Aprende en cabeza ajena · Emma Bovary, la protagonista de Madame Bovary, novela escrita por...

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44 ¿LAS FINANZAS Y... Aprende en cabeza ajena Madame Bovary: ¡Ay, las deudas! Así como la ociosidad es la madre de todos los vicios, la frivolidad es la generadora de un montón de deudas y desgracias. Ese rasgo nocivo de la su- perficialidad fue la perdición de Emma Bovary, la protagonista de Madame Bovary, novela escrita por Gustave Flaubert, en 1857. Emma es linda, pero se vuelve insufriblemente vanidosa. Se casa Lecciones que dejan historias de la literatura, que están ahí, sólo hay que tomarlas y reflexionar. MILDRED RAMO Colaboradora externa. Ilustraciones: Rodolfo Pastrana.

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¿LAS FINANZAS Y...

Aprende en cabeza ajena

Madame Bovary: ¡Ay, las deudas!Así como la ociosidad es la madre de todos los vicios, la frivolidad es la generadora de un montón de deudas y desgracias.

Ese rasgo nocivo de la su-perficialidad fue la perdición de Emma Bovary, la protagonista de Madame Bovary, novela escrita por Gustave Flaubert, en 1857.

Emma es linda, pero se vuelve insufriblemente vanidosa. Se casa

Lecciones que dejan historias de la literatura, que están ahí, sólo hay

que tomarlas y reflexionar.

MILDRED RAMOColaboradora externa.

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con un médico –Charles Bovary– porque le daría estatus, pero en realidad no lo ama. Presumida y altanera, ella siempre quiere vivir con lo más caro: bienes, viajes, jo-yas… el señor Bovary, enamorado, a duras penas puede seguirle el paso a las compras de su amada.

Emma ha leído novelas con descripciones de una vida de lujos y quiere imitarlas a como dé lugar. Esta actitud se acentúa cuando se hace amante del se-ñor Boulanger, un lugarteniente al que también le gusta la vida loca, y ahí las deudas de Emma crecen como la espuma. Cuando esta relación termina, ella se refugia en los bra-zos de otro amante: León. Claro, conti-núa endrogándose.

El asunto de las deudas crece tanto, que sus acreedores no paran de hacerle la vida difícil. Nadie quiere prestarle dinero y ella no ve otro final que suicidarse.

Ahí no termina la desgracia: el marido se queda solo, con la hija de ambos y luego descubre las infidelidades de su esposa.

Muere de tristeza y la niña se queda pobre y huérfana.

Lección financiera: Poco hay más que decir sobre la importancia de evitar la alocada locomotora de las deudas; una vez arriba, el riesgo de descarri-lamiento es inminente.

Dante Alighieri: todo exceso es maloEn La Divina Comedia (siglo XIII), Dante Alighieri recorre el Infierno,

Para todo hay tiempo, para aprender tambiénEn el próximo número de la revista encontrarás las historias de: Ebenezer Scrooge (el protagonista del Cuento de Navidad, de Charles Dickens), el Cid Campeador (del Poema del Mío Cid)

y Harpagón (el protagonista de El Avaro, de Molière).

Purgatorio y el Cielo, hablando con personajes viciosos y virtuo-sos de su época. En el Infierno, di-

vidido en nueve círculos, reserva el cuarto nivel para castigar a los dos extremos de una misma cuer-da: a los que han sido avaros y a los que han sido malgastadores.

Quienes han dado su vida a re-servarse los bienes terrenales, lo mismo que quienes la han empe-ñado en el derroche, reciben el mismo castigo: cargar y empujar durante la eternidad pesadas car-gas de oro. Cada bando presiona en sentido contrario y cada vez que chocan, se insultan.

Unos reclaman al otro el atesoramiento. Y los otros

reprochan el desper-dicio. Así, hasta el

infinito.En la reflexión

del pasaje, Virgilio (el guía a Dante en este viaje) señala que así es como se forjan las rique-zas y miserias no

sólo del individuo, sino de un país: los

avaros atesoran como si fueran a vivir para

siempre y los derrochado-res malgastan como si fueran

a morirse mañana.

Lección financiera: Para te-ner una sana relación con el dinero, el equilibrio es indispensable.