Ágora Política 3

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Cómo, por qué y para qué de las organizaciones políticas 3 noviembre 2010

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Cómo, por qué y para qué de las organizaciones políticas3

noviembre 2010

noviembre/2010

ÁGORA POLÍTICA es una publicación de circulación cuatrimestral, que aspira contribuir a losprocesos de análisis al interior de las organizaciones políticas y busca fomentar y fortalecer eldebate multipartidario en el Ecuador. Pretende, a través de su difusión, que dicho debate seacada vez más plural, multisectorial y se extienda a toda la ciudadanía.Esta es una revista sobre política que es posible gracias a la fundamental colaboración de los

representantes de las organizaciones políticas que conforman su Consejo Editorial; gracias a losactores políticos invitados a aportar con artículos y valiosas reflexiones sobre el ejercicio de lapolítica en nuestra nación; y gracias al apoyo de IDEA Internacional y del Instituto Holandéspara la Democracia Multipartidaria (NIMD), a través de Ágora Democrática.

ÁGORA DEMOCRÁTICA(IDEA Internacional-NIMD)

Ágora Democrática (IDEA Internacional-NIMD) es un programa conjunto de IDEAInternacional y del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD) en elEcuador. Su principal objetivo es contribuir al fortalecimiento de la democracia, promoviendola existencia de un sistema de partidos democráticos renovados y fortalecidos, que propicien lamás amplia inclusión política y resulten conducentes para la gobernabilidad democrática y eldesarrollo del país.

IDEA INTERNACIONALEl Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) es unaorganización intergubernamental que impulsa la democracia sustentable en el mundo. Operacomo vínculo entre aquellos que analizan y monitorean las tendencias democráticas, y aquellosinvolucrados directamente en las reformas políticas o que actúan a favor de la democracia demanera local o internacional. Trabaja con las democracias recién instauradas así como con las queya están consolidadas, ayudando a fortalecer las instituciones y la cultura democráticas.

NIMDEl Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD) fue creado por los partidospolíticos holandeses, en concordancia con la política de cooperación para el desarrollo delGobierno holandés. Es un instituto de partidos políticos para partidos políticos, cuyo objetivoes apoyar los procesos de democratización en democracias jóvenes a través de los partidospolíticos, pilares fundamentales de la democracia. El NIMD trabaja de una forma inclusiva y notoma partido por tendencia alguna.

Las opiniones vertidas son responsabilidad exclusiva de sus autores y nocomprometen a Ágora Política.Se permite la utilización de los textos previa indetificación de la revista Ágora Política.Se prohíbe la reproducción de fotos e ilustraciones.

n.° 03

Consejo EditorialFernando Aguirre

Diana Atamaint

Dalton Bacigalupo

Gina Godoy

Virgilio Hernández

Lenin Hurtado

Pablo Lucio-Paredes

Irene Pesántez

Germán Rodas

Martha Roldós

Vicente Taiano

Cynthia Viteri

Grupo consultivoPepijn Gerrits

Rafael Roncagliolo

Ernesto Araníbar

EditoresGabriela Chauvin

Cristhian Parreño

DiseñoOxigenio

FotografíaAndrea Mejía

Artista invitadoHandel Guayasamín

ImpresiónOxigenio

ISSN 1390-5325

3.000 ejemplares

Ágora Política es un producto de

Ágora Democrática (IDEA

Internacional–NIMD)

Año 01. n.° 3, noviembre 2010 • Quito,

Ecuador

ÍNDICE

[email protected]

9 Los partidos políticos: cómo, por qué y para quéRafael Roncagliolo / IDEA Internacional

20 Lineamientos ideológico-programáticos de la CNDFernando Martínez / Concertación NacionalDemocrática

29 De la partidocracia a los nuevos partidos políticosJuanita Bersosa / Movimiento EncuentroDemocrático

35 Partidos políticos y democraciaRodrigo Borja / Izquierda Democrática

43 Organizaciones políticas: funcionamiento y perspectivasLuis Villacís / Movimiento PopularDemocrático

49 PAIS: opción de representación política para el cambioRicardo Patiño / Patria Altiva i Soberana

54 Por qué y para qué de las organizaciones políticasFreddy Bravo / Partido RenovadorInstitucional Acción Nacional

58 Fortalecimiento de los partidos políticos en el EcuadorSilvia Salgado / Partido Socialista Frente Amplio

64 Las organizaciones políticas en la coyuntura ecuatorianaLucio Gutiérrez / Partido Sociedad Patriótica

69 Cómo, por qué y para qué de las organizacionespolíticas ecuatorianas

Marcelino Chumpí / Unión PlurinacionalPachakutik Nuevo País

73 ¿Partido o movimiento? Organizaciones políticasen el EcuadorDiego Ordóñez / Unión Demócrata Cristiana

80 “No podemos seguir dispersos los partidos políticospor un lado y los movimientos sociales por otro”Entrevista a Dolores Padilla, representantede la sociedad civil

Los partidos políticos: cómo, por qué y para qué Artículo de introducción

Rafael Roncagliolo

El panorama de los partidos políticos, y de la política en general, es desolador. Partiendo de esta premisa, este artículo inten-

ta responder las preguntas: ¿desde cuándo, cómo y por qué se produjo el notable deterioro en la imagen de los políticos y

de la política? ¿Son indispensables los partidos políticos para la vida democrática o asistimos al nacimiento de una democra-

cia sin partidos? ¿Qué es, hoy por hoy, un partido político? Pese a que existe un tránsito de la democracia de partidos a la

democracia mediática, los partidos siguen siendo indispensables para construir genuinas democracias.

Palabras clave: historia de los partidos, clasificación de los partidos, sistemas de partidos, democracia de partidos, democra-

cia mediática.

Lineamientos ideológico-programáticos de la CND

Fernando Martínez

El Director de la Concertación Nacional Democrática (CND), Fernando Martínez, expone un texto trabajado por todos los inte-

grantes de este movimiento a nivel nacional. En éste, se desarrollan los lineamientos ideológico-programáticos y principios de la

CND, y la necesidad de replanteamientos económicos y políticos de fondo, hacia un modelo de integración pluralisa que “debe-

rá articularse sobre la base del impulso al crecimiento de la economía; un crecimiento sustentable en términos ecológicos, soste-

nible en su capacidad de enfrentar los ciclos económicos y las turbulencias de una economía global”.

Palabras clave: Corcertación Nacional Democrática (CND), institucionalidad pluralista, crisis de la política, perspectiva ideo-

lógico-programática, integración.

De la partidocracia a los nuevos partidos políticos

Juanita Bersosa

A través de una reflexión que parte de los registros de las reuniones de los militantes del Movimiento Encuentro Democrático

(MED), la autora comparte las políticas, visión e ideología de dicho Movimiento. La acción política debe comprometer a todos los

sectores, especialmente a los marginados de espacios de participación y decisión; por ende, el ideario del MED promueve la

inclusión amplia, la garantía de la incorporación de los intereses, demandas y necesidades de todos los grupos, la ampliación de

la democracia, la reivindicación de la política como derecho fundamental, entre otros principios.

Palabras clave:Movimiento Encuentro Democrático (MED), inclusión, pluralismo, equidad, democracia.

Partidos políticos y democracia

Rodrigo Borja

Con sustento teórico, el autor recalca la importancia de los partidos políticos en el sistema democrático. Explica, por un lado,

las diferencias entre partido y gobierno, y cuáles son los deberes de los partidos que llegan a ejercer la administración del

Estado versus los roles que deben desempeñar los partidos que ejerzan la oposión. Por otro lado, el autor realiza una sínte-

sis de la historia política de los partidos a través de la cual enfatiza y concluye sobre cuáles son las funciones de los partidos

en nuestra sociedad y cómo, lamentablemente, varios partidos se han ganado su desprestigio.

Palabras clave: partidos políticos, democracia, partidos de cuadros, partidos de masas, partidos de electores.

Organizaciones políticas: funcionamiento y perspectivas

Luis Villacís

El Movimiento Popular Democrático (MPD) sostiene que ninguna organización puede estar exenta de ideología; existen distin-

tos matices en una filosofía de izquierda o en una de derecha, pero ninguna organización política, sea partido o movimiento,

puede estar al margen o por encima de las clases sociales y su lucha. Sumado a ello, quienes en realidad pueden ser consecuen-

tes con los intereses de los pueblos son las organizaciones nacidas del mismo pueblo, convencidas de la necesidad de ponerse

plenamente al servicio de los trabajadores, de los pobres, que han sido secularmente traicionados y olvidados.

Palabras clave:Movimiento Popular Democrático (MPD), partidos políticos, clases sociales, ideología, pueblo.

PAIS: opción de representación política para el cambio

Ricardo Patiño

En este artículo se plantea que el Movimiento PAIS fue una alternativa a la crisis política que se había generado en el Ecuador,

en parte por la falta de legitimidad a la que habían llegado las instituciones, y en parte porque los partidos políticos ya no repre-

Resúmenes

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sentaban a la ciudadanía. Se señala que con la llegada de Rafael Correa a la Presidencia se llegó al fin de dicha etapa y comenzó

una distinta, con una nueva Constitución y una ley orgánica que regula el funcionamiento de las organizaciones políticas.

También propone que debe surgir una cultura política y una democracia que promueva la sociedad del Buen Vivir.

Palabras clave:Movimiento Patria Altiva i Soberana (PAIS), ley de partidos políticos, partidocracia, política de alianzas, Buen Vivir.

Por qué y para qué de las organizaciones políticas

Freddy Bravo

Para el autor, es indispensable fortalecer las instituciones democráticas y los partidos políticos. La organización política es la

herramienta para promover la participación y generar riqueza y progreso. Dicha organización es nuestro derecho y obligación

ciudadana. Existen coincidencias entre partidos de diversa índole, y hay casos en los que un prejuicio puede más que una ver-

dadera razón. No existe la posibilidad de vivir aislados y la organización nace de una “motivación solidaria y comprometida”

que defina “actividades coordinadas y consistentes para compartir convicciones políticas, ideológicas, culturales”.

Palabras clave: organizaciones políticas, fortalecimiento de las instituciones, políticas de Estado, políticas gubernamentales,

sociedad ecuatoriana.

Fortalecimiento de los partidos políticos en el Ecuador

Silvia Salgado

Se establece en primer lugar una visión general sobre política, poder y organizaciones políticas; luego se resalta la necesi-

dad de fortalecer los partidos políticos, dado que, más allá de su institucionalidad, “son un instrumento para la acción que

deviene en la conservación o transformación del orden establecido”. Los partidos políticos deben establecer la intermedia-

ción de las demandas sociales frente al Estado y procurar la garantía de la democracia y gobernabilidad. El proceso de reins-

cripción de las organizaciones políticas en el Ecuador debe ser una oportunidad para el fortalecimiento del sistema de

partidos.

Palabras clave: Partido Socialista Frente Amplio (PSFA), sistema de partidos políticos, política, poder, organizaciones políticas.

Las organizaciones políticas en la coyuntura ecuatoriana

Lucio Gutiérrez

Mediante una interpretación sobre la coyuntura política ecuatoriana, se establece la necesidad de la reestructuración de las

organizaciones políticas incentivando el ingreso de nuevos militantes, especialmente jóvenes y mujeres, así como motivando la demo-

cratización de los procesos al interior de las mismas. En este artículo también se describe la estructura y funcionamiento del Partido

Sociedad Patriótica 21 de Enero (PSP), así como la visión ideológica, de la democracia y del país que tiene este partido. Se destaca,

igualmente, la necesidad de las organizaciones de oposición.

Palabras clave: Sociedad Patriótica 21 de Enero (PSP), reestructuración de organizaciones, nuevos militantes, organización interna de

partidos, diálogo.

Cómo, por qué y para qué de las organizaciones políticas ecuatorianas

Marcelino Chumpí

A partir de las nociones de Estado y nación, se analiza cómo las organizaciones políticas son imprescindibles para la

consolidación de una democracia. De igual forma, se reflexiona sobre la naturaleza del poder y cómo éste mueve los diver-

sos intereses que luego producen conflictos entre comunidades o sociedades; dichos intereses se sitúan en el campo de la

lucha de clases. El autor enfatiza que en lugares como el Ecuador, las relaciones sociales interculturales son imprescindibles

“para el afianzamiento de los poderes sociales que luchan en masas para alcanzar el manejo del poder público popular o del

ciudadano”.

Palabras clave: Estado, nación, poder, lucha de clases, relaciones sociales interculturales.

¿Partido o movimiento? Organizaciones políticas en el Ecuador

Diego Ordóñez

En este texto se analiza la historia de las organizaciones políticas en el Ecuador desde la época republicana. Se explican cuáles

son los elementos que definen a los partidos políticos y cómo la democracia se ha limitado en ciertos momentos a la participa-

ción electoral. Además, se plantea la necesidad de un modelo articulador de la mayoría de la sociedad, que pueda tener conti-

nuidad sobre todo en los cambios de gobierno, dado que las sociedades logran estabilidad mediante “la existencia y

consistencia de un proyecto nacional, que es fruto y es sostenible por un sistema institucional de partidos”.

Palabras clave: historia política del Ecuador, reinscripción de partidos, participación electoral, construcción de democracia,

proyecto político nacional.

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En el quehacer político, la comunicación entre los actores de diversas ten-dencias es clave. La política está orientada al bien social, y fue en elágora donde las personas, desde las antiguas ciudades griegas, estable-cieron las relaciones de intercambio tanto político como comercial, reli-

gioso o administrativo. Desde sus inicios, el ágora pretendió ser un espacioabierto, receptivo, de encuentro y comunicación. Ágora Política pretende conver-tirse en dicho espacio entre actores políticos y la ciudadanía, a través de ustedes,nuestros lectores.Son ustedes quienes hacen posible que esta revista de política, editada en su

totalidad en el Ecuador, sea lo que pretende ser: el ágora incluyente, participativay de comunicación entre quienes hacen política en nuestro país. Ustedes, con suinterés y aportes, son parte imprescindible del desarrollo y del ejercicio político denuestra nación. Reconocemos que entre las diversas tendencias políticas hay rela-ciones de índole variada: conflictivas, de cooperación, solidarias entre sí o de radi-cal oposición. Pero asimismo existen coincidencias, pues comprendemos lapolítica como una necesidad, un arte, como la manifestación de la actividad huma-na que participa, dirige, administra o gobierna en beneficio de la sociedad.Entendemos que la comunicación política no agota las formas de expresión,

por ello incluimos en esta tercera edición la participación de nuestro artista invita-do, Handel Guayasamín, quien ilustra la revista y se expresa en el espacio al quehemos denominado “Mural del artista”. La introducción al conjunto de artículos eselaborada por el politólogo peruano Rafael Roncagliolo, y en ella se compara lateoría política con la visión contemporánea de las organizaciones políticas.Los artículos del presente número provienen de muy importantes representan-

tes políticos del Ecuador: Fernando Martínez presenta los lineamientos ideológi-co-programáticos del movimiento Concertación Nacional Democrática; JuanitaBersosa expone los principios del Movimiento Encuentro Democrático; RodrigoBorja aborda la historia de los partidos políticos; Luis Villacís comenta acerca dela importancia de la ideología en las organizaciones políticas; Ricardo Patiño pro-pone al movimiento Patria Altiva i Soberana como una nueva opción política;Freddy Bravo se expresa en torno al rol de las organizaciones políticas en la actua-lidad; Silvia Salgado escribe acerca de la política en general y del trabajo de lasorganizaciones de izquierda; Lucio Gutiérrez se refiere al papel de las organizacio-nes de oposición; Marcelino Chumpí comenta sobre las organizaciones políticasen relación con los conceptos de Estado y nación; y finalmente Diego Ordóñezescribe sobre las implicaciones de conformar un partido o un movimiento.Los textos concluyen con una interesante entrevista a Dolores Padilla, destacada

representante de la sociedad civil, y con resúmenes de cada artículo en inglés y enkichwa, pensados para facilitar el acceso de muchos más lectores a nuestra revista.

Cómo, por qué y para qué de esta revista

Al preguntar a los representantes políticos de nuestra nación sobre el cómo, porqué y para qué de sus organizaciones, consideramos conveniente nosotros

Presentación

6 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

también responder una similar interrogante. Ágora Política surge de la convergen-cia de actores políticos ecuatorianos de distintas tendencias que, en actitud demo-crática, participan en calidad de Consejo Editorial de la revista. El grupoconsultivo y los editores somos parte de Ágora Democrática, programa conjuntode IDEA Internacional y del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria(NIMD), cuyo principal objetivo es apoyar la consolidación de una democraciaparticipativa, representativa y multipartidaria.Los temas que se han abordado en ediciones anteriores de Ágora Política

corresponden a “Las nuevas reglas para las organizaciones políticas en elEcuador” y al “Diseño democrático”, en referencia a las propuestas de la nuevaConstitución y al Código de la Democracia. El tema monográfico del presentenúmero surgió por iniciativa del Consejo Editorial, cuyo interés fue crear un espa-cio para que diferentes organizaciones políticas ecuatorianas expresaran su razónde ser en el nuevo marco de reinscripción de los partidos y movimientos políticos.Ágora Política fomenta el diálogo multipartidario y pretende, a través de su

creación, producción y distribución descentralizada, aportar a la interacción de lasorganizaciones políticas y la sociedad civil, entre sí y dentro de ellas. Esperamosasí contribuir al fortalecimiento de nuestra cultura política a través de una ciuda-danía cada vez más informada, motivada y participativa.

Los editores

Mural del artista

Handel Guayasamín

La imagen de los partidos políticos, y de la política en general,no podría estar más devaluada. Un cuento de los últimos añosdice que un político se encuentra con un viejo amigo de sustiempos escolares, algunas décadas después de haber salido

del colegio, y que el amigo le dice: “Qué bien te ves, ¿a qué te dedicas?”,a lo que el político responde en voz baja: “Soy político, pero no se lodigas a mi madre, que cree que soy un honrado pianista de un burdel”.En medio de este paisaje desolador, que refuerzan a diario los

medios de comunicación, surgen numerosas preguntas: ¿desde cuán-do, cómo y por qué se produjo este notable deterioro en la imagen delos políticos y de la política? ¿Son indispensables los partidos políticospara la vida democrática o asistimos al nacimiento de una democraciasin partidos? ¿Qué es, hoy por hoy, un partido político?Las líneas que siguen, alimentadas por las investigaciones, diálogos

y reflexiones en curso en el Programa de IDEA Internacional para losPaíses Andinos,1 insuficientes para responder a las preguntas anterio-res, se proponen apenas explorar la definición y el lugar de los partidosen la historia de la democracia occidental.Para estos efectos, hay que colocarse en la perspectiva histórica de

la llamada tercera oleada democrática, que ha venido desplegándoseen América Latina2 durante los últimos treinta años. En el transcursode estas tres décadas, se ha desarrollado la “superposición de dos pro-

Los partidos políticos: cómo, por qué y para qué

IDEA Internacional

1 Agradezco las colaboraciones, en varias partes de este texto, de Kristen Sample, Alberto Vergara, Jorge

Valladares, Carlos Meléndez y Rafael Cantoni, vinculados con diversas tareas de IDEA Internacional, así

como las de Percy Medina, Secretario General de la Asociación Civil Transparencia.

2 Esta tercera oleada, la más extensa y duradera, se inició en 1978 con la elección de Antonio Guzmán

en República Dominicana, y la de Jaime Roldós en el Ecuador. De ahí en adelante van cayendo los go-

biernos militares que, a partir de Brasil en 1964, se habían hecho del poder en todos los países continen-

tales de América Latina, con las excepciones de Colombia, Costa Rica, Venezuela y México. Estos cuatro

casos excepcionales, por lo demás, son harto elocuentes: en Costa Rica no hay Ejército desde 1948.

México vivía bajo un régimen de partido hegemónico, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que

incorporaba en su seno a los jefes militares, régimen que terminó, tras siete décadas de gobierno unipar-

tidario, con la elección de Vicente Fox en el año 2000. Los dos únicos países sudamericanos que no

sucumbieron a esta oleada de militarismo fueron Colombia y Venezuela, ambos bajo la vigencia de sendos

pactos políticos (el Frente Nacional en Colombia, el Pacto de Punto Fijo en Venezuela), suscritos luego de

los gobiernos militares (Rojas Pinilla en Colombia, Pérez Jiménez en Venezuela). Estos pactos de transi-

ción (similares al que existe en Chile desde la caída de Pinochet) consolidaron regímenes bipartidistas que

Rafael Roncagliolo

Sociólogo, periodista y profesor

universitario peruano. Asesor polí-

tico para los países andinos y

Jefe de Misión para el Perú, IDEA

Internacional (2009-2010). Jefe

para los países

andinos, IDEA Internacional

(2005-2009); Secretario Técnico

del Acuerdo Nacional (2002 y

2004); Secretario General del

movimiento cívico peruano

Transparencia (1994-2002), y

Presidente de la Asociación

Mundial de Radios Comunitarias

(AMARC) (1995-1998). Autor de

varios libros y artículos sobre

comunicaciones, sistemas

políticos y análisis electoral.

10 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

cesos: uno de consolidación democrática y otro decrisis de las modalidades de articulación y repre-sentación de intereses”.3 Esta superposicióncorresponde a la paradoja de que América Latinavive su período de democracia electoral más largoy con mayor cobertura geográfica, en contrastecon una muy insuficiente e ineficiente democraciade ciudadanía (PNUD).4

¿Qué es un partido?

Minifalda o maxifalda

Constituye un lugar común señalar el déficit delegitimidad que abruma a los partidos políticos,tanto en América Latina como en el resto delmundo. En consecuencia de tal déficit, existe unarecusación bastante extendida a las formas parti-

distas y al sintagma “partido político” por parte dediversos movimientos sociales y políticos que sur-gen como instrumentos de acción política alterna-tivos a las tradiciones partidistas. Por ello, cada díaaumenta el número de organizaciones políticasque prefieren llamarse movimientos.5

Sin embargo, cuando se habla aquí de los “par-tidos políticos”, se hace referencia a todas lasorganizaciones que compiten por ejercer el poderpolítico a través de elecciones. Al llamarlas a todasellas “partidos”, se realiza una operación de eco-nomía del lenguaje.Por lo demás, este entendimiento se ciñe a las

definiciones de Epstein y Sartori,6 al limitar el aná-lisis a las organizaciones que compiten electoral-mente, que es, por cierto, la definición másrestrictiva del término. Quedan fuera de estas consideraciones, por lo

tanto, las organizaciones políticas que se propo-nen alcanzar el poder por medios distintos a laselecciones. Esta reducción, sin duda, es controver-tible y controvertida. De hecho, se aparta de laconcepción de Maurice Duverger, quien en sulibro clásico sobre los partidos, considera partidoa todo grupo humano que se propone “conquistarel poder político y ejercerlo”.7 Y también de DieterNohlen, quien considera que partido es “en laacepción más general del concepto, un grupo deciudadanos del mismo parecer que se han fijadocomo objetivo hacer valer sus ideas políticascomunes”.8

Juan Abal Medina, después de revisar las defi-niciones estrechas, amplias e intermedias existen-tes en la literatura contemporánea, opta porconsiderar que “un partido político es una institu-ción, con una organización que pretende ser dura-dera y estable, que busca explícitamente influir enel Estado, generalmente tratando de ubicar a susrepresentantes reconocidos en posiciones degobierno, a través de la competencia electoral oprocurando algún otro tipo de sustento popular”.9

Alcántara y Freidenberg definen al partidocomo una organización compleja: “sistemas quecuentan con un conjunto de reglas y normas, queestablecen el tipo de interacción que debe darseen el interior del mismo y en relación con el entor-no (…), que compiten por ganar el control de sus

que refuerzan a diario los medios

de comunicación, surgen numerosas

preguntas: ¿desde cuándo, cómo y por qué

se produjo este notable deterioro en la

imagen de los políticos y de la política?

¿Son indispensables los partidos políticos

para la vida democrática o asistimos al

nacimiento de una democracia sin partidos?

¿Qué es, hoy por hoy,

un partido político?

En medio de estepaisaje desolador,“

11Rafael Roncagliolo

cuerpos de gobierno e influencia sobre la vidapartidista, entre otros aspectos”.10 De manera quees por razones estrictamente prácticas que simpli-ficamos aquí la referencia, a pesar de preferir unadefinición maximalista de la democracia, queresulta más coherente con la definición amplia departido. Pero, al hacerlo, es menester llamar laatención sobre la simplificación que ello implica.

Una mala palabra

En el nacimiento de las tres democracias funda-cionales contemporáneas, encontramos gruposparlamentarios enfrentados con propuestas anta-gónicas: en Francia (girondinos, jacobinos, naci-miento de la geometría de “derecha” e“izquierda”); en los Estados Unidos (federalistas yrepublicanos); y aún antes, en Inglaterra (Whigs yTories).11

Para Max Weber, la historia de los partidospolíticos se remonta a la Antigüedad y, en particu-lar, a la Edad Media, con las confrontaciones entregüelfos (partidarios del Papa) y gibelinos (partida-rios del Emperador); pero, como señalanDuverger y Sartori, los partidos, en el sentidocomún de hoy, se caracterizan por la participaciónelectoral y la acción masiva, por lo tanto, tienenque ver con la extensión del sufragio durante elsiglo XIX.12

de los partidos políticos se remonta a la

Antigüedad y, en particular, a la Edad Media,

con las confrontaciones entre güelfos

(partidarios del Papa) y gibelinos

(partidarios del Emperador); pero, como

señalan Duverger y Sartori, los partidos,

en el sentido común de hoy, se caracterizan

por la participación electoral y

la acción masiva, por lo tanto,

tienen que ver con la extensión

del sufragio durante el siglo XIX

Para Max Weber,la historia“

”dieron estabilidad a los gobiernos civiles, al costo de una exclusión política

(y, por lo menos en Venezuela, de una corrupción generalizada), por lo que

se derrumbaron casi al mismo tiempo (en Venezuela con la segunda elec-

ción de Rafael Caldera, en 1992; en Colombia con la Constitución de

1991).

3 Marcelo Cavarozzi y Juan Abal Medina, El asedio a la política, los partidoslatinoamericanos en la era neoliberal. Buenos Aires: Konrad Adenauer

Stiftung & Homo Sapiens, 2002: 9.

4 La distinción entre democracia electoral y democracia de ciudadanía, uti-

lizada en el Informe del PNUD sobre la democracia en América Latina, invi-

ta a pensar la democracia como un sistema político y social y no sólo como

un régimen electoral. Este entendimiento rompe con las definiciones mini-malistas y procedimentales de la democracia como mero mecanismo de

designación de gobernantes, en la tradición que se remonta a Schumpeter

y Weber. Se afirma, entonces, una perspectiva maximalista y sustantiva, en

la que la democracia implica tres dimensiones: origen democrático de los

gobiernos (democracia electoral), funcionamiento democrático (Estado de

derecho) y resultados democráticos (disminución de la pobreza y de las

desigualdades). En la aludida dirección maximalista y sustantiva, la democ-

racia consiste en el despliegue de los derechos de ciudadanía tal como

fueron adoptados por la Organización de las Naciones Unidas en la

Declaración de los Derechos Humanos de 1948, y desarrollados por

Thomas H. Marshall en sus conferencias de 1949 (José Nun, Democracia,¿gobierno del pueblo o gobierno de los políticos?, Buenos Aires: Fondo de

Cultura Económica, 2000, pp. 55 y ss.). Es decir, derechos de ciudadaníacivil (derecho a tener un nombre, a contratar, a tener propiedades, etc.);

ciudadanía política (derecho a elegir y ser elegido) y ciudadanía social yeconómica (derecho a vivienda, salud, educación, seguridad, acceso a la

justicia).

5 En la legislación peruana, el término partido se reserva para las organiza-

ciones políticas de alcance nacional y el término movimiento se deja para

las organizaciones regionales y locales.

6 “Un partido es cualquier grupo político que se presenta a elecciones y

que puede colocar mediante elecciones a sus candidatos en cargos públi-

cos”. (Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos, marco para unanálisis, segunda edición ampliada, Madrid: Alianza Editorial, 2005: 101).

7 Maurice Duverger, Los partidos politicos, México: Fondo de Cultura

Económica, 1957: 15. Aunque esta frase no puede considerarse una defini-

ción del término partido político, pues Duverger, en rigor, no formuló ningu-

na definición del término (Sartori, ob. cit., 2005: 95). En todo caso,

“Duverger, al enfrentarse con el problema de sus clases de 1953-1954,

señala que la definición cambia con el tiempo (esto es, al ir cambiando los

partidos), e indica que hace cincuenta años la definición correcta era la

ideológica; la definición actual prevaleciente es la basada en la clase social,

y la definición de los partidos por organización sólo tiene importancia para

determinados tipos, especialmente los partidos comunistas (Sartori, ob.

cit., 2005: 93).

8 Dieter Nohlen, Diccionario de Ciencia Política, México: Porrúa, 2006:

12 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

Partido fue originalmente una mala palabra, comovuelve a serlo hoy para muchos ciudadanos.Justamente Giovanni Sartori ha trazado una brevepero muy precisa historia de las connotacionesasociadas a la noción de partido político desde suaparición. Esta historia empieza con la asociaciónentre “partido” y “facción” –término este últimoodioso “desde la época romana hasta el sigloXIX”–,13 que atravesó el pensamiento políticomoderno, desde Maquiavelo14 hastaMontesquieu.La historia empieza a cambiar, sin embargo,

cuando Voltaire afirma en la Enciclopedia: “El tér-mino partido no es, en sí mismo, odioso; el térmi-no facción siempre lo es”,15 con lo que “partido”empieza a emanciparse de “facción”. Luego, afinales del siglo XVIII, Burke es el primero que rei-vindica a los partidos y al gobierno de partidos; yquien, por cierto, nos proporciona una primeradefinición (idealista y normativa) de partido políti-co, frecuentemente citada hasta hoy: “Un partidoes un grupo de hombres unidos para fomentar,mediante acciones conjuntas, el interés nacional,sobre la base de algún principio determinado enel que todos están de acuerdo”.16

Ciertamente los padres fundadores de losEstados Unidos, Madison, Washington17 y el pro-pio Jefferson (fundador del Partido Republicano)18

no sintonizaron con Burke, sino que condenaron afacciones y partidos, en el marco de la afirmaciónde una república que era entendida como antído-to a la democracia y sus excesos.19

Por su parte, sometidos a las urgencias de laguerra, al culto a la razón y al individualismo ato-mista entonces predominante, los revolucionarios

franceses de 1789, girondinos como Condorcet,jacobinos como Robespierre y Saint-Just, asícomo todos los grupos, “mantuvieron la mismaidea y hablaron con una sola voz: la unanimidad yla persistencia en sus condenaciones de lospartidos”.20

De la condena va a pasarse a la resignaciónfrente al hecho de los partidos políticos (o faccio-nes, todavía para muchos autores). Como señalóBenjamin Constant en 1815: “No cabe la esperan-za de excluir a las facciones de una organizaciónpolítica, cuando de lo que se trata es de conversarlas ventajas de la libertad (…). Por ende, debemosesforzarnos por hacer que las facciones sean lomás inofensivas posibles”.21 Y todavía Alexis deTocqueville, en 1835, a su regreso de los EstadosUnidos, reconocía que “cuando los ciudadanosdifieren entre sí en puntos que interesan por iguala todo el país, como por ejemplo los principiosgenerales del gobierno, es cuando nacen verdade-ramente lo que yo llamaría partidos. Los partidosson un mal inherente en los gobiernos libres”.22

De hecho, los partidos políticos se consolida-ron a lo largo del siglo XIX, en concomitancia conla estabilidad de la vida parlamentaria y, sobretodo, con la extensión del sufragio. A fines dedicho siglo, la creciente fortaleza de los sindicatosllevó a la creación de los partidos socialistas, quese propusieron articular los intereses de ese sectorespecífico de la sociedad. Al registrar esta expan-sión, Duverger distingue entre dos fases (que sontambién dos tipos) de orígenes partidarios:

• Origen interno al sistema político: que correspon-de a los partidos generados a partir a) del grupo

1005.

9 Cavarozzi y Abal Medina, ob. cit., 38.

10 Manuel Alcántara y Flavia Freidenberg (coords.), Partidos políticos deAmérica Latina, países andinos, México: Fondo de Cultura Económica /

Instituto Federal Electoral, 2003: 18.

11 Whigs y Tories conforman el primer embrión de un sistema de partidos,

en la medida en que vertebran la vida electoral y parlamentaria británica a

partir del siglo XVIII. Los primeros sostienen que la autoridad política emana

del pueblo y destacan la autoridad parlamentaria frente al monarca, así

como la tolerancia religiosa y la defensa de las libertades. Los Tories, en

cambio, creen en el origen divino de la autoridad monárquica y estuvieron

fuertemente vinculados con la Iglesia anglicana (Duncan Townson, Breve

historia de Inglaterra, Madrid: Alianza Editorial, 2004: 238 y ss.).

12 Duverger, ob. cit.: 15 y ss, y Sartori, ob. cit., 2005: 57.

13 Sartori, ob. cit., 2005: 28.

14 Aunque, como lo señala Sartori, Maquiavelo condenaba el efecto de los

partidos, reconocía, sin embargo, que la república (es decir, para nosotros

hoy, la democracia), se alimenta del conflicto social, como lo advierte en un

conocido pasaje en el que dice: “Creo que los que condenan los tumultos

entre los nobles y la plebe atacan lo que fue la causa principal de la liber-

tad de Roma, se fijan más en los ruidos y gritos que nacían de esos tumul-

tos que en los buenos efectos que produjeron, y consideran que en toda

república hay dos espíritus contrapuestos: el de los grandes y el del pueblo,

y todas las leyes que se hacen en pro de la libertad nacen de la desunión

entre ambos…” Nicolás Maquiavelo, Discursos sobre la primera década deTilo Livio, Madrid: Alianza Editorial, 2005: 41 y 42.

15 Sartori, ob. cit., 2005: 27.

16 Edmund Burke, Textos políticos, México: Fondo de Cultura Económica,

1996: 289.

13Rafael Roncagliolo

parlamentario, el cual genera b) un comité elec-toral y c) edita o se apoya, cuando puede, en unperiódico.

• Origen externo al sistema político: que surge apartir de 1889, cuando los sindicatos británicosfundaron el Partido Laborista, en el marco delsurgimiento de los partidos social-demócrataseuropeos. Luego habrá partidos generados apartir de confesiones religiosas, de grupos eco-nómicos, etc.23

Desde comienzos del siglo XX van a extendersetambién la preocupación y el desaliento,24 por elnacimiento y desarrollo de las oligarquías partida-rias, a las que se refiere el texto de Ostrogorki, de1902,25 y el de Michels, de 1911.26 Poco antes, en lamisma perspectiva de realismo político, Moscahabía señalado que los gobernantes constituyensiempre una “clase política” que dirige a losgobernados. Y, muy poco después, Max Weber(amigo íntimo de Michels) iba a registrar el tránsi-to de la democracia parlamentaria a la democraciade partidos.

Nostalgia: funciones clásicas

Conviene recordar, aunque sólo sea telegráfica-mente, las funciones cumplidas por los partidospolíticos durante las etapas primeras etapas de lademocracia occidental contemporánea:

• Búsqueda de la conquista y ejercicio del poderpolítico, que es lo que define al partido y lo quehace importante y decisivo su carácter de“máquina electoral”.

• Representación (agregación y articulación) deintereses y demandas, o sea inserción en la

sociedad, a través de los llamados “clivajes”.27

Al hacerlo, los partidos suelen actuar comocanales para la resolución pacífica de conflictos(dado que lo que define a la democracia no es laausencia de conflictos sino, precisamente, laexistencia de reglas y prácticas necesarias parasu resolución pacífica).

• Formulación y difusión de propuestas, que pue-den partir o no de principios, doctrinas e ideo-logías (es decir, ideas convertidas en ideales porel compromiso activo de quienes las sostienen);lo que ha hecho tan frecuente en todas partes laclásica asociación entre partido y periódico.

consolidaron a lo largo del siglo XIX, en

concomitancia con la estabilidad de la vida

parlamentaria y, sobre todo, con la

extensión del sufragio. A fines de dicho

siglo, la creciente fortaleza de los sindicatos

llevó a la creación de los partidos

socialistas, que se propusieron articular

los intereses de ese sector específico

de la sociedad

Los partidospolíticos se“

17 En su Discurso del adiós, Washington advierte “del modo más solemne

en contra de los efectos nocivos del espíritu de partido”, citado en Sartori,

ob. cit., 2005: 41.

18 El Partido Republicano fundado por Jefferson es, en realidad, el ante-

cesor del Partido Demócrata de hoy, mientras que el actual Partido

Republicano tienen sus antecedentes en el Partido Federalista de Hamilton.

(Samuel Eliot Morison y Henry Steele Commager, The growth of theAmerican Republic, Nueva York: Oxford University Press, 1961: 353).

19 Particularmente importante a este respecto es el artículo X de El

Federalista, en el que Madison desarrolla el argumento de la distinción y

oposición entre la democracia, que hay que evitar, y la república, que hay

que construir. En este marco, critica frontalmente al “espíritu de partido”,

atribuye su origen a “la desigualdad en la distribución de las propiedades”

y llega a la conclusión de que “las causas del espíritu de facción no pueden

suprimirse y que el mal sólo puede evitarse teniendo a raya sus efectos.”

(Alexander Hamilton; James Madison y John Jai, El Federalista, México:

Fondo de Cultura Económica, 2006: 37 y 38).

20 Sartori, ob. cit., 2005: 39.

14 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

• Formación política y debate de ideas en el pro-pio seno de la vida partidaria, es decir, sociali-zación política.

• Movilización electoral y directa, para la expre-sión de los puntos de vista y/o intereses de laorganización.

Taxonomías para todos los gustos

Existen innumerables criterios para clasificar a lospartidos a partir de la primera taxonomía deHume, que distinguió tres clases de facciones,según fueran basadas en intereses, en principios oen afectos.28

Otras clasificaciones tienen que ver con laorientación ideológica derecha o izquierda, o convarias otras dimensiones.29 Duverger señaladistintas formas de estructura partidaria que

aparecen sucesivamente en la historia de los par-tidos y que pueden reducirse a cuatro modelos:

• De notables, con base en comités, lo que “corres-ponde, más o menos a los partidos “burgueses”del siglo XIX, que sobreviven en forma de par-tidos conservadores y liberales”.30

• De secciones, generalmente basadas en el lugarde residencia, en lo que “la educación política delos miembros ocupa un importante lugar al ladode la actividad puramente electoral”,31 según elmodelo de la socialdemocracia europea.

• De células, por centro de trabajo, siguiendo elmodelo leninista, como ha sido el caso de variospartidos de orientación marxista-leninista.

• De masas, en forma de milicias, según el mode-lo fascista que se aplicó con las milicias deCamisas Negras de la Unión Revolucionaria.

Existe otra manera de clasificar a los partidos,según la cual cabe distinguir entre partidos ideo-lógicos, partidos centrados en ciertos temas oissues (como los “verdes”) y partidos “atrápalotodo” (catch-all-party). Esta última es una catego-ría cada vez más frecuente y a la cual también sedeslizan cada vez más los propios partidos ideoló-gicos. Se trata de organizaciones que se orientan arecoger electores de manera indiferenciada en elconjunto de la sociedad y en cuya orientación lotáctico predomina sobre lo principista32 y ladimensión electoral sobre cualquier otro aspectode la vida partidaria. Como también los antiguospartidos han tendido a transformarse en partidos“atrápalo todo”, la naturaleza misma del partidopolítico se ha visto profundamente modificada. Unejemplo extremo podría ser dado por lo que enColombia se denomina “partidos de garaje” (quesalen del garaje para la carrera electoral y luegoregresan en la próxima competencia).

con el transcurso del tiempo, pierden su

inserción en la sociedad, se alejan de ella y

se dedican prioritariamente a moverse

dentro del Estado (se circunscriben a las

elecciones y al parlamento), lo que parece

ser el caso de algunos partidos tradicionales

latinoamericanos que, por así decirlo, se

desplazan hasta casi coincidir con la esfera

del Estado, alejándose de la esfera de la

sociedad civil

A ciertos partidosles ocurre que,“

21 Citado en Sartori, ob. cit., 2005: 42.

22 Alexis de Tocqueville, La democracia en América, tomo I, Madrid:

Alianza Editorial, 2002: 256.

23 Duverger, ob. cit.: 15 y ss.

24 Sartori, ob. cit., 2005: 59.

25 “La interposición entre el pueblo y sus numerosos mandatarios de ter-

ceros que no hacen más que ratificar las cosas, redujo al mínimo la respon-

sabilidad de los elegidos ante sus supuestos “compromisarios” y puso el

poder efectivo en manos de agencias electorales y de sus directores, los

cuales, con el pretexto de servir a una opinión desorientada, se convierten

15Rafael Roncagliolo

También hay una polémica francamente vario-pinta acerca de partidos “del sistema” y “antisiste-ma”. Baste con señalar aquí que un partido seconsidera antisistema cuando no acepta las reglasdel juego y, por lo tanto, se propone cambiar, nosólo el gobierno sino el sistema de gobierno.33 Laoposición a la política económica de un gobierno,por radical que ella sea, no hace a un partido anti-sistema. Otra manera de clasificar a los partidos puede

basarse en sus relaciones con el Estado y la socie-dad civil, a partir de la noción clásica según la cuallos partidos nacen en la sociedad civil, la expresany la articulan (función representativa) para influiry actuar dentro del Estado (función gubernativa),lo que puede ilustrarse así:

A ciertos partidos les ocurre que, con el transcur-so del tiempo, pierden su inserción en la sociedad,se alejan de ella y se dedican prioritariamente amoverse dentro del Estado (se circunscriben a laselecciones y al parlamento), lo que parece ser elcaso de algunos partidos tradicionales latinoame-ricanos que, por así decirlo, se desplazan hastacasi coincidir con la esfera del Estado, alejándosede la esfera de la sociedad civil. En estos casos,puede decirse que la función gubernativa ha des-plazado a la función representativa.Otras organizaciones políticas emergen con

gran capacidad de agregación y articulación desectores importantes de la sociedad civil, pero se

quedan dentro de ella sin vocación ni capacidadpara asumir orgánicamente la dirección delEstado y el establecimiento de planes integradosde políticas públicas. Son eficientes para expresarla protesta y la demanda pero no lo son tanto paradarse una estructura orgánica y proponer políti-cas públicas. Al revés que en el caso anterior, aquílo representativo es el todo y lo gubernativo sevuelve secundario.Finalmente, hay partidos que no tienen inser-

ción social alguna ni aptitud estatal, que existensólo para competir en elecciones, sea como clien-tela personal de un caudillo, sea como federaciónde caudillos de diferentes niveles. No tiene ni fun-ción representativa ni capacidad propia para lafunción gubernativa (por lo tanto, si llegan algobierno, son más fácilmente instrumentalizadospor los poderes fácticos).En suma, los partidos funcionan cuando, como

ha ocurrido en Europa Occidental, mantienen unarelación complementaria y equilibrada entre sufunción representativa y su función gobernativa.34

funcionan cuando, como ha ocurrido en

Europa Occidental, mantienen

una relación complementaria y equilibrada

entre su función representativa y

su función gobernativa

En suma,los partidos “

en los amos”, afirma Mosei Ostrogorski, La democracia y los partidos políti-cos, Madrid: Trotta, 2008: 25 y 26.

26 Mientras Ostrogorski piensa que los males de los partidos políticos son

remediables dentro de la democracia, Michels es absolutamente pesimista

y dice: “En la sociedad de hoy, el estado de dependencia que resulta de las

condiciones económicas y sociales, hace imposible el ideal democrático”

(Robert Michels, Los partidos políticos, un estudio sociológico de las ten-dencias oligárquicas de la democracia moderna, tomo I, Buenos Aires:

Amorrortu, 2003: 56).

27 “Clivaje” es un anglicismo, por cleavage, término inglés para escisión,

16 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

Sistemas de partidos

A diferencia del poco aprecio a los partidos porparte de los fundadores de la democracia contem-poránea, hoy se suele afirmar que no hay demo-cracia sin partidos.35 Así como una golondrina nohace verano, un partido solo no hace democracia.Se requiere un sistema de partidos, con algunaprobabilidad de alternancia en el poder.Por sistema de partidos entendemos, con

Dieter Nohlen, “la red de relaciones de los parti-dos que actúan en una sociedad, la cual puede serdescrita según diferentes características: número,relaciones de tamaño, distribución del poder, dis-tancias ideológicas, esquemas de interacción delos partidos (verticalmente, entre ellos, y horizon-talmente, con las clases sociales y los grupos deinterés), grado de institucionalización, etc.”36

Sólo podemos hablar de un genuino sistema departidos cuando existen dos o más partidos reco-nocidos por los ciudadanos como mecanismos

legítimos de representación (arraigo) y que, a suvez, se reconocen entre sí como interlocutoreslegítimos tanto en la competencia y conflicto(dimensión centrífuga) como en su capacidad paraestablecer acuerdos (dimensión centrípeta). La primera variable definitoria de un sistema

de partidos es el número de partidos que lo com-ponen, lo que permite distinguir entre sistemasbipartidarios, tripartidarios y multipartidarios.37

Naturalmente cuando se habla del número de par-tidos no interesa tanto el número de partidoslegalmente inscritos como el número de partidos“que cuentan”, es decir que tienen peso políticoreal.38 Importa, en este aspecto como en todo loque concierne al análisis político, no reducir larealidad a su dimensión jurídica.Una segunda variable principal en el análisis

de los sistemas de partidos es la distancia (inicial-mente ideológica) que separa a los partidos entresí, lo que permite distinguir entre sistemas muypolarizados y sistemas poco polarizados.En su amplísimo tratado sobre los sistemas de

partidos, Sartori distingue, a partir del número departidos, las siguientes clases de sistemas:

1. De partido único.2. De partido hegemónico.3. De partido predominante. 4. Bipartidista.5. De pluralismo limitado.6. De pluralismo extremo.7. De atomización.39

Colofón

Los partidos políticos, llámense cómo se llamen,se han vuelto indispensables para el funciona-miento de la democracia representativa. En rigor,la calidad de una democracia se mide por la cali-dad de sus partidos. Sin embargo, como hemospretendido mostrar en estas líneas, no siempre fueasí.

división o fractura, con el cual se alude a los ejes de conflicto que oponen

a los partidos entre sí, o que los partidos consideran sus raíces sociales en

los procesos de confrontación (Nohlen, ob. cit.: 209 y ss.).

28 David Hume, Ensayos políticos, Madrid: Tecnos, 2006: 43-50.

29 Duverger, ob. cit., 31-33. Por su parte, Alcántara y Freidenberg proponen

y aplican una guía para el análisis empírico de los partidos políticos que

incluye, en el ámbito externo, su funcionamiento como organización electoral,

organización de gobierno y organización legislativa, y en el ámbito interno, su

funcionamiento como organización burocrática y como organización volun-

taria de miembros (Alcántara y Freidenberg (coords.), ob. cit.: 15-24).

30 Duverger, op.cit., 31.

31 Ibidem.

de partidos no interesa tanto el número de

partidos legalmente inscritos como el núme-

ro de partidos “que cuentan”, es decir que

tienen peso político real. Importa, en este

aspecto como en todo lo que concierne al

análisis político, no reducir la realidad a su

dimensión jurídica

Cuando se habladel número“

17Rafael Roncagliolo

En el origen de los gobiernos representativos,los partidos eran vistos como una deformación. Esúnicamente con la ampliación democrática de larepresentación, como consecuencia de la exten-sión del sufragio, que los partidos pasaron a serprotagonistas principales de la vida política. Así,el escenario principal se trasladó del parlamento alos partidos.

Hoy en día, sin embargo, asistimos a unanueva mutación. Se trata del tránsito de la demo-cracia de partidos a la democracia mediática (queBernard Manin prefiere denominar “democraciade audiencias”) y, particularmente, a lo queSartori ha denominado la videopolítica, queimplica, entre otras, un conjunto de dimensionesque aquí sólo cabe enumerar:

En este nuevo paisaje cultural y político conspiracontra el desarrollo de los partidos y sistemas departidos. Sin embargo, no hay manera de introdu-cir racionalidad en la competencia electoral sin laarticulación de los partidos. Los partidos siguensiendo indispensables para construir genuinasdemocracias.

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Los lineamientos ideológico-programáticos que planteamos seinsertan en la caracterización del momento histórico que atra-viesa el Ecuador de inicios del siglo XXI. Esta caracterizaciónes crucial para identificar los “espacios de movimiento” de la

organización política, para garantizar la efectividad de su presenciacomo actor político gravitante en la política nacional, y convertirse enreferente para el aglutinamiento de fuerzas aliadas.Para realizar esta operación, es necesario mirar hacia la historia

política reciente del país y advertir las tendencias que se proyectan enel futuro inmediato; en ese contexto, se define la proyección ideológi-co-programática, elaborada por todos los integrantes de la CND.Las transformaciones que se han producido en la historia política

reciente del país (tres décadas si identificamos como relevante la rup-tura histórica de 1978 como inauguración del sistema político modernoen el Ecuador), tienen que ver no solamente con cambios en la políticanacional, sino también con profundas transformaciones en el escenariointernacional. Las crisis internas han estado determinadas, en muchoscasos, por las transformaciones del mundo que han impactado en losparadigmas de la política como forma legítima de regulación de lasinteracciones sociales.A nivel global, se han experimentado fundamentales transformacio-

nes como la caída del Muro de Berlín y, con ella, la supresión de con-flictos y del equilibrio de fuerzas organizado en torno al sistema de laGuerra Fría; las innovaciones tecnológico-productivas que han dinami-zado las vinculaciones globales en las economías nacionales; el pasodesde economías cerradas hacia economías abiertas con sus lógicas dedesregulación y apertura; las migraciones crecientes, la generalizaciónde la composición multicultural de la sociedad; y la vulnerabilidadambiental. Estas transformaciones radicales han desatado crisis y con-flictos globales: ingobernabilidad, terrorismo, deslegitimación de lasinstituciones políticas, partidos, parlamentos, gobiernos, etc.; sonexpresión y al mismo tiempo alimentan cambios radicales y profundosen la estructura de las relaciones sociales y políticas; la crisis de la polí-tica obedece a la incapacidad de actores e instituciones para adecuar

Lineamientos ideológico-programáticos de la CND

Concertación Nacional Democrática

Fernando Martínez

Director nacional del movimiento

Concertación Nacional

Democrática (CND). Ha trabajado

para el Ministerio de Obras

Públicas y Comunicaciones como

consultor en estudios de rehabili-

tación de carreteras. Tiene amplia

experiencia en construcción de

edificios, almacenes, alcantarilla-

do y viviendas. Ha trabajado para

la Empresa de Obras Públicas de

Quito en la elaboración de

adoquinado y para el Fondo de

Salvamento (FONSAL) en el

mantenimiento de aceras y

calzadas y en la rehabilitación de

espacios públicos. Ingeniero Civil

por la Universidad Central del

Ecuador.

21Fernando Martínez

sus líneas de intervención a la radicalidad de estastransformaciones.En el contexto nacional, la crisis de la política

aparece como incapacidad de dar respuesta a losimpactos que estas transformaciones presentanen la sociedad, en la economía y en la política; lainiciativa política tanto de instituciones como delos actores ha demostrado un serio retraso en estenivel. Los distintos intentos de reforma políticaexpresados en las formulaciones constitucionalesde 1978, la reformas de 1998 y ahora laConstitución de 2008, más que ofrecerse como sis-temas institucionales dispuestos para reducircomplejidad y canalizar la participación democrá-tica, se han mostrado como generadores demayor complejidad, retroalimentando la gravedadde las crisis y los desarreglos institucionales. Eneste contexto, los fantasmas de la política tradicio-nal (caudillismos, clientelismos, populismos dedistinta clase) reaparecen con renovado vigorcomprometiendo la posibilidad del desarrollo deuna democracia madura, consciente de las dificul-tades y dispuesta a potenciar la emancipación yautonomía de las individualidades y colectivida-des que componen la realidad del país.Concertación Nacional Democrática (CND) ha

logrado afirmarse en el contexto de estas compleji-dades, desarrollando una propuesta de defensa aultranza de los principios y valores de una demo-cracia madura; ello ha caracterizado a su accionar ya sus posturas. Y es en fortalecimiento de esa orien-tación política que se inscriben nuestros lineamien-tos y nuestro programa ideológico-programático.

La crisis como fenómeno contemporáneo

Seguramente el mayor impacto de las transforma-ciones globales está en las formas de acción eintervención política, las cuales han evolucionadosustancialmente. Ya no existen estructuras esta-bles de integración social y económica en dondelos actores sociales se articulen en términos deuna propia identidad y puedan definir sus propiasdemandas, intereses, valores y expectativas. Lapolítica desde abajo pierde fuerza propulsiva ypropositiva. Si la década de 1990 fueron años deintensa movilización de la sociedad con un fuerte

tejido organizacional, para la primera década delos años 2000, dicha configuración está debilitada.El tendencial debilitamiento de la trama social

y de sus expresiones organizativas se debe engran medida a la ausencia de capacidad de pro-puesta para afrontar las crisis que han aparecido apartir del retorno de la democracia. La matriz deestos conflictos se encuentra en la crisis de ladécada de 1980 (años de reconfiguración de lademocracia en el país con fuerte protagonismo delsistema de partidos), cuando entran en contradic-

que se han producido en la historia política

reciente del país (tres décadas si

identificamos como relevante la ruptura

histórica de 1978 como inauguración del

sistema político moderno en el Ecuador),

tienen que ver no solamente con cambios en

la política nacional, sino también con

profundas transformaciones en el

escenario internacional

Lastransformaciones “

22 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

ción el modelo político intervencionista y concen-trador diseñado constitucionalmente, y las lógicasde reconversión económicas y políticas dominan-tes a escala global que iban en dirección contraria.La lógica política conducía a introducir mecanis-mos de desregulación en materia económica queplanteaban para el Estado una transición desde laexcesiva concentración e intervencionismo, haciaun modelo de regulación y orientación estratégi-ca; un cambio institucional que nunca se efectivi-zó y que aparecía como demanda de reformapolítica, una demanda planteada desde entoncespor muchas fuerzas que hoy integran la CND.

Lejos de advertir esta nueva tendencia, losactores fundamentales de la política ecuatorianade las décadas de 1980 y 1990 optaron por la resis-tencia y el rechazo a esta nueva línea. Después dela experiencia histórica del intervencionismoestatal tanto en la versión socialista o comunistasoviética, como en las versiones social-demócra-tas que emergieron con fuerza y construyeron elllamado Welfare State o Estado de Bienestar, losperfiles de diferenciación entre Estado y sociedadse disolvieron.En el Ecuador, las fuerzas llamadas progresis-

tas (del espectro de la centro-izquierda) como lasfuerzas de la centro-derecha (comprometidas conel llamado ajuste estructural de la economía), seresistieron a ubicar, en esta nueva condición de lapolítica, sus formas y mecanismos de interven-ción, sus propuestas programáticas, sus construc-ciones de valor. Desde el lado de lacentro-izquierda, la resistencia y el bloqueo; desdela centro-derecha, una interpretación reductiva einstrumental del ajuste que los conducía a usu-fructuar de él sin modificar el carácter rentista yoligárquico del modelo económico tradicional.Este fenómeno desató la conexión entre dos

formas de manifestación de la crisis política. Porun lado, la crisis de gobierno como expresión debloqueo de fuerzas enfrentadas, que devino en lainestabilidad del crecimiento con secuelas gravesde deterioro económico y social, con desprestigiocreciente de los actores políticos (los partidos) ycon la emergencia de una sociedad fuertementemovilizada y disruptiva con proyecciones de com-portamiento anti-sistema y refundacional. Porotro, la crisis de gobernabilidad que se expandió yse generalizó hasta convertirse en una crisis delegitimidad de todo el sistema institucional. Estafenomenología expresa la inexistencia de actorespolíticos de una necesaria reconversión ideológi-co-programática.En la actualidad, existe un modelo con fuertes

orientaciones hacia la construcción de un sistematotalitario de partido único, con peligrosas ten-dencias a la instrumentalización y control de laparticipación social, con una función de legitima-ción y soporte del modelo: el sistema de partidosha sido virtualmente arrasado, las formas de orga-

se encuentra en la crisis de la década de

1980 (años de reconfiguración de la demo-

cracia en el país con fuerte protagonismo

del sistema de partidos), cuando entran en

contradicción el modelo político intervencio-

nista y concentrador diseñado constitucio-

nalmente, y las lógicas de reconversión

económicas y políticas dominantes a escala

global que iban en dirección contraria

La matriz deestos conflictos“

23Fernando Martínez

nización social desconocidas, y se ha instauradouna lógica de la política desde arriba, esto esdesde la institucionalidad política. Se ha instru-mentalizado la institucionalidad para profundizarla desinstitucionalización del sistema político queya se venía produciendo; un impulso que ha ter-minado por desvirtuar o debilitar la posibilidad deconstruir una democracia plural y efectivamenteparticipativa.El modelo económico ya no integra un tejido

social que posea bases sólidas en lógicas produc-tivas relativamente integradas y autosostenibles;el modelo económico fragmenta y debilita elentramando socio-productivo, y conduce a unadependencia casi exclusiva de la capacidad de dis-tribución de rentas desde el Estado, defendiendode esta manera la lógica estructural de inclusión ycontrol social.La Constitución de Montecristi diseña el anda-

miaje institucional del modelo totalitario (elimina-ción del principio de la división de poderes; altadiscrecionalidad del poder público sobre el princi-pio de la sujeción a la ley de todo acto de decisión,concentración de la capacidad de decisión en elPresidente de la República).La política desde arriba (arrasadas las formas

sociales y políticas de organización autónoma dela sociedad) privilegia la lógica comunicacional ymediática con fines de performatividad social; setrata ahora de construir una sociedad de acuerdocon el modelo; la dimensión discursiva asume pre-ponderancia, fuertemente empaquetada por unarazón mediática que obliga al control de la comu-nicación.En su lugar emerge un concepto de democra-

cia plebiscitara: en ausencia de estructura políticainstitucionalizada, la política tiende a personificar-se; la construcción de liderazgos fuertes aparececomo compensación de la despolitización genera-lizada, los medios de comunicación son los espa-cios en los que se construyen los liderazgos, por lotanto, la batalla mediática pasa necesariamentepor control e instrumentalización. Esta es unalógica en la cual la democracia se vuelve delega-dora y plebiscitaria, donde el control es relegiti-mado con la partición política de las masasindiferenciadas.

La necesidad de replantamientosde fondo

La perspectiva ideológico-programática de laCND debe advertir estas líneas de tendencia perono ahogar su intervención y proyección en lalucha coyuntural contra el modelo del Gobiernoactual; debe aprestarse a detener esa operacióndesarrollando propuestas ideológicas y progra-máticas que preparen el sendero del nuevo ciclopolítico; su intervención deberá incidir en la cons-trucción de referentes políticos con poder de con-vocatoria y aglutinamiento de fuerzas, pero debeincidir también en la construcción de los nuevosreferentes de la política futura. La intervención ypresencia mediática aparece central, pero tambiénes necesaria la construcción de propuestas desdela trinchera parlamentaria que sienten las basesdel nuevo modelo político alternativo al modelototalitario y plebiscitario. Una tarea en la que, condificultades, ya viene trabajando la CND y quedeberá ser fortalecida.

Hacia un modelo económico-político deintegración pluralista

El modelo económico deberá articularse sobre labase del impulso al crecimiento de la economía;un crecimiento sustentable en términos ecológi-cos, sostenible en su capacidad de enfrentar losciclos económicos y las turbulencias de una eco-nomía global altamente intensiva en innovacióntecnológica, en flexibilidad y variabilidad de susdistintos componentes financieros, tecnológicos yproductivos. Un modelo volcado a la redistribu-ción que premie su eficiencia y vuelva productivasy competitivas las actividades que en la actualidadcomponen las llamadas economías informales desobrevivencia, de escasa capacidad productiva yacumulación y precarias condiciones de inserciónde la fuerza laboral. Este tipo de sistema económico no podrá

emerger si el modelo político no se adecua institu-cionalmente para garantizar las condiciones másidóneas que posibiliten el fortalecimiento de lacapacidad empresarial privada, con una lógica de

rigurosa responsabilidad social y colectiva.Solamente una adecuada articulación institucionalentre el modelo económico y el modelo políticopodrá sentar las bases de una sociedad efectiva-mente democrática y pluralista. Una sociedadabierta al mundo global, sólidamente sustentadasobre el fomento de la capacidad de formación,investigación y aplicación del conocimiento cientí-fico, dispuesta a promover el desarrollo de lascapacidades humanas y el diálogo multiculturalcomo premisa para el desarrollo de una democra-cia madura y fortalecida.Esta orientación programática podrá afirmarse a

condición del impulso de una política económicaque supere la dicotomía polarizadora entre lógicasexpansivas y lógicas restrictivas de gasto público;una dicotomía o enfrentamiento que bloqueó ydetuvo el crecimiento de la economía durante lasdécadas de 1980 y 1990. La superación de esta falsadicotomía supone ajustar de manera más consisten-te las vinculaciones entre la función de ahorro y definanciamiento con la función de inversión produc-tiva, y ambas con la orientación redistributiva delconjunto de la economía. Garantizar la generaciónde ahorro a partir de un adecuado uso de los exce-dentes de la economía de exportación de materiasprimas, en particular del petróleo, pero también deotras fuentes de la economía frente a la variabilidadde los ciclos económicos globales. Ello como meca-nismo de aseguramiento del desarrollo humano,principal recurso de la economía que debe serfomentado y promovido.La orientación de la política económica debe

complementarse con una inteligente política deagregación y construcción de un bloque regional,que potencie las capacidades competitivas de laseconomías nacionales más allá de arcaicos alinea-mientos ideológicos que apuntan a reeditar elviejo sistema de la Guerra Fría.

Hacia la construcción de unainstitucionalidad democrática pluralista

La actual deriva autoritaria y totalitaria deberá serrevertida mediante la construcción de un sistemade partidos plural, que funcione como premisa

para la adopción de decisiones políticas adecua-das al imperativo del crecimiento sostenido yequitativo de la economía nacional. Solamente laplena vigencia de un sistema de partidos plural yeficiente en su capacidad de canalizar deliberati-vamente las preferencias políticas de la ciudada-nía podrá se soporte de una democracia madura.Ello supone la reconfiguración del sistema

político, sustentado sobre los principios de laplena vigencia del Estado social de derecho, en elque se garanticen los principios constitucionalesde la división y autonomía de los poderes públi-cos, de estricta sujeción a la ley, que apunte a laconstrucción de un sistema de la administraciónpública que sea suficientemente autónomo einmune a las variaciones coyunturales y a las pre-siones de índole corporativa o política de corteinmediatista. En la coyuntura actual, se vuelveimperativo fortalecer la función de la representa-ción política mediante el fortalecimiento de laAsamblea Nacional, dotándola de suficiente auto-nomía frente al Poder Ejecutivo, tanto en sus fun-ciones de legislación como de fiscalización. Ellosignifica trabajar en dirección de la vigencia delprincipio de la división y autonomía de las funcio-nes y de los poderes del Estado.La planificación del desarrollo deberá fortale-

cerse en su proyección estratégica, pero su efecti-va vigencia deberá reposar sobre el principio de lacorresponsabilidad entre las funciones Ejecutiva yLegislativa; la administración de Justica, y el con-trol político y constitucional deberán articularsesobre su efectiva autonomía respecto a cualquierinfluencia de los poderes públicos a ser controla-dos y vigilados.Todo ello supone caminar en dirección al esta-

blecimiento de una propuesta consistente de refor-ma constitucional y legal que rediscuta losparadigmas constitucionales vigentes en todo aque-llo que significa su deriva autoritaria y totalitaria.

La CND como actor políticodel cambio democrático

La postura democrática de la CND deberá dotarsede la suficiente inteligencia para afrontar el

24 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

25Fernando Martínez

desafío de la reinstitucionalización del país, comopremisa para lograr los cambios en el modelo eco-nómico y político.La reinstitucionalización del país significa

reconfigurar el sistema político, dotándolo deautonomía para receptar y procesar las demandasy propuestas que emerjan de los actores sociales ypolíticos, sin dejar de configurar su proyecciónestratégica, que es garantizar la vigencia deuna sociedad plural, una economía sólida encrecimiento y con vocación hacia la equidad y laredistribución.La línea totalitaria apunta a desdibujar los per-

files de autonomía de la sociedad, de la economía,de la política, y a fusionarlos bajo una idea decomando único, en la figura del líder carismático ydel partido único. La reinstitucionalización apuntaa reconfigurar estas dimensiones de autonomía,sin que ello signifique diferenciaciones corporati-vas sino articulación de adecuados enlaces y flujosde participación política en cada uno de sus nive-les organizativos.La idea y concepto de la Concertación como

principio de la organización política debe serinterpretada o leída como lógica de las interaccio-nes sociales y políticas que deben permear el sis-tema político reinstitucionalizado. Por ello, laConcertación –más que una orientación estratégi-ca– es una postura táctica permanente de procesa-miento de las diferencias políticas que componentoda organización política, y el sistema políticocomo agregado institucional colectivo.La idea y el concepto de la Concertación deben

ser vistos como un proceso permanente de inter-cambio político racional y razonable entre las par-tes; la unidad nacional será siempre unidad dediferencias que requieran ser procesadas, perotambién mantenidas y fortalecidas a condición deque se acepten las reglas de juego de un procesopolítico democrático que sea asumido colectiva-mente. Las reglas de juego tienen que ser cons-truidas colectivamente; jamás impuestas. Poreso la democracia que promueve la CND debeser deliberativa, no impositiva, plebiscitaria otumultuaria.La idea de la Concertación no debe ser asumi-

da como promotora de una tregua social o instru-

mento de la despolitización generalizada de lasociedad; no persigue el “justo medio” ni se ubicaen la ambigua posición del “centro político”.Concertación supone la potenciación de la

política democrática; es una práctica política paratratar las complejidades de la política y para resol-ver nuevas y mejores condiciones para su trata-miento, en las cuales la sociedad avance enautonomía y libertad de movimiento.La Concertación será eficaz como organización

en cuanto sepa reconocer en cada coyuntura elnivel efectivo de los conflictos y predisponer fren-te a ellos la suficiente fuerza e inteligencia parapoder procesarlos.La Concentración, como organización política,

supone el establecimiento de una adecuada rela-ción entre su dirección y la cognición de los nive-

deberá articularse sobre la base del impulso

al crecimiento de la economía; un

crecimiento sustentable en términos

ecológicos, sostenible en su capacidad de

enfrentar los ciclos económicos y las

turbulencias de una economía global

altamente intensiva en innovación

tecnológica, en flexibilidad y variabilidad de

sus distintos componentes financieros,

tecnológicos y productivos

El modeloeconómico “

26 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

les de conflicto que emergen de la diferenciaciónpropia del desarrollo social y político; sobre ello,se mide su capacidad de propuesta, su fuerzacomo aglutinadora de tendencias, como difusorade programas y generadora de deliberacióndemocrática.Esta orientación de alta política exige ser

mediada por una fuerte intervención del conoci-miento. El incremento de la complejidad social ysus derivaciones en la economía, en la sociedad yen la política demanda el desarrollo de la capaci-dad de propuesta y comprensión teórica sobre losdistintos aspectos de la complejidad social en lacual interviene la organización política. Esta es laúnica posibilidad para impulsar una democraciadeliberativa que aleje a los actores de la preten-sión organizativa de copar y controlar todos losespacios de la vida social.

Frente a las lógicas de control capilar de la par-ticipación social con fines totalitarios de reproduc-ción del poder, la CND emerge como unaorganización de cuadros políticos que apela a lalibertad de conciencia, de expresión y de participa-ción de las masas. Para ello su postura es garantizaruna democracia de procedimientos efectivos quepermita la participación libre de la ciudadanía.La CND se postula como organización que

interactúa permanentemente con otros actorespolíticos y con la ciudadanía; su nivel organizativodeberá acercarse más al de cuadros formados quedefiendan propuestas y las conviertan en ideasmovilizadoras que se traduzcan en poder políticomediante la participación en procesos electoraleslimpios e imparciales. Su intervención será unaacción paralela en el sistema institucional y tam-bién en la vida ciudadana, sin reeditar, a nivel desu organización, ninguna lógica burocrática, disci-plinaria o totalitaria de adscripción o conducciónpolítica.

Nuestros principios

Nuestra organización política asume como princi-pios básicos: la defensa de la dignidad del serhumano, el desarrollo integral de todas sus poten-cialidades y la garantía de sus derechos y liberta-des. Estos son los fines que deben guiar laorganización de la sociedad, la economía y elEstado. Nuestra actuación política se orientará alograrlos.Entendemos la dignidad humana como el res-

peto a los derechos humanos tanto individualescomo colectivos de todas las personas, la igualdadante la ley, la igualdad de derechos, obligacionesy oportunidades. El derecho de ninguna personapuede ser obtenido a costa de los derechos deotra. El logro del bien común puede, en ciertasocasiones, significar la necesidad de posponerintereses individuales. El conjunto de la sociedadtiene la obligación de reparar o indemnizar conjusticia a quienes fueran por ellos perjudicados.Las personas que están en especial desventajarequieren atenciones y leyes que garanticen sureal igualdad.

del país significa reconfigurar el sistema

político, dotándolo de autonomía para

receptar y procesar las demandas y

propuestas que emerjan de los actores

sociales y políticos, sin dejar de configurar

su proyección estratégica, que es garantizar

la vigencia de una sociedad plural, una

economía sólida en crecimiento y

con vocación hacia la equidad y

la redistribución

Lareinstitucionalización“

27Fernando Martínez

Promover la dignidad humana incluye tambiéncuidar de bienes comunes como seguridad, paz,justicia, desarrollo, cultura y naturaleza; reconocerque las libertades individuales y la democraciahan aportado importantes beneficios a la humani-dad; superar toda forma de discriminación, mal-trato, agresión y violencia que perjudique acualquier grupo de la sociedad. De la mismamanera, nuestra organización política:

• Reconoce el valor y la necesidad de la participa-ción y la representatividad, las mismas quedeben partir de la responsabilidad de las perso-nas y en ningún caso puede reemplazar el ade-cuado funcionamiento del sistema político nimenoscabar el imperio de la ley.

• Afirma la soberanía del Estado ecuatoriano,rechaza todo intento de poner a nuestro país alservicio de intereses extranjeros o la intromi-sión de éstos en nuestros asuntos internos.

• Propone la integración plena e inteligente delEcuador a la comunidad internacional, insis-tiendo en la necesidad de generar las capacida-des internas que permitan a todos los actoresde la sociedad vincularse y estar preparadospara afrontar los desafíos de la emergentesociedad del conocimiento y de su responsabi-lidad frente al cambio climático.

Entendemos a la política como una dimensión deservicio a la que estamos llamados a participar, enun espíritu de generosidad y de lucha contra todaforma de abuso, opresión e injusticia. Y para laconstrucción de una sociedad de bienestar integral.Por ello, nuestra actividad política se orientará a:

• La defensa de los valores de la democracia,entendida ésta como la forma de gobierno y deconvivencia social intercultural que, partiendode la igualdad política de todos los ciudadanos,garantiza que éstos participen en la toma dedecisiones y que para ello dispongan de infor-mación adecuada, de espacios de deliberaciónrespetuosos, de libertad para organizarse políti-camente.

• La búsqueda de la concertación, es decir, la deli-beración y la articulación de posiciones diver-

sas en pos de encontrar puntos comunes comoel mecanismo básico para resolver los proble-mas del país.

• La afirmación del pluralismo y el respeto a posi-ciones distintas, indispensables para la convi-vencia democrática.

Nuestra organización política sostiene que la vidaen conjunto debe caracterizarse por la equidad,entendida como:

• La igualdad de oportunidades para el desarrollointegral de las capacidades de todas las perso-nas.

• El acceso equitativo a servicios públicos de cali-dad.

• La atención adecuada a las necesidades de quie-nes tienen desventajas especiales.

• El derecho de las personas de beneficiarse de supropio trabajo.

• La eliminación de toda forma de discriminación.• Los deberes de todos los ciudadanos con res-ponsabilidades frente al patrimonio natural ycultural para las generaciones futuras.

Ello nos conduce a comprender que la actividadeconómica debe orientarse a producir la riquezanecesaria y garantizar una adecuada calidad devida, en armonía con el entorno natural, de todaslas personas. Es decir un desarrollo sustentable.Para ello, objetivo prioritario de la economía debeser la generación constante de fuentes de trabajo,dignas, productivas y bien remuneradas. Por eso:

• Creemos en el valor fundamental que tiene parala sociedad la función empresarial, la mismaque debe ser estimulada y apoyada en el marcodel cumplimiento de las leyes. Afirmamos lanecesidad de respetar a la propiedad privadacon función social.

• Reconocemos al mercado como un sistema efi-ciente para asignar recursos en muchos cam-pos. El mercado es un bien colectivo, que debeser cuidado y regulado por el Estado y la socie-dad, asegurando condiciones adecuadas decompetencia y libertad y evitando prácticasmonopólicas, oligopólicas o abusivas de actorespúblicos o privados.

28 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

• Afirmamos que la sociedad necesita varias fun-ciones y servicios que deben ser garantizadospor el Estado, entre estos, el imperio de la ley,seguridad, salud y educación de calidad paratodos. Las empresas estatales y los serviciospúblicos deben estar al margen del proselitis-mo político y someterse a altos estándares deeficiencia, calidad y transparencia.

• Consideramos al Ecuador un país diverso encuanto a sus formas alternativas de desarrollo;consideramos a la autosustentabilidad, el coo-perativismo y el asociativismo, entre otros,como formas válidas para satisfacer las necesi-dades humanas básicas y para el desarrollo dela solidaridad.

Para el logro de estos fines, sostenemos la necesi-dad de construir un verdadero Estado de derecho.Aquello implica, entre otras cosas, desarrollar enel Ecuador un Estado:

• Regido bajo el imperio de la ley, lo que exige ins-tituciones sólidas, autoridades con firmes crite-rios éticos, leyes justas y de calidad.

• Al servicio de la sociedad, cuya finalidad funda-mental sea lograr el respeto y plena vigencia delos derechos humanos y la promoción de laigualdad de oportunidades para todos.

• Controlado por los ciudadanos, que no caiga enel abuso del poder ni en la arbitrariedad; unEstado sometido a formas de fiscalización,transparentes e independientes.

• Fundado en la independencia de poderes, alter-nancia en la representación y respeto a lasminorías.

• Respetuoso de todas las opciones religiosas y delespacio de la conciencia individual donde laspersonas asumen sus opciones sobre temas éti-cos, políticos y religiosos.

• Pluralista, basado en la diversidad y fundado enla articulación de múltiples visiones y puntos devista.

• Unido, descentralizado, autonómico y solidario,que avance hacia niveles crecientes de autogo-bierno y autosuficiencia regional.

• Capaz de una planificación integral que orienteun desarrollo equilibrado entre campo y ciudad,y que incluya un ordenamiento territorial quegarantice la productividad y responsabilidadsocial y ambiental de todos los actores.

Estos son los principios que nos llevan a organi-zarnos, basándonos en el respeto mutuo, la armo-nía con la naturaleza, la solidaridad, laproductividad y la eficiencia.

En el Ecuador hay un precepto que lo recorre de un extremoa otro, que lo repiten todos y que se ha convertido en unlugar común: “hemos vivido gobiernos de la partidocracia,estamos en contra de todos los partidos”.

Vivimos en una democracia. Más aún, nuestra tarea es la constanteampliación de la democracia. Y esto significa la existencia de partidospolíticos, tal como todas las constituciones lo reconocen en cualquierlugar del mundo.Los partidos políticos expresan la forma de ver el mundo y los inte-

reses de los diferentes sectores de la sociedad, por eso son la constata-ción de que vivimos en una sociedad fundamentalmente diversa.Tenemos la responsabilidad de luchar contra toda forma de opre-

sión y contra el conjunto de inequidades que sufrimos día a día. Lospartidos políticos están allí para encabezar esas luchas contra las for-mas de opresión. El problema radica en que los partidos políticos en el Ecuador se

convirtieron en grupos de presión, en camarillas al servicio directo deintereses reducidos, en la búsqueda del poder por el poder, al serviciodel enriquecimiento. Los partidos le dieron la espalda al país y por esoel país les dio la espalda. El desafío ahora está en construir un nuevo tipo de partido político,

en no escudarse en la idea de que ahora no haremos partidos sinomovimientos, porque estos últimos sólo son el primer paso paradesembocar en lo segundo y porque, de hecho, terminan por funcionarcomo organizaciones políticas. Necesitamos partidos con ideologías claras, al servicio de los intere-

ses populares; con vida democrática interna constante e intensa; conreglas de juego claras; con la plena integración de los sectores popula-res en sus filas, no sólo como afiliados sino como integrantes activosque conduzcan la organización.El siguiente documento recoge, a partir de una reflexión personal,

una serie de aportes que fueron sistematizados en varios debates y aná-lisis realizados por los militantes del Movimiento EncuentroDemocrático (MED), desde sus inicios en 2007 hasta la presente fecha,

De la partidocracia alos nuevos partidos políticos

Movimiento Encuentro Democrático

Juanita Bersosa

Concejala por Cuenca para el

período julio 2009 a mayo 2014 y

Asesora de la Prefectura del

Gobierno Provincial del Azuay en

temas de participación ciudada-

na, rendición de cuentas y gobier-

no electrónico desde junio de

2007. Fue Presidenta del proyecto

para la creación de la Fundación

Universidad del Azuay para el

Desarrollo Empresarial y Social

(FUDES), y Vicepresidenta de la

Federación de Estudiantes de las

Universidades Particulares del

Ecuador (FEUPE) 2000-2001.

Ingeniera en Sistemas y Máster en

Administración de Empresas por

la Universidad del Azuay.

30 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

con diferentes actores sociales y ciudadanía, en ladefinición del marco conceptual político que loregiría. Espero que esta información contribuya aldebate de lo que esperamos las ecuatorianas yecuatorianos de los partidos y movimientos políti-cos, considerando las exigencias de la realidadpolítica del país.

El punto de partida fue el reconocimiento deque una democracia no puede ni debe consolidar-se y funcionar sin la presencia de los partidos ymovimientos políticos en calidad de interlocutoresválidos entre la sociedad civil, Estado y Gobierno.Para ello, la estructura de los nuevos partidos ymovimientos debe responder a la necesidad decontar con espacios políticos democráticos, trans-parentes y capaces de asumir con responsabilidadlos intereses de los diferentes sectores de la ciuda-danía como parte de su obligación y misión insti-tucional. Los partidos y movimientos pretendenser espacios inclusivos de debate y elaboración depropuestas, ello se relaciona con abrir las puertasa todos los sectores sociales, políticos y económi-cos para identificar los puntos de encuentro ideo-lógicos que permitan la elaboración de propuestascolectivas de alto impacto social.La acción política opta entonces por el trabajo

comprometido con todos los sectores, especial-mente con aquellos marginados de los espacios departicipación y decisión, desde los que se elabo-ran y ejecutan los contratos sociales para eldesarrollo del país, región, provincia, cantón,parroquia y barrio o comunidad. Con base en estaopción política, los principios que constituyen elideario del MED se ejecutan tomando en cuenta elinterés superior de la diversidad y su derecho a laparticipación.Esta inclusión amplia garantiza también la

incorporación de los intereses, demandas y nece-sidades de los diversos sectores en un plan degobierno democrático que entiende que lacorrupción, encarnada en las diferentes instanciasde la sociedad y el Estado, ha boicoteado la unidadnacional con la presentación de propuestas regio-nalistas que atentan contra la necesidad de la des-centralización y la desconcentración comomecanismos legítimos para redistribuir el poder yla riqueza; ha minado las bases de la democracia,convirtiendo a su institucionalidad en refugio delos más protervos intereses particulares y degrupo; y ha posibilitado que la crisis económicaafecte cada vez más a los sectores más desprotegi-dos de la sociedad, en franco desmedro de un pro-ceso de desarrollo a favor de las ciudadanas yciudadanos.

ideologías claras, al servicio de los intereses

populares; con vida democrática interna

constante e intensa; con reglas de juego

claras; con la plena integración de los

sectores populares en sus filas, no sólo

como afiliados sino como integrantes

activos que conduzcan la organización

Necesitamospartidos con“

31Juanita Bersosa

Principios políticos

En los debates surgieron casi a la par los princi-pios sobre los cuales deberían sustentarse los nue-vos partidos y movimientos con miras aresponder a las exigencias políticas y ciudadanas:Ampliación de la democracia. Esto parte de

considerar la democracia un sistema de gobiernoeminentemente participativo e inclusivo, cuyofuncionamiento garantiza el ejercicio y goce de losderechos de todas las personas en todos los ámbi-tos de la convivencia y el quehacer humano. Esteprincipio implica considerar la participación comola oportunidad para dinamizar procesos popula-res de inclusión y definir, a partir de sus deman-das, sistemas de gobierno locales y nacionales quefavorezcan el ejercicio y goce de los derechos polí-ticos, económicos, sociales y culturales.La apuesta del MED es promover la democra-

cia en todos los niveles de la sociedad, desde lopúblico hasta lo privado, a través de una serie demecanismos y espacios que permitan la participa-ción directa y el fortalecimiento del tejido social,facilitando que las ciudadanas y ciudadanos deci-dan sobre su desarrollo personal y colectivo conlegitimidad y de manera directa.El MED considera que, para la fase operativa

de este principio, es indispensable crear mecanis-mos de información y comunicación que posibili-ten a la ciudadanía contar con suficienteselementos de juicio para la toma de decisiones.Reivindicación de la política como derecho

humano fundamental. El derecho a la participa-ción política es parte del sistema de derechos fun-damentales de toda la ciudadanía; y en esa media,también forma parte de las responsabilidades ydeberes ciudadanos.Un sistema democrático debe, necesariamente,

contar con espacios políticos organizados queimpulsen y definan interlocutores legítimos cuyamisión sea construir partidos y movimientos queencarnen las diferentes propuestas ideológicasque guíen el desarrollo del país. Visualizar a losmovimientos y partidos políticos como espaciosque construyen propuestas desde diferentes ideo-logías y lógicas políticas es parte del rescate de

una nueva democracia. Entendemos que, sin estasinstituciones, la sociedad política no puede impul-sar el crecimiento y funcionamiento de una socie-dad civil organizada con la cual interactuar para latoma de decisiones y propuestas. En este sentido,la construcción de la sociedad civil se la hacedesde la sociedad política; por ello, el MED nacepara hacer política y ejercer el poder de acuerdocon los postulados y principios de la democraciaparticipativa.

el reconocimiento de que una democracia

no puede ni debe consolidarse y funcionar

sin la presencia de los partidos y

movimientos políticos en calidad de

interlocutores válidos entre la sociedad civil,

Estado y Gobierno

El punto departida fue“

32 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

El MED considera que un poder democrático seconstruye y se ejerce con la participación ampliade todos los sectores para garantizar los derechoshumanos fundamentales, especialmente de aque-llas personas que, histórica y sistemáticamente,han sido marginadas de los espacios de decisión.Todo ello, enarbolando la bandera pro defensa deun quehacer político nuevo que implica, entreotros compromisos, construir y ejercer poder ciu-dadano desde la participación amplia, el respeto ala diversidad y la no violencia.Pluralismo. La inclusión social es una manifesta-

ción operativa del principio político del respeto a ladiversidad y el pluralismo. El MED plantea estruc-turar un espacio pluralista endógeno y exógeno.El pluralismo interno o endógeno se construye

con y desde principios democráticos entre quie-

nes están dentro del movimiento, es decir, con laspersonas que constituyen el movimiento y suinstitucionalidad. Ellos son quienes comparten elideario, y para ello, hay que garantizar canales decomunicación para escuchar, acoger y asumir lasvoces diversas que se levantan desde el interiordel Movimiento. El pluralismo exógeno se construye con y

desde principios democráticos con quienes estánfuera del Movimiento; esta construcción se hacecon las voces externas a la organización, las que loalimentan perfeccionando su institucionalidad ysus objetivos políticos, para esto, se debe promo-cionar la participación de sectores y organizacio-nes sociales, económicas y políticas quecompartan el ideario, o al menos con aquellas conquienes haya uno o varios puntos de encuentro oposibilidad de acuerdos.El límite al pluralismo está dado por los pro-

pios límites del ideario y sus principios, de talforma que el espacio sea lo suficientementeamplio como para acoger la diversidad en esemarco ideológico y evitar el autocentramiento.La construcción y el crecimiento de la organi-

zación se realizarán cuidando los principios ideo-lógicos hacia adentro y hacia fuera, puesto que larealidad social tiene diferentes percepciones yésta siempre es fragmentaria, así como también esla unión de muchos puntos de vista de aquellosque comparten un gran marco. Por lo tanto, es importante rescatar –como eje

central para el quehacer político– los diferentespuntos de vista, experiencias y enfoques dentro delos límites ideológicos que guíen una lógica inclu-siva capaz de convocar a todas las ciudadanas yciudadanos, actores de la construcción de intere-ses comunes al grupo. Equidad e igualdad de oportunidades. El reco-

nocimiento y respeto de las diferencias y diversi-dades en la búsqueda de la justicia social implicacrear las condiciones necesarias para lograr laigualdad de oportunidades de acceso de todas ytodos al pleno empleo, la eliminación del analfabe-tismo, los procesos de una economía solidaria,entre otros objetivos, promoviendo la equidad enel nivel económico, social, de género, generacio-nal, territorial, presupuestario, etc., considerando,

promover la democracia en todos los

niveles de la sociedad, desde lo público

hasta lo privado, a través de una serie

de mecanismos y espacios que

permitan la participación directa y

el fortalecimiento del tejido social

La apuestadel MED es“

33Juanita Bersosa

entre otros, criterios de distribución de la pobla-ción y de la redistribución de la riqueza y el poder.Esto implica lograr la igualdad formal ante la

ley de todos los sectores de la población a partirde reconocer sus diferencias sociales, que surgende sus propias experiencias e intereses. El biensupremo que se protege con este principio es lalibertad en todas sus manifestaciones, lo queincluye la posibilidad real de construir proyectosde vida, personales y colectivos, y la posibilidadcierta de llevarlos a la práctica con dignidad.Emancipación: oposición a toda forma de opre-

sión. El MED plantea la oposición a todo tipo dediscriminación y opresión basadas en las diferen-cias sociales, políticas, culturales, económicas o enrazón de clase, estatus, género, raza, discapaci-dad, generacional, religión u otras.El respeto y defensa de los derechos, el reco-

nocimiento de éstos como inherentes a la condi-ción de todos los seres humanos por el hecho deser personas, y la lucha por su vigencia en la coti-dianidad de toda la ciudadanía forman parte deeste principio que rechaza de manera expresacualquier forma de desconocimiento a la “otra” oal “otro” como iguales.Este postulado amplía su alcance al nivel inter-

nacional, en el cual el país deberá construirse conbases de soberanía y capacidad de autorregulación,de acuerdo con los intereses que rigen los procesosa favor del interés general de la población a partirde sus diferentes necesidades e intereses.Armonía entre los intereses individuales y

colectivos. Buscar el equilibrio en el plan degobierno y la forma de gestión para una adecuadacombinación entre los objetivos e intereses indivi-duales y los colectivos constituye un reto principalque forma parte del ideario del MED.Para ello, se identificarán propuestas y políti-

cas que avalen de forma paralela el ejercicio ygoce de los derechos personales y colectivos. Laspropuestas se diseñarán participativamente desdey con un enfoque integral que permita respetar launiversalidad y la indivisibilidad de los derechosfundamentales y garantice procesos colectivosque den respuestas concertadas para el desarrollode las ciudadanas y ciudadanos, y de los sectoresdiversos de la sociedad.

Modelo de Estado. Es indispensable la existen-cia de un Estado regulador, normador, que no dejeal libre juego del mercado el equilibrio de los inte-reses colectivos e individuales. Un Estado quegarantice, como su interés primero y superior, elbienestar de la ciudadanía como un derechohumano fundamental y que, para su vigencia,garantice además la creación de las condicionessociales y económicas que permitan ejercer ygozar estos derechos en la cotidianidad ciudadana.Es indispensable un Estado que se sustente en

la existencia autónoma de los poderes Ejecutivo,Legislativo y Judicial, autónomos en sus estructu-ras y en equilibrio en cualesquiera de los nivelesterritoriales de incidencia. Ello cruza por crearfuertes estructuras de control que garanticen latransparencia de la utilización de los recursosestatales, sin supeditar su distribución a interesespartidistas o particulares.

a todo tipo de discriminación y opresión

basadas en las diferencias sociales,

políticas, culturales, económicas o

en razón de clase, estatus, género, raza,

discapacidad, generacional, religión

u otras

El MED plantea laoposición“

La estructura del Estado deberá ser capaz de dina-mizar procesos de desconcentración hasta el nivelregional y de descentralización en las escalasregionales, provinciales, cantonales y parroquia-les. Esto supone contar con un Estado construidosobre estructuras simples del régimen dependien-te y del seccional, sin superposición de competen-cias, con funciones integradas entre sí y queconjuntamente mantengan presencia permanenteen todos los espacios del territorio nacional.

Conclusión

La historia nos pone frente al reto de repensar yrevolucionar el quehacer político como un dere-cho humano fundamental, con el fin de ponertodo el talento y la voluntad al servicio de unanueva democracia, una nueva forma de Estado,una nueva economía y una nueva ética política. Eshora de apoyar de forma decidida y franca unapropuesta alternativa al neoliberalismo que apun-te a reactivar la producción, reducir la inflación yfavorecer la inversión en desarrollo humano, arescatar la democracia para los pueblos y a mora-lizar la nación.En este contexto, las tendencias socialistas de

izquierda toman fuerza como ideología política ycomo una alternativa en cuyo marco es posible tra-bajar por una sociedad en la que los intereses indi-

viduales y colectivos confluyan en una visión com-partida de país. Este repensar de la izquierdarequiere un poder diferente, basado en la unidadde fuerzas, de personas y organizaciones sociales ypolíticas que creen en la posibilidad de una trans-formación profunda para beneficiar el interéscomún de los pueblos del Ecuador. Pretende resca-tar la esperanza que nos ha sido arrebatada porparte de grupos y círculos oscuros que no hanpodido estar a la altura de la historia en el país.

Bibliografía

• MED. Reuniones y talleres con militantes.Notas tomadas en reuniones de debate con losmilitantes del MED los días lunes desdenoviembre de 2007 hasta el presente, y tallerescon el Secretariado del MED.

• MED. Modelo de Estado. Documento electróni-co: http://www.encuentrodemocratico.com/index.php?option=com_content&view=arti-cle&id=11&Itemid=20

• MED. Declaración de principios. Documentoelectrónico: http://www.encuentrodemocrati-co.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3&Itemid=19

34 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

Una de las más importantes innovaciones políticas del sigloXX fue la organización y perfeccionamiento de los partidoscomo instrumentos de intervención de la comunidad en losquehaceres del Estado y su ulterior conversión en partidos

de masas. Con ellos se ha desplazado el centro de gravedad político delos individuos a los grupos organizados, que han pasado a ser los suje-tos principales de la acción política de la sociedad. Esto es especialmen-te cierto en los regímenes democráticos modernos, en los cuales casitodo el juego político se resume en las relaciones de confrontación y delucha por el poder entre los partidos. Estos se han convertido en losgrandes protagonistas de la acción política. Han alcanzado un alto gradode organización. Cuentan con departamentos de estudio de la realidadsocial. Son laboratorios de análisis y experimentación de soluciones paralos conflictos de la sociedad. Están llamados a desempeñar el papel decustodios de la estabilidad política y del respeto a las normas democráti-cas que deben regir la convivencia social.De hecho y aun sin proponérselo, los partidos han reducido el peso

específico de los individuos en la vida política. Los centenares de milesde miembros de un partido dependen de las deliberaciones de sus diri-gentes y, si bien pueden hacer valer sus opiniones ante ellos, a través delas asambleas y demás actos partidistas, su participación política no es deprimera línea.Un partido político debe reunir tres elementos fundamentales: ideo-

logía política, plan de gobierno y organización permanente establecida aescala nacional. Estos son elementos esenciales. A diferencia de otrosorganismos sociales, lo que caracteriza a los partidos es su organizaciónestable que los capacita para intervenir en todos los momentos de la vidadel Estado y el conjunto de sus principios doctrinales a los que ajustan suacción política y de los que deriva su plan de gobierno.En los tiempos actuales los partidos han asumido la función de orga-

nizar políticamente a las masas –especialmente en el caso de los llama-dos partidos de masas– y de promover la intervención metodizada deellas en la vida pública del Estado. Con eso, la actividad política, en granmedida, ha dejado de ser función de las personas aisladas y se ha con-

Partidos políticos ydemocracia

Izquierda Democrática

Rodrigo Borja

Presidente Constitucional de la

República del Ecuador, 1988-

1992. En 1968 fundó el partido

Izquierda Democrática. Diputado

en 1962, 1970 y 1979. Autor de

varios libros sobre política y

Miembro de la Academia

Ecuatoriana de la Lengua. Doctor

Honoris Causa por la Sorbona de

París; Universidad de Buenos

Aires; Universidad de San Andrés

de Bolivia; University of North

Carolina en Asheville; Universidad

Nacional de Córdoba;

Universidad Nacional de

Santiago, República Dominicana;

y Universidad Ricardo Palma de

Lima.

36 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

vertido en responsabilidad de los grupos organiza-dos. Asumen ellos, a través de sus órganos dedirección, la adopción de las decisiones más impor-tantes de la vida pública a las que los ciudadanosprestan su acatamiento y con las que se mediatizala acción política de éstos. Los partidos se interpo-nen entre los designios de los ciudadanos y el ejer-cicio del poder. Los individuos sólo indirectamentepueden hacer valer su voluntad, esto es, por mediodel partido al que pertenecen. Y los ciudadanosindependientes, o sea los que no pertenecen a unpartido, están todavía más lejos de la posibilidad deuna intervención política concreta.El primer objetivo táctico de un partido es la

conquista del poder como medio de convertir enactos de gobierno sus postulados y sus planes deacción. Pero no siempre puede alcanzar esteobjetivo y, en tal caso, su misión no termina allípues el partido es también un instrumento devigilancia de la función gubernativa, llamado amantener una permanente actitud crítica sobrelos actos del gobierno. Le corresponde, en estecaso, supervisar el comportamiento de las auto-ridades públicas, vigilar el respeto a las liberta-des ciudadanas y a los derechos humanos,presionar para que la conducta de los gobernan-tes se ciña a lo que se considera la norma justa yproponer planes de acción alternativos. El pro-pósito del partido de oposición no es, por cierto,derribar al que está en el poder ni suplantarlo almargen de la ley, sino criticar la ineficacia, elabuso o la deshonestidad de sus acciones conmiras a lograr las rectificaciones convenientes onecesarias. Para desempeñar su rol, el partidode oposición debe crear mecanismos de análisisde los problemas nacionales en todos los cam-pos, a través de sus departamentos técnicos yespecializados, a fin de plantear soluciones con-cretas y cuantificadas. Esto es especialmenteimportante en la época en que las demandas deldesarrollo –desarrollo económico, desarrollosocial, desarrollo humano– se han superpuesto acualquier otra consideración. Superada ya la erade las lucubraciones abstractas, vivimos la eradel desarrollo. Por lo cual, en una sociedad diná-mica, los partidos deben ser instrumentos deldesarrollo y del cambio social.

Cuando están fuera del poder, a los partidos lesestá confiada una de las más importantes funcionesque existen en el Estado democrático moderno:ejercer la oposición.En el sistema bipartidista –two parties system,

que llaman los ingleses–, esta función reviste granimportancia por la alternación de los grupos políti-cos en el ejercicio del poder. En los Estados Unidosde América, por ejemplo, en donde funciona un sis-tema bipartidista bastante bien definido, la oposi-ción tiende a convertirse en una verdaderainstitución política a la que se le reconocen tareasde importancia. Al partido que ejerce el poder lecorresponde poner en práctica su plan de gobier-no, puesto que cuenta con los medios para hacerlo,mientras que al que está alejado de él, le competedesempeñar las funciones de control sobre elgobierno y ofrecer al electorado un programa sus-titutivo del que actualmente ejecuta el partidogubernametal.En esas circunstancias, el cuerpo electoral

puede, con sus votos en las próximas elecciones,confirmar al que está en el poder o reemplazarlopor el que está en la oposición.También en Inglaterra, donde se disputan la

mayoría parlamentaria el partido Laborista y elConservador, en presencia de los pequeñosPartido Liberal y Partido Verde, la oposición esuna muy importante institución política que fun-ciona de manera permanente y organizada. Frenteal “gobierno de Su Majestad” está la “oposición deSu Majestad”, cuyo leader goza de rango y consi-deraciones oficiales, a más de un sueldo pagadopor el Estado en virtud de la Ministers of theCrown Act de 1937.De este modo, si bien la actividad opositora no

ha sido creada por la ley, ha recibido de ella sureconocimiento y el trato como a una verdaderafunción constitucional. Los puntos de vista sosteni-dos por ella son calificados por el electorado britá-nico, que en las próximas elecciones podrá negarsus votos al gobierno y concedérselos a la oposi-ción y al programa gubernativo que ella ofrece. Sieso ocurre, el partido opositor pasará a desempe-ñar las funciones de mando en el próximo período.Por eso se ha considerado que en Inglaterra la opo-sición es el “gobierno alternativo de S. M.”, es decir,

37Rodrigo Borja

la fuerza política lista a convertirse en poder. Ellarepresenta para el electorado británico la posibili-dad de un programa alternativo de gobierno.En los sistemas multipartidistas, en cambio, la

función de los partidos opositores no aparece tanbien definida como en los sistemas bipartidistas, yaque los límites entre el gobierno y la oposición sedesdibujan por la movilidad de los partidos queoperan fuera del poder. En esos sistemas no se pro-duce una contraposición simétrica entre el partidode gobierno y los de oposición, tal como suele ocu-rrir en el bipartidismo, sino que los diversos parti-dos que están fuera del poder pueden ocupar unavariedad de situaciones que va desde la frontal ybeligerante oposición al gobierno, hasta la meraindependencia de él.No se suscita, en consecuencia, el enfrentamien-

to total de dos grandes soluciones entre las quepuede optar la opinión pública sino la yuxtaposi-ción de diversas propuestas proyectadas desdediferentes ángulos ideológicos, cada una de lascuales puede representar una oposición parcial algobierno. Fenómeno que se ve acentuado por elhecho de que algunos gobiernos se apoyan en laderecha para adoptar unas medidas en el parla-mento y en la izquierda para pasar otros proyectos,con lo que se borran un tanto los linderos entregobierno y oposición.Adicionalmente, la multiplicación de las alianzas

entre los partidos con frecuencia da como resultadouna oposición heterogénea compuesta por partidosque no por la coalición han suprimido los motivos depugna entre sí. Los partidos coligados se reservansiempre el derecho de defender sus propios puntosde vista frente a sus aliados, sin perjuicio de adelan-tar la oposición al gobierno en los puntos coinciden-tes. Dado el hecho de que es más fácil llegar a unacuerdo contra una política que en favor de ella, esincluso posible –y así acontece con frecuencia– quevarios partidos formen parte de la oposición sin quemedie entre ellos acuerdo previo sino como simpleconsecuencia del proceso de polarización de fuerzas.En estas condiciones, la tarea opositora no es centra-lizada ni orgánica. Por la diversidad de los partidosque la asumen y por las rivalidades que ellos mantie-nen entre sí, la oposición suele carecer de unidad ycoherencia en los sistemas multipartidistas.

De lo anterior se desprende que un partido puedeestar en dos posiciones: en el poder o fuera delpoder. Y, en este último caso, en los diferentes gra-dos que van desde la oposición beligerante hasta lamera independencia. El partido en el poder nopuede confundirse con el gobierno aun cuando susmilitantes sean quienes lo ejerzan. El partido es unaentidad distinta del gobierno. El partido no formaparte del aparato gubernativo del Estado ni es unadependencia oficial suya, excepción hecha de lasdictaduras de partido único, en que las estructurasde éste y del gobierno se confunden en todos losniveles. En los demás casos el partido es siempreun intermediario entre el gobierno y los goberna-dos que tiene la misión de recoger, encauzar, darcoherencia y enriquecer las aspiraciones popula-

de oposición no es, por cierto, derribar al

que está en el poder ni suplantarlo al

margen de la ley, sino criticar la ineficacia,

el abuso o la deshonestidad de sus

acciones con miras a lograr las

rectificaciones convenientes

o necesarias

El propósito delpartido“

38 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

res, muchas veces borrosas e incoherentes, yponerlas en evidencia ante el poder.Desde este punto de vista, los partidos son órga-

nos de formación, expresión y movilización de opi-nión pública, interpuestos entre el gobierno y lasociedad. Su cometido es conducir y dar forma alquerer general o, al menos, al querer del segmentosocial al que ellos representan, que solamente poreste medio puede llegar a las altas esferas guberna-tivas. El individuo aislado difícilmente puede tenerexistencia política efectiva o ejercer influencia en laformación de la voluntad del Estado. Sólo la reu-nión de individuos dentro de un partido o de otraorganización social puede hacer factible que la vozde los ciudadanos sea escuchada en las esferas delpoder.Todavía no se ha inventado un sistema de repre-

sentación popular mejor que el que, con todas susdeficiencias, ejercen los partidos políticos. Lasdemás organizaciones que intervienen en la vida

pública –sindicatos obreros, corporaciones empre-sariales, grupos de presión, entidades campesinas,organizaciones no gubernamentales (ONG), nue-vos movimientos sociales, etc.– representan intere-ses parciales y sectorizados dentro de la sociedad ycarecen de la visión universal de los problemas deun país que tienen o deben tener los partidos.Por eso, se considera que éstos son factores

esenciales de la democracia. Canalizan la opiniónpública y la hacen valer ante el gobierno. Losmodernos Estados democráticos son, por ello,“Estados de partidos”, como los denomina HansKelsen.En el desarrollo histórico de los partidos se pue-

den distinguir dos etapas: la del siglo XIX y la de lossiglos posteriores. En la primera etapa se desarro-llaron los llamados “partidos de cuadros” y, en lasegunda, los “partidos de masas”. Esta distinciónobedece a las diferencias de estructura de ellos. Losdel siglo XIX no trataron de enmarcar grandesmasas sino de agrupar personalidades. Su activi-dad estuvo principalmente dirigida hacia las elec-ciones y las combinaciones parlamentarias, en elmarco de una democracia muy restringida en quela participación popular estaba mediatizada, el votoera un privilegio de las élites sociales y el escenarioprincipal –tal vez único– de los manejos políticosera el parlamento. Eran partidos formados alrede-dor de un jefe, quien los sostenía económicamente.Carecían de un aparato administrativo permanen-te, no tenían algo parecido a un sistema de cotiza-ciones populares. Los candidatos del partidoasumían por sí mismos los gastos electorales.A principios del siglo XX, cuando se abrió la

posibilidad de la participación activa de las masasen la vida política de los Estados, se inició unatransformación en la estructura y organización delos partidos. Dejaron de ser reductos de pequeñosgrupos para convertirse en organizaciones multitu-dinarias. La estructuración basada en el puro influ-jo personal de sus dirigentes pasó a ser impersonaly regida por normas objetivas y generales. La cre-ciente complejidad de sus funciones hizo necesariala creación de una burocracia encargada de laorganización y administración del partido, de laatención de sus asuntos ordinarios y del cumpli-miento y ejecución de las órdenes emanadas de sus

difícilmente puede tener existencia política

efectiva o ejercer influencia en la

formación de la voluntad del Estado.

Sólo la reunión de individuos dentro

de un partido o de otra organización

social puede hacer factible que la voz

de los ciudadanos sea escuchada

en las esferas del poder

El individuoaislado“

39Rodrigo Borja

autoridades. Esta burocracia tiene parecidas cara-terísticas a las de la burocracia estatal: jerarquías,delimitación de competencias, separación de fun-ciones, normas y reglamentos, sueldos, entre otras.El sostenimiento económico del partido ya no fueresponsabilidad exclusiva de su jefe ni de sus can-didatos sino de todos sus miembros mediante unriguroso sistema de aportaciones populares.Cuenta así el partido con un aparato de recaudacio-nes, un presupuesto debidamente establecido yuna tesorería que maneja sus recursos y que estáobligada a rendir cuenta de su gestión ante lasautoridades superiores. En lugar de las rivalidadespersonales, que fueron tan características de losviejos partidos, en los nuevos se presentan lasluchas de tendencias. El programa de acción delpartido ya no se circunscribe a los asuntos pura-mente políticos sino que se extiende hacia los cam-pos económicos y sociales. Estos son los “partidosde masas” destinados a canalizar la participación delas multitudes en la vida política de los Estados.Los “partidos de cuadros” y los “partidos de

masas” son formas de organización política quecorresponden a dos momentos históricos diferen-tes. Los primeros se insertan en la etapa del sufra-gio restringido y en las peculiares característicaspolíticas y sociológicas del siglo XIX. Los segundosson el producto de la masificación de las socieda-des, la universalización del sufragio y el adveni-miento de las multitudes a la acción política.La sustitución del sufragio restringido –con el

voto calificado, el voto censual, la exclusión de lasmujeres– por el sufragio universal –expresado en lafórmula un hombre un voto– demandó de los parti-dos un cambio sustancial de estructura, organiza-ción y metas, que los pudiese capacitar paraencuadrar y conducir a las grandes masas electora-les, convertidas ya por derecho propio en titularesde la prerrogativa de elegir. Los “partidos de cua-dros” resultaron insuficientes para regimentarlas.Su estructura, apta sin duda para los regímeneselectorales censuales y para los manejos políticosde “circuito cerrado”, no lo fue para el nuevo esta-do de cosas que demandó una organización parti-dista más amplia y más profunda.Hacia 1914, en vísperas de la Primera Guerra

Mundial, se formaron algunos partidos de masas en

Europa, todos o casi todos de tendencia socialista.El más importante de ellos fue el Partido So-cialdemócrata alemán, que a la sazón contaba conmás de un millón de miembros y con un presupuestoanual superior a los dos millones de marcos. Tuvomucha influencia en la formación de este tipo de par-tidos la idea marxista del partido-clase, es decir, delpartido que es expresión política de una clase social.La regimentación por el partido de una clase social–en este caso, el proletariado–, de la que debíanextraerse sus propios dirigentes y candidatos, fue ysigue siendo uno de los objetivos tácticos de los par-tidos socialistas. Pero presentar candidatos obrerospara los diferentes cargos electivos del Estado signi-ficó la prescindencia del financiamiento capitalista ydemandó otro tipo de financiamiento para sus cam-pañas: el financiamiento colectivo, con base en cotiza-ciones mensuales de todos los miembros del partido,con lo cual se creó un método de aportación popular–el financiamiento democrático– que sustituyó alfinanciamiento capitalista de los partidos de cuadros,fundado en los aportes de los grandes industriales,banqueros, comerciantes y terratenientes. La cotiza-ción popular, que es una de las notas característicasde los partidos de masas, liberó a éstos de la depen-dencia en que los viejos partidos estaban colocadoscon relación a la gran empresa capitalista, cuyos inte-reses se obligaban a defender a cambio de las contri-buciones monetarias que recibían de ella.La estructura de los partidos socialistas demo-

cráticos y de los comunistas es distinta. Los parti-dos socialistas, en la medida en que pretenden latoma del poder por el método electoral, son parti-dos de masas que buscan regimentar grandes mul-titudes y ampliar cada vez más su base social, ypara ello abren sus puertas a todos los trabajadoresintelectuales y manuales que, laborando por cuen-ta propia o sometidos a relación de dependencia,comparten sus anhelos de libertad, justicia social ysolidaridad. En cambio, los partidos comunistas,que han escogido otra vía para la conquista delpoder, son vanguardias revolucionarias y, por tanto,partidos de élite. La masa no entra en ellos y poreso su estructura es autoritaria y excluye el ejerciciode la democracia interna.Lenin concibió a los partidos comunistas como

partidos de cuadros dirigidos por revolucionarios

40 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

profesionales, reciamente organizados, con disci-plina vertical, capaces de tomar el poder por unaacción de fuerza, aunque su proyecto partidista nofue compartido por muchos de sus compañerosque, como Pavel Borisovic Akselrod y Julij OsipovicMartov, confiaban más en la organización de lasmasas para alcanzar tal objetivo. Éste fue precisamente uno de los gérmenes de

la división entre bolcheviques y mencheviques en elseno del Partido Obrero Socialdemócrata ruso, quefue el antecesor del partido comunista. Los men-cheviques creían posible y conveniente la vía demo-crática para la conquista del poder. En cambio, losbolcheviques, cuyos análisis y debates ideológicos ypolíticos en su mayor parte se efectuaban en el exi-lio puesto que en Rusia estaban al margen de la ley,sostenían intransigentemente la necesidad de unpartido verticalmente organizado, bajo un mandofuerte y unitario, que pudiera ser la vanguardiarevolucionaria de las masas ausentes.Los partidos de estructura moderna no descan-

san sobre “juntas”, “secciones” o “centros”, comolos de viejo cuño, sino sobre una organización celu-lar con hondas raíces en la masa social y especial-mente en los sectores laborales.Tal organización busca la formación de peque-

ños y disciplinados núcleos de militantes en ellugar de su trabajo. Se forman así células de fábri-ca, de taller, de oficina, de tienda, etc., que reúnena todos los miembros del partido que tienen elmismo lugar de trabajo. Existen también –y éste fueel gran éxito del partido que fundamos durante ladécada de 1970: la Izquierda Democrática– célulasestablecidas con sentido vecinal: células de aldea,de sector, de barrio, de calle, que tienen la ventajade que organizan a las personas en el lugar dondeviven, donde van a dormir todos los días, de modoque allí se encuentran igual los trabajadores que losdesempleados. En cualquier caso, la célula tiene unnúmero reducido de miembros, que usualmente vade diez a veinte, lo cual le da una gran movilidad yle permite además ejercer un eficiente controlsobre sus integrantes.El sistema de células fue un invento comunista

que superó en ese momento a la antigua forma deorganización partidista y que dotó a los partidosmarxistas de notable versatilidad y eficacia. Para

contrarrestar la acción de ellos, otros partidosadoptaron también el sistema, y a veces con mayoréxito que sus propios inventores. De modo que elmétodo celular es hoy común prácticamente atodos los partidos de masas de estructura moderna.El sistema celular permite una acción rápida,

precisa y disciplinada, y por eso es un instrumentoeficaz para la movilización de masas, la propaganda,la agitación, la promoción electoral y eventualmen-te la lucha clandestina. Por su capacidad de penetra-ción en las profundidades sociales, la célula asegurauna organización partidista apretada y coherente.Funciona mucho mejor que lo que pueden hacer elcomité y la sección de los viejos partidos.Contrario a lo que generalmente se

piensa, los partidos comunistas fueron partidos decuadros porque no se propusieron forjar organiza-ciones de masas sino de élites. Lo cual fue en reali-dad un anacronismo. Pero así ocurrió. No puedeser más explícita la definición que hizo elKomintern –la Internacional Comunista– en 1920: elpartido comunista es “una parte de la clase trabaja-dora, la más avanzada, con mayor conciencia declase y, por tanto, la más revolucionaria. Por unproceso de selección natural, el partido comunistaestá formado por los trabajadores mejores, conmayor conciencia de clase, más dedicados y de másamplia visión”.Conceptos tales como “los mejores”, “los más

avanzados”, “proceso de selección natural”, “van-guardia” y otros de este estilo nos llevan irremedia-blemente a pensar en una élite o en una aristocraciapolítica, que de alguna manera hace de los partidoscomunistas una suerte de partidos de cuadros.El politólogo italiano Giovanni Sartori, en su

libro Elementos de teoría política (2005), proponeotra tipología: “partidos de notables”, “partidos deopinión” y “partidos de masas”. Dice que los dosprimeros son “partidos de orientación electoral” ylos últimos, “partidos capaces de movilización per-manente”, esto es, aunque no haya convocación aelecciones.Hay analistas –el alemán Otto Kirchheimer, pro-

fesor de la Universidad de Columbia, entre ellos–que agregan a los partidos de cuadros –partidos dela primera generación– y a los partidos de masas–partidos de la segunda generación– los denomina-

41Rodrigo Borja

dos “partidos electorales” o “partidos de electores”–partidos de la tercera generación–, que son unasuerte de degradación electoralista moderna de lospartidos de masas. Son partidos que privilegian lacaptación de electores sobre la organización mili-tante de las masas. Kirchheimer los llama partidoscatch-all porque tratan de atrapar todo lo que pue-den, indiscriminadamente, y capturar el mayornúmero posible de electores al margen de los plan-teamientos ideológicos. Buscan la adhesión de losvotantes en los procesos eleccionarios antes que laregimentación de las multitudes. Son partidos elec-toralistas, de actividad estacional, que se ponen enmovimiento cuando se convocan elecciones. Este essu objetivo primordial. Abandonan la organizacióninterna, el cultivo de la ideología, las tareas de for-mación de sus militantes, la presencia en las callespara defender sus tesis o censurar los actos guber-nativos. Su disciplina es muy relajada. Ampliar suapoyo electoral es su razón de ser. Son, en realidad,grandes maquinarias electorales que ponen espe-cial interés en el “marketing político”. La propagan-da mediática es su obsesión. Lo cual les conduce ahacer de la política un espectáculo. La ideologíaqueda en segundo lugar: lo primario es sumar votosde cualquier vertiente y por cualquier medio.Ideológicamente lights, están ausentes del debatedoctrinal. “Invernan” en el intervalo entre una elec-ción y otra. Son muy dependientes de los sondeos yencuestas electorales, a los que ajustan su conducta.Tienen interés en las personas sólo en la medida enque son electores. No tienen discursos ideológicossino propuestas oportunistas. Hacen buen uso deInternet y de los medios modernos de comunica-ción de masas. Utilizan todos los recursos que lesofrece la ciberpolítica contemporánea.En la década de 1970 del siglo XX aparecieron

los primeros partidos verdes, cuyas principales ban-deras de lucha fueron la cuestión ecológica, el paci-fismo y el anticonsumismo. El primero de ellos fueel United Tasmania Group, fundado en Australia enabril de 1972, seguido del Mouvement Populairepour l’Environnement en el cantón suizo de Vaud,en diciembre del mismo año, que surgió al calor dela lucha contra el proyecto de construir una autopis-ta al borde del lago Neuchâtel. En enero del añosiguiente apareció en Inglaterra otro partido verde:

el People’s Party, que más tarde cambió su nombrepor el de Ecology Party y luego Green Party.Estos partidos inspiraron la formación de

muchas organizaciones políticas de este tipo enEuropa y otros continentes. En las elecciones presi-denciales de Francia en 1974 se presentó por pri-mera vez una candidatura ecologista: la de RenéDumont, que obtuvo varios centenares de miles devotos, y cinco años después el Grüne Partei Zurichalcanzó un diputado nacional y varios diputados alParlamento regional de Bremen, en Alemania.Cosa parecida ocurrió en Bélgica, Holanda,Austria, Italia y otros Estados europeos, donde losverdes alcanzaron votaciones de entre el 2,5% y el16%. Los partidos ecologistas obtuvieron en 1989veintiocho escaños en el Parlamento Europeo. Eseaño en Inglaterra el Green Party reunió el 15% de

sistema democrático. No hay democracia

sin partidos políticos y éstos

sólo pueden darse en el seno

de regímenes democráticos

Los partidos sonlos pilares del“

42 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

los votos. Así se consolidaron los grupos ecologis-tas europeos para defender los nuevos valores vin-culados con la protección del medio ambiente.En la lucha ecologista fue emblemática la forma-

ción del Die Grünen alemán, fundado el 13 de enerode 1980 en Karlsruhe, que sintetizó la ideologíaverde y creó un modelo de organización de estetipo de partidos. En sus filas se agruparon ecólo-gos, activistas del pacifismo y del feminismo,socialdemócratas desencantados, hombres y muje-res de la nueva izquierda, cristianos progresistas dediferentes iglesias. Su acreditación electoral dediputados al Bundestag, en marzo de 1983, marcóuna línea política a seguir por los verdes europeos.La ideología del Die Grünen se fue formando traba-josamente a golpes de yunque entre los radicales ylos moderados. Sus postulaciones básicas fueron elambientalismo, el pacifismo, el antimilitarismo, elrepudio a las armas nucleares, la oposición a lasestrategias militares de la OTAN, la defensa de losderechos humanos, la condena de las restriccionesmigratorias, la defensa del aborto, la protección delos derechos de los gays y lesbianas, y la crítica aciertos elementos de la sociedad industrial.Los verdes, en los países social, industrial y eco-

nómicamente más adelantados de Europa–Alemania, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Irlanda,Noruega, Suecia, Finlandia–, que es donde ellos sehan establecido con mayores anclajes, juegan elpapel cuestionador y crítico que otrora jugaron lospartidos comunistas y los propios partidos social-demócratas. Son la nueva izquierda europea, queejerce una oposición ilustrada, progresista ymoderna al “establishment”, defiende el medioambiente, promueve la paz, el desarme, los dere-chos de las minorías y combate el autoritarismo, ladesigualdad social, la pobreza, el armamentismo yla sociedad de consumo.En algunos Estados latinoamericanos

–Colombia, Brasil, México, Argentina, Chile,Uruguay, Honduras y otros– se han formadopequeños movimientos y partidos verdes.Solamente el de Colombia, el Partido Verde, alcan-zó una cierta influencia. Fue fundado en el año 2009por una serie de políticos reciclados de diversa pro-cedencia. Reivindicaba una “posición de centro en

el espectro político” y en su programa de gobiernoplanteaba un “medio ambiente saludable y sosteni-ble, conservación de la biodiversidad, energíasalternativas y consumo responsable”. Su líder visi-ble era el filósofo y matemático Antanas Mockus,ciudadano colombiano de ascendencia lituana, exAlcalde de Bogotá y candidato a la Presidencia deColombia en 2010, que obtuvo el 27% de los votos.Los partidos son los pilares del sistema democrá-

tico. No hay democracia sin partidos políticos y éstossólo pueden darse en el seno de regímenes democrá-ticos. Intermediarios entre el gobierno y la sociedad,están llamados a recoger, enriquecer y procesar lasaspiraciones de la comunidad a fin de que ellascobren un peso específico en las decisiones guberna-tivas. En este sentido, los partidos son elementosauxiliares del gobierno aunque estén en la oposición.Lamentablemente, por diversas circunstancias,

en los últimos tiempos una ola de crisis y despres-tigio ha envuelto a los partidos en todas partes delmundo. En unos lugares ha sido la corrupción desus dirigentes, en otros su caudillismo o su perso-nalismo, en otros el clientelismo de su acción, o suincipiente institucionalización. Lo cierto es queellos soportan una crisis de prestigio y credibilidadque afecta la estabilidad política de los Estados yconspira contra su gobernabilidad.Hay la percepción de que los partidos antepo-

nen sus intereses de grupo a las convenienciasnacionales o de que sus rivalidades, artificialmenteestimuladas en su afán de ganar votos, dejan caeren el olvido las metas comunes.Con demasiada frecuencia se han visto envuel-

tos en escándalos relacionados con el financia-miento poco limpio de las campañas electorales yde las acciones partidistas; han incurrido en elabuso del marketing político para engatusar a lagente, y en la millonaria contratación de consulto-res, generalmente extranjeros, que no tienen com-promiso alguno con la causa nacional y que hancontribuido, con el efectismo de la publicidad y elmercadeo electoral, a elegir gobernantes incompe-tentes y deshonestos; han descuidado la promo-ción de la ideología y la capacitación política de susdirigentes y militantes.

Ubicar los fines, contenidos y métodos de los partidos políti-cos es importante en el contexto del nuevo ordenamientojurídico del país, nacido de la Constitución de Montecristi,para enfrentar las expresiones grotescas de la partidocra-

cia (léase partidos que dirigieron la administración gubernamental a lasombra del neoliberalismo), que reencarnan en las prácticas de losdenominados “nuevos movimientos”. También porque es una obliga-ción exhibir y practicar principios ideológicos y políticos claros, conprogramas de gobierno que sean la base de la afiliación de quienes seconstituyen en la militancia de las organizaciones políticas, buscandosiempre su incorporación consciente y al servicio de las mayorías.

¿Qué es un partido?

El materialismo histórico que nos permite descubrir la existencia de lasclases y su lucha, al margen de la voluntad de las personas, sostieneque “la base de la división de la sociedad en clases ha de buscarse en ellugar que unos y otros grupos ocupan en el sistema de producciónsocial y en la relación en que se encuentran respecto de los medios deproducción”. Cada clase social tiene sus concepciones y expresiones concretas de

acuerdo con el sitio que ocupa en el actual sistema económico y socialen que vivimos; cada clase plantea sus fundamentos filosóficos, econó-micos, políticos, y sobre esa base elabora sus tácticas para la conquis-ta de sus objetivos estratégicos.La institucionalidad jurídica, social y política actual en el Ecuador es

el capitalismo, sistema que es sostenido y defendido por un pequeñogrupo de la sociedad que ha concentrado en sus manos la propiedad,la producción y la riqueza social, por haberse adueñado antes de losmedios de producción, y para lo cual, se apoyan en diversos instrumen-tos, uno de ellos son los partidos y movimientos que defienden susmezquinos intereses. Por tal razón existen partidos y movimientos querepresentan los intereses de las clases dominantes, esto es, de la bur-guesía.

Organizaciones políticas:funcionamiento y perspectivas

Movimiento Popular Democrático

Luis Villacís

Director nacional del partido

Movimiento Popular Democrático

(MPD). Diputado por Pichincha,

2003-2007 y candidato a la

Presidencia de la República en

2002. Vocero del Frente Patriótico

en 1997, 1998 y 2000, Presidente

del Frente Popular en los períodos

1990-1992 y 2000-2002, y

Diputado nacional alterno durante

el período 1992-1996. Ha sido

Asesor de la Unión Nacional de

Educadores (UNE); de la Unión

General de Trabajadores del

Ecuador (UGTE); de la Central

Unitaria de Comerciantes

Minoristas y Trabajadores de Los

Ríos, y de la Unión de

Campesinos del Ecuador.

44 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

Pero asimismo es necesario dejar sentado que,por otro lado, existen partidos y movimientos querepresentan los intereses filosóficos, económicosy políticos de los trabajadores, de los campesinos,de otros sectores que socialmente se los puedeubicar dentro de la pequeña burguesía, que sonigualmente afectados por la dominación de la bur-guesía y que aspiran lograr cambios sociales.

¿Quiénes dirigen o conducen a lospartidos políticos?

Para responder esta interrogante, debemos partirpor ubicar quiénes dirigen y desarrollan la políti-ca, para determinar en beneficio de quién lohacen, cómo desarrollan su actividad, en elGobierno central, en los gobiernos seccionales, enel Parlamento (ahora, Asamblea Nacional), en lasjuntas parroquiales, en los ministerios, entreotros. Por sus actuaciones, debemos juzgar si en rea-

lidad defienden la democracia auténtica, si en ver-dad pugnan por lograr trabajo para losdesempleados, si buscan alcanzar salud, educa-ción y bienestar para las masas populares.Las palabras y los hechos deben tener una ínti-

ma relación. El programa exhibido debe llevarse ala práctica, sobre todo si un partido o movimientose encuentra en el ejercicio del Gobierno.

En nuestro país ha sido común, incluso ahora,que diversos partidos y movimientos lleguen a losgobiernos central y seccionales con el ofrecimien-to de resolver los problemas de las masas, de lospobres y desposeídos; pero, una vez que hanlogrado su confianza y su voto, ya en la adminis-tración, precisamente se olvidan de ellos y seponen al servicio de los mismos explotadores yverdugos de los trabajadores y los pueblos delEcuador.Por eso, sostenemos que quienes en realidad

pueden ser consecuentes con los intereses de lospueblos son organizaciones políticas y personasnacidas del mismo pueblo, convencidas de lanecesidad de ponerse plenamente al servicio delos trabajadores, de los pobres, de “los de abajo”que han sido secularmente traicionados y olvida-dos. Esta aspiración sigue vigente, tanto más hoy

que se ve que el proyecto progresista democráticopor el que se pronunciaron las masas en los últi-mos procesos electorales, está siendo traicionadoy torcido en beneficio de los causantes, responsa-bles y beneficiarios de la crisis, y sostenedores delinjusto sistema en que vivimos.Para saber, entonces, al servicio de quiénes

están los partidos y movimientos así como quié-nes los dirigen, debemos partir, principalmente,de identificar los hechos.

¿Los partidos están por encima de lasclases sociales?

Se ha escuchado a algunos personajes políticos,intelectuales y de la administración pública gene-rar una corriente de opinión, hacer un llamado atodos y todas a conformar o integrarse a partidoso movimientos políticos que dicen no ubicarse enninguna tendencia política ni tener ideología. Estoes falso, toda organización política, sea partido omovimiento, se inscribe –así lo nieguen– en uncampo filosófico e ideológico. Toda forma de pen-samiento, más allá de la voluntad o deseos de laspersonas, se ubica, en general, en el campo delpensamiento ideológico político de derecha, o enel campo de la izquierda. Es verdad que dentro deestos campos hay diversos matices, eso es otracosa, pero lo esencial es que nadie escapa a estarealidad, menos aún los partidos y movimientos.Por tanto no hay partido o movimiento que puedaestar al margen o por encima de las clases y sulucha; tampoco se constituyen para ser árbitros delos conflictos clasistas, éstos surgen para ponerseal frente de una u otra clase.Actualmente hay una intensa campaña publici-

taria de carácter oficial que pretende hacernoscreer que todas las personas somos iguales en loshechos, que somos favorecidos por la gestióngubernamental. Se dice con desparpajo que todossomos dueños de la patria, cuando es evidente queson los pequeños grupos de poder los que la con-trolan y se benefician de ella, en tanto los trabaja-dores y los pueblos estamos en lo básico, ausentesde ser cobijados por la bandera del bienestar.

De hecho, es menester decir que todos losecuatorianos y ecuatorianas no tenemos las mis-

45Luis Villacís

mas vivencias, necesidades y angustias; se nostrata de convencer de que somos todos ciudada-nos y ciudadanas de la misma condición social. LaConstitución, el Código Civil, entre otros, mani-fiestan que los ecuatorianos somos iguales ante laley, palabras bonitas que quedan en el papel, puesen la práctica, en la vida, somos socialmente dife-rentes, unos estamos sometidos a otros (unpequeño grupo de familias explotadoras) siendoque nosotros somos los constructores de la rique-za social, por lo tanto, tenemos intereses contra-puestos. No por el hecho de que algunos usemosguayabera significa que seamos los mismos quedirigen económica y políticamente al país; losniños de los barrios pobres de una escuela fiscalson muy diferentes a los de las escuelas particula-res dotadas de todas las condiciones necesariaspara el impulso del proceso educativo.En nuestro país hay burgueses y trabajadores,

lo que es lo mismo decir que hay elementos ricos,de sectores medios, así como pobres que general-mente se constituyen por los trabajadores, campe-sinos, moradores de los barrios pobres yolvidados, denominados marginales. Tenemosdiferentes necesidades y aspiraciones.

Son esas realidades las que nos ubican en dis-tintos lados, por lo tanto, la organización partidistaagrupa o afilia con distintos fines y objetivos. Así,los sectores oligárquicos expresados en distintospartidos de derecha tienen propuestas para subeneficio, con lo que buscan acumular más rique-zas; conciben su sentido de bienestar desde suóptica e intereses, dicen que el bienestar de ellos esal mismo tiempo de todos. De igual forma, los tra-bajadores y pueblos expresados en organizacionespolíticas de izquierda levantan sus planteamientosy acciones buscando mejorar las condiciones detrabajo y de vida para los pobres, por eso luchanpor el cambio social verdadero. En este sentido, sepuede ver que los objetivos y propósitos de unos yde otros son totalmente diferentes.

Respondiendo entonces a la interrogante, sos-tenemos que no puede haber un partido quedefienda en conjunto los intereses de todas las cla-ses sociales; estos defienden intereses de unaclase en contra de los intereses de otras. Tampocose puede creer que los partidos pueden estar por

encima de las clases y sus conflictos, al contrario,son instrumentos de una clase que defiende elpoder o de los que pugnan por conquistarlo.

Las ideologías y losprincipios doctrinarios

En los hechos se dice que “como se piensa seactúa”. Todo partido, a más de contar con unaconcepción filosófica, una propuesta política yprogramática, establece sus métodos de trabajo yacción que responden a su propia forma de pen-sar, y ahora deben estar inscritos y sujetos a lasdisposiciones del nuevo Código de la Democracia,la Ley de Partidos y las normas que para este efec-to determine el Consejo Nacional Electoral.Siempre debe tenerse presente que el partido

es una herramienta desde donde se hace política y

que pueda estar al margen o por encima de

las clases y su lucha; tampoco se

constituyen para ser árbitros de los

conflictos clasistas, éstos surgen para

ponerse al frente de una u otra clase

No hay partidoo movimiento“

46 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

no sólo para las elecciones. Ciertamente se debeparticipar, pero también ese partido hace activi-dad con sus referentes, desde sus representacio-nes ganadas a escala local y nacional, de manerapermanente, sin perder sus perspectivas y linea-mientos generales, los que no deben ser aplicadoscon la imposición, sino debatidos desde sus baseshasta la dirección u organismos facultados legal-mente para ejecutarla, cosa que no ocurre gene-ralmente con las organizaciones identificadas conla derecha. Muchos movimientos, como ha sucedido hasta

ahora, surgen para participar en A o B procesoelectoral, y han sido debut y despedida puesdesaparecen por no tener estructura o por nohaber alcanzado la votación necesaria para conti-nuar registrados. En otros casos, algunos partidospolíticos huérfanos del respaldo popular han des-

aparecido, y de ahí han salido algunos elementos acrear otros movimientos o a integrarse a viejos par-tidos o a los denominados “nuevos” movimientos.Algunos movimientos se reinscribirán recogien-

do firmas, pero prefieren no discutir sus diferenciasideológicas internas para mantenerse en vigencia;aunque sí pocos movimientos que por su trayectoriade décadas han logrado una identidad propia en sulucha y acción, como el caso de Pachakutik. Pero en general existe en común el hecho de

que, en diversos movimientos independientes laspersonas pueden entrar sin ver a qué clase socialpertenece, es decir que “me puedo unir en elmismo movimiento con representantes de miclase social antagónica porque estamos en contrade algo o de tal o cual persona, y entonces noimporta el que piensa diferente a mí (por elmomento), pues ahora esa persona o personas sonmis amigos”, pero esto será sólo hasta la vuelta dela esquina dado que la experiencia demuestra que,por el hecho de existir diversas ideologías en unmovimiento, siempre se tendrá la condena detener problemas internos hasta llevarlos a desapa-recer y otros donde se produzcan desmembra-mientos internos y divisiones más fáciles y rápidasque cruzar caminado de una calle a otra, por elhecho de parecer una Torre de Babel y porque,gracias al mal llamado consenso entre pobres yricos, quedan dispersos y sin posibilidades deavanzar. Estas son las consecuencias de sostenerque somos iguales, como que si el pobre pudieravivir y ser dueño en una mansión y el rico vivieracon menos de cincuenta centavos diarios.

Incluso personas que han militado en partidosparticipan como independientes para decir a lagente que están por encima del bien y del mal,señalando que ya no tienen ideología. No, de nin-guna manera. Las ideas son como nuestra piel,están impregnadas en nuestro accionar diario yforma de actuar.En cambio el debate de las ideas doctrinarias

permite la conformación de los partidos, pues ésteunifica en la acción a todos y todas, dado que si yoacepto ser parte de un partido político, estoy nopor las personas ni por la coyuntura, sino por unprincipio, un programa de gobierno que defiendo,el mismo que se acopla al momento político que

que el partido es una herramienta desde

donde se hace política y no sólo para

las elecciones. Ciertamente se debe

participar, pero también ese partido hace

actividad con sus referentes, desde sus

representaciones ganadas a escala local y

nacional, de manera permanente

Siempre debetenerse presente“

47Luis Villacís

vivimos en el Ecuador, para poder difundirlo amillones de habitantes.Es el pueblo quien decide realmente si esa

organización política debe seguir viva o no pormedio de las elecciones generales y por el accio-nar diario, pues la organización política no sólodebe existir para procesos electorales, sino tam-bién para el convivir diario nacional, elaborandopropuestas para el país. Entonces es obligación enlos partidos capacitarse, formar a sus dirigentes yser coherentes sobre lo que dicen y hacen; lospueblos son los mejores jueces de la accióndesarrollada, se unen de en razón del accionarpermanente de la organización política.Lo anterior se expresa de acuerdo con las expe-

riencias que hemos desarrollado en elMovimiento Popular Democrático (MPD) el cual,al momento de la publicación de este documento,se inscribirá en el Consejo Nacional Electoral,cumpliendo así la duodécima disposición transito-ria de la Constitución la que dicta: “En el plazo decuarenta y cinco días desde la entrada en vigenciade esta Constitución, los partidos y movimientospolíticos deberán reinscribirse en el ConsejoNacional Electoral y podrán conservar sus nom-bres, símbolos y número”; otras organizacionesestán en el mismo trámite.

A manera de relatar esta experiencia:afiliación y reafiliación

Llevamos pocos meses de realizar esta tarea y seha cumplido de sobresaliente manera: es impor-tante destacar el papel que han jugado la mayoríade nuestros tribunos populares asambleístas,alcaldes, prefectos, concejales, vocales de juntasparroquiales, en la rendición de cuentas, en laAsamblea, en las aulas universitarias, en el campo,en el barrio, en la comuna, visitando casa a casa,con el vecino o la vecina, con la juventud. Pese atoda la ofensiva en contra, el pueblo aceptó nues-tro programa en intensos debates; no se afilió a lagente con base en mentiras y demagogias, se lohizo con la sinceridad de decir lo que somos y lesexplicamos hacia dónde vamos. Más de 200 milpersonas nos dijeron “adelante”, vamos juntos yempujemos el tren de la historia.

Nuevos líderes surgieron de este proceso yhoy nos estamos preparando en la Escuela deCapacitación Jaime Hurtado Gonzales, una expe-riencia enriquecedora y que estamos convencidosdará los frutos necesarios.

El papel de las organizaciones sociales ysu vínculo con los partidos

Las organizaciones sociales, sindicatos, federacio-nes, confederaciones y demás sectores tienen sucaracterística propia, defienden sus reivindicacio-nes concretas que son las de sus afiliados, los mis-mos que pertenecen a diversas concepcionespolíticas e ideológicas, pero se unen para defen-der los intereses de su gremio y, en algunos casos,van más allá de sus necesidades propias, ejemplode esto nos dan los trabajadores, maestros, indí-genas, servidores públicos, juventud y otras orga-nizaciones que, en algunos momentos, fruto decampañas orquestadas desde sus detractores, sehan encargado de ponerlas como una expresiónpartidista. Existe el derecho constitucional a serafiliado a una organización política, es un derechode los dirigentes que se debe respetar y no debenser perseguidos ni insultados por el hecho detener una concepción política; la particularidadcon las organizaciones sociales, todos sus afiliadoso no, es que son beneficiarias de las conquistasalcanzadas por el gremio.

Tienen ciertos límites por su ámbito legal, loque no significa y no está negado que –como con-secuencia del debate y aprobación en el gremio,asociación o federación o sus dirigentes– vayanmás allá, se propongan participar en procesoselectorales por un partido o movimiento, en otroscasos en consultas populares, promoviendo res-puestas a los electores que han sido determinan-tes en los resultados electorales.

Las organizaciones sociales defienden intere-ses concretos; existen derechos que afectan a susafiliados y al pueblo en general, sus miembrostoman una decisión mayoritaria. De entre su senoproponen, discuten, se movilizan, luchan hastaconseguir su objetivo, ya sea contra el Gobierno,Asamblea, municipios y diversos organismospúblicos o privados, que hayan vulnerado o ame-

48 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

nacen con extinguir un derecho consagrado en laConstitución; muchas de ellas actualmente se aco-gen al derecho constitucional a la resistencia.

En síntesis, existe un vínculo orgánico de lasorganizaciones con los partidos. Son de distintanaturaleza, pueden existir intereses sociales simi-lares de cada organización social con un partido;pese a eso, son diferentes en la legislación querige a cada uno como en su militancia o afiliados,tanto así que en las organizaciones los dirigentessuelen cambiar año a año, con diversos frentes ensu interior y de diversas doctrinas. En un partidono sucede eso, todos dirigen de acuerdo al mismoobjetivo político, lo que no niega que existandebates hacia dentro, que a la vez son resueltosdemocráticamente, sin apartarse de la línea.

Finalización y conclusión

Algunos dirán “no quiero estar en un partido”, loque no significa decir “no quiero hacer política”.Otros dirán “no quiero hacer política, estoy conlos unos y los otros”. Todos hacemos política demanera consciente hasta el último día de nuestravida, el tema es darle la motivación y perspectivaconcreta a quienes creemos deben participar,para que asuman una afiliación partidista donde ladoctrina se convierta en una práctica social,donde se ubiquen los intereses colectivos antesque los individuales, y donde tiene que primar alinterior un debate que sea el motor que enrumbeel destino del partido.Los partidos políticos son una herramienta

necesaria para que los ecuatorianos y ecuatoria-nas luchemos por el cambio; es importante que lapolítica vaya más allá de los intereses coyuntura-les, partimos de lo concreto para ver lo estratégi-co, la meta final: transformar y dirigir un país, locual se hará con el concurso del pueblo.

Los partidos no son un gremio, luchan por losintereses de las clases a las que representan, estánconectados con las organizaciones sociales, sue-

len ser las mismas bases sociales muy importan-tes, lo que no significa ser utilizadas, pues todorespaldo de las organizaciones a los partidossurge del debate y aprobación de sus agremiados.Sin embargo, orgánicamente no son iguales. Debemos entender que la lucha de un partido

debe ser por proponer ideas que viabilicen elcambio profundo, no debe ser para corrompersino para fiscalizar a los corruptos; no para com-prar conciencias sino para ganar la concienciapopular con el debate unido a la lucha social; no espara hacer lo contrario a lo que sus principiosestablecen sino para ponerlos en práctica, rin-diendo cuentas sus militantes y dirigentes sobre lalabor cumplida a todo el pueblo, para profundizarla discusión de lo que se debe hacer por el bien delpaís. Si hay partidos que no han cumplido conesas premisas, entonces el pueblo se encargará deellos; si debe desaparecer un partido será por lavoluntad popular.Un partido se forma para educar a las masas,

para enseñar el rumbo del cambio bajo un sóloprincipio y metas que van más allá de lo reivindi-cativo, a diferencia de algunos movimientos quetienen únicamente elementos que, siendo impor-tantes con banderas concretas, en algunos casosse limitan a conseguirlo, pero sin perspectivas deavanzar a un cambio definitivo precisamente porsu conformación interna con militantes con diver-sos objetivos políticos.Los partidos y movimientos no deben tener

mandamás ni caudillos, deben ser una expresióndemocrática no sólo para procesos electoralessino para la vida cotidiana del país, donde se ejer-za permanentemente el derecho del pueblo ahacer política y a su vez luchar por sus objetivosestratégicos.

Bibliografía

• Constitución Política de la República delEcuador.

Alianza PAIS, alternativa a la partidocracia

En el año 2006, el Ecuador culminó una década de crisis polí-tica, producto de la falta de acuerdo de los grupos oligárqui-cos que se mostraron incapaces de conducir la República yque la colocaron en serio peligro de disolución: todas las ins-

tituciones democráticas habían llegado a niveles inverosímiles de ilegi-timidad. En esas condiciones, el Movimiento PAIS presentó unaalternativa democrática radical de salida a la crisis con la candidatura ala Presidencia del conomista Rafael Correa, que obtuvo el respaldomayoritario en las urnas.Parte importante de la crisis eran los partidos políticos que habían

dejado de representar a la ciudadanía. Estas organizaciones, ningunacon verdadera presencia nacional, eran auspiciadas por un sistemapolítico consagrado en una ley de partidos que promovía la usurpaciónde la representatividad política, niveles impúdicos de corrupción y des-vergonzadas actuaciones en defensa de los mayores intereses oligár-quicos y antinacionales. Es lo que llamamos el régimen de lapartidocracia. La consigna “que se vayan todos”, con la que se produ-jeron las movilizaciones que terminaron con el Gobierno de LucioGutiérrez, expresaban este sentimiento. Ganamos las elecciones por-que supimos representar esta visión mayoritaria, proponiendo un cam-bio radical del sistema político.Cuando el pueblo ecuatoriano aprobó la nueva Constitución de la

República en 2008, consagró la posibilidad de superar la usurpaciónque el régimen de la partidocracia había hecho de la representacióndemocrática.

Objetivos políticos iniciales

Alianza PAIS se fijó objetivos políticos que resultaban indispensablespara producir esta transformación democrática, además, manteniendola paz de la República. Ganar las elecciones a la Presidencia; convocaruna Asamblea Constituyente; obtener una mayoría de asambleístas

PAIS: opción derepresentación políticapara el cambio

Patria Altiva i Soberana

Ricardo Patiño

Ministro de Relaciones Exteriores

del Ecuador. Ministro Coordinador

de la Política (2007-2010),

Ministro del Litoral (2007) y

Subsecretario General de

Economía en el Ministerio de

Economía y Finanzas (julio a

agosto 2005). Secretario ejecutivo

del Movimiento Patria Altiva i

Soberana (PAIS). Publicó

Desempleo y subempleo en

Guayaquil en la década de los 90:

teoría, conceptos, indicadores y

tendencias. Economista por la

Universidad Autónoma

Metropolitana-Iztalalapa, México y

Máster en Desarrollo Económico

por la Universidad Internacional

de Andalucía, España.

50 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

que garanticen la más amplia participación ciuda-dana asegurando el respaldo a la nuevaConstitución; impulsar, a nivel territorial, unnuevo modelo de gestión administrativa con elmayor número de Gobiernos AutónomosDescentralizados, pertenecientes al MovimientoAlianza PAIS; y elegir el nuevo Presidente queencabece este proceso de transformación de lasociedad ecuatoriana.En siete elecciones sucesivas entre 2006 y 2009,

se cumplieron estos propósitos con gran respaldopopular expresado en las urnas, lo que le dio anuestro proyecto el capital político suficiente, lalegitimidad para avanzar en la solución a la crisissocial, económica y política que el modelo neoli-

beral había provocado en la sociedad ecuatoriana.No abordaremos en este artículo más que la formaen que concebimos los cambios en el sistema polí-tico nacional, para superar aquello que hizo crisisy que mereció el rechazo mayoritario de la pobla-ción.

Fin de una etapa

Para nosotros, conquistar estos objetivos políticosconstituyó el fin de una etapa. Hay que señalarque la organización política que construimos eneste proceso estuvo marcada por la necesidad deganar elecciones, lo que selló su carácter: nos vol-vimos expertos en campañas electorales, caracte-rísticas que resultan insuficientes en el momentoactual.Hoy tenemos una nueva Constitución y una ley

orgánica que regula el funcionamiento de lasorganizaciones políticas. El nuevo marco legalgarantiza los derechos políticos que la ciudadaníaha obtenido y las formas de construir la represen-tatividad, pero corre el peligro de quedar en letramuerta si no cambiamos nuestras formas deentender y hacer política. Una nueva cultura polí-tica debe nacer, y eso no se logra de la noche a lamañana, porque está compuesta de profundas yenraizadas costumbres aprendidas en decenas ycentenas de años de vida republicana.Para Alianza PAIS, el reto es enorme por nues-

tra condición de ser la organización política decarácter nacional con mayor respaldo ciudadano.Además de adecuarnos y cumplir las normas jurí-dicas ya establecidas, debemos forjar la nuevademocracia que necesitamos para organizar lasociedad del Buen Vivir que propugnamos.

Estado y organización política

Nuestra Constitución establece que los movimien-tos y partidos políticos son organizaciones públi-cas no estatales. Establece, por tanto, que lasorganizaciones políticas se deben constituir desdela sociedad. En el modelo de democracia que pretendemos

construir, en la sociedad del Buen Vivir que pro-pugnamos y que la misma Constitución nos obli-ga a concebirla e implementarla como una

garantiza los derechos políticos que

la ciudadanía ha obtenido y las

formas de construir la representatividad,

pero corre el peligro de quedar en letra

muerta si no cambiamos nuestras

formas de entender y hacer política

El nuevomarco legal“

51Ricardo Patiño

sociedad donde se respeten los derechos indivi-duales y colectivos, no cabe ninguna clase declientelismos organizados desde el aparato delEstado. La experiencia latinoamericana nos mues-tra con claridad todos los vicios de corrupción, deviolencia estatal y de condena a la pobreza y exclu-sión de las mayorías cuando se ha pretendidoconstruir las organizaciones políticas desde laburocracia, independientemente de la buenavoluntad o las justificaciones para implementartales modelos. No tienen cabida tampoco formas de suplanta-

ción de la participación política directa de la ciu-dadanía a nombre de una supuesta democraciarepresentativa, tergiversada por la práctica delrégimen de la partidocracia, que la redujo a con-vocarnos cada cierto tiempo a las urnas para ele-gir, no a un primer mandatario sino al sexto oséptimo, porque por encima estaban quienesrepresentaban los organismos multilaterales decrédito, ciertas embajadas, los dueños del país, lospoderes fácticos. A nombre de la democraciarepresentativa, se nos usurpó nuestro derecho ala participación en las decisiones de lo público,se soslayó la rendición de cuentas y campeó laimpunidad. Son grandes los retos que tenemos en este sen-

tido. Los principios y derechos políticos estableci-dos en la Constitución, en las normas y en elCódigo de la Democracia aún son insuficientes,porque de lo que se trata es también de cambiarviejas prácticas, viejos comportamientos; en defi-nitiva, de cambiar formas de nuestra cultura polí-tica heredadas del viejo régimen. Me preguntocomo ejemplo: ¿la nueva institución de la sillavacía en los Gobiernos Autónomos Descen-tralizados es utilizada eficientemente? ¿Permite laciega oposición política en la Asamblea Nacional yque se practique la consulta previa con la eficien-cia que sería deseable? ¿Practicamos la elabora-ción de presupuestos participativos? Todavía haycamino por recorrer. Una tarea de la organizaciónpolítica que pretendemos construir es organizar laparticipación ciudadana; avanzar hacia la demo-cracia directa.Queremos ser la organización política más

grande y mejor organizada de la historia nacional,

queremos juntar la más alta representación políti-ca en nuestras filas, pero reconocemos y respeta-mos otras identidades, nacionales y locales, y querepresenten intereses distintos a los que nosotrospretendemos representar. En este sentido, no sus-cribimos la tesis del partido único, no nos empe-ñamos en ocupar todo el espectro político y negara otros su legítimo derecho a construir su repre-sentatividad política. Pero no somos responsablesde su debilidad. En la realidad actual, lo que suce-

que pretendemos construir, en la sociedad

del Buen Vivir que propugnamos y

que la misma Constitución nos obliga

a concebirla e implementarla como una

sociedad donde se respeten los derechos

individuales y colectivos, no cabe

ninguna clase de clientelismos organizados

desde el aparato del Estado

En el modelo dedemocracia“

52 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

de es que mientras los opositores del Gobierno dela Revolución Ciudadana permanezcan ancladosal empeño de reconstruir el derrumbado viejorégimen, mientras no se les ocurra otra cosa queconspirar contra el orden democrático, mientrasno miren al futuro, no lograrán alcanzar esa repre-sentatividad que los legitime en el nuevo ordenconstitucional.

Organización política y movimientossociales

Para nosotros es fundamental promover la organi-zación de la sociedad, pero entendemos que nodebemos confundir los roles de estas organizacio-nes sociales con los de las organizaciones políti-cas. Fijar los límites de las organizaciones políticas

en relación con la sociedad y con las organizacio-nes sociales también forma parte de la construc-ción del nuevo sistema político.Tenemos claro que con el viejo sistema político

también entraron en crisis las viejas formas deorganización social: las viejas prácticas corporati-vistas llegaron a su fin para dar paso a la organi-zación de los productores que, a la vez quedefienden sus intereses consagrados en los dere-chos constitucionales, se vuelven partícipes de lassoluciones que reclama una sociedad en plenoproceso de transformación.Nos hemos asignado el deber, como organiza-

ción política, de fortalecer, promover y crear orga-nización social, y respetamos su autonomía, susluchas, la defensa de sus intereses. Hemos dichono al clientelismo, que es una tentación siemprepresente porque estamos en el Gobierno.Luchamos, eso sí, porque las organizacionessociales se plieguen a la Revolución Ciudadana,respalden a nuestra organización política y alGobierno de Rafael Correa; nos prohibimos laoferta demagógica y el clientelismo, pero damosluz verde para el proselitismo por nuestra causa;nos prohibimos la manipulación especialmente delos sectores más humildes, pero organizamos laeducación política; prohibimos para nuestra mili-tancia la promoción de caciques y líderes populis-tas y corruptos, para dar paso a verdaderosdirigentes honestos que abundan en los sectorespopulares y sociales; luchamos por acabar con ladespolitización de las organizaciones sociales pro-movida en los hechos y en la vieja legislación, paradar paso a la organización de ciudadanas y ciuda-danos conscientes y preocupados por los proble-mas nacionales; debemos promover lademocracia al interior de las organizaciones. Yesto que para nosotros es un deber –porque cree-mos firmemente en la participación ciudadana–también debería serlo para otras organizacionespolíticas que representan legítimamente otrosintereses.

Política de alianzas

No nos es fácil, como no lo es para ninguna de lasorganizaciones políticas de nuestra América,

establecidos en la Constitución, en las

normas y en el Código de la Democracia aún

son insuficientes, porque de lo que se trata

es también de cambiar viejas

prácticas, viejos comportamientos;

en definitiva, de cambiar formas de

nuestra cultura política heredadas

del viejo régimen

Los principios yderechos políticos“

53Ricardo Patiño

resolver la contradicción que implica pretenderser una organización política construida desde lasociedad y a la vez ser organización política en elGobierno. De hecho la experiencia latinoamerica-na, aún en los casos de un mayor número de añosen esta situación, arroja no pocos tropiezos y hastafracasos. Nos referimos a la situación actual degobiernos progresistas y de izquierda en este ini-cio de siglo. Donde con mayor claridad se expresala contradicción es en el tratamiento de la políticade alianzas, porque simultáneamente se debenresolver las tareas de construcción nacional conlas de lograr una sociedad de mayor justicia yequidad; por tanto, compaginar la construcciónde la unidad nacional con las de optar por los máspobres, excluidos y las tareas de corregir todaclase de inequidades.En el caso ecuatoriano, nos empeñamos en dis-

tinguir que es una la política de alianzas necesariapara garantizar la gobernabilidad: el éxito en elcumplimiento de las tareas de construcción de launidad nacional, y es otra la política de alianzasque debemos cumplir desde la organización polí-tica para garantizar la sostenibilidad del proyecto.Desde el mismo 15 de enero de 2007, el Gobiernode la Revolución Ciudadana presidido por RafaelCorrea no dudó en contar con los poderes localespara cumplir con las promesas de descentraliza-ción y de ejecución de la obra pública e inversiónsocial, aún de aquellos gobiernos locales dirigidospor opositores políticos, con gran éxito en el obje-tivo de lograr unidad nacional y modificar unasituación previa de inequidades regionales. Sinembargo, sería insuficiente si no se logra la cons-titución del sujeto social y político que garantice lairreversibilidad del proceso de transformaciónen el sentido democrático que prefigura laConstitución actual y la voluntad popular expresa-da en las urnas.El Presidente de la República Rafael Correa, en

su doble papel de líder político y director nacionalde la Alianza PAIS, lo ha formulado llamando laatención sobre el hecho de que el enorme capitalpolítico acumulado desde la gestión gubernamen-tal no tiene su correspondencia en la organizaciónpolítica, capaz de representar legítimamente lavoluntad ciudadana mayoritaria. En esa tarea nos

encontramos en estos días en que desarrollamosla Convención Nacional de Alianza PAIS, sobre-saltada por los afanes golpistas y sediciosos de losdefensores del viejo sistema político.En resumen, en el marco de la nueva legisla-

ción que transforma el viejo sistema político departidos y que prefigura un nuevo régimendemocrático y participativo, a la luz de las tesisaquí brevemente esbozadas, caminamos hacia laconstrucción de una nueva cultura política atono con esa sociedad del Buen Vivir que lamayoría anhelamos. A la espera, además, de quelos opositores abandonen las posturas retrógra-das, que sólo les han dado fracasos, y miren alfuturo donde sólo cabe un país democrático y enpaz.

deber, como organización política, de

fortalecer, promover y crear organización

social, y respetamos su autonomía, sus

luchas, la defensa de sus intereses

Nos hemosasignado el“

Tan sólo el hecho de preguntarnos sobre la existencia de lasorganizaciones políticas en el Ecuador nos debe llevar a unaprofunda reflexión: no hemos podido librarnos de la ilusiónde cambio que permanentemente se ofrece. Suena dura la

apreciación, pero la menciono pensando en la buena fe de quienesanhelaron un escenario propicio para mejorar las condiciones de vidade los distintos actores de la sociedad. Que las instituciones eternas,como la familia, se constituyan en el referente a favor de la libre inicia-tiva, del progreso, la paz y la democracia.Lo indispensable es el fortalecimiento de las instituciones democrá-

ticas y de los partidos políticos. La dirigencia tiene el reto histórico dedepurar sus principios, así como la nomenclatura reglamentaria, suge-rida desde sus propias experiencias, que impida el propósito de invadirdesde la coyuntura gubernamental su libre accionar. Ronda en el ambiente hoy en día la idea de que los partidos políti-

cos tienen que adecuar sus actividades a las nuevas reglas establecidas.Se promueven las bondades de este logro. Se usan frases y conceptosnacidos de otras realidades. como eso de “cambio de época”, incitandoa que todos seamos parte de la parafernalia y algarabía del “nuevopaís”, del que supuestamente sólo disfrutaremos si nos condicionamos“a no olvidar”, distrayéndonos del concepto de fondo, aquel que nosmotiva al fortalecimiento de organizaciones políticas.La organización política debe convertirse en la herramienta expedi-

ta para proponer nuevos retos desde sus conceptos y principios, pro-moviendo la participación de la ciudadanía en las actividades delEstado, y así generar riqueza y progreso, reaccionado a impedir elsometimiento y dependencia donde, a nombre de la “rendición decuentas” y la alienación permanente, usurpan la conciencia que fueadvertida por esa aberración reiterada con insistencia: “es la últimaoportunidad de una revolución sin derramar una sola gota de sangre”.Entonces debemos estar claros acerca de que la organización

política está en nuestras manos, eso no sólo es nuestro derecho ymenos lo hemos obtenido como concesión: esa es nuestra obligaciónciudadana.

Por qué y para qué de lasorganizaciones políticas

Partido Renovador Institucional Acción Nacional

Freddy Bravo

Secretario General del Partido

Renovador Institucional Acción

Nacional (PRIAN). Fue Director

General del Partido Conservador

Ecuatoriano; Diputado por la pro-

vincia de Loja durante dos perío-

dos; Jefe de Bloque del Partido

Conservador Ecuatoriano (1994-

1996); Asesor de la Secretaría de

la Administración Pública, del

Ministerio de Gobierno y

Subsecretario de Economía

Solidaria del Ministerio de

Bienestar Social. Fue

Vicepresidente del Tribunal

Electoral de Pichincha, Asesor

Parlamentario y Asesor del

Presidente del Congreso. Integró

la mesa directiva de la Unión de

Partidos Latinoamericanos (UPLA).

55Freddy Bravo

Puede ser útil hacer algunas reflexiones sobrelas experiencias de los últimos tiempos: ¿contribu-yeron en algo a la organización política hechoscomo el golpe de Estado a la Función Legislativa,en marzo de 2007, la consulta popular, laConstituyente de Montecristi, el referéndum, laaprobación de la nueva Constitución, las prima-rias de los funcionarios del Gobierno o la reelec-ción presidencial?A esto debemos sumar una lectura objetiva de

lo que han significado estos nuevos textos queabren la posibilidad del uso a discreción de lamuerte cruzada y la revocatoria del mandato. ¿Setrata de verdaderas instituciones de uso exclusivodel mandante?, o pueden ser éstas las válvulasdisuasivas que conviertan a algunos escogidos delas fallidas primarias en escudos a canjear,que permitan salvar al capitán de la aventuraconstitucional.

La organización política debe servirnos haciael futuro como verdadera herramienta democráti-ca, en cuyo seno se privilegie la formación ideoló-gica y la preparación cívica que permitan apoyar–vengan de donde vinieren– las acciones positi-vas, que contribuyan con el ser humano, al forta-lecimiento de sus destrezas para entender que noes incompatible ser firme en la oposición y la obli-gación de presentar alternativas evitando el liber-tinaje y el cinismo desde el poder, tanto así comoque: ama tanto a los pobres que hasta los fabrican,no se ruborizan de algo que está en evidencia.

Únicamente así elaboraremos ese factor neu-tralizante para no dar paso en el futuro a aventu-ras intrascendentes, que lleguen al megalómanodespropósito, cargado del complejo mesiánico depensar que el país era uno antes y lo será otro des-pués de los días de un individuo. Nos posibilitará,además, evitar que el Estado se convierta en rehénde operadores políticos que no ven más allá delinterés de la coyuntura gubernamental. No vivimos precisamente en un momento en el

que sobren estímulos para tratar estos temas. Laactividad política fue ubicada casi en estado termi-nal. Como que todo se trató de una acción fallidade la cual sólo quedó un mal recuerdo que hayque borrar, haciendo uso de prácticas nuevas queestán siempre asistidas de esa premisa usada con

soberbia desde el ejercicio gubernamental, quetiene la marca de “por primera vez, o como nuncaantes”.Tampoco podemos desentendernos y conver-

tirnos en observadores impávidos, como si fuéra-mos aquellos personajes “extras” que animan losdibujos que se proyectan, para entretener sinargumentos, pero sí repletos de ilusiones en laspantallas de bambalina que no abandonan el usode la magia del cambio, de lo nuevo frente alpasado recordándonos insistentemente que la

de que la organización política está

en nuestras manos, eso no sólo es nuestro

derecho y menos lo hemos obtenido

como concesión: esa es nuestra

obligación ciudadana

Debemos estarclaros acerca“

Constitución fue aprobada por todos, aunque sucontenido es ignorado por la mayoría.Haciendo una simple lectura sobre el ambiente

que se ha creado, le queda claro a la sociedadecuatoriana que no hay otra alternativa que daruna nueva oportunidad a la actividad política, quecon sorna dijeron haber terminado para dar pasoa la creación del partido único y de los demás con-trolados por éste, bajo el diseño del siglo XXI.

Nos sorprendió que el partido único se negaraa ser tal, y más bien, resolviera mantenerse comomovimiento, lo que le permite gozar de las bonda-des políticas de la “movimientocracia”, que no vamás allá de los días de quien los inspira, que norequiere ideología, que adecua el discurso a lo quela gente quiere oír y no a lo que debe oír, que arre-gla y promueve los procesos electorales como labase de su sustento político.Sólo será posible estimular la organización polí-

tica partiendo del hecho que los ecuatorianos yecuatorianas tenemos más coincidencias que dife-rencias. Consciente de este concepto, me permitocitar una experiencia práctica que nace de una lec-tura de la revista Ágora Política, en su edición deenero de 2010, bajo el título “En memoria de JulioLogroño”, escrito por la economista MarthaRoldós. Este texto refuerza lo que sostengo, y desdeluego, me ha impresionado favorablemente sindejar de expresar que me ha conmovido, si se quie-re, al tratarse de mi amigo Julio, encontrando quela autora de la nota dice descubrir en el personajevalores que posiblemente no los habría descubier-to si mantenía su prejuicio frente a cualquier ciuda-dano vinculado con un partido político (PSP).

Me pregunto: ¿tenemos razón entonces quie-nes sostenemos que más son las coincidenciasque las diferencias? Claro que sí, esto no sólo nosinvita, sino que nos obliga a manejar con pruden-cia eso de la primera impresión que puede llegaral extremo de una nociva animadversión. En defi-nitiva, pasar de la primera impresión a descubrirlos valores es un acto de nobleza que pone a lapatria como causa de todos.

No pretendo aprovecharme de las circunstan-cias, pero vale la pena hacer notar que las mismasprácticas se usan contra quienes piensan diferen-te, acciones de un poder fofo que cree que el pen-samiento y la voz altiva depende de la vigencia delos derechos políticos.

Ni la muerte liquida el pensamiento; sólo bastaver que el primer grito de la independencia nodesapareció con la cruel matanza del 2 de agosto.Entonces es indispensable, repito, hacer uso delas coincidencias, rebelándonos a ese miedo quegenera el poder que ha debilitado a las organiza-ciones y a las instituciones de la sociedad.

56 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

me permito citar una experiencia práctica

que nace de una lectura de la revista Ágora

Política, en su edición de enero de 2010, bajo

el título “En memoria de Julio Logroño”,

escrito por la economista Martha Roldós.

Este texto refuerza lo que sostengo,

y desde luego, me ha impresionado

favorablemente sin dejar de expresar que

me ha conmovido, si se quiere,

al tratarse de mi amigo Julio, encontrando

que la autora de la nota dice descubrir

en el personaje valores que posiblemente

no los habría descubierto si mantenía su

prejuicio frente a cualquier ciudadano

vinculado con un partido político (PSP)

Consciente deeste concepto,“

57Freddy Bravo

No existe posibilidad alguna de vivir aislados,renunciando a la interacción entre seres humanos,definiendo actividades coordinadas y consistentespara compartir convicciones políticas, ideológi-cas, culturales, proponiéndonos enfrentar enemi-gos comunes desde la organización que nazca deuna motivación solidaria y comprometida, ven-ciendo esa invasión que se hizo a la conciencia dedirigentes, dirigidos, representantes, representa-dos.

Esto únicamente es posible a partir de la orga-nización, de suerte que si pretendo dar respuestaal por qué de las organizaciones políticas, poda-mos encontrar la justificación en el derecho quetiene la sociedad a reflexionar en libertad.

El Ecuador, desde 1979, vivió una atípica rela-ción entre las organizaciones políticas. Más allá deencontrar las coincidencias entre sí, se empleómucho esfuerzo para marcar las diferencias. Loque sin lugar a duda llegó a ser hasta un obstácu-lo en la consecución de grandes objetivos y delargo plazo.

Quizá luego de salir de una dictadura, el granreto debió ser marcar la diferencia entre las políti-cas de Estado y las políticas gubernamentales. Esedebe ser el reto del futuro inmediato, luego de for-zar con sosiego este incidente temporal.

La organización política ha sido amenazada enforma permanente. Para nadie es extraño escu-char, incluso en escenarios e instancias electora-les, afirmaciones en el sentido de que se esapolítico. “El gran descubrimiento” de expertos ypolitólogos, que está en la línea de identificar el finde las ideologías y de los partidos políticos, llegaal extremo de afirmar que la democracia es unaherramienta tradicional injusta, que casi ha sidoelaborada para mantener privilegios y formas deexcluir a las grandes mayorías.

Si aceptamos como válida la definición deAristóteles acerca de que el hombre es un animalpolítico, sin duda llegaremos a la conclusión deque la organización política, indiscutiblemente, esla asociación humana más importante.

No tengo la menor duda de que nuestra socie-dad hará oír su voz desde las trincheras democrá-ticas, que son los partidos políticos. Donde losjóvenes no vuelvan a ser el futuro de la patria, sino

un vivo presente y donde la mujer sea protagonis-ta indiscutible en la participación y propuesta delos grandes temas, que sus derechos no sean reco-nocidos sino ejercidos, que estén más allá de unanorma de equidad, que estén en la conciencia dela sociedad.

definición de Aristóteles acerca de que el

hombre es un animal político, sin duda

llegaremos a la conclusión de que la

organización política, indiscutiblemente,

es la asociación humana más importante

Si aceptamoscomo válida la“

Sobre la política, el poder y las organizaciones políticas

La política y su ejercicio se remonta a los orígenes del hombrey de las civilizaciones, su acción se originó como una necesi-dad de supervivencia de los hombres y mujeres para enfren-tar problemas comunes y posteriormente para solucionar

conflictos; las bases de lo que hoy entendemos por política (en nuestracultura occidental) se hallan en las escuelas filosóficas griegas.1

Aristóteles señalaba que el hombre es un animal político (zoon politi-kon), ya que sólo en el seno de la comunidad pueden desarrollarse susfines. Refería, además, a la política como las acciones para el ejerciciodel poder y que “la actividad es el verdadero fin de la vida, lo mismopara los individuos que para el Estado; la verdadera actividad es la delpensamiento, que prepara y rige los actos exteriores”.2

Los fines de la política son diversos, dependiendo de los hechoscoyunturales; sin embargo, hay algunos que deberían ser constantescomo el bien común, el orden interno y la defensa frente al exterior, yaque sin éstos no podrían mantenerse las sociedades y sus Estados. Elbien común (no bajo el entendimiento de Maquiavelo en el que delbienestar del príncipe –que personificaba la fuerza y el poder delEstado– se derivaba el bienestar del resto, o tampoco en el de Hobbes,en el que los individuos delegaban al “soberano” todos los poderes),sino en la línea de Montesquieu en la que las leyes –propias a cadasociedad– establecen los compromisos para la convivencia, dan unvalor básico a la libertad y adicionalmente el bien común se traduce enel bienestar de todas las personas, es decir, el buen vivir.Las bases de la ciencia política actual están en los trabajos de

Maquiavelo, El príncipe; Thomas Hobbes, Leviatán; Jhon Locke,

Fortalecimiento de lospartidos políticos en el Ecuador

Partido Socialista Frente Amplio

Silvia Salgado

Asambleísta nacional y Presidenta

de la Comisión de Fiscalización y

Control Político. Ex Presidenta

nacional del Partido Socialista

Frente Amplio (PSFA). Miembro

del grupo asesor en la Asamblea

Constituyente de 2008, Diputada

por la provincia de Imbabura y

Concejala en dos ocasiones por

Ibarra. Fundó la Red Solidaria de

Mujeres de Imbabura, fue

Presidenta de la Asociación de

Promoción y Ayuda a la Mujer de

Ibarra, Coordinadora regional de

la Asociación de Mujeres

Municipalistas del Ecuador, y

Representante de la Coordinadora

Política de Mujeres del Ecuador.

1 La discusión de hace más de 2.400 años entre Sócrates y Platón sobre las razones que motivan a con-

formar las sociedades son una muestra de las diferencias políticas que se expresan permanentemente y

cuyas ideas originales marcan –ciertamente– la acción política actual. Mientras el primero señalaba que se

formaban con miras a la “honestidad”, Platón señalaba que el “fundamento lo constituían las necesidades”,

y preguntaba: “¿No es la alimentación, de la cual depende la conservación de nuestro ser y de nuestra

vida?, ¿y la segunda es la habitación y la tercera el vestido? (Platón, La República, Lima: Editorial Mercurio,

59Silvia Salgado

Tratados del gobierno civil; Rousseau, El contratosocial; y en menor grado pero no menos impor-tante Federico Engels con El origen de la familia, lapropiedad privada, y el Estado, donde se analizanlos comportamientos éticos y los intereses delEstado, las consecuencias de las decisiones –degobierno– en la vida de los ciudadanos, de lasnaciones y de los pueblos, y las relaciones entreEstado y sociedad.La política puede ser interpretada desde cuatro

ejes: como conflicto que enfrenta a individuos porla conquista del “poder” y cuya máxima expresiónes la guerra; como cooperación en busca del biencomún; como grupo que actúa en cargos políticosy pretende permanecer en el poder; y comogobierno entendida como el arte de gobernar y laconstrucción de las decisiones en el Estado. Política y ética es una discusión permanente al

debatir sobre los contenidos y las formas de“hacer la política”; “el fin justifica los medios” deMaquiavelo y “los resultados son los que cuentan”suelen estar presentes en la acción política sinmayor distinción de izquierdas o derechas; peropara los socialistas ecuatorianos, una acción polí-tica sin ética es la búsqueda del poder por el podermismo, lo que implica que el ejercicio del poder esel fin y no el medio para alcanzar el bien común,éste por lo tanto pasa a segundo plano; de allí vie-nen las afirmaciones –ciertas– de que el poderenceguece, aísla, atrapa. El poder está en el centro del estudio de la polí-

tica. Para Max Weber, es “la probabilidad de queun actor dentro de un sistema social esté en posi-ción de realizar su propio deseo, a pesar de lasresistencias”,3 pero introduce el concepto de legi-timidad de la autoridad diferenciándola del podercoercitivo. Para Robert Dahl, significa que “Atiene el poder sobre B en cuanto pueda lograr queB haga lo que B no haría de otra manera”.¿El poder es una estrategia o un fin? La res-

puesta la tiene cada actor político y cada corrienteideológica; pero está claro que existen diversostipos de poder: político, económico, militar, cultu-ral; y diversas formas de hacerse del poder y/oejercitarlo. Sobre la forma de llegar al poder, lasvías pueden ser democráticas (electoral y no elec-

toral), o violentas (conflictos armados, golpes demano, golpes de Estado). Sobre el ejercicio delpoder existe una variedad muy amplia de formasde ejercitarlo, que incluye las autoritarias por con-vencimiento y participativas. Las izquierdas latinoamericanas, y en particu-

lar los socialistas ecuatorianos, hemos mantenidolas siguientes tesis con respecto al poder: 1) Elpoder legítimo como instrumento para la transfor-mación social –la revolución–. 2) La acumulación yconstrucción del poder, el poder es un medio noun fin, el poder se lo hace en el contacto perma-nente con los grupos –organizaciones sociales–interactuando, haciéndolo de a poco, acumulán-

una acción política sin ética es la búsqueda

del poder por el poder mismo, lo que implica

que el ejercicio del poder es el fin y no el

medio para alcanzar el bien común, éste por

lo tanto pasa a segundo plano; de allí vienen

las afirmaciones –ciertas– de que el poder

enceguece, aísla, atrapa

Para los socialistasecuatorianos,“

1970: 55).

dolo. 3) El poder popular, donde el pueblo es elúnico soberano y el que toma las decisiones parala construcción de la nueva sociedad, empleandola democracia participativa como vía, instrumen-tando al máximo la participación.Las experiencias en nuestro país y en América

Latina –especialmente en el siglo pasado– utiliza-ron las dos vías para acceder al poder: la víademocrática y la violenta; sin embargo, los resul-tados por la vía democrática fueron prioritariospero al mismo tiempo encontraron obstáculosinsalvables que conllevaron a ensayar otras vías.Desde la izquierda, las organizaciones, sectores ymilitantes radicalizados pugnaron por la vía arma-da sin resultados concretos, y pasaron a formarparte, crearon o fortalecieron agrupaciones políti-cas que ahora están en los gobiernos en AméricaLatina. Esas son las experiencias del Partido de losTrabajadores (PT) en Brasil, el Frente Amplio en

Uruguay, una ala peronista en Argentina, elMovimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, elFrente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)en Nicaragua y el Frente Farabundo Martí para laLiberación Nacional (FMLN) en El Salvador. En elcaso del Ecuador, en Alianza PAIS se expresangrupos y sectores con un acumulado de experien-cias, formación política y hasta experiencias políti-co-militares. Las experiencias políticas de la víaarmada –sobre todo sus agendas ideológico-pro-gramáticas– sirvieron a estos sectores para aliarsea otros sectores políticos y alcanzar el poder.Las organizaciones políticas se originan con el

agrupamiento –participación– de individuos conintereses similares. Su tipología es muy amplia eincluye organizaciones no electorales. La organi-zación les proporciona una estructura que resuel-ve los problemas de funcionamiento, toma dedecisiones, representación, construcción de agen-das, todo esto para acceder al poder. Los partidos políticos, desde su origen hasta

nuestros días, guardan elementos comunes parala crítica. Max Weber señalaba, por ejemplo, quelos partidos “son asociaciones dirigidas a un findeliberado, ya sea este objetivo la realización deun programa que tiene finalidades materiales oideales, o personal, es decir tendiente a obtenerbeneficios, poder y honor para los jefes o secua-ces, o si no tendiente a todos estos fines conjunta-mente”, lo que ratifica la crítica no de hoy sino desiempre sobre su razón de ser y su forma deactuar. Son frecuentes las preguntas: ¿qué hacen?¿Cómo nos representan? ¿Son necesarios?Los movimientos políticos distan de los parti-

dos políticos porque los movimientos están másidentificados con una acción política que con unaideología,4 sus agendas son más específicas, y susmiembros no aspiran a colocar a sus integrantesen instituciones del poder político. En el casoecuatoriano, los movimientos sociales históricos(organizaciones de trabajadores, campesinos,indígenas, maestros) han estado vinculados a lospartidos políticos de la izquierda (Partido

60 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

ubicar desde sus programas y sus prácticas

a quiénes representan, qué han hecho y

quiénes conforman cada partido, para no

caer en la subjetividad e injusticia de

homogenizar y tildar a todos por igual,

desvalorizando su vigencia

Es necesario,por tanto,“

2 Patricio de Azcárate, Obras filosóficas de Aristóteles, Madrid: Editores

Medina y Navarro, 1873-1875.

3 Gina Zabludovsky, Autoridad, liderazgo y democracia, 1993.

4 Ideología entendida como el conjunto de ideas sobre un sistema

existente (sistema que incluye lo económico, social, cultural, político) y que

pretende conservar o transformar esa realidad. Como señala Engels, “todo

lo que mueve a los hombres tiene que pasar necesariamente por sus

cabezas” y Marx “hay que distinguir siempre entre los cambios materiales

ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden

apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas

61Silvia Salgado

Socialista, Partido Comunista, MovimientoPopular Democrático), y las organizaciones de lasélites económicas (empresarios, medios de comu-nicación) a los partidos de derecha (Partido SocialCristiano, Unión Demócrata Cristiana); por lotanto, siempre ha existido una representación delos partidos a intereses de grupos determinados.

Sobre la necesidad de fortalecerlos partidos políticos

En el caso ecuatoriano, que no dista mucho deotros casos en América Latina, la historia de lospartidos políticos –en el imaginario ciudadano–está relacionada con la acción de éstos en el ejer-cicio del gobierno, con actos de corrupción, con labúsqueda del poder para satisfacer la vanidad yenriquecerse, con el ejercicio del poder coercitivoy la fuerza, hasta con el desgobierno. Pero tam-bién algunos partidos políticos que no se hanconstituido en gobierno han sido examinadosdesde su condición de cogobernantes al estar encolaboración, y desde la oposición. En muchoscasos también se los debe evaluar desde la resis-tencia, la lucha popular y el sacrificio de sus mili-tantes en defensa de sus ideales, con la búsquedade la participación y la transformación social. Esnecesario, por tanto, ubicar desde sus programasy sus prácticas a quiénes representan, qué hanhecho y quiénes conforman cada partido, para nocaer en la subjetividad e injusticia de homogenizary tildar a todos por igual, desvalorizando suvigencia.Entendemos las críticas a los partidos políticos

por lo que mayoritariamente son, pero a continua-ción algunas reflexiones sobre lo que deberíanser:Más allá de la institucionalidad, de gozar con un

registro electoral, los partidos políticos son un ins-trumento para la acción que deviene en la conser-vación o transformación del orden establecido. Laexperiencia, por ejemplo, del Partido SocialistaFrente Amplio (PSFA) es extensa en este aspecto:nos constituimos en 1926, somos la matriz de la

izquierda ecuatoriana, hemos mantenido variosregistros electorales mediante los cuales nos asig-naron números como el 3, y actualmente el 17.Venimos de ser un partido proscrito en períodosde dictaduras (Velasco Ibarra, Rodríguez Lara); enla conformación del nuevo Partido Socialista en eldécada de 1980 incorporamos al Partido SocialistaRevolucionario del Ecuador (PSRE) –partido revo-lucionario de corte marxista–, en el cual las elec-ciones no eran parte de su agenda política. Añosmás tarde, el PSFA es la única organización políti-ca que promovió y logró la fusión con el FrenteAmplio de Izquierda (FADI). Por tanto, la institu-cionalidad no determina toda la acción de los parti-dos políticos, especialmente de la izquierdarevolucionaria; la lucha parlamentaria es sólo unespacio de la lucha política. Esta afirmación esimportante en la perspectiva de contar con un ins-trumento de los sectores menos favorecidos que,por sobre la institucionalidad que depende delrégimen imperante,5 garantice un espacio de pro-puesta, de incidencia, y de lucha por la conquistadel poder.

Intermediación de las demandas

sociales frente al Estado

El Estado debe satisfacer las necesidades de supueblo; sin embargo, o no lo hace, o en el procesode dotación de bienes, servicios y justicia enfrentacuestionamientos y conflictos con sectores orga-nizados de la sociedad civil, es decir, en el ejerci-cio del gobierno éste no satisface a todas laspersonas. Las sociedades modernas tienen unadivisión de poderes, mayoritariamente el sistemade gobierno es el democrático bajo el cual los par-tidos políticos colocan a sus miembros en estosespacios –especialmente en el Parlamento– víamecanismos de selección, por lo tanto, la labor delos partidos debe ser la representación de esosintereses en los espacios que el sistema posibilita, ysimultáneamente procesar los conflictos que ladefensa de esos intereses provoca.Pero para poder intermediar frente al Estado,

el partido debe tener la legitimidad de sus repre-

jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las

formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de ese con-

flicto y lucha por resolverlo”. Por tanto ideología entendida como un arma

transformadora, en la cual las ideas son el motor de la acción física-mate-

sentados, que pasa necesariamente por desarro-llar una democracia interna que otorgue consis-tencia a la representación, por la interacción dedirigentes y dirigidos, por la adopción de lasagendas de los movimientos sociales o sectoressociales, pero sobre todo por la incorporación deéstos en las decisiones y en los espacios de direc-ción de los partidos.

Garantía de la democracia y gobernabilidad

Las agendas programáticas y por tanto las visio-nes distintas sobre la economía, la política, losocial y cultural deben ser procesadas por lasorganizaciones políticas, entre organizaciones

políticas y el Estado. La democracia para los socia-listas o es radical o no es democracia, en conse-cuencia se debe entender como un proceso enconstrucción permanente en donde los mandata-rios consultan constantemente con los mandan-tes; en donde las elecciones sólo son una parte dela democracia y la parte fundamental es la partici-pación en las decisiones de todos los niveles degobierno y en todo el proceso de formulación, eje-cución y evaluación de las acciones de gobierno;una democracia fundamentada en la participaciónpolítica como resultado de un gran sistema quepermita que sectores sociales y políticos organiza-dos se comprometan a la construcción de esagobernabilidad y no simplemente de una partici-pación ciudadana individualizada que fundamentaen el voto su relación con el Estado, lo que generauna creciente despolitización y desarticulación deltejido social. La dictadura del voto, cuando es pro-piciada desde el poder político o económico, seconvierte en una ficción sin participación y, en elpeor de los casos, configura regímenes autorita-rios. La experiencia en el Ecuador determina quecon votos se ha desgobernado en función de inte-reses de las minorías y la inestabilidad política hasido muy recurrente. La gobernabilidad es deter-minante para el desarrollo, por ende es necesarioconstruir un conjunto de condiciones favorablespara la acción de un gobierno diferente, alternati-vo, que lidere un proyecto político democrático.No podría pensarse en estas “condiciones favora-bles” si no incorporamos las demandas de todoslos sectores, especialmente de los organizados,que expresan la diversidad social y la pluralidadpolítica; este rol “articulador” le corresponde a lospartidos políticos.Las organizaciones políticas, para funcionar

con los criterios expuestos, deben de formaurgente: 1) Democratizarse, no sólo en los espa-cios de dirección sino y sobre todo en la construc-ción de las decisiones, en la elección de susdignidades, en la rendición de cuentas. El votouniversal –una vez que se cuente con un registroclaro de afiliados– es una necesidad. 2) Sus agen-das programáticas deben actualizarse con funda-mentos ideológicos sólidos, con base en unprofundo análisis histórico y de la coyuntura local,

62 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

como representantes del socialismo latinoa-

mericano de José Mariátegui, José Martí,

Manuel Agustín Aguirre, entre otros; no

somos dogmáticos y recreamos

permanentemente el socialismo

En el caso del PSFA,nos definimos“

63Silvia Salgado

regional y mundial, con una visión de corto,mediano y largo plazo. Dentro de estas agendas,deben establecerse mecanismos de relaciona-miento con las otras organizaciones políticas; unpartido con una agenda fuerte es un partido queno requiere de caudillos o “figuras coyunturales”para subsistir y que suelen marcar la permanenciay los resultados de una organización. 3) Dotar deformación ideológica a sus cuadros militantes,simpatizantes, adherentes, sus agendas progra-máticas y su acción política debe fundamentarseen principios ideológicos. En el caso del PSFA,nos definimos como representantes del socialismolatinoamericano de José Mariátegui, José Martí,Manuel Agustín Aguirre, entre otros; no somosdogmáticos y recreamos permanentemente elsocialismo. 4) Tener estructuras orgánicas fuertes ycon niveles de autonomía, ya que es necesario con-tar con estructuras fuertes de los partidos conniveles de funcionamiento autónomos de carácterdecisional, que vayan a la par con el funciona-miento de los territorios administrativos y electo-rales del país. Autonomía que debe guardararmonía con el proyecto político nacional y debeestar garantizada con profundos mecanismos dedemocracia interna y de unidad ideológica y polí-tica. 5) Inserción o reinserción en los sectorespopulares y sus organizaciones, reconociendo lapresencia y los aportes de nuevos actores sociales,el rol articulador del partido político que configu-re un proyecto incluyente a escala nacional concapacidad de propuesta y movilización que seráposible si éste es legitimado desde las “bases” delos sectores a los que representa. Finalmente el proceso de reinscripción para las

organizaciones políticas dispuesto en laConstitución de 20086 no debe ser una limitaciónpara la acción de la política, por los requisitos que

establece, por la posibilidad de intervención delEstado o por la dedicación a las tareas para larecolección de firmas o afiliaciones –tareas electo-rales– en desmedro de las tareas políticas, la for-mación política u otras. Debe constituirse en unaoportunidad para el fortalecimiento del sistema departidos políticos. En el caso del PSFA, es unatarea vital para materializar las aspiraciones denuestra organización que durante ochenta y cua-tro años ha venido proponiendo y aportando a laconstrucción de la Patria Socialista, especialmenteen temas como los derechos humanos, laborales,seguridad social, educación general y universita-ria, soberanía alimentaria, etc. El reto es construiruna organización socialista joven sobre la base deun enorme acumulado histórico, único en el país yuno más de los pocos en América Latina; sólo lafirme convicción y formación de sus militantesposibilitará la construcción de una organizacióncon vocación y oportunidades de acceder alpoder, con profunda convicción de unidad con lasorganizaciones de izquierda y con los sectoressociales democráticos y progresistas de nuestropaís. El desafío está planteado.

Bibliografía

• Azcárate, Patricio de, Obras filosóficas deAristóteles, Madrid: Editores Medina yNavarro, 1873-1875.

• Platón, La República, Lima: Editorial Mercurio,1970.

• Zabludovsky, Gina, Autoridad, liderazgo ydemocracia, 1993.

rial.

5 En el Ecuador, la Constitución de 2008 incorpora una sección completa

sobre organizaciones políticas, en la que lamentablemente establece que el

Estado puede resolver conflictos internos de las organizaciones políticas.

Con una institucionalidad fuerte no habría inconvenientes, sin embargo, en

la historia política de nuestro país existe carencia de esta característica.

¿Cuál es la actual coyuntura política ecuatoriana?

La imposición, planificada y financiada desde el exterior delsocialismo del siglo XXI, como una novedad y solución salva-dora para todos los problemas nacionales, especialmente delos pobres, difundida en el Ecuador de forma agresiva y masi-

va con una propaganda millonaria para tratar de posicionarlo en lamente del pueblo, que clama por mejorar su nivel socio-económico devida.

¿Este es un modelo nuevo?

No. Es una copia desfigurada del comunismo que se implantó enEuropa y Cuba el siglo pasado y fracasó rotundamente; fue desterradodel viejo continente por su peligrosidad y amenaza contra la libertad,los derechos humanos y la democracia. En esas naciones no había libertad de expresión y medios de comu-

nicación independientes; nunca hubo rendición de cuentas de los dine-ros del pueblo; los Poderes o Funciones del Estado (Justicia yCongreso) y organismos de control (Fiscalía, Contraloría,Superintendencias) estaban totalmente sometidos; no había otros par-tidos políticos, sólo el oficial; al pueblo lo atemorizaban con juicios yprisiones injustas y arbitrarias sin respetar los debidos procesos, pueseran regímenes totalitarios, autoritarios y sanguinarios. La receta es la misma, el oxígeno para este modelo es alcanzar por

cualquier medio, aparentemente democrático o no, el poder total paracontrolar la nación y que nadie los controle. Y los resultados son cono-cidos: totalitarismo, falta de libertad de expresión, abuso, corrupción,atraso, desempleo y pobreza total para el pueblo.

¿Existe auténtica democracia en el Ecuador?

La democracia no se mide solamente realizando elecciones, y peorcuando estas son fraudulentas; la democracia se mide por los niveles

Las organizaciones políticasen la coyuntura ecuatoriana

Partido Sociedad Patriótica

Lucio Gutiérrez

Presidente Constitucional de la

República del Ecuador, 2003-

2005. Presidente vitalicio del

Partido Sociedad Patriótica 21 de

Enero (PSP). Rector de la Escuela

Politécnica del Ejército de

Latacunga en 1994. Obtuvo la

distinción de mejor graduado

como Ingeniero Civil por la

Escuela Politécnica del Ejército en

1987. Cursó un Diplomado en

Liderazgo, Planificación

Estratégica, Administración de

Proyectos en 1989, y realizó pos-

grados en Desarrollo Nacional, en

Fushinkang, Taipei, 2002, y en

Relaciones Internacionales y

Defensa Continental por el Inter

American Defense College,

Washington, 1995.

65Lucio Gutiérrez

de libertad de expresión, por la independencia delos organismos de control y Funciones o Poderesdel Estado, por la transparencia y rendición decuentas en el uso de los dineros públicos, por laplena participación de los partidos y movimientospolíticos en igualdad de condiciones, por la reali-zación de elecciones limpias, respetando la deci-sión del pueblo en las urnas, por la reducción delos niveles de pobreza y la brecha entre los másricos y los más pobres, escuchando los plantea-mientos del pueblo y no imponiendo decisiones.Es una lástima pero no disponemos de

Funciones del Estado independientes, los organis-mos de control no cumplen con su obligaciónlegal de velar por el buen uso de los recursospúblicos, y a ratos se convierten en instrumentosde persecución.Cero fiscalización y rendición de cuentas, los

escándalos de robo, sobreprecios, corrupción,contratos al hermano son de todos los días y lasautoridades miran para otro lado. No existen lasmismas oportunidades para los partidos políticosde oposición, todas se concentran en el Gobierno,quien usa y abusa de los medios de comunicaciónpúblicos, incautados y privados. Las eleccionesson realizadas por un Consejo Electoral controla-do por el Gobierno, con resultados cuestionados,reduciendo las posibilidades de los demás actorespolíticos.Debemos tener claro que en un sistema demo-

crático la oposición no solamente es constitucio-nal, sino necesaria y beneficiosa para el Gobiernode turno, porque es la oposición la que obliga alGobierno a rectificar, corregir errores, cambiarrumbos, realizar pausas estratégicas y retomar elcamino correcto para trabajar en beneficio detodo el pueblo, no sólo favoreciendo a los del par-tido gobernante. Así se perfeccionan las democra-cias en el mundo entero. Obviamente cuando haygobiernos tolerantes, visionarios, estadistas, quemiran más allá del horizonte.En la actual coyuntura de acumular poder y eli-

minar a la oposición, se desprestigia a los partidospolíticos responsabilizándolos de todos los malesdel país. Con ese objetivo perverso no escatimanrecursos y usan millonarias cadenas de radio ytelevisión para aumentar ese desprestigio.

¿Cómo, por qué y para qué lasorganizaciones políticas?

Hoy más que nunca, ante la actual coyunturaecuatoriana de perder la democracia y la libertad,son necesarias organizaciones políticas sólidas,democráticas al interior de las mismas, con parti-cipación equitativa e igualitaria de hombres ymujeres, sin distinguir raza, religión, condicióneconómica o social. No se puede concebir lademocracia sin partidos políticos. Las organiza-ciones políticas son indispensables para que exis-ta democracia en una república, son los sensoresque captan con la mayor realidad y objetividadposible las aspiraciones populares, son el puenteentre las necesidades más apremiantes del puebloy la búsqueda de la mejor solución a las mismas através del poder. Son las llamadas a usar el podersiempre para servir al pueblo y no servirse delpoder y del pueblo.

democracia sin partidos políticos.

Las organizaciones políticas son

indispensables para que exista democracia

en una república, son los sensores que

captan con la mayor realidad y objetividad

posible las aspiraciones populares, son el

puente entre las necesidades más

apremiantes del pueblo y

la búsqueda de la mejor solución

a las mismas a través del poder

No se puedeconcebir la “

Por lo tanto es necesaria la reestructuración delos partidos políticos, estimulando el ingreso denuevos militantes especialmente mujeres y jóve-nes, armando las directivas, tribunales y candida-turas con equidad de género y de forma paritaria,modernizarlos, capacitar adecuadamente a losmilitantes, afiliados y simpatizantes.

¿Cuáles son los obstáculos a vencer enesta coyuntura política?

A pesar de los esfuerzos por captar más y nuevosmilitantes, los partidos políticos tienen dos gran-des obstáculos estrechamente vinculados.El primero es el modelo totalitario que no per-

mite fiscalización al Ejecutivo y persigue a susadversarios políticos; en consecuencia, la corrup-ción e impunidad campea en nuestro país y esodesestimula a los ciudadanos a participar activa-mente en política. No tenemos una auténtica liber-tad de expresión, el Gobierno mal utiliza losmedios de comunicación públicos e incautadospara hacer propaganda y atacar a sus oponentes,tomando ventaja y generando una competenciainequitativa, y los otros medios de comunicaciónque todavía no están en manos del Gobierno sonamenazados. Esta realidad no permite oportuni-dades y el surgimiento de nuevos líderes, alejandoa los jóvenes de las agrupaciones políticas. ElConsejo Nacional Electoral es muy cuestionadopor su parcialidad a favor del Gobierno, permiteuna competencia electoral desigual, consintiendoque el Gobierno use y abuse de los recursos públi-cos para hacer propaganda, mientras al resto desujetos políticos les fijan horarios para que difun-dan sus ideas; esto genera apatía en la ciudadaníay la aleja de las agrupaciones políticas. El segundo problema que tienen las organiza-

ciones políticas para su reestructuración y fortale-cimiento es el ambiente hostil generado por elGobierno; los ciudadanos desean participar, afi-liarse, pero su interés se frena por las amenazasdel régimen. Si se afilian a otro partido político, seles retira del bono de desarrollo humano, del bonode la vivienda, se les niega préstamos en el Bancode Fomento, se los persigue con el Sistema deRentas Internas (SRI), Fiscalía y Contraloría, no se

les da contratos, se los cancela si trabajan en elsector público.El desafío ante esta coyuntura es ¿cómo supe-

rar la crisis de representación de los partidos polí-ticos?, porque si no lo hacemos, y pronto,podríamos vernos avocados al surgimiento denuevos mecanismos de representación que reem-placen a los partidos como estructuras de inter-mediación política, tal la experiencia autoritariaque vivimos o los infaltables “candidatos de alqui-ler” que, luego de ganar, venden su conciencia almejor postor, generalmente el Gobierno de turno,y actúan al margen y traicionando a las organiza-ciones por las cuales ganaron y al pueblo quelos eligió.El cómo, para qué y por qué de las organizacio-

nes políticas en esta coyuntura del socialismo delsiglo XXI se resume en la urgente refundación delos partidos: es imprescindible repensarlos,modernizarlos, hacerlos más atractivos, especial-mente para los jóvenes, y accesibles a todos losciudadanos en igualdad de condiciones, democra-tizarlos, aprovechar las nuevas tecnologías, dispo-ner de estatutos con normas claras para elproceso democrático en la toma de decisiones,abriendo espacios de debate para las ideas, evi-tando el caudillismo y la verticalidad de las dispo-siciones, actualizando la declaración de principios,con disposiciones precisas que permitan entenderla disciplina y lealtad partidista, disponiendo almismo tiempo de tribunales de elecciones, disci-plina, fiscalización y defensa del afiliado; esto esfundamental para que las directivas y candidatu-ras en todos los niveles se elijan de manera trans-parente e igualitaria, sólo así se fortalecen ypermanecen en el tiempo las organizaciones. Lacapacitación de los militantes y afiliados debe serpermanente no únicamente en la ideología delpartido sino frente a la amenaza de la coyuntura;en el control electoral hay que defender los votos,ahí está la clave y el esfuerzo final para alcanzar elpoder, para lo cual se debe mantener un Plan deGobierno que permita solucionar las necesidadesbásicas de la población con el objetivo fundamen-tal de reducir al máximo la pobreza.Debemos recordar que en las organizaciones

políticas los ciudadanos no son homogéneos ni

66 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

67Lucio Gutiérrez

piensan igual, por el contrario, son complejos yheterogéneos, siempre habrá pequeños, media-nos o grandes grupos dentro de las organizacio-nes, con intereses específicos, diferentes y a vecescontrapuestos, pero con voluntad, diálogo,mutuas concesiones y un líder unificador se pue-den superar las diferencias y articular esos intere-ses y motivaciones en dirección de uno mayor, elverdadero cambio socio-económico que tantoansía el país.

¿Quiénes somos los militantes del PSP?

Somos ecuatorianos y ecuatorianas de todas lasregiones de la patria, de todas las condicionessociales y económicas, cristianos y de pensamien-to democrático libre, que compartimos un sóloobjetivo: volver a la estabilidad económica quetuvimos en nuestro Gobierno, a los precios bajos,a tener trabajo, a la seguridad ciudadana, con jus-ticia, libertad, solidaridad, con salud y educacióngratuitas, con vivienda digna, respetando losderechos de los trabajadores, la plurinacionalidad,para juntos reducir la pobreza, combatir lacorrupción y crear empleo para todos, especial-mente los jóvenes.

¿Cuál es nuestra ideología?

El Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero (PSP) esun partido político progresista, nacionalista, revo-lucionario, solidario, democrático, integracionista,justicialista, igualitario, humanista. De acuerdocon la vieja clasificación, nos ubicamos del centroa la izquierda, pero no somos fundamentalistas nidogmáticos, sino centro izquierdistas de avanza-da, modernos, pragmáticos, que buscamos la soli-daridad, libertad y desarrollo absolutos del serhumano. Nuestra ideología es defender los intereses del

pueblo, es luchar sin tregua contra la corrupción,ser solidarios con los más pobres, crear oportuni-dades para los jóvenes, despolitizar la justicia y losorganismos de control que continúan en manosde los grupos de poder, fortalecer la seguridadjurídica, defender la propiedad privada, respetarsin límites la libertad de expresión y los derechoshumanos, estabilizar la economía, incentivar la

producción, la inversión nacional y extranjera, yabrir los mercados para crear fuentes de trabajo yasí reducir el desempleo, la pobreza, la delincuen-cia y la dolorosa migración.

Nuestra visión del país

Queremos un país en constante crecimiento eco-nómico, eficiente, capaz de competir exitosamen-te en un mundo globalizado y que brindeoportunidades de trabajo para todos. Queremosun país con educación y salud de calidad, convivienda digna, servicios básicos e infraestructuraque aliente el desarrollo.

¿Cómo está organizado el PSP?

El PSP tiene estructura a nivel nacional, directivasprovinciales en las veinticuatro provincias delEcuador, directivas cantonales y parroquiales.También tenemos nuestras directivas en Europa,América del Norte y Latinoamérica.

organizaciones políticas en esta coyuntura

del socialismo del siglo XXI se resume en la

urgente refundación de los partidos: es

imprescindible repensarlos, modernizarlos,

hacerlos más atractivos, especialmente para

los jóvenes, y accesibles a todos los

ciudadanos en igualdad de condiciones…

El cómo, para quéy por qué de las“

68 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

La visión del partido es llegar a ser la primerafuerza política de la nación, para lo cual se necesi-ta el apoyo de todos; en consecuencia, el PSP haabierto sus puertas y ha invitado no sólo a sumarfuerzas, inteligencias, conocimientos, voluntadessino a participar de este sueño motivando a todoslos compatriotas que consideren en su análisisservir a la patria a través de un partido organiza-do, serio, capaz de transformar positivamente alEcuador, como el PSP. El PSP quiere convertirse en el líder de la

auténtica democratización de los partidos políti-cos en el Ecuador, para ello, tomó la decisión enAsamblea Nacional, que es la máxima autoridaddel partido, de elegir a todos nuestros dirigentes ycandidatos a dignidades de elección popularmediante “primarias”, con votación secreta, uni-versal, en urnas y recintos electorales preparadoscon esa finalidad. Para ello se elaborarán padro-nes electorales con todos los afiliados de cadaparroquia, cantón, provincia y a nivel nacional.

De esta manera se entierran para siempreaquellos procedimientos amarrados y caudillistaspara designar “a dedo” dirigentes y candidatosque no permiten el aparecimiento de nuevas figu-ras y líderes jóvenes en los partidos políticos.Todos los militantes del PSP, fundadores, antiguosy nuevos afiliados, tendrán –como debe ser en unpartido político auténticamente democrático– lasmismas oportunidades para dirigir el partido o sercandidato, el único límite será su propia decisión,capacidad y voluntad de aspiración, nadie máspodrá coartarlo.

¿Qué hace el PSP cuando no está enelecciones?

Cuando el partido no está en elecciones naciona-les, damos prioridad a la capacitación de nuestradirigencia y bases, buscando nuevos líderes. Nosdedicamos a la reestructuración de nuestra orga-nización, realizamos asambleas y veedurías parafiscalizarnos al interior del partido juzgando laactuación de nuestros funcionarios electos porvoto popular y, si es el caso, pedimos rectificacio-nes a esa autoridad buscando siempre el mayorservicio posible al pueblo.Uno de nuestros objetivos es mantener las

mejores relaciones de respeto mutuo con todas lasorganizaciones políticas, sociales, gremiales, deprofesionales, de jóvenes, de mujeres, intercam-biando experiencias positivas para el fortaleci-miento de la democracia, libertad, igualdad,bienestar y respeto a los derechos humanos en elEcuador.La inclusión de la mujer en el PSP es vital, prio-

ritaria y le damos la máxima importancia, no nece-sariamente para cumplir con la ley sino porque ladirigencia está consciente del fortalecimiento delpartido cada vez que recibimos el aporte de nuevasmilitantes mujeres en la dirigencia, como candida-tas y en el ejercicio de sus responsabilidades dentrodel partido o como dignatarias de elección popular.Es fundamental en esta coyuntura lograr un

gran diálogo nacional para defender la democra-cia, la libertad y el respeto a los derechos huma-nos, un diálogo franco, serio, abierto, sin vetar anadie, sólo buscando la gran unidad nacional.

mantener las mejores relaciones de respeto

mutuo con todas las organizaciones

políticas, sociales, gremiales, de

profesionales, de jóvenes, de mujeres,

intercambiando experiencias positivas para

el fortalecimiento de la democracia, libertad,

igualdad, bienestar y respeto a los derechos

humanos en el Ecuador

Uno de nuestrosobjetivos es“

Cómo, por qué y para quéde las organizacionespolíticas ecuatorianas

Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País

Para hablar de las organizaciones políticas en el Ecuador, esmenester incursionar hacia la comprensión genuina de loscomponentes básicos que constituyen la formación de lasorganizaciones políticas al interior de una sociedad. Así, con-

ceptualizaremos la formación y consolidación de un Estado y de unanación; y dentro de este complejo sistema de articulación del devenirhistórico de las sociedades, cómo surgen o cómo es que las organiza-ciones políticas se hacen imprescindibles para la consolidación de unademocracia societal o no.Sobre el Estado, recurriendo a los conceptos clásicos de los grandes

estudiosos y en concordancia con la Enciclopedia de la política, deRodrigo Borja, aceptamos la siguiente acepción: “Constituye un régi-men de asociación humana más amplio y complejo” (…) “está caracte-rizado esencialmente por la ordenación jurídica y política de lasociedad”; en fin, es la “institucionalización del poder”. “Es un poderque se ejerce sobre los hombres y dentro de un espacio físico”.1

Este concepto implica que emerjan actores sociales que representana grupos sociales de intereses sobre los temas del Estado, en la medi-da en que sea compatible establecer políticas que beneficien a ungrupo determinado en cobijo al tejido de la trama social de la sociedad.Es decir que el poder público, expresado por la propia naturaleza ocaracterística del Estado, contribuye a la formación y consolidación degrupos humanos –como Marx definía– con intereses de clases con supeculiar formación histórica, basados en la explotación y acumulaciónde la riqueza en pocas manos.Por lo tanto, el surgimiento y la consolidación de las organizaciones

políticas tienen su razón de ser en la propia estructuración del Estado,como expresión del poder público que implica intereses de gruposhumanos que se organizan.Si eso es la naturaleza del Estado, indaguemos ahora qué es una

nación: “Es una comunidad humana de la misma procedencia étnica,dotada de unidad cultural, religiosa, idiomática y de costumbres, posee-dora de un acervo histórico común y de un común destino nacional”.2

Marcelino Chumpí

Prefecto de Morona Santiago para

el período 2009-2014. Secretario

Ejecutivo del Instituto para el

Ecodesarrollo Regional

Amazónico, 2005-2008,

delegado del Gobierno

ecuatoriano ante el Fondo

Indígena Latinoamericano durante

2002-2004. Representante por

Morona Santiago en la Asamblea

Nacional Constituyente de 1998 y

coordinador de

proyectos de desarrollo rural entre

1998 y 2000. Licenciado en

Sociología y Ciencias Políticas y

tiene estudios de posgrado en

Gobernabilidad y Desarrollo,

Manejo de Conflictos y

Gestión Local.1 Rodrigo Borja, Enciclopedia de la política, México: Fondo de Cultura Económica,1997.

2 Ibídem.

El concepto de nación supone una homogeneidadde la sociedad, es decir, una sola nación implicaríasostener un sólo tipo de cultura, idioma, entreotras características. No obstante, la realidad his-tórica de la formación de las naciones y de losEstados no es así, o mejor dicho, nunca ha sidoasí. Hay pueblos y naciones conquistadas y con-quistadoras, o más exactamente, la naturaleza delser humano implica la implementación de unaforma de poder de unos contra los otros; esta teo-ría la desarrolla con mucha mayor precisiónHobbes, en Leviatán. Entonces encontramos la primera contradic-

ción de las formaciones históricas de los Estados ylas naciones; estas contradicciones no son resuel-tas nada más que en el espacio de la democracia ode las relaciones sociales, económicas, políticas,culturales, religiosas y ambientales, expresadas enintereses heterogéneos de los grupos sociales. El

que no existan naciones únicas con un sólo Estadoimplica la construcción de las nuevas relacionespolíticas de las naciones con los Estados, las mis-mas que deberán resolverse en la política, asícomo la economía en el mercado. Sin el campo dela política, las contradicciones no podrán serresueltas, más bien se expresarán en conflictos oviolencias que ninguna sociedad tolera, a no serque tengan bases de usos y costumbres.La existencia del Estado y la nación, como pro-

cesos históricos de los seres humanos, son dosmomentos que no podrán ser engranados si noencuentran el aceite o la fuerza o la energía que lespermita unir, ensamblar y conformar el procesocomplejo de grandes formaciones históricas. Esteengranaje se llama la política, a la que entendemoscomo “ciencia y arte” de gobernar una nacióndonde está institucionalizado el poder. En suma,“la política, es un acervo de conocimientos tocan-tes a la realidad social y la aplicación de ellos asituaciones concretas”. “Es fundamentalmentepoder”. “Es una teoría y práctica de las relacionesde poder”. Pero este “poder actúa en el seno deuna sociedad dada y un territorio determinado”.3

Más claramente podemos observar la génesisde las organizaciones políticas porque se constru-yen relaciones de poder, eso quiere decir, mani-fiesto de intereses de poder; en consecuencia, eldeseo de manejar el poder público conlleva a laformación necesaria de la existencia o la creaciónde organizaciones políticas. Consecuentementesostengo la tesis de que las sociedades fatalmentedeben organizar sus intereses de relaciones depoder entre los diversos; estos diversos son expre-sados en la política. Dentro de la genealogía de la formación del

poder, se encuentran estructuras relacionadas conintereses de clase o más bien dicho grupos deintereses que se manifiestan en el imaginariocolectivo, como expresión de intereses grupales yno individuales; tampoco pueden expresar unamutación de intereses privados, sino colectivida-des donde el Estado se hace responsable. Esteproceso de construcción de relaciones será expre-sado en las, o con las, organizaciones políticas,que son una expresión del apalancamiento de la

como procesos históricos de los seres

humanos, son dos momentos que no podrán

ser engranados si no encuentran el aceite o

la fuerza o la energía que les permita unir,

ensamblar y conformar el proceso complejo

de grandes formaciones históricas

La existencia delEstado y la nación,“

70 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

3 Ibídem.

71Marcelino Chumpí

participación de los actores del desarrollo en unpoder público expresado en el Estado.En consecuencia, la naturaleza del poder,

como expresión de energía que mueve las relacio-nes de intereses societales, combina las fuerzasque se van contraponer en sí mismas a la hora deresolver los problemas de las comunidades osociedades donde se ejerce el poder público.Nicos Poulantzas, al discutir el problema del

poder y las clases sociales, establece que el poderno es algo tangible sino un mecanismo para carac-terizar las relaciones sociales expresadas en el con-trol de los medios de producción y elacaparamiento de las ganancias y la plusvalía quese genera en el proceso de producción, establecien-do el circuito mercancía-dinero-mercancía. Elproducto de este proceso es que genera sociedadesde consumo o el capitalismo, donde la mismacorporeidad histórica de este proceso genera estra-tificaciones sociales, expresadas en clases sociales,donde ellas manifiestan fuerzas internas de podercomo intereses de clase en sí y clase para sí.Tomando las palabras de los autores que hemoscitado, sostenemos que existe el juego del doblevalor del principio de identidad, afirmación que esafirmada, negación que es negada afirmativamentey la afirmación de la misma negación. El concepto de poder aparece en el campo de

la lucha de clases. “Así como el concepto de claseindica los efectos del conjunto de los niveles de laestructura sobre los soportes, el concepto depoder especifica los efectos del conjunto de esosniveles sobre las relaciones entre clases socialesen lucha”.4 El poder designa la capacidad de unaclase para realizar sus intereses específicos, enoposición con los intereses de las otras clases. Losintereses no se sitúan en las estructuras sino en elcampo de la lucha de clases. Las estructuras sóloasignan sus límites a este campo. Mientras lasfuerzas sociales –que abarcan la coyuntura– deli-mitan el campo de la clase en cuanto clase distin-ta, en cambio, los intereses delimitan el horizontede su acción (no ya la existencia de la clase comofuerza social, sino su grado de organización oextensión de su poder). “El concepto de interesessólo puede referirse al campo de las prácticas, en

la medida en que los intereses son siempre intere-ses de una clase, de los soportes distribuidos enclases sociales”.5

Con esta introducción sintética, podemoscaracterizar el surgimiento de las organizacionespolíticas en el Ecuador recurriendo a hechos his-tóricos que marcaron la diferencia de construc-ción del proceso de participación de los actoressociales en formación o afianzamiento de un siste-ma político en el país, el que consigo ha generadosistemas de gobierno, dependiendo de las carac-terísticas ideológicas y filosóficas que ellas deno-tan como identidad del partido o movimientopolítico.Aunque las tendencias políticas originales del

país se remontan casi a su fundación, solamenteen la década de 1880 se dio el primer intento deestablecer organizaciones políticas serias a nues-tros actuales partidos. Ese intento tuvo más biencorta vigencia, ya que fue rebasado por el adveni-miento de la Revolución Liberal. Fue sólo en los

como expresión de energía que mueve

las relaciones de intereses societales,

combina las fuerzas que se van a

contraponer en sí mismas a la hora

de resolver los problemas de las

comunidades o sociedades donde

se ejerce el poder público

La naturalezadel poder,“

”4 Nicos Poulantzas, Poder político y clases sociales en la sociedad capita-

lista, Madrid: Siglo XXI, 1978: 119.

5 Ibídem: 134.

72 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

años veinte del siglo pasado cuando los partidospolíticos ecuatorianos se reagruparon y buscaronorganicidad. Allí se dio la reorganización del par-tido Conservador y del Partido Liberal, así como lafundación del Partido Socialista. Estos tres parti-dos fueron legalizados luego de que, entre 1945 y1947, se estableciera por primera vez una disposi-ción legal que regulaba su participación electoral.Cuando entraron en vigencia la Constitución de1967 y sus leyes conexas, se realizó una reinscrip-ción partidaria con la que se elevó drásticamenteel número de las organizaciones políticas legal-mente reconocidas. Por fin, con la vigencia de laConstitución actual y las leyes de partidos y deelecciones, se estableció lo que podríamos deno-minar un régimen legal de partidos, actualmenteen pleno funcionamiento.6

Empero a la vigencia de la Constitución de2008, ya no existen partidos o movimientos políti-cos inscritos legalmente en el Consejo NacionalElectoral.

En suma, las organizaciones políticas en lassociedades modernas globales como las actuales,donde se establecen relaciones sociales intercultu-rales, como es el caso del Ecuador, son de impres-cindible necesidad para el afianzamiento de lospoderes sociales que luchan en masas para alcan-zar el manejo del poder público popular o del ciu-dadano.Esto implica que la presencia de la diversidad

ideológica, en términos de visionar una sociedad,coadyuva al engrandecimiento de un sistema demo-crático intercultural inédito, privilegiando eldesarrollo del pensamiento plural de una sociedad.De allí la necesidad de fortalecer o de poner demanifiesto el concepto de “donde terminan los dere-chos de unos empiezan los derechos de los otros”. Los partidos o las organizaciones políticas van

constituirse en la expresión de las vanguardiasideológicas, donde los intereses de clases sepodrán plasmar cuando ellas ejerzan un sistemade poder en el mismo momento que realicen unejercicio de gobierno. No obstante de aquello, elsurgimiento multiplicador de un conjunto deorganizaciones políticas al puro estilo del mundosubdesarrollado, no conlleva necesariamente elfortalecimiento de la participación o la democra-cia, sino la demostración de lo endeble que es unasociedad para alcanzar las metas que se llevandesde el Estado. Así, un gobierno iniciará susacciones gubernamentales sobre la base de losefectos predatorios que se presenten en la coyun-tura, dejando a un lado todos los intereses estata-les o públicos.

Bibliografía

• Borja, Rodrigo, Enciclopedia de la política,México: Fondo de Cultura Económica, 1997.

• Corporación Editora Nacional, Los partidospolíticos en el Ecuador, 1990.

• Poulantzas, Nicos, Poder político y clases socia-les en la sociedad capitalista, Madrid: Siglo XXI,1978.

políticas en las sociedades modernas

globales como las actuales, donde se

establecen relaciones sociales

interculturales, como es el caso del Ecuador,

son de imprescindible necesidad para el

afianzamiento de los poderes sociales que

luchan en masas para alcanzar

el manejo del poder

público popular o del ciudadano

En suma,las organizaciones“

6 Corporación Editora Nacional, Los partidos políticos en el Ecuador, 1990: 12.

La “refundación” del Ecuador produjo una modificación funda-mental en la estructura jurídica para la organización y funcio-namiento de partidos y movimientos políticos. A finales de2008 se aprobó la vigésima primera Constitución formulada

por una Asamblea Constituyente dominada por el Movimiento AlianzaPAIS, integrado y apoyado por sectores de la izquierda, populismo eindígenas. La anterior Constitución había sido aprobada en 1998, luegode una breve crisis política que concluyó abruptamente con elGobierno populista de Abdalá Bucaram. En esa Constitución se incor-poraron normas que intentaban contribuir con la requerida gobernabi-lidad. Pero la realidad posterior a la vigencia de estos textos confirmóque la crisis política y de representación era más profunda, y que laexpectativa de alcanzar cierto nivel de estabilidad estaba lejos delograrse. En 2000 y 2002, dos presidentes electos al amparo de laConstitución de 1998 fueron depuestos de sus cargos por golpes deEstado y fueron reemplazados por sus respectivos vicepresidentes queejercieron gobiernos sin el liderazgo para enfrentar y solucionar lascausas de la inestabilidad política. La historia republicana del Ecuador se puede caracterizar como una

sucesión de caudillos sin proyectos políticos de largo plazo e imple-mentación de decisiones administrativas y legislativas siempre orienta-das a la coyuntura. Es difícil identificar la existencia de organizacionespolíticas construidas en sólidas bases ideológicas, en estructuras y cua-dros que promuevan la existencia y funcionamiento dinámicos de lasmismas. Salvo contadas excepciones, la historia política del Ecuadordesde su conformación como Estado puede ser contada exclusivamen-te a través de los personajes –caudillos nacionales y locales– y difícil-mente a través de modelos que, implementados por los gobiernos, sehayan constituido en estructuradores de sistemas que trasciendan losperíodos presidenciales. Esto para significar que las ideas y un proyec-to de organizar la sociedad en consecuencia –que es variable funda-mental y que da carácter a un partido político– no es visible. De formaque, en términos generales, se puede afirmar que en la democraciaecuatoriana, o mejor expresado, en los tiempos de vigencia de alguna

¿Partido o movimiento?Organizaciones políticasen el Ecuador

Unión Demócrata Cristiana

Diego Ordóñez

Diputado, Secretario de la

Asamblea Nacional Constituyente

de 1998. Fue Subsecretario de la

Administración Pública,

Presidente de la Unión Demócrata

Cristiana (UDC) y Miembro del

Consejo Directivo de la

Organización Demócrata Cristiana

de América. Miembro del

Directorio de la Cámara de la

Producción de Pichincha,

Presidente de la Asociación de

Industriales Textiles del Ecuador y

Vicepresidente de la Federación

Textil Andina. Doctor en

Jurisprudencia por la Pontificia

Universidad Católica del Ecuador

y obtuvo diplomados en

Estrategia Política, Marketing

Político y Negociación.

74 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

Constitución que no corresponden al ejercicio degobiernos de facto, es débil la presencia de parti-dos políticos que ejerzan la representación de lasociedad e intermedien en el ejercicio de poder. En 1976, cuando la dictadura militar en el

Gobierno había decidido entregar el poder a losciviles, se motivó un sui géneris proceso constitu-yente a través de comisiones integradas pormiembros designados. En un intento de adecuarel funcionamiento de las instituciones de la demo-cracia que se inauguró en 1979, junto con unnuevo texto constitucional, se instrumentaronleyes orientadas a organizar partidos políticosnacionales cuya existencia dependía del nivel deapoyo electoral, de que sustentaran ideas y pro-gramas de Gobierno, y de que demostraran fun-cionamiento orgánico. En ese momento surgieronnuevas expresiones políticas que asumieron larepresentación de dos formas de pensamientovigentes en el escenario mundial: la social demo-cracia a través del partido Izquierda Democrática(ID) y la democracia cristiana a través del partidodel mismo nombre. Estas organizaciones, lidera-das por jóvenes con clara formación, se consolida-ron electoralmente y asumieron el vacío dejadopor los exangües “partidos” tradicionales que, sincabezas visibles, perdieron su espacio electoral. En ese momento, el Ecuador intentó por pri-

mera vez articular ideológicamente corrientes depensamiento en estas nuevas expresiones políti-cas. Por primera vez se promovió democraciainterna en los partidos, en la formación de cua-dros y en la formulación de políticas públicassustentadas en un sistema de pensamiento. Sinembargo, la incapacidad cultural de la sociedadpolítica para organizarse en torno a ideas y noexclusivamente a personas, impidió que estasloables intenciones de una generación políticaque nacía luego de siete años de dictadura per-duraran en el tiempo. A pesar de que cada una deestas fuerzas ejerció el poder y obtuvo unaimportancia electoral cuantitativa y cualitativa, alfinalizar la primera década del siglo XXI han sidofulminadas. Una élite extractiva y oportunista,crecida en torno al amparo de la riqueza petrole-ra, promovió otras organizaciones políticas detinte corporativista y de claro discurso populista;

ninguna de ellas dispuesta a afrontar la respon-sabilidad de efectuar reformas fundamentales enel manejo del Estado, de la educación y de losrecursos fiscales para dar sostenibilidad social ypolítica a un modelo. Estas fuerzas, más grandeselectoralmente, han ejercido durante este últimotramo de “vida democrática” la representaciónpolítica en el Gobierno, Parlamento y gobiernosseccionales. El Partido Social Cristiano (PSC),fundado para servir de expresión política delpensamiento social de la Iglesia, fue cooptado ytransformado en una fuerza electoral supeditadaa intereses corporativos, a la que se le atribuyóuna identificación ideológica de derecha. A pesarde esta identificación, se convirtió en un podero-so obstáculo y detractor del primer intento demodernización y acomodo de la economía y lasociedad a un modelo liberal, intentado duranteel Gobierno del Presidente Sixto Durán-Ballén.Esto es una evidencia clara de la acción políticacentrada en sujetos y en condiciones subjetivas,más que en la necesidad de cumplir un rol ajus-tado a una visión y un proyecto de ideas. Estadinámica de confrontaciones de intereses antesque de conceptos condujo a la ciudadanía ecua-toriana a sustentar electoralmente una propuestade “revolución” que ha logrado con éxito debili-tar las organizaciones políticas, pero no descar-tar sus prácticas que señalan la relación conelementos culturales que, como se verá más ade-lante, explican la tesis de este trabajo en el senti-do que, en muchos años hacia adelante, lasorganizaciones políticas que intervengan electo-ralmente serán reproducciones de las que hanfenecido, pues persiste el sentido utilitario de lapolítico y es muy incipiente el altruismo y utopíarequeridos para construir un partido político. La Ley de Partidos en Alemania define a los

partidos políticos como “asociaciones de ciudada-nos que, de modo permanente a largo plazo, ejer-cen influencia en el ámbito de la Federación o deun Estado regional sobre la formación de volun-tad política, y se proponen cooperar en la repre-sentación del pueblo”. El mexicano JaimeCárdenas, en su ensayo “Partidos políticos ydemocracia”, define como funciones instituciona-les indispensables para la integración de la orga-

75Diego Ordóñez

nización estatal y el Estado de Derecho, el recluta-miento y selección de élites, y la organización delas elecciones y la formación; y como funcionessociales señala a aquellas que tienen los partidos“como organizaciones que nacen del cuerposocial: la socialización política, la movilización dela opinión pública, la representación de interesesy la legitimación del sistema político”.1

De estas definiciones, es claro que los elemen-tos que definen e identifican a un partido político–distinto a otra forma de organización social– son:ideas, estructura, militancia y cuadros, cuyo obje-tivo es representar a una parte del cuerpo social,ejerciendo influencia en la toma de decisionespúblicas, formando políticamente a sus miem-bros, movilizando la opinión pública y participan-do electoralmente en la integración de los órganosdel Estado. Salvo los dos casos enunciados deorganizaciones políticas hoy virtualmente desapa-recidas, en el Ecuador ninguna organización ins-crita como “partido político” incluye todos loselementos que han sido descritos.El único elemento articulador en la mayor parte

de organizaciones políticas –llamadas partidos– enlos primeros veinte años desde 1979, fue exclusiva-mente la participación electoral. Sin funcionamien-to orgánico, sin debate de ideas, el ejercicio delpoder –nacional, legislativo o seccional– de variasde esas organizaciones políticas no fue sino expre-sión de intereses individuales, creación de cliente-las electorales y búsqueda de mecanismos deenriquecimiento rápido o, en el mejor de los casos,implementación de políticas públicas en atención alcorto plazo. El ex Presidente Osvaldo Hurtado, ensu ensayo “Los costos del populismo en elEcuador”, demuestra empíricamente cómo funcio-narios electos de partidos de la derecha emprendí-an una acción de Gobierno proteccionista einterventora; y cómo la mayoría de gobiernosenfrentados a procesos electorales abandonabancualquier línea de responsabilidad fiscal, creandocondiciones de crisis cuya resolución se hizo siem-pre con costos sociales muy altos. Al inicio de unnuevo Gobierno, ha sido inevitable que se adoptenmedidas distintas a las tomadas por el Gobierno

ha sido inevitable que se adopten medidas

distintas a las tomadas por el Gobierno pre-

decesor, rompiendo la necesaria continuidad

que ha sido elemento crítico de sociedades

que han prosperado. La carencia de un

modelo, de un proyecto articulador e inte-

grador de la mayoría de la sociedad, que se

refleje en leyes y políticas, es el síntoma

más decidor de la ausencia de organismos

de representación política institucionaliza-

dos y no fungibles en cada elección

Al inicio de unnuevo Gobierno,“

1 Jaime Cárdenas, Partidos políticos y democracia, México: Instituto

Federal Electoral, 1996.

76 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

predecesor, rompiendo la necesaria continuidadque ha sido elemento crítico de sociedades que hanprosperado. La carencia de un modelo, de un pro-yecto articulador e integrador de la mayoría de lasociedad, que se refleje en leyes y políticas, es elsíntoma más decidor de la ausencia de organismosde representación política institucionalizados y nofungibles en cada elección.Manuel Alcántara y Flavia Freidenberg, coor-

dinadores de la investigación sobre Partidos políti-cos en América Latina, advierten la extremainestabilidad de las normas y reglas de juego defuncionamiento de los partidos y electorales en elEcuador. Sin embargo, no señalan cuál es la causay cuál el efecto. En principio, se podría suponerque la variación e ineficacia de las leyes e institu-ciones electorales, en términos de su aplicación yfuncionamiento independiente, habrían promovi-do la dispersión y fraccionamiento político enorganizaciones más bien fugaces. La intención delas leyes de partidos y elecciones que entraron envigencia en 1979 fue que subsistieran pocas orga-nizaciones políticas, estableciendo el umbral del5% de apoyo electoral en dos elecciones sucesi-vas; y que se formaran alianzas o nuevos partidospor tendencias para garantizar la existencia deestructuras de representación mayoritaria y des-estimular la representación de minorías mínimas.La ley no modifica comportamientos culturales; deallí que, aplicando el concepto de “derecho real”del iusfilósofo Alf Ross, en el Ecuador las leyes departidos y electoral nunca han sido eficientes,pues no se han aplicado sino en lo epidérmico. Enlos hechos, la manipulación de pequeñas faccio-nes, la ausencia de fuerzas mayoritarias e intere-ses por sostener la representación atomizada,determinaron que nunca se ejecutara la norma deextinción de partidos políticos por incumplimien-to del umbral; y peor aún, que en el transcurso deestos últimos treinta años hayan surgido nuevasorganizaciones como resultado de la fusión deanteriores de igual tinte ideológico. Efecto queincluso parecía obvio por la dinámica del pensa-miento luego del derrumbe del Muro de Berlín yla aproximación hacia el centro de varias corrien-tes que antes parecían no tener nada en común.

evidencia empírica que las sociedades que

logran estabilidad han obtenido tal resulta-

do de la existencia y consistencia de un

“proyecto nacional”, que es fruto y es soste-

nible por un sistema institucional de parti-

dos. La carencia de este valor como parte de

la cultura –esto es la convicción social que

impulsa el fortalecimiento de este mecanis-

mo fundamental para el funcionamiento de

la democracia representativa– acarrea una

tendencia al caudillismo, a la desestructura-

ción de los mecanismos de la democracia y

a la inestabilidad crónica

Está por demásinsistir en la “

77Diego Ordóñez

El escenario presente

Ninguna organización política existe legalmentecomo resultado de las normas constitucionales ylegales expedidas por el proyecto refundacionalde la “revolución ciudadana”. Para participar encualquier proceso electoral en el futuro, es necesa-rio reinscribir o inscribir anteriores o nuevos par-tidos políticos, con afiliados que representen el1,5% del padrón electoral, que provengan propor-cionalmente de varias regiones, junto con ideario,plan de gobierno, estatutos y autoridades. Segúnestas normas, los partidos políticos son naciona-les. En contraste con las dificultades introducidaspara organizar un partido, las normas son ligeraspara organizar movimientos, los que pueden serregionales y apoyados por el 1% de adherentes decada región o nacional, dependiendo del carácterde esa organización. En el ensayo “Los problemasestructurales de la democracia ecuatoriana”,Osvaldo Hurtado anota al fraccionamiento comouno de ellos. La ausencia de proyecto nacional y lavariadísima lista de intereses que impidieron laconsolidación del sistema de partidos, se veránfuertemente agudizadas con los estímulos paraorganizarse en movimientos locales. No obstanteestas condiciones legales, es importante conducirel diálogo a los elementos que dan identidad a lasociedad ecuatoriana, que crean condiciones sub-jetivas y objetivas para que el fraccionamiento y el“movimientismo” –y con ello una democraciaimperfecta y la inestabilidad– perduren en elEcuador.El Movimiento PAIS, que acumula la mayor

representación política que ninguna otra organiza-ción ha obtenido en los últimos treinta años, quecontrola el Gobierno nacional, que mantiene unbloque legislativo cercano al 50% del total demiembros de la Asamblea y casi la totalidad degobiernos seccionales, en su reciente Convencióndecidió mantenerse sólo como movimiento y dife-rir indefinidamente la formación de un partido.Aunque contradice la teoría, parece ser táctica ypragmáticamente la mejor decisión. ¿Por qué, sireúnen todas las condiciones para mutar, decidenpermanecer en la informalidad de ser movimiento?

En algunas campañas electorales, recorriendoprovincias y cantones distantes de las dos ciuda-des con mayor población, Quito y Guayaquil, nose lograba asumir la inmensa movilidad de perso-nas entre organizaciones políticas, teóricamentedistintas. Personajes que se movían con extremafacilidad y partidos o movimientos que los acogí-an de igual forma para candidatizarlos. La inexis-tencia fáctica de organismos políticos durante losperíodos no electorales, la carencia de funciona-miento interno, de debate e influencia orgánica enla opinión pública, y la ninguna gestión de crea-ción y formación de cuadros políticos, coloca a losdirigentes de turno de los partidos a procurarse“nombres representativos” de cada localidad, nor-malmente caudillos o líderes del activismo, a inte-grarse a las listas electorales. Las previas inclusióndel voto uninominal y no por plancha, y la permi-sión para que independientes participen en elec-ciones, facilitó que en un inmenso porcentaje loscandidatos y muchos de los electos no tuvieranfiliación ni sentido de pertenencia a las ideas yestructura del partido o movimiento por el quefueron candidatizados o electos. Obviamente enejercicio de la función, el electo en estas condicio-nes no opera orgánicamente sino individualmen-te, y en casos excluyente, de los miembros delpartido o movimiento. En el camino, los “dirigen-tes” locales, parte de la estructura formal normal-mente sin ningún activo electoral, sondesconocidos por las decisiones de los dirigentesmayores, que están más interesados en lograr unresultado cuantitativo. La cohesión interna sederrumba, aun cuando se obtenga una curul, unaalcaldía o cualquier otra función de elección popu-lar. Resumo en este párrafo la verdadera forma enque opera un “partido”. Difícilmente entoncespuede aspirarse a condiciones de estabilidad ycontinuidad políticas, si lo que se entiende comosu columna vertebral opera bajo condiciones deinmediatismo y electoralismo, exclusivamente. Unpequeño núcleo mantiene la utopía, lo que esinsuficiente para lograr que ésta tenga visos deconvertirse en opción de poder.La dirigencia de PAIS, movimiento gobernan-

te, ha respondido coyunturalmente en consecuen-cia con la cultura de la sociedad ecuatoriana, antes

que con un sentido pedagógico. Organizarse enpartido representa la necesidad de dar mayorcohesión de ideas a su militancia, lo que habríasignificado un proceso interno de negociaciónpara conciliar los intereses que la integran: desdesectores de la izquierda que promueven la limita-ción de la propiedad agrícola, hasta prósperosagroexportadores, que conviven por las conve-niencias del ejercicio del poder. Habría obligado ala integración de directivas por vía electoral y sinduda enfrentar disidencias o sismas que hubierandebilitado su número. La aparente flexibilidad deser movimiento permite a la cúpula diferir estosprocesos complicados de la conformación de unpartido y mantener la adhesión, en su mayor partepor un sentido utilitario. Desde una visión riguro-sa de las cualidades que aporta la institución “par-tido político” en la construcción y consolidaciónde una democracia, es sin duda poco el aporte quehacen los movimientos que más bien aportan eninestabilidad y colocan en espacio de poder apequeños intereses que predominan sobre otrosmayores. Sin embargo, a la luz de la realidad polí-tica del Ecuador, es innegable que organizar par-tidos parece ser un tarea que durará muchos añoshacia el futuro. La eliminación del registro de par-tidos debió motivar a los líderes políticos a buscaraproximaciones para procurar la integración enuna nueva estructura que incorpore militancia ycuadros en torno a ideas parecidas, expresadas enprogramas de gobierno. En estos tres últimosaños han sido más los esfuerzos por reorganizardevastadas estructuras aun en células mínimas, ycasi nulos los esfuerzos para sumar e integrarse.Está por demás insistir en la evidencia empíricaque las sociedades que logran estabilidad hanobtenido tal resultado de la existencia y consisten-cia de un “proyecto nacional”, que es fruto y essostenible por un sistema institucional de parti-dos. La carencia de este valor como parte de lacultura –esto es la convicción social que impulsa elfortalecimiento de este mecanismo fundamental

para el funcionamiento de la democracia repre-sentativa– acarrea una tendencia al caudillismo, ala desestructuración de los mecanismos de lademocracia y a la inestabilidad crónica. Enfrentartal condición es sin duda una tarea que tiene quever con la vigencia de valores ciudadanos y resul-tados de educación. Pero también resultado de laexistencia de un liderazgo político lúcido que pro-mueva estos valores y subordine los intereses decorto plazo; tal como ha sucedido en la historiareciente en países que han atravesado dictadurasy atraso hacia la democracia y la prosperidad. Enlos tres años que ha transcurrido la denominadarevolución ciudadana, por el contrario, se hanacentuado problemas y se han reforzado conduc-tas sociales que han impedido que en estos añosse consolide un sistema de democracia.

Bibliografía

• Alcántara, Manuel y Flavia Freidenberg (eds.),Partidos políticos en América Latina. Paísesandinos, Salamanca: Ediciones Universidad,2001.

• Cárdenas, Jaime, Partidos políticos y democra-cia, México: Instituto Federal Electoral, 1996.

• Hurtado, Osvaldo, Los costos del populismo enel Ecuador, Quito: Cordes, 2006.

• Hurtado, Osvaldo, “Los problemas estructura-les de la democracia ecuatoriana”, Quórum.Revista de Pensamiento Iberoamericano, invier-no, 016, Madrid: Universidad de Alcalá, 2006.

• Ley de Partidos en Alemania.

78 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

80 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

¿Cuál es su relación con la política?

Ingresé a la política entre los 17 y 18años de edad, a partir del contacto conuna realidad dura para las mujeres. Enmi época, la realidad de la mujer estabadeterminada por patrones patriarcalesen las formas de educación, en la reli-gión, en mi relación con el cuerpo y lasexualidad, y en la familia, además,existía una general injusticia social, loque me llevó a buscar respuestas máscolectivas que individuales. Entoncesempecé a militar en una organizaciónclandestina de izquierda, en la quetrabajé en el frente obrero y en laque tratábamos de defender los dere-chos colectivos. Estuve en este grupohasta que empecé a sentir que el parti-do político, si algo no entendía en eseentonces, era la presencia de la mujeren la vida política. Consecuentemente varios grupos de

mujeres empezamos a buscar espaciosde participación. En 1981 milité en elprimer grupo feminista que se formó enQuito, que se llamó “Eva de la manza-na”. Fue un movimiento en el que de-sarrollamos pensamiento, metodología

”No pueden seguirdispersos lospartidos políticospor un lado y losmovimientossociales por otro“

La entrevistada

Dolores Padilla, ecuatoriana, ingresó muyjoven a la política a través una organización

de izquierda. En 1981 militó en el primergrupo feminista que se formó en Quito, “Evade la manzana”. Posteriormente dirigió elCentro de Información y Apoyo a la Mujer

(CIAM) durante diez años aproximadamente.En su búsqueda de alternativas en el

quehacer político, militó en trespartidos. Actualmente continúa su labor en elfeminismo y no se encuentra afiliada a ningún

partido o movimiento político.

Entre •Vistas

81Entre•Vistas

y militancia, que creció y canalizó varios espaciosen el país y luego se concretó en la formación deuna ONG, el Centro de Información y Apoyo ala Mujer (CIAM), que dirigí durante diez añosaproximadamente. Luego busqué alternativas en el quehacer polí-

tico. Hubo que enfrentar parámetros del centralis-mo vertical donde las mujeres, sobre todo de clasemedia, no tenían posibilidades para ser reconoci-das como actoras, generadoras de propuestas yacciones. Hasta el día de hoy milito en el feminis-mo, fundamentalmente en la causa de las mujeresno sólo para el cambio de leyes y derechos –en loque hemos avanzado–, sino en los cambios estruc-turales: romper con toda forma de autoritarismo ydemoler el sistema patriarcal que tiene base enrelaciones de poder inequitativas, donde el másfuerte oprime al más débil.

Enlacemos el pasado con el presente. ¿Cómove ahora a las organizaciones políticas?

Aún no se logran cambios estructurales. Esimportante reconocer que ha habido cambios,pero las estructuras de poder siguen reproducién-dose. Por eso hasta hoy existe la violencia de losmás fuertes hacia los más débiles, las desigualda-des, las asimetrías en todas las instituciones jerár-quicas. Considero que hoy las organizacionespolíticas tienen otro escenario y otros desafíos dis-tintos a los que yo afronté. Ha habido una crisissumamente fuerte en los partidos políticos, y pien-so que una de las lecciones fuertes que esta crisisha dejado es la reivindicación de la necesidad departicipación y de esa organización que canaliza yagrega valor a las demandas sociales. Creo en elpartido político como esa instancia que canalizalas diversidades, las sensibilidades, las diferentesopciones de una sociedad plural como la nuestra,siempre y cuando ese partido político analice supasado y reconozca dónde cometió los más gran-des errores y se replantee qué tiene que hacer enel nuevo escenario mundial, nacional y territorial.

Se percibe una general apatía en la sociedadcivil, y se dice que muchos actores preferi-rían, mediante la participación ciudadana,

reemplazar un sistema de organizacionespolíticas que no ha podido renovarse. ¿Quéopinión tiene sobre el tema?

Partiendo de que la democracia y la institucio-nalidad política del Estado requieren partidospolíticos, una de mis mayores preocupaciones esque no se mantenga el sistema de partidos. Nohay una lectura más exigente y más penetrante delos desafíos que tiene un partido político. Y nohablo sólo de la coyuntura ecuatoriana que convo-ca a las organizaciones a un nuevo registro, habloen términos generales; luego de la crisis mundialque afectó a los partidos políticos, debe haber alinterior de los mismos lecturas más innovadorassobre en qué momento estamos y qué futuro seavecina. Me llama la atención que los partidos

políticos no se planteen seriamente su manejofrente a la diversidad. Todavía no escucho pro-puestas de las organizaciones políticas que mirena todos los grupos emergentes de la sociedad yque tienen menos oportunidades de participaciónque otros. Si la organización política no mira, nogestiona, no administra esa diversidad, si no tienepropuestas para esa diversidad, todavía existe ungran divorcio. También creo que los partidos polí-ticos quieren utilizar los medios sólo para lo quetiene que ver con su imagen, y considero que lacomunicación, más allá de la imagen, es determi-nante en la vida política actual. Necesitamoscomunicación de doble vía, interconexión, la posi-ble construcción de redes y la interacción con

Ha habido una crisis sumamente fuerte

en los partidos políticos, y pienso que

una de las lecciones fuertes que esta

crisis ha dejado es la reivindicación de la

necesidad de participación y de esa

organización que canaliza y agrega valor

a las demandas sociales.

82 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

redes sociales. La comunicación es un ámbitopoco trabajado por los partidos y movimientospolíticos.Tampoco existen elementos de innovación en

cuanto a temática, propuestas y formas de convo-catoria. Nosotros no sabemos qué piensa equispartido sobre las energías renovables, cuál es supolítica o decisiones sobre el cambio climático, nosabemos qué pasa frente a un sistema escolar que

está en desuso frente a los desafíos de pensamien-to estratégico complejo en las actuales dimensio-nes del conocimiento. No vemos organizacionespolíticas exigiéndose más para responder a estosdesafíos.

En este escenario, ¿cómo ha actuado lasociedad civil?

Creo que en los últimos veinticinco años se haproducido una activa participación de la sociedadcivil en la dinámica política ecuatoriana. Ha habi-do una muy buena organización social que ha cre-cido notablemente en los ámbitos de las mujeres,de los ambientalistas, de los jóvenes, de los gru-pos étnicos, en diferentes temáticas. Durante esteproceso hemos construido un acumulado históri-co al que muchos llaman la “ciudadanización de lapolítica”, es decir que se ciudadanizó la política, lapolítica pasó a ser un ingrediente de nuestrasmarchas, de la construcción de agendas sobre

derechos. Eso no puede dejar de existir. Y en ladinámica ecuatoriana es muy importante el rol delos movimientos sociales, de la organización socialcomo tal. Las organizaciones tienen dos virtudesfundamentales: han logrado territorializar la polí-tica, o sea, están en el territorio en donde se danlos conflictos, las necesidades, las carencias, endonde hay que buscar respuestas, en donde hay

que buscar las alternativas porque los problemasdemandan respuestas al sistema político; peroademás, las organizaciones han logrado la cerca-nía de la democracia, la cercanía de estar con lagente y compartir con la gente. Creo que estaorganización social es sumamente poderosa ypodría ser tremendamente potente en la construc-ción de políticas públicas, en el diálogo con elGobierno, en el diálogo sobre las leyes que seestán gestando, en la búsqueda de soluciones.

¿Cómo la sociedad civil podría ayudar afortalecer a las organizaciones políticas?

Pienso que la sociedad civil tiene un gran rolque jugar este momento, pues tiene un acumuladohistórico y tiene que seguir siendo interlocutorade un Estado fuerte, organizado, que quiere tenertoda la concentración posible, pero que, al mismotiempo, nosotros tenemos la gran herramienta dela participación ciudadana. Mientras por un ladose busca concentrar poder, por otro la participa-

Necesitamos comunicación de

doble vía, interconexión, la posible

construcción de redes y la interacción

con redes sociales. La comunicación es

un ámbito poco trabajado

por los partidos y

movimientos políticos.

83Entre•Vistas

ción ciudadana es una herramienta para redistri-buir ese poder. Creo que esa es la clave que tene-mos que entender. Por lo tanto, desde la sociedadcivil hacia los políticos podemos establecer nexosy comunicación. ¿Cuál es una de las grandes lecciones del pasa-

do? Que el partido político iba por un lado y elmovimiento social por otro. Eso nos pasó a lasmujeres. Nuestras agendas se resolvían con losministerios y con las leyes, pero no logramosintervenir en las estructuras políticas. Solas peleá-bamos por la ley de cuotas. Los partidos se sor-prendieron porque de un momento a otro teníanla obligación de incluir mujeres en sus listas y notenían esas mujeres; iban a última hora al movi-miento de mujeres a decirnos que prestáramosnombres porque había que llenar la lista de muje-res, pero la gran mayoría de ellas no eran mujeresque venían de una participación política, de unatrayectoria con sus partidos. La gran mayoría lle-garon porque eran presentadoras de televisión,porque eran candidatas de belleza, otras porque

eran parientes de los dirigentes de turno. Muypocas mujeres llegamos por una trayectoria quenos empujaba a hacer política. Cuando los parti-dos entendieron qué es la paridad, qué es la ley decuotas, ya era demasiado tarde. La ley de cuotassirvió para dar un respiro a la maquinaria políticatradicional de los partidos, las mujeres llegamosen un escenario de crisis y de cambio como acto-

ras directas y como protagonistas de un procesode cambio, por nuestro propio esfuerzo, por nues-tra propia lucha, pero sin que los partidos políti-cos casi percibieran la importancia de lo queestaba pasando. Esto es una gran lección que aprender. No

podemos seguir dispersos los partidos políticospor un lado y los movimientos sociales por otro.Creo que, por ejemplo, Pachakutik es una buenaexperiencia de ligazón de una estrategia políticaque viene conjuntamente con el movimientosocial, pero ahí surge también una pregunta:cuánto significó esto para que mejoren las condi-ciones de vida de los indígenas, cómo ha cambia-do la calidad de vida o el cumplimiento de losderechos en el sector indígena y por qué las pro-vincias indígenas de la sierra centro siguen siendolas de mayores carencias de necesidades básicas.Hay una gran amalgama de elementos en la rela-ción sociedad civil-partidos políticos, tiene quehaber una relación, un permanente diálogo, unpermanente encuentro, un entendimiento de pro-

blemas, y ojalá la construcción de un lenguajecomún. La sociedad ecuatoriana, si algo reclama,es mayor cohesión. Tenemos una fragmentaciónfuerte y una gran inestabilidad institucional. Creoque es el momento de crear estas posibilidades,estas conexiones, para poder entendernos comosociedad. Porque de pronto este nuevo diseño deEstado está construyendo una fuerza importante,

La sociedad ecuatoriana, si algo reclama,

es mayor cohesión. Tenemos una

fragmentación fuerte y una gran

inestabilidad institucional. Creo que es el

momento de crear estas posibilidades,

estas conexiones, para poder

entendernos como sociedad.

84 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

una organización política importante, pero no estácohesionando a la sociedad ecuatoriana. Una cosaes que el Presidente tenga popularidad y adhe-sión, y otra que estemos en comunicación, arman-do pactos sociales, construyendo ciudadanía yparticipación ciudadana para incidir en las deci-siones políticas del Estado.

¿Qué sucede con el nuevo Código de laDemocracia?

Considero que existe muy poca esperanza en elCódigo de la Democracia porque la cultura y lasprácticas políticas no cambian. Todavía no veopartidos políticos que miren, gestionen y adminis-tren la diversidad. No se ha dicho una nueva pala-bra sobre estructura orgánica; el panorama no esalentador. Pienso que las prácticas políticas nocambian porque eso incide en la redistribucióndel poder. Y creo que el partido político todavía esuna estructura de poder que reproduce y concen-tra poder. Ha habido cambios, y muy significati-vos, pero lo estructural, en donde se sostiene elpartido, ese pilar y columna vertebral no cambia,eso se sigue reproduciendo.

Si el concepto de organización política debeser rediscutido y recreado, ¿cómo deberíanser las organizaciones políticas? ¿Cómotransformar la cultura política?

Con base en mi experiencia, creo que de laúnica forma en que se puede cambiar es desde laética. Y desde la ética de la convicción. Levantarla mano en una Asamblea es un acto de suma res-ponsabilidad. Ha habido mucha gente que ha ven-dido sus votos, y hasta el día de hoy muchas vecesla obediencia hace que se levanten las manos. Yosalí de los partidos porque no soporto la discipli-na; yo no obedezco situaciones que para mí sonabsurdas. No soporto la falta de democraciadonde no hay un partido con asambleas paratomar decisiones. Desde mi práctica política, meatrevo a decir que la única forma de cambiar lacultura política es a partir de la relación ética contus principios y convicciones, que es lo que a unolo define en la vida.

Rasgos de la personalidad política...

Creo en la política y creo en los partidos políti-cos como herramientas, mecanismos y canales,pero, por sobre aquello, creo en el actor políticoque toma conciencia, es crítico, reflexivo y aporta.

El Ecuador que usted quiere…

El Ecuador que yo quiero es un Ecuador en elque se reconozca la diversidad, en el que nosaceptemos como somos. El Ecuador que yo quie-ro es un Ecuador en donde haya oportunidadespara todos, y que eso no sea un eslogan de cam-paña. Tuve la suerte de trabajar con niños de lacalle durante veinte años, y lo que ellos me ense-ñaron es que, pese a que se les cerraban todas,absolutamente todas las puertas posibles, anteuna sola oportunidad que se les presentaba, losecuatorianos somos capaces de responder. Yocreo en este país, creo en los ecuatorianos, perocreo que las injusticias y el mal manejo del poderhan hecho que las oportunidades se cierren parala gran mayoría. Quisiera también un Ecuador en donde las

personas se diviertan, disfruten y encuentren elplacer de vivir.

85Abstracts

Political parties: how, why and what for, 9-18 Introductory article

Rafael Roncagliolo

The panorama of political parties and that of politics in general is a grim one. If we take off from the premise above, this

article tries to answer the following questions: when and how did this remarkable deterioration of politicians and politics

start? Are political parties essential for democracy or are we witnessing a democracy without political parties? What is

the meaning of “political party” today? Even though there is a transition from a democracy of parties to a mediatic demo-

cracy, political parties are still essential in the process of building genuine democracies

Keywords: history of parties, classification of parties, parties’ systems, parties’ democracy, mediatic democracy.

Ideological - programmatic guidelines of CND, 20-28

Fernando Martínez

The Director of the Concertación Nacional Democrática (CND), Fernando Martínez, displays a text prepared by all the

members of this movement at the national level. This text develops the ideological-programmatic guidelines and princi-

ples of CND as well as the need for economic and political basic re thinking towards a model of pluralistic integration that

“should be articulated on the basis of an impulse towards economic growth: a sustainable growth in ecological terms, sus-

tainable in its capacity to face economic cycles as well as in the turbulence of a global economy”.

Keywords: Concertación Nacional Democrática (CND), pluralistic institutionalism, crisis in politics, ideological - program-

matic perspective, integration.

From partisanship to the new political parties, 29-34

Juanita Bersosa

Through an analysis that stems from the records of meetings of the militants of the Movimiento Encuentro Democrático

(MED), the author shares with us his views on the politics, the vision, and the ideology of this Movement. Political action

must engage all sectors of society, especially those outside the realms of participation and of the decision-making processes;

therefore, the ideology of MED promotes ample inclusion, guaranteeing incorporation of the interests, demands and needs

of all groups, the amplification of democracy, the vindication of politics as a fundamental right, among other principles.

Keywords:Movimiento Encuentro Democrático (MED), inclusion, pluralism, fairness, democracy.

Political parties and democracy, 35-42

Rodrigo Borja

Using a theoretical basis, the author emphasizes the importance of political parties in a democratic system. He explains

on one side the differences between party and government, and on the other, he points out the duties of the parties that

achieve power in the administration of the State versus the roles that must be held by the opposition. The author makes

a summary of the political history of the parties, and in this summary he indicates how, regrettably, various parties have

lost the prestige they use to hold.

Keywords: political parties, democracy, chart parties, mass parties, electoral parties.

Political organizations: functioning and perspectives, 43-48

Luis Villacís

The Movimiento Popular Democrático (MPD) states that no organization can exist without an ideology. In a leftist, as well as

in a rightist philosophy there are different shades, but no political organization be it a party or a movement, can be margi-

nal to or be placed above the social classes and their struggles. In addition to this premise, we can say that those that really

can be consequent with the interests of the people are organizations that stem from the people themselves, convinced that

they must be placed at the service of the workers, the poor, those who have been secularly betrayed and forgotten.

Keywords:Movimiento Popular Democrático (MPD), political parties, social classes, ideology, the people.

PAIS Movement: choice of political representation for change, 49-53

Ricardo Patiño

This article points out that PAIS Movement was born as an alternative to the political crisis that had developed in Ecuador,

partly because of the lack of legitimization which institutions had reached, and partly due to the fact that the political par-

ties no longer represented the citizens. It is pointed out that with the arrival to the Presidency of Rafael Correa, this stage

came to an end, and a new stage began with a new Constitution and organic laws which regulate the functioning of poli-

Abstracts

tical organizations. He also proposes that a new political culture must emerge as well as a democracy that promotes a

society of Good Living.

Keywords: Patria Altiva i Soberana (PAIS), political parties’ law, politics of alliances, Good Living.

The why and the what for of political organizations, 54-57

Freddy Bravo

Strengthening democratic institutions and political parties is a must for this author. Political organization is the necessary

tool to promote participation and to generate wealth and progress. This organization is our right and our duty as citizens.

There are coincidences among different parties and there are cases in which a bias is stronger than true reason. Living in

isolation is not possible and organizations stem from a “motivation for solidarity and commitment” which defines “coor-

dinated and consistent activities to share political, ideological, and cultural convictions”.

Keywords: political organizations, strengthening institutions, state policies, governmental institutions, Ecuadorian society

Strengthening of political parties in Ecuador, 58-63

Silvia Salgado

A general vision about politics and political organizations is initially established; the need to strengthen political parties is

then highlighted since beyond their institutionalism, “they are instruments for action that produce the conservation or

transformation of the established order”. Political parties must establish the intermediation of social demands in referen-

ce to the State and procure a guarantee of democracy and governance demands. The process of re-inscription of political

parties in Ecuador must be used as an opportunity for the strengthening of the party system.

Keywords: Partido Socialista Frente Amplio (PSFA), political parties system, politics, power, political organizations.

Political organizations in the Ecuadorian conjuncture, 64-68

Lucio Gutiérrez

Through an interpretation of the conjuncture of Ecuadorian politics, the need for a restructuring of political organization

is established, while encouraging, at the same time, the need for new militants, especially young men and women. A

necessity to encourage the democratization of the processes within the organizations is also established. This article des-

cribes at the same time, the structure and the operation of the Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero as well as a des-

cription of the viewpoints of this party on ideology, democracy, and on the country itself. A need for opposition ideologies

is also emphasized.

Keywords: Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero (PSP), restructuring organizations, new militants, internal organization

of parties, dialogue.

The why and how of Ecuadorian political organizations, 69-72

Marcelino Chumpí

Parting from the notion of State and nation, an analysis follows in this article about the fact that political organizations are

essential for democratic consolidation. There is also pondering on the nature of power and how power moves the diffe-

rent interests which later produce conflicts between communities or societies. These interests position themselves in the

field of class struggles. The author emphasizes the fact that in Ecuador social and intercultural relationships are essential

“for the strengthening of the social powers that struggle massively to achieve the management of public or popular power

as well as that of the citizen”.

Keywords: State, nation, power, class struggle, social intercultural relations.

¿A party or a movement? The political organizations in Ecuador, 73-78

Diego Ordóñez

This text analyzes the history of political organizations in Ecuador starting with the republican period. The elements that

define political parties are explained as well as the fact that democracy has been limited in certain moments to electoral

participation. The need is also established for an articulating model for the majority of society that may have continuity

especially during changes in government. Societies achieve stability through the “existence and consistency of a national

project which emerges from, and is only sustainable in an institutional system of parties”.

Keywords: political history of Ecuador, party re-registration, electoral participation, building a democracy, national political project.

86 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

87Yuyachikuna

YuyachikunaYuyay tantachikkuna: imapak kashka imapak tiyashka, 9-18 Kallariy yuyaykuna

Rafael Roncagliolo

Kunan punllakunaka yuyay tantachikkuna, shinallatik tantachik yuyaykunapash llaki llakimi rikurishka kan. Kay punta yuya-

kunawanmi kay killkakunapika wakin tapurikunata kutichinata munan: ¿may pachamantatik yuyay tantachiykuna shinallatik

tantachi yuyay apaypipash wakllirishka kan? ¿mamallakta puri ukupi pakta kawsay tiyachunka yuyay tantachiy apak ukuku-

na tiyachun mutsurishkachu kan? ¿ima shinatak kunan punllakunaka yuyay tantachikkunaka katikunkuna? Kay punllakuna

yuyay tantachiykuna pakta kawsayman chayachisha nishka uyarikunaman tikrakukpipash mamallakta pakta kawsayman

chayachichunka wakin yuyay tantachiykuna tiyachun mutsurishkami kan.

CND yuyay tantachiykunapak yuyay katikuna, 20-28

Fernando Martínez

Concertacion Nacional Democratica (CND) yuyay tantachiyta pushak Fernando Martinez mashika, kay tantachiy ukupi kak

mashikunawan pakta llankashka yuyaykunatami karan, chay killkakunapika kay CND yuyay tantachikkuna ima yuyayawan

kashka munashka rurak kashkatami willan, shinallatik ima shina yuyay tantachiy ukukunapi kullki apayta munay mañay

apaytapash pakta rikuna kashkatami rikuchinkuna, chaypakka “ima kullki pukuchikuna mirachikunapash tukuyllapakmi

kana kan, chay mirachikuna shinallatik pukuchikunapash pachamama ima shina paktakukta rikushpami katina kan shina ima

llaki pachakunaka ama yalli wakllirinkapak” ninmi.

Shuk shinalla yuyay tantachiymanta tawka mushuk yuyay tantachikuna, 29-34

Juanita Bersosa

Kay Movimiento Encuentro Democrático (MED) nishkapi kak aukakunapak wakin yuyay llukchishkakunawanmi kayta kill-

kakka, ima yuyay munaypi paktachipipash kay yuyay tantachik kashkata rikuchin. Tukuy tantachiy yuyay ruraykunapika

tukuykunatami kayachina kan, kay yuyay tantachikkunaka mamallakta ima shina kachun yuyayta kunkapak pakta usharita-

mi charina kan. Chay shina yuyaywanmi MED ukumantaka tukuyllakuna kaykunaman yaykunkapak pakta rikukunkuna

shina tukuyllapak munay mañaykunata hayñikunata shina shuktakkunatapash paktachiy tiyachun

Yuyay tantachiykuna shinallatik pakta kawsay, 35-42

Rodrigo Borja

Wakin yuyachikunapi wankurishpami, kayta killkak mashika, pakta kawsay tiyaypi yuyay tantachiy ukukuna tiyachun

mutsurishkata rikuchin. Shuk kutinpika, yuyay tantachiwan mamallakta pushaywan ima shina chikanyashkatami rikuchin,

chayllapitak pushaykunaman chayashpaka imalla llankayta kay yuyay tantachikkuna paktachina kashkatapashmi churan

ama maypashkachun harkak kachunkuna. Kutin shuktak kutinpika kaykama yuyay tantachikkuna ima shina purimushka-

tami rikuchin chayllapitak tukuylla kawsay ukupi may llankaywan paktachishka mana paktachishkatapash rikuchishpa,

kaykamaka tawka yuyay tantachikkunaka wakllirishkami rikurishka shina tukuylla mashikunapika mana alli rikushkaku-

nami kan ninmi.

Yuyay tantachikkuna: ima shika kaykuna munay mañaykunapash, 43-48

Luis Villacís

Kay Movimiento Popular Democrático (MPD) yuyay tantariypi kakkunaka, mana ni maykan yuyay tantachiy ukuta apak

ukukunachu yuyay munay illakka kankuna kan ninmi; may shina purina paktachina yuyaykunaka shuk shina hamuntas-

hkami kankuna, shinapash mana ni maykan tantachiy apakkunachu shuk shina kawsaypi kak mashikunaman yanapayta

rurashpa kanata sakinkachu ninpashmi. Kaykunawanka imapak pakta makanakuyta rurashkata ima yuyaywan wiñarishka

pi wiñachishkamanpashmi tukuy iam ruraykunawanka kutichik kana kan ninkunapashmi, ashtawanka kay kunkashka

mashikunaman, llankak mashikunaman, wakchayashkakunaman shina mana imapi yanapashkapimi pakta yanapana

sakirin.

PAIS: shuk shina kawsayman chayankapak yuyay tantachiy, 49-53

Ricardo Patiño

Kay killkapika yuyay tatnachiykuna yallitak wakllirishka kakpi Movimiento PAIS yuyay tantachiy tukuyllakunapak mushuk

yuyaykunawan Ecuador mamallaktapi wiñarishkatami rikuchin, shina kay mamallakta apana ukukunaman yaykushkata

88 ÁGORA POLÍTICA • noviembre/2010

ashtawanka ima shina mashi Rafael Correa mamallaktata apankapak chayashkatami pakta rikuchin, kaywan mushuk

yuyaywan apaypi kallarishkatapash. Mushuk mamallakta kamachita shinallatik shuktak kamachikunatapash churashkaku-

natami rikuchin. Shinallatik kay Sumak kawsay mashkaypi ima shina yuyaykunawan paktana kashkatapashmi killkan.

Imamanta shinallatik imapak yuyay tantachiykuna wiñarishkamanta, 54-57

Freddy Bravo

Kay killkak mashipak yuyaypika, pakta kawsayta shinallatik yuyay tantachiykunatami sinchiyachina sakirin ninmi, kay yuyay

tantachiykunawanmi pakta yanapanakuyta shinallatik tukuyllakuna alli kawsayman chayayta ushashun ninmi, kay shina tan-

tarikunata ruranaka tukuyllapak hayñikunami kan. Tawka shina yuyay tantachiykuna kashpapash wakin kutinkunaka shuk-

lla yuyaykunamanmi chayayta ushan, mana shukllaka kawsayta chariy tukunchu chaymantami tantachiykunata wiñachishka

rikurin shuk yuyaypi munay mañaypipash kimirishpa shina shuk shina llankaykunata paktachinkapak shina ima tantachiy

yuyaykunata, kawsaykunata shina ima shuktakkunatapash sinchiyachinkapak.

Yuyay tantachiykuna shinallatik imapak Ecuador mamallaktapi yuyay tantachiykunata

sinchiyachina mutsurishkakuna, 58-63

Silvia Salgado

Puntamanka ima shina yuyay tantachiykuna kashkatami rikuchin, pakta apaypi shinallatik tantachi apaypipash ima shina sin-

chiyaritami achikyachin. Kay tantachiykunami mamallaktakuna ima shina kachun churahskata sinchiyachinkapak mana kas-

hpaka pakinkapakpash mutsurishka kan. Tukuy yuyay tantachiykunami mamallaktamanta llaktayukkunaman yanapayta

kuchun yanapak kana kan shina pakta kawsay tiyachun shinallatik kamanakunapash sinchiyarichun pakta rikunkakuna.

Kutin killkayarikunaka mushuk yuyaywan yuyay tantachikkuna llankak kallarichunmi yanapak kan chaywan tawkapura shi-

nallatik mushuk yuyay tantachiykuna rikurichun.

Ecuador mamallakta purip, yuyay tantachikkuna imapak kashka imapak tiyashka,64-68

Lucio Gutiérrez

Kay ecuador mamallaktapak puri pachamantami, kay mashika, aukakuna yuyay tantari apaykunapi yayakuna mutsuris-

hkami kan nin, kaytaka tukuyllapak auka apana ukukunapahs kachun churankapak. Kay willachipika ashtawan ima shina

Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero yuyay tantachi uky wiñarishkata purikushkatami rimarin, shinallatik yuay munay

katikushkatapashmi riksichin. Shuktak yuyachipika, kay mamallaktapi yuyay tantachikkuna may llankayta charishkatami

riman

Ima shina, imamanta shinallatik imapak yuyay tantachiykuna Ecuador mamallaktapi tiyashkamanta, 69-72

Marcelino Chumpí

Mamallakta kawsaywan shinallatik mamallakta allpa yuyay pachamantami, yuyay tantachiykuna imapak tiyana kashkata

riman chaykuna ima shina pakta kawsayta sinchiyachik kashkata rikuchinkapak. Shinallatik, ima shina kamanaman chayay-

pi makanakuykunaman llaktayukkuna yuyay tantachiykunawan rikurishkatapashmi yuyachin, kay makanakuypika shuk

shina yuyaypi shinallatik kawsaypi kakkunawanmi chimpapurashka kankuna. Kayta killkak mashika Ecuador mamallaktapi

tawka shina kawsaypura tiyashkakunatami pakta yuyaypi charina kan ninpashmi. llaktayukkunamanta pacha mamallakta

kamanaman chayankapak.

¿Maykan shina tantachiyykuna? Ecuador mamallaktapi yuyay tantachiykuna, 73-78

Diego Ordóñez

Kay killkapika ima shina Ecuador mamallakta wiñarishkamanta pacha, yuyay tantachiykuna llankay kallarishkata shinallatik

purishkakunatapashmi rikuchin. Kaypika imakunallata rikushpa yuyay tantachikkunami nina kashkatami rikuchin, shinalla-

tik pakta kawsaywan maypika ima shina mana yapa yanapanakuy tiyashkatami yuyachin. Shinallatik tukuylla llaktayukkuna-

ta ima shina shuklla yuyaywan maykan mashi mamallakta kamaypi yaykukpipash yuyachik kachunmi churana kan

ninpashmi: “mamallakta puripika tukuy yuyay tantachikkunami yanapana kan”.

Rafael Roncagliolo • Fernando Martínez • Juanita Bersosa • Rodrigo Borja

Luis Villacís • Ricardo Patiño • Freddy Bravo • Silvia Salgado • Lucio Gutiérrez

Marcelino Chumpí • Diego Ordóñez

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