Meningitis.

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Independientemen-te de la etiología, la mayoría de los niños, que padecen infecciones agudas del S.N.C, presentan semejantes signos y síntomas:

cefalea, vómitos, náuseas, anorexia, inquietud, irritabilidad, fotofobia, fiebre, rigidez cervical, convulsiones y coma

Formas frecuentes de meningitis

Formas infrecuentes de meningitis

Otras formas de meningitis

•Meningitis bacteriana aguda •Meningitis vírica

•Meningitis tuberculosa •Meningitis micótica •Meningitis Sifilítica•Menongoencefali tis amibiana

•Meningitis traumática •Meningitis tóxica•Meningitis tumoral

La intensidad de todos los signos y síntomas, depende del germen específico, así como de la distribución anatómica de la infección, que puede ser difusa, como en el caso de:

La MENINGITIS y la ENCEFALITIS. La meningitis, es una afección de las meninges. La encefalitis, es una afección del parénquima cerebral. En muchos niños, la infección afecta tanto las meninges, como el parénquima, por lo tanto, se considera que el niño padece una MENINGOENCEFALITIS.

Meningitis, significa inflamación de las meninges, especialmente de la aracnoides y la piamadre.

Es una enfermedad infecciosa del S.N.C, que afecta el encéfalo y las meninges, y es causada por bacterias, cualquiera sea su género o especie. El proceso infeccioso lleva asociada una inflamación de los ventrículos y del conducto central de la médula espinal, así como la contaminación bacteriana del líquido cefalorraquídeo.

Los estudios estadísticos recogen una incidencia de 2 a 3 casos por 110.000 habitantes por año. Advierten, además, que esta cifra es de tres a cuatro veces superior en el grupo de pacientes menores de un año y más del 50% afecta niños menores de tres años.

El gérmen productor de la meningitis varía dependiendo de la edad del niño, aunque el 80% de los casos de meningitis bacteriana de la infancia tienen como causa a Neisseria meningitidis, Haemophilus influenzae y streptococcus Pneumoniae.

Además, la mayoría de los casos se concentran en los recién nacidos y los lactantes, con un 75% del total de meningitis bacteriana de toda la infancia

Los factores predisponentes que favorecen las infecciones del S.N.C del niño, son los mismos que los de otros procesos infecciosos. Entre ellos están el bajo peso al nacer, la prematuridad, la desnutrición, el hacinamiento, la pobreza, la diabetes, la insuficiencia renal y en general, todos aquellos procesos que suponen un trastorno del sistema inmune

Se cree que éste germen se adquiere por vía respiratoria, aunque la colonización de la nasofaringe rara vez implica la diseminación, y el sujeto se convierte en portador asintomático. La diseminación cuando ocurre, tiene lugar por vía hematógena (meningoceccemia) a partir de las vías respiratorias superiores.

El recién nacido tiene anticuerpos protectores, sobre todo Ig G procedentes de la madre, pero en los lactantes de 3 a 24 meses disminuyen, lo que genera un pico de incidencia de la enfermedad meningococcica. La meningococcemia, provoca una respuesta inflamatoria aguda con hemorragia y necrosis en cualquier parte del organismo, pero es mortal cuando afecta el corazón, el sistema nervioso central, la piel, las mucosas y las suprarenales

La N. Meningitidis, provoca tres cuadros clínicos fundamentales: infecciones de las vías aéreas altas, sepsis meningococcica y meningitis purulentas. La infección de vías altas, normalmente rinofaringitis, es el cuadro más habitual.

La sepsis meningococcica se desencadena por el paso del gérmen a la circulación, con focos de infección en la piel, erupción petequial, púrpura en muñecas y piernas en las primeras 24 horas, fiebre, cefalea y artralgias

El shock endotóxico y la coagulación intravascular diseminada son las complicaciones más graves, mientras que a veces sigue un curso fulminante (síndrome de Waterhouse-Friederichsen) con colapso vascular por hemorragias masivas y bilaterales de las glándulas suprarrenales

La meningitis purulenta tiene un comienzo brusco; en este caso, la presencia de un rash petequial es signo de gravedad y puede llegar al coma en pocas horas. El meningococo puede dar lugar a otros cuadros, como otitis, artritis, conjuntivitis purulenta y neumonía

El microorganismo puede aislarse en vías respiratorias altas entre el 2% y el 7% de la población general y ocasionalmente provoca la enfermedad invasora por su diseminación hematógena. El ser humano es el único reservorio de la enfermedad; la transmisión se hace persona a persona, tanto por contacto directo, como por gotitas de saliva y por contacto con secreciones faríngeas

Se desconoce el período de incubación y es trasmisible luego de 24 a 48 horas del tratamiento con antibióticos. Los cuadros de meningitis por este agente ocurren, en los niños entre 3 meses y cinco años, y es rara en los recién nacidos, debido a la protección con anticuerpos maternos que son transmitidos a través de la lactancia materna. Los signos y síntomas que se asocian con ésta enfermedad, son graves (hipoacusia, retraso sico-motor, trastornos del lenguaje, parálisis facial, entre otros.)

Se encuentra entre la flora normal del aparato respiratorio superior, de modo que hasta el 91% de los niños comprendidos entre seis meses y cuatro años y medio son portadores sanos; El reservorio es el hombre y la transmisión tiene lugar por contacto oral directo, diseminación de gotitas de saliva, o de manera indirecta por objetos recién contaminados con secreciones respiratorias

Son en su mayoría estreptococos Beta hemolíticos, que forman parte de la flora intestinal, pero que colonizan el tracto genital de la mujer por proximidad. Por lo tanto, las infecciones en los neonatos por lo tanto son frecuentes y están asociadas al paso del recién nacido por el canal del parto (infección vertical), a la aspiración de líquido amniótico contaminado, a la rotura prematura de las membranas o a la aspiración de secreciones del canal del parto

Si la enfermedad se desarrolla luego del décimo día de nacido, hasta los tres meses, están causadas por infección horizontal, asociada al contacto directo de la madre o el personal sanitario (infecciones nosocomiales), con cuadros de meningitis con o sin sepsis. La lactancia materna es un factor protector frente a la infección estreptococcica

La prueba de elección para el diagnóstico de meningitis bacteriana es la Punción Lumbar (PL) y el exámen del líquido cefálorraquídeo (LCR)

Edad Leucocitos por mm cúbito

Proteínas mg por dl

Glucosa mg por dl

RN pretérmino

0 – 29 65 – 150 55

RN a término

0 – 32 25 – 170 44

Lactantes y niños

0 - 7 15 - 45 60

En la meningitis bacteriana aguda, se observa un aumento en la presión intracraneana (PIC), hay aumento en el número de leucocitos con predominio de los polimorfonucleares y de las proteínas y disminución en el nivel de glucosa (glucorraquuia). El aspecto denso y turbio en el LCR, (que en condiciones normales es color agua de roca), sugiere colonización bacteriana, y el estudio microbiológico, junto con el cultivo, del líquido cefalorraquideo, permiten el aislamiento del germen

También se realizan hemocultivos, para descartar sepsis, hemograma completo, en donde se observa leucocitosis y algunas técnicas radiográficas que son útiles para localizar abscesos cerebrales, hipertensión intracraneal, trombosis cerebral, entre otras

Agrupa todos aquellos procesos inflamatorios de las meninges, no provocados por bacterias, se resuelven normalmente de 3 a 10 días, en forma espontánea y sin secuelas.

La meningitis viral o meningoencefalitis vírica, es una meningitis aséptica que se presenta con un proceso inflamatorio de las meninges y del tejido cerebral. La infección se transmite persona a persona

La clínica es muy variable, y puede cursar con fiebre, náuseas y vómitos, rígidez de nuca, fotofobia. El diagnóstico se realiza por punción lumbar, pues sólo a través de ésta se realiza el diagnóstico diferencial con meningitis bacteriana, además por que a diferencia de la meningitis bacteriana, la viral presenta un aumento de las células mononucleares en el LCR

Son actividades todas, que apoyan el tratamiento y manejo terapéutico del niño hospitalizado

Involucrar a la familia en el cuidado y tratamiento del niño con meningitisAislamiento respiratorio, por 48 a 72 horas luego de iniciar tratamiento con antibióticos

Administración de antibioticoterapia, según normas de bioseguridadEducación a la familia acerca del manejo del aislamiento y cuidados con el niño que presenta fotosensibilidadAdministrar líquidos y alimentos fraccionadosCubrir las necesidades fisiológicas básicas del niño como son la hidratación, nutrición, respiración regulación térmica

Evaluación permanente del estado neurológico del niño: aplicando la escala de coma de Gasglow, observando la presencia o no de convulsiones, evaluación de la presencia o no del síndrome meníngeo. Cambios de posición frecuentes en aquellos niños que tienen alteraciones de conciencia, masajes circulares con cremas hidratantes y humectantes

Toma de signos vitales, máximo cada cuatro horas No olvidar que es función del profesional de enfermería, velar por que la estancia del niño en el hospital, sea lo menos traumática posible y siempre tener presente la posibilidad de que el niño sufra el síndrome de hospitalismo, que puede agravar su cuadro clínico