Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

download Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

of 32

Transcript of Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    1/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    2/32

    ALBERTO SALCEDO RAMOSEchar el cuento

    Por Fernando Garca Mongay

    eCcero

    EL MEJOR PERIODISMO

    www.ecicero.es - @eCiceroLibros

    https://twitter.com/eCiceroLibros
  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    3/32

    !

    Fotografa portada: lvaro Calvo/Congreso de Perio-dismo Digital

    Copyright de esta edicin: eCcero

    Coleccin: #REPORTER

    eCcero Espaawww.ecicero.es - [email protected]

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    4/32

    ! "

    A Alberto Salcedo Ramos le gusta contar chistes.

    Tambin le gusta contar cuentos. Echarlos, como dicel. Para echar un cuento es necesario que haya pblico.Puede ser ms o menos numeroso, pero sin pblico nohay cuento. Tambin se pueden echar los cuentos porescrito a los lectores. Salcedo Ramos los echa muy biende las dos maneras.

    En un taller que imparti en Zaragoza en marzo de

    2013, proyect el texto de La nia ms odiosa del mun-do, una de sus crnicas ms conocidas, y, frente a lapantalla, comenz a leer con la cadencia que la historianecesitaba. Sin prisa, de su boca salieron ms de 1.300palabras sin que los que le escuchbamos perdiramosel inters que el cronista haba ganado desde la primeraslaba siguiendo el ejemplo de su abuela: Ella sabadosificar las cargas narrativas.

    No hubo en mi infancia una nia ms an-tiptica que Socorrito Pino. Confieso que en muchasoraciones le ped a Dios que la dejara calva, que nole salieran de nuevo los dientes de arriba, o que, en

    el mejor de los casos, se la llevaran con dientes ycabello, no importa al punto ms remoto de la

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    5/32

    " #"

    tierra, donde jams volviera yo a saber de su vida.An hoy estoy convencido de que aquel fastidio erajusto: Socorrito Pino arruinaba mis alegras, y pa-

    reca tener entre ceja y ceja el propsito de no dejar-me tranquilo ni un minuto. Cuando yo peleaba conmi hermana Chari, ah apareca Socorrito comoconvidada de pesadilla, para impedir que le pegara.Lo haca interponindose entre mi hermana y yo, o

    ponindole quejas a mi abuelo. Cuando, despus delbao, me pona frente al espejo para peinarme, la

    muchachita insista en que yo estaba perdiendo eltiempo, pues las peinadas no hacan milagros. Mu-chas de mis siestas, que en aquella poca eran sagra-das, fueron interrumpidas bruscamente por Socorri-to Pino, que me jalaba los dedos de los pies y luegosala corriendo, con una risita de triunfo que me ta-

    ladraba los nervios. Como viva metida en mi casaa toda hora, conoca el penoso secreto de que yo, con12 aos, todava me orinaba en la cama, y hasta seatreva a preguntarme si aquello no me parecavergonzoso. Un da lleg al extremo de decirme queella no crea que yo mojara la cama por enfermedadsino por la pura pereza de levantarme por las ma-

    drugadas.

    Aunque yo haba ledo la historia de Socorrito Pino,que aparece en La eterna parranda, un libro de crnicasde Alberto Salcedo Ramos que infelizmente todava noha sido publicado en Espaa, me pareci que el cuentoque nos echaba el autor sonaba distinto, tanto que lle-gu a pensar que era nuevo.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    6/32

    $ "

    Unos meses antes haba coincidido con SalcedoRamos en el Encuentro de Nuevos Cronistas de Indiasque organiz la Fundacin Garca Mrquez para el

    Nuevo Periodismo en Mxico DF. Le mostr mi inte-rs en publicar una crnica suya y le dije que me gusta-ra que no fuera una historia triste. Tom el ejemplarde La eterna parrandaque me acabada de dedicar y bus-c El testamento del viejo Mile, un perfil precioso deEmiliano Zuleta Baquero, un autor e intrprete de m-sica vallenata que, entre otras muchas canciones, com-

    puso La gota fra. Adems, la historia, bien leda, puederesultar un excelente manual de seduccin para seniors.

    A. J. Liebling deca que hay tres clases de periodis-tas: el reportero que dice lo que ha visto, el reporterointerpretativo, que dice lo que piensa que es el signifi-cado de lo que ha visto, y el experto, que explica el sig-

    nificado de lo que no ha visto. Alberto Salcedo Ramos,a poco que le dejen, explica que quiere reivindicar unoficio que comienza movindose hacia algn sitio paracontar con las herramientas de la literatura lo que havisto, lo que le han dicho y cmo lo han hecho: Lacrnica debe ser veraz porque es un gnero periodsti-co, afirma.

    Si quieres volverte rico, dijo Salcedo Ramos en sutaller en Espaa, tienes que ser un petrolero porque deperiodista no se gana dinero. Por eso destierra la pre-misa de que solo se gana cuando se cobra el trabajo. Lacrnica, para l, es una vocacin, algo as como unamisin que ejerce en ese pequeo grupo de la primeradivisin de los cronistas latinoamericanos junto a Mar-tn Caparrs, Leila Guerriero y unos pocos ms.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    7/32

    " %"

    Como buen colombiano, Salcedo Ramos practica elprimer mandamiento de la maana, tomar un caf, yest convencido de que quien quiere escribir siempre

    encontrar un argumento para hacerlo. Unos das antesde que le concedieran el Premio Ortega y Gasset dePeriodismo 2013, le propuse que respondiera a unaspreguntas. En una de las respuestas, hablando sobre elejercicio freelancedel periodismo, se encuentra la clavede su forma de entender el oficio:

    Yo eleg hacer crnicas porque me gusta contar

    historias.

    Fernando Garca Mongay, mayo de 2013

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    8/32

    & "

    PREGUNTA.: Por qu estudiaste periodismo?

    ALBERTO SALCEDO RAMOS.: En la adolescen-cia yo quera contar historias. An no saba que eso sepoda hacer a travs del periodismo, y entonces queraser novelista para escribir libros como Hamlet, de Ska-kespeare, yEl extranjero, de Camus, que haba ledocon gusto en el colegio. Mi madre me dijo que dedicar-se a la literatura en un pas como Colombia implicaba

    el riesgo de morirse de hambre. As que decid estudiarperiodismo con la idea previa de que all encontraratecho temporalmente, mientras me crecan las alas yvolaba sin miedo hacia la literatura de ficcin. El casoes que apenas empec mi vida profesional, descubr queen el periodismo se podan contar historias, y ya nunca

    ms he querido ser escritor de ficcin.P.: Crees que el periodista debe estudiar la carrera deperiodismo o consideras que es un oficio que se apren-de trabajando?

    A.S.R.: Los periodistas debemos aspirar a una forma-

    cin slida. Parte de eso se puede adquirir en la univer-sidad, pero seamos sinceros: la mayora de la gente nova a la universidad a prepararse sino a obtener el ttuloprofesional. Abundan los periodistas que reducen suformacin acadmica a las aulas universitarias, y luegoya no estudian ms, no se capacitan de manera perma-nente, lo cual es una lstima. La mayor parte de lossaberes prcticos del oficio los adquiere uno en los me-dios, cuando empieza a trabajar. En las universidades,

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    9/32

    " '"

    por lo general, los estudiantes se retratan al lado de lapiscina pero no aprenden a nadar.

    P.: Alguno de tus profesores se convirti en maestro?

    A.S.R.: La universidad te asigna a unos profesores a lolargo de la carrera. Si tienes suerte, dos de esos profeso-res te resultan buenos. En realidad, uno inventa a susmaestros en las lecturas, en las recomendaciones que vaoyendo por ah, en las bsquedas personales. A m en

    la universidad nadie me dijo que exista Gay Talese: yolo descubr por fuera de las aulas de clase, y de inme-diato lo convert en uno de mis maestros.

    P.: Comenzaste muy pronto a trabajar

    A.S.R.: Mi primer trabajo remunerado fue en la sedede la cadena radial Todelaren Cartagena. Ah remplacdurante veinte das a un periodista que se encontrabaincapacitado por problemas de salud. Luego consegutrabajo en el peridico El Universal, de esa misma ciu-dad. Me tocaba cubrir el sector administrativo. El jue-ves era mi da de descanso y yo lo usaba para buscar

    historias en los pueblos cercanos: historias de pescado-res, de msicos populares. Desde el principio querahacer crnicas. En El Universal, por cierto, comenza-ron sus carreras muchos autores importantes del Caribecolombiano, como Gabriel Garca Mrquez, HctorRojas Herazo y Jorge Garca Usta.

    P.: De quin has aprendido ms?

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    10/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    11/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    12/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    13/32

    " )+"

    quiera si le interesaran a alguna editorial. De hecho,cuando tena el libro completo no le interes a ningunade las editoriales grandes. Solo un editor independiente

    se anim a publicarlo. El libro se llama De un hombreobligado a levantarse con el pie derecho y otras crnicas.Fue publicado a mediados de 1999, cuando nadie ha-blaba de crnicas, cuando la palabra no pareca sexycomo ahora, cuando a nadie pareca interesarle ese g-nero. Yo me siento orgulloso de haber hecho ese libroen tales condiciones, a costa de mi propia seguridad

    econmica. Julio Villanueva Chang, el fundador de larevista Etiqueta Negra, me defini una vez como unkamikaze. Eso he sido: un reportero capaz de asumirriesgos con tal de ser fiel a su pasin de contar historias.

    P.: Conservas los recortes de tus primeras crnicas?

    A.S.R.: Tuve un lbum donde estaban pegados misprimeros recortes de prensa. Se me perdi y nunca supednde, ni cundo, ni cmo. Mis primeros textos deperiodismo narrativo estn recopilados en un libro quese llama Diez juglares en su patio. Lo escrib en compa-a de ese gran amigo que se muri prematuramente,

    Jorge Garca Usta. Yo crec oyendo a los juglares de lamsica vallenata en el Caribe colombiano. Los prime-ros periodistas que conoc fueron esos juglares, campe-sinos analfabetos que tocaban su acorden mientrasiban en un burro llevando en forma de versos ciertasnoticias de la vida y de la muerte. Por qu digo queeran los primeros periodistas? Porque a ese territoriopolvoriento no llegaban peridicos. La gente se entera-ba de lo que suceda a travs de las coplas que los jugla-

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    14/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    15/32

    " )#"

    cha, y as el periodismo est regido por lo que AlmaGuillermoprieto llama el sndrome del entrecomillado.Son pocos los que se atreven a estar ms tiempo con los

    personajes y ver lo que verdaderamente dicen cuandono estn respondiendo nuestras preguntas, lo que dicencon sus actos. A m me interesa ser testigo de escenasreveladoras, no ponerme a disparar mil preguntas endiez minutos.

    P.: Cul debe ser la principal cualidad del cronista?

    A.S.R.: La curiosidad. Querer saber ms siempre. Losbuenos reporteros siempre encuentran nuevas razonespara alimentar la curiosidad. Un dato genera nuevaspreguntas, nuevas bsquedas. Sin embargo, eso es algoque ha ido cambiando en este mundo de vrtigo en el

    que andamos metidos. Cada vez es ms creciente elnmero de periodistas que limitan su curiosidad a loque les ofrece Google. El nuevo verbo que rige los des-tinos de la tribu es el verbo googlear. Todo se rastreaa travs de ese buscador. Es una lstima, porque si hayalgo grato en el ejercicio del reportero es esforzarse enla bsqueda y, como producto del esfuerzo, encontrar

    pistas de valor. A m me gusta escarbar los archivos deprensa, no los digitales sino los impresos, y leer peri-dicos viejos; me gusta ver al final del da mis manosennegrecidas por la tinta. Eso me da una sensacin deque trabaj a conciencia y puedo ir a comerme la cenacon la satisfaccin de que me la gan en franca lid.

    As que, adems de la curiosidad, yo pondero la ca-pacidad de evadir el facilismo. Te dira que el buen

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    16/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    17/32

    " )%"

    voluntad de dejar un testimonio, yo lo sabr reconocerentre las noticias. Antes crea que cualquier cosa de larealidad poda volverse una historia atractiva para los

    lectores. Era una visin algo idealista. Ya no trabajo deesa manera: si el asunto no me atiza, lo dejo ir, as seaun tema del cual habla todo el mundo. Quiero aclararteque yo, ms que buscar temas, busco historias: si t medices que escriba sobre prostitucin, yo ah no veo na-da, nada en absoluto. Pero si me dices que hay unaprostituta que sigue activa a los sesenta y ocho aos, y

    que esa prostituta es la ms vieja de su oficio en Co-lombia, y se llama Mireya Melndez, ah s veo algoque me produce curiosidad y ganas de tirar la punta delhilo. Necesito que haya historias y rostros.

    P.: Buscas a los personajes o los encuentras por casua-

    lidad?A.S.R.: Cuando me preguntan por personajes piensoen historias, y cuando me preguntan por historias pien-so en personajes. As que aqu vale la respuesta anterior.P.: Coincides con Talese en la pasin por los boxeado-res.

    A.S.R.: Talese ha escrito algunas piezas estupendassobre boxeadores. Quiz la mejor de todas fue la quehizo sobre Floyd Patterson, aquel boxeador que cuandoperda se pona pelucas y bigotes postizos para salir delcoliseo, porque no era capaz de asumir su derrota anteel pblico. Pero en materia de boxeo Talese no influysobre m en absoluto. En ese terreno yo prefiero lostextos de Ring Lardner y los de Jack London. Y si nos

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    18/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    19/32

    " )'"

    siempre procuro ser testigo de muchas acciones quedefinan el carcter de los personajes. No me limito aentrevistarlos. Me gusta acompaarlos en sus espacios

    habituales, en diferentes momentos. Adems hago mu-chas entrevistas y leo mucha informacin previa sobrelos temas de los cuales me ocupo. De la escritura tepuedo decir que es la fase ms difcil. Algunos no creenque yo de verdad piense eso, porque dicen que mi prosales suena natural y les parece fluida. Yo les contesto quela fluidez no es un don concedido por los dioses sino el

    resultado de un esfuerzo. Hay que trabajar mucho paraque no se note lo mucho que trabajamos. Lograr esanaturalidad demanda todo el empeo que te puedasimaginar. Hay que borrar, cambiar, reescribir. Se sufrebastante cuando uno trabaja as. Yo dedico las dos pri-meras horas de cada jornada a editar lo que hice en la

    jornada anterior. As que mi avance en la escritura escomo el del caballo en el tablero de ajedrez: dos pasosal frente y uno al costado, y a veces me devuelvo. Escri-bir es tejer a la manera de Penlope: toca desbaratar loque ya has bordado y empezarlo de nuevo, lo cual pue-de ser desalentador. Por eso yo siempre cito una frasede Dorothy Parker que describe muy bien el estado de

    nimo que uno siente en tales casos: Odio escribir,pero amo haber escrito.

    P.: Tomas notas cuando reporteas?

    A.S.R.: Claro que s, especialmente cuando no estoyconversando con personas. Cuando hago entrevistasevito tomar notas, porque me parece de mal gusto quealguien me hable y yo tenga la vista enterrada en una

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    20/32

    )( "

    libreta. Tambin grabo. Creo que los dos elementosms calumniados de la historia de la humanidad son lacarne de cerdo y la grabadora. A esta ltima todo el

    mundo le vive echando la culpa del mal periodismo, locual es tan absurdo como culpar a las camas por lasinfidelidades que se cometen en ellas. A m me gusta lagrabadora porque me permite captar la banda sonora dela realidad, los sonidos del ambiente, y adems me sirvecomo libreta de apuntes. Cuando estoy en la fase detrabajo de campo, consigno en la grabadora, al final de

    cada jornada, unos diez o quince minutos de conclusio-nes sobre hechos de inters que percib a lo largo delda, ideas que despus aprovechar durante la escritura.La grabadora es una herramienta que me permite pro-longar la memoria: retiene todo lo que dicen los perso-najes, y de ese modo yo puedo dedicarme a observar

    mejor los elementos que componen la escena.P.: Prefieres la cita textual de lo que ha dicho el entre-vistado o con la sombra de la frase?

    A.S.R.: A propsito de ese tema, en mis talleres decrnica yo hago el siguiente ejercicio: al final de una

    sesin les pido a los participantes que escriban cincofrases textuales que yo haya dicho a lo largo de la jor-nada. Me sorprendo cuando veo cmo cambian algunasde las palabras que dije. Eso s: en trminos generalesconservan el espritu de la frase. A m me gusta, en loposible, conservar la literalidad. Hay momentos en queeso es secundario, pero en otras ocasiones es determi-nante y hay que mantenerse fiel a la frase misma y nosolo a su espritu.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    21/32

    " +*"

    P.: Cmo realizas el trabajo de campo?

    A.S.R.: Permaneciendo con los personajes tanto tiem-po como sea posible. Vindolos actuar en sus espacios,observando cmo se relacionan con los dems, inten-tando ser testigo de escenas reveladoras. Tambin, co-mo ya te dije, entrevistando a muchas otras personasque conozcan a estos personajes y puedan aportar in-formacin de calidad sobre ellos. Me gusta consultar la

    informacin de prensa disponible. Creo en un trabajode campo basado en la paciencia, donde uno puedamirar la realidad a fondo y no con ojos de turista. Megusta ir muchas veces y acumular datos y ms datos.Los datos ms reveladores aparecen cuando uno llevarato investigando. Despus de varios encuentros, los

    personajes se relajan, y ya no posan sino que se mues-tran como son. En ese momento se atreven a contar loque no quisieron contar en la primera cita. Invertirtiempo en la investigacin es regalarse la oportunidadde ser sorprendido por la realidad.

    P.: Intentas ganar la confianza de tus entrevistados?

    A.S.R.: No me gusta posar como amigo de los persona-jes, pero s aspiro a ganarme su confianza. Si ellos meperciben como amigo se van a sentir traicionados cuan-do vean la crnica publicada, porque seguramente voy acontar algunas cosas que no sern de su agrado. Eso s:nada de lo que contar ser de mal gusto, ni injusto, niatropellar la dignidad de los personajes. Pero se tratade cmo los veo yo a ellos, no de cmo se ven ellos a s

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    22/32

    +) "

    mismos. La amistad sera nefasta porque me hara per-der el control de la historia. Lo que s reconozco es quesoy un tanto confianzudo a la hora de aproximarme, y

    lo hago para derribar las barreras iniciales. Suelo invitara los personajes a almorzar y a tomar caf. Esas activi-dades no generan compromisos ni para ellos ni para m,y en cambio sirven para procurar una cercana que esmuy til para mi investigacin. La confianza se cons-truye en la medida en que los personajes ven la formade trabajar de uno, la forma en que uno les plantea las

    preguntas, en que uno los oye. Si el personaje tieneclaro que uno es responsable y respetuoso, se prodigams en los dilogos.

    P.: Cmo consigues que te cuenten las cosas ms n-timas?

    A.S.R.: As como te lo acabo de decir: invirtindoletiempo al trabajo de campo y generando confianza. Enel fondo, todos los personajes quieren confesarse. Loque pasa es que no quieren hacerlo a la primera mediahora, y menos si ven que el reportero es impaciente ypretende obtener la informacin de un solo golpe. De

    modo que lo que yo hago es ir y esperar mi oportuni-dad, dejarme ver una y otra vez para que el personajevaya entrando en confianza.

    P.: Entrevistas siempre en persona o tambin empleasel telfono o el correo electrnico?

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    23/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    24/32

    +! "

    A.S.R.: Soy ms bien lento porque me castigo mucho.Me parece que el texto no queda bien en la mera fasede escritura, as el autor sea el ms brillante del mundo.

    Se necesita la reescritura. Uno escribe con el talento yreescribe con el oficio. Hay que volver al texto, revisar-lo, pulirlo, revolcarlo si la historia est mal planteada, ytener el valor de borrar prrafos enteros, o reelaborarloscuando consideremos que no tienen fuerza y claridad.En un da suelo escribir alrededor de mil palabras, peroojo: si solo me sale un prrafo y lo he producido con

    esfuerzo, no pienso que el da de trabajo haya sido ma-lo. Se trata de que mi texto quede lo mejor posible, node producir montones de palabras, y si en una jornadame ha salido un solo prrafo a pesar de mi dedicacin,es porque estoy buscando calidad. Alguien podra decirque en los peridicos es imposible aplicar semejante

    mtodo. Yo le dira que justo por eso no trabajo en unperidico. Eso s: cada quien tiene derecho a elegir sumtodo y a decidir sus prioridades.

    P.: Prefieres escribir siempre en el mismo sitio?

    A.S.R.: La mesa y el computador son los de siempre,

    as como el cuarto de estudio. Necesito esa familiaridadcon el espacio para sentirme a gusto y trabajar mejor.En cuanto a los hbitos, tomo mucho caf negro.Adems me gusta hacer pausas para salir a caminar. Ascombato el encierro, que a veces deprime, y ademstomo distancia del texto. Cuando vuelvo a l, le en-cuentro defectos que no le haba visto antes de salir acaminar.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    25/32

    " +#"

    P.: T propones los temas a los editores o son ellosquienes te los encargan?

    A.S.R.: Es una relacin de doble va: a veces propongolos temas, a veces me los proponen ellos. He trabajadopara editores maravillosos, y si algo he aprendido de laexperiencia con ellos es que el buen editor es el mejoramigo del cronista. Julio Villanueva Chang, director dela revista Etiqueta Negra, tiene un resaltador implaca-ble: se mete en el texto y lo vuelve aicos, pero lo que te

    sugiere es tan inteligente, tan til, que difcilmentepuedes controvertirlo. Mario Jursich, director de larevista El Malpensante, tambin tiene un paladar exi-gente y no se conforma con cualquier cosa. Sabe recha-zar sin que le tiemble la voz. Su trabajo en el texto noes a partir de lo que a l, como hombre de letras, le

    gustara sino a partir de lo que sabe que el autor puededarle. Diego Garzn y Daniel Samper Ospina, editor ydirector de la revista SoHo, son muy creativos. Son au-daces, tienen agallas. Ellos me han propuesto muchasde las historias que he contado. Ambos tienen la pers-picacia suficiente para saber de antemano cul es elautor ms indicado para desarrollar sus ideas. Todos

    ellos, ms otros que no nombro para evitar extendermedemasiado, me han ayudado a ser mejor.

    P.: Cmo ves el futuro del periodismo?

    A.S.R.: Creo que sobrevivirn algunos peridicos, mo-rirn otros y nacern nuevos medios. Quedarn los queconstruyan agenda propia, los que complementen lasnoticias con denuncias y con periodismo en profundi-

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    26/32

    +$ "

    dad, los que generen opinin contrastada y de calidad,los que sean plurales, incluyentes, los que se atrevan aconstruir pactos de transparencia con su pblico, los

    que no estn preocupados por llegarle a todo el mundosino a su nicho, los que sepan traducir la realidad a tra-vs de historias humanas de gran calidad narrativa, losque dejen de andar dndose golpes de pecho en nombrede una verdad con V mayscula que no existe, los queno sigan empeados en parecerse a Twitter. No s qusuerte corrern los medios, pero s s que la humanidad

    no se va a quedar sin periodismo.

    P.: Y el de la crnica?

    A.S.R.: Es sospechoso que un gnero transgresor seponga de moda. Las crnicas que yo haca cuando co-

    menc mi carrera solo eran ledas por cuatro amigos,por mi mam y por m mismo. Las haca por puro gus-to, y en aquel momento no les llamaba crnicas sinoreportajes. Muchos de los cronistas latinoamericanosempezaron as: atizados, simplemente, por su propiapasin, arando en el desierto. Lo que me preocupa deque hoy sea vista como una moda es que algunos chicos

    podran llegar a ella bajo el supuesto de que es un gne-ro que tiene sex appeal. Sera terrible. Creo que la cr-nica sobrevivir si ampla su rango de temas y se atrevea contar historias del poder. Es necesario explorar lasnuevas realidades de nuestros pases: las crisis econmi-cas, los estragos ocasionados por la minera, los intere-ses de las multinacionales, y no quedarse en el eternorelato del personaje pintoresco.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    27/32

    " +%"

    P.: Un consejo para un joven periodista que empieza aejercer el oficio?

    A.S.R.: Menos sala de redaccin y ms calle. Y si es apie, mucho mejor.

    P.: Recomiendas algn manual de periodismo?

    A.S.R.: No me gusta recomendar manuales. Para re-afirmarme en esta conviccin siempre tengo a la mano

    una cita preciosa de Quentin Tarantino: Cuando lagente me pregunta si fui a una escuela de cine, siemprerespondo: no, fui a cine.

    P.: Y un libro?

    A.S.R.: Recomiendo uno de Joseph Mitchell: El secretode Joe Gould. Fue publicado inicialmente por la revistaThe New Yorker. Un perfil hermoso sobre un vagabun-do mitmano que frecuenta los bares de Nueva York yse ufana de haber escrito un libro ms extenso que laBiblia. Es un texto de gran belleza esttica que ademstiene mucha hondura emocional.

    P.: Qu ests leyendo ahora?

    R.: Plano americano, de la extraordinaria Leila Guerrie-ro. Son perfiles de escritores y artistas. An no lo heterminado, pero te puedo decir que es una joya del pe-riodismo narrativo, un trabajo muy ambicioso en el quehay profundidad, experimentacin en las formas narra-

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    28/32

    +& "

    tivas, una manera de mirar que siempre sorprende allector y una calidad literaria nica.

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    29/32

    " +'"

    SOBRE ALBERTO SALCEDO RAMOS

    Definido por Jon Lee Anderson como cronista de cro-nistas, el colombiano Alberto Salcedo Ramos es autorde cinco libros de periodismo narrativo, entre ellos Laeterna parranda(Aguilar, 2011) yEl oro y la oscuridad.La vida gloriosa y trgica de Kid Pambel. Algunas de sus

    crnicas han sido traducidas al francs, al italiano, alingls, al alemn y al griego, y se han incluido en por lomenos una docena de antologas internacionales, como

    Mejor que ficcin (Anagrama) yAntologa de crnica lati-noamericana actual (Alfaguara), ambas publicadas enEspaa. Es maestro de la Fundacin Nuevo Periodis-

    mo Iberoamericano y ha dictado talleres de periodismonarrativo en diversos pases. Ha ganado varios premiosde periodismo, entre otros, el Rey de Espaa y el Pre-mio a la Excelencia de la Sociedad Interamericana dePrensa (SIP).

    Twitter: @SalcedoRamos

    https://twitter.com/salcedoramos
  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    30/32

  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    31/32

    " !*"

    SOBRE LA EDITORIAL

    eCcero es una editorial de libros electrnicos de pe-

    riodismo de largo formato, entre 5.000 y 30.000 pala-bras. Los ebooks se pueden conseguir en las librerasonline para Kindle, iPad/iPhone, Nookr y dispositivosAndroid o Windows.

    El ccero es una unidad de medida tipogrfica por laque se rige tradicionalmente todo el material de im-prenta en Espaa y en otros pases de Europa. Se divi-

    de en 12 puntos, equivalente a 4,5126 milmetros en elsistema Didot. Equivale aproximadamente a la picaanglosajona.

    El logotipo de eCcero est compuesto con el tipode letra Didot.

    www.ecicero.eseCcero en FacebookeCcero en Twitter

    https://www.facebook.com/ecicerolibroshttps://twitter.com/eCiceroLibros
  • 7/23/2019 Alberto Salcedo Ramos - Echar el cuento.pdf

    32/32

    Si le ha parecido interesanteEchar el cuento, entrevista a Alberto Salcedo Ramos,

    puede encontrar ms libros electrnicos breves deno ficcin en www.ecicero.es