Resumen
La evaluación de los aprendizajes es una de las tareas más complejas para el docente, ya que no solo consiste en la asignación cuantitativa, sino en la importancia que lleva emitir juicios de valor sobre los logros alcanzados o limitaciones de los alumnos.
Así también habrá de mostrarse como un proceso continuo que se desarrolla a lo largo de todo el ciclo escolar. Ya que su objetivo es recoger información que le sea útil tanto al evaluador como al evaluado, puesto que al primero le permite fortalecer y supervisar la eficiencia y eficacia de la práctica docente. Por otra parte, al que es evaluado le brinda la oportunidad de retroalimentar su desempeño académico y conocer el nivel de logro alcanzado, las dificultades enfrentadas y los apoyos requeridos.
En este sentido podemos hablar de la función de la evaluación formativa, que pretende identificar las necesidades del grupo y orientar el desempeño docente hacia la búsqueda de actividades que generen el aprendizaje. Sin embargo el proceso de evaluación no solo queda en el reconocimiento de los aspectos, sino que deberá comunicar los logros obtenidos y dificultades detectadas.
Dicha comunicación comienza en la retroalimentación al interior del aula y habrá de plasmarse a través de la cartilla de educación básica. Que es el documento oficial cuyo objetivo es el registro del aprendizaje de los alumnos, donde la información que se consigna en ella procede de los juicios que el docente hace acerca del desempeño del alumno, elaborados a partir del análisis de las evidencias generadas durante un proceso.
Sin embargo, en la educación secundaria es importante tener presente que la cartilla no es el fin del proceso de enseñanza y aprendizaje, ni un listado de valoración improvisadas y que dependerá de un conjunto de estrategias y herramientas que sean implementadas a lo largo del ciclo escolar y que lleven al cierre de un ciclo formativo en el que se dé prioridad a la comunicación.
En el Plan de estudios 2011. Educación Básica, se señala que para llevar a cabo dicho proceso, es necesario que el docente incorpore en el aula estrategias de evaluación congruentes con las características y necesidades del contexto. Pero, ¿Realmente la cartilla aporta ventajas y áreas de oportunidad al docente?¿Qué instrumentos se deben implementar para recabar la información solicitada en dicho documento? Para quién va redactado el apoyo requerido ¿Padres de familia, alumno, directivos u otro docente?, ¿En qué momento esos apoyos requeridos serán atendidos y por quién?, ¿En el apoyo requerido se hace mención de la competencia, el estándar o de los aprendizajes esperados?
La evaluación ha sufrido cambios significativos, sin embargo hoy nos enfrentamos a un nuevo proceso para la comunicación de resultados, por lo que el objetivo del presente documento es enmarcar la intención de la cartilla de
educación básica bajo la evaluación formativa, así como los retos, ventajas y áreas de oportunidad para el docente.
La cartilla de educación básica. Retos, ventajas y áreas de oportunidad desde la
experiencia docente en secundaria.
La práctica docente no es un proceso controlado en su totalidad, ya que
intervienen diversas variables que favorecen y en otros casos obstaculizan, esto
debido a que no se conocen a profundidad. Tal es el caso de la evaluación de
los aprendizajes, que desde siempre ha resultado una de las tareas más
complejas para el docente, sin embargo en la actualidad ya no sólo consiste en
asignar un número, sino en emitir juicios de valor sobre los logros alcanzados o
limitaciones de los alumnos al término de un proceso.
Así también habrá de mostrarse como una actividad continua de observación,
reflexión y registro de actividades dentro y fuera del aula. Que encaminen a la
obtención de información que sea útil a los actores educativos y desde los
cuales se implementen estrategias.
En este sentido podemos hablar de la función de la evaluación formativa, que
pretende identificar las necesidades del grupo y orientar el desempeño docente
hacia la búsqueda de actividades que generen el aprendizaje. Sin embargo el
proceso de evaluación no sólo queda en el reconocimiento de los aspectos, sino
que deberácomunicar oportunamente sobre los logros alcanzados y
limitaciones.
Cuando se habla de comunicación es importante tener en cuenta que ésta inicia
en la retroalimentación al interior del aula y finalmente habrá de plasmarse en
la cartilla de educación básica, que es el documento oficial que busca registrar
de manera cualitativa y cuantitativa el aprendizaje de los alumnos.
Sin embargo, existen interrogantes en torno a la cartilla y que se derivan de las
múltiples interpretaciones: ¿Realmente la cartilla aporta ventajas y áreas de
oportunidad al docente?¿Será la cartilla suficiente para conocer los avances y
las condiciones de los alumnos? ¿Qué instrumentos se deben implementar para
recabar la información solicitada en dicho documento?
Para quién va redactado el apoyo requerido ¿Padres de familia, alumno,
directivos u otro docente?, ¿En qué momento esos apoyos requeridos serán
atendidos y por quién?, ¿En el apoyo requerido se hace mención de la
competencia, el estándar o de los aprendizajes esperados?
La evaluación desde el enfoque formativo
El plan de estudios 2011 establece el principio pedagógico “evaluar para
aprender”, en este sentido, es importante entender que la evaluación no
consiste únicamente en la aplicación de uno o varios exámenes localizados en
momentos fijos del ciclo, ni en ejercicios de repaso con un valor agregado o la
revisión de un cuaderno en perfectas condiciones, pues cuando se habla de
aprender a través de este proceso, se debe valorar los aprendizajes de los
alumnos y las dificultades detectadas para atender con precisión los aspectos
más complejos de modo que se brinde retroalimentación oportuna a cada
alumno (SEP, 2012a)
Cuando se habla de “evaluar para aprender”, no solo se refiere a los alumnos,
por el contrario, al docente deberá servirle para que reflexione de qué enseña y
cómo lo enseña con el fin de mejorar los procesos de aprendizaje. Por lo tanto,
no basta con la asignación de un número para determinar el aprendizaje,
además debe acompañarse de un análisis a profundidad sobre los alcances y
limitaciones que se van encontrando durante el proceso y es entonces cuando
se habla de aspectos cualitativos.
Así mismo, el enfoque formativo de la evaluación posibilita que los actores
educativos estén informados de manera detallada sobre el desempeño de los
estudiantes con la finalidad de tomar decisiones que permitan mejorar el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Es entonces cuando la evaluación deja de
ser un asunto meramente individual para convertirse en algo compartido.
Lo que significa que el alumno se vuelve un participante activo al comunicarle
sus avances y posibilidades de mejora. (SEP, 2012b)
Cartilla de evaluación
Cuando se habla de una evaluación bajo el enfoque formativo se debe tener en
cuenta que la comunicación de los logros de aprendizaje deberán ir “más allá
de la retroalimentación tradicional para llevar a cabo una verdadera
comunicación con los alumnos, sus madres, padres o tutores, e incluso entre
colegas, con el fin de que los resultados obtenidos de las evaluaciones que se
realizan en el aula y la escuela potencialicen el aprendizaje” (SEP, 2012c: 12)
Bajo esta idea surge “La Cartilla de Evaluación de Educación Básica” que es el
instrumento de evaluación que sustituye a la boleta, y su principal innovación
es incorporar aspectos cualitativos y establecer un registro especifico de las
dificultades detectadas y estrategias que desde la visión del docente ayuden al
alumno en el proceso de aprendizaje. Es importante tener presente que no se
sustituye a las calificaciones ni al promedio numérico.
Recordando el principio pedagógico “evaluar para aprender”, sugiere que la
evaluación debe iniciar en la reflexión y el análisis de lo obtenido, así mismo
habrá que sustentar los juicios de valor con las evidencias.
En el acuerdo 592 se establece que la cartilla de evaluación es un instrumento
que guía la evaluación formativa y que en ella habrá de comunicarse los
resultados obtenidos al final de un proceso.
Pero a quién y qué habrá de comunicarse, son interrogantes necesarias para el
registro oportuno. Y aquí es cuando hablamos de los apoyos requeridos, que es
el espacio destinado al docente para informar a los padres, tutores y alumnos
de las dificultades detectadas, mismas que pueden ser referentes al
conocimiento, a las habilidades y/o actitudes del estudiante. Así mismo de las
acciones que habrían de considerarse para favorecer los aprendizajes
esperados.
Pero, entonces surge una problemática no contemplada hasta el momento, los
apoyos requeridos no son un listado de cosas que el alumno no realizó, ni el
espacio de quejas del docente hacia el alumno, tampoco un recetario de lo que
se debería hacer. Es en un sentido formativo, la oportunidad de trabajar en
colaborativo, es decir, los apoyos deben considerarse al pasar de un grado a
otro por los distintos profesores y no solo por los padres o tutores, pues
pensemos en la enorme posibilidad que le brinda a un maestro saber las
dificultades y logros de cada estudiante. Así como las estrategias que
funcionaron en el grado anterior.
En este mismo sentido, habrá que brindar una comunicación efectiva a los
padres o tutores en momentos oportunos y claves para la intervención en el
desempeño del estudiante.
Apoyos requeridos: sugerencias desde la experiencia docente
Los apoyos requeridos constituyen la base de la comunicación de resultados, ya
que permiten dar información sobre el desempeño del estudiante, sugiriendo
además las acciones de intervención y estrategias de apoyo para mejorar el
aprendizaje.
Por lo tanto, es necesario que se unifiquen criterios para el registro de apoyos,
así como las medidas que han de tomarse como colectivo. Ya que existen
diversas interpretaciones respecto a qué se debe registrar y qué pasa después
de ser plasmado.
A continuación se rescatan algunas preguntas contenidas en los libros
propuestos por la SEP “herramientas para la evaluación en educación básica”
que sirven de guía para la elaboración de apoyos requeridos. Además se
anexan ejemplos utilizados en el nivel de secundaria con respecto a la
asignatura de matemáticas.
¿Qué está interfiriendo en su aprendizaje?
Se hace referencia a las observaciones que el docente recaba a lo largo del
proceso en cuanto al aprendizaje del alumno, pueden ser aspectos relacionados
con conocimientos o directamente relacionados con actitudes.
¿Cuál es o son las estrategias que se recomienda seguir para que mejore su
aprendizaje?
Especificar las acciones a seguir para superar las dificultades, considerando el
contexto del estudiante, con la idea de que puedan ser llevadas a cabo.
¿Quiénes llevarán a cabo las estrategias sugeridas y cómo lo harán?
Es importante que el docente determine y mencione quiénes deberán atender a
las estrategias para una intervención oportuna y contribuir al logro del
aprendizaje.
En la siguiente cartilla se puede observar que el docente cita
aquellos contenidos correspondientes al bloque uno en donde el alumno mostró
dificultades, posteriormente hace recomendaciones derivadas de
los aprendizajes esperados al alumno y tutor para superar la problemática. Y
finalmente proporciona algunas actividades que se trabajaron en el aula y que
servirán como base para la intervención de la familia o colega.
En la cartilla se cuenta con otro espacio para observaciones generales, en
donde se registran las situaciones que interfieren o favorecen el desempeño del
estudiante.
Y que van más enfocadas a observaciones permanentes que el docente hace
durante el trabajo con el alumno y que no necesariamente tiene que ver con la
dificultad de un contenido en particular.
Ahora bien, imaginemos que el docente que trabajará matemáticas con
Fernando hace una revisión de los apoyos requeridos y observaciones hechas
en primer grado, podrá saber los contenidos que no fueron comprendidos por el
alumno y por tanto en cuales tendrá mayores dificultades. Y de acuerdo con las
observaciones, se infiere que no habrá problemas para que el alumno se
interese en las actividades, por el contrario, el docente tiene que verificar que
realmente se está comprendiendo y que entonces podrá aplicarlo.
Si se observa y analiza el ejemplo, para redactar los apoyos requeridos, es
necesario localizar el contenido, el aprendizaje esperado y las actividades. Lo
cual nos lleva a la aplicación de Rúbricas como instrumento de evaluación
permanente, para que permita establecer niveles de desempeño para cada
contenido y así localizar los elementos necesarios para hablar de logro de
aprendizajes.
La cartilla de evaluación: retos, ventajas y áreas de oportunidad para el docente
RETOS VENTAJASÁREAS DE
OPORTUNIDAD
o Unificar criterios
en torno a la
interpretación
de los apoyos
requeridos.
o Encontrar una
estrategia para
dar seguimiento
a los apoyos
requeridos
dentro del
centro escolar.
o Involucrar a los
padres de
familia y
alumnos para
que los apoyos
requeridos sean
atendidos de
manera eficaz.
o Implementar
herramientas
que favorezcan
la evaluación
bajo el enfoque
formativo.
o Que la redacción
de los apoyos
requeridos
realmente
mencione las
dificultades y
situaciones que
interfieren en el
o La cartilla de
evaluación
permite dar
información
detallada al
tutor sobre los
logros y
dificultades
detectadas en
los alumnos.
Así mismo
como las
acciones que
deberán
tomarse como
colectivo.
o Contar con una
evaluación
integral y
compartida. En
donde no solo
importará el
valor numérico.
o Detección de
alumnos en
situaciones de
riesgo.
o Seguimiento
académico
desde
preescolar
hasta
secundaria.
o Comunicación
entre docentes
que imparten
clase en el
mismo grupo
sin importar la
asignatura, con
la finalidad de
detectar
alumnos con
algún nivel de
problemática o
por el contrario,
alumnos con
habilidades
destacadas y
que requieran
otro tipo de
intervención.
o Diseñar en
colectivo
instrumentos
evaluativos que
guíen la
comunicación
de resultados y
el registro
eficaz en la
cartilla.
o Para el docente la
cartilla de
evaluación
deberá ser un
historial
académico, en
aprendizaje del
alumno.
el cual
realmente se
conozca el nivel
de logro
obtenido por el
estudiante, las
dificultades que
enfrenta y las
acciones que se
han solicitado
en su trayecto.
Conclusión
A lo largo de la historia han surgido distintos conceptos en torno a la
evaluación, sin embargo en todos ellos se ha establecido de una u otra manera
la importancia de generar aprendizaje y propiciar la participación del
estudiante. Con el enfoque formativo se entiende que la evaluación es un
proceso en el cual se reúnen evidencias, se hacen inferencias, se elaboran
conclusiones y se actúa según lo analizado.
Y que para lograrlo será necesario que la evaluación adquiriera nuevos
significados para cada uno de los que intervienen en el proceso educativo y que
sea entonces considerado como una estrategia para fortalecer el aprendizaje.
Otro aspecto importante para entender la evaluación desde el enfoque
formativo, es que se priorice la comunicación de resultados cualitativos, con
aspectos relevantes del aprendizaje y las acciones de mejora. Por ello, es
importante tomar acuerdos dentro de los centros escolares con la finalidad de
unificar criterios que realmente guíen a la comunicación de logros y situaciones
que obstaculizan el aprendizaje del alumno.
Para ello, se necesitará de un análisis en torno a las herramientas de evaluación
que se están aplicando, pues de ellas dependerá la evaluación formativa y el
registro objetivo en la cartilla.
Así también, habrá que establecer como prioridad lo que se hará con los apoyos
requeridos, pues no basta con plasmarlos y darlos a conocer a los tutores o
padres, sino que debe considerarse como punto de partida para el trabajo
docente y así crear un apoyo integral. Esto podría considerarse como
antecedentes académicos de los estudiantes y por ende, partir de aspectos
concretos que guíen el proceso de enseñanza y aprendizaje permitiendo la
articulación de los niveles educativos.
Pensar en darle seguimiento a los apoyos requeridos quizá suena complejo, sin
embargo permitiría que el proceso no fuera en vano y que se lograra el objetivo
de “evaluar para aprender”.
Es así como el uso de la cartilla no puede entenderse sin antes comprender el
enfoque de la evaluación y la importancia actual de comunicar los resultados.
Finalmente a medida que se entienda esta nueva forma de evaluar
aprendizajes, podrá darse el siguiente paso, que es la búsqueda de
oportunidades encaminadas a la mejora del trabajo en los centros escolares.
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