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Supervisión editorialDavid Morrison

Dirección editorialFlorencia N. Acher Lanzillotta

Coordinación editorialMaría Soledad Suares Christiansen

EdiciónGustavo Castaño

Corrección Alan Orlando Blinkhorn

Dirección de ArteNatalia Fernández

Asistencia de Arte Cecilia Aranda y Luciano Andújar

Producción grá�caFlorencia Schäfer

DiagramaciónMaría José Suares Christiansen

IlustraciónLeandro Álvarez

Documentación fotográ�caMariana Jubany

Guía para el catequista 6 / Mercedes Jordán y Víctor Jordán; coordinado por María So-ledad Suares Christiansen; dirigido por Florencia N. Acher Lanzillotta; edición a cargo de Gustavo Castaño. - 1ª ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Edelvives, 2015.

64 p.; 27 x 21 cm. ISBN 978-987-642-342-7 1. Catequesis. 2. Guía Docente. I. Jordán, Víctor II. Suares Christiansen, María Sole-dad, coord. III. Acher Lanzillotta, Florencia N., dir. IV. Castaño, Gustavo, ed. V. Título

CDD 371.1

© 2015, Edelvives. Av. Callao 224, 2.º pisoCiudad Autónoma de Buenos Aires (C1022AAP), Argentina.

Este libro se terminó de imprimir en FP Compañía Impresora S.A., en el mes de febrero de 2015.

Reservados todos los derechos de la edición por la Fundación Edelvives. Quedarigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright,bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial deesta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía yel tratamiento informático, y la distribución de los ejemplares de ella mediantealquiler o préstamo público. Queda hecho el depósito que dispone la Ley 11.723.

AgradecimientosFundación Edelvives desea expresar su agradecimiento a Ana María Cincunegui y al padre "Cote" Quijano del ISCA, por su lectura crítica.

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Carta editorial: La llama encendida .........................................................................4

Fundamentación del proyecto .....................................................................................7

Educar la espiritualidad ..............................................................................................14

Planificación anual ........................................................................................................18

Unidad 1. El hombre mira a Dios ..............................................................................24

Unidad 2. Un Dios Creador .........................................................................................27

Unidad 3. Las raíces de nuestra fe ...........................................................................31

Unidad 4. Una larga peregrinación .........................................................................35

Unidad 5. Yo creo ...........................................................................................................39

Unidad 6. Somos voceros de la esperanza ............................................................43

Proyecto 1 ..........................................................................................................................47

Proyecto 2 .........................................................................................................................49

Anexo de oraciones ........................................................................................................50

Anexo sobre el tiempo litúrgico ...............................................................................58

Índice

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La llama encendida

“Vino, como testigo, para dar testimonio de la luz” (Jn 1, 7).

Diálogo de catequistasDialogar nos hace bien. Implica la apertura de dar y de recibir, el silencio que sabe estar a la escucha y la palabra que brota de ese silencio reflexivo. Yo, que me siento bendecido con la vocación de catequista, hoy escribo estas simples líneas para dialogar con ustedes, catequistas queridos por Dios.

A veces Él me concede la gracia de poder encontrarlos, estrecharles la mano y continuar este diálogo que se gesta con palabras escritas. Otras veces recibo sus voces a través de Internet: en los mails y en los foros. Muchas otras veces ustedes participan del diálogo con el testimonio que dan, y con sus opciones convertidas en vida entregada.

Catequistas que dialogan. Eso somos. Y dialogar nos hace bien porque nos ayuda a abrir el co-razón, que se ensancha con la voz del hermano que nos ofrece un buen deseo, un consejo, una historia, un simple cuento para compartir en nuestros encuentros de catequesis. El hablar crea comunidad; por la palabra recibimos y compartimos. Sin lenguaje, el mundo interior nos oprimi-ría. La verdadera palabra libera. Pero debe ser verdadera y estar en relación vital con el silencio1.

Hombres y mujeres bendecidos y queridos por DiosA veces caemos en la tentación de creer que la historia comienza con nosotros. Tenemos la pueril sensación de un pasado que no existió o que no dio frutos o que perdió toda vigencia. La búsqueda de lo inédito, a la cual tantas veces nos hemos convocado unos a otros, y una cierta urgencia por responder a los desafíos de este tiempo, nos lleva, a veces, a olvidar el pasado y a olvidar, por lo tanto, a esos hombres y mujeres queridos y bendecidos por Dios que hicieron tanto por la catequesis.

La valentía de la reflexión de quienes lideraron y vivieron la renovación catequística hace más de cincuenta años; el entusiasmo y la apertura ante las ideas renovadoras del Concilio; la paciencia y el tesón que los mantenía alerta en la construcción de una nueva catequesis; el respeto y la escu-cha ante la renovación de la teología y de la liturgia; la perseverancia y la decisión para fundar los seminarios catequísticos que se fueron expandiendo por el país. Un verdadero tiempo de prima-vera en el que trabajaron muchos catequistas que hoy vienen a la memoria de nuestro corazón.

El trabajo artesanal y silencioso que recogió las voces de los catequistas durante el Congreso de 1987, cuando la tecnología todavía no facilitaba estos emprendimientos; la lucidez de aquellos hombres y mujeres que floreció en el documento “Juntos para una Evangelización Permanente”, que todavía conserva fuerza y vigencia; la cantidad inmensa de catequistas que palpitaron antes del Congreso en los trabajos previos en sus comunidades y, después, en el testimonio grandioso

1  Guardini, Romano, Cartas de autoformación, Buenos Aires, Emmanuel, 1983, p. 113.

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Guía para el catequista 5

de tantos catequistas reunidos en Rosario; la entrega de siempre de tantos hombres y mujeres bendecidos y queridos por Dios. Queremos honrar a esos catequistas de ayer, porque ellos hon-raron su vida y su vocación a través de la misión.

Mantener la llama encendidaAlgunos ya no están, otros nos siguen acompañando como verdaderos vigías, y su vida sigue siendo una llama encendida en medio de este tiempo complejo y desafiante. A nosotros, que oímos sus historias, que leímos y usamos sus libros, que los respetamos y, tal vez, hasta los admiramos, nos toca hoy mantener la llama encendida de una catequesis que no solo se vive, sino que también se piensa.

Nos compete ser testigos y herederos de sus virtudes, para que cuando pensemos en la identi-dad del catequista no nos mantengamos en teorizaciones con un cierto tono de ideal inalcanza-ble. Los catequistas de nuestra historia fueron y son hombres y mujeres de carne y hueso que nos regalan el buen ejemplo de sus virtudes.

Se trata simplemente de tomar la antorcha y de mantener la llama encendida. No es verdad que el tiempo pasado fue más fácil; tuvo otros desafíos y otras complejidades. Esos hombres y mujeres bendecidos y queridos por Dios fueron verdaderos luchadores. Algunos de ellos, en todo el mundo, todavía hoy entregan el tesoro de su pensamiento catequético, y nosotros aprendemos y nos enriquecemos con lo que ellos nos dan.

Es verdad que estamos en un cambio de época y que hay una crisis poderosa en la transmisión de la fe, pero sabemos, “en nuestro corazón, que no es lo mismo la vida sin Jesús”2, y esto “nos ayuda y nos da esperanza”3. “Estamos llamados a ofrecer a los demás el testimonio explícito del amor salvífico del Señor, que, más allá de nuestras imperfecciones, nos ofrece su cercanía, su Palabra, su fuerza, y le da un sentido a nuestra vida”4.

Cuando la siembra parece ser estéril; cuando la semilla parece dormir en el silencio oscuro de la tierra; cuando el cansancio nos agobia; cuando, ante la indiferencia, nos sentimos con las manos vacías; ¡qué bueno es recordar que Dios está de nuestra parte! La luz brilla siempre en las tinie-blas y las vence. La sociedad en la que vivimos puede parecerse, en parte, a un escenario oscuro y pródigo en confusiones. Pero Dios no solo está atento, está presente y obrante. La luz inspira-dora de los catequistas de ayer nos impulsa a ser testigos de la luz, testigos de Dios en el mundo.

Pbro. José Luis Quijano

Rector del ISCA

2 Cfr. EG 121.

3 Cfr. EG 121.

4 Cfr. EG 121.

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La llama encendida da luz siempre

“El mundo es eso”, reveló. “Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos

chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran

ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende”.

Eduardo Galeano, El libro de los abrazos, Buenos Aires, Siglo XXI, 1993.

Dentro de todas las personas que brillan, un catequista lo hace a través de sus actos y palabras. Porque un catequista es un creyente, un testigo, un discípulo. Alguien que ha contemplado y puede contar lo que ha visto. Alguien que enseña, pero que ante todo desea y sueña ponerse en comunión con alguien.

Pero no cualquiera es catequista, tiene que tener también la condición de docente. Un docente comprometido para educar en la fe, formando parte del Pueblo de Dios, con capacidad de entrega y compromiso, con una misión determinada dentro del proyecto o itinerario educativo que se le presente.

Será también un cristiano profundo y sensible, que con su solo vivir repita aquel “ven y lo verás”, desde su convicción y naturalidad.

Será luz con sus palabras y abrirá caminos con sus pasos. Permitirá a la vez ser testigo de un Encuentro, donde la Palabra será la protagonista a la par de los niños.

Un catequista mostrará que su vida cotidiana refleja el amor a Cristo, con la tarea minuciosa de presentar un interrogante para los demás.

Un catequista, en nuestro caso a través de la serie “Camino a Betania”, será el me-diador y facilitador que guiará a los niños a formar un grupo de amigos, regidos por la luz de la Palabra, la Verdad y la Fe.

Ahora dejamos esta serie en tus manos, para que puedas dar luz a los niños, para que todos juntos puedan formar una comunidad de Fe alrededor de la Palabra.

María Soledad Suares Christiansen Coordinadora editorial

Carta editorial

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Betania: lugar de descubrimiento, encuentro y misión

Para Jesús, el camino a Betania era un itinerario de reflexión y también de alegría, porque sabía que allí lo esperaban sus amigos. Betania es lugar de descubrimiento, de encuentro y de misión. El Evangelio nos cuenta que Jesús quería mucho a Marta, a María y a su hermano Lázaro (Jn 11, 5). Para Jesús, Betania era ese lugar especial, donde a veces descansaba en medio de sus jornadas misioneras, disfrutando de la compañía de sus amigos.

Betania, lugar de descubrimientoLa visita de Jesús era para Marta, María y Lázaro una oportunidad para descubrirlo, para conocerlo y amarlo cada día más. En un momento muy difícil para la familia, Jesús fue a su casa en Betania y llevó a cabo un milagro (Jn 11, 14-44). Todos pu-dieron descubrir la maravilla de su amor y de su presencia incondicional. Marta lo reconoció como el Mesías, el enviado por Dios, su Padre.

Betania, lugar de encuentro con la PalabraJesús iba por el camino anunciando la Buena Noticia, cuando decidió entrar en Betania. Allí salió a su encuentro una mujer llamada Marta, quien tenía una hermana llamada María. Marta lo recibió en su casa. María, arrodillada a sus pies, lo escuchó atentamente, mientras Marta demostraba su hospitalidad sirviéndolo con entusias-mo. Jesús le dijo a María que ella se había quedado con la mejor parte, porque ella decidió escucharlo y abrir su corazón a la Palabra de Dios (Lc 10, 42).

Betania, lugar de misiónBetania era el lugar para llegar y para partir. Luego de estar con sus amigos, Jesús se iba y continuaba la misión que el Padre le había confiado. Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania por última vez (Jn 12, 1), y después de compartir la cena con sus amigos se puso en marcha hacia Jerusalén. Allí lo esperaba la misión para la cual había venido a este mundo: su Pasión, Muerte y Resurrección.

Fundamentación del proyecto

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“Camino a Betania”:

fundamentación del proyecto de catequesis escolar

“Camino a Betania” es un itinerario educativo en el que los niños descubren a Jesús, lo escuchan, comprenden vitalmente su misión, dan su “sí” y siguen creciendo en la fe.

Los autores de los libros de esta serie trabajamos en el aula y, por eso, tenemos con-ciencia de muchas necesidades y expectativas de los alumnos y de los catequistas, a quienes va dirigido este trabajo.

Por todo esto, "Camino a Betania" es un proyecto que:

• Ayuda a presentar a los niños y niñas la historia de la relación entre Dios y las personas, que es la Historia de Salvación y la Buena Noticia del proyecto que anunció Jesús: ¡el Reino!

• Parte de la realidad socio-religiosa que viven los niños y niñas argentinos y tam-bién de nuestras propias intuiciones educativas, que surgen de la vida del día a día en el aula.

• Colabora en la educación integral de los alumnos, haciéndoles descubrir sus po-tencialidades, el sentido último de la vida y su respuesta trascendente y personal para con la vida, los demás y la sociedad.

• Busca la globalidad y ser lo más interdisciplinar posible, de modo que los alumnos sean capaces de transferir aprendizajes para ser competentes, por lo que se cui-da de un modo especial el desarrollo de las competencias básicas.

• Aporta una herramienta que facilita la labor de los profesores catequistas, por-que tiene en cuenta las circunstancias del contenido y el aula y de limitaciones propias del horario. Es un proyecto sencillo de seguir, que habilita oportunidades para ser creativos.

• Motiva a los alumnos a través de bellas ilustraciones, una maqueta con un di-seño limpio y alegre, una narración clara y amena, y entretenidas propuestas de actividades.

• Sigue una metodología didáctica que favorece el aprendizaje significativo, para poder transformar las estructuras mentales y afectivas de los alumnos. En este esquema, el docente es facilitador de este proceso de crecimiento intelectual, trascendente y afectivo. Por esta razón, las técnicas de aprendizaje cooperativo son una parte importante de esta metodología.

Fundamentación del proyecto

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Ejes del proyecto

En función de las aspiraciones expresadas en los párrafos anteriores, reafirmamos algunas características principales del proyecto, como claves de acceso:

Experiencial y formativaLa situación pastoral en los colegios es diversa. Las posturas pastorales desde las cuales se intenta responder también lo son. Cada comunidad educativa se presenta como un taller en el que se intentan construir procesos e itinerarios evangelizadores. Pero en cada comunidad se llevan a cabo desde las realidades y posibilidades con-cretas. A partir de estas constataciones ofrecemos la serie “Camino a Betania” como una herramienta versátil que facilite, donde sea adecuado, un proceso de catequesis escolar de carácter experiencial, donde las posibilidades sean más acotadas, como un apoyo seguro para un itinerario formativo en clave de enseñanza religiosa.

BíblicaDios se revela en la historia. Lo ha hecho plenamente en Jesús y, por su referencia, nos permite confrontar nuestra vida con el horizonte de sentido que Él nos mani-fiesta. Como afirma E. Alberich, la densidad y riqueza del misterio de la Palabra de Dios en la historia humana no se limita a una simple comunicación de verdades: la palabra revelada se presenta más bien como la intervención potente de Dios, que se comunica a sí mismo y revela su plan de comunión y salvación a favor de toda la humanidad. De este plan, centrado en la figura de Cristo, la catequesis se acredita como anuncio y mediación en el tiempo de la Iglesia. Desde la perspectiva catequé-tica, la centralidad de la Palabra se traduce en criterios operativos:

• La Palabra de Dios y la experiencia de fe privilegiadas, de las cuales la doctrina es un complemento.

• La búsqueda como actitud fundamental: de un modelo centrado en la verdad “dada” a la catequesis de la verdad “dada y prometida”.

• Una concepción encarnada en la historia de los contenidos de la catequesis.

• La preocupación por la significatividad por sobre la simple veracidad de los contenidos.

Fundamentación del proyecto

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InterreligiosaBuscamos que los aportes de este proyecto a los procesos que se puedan construir fortalezcan, desde las certezas más profundas del mensaje cristiano, la conciencia de la diversidad religiosa, el respeto y el conocimiento como camino para la convi-vencia pacífica. Afirmamos, junto al papa Francisco, que este “diálogo interreligioso es una condición necesaria para la paz en el mundo, y por lo tanto es un deber para los cristianos, así como para otras comunidades religiosas” (EG 250).

Dinámica: desde una catequesis escolar evangelizadora y misioneraEl proceso catequístico requiere, especialmente en las actuales coordenadas ecle-siales, un dinamismo que potencie la conciencia de ser discípulos de Jesús, la es-cucha y meditación de su Palabra y el llamado a la misión por el Reino. Esta mutua implicancia entre el discipulado y la misión ya no es simplemente “una instancia” en el proceso de maduración en la fe, sino que se constituye en un aspecto transversal de ese camino. Es una propuesta “del umbral” y también “del interior”, que busca sorprender a los más alejados, proponer el mensaje con sencillez y claridad y acoger a todos con sus circunstancias.

Los aportes de esta serie buscan, desde el discipulado, presentar siempre anuncios evan-gelizadores, proponiendo lo esencial de la fe cristiana sin suponer una situación de “cris-tiandad”. Y, al mismo tiempo, buscan favorecer las iniciativas misioneras de distinta di-mensión, ya que la identidad cristiana no se entiende sin esta dimensión transformadora.

Sólidos aportes conceptualesDesde las características de cada etapa evolutiva buscamos ofrecer aportes teóri-cos que sinteticen aquello que sostenemos como la Buena Noticia en la Iglesia. Es imprescindible acercar fundamentos que permitan “dar razones de la fe” cristiana, que, si bien se sostienen en un primer asentimiento que escapa a la razón, se es-tructuran de manera inteligible y razonable. El desafío es responder al secularismo creciente ofreciendo una “fe creíble”, ayudando a “creer razonablemente”.

Herramienta en un procesoEsta serie ofrece herramientas al proceso grupal de catequesis escolar/formación reli-giosa, pero no lo agota ni lo garantiza enteramente. Requiere, por el contrario, ser usado de manera consciente, en articulación con procesos pastorales que vayan desarrollan-do una comunidad cristiana escolar de referencia a través de otros procesos pastorales.

Fundamentación del proyecto

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¿Cómo son los libros de la serie “Camino a Betania”?

Cada libro se organiza en seis unidades. Cada unidad, en dos o tres encuentros. Los contenidos están enlazados por unidad y, a la vez, las unidades pueden seguirse se-gún el orden planteado en el libro u organizarse según un itinerario de acuerdo a las necesidades de cada institución.

Cada encuentro invita a transitar recorridos por medio de las siguientes secciones:

Empezamos juntos (1.er ciclo)

Entremos en tema (2.o ciclo)

Primera aproximación: se empieza con una experiencia vital relevante para los niños. Es una instancia de relevamiento de saberes previos y conocimientos intuitivos y de construcción de hipótesis.

Conocemos más (1.er ciclo)

Profundicemos juntos (2.o ciclo)

Profundización: se propone ir más allá de uno mismo y mirar hacia el entorno, a partir de actividades que invitan a profundizar en la comprensión de la experiencia vital y a describir cómo la vive cada uno, el grupo y la comunidad.

Escuchamos la Palabra (1.er ciclo)

Dialogamos con la Palabra (2.o ciclo)

Anuncio desde un texto bíblico. Conceptualización. Presentación de fuentes (relato bíblico adaptado o lectura de la Biblia) por medio de actividades de comprensión lectora, búsqueda y profundización.

Fundamentación del proyecto

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Miramos más allá

Apropiación: invita a la construcción de una respuesta de vida a partir de las he-rramientas que nos brinda la religión. Es un momento de transferencia y de acción concreta sobre la comunidad junto con las familias.

Al cierre de cada unidad se presentan actividades de lectura y reflexión de la Palabra de Dios, oraciones y cantos.

En segundo ciclo se presentan, además, actividades que facilitan la integración y la síntesis de los contenidos.

Fundamentación del proyecto

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¿Qué encontrarás en los libros de la serie “Camino a Betania”?

Las actividades se indican con íconos que invitan a interactuar con otros y con la Palabra.

La serie dispone también de un cancionero que incluye las canciones presentadas en los libros de primer ciclo. Ingresar en: www.caminoabetania.com.ar.

CANTÁ

CELEBRÁ

COMPARTÍ EN CASA

CONVERSÁ

ESCRIBÍ, DIBUJÁ, PINTÁ

ESCUCHÁ

EXPRESÁ LO QUE SENTÍS

EXPLORÁ EN LA WEB

LEÉ LA CITA

LEÉ LA BIBLIA

MISIONÁ

OBSERVÁ

PENSÁ, REFLEXIONÁ

RECORTÁ Y PEGÁ

REZÁ

TRABAJÁ EN GRUPO

Fundamentación del proyecto

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Educar la espiritualidad: Experiencia humana y

Palabra de Dios en la metodología catequística

El hecho de la Revelación aporta una luz nueva a nuestra vida actual y profesamos nuestra fe usando los elementos de nuestra experiencia vital. Por un lado, la fe influye en nuestra existencia iluminándola y dándole sentido; y, por otra parte, la vida se abre a la trascendencia. En la catequesis, la fe propone el mensaje de Dios e invita a la comunión con Él, que supera toda búsqueda y expectativa humana. A la vez, la expe-riencia humana es cuestionada y estimulada para abrirse a un horizonte más amplio.

El principio de la interacción entre fe y vida logra que nuestra catequesis deje de ser discurso y palabra sin significación para transformarse en Palabra de Dios, que incide profundamente en la vida de los niños, llevándolos a la adhesión a la perso-na de Jesús y a su Iglesia. La catequesis es una acción eclesial y vital que guarda y transporta hacia el corazón de cada catequizando la Palabra siempre viva, la misma que pronunció Dios a través de la Encarnación de su Hijo.

El diálogo de amor eterno de Dios con la humanidad es esencialmente una peda-gogía, un modo de encontrarse y de caminar juntos. Los expertos de catequesis del CELAM, recogiendo las experiencias catequísticas de los países latinoamericanos y las nuevas situaciones y desafíos que han surgido en nuestro continente, señalan los rasgos fundamentales de la pedagogía de Dios:

“Al mirar la conducta pedagógica de Dios con Israel se destaca el hecho de que su proceder arraiga siempre en la vida concreta de las personas. Su pedagogía parte siempre de la realidad de las personas, aceptándolas, respetándolas en la origina-lidad de su vocación particular, o cuestionándolas e interpelándolas en orden a la conversión. La experiencia humana, que es el lugar privilegiado de la Revelación de Dios, constituye el medio natural en donde la fe y la vida humana se integran”1.

El método catequístico se distingue esencialmente de cualquier otro método de enseñanza porque en la catequesis es Cristo mismo el que se hace presente, y el catequista tiene que hacerse a un lado para que todos se dejen enseñar por Él. En la metodología catequística, catequista y catequizando están en relación de escu-cha. El catequista, que es discípulo de Cristo, tiene por principal misión ayudar al catequizando a escuchar a Cristo y hacerlo su discípulo, mientras él también, como

1 Cfr. “Catequesis en América Latina. Orientaciones comunes a la luz del Directorio General para la Catequesis”, n.º 146 y 147.

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discípulo misionero, sigue siempre escuchando al Maestro2.

Este carácter dialogal da un significado esencial a la relación entre experiencia hu-mana y Palabra de Dios. Entre ambas:

“debe darse una relación que, por un lado, respete la autonomía y libertad de cada una de ellas; y, por otro lado, cuente con la afirmación de fe y comprensión dogmá-tica de que existe una relación adecuada e inmanente entre ambas. Es decir que la Palabra de Dios no adviene como una realidad extraña y ajena a la experiencia hu-mana, sino que ambas se relacionan desde dentro de cada una de ellas, sin renunciar a lo que son; más aún, se relacionan siendo plenamente lo que cada una es, llegando a su plenitud en esa relación. Hasta tal punto que, en la vida de Jesús, la experiencia humana se ha convertido en la forma y en el contenido mismo de la Palabra de Dios, llevando así a la experiencia humana a su mayor sentido y plenitud. En Cristo, Jesús Palabra de Dios y experiencia humana se unen, sin confusión y sin separación”3.

Por lo tanto, la relación entre experiencia humana y Palabra de Salvación se da en una relación dinámica que, desde el punto de vista del hombre, es una experiencia en inmediatez, mediación y apertura; y por parte de la Palabra de Dios, como una Palabra que se da en la historia de tal forma que podemos decir que es la historia de la comunicación de sí mismo. Pero lo hace también dentro de una relación con la criatura, que, sin perder su gratuidad y libertad (trascendencia), se comunica y se da a la criatura desde dentro de la realidad misma y de la propia experiencia humana (inmanencia), para llevar y conducir a esa realidad y a esa experiencia humana más allá de sus propios límites y sus propias expectativas (tras-ascendencia)4.

El interrogante vital, con el cual se inicia un encuentro de catequesis, tiene una relación directa con la vida cotidiana de los interlocutores. Refleja experiencias de personas o de grupos cuyos contenidos están en sintonía cultural con quienes par-ticipan en el encuentro. Debe interesar al grupo, ser adecuado a la edad, al ambien-te y al nivel cultural y religioso de los interlocutores, o sea, debe tener una relación existencial con la situación que ellos viven. El interrogante vital ayuda a evocar una experiencia humana o a promoverla.

2 “El catequista une estrechamente su acción de persona responsable con la acción misteriosa de la gra-cia de Dios. La catequesis es, por esto, ejercicio de una pedagogía original de la fe” (DGC 138).

3 Cfr. Cordovilla Pérez, Ángel, “Experiencia humana y Palabra de Salvación”, Madrid, Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, 2004.

4 Cfr. Cordovilla Pérez, Ángel, texto ya citado.

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Los elementos constitutivos de la experiencia son: realidad o situación vivida; rea-lidad vivida intensamente; realidad pensada e interpretada; realidad expresada y objetivada y realidad transformadora.

En la experiencia se ponen íntimamente en contacto la realidad con la subjetividad de la persona. La realidad es conocida profundamente, por eso, es preciso revisar el carácter experiencial de nuestra propuesta catequística: volver a pensar al encuen-tro de catequesis como un verdadero “taller de experiencia”, en el cual el grupo pue-de calar hondo en experiencias vitales y significativas, que son luego iluminadas por la Palabra de Dios, suscitando la respuesta de la fe. Para presentar una experiencia humana se debe tener como criterio de opción su significatividad, es decir, su rela-ción con alguna actitud o vivencia profunda del ser humano, que permita conectarla con el mensaje del Evangelio. Desde la fe en Cristo, la experiencia humana puede ser purificada, completada y superada.

El lenguaje simbólico de las celebraciones, camino para educar la interioridadLa persona que vive en su interioridad más profunda, en su corazón, puede apren-der de aquello que acontece, de tal forma que estas experiencias vayan configuran-do su personalidad. En la educación, en la catequesis, en la formación del alma y del hombre entero, obra justamente aquello que ha sido asumido en su interioridad. La persona que habita y actúa desde su interior, dando respuestas acertadas a lo que la rodea, irradia y atrae a los demás hacia sí. No mediante la coacción, sino a través de la atracción. La persona humana es una unidad sustancial de cuerpo y alma5. El corazón significa la dimensión interior y más profunda del alma y, a la vez, su pro-funda e interior unión vital con el cuerpo.

Nos preguntamos si la hondura y la superficie, lo interior y lo exterior, lo oculto y lo visible, el espíritu y el cuerpo hallan en la experiencia personal de nuestros chicos la unidad indisoluble que les es propia. Afirmamos la importancia de crecer en el recurso a lo simbólico como camino de unidad entre lo espiritual y lo sensible, como vía de acceso a la interioridad.

Hoy, cuando los medios de comunicación poseen el carácter de verdaderas entidades hegemónicas, todo parece estar puesto hacia fuera, como en una gran vidriera. Los chicos parecen vivir en un zapping permanente que no les da tiempo para buscar en

5 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I. C. 76, a. 1-8.

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su interior y expresarse desde allí, desde su realidad más íntima, donde habita Dios.

No se trata de favorecer una concepción espiritualista y dualista, sino de equilibrar el “faltante” con propuestas motivadoras y reveladoras del hambre de interioridad que hoy tienen nuestros chicos. Con los adultos a veces cuesta más. Pero en los chicos, la interioridad está “a flor de piel”. Sencillamente hay que suscitarla y brota naturalmente. Porque la persona es interioridad y exterioridad.

“La persona humana tiene una dimensión espiritual, presente y profunda. Yo digo que es la firma de Dios. Es un poco la frase de San Agustín: ‘Me hiciste para ti, mi corazón no descansará hasta que descanse en ti’. En el fondo, esa inquietud existencial por la búsqueda de algo más es la firma del Creador, que ha dejado el sello en cada uno de nosotros. Esa inquietud está ahí. Otra cosa es que luego eso desemboque o derive, y ahí está la urgencia evangelizadora, en una experiencia de fe. La dimensión interior, la dimensión espiritual, está. Eso es innegable en el mismo hecho creacional”6.

Lo simbólico es el camino de reencuentro con la interioridad. Lo simbólico “achica la distancia” entre lo espiritual y lo sensible. Por lo tanto, una catequesis de lo simbóli-co no solo es más significativa, sino que también contribuye a integrar las persona-lidades de quienes la reciben. La estrategia no consiste en cargar la celebración con signos. No se trata de sobreabundar en aquellos signos que se han ido adhiriendo al lenguaje religioso y que carecen de sentido para los chicos.

No se trata de “llenar” nuestras celebraciones con signos vacíos de significado, sino de estar atentos a los significados de los chicos y ayudarlos a expresarlos a través de un objeto que los contenga. Se trata, entonces, de poner el signo al servicio del signifi-cado, y no al revés… Y como la vida siempre está llena de significados, en la búsqueda de lo simbólico habrá que partir de la vida y de los significados reales que ella ofrece.

Ana María Cincunegui

Secretaria Académica del ISCA

6 Cordero, Fernando, “Entrevista a Carmen Pellicer”, Madrid, 2007.

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Planificación anual

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 1

El hombre mira a Dios

Somos seres espirituales

Las búsquedas religio-sas en la humanidad y las religiones. El ser humano es un ser religioso.

Profundizar en la nece-sidad básica del ser hu-mano de trascendencia, expresada en las distintas religiones.

Rm 1, 18-20

Escucha de textos bíblicos.

Expresión de ideas y senti-mientos con distintos lengua-jes haciendo referencias a las diferentes religiones.

Todos los cami-nos conducen al

Padre

Significado de religión. Dios y el ser humano.Nos acercamos a las religiones.

Conocer y respetar los distintos cultos religiosos.Incorporar el concepto de ecumenismo.

Lc 6, 43-45

Respeto por los distintos cul-tos religiosos.

Explicación del concepto de ecumenismo.

Sumamos saberes

La “Casa de Uno” es la de todos

Una cultura de la tolerancia.

Fomentar el debate pací-fico entre religiones, así como el diálogo con la sociedad laica.

Lectura de textos

informativos

Expresión con dibujos de lo escuchado en los textos bíblicos.

Comparación de las propias actitudes con las de los mode-los de vida.

Celebración

“Porque Cristo es nuestra paz”

Elegimos a Cristo como instrumento de Paz.

Reflexionar y compartir la oración por la unidad de los cristianos.

Ef 2, 14-19

Interpretación del lenguaje audiovisual extrayendo algu-nas ideas fundamentales.

Dinámicas de interacción grupal.

Planificación anual

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Guía para el catequista 19

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 2

Un Dios creador

Muchas histo-rias, un solo plan

El recorrido histórico del Antiguo al Nuevo Testamento como plan de Dios.

Comprender los he-chos históricos desde el Génesis hasta Jesús como unidad.Relacionar las etapas his-tóricas con las espirituales.Ubicar a los grandes pro-tagonistas de la Biblia en una línea de tiempo.

2 Pe 1, 19-21

Obtención de información sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Confección de líneas de tiem-po con imágenes que relaten sucesos de la Biblia.

Seres creados por Dios

El Génesis. La Creación del Mundo. Adán y Eva.Caín y Abel. Noé y el Diluvio Universal.

Reconocer a Dios como creador de todas las co-sas y al hombre como su criatura.Entender al hombre como hijo de Dios con sus forta-lezas y debilidades.

Jn 1, 1-5

Interpretación de cuadros pictóricos que muestren los conceptos trabajados en los encuentros catequísticos.

Puesta en común.

Sumamos saberes

“Somos custo-dios del medio

ambiente”

Seamos custodios de la Creación del desig-nio de Dios inscripto en la naturaleza.

Concientizar sobre el uso de las Tres R (redu-cir, reutilizar, reciclar) en el cuidado del medio ambiente.

Participación de la Iglesia en la protección y el cuidado de nuestro planeta.

Expresión de actitudes de amor hacia todo lo creado por Dios.

Celebración

“Y creó Dios a los seres huma-

nos a su imagen”

Aceptamos que Dios nos hizo a su imagen y semejanza.

Reconocer que somos el punto cúlmine de la crea-ción de Dios.

Salmo 104

Estudio de la oración de San Francisco.

Elaboración de los atributos que nos hacen semejantes a Dios (humildad, amor, etc.).

Planificación anual

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20 Amigos para la misión 6

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 3

Las raíces de nuestra fe

El Pueblo Elegido

Abraham. La descen-dencia de Abraham. Los hijos de Jacob.Los padres de la promesa.La alianza de Dios con los hombres.

Conocer el significado de alianza.Descubrir la fidelidad como valor.Descubrir la relación de amor, vida y liberación de Dios con su Pueblo.

Gn 12, 1-7

Lectura y comprensión de textos informativos alusivos a los contenidos tratados.

Dramatización de textos bíblicos.

Luces y sombras de los Hijos de

Dios

José en Egipto. Modelo de perdón y de fe. Reencuentro con sus hermanos. Cautiverio del pueblo judío en Egipto.

Comprender que José interpreta la voluntad de Dios por medio de la fe y logra perdonar a sus hermanos.Descubrir que Dios tiene un plan de salvación para cada uno.

1 Jn 3, 14-19Lc 15, 11-32

Interpretación de mensajes audiovisuales.

Investigación de conceptos como cautiverio, voluntad, salvación.

Sumamos saberes

¿Qué significa “Cordero de

Dios”?

Aceptamos la profecía de Dios en su relación con Jesús.

Convencer a las personas de que Jesús es el Hijo de Dios.Revelar la profecía de Dios con relación a Jesús como el Cordero de Dios.

Lectura de textos bíblicos sobre el Cordero de Dios.

Puesta en común.

Conclusiones grupales me-diante el diálogo.

Celebración

“Él ha hecho de los pueblos uno

solo”

Compartimos y respe-tamos a cada uno de nuestros hermanos; somos auténticos dis-cípulos de Jesús.

Comunicar y hacer vida el mensaje de Jesús de unidad, amor, perdón y tolerancia.

Sgo 2, 1-9

Confección de posters que expliquen los mensajes de vida de Jesús por medio de la tolerancia, el amor y el respe-to por los demás.

Iniciación en un nivel de ora-ción más profundo.

Planificación anual

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Guía para el catequista 21

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 4

Una larga peregrina-

ción

Peregrinos de la fe

Moisés constituye al Pueblo y le da sentido. David consolida al Pueblo y, en la fe, ala-ba a Dios.Liberación del Pueblo. Moisés, líder y profeta.

Resignificar las figuras de Moisés y David, y descu-brir en sus historias la invi-tación a confiar en Dios y a ser aliados para buscar la felicidad.

Mc 14, 12-16

Elaboración de mapas con-ceptuales sobre ideas relacio-nadas con el Pueblo de Dios.

Confección de mensajes en soportes electrónicos.

Dios nos llama a jugarnos

Los profetas denun-cian y anuncian cómo vivir la fe. Preparan el camino.

Descubrir la dimensión profética de la vida cristia-na y el desafío que conlle-va de anunciar la bondad de Dios y denunciar todo lo que va contra la vida plena.

Lc 18, 31-43

Descripción de la dimensión profética de la vida cristiana.

Elaboración de cuadros com-parativos entre profetas: for-talezas y debilidades.

Sumamos saberes

Jesús, el más grande profeta

Reconocimiento de los profetas ante el naci-miento de Jesús.

Tomar conciencia de que, por ser bautizados, también nosotros somos profetas, participamos del carácter profético de Cristo. De ahí la urgencia de salir a evangelizar nues-tro mundo.

Elaboración de un mapa con-ceptual sobre la Historia de la Salvación.

Análisis de imágenes referidas al tema.

Celebración

“Todo el que invoque al Señor

se salvará”

Afirmamos que la Salvación se basa en la fe.

Recibir la misericordia del Padre en nuestros corazones.

Rom 10, 5-13

Preparación para iniciar una celebración.

Oración en silencio.

Reflexión sobre el Salmo 23.

Puesta en común.

Planificación anual

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22 Amigos para la misión 6

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 5

Yo creo

Y Dios vio que era bueno

La fe en Jesús nos une a todos.Optar por Cristo. Historia del Credo.

Descubrir la unidad de los cristianos, expresada en el Credo, en la misión com-partida y en la diversidad dinámica de las búsquedas de cada comunidad.

Hch 2, 36Salmo 105,

1-5

Conocimiento de Dios, pro-clamando las Buenas Nuevas en cada rincón de nuestra comunidad.

Rezo del Credo con mucha devoción y análisis de cada frase.

Madre Universal

María, mujer de fe. Modelo del pueblo peregrino. Discípula y misionera. Una Iglesia que sea como María.

Enmarcar la figura de María en la historia de Salvación, profundizando en su aceptación confia-da al protagonismo y en su discipulado misionero como modelo para la Iglesia.

Jn 19, 25-27

Descripción de las diferentes advocaciones de María: Virgen de la Paz, Niña, Guadalupe, etc.

Relatos que hablen sobre María como madre misionera.

Sumamos saberes

La Virgen de Luján

Conocemos la historia de la Virgen de Luján, patrona de nuestro país.

Movilizar los corazones de todos los fieles y res-petar a la Virgen de Luján como patrona de nuestra Argentina.

Confección de historietas con hechos significativos de la vida de nuestra Patrona Peregrina.

Presentación de videos sobre las peregrinaciones.

Celebración

“Dichosa tú, que has creído”

Demostramos la gran-deza y fidelidad de María hacia Dios.

Recibir la ayuda de María para cumplimentar con su misión en el Plan de Salvación.

Lc 1, 46-55

Participación en las celebra-ciones a través de peticiones a la Virgen.

Oración en silencio.

Planificación anual

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Guía para el catequista 23

Unidades didácticas

Títulos de los encuentros Contenidos Objetivos Citas bíblicas Otras estrategias

Unidad 6

Somos vo-ceros de la esperanza

¡Jesús vive!

Demostración del amor de Dios hacia los hombres.Pasión, muerte y resu-rrección de Cristo.

Descubrir a Jesús como enviado del Padre.Aprender a participar en la celebración de la fe.

Mt 25, 31-40

Obtención de información so-bre Jesús a través de la lectura del Evangelio.

Representación de textos del Evangelio referidos a la pa-sión, muerte y resurrección.

Mensajeros del Amor

Jesús nos invita a lle-var su mensaje a todo el mundo.Ser buena noticia para todos los que están a nuestro lado. Ser luz y ser sal. Construcción de un mundo mejor.

Anunciar la Buena Noticia del Evangelio.Reflexionar acerca de cómo anunciar la Buena Noticia de Jesús en nues-tros hechos cotidianos.

Mt 5, 13-16

Escucha de textos bíblicos.

Dramatización de textos bíblicos.

Sumamos saberes

Las últimas pro-clamaciones del

Credo

Continuadores de la historia de Salvación.El Credo es la síntesis que fundamenta nues-tra elección común.

Descubrir en el Credo una identidad desde la fe.

Análisis del Credo.

Descubrimiento de cuáles son las características del que vive como salvado.

Celebración

Somos la nueva civilización

Respondemos a lo que Dios espera de noso-tros en su Iglesia.

Servir a la verdad, la justi-cia y la caridad. Mt 5, 1-12

Lectura de videos relaciona-dos con el tema.

Autoanálisis: repaso de las actitudes frente a la vida.

Planificación anual

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UNIDAD

24 AMIGOS PARA LA MISIÓN 6

Orientaciones didácticas

UNIDAD

1 El hombre mira a Dios

Presentación

El eje de esta unidad es el hombre, como ser espiritual que busca el sentido de su existencia. Los protagonistas de la historieta viven una experiencia que los acerca a Dios, y se relaciona lo que experimentaron las culturas primitivas ante lo majestuoso de la creación. Es importante que los niños reconozcan como inherentes a su condición humana el sentimiento y la búsqueda religiosa, contra algunas tendencias actuales que intentan asociar a la religión con un pensamiento mágico que debe ceder terreno en pos del avance de la razón. En “Religiosos por naturaleza” (p. 11) se profundiza el concepto de religión y se estimula la reflexión a partir del hombre pequeño y necesitado que interactúa con la naturaleza. Luego, se presentan las distintas concepciones religiosas (p. 12). A través del aporte del Concilio Vaticano II (p. 13) y las sucesivas referencias al Encuentro de Asís de 1986, se resaltan los valores de la libertad y la convi-vencia religiosas, como así también el compromiso con la construcción de la paz.

Objetivos

• Profundizar en la necesidad básica del ser humano de trascendencia, expresada en las distintas religiones.

• Conocer y respetar los distintos cultos religiosos.• Generar conciencia sobre la religión como instrumento para la paz.

La unidad paso a paso

El recorrido por esta unidad debe ampliar la idea que los niños tienen sobre la religión. Comprenderla dentro de la naturaleza del hombre, en su variedad y libertad. Conocer la “regla de oro” (p. 15) a la que suscriben todos los credos y descubrir que los conflictos y enfrentamientos religiosos provie-nen de los odios y los fanatismos, no de Dios. Predicar estos principios es misión de los cristianos.Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• Espiritualidad del hombre• La creación como mensaje• La religión como respuesta• Libertad religiosa• La construcción de la paz

Espiritualidad del hombre

El ser humano pertenece al reino animal, y desde esa visión podemos aprender y comprender mucho sobre su comportamiento. Pero será insuficiente esa mirada para una comprensión total.

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Orientaciones didácticas

25GUÍA PARA EL CATEQUISTA

El ser humano es, también, un ser racional: puede resolver problemas complejos y crear. Con esto podríamos decir que la razón diferencia al hombre del resto de los animales, pero también sería insuficiente. El ser humano es un ser espiritual. Desde siempre manifestó, a través del arte (p. 8), sentimientos que exceden las cuestiones prácticas, y se interesó por su origen y su destino poste-rior a la muerte. Es la única especie que generó templos (p. 9), sepulturas, etcétera. Reconocer que la inquietud espiritual es parte nuestra, es ayudar a un crecimiento integral de la persona.

La creación como mensaje

La dimensión espiritual del hombre es la que le da capacidad contemplativa. No se posiciona ante la naturaleza solo como medio, sino que esta lo interpela. Muchas religiones vieron a Dios en la naturaleza, la cual despierta sentimientos de temor, gratitud, gozo. La historieta que da comienzo a la unidad remite a esas experiencias, como así también la lectura evangélica del primer encuentro. San Pablo dice que los atributos de Dios se hacen visibles por medio de sus obras. En las grandes ciudades, donde todo está hecho por la mano del hombre, es más difícil escuchar el mensaje de la creación; por ello, se sugiere una reflexión a partir de ejemplos en los que se interactúa con el medio ambiente (p. 11).

La religión como respuesta

De los anteriores puntos surge la necesidad de un canal a través del cual manifestar la espirituali-dad. La religión (p. 11) es una forma de orientar la vida. En las distintas culturas surgieron religiones que responden a la cosmovisión particular de cada una (p. 12). Sin embargo, todas cumplen con la función de orientar, y son el nexo espiritual entre el hombre y su creencia. Animismo, politeísmo, panteísmo y monoteísmo son las principales concepciones religiosas del mundo, y conocerlas nos prepara mejor para comprender al hombre como ser religioso y libre. Las distintas religiones y sus principales símbolos y características completan esta información (p. 18).

Libertad religiosa

Creemos que Dios creó al hombre libre, y como premisa de esa condición tiene la libertad de decidir si creer y, en tal caso, en qué creer. El Concilio Vaticano II consagra este postulado (p. 13). La predi-cación y la evangelización parten de la convicción de estar compartiendo un bien, “un tesoro de bon-dad”, como dice la lectura evangélica del segundo encuentro, pero siempre respetando la libertad del hombre para recibir ese mensaje. Cuando se busca el acercamiento con otros credos, el espíritu debe ser el que se postuló en el Encuentro de Asís: “No rezar juntos, sino estar juntos para rezar” (p. 14).

La construcción de la paz

Las religiones tienen un gran compromiso con la historia, al que muchas veces han faltado (p. 19): contribuir a la paz entre los pueblos y las personas. El hombre no puede hallar en Dios respuestas de destrucción o que vayan en contra del orden natural y de lo creado. Por el contrario, se aparta de Él cuando así procede, aunque lo invoque. En el Encuentro de Asís (p. 15), todos los líderes religiosos afirmaron lo siguiente como reglas de oro: “Haz a los demás lo que quisieras que te hagan a ti”, y

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Orientaciones didácticas

26 AMIGOS PARA LA MISIÓN 6

“Para construir la paz es necesario amar al prójimo”. Los ejemplos de la imagen de Francisco junto a los presidentes de Palestina e Israel (p. 16), o el de “la Casa de Uno” (p. 20), buscan reforzar la idea de que esa construcción conjunta de la paz es un mandato misionero al que estamos llamados. Para trabajar en ese sentido se aporta información (p. 17) sobre diálogo interreligioso y ecumenismo.

Antes de los encuentros

• Invitá a los alumnos a que investiguen el significado de la palabra religión.• Pediles que averigüen cuáles son las principales religiones en la actualidad.• Para la actividad de la página 17, que indaguen acerca de qué iglesias cristianas se encuentran

cerca de la escuela. • Proponeles que investiguen sobre casos de diálogo interreligioso y de enfrentamiento religioso

para comentar y poder realizar las consignas de la página 19.

Después de los encuentros

• Proponeles a los alumnos organizar una muestra de fotografías de paisajes que se llame “Un Dios visible”, y que inviten a niños de otros grados a ver la muestra. En una cartelera, los visitantes podrán plasmar sus comentarios sobre los sentimientos que les generen las imágenes expuestas.

• Invitá al grupo a escribir una noticia sobre el encuentro ecuménico realizado (p. 17). Podrán agre-gar fotografías tomadas en el encuentro y difundir la noticia en la comunidad educativa.

• Para cantar en la celebración, solicitales que busquen entre todos una canción que hable sobre la paz.

Recursos

Para profundizar acerca de la libertad religiosa y ayudar a que los niños la comprendan y sepan qué alcances tiene, podés leerles la declaración Dignitatis humanae (en castellano, “dignidad humana”) del Concilio Vaticano II:

“Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, es decir, dotados de razón y de voluntad libre, y enriquecidos por tanto con una responsabilidad personal, están impulsados por su misma naturaleza, y están obligados además moralmente, a buscar la verdad, sobre todo la que se refiere a la religión. Están obligados, asimismo, a aceptar la verdad conocida y a disponer toda su vida según sus exigencias. Pero los hombres no pueden satisfacer esta obligación de forma ade-cuada a su propia naturaleza si no gozan de libertad psicológica al mismo tiempo que de inmunidad de coacción externa. Por consiguiente, el derecho a la libertad religiosa no se funda en la disposi-ción subjetiva de la persona, sino en su misma naturaleza. Por lo cual, el derecho a esta inmunidad permanece también en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella, y su ejercicio, con tal de que se guarde el justo orden público, no puede ser impedido”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania26.

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Orientaciones didácticas

GUÍA PARA EL CATEQUISTA 27

UNIDAD

2 Un Dios creador

Presentación

Esta unidad nos prepara para poder recorrer la historia de nuestra religión con paso firme. Es importante que la información de los niños sobre sus creencias no sea inconexa. Relacionar los relatos del Antiguo Testamento con nuestro presente suele ser complicado. Para ello, es necesario profundizar en el conocimiento de la Biblia, nuestro libro sagrado. De allí surgirán los fundamentos de nuestra concepción religiosa: un Dios padre y creador de todo lo que existe, el hombre hijo y heredero de la creación, creado libre a tal punto que puede elegir el pecado que lo separa de Dios. Veremos Antiguo y Nuevo Testamento como una unidad; ambos representan una secuencia que responde al “plan de salvación” que Dios pensó desde siempre para restablecer su íntima unión con los hombres. Finalmente, abordaremos el tema de la ecología como misión de los cristianos, llamados a ser custodios del medio ambiente (pp. 35 y 36).

Objetivos

• Conocer las diferencias y la continuidad del Antiguo y el Nuevo Testamento.• Familiarizarse con el uso de las escrituras.• Ubicar hechos y protagonistas en el relato temporal.• Reconocer a Dios como creador de todas las cosas y al hombre como su criatura, con sus forta-

lezas y debilidades.• Valorar la creación como algo sagrado y generar conciencia ecológica.

La unidad paso a paso

Somos parte de un plan de salvación pensado por Dios desde la creación del mundo. Ese plan se va desarrollando a lo largo de la historia y el relato bíblico nos da los elementos para comprenderlo. Se está llevando a cabo en nosotros y en el futuro, hasta la instauración de-finitiva del Reino de Dios. En ese peregrinar de los cristianos hacia Él, debemos luchar día a día contra el pecado y cuidar la creación que recibimos en herencia para bien nuestro y de los que nos sucedan.Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• La Biblia• Plan de Salvación• Un Dios padre y creador• Somos hijos de Dios• Guardianes de la creación

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AMIGOS PARA LA MISIÓN 628

Orientaciones didácticas

La Biblia

El primer encuentro (p. 24) comienza con una serie de preguntas acerca de la Biblia que servi-rán para relevar el conocimiento previo de los niños y trabajar sobre la información que desco-nozcan. La lectura de Pedro (p. 26) explica el carácter de “inspiradas” que tienen las escrituras. Más allá de ser un libro escrito por hombres, la Biblia se considera Palabra de Dios por ser Él, a través del Espíritu Santo, quien inspiró los corazones de los que la escribieron. Conocer los libros que la componen y comprender su división en Antiguo y Nuevo Testamento (p. 27) es el primer paso hacia tener a la Biblia como guía.

Plan de Salvación

En las siguientes unidades se trabajará la historia del Antiguo Testamento para llegar a conocer y comprender la alianza de Dios con el hombre a través del tiempo. Esa alianza responde a un plan que dará su cumplimiento definitivo con la segunda venida de Jesús y la derrota definitiva sobre la muerte y el pecado (p. 28). A esto se lo llama “Plan de Salvación”, y está anunciado desde los primeros párrafos del Génesis (p. 29). Esta unidad deberá formar la idea de ese plan para ir conociéndolo en profundidad con el avance del libro.

Un Dios padre y creador

A partir del segundo encuentro comenzamos a recorrer la Biblia, que en su primer libro, el Génesis, nos presenta el relato de la creación (p. 30). Trabajar con la obra de Miguel Ángel estimulará la reflexión sobre el acto amoroso de Dios. La lectura de Juan (p. 32) también nos presenta a Dios creador e incorpora “la palabra” que utilizó para crear en alusión a Jesús, que está presente desde siempre junto al padre y al Espíritu Santo. Nuestra fe está basada en este sustento: creemos en un único Dios, creador de todas las cosas. Ese principio lo compartimos con musulmanes y judíos.

Somos hijos de Dios

“Padre nuestro, que estás en el cielo”, así comienza la oración que Jesús nos enseñó. Establece una relación de afecto y cercanía con el creador. No es alguien ajeno que nos arrojó al mun-do, sino nuestro Padre, y como tal busca nuestra felicidad. Esa relación se ve lastimada por el pecado (pp. 33 y 34), pero es el mismo Dios quien busca sanarla a través de Jesús y el perdón. La actividad planteada en “Escuchar en nuestro interior” (p. 34) propone una reflexión sobre el pecado y un camino de reconciliación. Reconocernos hijos de un Padre hace que también podamos ver a los demás como hermanos y proceder como tales.

Guardianes de la creación

“El Señor, Dios, tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén, para que lo cultivara y lo cui-dara” (Gn 2, 15). Desde el comienzo de las escrituras se presenta esta doble visión sobre la creación: pensada para nuestro beneficio pero con el compromiso de cuidarla.

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GUÍA PARA EL CATEQUISTA 29

Orientaciones didácticas

Al papa Francisco lo preocupa en particular el tema de la ecología, y prepara una encíclica al respecto (p. 35). Nos llama a terminar con “la cultura de lo descartable”. El trabajo propuesto en “Somos custodios del medio ambiente” (p. 36) busca concientizar a los niños en esa dirección.

Antes de los encuentros

• Invitá a los niños a que consiga cada uno su Biblia.• Pediles que investiguen cuáles son los distintos libros de la Biblia y cómo se agrupan (p. 27).• Invitalos a que dialoguen en casa con sus familiares acerca de qué es el Plan de Salvación y que

recolecten varias ideas al respecto. • Averiguá horarios y lugares para recibir el sacramento de la Reconciliación y preparar un folleto

con esa información para regalar.• Proponeles a los alumnos que investiguen qué hábitos podemos cambiar en nuestras casas y en

la escuela para luchar contra la cultura de lo descartable y cuidar el medio ambiente.

Después de los encuentros

• Dividí a los niños en grupos, que cada grupo investigue sobre lecturas del Nuevo Testamento que hagan alusión a textos del Antiguo Testamento, como, por ejemplo, Mt 5, 17-20 (p. 29). En una puesta en común, que expongan los textos y reconozcan entre todos los conceptos trabaja-dos sobre la Biblia y el Plan de Salvación.

• Elaborá conjuntamente con los niños una entrevista para realizar a diferentes adultos sobre el sentido del pecado, el perdón y el sacramento de la Reconciliación. En clases posteriores, compartir los resultados de las entrevistas, identificar cuáles son las respuestas coincidentes y construir conclusiones en función de los temas trabajados.

• Invitalos a compartir en familia la oración de San Francisco de Asís (p. 38).

Recursos

• Dios es un padre que nos ama y que está dispuesto a perdonar. Cuando rompemos la filiación con Él dejamos de entender que las demás personas son nuestros hermanos, y creemos que el perdón, que nunca se agota para Dios, podemos negarlo. Para trabajar la relación entre padre, hijos, hermanos y perdón, te proponemos la siguiente cita bíblica (Mt 18, 21-30):

21 Entonces se adelantó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi her-

mano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. 22 Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. 23 Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. 24 Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. 25 Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo

que tenía para saldar la deuda. 26 El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Señor, dame un plazo y te pagaré todo”. 27 El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. 28 Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomán-

dolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: “Págame lo que me debes”.

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Orientaciones didácticas

29 El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: “Dame un plazo y te pagaré la deuda”. 30 Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. • Para profundizar acerca del cuidado del planeta, te proponemos el siguiente recurso: un frag-

mento de la homilía brindada por el Santo Padre Francisco en el Cementerio del Verano, en Roma, el 1 de noviembre de 2014:

“El hombre se adueña de todo, se cree Dios, se cree el rey, y devasta toda la creación”. Lo des-

tacó el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada el 1 de noviembre en el cementerio monumental romano del Verano en la solemnidad de “Todos los santos”. “Pero, ¿quién paga la fiesta? –continuó el Pontífice– ¡Ellos! Los pequeños, los pobres, quienes en persona acabaron en el descarte. Y esto no es historia antigua: sucede hoy”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania30.

30 AMIGOS PARA LA MISIÓN

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Orientaciones didácticas

31GUÍA PARA EL CATEQUISTA

UNIDAD

3 Las raíces de nuestra fe

Presentación

La historia del pueblo Judío está íntimamente relacionada con la nuestra. La historieta que da co-mienzo a la unidad (p. 39) busca movilizar el interés por nuestros orígenes como base que sustenta el presente y lo guía. Al comienzo de la unidad se trabaja sobre los nombres que suelen escucharse en las lecturas de misa pero que no siempre sabemos relacionar (pp. 40 y 41). Conocer las raíces de la fe de este pueblo nos permite comprender mejor aquello en lo que creemos, en las cosas que vino a reafirmar Jesús y a cuáles les dio un sentido nuevo. Las vivencias de los personajes del Antiguo Testamento nos sirven, además, para reflexionar sobre nuestra vida hoy. Se trata de personas que creían en Dios, que lograron grandes cosas junto a Él, pero que también llegaron a conocer la esclavitud cuando la debilidad y las malas decisiones los apartaron de su camino.La historia de José (p. 49) y el trabajo que le sigue referido a la parábola del hijo pródigo (p. 50) son aportes fundamentales para interpretar la fuerza del amor fraterno y el perdón contra el pecado del hombre.

Objetivos

• Conocer el significado de “alianza”. • Descubrir la fidelidad como valor y la relación de amor, vida y liberación de Dios con su pueblo.• Comprender que José interpreta la voluntad de Dios por medio de la fe y logra perdonar a sus

hermanos.• Vincular los conceptos del perdón y el amor fraterno a las realidades actuales.

La unidad paso a paso

Dios se le manifiesta a Abraham y le pide que sea pastor de su pueblo, al que le promete una tierra en herencia. Por eso se lo llama “pueblo elegido”. Las sucesivas alianzas con este pueblo, sus caídas y la mano de Dios tendida para que vuelva a levantarse, nos ayudan a interpretar la relación de Dios con nosotros. Como hijos de Dios estamos llamados a tener sus mismos sentimientos y ser el rostro del amor y el perdón en nuestro tiempo.Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• Raíces de nuestra Fe• Un pueblo elegido• El camino a la esclavitud• El amor fraterno• La fuerza del perdón

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AMIGOS PARA LA MISIÓN 632

Orientaciones didácticas

Raíces de nuestra fe

Somos cristianos y pertenecemos a la Iglesia católica que fundó Jesús. Podríamos suponer que nuestra fe tiene sus orígenes en la llegada de Jesús. Sin embargo, no es así. Nuestra fe tiene sus raíces, al igual que judíos y musulmanes, en el padre Abraham. Dijo Jesús: “No piensen que vine para abolir la ley o los profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una coma de la ley, antes que desaparezcan el Cielo y la Tierra, hasta que todo se realice” (Mt 5, 17-18). Con esto, Jesús indica que todo lo que antecedió a su llegada tiene plena vigencia. De allí la importancia de conocerlo, de tener los elementos para interpretarlo, relacionar-lo y entender cuál era el contexto de Jesús. Un pueblo elegido

En el primer encuentro, la lectura del libro del Génesis (p. 42) nos muestra cómo Abraham, descen-diente de los primeros nombres de la Biblia, se convierte en patriarca y guía de un pueblo elegido por Dios. Ese pasado común que compartimos con las grandes religiones debe ser un signo de unidad (pp. 43, 44 y 45). Nos debe fortalecer en los valores comunes que provienen de un mismo Dios. El peregrinar del pueblo elegido hacia la tierra prometida es un hecho histórico, pero a la vez es una semblanza del peregrinar de todo hombre hacia Dios. Esa debe ser la mirada con la que se aborde la lectura de los hechos bíblicos.

El camino a la esclavitud

En el segundo encuentro se profundiza la historia de José (p. 46). Se invita a una lectura exhaus-tiva de todo el capítulo 37 del Génesis por tener las características de un cuento y por todos los elementos que reúne para el trabajo sobre los valores y el pecado. Ahondar sobre el concepto de tradición (p. 47) nos ayuda a comprender el legado de estas historias y, en ese contexto, una mirada al Martín Fierro enriquece la reflexión sobre la falta de amor fraterno que llevó a los her-manos de José a la perdición. Ellos, guiados por celos y envidia, quedaron esclavos del pecado, del mismo modo que el pueblo elegido, atraído por las comodidades y facilidades que encontró en Egipto, perdió su libertad. En “La globalización de la indiferencia” (p. 51) se vincula el proceso de esclavitud protagonizado por los judíos con las situaciones actuales de hombres necesitados que intentan ingresar al banquete de los poderosos, sufriendo esclavitud y muerte. El papa Francisco es el principal denunciante de esta realidad.

El amor fraterno

El testimonio de amor de José es poderoso. Pese a todo lo padecido a manos de sus hermanos, se mantiene inquebrantable. Es que el amor fraterno no es una moneda de intercambio, sino una fuente que emana de Dios. La lectura evangélica del segundo encuentro (p. 48) nos explica que en el amor a los hermanos radican la verdad y el conocimiento de Dios. Podemos ver que en la actitud de José no hay especulaciones ni cálculos. La frase de San Juan Bosco, “Para que el amor fraterno sea realmente verdadero, debe ser tal que el bien de uno sea para el bien de todos, y el mal de uno lo sientan todos”, plantea el desafío de un amor que se nutre no solo de alegrías, sino también de compartir las cargas.

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Orientaciones didácticas

La fuerza del perdón

El perdón, como se presenta en el relato de José, es una fuerza transformadora, no necesita equi-valencias y rescata a las personas desde cualquier situación de dolor que cause el pecado. El traba-jo sobre la lectura del hijo pródigo (p. 50) profundiza lo trabajado con José. El análisis sobre la obra de Rembrandt estimula la reflexión para poder acercarnos a la experiencia del perdón desde todas las perspectivas: el que lo da, el que lo recibe y el que lo retacea. “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo”, es una expresión que se escucha en toda misa, y tal vez los niños no conozcan su significado. La explicación (p. 52) está ligada a muchos elementos de esta unidad y es invocada solicitando el perdón que nos hace libres y nos da la paz.

Antes de los encuentros

• Invitá a los niños a que pregunten en sus casas a sus familiares hasta dónde recuerdan los nom-bres y las nacionalidades de sus antepasados, y con esa información que confeccionen un árbol genealógico.

• Pediles que averigüen sobre algunas costumbres que mantenemos de las colectividades de nuestros mayores y que las anoten para poner en común en la siguiente clase.

• Para el trabajo de la página 51 y la oración de la página 54, que busquen noticias acerca del abuso de las naciones dominantes sobre las más débiles.

• Solicitales que presten atención en misa para escuchar en qué momento de la celebración se nombra al “Cordero de Dios”. Que lo anoten para comentar luego en clase.

Después de los encuentros

• Invitá al grupo de alumnos a relatar la historia de José a los niños de otros grados, y que organi-cen debates sobre las actitudes de los diversos protagonistas.

• Solicitales que lean en familia la frase de Nelson Mandela de la página 45, y que registren re-flexiones para llevar a la clase y compartir en el siguiente encuentro.

• Proponele al grupo que investigue acerca del Yom Kipur (“Día del Perdón judío”). Que compartan entre todos lo investigado y lo relacionen con los temas trabajados en la unidad.

Recursos

• Un buen recurso para trabajar con los alumnos acerca de las relaciones con las religiones no cris-tianas, es la declaración Nostra Aetate (en castellano, “Nuestro tiempo”), del Concilio Vaticano II:

La fraternidad universal excluye toda discriminación No podemos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con

algunos hombres, creados a imagen de Dios. La relación del hombre para con Dios Padre y con los demás hombres, sus hermanos, están de tal forma unidas que, como dice la Escritura, “el que no ama, no ha conocido a Dios” (1 Jn 4, 8).

Así se elimina el fundamento de toda teoría o práctica que introduce discriminación entre los hom-bres y entre los pueblos, en lo que toca a la dignidad humana y a los derechos que de ella dimanan.

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Orientaciones didácticas

La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania34.

• Al trabajar el tema del perdón, podés recordar con los niños estas palabras del papa Francisco: La alegría de Dios es perdonar

“¡Aquí está todo el Evangelio, está el cristianismo! Pero no es sentimiento, no es ‘ostentación de buenos sentimientos’. Al contrario, la misericordia es la verdadera fuerza que puede salvar al hombre y al mundo del ‘cáncer’ que es el pecado, el mal moral, el mal espiritual”.

El Papa subrayó además que “solo el amor llena los vacíos, los abismos que el mal abre en el corazón y en la historia. Solo el amor puede hacer esto. Y esta es la alegría de Dios”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania34b.

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Orientaciones didácticas

Una larga peregrinación

Presentación

La figura de Moisés es central para la comprensión del mensaje pascual. La unidad comienza acercándonos a su figura (pp. 56 y 57) y, a continuación, nos lleva al acontecimiento de la “Última Cena” (p. 58), en la que Jesús celebra la pascua judía con sus apóstoles. Moisés fue pastor, profeta del pueblo (p. 59) y elegido por Dios para sellar su alianza. Jesús es profeta y pastor para todos los pueblos, y con su muerte y resurrección sella una alianza universal. El recorrido del pueblo judío desde su pascua (liberación de Egipto) es una larga peregrinación a la que alude nuestro título. La historia del rey David da cuenta de las grandes obras que podemos realizar, pese a nuestra peque-ñez (p. 63), con la fuerza de Dios. Tanto la vida de Moisés como la de David invitan a reflexionar sobre el coraje de escuchar a Dios y de seguirlo contra toda adversidad. A eso alude la apertura del segundo encuentro, “Dios nos llama a jugarnos” (p. 62).Como la monarquía de Israel, todo se puede desmoronar cuando nos apartamos de Dios. Los pro-fetas del Antiguo Testamento lo advirtieron mientras anunciaban la llegada del Mesías (pp. 66 y 67). Hoy estamos llamados a ser profetas de nuestro tiempo.

Objetivos

• Descubrir la figura de Moisés y comprender la estrecha relación que tiene con nuestra Pascua y los mandamientos.

• Valorar la figura de David como ejemplo de quien se juega por la fe confiando en el poder de Dios.• Conocer la función que cumplieron los profetas del Antiguo Testamento para descubrir nuestra

propia misión profética hoy.

La unidad paso a paso

Los hechos que se recorren a lo largo de los dos encuentros son los pilares de la religión judía a la que pertenecía Jesús: pascua, mandamientos, tierra santa, anuncio del Mesías. La vida, la muerte y la resurrección de Jesús se entrelazan plenamente con estos hechos, dándoles cumplimiento o sen-tido nuevo. “Ahora subimos a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que anunciaron los profetas so-bre el Hijo del hombre” (Lc 18, 31), dice Jesús a sus discípulos cuando se acerca a su pasión (p. 64). Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• Pascua judía• Antigua Alianza• Peregrinación y tierra prometida• Profetas de ayer• Profetas de hoy

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Pascua judía

Hablamos de la esclavitud de los judíos en Egipto. El pueblo que le encomendó Dios a Abraham, prometiéndole una tierra, no tenía país ni libertad. Moisés, de origen hebreo pero criado por la familia del faraón (p. 57), es elegido para que se cumplan las promesas de Dios. “El Señor dijo a Moisés: ‘Vete de aquí, tú y el pueblo que hiciste salir de Egipto, y sube al país que yo prometí con un juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les aseguré que daría esa tierra a sus descen-dientes. Yo enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré a los cananeos, los amorreos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los jebuseos, para que puedas entrar en la tierra que mana leche y miel’” (Ex 33, 1-3). La salida de Egipto, el paso a la libertad, es lo que los judíos celebran como Pascua, y Jesús la cele-bra con los suyos (p. 58), al punto de darnos nuestra Pascua, que es el paso de la muerte a la vida.

Antigua Alianza

Dios dicta a Moisés los mandamientos en el monte Sinaí. Luego los plasma en tablas de piedra que conocemos como “las tablas de los mandamientos”. Esa fue la Alianza que selló con el pueblo: entregarle un código, una guía para vivir en armonía con Él, y así recibir la tierra prometida (p. 60). Esos mandamientos les permitirían no andar a tientas por el camino y llevar una vida agradable a Dios. Esto no siempre fue así, y los sucesivos desvíos hicieron del desierto un largo camino de aprendizaje. Aquellos mandamientos son los mismos que aprendimos en el catecismo y los heredamos de Moisés. Jesús también los practica, y cuando lo interrogan acerca de cuál es el más importante nos entrega el Mandamiento Nuevo (Jn 13, 34-36), que no está en conflicto con los demás sino que les da un nuevo sentido, poniendo el acento en el amor por sobre la ley. Peregrinación y tierra prometida

La peregrinación fue tan larga que ninguno de los que habían salido de Egipto llegó a la tierra prometida, sino sus descendientes: “Sube a esa montaña de los Abarím, al monte Nebo, que está en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán, que yo doy en propiedad a los israelitas. Tú morirás en la montaña a la que vas a subir, e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón, que murió en el monte Hor, y fue a reunirse con los suyos. Porque ustedes fueron infieles a mí junto a las aguas de Meribá de Cades, en el desierto de Sin, y no manifestaron mi santidad en medio de los israelitas. Por eso no entrarás en la tierra que yo daré a los israelitas, sino que solamente la verás de lejos” (Dt 32, 49-52). Solo en tiempos del rey David lograron establecerse, reunir a las doce tribus de Israel e instalar en Jerusalén, la ciudad santa, el Arca de Alianza que contenía las tablas de los mandamientos (pp. 62 a 65). No es casual que Jesús decidiera entrar a Jerusalén para que se cumpliera su destino y sellar la Nueva Alianza.

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Orientaciones didácticas

Profetas de ayerLa monarquía de Israel vivió su tiempo de esplendor bajo los reinados de David y su hijo Salomón (p. 65). Luego, cayeron en los viejos pecados del pasado. La infidelidad a Dios los llevó a la corrup-ción y a las divisiones, y la unidad lograda se desmembró dando paso a invasiones y a la dispersión. En aquellos tiempos surgieron los grandes profetas del Antiguo Testamento, que interpretaban la Palabra de Dios y la anunciaban. Fueron los que denunciaron la corrupción de su tiempo y antici-paron sus consecuencias. También anunciaron la llegada de un descendiente de David, que sería el Mesías, y su reino no tendría fin (p. 58).

Profetas de hoy

Con Jesús se cumplen las antiguas profecías, y Él mismo se convierte en el más grande de los pro-fetas (p. 68). Los trabajos de las páginas 66 y 67 estimulan la reflexión sobre el rol de la profecía hoy y el replanteo del estereotipo del profeta como un personaje del pasado, con poderes y túnica, llevándolo a la vida cotidiana. Así como el papa Francisco siempre tiene presentes las injusticias y señala los deberes de los que tienen la responsabilidad de erradicarlas (p. 68), nosotros también debemos estar atentos, interpretando la realidad para intentar mejorarla con nuestros dones.

Antes de los encuentros

• Pediles a los niños que averigüen qué pascua celebró Jesús con los apóstoles en su Última Cena.• Invitalos a investigar de dónde provienen los Diez Mandamientos.• Como curiosidad, proponeles que averigüen de dónde proviene el nombre de Moisés, con el que

se denomina a las primeras cunas de los bebés.• Pediles que investiguen cómo se llama el bastón o vara que lleva el Papa y cuál es su significado.

Después de los encuentros

• Proyectá fragmentos de la película Los Diez Mandamientos (de 1956), para recrear los momentos más significativos de la vida de Moisés.

• Solicitales a los niños que averigüen cuáles son los Diez Mandamientos y que los registren en la cartelera del salón.

• A la luz de lo trabajado en la página 61, organizá con el grupo una colecta de alimentos para los hermanos más necesitados.

• Invitá a los niños a que lean en familia la plaqueta de la página 66, y que busquen ejemplos de profetas actuales para ponerlos en común en el siguiente encuentro.

Recursos

Podés trabajar con tus alumnos la vinculación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento con el siguien-te artículo, que establece una interesante relación entre la fiesta de la Pascua judía y la cristiana.

“Hay una continuidad histórica y religiosa entre la Pascua judía y la cristiana, ya que Cristo murió el primer día de la fiesta judía de la Pascua, que celebra la liberación por mano de Dios del pueblo judío de la esclavitud de Egipto.

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Orientaciones didácticas

Tiene además un profundo simbolismo, ya que la muerte de Jesucristo cumple la Antigua Ley, so-bre todo en lo referente al cordero pascual, que los judíos comen la víspera del 14 de Nisan. Cristo es inmolado el mismo día de la pascua judía, en que se inmolaban los corderos en el templo. Jesús es el cordero pascual que nos libera del pecado. Por eso nuestra pascua, como la judía, recuerda el paso de Israel por el Mar Rojo, el cordero pascual, la columna de fuego que guiaba a Israel, et-cétera, pero ahora con un significado más completo”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania38.

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Orientaciones didácticas

Yo creo

Presentación

Hacia el final del recorrido, los dos últimos capítulos están dirigidos al Credo como oración que proclama nuestra fe (p. 73). Los niños ya recibieron toda la información necesaria para entender la dimensión espiritual del ser humano y de dónde provienen las creencias de nuestra religión católica, apostólica y romana. Saber lo que tenemos en común con las demás religiones también nos prepara para comprender qué cosas nos diferencian y son nuestra particularidad. La historieta que da comienzo a esta unidad plantea ese punto de partida. Se trabajarán las proclamaciones de “Dios padre” (p. 74), “Jesucristo, su único hijo” (pp. 75 y 76) y “Nació de santa María virgen” (todo el segundo encuentro). María es una figura principal de los católicos, por eso el segundo encuentro profundiza en su conocimiento y entrega toda la información necesaria para venerarla en comu-nión con la Iglesia.

Objetivos

• Conocer el Credo como proclamación de nuestra fe.• Relacionar las proclamaciones de nuestra fe entre sí.• Acercar a María como madre y ejemplo de misionera.• Descubrir la veneración mariana como distintivo de los católicos.

La unidad paso a paso

La dudas que se les presentan a los protagonistas de la historieta (p. 71) bien pueden ser las que se les presenten a los niños con los que trabajamos. La propuesta de la página 72 nos dará un pano-rama más exacto de cuánto asimilaron hasta aquí de la enseñanza religiosa recibida. Estos tramos finales servirán para afianzar o terminar de construir los conocimientos sobre lo que proclamamos como verdades de fe.Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• El Credo, la proclamación de nuestra fe• Creo en Dios, padre todopoderoso• Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro señor• Nació de santa María virgen• María en nuestra Iglesia

El Credo, la proclamación de nuestra fe

En la página 73 se explica el origen del Credo y para qué lo rezamos. Ordenado en tres partes que responden a las personas de la Trinidad, repasa y proclama los fundamentos de nuestra relación

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Orientaciones didácticas

con Dios. Es importante que los niños lo identifiquen dentro de la liturgia, que comprendan su contenido y que acudan a él cuando les surjan interrogantes sobre la fe. Esta unidad lo irá desglo-sando en sus dos primeras partes hasta cerrar con la figura de María.

Creo en Dios, padre todopoderoso

Así comienza el Credo, y, si bien en las primeras unidades desarrollamos el tema Dios, allí se ponía el acento en el Creador común a todas las religiones monoteístas. El Credo pone en primer lugar el aspecto de “Padre”. Los cristianos creemos en la Santísima Trinidad; Cristo es para nosotros “la verdad y la vida”, por eso el primer atributo que manifestamos sobre Dios es el de Padre de Cristo. El salmo del primer encuentro dice: “busquen constantemente su rostro”. A través de la encarna-ción, Dios sale al encuentro de los que lo buscan, y nos muestra el rostro de Jesús.

Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro señor

Las palabras de Benedicto XVI (p. 76) son un perfecto catecismo sobre Jesús hijo y su relación con el Padre. El trabajo de la página 75 propone una reflexión sobre la “encarnación” a partir del cuadro “Adoración de los pastores”. En la escena se ven el Cielo y la Tierra integrados; la luz proviene de Jesús, que irradia a todos. El rostro de María ocupa el centro de la escena y es quien lo presenta, y los primeros en recibir esa luz son los pastores, es decir, los humildes. Ayudar a los niños a descu-brir esos elementos será un medio para que la palabra “encarnación” se colme de mensaje.

Nació de santa María virgen

En el comienzo del segundo encuentro encontramos a Francisco hablando de María como la que permitió desatar el nudo del pecado. Con su “sí”, se convierte en madre del redentor. Desde siempre conoció la misión de su hijo (p. 79), sufrió por ello y se mantuvo firme hasta el final (p. 80), cuando Jesús, antes de morir, la encomienda como madre de todos. Desde allí los católicos la veneramos. Porque creemos que así lo quiso Jesús y es ella la que nuclea a todos en Pentecostés, el nacimiento de la Iglesia. Otras iglesias cristianas, no católicas, no comparten esta veneración.

María en nuestra Iglesia

De distintas maneras la Iglesia venera a su madre: con las solemnidades de la Virgen se celebran los principales momentos de la devoción mariana (p. 81). También con las distintas advocaciones se venera a María (p. 82), y se esclarece que en todas se conmemora a la misma persona. Aunque se la nombre como la “Virgen de Luján” o “Fátima”, etcétera, siempre estamos hablando de la Virgen María.Podemos ver en el Evangelio muchos pasajes que presentan a María como misionera (p. 83). Tomando su ejemplo, la Iglesia siempre la lleva como estandarte y como distintivo de los católicos en su trabajo misionero.Por último, en la sección “Sumamos saberes”, se profundiza sobre la advocación de la Virgen de Luján, que es la patrona de nuestra nación.

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Orientaciones didácticas

Antes de los encuentros

• Proponeles a los niños que preparen un señalador con la oración del Credo para utilizar el resto del año con el libro.

• Invitalos a que averigüen qué imágenes de la virgen María tienen la parroquia y la capilla de la escuela, y que consigan información sobre esas advocaciones.

• Pedile a cada alumno que realice o fotocopie una imagen de Nuestra Señora de Luján en un tamaño que permita confeccionar una estampita.

Después de los encuentros

• Organizá un trabajo grupal para buscar en el Evangelio ejemplos de Jesús que lo muestren como verdadero hombre; y otros, como verdadero Dios. Profundizá con estos ejemplos, en una mesa redonda, el concepto de Encarnación.

• Nuestra Señora de Luján es también patrona de las rutas argentinas. Con la imagen que se pidió anteriormente, confeccioná con los alumnos estampitas con una oración para pedir protección en los viajes.

• Invitá a los alumnos a entrevistar a familiares o amigos que hayan realizado la peregrinación a Luján, para conocer más sobre esta experiencia de fe y espiritualidad.

Recursos

• Para abordar la figura de la Virgen María, podés leer con los niños la encíclica Lumen Gentium (en castellano, “luz de las gentes”) del Concilio Vaticano II:

Capítulo VIII La Santísima Virgen María, madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia Queriendo Dios, infinitamente sabio y misericordioso, llevar a cabo la redención del mundo, al

llegar la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo, nacido de mujer, para que recibiésemos la adop-ción de hijos (Ga 4, 4-5). El cual, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, descendió de los cielos y, por obra del Espíritu Santo, se encarnó de la Virgen María. Este misterio divino de la salvación nos es revelado y se continúa en la Iglesia, que fue fundada por el Señor como cuerpo suyo, y en la que los fieles, unidos a Cristo Cabeza y en comunión con todos sus santos, deben venerar también la memoria, en primer lugar, de la siempre gloriosa Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania41.

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Orientaciones didácticas

• En “El portal de los misioneros” se explica por qué María es reina de las misiones:

María es Reina Fue predestinada desde el principio de los tiempos para serlo. Y esto, porque fue elegida para

la singularísima y trascendental misión de ser la madre de Cristo Rey y mediadora universal de todas las gracias.

María es Reina de las Misiones, porque ella fue la primera misionera, aun antes que el mismo Cristo, al llevarlo en su seno y darlo a conocer al mundo. Hoy, ella continúa dando a conocer a su Hijo a los hombres, y es guía y modelo de los misioneros, por eso es llamada también “Estrella de la Evangelización”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania42.

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Orientaciones didácticas

Somos voceros de la esperanza

Presentación

La esperanza debe ser el distintivo de los cristianos. Todo lo aprendido hasta aquí confluye en esta unidad con la última parte del Credo, donde se proclaman las verdades de la fe, que revivimos en la semana más importante para los cristianos: “la Semana Santa”, cuyo mensaje está atravesado por el dolor pero tiene su coronación en la Pascua. Hay victoria de la vida sobre la muerte; el amor vence al pecado y al dolor. Por eso no es posible que los cristianos tengan una mirada pesimista sobre la historia ni sean los que amargan la fiesta de la vida, sino sus animadores. Como sucede con la cruz (p. 91), que siendo un signo de sufrimiento se transforma en uno de esperanza al ser tocado por Jesús, así también la realidad debe cambiar de color cuando la llenamos de Cristo. Las lecturas evangélicas de los dos encuentros (pp. 90 y 96) iluminan el camino para esa transformación, que nos debe tener como protagonistas.

Objetivos

Dimensionar la pasión, muerte y resurrección de Cristo como los hechos que dan cumplimiento al Plan de Salvación.• Comprender el símbolo de la cruz no con un mensaje doloroso, sino esperanzador.• Comprender que la fe que profesamos en el Credo nos convierte en miembros de la Iglesia y

agentes de la esperanza.

La unidad paso a paso

Los pasos de esta unidad son las últimas profesiones del Credo. También podríamos nombrarlos Viernes Santo, Pascua, Pentecostés, Juicio Final y triunfo de la vida. La clave para interpretar este itinerario es el “servicio”. Las palabras de Francisco (pp. 97 y 99) y el ejemplo del padre Rimoldi (p. 93) apuntan en esa dirección. La ceremonia que finaliza nuestro libro cierra con una oración inspi-rada en el trabajo de este sacerdote, que nos habla de lo simple de seguir a Cristo. Los principales conceptos trabajados en esta unidad son:• Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos• Al tercer día resucitó• Desde allí ha de venir a juzgar• La santa Iglesia católica• La vida eterna

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Orientaciones didácticas

Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos

Eran tiempos de ocupación romana en Israel. Poncio Pilatos era la autoridad en Jerusalén. No es él quien busca condenar a Jesús sino la jerarquía religiosa hebrea, que no tenía la autoridad para condenar personas. Ellos acusaron a Jesús de sedición contra el Imperio, y aunque Pilatos no com-partía esa visión permitió la condena a los fines de mantener las buenas relaciones políticas (p. 89). Lo que llevó a Jesús a la cruz fueron los fuertes cuestionamientos que había pronunciado contra esa jerarquía, obrando como profeta, advirtiendo al pueblo contra ellos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos!” (Mt 23, 13). “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!” (Mt 23, 27).

Al tercer día resucitó

Jesús resucita al tercer día, como lo había anunciado: “Destruyan este templo y en tres días lo vol-veré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él se refería al templo de su cuerpo (Jn 2, 19-21).Se produce la nueva Pascua, el paso de la muerte a la vida. La celebración de la Pascua es la más importante del año para los cristianos (p. 88), y se conmemora en cada Eucaristía. En la cruz lo con-denan como a un delincuente, junto a dos “malhechores”; por eso decimos que asume el pecado de los hombres y, siendo Dios, también asume nuestra muerte. Con su resurrección nos libera de esas ataduras. La primera palabra que pronuncia como resucitado es una orden: “¡Alégrense!”. Es nuestra tarea comunicar al mundo esa alegría.

Desde allí ha de venir a juzgar

“Ahora me voy al que me envió” (Jn 16, 5). Jesús asciende al Cielo luego de sus apariciones como resucitado, y promete la llegada del Espíritu Santo. Volverá para el juicio final: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso” (Mt 25, 31). En esta lectura evangélica (p. 90), Jesús explica cuál va a ser el criterio con el que va a juzgar. Seremos juzgados en el amor, todo lo bueno que hagamos por los hermanos Él lo recibe, y todo aquello que les reprocha a los fariseos es lo que será condenado: la falsa religiosidad, la falta de amor. El juicio final no es un anuncio atemorizador, sino la promesa de que el amor al prójimo nos conduce al encuentro con Dios.

La santa Iglesia católica

“Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?’. Él le respondió: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Jesús le dijo: ‘Apacienta mis corderos’” (Jn 21, 15). Es el deseo de Jesús que después de su partida los suyos tengan un pastor que los guíe. Momentos antes de la ascensión anuncia: “Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre uste-des, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la Tierra” (Hch 1, 8). Este anuncio se cumple en Pentecostés, y es el nacimiento de la Iglesia católica (p. 95). Creemos que el Papa es el sucesor de Pedro, y que el Espíritu Santo sigue obrando en el tiempo hasta el juicio anunciado. Francisco, en sintonía con las lecturas de los dos encuentros, propone una Iglesia con “capacidad de curar heridas”.

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GUÍA PARA EL CATEQUISTA 45

Orientaciones didácticas

La vida eterna

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro lo increpaba, diciéndole: “¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino”. Él le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. (Lc 23, 39-43).El simple hecho de arrepentirse y sentir compasión provoca la promesa de Jesús: la vida eterna junto a Él. El Credo finaliza con esta profesión de fe, y por eso afirmamos que, aunque el camino atraviese el desafío de la cruz, está perfumado por la esperanza. Antes de los encuentros

• Invitá a los niños a que indaguen acerca de qué se recuerda cada día de la Semana Santa, y que averigüen qué tiempo litúrgico se inicia con la Pascua y cuándo finaliza.

• Pediles que investiguen por qué nuestra Iglesia es católica, apostólica y romana.• Proponeles que les pregunten a sus familiares qué saben sobre “la comunión de los santos”, y

que anoten las respuestas para luego ponerlas en común con el resto de la clase.

Después de los encuentros

• Invitá a los alumnos a que realicen cruces de cartón, que las decoren con distintos materiales y les escriban el texto de Mt 7, 13 (p. 91), para regalarlas a personas que estén sufriendo por algún motivo.

• Enseñales la canción Un nuevo Sol (p. 94), y creá una coreografía con movimientos que represen-ten las distintas estrofas. Para cerrar el año de catequesis, que el grupo presente la canción a la comunidad, en algún acto o celebración.

• Reuní a los alumnos en grupos e indicales que realicen afiches con frases o mensajes sobre lo que más les haya llegado de lo trabajado durante el año, para luego compartirlo entre todos. Por último, que escriban todos juntos un compromiso para el año siguiente.

Recursos

Para profundizar en el estudio de la Eucaristía, podés leer la siguiente encíclica escrita por Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia (en castellano, “La Iglesia vive de la Eucaristía”), en la que habla so-bre la Eucaristía como el “núcleo del misterio de la Iglesia”:

“La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra, en síntesis, el núcleo del misterio de la Iglesia. Esta experimenta con alegría cómo se realiza continuamente, en múltiples formas, la promesa del Señor: ‘He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’ (Mt 28, 20). En la sagrada Eucaristía, por la transformación del pan y el vino en el cuerpo y en la sangre del Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad única. Desde que, en Pentecostés, la Iglesia, Pueblo de la Nueva Alianza, ha empezado su peregrinación hacia la patria celeste, este divino Sacramento ha marcado sus días, llenándolos de confiada esperanza”.

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Orientaciones didácticas

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“Con razón ha proclamado el Concilio Vaticano II que el sacrificio eucarístico es ‘fuente y cima de toda la vida cristiana’. ‘La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo’. Por lo tanto, la mirada de la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso amor”.

El texto completo puede leerse en: bit.ly/GD6betania46.

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Proyectos didácticos

Proyecto 1: Custodios de la creación y solidarios

Fundamentación

En la celebración eucarística de inicio de su ministerio, el papa Francisco realizó una invitación: “Custodios de la creación, del designio de Dios inscripto en la naturale-za, guardianes del otro, del medio ambiente, no dejemos que los signos de destruc-ción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”, y recordó que “todo está confiado a la custodia del hombre; es una responsabilidad que nos afecta a to-dos”. Profundizando en esta invitación, el Santo Padre afirmó durante una audiencia: “Cultivar y custodiar la creación es una indicación de Dios dada no solo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros. Es parte de su proyecto y significa hacer crecer al mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos”.Para ser guardianes del otro, también tenemos que ser solidarios. En relación con esto, el Sumo Pontífice manifestó, en la basílica de San Pedro, en Roma, en la celebración de fin de año, lo siguiente: “Hay que defender a los pobres y no defenderse de los pobres. Hay que servir a los débiles y no servirse de los débiles”.Este proyecto permitirá reutilizar materiales desechables para la construcción de jugue-tes mediante la concientización del cuidado del medio ambiente y de la solidaridad con los niños más necesitados.

Objetivos

• Descubrir la importancia de cuidar el planeta como misión indicada por Dios a cada hombre, desde el principio de los tiempos.

• Comprender que como cristianos es fundamental ser solidarios con el prójimo y con el medio ambiente, y que esto se constituye en una misión cotidiana.

• Recolectar materiales desechables, que se puedan utilizar para construir juguetes y juegos.

• Elegir en la comunidad una institución a la que acudan niños necesitados, organizar una visita en vísperas del día del niño y donar los juguetes construidos.

Producto o misión

La misión de este proyecto es construir juguetes y juegos con un fin solidario, con ma-teriales de desecho, reutilizándolos, reduciendo la basura, tomando conciencia de “la cultura de lo descartable”, siendo “custodios de la creación”.

Proyectos didácticos

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Proyectos didácticos

Estrategias y actividades

• Investigar sobre la construcción de juguetes y juegos con materiales descartables.• Organizar una campaña para recolectar los materiales de desecho, concientizando

sobre el cuidado del medio ambiente y la necesidad de reducir la basura.• Diseñar y armar carteles de difusión de la campaña de recolección de materiales de

desecho (botellas, tapitas, cartones, utensilios, etcétera).• Invitar a un voluntario de alguna organización o institución de niños necesitados de la

comunidad para entrevistarlo acerca de las necesidades de los niños y para programar un día de encuentro y preguntarle qué actividades se podrían realizar.

• Elegir un día de la semana para la elaboración de los juguetes (se puede también rea-lizar un proyecto articulado con artes visuales).

• Llevar a cabo la jornada solidaria en la organización o institución elegida, donar los juguetes y los juegos conjuntamente con la realización de actividades compartidas: juegos, merienda, obra de títeres, etcétera.

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Proyectos didácticos

Proyecto 2: Hagamos lío

Fundamentación

La idea de este proyecto es pensar acciones sencillas que se puedan realizar en una secuencia, para cumplir la misión a la que nos invitó Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, en 2013: “Quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle” (p. 99).Para lograrlo, se busca que los niños identifiquen qué hacer y hacia quién quieren dirigir los mensajes del Evangelio. Objetivos

• Evangelizar: misionar transmitiendo mensajes del Evangelio.• Salir con alegría a las calles para llevar el mensaje de Jesús a todos.

Producto o misión

Con este proyecto se busca que los niños descubran que, con pequeñas acciones planificadas, pueden organizar una misión. Pero sabiendo que tendrán que fijar con antelación los objetivos y las metas de alcance de la actividad.En este caso es importante el rol del catequista como mediador de la progresión en tiempo y forma de las acciones que los niños propongan. En cuanto al “lío”, es impor-tante guiarlos con algo que sea posible y accesible de realizar, y que no moleste o perjudique a nadie.

Estrategias y actividades

• Organizar intercambios acerca de las lecturas del Evangelio que los niños consideren que son fundamentales para transmitir en la sociedad actual y en su comunidad. Ir registrándolas en afiches.

• Buscar en Internet ejemplos de folletos, diseños y diagramaciones para comenzar a diseñar el folleto que se repartirá en la misión.

• Invitar a un religioso a la escuela, de ser posible misionero, para entrevistarlo durante uno de los encuentros de catequesis.

• Registrar con fotos y por escrito en afiches las conclusiones de la visita.• Decidir cómo va a ser el día de la misión, cómo van a “hacer lío” (con música, con dis-

fraces, etcétera), a dónde van a ir (a una plaza, a pasar por los comercios, etcétera) y qué materiales necesitarán llevar.

• Realizar e imprimir los folletos a repartir.

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Anexo de oraciones

La oración: encuentro con el Padre

En su homilía en la misa que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta el 3 de abril de 2014, el papa Francisco señaló: “La oración nos cambia el corazón y nos hace com-prender mejor cómo es Dios”, por lo que debe hacerse con libertad e insistencia, como se le habla a un amigo.En la oración nos situamos explícitamente en relación de dependencia con Dios, bajo la irradiación de su amor. Le agradecemos por los dones recibidos y nos preparamos para recibir los que le pedimos.Una relación se mantiene viva si es regular y frecuente. Por eso, un hijo de Dios le dedi-ca cada día un tiempo a su Padre, y gusta de estar lo más posible en su presencia: solo, en familia o con la comunidad.Juan Pablo II dijo: “En la oración el verdadero protagonista es Dios. El protagonista es Cristo, que constantemente libera la criatura de la esclavitud de la corrupción y la conduce hacia la libertad, para la gloria de los hijos de Dios. Protagonista es el Espíritu Santo, que viene en ayuda de nuestra debilidad. Nosotros empezamos a rezar con la impresión de que es una iniciativa nuestra, en cambio, es siempre una iniciativa de Dios en nosotros. Es exactamente así, como escribe San Pablo. Esta iniciativa nos reintegra en nuestra verdadera humanidad, nos reintegra en nuestra especial dignidad. Nos in-troduce en la superior dignidad de los hijos de Dios”. Las formas de oración

La oración presenta muchas formas de expresión:• Adoración: nos presentamos con humildad ante Dios, tres veces Santo, y lo recono-

cemos como Rey de la Gloria y creador nuestro.• Alabanza: le cantamos por Él mismo, de forma totalmente desinteresada, no por lo

que hace por nosotros.• Oración de petición: nos prepara para recibir los dones que Dios nos concede mise-

ricordiosamente: el perdón, la gracia y todo cuanto necesitamos.• Intercesión: presenta al Señor las necesidades de los demás, incluso nuestros

enemigos.• Acción de gracias: llena nuestra vida entera porque es agradecimiento por todo lo

que recibimos de Dios. Estas expresiones pueden realizarse de diferentes formas:• Oración vocal: se expresa exteriormente por medio de palabras, gestos o ritos.• Meditación: consiste en reflexionar sobre una verdad de fe, sobre la Palabra, para

llegar a una comprensión más profunda y modelar nuestra vida y nuestros actos con-forme a ella.

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Anexo de oraciones

• Liturgia eucarística: escuchamos la Palabra de Dios por medio del sacerdote, nos unimos al sacrificio perfecto de Jesús, en acción de gracias al Padre y para la salvación del mundo.

La oración en el Anti guo Testamento

A lo largo de toda la Biblia vemos el continuo diálogo de Dios con el hombre. Dios es quien toma la iniciativa: “¿Dónde estás?”, le pregunta a Adán, que se esconde después de su pecado (Gn 3, 9). Dios llama a Abraham, le encarga su misión y lo bendice (Gn 12, 1-3). Abraham acoge la llamada de Dios y aprende a descubrir el misterio. Lo mis-mo sucederá con Moisés, David, Elías y todos los profetas. Todos ellos establecen una relación de gran intimidad con Dios, que los ha atraído y les habla.David y los grandes orantes de la Primera Alianza nos han dejado los salmos: textos inspirados por Dios para alimentar la oración de los creyentes, en privado y en comuni-dad. En los Salmos se expresan los sentimientos más humanos: gozo y aflicción, acción de gracias y súplica, contemplación, confianza y protesta, compasión y cólera, pero está impregnado de alabanza. La oración en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento descubrimos la oración a través de Jesús, él conoce las oracio-nes de la comunidad judía, alaba a Dios con la comunidad de los creyentes. El día sába-do va a la sinagoga con sus discípulos, y en la cena canta con ellos los salmos de David.A menudo, Jesús se retira para orar largo tiempo, a solas. Una vez, sus discípulos lo encontraron orando muy de mañana, en un lugar solitario (Mc 1, 35), en el monte (Mc 9, 2-10) o en el huerto (Mc 14, 32-42), está solo ante su Padre, en una plegaria que revela su actitud filial. Es el Hijo amado. El Evangelio nos presenta la oración de Jesús como una acción de gracias al Padre, bajo la acción del Espíritu Santo.

“Cristo Jesús, que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros” (Rm 8, 34) está presente de múltiples mane-ras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, “allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre” (Mt 18, 20), en los pobres, en los enfermos, en los presos (Mt 25, 31-46), en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del mi-nistro. Pero, “sobre todo, está presente bajo las especies eucarísticas” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1.373).

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Anexo de oraciones

María ejerce su función de Madre de la Iglesia. Sabe descubrir nuestras necesidades, se las presenta a Jesús y nos enseña a hacer lo que él nos dice (Jn 2, 1-11). Entre otras muchas plegarias marianas, a la Iglesia le gusta especialmente el Avemaría. En las vísperas de cada día, muchos cristianos cantan el Magnificat, el canto de los po-bres, que María reza al visitar a su prima Isabel (Lc 1, 46-55):

Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,porque ha mirado la humillación de su esclava.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:un nombre es santoy su misericordia llega a sus fielesde generación en generación.Él hace proezas con su brazo:dispersa a los soberbios de corazón,derriba del trono a los poderososy enaltece a los humildes,a los hambrientos los colma de bienesy a los ricos despide vacíos.Auxilia a Israel, su siervo,acordándose de la misericordia,como lo había prometido a nuestros padres,en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Amén. La oración que Jesús nos enseñó, el Padrenuestro.

Un día, Jesús se encontraba orando y uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar” (Lc 11, 1). Y Jesús le enseñó la oración de todos los cristianos: el Padrenuestro.El Padrenuestro se expone en el Evangelio de San Lucas (11, 2-4) en una versión breve y en el Evangelio de San Mateo (6, 9-13) en una versión más extensa. Esta última ver-sión es la que se ha convertido en la oración de todos los cristianos:

Padre nuestro,que estás en el cielo,santificado sea tu nombre;venga a nosotros tu reino;hágase tu voluntaden la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas,como también nosotros perdonamos

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Anexo de oraciones

a los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación,y líbranos del mal. Amén.

Padre nuestro, que estás en el cielo

Jesús, el Hijo de Dios, introduce en la intimidad de su Padre a quienes se han conver-tido en sus hermanos y hermanas. Como hijos de Dios, pueden invocarlo llamándolo con el nombre de la familiaridad y la confianza. Cuando decimos “Padre nuestro” nos presentamos ante Dios con un corazón humilde y confiado.

Santificado sea tu nombre

Santificar el nombre de Dios es reconocer a Dios como santo. Confesar y proclamar que Jesús es el Señor significa que lo alabamos, a solas y en comunidad. Significa que el nombre de Dios es más importante para nosotros que todos los nombres de los po-derosos a quienes consideramos como “grandes”. Venga a nosotros tu reino

Pedir que venga el Reino de Dios es esperar la venida del Señor al final de los tiempos.También pedimos que el Espíritu del Señor santifique todas las cosas para que hagamos reinar la justicia, la paz y el gozo en el Espíritu.Jesús dice: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca: convertíos y creed en la Buena Nueva” (Mc 1, 15).El Catecismo de la Iglesia Católica 2.818 lo explica de esta manera: “En la oración del Señor se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por medio del retorno de Cristo (cf Tt 2, 13). Pero este deseo no distrae a la Iglesia de su misión en este mun-do, más bien la compromete. Porque desde Pentecostés, la venida del Reino es obra del Espíritu del Señor, ‘a fin de santificar todas las cosas llevando a la plenitud su obra en el mundo’” (cf Plegaria eucarística IV, 118: Misal Romano).

Hágase tu voluntad

La voluntad de Dios se cumple cuando confiamos en que está con nosotros en todos los momentos de nuestra vida, incluso en los sufrimientos, aunque tengamos la impre-sión de que se mantenga a lo lejos. Sentimos la voluntad de Dios en el amor a nuestros semejantes, en la perseverancia por construir la paz, en la realización cotidiana y cristia-na de nuestros deberes, en la esperanza de que no nos permite desanimarnos.“Si algo acontece en contra de lo que hemos pedido, tolerémoslo con paciencia y de-mos gracias a Dios por todo, sin dudar en lo más mínimo de que lo más conveniente para nosotros es lo que acaece según la voluntad de Dios y no según la nuestra” (San Agustín, Carta 130 a Proba).

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Anexo de oraciones

Danos hoy nuestro pan

Cuando pedimos a Dios nuestro pan de cada día nos referimos a todo lo que necesi-tamos para la vida: el pan eucarístico, pan y agua, calor y techo, trabajo y compañía, y su bendición. Perdona nuestras ofensas

Esta petición consta de dos partes: una súplica y una promesa. La súplica “perdona nuestras ofensas” es una oración que todos debemos pronunciar porque nadie está libre de culpa. La promesa “como también nosotros perdonamos a los que nos ofen-den” es la condición de la petición. Saber perdonar es mucho más difícil que cometer injusticias.Jesús dice: “Por lo tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mt 5, 23-24). No nos dejes caer en la tentación

La tentación significa ser puesto a prueba, una experiencia que amenaza nuestro equi-librio y exige una decisión personal de no caer en la prueba. En la tentación se pone en juego nuestra libertad. Se trata de nosotros y de nuestra relación con Dios. Cuando le pedimos a Dios no caer en la tentación, debemos estar unos con otros y cuidarnos entre nosotros, porque cuando uno está solo es más débil. Líbranos del mal

El mal se halla presente en todo el mundo, pero creemos que Dios es más fuerte que todos los poderes del Mal en el mundo. El que se une a Dios puede vivir sin angustia, confiado. Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias

Tiene pleno sentido que pidamos ayuda a Dios, porque Él nos ama y tiene el poder para darnos lo que necesitamos. El que cree que Dios es amigo del hombre y está cerca de sus hijos en todo lo que sucede siente que es bueno pertenecer a Dios. Su oración no es solo una petición; le gusta dirigirse a Dios para darle gracias y cantar en su honor. Dios creó a todos los seres vivos para su alabanza.

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Anexo de oraciones

Oraciones para fotocopiar

Credo de los apóstoles

Creo en Dios, padre todopoderoso,creador del cielo y de la tierra.Creo en Jesucristo, su único hijo, Nuestro Señor,que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.Nació de Santa María Virgen,padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,al tercer día resucitó de entre los muertos,subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, padre todopoderoso.Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica,la comunión de los santos, el perdón de los pecados,la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Credo de Nicea, Constantinopla

Creo en un solo Dios, padre todopoderoso,creador del cielo y de la tierra,de todo lo visible y lo invisible.Creo en un solo Señor, Jesucristo,hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,por quien todo fue hecho;que por nosotros los hombres,y por nuestra salvación, bajó del cielo,y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,y se hizo hombre;y por nuestra causa fue crucificadoen tiempos de Poncio Pilatos;padeció y fue sepultado,y resucitó al tercer día, según las Escrituras,y subió al cielo,y está sentado a la derecha del Padre;y de nuevo vendrá con gloriapara juzgar a vivos y muertos,y su reino no tendrá fin.

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Anexo de oraciones

Creo en el Espíritu Santo,Señor y dador de vida,que procede del Padre y del Hijo,que con el Padre y el Hijorecibe una misma adoración y gloria,y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.Confieso que hay un solo bautismopara el perdón de los pecados.Espero la resurrección de los muertosy la vida del mundo futuro. Amén. Oración de la mañana

Señor, en el silencio de este día que nacevengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.Ver a tus hijos detrás de las apariencias,como los ves tú mismo,para así poder apreciar la bondad de cada uno.Cierra mis oídos a toda murmuración.Guarda mi lengua de toda maledicencia.Que solo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí.Quiero ser tan bienintencionado y buenoque todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.Revísteme de tu bondad, Señor,y haz que en este día yo te refleje. Amén. Oración de la noche

Antes de cerrar los ojos,los labios y el corazón,al final de la jornada,¡buenas noches!, Padre Dios.Gracias por todas las graciasque nos ha dado tu amor;si muchas son nuestras deudas,infinito es tu perdón.Mañana te serviremos,en tu presencia, mejor.A la sombra de tus alas,Padre nuestro, abríganos.

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Anexo de oraciones

Quédate junto a nosotrosy danos tu bendición.Antes de cerrar los ojos,los labios y el corazón,al final de la jornada,¡buenas noches!, Padre Dios.Gloria al Padre omnipotente,gloria al Hijo redentor,gloria al Espíritu Santo:tres personas, solo un Dios. Amén. Oración del abandono

Padre mío,me abandono a Ti.Haz de mí lo que quieras.Lo que hagas de mí te lo agradeceré.Estoy dispuesto a todo,lo acepto todo,con tal de que tu voluntad se haga en míy en todas tus criaturas.No deseo nada más, Dios mío.Pongo mi vida en tus manos.Te la doy, Dios mío,con todo el amor de mi corazón.Porque te amo,y porque para mí amarte es darme,entregarme en tus manos sin medida,con una infinita confianza,porque tú eres mi Padre.

Oración para bendecir la mesa

Bendice, Señor, estos alimentosque vamos a recibir por tu misericordia,y bendice a quienes lo han preparado.Da pan a los que tienen hambre,y hambre de justicia a los quetienen pan. Te lo pedimos porCristo, nuestro Señor. Amén.

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Ane o sobre el tiempo lit rgico

Tiempo ordinarioAl Tiempo ordinario se lo conoce también como “Tiempo común” o “Tiempo durante el año”. Si bien se lo llama “ordinario”, no significa que sea un tiempo litúrgico de poca importancia, sino que simplemente se lo distingue, con ese nombre, de los “tiempos fuertes”, que son el Tiempo de Pascua y el Tiempo de Navidad, con su preparación y su prolongación.El Tiempo ordinario comienza cuando concluye el Tiempo de Navidad. Con el Bautismo del Señor comienza el primer Tiempo ordinario, que termina en la Cuaresma. El segun-do Tiempo ordinario comienza luego de Pentecostés, y culmina con la fiesta de Cristo Rey, donde comienza el Tiempo de Adviento. El Tiempo ordinario es el que ocupa la mayor parte del Año Litúrgico, ya que, de las 52 semanas que tiene el año, dura entre 33 y 34.El color de la vestimenta del sacerdote y del altar es el verde, que representa la espe-ranza en Cristo.Durante el Tiempo ordinario se medita acerca de los misterios de la vida de Cristo. Lo contemplamos mientras va creciendo, aprendiendo y convocando a sus apóstoles; misionando, evangelizando y cumpliendo en todo la voluntad del Padre. De la misma manera, en este tiempo la Iglesia nos pide que también nosotros avancemos en la vida, creciendo en el amor, la fe y la esperanza.Es un tiempo para fijar la mirada en Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre, que nos enseña con sus actos, gestos y palabras el camino del Evangelio. Es un tiempo de aprendizaje, de entrega y de crecimiento haciendo memoria del pasado, viviendo el presente con amor y mirando el futuro con esperanza, sabiendo que Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre. En este tiempo se va creciendo en la comprensión de la persona y la misión de Jesús como salvador del mundo.

Fiestas y celebraciones del Tiempo ordinario

La celebración del misterio de Cristo a lo largo del año comprende una serie de solem-nidades y fiestas del Señor:• 2 de febrero. Se celebra la presentación del Señor en el templo a los cuarenta días

de la Navidad.• 25 de marzo. Es la fiesta de la anunciación del Señor, donde celebramos la encarna-

ción del Hijo de Dios. Se celebra nueve meses antes del 25 de diciembre.• El domingo siguiente a Pentecostés se celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad,

donde se alaba y se agradece por el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.• El domingo siguiente se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.• El domingo siguiente se celebra la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. • El domingo 6 de agosto se celebra la Transfiguración del Señor.• El 14 de septiembre se celebra la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz.• El 1 de noviembre se celebra el Día de todos los Santos.

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Ane o sobre el tiempo lit rgico

• El 2 de noviembre es la conmemoración de todos los fieles difuntos.• El último domingo del Año Litúrgico se celebra la solemnidad de Jesucristo, rey del

universo. En esta fiesta se celebra la manifestación gloriosa de Cristo, que ha de venir para consumar toda la historia de la Salvación. Cristo es el Señor de la Historia. Esta fiesta cierra el Año Litúrgico y, a la vez, nos ayuda a disponer el corazón para comen-zar el Adviento.

Principales fiestas marianas

A continuación, se mencionan las principales fiestas del Año Litúrgico dedicadas a la Virgen María. Cabe aclarar que algunas de ellas no pertenecen al Tiempo ordinario.• 1 de enero. María, madre de Dios. • 11 de febrero. Nuestra Señora de Lourdes.• 13 de mayo. Nuestra Señora de Fátima.• 31 de mayo. Visitación de nuestra Señora.• 27 de junio. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.• Sábado de la tercera semana de Pentecostés. Inmaculado corazón de María. • 16 de julio. Nuestra Señora del Carmen.• 15 de agosto. Asunción de la Virgen María a los Cielos. • 8 de septiembre. Nacimiento de la Virgen María.• 15 de septiembre. Nuestra Señora de los dolores.• 7 de octubre. Nuestra Señora del Rosario.• 21 de noviembre. Presentación de la santísima Virgen.• 27 de noviembre. La Medalla Milagrosa.• 8 de diciembre. Inmaculada Concepción.• 12 de diciembre. Nuestra Señora de Guadalupe.

Tiempo de AdvientoEl Tiempo de Adviento comienza el domingo más cercano al 30 de noviembre. Es el tiempo con el que comienza el Año Litúrgico.El Adviento dura las cuatro semanas previas a la Navidad y finaliza el 24 de diciembre. El color de la vestimenta del sacerdote y del altar es el morado, que representa auste-ridad, penitencia y preparación.La palabra adviento significa “venida”, “llegada”, y representa el tiempo de preparación para la Navidad, en el que la Iglesia se dispone para el “advenimiento” del Hijo de Dios al mundo. Cada domingo de este tiempo nos disponemos para celebrar con mayor conciencia y plenitud la alegría del nacimiento de Jesús. La Iglesia nos invita a mirar nuestros cora-zones para preparar nuestro pesebre interior en el que pueda nacer el Hijo de Dios.• Primer domingo de Adviento: la liturgia nos invita a poner la mirada en la venida

gloriosa de Jesús, y a vivir este tiempo con esperanza.

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Ane o sobre el tiempo lit rgico

• Segundo domingo de Adviento: la Iglesia nos invita a convertir nuestros corazones y a prepararnos para la venida de Jesús siguiendo los consejos de Juan el Bautista.

• Tercer domingo de Adviento: la Iglesia se prepara para la pronta llegada al mundo del Salvador. Preparamos nuestros corazones para que Jesús encuentre un lugar en nuestra vida.

• Cuarto domingo de Adviento: María, con su disponibilidad, su obediencia y su con-fianza, nos enseña a recibir a Jesús, el Dios hecho hombre, que viene a salvarnos y a mostrarnos su amor.

La corona de Adviento

En el Tiempo de Adviento se prepara la corona de Adviento, con ramas verdes y cuatro velas. El color verde representa la esperanza y la vida. Es circular ya que hace referencia a Dios, quien no tiene ni principio ni fin. Cada domingo de Adviento se enciende una vela.

Oración para bendecir la corona de Adviento

Te pedimos, Padre bueno,que bendigas esta corona de Adviento,para que nos ayude a preparar nuestro corazónpara la llegada de tu Hijo Jesús.Que cada vela encendida nos recuerdeque Jesús es la luz del mundo,que nos llama a iluminar con su amorla vida de los demás. Amén.

Tiempo de CuaresmaEl Tiempo de Cuaresma comienza el “Miércoles de Ceniza”, dura cuarenta días y finaliza en la Semana Santa. El color de la vestimenta del sacerdote y del altar es el morado, que representa auste-ridad, penitencia y preparación.La palabra cuaresma significa “cuarenta”. En este tiempo recordamos los cuarenta días que permaneció Jesús en el desierto, en los que hizo ayuno y rezó para preparar su corazón y dar su vida. En la Biblia, el número cuarenta significa “preparación” y “puri-ficación”. La Cuaresma es un tiempo litúrgico de preparación muy importante, ya que es el camino hacia la Pascua. No es un tiempo para estar tristes, sino una oportunidad para la conversión, la reflexión y la renovación de la fe, para poder preparar con mayor alegría la fiesta de la Pascua. El símbolo de la ceniza tiene su origen en la Biblia (Jonás 3, 6; Judit 4, 11; Jeremías 6, 26). En los comienzos de la Iglesia, los fieles eran rociados con cenizas como parte del rito de reconciliación. Hoy en día, en la misa del Miércoles de Ceniza se bendicen las

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Ane o sobre el tiempo lit rgico

cenizas y luego se imponen a los fieles como signo de humilde aceptación de la fragili-dad humana y de la gran confianza en la misericordia de Dios.En este tiempo, además, la Iglesia propone diversas prácticas “cuaresmales”, con el ob-jeto de disponer a nuestros corazones para la Pascua:• Ayuno: el verdadero sentido del ayuno es abrir el corazón a Dios y a los demás. Se

trata de ponernos en el lugar de las personas que menos tienen y privarnos de algo que nos guste, pensando en el prójimo y ofreciéndoselo a Jesús. Esta actitud nos ayuda a descubrir todo lo que tenemos, a dar gracias y a vencer nuestros egoísmos.

• Oración: si bien es importante hablar con Dios cada día, en la Cuaresma la oración nos ayuda a poner la mirada en lo verdaderamente importante, y a tener a Jesús pre-sente en nuestra vida cotidiana.

• Limosna: la limosna no es dar lo que nos sobra, sino compartir con otros sabiendo que nosotros también tenemos nuestras pobrezas y que todos necesitamos de los demás.

Mensaje del papa Francisco

“La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse, y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele. Que el Espíritu Santo sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal”. (Mensaje para la Cuaresma, 2014).

Tiempo de NavidadEl Tiempo de Navidad comienza el 24 de diciembre, dura dos semanas y finaliza el do-mingo siguiente a la Fiesta de la Epifanía, el 6 de enero. El color de la vestimenta del sacerdote y del altar es el blanco, que simboliza la fiesta.En la Navidad celebramos el nacimiento del Salvador. El Hijo de Dios se ha hecho hom-bre. En el Misterio de la Navidad contemplamos el amor de Dios por toda la humanidad. En el pesebre, Dios nos habla en medio del silencio de la noche y nos invita a hacernos niños para poder recibir la Buena Noticia de la Salvación: “Jesús nació en la humildad de un establo, en una familia pobre. Unos sencillos pastores son los primeros testigos del acontecimiento. En esta pobreza se manifiesta la gloria del cielo”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 525).El Hijo de Dios podría haber nacido en cualquier lugar, sin embargo lo hizo en un pese-bre sencillo y humilde, rodeado del amor de su familia. Hoy, Jesús también quiere que nuestro corazón sea un pesebre sencillo en el que Él pueda nacer.Para los cristianos, el pesebre representa el lugar de donde brota la vida nueva, donde se manifiesta la ternura de un Dios que se deja abrazar, que se deja contemplar y amar

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por los hombres. El pesebre es un lugar de encuentro, de reflexión, de cariño, de sen-cillez, de canto, de alabanza, de fiesta sencilla y alegre, para compartir y para sonreír.La Navidad y la Epifanía son las dos fiestas clave de este tiempo. En la Navidad Dios se hace presente entre nosotros, y en la Epifanía se manifiesta a todos los pueblos repre-sentados en los magos venidos del Oriente.En este tiempo también celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, ya que Jesús, María y José son modelo de toda familia que supo acoger la Buena Noticia de la Salvación para toda la humanidad.El 1 de enero celebramos el día de María, que aceptó el plan de Dios desde el día de la Anunciación hasta el final. María es la Madre de Jesús, que es verdadero Dios y ver-dadero hombre.

Oración para la Cena de Nochebuena

Niño Jesús, gracias por venir a nosotros. Gracias por hacerte hombre por amor.Gracias por nacer en un pesebre sencilloy mostrarnos la verdadera felicidad.Gracias por regalarnos a María y a José,para que nuestras familias sean un verdadero Belén.Te pedimos que nos bendigas y que bendigas estos alimentos y las manos que los prepararon con amor.Te damos gracias por tener algo para compartir.

Tiempo de PascuaEl Tiempo de Pascua comienza el Domingo de Pascua, dura cincuenta días y finaliza el Domingo de Pentecostés. El color de la vestimenta del sacerdote y del altar es el blan-co, que simboliza la fiesta.La Pascua es el centro del Año Litúrgico. Es la fiesta de la Resurrección, en la que cele-bramos la victoria de Jesús sobre el mal, la muerte y el pecado. Es muy importante tener en cuenta que la celebración de la Pascua no dura solo el do-mingo de Resurrección, sino que se prolonga durante cincuenta días. En este tiempo, la Iglesia festeja con alegría el “paso” de Jesús de la muerte a la vida. Es un tiempo de alegría y gozo.El Triduo Pascual comienza el Jueves Santo, a la tarde, y finaliza el domingo de Resurrección. Su centro es la Vigilia Pascual.

Celebración de la Vigilia Pascual

En la celebración de la Vigilia Pascual, el templo permanece a oscuras. Esta oscuridad representa el sentirnos alejados de Dios por el pecado. Pero en medio de la oscuridad

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surge una luz, Cristo, que viene a iluminar a toda la humanidad.Los pasos de la celebración de la Vigilia Pascual son los siguientes:• Se realiza la bendición del fuego y se enciende el Cirio Pascual, que representa a

Cristo resucitado.• Se encienden los cirios, a través de los cuales recordamos nuestro Bautismo.• Se reza el pregón pascual, una oración que refleja la alegría por la victoria de Cristo.• En la Liturgia de la Palabra se leen siete lecturas del Antiguo Testamento. A continua-

ción, se canta el Gloria, mediante el cual alabamos a Dios. • Se lee una Carta de San Pablo para dar paso al Nuevo Testamento, se canta el Aleluya,

que refleja la alegría de la Resurrección, y se escucha la proclamación del Evangelio. • En la Liturgia bautismal se bendice el agua, se renuevan las promesas bautismales y

se bendice al pueblo con el agua. • Se reza la oración de los fieles.• En la Liturgia de la Eucaristía se realiza la presentación de las ofrendas, el prefacio, la

comunión y el envío final.

Bendición de la mesa de Pascua

Jesús, hoy nos reunimos alrededor de la mesapara dar gracias por dar tu vida por nosotros.Hoy queremos en familia celebrar tu resurrección.Bendecinos con tu amorpara que podamos darnos a los demás,compartiendo lo que tenemos, amándonos y dejándonos amar.Que tu “paso” a la vida nos dé fuerzas para hacer el bien y para ser cada día más parecidos a vos. ¡Feliz Pascua, Feliz Paso! Amén.

Meditación del Vía Lucis

Así como el Viernes Santo meditamos el Vía Crucis, que es el camino de la cruz de Jesús, en el Tiempo de Pascua la Iglesia nos propone acompañar a Jesús, en la alegría de la resurrección, meditando el Vía Lucis, que es el camino de la luz. A continuación, se listan los textos bíblicos de esta meditación:• Estación 1: Jesús resucita. Mc 16, 1-8.• Estación 2: Pedro y Juan creen que Jesús ha resucitado. Jn 20, 1-10.• Estación 3: Jesús resucitado se aparece a María Magdalena. Jn 20, 11-18.• Estación 4: Jesús resucitado muestra su cuerpo glorioso. Jn 20, 19-21.• Estación 5: Jesús resucitado llama “felices” a los que creen. Jn 20, 24-29.• Estación 6: Jesús resucitado anima a los que están tristes. Lc 24, 13-27.• Estación 7: Jesús resucitado parte el pan. Lc 24, 28-32.• Estación 8: Jesús resucitado llena de alegría a sus discípulos. Jn 21, 1-14.• Estación 9: Jesús resucitado da el poder de perdonar. Jn 20, 21-23.

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• Estación 10: Jesús resucitado llama a Pedro para una gran misión. Jn 21, 15-17.• Estación 11: Jesús resucitado envía a los apóstoles por el mundo para evangelizar.

Mc 16, 14-18.• Estación 12: Jesús resucitado nos promete que siempre estará con nosotros. Mt 28,

16-20.• Estación 13: Jesús sube al Cielo para mostrarnos el camino. Lc 24, 50-52.• Estación 14: Jesús nos envía con el Padre el Espíritu Santo desde el Cielo. Hch 2, 1-4.

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