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29 Aæo 110/No. 25 TROVA TRADICIONAL Alma con alas, que errante vas Por TANIA CHAPPI DOCURRO y RAÚL MEDINA ORAMA Si bien no ha muerto el interØs por ese gØnero y se realizan acciones para preservarlo, los espacios e incentivos son insuficientes. Escasea el relevo de sus exponentes actuales. BOHEMIA investigó el tema en Santiago de Cuba y Sancti Spíritus, puntales en el origen y desarrollo de un tesoro de la cultura nacional N Sancti Spíritus existe un movimiento de tríos con mu- cha fuerza. Sin negarlo, otra cosa es el sostenimiento de la mœsica triera propiamente espirituana, que se asienta sobre dos guitarras, una percusión y dos voces; la nacida hace 100 aæos. Así comentó Marco Antonio Calde- rón Echemendía, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia, incansable y apasio- nado defensor de la trova tradicional, a los periodistas de BOHEMIA pre- sentes en el encuentro historiogrÆfico Voces de la Repœblica. Desde el patio de la casona, sede de la Uneac, nos lle- gaban las voces del trío Miraflores, considerado por algunos musicólogos la agrupación de este tipo en activo mÆs antigua del país. Interpretaban la emblemÆtica Pensamiento. Pensamiento,/ dile a Fragancia que yo la quiero,/ que no la puedo olvidar,/ que ella vive en mi alma./ Anda y dile así:/ dile que pienso en ella,/ aunque no piense en mí./ Anda, pensamiento mío,/ dile que yo la ve- nero,/ dile que por ella muero./ Anda y dile así Coros y guitarras Viajemos hasta aquel Sancti Spíritus de 1915, cuando Rafael Gómez Mayea, Teofilito, ponía letra a sus ansias de amores. Relatan que la canción nació el 19 de junio, día de jolgorio en la casa del hacendado Juan Ordaz, cuya hija Rosa María cumplía 16 aæos. Entre los invitados se encontraba el mœsico, entonces joven. Las muchachas adop- taron alias y quien deseara bailar un danzón con alguna de ellas, debía adivinar primero su seudónimo. El de la homenajeada fue Fragancia, y dis- cretamente se lo hizo saber al galÆn; mientras una amiga de Øl eligió Pen- samiento. Antes de terminar la fiesta, el trovador cantó, ante todos, su nue- va composición. Por entonces, en la calle San Justo, cobijado por tejados y rejas coloniales, funcionaba el club o so- ciedad La Yaya, fundado en el siglo anterior por el carpintero y mœsico Juan de la Cruz Echemendía, y si- tio donde nacieran los coros de cla- ve. En Øl se reunían los trovadores, daban a conocer sus obras. Dece- nios despuØs los musicólogos e his- toriadores se encargarían de com- pendiar, valorar y conceptualizar lo que en aquel momento no parecía ir mÆs allÆ del día a día en un pueblo de provincias. Segœn JosØ Ezequiel Cardoso Rodríguez, Lalito, voz prima y gui- tarra del Trío DGómez, y actual cronista de la trova espirituana, fue en La Yaya donde Teofilito, Miguel Companioni, Alfredo Varona, Manolo Gallo, Rafael Rodríguez, entre otros, completaron su formación musical. En 1910 surge el primer trío de trova en la ciudad, conformado por Com- panioni, Luis Farías y Segismundo Acosta. La investigadora Eliene Fonseca Díaz, quien labora en el Departamen- to de Patrimonio perteneciente a la Empresa Comercializadora de la Mœsica y los EspectÆculos en Sancti Spíritus, puntualiza: Denominamos E Alma con alas, que errante vas Archivo de BOHEMIA

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29Año 110/No. 25

TROVA TRADICIONAL

Alma con alas,que errante vas

Por TANIA CHAPPI DOCURRO y RAÚL MEDINA ORAMA

Si bien no ha muerto el interés por ese género y se realizanacciones para preservarlo, los espacios e incentivos soninsuficientes. Escasea el relevo de sus exponentes actuales.BOHEMIA investigó el tema en Santiago de Cuba y SanctiSpíritus, puntales en el origen y desarrollo de un tesorode la cultura nacional

N Sancti Spíritus existe unmovimiento de tríos con mu-cha fuerza. Sin negarlo, otra

cosa es el sostenimiento de la músicatriera propiamente espirituana, quese asienta sobre dos guitarras, unapercusión y dos voces; la nacida hace100 años�.

Así comentó Marco Antonio Calde-rón Echemendía, presidente de la

Unión de Escritores y Artistas de Cubaen la provincia, incansable y apasio-nado defensor de la trova tradicional,a los periodistas de BOHEMIA pre-sentes en el encuentro historiográficoVoces de la República. Desde el patiode la casona, sede de la Uneac, nos lle-gaban las voces del trío Miraflores,considerado por algunos musicólogosla agrupación de este tipo en activo

más antigua del país. Interpretabanla emblemática Pensamiento.

Pensamiento,/ dile a Fraganciaque yo la quiero,/ que no la puedoolvidar,/ que ella vive en mi alma./Anda y dile así:/ dile que pienso enella,/ aunque no piense en mí./ Anda,pensamiento mío,/ dile que yo la ve-nero,/ dile que por ella muero./ Anday dile así�

Coros y guitarras

Viajemos hasta aquel Sancti Spíritusde 1915, cuando Rafael Gómez Mayea,Teofilito, ponía letra a sus ansias deamores. Relatan que la canción nacióel 19 de junio, día de jolgorio en la casadel hacendado Juan Ordaz, cuya hijaRosa María cumplía 16 años. Entre losinvitados se encontraba el músico,entonces joven. Las muchachas adop-taron alias y quien deseara bailarun danzón con alguna de ellas, debíaadivinar primero su seudónimo. El dela homenajeada fue Fragancia, y dis-cretamente se lo hizo saber al galán;mientras una amiga de él eligió Pen-samiento. Antes de terminar la fiesta,el trovador cantó, ante todos, su nue-va composición.

Por entonces, en la calle SanJusto, cobijado por tejados y rejascoloniales, funcionaba el club o so-ciedad La Yaya, fundado en el sigloanterior por el carpintero y músicoJuan de la Cruz Echemendía, y si-tio donde nacieran los coros de cla-ve. En él se reunían los trovadores,daban a conocer sus obras. Dece-nios después los musicólogos e his-toriadores se encargarían de com-pendiar, valorar y conceptualizar loque en aquel momento no parecía irmás allá del día a día en un pueblo deprovincias.

Según José Ezequiel CardosoRodríguez, Lalito, voz prima y gui-tarra del Trío D�Gómez, y actualcronista de la trova espirituana, fueen La Yaya donde Teofilito, MiguelCompanioni, Alfredo Varona, ManoloGallo, Rafael Rodríguez, entre otros,completaron su formación musical.�En 1910 surge el primer trío de trovaen la ciudad, conformado por Com-panioni, Luis Farías y SegismundoAcosta�.

La investigadora Eliene FonsecaDíaz, quien labora en el Departamen-to de Patrimonio perteneciente ala Empresa Comercializadora de laMúsica y los Espectáculos en SanctiSpíritus, puntualiza: �Denominamos

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30 7 de diciembre de 2018

trova tradicional espirituana a lacompuesta aquí desde finales del si-glo XIX hasta la primera mitad delXX�. Dentro del conjunto, además dePensamiento, se hallan, por ejemplo:Si lograra olvidarte, Asidos de lamano (Teofilito); y Mujer perjura,Rosalba, Herminia (Companioni).

Cierto de la A a la Z

Quien indague en torno a la actuali-dad de esta manifestación musical enla ciudad del Yayabo encontrará as-pectos positivos. Agrupaciones condiversos formatos, desde dúos hastaseptetos, interpretan aquellas cancio-nes. Incluso tres agrupaciones man-tienen la concepción primigenia deesa variante trovadoresca; son lostríos D�Gómez, Miraflores y Colonial(aunque este cultiva a la par una tro-va un poco más moderna); están cata-logadas como unidades artísticasemblemáticas y subvencionadaspor el Centro de la Música. Es decir,reciben mensualmente un salario acambio de actuar en institucionesculturales, educacionales y de saludpública, centros penitenciarios, even-tos literarios�

Perviven el Encuentro de Tríos (yava por la 32a edición) y el Festival dela Trova, surgido en marzo de 1970.Además, la Uneac ha creado en susede espacios habituales donde sepresentan los trovadores. Y en la Bi-blioteca Provincial Rubén MartínezVillena, los últimos jueves de cadames son escuchados por personas dela tercera edad.

Disímiles programas radiales ytelevisivos de la provincia transmiten,aunque no con toda la amplitud yatractivo deseables, trova tradicionalespirituana. El mencionado Departa-mento de Patrimonio investiga sobreella y otras expresiones musicalesde la región.

Este año se grabó el disco Serena-ta con nombre de mujer, de los tríosA su tiempo (espirituano) y Palabras(santaclareño), con canciones repre-sentativas del género. Quizás en lapróxima Feria del Libro contemoscon una recopilación de partituras,canciones y datos sobre el mundotrovadoresco espirituano, preparadapor Lalito Cardoso y Domingo Ulloa;a cargo de Ediciones Luminaria yauspiciada por la Dirección Provin-cial de Cultura.

Sin embargo, al profundizar seobserva un declive en relación condécadas atrás, que inquieta a inte-lectuales y artistas; también a losseguidores de esta manifestaciónmusical, quienes no son pocos enel territorio.

Noches sin serenatas.Casa sin trovadores

Los espirituanos duermen. Camina-mos cerca del Hostal del Rijo, sin per-der la esperanza de toparnos con unade las tradiciones que caracterizarona la ciudad. En vano. Ninguna enamo-rada aguarda tras los visillos el sonidode las guitarras; encontrar a alguiencantando a estas horas frente a unaventana es casi improbable.

Cien años atrás la serenata cons-tituía un acontecimiento social, aveces cuidadosamente planificado.Y todavía a finales del siglo XX la vo-luntad de preservarla subsistía enalgunos. Pero en la práctica, la trovatradicional ha perdido uno de susespacios.

Ya en 2015 la prensa provincial ad-vertía sobre otras circunstancias queponían en peligro la buena salud deesta manifestación artística. En Di-sonancias entre cuerdas (reportajepublicado en Vitrales, suplementocultural del rotativo Escambray, co-rrespondiente a enero-abril), la cole-ga Dayamis Sotolongo afirmaba: �A latrova espirituana hoy le faltan acor-des�, debido a �espacios trovadores-cos adulterados y otros en desuso;desatención institucional a los canto-res; escasez de proyectos para fomen-tar el gusto por el género en los másjóvenes y de políticas culturales paramantener a salvo la tradición�.

El Trío Miraflores ha conservado el formato típico de la trova tradicional espirituana.Su director (derecha), el bien recordado Manuel Nápoles Granado, Mantecao, fallecióeste año.

Dos grandes: Teofilito y Miguel Companioni.

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Entrevistas realizadas porBOHEMIA refieren que las medidastomadas al respecto son insuficientesy las mejoras distan de ser significa-tivas. Una de las complejidades esque los problemas se han venido acu-mulando durante años y su solucióndepende no solo de las instanciasculturales.

Juan Eduardo Bernal Echemen-día, Juanelo, presidente de la Socie-dad Cultural José Martí en la pro-vincia y vicepresidente de la Uneac,investigador y escritor, opina: �Nues-tra trova aún existe, sí, pero no comofue y debía ser. Hay dos afectadosfundamentales: el artista y el pue-blo. En medio de ambos está la esen-cia, la tradición, que se ha ido las-timando, perdiendo�.

Reflejo de ese retroceso es el Fes-tival de la Trova. De acuerdo con eltestimonio de varios participantes,durante años una avalancha de músi-cos arribaba, convocatoria tras con-vocatoria, a la urbe; llegaron a pensaren volverlo internacional. Mas, al cabode tres décadas, dichos encuentros noson ni la sombra de sus antecesores.

Directivos de la Uneac provincial,entre ellos Alfredo Castro Díaz, quienha sido uno de los organizadores delFestival, nos aseguraron que el des-censo en la calidad no se debe a los

artistas, pues entre ellos abunda eltalento, sino a falta de presupuestopara acoger invitados de otras pro-vincias e incluso de los propios muni-cipios espirituanos.

Fuera de tales citas, sobre todo co-rre peligro la supervivencia de losconjuntos que conservan la sonoridady el formato más autóctonos. Mien-tras determinados tríos, algunos dejóvenes, hacen una trova en la líneade los mexicanos Los Panchos, conmayor aceptación entre quienes ri-gen las instalaciones gastronómicasy recreativas, los integrantes de lostríos D�Gómez, Miraflores y Colonialse hallan muy preocupados. Ademásde las seis actividades planificadaspor Cultura al mes, ellos necesitan,desean, trabajar en otros lugares. Poruna razón doble: el salario que reci-ben es exiguo y, al mismo tiempo, nose resignan a que su música quederelegada.

Lamentablemente, en la mayoríade los establecimientos han deja-do de ser bien recibidos. ReinaldoMéndez Ginart, Machi, director yguitarra prima del Trío Colonial, ase-vera: �Los empleadores habituales(Comercio y Gastronomía) a regaña-dientes contratan alguna que otraagrupación�. Para evitarse gastos,tanto ellos como los restaurantesparticulares o arrendados tienden aofrecer piezas grabadas, o se arries-gan a aceptar aficionados.

Aunque, debido al reclamo de laDirección de Cultura, �se han abiertotímidamente las puertas de algunoslugares�, no desaparece el peligrode que vuelvan a cerrarse, como ha

sucedido con anterioridad. Esto pro-voca que muchos buenos músicos ha-yan preferido géneros con mejoresperspectivas, atestigua Alí OmarToledo, un treintañero incorporadono hace mucho al Trío D�Gómez.

¿Dónde escuchar entonces, demanera habitual, trova tradicionalespirituana? En más de una ocasiónesta periodista recorrió el bulevar deSancti Spíritus, haciendo tal pregun-ta a jóvenes, mujeres, ancianos. Cita-ron espacios radiales y televisivos,pero la mayoría no recordó un lugardonde se presentara en vivo. Los es-casos conocedores señalaron la Uneacy �a veces, entre signos de interroga-ción� la Casa de la Trova.

Hacia allá nos encaminamos. Jun-to al portón abierto, una tablilla mos-traba el programa: buen son, a ladeliciosa manera espirituana, peronada de trovadores. Que se trataba deuna constante, lo corroboran Lalito,Juanelo, Marco Antonio Calderón yotros entrevistados. �Ese lugar haperdido su esencia, los trovadores noson convocados, o se sienten exclui-dos porque la forma en que se desa-rrollan las cosas ahí no tiene que vercon un diseño cultural: se vende ron,cerveza, las personas gritan��, agre-ga el segundo.

Asombra que, como un modernoPoncio Pilatos, en entrevista conce-dida a Vitrales en 2015, Noel CisnerosGarcía, director de la Casa de la Tro-va por la parte de Artex, alegara que siesa entidad no contaba con espaciosdedicados a la canción tradicional sedebía exclusivamente a los propiosartistas, quienes no presentaban un

La Casa de la Trova de Sancti Spíritusse inauguró en 1985, con el objetivo�ya olvidado� de ofrecer incluso actividadesde carácter didáctico, formativo. Hoyse rige por el imperativo de la rentabilidadeconómica.

En la Escuela Elemental de Música Ernesto Lecuona, la peña mensual Senderos propicia elencuentro entre trovadores y estudiantes, pero se trata de una iniciativa aislada.

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32 7 de diciembre de 2018

proyecto consistente, el cual pu-diera implementarse en el horariodiurno.

Con estos truenos, más la inexis-tencia de cursos que preparen técni-ca y metodológicamente a los posiblesinteresados en cultivar el género, losintegrantes de los tríos emblemáticos�casi en su totalidad personas quepeinan canas� miran a su alrededorsin hallar la seguridad de un relevo.�El movimiento trovadoresco jovenen Sancti Spíritus está bastante de-primido�, ha reconocido Gustavo Ra-mos, director de la Casa del JovenCreador en el momento de sus decla-raciones a la prensa local.

Luz corta vs. luz larga

Bien claro tiene Rolando Lasval Her-nández, director de Cultura provincial,

que para mantener viva cualquier tra-dición se requiere de �una programa-ción habitual, la caracterización deespacios en los cuales las personaspuedan participar a lo largo del año yse vaya formando un público�.

Otra contribución es asociarlaa actos y eventos. Cultura vela porque no haya �una actividad oficialen Sancti Spíritus donde esas can-ciones no primen, o que no estén elcoro de clave y los tríos emblemá-ticos�, enfatiza. A la par, �se están ha-ciendo análisis para que la EmpresaComercializadora de la Música y losEspectáculos haga un trabajo máseficiente�.

Y no cesan las negociaciones conComercio, la Gastronomía y el Turis-mo, para insertar en sus instalacio-nes a los trovadores. �Muchos de los

servicios gastronómicos y recreati-vos han pasado a nuevas formas degestión. Hemos tenido que explicar asus responsables la importancia deofrecer un valor agregado, aparte dela comida, y no verlo como un gasto.Cada vez que hay una administraciónnueva, piensa en quitar a los músicosy debemos insistir�.

También la Dirección a su cargobusca alternativas para mejorar elFestival de la Trova. Con ese propósi-to ha sostenido conversaciones conEduardo Sosa, quien es el alma delPepe Sánchez, que se realiza en San-tiago de Cuba.

BOHEMIA quisiera sumar otroenfoque. Si Sancti Spíritus pretendediversificar su economía y alcanzarla prosperidad económica (cual defien-den los Lineamientos para la actuali-zación del modelo cubano), su éxitocomo enclave turístico pasa por con-servar y mostrar lo autóctono. Es unode sus tesoros, clave para atraer ha-cia el Yayabo a los forasteros.

Por consiguiente, la trova tradicio-nal no es un complemento ni garanti-zar su esplendor es tarea de segundoorden. Todo lo contrario. Así debierancomprenderlo las instituciones cultu-rales, los gerentes y dueños de sitiosgastronómicos y recreativos, el Minis-terio del Turismo y su delegación pro-vincial, y otras autoridades. Solo unaestrategia bien trazada y una acciónconjunta podrán preservar como unorganismo vivo �no solo patrimonioatesorado en grabaciones o activida-des de ocasión� esta joya de la músicacubana.

UNQUE generalmente se acep-ta La bayamesa (1851), piezafirmada por Carlos Manuel de

Céspedes, José Fornaris y Francis-co Castillo Moreno, como el puntode partida del cancionero trovado-resco insular, fue en Santiago de

¿Un murmulloque se apaga?Insuficientes promoción y lugares dondeescuchar la trova tradicional, escasos incentivoseconómicos y espacios de formación para nuevosintérpretes, entre otras razones, atentan contraesta manifestación artística

Cuba donde cristalizó y se extendióesa expresión.

En la llamada por algunos Capitaldel Caribe había gran tradición musi-cal, desde el músico mestizo MiguelVelázquez (siglo XVI), e incluyendo alcompositor habanero, asentado allí,

Esteban Salas (1725-1803), las orques-tas de contradanzas y numerosos can-tores anónimos y populares que reco-rrían sus calles.

A mediados del XIX solían presen-tarse en la ciudad grupos foráneos queinterpretaban pasajes operísticos, y elbel canto aficionó a los santiagueros.Algunos intérpretes humildes comen-zaron a imitar los duetos de tenores ybarítonos, así surgieron las típicasvoces primas y segundas. La técnicaguitarrística también se extendió,generalmente por remedo, pues losfundadores de la trova eran músicosautodidactas que se ganaban la vidacomo sastres, panaderos o zapateros.

Irania Silva, musicóloga y profeso-ra del Conservatorio Esteban Salas,puntualiza que como movimiento

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Marco Antonio Calderón Echemendía,presidente de la Uneac, y Rolando LasvalHernández, director de Cultura, insistenen defender el patrimonio musicalespirituano.

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surge a finales de esa centuria, �conPepe Sánchez (1856-1918) y SindoGaray, quien fue su alumno, seguidospor una generación de clásicos comoEmiliano Blez, Alberto Villalón, PepeBandera, Rosendo Ruiz, SalvadorAdams, Miguel Matamoros y JoséPrior. No eran músicos académicos,aunque alguno había estudiado unpar de notas�.

La especialista destaca el carácterespontáneo, en sus inicios, de trovar:�Era cantar acompañado de un ins-trumento, en serenatas, cafetines,como parte de una tertulia��. Afir-ma que en la vieja trova �está el ger-men de nuestra música popular, ysembró una tradición que ha llegadohasta hoy�.

El doctor Jesús Gómez Cairo, di-rector del Museo Nacional de la Mú-sica ha escrito: �Con ellos [los funda-dores] se fijó en la cultura popular deCuba la imagen nunca ausente hastanuestros días del cantautor �trashu-mante� y bohemio, cronista reflexivode los asuntos humanos y del amoren todos sus matices�.

Las penas que la maltratan�

En la vorágine musical de Santiago deCuba parece que las expresiones másvetustas, como la trova, se ven �contralas cuerdas� en un combate con géne-ros bisoños, a pesar de que continúaactivo un patriarca: Alejandro Alme-nares (Nene), y de que generacionesmás recientes �José Aquiles, Luis Feli-pe Veranes (Felipón), Rubén Léster�no reniegan de esa tradición, aunquelevantan sus obras con una mezclade estilos que los aleja de lo estricta-mente considerado tradicional.

La Empresa Provincial Comercia-lizadora de la Música y los Espec-táculos Miguel Matamoros contiene

en su catálogo algunos dúos, forma enque se presentan generalmente loscultores de la trova tradicional san-tiaguera. Melodías Cubanas, Cohíba,Voces Latinas, Madrigal, y la solistaAracelys Romero, Chely, son los másrecientes representantes de toda unamanera de hacer.

Ellos se presentan con periodi-cidad en la Casa de la Trova (Heredia,entre San Félix y San Pedro), es-pacio sostenido por la Empresa deGrabaciones y Ediciones Musicales(Egrem). Además de ese sitio, no hayotro lugar �ni estatal ni privado� don-de con sistematicidad se programenactuaciones.

Gustavo Revé, especialista del De-partamento de Desarrollo Artístico dela empresa Miguel Matamoros, refie-re que esos dúos y solistas �están en lacategoría de subvencionados, prote-gidos por el Estado, pero eso nada más

garantiza un salario fijo (alrededor de460 pesos cubanos al mes); debería lle-var más, por ejemplo, organizarles gi-ras nacionales para que todo el mun-do conozca ese tesoro santiaguero�.

Sin embargo, su entidad no puedeasumir tales gastos: �Hace falta ar-ticular otras instituciones y que elMinisterio de Cultura tenga más inci-dencia. Algunos músicos que se jubi-laron están enteros y quieren conti-nuar, pero exigen que les paguen porcantar independientemente de lajubilación. Esa posibilidad no existecon nosotros, una vez que salen delsistema�, manifiesta.

Otro esquema de pago es �a ren-dimiento�, donde se incluyen losseptetos, más rentables porque sonmuy aceptados en el mercado turís-tico y tienen copados los hoteles dela ciudad.

�El turista a veces viene a la casita[de la trova] porque es una especie dereliquia de museo, pero incluso ahí losdúos también se acomodan a la de-manda de bailar y cantan temas notradicionales�, cuenta el especialista.

Rodulfo Vaillant, presidente delcomité provincial de la Unión de Es-critores y Artistas de Cuba (Uneac),cree que la empresa provincial �no hajugado cabalmente su papel, porqueconocemos cultivadores del géneroviejo �en El Caney, en San Luis�, perocomo no son atendidos desde el puntode vista promocional, van desapare-ciendo. ¿Por qué no están presentesen los festivales y las programacionesculturales de la región?�.

Melodías Cubanas se mantiene defendiendo un exquisito cancionero.

Pepe Sánchezy Sindo Garay, dos

imprescindiblesde la música

cubana.

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34 7 de diciembre de 2018

El reconocido compositor de mú-sica popular también señala �erroresde concepto� en la organización delFestival de la Trova Pepe Sánchez,celebrado cada año en marzo. �Abun-dan más expresiones de la Nueva Tro-va hacia acá, que la tradicional. Debe-ría mantenerse viva la presencia, enel gusto y preferencia de la población,de la vieja trova, rescatarla�.

Según sus palabras, el desajuste enlas provincias forma parte de una ca-rencia mayor: �El Instituto Cubano dela Música no ha promovido una políti-ca coherente para preservar el génerotrovadoresco tradicional. Los mismosorganismos responsables de esclare-cer los conceptos y apoyarla están con-fundidos. Todo género tiene derecho aevolucionar, pero eso es diferente ameter dentro del mismo bolso músi-cas de otra estructura armónica�.

Irania Silva es de otra opinión, pues�no debes crear un cliché, porquedesde el siglo XIX diversos formatosvienen cambiando e interrelacionán-

dose. Pueden entenderse como trovatradicional algunas manifestacio-nes del son, anteriores a los años 30del XX. Y no limitarla a la de dos voces,guitarras...�.

Por eso ella estima que �en Santia-go la trova se mantiene, si bien nopuedes esperar que hoy se haga la can-ción y el bolero como lo hacía PepeSánchez. Sí debes mantener el juegode voces, tanto instrumentales comovocales, la estructura de aquellascomposiciones (primera parte, inter-ludio, una segunda). Los que compo-nen hoy día lo están haciendo así,aunque se alejan un poquito en con-ceptos armónicos, quizás en formatosinstrumentales�.

Muchos de los inquiridos porBOHEMIA aludieron al poco interésde las disqueras nacionales por elgénero. Empero, Jorge Luis Pujals,productor de los Estudios Siboney,asegura que al menos la Egrem sí gra-ba esa música. Para apoyar su afirma-ción señala varias matrices guarda-

das en los archivos y una relación deCD de los últimos 20 años. Son unos 36fonogramas. De ellos muchos perte-necen a septetos y otros formatos de-dicados más al son, aunque incluyentemas y arreglos cuya referencia esla trova primigenia.

El ganador de varios Cubadisco yotros eventos internacionales lo ex-plica: �El tipo de trova de principiosdel siglo XX se graba muy poco por-que existe una tendencia que acercaesos números al son. Hay mucha in-fluencia de lo que piden los públicos,que casi siempre quieren bailar. Des-graciadamente, no siempre gustande sentarse a escuchar una melodíallena de lirismo�.

Además, el mercado discográficocubano está atrasado respecto a lastendencias internacionales de co-mercialización. Aquí generalmentese sigue identificando a las placasdiscográficas �caras de producir, casiimposibles de comprar para el ciuda-dano común� como la meta, cuandoel mayor volumen de ventas se reali-za mediante Internet, una puerta a laque Cuba apenas se asoma.

¿Gusto añejo?

Georgina Riveaux Rodríguez es ex-presiva y locuaz. Integra el dúo Melo-días Cubanas, junto con CandelariaSuárez, quien la secunda en un deli-cioso juego de voces. Las acompañaen la guitarra Hermes Rodríguez,y a veces invitan algún otro músico.Conversamos en la sala original de laCasa de la Trova (es decir, la únicaexistente antes de la ampliación delinmueble), justo antes de empezar supeña del lunes frente a un exiguo gru-po de turistas.

Algunos discos producidos por los estudios santiagueros de la Egrem.

�Tenemos que ira la búsqueda

y preservaciónde la vieja trova

santiaguera, comoelemento

patrimonialde la nación�, dice

Rodulfo Vaillant,presidente de

la Uneac provincial.

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Cuando le pregunto qué le sedu-ce para seguir cantando trova tradi-cional hace un ademán con la mano,como para remarcar la obviedad:�Tiene, lo mismo en el texto que me-lódicamente, la cubanía que necesi-tamos. Y siempre le ha gustado a todoel mundo, a pesar de que otra se haimpuesto ahora�.

Sabe que algunos jóvenes escu-chan esa música, mas no avizora elrelevo para los intérpretes. �Si no sehace un trabajo específico, esto pue-de decaer, porque nosotros no dura-remos por siempre�.

Hermes Rodríguez deja a un ladola guitarra e interviene: �Sí existepúblico cubano, pero antes teníamosmás, personas mayores que han idomuriendo. A veces vienen jóvenes,sobre todo del Conservatorio porqueles dan una tarea, pero no regresan�.

Tampoco Irania Silva observa unaestrategia institucional encaminadaa formar artistas capaces de suplir alos dúos y tríos tradicionales. �El Con-servatorio ofrece una cultura gene-ral, no se enfoca específicamente eneso. Tiene que intervenir la empresaprovincial, promover la formación, obuscar entre los músicos popularesaquellos intérpretes empíricos conbuenas condiciones vocales. Las ca-sas de cultura podrían hacer una me-jor labor al respecto�.

Está claro. Los escasos beneficioseconómicos no atraen a nuevos expo-nentes que releven a los fantásticosancianos de la Casa de la Trova. Lasinstituciones provinciales deben cui-dar ese patrimonio, subvencionar yatender �y no simbólicamente� a lostrovadores genuinos. Se necesita ar-ticulación entre las entidades paraponderar a quienes están cultivandoesa vieja y bella manera de cantar a lavida, y también iniciativas concretasque propicien nuevas hornadas dejuglares.

De nuevo, la promoción medianteestrategias intencionadas parece seruna de las más cojas patas de la mesa.Un sondeo entre los pobladores san-tiagueros realizado por este equipoconfirmó que la trova tradicional notiene la necesaria visibilidad en la te-levisión y otros medios de comuni-cación. Muchos habitantes conocenun par de temas de algunos clásicos.A veces los tararean, otros recuerdansus nombres. No más.

Asimismo, en un ecosistema digi-tal, las nuevas herramientas y sabe-

res que contribuyen a autogestionarla publicidad en Internet parecenpalabras en otro idioma para lamayoría de los cultores de la trovatradicional.

Como un suspirode amor fugaz

Una caldera hirviente donde se coci-na todo tipo de sonoridades, esa po-dría ser una imagen bastante precisade la urbe. Por la ventana colonialentra el vapor citadino, envuelto enuna luz dorada que pronto se conver-tirá en sombra. Sobrevolando en él,jirones de los ritmos más variados:sones, ballenatos, reggaes, salsa, el

omnipresente reguetón. Pero en lacasona de la calle Heredia, un hom-bre robusto de melena plateada, ama-rra su mano al mástil de la guitarra,casi la abraza con veneración. Pulsalas cuerdas.

La tarde, centenaria canción deSindo Garay (1867-1968), el Faraón deCuba, resuena, en voz de mujer, den-tro de los vetustos muros, como unconjuro de permanencia en medio dela contemporaneidad, tan rápida yvolátil. La luz que en tus ojos arde/ silos abres amanece,/ cuando los cie-rras parece/ que va muriendo la tar-de� Ojalá permanezca mucho másen el aire.

A UNQUE se ha querido extender la fórmula a otras provincias del país, los santiagueros se ufanan de tener la Casa de la Trova original. En realidad,

así le decían a cualquiera de las viviendas y comercios donde se reunían losjuglares y sus seguidores para �descargar�, compartir canciones. Las huboen el poblado de El Caney, en la calle santiaguera de Martí, en el barrio delTivolí y en el reparto Flores, entre otras.

La nombrada Pepe Sánchez ha devenido la más famosa. Surgió en losaños 50 del siglo XX, por iniciativa de Virgilio Palais, torcedor de tabaco ydueño de un puesto de ventas en ese lugar. Cantaba a capella para atraerclientes y pronto se le unieron amigos y trovadores. Se convirtió en uno de lossitios más bohemios de la ciudad. El 28 de julio de 1968 se oficializóla institución que hasta hoy mantiene vivas entre sus paredes las viejasmelodías de amor.

Antes de conquistar el mundo, Compay Segundo y Eliades Ochoa proba-ron su estirpe santiaguera allí. En enero de 2000, inesperadamente, la visitóel antiguo Beatles Paul McCartney, quien se llevó a casa varios fonogramasde música cubana, entre estos uno de Eliades. Muchas otras personalida-des del arte han sido acogidas allí, entre ellas el cantautor chileno VíctorJara, los escritores Gabriel García Márquez, Nicolás Guillén y Mario Benedetti;músicos como Leo Brouwer, Oscar de León, Andy Montañez, Harry Belafonte,Omara Portuondo, Adalberto Álvarez, y Elena Burke.

Un templo de la música cubana

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Jorge Luis Pujals reconoce que, paradójicamente, en el mercado internacional �estosdiscos de trova son algunos de los que mejor funcionan�.

Page 8: Alma con alas, que errante vasbohemia.cu/wp-content/uploads/2018/12/Pag-29-36-en-cuba...Aæo 110/No. 25 29 TROVA TRADICIONAL Alma con alas, que errante vas Por TANIA CHAPPI DOCURRO

36 7 de diciembre de 2018

INO Betancourt, periodista, in-vestigador, musicógrafo expertoen la trova tradicional cubana,

nos acerca a un universo que suelequedar al margen de los grandes es-pectáculos y los horarios televisivosestelares.

Sobre las piezas trovadorescasespirituanas y santiagueras surgidasen las primeras décadas del siglo XXpuntualiza: �Son distintas, aunque separecen. Se debe al toque de un ins-trumento, la clave; en Sancti Spírituses más aprisa, mientras en Santiagode Cuba es más cadencioso.

�La mayor parte de lo creado porlos trovadores santiagueros de la pri-mera generación (Sindo Garay, Alber-to Villalón, Emiliano Blez, RosendoRuíz, Salvador Adams, entre otros)eran boleros, porque se ajustan más ala poesía; además, compusieron crio-llas y claves. Los espirituanos tambiénutilizaron esos géneros musicales, ensu caso hicieron muchas obras paralos coros de claves. Pero no hay dife-rencias entre ellos en cuanto a los te-mas. Hablaban sobre el amor, la mu-jer, la amistad, los héroes y mártires

Paso a lostrovadoresUn valioso caudal aguarda en el centroy el oriente de la Isla

de la patria, la belleza del paisaje cu-bano. Como gente de pueblo, se inspi-raban en lo que el pueblo deseaba quese cantara.

�Otro valor de la trova tradicionalson las letras. Todas sus canciones �ytambién las de la intermedia, que esel filin, de la nueva y de la novísima�contienen un mensaje, son poemascantados�.

�¿Cuál es la situación actual deesa manifestación artística?

�Composiciones centenarias, sesiguen interpretando, incluso porjóvenes. Hay un renacer de su dis-cografía. Se está grabando no soloen La Habana, en los estudios PMRécord; soy asesor de Bis Music yrecientemente hicimos un recorri-do por Sancti Spíritus y Santiago deCuba; en la primera grabamos acuatro grupos y se nos quedaronotros. En Santiago fueron más de10 agrupaciones, aunque había más,deseosas de grabar. Y si vas a SantaClara, en El Mejunje encuentrasmaravillas.

�¿Una actuación de trovadorespuede concebirse igual que un

espectáculo de cabaret o un con-cierto para bailar?

�No. El mensaje de sus obras solose puede entregar ante personas quevayan a escuchar. Ellos no consiguencomunicarse con un montón de gen-te que tiene una botella en la mano.Pretender que actúen para un públi-co que bebe cerveza y grita, en unambiente de taberna, es una falta derespeto a la cultura cubana.

�Hay un dicho falso: la trova sintrago se traba. En la Peña de Sirique(espacio trovadoresco, en La Habanade los años 60) no se le aceptaba anadie darse tragos. Y cuando IsolinaCarrillo tenía la suya, en ella tampo-co lo permitían�.

�¿Qué importancia tiene salva-guardar nuestra trova tradicional?

�Hacerlo es preservar lo que me-jor se ha hecho en la cancionísticacubana, tanto en letra como en músi-ca. Debe difundirse más por la radio yla televisión. Existen discos, agrupa-ciones clamando por cantar en la TV,y no los ponen.

�Quizás los productores y direc-tores consideran que no hay radio-yentes o televidentes para progra-mas de ese tipo.

�Es incierto. Hace poco se pre-sentó en la televisión, en Entre ami-gos, la cancionera Ivette Cepeda einterpretó Longina, de Manuel Co-rona, con una gracia insuperable.Gustó muchísimo; hasta repitieronel programa.

�Compay Segundo, quien cantabamúsica tradicional, se presentó en laclausura de un congreso de la Uniónde Jóvenes Comunistas y los asisten-tes lo vitorearon. Recuerdo que du-rante un festival en Santiago de Cubafui a la Escuela Formadora de Maes-tros e invité a Ecos del Tivolí, allí losestudiantes, que eran muchachos,después de una clase didáctica baila-ron en el pasillo con el grupo y no que-rían terminar el encuentro. Otra vez,en la Casa del Joven Creador en LaHabana, interpretó trova tradicionalel tresero Luis Peña, el Albino, unanciano, y arrasó�.

�Entonces usted cree que es-pacios bien concebidos, con la vi-sualidad y la dinámica de hoy, lo-grarían que la trova tradicional sevolviera atractiva para la juventud.

�Cómo no. Yo no digo que pre-senten solo a patriarcas, sino a esosjóvenes que están buscando unaoportunidad.

L

Es positivo quelos jóvenes hagannuevas versiones

de aquellascanciones,

siempre querespeten

la armonía,la melodía

y la letra, afirma.

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