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DESPLAZAMIENTO FORZADO: DAÑOS Y TRANSFORMACIONES AL PROYECTO DE VIDA.
Por:
SANDRA MILENA ALVARAN LOPEZ
INFORME DE PASANTIA
PROGRAMA DE INICIATIVAS UNIVERSITARIAS PARA LA
PAZ
Y LA CONVIVENCIA (PIUPC)
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
2008
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A quienes fecundan la verdad en un país de mentiras…
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“La violencia no consiste tanto en herir y aniquilar como en
interrumpir la continuidad de las personas, en hacerlas
desempeñar papeles en los que ya no se encuentran, en
hacerlas traicionar, no sólo compromisos sino su propia
sustancia; en la obligación de llevar a cabo actos que destruirán
toda posibilidad de acto”.
Emmanuelle Levinas
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INTRODUCCION
El presente escrito hace parte del informe de pasantía realizado con el “Programa de
Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia. (PIUPC), de la Universidad
Nacional De Colombia Sede Bogotá, inscrito en Colciencias Categoría A. El PIUPC
es una propuesta académica de carácter y cobertura nacional, que desde su
conformación, en 1999 ha buscado crear espacios interdisciplinarios de articulación
entre la Extensión, la Investigación y la Docencia, con miras a fortalecer el
compromiso de la Universidad con el país. En este sentido, las actividades
académicas propuestas han tenido un énfasis especial en aportar a la construcción
de iniciativas de paz, desde la reflexión y el análisis de las situaciones y contextos
relacionados con las siguientes líneas programáticas:
Derechos humanos y dinámicas migratorias generadas por la violencia
sociopolítica.
Procesos identitarios e incidencia de la violencia sociopolítica en el tejido
social y en los diversos grupos étnicos, etáreos y de género; y,
Políticas Públicas y prácticas de atención institucional dirigidas a la población
víctima de la violencia sociopolítica, particularmente las referidas a las
personas en situación de desplazamiento.
La problemática social del desplazamiento forzado como estrategia, consecuencia y
manifestación de las guerras no resueltas en el país, ha ido adquiriendo en el tiempo,
nuevas formas que se presentan en la vida social como retos que deben ser
asumidos desde las ciencias sociales, puesto que atraviesan al ser humano en todas
sus dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales.
El informe que a continuación presento, es cimentado sobre la base de investigar
para transformar la realidad social, tiene como objetivo la identificación de las
afrentas continuas al proyecto de vida causadas por la problemática social del
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desplazamiento, de igual manera, plantear algunas características y dinámicas del
desplazamiento forzado intraurbano en Bogotá – Soacha Cundinamarca, con miras a
la formulación de políticas públicas en la ciudad, proyecto que espera consolidarse
como experiencia reflexiva que permita la potencialización del conocimiento de los y
las estudiantes, apostándole al fortalecimiento investigativo en la educación, a través
de ejercicios que incentiven y promuevan las capacidades investigativas de los y las
estudiantes de pregrado.
Este escrito intenta hacer un recorrido por la problemática del desplazamiento
forzado en sus generalidades, sus manifestaciones y sus consecuencias en el
desarrollo del proyecto de vida de las personas que se ven obligadas a vivir esta
experiencia traumática y dolorosa, y finalmente puntualiza sobre una nueva
modalidad de expresión de este fenómeno social: el desplazamiento forzado
intraurbano.
Dar cuenta de las dinámicas del desplazamiento forzado y puntualizar en las huellas
creadas en la vida de las personas, requiere de un ejercicio reflexivo, que permita
prever y evaluar los impactos de la investigación y los posibles riesgos que generará
la información consignada.
Este escrito no puede contener todas las reflexiones, expresiones, fotografías,
nombres, que arrojó el estudio de caso; debido a nuevas amenazas sobre la persona
que directamente ha sido afectada por esta situación.
Por tanto, me veo en la necesidad de realizar una reflexión sobre las implicaciones
éticas de la investigación sobre desplazamiento forzado: daño al proyecto de vida.
Reflexión que realicé en los comienzos de mi proceso de pasantía, la cual me sirvió
para tener claridad sobre lo que se debe preguntar, pero también lo que se debe
callar, todo con el fin de salvaguardar la vida de quienes poseen la información.
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IMPLICACIONES ETICAS DE LA INVESTIGACION:
DESPLAZAMIENTO FORZADO:
DAÑO AL PROYECTO DE VIDA.
“El valor de lo escrito, no está en lo publicado, sino en las consecuencias”.
Kapuscinki
En el código ético del Trabajo Social se encuentra un aparte significativo referido al
deber de “realizar investigaciones y participar en procesos que contribuyan a
comprender, identificar, explicar e intervenir en la realidad social para
transformarla”, este ha sido un elemento planteado desde años atrás en el período
correspondiente a la reconceptualización, donde el debate es puesto en términos de
la conjugación de la profesión y la disciplina.
El período de la reconceptualización aportó significativa y sustancialmente en el
contexto latinoamericano, a la construcción de los nuevos escenarios del Trabajo
Social, “se introduce como temática prioritaria la investigación científica de las
prácticas profesionales para eliminar el pragmatismo relativo del Trabajo Social y
producir teoría que fortalezca el desarrollo del conocimiento a partir de su práctica”1,
comienza entonces a transitarse un nuevo camino, buscando nuevas alternativas
que permitieran el avance en este campo de las ciencias sociales y humanas,
búsquedas que visibilizaron la necesidad de reconocer la práctica como pilar
fundamental en la construcción de teorías que hicieran lecturas de la realidad desde
distintas miradas.
Dijéramos entonces, que la investigación se ratifica como componente fundamental
del proceso de formación profesional; sin embargo, trae consigo una serie de
1Parola, Ruth Noemí. (1997). “Aportes al Saber Específico del Trabajo Social”. Espacio Editorial, Buenos Aires. Tomado por: DÍAZ CARDOZO, LEIDY CAROLINA. (2006)
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elementos que de no ser tenidos en cuenta, podrían generar riesgos a las personas
que participan en ella.
El código ético de Trabajo Social aunque haya sido ratificado en año de 2002, goza
de mayor antigüedad, que el período de la reconceptualización, lo que demuestra
que desde la concepción misma del Trabajo Social, siempre hubo un interés por lo
humano digno contenido en las personas partícipes de ejercicios de investigación,
(comunidades, grupos, individuos, sectores)
Los principios rectores para el desempeño profesional desde el Trabajo Social, están
expresados en justicia, respeto, solidaridad, libertad, honestidad, integralidad,
corresponsabilidad, transparencia y confidencialidad, en términos del que hacer del
trabajo social: “realizar investigaciones y participar en procesos que contribuyan a
comprender, identificar, explicar e intervenir en la realidad social para transformarla”,
la palabra clave está en trasformar la realidad social, teniendo en cuenta:
• En lugar de exacerbar el conflicto, contribuir a la generación de capacidades
locales para la paz.
• En lugar de hacer daño a las poblaciones a las cuales se brinda asistencia se
puedan realizar acciones concretas y beneficiosas para ellas2.
Para el logro de estos objetivos “…se aboga por una investigación en contexto,
orientada a resolver problemas de carácter transdisciplinar, abierta a diversas y
variadas organizaciones e instituciones y constituida como conocimiento socialmente
responsable y reflexivo”3. Esto requiere de una alta capacidad de autocrítica y una
disposición de apertura al cuestionamiento, la superación de esquemas de trabajo de
“corazón” o de simple “razón” para partir de la comprensión de realidades complejas
2 El enfoque de la acción sin daño. Modulo del Diplomado. “Acción sin daño y construcción de paz”. Universidad Nacional de Colombia. Elaborado por Ana Luz Rodríguez Puentes –Consultora-Bogotá, Enero de 2007. Enfoque de Acción Sin Daño. 3 BELLO, Martha. (2006). “Implicaciones éticas y metodológicas de la investigación contratada”. En: Investigación y desplazamiento forzado. Colciencias. Colombia. Pág. 45.
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y actuar siempre en dirección del bienestar y la protección de las víctimas”4. Ahora
bien, ¿qué del código ético es tenido en cuenta en el ejercicio de esta investigación?
La lectura de contexto por la que se abroga desde las ciencias sociales, parte del
hecho mismo de posicionarse frente a las demandas académicas, institucionales y
del mercado, en términos del respeto a las comunidades poseedoras de la
información requerida. El trabajo constante en campo, permite la generación de lazos
de confianza que traen consigo el acercamiento a las fuertes primarias de
investigación, no desde registros de observación, análisis, comprobación, sino por
medio del acercamiento constante a los procesos que desde las comunidades se
viven en interacción con la universidad pública.
El abordaje de la problemática del desplazamiento forzado y su capacidad para
afectar el proyecto de vida, se hace, atiendo a la solicitud expresa de la población:
“…Yo no quiero que a mi me pase lo mismo que a mi hermano, él hizo mucho en el Chocó por la gente, y cuando lo mataron nosotros que éramos su familia no quedamos con nada de él, sólo una foto, pero en un canal de televisión si lo tienen, él hizo muchas cosas que nadien conoció, por eso yo aunque me amenacen y me tengan entre ojos, yo no voy a hacer lo mismo, yo si quiero dar a conocer por mi misma mi historia y que quede en papel o en video, para que no pase lo mismo que con mi hermano”5.
Investigar con el fin de transformar la realidad. Frente a un contexto abrumador
donde la violencia, la guerra, el autoritarismo, la exclusión, son las características de
las realidades sometidas en nuestras mentes, se corren riesgos que deben tenerse
en cuenta. El riesgo principal que corre este proceso, está dado en la integridad de
la vida de quien posee la información, por esta razón el proceso llevará sus ritmos,
sus exigencias y demás, con el fin de salvaguardar su integridad.
4 Op. Cit. Enfoque de Acción Sin Daño. 5 Lidereza Comunitaria, Grupo de Mujeres MIGD. Soacha – Cundinamarca.
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METODOLOGÍA PROPUESTA
La modalidad de la investigación está contenida en la “INVESTIGACION
DESCRIPTIVA”, que “consiste en identificar las características de un evento en
estudio. Tiene como objetivo central lograr la descripción o caracterización del evento
en estudio dentro de un contexto particular; busca especificar las propiedades
importantes de personas, grupos, comunidades, objetos o cualquier otro evento. Su
objetivo es caracterizar un evento o situación concreta indicando sus rasgos
peculiares o diferenciadores”6.
Dentro de la estrategia investigativa se aborda el “ESTUDIO DE CASO”, éste
entendido como el foco de atención que se dirige a un grupo de conductas o
personas, con el propósito de comprender el ciclo vital de una unidad individualizada,
correspondiente a un individuo, un grupo, institución social o comunidad, donde el
objetivo básico es comprender el significado de una experiencia y permite al
investigador alcanzar mayor comprensión y claridad sobre un tema o aspecto teórico
en concreto.
Las fuentes utilizadas:
Secundarias: libros o textos sobre la temática del desplazamiento forzado
intraurbano, conflicto urbano, violencia urbana y urbanización del conflicto.
Orales: Personas en situación de desplazamiento intraurbano, contenidas en la
técnica de la historia de vida.
Los momentos de la investigación:
a) ESTUDIO DE LA LITERATURA: Consiste en hacer un repaso y efectuar la
recopilación de trabajos similares o relacionados con el tema de estudio, realizados
por otros investigadores. Estado del Arte.
6 GALEANO. Eumelia. (2004) “Estrategias de investigación social cualitativa. El giro en la mirada”. La Carreta Editores. Medellín Antioquia.
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b) REVISIÓN DE LA EXPERIENCIA: consiste en observar la situación directamente
o preguntar a personas que la han presenciado, para lo que resulta imperativo
seleccionar los personas directamente afectadas con base en su vinculación con la
situación, experiencia.
c) REGISTRO ORGANIZADO DE LA INFORMACIÓN: toda la información
recopilada debe registrarse simultánea al proceso de recolección.
El ejercicio realizado, aboga por una investigación que permita posicionar al otro
como artífice de su propia historia, lector de su propia realidad, escritor de su propia
vida, aunque halla un segundo que potencialice y que nombre su experiencia.
ESTUDIO CUALITATIVO DE CASO: El interés por la singularidad
“Un caso no puede representar el mundo, pero sí puede representar un mundo en el cual muchos casos se sienten reflejados. Un caso y la narración que lo sostiene, no constituye una voz individual encapsulada en sí misma, sino que, antes al contrario, una voz puede, nos atrevemos a afirmar, en un instante determinado, condensar los
anhelos y las tensiones de muchas voces silenciadas”
R.E. Stake
El presente estudio da cuenta de un análisis descriptivo a partir de la reconstrucción
de un caso, entendido como una estrategia de investigación social cualitativa. n el
estudio de caso, “su objetivo básico es comprender el significado de una experiencia,
que implica el examen intenso y profundo de diversos aspectos de un mismo
fenómeno. (…) Bajo esta estrategia pueden ser estudiados multiplicidad de
fenómenos como creencias, prácticas, ritos, interacciones, actitudes, entre muchos
otros. Un caso es, pues, un suceso o aspecto social localizado en un espacio y un
tiempo específicos, y que es objeto de interés de un estudio”7
La finalidad del estudio de caso es la de encontrar varios atributos o características
que se encuentran en una situación particular, como lo es el desplazamiento forzado,
7Ibíd., Pág. 66.
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y dar cuenta de las afrentas que éste en toda sus manifestaciones presenta para el
proyecto de vida de las personas.
El estudio de caso “se centra en la individualidad, como una conquista creativa,
discursivamente estructurada, históricamente contextualizada y socialmente
producida, reproducida y transmitida. Al centrarse en la particularidad, pretende
construir un saber en torno a ella, al tiempo que reconoce en la singularidad una
perspectiva privilegiada para el conocimiento social”8; “Se trata, en suma, de un
espacio de significaciones históricamente producidas, que necesita más de la
interpretación comprensiva que de medición estadística, un espacio en el cual el
sujeto crea ininterrumpidamente aquellas condiciones socio-históricas que, a su vez,
estructuran su propia vida”9
El estudio de caso, permitirá dar cuenta de los daños morales y los daños al proyecto
de vida que se presentan en el éxodo del desplazamiento forzado, permitiendo de
esta manera, generar nuevas visiones que puedan proyectarse para futuros procesos
de reparación a las víctimas de la guerra.
La metodología de estudio de caso, enriquece considerablemente, puesto que
permite que la historia narrada hable con el contexto. Es indispensable para dar
cuenta de las afrentas al proyecto de vida, tener como derrotero la siguiente matriz10,
que permitirá dar cuenta de los cambios individuales, familiares, comunitarios, y al
reconocer éstos cambios, mostrar las fracturas, las afrentas, los daños, al proyecto
de vida de quienes han sufrido el rigor de la guerra, manifestada en la problemática
social del desplazamiento forzado.
8Ibíd., Pág 69. 9SERRANO BLASCO, Javier. (1997) “Estudio de casos”. Citado por: María Eumelia Galeano. “Estrategias de investigación social cualitativa. El giro en la mirada”. La carreta Editores. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia. Medellín. Pág. 69. 10 Esta matriz se realiza, tomando como referencia el módulo “Elementos de análisis para abordar la reparación integral”, Voces de memoria y dignidad. Material pedagógico sobre reparación integral. Corporación AVRE. Bogotá 2006.
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CAMBIOS EN EL DESARROLLO
BASICO (Mínimos para la
subsistencia) Y COMPLEJO (Sistema de
valores) DE LA
PERSONA
ACCIONES
ANTES DUIRANTE DESPUES AHORA FUENTE ORIENTACIONES
ORAL
ESCRITA
INDIVIDUALES
X
X
X
X
X
X
1. Qué actividades productivas realizaba antes del desplazamiento? Cual ha sido el cambio de estas actividades en el tiempo?
2. Qué tipo de malestares físicos se han presentado?
3. Qué cambios se han presentado en las actitudes, actividades y comportamientos?
4. De qué manera se ve afectada su capacidad para entablar relaciones, emprender actividades, o desempeñarse en sus roles habituales?
5. De qué manera se han visto afectados sus sueños y proyectos futuros?
FAMILIARES
X
X
X X X 1. Cómo se ha visto afectada la forma de relacionarse en familia?
2. En qué medida se han producido cambios de roles y funciones en la familia?
3. Qué impactos han tenido los cambios a nivel familiar?
4. A raíz de los hechos violentos se han fragmentado las relaciones familiares, de qué manera?
5. De qué manera se vio afectado el proyecto de vida familiar y los sueños?
6. Cuáles son los nuevos roles que han tenido qué asumir los diferentes miembros de la familia?
COMUNITARIAS
X X X X X 1. De qué manera se vieron afectadas las relaciones entre los miembros de la comunidad?
2. El conjunto de valores e ideales compartidos por la comunidad cómo se vieron afectados?
3. De qué manera se vio afectado el proyecto de vida comunitario y los sueños?
4. Cuáles son los nuevos roles que han tenido qué asumir los diferentes miembros de la comunidad?
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3
DESPLAZAMIENTO FORZADO:
LA COMPLEJIDAD DE MÚLTIPLES RELACIONES
El desplazamiento forzado interno constituye un desastre humanitario, atraviesa la
realidad humana en todas sus dimensiones políticas, sociales, económicas y
culturales. Es un fenómeno que obedece a profundas causas históricas y
estructurales de la construcción social del país, atravesado por intereses políticos,
económicos y sociales que hacen de éste una constante en el tiempo y en el espacio
habitado por los seres humanos.
“La historia colombiana ha estado caracterizada por violentos procesos de despojo y
de expulsión de población indígena, negra y campesina. Este pareciera ser el
mecanismo de adecuación a las necesidades de producción y acumulación que el
capitalismo impone y la estrategia de dominación de los diversos sectores que
disputan el poder. Lejos de obedecer a un modelo de desarrollo pensado en función
de los intereses de la nación colombiana, los movimientos migratorios, la mayoría de
ellos involuntarios y violentos, obedecen a las necesidades e intereses de quienes
han detentado el poder sobre la tierra, el poder político y a los intereses de capitales
nacionales y transnacionales”11.
El desplazamiento forzado se produce entonces, dentro del marco del conflicto
armado interno que vive el país, conflicto que tiene particularidades que permiten
distinguirlo de otros casos, entre las que se pueden mencionar: la extensión,
recurrencia y tendencia a permanecer en el tiempo del fenómeno; la diversidad de
las dinámicas del fenómeno, marcada por las diferencias regionales y las
intensidades del conflicto en la geografía, define las rutas, incide en su marcado
11 BELLO, Martha Nubia. (2003). Ponencia presentada en la Conferencia regional "Globalización, migración y derechos humanos", organizada por el Programa Andino de Derechos Humanos. PADH. Quito - Ecuador.
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énfasis interno y hace que presente variaciones significativas ya que “basta salir de
la región para salvar la vida sin tener que abandonar la nación12”.
El contexto vivenciando en la contemporaneidad no es un fenómeno brotado de la
nada, es producto de una historicidad cargada de violencias, exclusiones,
inequidades e impunidades que han dado un sabor particular al diario vivir de todo
ciudadano. En el siglo XX las élites políticas intentaron, sin alcanzar resultados
óptimos, rehacer el camino de la construcción de un Estado de derecho el cual fue el
pacto de paz denominado “Frente Nacional”, que puso fin a la guerra de los mil días;
el Frente Nacional fue un pacto de paz que restableció la convivencia entre liberales
y conservadores, el efecto saludable de haber curado las heridas de la violencia fue
transitorio en razón de su carácter excluyente y antidemocrático, en tanto que cerró
los espacios a fuerzas políticas diferentes.
En la década de los 80s “se convierte en enemigo cualquier tipo de movimiento
social, de esfuerzo colectivo de la comunidad o de intento de diálogo. Este enemigo
se hace más palpable en el estatuto de seguridad (decreto 1923 de septiembre 8 de
1978) que tipificó como subversivas muchas de las conductas propias de la protesta
social”13. Se percibe entonces, en estas décadas de florecimiento de la protesta
social, una evidente agudización de los conflictos sociales en el país, los cuales
hacen ver la inoperancia del Estado para la resolución de tales impactos de la
violencia, manifiesta en regímenes autoritarios y antidemocráticos, que a expensas
de la democracia rechazan cualquier intento de oposición. “El surgimiento de las
organizaciones paraestatales y de su particular forma de violencia, introdujo al país lo
que comúnmente se llama guerra sucia, una manera poco ortodoxa de resolución de
conflictos, en tanto que se hace a partir de la eliminación real del enemigo. Pero este
enemigo se amplió, ya no eran solamente la guerrilla comunista o sus bases reales o
supuestas, sino que numerosos líderes obreros, campesinos, indígenas, comunales, 12 URIBE DE HINCAPIÉ, María Teresa, y otros. “Desplazamiento forzado en Antioquia. Aproximaciones teóricas y metodológicas al desplazamiento de población en Colombia”. Secretariado Nacional de Pastoral Social. Conferencia Episcopal de Colombia. Pág. 20. 13 BEJARANO AVILA, Jesús Antonio.”inseguridad, violencia y desempeño económico en las áreas rurales. Universidad Externado de Colombia. FONADE.
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5
regionales y nacionales, cayeron al protestar y demostrar su inconformidad frente a
los problemas”14.
Este contexto contiene en si, el éxodo del desplazamiento forzado como estrategia
de guerra para la expropiación de las tierras de los campesinos, donde la violencia
sociopolítica dejó miles de víctimas, las cuales “son incontables, pertenecen a todas
las capas sociales pero como es obvio son más numerosas dentro de los
campesinos y la clase pobre de las ciudades, son ellos los familiares de asesinados y
desaparecidos, los amenazados, los desplazados forzosamente por los bombardeos,
ametrallamientos, masacres y amenazas en los campos, los torturados, los presos
políticos, los secuestrados y sus familiares, los perseguidos políticos, los miembros
de la rama jurisdiccional y sus familias, los que han sufrido atentados, las víctimas
del terrorismo, los testigos de asesinatos, los sindicalistas, los miembros de
organizaciones populares, los religiosos comprometidos con la causa de los pobres,
los defensores de la vida y los Derechos Humanos, los indígenas, etc.”15
14GARCIA CARDONA, Gisela. (1999) “Paramilitarismo en Colombia, Hoy Y Siempre”.Monografía de grado para maestría. Instituto de Altos Estudios Para El Desarrollo. Universidad Externado de Colombia. Pág. 8 15CASTAÑO, Bertha Lucía. (Abril de 1994). “Violencia sociopolítica en Colombia: repercusión en la salud mental de las víctimas”. Corporación AVRE. Grupo Editorial Artes. Pág. 24
Mural Universidad Nacional. Bogotá. “Colectivo Memoria”
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Pasadas dos décadas del inicio de esta guerra sin tregua donde las víctimas son
invisibilizadas constantemente, lo que se evidencia en la actualidad es la persistencia
de una “guerra interna en el país, cuyas razones son similares a las razones que
motivaron las guerras anteriores: la lucha por el dominio territorial, la lucha por la
transformación del sistema político cuya intención es excluir doblemente
amplios sectores sociales y políticos.”16
Esta tragedia humanitaria, refiere en su magnitud el despojo, desarraigo, abandono,
es el relato de miles de colombianos que han sido obligados a salir para
salvaguardar sus vidas, dejando atrás los proyectos conjuntos, familiares,
individuales que se construyeron en sus territorios. Es por tanto un problema social
que pone de manifiesto las crisis sociales, políticas y económicas en las cuales está
sumido el país desde décadas anteriores, donde la población civil ha sido víctima
directa de tal confrontación por el control de la tierra, en la cual se gestan
megaproyectos que pretenden dar continuidad al desarrollo en el país, entendido
como crecimiento económico, que debe valerse de la expropiación de la tierra de
muchos para el interés capitalista de algunos, lo que amplía aún más la brecha entre
ricos y pobres.
El desplazamiento forzado como “estrategia de guerra que afecta fundamentalmente
a la población rural, la cual es víctima de la disputa por el control territorial de los
diversos actores armados y de la crisis agraria,”17 se ha convertido en un éxodo
vivenciado, que no culmina con el asentamiento en una nueva ciudad o región,
ya que el miedo, la desconfianza, el temor y la incertidumbre se apoderan de
aquellos que buscando la sobrevivencia llegan a lugares desconocidos.
16 ROJAS PULIDO, Zonia. (2004) “Sin memoria muero. Memorias de un proceso de resistencia Altos de la Estancia, Ciudad Bolívar”. ATI. Bogotá. 17 Proyecto de Plan de Desarrollo. (1998) “Cambio para construir la paz”. Presidencia de la República. DNP. Pág. 236
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7
La capital colombiana (Bogotá) se ha convertido en los últimos años, en la ciudad de
llegada de un número muy alto de población desplazada, así quedó constatado en el
informe presentado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el
Desplazamiento (CODHES), entidad que supervisa el fallo de la Corte Constitucional
que en 2005 obligó al Estado a reconocer esta crisis humanitaria y devolver los
derechos fundamentales a las víctimas del conflicto.
En su presentación, el director ejecutivo de CODHES, Jorge Rojas, detalló que la
tasa nacional es de 632 desplazados por cada cien mil habitantes, aún cuando 14 de
los 32 departamentos analizados presentan impactos por encima de la tasa nacional.
Entre enero y junio, cada día, en promedio, fueron desplazadas 1.503 personas,
agregó el doctor Jorge Rojas, al explicar que la geografía del desplazamiento se
extiende a casi todo el territorio nacional. Estos datos dejan claro que el éxodo
continuo sigue siendo una manifestación grave, crítica, sostenida y prolongada de
una crisis humanitaria y de derechos humanos que todavía el país no supera.
Los casos más graves se registraron en el departamento de Antioquia, con un total
de 38.638 desplazados y un incremento del 105 por ciento. En Bogotá hubo 39.950
casos y un aumento del 74%; y Meta acogió entre enero y junio a 17.892 personas,
con un incremento del 133%. En ese periodo, además, se registraron 66
desplazamientos masivos que afectaron a 33.251 personas, un 12 % del total de la
población desplazada. Lamentablemente el país vuelve a la época en la que los
éxodos de la población fueron una constante, tal y como ocurría antes de 2002,
señala el informe de CODHES. Según cifras del Gobierno, en Colombia existen 2,6
millones de desplazados en el país, pero según CODHES hay un subregistro, es
decir, personas que nunca han sido censadas como desplazadas, que podrían
alcanzar un 30 por ciento del total. Eso significa que en el país suramericano se
estaría dando el segundo caso más grave en el mundo de desplazamiento forzado,
por detrás de Sudán, según datos del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR).18
18 EL ESPECTADOR.COM. 30 Sep 2008. http://www.elespectador.com/noticias/.
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8
Debido a las posibilidades de subsistencia que puede ofrecer para aquellas familias
que lo perdieron todo, “los desplazados deben renunciar a su historia personal, su
lugar de origen y su nombre, llegar a las ciudades e inventarse una historia de vida
que les permita no ser identificados ni rechazados”19, en la búsqueda incesante de
posibilidades de sobrevivencia, la periferia se convierte en el lugar de asentamiento,
por las facilidades de acceso a la ciudad y por los bajos costos de vida. Usualmente
las personas desplazadas deben vivir en las periferias urbanas, carentes de
infraestructuras y servicios; se ocupan de tareas propias de la economía informal y
en el mejor de los casos obtienen empleos de baja calidad y remuneración. También
afrontan problemas de hostilidad, discriminación y en no pocas ocasiones de
clientelismo para acceder a los servicios a que tienen derecho.
Soacha Cundinamarca trasciende la frontera de la capital colombiana, es una zona
de expansión de la ciudad de Bogotá que en su gran mayoría a crecido de forma
ilegal, es un territorio conurbado, el cual se convirtió en el lugar de llegada de la
mayoría de la población desplazada de todo el país, particularmente en Altos de
Cazucá, donde el acceso a terrenos para la construcción de “ranchos”, que permitan
la sobrevivencia, es más asequible que en otros lugares.
19 CASTAÑO, Bertha Lucía. (abril de 1994). “Violencia sociopolítica en Colombia: repercusión en la salud mental de las víctimas”. Corporación AVRE. Grupo Editorial Artes.
CAZUCÁ. BARRIO EL PROGRESO
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9
Pareciera entonces, que la vida, la integridad y la libertad de las personas que fueron
arrancadas de sus territorios, estuviesen garantizadas en los lugares de llegada, en
las ciudades donde el acceso a los mínimos vitales tiene una mayor operatividad; sin
embargo la realidad con la que se encuentran las familias que huyeron en busca de
mejores oportunidades para salvaguardar sus vidas, es poco alentadora.
ALTOS DE CAZUCA. Soacha Cundinamarca
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ALTOS DE CAZUCA. Soacha Cundinamarca
ALTOS DE CAZUCA. Soacha Cundinamarca
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Altos de Cazucá presenta niveles de conflicto y violencia urbana alarmantes, se han
intensificado los operativos militares que buscan desmantelar grupos guerrilleros que
aún tienen presencia en la zona, paralelo a esto se reconoce un aumento acelerado
de muertes selectivas en los barrios, que ponen de manifiesto el exterminio físico de
un grupo poblacional en específico: los jóvenes; se han aumentado las ejecuciones
extrajudiciales en la zona, sin embargo las autoridades oficiales encargadas de la
protección de los jóvenes desconocen esta tragedia humana narrada por sus
habitantes y consignada en la alerta temprana interpuesta por la Defensoría del
Pueblo a finales de 2002, donde se solicita con urgencia la protección de los jóvenes
de Altos de Cazucá.
A la campaña de exterminio físico de los jóvenes se suman las acciones ilegales de
los grupos armados, quienes instalan retenes, extorsionan a los comerciantes e
imponen normas de comportamiento a los pobladores, como la prohibición del uso de
pircing, trenzas, cabello largo y permanecer en grupos después de las nueve de la
noche. Entre los derechos más vulnerados se encuentran: el libre desarrollo de la
personalidad, a la vida, a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión, a la
libertad de asociación y aquellos que están orientados a satisfacer necesidades
inmediatas como el derecho a la educación, al empleo digno y bien remunerado y a
la construcción de tejido social.
Los asesinatos, amenazas, desapariciones, se registran como actos de delincuencia
común, sin embargo todas las formas de ejecución de esta barbarie humana en Altos
de Cazucá, son equivalentes a las formas de actuación de los grupos paramilitares,
que hicieron parte del proceso de desmovilización adelantado por el actual gobierno,
pero aún conservan en la zona un dominio territorial, los grupos paramilitares tienen
un interés primordial y es el de articular bandas de delincuencia común a sus
estructuras militares. Según Pérez “a la llegada del bloque capital, las rentas ilegales
de Bogotá y Soacha ya estaban organizadas y eran controladas por las
organizaciones delincuenciales locales. Las más consolidadas estaban vinculadas
con actividades delictivas como el expendio de estupefacientes, asaltos bancarios,
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piratería terrestre, paseos millonarios, fleteos, hurto de residencia y vehículos, el
sicariato y secuestro en diferentes partes de la ciudad. Dado que en la Localidad de
Bosa, Kennedy, al igual que barrios contiguos a esta zona, pertenecientes al casco
urbano de Soacha, predominan problemas de delincuencia juvenil, atracos, expendio
de drogas, disputa por linderos y propiedad de lotes en sectores subnormales, el
terreno fue fértil para la proliferación de “sindicatos de seguridad”. El origen de este
servicio local de seguridad está asociado con los barrios de Ciudad Bolívar que
colindan con los barrios de la parte alta de Soacha y […] de Altos de Cazucá […].
Estas estructuras de seguridad fueron originalmente organizadas por comerciantes y
Juntas de Acción comunal para hacer frente a la delincuencia, contratando individuos
con trayectoria en actividades al margen de la ley, para eliminar a delincuentes
reconocidos. Aquellos que eran capturados en flagrancia con frecuencia eran
muertos a golpes y patadas por integrantes de estos “sindicatos” a manera de
escarmiento”20.
Para tener un registro detallado de la barbarie que acontece en Cazucá, basta mirar
el boletín 324 de 2006 emitido por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz a cerca
de los Casos de Ciudad Bolívar y Cazucá21:
“Durante los dos días de sesión del Tribunal contra la impunidad, Nov. 24 y 25 de
2006 en el salón Elíptico del Congreso de la República de Colombia, los jueces han
conocido la dramática violación de los derechos humanos más fundamentales, los
crímenes contra la humanidad que se han cometido y el desplazamiento forzado de
cientos de miles de personas. Muchos habitantes de Ciudad Bolívar y Cazucá son
victimas de esta práctica sistemática y violenta del uso del terror y la intimidación que
privan a personas de su vida, su hogar, sus propiedades y su tierra. Además hay
20 PÉREZ SALAZAR, Bernardo. “Los grupos paramilitares en Bogotá y Cundinamarca. 1997-2005”. 21
El siguiente documento ha sido el veredicto del Tribunal Internacional contra la Impunidad
que sesionó entre el 24 y 25 de noviembre de 2006 FIRMADO POR: Padre Francois Houtart (Bélgica) Padre Javier Giraldo (Colombia) Dr. Chistopher Ferguson. (Canadá) Dra. Carmen Karagdag. (Filipinas) Orlando Fals Borda. (Colombia) Dra. Patricia Dahl. (Estados Unidos). Dr. Alexis Ponce. (Ecuador) Obispo James Decaer. (Canadá).
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evidencia innegable de la práctica de desapariciones forzadas, ejecuciones
extrajudiciales, secuestros, torturas, abusos sexuales e intimidación por parte del
ejército, la policía y grupos paramilitares en esta zona. Hay que subrayar que
especialmente los niños, niñas y jóvenes son blanco específico de los abusos.
La situación representa una política y práctica intencional y una estrategia de los
órganos del Estado, valiéndose de la represión contra la población civil directamente
o por medio de estructuras paramilitares, en su avanzada por consolidar un proyecto
social económico y militar. Los crímenes contra la población de Ciudad Bolívar y
Cazucá no son actos aislados ni representan las consecuencias secundarias ni
indirectas del conflicto armado. Van mas allá de las realidades de violencia urbana
que existen en muchas ciudades del mundo y por lo tanto, constituyen una
modalidad de violencia específica ligada a intereses económicos, políticos y militares,
nacionales e internacionales. Los crímenes son entonces del orden de Lesa
Humanidad; comprenden violaciones sistemáticas de derechos humanos
fundamentales, como el derecho a la vida, a la integridad física y además violación a
los derechos económicos, sociales y culturales.
En este contexto donde predomina la violencia y el conflicto, se identifica una de las
tantas expresiones de la barbarie: EL DESPLAZAMIENTO FORZADO
INTRAURBANO.
El cambio en las lógicas del conflicto, en cuanto a escenarios, objetivos, actores y
estrategias bélicas, ha hecho que el desplazamiento forzado en el país varíe, de tal
forma que actualmente no se puede hablar únicamente de las migraciones forzadas
por la violencia hacia la ciudad, sino que se deba hablar de ellas en la ciudad misma.
El fenómeno del desplazamiento forzado se ha convertido, de esta forma, en una
situación urbana, en medio de las disputas del territorio o de las manifestaciones
violentas del conflicto que viven las ciudades.
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4
El desplazamiento forzado intraurbano, complejisa y agudiza la violación de los
derechos humanos, los impactos de la violencia vivenciada inicialmente se vuelven
más profundos, puesto que revive momentos dolorosos, de miedo, de zozobra, de
angustia, lo cual afecta constantemente al sujeto, y no le permite culminar sus
procesos de duelo frente a los daños y las pérdidas, puesto que el daño permanece
con posibilidades remotas de ser reparado.
El acceso a los mínimos vitales que se confiere a cualquier ciudadano por ser parte
de un territorio, es negado a las poblaciones que llegan a asentarse en territorios que
no les son propios, pero que se ven obligados a habitar. Ahora bien, el acceso a los
derechos que se les confiere a estas poblaciones por ser víctimas de la guerra, es
impensable en contextos donde los mínimos vitales son negados a diario. El nulo
acceso a los derechos mínimos de subsistencia, y a los derechos de las víctimas,
presenta para estas poblaciones muchas alternativas para hacer frente a tales
situaciones deshumanizantes: el camino de la delincuencia, el camino de la
reivindicación de los derechos, el anonimato sufriente, la opción por la guerra, entre
otros.
Todos estos caminos señalados por la no garantía de los mínimos vitales, profundiza
las problemáticas sociales que acontecen en estos sectores periféricos. El
incremento de las bandas delincuenciales, el reclutamiento por parte de grupos
legales e ilegales, se convierten en alternativas para la subsistencia de estas
poblaciones; pero también la reivindicación de los derechos negados, puede ser una
alternativa para hacer frente a tal abandono. Pero a su vez se incrementan las
amenazas y asesinatos de los y las líderes y tiende a crecer el desplazamiento
intraurbano, como consecuencia de la extensión progresiva de las amenazas y las
agresiones contra estas personas en las ciudades.
En síntesis, hay millones de colombianos y colombianas que no pueden ejercer la
ciudadanía política en sus territorios, o en los territorios que les tocó habitar, después
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de ser despojados y que hacen evidentes las fracturas profundas de la construcción
nacional.22
El siguiente mapa, nos permitirá hacer el análisis temporal del conflicto y la violencia
presente en Altos de Cazucá.
22
ROMERO, Marco. (2008) “Desplazamiento y ciudadanía política”. CODHES. Bogotá
POBLACION DESPLAZADA. Altos de Cazucá.
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6
23.
23
Este gráfico hace parte del trabajo “Medellín: conflicto, violencia y ciudadanía en los noventa. Un balance sobre
las hipoótesis interpretativas. Realizado por: Vilma Liliana Franco entre 2002 y 2003. Tomado de: FRANCO;
Vilma (2004) “Conflicto Urbano: marco teórico – conceptual y herramientas metodológicas para su descripción
analítica”. Instituto Popular de Capacitación IPC. Medellín. Antioquia.
DÉCADA DE LOS 60
DESIGUALDAD
SOCIO-ECONÓMICA
URBANIZACIÓN
ILEGAL Y DESORDENADA
AUTODEFENSAS
BARRIALES
DELINCUENCIA
COMÚN
DESORGANIZADA
DÉCADA DE LOS 80
AUMENTO DE
DESEMPLEO
AUMENTO DE TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES
NARCOTRÁFICO
FUERZA
PÚBLICA
DÉCADA DE LOS 90
FRAGILIDAD DEL
MONOPOLIO DE LA
JUSTICIA
FRAGILIDAD DEL
MONOPOLIO DE LA
FUERZA
DELINCUENCIA
COMÚN
ORGANIZADA
MILICIAS
DECADA PRIMERA DEL S. XXI
ESCALAMIENTO
DE LA GUERRA
PARAMILITARIZACIÓN
DE LA CIUDAD
SITUACIONES DE
CONFLICTOS VIOLENTOS
SEGÚN EJE DE POLARIDAD
PARAMILITARES
FUERZA
PÚBLICA
INSURGENCIA
Y MILICIAS
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CONFLICTO URBANO24
La primera dificultad que se presenta para construir una relación parte de la
indefinición del concepto y de la confusión entre los conceptos de violencia urbana y
urbanización del conflicto armado. Además de las explicaciones que se dan para el
desplazamiento forzado intraurbano desde la urbanización del conflicto armado y la
violencia urbana, se plantea una tercera hipótesis desde el conflicto urbano.
El desplazamiento forzado intraurbano se presenta en medio de la disputa de
inclusión y exclusión de la ciudad, auspiciada por los actores armados, debido a la
ausencia del Estado. Los primeros desplazamientos se vivieron, en esta secuencia
explicativa, desde los ochenta, ligados a la expulsión de quienes lideraban
propuestas organizativas con relación a condiciones de inclusión en la vida urbana.
Para algunos actores armados con pretensiones de hegemonía sobre los territorios,
la pretensión por lo público y la búsqueda de la inclusión constituyen actividades
subversivas que ponen en cuestión los órdenes establecidos; para otros, tales
actividades son indicadoras de pertenencia o simpatía a grupos armados contrarios.
De ahí deviene la amenaza sobre líderes comunitarios con el fin de minar procesos
de organización, situación que obliga al desplazamiento de quienes pertenecen a
estas organizaciones y de sus familias.
La exclusión social, económica, y política, más la ausencia de condiciones reales de
protección para la acción, la violencia directa y el miedo generalizado hacen que las
posibilidades de permanecer dentro del territorio en el que se habita sean nulas.
Esas mismas falencias influyen en la escogencia de los sitios hacia los que se dirigen
quienes salen involuntariamente de sus barrios, con lo que se reproducen las
condiciones de exclusión del espacio urbano que generan nuevos desplazamientos
hacia otros barrios.
24ATEHORTÚA ARREDONDO, Clara Inés. (2007) “Caracterización del desplazamiento forzado intraurbano. Medellín 2000-2004”. Universidad de Antioquia Instituto de Estudios Políticos. Medellín
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8
CONFLICTO URBANO EN CAZUCÁ:
Una de las principales reivindicaciones de la población desplazada asentada en Altos
de Cazucá, refiere la legalización de las tierras en las cuales han construido sus
ranchos, esto con el fin de protegerse frente a los terreros que cobran los lotes en
varias ocasiones, debido a la ausencia de documentos que legalicen tal posesión.
“…Cuando llegué a Cazucá, me madaron donde el duro del barrio, él era el que vendía los lotes, yo fui donde él y me vendió el lote para hacer mi ranchito, pero a mi no me entregaron papeles de nada… yo construí con algunos materiales que logré conseguirme, y como a los tres meses llegaron a cobrarme el lote, que porque dizque habían matado el duro y que el que ahí mandaba ya era otro… pues me tocó pagar casi el doble, y en ese momento comenzamos la lucha por la legalización de esos terrenos, pero la respuesta era que no se podía porque estaban en zonas de alto riesgo… de esa lucha me llegaron las primeras amenazas y me tocó bajarme de la loma para San Mateo”25
Los terreros cobran varias veces el mismo lote, y si la familia no accede a tal pago,
son víctimas de amenazas y en varias ocasiones no hay amedrantamientos sino que
asesinan a las personas que se niegan a pagar nuevamente el terreno.
25
Testimonio Mujer desplazada del Tolima.
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Esta es la disputa por un lugar en la ciudad, debido a la no garantía de los mínimos
vitales por parte del Estado, las personas que en un inicio perdieron todo se ven
obligadas a seguir perdiendo en un lugar que les es ajeno y que no les recibe.
En estas condiciones es muy complejo poder reconstruir un proyecto de vida
conjunto, familiar, individual puesto que la no estabilidad en un lugar, se presenta al
ser humano como la imposibilidad de tener seguridad existencial afincada a un
espacio, un lugar, un conjunto, una comunidad, una sociedad; las relaciones de
confianza han sido totalmente destruidas, lo que interfiere aún más en la
continuación o reconstrucción de los proyectos de vida, se insertan en una sociedad
de la prevención, donde aquel que está al lado es un potencial enemigo; es esta la
realidad sobre la cual se construyen proyectos de corta duración que terminan siendo
para el ser humano la mayor manifestación de la frustración frente a la posibilidad de
hacer vida, después que les fue despojado todo su ser.
El caso particular de Altos de Cazucá presenta matices que hacen aún más compleja
la interpretación del conflicto urbano, puesto que es la combinación de múltiples
estrategias de despojo para la consecución final de grandes proyectos como la
construcción de enormes urbanizaciones y megaproyectos.
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0
El fenómeno de la conurbación puede verse claramente en esta imagen, se presenta
la ciudad de Bogotá absorbiendo los pequeños municipios, hay un crecimiento
acelerado de la urbe lo que genera la coptación de áreas rurales como en sus inicios
fue Altos de Cazucá, aportando aún más a la expansión desenfrenada de la ciudad.
Las grandes constructoras de urbanizaciones tienen un interés muy alto en la compra
de terrenos en Altos de Cazucá, en particular en la zona de San Mateo, debido a que
es el barrio más cercano a la autopista sur, que es la vía principal de acceso a la
ciudad de Bogotá.
“Nosotros seguimos con el cuento de lograr que nos legalizaran las tierras, pero imagínese que cuando fuimos a ver allá, nos dijeron que no que esos eran terrenos baldíos, eso quiere decir que allá no vive nadie, pero es que lo que no nos dijeron y que nunca van a decir, es que esa loma de San Mateo pa´ rriba, ya tiene dueño, ahí van a derrumbar todo eso y van a seguir construyendo una urbanización, todas con casas de interés social, pero no crea que son para nosotros, usted ve ahí a la entrada de San Mateo las urbanizaciones que ya hicieron, y los arriendos son carísimos
BOGOTA
ALTOS DE
CAZUCA
SAN
MATEO
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pa´ nosotros que escasamente tenemos pa´ la comida…es que eso es un negocio muy redondo, ahí también están las canteras, esas si que sacan plata, pero no crea nada de eso pa´ la comunidad… pero bueno nosotros denunciamos la explotación de la tierra y eso nada de nada, lo que nos trajo fue problemas, porque nos mandaron unos muchachos de “tomasito”, y nos dijeron que nos quedáramos callados y también conoceríamos el fondo de la laguna… nuevamente me tocó quedarme callada porque ya no tenía pa´ donde irme, entonces decidí quedarme shhhhh… ”26
VIOLENCIA URBANA27
Al igual que el conflicto armado político, la violencia ha estado ligada, como un
fenómeno de larga duración, a los procesos de formación del país; una de las
modalidades que se ha presentado es la violencia urbana, nombrada como violencia
común, que se relaciona con la existencia de hechos violentos de origen no político
26
Testimonio Mujer desplazada del Tolima. 27 ATEHORTÚA ARREDONDO, Clara Inés. (2007) “Caracterización del desplazamiento forzado intraurbano. Medellín 2000-2004”. Universidad de Antioquia Instituto de Estudios Políticos. Medellín. Pág. 106
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2
en el espacio de circulación e interacción de las personas; expresiones que aparecen
como propias de esta tipología son delitos, atracos, asaltos a mano armada, ajustes
de cuentas, riñas callejeras. Se ha entendido, entonces como (…) “aquella violencia
que sucede en las calles de las ciudades con un énfasis habitual en los hechos de
sangre”28. Los actores que en principio son los causantes de la misma se tratan como
delincuentes, y entre ellos se pueden mencionar las bandas delincuenciales, las
pandillas, los grupos de autodefensa, entre otros.
A partir de una definición de lo urbano como un espacio en el que se da la
producción de las relaciones sociales, culturales y económicas, en el que coexisten
diferentes visiones de territorio y, por tanto, donde conviven la heterogeneidad, la
contradicción, el cambio, los procesos de movilidad y de confrontación de intereses,
los conflictos y contradicciones se presentan como una condición de las relaciones.
La ausencia de mecanismos que den salidas pacíficas a estos conflictos hace que la
violencia sea la forma más recurrente de solución de los mismos.
Por este camino la violencia urbana (puede entenderse como) la violencia típica del
mundo contemporáneo, más allá de la geografía citadina. En este sentido, el
desplazamiento forzado aparece ligado a la configuración y dominio de actores que
ocupan un lugar significativo en la configuración de órdenes y en la oferta de
seguridad, ligado con procesos de obtención de poder económico y territorial.
El desplazamiento se produce a partir del desarrollo de actividades delictivas o para
la protección de sus propios intereses, desde lo privado, desde la autoprotección de
los bienes y los territorios; la situación continúa cuando la oferta de seguridad la
hacen los actores del conflicto político armado en la ciudad. En este momento se
entrecruzan, dentro de la violencia urbana, la violencia social que se presenta desde
28 GÓMEZ CORREA, Jaime Arturo y otros. “Estado del conocimiento sobre la violencia urbana en Antioquia en la década de los noventa”. En: Balance de los estudios sobre violencia en Antioquia. Grupo interdisciplinario de investigación sobre violencia. Instituto de Estudios regionales. INER. Universidad de Antioquia. 2001. Medellín.
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3
la conformación de algunos sectores, y la violencia política, a tal punto que no es
posible ver claramente las motivaciones de los actores para desplegarla29.
Los actores, tanto políticos como no políticos, mantienen el destierro y la violencia
directa como una forma de mantener la seguridad en los barrios; así, el destierro bajo
amenaza de muerte se mantiene, causando migraciones forzadas por la violencia, de
un sector a otro de la ciudad. “Todas estas formas de violencia presentes en las
ciudades constituyen lo conocido como “Violencia urbana”. Hoy, en muchas ciudades
del país, esas distintas formas de violencia coexisten, se retroalimentan y se mezclan
con la violencia de las expresiones urbanas del conflicto armado del país”.30
En el marco de este contexto de exclusión, violencia, conflicto, sobrevivencia, el
proyecto de vida de quienes en busca de salvaguardar su vida se asientan en estas
zonas, sigue cambiando, se reformula, se trastoca, sufre daños permanentes.
29 El entrecruzamiento de ambas violencias se ha descrito como una particularidad de la ciudad. Ver al respecto a FRANCO y otros. Op. Cit. 30 ARBOLEDA, Sergio. LONDOÑO, Catalina. (2004) “Desplazamiento Intraurbano como consecuencia del conflicto armado en las ciudades”. DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Bogotá Colombia. Pág. 15
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4
EL DESPLAZAMIENTO FORZADO:
AFRENTA CONSTANTE Y DAÑO AL PROYECTO DE VIDA
El fenómeno del desplazamiento forzado, nos permite realizar la distinción de unas
etapas fundamentales que acontecen durante el éxodo vivido, éxodo que no termina
con el asentamiento en lugares ajenos, sino que debido a la agudización del conflicto
interno y su persistencia en el tiempo y en el espacio, continua adquiriendo nuevas
significaciones, nuevos daños, nuevas pérdidas, dolores y sufrimientos.
Estas etapas no deben ser leídas en términos lineales, sino en constante
transformación, puesto que la complejidad con que se presenta el conflicto interno en
el país, hace de cualquier lectura un mundo abierto a las posibilidades.
Se identifica entonces, una primera etapa que antecede al momento doloroso de la
salida del lugar habitado, es un antes donde es construido en una temporalidad
particular, el proyecto de vida ya que “el ser humano, para realizarse en el tiempo en
tanto ser libre, debe proyectar su vida. La vida resulta así, un proceso continuado de
haceres según sucesivos proyectos. El proyecto tiene como condición la
temporalidad.
En el presente decidimos lo que proyectamos ser en el instante inmediato, en el
futuro, condicionados por el pasado. (…) El ser humano para proyectar, como está
dicho, vivencia valores, lo que le permite escoger entre una infinidad de posibilidades
aquella que decide ser en el futuro. Puede privilegiar el valor de la virtud o del bien, el
de la justicia, el de la belleza, el de la utilidad, el de la solidaridad, el del amor o
cualquiera otro dentro de la inmensa gama bipolar que constituye lo que se conoce
como "la jerarquía valorativa" (…) El ser humano, para realizar un proyecto de vida al
par que su posibilidad de vivenciar valores, cuenta con sus propias potencialidades
psicosomáticas, con los otros y con las cosas del mundo.
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5
Todo ello le ofrece un vasto horizonte de posibilidades. Para realizar un proyecto se
vale, desde su yo, de su cuerpo y de su psique, de los otros, de las cosas,
condicionado por su pasado. Todo ello le sirve como estímulos y como posibilidades
para proyectar su vida.31
Ahora bien, “cabe distinguir entre el "proyecto de vida", en singular, y los "proyectos
de vida", en plural. Si bien la persona vive proyectándose es dable distinguir entre los
múltiples proyectos que el ser humano diseña en su vida, al menos uno de entre
ellos que tiene la característica de su fudamentalidad para la existencia, que es
radical, que compromete todo su ser, que es aquel en el que se juega su destino y el
que otorga sentido a su vida. Nos referimos, en este caso, al "proyecto de vida".
Obviamente, es posible que al lado de este proyecto de vida pueda existir otro que
también adquiere para el ser humano una especial trascendencia”.32
En la elaboración temporal e histórica del proyecto de vida, entran a jugar los
contextos, las posibilidades, las potencialidades, las circunstancias adversas o
favorables, los discursos de los otros. Por lo tanto en la cimentación del proyecto de
vida, hay un mundo interior y un mundo exterior que perfila la libre decisión del ser
humano en su opción proyectada a futuro, condicionada por el pasado, en el
presente inmediato de su construcción.
Una segunda etapa, es el momento de la salida, donde hay una multiplicidad de
derechos afectados, los cuales desbordan cualquier posibilidad estadística de
medición, ya que toca lo más profundo del ser.
La población afectada, durante la salida, se encuentra en un estado especial de
debilidad, vulnerabilidad e indefensión frente a realidades adversas que se
presentan, es el momento en el cual el proyecto de vida comienza a ser
“condicionado por las posibilidades como por las resistencias que le ofrece tanto su
31 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. (1996) “El daño al proyecto de vida”. Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica, No 50. Lima. Pág. 4. 32 Ibíd., Pág. 26
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6
mundo interior, su unidad psicosomática, como por aquellas del mundo exterior. No
sólo el cuerpo o la psique pueden frustrar el proyecto de vida, sino también los
obstáculos que le ofrecen las cosas y, por cierto, la acción de los demás en el seno
de la sociedad”33.
En el momento de la salida obligada, se conjugan sentimientos de culpa, de dolor, de
sufrimiento, de desesperanza, sentimientos que se ven obligados a desvanecerse en
el instante, puesto que lo inmediato es la supervivencia. La salida obligada del lugar
donde se habían construido identidades, lazos sociales, genera daños profundos en
el proyecto de vida construido; “el daño al proyecto de vida acarrea como
consecuencia un colapso psicosomático de tal magnitud para el sujeto -para cierto
sujeto- que afecta su libertad, que lo frustra. El impacto psicosomático debe ser de
una envergadura tal que el sujeto experimente un vacío existencia”.34
En esta situación, el ser humano se enfrenta a la nada al perder su vida su rumbo
axiológico. Recogiendo una expresión de Milmaiene, "el desconsuelo invade a un
hombre que pierde la fuente de gratificación y el campo de despliegue de su apuesta
vital". Como el autor lo expresa con precisión, en el daño al proyecto de vida el
impacto psicosomático es tan fuerte que ataca "el núcleo existencial del sujeto, sin el
cual nada tiene sentido". El vacío existencial es el resultado de la pérdida de sentido
que sufre la existencia humana como consecuencia de un daño a su proyecto de
vida”35.
Dentro de los daños generados en el momento de la salida obligada del territorio
debemos tener en cuenta “la diferencia de grado que existe entre el "daño psíquico",
cualquiera sea su magnitud y que es siempre el antecedente del "daño al proyecto de
vida", de este último. Las consecuencias que cada uno de tales daños generan en la
vida del sujeto, tal como se advierte, son distintas.
33 Ibíd., Pág. 6. 34
Ibíd., Pág. 27 35 Ibíd., Pág. 26.
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7
En un caso, se produce tan sólo una alteración o modificación patológica del aparato
psíquico, mientras que en el daño al proyecto de vida se trunca, de raíz, el sentido
valioso de la vida. En síntesis, no podemos confundir un daño a la estructura
psicosomática del sujeto, que acarrea consecuencias biológicas -lesiones de todo
tipo- y efectos en su salud –es decir, en el bienestar integral-, con el daño a la
libertad misma del sujeto, el que se traduce en la frustración de su "proyecto de
vida".36
El daño al proyecto de vida, que bloquea la libertad, es la consecuencia de un daño
psicosomático, ya que no es posible dañar "directamente" aquello de lo que se tiene
"experiencia" pero que carece de "ubicación" en tanto se trata del ser mismo del
hombre. Si el colapso es de una magnitud tal que sume al sujeto en un estado de
pérdida de consciencia, que metafóricamente se suele describir y conocer como
"vegetativo", es decir, de imposibilidad de comunicación, si bien no se aniquila la
libertad en sí misma -lo que sólo seria posible con la muerte- se está, de hecho,
anulando su capacidad de decisión.
Si el daño, en cambio, es de un grado inferior en lo que se refiere a sus
consecuencias, si bien no se anula la capacidad de decisión, se infiere al sujeto un
daño que incide decisivamente en su posibilidad de "realizar" una decisión libre, de
actuar un proyecto de vida. En este sentido, el daño al proyecto de vida compromete,
seria y profundamente, la libertad del sujeto a ser "él mismo" y no "otro", afectándolo
en aquello que hemos denominado su identidad dinámica, es decir, el despliegue de
su personalidad.37
En una tercera etapa, “los desplazamientos forzados ocurren generalmente en las
zonas veredales, generándose en principio un éxodo hacia las cabeceras
municipales, de tal suerte que pequeños municipios del país, registran crecimientos
inusitados de población. Sin embargo, el escalonamiento del conflicto obliga a que el
36 Ibíd., Pág. 27. 37 Ibíd., Pág. 26.
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8
éxodo continúe hacía las grandes ciudades, donde son mayores las posibilidades de
anonimato”38, es este el momento del asentamiento, en esta etapa, las personas
experimentan un estado de precariedad generalizada. Inicialmente las víctimas
están en la búsqueda de elementos que les permitan la supervivencia, evidenciados
en la urgencia de encontrar apoyos que permitan mitigar las necesidades básicas y
la adaptación siquiera elemental al nuevo contexto.
Esto trae consigo múltiples problemas entre los cuales se puede resaltar los de
adaptación al nuevo entorno, lo que en vista del proceso de recuperación se ve
reflejado en la dificultad para aclarar expectativas. Así mismo, el sufrimiento, la
angustia y la ansiedad que produce no tener opciones que les permita siquiera
superar la etapa de emergencia, genera además en muchas de estas personas
profundos conflictos personales, familiares y sociales. Sin embargo “el daño al
proyecto de vida es un daño futuro y cierto, generalmente continuado o sucesivo, ya
que sus consecuencias acompañan al sujeto, como está dicho, durante su transcurrir
vital”39. El daño generado en el momento de la salida obligada de su territorio, genera
una huella en el ser humano, que permea la vida del ser que fue despojado.
De igual manera, “las consecuencias del daño al proyecto de vida lograrán
sobrellevarse de algún modo si el sujeto tiene otros valores, de parecida, igual o
mayor importancia, cuyo vivenciamiento le otorguen a su vida un nuevo sentido, que
podría, de alguna manera, sustituir al que parecía haber perdido. Podría ser el caso
de un ser humano de extraordinaria fortaleza moral, de coraje, de un impresionante
deseo de vivir, de una honda vocación de servicio a los demás. Tal vez en el servicio
al prójimo, si el sujeto es solidario, podría, de superar su trauma existencial,
encontrar la nueva razón de su vida.40
38 BELLO, Martha Nubia. “2003”. Ponencia presentada en la Conferencia regional "Globalización, migración y derechos humanos", organizada por el Programa Andino de Derechos Humanos, PADH. Quito - Ecuador. 39 Op. Cit., pág.28. 40 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. (1996) “El daño al proyecto de vida”. Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica, No 50. Lima. Pág. 31.
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9
Un profundo y explicable dolor experimentado por la muerte de un ser querido es
muy intenso en un primer momento pero, poco a poco, va diluyéndose,
transformándose en otros sentimientos y afectos. Muchas veces el dolor inicial se
convierte, con el transcurso del tiempo, en un sentimiento duradero de orgullo por la
calidad humana del que ya no nos acompaña en la ruta de la vida, o en uno de
gratitud para con el ser querido que dejó de existir por lo mucho que de él recibimos
mientras estuvo con nosotros. Más que con dolor, muchas veces evocamos con
ternura, nostalgia y afecto la memoria de quien nos abandonó. Con frecuencia, el
sufrimiento que experimentamos en el pasado se transforma en una remembranza
de sus cualidades personales y, al considerarlo como un paradigma, tratamos de
seguir su ejemplo.
En cambio, en el supuesto del daño al proyecto de vida la situación es diferente. Se
trata de un daño cuyas consecuencias, que comprometen la existencia misma del
sujeto, suelen perdurar. Ellas difícilmente logran ser superadas con el transcurso del
tiempo. El daño causado es de tal magnitud que frecuentemente acompañan a la
persona por toda la vida, por lo que compromete su futuro. La víctima ha
transformado, en gran medida, su propia identidad. Dejó de ser lo que libremente se
propuso ser. Dejó de realizarse a plenitud. Es, pues, imposible confundir las
consecuencias, a menudo devastadoras del daño al proyecto de vida, con aquellas
otras, de naturaleza afectiva, que son constitutivas del daño moral.
Daño moral es el daño no patrimonial, es inferido a los derechos de la personalidad o
a valores que pertenecen más al campo de la afectividad que al de la realidad
económica (…) El más grave daño que se puede causar a la persona es aquel que
repercute de modo radical en su proyecto de vida, es decir, aquel acto que impide
que el ser humano se realice existencialmente de conformidad con dicho proyecto
libremente escogido, atendiendo a una personal vocación. (…) El daño a la persona
significa el agravio o lesión a un derecho, a un bien o un interés de la persona en
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cuanto tal, comprendiéndose dentro de él hasta la frustración del proyecto existencial
de la persona humana, todo ello es más complejo que el sufrimiento o el dolor41
Daños morales y daños al proyecto de vida, se presentan en el momento en el cual
es ser humano es despojado de su vida social e individual en el momento de la
salida obligada, daños que permanecen, puesto que la necesidad de sobrevivencia
en los lugares de llegada que niegan los mínimos vitales, distraen la atención y no
permiten hacer conciencia en los primeros instantes de las pérdidas y los daños
padecidos por el rigor del conflicto.
Una cuarta etapa, una vez alcanzan la ciudad, algunas de las víctimas deben
afrontar un nuevo tipo de desplazamiento: el intraurbano. En este sentido, además
de huirle a la violencia, al desempleo y la constante estigmatización social, deben
cambiar su lugar de vivienda permanentemente debido a situaciones de inseguridad
pues muchos deben soportar la incansable persecución de parte de uno u otro grupo
armado, quienes no descansan hasta cumplir con su sentencia, “muchos pobladores
intentan huir de los hostigamientos y salvar su vida de las acciones de milicias
urbanas, grupos paramilitares y bandas delincuenciales que se disputan el control de
territorios y habitantes, así como de los enfrentamientos permanentes entre estos
grupos, y entre Fuerza Pública y los mismos”42, la dinámica del conflicto en los
barrios obliga a muchas personas a cambiar de residencia, sin ninguna garantía para
sus bienes que, en muchas ocasiones, nunca los pueden recuperar.
El proyecto de vida sigue viéndose afectado por la presencia y recurrencia del
conflicto social interno del país, aquellos sujetos que a pesar de los múltiples daños
provocados a su proyecto de vida, encuentran en su sistema de valores un aliciente
para continuar con su proyección inicial, hallan en los lugares de asentamiento
posibilidades de subsistencia pero también riesgos inminentes de nuevos posibles
daños.
41Ibíd., Pág. 33. 42ARBOLEDA, Sergio. LONDOÑO, Catalina. (2004) “Desplazamiento Intraurbano como consecuencia del conflicto armado en las ciudades”. DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Bogotá Colombia.
Pág
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1
DESPLAZAMIENTO FORZADO EN COLOMBIA
PÉRDIDAS, DAÑOS Y TRANSFORMACIONES EN EL PROYECTO DE VIDA
“Aquel que, por distintas razones, se queda como desterrado pierde su antiguo aspecto, siempre se encuentra en tierra extraña porque en adelante ya no tiene
patria. Nunca será más parte de la ciudad de la que fue despedido y tampoco de otra tierra, le tocará luchar contra la necesidad y soportar la hostilidad que ha sido fijada
contra él, pues de todas partes se le quiere tener lejos. Su destino es volverse lejos de cada lugar al que llega, porque es un proscrito
arrojado por la ciudad de la vagancia” Héctor Gallo.
(Entre destierro y Desplazamiento)
El proyecto de vida a nivel colectivo, individual, familiar y social de los y las
ciudadanas colombianas, ha sido claramente afectado por la realidad presente,
signada históricamente por múltiples expresiones del conflicto armado y del
desplazamiento forzado. El conflicto armado y las situaciones adversas que trae
consigo, se han venido configurando en la historia del país como expresiones
naturales dentro de las cotidianidades, hecho que complejisa aún más el escenario
social y obstaculiza cualquier posibilidad de encontrar salidas verdaderas al conflicto.
El conflicto armado en el país ha tenido múltiples transformaciones y expresiones, lo
que lo hace aún más complejo, puesto que se reconoce la aparición de nuevos
actores, nuevas modalidades de violencia, nuevas estrategias de guerra, esto genera
en la cotidianidad, la densificación de ambientes signados por el miedo, la
desesperanza, la transformación de formas de producción, de comunicación,
modifica sustancialmente la utilización de los recursos, las prácticas de socialización,
las expectativas de vida, en últimas, modifica fundamentalmente la posibilidad de los
seres humanos de proyectarse en el tiempo, de escoger y privilegiar libremente
valores sociales que fortalezcan la humanización social.
El siguiente mapa, da cuenta de las manifestaciones del conflicto armado y del
desplazamiento forzado en Colombia, expresadas en la huida para salvaguardar la
vida y la de los pocos miembros del núcleo familiar que aún quedan. Esta es la
historia de una mujer afro descendiente, de 48 años de edad, campesina, lidereza
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comunitaria, madre de cuatro hijos, viuda (a causa del conflicto armado), quien fue
desplazada del departamento del Chocó, luego del departamento de Antioquia,
posteriormente del departamento de Bolívar, y finalmente dentro de la ciudad de
Bogotá (Altos de Cazucá, Bosa), lleva dos desplazamiento intraurbanos, y en la
actualidad está pidiendo asilo político en otro país.
Es la historia de un proyecto de vida, fracturado por la violencia, pero sostenido por
la organización social; es un caso emblemático, en el cual pueden verse
representados muchos casos dolorosos de ciudadanos y ciudadanas que a diario
comparten el mismo espacio con los actores armados, y su trasegar por los caminos
de un país en guerra, hace de su vida una escena caótica, que pasa de evento en
evento traumático.
Esta silla representa la ausencia a la cual está condenada Sofía43, no puede llamarse por su propio nombre, no puede mostrarnos su rostro, no puede
mostrarnos dónde vive, porque aquellos ladrones de vidas están conspirando a diario el cómo lograr silenciarla…
43
El nombre de la mujer que otorgó la información, será modificado por solicitud expresa de ella.
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RUTA DEL DESTIERRO
BOSA
(2do
DESPLAZAMIENTO
INTRAURBANO)
MEDELLIN
(2do
DESPLAZAMIENTO)
BOGOTÁ.
SOACHA ALTOS DE CAZUCÁ
(4o
DESPLAZAMIENTO)
QUIBDÓ
(1er
DESPLAZAMIENTO)
CARTAGENA
(3er
DESPLAZAMIENTO)
SOACHA. SAN MATEO
(1er
DESPLAZAMIENTO
INTRAURBANO)
EXILIO
CACARICA CHOCO
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En esta ruta que describe el destierro al cual ha sido sometida Sofía, se pueden
identificar cuatro etapas fundamentales que han constituido y trastocado su proyecto
de vida:
Un antes, del desplazamiento.
El momento de la salida.
El momento del asentamiento en otro lugar.
Nuevos desplazamientos (interveredales, inter barriales, intraurbanos,
confinamientos, etc.)
ANTES DEL DESPLAZAMIENTO.
Si bien las comunidades, las personas, los grupos familiares, afectados por el
conflicto armado en el país, habitaban regiones que históricamente han sido pobres,
excluidas, marginadas, como el departamento del Chocó, donde la presencia del
Estado es nula en tanto a la garantía de mínimos vitales, se refiere una vida signada
por la felicidad, la tranquilidad, la solidaridad.
“Nosotros antes vivíamos con lo necesario para vivir, con el plátano, la yuca, el pescao, las frutas, todo eso lo teníamos…mi papá me metía mucho en la cabeza que yo tenia que trabajar para conseguirme la casita por allá, yo recuerdo mucho que mi papá cuando yo tenía como 7 añitos me regaló unas chanquitas amarillas, porque yo le llevé manojos grandotes de plátano y me dijo que cuando creciera tenía que ser una mujer de bien, con mis hijos, mi esposo, y que trabajara desde chiquitica para poder conseguir la casita…todos mis hermanos eran muy trabajadores, ellos cortaban gajos en las bananeras, ellos muchas veces me llevaban a jornaliar con ellos… yo aprendí mucho a trabajar fue con ellos… ”
Se relaciona entonces, un antes signado por la abundancia de los alimentos básicos
dotados por la madre tierra, se hace mención a una vida feliz en el campo donde la
familia construye relaciones, valores comunes y proyectos conjuntos. La seguridad
vital estaba garantizada, lo que le permitía tener certeza de su vida en tanto a los
recursos sociales y económicos necesarios para la satisfacción de sus necesidades
básicas.
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Los valores privilegiados que hacen parte de la socialización primaria de Sofía, son
valores constituidos a partir de las potencialidades psicosomáticas propias y las de
sus próximos, hermanos, padres, tíos, amigos. Sofía entonces proyecta su vida
determinada a los valores construidos en la familia, donde prima la vida laboriosa del
campo. Estos valores privilegiados en su núcleo familiar y su contexto social,
permiten reconocer en Sofía una clara disposición al trabajo en el campo, su
identidad entonces se construye a partir de los discursos de los “otros”, y de sus
propias posibilidades. Es en tanto una mujer campesina, que a partir de los procesos
de socialización, logra construir su proyecto de vida singular, y este corresponde a la
realización como una mujer casada, responsable de los que haceres domésticos y
consagrada a sus hijos.
De igual manera, este contexto nombrado como un antes signado por la felicidad,
permite a Sofía tener Seguridad Existencial, en tanto la tranquilidad del campo
permite el libre desarrollo de sus proyecciones, cuenta con un entramado social que
le permite generar lazos de confianza con quienes comparte la cotidianidad, y esto
trae consigo para ella la garantía de certezas existenciales.
Se evidencia entonces, la construcción de un proyecto de vida singular que pone en
evidencia la capacidad de decidir, esto se nombra como el ejercicio de su propia
Autonomía, es la capacidad de decidir sobre el cómo y el qué quiere vivir; pero
también un proyecto conjunto que se teje en razón de proyectos de vida familiares y
comunitarios.
“A mis hermanos, más que todo al más grande, les gustaba mucho hacer convites para ayudar a los otros campesinos, allá en las bananeras cuando se enojaban con los patrones porque no les pagaban bien, ellos eran los primeros en estar allá, y todos los de la casa íbamos a ayudarles también… ahora yo recuerdo a mi hermano y me duele mucho (relato acompañado de llanto); pero yo creo que esa fue como la herencia de mi hermano, a mi desde chiquita me ha gustado ayudar a los demás…”
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La ayuda a los demás, fue entonces el proyecto de vida que diseñó Sofía, el
proyecto que ha comprometido todo su ser, es aquel en el que juega su destino y el
que otorga sentido a su vida. Un proyecto de vida construido a partir de la
penetración de contextos particulares, de posibilidades, de potencialidades, de
circunstancias favorables, pero primordialmente construido a partir del discurso de
los otros, de sus próximos, lo que nos lleva a concluir que la cimentación del
proyecto de vida de Sofía, contó con la existencia de un mundo interior y un mundo
exterior que perfiló su libre decisión.
EL MOMENTO DE LA SALIDA.
“…en todos los desplazamientos ha habido muchas muertes, de familiares, amigos, parientes, vecinos, eran especiales las muertes de los hermanos, fueron cuatro hermanos los que me asesinaron (relato acompañado de llanto), mi esposo, dos hijos y muchos compañeros, en el año del 97 cuando fue el desplazamiento de la zona Chocó, más que todo de Cacarica, Riosucio y de ahí en adelante en las comunidades de Pabarandó, los niños, los ancianos, eso fue una caminata en el transcurso de 15 días, y se murieron los abuelos, en la caminata, murieron tres embarazadas, uno de los bebés se salvó, los otros murieron, las condiciones del campo eran muy malas, había mucha agua, mucha hambre, y la necesidad de llegar y salir de las montañas. Parte del ejército se había metido en las veredas y sacaban los campesinos, hasta el cementerio de la finca, era en esa comunidades, parte de los campesinos se atrincheraron en las bóvedas, y ahí los mataron, otros salieron, destruyeron el propio cementerio donde ya las personas estaban muertas, algunos se quedaron, pues como fue arremetida del ejército por el aire y por la tierra, iban los paramilitares por los caños, por los ríos, porque únicamente se podía andar por los ríos y por el pantano y las 16 comunidades salieron, y llegamos hasta el municipio de Pabarandó, donde se hizo la matanza, donde el ejército se escondía y pescaba a los campesinos, a los desplazados, como pescaron en el río, y en el río había que tener mucho cuidado, y había que ir a conseguir comida a la finca que quedaba alrededor, lo que era el plátano, la yuca, no volvían, porque el batallón se encargó de atrincherar la zona, y de tener una arremetida militar alrededor de la población desplazada, ahí hubieron muchas muertes que se quedaron impunes”. “…le habían advertido a la gente que saliera y la gente había resistido no quería salir, entonces ya ellos los tenían señalados como guerrilleros, todos los campesinos que vivían en diferentes zonas del departamento del Chocó (…) cuando estábamos caminando por la selva, yo parecía como en un sueño, a mi no me parecía que fuera verdad todo lo que me había pasado, estaba como el shock, yo
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no sé, era algo muy raro, porque a mi me tocó salir sola, mi papá no se quiso venir, y los otros me tocó dejarlos allá en el campo muertos (silencio prolongado)…”
En este momento doloroso y traumático se experimenta un estado especial de
debilidad e indefensión, ya que el proyecto de vida comienza a ser condicionado por
las manifestaciones del mundo exterior e interior. De cara al evento traumático, lo
que prevalece es la subsistencia, lo que conlleva a que Sofía contenga su sufrimiento
y genere un colapso psicosomático que la expone al máximo a experimentar un
vacío existencial.
“…cuando llegué a Quibdó, la cosa fue muy dura (relato acompañado de llanto prolongado) ya no tenía a mi esposo, ni a mis hijos, estaba sola (silencio prolongado), yo quería morirme, pero los otros me decían “monita, tranquila que esto no se queda así”, era lo único que medio me levantaba, y yo veía a los otros muchachos que no se dejaron matar, muchos amigos de mi esposo y de mis hermanos, y ellos me animaban… pero yo no quería hacer nadita, yo lo único que quería era morirme… eso fue muy duro (silencio prolongado)”.
Retomando a Milmaiene: el desconsuelo se apoderó de Sofía. Sin embargo cabe
distinguir en este momento la diferencia sustancial entre “daño psíquico” y “daño al
proyecto de vida”; en lo primero se produce tan solo una alteración o modificación
patológica del aparato psíquico, hay un daño a la estructura psicosomática, y en el
segundo se reconoce la frustración del proyecto de vida en su totalidad, sin embargo,
debe tenerse en cuenta, que el colapso en el aparato psíquico puede ser de tal
magnitud, que puede llegar a sumir al sujeto en un estado de pérdida de consciencia,
que metafóricamente puede llamarse “ser vegetativo” , en el que se pierde cualquier
posibilidad de comunicación.
De otro lado, podemos reconocer el daño en un grado inferior, dependiendo de sus
manifestaciones y consecuencias, si bien este daño de menor profundidad, no anula
la capacidad de decisión, si infiere al sujeto la posibilidad de ser “el mismo”,
afectándolo en su identidad dinámica, es decir, en el despliegue de su personalidad.
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“…todo para mi fue muy rápido y muy duro, yo me enfermé mucho, no quería ni siquiera comer, pero yo le debo mucho a los amigos de mi esposo, que me acompañaron en todo momento y ellos me animaban a continuar, siempre me decían que la muerte de ellos no quedaría así, yo logré levantarme de ese dolor tan grande, pero no crea, ahorita todavía me da muy duro. (Suspiro prolongado, silencio)”.
Se reconoce entonces, cómo el primer evento traumático en Sofía, el primer
desplazamiento, generó una alteración profunda en su aparato psíquico, que fue de
un grado significativo, pero no agudo, lo que le permitió aferrarse a las expectativas
de futuro que construyó conjuntamente, de igual manera se observa en Sofía, la
pérdida de seguridad sobre el proyecto de vida imaginado antes del desplazamiento,
pero esto no logra frustrar su proyecto de vida colectivo.
“…pero yo tenía que seguir adelante, todavía tenia unos hijos que mantener, mi mamá y mi papá, yo de todas maneras tenía a muchas personas alrededor y tenía que seguir ayudándolas, había muchos guérfanos, unas mujeres muy enfermas, entonces yo tenía que seguir, por más mala que me sintiera…comencé a recorrer casi todo el país, del Chocó me fui hasta Urabá, luego a Antioquia y de Antioquia a Bolívar y de Bolívar a Bogotá y todo ha sido desplazamiento, yo no sé si estoy condenada a estar como mi papá, desplazada toda la vida…en estos momentos ni siquiera sé dónde está él, él anda con una maleta por todo el país, nunca sabemos dónde está, en todos los lugares donde llego, lo primero que hago es empezar a organizar grupos, y nunca dejo atrás mis muertos, yo lo que hago es volver a ver en qué van las denuncias y todo… yo creo que por eso es que no he podido parar en ningún lado (relato acompañado de risas)”
En este sentido reconocemos que hay un daño al proyecto de vida singular en Sofía,
le es negada la posibilidad de conformar un núcleo familiar soñando y planeado
desde su proyección inicial, es negada la posibilidad de ser campesina, fue
desarraigada de su tierra, de su casa heredada. Sin embargo hay una dinámica que
permite a Sofía, sortear la situación de daño a su proyecto de vida singular y
comienza a dar cumplimiento al proyecto de vida plural, construido a partir de los
relatos, las experiencias y las vivencias de los otros; es así como la organización
social, se convierte en un medio eficaz para dar trámite a la realización del proyecto
de vida.
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Dijéramos entonces que la guerra vivida en el primer desplazamiento forzado,
acompañado de pérdidas humanas, materiales, culturales, sociales, morales,
espirituales, tuvo la capacidad de destruir el proyecto de vida singular de Sofía, pero
potencializó un acelerado proceso de fortalecimiento del proyecto colectivo.
“… yo me dediqué con los demás a mirar qué podíamos hacer para
regresar, pero todo fue imposible, yo decidí mandar a los niños para
diferentes partes, porque todo estaba muy caliente allá en Quibdó… eso
fue lo más duro, dejar a los hijos que me quedaban y comenzar a mirar
qué hacíamos con toda esa gente…me tocó muy duro donde llegué
porque siempre era lo mismo, cuando estuve por Medellín y Cartagena, la
situación era la misma, amenazas tras amenazas, porque es que yo
donde llegaba era a organizarme con las mujeres y a mirar qué se podía
hacer, lo que pasa es que el desplazamiento en todas partes es casi lo
mismo, a la gente le matan su familia, y tiene que llegar a mendigar a la
ciudad, entonces yo donde llego es a eso, es que nosotros no somos
mendigos, nosotros tenemos derechos, y por eso creo que me va a pasar
lo de mi papá, y tanto miedo que le tengo a eso, andar desplazada por
todo el país, yo ya le había dicho, yo no sé donde está mi papá
ahoritica…”
PÉRDIDAS, DAÑOS Y TRANSFORMACIONES IDENTIFICADAS EN EL
MOMENTO DE ASENTAMIENTO EN OTRO LUGAR.
Sofía perdió prácticamente todas sus pertenencias en el primer desplazamiento
forzado, lo poco que ha conseguido hasta ahora, ha sido fruto del esfuerzo propio, en
el recorrido que ha hecho por varias ciudades del país, de igual manera cuenta con
el apoyo de sus hijos que desde distintas partes del país le envían remesas a la
capital. Las pérdidas que relaciona Sofía, son asociadas también a una serie de
transformaciones que en distinto orden provocan la inserción en un nuevo lugar y
que en la práctica se traducen en una desmejora significativa de la calidad de vida,
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ya que el momento antes del desplazamiento siempre fue signado por la abundancia,
por la providencia de la tierra, y en la ciudad se inserta en una sociedad de la
prevención, donde debe existir la cultura del ahorro porque es incierto si el día de
mañana habrá para comer.
A estas transformaciones se le suman los cambios en la composición y roles
familiares y los cambios en las relaciones sociales y comunitarias.
CAMBIO EN LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
“El cambio fue muy duro, una de las cosas era el trabajo con las comunidades, que era un trabajo grandioso, un trabajo de mucho beneficio para todas las comunidades, fue un cambio total, muy brusco, por ejemplo la cultura. Y económicamente, pues uno vivía súper bien, tenía en la casa todo, los animales, ganado, enceres, todo, todo, y como era patrimonio, y eso se perdió, porque cuando alguien se casaba pues allá había donde vivir, había donde sembrar, donde hacer todo, porque vivíamos en comunidad, el cambio fue muy brusco, por ejemplo dejar de hacer lo que uno estaba haciendo, por ejemplo el trabajo agrícola, también se hacía mucho trabajo social se organizaba con la parroquia y por ejemplo la ayuda para que los niños estudiaran, los profesores, entre la comunidad, entre todos pagábamos la atención a los profesores, se les daban pues los beneficios para que pudieran llegar a la región, porque del gobierno no recibíamos ninguna ayuda, esa era una labor muy bonita porque eran todos los hijos los que se aprovechaban de todos esos beneficios y para que los niños fueran alguien en la vida, que no se quedaran ahí, sino que tuvieran una vida diferente a nosotros”
El cambio abrupto del campo a la ciudad trae consigo una serie de transformaciones
en la cotidianidad de aquellos que se vieron obligados a dejarlo todo, en el momento
de asentamiento en una ciudad, en el caso de Sofía en Bogotá, después de arribar a
ciudades como Quibdó, Medellín y Cartagena, ella experimenta un estado de
precariedad generalizada, lo que la obliga a buscar elementos que le permitan su
supervivencia y la adaptación elemental al nuevo contexto.
“…yo me vi sin nada en esta ciudad, y a mi lo que me dio fue miedo, pero dije, si he pasado por tantos sufrimientos, esto no me queda grande, y lo primero que hice fue irme para Soacha a mirar qué encontraba, a mi nunca me gustó registrarme como desplazada, porque eso para mi generaba muchos riesgos, y además eso es muy maluco que lo miren a
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uno como el que pide, yo si le dije la otra vez a una funcionaria: pobre pero con dignidad, valla dele ese mercado a los paracos a ver si ellos pueden sobrevivir con eso, y deme a mi lo que le dan a ellos para hacer un proyecto productivo…”
El momento de vulnerabilidad cuando se llega a una ciudad desconocida, puede
generar en la mayoría de personas, mayores niveles de angustia y ansiedad,
sentimientos normales frente a una situación adversa que pone en cuestión su
subsistencia. Sin embargo, las consecuencias del daño al proyecto de vida, lograrán
sobrellevarse si el sujeto tienen otros valores de mayor importancia que le otorguen a
su vida un nuevo impulso.
En el caso de Sofía se reconoce una extraordinaria fortaleza moral, de coraje, de un
impresionante deseo de vivir y de una profunda vocación de servicio a los demás, y
es esto lo que le permite superar su trauma existencial y día a día, encontrar la
nueva razón de vida.
CAMBIOS EN EL NÚCLEO FAMILIAR: Los daños a nivel familiar comprometen cambios en la estructura y los procesos de la
familia como referente de pertenencia afectiva y social: la ausencia de miembros por
asesinatos, rupturas, descomposiciones, recomposiciones, cambios en las relaciones
de poder y autoridad, cambios en los roles, actividades y hábitos familiares, cambios
en las prácticas de socialización, así como cambios en los valores y las costumbres.
“Desarraigo, porque las familias se tuvieron que ir, unas por un lado y otras por otro, porque ya no podíamos estar juntos, porque contra mi familia hubo una arremetida terrible, y ese fue uno de los motivos por los que decidimos no estar juntos, sino que nos íbamos a separar, haber si así por lo menos podíamos despistar al enemigo un poco, si, eso es terrible, inclusive tenemos gente que no sabemos dónde está, hay familiares desaparecidos todavía que no sabemos si están vivos, si están muertos, qué les pasó, si y son muchas incógnitas que tenemos que no sabemos la realidad de las cosas…La familia era muy grande porque mi abuelo tuvo 32 hijos, el menor de mis tíos tuvo por ahí 12 o 13, más que todo la vereda donde nosotros vivíamos se componía era de familias. Yo
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tengo 13 hermanos. Bueno, entonces el número de la familia era súper grande, pero habemos pocos ya, habemos 4 mujeres y 5 hombres, papá y mamá están vivos pero cada quien está por su lado, y mis hijos son 4, están conmigo, y parte de otros primos y un sobrino también están conmigo que son hijos de mi hermano muerto”.
El espacio de la familia ocupa en las representaciones de Sofía uno de los
escenarios en los que más se causaron daños, estos van desde la pérdida de
miembros hasta la alusión al conjunto de valores que operaba como marco de
referencia para la familia. Las representaciones de familia remiten en contexto, al
espacio en el que se consolidan las creencias y los valores, supuestos compartidos
sobre la manera de ser y actuar en el mundo. Estas construcciones basadas en los
legados y tradiciones familiares que operaban de manera casi complementaria a los
contextos específicos de origen, se ven hoy confrontados en los nuevos espacios y
se movilizan, generando una especie de escisión que rompe algunas bases y
transforma las condiciones de funcionamiento de la estructura.
También, se reconoce cómo el dolor por la pérdida de sus seres queridos en el
evento traumático no ha desaparecido, sino que se ha ido diluyendo y se ha ido
transformando en el ímpetu por ayudar a los demás, es una clase de deuda
simbólica con sus hermanos muertos, ya que de ellos es el legado de ayudar a los
demás. El evento traumático permitió que Sofía, volcara todos sus sentimientos y
afectos, al cumplimiento del proyecto de vida colectivo que construyó a partir de los
relatos, los discursos, las vivencias, de sus hermanos, esposo, padres, amigos.
CAMBIOS EN LAS RELACIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS:
Muchísimo, porque por ejemplo era el trabajo cultural más que todo que teníamos en la región porque nos entendíamos como mejor y era como más ameno el trabajo, el trabajo social por ejemplo, se llamaba trabajo social, trabajo comunitario, se elegía la junta directiva y todo, y el que tenía como la capacidad de tener el conocimiento de poder llevar a cabo ese trabajo pues a ese es que elegimos, y era elegido por unánime, y si la persona se portaba bien y le daba buenos resultados el trabajo, pues lo postulaban y duraba hasta 3 y 4 años porque la gente lo quería y la gente decía que era él el que iba a estar ahí. Nosotros hemos tenido mucha
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trayectoria en lo de liderazgo porque hemos sido personas honorables, honradas, trabajadoras, sinceras y con muchas ganas de trabajar con las comunidades, de poder ayudar a las personas que confiaron en uno y que le tenían fe a uno que uno podía estar en ese puesto, no se ganaba un peso porque no se ganaba plata sino porque nos gustaba, queríamos que las cosas funcionaran, que las cosas estuvieran bien, que salieran bien y hacer lo que nosotros queríamos. El trabajo de liderazgo es muy lindo, porque cuando nosotros lo hacíamos era limpio, un trabajo transparente, nosotros no conocíamos el miedo, la maldad, no conocíamos ese problema que tenemos en este momento que fue el desplazamiento forzado, que fue la maldad, se puede decir que la maldad porque las personas que lo hicieron llegaron a matar familias enteras, tenían que darles lo que ellos pidieran y después mataban la familia, o se llevaban a alguien de la familia, y eso decían, “¡tranquila!, tranquila que ahorita lo regresamos”, y no volvíamos a saber de él, no podíamos preguntar qué habían hecho con él, dónde lo habían dejado, qué le han hecho, nada, tenía uno que callarse, porque si uno hablaba posiblemente se lo llevaban a uno a hacerle acompañamiento al que habían desaparecido, o lo tenían desaparecido, hay mucha gente que está desaparecida, y por miedo de amenazas, porque algunos tuvimos la oportunidad de salir, pero otros están allá, pero si los que están allá y pueden comunicarse con uno, cuando pueden le advierten a uno que tenga la boca cerrada porque los que corren peligro son ellos…”
Se reconocen dos movimientos, el primero que afecta sustancialmente el proyecto de
vida colectivo: la desconfianza, el miedo, la incertidumbre, sentimientos insertados en
las dinámicas sociales, a través de los grupos armados. El segundo movimiento es el
fortalecimiento organizativo para resistir a la muerte, al miedo, a la desconfianza. La
complejidad del conflicto armado colombiano, no permite hacer lecturas lineales, ya
que sería mucho más fácil identificar, los cambios al proyecto de vida de una persona
que sale del Chocó y se asienta en Bogotá, la continuidad y degradación del
conflicto, nos permite reconocer los cambios, las transformaciones, en contextos
cambiantes, por lo tanto, lo que en el primer desplazamiento pudo ser un cambio
sustancial, en el segundo desplazamiento se modifica valiosamente.
En el caso particular de Sofía, reconocemos un primer momento después del
desplazamiento, en su primer asentamiento en Quibdó, un fortalecimiento conjunto
de la organización social, sin embargo, después del segundo desplazamiento esas
redes se transforman, se modifican, pero lo que continúa es el deseo de “ayudar a
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los demás”. Es este el lema fundamental de su proyecto de vida transformado, es a
este lema que se aferra para afrontar las nuevas afrentas a su dignidad.
La organización social entonces, es el estímulo que permite a Sofía, sobrevivir a
pesar de las transformaciones de sus cotidianidades, le permite mantener su
proyección inicial con algunos cambios, pero siempre conservando el fin último de
organizarse y organizar para defender los derechos, de igual manera la organización
social ha sido el aliciente significativo, en el proyecto de vida de Sofía, sin embargo
esta opción por los demás a traído consigo una serie de afrentas constantes a su
proyección inicial; las amenazas, los hostigamientos se han incrementado en los
últimos tiempos en la ciudad de Bogotá, no sólo tiene que sortear su subsistencia
económica en la capital, sino que debe cambiar de lugar de vivienda
constantemente; por lo tanto, el proyecto de vida de Sofía sigue viéndose afectado
por la presencia y recurrencia del conflicto armado, que sigue despojándola a diario.
“Tenemos un espacio que no es una ONG, y tenemos una organización y queremos montar una organización de solo mujeres muy grande, con mucha fuerza porque ya tenemos como 150 mujeres organizadas capacitándolas en diferentes áreas de capacitación, y tenemos un trabajo muy bonito porque son 8 compañeras líderes y estamos haciendo un trabajo muy bonito, tanto en Bogotá, en Soacha y en las regiones, estamos en Soacha y estamos en Bogotá. A partir del próximo año vamos a empezar un proyecto muy bonito con las mujeres, primero que todo capacitarlas y mirar cómo se fortalece en trabajo de proyectos productivos y que sean ayuda para todas estas familias, todas las mujeres son desplazadas, también estamos con población vulnerable, ellas se hacen llamar así porque no quieren ir a hacer la denuncia porque no pueden hacerla. Entonces aquí tenemos mucha acogida con el proceso que estamos llevando en este espacio y pensamos pues que haigan muchas agencias cooperadoras que nos ayuden en este trabajo porque es que “Hay que buscar todas las formas posibles para que la verdad salga a la luz”…“…Yo sé que empezaron a molestar y a hacer amenazas al grupo de mujeres, desde que comenzamos a exigir nuestros derechos como víctimas, nosotras pedimos la colaboración de varias entidades y universidades para que nos capacitaran en nuestros derechos como víctimas, y comenzamos a trabajar codo a codo con los hombres de la organización y hicimos una campaña que se llamó “tierra, vida y dignidad” y desde ese momento fue que comenzaron a perseguirnos, pero a mi ya me han perseguido por todo el país por defender mis derechos y los de los demás...”
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DAÑO SUBJETIVO CAUSADO POR LOS MÚLTIPLES DESPLAZAMIENTOS:
Para dar cuenta del Daño Subjetivo en la vida de Sofía, debe hacerse referencia a
los siguientes daños:
DAÑO MORAL:
“…lo que más me ha dolido de todo, es que a mi esposo le escribieron en
un pedazo de cartón, que lo habían matado dizque por “perro”, que porque
se metió con otra vieja, eso que llaman crímenes pasionales, y fue falso
porque yo vi la cara del que me lo mató, y ellos mataban porque había
muchas cosas que no querían que se supieran…también la muerte de mi
hermano, del mono, el hasta salió por televisión cuando trabajaba allá por
los trabajadores de las bananeras, es que a el le gustaba mucho ayudar, y
mire que nadien de la familia se quedó ni con una foto, todo lo que el hizo
como que no sirvió…”
Es la afectación de la imagen, es el daño a la honra, daño a la dignidad, en este
caso, el daño a la honra y a la dignidad de los muertos, esto genera un daño moral
en Sofía muy agudo, puesto que lleva más de 8 años con el proceso de denuncia de
los asesinatos a sus familiares y nunca ha tenido respuesta.
“…yo quería hacer justicia con lo de ellos, pero cada vez que le digo al
abogado, se hace el bobo, ya varias veces me lo he encontrado, y dice
que después hablamos, eso a mi me duele mucho, porque imagínese, no
han podido descansar en paz… (Relato acompañado de llanto)”.
La exigencia de los derechos la ha puesto en riesgo, han sido múltiples trámites
adelantados en la exigencia de justicia, y ninguno ha operado, esto ha generado en
Sonia un desgaste enorme, y una frustración palpable en la no dignificación de sus
muertos, se siente en deuda con ellos, y es esto lo que funda el daño moral que hace
presencia en su cotidianidad.
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DAÑO PSICOLÓGICO:
“… después de todo lo que me ha pasado, yo si veo mucho que he cambiado, ahora soy como más explosiva, no se como decir, ya no me da miedo de nada, ya tanto que he perdido como que no le tengo miedo a muchas cosas, pero también hay otras que si le tengo miedo, es que yo digo, bueno si me matan, que lo hagan pero después que yo deje como mi vida en un libro para que no me pase lo de mi hermano, por eso me gustó tanto el libro que hicimos con las mujeres, ahí dibuje todas mis mariposas…”
Se reconocen cambios abruptos en la personalidad de Sonia, la tranquilidad, la
pasividad, con que desempeñaba sus trabajos en el campo, se ve alterada
sustancialmente, ya que la inserción en nuevos contextos urbanos signados por el
consumo, la desconfianza, la sobrevivencia, la insertan en dinámicas diferentes que
exigen nuevas formas de comportamiento, hay un cambio significativo en su
personalidad. La sobresaturación de actividades organizativas, se convierten en un
mecanismo de escape a las situaciones personales adversas que se presentan, lo
que no ha permitido elaborar muchos duelos que han quedado trastocados por las
mismas situaciones adversas que se presentan.
“…casi siempre quiero estar trabajando, de reunión en reunión, porque cuando llego sola a la casa, siento mucha tristeza, recuerdo mucho lo que tenía, a mis hijos, mi esposo, mi familia unida…pero es más duro por ejemplo cuando llega una fecha especial, un cumpleaños, un aniversario, eso es muy difícil, prefiero estar ocupada que pensar en eso que me da tanto dolor…”
Al igual que muchas de las personas que han padecido el rigor de la guerra
manifestado en el desplazamiento, se han visto enfrentadas a irrupciones en el
sueño, temores constantes, zozobra imperante, a esto no escapa la situación
sicológica de Sonia, debido a que fue ella quien presenció la muerte de sus seres
queridos, generando esto una huella enorme en su relación con su entorno, hay una
transformación en las formas de alimentación, “…casi no me gusta preparar carne, me
da mucho fastidio verla cruda”, una modificación en las formas de confrontar la
cotidianidad “…cada vez que voy a ir al médico tengo que prepararme durante mucho
tiempo porque casi no puedo ver sangre”, todas esta son manifestaciones de una psiquis
afectada por el evento traumático. No le es permitido ser la mujer que era antes.
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DAÑO AL PROYECTO DE VIDA
Para dar cuenta del daño al proyecto de vida debe hacerse alusión a los daños y las
transformaciones provocadas por el desplazamiento forzado agrupándolas de la
siguiente manera44:
Daños en la identidad
La identidad es un proceso de elaboración subjetiva que permite a cada individuo
construir una(s) versión(es) de sí mismo (que define roles y atributos), a partir de la
relación con los otros, quienes a su vez, dicen y otorgan. Por tanto, es un “...
sentimiento que se desarrolla basado en los vínculos con otros”45. La identidad es
“...una forma de estar en el mundo, más que un objeto que se tiene o no se tiene, es
una respuesta relacional a un encuentro”46.
El desplazamiento rompe el relato biográfico de las personas y las comunidades, el
cual suele expresarse como: “antes y después de…”, “yo era y ahora soy…”. La
imagen que las personas construyen de sí mismas, sus atributos y señales
distintivas, son alteradas profundamente al perderse sus prácticas cotidianas ligadas
al trabajo, el territorio, las prácticas culturales y los roles sociales; también, al
afectarse su estatus, lenguaje, formas de transacción, solidaridad y reciprocidad.
Asimismo, los daños en la identidad se asocian con las experiencias de
discriminación, estigmatización y maltrato, recibidas durante el desplazamiento por
parte de los actores armados, y después del desplazamiento por parte de las
comunidades receptoras, las autoridades y los funcionarios encargados de prestar
44 Las siguientes categorías son tomadas de: “Módulo 6. Impactos Psicosociales del desplazamiento forzado. Cátedra De Desplazamiento Forzado en Colombia.” Martha Nubia Bello Albarracín. PIUPC. Departamento de Trabajo Social. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. Pág. 6 - 7 45 León Grinberg y Rebeca Grinberg. Psicoanálisis de la migración y el exilio. Alianza editorial. Madrid, 1984. p. 156. 46 Alejandro Castillejo. Poética de lo otro. Antropología de la guerra, la soledad y el exilio interno en Colombia. ICANH. Bogotá, 2000. p.228.
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atención. En algunos casos, también por la persistencia de amenazas y
persecuciones que se extienden a los lugares de llegada.
Transformaciones y daños en la autonomía
El concepto de autonomía alude a la posibilidad y la capacidad que tienen las
personas para configurar el mundo en que viven: decidir el tipo de vida que desean
vivir e incidir activa y creativamente para lograrlo. La construcción de autonomía
implica relaciones de dependencia e interdependencia con los “otros”, según Edgar
Morin, para ser autónomo es necesario “depender”. El despojo de propiedades, el
desarraigo, el destierro, la imposibilidad para desempeñar actividades de sustento, y
la ruptura de vínculos y redes familiares y sociales de soporte, impiden a las
personas “depender de sí mismas y de su red social”.
La dependencia de otros menos significativos tales como instituciones,
organizaciones e incluso, vecinos y familiares, genera sentimientos de indignidad,
angustia e impotencia y afecta la autoestima de manera dramática. El
desplazamiento, al despojar de pertenencias y obstaculizar las actividades
relacionadas con el hacer, atenta, amenaza e impide que las personas, individual y
colectivamente, vivan el tipo de vida que desean vivir, conduzcan sus vidas e incidan
sobre el entorno en que transcurren. La pérdida de autonomía se expresa
dramáticamente en la dependencia no recíproca, vivida con indignación.
Afectación de la seguridad vital: de vivir a subsistir
Por lo general, la situación socioeconómica de las familias, deteriorada por el
desarraigo, acentúa las condiciones de pobreza y exclusión social y por consiguiente,
la pérdida de calidad de vida (salud, nutrición, educación, vivienda y territorio). Los
cambios abruptos y las situaciones de precariedad económica impiden la
construcción de proyectos vitales (emprendimientos y sueños orientados a futuro), y
colocan el presente en un paréntesis, que obliga a vivir en la inmediatez.
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Afectación de la seguridad existencial. Sistemas de creencias, la confianza y la
esperanza
“Cuando una situación catastrófica ha roto la creencia básica de que uno vive en un mundo seguro y predecible, es muy probable pasar a situaciones de desesperanza”.47
Dado que el desplazamiento es una decisión provocada o más bien, obligada por
experiencias previas de miedo, terror, amenaza y en general, por violación a los
derechos humanos, los referentes de seguridad y protección – creencia en los otros,
los sistemas de valores, la confianza en la justicia o en las instituciones – son
afectados seriamente. Esto ocasiona pérdida en las certezas mínimas requeridas
para habitar el mundo y tramitar la incertidumbre. Los impactos sugieren que el
desplazamiento constituye una afectación del SER.
Si son vulnerados negativamente aspectos esenciales del ser como la identidad, la
autonomía, la estabilidad y la seguridad vital y existencial, se provocan vivencias y
sentimientos profundos de indefensión, miedo, angustia, sinsentido, rabia e
impotencia.
La intensidad de estos impactos psicosociales y sus características dependen a su
vez, de la relación entre factores subjetivos personales (estructura psíquica, etapa
del ciclo vital, historia de vida), circunstancias ambientales tanto familiares como
grupales (experiencias organizativas previas, características del evento violento,
presencia o ausencia de apoyo), y circunstancias políticas y económicas presentes
en el contexto48.
47 Pau Pérez. Reconceptualizar la psicología del trauma desde los recursos positivos: una visión alternativa. Op. Cit. 48 Bertha Lucia Castaño. A propósito de lo psicosocial y el desplazamiento. En: Desplazamiento forzado. Dinámicas de guerra, exclusión y desarraigo. ACNUR- Universidad Nacional, 2004, p. 194.
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Veamos ahora cómo se producen estos daños y transformaciones en el proyecto de
vida de Sofía:
Daño a la identidad:
Se requiere preguntar quién era Sofía y ahora quién es.
Sofía era una mujer campesina que desde sus primeras proyecciones le apostaba a
la consolidación de un hogar nuclear tradicional, en el que desempeñaría funciones
domésticas, agrícolas, se responsabilizaría de sus hijos y de su esposo; de igual
manera se proyectó como una mujer que ayudaría a los habitantes de su región, la
solidaridad que caracteriza a las personas del campo, era representada por esta
familia extensa que gozaba de buen prestigio en la región, los convites eran
convocados por la familia de Sofía, las reuniones, las fiestas, las celebraciones, las
tomas y demás actividades propias de la vida de campo. La tradición mayor de esta
familia se expresaba en las tierras heredadas por los hijos, las casas eran heredadas
de generación en generación, esto les permitía gozar de una muy buena estabilidad,
económica y social ya que el territorio proveía todo lo necesario.
Ahora Sofía, es una mujer que vive sola en la ciudad de Bogotá, es viuda, los hijos
que le quedan están en diferentes partes del país, ella desconoce dónde está su
papá, su mamá está con una de sus hermanas, los hermanos que aún están vivos no
sabe dónde están. El evento traumático desestabilizó completamente su núcleo
familiar, ahora ya no es campesina, sino es una mujer de ciudad, la estabilidad
otorgada por el territorio y el patrimonio heredado, desapareció, ahora es una mujer
errante al igual que su padre, no tiene lugar estable, no tiene certeza económica. Se
ha transformado todo su vínculo identitario con la tierra, puesto que el pavimento de
la ciudad le resulta agreste para entablar relación con él.
El ámbito de acción de su ayuda a los demás se ha ampliado considerablemente,
puesto que al lugar donde llega, comienza a gestar procesos de organización
particularmente con grupos de mujeres. En este sentido también se reconoce un
cambio en su identidad, puesto que las situaciones han hecho de esta mujer que fue
campesina introvertida, a ser una mujer enérgica extrovertida.
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Daño A La Autonomía:
Las posibilidades de vida establecidas en el campo, permiten a las personas realizar
ejercicios de libre decisión, puesto que cuentan con sus propias herramientas
constitutivas, la capacidad de trabajar la tierra, la capacidad de gestar procesos de
solidaridad, no se sienten dependientes de “otros” que no sean significantes, es el
propio esfuerzo, el trabajo, que permite gozar de certezas de vida en la cotidianidad.
Sofía antes del desplazamiento forzado, gozaba de la posibilidad de decidir por sí
misma la ruta de su vida, podía decidir el cómo vivir, dónde vivir, con quién vivir.
Después del evento traumático la ruta a recorrer ha sido marcada por la acción
intencionada de otros, todos los desplazamientos que ha tenido en el territorio
colombiano, ponen de presente la imposibilidad de decidir su rumbo, puesto que las
amenazas constantes obligan decisiones que a bien no la hacen sentir identificada
con su proyecto.
Daño a la seguridad vital:
Este daño obliga a la persona a realizar un paso abrupto: del vivir al subsistir.
Antes del evento traumático, se narran épocas de abundancia, de felicidad, donde se
trabajaba para construir patrimonio que pudiese pasar a los hijos. Había una
estabilidad socio económica que permitía tener certezas de actuar, de construir,
porque todo lo que se hiciera era con la intención de forjar futuro.
En la actualidad, Sofía se ve obligada a vivir en una sociedad de riesgo, “para qué
comprar casita, si mañana demás que me vuelven a echar de acá”, en una sociedad
que limita las proyecciones futuras y obliga a vivir en la inmediatez; hay una
transformación enorme en las formas de vida, no hay posibilidad de sembrar su
propia comida, hay terceros que cumplen con estas necesidades que antes eran
satisfechas personalmente, o por el núcleo familiar.
Esta falta de garantía de estabilidad, genera igual en Sofía un proceso de errancia,
donde no encuentra lugar posible para asegurar su vida.
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Seguridad existencial:
Hay un cambio enorme en las formas de relacionamiento con el entorno y sus
participantes, las relaciones sociales que antes del desplazamiento forzado eran
revestidas de vínculos fundados en la confianza, en la tranquilidad, en la solidaridad,
se transforman de modo tal que hay una pérdida de las certezas mínimas y de las
creencias básicas para vivir.
Sofía contaba con un entramado social atravesado por las formas particulares de
vida en el campo, relaciones de confianza, de solidaridad, de ayuda mutua,
ambientes recubiertos de tranquilidad.
Al llegar a las grandes ciudades, las dinámicas en el entramado social cambian
abruptamente, se comienza a vivir en un ambiente de desconfianza, de zozobra, de
intranquilidad, lo que genera en Sofía diversas formas de recordar su pasado con
dolor; siempre existe una demanda implícita y explícita de estar como estuvo antes.
Estamos pues, de cara a un evento traumático que trastocó la vida de una ciudadana
colombiana, un evento que generó daños subjetivos, morales, psicológicos y más
aún dañó su proyecto de vida. En 1997 ocurrieron los primeros hechos traumáticos
que marcaron la vida de Sofía, a 11 años de lo acontecido, no se tiene ningún fallo
legal que permita la dignificación de los muertos de Sofía, sin embargo, a puertas del
exilio Sofía continúa luchando por la verdad, la justicia y la reparación.
Entonces la pregunta a realizar sería; ¿es este un caso de desplazamiento, o un
caso de errancia? Tomando como punto de partida: “El desplazamiento evoca
cambio de lugar, traslado, movimiento. En el caso del conflicto armado colombiano,
el desplazamiento se vuelve un acontecimiento traumático, porque no se produce por
elección libre sino forzada. Interviene un tercero que, por distintas razones impone un
destierro que a veces no involucra posibilidad de retorno… El desarraigo propio del
desplazamiento forzado, en el mejor de los casos es de corta duración y queda
supeditado al restablecimiento de las condiciones que propicien el retorno. En este
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aspecto se distingue de la connotación de eternidad que tiene el destierro antiguo,
porque este implica un desplazamiento que por no parar se convierte en enrancia. Se
trata de una desgracia que no cesa de prolongarse en el tiempo, porque implica la
pérdida definitiva de todo asidero, la exclusión sin retorno anticipado. Cuando el
desplazamiento adquiere para un sujeto el carácter de destierro definitivo, se vuelve
una condena que implica la apertura de un agujero en la existencia y pode a prueba
todo el sistema significante en el cual se afincaba”.49
Sofía debe salir del país, porque las amenazas se han incrementado aún más, hace
un mes asesinaron a otro de sus hermanos; reconocemos hasta este momento de su
historia, múltiples daños psíquicos, daños morales y daño al proyecto de vida, donde
muchas veces se ha puesto en duda su sentido valioso de la vida, ¿hasta cuándo la
organización social podrá sostener tantos daños psíquicos, morales y al proyecto de
vida, contenidos en la historia de Sofía?
Aquel que, por distintas razones, se queda como desterrado pierde su antiguo aspecto, siempre se encuentra en tierra extraña porque en adelante ya no tiene
patria. Nunca será más parte de la ciudad de la que fue despedido y tampoco de otra tierra, le tocará luchar contra la necesidad y soportar la hostilidad que ha sido fijada contra él, pues de todas partes se le quiere tener lejos. Su destino es volverse lejos
de cada lugar al que llega, porque es un proscrito arrojado por la ciudad de la vagancia.
Héctor Gallo. Entre destierro y desplazamiento.
49 GALLO, Héctor. “Entre destierro y desplazamiento”. Corporación Región. Revista Septiembre de 2008. Medellín. Pág. 43
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CONCLUSIONES
El desplazamiento forzado interno constituye un desastre humanitario,
atraviesa la realidad humana en todas sus dimensiones políticas, sociales,
económicas y culturales. Es un fenómeno que obedece a profundas causas
históricas y estructurales de la construcción social del país, atravesado por
intereses políticos, económicos y sociales.
El desplazamiento forzado en Colombia es una crisis humanitaria que no se
soluciona con el asentamiento en otras ciudades diferentes a las que
generaron el destierro. Es una crisis social humanitaria a la cual se le suman
crisis sociales estructurales que hacen aún más compleja la subsistencia para
aquellos que perdieron lo poco que tenían.
Es el desplazamiento forzado es una estrategia de guerra en el marco de
luchas por el control territorial en todo el país, se presenta en lugares
estratégicos donde los territorios tienen tierras aptas para el sembrado, la
construcción, tienen riquezas hídricas que solventan la generación de energía.
Es una estrategia de guerra puesto que es el mecanismo por el cual expropian
a las comunidades para llevar a cabo proyectos de gran envergadura que
tienen como fin último favorecer el crecimiento económico de muy pocas
esferas de la sociedad.
Las personas que son víctimas de este crimen de lesa humanidad, son
despojadas de sus valores sociales, son obligadas a replantear sus proyectos
de vida, y en pocos casos a seguir con el proyecto de vida construido, pero
sobre la base de la desconfianza, el temor, la zozobra de que en algún
momento tendrán que dejarlo todo nuevamente para poder salvaguardar su
vida, es el caso particular de líderes y liderezas sociales que han construido
su proyecto de vida a partir de las organizaciones a las cuales pertenecen y
debido al desplazamiento forzado (intraurbano) deben interrumpir su proyecto
en varias ocasiones, causando así a la vida personal una serie de fracturas y
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escisiones que con el tiempo repercuten sobre sus proyectos de vida
construidos individual y socialmente en íntima relación con sus procesos
organizativos.
Se reconocen diferentes perspectivas respecto al cambio en las dinámicas de
la guerra en Colombia, su análisis total debe dar cuenta de estas nuevas
modalidades, las cuales aluden a una intensificación del conflicto, una
profundización en ciertas regiones y el cambio de estrategias de los actores
armados; todo esto afecta a la población generando en consecuencia más
desplazamiento, en muchas ocasiones dentro de la misma unidad territorial
que se presenta en tres tipos: interveredal, intercomunitario e intraurbano.
El desplazamiento forzado intraurbano se ha configurado en los últimos años,
como una estrategia de guerra propia de la actual fase de urbanización del
conflicto nacional, a lo cual se suma el escalonamiento de la guerra que
debido a su complejidad, genera nuevas variables de análisis tales como el
conflicto urbano y la violencia urbana, categorías que se evidencias con
claridad en el caso particular de Altos de Cazucá.
El desplazamiento dentro de la misma unidad territorial, ha sido una de las
modalidades más problemáticas para ser reconocidas, en vista de la falta de
garantías que le proporciona el Estado a quienes deben abandonar sus
hogares, pero no se encuentran en condiciones para abandonar la unidad
territorial que habitan. De igual manera las dinámicas propias del
desplazamiento intraurbano se presentan de modo tal, que cada vez se hace
más invisible.
Se están presentando niveles muy altos de desplazamientos dentro de la
misma unidad territorial, es decir, entre las veredas, entre las comunidades o
entre las urbes, desplazamientos que se presentan de manera unifamiliares e
individuales, estas dinámicas han sido el principal motivo de invisibilización de
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la problemática, la mayoría de las personas que deciden unifamiliar o
individualmente salir de su barrio y dirigirse a otro barrio o vereda cercana
donde puedan subsistir, renuncian a sus derechos, a su identidad y nunca
denuncian la violación de sus derechos, este es el gran obstáculo para que se
plantee el problema que está latente y manifiesto en Altos de Cazucá, pero
que por la inexistencia de denuncias cada día se hace más invisible.
Se requiere con urgencia una Unidad Permanente de Derechos Humanos en
el sector de Altos de Cazucá, una unidad conformada por los mismos
pobladores acompañados de entidades gubernamentales y no
gubernamentales, donde las personas puedan instaurar con confianza sus
denuncias y así se pueda iniciar el proceso de recolección de la información
de aquellas personas que han salido desplazadas intraurbanamente, y debido
al temor infundido por quienes les desplazan, nunca denuncian tal modalidad
de desplazamiento en la zona.
Es imperativo que los mecanismos de control, defensoría, contraloría y demás
instituciones del país, presten atención a la problemática del desplazamiento
intraurbano, que ha venido creciendo en los últimos años y se ha consolidado
como una estrategia del terror en estas zonas.
El proyecto de vida de las personas que se ven obligadas a desplazarse una,
dos, tres y hasta ocho veces, resulta mancillado, sin embargo, la organización
comunitaria es el aliciente para las personas seguir luchando y reivindicando
sus derechos. A pesar de las múltiples fracturas ocasionadas al proyecto de
vida de las personas que lo han perdido todo y siguen perdiendo todo en esta
crisis humanitaria, las personas tienen la capacidad de sobrepasar las
vicisitudes y se aferran a sus organizaciones para lograrlo, sin embargo la
crisis humanitaria en la que está sumido el país, hace que estos proyectos se
consoliden en medio del terror, el miedo, la desconfianza, y todos estos
sentimientos generados por la guerra, hacen aún más compleja la forma de
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darle continuidad al proyecto de vida construido social e individualmente y que
los señores de la guerra destruyeron y nos bastándoles se empecinan en
continuar ultrajando a las personas.
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Tierra Viva, La Fundación Creciendo Juntos, SOS Aldeas Infantiles, La Asociación
Cristiana de Jóvenes, Proyecto Justicia y Vida, La Fundación Menonita Colombiana
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