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LA DINÁMICA DEL CONFLICTO COLOMBIANO Y LA TEORÍA DE LAS
ORGANIZACIONES: UNA MIRADA A LAS FARC
JOHANN SEBASTIÁN GONZÁLEZ VILLARRAGA
Trabajo de grado para optar por el título de
Politólogo
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C.
2010
LA DINÁMICA DEL CONFLICTO COLOMBIANO Y LA TEORÍA DE LAS
ORGANIZACIONES: UNA MIRADA A LAS FARC
JOHANN SEBASTIÁN GONZÁLEZ VILLARRAGA
Trabajo de grado para optar por el título de
Politólogo
Director
GUSTAVO SALAZAR
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C.
2010
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN 1
1. CAPITULO 1: MARCO TEÓRICO 5
1.1 LAS NUEVAS GUERRAS 6
1.2 TEORÍA DE ELECCIÓN RACIONAL 10
1.3 TEORÍA DE ELECCIÓN RACIONAL APLICADA A LOS CONFLICTOS 12
1.4 ACCIÓN COLECTIVA 15
1.5 TEORÍA DE LAS ORGANIZACIONES 19
2. CAPITULO 2: EL CASO COLOMBIANO Y LAS FARC
2.1 EL CONFLICTO COLOMBIANO 23
2.2 EVOLUCIÓN DEL CONFLICTO COLOMBIANO 25
2.3 SITUACIÓN ACTUAL DEL CONFLICTO COLOMBIANO 28
2.4 LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA (FARC) 31
2.4.1 Evolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) 34
2.5 SITUACIÓN ACTUAL DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE
COLOMBIA (FARC) 37
3. CAPITULO 3: TEORÍAS Y LAS FARC EN EL CONFLICTO COLOMBIANO
3.1 DOS ENFOQUES DESDE LA ESTRUCTURA 40
3.2 UNA ORGANIZACIÓN BAJO PRESIÓN 43
3.3 DESAFÍOS Y REACOMODAMIENTO EN EL CONFLICTO 45
4. CONCLUSIONES 49
BIBLIOGRAFÍA 51
1
INTRODUCCIÓN
Hablar de Nuevas Guerras implica referirse a que en la actualidad se ubican al
interior de los Estados. Esta situación ha permitido identificar que existen nuevos
elementos vinculados con el proceso de globalización que proporciona a los actores
involucrados capacidades de control, comunicación, inteligencia y financiación con
las que no se contaba en tiempos anteriores. Es esencial mencionar que en las
Nuevas Guerras se ha producido una transformación en los objetivos, los modos de
financiación y los métodos de lucha, por ende se determina la forma de liberar este
tipo de confrontación. A partir de las tres características mencionadas, las Nuevas
Guerras contienen un cuarto aspecto, la estructura organizacional. Precisamente el
tema de las estructuras organizacionales es abordado porque dentro de los conflictos
que se desarrollan al interior de los Estados tiene una connotación especial, debido a
que es una herramienta de análisis que gira en torno a los elementos
organizacionales, operacionales, que repercuten en la dinámica de los conflictos.
En el marco de estas nuevas dinámicas, se debe señalar que el caso colombiano se
ajusta a la realidad de los conflictos contemporáneos. Bajo esta perspectiva implica
un desdibujamiento de las distinciones entre guerra, crimen organizado y violaciones
a gran escala de los derechos humanos, así mismo se han transformado los
objetivos de guerra, los métodos de lucha y los métodos de financiación. En términos
generales se debe decir que la desestatización de la violencia organizada y el
surgimiento de actores paraestatales y privados han sido característicos de los
conflictos armados durante las últimas décadas, y el caso de Colombia no ha sido la
excepción.
Para la elaboración de este trabajo, existieron incentivos, de los cuales destaco un
interés personal para abordar toda la capacidad estratégica de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia FARC y sus diferentes dinámicas organizacionales en
el conflicto colombiano. En este sentido no se ha profundizado en las estructuras que
2
son necesarias para llevar a cabo las diferentes acciones que caracterizan a los
conflictos; ese vacío se puede llenar mediante la comprensión de las complejas
estructuras con que están dotadas las organizaciones que libran las nuevas guerras,
bajo estas circunstancias es posible entender porque éstas que se libran al interior
de los Estados son tan difíciles de terminar.
A partir de estos planteamientos es posible definir el tipo de amenaza en el caso
colombiano, porque permite conocer la estructura a la que nos enfrentamos, en este
sentido se puede analizar y comprender qué puede hacer, cuáles son sus objetivos,
cómo toman decisiones, cuáles son sus conflictos, cuáles son sus fortalezas y
debilidades, cómo es el juego de poder internamente y qué tan integrada está a las
dinámicas de la globalización.
Precisamente este interés o inquietud lleva a revisar y a determinar que al utilizar el
concepto “organizaciones” se está haciendo referencia a objetivos específicos y
generales de acuerdo a unos intereses dados por una jerarquía para el cumplimiento
de lo que se ha planeado, es porque dentro de las organizaciones hay objetivos
comunes, porque precisamente nacen con una finalidad concreta y cumplen un rol
estratégico en la dinámica del conflicto. Ante estas circunstancias la pertinencia de
este trabajo de grado, radica en explicar la razón del porqué las FARC han
construido una importante fortaleza organizacional. Este tipo de características se
han convertido en una meta ideológica para poder constituirse como organización
que puede imprimir identidad colectiva al grupo guerrillero. Siendo así se pretende
ofrecer los aportes necesarios a posibles investigaciones sobre el tema, de igual
forma enriquecer el campo del conflicto colombiano y la investigación en el país.
Frente a estas circunstancias, el trabajo de grado se concentra en analizar y
profundizar la importancia del rol estratégico de las FARC en el caso colombiano,
exactamente en la búsqueda de su consolidación institucional y de su estabilidad, lo
cual significa tener una estructura orgánica coherente. Un primer elemento de
acercamiento al contexto de este grupo, es la lógica de su estructura de acuerdo a
3
una de las formas organizacionales previamente identificadas y que se inserta en el
modelo del grupo guerrillero, otro elemento es justamente el contenido de esa
estructura organizacional que permitirá conocer cuáles son las capacidades que las
FARC pueden desplegar a nivel estructural en el caso colombiano y finalmente la
vinculación de la estructura con las dinámicas globales que pueden mostrar nuevas
formas, nuevas fortalezas y debilidades en la organización en el contexto del
conflicto colombiano. En términos concretos, este trabajo de grado es de total
vigencia, ya que radica en la necesidad de analizar los efectos de los diferentes
comportamientos que viene desarrollando las FARC en el ámbito del conflicto
colombiano.
Se busca fundamentalmente entender porque las FARC se comportan como lo
hacen a pesar de los altos costos que le ha generado el conflicto. De otra parte está
la necesidad de analizar su reorientación en el conflicto colombiano, sin duda alguna
estos referentes facilitan la comprensión de su comportamiento estratégico en el
caso colombiano. Es por esto que el interés que se persigue va mas allá de lo que se
conoce sobre la guerrilla de las FARC como uno de los principales actores más
influyentes en la dinámica del conflicto. En general, son múltiples los estudios que se
han elaborado en Colombia sobre las FARC, sobre sus modalidades estratégicas,
sus concepciones ideológicas, entre otros elementos que son fundamentales para
entender a la guerrilla en el contexto del conflicto colombiano. A partir de lo anterior
se busca un análisis desde la Acción Colectiva y la Teoría de las Organizaciones que
facilite la comprensión de un actor tan dinámico, como lo es este grupo en un modo
de conflicto que se desarrolla principalmente en los niveles político- militares, en los
cuales los protagonistas usan formas estratégicas para la consecución de objetivos
incluyendo la doctrina, táctica y estrategia como componentes decisivos en el
desarrollo del conflicto.
4
Planteamiento del problema:
Se busca determinar y demostrar como las FARC se han adaptado a los desafíos y
retos del conflicto colombiano, generando nuevas formas, nuevas fortalezas y
debilidades. Es pertinente conocer con detalle la estructura organizacional de la
amenaza, ya que es crucial para entender y construir una imagen clara de cómo
operan los procesos de poder, los conflictos, el liderazgo, la toma de decisiones, las
comunicaciones y las dinámicas de cambio, dentro de una organización como las
FARC. De acuerdo a las diferentes generalizaciones que se han establecido, se
pueden establecer varios interrogantes, entre ellos:
¿Cómo ha sido la evolución del conflicto colombiano?, ¿cuáles han sido sus
transformaciones recientes?, ¿es el conflicto colombiano una “nueva guerra”?, ¿por
qué sería una nueva guerra?, ¿qué características permitirían dicha clasificación?,
¿en relación con las nuevas guerras, es el conflicto colombiano un conflicto
asimétrico?, ¿cómo se manifiesta dicha asimetría?, ¿cómo responden los actores
armados a dichas asimetrías?, ¿cómo enfrentan las FARC dicho desafío?, ¿qué
fortalezas y debilidades se conciben en la dinámica estratégica al interior de las
FARC en el momento actual?, ¿cómo se manifiesta esto en la estrategia de las
FARC?, ¿cuál es su estrategia?, ¿son las FARC una organización?, ¿qué implica
que las FARC sean una organización en el escenario de la guerra?
Pregunta de investigación:
¿Si la seguridad democrática y la reingeniería de las fuerzas armadas han planteado
mayores desafíos para la acción colectiva de las FARC, cómo enfrenta este grupo
dicho desafío?
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Hipótesis:
La reingeniería de las Fuerzas Armadas y la política de seguridad democrática han
implicado un serio desafío a las FARC y han impuesto fuertes retos a este grupo
para resolver sus problemas de acción colectiva, al que éstas han respondido
tratando de fortalecerse como organización. De esta manera, dado que teorías como
la Teoría de Elección Racional, no proveen elementos explicativos suficientes para
entender la respuesta de las FARC a los actuales desafíos de la Acción colectiva, la
teoría de las organizaciones complementa el análisis.
Objetivos de investigación
Objetivo general:
Analizar y determinar si la Teoría de las Organizaciones permite entender
cómo las FARC responde a los actuales desafíos de Acción Colectiva.
Objetivos específicos:
Analizar si el conflicto colombiano se inscribe dentro de la lógica de las nuevas
guerras.
Analizar los alcances explicativos y las limitaciones de la TER para entender la
dinámica y evolución de las FARC en el conflicto colombiano.
Analizar las posibilidades que la Teoría de las Organizaciones genera para
comprender la respuesta actual de las FARC a los desafíos de la Acción
Colectiva.
Analizar los desafíos de la Acción colectiva para un escenario como es la
guerra.
Describir y analizar la evolución de las FARC.
6
1. MARCO TEÓRICO
1.1 LAS NUEVAS GUERRAS
La guerra es pues un acto de violencia para obligar al contrario a hacer nuestra
voluntad (Clausewitz, 2005: 17). Es por eso que la guerra en su fase inicial es una
guerra entre estados, esa es la base de la concepción teórica de Clausewitz. De este
modo a partir de la II Guerra Mundial, las guerras dejaron de ser entre estados y con
la globalización, las nuevas guerras se dan al interior de los estados, en la que el
objetivo es infligir la máxima violencia. Frente a las nuevas dinámicas del sistema
internacional, “las nuevas guerras se convirtieron en conflictos armados que surgen
en el contexto del proceso de globalización, de debilitamiento del Estado nación, de
erosión del monopolio de la violencia legítima (Kaldor, 2001:15). En este sentido, en
las nuevas guerras los estados han disminuido de forma unilateral la fuerza contra
otros estados. Las nuevas guerras implican un desdibujamiento de las distinciones
entre guerra, crimen organizado y violaciones a los derechos humanos (Kaldor,
2001:15).
En las nuevas guerras los intereses son tanto internacionales como locales, tanto
públicos como privados. “Se lucha por objetivos políticos particulares y se emplean
tácticas de terror y desestabilización que en teoría están prohibidas según las reglas
de la guerra moderna (Kaldor, 2001:26). Estos conflictos enfrentan, más que a los
sectarismos entre sí, a éstos con una concepción cosmopolita del mundo, que es la
auténtica víctima. En síntesis, “estas nuevas guerras generan y se sostienen gracias
a una economía sumergida y criminalizada (Kaldor, 2001:24). La definición de las
nuevas guerras y el contexto son dinámicos, la lógica y funcionamiento se han
transformado, se ha cambiado la forma de combatir, operar y la forma de librar la
guerra, bajo esta óptica, existen nuevas estrategias bélicas que aprovechan la
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experiencia tanto de guerrilla como de la lucha contrarrevolucionaria (Kaldor,
2001:22). No hay duda que “las nuevas guerras intentan evitar el combate directo y
hacerse con el territorio a través del control político de la población, pero mientras
que la guerra de guerrillas pretendía ganarse a la gente, las nuevas guerras toman
prestadas de la contrarrevolución unas técnicas de desestabilización dirigidas a
sembrar el miedo y el odio (Kaldor, 2001:23).
En segundo lugar se encuentran los cambios que se han generado en los métodos
de lucha. Las guerras son libradas por múltiples tipos de unidades de combate donde
es posible identificar varias características fundamentales: las fuerzas armadas
regulares o lo que queda de ellas, grupos paramilitares, unidades de autodefensa,
mercenarios extranjeros y tropas extranjeras, generalmente bajo grandes auspicios
internacionales. Bajo esta perspectiva, estas unidades de combate, por su reducida
dimensión, tienen mucho en común con la guerra de guerrillas. Frente a esta última
característica se debe señalar que no solo concierne a los movimientos de fuerzas,
sino a los efectos que ellas producen. El objetivo es conducir la batalla sobre las más
ventajosas circunstancias. El propósito es hostigar al enemigo en su propio terreno
con destacamentos irregulares y mediante ataques rápidos y sorpresivos (Hart;
1954). En este tipo de circunstancias entonces se carece de la jerarquía, el orden y
los sistemas verticales de mando que caracterizaban a los guerrilleros y que están
tomados de la guerra moderna y de la estructura de los partidos leninistas o
maoístas (Kaldor, 2001:102).
Como lo anotaría Kaldor, el objetivo central de la guerra, es lograr el control del
territorio mediante la obtención del apoyo de la población en vez de arrebatárselo a
las fuerzas enemigas, dominando zonas donde la administración central no tiene fácil
acceso y donde la guerrilla puede moverse fácilmente, en respuesta a esta situación
la contrainsurgencia, ha buscado destruir el entorno en el que actúan los
revolucionarios (Kaldor; 2001). Las nuevas guerras toman elementos de ambas
formas de guerra. Por un lado de la guerra revolucionaria toman la estrategia de
dominar el territorio mediante el control político y de la contrainsurgencia toman la
8
idea de establecer el control político mediante el uso de la violencia contra los civiles
y la adhesión a un estereotipo, más que una idea. Así el principal método de control
territorial no es el apoyo de la población sino de su desplazamiento y eliminación
mediante técnicas como el asesinato, la limpieza étnica y haciendo inhabitable la el
territorio mediante la siembre de diferentes artefactos explosivos o el ataque a
objetivos civiles (Kaldor, 2001:134).
En este orden de ideas, las nuevas guerras son diferentes de las viejas en cuanto a
los objetivos, los métodos de lucha y los modos de financiación, esto permite
evidenciar que existe un cuarto elemento que se convertirá en eje decisivo, la
estructura de las organizaciones. A la luz de estos elementos, es necesario resaltar
que existen múltiples motivos y causas en torno a las nuevas guerras, precisamente
en este tipo de conflictos no luchan los Estados, sino actores paraestatales. Ante
estas circunstancias las nuevas guerras inevitablemente están conduciendo a la
desintegración de los Estados y todavía inestables, que constantemente hay un
sometimiento a ciertas influencias políticas del contexto externo y sobre todo están
integradas en sistemas de intercambio de la economía mundial que hacen imposible
un desarrollo políticamente controlado de sus economías nacionales (Münkler,
2002:11). Esta perspectiva permite evidenciar que existen múltiples interpretaciones
sobre las nuevas guerras, en especial la centralidad en el aspecto económico y en
los aspectos de la privatización.
La guerra ya no es monopolio de los Estados y es evidente que la era de las guerras
interestatales llego a su fin. Pero los conflictos no han desaparecido, sólo han
cambiado de forma, las nuevas guerras proliferan en todos los rincones del planeta.
En este sentido Münkler va más allá de los planteamientos de Kaldor, cuando entra a
analizar sus características decisivas. Los señores de la guerra, los mercenarios y
los terroristas desempeñan ahora el papel principal que antes correspondía al
Estado, en este sentido, la violencia se ha privatizado y se ha convertido en un
negocio rentable. La desaparición de las batallas clásicas y de las líneas de frente ha
desdibujado el límite entre la guerra y la paz; siendo así, las nuevas se desarrollan
9
según los principios de la guerra de largo aguante, por decirlo en términos maoístas
(Münkler, 2002: 17). De igual forma vale rescatar que la mayoría de los actores de
las nuevas guerras se conforman con lo que Mao denominaba “defensiva
estratégica”, utilizan la fuerza militar con el fin de mantener su existencia, sin intentar
en serio una solución militar que ponga fin a la guerra (Münkler, 2002: 17).
Es propio de las nuevas guerras la pérdida del monopolio de la violencia bélica por
parte del Estado, así mismo se debe señalar que la guerra en la lógica estratégica se
puede concebir como simétrica o asimétrica, la guerra simétrica, como las de los
siglos XXVIII, XIX e incluso XX, puede definirse como una guerra que las partes
libran a la misma velocidad. En la guerra simétrica, lo que decidía la victoria eran, por
lo general, mínimas ventajas por lo que respecta a la aceleración (Münkler; 2002). En
tanto que las guerras del siglo XXI, guerras asimétricas son conflictos violentos
donde existe una gran desproporción entre las fuerzas tanto militares como políticas
de los bandos implicados, y que por lo tanto obliga a las partes a utilizar medios fuera
de la tradición militar común.
Bajo este criterio el argumento predominante es que las guerras civiles han
cambiado fundamentalmente desde el final de la guerra fría. Según este argumento,
las "nuevas" guerras civiles son diferentes de las "viejas" guerras civiles a lo largo de
al menos tres dimensiones relacionadas - son causados y motivados por la
depredación privada en lugar de las quejas colectivas y las preocupaciones
ideológicas, las partes en esos conflictos carecen de apoyo popular y deben basarse
en la coerción, y gratuita, la violencia brutal se dispensa contra la población (Kalyvas,
2001: 101). Con este criterio las recientes guerras civiles, por lo tanto, se distinguen
por ser criminales en vez de fenómenos políticos. De acuerdo a lo expresado por
Kalyvas, la explicación de este tipo de violencia común en las guerras civiles, es
decir, la violencia que es importante por su número de víctimas, su barbarie (o
brutalidad) y el hecho de que las víctimas y los verdugos han tenido una actuación
pacífica en su interacción del pasado (es decir, los vecinos) (Kalyvas, 2001: 104).
10
Esta relación implica que en las nuevas guerras la declinación del conflicto armado
ha pasado de un estado a otro y del aumento percibido de la frecuencia de guerras
civiles desde el final de la guerra fría, especialmente en Europa, esto ha contribuido a
una nueva onda del interés en guerras civiles (Kalyvas, 2001: 108). Esta clase de
interés se centra en la competición étnica mientras que la actual fuente del conflicto
se centra extensamente en guerras civiles de la posguerra fría, es decir lo que se
conoce como nuevas guerras civiles, frente a las conocidas viejas guerras civiles.
1.2 TEORÍA DE ELECCIÓN RACIONAL
La Teoría de Elección Racional es una teoría social con perspectiva analítica. Este
tipo de concepción teórica se aproxima a los fenómenos sociales asumiendo que
estos se pueden explicar en términos de sus partes constitutivas y de las relaciones
causales que existen entre ellas (Abitbol y Botero, 2005: 134). Así mismo se destaca
que es un relato causal sobre la operación de los mecanismos que permiten que la
interacción entre las partes, es decir lo pequeño, produzca fenómenos generales, lo
grande. Es importante anotar que las unidades de análisis de esta teoría son
acciones humanas individuales consideradas en el espectro social.
La Elección Racional resulta consecuente con el individualismo metodológico y con
la racionalidad, su aporte principal es que las decisiones de cada individuo dependen
de las decisiones de todos y viceversa (Lozada y Casas, 2006:2). Se debe tener en
cuenta que la Teoría de Elección Racional puede ser vista desde dos ángulos, como
una teoría normativa y como una teoría descriptiva. Como teoría normativa, dice qué
es lo que se debe hacer para lograr ciertas metas, lo mejor posible, aún cuando no
dice cuáles deben ser esas metas. Como teoría descriptiva, su misión es la de
ayudar a predecir ciertas acciones. Estos elementos permiten entender que la
elección racional es instrumental: está guiada por el resultado de la acción. Las
acciones son evaluadas y elegidas no por sí mismas sino como un medio más o
menos eficiente para otro fin (Elster, 1989: 31). En consecuencia la Elección
11
Racional recurre a varios elementos necesarios para garantizar que se dé una
situación de elección y qué cursos de acción generan mejores resultados. Ante este
tipo de circunstancias, entre varias opciones para buscar el mejor resultado, actuar
racionalmente significa elegir la alternativa con la jerarquía más alta dentro de un
grupo de alternativas factibles (Elster, 1989: 32).
De acuerdo a los planteamientos anteriores, la elección racional se ocupa de hallar
mejor el mejor medio para fines dados. Es un modo de adaptarse de manera óptima
a las circunstancias (Elster, 1989: 33). Ahora bien, esta situación de elección permite
señalar dos dimensiones; es necesario hacer una distinción entre información
perfecta e imperfecta. Las situaciones en donde tenemos una información perfecta
acerca de todos los cursos de acción alternativos son muy difíciles de darse, por esta
razón son más importantes las de elección en donde la información es imperfecta.
De este hecho se derivan dos situaciones: el riesgo y la incertidumbre. De este modo
un escenario como el riesgo se define como una situación en la que se adscriben a
las consecuencias de ciertos cursos de acción ciertas probabilidades numéricas. La
incertidumbre es una situación en la que el criterio normativo para tomar una decisión
consiste en elegir la opción que maximice la utilidad esperada. (Lozada y Casas,
2006: 7). Otra distinción importante que se debe tener en cuenta en una situación
propia de elección racional es la que existe entre decisiones paramétricas y
decisiones estratégicas. Una decisión es paramétrica cuando el agente enfrenta
restricciones externas que ya están dadas. El agente primero estima las restricciones
y luego decide qué hacer. Por el contrario en una situación estratégica se da una
interdependencia entre las decisiones de distintos agentes. El agente, antes de tomar
su decisión, tiene que prever qué es lo que los otros van a hacer, y tiene que prever
lo que los otros van a pensar que va a hacer él (Elster, 1989: 34) bajo este criterio se
puede pensar que esta situación da origen a un regreso al infinito pero esto no es así
puesto que se puede llegar a un punto de equilibrio.
En general la Elección Racional es instrumental, está guiada por el resultado de la
acción y a su vez puede servir como medio más o menos eficiente para otro fin.
12
Cuando se enfrentan varios tipos de acción la gente suele hacer lo que cree que es
probable que tenga el mejor resultado general (Elster, 1989: 36). Esta visión puede
verse alterada cuando fracasa la racionalidad, es por esto que una acción racional es
el resultado de tres decisiones óptimas: la primera, debe ser el mejor medio para
realizar el deseo de una persona dadas sus creencias; segundo, esas creencias
deben ser óptimas dada la prueba de que dispone la persona; y tercero, debe reunir
una cantidad óptima de pruebas, ni demasiadas ni muy pocas (Elster, 1989: 39).
Partiendo de las diferentes concepciones establecidas sobre la Teoría de Elección
Racional, resulta fundamental señalar que cuando la gente enfrenta varios cursos de
acción la gente suele hacer lo que crees que es probable que tenga el mejor
resultado general (Elster, 1989: 31). En consecuencia, las personas podrían por una
elección racional entrar en conflicto o no con otro actor. Si lo hacen, su
comportamiento será estratégico. El problema es cómo explicar la participación en
acciones colectivas si la motivación fundamental será siempre individual e
instrumental, es decir, buscar su beneficio particular. Surge la teoría del “gorrón o
aprovechado”. Aquellos que participan sólo a condición de una serie de incentivos
selectivos y cuando el costo es asumible, su comportamiento es estratégico. No hay
duda que la Teoría de Elección Racional atribuye a la acción humana una clara
intencionalidad y en este sentido rompe con las visiones mecanicistas de la conducta
humana en las cuales èsta es vista como producto de fuerzas externas al ser
humano. En este sentido, bajo el marco de la Elección Racional se puede señalar
que los individuos evalúan los beneficios y los costos antes de cometer una falla, de
forma tal que utilizan los medios más eficaces para el logro de determinados fines.
1.3 TEORÍA DE ELECCIÓN RACIONAL APLICADA A LOS CONFLICTOS
Las nuevas guerras contienen elementos étnicos y religiosos pero que no son, la
mayoría de las veces, causas de los conflictos. Hay que tener en cuenta que las
nuevas guerras se mantienen mediante una amalgama, difícil de estructurar, de
ansias de poder personal, convicciones ideológicas, codicia, corrupción, y claro a
13
menudo, de objetivos y fines que no son reconocibles, esa mezcla de motivos hace
especialmente difícil controlar a esos conflictos armados y establecer una situación
de paz estable. La teoría de elección racional no entra a examinar la validez de estas
creencias, sino sencillamente las asume como puntos de partida para adelantar el
análisis de las decisiones de los individuos (Lozada y Casas, 2006: 12). Con este
criterio se busca determinar los vínculos y el análisis que se pueden hacer desde la
Teoría de Elección Racional en la explicación de los conflictos. Para el desarrollo de
este criterio Collier afirmaría que las guerras civiles y conflictos internos no están
correlacionadas con medidas objetivas de injusticia, reclamo o penurias, tales como
ausencia de democracia, inequidad o divisiones religiosas o étnicas (Collier, 2001).
Los factores que generan conflicto no son estas causas objetivas sino las
posibilidades de lograr ingresos por las actividades de guerra, así mismo, la
viabilidad financiera de una organización rebelde se convierte en la causa de la
guerra civil. Solo queda preguntarnos por qué las penurias suelen ser mencionadas
por aquellos que hace la guerra como la verdadera justificación y por qué la
percepción de la realidad como información afecta su comprensión y las acciones de
los individuos. En este sentido Collier afirma que los miembros de las facciones en
conflicto son en realidad manipulados por sus líderes y que en realidad la rebelión es
una depredación a gran escala de actividades económicas (Collier, 2001).
La guerra no se pelea sobre esperanzas u odios, se pelea con armas; el conflicto
predatorio puede no ser el objetivo de la organización rebelde, pero es la forma de
financiar el conflicto (Collier, 2001). Dado cualquier nivel de privación relativa o de
penuria es la viabilidad de la depredación lo que determina el riesgo de conflicto. Lo
que importa es que la rebelión no está relacionada con las circunstancias objetivas
de penuria al tiempo que es causada por la viabilidad de la depredación. El conflicto
es una realidad compleja como para pretender construir una teoría general que se
aplique a todo tipo de conflictos. El análisis económico puede ofrecer, pese a ello una
serie de proposiciones sobre la base de considerar los intereses económicos de los
individuos y de los grupos sociales en los que ellos actúan (Collier, 2001). Esto
evidencia que bajo el proceso de la confrontación la Teoría de Elección Racional
14
explica porque los individuos continuamente buscan maximizar las ganancias o
restringir algunos costos-beneficios fijando auto compromisos para tener resultados
óptimos. Cuando esto se presenta, lo que está en el núcleo del conflicto es una
diferencia de intereses entre las partes, en si los conflictos son un fenómeno de
grupos en competencia.
Bajo estas apreciaciones conceptuales, los planteamientos de David Keen, a
diferencia de Collier toman una gran importancia debido a las motivaciones
económicas pero no solo por la codicia sino por los agravios en los conflictos
contemporáneos, de igual manera no hay que separarlos sino entenderlos
conjuntamente. La Teoría de Elección Racional ayuda a comprender la forma como
las acciones de diversos individuos constituyen una elección interdependiente, esto
es la elección de cada individuo depende de la del resto de sus semejantes y
viceversa. Ante esto la elección interdependiente, por lo demás expresa el conflicto
inherente a las relaciones sociales, el cual constituye una situación de “guerra
limitada”, debido a que existen vínculos de dependencia (empatía, convergencia) al
igual que tentativas de ruptura (apatía, divergencia, repulsión) entre los fines y
medios de los diversos individuos. Por otra parte, la violencia surge a partir de la
deficiencia del Estado para suplir ciertas necesidades básicas de los grupos
marginados de la sociedad. Bajo estas circunstancias los conflictos son vistos como
insurrecciones políticas, la principal característica de estas luchas es que la violencia
no fue iniciada por revolucionarios sino por las élites políticas, buscando desviar las
amenazas políticas, una de estas amenazas para ellos es la democratización que
estuvo acompañada por austeridad económica. Muchos de los que han iniciado la
guerra se sirven de funciones económicas, por eso los conflictos se ven como la
emergencia de una guerra económica, miembros de las guerrillas se han inclinado
por el saqueo, y otras formas de actividad económica violenta. Muchos de sus líderes
están interesados en prolongar la violencia (Keen, 2000; 27).
Uno de los aspectos destacables de los estudios actuales sobre guerras civiles ha
sido la comprensión de las dimensiones políticas de los conflictos internos, ya que se
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ha dado comparativamente mucho menos importancia a los motivos económicos que
incitan a la violencia política. Tal y como lo expone Keen, se logra identificar los
factores económicos y sociales que subyacen a la perpetuación de las guerras civiles
y explora además los incentivos y desincentivos económicos de que disponen los
actores internacionales que buscan restaurar la paz en sociedades trastornadas por
la guerra (Keen, 2000). En este sentido se aborda la racionalidad económica del
conflicto por parte de los beligerantes, las estrategias económicas que las élites
emplean para sostener su posición y en qué situaciones ellas encuentran que la
guerra es más beneficiosa que la paz.
Dentro de este proceso, con la Teoría de Elección Racional se puede evidenciar que
las elecciones están guiada entonces por el resultado de la acción y a su vez pueden
servir como medio más o menos eficiente para otro fin, cuando se enfrentan varios
tipos de acción los individuos suelen hacer lo que creen que es probable para
obtener el mejor resultado general. Como toda teoría, esta posee algunas
desventajas, que hace necesario optar por una teoría, como la Teoría de Acción
Colectiva, que permita entender porque los individuos de un grupo se sienten
motivados a contribuir con la obtención de los bienes colectivos y por otro lado con
las decisiones que puedan tomar los miembros de un grupo, mejor, de cualquier
organización compuesto por individuos racionales que tienen preferencias diversas
sobre los variados bienes colectivos que cada miembro espera del grupo y que
pueden ordenarles desde las más demandada hasta la menos deseada.
1.4 ACCIÓN COLECTIVA
La Teoría de Mancur Olson toma como referencia a los grupos económicos
norteamericanos, desde los sindicatos hasta los grupos de presión, pero
especialmente a estos últimos, tratando de responder a las preguntas claves de la
historia del conflicto social; ¿Por qué surgen los conflictos?, ¿por qué la gente se
suma a un movimiento?, ¿cuál es la dinámica de la movilización? (Lozada y Casas,
16
2006: 13). Se debe señalar que Olson parte del individuo para desarrollar su teoría y
llega también a él para concluirla; un individuo se suma a un movimiento por una
elección racional basada en criterios de costes/beneficios, es decir, porque tiene
expectativas fundadas de que ello le va aportar beneficios objetivos haciendo
referencia, básicamente, a los económicos y le supondría riesgos o costes asumibles
(Olson, 1965). Se establece evidentemente un dilema, una contradicción, entre
maximalismo del que dependerían las elecciones racionales de los individuos y
altruismo o beneficio colectivo, que estará representado por los objetivos
programáticos de las organizaciones.
La Teoría de la Acción Colectiva, tal y como fue formulada se basa en un concepto
instrumental-estratégico de la racionalidad que ha sido el habitualmente utilizado en
la teoría de la elección racional estándar (Olson, 1965). Así, la lógica de la acción
colectiva: bienes públicos y la teoría de grupos, hizo que sólo un incentivo individual
y selectivo estimularía a una persona racional de un grupo latente a actuar con un
espíritu grupal (Olson, 1965), es decir, que sólo un beneficio reservado estrictamente
a miembros de un grupo motivaría a alguien a unirse y contribuir al grupo. Esto
significa que los individuos actuarán colectivamente para proporcionar bienes
privados, no para proporcionar bienes públicos. De acuerdo a lo expresado por
Olson, la lógica de la acción colectiva se ha entendido como la acción cooperativa
orientada conscientemente a la obtención de un bien en general.
Lo que aquí se propone es subrayar que los individuos racionales, miembros de un
grupo que desean lograr un bien colectivo, se obtendrán de contribuir a su logro o
adquisición, porque prevén que lo pueden obtener gratis en virtud de la acción de
otras personas. Dado que esos individuos son racionales, juzgarán que no se
justifica incurrir en costos (por ejemplo, su contribución personal al logro del bien
colectivo) dado que pueden obtener este en forma gratuita (Olson, 1965:15). Es
precisamente en esta clase de circunstancias donde la expresión de Olson del
“FreeRider” tiene una connotación específica, ya que se presenta en una situación
donde los individuos que quieren obtener bienes colectivos gratis, se apoyan en el
17
esfuerzo de terceras personas. Esta situación, desde el enfoque de Olson señalaría
que la única forma en que un individuo racional se sienta motivado a contribuir a la
obtención de los bienes colectivos es a base de “incentivos selectivos”. Normalmente
esta clase de bienes, son bienes o beneficios particulares, o sea, que sólo ella o él lo
reciben, tanto positivos como negativos, que se aplican selectivamente a los
individuos según que contribuyan o no a procurar el bien colectivo (Olson, 1965). En
síntesis, Olson parte del individuo como el objetivo central para el desarrollo de la
teoría y por ende llega ella ilustrándola de la siguiente manera; un individuo se suma
a un movimiento por una elección racional basada en criterios de costes/beneficios
(Olson, 1965).
Es evidente que existen algunos puntos de vista entorno a la Acción Colectiva, por
ende Charles Tilly frente a los argumentos de Olson, desarrolla y aplica la Teoría de
la movilización de recursos y de las oportunidades políticas. Bajo este contexto, la
acción colectiva desde su perspectiva permite visualizar todos los elementos que
están alrededor de cómo estudiar los movimientos sociales, como son, los modelos a
utilizar, los factores a considerar, y gráficos para comparar y visualizar la interacción
y los efectos de los factores. Los factores más importantes y a la vez críticos que
están en constante dinamismo son los intereses, organización, movilización, acción
colectiva, la oportunidad / amenaza, el poder y la represión. (Tilly, 1977). Esta es la
base para el modelo de cualquier proceso y es el punto de referencia para todos los
debates acerca de los movimientos sociales, a pesar que no todos los movimientos
llevan a cabo las anteriores consideraciones de acuerdo al contexto social en el que
sus intereses se estén ejecutando.
Bajo las consideraciones de Tilly, debe existir un equilibrio entre los miembros leales
y eficaces para la consecución de los intereses, pero se prolonga el interrogante
sobre la procedencia y control de los recursos. La lealtad no solo constituye una
forma de fortalecer la organización desde el enfoque de la acción colectiva; si bien la
lealtad es una función de la cantidad y variedad de los recursos comprometidos, y la
gama de circunstancias en las que se entregarán, la probabilidad de que los recursos
18
serán entregados cuando sea necesario depende de la extensión de la utilización
competitiva de los recursos involucrados, la naturaleza de la acción a la que los
recursos se deben comprometer y cómo se organiza el grupo de la movilización es la
actividad de movilización de gran parte (Tilly, 1977). Esto implica que no se tienen en
cuenta varios elementos, entre ellos el carácter defensivo para responder a las
amenazas externas, y el carácter ofensivo para responder a las nuevas
oportunidades que están enmarcadas de arriba hacia abajo.
Por otra parte, frente a las consideraciones de Tilly, es fundamental resaltar algunos
argumentos de Elster, donde se pueden encontrar una serie de afirmaciones
interesantes sobre las acciones de los individuos. En este sentido cualquier grupo
tiene un problema de acción colectiva, cuando es mejor para todos si algunos lo
hacen, a que no lo haga nadie, pero es mejor para cada uno no hacerlo. Puede o no
ser mejor para todos si todos lo hacen que si nadie lo hace. Y puede o no ser mejor
si todos lo hacen (Elster, 1989:131). Siendo así, se debe entender que no se
encuentra delante de un problema de elección racional, es mejor para todo el grupo
que todos los miembros actúen para mejorar, por eso se debe señalar que la
cooperación se hace de forma altruista, por lo tanto no puede afirmar Elster que no
es egoístamente racional. Es más, si un individuo coopera para una acción colectiva,
lo hace para mejorar principalmente como individuo, y a continuación como colectivo
social, es decir que dentro de la estructura de un grupo los diferentes miembros
actúan de manera lógica persiguiendo un objetivo común (Elster, 1989; 132). En
general la Teoría de Acción Colectiva, indica que la Teoría de la Elección Racional
permite comprender sólo una parte de las motivaciones y conductas de los
individuos. La racionalidad se vuelve compleja cuando sigue creyendo en su poder
una vez que se ha reconocido su ineficacia.
Como resultado de estos planteamientos, se debe destacar que la Teoría de Acción
Colectiva es determinante a nivel de la consecución de objetivos específicos, que se
sigue entendiendo como la acción conjunta en la búsqueda de fines comunes,
inclusive produce bienes indivisibles. Es posible señalar que el enfoque aborda cómo
19
los individuos resuelven sobre su participación en acciones de carácter colectivo a
partir de un cálculo de costes y beneficios. Teniendo en cuenta estas
consideraciones, es necesario resaltar que una vez puesto de presente uno de los
marcos de interpretación más recientes sobre las guerras actuales, es necesario
llegar a uno de los dilemas claves que enfrentan los actores en una guerra; la Acción
Colectiva. Por lo tanto se busca contemplar la dimensión del porque las FARC
continúan en la confrontación armada después de recibir los más duros golpes por
parte de las fuerzas militares. A través de la Teoría de Acción Colectiva y los
postulados de la Teoría de las Organizaciones, se busca la comprensión y el alcance
explicativo de los desafíos logísticos y estratégicos que este grupo viene teniendo en
el conflicto colombiano.
1.5 TEORÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuando se habla de organizaciones, se está haciendo referencia a objetivos
específicos y generales de acuerdo a unos intereses dados por una jerarquía para el
cumplimiento de lo que se ha planeado, porque dentro de las organizaciones hay
objetivos comunes, nacen con una finalidad concreta. Entonces a grandes rasgos se
pude definir a las organizaciones como aquellas instituciones en las que las personas
se unen en sus esfuerzos, realizando tareas complejas, para lograr objetivos
comunes individuales y colectivos (Hall, 1996; 34). Ahora bien, el hecho de trabajar
coordinados entre sí para unos objetivos comunes no impide que las personas,
dentro de la organización, busquen objetivos individuales.
Desde esta perspectiva para que la organización se constituya como un todo se
necesita de varios elementos: en primer lugar, la estructura debe ser reflejo de
objetivos y planes, dado que las actividades se derivan de ellos. En segundo lugar
debe ser reflejo de la oportunidad con que cuenta la dirección de una empresa. En
tercer lugar, la estructura de una organización de una organización debe responder a
las condiciones en la que se encuentran. Las premisas de una estructura
20
organizacional pueden ser de orden político, tecnológico, social, económico y ético.
Finalmente en cuarto lugar, en la agrupación de actividades y las relaciones de
autoridad de una estructura organizacional se deben tomar en cuenta las limitaciones
y costumbres de los individuos (Hall, 1996; 35).
A partir de esos planteamientos se debe señalar que toda organización que pretende
lograr una consolidación institucional busca su estabilidad, lo cual significa tener una
estructura orgánica coherente, un cierto dominio sobre el ambiente en el que se está
presente y un grado de autonomía respecto de otras organizaciones (Ferro y Uribe,
2002; 40). Toda estructura organizativa debe estar configurada de tal manera que
permita el funcionamiento de la organización y el logro de aquellos objetivos para los
cuales ha sido constituida. Como se sabe Kaldor plantea que los nuevas guerras son
diferenciables de las viejas en los ámbitos de los objetivos, los métodos de lucha y
los métodos de financiación, frente a esto la estructura organizacional pasa a
convertirse en una característica esencial debido a que permite a una organización
adquirir nuevos conocimientos, toma de decisiones, una mejor planeación,
desarrollar actividades operativas y perdurar en el tiempo más allá de los individuos
que las conforman respectivamente (Hall, 1996; 34).
Así mismo y como lo señala Robert Hall es necesario no olvidar que las estructuras
son un medio complejo de control que se produce y recrea continuamente en la
interacción, (Hall, 1996; 53), con lo cual es posible identificar uno de los elementos
más importantes de la estructura, es decir su dinamismo. La Teoría de las
Organizaciones es una herramienta útil para la comprensión del funcionamiento
estratégico de cualquier organización. Este concepto lleva implícito el hecho de que
la estructura genera dentro de la organización lo que se conoce como rangos o
jerarquías, donde las posiciones que ocupan los miembros tienen reglas y
reglamentos que especifican en diferentes grados como deben comportarse los que
ocupan las posiciones dentro de la organización, todo esto debe ir acompañado con
el dinamismo, como factor fundamental para saber adaptarse a las nuevas
exigencias sistémicas. (Hall, 1996; 39).
21
A partir de las características evidenciadas no se puede olvidar que todas las
organizaciones son dinámicas y complejas, lo que requiere de una explicación
exacta. La complejidad es un elemento importante pues las organizaciones que a
simple vista parecen sencillas, normalmente presentan formas más complejas. Las
organizaciones son complejas porque contienen muchas partes y subpartes que
requieren de coordinación y control, a partir de lo anterior las organizaciones por
ende son más complejas entre más partes y subpartes contengan (Hall, 1996; 55).
En términos generales la Teoría de las Organizaciones, privilegia propósitos e
intenciones, por ende se deben alcanzar los objetivos que se propone la
organización. Así mismo las organizaciones se diseñan para minimizar o por lo
menos regular la influencia de las variables individuales sobre la organización, y no
obviar que las estructuras son el ambiente donde se ejercita el poder, donde se
toman decisiones y donde se desarrollan las actividades de las organizaciones (Hall,
1996; 56). Esto permite conocer detalladamente como las organizaciones mediante
todos los elementos señalados pueden construir una imagen clara de cómo operan
los procesos de poder, los conflictos, los liderazgos, la toma de decisiones, las
comunicaciones y las dinámicas de cambio.
Precisamente el nuevo tipo de características que se evidencian en torno a los
conflictos, genera y desarrolla desde la estructura de las organizaciones cambios,
que permiten mostrar el profundo impacto que ha tenido la globalización que crea
organizaciones que combinan estructuras jerárquicas y de redes, deslocalizadas y
con ramificaciones transnacionales que las hacen difíciles de combatir (Hall, 1996;
53). A partir de los planteamientos establecidos, es posible definir una amenaza
porque permite conocer la estructura que se enfrenta, y esto permite explicar; qué
puede hacer la organización, cuáles son sus objetivos, cómo toman decisiones,
cuáles son sus conflictos, cuáles son sus fortalezas y debilidades, cómo es el juego
del poder internamente y qué tan integrada está a las dinámicas de la globalización.
22
La Teoría de las Organizaciones, brinda elementos definitivos, por ello se debe tomar
en cuenta para dar forma a una imagen de la estructura organizacional. En definitiva
existen varios ejes que hacen de la organización una verdadera estructura
estratégica. Un primer criterio es la forma o mapa organizacional; este criterio busca
brindar elementos que permitan visualizar la estructura, logrando identificar las
principales características horizontales y verticales (Hall, 1996; 57).
En este contexto se debe tener en cuenta por otro lado la información relacionada
con los objetivos de la organización, la división del trabajo dentro de la misma y las
relaciones de poder. En esta misma línea, ahora los elementos organizaciones y
operaciones constituyen cuales son dentro de la organización los elementos
(organizacionales y operacionales), que son los que dan contenido a la estructura.
En este espacio es decisivo mencionar todos los elementos que le permiten a una
organización funcionar como una unidad cohesionada: elementos ideológicos, de
liderazgo, así como el reclutamiento y la publicidad, lo anterior permite entender el
funcionamiento de una organización a nivel organizacional (Hall, 1996; 59). Así
mismo los elementos operacionales son las herramientas requeridas por una
organización para llevar a cabo ataques exitosos, en consecuencia se destacan
diferentes herramientas, como; el comando y el control, el armamento, el espacio
operacional, la seguridad operacional, el entrenamiento, la inteligencia y el dinero.
Finalmente el último criterio que se debe tener en cuenta es el alcance global. Con
éste se busca determinar los vínculos y conexiones de la organización con los
canales transnacionales creados por el proceso de globalización. Esta situación
puede llegar a replantear el mapa de la estructura organizacional, y al mismo tiempo
los elementos organizacionales y operacionales.
23
2. EL CASO COLOMBIANO Y LAS FARC
2.1 EL CONFLICTO COLOMBIANO
El conflicto armado en Colombia es un conflicto interno que lleva más de 40 años,
que ha tenido una serie de etapas de recrudecimiento, en especial en aquellas
circunstancias cuando algunos sectores se comenzaron a financiar con el
narcotráfico (Ferro y Uribe, 2002; 25). En este escenario, varios grupos armados de
diferentes corrientes de izquierda, entre ellos, el más antiguo, activo y con mayor
número de efectivos, como es las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), de ideología marxista-leninista, con origen en los grupos de campesinos que
reclamaban la reforma agraria, jugarían un papel definitivo en el conflicto colombiano,
al igual que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), heredero del movimiento
estudiantil inspirado en la revolución cubana, las ideas del Che Guevara y la teología
de la liberación. Esta clase de grupos se constituyeron como una de las principales
amenazas del Estado colombiano, por lo que los diferentes gobiernos vieron la
necesidad de implementar acciones militares a lo largo del país para su
desintegración. En este sentido el conflicto colombiano ha sido el producto del
enfrentamiento entre el Estado y los grupos de oposición, las guerrillas. Sin duda
alguna el recrudecimiento de la guerra interna y de todas las formas de violencia
colectiva en general, que azotan hoy a la sociedad colombiana, han suscitado un
número creciente de interpretaciones (Lair, 2004; 105). La confrontación armada en
el país ha evidenciado que existe un fenómeno complejo en el contexto
contemporáneo que se ha mezclado con diferentes tipos de violencia que desafía a
los esquemas tradicionales.
El conflicto se agudizo aún mas entre el Estado y los grupos guerrilleros por las
radicales ofensivas militares, generando que el conflicto colombiano estuviera en el
24
espectro de los que se estaban llevando a cabo en algunos países de América
Latina. Los procesos revolucionarios que se vivieron en América Latina adelantados
por algunos grupos guerrilleros, incidieron en el conflicto colombiano gracias a los
medios militares y económicos con los que este se libra. Retomando esta
perspectiva, la larga duración del conflicto ha tenido como principal característica la
conformación de una guerra de guerrillas, igualmente ha sido sinónimo de recurso
para los actores ilegales (ante todo las guerrillas y los grupos de autodefensa) ya que
estos han desarrollado una importante economía de guerra (Lair, 2004; 105),
permitiendo una articulación en torno al tráfico de drogas y la extorsión, esto ha
constituido una acumulación de gran poder e influencia en gran parte del territorio
nacional, así como una gran capacidad de desestabilización bélica. Frente a estas
consideraciones el conflicto colombiano ha generado un tipo de confrontación que ha
venido dominando el espectro general de la violencia en un país fragmentado.
Existen elementos en el conflicto nacional que resaltan la modalidad de una guerra
no convencional, esta última se distingue de la guerra convencional por la forma de
combatir los actores no estatales. Dentro de este escenario la guerrilla se ha fundado
en pequeñas unidades que utilizan la táctica de atacar y tener el factor sorpresa, a
su vez esto está determinado por ataques intermitentes y emboscadas, que en el
caso colombiano ha venido operando y por ende la historia del conflicto colombiano
ha tenido diferentes momentos dentro de la escala de violencia (Pizarro Leongómez,
2005; 86). Bajo estas circunstancias, el escenario del conflicto armado se viene
modificando, las prioridades de los actores que están inmersos en la lógica del
conflicto se han transformado en la búsqueda de mejores beneficios. La lógica de la
violencia producida en el caso colombiano al igual que otras confrontaciones internas
han incursionado en un proceso en el que las víctimas de la violencia ahora se
producen entre la población y no entre los combatientes armados, en este sentido la
tendencia creciente de la violencia asociada al conflicto armado se explica en la
medida en que los protagonistas del conflicto armado desencadenan una dinámica
donde dirigen sus acciones contra los civiles, pues las respuestas para mantener su
25
influencia sobre las posiciones en disputa se centran en la población (Echandia,
2006;142).
Desde la perspectiva de la tesis de los rebeldes y criminales en la cual se repite la
definición de Collier sobre rebelión, se habla del nacimiento de la “guerra civil como
parte de la unión de los individuos racionales por injusticias, un interés económico o
material, sin embargo es necesario tener una fuente de financiamiento para
sobrevivir por medio de robo, la mafias y la explotación de rentas o inmuebles, un
papel importante a resaltar es la de aquellos líderes rebeldes que usan identidades
sociales como parte de un disfraz para realizar un reclutamiento de aquellos súbditos
que buscan de una u otra manera obtener algún beneficio productivo, y precisamente
la historia del conflicto colombiano evidencia tales características. (Gutiérrez Sanín;
2004). También se debe resaltar aquella afirmación en la cual existe una guerra
imaginaria a otra real, aquí comienza el marco de interpretación con el caso
colombiano en donde se analiza la historia de este conflicto, donde se da un paralelo
entre “una guerra imaginaria” durante los años anteriores de 1978 en la cual las
guerrillas no hacían parte de una fuerza política fuerte dentro del país y por el otro ya
es la guerra en si en los años posteriores a 1978 en los cuales se da una inserción al
mercado ilegal con el narcotráfico, se comienza a hacer uso del secuestro, la
democracia es debilitada al igual que sus instituciones. El caso colombiano es
complejo ya que los grupos involucrados no poseen un mismo origen por ejemplo las
FARC nacieron como una autodefensa campesina, el ELN surgió bajo los ideales
guevaristas y de revolución cubana mientras que las AUC se autodefinen como un
ejército en contraposición a las guerrillas de izquierda compuesto por grandes
terratenientes y productores agrícolas (Pizarro Leongómez, 2005; 69), por
consiguiente ningún grupo posee la misma ideología.
2.2 EVOLUCIÓN DEL CONFLICTO COLOMBIANO
La evolución del conflicto evidencia un dinamismo frente a las nuevas circunstancias
y exigencias propias de un conflicto tan cambiante y exigente. En los últimos años la
26
configuración de actores no solo cambió sino que se volvió mucho más compleja,
aunque no se puede decir que éste haya sido un conflicto bipolar en ningún
momento. Del lado de la guerrilla la complejidad se evidenció en la variedad de
grupos con orientación ideológica diferentes y en sus respectivas conexiones
internacionales (Rangel; 1998). Además los diferentes grupos no se han desarrollado
en forma inmediata sino como resultado de la acción reciproca e incluso en parte,
como acción refleja. Los objetivos son básicamente diferentes, y los métodos no son
los mismos. Bajo esta perspectiva, en la práctica, la violencia queda en evidencia, en
los numerosos actos de venganza con que reaccionan los grupos armados. Es en
este contexto donde hay que situar la extensión del conflicto armado entre las
guerrillas, los grupos paramilitares y las fuerzas estatales. Desde finales de los años
70, el conflicto que aquí nos interesa se ha intensificado hasta dominar ampliamente
el panorama de la violencia (Lair; 2000).
La evolución del conflicto armado ha pasado por diferentes momentos, es por eso
que resulta necesario señalar que en dos décadas se ha pasado de un estado de
beligerancia poco reconocido a una situación en la que las nociones de “guerra” y
“guerra civil” son corrientes. Pero esta evolución no siempre ha implicado una
reflexión acerca de las características y dinámicas de la guerra (Lair; 2000). Ante
estas circunstancias la noción de “guerra civil” ha sido aceptada cada vez más, sin
que se genere un debate sobre su aplicación al caso colombiano. Dentro de este
proceso, resulta decisivo señalar, que la ruptura estratégica de los años 80, resalta a
las guerrillas como los primeros actores del conflicto, en esta medida, en el curso de
estos años se ha desarrollado una complejización de la confrontación armada que
refleja lo que se puede llamar una “ruptura estratégica. En primer lugar, ha habido
una ruptura en la postura estratégica general (fines, representaciones, iniciativas,
medios y matriz socio-espacial) de las guerrillas. Desde sus conferencias respectivas
en 1982-83, las FARC y el ELN adoptaron estrategias político-militares
particularmente ofensivas: decidieron desdoblar sus frentes de guerra, diseminarse
geográficamente siguiendo una lógica centrífuga, diversificar sus fuentes de
financiamiento e irrumpir en la vida de los municipios con la intención de propiciar las
27
condiciones para una insurrección popular. Esta ofensiva estratégica coincidió con un
trastorno en la economía de guerra (Lair, 2004; 113). Estas tendencias confirmaron
un desarrollo del comercio de la droga y más ampliamente la movilización de una
serie de recursos económicos (minas de oro, esmeralda y carbón; extorsión a las
compañías petroleras y a las poblaciones, etc.), esto hizo comprensible la
intensificación de los combates que se ha venido observando desde entonces. Como
nunca antes, las guerrillas, y por lo tanto otros actores coercitivos, han podido
aumentar sus efectivos, la calidad de su armamento, su influencia y la ampliación de
la confrontación en el tiempo y el espacio (Lair, 2004; 113). De esta manera, ha
generado en todos sus planes un salto cualitativo y cuantitativo de la guerra.
Ahora bien, la intervención de la guerrilla en la escena nacional ha traído consigo la
aparición de diferentes grupos armados, tales como las milicias urbanas y los
paramilitares, quienes a partir de este momento serán también actores principales
del conflicto. Por otra parte se deben destacar otras características que facilitan el
análisis de esta primera ruptura; en primer lugar a medida que el conflicto
evolucionaba, se facilito el crecimiento y relación de fuerzas de los grupos armados,
las lógicas de dominio socio-espacial de los actores armados y finalmente el juego
territorial de los protagonistas armados. Con la segunda “ruptura estratégica”, la
guerrilla se ha encerrado en una orientación militarista, resaltada en su octava
conferencia con el diseño de operaciones bélicas combinando concentración y
movilidad de las facciones. En paralelo, se han revelado incapaces de producir un
discurso y protagonizar acciones políticas susceptibles de generar la adhesión de las
poblaciones a sus proyectos de reforma institucional y económica (Lair, 2004; 118).
Indudablemente con la segunda ruptura estratégica la violencia generada por el
conjunto de protagonistas armados puede ser redefinida a la luz de la estrategia en
secuencias de acción donde se definen objetivos y se movilizan diferentes recursos.
Aunque sea difícil, a veces decir con certeza cuáles son los objetivos y los medios de
estos protagonistas, la acción estratégica se constituye en un tríptico: territorio,
riquezas económicas, y poblaciones.
28
Tras haber subrayado las dos rupturas estratégicas, la tercera ruptura va
encaminada a analizar la modernización de la fuerza púbica. Esta ruptura, ha tomado
la iniciativa militar contra los grupos ilegales desde 1998, a raíz de la reforma
fomentada por la administración de Andrés Pastrana con el respaldo de Estados
Unidos, entre otras cosas con la adopción del Plan Colombia, la cual ha sido
ampliada por el Presidente Álvaro Uribe (Lair, 2000; 120). En esta instancia el
elemento militar se privilegia por el hecho de que ningún protagonista se quiere
extenuar demasiado pronto en combates cara a cara, arriesgándose a quedar en una
situación estratégica desfavorable, características propias en el escenario
colombiano, pero ahora con un elemento adicional, la profesionalización y
modernización de la fuerza pública, que hace que las fuerzas militares tengan una
ventaja estratégica frente a los grupos al margen de la ley. En este aspecto todos
privilegian el principio de “economía de fuerzas”, con el fin de poder alistar y
concentrar sus tropas en el momento que lo consideren oportuno (Lair, 2004; 113).
A medida que se prolongo el conflicto, sus causas y dinámicas se entremezclan de
modo que empiezan a formar obstáculos muy difíciles de superar. Son muchos los
estudios sobre la evolución del conflicto colombiano, pero existe un punto relevante
que es la expansión no solo de los grupos guerrilleros y de los paramilitares que han
ocurrido de forma “refleja”. Mientras los grupos guerrilleros de las FARC y el ELN
actuaban al principio en regiones periféricas y después extendieron su radio de
acción a zonas de crecimiento económico y la existencia de riquezas, los
paramilitares surgieron precisamente en esas zonas y se extendieron luego a zonas
periféricas. Ante estas circunstancias todos los actores del conflicto armado extraen
su identidad de los correspondientes puntos de vista sobre las causas del conflicto y
de sus experiencias con la violencia.
2.3 SITUACIÓN ACTUAL DEL CONFLICTO COLOMBIANO
Durante más de 40 años, Colombia no ha cesado de sufrir de un conflicto armado
interno generando violencia en todo el país, aunque hoy en día el gobierno
29
colombiano asegure que "esto no es una guerra, este no es un conflicto”. La violencia
que conoce el país hoy en día afecta la economía nacional, impide el buen desarrollo
y no permite reducir las desigualdades sociales; en general tiene repercusiones en
todas las ramas de la sociedad colombiana, por eso la búsqueda de paz parece ser
la mayor preocupación de gobierno. Uno de los elementos para la comprensión de la
situación actual del conflicto colombiano, radica en la esencia de la Seguridad
Democrática. En estas circunstancias, se debe destacar que el objetivo general de la
Política de Defensa y Seguridad Democrática es reforzar y garantizar el Estado de
Derecho en todo el territorio, mediante el fortalecimiento de la autoridad democrática:
del libre ejercicio de la autoridad de las instituciones, del imperio de la ley y de la
participación activa de los ciudadanos en los asuntos de interés común (Ministerio de
Defensa Nacional; 2003). Cabe destacar que el fortalecimiento del Estado de
Derecho es la condición necesaria para cumplir con el propósito de la Seguridad
Democrática, es decir la protección de todos y cada uno de los habitantes de
Colombia. Los anteriores rasgos son importantes ya que permiten identificar las
circunstancias actuales del conflicto, en materia de lucha contrainsurgente, y demás
factores que giran alrededor del caso colombiano.
Como bien se sabe desde comienzo de la década de 1980, los distintos gobiernos
han intentado diseñar e implementar una estrategia militar y política exitosa para
solucionar el conflicto con los diferentes grupos al margen de la ley. Pero en la época
del gobierno de Pastrana, con base en el Plan Colombia y el comienzo de la
modernización militar, Álvaro Uribe Vélez busco establecer una política de seguridad
a largo plazo, que se conocería como Política de Seguridad Democrática
(International Crisis Group; 2009). Como primera medida se ha venido concentrando
un esfuerzo mayor en recuperar el control sobre las zonas cercanas a los grandes
centros urbanos, vías e infraestructura. Se vienen ejecutando ofensivas que
expulsaron a las FARC y el ELN de lugares estratégicos, con operaciones tan
exitosas como el “Plan Patriota” que desplego una cantidad de frentes y columnas
móviles de las FARC en el sur del país. Estas situaciones han obligado al repliegue
30
estratégico de estos grupos guerrilleros, aunque las ofensivas parecen en un
determinado momento, haber alcanzado sus límites.
A pesar de los grandes avances en materia de seguridad y repliegue estratégico que
han tenido los grupos al margen de la ley, la situación actual del conflicto colombiano
viene evidenciando ciertos altibajos. En primer lugar las fuerzas de seguridad no son
capaces de consolidar su presencia y apoyo del restablecimiento del Estado de
derecho en el territorio recuperado, en algunas circunstancias los avances militares
son temporales, ya que las guerrillas se han desdoblado obligando al Estado a cubrir
determinadas zonas del territorio, pero dejando en otras una nula presencia
Institucional (International Crisis Group; 2009). Ante estos hechos en el 2007 se
lanzó en el gobierno del Presidente Uribe la Política de Consolidación de la
Seguridad Democrática (PCSD) con el objetivo de expandir la presencia de las
fuerzas de seguridad en áreas remotas del territorio colombiano. Se debe tener en
cuenta que esta política busco consolidar el control territorial y restablecer la
autoridad del Estado en todo el territorio nacional. Así mismo ha generado a través
del uso legítimo de la fuerza y la política social, las condiciones de seguridad y
bienestar social que presionen a grupos armados ilegales a entrar a una verdadera
negociación política o a desmantelarse (Ministerio de Defensa; 2003).
Una crítica a la Política de Consolidación ha sido la ineficiencia en romper todos los
eslabones de los dos grupos guerrilleros, debido a que continúan manteniendo
operaciones de desgaste propio de la guerra de guerrillas, y que por otro lado
ejercen el control en algunas zonas del territorio nacional, haciendo ineficaz el control
del Estado Colombiano a través de sus instituciones formales. En términos generales
al mismo tiempo, para presionar una liberación unilateral de los secuestrados, una
constante del conflicto colombiano, el gobierno del Presidente Uribe a través de las
fuerzas de seguridad han llevado a cabo un “cerco humanitario” alrededor de las
áreas selváticas y montañosas en donde las FARC y otros grupos al margen de la
ley mantienen a los secuestrados. (Ministerio de Defensa; 2003).
31
2.4 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
Las FARC es la guerrilla más antigua y numerosa de América Latina. Las FARC
tienen su origen lejano en los grupos de autodefensa campesina que impulsó el
Partido Comunista a fines de la década de los años cuarenta, como respuesta a la
brutalidad oficial en el periodo de la violencia (Pizarro Leongòmez, 2005; 85). Estas
guerrillas comunistas y varios liberales radicales de los cuales hacía parte el
fundador de las FARC Manuel Marulanda, alias "Tirofijo", se retiraron hacia el sur, en
la región de Marquetalia donde establecieron lo que llamaron una "zona liberada".
Sin duda alguna las guerrillas comunistas abandonan la movilidad y comienzan a
impulsar zonas de colonización armada bajo la modalidad ya probada en el pasado
de organizaciones de autodefensa campesina (Pizarro Leongòmez, 2005; 90).
Dentro del proceso histórico de las FARC, crearon zonas similares en El Pato
Caquetá, Riochiquito Cauca, Guayabero y el sudoeste de Tolima. Campesinos
acosados por bandoleros y en algunos casos por el ejército colombiano se
establecen en las llamadas "zonas liberadas", por lo que surgió una administración
civil además de la armada. Surgen discrepancias teóricas y algunos grupos tratan de
establecer una estrategia guerrillera ofensiva (Ferro y Uribe, 2002; 26).
Entre 1956 y 1958 liberales y conservadores llegan a un acuerdo de reparto del
poder con la intención de frenar "La Violencia" bipartidista y se crea el Frente
Nacional. El nuevo régimen, en el contexto de la Guerra Fría, considera que debe
poner fin a cualquier influencia comunista y califica a las zonas liberadas como
"repúblicas independientes", al estar fuera del control y jurisdicción de la
administración nacional. Las guerrillas comunistas consideran que esta expresión fue
elegida por el gobierno para acusarlos de separatismo y apelar al patriotismo de los
colombianos en su contra. En la década del 1960 se articula el Plan LASO con ayuda
de Estados Unidos, cuyo desarrollo comienza en 1962, pero a pesar de varios
avances fracasa en Marquetalia (el mayor de los establecimientos de los comunistas)
(Ferro y Uribe, 2002; 26). Es fundamental señalar que las FARC se limito a un
32
crecimiento puramente vegetativo, reflejado en un lentísimo reclutamiento de nuevos
miembros y una escasa expansión geográfica (Pizarro Leongòmez, 2005; 90).
Durante sus primeros años de existencia, las FARC tenían un carácter
exclusivamente rural y limitado a acciones relativamente esporádicas en pequeñas
zonas de influencia, primando todavía el componente de autodefensa campesina. El
gobierno colombiano intentó varios operativos militares para acabar con el grupo
guerrillero, que al final no logró su fin. En junio de 1964, Marulanda y unas docenas
de hombres, dispersados por la acción militar, se internaron en la selva y el 20 de
julio de 1964 se reunieron para crear oficialmente el llamado Bloque Sur, la primera
insurgencia guerrillera del Partido Comunista en Colombia, de donde nacerían las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). En 1964 la figura de Manuel
Marulanda se enaltece con la creación del Bloque Sur, el embrión de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con un programa de reivindicaciones
encabezado por la reforma agraria, deuda histórica de los gobiernos colombianos
con el campesinado. Gracias a su habilidad militar y ascendencia sobre la tropa se
convirtió en el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
(Alape; 1989). El 5 de mayo de 1966, la Segunda Conferencia del Bloque Sur
oficializa la conformación de las FARC como brazo armado del partido comunista, y
pasan de unos grupos de autodefensa a ser una organización político-militar. Las
FARC comienzan un proceso de crecimiento y expansión que los van a llevar a ser
un grupo que ha logrado resistir todos los intentos del Estado colombiano por
destruirlo o llevarlo a una negociación. La construcción de las FARC como grupo, su
crecimiento y expansión se ha dado por los medios de acceso territorial, esto
significa que existe un centro que controla, estimula y dirige el desarrollo de la
periferia.
Las características organizativas de cualquier agrupación política dependen, entre
otros factores, de su historia, de cómo la organización haya nacido y se haya
consolidado (Ferro y Uribe, 2002; 25). Toda organización lleva sobre si la huella de
las peculiaridades que se dieron en su formación y de las decisiones políticas y
33
administrativas adoptadas por sus fundadores. Sin duda alguna las FARC poseen
una historia llena de contrastes pero que posibilitan entender la elocuencia de sus
discursos y sus acciones en el escenario de la confrontación bélica (Pecaut, 2008;
41). Las grandes injusticias sociales, la intolerancia del régimen y la violencia
terrorista del Estado contra el pueblo, determinaron históricamente el surgimiento de
las FARC-EP. Sin duda alguna esas injusticias, esa indignidad, esa intolerancia y esa
violencia de la clase en el poder se mantienen y profundizan después de 40 años, en
que la rebeldía popular se ha desarrollado y ha ido acercando los momentos de
definición para el cambio estructural de la sociedad colombiana.
El momento de mayor concentración de poder de las FARC fue en la década de los
noventa, época en que una violenta arremetida de los subversivos atacó bases
militares y estaciones de policía y secuestró cerca de 300 miembros de las fuerzas
armadas. Los hechos le dan la razón. Entre otros, se recuerdan los desastres de Las
Delicias, Patascoy y El Billar, en El Caguán, quizás el mayor desastre sufrido por las
Fuerzas Armadas desde las épocas de Guadalupe Salcedo en los años cincuenta.
Estos acontecimientos hicieron posible en su momento que las FARC con sus
diferentes acciones militares y con el trabajo político de las masas podrían
posicionarse como una alternativa radical de poder y por ende transformar el
estamento colombiano.
Dentro de un proceso sostenido de crecimiento, se venía trabajando sobre planes
estratégicos formulados a largo plazo con una concepción política más global para
formular una estrategia militar hacia la toma del poder y así tener el momento
adecuado para tomarse el poder, genera una cambio trascendental en la estructura
del Estado a través de su Plataforma de Gobierno de Reconstrucción y
Reconciliación Nacional. Desde esta perspectiva, las condiciones del levantamiento
popular están dadas por el trabajo político de las masas, situación ideal para la
insurrección y generar un cambio estructural.
34
Las FARC proceden en efecto, a reorganizar su estructura con el fin de permitir la
realización de todos los objetivos para tomarse el poder y generar un profundo
cambio en la sociedad colombiana. El objetivo final, la toma del poder sigue siendo
una meta como organización, como las ideas plasmadas en la conferencia guerrillera
celebrada en 1982, pero se formula de manera más directa y concreta, es decir, se
traduciría en la formación de un gobierno de reconciliación, efectuando una
transformación estructural de la sociedad en general.
La orientación ideología de las FARC históricamente estuvo ligada al Partido
Comunista de Colombia, éste influiría luego en la adopción de los principios del
marxismo-leninismo y en la formación de plataforma política. Su régimen interno
adquirió, desde su fundación, legitimación por parte de sus integrantes y no por
imposición externa de otra organización o partido, aunque asumieran el
planteamiento político de los comunistas y se mantuviera una estrecha relación con
el PCC (Ferro y Uribe, 2002; 31). De igual forma se destaca que la resistencia vivida
como autodefensa y el carácter agrario y revolucionario constitutivo de la
organización, formaron parte de su principio fundacional. Los tres elementos estaban
íntimamente relacionados porque el discurso revolucionario se vio precedido por una
preocupación por la problemática agraria y la practica guerrillera de resistencia al
régimen (Ferro y Uribe, 2002; 38). En síntesis el componente histórico de las FARC
se distingue de otras guerrilleras rurales nacidas de focos, por su origen y profundas
relaciones con el campesinado, asimismo son herederas de un profundo proceso de
lucha armada campesina por la tierra, que explica su persistencia por décadas, pero
encuadrado y distorsionado por el marxismo-leninismo.
2.4.1 Evolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
Las FARC han estado atravesadas por la idea de resistencia, esta última es crucial
porque se convirtió en una meta ideológica de la organización. A partir de estas
generalizaciones existen una serie de factores que constituyen la mejor manera de
entender las FARC. Lo anterior indica que “se deben distinguir cuatro periodos: de
35
1966 a 1980, el estancamiento; de 1980 a 1990, la expansión; de 1990 a 2002, la
ofensiva; de 2002 a 2007, el repliegue (Pecaut, 2008; 41). El proceso de
institucionalización de las FARC no solo se debe a la dinámica de los componentes
organizacionales evidenciados hasta el momento, también se debe destacar la
articulación con momentos históricos que se han dado en el interior de la
organización. Después de un periodo complejo surge la Tercera Conferencia, en la
cual se constituyo la escuela nacional de formación ideológica y para el estudio de la
“guerra preventiva” y la “guerra del pueblo.” por otra parte en la Cuarta Conferencia
se efectúa un Balance general y un reajuste del Estado Mayor y de todo el mando.
Ya para inicios de 1973, el Pleno del Estado Mayor, coloca en funcionamiento el
Secretariado del Estado Mayor Central (Ferro y Uribe, 2002; 29).
Tras haber subrayado la linealidad del tiempo estratégico, se debe señalar que los
momentos definitivos para las FARC, son definidos con las diferentes conferencias,
entre ellas la del año de 1974, en esta Quinta Conferencia, se vuelve a disponer de
una fuerza guerrillera semejante a la que se hizo presente por intermedio de sus
delegados en la Segunda Conferencia. Y finalmente para 1978 se da la realización
de la Sexta Conferencia, donde se reajusto el Estado Mayor Central, el cuerpo de
mando y fueron creados los Estados Mayores de Frente. En este marco, donde se
amplía uno de los temas más complejos de las FARC, el grupo guerrillero continua
su proceso de evolución, en este periodo, es también relevante determinar algunos
acontecimientos históricos para el grupo guerrillero hacia la búsqueda estratégica de
llegar al poder por la vía armada. El periodo de 1980-1990 que se conoce como “la
expansión”, en este periodo a principios de los años ochenta “la lucha armada que
parecía estar en vías de extinción, se reanuda con una intensidad que no tiene nada
que ver con la del periodo anterior (Pecaut, 2008; 46).
Las FARC emprenden un trabajo riguroso en la multiplicación de los frentes a lo largo
del territorio nacional. Justamente para el año 1982 las FARC darán un verdadero
giro revolucionario en materia militar y política gracias a la séptima conferencia
donde adoptaron una plataforma realmente ofensiva. Militarmente, las guerrillas se
36
dispersaron a lo largo del territorio para no ser vulnerables a un solo ataque enemigo,
multiplicar los contactos con las poblaciones y así amenazar distintos puntos del
Estado, obligado a fraccionar sus fuerzas (Lair, 2004; 112). Es así que las FARC
comienzan su éxito para sobrevivir y continúan expandiéndose gracias, en buena
medida, a la política del desdoblamiento y multiplicación de los frentes guerrilleros, a
lo largo y ancho del territorio nacional. Mediante esta estrategia lograron alcanzar
dos objetivos de enorme valor para el futuro; por una parte, extendieron el espacio de
la confrontación militar dispersando al ejército, por otra, extendieron sus objetivos
desde sus santuarios estratégicos iniciales en las zonas de colonización, hacia
regiones con enorme potencial económico o con gran valor estratégico en el plano
militar. Además tras el ataque a La Uribe contra el secretariado de las FARC en
1990 y la declaración de “guerra integral” por parte del Gobierno del Presidente
Cesar Gaviria se da inicio a una profunda transformación de las FARC; el paso de la
guerra de guerrillas a la guerra de movimientos (Pecaut, 2008; 47).
Precisamente con esta serie de acontecimientos, existe una nueva conferencia,
donde se destaca que se da un salto cualitativo desde lo militar, porque se rompe
con el esquema tradicional de guerra de guerrillas, el cual se da dentro de lo que se
conoce como “nuevo modo de operar” que se identifica por cuatro características;
asediar, golpear, copar, y retirarse, en el marco de la guerra de movimientos, pero al
estilo guerrillero. Antes que nada, cabe señalar que la descentralización de las
FARC, mediante los bloques y los comandos conjuntos, respondió a la necesidad de
regionalizar la organización en aras de su crecimiento y control territorial (Pecaut,
2008; 49). Estos cambios estratégicos son aprobados en la octava conferencia que
se celebró en 1993, los principales puntos aprobados en esta reunión fueron los
siguientes; por una parte se tomo la decisión de construir un ejército guerrillero capaz
de propinarle a las FF.MM derrotas con un claro y contundente valor estratégico. En
este contexto se crearon bloques de frentes, los comandos conjuntos en el ámbito
regional y el comando general destinado a dirigir la nueva ofensiva militar contra el
Estado Colombiano (Ferro y Uribe, 2002; 49). En estos términos, se reafirmó el
objetivo anunciado en la séptima conferencia y a su vez se definió una plataforma de
37
diez puntos que anunciaban las reformas políticas y sociales que las FARC habrían
de impulsar en el caso de que se conformara un gobierno de reconciliación y
reconstrucción nacional.
En la evolución de las FARC, va a existir un momento definitivo y estratégico. En
1998 cambio radicalmente el panorama de las FARC, esto se constituiría en un antes
y en un después, es decir un verdadero punto de quiebre. Las FF.MM iniciaron una
verdadera “revolución estratégica para afrontar el nuevo desafío militar de las FARC
y al cabo de un año, habían retomado plenamente la iniciativa táctica en el terreno de
la batalla (Ferro y Uribe, 2002; 115). Estos cambios estratégicos colocaron en serios
aprietos a las FARC ocasionándoles derrotas militares, esta situación anuló por
completo la llamada nueva forma de operar de la guerrilla. Cabe resaltar que desde
1998, las FARC no pudieron volver a realizar acciones militares de un real valor
estratégico, pues se vieron obligadas a retornar a la guerra de guerrillas evitando la
confrontación directa con las FF.MM y el repliegue táctico a zonas montañosas y
selváticas.
2.5 SITUACIÓN ACTUAL DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE
COLOMBIA (FARC)
El gran objetivo de la las FARC de tomarse el poder político en Colombia es un
imposible. Las FARC de hoy están en el mismo punto donde empezaron hace más
de cuarenta años, con una gran diferencia: la organización de hoy no tiene futuro.
Las FARC tienen un alcance subregional, con proyección regional y a pesar de
afrontar los más graves problemas para cumplir su objetivo de la toma del poder,
objetivo que esta distante por las condiciones propias del conflicto colombiano, es
por eso que la organización de hoy no tiene futuro, pero si esta en la capacidad de
sobrevivir y perdurar en el tiempo como una amenaza para el Estado y sus Fuerzas
Militares. La imagen construida hasta aquí para la estructura organizacional de las
38
FARC y sus diferentes componentes muestra una organización que ha sabido
adaptarse a las dinámicas de la globalización, especialmente en la parte financiera,
ya que ha hecho hacerse con el control de uno de los negocios mas lucrativos y
difíciles de derrotar, el narcotráfico.
No hay duda que las FARC han demostrado una cohesión interna renovada a pesar
de las dificultades, y una capacidad persistente de adaptarse a los cambios en el
entorno de seguridad. El Estado colombiano le ha asestado severos y contundentes
golpes en el terreno político, militar e internacional, que dejan a esta organización
lejos, como nunca antes lo habían estado, del objetivo que por décadas ha
aglutinado a miles de combatientes bajo el mando de hierro del Secretariado
(International Crisis Group, 2009; 24). Las FARC en el contexto actual ejercen con
actos de terrorismo “formas de lucha”, para mostrar que aún poseen su capacidad
operativa, creando desestabilidad y falta de confianza en el Estado, necesitan
demostrar que aún están vigentes y compensar en algo la pérdida de territorios. En
definitiva, la balanza tiende cada vez más a desfavorecer a las FARC que ha perdido
terreno militar y político tanto en el ámbito interno como internacional, es decir este
movimiento guerrillero se halla en una verdadera encrucijada estratégica
(Pecaut;2008).
Con el Plan de Seguridad denominado “Seguridad Democrática se fortaleció la
fuerza militar con el fin de lograr un debilitamiento decisivo de la guerrilla y el Plan de
Consolidación de la Seguridad Democrática, se ha llegado a golpear
estratégicamente a las FARC afectando a varios miembros del secretariado entre
ellos está el fallecimiento de "Raúl Reyes" en la controvertida Operación Fénix y el
asesinato de "Iván Ríos" a manos de un subordinado a quien el gobierno pagó una
recompensa. Igualmente se han desmovilizado varios miembros rasos de las FARC e
incluso algunos comandantes como lo fue el caso de alias "Karina" quien se entregó
en mayo de 2008. Las FARC se han ido adaptando a las circunstancias más difíciles
con cierto éxito, y varios de sus frentes tienen capacidad para resistir ofensivas en
regiones claves, sobre todo en lo alto de las cordilleras y en las selvas tropicales en
39
la costa pacífica y en las fronteras con Venezuela, Ecuador y Panamá (International
Crisis Group, 2009; 32).
Hasta la fecha, la muerte de Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, evidencia la fase de
desorientación en la que se encuentran actualmente las FARC. Tras el asesinato de
sus principales líderes, las numerosas deserciones y la pérdida de frentes
territoriales en su lucha contra el Ejército Colombiano se evidencia un descenso
operativo y estructural en el conflicto colombiano. Son evidentes los síntomas de
división y debilitamiento militar de la guerrilla, no hay duda que el grupo guerrillero
viene atravesando una cantidad de problemas no solo a nivel estratégico, operativo,
sino al interior de la organización, que lo hace vulnerables frente a las fuerzas
armadas. Pese a la histórica resistencia de las FARC y a que han demostrado su
capacidad de superar reveses militares y políticos, el grupo guerrillero se encuentra
en problema estructural. Esta organización, aparte de las dificultades señaladas,
tiene un grave problema de comunicación interno, que no necesariamente obedece a
la falta de recursos técnicos, tales como teléfonos y radios. Esta incomunicación es
básicamente la proyección y el punto de vista que ha asumido en los tres últimos
meses cada frente de las FARC. Es claro que cada uno está pensando y actuando
diferente y esto está fracturando el mando de la organización", señala el analista
militar (Ministerio de Defensa Nacional; 2003).
Como se puede analizar, a pesar de la designación de Alfonso Cano como sucesor
de Marulanda, el progresivo descabezamiento de las FARC y la posibilidad de
presentarse pugnas internas entre diversas alas políticas y comandantes militares,
auguran un espacio de indefinición en su orientación política y militar. En estas
circunstancias, la ambigüedad en el seno de la dirección de las FARC es manifiesta,
el deterioro de la imagen de las FARC a su vez se agudiza más (Pecaut, 2008; 182).
40
3. TEORÍAS Y LAS FARC EN EL CONFLICTO COLOMBIANO
3.1 DOS ENFOQUES DESDE LA ESTRUCTURA
A partir de las características del conflicto, es posible definir el tipo de amenaza que
representa las FARC, porque permite conocer la estructura, cuáles son sus objetivos,
cómo toman decisiones, cuáles son sus conflictos, cuáles son sus fortalezas y
debilidades, cómo es el juego del poder internamente, cuáles son las capacidades
que pueden desplegar en el conflicto que puede arrojar nuevas formas, fortalezas y
debilidades en la consecución de los objetivos. Se busca destacar que, si bien ha
habido cambios importantes en los grupos y en la dinámica de la guerra, esta se ha
prolongado en el tiempo. (Restrepo y Aponte, 2009; 48). No hay duda que las FARC
se han adaptado a las nuevas circunstancias del conflicto colombiano y por ende ese
“reacomodamiento” que llevan a cabo, hacen de las FARC una organización que
persiste en la lucha armada de manera más estratégica y operacional. El conflicto
colombiano viene modificándose, ante estas nuevas circunstancias, la ofensiva
estatal paso a poner énfasis en la desestructuración de las FARC y logro debilitar
primero al Bloque Caribe y al José María Córdoba. Esta nueva versión de la PSD
entendió que era importante no sólo buscar atacar el liderazgo de la guerrilla sino
también poner mayor énfasis en las bases logísticas de cada frente o bloque.
(Restrepo y Aponte, 2009; 55). El incremento de estas ofensivas ha generado altos
índices de aprendizaje a las FARC, y con ellos minimizar los riesgos de nuevos
golpes a este grupo guerrillero, en esta medida la organización fortalece aquellos
elementos más importantes de la estructura, su dinamismo frente a las nuevas
circunstancias que suscitan en el conflicto colombiano.
41
Las FARC vienen afrontando una presión muy fuerte, los golpes que han recibido
han afectado la capacidad pero no la moral del grupo guerrillero, son muchos los
comandantes que han sido capturados, muertos en combate, asesinados por sus
propios lugartenientes o han desertado, pero de acuerdo a este tipo de
circunstancias la cohesión interna y su espíritu de lucha persisten en el tiempo con
mayor fortaleza de acuerdo a los elementos organizacionales, que le permiten a las
FARC funcionar como un grupo cohesionado. Precisamente las FARC son una
organización compleja, dicho esto, la complejidad es un elemento importante pues
como organización guerrillera tiene muchas partes y subpartes que requieren de
coordinación y control. (Hall, 1996; 55).
Los individuos en las FARC actúan conjuntamente en función de un mismo interés.
En este sentido los diversos individuos tienen intereses en común, por qué, cuándo,
o en qué condiciones pueden llegar a actuar conjuntamente en función de esos
intereses. Sin duda alguna la Teoría de Acción Colectiva, demuestra que aunque
determinados individuos compartan los mismos intereses, no es nada evidente que
deban actuar conjuntamente en función de esos intereses compartidos, porque todos
ellos pueden suponer que su esfuerzo individual será superior al beneficio que
podrán obtener de la acción colectiva. (Olson, 1965). Los criterios expuestos,
permiten saber cuáles son los factores internos del grupo que determinan la
capacidad de acción colectiva, probablemente se menciona los intereses, las
ventajas compartidas o desventajas que se acumulan, pero existe una interacción
entre estas frente a los fines que persigue. (Tilly, 1977). A pesar de la fuerte presión
a que están sometidas las FARC continúan esforzándose en función de los intereses
y beneficios para la organización y así generar sorpresa e incertidumbre en la lógica
de la confrontación. Se puede percibir la extensión de la identidad común y la
estructura unificadora entre los individuos. En cada uno de los contextos señalados,
el grupo u organización se vuelve más "inclusivo", pero no se hace referencia de
cuáles son las etapas y dinámicas que permitirá aumentar la capacidad de
movilización (Tilly, 1977). De tal manera las ofensivas ejecutadas contra las FARC,
han fomentado liderazgos fuertes en los diferentes frentes y bloques, todavía tienen
42
la capacidad de mantener orden, disciplina, cohesión y coordinación de acciones en
el país. En síntesis las FARC tienen un propósito e intención, es precisamente
alcanzar los objetivos organizacionales, así mismo cabe anotar que el grupo
guerrillero está diseñado para minimizar o por lo menos regular la influencia de las
variables individuales sobre la organización y finalmente es en las estructuras donde
se ejercita el poder, donde se toman las decisiones y donde se desarrollan las
actividades como tal de la organización.
La Teoría de Elección Racional no provee elementos explicativos suficientes para
entender la respuesta de las FARC a los actuales desafíos de acción colectiva, es
por esto que la Teoría de las Organizaciones complementa el análisis entorno a las
FARC y la dinámica del conflicto colombiano. La Teoría de Elección Racional es
insuficiente para la comprensión de las diferentes características de las FARC en el
conflicto, frente al mapa organizacional que permite definir la estructura del grupo
guerrillero, los elementos organizacionales y operacionales que dan contenido a la
estructura, elementos de liderazgo, es decir identificar los individuos y sus
características que le dan cohesión a la organización para que funcione y trabaje
para lograr determinados objetivos y como las FARC consigue miembros para
cooperar en acciones de combate o para reponer las bajas o extender sus
operaciones.
Estas consideraciones son definitivas, ya que la Teoría de Elección Racional no
permite visualizar la cooperación y más cuando se hace de forma altruista, es más si
un individuo coopera para una acción colectiva, lo hace para mejorar principalmente
como individuo, y a continuación como colectivo social, es decir que dentro de la
estructura de un grupo los diferentes miembros actúan de manera lógica
persiguiendo un objetivo común (Elster, 1989; 132). Se puede determinar que la
Teoría de Elección Racional solo comprende una parte de las motivaciones y
conductas de los individuos. A diferencia de esta Teoría, se debe destacar que la
Teoría de Acción colectiva es determinante a nivel de la consecución de objetivos
específicos y generales, que a su vez se sigue entendiendo como la acción conjunta
43
en la búsqueda de fines comunes, inclusive produce bienes indivisibles. (Olson,
1965).
3.2 UNA ORGANIZACIÓN BAJO PRESIÓN
Las FARC a pesar de las dificultades han demostrado tener una gran capacidad para
adaptarse a las circunstancias. Es importante reconocer, sin embargo, que las FARC
no han sido definitivamente derrotadas y que todavía representan una seria y clara
amenaza a la seguridad nacional de Colombia, en la medida en que mantienen una
capacidad militar y unas fuentes de financiamiento que aún les reportan importantes
recursos. El grupo guerrillero tiene serios problemas, la balanza tiende cada vez más
a desfavorecer a las FARC que ha perdido terreno militar y político tanto en el ámbito
interno como internacional, es decir este movimiento guerrillero se halla en una
verdadera encrucijada estratégica (Pecaut;2008). No hay duda que son muy difíciles
los problemas que enfrentan las FARC, pero existe un elemento como el terror que
es una de esas “formas de lucha” para mostrar aun su capacidad operativa, las
FARC aspiran, con actos de terrorismo, a crear desesperanza y falta de confianza en
el Estado. Necesitan demostrar que aún están vigentes y compensar en algo la
pérdida de territorios.
Las FARC están bajo presión, pero se han podido adaptar más o menos
eficientemente al entorno desfavorable. Raúl Reyes fue reemplazado rápidamente
por Joaquín Gómez en el Bloque Sur, Iván Ríos fue reemplazado por “Mauricio” en el
Bloque Oriental y Marulanda fue reemplazado por Cano. Así mismo, el Secretariado
de siete miembros se amplió para incluir a dos suplentes, aparentemente para
facilitar reemplazos rápidos en el futuro. (International Crisis Group, 2009; 6). El
caso de las FARC, es una situación compleja pero aún así a pesar que el grupo
guerrillero ha sido diezmado, no solo en combate, sino también por entregas y
deserciones, el grupo guerrillero persiste en la defensa de los intereses como
organización generando algo más que la defensa de esos intereses compartidos,
44
ofreciendo subproductos de la participación, es decir, incentivos selectivos. Este tipo
de cosas, hace pensar que la capacidad de lucha de las FARC pueda ser más
dinámica y efectiva de lo que señala el gobierno.
Las FARC han ido moldeando elementos de su estructura organizativa de acuerdo
con las enseñanzas que les ha dejado la experiencia y en respuesta al crecimiento
de la organización misma. La Teoría de las Organizaciones facilita la respuesta a los
desafíos que enfrentan las FARC, debido a que se puede entender cómo dentro de
la estructura organizacional existen dos elementos que se destacan en el
funcionamiento de la organización en el conflicto y sus principales desafíos. La
amplitud y diversidad de la estructura organizacional le han permitido a las FARC
tener capacidad operativa, de supervivencia y flexibilidad para reponerse a los más
duros golpes que le han proporcionado hasta la fecha. No hay duda que las FARC ha
mantenido un espíritu de lucha y resistencia ante los desafíos propios del conflicto,
por eso desde la Teoría de las Organizaciones se comprende la lógica de su
estructura que le permite continuar existiendo y operando aún a pesar de las
capturas o las bajas, pues su sistema de relevos inherente a su complejidad vertical
permite esa posibilidad. El crecimiento de la organización, el logro de los diferentes
objetivos que surjan y las relaciones con el entorno que se dan durante el proceso de
institucionalización exige a los líderes una coherencia tal que permita la estabilidad
organizativa y el equilibrio entre el crecimiento y el logro del objetivo (Panebianco,
1995; 53).
Pese a las dificultades que viene atravesando, las FARC poseen una estructura
organizacional de alcance nacional que las ha convertido en un enemigo difícil de
derrotar, no sólo por las complejidades inherentes a su organización y capacidades
militares en el conflicto, sino porque saben interactuar con actividades y sectores
decisivos que les genera un máximo potencial como organización. En general, la
Teoría de las Organizaciones es determinante por dos factores adicionales, debido a
que implican un rol definitivo para dar respuesta a los desafíos que enfrentan las
FARC. En primer lugar se encuentran los elementos organizacionales, estos le
45
permiten a la organización funcionar como unidad cohesionada, lo que destaca de
las FARC características como el liderazgo y el reclutamiento. Los elementos
operacionales, que son aquellas herramientas requeridas por una organización para
ejecutar acciones exitosas, es decir que desde el marco de la Teoría de las
Organizaciones, las FARC de acuerdo a la lógica del conflicto, priorizan comando y
control, inteligencia, dinero, espacio operacional y armamento. Este tipo de
generalidades se encuentran al interior de las estructuras de dirección, orgánicas y
jerárquicas de las FARC.
En conclusión, la imagen construida aquí frente a los desafíos del conflicto para la
estructura organizacional de las FARC, muestra desde la Teoría de las
Organizaciones, un grupo guerrillero que ha sabido adaptarse a las dinámicas
complejas del conflicto colombiano, producto de la cohesión y liderazgo que han
garantizado su expansión y supervivencia.
3.3 DESAFÍOS Y REACOMODAMIENTO EN EL CONFLICTO
Se parte de la premisa que el conflicto colombiano ha planteado grandes desafíos y
un reacomodamiento de sus actores, entre las fuerzas militares y las FARC. El
conflicto armado se debe entender desde tres perspectivas. La primera, hace
referencia al resquebrajamiento del mito, bastante popular de la invulnerabilidad de
los miembros del secretariado de las FARC y de su misma estructura. La segunda,
es el cambio de estrategia militar de los actores en conflicto. Y la tercera, es una
advertencia de una posible ofensiva militar por parte de las FARC. Precisamente han
sido llevadas a las zonas de retaguardia y sufren deserciones, pero la dinámica del
reclutamiento de nuevos combatientes continúa y en la actualidad están buscando un
reacomodamiento. Una primera aproximación para entender el reacomodamiento es
precisamente analizar los cambios en la conducta de sus principales protagonistas y
las posibles implicaciones en la economía y en el proceso de negociación, es claro
que en Colombia las estrategias y los movimientos tácticos de las organizaciones
46
guerrilleras se han venido modificando en función de los cambios experimentados en
la dinámica de la confrontación armada. (Echandia, 2006; 161).
En lo que tiene que ver con la guerra, la guerra en Colombia es un conflicto interno
en el que las confrontaciones directas (combates) entre grupos armados si son una
constante, a diferencia de otros conflictos en los que la presencia de combates es la
excepción. (Restrepo y Aponte, 2009; 49). De acuerdo con este postulado, es
necesario aclarar que los desafíos y la nueva orientación de las FARC tienen
resultados óptimos a pesar de su repliegue. La nueva estrategia de las FARC con los
campos minados es una táctica defensiva, con la que se busca impedir la
penetración a los campamentos, la erradicación de cultivos ilícitos, proteger las
zonas de control y evitar la persecución por tierra. (International Crisis Group, 2009;
12). No obstante, a las minas antipersonales se han sumado lo que ellos denominan
"campos minados muertos", que son activados a control remoto, o detonados al paso
de patrullas de la Fuerza Pública, es decir, han desarrollado minas con carácter
ofensivo ante los nuevos desafíos que demanda la confrontación armada en
Colombia.
Las FARC en la actualidad tienen más de 10.000 hombres, repartidos en 73 frentes.
Cabe anotar que en su reacomodamiento la guerrilla le está apostando al trabajo
urbano con el llamado "Movimiento Bolivariano" (Ministerio de Defensa Nacional;
2003). De esta manera la otra estrategia en el terreno militar tiene que ver con los
francotiradores, utilizando las llamadas "triadas", que consiste en el uso de tres
guerrilleros de los cuales dos son buenos tiradores, no realmente francotiradores,
pues no se dispara a campo abierto o en largas distancias, quienes actúan en medio
de la selva tupida. Uno de ellos dispara, otro visualiza y el último cubre la retirada.
(Ministerio de Defensa Nacional; 2003). La efectividad en estos casos es alta y este
tipo de ataques es calificado por la fuerza pública como "emboscadas u
hostigamientos". Al igual que el minado, la utilización de francotiradores ha
provocado la disminución en el número de combates, debido a la imposibilidad de
47
concentrar guerrilleros para realizar acciones militares a gran escala y lograr evitar
los ataques de la aviación.
Las FARC están tratando de reacomodarse mientras la arremetida de la fuerza
pública es más fuerte, precisamente es allí donde se advierte que podrían estar
preparando una ofensiva general. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) intentaran demostrar al gobierno electo que tienen capacidad
militar y siguen vivas realizando actos violentos, es previsible una ofensiva de las
FARC antes del 7 de agosto, cuando asume como nuevo jefe de Estado, Juan
Manuel Santos, para demostrar que siguen fuertes. No se debe descartar, que si
tienen la capacidad, lo harán, la posibilidad de hacerlo existe tratando de mostrar que
continúan vivas.
En cuanto a la ofensiva de las FARC, la organización señala continuamente que es
tan importante la acción militar como la política. Los cuadros farianos están obligados
a conducir las organizaciones de masas bajo su dirección en la lucha por sus reales
reivindicaciones políticas, económicas, sociales y por la soberanía, que son tan
indispensables como las acciones armadas de las FARC. La ofensiva estaría
utilizando tropas en movimiento internadas en la selva y en veredas sin mucha
protección inmediata pero con resultados fundamentales sobre las Fuerzas Armadas.
El objetivo de las FARC es lograr una rebelión interna mediante el desgaste del
ejército colombiano. A ver cómo responden los militares después de una ofensiva
guerrillera, cuando el Gobierno afirma tener derrotada la guerrilla sin recursos,
enfermos. En síntesis la ofensiva general de las FARC será una ofensiva radical y sin
contemplaciones, teniendo en cuenta el modus operandi de la organización
guerrillera. En este contexto se debe tener en cuenta que un recrudecimiento de los
combates alargara el calvario de los secuestrados de la guerrilla.
Afirmar que se ganó la guerra significa demostrar concepciones idealistas, lo cierto
es que la guerrilla ha sido golpeada pero no extinguida. Si bien las FARC ha dejado
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de lado el enfrentamiento directo con el Ejercito para evitar su derrota, optando por
golpear indirectamente a su adversario mediante el sabotaje a la infraestructura
económica y la intensificación del terrorismo en las ciudades, es necesario reconocer
el alcance y las limitaciones de esta nueva conducta. (Echandia, 2006; 161). Esta
clase de situaciones, genera un efecto inmediato sobre la dinámica del grupo
guerrillero ante los desafíos planteados por el Gobierno, y es que precisamente las
FARC no contemplan otra salida diferente que continuar con la confrontación, porque
ésta les resulta mucho más beneficiosa que, por ejemplo, una negociación,
resultando cómoda y con posibilidades de obtener el triunfo, cabe señalar que no
existirán incentivos para modificar su posición.
De esta forma, Las FARC están tratando de acomodarse a las nuevas situaciones,
inicialmente entre 2002 y 2006 estaban en un repliegue militar, ahora sus tácticas
militares han cambiado bastante. Por ejemplo, debido a la superioridad aérea de las
fuerzas militares, las FARC ya no pueden concentrar tropa como lo hicieron entre
1995 y 2000, con lo cual lograron acciones militares como la toma a Mitú, la Uribe y,
en cambio, han optado por utilizar campos minados y francotiradores. (Ministerio de
Defensa Nacional; 2003). Estas nuevas tácticas comenzaban a arrojar para las
FARC algunos resultados positivos para ellos. Si eventualmente se produce una
fuerte ofensiva por parte de la guerrilla tras el largo periodo de repliegue, su
desenlace dependería de la capacidad que tenga para generar una imagen de
fortaleza militar ante la opinión pública, más allá de los resultados operacionales
reales. (Echandia, 2006; 162). En contraste con los éxitos operacionales de las
fuerzas militares y la Seguridad Democrática, se debe tener presente en el
reacomodamiento del grupo guerrillero un factor decisivo, pese a quelas FARC
pueden sufrir un fuerte desgaste militar, su intención es la de trasmitir a la opinión
pública que no pueden ser derrotadas militarmente. (Ortiz; 2004). En efecto, las
FARC con una estructura organizacional fuerte demuestran la sorprendente
capacidad de adaptación a las nuevas realidades militares, esto les ha permitido
insistir en la confrontación armada pese a la prevalencia de un entorno adverso e
incierto propio del conflicto colombiano.
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4. CONCLUSIONES
Utilizar el concepto de Acción Colectiva y la Teoría de las Organizaciones y la
insuficiencia explicativa de la Teoría de Elección Racional como una forma de
abordar la dinámica de las FARC, de estudiar una organización bajo presión y de
ampliar su análisis, es importante en la medida en que otorga herramientas y
elementos que pueden ser omitidos por los investigadores cuando realizan estudios
sobre las FARC y el conflicto colombiano. Lo que se busca es señalar y analizar
nuevos elementos que no se han profundizado al revisar a este grupo, es decir su
capacidad de adaptación, los elementos organizacionales y operacionales que como
organización pueden ejecutar, ataques exitosos pese al reacomodamiento del grupo
guerrillero a la dinámica del conflicto.
Se permite plantear la existencia de una estructura organizacional como las FARC
que despliega ciertas capacidades. A través de su estructura han podido adquirir
mejores conocimientos, tomar decisiones, planear, desarrollar actividades operativas,
estimular sus combatiente generando incentivos colectivos a pesar de las dificultades
de repliegue que experimentan, con el fin de perdurar en el tiempo, manteniendo su
cohesión interna y logrando sus objetivos. En suma, la sorprendente capacidad de
adaptación de las FARC a las nuevas realidades, les ha permitido insistir en la
confrontación armada pese a la prevalencia de un entorno adverso y demasiado
incierto.
El modus operandi de las FARC se caracteriza cada vez más por la realización de
acciones intermitentes a través de pequeñas unidades que utilizan la táctica y la
estrategia de golpear y expandirse, buscando reducir al máximo las bajas y los
costos de operación. Han dejado de lado el enfrentamiento directo con las fuerzas
militares para evitar su derrota, optando por asediar y golpear indirectamente a las
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fuerzas de orden mediante el sabotaje a la infraestructura económica y en múltiples
ocasiones, generando terrorismo en las grandes ciudades.
Las fuerzas militares y la Seguridad Democrática han implicado un serio desafío a las
FARC, generándoles fuertes retos para resolver sus problemas de Acción Colectiva,
y que a través de la Teoría de las Organizaciones permiten analizar cómo este grupo
guerrillero ha venido respondiendo a los desafíos en el conflicto, más cuando se
deben tener en cuenta varios criterios para dar forma o imagen de la estructura de
las FARC. Criterios como el mapa organizacional, los elementos organizacionales y
operacionales son los que dan contenido a la estructura de las FARC, y frente a este
tipo de características, la Teoría de Elección Racional no tiene elementos
explicativos para la compresión de los elementos de liderazgo, es decir identificar los
individuos y sus características que le dan cohesión a la organización para que
funcione y trabaje para lograr determinados objetivos. Otro factor es el reclutamiento,
la Elección Racional no explica las formas en las que las FARC consigue miembros
para cooperar en acciones o para reponer las bajas o extender sus operaciones más
allá de la relación Costo-Beneficio.
Desde la perspectiva de la Teoría de Elección Racional no se interpreta y analiza
porqué existen individuos que comparten los mismos intereses y que por lo tanto
actuarán conjuntamente para alcanzar la satisfacción de ellos a pesar de estar la
organización bajo presión. El punto importante es que se debe partir que los diversos
individuos tienen intereses en común. Sin duda alguna la Teoría de las
Organizaciones permite entender como las FARC responde a los actuales desafíos
de Acción Colectiva, a su vez se sustenta que aunque determinados individuos
compartan los mismos intereses, será más optimo actuar conjuntamente en función
de esos intereses compartidos, es decir con un espíritu grupal.
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