Post on 19-Oct-2018
Adaptación del white paper original de la trombosis asociada al cáncer
basada en evidencia local española
TROMBOSIS ASOCIADA AL CÁNCER (TAC),
UNA CAUSA DE MUERTE MUCHAS VECES
IGNORADA EN PACIENTES CON CÁNCER:
MEDIDAS NECESARIAS PARA MEJORAR
LOS RESULTADOS EN SALUD Y REDUCIR LA
MORTALIDAD
Informe resumen de las conclusiones obtenidas en la reunión de
un Grupo de Coordinación de Expertos celebrada en Bélgica
ÍNDICE
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Glosario: lista de definiciones de términos y frases utilizados en este informe
Resumen ejecutivo
Acerca del Grupo de Coordinación de Expertos
Descripción general de la TAC: prevalencia, pronóstico, tratamiento y costes
Las barreras para el tratamiento del TEV asociado al cáncer: datos que
evidencian la necesidad de mejorar la concienciación del riesgo del TEV
asociado al cáncer
El TEV asociado al cáncer tiene que ser una prioridad para los profesionales
de la salud y los decisores políticos
Definir un objetivo para la TAC
Necesidad de emprender acciones para informar a los grupos más importantes
sobre los métodos más adecuados de prevención, diagnóstico precoz y
tratamiento eficaz y seguro del TEV
Resumen de objetivos y recomendaciones para cada acción Plan de acción
Conclusiones Apéndice 1: Lista de los miembros del Grupo de Coordinación Apéndice 2: Plan de proyectos consensuados con las Sociedades Científicas implicadas en la trombosis asociada al cáncer en España Referencias bibliográficas del documento original
Referencias bibliográficas de la adaptación española
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Prólogo a la adaptación española
La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) en los pacientes con cáncer supone una significativa carga
económica y sanitaria, porque es la segunda causa más frecuente de muerte prevenible en los pacientes con cáncer.
Tanto su detección precoz como su tratamiento o prevención son demasiado a menudo subóptimos debido
principalmente a una falta de información sobre su gravedad.
Es por ello que, en base al documento original desarrollado y presentado por un grupo de expertos el
pasado 13 de octubre de 2016 (Día Mundial de la Trombosis) en el Parlamento Europeo, hemos querido adaptar el
documento original al entorno sanitario español.
La nueva adaptación incorpora nuevas evidencias en el capítulo 4 sobre la descripción general de la
trombosis asociada al cáncer: prevalencia, pronóstico, tratamiento y costes. Las referencias bibliográficas
correspondientes a estas nuevas evidencias se presentan separadamente de las del resto del documento original.
De dicha adaptación del documento nace una propuesta de guía consensuada con las sociedades
científicas españolas relacionadas con la ETV y el cáncer y con asociaciones de pacientes, con el objetivo de reducir
el impacto negativo que la trombosis tiene en los pacientes con cáncer.
Del plan de acción ya han surgido una serie de proyectos (que reflejamos en el apéndice anexo al
documento) como muestra del compromiso adquirido para encontrar soluciones que nos permitan conseguir
reducir la morbilidad y mortalidad asociada a la ETV en estos pacientes y en definitiva logremos entre todos
mejorar la calidad asistencial.
El libro blanco que os presentamos nos tiene que servir para concienciar tanto a profesionales sanitarios
como a pacientes, asociaciones de pacientes y responsables de políticas sanitarias sobre las ventajas de trabajar
conjuntamente para encontrar soluciones que puedan ser integradas en los distintos planes de salud tanto a nivel
de Comunidades Autónomas como a nivel estatal.
Prof. Manuel Monreal Prof. Miguel Angel Calleja
Jefe de Seccion Servicio de Medicina Interna Director UGC Farmacia. HU Virgen
del Hospital Germans Trias i Pujol Macarena. Presidente Sociedad
Española de Farmacia Hospitalaria
1 2
Glosario: lista de definiciones
de términos y frases utilizados
en este informe
Trombosis asociada al cáncer (TAC)
La formación de un coágulo de sangre en el interior de
un vaso sanguíneo que surge en un paciente con cáncer.
Trombosis venosa profunda (TVP) Formación de un coágulo de sangre en las venas
profundas de una extremidad, normalmente la pierna.
Heparina de bajo peso molecular (HBPM) Fármaco anticoagulante, actualmente indicado para la
prevención y el tratamiento de la trombosis. La forma de
administración es subcutánea.
Embolia pulmonar (EP) Bloqueo de una arteria del pulmón debido a un coágulo
de sangre que llega desde las venas de los miembros
inferiores o superiores.
Calidad de vida (CdV)
Se define como el bienestar general de la persona, que
suele determinarse mediante la aplicación de uno de los
distintos cuestionarios validados.
Tromboembolismo venoso (TEV)
Coágulos de sangre en el sistema venoso, incluye la
trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar
(EP).
Día Mundial de la Trombosis (DMT) Una campaña mundial con actividades educativas que
tiene lugar todos los años el 13 de octubre (día en que
nació Rudolf Virchow, un pionero en fisiopatología de la
trombosis); su objetivo es generar conciencia sobre «la
trombosis, una enfermedad que muchas veces se ignora
o no se comprende».
Conjunto mínimo básico de datos (CMBD)
Registro de las altas de los Hospitales del Sistema
Nacional de Salud, creado en 1987, referente para el
análisis de los casos atendidos en hospitalización y
fuente para la investigación clínica y epidemiológica.
Registro informatizado de la enfermedad tromboembólica venosa
(RIETE)
Proyecto multidisciplinar que se inició en marzo de 2001,
y que consiste en la obtención de un registro de datos
de una serie amplia de pacientes consecutivos con
enfermedad tromboembólica venosa.
Cuestionario European Quality of Life-5 Dimensions (EQ-5D)
Instrumento estandarizado utilizado para valorar la
calidad de vida relacionada con la salud.
Página 4
Resumen ejecutivo
En la UE, el cáncer es una de las principales causas de
muerte, y la Comisión Europea ha establecido
objetivos para reducir las muertes por cáncer en un 15%
en 2020. En los enfermos de cáncer, la trombosis es
una causa de muerte, a menudo ignorada en
pacientes con cáncer y que se podría prevenir y tratar
fácilmente. Esta situación hace necesario emprender
acciones para reducir la morbimortalidad de los
pacientes con trombosis asociada al cáncer (TAC). Por
tanto, es de vital necesidad concienciar sobre: • El impacto de la TAC en la morbimortalidad de los
enfermos de cáncer, en su calidad de vida y en el
coste de los servicios sanitarios
• Los medios para prevenir y tratar la trombosis
de una manera más eficiente en los enfermos de
cáncer • La necesidad de un diagnóstico precoz del
tromboembolismo venoso (TEV) asociado al cáncer,
que es la principal forma de TAC
El Grupo de Coordinación de Expertos ha discutido y
elaborado un plan de acción y ha aprobado el
siguiente objetivo:
Para lograr este objetivo, el grupo concluyó que la
falta de concienciación —de todas las partes
implicadas— sobre el creciente riesgo y el impacto de
la trombosis en los enfermos de cáncer es la principal
barrera a superar.
El plan de acción tiene como objetivo concienciar y
sensibilizar a los profesionales sanitarios, los decisores
políticos, las autoridades sanitarias, los pacientes y las
asociaciones de pacientes. Todo esto debería
conseguirse en el ámbito nacional, europeo e
internacional centrándose en las siguientes áreas
principales:
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• Elaboración y mejora de la base de evidencias
científicas y médicas
• Recopilación y evaluación de las experiencias de los
médicos.
• Recopilación de más datos sobre el coste económico
actual de la TAC para los servicios sanitarios
• Asesoramiento externo y formación para los
profesionales médicos.
• Difusión de datos médicos, científicos y económicos
entre los profesionales sanitarios, los decisores
políticos, las autoridades sanitarias y las asociaciones
de pacientes
• Seguimiento de las experiencias de los pacientes y su
calidad de vida
Este informe explica detalladamente las conclusiones del
Grupo de Coordinación de Expertos y presenta una
propuesta de acción dirigida a los diferentes grupos
objetivo.
Acerca del Grupo de
Coordinación de Expertos
El Grupo de Coordinación de Expertos se reunió en
Bruselas los días 11 y 12 de diciembre de 2015, con el fin
de establecer como objetivo de alto nivel reducir el
impacto negativo de la TAC en los enfermos de cáncer, y
recomendar las medidas necesarias para su consecución.
El grupo examinó los datos actuales sobre el impacto de
la TAC, y las barreras que impiden la prevención, el
diagnóstico precoz y el tratamiento adecuados. El Grupo
de Coordinación de Expertos se reunió con el profesor
Manuel Monreal de la Universidad Autónoma de
Barcelona, y con Evelyn Knight de la organización
benéfica británica AntiCoagulation Europe. Los
miembros del grupo se detallan en el apéndice de la
página 14.
Descripción general de la TAC:
prevalencia, pronóstico, tratamiento
y costes
Aunque la TAC constituye una carga sanitaria y económica significativa, y una de las principales causas de muerte en pacientes con cáncer, su manejo y prevención está siendo, a menudo, ignorado debido principalmente a una falta de concienciación sobre su gravedad.
La trombosis es una de las principales causas de muerte en pacientes con cáncer
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El cáncer es una de las principales causas de muerte,
con 8,2 millones de muertes relacionadas con el
cáncer en 2012, en todo el mundo [1]. La Comisión
Europea ha establecido el objetivo de reducir las
muertes por cáncer en un 15 % en 2020. La trombosis
es una de las principales causas de muerte en el
cáncer [2]. El tromboembolismo venoso (TEV) es una
causa frecuente de TAC y suele conllevar un bloqueo,
potencialmente mortal, de una arteria pulmonar
(embolia pulmonar) y de las venas de la pierna
(trombosis venosa profunda) [2]. El TEV es la causa de
muerte en unos 4.000 pacientes cada año en el Reino
Unido [3], aunque probablemente esta no sea una
cifra exacta puesto que a menudo el TEV se pasa por
alto como causa de la muerte. El riesgo de muerte de
los enfermos de cáncer con TEV es de más del triple
que en los pacientes sin cáncer con TEV [4].
Los enfermos de cáncer tienen un alto riesgo de
padecer tromboembolismo venoso (TEV)
En Europa y los EE. UU., se han realizado amplios
estudios poblacionales y análisis de grandes registros
de enfermedades que revelan que cerca del 20 % de
los pacientes con TEV tiene cáncer [4-7]. No obstante,
es probable que esta cifra aumente por el creciente
cribado, en algunos países, del TEV no sintomático que
a menudo se pasa por alto [8]. Además, el análisis del
registro nacional de altas hospitalarias de España [7]
reveló que, de los pacientes con embolia pulmonar
secundaria durante la hospitalización por otras causas,
la mayor parte de los ingresos fueron debidos al
cáncer (21 %), una cifra mucho mayor que la de los
pacientes ingresados por insuficiencia respiratoria
aguda (11 %), insuficiencia cardíaca aguda (6,4 %), ictus
(6,1 %) o neumonía (5,5 %).
Por otro lado, la incidencia del TEV en el paciente
oncológico es poco conocida y se ha estimado entre
0,8 y 8% dependiendo de la población estudiada, el
método de detección y el tiempo de seguimiento,
aunque en cánceres de alto riesgo en pacientes
hospitalizados y ambulatorios puede llegar hasta el
20%, y este porcentaje tiende a doblarse cuando se
evalúa el examen de necropsias [9, 10, 11, 12]. Otros
estudios locales han estimado la incidencia del TEV en
pacientes ambulatorios oncológicos que reciben
quimioterapia [13, 14, 15, 16]. Un estudio retrospectivo
de 251 pacientes con cáncer localmente avanzado o
metastásico (colon, estómago, páncreas y pulmón)
determinó una incidencia de TEV de 23,1% tras 6
meses de observación [13]. En otro estudio
retrospectivo que incluyó 84 pacientes con cáncer de
páncreas, se observó una incidencia de TEV de un 35,7%
[14]. El 66,0% de los eventos ocurrieron durante los 6
primeros meses tras el diagnóstico del cáncer. Además,
un 7,1% de los pacientes presentaron más de un
evento tromboembólico. Un estudio de 136
pacientes con cáncer de vías biliares, reveló una
incidencia de TEV de 19,1% tras una media de
seguimiento de 16,6 meses. Como en el cáncer de
8,2 millones de muertes
relacionadas
con el cáncer
en 2012, en
páncreas, el 62,0% de los eventos ocurrieron durante los
6 primeros meses tras el diagnóstico del cáncer [15].
Otro estudio ha proporcionado datos sobre la incidencia
de TEV en 1.108 pacientes con distintos tipos de cáncer
(gastrointestinal, pulmón, etc.), de los cuales 157
pacientes recibieron tratamiento con heparina de bajo
peso molecular (HBPM) [16]. En global, se halló que un
5,2% de los pacientes desarrollaron TEV durante un
periodo de seguimiento de 3 meses. Específicamente, la
incidencia de TEV en el grupo de pacientes tratados con
HBPM fue de 2,5%, mientras que en el grupo de no
tratados fue de 5,7% [16].
Además de los estudios anteriores sobre la incidencia
del TEV en los enfermos de cáncer, varios estudios
locales han confirmado que cerca del 20% de los
pacientes con TEV tienen cáncer [17, 18, 19]. En un
estudio que incluyó 317 pacientes diagnosticados de
trombosis venosa profunda (TVP) y tratados de forma
ambulatoria en el periodo de 2003 a 2007, se descubrió
que un 17% de éstos tenían una neoplasia conocida [17].
Las localizaciones más frecuentes del cáncer fueron la
gastrointestinal (35%), genitourinaria (26%), pulmón
(17%) y mama (13%). En otro estudio basado en el
registro español del conjunto mínimo básico de datos
(CMBD) se ha analizado la incidencia de pacientes
hospitalizados por embolia pulmonar (EP) entre el 2002
y el 2011 [18]. Se observó una tendencia incremental de
cáncer entre los pacientes hospitalizados por EP que fue
del 11,8% hasta el 17,5% en el periodo estudiado. Según
los autores, este incremento podría atribuirse al
aumento del uso de la angiografía pulmonar por
tomografía computarizada entre las pruebas
diagnósticas que fue desde un 32,1% en 2002 hasta un
64,4% en 2011. Otro estudio basado en los datos del
registro informatizado de la enfermedad
tromboembólica venosa (RIETE) del periodo
comprendido entre el 2001 y 2014 ha revelado que, de
52.289 pacientes con TEV agudo, un 17% tenían cáncer
conocido y a un 3,5% se les diagnosticó durante el mes
posterior al evento de TEV [19]. Del resto de pacientes
que no presentaban cáncer, 5.863 recibieron
seguimiento durante 2 años y se halló que un 7,6%
tenían cáncer oculto, al ser diagnosticados más allá del
primer mes tras el evento de TEV. Las localizaciones de
cáncer oculto más frecuentes en hombres fueron en
pulmón (26%), próstata (17%) y colorectal (10%). En
mujeres fueron en colorectal (19%), mama (12%) y útero
(9%)[19].
La relación entre el TEV y el cáncer también se ha
estudiado en pacientes en estadios avanzado de cáncer
[20, 21]. Un estudio retrospectivo de 712 pacientes con
cáncer avanzado en cuidados paliativos determinó que
un 9,98% de los pacientes presentaban TEV [20]. De
éstos, un 43,7% correspondía a pacientes con EP, un 47,9%
a pacientes con TVP (en las extremidades inferiores) y un
8,4% a pacientes con TVP (en las extremidades
superiores). En otro estudio de 140 pacientes con cáncer
en cuidados paliativos se halló que un 7,2% del total de
los pacientes desarrollaron TEV [21]. Concretamente, un
2,9% del total de pacientes presentaron TEV en el
momento del ingreso y un 4,3% durante la
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hospitalización o durante los 15 días posteriores al
alta.
En cuanto a los factores que condicionan el riesgo de
TEV, un análisis retrospectivo de 66.106 enfermos de
cáncer hospitalizados ha demostrado que,
dependiendo del tipo de cáncer, entre el 2,7 % y el
12,1 % de los pacientes habían sufrido un TEV durante
su primera hospitalización [22]. Se ha estimado que
los enfermos de cáncer tienen un riesgo entre 2 y 20
veces superior de desarrollar un TEV que los pacientes
sin cáncer [23]. El riesgo es mayor durante los
primeros 3 a 6 meses tras el diagnóstico de cáncer
[23]. La cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la
hospitalización y la inmovilidad aumentan el riesgo de
TEV asociado al cáncer[24]. En algunos tipos de cáncer,
el riesgo de TEV es especialmente alto, como en el
cáncer cerebral, de páncreas, de ovario, de estómago,
de pulmón, de riñón y de huesos [5]. Más allá de la
información clínica como el
tipo o el estado del
cáncer, la influencia
genética podría ser otro
factor a tener en cuenta
a la hora de identificar
pacientes con alto
riesgo de desarrollar TEV
[25].
La morbimortalidad del TEV es mucho mayor en los
enfermos de cáncer
Diferentes análisis de poblaciones de pacientes con
TEV revelan que la tasa de embolia pulmonar mortal es
mayor en los enfermos de cáncer [4, 7]. Además, los
datos del registro RIETE [4] revelan un riesgo de más
del doble de sufrir un TEV recurrente y una hemorragia
importante en los enfermos de cáncer con TEV que en
los pacientes sin cáncer con TEV. También se concluyó
que los enfermos de cáncer con TEV, además de un
mayor riesgo de embolia pulmonar mortal, tienen un
mayor riesgo de hemorragia mortal. La disfunción
renal, la metástasis y la inmovilidad (durante ≥ 4 días)
fueron identificadas como factores independientes que
contribuyen a este mayor riesgo de morbimortalidad.
En un estudio, los enfermos de cáncer con TEV
presentaron una probabilidad aproximadamente 4
veces mayor de desarrollar complicaciones
tromboembólicas recurrentes y dos veces mayor de
sufrir una hemorragia importante durante el
tratamiento anticoagulante que los pacientes sin
cáncer con TEV [26].
En uno de los pocos estudios que específicamente
evaluaba la embolia pulmonar en pacientes con cáncer
y donde analizaba datos sobre la anticoagulación,
recurrencia del TEV y la muerte en más de 1000
pacientes con esta enfermedad, los investigadores
identificaron diferentes patrones de mortalidad a los
30 días dependiendo de si la EP era clínicamente
8,2 millones de muertes
relacionadas con el
cáncer en 2012, en
todo el mundo [1]
sospechada o no, y si en el momento de la tomografía
computarizada de rutina presentaba signos o síntomas
sugestivos de EP [27, 28]. Este estudio mostró que los
pacientes con síntomas de EP tenían los trombos en
ramas más proximales y que presentaban TVP
concomitante más frecuentemente. También se observó
que la recurrencia de TEV durante el tratamiento
anticoagulante fue baja (2% globalmente) sin mostrar
diferencias entre las diferentes formas de presentación
de la EP.
La mortalidad atribuible únicamente a la EP fue del 2%.
No obstante, la mortalidad de cualquier causa a los 30
días ocurrió en el 14% de los pacientes, pero este riesgo
variaba dependiendo de si los pacientes estaban
hospitalizados o eran ambulatorios y de si tenía signos o
síntomas sugestivos de EP (20%), o si era asintomática
(3%). Otros predictores del aumento de la mortalidad
estaban relacionados con la progresión y el tipo del
cáncer así como del estado basal del paciente y de la
historia previa de TEV. Por tanto, la EP asociada al cáncer
es una entidad clínicamente heterogénea con distintos
subfenotipos pronósticos [27,28].
Por otro lado, con el registro nacional de altas
hospitalarias para el periodo comprendido entre
2001-2010 también se han obtenido datos pronósticos,
entre los pacientes hospitalizados con diagnóstico
secundario de EP y cáncer, mostrando un porcentaje de
sangrado de un 8,2% y también un elevado porcentaje
de mortalidad por cualquier causa [7]. También se han
obtenido datos de morbimortalidad en los pacientes
ambulatorios con TEV y cáncer [16]. En este estudio con
1.108 pacientes oncológicos en tratamiento ambulatorio,
se halló un porcentaje de sangrado mayor o clínicamente
relevante del 1,9%. Un 4,3% de los pacientes murieron
durante el seguimiento, siendo las causas de muerte en
32 pacientes la progresión de la enfermedad, en 8 el
sangrado, en 3 la TEV entre otras causas [16].
La información sobre el TEV en pacientes con cáncer
avanzado en cuidados paliativos es más limitada. Esta
población podría tener un mayor riesgo de recurrencia
de TEV y de sangrado como se observó en una serie de
71 pacientes con cáncer en cuidados paliativos y
diagnosticados de TEV [20]. Tras recibir tratamiento
terapéutico con HBPM, se observó que un 11,3% de los
pacientes presentaron sangrado (siendo en el 5,6%
severo). Además, se halló un porcentaje de mortalidad
debido a EP y a sangrado de 15,5% y 4,2%,
respectivamente. En otro estudio que incluyó 140
pacientes con cáncer avanzado, de los cuales 64
recibieron tromboprofilaxis, se observó sangrado en un 6%
de los pacientes tratados, con un único caso de sangrado
mayor [21]. Además, el porcentaje de mortalidad en los
pacientes que desarrollaron TEV fue del 60% y fue superior
respecto al observado en pacientes sin TEV (47,2%).
Aunque se ha observado que el riesgo de TEV es mayor
cuando el cáncer está más avanzado, hay evidencias de que
el TEV puede ser más letal durante las primeras fases del
cáncer [29]. Además, en las primeras fases, el cáncer
generalmente está asociado a un mejor pronóstico y es
probable que el tratamiento anticoagulante sea más
beneficioso para la supervivencia de estos pacientes que
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para los pacientes en las últimas fases del cáncer [29].
El TEV aumenta el riesgo de otros acontecimientos
tromboembólicos vasculares; por ejemplo, durante el
primer año tras una embolia pulmonar, el riesgo de
padecer un acontecimiento cardiovascular se triplica y
el riesgo de parada cardíaca es 2,5 veces mayor [30].
Este aumento del riesgo es un factor importante en el
tratamiento del cáncer, como es el caso de los
enfermos de cáncer afectados de trombosis que están
siendo sometidos a un tratamiento antineoplásico
adyuvante. Estos pacientes tienen la probabilidad de
sobrevivir lo suficiente como para sufrir un segundo
acontecimiento trombótico [29].
Los enfermos de cáncer con TEV tienen unos costes de tratamiento significativamente mayores y una calidad de vida muy reducida En los enfermos de cáncer, el tratamiento del TEV es
necesario durante un tiempo prolongado, lo cual
afecta a la calidad de vida del paciente [31], además de
interferir en las pautas quimioterápicas planificadas
[32]. Se han recogido datos de calidad de vida
basados en el Cuestionario European Quality of Life-5
Dimensions (EQ-5D) [33, 34]. Los resultados han
mostrado que la recurrencia de TEV y las hemorragias
empeoran significativamente la calidad de vida de los
enfermos de cáncer con TEV, con un EQ-5D medio de
0,57 y 0,59 para cada evento, respectivamente.
Globalmente, la puntuación media en el EQ-5D fue de
0,49 para mujeres y 0,56 para hombres en la fase inicial
de TEV agudo. La puntuación más baja fue de 0,46,
correspondiente a aquellos pacientes con TVP y EP
sintomáticos a la vez.
En España, la evidencia científica en términos de
calidad de vida de los enfermos de cáncer con TEV es
escasa. Un grupo de expertos ha llegado a un
consenso sobre el impacto negativo del TEV en la
calidad de vida de éstos pacientes. En base a la opinión
de los expertos, la adherencia al tratamiento
anticoagulante para TEV es crítica en los pacientes con
cáncer, e incluso una falta de adherencia puede
incrementar la recurrencia de TEV [35]. Otro estudio ha
evaluado la percepción de los pacientes con TAC,
partiendo de la propia experiencia de estos pacientes
que conviven con la TAC en su día a día [36]. Los
resultados de este estudio confirman la experiencia
traumática y la necesidad de información sobre la
enfermedad (causa, respuesta y pronóstico), así como
de comportamientos rituales adaptativos. Estos
pacientes consideran la TAC como el momento
culminante que confirma la gravedad del cáncer y
además, señalan el impacto negativo de la TAC en la
dinámica familiar.
En términos económicos, los datos de EE. UU indican
que el coste medio del tratamiento del TEV oscila entre
los 7.700 y los 16.000 dólares y, en los enfermos de
cáncer, los costes asociados al TEV pueden llegar hasta
los 20.000 dólares [37].
La hospitalización, que es necesaria en la mayoría de los
pacientes con embolia pulmonar, es uno de los
principales factores de aumento de la carga económica
del TEV en los enfermos de cáncer. Dos estudios
procedentes de Francia han proporcionado datos
económicos sobre el coste de hospitalización en función
del tipo de cáncer (pulmón, mama, hepatocelular, colon o
próstata). El primer estudio ha comparado el coste de
hospitalización de pacientes con cáncer y TEV, respecto al
de pacientes con cáncer con o sin TEV [38]. Por ejemplo,
se estimó un coste para los pacientes con cáncer de
mama y TEV de 5.268€, frente a 3.515€ para los pacientes
con cáncer de mama con o sin TEV. El máximo coste
estimado fue de 11.693€ para los pacientes con cáncer
de colon y TEV, frente a 8.716€ para los pacientes con
cáncer de colon con o sin TEV. El segundo estudio es un
análisis nacional de 2 años de duración [38, 39] que ha
demostrado que, en los casos de cáncer de mama,
pulmón, colon y próstata, la hospitalización debido a el
TEV ocurrió en el 2,0 %, 2,2 %, 9,6 % y 6,0 % de los
pacientes, respectivamente, mientras que la
hospitalización debida a recurrencias del TEV tuvo lugar
en el 15,9 %, 14,4 %, 28,2 % y 22,3 % de los pacientes,
respectivamente. Este análisis reveló que el coste medio
por ingreso hospitalario oscilaba entre los 3.261 euros y
los 3.599 euros, mientras que el coste total por paciente
de al menos una recurrencia del TEV osciló entre los
5.441 euros en el cáncer de colon a los 5.692 euros en el
cáncer de próstata. El coste total de la hospitalización
debida a TEV asociado al cáncer fue de 1,98 millones de
euros en el cáncer de mama, 1,43 millones de euros en el
cáncer de próstata, 5,9 millones de euros en el cáncer de
pulmón, y 3,99 millones de euros en el cáncer de colon,
lo que supone un total de 13,3 millones de euros.
En España, un estudio ha estimado el impacto
presupuestario que supone el tratamiento ambulatorio
de pacientes con cáncer y TVP en comparación con el
tratamiento hospitalario [17]. El coste por paciente en
tratamiento ambulatorio se ha estimado en 744,87€,
frente al coste por tratamiento hospitalario de 4.955,9€ (€
2005). Teniendo en cuenta que entre 2003 y 2007 en total
se atendieron 55 pacientes, el coste total del tratamiento
ambulatorio y hospitalario asciende a 40.967,9 € y
272.574,5 €, respectivamente.
Varios estudios indican que el coste total de tratar un
enfermo de cáncer con TEV es considerablemente mayor
que el coste de tratar un enfermo de cáncer sin TEV [23].
Una revisión sistemática de los datos publicados entre
enero de 2000 y diciembre de 2012 ha revelado que el
coste total anual medio de los tratamientos es casi un 50%
superior para los enfermos de cáncer con TEV [23].
Urge la necesidad de aumentar el uso de la
tromboprofilaxis en los enfermos de cáncer
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Las guías clínicas cardiológicas [41] y oncológicas
recomiendan [24, 42, 43] el tratamiento anticoagulante
profiláctico en grupos específicos de enfermos de
cáncer. La tromboprofilaxis está recomendada para la
mayoría de los enfermos de cáncer hospitalizados y
solamente en los enfermos de cáncer ambulatorios que
tienen otros factores de riesgo de TEV [41-42]. Las guías
más recientes recomiendan la heparina de bajo peso
molecular (HBPM) por encima de otros anticoagulantes
[42, 43]. También establecen que, en enfermos que van a
ser sometidos a cirugía oncológica, la tromboprofilaxis
debería iniciarse antes de la cirugía y continuar durante un
mínimo de 7 a 10 días, y en casos de cirugía mayor,
incluso hasta 4 semanas. Esta guía también establece que,
en los enfermos de cáncer, el riesgo de TEV se debería
evaluar periódicamente, y los oncólogos deberían
«educar» a sus pacientes acerca de los signos y los
síntomas del TEV. En pacientes con TEV o embolia
pulmonar diagnosticadas, se recomienda un tratamiento
de 5 a 10 días con HBPM, y una profilaxis secundaria
prolongada durante al menos 6 meses [43].
Debido al inadecuado cumplimiento de las guías sobre tromboprofilaxis, hasta el 10 % de los enfermos de cáncer ambulatorios y hasta el 20 % de los enfermos de cáncer hospitalizados, sufren un TEV durante el curso de su enfermedad y, en consecuencia, padecen la carga añadida de los efectos clínicos del TEV además de los síntomas del cáncer [44].
Los enfermos de cáncer hospitalizados en agudos sufren
una mayor morbilidad asociada al TEV que los pacientes
que no tienen cáncer, además de tener mayor riesgo de
desarrollar una embolia pulmonar, y, por lo tanto, se
debería contemplar la tromboprofilaxis [7, 45]. Aunque
hasta el 78 % de los enfermos de cáncer que sufren una
trombosis son pacientes ambulatorios [46], las guías de
Estados Unidos y Europa no recomiendan el uso
generalizado rutinario de la tromboprofilaxis en los
enfermos de cáncer ambulatorios.
Los enfermos de cáncer tienen un elevado
riesgo de padecer un TEV, en la forma de
trombosis venosa profunda y de embolia
pulmonar, que puede resultar mortal. En
consecuencia, es necesario que todos los
profesionales sanitarios que están en
contacto con enfermos de cáncer evalúen
sistemáticamente el riesgo de TEV en cuanto
a los factores relacionados con el paciente,
con el cáncer ycon el tratamiento.
Las barreras para el tratamiento del
TEV asociado al cáncer: datos que
evidencian la necesidad de mejorar
la conscienciación del riesgo del TEV
asociado al cáncer
Según la Sociedad Europea de Oncología Médica
(ESMO), «la mayoría de los oncólogos subestiman la
prevalencia del TEV y su impacto negativo en sus
pacientes» [24]. Los hospitales y farmacias, entre otros,
apenas siguen o aplican las guías clínicas sobre el
tratamiento del TEV asociado al cáncer, específicamente
en cuanto a la recomendación de usar HBPM [3, 24]. Las
recomendaciones de la guía de la Sociedad Americana
de Oncología Clínica (ASCO) sobre profilaxis y
tratamiento del TEV en el cáncer, no están siendo
aplicadas de forma adecuada, lo cual «subraya la
necesidad de promover actividades educativas sobre la
profilaxis y el tratamiento del TEV en pacientes con
cáncer, sobre todo entre los médicos y enfermeras que
cuidan de estos pacientes» [44].
Existen datos fiables, de extensos análisis multinacionales
y nacionales de pacientes con riesgo de TEV, de la
reticencia o la no aplicación de las guías sobre la
profilaxis y el tratamiento del TEV en el cáncer [37]. Por
ejemplo, en una cohorte francesa, solo el 55 % de los
pacientes con riesgo de TEV estaba recibiendo
tratamiento anticoagulante [47].
Según el grupo parlamentario de trombosis de todos los
partidos del gobierno británico [3], el TEV está
infradiagnosticado en gran medida y solo el 54 % de los
pacientes sometidos a quimioterapia conocen el riesgo
asociado de TEV. En el Reino Unido, solo el 41 % de los
hospitales públicos tienen un protocolo para tratar el TEV
asociado al cáncer.
El TEV asociado al cáncer tiene
que ser una prioridad para los
profesionales de la salud y los
decisores políticos
Cada vez más enfermos de cáncer reciben tratamiento de
manos de no especialistas en lugar de oncohematólogos u
otros especialistas en el tratamiento del TEV [44]. Esto
explica, en parte, la falta de cumplimiento de las guías
actuales.
La mayoría de los enfermos de cáncer reciben tratamiento
como pacientes ambulatorios y los llevan médicos
generalistas, ginecólogos, gastroenterólogos, urólogos,
cirujanos u otros médicos no especialistas, que no siempre
están al corriente de las guías actuales, que suelen publicarse
en revistas especializadas [44]. Por esta razón, es
Página 9
imprescindible concienciar a los no especialistas, pero
también a los especialistas, de la importancia especial
del TEV en los enfermos de cáncer como una de las
principales causas de aumento de la morbimortalidad,
así como del incremento de los costes y la pérdida de
calidad de vida.
Además, para reducir la morbimortalidad de los
enfermos de cáncer debido al TEV, es necesario mejorar
la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento
eficaz y seguro del TEV en todos los enfermos de cáncer.
Para poder conseguir estos objetivos, tienen que ser
una prioridad para los decisores políticos y los
directivos de los hospitales que, en consecuencia,
tienen que ser conscientes de la poca atención que se
le está dedicando a este importante problema clínico,
de los elevados costes que supone el tratamiento, y de
la posibilidad de reducir considerablemente el gasto
sanitario. Según los datos de EE. UU., provenientes de
un amplio estudio con enfermos de cáncer sometidos a
quimioterapia [48], los costes sanitarios fueron
significativamente mayores en los pacientes con TEV
(110.719 dólares) que en los pacientes sin TEV (76.804
dólares). En Francia, la EP y el TEV fueron el diagnóstico
más frecuente causante de ingreso hospitalario en
pacientes con cáncer de mama o de próstata. El coste
medio por ingreso debido al primer acontecimiento
trombótico fue de 3.611 € y 3.302 € en los enfermos de
cáncer de mama y de próstata, respectivamente [38].
Definir un objetivo para la
TAC
El grupo de expertos tuvo en cuenta el impacto clínico y
económico de la TAC y las dificultades y oportunidades
actuales para el tratamiento adecuado de esta patología, y
acordó el siguiente objetivo:
Para lograr este objetivo, el grupo concluyó que la falta de concienciación —de todas las partes implicadas— sobre el creciente riesgo y el impacto de la trombosis en los enfermos de cáncer es la principal barrera a superar.
El objetivo del plan de acción es conseguir
una mejora de la prevención, del diagnóstico
precoz y de la administración de un
tratamiento adecuado del TEV para todos
los enfermos de cáncer, con el objetivo
último de reducir la morbimortalidad.
8
Necesidad de emprender acciones
para informar a los grupos más
importantes sobre los métodos más
adecuados de prevención,
diagnóstico precoz y tratamiento
eficaz y seguro del TEV
• Asociaciones de pacientes. • Prensa/medios de comunicación/Internet (incluidos
personajes famosos).
• Asociaciones médicas profesionales. El Grupo de Coordinación de Expertos decidió priorizar los grupos objetivo y llevar a cabo un número limitado de acciones que se centraran en aspectos seleccionados (uno o dos por grupo) pertinentes para cada grupo en concreto. La tabla del apartado 9 incluye una lista con el orden de prioridad de los distintos grupos objetivo y las acciones para cada uno de ellos.
Es necesario recopilar y evaluar los datos pertinentes sobre
la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz y
seguro del TEV para poder confirmar la carga clínica y
económica de la TAC. Es necesario ponerse en contacto
con los grupos de expertos en oncología para iniciar las
acciones necesarias que permitan unificar el contenido
de las guías clínicas sobre la prevención, el diagnóstico
precoz y el tratamiento del TEV asociado al cáncer, y
publicar dichas guías en todas las revistas que sea
necesario para llegar tanto a especialistas como a no
especialistas en la prevención y el tratamiento del TEV en
enfermos de cáncer.
A fin de conseguir una divulgación eficaz del cuidado
multidisciplinario y centrado en el paciente de la
compleja patología que es la TAC, es indispensable llegar
a todas las partes implicadas, que son:
• Pacientes, familiares y cuidadores.
• Los responsables médicos, oncólogos, generalistas, autoridades locales y servicios sociales, salud pública, otras especialidades médicas, personal de cuidados intensivos, cirujanos, radiólogos, quimioterapeutas, personal de urgencias, personal de cuidados paliativos, psicólogos, personal auxiliar y servicios de apoyo
• Personal de enfermería (incluido el personal
especializado y generalista).
• Decisores políticos (incluidas las autoridades nacionales y regionales).
• Directivos de los hospitales (incluidas entidades
aseguradoras, administradores y responsables de la
seguridad del paciente). • Farmacéuticos.
Página 10
diagnóstico precoz y tratamiento adecuado
reducir la
morbimortalidad
9
Resumen de objetivos y
recomendaciones para cada
acción
El objetivo del plan de acción es conseguir una mejora de la prevención, del diagnóstico precoz y de la administración de un tratamiento adecuado del TEV para todos los enfermos de cáncer, con el objetivo último de reducir la morbimortalidad.
1. Incluye pagadores, administradores y responsables de la seguridad del paciente.
2. Incluyen médicos generalistas, autoridades locales y servicios sociales, salud pública, otras especialidades médicas, personal de cuidados intensivos, cirujanos, radiólogos, quimioterapeutas,
personal de urgencias, personal de cuidados paliativos, psicólogos 3. Incluye el personal especializado y generalista
4. Incluye los departamentos gubernamentales.
5. Incluye farmacéuticos de hospital, farmacéuticos de atención primaria y farmacéuticos comunitarios. En oncología, están especialmente implicados los farmacéuticos de
hospital.
6. Incluye a personajes famosos.
Página 11
TARGET GROUPS ACTIONS
Pacientes,familiares
y cuidadores
Ofrecer mejor información a los
pacientes en su 1.a visita
(diagnóstico y repetición en la 2.a
visita): Carta de derechos del
paciente con TAC.
Ofrecer información sobre los
signos del TEV como otra
posible complicación, pero sin
causar ansiedad. Muy
importante para mejorar el
cumplimiento del tratamiento.
Concienciar
sobre el impacto psicológico/
emocional y las
consecuencias
psicosociales.
Oncólogos y todos los
médicos
especialistas,
incluidos los
médicos de familia, que
visitan y
tratan a enfermos
de cáncer
Conscienciar sobre:
1. El impacto del TEV en la CdV
2. Los pacientes de riesgo
3. La importancia de la profilaxis
4. La repercusión de la
inmovilidad
5. La necesidad de derivar a los
pacientes de alto riesgo
patients
Publicar un artículo formal
sobre la supervivencia global
con TEV asociado al cáncer en
una revista de oncología/
hematología.
Concienciar sobre la
importancia de los
tratamientos
complementarios.
Gestionar la EP
incidental/ duración del
tratamiento
Utilizar mensajes
breves y sencillos
con datos
Directivos de los
Hospitales1
Demostrar la carga económica
para la sociedad
Emitir el mensaje de «invertir
para ahorrar»; potencial para
salvar vidasy reducir el gasto.
Hacer hincapié en la
importancia de una
profilaxis adecuada.
Hacer hincapié en el valor de
acreditación como centro
oncológico multidisciplinar: la
mejor estrategia de mercado.
Asociaciones
médicas
profesionales
Proporcionar los datos necesarios
para que se puedan actualizar
las guías.
Organizar reuniones de los
principales autores nacionales
de las guías y fomentar la unificación de
las guías (antes del DMT 2016).
Desarrollar algoritmos
de prevención/ diagnóstico/
tratamiento para los decisores
políticos.
Sector sanitario y
profesionales médicos2
Concienciar sobre la
importancia de los tratamientos
complementarios.
Elaborar un mapa de la trayectoria
del paciente e indicar las fases en las
que cada grupo del sector sanitario
puede intervenir y aportar un
beneficio.
Elaborar un paquete
de formación unificado que se
pueda adaptar a las guías de
cada uno de los grupos del
sector sanitario.
Ofrecer información
especializada sobre signos y
síntomas para
radiólogos.
Crear un modelo
de valoración de riesgos
(MVR).
Personal de
enfermería3
Concienciar sobre la importancia de los
tratamientos complementarios y el
ejercicio (andar).
Proporcionar herramientas que les
permitan dar apoyo a los pacientes
antes y después del TEV asociado al
cáncer.
Informar de la necesidad de
mejorar el control y el
reconocimiento de los síntomas del
TEV.
Mejorar las técnicas de
inyección.
Hacer hincapié
en la necesidad
de contar con más
personal de enfermería
especializado en TEV
asociado al cáncer en
los centros urbanos.
Decisores políticos4 Demostrar la carga económica para la
sociedad; mensaje «invertir para
ahorrar»; potencial para salvar vidas y
reducir el gasto.
Demostrar el significado de sus
propios datos en comparación con
los de otras áreas / países.
Fomentar el uso de controles
de calidad/ auditorías/
acreditaciones con posibles
sanciones.
Farmacéuticos5 Informar sobre aspectos referentes
al tratamiento del TEV y algunos
fármacos antineoplásicos.
Proporcionar herramientas que les
permitan dar apoyo a los pacientes
antes y después del TEV asociado al
cáncer.
Concienciar sobre la
importancia de los
tratamientos complementarios.
Garantizar un medio
de comunicación seguro con
los expertos en fármacos.
Mensaje «invertir
para ahorrar»; potencial
para salvar vidas y
reducir el gasto.
Prensa/medios de
comunicación/
Internet6
Utilizado para promocionar
mensajes clave: DMT; TEV y cáncer;
unificación de las guías clínicas
internacionales.
Promover mensajes sencillos y
accesibles sobre las acciones para
cuidarse uno mismo que ayudarán a
prevenir el TEV/ mejorar la CdV.
Proporcionar cifras de muertes e
incapacidades evitables /
ahorro potencial de dinero.
Utilizar el acontecimiento del
DMT/famosos con cáncer/
TEV como ejemplo.
Proporcionar casos
de pacientes/uso
de las redes sociales.
Asociaciones de
pacientes y
organizaciones
benéficas
Proporcionar información sobre
los signos y los síntomas para
concienciar al paciente, sin generar
ansiedad.
Animarlos para que presionen
constantemente a los decisores
políticos y a los directivos de los
hospitales.
Animarlos para que publiquen
información sobre el TEV asociado
al cáncer en boletines, folletos,
teléfonos de ayuda, etc.
CÓDIGO DE COLORES PRIMERA PRIORIDAD SEGUNDA PRIORIDAD
(ii) Concienciar sobre todos los aspectos del TEV y el TEV asociado al cáncer entre los oncólogos y los no especialistas pertinentes Debido a la poca concienciación existente sobre la
importancia de la TAC, urge la necesidad de conscienciar a
todos los médicos que tratan a enfermos de cáncer de lo
siguiente: (i) el impacto del TEV en la calidad de vida del
paciente, (ii) qué pacientes tienen riesgo de padecer un TEV,
(iii) la importancia de la profilaxis, (iv) la repercusión de la
inmovilidad en el aumento del riesgo de TEV, (v) la
necesidad de derivar a los pacientes de alto riesgo. A continuación, se explican las acciones que los expertos han identificado como las acciones de máxima prioridad (marcadas en azul en la tabla):
(i) Mejorar la información sobre el TEV y el TEV asociado al cáncer que se da a los pacientes, familiares, cuidadores y asociaciones de pacientes
En la primera visita, cuando se confirma el diagnóstico (y de nuevo en la segunda visita), los enfermos de cáncer tienen que ser plenamente conscientes de que el TEV es otra posible complicación de su enfermedad, y hay que explicarles, sin generar alarma ni aumentar la ansiedad, cómo reconocer los signos del TEV. Dar esta información al paciente es vital y los médicos tienen que ser conscientes de su función como informadores. Esta obligación de los médicos y la información que deben proporcionar al paciente, tienen que estar incluidas en las guías clínicas correspondientes. La información para los pacientes tiene que estar estandarizada en todas las guías y debe estar redactada de forma sencilla y presentada de forma que los pacientes tomen conciencia de que el TEV podría ser otra complicación del cáncer o su tratamiento, igual que lo son las náuseas y los vómitos.
La Carta de derechos del paciente con TAC proporcionará
información y orientación, y expondrá las preguntas más
importantes que los pacientes deben plantear a los
profesionales sanitarios sobre la forma de gestionar el
riesgo de padecer una TAC. El objetivo es asegurar una
atención y unos cuidados eficaces y basados en la evidencia
para todos los enfermos de cáncer con riesgo de trombosis.
El objetivo de la carta de derechos del paciente es capacitar
a los pacientes para que se sientan cómodos hablando
sobre cómo prevenir o gestionar la TAC. La TAC es una
preocupación real para los pacientes y puede ser mortal. Es
importante llevar a cabo más acciones para evaluar el riesgo
de los pacientes de sufrir una TAC, y después esforzarse por
evitarlo y por hacer que los pacientes se sientan cómodos
hablando de la TAC con su médico o enfermera, para así
poder asegurar la mejor calidad de vida posible.
A: Es necesario concienciar o convencer a los médicos de
que el TEV es un riesgo grave en al menos algunos
enfermos de cáncer y que es una patología que suele
estar infradiagnosticada. Los médicos deberían conceder
a la TAC la misma importancia clínica que a la
neutropenia asociada al cáncer, una patología para la que
los médicos están muy concienciados. Está generalmente
aceptado que los anticoagulantes son eficaces para
prevenir y tratar el TEV. No obstante, los médicos tienen
que saber cómo diagnosticarla. Tienen que saber que no
todos los enfermos de cáncer tienen el mismo riesgo de
TEV y que hacen falta más datos para poder definir mejor
el riesgo de TEV de cada uno de ellos. También es
necesario saber más acerca de (i) cómo varía el riesgo de
TEV según el tipo y la fase de cáncer y (ii) el efecto del
TEV y su tratamiento en la calidad de vida del paciente.n Los oncólogos y los médicos no especialistas tienen
que compartir los datos sobre el mayor riesgo de TEV
en los enfermos de cáncer, para que puedan sentirse
cómodos informando a los pacientes sobre el riesgo; es
necesario contar con un defensor de las ideas de los
líderes de opinión. Existen datos suficientes en la
práctica actual que demuestran que los especialistas en
oncología no creen que los enfermos de cáncer tengan
riesgo de desarrollar un TEV. Es necesario convencerles
de que evaluar el riesgo de TEV debería formar parte
de un protocolo de equipo multidisciplinario para el
tratamiento del cáncer que empieza en el momento del
diagnóstico.
Los médicos deben disponer de métodos que les
permitan determinar cuáles son los pacientes con
riesgo de TEV.
(iii) Demostrar a los decisores políticos la carga clínica y económica para la sociedad del TEV asociado al cáncer y que invertir en la divulgación de información y en medidas para su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento, es una forma de salvar vidas y reducir el gasto sanitario
Los decisores políticos tienen que recibir información
sobre la carga clínica y económica para la sociedad del
TEV asociado al cáncer. Hay que enviarles el mensaje de
«invertir para ahorrar» para poder salvar vidas y reducir
el gasto sanitario, sobre todo en el contexto actual de
presión sobre los servicios sanitarios para que se
recorten los gastos. Por ejemplo, en el Reino Unido, los
datos sobre la carga clínica nacional y el coste del TEV en
Carta de derechos del paciente con TAC
PROPÓSITO:
Asegurar una atención y unos cuidados
eficaces y basados en la evidencia para
todos los enfermos de cáncer con riesgo
de trombosis
Página 12
OBJETIVO:
Capacitar a los pacientes para que se
sientan cómodos hablando sobre cómo
prevenir o gestionar la TAC
enfermos de cáncer se comparten con los Clinical
Commissioning Groups del Servicio Sanitario Nacional del
Reino Unido (NHSCCG), a quienes se les ha podido
demostrar el ahorro potencial conseguido mediante la
inversión en actividades educativas sencillas. Este proceso
ha sido investigado por un grupo parlamentario y se podría
reproducir en la UE, en el ámbito nacional y europeo. En
general, sería una ventaja proporcionar más datos a los
políticos acerca de la carga de la enfermedad en su
circunscripción.
(iv) Las guías clínicas sobre prevención, diagnóstico precoz
y tratamiento del TEV tienen que estar unificadas y ser
aplicadas adecuadamente para que los enfermos de cáncer
puedan ser atendidos por médicos que reciban información
fiable
Es necesario ponerse en contacto con las organizaciones
que elaboran las guías correspondientes y proporcionarles
los datos necesarios para unificar y actualizar las guías
existentes, y de esta forma conseguir que contengan
información fiable y pertinente. Es necesario identificar las
actuales barreras que impiden la correcta aplicación de las
guías sobre el TEV asociado al cáncer. De esta forma los
pacientes se beneficiarían, puesto que se aseguraría que
reciben el tratamiento recomendado, y, por lo tanto, el más
seguro. Se podría facilitar, por ejemplo, organizando
reuniones entre los principales autores de las guías para
promover estos objetivos, y lo mejor sería que se hiciera
antes del Día Mundial de la Trombosis (DMT) 2016.
(v) Concienciar a los farmacéuticos sobre los aspectos de la
seguridad asociados al tratamiento del TEV y a los fármacos
antineoplásicos
Los farmacéuticos tienen que recibir formación sobre (i) qué
fármacos antineoplásicos se asocian con un riesgo de TEV y
(ii) los posibles problemas de seguridad asociados con el
tratamiento del TEV. Para ello, sería necesario
proporcionarles herramientas que les permitieran dar
apoyo a los enfermos de cáncer, en un esfuerzo por evitar y
también tratar el TEV.
(vi) Utilizar los medios de comunicación para promover
mensajes clave sobre la TAC Los mensajes clave se tienen que formular y promover a
través de los medios de comunicación. Es necesario poner
de relieve la poca concienciación actual sobre la TAC y la
necesidad de ofrecer información sobre la enfermedad y su
prevención, su diagnóstico precoz y su tratamiento eficaz y
seguro. Los medios de comunicación deberían implicarse
en el Día Mundial de la Trombosis y en la publicación de
guías clínicas internacionales unificadas.
Página 13
Conclusiones
Esto es así a pesar de la disponibilidad de tratamientos
y guías internacionales para la prevención y el
tratamiento del TEV asociado al cáncer. La gran carga
clínica y el gasto sanitario de la TAC exigen tomar
medidas para concienciar a todas las partes implicadas
de (i) el impacto del TEV asociado al cáncer y (ii) la
necesidad de mejorar la utilización de los tratamientos
disponibles y las guías para el diagnóstico, la
prevención y el tratamiento del TEV asociado al cáncer.
El Grupo de Coordinación de Expertos propone un plan
de acción con el objetivo de asegurar la concienciación
y la formación sobre los aspectos que hay que abordar
para conseguir una mejora de la prevención, el
diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz y seguro del
TEV en todos los enfermos de cáncer, y con ello reducir
la morbilidad y la mortalidad.
Los expertos han elaborado un plan con acciones de
máxima prioridad destinadas a concienciar sobre el TEV
en el cáncer. Las acciones previstas van dirigidas a
pacientes, familiares, cuidadores y asociaciones de
pacientes, que de esta forma tomarían conciencia de
que el TEV es una posible complicación del cáncer y su
tratamiento. Los oncólogos y los no especialistas
pertinentes también son grupos objetivo en cuanto a la
concienciación sobre todos los aspectos del TEV y el
TEV asociado al cáncer. Los decisores políticos recibirán
información sobre la carga clínica y económica para la
sociedad del TEV asociado al cáncer, y sobre cómo la
prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento
eficaz y seguro del TEV pueden salvar vidas y reducir el
gasto sanitario. Se harán esfuerzos para mejorar las
guías clínicas correspondientes y su utilización. Se
utilizarán todos los medios de comunicación y eventos
pertinentes posibles para promover el hecho de que el
riesgo de TEV en los enfermos de cáncer es un aspecto
muchas veces ignorado que necesita ser abordado con
urgencia.
La trombosis asociada al cáncer no ha
recibido atención suficiente como una de las
principales causas de morbimortalidad en
los enfermos de cáncer.
PACIENTES
FAMILIAS
CUIDADORES
ASOCIACIONES DE
PACIENTES
ONCÓLOGOS
NO
ESPECIALISTAS
DECISORES
POLÍTICOS
Apéndice 1 – Lista de los miembros del Grupo de Coordinación
Copresidentes del Grupo de Coordinación:
• Prof. Manuel Monreal, profesor titular de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de
Barcelona, y jefe de sección de Medicina Interna en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Barcelona, España.
• Evelyn Knight, cofundadora y presidenta de AntiCoagulation Europe.
Miembros:
• Prof. Dr. Miguel Ángel Calleja Hernández, Director UGC Farmacia. HU Virgen Macarena. Presidente de la Sociedad Española
de Farmacia Hospitalaria (SEFH)., España.
• Prof. Jacob C. Easaw, profesor adjunto en la División de Oncología Médica en el Tom Baker Cancer Center, Calgary, Alberta,
Canadá. • Prof. Ismaïl Elalamy, profesor de Hematología y jefe del Departamento de Hematología en el Hospital Universitario Tenon
de París, y actual presidente de la Sociedad Francesa de Angiología.
Participación mediante comunicación telefónica (Lync):
• Prof. Annie Young, profesora de Enfermería en la Universidad de Warwick, Reino Unido.
Otros participantes:
• Su Excelencia Louise Bang Jespersen, embajadora de Dinamarca en Bélgica.
• Vibe Balthazar-Christensen, LEO Pharma, Dinamarca.
• Germán Domecq, LEO Pharma, Dinamarca.
• Jaime Manzanera, LEO Pharma, España.
• Michael Bachmann, Copentown Healthcare Consultants, Dinamarca.
• Dra. Vivienne Kendall, Copentown Healthcare Consultants, Reino Unido.
Participantes invitados que no pudieron asistir, pero que han participado en la elaboración de este informe mediante su
implicación activa antes y después de la reunión :
• Dra. Isabelle Borget, Instituto Gustave Roussy, Servicio de Economía Sanitaria, París, Francia.
• Prof. Dr. Axel Matzdorff, jefe del Departamento de Hematología/Oncología, Hemostasia, Gastroenterología, Nefrología en
Asklepios Clinic Uckermark, Schwedt, Alemania.
Página 14
Apéndice 2 – Plan de proyectos consensuados con las Sociedades Científicas implicadas en la trombosis asociada al cáncer en España
Tras la presentación de este documento en el Parlamento Europeo el pasado 13 de octubre de 2016, los expertos
españoles que participaron en el mismo invitaron a las Sociedades Científicas nacionales implicadas en el manejo
de la ETV asociada al cáncer a una reunión de trabajo, que se celebró en la sede de la Sociedad de Farmacia
Hospitalaria (SEFH) el 16 de diciembre de 2016.
El objetivo de la reunión fue compartir las conclusiones de este documento y definir la mejor forma de adaptarlo al
entorno sanitario español. Representantes de 7 Sociedades Científicas (SSCC) participaron activamente, priorizando
las líneas de acción establecidas en este documento en función del impacto de su implementación y de su
factibilidad en nuestro país.
Con el fin de conseguir una mejora de la prevención, del diagnóstico precoz y de la administración de un
tratamiento adecuado del TEV para los enfermeros de cáncer, se identificaron una serie de proyectos para cada
grupo objetivo que se pueden iniciar de forma inmediata o que se encuentran ya en fase de desarrollo.
GRUPOS OBJETIVO PROYECTOS DESCRIPCIÓN
Pacientes
Web para Pacientes
(http://trombo.info/)
Ofrecer información de
calidad a través de una web
dirigida a pacientes
Información a Pacientes Material informativo para
pacientes creado por
profesionales médicos y
Asociaciones de Pacientes
Profesionales sanitarios
Comisión de
Tromboembolismo
Desarrollar una guía tipo
para la creación de una
Comisión de
Tromboembolismo en los
hospitales
Formación a médicos Elaborar un documento con
la situación actual de
formación en ETEV y cáncer
en España para detectar
necesidades futuras
Formación a enfermería
oncológica
Desarrollar un programa
específico para enfermería
de formación sobre la
trombosis asociada a cáncer
Autoridades Sanitarias
Plan Nacional contra el
cáncer
Concienciar a las
Autoridades Sanitarias de
esta urgencia sanitaria para
incorporar medidas en
Planes de Salud Nacionales y
Autonómicos
Sistema de Alertas de
prevención del riesgo de
trombosis en los Sistemas de
Información
Lograr que las
Administraciones entiendan
la necesidad de priorizar su
implementación con el fin de
reducir la morbimortalidad
de la TAC
Página 15
Listado de miembros del grupo de trabajo multidisciplinar de las SSCC:
Coordinadores:
• Prof. Manuel Monreal Bosch, Profesor titular de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma
de Barcelona. Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Barcelona. Coordinador del
grupo de ETEV de la SEMI.
• Prof. Miguel Ángel Calleja Hernández, Director UGC Farmacia. HU Virgen Macarena. Presidente de la SEFH.
Miembros en representación de las SSCC:
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI):
• Dr. Antonio Zapatero Gaviria, Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Fuenlabrada, Madrid. Presidente de la
SEMI.
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH):
• Dra. Montserrat Pérez Encinas. Servicio de Farmacia del Hospital Fundación Alcorcón. Secretaria de la SEFH.
• Dra. Ana Rosa Rubio Salvador. Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario de Toledo.
Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH):
• Prof. Ramón Lecumberri Villamediana, Departamento de Hematología de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Navarra. Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra. Coordinador del Comité de Trabajo sobre trombosis
y cáncer de la SETH.
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH):
• Prof. Pascual Marco Vera, Departamento de Medicina Clínica de la Universidad Miguel Hernández, Elche. Servicio de
Hematología del Hospital General Universitario de Alicante. Vicepresidente de la SEHH.
Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM):
• Prof. Pedro Pérez Segura, Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Servicio de
Oncología Médica del Hospital Universitario Clínico San Carlos, Madrid.
• Prof. Andrés Muñoz Martín, Profesor del Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad
Complutense de Madrid. Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid. Coordinador
del Grupo de Trabajo Cáncer y Trombosis de la SEOM.
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR):
• Prof. Javier de Miguel Díez, Profesor del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Servicio de
Neumología del Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid. Coordinador del Área de Circulación Pulmonar de la
SEPAR.
• Prof. David Jiménez Castro, Profesor del Departamento de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares. Director de la
Unidad de Tromboembolia de Pulmón del Hospital Ramón y Cajal, Madrid. Coordinador del Consenso Nacional para el
manejo de la TEP.
Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES):
• Prof. Sonia Jiménez Hernández, Profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Barcelona. Servicio de
Urgencias del Hospital Clínico, Barcelona. Coordinadora del Grupo ETEV de la SEMES.
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Otras Sociedades Científicas y Asociaciones de pacientes que, aunque no pudieron asistir a la reunión, han
contribuido en la elaboración del documento:
Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV):
• Prof. Javier Álvarez Fernández, Profesor del Departamento de Cirugía de la Universidad de Oviedo. Servicio de Angiología y
Cirugía Vascular del Hospital de Cabueñes, Gijón. Presidente de la SEACV.
Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO):
• Dña. Mª Concepción Reñones Crego, Unidad UCME, hospitalización a domicilio y paliativos de Cuidados Complejo
Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Presidenta de la SEEO.
Asociación Española contra el Cáncer (AECC):
• Ignacio Muñoz Pidal, Presidente de la AECC.
Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC):
• Dña. Begoña Barragán, Presidenta de la GEPAC.
Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN):
• D. Luciano Arochena, Presidente de FEASAN.
Página 17
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