ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

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1 Revista Mensual ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40 La concentración profundiza la fractura entre los viejos aliados Pintan mal las cosas para él, mi viejo El derrumbe del imperialismo y la urgente tarea de construcción de los pueblos Gente que no Mientras la burguesía local se desgrana a manos de la concentración capitalista, los trabajadores latinoamericanos construyen la transición Consolidando las bases de lo nuevo La fractura en las fuerzas imperialistas y la batalla perdida en Venezuela. Caos o salida Tiempo La concentración y centralización del capital a escala planetaria elimina las bases del Estado Nacional Una sombra ya pronto serás Mientras se agota la farsa democrática de la oligarquía genocida, se agudiza la crisis de todas las estrategias reformistas Hacedores de infamia

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Revista Mensual ISSN 1669-9122

SEPTIEMBRE DE

2017 $ 40

La concentración profundiza la fractura entre los viejos aliados

Pintan mal las cosas para él, mi viejo

El derrumbe del imperialismo y la urgente tarea de construcción de los pueblos

Gente que no

Mientras la burguesía local se desgrana a manos de la concentración capitalista, los trabajadores latinoamericanos construyen la transición

Consolidando las bases de lo nuevo

La fractura en las fuerzas imperialistas y la batalla perdida en Venezuela. Caos o salida

Tiempo

La concentración y centralización del capital a escala planetaria elimina las bases del Estado Nacional

Una sombra ya pronto serás

Mientras se agota la farsa democrática de la oligarquía genocida, se agudiza la crisis de todas las estrategias reformistas

Hacedores de infamia

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La concentración profundiza la fractura entre los

viejos aliados

Pintan mal las cosas para él, mi viejo ............. 3

De robos y robots ................................................3 Burbujas punto com ............................................4 Papel pintado ......................................................5 A cada sanción le corresponde una reacción ......6 Y contra China también .......................................8 En marcha indetenible hacia el futuro ................8

El derrumbe del imperialismo y la urgente tarea de

construcción de los pueblos

Gente que no .............................................. 10

Hay gente mentirosa .........................................11 Y vos... sí, vos: no mires al costado ...................11 Gente que te deja en la calle morir ...................13 Gente que te invita a su casa a dormir .............15 Gente que te escucha .......................................17

Mientras la burguesía local se desgrana a manos de

la concentración capitalista, los trabajadores

latinoamericanos construyen la transición

Consolidando las bases de lo nuevo ............ 20

“Toma de mí todo, bébetelo bien” ...................21 Volando bajito ...................................................23 Rápido, antes que se aviven! ............................24 A los guadañazos ...............................................26 Vienen por algo… ..............................................27 Vamos por todo… ..............................................29

La fractura en las fuerzas imperialistas y la batalla

perdida en Venezuela. Caos o salida31

Tiempo ....................................................... 31

Muchas opciones para Venezuela .................... 32 Desconocer el origen y el proceso.................... 35 Antipatriarcal, antiimperialista ......................... 37 El terror de las oligarquías ................................ 39

La concentración y centralización del capital a escala

planetaria elimina las bases del Estado Nacional

Una sombra ya pronto serás ....................... 41

Viejos conocidos, nos vienen a visitar .............. 42 ¿Insertarnos en el mundo o que… el mundo nos inserte? ............................................................. 45 La patria en estado crítico ................................ 48 No sos vos (gran burguesía argentina), soy yo (gran burguesía mundial) ................................. 50

Mientras se agota la farsa democrática de la

oligarquía genocida, se agudiza la crisis de todas las

estrategias reformistas

Hacedores de infamia ................................. 53

Las PASO y la táctica de la Oligarquía ............... 54 “Posverdad” de los herederos de la década infame .............................................................. 55 La contradicción entre el ajuste y el consenso político .............................................................. 57 Ni nos dejan ser cipayos ................................... 59 La Mafia de la Justicia ....................................... 60 ¿Dónde está Santiago Maldonado? ................. 61 Las PASO y los límites propios .......................... 65 La intelectualidad de la Manzana de las Luces . 66 Argentina, tus hijos ya no pueden más ............ 68

Fuentes consultadas: EE.UU.: Wall Street Journal (WSJ). Gran Bretaña: The Economist (TE).

Alemania: Deutsche Welle (DW). China: Xinhua (XH). Rusia: Russia Today (RT). Irán: HispanTV (HTV).

Venezuela: Telesur (TS). Cuba: Cubadebate (CD). Colombia: El Tiempo (ET). Argentina: Clarín (CL); Crónica (CA); Cronista Comercial (CR); La Nación (LN); Página 12 (P12).

Números anteriores disponibles en www.analisisdecoyuntura.com.ar

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La concentración profundiza la fractura entre los viejos aliados

Pintan mal las cosas para él, mi viejo

“Tengo que domar el fuego

para cabalgar seguro

en la bestia de futuro

que me lleve a donde quiero”

(Silvio Rodríguez)

Durante el mes de agosto, la aprobación de un

nuevo paquete de sanciones contra Rusia por parte

del Congreso norteamericano condensaba el cua-

dro de conjunto de la economía global.

Cuestionan…

En primer lugar, la necesidad objetiva del gran

capital monopolista occidental de radicalizar sus

posturas contra el eje sino-ruso, siendo China y Ru-

sia las caras visibles de un amplio bloque de países

cuyas sólidas bases económicas, y crecientes

acuerdos y consenso político, chocan contra la oxi-

dada hegemonía del bloque EEUU-UE.

En segundo lugar, que a ese enfrentamiento las

potencias imperialistas llegan fracturadas, como

bloque histórico pero también al interior de cada

país. Fundamentalmente su cabeza, EEUU, se

muestra quebrada en mil pedazos, cuya evidencia

máxima fue la disputa entre el Poder Ejecutivo y el

Legislativo en torno al paquete de sanciones du-

rante agosto.

En la base de esta fractura subyacen las tenden-

cias y contradicciones intrínsecas de la acumula-

ción capitalista: incesante desarrollo tecnológico

como resultado de la feroz competencia al interior

de la burguesía por mayores márgenes de ganan-

cia; el acelerado desarrollo de las fuerzas producti-

vas reduce velozmente el tiempo de trabajo so-

cialmente necesario para la producción del

conjunto de las mercancías y, como contrapartida,

un vertiginoso proceso de concentración y centrali-

zación del capital, expresado en las fusiones y ad-

quisiciones entre grandes corporaciones.

Pasemos a ver cómo se manifestó esta disputa

durante el mes de agosto.

De robos y robots

Mes a mes venimos analizando desde nuestras

páginas el acelerado proceso de concentración y

centralización del capital desencadenado tras el es-

tallido financiero de 2008. El 2015 fue el año ré-

cord de adquisiciones entre empresas a nivel global

y el 2016 batió las marcas en sectores específicos,

como telecomunicaciones o la industria química.

Un puñado cada vez más ínfimo de empresas

(des)controla los resortes fundamentales de la

producción y el intercambio a escala mundial, co-

mo resultado del proceso de globalización profun-

dizado desde el último cuarto del siglo XX.

El último informe de la Conferencia de las Nacio-

nes Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD),

tomando como base el año 2015, arrojaba que

88.000 empresas trasnacionales enlazaban más de

600.000 asociadas. Las llamadas “cadenas globales

de valor” explican más del 80% del comercio inter-

nacional, por las transacciones de bienes interme-

dios, servicios y materias primas entre filiales o

asociadas de estas ETN (empresas trasnacionales)

(CL 23/10/2016). Una evidencia de ello fue un au-

mento de más del doble de las transacciones inter-

nacionales durante agosto, en comparación al

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mismo mes del año anterior (CL 6/8), superando el

4%.

Lo que subyace a estas colosales fusiones entre

gigantes de la industria, el agro, el comercio y los

servicios es un desarrollo enorme y acelerado de

las fuerzas productivas que redunda en una reduc-

ción del tiempo de trabajo socialmente necesario

para producir las mercancías que consumimos –y

las que no– a diario. La reducción del tiempo de

trabajo incorporado en cada una de las mercancías

permite reducir los “costos laborales”, en tanto in-

crementa la productividad del trabajador, lográn-

dose que éste produzca lo mismo, o incluso más,

en menos tiempo. Es decir, con un menor tiempo

de trabajo aplicado al proceso productivo se logran

producir más mercancías. Sin embargo, el punto

nodal de la crisis radica en que esta reducción del

tiempo de trabajo requerido reduce, a la vez, el va-

lor producido (riqueza), por lo tanto se achica la

fuente de la que la burguesía obtiene sus ganan-

cias: el tiempo de trabajo impago que absorbe a los

obreros en el proceso productivo, y que “realiza” a

través del mercado a partir de la venta de mercan-

cías que convierten en ganancia el valor (tiempo de

trabajo) en ellas contenida. Es decir, si cada vez hay

menos valor producido, hay menor valor que pue-

da transformarse en ganancia. Esta crisis resulta

aun peor considerando la enorme sobreproducción

a escala global, que implica el abarrotamiento de

stocks de mercancías a lo largo y ancho del planeta,

que contienen valor que no se convierte en ganan-

cia ya que el mercado no puede absorberlas...

Las cifras del sector automotriz difundidas este

mes ilustraban de manera gráfica esta tendencia,

ya señalada en el último Foro Económico Mundial

de Davos, cuando los principales ejecutivos del

gran capital advertían sobre la destrucción inmi-

nente de más de cinco millones de puestos de tra-

bajo. La industria automotriz emplea cerca de 7 mi-

llones de personas en EEUU y cerca de 13 millones

en Europa. En este sector, donde la tecnología no

sólo está transformando el proceso de producción

sino incluso el producto final –distintos análisis

ubican el 2020 como el año clave para la masifica-

ción en el parque automotor global de los vehícu-

los de conducción autónoma–, el porcentaje de

fuerza laboral reemplazable por robots y software

alcanzaría el 90% (CR 7/8).

“Las cosas van a empeorar cuando se populari-

cen los atractivos y engañosos autos eléctricos. Por

fuera luce como cualquier otro coche pero por

dentro es más como una computadora sobre rue-

das, totalmente diferente a los vehículos con moto-

res de combustión interna que usamos actualmen-

te. Ya se nota la disparidad en un informe reciente

de los ingeniosos analistas financieros de UBS que

recientemente desarmaron uno de los autos eléc-

tricos, Chevrolet Bolt de GM, que sale u$s 37.000,

para ver cuál era su costo de fabricación. Descu-

brieron que era u$s 4.600 más barato de lo espera-

do (…). El informe no abarcó el tema de los em-

pleos, pero sus conclusiones son atemorizantes

para los trabajadores del sector automotriz. Afirmó

que el Bolt sólo contaba con 24 piezas móviles en

comparación con las 149 piezas de un VW Golf,

simplemente debido a que los motores eléctricos

son mucho más sencillos que los motores de com-

bustión. Esto sugiere que la industria automotriz

del futuro empleará muchos menos trabajadores

para fabricar no sólo los vehículos sino también

sus componentes. Esto implica menos trabajadores

y una reducción del mercado de mantenimiento y

repuestos” (todo en Financial Times, reproducido

en CR 7/8).

Si el capital se reproduce en base a la apropia-

ción de parte de la riqueza creada por la fuerza de

trabajo durante el proceso productivo y, tal como

vimos, los trabajadores ocupan un rol cada vez más

marginal en la producción y circulación global, co-

mo resultado de la necesidad del capital de incor-

porar tecnología, es evidente que se enfrenta a una

crisis de una profundidad inusitada. Este panorama

empeora considerando que el proceso por el cual

la mano de obra es desplazada del momento de la

producción se acelera velozmente bajo el signo de

la lucha entre los monopolios por apropiarse de

mayores tajadas de la riqueza mundial, sin arreglo

a más que la propia supervivencia.

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Análisis de Coyuntura 5

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Burbujas punto com

En la actual etapa de acumulación del capital, la

velocidad del avance tecnológico ha puesto en el

centro de la escena económica mundial a las com-

pañías vinculadas al desarrollo digital e informático

aplicado a la producción. Si todas las mercancías

tienden a ser “computadoras sobre ruedas”, como

señala el Financial Times, es evidente que quien

controla ese desarrollo, controla el sector estraté-

gico de las cadenas globales de valor.

Las 4 principales plataformas digitales norteame-

ricanas Amazon, Microsoft, Google y Facebook su-

madas a las 2 mayores chinas, Alibaba y Tencent,

constituyen la punta de lanza del sistema transna-

cional de producción y circulación del capital. Se-

gún indicara este mes la revista especializada For-

tune, Apple continúa encabezando la lista de las

empresas más rentables del mundo (XH 3/8).

Al mismo tiempo, se conocía que el índice S&P

500 IT, que mide el desempeño de las empresas

tecnológicas incluidas en el ranking de las primeras

500 empresas del mundo, lleva ganado un 22,8%

en lo que va del año, un crecimiento superior al del

Nasdaq (+18,6%), que agrupa acciones de un con-

glomerado de tecnológicas mucho más vasto. Con

este crecimiento, las capitalizaciones bursátiles in-

cluidas en el índice superaron al PBI alemán, su-

mando más de u$s 3,5 billones (CR 24/7).

Vale decir que la capitalización bursátil de estas

empresas tecnológicas crece a pasos agigantados,

pero que este fenómeno no responde solamente a

cuánto están produciendo ahora, sino a lo que se

espera que produzcan en el futuro. Por ejemplo, el

mercado apuesta a que cuando el vehículo autó-

nomo –sin conductor– se masifique, tal o cual ac-

ción suba su precio, porque esa empresa será la

proveedora del software de los mapas de navega-

ción de una porción importante de los autos en el

mercado. Sin embargo, aunque la experiencia indi-

ca que las apuestas del mercado a futuro “pueden

fallar”, lo cierto es que están repartiéndose ganan-

cias (es decir, riqueza, por lo tanto, valor) que aún

no se ha producido, especulando; una manifesta-

ción más de la plétora de capitales –capital sobran-

te– que se agolpa en aquél lugar donde ve atisbos

de grandes y rápidas ganancias.

En este mismo sentido, este mes, la Reserva Fe-

deral de EEUU advertía que las deudas de tarjetas

de crédito en ese país alcanzaron el nivel histórico

de u$s 1.021 billones en junio de 2017, una cifra

que supera el récord anterior alcanzado en abril de

2008, cuando explotó la crisis de los créditos inmo-

biliarios. Este estudio también confirmó que la

edad de los endeudados ha aumentado debido a

que padres y abuelos asumen los pasivos de sus hi-

jos y nietos (RT 8/8).

Otras voces alertaban sobre los riesgos de la es-

puma financiera: Jim Rogers, cofundador del fondo

de cobertura Quantum Group, estimaba un “crash

bursátil para este año, a más tardar el próximo”;

mientras que Iain Begg, economista de la London

School of Economics, advertía que “es como algo

que uno no ve venir y de pronto lo muerde a uno

en la pierna. Por eso debemos permanecer aler-

tas, para no despertar un día con una crisis aún

mayor de la de 2007/2008” (DW 14/8).

Siempre el eje de cualquier análisis sobre las di-

mensiones colosales de la burbuja especulativa de-

be partir de la crisis inherente a la reproducción

capitalista, es decir, remitirse a la esfera de la pro-

ducción. El desarrollo de las fuerzas productivas,

acelerado al calor de la competencia entre los mo-

nopolios, y la consecuente reducción del tiempo de

trabajo socialmente necesario para producir el con-

junto de mercancías con las que abarrota –en can-

tidades cada vez más ingentes– el mercado global,

son la base material de la plétora de capital. Es de-

cir, los enormes flujos de capital desalojados de la

esfera de la producción en el proceso de concen-

tración y centralización que describíamos al co-

mienzo buscan y se amontonan en nichos especu-

lativos que prometen altos rendimientos. Por eso

una y otra vez la/s burbuja/s vuelve/n a formarse, a

pesar de las disímiles o heterodoxas políticas mo-

netarias así como de las “restricciones financieras”

adoptadas cada vez: “Lo que no tiene es remedio”,

canta Serrat.

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6 Pintan mal las cosas para él, mi viejo

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Papel pintado

Sin duda una de las alarmas que se encendían es-

te mes en el tablero de la economía imperialista gi-

raba en torno de la pérdida de posiciones del dólar

como divisa mundial. Desde enero a julio, la mone-

da norteamericana perdió más de 6% de su valor

comparado con el yen japonés, y más del 7% frente

a la libra esterlina (que no pasa su mejor momento

luego del Brexit, cabe recordar). En el mismo pe-

ríodo, el dólar cayó casi 4% respecto de la divisa

china, el renminbi. “Marginalmente, los inversores

pueden mostrarse un poco más cautos en tratar al

dólar como el puerto seguro”, advertía Jeremy Co-

ok, economista en jefe de la financiera británica

World First (todo en LN 13/8).

En el mismo sentido, a fines del mes de julio el

precio del oro subió casi u$s 10 la onza hasta si-

tuarse en u$s 1.266 (RT 31/7). Al tratarse de dos

mercancías que desempeñan función de moneda

global, históricamente la relación entre sus magni-

tudes de valor expresa la confianza o desconfianza

de los inversores en el desempeño de la una o de la

otra, es decir que el oro disparó su precio como

contrapartida del deterioro de la divisa norteame-

ricana.

Al tratarse el dólar de una moneda de circulación

mundial, y una referencia en la cual se expresan a

su vez un importante conjunto de monedas nacio-

nales del resto de los países del globo, sus vaivenes

deben leerse enmarcados en esa totalidad, y no só-

lo en la puja al interior de la frontera estadouni-

dense.

En este sentido, la precipitada caída del dólar

expresa en primer lugar la saturación de dólares

durante años y años, impulsado por la Reserva Fe-

deral norteamericana por medio del apalancamien-

to, imprimiendo billetes a discreción, como parte

del “plan” de reactivación tras la crisis de las hipo-

tecas sub-prime estallada en 2008. Es decir, hay un

aspecto de la caída del precio de la divisa norte-

americana que puede entenderse como resultante

de casi diez años de tasas ultra bajas y emisión in-

discriminada de billetes para intentar insuflar la

economía yanqui.

Sin embargo esta explicación es sólo parcialmen-

te cierta. A ella hay que agregarle el más profundo

y perdurable deterioro de la competitividad de la

economía norteamericana. En este sentido, la his-

tórica primacía del dólar como moneda mundial

expresaba la superioridad norteamericana en la es-

cena económica global, desde donde se conducía al

conjunto del bloque imperialista y el entramado de

conglomerados trasnacionales y, por tanto, el con-

trol de los sectores de punta del proceso producti-

vo a escala planetaria.

El impacto del proceso de trasnacionalización del

capital iniciado en la década del 70 por las compa-

ñías multinacionales, profundizado en los 90 y los

2000, redundó en el emparejamiento de los tiem-

pos y las tecnologías de producción a lo largo y an-

cho del globo. Es decir, este emparejamiento es

fruto del “esparcimiento” de tecnología que un pu-

ñado de empresas que controla el grueso del pro-

ducto bruto mundial hace a sus filiales, atendiendo

a la distribución de las materias primas, el precio

de la fuerza de trabajo, las regulaciones impositi-

vas, etcétera.

En este sentido, desde hace al menos dos déca-

das la economía norteamericana ha perdido posi-

ciones relativas en materia de productividad e in-

novación en relación a otros países, como

Alemania o China (donde el desarrollo de nuevas

tecnologías aplicadas a la producción no devino de

la planificación de las compañías multinacionales

sino de la dirigida por el gobierno del PCCh como

administrador de la propiedad del pueblo sobre los

resortes económicos fundamentales).

Que el dólar, como respaldo y evidencia de la so-

lidez de las arcas norteamericanas, es papel pinta-

do del que nadie puede aseverar fehacientemente

el valor, no es, sin embargo, una novedad histórica.

Lo novedoso en cambio es que es la fractura en la

hegemonía imperialista, que venimos describiendo

mes a mes como correlato de la imposibilidad de

resolver la contradicción objetiva que desgarra al

sistema –el achicamiento del tiempo de trabajo so-

cialmente necesario-, la que impide ahora que Es-

tados Unidos pueda continuar imponiendo su mo-

neda como la referencia obligada mundial.

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Análisis de Coyuntura 7

SEPTIEMBRE DE 2017

A cada sanción le corresponde una

reacción “Los europeos tenemos de verdad que tomar nuestro destino con nuestras propias manos,

por supuesto en amistad con EEUU, con Reino Unido y, como buenos vecinos, donde sea

posible también con otros países, incluso con Rusia. Pero tenemos que saber que debemos

luchar por nuestro futuro por nuestra cuenta, por nuestro destino como europeos”

(Ángela Merkel)

Sin lugar a dudas, el eje de la disputa económica

global en el mes de agosto se manifestó en la

aprobación por parte del Congreso norteamericano

de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia,

por la supuesta interferencia en el proceso de elec-

ciones presidenciales que dieron el triunfo a Do-

nald Trump. La reacción europea contra las medi-

das evidenciaba nuevamente la fractura en el

bloque imperialista, trazando una continuidad con

el portazo yanqui del Acuerdo de Paris en el G-7, y

los posicionamientos enfrentados en el documento

final del G-20 que analizamos el mes pasado.

En primer lugar, la medida evidenciaba también

la fractura al interior de los Estados Unidos, porque

fue tomada por el Congreso, en medio de críticas

del mandatario norteamericano, y porque además

explicita la prohibición al poder Ejecutivo de modi-

ficar las sanciones unilateralmente (RT 25/7).

“Nuestra relación con Rusia está en el punto más

bajo y peligroso de todos los tiempos. Pueden

agradecérselo al Congreso, la misma gente que ni

siquiera puede darnos cuidado de salud”, fulmina-

ba Trump en su cuenta de Twitter (CD 3/8).

Además de sancionar a empresas y funcionarios

rusos, el nuevo paquete concedía al Congreso la

prerrogativa de castigar a cualquier persona invo-

lucrada en inversiones en la esfera energética rusa,

golpeando el proyecto de gasoducto Torrente Nor-

te-2, que proyectaba transportar gas natural hasta

Alemania a través del mar Báltico y sin intermedia-

rios, y en el que participan, junto al coloso ruso

Gazprom, las compañías austriaca OMV, la francesa

Engie, las alemanas Wintershall y Uniper, así como

la británica Shell (CD 3/8).

Por otra parte, una semana después de las san-

ciones legislativas, la empresa energética estatal

ucraniana Centrenergo firmaba un contrato para

que la estadounidense Xcoal Energy & Resources

suministre a Kiev 700.000 toneladas de carbón al

año (RT 1/8).

De esta forma, quedaba en evidencia que tras la

nueva ola de sanciones se encuentra la disputa por

el aprovisionamiento de energía a la Unión Euro-

pea, en el contexto de expansión de la producción

energética norteamericana vía explotación de ya-

cimientos no convencionales.

Desde el otro lado del Atlántico, Moscú subía la

apuesta: “Reduciremos nuestra dependencia de los

sistemas de pago estadounidense, del dólar como

moneda de pago, etcétera. Esto está adquiriendo

una importancia vital (…). EEUU usa su papel pre-

ponderante en el sistema monetario y financiero

para imponer presiones a negocios extranjeros, in-

cluidas las compañías rusas”, sentenciaba el vice-

ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi

Riabkov (HTV 7/8).

Al igual que con las sanciones aplicadas tras la

guerra civil fogoneada por el imperialismo en

Ucrania, cuando los monopolios yanquis intentan

asfixiar la economía rusa, sólo logran fortalecerla,

empujando a la diversificación de la matriz produc-

tiva y al estrechamiento de los lazos con otros ac-

tores de la comunidad internacional tal cual lo

afirmara Vladimir Putin en oportunidad de la pri-

mera oleada de sanciones.

Sin embargo, las respuestas más contundentes y

sustanciosas al paquete de medidas sancionado

por el Congreso yanqui no provinieron de Rusia

sino de la propia Unión Europea. La Comisión Eu-

ropea (CE) convocaba a una reunión extraordinaria

para analizar el impacto de la medida, en la que se

concluiría que “si las preocupaciones no se tienen

suficientemente en cuenta, se estará preparado

para actuar de manera adecuada en cuestión de

días”, según declaraciones del presidente Jean-

Claude Juncker (LN 27/7).

Pero la denuncia más explícita sobre las inten-

ciones detrás de las sanciones de EEUU contra Ru-

sia fueron vertidas por el vicecanciller y ministro de

Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, quien

advirtió que “combinar agresivamente cuestiones

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8 Pintan mal las cosas para él, mi viejo

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de política exterior con los intereses económicos

estadounidenses y decir: 'queremos expulsar al

gas ruso del mercado europeo para que podamos

vender gas estadounidense allí', es algo que defi-

nitivamente no podemos aceptar” (RT 4/8). En la

misma línea que apuntaba Merkel tras el portazo

de Trump del Acuerdo de París, el funcionario ale-

mán volvía a poner en evidencia la fractura en el

bloque de los aliados imperialistas. La resistencia

de la burguesía europea a que las corporaciones

norteamericanas digiten su política exterior y aho-

ra su abastecimiento energético es muestra cabal

de que el proceso de concentración y centraliza-

ción del capital a gran escala dinamita las bases de

los acuerdos históricos y enfrenta a otrora aliados.

“Estados Unidos no tiene amistades permanen-

tes, sino intereses permanentes”, decía el presiden-

te norteamericano John Quincy Adams. El achica-

miento del tiempo de trabajo a repartir entre los

monopolios obtura cualquier posibilidad de cons-

truir consenso en torno de un plan mínimo de ac-

ción, e implica una lucha de todos contra todos ca-

da vez más flagrante.

Y contra China también

Promediando el mes, el presidente de EEUU

abría fuego en otro frente, autorizando una inves-

tigación sobre China por supuestos casos de robo

de propiedad intelectual. Según informaba

Reuters, la acción apuntaba a presionar a Pekín pa-

ra que negocie sus prácticas comerciales, central-

mente las que pautan que las compañías extranje-

ras que operan en China compartan con el gigante

asiático la propiedad intelectual de las tecnologías

que desarrollan y aplican allí (RT 14/8).

Además del desfasaje en cuanto al crecimiento

de la productividad que señalábamos más arriba,

EEUU también pierde con China en relación a la ba-

lanza comercial. Las exportaciones chinas a EEUU

aumentaron más de 200% en los últimos 15 años y

el déficit en el intercambio arrojó un rojo de u$s

309.000 millones en 2016 para la economía yanqui.

En este escenario, la disputa por la propiedad de

las patentes llegaba después de que el secretario

de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, señala-

ra a propósito del déficit: “Podríamos entenderlo,

si esto fuera la consecuencia natural de las fuerzas

del libre mercado, pero no es así (...). Ya es hora de

reequilibrar nuestra relaciones de comercio e inver-

siones de una forma más justa, equitativa y recí-

proca” (CR 20/7). En la misma línea, el secretario

del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, apuntaba:

“Necesitamos trabajar juntos para maximizar los

beneficios para ambas partes. Pero eso solo es po-

sible si hay una relación más justa y equilibrada en-

tre EEUU y China (...). Eso significa discutir los des-

equilibrios provocados por la intervención de

China en su economía” (CR 20/7).

Objetivamente, el capital monopolista occidental

ha quedado rezagado en algunas áreas con respec-

to al avance tecnológico del gigante asiático en la

última década, que luego de finalizado el período

de convergencia tecnológica con respecto a la ma-

nufactura norteamericana –el denominado “catch

up”–, destinó una importante cantidad de recursos

económicos y humanos al salto en el sector que

desarrolla medios de producción, a través del des-

pegue del área I+D (investigación y desarrollo). Las

medidas sobre las patentes y la radicalización de la

política yanqui en Asia, que veremos en profundi-

dad en el siguiente artículo, responden a la necesi-

dad de detener ese proceso, de coartar el desarro-

llo estratégico de la economía oriental.

Queda claro entonces que no está en discusión si

China es o no una economía de libre mercado no

intervenida, sino su acelerado desarrollo, siendo

ésta la verdadera piedra en el zapato de los mono-

polios occidentales. En la fase actual de acumula-

ción capitalista, donde los niveles de concentración

y centralización del capital alcanzan máximos histó-

ricos, tal como lo señalábamos al comienzo; donde

un puñado de 147 grupos controlan más de la mi-

tad del producto bruto global, la “libre competen-

cia” se muestra cada día más como una farsa en la

medida en que estas grandes corporaciones se de-

voran mutuamente. Por lo tanto –y esto vale desde

principios del siglo XX a nuestros días– no hay eco-

nomía de libre mercado posible, no sólo en China,

sino tampoco en Europa, ni en Estados Unidos, ni

en el mundo.

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Análisis de Coyuntura 9

SEPTIEMBRE DE 2017

En marcha indetenible hacia el futuro

“Sé que futuro y memoria

Se vengarán algún día”

(F. Urondo)

Algunos números bastan para ilustrar el sólido

crecimiento de la economía oriental y sobre todo

su desarrollo en materia de innovación tecnológica

aplicada al proceso de producción.

El crecimiento en 2016 del PBI chino fue de 6,7%,

pero si se observa el segmento de economía digi-

tal, la cifra asciende al 18,9%. Este sector contribu-

yó con el 30,3% del PBI para ese año (XH 20/7). En

los últimos 6 meses el 45,6% del total de las inver-

siones industriales se ha destinado a las nuevas

manufacturas de alta tecnología (CL 23/7).

En el mismo sentido, el número de solicitudes de

patente relacionadas con la Inteligencia Artificial

(IA) por parte de investigadores chinos aumentó

casi un 200% en los últimos años. El estado invirtió

en Baidu, el principal buscador online de la econo-

mía oriental, que está concentrando todos sus es-

fuerzos en vehículos de conducción autónoma,

donde disputa el control con el coloso de Silicon

Valley –Google– (TE 15/7).

Por otra parte, este mes se anunciaba un nuevo

paso en el plan de reformas de las empresas esta-

tales chinas, puntualmente la apertura hacia una

propiedad mixta en aquellas empresas que se en-

cuentran bajo control de las administraciones pro-

vinciales, en pos de ganar productividad y eficien-

cia. De las más de 150.000 empresas estatales, sólo

102 son administradas por el gobierno central, el

resto vía estados provinciales, por lo que la refor-

ma abarca a un espectro muy importante. El con-

junto de las empresas estatales chinas recaudaron

unos 24,6 billones de yuanes en ingresos durante

los primeros seis meses del año, materializando un

alza del 16,6% en relación al año 2016 (TE 22 y XH

27/7).

Su vigoroso desarrollo en I+D coloca a China al

frente de la tendencia mundial de avance tecnoló-

gico y robotización, lo que torna su economía cada

vez más competitiva en relación al resto del mun-

do. Esto objetivamente ha ubicado al gigante asiá-

tico en el centro de la escena global.

Mientras las potencias imperialistas se desgarran

en fracturas insalvables en el marco del proceso de

concentración y fusiones entre los monopolios que

controlan el grueso de la economía mundial, y

emergen por doquier líderes que pregonan la vuel-

ta al proteccionismo y el freno a la globalización, el

PCCh viene empujando la construcción de órganos

de gobernanza mundial con mayor representación

de los países emergentes y la firme convicción de

que el proceso de socialización de la producción a

escala trasnacional al que ha llegado el desarrollo

de las fuerzas productivas desde el último tercio

del siglo XX a esta parte es irreversible.

En este sentido, Gabriel Holand (economista y di-

rector de HR Global) destacaba el creciente papel

de China a nivel mundial. “Existe una situación no-

vedosa y de importancia entre los viejos acuerdos

firmados con los tigres asiáticos y los nuevos com-

promisos a refrendarse (…). Se trata de inversiones

en ‘fierros’ y a largo plazo, con asociación a empre-

sas domésticas, y estableciendo además fuertes la-

zos con la comunidad y los líderes políticos locales

para, de esa manera, imbricarse en la sociedad en

vez de actuar meramente como proveedor de fon-

dos o tecnología (...). Los chinos buscan repartir las

plantas de fabricación de sus productos por todo

el mundo, y no sólo distribuir aquellos bienes que

elaboren fronteras adentro. Por tanto, quien quie-

ra oír que oiga: ya no se trata de comportarse sim-

plemente como banqueros de inversión, sino de po-

sicionarse como alternativa de poder que tenga

influencia en la vida y en la conducta de cada país

al cual llegan (…). Si el gigante asiático está afia-

tando su política global para dejar de ser sólo una

potencia comercial y convertirse en otro tipo de ju-

gador geopolíticamente hablando, solo el tiempo lo

dirá” (LN 23/7).

El “ganar-ganar” viene guiando por ahora el ac-

cionar del gigante asiático en el escenario político

global; sin embargo, este proceso no escapa a las

usinas del capital financiero trasnacional, empuja-

do por su aguda crisis a radicalizar su política de

descontrol, el caos y la escalada belicista. Pasemos

a ver cómo se manifestaba esta tendencia durante

el mes de agosto.

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El derrumbe del imperialismo y la urgente tarea de construcción de los pueblos

Gente que no

“Solo en la cama, mirando el techo

con mi bolsita de pegamento

pero por esto, no he de sufrir

con mi bolsita soy feliz”

(Más Feliz Que la Mierda, Flema)

Según la organización ecologista Global

Footprint Network, en los meses transcurridos de

2017 la humanidad ha consumido todos los recur-

sos que el planeta puede regenerar en un año. Los

científicos de la organización que establece este

índice han calculado que actualmente se necesita

el equivalente a 1,7 planetas para producir el vo-

lumen de agua, suelo y aire limpio necesario para

satisfacer las necesidades humanas de consumo

(RT 2/8).

Esta vorágine destructora de la naturaleza no

tiene que ver, precisamente, con la satisfacción de

las necesidades de las grandes masas ni la resolu-

ción del conjunto de los problemas que nos aque-

jan. Por el contrario, se trata de la consecuencia

necesaria a la propia lógica intrínseca de compe-

tencia y acumulación del capital. Es la manifesta-

ción más palpable de que el capital, llegado al

grado de concentración y centralización actual,

sólo puede actuar como una fuerza objetivamente

destructiva tanto del hombre como del conjunto

de la naturaleza. Es por ello que, como venimos

señalando, esos grandes capitales constituyen la

encarnación del caos en que nos encontramos.

La disputa entre esos capitales por acumular y

reproducirse, destruyendo todo lo que se les pon-

ga adelante, toma su dimensión más acuciante en

el peligro de un enfrentamiento bélico a escala

planetaria, que sólo podría tener características

nucleares, y con ello devenir en la desaparición

del conjunto de la vida en la Tierra.

Por ello, analizar concienzudamente el devenir

de los embates militares imperialistas y la reac-

ción y el accionar de los pueblos frente al mismo

resulta una tarea central, como piedra basal sobre

la que construir un mundo de acuerdo a las nece-

sidades de las mayorías, y no del capital.

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Análisis de Coyuntura 11

SEPTIEMBRE DE 2017

Hay gente mentirosa

En los nueve meses que lleva como presidente

de Estados Unidos, el magnate republicano Do-

nald Trump ha tenido que enfrentar numerosos

escollos para intentar llevar adelante su agenda,

haciéndose cada vez más visibles las hondas frac-

turas que atraviesan al sistema político de ese

país. Recordemos, por ejemplo, el decreto presi-

dencial para imponer una serie de restricciones a

la entrada de inmigrantes provenientes de siete

países de mayoría musulmana. La medida “chocó”

con la resistencia del poder judicial, así como

también con una importante cantidad de alcaldes

y gobernadores que desafiaron abiertamente a

Washington. En el mismo sentido, veíamos el mes

pasado cómo el paquete de sanciones a Irán, Co-

rea del Norte y Rusia aprobado por el Congreso –

vale recordar, de mayoría republicana– obturaba

los planes de Trump de recomponer los vínculos

con Moscú.

De esta manera, las marchas y contramarchas al

interior del gobierno yanqui, así como los abiertos

enfrentamientos con otros poderes y niveles del

aparato del Estado –el Congreso, el sistema judi-

cial, los gobiernos locales– vuelven visible el grado

de fractura al interior de la clase dominante. Co-

mo hemos señalado en otras oportunidades, di-

cha fractura, que se expresa en la imposibilidad de

acordar una política –migratoria, exterior, econó-

mica– es expresión de la feroz disputa que esta-

mos viviendo entre capitales con alto nivel de

concentración y centralización. Es decir, la implo-

sión del sistema político a que asistimos está de-

terminada por la imposibilidad de que el conjunto

de capitales existentes se reproduzca a escala

ampliada. No hay condiciones que permitan a las

distintas fracciones de capital la realización de sus

intereses, y eso los lleva a disputar en cada te-

rreno la imposición de su necesidad. Al hacerlo,

corroen las bases de legitimidad del sistema en su

conjunto, precisamente porque desnudan que el

aparente interés general es en verdad el interés

de unos pocos.

Durante el mes que estamos analizando, la

principal manifestación de esta crisis del sistema

político estadounidense lo constituyó sin duda la

seguidilla de “renuncias” de importantes figuras

del equipo presidencial. El 22 de julio el ejecutivo

financiero Anthony Scaramucci era nombrado di-

rector de Comunicaciones de la Presidencia. La

designación motivaba al entonces vocero de la

Casa Blanca, Sean Spicer, a presentar la renuncia a

su cargo (LN 22/7). Apenas 5 días más tarde, deja-

ba su cargo como jefe de Gabinete Reince Priebus,

acusado por el flamante director de Comunicacio-

nes de ser el responsable de las numerosas filtra-

ciones a la prensa de información confidencial del

gobierno. En su reemplazo, era nombrado el hasta

entonces Secretario de Seguridad Nacional, John

Kelly (RT 28/7). Para dimensionar las profundas

implicancias de la salida de Priebus, conviene re-

cordar que, a diferencia de Trump, se trata de un

miembro del “riñón” del Partido Republicano –de

hecho, fue presidente de su Comité Nacional. Su

participación en el gobierno del magnate consti-

tuía una suerte de “prenda de unidad” entre la

cúpula del partido y el “outsider” Trump.

Sin embargo, la salida más resonante sería la

del consejero personal de Trump, Steve Bannon,

señalado como el verdadero artífice de la agenda

electoral del magnate. El propio Bannon declaraba

tras su renuncia: “La presidencia de Trump por la

que hemos luchado y ganado terminó… haremos

algo de esta presidencia de Trump. Pero esa presi-

dencia finalizó. Será otra cosa…” (LN 20/8). Los

hechos que venimos analizando mes tras mes, así

como los anuncios de Trump sobre el reforza-

miento de la presencia militar yanqui en Afganis-

tán que veremos más adelante en este artículo,

parecen confirmar los dichos de Bannon.

Y vos... sí, vos: no mires al costado

“Qué carajo estás haciendo de tu vida

qué carajo vas a hacer con vos”

El agotamiento de las bases materiales para la

reproducción ampliada de todo el capital existen-

te no sólo hace saltar por los aires el sistema polí-

tico estadounidense. También el modo a través

del cual las distintas clases y fracciones de clases

se explican la realidad que viven se descompone

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12 Gente que no

SEPTIEMBRE DE 2017

al ritmo acelerado de la crisis. Es desde esta pers-

pectiva que cobran su real sentido la agudización

del conflicto racial, por un lado, y los elevados ni-

veles de drogadicción, por el otro.

Con el desarrollo de los monopolios a inicios del

siglo XX, la gran burguesía pudo, gracias a las su-

per-ganancias monopolistas, elevar el nivel de

consumo y las condiciones de vida de una parte

importante del movimiento obrero de los países

centrales. De esta manera, mientras por un lado

aplicaba una política de persecución y exterminio

a la tendencia revolucionaria de la clase obrera,

por el otro, apoyándose en las tendencias oportu-

nistas del movimiento obrero, desarrollaba una

capa de trabajadores que, por sus condiciones de

vida y consumo, se parecían más a la pequeña

burguesía que a sus compañeros de clase. Sobre

estas bases fue posible, entonces, desarrollar en

EEUU un amplio consenso social en torno a la me-

ritocracia y el enriquecimiento como premio al es-

fuerzo individual, más vulgarmente conocido co-

mo “sueño americano”. El quiebre de la base

objetiva para dicho consenso hace emerger con

virulencia las contradicciones sociales que se en-

contraban latentes en la sociedad yanqui: la cre-

ciente polarización económica y social se expresa,

entonces, como polarización política e ideológica.

Durante el mes de agosto, tenía lugar en Char-

lottesville, Virginia, una movilización convocada

por grupos neonazis, supremacistas blancos y

miembros del Ku Klux Klan (KKK), bajo el lema

“Unamos a la derecha”. En respuesta a este he-

cho, se organizaba una marcha de repudio al fas-

cismo, en la cual un auto embistió a la multitud,

con un saldo de un muerto y al menos 19 heridos

(LN 13/8). Un día más tarde, en Carolina del Nor-

te, un grupo de manifestantes derribaba una esta-

tua en honor al bando Confederado –el sur escla-

vista– de la Guerra de Secesión, en repudio a la

violencia racista desatada en Charlottesville (RT

15/8). La ciudad de Boston (Massachusetts) tam-

bién se convertía en escenario de una marcha de

grupos de ultraderecha, por un lado, y otra con-

vocada en repudio al supremacismo blanco y el

fascismo, por el otro (RT 19/8).

En este enardecido clima social, el presidente

Trump sentenciaba: “condenamos en los términos

más enérgicos esta flagrante manifestación de

odio, fanatismo y violencia en muchos lados. En

muchos lados” (LN 13/8). Estas declaraciones del

actual mandatario estadounidense, que igualaban

en los hechos a los partidarios del racismo con sus

detractores, pasando por alto el detalle de que

fue la marcha contra el racismo la que fue atacada

por supremacistas blancos, llevaba a miembros

del gobernante Partido Republicano a “marcar la

cancha”. El presidente de la Cámara de Represen-

tantes, Paul Ryan, señalaba que “la supremacía

blanca es un azote. Este odio y su terrorismo de-

ben ser enfrentados y derrotados”. En el mismo

sentido, el senador republicano Marco Rubio ase-

guraba: “es muy importante para el país escuchar

que el presidente describa los eventos de Charlot-

tesville por lo que son, un acto de terrorismo por

parte de los supremacistas blancos” (LN 13/8).

El “espanto” de una parte de la sociedad esta-

dounidense ante el supremacismo blanco es una

de las tantas expresiones del quiebre del consen-

so social al que nos referíamos más arriba. Las de-

claraciones de Ryan y Rubio pretenden presentar

ese supremacismo como algo aislado, una suerte

de monstruosidad que nada tiene que ver con el

“american way of life”. Sin embargo, lejos de ello,

el racismo hunde sus raíces en la forma que ha

tomado –y sigue tomando– la lucha de clases en

EEUU. No se trata de una “anomalía”, sino más

bien de la exacerbación de contradicciones intrín-

secas a la sociedad estadounidense, que quedan

ahora expuestas, producto de la crisis. Superarlo,

por tanto, exigirá de los trabajadores y demás sec-

tores populares estadounidenses bastante más

que ese espanto.

La profunda descomposición de la sociedad es-

tadounidense queda de manifiesto, también, en

los altísimos niveles de drogadicción. Durante el

mes de agosto el presidente Trump anunciaba que

declararía una emergencia nacional debido a la

epidemia de opioides. “Es una emergencia nacio-

nal. Vamos a dedicar mucho tiempo, mucho es-

fuerzo y mucho dinero a la crisis de los opioides…

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Análisis de Coyuntura 13

SEPTIEMBRE DE 2017

es un problema serio, como nunca hemos tenido”

(RT 11/8).

En 2016, entre 59.000 y 65.000 personas murie-

ron en EEUU a causa de sobredosis de drogas, la

cifra más alta registrada en la historia de ese país,

según establece un estudio reciente publicado en

junio por The New York Times. La cifra supera la

cantidad de soldados muertos durante los diez

años de la guerra de Vietnam, 58.220. Cada tres

semanas mueren tantas personas por sobredosis

como en el atentado del 11-S. Esos datos suponen

un incremento del 19% respecto a 2015, convir-

tiendo la muerte por sobredosis en la principal

causa de muerte en menores de 50 años. Del total

de personas que murieron en 2016 a causa de las

drogas en todo el mundo, algo más del 25% son

estadounidenses (RT 11/8 e InfoBae 5/8). Al día

de hoy, se estima además que alrededor de 27 mi-

llones de personas son adictas a algún tipo de

droga, a la vez que otras 66 millones lo son con

respecto al alcohol

(www.eluniversal.com.mx/articulo/ciencia-

ysalud/salud/2016/11/17/estados-unidos-tiene-

27-millones-de-adictos-y-66-millones). Teniendo

en cuenta que la población de EEUU es de 323 mi-

llones de personas, estas cifras suponen que casi

un tercio de la sociedad posee algún tipo de adic-

ción.

Si bien más de dos tercios de dichas muertes se

explican por el consumo de heroína y otros deri-

vados del opio, muchos investigadores señalan

entre las principales causas del fenómeno la pro-

pagación, a partir de la década del 90, de analgé-

sicos opioides recetados por los médicos para tra-

tar el dolor crónico (RT 11/8). Según el Instituto

Nacional sobre el Abuso de Drogas de EEUU

(NIDA, por sus siglas en inglés), “hacia fines de la

década de 1990, las compañías farmacéuticas

tranquilizaron a la comunidad médica y volvieron

a asegurar que los analgésicos opioides recetados

no crearían adicción en los pacientes… [en 2015]

aproximadamente dos millones de personas en Es-

tados Unidos sufrieron trastornos por consumo de

sustancias relacionados con los analgésicos opioi-

des recetados…”. Se estima que el 80% de los

adictos a la heroína, abusaron previamente del

consumo de opioides recetados (información dis-

ponible en www.drugabuse.gov/es/informacion-

sobre-drogas/los-opioides/la-crisis-de-opioides).

Millones de estadounidenses, que crecieron con

la libre competencia y el derecho de propiedad

como esencia social indiscutida, con la promesa

de que la riqueza es fruto del esfuerzo, con la am-

pliación del consumo como norte y la excepciona-

lidad de su país como bandera, hoy “chocan” con

una realidad que no se ajusta a esos esquemas.

Ese individualismo exacerbado que no tiene hori-

zontes de realización descompone todo el tejido

social. Sobre esa tendencia objetiva, que expresa

el carácter destructivo del capital, las clases ela-

boran su estrategia. La existencia de grupos eco-

nómicos que “empujan” la narcotización como po-

lítica de estado es, entonces, la estrategia que

pueden darse esos capitales en el ocaso de su

dominio.

Gente que te deja en la calle morir

Veamos ahora cómo se manifestaba esta crisis

política en el Viejo Continente. El estallido de la

crisis económica en 2008 puso de manifiesto para

los países que conforman la Unión Europea que

las relaciones dentro de la comunidad estaban

orientadas a que los países más desarrollados

dentro del bloque pudieran subordinar y mante-

ner bajo su órbita al resto. Ante esto, varios países

del bloque han comenzado a desmarcarse, inca-

paces de seguir soportando el peso de los capita-

les más desarrollados.

La tensión entre los gobiernos nacionales de los

países que conforman el bloque y las autoridades

de la Unión continuaban exacerbándose. Pese a

las advertencias de Bruselas, el Senado de Polonia

aprobaba una reforma judicial que también había

recibido el rechazo de una parte de la población.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk

señalaba al respecto: “hay que hacer todo lo posi-

ble para que Polonia retome el camino correcto”

(DW 22/7).

En el mismo sentido, la Comisión Europea (CE)

continuaba con los procedimientos de infracción

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14 Gente que no

SEPTIEMBRE DE 2017

contra República Checa, Hungría y Polonia, a cau-

sa del incumplimiento de sus obligaciones en la

relocalización de inmigrantes. Mediante un co-

municado, la CE señalaba “pese a los repetidos

llamamientos a la acción… estos tres países siguen

incumpliendo sus obligaciones legales y han de-

mostrado su menosprecio a los compromisos ante

Grecia, Italia y otros Estados-miembro”. El orga-

nismo aseguraba que de no haber respuesta posi-

tiva en el plazo de un mes, el caso pasará al Tribu-

nal de Justicia de la UE (RT 26/7).

Estos hechos revelan la imposibilidad por parte

de los capitales concentrados que comandan la UE

de conducir mediante el consenso a las burguesías

nacionales de los países del bloque. Como seña-

lamos en numerosas oportunidades, los choques

entre los estados nacionales y la estructura su-

pranacional de la UE expresan a las claras la no

correspondencia entre dichos estados (entendi-

dos como el ámbito de realización del interés de

determinadas fracciones de burguesía, siempre en

tensión y disputa –competencia mediante– con

otros estados rivales) y el creciente grado de con-

centración y centralización del capital. El desarro-

llo de la crisis, que no puede más que acelerar di-

cho proceso, pone en evidencia que la

“integración europea” es en verdad un eufemismo

para referirse a la necesaria desaparición de di-

chos estados y por tanto, de las burguesías nacio-

nales que los forjaron.

En el mismo sentido, en aquellos países que du-

rante años aspiraron a integrarse al bloque comu-

nitario europeo, el porcentaje de la población que

apoya dicha incorporación desciende drástica-

mente. En Serbia, por ejemplo, mientras que el

67% de la población se pronunciaba en 2009 a fa-

vor de integrar la UE, al día de hoy sólo el 43% de

los serbios mantiene dicha postura. El porcentaje

de personas que ya no desean ser parte de la UE

en los Balcanes aumenta considerablemente en-

tre los jóvenes (TE 15/7).

En este marco de profundo malestar social, que

venimos analizando mes tras mes, tenía lugar una

nueva serie de atentados terroristas. En París, seis

militares eran atropellados por un argelino de 37

años, cerca del edificio de la municipalidad de Le-

vallois-Perret, al nordeste de la capital (LN 10/8).

En Finlandia, un individuo asesinaba a dos perso-

nas y hería a otras seis, atacándolas con armas

blancas en las calles de la ciudad de Turku (LN

19/8). El mismo día, un hombre moría acuchillado

en plena calle en la ciudad de Wuppertal-Elberfeld

(LN 19/8). Sin embargo, el atentado de mayor en-

vergadura tendría lugar en España, con un atrope-

llo masivo en el Paseo Las Ramblas, en Barcelona,

dejando un saldo de 13 muertos y más de 100 he-

ridos. A pocas horas de los hechos, el grupo terro-

rista Estado Islámico se adjudicaba el ataque (LN

18/8).

En el marco de la creciente tensión entre el go-

bierno central de España y la región de Cataluña,

que viene impulsando la realización de un refe-

réndum para que su población decida si quiere

seguir siendo parte de España o constituirse como

Estado independiente, el atentado era presentado

abiertamente por los voceros del capital como un

escollo a los planes independentistas catalanes. La

crónica del diario de la oligarquía vernácula, La

Nación, no podía ser más diáfana al respecto: “Ca-

taluña despertó de repente del sueño de una rebe-

lión política y se encontró en medio de una guerra

verdadera… justo cuando los independentistas que

gobiernan la región acababan de lanzar la ofensi-

va final para alcanzar la meta de romper España.

El ansia separatista empequeñece ante el espejo

del horror jihadista. La Plaza de Cataluña se pobló

ayer de una multitud doliente, encabezada nada

menos que por el rey Felipe VI y el presidente del

gobierno, Mariano Rajoy” (LN 19/8).

Una vez más, quedaba al desnudo que la única

vía a través de la cual los grandes grupos econó-

micos pueden intentar construir un mínimo de

consenso sobre su interés es el terror. Recorde-

mos en este punto que a cada atentado en el co-

razón de Europa, le ha correspondido un incre-

mento de la militarización de la sociedad. Esa

avanzada represiva lejos está de responder a la

necesidad de seguridad de la población. Se trata,

por el contrario, de la necesidad de esos grandes

grupos concentrados de ejercer mediante la vio-

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Análisis de Coyuntura 15

SEPTIEMBRE DE 2017

lencia un control que no pueden ejercer mediante

el consenso y el dominio ideológico.

Pero las ansias separatistas de Cataluña no son

el único problema para el gobierno de Mariano

Rajoy. Durante el mes que estamos analizando,

ocurría un hecho sin precedentes en la historia de

España: el jefe de gobierno en ejercicio era citado

a declarar como testigo en un caso de corrupción

de su propio partido. Se trata del caso Bárcenas,

ex tesorero del gobernante Partido Popular (PP),

quien tras haber sido acusado de corrupción reve-

laba en 2013 la existencia de una “caja paralela”

del PP. Ante esto, el líder del opositor Partido So-

cialista Obrero de España, Pedro Sánchez, senten-

ciaba: “La única salida que tiene el señor Rajoy es

presentarle la dimisión al rey”. Por su parte, Pablo

Iglesias, líder de Podemos, retrucaba a Sánchez:

“[Rajoy] no va a dimitir. Tenemos que unirnos pa-

ra echarlo con una moción de censura” (LN 27/7).

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel

Macron, que fuera presentado como la “renova-

ción política” del Viejo Continente, continuaba

perdiendo el de por sí exiguo apoyo del electora-

do. Recordemos que el ex banquero Rothschild

asumió la presidencia después de obtener

20.753.798 de votos en la segunda vuelta, sobre

un total de 47.581.118 de electores. Un mes más

tarde, en las elecciones legislativas, el partido del

flamante presidente obtenía algo menos de 9 mi-

llones de votos (Ver Análisis… de junio y julio de

2017). En ambas elecciones, los niveles de absten-

ción batían records históricos, mostrando una vez

más la imposibilidad de los grupos económicos de

legitimar en las urnas sus planes. Desde entonces,

la imagen presidencial continúa descendiendo,

empujada por una serie de medidas impopulares

–aumentos en materia fiscal, que afectan direc-

tamente a los jubilados; reducción de beneficios

de los empleados públicos y reforma laboral. En

julio, Macron perdía diez puntos de imagen positi-

va, la caída más fuerte en más de 20 años en el

comienzo de un mandato. Según el sitio Huffing-

ton Post, incluso entre los simpatizantes del pre-

sidente, hubo una baja de 14 puntos (LN 6/8).

Gente que te invita a su casa a dormir

Es esta profunda debilidad política la que empu-

ja a los grupos económicos a intentar mantener su

dominio mediante el uso liso y llano de la fuerza.

Ese es el verdadero contenido de la creciente es-

calada bélica imperialista en las distintas regiones

del globo: obligado a intentar todo por la fuerza,

el imperialismo yanqui no deja de mostrar su de-

bilidad. Esto no significa, sin embargo, que la cre-

ciente belicosidad a que se ven empujados los

grupos económicos no entrañe enorme riesgos

para la humanidad. Según un informe realizado

por la Universidad de Nebraska-Lincoln, la explo-

sión de sólo un misil nuclear moderno sería sufi-

ciente para desatar un “otoño nuclear” (periodo

de bajas temperaturas y disminución de luz solar a

causa de las explosiones atómicas (HTV 19/7).

En lo que respecta al ataque a Rusia, durante el

mes de agosto, el paquete de nuevas sanciones

económicas que el Congreso estadounidense im-

ponía el mes pasado a Moscú, profundizaba la

fractura al interior del bloque imperialista. En ese

sentido, el vicecanciller y ministro de Asuntos Ex-

teriores alemán, Sigmar Gabriel, señalaba: “Com-

binar agresivamente cuestiones de política exte-

rior con los intereses económicos estadounidenses

y decir: ´queremos expulsar al gas ruso del merca-

do europeo para que podamos vender gas esta-

dounidense allí', es algo que definitivamente no

podemos aceptar” (RT 4/8). Moscú, por su parte,

respondía al nuevo paquete de sanciones expul-

sando a 755 de los 1.210 diplomáticos estadouni-

denses activos en Rusia. El presidente ruso, Vla-

dimir Putin, al anunciar las medidas, señalaba que

“Moscú esperó mucho tiempo a que mejoraran las

relaciones con EEUU [pero] a juzgar por la situa-

ción [estos cambios] no ocurrirán pronto” (RT

30/7).

En este marco de creciente tensión, la Organi-

zación del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)

continuaba con los ejercicios militares Noble Part-

ner 2017, basándose en la “inminente” amenaza

de una invasión rusa a Georgia (HTV 3/8). En si-

multáneo con esos ejercicios conjuntos entre los

socios transatlánticos, el presidente de la Comi-

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16 Gente que no

SEPTIEMBRE DE 2017

sión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, señalaba:

“Está claro que no podemos confiar en el apoyo de

la defensa estadounidense a largo plazo” (HTV

21/8). De hecho, a finales de julio se conocía la

existencia de un documento través del cual los

gobiernos de Francia y Alemania proponían al res-

to del bloque la unificación de la política de de-

fensa, hasta llegar a la conformación de un ejérci-

to europeo (HTV 7/8).

La necesidad por parte de los capitales concen-

trados yanquis de ir contra China era expuesta ni

más ni menos que por el director de la Agencia

Central de Inteligencia de EEUU (CIA, por sus si-

glas en inglés), Mike Pompeo. En una entrevista

con un medio de su país, Pompeo señalaba que

Pekin constituye la mayor amenaza para Washing-

ton (HTV 26/7).

En este sentido, una de las puntas de lanza que

volvía a ponerse a la orden del día en las provoca-

ciones hacia el Gigante Asiático era la isla de Tai-

wán. Como nuestro lector ya sabe, dicha isla for-

ma parte de la República Democrática China,

pero, desde la revolución encabezada por Mao en

1959, ha pretendido separarse y constituir una

país independiente. Estas pretensiones son ali-

mentadas e incluso dirigidas por los enemigos de

China, con EEUU a la cabeza, aunque la gran ma-

yoría de los países no reconozca formalmente a la

isla como un país independiente.

En este sentido, a mediados de julio, China pre-

sentaba una protesta formal a Washington por el

posible envío de naves de guerra a Taiwán, recor-

dando una vez más que la política de “una sola

China” es innegociable para Pekin (HTV 17/7). El

tema volvía a ponerse en el centro durante agos-

to, al conocerse la próxima visita del ministro de

Defensa de Taiwán a EEUU. Ante esto, la portavoz

de la Cancillería china, Hua Chunying, señalaba

que “China (…) se opone firmemente a que los paí-

ses con los cuales ha establecido relaciones, man-

tengan cualquier tipo de contacto oficial o inter-

cambios militares con Taiwán” (HTV 22/8).

Por otro lado, durante el mes que estamos ana-

lizando, Pekín enfrentaba una crisis con la India en

una región de China que reclama el reino de Bu-

tán –Estado satélite de la India. Las tensiones au-

mentaron a mediados de junio, cuando China co-

menzó a construir una carretera en la meseta

disputada de Doklam. El reino de Bután acudió a

India, su aliado más poderoso. El envío de tropas a

la zona por parte de Nueva Deli motivó la acusa-

ción de Pekín de invadir su territorio. Sus soldados

tuvieron una serie de enfrentamientos sin armas,

al tiempo que las autoridades de los dos países se

acusaban de haber adoptado una postura agresiva

(RT 30/8).

Sin embargo, el escenario donde tanto China

como Rusia enfrentan uno de los mayores desa-

fíos continúa siendo la península de Corea. Veni-

mos asistiendo en los últimos meses a un conti-

nuo aumento en las tensiones entre el gobierno

de Corea del Norte y EEUU. Cabe siempre recor-

dar que dicha escalada se da en el marco de la

creciente presencia militar de Washington en la

región, a través de ejercicios militares con sus

aliados –Corea del Sur y Japón principalmente– así

como el despliegue del sistema de “defensa” an-

timisiles THADD en Corea del Sur. Como hemos

analizado en múltiples oportunidades, dicho des-

pliegue ha sido repudiado no sólo por Pyongyang,

sino también por Rusia, China e incluso, buena

parte de la población de Corea del Sur. Es en este

marco que la república comunista de Corea del

Norte viene desarrollando a pasos acelerados su

programa nuclear, convencida de que el mismo es

la única vía para “disuadir” a Washington de

desatar un ataque contra su población. En este

sentido, a finales de julio, Pyongyang efectuaba

una nueva prueba de misiles balísticos interconti-

nentales.

Sin embargo, para poder medir las posibilidades

reales del enfrentamiento armado, es necesario

también cuál es el grado de consenso interno en

cada uno los países en cuestión.

El apoyo de los ciudadanos de EEUU a una ac-

ción militar contra Corea del Norte aumentó del

47 al 62% desde 2015. Además, la mayoría de los

consultados en la encuesta expresa su apoyo al

uso de la fuerza para defender a Corea del Sur por

primera vez en la historia de estas encuestas reali-

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Análisis de Coyuntura 17

SEPTIEMBRE DE 2017

zadas desde el año 1990, pero solo el 28% de los

estadounidenses está a favor de un posible envío

de tropas a Corea, mientras que un 40% de ellos

apoyaría ataques aéreos contra las instalaciones

nucleares de Pionyang. Además, el 75% de los es-

tadounidenses encuestados sostiene que el pro-

grama nuclear de Corea del Norte representa la

amenaza más grave para EEUU. La opción que re-

cibe mayor apoyo de los estadounidenses (un

76%) es la ampliación de las sanciones (RT 9/8).

Estos datos nos arrojan que si bien la conducta

imperialista domina en la sociedad norteamerica-

na, estos ya no están dispuestos a poner los cuer-

pos, es decir, que quieren que su país siga siendo

hegemónico, pero están dispuestos a cada vez

menos para lograr el objetivo.

La contracara de esta situación es lo que sucede

en la propia República Democrática de Corea,

donde 3.5 millones de personas se alistaron en las

filas armadas para resistir la invasión yanqui. Los

voluntarios, entre ellos estudiantes, obreros y sol-

dados jubilados, solicitaron unirse o reinscribirse

en el Ejército después de que el Gobierno norco-

reano amenazara con atacar las bases militares

estadounidenses en Guam en respuesta a las polí-

ticas hostiles de Washington (HTV 12/8). Es decir

que en una población de poco más de 25 millones

de personas, que ya cuenta regularmente con 6

millones de enrolados en sus fuerzas armadas,

ahora hay que sumarle estos voluntarios, por lo

que más de un tercio de la población está dispues-

ta a poner la vida para defender a su país. El otro

dato revelador del convencimiento coreano para

la autodeterminación es que se estima que, en la

actualidad, el gobierno viene utilizando alrededor

del 20% del PBI en su desarrollo nuclear (LN 17/8),

dejando en claro que su prioridad es la defensa

nacional y que si ceden o son derrotados también

caen consigo todas las conquistas de la revolu-

ción.

Gente que te escucha

Si hasta acá el panorama es complejo para la

seguridad global, hay que tener en cuenta que

junto con estos frentes que se intentan abrir están

todos los ya abiertos. Los mismos están concen-

trados en el norte de África, desde Libia, hasta Af-

ganistán en Medio Oriente, abarcando a más de

10 países. Sin embargo entre todos estos frentes

hay tres que destacan porque evidencian las dos

conductas que están enfrentadas, ya que son los

terrenos donde se han producido los embates

más descarnados.

En Afganistán, donde tras casi 16 años de una

guerra que se ha cobrado la vida de 2.216 milita-

res estadounidense y decenas de miles de civiles

afganos, los insurgentes talibanes aún controlan el

40 por ciento del territorio. La intervención militar

de la OTAN que tenía como objetivo derrocar al

grupo Talibán, “luchar” contra los terroristas e in-

tensificar la lucha antidroga, sólo ha agravado las

condiciones en el país asiático, donde los taliba-

nes están resurgiendo y el Estado Islámico se está

organizando (HTV 3/8). Ante esta situación, el

propio presidente Trump aseguraba: “no estamos

ganando, estamos perdiendo” (HTV 3/8). Estos di-

chos resultaron ser el preludio del cambio de pos-

tura del gobierno republicano, ya que en lo que va

del año EEUU lanzó 1.634 artefactos explosivos,

como misiles o bombas, entre enero y junio de es-

te año, lo que supone más que los lanzados en to-

do el año pasado en los que según un informe de

la ONU, el número de civiles que han muerto o re-

sultado heridos en estos bombardeos aumentó un

43% en los primeros seis meses de 2017 (DW

18/7). En el marco de esta escalada, el presidente

Trump anunció el envío de 4.000 soldados más a

Afganistán, aumentando la cifra de tropas a casi

13.000 (CR 22/8).

Sobre este punto hay que detenerse, ya que la

decisión de aumentar las tropas se contradice con

la posición sostenida por el propio Trump durante

la campaña presidencial. En el año 2012, el enton-

ces empresario había planteado: “¿Por qué se-

guimos entrenando a estos afganos que disparan

a nuestros soldados en la espalda? Afganistán es

una completa basura. ¡Es hora de volver a casa!”

(LN 22/8). Este cambio de postura se condice con

lo analizado en los primeros párrafos, en los que

se evidenciaba que la fractura dentro del propio

Page 18: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

18 Gente que no

SEPTIEMBRE DE 2017

gobierno norteamericano había llevado a que los

sectores que expresa Trump terminaran en franca

minoría incluso dentro de su propio gobierno.

En el frente iraquí, ante la inminente caída del

EI por la avanzada del ejército local junto a las

fuerzas de Hezbolá en Irak y a las milicias popula-

res, la coalición encabezada por EEUU redobló la

apuesta apoyando la fractura territorial iraquí,

promoviendo un referéndum independentista en

la región kurda. Claro que estas políticas sólo se

pueden llevar a cabo montándose sobre contra-

dicciones sociales preexistentes en el país. Sin

embargo, debe notarse que, en el marco de la lu-

cha que viene encarando el pueblo árabe, se reali-

zó una encuesta de opinión en la población reve-

lando que el 61,74% de los kurdos calificados para

votar optaría por no respaldar la secesión de esta

zona del noreste de Irak del Gobierno central de

Bagdad (HTV 23/7). Va quedando más en claro

que a lo que se enfrenta el pueblo árabe tiene es-

cala global, por lo cual las cuestiones étnicas, reli-

giosas o nacionales quedan subordinadas a la pe-

lea central, que es contra el imperialismo. Por su

parte las autoridades kurdas en Irak, están dis-

puestas a negociar la realización del referéndum

independentista, a la vez que el gobierno de Bag-

dad está dispuesto a ayudar a los kurdos a superar

su crisis financiera y liquidar las deudas de ese go-

bierno regional. Esas deudas a contratistas públi-

cos, funcionarios y las fuerzas kurdas (Peshmerga)

son de entre 10 y 12 mil millones de dólares y

equivalen al presupuesto anual del gobierno kur-

do. Con respecto a las concesiones políticas de

Bagdad, el titular kurdo pidió el compromiso del

Gobierno central resolver el tema de las regiones

en disputa, como la zona rica en petróleo de Kir-

kuk, donde también viven las comunidades árabes

y turcomanas (HTV 21/8).

En último lugar dejamos el frente de guerra

desatado en Siria. Recordemos que el mismo se

origina en el 2011 cuando sectores apoyados por

EEUU intentaron derrocar al presidente Bashar Al

Assad. Dicho conflicto terminaría convirtiéndose

años más tarde en una guerra civil en la que la

facción golpista es financiada, entrenada y apoya-

da logísticamente por fuerzas imperialistas. La

reacción necesaria para enfrentar monumentales

fuerzas requirió el esfuerzo del pueblo y del con-

junto de los pueblos de la región. Mes tras mes

venimos relatando el proceso de regionalización

del conflicto en el que fuerzas de varias naciones,

tanto chiíes como sunitas, se han plegado en esta

lucha. El análisis que venimos haciendo es que es-

to solo es posible sobre la base de la comprensión

del enemigo al que se enfrentan, es decir, que no

enfrentan meras contradicciones nacionales, sino

que la guerra en medio oriente es el ojo de la

tormenta de la lucha anti imperialista. A partir de

la batalla de Aleppo a fines del año pasado, en la

que las fuerzas gubernamentales sirias pudieron

tomar esta ciudad clave, los avances de estas

fuerzas resultaron formidables.

El accionar de la coalición internacional coman-

dada por EEUU en Siria ha dejado al día de hoy el

siguiente resultado: desde octubre del 2015 se

han realizado 10.492 misiones aéreas, lanzando

89.144 bombas y misiles, con un saldo de 3.650

muertes en las fuerzas de Al Nusra y Estado Islá-

mico

(https://mundo.sputniknews.com/infografia/2017

07271071081375-resultados-siria-campana-rusa-

coalicion-estados-unidos/). A su vez, Damasco ha

denunciado que los bombardeos de la llamada

coalición anti-EI han provocado daños por valor

de al menos 2.500 millones de dólares a la infraes-

tructura petrolera en Siria (HTV 22/8). Los regis-

tros sobre la cantidad de muertes provocadas por

estos en la población civil según los mismos nor-

teamericanos ascienden a 624 personas (RT 4/8).

Sin embargo, la situación al interior de las pro-

pias fuerzas aliadas comandadas por EEUU resulta

caótica, con acusaciones y desconfianzas cruzadas

que en el terreno traen siempre la consecuencia

de mayor destrucción e incremento de los muer-

tos y heridos. En este sentido, a modo de ejemplo,

el propio portavoz del Departamento de Defensa

de EEUU –el Pentágono– Eric Pahon, criticaba la

información publicada por la agencia estatal turca

respecto a la ubicación de puestos militares yan-

quis lo que ponía en peligro a las propias tropas:

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Análisis de Coyuntura 19

SEPTIEMBRE DE 2017

“La divulgación de información militar sensible ex-

pone a las fuerzas de la coalición a riesgos innece-

sarios y tiene el potencial de interrumpir las ope-

raciones en curso para derrotar al (grupo takfirí)

EIIL (Daesh, en árabe) (…). Al tiempo que no po-

demos verificar independientemente las fuentes

que contribuyeron a esta historia, estaríamos muy

preocupados si los funcionarios de un aliado de la

OTAN intencionalmente pusieran en peligro a

nuestras fuerzas mediante la divulgación de in-

formación sensible”, mencionó Pahon, haciendo

visible una vez más la fractura existente en el seno

de las fuerzas imperialistas (HTV 20/7).

A su vez, pese a los esfuerzos para destituir al

gobierno sirio, al día de hoy comienza a trastabi-

llar el plan político militar de las fuerzas imperia-

listas, al punto tal que la propia Casa Blanca ha

decidido cancelar el programa de capacitación y

armamento de la oposición “moderada” siria a

cargo de la cual estuvo la CIA (RT 20/7). Además,

venimos observando que dada la imposibilidad de

llevar adelante su plan político, los principales ar-

tífices de la coalición deben reconocer que el go-

bierno sirio no va a poder ser derrotado. En este

sentido, el canciller saudí, Adel al-Yubeir, ha co-

municado que los hechos en el campo de batalla

en Siria ponen de relieve que la salida del poder

del presidente Bashar al-Asad parece imposible

(HTV 11/8).

La contrapartida de esto, es el esfuerzo que han

hecho los rusos, iraníes y chinos coordinando con

las fuerzas que actúan en el terreno una participa-

ción decisiva en la lucha. Durante el mes de agos-

to, China ha aumentado sus cooperaciones milita-

res con Siria enviando varias delegaciones

militares, además de instructores militares para

adiestrar a las tropas del país árabe (HTV 4/8). En

el aspecto económico, el vicepresidente de la

Asociación de Cooperación China-Países Árabes,

QinYong, anunció el sábado que Pekín tiene pla-

neado invertir 2.000 millones de dólares en la

construcción de parques industriales en diferentes

puntos del país. Varios expertos afirman que de

este modo, Pekín está tratando de conseguir con-

tratos ventajosos, ya que está seguro de que muy

pronto llegará el fin de los combates en Siria (HTV

23/7).

En el aspecto militar, se puede destacar que, en

tan solo un mes, las fuerzas del EI han perdido un

tercio de su territorio, hasta quedar arrinconados

en el último bastión que les queda en la provincia

de Deir Ezzor (syriancivilwarmap.com). Estos

triunfos pudieron ser llevados adelante por el

grado de coordinación de las diversas fuerzas que

actúan en el territorio. Este elemento es central

porque, mes tras mes, la regionalización del con-

flicto va alcanzando dimensiones cada vez más re-

levantes. Este mes, se han sumado a los combates

fuerzas del ejército regular de El Líbano, que junto

con Hezbolá inició una campaña para desterrar al

EI de su país (spanish.almanar.com.lb/110310). A

su vez, Jordania también da cada vez más pasos

decididos a alejarse de las fuerzas imperialistas ya

que durante el mes de agosto expulsó a el emba-

jador de Israel desmarcándose de sus políticas

(spanish.almanar.com.lb/110497).

Por último, y para contrastar con el accionar de

la coalición norteamericana en Siria, debemos

destacar las tareas que ha asumido Rusia en la lu-

cha anti imperialista: en dos años se realizaron

23.000 misiones, 77.000 ataques a tierra abatien-

do a 28.000 terroristas funcionales a las necesida-

des imperialistas, y se han liberado 500 localida-

des

(mundo.sputniknews.com/infografia/2017072710

71081375-resultados-siria-campana-rusa-

coalicion-estados-unidos/).

Frenar el embate bélico de las fuerzas imperia-

listas, que sólo pueden proponer el caos que en-

carnan como lo ha dejado en claro su accionar en

Medio Oriente, resulta un paso esencial en la to-

ma de conciencia por parte de los pueblos de lo

que no se quiere y de las implicancias que tiene

enfrentarse a ese enemigo, asumiéndolo como

tal. Con ello, cada día se hace más imperioso por

tanto construir el mundo con el cual reemplazar al

agonizante imperialismo.

Page 20: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

Mientras la burguesía local se desgrana a manos de la concentración capitalista, los trabajadores latinoamericanos construyen la transición

Consolidando las bases de lo nuevo

“El dolor es un ensayo

de la muerte que vendrá

y la muerte es el motivo

de nacer y continuar

y nacer es un atajo

que conduce hasta el azar

los azares son mi patria

patria es humanidad”

Mario Benedetti

Como venimos analizando mes a mes, en el

continente americano se sigue profundizando la

disputa entre los capitales concentrados reunidos

en las 147 corporaciones mundiales –encarnacion

de las fuerzas del caos– y los sectores de la pobla-

ción, laburantes y empresariales, desplazados de

la reproducción ampliada de aquellos. El cisma so-

cial se acelera porque quedan afuera de toda re-

producción miles de trabajadores, imposibilitados,

cada vez más, de vender su fuerza de trabajo para

asegurar un salario que les permita consumir; se

acelera porque grupos empresariales nacionales y

sectores vinculados a la renta, que anteriormente

expresaban localmente los intereses del capital

imperialista, quedan afuera de los negocios, ven-

diendo a remate sus propiedades a manos de

multinacionales que dominan ramas enteras de la

producción y el comercio. Esta disputa toma ras-

gos cada vez más definitorios, y a este respecto es

crucial lo que sucede en nuestro subcontinente la-

tinoamericano.

Las fracciones locales de la burguesía intentan

acomodarse siguiendo al pie de la letra la condi-

ciones impuestas por el gran capital de escala

mundial, aplicando medidas económicas leoninas,

incluso en detrimento de sus propios aliados in-

dustriales locales, antaño expresión de su hege-

monía indiscutida, como sucede a todas luces en

el proceso que lleva adelante en Brasil el gobierno

de Michel Temer. A su vez, esta situación de rup-

tura de alianzas entre el capital global y las bur-

guesías locales se reitera en todas las naciones

donde los planes de ajuste se están llevando ade-

lante, generando una descomposicion galopante

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Análisis de Coyuntura 21

SEPTIEMBRE DE 2017

de las relaciones de producción y cambio que les

permitió constituirse, históricamente, en bloques

dominantes. La expropiación masiva alcanza, fuer-

temente, a grandes fracciones del empresariado

local. El consenso, así, estalla por lo aires.

Pero a medida que las fuerzas del pasado se van

descomponiendo, y partir ir resolviendo trabajo-

samente sus propias contradicciones, vemos a la

clase trabajadora del continente poniéndose al

frente del problema, intentando conducir a todas

las fuerzas populares que quedan fuera del mer-

cado en un avance sobre las fuerzas del caos que

encarnan aquellos capitales concentrados, expro-

piadores de los frutos que la cooperación genera.

En este sentido, el proceso abierto en Venezuela

con la Asamblea Constituyente profundizó duran-

te el mes de agosto en los pilares estructurales

que tienen como esencia el principio de la eco-

nomía en función de las necesidades de los pue-

blos. Para lograr dicho objetivo, se postula abier-

tamente el necesario paso del “modelo rentístico”

imperialista –impuesto a nuestros pueblos me-

diante la división internacional del trabajo del si-

glo XIX-XX– hacia una planificación soberana de la

economía, basada en el control popular y en la

centralización de la producción y el intercambio.

Controlar las fuerzas es, de esta manera, la tarea

de la época. Veamos sus principales hitos durante

el mes analizado a continuación.

“Toma de mí todo, bébetelo bien”

Siempre con la necesidad objetiva de ampliar su

inserción económica por todo el continente lati-

noamericano, los capitales concentrados de escala

global siguen bregando por hundir en profundidad

su dominio sobre nuestras naciones. La forma en

que se manifiesta con mayor claridad dicha inser-

ción es a través de las políticas de ajuste que lle-

van adelante los gobiernos de las fracciones que

encabezan los Macri, Temer, Peña Nieto o Santos,

entre otros exponentes de menor gravitación. Las

bases sobre las que se asientan dichos capitales

concentrados son el dominio monopólico de ra-

mas enteras de la producción y el comercio, en

escala regional cuando no planetaria. Así, los pro-

cesos de “ajustes” a que son sometidas nuestras

economías conlleva, por lo menos, dos momentos

de su realización: en primera instancia, los mono-

polios pueden imponer sus condiciones (económi-

cas y políticas) al resto de sectores locales que

participan en los mercados nacionales (y, a través

de ellos, al conjunto de la sociedad); en segundo

término, en el desarrollo histórico, estos sectores

de escala nacional serán absorbidos por aquellos

monopolios, concentrando aún más su poderío

económico. El problema, como veremos en parti-

cular con el caso de Brasil (sexta economía mun-

dial por volumen de PBI), se produce porque cada

vez más dicha tendencia confiscatoria afecta no

solo a los capitales locales de escala media y pe-

queña sino que ataca incluso a las fracciones em-

presariales más grandes, las históricas “oligar-

quías” nacionales. Junto con ellas, el grueso de la

población es dejada al margen de la posibilidad de

reproducirse día a día. Y la historia muestra que ni

las clases ni las fracciones de las mismas perecen

sin luchar.

En Brasil, el plan de transferencia de riquezas (el

“ajuste”) llevado adelante desde la asunción al

gobierno del ex vicepresidente Michel Temer se

encuentra cada vez más agravado. Durante el

primer semestre de 2017 el déficit primario fue de

u$s 17.800 millones, el peor en 21 años, superan-

do ampliamente el mayor déficit registrado hasta

ahora, u$s 11.580 millones en 2016. Según la Se-

cretaría del Tesoro Nacional, los ingresos para las

arcas públicas retrocedieron un 1,2% mientras

que los gastos aumentaron un 0,5%. Buena parte

del aumento del déficit se debe al sistema de pen-

siones, que creció en 37,1% y se situó este año en

u$s 26.300 millones. La previsión oficial es que

2017 cierre con un déficit primario de u$s 44.150

millones (CR 27/7), obligando al gobierno a modi-

ficar su meta anual para 2017, llevándola a u$s

49.700 millones y proyectando una cifra similar

para 2018. En términos simples, son casi 50.000

millones de dólares los que “faltarán” a las arcas

estatales brasileñas este año para “cubrir” sus

gastos corrientes. La profundidad del déficit (la

brecha entre lo que se gasta y lo que se recauda

Page 22: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

22 Consolidando las bases de lo nuevo

SEPTIEMBRE DE 2017

para cubrir esos gastos) hace que los “préstamos”

se encarezcan para el estado brasileño, es decir,

que los organismos internacionales que fungen de

prestamistas le cobren mayores porcentajes “de

intereses” por dinero líquido para sus gastos.

En este sentido, la agencia calificadora interna-

cional S&P mantuvo la “nota soberana” de Brasil

en “BB”, cambiando su panorama a “negativo”;

esto es, se encarece aún más el crédito para el gi-

gante del sur. Ante ello, el aumento de impuestos

y la rebaja de “subsidios” es la receta liberal a se-

guir. Así, el presidente Temer –al que solo aprue-

ba un 5% de la población– firmó un decreto que

oficializa el aumento de los impuestos a la gasoli-

na, el diésel y el etanol para recaudar unos 10 mil

400 millones de reales (3 mil 300 millones de dó-

lares) adicionales a la renta de 2017 (CD 22/7).

Como ocurrió con el “gasolinazo” mexicano du-

rante el año pasado, se descarga la crisis de re-

producción de capitales sobre el conjunto de la

población mediante aumentos de precios que no

se corresponden con los niveles de vida brasile-

ños. Pero encarecer combustibles no afecta sola-

mente a los trabajadores, sino que también reper-

cute sobre los costos de producción y logística de

industrias y comercios. Por ello, durante julio, la

Federación de Industrias del Estado de São Paulo

(Fiesp, la principal cámara empresaria de Brasil),

que hasta ahora apoyaba de manera cerrada al

gobierno ilegítimo de Temer, rechazó el aumento

del combustible al asegurar que no resolvería la

crisis sino que, por el contrario, la va a agravar (TS

22/7). Esta fractura en el campo empresario com-

plica gravemente el ya mínimo apoyo que sostie-

ne al gobierno brasileño.

Aquella medida era complementada con una

reducción, por parte del Banco Central Brasileño,

de la tasa de interés de referencia (Selic) en un

punto porcentual, llevando la misma a 9,25%

anual, buscando “incentivar” al consumo y las in-

versiones, luego de más de 30 meses de recesión.

En este caso la medida era también criticada por

la Fiesp por ser “inferior a los posibles índices de

inflación” que señala como meta el mismo go-

bierno. Es decir, el problema es cómo lograr ab-

sorver algo de liquidez por parte de las empresas,

en medio de una sequía económica inédita en la

historia reciente del país. Ante esto, el Banco Cen-

tral, a través de un comunicado, insistía en culpar

a la falta de “apoyo” para profundizar las medidas

liberales: “el reciente aumento de la incertidumbre

sobre el ritmo de implementación de reformas y

ajustes en la economía impactó negativamente en

los índices de confianza de agentes económicos

(...). El escenario externo se mostró favorable en la

medida en la que la actividad económica global se

recuperó gradualmente, sin presionar las condi-

ciones financieras en las economías avanzadas,

con lo cual contribuye a mantener el apetito al

riesgo en relación a las economías emergentes”

(CR 27/7).

Como señalábamos en los meses precedentes,

los ajustes sistemáticos llevados adelante por el

gobierno brasileño son la expresión de un proceso

urgente de expropiación que tiene como benefi-

ciaria a una fracción minoritaria del empresariado.

En consonancia, se anunció un nuevo recorte en

los gastos previstos en el presupuesto anual, a lo

que se añadía la propuesta gubernamental del

otorgamiento de un “perdón de deudas” de algu-

nas empresas, de las cuales, no casualmente, mu-

chos parlamentarios son dueños o accionistas. A

ambas medidas se le sumó sobre el final de julio

un proyecto para permitir la venta de tierras al

capital extranjero (CD 22/7).

El vértice empresario sobre el que confluyen

todas estas medidas es la fracción que domina en

la producción agroindustrial para la exportación.

Es decir, la tendencia que se profundiza es la pri-

marizacion económica que exigen los grupos con-

centrados de escala planetaria, aunque eso hoy

signifique “cocinar” a sus históricos aliados locales

del empresario más industrial. La producción de

granos brasileña crecerá, según Jorge Castro, un

48,2% en los próximos 10 años, superando am-

pliamente los 40% que debería crecer en 30 años

según Naciones Unidas. Para los voceros del impe-

rio, el “gran potencial” de este desarrollo produc-

tivo permitiría en poco tiempo obtener un supe-

rávit comercial de más de U$S 60.000 millones (CL

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Análisis de Coyuntura 23

SEPTIEMBRE DE 2017

12/8), es decir, la primarización es presentada

como la “solución” para aquel problema del défi-

cit fiscal que señalábamos más arriba. Pero los vo-

ceros imperiales advierten, también, que este

desarrollo agroindustrial de gran escala implica

una profunda reestructuración de la economía

brasileña, donde los puntos centrales son la liqui-

dación de todo lo que no esté vinculado al agro y

la ocupación y expropiación, a manos de la pro-

piedad privada, de tierras protegidas en la ama-

zonia.

Al respecto, dentro del paquete de medidas

económicas que se lanzaron en agosto, el Congre-

so Nacional discute la reducción de un área de

protección de la Amazonía de la selva de Jaman-

xim en el estado de Pará, al norte del país, zona

que desde hace años es uno de los mayores focos

de deforestación ilegal. La propuesta guberna-

mental pretende dejar de tratar como “Floresta

Nacional” (el nivel máximo de protección) 349.000

hectáreas de bosque, que serán clasificadas como

áreas de “protección ambiental”, la categoría más

flexible, que permite acciones como la compra-

venta de tierras, cultivos y actividades mineras. El

ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho,

argumenta, por el contrario, que la intención del

gobierno es “tener en cuenta las propiedades pro-

ductivas que existían previamente a la creación

del parque nacional”, a pesar de que reconoce

que el sistema actual de protección de la Amazo-

nía, “fue excelente, [pero] no funciona y debe ser

revisado” (TS 18/8). Esta tendencia a la primariza-

cion, en base a las necesidades de los capitales

monopólicos de abastecerse de productos alimen-

tarios y energéticos a bajo costo para poder com-

petir en el mercado, lleva, inevitablemente, a

arrasar con vastos sectores de las burguesías loca-

les, concentrando la producción en capitales más

competitivos y con menos intermediarios.

Por todo esto, solo para estos sectores de la

economía hay guarismos positivos en cuanto al

desempeño económico. Marcados fundamental-

mente por la especulación financiera en torno de

los resultados del plan de ajuste, las acciones en

dólares se elevaron en el sector bancario publico y

privado, recuperando un 95% de lo que habían

perdido hasta el año pasado, mientras el real se

apreció en relacion a la moneda estadounidense

un 8,8% desde mediados de mayo, pasando de

3,50 por dólar a 3,11, con perspectivas de llegar a

3,05. La minera Vale, por su parte, también ha lo-

grado no sólo recuperar el 100% de la caída sino

que gana 30%, mientras el índice bursatil Bovespa

también ha logrado recuperar más del 90% de la

baja luego de las escuchas del escándalo del “pe-

trolao”, ganando a precios actuales un 11% desde

los mínimos de junio pasado con 60.500 puntos.

La acción que luce como la más retrasada en la re-

cuperación es Petrobras, que si bien sube un 18%

en dólares, desde los mínimos de fin de junio, aún

se encuentra lejos de los valores registrados pre-

vios a la publicación de las escuchas (CR 4/8). Con

estos datos sobre la mesa, aparecen claramente

los beneficiarios de las políticas económicas im-

puestas a fuerza de decretazos por el gobierno,

quien es funcional, sin medias tintas, a los intere-

ses de los grupos concentrados. Este “recambio

de expectativas en el mercado” no es más que el

resultado buscado por la rapiña global en pos de

profundizar la matriz económica actual, garanti-

zándose, asi, sus plusganancias. En el camino

quedan los capitales nacionales y los regionales de

menor envergadura que, aunque sean grandes, no

pueden competir en productividad con los grupos

monopólicos de escala global.

Volando bajito

En el mismo orden de cosas, aquella necesidad

objetiva de avanzar en el control de todas las ra-

mas productivas centrales, por parte de los grupos

económicos globales, se manifiesta tambien en el

manejo de las empresas que estaban en manos

del estado o de capitales nacionales. Repasamos

ya los mecanismos que utilizan para generar las

condiciones propicias de inversión para los capita-

les de mayor envergadura: vacimiento y sabotaje

en el caso de la estatal Petrobras, escándalos de

corrupción que vinculan a funcionarios de go-

bierno en los casos de la constructora Odebrecht

y de la alimenticia JBS. Ahora le llegó el turno a la

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24 Consolidando las bases de lo nuevo

SEPTIEMBRE DE 2017

privatización del transporte aéreo mediante la

concesión privada, por parte del gobierno brasile-

ño, de 4 aeropuertos que hasta el momento esta-

ban en manos de la Agencia Nacional de la Avia-

ción Civil, una empresa estatal con décadas de

solvencia técnica. Los aeropuertos de Fortaleza y

Porto Alegre serán ahora operados por el grupo

alemán Fraport AG Frankfurt Airport Services; el

de Salvador de Bahia estará bajo control de la

francesa Vinci Airports; el de Florianópolis será

gestionado por la suiza Zurich International Air-

port AG. Los contratos son de 30 años, con posibi-

lidad de extenderse por 5 más, excepto el de Por-

to Alegre, cuyo plazo de concesión es de 25 años.

El Gobierno espera recibir “inmediatamente”

1.400 millones de reales (444 millones de dólares)

(TS 28/7). Para no dejar dudas de que esto es sólo

el comienzo, Temer, en la rueda de prensa poste-

rior a la firma de la concesión, afirmó que “esta

ceremonia demuestra el esfuerzo de moderniza-

ción del Gobierno para colocar a Brasil en el siglo

XXI; las concesiones de estos aeropuertos son las

primeras dentro del nuevo modelo de concesión

que es más racional, más previsible y más seguro;

el resultado, sin ninguna exageración, fue extra-

ordinario”. En tanto, el ministro de Transporte,

Puertos y Aviación Civil, Mauricio Quintella, dejó

explicitos los objetivos del plan económico: “(Es

una) prueba de que Brasil es un lugar rentable y

seguro para las inversiones” (TS 28/7).

Pero por más que las fracciones lacayas de la

burguesía mundial intenten atraer capitales, estos

no llegan, o por lo menos no de la forma espera-

da; de hecho, la inversión extranjera directa (IED)

en América latina y el Caribe tuvo en 2016 una

caída del 7,9%, y la proyección para este año tam-

bién es a la baja, en torno del 5%, siendo Argenti-

na la que lidera el tanteador, con una baja del

64% (US$ 7.530 millones). A pesar de ello, la Co-

misión Económica para América Latina y el Caribe

(Cepal), organismo que elaboró el informe, relati-

vizó esa cifra y proyectó positivamente el indica-

dor tomando en cuenta las medidas que prometió

el presidente Mauricio Macri. Alicia Bárcena, se-

cretaria ejecutiva de dicho organismo, difundió

ayer en Santiago de Chile el indicador regional,

que sumó el año pasado US$ 167.043 millones

(una caída del 17% desde 2011), con Brasil a la ca-

beza, que se llevó casi la mitad de las inversiones

totales (47%), seguido por México (17%) y Colom-

bia (8%) (LN 11/8). Estos guarismos, además de

mostrar que todavía les falta profundizar mucho

más las medidas expropiatorias, también muestra

que aquellos planes de los capitales concentrados

se deben resolver con rapidez, ya que, en la com-

petencia intercapitalista, la acumulación necesaria

para poder dar el salto productivo que los sosten-

ga en la reproducción a escala ampliada no puede

esperar a que los gobiernos ilegitimos lleven ade-

lante el plan a su medida. Como vimos más arriba,

la brutalidad con la cual se aplica arrasa con gran

parte del empresariado pequeño y mediano, aun

con capitales de considerable envergadura, lo cual

se traduce en la imposibilidad de generar consen-

so político entre la propia burguesía, lo cual inevi-

tablemente lleva a la fractura de los bloques eco-

nómicos dominantes en la region.

Rápido, antes que se aviven!

La presión sobre los gobiernos títeres del impe-

rio se agranda cada vez que aparecen los datos de

los organismos internacionales. El panorama de

freno de las inversiones se suma a la rebaja que el

FMI estableció en la proyección de crecimiento

para Latinoamérica y el Caribe para los años 2017

y 2018 en 0,1%, llevándola a 1% y 1,9%, respecti-

vamente. En el caso de Brasil, eleva al 0,3% el cre-

cimiento económico este año y lo rebaja al 1,3%

en 2018. El pronóstico de crecimiento de México

en 2017 aumentó del 1,7% al 1,9%. Durante el

mes anterior, el organismo señalaba que la ines-

tabilidad política y las invetigaciones de corrup-

ción a los funcionarios de los gobiernos son “las

mayores fuentes de riesgo que pueden amenazar

la agenda de reformas y la recuperación”, pero es

más peligroso para las fuerzas del imperio la pri-

mera cuestión, al no lograr sentar en la mesa a

sectores de la burguesía que hace algunos años

entraban. En este marco, las oligarquías rentísti-

cas siguen intentando acordar su supervivencia a

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Análisis de Coyuntura 25

SEPTIEMBRE DE 2017

cualquier precio, es decir, con condiciones excep-

cionales para los capitales concentrados mundia-

les, a cambio de poder colocar su producción de

materias primas mediante el armado de los trata-

dos regionales de libre comercio.

Como vimos durante el mes anterior, la reunión

realizada en Mendoza con los países del Mercosur

intentó avanzar en un acuerdo interbloque para

poder cerrar el TLC con la UE en diciembre de este

año. Al respecto, el secretario argentino de Rela-

ciones Económicas Internacionales, Horacio Rey-

ser, afirmó: “Avanzamos con las negociaciones

con miras de cerrar el acuerdo en diciembre del

corriente año, si hay razonabilidad entre ambos

bloques (…). Hay sectores que no estamos dispues-

tos a incluir en el libre comercio, lo mismo que

ciertos temas de propiedad intelectual” (CL 20/7).

A partir de esto, el Financial Times pone en duda

del éxito del tratado en estas condiciones: “el

acuerdo será un golpe político, pero es probable

que tenga poca liberalización real… Es poco pro-

bable que los países del Mercosur hagan algo por

abrir sus protegidos mercados de servicios o pro-

ductos manufacturados, o por endurecer sus re-

glas de patentes para productos farmacéuticos. Si

la UE quiere ganar credibilidad como regulador

global, debe asegurarse de que cada uno de sus

acuerdos comerciales impliquen una diferencia

significativa” (CR 3/8).

Al mismo tiempo, aparece la disputa en el norte

del continente con la rediscusión de los términos

del TCLAN, luego de las idas y vueltas que la ad-

ministración estadounidense ha tenido con res-

pecto a la continuidad o finalización del acuerdo

de libre comercio más antiguo del continente. En

este sentido, Ildefonso Guajardo Villarreal, minis-

tro de Economía mexicano, afirmó que “debemos

mantenernos muy seguros y muy firmes en las ne-

gociaciones, pues serán una montaña rusa, con

días buenos, malos y peores, porque así son las

negociaciones, pero lo importante será el resulta-

do final” (TS 30/7). Además dijo que México “no

permitirá el proteccionismo disfrazado” para po-

der realizar un “acuerdo integral, donde México

responda en función de los logros que consiga en

materia comercial, de seguridad y migración” (CD

29/7). Así, durante agosto, EEUU, Canadá y Méxi-

co comenzaron formalmente la renegociación del

Tratado de Libre Comercio; “es un día histórico.

Por primera vez en la historia vamos a revisar un

gran acuerdo comercial“, comentó el Represen-

tante de Comercio Exterior de los EEUU, Robert

Lighthizer, y explicó que la Casa Blanca no busca

un simple ajuste, sino “cambios relevantes”, men-

cionando el área automotriz y las regulaciones la-

borales. “No se trata de romper aquello que ha

funcionado, sino, por el contrario, de mejorar

nuestro acuerdo”, se esperanza el ministro Gua-

jardo.

La balanza comercial de EEUU con México pasó

desde la firma del tratado de un excedente de

1.300 millones a un déficit de 64.000 millones de

dólares, de ahí la urgencia de Trump. Otro tema a

revisar es el mecanismo de regulación de contro-

versias comerciales, conocido como el “Capítulo

19”, que permite arbitrar litigios relativos al dum-

ping (CD 16/8). El objetivo de la oligarquía Mexi-

cana es mantener el acuerdo, en lo posible con las

condiciones que venía ejecutándose, ya que el

80% de las exportaciones aztecas, manufacturas y

productos primarios, es colocada en EEUU a tra-

vés del tratado. Incluso, ante la crisis que desató

la posible salida del mismo por parte de EEUU, la

producción de automóviles, sector clave y em-

blema de la integración comercial del TCLAN, su-

mó un crecimiento del 10,8% interanual y las ex-

portaciones aumentaron un 13,1% (CR 8/8). Vale

destacar que acá también están en juego los in-

tereses de los capitales concentrados yanquis, ya

que el sector del aparato industrial radicado en

México es controlado por ellos, ya que los bajos

costos de mano de obra, en relación a los que hay

en EEUU, no pueden conseguirlos de otra manera

sin tener que resignar parte de sus megaganan-

cias. Sobre ello también se expresó Guajardo Villa-

rreal señalando que “las diferencias de salarios

que persisten entre los trabajadores de los tres

países están fuera de la agenda”, a pesar de que

senadores y representantes sindicales exigen, en-

tre otras cosas, incrementar las escalas de retri-

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26 Consolidando las bases de lo nuevo

SEPTIEMBRE DE 2017

buciones para evitar que México sea visto como

un país que ofrece bajos salarios (TS 17/8); pero

las reglas, en el modo de producción capitalista,

se rigen siempre por el costo mínimo, más allá de

banderas y fronteras “nacionales”.

Pero pese a las intenciones de los sectores me-

xicanos y, a pesar de ellos, en las condiciones en

que se realizan estos acuerdos el interés que do-

mina es el de los capitales concentrados, que es-

tablecen pautas para drenar recursos naturales,

mientras se aseguran los productos realizados con

un precio de la mano de obra que permite engro-

sar aún más sus ganancias. En esta lógica, sólo es-

tán en condiciones de sobrevivir los capitales con

mayor desarrollo de sus fuerzas productivas, so-

breviviendo sólo los sectores más concentrados

de las oligarquías locales. A su vez, hay una nece-

sidad de cerrar estos acuerdos lo más rápido posi-

ble, ya que las condiciones en las cuales se impo-

nen borran del mapa a sectores pequeños y

medianos de los empresarios locales, imprimien-

do ajustes siderales sobre la clase trabajadora, lo

que provoca la posibilidad cada vez más cercana

de triunfos electorales de las fuerzas políticas que

están en contra de los TLC: Lula en Brasil, López

Obrador en México, Cristina Fernández en Argen-

tina. En este sentido, los grupos económicos

mundiales no tienen ni la capacidad ni el tiempo

para generar sus propias condiciones de repro-

ducción en forma consensuada.

A los guadañazos

Ante este panorama signado por la imposibili-

dad de construir fuerza social y hegemonía, los

capitales concentrados, agrupados en torno de los

147 grupos económicos globales, deben aplicar en

los distintos países de nuestro continente el ajuste

económico sobre la clase trabajadora con cada

vez mayor ferocidad. El desplazamiento sistemáti-

co de trabajadores del mercado laboral convierte

a una mayoría creciente de las masas en “pobla-

ción sobrante” para el capital, es decir, que no

podrá volver a reinsertarse en el mercado laboral.

En este sentido, la reforma laboral en Brasil actúa

como modelo ejemplar para su aplicación en el

resto de las naciones del subcontinente latinoa-

mericano por parte de las oligarquías locales. Las

principales características de aquella están des-

criptas por el diario Clarín: “hay tres cláusulas con

impacto inmediato y directo en el mundo laboral

brasileño: crea un nuevo tipo de contrato laboral:

el del trabajo intermitente. Permite contrataciones

por hora o por jornada, lo que abre puertas para

que una empresa tome un trabajador apenas por

el tiempo necesario para una tarea definida. El se-

gundo elemento clave se refiere a la prevalencia

de los acuerdos colectivos o individuales, en pun-

tos específicos, entre trabajadores y empresas por

encima de lo pautado por ley. Un tercer asunto,

que atañe directamente a las organizaciones gre-

miales, es el fin de la obligación de contribuir con

el sindicato con un día de trabajo por año. Se mo-

difica también el régimen de despidos. La reforma

deja afuera a las entidades gremiales y fija nor-

mas más adecuadas para las indemnizaciones (el

Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio o FGTS),

un mecanismo propio de Brasil. Por último, cam-

bia también el sistema de compensación de las

horas extras, que podrá acogerse a las negocia-

ciones individuales o colectivas” (CL 23/7). Esta re-

forma, impuesta por medio de la fuerza por el go-

bierno de Temer, fue respondida con tres paros

generales convocados por la Central Única de Tra-

bajadores (CUT) y acompañados por movimientos

sociales y por otras centrales obreras.

En tanto, el gobierno de Temer sigue empujan-

do la sustanciación de medidas contrarias a los

capitales locales y a los trabajadores, como el re-

corte de 7.480 millones de reales (2.372 millones

de dólares) previstos para el Programa de Acele-

ración del Crecimiento (PAC), destinado a grandes

obras de infraestructura, equivalente a un 30% del

presupuesto inicial del programa. Junto con el re-

corte, se producía el lanzamiento de un programa

de retiros voluntarios de empleados públicos fe-

derales, apuntando a ahorrar alrededor de 320

millones de dólares al año (CR 26/7). La presión

ejercida por los grupos económicos se hace sentir

y va caldeando ánimos entre los trabajadores, que

apuntan también contra la suba de precios de los

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Análisis de Coyuntura 27

SEPTIEMBRE DE 2017

combustibles; por caso, el puerto de Santos, en

San Pablo, el más importante del continente, es-

tuvo paralizado durante un día por el Sindicato de

Transportistas de la Baixada Santista (Sindicam)

que bloquearon los accesos, medida que contaba

con el apoyo de la Unión Nacional de Camioneros

(Unicam), entre otras. Al respecto, el presidente

de Unicam, José Araújo, dijo que “Es un absurdo

que siempre sean impuestas reglas nuevas a los

camioneros, pero sin respetar las leyes vigentes en

el sector, muchas de ellas fruto de nuestra lucha

continua” (TS 1/8). Por su parte, la Asociación Bra-

sileña de Camioneros indicó que los conductores

deberán aumentar un cinco por ciento el valor de

sus fletes para costear la subida de los combusti-

bles, pero es difícil hacerlo debido a la caída en la

demanda de sus servicios.

Inevitablemente, el panorama se repite en todo

el continente. En Paraguay, otro gobierno que lle-

gó al poder luego del golpe parlamentario contra

Fernando Lugo, y que encabeza Horacio Cartes,

vetó la ley aprobada por la Cámara de Diputados

para dar subsidios y exonerar las deudas a los

campesinos porque el proyecto “condenaría el fu-

turo económico” del país. El presidente Cartes dijo

también, aunque parezca un chiste, que “los pa-

raguayos somos solidarios, y siempre estamos dis-

puestos a ayudar a quienes más lo necesitan… Pe-

ro no podemos postergar el bien de todos los

paraguayos privilegiando a unos cuantos, ni usar

la necesidad de la gente como instrumento prose-

litista”. La ordenanza aprobada consistía en la

cancelación de 10.000 dólares máximo por más de

30 hectáreas de extensión de tierra que posea un

productor, y tuvo 28 votos a favor por parte del

Partido Liberal y 27 votos en contra por los gober-

nantes del Partido Colorado. Ante esto, Los cam-

pesinos permanecen movilizados en el centro de

Asunción, y afirmaron que las protestas continua-

rán hasta que se promulguen aquellas normas; pi-

den al presidente firmar las leyes de Emergencia

Nacional de la Agricultura Campesina y de Rehabi-

litación Financiera, que atenderá las necesidades

en cuanto al acceso a los servicios básicos, de vi-

vienda y de tierra. La iniciativa busca no solo la

condonación de la deuda sino también la atención

prioritaria para el sector (TS 4/8). Vale destacar

que, según un actualizado informe de Oxfam, Pa-

raguay es uno de los países con mayor índice en

concentración de la tierra: un 80% está en manos

del 5% de los terratenientes. Por su parte, en Mé-

xico, miles de campesinos se movilizaron en con-

tra de la política del presidente Enrique Peña Nie-

to de recorte para el sector agrícola y lamentaron

que las autoridades “estén al servicio” de las em-

presas transnacionales del sector de alimentos,

quienes reciben los apoyos económicos. Pero,

además de esto, lo más importante es que de-

mandan la salida del TLCAN: “No vamos a permitir

una negociación desfavorable y que se arrodillen

frente a los Estados Unidos. Este es el inicio de una

jornada por la exclusión total del capítulo agrope-

cuario del TLC” (TS 7/8). Una muestra más del

grado de incompatibilidad de los intereses de la

gran burguesía y de los trabajadores en épocas

donde el monopolio domina, destruyendo, a su

paso, todo posible “consenso”.

Vienen por algo…

Mientras tanto, las fuerzas del imperio siguen

desplegando toda su potencia sobre Venezuela,

ahora más que nunca por el salto que el proceso

revolucionario bolivariano está dando en consoli-

dar las bases económicas, politicas e ideológicas,

que puedan dar respuesta al desmembramiento y

descomposición de las relaciones capitalistas, a

través de la Asamblea Constituyente, con la parti-

cipación de un amplio arco de sectores de la so-

ciedad venezolana. Por ello, a las operaciones que

venían ejecutando los grupos económicos en el

país a través del desabastecimiento alimentario y

medicinal, de las corridas financieras y los faltan-

tes de papel moneda, se le suman las sanciones

directas que EEUU amenaza con imponer, aunque

no tenga el suficiente concenso entre las distintas

líneas del capital concentrado que se disputan el

poder local, ni mucho menos entre el grueso de

las naciones latinoamericanas (como analizaremos

en el artículo siguiente). De esta manera, el go-

bierno de Trump impuso sanciones a algunos re-

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28 Consolidando las bases de lo nuevo

SEPTIEMBRE DE 2017

presentantes del gobierno de Venezuela pero evi-

tando, por ahora, sancionar al mercado financiero

o a la industria petrolera.

En este sentido, el embajador de Venezuela en

Rusia, Carlos Faría, en una entrevista para el me-

dio ruso Sputnik, afirmó que “si ocurriese el boi-

cot, o el cierre del mercado de EEUU al petróleo

venezolano –estamos hablando de unos 700.000

barriles de petróleo al día– ya se tiene previsto

cómo ese volumen de crudo va a ser redirigido a

otros mercados”. También apuntó que el embargo

petrolero afectaría a la economía estadounidense,

“ya que tendría que lidiar con el problema de las

refinería que están adoptadas para procesar pe-

tróleo pesado venezolano” (TS 26/7). A su vez, es-

ta situación, además de profundizar las fracturas

al interior de los capitales concentrados, también

aumenta las posibilidades de que Venezuela an-

fiance más los acuerdos energéticos que viene

desarrollando con China y con Rusia. Al respecto,

hasta los propios senadores estadounidenses ad-

vertían este peligro: “Nosotros creemos que es

crucial considerar el rol de la industria de la ener-

gía y la refinación de Estados Unidos en nuestros

intereses económicos y de seguridad nacional (…).

Bloquear las importaciones podría provocar un

gran daño a esta industria y poner el costo en los

contribuyentes estadounidenses” (HTV 11/8). Por

este motivo las sanciones se limitaron a ser indivi-

duales, sobre algunos funcionarios venezolanos, y

no a la producción en general.

Además de intentar golpear al proceso boliva-

riano con el petróleo, la principal fuente de rique-

zas del país, el imperio intenta también atacar a

otros sectores económicos, que surgieron del

desarrollo de los 15 motores de la producción que

se vienen desarrollando. Uno de ellos es el Fondo

Social Minero a cargo del Ministerio del Poder Po-

pular para el Desarrollo Minero Ecológico, que

produce oro a través de la explotación de las re-

servas del estado de Bolivar y que organiza a 150

mil personas, articulando empresas privadas ve-

nezolanas y de otros países del mundo. Como este

desarrollo es, según el ministro Jorge Arreaza, “un

ingreso importante que, va para la salud del pue-

blo, va para la alimentación del pueblo, va para la

vivienda del pueblo, va para fortalecer nuestras

reservas y nuestra capacidad de compromiso de

pago, que a su vez se traduce en la posibilidad de

buscar financiamiento para también invertir en el

pueblo venezolano” (TS 28/7), salieron enseguida

los representantes de la oposicion alineada con

los intereses imperiales a intentar boicotear el

proyecto; la Mesa de Unidad Democrática (MUD)

envió cartas (como hizo con los bonos de PdVSA)

a bancos como Citigroup, Goldman Sachs Group y

Bank of America para evitar que se concretara

cualquier posibilidad de ingreso extraordinario en

divisas que financien al gobierno bolivariano. Así,

el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Bor-

ges, escribió a sus amigos de las bancas mundia-

les: “el Ejecutivo Nacional intentará a través del

Banco Central de Venezuela (BCV) el canje del oro

disponible en nuestras reservas por dólares para

mantenerse en el poder inconstitucionalmente”

(TS 31/7). Al mismo tiempo, la gran banca de in-

version Credit Suisse Group prohibió a sus unida-

des transar algunos títulos de deuda venezolanos

y ordenó que futuros negocios con el país sean

sometidos a la aprobación de su oficina de riesgo

reputacional, “Teniendo en cuenta el clima político

y los recientes acontecimientos en Venezuela, y las

medidas tomadas por el actual gobierno, quere-

mos asegurarnos de que Credit Suisse no provea

los medios para que nadie pueda violar los dere-

chos humanos del pueblo venezolano” (CR 11/8).

Tambien, para agregar color a la guerra econó-

mica, las empresas aerocomerciales Avianca Hol-

dings y Delta (de capites estadounidenses) notifi-

caron por los medios de comunicación que

suspenderían sus operaciones en el país (ET 27/7).

Como broche de oro de la presión imperial sobre

el proceso bolivariano, durante la cumbre del

Mercosur se votó la suspensión de Venezuela co-

mo miembro del bloque regional, medida encabe-

zada fundamentalmente por los cancilleres de

Brasil y Argentina, y que se complementó con la

“condena” de trece países del continente a la

“ruptura” de la democracia. Por último, las con-

sultoras privadas al servicio del capital financiero,

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Análisis de Coyuntura 29

SEPTIEMBRE DE 2017

así como los países que aplican los ajustes a me-

dida de las grupos económicos mundiales, asegu-

ran que el crecimiento está acabado, pronosti-

cando para Venezuela una caída del 7% en el PBI

para el año 2017, combinado con un aumento de

precios que llegaría a un 1.000% (LN 22/8).

Eso sí, no menciona nada acerca de la corrida

incesante que los capitales concentrados empujan

al llamado “dólar negro”, como se conoce al dólar

paralelo, que llegó a devaluarse un 25,11% solo en

el mes de Julio. De todas maneras, asistimos a la

imposibilidad del capital global en avanzar contra

el proceso desatado en Venezuela. En primer lu-

gar, al igual que en el resto del continente, no

puede generar el consenso necesario entre los

distintos sectores y fracciones de clase para im-

plantar las condiciones de su reproducción. Ahora,

no solo necesita del petróleo, sino que también

necesita arrasar con todo el plan de emancipación

económica y social que se plantea desde 1998 con

la llegada del chavismo. Luego, están empantana-

dos en la propia disputa intercapitalista, en que

los distintos grupos económicos globales no en-

tran en la repartija del valor mundial, por lo tanto

sólo unos pocos pueden morder lo que se conse-

guiría –difícilmente– ocupando militarmente Ve-

nezuela. En síntesis, no tienen el tiempo necesario

para crear esas condiciones de dominación.

Vamos por todo…

Es por ello que ahora más que nunca son posi-

bles las condiciones para el desarrollo de una

economía que esté en correspondencia con las

necesidades de la sociedad y no sólo de una parte

privilegiada que vive de la apropiacion de la

cooperación ajena. En este sentido, el momento

económico de la Asamblea Constituyente venezo-

lana plantea claramente, en palabras de Aristóbu-

lo Istúriz, vicepresidente de la misma y ex ministro

del Poder Popular para las Comunas y los Movi-

mientos Sociales, que “se agotó el modelo rentís-

tico”, o la conducta de los trabajadores que des-

cansa sobre la base de la explotación de la renta

petrolera y de ningún otro desarrollo, en el mo-

mento histórico donde el capitalismo está en su

fase de descomposición final. Se busca entonces

desde la Constituyente asentar y darle rango

constitucional a todos los avances que la Revolu-

ción Bolivariana viene realizando, fundamental-

mente a los CLAP (Comité Local de Abastecimien-

to y Produccion) y a los CPT (Consejos Productivos

de los Trabajadores); que no se presente sólo co-

mo respuesta ante los ataques del imperio, sino

que puedan tomar el control productivo de toda

la economía. Como parte de esto, Nicolás Maduro

anunció, durante la entrega del hogar 1.700.000,

edificado por la Gran Mision Vivienda Venezuela,

que se construirán más de 115 mil viviendas, de

las cuales casi 40 mil serán realizadas mediante

los proyectos de autoconstrucción por parte del

poder popular organizado. Señaló acerca de esto

que “debemos construir y promover un ser social

con un espíritu colectivo, de cuerpo, de comuni-

dad, porque el ser humano es en esencia un ser

social” (TS 28/7).

Bajo está misma concepción, se aprobaron tres

nuevas fases del programa de empleo para los jó-

venes: Plan Chamba Juvenil Indígena, Plan Cham-

ba Juvenil Minero y Plan Chamba Juvenil en las

Fronteras. El programa tiene como objetivo incluir

a los jóvenes en los sectores productivos del país.

Según el balance presentado por el ministro del

Poder Popular para la Juventud y Deporte, Pedro

Infante, desde la creación del programa en junio

más de 594.000 jóvenes se han registrado en el

plan y unos 300.000 ya tienen un empleo que im-

pulsa los 15 motores económicos de la nación.

“Unos 1.200 están siendo incorporados a la banca

pública, 10.000 a Pdvsa (Petróleos de Venezuela),

un 1.100 en Cantv, otros 475 en Movilnet, 20 mil

recreadores y recreadoras del Plan Vacacional Na-

cional, 15.000 promotores deportivos, 15.000

promotores culturales y 102.000 jóvenes incorpo-

rados en otras empresas del Estado”. El ministro

estimó que el 60 por ciento de la población está

en edad productiva, lo cual “nos permite generar

condiciones para la producción. 19 millones de ve-

nezolanos entre 15 y 60 años, y el 60 por ciento de

estos está entre 15 y 35 años” (TS 3/8). A su vez,

reafirmando el carácter autorganizativo planteado

Page 30: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

30 Consolidando las bases de lo nuevo

SEPTIEMBRE DE 2017

por la Asamblea, el constituyente y viceministro

de Economía Comunal, Willy Casanova, presentó

propuestas para acceso al financiamiento y al cré-

dito productivo con más fuerza, la habilitación de

mecanismos de comercialización y distribución

más eficientes; así como medidas urgentes para

controlar los precios, el impulso de una economía

local y territorial. Afirmó que la socialización de la

renta petrolera fue una tarea cumplida y alcanza-

da, pero que “ahora en esta etapa con los nuevos

desafíos (…) la tarea (es) la socialización de la ge-

neración de riquezas” para que todo el pueblo

pueda participar en el hecho económico (CD 9/8).

Estas ideas parten desde la necesidad histórica

planteada de tomar en las manos de los trabaja-

dores el control y el desarrollo de la economía, en

función de los intereses objetivos que tienen: el

poder comportarse como productores y creadores

de todo lo que es necesario para la reproducción

de la vida humana, en contraposición con el com-

portamiento consumista propuesto desde las ne-

cesidades de reproducción del capital. En este

sentido, el armado del llamado modelo “posren-

tista” tiene como eje poner todas las fuerzas pro-

ductivas en función de las necesidades del pueblo,

incluyendo sectores de la pequeña y mediana

empresa, siempre y cuando se encuentren dis-

puestos a defender estos intereses. Ante el uso de

la guerra económica como herramienta política

para detener el proceso emancipador latinoame-

ricano y mundial por parte del imperio, no hay

otra manera que tomar las riendas de la produc-

ción desde la conducta del creador productivo, es

decir, que el papel que juegan los CPT es funda-

mental, sobre todo por que impele conocer de

punta a punta los procesos productivos, los costos

de producción, los de distribución, y todo lo que

concierne a esa tarea clave para el sostenimiento

y desarrollo de las comunidades. La transición, así

entendida, es una construcción política y econó-

mica desde la bases de la población, con dirección

centralizada en el gobierno bolivariano y con un

peso específico del PSUV, pero siempre “crecien-

do desde el pie”.

En este sentido, vuelve a aparecer el aporte de

Cuba, necesario para profundizar el proceso des-

de la totalidad de la clase trabajadora, en la discu-

sion de la actualización del modelo económico:

“No vamos a retroceder ni a detenernos, ni tam-

poco permitir estigmas y prejuicios hacia el sector

no estatal, pero es imprescindible respetar las le-

yes, consolidar lo avanzado, generalizar los aspec-

tos positivos, que no son pocos, y enfrentar resuel-

tamente las ilegalidades y otras desviaciones que

se apartan de la política establecida”, dijo Raúl

Castro Ruz, en su discurso de clausura del IX Pe-

riodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Na-

cional del Poder Popular (CD 9/8).

Como decimos más arriba, las fuerzas del caos y

la muerte, encarnadas en las 147 corporaciones

mundiales, no pueden permitir que se desarrollen

los proyectos de emancipación a nivel continental,

pero se les complica cada vez más impedirlo, por-

que es inevitable el avance de la sociedad, de la

mano de los trabajadores, hacia la planificación

económica y social como eje del desarrollo pleno

de la humanidad, en contraposición con la anar-

quía y el desastre que los grupos económicos rea-

lizan en función de sus intereses, limitados en

concentrar la riqueza en cada vez menos manos.

Por eso, lo que se juega en Venezuela a nivel local,

regional y, también, global, es fundamental como

piedra angular de la nueva sociedad de transición,

que pueda dar salida a toda la humanidad de la

crisis de las relaciones sociales capitalistas. Es la

visagra en el desarrollo del proceso emancipador

mundial, ya que afirma que sólo desde la clase

trabajadora se puede proponer y construir contra

el caos y la miseria organizada por los grupos eco-

nómicos. Veamos ahora cómo se manifiesta polí-

ticamente esa pelea entre las fuerzas del pasado y

las del pueblo organizado.

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La fractura en las fuerzas imperialistas y la batalla perdida en Venezuela. Caos o salida

Tiempo

“Fue un esclavo sensible y chillón

y fácil para el gatillo”

PR (1986)

Una vez más, aquella sentencia de Fidel Castro

en 2009 en relación a que “el fin del Imperialis-

mo” es el escenario central desde el cual se deben

reflexionar e interpretar los hechos y pensar las

respuestas políticas, adquiere una relevancia iné-

dita. El desmembramiento de las fuerzas imperia-

listas, su correspondiente fractura interna, la in-

capacidad política y económica para ordenar los

sectores sociales que históricamente las acompa-

ñaron, la generación del caos como única respues-

ta posible a los terribles problemas que dicha si-

tuación genera, todo ello ha marcado a los hechos

más trascendentales de la región latinoamericana

en los últimos meses. En ese escenario, Venezuela

adquiere una centralidad inusitada, dado que el

imperialismo necesita impedir que un pueblo tra-

bajador desarrolle herramientas de organización

que planteen la sustitución de la propiedad priva-

da de los medios de producción por un Socialismo

obrero y popular, basado en la colectivización de

aquellos y en la consiguiente democratización de

los instrumentos de gobierno. Necesita hacerlo

porque, frente a su incapacidad estructural de re-

solver la actual crisis del capitalismo, el ejemplo

venezolano se erige inmenso para toda la región y

el mundo, demostrando una posible salida.

Veremos en este artículo la fractura que esas

fuerzas detentan, la posición debilitada desde la

cual se intentó frenar la realización de la Asam-

blea Nacional Constituyente en Venezuela y que,

al verse superadas todas las acciones diplomáticas

y de coerción económico financieras, el imperia-

lismo norteamericano radicalizó su estrategia te-

rrorista y militar, amenazando con una interven-

ción extranjera en Sudamérica. Sin embargo, la

radicalización sólo produjo más fracturas dentro

del puñado de naciones que han acompañado sus

objetivos, dejando a los EEUU en soledad. Tal si-

tuación, fractura y fracaso, tuvo su correlato in-

terno a través del derrotero opositor, cuyas fuer-

zas aglutina la Mesa de Unidad Democrática

(MUD), que vio agotarse definitivamente la estra-

tegia del terrorismo al recibir un contundente re-

chazo de más de 8 millones de compatriotas,

viéndose obligada, al final de cuentas, a modificar

radicalmente su discurso y reconocer a las autori-

dades gubernamentales que durante meses des-

conoció.

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32 Tiempo

SEPTIEMBRE DE 2017

Estos hechos son de suma importancia frente a

la profundización de la disputa entre los capitales

concentrados, dado el grado de concentración y

centralización que les impide la reproducción del

andamiaje construido al calor de la división inter-

nacional del trabajo en los siglos XIX y XX, expul-

sando hacia las filas de los desposeídos y expro-

piados a numerosos sectores que históricamente

constituyeron su “pata local”. Además, toda la

institucionalidad erigida sobre esa organización

mundial, sobre la incorporación de esas “patas lo-

cales” a un orden global, ya no se corresponde

con la realidad y dejan de cumplir su función so-

cial por lo que, necesariamente, entran en crisis.

Así, como Fidel Castro lo definiera, el desmem-

bramiento imperialista sólo puede implicar caos;

es decir, los capitales concentrados no pueden ga-

rantizar la reproducción de las mayorías y seguir

reproduciéndose de manera ampliada, por lo que

su única alternativa, objetivamente, es impedir

que los pueblos se organicen para reemplazarlo.

Esto es lo que hemos visto en Venezuela y lo que

analizaremos también para Colombia: el terroris-

mo no es “una de tantas” opciones ejecutadas por

el imperialismo, es sencillamente su acción posi-

ble, cuando toda posibilidad de construir consen-

so es desechada, debido al grado de concentra-

ción, y cuando es cada vez más notoria la

verdadera naturaleza de dichas fuerzas, un puña-

do de corporaciones monopólicas enfrentadas con

la humanidad. Por ello, el ejemplo de Venezuela

adquiere tanta relevancia para nuestros pueblos:

demostrar al mundo (imperialista) que es posible

derrotarlo y reemplazarlo.

Muchas opciones para Venezuela

Los sucesivos intentos por parte de imperialis-

mo para derrocar al gobierno legítimo de Nicolás

Maduro en Venezuela a través de acciones milita-

res externas e internas, del “aislamiento” diplo-

mático, de la coerción económico financiera me-

diante “sanciones”, o del bombardeo incesante

realizado por sus corporaciones mediáticas, ex-

presan, todos ellos, en su fracaso, la incapacidad

de los capitales concentrados de presentar su in-

terés como el de las mayorías.

La Organización de Estados Americanos (OEA)

sesionó este mes buscando redactar, una vez más,

una resolución que avale la injerencia externa en

los asuntos venezolanos y agregue presión para

impedir la realización de la Asamblea Nacional

Constituyente. Su secretario general, Luis Alma-

gro, presentó un informe sobre la situación de la

nación caribeña: “El régimen persiste en la viola-

ción sistemática de la Constitución y en el uso sis-

temático de la represión violenta, los únicos me-

dios que le permiten mantenerse en el poder. (…)

La escalada de la violencia, que hasta la fecha ha

dejado una estela luctuosa de más de 100 víctimas

civiles, culminó en el ataque contra la Asamblea

Nacional, el símbolo mismo de la Venezuela de-

mocrática, el 5 de julio” (LN 21/7). De esta mane-

ra, convocaba a las naciones de América a firmar

un documento que avalara la intervención, como

es usual en la historia del organismo. El punto

central, la “línea que no hay que cruzar”, sería la

ANC, puesto que, según el secretario general,

“implicaría el desmantelamiento definitivo de la

institucionalidad democrática y sería contrario a

la voluntad popular”. Así, el texto propuesto para

convertirse en resolución “exigía” la inmediata

suspensión de la misma. La incapacidad política

del imperialismo se evidenció en el magro resul-

tado obtenido: tan solo 13 países de 35 acompa-

ñaron la iniciativa: Argentina, Brasil, Canadá, Chi-

le, Colombia, Costa Rica, EEUU, Guatemala,

Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú (ET y

TS 26/7).

En línea con ello, la cumbre de presidentes del

Mercosur tampoco logró generar consenso res-

pecto de un pronunciamiento que “exija” la inte-

rrupción del proceso electoral en Venezuela bajo

la amenaza de separar definitivamente a esta úl-

tima del organismo, debido a la negativa de Uru-

guay. (LN 22/7)

De esta manera, las amenazas y advertencias

esgrimidas hacia Venezuela perdían considerable

fuerza, dada la manifiesta incapacidad de lograr

consenso entre las naciones americanas tras un

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Análisis de Coyuntura 33

SEPTIEMBRE DE 2017

objetivo común. Este punto es central, puesto que

expone el signo de los tiempos que corren: el

desmembramiento del orden imperialista forjado

a finales del siglo XIX y principios del XX; la crisis

de las instituciones que sirvieron para reproducir-

lo y la imposibilidad de garantizar sus objetivos

políticos regionales. A esto se suma la contunden-

te respuesta popular expresada en las urnas vene-

zolanas, que precipitó aún más esta situación, ex-

poniendo las divergencias respecto de la

estrategia a seguir.

Así, una vez realizada la elección en la nación

caribeña, la respuesta no se hizo esperar. El Secre-

tario del Tesoro de los EEUU, Steven Mnuchin,

afirmó que “las elecciones ilegítimas de ayer (por

el 30/7) confirman que Maduro es un dictador que

ignora la voluntad del pueblo venezolano”, y

anunció un paquete de “sanciones” al gobierno y

a funcionarios de Venezuela. El ministro de Asun-

tos Exteriores de España, Alfonso Dastis, afirmó

que su país “no podrá reconocer ni dar validez a

los actos jurídicos que emanen de la asamblea

elegida el domingo” y que “estudiaremos junto a

nuestros socios de la UE y países amigos de la re-

gión las medidas adicionales que puedan ser efec-

tivas para promover una restauración de la insti-

tucionalidad democrática y constitucional en

Venezuela”; el canciller de Alemania, a su vez,

condenó “el uso desproporcionado de la fuerza” y

que “las elecciones (…) se celebraron sin las debi-

das garantías democráticas”. En Londres, el secre-

tario del Foreign Office, Boris Johnson, alertó que

“Venezuela está al borde del desastre y el go-

bierno de Nicolás Maduro debe detenerse antes

de que sea demasiado tarde”; también la vocera

de la Comisión Europea, Mina Andreeva, dijo que

“los acontecimientos de las últimas 24 horas re-

forzaron la preocupación de la Unión Europea so-

bre el destino de la democracia en Venezuela”.

En el plano regional, el secretario general de la

OEA, Luis Almagro, afirmaba que “el proceso reali-

zado (…) es absolutamente nulo, dado que la elec-

ción de la Asamblea Constituyente se llevó a cabo

masacrando los principios básicos de la transpa-

rencia, neutralidad y universalidad que deben ca-

racterizar comicios libres y confiables”; la canciller

de Colombia, María Holguín, afirmó el desconoci-

miento de su país sobre los resultados electorales

y el retiro de su embajador de aquel país (ET

31/7); el gobierno de México declaró también que

“no reconoce los resultados de la elección de in-

tegrantes de la ANC. Lamentamos que el gobierno

venezolano decidiera llevar a cabo unos comicios

contrarios a los principios democráticos reconoci-

dos universalmente” (XH 31/7). Por su lado, el

presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció

el desconocimiento de los resultados electorales

por parte de su país y enviaba un mensaje a la

oposición: “no están solos”, mientras su Canciller,

Jorge Faurie, afirmaba que el Mercosur “no está

lejos de aplicar la cláusula democrática” que des-

encadenaría la suspensión de Venezuela del orga-

nismo; a todos ellos se sumaron las restantes na-

ciones que conformaron los 13 votos por la

intervención en la OEA: Panamá, Costa Rica, Gua-

temala, Honduras, Paraguay, Brasil, Canadá y Perú

(LN 31/7 y 1/8).

El ex presidente de México y Coca-Cola, Vicente

Fox, se tomaba el atrevimiento de ir un poco más

allá: “Al burro de Maduro no le interesa la ley ni

los derechos humanos, pero Venezuela será libre

próximamente. Ese dictador sale por su renuncia

o sale con las patas por delante, en un cajón” (CL

22/8).

Ahora bien, el mismo puñado minoritario de

naciones de la región, la UE y ciertos países del

viejo continente, ya habían “advertido” de las

consecuencias que sufriría Venezuela si hiciera la

ANC y se habían encargado de dejar en claro su

“exigencia” respecto de este hecho. La pregunta

que surge es ¿Qué hacer ahora, que un poco más

del 41% de la sociedad venezolana, frente a un

salvaje ataque externo e interno para impedirlo,

se manifestó a favor de la iniciativa constituyen-

te? ¿Qué camino resta tomar para hacer efectivo

el “desconocimiento” declarado de todas las re-

soluciones que la ANC disponga de aquí en ade-

lante?

Como mencionamos más arriba, los EEUU co-

menzaron una escalada de medidas de coerción

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34 Tiempo

SEPTIEMBRE DE 2017

económico financieras, del mismo tenor de las

que aplica a Cuba hace más de 50 años, cuyo pri-

mer paso fueron las “sanciones” aplicadas al pre-

sidente Nicolás Maduro y a otros 21 funcionarios

del gobierno, entre las cuales se encuentran la

prohibición de visas y el congelamiento de cual-

quier fondo radicado en ese país, con la promesa

de avanzar sobre un bloqueo financiero (CD 5/8).

Al convocar al resto del mundo (imperialista) a

acompañar mediante actos similares dicho tipo de

medidas, las diferencias comenzaron a emerger.

La Unión Europea, a través de Francia, se expre-

saba contraria a tales tipo de acciones y afirmaba

que “seguirá respaldando toda mediación que

permita retomar un diálogo (entre gobierno y

oposición)” (TS 8/4), a la vez que el Relator Espe-

cial de la ONU, Idriss Jazairy, afirmaba que las san-

ciones unilaterales impuestas por EEUU a Vene-

zuela “son perjudiciales para cualquier Estado y

pueden tener un impacto particularmente devas-

tador en los ciudadanos de los países en desarrollo

cuando perjudican a la economía”. Su Secretario

General, Antonio Gutierres, también acompañaba

el argumento al afirmar estar “convencido de que

la crisis venezolana no puede ser resuelta median-

te la imposición de medidas unilaterales, sino que

requiere una solución política” (TS 11/8). Abonan-

do esta tesis, el último embajador norteamericano

en Venezuela, Patrick Duddy, expulsado del país

en 2008 por orden de Hugo Chávez, afirmó que:

“Hay gente que hace de ese argumento y a mí me

parece que después de 50 años de sanciones eco-

nómicas, difícilmente se puede argumentar que

han tenido los resultados deseados” (LN 8/8).

Pues bien, además de la disidencia entre los

países imperialistas y los organismos globales con

las medidas coercitivas desde el punto de vista

económico financiero, miembros de la diplomacia

de la administración de George W. Bush (2001-

2009), la cual impulsó un golpe de Estado contra

el gobierno venezolano en 2002 con el objetivo

comprobado de asesinar a su entonces presidente

Hugo Chávez, también reconocieron el fracaso de

dicha estrategia.

¿Qué opciones quedan, cómo hacer para fre-

nar el proceso revolucionario en Venezuela?

El presidente norteamericano, Donald Trump,

se encargó de responder a esta pregunta al afir-

mar que “tenemos muchas opciones para Vene-

zuela. Y por cierto no voy a descartar una opción

militar. Es nuestro vecino, estamos por todas par-

tes y tenemos tropas por todo el mundo en luga-

res que están muy lejos, y Venezuela no está lejos.

Y la gente está sufriendo” (LN 12/8). Acompañaba

estas declaraciones el director de la CIA, Mike

Pompeo, al afirmar que Venezuela supone un

“riesgo” para EEUU porque “los cubanos están allí,

los rusos están allí, los iraníes y Hizbulah están allí.

Es algo que tiene el riesgo de llegar a una situa-

ción muy, muy mala, así que Estados Unidos nece-

sita tomarlo en serio” (TS 14/8). Con todo ello, se

anunciaba una gira latinoamericana (Colombia,

Argentina, Chile y Panamá, entre otros) del vice-

presidente de los EEUU, Mike Pence, para obtener

apoyos para esta iniciativa. El funcionario de la

Casa Blanca afirmaba que “no nos quedaremos

esperando mientras Venezuela se desmorona (…)

un Estado fallido en Venezuela amenaza la seguri-

dad y la prosperidad del hemisferio” (LN 15/8).

Contrariamente a lo esperado, la radicalización

de las agresiones norteamericanas contra Vene-

zuela no fue acompañada por el resto de los paí-

ses. El gobierno peruano, a través de su canciller

Ricardo Luna, rechazó las declaraciones y afirmó:

“Todas las amenazas extranjeras (…) socavan el

objetivo de restablecer la gobernancia democráti-

ca en Venezuela”; Colombia, México y el Mercosur

se pronunciaron también en contra de una posible

intervención militar (LN 13/8). El presidente ar-

gentino, Mauricio Macri, lo describía con una con-

fusa fórmula: “Para el Mercosur la fuerza no es

una alternativa para resolver el conflicto (…) hay

unanimidad en el continente con el liderazgo de

Estados Unidos para que se restablezca la demo-

cracia en Venezuela” (P12 16/8). Pues bien, inde-

pendientemente de las declaraciones esgrimidas

respecto de la necesidad de detener bajo cual-

quier forma el proceso revolucionario en la nación

caribeña, una vez más el imperialismo fracasaba

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Análisis de Coyuntura 35

SEPTIEMBRE DE 2017

en su intento de alinear la región en pos de una

intervención externa que viole la soberanía de

Venezuela.

Así, el puñado de países que aún acompañan las

desesperadas acciones comandadas por los EEUU,

al “ponerse sobre la mesa” la opción militar (fren-

te al fracaso, como hemos visto, de otras alterna-

tivas) realizaron un monumental “desmarque”,

obligando al vicepresidente norteamericano a

modificar el discurso inicial de su gira latinoameri-

cana. Porque ninguno de los gobiernos implicados

desconoce que las consecuencias de una inter-

vención norteamericana (o colectiva) en un país

de Sudamérica serían catastróficas no sólo desde

el punto de vista humanitario y social sino que,

como hemos visto mes tras mes, profundizaría

aún más la unión de las fuerzas nacionales, popu-

lares y anti imperialistas de la región contra el de-

cadente orden imperialista y contra todas las frac-

ciones locales del capital que históricamente lo

han sostenido.

En esta línea, Uruguay sostuvo, tanto en las

reuniones de la OEA como en las del Mercosur,

una negativa para acompañar con su firma los do-

cumentos y resoluciones que hemos mencionado.

Producto de fuertes presiones, su gobierno termi-

nó cediendo a la suspensión de Venezuela que es-

te mes hiciera el Mercosur con motivo de conde-

nar la realización de la ANC (LN 4/8). Frente a esta

situación, el presidente de Uruguay, Tabaré Váz-

quez, enfrentó duras críticas esgrimidas por la

mayoría de las fuerzas que integran el Frente Am-

plio: el sector del Movimiento de Liberación Na-

cional-Tupamaros (MLN-T), mediante una resolu-

ción, afirmó que “no se puede ser neutral en este

caso. No entendemos ni compartimos la posición

de nuestro gobierno”; el sector del vicepresidente

Raúl Sendic también emitió una declaración en

donde se rechazaba la decisión presidencial y se

solidarizaban con Venezuela; el Comité Central del

Partido Comunista de Uruguay (con mayoría de

los dirigentes barriales del FA y también sindica-

les) expresaba su “más absoluto rechazo” a la

suspensión de la nación caribeña del ente regio-

nal; los estudiantes universitarios, a través de la

Federación de Estudiantes Universitarios de Uru-

guay y los trabajadores del Plenario Intersindical

de Trabajadores-Convención Nacional de Trabaja-

dores (PIT – CNT) también manifestaban su recha-

zo a la decisión gubernamental (TS 9/8). En defini-

tiva, todos los sectores sociales que componen la

base de sustentación del Frente Amplio, gober-

nante en Uruguay. De esta manera, como veni-

mos analizando mes tras mes, la escala que ha

adquirido la concentración económica, arrojando

que 147 corporaciones monopólicas controlan di-

rectamente la mayor parte de la producción mun-

dial, hace que cada vez más sectores de la socie-

dad necesariamente queden enfrentados a las

políticas que impulsa el capital concentrado. La

destrucción del proceso revolucionario venezo-

lano mediante una sangrienta intervención militar

sólo profundizaría esta situación, dejando a quie-

nes la defiendan (como vimos en el caso urugua-

yo) enfrentados a la mayoría de la sociedad.

Desconocer el origen y el proceso

La expresión interna de dicha incapacidad polí-

tica fue representada por la oposición venezolana

aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática, la

cual una vez más sufrió una ejemplar derrota polí-

tica. Luego de efectuar un “plebiscito” plagado de

irregularidades, de quemar todas las actas elabo-

radas que pudieran corroborar los más de 7 millo-

nes de votos que se afirmaban obtener, la alianza

opositora anunció la creación de un gabinete y

Corte Suprema de Justicia “paralelos”, cuyo apoyo

internacional debía darle suficiente legitimidad

como para conformar un gobierno de “transición”

al caer el encabezado por el PSUV. Además, pro-

fundizaron la estrategia terrorista con el objetivo

de impedir la realización de las elecciones consti-

tuyentes.

La escalada belicista se propuso realizar dos

“paros cívicos”, impulsados por las corporaciones

monopólicas que aún radican en Venezuela, y una

multitudinaria movilización el día previo a las

elecciones denominada “toma de caracas”, desde

donde se iba a finalizar definitivamente las pre-

tensiones gubernamentales de modificar la Cons-

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36 Tiempo

SEPTIEMBRE DE 2017

titución. Sin embargo, todo ello fracasó. El “paro

cívico”, planteado como una gran convocatoria a

todos los sectores sociales de Venezuela a perma-

necer en sus casas y frenar la economía, prescin-

dió de un sector fundamental para tal objetivo: la

clase trabajadora. Tan solo la cámara patronal Fe-

decámaras junto con la Cámara de Comercio e In-

dustria de Venezuela impulsaron este verdadero

lock out patronal, que vio frustrados sus anhelos

de impedir el normal funcionamiento de la nación

caribeña. El presidente de Fedecámaras, Carlos

Larrazábal, advertía resignado: “La Asamblea

Constituyente no es más que una manera de dis-

frazar la transformación de Venezuela a un Esta-

do comunista” (ET 20/7). A ese fracaso se le aña-

dió la sorpresiva suspensión de la “multitudinaria”

marcha convocada bajo el lema “Toma de Cara-

cas”, sin dar explicaciones sobre los motivos de tal

decisión, evidenciando una clara falta de apoyo

social al sector que encabeza la estrategia de te-

rrorismo interno (LN 29/7).

Luego del contundente respaldo electoral obte-

nido por el gobierno bolivariano, todo aquello que

había sido presentado por la MUD como una insti-

tucionalidad respaldada por la mayoría popular

fue perdiendo lugar hasta desaparecer. Se hizo

explícito el interés defendido por cada uno de los

sectores enfrentados: uno representado por la

MUD con su gabinete y Corte “paralelo”, la Fiscal

General y el Parlamento, laderos del Estado bur-

gués, defensores de la propiedad privada de los

medios de producción y cambio de un puñado de

corporaciones monopólicas; el otro sustentado en

la colectivización de los medios de producción y la

correspondiente democratización de los instru-

mentos de gobierno. El respaldo obtenido a través

del voto popular a esta última sencillamente des-

vaneció toda acción encaminada a presentar la

democracia obrera y popular como una “dictadu-

ra sangrienta”, a conformar instituciones “parale-

las” cuya única legitimidad es obtenida del puña-

do de corporaciones monopólicas, minoritarias y

excluyentes, que impulsaron una sangrienta esca-

lada terrorista con el fin de impedir la capacidad

del PSUV de organizar la sociedad venezolana bajo

otras premisas.

Así, la Fiscal General rebelde, Luisa Ortega, al

conocerse los resultados electorales dijo “desco-

nocer el origen, proceso y presunto resultado de la

inmoral Asamblea Constituyente. Todos los dere-

chos políticos están en peligro” (ET 31/7). Ahora

bien, qué fuerzas sustentan la capacidad de “des-

conocer” una realidad tan contundente. La fla-

mante ANC, ya en sesiones, se atribuyó, con el

respaldo de una mayoría inédita, la soberanía ab-

soluta para impartir decisiones en materia de Jus-

ticia y revocó el mandato de la ex Fiscal General,

nombrando en su reemplazo a Tarek William

Saab, quien a poco de asumir presentaba pruebas

acusando al diputado Germán Ferrer (esposo de

Luisa Ortega) de dirigir una red de extorsión que

cobró al menos 6 millones de dólares a empresas

contratistas de PDVSA. En palabras del flamante

fiscal: “Ahora se comprende la conducta de la se-

ñora Ortega. Queda claro que su conciencia se la

pagaron en dólares” (ET 17/8). Frente a esta si-

tuación, la Fiscal General pasó de realizar una im-

portante conferencia de prensa anunciando su

“desconocimiento” de la voluntad popular y pro-

meter una batalla por la legitimidad de sus accio-

nes a esconderse, menos de veinte días después,

en una lancha, acompañada por un conocido

agente de la CIA norteamericana, huyendo hacia

Colombia (ET 18/8).

En este contexto, el gobierno anunció la convo-

catoria a elecciones gubernamentales en octubre

de este año, publicando los plazos de inscripción

de las fuerzas políticas interesadas en presentar-

se. Frente a esto, la MUD, que a lo largo de dos

años acompañó su estrategia terrorista con un to-

tal desconocimiento de las autoridades electora-

les del gobierno del PSUV, en donde la abstención

y rechazo de la ANC resultaron el punto más alto,

se encontró en el dilema de participar o no en las

elecciones gubernamentales, ya que hacerlo im-

plicaría reconocer al CNE y, por lo tanto, la ANC.

¿Cómo explicarle a sus bases de apoyo, a todos

aquellos que los votaron en 2015 y acompañaron

desde entonces en las movilizaciones por ellos

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Análisis de Coyuntura 37

SEPTIEMBRE DE 2017

convocadas que ahora deben reconocer la insti-

tucionalidad del gobierno bolivariano al ser parte

del proceso electoral? Esta situación, sin dudas,

comenzó a ahondar las fracturas en la oposición.

Un primer grupo, con Henry Ramos Allup a la

cabeza, planteó explícitamente la intención de su

partido de participar en la elección porque “de las

dictaduras no se sale con balas, sino con votos”;

otros grupos miembros de la coalición opositora,

como Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y

Avanzada Progresista, del gobernador Henry Fal-

cón, también manifestaron opiniones similares.

Los sectores más radicalizados de la estrategia te-

rrorista, encabezados por Leopoldo López, sostu-

vieron su posición: “No caeremos en la trampa de

las elecciones regionales” (TS 2 y 6/8).

Como hemos abordado en anteriores artículos,

al comenzar la escalada belicista que arrojó más

de 100 muertes en la nación caribeña, la opositora

MUD anunció el “fin del diálogo”, el “desconoci-

miento” de cualquier acción gubernamental –

puesto que el presidente Nicolás Maduro se en-

contraba en “desacato”– y daba paso a una per-

sistente acción de terrorismo interno con el obje-

tivo de lograr el derrocamiento del PSUV. El

fracaso de este objetivo, contando con ingentes

apoyos internacionales, expone la incapacidad de

dicha estrategia.

Antipatriarcal, antiimperialista

Debemos agregar que, sumado a su incapacidad

política por construir consenso entre amplios sec-

tores sociales, el imperialismo, en su desmem-

bramiento, sólo puede generar una situación de

caos generalizado.

La necesidad de empujar a cada vez más secto-

res hacia las filas de los desposeídos –es decir, el

enfrentamiento abierto con las mayorías– produ-

ce una situación social de difícil control, puesto

que, por una parte, toda la institucionalidad forja-

da al calor de la división internacional del trabajo

entre los siglos XIX y XX se derrumba de forma

acelerada, dejando de cumplir, por lo tanto, su

función precedente; por otra parte, cada vez ma-

yores porciones de la sociedad se ven perjudica-

das con las políticas de hambre, desempleo y mi-

seria que promueven. De esta manera, la institu-

cionalidad erigida sobre la base de la incorpora-

ción de facciones locales al mundo imperialista,

deja de cumplir su función, su razón de ser, pues-

to que las bases materiales que la sustentaban no

existen más, por lo que la respuesta política a esta

situación es el terrorismo generado por los capita-

les concentrados. Una de las acciones predilectas

llevadas a cabo por las fuerzas imperialistas ha si-

do la de militarizar las sociedades que se ven atra-

vesadas por dichos procesos, generando con el te-

rror, los asesinatos y las desapariciones, una

dispersión en las fuerzas obreras y populares y un

disciplinamiento social obtenido a sangre y fuego.

Hemos visto en Venezuela los límites de dicha

estrategia, que no por ello deja de ser aplicada de

forma implacable, siempre y cuando se le oponga

una fuerza social construída desde principios an-

tagónicos a los que aquella expresa. Si esto no

ocurre, la descomposición y el caos no hacen más

que profundizarse. En este sentido, Colombia es

sin duda un vivo ejemplo de las nefastas conse-

cuencias que ha generado la militarización como

respuesta política a la creciente conflictividad so-

cial. Los investigadores del Centro de Estudios La-

tinoamericanos de Geopolítica (CELAG) Ava Gó-

mez y Javier Calderón publicaron este mes un

estudio que ponía números a la tragedia que se

vive en la nación sudamericana: Colombia tiene

tan sólo el 5,7% de afiliación sindical por parte de

sus trabajadores en relación formal de dependen-

cia. El estudio, sustentado en una investigación

realizada por confederaciones sindicales regiona-

les e internacionales, demuestra que el 63% de los

asesinatos a sindicalistas en la región latinoameri-

cana tuvieron lugar en Colombia. Además, se de-

muestra que desde 1977 hasta 2011 se cometie-

ron 2.870 asesinatos, 5.373 amenazas, 283

atentados, 210 desapariciones, 658 detenciones

arbitrarias, 169 secuestros y 89 casos de tortura

contra sindicalistas (TS 26/7). A esto se suma el in-

forme que la organización Somos Defensores pre-

sentó este mes, en donde se denuncian, sólo para

lo que va del corriente año, 51 asesinatos de líde-

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38 Tiempo

SEPTIEMBRE DE 2017

res sociales en manos de fuerzas del paramilita-

rismo, un 30% más que el año pasado (CD 10/8).

De hecho, la Defensoría del Pueblo denunció en

un comunicado la presencia de un nuevo grupo

paramilitar de extrema derecha, Autodefensas

Gaitanistas de Colombia (AGC), el cual impone

restricción de la movilidad, ubica almacenes y

puestos de control, ofrecen a jóvenes de 17 a 26

años entre 200 y 600 dólares para que se hagan

parte de sus filas y trafiquen con armas y drogas.

El comunicado denunció también que en las zonas

donde existe mayor presencia de las AGC se veri-

ficaron un aumento inédito de casos de violencia

sexual y de género (TS 28/7).

También, el Consejo Regional Indígena del Cau-

ca (CRIC) denunció el brutal ataque del Escuadrón

Móvil Antidisturbios (Esmad) a un encuentro que

organizaran en esa región colombiana, y afirmaba

en comunicado que “en un consejo de gobierno

realizado recientemente en el Valle del Cauca,

donde participaron los gobernadores del Depar-

tamento del Valle y del Cauca, altos mandos mili-

tares y los propietarios de los ingenios azucareros

de la región, acordaron la implementación de más

fuerza pública, Esmad y Policía, para cuidar las

propiedades de los empresarios, como también un

juez especializado quien se encargará de las judi-

cializaciones de quienes ejerzan la legítima exi-

gencia de sus derechos. El Gobierno Nacional, a

través de las políticas gubernamentales y las fuer-

zas armadas, continúan favoreciendo los intere-

ses privados, por encima de los derechos colecti-

vos” (TS 8/4). Así, las instituciones burguesas

representativas del puñado de corporaciones mo-

nopólicas propietarias de los medios de produc-

ción ejecutan crudamente las acciones que des-

cribimos anteriormente, con el propósito de

obtener un disciplinamiento y dispersión de las

fuerzas obreras y populares cada vez más perjudi-

cadas por su accionar económico y social. En su

caída, en su desmembramiento, sólo pueden lo-

grar que las inmensas mayorías que las enfrentan

tengan la mayor de las dificultades para hacerlo,

realizando selectivos disparos dirigidos a las figu-

ras más lúcidas y representativas que dichas fuer-

zas generan al calor de la incesante lucha social

que no para de aumentar en cantidad y calidad.

Sin embargo, los ejemplos de Cuba y Venezuela

resultan significativos para este tipo de procesos,

puesto que evidencian que a la brutalidad impe-

rialista se la puede derrotar, siempre y cuando

existan fuerzas que posean claridad respecto del

problema a resolver y de cómo hacerlo.

Así, en un contexto de persecución y asesinatos

sistemáticos contra miembros que conforman su

base de sustentación, es significativo mencionar la

decisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias

de Colombia de abandonar la estrategia militar

para la toma del poder, para abocarse de lleno a

la conformación de una fuerza política que expre-

se todos los sectores empujados hacia las filas de

los desposeídos, es decir, la mayoría de la socie-

dad. La ex guerrillera Erika Montero afirmó que la

misma tendrá un carácter “antipatriarcal y anti-

imperialista”, mientras que el dirigente Pablo Ca-

tatumbo explicaba que “la apuesta política será

presentar una alternativa a la clase trabajadora

en general, a los excluídos. (…) Nosotros quere-

mos acertar en proponerle al país el partido que le

hace falta, un partido para hacer cambios”. Iván

Márquez, dirigente de la ex organización guerrille-

ra, decía también que “…es el cierre de esa con-

frontación armada y el inicio del nuevo: la supera-

ción definitiva del ciclo de la guerra. Estaremos

dentro del sistema, pero levantaremos clara y ní-

tida nuestra voz contra el sistema. No queremos

romper con nuestro pasado. Hemos sido y segui-

remos siendo una organización revolucionaria”

(LN 25/7 y 16/8, ET 27/8). Es trascendental pre-

guntarse por qué, dentro de un marco aparente-

mente desfavorable, donde la militarización de la

conflictividad social, la persecución, el secuestro y

los asesinatos hacia los sectores desposeídos de la

sociedad están a la orden del día, una fuerza polí-

tico militar que lleva décadas enfrentando dicha

realidad a través de la lucha armada, entiende

que en ese marco existen condiciones para con-

formar una fuerza política “antiimperialista” que

contenga a “la clase trabajadora en general, a los

excluídos” de Colombia.

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Análisis de Coyuntura 39

SEPTIEMBRE DE 2017

Sucede que frente a la descomposición del im-

perialismo, en donde su naturaleza anti democrá-

tica adquiere cada vez mayor notoriedad, en

aquello de “favorecer el interés privado por sobre

los derechos colectivos”, aparece un gran campo

de acción y avance para las fuerzas obreras y po-

pulares necesariamente enfrentadas con él, siem-

pre y cuando exista claridad en el carácter del

conflicto, el problema a resolver y el sector social

que debe encabezarlo: la “clase trabajadora”. Por

esto, el jefe negociador, Iván Márquez, aclara que

“hemos sido y seguiremos siendo una organiza-

ción revolucionaria”, es decir que, la incorpora-

ción al sistema político colombiano no significa

una declinación en los principios que la organiza-

ción ha sostenido por décadas, sustentados en el

análisis de la realidad utilizando las herramientas

del marxismo-leninismo, sino que, muy por el con-

trario, es el sistema mismo el que está desmoro-

nándose, dejando un vasto campo de acción para

las organizaciones revolucionarias. De ahí aquello

de presentar esta lectura como “el partido que le

hace falta” a Colombia, es decir, la posibilidad de

construir una salida política al caos generado por

el desmembramiento del imperialismo.

Venezuela, entonces, representa un claro ejem-

plo respecto de este problema.

El terror de las oligarquías

Conviene comenzar describiendo en términos

relativos la importancia que obtuvo la cantidad de

electores que se movilizaron para apoyar la reali-

zación de la Asamblea Nacional Constituyente:

8.069.320 personas, el 41,5% de los habilitados

para hacerlo, conformando así la mejor elección

realizada por el PSUV desde que Hugo Chávez

fuera electo presidente en 1999. Precisamente

ese año se impulsó una reforma constitucional,

que tuvo como precedente un referendo de con-

sulta para su aprobación. Huelga aclarar que dicha

reforma, la que dio como resultado la Constitu-

ción que hoy la MUD y las fuerzas imperialistas

defienden a capa y espada, contó con la oposición

frontal de todas las agrupaciones opositoras que

hoy se han unido en la coalición mencionada. En

aquel año, la elección contó con una abstención

del 62,2% del electorado, 6.850.747 para ser pre-

cisos, que si son sumados a los que votaron en

contra de la reforma, 300.233, resulta que del to-

tal de electores inscriptos (11.022.031 en ese en-

tonces), fue el 35% de los votantes, exactamente

4.129.547 venezolanos, los que aprobaron activar

el proceso constituyente (CD 3/8). Es decir que,

transcurridos 18 años de persistente hostigamien-

to, insurrecciones armadas, guerra económica, y

de la muerte de Hugo Chávez, principal líder polí-

tico de la historia venezolana luego de Simón Bolí-

var, el PSUV logró 4 millones más de adherentes

para su proyecto de reforma constitucional. Así,

no solamente representó una contundente mani-

festación de apoyo por parte de los sectores obre-

ros y populares al proyecto, sino que evidenció

una acumulación, un avance cualitativo del pro-

yecto socialista respecto de sus inicios, ya que las

condiciones en las que se movilizaron fueron in-

mensamente desfavorables, signadas por las ac-

ciones terroristas que hemos estado analizando

mes tras mes.

Como hemos afirmado más arriba, la contun-

dente muestra de fuerza ejercida por el PSUV dio

por fracasada la estrategia terrorista coordinada

desde los EEUU, utilizando fuerzas del paramilita-

rismo colombiano y sectores internos por ellos en-

trenados. La dirigente Decly Rodriguez, hija de un

líder comunista asesinado en 1976, afirmó que “el

30 de julio se acabará la violencia. Inmediata-

mente se instale la Constituyente (…) no habrá in-

tervención, no habrá guerra, habrá Constituyente”

(TS 22/7). Así, una vez conocidos los resultados, la

normalización del país se produjo casi de inmedia-

to, salvo algunos casos aislados y desesperados,

echando por tierra aquello de que los más de 100

muertos eran producto de las “fuerzas de la dic-

tadura”. Más aún, evidenció a la sociedad venezo-

lana y al mundo qué clase social expresa las fuer-

zas del caos y cuál puede garantizar la paz. Y es

que el respaldo de millones, además de darse en

un marco profundamente adverso, se hace para

institucionalizar un tipo de organización social

sustentado en la colectivización de los medios de

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40 Tiempo

SEPTIEMBRE DE 2017

producción y cambio y en la democratización del

poder. En un acto de entrega de la casa número

1.700.000 construída por el proceso revoluciona-

rio, el presidente Nicolás Maduro anunció la cons-

trucción de 115.837 viviendas más en todo el país,

en donde cerca de un tercio de ellas serán realiza-

das mediante los proyectos de autoconstrucción

por parte del poder popular organizado. En él,

Maduro afirmó que “debemos construir y promo-

ver un ser social con espíritu colectivo, de cuerpo,

de comunidad, porque el ser humano es en esen-

cia un ser social. Es una de las prioridades cons-

truir una economía comunal, social, local, comuni-

taria” (TS 28/7).

Así, la paz obtenida adquiere una significación

trascendental para las fuerzas obreras y populares

de la región latinoamericana, puesto que está sus-

tentada en la conciencia de esos sectores en Ve-

nezuela sobre el propósito de construir una “eco-

nomía comunal y social”, que pueda erigirse como

alternativa al orden imperialista decadente. La co-

lectivización de la propiedad sobre los medios de

producción, sobre el objetivo de promover un “ser

social con espíritu colectivo”, es la alternativa que

puede dar respuesta, como hemos visto para el

caso de la vivienda, a los problemas vitales que la

expropiación capitalista genera en millones de se-

res humanos.

“¿Por qué la Constituyente origina terror en el

imperialismo y en las oligarquías latinoamerica-

nas?”, preguntaba Nicolás Maduro, para luego

afirmar que “la constituyente llegó, de la mano del

pueblo, de la mano de la conciencia. Es la votación

más grande que haya sacado la Revolución en to-

da la historia electoral. No sólo tiene la fuerza

constituyente nacional, sino que tiene la fuerza de

la legitimidad, la fuerza moral de un pueblo que

de manera heroica en condiciones de guerra salió

a votar, a decir: queremos paz, tranquilidad” (TS

31/7); “Demostramos al mundo que Venezuela es

capaz de derrotar la violencia, las balas. Es capaz

de cruzar ríos, montañas, ciudades (…). El imperia-

lismo dio una orden, y el pueblo venezolano no

cumple órdenes del imperialismo. El pueblo de Ve-

nezuela es un pueblo libre” (TS 14/8). Es precisa-

mente todo ello lo que origina “terror” a las fuer-

zas imperialistas respecto del proceso venezolano,

puesto que han demostrado al mundo que es po-

sible derrotar una feroz combinación de ataques

militares, financieros, económicos y mediáticos

realizados por las corporaciones que las integran,

sobre la base de la “conciencia” del pueblo traba-

jador; conciencia de que es posible tomar en sus

manos las fuerzas de la producción para organizar

una sociedad que resuelva los principales proble-

mas que hacen a la dignidad humana. Frente al

desmembramiento del orden imperialista, Cuba y

Venezuela son un verdadero espejo para las fuer-

zas obreras y populares de la región, en el sentido

de que tal situación abre un inmenso campo de

avance para dichas fuerzas; el terror y el caos, los

ataques y amenazas, lejos de constituir aspectos

de una “ofensiva” restauradora más bien consis-

ten en los gritos desesperados de quien no sabe

cómo enfrentar lo inevitable. Es por ello que la

“conciencia” de la que habla Nicolás Maduro es el

factor central sobre el cual se puede garantizar la

efectiva derrota de las fuerzas imperialistas. Cuba

y Venezuela demuestran que, sobre la base de

que el pueblo trabajador tenga conciencia del

momento histórico que transita y claridad sobre

cuáles son los problemas a resolver, no hay fuerza

capaz en el mundo de impedir que cumpla con sus

objetivos.

En palabras de Delcy Rodriguez “no hay forma

de que nos detengan” (HTV 30/7).

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La concentración y centralización del capital a escala planetaria elimina las bases del Estado Nacional

Una sombra ya pronto serás

“Caminito que entonces estabas

bordeado de trébol y juncos en flor

una sombra ya pronto serás…”

Gabino Coria Peñaloza.Caminito.

Como venimos analizando, la concentración y

centralización del capital a escala planetaria, en

manos de unas pocas corporaciones trasnaciona-

les, lleva a la asfixia de las burguesías locales, in-

viables frente a la avanzada delgran capital que

crece cada vez más en productividad, en medio de

una etapa particularmente decisiva en lo que a

salto tecnológico respecta (Robotización, Internet

de las Cosas, Inteligencia Artificial). El resultado

necesario de este proceso es la destrucción de las

condiciones de reproducción de una vasta frac-

ción de capital medio y pequeño nacional-

mercado internista y la liquidación de millones de

puestos de trabajo, de manera que las condicio-

nes de la gran burguesía para realizar la hegemo-

nía están deterioradas y en tendencia a descom-

ponerse cada vez más puesto que la crisis

capitalista crónica, que marca la índole de la etapa

actual, obliga al capital más concentrado a deglu-

tirse a velocidades récord a las fracciones naciona-

les del capital, otrora, sus aliados necesarios para

el dominio de los territorios sociales. De esta ma-

nera, los partidos del régimen, que históricamente

expresaron los intereses de las diversas fracciones

del capital, incluso el propio régimen de partidos,

y las instituciones del Estado, garantía de la re-

producción del interés del capital total, en escala

nacional, dejan de corresponderse con la estruc-

tura de la sociedad.

Es así como llegamos al mes de agosto con esta

contradicción agudizada. Mientras que, por un la-

do, desde los núcleos del poder económico mun-

dial, se realizaron gestos que intentan fortalecer

el camino iniciado por la gestión actual de Cam-

biemos, apuntalando el rumbo de la política eco-

nómica de entrega nacional, por otro lado la

disputa por el control de los recursos y mercados

dejó en evidencia la incapacidad estructural, en el

mediano plazo, del capital monopólico de garanti-

zar los negocios (la reproducción) de sectores de

la burguesía argentina decisivos para garantizar su

dominio en el territorio nacional.

Page 42: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

42 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

Viejos conocidos, nos vienen a visitar

Primero fueron los vaticinios del Fondo Mone-

tario Internacional (FMI), en el marco de sus in-

formes trimestrales sobre crecimiento global, que

auguraron un alza para la Argentina en sus pro-

yecciones de crecimiento anual. Según el orga-

nismo, “la economía argentina crecerá 2,4 por

ciento durante 2017” (LN 28/7). La actualización

en la proyección del FMI representa una mejora

de 0,2 puntos porcentuales con el comparado an-

terior, intentando mostrar que la Argentina va por

la senda grande del crecimiento, aunque las pro-

yecciones del gobierno argentino planteaban para

este año un índice superior al 3%, considerando

además que este índice significaría más bien una

compensación económica, si se considera que el

año pasado la actividad económica estuvo en re-

cesión.

Como si fuera una remake de los 90, al anuncio

del FMI se sumó el apoyo del Banco Mundial con

un “contundente” respaldo durante la visita de su

presidente, Jim Yong Kim, luego de 25 años de no

venir al país: “Estoy muy entusiasmado de visitar

Argentina en este momento crucial donde las re-

formas económicas van en la dirección correcta”,

dijo el funcionario. Dicha institución, que tantas

veces padecimos los argentinos, celebró el rumbo

de nuestra economía. Kim respaldó el “gradualis-

mo” del gobierno, interpretándolo como un gesto

de “sensibilidad social”: “el gobierno nacional no

está apurándose con las reformas porque está

protegiendo a los pobres” aseguró, dejando a un

costado los reclamos ante el elevado déficit fiscal

que corroe la estabilidad del proyecto económico

del macrismo. Casi con el mismo rigor científico

de quien predice el futuro en la borra del café, el

funcionario estimó, superando las proyecciones

del FMI, que “la Argentina crecerá un 2,7% del

PBI” (CL 16/8). Unos días antes, mientras seguían

resonando las buenas noticias del FMI, y bajo los

efectos del relativo “triunfo” electoral en las PASO

de la fuerza oficialista, ocurrió la importante visita

del vicepresidente norteamericano Michael Pen-

ce. Apenas llegado, afirmó ante la prensa: “La Ar-

gentina es ejemplo en América latina” (LN 15/8).

De esta manera, el apoyo de los órganos y per-

soneros del imperio le hacían sumar a Macri algu-

nos porotos a favor de su figura como “líder sóli-

do”del proyecto PRO-imperialista para nuestra

América. La cumbre del Mercosur en Mendoza, la

inmediata Conferencia Ministerial de la Organiza-

ción Mundial del Comercio (OMC) a realizarse en

diciembre en Buenos Aires, y la presidencia pro

tempore del G-20 que Argentina ocupará desde el

1 de diciembre, son todos hechos en la misma di-

rección. El imperialismo entiende que el acceso al

gobierno, y el desarrollo de su programa econó-

mico-político-cultural en un país como Argentina,

es decisivo para desplegar su proyecto de des-

trucción de los estados nacionales en toda Suda-

mérica.

Mientras que la visita del vicepresidente esta-

dounidense tenía como objetivo construir el con-

senso necesario para intervenir militarmente Ve-

nezuela, la oligarquía vernácula procuró destrabar

algunos conflictos comerciales que impiden el in-

greso de productos agroindustriales al mercado

norteamericano, por ejemplo aquellos relaciona-

dos con la denuncia de la National Board Biodiesel

por presunto dumping argentino, además del de-

morado acceso de los limones; negociar el rein-

greso al Sistema General de Preferencias (SGP); y

fundamentalmente recibir el caudal de inversio-

nes yanquis vitales para poder lograr un despegue

económico sostenido en el tiempo (CR 16/8). Co-

mo veremos, nada de esto pudo concretarse.

Finalizada la visita de la delegación norteameri-

cana, a contramano de todo lo esperado por la

tribuna PRO dependencia, el único anuncio –

además del desaire a la opción militar contra Ve-

nezuela– fue que la Argentina empezará a impor-

tar carne de cerdo desde EEUU –dicho sea de pa-

so, el principal productor mundial– por un valor

de 10 millones de dólares. Esta decisión motivó

las quejas de los representantes locales del sector,

quienes argumentaron que, pese a que el consu-

mo de carne de cerdo crece en forma sostenida

con tasas de entre 7% y 15%, las importaciones

escalan en una tasa superlativamente mayor: en-

tre 2015 y 2016 crecieron un 100%, y en el primer

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Análisis de Coyuntura 43

SEPTIEMBRE DE 2017

semestre de este año aumentaron otro 79,4%,

respecto del primer semestre de 2016. Con estos

datos, la importación ya acapara el 11% del total

de la producción, poniendo en riesgo la competi-

tividad del sector, construída a lo largo de los úl-

timos 15 años, según los empresarios del negocio

porcino (CR 1/8). Sin disimulo, el vicepresidente

Mike Pence decía en un comunicado: “El anuncio

es una gran victoria para los productores esta-

dounidenses de carne de cerdo y demuestra que el

presidente Trump está obteniendo resultados

reales para los agricultores y rancheros de Estados

Unidos” (LN 18/8). Macri, en cambio, no puede

decir más que lo que ya había dicho en oportuni-

dades anteriores… acerca de que el mercado nor-

teamericano de limones, ¡esta vez sí!, se abrirá

para la producción nacional.

De esta forma, el gobierno de Macri suma a las

quejas de las pequeñas y medianas industrias

mercado internistas –por la creciente apertura

importadora– el malestar de un sector que, si bien

no es de los más relevantes para la economía na-

cional, sí es parte del complejo agroindustrial en

donde Macri ha acumulado un gran apoyo para su

política gubernamental. Entre las voces que salie-

ron a denunciar los peligros del acuerdo se en-

cuentra el presidente de la Asociación Argentina

de Productores Porcinos (AAPP), Juan Uccelli,

quien advirtió que “dicha importación puede po-

ner en riesgo a la producción local”, que ya se en-

cuentra amenazada por “el fuerte incremento de

las importaciones que ya antes de este anuncio

vienen creciendo mucho en un plazo muy reduci-

do”; además de que “el ingreso de carne de cerdo

de EEUU pone a los productores a competir en

condiciones desfavorables porque tanto Estados

Unidos como la Unión Europea subsidian la pro-

ducción, mientras que en la Argentina la presión

tributaria es enorme”. Uccelli remarcó, además,

que Estados Unidos es un “gran emisor” de una

enfermedad porcina complicada, que de ingresar

al país “sería un desastre para el sector y 35 mil

trabajadores pueden quedar en la calle” (CR 20/8).

La Federación Agraria (FAA), cada día más

apremiada por las políticas del gobierno nacional,

se sumó a las críticas sobre esta decisión y consi-

deró que “lejos de la promesa oficial de convertir

a la Argentina en el supermercado del mundo, lo

van a transformar en un depósito de productos

para otros países” (P12 19/8). En la vereda de en-

frente, la Sociedad Rural Argentina, a través de su

presidente Luis Miguel Etchevehere, salió a de-

fender la decisión del Gobierno de permitir la im-

portación de cerdos desde Estados Unidos: “Está

muy fresco el daño que se le hizo a la Argentina al

cerrar la economía a los mercados. A partir de esa

experiencia, entendemos que el comercio que sirve

es el de ida y vuelta”. Y afirmó el punto de vista de

los productores más concentrados, abandonando

a su suerte a los pequeños: “Estamos en excelen-

tes condiciones para competir tanto en el mercado

interno como internacionalmente” (LN 21/8).

“Competir en el mercado interno como interna-

cional”, decía el presidente de la organización que

parió a la Patria Agroexportadora, representante

de una oligarquía librecambista que se erigió co-

mo clase dominante nacional en la división inter-

nacional del trabajo realizada por los ingleses. Ex-

portadora de carne y granos (y de una industria

derivada), lo único que le interesa a esta clase es

el acceso a los mercados mundiales de su produc-

ción primaria, en desmedro del mercado interno.

Por eso Luis Miguel Etchevehere sólo es capaz de

hablar en nombre de aquellos sectores más con-

centrados, aquellos que pueden “competir”, y es

incapaz de expresar a aquellos otros que requie-

ren de la protección arancelaria, porque su pro-

tección daña el ingreso de la producción “que sí

importa” a las plazas extranjeras.

Lo importante es que esta posición no fue

acompañada por su principal socio en la Mesa de

Enlace. Desde Confederaciones Rurales Argenti-

nas (CRA) volvían a oponerse a una medida gu-

bernamental. Dardo Chiesa, su presidente, afirmó

que en la entidad hubo una decisión de no avalar

el ingreso de carne porcina estadounidense. “Co-

rremos el riesgo de meter una enfermedad que no

tenemos”, subrayó el dirigente rural. Defendió, en

ese sentido, que la Argentina es “el único país li-

bre de una enfermedad que tiene Estados Unidos y

Page 44: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

44 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

que se encargó de diseminar por todo el mundo y

en América en especial”. Agregó que el país debe-

ría poder exportar a EEUU carne vacuna porque

ya le ganó un panel para la reapertura, por lo que

“no hay que hacer ningún canje” (LN 18/8 y CR

22/8).

La fractura en la entidad quedó manifiesta

cuando el otrora vicepresidente de la CRA en

pleno conflicto por la 125, y actual ministro de

Agricultura, Ricardo Buryaile, salió a defender el

acuerdo: “La agenda bilateral Argentina-Estados

Unidos está dominada por cuestiones de alimen-

tos y productos agropecuarios. Los limones, el bio-

combustible, la carne vacuna y ahora se agregó la

carne de cerdo. Es lógico que cuando uno tiene

que vender, también tiene que comprar” (CL

16/8). De esta manera quedaba en evidencia la

ruptura de una de las entidades más importantes

del país. Mientras una parte apuesta a enganchar-

se al proyecto comandado por la SRA, otra está

cada vez más a los gritos porque la dejan afuera.

Esta aparente“defección”por parte del gobierno

de la defensa de los intereses de una parte impor-

tante de su base social de sustentación se explica

por la necesidad de los capitales más concentra-

dos del mundo y de los grandes propietarios de

la tierra en el país de acumular, liquidando las

condiciones de reproducción de sus aliados me-

nores. Menores pero absolutamente necesarios

para garantizar su dominio en un país expoliado

y sojuzgado por las relaciones de dependencia.

Un ejemplo más dramático fue el ocurrido a fi-

nes de mes, en torno de la cuestión del biodiesel.

El martes 22 de agosto el Departamento de Co-

mercio de Estados Unidos decidió finalmente apli-

car aranceles de entre 50,3 y 64,1 por ciento y

con carácter retroactivo a mayo para el ingreso

de biodiesel argentino. Para el sector tal nivel de

aranceles equivale a una prohibición, debido a

que “no van a hacerse operaciones con estas ta-

sas” (P12 23/8). La medida de la administración

Trump se conoció luego de que el gobierno de

Cambiemos aceptara “a cambio” el ingreso, tras

25 años de veda por cuestiones sanitarias, de car-

ne de cerdo para compensar la supuesta apertura

del mercado estadounidense a los limones tucu-

manos, como hemos descrito más arriba. Así, los

50 millones de dólares anuales en cítricos se ven

compensadas por las pérdidas de los empresarios

porcinos locales, pero la pérdida de más de 1.200

millones de dólares en biodiesel queda sin ningún

tipo de resarcimiento.

Frente a esto, el ministro de Producción de San-

ta fe, provincia que aporta el 80% de la produc-

ción nacional de Biocombustible, denunció: “La

diplomacia comercial de Estados Unidos nos hizo

más o menos esperar 15 a 20 años para autorizar

la exportación de limones desde la Argentina que

igual todavía no ha llegado. Nosotros en un día le

regalamos el mercado porcino con un riesgo sani-

tario enorme. Una diplomacia tardó quince años,

la nuestra solo un día. Así no se maneja”. Y agre-

gaba crítico: “La decisión del gobierno de Estados

Unidos de aplicar un arancel a la importación de

biodiesel argentino pondrá en riesgo unos 6.000

empleos que dependen de esa actividad, donde

el 80% también se concentra en el Gran Rosario,

en su corredor portuario” (P12 24/8).

Por su parte, el presidente de la Cámara Argen-

tina de Biocombustibles (Carbio), que nuclea a

grandes empresas del tamaño de Aceitera General

Deheza (AGD), Bunge, Cargill, Explora, Louis

Dreyfus, Molinos Río de la Plata, Noble Argentina,

Renova, Unitec Bio y Vicentín, sostuvo que con es-

ta medida “no sólo se complica la mano de obra,

sino una cadena económica muy importante como

la de la soja, por lo que el efecto va a ser reprima-

rizar las exportaciones y parar las plantas de bio-

diesel. (De esta manera) lo más probable es que,

como los mismos productores de biodiesel son los

que producen aceite de soja, tendrán que retroce-

der algo en el proceso productivo y vender aceite”

(P12 24/8).

Como para que podamos dimensionar el con-

flicto en que entra el núcleo agroexportador con

esta medida repasemos un poco los datos del sec-

tor: El biodiesel es un biocombustible que puede

sustituir al gasoil, en distintas proporciones. En la

Argentina todo el gasoil contiene un 10% de bio-

diesel desde hace cinco años. Dicho combustible

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Análisis de Coyuntura 45

SEPTIEMBRE DE 2017

se obtiene a partir de aceites vegetales. En la Ar-

gentina, el más abundante es el de soja. El proce-

so consiste en la extracción del aceite a través de

un proceso llamado “crushing”. El poroto de soja

se muele y se separan dos componentes: el aceite

y la harina proteica. Luego el aceite es refinado

parcialmente, y se somete a una reacción química

cuyo resultado es el biodiesel. El subproducto de

esta reacción es la glicerina, que una vez refinada

se destina a cosméticos, a la industria alimenticia

y farmacéutica. Es el principal sustrato de la pasta

de dientes (CL 24/8). Argentina es el tercer pro-

ductor mundial de soja, detrás de Estados Unidos

y Brasil, pero es el primer exportador de sus cua-

tro derivados fundamentales: harina proteica,

aceite, biodiesel y glicerina. Los embarques anua-

les promedian un valor de 20.000 millones de dó-

lares. De manera que, dicho complejo es el más

importante de la economía argentina, factura

tres veces más que la emblemática industria au-

tomotriz y es la principal fuente de divisas. Las

exportaciones de biodiesel alcanzan a 1.200 mi-

llones de dólares anuales, superando a las de

carne vacuna. Como vimos, Estados Unidos con-

centra el 95% de los embarques. Con la imposi-

ción de aranceles de importación de entre 56 y

64% al biodiesel argentino, se cierra toda posibi-

lidad de ventas (CL 24/8).

Por todo esto, el presidente de Carbio, Luis

Zubizarreta, denunciaba amargamente:

“Nuestro biodiesel es el más competitivo del

mundo, sin subsidios ni prácticas distorsivas,

es llamativo que, luego de la visita del Vice-

presidente de Estados Unidos, donde expresó

la voluntad de incrementar el comercio bilate-

ral, nos llegue esta noticia tan negativa” (Cl

22/8). La angustia de Zubizarreta es entendi-

ble también por las noticias que llegan desde

Europa, que mantiene cerrada la importación

de biocombustible argentino desde hace cua-

tro años y muestra señales de mantenerse en

esa posición. Recordemos que el mercado eu-

ropeo se encuentra cerrado desde que la Ar-

gentina tomo la decisión soberana de expro-

piar YPF a Repsol. La política dilatoria de la

Unión Europea preocupa a la cámara de bio-

diesel, por eso, Carbio criticó la decisión del Co-

mité de Prácticas Desleales de la Unión Europea:

“Esta medida revela una maniobra proteccionista

para mantener cerrado el mercado con argumen-

tos ilegales y arbitrarios, en perjuicio de la Argen-

tina. El daño comercial generado por esta dilación

se calcula en millones de dólares por ventas no

realizadas en los próximos meses” (LN 1/8).

El cierre del mercado europeo fue compensado

estos años por el incremento de las exportaciones

a Estados Unidos. La novedad del cierre de este

mercado representa un golpe durísimo para la

agro-industria que, como insisten sus protagonis-

tas, es la más competitiva del mundo. Actualmen-

te los EEUU representan el 95% de todo lo comer-

cializado. Sin ambos mercados, la industria poco

más que recibe un golpe de muerte.

Desorientado por la medida, Etchevehere, tras

cuatro días de un ensordecedor silencio, declara-

ba: “A la hora de querer incentivar todo lo que es

el intercambio comercial con Estados Unidos, esto

no es un buen antecedente, sobre todo por lo fres-

ca que está la visita del vicepresidente, Mike Pen-

ce”; e indicaba los pasos a seguir: “Hay que ver ese

tipo de cosas como una oportunidad, porque Ar-

gentina está regresando al mundo y, seguramen-

te, situaciones como estas se van a seguir repi-

tiendo y tenemos que ver la forma de ir

solucionándolas, utilizando como primera instan-

cia la vía diplomática” (CL 26/8). No hace falta ser

un gran estadista para saber cuáles serán los cos-

tos para ser aceptados por ese “mundo” al que se

quiere “regresar”. Por lo pronto, ya están empe-

zando a llegar algunas cuentas.

¿Insertarnos en el mundo o que… el

mundo nos inserte?

Cabe analizar la crisis de la exportación de bio-

diesel a la luz de los resultados de la balanza co-

mercial de la Argentina durante el último año bajo

el gobierno de Cambiemos. Según el último repor-

te del Intercambio Comercial Argentino (ICA), pu-

blicado por el Instituto Nacional de Estadística y

Censo (Indec), mientras que las importaciones

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46 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

avanzaron 15,4%, las exportaciones cayeron 2,6%,

arrojando como resultado el peor déficit comer-

cial desde 1994. La cosa es tan grave que la Con-

federación General Económica de la Republica Ar-

gentina - CGERA (que agrupa a pequeñas y

medianas empresas de capital nacional) salió a

denunciar el ocultamiento gubernamental de la

real situación: “La Aduana decretó un apagón es-

tadístico como nunca había sucedido, perdimos

toda posibilidad de verificación de lo que se impor-

ta y en qué condiciones se ingresa la mercadería

(…) queremos tener una Aduana a favor de las

pymes” (P12 20/8).

En los primeros 6 meses del año el déficit co-

mercial fue 2.613 millones de dólares. “El peor

junio desde los años 90”, categorizó la consultora

Labour, Capital & Growth (LCG). Sólo el mes pasa-

do, el rojo comercial fue de US$ 748 millones. En

proyecciones, el déficit podría concluir por encima

de los US$ 5.000 millones (CL 3/8). Según la con-

sultora de marras, las exportaciones sumaron US$

28.062 millones (+0,8%), mientras que las impor-

taciones acumularon 30.675 millones (+13%): “Las

exportaciones crecieron apenas 0,8% interanual

por la caída de los productos primarios (-5%) y de

las manufacturas de origen agropecuario (-2,5%);

ambas son el 67% del total de las exportaciones”

(CL 3/8). Esto, claro está, antes de considerar el

impacto que tendrán las restricciones de ingreso

al mercado estadounidense analizadas más arriba.

Los déficits más importantes se registraron con

Brasil (652 millones de dólares), China (385 millo-

nes), Estados Unidos (392 millones), Alemania

(168 millones) y México (158 millones). Lo que pa-

ra Brasil fue un superávit comercial récord el mes

pasado, para Argentina representó el mayor défi-

cit mensual bilateral de su historia, abultado por

las compras de automóviles, que se reflejan en el

alto consumo local de vehículos de carga y tracto-

res fabricados en el país vecino (CR 2 y 4/8). De no

revertirse esta tendencia en el corto plazo, esta-

ríamos asistiendo al funeral del Mercosur, en tan-

to acuerdo comercial entre capitales.

Si analizamos el alza de importaciones, que se

expandió un 13% interanual, y lo consideramos

por rubro, vemos que estuvo liderada por vehícu-

los (+40% interanual), combustibles (+18%), bie-

nes de capital (+17%) y bienes de consumo

(+16%). Y si nos detenemos en el rubro que más

se expandió, vemos que el déficit comercial en el

sector automotriz se incrementó un 8%, alcan-

zando los US$ 3.788 millones en el primer semes-

tre, mientras que la producción nacional de

vehículos cayó 2,1%, lo que significa que está cre-

ciendo el peso de las importaciones de vehículos

terminados y debilitándose el ensamblado de la

industria doméstica arrastrando consigo a la fabri-

cación nacional de autopartes. Por esto, la Asocia-

ción de Fábricas Argentinas de Componentes In-

dustriales advertía preocupada: “No se logra

vislumbrar un punto de inflexión que permita co-

menzar a revertir la situación entre el mayor in-

greso de autos del exterior y la producción local”

(CL 23/8). La venta de autos 0 km ha aumentado

pero con mayoría de modelos importados, con lo

cual el alza en las ventas no está siendo acompa-

ñada de un crecimiento de la producción nacional.

Esto trae problemas no sólo con la balanza co-

mercial, sino también y centralmente con el em-

pleo. De los diez autos más vendidos durante lo

que va del año, nueve son fabricados en Brasil

(LN 2/8).

Al igual que en la industria subsidiaria de las au-

tomotrices, en la industria proveedora en la rama

de extracción de hidrocarburos observamos la

misma tendencia. El Gobierno estableció un “Ré-

gimen de Importación de Bienes Usados para la

Industria Hidrocarburífera” que comenzará a regir

a partir del 10 de agosto y tendrá vigencia hasta el

30 de junio de 2019, el cual permitirá la importa-

ción de bienes con hasta diez años de antigüedad,

pagando un derecho de importación que va del

0% al 14% (CR 10/8). La medida hiere de muerte a

estas industrias nacionales y agrava aún más el ca-

rácter de enclave extractivo de la explotación pe-

trolera y gasífera en nuestro país, al dislocar su

funcionamiento del resto del entramado produc-

tivo nacional.

El nuevo régimen, incluido en el decreto 629

/10-8-17, generó la reacción de seis cámaras in-

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Análisis de Coyuntura 47

SEPTIEMBRE DE 2017

dustriales que pidieron que se suspenda “el régi-

men hasta tanto se evalúe correctamente el nega-

tivo impacto en las fuentes de trabajo e industrias

nacionales proveedoras” ya que la resolución

“desgrava y facilita la importación, aun cuando los

productos se fabrican en el país”. El presidente de

QM (uno de los principales proveedores locales)

sentenciaba: “Si entran equipos usados con baja

de aranceles nos será imposible sobrevivir” (CR

10/8).

La reducción de aranceles fue una promesa que

Macri les hizo a los inversores petroleros durante

su viaje a Houston en marzo de este año con las

esperanzas que las nuevas relaciones carnales

“traigan prosperidad a nuestras tierras”. Los moti-

vos económicos son simples: la sobre inversión de

capital en el fracking en los EEUU trajo aparejado

un excedente de equipamiento ocioso de última

generación, ya amortizado, plausible de ser reuti-

lizado sin costos adicionales de fabricación. En ese

contexto, Vaca Muerta resulta un destino conve-

niente para dicho excedente de capital fijo, pro-

piedad de los grandes pulpos yanquis de la ener-

gía. La contracara es el desmantelamiento de la

estructura de explotación convencional que esta-

ba en manos de YPF, favoreciendo la extranjeriza-

ción y por consiguiente la dependencia de su capi-

tal productivo (CR 10/8).

Todos estos son ejemplos de la llamada “inte-

gración de la argentina al mundo”, en donde lo

que prima es la subordinación de los capitales lo-

cales a la integración de las cadenas imperialistas

de valor, ahí en donde aún es posible que sean

deglutidos por las fauces insaciables del gran ca-

pital. ¡Esperábamos una lluvia de dólares, y nos

aplasto una avalancha importadora! ¡Deudas,

deudas… más deudas!

La inversión extranjera directa (IED) en Améri-

ca latina y el Caribe tuvo en 2016 una caída del

7,9%, y la proyección para este año también es a

la baja, en torno al 5%. Según la Comisión Eco-

nómica para América Latina y el Caribe (Cepal): “Si

hubiera que dar una noticia mala y una buena, la

mala sería que la caída fue liderada por la Argen-

tina, con una baja del 64% (US$ 7.530 millones);

la buena sería que la mala ya quedó atrás porque

las proyecciones son positivas si tomamos en

cuenta las medidas que prometió el presidente

Mauricio Macri” (LN 11/8). Pese al optimismo de

la Cepal, hasta ahora los resultados son contantes

y sonantes: caída de las inversiones extranjeras,

creciente déficit de la balanza comercial. El déficit

de divisas, agravado por la fuga de capitales sólo

puede ser cubierto por dólares provenientes del

endeudamiento externo. Volviéndose un circulo

vicioso de DEFICIT-DEUDA-NUEVO DEFICIT-MÁS

DEUDA.

Según un estudio realizado por el área de Eco-

nomía y Tecnología de Flacso, el endeudamiento

externo de 2016 fue inédito, al llegar a 43,6 mil

millones de dólares, superando largamente los pi-

cos de endeudamiento anual alcanzados desde

1976. Mientras que la deuda externa pública cre-

ció en términos netos en 14,4 mil millones de dó-

lares en el primer trimestre de 2017. Es decir, que

en un año y un trimestre de gobierno de Cambie-

mos, el incremento de la deuda externa alcanza a

58 mil millones de dólares, lo cual nos pone muy

cerca de toda la deuda externa contraída durante

la dictadura militar (78,8 mil de millones entre

1976 y 1983) a valores de 2016. El déficit en las

cuentas nacionales será financiado vía endeuda-

miento por los grandes grupos financieros trasna-

cionales, entre los que predomina el capital finan-

ciero con asiento en EE.UU. .

(ver: flacso.org.ar/noticias/endeudar-y-fugar/).

Otro dato alarmante es el crecimiento constan-

te de la fuga de capitales al exterior. En 2017 la

salida de divisas por atesoramiento escaló a 7.700

millones de dólares en el primer semestre, mien-

tras que la fuga de divisas por ahorro se ubicó en

7.677 millones, lo que implica un incremento de

28% respecto del mismo período de 2016 y de

152% en relación con 2015 (P12 8/8). La fuga de

capitales locales al exterior alcanzó a 11,7 mil mi-

llones de dólares en 2016, lo cual implica un cre-

cimiento de más del 50% respecto al registro de

2015 y 2014. Si bien, estos valores son en prome-

dio similares a los del ciclo Kirchnerista (11,6 mil

millones) (ver: flacso, ya citado arriba), a diferen-

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48 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

cia de aquellos, estos aún se encuentran en el

inicio del ciclo económico y se explican por la

compra de divisas para el atesoramiento, remisión

de dividendos y turismo. Aún resta saber la suerte

del grueso de las inversiones que ingresaron al

país con intenciones especulativas de corto plazo,

que todavía se encuentran colocadas en pesos

(Lebac).

Como es sabido, en la economía capitalista el

único fin del capital es acrecentar su utilidad. Si

los negocios financieros ofrecen esa meta en cor-

to plazo, hacia allí se dirigirán los capitales exce-

dentes, incluso los obtenidos en actividades pro-

ductivas. Durante el último año y medio este

proceso se viene acrecentando. Los capitales glo-

bales exigen, y así lo han conseguido, garantías

para poder retirarse en cuanto la caída de la tasa

de ganancia lo requiera. Cuando eso ocurra (y las

posibilidades son muy elevadas) la salida de los

capitales líquidos generarán una crisis de insol-

vencia externa que obligará al gobierno a decla-

rarse incapaz de responder por las deudas con-

traídas (default). Los “capitales amigos del

gobierno” por más amigos que sean, no pueden

evitar este comportamiento. Están obligados a ju-

gar especulando y de esta forma aceleran la crisis

de insolvencia del Estado. Pero además, hemos

dicho una verdad a medias. Porque el objetivo úl-

timo del capital es valorizarse, es crear plusvalor,

situación que en la mera especulación en el circui-

to deuda-fuga se garantiza por una masa de capi-

tal que absorbe el plusvalor creado por el trabajo

vivo bajo la explotación de los capitales invertidos

en la producción. De manera que más temprano

que tarde la bomba financiera estalla.

La patria en estado crítico

Junto al déficit comercial se ha venido acrecen-

tando el déficit fiscal, constituyendo una explosiva

situación: “déficits gemelos” que, pese al ajuste

fiscal y a la restricción monetaria, continúan au-

mentando. De acuerdo con el Ministerio de Ha-

cienda, los ingresos totales del primer semestre

del año fueron 945.828 millones de pesos (+32%)

mientras que los gastos primarios alcanzaron los$

1.090.114 millón (+31%), el resultado primario del

período enero-junio fue deficitario en $ 144.286

millones, equivalente al 1,5% del PBI y 28% más

alto que el registrado en el primer semestre del

2016. Si sólo medimos este aspecto, la meta de

déficit fiscal que se fijó el equipo económico fue

sobrecumplida en $ 50.714 millones, lo que repre-

senta el 0,5% del producto. Pero sumando el défi-

cit financiero luego del pago de los intereses de la

deuda del semestre, el rojo alcanzó los $255.546,5

millones, un 43% más alto en términos interanua-

les. La brecha entre ambos resultados se explica

por el fuerte crecimiento del pago de intereses

de la deuda, que pasó de $ 65.432 millones a $

111.261 millones, un 70% más, lo que hizo que el

déficit total subiera de 178.222 millones a

255.547 millones (43,4% más) (LN 20/7). Lo que

estos datos demuestran es que el mentado “gra-

dualismo” no es otra cosa que la financiación del

ajuste con deuda externa que disimula, momen-

táneamente, la magnitud y gravedad de la verda-

dera situación económica y social.

Pese a la contundencia de las cifras, desde el

gobierno intentan construir la idea de que lo peor

de la “herencia” ya pasó y que ahora estamos en

el camino del crecimiento. Pero el optimismo de

los globos de colores se pincha al encontrarse con

la áspera realidad. Si observamos los índices de

crecimiento económico, todas las variables si-

guen por debajo de los niveles del 2015. Pese a

ello, el Indec informó un leve rebote estadístico

sostenido principalmente por el gasto público di-

reccionado a la obra pública que se expandió

20,3% interanual en julio, sumando cinco meses

de crecimiento de dos dígitos, mientras que la

actividad fabril avanzó 5,9%; pero, de todas ma-

neras, ambas actividades siguen por debajo del

nivel de 2015 (P12 24/8). A su vez, la producción

en las ramas de la manufactura subió 2,7% en re-

lación al mismo período de 2016, cuando había

bajado un 4,5% en comparación a mayo de 2015

(CL 22/8). En rigor, respecto de 2015 se mantiene

un 1,8% debajo. Las modestas perspectivas de

crecimiento debieron ser reconocidas por los eco-

nomistas del establishment que habían pronosti-

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Análisis de Coyuntura 49

SEPTIEMBRE DE 2017

cado un entusiasta rebote de la economía. Por

ejemplo, Miguel Bein tuvo que revisar sus núme-

ros. A principios de año el Estudio Bein había es-

timado que este año la economía iba a crecer un

5%, luego redujo esa previsión a 4,2, después a

3,4, siguió a 2,9 y por último al 2,7% y todavía

quedan cuatro meses para continuar ajustando la

mira (CL 22/7).

La inflación, uno de los caballitos de batalla de

toda la campaña de Macri, que prometía iba a re-

ducirla, se ubica hoy en casi el mismo nivel anuali-

zado que el de 2015 (24 por ciento), luego del

shock del año pasado cuando marcó el 41 por

ciento, y significó un fuerte ajuste al consumo po-

pular (P12 24/8). El desfase entre la inflación

prometida por el BCRA y la real es tan evidente

que ya nadie cree en su concreción. Una encuesta

realizada a 55 economistas y consultores que res-

pondieron el Relevamiento de Expectativas de

Mercado (REM) arrojó como resultado categórico

que la meta no será alcanzable. La realidad llevó al

vicepresidente segundo de la entidad, Demian

Reidel, a admitir que el objetivo prefijado por el

ente “será difícil” de cumplir. Hasta la calificadora

de riesgo Standard & Poor’s recientemente le re-

comendó al BCRA revisar su meta de inflación (LN

3/8).

El otro costado es el consumo popular. Según

los datos aportados por distintas fuentes, como

CAME, Scentia, Kantar Worldpanel, se confirma la

caída del consumo sin interrupciones en cada uno

de los meses del gobierno de Cambiemos, en or-

den del 6,4% (considerando un promedio de se-

ries sin estacionalidad) (P12 24/8). El retroceso del

consumo popular está determinado por la fuerte

caída del salario real. El Instituto Estadístico de los

Trabajadores de la UMET estimó que el poder ad-

quisitivo de los trabajadores privados y estatales

fue en julio un 7,5% menor al observado en no-

viembre de 2015.

Los datos vinculados a mejoras en algunos ru-

bros del consumo, por caso en el sector automo-

tor, están siendo atendidos por producción impor-

tada. Las ventas nacionales aumentaron 2% en

junio, después de bajar 7% en mayo, 17% en abril

y 32% en marzo. Sabiendo que, como hemos ana-

lizado más arriba, las ventas de vehículos impor-

tados fueron del 42% en junio y 58% en mayo. En

los primeros siete meses del año, subieron las

ventas de autos pero lo que se destaca es la pe-

netración de vehículos importados (CL 23/8).

Otro de los puntales del relato macrista está ba-

sado en el gasto público relacionado a la obra pú-

blica, en especial la obra vial. Por eso el fuerte

aumento del rubro “asfalto” en la comparación

con el 2015, el único dato positivo sectorial. Sin

embargo, el gasto de capital del Estado en térmi-

nos reales retrocedió en 2016 a su nivel más bajo

en cinco año. Pese a la publicidad oficial acerca

del avance de las obras públicas, la inversión del

Estado Nacional en la primera mitad de este año

es un 27% menor en términos reales respecto del

mismo período de 2015 (P12 24/8).Las ventas de

los comercios minoristas, medidas en unidades,

cayeron en julio 1,6% respecto de igual mes de

2016 y acumulan en siete meses un descenso del

3% interanual, según un sondeo de la CAME. El

consumo masivo se contrajo 4% interanual en el

segundo trimestre del año, según un estudio de la

consultora Kantar Worldpanel, con lo cual acumu-

la una caída del 3% en el primer semestre en

comparación a los primeros seis meses de 2016

(CR-LN 8/8).

La demanda de gas registró una caída inter-

anual de 1,5% en los primeros cinco meses del

año, según datos del Ente Nacional Regulador del

Gas citados en un informe publicado ayer por Oe-

tec. Se trata de la peor contracción registrada

desde 2010, cuando la caída había sido de 5,9%.

La peor caída se registró en el segmento residen-

cial donde la demanda se derrumbó un 19%. De-

trás quedó el sector del GNC, con un retroceso de

11%, el comercial con un 8% y el industrial con un

0,2% (P12 11/8). Las ventas en shoppings sufrie-

ron una merma de 5,1% con relación a junio de

2016 (LN 18/8).

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50 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

No sos vos (gran burguesía argentina),

soy yo (gran burguesía mundial)

Más allá de las medidas de gobierno que no hacen

más que potenciar la caída de todos los índices de

consumo y producción, este proceso excede en sí

las decisiones de la gestión gubernamental y está

atado directamente al régimen mismo de produc-

ción mercantil capitalista que rige nuestras vidas y

que es necesario que podamos entender. Como

hemos analizando más arriba, el proceso de con-

centración de la producción y de centralización de

la propiedad a escala planetaria, en manos de

unas pocas corporaciones trasnacionales, asfixia a

las economías locales-regionales que padecen un

“atraso genético” en relación a los capitales más

concentrados en condiciones de aplicar a la pro-

ducción y la circulación las innovaciones científi-

cas tecnológicas. El resultado de esta dinámica del

capital se manifiesta, por un lado, en la expulsión

creciente de trabajadores de la esfera laboral; por

el otro, en la destrucción de una fracción de capi-

talistas medios, pequeños y grandes locales (frac-

ción nacional).

Esta “lucha por la vida” de las distintas fraccio-

nes del capital, basada en la necesidad de apro-

piarse de cuotas de plusvalor (fuente de la ganan-

cia) cada vez mayores, es lo que debemos tener

en el horizonte teórico y político a la hora de ana-

lizar los datos duros del empleo, que el gobierno

nacional difundió durante el último mes. En pala-

bras del mismísimo presidente de la Nación, Mau-

ricio Macri: “La Argentina volvió a crear empleo

como señal de la recuperación económica que es-

tamos transitando” (LN 06/8). Esta afirmación de-

beríamos entenderla, al igual que al conjunto de

afirmaciones y justificaciones que viene dando la

alianza Cambiemos, exactamente al revés. Detrás

de la tergiversación de los datos oficiales, lo que

emerge es que se agarran de una foto para ocultar

una película que es de terror. El deterioro crecien-

te del mundo laboral no muestra signos de rever-

sión, sino todo lo contrario. De los 125.000 em-

pleos registrados, generados en el período

septiembre 2016-mayo 2017, 106 mil correspon-

den a nuevos monotributistas inscriptos. Asalaria-

dos de casas particulares y empleados públicos

completan este crecimiento, frente a una reduc-

ción de más de 45 mil puestos asalariados en el

sector privado.

Es decir, se pierden trabajos en relación de de-

pendencia generados por las empresas privadas

(cada vez más concentradas) y gana terreno el

monotributo, que es una forma de registro tribu-

tario y no un tipo de contratación laboral y que,

por otro lado genera una transferencia dinero de

los sectores trabajadores hacia los sectores patro-

nales porque este tipo de contratación“libera” al

empresario de cubrir el conjunto de aportes y

conquistas obreras casi centenarias (jubilación,

vacaciones, licencias, etc.). El cuentapropismo

creciente es un claro síntoma del aumento de la

precarización e inestabilidad para aquellos que no

caen directamente en la categoría de desocupa-

dos.

Por otro lado, la destrucción de puestos de tra-

bajo privados tiene su principal explicación en la

situación que vive la industria manufacturera ya

analizada. Las estadísticas laborales difundidas

por el Ministerio de Trabajo dan cuenta que du-

rante mayo (último informe) la actividad industrial

anotó 1.900 puestos menos que en abril. La re-

ciente recuperación de la obra pública, que permi-

tió una cierta recomposición del empleo en la

construcción, no logró recobrar el terreno perdido

el año pasado. De hecho, de acuerdo con los da-

tos de abril (últimos disponibles), el número de

empleados de la construcción es de 424.177 per-

sonas, 23.514 menos que en igual mes de 2015

(447.691).

El otro dato a tener en cuenta es el aumento de

la desigualdad. Según estudios realizados por la

Universidad de Buenos Aires, la brecha entre los

ingresos entre 2003 y 2016 entre el 10% más rico

y 10% más pobre de la población se acrecentó. Si

en 2003 el ingreso del 10% más rico era 15 veces

mayor al del 10% más pobre, en 2015 esa diferen-

cia se redujo a menos de la mitad, expresando la

redistribución de la riqueza hacia vastos sectores

sociales. Durante los gobiernos del FPV la de-

sigualdad bajó de 0,53 a 0,41. En el segundo tri-

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Análisis de Coyuntura 51

SEPTIEMBRE DE 2017

mestre de 2016 la tendencia sigue el Cambio: la

diferencia entre los ingresos del primer y del dé-

cimo decil creció 8 veces (P12 21/8). Este proceso

de creciente desigualdad ha sido realizado a tra-

vés de un conjunto de mecanismo que forman

parte del programa económico oficial que favore-

ce la transferencia de ingresos de los sectores po-

pulares a los sectores más concentrados de la

economía aceitando, digamos así, la dinámica de

acumulación favorable a la oligarquía financiera

que hunde sus fauces en toda fracción social que

le garantiza acaparar un valor social relativo cada

vez más chico.

Por todos lados los representantes de la gran

burguesía en el país salieron a reclamar mejoras

en la “competitividad argentina”, lo que implica

por un lado bajar las cargas fiscales que deben

afrontar, y por el otro empujar una reforma labo-

ral que “flexibilice” las condiciones de los trabaja-

dores, garantizando por medio de la ley un grado

de explotación mayor del trabajo. Como veíamos

al inicio del artículo, el proceso centralizador del

capital convierte para los grandes capitales con

inversiones en el país a este aumento urgente de

la tasa de explotación del trabajo en algo tan ne-

cesario como el aire, puesto que la crisis capitalis-

ta crónica exige exprimir más al trabajo vivo. Los

capitales locales con menos desarrollo científico

tecnológico y, por esto, con una tasa menor de

productividad que los más concentrados, tienden

a flexibilizar de hecho a sus obreros porque de es-

ta manera pueden, durante un tiempo, sobrevivir

en el mercado. Es decir que, grandes, medianos y

chicos, en la situación de crisis capitalista actual

empujan una mayor situación de explotación de

los trabajadores.

En estas condiciones una reforma laboral ya sea

al estilo brasilero o con acento francés puede in-

tentar mejorar la rentabilidad de tal o cual sector

y con eso especular con el ingreso de inversiones

extranjeras, pero en caso que eso se dé el estran-

gulamiento de las condiciones de vida del pueblo

trabajador, la desestructuración del conjunto del

entramado social, que con años de lucha obrera

este pueblo supo conquistar, engordaría y acele-

raría el malestar social que ya se vive en sectores

crecientes de población.

En este sentido, la CGT emitió un documento

crítico de los planes del gobierno en materia eco-

nómica y laboral: “El sindicalismo argentino no

puede aceptar que los trabajadores nuevamente

seamos la variable de ajuste de un programa eco-

nómico que desalienta la producción, agudiza la

pobreza, ejecuta despidos y suspensiones. No po-

demos permitir que los derechos laborales, los

convenios colectivos de trabajo, los sistemas de

seguridad social y los fueros laborales, valores so-

ciales que nos distinguen en el mundo entero,

sean avasallados, identificados o denunciados

como un obstáculo para el desarrollo económico

de nuestro país” (LN 29/7). El documento de ma-

rras deja de manifiesto el agotamiento completo

de la política de integración del movimiento obre-

ro al sistema a través de los sindicatos, desplega-

da por el capital monopólico en los países centra-

les a partir de la segunda pos-guerra y en la

Argentina en el gobierno de Arturo Frondizi, tras

el golpe contra Perón, cuando el capital monopó-

lico penetró y comenzó a controlar algunos secto-

res decisivos de la industria local (petróleo, quími-

ca, automotriz, metalúrgica, o sea, todos sectores

de la industria pesada).

La crisis capitalista empuja al capital a destruir

toda conquista y beneficio del trabajador. La im-

posibilidad del capital monopólico de “integrar”

al sindicato como un apéndice del Estado o de la

propia empresa (como proponían los defensores

de la corriente integracionista que, dicho sea de

paso, tuvo sus voceros en las propias filas del mo-

vimiento obrero a fines de los cincuenta y durante

los sesenta y setenta), o sea, de adobar a un sec-

tor importante de los trabajadores (tanto cuanti-

tativamente como cualitativamente, es decir, en

relación al lugar que ocupe en la cadena de pro-

ducción-circulación), a los que tiene que exprimir,

flexibilizar al punto de cobrarle gastos por acci-

dente, despidos, jubilación, celebrar contratos por

día, sin ningún tipo de garantías de estabilidad la-

boral, etc.; esa imposibilidad determina la crisis en

las filas de la clase obrera de la dominante con-

Page 52: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

52 Una sombra ya pronto serás

SEPTIEMBRE DE 2017

cepción sindicalista-economicista. Una parte no

menor de las “viejas” direcciones de la central

obrera se ven empujadas a la pelea por la presión

de las bases, aunque sin saber cómo superar la lu-

cha en el terreno económico que, saben de alguna

manera, perdido de antemano en caso de no su-

perar dicho campo y desplegarse (la lucha) en el

terreno político, en el que, por definición, la clase

debe jugar un programa que exprese su indepen-

dencia.

En síntesis, la crisis general del orden socio-

económico, político y cultural dominado por los

grandes capitales concentrados a escala planeta-

ria, que intentamos analizar mes a mes en esta

publicación, nos muestra el modo en que los

grandes grupos económicos trasnacionales, las

147 corporaciones económicas globales que con-

trolan la producción y distribución de más del 50%

de la economía mundial en su necesidad de ga-

rantizar su reproducción, no sólo van desplazando

sectores de trabajadores o fracciones empresaria-

les locales e incluso regionales, sino que sectores

asociados históricamente a las propias oligarquías

nativas ya empiezan también a sobrar, de manera

que terminan siendo debilitadas económicamen-

te, debilitándose, por lo tanto, su función histórica

de gendarme de los imperios. Hemos analizado el

caso del bioetanol y la avanzada imperial sobre un

sector local menor, pero no por eso irrelevante,

del ganado (porcino). El capital financiero requie-

re concentrar de manera directa el grueso de los

recursos de las naciones y es poco el margen que

les queda para “compartir/mantener integrados”

a su proyecto a las fracciones oligárquicas nacio-

nales. Este proceso de “auto-fagocitosis” pone en

crisis las bases mismas sobre las cuales el capital

construyó su dominio actual. El Estado Nación, tal

cual lo conocimos hasta hoy, ya no le sirve, y lo

empuja con todas las fuerzas hacia su disolución.

Page 53: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

Mientras se agota la farsa democrática de la oligarquía genocida, se agudiza la crisis de todas las estrategias reformistas

Hacedores de infamia

“Por TV contagian su infección,

Los esclavos del viejo transgresor.

Bendicen armas para la destrucción

Usando en vano el nombre de Dios”

(Hermética)

El desarrollo de la crisis del imperialismo a esca-

la mundial, y su correlato nacional, ahondó las

contradicciones por estas tierras. La necesidad de

la oligarquía de intensificar su plan económico (re-

forma laboral, previsional, fiscal, tributaria, etc.)

tiene como correlato superestructural la puesta

en funcionamiento de un plan de control sobre

todos los sectores que se opongan a dicho pro-

grama. Es en esta clave que analizaremos el inten-

to por parte de aquella de crear un determinado

“clima social” propicio al aumento de la violencia

estatal y a soportar las consecuencias económicas

del “cambio”.

La utilización del aparato judicial como instru-

mento de disciplinamiento y persecución −tanto al

interior de la propia corporación judicial (remo-

ción de jueces, cambios en el Consejo de la Magis-

tratura, etc.) como hacia los sindicatos y oposito-

res políticos, las supuestas “mafias” con las que

dice luchar el presidente− se combinó con los pul-

pos mediáticos para justificar un sostenido au-

mento de la represión contra los sectores popula-

res, que, encuentra en la desaparición de Santiago

Maldonado el indicador más acabado de la nueva

etapa en que ha ingresado el proceso expoliador

imperial/oligárquico.

Analizaremos también cómo en este marco se

desarrollarón las elecciones PASO, donde el go-

bierno CEO –por diferentes razones que analiza-

remos− demostró haber pertrechado un “núcleo

duro” de apoyos que parece mostrar cierta inde-

pendencia relativa de la situación económica. He-

cho que se expresa en que determinadas capas –

fundamentalmente de la pequeña burguesía e in-

cluso de algunos sectores acomodados de traba-

jadores− “lo defienden a capa y espada”, a pesar

ser afectadas por su política.

A su vez, en las fuerzas que se oponen a la oli-

garquía, continuó el debate acerca de cómo carac-

terizarla y, por ende, cómo enfrentarla, sin poder

Page 54: ISSN 1669-9122 SEPTIEMBRE DE 2017 $ 40

54 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

salir de un modo de pensar que no coincide más

con las bases materiales del mundo actual. Estos

debates, la lucha política de las PASO y central-

mente la movilización del movimiento obrero del

día 22 de agosto −con sus “chisporroteos” inter-

nos y su planteo− volvieron a demostrar un alto

nivel en la conciencia de las masas, junto con una

crisis de todas las formas de representación y di-

rección actual, que ante el proceso de cambio

abierto, insisten en resolver con herramientas me-

lladas.

Las PASO y la táctica de la Oligarquía

Al inicio del mes y con las elecciones en la puer-

ta, en un almuerzo convocado por Macri con dife-

rentes referentes políticos del conurbano bonae-

rense en la quinta de olivos, Miguel Saredi,

candidato a concejal por Cambiemos en el distrito

matancero, decía: “En mi distrito estamos mal.

Hay que cambiar la estrategia en el conurbano”, a

lo que su par de Esteban Echeverría, Evert van

Tooren, sumaba: “Nos comemos los bifes en los

territorios” (LN 4/8). La imposibilidad que tiene la

fuerza política Cambiemos de construir arraigo y

apoyo en vastos sectores populares, por el desen-

volvimiento de su plan económico, genera un gra-

do de contradicción importante a la línea de cua-

dros que deben sostener sus postulados en

territorios que fueron de los primeros y más afec-

tados. El rechazo de las masas −más allá de los

movimientos tácticos de propaganda que pue-

den hacer por los medios de comunicación− está

dada objetivamente por el carácter expropiatorio

del plan económico que sustentan, es decir, no

es de orden transitorio, sino que ese proyecto

económico conlleva la expoliación de vastos sec-

tores.

Todas estas contradicciones hacían necesario

cohesionar ideológica y políticamente el interior

de la fuerza Cambiemos, para que sea efectiva en

el sostenimiento de las medidas necesarias y pro-

fundice el debate ideológico de cara a la sociedad.

Esto ya venía expresándose los meses previos con

la “salida” de Malcorra, Prat Gay, Constantini y la

“cerrada” de puerta en la cara a Martín Lousteau

por la interna porteña. Con esos movimientos, se

corría del centro de Cambiemos a los sectores que

mostraban determinadas diferencias sobre algu-

nos ejes de la política y se inciciaba lo que el diario

de los Mitre titulaba “El ascenso de los ‘lilitos’”.

Este sector vinculado a Carrió –que hace años re-

fleja la postura más cercana a la embajada esta-

dounidense, bajo la figura de “los salvaguardas del

republicanismo”− avanzan hoy al interior de la

coalición gobernante, señalando supuestos “erro-

res de gestión”. La secretaria general de la Coali-

ción Cívica, Maricel Etchecoin, caracterizaba el

momento: “En 2015 resignamos muchos lugares

para generar la alternativa de Cambiemos y que el

país pudiera caminar hacia la construcción de una

república y dejar atrás la posibilidad de ser Vene-

zuela. Este cierre nos deja más conformes y mejor

posicionados” (LN 20/7). Etchecoin marcaba que

la estrategia iba por delante de los nombres pro-

pios y que esta se centraba en frenar la profundi-

zación del modelo kirchnerista.

Con este nucleo conformado, el cierre de cam-

paña quedó a cargo del tridente Macri, Carrió,

Vidal. En Buenos Aires, Mauricio Macri parecía

haber sido “metido en el freezer”, fuera de la car-

telería y con bajo perfil, ante los malos números

que daba −una imagen neta de -8 puntos como

resultado de un 49% de imagen negativa y un 41%

de imagen positiva (CR 1/7). Al frente de la cam-

paña se ponía entonces Vidal, que decía en el cie-

rre: “No volvamos para atrás. (…) No dejes que te

mientan, que te engañen los que gobernaron por

25 años y ahora te digan que te van a llevar a un

lugar mejor” (LN 9/8). A lo que agregaba Elisa Ca-

rrió: “Quiero pedirles perdón por los errores no

forzados, nosotros estamos también aprendiendo

a ser republicanos. Una república que perdimos

hace muchos años. Y que estamos caminando pa-

so a paso para reconstruirla”. Y en referencia a los

planes sociales decía: “Espero que la sociedad y

sobre todo los más pobres entiendan. (…) La dife-

rencia es que nosotros no decimos «esto viene de

Mauricio». Esto es un derecho que viene del sacri-

ficio de las clases medias ahogadas por los im-

puestos (…) Esto se llama justicia social. Lo otro es

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Análisis de Coyuntura 55

SEPTIEMBRE DE 2017

esclavitud y uso de los pobres”. Y Macri cerraba el

acto con las siguientes palabras: “Tenemos que

demostrar que este cambio que hemos decidido,

no fue porque nos parecía lindo, sino a conciencia

(…) Pensemos en lo que están viviendo los herma-

nos de Venezuela, que no tienen la posibilidad de

poder elegir en democracia y con libertad de ex-

presión” (LN 9/8).

Las declaraciones del cierre nos permiten resal-

tar como nuevamente aparece la definición de

CAMBIEMOS por la negativa al Kirchnerismo, an-

tagonizar con “lo viejo” que sería no solo el kirch-

nerismo, sino el peronismo en general y todas las

fuerzas que levantaron un posicionamiento con-

trapuesto al modelo oligárquico imperial. A esta

definición se sumaba que el centro de su estrate-

gia política era frenar la “chavización” del modelo

kirchnerista, que significaría un golpe capital a la

hegemonía de la oligarquía. A este respecto, de-

fender la “república” era reordenar todo el apara-

to legal a su dominación. A estos planteos se su-

maba el llamado a la “conciencia” de los pobres,

para que entiendan que gracias a las capas me-

dias y su “sacrificado” pago de impuestos (defi-

nido como “ahogo impositivo” más arriba), se

sostienen los planes sociales, definidos como

“justicia social” a los más pobres. Hasta las da-

mas de la sociedad de beneficencia oligárquica

de la década infame se ruborizarían ante seme-

jante planteo, que oculta además que las capas

medias sostienen los planes dado que eliminadas

las retenciones –y otras medidas de transferen-

cia abismal de recursos hacia el vértice de la pi-

rámide social−, el ahogo impositivo a ese sector

sostiene la endeble gobernabilidad. Carrió defi-

nia como clientelismo y esclavitud todo plan que

signifique quitar a la oligarquía para sostener a

los sectores mas postergados.

Como hemos visto a lo largo de todo los artícu-

los, las necesidades de los monopolios no paran

de caotizar la estructura económica, hecho que en

nuestro país se expresa en despidos, cierre de lo-

cales comerciales, cierre de fábricas, expulsión de

científicos de los aparatos estatales de investiga-

ción, etc. Por lo tanto, se radicaliza la necesidad

de emplear argumentos que no coinciden con el

movimiento material de la realidad, pero que in-

funden la confusión y la desorganización en los

sectores subalternos. Nuevamente, la frase

“miente, miente que algo quedará”, del Nazi Jo-

seph Goebbels, vuelve a ponerse sobre el tapete.

Es de resaltar con qué convicción emprende la lu-

cha ideológica la oligarquía para sostener su he-

gemonía. La particular importancia que da al pa-

pel de las ideas y de su defensa; pero también

debemos reafirmar que si estas ideas no son con-

gruentes con el desenvolvimiento de la realidad

material, por más lucha que se emprenda, esas

ideas caducan aceleradamente y la toma de con-

ciencia por parte de amplios sectores no se hará

esperar, por lo menos en términos negativos. Es

decir, a mayor desenvolvimiento del proyecto

económico de Cambiemos, mayor cantidad de

sectores de la sociedad pierden su “status social”,

por lo cual, la posibilidad de convencerlos de se-

guir apoyando las medidas políticas y económicas

se hace cada vez más complicada.

“Posverdad” de los herederos de la

década infame

De esta manera, se lanzaba el frente oligárqui-

co-imperialista a las PASO. La jornada iniciaba con

la demora por parte del correo en la entrega de

las urnas, la falta de boletas o la entrega de las

mismas que no correspondían al distrito, el arma-

do arbitrario de los padrones, cambios en los lu-

gares de votación, la modificación del tipo de do-

cumento que se le pedía al votante, etc. A su vez,

este accionar se encontraba particularmente en-

focado en los distritos donde es sabido que CFK

tiene los mayores márgenes de aprobación. Es de-

cir, miles de artimañas para dificultar y desgastar

especialmente a los sectores que apoyan al kirch-

nerismo. Al cierre de la jornada, y con la primera

carga de datos en la provincia de Buenos Aires,

para sorpresa de todos la nómina Bullrich-

González de Cambiemos se imponía por escaso

margen a la dupla CFK-Taiana, contradiciendo to-

das las encuestas previas. Pero ese no sería el

verdadero resultado de las PASO, ya que luego se

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56 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

conocería lo ocurrido: manipulación de los tele-

gramas de urna, carga en primer término de los

distritos donde Cambiemos era ganador y funda-

mentalmente suspensión de la carga de telegra-

mas al llegar al 95%, siendo el 5% restante prove-

niente de los distritos más favorables a CFK. De

esta manera, lograban crear, de manera transito-

ria, una diferencia favorable para el macrismo en

la provincia de Buenos Aires. Con casi el 50% de

los votos de la oligárquica Capital Federal para Eli-

sa Carrió, y los manipulados datos de la provincia

de Buenos Aires, los herederos de la década infa-

me salieron lo antes posible a cantar victoria (LN

14/8).

El propio escriba oligárquico Eduardo Fidanza

explicitaba la estrategia: “Cambiemos armó un es-

pectáculo equívoco, con números apresurados y

gestos de triunfo. (…) Los expertos saben que los

votantes de Macri están menos interesados en la

política. Distraídos y cansados, recibieron su ra-

ción de triunfalismo y se fueron a dormir tranqui-

los. La verificación de los hechos no les incumbe.

(…) Más allá de los sentimientos y las estrategias

de unos y otros, cabe preguntar: ¿y la verdad? (…)

Visto que la comunicación tiene el poder de insta-

lar creencias que no se compadecen con los he-

chos, se acuñó hace poco el término ‘posverdad’.

La posverdad es un sucedáneo de la verdad, sos-

tenida por emociones y reforzada por las redes de

comunicación textuales y audiovisuales, ante las

que se rinde, como un adicto o un creyente, el in-

dividuo contemporáneo. Ahora bien, para que

exista la posverdad debió socavarse antes la ver-

dad en su versión clásica. (…) Esta estrategia se

consagró y se facilitó en la sociedad del espectácu-

lo que, como escribió Guy Debord, produce una in-

versión de los términos: la realidad surge del show

y no el show de la realidad. En ese mundo inverti-

do, dirá Debord, ‘lo verdadero es un momento de

lo falso’” (LN 19/8).

Más allá de las maniobras, debemos mirar la

realidad. Con un padrón de 33 millones de habi-

tantes, la participación nacional promedió el 74%

del padrón (24 millones votaron, 9 millones no vo-

taron), el porcentaje más bajo desde el 2011 (se-

gún la Cámara Nacional Electoral).

El diario La Nación explicitaba: “De los casi

8.400.000 votos que Cambiemos recogió en los 24

distritos, el 45 por ciento fue aportado por esas

seis provincias más el interior de Buenos Aires (La

Pampa, San Luis, Corrientes, Córdoba, Mendoza,

Santa Fe). (…) El origen del núcleo electoral del

oficialismo. (…) Son provincias donde la actividad

privada es de un peso mucho más significativo que

el empleo estatal. (…) Allí predomina el trabajo

que deriva del campo, pero también el que se ex-

presa en industrias y servicios relacionados como

el ahorro rural” (LN 15/8). Con este marco de la si-

tuación, vemos que la base material del apoyo a

Cambiemos son los sectores vinculados a la pro-

ducción agraria exportadora, y las ciudades más

desarrolladas vinculadas a las grandes empresas

nacionales y multinacionales. La batalla ideológica

que emprendió la oligarquía es para endurecer

ese núcleo (vinculado al complejo agrario expor-

tador) y, a partir de allí, atraer a múltiples capas

de la sociedad, a pesar de ser afectadas más direc-

tamente por el plan económico que ejecuta el

Gobierno.

En la Capital Federal, por diputados nacionales,

Cambiemos obtuvo 935 mil votos (49.55%), frente

a Unidad Porteña que cosechó 391 votos con 3 lis-

tas (20.7%), en tercer lugar quedaba Lousteau,

con el 13,33%, y la fuerza de Sergio Massa obtuvo

73 mil votos (3.91%). En la disputada provincia de

Buenos Aires, que tiene más de 12 millones de

empadronados −es decir, representa casi el 37%

del total del padrón nacional−, Unidad ciudadana

obtuvo el 33.95% (3 millones 229 mil), frente a

Cambiemos, que obtuvo el 33.74% (3 millones 208

mil): una diferencia de 0.21% (unos 20 mil votos).

Sergio Massa, con 1país, obtuvo el 15.26% (1 mi-

llón 451 mil votos), en tanto Florencio Randazzo

obtuvo el 5.88% (559 mil votos). Todos ellos en la

disputa por la senaduría. Como viene repitiéndose

desde hace años, el conurbano, especialmente

desde el segundo cordón, fue el espacio geografi-

co donde más apoyo cosechó el frente nacional,

frente al interior de la provincia y el primer cor-

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Análisis de Coyuntura 57

SEPTIEMBRE DE 2017

dón del conurbano –desde General Paz hasta el

Camino de Cintura aproximadamente−, que se in-

clinaron hacia la expresión electoral del frente oli-

gárquico-imperialista.

Es de destacar los casos de Córdoba, donde

Cambiemos se impuso por el 44.51% sobre Unión

por Córdoba de Schiaretti y “el Gallego” De la So-

ta. Santa Fe, donde el frente justicialista encabe-

zado por el kirchnerista Agustín Rossi obtuvo una

ajustada victoria con el 27.87%, frente a Cambie-

mos con el 27.13%, y donde el frente progresista

cívico y social –conducido por el Partido Socialis-

ta−, que hace años viene gobernando la provincia,

sacó un magro 11.93%. Cabe destacar que aquí

también se utilizó desde el oficialismo la misma

estrategia de retardar la carga de datos prove-

nientes de las zonas favorables a Rossi.

De las 24 provincincias, en 10 ganó CAMBIE-

MOS, con algunos resultados sorpresivos como los

de San Luis y Santa Cruz (CR 13/8). Sin embargo,

CAMBIEMOS alcanzaba sólo el 35% de los votos

totales, siendo derrotado en 14 provincias. El kir-

chnerismo obtenía el 21% de los votos efectivos a

nivel nacional, y otras expresiones del peronismo

alcanzaban el 15%. (CL 14/8).

Todos los datos señalados no hacen más que

confirmar lo que venimos señalando ene estas

páginas mes tras mes. La crisis irresoluble del sis-

tema político en la Argentina, resultado de la crisis

estructural del sistema capitalista a nivel global.

La “torta” de valor a repartirse entre capitales se

achica a pasos agigantados, por lo que las expre-

siones políticas que expresan a sus diferentes ca-

pas crujen por los aires ante la imposibilidad de

compartir los frutos de la expoliación a las masas

trabajadoras.

Sobre este fondo, es necesario resaltar dos

elementos distintivos del reciente proceso electo-

ral. El primero es el nivel de polarización del voto.

Hecho que redujo significativamente a las opcio-

nes que propugnaban “la ancha avenida del me-

dio”, sintetizadas principalmente en el massismo,

como expresión político-electoral de un sector del

empresariado local −detrás del cual se suman al-

gunas capas minoritarias acomodadas de la clase

trabajadora−, que se ve dañado por las políticas

neoliberales del macrismo, pero que comparte

con aquel la necesidad de descargar toda la crisis

sobre el grueso de la masa laboral y el pueblo po-

bre, e incluso utilizar el aparato represivo para

conseguir tal fin. La polarización se vio con más ni-

tidez geográfica que en otras ocasiones. Los

ejemplos más claros de ello son la distribución del

voto en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

En el conurbano bonaerense el primer cinturón

fue todo “amarillo”, mientras en el segundo y ter-

cero Cristina le sacó una amplia ventaja Bullrich.

Por el lado de Santa Fe, es de resaltar el voto ha-

cia el candidato kirchnerista en la zona del llama-

do Gran Rosario, es decir, la periferia pobre del

cordón industrial de la Ruta 9.

Lo segundo es lo ya señalado acerca del logro

político de los CEO: la constitución de un núcleo

duro de apoyo que –si bien puede tener “patas

cortas”− le sirvió para consolidar el triunfo a nivel

nacional. Dicho núcleo está constituído induda-

blemente por un importante sector de las deno-

minadas “capas medias” –con mucho peso histó-

rico en nuestro país− y hasta sectores de la clase

trabajadora. Volveremos sobre esto más adelante.

La contradicción entre el ajuste y el

consenso político

Casi al inicio de mes, Roberto Bacman, de la

consultora CEOP, decía: “En Provincia de Buenos

Aires, los oficialistas redondean un 32,5 por ciento

y los opositores constituyen el 41,0 por ciento del

distrito. Un 26,5 por ciento se ubica en la catego-

ría de independientes pragmáticos. (…) Siete de

cada diez bonaerenses consideran que la situación

económica está mal o muy mal y que su vida em-

peoró en el último año y medio” (P12 30/7). Ante

este panorama, los cuadros de la oligarquía tenían

que salir a “enamorar” de argumentos, duros y

acérrimos, para sostener y traccionar a su núcleo

duro, como veíamos mas arriba. Pero al mismo

tiempo, se cuestionaban sobre cómo sostener su

dominio. Carlos Pagni se preguntaba: “¿Cómo ga-

nar la provincia de Buenos Aires y, al mismo tiem-

po, recuperar el equilibrio de la economía?”. Es

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58 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

decir, ¿cómo haría la oligarquía para convencer a

amplias capas de la sociedad que son expropiadas

por su modelo económico de que deben seguir

apoyándolos? Ya antes de las elecciones, pero

también con el resultado puesto, un mismo temor

seguía inquietando a los herederos de la genera-

ción del 80. Pagni lo formulaba asi “En Buenos Ai-

res sobrevive el populismo en su máxima expre-

sión: Cristina Kirchner” (LN 3/8).

La llegada al poder político en diciembre del

2015 no fue producto de una hecatombe econó-

mica de magnitudes, como el 2001, sino de una

campaña sistemática de desgaste y persecución

política al kirchnerismo, lo cual llevó al límite la

estrategia en la reconstrucción de la “burguesía

nacional” como sujeto político y rector del movi-

miento nacional. A pesar de esto, los 12 años de

recuperación económica, social, de derechos y

participación popular, colocan en un brete a la

oligarquía, la cual debe “ajustar” ante el supuesto

“desfalco económico del populismo”. Lo que la

muchachada del gobierno CEO quiere esquivar es

hacerse cargo en primera persona de la responsa-

bilidad de aplicar nuevamente el consenso de Wa-

shington y el modelo neoliberal de los 90. Nueva-

mente tienen que vender “gato por liebre”.

Con la “inquietud” de Wall Street ante un even-

tual triunfo de CFK y los llamados desesperados

de la gran burguesía al conjunto de la sociedad a

“no volver a atrás”, a arrastrarnos para que “ven-

gan las inversiones”, a desregular y precarizar to-

do lo que haga falta para “integrarnos al mundo”,

uno de los niños mimados de La Nación salía a

poner los puntos sobre las íes. La pluma de

Eduardo Fidanza decía: “Si tuviera que definírsela

por un rasgo general (a la campaña), podría

arriesgarse esta hipótesis: se trata de una nega-

ción y un ocultamiento integral de la política. (…)

Macri y Cristina, los aparentes opuestos, parecen

haber coincidido en un mensaje contradictorio:

hay que disimular la política, esconderla. (…) No

hay una pizca de debate programático. Nadie

plantea qué va a hacerse con las distorsiones de la

economía, con las reformas estructurales, con la

inflación y la pobreza, (…) con la adecuación a la

fase actual del capitalismo” (LN 5/8. Subrayado

nuestro).

Como hemos dicho en números anteriores, las

correlaciones de fuerzas son mundiales, por lo

cual, lo que ocurre en la Argentina es el reflejo,

mediado, del desenvolvimiento del capitalismo

como sistema mundial, su impacto y entrelaza-

miento con nuestro país. Los artículos 1 y 2 nos

han mostrado sobremanera en el estado de crisis

orgánica en que se encuentra el capital, lo que Fi-

danza nombra como “fase actual” del capitalismo.

Esa supuesta “fase” es el cenit del desarrollo del

imperialismo y su desmoronamiento, el cual hace

debatir a la humanidad entre hundirse con ese sis-

tema o crear un sistema nuevo de relación entre

los hombres. Esa “adecuación” que nombra Fi-

danza, es para la política pública inconfesable,

porque significa una transferencia brutal de rique-

za a los sectores más concentrados en detrimento

de todas las capas del pueblo. La “no politización”

que critica Fidanza no es más que la demostración

del carácter antidemocrático de las necesidades

del capital, en el sentido más estricto del termino,

por ser contrario al pueblo. Ahora bien, la supues-

ta “no politización” de Macri es la forma que tiene

la oligarquía de aplicar su plan de “adecuación” a

la “nueva” fase del capitalismo. Es decir, la utiliza-

ción de consignas vacías, slogans sentimentales y

demás elementos del marketing es la “política” de

la “posvervad” que tiene la oligarquía, comandada

cada vez más por el avejentado imperialismo, pa-

ra arribar a esta supuesta nueva fase del capita-

lismo; la cual de nueva no tiene nada. Más adelan-

te analizaremos esa “no politización” que se le

achaca al kirchnerismo en la campaña.

Como vimos, las PASO terminaron de configurar

el marco de alianzas y constitución de las fuerzas,

en el plano electoral, la cual podría mostrarse co-

mo un “cierre” sobre sí mismo por parte de Cam-

biemos, es decir, un “achicamiento” del espectro

de alianzas (salida de Prat Gay, Malcorra, Cons-

tantini, Lousteau, etc.) para concentrar en un nú-

cleo más reducido la toma de decisiones, y la in-

corporación de un espacio pequeño y más

reaccionario (Coalición Cívica). Su campaña asen-

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Análisis de Coyuntura 59

SEPTIEMBRE DE 2017

tada en la “negativa” al kirchnerismo y todo lo

que representaría como “pasado” (populismo,

feudalismo, etc.), tiene como consecuencia la ra-

dicalización de su núcleo de apoyo, el cual se pone

cada vez más reaccionario y violento, mientras de

a poco, cada vez más sectores, heterogéneos, sin

unidad interna aún, van engordado una mayoría

que rechaza el plan de Cambiemos y busca guía.

Ni nos dejan ser cipayos

El mes iniciaba con la visita del pirata, ministro

de economía inglés, Philip Hammond, quién cris-

talizaba qué intereses estaban detrás de la “nece-

saria adecuación al momento actual del capitalis-

mo” y sus reformas. Decía este pirata con

nostalgia: “Queremos recuperar el espíritu de

aquellos tiempos en los que el Reino Unido era el

primer socio comercial de la Argentina”, y prome-

tía inversiones si Argentina continúa con “las re-

formas y logra un crecimiento sustentable e inclu-

sivo” (LN 3/8). Sin sonrojarse, nos transportaba al

periodo de 1910/1930, donde la Argentina era “la

joya más preciada de la Corona Británica”, según

palabras de Julio Roca (h) en ocasión de la firma

del Pacto Roca-Runciman. La respuesta del “pa-

triota” Canciller Argentino, Jorge Faurie, era: “la

Argentina ha comenzado una nueva etapa,

abriéndose al mundo con reglas claras para el co-

mercio. (…) El Reino Unido es un muy importante

inversor a nivel global y en nuestro país” (LN 3/8).

De Malvinas ni hablemos…

La otra visita de peso era la de Mike Pence, vi-

cepresidente norteamericano, que llegaba al país

al día siguiente de las PASO, en el marco de su

campaña pro-intervención armada en Venezuela,

otra de las necesidades de la “nueva fase del capi-

talismo”. A su llegada, agradeció a Macri su “lide-

razgo en el cono sur” y por hacer de la Argentina

“una inspiración para todo el continente”. Luego

de los elogiós por seguir sus recomendaciones,

Pence prometía que llegarían inversiones “si con-

tinúan las reformas estructurales” (CR 16/8) y ad-

vertía que Washington “no vacilará en defender la

seguridad del continente”, en relación a un posible

ataque militar contra Venezuela, dejando entrever

que buscaba el apoyo argentino a una futura inva-

sión. La mentada “adecuación” que venimos vien-

do, requiere a nivel local las reformas estructura-

les que analizamos en el eje 5, pero a nivel

regional necesita poner un alto a la Venezuela Bo-

livariana, porque ante el fracaso de la estrategia

de fractura y guerra civil en las tierras de Bolívar

(ver Artículo 4 del presente Análisis…), sólo queda

la acción directa del imperialismo. Pero esta in-

tentona necesita de un consenso de los países la-

tinoamericanos imposible, a pesar de que algunos

de ellos están dirigidos por las oligarquías cipayas

(Argentina, Brasil, Perú, etc.). Mauricio Macri con-

testaría que “la vía de la fuerza no es el camino

para la crisis de Venezuela” (LN 16/8), como lo ha-

rían su par de Colombia y de Brasil. No es que la

oligarquía local se haya vuelto pro-chavista ni na-

da por el estilo; pero si ni el segundo del gobierno

yanqui, ni el pirata ministro de economía inglés,

eran capaces de asegurarle las tan mentadas “in-

versiones extrajeras” que crearían determinado

crecimiento económico −permitiendo capear la si-

tuación de cara a al conjunto de la sociedad y dar-

le continuidad al proyecto político que los repre-

senta−, ¿qué clase de plan podrían constituir? Así,

los desbarajustes entre el imperialismo y su aliado

local crecían. Los yanquis –como viene ocurriendo

casi a diario por todo el planeta− pedían mucho,

pero daban casi nada.

Promediando el mes, en una Mendoza blindada

(más de 1200 efectivos), se realizó la Cumbre del

Mercosur, con la presencia de los mandatorios de

Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Boli-

via. Los principales temas que se evaluarón fueron

la crisis política y social que atraviesa Venezuela y

los avances sobre posibles acuerdos del Mercosur

con la Unión Europea y con la Alianza del Pacífico

(LN 20/7). El “patriota” canciller Faurie prometía

seguir impulsando “el diálogo entre el Mercosur y

la Alianza del Pacífico; (…) sumamos a los empre-

sarios para orientar y acompañar el proceso nego-

ciador” (P12 20/7). El avance momentáneo del

imperialismo en algunos de los países que com-

ponían el eje ALBA-UNASUR-CELAC le permitía a

las oligarquías local y carioca acercar nuevamente

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60 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

el Mercosur a la Alianza del Pacífico, bajo la tutela

de algunos grupos empresarios. A pesar de ello, la

intención de aplicar la “cláusula democrática” a

Venezuela no prosperaba, por no reunir el con-

senso suficiente entre los integrantes del bloque.

La Mafia de la Justicia

Como viene sucediendo, una cantidad de medi-

das judiciales se fueron articulando a lo largo del

mes, en beneficio del oficialismo. El martes 18/7

El juez Bonadío rechazó excarcelar a Víctor Man-

zanares, el contador de Cristina, detenido por

“obstrucción a la justicia” (Cl 18/7). A esto se su-

mó la embestida del gobierno de Mauricio Macri

contra las denominadas “mafias sindicales”. El

juez federal de Quilmes, Luis Armella, y su colega

de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, llevan ade-

lante investigaciones impulsadas por denuncias de

la AFIP contra un conjunto de gremios acusados

de operar con facturas truchas, que alcanzaron in-

cluso al sindicato de estaciones de servicio lidera-

do por Carlos Acuña, uno de los tres jefes de la

CGT. (LN 22/7). Nuevamente, el “ariete” judicial

entraba en acción ante el “tropezón” legislativo.

Con la reforma laboral carioca como espejo, la jus-

ticia aparece como fuerza de choque contra los

trabajadores y sus organizaciones, a las que debe

deslegitimarse como un momento del plan de fle-

xibilización laboral.

Los “favores” de la justicia eran acompañados

por las constantes amenazas del Poder Ejecutivo.

En ese sentido, la disputa por el pago del impues-

to a las ganancias por parte de jueces volvió a

asomar (LN 26/7). La necesidad de ajustar, para

cumplir con las necesidades de los monopolios,

alcanzaba a la casta judicial, que esgrimía una de-

fensa corporativa. Aceptaba que los nuevos jueces

paguen, menos los que actualmente sean secreta-

rios de juzgados, que componen el 80% de los

candidatos, y que pasarían a ganar menos como

jueces que como secretarios (LN 8/3). Los magis-

trados también pelean por “un lugar bajo el sol”,

perseguidos por el ajuste, poniendo sus favores

al macrismo como moneda de cambio.

De ese modo, en un año y medio de gestión

macrista, la justicia desestimó casi la mitad de las

denuncias al gobierno de macri. Sobre el caso Pa-

namá Papers, el juez Sebastián Casanello entendió

que no existían elementos para sospechar de ma-

niobras de lavado de dinero. El juez federal Ariel

Lijo sobreseyó a la vicepresidenta Gabriela Mi-

chetti en la causa iniciada por bienes que tenía en

su casa y que fueron robados. El juez Rodolfo Ca-

nicoba Corral dictó el sobreseimiento del jefe de

los espías, Gustavo Arribas, investigado por recibir

transferencias de un valijero condenado en el La-

va Jato, escandalo de corrupción vinculado a la

empresa Obredecht (LN 31/7).

Volviendo sobre estas latitudes, la disputa por

el Consejo de la Magistratura y la asignación de

jueces se puso más caliente que nunca. Sin rubori-

zarse, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo

Lorenzetti demoró la jura del Senador Mario País

(PJ) –que se sumaba al Consejo en lugar del sus-

pendido Ruperto Godoy (ver Análisis… anterio-

res)− un par de horas más de las previstas, para

crear, a la usanza de la década infame, los dos ter-

cios que necesitaba el macrismo “por un ratito”

para suspender y dar aprobación al juicio político

contra el magistrado Eduardo Freiler (LN 17/8).

Recordemos que el Juez Freiler no está alineado

con la “justicia amarilla express”, siendo además

el magistrado que tiene la causa Papel Prensa, Ho-

tesur y Los Sauces, con lo que es inevitable “sacár-

selo de encima” para meter presa a Cristina Fer-

nández (P12 18/8). Al día siguiente de su

remoción, el juez presentó una denuncia penal

que decía que había sido destituido por “una ma-

niobra coordinada entre la Corte Suprema y el

Consejo de la Magistratura, que está siendo arti-

culada desde el Poder Ejecutivo” (LN 19/8).

La necesidad por parte de la oligarquía, de

avanzar en la aplicación de su plan, aunque esto

rompa con los protocolos y modos legales, va

desnudando de cara a las masas su propio carác-

ter antidemocrático y anti-republicano. Es el gra-

do de concentración y centralización económica

que venimos analizando a lo largo de todos los ar-

tículos lo que cada vez “acota” más sus márgenes

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Análisis de Coyuntura 61

SEPTIEMBRE DE 2017

de acción. Cuando 147 grupos económicos deben

expoliar a la décima potencia al resto del mundo,

las “formas republicanas y democráticas” que su-

po construir la oligarquía rentista argentina, bajo

la tutela y dirección del imperialimo, vuelan por

los aires ante los ojos de todos.

La falta de sutileza de la oligarquía llevaba a ha-

cer público el apoyo de los sectores más concen-

trados de la economía hacia este accionar. Las

mayores cámaras empresariales del país se

reunieron para exponer su posición sobre la justi-

cia. Seis entidades del Foro de Convergencia Em-

presarial (Asociación Cristiana de Dirigentes de

Empresas (ACDE); la Asociación de Bancos de la

Argentina (ABA); la Asociación Empresaria Argen-

tina (AEA); la Cámara de Comercio de Estados

Unidos en el país (Amcham); el Instituto para el

Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y la

Sociedad Rural Argentina (SRA) emitieron un co-

municado llamado “Sin Justicia no hay República”,

donde expresaban el deseo de que “todos los jue-

ces cuya probidad esté objetivamente en duda

sean investigados y juzgados en forma rápida y

efectiva, dentro del marco de la ley. (…) De esta

forma, se generará la confianza, (…) el clima ade-

cuado para el desarrollo de las empresas y la

atracción de inversiones de largo plazo que gene-

ren empleo digno y sostenible” (CR 22/8).

Un momento del caos que representan estos

capitales concentrados se sintetiza en la implosión

de las mismas instituciones que supieron levantar

las oligarquías cipayas con la venia del Gran Capi-

tal, para re-adecuarlas al grado de concentración

del capital actual. Por lo cual, como bien expone la

gran burguesía cipaya de nuestras tierras, la Re-

pública es “su visión sobre el correcto funciona-

miento de la justicia”. Si el resto del pueblo no

aprueba “esa visión” que tienen de la justicia, no

habrá “confianza” para crear “sus empresas e in-

versiones” y tampoco “empleo digno”. Otra vez la

verdad se transforamaba en “posverdad”, dejan-

do explícito que en este momento histórico los in-

tereses de la burguesía son irracionales y se opo-

nen a las mayorías. Las nuevas experiencias de los

pueblos, encabezados por la clase trabajadora,

desde China hasta Venezuela, comienzan a mos-

trarse como faro para el resto de los pueblos y

ponen los pelos de punta de la Gran Burguesía,

que solo ofrece guerra y mentiras. Si como veni-

mos analizando, la burguesía ya no puede ser el

sujeto que ordene la sociedad ante su crisis mis-

ma como clase, ¿qué “alternativas” le quedan que

no sea aplicar la coerción a sangre y fuego, la que

ha aplicado en épocas pasadas y la que nunca, en

mayor o menor medida, dejó de utilizar?

¿Dónde está Santiago Maldonado?

Si bien los hechos de represión a escala local

pero de gran intensidad se vienen sucediendo

desde hace meses, y en especial sobre jóvenes y

trabajadores, el viraje a enfocarse sobre organiza-

ciones políticas, sindicales y sociales cada vez se

hace más evidente. Se conocía que la policía de

Lanus detenía y amenazaba a un candidato a con-

cejal por el frente “Vamos” (constituído por orga-

nizaciones sociales que participaron de la interna

kirchnerista en la provincia) y a otro miembro de

su partido (P12 13/8). Además se conocía que la

fiscal mendocina Gabriela Chaves ordenaba tareas

de inteligencia ilegales sobre el domicilio de Néli-

da Rojas, dirigente de la Tupac Amaru de esa pro-

vincia, llegando a ordenar la infiltración de un es-

pía en una asamblea de la organización (P12

16/8). Alfredo Guevara, abogado defensor de la

dirigente, decía: “Están haciendo tareas de inteli-

gencia y espionaje sobre la organización Túpac

Amaru, considerando como delitos todo lo que

tiene que ver con sus actividades” (P12 16/8).

Por su misma naturaleza expropiatoria, el capi-

tal necesita de una fuerza represiva que coercione

y desorganice a todos los sectores que son afec-

tados por su natural desenvolvimiento y que lógi-

camente resisten ese proceso. Históricamente el

imperialismo y la oligarquía han desarrollado pla-

nes en conjunto para reprimir a las masas y sus

organizaciones en función de defender sus intere-

ses (Campaña al Desierto, Plan Cóndor, por ejem-

plo). Pero los límites económicos actuales exacer-

ban este carácter represivo, porque sus planes se

oponen a cada vez más sectores del pueblo, al

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62 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

punto de enfentarse a vastas capas de su misma

clase. En este marco, varios datos inducen a creer

que el plan represivo tiene una coordinación in-

ternacional. Sabemos que ya el año pasado ocho

agentes especialistas del FBI y analistas de Los Án-

geles dictaron un seminario en la Argentina a di-

rectivos de fuerzas de seguridad y agencias de in-

teligencia; posterior a esto, Estados Unidos

destacaba en su informe anual sobre Terrorismo

“el sustancial aumento” de la cooperación con Ar-

gentina en materia de seguridad. “EEUU apoya el

desarrollo de los Centros de Fusión [de informa-

ción] para las fuerzas de seguridad basados en el

modelo estadounidense”, decía el informe yanqui

(CL 19/7). Eso significa que fuerzas extranjeras

tengan acceso a las investigaciones nacionales.

Por si esto fuera poco, representantes del Minis-

terio de Defensa mantuvieron reunioneses en la

embajada estadounidense con el subsecretario

adjunto del Pentágono para el Hemisferio Occi-

dental, Sergio de la Peña, donde se discutió el in-

greso del país a los programas Excess Defense Ar-

ticles (EDA) y Foreign Military Financing (FMF),

que disponen de armamento a precios simbólicos

y con créditos blandos (CR 26/7). Si alguno le en-

cuentra algún parecido con la política asesina de

la oligarquía en los 70, es pura casualidad…

La continuidad de los juicios por crímenes per-

petrados en la última dictadura, fruto de la lucha

histórica de los organismos de derechos humanos

y el conjunto del pueblo, nos permitía conocer

mejor cómo fue históricamente su metodología.

En el marco de la mega-causa llamda "juicio a los

jueces" eran condenados cuatro jueces federales

que participaron en la represión y el encubrimien-

to de desaparecidos en los 70. Con ellos, eran

condenados varios penitenciarios y policías de la

Provincia de Mendoza (P12 27/7). El juicio cerró

con las palabras del ex titular de Inteligencia del

Ejército Paulino Enrique Furió, quien expresó: “No

estoy arrepentido; volvería a hacerlo” (LN 27/7). El

juicio mostraba la coordinación entre el aparato

parapolicial y la estructura supuestamente “legal”

del Estado, marcando cómo los planes oligárqui-

cos no se privan de combinar Terrorismo de Esta-

do con artimañas legales.

Pero el avance represivo seguía haciendo famo-

so al gobierno de Cambiemos a nivel regional. La

Comisión Interamericana de Derechos Humanos

(CIDH) se expidió sobre el pedido de libertad que

había solicitado la defensa de Milagro Sala y re-

comendó que se le otorgue la prisión domiciliaria

o la libertad con fiscalización electrónica. Le re-

cordó al Estado argentino que “atender la decisión

del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria

de la ONU” es obligatorio (LN 29/7). A los pocos

días, el mandatario provincial, Gerardo Morales,

apuntó directamente contra los integrantes de la

CIDH, a los que acusó de vivir en Washington y no

saber lo que ocurre en Jujuy. "A pesar de la mala

noticia que viene de una facción de burócratas

desde Washington, que representan a una facción

política, no vamos a bajar los brazos. Hemos to-

mado la decisión de vivir en paz" (LN 3/8). Trans-

currido el tiempo, y con un juez de Jujuy dispuesto

a hacer cumplir la medida de la CIDH, Morales

asistió a un panel en el pre coloquio de IDEA, en

Rosario: “Se equivocan. Es una dirigente que ha

violentado al pueblo y que ha ejercido lo peor de

la esclavitud de este siglo, que es el clientelismo”

(LN 17/8). Como regularmente resaltamos en es-

tas páginas, el “pecado capital” que cometió Mi-

lagro Sala fue armar una fuerza social que le dis-

putó el poder real a la oligarquía jujeña que

representa Morales. “La tupac” ha sido de las or-

ganizaciones que “más lejos” llego en construir

con las masas un grado de organización indepen-

diente del Estado oligárquico, realizando barrios,

escuelas y centros deportivos, a costos ínfimos

comparados con los de las empresas privadas. Al-

canzando un profundo auto-control sobre el pro-

ceso social (controlar si se cuidan y limpian las ca-

sas constuidas por el colectivo), la asistencia de

los menores a los centros educativos y demás as-

pectos del desarrollo humano. Es decir, fue la ex-

periencia más profunda y vasta en construir una

fuerza que le disputó el poder real a la oligarquía

jujeña. A pesar de ser demasiado dependiente de

la vinculación con “los cargos” y los recursos pro-

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Análisis de Coyuntura 63

SEPTIEMBRE DE 2017

venientes del Estado, nunca se subordinó a su es-

tructura administrativa o pensó que el protago-

nismo no estaba en las masas.

Antes de analizar la significación de la desapari-

ción de Santiago Maldonado, es de resaltar dos

hechos que pueden marcar tendencia en la táctica

a aplicar por la oligarquía. Primero, que una bom-

ba de producción casera estallaba en la puerta de

la empresa INDRA (firma de capitales españoles

que realizaría el recuento de votos de las PASO)

(P12 12/8). Del mismo hecho, no se registraron

videos en las inmediaciones ni pruebas de calidad

que aporten información a la procedencia del ata-

que. Casi una semana después, el diario La Nación

decía que se había atacado “con un explosivo ca-

sero un edificio de gendarmes en Córdoba, (…) ho-

ras después de una marcha que pidió la aparición

de Santiago Maldonado. (…) Los investigadores no

descartan que pueda haber una conexión entre los

hechos. (…) RAM no tendría capacidad operativa.

(…) Varios investigadores dudan, incluso, de su

real participación en el ataque a la Casa de Chu-

but en Buenos Aires” (LN 19/8). El mismo órgano

partidario de la oligarquía no es capaz de sostener

la “mentira planificada” que se viene preparando.

La oligarquía necesita crear ataques de “bandera

falsa”, es decir, autoatentados que planifica y

perpetra la propia oligarquía, a través de sus ser-

vicios de inteligencia y mano de obra desocupada

de las fuerzas represivas de los 70, para −en coor-

dinación con los órganos de agitación y propagan-

da que posee (Clarín, La Nación, TN y compañía)−

intentar crear un consenso en parte de la pobla-

ción que les permita legitimar y aplicar en gran

escala la política represiva que necesitan.

En este marco se produjo la desaparición de

Santiago Maldonado. A los pocos días, su her-

mano, Germán Maldonado denunciaba: “A mi

hermano lo llevó Gendarmería y ahora dicen que

no lo tienen detenido en ningún lado. (…) A San-

tiago lo torturaron y lo descartaron o lo tienen en-

cerrado y están esperando que las marcas de la

violencia se pierdan para largarlo” (P12 5/8). Con

la discusión por la desaparición forzosa de un jo-

ven –sector al que apuntan muchas de las balas

imperiales para despejar su ruta de “expoliación

permanente”−, el problema de la tierra y los pue-

blos originarios −más las acusaciones de terroris-

tas a los miembros de la comunidad mapuche por

parte de la oligarquía−, el jefe de gabinete del Mi-

nisterio de Seguridad, Pablo Noceti, −abogado de-

fensor de represores de la dictadura de los 70,

como Galtieri y Etchecolatz− justificaba la repre-

sión diciendo que “no son derechos humanos los

reclamos por las tierras. (…) Son hechos delictivos,

usurpaciones de territorios, incendios, se toman

tierras en zonas petroleras impidiendo la explota-

ción de los pozos” (P12 8/7). En ese marco, la jus-

ticia caratuló la desaparición de Santiago Maldo-

nado, en un principio, como “búsqueda de

persona extraviada” y no como “desaparición for-

zosa” por fuerzas estatales. Con el paso de los

días, a pesar del manto de mentiras arrojado por

el Gobierno y demás actores, se fue demostrando

la intervención de Gendarmería y la presencia en

la zona de Pablo Noceti, en la represión donde

desapareció Santiago (P12 9/8). En tanto, Patricia

Bullrich salía a fundamentar el plan represivo: “No

vamos a permitir una república autónoma y ma-

puche en el medio de la Argentina” (P12 9/8). El

gobierno que ha entregado a las firmas inglesas la

explotación petrolífera de Malvinas tenía la sutile-

za de decir que la represión en la que desaparecio

Santiago Maldonado era en defensa del interés

nacional y que los pueblos sometidos a las multi-

nacionales extranjeras eran delincuentes. Lo cier-

to es que el problema nacional, la propiedad de la

tierra agraria en la Argentina, se ponía una vez

más, como tantas veces, en centro de la escena, y

aparecía (¿cuándo no?) manchada con sangre po-

pular.

Los hechos se sucedieron con velocidad; la mi-

nistra de Seguridad no asistió a la comisión de De-

rechos Humanos de la Cámara de Diputados don-

de había sido convocada para rendir explicaciones

sobre la situación; mientras, se realizaban allana-

mientos en los dos escuadrones de gendarmería

de Esquel y El Bolsón que participaron en la repre-

sión. Y las organizaciones de derechos humanos

convocaban a movilizarse (Madres de Plaza de

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64 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Ma-

yo, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esqui-

vel y el CELS) con la consigna “Vivo se lo llevaron,

vivo lo queremos” (LN 12/8), con el recuerdo de

los 30 mil grabado a fuego en el pueblo y la sensa-

ción creciente de que mucho tuvo que ver la de-

fensa de los intereses del gran capital para que

esos 30 mil ya no estén entre nosotros.

Con el ascenso de la discusión y un masivo re-

chazo popular, La Nación salía a ratificar su papel

de dirección ideológica de la oligarquía local, a

través de una editorial diciendo: “La RAM niega la

soberanía nacional sobre el territorio que ocupa.

(…) Hasta conforma ‘tribunales multiculturales’

para juzgar (…) la cultura que reivindica (…). Bas-

tante similar a Cuba, Corea del Norte o Venezuela.

(…) Ésa es la gloriosa debilidad de la democracia:

rige el Estado de Derecho, aun frente a quienes lo

repudian; (…) nadie es realmente un pueblo origi-

nario de ningún lugar, pues la evolución humana

incluye desplazamientos, dominaciones, extincio-

nes. (…) Los infundados reclamos de la RAM y sus

violentas acciones ofenden a nuestros obreros y

empleados, estudiantes y jubilados. (…) Todos

ellos sienten que nadie debe lograr ventajas abu-

sando de la frágil y noble democracia” (LN 13/8).

Las contradicciones de antaño vuelven a reflo-

tar y rebalsan a los actores actuales. El problema

de la tierra y cómo fue constituido el Estado-

Nación argentino por parte de la oligarquía terra-

teniente, a través de la Campaña del Desierto y la

aniquilación de los pueblos originarios para la in-

corporación de vastas tierras a la producción agra-

ria capitalista, ordenada por el imperio inglés,

vuelve a aparecer de otra forma, como choque

con los latifundistas Benetton y Lewis. Esa “incor-

poración” a sangre y fuego de los pueblos origina-

rios, expropiación mediante de sus tierras, soterró

el problema de la autodeterminación de los pue-

blos subyugados por la oligarquía terrateniente y

el imperialismo durante años, negados en la histo-

ria. En la necesidad del gobierno de los CEOS de

resucitar la teoría de los dos demonios y la sub-

versión terrorista −como excusa para una política

represiva de envergadura, asesinatos y desapari-

ciones que necesita el capital− es donde se en-

marca la desaparición forzada de Maldonado.

Santiago es la “primer víctima” de la política re-

presiva del gobierno de Cambiemos, de la cual la

oligarquía no prescindió en ningún momento, ni

antes ni después de la recuperación de la demo-

cracia (desaparición de Julio López, asesinatos de

Carlos Fuentealba, Maximiliano Kosteki, Darío

Santillán, a los que podríamos sumar los miles de

pibes muertos por el “gatillo fácil”). Es decir, como

decía Hebe de Bonafini ante la discusión por la ley

del 2x1, las contradicciones inherentes a la lógica

del capital hacen que el “nunca más” se transfor-

me inevitablemente en el “otra vez”.

Sí. Esto equivale a decir que la oligarquía debe

recurrir irremediablemente a la represión para

sostener su dominio; para lo cual teje sus argu-

mentos de supuestas “ofensas a obreros, emplea-

dos, estudiantes y jubilados” ante el reclamo del

pueblo, como estrategia de creación de una base

mínima de consenso para aplicar el plan represivo

que necesita la “fase actual del capitalismo”, so-

bre sectores que la propia oligarquía viene expro-

piando sistemáticamente. Así, a pesar de que se

arroje el título de protector de la “frágil y noble

democracia”, muestra su esencia profundamente

antidemocrática. Siempre lo fue. Pero “en la crisis

se ven los pingos”. La relación capitalista, que en

momentos de “tranquilidad manufacturera” podía

ocultarse bajo el manto de una democracia for-

mal, se muestra hoy cada vez más como lo que es:

una relación de robo legalizado en la que el ladrón

(los grandes capitales) no duda en usar la tortura

y la muerte para conseguir sus objetivos de re-

producción ampliada, acuciados como están por

el achicamiento continuo y acelerado de la torta

de valor producido y la correspondiente compe-

tencia feroz por los mercados, que amenazan con

dejar fuera del mapa a cada vez más “competido-

res”.

Con este marco de situación, y tratando de en-

tender las necesidades profundas del accionar del

enemigo, abordaremos el análisis del frente na-

cional y su comportamiento en (y más allá de) el

proceso electoral.

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Análisis de Coyuntura 65

SEPTIEMBRE DE 2017

Las PASO y los límites propios

En un acto en Malvinas Argentinas, Cristina Fer-

nández de Kirchner plateaba: “No queremos que

le vaya mal al Gobierno. Queremos que el Go-

bierno deje de hacer las cosas mal”, al tiempo que

continuaba pidiéndole a los ciudadanos que “den

un mensaje con su voto para que el Gobierno ad-

vierta que debe modificar el rumbo económico,

porque vamos mal. (…) Pensaban que estas políti-

cas iban a dar otros resultados, que iban a venir

las inversiones porque representaban una idea di-

ferente a la nuestra. Es algo válido. No tengo por

qué dudar. Pero cuando ya transcurrieron casi dos

años de gobierno, no puede haber más excusas”

(InfoBae 1/8).

Como ya hemos analizado repetidas veces, no

hay cuadro más a la izquierda REAL que Cristina

Fernández, dentro de la actual correlación de

fuerzas al interior del frente nacional, es decir,

dentro de la concepción de la “burguesía nacio-

nal” que conduce aún este ya resquebrajado fren-

te. Pero la agudización de las contradicciones y la

necesidad de definiciones políticas que exceden la

concepción de la reconstrucción de la “burguesía

nacional”, hacen que cada vez más la mejor diri-

gente del movimiento nacional erre en el análisis

del momento histórico y, por lo tanto, en las ta-

reas plateadas. En este caso, volver a plantear una

vez la estrategia de reconstruir al empresariado

nacional como sujeto aglutinador para enfrenar a

la oligarquía terrateniente constituye, en un sen-

tido, un retroceso respecto de las definiciones que

ya había logrado la misma CFK en esta campaña,

cuando −en las entrevistas con Telesur y en el ac-

to en SADOP con la Corriente Federal de Trabaja-

dores− había definido a Cambiemos como la con-

tinuación de la década infame en lo político y el

plan Martínez de Hoz en lo económico (ver Análi-

sis… anteriores). Es decir que acertaba en compa-

rar al macrismo como el heredero de la oligarquía

vernácula, cuya escencia es la expropiación y ex-

clusión mayoritaria del pueblo, o sea, todo lo con-

trario a la democracia, por donde se lo mire. A su

vez, allí señalaba al movimiento obrero como

elemento central en el camino de la unidad del

resquebrajado frente nacional.

Como vimos a lo largo del presente Análisis…,

tratamos de analizar el carácter objetivo que tiene

la crisis, sobre la cual se monta y condiciona el ac-

cionar subjetivo de cada una de las fuerzas. Es de-

cir, ponemos el centro en entender que la natura-

leza de la crisis capitalista y el colapso del

imperialismo −como lo definió el comandante Fi-

del Castro por el año 2009 ante la imposibilidad

de Estados Unidos de subordinar a la República Is-

lámica de Irán con su plan militar y la consigueinte

ruptura de la cadena de Mando Imperialista− tie-

ne un carácter objetivo, independiente de la vo-

luntad de cada uno de los actores, el cual condi-

ciona las estrategias de las clases en pugna.

Básicamente, el accionar político de cada una de

esas clases está condicionado por su base de re-

producción. Como ya hemos visto en el artículo

primero, si 8 personas concentran la misma rique-

za que 3.600 millones de personas a nivel mundial

(Oxfam), es complicado que esos 8 convenzan a

los restantes de la justeza de esa situación. Pero la

concentración no depende de que la burguesía la

quiera, sino que es producto de su desarrollo his-

tórico. Esto equivale a decir que es la realización

de una necesidad objetiva de su clase lo que “aco-

ta” su capacidad de acción. Tanto el accionar del

imperialismo a escala global, como vimos en los

primeros artículos, o el de la oligarquía local alia-

do históricamente a él, no proviene de un “libre

albedrio”, sino de su necesidad intrínseca en tanto

clase. En otras palabras, no es que Cambiemos es-

tá haciendo “las cosas mal” ni que se “equivoca”,

sino que el simple despliegue de los intereses de

clase que expresa, en la etapa de mayor descom-

posición del sistema, deja afuera los intereses de

sectores enteros de la población.

Pero esto era sólo expresado con tibieza por los

responsables político-electorales del frente nacio-

nal. El diputado y jefe de la bancada por el FPV,

Héctor Recalde, denunciaba lo que los comicios

probarían: “Nos preocupan una serie de episodios

que ponen en crisis la transparencia de los comi-

cios del próximo domingo” (CL 8/8). “No estamos

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66 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

hablando de fraude, sino de dificultades para la

participación en el control de los comicios”, com-

pletaba al día siguiente (LN 9/8). Ante la presente

elección, la fuerza social nacional-popular no al-

canzaba a transmitir dicho carácter antidemocrá-

tico de la oligarquía.

De este modo, el lunes 13/8 alrededor de las 4

AM –y luego de la monumental manipulación

electoral ya analizada−, Cristina salía a hablar des-

de arsenal: “Hemos ganado las elecciones. (…) De

cada tres ciudadanos y ciudadanas, dos les dijeron

‘no’ al ajuste. (…) Vamos a pedirle al Gobierno que

escuche lo que las urnas han expresado, que cam-

bie el rumbo económico (…) ni siquiera estamos

demasiados sofisticados a la hora de pedir cambio

de rumbo, queremos simplemente que se pare de

destruir trabajo y que se genere más y mejor tra-

bajo. Queremos que ningún argentino se acueste

pensando que al otro día cuando llegue a la fábri-

ca o al taller se encuentre con la persiana cerrada

y un aviso. No es tanto” (LN 14/8). Más alla del

elemento retorico e irónico, el discurso abierta-

mente no puntualizaba qué intereses objetiva-

mente representa CAMBIEMOS. Formulado así

parecía como si le estuviéramos “pidiendo peras

al olmo”. Afirmar que Cambiemos, como repre-

sentación de la Oligarquía Cipaya que armó, a

sangre y fuego, este país hace más de 150, cam-

biará su política económica fomentando el soste-

nimiento de las industrias vinculadas al mercado

interno, de intensa utilización de mano de obra,

sólo por perder unas elecciones de medio tér-

mino, debilita la propia fuerza nacional-popular,

quitándole armas al movimiento nacional, para

comprender las necesidades y poder prever el ac-

cionar de la oligarquía. Al no retomar la línea his-

tórica que pone el eje en la confrontación contra

la oligarquía y el imperialismo, se diluye la propia

fuerza. Más adelante continuaremos buscando las

razones de estos errores en el análisis histórico de

la situación.

La intelectualidad de la Manzana de las

Luces

Con este cuadro de situación, se desataba un

debate entre diferentes actores dentro del frente

nacional, tanto militantes activos del mismo como

intelectuales y periodistas. José Natanson, direc-

tor de Le Monde Diplomatique para edición Cono

Sur, decía: “Cambiemos expresa una nueva dere-

cha: democrática, dispuesta a marcar diferencias

económicas con la derecha noventista, y social-

mente no inclusiva pero sí compasiva. (…) El de

Macri es un neoliberalismo desregulador, apertu-

rista, anti-industrialista y, por supuesto, social-

mente regresivo, pero no privatizador ni anti-

estatista. (…) Quizás esto explique por qué, pese al

deterioro ostensible de la situación socioeconómi-

ca, un sector importante de la sociedad cree en la

promesa oficial de que las cosas mejorarán pron-

to. (…) Es una fuerza potente que se encuentra en

el trance de construir una nueva hegemonía. Es

una derecha democrática y renovada, que hasta

el momento estaba ausente de nuestra escena

política” (P12 17/8).

A lo largo del Análisis…, vimos la decadencia del

capitalismo a escala global y su imposibilidad de

“recrearse”, es decir, la incapacidad del imperia-

lismo de reproducir una cantidad de capas de la

sociedad (oligarquías locales, fuerzas militares,

burocracia estatal, etc.), que anteriormente goza-

ban de una cantidad de privilegios, pero que aho-

ra componen la lista de futuros expropiados,

inevitablemente. En ese contexto mundial, la oli-

garquía criolla, nacida del imperialismo inglés,

juega su papel más destacado como lugartenien-

te. Así, Cambiemos no es una derecha “democrá-

tiva y renovada”, sino la expresión política local

del imperialismo y la oligarquía. Como dijimos an-

teriormente, la necesidad de reproducción misma

de la oligarquía como clase, al grado de concen-

tración actual, opone sus intereses a la democra-

cia, ya que si un puñado de cámaras empresaria-

les controla más del 80% del PBI y tiene más

capacidad de agitación política que todos los par-

tidos políticos juntos, a las claras las formas de re-

presentación actual son funcionales al gran capi-

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Análisis de Coyuntura 67

SEPTIEMBRE DE 2017

tal. Por lo tanto, cada vez más se pone más en el

centro la trabazón intrínseca entre formas de re-

presentación y estructura económica. Y, con ello,

el problema de cómo hacer para construir una

decmocracia donde los intereses populares pri-

men sobre los del capital.

Es importante aclarar que la concentración y

centralización a la que sirve la supuesta “nueva

derecha” contiene intrínsecamente una violencia

que deja chico al denominado “Proceso de Reor-

ganización Nacional” encabezado por la última

dictadura cívico-militar, porque se asienta sobre

un nivel de violencia permanente sobre las capas

subalternas a una escala superior, con una violen-

cia que aparece como “no política”−narcotráfico,

drogadicción, aumento de la tasa de suicidios, por

ejemplo− y también sobre una represión política

que busca desterrar todo atisbo de elemento con-

ciente que enfrente dicho plan. Natanson olvida

además que la llegada de Cambiemos al poder fue

producto de una ofensiva política en toda la línea

por parte de la oligarquía, sistemática y planifica-

da a lo largo de años: lock out agrario del 2008,

apretada de los fondos buitres, desaparición de

julio López, limitación de la liquidación de la co-

seha para generar escases de divisas en el país, y

siguen las firmas… Por lo cual, los herederos de la

generación del 80, década infame, revolución fusi-

ladora, golpe del 76 y mil atrocidades más nunca

se fueron y siempre estuvieron operando, empu-

jados por las necesidades de los monopolios a ni-

vel mundial, que empujan la política de shock en

lo económico, la utilización del Poder Judicial co-

mo arma política y la puesta a punto de un reno-

vado aparato represivo y de inteligencia, que ac-

túa ante cualquier crisis política. Además, el

movimiento mismo del capital, de concentración y

centralización, al grado actual, necesita expoliar al

conjunto de la sociedad y hace volar por los aires

las alianzas históricas que constituyeron a la oli-

garquía como clase nacional, lo que imposibilita la

construcción de una “firme hegemonía” por parte

de la oligarquía, más allá que esta haya ganado,

circunstancialmente, las elecciones. Uno piensa

donde pisa, y esta es la naturaleza descarnada

que Natanson no puede mirar de frente. Como

vemos, su análisis niega demasiados aconteci-

mientos para ser correcto. Sin embargo debemos

hacer el análisis crítico para comprender por qué

una interpretación así resulta verosímil para un

sector del frente naconal.

Así, de la mano de los “intelectuales del popu-

lismo”, Chantal Mouffe y Ernesto Laclau, el cha-

queño Jorge Capitanich publicaba una nota en pá-

gina 12, donde decía: “Macri lidera una coalición

de centroderecha neoliberal conservadora que se

impuso con el voto popular, lo cual implica legali-

dad y legitimidad ciudadana. (…) Esta etapa es

partidocrática, es ideológica y doctrinaria y es al

mismo tiempo territorial. La contradicción de la

centroderecha es la centroizquierda. No es el ca-

mino del medio. (…) Una opción de centroizquier-

da progresista y popular no necesariamente pro-

pone la abolición de la propiedad privada, ni

tampoco la dictadura del proletariado. Pero debe

propugnar la distribución justa y equitativa de la

riqueza haciéndose cargo de las demandas insatis-

fechas de las mayorías populares” (P12 22/8).

Nuevamente, la imposibilidad de salir de la lógi-

ca del pensamiento del enemigo nubla a bien in-

tencionados militantes del frente nacional. A la

discusión sobre el contenido de “la democracia”,

ahora se suman las categorías de “legalidad” y

“legitimidad”. Como ya hemos dicho, la “legali-

dad” con la que debemos lidiar es la armada por

la oligarquía desde 1853 en adelante, por lo cual

ya sabemos lo que implica pensar subordinado a

ese tipo de legalidad. A su vez, esa legitimidad

que aprueba Capitanich, fue el plan meticuloso de

la oligarquía para deslegitimar profundamente al

kirchnerismo de cara a la sociedad (“asesinato” de

Nisman; imputación contra CFK por las denuncias

dejadas de Nisman sobre la AMIA y la “pista iraní”

–donde anduvieron “merodeando” los fondos bui-

tre−; Lanata acusando a Aníbal Fernández del tri-

ple crimen en General Rodríguez por el tráfico de

efedrina, y otros hechos jamás probados pero con

efectos indudables en el imaginario colectivo). Así

se alzaron con la victoria en diciembre del 2015.

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68 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

Escindir las relaciones económicas de las formas

representativas y la conciencia de las masas de la

manera en que se viene realizando no permite

comprender la naturaleza del gobierno CEO, que

no es otra cosa que la expresión de un altísimo

grado de concentración económica, el cual impide

delegar en personal político el funcionamiento del

Estado y hace salir a la primer línea de cuadros de

los grupos económicos a controlar un proceso de

reformas que es la única salida que tienen a la

gran crisis constituída por el achicamiento acele-

rado de ganancias del capital a nivel mundial.

Creer que Cambiemos es una “centro-derecha”,

por la forma con que se muestra, y olvidarnos de

que es la encarnación del capital financiero inter-

nacional más concentrado en alianza con la oli-

garquía terrateniente argentina, es desarmar polí-

tica y moralmente a las masas ante el enemigo al

que se tienen que enfrentar. Como ya dijimos, la

imposición de Cambiemos no fue ni legal, ni legi-

tima y menos aún popular.

Aclaradas las diferencias, es destacable el deba-

te en el frente nacional, particularmente porque

se da sobre la base de poder construir una visión

lo más científica posible del enemigo, que busque

no subestimarlo ni sobreestimarlo. El asunto es

qué sujeto −y desde qué práctica− puede construir

dicha visión clara y distinta del enemigo a enfren-

tar.

Argentina, tus hijos ya no pueden más

Con este mar de fondo, la conflictividad obrera

estuvo a la orden del día: desde los reiterados

despidos en Cresta Roja; el adelanto de vacacio-

nes a más de 1300 operación en la fábrica de Al-

pargatas de Tucumán por “stock acumulado”; los

despidos de 130 obreros y posterior ocupación de

la fábrica CarboClor en Campana; la suspensión de

sententa trabajadores en Adidas de Esteban Eche-

verría; despidos en la petrolera de Techint TecPre-

trol, con ocupación de los campos petroleros por

parte de la gendarmería; y las manifestaciones de

movimientos sociales en reclamo por el incum-

plimiento de la ley de emergencia Alimentaria. A

su vez, el 7 de agosto, día de San Cayetano, pa-

trono del trabajo −y aniversario número 36 de la

primer movilización contra la dictadura militar,

convocada por Saúl Ubaldini−, se realizó una con-

vocatoria organizada por el mal llamado “triunvi-

rato piquetero” (CTEP, CCC, Barrios de Pie), de la

cual participaron diferentes sectores −tanto de la

CGT como CTA− en apoyo al reclamo por la emer-

gencia alimentaria. Ya comentamos al final del

Análisis… anterior los debates internos que gene-

raba dicha movilización, en relación a los límites

del propio frente nacional que venimos analizan-

do.

A comienzos de agosto, la Cámara Federal penal

Sala 2, levantaba la intervención que había dis-

puesto sobre el gremio de los Canillitas, el cual

llevaba un mes intervenido luego de que su titu-

lar, Omar Plaini, hiciera público su apoyo a la

campaña de Unidad Ciudadana (LN 8/8). A su vez,

la conflictividad alrededor de caso PepsiCo conti-

nuaba, con una movilización desde el Obelisco a

Plaza Congreso a la que asistían numerosas orga-

nizaciones sindicales y políticas (P12 19/7).

Con esta conflictividad en ascenso y una politi-

zación creciente en el conjunto de la sociedad, los

rumores sobre una “necesaria” reforma laboral al

estilo brasileña, que se lanzaría posteriormente a

las elecciones legislativas, hicieron posicionarse a

todos los sectores. Emilio Basabilbaso, titular del

Anses, decía: “La edad jubilatoria no es inamovi-

ble, lo ideal sería tener un sistema donde sea vo-

luntaria. (…) La idea no sería imponer una edad,

sino que el Estado ponga incentivos para que

quien quiera seguir trabajando pueda hacerlo”

(P12 1/8). Ya conocemos cuál será el famoso “in-

centivo”: una jubilación por debajo del salario mí-

nimo que impida a cualquiera de nuestros viejos

vivir dignamente, obligándolo a trabajar hasta la

muerte… En tanto, el Ministerio de Trabajo crea-

ba, bajo la supervisión de la Superintendencia de

Riesgos del Trabajo, un registro para que las ase-

guradoras reporten cada juicio por accidentes o

enfermedades laborales que enfrenten, el cual

podría ser consultado por empresas, aseguradoras

y demás entidades privadas al estilo “lista negra”

contra laburantes y abogados laboralistas que en-

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Análisis de Coyuntura 69

SEPTIEMBRE DE 2017

frenten a las patronales (P12 5/8). Por si fuera po-

co, el diario de la oligarquía, en sus editorial del

18/8, titulaba “El necesario aumento de la edad

jubilatoria” (LN 18/8), dando argumentos “a tro-

che y moche” del porqué Cambiemos debía avan-

zar sobre esos derechos. La decadencia oligárqui-

ca llegaba a límites insospechados cuando el

diputado nacional de Neuquén por el PRO Lean-

dro López aseguraba que los niños de hoy, posi-

blemente, “vivan hasta los 200 años”, como un

argumento a favor de la desregulación del sistema

previsional (P12 1/8).

La ofensiva contra las “mafias sindicales”, que

definió Macri, tuvo su esperado correlato en el

accionar de la justicia: “el juez federal de Quilmes,

Luis Armella, y su colega de San Isidro, Sandra

Arroyo Salgado [ex esposa de Nisman], llevan ade-

lante investigaciones impulsadas por denuncias de

la AFIP contra un conjunto de gremios acusados

de operar con facturas truchas” (LN 22/7).

Con el accionar de la justicia orquestado por

Cambiemos y la visita del presidente carioca, Mi-

chell Temer −que acababa de sacar del horno la

reforma laboral en Brasil−, la CGT ponía su posi-

ción en un comunicado: “La CGT repudió la pre-

sencia del presidente brasileño Michel Temer en el

país y lo acusó de llevar adelante una reforma

‘que retrocede las condiciones laborales 100 años

atrás’”. Allí mismo, la central obrera advirtió que

los cambios en la legislación son un “laboratorio

para avanzar contra todos los derechos históricos

de los trabajadores” en la Argentina (LN 22/7). La

CTA de Yasky se sumaba: “Nos quieren llevar a la

década infame” (P12 31/7), mostrando claramen-

te los límites de la concepción de Natanson, antes

presentada, para expresar la realidad de los traba-

jadores.

De este modo, la CGT realizaba un plenario de

Secretarios Generales en el microestadio de Fe-

rrocarril Oeste, para definir su postura de cara a la

movilización del 22 de agosto. Con la posibilidad

de sumar al MASA (Movimiento de Acción sindical

Argentino) del taxista Viviani y compañía, la CFT

(Corriente Federal de los Trabajadores) del gráfico

Amichetti y el bancario Palazzo, más múltiples re-

gionales de la CGT, el plenario se veía venir cal-

deado. El diario de los Mitre anoticiaba: “La inter-

na de la CGT volvió a hervir ayer ante la presión de

los múltiples espacios para activar un paro general

y elevar el perfil combativo. Hay sectores que pre-

tenden que el mismo día de la movilización se ofi-

cialice el llamado a una huelga. (…) Se impone

hasta el momento la postura más moderada, que

encarna el sector de ‘los Gordos’. (…) Los silbidos y

los abucheos silenciaron otra vez parte de su men-

saje. Pero esta vez no hubo infiltrados entre la

multitud. Aquí el malestar surgió desde la tropa

más propia” (LN 29/7). Así, la movilización del 22

de agosto, entre discusiones y silbidos, fue ratifi-

cada; a pesar de la opereta de Cambiemos. No só-

lo eso, sino que se sumaban también las dos ver-

tientes de la CTA (LN 19/8).

Así se llegaba al día del acto, que el mautino Pá-

gina 12 analizaba así: “Contó con un solo orador,

el triunviro Juan Carlos Schmidt, (…) [que] exigió la

aparición con vida de Santiago Maldonado y, a

modo de crítica al Gobierno, aseguró que ‘el tra-

bajo es un derecho, el desempleo, la precarización

y la caída de los salarios explica el fracaso del mo-

delo económico’. (…) Fue un discurso corto, de

apenas 13 minutos. (…) La representación del Con-

sejo Directivo de la CGT estuvo más que disminui-

da. No llegó ni a la mitad. (…) El acto se adelantó

casi dos horas. Una batahola entre regionales de

Camioneros (Chubut vs.Santa Cruz) preocupó a los

organizadores que decidieron que Schmidt hablara

mucho antes de lo programado por temor a que se

generalizara el desmadre. (…) Schmidt se solidari-

zó con el pueblo de Barcelona por el ataque terro-

rista del último jueves y luego repudió la amenaza

de los Estados Unidos sobre Venezuela, al sostener

que la central obrera ‘rechaza cualquier interven-

ción militar en nuestra América Latina’. Inmedia-

tamente reclamó la aparición de Santiago Maldo-

nado y remarcó que la ministra de Seguridad

(Patricia Bullrich), tan ejecutiva en desalojar obre-

ros de las fábricas, tiene que actuar con la misma

celeridad porque ‘nosotros no queremos que haya

otro Julio López’. (…) Rechazó cualquier acusación

que diga que los trabajadores atrasan al país o

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70 Hacedores de infamia

SEPTIEMBRE DE 2017

son un freno para las inversiones. (…) ‘Nosotros

queremos un cambio, queremos que se cambie la

desigualdad, la injusticia y cambiar inversiones

por las importaciones. Venimos a buscar las res-

puestas a esta plaza porque la respuesta es polí-

tica y va a ser la política la que va a sacar al país

de la crisis’. Por las dudas, agregó que ‘¡el trabajo

no es la explotación de unos vivos sobre los otros!

Si no siempre va a haber conflictos en la calle de

este país’” (P12 23/8). De ese modo, finalizaba el

acto convocado por el movimiento obrero. El

mismo día, Macri sentía el golpe y ordenaba echar

a dos funcionarios de Poder Ejecutivo como Eze-

quiel sabor, viceministro de Trabajo, y Luis Alberto

Scervino, superintendente de Servicios de Salud,

por su supuesta proveniencia y vinculación con el

sindicalismo (LN 23/8).

Como venimos analizando a lo largo de todo el

artículo, “la adecuación a la fase actual del capita-

lismo” de la que nos habló Fidanza, no es ni más

ni menos que la forma a que ha llegado el desa-

rrollo de los monopolios a nivel mundial. Lo que

por estos páramos se llama “reforma laboral, tri-

butaria, fiscal”, etc. es simplemente la forma que

toma la necesidad de concentración y centraliza-

ción del capital. Es decir, el remache de las políti-

cas neoliberales de los 90 llevado a un nuevo ni-

vel. A un “nivel adecuado” a ese grado de

concentración y centralización. Esa lógica intrín-

seca del capital es la que hace poner en crisis al

conjunto de las relaciones sociales, de la cual ni el

Estado como órgano, ni los partidos políticos y

sindicatos son ajenos. La caída del orden social ac-

tual, el desmadre del orden imperial y su correlato

en cada uno de los estados naciones es lo que

empuja con todas su fuerzas a las oligarquías loca-

les en “apurar” los planes de privatizaciones y fle-

xibilización laboral, con sus múltiples formas, nue-

vamente. Ante el desafío, ya no sólo de “resistir”

al avance neoliberal, sino de construir una alter-

nativa al modelo capitalista, las fuerzas que por su

concepción ideológica no pueden romper a fondo

con el sentido común establecido por la burguesía

−sea la idea de reconstruir la “burguesía nacional”

mercado-internista como sujeto, la toma del Go-

bierno como órgano que en sí mismo es suficiente

para emprender las transformaciones necesarias,

la exacerbación de la lucha económica salarial

como vía principal para el cambio, o la lucha

reivindicativa de pedir un capitalismo que no ex-

pulse fuerza de trabajo− todas ellas, con sus múl-

tiples formas, día a día, dan pasos acelerados en

caducar como estrategias válidas para enfrentar la

situación actual. Tanto la “no politización” que

denunciaba Fidanza contra CFK, el intelectualismo

de claustro de José Natanson, el luchismo econo-

micista izquierdista, o el discurso de Schmidt, son

planteaos que no tienen más base material para

realizarse. Si bien es cierto que en este último

aparecieron atisbos de comprensión del proble-

ma, con la mención a la intervención yanqui en

Venezuela o el reclamo por la aparición de Santia-

go Maldonado.

Se trata del derrotero iniciado por el movimien-

to obrero en 2009, cuando se propuso saltar el

cerco de lo gremial para asumir la conducción po-

lítica del frente nacional, proceso de la conciencia

que continuó su desarrollo hasta el presente, de

forma no lineal, con avances y retrocesos, pues no

podría ser de otra manera.

Por lo cual, la naturaleza misma de la crisis, la

inevitabilidad del accionar lógico del imperialismo

y la oligarquía es lo que necesita ser discutido, sin

miedos ni promesas, hasta el hueso, con el con-

junto de las masas, planteándole los desafíos

creativos de un nuevo orden, que más allá de su

voluntad, objetivamente están afrontando. Y esa

es una tarea que sólo la clase trabajadora puede

asumir, desde ese derrotero iniciado y sin negar

nada de su historia, asumiéndola, pero rompiendo

todo lo que debe romperse de su comportamien-

to que lo ata al mundo caduco construido por la

burguesía.

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Nuestra tarea consiste en reflejar y explicar las transformacio-nes que sufre la sociedad en virtud de su propia naturaleza.”

IbnJaldum, historiador árabe del siglo XIV

J1