La Revelación Del Origen Apóstol Sergio G. Enríquez O. Guatemala, 23 de octubre del Año De La Revelación

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Debemos comprender que cuando la tribu de Isacar es mencionada en la Biblia, se dice que eran expertos en conocer los tiempos y lo que Israel debía hacer. Esto nos indica que es importante saber sobre el tema de los últimos tiempos, por ejemplo: el nuevo orden mundial, el deshielo de los polos, etc., pero también debemos saber qué hacer. Adicionalmente es importante notar que una de las cosas que no debe ser separada de esto, es el tema de la familia. Nuestros hogares deben ser bendecidos, y cada uno recibir la revelación al respecto. Cada vez que hablamos de la familia, mencionamos los mismos pasajes, por ejemplo, que cuando venga el día grande y temible de Jehová, es decir, la gran tribulación, vendrá el espíritu de Elías y hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, esto nos indica una reconciliación familiar. También que la iglesia que es arrebatada, es la iglesia que está como prototipo en el libro de Apocalipsis que era llamada Filadelfia, cuyo significado es amor fraternal, amor entre hermanos. También 1 Tesalonicenses 4:3-4, dice que cada uno debe saber poseer a su esposa en santidad y en honor, no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios. Hemos mencionado varios tipos de amor, de padres a hijos, de hijos a padres, entre hermanos, entre esposos. Por ello debemos equiparnos en el tema familiar, equipamiento que recibimos al congregarnos, aunque muchos atacan el tema de congregarse, lo cual también es parte de los acontecimientos que se dan antes de la venida del Señor. En este orden de ideas, debemos saber que al hablar de la familia estamos hablando de nuestras vidas, pues si no se atienden los problemas que están en el hogar, nuestras vidas seguirán siendo las mismas. Sin embargo, si nos acercamos al Señor, Él nos hará libres por medio de las diferentes ministraciones incluyendo la Santa Cena. Estamos trabajando en la vida íntima de las personas a través de la Palabra y del Espíritu, pero también en los hogares. La iglesia es igual a la familia, y la familia es igual a la vida, por lo que la vida que tengamos está íntimamente ligada con nuestra familia. Si no nos va bien y tiene taras (deficiencias) espirituales, es casi seguro que tiene que ver en ello nuestra familia. Por ejemplo, Nehemías y Esdras estando cautivos en Babilonia, hacen una oración de arrepentimiento, y dicen: “Hemos pecado, nuestros padres y nosotros”, haciendo una vinculación de la familia, pues los padres pecaron y con eso hicieron vulnerables a sus hijos; por eso algunos padres irresponsables hacen que la vida de sus hijos siempre sea cuesta arriba con problemas de todo tipo. En lo espiritual muchas veces los padres juegan con fuego y se les olvida que detrás de ellos vienen sus hijos. Por ejemplo Acán, al tomar el lingote de oro, el ciclo de plata y el manto, y con ello cometer pecado, hizo que mataran a toda su familia sin tener culpa. Los padres somos responsables del futuro que tendrán nuestros hijos, para ello necesitamos revelación, que es la puerta de entrada para conocer nuestra identidad, ubicación y función. La revelación tiene consecuencias impresionantes, pues nos abre puertas, conocemos la bondad de Dios y la bondad nos empuja al conocimiento pleno de Dios. Es por revelación que podemos ir a los inicios de nuestra vida y determinar si en nuestros orígenes hay algo que nos puede afectar en el presente. El Génesis es la esencia del origen, por ello el Señor Jesucristo cuando habló de la familia dijo que en el principio las cosas no eran como fueron en su tiempo, cuando le preguntaron por qué Dios les había dado permiso de dar carta de divorcio,

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les dijo que era por causa de la dureza de sus corazones y que en el principio no fue así, es decir en el Génesis. Todas las personas quieren tener conocimiento, pero no quieren saber cómo comenzó su vida. Debemos saber si cuando fuimos engendrados, nuestros padres se amaban, o fue un momento pasional por el cual tuvieron que casarse. Otra cosa que debemos saber es si nuestra madre no se dejó embarazar para atrapar al hombre con el que se casó, a la manera de Lea, que se dejó embarazar para ganarle a su hermana. Debemos saber cómo fue que inició nuestra vida en este cuerpo, pues sabemos que ya existíamos antes de venir al mundo, así lo dice la Biblia de Leví, que estaba en los lomos de Abraham, cuatro generaciones antes. Analicemos problemas matrimoniales que están aquejando a las familias, por ejemplo, un hombre que es profeta, salmista, temeroso de Dios, pero le quita la esposa a otro; esta es la historia de David. Aquí es donde muchos se decepcionan y piensan que todos los cristianos son hipócritas. Pero, entonces David le preguntó al Señor qué había sucedido, y viene a él un profeta, entonces la unción profética llega y con ella la revelación y David entonces escribe un salmo donde dice que su madre lo concibió en pecado. Salmos 51:5 LBLA He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre. David estaba marcado por el pecado de su madre, el cual pensamos que fue un adulterio. La tradición dice que todos fuimos concebidos en pecado, es decir, como señalando que el sexo es pecado no importando si es en el matrimonio, pero eso no es así. David tuvo la revelación de que en el momento de su concepción, cuando su padre y su madre tuvieron relaciones por las cuales el fue concebido, estaban en pecado. Aunque el sexo no es pecado siempre, solo cuando es fuera del matrimonio. En el tiempo de David, no era pecado que los hombres tuvieran más de una esposa, eso significa que el padre de David pudo haber tenido varias esposas, pero si era pecado que una mujer tuviera varios hombres, entonces haciendo una especulación, la madre de David fue la que cometió adulterio, es decir, que tuvo relaciones con un hombre que no era su esposo. Adicionalmente dice que en iniquidad nació, lo cual indica que el pecado fue recurrente. De este acto resultó un embarazo que Isaí aceptó, o sea, aquel varón acepto el embarazo de su esposa con otro hombre y no la desechó, pero todos se enteraron del acontecimiento y eso marcó la vida de David. Si no hay revelación para poder cortar la maldición que viene de una herencia de iniquidad, llegará el día en que se caerá en lo mismo, por cuanto es herencia. A David le vino la revelación después de que cayó. Entonces, nosotros al tener problemas en el matrimonio, puede ser que esto sea desde el origen, es decir, una cuestión genética. Si tenemos un problema que no podemos vencer, una opresión, una obsesión que está afectando nuestro matrimonio, debemos entonces empezar a diagnosticar por eliminación, tal como lo hacen los médicos.

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Por ejemplo, si no alcanza el sueldo que se gana, aunque ya se hizo lo que se debe, al diezmar y hacer un presupuesto y aún así se sigue teniendo problemas en este mismo tema, entonces debemos pensar que probablemente hubo un pariente que hizo votos de pobreza. Ezequiel 16:3 RV 1960 …y di: Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea. Esta mujer tenía un problema fuerte, pues el Señor separó su origen del lugar de nacimiento, es decir, su génesis y el lugar donde nació. Debe tenerse en cuenta estas cosas también en nuestro caso, por ejemplo, si en el lugar donde nacimos se hacían brujerías, por ejemplo, poner pulseras de color rojo para quitar, lo que se conoce como el mal de ojo; otro ejemplo puede ser que de pronto vemos que somos muy violentos, debemos investigar el por qué. Es importante saber el lugar donde nacimos y qué costumbres podemos traer incrustada en el ADN, averiguar si el lugar donde nacimos nos trajo los problemas que tenemos y entonces que por revelación sepamos qué hacer en el nombre de Jesús. 1 Crónicas 4:9 LBLA Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, y su madre lo llamó Jabes, diciendo: Porque lo di a luz con dolor. A Jabes le pusieron ese nombre porque su madre tuvo mucho dolor, y le pasó la estafeta del dolor a él; y solo pudo quitarse esta maldición, haciendo la oración del versículo 10. 1 Crónicas 4:10 LBLA Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor! Y Dios le concedió lo que pidió. Jabes invocó el nombre de Jehová que es el único que puede cambiar la vida del hombre, para que Él cambiara la maldición que su madre le había trasladado en su nombre. Como padres e familia, debemos tratar de evitar el dolor a nuestros hijos, no trasladárselos, pues ellos son una gran bendición, nuestra casa, nuestro hogar es una gran bendición y el Señor va a destruir las cosas que van mal, que al inicio no se hicieron bien, lo hará porque nos ama y quiere que tengamos una nueva y buena oportunidad en nuestra vida y nuestro hogar. Incluso si la persona que bendijo nuestro matrimonio estaba mal, puede ser que ese sea el problema que puede estar afectando, para ello, está la renovación de votos y que un ministro de Dios, pueda bendecir el matrimonio. Dios quiere que si iniciamos mal; Él sea glorificado cuando todos vean que Él puede romper todas las maldiciones y podamos conocer la verdadera bendición que viene de Dios.