSP)
o mediante un enfoque de software virtual, en el que el software
que controla la función de señalización pueda funcionar de manera
independiente del hardware físico.
Una conferencia con un número de conferencia asignado no tiene
que realizarse ni procesarse mediante un recurso de hardware
específico. La llamada se puede “virtualizar” y asignar a la unidad de
multiconferencia física que cuente con los recursos o la capacidad
necesarios para procesar la llamada. Un gestor de virtualización
supervisa cuál es la unidad de multiconferencia física que dispone de la
capacidad necesaria y asigna las llamadas entrantes en función de ello.
En circunstancias extremas, pero poco habituales, puede que el
gestor de virtualización asigne recursos a una llamada en varias
unidades de multiconferencia físicas que funcionen juntas. En este
proceso, que se denomina “conexión en cascada automática”, el
software puede indicar a los recursos de la unidad de multiconferencia
física que funcionen en una disposición “primario-secundario”,
en la que una unidad de multiconferencia sería “propietaria” de la
conferencia y las demás compartirían la carga de trabajo.
En el modo de presentación de presencia continua, la unidad de
multiconferencia proporcionará automáticamente las plantillas de
pantalla en las que los usuarios verán a los demás participantes en la
reunión. La unidad de multiconferencia también puede proporcionar
funciones administrativas para la llamada, por ejemplo, asignación
de contraseñas para acceder a cada reunión, y ofrecer funciones
de respuesta de voz interactiva (IVR), donde los participantes en la
llamada pueden recibir saludos e instrucciones mediante mensajes de
voz personalizados.
Aunque la mayoría de participantes marcarán de forma activa
el número de una reunión de videoconferencia, la unidad de
multiconferencia puede programarse para marcar automáticamente
los números de las ubicaciones participantes y conectarlas
automáticamente a una reunión. Por ejemplo, la unidad de
multiconferencia podría activar automáticamente las cámaras de salas
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de reuniones remotas y enlazar estas salas de reuniones con una
llamada programada con antelación. Los participantes en una reunión
de este tipo simplemente tendrían que entrar en la sala de vídeo a la
hora correcta y unirse a la reunión.
Gestión de videollamadas y conversión de protocolos Para crear una arquitectura ampliable, la plataforma de software debe
ser capaz de proporcionar funciones de señalización de llamadas
y gestionar de forma dinámica la configuración y el mantenimiento
de un gran número de videollamadas. La arquitectura de software
debe poder volver a configurarse y volver a configurar sus recursos
en tiempo real, a fin de que se utilicen de la mejor manera posible.
Además, la arquitectura de software debe comprender los requisitos
de ancho de banda de cada llamada realizada, la política asociada a
cada llamada (la prioridad e importancia de una llamada) y la ubicación
geográfica de los participantes en una llamada. Al comprender todos
estos factores, la plataforma de software puede utilizar los recursos
locales en lugar de redirigir las secuencias de datos y las señales de
las llamadas a recursos lejanos, método que consumiría gran cantidad
de ancho de banda en enlaces WAN con un coste muy elevado.
La plataforma de software también debería poder detectar inmediatamente
cualquier error en los recursos de hardware o pérdida de comunicación
entre los enlaces de la infraestructura, a fin de poder redirigir el tráfico y
volver a establecer las llamadas mediante recursos alternativos sin tener
consecuencias patentes en las videollamadas o su calidad.
Cuando los sistemas de distintas instalaciones de los clientes intentan
unirse a la misma videollamada con dispositivos que ejecutan
distintos protocolos (por ejemplo, H.323, RTV o SIP), la plataforma
de videoconferencia debe convertir en primer lugar los protocolos
a un lenguaje común, para que la infraestructura pueda comprender
y procesar la información correctamente. Es decir, la plataforma de
software debe proporcionar funciones de puerta de enlace intrínseca
entre dispositivos que utilizan lenguajes distintos.
Polycom® RealPresence® DMA® se ubica ante las unidades de
multiconferencia y actúa de interfaz entre el mundo exterior y los
recursos de estas unidades. De esta forma se optimiza la forma en
que los recursos virtuales disponibles procesan las videollamadas
entrantes. Polycom RealPresence DMA puede aplicar normas
corporativas para facilitar la tarea de asignar las llamadas entrantes a
las unidades de multiconferencia más adecuadas, ya sea por motivos
de capacidad, geográficos u otras normas de prioridad.
Veamos tres ejemplos de esta metodología y cómo simplifica el proceso:
Ejemplo A
El cliente A, ubicado en California, desea reunirse con el cliente B, en Nueva York, el cliente C, en Londres,
y el cliente D, en París. Este cliente tiene una unidad de multiconferencia de vídeo en Denver y otra en París,
además de un gestor de virtualización en un servidor ubicado en Londres. En esta situación, el software
de gestión de la virtualización identificaría que hay dos participantes que desean unirse a la llamada desde
Estados Unidos y, por ejemplo, podría dirigirlos a los recursos de la unidad de multiconferencia de Denver.
De la misma forma, podría dirigir a los participantes europeos a la unidad de multiconferencia de París
y entregar el control global de la llamada a la unidad de multiconferencia principal de Denver. Con este
esquema, no se envían grandes cantidades de datos de vídeo a través de una WAN transatlántica, lo que
puede suponer un ahorro de costes.
Ejemplo B
En el ejemplo anterior, los clientes estadounidenses utilizan un sistema basado en H.264 y los europeos
utilizan videoconferencia con Microsoft® Lync® basada en RTV. En esta situación, el software de gestión
de la virtualización del servidor londinense actúa como puerta de enlace entre Microsoft® y los recursos
de vídeo de Estados Unidos, convierte las señales de Microsoft y establece toda la llamada mediante las
unidades de multiconferencia ubicadas en Estados Unidos y París.
Ejemplo C
En este ejemplo, la llamada se está realizando, pero de repente la unidad de multiconferencia de Denver
deja de funcionar debido a un incendio en el centro de datos. El gestor de virtualización de Londres lo
detecta y redirige el tráfico de vídeo a través del enlace WAN a la unidad de multiconferencia de París. Los
usuarios que se conectan a través de H.323 simplemente vuelven a marcar el número para reincorporarse
a la llamada, y la administración y gestión se realizan de forma optimizada en segundo plano. No obstante,
para las llamadas basadas en SIP hay otra ventaja más: la plataforma detectará el problema y volverá a
conectar a los participantes a la llamada automáticamente, con suerte antes de que se den cuenta de que
se ha producido un problema.
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Gestión de dispositivosPara permitir la implementación y gestión a gran escala de soluciones
de videoconferencia, la plataforma de software gestiona y mantiene
los componentes de la infraestructura de hardware mediante un área
funcional independiente: el gestor de dispositivos.
El gestor de dispositivos puede ayudar a aprovisionar de forma
dinámica los dispositivos y componentes de la infraestructura
de videoconferencia. Una vez que se han implementado los
componentes de hardware en la red y su infraestructura, el gestor
de dispositivos supervisa y ayuda a resolver los problemas de estos
dispositivos. Cuando se requieran actualizaciones de software, el
gestor de dispositivos las implementará.
Uno de los principales factores que ha contribuido al aumento de la
demanda de videoconferencias es la facilidad con la que los usuarios
pueden establecer las llamadas. La programación y gestión de las
llamadas se han simplificado gracias a la creación de portales de
programación de fácil uso o la integración en Microsoft® Outlook®.
El gestor de dispositivos también proporcionará completos informes y
detalles de las videollamadas y procesará la información para evaluar
el uso actual del sistema para poder crear los planes de ampliación de
la red de vídeo.
Seguridad Muchas de las empresas que han realizado inversiones en
videoconferencia se verán obligadas a ofrecer asistencia a usuarios
móviles o domésticos que deseen utilizar la red corporativa para
participar en videollamadas con sus compañeros de trabajo. Por
lo tanto, la plataforma de software debe proporcionar los recursos
necesarios para poder ofrecer esta asistencia y gestionarla.
Asimismo, las organizaciones que ofrezcan videoconferencias también
querrán utilizar la tecnología para comunicarse con sus partners y
clientes. Esto solo será posible si el tráfico de vídeo puede atravesar
de forma segura los firewalls de un cliente a otro. La capacidad de
atravesar los firewalls supone un reto especial para el vídeo, ya que
los firewalls de datos intentan reorganizar los paquetes de datos. La
implementación de un firewall de vídeo, Polycom® VBP® (H323), puede
eliminar este problema.
Gestión de contenidosA lo largo del tiempo, la motivación principal de la mayoría de las
empresas ha sido utilizar la videoconferencia como método de
ahorro en gastos de desplazamiento corporativos. Recientemente,
las empresas están empezando a comprender que las ventajas que
ofrece la videoconferencia pueden tener consecuencias positivas
en muchas áreas, incluidas las de formación, marketing, educación,
cumplimiento, comunicaciones internas, publicidad y relaciones
públicas, por solo mencionar algunas.
A medida que ha ido aumentando el uso de la videoconferencia
en estas áreas, los clientes han descubierto el potencial de esta
tecnología no solo para comunicarse en tiempo real, sino también para
descubrir las posibilidades de reutilización de grabaciones digitales
de eventos y comunicaciones ya celebrados.
Más allá de las “reuniones”, se utiliza la misma tecnología para crear
contenido multimedia encapsulado enriquecido digitalmente, que se
puede editar, mejorar, archivar y retransmitir por varios medios. Estos
recursos se pueden poner a disposición del público destinatario si así
lo solicita.
Por ejemplo:
• Multidifusión de eventos en directo: la plataforma de software permite el streaming de webcasts grabados y admite tanto la inserción como la extracción de vídeo en los servidores de streaming.
• Vídeo a petición: la plataforma de software automatiza la creación de versiones archivadas de cualquier webcast de eventos en directo para que los clientes puedan reproducirlas cuando lo soliciten.
• Gestión de recursos multimedia: la plataforma de software se puede utilizar para controlar cómo se agregará, aprobará, clasificará, editará y publicará el contenido de vídeo.
• Almacenamiento y archivado: la plataforma de software establece normas para el ciclo de vida del almacenamiento de contenido de vídeo con exigentes requisitos en materia de ancho de banda. Los clientes pueden determinar cómo se conservará, transcodificará y almacenará el contenido en la nube o en recursos corporativos sin necesidad de realizar mantenimiento diario y manual.
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Plataforma Polycom® RealPresence®
En la sección anterior se han explicado las cinco áreas funcionales
básicas que constituyen la plataforma de software que Polycom ha
desarrollado para crear soluciones de videoconferencia ampliables,
fiables y rentables. La plataforma Polycom RealPresence divide
la infraestructura principal que posibilita la videoconferencia en
colaboración de vídeo universal, gestión de la virtualización, gestión
de recursos de vídeo, acceso universal y seguridad y gestión de
contenidos de vídeo.
Colaboración de vídeo universalEsta área, que proporciona los recursos de unidad de multiconferencia
que constituyen el fundamento de la videoconferencia, proporciona
además el software para la colaboración de vídeo, voz y contenido
multipunto que conecta a la mayor cantidad de usuarios con la máxima
calidad y el menor coste.
Gestión de la virtualizaciónEsta área, que proporciona los recursos de gestión de llamadas y
conversión de protocolos que permiten virtualizar los recursos de
la unidad de multiconferencia, proporciona además el software que
permite disponer de arquitecturas multiempresa y escalabilidad,
redundancia y fiabilidad masivas.
Gestión de recursos de vídeoProporciona la gestión de software y dispositivos de los terminales
y la infraestructura, y hace posible la gestión, supervisión y entrega
centralizadas de colaboración de vídeo entre organizaciones.
Seguridad y acceso universalSoftware que conecta de forma fácil y segura los participantes de
vídeo dentro y fuera de un firewall de cliente y optimiza los recursos
para obtener la mejor experiencia de colaboración.
Gestión de contenidos de vídeoSoftware que permite a las organizaciones ofrecer asistencia a sus
clientes corporativos en las áreas de captura de vídeo segura, gestión
de contenidos, administración y entrega.
ResumenCon el rápido aumento de la demanda de videoconferencias, las
soluciones deben proporcionar una infraestructura sólida, fiable,
ampliable y gestionable que ofrezca una calidad de experiencia sin
parangón.
La plataforma Polycom RealPresence es la infraestructura de software
que subyace en la tecnología de videoconferencia de Polycom y la
enlaza mediante la integración con la infraestructura principal de red y
seguridad. Permite una colaboración segura entre cualquier cantidad
de usuarios en redes heterogéneas, con hasta un 50 % menos de
consumo de ancho de banda que otras soluciones de nuestros
competidores. Al proporcionar una arquitectura basada en estándares
abiertos, Polycom ha creado una plataforma de videoconferencia
flexible y de vanguardia que ofrece una excelente protección de la
inversión, con el menor coste total de propiedad.
© 2013 Polycom, Inc. Todos los derechos reservados. Todos los nombres y marcas asociados a los productos de Polycom® son marcas comerciales o marcas de servicio de Polycom, Inc. y están registradas o son marcas registradas de derecho consuetudinario en Estados Unidos y otros países. El resto de las marcas comerciales son propiedad de sus respectivos propietarios. Se prohíbe la reproducción o transmisión del presente documento de ningún modo ni mediante ningún medio, con ningún fin distinto al uso personal por parte del destinatario sin el consentimiento previo por escrito de Polycom.
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Acerca de Polycom
Polycom es el líder global en soluciones de comunicaciones unificadas y de colaboración (CU&C) basadas en estándares abiertos para voz y colaboración de vídeo; cuenta con la confianza de más de 415.000 clientes en todo el mundo. Las soluciones de Polycom integran la tecnología de la plataforma Polycom® RealPresence®, una exhaustiva infraestructura de software y completas API que interoperan con el más amplio conjunto de aplicaciones y dispositivos de comunicación, negocio, móviles y en la nube, para ofrecer una colaboración de vídeo cara a cara segura en cualquier entorno.
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