LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA Y EL EDUCADORJorge Rosales Tula

Día a día los tiempos van cambiando, el mundo va cambiando, todo a

nuestro alrededor cambia, y algo muy importante como lo es el hombre, ¿También

cambia?

Durante este pequeño curso estudiamos a fondo el concepto de hombre,

clave principal de la antropología filosófica, y descubrimos que para poder definirlo

han transcurrido varios siglos y diferentes épocas, y en cada una se ha dado una

acepción diferente a lo que es el hombre. Así se puede decir entonces que el

hombre ha sido, desde solo alma y cuerpo, pasando por un ser multidimensional,

después dándole importancia a su dignidad y libertad, luego haciendo énfasis en

la razón hasta por último desechándola y dándole importancia a una voluntad no

razonada.

Es así como ahora podemos ver en nuestra sociedad varias corrientes que

ahora están buscando eso que los guíe, haciendo a un lado a la razón y

centrándose únicamente en ideologías que dicen saber que debes de hacer, se

habla principalmente de los horóscopos, las cartas, corrientes negras e incluso

con acepción satánica, etc.

Por otro lado, el hombre se ha visto desde diferentes perspectivas, desde un

ser vegetal por solo tener vida, un ser animal por relacionarse con otros, hasta un

ser racional por realizar análisis de él y el mundo que lo rodea.

Pero ante todo, es importante decir que el hombre es diferente a todo lo

demás que existe en la tierra por tener capacidades superiores, es decir, desde

valores como la libertad, la vida, el amor, hasta derechos y obligaciones tanto con

él mismo como con los demás. Es un ser con inteligencia que le permite discernir

las cosas que debe de hacer por medio del análisis y la comprensión de su

entorno, esto le ayuda a ser ético y consciente de sus acciones.

Esto nos lleva a pensar entonces que el hombre es un ser superior que por

su inteligencia buscará siempre un perfeccionamiento en todos los ámbitos de su

vida y por consiguiente, también tiene la necesidad y posibilidad de trascender, no

específicamente a un mundo diferente, sino que logre dejar huella en las cosas

que realiza y en los otros hombres que conviven con él.

Dentro del aspecto educativo es importante conocer todo lo anterior,

principalmente porque el trabajo de un pedagogo se desarrolla con ese hombre

que ha tenido diferentes acepciones, perspectivas y características diferentes a los

demás seres. Ese hombre que por un lado busca dar de sí a los demás y por otro

lado desea recibir de los demás. Este es el papel del educador y del educando.

Es así como se debe de entender que al conocer al hombre se puede

comprender de mejor manera a los alumnos que están a cargo de un docente, ya

que cada uno tiene una definición diferente de su ser e inclusive hay quienes aún

no han hecho ese análisis personal y por consiguiente suelen hacer un mal uso de

las características especiales que los hacen ser humanos, inclinándose entonces

a esa posturas que incluso son inhumanas.

Desde el papel de educador se debe tener presente una definición clara de lo

que es el hombre, de donde viene y a donde debe de ir, para que de esta manera,

al enfrentarse a otros hombres que son sus educandos, sepa orientarlos, sepa

guiarlos y los ayuden a encontrar ese sentido del porque están aquí.

Es por ello importante rescatar que los alumnos no son solo una masa a la

que prestamos atención haciendo un trabajo utilitario donde servimos y obtenemos

ganancias económicas, sino por el contrario es una experiencia que permite a los

docentes poder entrar en su mundo y rescatar su sentido de vida que muchas

veces parece perdido, es muy importante que partiendo de nosotros mismos

podamos encontrar el contacto con ellos y así sacarlos de la experiencia de lo

negativo o el vacío que ahora los agobia y que pareciera tener más importancia

que ellos mismos.

Por consiguiente, el papel del pedagogo dentro de la antropología filosófica

es muy importante ya que implica no solo conocerse él mismo, sino que debe

conocer e identificar las filosofías o conceptos que ahondan a cada uno de sus

alumnos, y si se contempla que cada docente regularmente tiene durante cada

ciclo escolar alrededor de 100 o 200 alumnos a su cargo, la responsabilidad se

vuelve mucho mayor.

Una característica especial que hoy en día tiene esos alumnos, es la perdida

del sentido de vida, es decir, son seres humanos que viven el presente,

posiblemente lo disfrutan pero solo se quedan con eso, no hay una perspectiva de

lo que podría ser el mañana para ellos, además de que aquellas personas que

principalmente pueden orientarlos y tienen tanto el derecho como el deber de

impulsarlos a buscar ese sentido de vida, me refiero a los padres de familia, ya no

pasan mucho tiempo con ellos y eso implica que nuestros educandos no tienen la

guía principal para hacerlo.

Es por eso que el docente tiene que ayudar a descubrir por medio de la

educación, el sentido que cada alumno tiene y así contribuir a la formación de una

mejor sociedad. Esto quiere decir que si como docentes tenemos claro que

nuestros alumnos son diferentes y que por los cambios que la sociedad ha ido

sufriendo a través del tiempo ahora esos alumnos no tienen claro hacia donde

van, es entonces cuando el papel del docente cobra demasiada importancia.

En conclusión, el hombre en su papel de docente o pedagogo debe tener

presente las diferentes concepciones de hombre, sin alienarse con una en

particular, pero si descubrir en él cual es la que mejor lo describe y así tomarle

sentido a su vida, con lo anterior ya resuelto, poder dirigirse al educando, que no

es un hombre diferente a él, es decir, no ha cambiado a través del tiempo, sino

que las circunstancias a su alrededor lo han hecho perder de vista su verdadera

razón de existencia, y por consiguiente no sabe a donde ir, es entonces que el

educador tendrá que ayudarle y apoyarle a encontrar ese sentido.