3. julio 2009

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R. Stevenson. “Los Clásicos según Fontanarrosa” … 3 Aun pensamos Aun sentimos pero sigo muerta Dios está mirándome junto a mi perro que gime y la rosa impura del arbusto de la vida Cortarlo quiero pero si no muero y sigo muerta ¡Maldita Mente! Cochambroso tiempo ciérrate a mi paso LUNA Príncipe, montada en el lomo de este dragón voy a rescatarte Mi corcel ha sido herido hace mucho Por eso domo dragones y someto fieras Las someto a mi capricho Por mucho tiempo rescaté mancebos y una vez te vi. Salix Refugio de Luz En la cueva danzan hadas diminutas con una florescencia rosada que se distingue claramente de los hongos verde brillante. Ellas, además, en su vuelo desordenado, dejan rastros de luminiscencias arremolinadas, zigzagueantes, espiraladas por todo el lugar desvaneciéndose al instante. Miles de libélulas turquesa invaden el aire dejando una estela de luces añil a su paso. Unos pequeños duendecillos marrones con ropajes verdes y gorros rojos reposan tranquilos sobre las rocas ámbar. Cantidades de flores multicolores tapizan el suelo y paredes. Un boscaje de oscuros y pálidos verdes-marrones, se abre un poco más allá del río. Porque por la cueva pasa un angosto y profundo río de aguas cristalinas y piedrecillas policromadas. Por un enorme agujero de la roca, muy arriba, pueden verse las estrellas en la noche; a veces, hasta la luna lejana es posible ver. Cientos de bichos luminosos y luciérnagas titilan entre el musgo como estrellas en un cielo verde. Las mariposas de variados colores y combinaciones se pasean con su vuelo gracioso dejando un frescor en el aire. Allí siempre es oscuro, pero ellos iluminan. Cada cierto tiempo, en el solsticio de verano, la luz del sol logra penetrar directamente por el enorme agujero un par de horas. Entonces se hacen fiestas. Las hadas y los duendes bailan en el arcoíris que se forma en la cascada y el eco del canto de las sirenas de escamas tornasoladas, del otro lado del río, llega dulcísimo hasta aquí. Yo, de tiempo en tiempo, observo serena y atenta este paraíso de paz y tranquilidad. Ellos, esperan calmados algún descuido. Milka García Ruido, s. Olor nauseabundo en el oído. Música no domesticada. Principal producto y testimonio probatorio de la civilización. Ambrose Bierce REFUGIO DE LU 3 07/2009 "Mundos posibles, ficción y ficcionalidad como dispositivos disparadores de la respuesta emocional. Su producción textual y su interpretación desde la literatura y el cine" Dr. Steven Bermúdez Miércoles 15 de julio 9:00 a.m. Sala de Conferencias "Dr. Darío Durán" bloque P, pb. FHE - LUZ.

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R. Stevenson. “Los Clásicos según Fontanarrosa”

… … 3

Aun pensamos Aun sentimos pero sigo muerta Dios está mirándome junto a mi perro que gime y la rosa impura del arbusto de la vida Cortarlo quiero pero si no muero y sigo muerta ¡Maldita Mente! Cochambroso tiempo ciérrate a mi paso LUNA

Príncipe, montada en el lomo de este dragón voy a rescatarte Mi corcel ha sido herido hace mucho Por eso domo dragones y someto fieras Las someto a mi capricho Por mucho tiempo rescaté mancebos y una vez te vi.

Salix

Refugio de Luz En la cueva danzan hadas diminutas con una florescencia rosada que

se distingue claramente de los hongos verde brillante. Ellas, además, en su vuelo desordenado, dejan rastros de luminiscencias arremolinadas, zigzagueantes, espiraladas por todo el lugar desvaneciéndose al instante.

Miles de libélulas turquesa invaden el aire dejando una estela de luces añil a su paso.

Unos pequeños duendecillos marrones con ropajes verdes y gorros rojos reposan tranquilos sobre las rocas ámbar.

Cantidades de flores multicolores tapizan el suelo y paredes. Un boscaje de oscuros y pálidos verdes-marrones, se abre un poco

más allá del río. Porque por la cueva pasa un angosto y profundo río de aguas cristalinas y piedrecillas policromadas.

Por un enorme agujero de la roca, muy arriba, pueden verse las estrellas en la noche; a veces, hasta la luna lejana es posible ver.

Cientos de bichos luminosos y luciérnagas titilan entre el musgo como estrellas en un cielo verde. Las mariposas de variados colores y combinaciones se pasean con su vuelo gracioso dejando un frescor en el aire.

Allí siempre es oscuro, pero ellos iluminan. Cada cierto tiempo, en el solsticio de verano, la luz del sol logra

penetrar directamente por el enorme agujero un par de horas. Entonces se hacen fiestas. Las hadas y los duendes bailan en el arcoíris que se forma en la cascada y el eco del canto de las sirenas de escamas tornasoladas, del otro lado del río, llega dulcísimo hasta aquí.

Yo, de tiempo en tiempo, observo serena y atenta este paraíso de paz

y tranquilidad.

Ellos, esperan calmados algún descuido. Milka García

Ruido, s.

Olor

nauseabundo

en el oído.

Música no

domesticada.

Principal

producto y

testimonio

probatorio de

la

civilización.

Ambrose

Bierce

REFUGIO DE LU 3

07/2009

"Mundos posibles, ficción y

ficcionalidad como dispositivos

disparadores de la respuesta emocional.

Su producción textual y su

interpretación desde la literatura y el

cine"

Dr. Steven Bermúdez

Miércoles 15 de julio

9:00 a.m.

Sala de Conferencias "Dr. Darío Durán"

bloque P, pb. FHE - LUZ.

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LOCARIO DE DIVULGACIÓN. SI QUIERES PUBLICAR EN ESTAS PÁGINAS BUSCA A MILKA GARCÍA, O ENVÍA UN PAR DE TUS TEXTOS A: [email protected]. GRACIAS A PAOLA ANDRADE

ATRACCIÓN

TÚ= 9,81 m/seg2 hacia tu centro

Perfectas esferas de agua condensada= YO

Milka García

¡¡¡PARA LAS

PUBLICACIONES

DEL MES DE AGOSTO EL

TEMA SERÁ ECOLÓGICO

Y DE PROTESTA!!!

Agua solar

El pescador

Navega

Sobre los rayos

Del sol.

Carlos I. Pérez

(Poeta marabino)

Wüin Kai’pala

Chi alojuikai jime

Samantüshi

Ja’ akapünaa tü jiaakalüirua ka’i.

Traducción

Miguel A. Jusayú /José A. Fernández

(Poetas guajiros) LO NUESTRO

Tuyo es el tiempo cuando tu cuerpo pasa

con el temblor del mundo,

el tiempo, no tu cuerpo.

Tu cuerpo estaba aquí, tendido al sol, soñando;

se despertó contigo una mañana

cuando quiso la tierra.

Tuyo es el tacto de las manos, no las manos;

la luz llenándote los ojos, no los ojos;

acaso un árbol, un pájaro que mires,

lo demás es ajeno.

Cuanto la tierra presta aquí se queda,

es de la tierra.

Sólo trajimos el tiempo de estar vivos

entre el relámpago y el viento;

el tiempo en que tu cuerpo gira con el mundo,

el hoy, el grito delante del milagro;

la llama que arde con la vela, no la vela,

la nada de donde todo se suspende,

-eso es lo nuestro.

Eugenio Montejo

(Poeta caraqueño)

ESPERADO

Sorpresiva

mirada respiratoria habiendo

tránsfuga

de fondo madrugador

emergiendo hacia

la añadidura ancestral

de mis actos evolutivos con

antelación de

un día blanco

angustioso dominio

alfabético

silenciando lentas

fisuras plásticas.

Juan Carlos Aguilera Aqüi

Amaneció

Canasta en mano

Fruta de primavera

Fragor del día

Proclama el sol

con voz

certera:

Viene la noche.

DO

Una tela camina serena

en las noches de la sala.

Ahuyenta a la luz y le

abre la puerta a los

sordos ritmos de la

luna.

Eligreg…

Escribiré sobre el vaso de agua que escuché mojarse

Sobre aquel que se consumía en lágrimas y se hacía más

denso

Denso en el trago, denso en el deseo

Escribiré sobre esa charco que refleja el exterior de mi ser

opacando el interior de su reflejo

El que no vemos

El que no veo

Ese charco que se va y no regresa

Escribiré sobre ese vaso de agua que escuché derramarse,

aquel que mojó mis dedos y quemó mis labios,

aquel que en sed inundó mis risas, mis resacas y mis llantos

La flor de metal

Dos mundos se encuentran

Comienza el cataclismo

Dos historias se

complementan

Yo, tu génesis

Tú, mi Armagedón

Yo la luna

Tú el sol

Eclipsémonos en un abrazo

y vivamos secretamente

La oscuridad que nos deja

el estar juntos

Abigail

Juan Carlos Onetti El decálogo I.. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo. II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo. III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda. IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético. V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar. VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo. VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios. VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5? IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario. X. Mientan siempre. XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."