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Universidad de Chile. Facultad de Medicina. Escuela de Kinesiología.
Gravitancia de la imagen pública en la
legitimación de la kinesiología
Ensayo Científico conducente al Título de Kinesiólogo
Licenciado En Kinesiología Francisco Ramírez Astudillo
Docente Guía:
Klgo. David López Sánchez
Noviembre de 2008
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Gravitancia de la imagen pública en la legitimación de la kinesiología
Pretender referirse al conocimiento público que se tiene de kinesiología
implica conocer el estado actual de la profesión en cuánto a sus roles, logros y
desafíos, para luego definir si el desarrollo de una imagen pública constituiría un
factor gravitante en su legitimación.
Reconociendo que su propósito formativo es educar a individuos que
contribuyan al desarrollo social del país con una sólida formación ética, espíritu de
servicio y compromiso social (22), parecería controversial referirse al concepto de
imagen pública en una profesión cuyos fines se relacionan con personas y no con
productos. Sin embargo también es preciso conocer bien la amplitud del concepto
y todas las áreas en que podría estar influyendo (1).
Actualmente el quehacer kinésico podría no estar siendo reconocido por la
sociedad y más concretamente por los pacientes, quienes según diversos estudios
manifiestan diferencias importantes en cuanto a la conceptualización de este rol,
por tanto se hace necesario ahondar más en él, su imagen pública y si esta
relación eventualmente simbiótica influiría en la legitimación de la profesión (2,5).
Roles, logros y desafíos
Kinesiología es una profesión y como tal surge desde una vocación que
requiere conocimientos, habilidad y preparación especial acorde al rol que se va a
desempeñar (10). Por otra parte, los roles permiten la construcción de
“representaciones sociales”, que a su vez son elaboraciones del “sentido común”
desde la experiencia cotidiana, que orientan las conductas de un grupo social y
además guían e incitan a la acción, conteniendo una carga motivacional y afectiva
(3). Hablar de la no existencia de un rol kinésico es imposible, lo debatible es si
está o no lo suficientemente claro para las personas, surgiendo entonces el
concepto de legitimación, donde dos estudios coinciden en la complejidad para
definir con exactitud si es que se ha concretado ese proceso (2,5).
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Según Berger y Luckman, los roles son tipificaciones de lo que se espera
de los actores en determinadas situaciones sociales (11). Esta definición implicita
las expectativas que tienen los pacientes sobre los kinesiólogos, y derivarán en
percepciones según las propias experiencias, las informaciones recibidas y el
grupo social que se trate (3), por consiguiente resultará complejo obtener una
homogeneidad de expectativas que configuren dicho rol, lo cuál no
necesariamente implica carecer de la capacidad para lograr una visión común
frente a lo que es la kinesiología, lo cual es posible admitir debido a la factibilidad
de un pensamiento colectivo, socialmente constituido en su forma, contenido y
evolución (4).
Entre los aspectos interesantes de analizar por su ayuda o menoscabo en
la legitimación de kinesiología están:
-El incremento sostenido del porcentaje de prestaciones en la modalidad libre
elección Fonasa entre 2000 y 2006, por ejemplo: entre 2003 y 2004 de 6.334.172
prestaciones, 48,8% correspondieron a kinesiología. Y entre 2004 y 2005 de
6.270.198 un 53% correspondieron a kinesiología (14,15).
- Han aumentado los gastos en las prestaciones hasta 2006, por ejemplo: entre
2005 y 2006 se produjo un gasto de $5.805.813 a $6.241.477 mil millones,
variación porcentual del 7,5% (16).
- La contención de la mortalidad infantil gracias al programa IRA que ha
disminuido en más de 200 veces la mortalidad por neumonía en Chile desde el
año 1990 a la fecha. A su vez el número de salas IRA se ha incrementado de 26
en 1990 a 523 en 2005 (6).
- Las salas ERA aumentaron de 165 en 2004 a 230 en 2005 (6).
- La participación progresiva de kinesiología en el régimen de garantías en salud
(GES), existiendo actualmente 21 patologías que la involucran en sus guías
clínicas (24).
- Entre 2003 y 2005 se concreta una comisión bipartita entre el colegio de
kinesiólogos y Minsal que define el perfil ocupacional de kinesiología (19).
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- Las vacantes en 2007 para primer año fueron 5189, convirtiéndose en la carrera
más ofrecida del área salud (7), esto refleja un mayor conocimiento por parte de
los futuros alumnos y sus familias.
- La aprobación de la cámara de diputados al proyecto de ley que otorga
rango universitario a kinesiología, modifica la LOCE agregándola al listado de
títulos profesionales que requieren licenciatura previa para su otorgamiento (25).
En contraste con lo anterior:
- El gasto de las prestaciones entre 2006 y 2007 fué de $ 6.729.012 a
$ 6.717.289 mil millones, variación porcentual de -0.2% (17).
-14 de los 75 programas universitarios matricularon en 2007 a estudiantes con
menos de 499 puntos, el más bajo sólo pidió 421 puntos, rendimiento que
considera la PSU reprobada (26).
-Únicamente 4 planteles universitarios están acreditados (21). Esto advertiría la
pobre fiscalización que existe sobre los mecanismos inclusivos de las
universidades para captar más alumnos, lucrar con la educación y no exigir
calidad de enseñanza a alumnos que previsiblemente no estarán capacitados para
responder a la alta exigencia laboral.
- En la misma línea y tomando como ejemplo el proceso de acreditación de la
Universidad de Chile de 2005, se criticó la “falta de incorporación de señales
externas como insumo para su desarrollo futuro” (18). Esto se refiere a la poca
vinculación con el mundo laboral en el sentido de formar kinesiólogos para
satisfacer las necesidades del mercado.
Otro aspecto de legitimación, como es la percepción de los pares u otros
profesionales de la salud ha sido poco explorado. Se entrevistó a kinesiólogos de
distintas áreas y otros profesionales de la salud, sobre su percepción tanto social
como en el equipo de salud, y se concluyó (20):
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- Todos los kinesiólogos valoran el quehacer actual amparado en las estadísticas
positivas del último tiempo y un mayor reconocimiento público. En tanto los otros
profesionales coinciden en el valor del kinesiólogo en todas las áreas de la salud,
sin el cuál no existiría un tratamiento realmente integral, pero a la vez le critican
ser un profesional medianamente presente, escasamente tomado en cuenta para
generar políticas de salud y a veces “poco visto” en los pasillos de los hospitales.
Se infiere poca autocrítica entre los pares y quizás no sería contraproducente
atender las sugerencias de los otros profesionales sobre un mayor
posicionamiento al menos en el equipo de salud, dicha apreciación coincide con
un estudio que retrata al kinesiólogo como un “profesional sin un perfil claro” (2).
Visto todos estos antecedentes, tanto los que legitiman la profesión como
los que no, cuesta determinar aún si la profesión lo está en Chile, aun cuando
pareciera que si, por tanto cabe preguntarse:
¿Será gravitante el desarrollo de una imagen pública en el proceso de legitimación
de kinesiología?
La publicidad como instrumento funcional a la economía de las sociedades
modernas, tanto a nivel estatal como privado, ha permeado todas las áreas del
quehacer humano incluida la salud. Actualmente el poder de los medios de
comunicación masivos ha elevado el valor de la imagen por afectar actitudes y
comportamientos.
Imagen pública es la percepción dominante que se establece respecto de
un actor, institución o referente cultural, con base en las impresiones y la
información que recibe (8).
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Por lo analizado anteriormente, no parece existir dicha “percepción
dominante” hacia kinesiología como profesión o si es que la hay es hacia sus
logros que a mi modo de ver no son lo mismo, porque los logros surgen desde
algunos profesionales que por supuesto engrandecen la actividad pero que
requieren tiempo en incorporarse al “ADN kinésico” de todos. El hecho que exista
una asociación de un rol con sus logros revela cuánto se espera de él más que
cuánto se lo conoce, luego el arquetipo concreto del kinesiólogo pareciera carecer
aún de una forma bien definida por el público, delimitándolo en su área pero no
separándolo absolutamente de otros roles profesionales afines.
Muchas son las causas que pudiesen explicar esta realidad, desde que
hablamos de una profesión relativamente joven con muchos desafíos por
enfrentar, y quizás por eso desde 1998 no se realiza un nuevo estudio de opinión
pública; que es una carrera del área salud y se opaca por la fuerte influencia de
medicina o no ha tenido una mayor vinculación política para mejorar su
posicionamiento.
Quizás le ha faltado desarrollar estrategias de comunicación más sólidas
para penetrar de forma trascendente en la sociedad, no por nada se ha criticado
su falta de cohesión, a diferencia de otro perfil de profesionales como las
enfermeras o los médicos, cuyo rol identitario sospecho están claramente
definidos.
Me parece muy importante construir una imagen pública coherente entre el
espíritu de kinesiología y lo que sus profesionales expresan de ella, es decir
comunicar una imagen “desde adentro”, para lo cuál independiente a la diversidad
de enfoques formativos de las universidades, debiese extenderse desde el
pregrado una conciencia única, potente y convincente sobre quién es realmente
un kinesiólogo en Chile, que sea replanteada por un organismo superior como el
Colegio de Kinesiólogos o una comisión exclusiva para impulsar ese trabajo.
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Lo anterior queda refrendado por un detalle tan básico pero relevante como
es la falta de un uniforme de vestir común, que independiente de los lugares de
trabajo y sus diversas vestimentas, exista como un símbolo real de unificación y
que aporte el color, diseño y estilo de una imagen exclusiva de los kinesiólogos en
el equipo de salud y los pacientes.
Otro ejemplo según mi experiencia, e independiente al área de trabajo, es
que pocos kinesiólogos ejercen el deber y derecho de evolucionar en la ficha
clínica, reflejando poca participación en el equipo de salud, privando de informar al
resto de los profesionales sobre sus criterios, actos y resultados con los pacientes,
actitud que poco contribuye a posicionarse con fuerza ante los demás.
Imagen pública no es publicidad gratuita o simplista, porque la publicidad
per se no garantiza beneficios, sino que es un tipo de publicidad, responde a una
estrategia, cuyos fines aquí serán legitimar la profesión y/o corregir una visión
errónea que se tenga de ésta. La imagen no puede pensarse como una mascara
externa adaptable convenientemente sino como la prolongación de su estructura
interna (9).
Los primeros en legitimar la kinesiología deben ser sus profesionales y para
eso es fundamental que definan su quehacer, el cuál ojalá sea específico, acorde
al espíritu del proyecto DENAKE, porque sólo así el mensaje transmitido de
“quienes somos y qué hacemos” llegará con más fuerza a la población.
La mayor prueba de legitimación pública que pudiese ocurrir es aquella que
incorpore, a modo de ejemplo, el rótulo de “kinesiólogo respiratorio” o “kinesiólogo
neurológico”, en la emisión de un bono de consulta, hecho que aún es inviable
producto fundamentalmente de factores económicos y políticos debido a la opción
de Fonasa de reducir el gasto en prestaciones kinésicas los últimos dos años (17);
esto podría cambiar si las formas estratégicas de posicionamiento de kinesiología
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mejorasen, en la medida que ésta se represente de forma más notoria en el
inconciente de la gente, se transforme en una necesidad política y comunique a
las autoridades su valiosa contribución al desarrollo nacional. Mientras más se
conozca y difunda, más importancia política adquirirá, ganando idealmente
espacios insospechados.
La actitud transparente de “definir qué se hace” permitirá respetar el rol de
otras profesiones afines, no apropiarse de él y no generarse desprestigio ni hacer
noticia por transgredir principios éticos de convivencia profesional. Para lograr
posicionarse es importante la capacidad de generar noticias sobre el quehacer
profesional, y ojalá por hechos positivos, progresos, incorporación de nuevas
tecnologías, proyección internacional, y sostenidamente en el tiempo, porque la
tendencia del público a olvidar es demasiado rápida en esta era de bombardeo
informativo.
Es cierto que una imagen es algo intangible, simbólico, pero vaya que
afecta la emocionalidad, y por esta razón es que las personas adoptan actitudes
favorables hacia lo que es más familiar. Además en la medida en que la imagen
mental es un intangible, publicitariamente, ésta posee un valor en si misma, luego
el beneficio obtenido será doble, los pacientes legitimarán la profesión tanto por la
ayuda obtenida en su salud como por lo que representará para ellos que
kinesiología los haya amparado, es decir el sentido de la reputación profesional
desde una imagen definitivamente desbordará las posibilidades de propaganda,
publicidad y promoción (12).
Ahora bien, como la salud llega a las personas, ofreciendo prestaciones y
no productos, es preciso aterrizar la estrategia de imagen en ese contexto, y
adaptarse a la realidad y sus desafíos. Si bien esta incorporación estratégica
global es progresiva, requerirá tiempo y mancomunar voluntades, deberá empezar
a crecer en cada kinesiólogo de forma natural y acorde a su trabajo cotidiano.
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Por ejemplo, si hablamos de un kinesiólogo que trabaja en consultorio,
aparte de su trabajo convencional, deberá invertir más energías en promover una
imagen potente en el ámbito educativo y preventivo. Dejará bien establecido que
él es el profesional llamado a prevenir enfermedades respiratorias, riesgos de
enfermedades cardiovasculares y promover beneficios de la actividad física,
porque interactúa más tiempo con el paciente, es más cercano y tiene la formación
para realizarlo. Esto lo conseguirá enfatizando dicho aspecto del trabajo y
procurando transmitir esa imagen de forma cotidiana.
Si se trata de proyectarse, Chile en 2020 será la nación de Latinoamérica
con mayor población de adultos mayores y ya las enfermedades cardiovasculares
representan hoy la mayor tasa de la región. Por eso propongo desarrollar una
imagen del kinesiólogo fuertemente asociada a la contención de la morbilidad del
envejecimiento y enfermedades cardiovasculares de la población, lo cuál debiese
ser el eje de los nuevos paradigmas tanto formativos como clínicos.
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Conclusión
Según lo planteado, kinesiología se encuentra en un momento crucial de su
existencia, ha crecido de manera ventajosa sobre otras profesiones, pero aún falta
calar hondo en la población para afianzar su legitimación.
Probablemente su vinculación política erigida desde una efectiva estrategia
de comunicación donde la imagen pública sea la punta de lanza permitirá obtener
importantes progresos.
Los efectos de la legitimación social se concatenarán a todo nivel, partiendo
por la enseñanza que obligará a mejorar los estándares formativos y creará
nuevas plazas laborales en dicho ámbito, impulsando además la investigación que
siempre aportará más valor al desarrollo de la profesión y quizás lo más
importante, kinesiología se legitimará en el equipo de salud y desde ahí hacia la
población.
En consecuencia me permito creer que el desarrollo de una imagen pública
que cumpla con virtudes específicas, será gravitante en la legitimación kinésica, y
pienso que conseguirlo podría ser un hito relevante desde donde comiencen a
erigirse nuevos desafíos, explorar áreas impensadas y refrescar campos de acción
existentes en la actualidad.
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Bibliografía
Artículos publicados:
1. Abreu I. 2001. “El estudio de la imagen pública: ¿La clave del éxito? Notas
sobre la evolución de la investigación de campo”. Revista Latina de Comunicación Social. Número 39.
2. Arcaya N., Esposto R., Martihic E.1998. “Estudio de opinión pública Colegio
Kinesiólogos de Chile”. Dimensión Nº2, página 20.
3. Azorin A., Medera N. 2007. “Formación de los kinesiólogos, en función de los nuevos requerimientos de salud, educación y desarrollo de las necesidades sociales”. Tesis para licenciatura en kinesiología y fisiatría. Universidad Abierta Interamericana. Pagina 33.
4. Azorin A., Medera N. 2007. “Formación de los kinesiólogos, en función de
los nuevos requerimientos de salud, educación y desarrollo de las necesidades sociales”. Tesis para licenciatura en kinesiología y fisiatría. Universidad Abierta Interamericana. Pagina 36.
5. Daniels S. 2003. “Legitimación social de Kinesiología en Chile”. Ensayo de
título kinesiología Universidad de Chile.
6. Mancilla P. 2005. “Enfrentamiento y gestión de las epidemias anuales de virus respiratório sincicial en Chile. Unidad Salud Respiratoria, Minsal.
7. Medina E. 2007. “Medicina y otras carreras de salud en Chile, un análisis
preliminar”. Revista Médica de Chile; 135:1346 -1354.
8. Peralta C. 2004. “Nociones de Imagen pública”. Revista Razón y Palabra, número 39.
9. Perozo G. 2004. “Gestión comunicacional e imagen corporativa en la
Universidad Nacional Abierta (UNA)”. Revista de Ciencias Sociales. Volúmen 10, número 2:295 – 307.
12
Fragmentos de Libros:
10. Kozier B.1999. “Fundamentos de Enfermería. Conceptos, proceso y práctica”. Capítulo 12, Tomo I. Madrid. Editorial McGraw Hill – Interamericana.
11. Berger P., Luckmann T. 1993. “La Construcción Social de la Realidad”.
Capítulo II. Buenos Aires. Editorial Amorrortu.
12. Costa J. 1993. “Reinventar la Publicidad: Reflexiones desde las Ciencias Sociales”. Capítulo I. Madrid. Editorial Fundesco.
13. Garbett T.1991. ”Imagen Corporativa: como crearla y proyectarla”. Capítulo
I y II. Colombia. Editorial Legis.
Documentos:
14. Boletín Estadístico Fonasa 2003-2004.
15. Boletín Estadístico Fonasa 2004-2005.
16. Boletín Estadístico Fonasa 2005-2006.
17. Boletín Estadístico Fonasa 2006-2007.
18. Lavados I., Lemaitre M.J. 2005. “Acuerdo de Acreditación N° 222, Carrera
de Kinesiología de la Universidad de Chile”.
19. Palma C., Fuentes M.J., Mazuela X. 2005. “Perfil ocupacional por competencias del kinesiólogo”. Comisión de Competencias Colegio de Kinesiólogos de Chile 2003-2005.
13
Entrevistas:
20. Entrevista a kinesiólogos y otros profesionales de la salud realizadas entre el 26 de Septiembre y el 10 de Octubre de 2008:
- Entrevista a klgo. Patricio López. Hospital del Salvador. - Entrevista a klgo. Claudio Olmos. Cesfam Pueblo Lo Espejo. - Entrevista a klga. Matilde Osses. Hospital L. C. Mackenna. - Entrevista a klga. Ana María Rojas. Universidad de Chile. - Entrevista a klga. Sofia Rojas. Kinemed. - Entrevista a klgo. Juan Tortella. Universidad de Chile. - Entrevista a Enf. Carolina Concha. Hosp. L. C. Mackenna. - Entrevista a Fonoaudióloga Mariluz Gallardo. Mega Salud. - Entrevista a Médico Andrés Guardia. Hospital de Antofagasta. - Entrevista a Odontólogo Álvaro Parada. Colmena Golden Cross.
Páginas Web:
21. Belmar Ll. 2008. “El auge de las carreras de la salud”. Artículo noticioso publicado en sitio Web de Fenpruss: http://www.fenpruss.cl/fenpruss/publico/05_0000000582.htm
22. “Pregrado, carreras impartidas por escuelas. Kinesiología, Licenciatura en
Kinesiología”. 2007. Página Web Facultad de Medicina Universidad de Chile: http://www.med.uchile.cl/pregrado/kinesiologia.html
23. López D. 2008. “Estándares mundiales para la formación de kinesiólogos”.
Artículo página Web Colegio de Kinesiólogos de Chile: http://www.colegiodekinesiologos.cl/index.php?sector=noticias¬icia=44
24. López D. 2008. “Ges: La importancia del pensamiento crítico”. Artículo
página Web Colegio de Kinesiólogos de Chile: http://www.colegiodekinesiologos.cl/index.php?sector=noticias¬icia=45
25. Directorio Nacional Colegio de Kinesiólogos. 2008. “Exclusividad
universitaria de carreras de la salud”. Noticia en página Web Colegio de Kinesiólogos: http://www.colegiodekinesiologos.cl/index.php?sector=noticias¬icia=50
26. Departamento de Prensa Cámara del Senado. 2008. “Discrepan por
procedimientos para asegurar calidad de carreras relacionadas con la salud en establecimientos privados”. Artículo noticioso página Web Cámara del Senado de Chile: http://www.senado.cl/prontus_senado/antialone.html?page=http://www.senado.cl/prontus_senado/site/artic/20080915/pags/20080915145830.html