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RESPUESTAS CULTURALES DE UNA HEGEMONÍA AMENAZADA
Enciclopedia Yucatanense y Tecnológico de Monterrey
Dulce María Sauri Riancho
HISTORIA Y CULTURA
Ensayo final. 22 julio 2013
Introducción
La década de 1940 es considerada como la etapa de consolidación del Estado de la Revolución. El
proceso de su formación había resultado particularmente turbulento en el decenio anterior, tanto
por la disputa entre los grupos políticos nacionales, como por la reacción de las élites regionales
frente a los esfuerzos del gobierno federal por imponer su autoridad. La creación de la
Enciclopedia Yucatanense y la fundación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Monterrey formaronparte central de la respuesta de las élites de Yucatán y Nuevo León a los
intentos de desplazamiento de su hegemonía por parte del Estado nacional, que se había
materializado en las acciones gubernamentales federales en los ámbitos económico, social y
laboral durante la década de 1930. Las dos instituciones son singularidades regionales, esto es,
ninguna otra entidad de la república se había planteado desarrollar una empresa de carácter
cultural de la magnitud de una enciclopedia, ni tampoco se había materializado en la ciudad de
México o en alguna entidad federativa una institución privada de educación superior de carácter
privado, no confesional, antes del Tecnológico de Monterrey. ¿Por qué eligieron estas élites
regionales este tipo de respuestas frente al reto a su hegemonía por parte del Estado nacional?
¿Cómo lograron articularlas, hasta llevarlas a su culminación? ¿Cuáles fueron sus efectos en la
recuperación y afirmación de su dominación sobre el conjunto social?La comparación de la forma
como las élites concibieron sus respectivos proyectos, se organizaron para hacerlos realidad, y las
consecuencias de éstos en el mediano y largo plazo, indicarán diferencias significativas en sus
valores, conductas y visión.
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Como señala Stuart Hall, no hay ninguna cultura popular autónoma, auténtica y completa
que esté fuera de las relaciones de poder cultural y de dominación. Sin embargo, en las mismas
relaciones de poder que se entablan, existe una disputa por la hegemonía; en este caso, entre las
élites regionales y la representación del Estado nacional. Al considerar a la Enciclopedia
Yucatanense y al Tecnológico de Monterrey como símbolos culturales de los procesos
hegemónicos locales, su significado estará vinculado al campo social en el que finalmente se
incorporen. El poder cultural en la sociedad depende en primera instancia, del lugar donde se
traza la línea divisoria entre lo que se debe y no se debe incorporar a la “gran tradición”.1
Este planteamiento lleva al concepto de Eric Hobsbawm, “invención de una tradición”,
construido por el autor como parte explicativa del surgimiento y desarrollo del nacionalismo
contemporáneo, que había obligado a las distintas sociedades a inventar nuevas tradiciones,
nuevas concepciones y nuevos símbolos –que no eran otra cosa que signos de pertenencia
cargados emocionalmente- y por lo tanto, a construir o reconstruir vínculos con el pasado, ya que
era precisamente en ese tiempo donde podía encontrarse una gran reserva de antiguos materiales
con los cuales construir diferentes tradiciones a partir de un “elaborado lenguaje de práctica y
comunicación simbólica”.2
1 Hall trata el dominio de las formas y actividades culturales como un campo que cambia constantemente.
Examina el proceso mediante el cual se articulan estas relaciones de dominación y subordinación y por medio del cual algunas cosas se prefieren activamente con el fin de poder destronar otras. “…Tiene en su centro las cambiantes y desiguales relaciones de fuerza que definen el campo de la cultura; esto es, la cuestión de la lucha cultural y sus múltiples formas. Su foco principal de atención es la relación entre cultura y cuestiones de hegemonía…”. Hall, Stuart, 1984. “Notas sobre la deconstrucción de ‘lo popular’”. Samuel, Ralph, (ed.). Historia popular y teoría socialista. Editorial Crítica, Barcelona, pp. 6-7. 2 “…hay respuestas a nuevas situaciones que toman la forma de referencia a viejas situaciones o que
imponen su propio pasado por medio de una repetición casi obligatoria…”Hobsbawm, Eric y Terence Ranger (ed.), 2002. La invención de la tradición. Crítica. Barcelona, p. 8. Ríos Saloma, Martín F., 2009. “De la historia de las mentalidades a la historia cultural. Notas sobre el desarrollo de la historiografía en la segunda mitad del siglo XX”. Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México. Núm. 37, enero-junio, pp. 121-123.
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El concepto de “cultura defensiva” empleado por Gareth Stedman3, para comprender los
cambios en la cultura de los obreros de Londres, se empleará para analizar las respuestas de las
élites yucateca y neoleonesa a los enfrentamientos con el gobierno de Lázaro Cárdenas. Parto de
la hipótesis de que fue durante la década de 1940 cuando comenzó a ser aceptado entre la élite
yucateca el hecho de que el pasado recordado como de esplendor y gloria por la riqueza
henequenera, había desaparecido para no volver; que se tendría que conformar una nueva forma
de reafirmación de la identidad colectiva y, a través de ésta, de la apropiación y defensa de los
espacios culturales que, consideraban, no podrían ser ocupados o usurpados por los funcionarios y
personajes venidos del centro de la república. En Nuevo León, la legislación laboral había llegado
también para quedarse, lo cual demandó de nuevas estrategias defensivas de su élite empresarial
frente a esa realidad.
Pierre Bourdieu afirma que no es suficiente reconocer la autonomía de la cultura y tratarla
como un sistema que posee su propia coherencia, sino que es necesario plantear el problema de la
relación entre este sistema y el mundo social en el cual se produce.4 Por tanto, para encontrar el
significado de la producción cultural materializada en una enciclopedia y en una institución
educativa de nivel superior, es necesario perfilar el contexto en el que se dio su surgimiento.
3 “…Lo que sobre todo diferenció al periodo cartista del periodo posterior a 1870 fue la convicción general
de que el orden económico y político instaurado por la revolución industrial era una aberración temporal que pronto llegaría a su fin…Cuando se aceptó finalmente la derrota del Cartismo, esta convicción desapareció. Los obreros dejaron de creer que podrían modelar la sociedad a su propia imagen. El capitalismo se había convertido en un horizonte inamovible…El auge del nuevo sindicalismo, la fundación del partido laborista e incluso, la aparición de grupos socialistas no marcaron una ruptura, sino una culminación de esta cultura defensiva... (subrayado DMS)”. Stedman Jones, Gareth, 1999. “Cultura y política obreras en Londres, 1870-1900: Notas sobre la reconstrucción de una clase obrera”. Novelo, Victoria (compiladora). Historia y cultura obrera. Instituto Mora-CIESAS. México, p.92. 4 Bourdieu, Pierre, Roger Chartier y Robert Darnton 1995. “Diálogo a propósito de la historia cultural.” en.
Hourcade, Eduardo, Cristina Godoy y Horacio Botalla, Luz y contraluz de una historia antropológica. Editorial Biblos, Buenos Aires, Argentina, pp. 86-87.
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1.-Yucatán. Una élite acosada
La vida de la sociedad yucateca en el siglo XX giró en torno al henequén. En la década de 1930,
cuando esta dependencia era aún más acentuada, se registraron importantes cambios en la
economía y la política que afectaron los equilibrios de poder entre los grupos participantes en la
actividad henequenera. La cooperativa “Henequeneros de Yucatán”, que agrupaba a los
hacendados y productores individuales del agave, fue el espacio que registró la inestabilidad
política y de mercado de ese periodo con particular intensidad.5
El 8 de agosto de 1937, el Presidente Lázaro Cárdenas expidió el Acuerdo por el cual se
repartieron 360 mil 436 hectáreas entre los campesinos yucatecos, la mayoría de las cuales se
localizaban en la zona henequenera.6 La distribución de las tierras donde se generaba la principal
fuente de riqueza de Yucatán, significó asimismo la llegada de nuevos actores a la disputa por la
hegemonía. A los hacendados y políticos locales hubo que añadir a los funcionarios federales,
representantes del Estado nacional, y a las recién conformadas organizaciones ejidales
henequeneras. La Asociación “Henequeneros de Yucatán”, constituida en febrero de 1938, fue la
respuesta institucional a las nuevas condiciones políticas prevalecientes. A través de la figura del
“Gran Ejido Henequenero”, conjuntó la participación de hacendados, ejidatarios y el gobierno del
estado, para manejar asuntos que consideraban de su competencia exclusiva, pretendiendo hacer
5 En 1924, en los últimos meses de su gobierno, el general Álvaro Obregón había autorizado la constitución
de la organización de productores henequeneros de Yucatán, bajo la figura de sociedad cooperativa. En este proceso inicial, el gobierno del estado, encabezado por el sucesor de Carrillo Puerto, José María Iturralde, había quedado al margen. Al iniciar la administración del general Plutarco Elías Calles, la cooperativa fue disuelta, atendiendo la presión gubernamental local y reflejando asimismo, la pobre opinión del Presidente de la república sobre los hacendados henequeneros. Sin embargo, la realidad económica se impuso: las divisas provenientes de las exportaciones de henequén exigían ordenar la organización, por lo cual el 31 de mayo de 1925 quedó formalizada la Cooperativa “Henequeneros de Yucatán”, S.C., que operaría como tal hasta mayo de 1938. Ver: Sauri Riancho, Dulce María, 2012. El proceso de industrialización de Yucatán 1880-1970. Henequén, Estado y Empresarios. Tesis de Maestría. CIESAS Peninsular, Mérida, México, capítulo 3. 6 Los ejidos de la zona henequenera representaron una superficie de 114 mil 975 hectáreas de henequén, de
las cuales 79 mil 64 estaban en explotación y 35 mil 907, en cultivo. Sauri R., D., 2012, p.227.
5
a un lado al gobierno federal.7 La percepción de la élite local –gobierno, hacendados- sobre la
intervención federal en la actividad henequenera fue altamente negativa,8 lo que borró en buena
medida, diferencias anteriores. Esta nueva situación imperó en los años de 1938 a 1940, cuando la
interlocución directa entre el Presidente de la república y la representación ejidal puso en jaque a
las autoridades locales, encabezadas por el gobernador, quien se vio privado del control político
que había ostentado el titular del Ejecutivo local sobre las cuestiones henequeneras desde 1912.
Al concluir el régimen cardenista, en diciembre de 1940, las nuevas condiciones políticas
permitieron la recomposición de la relación entre las administraciones federal y local, lo que,
aunado al inicio de la II Guerra Mundial, le dio un impulso extraordinario a la actividad
henequenera en su conjunto (fibra y productos industrializados) y, por consiguiente, inauguró un
periodo de prosperidad económica para Yucatán, que se prolongó hasta 1947. En este contexto
nació la Enciclopedia Yucatanense.
2.-Nuevo León. La emergencia de una élite regional en la escena nacional
La década de 1930 fue de grandes cambios en Nuevo León, como en otras partes del país. Se había
iniciado con un enfrentamiento entre su compacta élite empresarial y el gobierno federal, por el
intento de éste de codificar el artículo 123 constitucional en una Ley Federal del Trabajo, por
encima de las objeciones del grupo empresarial neoleonés, lo que significó un choque directo con
el gobierno callista. La formación de la Confederación Patronal de la República Mexicana
(COPARMEX) en 1929, liderada por empresarios regiomontanos, “…indicó la decisión de la élite de
7 Desde la intervención del Banco Agrícola en 1935, hasta 1938 cuando se constituyó la Asociación, las
instituciones financieras federales fueron una fuerza que el gobernador de Yucatán no lograba contrarrestar. 8 Un indicador se encuentra en el Informe del gobernador de Yucatán, Ing. Humberto Canto Echeverría, de
los cuatro primeros meses de gestión de la Asociación Henequeneros de Yucatán, donde afirma que:”…encontró a una organización en bancarrota…” porque el Banco (Ejidal) “…había venido operando con un criterio exclusivamente social, y desatendiéndose del carácter exclusivamente económico y administrativo de sus funciones…”.
6
Nuevo León de participar más activamente en la economía de México…”.9 Unos años después, en
1935-1936, habría de acontecer un nuevo e intenso episodio de confrontación entre la élite
empresarial y el gobierno de Lázaro Cárdenas, que recién había comenzado su gestión. En febrero
de 1936, estalló la huelga en Vidriera de Monterrey, una empresa emblemática del grupo, la cual
fue calificada como “…un evento crítico en la historia de la élite de Monterrey, y sus resultados
forjaron los cimientos de una nueva era en las relaciones capital-Estado…”.10 Por parte de la élite,
los orígenes del enfrentamiento con el gobierno federal se extendían desde la aprobación de la
Ley Federal del Trabajo, en 1931, hastael bloqueo ejercido contra su candidato en la elección de
1935. Para el gobierno de Cárdenas, la huelga en la Vidriera abrió una oportunidad política con
múltiples facetas: deslindarse del movimiento obrero callista, acercándose a la naciente CTM de
Lombardo Toledano, y hacerlo ante un oponente “…que fácilmente se le pudiese considerar como
un villano…”; y, sobre todo, el conflicto obrero-patronal de Monterrey le permitiría a Cárdenas
demostrar indubitablemente la orientación populista y reformadora de su administración, para
contar con el apoyo de los trabajadores en su lucha política contra Calles.
En un gesto que repetiría después en Yucatán11, el Presidente Cárdenas se trasladó a
Monterrey en pleno conflicto laboral, del 7 al 14 de febrero de 1936. Encontró aMonterrey
virtualmente paralizada, impregnada por un discurso anti-comunista y contrario al socialismo que,
decían, impulsaba el gobierno cardenista. Los intentos de mediación del Presidente con la élite
empresarial regiomontana fracasaron. Éste endureció su posición a favor de los trabajadores,
expresada en un discurso dirigido a la nación, donde estableció un programa laboral de catorce
9Saragoza, Alex, 2007. “La élite regiomontana y el Estado mexicano: una época crucial 1929-1931”, en:
Morado Macías, César (coord.) Nuevo León en el siglo XX. La transición al mundo moderno. Del reyismo a la reconstrucción (1885-1939). T.I. Fondo Editorial de Nuevo León, Monterrey, p.222. 10
Ibíd., p.249. 11
Desde Mérida expidió el Acuerdo de reparto agrario del 8 de agosto de 1937, permaneciendo en el estado durante 20 días, mientras se ejecutaba en lo fundamental.
7
puntos, “…asegurándole un sitio en la historia de México…”.12El enfrentamiento suscitado a raíz de
este conflicto habría de permear la estrategia de la élite empresarial de Nuevo León en contra de
la CTM, en forma de una “persistente” campaña contra los “fuereños”, comunistas, etc., así como
la utilización de la prensa local y de la radio para difundir mensajes sobre la amenaza que
representaban los agitadores “bolcheviques” y cetemistas “…controlados por Moscú…”.13
La determinación de la élite empresarial de Nuevo León de enfrentar al Estado de la
Revolución se mostró nuevamente en la elección presidencial de 1939-1940, cuando el grupo
regiomontano apoyó activamente la candidatura de Juan Andrew Almazán, en contra del
candidato del PRM, Manuel Ávila Camacho. Saragoza señala que la élite regiomontana, si bien
perdió su apuesta electoral, influyó en forma determinante en la moderación de la plataforma
política del candidato oficial, quien al convertirse en Presidente de la república, dio un giro a la
estrategia política de su antecesor sobre un conjunto de temas, como las relaciones obrero-
patronales y la educación, entre otros. En este marco surgió la iniciativa de creación del
Tecnológico de Monterrey.
3.- La Enciclopedia Yucatanense14
El proyecto de elaboración de una Enciclopedia sobre Yucatán se materializó en 1943, en el
segundo año del gobierno de Ernesto Novelo Torres, cuando la economía yucateca gozaba de
prosperidad por la demanda vinculada a la II Guerra Mundial.15 La dirección de los trabajos se
12
Saragoza, Alex, 2008. La élite de Monterrey y el Estado mexicano, 1880-1940. Fondo Editorial de Nuevo León. Monterrey, p. 243. 13
Ibíd., p. 246. 14
Gobierno del Estado de Yucatán, 1977. Enciclopedia Yucatanense. 11 Tomos. Edición Oficial del Gobierno de Yucatán, México, D.F. La primera edición, bajo la dirección de Carlos A. Echánove Trujillo, fue publicada en ocho Tomos, entre 1944 y 1947. La segunda edición incorporó tres volúmenes, con nueva temática, pero conservó fielmente los contenidos y presentación de la primera, fue publicada entre 1977 y 1980. El gentilicio proviene de establecer una similitud entre los originarios de Atenas-atenienses, y los de Yucatán, yucatanenses. La invención se le atribuye al director de la Enciclopedia, Carlos A. Echánove Trujillo. 15
Carlos Echánove Trujillo concede importancia al tema de los recursos. Además de subrayar que todos los colaboradores, excepto Redfield, Standley y los doctores Jesús F. Romero y José F. Díaz, cobraron por sus
8
confió a Carlos Echánove Trujillo, abogado y sociólogo yucateco avecindado en la ciudad de
México, alumno de Antonio Caso, quien recibió la encomienda de coordinar la convocatoria al
grupo de expertos que participarían en la redacción de los distintos ensayos que abarcaría la obra.
La estructura de la Enciclopedia Yucatanense es temática, por lo que la selección misma de los
aspectos destacables constituye un indicador de las prioridades de quienes diseñaron y apoyaron
el proyecto. Por otra parte, los nombres de los especialistas convocados muestran los criterios y
orientación sobre los distintos temas, así como la selección de los personajes yucatecos cuyas
biografías integran un volumen especial.
El “espíritu” de la Enciclopedia Yucatanense
¿Qué inspiró la elaboración de esta amplia obra sobre Yucatán, según su promotor y director? Las
principales pistas las proporciona en la Introducción su director, Carlos A. Echánove.16 En el
epígrafe, reproduce la opinión de Rafael de Zayas,17 a quien atribuye haber predicho la
elaboración de la Enciclopedia, por el marcado carácter excepcional de Yucatán, “…por su
formación, por su aspecto, por su raza, por sus monumentos y por su historia”. Con estos
elementos, Echánove anuncia en palabras del mismo de Zayas, la obligación de abordar su estudio
“…de un modo especial, bajo diferentes aspectos…”, por lo que era importante que una empresa
de esa magnitud no descansara en un solo individuo, sino en “…una sociedad en que figuren
especialistas de cada ramo de la ciencia…”. Los argumentos que presenta Echánove para resaltar
la importancia de Yucatán descansan fundamentalmente en su pasado prehispánico, al señalar
trabajos, resalta el financiamiento recibido por el gobierno del estado y la atención a la disponibilidad oportuna de los fondos por parte del gobernador Novelo Torres. La Enciclopedia Yucatanense en su primera edición, costó 90 mil pesos, según Yucatán en el Tiempo. 16
Este y los siguientes entrecomillados del presente apartado, corresponden a la Introducción, elaborada por Carlos A. Echánove Trujillo, T. I., pp. 7-16. 17
Rafael de Zayas Enríquez, abogado, juez de distrito, literato y periodista veracruzano. Su obra El estado de Yucatán. Su pasado, presente, su porvenir es una larga descripción de la entidad, su pueblo y su cultura, que finaliza con una crónica de la visita de Porfirio Díaz en 1906. La obra apareció editada en la ciudad de Nueva York en 1908. Fuente: Casares G. Cantón, Raúl (Dir.), 1999. Yucatán en el Tiempo, Enciclopedia Alfabética, 7 Tomos. Inversiones Cares, Mérida, México. Tomo VI, p. 194.
9
que por su arqueología, es considerado por algunos conocedores, como la región más importante
de América. Y en el presente (1944), la razón más poderosa la identifica con “…el alma del maya
actual…”, que se refleja en su casa de paja, “…en la que la dignidad de la existencia material corre
pareja con la de la vida interior; no es, ni de lejos, la barraca mísera o la choza rudimentaria y
destartalada de otros grupos aborígenes de América…”. Sin embargo, la gloriosa aventura del
henequén es atribuida por el autor al yucateco “blanco-mestizo”, que “…descubrió y explotó, sin
ayuda de técnicas ni de capital extranjeros, una planta salvadora, el henequén…Y con esta planta,
apoyado en el indio, ha hecho la riqueza económica de Yucatán, riqueza que ha conocido
momentos de relativo esplendor…”.18Seguidamente, Echánove expresa el primer comentario
vinculado con la percepción de incomprensión, aislamiento y aún el rechazo del resto de la
república sobre Yucatán, pues, dice, aunque ha trazado vías férreas más allá de las fronteras del
estado, “…como tendiendo una mano sincera al resto de la Nación, mano que ésta aún no logra
estrechar, no obstante el transcurso de más de un siglo de vida política común…”. Las palabras
trasminan un reclamo tácito a la falta de reconocimiento nacional a la singularidad de Yucatán
cuando dice: “…el Estado yucateco no podría en rigor ser considerado nunca como provincia, ha
vivido hasta hoy casi aislado del resto de la Nación…”, por lo que “…ese aislamiento y su
autodeterminación cultural dan al yucateco una fuerte personalidad que lo distingue
inmediatamente de cualquier otro mexicano…Así, en la capital de la Nación, y quizá en el resto de
la misma, mírasele como algo sui géneris, inconfundible, y, por tanto, atrae sobre sí una especial
atención…”.
La importancia de la “cultura intelectual yucateca” se prueba, según Echánove, por las
figuras de José Peón y Contreras (a quien califica de “…el más alto poeta dramático
18
Echánove hace notar que la representación gráfica de la unión entre el pasado prehispánico y el presente, con “…la riqueza del Yucatán mestizo, es decir, del Yucatán de hoy…), son el símbolo del Dios Chaac y una planta de henequén en las portadas y contraportadas de los ocho volúmenes.
10
‘indiscutiblemente’ mexicano…”, al cuestionar la mexicanidad de Juan Ruiz de Alarcón);
Crescencio Rejón, padre del Juicio de Amparo; Justo Sierra O’Reilly, autor del primer código civil,
así como Gabriel Vicente Gahona (Picheta) “…iniciador del dibujo folklórico mexicano...”.Pero no
es suficiente. Para legitimar su apreciación sobre el carácter singular y valioso de Yucatán,
Echánove acude a las opiniones de extranjeros, en particular norteamericanos, como Robert
Redfield, quien señala que es “…por todos conceptos, excepto sólo por el geográfico, una isla…”.
Esta condición de insularidad, la volvió fuente de atracción para los estudiosos de otras latitudes,
no así del centro de México, quienes habían producido una extensa literatura en varios idiomas
sobre Yucatán. Subyace en esta expresión una especie de reproche a los intelectuales e
investigadores mexicanos, que habían dejado a un lado a Yucatán, en tanto que los extranjeros
verdaderamente lo valoraban y estimaban. Por lo abundante de la producción intelectual en
distintas lenguas, la Enciclopedia demandaba reunir en un solo cuerpo y en un solo idioma, el
español, los resultados de “…tantos y a veces, tan excelentes estudios…” sobre distintas y variadas
materias vinculadas a Yucatán
Según su director y autor de la Introducción, el propósito explícito de la Enciclopedia era
realizar “…una recapitulación, un balance histórico del pueblo yucateco…”. Por la coyuntura
política en que se elaboró, la intención era lograr un producto cultural que significara y revalorara
al pueblo de Yucatán ante la mirada del mundo y ante sí mismo.
Estructura y división por tomos
Los ocho volúmenes en que se dividió la primera edición de la Enciclopedia Yucatanense
corresponden: El Tomo I. Medio físico y natural de Yucatán; Tomo II. Época maya de Yucatán. La
historia general de los mayas, elaborada por S. G. Morley. La sección dedicada a la escritura
jeroglífica, Aritmética y Astronomía, a cargo de Eric Thompson; El Tomo III incluye Monografías
11
históricas sobre “…distintos sectores culturales yucatecos a partir de la conquista española…”19; El
Tomo IV incorpora la “historia completa” de la Beneficencia pública y privada, de la Educación, de
la Medicina homeopática, de la Música, de la Arquitectura, del Dibujo, la Pintura y la Escultura, de
las Artes menores. El Tomo V está dedicado a la Historia del Teatro y la Literatura dramática y
demás géneros literarios. Incluye una antología poética. El Tomo VI es de carácter etnográfico, ya
que “…deja en su mayor parte de ser propiamente histórico para ofrecer una visión del Yucatán
actual…”. Las cuestiones destacadas en este volumen corresponden al “…Indígena yucateco
actual”, su aspecto físico; sociológico, económico y lingüísticos. Se expone “…el problema racial en
Yucatán…” y un estudio sobre el “mestizo yucateco”. Presenta una “amplia” información sobre la
organización política, económica de Yucatán, un ensayo sobre Mérida y por separado, del interior
del estado.20 El Tomo VII es el de las Biografías. Nuevamente Echánove Trujillo acude a Rafael de
Zayas quien afirma que a los yucatecos habría de hacérseles cargo formal por no glorificar a sus
hombres notables, “…hasta la llegada de esta Enciclopedia…”. El Tomo VIII presenta una
“…amplísima bibliografía general yucatanense…”, recopilada y sistematizada por una de las dos
mujeres participantes en el proyecto, Mireya Priego de Arjona.21 El corpus de la obra está
integrado por más de sesenta ensayos, de cincuenta y tres participantes, sólo dos de ellos
19
Abarcan los siguientes temas: a) Historia Política desde el Descubrimiento Europeo hasta 1920. Lic. Albino Acereto; b) Historia de la Legislación desde la conquista Europea. Lic. Fernando Palma Cámara; c) Historia de las Comunicaciones. Lic. Gabriel Ferrer de Mendiolea; d) Las primeras máquinas desfibradoras de henequén. Narcisa Trujillo; e) Historia de la Industria Henequenera hasta 1919. Lic. Gonzalo Cámara Zavala; f) Historia de la Industria Henequenera desde 1919 hasta nuestros días. Lic. Enrique Aznar Mendoza. Fue rector de la Universidad de Yucatán (27 octubre de 1942 al 31 agosto 1946. Sucedió a Joaquín Ancona Albertos, rector de 1936 a 1942, cuando salió por un conflicto con el gobierno de Novelo Torres). 20
a) Los mayas actuales de la península Yucatanense. Dr. Robert Redfield; b) Los mayas del actual territorio de Quintana Roo. Alfonso Villa Rojas; c) Características físicas y fisiológicas de los mayas actuales de Yucatán. Dr. Morris Steggerda; d) Rasgos personales y actividades diarias de los mayas de Yucatán, por el mismo Dr. Steggerda; e) El maya de las haciendas henequeneras. Narcisa Trujillo; f) La agricultura milpera de los mayas de Yucatán. Agrónomo Augusto Pérez Toro; g) La lengua maya de Yucatán. Prof. Alfredo Barrera Vásquez; h) Raza y clases en Yucatán. Dr. Robert Redfield; i) Los mestizos de Yucatán. Narcisa Trujillo; j) El idioma español en Yucatán; k) La Higiene. Dr. José F. Díaz y Benjamín Góngora Triay; l) Mérida y el interior del estado. Dr. Asael T. Hansen; m) Geografía política, demográfica y económica de Yucatán. Prof. Víctor M. Martínez H.; n) La ciudad de Mérida. Lic. Gabriel Ferrer de Mendiolea. 21
La otra es Narcisa Trujillo de Echánove, socióloga y madre de Carlos A. Echánove Trujillo. Elaboró tres ensayos de la Enciclopedia, sobre desfibración del henequén y la población mestiza de Yucatán.
12
mujeres. Destaca la debilidad temática en materia económica, donde aparte del henequén, sólo se
dedican unos cuantos párrafos a la industria, al comercio y los servicios de la época.22
Selección de autores de la Enciclopedia
¿Quiénes eran los autores de los ensayos de la Enciclopedia? ¿Por qué fueron invitados a
participar éstos y no otros? En cuanto a los extranjeros, parece haber campeado una combinación
de conocimientos reconocidos en su campo de especialización, con el prestigio que su nombre
otorgaba a la naciente Enciclopedia. Sus aportaciones se concentran principalmente en los Tomos
I, II y VI, dedicados a la descripción del medio físico y natural, la civilización maya prehispánica y la
etnografía del Yucatán actual. En los restantes cinco tomos, abundan los autores yucatecos y
algunos académicos de la ciudad de México, muy probablemente relacionados con las actividades
de docencia e investigación que realizaba Carlos Echánove en la capital de la república.
El reflujo ideológico-político del final del periodo cardenista en Yucatán se deja ver en los
autores seleccionados para desarrollar el tema económica y políticamente más sensible para la
sociedad de entonces, que era el henequén.23 Los dos ensayos que lo abordan directamente se
localizan en el Tomo III, clasificado por Echánove como el de las “…monografías históricas sobre
distintos sectores culturales yucatecos…”. Gonzalo Cámara Zavala y Enrique Aznar Mendoza, los
autores, habían sido distinguidos dirigentes de la Unión de Productores Henequeneros y de la
cooperativa “Henequeneros de Yucatán”, desde donde se habían opuesto abiertamente a la
política económica promovida por el gobierno del estado.24 No obstante esa posición contraria a
22
En 1977, Víctor Suárez Molina publicó La evolución económica de Yucatán a través del siglo XIX. En dos tomos realiza un pormenorizado análisis. No existe ni en la Enciclopedia Yucatanense ni en otra publicación un estudio equivalente para el siglo XX. En cuanto a la manufactura del henequén, que había logrado una importante relevancia en Yucatán, sólo merece tres páginas (771-774) en el III Tomo, donde sólo se trata el caso de las dos primeras cordelerías modernas establecidas en Mérida en 1897 y 1922, respectivamente. 23
Gonzalo Cámara Zavala, “Historia de la industria henequenera hasta 1919” y Enrique Aznar Mendoza, “Historia de la industria henequenera desde 1919 hasta nuestros días”, ambos parte del Tomo 3. 24
Por ejemplo, Gonzalo Cámara Zavala, quien presidió la primera Cooperativa, fue el presidente de la Unión de Productores Henequeneros, enfrentada a los gobiernos, tanto federal como estatal, en la década de 1920. Enrique Aznar Mendoza, otro activo participante, publicó en 1932 un escrito titulado El problema
13
los cambios en la organización henequenera y al mismo reparto agrario, fueron convocados para
desarrollar el tema, sin que hubiese habido invitación a la contraparte25 para plasmar sus puntos
de vista. En el tiempo de redacción de los ensayos, Aznar Mendoza era rector de la Universidad de
Yucatán.26 Estas determinaciones, que no pueden haber sido adoptadas por el director de la
Enciclopedia al margen del gobernador del estado, indican que su preparación y edición formaron
parte de un proyecto de reconciliación gubernamental con los sectores de la élite económica
yucateca que habían hecho frente a sus políticas en años recientes, así fuera sacrificando la
participación de intelectuales vinculados a los movimientos sociales de las décadas anteriores.27
Las pistas de las biografías de los ilustres
Fueron catorce personajes seleccionados, de los cuales dos de ellos son considerados héroes
nacionales –Quintana Roo y Cano y Cano- y cuatro, acusados de colaboracionistas con el enemigo,
o de plano traidores a la Patria, como los imperialistas José María Gutiérrez de Estrada, Pedro
Escudero y Echánove, Lorenzo de Zavala, vice-presidente de la República de Texas y Justo Sierra
O’Reilly, quien recibió la delicada encomienda de solicitar la anexión de Yucatán a los Estados
Unidos. Del pasado porfirista sólo son rescatados: Justo Sierra Méndez, campechano nacido
yucateco, así como el dramaturgo y poeta, José Peón y Contreras, conjuntamente con Juan
Gamboa Guzmán, pintor. El autor de la biografía del jurista Isidro Antonio Montiel y Duarte fue
económico de Yucatán: renovarse o morir, que fue calificado como “libelo” por los defensores de la Cooperativa y del gobierno estatal. Sauri R., D., 2012, pp.166-69, 195. En el tiempo de redacción de la Enciclopedia, era rector de la Universidad de Yucatán, puesto al que había arribado por la renuncia de Joaquín Ancona Albertos. 25
Una ausencia significativa en la revisión de los temas henequeneros es la Miguel Ángel Menéndez, quien había participado con amplitud en el debate de finales de la década de 1930, como legislador y ensayista, desde una posición crítica al gobierno, pero afín a la reforma agraria cardenista. 26
Ancona Albertos, científico, de pensamiento socialista y opiniones liberales sobre temas sensibles para los sectores conservadores de la sociedad yucateca, se negó a aceptar los cambios al Estatuto universitario promovidos por el gobernador, porque lesionaban aún más las precarias condiciones de autonomía universitaria. 27
Se puede considerar una clara “derechización” del gobierno de Yucatán, de la cual la Enciclopedia es una de las más claras muestras. Quedaron excluidos de la invitación a participar en la Enciclopedia destacados intelectuales y activistas políticos como Antonio Mediz Bolio y y el citado Miguel Ángel Menéndez. Este último, autor de la novela Nayar, galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1940.
14
Toribio Esquivel Obregón, ex ministro de Hacienda de Victoriano Huerta y fundador del PAN en
1939. Estos son ejemplos del extraordinario eclecticismo que imperó en la selección de los
personajes a biografiar y de los responsables de realizar la investigación.
4.- El Tecnológico de Monterrey
El 6 de septiembre de 1943, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
comenzó su primer ciclo escolar. Un mes después, en octubre, abrió sus puertas la refundada
Universidad de Nuevo León.28 La simultaneidad no fue casual, pues la confrontación entre la élite
empresarial neoleonesa y el gobierno de la década anterior había creado condiciones para que la
primera considerase conveniente, si no que indispensable, su participación en la creación de un
centro de educación superior de carácter privado, que respondiese a sus valores e intereses. Los
obstáculos a remover eran relevantes. Por una parte, no existía precedente alguno de una
universidad fundada y operada por particulares.29 Otra situación estaba vinculada al indispensable
trato con las autoridades federales responsables de dar el visto bueno a un proyecto educativo
estas características.
Empresarios en la educación
La primera gestión de los empresarios neoleoneses hacia la fundación del Tecnológico fue
realizada en 1941, recién comenzaba el gobierno de Manuel Ávila Camacho. El secretario de
Educación Pública, Lic. Luis Sánchez Pontón, aseguró a los enviados del grupo que “…el general
Manuel Ávila Camacho persigue en materia educativa el respeto a la enseñanza privada,
28
En 1933 había sido fundada la Universidad de Nuevo León, que se disolvió en 1934. Ese año se puso en marcha la Universidad Socialista de Nuevo León, que sobrevivió diez meses, para dar paso al Consejo de Cultura Superior, que operó de 1935 a 1943, antecedente inmediato de la hoy Universidad Autónoma de Nuevo León. Morado Macías, César, 2007. “Proyecto revolucionario y educación universitaria en Nuevo León”. Morado Macías, César (coord.). Nuevo León en el siglo XX. La transición al mundo moderno. Del reyismo a la reconstrucción (1885-1939). Fondo Editorial de Nuevo León, Monterrey, p.83. 29
El 7 de marzo de 1943 la Orden Jesuita había fundado en la ciudad de México el Centro Cultural Universitario (CCU), con una Escuela de Filosofía y Letras, incorporado a la UNAM. Diez años después, se convirtió en la Universidad Iberoamericana.
15
ajustándose a los métodos modernos…”.30 No obstante, el procesamiento de la solicitud para la
creación del Tecnológico se realizó ante Octavio Vejar Vázquez, secretario de Educación Pública
desde septiembre de ese mismo año. La llegada del Lic. Vejar aparentemente favoreció las
pretensiones de los empresarios neoleoneses, porque había recibido el encargo presidencial de
atemperar ideológicamente a la educación pública, lo que incluía combatir a los elementos
radicales comunistas en el ambiente de la educación e incorporar de manera más activa la acción
de la iniciativa privada en la enseñanza.31
En la determinación de los empresarios neoleoneses debe haber pesado la dificultad para
conformar un centro de educación superior de carácter público que se rigiera por los criterios
considerados por ellos como “de excelencia”. Sin embargo, en un principio plantearon su
participación en el seno de la universidad pública.32 Con esa intención, los enviados del grupo
promotor de empresarios, Virgilio Garza Jr. y Raúl Valdés Villarreal, se entrevistaron con el nuevo
secretario de la SEP en diciembre de 1941 para perfilar la creación de la nueva institución que
tendría las siguientes “…características fundamentales: personalidad jurídica, autodeterminación,
patrimonio propio, administración eficiente e idónea, garantía de permanencia y vida ajena a toda
influencia extraña, ya sea política, confesional o demagógica de cualquier especie…”.33 Se trataría,
dijeron Garza Jr. y Valdés Villarreal, “…de un tipo de universidad no conocido aún en nuestro
30
Mendirichaga, Rodrigo, 1982. El Tecnológico de Monterrey. Sucesos, anécdotas, personajes. Ediciones Castillo. Monterrey, p.13. El Lic. Luis Sánchez Pontón renunció a la secretaría meses después de la entrevista, en septiembre de 1941, por su posición favorable a la educación socialista y su relación con los movimientos magisteriales. 31
Observaciones basadas en: Solana Morales, Fernando, Raúl Cardiel Reyes y Raúl Bolaños (coord.), 1997. Historia de la Educación Pública en México. Secretaría de Educación Pública-Fondo de Cultura Económica, México, p. 311. Tomado de: http://www.90.sep.gob.mx/index.php/los-secretarios-de-educacion/15d-octavio-vejar-vazquez 32
Don Joel Rocha, conspicuo representante de la élite empresarial regiomontana (fue la cabeza visible de la lucha contra la Ley Federal del Trabajo en 1931), formaba parte de la comisión creada por el gobernador de Nuevo León, general Bonifacio Salinas Leal, que se conformó para la construcción de la Ciudad Universitaria y la reapertura de la Universidad. 33
Mendirichaga, R., 1982, p. 17.
16
medio, lo que trascenderá nuestro mundo cultural y despertará el interés y cooperación
privados…”.34
En su visita a Nuevo León, en abril de 1942, el secretario Vejar anunció la reorganización
de la Universidad estatal, con la colaboración de empresarios locales. De igual manera, el titular de
la SEP declaró que también expondría “…el proyecto de fundar un instituto tecnológico en
Monterrey, con apoyo de la iniciativa privada…”.35 Sin embargo, los trámites realizados en los
meses siguientes conducían a la reapertura de la Universidad estatal exclusivamente, lo cual debe
haber generado un cambio de actitud entre los grupos empresariales promotores de la idea de
participación en la educación superior de la entidad. Las fechas así lo indican, pues en mayo de
1943, don Eugenio Garza Sada36 había solicitado al Lic. Roberto Guajardo Suárez, que se hiciese
cargo de realizar los trámites para establecer la asociación civil que impulsaría la creación del
Tecnológico.37
El apremio de los tiempos puede haber estado vinculado a la reapertura de la Universidad
de Nuevo León, planeada para ese mismo otoño, por lo que se estableció que el Tecnológico
abriría sus puertas en septiembre. En unos cuantos meses se requería encontrar a la persona con
el mejor perfil, eminentemente técnico, para dirigir la institución. Este fue León Ávalos Vez, quien
se desempeñaba como director de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN.
34
Ibíd., p.18. 35
El Instituto Politécnico Nacional había sido fundado en 1936, en el gobierno del general Lázaro Cárdenas, “…como un motor de desarrollo y espacio para la igualdad, apoyando por una parte, el proceso de industrialización del país, y por la otra, brindando alternativas educativas a todos los sectores sociales, en especial a los menos favorecidos…”. Fue el eje de un sistema de enseñanza técnica, proyecto del licenciado Narciso Bassols y los ingenieros Luis Enrique Erro y Carlos Vallejo Martínez. Tomado de: http://www.ipn.mx/Paginas/Acerca_de_IPN.aspx (consulta: 19 julio 2013). 36
Hijo del fundador de la Cervecería Cuauhtémoc, Isaac Garza Garza, fue el presidente del corporativo que manejaba el conglomerado de empresas relacionadas con la Cervecería, el cual se denominaba Valores Industriales, S.A. de C.V. (VISA). Estudió en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se graduó en ingeniería civil en 1916. 37
Los argumentos de EGS para fundar una nueva escuela se fincaban en que la industria mexicana
necesitaba urgentemente técnicos competentes, por lo que “…Vamos a organizar un instituto en forma seria y tendrá el respaldo de las empresas de Monterrey. He tenido pláticas con varios amigos industriales que ven con interés el proyecto y lo apoyarán económicamente…”. Mendirichaga, R., 1982, pp.31-33.
17
La descripción de las impresiones de Guajardo Suárez, su reclutador, sobre la persona del Ing.
Ávalos habla por sí: “…los recibió con su afabilidad natural, la sobriedad monacal de su trato y la
distinción de su esbelta figura. Parecía norteamericano o alemán, alto, delgado, con su tez
blanquísima y las primeras nieves en sus sienes…”.38 La primera entrevista entre los Ingenieros
Garza Sada y Ávalos es descrita por Mendirichaga, como el encuentro “…de un mismo origen
genético, síquico, educativo, pues ambos eran reservados en el trato, medidos en expresión, y
ofrecían la imagen de bondad y de humildad…”.39
Simultáneamente se había conformado la asociación civil denominada “Enseñanza e
Investigación Superior, A.C”, integrada por veintiséis destacados empresarios de los ramos
industrial, comercial y financiero.40 . La institución recibió el nombre de “Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey”, conformado bajo los modelos del MIT (Instituto Tecnológico
de Massachusetts) y la ESIME (Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica), del IPN. La
mayor innovación del proyecto educativo del ITESM consistió en la contratación de maestros de
tiempo completo, una novedad en México. Se estableció asimismo el primer Consejo de
Directores, encabezado por el Ing. Eugenio Garza Sada.41
Innovaciones del proyecto ITESM
La carta enviada al Presidente de la República en la fecha de la inauguración, da cuenta de
las líneas principales del proyecto, al tiempo que informa a la más alta autoridad del país, del buen
resultado de las gestiones de la élite empresarial regiomontana, ahora en el terreno de la
Educación:
38
Ibíd. , p. 31. 39
Ibíd., p.32. 40
Las empresas presentes en la fundación del ITESM en 1943 fueron, en forma destacada, las siguientes: Cervecería Cuauhtémoc, Vidriera Monterrey, Ladrillera Monterrey, Textiles del Norte, Cementos Mexicanos, Fundidora Monterrey, los negocios de los hermanos Santos y de los hermanos Chapa (comercio), los donativos personales de don Domingo Valdés, don Rodolfo García, don Mariano Hernández. Mendirichaga, R., 1982, p. 43. 41
Fueron: Ing. Eugenio Garza Sada, Ricardo Quirós, Ing. Bernardo Elorsúa, Lic. Virgilio Garza Jr., Jesús Llaguno, Andrés G. Sada y Lic. Roberto Guajardo Suárez.
18
“…El Plantel comprenderá tres escuelas: Escuela de Ingeniería Industrial, Escuela de Bachilleres y Escuela de Estudios Contables. Lo patrocina la Asociación Civil denominada Enseñanza e Investigación Superior, que tiene como objeto fomentar y auspiciar las actividades culturales, con carácter no lucrativo…Conocido su interés por el esfuerzo de la iniciativa privada en las tareas educativas, al informar a Usted sobre la apertura del Instituto, que proporciona a los jóvenes la oportunidad de dos carreras nuevas en México: Ingeniería Industrial y Administración de Negocios, esperamos contar con su simpatía y apoyo moral, que nos servirá para fortalecer nuestro optimismo hacia la obra iniciada…”.42
Menos ostensible, pero igual de importante que los maestros de tiempo completo, fue la
decisión de abrir opciones de educación para los empleados y técnicos de las empresas que
desearan ampliar sus conocimientos, pues el ITESM ofrecía estudios de Técnico en Electricidad, en
Mecánica, en Química, en sólo cuatro años, con el único requisito de presentación del certificado
de enseñanza Primaria Superior.43 La estructura administrativa respondía esencialmente a
criterios de administración empresarial. No hubo inicialmente rector, sólo directores y gerentes.44
El efecto de un proyecto exitoso
La puesta en marcha del ITESM representó la capacidad de la élite empresarial de Nuevo León
para vencer la resistencia gubernamental al reconocimiento de la participación del sector privado
en la enseñanza superior de México. El proyecto educativo logró superar el enfrentamiento del
sector privado neoleonés con el gobierno federal de la década de 1930. Tal parece que la vía de la
educación superior fue un camino menos áspero para superar las diferencias.
La compleja relación entre el grupo empresarial más fuerte del país en oposición al
gobierno se vio atemperada por la eficaz mediación ejercida por la institución ITESM. Desde 1946,
42
Mendirichaga, R., 1982, pp.44-45. 43
Ibíd., p. 55. 44
Ricardo Elizondo señala que “…El asunto ITESM fue en sus inicios operado y controlado como si se tratara de un negocio, sólo que la finalidad …no era producir dividendos, al menos, no para ser utilidad repartible. Quizá por eso en un principio no hubo rectores, hubo directores y gerentes. Los fundadores eran unos serios señores empresarios que se habían metido en el campo de la educación,…En la documentación de aquel entonces se detecta el sentido de vigilancia propio de un establecimiento comercial…al lado de un incipiente vocabulario universitario…”. Elizondo Elizondo, Ricardo, 2007. “El Tecnológico de Monterrey. Crónica desde su fundación hasta 1987”. Ortega Ridaura, Isabel, (coord.). Nuevo León en el siglo XX. La industrialización. Del segundo auge industrial a la crisis de 1982. Fondo Editorial de Nuevo León. Monterrey, p.113-114.
19
no hubo presidente de la república que no visitara el ITESM para inaugurar o conmemorar
aniversarios. Fue especialmente significativa para su autonomía la expedición de un decreto por el
presidente Miguel Alemán, en los meses finales de su gestión, en 1952, por el cual autorizaba al
ITESM a expedir en forma directa sus títulos, sin mediación alguna de la SEP.45
El Tecnológico de Monterrey fue para la sociedad neoleonesa en su conjunto y para sus
clases medias ascendentes en especial, símbolo de éxito. En los años siguientes su influencia se
extendió nacional e internacionalmente, lo que representó un flujo de estudiantes de distintas
partes de México y de América Latina. En la lucha por la hegemonía, la élite de Monterrey había
logrado una importante victoria.
Conclusiones
La Enciclopedia Yucatanense y el Tecnológico de Monterrey fueron dos proyectos concebidos
después de un enfrentamiento de las élites regionales con el Estado nacional. En el caso de
Yucatán, la percepción de agresión del gobierno federal hacia los intereses económicos y
distribución del poder local, unió a los políticos y a los empresarios, representados por los
hacendados henequeneros, en una causa común. No sucedió así en Nuevo León, donde la élite
empresarial mantuvo su distancia de los grupos políticos locales, en el juego nacional que para
entonces ya se encontraban inmersos.46
Mirar al pasado
La élite de Yucatán definió al pasado y a la cultura como el terreno para restablecer su hegemonía.
El presente de entonces–a pesar de su prosperidad coyuntural- no ofrecía expectativas de
45
El decreto correspondiente fue publicado en el Diario Oficial de la Federación del viernes 12 de septiembre de 1952. Se reconocía y ampliaba la validez oficial de los estudios y títulos dados por el ITESM. “…Con eso el Tecnológico quedó en situación de institución independiente y libre, con facultades para establecer nuevos estudios o carreras…”. Elizondo Elizondo, R., 2007, p.122. 46
La élite empresarial regiomontana participó activamente en la fundación de la COPARMEX, en 1929. Diez años después, en 1939, lo hizo en la fundación del Partido Acción Nacional. Una fundación del PAN lleva el nombre de “Bernardo Elorsúa y José Martínez”, A.C., ambos fundadores del ITESM.
20
continuidad, una vez que las medidas económicas sobre el henequén habían trastocado las bases
de reproducción de la élite local. Entonces se volvió fundamental la implantación del discurso de
la singularidad incomprendida y poco estimada de Yucatán, que está expresada a lo largo de los
ocho volúmenes de la Enciclopedia Yucatanense. Desde luego, no fue una obra de divulgación
masiva, ni se extendió fuera de los círculos intelectuales de la época. Sin embargo, representó una
forma de autoafirmación de su élite frente al poder del Estado nacional. “…No somos, pero
fuimos…” parece ser el lema que mejor encierra esa estrategia de “cultura defensiva”, a la manera
de Stedman, para su recomposición y sobrevivencia.47 De igual manera, la Enciclopedia
Yucatanense representa el intento más acabado de la “invención una tradición”, en la medida que
logra reconstruir vínculos con un pasado glorioso que, en esos términos, no volverá jamás.
Ganar el futuro
La élite empresarial de Nuevo León, en cambio, desarrolló un proyecto para poner las bases de su
reproducción social y cultural en el largo plazo. Desde el ITESM consolidó su influencia entre las
élites regionales del país, cuyos hijos comenzaron a acudir a Monterrey para recibir una educación
técnica del más alto nivel. Simultáneamente, se sembraban los valores empresariales, se
promovían las relaciones que, años más tarde habrían de fructificar en redes de negocios o
incluso, en proyectos políticos. La penetración cultural no se limitó a las élites, sino que formó
parte de la estrategia de atracción hacia las clases medias, representadas por los empleados de sus
empresas, y de los propios obreros, que, idealmente, podían acudir a la institución para lograr una
capacitación de la más alta calidad. Si bien el proyecto del ITESM puede ser considerado como
pilar de una estrategia de “cultura defensiva” frente al Estado nacional, pronto rebasó esa
condición, para volverse puntal en la construcción y reproducción de la hegemonía de las élites
47
Así se puede interpretar la publicación de obras como La Historia de la Literatura en Yucatán, de José Esquivel Pren, con dieciocho tomos, publicados entre 1956 y 1982, los primeros por la Editorial Zamná y los últimos, por la Universidad de Yucatán.
21
empresariales de Nuevo León. En ese sentido, el ITESM también ha sido exitoso, como parte de la
“invención de una tradición” que tiene su base en el sentido de pertenencia a una región en que
nada ha sido fácil desde el principio de su historia.
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