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Revista Mensual ISSN 1669-9122
DICIEMBRE DE 2015 $ 25
Los números no cierran y la “necesidad/incapacidad” de exportar la crisis es cada vez más la guerra
Sin oxígeno
Entre los zarpazos de un imperialismo que se resite a morir y la urgente tarea de los pueblos de controlar las fuerzas que él encarna
Sembrando el terror
La disputa entre modelos económicos como materia de debate popular en Latinoamérica
El enfrentamiento en suelo propio
¡Vencedores vencidos!
El programa económico de los monopolios y las tareas de la fuerza social nacional y popular
Antagónicos
Triunfo electoral de la fuerza imperial-oligárquica en la Argentina
De batallas y guerras por la liberación nacional
Los números no cierran y la “necesidad/incapacidad” de
exportar la crisis es cada vez más la guerra Sin oxígeno ................................................ 3
Sin respiro…crisis ........................................................... 3
Asfixiando al trabajo… ................................................... 4
Sofocando a los emergentes.......................................... 6
Aires de esperanza ......................................................... 8
Entre los zarpazos de un imperialismo que se resite a morir y la
urgente tarea de los pueblos de controlar las fuerzas que él
encarna Sembrando el terror ................................ 11
“No soy yo, sos vos”: la crisis en el centro ................... 11
Sin refugio .................................................................... 13
Rusia e Irán: la Alianza Rebelde ................................... 14
La paciencia del Oso .................................................... 15
La estrategia china para la paz..................................... 17
El momento armado de la paz ..................................... 17
Levantando temperatura… .......................................... 18
La disputa entre modelos económicos como materia de debate
popular en Latinoamérica El enfrentamiento en suelo propio .......... 19
“Negocios son negocios” ............................................. 19
Una Alianza no muy “pacífica” .................................... 21
De mamaos, sustos y despertares ............................... 23
¡VENCEDORES VENCIDOS! ....................... 25
Durmiendo con el enemigo ......................................... 25
Una ayudita para ganar ............................................... 26
“Una bofetada para despertar”................................... 28
Hablo de cambiar esta, nuestra casa .......................... 28
Las calles son nuestras, aunque el tiempo diga lo
contrario ...................................................................... 30
El programa económico de los monopolios y las tareas de la
fuerza social nacional y popular Antagónicos............................................. 32
La vuelta “al mundo” ................................................... 32
Equipo concentrado .................................................... 34
La maratón cambiaria.................................................. 34
El federalismo de los unitarios .................................... 36
Entre la resistencia y la ofensiva ................................. 37
Triunfo electoral de la fuerza imperial-oligárquica en la
Argentina De batallas y guerras por la liberación nacional ................................................... 39
La alegría no es sólo brasilera, también es patronal ... 39
Felices por esa “torcida idea de la libertad” ............... 40
“Dream Team” del coloniaje ....................................... 41
Les traigo paz............................................................... 41
Jueces muy imparciales ............................................... 42
Militares muy honorables ........................................... 43
Diplomáticos muy profesionales ................................. 43
Partidos muy consolidados ......................................... 44
Hechos muy malditos .................................................. 45
Contraofensiva fallida ................................................. 45
Comprender y reorganizar .......................................... 47
Fuentes consultadas: EE.UU.: Wall Street Journal (WSJ). Gran Bretaña: The Economist (TE).
Alemania: Deutsche Welle (DW) China: Xinhua (XH). Rusia: Russia Today (RT). Irán: HispanTV (HTV).
Venezuela: Telesur (TS). Cuba: Cubadebate (CD). Colombia: El Tiempo (ET). Argentina: Clarín (CL); Crónica (CA); Cronista Comercial (CR); La Nación (LN);
Miradas al Sur (MS); Página 12 (P12); Tiempo Argentino (TA).
Números anteriores disponibles en www.analisisdecoyuntura.com.ar
Los números no cierran y la “necesidad/incapacidad” de exportar la crisis es cada vez más la guerra
Sin oxígeno
“Parece ser, que ya no puedes ver,
ni lo blanco, ni lo negro, ni lo que te sucede”
(Sin hilo – Las pelotas)
Llegando al fin del año, el aire para las economías de las
potencias es un bien escaso. La crisis no deja de agudizarse y
mostrarse en todo su esplendor. Las “burbujas” continúan
expandiéndose en todas las esferas en que los desenfrenados
capitales logran introducirse. La clave es exportar la crisis pa-
ra que, robando “oxígeno”del resto del mundo, el pulmotor
del decadente capitalismo mundial continúe funcionando. La
concentración y centralización del capital sigue dando saltos
abismales con mega-fusiones que batieron el récord de 2007
–aquél fatídico año que anticipó la crisis final. Estos capitales
buscan borrar con su avance cualquier atisbo de “barrera”
que se ponga en su camino hacia obtener las mayores pro-
porciones de riqueza mundial, lo cual les permitiría respirar
un poco más, antes de ser finalmente absorbidos por sus
competidores. A la cabeza está EEUU, que busca reeditar su
alicaída hegemonía por medio de acuerdos que sólo auguran
más penurias para sus “socios”. Frente a ello, las fuerzas de la
“paz” encabezadas por China y Rusia, proponen nuevas alian-
zas que ante todo impliquen el beneficio mutuo y la coopera-
ción. Estas alianzas se extienden a escala global forzando in-
cluso a EEUU a ser parte de ellas. El desafío entonces es
enorme, controlar las fuerzas de la irracionalidad o perecer
ante ellas.
Sin respiro crisis
No resulta ninguna novedad, luego de siete años de rece-
sión, la insistencia en la profunda crisis a la que ha arribado el
sistema capitalista, encarnada en la decadencia de las otrora
“economías centrales” occidentales, EEUU y la Unión Euro-
pea (UE). La esencia de la crisis se encuentra en aquello que
Marx anunciaba hace más de un siglo y medio como el rol
fundamental de la burguesía y el núcleo del sistema capitalis-
ta: “La burguesía no puede existir sino a condición de revolu-
cionar incesantemente los instrumentos de producción y, por
consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas
las relaciones sociales”.
Esta crisis del núcleo del sistema capitalista adquiere desde
2008 rasgos cada vez más evidentes, a partir de la decaden-
cia de las otrora “economías centrales”. La recesión a la que
han abordado puso de manifiesto el grado de descomposi-
ción del sistema, lo cual entre otras múltiples manifestacio-
nes se hace evidente en los obscenos niveles de especulación
alcanzados, que han dado lugar a múltiples burbujas, una de
las cuales estalló en 2008, pero que han continuado su ex-
pansión aún luego de la crisis.
Hemos reseñado anteriormente cómo una de las vías
adoptadas por los países centrales para “capear” dicho ahogo
que produjo la recesión pos-crisis ha sido el “apalancamien-
to” por medio de la emisión constante y sonante de miles de
millones de dólares y euros por parte de la Reserva Federal
norteamericana (FED) y el Banco Central Europeo (BCE), con
el objetivo de fomentar y sostener los niveles de consumo e
inversión. Como bien han mostrado los números, lejos de
arribar a puerto firme, dichas políticas han exhacerbado los
niveles de especulación y endeudamiento, sin incrementar el
consumo y la inversión “productiva”.
Así, la recesión unida a los niveles altísimos de endeuda-
miento a la que hemos abordado conforman un combo ex-
plosivo entre no-crecimiento y mayor deuda, cada vez más
difícil de pagar debido al estancamiento de las economía eu-
ropea y norteamericana. Los altos niveles de endeudamiento,
no son un elemento nuevo, por el contrario la crisis de 2008
los hizo evidentes, siendo los primeros países en caer los de-
nominados PIGS (“cerdos” en inglés: Portugal, Italia, Grecia y
España). La enorme proporción entre deuda/PBI de estos
países –al que rápidamente se sumaron otros– fue la punta
del iceberg de la monumental crisis que se aproximaba. A
partir de entonces la FED, el BCE, así como la Comisión Euro-
pea (CE) y el Fondo Monetario internacional (FMI), exigieron
la reducción de los altos niveles de endeudamiento, emer-
giendo los primeros clamores de “austeridad”. El objetivo,
impulsado desde Berlín, Bruselas y Washington era reducir
los “déficit” y “recomponer” las cuentas públicas de los esla-
bones más débiles del primer mundo, para evitar tanto la
caída del euro, como la fractura de la UE, así como el “de-
fault” con el cual coqueteara Washington en múltiples opor-
tunidades.
Pues bien, luego de 7 años de austeridad, default de Gre-
cia, ajustes fiscales, flexibilización laboral en todas sus for-
mas, etc., el saldo de la cuenta corriente de la mayoría de los
países centrales sigue estando al rojo vivo. De acuerdo al BIS
(Banco Internacional de Pagos), desde 2007 a nuestros días la
deuda mundial aumento 57 billones, es decir, 5,3% anual,
contrariando el objetivo de algunas economías desarrollados
que se habían comprometido a reducir el “déficit” entre un 3-
4% anual, se endeudaron muy por encima de sus ingresos. En
este sentido, según un estudio de finanzas públicas de la OC-
DE, 14 de los 34 países miembro necesitarían un ajuste fiscal
superior al 4,5% del PBI para “equilibrar” nuevamente las
cuentas. La esencia de este alto endeudamiento luego de la
crisis fue la abundancia de dinero barato impulsado tanto por
la FED como el BCE que “permitieron” a países virtualmente
en “quiebra” como España, continuar endeudándose a tasas
irrisorias de entre el 2-4%. Un ejemplo de ello, es que nue-
vamente la deuda de la administración pública española su-
peró en el tercer trimestre del año el objetivo previsto para
4 Sin oxígeno
DICIEMBRE DE 2015
todo el 2015 (1,062 millones de euros) según el Banco de Es-
paña, llegando al 99,4% del PIB del país (información publi-
cada en RT 2/11 y DW 6 y 17/11).
Peor aún, como mencionábamos en el Análisis… previo, en
el caso de EEUU los niveles de deuda estipulados por el pre-
supuesto –y aprobados por el Congreso– han sido largamen-
te superado en 2015, por lo que nuevamente el Parlamento
norteamericano debió aprobar durante octubre un aumento
de la deuda de forma tal de cubrir los gastos mínimos para
que el gobierno norteamericano “llegue a fin de año”. En es-
te sentido, el exdirector de la Oficina General de Contabilidad
de EEUU, Dave Walker, desnudó aún más la gravedad del en-
deudamiento de la primera economía del mundo, afirmando
que la deuda real asciende a casi el triple, si a los datos oficia-
les se añaden las obligaciones no garantizadas del país: “Si
sumamos alrededor de 18,5 billones de dólares de pensiones
civiles y militares no garantizadas, las pensiones de salud,
compromisos sociales no financiados, Medicare y todas otras
obligaciones, la deuda nacional será de alrededor de 65 billo-
nes de dólares” (RT 10/11).
Este oscuro panorama para las economías centrales fue re-
conocido sin más en un comunicado lanzado por el propio
G20 durante la reunión que tuvo lugar en noviembre, en el
que reconocía: “El crecimiento económico mundial está des-
equilibrado y continúa sin alcanzar nuestras expectativas, a
pesar de la previsión positiva de algunas de las principales
economías. Los riesgos y las incertidumbres permanecen en
los mercados financieros, y los retos geopolíticos se están
convirtiendo cada vez más en una preocupación global” (XH
17/11). Estos “riesgos” e “incertidumbres” latentes hoy, que
manifiestan las veinte principales economías del mundo, no
es más que la propia inestabilidad que la crisis de dichas eco-
nomías transfieren al conjunto de la economía mundial. Una
síntesis del estado catastrófico de las economías centrales
fue admitido por el propio premio Nobel de economía, Paul
Krugman, en el cual además de reseñar las penosas conse-
cuencias de las erráticas decisiones asumidas por la FED, el
BCE, el FMI, la Casa Blanca y la CE –como ser el excesivo
“apalancamiento” o las “tasas cero”–, denuncia el trágico
rumbo que la “austeridad” ha tomado y exigido las principa-
les economías, pasando por alto los preocupantes niveles de
desocupación y “paro” aún vigentes en dichos países. Así
Krugman clamaba: “Cuando la crisis económica llegó en 2008,
los funcionarios oficiales en general hicieron lo correcto. La
Reserva Federal y otros bancos centrales advirtieron que sos-
tener el sistema financiero tenía prioridad por sobre las no-
ciones convencionales de la prudencia monetaria. La adminis-
tración de Obama y sus contrapartes comprendieron que en
una economía en baja los déficits fiscales eran una ayuda y
no causaban daño. Y la emisión de dinero y el endeudamiento
funcionaron: se evitó la repetición de la Gran Depresión, que
parecía totalmente posible. Pero todo salió mal. Y los efectos
del giro equivocado que dimos se ven peores ahora que lo que
jamás imaginaron los críticos más duros que sostenían ver-
dades consabidas. Para los que no recuerdan: en 2010, de
manera más o menos repentina, la elite política a ambos la-
dos del Atlántico decidió dejar la preocupación por el desem-
pleo y comenzar a preocuparse en cambio por los déficits pre-
supuestarios (…) ahora se ve que las políticas de austeridad
no sólo impusieron pérdidas a corto plazo de empleos y del
producto, sino que también han causado grave daño al cre-
cimiento a largo plazo (…) los gobiernos que recortaron el
gasto frente a la depresión causaron daño a sus economías y
por tanto su futura recaudación, tanto así que sus deudas se-
rán más elevadas de lo que hubiera sucedido sin los recortes.
Y la dura paradoja de esta historia es que esta política catas-
trófica fue impuesta en nombre de la responsabilidad de lar-
go plazo” (LN 15/11). Es decir, no sólo no han conseguido la
“reactivación” esperada con la enorme inyección y extrema
“liquidez” de dólares y euros, sino que las políticas de “auste-
ridad” han acabado con el empleo y el producto debido a los
sensibles recortes y flexibilización laboral que la “responsabi-
lidad fiscal” ha impuesto, es decir, que al igual que todas las
crisis la variable de ajuste en definitiva ha sido el trabajo.
Asfixiando al trabajo
En este sentido, los números son ilustrativos de los “efec-
tos” que la crisis ha generado sobre los trabajadores a escala
global, pero centralmente en el primer mundo. Hemos expli-
cado en múltiples oportunidades que bajo la desenfrenada
“competencia” entre los capitales concentrados para conti-
nuar reproduciéndose en escala ampliada, dos elementos
centrales son: por un lado, hacerse con el control “total” de
los “mercados” de forma tal de asegurar su hegemonía de-
biendo “eliminar” la competencia –por medio de la concen-
tración y centralización del capital– de forma tal de poder fi-
jar los precios a escala global y; por otro lado, reducir
“costos” tales como el transporte –por medio de la confor-
mación de “cadenas” globales de producción– así como el
trabajo –principal “costo” productivo– por medio de su re-
emplazo por “robots”, es decir, revolucionando incesante-
mente los medios de producción. Pues bien, hemos mencio-
nado un estudio realizado por los economistas ingleses Carl
Frey y Michael Osborne, ambos de la Universidad de Oxford,
en 2013 que proyectaba que en dos décadas se consolidaría
el reemplazo del 47% de la mano de obra por medio de la au-
tomatización, esos plazos –dos años después de publicado–
el estudio se han reducido por lo menos a 10 años sino me-
nos. Es decir, que en casi una década los robots habrán de
suplantar la mitad de los trabajos que hoy realizan millones
de trabajadores a escala planetaria. En este sentido, los últi-
mos datos muestran que el “costo” que hoy implica para la
manufactura a escala global sostener el empleo es de US$ 6
billones. De acuerdo a la misma información si la fuerza de
trabajo disminuye 25% en la próxima década en el mundo
avanzado, como consecuencia de la robotización generaliza-
da, el impacto económico es US$ 1,2 billones anuales a partir
de 2015. McKinsey estima que el número de robots alcanza-
Análisis de Coyuntura 5
DICIEMBRE DE 2015
ría a 25 millones en 2025 (hoy son 15 millones), un creci-
miento de 25% anual, el doble que en los 20 años previos; y
este incremento requiere una inversión de US$1,2 billones en
10 años (información publicada en CL 1/11). Es decir, que el
costo de la inversión durante diez años en reemplazo de
mano de obra, permite el “ahorro” de 10 veces lo invertido,
eso quiere decir que ganarán 10 veces más si invierten lo ne-
cesario para empujar el vertiginoso salto tecnológico que im-
plica la automatización del trabajo. Un negocio redondo al
parecer!, pero como hemos visto, son los trabajadores los
únicos capaces de producir valorpor encima de su propio cos-
to, por lo cual la reducción de las ganancias está estrecha-
mente vinculada a la reducción del valor globalmente produ-
cido. Peor aún, los trabajadores son los únicos capaces de
consumir, siendo que los robots son herramientas de los
mismos, por lo cual este monumental incremento cuantitati-
vo de los bienens producidos implicará mayor abarrotamien-
to de stocks si cada vez mayores trabajadores son excluidos
del sistema.
Este complejo proceso que desata la sanguinaria
competencia entre los capitales concentrados, encuen-
tra su núcleo en el corazón del sistema, EEUU, en donde
los calamitosos efectos de la crisis sobre el trabajo han
sido más evidentes. Un eje central de la automatización
de mano de obra es lograr el aumento de la productivi-
dad del trabajo, es decir, lograr que los trabajadores
produzcan más en igual o menor tiempo. Según la in-
formación, la productividad en EEUU aumentó 0,3% en-
tre el 1° trimestre de 2015 e igual período del año ante-
rior, en los últimos cinco años ha crecido en un promedio de
apenas 0,5% anual, frente al 1,9% de 2005 a 2010, y un 3,2%
en los cinco años antes de eso. Un factor “fundamental”
para la decadencia de la “productividad” es de acuerdo
al analista internacional, Jorge Castro, la reducción de la
fuerza de trabajo debido al retiro de 10.000 babyboo-
mers (nacidos entre 1945 y 1960, quienes representan
el 60% de la fuerza laboral norteamericana), un recorte
de 4,6 millones de trabajadores por año (información
publicada en CL 1/11 y TE 14/11). Este dato que aporta
Castro, se ve reflejado en el crudo número arrojado por
el Financial Times, que afirma que ya en 2014 el 12% –
cerca de uno de cada ocho individuos– de los hombres
estadounidenses entre las edades de 25 y 54 años ni es-
taba trabajando ni estaba en busca de un empleo, arri-
bando al 26% en el caso de las mujeres. Es decir, que en
promedio casi el 20% de la población en edad producti-
va en EEUU no ingresa al mercado laboral, imposibili-
tándose el “recambio” generacional. La preguna clave
es ¿por qué? La precariedad del mercado laboral norte-
americano es denunciada por el propio matutino finan-
ciero “Las comodidades de la ociosidad no pueden ser
una explicación plausible debido a que EEUU tiene el sis-
tema de bienestar social menos generoso de los países
de altos ingresos (…). De acuerdo con la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),
los salarios mínimos estadounidenses estaban un 20%
por debajo de los niveles de los del Reino Unido en tér-
minos reales en 2014 y aún más por debajo de los gene-
rosos niveles en Francia. Además, EEUU todavía tiene el
mercado laboral menos regulado de la OCDE (…). Los
bajos salarios mínimos y los altos costos de transporte
para los trabajadores que viven en las crecientes conur-
baciones estadounidenses también podrían hacer que el
trabajo de bajos salarios no fuera rentable. Por último,
¿es importante la disminución de la participación de los
adultos en edad productiva? Sí, debe serlo: sí importa si
un gran número de personas cree que no pueden ganar
lo suficiente en el mercado laboral para mantener una
familia; y sí importa si las madres pierden su conexión
con el mercado laboral. El implacable descenso en la
proporción de adultos estadounidenses en edad produc-
tiva en el mercado laboral indica una disfunción signifi-
cativa” (CR 9/11). Es decir, esa “disfunción significativa” que
reconoce el Financial Times, refleja un mercado altamente
flexibilizado, con niveles de precariedad enormes y con bajos
niveles salariales que expulsa mano de obra en edad produc-
tiva, reemplazada con altas tasas de participación de perso-
nas de entre 15 y 24 años y mayores de 65 años. La participa-
ción de los trabajadores de la “tercera edad” se ha elevado
de un 13% en el año 2000 a un 19% en el 2014, lo cual pone
aún más en evidencia la “disfunción” del mercado laboral
norteamericano. Sugestivamente el diagnóstico del matutino
londinense, The Economist, coincide en poner en el centro de
la atención, la precariedad del trabajador norteamericano:
“Fue un signo de la época cuando, el 6 de noviembre, los ex-
pertos celebraron la noticia de que el pago por hora había
crecido un 2,5% en el año hasta octubre. Siendo una enormi-
dad para el estándar actual, ese ritmo se mantiene muy por
debajo del 3,8% alcanzado a mediados de 2007, antes de la
crisis financiera (…). Las personas inactivas actúan como un
freno para el crecimiento de los salarios si mejores perspecti-
vas los tentara entrar de nuevo en la fuerza laboral (…). Si se
mantiene el repunte del crecimiento salarial que apareció en
los datos de octubre, no será suficiente para mantener el au-
mento en el nivel de vida (…). A raíz de la recesión, el creci-
miento de la productividad del trabajo se redujo a la par del
crecimiento de los salarios” (TE 14/11). En suma, lo que deta-
lla The Economist termina de completar el panorama de la
realidad del trabajador norteamericano: la celebrada tasa de
desempleo del 5,1% oculta que el 12% de hombres en edad
productiva –siendo 26% para las mujeres– no ingresan al
mercado por efecto del desaliento ante la formidable preca-
riedad laboral y los bajos salarios. Peor aún, este amplio
“ejército de reserva” es el que permite mantener bajos los
niveles salariales.
En definitiva, es la precariedad laboral norteamericana la
que favorece una correlación negativa salario/inflación para
los trabajadores cuyos ingresos aumentan en menor medida
6 Sin oxígeno
DICIEMBRE DE 2015
que los precios. Una muestra pequeña del estado de situa-
ción fueron las múltiples protestas que llevaron adelante los
trabajadores de comercios de comidas –entre ellos de Mc
Donalds– en simultáneo en 270 ciudades reclamando 15 dó-
lares la hora, reclamo al que se sumaron barrenderos, traba-
jadores de los hogares de ancianos y mensajeros (informa-
ción publicada en RT 11/11).
Equivalente situación sobrevienen los trabajadores euro-
peos, cuya situación parece adquirir aun mayor complejidad
combinada con la denominada “crisis inmigratoria”. Tome-
mos el ejemplo de la nave insignia europea, Alemania, en
donde de acuerdo a los datos en octubre, 2,65 millones de
personas estaban registradas oficialmente como desemplea-
das, siendo esta la menor tasa de desempleo desde 1991. Es-
te auguroso dato sin embargo contrasta con otro que refleja
que uno de cada cinco empleados –el 20,6% aún gana “muy
poco”, lo cual se evidencia en que alrededor de 3,1 millones
de personas con trabajo percibían a finales de 2013 ingresos
que los situaban al borde de la pobreza. Otra señal de la cre-
ciente precariedad del mercado laboral es la tendencia regre-
siva en los convenios colectivos, que muestra que el 52% de
los empleados en el este del país trabajan sin el amparo de
un convenio colectivo. Aún más, entre 2011-2014 ha aumen-
tado considerablemente –llegando a 13%– el número de per-
sonas que necesitan dos empleos para sobrevivir, siendo dos
millones de personas las que ganan menos de 450 euros al
mes debiendo buscar un segundo empleo. Esto ha llevado a
que el 9,3 % de los residentes en Alemania precisara –a fina-
les de 2014– ayudas públicas para alcanzar los ingresos mí-
nimos para su situación vital. Contra el imaginario de la glo-
riosa economía germana, el grueso de aquellos que demanda
ayuda estatal son las personas que aún se encuentran des-
empleadas, frente a los 363 mil refugiados que residen allí.
También en el caso de Alemania el rol de los trabajadores
más longevos ha ido en ascenso, siendo que cada vez más
ancianos desempeñan trabajos precarizados (minijobs)
904.000 mayores a 65 años en marzo de 2015 frente a los
533.000 en 2003 (información publicada en DW 19/10 y
27/11). En el caso de Gran Bretaña la edad de los que aún
trabajan asciende a 70 y 74 años, sin embargo, el dato más
triste no es la imposibilidad de los ancianos de “disfrutar” el
ocio luego de años de haber aportado al sistema productivo,
sino la respuesta que frente a esta precarización ha dado el
propio Ministerio de Trabajo inglés que afirmaba: “mucha
gente de mayor edad quiere continuar trabajando, motivo
por el cual el Gobierno abolió la edad de jubilación obligato-
ria. Ahora los ciudadanos pueden elegir hasta cuando quieren
trabajar, y eso es bueno”; frente a ello los sindicatos confron-
taban la triste realidad que “la tendencia a una mayor longe-
vidad coincide con un recorte de las pensiones de jubilación
por parte de las empresas” (DW 7/11).
El panorama se ensombrece cuando aparece el “uso”que
los países europeos pretenden hacer de los inmigrantes afri-
canos y de Medio Oriente que huyen de los múltiples conflic-
tos que el propio bloque EEUU-UE ha generado en sus res-
pectivos países. De acuerdo a la OCDE, durante los últimos 10
años, los inmigrantes representaron el 47% del aumento de
la fuerza laboral en EEUU y el 70% en Europa. Es decir, que
son los migrantes los que han podido en muchos casos palear
el estancamiento de la tasa de natalidad y el consiguiente
envejecimiento de la mano de obra europea. De acuerdo a la
CE se esperan 3 millones de refugiados para 2017, lo que
aumentará la fuerza laboral en un 0,1% hasta fin de año y de
0,3% hasta 2017. Ello implicará que el PBI aumentará entre
0,2 y 0,3% al 2017 y el impacto será mayor en los países de
acogida (información publicada en DW 5/11). El ingreso de
esta masa de trabajadores inmigrantes no sólo puede “resol-
ver” los graves problemas de natalidad y envejecimiento de
la población que aquejan a los europeos, sino que pueden
suplir la carencia de trabajadores calificados que sufre la
economía alemana, por ejemplo. Pero fundamentalmente la
impresionante suma de 800.000 trabajadores inmigrantes a
los cuales la canciller alemana Angela Merkel les ofreció “asi-
lo”, permitirán expandir los márgenes de un mercado laboral
estrecho que presiona sobre los salarios. La mayoría de inmi-
grantes sirios y de Europa del este que ingresaron a Europa,
son jóvenes y poseen altos niveles de capacitación, en este
sentido, según un estudio de la Federación de Industrias
Alemanas, “La falta de mano de obra cualificada sería hoy
mucho mayor si, en años recientes, Alemania no se hubiera
beneficiado tanto de la inmigración” (DW 15/11). Se afronta
así la carencia de mano de obra calificada, ejército de reserva
para presionar hacia abajo los salarios, a la vez que esto per-
mite empujar la flexibilización laboral de la mayor parte de
los trabajadores europeos, que enfrentan la “competencia”
del inmigrante.
Sofocando a los emergentes
Está claro entonces que la feroz disputa entre los capitales
no sólo genera peores condiciones para los trabajadores a
escala global sino que a la vez que profundiza la concentra-
ción y centralización del capital, enfrenta con mayor violencia
cualquier “traba” a su expansión y desarrollo: centralmente
los Estados Nación en su forma actual. Las “áreas de libre”
como el TPP, el TTIP, el TISA, el ALCA, la Alianza para el Pacífi-
co, etc., promovidas por EEUU, expresan esas necesidades de
los sectores más desarrollados de la economía mundial, de
continuar reproduciéndose en escala ampliada en tanto eli-
minan las barreras “artificiales”que limitan la “libre” circula-
ción de los principales medios de producción capital, trabajo
y el libre “uso” de las fuerzas de la naturaleza.
La forma que adopta la lucha entre los capitales no sólo
implica esta creciente subordinación de los “mercados” a la
ley del más fuerte -o sea la de EEUU- sino que la condición
excluyente para lograrlo es “asfixiar” cualquier alternativa
que pueda enfrentar la hegemonía del bloque EEUU-UE. Así
los ataques a los emergentes adquirien contornos y se múlti-
Análisis de Coyuntura 7
DICIEMBRE DE 2015
plican, fundamentalmente contra aquellos que encabezan el
BRICS, y sus principales aliados.
Las economías de estos países lograron expandirse durante
los últimos años al compas del “auge de los commoditties”
así como del petróleo, pero sostenidas fundamentalmente
bajo la profunda transformación de la economía China duran-
te las últimas dos décadas y su influencia creciente en la eco-
nomía mundial. Es así como la guerra contra estos países que
empezaron a crecer a la par que disputaban la tradicional he-
gemonía de las economías centrales, tomó forma en el ata-
que mediante la manipulación de los precios de dichos pro-
ductos en los mercados internacionales, controlados
precisamente por las grandes potencias y los grupos econó-
micos concentrados a escala planetaria. El objetivo es evitar
la transferencia de recursos hacia esos países, manipulando
los términos del intercambio en detrimento de los países
“opositores”.
Desde 2014 elataque al precio del petróleo ha sido feno-
menal, reduciéndose el mismo desde los US$ 140 el barril
hasta los actuales US$ 35-40 (información publicada RT 16/11
y LN 18/11). Esta disputa fue empujada por EEUU quién co-
menzó a inundar los mercados con crudo y gas extraído me-
diante el polémico meto de fracking (fractura hidráulica). Es-
te proceso fue acompañado por Arabia Saudita que,
buscando mantener las cuotas de mercado, continuó bom-
beando millones de barriles a pesar de que el precio conti-
nuara descendiendo. Ello generó una enorme controversia al
interior de la Organización Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), donde el resto de los grandes producotres petroleros
comenzaron a clamar por una re-organización del mercado
de crudo. Rápidamente quedó al desnudo que la ofensiva
norteamericana contra el petróleo tenía como centro atacar
el poder que la OPEP mantiene desde 1973 en la determina-
ción del precio del petróleo. Este ataque tenía como objetivo
desequilibrar centralmente a Venezuela e Irán, dos países
que se opusieron por medio de procesos revolucionarios a la
histórica injerencia norteamericana y, fundamentalmente
Rusia, que si bien no forma parte de la OPEP configura un ac-
tor central del “mercado de petróleo”. Frente al caos genera-
do por EEUU, fue sobre todo Venezuela la que ha empujado
la discusión al interior de la OPEP respecto a cómo controlar
y defenderse del “ataque” a los precios del petróleo. Así, el
ministro de Petróleo de Venezuela Eulogio del Pino afirmaba:
“La OPEP no puede permitir una guerra de precios del petró-
leo y debe adoptar medidas pronto para estabilizar el merca-
do” (LN 23/11). El 21 de octubre, Venezuela presentó una
propuesta en Viena sobre un precio de equilibrio de US$ 88
el barril.
Sin embargo como hemosvisto en Análisis… anteriores, es-
ta guerra por el control del precio del petróleo resulta insos-
tenible para grandes fracciones de las petroleras norteameri-
canas que iniciaron desenfrenadamente la explotación del
fracking así como las multinacionales que históricamente co-
trolaron la explotación de gas y petróleo a escala global. En
este sentido, de acuerdo a la última información, las empre-
sas petroleras en EEUU redujeron la cantidad de plataformas
perforadoras en activo, lo que representa el nivel más bajo
desde junio de 2010, llegando a 555, lo que significa que en
las últimas 13 semanas un total de 12 perforadoras fueron
paralizadas. Sintomático de ello son las pérdidas percibidas
por la Royal Dutch Shell, quien anunció un rojo de US$ 7.400
millones sólo en el último trimestre de 2015 que contrasta
con los US$ 4.500 millones de ganancia del mismo período
del año pasado. Ello ha llevado a la empresa a cancelar pro-
yectos que ya no tienen “sentido económico” en el entorno
actual de precios (información publicada en CL 1/11 y CD
25/11).
Este proceso de decadencia de las empresas petroleras,
otrora vanguardia de la “revolución del shale”, muestra el
grado de crisis que contiene la guerra que han empujado
contra los emergentes, pero que a su vez no pueden frenar.
Ante semejante panorame durante noviembre se conoció la
noticia que la Casa Blanca y el Congreso de EEUU acordaron
vender el 8 % de las reservas estratégicas de petróleo del país
–que estaban destinadas solo a situaciones de emergencia–
que ascienden a 695 millones de barriles. Según la informa-
ción, sólo se venderán en el período 2018-2023 58 millones
de barriles, mientras que los ingresos que obtengan por los
casi 60 millones de barriles en 2025 serán transferidos al fon-
do general del Departamento de Tesoro, destinados a “esta-
bilizar el presupuesto”. En este sentido el diario alemán 'Die
Welt', reproducido por el portal RussiaToday, se preguntaba
con suspicacia “¿Por qué Washington anuncia estos planes
cuando los precios están tan bajos? Tal vez porque no sólo se
trata de dinero, sino de política. Esta decisión pretende pre-
sionar al mercado de manera artificial para debilitar a todos
los países para los que la producción de petróleo es el princi-
pal medio de equilibrar el presupuesto” (RT 4/11). Esta suges-
tiva pregunta pone en evidencia que la “crisis” del petróleo
no es más que una de las formas que ha adoptado la monu-
mental disputa de fuerzas a escala global, en donde la crisis
en la que se encuentran sumidas los países del bloque occi-
dental EEUU-UE se ven forzados a “descargar” la crisis al res-
to del mundo –sobre todo a los emergentes– con la mayor
violencia posible de forma tal de “darle un respiro” a las pro-
pias fuerzas. Sin embargo cada día está más claro que el gra-
do de virulencia de la guerra hacia los emergentes expresa
más que nunca la conciencia de que la crisis está en la médu-
la de sus cuerpos y resulta imposible desembarazarse de la
misma, sin abandonar el sistema capitalista, es decir, decre-
tando su propia muerte.
Frente a ello, un actor central en materia energética ha si-
do Irán, alineado con Rusia y China, que luego del acuerdo
del 5+1 ha conseguido profundizar los acuerdos con el mun-
do pudiendo desembarazarse del bloqueo impulsado desde
EEUU por décadas. En este sentido, el presidente de Irán
Rohani, afirmaba el rumbo hacia adelante disputando a capa
y espada las cuotas de mercado así como nuevos mercados, a
8 Sin oxígeno
DICIEMBRE DE 2015
pesar del alicaído precio: “A día de hoy producimos 600 mil
metros cúbicos de gas, intentamos llegar dentro de dos años
a una producción diaria de un millón de metros cúbicos de
gas” (HTV 23/11). Con dicho objetivo Irán anunció un contra-
to con 13 mega empresas petoleras (British Petroleum, la
francesa Total, la noruega Statoil, la china Sinopec, Royal
Dutch Shell, la italiana Eni y la española Repsol) bajo el cual
cederá los procesos de exploración, desarrollo y producción
de sus campos petroleros exclusivamente a los contratistas
extranjeros, establecerá ciertas operaciones comerciales para
la producción de gas y crudo iraní con la inversión de empre-
sas internacionales, las cuales serán pagadas con una parte
de los ingresos de la producción, los nuevos contratos requie-
ren que las empresas extranjeras de energía se asocien con
compañías locales en la prestación de servicios, construcción
de oleoductos y campos de perforación (información publi-
cada en HTV 28/11). De igual forma, el viceministro iraní del
Petróleo, AbásKazemi, afirmaba que con la voluntad de “im-
pulsar las exportaciones de petróleo, debemos crear nueva
demanda fuera del país para poder garantizar la venta a lar-
go plazo del petróleo crudo de nuestro país (…) Irán ha co-
menzado ya negociaciones, de acuerdo con este plan, con al-
gunos países de Asia y de Europa, entre ellos España, para la
compra de refinerías” (HTV 11/11).
La claridad con la que Irán enfrenta los embates de EEUU
refleja los años de lucha que su pueblo ha llevado adelante,
con profunda conciencia no sólo de las fuerzas que a las que
se enfrenta y de la comprensión de la necesidad de avanzar a
pesar de los embates. Así Rohani reafirmaba: “El acuerdo nu-
clear es una cosa y nuestras relaciones con Estados Unidos,
otra. Los problemas que tenemos son antiguos y se remontan
a la victoria de la Revolución Islámica. Aun existen fricciones
(…). El compromiso necesario es que no se apliquen nuevas
sanciones por parte del G5+1. Todos tenemos que respetar
los acuerdos alcanzados, pero si EE.UU. o cualquiera de los
países deciden no cumplir con su parte, nosotros tampoco
tendremos motivo para hacer lo propio” (HTV 13/11).
Este despliegue de Irán como actor central en el nuevo es-
cenario mundial, pos acuerdo, es fundamentalmente empu-
jado por China y Rusia. En este sentido, durante noviembre
Rusia contribuyó significativamente a la “reinserción” iraní.
En primer lugar, el presidente ruso, levantó mediante un de-
creto los embargos y prohibiciones de suministros y compra-
venta de mercancias con la industria iraní, pudiendo todas las
instituciones financieras y comerciales rusas comerciar con
Irán. Más aun, Teherán y Moscú han firmado varios acuerdos
de cooperación en distintos ámbitos estratégicos, con los que
Rusia espera multiplicar cinco veces el volumen del comercio
bilateral. Así la cooperación económica bilateral crecería de
1600 millones a 10 mil millones de dólares. Uno de estos
acuerdos implica que Rusia concederá 5.000 millones de dó-
lares que se sumarán a los 2.000 millones que la nación persa
recibirá del Banco Ruso de Desarrollo. Los fondos se destina-
rán a proyectos de infraestructura (información publicada en
RT 12/11 y HTV 13 y 23/11).
Aires de esperanza
La creciente alianza entre China y Rusia, así como la pro-
fundización del BRICS y demás acuerdos con Irán, América La-
tina y África han logrado consolidar como bloque al conjunto
de países históricamente “no alineados”. Lo cual se evidencia
en la creciente violencia con la que EEUU ha avanzado en su
contra. En este sentido, como veíamos en el anterior Análi-
sis… el fundamento último del TPP es arrebatarle el lugar
preponderante que China tiene en la región Asia-Pacífico, y
era el propio Barack Obama el que lo afirmaba sin disimulos:
“Cuando el 95% de tus potenciales consumidores viven fron-
teras afuera uno no puede dejar que sea China el que siente
las bases de la economía” (LN 6/10). La disputa es clara, el
problema no es sólo “refundar” la hegemonía del bloque oc-
cidental sobre el resto del mundo reeditando los acuerdos de
“Bretton Woods”, sino que la condición última para asegurar
esa hegemonía es la arrinconar a China y Rusia aislándolas
del resto del mundo, anulando así su influencia.
Justamente el apuro por contenter el avance de este blo-
que, ha empujado a EEUU a forzar a sus aliados a tomar deci-
siones “estúpidas”, como por ejemplo las sanciones impulsa-
das contra Rusia por parte de la Unión Europea, que no sólo
puso en jaque el acceso a recursos energéticos vitales para
los europeos sino que cerró un mercado enorme para las ex-
portaciones europeas.
Sin embargo, lejos de atentar contra las posiciones sino-
rusas y su amplia influencia sobre el mundo, la hostilidad nor-
teamericana les ha permitido afirmar los principios de coope-
ración ganar-ganar con el resto del globo, construyendo rela-
ciones por fuera de las esferas de influencia occidentales.
Centralmente la clave del avance sino-ruso ha sido la incapa-
cidad que EEUU-UE tienen para “sentar a la mesa a todos” a
compartir las riquezas socialmente producidas; contraria-
mente y como se ha afirmado luego del 2008, la crisis cruje
en sus entrañas y no hay lugar para todos en la mesa, los so-
cios europeos son una presa más a devorar. Es por ello que
más que nunca necesitan “exportar” la crisis al resto del
mundo, pero fundamentalmente saben que no tienen más
“aire” por más burbujas que trasladen, inunden el mundo de
dólares, y ataquen los precios de los commoditties y el petró-
leo; ese suspiro durará un segundo e irremediablemente vol-
verá el ahogo.
Con conciencia de la incapacidad del “enemigo” de poder
sostenerse mucho más a flote, nuestras fuerzas avanzan y las
alianzas adquieren nueva profundidad. En este sentido el
presidente Xi Jinping, anunciaba durante la reunión del G20 y
APEC, la decandenciade la economía “tradicional” –el capita-
lismo– y proponía nuevos “aires” para reestablecer la gober-
nanza mundial bajo principios de cooperación mutua: “el im-
pulso generado por la última ronda de la revolución científica
e industrial está desapareciendo, el potencial del modelo de
Análisis de Coyuntura 9
DICIEMBRE DE 2015
desarrollo y el sistema económico tradicionales está disminu-
yendo, el problema del desarrollo desigual sigue estando lejos
de ser resuelto y las deficiencias de los mecanismos y estruc-
turas de gobernanza económica existentes están saliendo a la
superficie, [por ello debemos] reforzar la comunicación y la
coordinación en políticas macro, a promover la reforma y la
innovación, a construir una economía mundial abierta y a im-
plementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (XH
20/11).
En este sentido, un nuevo objetivo es alcanzar la confor-
mación del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (FTAAP, siglas
en inglés), una zona de libre comercio entre los 21 miembros
(Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, China –
República Popular–, Corea del Sur, los Estados Unidos de
América, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia,
México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia,
Singapur, Tailandia, Taiwán, Vietnam) del APEC, que actual-
mente representan más el 50% del PIB global, el 40% de la
población mundial, y el 44% del comercio mundial. Es decir,
consolidar el TPP más China y Rusia. Es sintomático que a di-
ferencia de este último tratado, el objetivo explícito de China
y Rusia, sea consolidar una alianza que incluya a EEUU for-
zando a éste último a subordinarse a “nuevas reglas” de go-
bernanza mundial. En este sentido era el propio Vladimir Pu-
tin quién argumentaba en favor del desarrollo del APEC, en
una editorial publicada en el portal Xinhua: “Durante mucho
tiempo, el comercio ha sido el motor del crecimiento econó-
mico en la región de Asia-Pacífico y en otras partes del mun-
do. Sin embargo, con el efecto de la liberalización arancelaria
comenzó a desaparecer y se hizo evidente que necesitamos
acuerdos adicionales que cubran los servicios, la inversión, las
barreras no arancelarias, la política que regule la competen-
cia y las subvenciones. Por supuesto, no podemos llegar a
esos acuerdos sin complejas negociaciones y concesiones mu-
tuas. Una mayor integración económica regional nos ofrece
una posible salida a la situación actual. Hoy en día, Rusia y
sus vecinos cercanos –Armenia, Bielorrusia, Kazajstán y Kir-
guistán– han tomado medidas eficaces para desarrollar la
Unión Económica Euroasiática (EAEU). Nuestro proyecto de
integración se basa en principios transparentes, de la OMC,
y está diseñado desde el principio para trabajar en conjunto
con otros países y sus organizaciones (…). Un ejemplo de co-
laboración responsable y transparente es el acuerdo conver-
gente de nuestro proyecto EAEU con la iniciativa del Cinturón
Económico y la Ruta de la Seda de China. Esto nos permitirá
resolver una serie de cuellos de botella en la infraestructura
de transporte y los procedimientos para el movimiento trans-
fronterizo de bienes y servicios. También le dará un gran im-
pulso a la integración efectiva de las economías de Asia-
Pacífico (…). En general, la creación de nuevas zonas de libre
comercio ayudará a crear buenas condiciones para la liberali-
zación de los flujos comerciales y de inversión en la región. Sin
embargo, al mismo tiempo, la forma confidencial en que se
llevaron a cabo las negociaciones de la Asociación Trans-
Pacífico (TPP) no sea probablemente la mejor manera de faci-
litar el crecimiento sostenible en la región Asia-Pacífico.
Creemos que el camino estratégico radica no sólo en aumen-
tar el número de zonas de libre comercio, sino también en el
desarrollo conjunto y la aplicación de las mejores prácticas de
liberalización para todos los miembros de APEC, teniendo en
cuenta las posiciones e intereses de cada uno. En este senti-
do, debemos seguir reforzando el papel de APEC como coor-
dinador de las diversas iniciativas de integración, destinadas
a desarrollar en la región un mercado común y abierto, libre
de discriminación y de barreras. (…) Para lograr el potencial
de desarrollo de las economías de APEC hay que alcanzar un
acuerdo sobre las reglas del juego para los flujos comerciales
de hoy en día. Necesitamos desarrollar los enfoques comunes
para el desarrollo y la regulación de los mercados emergentes
que conforman la base tecnológica de la ‘nueva economía di-
gital’. Tenemos que poner en marcha las instituciones y nor-
mas que contribuyan al desarrollo y crear nuevas oportunida-
des de negocios para nuestros ciudadanos, generando
productos y puestos de trabajo de alta calidad. Rusia, por su
parte, está activa en el trabajo de las nuevas instituciones fi-
nancieras de la región –el Banco BRICS y el BAII. Estoy seguro
de que su trabajo ayudará a desarrollar la región y también
ayudará a que el sistema financiero global sea más fuerte y
estable (…). Un rápido crecimiento económico no es posible
sin la seguridad energética garantizada en la región APEC y la
regulación del justo clima, a largo plazo. Rusia apoya los es-
fuerzos de APEC para establecer buenas condiciones de inver-
sión en el sistema de transporte regional de energía, el desa-
rrollo de los mercados energéticos integrados, el aumento de
la proporción de fuentes ecológicas y en la energía renovable,
asegurando el acceso a las tecnologías de baja emisión de
carbono (…). Son impresionantes la escala y la diversidad de
las tareas de APEC. Creo que vamos a tener éxito en la resolu-
ción de las mismas, si nos atenemos a los principios funda-
mentales de trabajar juntos –como socios– y actuar en inte-
rés de nuestros pueblos, esforzándonos para crear una
familia Asia-Pacífico unida” (XH 20/11).
Está claro que la propuesta de Putin es un mundo con
EEUU adentro, pero también con el resto del globo, propug-
nando por nuevas relaciones en beneficio del conjunto de los
pueblos. De igual forma el presidente chino, Xi Jinping, pedía
en la reunión del APEC, hacer esfuerzos concertados para
impulsar la apertura de la economía de Asia Pacífico y salva-
guardar los sistemas multilaterales de comercio: “Necesita-
mos dedicarnos a la cooperación ganar-ganar, resistir al pro-
teccionismo y facilitar la competencia justa” (XH 18/11).
Unido al APEC, China motiva otras iniciativas de similar te-
nor que tienden a profundizar los lazos, sin rehuir al libre
comercio, sino profundizándolo pero en base a principios
“solidarios” y de “ganar-ganar”. Así mientras se negociaba el
APEC, se juntaban los líderes de China, Corea del Sur y Japón,
acordando una mayor integración económica para concluir
una zona de libre comercio de 16 naciones, la Asociación
10 Sin oxígeno
DICIEMBRE DE 2015
Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) la
unión entre el ASEAN (Birmania -Myanmar-, Brunei, Cambo-
ya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y
Vietnam) y los seis países con los que éste tiene Tratados de
Libre Comercio (China, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur,
India y Australia), que crearía el mayor bloque de libre co-
mercio del mundo con 3.400 millones de personas (informa-
ción publicada en CR 11/02).
Una tercera vía de acuerdos impulsados desde China es la
profundización de los lazos con la Unión Europea. En este
sentido, China quiere enlazar su iniciativa de "la Franja y la
Ruta de la Seda" con el plan de inversión de la Unión Euro-
pea, conocido como “Plan Juncker”, y mejorar la cooperación
con el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo
(BERD). En este sentido, sintómatica de la imposibilidad de
continuar el aislamiento de China y Rusia, es la carta escrita
por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude
Juncker a Vladimir Putin, en la cual clamaba por un acerca-
miento con la Unión Económica Euroasiática. Al respecto, el
portavoz de la presidencia rusa DmitriPeskov admitía: “Si no
me equivoco, hay un mensaje dirigido a Putin. No voy a decir
nada acerca de su contenido, no solemos hacerlo. La idea de
un diálogo entre la Unión Europea y la Unión Económica Eu-
roasiática existe desde hace mucho tiempo, porque es nece-
saria para la construcción de nuestras relaciones comerciales
y económicas” (RT 20/11).
Hemos desarrollado en múltiples oportunidades que el
“mapa de relaciones sino-ruso” se completa con la vía Lati-
noamericana y Africana que ha asumido centralmente China
por medio de múltiples y millonarios acuerdos con ambos
continentes para el desarrollo fundamentalmente de infraes-
tructura. Un dato importante del grado de internalización
que ha adquirido China, es la incorporación del
yuan/renminbia la “canasta de monedas” reconocidas por el
FMI como divisas de reserva. En su reunión del 30 de no-
viembre, la dirección del FMI anunció que el yuan se conver-
tirá en el quinto miembro de su cesta de monedas de dere-
chos especiales de giro (SDR) y se unirá al dólar
estadounidense, el yen japonés, la libra esterlina y el euro.
Esta decisión entrará en vigor el 1 de octubre de 2016. “La
decisión de incluir el yuan en la cesta de divisas de reserva es
un logro importante a la hora de integrar a la economía china
en el sistema financiero global”, afirmó la directora del FMI,
Christine Lagarde. Según el anuncio, el yuan en la cesta del
DEG será la proporción de 10,92%, el dólar representaba el
41,73%, 30,93% el euro, el yen 8,33%, la libra el 8,09%. Con la
incorporación de la moneda china se reduce el peso que has-
ta ahora tenían el resto de las monedas –fundamentalmente
el euro–, siendo hasta 2010, el dólar en un 41,9%; el euro
37,4%; 11,3% para la libra esterlina; y 9,4% para el yen japo-
nés (información publicada en RT 30/11 y LN 1/12).
La guerra está lanzada y depende de nuestra fuerzas, con-
tral las fuerzas irracionales que la burguesía ha lanzado en su
imperiosa necesidad de “revolucionar” permanentemente los
medios de producción. No solo su irracionalidad ha desplaza-
do a grandes masas de población mundial del “sistema”, sino
que han llevado adelante la mayor depredación de la natura-
leza de la historia de la humanidad. La tarea entonces resulta
monumental, y como veremos en el próximo artículo, su in-
capacidad de continuar reproduciéndose y, por ello, de seguir
subordinando al mundo bajo sus desenfrenada “normalidad”,
ha hecho de la vía militar una de las principales herramientas
para hacer del caos la vía para desorganizar a las fuerzas que
históricamente han luchado en su contra: los trabajadores.
Entre los zarpazos de un imperialismo que se resite a morir y la urgente tarea de los pueblos de controlar las fuerzas que él encarna
Sembrando el terror
“Andas dando guerra y temblás Gastándote en relámpagos
Tu estómago gruñe como enjaulado” (“Ropa Sucia”, PR)
Veíamos en el artículo anterior cómo el grado de concen-
tración y centralización del capital, junto al desarrollo de la
productividad generado por la competencia, ha llegado a un
punto límite en el que 147 corporaciones mundiales se dispu-
tan el planeta, barriendo en su disputa con los vestigios de la
jurisprudencia y la política cristalizada en Estados-nación. Los
países tal cual los conocemos crujen y tienden a enfrentarse
a ese desafío o a perecer bajo la urgencia y necesidad del ca-
pital imperialista más concentrado. Esa necesidad del capital
trasnacional que se expresa en la búsqueda de construir
acuerdos de libre comercio que sienten una jurisprudencia
supranacional, abarcando extensas zonas geográficas –como
el recientemente firmado TTP o el TTIP que aún negococian
EEUU y la UE– expresa la no correspondencia entre el grado
de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas y la su-
perestructura jurídica y política, con los Estados-nación como
pieza maestra. Estos estados, que nacieron al calor del ascen-
so de la burguesía y en su momento resultaron funcionales al
desarrollo de las relaciones mercantil capitalistas, hoy se han
convertido en una traba suya.
Esa contradicción está en la base de la crisis política que
atraviesan los estados a lo largo y ancho del globo, a la vez
que enfrenta a los grandes capitales concentrados con frac-
ciones enteras de burguesías nacionales –e incluso conglo-
merados transancionales– que no pueden competir con la
escala alcanzada por éstos y se convierten en parte de la ce-
na que la voracidad imperialista se apresta a devorar.
Sumidos en esa disputa por garantizarse condiciones que
les permitan continuar reproduciéndose, esos capitales
muestran a los ojos de las grandes mayorías su verdadera na-
turaleza: impelidos a actuar, y con el grado de crisis impi-
diéndoles cualquier intento de construir algún grado de con-
senso, recurren a la vía militar en sus diversas
manifestaciones para intentar mantener su dominio. El costo
de tales acciones es claro: cada vez resulta más evidente que,
o la humanidad logra superar el orden mundial vigente, o se
verá arrastrada, bajo la conducción de los monopolios, a su
destrucción.
“No soy yo, sos vos”: la crisis en el centro
Hemos analizado en nuestro artículo anterior la profunda
depresión de la economía norteamericana, que no logra
reactivarse pese a los miles de millones de dólares que la FED
viene inyectándole. Pues bien, tamaña implosión en los ci-
mientos de la sociedad tiene también su expresión en la su-
perestructura política: esos capitales que luchan ferozmente
entre sí para garantizarse la reproducción se expresan en la
esfera política como facciones en lucha.
De este modo, durante el mes que estamos analizando, el
enfrentamiento entre el Congreso norteamericano (coman-
dado por el Partido Republicano) y el presidente demócrata
Barack Obama tenía un nuevo capítulo en la negativa del
Congreso de cerrar la controvertida –e ilegal– cárcel de
Guantánamo, así como en una serie de idas y vueltas en
torno a la aprobación del presupuesto de Defensa para 2016
(RT 6/11, CD 10/11 y HTV 13/11). Por otro lado, la decisión de
un tribunal de apelaciones de Nueva Orleans de avalar la
suspensión efectuada por un juez de Texas de las medidas en
favor de los inmigrantes que había adoptado Obama abriría
otra ventana para contemplar la crisis de la democracia yan-
qui. Las medidas en cuestión buscaban proteger de la depor-
tación a unos 5 millones de indocumentados. Tras concocer-
se la decisión del tribunal, el Departamento de Justicia
anunciaba que apelaría el fallo (RT10/11 y LN 11/11).
Idéntico contenido tienen las innumerables voces que se
alzan desde sectores del establishment norteamericano para
cuestionar –ya sea por derecha o por izquerda– su política en
Medio Oriente. El Instituto Ron Paul para la Prosperidad y la
Paz acusaba al gobierno de Obama de actuar en flagrante
violación de las leyes internacionales y de la propia Constitu-
ción al enviar tropas a Siria, a la par que denunciaba que la
denominada “oposición moderada” no es más que un pro-
ducto de la imaginación de Washington (RT 6/11). Por su par-
te, el precandidato republicano a la presidencia Rick Santo-
rum afirmaba que el EIIL es producto de la decisión de retirar
las tropas de Irak (RT 16/11). Los hechos ponen en evidencia
cómo ante la agudización de la crisis que venimos analizando
mes a mes, los distintos capitales yanquis disputan en todos
los campos las condiciones para su reproducción.
Como nuestro lector ya sabe, en la sociedad norteamerica-
na, la dominación de clase se ha expresado bajo la forma de
la “supremacía blanca”. Por eso, no es casual que el asesinato
hace más de un año, en la localidad de Ferguson, del joven
afrodescendiente Michael Brown, se haya convertido en el
catalizador de un amplio movimiento de rechazo a la violen-
12 Sembrando el terror
DICIEMBRE DE 2015
cia policial. Podría decirse que millares de blancos estadouni-
denses empiezan a descubrir que –desde la óptica del capital
hiperconcentrado– son tan negros como el que más.
Durante el mes que estamos analizando, el asesinato por
parte de la policía de Mineápolis (Minesota) del joven afro-
americano Jamar Clark, quien fue ultimado según los testigos
con dos tiros en la cabeza estando esposado, volvía a generar
una ola de manifestaciones contra la violencia policial y la
discrimianación racial. En una de ellas, que tuvo lugar frente
a la comisaría de la ciudad, la policía utilizó sustancias tóxicas
para dispersar a los manifestantes, que respondieron arro-
jando ladrillos y piedras a los efectivos (CD 23/11).
En otra de las protestas, cinco activistas del movimiento
Las vidas de los negros importan fueron heridos de bala por
un grupo de supremacistas blancos que se hizo presente en
la movilización (RT 24/11). Finalmente, las movilizaciones sa-
lían de la ciudad donde tuvieron lugar los hechos, con una
concentración de mil manifestantes en el Washington Square
Park (Manhattan), que terminaría con decenas de detenidos
(RT 26/11).
Para terminar de clarificar cuál es la política de los capitales
yanquis para las amplias mayorías de su propia sociedad que
van “despertando” del “sueño (o sopor) americano”, veamos
las cifras que el mismísimo The Washington Post brindaba
sobre la brutalidad policial: en lo que va del año, la policía ha
matado más de mil personas. Según el diario británico The
Guardian, de ese millar de víctimas, 883 murieron por dispa-
ros, 47 producto del shock eléctrico de las pistolas Taser, 33
atropellados por vehículo policial y 36 mientras estaban de-
tenidos (CD 20/11).
Por el lado de Europa, las oleadas de refugiados que la po-
lítica imperialista en Medio Oriente empuja al Viejo Conti-
nente continuaban sacando a flote las profundas fracturas al
interior de la UE. En lo que va del año, llegaron 700.000 per-
sonas en busca de asilo y los cálculos de la Comisión Europea
estiman que llegarán al millón al cerrarse 2015 (LN 6/11). Con
este panorama, cada uno de los países de la Unión intenta
resguardarse a como dé lugar: Austria puso en marcha la
construcción de una valla de 3,7 km en su frontera con Eslo-
venia, quien a su vez inició el vallado de su frontera con
Croacia, lo que se suma a las ya existentes entre Hungría y
Serbia (DW 11/11, HTV 13/11 y RT 28/11). Y como muestra
de esa “solidaridad europea” para afrontar la situación, el
presidente del parlamento europeo daba a conocer que de
los 1.800 millones de euros contemplados para destinar a
África –con el objetivo de detener en sus orígenes el flujo de
refugiados– sólo habían llegado… ¡30 millones!, mientras que
el fondo para Siria, previsto en 500 millones, sólo había reci-
bido 50 (DW 5/11).
Tal como señalábamos respecto de la lucha entre facciones
en la política yanqui, la crisis de refugiados desnuda que la
unidad europea conducida por los grandes capitales se des-
grana al ritmo acelerado de la crisis, que nubla para los gran-
des monopolios el horizonte de su reproducción. En su ocaso,
el capitalismo sigue siendo fiel a sus principios: competencia
a muerte y ley del sálvese quien pueda… aún entre los socios.
Pero las líneas de fractura no se detienen en los límites de
la estrucutra supranacional de la UE. Veíamos el mes pasado
cómo las divisiones afloraban en el corazón del proyecto eu-
ropeo, generando conflictos al interior de la coalición que
gobierna en Alemania. Durante noviembre, el gobierno ale-
mán finalmente cedía en parte a los reclamos de la Unión So-
cialcristiana de Baviera (CSU) –que forma parte del gobierno
junto al Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristiano-
demócrata (CDU) que preside Merkel–, al crear “centros de
acogida especiales” para los solicitantes de asilo. Recordemos
que la CSU había exigido la creación de zonas de tránsito en
la frontera, para permitir que las solicitudes sean evaluadas,
propuesta que fue descartada por el SPD. Los centros de aco-
gida cumplirán funciones similares, pero salvaguardando
ciertas formas, como la posibilidad de que los solicitantes de
asilo tengan libertad de movimiento (DW 6/11).
Por otro lado, los desacuerdos al interior del gobierno sa-
lían a la luz también con la desmentida que la canciller Ángela
Merkel tuvo que realizar respecto de las declaraciones de su
ministro de Interior, quien había anunciado que el gobierno
reduciría la protección a los migrantes provenientes de Siria
(DW 7/11).
Por su parte, las distintas movilizaciones – a favor y en con-
tra de los refugiados– continuaban mostrando las profundas
fracturas al interior de la propia sociedad germana: unas 5
mil personas acudieron a la marcha convocada por Pégida y
el partido Alternativa para Alemania (neonazis) para repudiar
la política de asilo llevada adelante por el Gobierno, mientras
que varios partidos de izquierda organizaron “contramar-
chas” e intentaron bloquear la movilización, generándose en-
frentamientos con la policía (DW 7/11).
Pero para comprender la profundidad de la crisis de los es-
tados nación, verdadero correlato jurídico-político de la crisis
de las relaciones mercantil-capitalistas en la producción, de-
bemos deternenos en el conflicto por las pretensiones inde-
pendentistas de Cataluña.
Durante el mes que estamos analizando, el Parlamento ca-
talán formado a partir de las últimas elecciones aprobaba
una declaración de independencia, que fue luego suspendida
por el Tribunal Constitucional de España. Uno de los proble-
mas que enfrentan las fuerzas independentistas catalanas
conducidas por el conservador Artur Mas es que para formar
gobierno debe lograrse una alianza con fuerzas de izquierda
de carácter anti-capitalista (MS 15/11).
La situación en Cataluña pone en evidencia que los llama-
dos “estados fallidos” no son un fenómeno de la periferia del
orbe. Muy por el contrario, lo que se expresa en la disolución
de los Estados-nación tal como los conocemos es la decrepi-
tud de un orden mundial nacido al calor del ascenso de la
burguesía y que ya ha dado todo lo que tenía para ofrecer a
la humanidad. No es la “ineptitud” de las fracciones de bur-
guesía de los países periféricos lo que hace “fallar” los esta-
Análisis de Coyuntura 13
DICIEMBRE DE 2015
dos nacionales, sino la no correspondencia de las relaciones
sociales vigentes con el grado de socialización de la produc-
ción. Y si no, ahí está precisamente Cataluña para enseñár-
noslo.
Sin refugio
El 13 de noviembre, en una serie de ataques simultáneos
en Francia –en las ciudades de París y Saint Denis–fueron
asesinadas 129 personas y otras 350 resultaron heridas. Dos
hombres abrieron fuego en el restaurant Le Carillon, con un
saldo inmediato de 11 muertos y 7 heridos. A su vez, en las
inmediaciones del Estadio de Francia, donde la selección gala
enfrentaba a Alemania, con la presencia del presidente fran-
cés Hollande, se registraron 3 explosiones. Finalmente, la
toma de rehenes en el Teatro Bataclan culminaría con unos
100 muertos, mientras que frente al teatro, otro tiroteo de-
jaba 6 cuerpos en el suelo (RT 13/11 y CR 16/11). Al día si-
guiente, el EIIL se atribuía la autoría de los hechos (CD
14/11).
“Francia conoció ayer lo que vivimos en Siria desde hace
cinco años… Las políticas equivocadas de los países occiden-
tales en la región, entre ellos Francia, han contribuido a la
propagación del terrorismo”, sentenciaba, contundente, el
presidente sirio Al Assad, reunido con delegados del gobierno
galo (RT 14/11). Para corroborar la pertinencia de las decla-
raciones, basta recordar que Laurent Fabius, actual ministro
de Exteriores francés, allá por el año 2012, no dudaba en
afirmar: “El Frente Al Nusra [rama siria de Al Qaeda] hace un
buen trabajo en Siria” (RT 14/11).
Los atentados que ensangrentaron Francia no son otra co-
sa que expresión de ese estallido de las relaciones sociales
vigentes que venimos analizando. El terrorismo no es sim-
plemente la política de los grandes capitales concentrados
para continuar la expoliación de las periferias del orbe: es la
forma cruda y dura que toman esos intereses en el ocaso de
su dominio. Ellos son el terrorismo y no pueden ser otra cosa.
En Medio Oriente, en África, en América Latina… y también
en el corazón de Europa o EEUU.
Venimos señalando que ése es precisamente el signo de los
tiempos: la agudización de la crisis implosiona en sus propias
entrañas. El imperialismo es un muerto que se descompone
entre nosotros, enseñaba Lenin a comienzos del siglo pasado.
Pues bien, los hechos que analizamos son precisamente la
manifestación de esa podredumbre que carcome todo el en-
tramado social. Algunos datos pueden ayudar a encuadrar los
hechos en la fragmentación de la propia sociedad francesa:
según el Ministerio del Interior galo, unos 1000 franceses
forman parte de las brigadas internacionales del EIIL, mien-
tras que informes oficiales del gobierno indican que el 60%
de la población carcelaria es musulmana (LN 17/11 y RT
16/11).
La adhesión de amplias capas de las sociedades occidenta-
les al “islamismo extremista” sólo puede explicarse desde la
agudización de las desigualdades sociales, producida por la
concentración económica inherente a las relaciones capitalis-
tas. Esos sectores que se ven imposibilitados de acceder al
prometido ascenso social, sin lograr formular una salida su-
peradora del orden vigente, se vuelcan hacia ideologías que
proponen una “vuelta al pasado” para canalizar su rechazo a
una sociedad que los excluye.
Los hechos desencadenaban una ola de alertas y amenazas
en toda Europa: en Alemania, el partido entre la selección lo-
cal y Holanda se suspendía tras encontrarse una ambulancia
repleta de explosivos en las inmediaciones del estadio de
Hannover, mientras se evacuaba una sala de concierto en la
misma ciudad por amenaza de bomba (RT 17/11). En Turquía,
el avión que transportaba al presidente de la Comisión Euro-
pea y al del Consejo Europeo sufría demoras por razones de
seguridad (RT 16/11) y en Bélgica era evacuado el Palacio de
Justicia de Namur por una amenaza de bomba (RT 20/11).
En este marco, la tendencia a la militarización y el control
de la sociedad encontraba las condiciones ideales para conti-
nuar desarrollándose: al estado de emergencia decretado por
el gobierno francés y el despliegue de 1.500 soldados en la
capital (RT 13/11), se sumaba la “alerta roja” decretada por
Alemania (DW 14/11) y la “alerta máxima” decretada en Bél-
gica, con la completa militarización de su capital ante la inmi-
nencia de ataques terroristas (LN 22/11).
Junto con estas medidas, se daba a conocer el hallazgo de
un pasaporte sirio y otro egipcio entre las pertenencias de los
atacantes suicidas (RT 14/11). Desde los atentados del
11/09/2001 en EEUU, pasando por el más reciente perpetra-
do también en París contra la revista Charlie Hebdo, la pre-
sencia de los pasaportes de los atacantes viene siendo “la
prueba” que permite canalizar la ira de la población hacia las
sociedades que son el blanco de los ataques imperialistas. Al
parecer, terroristas que logran introducir armas y explosivos
en las hiper vigiladas y seguras ciudades occidentales son lo
suficientemente inexpertos como para andar por ahí portan-
do documentos de identidad auténticos. Finalmente, la in-
formación era desmentida: los atacantes provenían de Bélgi-
ca y no habían entrado a Europa como refugiados (CD 15 y
20/11)…
Como era de esperarse, la polarización de las sociedades
europeas en torno al tema refugiados que veíamos más arri-
ba no hizo más que profundizarse: un campo de refugiados
en París era incendiado un día después de los atentados,
mientras que una semana más tarde, la entrada de otro
campamento, esta vez en Holanda, amanecía cubierto de ca-
bezas de cerdo (HTV 14/11 y RT 26/11). En República Checa,
5 mil personas se manifestaban contra la migración, mientras
que en París tuvieron lugar marchas tanto a favor como en
contra de los refugiados (XH 17/11 y RT 22/11). En Alemania,
una movilización de más de 1.500 personas en repudio al
neonazi Partido Nacional Democrático, terminaba con en-
frentamientos con la policía y 125 detenidos (RT 21/11).
Los hechos permiten entender en mayor profundidad las
palabras del presidente galo, quien tras los atentados se diri-
14 Sembrando el terror
DICIEMBRE DE 2015
gía al pueblo francés en los siguientes términos: “Lo que pasó
ayer en París y en Saint Denis, cerca del estadio Stade de
France, es un acto de guerra. Y ante la guerra el país tiene
que tomar las decisiones adecuadas. Es un acto de guerra
cometido por un ejército yihadista, Daesh [EIIL], contra los
valores que defendemos y contra lo que somos: un país libre.
Es un acto de guerra preparado y planificado desde el exterior
con una complicidad interior que la investigación va a esta-
blecer” (RT 14/11). No es que los capitales concentrados es-
tén en guerra en Medio Oriente. Están en guerra, a secas. Y
eso, sencillamente, porque sólo pueden intentar mantener
las condiciones de su dominio a través de la guerra. Es decir,
ellos son la guerra.
Tal como con las fallidas negociaciones entre la UE y EEUU
para establecer el acuerdo de libre comercio TTIP –que anali-
zamos en nuestro artículo anterior–, la crisis de refugiados
desatada en Europa producto de la intervención imperialista
en Medio Oriente coloca al Viejo Continente en una encruci-
jada: la subordinación a la política yanqui la empuja a ser
punta de lanza en la necesaria confrontación con Rusia, a sa-
biendas de que eso implica convertirse en el teatro de opera-
ciones de esa guerra. Es decir, a sabiendas de que esa guerra
implica su propia fagocitación por parte de los capitales con-
centrados yanquis.
En ese sentido, los atentados terminarían empujando a
Francia hacia la estrategia rusa en Siria. Dos días después de
los mismos, el presidente Hollande aseguraba: "Tenemos que
unir las fuerzas de todas las partes que luchan contra el Esta-
do Islámico en el marco de una gran coalición. En este contex-
to me reuniré en los próximos días con el presidente Obama y
con el presidente Putin para unir nuestras fuerzas y lograr re-
sultados” (RT 16/11). Ya hacia finales de mes, el canciller galo
–el mismo que veíamos más arriba halagar el trabajo del
Frente Al Nusra allá por 2012– señalaba que la derrota del
EIIL supone no sólo ataques aéreos, sino ataques terrestres
que no pueden ser llevados adelante por fuerzas occidenta-
les, sino por “las del Ejército Libre Sirio, las fuerzas árabes su-
nitas, y, por qué no, también las fuerzas del Gobierno (sirio)”
(RT 27/11).
De hecho, un día después de los atentados, tras una nueva
reunión en Viena que contó con la presencia de representan-
tes de 19 delegaciones –entre ellas las de Rusia, EEUU, Arabia
Saudita, Turquía, Irak, Italia, Egipto, el Reino Unido, Alema-
nia, Líbano, Catar, Irán, Francia, China, Emiratos Árabes Uni-
dos, Jordania, así como la alta representante de la UE para
Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Moghe-
rini–, el ministro alemán de Exteriores anunciaba el acuerdo
para el llamado a elecciones en Siria y sinceraba: “Ante la
tragedia de ayer [en París] ha aumentado la determinación
para tener éxito en la resolución de la situación en Siria. Sa-
bemos qué obstáculos todavía tenemos en el camino que tie-
nen que ser eliminados. Pero el proceso comienza” (RT
14/11). Hemos señalado ya que las reuniones en Viena han
sido impulsadas por Rusia, quien se convirtió en el nuevo
“eje” de la región tras la fulminante operación contra el EIIL
en Siria que viene desarrollando en coordinación con el go-
bierno de dicho país e Irán.
Rusia e Irán: la Alianza Rebelde
Señalábamos el mes pasado que el verdadero objetivo de
la política imperialista que se expresa en las hordas terroris-
tas del EIIL son, en verdad, Rusia y China. De hecho, durante
el mes que estamos analizando, el jefe de los servicios secre-
tos rusos daba a conocer los resultados de la investigación
sobre el avión ruso de pasajeros que había caído en Egipto,
cobrándose la vida de 224 personas: “Durante el vuelo, se ac-
tivó un artefacto explosivo artesanal de una potencia equiva-
lente a 1 kilo de TNT… En consecuencia, el avión se desintegró
en el aire” (CD 17/11). Según el informe, el responsable del
atentado es el grupo Valiato del Sinaí, facción egipcia del EIIL
(RT 24/11).
Sumando evidencias al respecto, el Comité Nacional Anti-
terrorista de Rusia informaba que once milicianos de una
banda que había jurado lealtad al EIIL caían en el Cáucaso ru-
so en el marco de un operativo anti-terrorista (RT 22/11). Por
otro lado, en el marco de la cumbre de la ASEAN que se desa-
rrollaba en Malasia, de la que participaban China y EEUU, en-
tre otros países, la policía advertía la presencia de al menos
15 terroristas suicidas del EIIL listos para atacar (RT 20/11).
En este contexto, Rusia profundizaba su ofensiva contra el
terrorismo en Siria, incorporando aliados y colaborando con
el fortalecimiento de las fuerzas nacionales que se aprestan a
la unidad en pos de derrotar al enemigo común. Con el apoyo
de la aviación rusa y la participación de milicias del movi-
miento chií libanés Hezbolá, las tropas del gobierno sirio con-
tinuaron recuperando terreno: en Aleppo reconquistaban el
aeropuerto que estaba hace 2 años bajo control de los terro-
ristas, en Homs y en Lakatia las fuerzas gubernamentales lo-
graban importantes avances, quedando a la puerta de ir por
la provincia de Raqqa, actual bastión del EIIL (RT 3, 5, 6, 24,
26 y 30/11).
Al mismo tiempo, el ministro de Defensa ruso anunciaba
que en diferentes provincias del país la población civil co-
menzaba a armar grupos de autodefensa para colaborar con
las fuerzas del Gobierno (HTV 13/11). Por otro lado, en una
muestra más del proceso de reconstrucción del frente nacio-
nal en marcha, el Estado Mayor ruso anunciaba que la oposi-
ción siria había facilitado información valiosa para llevar ade-
lante dichos bombardeos, especialmente el que permitió
recuperar el aeropuerto de Aleppo (RT 3 y 11/11).
En este marco, durante la reunión del G-20 en Turquía, el
mismísimo Obama se veía obligado a reconocer “la impor-
tancia de los esfuerzos militares” de Rusia en Siria, al dialogar
con el presidente Vladimir Putin, algo que The Wall Street
Journal leía como un verdadero cambio de tono por parte de
Washington (reproducido en RT 16/11).
Por otro lado, tras los atentados perpetrados en Francia
que ya hemos analizado, Hollande viajaba a Moscú para re-
Análisis de Coyuntura 15
DICIEMBRE DE 2015
unirse con Putin. Ambos líderes acordaron establecer como
prioridad los ataques a los convoyes que transportan el pe-
tróleo que el grupo terrorista comercia en el mercado negro,
para desbaratar su principal fuente de financiación (RT
27/11). En las antípodas, la coalición encabezada por EEUU se
niega a atacar los camiones en los que el EIIL transporta el
crudo, por considerarlos objetivos civiles, de acuerdo a la de-
nuncia de un diputado iraquí (RT 29/11), detalle que como
veíamos el mes pasado, no les impidió atacar un hospital de
Medicos Sin Frontera en Afganistán. Como veremos más ade-
lante, conviene mantener en la memoria este dato.
Por su parte, Irán también continuaba recogiendo el reco-
nocimiento del inocultable papel que juega en la estabiliza-
ción de la región. Reunido con el presidente iraní Rohani, el
primer ministro italiano Renzi destacaba el papel de la nación
persa en la lucha contra el terrorismo, mientras que el ex se-
cretario de estado yanqui, Henry Kissinger, aseguraba que
“Irán posee la capacidad económica y militar más poderosa
en la región”, en el marco de un encuentro organizado por el
Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en Wa-
shington (HTV 14 y 17/11).
Como era de esperarse, las loas por parte de los persone-
ros de los capitales concentrados no mueven a la República
Islámica “ni tantico así” de su férrea postura antiimperialista.
De hecho, a principios de mes, miles de personas se manifes-
taban en distintas ciudades del país para celebrar el Día Na-
cional contra la Arrogancia Mundial, en el 36° aniversario de
la toma de la embajada yanqui en Teherán, efectuada a po-
cos días de iniciada la Revolución islámica que derrocó al go-
bierno pro-norteamericano del Sha (HTV 4/11).
En ese sentido, el asesor del líder de la Revolución Islámica
para asuntos internacionales, Velayati, destacaba el papel de
la cooperación del eje Irán-Rusia-Hezbolá en los logros del
ejército sirio sobre los terroristas, que ya hemos reseñado
(HTV 4/11). Por otro lado, el subcomandante del Cuerpo de
Guardianes de la Revolución Islámica de Irán aportaba lo su-
yo para comprender el papel de la nación persa en la lucha
antiimperialista de la región (y el mundo): “Gracias a la Revo-
lución Islámica y sus enseñanzas, los palestinos, que en el pa-
sado luchaban lanzando piedras, actualmente disponen de
cohetes. Hezbolá dispone de 100 mil misiles para luchar con-
tra Israel… La historia ha demostrado que ningún país consi-
gue paz, tranquilidad y bienestar retrocediendo ante sus
enemigos. Los países que se apoyan en EEUU y el Occidente y
se rinden ante sus políticas no tienen ninguna señal de pro-
greso y sus sociedades están dominadas por la ignorancia
moderna” (HTV 14/11).
El avance del eje Rusia-Irán-Siria que hemos analizado no
podía tener otro resultado que la profundización del empan-
tanamiento de la política yanqui en la región. Decimos “pro-
fundización” porque en el origen de dicho fracaso está la im-
plosión de la crisis que desgarra a esos capitales por dentro.
Su política, por muy agresiva y peligrosa que sea, no es otra
cosa que expresión de su debilidad.
Tomando nota de esto, el presidente Obama, en el séptimo
aniversario de su llegada al poder, afirmaba que el poderío
estadounidense no debe medirse solamente en territorios
ocupados o misiles lanzados (RT 5/11). Se ve que esos indica-
dores no son capaces de alimentar el sentimiento de “excep-
cionalidad” norteamericana. El problema es que, como nues-
tro lector ya sabe, cualquier índice que tomemos dará el
mismo resultado, porque las cifras de la economía o del bie-
nestar social han de expresar un único contenido: la desapa-
rición de las bases materiales de la hegemonía yanqui.
Otra expresión de esa pérdida de hegemonía la encontra-
mos en la “deserción” de algunos de los aliados árabes en la
coalición anti EIIL. Según el portal Hispan TV, Arabia Saudita y
Emiratos Árabes Unidos privilegian sus ataques en Yemen, en
detrimento de su participación en los bombardeos a Siria
(HTV 8/11). Hemos señalado en numerosas oportunidades
que ante el fracaso de la política yanqui en la región, sus alia-
dos comienzan a “cortarse solos”, buscando por sus propios
medios mantener un statu quo que antes les garantizaba la
subordinación al mandato imperialista.
Por su parte, durante una intervención en la Cámara de
Representantes estadounidense, Anne Patterson, secretaria
de Estado adjunta para asuntos de Oriente Medio, reconocía
que el Frente Al Nusra ha reclutado en sus filas a combatien-
tes que Washington consideraba como parte de la oposición
moderada (RT 5/11), sumándose a la larga lista de pruebas
sobre cuáles son las fuerzas que se enfrentan en Siria y de
qué lado se encuentra EEUU.
La paciencia del Oso
En este escenario cada vez más complicado para los intere-
ses norteamericanos en la región, con Rusia e Irán logrando
acumular parte importante de la fuerza que la voracidad del
capital concentrado expulsa de sus filas, tenía lugar el derribo
de un bombardero ruso Su-24 por parte de Turquía, en la re-
gión siria de Lakatia. El hecho motivaba la interrupción de to-
dos los contactos militares con Turquía por parte de Rusia, así
como la suspensión de la visita del canciller Lavrov al país,
que estaba prevista para el día siguiente (RT 24/11).
El gobierno turco, por su parte, afirmaba que había derri-
bado el avión desconociendo su nacionalidad y debido a que
el mismo había violado el espacio aéreo del país, sin respon-
der a las advertencias lanzadas antes de atacarlo (RT 24/11 y
XH 25/11). Sin embargo, las pruebas aportadas por los regis-
tradores de vuelo sirios demostraban que el bombardero ru-
so nunca invadió el espacio aéreo turco, a la par que servían
para denunciar la presencia de dos F-16 turcos desde las 9
horas y 11 minutos, es decir, 13 minutos antes del horario en
el que, según los propios turcos, el avión ruso habría violado
su espacio aéreo. Esos datos llevaban al comandante de la
Fuerza aérea rusa a afirmar que el derribo “se trató de una
acción previamente planificada y los cazas turcos estaban
dispuestos a ejecutar una emboscada desde su territorio” (RT
27/11).
16 Sembrando el terror
DICIEMBRE DE 2015
El ataque se completaba con el asesinato a tiros por parte
de terroristas que operan en la región de uno de los pilotos
rusos que se eyectó del avión, mientras que el otro debió ser
rescatado en una difícil operación de 12hs, en la que partici-
paron fuerzas especiales rusas (HTV 25/11).
Contundente, Putin ponía en claro qué intereses asoman
detrás de las acciones turcas: “La pérdida de hoy [del avión]
es como si los cómplices del terrorismo nos hubieran apuña-
lado por la espalda… ¿Quieren poner la OTAN al servicio del
Estado Islámico?... No sé quién necesita lo que se ha sucedi-
do hoy. Nosotros seguro que no” (RT 24/11). Recordemos
que el mes pasado, en declaraciones que más que un análisis
geopolítico parecían una amenaza, el vocero de la Casa Blan-
ca Josh Earnest advertía que la operación anti-terrorista rusa
podía resultar peligrosa para Rusia (XH 1/10). No por nada, el
Pentágono salía a despegarse de los sucesos, aclarando que
el derribo era “un incidente entre los gobiernos ruso y turco”
(XH 24/11).
El canciller sirio, por su parte, sentenciaba: “Turquía lo hi-
zo, derribó el avión militar ruso porque sigue patrocinando a
aquellos terroristas, y también porque las Fuerzas Aeroespa-
ciales rusas en el transcurso de cinco días destruyeron más de
mil tanques de petróleo de contrabando transportado de Siria
a Turquía” (RT 27/11). En la misma dirección, el primer minis-
tro ruso, Dmitri Medvedev, señalaba que no es extraño el ac-
cionar de Ankara, si se tiene en cuenta “la información dispo-
nible sobre los intereses económicos directos que algunos
funcionarios turcos tienen en el suministro de productos deri-
vados del petróleo producidos en empresas pertenecientes al
EI”. De hecho, en las redes sociales se divulgaban fotos de
uno de los hijos del presidente turco Erdogan junto a varios
líderes del EIIL (RT 27/11). Y para terminar de convencer a
cualquier incrédulo, apenas 4 días después del derribo del
avión ruso que combatía al terrorismo, las Fuerzas Armadas
sirias denunciaban que Turquía había abierto fuego contra
posiciones del Ejército de Siria (RT 28/11).
Señalábamos más arriba la determinación de Rusia en des-
truir la infraestructura que permite a los terroristas comer-
ciar el crudo que extraen de las zonas que aún controlan en
Siria. Determinación que, tras los atentados en Francia, era
acompañada por el presidente de dicho país. Esta determina-
ción contrasta bastante, como veíamos, con el accionar de la
coalición encabezada por EEUU, que bajo la excusa de consi-
derar “blancos civiles” dicha infraestructura, se niega a ata-
carla. Y cuando lo hace, destruye por igual los yacimientos
bajo control de los terroristas y aquellos que el gobierno sirio
mantiene bajo su dominio, que constituyen la base funda-
mental de la subsistencia del pueblo de dicho país (HTV
13/11).
Miembro de la OTAN, Turquía ha aspirado largo tiempo a
incorporarse también a la Unión Europea, pero sin éxito. El
estancamiento de las negociaciones para su ingreso había
empujado al gobierno de Erdogan a un acercamiento a Rusia,
manifestado en su negativa a sumarse a las sanciones que
tanto la UE como EEUU impusieron al país que gobierna Pu-
tin, a raíz de la crisis ucraniana y la decisión soberana de la
península de Crimea de separarse de Ucrania tras el golpe
neonazi acaecido en dicho país y de reincorporarse a la Fede-
ración Rusa. De hecho, Rusia y Turquía estaban negociando la
construcción de un gasoducto que permitiera transportar el
gas ruso hacia Europa evitando el –hasta ahora necesario–
paso por Ucrania. Tras el derribo del avión, Rusia anunciaba
la suspensión de las negociaciones para dicho proyecto, junto
con otra serie de sanciones como la prohibición de ciertas
importaciones turcas, la suspensión de la exención de visados
para ciudadanos de dicho país y la cancelación de la coopera-
ción en el área de turismo (RT 28/11 y TS 4/12).
Desde esta perspectiva, la pregunta de Putin acerca de
quién se beneficiaba con el derribo del avión de guerra ruso
pareciera poder contestarse. La ambigua posición que el go-
bierno de Erdogan ha venido sosteniendo, intentando “bene-
ficiarse” de la fractura entre el bloque occidental comandado
por los EEUU y Rusia, “coqueteando” con ambos bandos,
vuela por los aires y Turquía queda ahora a merced de sus
socios occidentales. Claramente, no es a Rusia a quien bene-
ficia este resultado, pero tampoco puede asegurarse tajan-
temente que sea a Turquía…
Mostrando las fisuras al interior del bloque occidental en la
escalada contra Rusia que ya hemos señalado, durante la
reunión efectuada por la OTAN a raíz del derribo del avión
ruso, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, só-
lo pudo reflejar su punto de vista personal en el discurso,
evidenciándose de esta manera la falta de una postura co-
mún entre los países miembro (RT 25/11). De hecho, apenas
una semana atrás, el propio Stoltenberg, en una rueda de
prensa, había asegurado: “La OTAN apoya las iniciativas y los
nuevos esfuerzos para encontrar una solución política a la cri-
sis en Siria… Rusia puede desempeñar un papel constructivo
en Siria” (RT 17/11).
Por su parte, el presidente estadounidense no dudaba en
afirmar que “Turquía, al igual que cualquier país, tiene dere-
cho a proteger su territorio y su espacio aéreo” (RT 24/11),
aunque apenas unos días después, en el marco de una nueva
reunión bilateral con el presidente ruso Putin, durante la
Cumbre del Clima realizada en París, lamentara el incidente
del derribo del Su-24 ruso (RT 30/11).
Las idas y vueltas en las declaraciones y los desacuerdos
entre socios no son otra cosa que la expresión de la fractura
irreconciliable entre la necesidad de esos capitales hipercon-
centrados y la de las amplias mayorías del planeta. Fractura
que vuelve impresentable a los ojos del mundo la confesión
lisa y llana de dichos intereses, que por otra parte sus perso-
neros no pueden dejar de expresar.
Dando muestras de ello, Ben Hodges, comandante de las
fuerzas de EEUU en Europa, en el marco de los ejercicios mili-
tares Trident Juncture 2015 de la OTAN, afirmaba: “No se tra-
ta sólo de tener potencia militar, sino también de mostrar es-
Análisis de Coyuntura 17
DICIEMBRE DE 2015
ta potencia a Rusia… Espero que Rusia esté mirando estos
ejercicios” (RT 5/11).
Dejando en claro que Rusia sí mira esos ejercicios, la porta-
voz del Ministerio ruso de Exteriores se preguntaba: “La
OTAN es una organización que declara como su objetivo prin-
cipal la seguridad de los ciudadanos de los países miembros.
(…) ¿Dónde estuvo esta organización, la Alianza del del Atlán-
tico Norte, cuando en París en siete lugares se registraron las
explosiones y tiroteos? Es una situación trágica” (RT 21/11).
¿Será que “la seguridad de los ciudadanos” no es –ni ha sido
nunca– el principal objetivo de la OTAN?
La estrategia china para la paz
La voracidad de los capitales concentrados estadouniden-
ses los obliga a abrir continuamente nuevos frentes de bata-
lla, aún sin tener a la vista cómo se las ingeniarán para salir
de los abiertos anteriormente. La disputa en el Mar Meridio-
nal de China, que analizábamos el mes pasado, no se trata de
un frente menor, ya que China representa en términos es-
tructurales la mayor amenaza al dominio de dichos capitales.
En dicho mar, que forma parte de las aguas territoriales del
gigante asiático, las fuerzas estadounidenses han intensifica-
do el patrullaje marítimo, escudándose en que se trata de
“aguas internacionales” y, por lo tanto, de libre tránsito (RT
03/11). Los chinos, por su parte, respondían a esta intromi-
sión construyendo islas artificiales en dichas aguas, donde
instalan bases militares. Respecto al argumento esgrimido
por los yanquis sobre “el libre tránsito”, en la cumbre de la
ASEAN (donde participan no sólo los países orientales sino
también EEUU), China contestaba: “Más de 100.000 embar-
caciones cruzan el mar de la China Meridional cada año sin
obstáculos, problemas o peligros para ningún país”, senten-
ciando luego que “como no existe ningún problema para na-
veger libremente, este asunto no debe convertirse en objeto
de propaganda ni en un pretexto para realizar provocacio-
nes” (RT 05/11).
Ante este panorama, la estrategia china consiste en inten-
tar saldar las disputas abiertas con los países vecinos por
cuestiones limítrofes, a sabiendas de que el imperialismo no
puede “inventar” contradicciones, sino actuar sobre las exis-
tentes, acicateándolas para aumentar las fisuras y luego in-
tervenir en esas grietas.
En este sentido, China se adelantaba a los posibles frentes
que se le podrían abrir en la región, avanzando en un acuer-
do con Corea del Sur para acercar posiciones en la delimita-
ción de las fronteras marítimas, así como también con Viet-
nam, donde en el marco de la profundización de la
cooperación entre los Partidos Comunistas de ambos países,
se iniciaban las negociaciones para la demarcación en con-
junto de los límites en la desembocadura del golfo de Beibu y
fomentar activamente el desarrollo conjunto de dichas aguas
(XH 06/11).
El hecho más significativo en este sentido serían los avan-
ces logrados con Taiwán, donde desde hace ya siete años se
han obtenido logros importantes, como el incremento de la
cooperación comercial –calculada en 198.000 millones de dó-
lares anuales– y la eliminación de restricciones a la circula-
ción de personas entre el estrecho que separa ambas partes
de China (RT 08/11). La isla de Taiwán, que pertenece a Chi-
na, se declaró independiente al triunfar la revolución de Mao
en 1949, aunque la República Popular China nunca reconoció
dicha independencia. Los logros enumerados en el avance de
las relaciones se dieron estando en el gobierno taiwanés el
partido Kuomintang, más proclive al diálogo con Pekín que el
opositor Partido Democratico Progresista, abiertamente in-
dependentista.
Ante la posibilidad de que dicho partido triunfe en las pró-
ximas elecciones, el gobierno chino decidía redoblar los es-
fuerzos, logrando la primer reunión en 66 años entre Xi
Jinping y la máxima autoridad política de Taiwán, Ma Ying-
jeou (RT 08/11).
Junto con esto, y en el marco de la agudización de las
disputas por el Mar Merdional de China que señalábamos
más arriba, China y EEUU realizaban sus primeras maniobras
navales conjuntas en el Atlántico (HTV 9/11). El hecho puede
resultar desconcertante, ya que venimos analizando mes a
mes la necesidad de los capitales concentrados con asiento
en EEUU de desatar una confrontación bélica con el gigante
asiático. En nuestro Análisis… de octubre, a raíz de la gira del
presidente chino Xi Jinping por EEUU, señalábamos que la
apuesta china consiste precisamente en intentar “contener”
esas fuerzas desbocadas del imperialismo, ofreciéndoles cier-
to margen de realización que, libradas a su propia lógica, sólo
pueden intentar obtener por la vía militar. Los ejercicios mili-
tares conjuntos deben leerse en esta clave: la disputa consis-
te en determinar –de forma práctica– quién es capaz de con-
tener a quién dentro de su plan.
El momento armado de la paz
Como vemos, el grado de crisis es tal que los capitales con-
centrados se ocupan ellos mismos de clarificar su necesidad
de empujar a Rusia y China a una confrontación bélica. Pero
como es sabido, “lo militar” no es más que la continuación de
la política por otros medios… de modo que sería extraño que
“los fierros” expresen algo distinto al empantamiento impe-
rialista que venimos analizando.
De hecho, a principios de mes, el diario estadounidense
The Huftington Post comparaba el poderío militar de la OTAN
y de la Federación Rusa, concluyendo que la superioridad de
la ex URSS puede verificarse en una serie de indicadores cla-
ve: la capacidad rusa de iniciar ejercicios militares de gran es-
cala sin previo aviso, que contrasta con los 2 años que lleva a
la Alianza del Atlántico Norte movilizar sus fuerzas, capacida-
des técnicas como las demostradas en los misiles crucero lan-
zados desde el Mar Caspio a Siria y el potencial ruso para
bloquear el acceso de la OTAN al territorio de algunos países
aliados. Por último, la publicación señala la diferencia de in-
18 Sembrando el terror
DICIEMBRE DE 2015
tereses entre los países que conforman la Alianza (reproduci-
do en RT 6/11).
La OTAN es una alianza donde dominan los capitales con-
centrados que, como venimos analizando, están obligados a
luchar entre sí para garantizar su reproducción (lo que se ob-
serva por ejemplo en la imposibilidad de llegar a un acuerdo
de libre comercio entre EEUU y la UE, quienes paradojica-
mente son socios en la OTAN). Y esto no puede dejar de ex-
presarse también en el plano militar.
Tras el ataque a las fuerzas rusas que combaten al terro-
rismo en Siria, el país presidido por Putin respondía con la
instalación de sistemas antiaéreos S-400 de ultima genera-
cion en su base de Siria, así como con el traslado del buque
de guerra Yamal –con capacidad para transportar hasta 250
soldados y 10 tanques– hacia el Mediterráneo, a la par que se
equipaba a los bombarderos rusos con misiles aire-aire, que
permiten la defensa en caso de agresión (XH 24/11, RT 26 y
30/11).
La superioridad técnico-militar rusa también puede obser-
varse en la disputa por las riquezas del Ártico, donde Rusia
cuenta con 27 rompehielos, contra sólo uno de los EEUU (RT
12/11). De esta manera, se evidencia que Rusia tiene capaci-
dad de jugar en varios frentes a la vez.
En el mismo sentido, caben destacar los avances rusos en
blindar sus fronteras, a la vez de proteger a sus aliados, como
es el caso del escudo de misiles del sistema S-300 que se ins-
talará en Armenia, Bielorrusia y Kazajistan, en el marco de
aumentar la defensa regional de los territorios (RT 11/11).
Por otro lado, tras el atentado sufrido por el avión ruso de
pasajeros en Egipto, las relaciones de Rusia con dicho país
también se incrementaron, con la negociación para imple-
mentar un escudo aéreo proporcionado por los rusos y una
mayor cooperación en el área de seguridad (HTV 8/11).
Tambien en el Lejano Oriente Rusia avanzaba estrechando
lazos: durante noviembre, concluían los ejercicios militares
conjuntos con la India, desarrollados para estrechar la coope-
ración en la lucha anti-terrorista (RT 21/11), a la par que se
sellaba un acuerdo con Corea del Norte para la prevención de
actividades militares peligrosas (RT 12/11).
Por el lado del gigante asiático, el Ejército Popular de China
comenzaba su mayor reestructuración en los mandos desde
los años 50, con el objetivo de unificar todas las ramas de sus
Fuerzas Armadas bajo un control militar conjunto (RT 28/11).
Por otro lado, acorde con el creciente peso que adquiere el
país en la economía y política mundial, establecía su primer
base militar fuera de su territorio, en Djibouti, país africano
que se emplaza en uno de los márgenes del estrecho de
Mandeb, una de las principales arterias para circulación de
petróleo, donde circulan 3,8 millones de barriles diarios (RT
27/11). A su vez, China recibía por parte de Irán una invita-
ción para realizar ejercicios militares conjuntos, expresión ní-
tida de la proyección global que posee la nación persa en su
rol de estabilizador político-militar y líder antiterrorista, papel
que ya desempeña en Medio Oriente (RT 7/11).
Levantando temperatura
La Cumbre del Clima, que tuvo lugar en París a finales de
mes, constituiría otro de los escenarios donde quedaría en
evidencia la profunda fractura entre los intereses de esos ca-
pitales híper-concentrados, cuya disputa por garantizar su
propia reproducción empuja a toda la humanidad a una gue-
rra mundial, y los de las grandes mayorías del planeta.
Unas 2 mil movilizaciones se organizaron en distintas ciu-
dades del mundo, con epicentro en Londres, Madrid, Barce-
lona, Sydney, México, Río de Janeiro e incluso París, que se
encontraba bajo estado de emergencia tras los atentados
que hemos analizado. En Londres tenía lugar la mayor con-
centración de personas, llegando a los 50 mil manifestantes;
mientras que en París, miles de personas desafiaron el estado
de sitio y culminaron su protesta frente al Teatro Bataclan,
que había sido escenario de uno de los atentados (P12
30/11). Ante la prohibición de la movilización convocada en
la Plaza de la República, se juntaron 15.000 pares de zapatos
que fueron colocados en la plaza, incluídos los enviados por
el Papa Francisco y el secretario general de la ONU Ban- Ki-
Moon (LN 30/11).
Vemos, entonces, que esa desnudez de los grandes capita-
les concentrados empieza a hacerse visible para las grandes
mayorías, que alcanzan a identificar a los mandatarios de las
grandes potencias como los responsables del grado de con-
tradicción con la naturaleza al que las relaciones mercantil-
capitalistas nos han conducido a los hombres y mujeres del
planeta todo.
“El capital se desarrolla sobre la base de destruir los dos pi-
lares sobre los que se asienta: la naturaleza y el hombre”, se-
ñalaba Carlos Marx ya a mediados del siglo XIX. La tarea de la
hora es, por tanto, desarrollar la capacidad de controlar esas
enormes fuerzas productivas, que bajo la lógica de la libre
competencia sólo conducen a la guerra y la destrucción del
planeta. Habiendo recorrido ya los hitos principales en la
marcha de la humanidad hacia el logro de dicha tarea duran-
te el último mes, pasemos a analizar en detalle cómo se
aprestan los trabajadores y pueblos de Nuestramérica a pro-
fundizar su aporte en tamaña empresa.
La disputa entre modelos económicos como materia de debate popular en Latinoamérica
El enfrentamiento en suelo propio
“Un pueblo no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos;
empieza a serlo cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud,
y para Patria y vivir nuevos, alza e informa los conceptos de la vida
radicalmente opuestos a la costumbre de servilismo pasado,
a las memorias de debilidad y de lisonja que las dominaciones despóticas
usan como elementos de dominio sobre los pueblos esclavos”
(José Martí)
Cuando este artículo se escribe, ya se han realizado las cru-
ciales elecciones generales en Argentina y Venezuela, dos de
las tres economías más importantes de la Unasur. En Argen-
tina, como analizaremos en detalle en los últimos dos artícu-
los de este mes, ganó el balotaje presidencial por un corto
margen la alianza conservadora y liberal dirigida por el em-
presario Mauricio Macri, abriendo así la conducción de los
principales resortes del aparato estatal a las manos directas
de las principales multinacionales, en alianza con la oligarquía
agro-financiera local. En Venezuela, la elecciones han sido le-
gislativas y el chavismo, dirección del gobierno venezolano
desde 1999, ha sufrido un duro revés que implica haber per-
dido el control total de la Asamblea Popular (Congreso), don-
de la alianza de las distintas fuerzas opositoras ha conquista-
do las mayorías simples, tercia y absoluta (2/3 del recinto),
otorgándoles un amplio margen para la disputa contra las po-
líticas públicas que el chavismo con la conducción del presi-
dente Maduro quiera llevar adelante para profundizar la Re-
volución Bolivariana en los próximos dos años.
Junto con ello, apenas iniciado el mes de diciembre, el pre-
sidente del Senado brasileño ha dado inicio a la posibilidad
cierta de que ese recinto lleve a la investigación y potencial
remoción a la presidenta Dilma Rousseff, bajo la dudosa acu-
sación de manejo espurio de los instrumentos fiscales de la
nación. Con esto, la primera economía de Latinoamérica en-
tra en un terreno de acrentamiento feroz en la disputa por la
dirección gubernamental, llegando hasta la probabilidad cier-
ta de tener que producirse un recambio presidencial no ele-
cionario, luego de 13 años de presidencia de una alianza polí-
tica conducida por el Partido de los Trabajadores. Así, las tres
principales economías del área Unasur se hallan envueltas en
un proceso de enfrentamiento social y político crucial para
los caminos próximos del conjunto de países de nuestra re-
gión y, por extensión, del mundo entero.
En este sentido, dejaremos para el mes próximo el análisis
detallado del proceso electoral venezolano, a la espera de los
resultados definitivos y de escala nacional. Mientras, desarro-
llaremos en el presente artículo algunos de los ejes centrales
de la disputa económica abierta en las entrañas de nuestra
Patria Grande, intentando desembrozar los aspectos políticos
que aún no logran controlar en la matriz económica las fuer-
zas populares que pujan por un cambio en consonacia con las
tareas planteadas a los pueblos a nivel mundial.
“Negocios son negocios”
Promediando el mes de noviembre, en su columna sema-
nal regional reproducida localmente por el centenario perió-
dico de la oligarquía bonaerense-porteña La Nación, el perio-
dista Andrés Oppenheimer, vocero de lo más concentrado de
las multinacionales con presencia en nuestras tierras, com-
partía una serie de cifras elevadas por el Banco Mundial de
cara al inicio de 2016: “El estudio del Banco Mundial titulado
‘Haciendo negocios 2016’ muestra que la mayoría de los go-
biernos de América del Sur ponen más obstáculos para abrir
una empresa, operarla o cerrarla que los gobiernos comunis-
tas de China o Vietnam.
”El informe mide a 189 países según la facilidad que ofre-
cen para hacer negocios, en escala descendiente. China ocupa
el lugar 84 y Vietnam, el 80, mientras que Brasil ocupa el 116;
la Argentina, el 121; Nicaragua, el 125; Bolivia, el 157, y Ve-
nezuela, el 186. (…) En materia de cuántos trámites legales
hacen falta para abrir una empresa, por más pequeña que
sea, en Hong Kong o Nueva Zelanda se requiere apenas un
procedimiento jurídico; en Finlandia, tres, y en Estados Uni-
dos, seis. Por otro lado, se requieren 11 trámites legales en
China continental, 14 en la Argentina, 15 en Bolivia y 17 en
Venezuela. (…) Por suerte, hay excepciones notables: en Chile,
Uruguay, Colombia, Perú y México, el número de procedi-
mientos legales para abrir una empresa se ha reducido a me-
nos de ocho en los últimos años. (…) En materia de facilidades
para importar o exportar, China gana de nuevo. En Hong
Kong, llenar los documentos necesarios para importar bienes
lleva un promedio de una hora, mientras que en China se re-
quiere un promedio de 66 horas; en Perú y Uruguay, 72 ho-
ras; en Bolivia, 96; en Ecuador, 120; en Brasil, 146; en la Ar-
gentina, 336, y (no es una broma) en Venezuela, 1090 horas,
según las cifras del Banco Mundial” (LN 17/11).
La cita deja al menos dos puntos sobre los cuales enfocar
nuestra mirada. En primer lugar, el marco general sobre el
que se articula la información es elocuente acerca del enfo-
que elegido para comparar las políticas económicas de nues-
tros países con un par de naciones asiáticas: facilidades o di-
ficultades para hacer negocios, abrir negocios, “emprender”
negocios. Lo importante, para el organismo multilateral no
es, claro está hace décadas, el desarrollo de los pueblos y su
bienestar, sino el simple y “noble” impulso de –muy pocos–
por hacer negocios. En ese marco ideológico, el vector toma-
do es aún más elocuente por el grado de transparencia elegi-
do: “escala de facilidades” para quienes quieren abrir nego-
20 El enfrentamiento en suelo propio
DICIEMBRE DE 2015
cios. Es decir, los gobiernos, en este particular caso, nuestros
gobiernos latinoamericanos, deben mensurarse en relación al
grado de entrega que tengan con los “emprendedores” con
el capital acumulado suficiente para ingresar en el cada vez
más acotado “mundo de los negocios”. He aquí en una ram-
pante transparencia la quintaesencia del pensamiento eco-
nómico liberal.
Por otra parte, el segundo dato que nos aporta el vocero
liberal radicado en Miami es que entre nuestras naciones la-
tinoamericanas hay diferencias, y que unos se portan mejor
que otros de cara a los empresarios emprendedores: Mexico,
Chile, Perú, Colombia… son algunos de los que, “en los últi-
mos ocho años”, han “mejorado” para beneficio de los capi-
tales, “no le ponen tantas trabas”. Son buenos alumnos, y en
tiempos en que los “números” macro no son los mejores,
cuando soplan vientos fuertes en la crisis mundial analizada
en los artículos precedentes, nada mejor que “eliminar tra-
bas” al comercio. Un estribillo viejo como la explotación capi-
talista, pero que no por ello ha dejado de “recrearse” cons-
tantemente por parte de los intelectuales orgánicos a lo más
concentrado de los capitalistas a escala planetaria. De aquí
surgen dos nuevos ejes políticos sobre los que repasaremos
la realidad (“terrenalidad”) del planteo efectuado por Op-
penheimer: en lo más simple de observar, es constante la ne-
cesidad de dividir políticamente a nuestras naciones, en la tí-
pica clave hollywoodense de “buenos por un lado, malos por
otro”. De esta manera, las naciones cuyos gobiernos recien-
tes han recorrido un camino más obsecuente con las necesi-
dades de los conglomeados yanquis y europeos, como la fir-
ma del reciente TPP por parte de Perú, Chile y México, son
las nuevas “vedettes” del “éxito” económico. Pero, a contra-
mano de los deseos del periodista “exiliado” en EEUU, dichas
naciones están ahora en serios y crecientes enfretamientos
para la aprobación de las leoninas condiciones legales exigi-
das por el Tratado en los Congresos de dichos países, inten-
tando acallar las voces contrarias que denuncian la fenome-
nal entrega de soberanía que significa en materia de salud,
acceso a medicamentos, investigación científica y soberanía
alimentaria.
Pero esta no es la única dificultad que se presenta para la
“libre circulación” de capitales en nuestras tierras. Hay un
factor crucial y es el de la profundidad de la crisis ante la que
nos hallamos, que demanda fagocitarse a mercados bastante
más vastos que el de naciones individuales; necesitan “inver-
tir”, es decir, apropiarse de los recursos naturales y de las
fuerzas trabajadoras de nuestros pueblos, pero a escala am-
pliada, como analizábamos anteriormente en relación con las
fusiones producidas en algunas ramas de alcance planetario.
Este escollo para el desenvolvimiento de la tendencia con-
centradora del capital en Latinoamerica toma una forma pri-
vilegiada en aquellas tres naciones que mencionábamos al
inicio: la columna vertebral del Mercosur-Unasur, que se ha
posicionado, además, en la última década, como un polo po-
lítico de influencia para el conjunto de países de todo el sub-
continente, incluso para la nación azteca, económica y cultu-
ralmente a veces más aledaña a EEUU que a Latinoamérica, a
pesar de compartir idioma y raíces con los pueblos que se ha-
llan al sur de ella.
Esta dificultad para mostrar al TPP y a las naciones inte-
grantes de la alicaída Alianza del Pacífico como estandarte
indiscutido de existosas políticas económicas no es obviada
por el centenario diario de la familia Mitre, que en boca de
uno de sus principales columnistas señalaba el peligro de in-
tentar avanzar en la ratificación y puesta en funcionamiento
del Tratado Transpacífico sin antes “resolver” las contradic-
ciones que se generarán con los países vecinos: “Aunque re-
sulte paradójico, a medida que distintos países de la región
van diversificando sus nexos de inserción en el mundo a tra-
vés de los tratados internacionales de última generación ca-
talogados como libre comercio (TLC), se renuevan los desafíos
para la integración latinoamericana. Así, por ejemplo, la re-
ciente culminación de las tratativas realizadas por doce paí-
ses de tres continentes para suscribir el Trans-Pacific Part-
nership (TPP) les plantea a los tres países latinoamericanos
intervinientes –Chile, Perú y México– una disyuntiva frente a
otros países de la región. (…) Por un lado se presentan las
mencionadas concesiones otorgadas por países desarrollados
(PD) a determinados países latinoamericanos, cuando estas
concesiones puedan afectar a otros países de la misma re-
gión. Aquí se requiere un consenso para fijar algunos com-
promisos elementales que los países latinoamericanos debe-
rían asumir al formalizar sus TLC con PD, con motivo de la
obtención de concesiones o beneficios que a su vez pudieran
implicar el desplazamiento de mercados en perjuicio de otros
países de la región. Por ejemplo, cabría una fórmula de con-
formidad anticipada para el caso de que los PD oferentes de
las concesiones decidieran extenderlas a favor de otros países
latinoamericanos” (LN 10/11). En criollo, el problema es que
tras la firma de los TLC o de Tratados más ampliados como el
TPP, las contradicciones intraregionales se van a exacerbar.
Un ejemplo cercano es lo dificultoso que sigue siendo para
los miembros del Mercosur arribar a una política común de
exportación agropecuaria a terceros mercados (Europa, por
ejemplo), dada la “superposición” de ramas de producción.
Es decir, dentro de la lógica de la competencia capitalista por
acceso preferencial a mercados, los “hermanos latinoameri-
canos” a lo sumo llegan a ser socios, pero posponiendo hacia
el futuro la posibilidad de acordar en unidad.
Es la esencia de la batalla cultural que recomenzó a emer-
ger con la asunción de Hugo Chávez en Venezuela, Lula Da
Silva en Brasil o Kirchner en nuestro país: el anhelo de la Pa-
tria Grande es mucho más complejo que tener un “espíritu”
común; implica superar la disputa por mercados, lo cual es
imposible si los procesos son conducidos por las denomina-
das “burguesías nacionales”, ya que su esencia es el incre-
mento de la ganancia empresaria, dentro de lo cual, tarde o
temprano, sobran algunos de los “competidores”: “La próxi-
ma cumbre de presidentes del Mercosur, el 21 de diciembre
Análisis de Coyuntura 21
DICIEMBRE DE 2015
en Asunción, analizará las negociaciones para un acuerdo de
libre comercio con la Unión Europea, dijo el ministro para-
guayo de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga. La UE y el
Mercosur negocian hace casi dos décadas un acuerdo de libre
comercio que ha chocado con numerosos obstáculos en uno y
otro bloque a lo largo del tiempo” (LN 10/11).
Esos “obstáculos” son insalvables en los marcos actuales
de la competencia capitalista por mercados, y he allí uno de
los ejes de la disputa política y cultural que crece en las en-
trañas de nuestras sociedades latinoaméricanas, curtidas en
saber con el sufrimiento de millones a qué conduce la desen-
frenada búsqueda de uno o dos puntos mas de PBI cuando es
a costa de los países vecinos. Por eso el enfrentamiento polí-
tico principal que llevan adelante los conglomerados capita-
listas mundiales en nuestra región, como señalamos mes a
mes en esta publicación, se produce contra el ALBA y tam-
bién contra su impronta en la CELAC. Por eso la OEA es la
contracara de aquella novel instancia de integración ameri-
cana sin EEUU ni Canadá, como la Alianza del Pacífico lo es
del ALBA. Por eso, como hemos afirmado en números ante-
riores, los capitales concentrados en alianza con las oligar-
quías locales deben conseguir torcer el rumbo que ha llevado
el Mercosur en la última década, “volverla” a dirigir hacia lo
que fue su “esencia” impuesta original, en 1994, en paralelo
a la creación del NAFTA en América del Norte y las “relacio-
nes carnales” con EEUU. Esos capitales necesitan, como lo ha
señalado claramente el nuevo presidente argentino Mauricio
Macri, un Mercosur que sea plataforma de negocios con el
mundo, sobre todo con las potencias occidentales, más espe-
cíficamente con sus megaempresas trasnacionales, aunque
eso conlleve un deterioro severo para el desarrollo industrial
local. Recordemos que el Mercosur, a pesar de todas las
“trabas” que denuncian constantemente los multimedios al
servicio de las oligarquías de nuestra región, tiene casi un
30% más de PBI que la Alianza del Pacífico (4.600 millones de
millones de dólares vs 3.500 millones de millones, respecti-
vamente). En la discusión de décadas con la UE, uno de los
debates no resueltos es si un TLC incrementará el PBI de to-
dos los países o será solo en beneficio de algunos de ellos, y
de dentro de estos sólo redituando ganancias a las empresas
más concentradas y con capacidad de exportación.
Una Alianza no muy “pacífica”
En este punto, las discusiones comerciales se llevan pues-
tos a los principales conglomerados de alcance nacional tam-
bién en los países del área más subordinada en lo político al
Imperio del norte, la que baña sus costas en el Océano Pacífi-
co. Por caso, el mayor de sus mercados, el mexicano, que es
también la nación latinoamericana que más años lleva atada
a un TLC con los EEUU, sigue en proceso de desguace en
cuanto a su soberanía energética, luego de que perdió su au-
toabastecimiento alimenticio hace unos años. En el marco del
desmembramiento que viene sufriendo su petrolera estatal,
PEMEX, desde noviembre de 2014, cuando Peña Nieto logró
modificar la constitución en cuanto a la exclusividad de la ex-
tracción y refinamiento de crudo por parte del Estado mexi-
cano, en este noviembre se produjo el hecho de que por pri-
mera vez en décadas PEMEX necesitó importar petroleo para
satisfacer su demanda interna, produciendo un problema
comercial dado que tiene que optar, a causa del tratado
NAFTA, por comprar a sus socios mientras en EEUU rige la
prohibición de exportar petróleo (CL 1/11). Junto con ello, los
otros asociados a la Alianza del Pacífico también vienen mos-
trando serios inconvenientes para mantener las tasas de cre-
cimiento, así como se repite la constante de que están atra-
vesando una etapa de privatización directa o indirecta de sus
recursos energéticos.
En este sentido, bajo el segundo mandato presidencial de
Juan Manuel Santos, la patria del café no logra despegar en el
plano económico y en noviembre se dieron a conocer las ci-
fras nacionales más duras de la última década, escenario so-
bre el cual se profundizan las conversaciones de paz con la
guerilla de las FARC-EP, que como analizaremos en el próxi-
mo artículo lejos de ser un “triunfo” oficialista, muestran has-
ta dónde las codiciones principales de la guerrilla son ineludi-
bles dado el estado de crisis generalizado también en
Colombia: “A sólo 2.867 millones de dólares llegaron las ex-
portaciones de Colombia en septiembre, tras venir de una ci-
fra de 5.069 millones de dólares en el mismo mes del año an-
terior, lo que representó una caída de 43,4 por ciento, según
reveló el Dane [Departamento Nacional de Estadísticas]…
Uno de los impulsores de la descolgada [caída] continúa sien-
do la crisis del precio del petróleo, pues las exportaciones de
combustibles y productos de las industrias extractivas regis-
traron una caída de 58,6 por ciento.” (ET 4/11). Esto no im-
pedía que la agencia “calificadora” Moodys diera a publicar
sus índices de crecimiento para 2016 de Colombia, un 3,5%,
al tiempo que efectuaba una defensa del sistema bancario de
la nación caribeña, sosteniendo que “la banca colombiana se
encuentra bien equipada para enfrentar los desafíos relacio-
nados al debilitamiento de la economía” (ET 4/11).
Pero las opiniones están dividadas, porque el estrecho ca-
mino de los negocios enfrenta a los otrora socios, y casi en
simultaneo la banca europea BBVA emitía un comunicado
donde señalaba que, en contraposición con las proyecciones
de Moody, la economía colombiana seguirá contrayéndose
22 El enfrentamiento en suelo propio
DICIEMBRE DE 2015
en 2016, pasando a un crecimiento de 2,4%: “La economía
colombiana sufrió un ‘choque muy profundo por la caída de
los precios internacionales del petróleo que se manifestó en
dos etapas’” (P12 11/11). El dato clave, sin embargo, estaba
en los índices más directos de la rama productiva petrolera,
donde Colombia, a caballo de la redoblada presión imperialis-
ta en la región, inició este año un proceso de “desprendi-
miento” (venta, remate) de una parte considerable de la in-
dustria petrolera estatal: Ecopetrol se ha desprendido de la
mayoría de su filial bogotana, Empresa de Energía de Bogota,
por lo cual le han ingresado dólares contantes y sonantes. A
pesar de ello, no logró revertir la tendencia al achique de su
balanza comercial, que el diario conservador El Tiempo calcu-
laba en un apabullante -62,2% para el tercer trimestre de
2015 (ET 17/11).
La caída mundial del precio del petróleo acarrea altos cos-
tos, y no solamente para la Venezuela bolivariana o el Ecua-
dor de la “Revolución Ciudadana” de Rafael Correa. Algo simi-
lar se produce en otros países como Perú o Chile, altamente
dependientes de la exportación de niquel, cobre y otros me-
tales primarios, que en casi su totalidad son exportados hacia
las principales industrias de EEUU, Europa y Asia. Pero la ex-
portación de los recursos primarios sin industrialización es
sólo una parte del problema de nuestras economías, y no el
principal. El principal son los mecanismos variados por medio
de los cuales los principales conglomerados capitalistas y las
naciones del “primer mundo” acogotan a nuestros países y
empobrecen nuestros bolsillos. De lo que se trata, desde la
época de la Colonia, es de descargarnos la crisis que emerge
desde el corazón del capitalismo mundial, justamente en di-
chos países.
Así, otro tanto viene sucediendo en Chile. Para el diario fi-
nanciero Cronista Comercial (subsidiario del Financial Times
de Londres), el “modelo chileno” tendrá que cruzar la línea
roja del endeudamiento, a pesar de haber “saneado” durante
un par de largas décadas su mercado interno, por medio de
la liberación extrema de la economía: “El gobierno de Chile
quizás sea uno de los menos endeudados de la región gracias
al prudente manejo de su macroeconomía y su capacidad de
recoger los frutos de los inmensos recursos nacionales de co-
bre, que son los más grandes del mundo.
“Pero podría verse en la necesidad de recurrir a los merca-
dos de capitales en mayor medida que con anterioridad, de-
bido a que el clima económico es ahora más complicado que
el que viene enfrentando hace muchos años, mientras se
ajusta al fin del denominado ‘súper ciclo’ de las materias pri-
mas. Los precios del cobre cayeron a la mitad desde 2011.” Es
decir, el problema parece ser una vez que “el mundo” (así de
vago el término) no demanda tantas materias primas, y al
caer el precio de las mismas (¿como por arte de magia?)
nuestras economías se achican y entran en zona de ajuste.
Petroleo allá, cobre aquí, gas por ahí, en todas partes el “ci-
clo” se cierra dejándonos la factura sobre nuestra mesa. Pero
hay otros elementos para analizar. Sigamos con la opinión del
diario de finanzas sobre la situación trasandina: “El gobierno
también está recibiendo menores ingresos fiscales como con-
secuencia del menor crecimiento económico. La economía es-
tá sufriendo una caída en la inversión como resultado de una
crisis de confianza en las empresas, que temen las consecuen-
cias del ambicioso programa de reformas de Michelle Bache-
let. Las reformas a las leyes fiscales y laborales provocaron
una particular preocupación en los últimos dos años. Los im-
puestos a las empresas también subieron y los sindicatos es-
tán por recibir más poder. Muchos también temen a los pla-
nes para cambiar la constitución.
”Esteban Jadresic, economista jefe de Moneda Asset Ma-
nagement, señaló que el déficit fiscal del año próximo será le-
vemente mayor a las proyecciones oficiales de 3,2% del PBI
debido a los menores precios del cobre y el inferior crecimien-
to económico. Calcula que el gobierno continuará teniendo
‘déficits significativos’ en los siguientes años. (…)
”Las finanzas estatales también se tensionarán con el plan
de inversión de Codelco, la minera de cobre estatal en pro-
blemas y eje de la economía local, apuntado a mantener su
producción en el largo plazo. El costo del plan está calculado
en más de U$S 20 millones” (CR 30/11).
La opinión del gurú local allí citado, que trabaja, evidente-
mente, para una financiera extranjera pero con “rostro” chi-
leno, añade un poco más de luz y un poco más de sombra.
Suma, al ya expuesto problema de la caída del precio mundial
de los denominados “commoditis”, el problema del déficit
fiscal. Esto es, que el Estado recauda menos de los que gasta.
O que, como analizamos mes a mes en esta revista, hay una
abierta oposición por parte de la totalidad del establishment
financiero a cómo y de dónde se proponen recaudar algunos
de los gobiernos nacional-populares de nuestro subcontinen-
te latinoamericano. En el caso chileno, recordemos que Mi-
chelle Bachelet asumió su segundo mandato presidencial con
mucho menos margen de apoyo popular en caso de no re-
formar a fondo el entramado legal y económico que impuso
el pinochetismo a su salida pactada de 1990. Esto implica, en
el caso de las herramientas fiscales, un aumento de impues-
tos a los sectores más pudientes, que son, no casualmente,
buena parte del empresariado que ocupó de la mano de Pi-
ñera el gobierno previo, y que hoy son la principal oposición
parlamentaria al frente gubernamental que conduce el Parti-
do Socialista.
Por otro parte, la crónica menciona que Codelco, la mayor
productora de cobre mundial y también la mayor industria de
todo Chile, aún de propiedad estatal, aunque bajo un régi-
men de “gerenciamiento” semiprivado, recibirá un perma-
nente plan de “inversiones” por parte del Estado, para lo cual
sólo puede hacerse bajo la alianza política con una parte im-
portante del movimiento sindical chileno. He allí la “descon-
fianza” que tendrían los “inversores” y que estaría “alejando”
(o encareciendo) el financiamiento privado. Y esto, como se-
ñalábamos al inicio del artículo, es uno de los elementos que
más complica la “normal” aplicación de los condicionamien-
Análisis de Coyuntura 23
DICIEMBRE DE 2015
tos firmados bajo el TLC transpacífico. Y en un país como Chi-
le, que ha “sabido hacer bien los deberes”, durante 20 años,
implica que una buena cantidad de dinero acumulado en las
arcas estatales sea usado para mejorar las enormes diferen-
cias sociales que estructuran al hermano país desde el golpe
militar de 1973, comandado por las agencias de inteligencia
del Departamento de Estado estadounidense. Hoy la presión
social no sólo ha llevado a que el gobierno de Bachelet “apu-
re” las reformas educativas (donde la gratuidad de todos los
niveles es el principal eje de disputa) y anuncie prontamente
el borrador de la nueva Constitución, sino que en ella se re-
tomen los principios de la propiedad estatal de los bienes
primarios y la participación activa, legal y efectiva de las or-
ganizaciones de trabajadores en su gestión.
Este es el horizonte que bajo tanta cháchara de cifras, es-
tadísticas y “proyecciones” se oculta en las preocupaciones
profundas de los principales multimedios y agencias que ope-
ran como brazo financiero de los capitales transnacionales en
nuestra región y que, tal como podemos observar en el caso
de Brasil, Venezuela y Argentina, operan de manera coordi-
nada y con avances pautados. Pero su problema es que nece-
sitan descargar ya la crisis de las economías del “primer
mundo” sobre nuestras espaldas y a costa de nuestros estó-
magos, lo que desata tempestades sociales.
De mamaos, sustos y despertares
Así como en Chile durante 2015 volvimos a tener noticias
del movimiento obrero minero, de la fuerza incrementada
del estudiantado o de las luchas indígenas al sur del conti-
nente, en Brasil la posibilidad real del inicio de un desafuero
a la presidenta Dilma Rousseff obligó a un “despertar” apu-
rado, digamos, de una parte del movimiento sindical y de los
cuadros petistas más ligados a aquel, a la cabeza de lo cual se
halla el mismísimo ex presidente y metalúrgico Lula Da Silva.
Se sucedieron durante noviembre congresos y plenarios para
ir “reconstruyendo” el tejido partidario y frentista, pero lo
fundamental es que se produjo un paro de los trabajadores
de Petrobras por “tiempo indeterminado”, exigiendo que de-
jen de ser puestos en venta “activos” de la megaempresa.
Recordemos que tras el descubrimiento del “petrolao”, es
decir, del mega esquema de sobornos alrededor de la petro-
lera que involucra a sendos funcionarios políticos de todos
los partidos y a los principales CEOs y gerentes de las más
grandes empresas “contratistas” de Brasil, una de las medi-
das del actual gabinete Económico fue la “racionalización” de
la empresa, desprendiéndose de ramas y sectores para inten-
tar volverla “competitiva”. El botin de la abuela, además, son
las reservas submarinas del “presal” y su consiguiente explo-
tación. Con los precios mundiales del crudo a la baja, hoy la
exploración submarina está bastante detenida, pero no po-
demos obviar un dato clave: las movilizaciones populares y
sindicales durante el primer gobierno de Dilma obligaron al
Ejecutivo a dictar leyes que explícitamente reservan el 100%
de las regalías de la extradición de dichas napas a las áreas de
salud y educación, contradiciendo en esencia la matriz de ne-
gocios multinacional que caracteriza a la rama petrolera.
Ya con la victoria por escaso margen con que asumió su se-
gundo mandato, Dilma se vio obligada a designar en las prin-
cipales carteras económicas de su Gabinete a funcionarios de
reconocida experiencia liberal, por no decir de curriculum
empresario. La cara visible, el ministro de Hacienda Joaquim
Levy, puso todo su ahinco por “ajustar” los números deficita-
rios, donde, al igual que vimos antes para el caso chileno, el
“problema” son los fondos destinados a las distintas facetas
que implican la “seguridad social”. Con esta medida, el alcan-
ce de la lucha va superando el umbral de lo meramente sin-
dical-corporativo-salarial para avanzar hacia un planteo de
carácter político, donde se expresa potencialmente una “opi-
nión” fuerte desde el movimiento obrero en relación con las
políticas de Estado y acerca de un bien estratégico como el
petróleo, su procesamiento y la planificación de su uso: “La
paralización que puso en marcha la Federación Única de Pe-
troleros (FUP), la mayor central sindical del sector, prevé que
se reduzca la producción de petróleo y gas en la Cuenca de
Campos, en el norte del estado de Río de Janeiro, que repre-
senta más de 70% de la producción total de Brasil. La FUP nu-
clea 13 sindicatos que concentran 70% de la fuerza laboral de
Petrobras.
”‘Con el actual escenario que vive el sector, con el barril de
petróleo a menos de U$S 50 y una oferta de U$S 1 billón en
activos por el mundo, creemos que no es el momento de ven-
der activos. Si se vende ahora, se venderá barato’, afirmó Jo-
sé Maria Rangel, coordinador general de la FUP” (CR 2/11).
En esta postura expresada en los dirigentes de los gremios
petroleros acerca de la actualidad del precio del barril se jue-
gan por lo menos dos planos que no por iguales en importan-
cia conllevan las mismas enseñanzas de cara a las tareas que
tienen planteadas las masas trabajadoras en todo el planeta.
Por una parte, lo más evidente es que el grado de internacio-
nalización de los mercados nacionales es innegable para
cualquier actor, las tareas son así claramente mundiales y el
margen de “escapar” a esa conciencia se reduce al compás
del proceso permanente de concentración de los capitales.
Lo que sucede en el mundo afecta “mi mundo”, y eso obliga a
tener mucho más presente los condicionantes “externos” an-
te cada movimiento político a realizar.
En segundo término –y más difícil de ver pero definitiva-
mente más necesario y estratégico– comienza a emerger más
claramente la raíz de uno de los problemas que contienen los
países de nuestra región: los bienes primarios que son poten-
cialmente una mina de oro (históricamente explotada por
“otros”) pero que también esclavizan nuestro horizonte,
nuestras conductas y nuestras comodidades. Las rentas ex-
traordinarias que generan el petróleo en países como Vene-
zuela, Ecuador o Colombia, lo que produce el cobre en Chile
u otros minerales en Perú, el gas en Bolivia, etc., etc., son
también una tenaza que sofoca el desarrollo de nuestros
pueblos y golpea fuerte la economía cuando por diversas
24 El enfrentamiento en suelo propio
DICIEMBRE DE 2015
causas dejan de ingresar las divisas que genera la exportación
de los productos monopólicos. La dependencia absoluta de
un solo bien en el que históricamente nos han encasillado las
necesidades de los capitales concentrados y el desarrollo de
las metrópolis occidentales funcionan como una soga al cue-
llo cuando los números apretan. En épocas de crisis profunda
–cuando las cuentas de “la joda” que se dan con el maxicon-
sumo de las potencias y sus sociedades dibujadas a imagen y
semejanza de la burguesía, hay que pagarlas y eso siempre
intentan que lo hagamos en Latinoamérica, África y Asia–, es
cuando emergen con fuerza las tareas planteadas para el
movimiento popular y de trabajadores organizados.
Una de las formas privilegiadas en que nos intentan des-
cargar los costos de su joda eterna es por medio de “plan-
char” el precio de los bienes primarios, que ellos modifican
industrialmente para luego “colocarlos”, es decir, venderlos a
nuestros pueblos y naciones… pero sin rebajas similares. La
devaluación que conlleva el “revalúo” del dólar imprime un
incremento de costos para nuestras incipientes industrias,
que trasladan así los nuevos costos a precios minoristas, ne-
cesariamente. De esa manera, la tranferencia de dinero y ca-
pital se da por ambas vías pero con una única dirección: hacia
las arcas de los países centrales. Algo de esto señalaba Correa
este mes de noviembre, previamente a viajar a la Cumbre de
Países exportadores de Gas en Irán y a la Cumbre Países Ára-
bes-Latinoamérica en Riad: “El presidente de Ecuador, Rafael
Correa, atribuyó a factores geopolíticos la reticencia de la Or-
ganización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a dis-
minuir su producción, y ayudar así al incremento de los pre-
cios del crudo. Según opinó este sábado el mandatario
durante su tradicional informe semanal de labores a la ciuda-
danía, la situación actual, con el barril de petróleo a menos
de 50 dólares, perjudica mayormente a países rivales de Es-
tados Unidos.
”Ecuador, que produce unos 500 mil barriles de crudo diario
y es uno de los socios más pequeños de la organización, debió
reajustar su presupuesto de 2015 como resultado de la drás-
tica caída de los precios, y de la apreciación del dólar esta-
dounidense, que es la moneda que circula en el país. Al recor-
te de más de dos mil millones de dólares, el gobierno sumó la
aplicación de salvaguardias arancelarias a las importaciones,
entre otras medidas.
”La propuesta presupuestaria para el año próximo enviada
recientemente a la Asamblea Nacional fue elaborada a partir
de un precio base del barril de crudo de 35 dólares, y contem-
pla además una fuerte reducción de las inversiones” (CD
14/11). El ejemplo ecuatoriano es claro de cómo el problema
conlleva acciones en ambos planos de la disputa. Por una
parte, y cómo se vería días después en Riad, en discusión fra-
ternal con los países árabes, Maduro, Evo y Correa llevaban a
Oriente la propuesta de fijar un precio mínimo al barril de pe-
tróleo, que contemple los países productores con costos más
altos, y que condicione el margen de maniobra de las grandes
corporaciones que procesan, refinan y comercializan los deri-
vados –de los cuales las naftas son uno de los más importan-
tes–, en manos de los capitales occidentales (TS y CD 7/11, TS
11/11). El enfrentamiento tiene así por una parte la necesi-
dad de anarquizar los mercados y el comercio mundiales, es-
cenario de ganancia para los que manejan grandes magnitu-
des de capital, y por la otra la imperiosa urgencia por
planificar, controlar y dosificar las fuerzas que desarrolla la
humanidad en la cooperación para el trabajo.
Pero en esta disputa, como señalábamos más arriba, tam-
bién se juega un problema más de fondo, al cual hacía refe-
rencia meses atrás Lula Da Silva de visita en Argentina, en
una suerte de autocrítica acerca de por qué el PT se hallaba
ahora, 13 años de gobierno mediante, en una debilidad cre-
ciente frente a las acechanzas de la oposición. Lula decía:
“Quizás perdimos un poco la utopía”, al tomar los cargos gu-
bernamentales. Y hoy, cuando la crisis profundiza las tensio-
nes y los obreros petroleros se ven obligados a luchar por al-
go más que sus salarios, buena parte de las fuerzas militantes
se hayan enclaustradas en disputas y engranajes de un mun-
do que se cae, porque las tareas del presente demandan que
se construya desde las bases un nuevo aparataje estatal, que
responda a otro comportamiento entre los hombres y de es-
tos con la naturaleza. Como hemos señalado repetidas veces
en esta publicación, los pueblos entrelazados, a conciencia,
en el ALBA son los que marchan adelante en mostrar en la
práctica ese otro comportamiento que a Lula se le representa
como una “utopía”, que –al decir del dicho popular– de mí-
nima sirve para señalar el camino sobre el cual avanzar.
¡Vencedores vencidos!
“¡Buena suerte! ¡Y más que suerte! (sin alarma)
Me voy corriendo a ver qué escribe en mi pared la tribu de tu calle”
(Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, 1988)
Este mes, a raíz de lo analizado en el artículo anterior,
avanzaremos sobre la situación política que atraviesan los
tres países que tienen un papel estratégico en la región: Ve-
nezuela, Argentina y Brasil, ya que los acontecimientos acae-
cidos son ilustrativos del momento político que vivimos.
Frente a la agudización de la crisis, sólo se vislumbran dos sa-
lidas: el repliegue a las políticas liberales o la profundización
de los procesos populares.
El triunfo de la derecha en las elecciones presidenciales en
la Argentina y en las parlamentarias en Venezuela han enva-
lentonado a la oposición brasilera, que se anima entonces a
declararle el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. El
capital concentrado que conduce a la oposición regional no
tiene margen de maniobra y necesita hacerse cuanto antes
del control de los gobiernos de Estado para seguir reprodu-
ciéndose. Si bien ganar el Poder Ejecutivo de un país no im-
plica poder gobernarlo, estos hechos requieren poder refle-
xionar en torno del camino a seguir por los frentes
nacionales, ya que en los marcos de la crisis la única salida
que tienen los capitales concentrados es un mundo de vio-
lencia y pobreza.
El triunfo electoral de la derecha nos pone de frente con
los propios límites y nos convoca a reflexionar en torno a có-
mo llevar adelante la profundización de lo logrado hasta aquí.
En el caos generado por el imperialismo es donde los frentes
nacionales tienen las condiciones para poder desarrollar
otras relaciones sociales aunque esta no sea una tarea fácil,
ya que requiere disputar la hegemonía y generar desde lo
viejo nuevos procesos que le den una salida a la humanidad.
En este artículo intentaremos analizar esta situación partien-
do de los embates que la oposición aliada a grupos interna-
cionales viene asestando a los gobiernos de Brasil y Venezue-
la para luego analizar desde los propios límites qué salida se
viene planteando desde la región.
Durmiendo con el enemigo
Hace once meses, en Brasil la presidenta Dilma Rousseff se
aseguraba la reelección mediante un ajustado balotaje. Des-
de ese momento, la oposición no ha cesado en atacar de ma-
nera sistemática al gobierno del Partido de los Trabajadores
(PT). Este mes analizado, ocurrieron varios hechos que fueron
parte de la estrategia de los grupos opositores de avanzar
pese a todo y cuanto antes por hacerse del control del Poder
Ejecutivo, más allá de los tiempos establecidos por la demo-
cracia que tanto dicen defender.
En primer lugar, un grupo de dueños de camiones con la
participación de algunos trabajadores, convocados por el
Comando Nacional de Transporte (CNT) –entidad sin ninguna
adhesión de las cámaras o sindicatos representativos del sec-
tor–, organizaron un reclamo que incluyó la paralización de la
actividad y cortes de ruta en 14 de los 26 estados de la Fede-
ración. Argumentando la necesidad de disminuir el precio del
combustible, unificar un criterio salarial para la actividad y
aumentar los servicios del flete, lanzaron su protesta en el di-
fícil clima político que atraviesa el país. Sin embargo, dos da-
tos llaman la atención: en primer lugar, la convocatoria se
realizó a través de las redes sociales, evocando la misma mo-
dalidad de organización que tomaron las anteriores moviliza-
ciones en contra del gobierno del PT convocadas por el mo-
vimiento “Vem pra Rua” (“vengan a las calles”) cuya
demanda principal es el pedido de “impeachment” a la presi-
denta. En segundo lugar, una vez resuelto el conflicto eco-
nómico, los convocados pasaron a exigir la “renuncia de la
presidenta Dilma Rousseff, responsable de la situación eco-
nómica del país” (LN 10/11).
Tan sólo un día después, un grupo autodenominado “Co-
mando Patriótico”, compuesto por militares y policías, retira-
dos y en actividad, se instalaban con una carpa frente al Con-
greso para exigir la inmediata renuncia de la Presidenta.
Frente a la intimación de las fuerzas de seguridad para que
abandonen el campamento, los patrióticos amenazaron con
resistir a los tiros. Como para probar que lo suyo no eran
amenazas vacías, iniciaron una fuerte discusión y dispararon
armas de fuego contra las integrantes de la Marcha de las
Mujeres Negras que por allí pasaron para reunirse con la Pre-
sidenta; hecho que terminó con la intervención de las fuerzas
de seguridad.
Estos dos hechos son parte de la estrategia que se viene
dando la oposición: la movilización callejera de diversos gru-
pos, con impacto económico algunos y meras fuerzas de cho-
que otros, para generar un clima de inestabilidad, desorden,
zozobra, para continuar con la deslegitimación del gobierno
electo. En sí mismos, estos grupos no constituyen un riesgo
real dado que no son representativos de la mayoría, pero
contribuyen su grano de arena al proyecto de los sectores
concentrados de la economía de apurar por todos los medios
la salida del partido gobernante antes de que se cumplan los
tiempos establecidos de su mandato. La delicada situación
política en que éste se encuentra a partir de la denuncia por
el caso “Petrolao” hace que estos hechos aporten al desgaste
del mismo.
Así, este mes, se sumaron dos nuevos elementos que com-
plican aún más la estabilidad del gobierno electo por el voto
popular. En primer lugar, fue arrestado nada menos que el je-
fe de la bancada oficialista en el Senado, Delcidio Amaral, por
supuesta obstrucción a la justicia. Al parecer, el senador ha-
26 ¡Vencedores vencidos!
DICIEMBRE DE 2015
bría ofrecido una importante suma de dinero a la familia del
arrepentido Néstor Cervero para que desista en ampliar su
testimonio en relación al cobro de sobornos de funcionarios
públicos. A partir de esto, las corporaciones mediáticas arre-
metieron nuevamente con el pedido de juicio político, y el
otrora aliado –hoy opositor– Eduardo Cunha, expresión de la
(endeble) alianza multipartidaria que hoy gobierna Brasil, dio
curso finalmente a uno de los tantos pedidos de juicio políti-
co a la Presidenta.
Ahora bien, la posibilidad real de que ésta operación pros-
pere requiere el voto de las dos terceras partes del Congreso,
lo que implicaría una fractura total de la alianza gobernante
entre el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido del Mo-
vimiento Democrático Brasileño (PMDB), elegida hace tan só-
lo 11 meses. La lucha intestina entre ambas fuerzas políticas
para preservar el control debilita al gobierno y permite el
avance de los sectores concentrados del capital para obtener
políticas favorables a sus intereses y condicionar cada vez
más al Poder Ejecutivo.
Esto se puede observar con claridad en relación a Petro-
bras, ya que durante toda la gestión de Dilma Rousseff se han
revelado “escandalosas” acusaciones a funcionarios públicos
y directivos del gigante petrolero involucrados con desvíos de
fondos y sobornos. No es casual que se ponga en el centro de
la disputa uno de los recursos naturales que es fundamental
para la economía de Brasil y que también es centro de dispu-
ta a nivel mundial. Como veremos para el caso de Venezuela
también, los embates contra los gobiernos populares por par-
te del capital concentrado tienen el fin de controlar este re-
curso y subordinar a las empresas petroleras nacionalizadas
bajo su interés. En este sentido, Estados Unidos ha tenido
una clara política de inteligencia con las escuchas secretas
realizadas a PDVSA y Petrobras.
Pero este mes también se realizaron movilizaciones de
apoyo a la presidenta Rousseff y es significativo que las mis-
mas fueron organizadas por los trabajadores petroleros don-
de una de las demandas principales fue la defensa de la em-
presa estatal petrolera. La Federación Única de Petroleros de
Brasil (FUP) realizó una huelga que se extendió durante más
de dos semanas donde, además de demandar una recompo-
sición salarial, exigían “que se detuviera la venta de activos, la
reanudación del trabajo en las refinerías, que se mantengan
las normas de contenido local y garantías de que Petrobras
seguirá siendo el único operador en el área subsal en aguas
profundas de Brasil” (www.fup.org.br/). Luego de hacer refe-
rencia a los resultados de un estudio publicado por el Minis-
terio de Hacienda de Brasil, según el cual por cada dólar que
Petrobras reduce en su inversión el Producto Interno Bruto
(PIB) del país pierde 2,5 dólares, la FUP planteó que “si ese
plan de negocios de la empresa no es alterado, el país dejará
de generar unos 20 millones de empleos hasta 2019 (…) y que
el recorte de inversiones, la venta de activos, la interrupción
de obras y la paralización de proyectos impactan en el desa-
rrollo del país y en la soberanía nacional” (www.fup.org.br).
Luego de acordar levantar la huelga, en el marco de largas
negociaciones, la FUP, junto con la CUT (principal central
obrera del Brasil que nuclea a 7,5 millones de afiliados, fun-
damentalmente de ramas productivas), el MST y organizacio-
nes sociales y estudiantiles convocaron para el martes 8 de
Diciembre una movilización con la consigna “contra el golpe a
Dilma” y en defensa de una Petrobras Estatal.
Desde un lugar defensivo, las organizaciones que son la ba-
se histórica del PT se manifiestan y le hacen frente a los em-
bates del capital concentrado. Al mismo tiempo, plantean
que las medidas económicas que la conducción del PT plan-
tea como necesarias para afrontar la crisis, no pueden perju-
dicar a los trabajadores, bajando sus salarios y terciarizando
sus condiciones laborales. Las concesiones en el manejo de
ministerios estratégicos al partido aliadoy el hecho de asumir
como propio el plan de ajuste requerido por las grandes cor-
poraciones para sostener la tasa de rentabilidad, sin duda
provocan una tensión interna en la fuerza gobernante. Mien-
tras en la superestructura política se dirime un complejo es-
cenario que aún tiene final reservado, los sectores que supie-
ron ser principal base de sustentación del proyecto petista
comienzan a manifestar su inquietud en relación al rumbo
del gobierno, con la claridad de defenderlo frente al enemigo
común que intenta destituirlo.
Los ataques al proceso popular brasileño se enmarcan en
los sucesos regionales de este mes, donde la derecha ha
triunfado en las elecciones en otros dos países que también
tienen un rol estratégico en la región. Es el caso de la Argen-
tina donde la derecha triunfó en las elecciones presidenciales
y en Venezuela donde lo hizo en la parlamentaria. Si bien el
capital concentrado viene dando golpes económicos en estos
tres países con el fin de desgastar a sus gobiernos y eso es un
elemento que ha aportado de manera significativa a las cam-
pañas electorales de la derecha en la región, también es ne-
cesario reflexionar en torno de los límites de los procesos
populares que en la última década le han sabido dar una dura
pelea al imperialismo. La región hoy más que nunca pone en
juego seriamente el control político de los gobiernos popula-
res y se hace urgente reflexionar en torno al rumbo a seguir,
sabiendo que en el plan del imperialismo no hay chances.
Venezuela, el 6 de Diciembre, vivió otro capítulo más de
esta disputa.
Una ayudita para ganar
Cuando Hugo Chávez ganó las presidenciales en 2013, supo
decir que “derrotamos, no a la oposición, sino a una Coalición
Internacional”. Hemos analizado en artículos anteriores la es-
trecha vinculación entre la oposición política a la Revolución
Bolivariana, los sectores concentrados del capital financiero
internacional y el Departamento de Estado de los EEUU. Ve-
nezuela, para ellos, no sólo implica el control popular por so-
bre las reservas más numerosas de petróleo existentes, sino
una primera línea de pelea y organización contra las políticas
del imperialismo. En 2002, ya explícitamente, dichos sectores
Análisis de Coyuntura 27
DICIEMBRE DE 2015
le declararon la guerra a la Revolución y su pueblo. Desde ese
momento hemos visto transcurrir bajo numerosas formas la
disputa entre las dos fuerzas sociales atravesando hasta el úl-
timo milímetro de la vida social.
Es de esperar, entonces, que al momento de enfrentarse
electoralmente, aparezcan los alineamientos internacionales
y las “ayudas” que vienen de lejos a aportar a la permanente
campaña de desgaste al gobierno bolivariano. Este mes ocu-
rrieron tres situaciones fundamentales al respecto.
En primer lugar, la DEA norteamericana y autoridades de la
República Dominicana que con ella colaboran arrestaron, en
Estados Unidos, a un ahijado del presidente Nicolás Maduro y
al sobrino de su esposa, Cecilia Flores. Los motivos del arres-
to fueron las acusaciones de practicar el narcotráfico, proba-
do con el hallazgo de 80 kilos de cocaína en una casa de los
imputados en dicho país centroamericano. Abonando la teo-
ría de “narco estado”, la Mesa de Unidad Democrática (MUD)
inmediatamente corrió a la Fiscalía General para pedir que se
investigue cuanto antes el caso, “descubierto” por sus socios
norteamericanos. No tardó en hacerse llegar la respuesta del
presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, Diosda-
do Cabello, quien fundamentalmente denunció la enorme
acumulación de irregularidades en el arresto, el cual calificó
como “secuestro” y la endeblez de las pruebas acumuladas.
En segundo lugar, el secretario general de la Organización
de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, entregó una
carta a la presidenta de la Comisión Nacional Electoral de Ve-
nezuela asegurando que en el país no existían garantías de
transparencia en las elecciones próximas a realizarse. A pesar
de no pasar desapercibida en el pequeño país ribereño, y de
haber hecho explotar la interna entre los sectores alineados
con José “Pepe” Mujica, próximo a las políticas bolivarianas, y
Tabaré Vázquez, próximo a la moderación regional necesa-
riamente comandada por los EEUU, tal situación abonó al
clima de “fraude” tan insistido por la oposición local.
Por último, pero no menos importante, se dio la insólita si-
tuación de que en Chile el Tribunal Supremo ¡ordenó! a la
presidenta Michelle Bachelet a intervenir en los asuntos in-
ternos venezolanos a favor del guarimbero Leopoldo López,
en prisión por haber incitado la insurrección armada y gene-
rar con ello la muerte de varios ciudadanos. El caso de López
es presentado por la prensa hegemónica como un “preso po-
lítico”, es decir, que por el sólo hecho de ser opositor estaría
cumpliendo pena en la cárcel cuando, en realidad, ha inten-
tado por todos los medios ir contra el mandato que el pueblo
le ha dado al gobierno bolivariano.
Así, “narcotráfico, fraude electoral y persecución de oposi-
tores” contribuyen a abonar la idea de que Venezuela es un
Estado defectuoso y narco, incapaz de gobernarse a sí mis-
mo, comandado por caudillos populistas que sólo buscan el
enriquecimiento personal y la acumulación de poder. Por lo
tanto, Estados Unidos y los organismos internacionales afines
que históricamente han detentado la vara para medir cuán
democráticos son los países de nuestra región e intervenirlos
en caso de ser necesario, han dado este mes nuevas mues-
tras de su disposición a intervenir en los asuntos internos, en
este caso, de los venezolanos.
En primer lugar, un avión norteamericano violó el espacio
aéreo de su mar territorial, en una clara provocación; enten-
damos que estas maniobras militares nunca ocurren “de ca-
sualidad”. Coincidentemente con ella, el portaaviones “Geor-
ge Washington” anunció su reubicación junto con la
imponente flota “San Diego” hacia las inmediaciones del ca-
nal de Panamá, con miras a posibles “eventos destructivos en
Venezuela”. Casualmente, su fecha de arribo se daría “entre
el 5 y 6 de Diciembre”. Imaginemos un escenario donde hu-
biera triunfado el Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) por escaso margen, la oposición (local e internacional)
denunciando fraude y al decoroso portaaviones apuntando
su flota hacia allí.
Aparece con claridad en todas estas maniobras los perma-
nentes intentos de deslegitimar las instituciones consolidadas
por la Revolución Bolivariana. Allí solamente se da la parado-
ja de ser uno de los países que más ha consultado a su pue-
blo sobre rumbos a seguir mediante elecciones (casi una por
año), y sin embargo se la califica desde afuera como “dicta-
dura”. De todas esas elecciones, sólo en dos perdió el oficia-
lismo, y en ambas rápidamente reconoció la derrota. Es en el
único lugar donde las delegaciones de Organismos Interna-
cionales, Organizaciones No Gubernamentales, clubes de
“renombrados” ex presidentes y tantas otras se dirigen a
controlar y supervisar la “transparencia” electoral tantas ve-
ces denunciada y nunca probada. Pareciera ser que aquellos
que en 15 años perdieron casi todas las elecciones en las que
participaron, quisieran desde el vamos cuestionar la legitimi-
dad del voto popular, que ocasionalmente puede acompa-
ñarlos, pero se les ha negado durante todo este tiempo.
En Venezuela no solo se disputa, al igual que en Brasil, el
control de un recurso escaso y fundamental como el petró-
leo; también se propone terminar con una experiencia políti-
ca que jugó (y juega) un papel fundamental en la región: en
Centroamérica, a través del CARICOM y los organismos de
cooperación económica del subcontinente; en Sudamérica, al
haber impulsado con fuerza todos los mecanismos de con-
senso y organización política por fuera de la influencia directa
de los EEUU, y en la región en general al lanzar, junto a Cuba,
el ALBA, una alternativa de integración en contra de las pro-
puestas del capital financiero. Al agudizarse la confrontación,
aparece con mayor claridad el carácter internacional de las
oligarquías financieras locales, que se ven amenazadas por el
gobierno que les disputa la riqueza por ellas expropiada, con-
vocando al pueblo a la permanente organización y a la cons-
trucción de un “Socialismo del Siglo XXI”. Quizás sea Vene-
zuela, junto con Bolivia y Cuba, quien más ha explicitado la
necesidad de profundizar la construcción de una sociedad
que acabe con la tiranía del capitalismo mediante la moviliza-
ción constante y la organización en todas las escalas posibles
de los trabajadores y del pueblo en general.
28 ¡Vencedores vencidos!
DICIEMBRE DE 2015
“Una bofetada para despertar”
Los resultados electorales en Argentina y Venezuela y la si-
tuación inestable en Brasil abren una serie de interrogantes
de cara al futuro que vale la pena explorar.
No son pocas las voces que han hablado este mes, que-
riendo interpretar los resultados e inducir de ello una situa-
ción de “fin de ciclo”.
¿En qué radica su concepción, sus argumentos? Sudaméri-
ca estuvo gobernada durante los últimos 15 años por gobier-
nos populistas que aprovecharon una coyuntura de altos pre-
cios en los commodities, principal fuente de ingresos de
Sudamérica en general, para repartir de forma demagógica el
dinero que ingresaba a las arcas públicas. Puesto como la an-
títesis del ideario liberal y republicano, el populismo viene a
encarnarse a través de figuras asociadas al caudillismo; no se-
ría ya el culto a la república o a las instituciones sino a perso-
nalidades destacadas que, al repartir en forma de dádivas di-
nero que sus políticas no generaron, provocan la adulación
de enormes masas desinformadas e incultas. Estos razona-
mientos inclusive han llegado a cuestionar la legitimidad del
voto popular, en una suerte de nostalgia del voto calificado
de siglos atrás.
Ahora bien, ¿cómo se explican la actual situación? El esce-
nario de crisis mundial plantea, en diversos renglones de la
economía, una súbita detención de los mecanismos que ali-
mentaban el insaciable apetito populista. Sin altos precios de
exportación, sin ingreso masivo de divisas prontas estas a ser
convertidas en instrumento de la demagogia, ¿cómo se sos-
tienen los populismos? Y allí está, las sociedades se han pro-
nunciado por un fin de ciclo. Han evidenciado a estos gobier-
nos como mal administradores de situaciones que ellos no
generan ni controlan.
Estas opiniones, esbozadas en las portadas y contratapas
de los grandes medios de comunicación regionales desnudan
el carácter elitista de quienes dicen defender el igualitarismo
liberal. Los mismos argumentos esbozan los intelectuales
más difundidos de la región, dirigentes de las oposiciones lo-
cales y ex presidentes neoliberales. Su accionar evidencia el
carácter coordinado de su práctica política a escala regional:
el triunfo de Macri en Argentina, fue aplaudido por Julio Ma-
ría Sanguinetti, de Uruguay y Fernando Henrique Cardoso, de
Brasil, augurando la tan deseada finalización de la etapa po-
pulista. La oposición venezolana en bloque asumió el resulta-
do como propio e inclusive envió a la esposa del guarimbero
Leopoldo López al búnker de campaña Pro para mostrarse en
él. Vargas Llosa, de Perú, editoriales de los diarios La Nación
de Argentina, El Tiempo de Colombia y tantos otros salieron
al encuentro de tan ansiada noticia.
Su concepción olvida, fundamentalmente, que los procesos
populares construidos en todos estos años tienen un actor
central que los lleva adelante: el pueblo trabajador. Niegan el
papel del pueblo como constructores de la historia al situar-
los como una uniforme masa inculta que responde a la dádi-
va material, al estímulo económico. La construcción de alter-
nativas al proyecto del capital financiero se encarna en lide-
razgos que el imperialismo se encarga de deslegitimar adu-
ciendo que son “caudillejos”, “democracias truncas”, “go-
biernos autoritarios”, “demagogos”, intentando erosionar la
imagen y legitimidad de los líderes que el proceso erige. Lide-
razgos que por sí mismos no bastan para realizar todas las ta-
reas que ésta pelea demanda, pero que son necesarios para
darla. Las últimas elecciones en los dos países mencionados
donde la derecha logró triunfar nos obligan a reflexionar,
como decíamos antes, acerca del momento en que se en-
cuentran los gobiernos populares. En este sentido, Evo Mora-
les, presidente de Bolivia, además de advertir del peligro de
una restauración conservadora en la región y un contraata-
que del imperialismo, llamó a todas las fuerzas que lo comba-
ten a una “profunda reflexión” en relación a los resultados
electorales (LN 8/12). Su vicepresidente, Álvaro García Linera,
planteó con total contundencia que sólo existen dos alterna-
tivas de cara al futuro: “impulsando las transformaciones, ra-
dicalizando el proceso”, caso contrario se generará un “retro-
ceso, la derecha, el conservadurismo, la regresión” (En Foco
26/11).
Avanzar o retroceder, no hay posibilidad de un equilibrio
moderado. La pregunta que se nos aparece frente a este es-
cenario es ¿por qué no se profundiza (lo suficiente)? O, mejor
dicho, ¿cómo se radicaliza el proceso?
Hablo de cambiar esta, nuestra casa
El proceso de transformación que llevan adelante los go-
biernos populares requirió desde el inicio la reforma de la
Constituciones Nacionales para generar las condiciones polí-
ticas necesarias para realizar los cambios económicos. Esto
ha sido una de las políticas características de los países que
pertenecen a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nues-
tra América (ALBA). Venezuela reformó su constitución en el
año 1999 y sentó las bases para el desarrollo del socialismo
del siglo XXI, Ecuador en 2008 y Bolivia en 2009. Han refor-
mado sus cartas magnas dando las bases para la construcción
de estados plurinacionales enmarcados en el “buen vivir”. El
aspecto central de estas reformas está en reconocer que los
estados latinoamericanos están formados por varias “nacio-
nalidades”, “culturas”, y no solo la criolla, la defensa de los
recursos naturales y de la biodiversidad como bienes precio-
sos de la humanidad para todas las generaciones. El énfasis
está puesto en un marco político institucional opuesto a las
políticas neoliberales de explotación y usufructo en pos de
generar mayores ganancias, sino que están pensadas en so-
ciedades que permitan el desarrollo integral de las personas.
Además se le han hecho enmiendas a las reformas de las
constituciones con el fin de poder extender las posibilidades
de reelección de los presidentes, hecho que ha sido dura-
mente criticado por los partidos e intelectuales de la oposi-
ción aduciendo que la alternancia electoral es lo que permite
una “verdadera democracia”. Ahora bien, la burguesía es he-
gemónica, controla al estado porque domina las relaciones
Análisis de Coyuntura 29
DICIEMBRE DE 2015
sociales de producción, por lo que cualquier candidato que
ella proponga es garantía de que va a gobernar defendiendo
su interés e históricamente han logrado, en muchos casos,
subordinar a los gobiernos de signo contrario. Lo gobiernos
actuales han irrumpido en la continuidad de las políticas neo-
liberales, la democracia real no es que se alternen las opcio-
nes partidarias, sino garantizar las condiciones de existencia
para el desarrollo de los pueblos. En este sentido, es signifi-
cativa la reflexión de Alvaro García Linera, vicepresidente de
Bolivia, frente al triunfo de Mauricio Macri en Argentina: “La
primera lección, la importancia decisiva de los liderazgos, es-
tá claro que en Argentina otro habría sido el resultado si la
compañera Cristina iba a las elecciones”. “Los líderes son im-
portantes para los procesos revolucionarios, pese a que éstos
son construidos por los pueblos. El liderazgo del presidente
Evo Morales es decisivo para la continuidad del proceso revo-
lucionario. Sin la continuidad de Evo Morales como líder, el
riesgo de un retroceso es inminente” (En Foco 26/11). Los
presidentes actuales sintetizan el proceso que vienen reali-
zando las masas; llegan a ser presidentes porque el pueblo
los reconoce como conductores. Las oligarquías han desarro-
llado su dominio haciéndose de la riqueza socialmente gene-
rada e imponiendo su política a través de la violencia y del
asesinato de los líderes que se han destacado en las luchas
populares. Por eso, una vez llegados a puestos estratégicos
en el aparato estatal, su continuidad no puede subordinarse
al orden jurídico político de la burguesía que clama por la al-
ternancia partidaria.
En este punto se nos hace imperativo reflexionar en torno
a qué democracia necesitamos construir para poder avanzar
con la “revoluciones democráticas” como las ha denominado
Evo Morales. La reforma constitucional también se presenta
como una necesidad para los países que forman parte de la
Alianza del Pacífico como Chile, donde el gobierno ha llama-
do a una Constituyente, y en Colombia donde el proceso de
paz empuja la reforma de la carta magna no solo para pre-
servar lo acordado sino para darle marco al paso de las FARC-
EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército
del Pueblo) a ser un movimiento político civil. Si bien a prin-
cipios del mes la plenaria del senado negó la posibilidad de
que los integrantes de la guerrilla participen en política una
vez que hayan saldado sus deudas con la justicia, el proceso
del paso a la vida política civil es inminente. Los acuerdos de
paz han contemplado aspectos centrales para las FARC como
la reforma rural integral, la participación política y el tema de
la solución al problema de los cultivos de uso ilícito. Ningún
proceso ha avanzado tanto en tan poco tiempo, por lo que
los resultados de este proceso están lejos de que la guerrilla
desaparezca, sino que, por el contrario, apunta a convertirse
en un movimiento político que pueda salir a disputar a través
de los canales democráticos. Esto es un hecho trascendental
para la política colombiana y de la región, ya que se incorpo-
ran una cantidad importante de referentes y militantes que
estaban en la clandestinidad y se suman las organizaciones
civiles que apoyan a las FARC.
En un comunicado las FARC exigen al menos en dos perío-
dos la asignación directa de representantes en el Congreso
de la República, en Asambleas Departamentales y Concejos
Municipales. Asimismo, plantean “desarrollar economías del
común, de carácter asociativo y comunitario, en los diferentes
campos del proceso económico y articuladas entre sí con el
objetivo de contribuir a la reconstrucción de la base producti-
va del país y al mejoramiento de las condiciones de vida y de
trabajo y al buen vivir de los pobres y desposeídos” (TS 8/11).
Se desprende de este proceso que el acuerdo de paz implica
que la guerrilla deje de existir como brazo armado, pero que
continúe en la vida política, ahora desde los marcos legales.
En este sentido, exigen “el otorgamiento de personería jurídi-
ca incondicional e indefinida. El derecho a movilizaciones en
todo el territorio nacional, la protección de las sedes políti-
cas” (TS 30/11) y el esclarecimiento del paramilitarismo como
“garantía de seguridad”. Plantean que “es imposible concebir
el tránsito de las Farc-EP hacia un movimiento político abier-
to, sin el esclarecimiento previo de los orígenes, la activación,
la reproducción, las modalidades específicas del accionar y las
funciones desempeñadas de estructuras de contrainsurgen-
cia, específicamente de carácter paramilitar” (ET 29/11).
Esta condición tiene su fundamento en la misma historia
reciente de las FARC cuando intentaron negociar la paz e in-
corporarse a la vida cívica política a través de la formación de
la Unión Patriótica (UP) en el año 1985. Este partido se formó
junto al Movimiento de Autodefensa Obrera (ADO) y dos
frentes desmovilizados de las FARC (Simón Bolívar y Antonio
Nariño). También el Partido Comunista Colombiano (PCC)
participó en su formación y organización. La UP fue una he-
rramienta política de grupos guerrilleros frente a la propues-
ta del presidente de ese momento, Belisario Betancur, quien
planteó la necesidad de llegar a un acuerdo para poder iniciar
el proceso de paz y realizar una reforma política que posibili-
tara comenzar a dialogar con las guerrillas para solucionar el
conflicto militar interno. Incluso, impulsó un proyecto de am-
nistía y llegó a suscribirse un acuerdo por una Comisión de
Paz, Diálogo y Verificación, en representación del gobierno, y
por el Estado Mayor de las FARC-EP. Sin embargo, nada de
esto se pudo realizar y el acuerdo terminó convirtiéndose en
una trampa mortal para las FARC, ya que 2 candidatos presi-
denciales, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 al-
caldes y alrededor de 5.000 de sus militantes fueron someti-
dos a exterminio físico y sistemático por grupos
paramilitares, miembros de las fuerzas de seguridad del es-
tado (ejército, policía secreta, inteligencia y policía regular).
Es decir, ese mismo estado que desde el plano político plan-
teaba la necesidad de llegar a una tregua, con su brazo mili-
tar se encargaba de aniquilar a los referentes políticos desta-
cados por la guerrilla para asumir responsabilidades en la
vida política del país.
30 ¡Vencedores vencidos!
DICIEMBRE DE 2015
Los grupos paramilitares han sido la política del Estado co-
lombiano desarrollada con apoyo de los Estados Unidos para
“resolver los problemas” que no puede por la vía política. Es-
to ha sido un plan sistemático que continúa al día de hoy. En
este sentido, son reiteradas las denuncias del Movimiento
Político y Social Marcha Patriótica quien este mes, en voz de
su defensor de Derechos Humanos, Andrés Gil, señaló que en
durante 2015 han sido asesinados 300 líderes campesinos y
otros 7.000 han sido encarcelados por defender sus tierras y
por denunciar la explotación de recursos naturales. Los pa-
ramilitares son el brazo militar que resguarda los intereses de
la oligarquía colombiana. David Flórez, representante de
Marcha Patriótica, denuncia que el paramilitarismo debe
asumirse tanto en Colombia como el resto de América Latina,
como algo que engloba “más de 200 ó 300 hombres arma-
dos”. A su juicio, el paramilitarismo posee un control econó-
mico, social y político, que va desde “el dominio de la mine-
ría, ganadería, contratación pública hasta representantes en
la Cámara de diputados” (TS 16/11). Si bien esto es una clara
necesidad de las organizaciones políticas para poder seguir
existiendo, también es un problema que ahora debe resolver
el gobierno de Juan Manuel Santos para lograr la paz en el
país. Esta es una tarea compleja, ya que son fuerzas de segu-
ridad ilegales a las que se les ha dado vía libre para cometer
cualquier delito y que están vinculadas a los sectores más
descompuestos, ya que son las que hacen el trabajo sucio de
las elites y apañan a los narcotraficantes. En este sentido, la
delegación de paz de las FARC en La Habana propuso la con-
formación de la “Comisión de esclarecimiento del paramilita-
rismo”, integrada por expertos, que deberá elaborar un in-
forme preliminar con recomendaciones “urgentes” al Estado
(TS 29/11).
Las calles son nuestras, aunque el tiempo diga lo
contrario
El caso de las FARC es una expresión más de que los proce-
sos políticos que se desarrollan en la región requieren modi-
ficar el marco jurídico político sobre el que se han desarrolla-
do construido nuestras naciones. El caso de Colombia es
emblemático, ya que los acuerdos de paz generan cambios
fundamentales en el mapa político, el paso de la guerrilla con
sus miles de integrantes de la clandestinidad a poder actuar
legalmente en política, pudiendo organizarse como movi-
miento, competir en el plano electoral, etc., así como la rein-
vención de los paramilitares, son símbolos de un momento
de transformación en la historia de este país. Pensar qué de-
mocracia debe construirse en la región es central para los
países que después de años de luchas comienzan a avizorar
posibles resoluciones a los conflictos, así como para los pro-
cesos que analizamos anteriormente como Argentina, Brasil y
Venezuela que luego de años de crecimiento en todos los
planos comienzan a chocar con límites propios. En este senti-
do son pertinentes los aportes del politólogo cubano Darío
Machado Rodríguez: “Democracia en esencia es participa-
ción, participación real de la ciudadanía. Suponer que el único
modo de alcanzar la democracia es a través de la existencia
de partidos políticos que se disputan el poder, significa multi-
plicar, santificar, la representatividad política en detrimento
de la participación popular real, (…) ya que es elemental que
alrededor del pluripartidismo se agruparán intereses corpora-
tivos exclusivos y excluyentes que no tendrán vocación de ar-
ticular acciones a favor de la sociedad en su conjunto, dado
que si la tuvieran no se agruparían en organizaciones políti-
cas separadas, sino que tendrían la vocación de compartir el
poder con todo el pueblo sin reclamar banderías representa-
tivas específicas.” (CD 2/12). Es decir, la alternancia partidaria
que defienden las elites no es garantía de la participación
popular, ya que para poder desarrollar una sociedad bajo
otras relaciones sociales, es necesaria la participación no solo
en el plano electoral, sino también en la organización barrial,
sindical, social y que eso aporte a la conducción de los fren-
tes nacionales.
Venimos analizando que en Argentina como en Brasil las
conducciones han ceñido su gobierno al aparato estatal, po-
niendo en el centro resolver los problemas de la población
desde la gestión del aparato estatal en los marcos de conce-
bir la posibilidad de un “capitalismo bueno”, es decir, un es-
tado que se encargue de distribuir la riqueza, de “restituir de-
rechos”, donde la participación popular queda delimitada al
voto y a la movilización de las masas para “apoyar” las medi-
das. Algo así como “votame que yo te garantizo mejores con-
diciones de vida”, hecho cierto, pero no suficiente. En este
sentido, es interesante el análisis que realiza Cecilia Lero, en
una nota en Telesur sobre la situación actual del Partido de
los Trabajadores de Brasil: “Algunos de los críticos progresis-
tas más reflexivos rastrean el problema a la reducción del dis-
curso a la interna del Partido y la participación de abajo hacia
arriba, combinado con la caída de nuevos cuadros de base y
la organización tanto del PT como de los Movimientos Socia-
les de Izquierda. Cuando el partido llegó al poder y, en algu-
nos lugares, priorizando asientos sobre la calidad de los can-
didatos en los últimos 15 años, los cuadros del partido fueron
absorbidos dentro del Gobierno, la vida del partido osificada,
si no desaparecida, y los debates ideológicos sobre temas cla-
ve fueron eclipsados por ajustes pragmáticos al capitalismo
como una fuerza reformista. Para algunos, la recuperación de
la identidad y vigor de principios del Partido como una fuerza
anticapitalista, vinculado a un movimiento obrero insurgente
y a una sociedad civil dinámica es la verdadera respuesta a
los problemas del PT” (TS 9/11).
Los problemas que aquejan a nuestros pueblos no se pue-
den resolver desde los marcos del capitalismo, por ende,
tampoco se pueden resolver desde la democracia liberal. Ne-
cesitamos construir una democracia que se organice desde
las bases donde se discuta allí cómo construir una sociedad
sin explotación. La organización de las bases es la que puede
sostener y permitir el avance de las democracias revoluciona-
rias, no es al revés. Venezuela ha logrado avanzar en este
sentido a través de los Consejos Comunales, instancias crea-
Análisis de Coyuntura 31
DICIEMBRE DE 2015
das desde el gobierno bolivariano, donde los trabajadores
tienen en sus barrios distintas instancias para discutir sus
problemas y, fundamentalmente, tomar cartas en el asunto
mediante la autoorganización, única vía de resolución de
aquellos. En esta línea, Nicolás Maduro luego de la derrota
electoral, donde la derecha obtuvo mayoría parlamentaria,
convocó al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al
3er Congreso Socialista donde analizó junto a las bases revo-
lucionarias la coyuntura política y las acciones para potenciar
el proceso socialista y para proteger el ideario bolivariano y la
soberanía de la patria. Incluso en Argentina, aunque no se ha
planteado esta reflexión conjunta con las bases, la ex presi-
denta Cristina Fernández de Kirchner ha hecho hincapié en
sus últimos discursos en que “El lugar natural de un militante
no tiene que ser el gobierno, sino junto al pueblo y la gente”
(LN 10/12). En palabras de Nicolás Maduro, la derrota electo-
ral en ambos países ha sido “una bofetada para despertar”
(TS 7/12), el momento que atraviesa la región requiere refle-
xionar en torno de cómo es la profundización de estos proce-
sos. Evo Morales, luego de las elecciones en Venezuela, llamó
a los movimientos sociales afines a que tengan “la mayor
responsabilidad también para cuidar estos procesos y estas
revoluciones democráticas” (LN 8/12).
Nuestros pueblos son cada vez más conscientes de que es
necesario desarrollar otras relaciones donde no prime el inte-
rés de la ganancia ni la lógica de la competencia, y de que
debemos cambiar la manera en que vivimos ya que la huma-
nidad está en riesgo. No es posible darle una salida a la re-
gión si no se convoca a las organizaciones del pueblo a dar la
pelea como protagonistas y no como meros aplaudidores de
medidas. En esta línea nos aportan las reflexiones las asam-
bleas populares de cara al VII Congreso de Organización del
Partido Comunista Cubano (PCC). Machado Ventura, históri-
co miembro del PCC, afirmó que los militantes tienen que
buscarse problemas y no callarse mientras existen la posibili-
dad y la necesidad de denunciar los errores y arremeter con-
tra ellos. La crítica tiene que incluir en igual medida a los
cuadros de dirección, y agregó que los militantes o dirigentes
de base partidistas cuando asisten a determinados análisis
deben hacerlo con la mira puesta en que las cosas se hagan
bien y no para aplaudir lo que allí se diga cuando el caso no lo
merece (CD 7/11). Para generar una democracia popular es
fundamental una participación consciente del pueblo a través
de la formación, el conocimiento, el desarrollo cultural. Darío
Machado Rodríguez, miembro del Instituto Internacional de
Periodismo José Martí, plantea que para profundizar la parti-
cipación en Cuba “la tendencia debe ser en adelante la de
empoderar de modo creciente al pueblo, asegurar una mayor
y más amplia participación en los procesos políticos. El empo-
deramiento de la sociedad en sus diferentes ámbitos y planos
es una tarea política fundamental para un sólido anclaje del
socialismo cubano (…). Al contrario, el partido, hoy más que
nunca debe mantener su política de construcción y organiza-
ción territorial y ramal como formas de asegurarse el contac-
to con el pueblo, su influencia, su representatividad política,
hoy más que nunca es necesario el papel del partido tal cual
lo ha configurado la tradición política más importante de la
historia contemporánea de Cuba” (CD 2/12). El mismo pro-
blema se plantea tanto en los países que han logrado desa-
rrollar políticas socialistas como en los que aún creen que se
puede desde los marcos del capital. La necesidad de profun-
dizar en un proyecto político cooperativo y solidario que
permita el desarrollo integral de las personas requiere un
marco político que contenga a las bases populares en sus de-
cisiones sobre el rumbo político. Es desde la experiencia de
lucha del pueblo organizado desde donde podremos crear
una humanidad que proteja y estime la vida.
El programa económico de los monopolios y las tareas de la fuerza social nacional y popular
Antagónicos
“Habrá que encontrar un lugar para esconderse, o habrá que entrometerse un poco más (…).
Habrá que alborotar el avispero para hacer más placentero, soportar este aguijón,
o habrá que encomendarnos a esa nada, que dejamos maniatada cuando todo nos salió.
Habrá que barajar y dar de vuelta, sin esperar que nos venga un puto as.”
Las Pastillas del Abuelo
A nivel nacional (y regional, como hemos visto), el triunfo
del candidato de la alianza Cambiemos en el balotaje presi-
dencial, Mauricio Macri, fue, sin lugar a dudas, el eje del mes
de noviembre que nos disponemos a analizar. Los pocos días
finales de noviembre, posteriores a la victoria electoral de la
derecha local (y no tanto), estuvieron plagados de definicio-
nes en materia del programa en disputa entre los distintos
actores económicos y sociales de nuestro país (y de afuera).
Uno de los puntos centrales de este programa fue, como
veremos en este artículo, el cambio en los lineamientos en
materia de política internacional que el nuevo gobierno co-
menzó a delinear. El contexto mundial está, como hemos vis-
to en el segundo artículo del presente Análisis…, signado por
la agudización de la disputa entre el bloque imperialista y el
bloque BRICS, que es como se manifiesta la transición de un
mundo unipolar con eje en Occidente a un orden multipolar
basado en la cooperación entre los pueblos. En este sentido,
es sabido que los 12 años de gobierno de la fuerza social ex-
presada políticamente por el kirchnerismo han posicionado a
nuestro país en el eje BRICS y a nivel regional en la integra-
ción latinoamericana expresada en la UNASUR, distanciándo-
lo del FMI con la política de desendeudamiento y de ruptura
con las recetas del Consenso de Washington. Analizaremos,
en ese marco, los posicionamientos iniciales del flamante go-
bierno electo sobre un acercamiento a las potencias occiden-
tales y los tratados de libre comercio.
En materia de programa económico interno, la devaluación
y el ajuste se mostraban este mes como la punta de lanza de
las medidas que los sectores más concentrados del escenario
nacional, competitivos a escala mundial, necesitan imponer
para intentar asegurar su reproducción, en medio del contex-
to de aceleración y profundización de la concentración y cen-
tralización de la propiedad a nivel global que analizamos en el
primer artículo.
En el entramado empresario mercado-internista, centro de
las políticas industrialistas y de promoción del consumo del
gobierno saliente, se manifestaba este mes el conflicto y la
preocupación por su viabilidad en el programa del capital fi-
nanciero; mientras que en la otra pata de alianza social ex-
presada por el kirchnerismo, el movimiento obrero local, los
resultados electorales mostraban una vez más la falta de uni-
dad ideológica en torno del problema nacional y las tareas
que se derivan de éste.
La vuelta “al mundo”
Como señalábamos más arriba, uno de los pilares en mate-
ria de política internacional del gobierno kirchnerista ha sido
el estrechamiento de las relaciones de cooperación económi-
ca con el eje BRICS, encabezado por Rusia y China.
En este sentido, durante el mes de noviembre se continua-
ban los avances por la construcción de la cuarta central nu-
clear en conjunto con China, a través del banco ICBC y el ase-
soramiento de la compañía estatal China National Nuclear
Corp. (CNNC) (P12 5/11). Estos acuerdos se suman al creci-
miento de la compañía Cnooc (China National Offshore Oil
Corporation) en el mercado petrolero nacional (segunda, de-
trás de YPF), el financiamiento de las represas hidroeléctricas
Kirchner y Cepernic, que aportarán entre 3% y 5% de energía
al parque eléctrico nacional y 15% al que proviene de la hi-
droelectricidad y las inversiones en la central atómica Atucha
III, con un financiamiento de 3.800 millones de dólares, más
el desarrollo de la estación de Espacio Lejano de China en
Neuquén (RT 21/11).
Por su parte, el ministro de Planificación Julio de Vido se
reunía en Turquía con Alexander Novak, ministro de energía
ruso, para avanzar en la construcción de la hidroeléctrica
Chihuido, sobre el Río Neuquén (CL 16/11).
De esta forma, en un contexto en que, como hemos seña-
lado en artículos anteriores, el capital financiero afila los
dientes por nuestros recursos energéticos (con el yacimiento
off-shore Vaca Muerta a la cabeza), la política del gobierno
kirchnerista ha sido una asociación estratégica con las com-
pañías sino-rusas de escala mundial para blindar la riqueza
nacional de la voracidad imperialista.
Venimos analizando el rol clave en materia ideológica de
América Latina en el proceso de transición abierto tras la cri-
sis irresoluble del imperialismo que, asociado a la fortaleza
económica del núcleo de los BRICS, ha logrado construir en
estos años un bloque sólido de oposición a las políticas nor-
teamericanas y del gran capital trasnacional, a la vez que ha
avanzado en la construcción de otra forma de relación entre
los pueblos y sus economías.
En este escenario, Argentina ha jugado un rol destacado en
la defensa de la unidad latinoamericana, constituyendo un
freno a las intentonas golpistas yanquis en la región. Además,
visto desde la importancia económica, nuestro país y Brasil
son el motor del Mercosur. Hemos visto en el artículo ante-
Análisis de Coyuntura 33
DICIEMBRE DE 2015
rior la ofensiva del gran capital sobre el gobierno petista, que
alcanzaba apenas iniciado diciembre la apertura del proceso
de impeachment a Dilma Rousseff. Las elecciones a nivel lo-
cal tenían, por tanto, para los monopolios trasnacionales la
trascendencia de quebrar el eje Buenos Aires-Brasilia-
Caracas, y volver a alinear a Argentina como paladín de las
políticas yanquis en la región.
En este sentido, la Federación de Industrias del Estado de
San Pablo (FIESP), el sector industrial de la economía brasile-
ra más concentrado y competitivo en el mercado mundial,
festejaba el triunfo de Macri y sus dirigentes declaraban estar
“eufóricos” (LN 24/11). Uno de sus ejecutivos, Thomaz Zanot-
to, señalaba: “El mundo está cada vez más integrado y la
Argentina ha estado bastante ajena a este proceso en los úl-
timos años de gobierno kirchnerista. Ahora podremos traba-
jar para integrar nuestras cadenas de valor y buscar solucio-
nes conjuntas a la caída del precio de las materias primas. Se
inicia una nueva fase, de más racionalidad, más pragmatis-
mo y menos ideología. Francamente estamos cansados de
toda la ideología, que nos hizo tan mal. Macri pertenece a
una generación de políticos argentinos más jóvenes, com-
prometidos con los resultados. Se abre la posibilidad de un
mayor diálogo, de más entendimiento para que el Mercosur
pueda desplegar su potencial original” (LN 30/11).
De esta forma, el sector industrial exportador brasilero ce-
lebraba el triunfo en Argentina de los sectores económicos
más concentrados, para una arremetida conjunta sobre los
posicionamientos del Mercosur: el abandono de la política de
integración regional desde un contenido de cooperación y
beneficio mutuo, y el retorno a un eje Brasil-Argentina en-
ganchado a la Unión Europea y el mercado occidental, donde
la competencia y los valores del mercado rijan las relaciones
entre los pueblos latinoamericanos.
Es decir, un MERCOSUR para la FIESP, la SRA y la Asociación
Empresaria Argentina, donde Uruguay, Paraguay, Chaco, San-
tiago del Estero y demás “regiones inviables” –desde las defi-
niciones del Banco Mundial– se arreglen como puedan. Cabe
recordar que este saludo de la FIESP se da pocos meses des-
pués de la puesta en marcha del TPP, que pretende ser un
freno a la expansión china en el Pacífico y abroquelar a la re-
gión tras el dominio yanqui, y al cual los gobiernos de los gi-
gantes sudamericanos decidieron no adherir.
Desde el empresariado (anti)nacional, el grupo Techint, de
Paolo Rocca (junto con Arcor, una de las dos multinacionales
de origen nativo), se posicionaba contra la alianza estratégica
con China y Rusia. Daniel Novegil, CEO de Ternium, la side-
rúrgica más grande de América Latina y parte del grupo Te-
chint, señalaba que “[un avance de las relaciones con China]
es malo para el tejido industrial del país porque no cumple
con los mínimos requisitos. Por varios motivos: el Estado es
dueño y operador de la actividad económica, define precios
y costos de insumos, productos y servicios, manipula el tipo
de cambio, controla la migración” (LN 3/11). En el mismo
sentido, el director general de Ternium-Siderar, Martín Be-
rardi, cuestionaba que China “no es una economía de mer-
cado” (CL 10/11).
A su vez, la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACE-
RO), presidida por Novegil, presentaba un informe en el que
pedía a los gobiernos de la región “diseñar una estrategia in-
tegral frente al reto ‘China’, sobre todo en lo que respecta a
la continuidad de su consideración como economía de no-
mercado en la OMC; contar con operaciones aduaneras efec-
tivas frente a la subfacturación, contrabando y evasión de
cuotas antidumping (…); agilizar el uso de los mecanismos
que ofrece la OMC para combatir el comercio desleal en la
región, en especial por parte de China” (disponible en
www.alacero.org/es/page/prensa/noticias/alacero-presenta-
nuevo-estudio-sobre-cadena-metalmecanica-en-america-
latina).
El candidato triunfante, Mauricio Macri, tomando nota del
pedido del gigante siderúrgico, señalaba: “No vamos a abrir
las importaciones con los chinos que no nos quieren comprar
nada con valor agregado. No voy a quedar en manos de chi-
nos y rusos. Hay que reafirmar las alianzas con Brasil, des-
pués con Europa y Estados Unidos” (LN 12/11).
Ahora bien, si tenemos en cuenta que en Estados Unidos
es la Reserva Federal quien controla si suben o no las tasas
de interés (o sea, el precio del dinero), y mantiene artificial-
mente un dólar cuyo respaldo real el mundo desconoce; las
protecciones a los productos agrícolas de la Unión Europea; y
hasta el propio pedido de ALACERO (que es, centralmente,
Techint) de proteger con diversas estrategias aduaneras la si-
derurgia regional de la competencia china, se evidencia que
de lo que se trata en verdad es de una disputa por el control
de la economía mundial, y no de un cuestionamiento de im-
polutos “libremercadistas” a sucios “proteccionistas” chinos.
El compromiso del candidato de Cambiemos es a proteger al
sector más concentrado de la economía nacional, ya veremos
a costa de qué otros sectores.
En igual sentido las manifestaciones “proteccionistas” de
Macri, inspiradas por la debilidad de Techint frente al com-
plejo siderúrgico chino, no suponen una continuidad de las
políticas proteccionistas en un futuro gobierno del PRO. Si no
que se inscriben, más bien, en la tendencia del TPP que busca
construir un área de libre comercio que excluya a China de
los principales flujos comerciales y de inversión. De esta for-
ma puede apreciarse con más claridad la visita luego de 20
años de representantes de la US Chamber of Commerce –que
aglutina a más de tres millones de firmas estadounidenses,
que representan el 80% de su capacidad de inversión– unos
días antes de las elecciones en las que ya se avizoraba la po-
sibilidad de un cambio político en el rumbo nacional. En ese
marco, Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de Es-
tados Unidos en la Argentina (AmCham) reflexionaba: “Creo
que en los últimos años faltó la construcción de una agenda
mutua, como sí la hubo con países como Colombia, Perú, Chi-
le o Panamá (…). Nuestro desafío (el de la AmCham) es hacer
docencia sobre la ventaja de la integración de Argentina al
34 Antagónicos
DICIEMBRE DE 2015
mundo (…). Es impensado un crecimiento sustentable sin in-
tegrarse con el Pacífico”(LN 11/11 y CR 11/11).
Ya conocemos por estos pagos lo que se quiere decir con
“integrarse al mundo”, pero por si todavía nos queda alguna
duda a este respecto a principio de mes la calificadora credi-
ticia Moody's nos recordaba que si queremos salir del default
y volver al mercado de capitales hay que acordar con los
holdouts: “Si el nuevo gobierno se sienta al día siguiente de
asumir y explica que está negociando y le pide al juez una
medida cautelar, uno es el escenario; si, en cambio, explica
que no tiene apuro y que dejará todo para marzo, la situación
será otra” (LN 05/11). Volver a entregar las riendas maestras
del programa económico a quienes el pueblo argentino se las
arrebató tras el 2001. Cabe señalar que tres días después del
triunfo del candidato de los globitos, Moody's subía la califi-
cación de la Argentina de “estable” a “positiva” (LN 25/11).
Los muchachos se mostraban ansiosos.
En el mismo sentido iban las expectativas de Claudio Cesa-
rio, presidente de ABA, la asociación que nuclea a los bancos
extranjeros que operan en el país, quien tras enterarse del
triunfo electoral del PRO y de las designaciones del nuevo
gabinete económico comparaba a este con “el Barcelona”. El
mismo Cesario relató el cambio de clima experimentado por
él en los Estados Unidos “a diferencia de otros años en que
poco o nulo interés despertaba la Argentina (...) hoy somos
buscados y bien atendidos por bancos y organismos multila-
terales. Los bancos de ABA tienen una posición de privilegio
como embajadores del país para promover e intentar conse-
guir las inversiones de capital que el país requiere para su
desarrollo” (LN 27/11). Veamos a continuación quiénes inte-
gran y cómo forma “el Barcelona” de Macri. Atención: poco
currículum y mucho prontuario…
Equipo concentrado
En el Ministerio de Finanzas irá un hombre del JP Morgan,
Alfonso Prat Gay. Lo acompaña como su secretario, otro em-
pleado de la banca internacional ligado al Deutsche Bank y al
JP Morgan, Luis Caputo. La canciller de Macri será la ingenie-
ra eléctrica Susana Malcorra, quien fuera Gerente General de
Telecom Argentina en el 2001 para luego pasar a desempe-
ñarse en el mundo de la alta diplomacia de la ONU. En el
puesto de Presidente del Banco Nación estará el menemista
Carlos Melconian, además responsable de la estatización de
la deuda de los grupos económicos privados en 1986, por un
monto de 6.000 mil millones de dólares de aquellos años
(unos 20.000 millones de dólares actuales). A Producción irá
Francisco Cabreras, quien se desempeñó en Hewlett Packard,
Máxima AFJP y los grupos financieros Roberts y HSBC, ade-
más de la gerencia del diario La Nación. En la Jefatura de Ga-
binete acompaña a Marcos Peña, Gustavo Lopetegui –ex Di-
rectivo de la empresa láctea Milkaut y CEO, luego, de la
aerolínea privada LAN Argentina– y Mario Quintana –titular
del fondo financiero Pegasus, que controla diversas empresas
como Farmacity, Musimundo, y Efectivo Sí, entre otras. El di-
rigente de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Ri-
cardo Buryaile irá al ministerio de Agricultura, donde luchará
por hacer efectiva la promesa de Mauricio de quitar todas las
retenciones al agro. El ex CEO de Shell, Juan José Aranguren,
será el encargado de defender nuestros recursos energéticos
estratégicos al asumir la cartera de Energía y Minería. Para el
ministerio de Transporte el elegido es Guillermo Dietrich, co-
propietario de la mayor red de concesionarios Volkswagen en
el país. Rogelio Frigerio (nieto), funcionario de Roque Fer-
nández durante la segunda presidencia de Carlos Menem y
actual presidente del Banco Ciudad, será el Ministro del Inte-
rior y Jorge Triaca (hijo del célebre Ministro de Trabajo de
Menem y privatizador de SOMISA) irá a la cartera de Trabajo
(MS29/11).
Como puede apreciarse, el futuro gabinete representa la
alianza dentro del capital financiero, entre los grupos eco-
nómicos locales y la banca norteamericana y europea. No es
un dato menor que sean todos cuadros empresariales, pri-
meras líneas y ejecutivos de corporaciones multinacionales
poniendo la cara en el equipo de gestión: todo un signo de la
incapacidad del capital concentrado de aglutinar a otros sec-
tores e incluso de formar cuadros técnicos propios. Sin duda,
estamos ante un equipazo como opina Claudio Cesario. Igual
de claro queda contra qué arco patearán.
La maratón cambiaria
Como parte de la operatoria sin tregua que vienen ases-
tándole al gobierno nacional saliente desde 2008 a esta par-
te, el entente de corporaciones financieras amparadas en el
“partido judicial” libraba este mes la última batalla contra el
gobierno kirchnerista. Desde el resultado de la primera vuel-
ta, los voceros del establishment y la prensa concentrada
empezaron a agitar la necesidad de una devaluación del pe-
so. Por supuesto que, como desarrollaremos más adelante, a
la agitación se le correspondía una corrida cambiaria y una
maniobra de desfinanciación de parte del sector exportador,
negándose a liquidar la producción y dilatando el ingreso de
divisas genuinas a las arcas fiscales.
La respuesta comandada por Alejandro Vanoli, presidente
del BCRA, consistió en el impulso de los contratos de “dólares
a futuro”, como un mecanismo para reforzar las menguadas
reservas de la entidad y, más aún, para condicionar la cotiza-
ción del tipo de cambio en los primeros meses del 2016. De
esta forma, si inmediatamente posterior a la asunción, el go-
bierno macrista efectuara una devaluación, las arcas se vacia-
rían, por la brecha entre el precio del dólar reconocido por el
contrato (el valor actual) al que debería vender los dólares ya
acordados y el valor al que estaría obligado a comprar tras
una devaluación.
La reacción no se hizo esperar y, a cinco días del balotaje,
el siempre resolutivo y bien dispuesto a la investigación de
las causas orquestadas por TN juez federal Claudio Bonadío
efectuó un allanamiento en la mesa de operaciones del Ban-
co Central en plena operatoria cambiaria, en busca de docu-
Análisis de Coyuntura 35
DICIEMBRE DE 2015
mentación, que ya se le había sido entregada por la venta de
dólares futuro. Al día siguiente, la presidenta afirmaba que se
producía una “corrida cambiaria judicial” (P12 18/11).
Otra de las cruzadas del BCRA contra la corrida, justo un
día antes de las elecciones, consistiría en compeler a los Ban-
cos privados a desprenderse de un porcentaje de sus activos
en dólares, que éstos atesoran con el propósito de benefi-
ciarse en caso de ocurrir una devaluación. El matutino de la
familia Mitre desnudaba para los suyos estas intenciones al
recordar que “este aspecto había quedado desregulada des-
de 2005 hasta el 2014 cuando la devaluación del peso, de fi-
nes de enero, dejó a la vista la impericia oficial: los bancos
habían acaparado bonos en dólares en tal cantidad que se
alzaron con una ganancia que rondó los $ 10.000 millones
sólo en ese mes” (LN 22/11). De más está decir que conocido
el resultado de las elecciones, la Asociación de Bancos Argen-
tinos (Adeba) decidió desconocer la orden, interponiendo
una denuncia contra Vanoli (LN 25/11). Libertad de empresa,
de especulación, de judicialización. ¡Viva el libre mercado!
En el mismo sentido, unas semanas antes de la segunda
vuelta presidencial el futuro Ministro de Finanzas declaró su
deseo de unificar el valor del dólar, en caso de que ganara
Cambiemos: “La propuesta nuestra es unificar todo en un so-
lo precio. Da lo mismo que usted sea productor, consumidor,
ahorrista, turista, inversor o lo que fuera. El precio del dólar
como cualquier otra mercadería es uno (…). Subirá [el] dólar
oficial, que prácticamente no afecta a nadie, y van a bajar
los otros que afectan a la gran mayoría de la población” (LN
06/11).
Curioso razonamiento el del futuro ministro de economía si
consideramos que en lo que va del año el BCRA liquidó dóla-
res a precio oficial por 88.601 millonesde dólares (P12
11/11), es decir que pagó a los exportadores de alimentos a
precio oficial y vendió a los fabricantes que necesitan com-
prar insumos importados a un precio cercano a 10 pesos el
dólar. Si este se fuera a $15 o $16 como pretende Melconian
(P12 04/11) los exportadores de alimentos liquidarían sus co-
sechas a un 50% más de lo que lo estaban haciendo con el
kirchnerismo, lo que sin duda sería un fenomenal aumento
de su rentabilidad (a la cual habría que sumarle, como vere-
mos en breve, la drástica reducción de retenciones… ¡Bin-
go!); por su parte los consumidores internos de alimentos –
nosotros los laburantes– tendríamos que pagar más caro la
comida, porque es razonable en una “economía de libre mer-
cado” que si puedo vender a $15 afuera no venda a $10
adentro; a su vez, los industriales mercado internistas que no
generan dólares, pero sí los necesitan para comprar las ma-
quinarias y los componentes imprescindibles para poner en
funcionamiento sus fábricas –que a causa de nuestra depen-
dencia tecnológica somos incapaces de fabricar en el país–
verían fuertemente incrementados sus costos de producción
y se verían obligados a trasladar dicho costo al producto final,
que son las cosas que consumimos los laburantes. Los aho-
rristas y hasta los turistas también se verían afectados por la
pérdida del poder adquisitivo del peso. Claro está, que una
devaluación solo tiene sentido si los trabajadores no logran
vía paritarias, subsidios (al transporte, servicios públicos, etc.)
y el salario mínimo vital y móvil, equiparar el precio de su sa-
larios el aumento producido en las demás mercancías; así
que es lógico considerar que de la mano de la devaluación
viene un “necesario” ajuste que convierta en eficaz la primer
medida. Cabe preguntarse, entonces, ¿a quién no afectará
una devaluación del tipo de cambio oficial?
Y como explica Prat Gay, el dólar es una mercancía más en-
tre otras, de lo que se sigue que si apreciamos a esa mercan-
cía en relación a todas las otras que se miden en pesos (in-
cluido el salario de los trabajadores) entonces los poseedores
de esa mercancía “ahora más cara” están en mejores condi-
ciones para intercambiarla por un número mayor de otras
mercancías. La disparada del dólar es la contracara de la caí-
da del peso, por lo tanto, el abaratamiento de los activos na-
cionales. Los capitales con capacidad de generar dólares (los
grandes grupos económicos exportadores de nuestro país pe-
ro también el capital extranjero), quedarían en una posición
sumamente ventajosa para comprar “por chaucha y palitos”
el aparato productivo nacional. Esas son las mentadas inver-
siones que espera atraer el nuevo gobierno.
Lo que el capital financiero necesita hacer en el país y en
todo el mundo es “sincerar la economía”, pero esto no es
como dice la propaganda mediática ajustar el dólar al tipo de
“cambio real” si no ajustar la propiedad al nivel real de socia-
lización actual de las fuerzas productivas, esto es que la eco-
nomía se concentre y centralice a un grado monumental,
como hemos visto en el primer artículo, con las fusiones en-
tre colosos de la economía global. El programa del macrismo
es, ante todo, el de ahondar en el desarrollo de la propiedad
privada, y esto implica, en general y de manera singularmen-
te acuciante en estos tiempos, avance de la concentración y
centralización.
Ese corte transversal al interior de cada sector de la bur-
guesía según su capacidad de competir en el mercado mun-
dial, por “quién aguanta más” en el escenario de voracidad
de la tendencia a la concentración en la actualidad, se expre-
saba este mes en las tensiones al interior de una ya fractura-
da Unión Industrial. Frente al escenario inminente de deva-
luación, a la gran burguesía industrial del país le arreciaban
las complicaciones para mantener a su tropa disciplinada. Así
quedaba expresado en el arrebato del director de Aceitera
General Deheza, Miguel Acevedo, amonestando a su par de
la industria gráfica y uno de los secretarios generales de la
UIA, Juan Carlos Sacco por sus declaraciones: “Es importante
que, cuando hagas una declaración política como la que hi-
ciste, no lo hagas en nombre de la entidad”, le dijo. Sacco
había dicho minutos antes que “a Macri le falta un discurso
industrialista. Esperemos que lo tenga, porque no lo veo ha-
blar mucho de las pymes” (LN 4/11).
También Gerardo Venútolo, líder de la Asociación de Indus-
trias Metalúrgicas (Adimra), confesaba tener “dudas sobre
36 Antagónicos
DICIEMBRE DE 2015
Macri porque no se expide sobre el sector”. Y Matías Furió, de
la Cámara del Juguete, más explícito agregaba que si ganaba
Cambiemos quedaban “en peligro todas las fuentes de tra-
bajo, como ya pasó en los '90”. El mismo Héctor Méndez,
ponía sus reparos frente a Cambiemos. “A Macri lo veo con
menos vocación industrial, no ha sido cariñoso con nosotros”
(LN 4/11).
El problema de fondo, que enfrenta a los grandes jugado-
res de la Unión Industrial con los medianos y pequeños, es la
distribución de costos frente a una mega devaluación y el
abandono de las políticas proteccionistas. Días antes de la
segunda vuelta electoral, la Confederación General Económi-
ca (CGE), que aglutina a pequeños empresarios mercado-
internistas, señalaba: “En el balotaje se enfrentan dos mode-
los de país, uno que promete continuar con las políticas de
protección y desarrollo de la industria e incentivo del mercado
interno, corrigiendo aquellas políticas que sean necesarias
para garantizar que se respeten los derechos de las mayorías,
y otro que promete liberar importaciones y exportaciones de
manera indiscriminada”.
Por su parte, Pedro Reyna, presidente de la Cámara de la
Industria del Mueble, mostraba sus temores frente a una
apertura indiscriminada de las importaciones: “No se han
ocupado en clarificar lo que significa la administración del
comercio exterior. Para nosotros es relevante y deberíamos
tener alguna evidencia sobre este tema”. Alberto Sellaro, titu-
lar de la Cámara del Calzado manifestaba en forma más posi-
tiva la posición de su sector “Propulsamos seguir con un mo-
delo productivo como éste, que genera 125 millones de pares
de calzado por año, porque es necesario cuidar los puestos de
trabajo, y tener previsibilidad de acuerdo a la inversión en
maquinaria de tecnología aplicada al sector (…). El consumo
que se alcanzó en esta década nace a raíz de los más de 5 mi-
llones de puestos de trabajo que se crearon. Si baja la ocupa-
ción, el mercado interno va a bajar también” (todo en P12
4/11).
Por lo dicho, pareciera que el pequeño y mediano empre-
sariado nacional tiene fresca la lección aprendida de 1976 al
2001, donde desaparecieron más de 100.000 pequeñas y
medianas empresas y están dispuestos a defender de la con-
centración económica a las más de 760.000 pymes existentes
en la actualidad.
El federalismo de los unitarios
No sólo en la industria se manifiesta la tendencia objetiva a
la concentración de la propiedad capitalista. En el agro, según
datos estimados por Coninagro, Confederaciones Rurales Ar-
gentinas y la Sociedad Rural Argentina, desde 2002 fueron
expulsados de la actividad más de 95.000 “productores”
agropecuarios (LN 14/11). Claro está que estas entidades pa-
tronales presentan esas cifras como si ese fuese un fenó-
meno ocasionado por la “mala praxis K” que destruyó al
“campo”. Sin embargo, teniendo en cuenta que en el mismo
periodo aumentó significativamente el volumen total de gra-
nos producidos y la superficie de tierra cultivada, alcanzando
rindes y cosechas récord por doquier, estos datos no pueden
interpretarse sino como un fenomenal proceso de concen-
tración de la propiedad rural, de los cuales los más grandes
socios de esas entidades fueron los principales beneficiarios.
Al igual que en la Unión industrial, en las entidades rurales
también empiezan a manifestarse las diferencias frente al
nuevo escenario político. Entre los sectores más concentra-
dos, vinculados a la Pampa Húmeda, las tierras más ricas y
mejor conectadas al mercado mundial del país, y a las gran-
des extensiones, por ejemplo el flamante presidente de Con-
federaciones Rurales Argentina (CRA) no ocultaba sus espe-
ranzas de cambio: “Estamos en una etapa refundacional,
ante un proceso eleccionario, con la posibilidad de un cambio
político importante. Tenemos esperanzas de que haya una
nueva visión con respecto a la relación con el sector agrope-
cuario, y en general entre lo público y lo privado. Venimos
de doce años de desencuentros. De doce años de no ser aten-
didos, de no haber encontrado el diálogo, de ser culpables de
todo. Hay que recomponer esa situación a partir del diálogo”
(LN 13/11).
De igual manera, Luis Arias, presidente de la Asociación Ar-
gentina de Girasol (Asagir), no disimulaba sus expectativas de
un triunfo del PRO, mientras anunciaba un repunte de la
campaña girasolera 2014/2015 del 53%, frente a lo recolec-
tado durante el ciclo 2013/2014, vinculada al alza internacio-
nal del precio de la oleaginosa y a una mayor demanda de la
industria aceitera. Aunque esto ocurrió durante la era kirch-
nerista –que según nos explican los medios todos los días
“quebró al campo” – el entusiasmo de Arias venía más aso-
ciado al convencimiento de que: “el próximo gobierno modi-
ficará sustancialmente, si no las elimina, las retenciones del
32% sobre el girasol que, desde 2007, vienen oprimiendo a
la cadena de valor” (CR 02/11).
La Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) manifestaba
también su entusiasmo frente a la perspectiva de un cambio.
La entidad dirigida por Miguel Schiariti, planteó que un even-
tual triunfo de la alianza Cambiemos, que lidera Mauricio
Macri, y la concreción de la promesa electoral de quitar las
retenciones a las exportaciones de carne (hoy en 15%): “dis-
minuirá la pérdida en el sector exportador y, si complemen-
tariamente hay una modificación en el tipo de cambio, con
seguridad se podrá aumentar el precio del novillo pesado”
(CR 19/11).
Tan solo dos días después del balotaje, Luis Etchevehere de
SRA sintetizaba las demandas de sus colegas al recordarle a
Mauricio Macri sus promesas de campaña de “eliminar todas
las retenciones” y se preguntaba cínicamente: “¿Qué son las
retenciones al trigo, al maíz y a la carne? Representan un día
de recaudación del Fisco y en el caso de la soja en grano, son
dos días de recaudación” (LN 24/11). Actualmente el sector
cuenta con “reservas” por 8800 millones de dólares, listas pa-
ra ser liquidadas cuando el gobierno de las señales prometi-
das (P12 25/11).
Análisis de Coyuntura 37
DICIEMBRE DE 2015
Sin embargo, mientras la oligarquía especulaba con una
devaluación y quita de retenciones, los sectores más peque-
ños de la actividad alertaban sobre las futuras consecuencias
de una medida de ese tipo. Pedro Peretti, ex director de la
Federación Agraria y actualmente integrante de la línea in-
terna Grito de Alcorta explicaba: “La propuesta de (Mauricio)
Macri para el sector es una trampa. Sus 13 puntos genera-
rán la integración vertical de empresas, lo que provocará la
expulsión de muchísimos productores. La eliminación indis-
criminada de retenciones redireccionará recursos a la acti-
vidad rentística, con menos chacareros en los campos. Es
una vuelta al neoliberalismo agrario” (P12 10/11). La ten-
dencia es a la profundización de la concentración económica
no a una mayor democratización de la renta en beneficio del
interior del país.
Otra consecuencia inmediata de eliminar retenciones sería
la disminución o desaparición del Fondo Federal Sojero que
surge de retraer el 30% de lo que se recauda en concepto de
retenciones a la soja y que reparte el Estado nacional en for-
ma alícuota, siguiendo los porcentajes de la coparticipación
federal, entre todas las provincias y municipios del país, algu-
nos de los cuales no tienen soja ni a cien kilómetros a la re-
donda (P12 9/11). De esta manera Buenos Aires, Córdoba,
Entre Ríos y Santa Fe, que concentran el 87% de la produc-
ción sojera del país, acapararían recaudaciones fiscales ex-
traordinarias, sin redistribuir su renta diferencial al NOA, o al
NEA. La discusión de las provincias inviables desde la lógica
de obtención de ganancias ampliadas del capital volvía a po-
nerse sobre el tapete, junto al carácter no auto-centrado que
el desarrollo dependiente impuso a la fisonomía de nuestra
estructura económica y social.
A fin de mes la Corte Suprema de Justicia resolvía un fallo
de enormes implicancias en este sentido, declarando incons-
titucional que el Estado nacional se quede con el 15% de la
masa de recursos impositivos coparticipables. Este mecanis-
mo financiaba las prestaciones sociales, entre las que están
las jubilaciones y pensiones, la asignación universal por hijo,
las asignaciones familiares y el seguro de desempleo de todos
los habitantes del país, sin discriminar entre provincias ricas y
pobres, administradas desde ANSeS. El fallo además, obligaba
al Estado nacional a devolverle a las provincias alcanzadas
por la resolución, a valor real, el monto derivado, que ascen-
día a un cálculo de $ 89.246 millones, distribuidos entre Cór-
doba ($ 39.446 millones), Santa Fe ($ 39.800 millones) y San
Luis ($ 10.000 millones) (LN 25 y 26/11).
Es evidente que la versión del federalismo de la Corte va en
la dirección de establecer una “igualdad formal” entre las
provincias reconociendo a cada cual su situación económica
presente, agravando de esta forma las inequidades de origen
fruto de una desigual integración al mercado mundial; des-
armando el mecanismo con que la fuerza social expresada en
el gobierno kirchnerista hizo frente a esa desigualdad, bus-
cando la “igualdad real”, que no es otra cosa que tratar dis-
tinto a los que son distintos, para equilibrar la distribución de
la riqueza.
En resumidas cuentas, puede observarse en los hechos del
mes, previos aún a la asunción del ingeniero Mauricio Macri,
una tendencia a la aceleración de los procesos de concentra-
ción y centralización de la propiedad, estimulados por el
triunfo electoral de la Alianza Cambiemos que otorga predo-
minio en la conducción del Estado al capital financiero más
concentrado a escala global y a la fracción nacional de los
grupos económicos monopólicos con asiento en la zona nú-
cleo del país (Buenos Aires, Córdoba, este de La Pampa, sur
de Santa Fe, sur de Entre Rios), por sobre los intereses del
resto del pueblo. Este movimiento de acumulación hacia un
centro geográfico y económico (aquel en condiciones de vin-
cularse exitosamente con su producción al mundo), tiene su
contracara enla tendencia equivalente pero opuesta hacia la
disgregación de los lazos de solidaridad que ligan a la socie-
dad nacional entre sí.
Como venimos analizando todos los meses en esta publica-
ción es ésta una tendencia objetiva de las leyes intrínsecas
del capitalismo que puede retrasarse o acelerarse, según se
den las correlaciones políticas, pero no detenerse. Sólo la
transformación radical de la propiedad privada en propiedad
social puede detener las fuerzas disgregadoras de la concen-
tración económica, controlar las fuerzas del mercado.
Entre la resistencia y la ofensiva
En las filas del movimiento obrero argentino, el clima de
disputa entre dos proyectos de país presentado en el balota-
je, agitaba las aguas. Los intentos de unidad esbozados el
mes pasado parecían atorarse en la falta de unidad ideológi-
ca y política sobre estas cuestiones en pugna. Quien más lu-
cidamente expresaba el dilema actual era Ricardo Pignanelli
de SMATA: “No puede haber unidad si hay gremios que apo-
yan a proyectos políticos distintos” (TA 5/11). Así llegaba, no
menos dividido que el resto de la sociedad, el movimiento
obrero aposicionarse frente a la contienda electoral.
Mientras que una gran cantidad de sindicatos mostraban
un claro alineamiento en apoyo al candidato del Frente Para
la Victoria (FPV), con la participación de 120 gremios en la
campaña (TA 3/11), otros sectores se mostraron afines a las
candidaturas del frente Cambiemos y otros se mantuvieron
ajenos a la contienda electoral. En todos los casos las elec-
ciones parecieron suscitar preocupación pero no optimismo
entre los trabajadores.
Entre los opositores a la continuidad del kirchnerismo se
encuentra el camionero Hugo Moyano, quien reclamaba
“sincerar” los números de la economía, durante un acto por
el día del militante, en el salón Felipe Vallese de la CGT. Tras
comparar la situación actual con la del 2001 aclaraba: “No es-
toy pidiendo nada, solo digo que así no se puede seguir sino
se sincera la economía. Nadie quiere decir la verdad, pero le
están mintiendo a la gente” (LN 24/11). El Momo Venegas, de
una lealtad más probada a la oligarquía, recibía a fin de mes
38 Antagónicos
DICIEMBRE DE 2015
un pago por sus servicios prestados al fallar la Corte Supre-
ma, con la firma de Lorenzetti, Fayt y Maqueda, declarando
la inconstitucionalidad del RENATEA, el organismo estatal en-
cargado de fiscalizar el trabajo rural y reinstalando el registro
en jurisdicción de UATRE y las corporaciones patronales (P12
25/11).
Del lado de la CGT Caló, se impulsaban asambleas por fá-
brica para discutir la perspectiva política y la necesidad de
apoyar al candidato oficialista. En tanto el Movimiento Ac-
ción Sindical Argentino (MASA) liderado por Omar Viviani,
sumaba fiscales para el FPV en la elección (CR 19/11).
En tanto, otros dirigentes se mostraban preocupados por el
futuro. Facundo Moyano, líder de los peajistas y diputado del
frente massista UNA –que perdió en la primera vuelta–, no se
identificaba con el candidato del FPV, pero aclaraba, ya con el
triunfo de Macri sobre la mesa: “Soy oposición, voy a hacer
una oposición responsable pero firme, y me parece que no
hay demasiado margen para medidas bruscas que vayan en
contra de los intereses de los sectores más vulnerables” (CL
25/11). Unos días antes, el ferroviario Sergio Sasia opinó
frente a un posible triunfo del PRO: “cualquier gobierno que
atente contra las paritarias libres, la reactivación ferroviaria
y las otras conquistas recuperadas en este tiempo por el
movimiento obrero nos va a tener en la lucha, porque no
vamos a permitir que esto se lleve adelante (…). Nos van a
encontrar en la calle para defender lo conquistado” (TA
12/11).
Si gana el que está menos dividido, como dijera el dirigente
obrero K.Marx, a la luz de la heterogeneidad de posiciona-
mientos al interior del movimiento obrero y de la fuerza so-
cial nacional y popular, es fácil comprender el porqué del re-
sultado electoral. Como puede observarse, las organizaciones
de los trabajadores ingresan a la nueva etapa con una larga
experiencia de lucha acumulada, preparadas para resistir la
agresión neoliberal, pero en momentos donde la crisis de las
relaciones sociales vigentes demanda una superación, un
programa desde los trabajadores. Ese elemento estuvo au-
sente en el debate electoral.
A su vez, la fuerza social triunfante en las elecciones del 22
de noviembre no está exenta de contradicciones. La agudiza-
ción de la disputa por la reproducción en las altas esferas del
capital implica, como vimos, fracturas por doquier. El pro-
grama del macrismo buscará imponer la necesidad de las
fracciones más concentradas a costa de la expropiación de la
masa de trabajadores argentinos y de las fracciones merca-
do-internistas del empresariado local. La unidad en el cambio
parece una meta difícil de alcanzar. Pasemos a ver cómo se
manifestaban en el plano político estas dificultades.
Triunfo electoral de la fuerza imperial-oligárquica en la Argentina
De batallas y guerras por la liberación nacional
“Una derrota peleada vale más que una victoria casual” (José de San Martín)
Como todos sabemos, el resultado del balotaje fue favora-
ble a la fuerza Cambiemos, identificada abiertamente con los
intereses de los sectores económicos trasnacionales más
concentrados. Este hecho significa que, por primera vez en la
Argentina, la fuerza social conducida por la oligarquía finan-
ciera/terrateniente/pro-imperialista accede al gobierno del
Estado a través de elecciones democráticas, sin proscripcio-
nes de ninguna fuerza y sin contar –al menos de manera
abierta– con el aparato del Partido Justicialista, que había lo-
grado “colonizar” durante la década del 90, a través de la fi-
gura de Carlos Saúl Menem.
El hecho abre un nuevo capítulo en el enfrentamiento en-
tre la fuerza oligárquica y la fuerza nacional popular en la Ar-
gentina, expresada históricamente en el peronismo y, desde
hace doce años, en el kirchnerismo.
Cerrados los comicios nacionales, el Frente Cambiemos
(FC) se hacía de la victoria con 12.988.349 votos, equivalen-
tes a un 51,34%, mientras 12.309.301 votos, equivalentes al
48,66% del electorado nacional, avalaban al candidato del
FPV. El país quedaba divido así en dos mitades. Y esas dos mi-
tades quedaban representadas geográficamente.
En la mayoría de las provincias triunfó el FPV (Buenos Ai-
res, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fue-
go, Santiago del Estero, Corrientes, Chaco, Misiones, Formo-
sa, Salta, Tucumán, Catamarca, San Juan). No obstante, la
minoría de las provincias cuya población optó por el FC es
aquella en la que se concentra el grueso de la población del
país, si se exceptúa la Provincia de Buenos Aires (Córdoba,
Mendoza, Santa Fe y la Capital Federal). Jujuy, San Luis, La
Rioja y La Pampa completaron el mapa de la victoria macris-
ta.
En las provincias del norte –declaradas inviables por el neo-
liberalismo en los 90–, con la excepción de Jujuy, lo mismo
que en las provincias patagónicas, hubo un claro triunfo del
FPV. En contraposición a esto, la mayoría de la población de
las provincias económicamente más desarrolladas acompa-
ñaban con su voto al FC, con la excepción de la provincia de
Bs. As., donde triunfaba el FPV por un escaso margen, basado
en los votos del conurbano bonaerense, hogar de la mayor
parte de la clase trabajadora de la provincia y el país; y donde
se concentra además numerosa población originaria –en
años de migraciones internas a lo largo de todo el siglo XX y
aún hoy– de aquellas provincias “inviables” para el gran capi-
tal.
La abultadísima diferencia registrada en Córdoba, donde el
FC obtuvo el 71% de los sufragios contra el 28% de FPV, signi-
ficó una diferencia de casi 900.000 votos, irremontable para
el resto del país. El resto de los grandes centros urbanos –
donde se concentran los sectores de mayores ingresos, los
puertos y los centros financieros (Capital Federal, Rosario y,
en menor medida, Mendoza), aunque con una diferencia mu-
cho menor en este caso– acompañaron la opción del “cam-
bio”. De nuevo, se divide el país entre las minorías vinculadas
al capital más concentrado a nivel mundial y los sectores que
deben ser expropiados por este capital. No obstante, quedó
evidenciado que dichas minorías han logrado, circunstan-
cialmente, convencer a la mitad de la población de que su
programa era beneficioso para el conjunto.
Vuelven a sonar ecos de la disputa entre unitarios y federa-
les, es decir, entre el interior profundo y la zona portuaria li-
gada al capital foráneo. Se actualiza así una vez más la con-
tradicción principal que arrastra nuestro país desde sus
orígenes: la subordinación de las tierras más fértiles del
mundo a la industria extranjera o la explotación y desarrollo
de estas al servicio de las mayorías del país, ligadas íntima-
mente al destino del conjunto de los territorios que compo-
nen la América Profunda.
Esto se evidenciaba luego de las declaraciones del futuro
ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, quien
cuestionó la validez de dirigentes políticos provenientes de
“provincias con muy pocos habitantes con un currículum
prácticamente desconocido”, mostrando su preocupación so-
bre la posibilidad de que “en el 2020 estemos hablando del
fulano de tal que vino, no sé, de Santiago del Estero, que no lo
conocíamos, apareció de la nada y resulta que se quedó con
todo el poder” (portal mdzol 6/11).
Pero analicemos cómo se posicionaron los diferentes acto-
res en el camino al sufragio, luego de este y los planes que se
preparan.
La alegría no es sólo brasilera, también es
patronal
Ni bien hubo terminado el acto electoral, distintos actores
del establishment mostraban su apoyo y euforia por la victo-
ria de Mauricio Macri y por el conjunto de técnicos y empre-
sarios que anunciaba como parte de su gabinete de ministros
(que analizaremos mas adelante). Decía Adelmo Gabbi, pre-
sidente de la Bolsa de Comercio porteña: “El hartazgo que se
notaba en la ciudadanía se vio en las urnas. Seguramente a
partir de la semana próxima tendremos que estar todos en el
mismo equipo”. Jaime Campos, presidente de la Asociación
Empresaria Argentina (AEA), celebraba: “Es sumamente posi-
tiva la consolidación del sistema republicano de gobierno y
tenemos muy buenas expectativas sobre el período que se
abre hoy”. Un concepto muy similar al de Adrián Kaufmann,
presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y represen-
tante de la principal empresa alimenticia del país, Arcor: “La
alternancia fortalece a la democracia: esperemos que los fun-
40 De batallas y guerras por la liberación nacional
DICIEMBRE DE 2015
cionarios que se van les presten colaboración a los que llegan
y se logre una transición ordenada” (LN 23/11). Por esas
mismas fechas nos enterábamos por los diarios que Cristiano
Rattazzi, líder de FCA (Fiat y Chrysler), había oficiado de fiscal
por Cambiemos en La Matanza.
Sintetizaba estas ideas de manera pintoresca y desnudaba
al mismo tiempo el carácter de clase del futuro gobierno,
luego de anunciado el gabinete, Claudio Cesario, presidente
de la asociación que nuclea a los bancos extranjeros que ope-
ran en el país (ABA), cuando opinaba que “por su nivel de
profesionalismo y talento el equipo de Mauricio Macri es el
Barcelona. (…) Vengo de los Estados Unidos (…) y a diferencia
de otros años en que poco o nulo interés despertaba la Ar-
gentina (…) hoy somos buscados y bien atendidos por bancos
y organismos multilaterales. Los bancos de ABA tienen una
posición de privilegio como embajadores del país para pro-
mover e intentar conseguir las inversiones de capital que el
país requiere para su desarrollo” (LN 27/11). La sola idea de
que bancos extranjeros fueran imaginados como “los emba-
jadores del país” para atraer los capitales extranjeros mues-
tra hasta qué punto el nuevo gobierno es parte inseparable
del fortalecimiento del poder del capital extranjero en el te-
rritorio nacional.
Felices por esa “torcida idea de la libertad”
No podemos pensar que la situación estructural de crisis
en que se haya el sistema capitalista a nivel mundial haya
cambiado sustancialmente por el revés electoral de las fuer-
zas nacionales en un país. Más bien todo lo contrario. Pues se
trata de una crisis engendrada por la propia lógica de las re-
laciones en las que se basa este sistema y, por ende, no pue-
de superarse en los marcos del capitalismo. Pero si bien el
capital no está ya en condiciones de resolver su crisis, puede
obtener triunfos parciales que aplacen, dilaten dicha resolu-
ción en el tiempo, profundizando la concentración y centrali-
zación en beneficio de los 147 grupos que manejan el 40% de
la producción y el comercio mundiales y sus subsidiarios. Esto
es, profundizando la expropiación del conjunto de los secto-
res del trabajo y el capital que no son parte de ellos. Lo que
no hace más que empeorar las condiciones de vida del con-
junto de la población, haciendo más y más violenta la crisis a
futuro.
Volver a controlar el gobierno del Estado en países donde
se desarrollan desde hace años procesos –en mayor o menor
medida– contrahegemónicos a las políticas dictadas por el
Imperio se vuelve prioritario para generar las condiciones
económicas, pero sobre todo políticas y culturales, que hagan
posible sus objetivos. Buscan así un alineamiento de todos
los poderes del Estado en función de su necesidad, para en-
contrar esa “libertad” que criticara el general Perón en la dé-
cada del 40, la libertad de imponer sus intereses al conjunto
de la sociedad. Sin embargo, estos intereses atentan contra
las condiciones de vida de las masas trabajadoras. Por lo tan-
to, la posibilidad de alcanzar la gobernabilidad, dada la cono-
cida historia de lucha del pueblo argentino –sobre todo en su
faceta mas reciente, el estallido social del 2001 (que generó
las condiciones para una recomposición de los niveles de vida
para los trabajadores y el pueblo en general)– se vuelve el
problema más inmediato para los sectores concentrados.
El New York Times, vocero de los intereses imperiales, tra-
zaba una hoja de ruta para el nuevo gobierno argentino, po-
niendo el eje en un rápido “acuerdo” con los buitres: “Conse-
guir créditos del exterior para hacer reformas será difícil
hasta que la Argentina logre reestructurar su deuda externa”.
No obstante, alertaba sobre la conflictividad social que la po-
lítica pregonada traerá: “Reformar una economía estancada
será doloroso en el corto plazo”. Y también sobre cómo se
expresará dicha conflictividad en el Poder Legislativo: “Sacar
a la Argentina de su hábito de décadas de gastar más de lo
que gana requerirá destreza, porque los peronistas y otros
partidos de la oposición que dominan el Congreso probable-
mente se interpondrán en el camino de las reformas” (LN
28/11). En síntesis, nos proponía el ajuste y el pago a los fon-
dos buitre, para así permitir al país el “beneficio” de volver a
endeudarse y permitir la llegada de inversiones extranjeras.
Presentaban a sus intereses como los intereses de la nación,
la necesidad de remachar la dependencia financiera y la ex-
tranjerización de la economía nacional.
Léase, una vez más, el clásico argumento sobre la necesi-
dad de tomar deuda por parte de los países periféricos para
saldar sus cuentas y la bondad de los centros financieros al
prestar plata cuando los gobiernos son “previsibles”, es decir,
hacen lo que ellos dicen. Lo que nunca dicen los voceros del
gran capital concentrado es que en realidad es este el necesi-
tado de prestar deuda a altos intereses, vista la plétora de
capital existente que no halla en ninguna rama de la produc-
ción sitio para reproducirse a escala ampliada, por la crisis de
sobreproducción que afecta a la mayoría de las ramas a nivel
mundial. Sin embargo, en la superficie aparece dicho meca-
nismo como una necesidad del que recibe el préstamo. Re-
cordemos las palabras de la ex presidenta Cristina Fernández,
cuando advertía que no había que permitir que vuelvan a en-
deudarnos como durante la dictadura y los años subsiguien-
tes, que esa no era una necesidad de los argentinos…
Pero, a su vez, el matutino neoyorquino advertía quién po-
dría poner en peligro sus intereses: el peronismo y otros par-
tidos de oposición. Saben que sus objetivos implican políticas
antipopulares, por esencia: baja de salarios reales y entrega
de los recursos nacionales. Por ende, se cuidan de las fuerzas
que históricamente se le han opuesto.
Otro de los rasgos de su plan era trazado por el dirigente
radical Terragno: “A la gente le cuesta (y es natural que le
cueste) comprender que la culpa de un ajuste la tiene el que
desajustó. Y que la culpa de una devaluación la tiene el que
sobrevaluó. Hay, en el nuevo gobierno de la Argentina, nece-
sidad de adoptar medidas que no pueden sino provocar reac-
ciones sociales adversas” (CL 29/11). Su estrategia discursiva
será trastocar causas por consecuencias. Si el gobierno de
Análisis de Coyuntura 41
DICIEMBRE DE 2015
Macri ajusta, será por culpa del gobierno anterior que ex-
pandió las condiciones de consumo de la población. Todo el
argumento se basa en el ocultamiento de los intereses que
están en el fondo diseñando las políticas venideras, negar el
interés de fondo en un futuro ajuste del gasto público o de
una transferencia de ingresos en beneficio de los grupos más
concentrados.
“Dream Team” del coloniaje
Con el objetivo de dar vuelta un conjunto de políticas apli-
cadas en estos años contra sus intereses, se buscó construir
un gabinete de marcado riñón empresario, con el declarado
objetivo de generar “espectativa de buenos negocios” para el
capital trasnacional. Algunos de los nombres más resonantes
del nuevo gabinete son: Alfonso Prat Gay (ex ejecutivo de la
banca JP Morgan, administrador de la fortuna de Amalita
Fortabat –ex dueña de la cementera Loma Negra– y gradua-
do de la Universidad Católica Argentina) como secretario de
Hacienda y Finanzas; Juan José Aranguren (ex CEO de Shell y
actor principal en la corrida cambiaria de enero de 2014 con-
tra el gobierno de Cristina), al frente del área de Energía y
Minería; Ricardo Buryaile (ex presidente de la Sociedad Rural
de Pilcomayo, ex titular de la Confederación de Sociedades
Rurales de Chaco y Formosa, ex vicepresidente segundo de
Confederaciones Rurales Argentinas –con alto grado de ex-
posición durante el conflicto por las retenciones móviles en
2008– y diputado por la UCR) conducirá los destinos de Agri-
cultura, Ganadería y Pesca; Isela Costantini (presidenta de
General Motors), como nueva titular de Aerolíneas Argenti-
nas; Susana Malcorra (asesora de Ban Ki Moon en la ONU y
ex directiva de Telecom e IBM), será la nueva canciller; Parti-
cia Bulrrich (ministra de trabajo del gobierno de Fernando de
la Rúa en tiempos de ajuste a los jubilados y los empleados
del Estado), como ministra de Seguridad; entre otros muchos
nombres.
Los dueños de todo se acomodan en las sillas del Gobierno
para reorganizar la nación en función de sus intereses.
Como una muestra de las políticas por venir, el nuevo mi-
nistro de energía anunciaba un aumento sostenido de las ta-
rifas eléctricas, quitas de impuestos para empresas y se re-
afirmaba la promesa de levantar todas las retensiones, salvo
las de la soja, que sólo sufrirá una rebaja este año (LN 28/11)
(ver artículo 5 de la presente edición). Se auguraba un acer-
camiento a los EEUU y a la Alianza del Pacífico (LN 24/11).
Como indicábamos en el Análisis… anterior, parecía imple-
mentarse el plan “shock de los 100 primeros días”, donde se
realizarían las medidas más impopulares, amparados en el
supuesto crédito dado a todo nuevo gobierno.
Sin embargo, entre la algarabía del triunfo, la voz de
Eduardo Fidanza advertía una vez más: “La sociedad argenti-
na quedó partida casi por mitades, en términos electorales y
políticos”. Y unos días más tarde, gritaba más fuerte aún a la
tropa propia, a ver si escuchaba un poco: “Empresarios que
recomiendan recetas severas de shock –aumento de tarifas,
fin de la flotación administrada del dólar–, agropecuarios que
exigen el cumplimiento perentorio de promesas escritas, edi-
toriales que solicitan revisar las condiciones de detención de
condenados por lesa humanidad. Puede tratarse de deman-
das con una cuota de razón y haberse formulado sin mala in-
tención. Pero se caracterizan más por el apremio que por la
mesura” (LN 23 y 28/11). Fidanza, con su lucidez habitual, re-
conocía que no alcanza con una mayoría circunstancial para
que sus intereses se impongan con el consenso necesario en
la sociedad. Advertía que su fuerza tiene apuro en aplicar las
medidas que necesita, pero que ese apuro choca con la posi-
bilidad de precipitar fuerzas a las que no tiene aún cómo con-
trolar. En criollo, “se incendia el país si pisamos el acelerador,
muchachos”… Con sabiduría, les indicaba mesura. Pero la
prudencia a veces contradice la necesidad, y en especial la
alocada necesidad del capital.
Les traigo paz
Y como no hay tiempo para la prudencia y la mesura, como
el conflicto con los sectores populares se vislumbra inevitable
ante las medidas que urgen al capital concentrado, la estate-
gía discursiva del PRO se concentró en profundizar su aparen-
te ambigüedad ideológica, buscando no confrontar discursi-
vamente y denunciando todo conflicto social como
proveniente de las filas nacional-populares. Así, se buscó –y
se logró en cierta medida– instalar la idea de que la confron-
tación no es fruto de un conflicto económico objetivo, sino
de la mala intención del populismo.
Es así que, desde su semanario The Economist, ya antes de
la elección la city londinense aleccionaba: “PRO, comenzó a la
derecha, pero se ha vuelto más inclusivo. No es peronista (...)
pero tampoco es anti-peronista”. Y reconomendaba al que
sería semanas más tarde su “empleado del mes”: “Para ga-
nar, Macri tendrá que cambiar la percepcion de que es un ca-
pitalista de corazon frío, nacido en cuna de oro” (TE 31/10).
Con clara conciencia de que existe una experiencia popular
que aleja a los sectores trabajadores de los representantes
del capital, mostraba que las trabas para una victoria del ma-
crimo eran de clase.
Y ya con la copa en alza, La Nación editorializaba: “El triun-
fo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales [es] (…)
un testimonio contundente de un largo proceso de hartazgo
de los modos y las formas kirchneristas. Ha sido un basta ro-
tundo al relato que reescribe la historia en beneficio de un
sector determinado, al revanchismo, al populismo (…) y a una
forma de gobernar autoritaria, totalmente sorda e insensible
a la opinión ajena” (LN 24/11). La estrategia es que todo
cuestionamiento a su dominio absoluto debe ser denunciado
como espurio, para prepararse a culpar a los sectores despo-
seídos y sus dirigentes del conflicto social por venir.
Y con su odio habitual, el escriba Jorge Fernandez Díaz
bramaba en la misma Tribuna de Doctrina: “El kirchnerismo
se intoxicó de discurso y se ahogó en su propio charco de pa-
labras”. Para sentenciar: “El Metrobus venció a la lucha de
42 De batallas y guerras por la liberación nacional
DICIEMBRE DE 2015
clases”. Es decir, la “gestión” triunfaba sobre la “ideología”
(LN 1/11). La versión criolla del “fin de las ideologías”, recar-
gada por la descomposición del capital operada en los últi-
mos años. Ya no existen visiones del mundo confrontadas.
Una, el capitalismo –en su versión neoliberal– ha triunfado y
se ha convertido en un hecho más de la naturaleza de las co-
sas. Oponerse a ello es ir contranatura. Esta mirada sobre las
cosas logró imponerse durante las décadas de los 80 y 90 en
el mundo y en nuestramérica. Ahora, cuando los hechos que
ocurren en todo el mundo no cesan de contradecir dicho
concepto y en numerosas naciones los pueblos luchan y en
muchos casos logran imponer políticas de desarrollo contra-
rias a la lógica de dominación imperial, este Imperio mori-
bundo contraataca y logra alzarse con victorias parciales, co-
mo en Argentina, Venezuela y, hasta cierto punto, Brasil. Y
para sostener su política de “tierra arrasada” tiene que negar
la existencia de voces diferentes a la propia. Es más, tiene
que erradicar del conjunto del pueblo la posibilidad misma de
pensar. Sencillamente. Ese es el fundamento en que se sos-
tiene el planteo de que ya no existen ideologías, ya que no
están en condiciones de decir la verdad y plantear que la úni-
ca ideología válida para el gran capital es aquella que justifica
con la palabra el hecho de la expropiación a gran escala de
todo lo que generan los pueblos con su laboriosidad y de las
riquezas con que la naturaleza dotó a estos. Entonces, la
“ideología” es disfrazada de “sentido común”, como naturali-
zación de este hecho expropiatorio. Tan verdadero es que el
cielo es azul, como el control multinacional de la exportación
de granos, parecen decir. Como nos aleccionaba el Rabi Shan
Kar, gurú de Macri, “si sucede, conviene”.
Sin embargo, los sectores imperialistas no apelan solamen-
te a la estrategia de la confusión, porque saben que no alcan-
za. El pueblo en su lucha saca conclusiones, que lo preparan
para responder no sólo a las mentiras y los golpes discursi-
vos, sino a sus constantes ataques económicos y políticos.
Jueces muy imparciales
Como no alcanzan las palabras para el sostén político del
establishment –dada la nueva relación de fuerzas luego del
levantamiento popular de 2001 y los 12 años de gobierno de
la fuerza nacional-popular–, hay apuro en ordenar todas las
fuerzas del Estado en función de sus intereses. El poder que
más rápidamente prestó su colaboración fue el Poder Judi-
cial, que en los últimos años permitió sostener determinadas
posiciones de poder a la oligarquía y los monopolios frente a
los avances de la alianza social que se expresó en el kirchne-
rismo. La multitud de medidas cautelares que no permitieron
avanzar en muchos planos (ley de medios, ley de subrogan-
cias, expropiación del predio de La Rural, entre otras) consti-
tuyen un ejemplo de ello.
Desde las elecciones generales, donde se afianzaba la posi-
bilidad concreta de que el PRO accediera al control del Poder
Ejecutivo, la Corte Suprema de Justicia avanzó en varios te-
mas que benefician a los grandes grupos empresarios, apro-
vechando la próxima jubilación del juez Fayt, para que pudie-
ra darles la mayoría que necesitaban. La cantidad y calidad de
los fallos muestran la disciplina de la Corte ante los propieta-
rios del país. Veamos la seguidilla.
El 4 de noviembre la Corte Suprema de Justicia declaró la
inconstitucionalidad de la Ley de Subrogancias sancionada
por el Congreso el 10 de junio, que trasladaba al Consejo de
la Magistratura la facultad de nombrar a los jueces suplentes
en los cargos vacantes, regresando así al sistema previo,
donde las Cámaras de Apelaciones y de Casación son las que
manejan las designaciones. Además, anuló los nombramien-
tos de todos los subrogantes que se hicieron con la nueva ley
y la lista de conjueces confeccionada por el Consejo. Esto sig-
nifica dar muchísimas mas facultades a la casta judicial y co-
rrer a todos los conjueces que estaban en funciones hasta
ahora, muchos vinculados al kirchnerismo, accediendo a un
pedido largamente repetido por los editoriales del diario La
Nación.
El 10, benefició al Grupo Clarín con la continuidad de una
medida cautelar que lo exime de adecuarse a la Ley de Servi-
cios de Comunicación Audiovisual y prohíbe al AFSCA avanzar
con una adecuación de hecho. Blindando judicialmente al
monopolio, hasta enero. Es decir, hasta el cambio de autori-
dades.
El mismo 10, le ordenó a la petrolera YPF que haga públicas
las cláusulas secretas del acuerdo firmado con la estadouni-
dense Chevron para la explotación petrolera en Vaca Muerta.
En un fallo que significó darle rienda a los ataques de la opo-
sición en medio de la campaña por el balotaje.
El 24, revocó un fallo de la sala VII de la Cámara Nacional
de Apelaciones del Trabajo que confirmaba la creación del
Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Agrarios (Re-
natea) y ordenó el dictado de una nueva sentencia. El Con-
greso había aprobado el registro en diciembre de 2011, a tra-
vés de la ley 26.727, pero el dirigente sindical Gerónimo
“Momo” Venegas, que hasta entonces controlaba ese regis-
tro a través del Renatre, solicitó la declaración de inconstitu-
cionalidad de los artículos 106 y 107, que determinaban el
traspaso de las funciones, personal y patrimonio del ente pú-
blico no estatal al nuevo ente autárquico estatal. De esa ma-
nera, devolvía el control de la obra social y el poder de ins-
pección al ente formado por el Sindicato de peones de
campo y fundamentalmente por la Sociedad Rural Argentina.
De este modo, la SRA continuará autocontrolándose, en una
actividad en la que la informalidad laboral ronde entre el 65%
y el 70%.
Y en el fallo quizá más controvertido –en esta larga lista de
la que aparace como nueva “corte adicta”– también el 24 de-
claró la inconstitucionalidad de la detracción del 15% de la
masa de impuestos coparticipables que realiza el Estado na-
cional desde 1992 para financiar a la ANSES. Situación que
impactará en los beneficios que reciben jubilados, pensiona-
dos y beneficiarios de planes sociales. El fallo parece ser el
inicio de un achicamiento del ANSES, para poder quitarle el
Análisis de Coyuntura 43
DICIEMBRE DE 2015
protagonismo de estos años en el avance de las condiciones
de vida de amplios sectores y lograr su futura privatización
(P12 29/11).
Todos estos fallos, además de dar más poder a los propie-
tarios, significan una toma de posición sobre el carácter del
Estado. Declarar inconstitucional todos esos avances, signifi-
ca decir que el Estado argentino, en su carta orgánica, es in-
compatible con limitar el poder de los monopolios y la oligar-
quía.
Ademas, el Poder Judicial intentará ser una “arena de
combate” para perseguir a funcionarios del gobierno anterior
y para correr a los funcionarios que ocupan espacios estata-
les con mandatos que superan el 10 de diciembre, como es el
caso del presidente del AFSCA (Martín Sabatella), del presi-
dente del Banco Central (Alejandro Vanoli), la procuradora
general de la nación (Alejandra Gils Carbó) o los designados
en las últimos días Julián Alvarez y Juan Forlón, en la Audito-
ría General de la Nación (P12 9/11).
De este modo, el juez federal Claudio Bonadio ordenaba
allanar la sede del Banco Central de la República Argentina
(BCRA) para investigar a su presidente (LN 18/11) y días más
tarde el AFSCA. Mientras en el Ejecutivo optan por el discurso
de la “paz”, el Poder Judicial se mancha las manos.
Medidas mucho menores hubieran sida tachadas de “per-
secución política” por la siempre perseguida oligarquía. Pero
en este caso son presentadas como parte de “la construcción
de un país normal”.
Militares muy honorables
El proceso de realineamiento de los poderes del Estado en
función del plan oligárquico, a partir del control del ejecutivo,
tiene también su capítulo militar.
La centralidad dada a los planes contra la inseguridad, ex-
presada por todos los intendentes electos del macrismo (LN
1/11) tiene como trasfondo el vínculo que necesita la oligar-
quía con las fuerzas de seguridad, para mantener controlada
una sociedad convulsionada por el desbarajuste de las condi-
ciones de vida de los trabajadores.
La Tribuna de Doctrina oligárquica recibía al nuevo go-
bierno electo con una editorial de antología, donde justifica-
ba el accionar militar en la década del setenta y acusaba al
gobierno kirchnerista de terrorista: “Los trágicos hechos de la
década del setenta han sido tamizados por la izquierda ideo-
lógicamente comprometida con los grupos terroristas que
asesinaron aquí con armas, bombas e integración celular de
la que en nada se diferencian quienes provocaron el viernes
13, en París, la conmoción que sacudió al mundo. Aquella iz-
quierda verbosa, de verdadera configuración fascista antes y
ahora, se apoderó desde comienzos del gobierno de los Kirch-
ner del aparato propagandístico oficial. (…) Ha llegado la ho-
ra de poner las cosas en su lugar. Debatir que quienes sem-
braron la anarquía en el país y destruyeron vidas y bienes no
pueden gozar por más tiempo de un reconocimiento históri-
co” (LN 23/11).
Al día siguiente de la elección, se trataba de una lisa y llana
“marcada de cancha”, dirigida al nuevo gobierno y a todas las
fuerzas políticas de la reacción. El centro no era el reclamo
puntual por los represores detenidos sino hacerle entender a
su fuerza la necesidad de destruir cualquier vínculo positivo
de las generaciones actuales y futuras con la lucha revolucio-
naria de la década del 70. No puede permitirse la derrota cul-
tural que significó para la oligarquía que se haya desenmas-
carado el hilo intrínseco que une el plan sistemático de
represión, tortura y muerte con el plan económico alineado
con los intereses del capital norteamericano y europeo más
concentrado, que tuvo el proceso militar. Toda reivindicación
de los sectores que lucharon contra esos intereses debe ser
disuelta, para que las luchas de hoy no tengan pasado, para
disolver la raigambre histórica de las batallas por venir. La
Nación sale a empujar así a su fuerza contra esa reivindica-
ción del pasado, a pesar de recibir el repudio de múltiples
sectores (como indicaremos enseguida), conciente de que su
fuerza debe dar prioridad a que el movimiento popular no
vuelva a ligar con doctrinas anti-capitalistas, porque será mu-
cho más difícil de vencer. El problema no es entonces la
reivindicación de la juventud por parte del gobierno saliente,
sino la caducidad histórica de la oligarquía y la posibilidad
cierta de que el movimiento obrero se plantee conducir a las
fuerzas populares contra su dominio.
Este editorial fue objeto del repudio de vastos sectores,
funcionarios, muchos de la propia fuerza expresada en el
flamante gobierno electo. Pero, sin dudas, el hecho más sig-
nificativo fue el repudio realizado por los mismos trabajado-
res del diario La Nación.
En el mismo sentido, la oligarquía intentaba frenar la cons-
titución de una comisión bicameral investigadora de la com-
plicidad empresarial con la última dictadura, aprobada en el
Congreso por la gran mayoría de las fuerzas políticas, salvo la
abstención del bloque de PRO y de sus nuevos aliados de la
UCR, que avalaron el proyecto en diputados y se abstuvieron
en el Senado (MS 15/11 y P12 29/11).
Se trata de los primeros pasos de un plan que parece en-
caminarse a construir una fuerza que pueda reprimir cual-
quier ola de protestas sociales, cuando ya no queden ni pala-
bras ni tiempo para urdir alguna forma de consenso ante la
política expropiatoria de amplias capas de la población que
se prepara. Pues el apuro oligárquico calza bota militar y traje
verde oliva.
Diplomáticos muy profesionales
Pero, como ya sabemos, la oligarquía no se mueve por sí
misma. No tiene vida propia, siendo como es, desde su naci-
miento, un peldaño más de los intereses del capital financie-
ro imperialista a nivel global.
Por lo tanto, uno de los objetivos más importantes que tie-
ne el imperialismo en la Argentina es alejar al país del eje bo-
livariano, y la victoria electoral pretende ser el puntapié en
ese sentido. Durante toda la campaña, Macri marcó su inten-
44 De batallas y guerras por la liberación nacional
DICIEMBRE DE 2015
ción de alejar a la Argentina de Venezuela (TA 11/11). A su
vez, distintas expresiones de la oposición venezolana apoya-
ron abiertamente su candidatura, tal como se vio reflejado
con la presencia de Lilian Tintori, esposa del opositor golpista
Leopoldo Lopez, preso desde hace tiempo por organizar las
“guarimbas” que sucedieron al triunfo electoral de Nicolás
Maduro y que dejaron un saldo de más de 40 muertos en tie-
rra de Bolívar (LN 26/11). La propuesta de suspender la parti-
cipación en el Mercosur del estado Bolivariano, ante el su-
puesto no cumplimiento de la “cláusula democrática”, sonó
fuerte en el debate electoral (TA 17/11).
Centralmente, la intención es convertir a la Argentina en
un ariete del imperialismo, contra los procesos que abierta-
mente se enfrentan a la hegemonía norteamericana en la úl-
tima década. Lo decía el matutino The Wall Street Journal:
“La victoria presidencial del dirigente de centroderecha Mau-
ricio Macri en Argentina marca un giro en la llamada ‘marea
rosa’ de los movimientos políticos populistas que han llevado
hacia la izquierda buena parte de América del Sur en los últi-
mos 15 años. (…) Termina con 12 años del llamado kirchne-
rismo, la marca populista de la política de izquierda consa-
grada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su
difunto esposo Néstor Kirchner. Ambos nacionalizaron em-
presas, despojaron al banco central de su independencia e in-
tensificaron el gasto y los subsidios en políticas que elevaron
temporalmente los ingresos, pero que perjudicaron las inver-
siones y avivaron la inflación” (LN 24/11).
Otro de los objetivos insinuados por Macri en política exte-
rior fue rerevisar todos los acuerdos con Rusia y China y “re-
vitalizar” las relaciones con EEUU. En ese marco, se presen-
taba a Martín Lousteau –ex rival de PRO en la Ciudad de
Buenos Aires– como nuevo embajador ante el Imperio, publi-
citándolo mediáticamente con el mismo rango de un minis-
tro. También se presentaba a la nueva canciller Susana Mal-
corra, una persona que hace más de 12 años que no vive en
el país, como una figura neutra de la escena internacional,
que venía a hacer simplemente “lo que se debía”. Ella indica-
ba que la tarea era “desideologizar” la política exterior, en-
tendiendo por ello la necesidad de producir lo mas pronto
posible un encuentro con el presidente norteamericano (LN
7/12). Es decir, “desideologizar” la política exterior tiene que
ver con volver a someterse al statu quo intenacional, donde
dominan, aunque en franco retroceso, los intereses norte-
americanos.
La “desidelogización” de la cancillería también significaba,
en el caso de Venezuela, que la clausula democrática iba ser
esgrimida por la argentina “dependiendo de lo que pase en
las elecciones del domingo” (LN 7/12). En criollo, ante una
derrota de la oposición, se profundizarían los ataques inter-
nacionales a Venezuela.
En síntesis, Cambiemos intentará transformar la Argentina
en una ficha en la estrategia yanqui para construir la división
en la gran nación latinoamericana, única posibilidad de triun-
fo del imperialismo.
Partidos muy consolidados
A pesar del avance de los sectores oligárquicos, que co-
mienzan recolonizar el Gobierno, para que todos los poderes
del Estado empujen la constitución de las condiciones que
necesitan para su dominio, los partidos mantienen la debili-
dad que muestran hace años, fruto de expresar las contradic-
ciones en el campo de la burguesía, la lucha por espacios y
mercados.
La alianza electoral que llevó al PRO al gobierno tuvo como
partícipe indispensable a la UCR, pero comenzó a desgajarse
casi inmediatamente. Gerardo Morales, gobernador electo
de Jujuy, que jugara con Massa a pesar del acuerdo nacional
con Cambiemos de su partido y sólo en el balotaje acompañó
definitivamente a Mauricio Macri, indicaba a comienzos de
noviembre: “La posibilidad de que el PRO nos pase por arriba
más que un riesgo es un pronóstico” (P12 1/11). Parte de la
UCR temía un acuerdo espurio entre los negociadores de su
partido y los del PRO. Esto se profundizó con el hecho de que
pocos días después de la elección, el gran negociador, que
representaba ese acuerdo entre ambas fuerzas, Ernesto Sanz,
renunciara a la posibilidad de participar del Gobierno, a la
presidencia del radicalismo y anunciara estrepitosamente su
“retiro” de la política (LN 24/11).
El día 30 de noviembre, Elisa Carrió comenzaba a criticar al
gobierno futuro del ingeniero Macri. Decía esta mujer, sím-
bolo del odio al kirchnerismo y una de las fundadoras de
Cambiemos, que se reuniría con Macri para dialogar sobre al-
gunas cuestiones como la supuesta injerencia del dirigente
de Boca y propietario de bingos, Daniel Angelici, en la rela-
ción con jueces federales, al señalar que “no se puede permi-
tir que vaya a operar en Comodoro Py. (…) No vamos a susti-
tuir a Cristóbal López por Angelici” (CCO 30/11).
Lejos de ser fruto de la enajenación mental de esta mujer o
de los “problemas personales” de Ernesto Sanz, los primeros
crujidos del frente gobernante tienen que ver con cuestiones
mucho mas terrenales. La pelea es para definir a qué sectores
económicos de la gran burguesía beneficiará la política de
Macri, porque en el plan económico previsto no entran todos
los propietarios del país, y mucho menos los que realizan sus
ganancias en el mercado interno. La política es la economía
acelerada y cuando el imperialismo se prepara para empujar
la concentración y centralización económica, los partidos po-
líticos crujen, puesto que representan a diversos sectores,
fracciones nacionales de la burguesía, muchos de los que se
quedarán sin las condiciones que necesitan. Por eso, comba-
ten en la arena política. Sanz, un hombre vinculado a Techint,
y su huida anticipada parecen preanunciar los grandes con-
flictos que presenciaremos en la cúpula de los propietarios
argentinos. Siempre hay que recordar que Techint volvió a la
obra pública gracias a los acuerdos firmados con el gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires, luego de seis años de sequía
por el veto que le impuso Néstor Kirchner a los Rocca. Ese ve-
to en su momento le asestó un duro golpe al holding, puesto
que pasó a facturar una décima parte de lo que facturaba en
Análisis de Coyuntura 45
DICIEMBRE DE 2015
el país. Macri cuestionó siempre que el grupo no apoyara
más decididamente su candidatura luego de ese gesto, que le
significó ganancias millonarias. El grupo Techint había optado
por la candidatura de Sanz a través de su operador Luis Bet-
naza, que luego fue uno de los impulsores del acuerdo con
Macri (portal LaPolíticaOnLine 8/9).
El futuro mediato nos dará más elementos acerca de la re-
lación entre la huída de Sanz y el papel de la multinacional
ítalo-argentina, cuando muchos de los sectores empresarios
hoy invitados a sentarse a la mesa de oligarquía vayan siendo
obligados a treparse a la misma y a exterderse sazonados so-
bre las bandejas.
Hechos muy malditos
Frente a esta coyuntura de crisis de los partidos y en la
asunción de una alianza política muy poderosa en terminos
económicos, pero que arrastra una profunda crisis ideológica,
por no poder expresar a viva voz un plan de combate contra
los sectores económicos que debe subordinar, y que lleva en
su seno contradicciones económicas insalvables, apareceie-
ron en el mes nuevas críticas al peronismo. Como decíamos
en el comienzo de la nota, citando al New York Times, el pe-
ronismo aparece, más aún en la visión internacional, como el
enemigo a derrotar por el imperialismo en el país, por ser un
movimiento político que tendió a oponerse al sometimiento
del mismo.
Es por eso que la voz de varios intelectuales orgánicos a los
grupos concentrados a nivel mundial y local se alzaba para
gritar una vez más que el peronismo es totalitario y populista.
Mario Vargas Llosa llegaba a plantear que era el sistema “es-
tatista e intervencionista –implantado por el peronismo– el
que paralizó el dinamismo de su vida económica [de la Argen-
tina] e introdujo los privilegios y sinecuras partidistas a la vez
que el gigantismo estatal. El empobrecimiento sistemático del
país multiplicó la desigualdad y las fracturas sociales. Lo sor-
prendente es la fidelidad de una enorme masa de argentinos
con un sistema que, a todas luces, sólo favorecía a una no-
menclatura política y a sus aliados del sector económico, una
pequeña oligarquía rentista y privilegiada” (LN 7/12).
Los sectores más concentrados del mundo, los que defien-
den a los invasores de 100 patrias, acusaban al peronismo de
fascista y populista, de oligarquía y plutocracia. Su odio se
basa en que el peronismo se ha opuesto al libre flujo del capi-
tal, por los intereses concretos que defiende. El de los traba-
jadores y el empresariado mercado- internista. El objetivo de
estos intelectuales es aleccionar a la tropa propia para el
combate ideológico contra las clases subalternas. El nudo
central de sus argumentos es construir la idea de que el pe-
ronismo es un hecho estatal, de una minoría funcionarial que
controla el Estado. Negar que el peronismo es la estrategia
de la clase trabajadora, negar el protagonismo del pueblo en
su constitución y sus luchas. Negar la lucha de más de un si-
glo contra la minoría aliada al imperialismo que controla la
renta agraria argentina. Negar que en el proceso de lucha la
clase trabajadora argentina forjó a través del peronismo una
herramienta y una alianza con un sector de la burguesía des-
plazado por el imperialismo, para enfrentar los intereses de
minorías alejadas de las necesidades del pueblo.
De Sarmiento a la actualidad, la intelectualidad oligárquica
sabe que uno de sus papeles centrales es interpretarnos la
historia, para que sea mas dificil procesar por el pensamiento
nuestra lucha concreta y superar las trabas que tenemos para
terminar con el sometimiento del país y de Amércia Latina. Es
así que este mes resonaba el discurso sarmientino de civiliza-
ción y barbarie en las palabras de Alfonso Pray Gay señaladas
al comienzo. Su discurso marcaba la profundidad histórica de
las luchas por venir y el cipayismo de la causa interna de la
dependencia, la oligarquía.
Contraofensiva fallida
En relación al frente nacional –luego de las elecciones ge-
nerales (analizadas en el número del mes pasado), que deja-
ron una diferencia mucho más pequeña a la esperada a favor
de Scioli y de que la mayor parte de las encuestas comenza-
sen a dar ganador a Macri (como terminó ocurriendo final-
mente)–, el candidato a presidente Daniel Scioli y el FPV en
general intentaron endurecer su discurso, buscando explicar
a la población qué significaría una victoria de Macri en las
elecciones.
Pareciera que la toma de conciencia acerca de la posibili-
dad real de una victoria de la derecha hizo menguar –al me-
nos momentáneamente– la multitud de internas en el FPV,
que repasábamos en el Análisis… anterior, para dar paso a un
discurso de denuncia hacia el FC. Decía Scioli: “Ellos, que sólo
son una alianza en contra de algo, tienen que decir cuál es el
cambio que proponen. ¿Devaluar? ¿Hacer un ajuste? Macri
está encubriendo lo que va a hacer y eso es inquietante para
los trabajadores, la clase media y el aparato productivo” (CL
1/11). “Acá contrastan dos modelos de país, dos proyectos de
Argentina. El de la inclusión o el de la exclusión. El de lo na-
cional o el de lo importado. El del mercado interno o el de
priorizar pagarle a los buitres” (P12 1/11). Y sobre la enton-
ces potencial designación de Juan José Aranguren como mi-
nistro de Energía, decía: “Eso significa que no les importa la
soberanía. Bajo la palabra ‘cambio’ nos están ocultando que
quieren volver YPF a manos privadas” (P12 7/11).
Estas y otras muestras de una radicalización en el discurso
marcaron el carácter de la campaña por el balotaje, mostran-
do, por un lado, ciertos rasgos muy reales de la política a im-
plementar por el enemigo y, por otro, el bajísimo nivel de la
discusión sostenida hasta ese momento en la campaña. Al
decir de las encuestas, el candidato del FPV fue acercándose,
desde 8% de diferencia, hasta el definitivo 1,4% (LN 15/11).
La firmeza en ciertas definiciones sirvió para aumentar el
caudal de votos, pero el endurecimiento de último momento
hablaba a las claras de la falta de preparación ideológica de la
fuerza propia. Y esto tiene que ver con la dificultad para defi-
nir con precisión a qué nos referimos cuando hablamos de
46 De batallas y guerras por la liberación nacional
DICIEMBRE DE 2015
“buitres”, de “monopolios”, de “librecambio” o de “apertura
de la economía”. Trabas que no arrancaron en la campaña
electoral sino que vienen siendo arrastradas desde hace
tiempo por el propio frente nacional y que tienen que ver con
el modo en que se define la etapa histórica en que está vi-
viendo el mundo.
A último momento, como quien en el periodo agudo de
una enfermedad pretende aplicar el tratamiento que hubiera
sido útil meses antes, miles de personas salieron espontá-
neamente a la calle a organizar una campaña movimientista,
avalada sólo en la instancia final por el FPV, que en ningun
caso estuvo a la altura de conducir esos movimientos espon-
táneos, protagonizados por vastos sectores de la población,
desde científicos, hasta sindicatos, pasando por jubilados, or-
ganizaciones sociales y mucha “gente suelta”. La campaña de
denuncia contra el FC, por ser de última hora, por no haber
sido sistemática desde años atrás, fue tachada por los escri-
bas oligárquicos de “campaña del miedo” y poco creíble (LN
11/11). Una parte importante de la población parece haber
sido permeable a estas ideas.
También es cierto que esta profundización en la caracteri-
zación del frente electoral opositor no se trasladó a denun-
ciar en profundidad a los actores económicos que se benefi-
ciarían y que empujan la instauración de las políticas
denunciadas por el FPV. Es así que se criticaba la devaluación,
pero no la necesidad objetiva que tienen de ella la SRA, CRA y
el conjunto de los capitales con capacidad exportadora, o los
monopolios trasnacionales que se preparan para comprar
por 1 lo que valía 10. Se criticaba la falsedad y el ocultamien-
to en la campaña de Macri y la monopolización de la palabra
perpetrada por el grupo Clarín que contribuía a ello, que es la
posibilidad estructural del ocultamiento de Cambiemos. No
obstante, costaba y cuesta vincular a los monopolios con la
objetiva tendencia del capitalismo a constituir los mismos,
dado cierto desarrollo de las fuerzas productivas. Por lo tan-
to, toda la prédica del kirchnerismo contra los monopolios,
expresada por ejemplo en programas como 678, se limitó
siempre a proclamar la necesidad de multiplicar las voces en
los medios de comunicación, frente la negación de las voces
populares por parte del monopolio multimediático, plan-
teando la posibilidad de una “sana convivencia” entre un
Grupo Clarín “desmonopolizado” y las voces que se le opo-
nen. Esta mirada no logra ver que el monopolio es el ser
mismo del grupo, que no existe bajo otra forma. No hay gru-
po Clarín, ni grupo Mastellone, ni grupo Arcor, ni grupo Te-
chint, etc. “achicados”. Pretender que Clarín permita la exis-
tencia de otras voces y respete el derecho a la información es
pedirle que atente contra los intereses mismos del grupo,
contra su reproducción. Pretender que cualquier monopolio
resigne las ganancias extraordinarias que le proporciona su
posición dominante en el mercado es pedirle que renuncie a
la acumulación ampliada de su capital y por lo tanto a conti-
nuar compitiendo en un mercado que se achica cada día más.
En síntesis, pretender un capitalismo sin monopolios (“no
salvaje”, “verde” o como se lo quiera denominar) es negar las
leyes intrínsecas al capital de concentración y centralización,
hecho objetivo ya identificado hace tiempo.
A su vez, en determinados sectores de trabajadores se vio
una tendencia a naturalizar ciertos frutos de la lucha de estos
años. Sin embargo, la permanente caracterización de los de-
rechos recuperados en estos 12 años simplemente como be-
neficios otorgados por el Estado –concepto que desde el go-
bierno de Cristina no cesó de remarcarse pero que se halla
arraigado en el seno de las propias masas trabajadoras– ten-
día a la pasividad de las masas frente a su defensa y a no ra-
cionalizar el proceso de constitución de esos beneficios. Es
decir, comprender qué luchas contienen por detrás de sí y a
qué enemigos perjudican los derechos recuperados.
A pesar de toda esta flaqueza señalada, la salida espontá-
nea de miles de personas ante la posibilidad real de la victo-
ria de Macri mostró algo de las fuerzas que se opondrán a un
futuro plan neoliberal y la rápida toma de conciencia de las
masas en momentos de crisis. Este movimiento espontáneo
hizo rabiar a los escribas oligárquicos, que para criticarlo qui-
sieron disminuirlo a la defensa de privilegios impropios de
funcionarios inmorales. Decían que era la reacción de una
“burocracia política”, de “lúmpenes de toda laya, que han si-
do prohijados por distintos organismos y organizaciones” (LN
8/11). Golpea bien la oligarquía, golpea al frente nacional por
el sector que se comporta cómo ellos le proponen, que tiene
sus gustos e intenta tener su consumo, pero oculta que sus
intereses se enfrentan a los del pueblo argentino, más que a
los de un grupo de burócratas. Y que la lucha contra ellos es
una necesidad de todas las fuerzas populares.
También es destacable que sectores del FPV se embarca-
ron en la aprobación de leyes que intentaban profundizar el
modelo nacional-popular y asentar su defensa en los sectores
trabajadores. El día 17 de noviembre, los diputados Andrés
Larroque y Juan Cabandié presentaron dos proyectos de ley,
elaborados por Héctor Recalde (ex abogado de la CGT), que
obligan a las empresas de telefonía y a las de comunicación
audiovisual a distribuir parte de sus ganancias con sus traba-
jadores (LN 17/11) y declaraban que ese derecho podía am-
pliarse a otras ramas productivas. Sin dudas que ese tipo de
herramientas, útiles solamente si son llevadas como bandera
por el único sector que puede arribar a su cumplimiento real,
el movimiento obrero organizado, eran a esta altura del par-
tido casi el sinceramiento de lo no hecho en momentos de
holgura política. La discusión del proyecto de participación en
las ganancias por parte de los trabajadores, iniciada en el año
2010 –cuyo eje central estaba en la posibilidad de que dele-
gados gremiales se sentasen en la mesa del directorio de las
empresas a discutir la estrategia de las mismas–, fue uno de
los comienzos de la ruptura entre gobierno y CGT, cuando la
dirigencia kirchnerista –y principalmente su conductora– op-
tó por la posición de la Unión Industrial Argentina (UIA) de
“cajonear” dicho proyecto, como síntesis del modo en que se
concebía desde el entonces gobierno nacional el sujeto de
Análisis de Coyuntura 47
DICIEMBRE DE 2015
cambio y la construcción de la fuerza para pelear contra el
enemigo imperial-oligárquico.
Comprender y reorganizar
En la búsqueda de las razones de la derrota electoral hubo
en el frente nacional múltiples voces que intentaron explicar
lo sucedido. La tendencia a culpar a los medios de comunica-
ción y a los asesores de imagen se verificó en varios analistas
kirchneristas, que de alguna manera daban un carácter deci-
sivo a los golpes de efecto. Se identificaba al poder mediatico
como el gestor de la derrota (TA 2 y 23/11). También se car-
garon las tintas sobre un sector de la población que prioriza-
ba justamente las formas estéticas, frente a los planes de go-
bierno, en un claro desprecio por el voto opositor. Dividiendo
así a la población entre un sector racional y otro irracional,
entre buenos y malos (TA 7/11). Otro de los centros del de-
bate se dio en la fuerza con que incidieran las mezquindades
políticas y ambiciones personales de determinados funciona-
rios y políticos.
La gran mayoría de estas explicaciones pecaban de unilate-
ralidad y no planteaban las situaciones de fondo. ¿Cuál es el
origen de las mezquindades políticas? ¿Cuál el origen de la
falta de claridad en la identificación del enemigo de amplias
capas de la población? Se acercaba a una explicación más ca-
bal el saliente Director de la Biblioteca Nacional, Horacio
González, cuando decía: “El kirchnerismo fue muy lejos y
también se quedaba muy cerca. Constriñó, amonestó, pero
fue menos amenazador que amenazado. Fuerte en simbolo-
gías y punzante en el filo de su lengua, no podía pasar los
umbrales de la Banca Rothschild. Se había declarado dentro
de los márgenes del capitalismo pero extraía de su vocabula-
rio principal acepciones antimonopolistas, anticorporativas y,
por lo tanto, democrático republicanas” (P12 7/11). Creemos
aquí se encierra una de las la llaves de la comprensión de la
derrota. Las mezquindades políticas surgen de la aspiración al
enriquecimiento personal, de la utilización del movimiento
político y las herramientas de gobierno en beneficio propio.
Cuando dirigentes, funcionarios y militantes del frente nacio-
nal adoptan –aunque no sean concientes de ello– los gustos y
modos oligárquicos, se vuelven débiles. Pero este eclecticis-
mo de muchos dirigentes políticos, que temen perder sus lu-
gares de privilegio, no proviene de ninguna esencia individual
de ningún dirigente, sino que es un producto obvio del siste-
ma social capitalista, basado en la propiedad privada y fun-
dado en la apropiación privada del trabajo social. Estas mez-
quindades son sólo superables si se combate esta forma de
reproducción social, si se adoptan nuevos principios y objeti-
vos sociales.
Transcurridos tantos años de lucha, no podemos conside-
rar que el poder de los medios y la hegemonía ideológica de
la clase dominante, que obviamente contribuyó al ajustado
triunfo electoral macrista, son sólo una virtud del enemigo.
Sino que constituyen el fruto de la falta de profundización en
términos teóricos y políticos dentro del campo nacional. En
los límites del capitalismo no se puede derrotar a los mono-
polios, puesto que el empresariado mercado-internista, en
caso de derrotar a las empresas extranjeras que hoy deten-
tan una posición de privilegio (situación difícil de concebir),
tenderá obviamente a ocupar su lugar, quedarse con sus
mercados y por lo tanto, tener sus mismas necesidades.
Cambiar de amos, nunca será liberarse.
La liberación nacional y social en ningún caso puede reali-
zarse sin los trabajadores como actores centrales del proce-
so. Por eso la oligarquía fustiga contra el peronismo, porque
este movimiento surgió como la estrategia de la clase obrera
para influir de manera decisiva en los destinos del país. Es así
que la clave de la derrota del FPV se encuentra en la fractura
del movimiento nacional y de su sector decisivo, el movi-
miento obrero. Desde el kirchnerismo se interpretó que el
movimiento obrero no era el actor central del cambio social.
Y a su vez, este no pudo constituir un plan propio, para poner
en el centro la lucha contra el enemigo principal, sino que se
replegó a la lucha particular de cada rama laboral por arran-
carle mejores condiciones en la venta de la fuerza de trabajo
a los dueños de los medios para producir. Este camino lo lle-
vó a privilegiar contradicciones secundarias, en detrimento
de atacar a fondo la resolución del problema nacional, el
problema del control de la renta de la tierra y la propiedad de
la misma, mientras desde la expresión política del frente se
intentaba dar solución a dicho problema desde el aparato del
Estado, con medidas que si bien contribuían a la distribución
del ingreso –como las retenciones a los productos del agro–
no lograron resolver el problema de fondo.
Este desencuentro entre la conducción del movimiento na-
cional y el sujeto de cambio, sumado a la dificultad en la
identificación del enemigo, llevó a una debilidad que explica
esta derrota circunstancial frente a la oligarquía.