APÍTULO 6 Los implantes postextractivos inmediatosmedia.axon.es/pdf/75855_3.pdf · de los...

3
121 Los implantes postextractivos inmediatos P. Casentini, C. Gatti CAPÍTULO 6 Introducción Después de la avulsión de una pieza dentaria sigue un proceso de remodelado óseo, caracterizado por una reab- sorción progresiva de la cresta alveolar. Una cuota con- sistente de la reabsorción postextractiva se produce en los primeros seis meses (23%) y en los primeros dos años (11%) (Carlsson, Persson, 1967). La inserción sucesiva de los implantes en una cresta reabsorbida puede ser bastante difícil o imposible, si no es precedida por técnicas reconstructivas/regeneradoras que prolongan las etapas del tratamiento y aumentan los costos biológicos y económicos. La reabsorción de la cresta alveolar está además, asociada con una alteración de la morfología de los tejidos blandos que puede hacer difícil lograr un resultado estético óptimo. Estas consideraciones han llevado a la introducción de los implantes postextractivos, es decir, colocados en alvéolos postextractivos frescos. Se habla de implantes postextractivos inmediatos, en el caso de inserción del implante justo después de la extracción y de implantes postextractivos diferidos en el caso en el que el implante es insertado a las 5-6 semanas de la extracción; esta última modalidad de tratamiento permitiría, según algunos autores, una mejor gestión de los tejidos blandos, sobre todo en el caso que se utilicen implantes sumergidos. La inserción inmediata de implantes, técnica aplicada desde hace algún tiempo (para una revisión de la litera- tura sobre el tema, véase Mayfield 1999; Chen y colabo- radores, 2004), se diferencia de los protocolos quirúrgicos propuestos por Brånemark y por Schroeder que preveían la inserción de los implantes en maxilares edéntulos con tiempo mayor a los 6 meses. A pesar de la literatura científica que ya es bastante consistente, son pocos los estudios prospectivos controla- dos y mucho menos, aquellos comparativos con técnicas “Split mouth” en capacidad de confirmar la confiabilidad a largo plazo de esta técnica implantar. La investigación científica, a través de estudios histo- lógicos realizados en animales (Novaes y colaboradores, 1998; Kohal y colaboradores, 1998; Alliot y colaboradores, 1999) y en el hombre (Wilson y colaboradores, 1998; Cor- nelini y colaboradores, 2000), han sin embargo, destacado como la osteointegración para los implantes postextracti- vos inmediatos se produce en forma del todo similar al de los implantes insertados en zonas cicatrizadas. También los porcentajes de éxito y de supervivencia de los implantes postextractivos reportados en la literatura son del todo similares a los implantes insertados en con- diciones estándar (Gelb, 1993; Watzek y colaboradores, 1995; Schwartz-Arad, Chaushu 1997; Grunder y colabo- radores, 1999; Chen y colaboradores, 2004; Casentini y colaboradores, 2006). El éxito de los implantes postextractivos inmediatos, por último, no parece estar relacionado con la utilización de implantes de dos componentes o sumergidos (Grunder y colaboradores, 1999) más que los monocomponentes o transmucosos (Cornelini y colaboradores 2000; Hammer- ler, Lang 2001).

Transcript of APÍTULO 6 Los implantes postextractivos inmediatosmedia.axon.es/pdf/75855_3.pdf · de los...

Capítulo 6 • Los implantes postextractivos inmediatos 121

Los implantes postextractivos inmediatosP. Casentini, C. Gatti

CAPÍTULO 6

Introducción

Después de la avulsión de una pieza dentaria sigue un proceso de remodelado óseo, caracterizado por una reab-sorción progresiva de la cresta alveolar. Una cuota con-sistente de la reabsorción postextractiva se produce en los primeros seis meses (23%) y en los primeros dos años (11%) (Carlsson, Persson, 1967).

La inserción sucesiva de los implantes en una cresta reabsorbida puede ser bastante difícil o imposible, si no es precedida por técnicas reconstructivas/regeneradoras que prolongan las etapas del tratamiento y aumentan los costos biológicos y económicos.

La reabsorción de la cresta alveolar está además, asociada con una alteración de la morfología de los tejidos blandos que puede hacer difícil lograr un resultado estético óptimo.

Estas consideraciones han llevado a la introducción de los implantes postextractivos, es decir, colocados en alvéolos postextractivos frescos.

Se habla de implantes postextractivos inmediatos, en el caso de inserción del implante justo después de la extracción y de implantes postextractivos diferidos en el caso en el que el implante es insertado a las 5-6 semanas de la extracción; esta última modalidad de tratamiento permitiría, según algunos autores, una mejor gestión de los tejidos blandos, sobre todo en el caso que se utilicen implantes sumergidos.

La inserción inmediata de implantes, técnica aplicada desde hace algún tiempo (para una revisión de la litera-tura sobre el tema, véase Mayfield 1999; Chen y colabo-

radores, 2004), se diferencia de los protocolos quirúrgicos propuestos por Brånemark y por Schroeder que preveían la inserción de los implantes en maxilares edéntulos con tiempo mayor a los 6 meses.

A pesar de la literatura científica que ya es bastante consistente, son pocos los estudios prospectivos controla-dos y mucho menos, aquellos comparativos con técnicas “Split mouth” en capacidad de confirmar la confiabilidad a largo plazo de esta técnica implantar.

La investigación científica, a través de estudios histo-lógicos realizados en animales (Novaes y colaboradores, 1998; Kohal y colaboradores, 1998; Alliot y colaboradores, 1999) y en el hombre (Wilson y colaboradores, 1998; Cor-nelini y colaboradores, 2000), han sin embargo, destacado como la osteointegración para los implantes postextracti-vos inmediatos se produce en forma del todo similar al de los implantes insertados en zonas cicatrizadas.

También los porcentajes de éxito y de supervivencia de los implantes postextractivos reportados en la literatura son del todo similares a los implantes insertados en con-diciones estándar (Gelb, 1993; Watzek y colaboradores, 1995; Schwartz-Arad, Chaushu 1997; Grunder y colabo-radores, 1999; Chen y colaboradores, 2004; Casentini y colaboradores, 2006).

El éxito de los implantes postextractivos inmediatos, por último, no parece estar relacionado con la utilización de implantes de dos componentes o sumergidos (Grunder y colaboradores, 1999) más que los monocomponentes o transmucosos (Cornelini y colaboradores 2000; Hammer-ler, Lang 2001).

122 Capítulo 6 • Los implantes postextractivos inmediatos

Indicaciones y contraindicaciones

Además de las indicaciones y contraindicaciones comunes de cualquier tratamiento implantar, existen indicaciones y limitaciones específicas para la utilización de los implantes inmediatos reportadas a continuación.

Presencia de infección en la zona postextractiva

La presencia de una infección aguda representa una con-traindicación absoluta para la inserción inmediata del implante. En la actualidad no existe un consenso sobre la inserción de implantes postextractivos en zonas afectadas por infección crónica, sobre todo si es asintomática, aún cuando el último Consensus Conference sobre el tema (Chen y colaboradores, 2004) parece no indicar la presen-cia de una infección local como una contraindicación a los implantes postextractivos. La orientación seguida por los autores es la de considerar una contraindicación absoluta, sólo a la presencia de una infección activa y sintomática, con supurado y cuadros radiográficos asociados con una osteólisis amplia (Figura 6.1a, b).

Sugerencia práctica

• En caso de infección, aún cuando sea limitada y asin-tomática, prescribir una profilaxis antibiótica antes de proceder con la extracción y la contemporánea inserción del implante

Anatomía del alvéolo postextractivo

La anatomía local debe permitir una adecuada estabiliza-ción del implante; en especial las siguientes condiciones favorecen la estabilidad primaria del implante en un al-véolo postextractivo:• La posibilidad de extender la preparación de la zona

implantar apicalmente en el fondo del alvéolo anclan-do la parte apical del implante en el hueso basal

• Presencia de una raíz delgada; si el diámetro del im-plante es superior al de la raíz que debe ser extraída, por lo general resulta sencillo obtener un amplio con-tacto entre implante y tejido óseo adyacente.

Sugerencia práctica

• La utilización de implantes troncocónicos con forma de raíz puede estar en capacidad de favorecer el con-tacto entre implante y paredes alveolares adyacentes mejorando la estabilidad primaria del implante (Fi-guras 6.2-6.7).

Algunas condiciones anatómicas no favorecen la es-tabilización de un implante en un alvéolo y deberían ser consideradas contraindicaciones para la utilización de esta técnica.

Ausencia de hueso basal apicalmente en el fondo del alvéolo: la presencia de estructuras anatómicas relevantes como el seno maxilar o el canal mandibular en continui-dad con el ápice radicular puede impedir que se extienda apicalmente la preparación de la zona implantar.

Figura 6.1. La presencia de infección activa y sintomática debe ser tomada en cuenta como una contraindicación, para la inserción de un implante postextractivo inmediato. (a) Cuadro clínico que destaca la presencia de una fístula vestibular asociada con supurado. (b) Cuadro radiográfico con amplia lesión osteolítica periapical.

a b

Capítulo 6 • Los implantes postextractivos inmediatos 123

SUSTITUCIÓN DEL INCISIVO CENTRAL SUPERIOR CON UN IMPLANTE POSTEXTRACTIVO

Figura 6. 7. Control radiográfico después de cierto tiempo.

Figura 6.2. Cuadro radiográfico inicial: la situación destacada por la radiografía es especialmente favorable debido a la au-sencia de áreas de osteólisis y la presencia de una raíz delgada, corta y parcialmente reabsorbida, además de la amplia disponi-bilidad del tejido óseo apical.

Figura 6.3. El cuadro clínico inicial destaca una condición favo-rable de los tejidos blandos, con morfotipo periodontal grueso, poco festoneado y ausencia de inflamación.

Figura 6.4. Inserción de un implante postextractivo inmediato troncocónico con una longitud de 14 mm.

Figura 6.5. El control radiográfico después de la protetización in-mediata destaca el llenado casi completo de la brecha alveolar.

Figura 6.6. Control clínico después de cierto tiempo.