4 ·Investiga La Leyenda Sobre Los “Horacios”

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4 ·Investiga la leyenda sobre los “Horacios” y los “Curiacios” Cuenta la tradición que alrededor de mediados del siglo XII a. C, luego de la destrucción de Troya, Ascanio, hijo del mítico héroe troyano Eneas, fundó la ciudad de Alba Longa y dio origen a una dinastía de reyes poderosos. Para el siglo VII a.C. la ciudad de Roma había acrecentado su poderío con su tercer rey Tulio Hostilio y no vaciló en enfrentarse a su vecina Alba Longa. La guerra entre ambas ciudades dio lugar al legendario combate entre los Horacios y los Curiacios para darle fin al enfrentamiento. Los Horacios eran tres hermanos trillizos, hijos de Publio Horacio. Uno de ellos estaba casado con Sabina, una joven albanesa, hermana de los Curiacios. Al mismo tiempo, uno de ellos era novio de Camila, hermana de Horacio. En la unión de ambas familias reside el elemento dramático de esta historia que se muestra en la obra de teatro Horacio, de Pierre Corneille, publicada en el año 1640. Al declararse la guerra entre Roma y Alba Longa, ambos pueblos designan tres campeones que decidirán la suerte de las dos ciudades. Así, los Horacios fueron desafiados por los Curiacios, también hermanos trillizos, a pelear los tres contra los tres delante de los dos ejércitos en pugna. Antes de partir a combate, los Horacios realizaron su juramento ante su padre, dispuestos matar a los Curiacios para obtener la supremacía romana sobre los albanos. Este episodio fue retomado por artistas como Jacques-Louis David, que exaltó la virtud cívica y el heroísmo de los hermanos romanos. Durante el enfrentamiento, solo uno de los Horacios sobrevivió y se las ingenió para dar muerte a sus enemigos, consiguiendo el triunfo de Roma y el dominio sobre Alba Longa. La ciudad fue destruida y jamás reconstruida, y sus habitantes se trasladados al monte Celio de Roma. Se cree que en el siglo I a.C., tiempos del historiador romano Tito Livio, aún existían los sepulcros de los dos Horacios y lo tres Curiacios muertos en combate, así como la llamada columna Horaciana, en la cual se habían colgado los despojos de los Curiacios. Para el siglo XVIII, la leyenda de Los Horacios se convirtió en símbolo de las más altas virtudes de la República, enfatizando la importancia del sacrificio personal por el bien de la patria.

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4 ·Investiga la leyenda sobre los “Horacios” y los “Curiacios”

Cuenta la tradición que alrededor de mediados del siglo XII a. C, luego de la destrucción de Troya, Ascanio, hijo del mítico héroe troyano Eneas, fundó la ciudad de Alba Longa y dio origen a una dinastía de reyes poderosos.

Para el siglo VII a.C. la ciudad de Roma había acrecentado su poderío con su tercer rey Tulio Hostilio y no vaciló en enfrentarse a su vecina Alba Longa. La guerra entre ambas ciudades dio lugar al legendario combate entre los Horacios y los Curiacios para darle fin al enfrentamiento.

Los Horacios eran tres hermanos trillizos, hijos de Publio Horacio. Uno de ellos estaba casado con Sabina, una joven albanesa, hermana de los Curiacios. Al mismo tiempo, uno de ellos era novio de Camila, hermana de Horacio. En la unión de ambas familias reside el elemento dramático de esta historia que se muestra en la obra de teatro Horacio, de Pierre Corneille, publicada en el año 1640.

Al declararse la guerra entre Roma y Alba Longa, ambos pueblos designan tres campeones que decidirán la suerte de las dos ciudades. Así, los Horacios fueron desafiados por los Curiacios, también hermanos trillizos, a pelear los tres contra los tres delante de los dos ejércitos en pugna. Antes de partir a combate, los Horacios realizaron su juramento ante su padre, dispuestos matar a los Curiacios para obtener la supremacía romana sobre los albanos. Este episodio fue retomado por artistas como Jacques-Louis David, que exaltó la virtud cívica y el heroísmo de los hermanos romanos.

Durante el enfrentamiento, solo uno de los Horacios sobrevivió y se las ingenió para dar muerte a sus enemigos, consiguiendo el triunfo de Roma y el dominio sobre Alba Longa. La ciudad fue destruida y jamás reconstruida, y sus habitantes se trasladados al monte Celio de Roma.

Se cree que en el siglo I a.C., tiempos del historiador romano Tito Livio, aún existían los sepulcros de los dos Horacios y lo tres Curiacios muertos en combate, así como la llamada columna Horaciana, en la cual se habían colgado los despojos de los Curiacios. Para el siglo XVIII, la leyenda de Los Horacios se convirtió en símbolo de las más altas virtudes de la República, enfatizando la importancia del sacrificio personal por el bien de la patria.

5 ·¿Qué eran los libros sibilinos y cuando y para que se utilizaban?

libros sibilinos eran unos libros mitológicos y proféticos de la antigua Roma.

Estos tres libros fueron guardados en el templo de Júpiter en la ciudad de Roma y eran consultados en situaciones muy especiales. Son los llamados Libros sibilinos. Estaban escritos en griego, en hojas de palmera, que posteriormente pasaron a papiro.

Los romanos del siglo II a. C., en tiempos de la República, apreciaban mucho estos libros y los guardaban en un colegio formado por 10 sacerdotes menores. En

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situaciones de crisis los consultaban para ver si había una profecía que pudiera aplicarse a la situación del momento.

6 · Indaga sobre el incidente protagonizado por el hijo de Tarquino el soberbio que provoco la abolición de la monarquía en roma.

El séptimo y último rey de Roma fue Tarquinio el Soberbio. Hijo de Prisco y yerno de Servio, Tarquinio también era de origen etrusco. Fue durante su reinado cuando los etruscos alcanzaron la cúspide de su poder. Tarquinio usó la violencia, el asesinato y el terror para mantener el control sobre Roma como ningún rey anterior los había utilizado, derogando incluso muchas reformas constitucionales que habían establecido sus predecesores. Su mejor obra para Roma fue la finalización del templo a Júpiter, iniciado por su padre Prisco.

Tarquinio abolió y destruyó todos los santuarios y altares sabinos de la Roca Tarpeya, enfureciendo de esta forma al pueblo romano. El punto crucial de su tiránico reinado sucedió cuando permitió la violación de Lucrecia, una patricia romana, por parte de su propio hijo Sexto. Un pariente de Lucrecia y sobrino del rey, Lucio Junio Bruto, convocó al Senado, que decidió la expulsión de Tarquinio en el año 510 a. C. Tarquinio pudo haber recibido entonces la ayuda de Lars Porsena, quien no obstante ocupó Roma para su propio beneficio. Tarquinio huyó entonces a la ciudad de Túsculo y posteriormente a Cumas, donde moriría en el año 495 a. C. Esta expulsión supuso el fin de la influencia etrusca tanto en Roma como en el Lacio, y el establecimiento de una constitución republicana.

Tras la expulsión de Tarquinio, el Senado decidió abolir la monarquía, convirtiendo a Roma en una república en el año 509 a. C. Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, sobrino de Tarquinio y viudo de Lucrecia, se convirtieron en los primeros cónsules del nuevo gobierno de Roma. Este nuevo gobierno permitiría a la larga la conquista por los romanos de casi todo el mundo mediterráneo, una forma de gobierno que sobrevivió durante casi quinientos años hasta la ascensión de Julio César y César Augusto.