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    12. PUERTO RICO 1948-1976: LOS LfMlTES

    DEL CRECIMIENTO DEPENDIENTE

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    Villamil

    I: INTRODUCCI6N

    DURANTBuchos afios Puerto Rico ha sido el modelo propuesto

    al resto del mundo subdesarrollado por los Estados Unidos y al-

    gunas agendas intemacionales.1 Muchas economistas y dentffi.

    cos sodales prestigiados se han referido tambien a la experiencia

    del desarrollo puertorriquefio en terminos elogiosos: algunos de

    ellos han lIegado a compararla en importancia con la Revolucion

    China (Boulding, 1961). Otros han .utiUzado la experiencia de

    Puerto Rico como puoto de partida para la formulacion de pro-

    nunciamientos mlis generales sobre poUtica y planeacion del des-

    arrollo (Meier, 1965: Baer, 1959: J. Galbraith y C. Solo, 1953 y

    Chenery, 1961). No resulta diffcil entender por que ha suscitado

    tanta admiracion la experienda puertorriquefia, no solo entre

    los gobiemos y los organismos intemacionales, sino tambien en-

    tre los observadores academicos. En gran medida esta experien-

    cia parecfa probar la correccion de todas las prescripciones de la

    economfa ortodoxa para el logro de tasas de crecimiento muy

    rapidas: 11EI desarrollo se basaba en los postulados del capita.

    lismo de libre empresa, incluido el libre comercio entre pafses.

    No hay restricciones al comercio entre los Estados -Unidos y

    Puerto Rico oi hay obstliculos para la movilidad de los factores

    productivos. En efecto, Puerto Rico podrla considerarse casi

    como una region de los Estados Unidos. 2) No hay restricciones

    a la inversion extranjera, directa 0 indirecta. Por el contrario,

    el proceso de desarrollo ha recurrido aI capital y la tecnologfa

    extranjeros al igual que a los mercados extranjeros y los insu-

    mos importados. 3) EI Estado ha actuado como un agente cataU.

    .

    JO$tSJ. ViUamU, Puerto Rico 1948-1 6:The Umits of Dependent

    Growth , J~ J. VUlamil (comp.),

    Transnational apitalism and National

    Developmmt Hmnanlties Press Inc., Atlantic Highlands, The Institute of

    Development Studies. 1979.

    1 Par eJemplo, Teodoro Moscoso, qulen rue eI primer Admlnistrador de la

    AUanza para el Progreso, y qulen fuera m4s tarde el embaJador de los Esta-

    dOl Unldos en Venezuela, hab'a sldo el creador de la agenda de desarrollo

    IndustrlaJ de Puerto Rico y par muchos afios su director. Miles de funcio-

    narlos iubemamentales de la Am~rlca Latina. Mrlca y Asia visitaron Puerto

    Rico. sobre todo durante 105 aftos clncuenta y prlncipios de los sesenta.

    como parte del programa del Punto IV del gobierno de los Estados Unldos

    (AdmInIstrad6n de la Cooperacl6n Intemaclonal, 19(0).

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    PUERTO RICO

    281

    tico de la empresa privada, proveyendo Incentivos fiscales, cons-

    truyendo infraestructura y proporcionando subsidios de diversas

    dases. AI estimular la emigraci6n y proveer servicios sociales,

    tambi~n mantuvo dentro de lfmites tolerables las tensiones socia-

    les. 4) EI proceso de cambio social se definio en terminos de la

    obtencion de los patrones de consumo, cultura y tecnologfa de las

    economfas capitalistas industrializada9, en particular de 109Esta.

    dos Unidos. 5) La poUtica del desarrollo se oriento hacia el cre-

    cimiento, en el supuesto de que una tasa de crecimiento del in.

    greso suficientemente elevada resolverfa con el tiempo el pro-

    .

    blema de la distribucion.

    En vista de 10anterior, y del hecho de que Puerto Rico mos-

    trara muchas de las caracterfsticas de un sistema polfticamente

    democrlitico, en et que se celebraban elecciones cada cuatro afios

    con la participacion de varios partidos, no resulta sorprendente

    que Puerto- Rico se convirtiera en el modelo, no solo para eI go-

    biemo de los Estados Unidos sino tambien para los acad~mlcos

    educados en las tradiciones neocbisicas y de la modernizacion

    (Wells, 1969).

    Sin .embargo, al inJclarse los aftos setenta se ha deteriorado la

    imagen. Las tasas de crecfmiento han bajado radicalmente: el

    desempleo, que nunca baj6 eel 10%, aumento al 23% en 1977,

    yel gobiemo afronto condiciones fiscales muy graves. Ya no se

    conocio a Puerto' Rico -comoun modelo del exito neocbisico, sino

    . como el ejemplo extrema del crecimiento dependiente. Cada vez

    se percibio con mayor claridad la insuficiencia de los criterios

    que se habfan utilizado para describir a Puerto Rico como un

    ejemplo de desarrollo afortunado. No bastaba el crecimiento del

    PNB(Seers, 1972). Tambi~n se puso en claro que las implicacio-

    nes polfticas y sociales de la adopcion de una estrategia como

    la de Puerto Rico eran, en verdad, mu bien negativas. Los tra-

    bajos de varios autores latinoamericanos tales como Tavares y

    Serra (1972), Cardoso (1974), Furtado (1969 y 1973) Y Sunkel

    (1973), proveyeron una perspectiva diferente para la evaluacion

    de la experiencia puertorriquefia.

    Entre las observaciones que surgieron de esta bibliograffa es-

    taban las siguientes: 1) La ne~tdad de distinguit:~ptI:e.eLcr~~i~..'

    miento del sector capitalista y et aesariOJlij~na.Ciona1.Es posible

    queerpi'iiiieroociifra eifTorma -fi1dependientedel segundo, 0 en

    su detrimento. 2) EI p-roceso del crecimiento cap_ta1ista.dep~n.

    diente estimula la -margiDaci~~ ae-gr~iLparte~de.Ja..pob1acl6n.

    Panniffoitt:I la~oonsecueiiCiasde esta exclusion el E'stado debe

    recurrir a la represion en el manejo de las tensiones sociales.

    3) Tanto eI Estado.comoJa.burguesfa.nacional..siguen siendo a~-

    tores economicos activos, pero en papeles de apoyo aI capital

    extranjero;o4) Las cargasaltasy creciente~_di .Ja detida edema

    s~v.u.etven epd,~mic~~en leispalses' ijue adoptan este modelo. 5)

    ~ proceso de integraCi6ii'srsisfeiria ctipitalista mundi~~~'.l~t1~~...,

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    282 EL ESTADONACION

    a una de..~n creciente en la estructura nacional, social,

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    economlca y..- cu tura

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    frn esta bibliograffa estA impJfcita una definicion del desarrollo

    muy diferente de la que ha impregnado gran parte del trabajo

    sobre el desarrollo realizado en los anos cincuenta y sesenta.

    Entre ]os componentes de esta nueva definicion del desarrollo

    se encontraba la necesidad de que los pafses tuvieran un impor-

    tante grado de control sobre su proceso, de desarrollo, sus recur.

    sos y su capital; una restructuracion de la estructura de clases

    de ]a sociedad de modo que no solo el ingreso y ]a riqueza, sino

    tambien el poder, estuviesen distribuidos en fonna mas igualita.

    ria; que el propio proceso de desarrollo genere las condiciones

    propicias para el nuevo desarrollo e incremente las opciones 0 el

    espacio de maniobra del pafs. Evidentemente el crecimiento

    economico no basta, y la naturaleza de los indicadores utilizados

    para evaluacion de las polfticas de desarrollo debe ser muy dife.

    rente (Seers, 1972; Dasgupta y Seers, 1975).

    II. PUBRTORICO 1940-1975: UNAVISIoNPANOJt~MICA

    Bl afio de 1940 constituye un punto de partida conveniente para

    el inicio de esta breve resefia de la experiencia puertorriquena,

    porque ese fue el afio en que el Partido Popular Democnitico

    (PPD) inicio su hegemonfa poUtica, que duro hasta 1976 con ]a

    excepcion del periodo 1968-1972. Esta es una demarcacion arbi-

    traria porque el PPDsurgio como resultado de condiciones inter.

    nas y extern as a ]a isla que se habfan venido formando desde

    principios del siglo y en particular desde los anos treinta (He.

    rrero, 1970). Entre enas podemos mencionar la crisis del capita-

    lismo en los afios treinta y su efecto sobre la isla, los progra.

    mas economicos y sociales implantados por el gobiemo de Roose.

    velt, y el papel de una clase terrateniente, previamente dominan.

    te, que trataba de establecer una base nueva para la continmicion

    de su hegemonfa (Quintero, 1975). Todas estas condiciones, a

    ]as que debe sumarse el Partido Nacionalista cada vez mas fuer.

    te, crearon el escenario para el estab]ecimiento de un partido

    polftico nuevo, moderadamente nacionalista y reformista, el PPD.

    El partido gano las elecciones de 1940 con un programa de in.

    dependencia y de profundas trans formaciones sociales y econo.

    micas. TriunfO en las elecciones y gobemo con el apoyo del go-

    biemo de Roosevelt en los Estados Unidos. Durante ]os primeros

    afios de la administracion del PPDse implantaron varias innova.

    ciones y refonnas: una refonna agraria, la nacionalizacion de

    varios servicios publicos, ]a centralizacion de las actividades gu.

    bemamentales, la creacion de una junta de p]aneacion y proba.

    blemente 10 mas significativo, el estab]ecimiento de fabricas de

    propiedad estatal. Para fines de 1945 practicamente la totalidad

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    PUERTO RICO

    283

    del sector industrial mOOemo era propiedad del gobiemo, la reo

    forma agraria habfa logrado algunos cambio importantes en la

    organizacion de la agricultura y d aparato estatal se habfa trans.

    formado.

    Pero el panorama es un poco confuso. Durante el periodo, eI

    PPDsiguio contando con el apoyo del gobierno de los Estados

    Unidos y, de hecho, en algunos casos el gobernador de Puerto

    Rico, designado por ]os Estados Unidos, parecfa mas radical que

    el propio partido popular. La mito]ogfa ha dado a este periodo

    dimensiones casi revolucionarias, pero parece ser que las rdor.

    mas de la administracion publica tuvieron que ver mas con el

    Nuevo Trato que con cualquiera otra cosa. La junta de planea.

    cion se parecfa mas a un organismo de planeaci6n urbana que

    a una oficina de planeacion nacional. En efecto, sus acciones se

    re]acionaban sobre todo con los con troles de ]a tierra y ]os pre.

    supuestos de capita], y no con la coordinaci6n y el control glo-

    bales (Villamil, 1967). Lo mAs importante de todo fue que para

    1944 el PPDestaba empezando a abandonar su posici6n proinde.

    pendentista en favor de otra posici6n que concedfa prioridad al

    ]ogro de altas tasas de crecimiento econ6mico y de modemiza.

    ci6n como requisitos de tOOo cambio polftico (Nieves Falcon,

    1970).

    Las evaluaciones de la evoluci6n del PPDdeben reconocer que

    el Partido no era un bloque monoUtico en tenninos de su com-

    posicion de clase. Habfa graves conflictos entre los diversos

    grupos del Partido, sobre todo entre los tecnocratas j6venes y

    los grupos mas viejos, mas tradicionales y nacionalistas, que afec.

    taron su evoluci6n en gran medida. El grupo de tecnocratas

    jovenes, adiestrados en su mayor parte en profesiones modemas

    en universidades norteamericanas, triunfo y se hizo responsable

    de los program as del gobiemo y la orientaci6n del partido (Quin-

    tero, 1975). Para 1948 el PPDhabfa modificado por comp]eto la

    posicion que sostenfa apenas echo anos atras. Todas ]as plantas

    de propiedad gubernamental se habfan vendido al sector privado,

    los sectores proindependentistas del PPDhabfan sido expulsados

    de su seno, y se habfa abandon ado la anterior orientacion nacio-

    naUsta y redistributiva moderada en favor de la atraccion del

    capital extranjero y de una fuerte orientacion hacia el crecimien.

    to (Herrero y Castaneda, 1965; Gutierrez y Villamil, 1975). La

    reorientacion de 1948 no puede describirse como un abrupto

    cambio en ]a polftica; en efecto, estas modificaciones habfan

    venido evolucionando durante varios afios, y ciertos cambio~ im-

    portantes de las polfticas econ6micas y sociales del gobierno se

    habfan venido discutiendo por 10 menos durante los ultimos dos

    anos.1 Es obvio que gran parte del cambio tenfa que ver con el

    1 Para 1946se habfa formado un c:omlt6encargado de considerar los me-

    dlos propiclospara el estfmuloa la emigracl6nde puertorrlquefios,no s610

    a 105Estad05 Umd05sino tambi6n a Sudam6rlcay aun at Africa(Revista

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    . 284 EL ESTADO NACI6N

    inicio de la guerra fria y la expansi6n renovada del capital1smo

    norteamerlcano. Se ejercieron fuertes presiones sobre Puerto

    Rico para que abandonara su orientaci6n socialista .

    EI gobierno dejQ...

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    PUERTO RICO 289

    1. Distribucidn y empleo

    EI crccimlento econ6mlco experitnentado durante 105 tres ul.

    timos decenios no ha resuelto 105problemas relativos a la dis tri.

    buci6n del ingreso y la riqueza; en rea I idad es probable que 105

    haya empeorado (Herrero y Castafieda, 1965). Aunque son poco

    confiables las estadls ticas sobre la distribuci6n del ingreso, hay

    pruebas suficientes para so :~ener una conc1usi6n mlb bien pesi.

    mista. De acuerdo con el .enso de Poblacidn de 1970 el 40 %

    mas pobre de las familias recibfa 5610 el 8% del ingreso total,

    mientras que el 10% mas rico recibfa el 35% del ingreso. Estas

    cifras no han cambiado sustancialmente durante los ultimos dos

    decenios y aun es posible que subestimen el problema de la dis-

    tribuci6n.4

    La distribuci6n del fngreso se reladona estrechamente con el

    problema del desempleo y el subempleo. Como se observa en el

    cuadro 2, el desempleo nunca ha sido menor del 10.3 % y en

    1977 se aproxim6 al 23% . Esta cifra tan elevada, sobre to do en

    el contexto de altas tasas de crecimiento, se vuelve mas sigoi-

    ficativa cuando se consideran las tasas de partidpaci6n descen-

    dentes y muy bajas. En este aspecto la experiencia de Puerto

    Rico parece casi unica. La tasa de participaci6n de la fuerza de

    trabajo, que en

    1950

    lIegaba al 53% , descendi6 durante todo el

    periodo para lie gar al 41.6% en 1976. A pesar de las migracio-

    nes masivas, de las que nos ocuparemos mas adelante, se agrav6

    el proceso de marginaci6n de la poblaci6n frente alas activida-

    des productivas. Esto significo, como antes vimos, que una pro-

    porcion creciente de la poblaci6n subsistia mediante pagos de

    transferencia. EI ingreso y la producci6n se separaban cada vez

    mas.

    2. Migracidn

    Entre 1954y 1976 cerca de un mil l6n de puer torriqueftos aban-

    donaron la isla. Aunque el gobiemo siempre ha sostenido que

    no favorece la emigraci6n ni se opone a ella, ahora esta fuera

    de duda que estimul6 la emigraci6n durante todo el periodo. Se

    formularon propuestas para el env(o de mujeres j6venes a los

    Estados Unidos como domesticas, 10 que aliviarla el problema

    del desempleo y tendrla un efecto positivo sobre las tasas de

    crecimiento de la poblaci6n (Hibben y Pico, 1948); para estimu-

    lar una emigraci6n de 60 mil personas por afio a fin de impedir

    el empeoramiento del desempleo (Junta de Planeaci6n, 1955);

    y en 1974, cuando se estaba deteriorando la econom(a de Puerto

    4 Herrero y Castaneda (1965)presentan cifras sobre la distribud6n del in-

    greso en 1953y 1963..En el primero de dichos aiios el 25% mas pobrc de

    las famil ias recibfa menos del 5% del total del ingreso; en 1963era mcnor

    atin esta proporci6n.

    .. '--.

    -

    -.-..---

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    6/11

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  • 7/25/2019 Villamil Los Lmites

    7/11

    FUBNm:Banco Gubernamental de Fomento, Estado Ubre Asociado de Puer-

    to Rico.

    Aunque la relaci6n polftica de Puerto Rico con los Estados Uni-

    dos es responsable en parte de esta situaci6n, una gran parte de

    la culpa debe imputarse a la estrategia de desarrollo adoptada y a

    . sus efectos. Una vez que se crea la necesidad de una asistencia

    creciente de los pagos de transferencia de los Estados Unidos

    para el financiamiento del sistema de bienestar y el .manteni-

    miento de la capacidad del sector publico para la generaci6n

    de empteo, se vuetve diffcil, si no es que imposible, la resisten-

    cia al control creciente. sobre el proceso de toma de decisiones.

    En Puerto Rico esto ha significado que los programas gubema-

    mentales en materia de salud, vivienda, desarrollo urbano y

    otras esferas, funcionen de acuerdo con los criterios estableci-

    dos por el gobiemo de los Estados Unidos: que la legislaci6n

    del salario mfnimo se determine en gran medida por ese pafs,

    y que el margen de maniobra de Puerto Rico se haya reducido

    en efecto continuamente (Arbona y Ramfrez de Arellano, 1977;

    Villamil, 1972).

    Podemos definir el grado del control y la dependencia exter-

    (Serrano Geyls, 1974). En 1973se cre6 un comiteSpara que considerara la

    reJaci6n entre Puerto Rico y los Estados Unidos, pero no ha producido

    nada. EI comit~. compuesto por un ntimero iguat de puertorriquei'ios y

    norteamericanos. present6 un informe que todavfa debe ser considerado por

    et congreso. En realidad, podrfamos afirmar que Ja capacidad de auto-

    gobiemo era mayor en los afios cuarenta que en cualquier otra fecha

    posterior.

    - - , '.

    PURRTO RICO

    293

    I

    nos mediante tres medidas. La primera es la importancia de las

    transferencias directas de los Estados Unidos a Puerto Rico, las

    que han aumentado de cerca del 10 del ingreso total en 1960

    a mas del 30 en 1975 (Ofieina del Gobemador de Puerto

    Rico, 1976). La deuda extema casi se ha decuplicado, al pasar

    de 615 millones de d61ares en 1962 a 5750 millones en 1976. Por

    ultimo, la razon de la deuda externa al capital total aument6

    del 21 en 1950 a l 39 en 1960 y al 57 en 1974 (Tobin, 1976:

    Gutierrez, 1976). Cerca del 75 de la inversi6n en manufactu-

    ras corresponde a empresas norteamericanas.

    A pesar de las dificultades cada vez mas obvias a mediados de

    105afios sesenta pudo continuar la estrategia de desarrollo adop-

    tada gracias a los aumentos n ,asivos de la deuda extema (cua-

    dro 4), al aumento de los pagos de transferencia y durante una

    parte del periodo a la emigraci6n de una proporci6n considera-

    ble de la poblaci6n. Pero no habfa crisis del capitalismo en

    Puerto Rico. En efecto, el rendimiento del capital permaneci6

    sumamente elevado, entre el 33 y el 60 anual (Tobin, 1976),

    y la economfa habfa seguido creciendo a tasas satisfactorias.

    La situaci6n cambia a fines de 1973, y en 1974 y 1975 se vuel-

    ve negativa la tasa de creeimiento (-2.4 a precios constantes)

    y baja el empleo total de 775 mil en 1974 a 718 mil en 1976. EI

    desempleo aument6 de 109m il (12.3 ) en 1974 a 172 mil (20 )

    en 1976. Varios factores coincidieron para produeir este resul-

    tado: la recesi6n en la economfa norteamericana, la rigidez de

    los mercados monetarios, los muy altos niveles de la deuda ex-

    tema de Puerto Rico, el aumento de los costos del petr61eo y la

    competencia en el exterior. Sin embargo, la crisis de la econo-

    mfa en terminos de reducci6n de las tasas de crecimiento y au-

    mento del desempleo no afect6 a la burguesfa, excepto a quienes

    se encontraban en el sector de la construcci6n, fuertemente

    afectado por la incapacidad del gobiemo para continuar sus gas-

    tos en infraestructura. Eso fue asf porque 105 pagos de trans-

    ferencia de 105Estados Unidos aumentaron considerablemente al

    mismo tiempo. En 1975los pagos del programa de estampillas ali-

    menticias l1egaron por sfsolos a 500miltones de d6lares. Esta gran

    entrada de fondos no estimul6 la producci6n nacional, sino que

    condujo a un aumento masivo de las importaciones provenientes

    de los Estados Unidos. Entre 1973 y 1976 las importaciones tota-

    les de bienes no durables aumentaron de 1040 millones de d6la-

    res a 1440 millones: en este total las importaciones de alimentos

    aumentaron de 600 a 900 millones de d61ares (Junta de Planifi-

    caci6n, 1976). Es precisamente en el sector de las importaciones

    que la burguesfa se concentra (junto con otros tales como los

    de servicios financieros y profesionales). EI sector de las impor-

    taciones_~~- .es.Jmportante 8610 en. t~rmhios de las CifTastotales,

    sln()-tambien por:-su camcter. a1tament~ concentrado y

    m()nop6-.

    Ilco:-Eri- I914;or ejemplo,el 76.5 de los cereales rtie impor-

    ,

    '\' .

    292

    RL ESTADONACION

    .

    Cumlro 4. Deuda publica

    Millones de

    Indice

    ddlares

    1962=

    1962

    615.6

    100

    1963

    711.3

    115.5

    1964

    801.8

    130.2

    1965

    909.9

    147.8

    1966

    .

    983.2

    159.7

    1967 I 132.7 184.0

    1968

    1308.8

    .

    212.6

    1969

    1 473.t

    239.3

    1970

    1 656.6

    69 t

    1971

    2 082.3

    338.3

    1972

    2 555.0

    415.0

    1973

    3 035,2'

    493.0

    1974

    3 705.1

    601.9

    1975

    5 300.0' .

    860.9

    1976

    5 749.4

    934.0

    ,.

  • 7/25/2019 Villamil Los Lmites

    8/11

    294 EL ESTADONACION

    tado por una sola empresa, y el 71.3 de todo el arroz: el 73.4

    de la pasta de dientes, el 51.6 de la .Jeche en polvo y el

    53.5 de las bebidas de malta. En otros productos tales como

    los cigarrillos, las lIantas, el papel y algunos mas, el mercado

    esta totalmente controlado pOl' tres 0 cuatro empresas. En la

    mayorla de los casos estas companias son de propiedad nacio-

    nal, aunque hay algunas subsidiarias de corporaciones norte.

    americanas. Se ha investigado en escasa medida el sector de las

    importaciones, pero no hay duda de que tal sector provee la base

    econ6mica de gran parte de la burguesfa nacional (Gutierrez y

    Villamil, 1974).

    Una consecuencla de la crisis fiscal q~e. afront6 el gobierno de

    Puerto Rico en 1974 fUe el nombramiento de un comite para el

    estudio de las finanzas de Puerto Rico, presidido pOl' James

    Tobin. En gran medida el comite fue nombrado a causa de la

    preocupaci6n de los sindicatos de prestamistas norteamericanos

    acerca de la solvencia de Puerto Rico (Tobin, 1976). POI' ejem-

    plo, entre los miembros del comite-' se encontraba el presidente

    de la First Boston Corporation, que junto con el Chase Manhat.

    tan Bank forma quiza la pareja mas importante de instituciones

    financieras pOl' cuyo conducto vende sus bonos el gobierno. Sus

    hallazgos. reflejaron el hecho de que el gobiemo de Puerto Rico

    estaba utilizando el financiamiento deficitario (gracias al incre-

    'mento de su deuda extema) en una forma muy similar a la que

    sugiere la economla keynesiana, con la diferencia de que la si.

    tuaci6n era aquf cr6nica y de que el financiamiento era extemo.

    Sus recomendaciones son similares a las asociadas con las mi-

    siones del PMI: reducir el gasto gubemamental, congelar los sa-

    larios del sector publico, aumentar los impuestos a la propiedad

    y a los bienes durables, asegurarse de que las corporaciones gu-

    bemamentales operen con utilidades, aumentar los incentivos

    para la inversi6n, restringir los aumentos de salarios en el sec-

    tor privado y adoptar medidas -tales como la exenci6n de los

    j6venes de la legislaci6n del salario mfnima- que disminuyan

    los costos de la mana de obra para la industria y otras areas

    segtin lineamientos similares. La notable del in forme es que

    reconoce que ni siquiera estas recomendaciones generaran real-

    mente un cambio sustancial en la situaci6n. La crisis no es dcli-

    ca, sino estructural.

    IV. CONCLU510NES

    Puerto Rico representa en muchos sentidos el ejemplo mas ex-

    tremo del modelo de crecimiento dependicnte. Refleja much as

    de las mismas caracterlsticas, y los mismos procesos y efectos

    mencionados antes pOl' Furtado, Pinto, Cardoso y Sunkel: altas

    tasas de crecimiento de la producci6n con una distribuci6n muy

    .

    ,

    ,

    ,

    '.--'.'--

    PUERTO RICO

    295

    desigual de 5US beneficlos; definicl6n del papel del Estado en

    tc~nninos de la provisi6n de apoyo a la inversi6n extranjera;

    una burguesfa nacional activa y econ6micamente importante,

    pero dependiente: desnaclonalizaci6n de la economfa: margina.

    ci6n de una gran parte de la poblaci6n, y crecimiento de la

    deuda cxterna.

    POI' supuesto, hay algunas diferencias. estas se deben, entre

    otras cosas, alas manifestaciones del gobierno colonial directo

    ejercido en Puerto Rico, sobre todo hasta 1940, el tamano de la

    inversi6n extranjera en manufacturas y el hecho de que esta sa

    haya destinado a los mercados de exportaci6n. En cierto sentido

    la experiencia de Puerto Rico se asemeja menos a la de los paf.

    ses latinoamericanos mas grandes y mas a la de Hong Kong

    0 algunas de las otras plataformas de exportaci6n . Tambien,

    en el caso de Puerto Rico, los instrumentos de dominaci6n social

    son diferentes de los que han prevalecido en la America Latina:

    los gobiemos militares y la represi6n. En Puerto Rico las ten.

    siones derivadas de su modelo de crecimiento se han afrontado

    con crecientes .pagos de transferencia y mediante el estfmulo a

    la migraci6n. En consecuencia, hasta ahora no ha habido nece.

    sidad de recurrir a la represi6n.' ,Cual es entonces la lecci6n de

    la experiencia puertorriquefia? AI parecer, tallecci6n es que, una

    vez adoptada, la estrategia de maximizaci6n del crecimiento me-

    diante la inversi6n extranjera conduce sin duda a una dependen.

    cia mayor y un margen de maniobra menor. Donde hay tam-

    bien dependencia respecto de los mercados extranjeros el pro-

    blema podrfa empeorar. Podemos intentar una breve sfntesis

    de 10ocurrido: .

    I} La decisi6n de atraer inversi6n extranjera implica que debe

    existir el clima apropiado para la inversi6n. Cuando la raz6n

    de la inversi6n no es la extraccl6n de algtin recurso natural sino

    la producci6n para la exportaci6n, como ocurre en Puerto Rico,

    el clima de la inversi6n no se refiere s610 alas garantfas sino

    tambien a los incentivos especiales. En Puerto Rico se hizo

    pronto evidente que el modelo de la industrializaci6n era incom-

    patible con una posici6n independentista y una estrategia social

    que tratara de lograr cierta igualdad.

    2} La inversi6n extranjera directa significa una importaci6n de

    tecnologla que refleje las proporciones de factores existentes en

    el pals donde se desarrolla. Tfpicamente significa procesos

    de producci6n muy intensivos en capital. En Puerto Rico esto

    ha significado altos niveles de desempleo, la necesidad consi-

    guiente de que el gobiemo actue como empleador de ultima ins-

    tancia, y la necesidad de una dependencia masiva de los pagos

    de transferencia y la emigraci6n.

    3} Dadas las tendencias hacia un marco cada vez mas global

    para la toma de decisiones pOl' parte de las empres as multinn-

    cionales, 105 pafses deben estar constantemente alertas ante la

    ,

  • 7/25/2019 Villamil Los Lmites

    9/11

    of

    .

    .,'

    296 EL ESTADO NACION

    posibitidad de perder su ventaja comparativa, de la competencia

    de otros lugares y, por 10 tanto, de la apertura de nuevas areas

    de actividad econ6mica en el pafs que ofrezca alguna ventaja.

    En Puerto Rico los Ifmites alcanzados por las industrias inten-

    sivas en mano de obra signtficaron un cambio hacia industrias

    intensivas en capital tales como la refinaci6n de petr61eo y la

    petroqufmica. Esto agrav6 los problemas de desempleo y cre6

    uno nuevo. Los requerimientos de infraestruchira de estas in-

    dustrias eran mucho mayores,' 10 que contribuy6 a aumentar

    la deuda extema y a la' crisis fiscal y financiera consiguiente.

    Dado que estas industrias estan exentas del pago de impuestos

    y generan pocos empleos, es muy escasa la posibilidad de recu-

    peraci6n de la inversi6n en infraestructura a traves de los im-

    puestos. En una pequefia economfa abierta no se desarrollan

    105enlaces hacia adelante debido alas restricciones del tammo

    del mercado, y la mayor parte de los insum05 se importan.

    4} Asf pues, los costos del mantenimiento del modelo aumen-

    tan constantemente para contrarrestar los efectos de la compe-

    teneta y la perdida de la ventaja comparativa. Cuanto mayores

    sean las posibilidades de localizaciones alternativas , mayores ~e-

    ran los costos para cada uno de los pafses competidores y mas

    debit su posici6n de negociaci6n. En la experiencia puertorri-

    quefia esto ha significado un alargamiento del periodo de exen-.

    ci6n fiscal, el aumento de la Inversi6n gubernamental en infra-

    estructura, el subsldio de costos de mana de obra y de energeti-

    cos, y la reducci6n de los controles ambientales.

    5} Todo esto conduce invariablemente a una condici6n cada

    vez m~s irreversible de dependencia y de absorci6n por las eco-

    nomfas dominantes a traves de diversos mecanismos: aumento

    de la deuda externa, dependencia de 10s mercados, debili tamien-

    to de la posici6n de negociaci6n y otros. En el casode Puerto

    Rico signffic6 la perdida de gran parte del margen de maniobra

    que tenfa y la restricCl6n de sus opciones de desarrollo futuro:

    lOue Ie espera entonces a Puerto Rico? Resulta diffcil conce-

    , Tres plantas -Pittsburgh Plate Glass,Union Carbide (Peftuelas) y Union.

    Carbide (Yabucoa)- absorbieron el 30% del aumento de la capacidad de

    generacl6n de energfa producido en Puerto Rico desde 1967(Escuela Gra.

    duada de PlanUicaci6n,1974).

    8 La locallzaci6nen Puerto Wco resultaba atractiva para estas refinerfas

    de petroleo y plantas petroqufmicaspar varias razones: 1) el gobiemo de

    Puerto Rico obtuvo para ellas mayores cuotas de importaci6n de petroleo,

    10que les pennitla importar cantidades mayores en los Estados Unidos, 2J

    par la eK:enci6nde impuestos, 10que significaba mayores ganancias para

    las unldades particulares de Puerto Rico y tambl~n la posibilidad de pre-

    cios de transferencia que aumentaran las ganancias totales de la corpora-

    cion; 3) par las regulaclones ambientalesmenos restrictivas. En cuanto a

    este ultimo punto, es importante recordar que en 105Estados Unidos se

    habla .manifestado una oposicioncreciente a la localizaclonde estas indus-

    trias. Asl se eK:pUcaa masiva inversion en refinerfas petroleras de Puerto

    Rico, las Islas Vlrgenes norteamericanas y las Provincias Atl4nticas del

    Canadli.

    .;.

    PUERTO RICO

    2CT

    ..

    ,

    bir un retorno a los alios de alto creclmiento de los decenios de

    1950 y 1960. Podrfa haber un importante componente industrial,

    sobre todo en productos. farmaceuticos y quiza en algunos sec-

    tores relacionados con eI procesamiento del cobre sl se explotan

    las minas. Estos desarrollos dependeran de los incentivos que

    se ofrerean, pero en gran medida tamblen del mantenimiento de

    regulaciones ambientales menos restric tivas que las de los Esta-

    dos Unidos. En efecto, las regulaciones ambientales debiles se

    estan convirtiendo en factores de localizaci6n importantes (Mo-

    rales, 1976) y seran aspectos cada vez mas importantes del des.

    arrollo futuro.

    Suponiendo que ya no sea factible la emigraci6n masiva, ha-

    bra niveles de desempleo mayores aun, aunque sin duda el go-

    bierno cont inuara estimulando la emigraci6n.9 Bl gobierno y los

    servicios seran fuentes de empleo importantes; pero habra una

    proporci6n sustancial de la poblaci6n que permanecera margi-

    nada de los procesos econ6micos. Los pagos de transferencia

    continuaran proveyendo una parte grande del ingreso total, des-

    de luego mayor que el 30 % actual.

    La viabilidad de este panorama depende de muchos factores.

    Uno de ellos es la disposici6n de los Estados Unidos a continuar

    financiando los pagos de transferencia a los niveles actuales 0

    aun mayores. Por ahora esto no parece constituir un problema

    particular. En ese pafs ha habido algunas protestas por el mon-

    to de los pagos hechos a Puerto Rico, pero con escaso efeeto.

    Podrfamos afirmar que Puerto Rico es todavfa un buen negocio

    para el eapitalismo norteamericano; despues de todo los pagos

    a los faetores produetivos norteamericanos ascendieron a 1600

    miJ10nes de d61ares en 1976.

    Bl segundo factor es la aprobaci6n de los grupos nacionales

    dominantes. Como antes se dijo, la bur~esfa nacional tiene su

    base ec~m'>JJ)ic~~ lel sector. de 1~i1lm~c;>~~iol e..s,_en~a.s~frriamas

    y enlos servicios. Para elta el objetivo de toda estrategia eco-

    iiomicano-es'amaximizaci6n de la producci6n industrial (algo

    que se percibe como no viable por ahora) sino el mantenimien-

    to de altos niveles de consumo. En consecuencia, este grupo esta

    perfeetamente satisfecho con una economfa tan dependiente de

    las t ransferencias extranjeras. Su objetivo es asegurar que estas

    transferencias se mantengan 0 aun se incrementen. En el terre-

    no polftieo este desplazamiento de una burguesfa orientada ha-

    cia la producci6n por otra dependiente del consumo expliea en

    parte la derrota del PPDen las elecciones de 1976. Despues de

    tado el PPDha sido el partido de la industrializacl6n. EI triunfa-

    dor en las elecciones de 1976 (aunque todavfa es minoritario),

    9 Allan (1975)formula la recomendacl6n slguiente: Un programa de

    desarrollo de la mancomunidadque provee menos empleos y menos bene-

    ficios de desempleoy de beneficencia... es una poUticapositiva de migra-

    cion, aunque pasiva y no declarada .

  • 7/25/2019 Villamil Los Lmites

    10/11

    298

    EL ESTADO NACIc1N

    .

    el Nuevo Partido Progresista, ofrece grandes pagos de trans fe-

    rencia mediante la asociaci6n total con los Estados Unidos. Evi-

    dentemente tendnin que hacer ciertos ajustes algunos sectores

    (por ejemplo, la industria de la construcci6n), pero la clase

    gobemante nacional no afronta, en general, ningtin problema

    grave en este panorama.

    Algunos aspectos de la experiencia puertorriquefia son parti-

    culares de ese pais. Desde luego, surelaci6n polftica con los

    Estados Unidos 10 hace diferente. Pero, lcmin diferente? EI pro-

    ceso de industrializaci6n

    .

    adoptado se asemeja al observado en

    muchos otros paises, y los efectos son muy similares, aunque

    menos drasticos debido al menor tiempo transcurrido: alto

    desempleo, emigraci6n, distribuci6n desigual del ingreso, cre-

    ciente desnacionalizaci6n, desintegraci6n cultural, etcetera. Con-

    vendra observar la experiencia de la Republica Dominicana, que

    recientemente ha iniciado una estrategia de industrializaci6n

    del tipo puertorriquefio.

    RBPERBNCIAS

    Admlnlstraci6n de la cooperaci6n intemacional del gobiemo de 105

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    13. iSOCIOS EN ELDESARROLLO?

    LA TESISDE LA TRANSNACIONALIZACI6N

    EN ELCONTEXTO KENIANO

    *

    Ma.,tin God/:

    ey y

    Steven Langdon

    I. INTRODUCCI6N

    ,

    DURANTE05afios sesenta el debate sabre la dependencia se con-

    centro principalmente en los indicadores economicos de la asi-

    metrfa de las relaciones intemacionales, tales como la concentra.

    cion de las exportaciones en cuanto a productos y mercados, la

    concentracion de las importaciones en pocos proveedores, la ex.

    . tension de la inversi6n extranjera, el grado de interdependencia

    intema de las funciones econ6micds, etcetera . Mas recientemen-

    te ha habido un vuelco en el debate bacia la consideraci6n ex-

    plfcita de los factores sociopolfticos en general y del amilisis de

    clases en particular.1 Una de las mas ambiciosas contribuciones

    a esta discusi6n ba sido la de Sunkel, guien ha desarrol1ado los

    conceptos de capitalismo transDaaonal y de desintegraci6n na.

    cional.'

    Con el riesgo de simplificar demasiado podemos resumir la te.

    sis de la transnacioDalizaci6n 'bajo cuatro rubros sobrepuestos.8

    1) EI sistema capital i ?ta ha gttnbj~ 'o en los ult imos afios-ee-

    up si. itema ltlternacional.J..co.n..Ja.S- .l c..tQ~Q..mo sus c WQnen.

    te~u.l\_si~ ma transnacionandanaouna im-

    portancia- creciente a las instituaOii~-coftiOOOi1tponentes, tales

    como las corporaciones multinacionales y las organizaciones in-

    temacionales, y los individuos que trascienden las fronteras na.

    cionales)

    .. Estudios Internaciottates,

    afto XI, num. 44,octubre;diclembre,1978.

    1 V~ase Nonnan Girvan, The Development of Dependency Economics in

    tile Caribbean and Latin America: Review and Comparison , 22 Social and

    Economic Studies, 1973.Bs dtll para realizar un estudlo sabre la l iteratura

    sobre la dependencia.

    2 Osvaldo Sunkel, Transnational Capitalism and National Disintegration

    in Lat in America , 22 Social and Economic Studies, 1973;Sunkel, A Criti-

    cal Commentary on the United Nations Report on Multinational Corpora-

    tions in World Development , IDS,Discussion Paper ndm. 52~Bri,gthon 1974;

    Sunkel, External Bconomic Relations and the Process of Development ,

    JOO,Discussion Paper num. 51, Brigthon, 1974,y Sunkel y Bdmundo Fuen-

    zalida, Transnationalisation, National Disintegration and Reintegration in

    Contemporary Capitalism , IDS,Internal Working Paper 18, Brigthon, 1974.

    8La versi6n de la tesls de la transnaclonalizaci6n en la cual esta basado

    pr incipalmente este sumario es la de Sunkel y Fuenzal ida, op. cit.

    JOI

    I