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EL DISCURSO RACISTA

El concepto de DISCURSO

El concepto de discurso despierta el inters de muchos investigadores. Aqu tan slo nos detendremos en identificar sus tres dimensiones fundamentales (Van Dijk 2000a):

1. El discurso es, en primer lugar, una forma de uso del lenguaje.

2. Este uso responde a una intencin comunicativa ya que las personas hacen uso del lenguaje para comunicar algo (ideas, creencias, etc.) bien a travs de una conversacin, una llamada o un artculo periodstico, entre otras situaciones.

3. Con este uso, adems de comunicar, las personas participan en situaciones de ndole social, es decir, interactan con los dems. Desde este punto de vista, el discurso es considerado como una accin / prctica social. Habitualmente, las personas hacen uso del discurso como miembros de un grupo o colectivo social, es decir, en base a ciertas categoras sociales (mujer, estudiante, pobre, etc.) que, en cada situacin, dibujan un complejo mapa identitario.

La identidad, en general, puede ser considerada como la forma en la que uno se define a s mismo. En esa definicin se establece lo que se es e, ineludiblemente, lo que no se es, lo que se toma como ajeno, extrao o diferente (lo Otro); es decir, la identidad implica alteridad en todas sus formas (individual y colectiva). La identidad, adems, ha de ser considerada como un elemento discursivo en tanto que se articula a partir de un discurso narrativo (que cada persona elabora para s mismo) que concilia los cambios acontecidos en uno mismo a lo largo del tiempo con la premisa identitaria de seguir siendo el mismo (Ricoeur 1996).

Por tanto, la identidad supone un discurso en el que, como acabamos de explicar, cada uno se define a s mismo incluyendo inexorablemente el establecimiento de una relacin de diferencia con el otro.

Sin embargo, la naturaleza de esa relacin puede ser significativamente diferente segn como se gestione. La diferencia puede manifestarse de forma antagonstica, lo cual supone la consideracin del diferente como enemigo, o bien de forma agonstica, aceptando cierto consenso con el otro, que ya no es visto como enemigo sino simplemente como adversario (Mouffe 2004).

As, representar una identidad implica construir la diferencia respecto a los otros aunque debe considerarse que las formas de construir, representar, esa diferencia son diferentes. En general, el mecanismo para la construccin de esa diferencia se basa en el establecimiento de una seleccin de elementos caractersticos del sujeto u objeto diferente que van generando el estereotipo identitario. ste primero reduce, esencializa, naturaliza y fija la diferencia, despus divide, excluye y expulsa al diferente y, por ltimo, mantiene el orden social y simblico segn el rgimen de relaciones de poder imperante (Hall 1997, citado en Sampedro 2003).

Cmo mantienen entre s los miembros de un grupo la conviccin de que son no slo ms poderosos, sino tambin mejores seres humanos que los de otro grupo? Esta pregunta que formula Norbert Elias en su Ensayo acerca de las relaciones entre establecidos y forasteros gua nuestro artculo y est en el trasfondo de cualquier intento de anlisis del racismo. Cmo consiguen los establecidos (o autctonos) creer que pertenecen a un grupo claramente diferente a los forasteros, en nuestro caso, los inmigrantes? Cmo llegan a considerarse mejores que la gente de fuera, cmo se atribuyen a s mismos unas cualidades superiores y estigmatizan a los otros como gente de menor vala? Para responder a estas preguntas analizamos cmo se construye el discurso racista hacia los inmigrantes, las estrategias discursivas que lo articulan y los tpicos que lo cimientan.

Cmo contribuye el discurso a la reproduccin del (o la resistencia contra el) racismo?

Para responder a esta pregunta, es preciso saber qu es el racismo. Resumiendo una teora compleja, partiremos de que el racismo es un sistema social de desigualdad tnica o racial , al igual que el sexismo o la desigualdad por razn de clase.

Este sistema tiene dos componentes principales, a saber, un componente social y un componente cognitivo.

El componente social del racismo consta de las prcticas discriminatorias cotidianas en el micronivel de anlisis, y las organizaciones, instituciones, disposiciones legales y otras estructuras societales en el macronivel. Puesto que los discursos son prcticas sociales, el discurso racista, en primer lugar, forma parte de esta dimensin social del racismo.

Pero las prcticas sociales tambin tienen una dimensin cognitiva, es decir, las creencias que tienen las personas, tales como conocimientos, actitudes, ideologas, normas y valores. As pues, en el sistema del racismo los estereotipos, prejuicios e ideologas racistas explican por qu y cmo las personas tienen prcticas discriminatorias en un primer momento, por ejemplo, porque piensan que los otros son inferiores (menos inteligentes, menos competentes, menos modernos, etc.) o que tienen menos derechos, o que nosotros tenemos prioridad para obtener una vivienda o un trabajo. En gran parte estas creencias o representaciones sociales que muchos de los miembros del endogrupo (blanco) dominante tienen sobre los inmigrantes y las minoras se derivan del discurso.

En efecto, aprendemos el racismo (o el antirracismo) en gran parte mediante texto y habla.

EL DISCURSO RACISTA es una modalidad de la prctica social discriminatoria que se manifiesta tanto en el texto, como en el habla y la comunicacin.

El discurso racista, junto con las otras prcticas (no verbales) discriminatorias, contribuye a la reproduccin del racismo como una forma de dominacin tnica o racial. Lo habitual es que se lleve a cabo mediante la expresin, confirmacin o legitimacin de las opiniones, actitudes e ideologas racistas del grupo tnico dominante. Aunque existen otros tipos de racismo en otras muchas partes del mundo, la forma de racismo ms corriente e histricamente devastadora ha sido el racismo europeo contra los pueblos no europeos.

Precisamente por su naturaleza sutil y simblica, muchas formas del nuevo racismo son discursivas. Se expresan, se promulgan y se confirman con texto y habla: conversaciones cotidianas, reuniones de consejos de administracin, entrevistas de trabajo, polticas, leyes, debates parlamentarios, propaganda poltica, libros de texto, artculos acadmicos, pelculas, programas de televisin y noticias en la prensa, entre cientos de otros gneros.

Parecen meras palabras, muy alejadas de la violencia abierta y la enrgica segregacin del viejo racismo. Sin embargo, pueden ser igual de eficaces a la hora de marginar y excluir a las minoras. Incluso pueden hacer ms dao, especialmente porque a los que se encuentran en ese tipo de discurso e interaccin les parecen completamente normales, naturales y llenas de sentido comn. Son una forma de hegemona tnica, que se basa en ideologas y actitudes aparentemente legtimas y a menudo son aceptadas tcitamente por la mayor parte de los miembros del grupo mayoritario dominante. Este control nico que la mayora tiene sobre las formas preponderantes del discurso pblico, las polticas y la conducta social, hace todava ms difcil y precaria la resistencia de las minoras (o la disidencia blanca) contra ese tipo de racismo.

No es preciso argumentar que las consecuencias de esas formas de racismo discursivo en las vidas de los miembros de grupos minoritarios no son precisamente discursivas: quiz no les dejen entrar en el pas, la ciudad o el barrio, o no puedan conseguir vivienda o trabajo.

Elementos discursivos del texto racista

1. Categorizacin Nosotros (los autctonos) vs. Ellos (los inmigrantes)

En la construccin del discurso racista desempea un papel esencial la polarizacin entre Nosotros y Ellos. Es el primer paso y el que permite todos los dems. Una vez hemos clasificado a las personas en grupos diferentes, las separamos y percibimos como ms diferentes entre s de lo que en realidad son. Existe la tendencia a minimizar las diferencias entre miembros de la misma categora, stos se homogeneizan, vindose como similares e intercambiables. En cambio, las diferencias entre categoras o grupos tienden a exagerarse. Cuando asignamos las personas a un grupo (por ejemplo, marroques) los percibimos como similares, exagerando sus semejanzas con los otros miembros del grupo y sus diferencias con los miembros de otros grupos

La categorizacin Nosotros-Ellos es una distincin muy simplista pero tremendamente eficaz, con un gran poder emocional y movilizador.

Se tiende a construir un discurso homogeneizador sobre los inmigrantes que niega su pluralidad e invisibiliza su diversidad interna, adems de transmitir una visin negativa y deshumanizada de ellos.

Se trata de una estrategia discursiva de sustitucin que implica la negacin del sujeto, invisibiliza a las personas implicadas al eludir su historia personal y su humanidad, lo que las convierte en un colectivo indiferenciado y permite tratarlas como cosas, como no personas

Cuando el pensamiento del individuo resta atrapado entre estas dos categoras se gua por una imagen totalmente estereotipada de ambos contendientes (especialmente del considerado adversario. Se reduce a los otros a una nica dimensin de su identidad, ignorando toda su diversidad: son moros o negros o chinos, etc. En suma, la percepcin estereotipada del otro borra los rostros de las personas que lo componen y entonces los percibimos como si todos Ellos fueran Uno. Las personas son reducidas a categoras, abriendo las puertas no slo a su despersonalizacin (Turner, 1990) sino tambin a su deshumanizacin (Bar-Tal, 1989). Ambos procesos obstruyen la empata hacia las personas del otro grupo y tienen un gran poder autodesinhibidor, facilitan el maltrato al otro sin ningn tipo de problema moral.

2. Representacin negativa de Ellos y positiva de Nosotro