VARIACIONES POBLACIONALES DE ESPAÑA POR...

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. VARIACIONES POBLACIONALES DE ESPAÑA POR TÉRMINOS MUNICIPALES 1981-1991 (APUNTES SUGERIDOS POR LOS MAPAS DE VARIACIONES DE DENSIDADES Y PORCENTAJES) JOSÉ LUIS CALVO PALACIOS; JOSÉ MIGUEL JOVER YUSTE; ÁNGEL PUEYO CAMPOS y PILAR ALONSO LOGROÑO Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio Universidad de Zaragoza Otros trabajos ya publicados han considerado las variaciones de la población española en la década de los ochenta desde ópticas estadísticas, en relación con los potenciales pobla- cionales o en una serie de análisis multivariables diferenciando evoluciones en función de tamaño, potenciales inferidos y evolución real (Calvo Palacios, J .L., Jover Yuste.J.M. y Pueyo Campos, A., 1992). Ahora se pretende obtener alguna breve conclusión sobre otros mapas más tradicionales, en la línea de lo presentado por Casas Torres en la década de los sesenta, pero que no han perdido su valor analítico en la interpretación de la dinámica demográfica española del periodo considerado. Como todo el mundo conoce, las variaciones poblacionales de la década de los ochenta han sido considerablemente inferiores a las de las décadas precedentes, tanto en el campo migratorio como en el de la dinámica natural. Los resultados hay que interpretarlos dentro de estas coordenadas de variaciones amortiguadas que hacen improcedente mantener los mismos umbrales estadísticos y visuales de décadas precedenles y que permitan comparar a un tiempo lo que las aparentemente escasas variaciones absolutas acaban significando desde un punto ele vista cualitativo en los diferentes tipos de municipios españoles. Se presentan para ello dos mapas: el de variaciones de densidades poblacionales por términos municipales y el de variaciones porcentuales de población por términos municipales referidos ambos a la década 1981-1991. El mapa de Variaciones de densidades poblacíonales municipales de España por kilómetro cuadrado (1981-1991) El primero de los mapas, Variaciones de densidades poblacionales municipales por kilómetro cuadrado, refleja muy bien esta falta real de variación en términos absolutos. La mayor parte del mapa queda en blanco pese a haber reservado este valor de indiferenciación para una amplitud del intervalo muy corta, puesto que es la comprendida entre más y menos un habitante por kilómetro cuadrado, 10que quiere decir que más de la mitad de la superficie peninsular (en todos los archipiélagos las variaciones han sido importantes), ha experimentado una variación poblacional prácticamente nula cuando se considera en cifras absolutas. En el conjunto español, la distribución de estos espacios «atónicos» en sentido demo- gráfico señala fundamentalmente a provincias y territorios no caracterizados precisamente por sus grandes efectivos poblucionales, sino más bien por una fuerte sangría previa que los

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VARIACIONES POBLACIONALES DE ESPAÑA POR TÉRMINOSMUNICIPALES 1981-1991 (APUNTES SUGERIDOS POR LOS

MAPAS DE VARIACIONES DE DENSIDADES Y PORCENTAJES)

JOSÉ LUIS CALVO PALACIOS; JOSÉ MIGUEL JOVER YUSTE;

ÁNGEL PUEYO CAMPOS y PILAR ALONSO LOGROÑO

Departamento de Geografía y Ordenación del TerritorioUniversidad de Zaragoza

Otros trabajos ya publicados han considerado las variaciones de la población españolaen la década de los ochenta desde ópticas estadísticas, en relación con los potenciales pobla­cionales o en una serie de análisis multivariables diferenciando evoluciones en función detamaño, potenciales inferidos y evolución real (Calvo Palacios, J .L.,Jover Yuste.J .M. y PueyoCampos, A., 1992). Ahora se pretende obtener alguna breve conclusión sobre otros mapasmás tradicionales, en la línea de lo presentado por Casas Torres en la década de los sesenta,pero que no han perdido su valor analítico en la interpretación de la dinámica demográficaespañola del periodo considerado.

Como todo el mundo conoce, las variaciones poblacionales de la década de los ochentahan sido considerablemente inferiores a las de las décadas precedentes, tanto en el campomigratorio como en el de la dinámica natural. Los resultados hay que interpretarlos dentrode estas coordenadas de variaciones amortiguadas que hacen improcedente mantener losmismos umbrales estadísticos y visuales de décadas precedenles y que permitan comparar aun tiempo lo que las aparentemente escasas variaciones absolutas acaban significando desdeun punto ele vista cualitativo en los diferentes tipos de municipios españoles. Se presentanpara ello dos mapas: el de variaciones de densidades poblacionales por términos municipalesy el de variaciones porcentuales de población por términos municipales referidos ambos a ladécada 1981-1991.

El mapa de Variaciones de densidades poblacíonales municipales de Españapor kilómetro cuadrado (1981-1991)

El primero de los mapas, Variaciones de densidades poblacionales municipales porkilómetro cuadrado, refleja muy bien esta falta real de variación en términos absolutos. Lamayor parte del mapa queda en blanco pese a haber reservado este valor de indiferenciaciónpara una amplitud del intervalo muy corta, puesto que es la comprendida entre más y menosun habitante por kilómetro cuadrado, 10que quiere decir que más de la mitad de la superficiepeninsular (en todos los archipiélagos las variaciones han sido importantes), ha experimentadouna variación poblacional prácticamente nula cuando se considera en cifras absolutas.

En el conjunto español, la distribución de estos espacios «atónicos» en sentido demo­gráfico señala fundamentalmente a provincias y territorios no caracterizados precisamentepor sus grandes efectivos poblucionales, sino más bien por una fuerte sangría previa que los

había dejado reducidos ti un difícil equilibrio con componentes poblacionales envejecidas, decasi nula capacidad de reproducción y menguadas fuerzas productivas, pero ya incapacitadaspara emprender la senda de una emigración hacia las ciudades, similar ti la que había carac­terizado las décadas precedentes.

Simplificando la.descripción, tales circunstancias se dari en el Pirineo oscense, navarroe ilerdense, en Los Monegros zaragozanos y oscenses, en el Sistema Ibérico riojano, soriano,turolense y en toda la Submescta Inferior no vinculada a grandes centros urbanos. En el mismogrupo atónico aparecen además parte elela Penibética granadina, Sierra Morena, Extremaduray muchos pequeños municipios de Castilla-León, intercalándose con otros pequeños muni­cipios donde la gama cálida de los amarillos está ya advirtiendo la existencia de valores depérdida comprendidos entre 2 y S habitantes por km-. Son espacios COIl un débil poblamiento,que sufren graves problemas de articulación territorial, lo que los coloca en una posicióndifícil a la hora de situar y optimizar los equipamientos y servicios básicos.

Estos dos intervalos precitados de disminución significan aproximadamente unaquinta parte de la superficie peninsular española, mientras que Jos espacios correspon­dientes a los municipios puramente positivos apenas representan otra quinta parte, queaún quedaría más reducida si se incluyeran como efectivamente dinámicos tan sólo aaquellos que, en un análisis shijt-share, experimentasen un crecimiento superior al delconjunto nacional durante el periodo.

. Por lo tanto, algo más de las tres cuartas partes del territorio nacional o ha permanecidoestancado o ha perdido población en la década de los ochenta, y tan sólo algo menos de unagLÚ11la parte puede clasificarse como auténticamente dinámica.

Tanto estos espacios dinámicos, como los que experimentan mayores recesiones, coin­ciden con territorios que ya daban densidades superiores a la media española', o cuandomenos tenían al comienzo de la década unas estructuras poblacionales más equilibradas, conunos efectivos demográficos relativamente jóvenes y susceptibles por lo tanto de enfilar lasenda migratoria. Eran municipios comparativamente más retrasados en su evolución tantodesde el punto de vista del proceso de industrialización como del de urbanización, y por eso,cuando el cambio les afecta, éste se produce con las connotaciones propias de una décadaque sufre en sus inicios las consecuencias de la gran crisis de los setenta, con falta de ofertasuficiente de trabajo en los espacios urbanos. Todas las recesivas se encontraban en lo queMella Márquez (J.M., 1992)clasificaba, a través de un índice de depresión compuesto, como«las áreas deprimidas de España».

Entre estas zonas de densidades de tipo medio, que sin embargo pierden población enla década de los ochenta, se encuentran ahora además ciudades de tipo medio o pequeñasciudades cabeceras comarcales, que si bien en una primera fase recogieron los efectivosdemográficos emigrados de sus propias comarcas, ahora van a ver disminuidos sus efectivospoblacionales por un doble motivo: la propia dinámica natural, con tasas de mortalidadelevadas, por tratarse de composiciones envejecidas, y la continuidad en la migración de losjóvenes. Se trata de espacios que, por falta de un tejido productivo innovador, no han podidoadaptarse ti las nuevas tendencias económicas, bien sea por la salida previa de los máscualificados hacia otras ciudades donde su promoción profesional y laboral ha sido másviable, bien por la ausencia de unes equipamientos que mejoraran la «calidad de vida» quelas nuevas pautas sociales vienen demandando, sin olvidar por otro lado las situaciones deverdadero ahogo económico en las que en ocasiones se está desarrollando la actividad agraria.

Aparentemente contradictorio es el hecho de que las mayores pérdidas en cifras abso­lutas no se van a registrar en los espacios rurales, sino precisamente en estas ciudades de tipomedio o donde la reestructuración se presenta en toda su gravedad, junto con otros espacios,el orcnsano principalmente, donde existían unas fuertes concentraciones poblaciona1es decorte rural, y como hecho más llamativo, la constatación de que las grandes ciudades, pesea encontrarse perfectamente englobadas en espacios dinámicos, destacan por sus pérdidas

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poblacionales, lo que no sirve para hablar de una desurbanización sino ~impleDlente de u~a

desconcentración o quizás mejor de descentralización poblacional obligada por el propIOincremento de la aglomeración, por la salida de los centros de las jóvenes generaciones, p~rel incremento de los hogares monoparentales en los espacios centrales y por la competenciaque, en los espacios de mejor centralidad, .sufren los usos rc?ide~1Ciales frente a l~s represe~t~­

tivos, comerciales, ctc., amén de las posibles descconomías ligadas a la propia congestiónviaria, encarecimiento del precio del suelo, mala calidad de la oferta de viviendas, proc~sode invasión sucesión y posterior degradación social, etc., que afecta tan sólo a los espaciosmás degradados del tejido de las grandes ciudades.

Que esto debe ser interpretado en esta línea lo demuestra el que, en el otro e~t1:el.no dela distribución, los espacios más dinámicos los representan p.rcci~amcnte los mUl1lCipl0s.~e

las áreas metropolitanas que circundan las grandes metrópolis. T;,] caso de la aglomeraciónmadrileña es especialmente significativo, con toda una corona de municipios con incrementosde más de cien habitantes por kilómetro cuadrado, pero 10mismo cabe apuntaren la aglomera­ción de Barcelona, donde el proceso está incluso más evolucionado y, junto a la capital, seunen ya en lo negativo otras serie de municipios adyacentes, para trasladar a una segundaorla, los mayores incrementos, o el de Cádiz., incapaz de soportar, por f~lta de espaClo [¡SICO

un mavorincrcmento poblacional, con lo que éste debe desplazarse hacia el exterior, etc. Entodas ellas, además, existen otras orlas exteriores con incrementos algo menores (menos de)00 habitantes por km") pero no por ello menos significativos, puesto que como se veráposteriormente en el mapa de variaciones porcentuales, estas cifras signinca~, incre11lent~s

del orden del 20 por ciento o más en tan sólo una década, lo que entraña también un cambiocualitativo nada desdeñable.

En ocasiones este crecimiento de las grandes ciudades y su vaciado descentralizadorhacia el área metr~politana, se encuentra enmascarado en este tip~ de ~ilá]isis de ~ase,mu.ni­cipal porque la amplitud territorial de éstos permite recoger en el mtenor del propio tcrmmcel crecimiento, sin que se refleje en la dinámica de vaciado. Es lo. que sucede en Zaragoza,o parcialmente en Sevilla, municipios ambos que, aunque .trasmlten efectos a su entornoinmediato, DO entran en la dinámica negativa apuntada anteriormente.

Cabe hablar ele un tercer caso. -Bilbao. entre orros-, en el quc no solamente no crece lapropia capital, sino que todo el conjunto entra en una dinámí::a negativa apena~ p~~ia.da p~r

el traslado poblacional hacia los espacies costeros con una mejor componente palsaJISt1Ca.S~n

embargo, pese a estos valares extremos, tanto en 10 positivo como en lo neganvo, ]0 que masresalta en el mapa es la enorme proporción de municipios españoles en los que la variaciónpoblacional es menor de un habitante por kilómetro cuadrado, 10 qi.ie ~nvita a pensar en unadécada de Jos ochenta desprovista de todos los problemas de crecumento ace~eraclo el: 1<;$décadas anteriores, v sin embargo no ha sido así, o por lo menos no jo ha Sido cualitati..vamcntc, corno lo d~'muestra el mapa de Variaciones porcentuales de población pOI" términosmunictpates de España (/9RJ .. í99! J.

El mapa de Variaciones porcentuales' de poblacián por términos municipales deEspaña (1981-1991)

Efectivamente, si las variaciones poblacionales de los años ochenta medidas en cifrasabsolutas tuvieron una escasa significación, tanto en términos de dinámica natural como,b .,

migratoria campo-ciudad, e incluso se empezaron a apuntar intentos de des~on~~ntraclOn '!aún de descentralización, como paso previo probablemente a la contraurbanización, la reali­dad interna de los municipios españoles, especialmente los más pequeños, advierte de lagravedad de las variaciones producidas por cuanto la vida de est~s pueblos se ~ll~VC máspor unos umbrales mínimos poblacionales de equilibrio que pemutcn el manterumrento de

unos servicios y equipamientos mínimos, y estos umbrales se han roto en muchos de ellos,como lo demuestra el hecho de que casi un 20 por ciento de la superficie española reflejapérdidas poblacionales superiores al 25 por ciento de sus efectivos de comienzo de la década,lo que quiere indicar, sin lugar a dudas, que hay necesidad de encontrar un nuevo equilibriointerno en la vida de buena palie de estos pequeños municipios españoles que habiendoperdido menos de 1 habitante por km", sin embargo han sufrido modificaciones cualitativasque probablemente van a dar lugar a otras de corte similar, si no más acelerado, antes de losprimeros albores del vecino siglo XXI.

Cuadro 1TAMAÑO DE LOS MUN1ClPIOS EsPAÑOLES y POBLACIÓN DE DERECHO

ReSIDENTE EN 1991-~---~--_'."---_.-----_..__.--

Tamaño Nº Municipios % Municipios Población 1991 % Población-- ----~-,,-,-----

~'-------'-~-------

0-100 800 9,90 49.195 0,13101-200 1.152 14,26 169.286 0,44201-500 1.782 22,05 588.091 1,51501-1.000 1.169 14,47 833.433 2,141.001-2.000 1.044 12,92 1.475.002 3,792.001-3.000 547 6,77 1J28.162 3,423.001-5.000 475 5,88 1.803.663 4,645.001-10.000 516 6,39 3.484.076 8,9610.001-20.000 309 3,82 4.158.075 10,7020.001-50.000 176 2,18 5.011.617 12,8950.001-100.000 55 0,68 3.601.953 9,27100.001-200.000 3-=1 0,42 4.980.413 12,81200.001-500.000 15 0,19 4.182.829 10,76Más de 500.000 6 0,07 7.206.473 18,54TOTAL 8.080 100,00 38.872.268 100,00

-'" ---_._----

Efectivamente, un porcentaje elevadísimo de los municipios españoles tiene cifras P>blacionales por debajo de cualquier mínimo pensable de eficacia económica. Los datos delcenso de 1991 reflejan esta circunstancia y por ello, so capa de variaciones poblacionalesinferiores a un par de habitantes por kilómetro cuadrado, con cierta frecuencia subyacen,como el mapa de variaciona porcentuales revela, pérdidas superiores al 25 y aún al 50 porciento de la población precedente, lo que puede significar una crisis demográfica profundaen los pequeños municipios" Es una continuación de las variaciones poblacionales

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experimentadas en la década de los setenta, cuando se produce un crecimiento de los muni­cipios superiores a 20.000 habitantes (Calvo Palacios, lL. JIPueyo Campos, A., 1991).

Como puede verse en el mapa precitado. estos espacios de pérdidas poblacionales su­periores al 25 por ciento afectan sobre toelo al Sistema Ibérico, Castilla y León, donde detodos es bien conocida la dimensión reducida de sus entidades municipales, pero tambiénresultan englobados la mayor parte de los municipios orensanos y buena parte de los de laPenibética, donde, 'a diferencia del caso anterior, lo que está sucediendo es una pérdidapoblacional muy fuerte tanto en términos cualitativos como cuantitativos, porque ambosespacios, a comienzos de la década de los ochenta, se encontraban en una fase menos evolu­cionada de su proceso migratorio por su mayor marginalidad respecto a los grandes centrosurbanos.

Aunque algunos de estos pequeños municipios se recojan en el mapa con pequeñosincrementos poblacionales, no es lo más usual. Constituyen casi la excepción, y lo que en elmapa predomina son los que pierden población en términos más o menos significativos,quedando los grandes incrementos poblacionales para los espacios urbanos y especialmentepara las úreas metropolitanas, donde se señalan en todos los casos incrementos poblacionalcsporcentuales superiores al 20 por ciento en la primera oda de contacto con el municipiomadrileño, y seguidamente segundas orlas con incrementos de más del 10 por ciento de losefectivos demográficos con los que iniciaron la década.

Con menos orlas, y menos desarrolladas, pero apuntando una orientación similar, apa­recen Sevilla, Valencia, Pamplona y Zaragoza entre otras, mientras que en Barcelona, estemapa confirma que el proceso de vaciado ya ha alcanzado a la primera orla de municipiosque ahora se presentan incluso con pérdidas poblacionales que denuncian su envejecimientoy la fuerte competencia por los usos del suelo que se ha generado desde la metrópoli centralcon la que se da un continuum de edificaciones que impide percibir diferenciaciones morfo­lógicas apreciables en la mayoría delas ocasiones.

Por lo demás, la percepción conjunta de ambos mapas permite percibir entre las varia­ciones positivas, la importancia dinámica del eje mediterráneo, 1:8n sólo roto por pequeñasintermitencias generalmente ligadas al relieve, la singularidad de los valles del Ebro y Gua­dalquivir que marcan con su dinámica positiva los trazados fluviales entre espacios monta­ñosos claramente reccsivos, la oposición entre la Galicia de las Rías y la Galicia Interior,claramente regresiva, aunque todavía con unos efectivos poblucionalcs de importancia; elresurgir modesto en cifras rotales, pero valioso Cil términos de cambio de tendencia, dealgunos municipios pirenaicos vinculados al turismo, especialmente significativos en el Piri­neo ilerdense, mientras que en el conjunto peninsular interior, apenas los núcleos urbanos enlos que se apoya la dinámica de crecimiento, y que aparecían ya dibujados en los mapas depotenciales poblacionalcs, se adivinan aquí como los enclaves en los que podrá sustentarseel contenido poblucional castellano leonés y manchego, recalcando adC!Tl8S que justamentejunto a los núcleos centrales de sus capitales provinciales se suelen situar inmediatamenteespacios de grandes p(~rdi(b:, cualitat ¡Vil'i y cuantitativas. lo que parece subruyurel papel deVCIl!Usa que las capitales respectivas han ejercido sobre su enlomo inmediato.

Conclusiones

Como conclusión, la dinámica demográfica de los ochenta da un nuevo apunte. Ladisimetría de comportamientos entre un norte peninsular que está perdiendo el ritmo demo­gráfico que le caracterizó, en beneficio de una Andalucía donde las tasas de natalidad marcanvarios puntos por encima de la media española, y el comportamiento netamente positivo deunos espacios insulares, especialmente los canarios, donde la dinámica general es tambiénnetamente positiva como resultado conjunto de unas natalidades elevadas y saldos migratorios

que recogen todavía opciones inmigratorias cuando, en muchos casos, las ciudades españolashan entrado en una situación de relativa indiferencia.

Las repercusiones socioterritoriales que implica la desarticulación y vaciamiento de granparte del tenitorio va a obligar, en un corto-medio plazo, a una reforma de los presupuestosen materia de política territorial, para gestionar desiertos demográficos y replantear sus posi­bles actuaciones y utilizaciones económicas, a menos que la contraurbanización, como talfenómeno occidental, empiece a demostrar una mayor fuerza que la que hasta ahora haapuntado.

Notas

t Véase al respectoel Mapa de densidades poh/acionales de Espolia para 1991por términos municipales(Calvo Palacios,J.L. y PueyoCampos, A., 1992).

2 En el censo poblacional de 1991,800 municipios españoles (9,9 por ciento del total) tenían menos de100 habitantes; 1.152 (14,26 por ciento del total de municipios) estaban entre 100 y 200 habitantes;1.782 (22,05 por ciento) estaban en el grupo de 201-500 habitantes, y otros 1.169 municipios (14,47 .por ciento) se incluían en el grupo de 501-1.000 habitantes. En conjunto, de los 8.080 municipiosde1991,4.903 (60,7 por cientodel totalde municipiosy una proporciónno muy diferente de la superficieespañola) los constituíanentidadesque no alcanzaban los mil habitantes. En ellos tan sólo residíael 4,22por ciento de la poblaciónespañolaele esa fecha. Tanto las bajas densidades(dos terceraspartes de lasuperficieespañola,laconstituyen municipiosconmenosde 10habitantes por kilómetrocuadrado)comola importancia cuantitativay cualitativa de las variacionesno requieren mayor explicación.

Bibliografía

CALVO PALACIOS, J.L., JOVER JUSTE, J.M. y PUEYO CAMPOS, A. (1992) «Potenciales demográficos deEspaña», Atlas Nacional de España, Instituto Geográfico Nacional, Sección IV,Grupo 14b, 11 mapascolor de España, Escala 1:2.000.000. págs. I~23, Madrid.

CALVO PALACIOS, J.L. y PUEYO CAMPOS, A. (1991) «Vanations de la distribution de la populationespagnolc pcninsulaire en funcríon de la taille des emplaccments (197Ü-1986h Seminaire sur les ten­dances démographiqnes actuciles et modes de vie en Europe, Conseil de L'Europe, págs. 420-422.Strasbourg,

CALVO PALAC10S, J.L y PUEYO CAMPOS, A. (1992) «La cartografía de potenciales poblacionales deEspaña (1970-1991) como apoyo del análisis económico regional», Papeles de Economía, núm. 51,págs. 116-125.Madrid.

MELLA MÁRQUE7. lM. (1992) «Las arcas deprimidas de España», Papeles de Economía, núm 51, pág.126-135. Madrid.

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ESTRATEGIAS DIFERENCIALES DE REPRODUCCIÓNSEGÚN CLASES SOCIALES y PLANIFICACIÓN:

UNA APROXIMACIÓN EMPÍRICA

MARÍA ANTONIA CARBONERO GAMUNDf

Escuela Universitaria de 11'(11)(ljo Social de Baleares

Una de las problemáticas más apasionantes que en los estudios demográficos continuaplanteándose con renovados interrogantes trata sobre los determinantes de la fecundidad enlos países desarrollados, concretamente de la relación entre variables intrínsecas al procesodemográfico tales como el tamaño de las cohortes o la proporción relativa de jóvenes y la

. fecundidad y, a su vez, la posible relación de ambas con la actividad, en especial, con laactividad femenina. Los estudios actuales pretenden matizar o desarrollar las teorías clásicascon el objeto de dotar a las proyecciones ele tendencias de una mayor legitimidad explicativaante los cambios profundos que experimenta la sociedad actual. Y estas cuestiones están aúnmás al orden del día ante los interrogantes que plantean los cambios en la fecundidad y laactividad femenina en España en los últimos decenios.

Las teorías, clásicas, de R. Easterlin establecen una relación inversa entre la proporciónrelativa de jóvenes y la fecundidad, a través de su relación con la actividad, o mejor dichode su relación con «las oportunidades vitales que le aguardan objetivamente»", las másimportantes de las cuales se relacionan con la actividad.

La formulación de R. Easterlin plantea que a una cohorte generacional llena le corres­pondería (dadas sus dificultades en la esfera productiva) una fecundidad escasa que, a su vez,20-25 años más larde, se convertirla en una cohorte cuyo tamaño relativo sería menor, lo qucpropiciaría un incremento de su fecundidad (por cambios en el calendario reproductor, avanceen la edad media de matrimonio, reducción del periodo protogenésico, ctc.).

Pero estas serían las características endógenas de la cohorte; el ciclo demográfico asíexplicitado funciona en el supuesto de mantenimiento constante de las características eXÓgc­

nas, léase las transformaciones sociales y económicas y la coyuntura económica. Natural­mente, aún aceptando la validez: de su aplicación en el caso español, lo que es obvio es lanecesidad eleconsiderar las transformaciones actuales en las características e.rÚgcnas, puestoque se puede suponer que influirán agudizando o contrarrestando el efecto del tamaño relativode las cohortes que se encuentran en los inicios de su periodo reproductor.

Sobre unas cohortes llenas, en un momento dado, actúa, en relación al mercado detrabajo, el denominado «efecto desánimo» y el «efecto presión». Pero la cuestión estriba enque las consecuencias de la actuación, siempre ambivalente, de ambas respuestas será distintasegún el marco contractual, la diferenciación interna de la fuerza ele trabajo y finalmentesegún la coyuntura económica específica.

Dejando al margen la cuestión de los cambios en la coyuntura económica, la participa­ción creciente de la fuerza de trabajo femenina en la esfera de la economía formal y sucaracterización representa por sí misma una transformación radical por 10 que se refiere a lasrespuestas distintas ante las expansiones y contracciones de la oferta de empleo. Tal y como

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que recogen todavía opciones inmigratorias cuando, en muchos casos, las ciudades españolashan entrado en una situación de relativa indiferencia.

Las repercusiones socioterritoriales que implica la desarticulación y vaciamiento de granparte del tenitorio va a obligar, en un corto-medio plazo, a una reforma de los presupuestosen materia de política territorial, para gestionar desiertos demográficos y replantear sus posi­bles actuaciones y utilizaciones económicas, a menos que la contraurbanización, como talfenómeno occidental, empiece a demostrar una mayor fuerza que la que hasta ahora haapuntado.

Notas

t Véase al respectoel Mapa de densidades poh/acionales de Espolia para 1991por términos municipales(Calvo Palacios,J.L. y PueyoCampos, A., 1992).

2 En el censo poblacional de 1991,800 municipios españoles (9,9 por ciento del total) tenían menos de100 habitantes; 1.152 (14,26 por ciento del total de municipios) estaban entre 100 y 200 habitantes;1.782 (22,05 por ciento) estaban en el grupo de 201-500 habitantes, y otros 1.169 municipios (14,47 .por ciento) se incluían en el grupo de 501-1.000 habitantes. En conjunto, de los 8.080 municipiosde1991,4.903 (60,7 por cientodel totalde municipiosy una proporciónno muy diferente de la superficieespañola) los constituíanentidadesque no alcanzaban los mil habitantes. En ellos tan sólo residíael 4,22por ciento de la poblaciónespañolaele esa fecha. Tanto las bajas densidades(dos terceraspartes de lasuperficieespañola,laconstituyen municipiosconmenosde 10habitantes por kilómetrocuadrado)comola importancia cuantitativay cualitativa de las variacionesno requieren mayor explicación.

Bibliografía

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CALVO PALACIOS, J.L. y PUEYO CAMPOS, A. (1991) «Vanations de la distribution de la populationespagnolc pcninsulaire en funcríon de la taille des emplaccments (197Ü-1986h Seminaire sur les ten­dances démographiqnes actuciles et modes de vie en Europe, Conseil de L'Europe, págs. 420-422.Strasbourg,

CALVO PALAC10S, J.L y PUEYO CAMPOS, A. (1992) «La cartografía de potenciales poblacionales deEspaña (1970-1991) como apoyo del análisis económico regional», Papeles de Economía, núm. 51,págs. 116-125.Madrid.

MELLA MÁRQUE7. lM. (1992) «Las arcas deprimidas de España», Papeles de Economía, núm 51, pág.126-135. Madrid.

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ESTRATEGIAS DIFERENCIALES DE REPRODUCCIÓNSEGÚN CLASES SOCIALES y PLANIFICACIÓN:

UNA APROXIMACIÓN EMPÍRICA

MARÍA ANTONIA CARBONERO GAMUNDf

Escuela Universitaria de 11'(11)(ljo Social de Baleares

Una de las problemáticas más apasionantes que en los estudios demográficos continuaplanteándose con renovados interrogantes trata sobre los determinantes de la fecundidad enlos países desarrollados, concretamente de la relación entre variables intrínsecas al procesodemográfico tales como el tamaño de las cohortes o la proporción relativa de jóvenes y la

. fecundidad y, a su vez, la posible relación de ambas con la actividad, en especial, con laactividad femenina. Los estudios actuales pretenden matizar o desarrollar las teorías clásicascon el objeto de dotar a las proyecciones ele tendencias de una mayor legitimidad explicativaante los cambios profundos que experimenta la sociedad actual. Y estas cuestiones están aúnmás al orden del día ante los interrogantes que plantean los cambios en la fecundidad y laactividad femenina en España en los últimos decenios.

Las teorías, clásicas, de R. Easterlin establecen una relación inversa entre la proporciónrelativa de jóvenes y la fecundidad, a través de su relación con la actividad, o mejor dichode su relación con «las oportunidades vitales que le aguardan objetivamente»", las másimportantes de las cuales se relacionan con la actividad.

La formulación de R. Easterlin plantea que a una cohorte generacional llena le corres­pondería (dadas sus dificultades en la esfera productiva) una fecundidad escasa que, a su vez,20-25 años más larde, se convertirla en una cohorte cuyo tamaño relativo sería menor, lo qucpropiciaría un incremento de su fecundidad (por cambios en el calendario reproductor, avanceen la edad media de matrimonio, reducción del periodo protogenésico, ctc.).

Pero estas serían las características endógenas de la cohorte; el ciclo demográfico asíexplicitado funciona en el supuesto de mantenimiento constante de las características eXÓgc­

nas, léase las transformaciones sociales y económicas y la coyuntura económica. Natural­mente, aún aceptando la validez: de su aplicación en el caso español, lo que es obvio es lanecesidad eleconsiderar las transformaciones actuales en las características e.rÚgcnas, puestoque se puede suponer que influirán agudizando o contrarrestando el efecto del tamaño relativode las cohortes que se encuentran en los inicios de su periodo reproductor.

Sobre unas cohortes llenas, en un momento dado, actúa, en relación al mercado detrabajo, el denominado «efecto desánimo» y el «efecto presión». Pero la cuestión estriba enque las consecuencias de la actuación, siempre ambivalente, de ambas respuestas será distintasegún el marco contractual, la diferenciación interna de la fuerza ele trabajo y finalmentesegún la coyuntura económica específica.

Dejando al margen la cuestión de los cambios en la coyuntura económica, la participa­ción creciente de la fuerza de trabajo femenina en la esfera de la economía formal y sucaracterización representa por sí misma una transformación radical por 10 que se refiere a lasrespuestas distintas ante las expansiones y contracciones de la oferta de empleo. Tal y como

1Rl

).~., ha desarrollado F. Fernández (1987) en su análisis de los determinantes económicos de la

fecundidad, se percibe un comportamiento diferencial entre las mujeres casadas, cuya deci­sión de participación en la actividad, es una «decisión familiar» (lo que no sucede con laparticipación masculina). Pero este comportamiento resulta también diferencial entre las mu­jeres casadas en función de su cohorte generacional y también en función de su nivel decualificación profesional.

En estas páginas se profundizará en la cuestión de los cambios estructurales recientesen la caracterización de la fuerza de trabajo femenina y en el marco contractual de lasrelaciones laborales, y su previsible influencia en la fecundidad de las cohortes actuales,siendo conscientes de que se trata de los aspectos centrales, no los únicos, de una problemáticaextremadamente compleja (de la cual forman parte, por ejemplo, los aspectos relacionadoscon la formación, la vivienda y los recursos dedicados a la atención de la primera infancia).

Cambios estructurales en las fuerzas de trabajo: efectos diferenciales en lasestrategias reproductoras de las cohortes actuales

continuidad en la actividad una vez que se ha tenido el primer hijo estando sujeta esta decisión,en menor medida, a la «estrategia familiar». También sería lógico suponer que, por las mismasrazones, en las mujeres activas más cualificadas su permanencia en el mercado laboral tendríaque afectar en menor medida a sus pautas de fecundidad.

Sin embargo, es en el colectivo (mayoritario) de mujeres activas con escaso nivel deestudios y escasa o nula cualificación profesional en el que han de influir más radicalmentelas oscilaciones en la oferta de empleo y las transformaciones actuales en los marcos con­tractuales de las relaciones laborales. Es en estos estratos sociales en donde se hace másefectiva la «estrategia familiar» de participación o no participación femenina en la economíaformal tras la llegada de los primeros hijos. Se trata de los estratos que continúan presentando,mayoritariamente, unas trayectorias laborales de salidas y entradas en el mercado laboral.

En el ultimo decenio se ha producido en España una profunda transformacióndel marcocontractual de las relaciones laborales, la liberalización junto con la flexibilización se hanimpuesto provocando una generalización en la cventualización del empleo. De esta manerala oferta de empleo se convierte en extremadamente sensible a las oscilaciones de la coyuntura

Cuadro 1ÍNDICE SINTÉTICO DE FECUNDIDAD SEGÚN LA PROFESIÓN DE LA MADRE

(J) Elaboración a partir de IBAE (J 992) relativo él nacimientos de 199 t YCenso Población de J991(2) Elaboración a partir de INE (1991) relativo a nacimientos de 1988 y de estructura de profesiones de laEPA (primer trimestre de 1992. valores ajustados para 1988).

Una de las principales transformaciones que experimenta el mercado laboral hoy en díaen España es el incremento importante y sostenido de la tasa de actividad femenina (haaumentado entre 1970 y 1986 de un 20,2 a un 33,7 por ciento), aunque continua siendo unade las más bajas en la CE. Pero paralelamente el Índice sintético de fecundidad, a juzgar porlos últimos datos estimados de 1991 continúa sin presentar signos claros de recuperación, loque hace más evidente si cabe la complejidad en el análisis de la relación entre fecundidady actividad y la necesidad de profundizar en la composición de la fuerza de trabajo femeninayen especial en el segmento de población que permanece en el mercado de trabajo al iniciode su periodo reproductor,

Ciertamente, ha habido otros periodos de la historia del siglo XX en los cuales la tasade actividad femenina en España ha experimentado ascensos y posteriores descensos, comopor ejemplo entre 1920 y 1940. Pero en cambio la caracterización actual de la participaciónfemenina es fundamentalmente distinta. Tienen un mayor peso relativo las mujeres activasprofesionales y técnicos superiores en relación con la población masculina de igual grado elecualificación (0. Sarriabe, 1990). y lógicamente, la cualificación profesional depende bási­camente del nivel de instrucción de la población femenina.

De esta manera el aumento, importante, en el nivel de instrucción de la poblaciónfemenina española en los últimos decenios aparece como la variable central para caracterizarla fuerza de trabajo femenina y su participación en la esfera de la economía formal, juntoconun cambio ele valores de la clase media y clase media alta, la reducción efectiva del tiempode dedicación a las tareas domésticas y la expansión de los subsectores donde tiene mayorpeso la demanda ele mano de obra femenina. Es más, en relación con estas transformacionesse ha identificado la cohorte generacional ele 1957-1961 como la generación del cambio, lasmujeres nacidas a partir de entonces ya no se retiran de la actividad en los años eleformaciónde la familia en las proporciones de las generaciones anteriores (Gil Calvo, E., 1989; Solsona.M., J990). Pero ello no significa que se tienda a una mayor homogeneidad en la caracteri­zación social de las mujeres activas, sino más bien todo 10 contrario, se puede suponer quecada vez más está formada por estratos sociales muy dispares con estrategias reproductorasdistintas o incluso contrapuestas.

La participación de la mujer en las categorías profesionales más cualificadas se podríaconsiderar que tiene un carácter estructural y menos sujeto, en cualquier caso, a las oscilacio­nes de la oferta de empleo, tanto por la propia inversión en la formación previa como por laposibilidad de sustitución por personal exterior en las tareas de crianza de Jos niños y cuidadodoméstico del hogar (efecto del salario sombra). Todo ello convierte en más factible la

Profesión de la madre

1. Profesionales.técnicos y similares2. Directivos ad.publica y empresas3. Personal administrativo4. Comerciantes y vendedores5. Personas de los servicios6. Agricultores y ganaderos7. Trabajadores de la produccion8. Personal fuerzas armarlas

Total activas

9. Estudiantes10. Labores ele su hogar11. Jubiladas y pensionistas12. N() clasificadasTotal inactivasTotal

Baleares (1)__~. H __

1,711,371,300,981,170,771,03

1,24

0,434,490,01

2,271,60

España (2)-----_."-----

1,321,670,870,600,470,280,73

0,80

0,304,820,03

2,311040

J~2 1"\

,.

Cuadro IT.tv1ATRlMONlOS SEGÚN PROFESIÓN DE AMBOS CÓNYUGES EN BALEARES, 1988-1991

Profesión profesiónde la madreen valores absolutosde] padre

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 total1 779 3 408 123 128 1 45 O 102 188 2 51 1.8302 43 20 55 ' 22 27 1 8 O 12 81 O 4 2733 326 2 776 230 145 3 67 O 64 245 O 39 1.8974 195 7 399 377 133 3 68 O 57 266 1 32 1.5385 214 8 367 369 940 3 100 O 86 743 1 82 2.913

6 26 O 42 51 54 9 36 O 13 181 O 13 4257 453 8 1.112 1.021 991 12 714 1 184 2.078 2 196 6.7728 29 O 46 28 25 O 11 O 17 53 O 3 2129 25 O 28 13 9 1 3 O 57 15 O 2 153

10 O O O O O O O O O O O O O11 6 2 2 2 8 O 8 O O 84 41 7 16012 40 I 52 42 49 O 17 O 9 95 1 714 1.020total 2.136 51 3.287 2.278 2.509 33 1.077 1 601 4.029 48 1.143 17.193-------_._""

económica, y lógicamente son los estratos sociales de menor nivel de estudios y menorcualificación profesional los más afectados, desde el punto de vista de condiciones de vida,por dichas oscilaciones y en los cuales seguramente mayor peso representa el «efecto desá­nimo» frente coyunturas económicas desfavorables.

En este contexto, de generalización de la precarización, son las mujeres casadas jóvenesy con hijo(s) de corta edad de dichos estratos las que más dificultades experimentan para supermanencia en la economía formal. Su participación dependerá de los ciclos de trabajo yparo del cónyuge (yen consecuencia de las rentas familiares), de las posibilidades de accesoa redes públicas de cuidado de niños y, en cualquier caso, con frecuencia no se traducirá enun contrato laboral".

De este segmento poblacional, en edad de reproducción y con escaso nivel de instruc­ción, (que siguen representando aún un 33,28 por ciento sobre el conjunto de mujeres enestas mismas edades), sólo un 42,8 por ciento constan como activas (INE, 1992) Es, a mientender, en este colectivo donde resulta más determinante, y a la vez más compleja la relaciónentre la fecundidad y la actividad.

Por una parte, cabe esperar, desde un [Junto de vista económico, una relación inversaentre ambas variables. La mujer que trajaba o busca empleo no cualificado tendrá que recurrir,a lazos de solidaridad-intercambio familiar para la crianza de los hijos y/o recurrir a las redesele protección social para el cuidado de hijos. En cualquier caso se le.plantean dificultadesque combinadas con las propias de su situación de debilidad en el mercado de trabajo obliganefectivamente a una dicotomía excluyente entre actividad formal y reproducción. Dicotomíaque a su vez puede conducir a una intensificación de la fecundidad de estas mujeres inactivasque eleesta manera optimizan su dedicación al mantenimiento doméstico de la unidad familiary a la crianza de los hijos. ¿Cómo va él influir esta situación en la fecundidad?

Por último, a Jo largo de estas páginas se ha ignorado una cuestión central, las posiblesdiferencias en las prácticas reguladoras de la fertilidad, en especial el uso de Jos anticoncep­tivos por parte de las mujeres españolas en estas edades. Se ha supuesto, de hecho una«estrategia de reproducción» generalizada, que quizás no sea aplicable a todos los estratossociales y a todas las edades".

En este contexto se hace patente la necesidad de planificación de 1<1 protección socialdirigida a las redes de cuidados de hijos, y ele forma especial en las edades comprendidasentre 0-3 años, al no estar incorporadas en la planificación elelconjunto del sistema educativo,y SlJ importancia en relación con la actividad-fecundidad de las mujeres ". Para elfo. no sonrepresentativos los indicadores generales de fecundidad de la población femenina en suconjunto, sino que se requiere profundizar en la problemática de la fecundidad y la actividadde los diferentes grupos sociales, con el objeto de poder así ajustar el dimensionamiento delos potenciales usuarios oc estos recursos 'y'detectar las gnlllL1es insuficiencias actuales en estamateria con mayor precisión".

Con el objeto de aproximarnos a la conuustación de algunas de las conjeturas anterior­mente expuestas, sc han elaborado Índices sintéticos de fecundidad por profesión a partir delos datos de que se disponen para el conjunto nacional sobre nacimientos de 1988 y de laestructura de la población por edades y profesiones que aporta la Encuesta de PoblaciónActiva (INE, 1990 Y 1992)'.

El índice sintético de fecundidad de España se situaba en 1988 en 1,40 hijos por mujer(1,38 según las estimaciones del INE para este mismo año), pero si se observa este mismoíndice sintético según la profesión que declara la madre se hacen patentes estrategias distintasen relación a la reproducción entre las mujeres activas y las mujeres inactivas. Así, mientras

III

!:

el número medio de hijos de las primeras se sitúa en 0,80 entre las mujeres inactivas esteíndice asciende a 231 hijos por mujer".

También queda patente una fecundidad diferencial entre las mujeres activas según suprofesión. El mayor índice de fecundidad corresponde a las directivas de la Administraciónpública y empresas con ·1,67 hijos por mujer y a las profesionales, técnicos y similares con1,32 hijos por mujer. En tercer lugar se sitúan las administrativas con un índice similar a lamedia de las mujeres activas (0,87). El resto de categorías profesionales presentan valoresinferiores a la media.

El índice de fecundidad mínimo lo presentan las agricultoras y las mujeres que seclasifican como trabajadoras de servicios (0,28 y 0,47 respectivamente) y los valores máscercanos a la media se corresponden al personal del comercio y vendedoras y a las trabaja­doras de la producción.

A mi entender, por tanto, se perfila una fecundidad diferencial clara por lo que respecta a loque se podría denominar clase alta y media alta, formada esta última por profesionalesy estratossuperiores de las mujeres de las clases medias funcionales", máxime si se recuerda que es en losniveles de instrucción superiores donde mayor es la proporción de mujeres activas.

Más problemático resulta, con los datos actuales, definir estrategias coherentes entre lasmujeres activas de 10 que se denomina clase media baja y clase baja. Si en la primeraúnicamente se integran los estratos inferiores de las clase medías funcionales, concretamenteadministrativas y personal asimilado, ciertamente se podría concluir que son las mujeresactivas de la clase baja las que menores fecundidades presentan, sobretodo suponiendo quebuena parte de las comerciantas y vendedoras, se integraran en dicha categoría. En cualquiercaso, parece clara la diferencia global de fecundidad respecto a las clases alta y media alta.

Ahora bien, es lógico suponer que la menor fecundidad de las mujeres activas de lasclases baja y media baja representa un peso relativo menor en relación al volumen de mujeresinactivas de escaso nivel de instrucción que podrían por tanto ecceder a puestos de trabajono cualificados en la economía formal. El índice de fecundidad de las mujeres inactivas entre16 y 44 años era de 2,31 hijos por mujer, pero ¿cuál es la proporción de las mujeres inactivasque pertenecen a los distintos grupos y clases sociales? ¿Hay diferencias apreciables defecundidad en función de este criterio?

Nupcialidad y fecundidad diferencial: el ejemplo de Baleares

Con el objeto de profundizar en la posible fecundidad diferencial por grupos sociales sehan utilizado, en el caso de Baleares, los índices de fecundidad de 1991 y sobretodo losnacimientos y matrimonios de Baleares entre 1988 y 1991, según la profesión de amboscónyuges en el supuesto que el estatus social de la familia viene determinado por la posicióndel marido en la esfera productiva.

Los índices sintéticos de fecundidad por profesiones reflejan las mismas tendenciasglobales que para el conjunto español. Las mujeres activas con mayor fecundidad, por encimade la media, son las correspondientes a la clase alta y media alta" y los índices menores lospresentan las trabajadoras agrarias. Las mayores diferencias se encuentran en la fecundidadde las trabajadoras de servicios superior, en términos relativos, al que presenta la mismacategoría profesional para el conjunto del Estado. La especialización de la economía balearen el subsector turístico (las trabajadoras de servicios representan un 31 por ciento de lasactivas) y la propia estacionalidad de esta actividad, quizás sean razones suficientes parainterpretar tales diferencias. En cualquier caso, tanto en España como en Baleares entre lasactivas de las clases bajas son las trabajadoras de la producción las que presentan mayoríndice de fecundidad.

lRfi

¡Pero, ¿a qué grupos sociales pertenecen las 42.400 mujeres amas de casa de estas edades

en Baleares (un 28 por ciento de la población femenina)? Entre las mujeres que declararonser amas de casa en el momento del matrimonio (de 1988 a 1991) un 51 por ciento se casaroncon trabajadores de la producción y esta combinación, a su vez, es la más frecuente, condiferencia, del conjunto de matrimonios (un 12 por ciento del total). Les siguen en importancialas que contrajeron nupcias con trabajadores de los servicios (un 4 por ciento del total)'? A dichascombinaciones les corresponde, claro está, las mayores proporciones de nacimientos, un 25 porciento del total en la combinación trabajador de la producción-ama de casa y un 8 por ciento entrabajador de servicios-ama de casa.

Todo ello nos reafirma el peso de las mujeres de clase baja en la elevada fecundidad delas amas de casa, así como permite comprobar empíricamente el distinto comportamientoreproductor entre las mujeres activas y las amas de casa de su misma clase social.

Pero, ¿y los matrimonios con amas de casa de otras clases sociales? Lógicamente supeso en el conjunto es mucho menor, aunque pueden ser significativos en el contexto de cadacategoría ocupacional. Así hay que destacar que representa la máxima frecuencia entre losmatrimonios de directivos de empresa (un 29,7 por ciento) y en cambio los profesionalesliberales y asimilados se casan preferentemente con mujeres activas de su misma profesión(un 42,6 por ciento), y lo mismo sucede entre el personal de la Administración (un 40 porciento)!'.

Ante la cuestión de si tendrán un comportamiento reproductor similar las amas de casa delas diferentesclases sociales, losratiosde matrimonios y nacimientosporocupaciones del cónyugepueden representar un cierta aproximación a las tendencias predominantes. De su comparaciónse puede deducir una similar proporción entre los diferentes grupos sociales de amas de casa,superior a un 4,03 tanto entre los profesionales liberales como los trabajadores de la produccióny diferenciada sobretodo de la') familias formadas por agricultores y amas de casa (2,87), que yaocupaba el índice de fecundidad menor entre las mujeres agricultoras.

Conclusiones

Frente a la problemática actual de la relación entre la fecundidad y la actividad femeninay la escasa profundidad analítica de los indicadores globales al uso, se plantea como necesarioprofundizar en la condiciones exógenas del ciclo demográfico, en especial en la caracteriza­ción de la fuerza de trabajo femenina y en su relación con la fecundidad, con el objetoprincipal de comprender la relación entre la participación femenina en la actividad formal ylas estrategias de reproducción de las distintas clases sociales.

A partir de los datos quc, a modo de ensayo, se han elaborado se confirma a nivelempírico la mayor dificultad entre las mujeres de las clases media baja y baja para mantenersu ocupación después del nacimiento de sus hijos, es decir la incompatibilidad esencial entresu papel de madre y trabajadora en el sector formal". Por ello la fecundidad de las mujeresactivas elc estas clases es la menor del conjunto de activas pero en cambio el peso de lasinactivas (con una fecundidad mayor) que se podría considerar perteneciente a las mismasclases es muy significativo.

Es a estos segmentos de población a los que fundamentalmente han de dirigirse losrecursos públicos dedicados a las redes de cuidados de hijos y su planificación requiere, porlo tanto, de proyecciones de tendencias que permitan dimensionar los subcolectivos sociales,usuarios potenciales de los servicios.

187

¡ •.•

Notas

1 E. Gil Calvo, (1984, 1989) es quién ha aplicado en sucesivas ocasiones el modelo de R. Easterlin parael caso español.2 No se conoce información, lógicamente, sobre el incremento dela economía sumergida en España,pero se ha de suponer que las transformaciones anteriormente mencionadas llevan aparejada su intensi­ficación. Quizás por ello la tasa de actividad femenina no se haya incrementado como se suponía,mientras que sí ha continuado su descenso acusado la fecundidad.J Veral respecto la Encuesta de Fecundidad de 1985 (lNE, 1987), aunque los resultados sobre el uso demétodos anticonceptivos según la edad y la relación con la actividad son, a mi entender confusos.4 En relación a las redes de cuidados de hijos ver P.Moss (1990) y 1.Balaguer (1989). Sobre expectativasde las mujeres españolas ante la cuestión de la maternidad y el trabajo ver Instituto de la Mujer (1990).5 Según se desprende de una encuesta del CIS de 1983, la extracción social mayoritaria de los alumnosde las guarderías era la clase media (un 41 por ciento) y la clase media baja (un 35 por ciento). Se reducea un 11 por ciento en.ía clase media alta y es inapreciable en la clase alta (0,1 por ciento), También sóloun 12 por ciento se correspondía a familias de clase baja. Como es lógico, en los centros privados elmayor peso es el de los alumnos de clase media y media alta y en los centros públicos los alumnos deextracción social media baja y baja. Citado en Balagucr (1991, págs 30)(i Cuando se dispongan los datos del Censo de 1991, por edad, sexo y profesión y losdatos de nacimientosmás actualizados se podrén perfeccionar estos índices; aún así los datos resultantes se han contrastadoscon los de la Comunidad Autónoma ele Baleares, obtenidos de fuentes censales para 1991 y delmovimiento natural de población para el mismo año (IBAE, ¡992a y 1993).Como se verá a continuaciónlas proporciones son coincidentes.7 Según los resultados de la Encuesta de situación laboral de la mujer española del CIS, 1985el númeromedio de hijos era en las mujeres ocupadas de 0,96 y de 1,55en las no ocupadas. Citado en F. Pcméndez(1987, págs. JI)H Se ha utilizado el «modelo jerárquico gradacional de estratificación social según rango», en donde sedistingue la clase media alta de las clases medias bajas mediante la barrera institucional y/o simbólicade la titulación superior o rango asimilado, dado que el criterio de titulación será uno de los indicadoresque se utilizan para aproximarnos a la problemática de la fecundidad diferencial. Veral respecto A. Orü(J990, pág.219).<) Son las profesionales técnicas las que presentan mayor fecundidad entre las mujeres activas y ademásse distinguen por el retraso en su calendario reproductor, siendo el único grupo cuyo méximc defecundidad se observa entre los 30 y 34 años a diferencia del resto donde los mayores índices corres­ponden a los 25-29 rulos.10 Es más. la mayor frecuencia (un 30 por ciento) de matrimonio de los trabajadores de la producciónse llevaron a cabo con mujeres que declararon ser «amas de casa». También representó la frecuenciamáxima entre los agricultores (cuyo peso es ya muy escaso) y la segunda frecuencia entre los trabajadoresde los servicios (un 25 por ciento) que se casaron preferentemente con mujeres de sumisma ocupación.11 En cambio entre las mujeres que trabajan en la Administración, la mayor frecuencia de matrimonioses con trabajadores de la producción, (un 33 por ciento) superior incluso a los matrimonios con varonesde su misma ocupación (un 23 por ciento), lo cual nos da una idea de la diferente cualificación de losvarones y mujeres que integran esta clasificación.12 Aunque también se ha de considerar que la continuidad en la ocupación se podría deber más a lanecesidad que a la gratificación del trabajo no cualificado y que ante una posible opción se preferiría laelección del cuidado de la casa y J¡¡ crianza de los hijos. Según un estudio del Instituto de la Mujer(1990), entre las mujeres que trabajaban con hijos de Oa 5 años y declaraban no estar satisfechas conel hecho de nubejar fuera del hogar, la mayor proporción correspondía alas que poseían niveles culturalesmás bajos, menor nivel de ingresos y suuaclón familiar compleja (número mayor de hijos, etc.).

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MATIZACIÓN DE LOS VALORES CARTOGRÁFICOS DEACCESIBILIDAD POR CARRETERA DE LA ESPAÑA PENINSULAR

EN FUNCIÓN DE LA VARIABLE DEMOGRÁFICA (1992)

JOSÉ LUIS CALVO PALACIOS; JOSÉ MIGUEL JOVER YUSTE;

ÁNGEL PUEYO CAj\1POS y PILAR ALONSO LOGROÑO

Departamento de Geografíay Ordenación del TerritorioUniversidad de Zaragoza

El concepto de accesibilidad hace referencia a la facilidad con la que un punto delterritorio puede ser alcanzado desde otras localizaciones. Es en definitiva un sumatorio de lasoportunidades relativas de contacto e interacción espacial desde el conjunto del sistema.

La accesibilidad ha sido normalmente medida en términos de geometría o fricción queenfatizan bien una componente de conexión que mide la aproximación a la distancia eucli­diana (carreteras más rectas y con mejor nivel de servicio), o bien una componente de movi­miento que acerca las isocronas o los isocostcs en unas condiciones prefijadas (líneas rápidasy directas de autobuses o ferrocarriles, buenas tarifas, etc.), atendiendo más al posicionamien­to y características de las infraestructuras y olvidando su relación con otras variables delterritorio (población, actividad económica, etc.), que son las que han de recibir el impacto-positivo o negativo-e- de la red de comunicaciones.

Por razones obvias, un estudio de la'accesibilidad española que intente abordar en detalleisocranas () isocostes está todavía muy lejano por carencia de información desagregada sufi­ciente y las aproximaciones deben venir por el lado de la comparación entre las distanciasefectivamente recorridas por el camino más cono, con o sin ponderación en función de losniveles de servicio de las infraestructuras viarias existentes, en relación con las distanciaseuclidianas que sí es posible calcular en un puro ejercicio geométrico.

Cuanto mayor sea el sumatorio de estos cocientes para cada punto, tanto menor será laaccesibilidad del municipio considerado y a la inversa'. La cartografía individualizada de Josvalores de cada punto nos hablaría de su accesibilidad particular, mientras que la accesibilidadgeneral sería el resultado del cálculo para el conjunto del sistema que ha tenido en cuentaexclusivamente las cabeceras de los municipios corno nodos y Jos tramos de carreteras comoarcos de un sistema topológico cn el que para nada influiría la población de los diferentesmunicipios españoles ni las consecuencias que elesu distribución en el sistema podrían deri­varsc.

Sin embargo, la distribución de las masas poblacionales es uno de los factores que enmayor grado coadyuva para ponderar la accesibilidad intermunicipal, puesto que el peso delos diferentes municipios es función derivada de sus efectivos demográficos. En los mapasde accesibilidad al uso se consideran todos los municipios como si tuvieran la misma pobla­ción, lo que está bien lejos de suceder. Al introducir el factor poblacional, de alguna manerase pretenden referencial' las accesibilidades por individuo y que el mapa resultante indiquelos espacios con los niveles de accesibilidad directamente ligados al territorio por su proximi-

191

·.

dad o presión demográfica (Calvo Palacios, J.L.; Jover Yuste, lM. y Pueyo Campos, A,1992a).

P~a ,llegar a es~aconclusión se aplicaron dos metodologías diferentes. En la primera deellas, siguiendo parcialmente la técnica descrita en otro trabajo anterior, pero ampliándola auna m~tnz más generosa (207,174), similar a la utilizada en el estudio de los potencialespoblacionales españoles, se han trabajado las acccsibilidades intermunicipales con la red decarret~ras de 1992, incluyendo hasta las autonómicas de segundo orden, y recogiendo lasconexiones por carretera local de las cabeceras municipales que no se localizaban dentro dela red seleccionada. Se consideró que la desagregación incluyendo la totalidad de las carre­ter~s locale~ y .cami~?s forestales só:o podrían ser de interés regional o comarcal, pero care­cenan de significación en un trabajo de la España peninsular. También se ha modificadoparcialmente la fórmula originaria en los términos que más tarde se justifican. Son los Mapas1y JI, respectivamente.

. En la segunda aplicación metodológica, los resultados cartográficos (Mapas III y IV)incluyen ya la importancia poblacional de los diferentes municipios españoles referenciadaal Censo de 1991, lo que introduce elementos difercnciadcres.

Los mapas de accesibilidades calculadas según el índice de factor de ruta condistancias ponderadas según la calidad de la red (1992)

En nuestro mapa de «Accesibilidades de España peninsular calculadas por el índice defactor de ruta con distancias ponderadas según la calidad de la red» publicado en 1992 (CalvoPalacios, J.L.; Jover Yuste, J.M. y Pueyo Campos, A., 1992b) para una matriz (50,50) seestablecía el valor correspondiente a 919 nodos como resultado del cociente entre los suma­torios totale~ de cada municipio c?n el resto de los municipios españoles peninsulares por lacarreter~ mas ~o:ra, y el sumatono correspondienre a las distancias a «vuelo de pájaro» osumatono euclidiano, de acuerdo con la fórmula:

Cci~ L LCMij / L LCFij

do~de Cci .significa calidad de la comunicación de í, LCMij corresponde a la Ióngitudd:~ cummo ~(n~mo enll'? i y j y LCFi! representa la longitud del camino ficticio a vuelo depájaro entre! y J. Esta misma formulación es la que ha servido para la realización del primerode I,os mapas p~esentados, ex.tendiendo el análisis a la totalidad de los municipios de laPenínsula, ampliando sustancialmente la desagregación de la información en una matriz(207, 1~4) similar. a la que se ha utilizado en todos los estudios de potenciales poblacionales.Esta misma marnz es la que ha servido para todos los mapas que siguen. En el segundo delos mapas que ahora se presentan, esta primitiva formulación prccitada se ha sustituido por:

Cei ~ L (L.CMij / LCFijJ

en la que el índice de factor de ruta, Cei representa la calidad de la comunicación a laque se hacía referencia en la fórmula anterior, y LCMij y LCFij respectivamente las distanciasmínimas por carretera o a vuelo de pájaro a las que se hacía referencia más arriba.

Aparentemente ambas. formulaciones son sensiblemente similares, por 10 menos enconcepto, pero la qu~ ahora se propone se adapta mejor, dando el mismo peso a todos lospuntos por cuanto pnma en menor medida las distancias más largas, lo que parece ir más deacuerd~ con la formulación de los modelos gravitatorios y del comportamiento en los des­plazamientos d~ la población española que nos ha servido para los trabajos de potenciales delos que el estudio de la accesibilidad es una parte.

192

Esto no quiere decir que la primera propuesta no fuera coherente, sobre todo en redeshomogéneas y que seleccione para el estudio puntos neurálgicos que, como puede versecomparando ambos mapas (Mapas 1 y Il), ofrecen casi los mismos resultados. La diferenciaafecta más a los matices, pero precisamente, porque son importantes, conviene buscarlos ydescender a ellos sobre todo cuando se ha considerado la red nacional en detalle y se hanutilizado todas las cabeceras municipales.

En este segundo mapa se demuestra la importancia de la red principal de comunicacionespor carretera, destacándose a grandes rasgos su trazado radial y los principales ejes viarios,pero a diferencia de lo que un mapa de carreteras pudiera sugerimos, --en definitiva lasinfraestructuras son el soporte obligatorio de las comunicaciones- aquí hay rupturas, debi­lidades y reforzamienros que pueden hacemos reflexionar acerca de lo que el término acce­sibilidad significa.

En principio, los valores cuantitativamente más bajos, los de mejor accesibilidad, serepresentan con la máxima intensidad, puesto que, como puede comprobarse en la leyenda,los valores de factor de ruta son tanto mejores cuanto menor es la suma de los cocientes, alestar más cercanos a la línea recta, pero valores próximos a la unidad en el conjunto nacionalson prácticamente imposibles de conseguir y por ello, la cartografía se ha realizado configu­rando el recorrido de la variable entre los valores Oy 1.000 con la idea de permitir compa­raciones.

Los umbrales visuales que aquí se presentan en 10 intensidades de grises, -a todasluces excesivas desde el punto de vista semiológicc-c-, pretenden servir de apoyo y referenciaal mapa de color a escala aproximada 1:1.250.000 que se presenta en la exposición paralelade este coloquio.

La selección de los valores correspondientes, a los umbrales visuales, con los intervalosnuméricos correspondientesse ha realizado a partir del análisis de la distribución de umbralesreales en 185 tablas de frecuencias, tras una primera aproximación que se realizó por dccilesestadísticos. Estos mismos valores se han mantenido en los Mapas Ill y IV; al incorporar lasinfluencias poblacionales y garantizar, de esta forma, la coherencia visual y metodológicaque permita la observación de las variaciones que la introducción de la componente pobla­cional incorpora.

El Mapa II muestra en negro, los espacios con una mejor comunicación. Correspondena aquéllos que unen, -preferentemente con trazados rectilíneos o vías de mayor capacidado calidad-e- con los restantes municipios españoles, siendo atravesados además por carreterasque engarzan direcciones diferentes y potencian su papel de encrucijada, mientras que en elotro extremo de la serie aparecen reflejados aquellos otros espacios, generalmente de accesodificil. bien por la orografía, o por estar marginados respecto a los ejes principales de lacomunicación peninsular.

En el lado positivo, buena accesibilidad, destaca en primer lugar, por la mayor conccnnación de valores bajos en el índice, la Cataluña litoral septentrional que se prolonga haciaLérida, en espacios en los que al antiguo trazado de las carreteras nacionales se han venidoa unir después las diferentes autopistas, actuando como vías radiales de conexión y penetra­ción en la Península, lo que unido a su perfecta conectividad con una buena red interior,favorece su posición eleprivilegio. De igual manera, la estratégica posición central de Madrid,unida <1 la configuración radial de la red, favorecen su conectividad y accesibilidad, que sehan visto acrecentadas en los últimos años con las inversiones viarias confluycntes en lacapital, reforzando su papel de encrucijada en las comunicaciones terrestres peninsulares.

La fuerte accesibilidad catalana, no se continúa sin embargo hacia el Sur, pues pese ala autopista que liga con Valencia, los municipios litorales tienen dificultades para la conexiónhacia el Oeste, lo que les resta valores de accesibilidad por el gran vacío de infraestructurasy la fragosidad, ---cuando no fractuosidad-c- de las carreteras de! Maestrazgo que configuraneste espacio como uno elelos peor comunicados de la Península, conjuntamente con algunos

ln1

s.

Mapa!ACCESlRlUDAI) RELATIVA SEGÚN FÓRMULA CCi :::: L LCMij / L LCFij

Mapa IIACCES!l3IL1DAD Rt:LATIVA SEGlJN FÓRMULA Ce¡ ::::: L (LCMij / LCFij)

194

Intervalos deaccesibilidad

icoo lO¡X)soo .'i6()

510 470

450 ~41O

400 36.')

:n5 30.'1295 265260 23022() 190

160 \c.1-0(1 Il

In,;;;

Intervalos deaccesibilidad

196

Mapa 1IIACCESIR1LlDAD RELATIVA PONDERADA POR LA POBLACIÓN SEGÚN FÓRMUL¡\

CC, ~ l: (LCMij . Pj) IL (LCFij . Pj)

Mapa ni ,ACCESJBIUD:\J) RELAT1V/\ POND[RAOA POR LA POBLACIÓN SEGlJN FORMULA

ce; = CCi = (): «LCMij I LCFij) . Pjl) + Pi

Los mapas de accesibilidad de la España peninsular ponderados en función dela distribución de los efectivos poblacionales

Los mapa.s predescritos, experimentan modificaciones sustanciales si se consideran lascabeceras municipales no como puntos unitarios, sino en función de su peso poblacional. Deest<: ;nanera ellu~ar de res~dencia de los usuarios es el que determina las opciones de utili­711Clon del espacIO.a semejanza de un modelo gravitatorio. Las fórmulas respectivamenteacordes con lo precitado en los Mapas I y Il introducirán respectivamente una nueva varianteen los Mapas III y IV, la población, de acuerdo con los algoritmos:

tramos ele los Sistemas Ibérico, Penibético y Central por razones de orografía o la escasadensidad de vías de comunicación en la Submeseta meridional, al norte del escarpe de SierraMorena, e~ltrc la autovía de Andalucía y la más occidental y tradicional comunicación nor­te-sur siguiendo la famosa Vía de la Plata.

P~r 10 dCI11:ís, convi.ene des,tacar que en la cartografía se reflejan perfectamente lasencruc~adas y aun lo.: nusmos ejes que aparecían reflejados en los mapas de potencialespoblacionales de España, con una muy buena accesibilidad de la Andalucía occidental aun­que dejando el espacio pr.ot,egido de Las Marismas o la propia Costa del Sol, y destacandopor sus bajos v~llorcs Galicia, consecuencia tanto de la carencia de relaciones con Portugal(no se han consIde.ra~o aqur, aunque para sus relaciones con el resto de la España Peninsularno tenemos conOCllDlento .de que se penetre en territorio portugués), como por lo fructuosode sus can·eteras. que pen~hza Sl~S rclaclOn~s con todas las otras regiones. De hecho, tan prontose entra en Castilla-Lean, mejoran sensiblemente los índices.

1 No se han considerado los Indicesalfa o beta por cuanto en el primer caso el sistemaespañol peninsularque se define, pese a haber integrado y desagregado todas las carreterashastael nivelcomarca] inclusive,deja fuera a otras que pueden cerrar circuitos y establecer diferencias relativamente fuertes para elconjunto español en uno u otro supuesto. Por la misma razón, el índicebeta tendría una valoración muydiferenciada en cuanto al número de tramos. Con los estudios de accesibilidadque se utilizan, creemosque puede valorarsecartogréficamenteel sistemaen su conjunto que es el objetivo de este trabajo (CalvoPalacios, J.L., Jover Ynste,J.M. y Pueyo Campos, A., 1992b).

Notas

la cartografía que, ahora, dibuja en toda su longitud la franja costera por la quediscurre el trazado de las principales comunicaciones, especialmente cuando lafórmula empleada para el cálculo prima por igual los puntos como sucede en elMapa IV.

Quedan de esta forma perfectamente reflejados los ejes del Ebro y el Mediterráneo, conla disminución de accesibilidad que caracteriza la mitad meridional, donde pese a la impor­tancia de sus efectivos poblacionales en la Costa del Sol y parcialmente Almena, se dejansentir las dificultades de comunicación con sus postpaíses respectivos y aún entre sí por losinconvenientes orográficos, lo que influye en unas rutas deficientes con unos largos recorridospara su vinculación con el resto de los puntos de la Península.

Se marca muy bien, aunque ya aparecía en todos los anteriores, el eje bífido del Gua­dalquivir, dejando en medio las Marismas, así como su engarce con la aglomeración madri­leña; las conexiones de ésta con Valladolid y Zaragoza, donde 'el factor poblacional se dejasentir ahora con mayor fuerza, primando lo que anteriormente venía determinado tan sólopor el trazado de las carreteras, que en el caso de Castilla-e-León daba valores más elevadospor la planitud del relieve, mientras que, entre Madrid y Zaragoza, la dificultad orográficadel Sistema Ibérico casi hacía desaparecer visualmente la importancia de la relación estable­cida a partir de la autovía recién inaugurada.

No aparecen sin embargo, o quedan muy débilmente esbozadas, las grandes infraestruc­turas gallegas de relación, pero debe considerarse que ni unen puntos de tan gran importanciapoblacional como los precitados, ~la autopista es un tramo de relevancia regional perocarente de conectividad con el resto del ststema-.., ni se pueden obviar las dificultades de lostrazados que tanto en el plano horizontal como vertical pesan gravemente sobre la eficienciade las comunicaciones gallegas, que en este aspecto tiene un lastre comparativo similar enmuchos aspectos al del conjunto de la comisa cantábrica, donde se reflejan bastante bien losejes de componente meridiana, pero no se aprecian los que siguen la línea de costa, todosellos tremendamente marcados por la orografía.

Algo similar sucede con las comunicaciones Madrid-Valencia o Madrid-Alicante-Mur­cia, si bien en este campo, una mejora ele la calidad de las comunicaciones sería posible conmenor esfuerzo.

En definitiva, los mapas de accesibilidad son un instrumento válido y valioso paraobtener conclusiones que se acercan mejor n In realidad cuando se introduce la variabledemográfica, dando una visión más concreta ele las repercusiones de las infraestructurassobre el territorio. Su modelización en escenarios futuros puede ser de gran interés paralas próximas decisiones que se hayan ele tomar en infraestructuras terrestres, pero no dejade ser un instrumento cuya calidad ele sonido dependerá ele la sensibilidad y preparacióndel usuario.

Cci = (L ((LCMij / LCFij) Pj» + Pi

Cci = L (LCMij Pj) / L (LCFij Pj)y

en las que la.s, difercnci?s respecto a las dos primeras vienen marcadas por la consideraciónde .la población ~omo factor, y por la adición en la segunda fórmula de la propia poblaciónresidente en la célula contable cuando ij pasan a ser cero por tratarse del mismo municipio.Con ello se traía de ~l1antencr la coherencia metodológica con la formulación presentada enlos mapas de potenciales poblacionales de España.

. Lo que estos mapas ofrecen de nuevo respecto a los anteriores podría ser presentado yanalJ~ado de dos.l1lanenls: en valores absolutos modificados cualitativamente para dar IU'-Tara ,J¡~s I.ntcrva~o:<;, ~'Isua¡cs CJ.ue se present?J1,.o bien igualando los pesos para determinar aquellosespacios que le ..sultan mejorados o pe1]Ud¡C{ldo~ en el conjunto español peninsular resultante.De las dosopciones, la que aquí se publica es la primera, aunque posiblemente en la fechadel COlOqUIO se pueda ofrecer también la segunda.

. L.(l¡ntroduc::irín de la población tiene consecuencias cartográficas que acercan a unamejor 1I1tcrprCl<lC1(~nele la accesibilidad por cuanto refuerza las rutas y ejes que intercomuni­can ~celltros poblaclOnale~ de importancia. Así por ejemplo, en las dos primeras presentacionesde factor de ruta, la .fran.J<l costera castelloneI!se~valenciana,donde en una estrecha bandas~ s~perponen~lUt0'plstay carretera nacional, y que registra uno de las mayores intensidadesvlar~a~ de Espa?<l, S1l1embargo no aparecía claramente reflejada puesto que, aunque en sentidomeridiano las h~azones son perfectas, la escasez y dificultad de las vías de penetración haciael Oeste, co~fena a tod?,s estos puntos una baja accesibilidad con el resto de la península.

CO~l "I.a, lllcorp?raClOn de los compone.ntes poblacionales, se refleja mejor la importanciade la relación que soporta el corredor mediterráneo, lo que queda perfectamente recogido en

...

Bibliografía

CALV_O PALAcrOS, J.~., JOVER JUSTE,J.M. y PUEY'Q CAMPOS. A. (l992a) «Potenciales demográficos deEspaña», Afia: Nacional de España, Instituto Geográfico Nacional, Sección Iv, Grupo 14b, 11 mapascolor de España, Escala 1:2.000.000,pégs. 1-23. .

CALVO PALAC.l?S, J.L., JOVER YUSlE,l.M. y PUEYO CAMPOS, A. (1992b) «Modelos de accesibilidad ysu ~pre~entaclOn cartográfica: las redes española y valenciana», V Coloquio de Geografía Cuantitativa,Universidad de Zaragoza, págs. 59-74.

200

EL USO TEMPORAL DEL TERRITORIO EN LAREGIÓN METROPOLITANA DE BARCELONA

ENRlC MENDlZÁBAL RIERA

Centre d'Estudis Demografics, Universitat Autónoma de Barcelona

1.Si la relación entreel análisisgeodemográfico y la planificación territorial tiene algúninterés, éste es el de que el resultado de dicha relación mejore la calidad de vida de las personasque viven en un territorio concreto. Esta idea de que el análisis gcodemograñco y la pla­nificación tratan de personas -y no sólo de agregados, números, aplicaciones técnicassupuestamente neutras, métodos matemáticos cada vez más sofisticados, etc.- no es nueva:la han señalado Hagerstrand (1970) y sus compañeros y discípulos de la Universidad de Lund(entre muchos otros, Carlstein, 1982; Lenntorp, 1976; Mártensson, 1979), así como de otrasuniversidades y países: Pred (1984) es de Estados Unidos y María Ángeles Díaz (1992)española.

2. De manera habitual, el análisis geodemográfico se hace a partir de los datos estadís­ticos que se derivan de los censos y del registro civil. Para el tema que trata esta comunicación,que no es otra que el del poblamiento (entendido como la distribución espacial de la pobla­ción), los datos del censo son necesarios pero no suficientes. Un ejemplo bastará para demos­trar tal afirmación: con el último censo se sabe dónde estaba la población a las Ohoras de 1de marzo de 1991, es decir, la noche del jueves al viernes. Si en vez de preguntar dóndeestaba la población en esta fecha concreta, la fecha hubiera sicloaira, la distribución territorialde la población podría haber sido muy diferente: pensemos dónde se encuentra gran parte dela población española el 15 de agosto, un domingo, o a las 11 de la mañana dc un día laboralcualquiera.

3. Tal como señalan, entre otras-os autoras-es, Diaz (1992) y Mendizabal (1991), unaspecto básico de ia Geografía Humana es estudiar las relaciones entre las personas y elterritorio que éstas utilizan cotidianamente a través de la diversidad eleactividades que reali­zan. Estas actividades se realizan en lugares distintos: el lugar ele residencia, el de trabajo,donde se estudia, donde se compran bienes, donde se consumen servicios, donde se realizanlas actividades del tiempo libre, donde se mantienen las relaciones sociales con otras personas,etc., son lugares que no tienen porqué estar exactamente en el mismo sitio: al contrario,habitualmente suelen estar en lugares distantes. lo que obliga al individuo a desplazarse entrelos distintos lugares para realizar las diversas actividades.

4. Evidentemente, la información que se necesita para estudiar la localización territorialde los individuos según qué actividad estén realizando no aparece en los censos. Por estarazón se tienen que buscar otro tipo de fuentes o bien crearlas. Para el trabajo que se presentaaquí, resumen de otro más amplio (Mendizábal, 1993), la fuente básica que se ha utilizadoes la Enqucsta Metropolitana de Barcelona 1990. Esta encuesta es un instrumento periódicode recogida de información (la primera se realizó en 1985) sobre distintos ámbitos de la vidasocial, de las condiciones de vida y de los hábitos de la población de la Región Metropolitanade Barcelona (RMB). La informaciónque se ha utilizado de dicha encuesta es la localización

Bibliografía

CALV_O PALAcrOS, J.~., JOVER JUSTE,J.M. y PUEY'Q CAMPOS. A. (l992a) «Potenciales demográficos deEspaña», Afia: Nacional de España, Instituto Geográfico Nacional, Sección Iv, Grupo 14b, 11 mapascolor de España, Escala 1:2.000.000,pégs. 1-23. .

CALVO PALAC.l?S, J.L., JOVER YUSlE,l.M. y PUEYO CAMPOS, A. (1992b) «Modelos de accesibilidad ysu ~pre~entaclOn cartográfica: las redes española y valenciana», V Coloquio de Geografía Cuantitativa,Universidad de Zaragoza, págs. 59-74.

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EL USO TEMPORAL DEL TERRITORIO EN LAREGIÓN METROPOLITANA DE BARCELONA

ENRlC MENDlZÁBAL RIERA

Centre d'Estudis Demografics, Universitat Autónoma de Barcelona

1.Si la relación entreel análisisgeodemográfico y la planificación territorial tiene algúninterés, éste es el de que el resultado de dicha relación mejore la calidad de vida de las personasque viven en un territorio concreto. Esta idea de que el análisis gcodemograñco y la pla­nificación tratan de personas -y no sólo de agregados, números, aplicaciones técnicassupuestamente neutras, métodos matemáticos cada vez más sofisticados, etc.- no es nueva:la han señalado Hagerstrand (1970) y sus compañeros y discípulos de la Universidad de Lund(entre muchos otros, Carlstein, 1982; Lenntorp, 1976; Mártensson, 1979), así como de otrasuniversidades y países: Pred (1984) es de Estados Unidos y María Ángeles Díaz (1992)española.

2. De manera habitual, el análisis geodemográfico se hace a partir de los datos estadís­ticos que se derivan de los censos y del registro civil. Para el tema que trata esta comunicación,que no es otra que el del poblamiento (entendido como la distribución espacial de la pobla­ción), los datos del censo son necesarios pero no suficientes. Un ejemplo bastará para demos­trar tal afirmación: con el último censo se sabe dónde estaba la población a las Ohoras de 1de marzo de 1991, es decir, la noche del jueves al viernes. Si en vez de preguntar dóndeestaba la población en esta fecha concreta, la fecha hubiera sicloaira, la distribución territorialde la población podría haber sido muy diferente: pensemos dónde se encuentra gran parte dela población española el 15 de agosto, un domingo, o a las 11 de la mañana dc un día laboralcualquiera.

3. Tal como señalan, entre otras-os autoras-es, Diaz (1992) y Mendizabal (1991), unaspecto básico de ia Geografía Humana es estudiar las relaciones entre las personas y elterritorio que éstas utilizan cotidianamente a través de la diversidad eleactividades que reali­zan. Estas actividades se realizan en lugares distintos: el lugar ele residencia, el de trabajo,donde se estudia, donde se compran bienes, donde se consumen servicios, donde se realizanlas actividades del tiempo libre, donde se mantienen las relaciones sociales con otras personas,etc., son lugares que no tienen porqué estar exactamente en el mismo sitio: al contrario,habitualmente suelen estar en lugares distantes. lo que obliga al individuo a desplazarse entrelos distintos lugares para realizar las diversas actividades.

4. Evidentemente, la información que se necesita para estudiar la localización territorialde los individuos según qué actividad estén realizando no aparece en los censos. Por estarazón se tienen que buscar otro tipo de fuentes o bien crearlas. Para el trabajo que se presentaaquí, resumen de otro más amplio (Mendizábal, 1993), la fuente básica que se ha utilizadoes la Enqucsta Metropolitana de Barcelona 1990. Esta encuesta es un instrumento periódicode recogida de información (la primera se realizó en 1985) sobre distintos ámbitos de la vidasocial, de las condiciones de vida y de los hábitos de la población de la Región Metropolitanade Barcelona (RMB). La informaciónque se ha utilizado de dicha encuesta es la localización

Mapa 1REGIÓN METROPOLITANA DE BARCELONA

Cuadro1EsPACIO DE VIDA MEDIO DE LOS HABITANTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE

BARCELONA, 1990

10

2,22,8

10,016,40,1

1,231,6

9,118,56,8

DomicilioBarrío de residenciaCentro de la poblaciónOtros barriosBarcelonaCiudades intermedias (Granollers, Mataró, Sabadell, Terrassa)Resto 1ªCorona MetropolitanaResto 2ª Corona MetropolitanaOtras localizaciones fuera de la RMBIndistintamenteno sabe/no contesta

Fuente: MENDIZABAL, 1992

N

A

~"de Barcelona

HU}::::':::::! Segunda corona metropolitana

~'e-MII .fWli-i Pnmera corona' metropolitana

O Barcelona

?O?

territorial de 23 actividades (que tratan sobre cuatro grandes ámbitos: trabajo, aprovisiona­miento, ocio y relaciones sociales); esta localización territorial de las actividades se ha cruzadocon una serie de variables sociales, económicas y demográficas de los individuos entrevista­dos: sexo, edad, relación con la actividad, nivel de estudios terminados, categoría socio-eco­nómica, tipo de municipio de residencia (clasificados a partir del número de habitantes) y lasituación familiar del entrevistado como indicador de la etapa del ciclo de vida en la que seencuentra. Del cruce de las variables independientes con las localizaciones territoriales de lasactividades se puede demostrar como el uso del territorio es distinto según las característicasque tiene el individuo.

5. El espacio de vida medio de los habitantes de la RMB en 1990 se puede ver en elCuadro 1.Los resultados de este cuadro significan el porcentaje de actividades que se realizanen cada localización sobre el total de posibles actividades. El resumen del Cuadro 1sería queuna tercera parte de las actividades se realizan en el barrio de residencia; estas actividadesacostumbran a ser las más cotidianas: compra de comida y ropa, pasear, relaciones con amigosy parientes. Otra tercera parte de las actividades se realizan en el resto de la población: en elcentro las más lúdica'>(el ocio relacionado con cines, bares, discotecas, pubs, etc.) y las quesignifican una participación en entidades y asociaciones de todo tipo (políticas, culturales,üNG, profesionales, excursionistas, religiosas, entre otras); en la periferia se acostumbra arealizar el trabajo, ya que es donde se suelen ubicar los polígonos industriales. La terceraparte restante de actividades, o bien no tienen una localización espacialmente fija (son losque responden indistintamente) o bien se realizan en los lugares centrales de la RMB: Bar­celona, que atrae a mucha población para realizar todo tipo de actividades, y las ciudadesintermedias, a saber, Granollers, Matará, Sabadell y Terrassa, que ofrecen lo mismo queBarcelona pero a una escala territorial mucho menor; finalmente, hay que destacar que elocio relacionado con las vacaciones suele efectuarse fuera de la RMB.

6. Es imposible resumir en diez páginas todas y cada una de las diferencias sobre elespacio de vida, según las distintas categorías que se encuentran en cada variable inde­pendiente. Por esta razón, cabe solamente señalar 10siguiente:

6.1. Hay dos variables independientes que muestran una relación directa entre el hechode disponer de un espacio de vida más amplio (es decir, que se realizan un mayor número deactividades fuera del barrio de residencia) y estar en «mejor» situación dentro de la categoría;las personas que han realizado estudios universitarios o que pertenecen a las categoríassocio-económicas altas, tienen una localización territorial de las actividades que realizanmucho más amplia y dispersa dentro y fuera de la RMB que no los que tienen estudiosprimarios -o no tienen estudios- o que pertenecen a las categorías socio-económicas bajas.

6.2. Las variables celad y situación familiar del entrevistado (que obviamente está ligadacon la edad) muestran una evolución secuencial en lo que hace referencia a la amplitud ydispersión territorial de las actividades: las personas que están en el inicio de su ciclo de vida,es decir, que son jóvenes, que todavía viven en casa de sus padres, son los que más actividadesJejas del barrio de residencia realizan, mientras que los que están al final del ciclo de vida(personas viejas que viven solas normalmente por viudedad) son las que hacen más activi­dades en el barrio. Así se va viendo como a medida que se va formando el entramado familiar(pareja, hijos), y ésto sucede a medida que aumenta la edad, el hecho de alejarse del barriode residencia para efectuar las distintas actividades disminuye.

6.3. Las tres variables restantes que quedan por comentar muestran aspectos interesantes.Por ejemplo, las diferencias entre hombres y mujeres ponen de relieve que las mujeres realizanmuchas más actividades que los hombres en el barrio de residencia, a causa de que las mujerescontinúan realizando la mayor parte del trabajo de reproducción (Subirats, 1992), hecho queimplica una proximidad con el domicilio. Las diferencias del espacio de vida según la relacióncon la actividad mezclan cuestiones de edad y de ciclo de vida (los jubilados son viejos y losestudiantes jóvenes), de género (las personas encargadas del trabajo del hogar son mujeres),

)04

de salud (los incapacitados). Los que tienen el espacio de vi~a más ru;tplio so.nlos estudiantes(son jóvenes en el inicio de sus ciclo de vida) y los que lo llenen mas reducido son las ~n:~sde casa, los jubilados y los incapacitados. Los parados. y los ~eupados pr~sentan ~na pos:clOnintermedia. Un aspecto importante a destacar es la diferencia ~el cspacro ?~ ~lda, ~egu~ l.acategoría del municipio de residencia: cuantos más habita?tes tiene el mU~IclpIO mas act:v~­darles se realizan en él- mientras que los barceloneses realizan el 69 por CIento de sus acnvr­dades en el propio municipio, el conjunto de individuos de los municip.ios de 1?~n.os d~ 2.000habitantesrealizan cerca del 41 por ciento de sus actividades en el propto mUnICIpIO. Sin dudaalguna, ésto se debe a que-los municipios pequeño~ tiene~ menos funciones, y sus habitantes,para poderlas realizar deben desplazarse fuera obhga~onamente_ . . . '

7. La movilidad de los individuos crea un espacro de uso cotidiano, el espacio de VIda.La movilidad de los individuos, si de algo no se la puede calificar, es de ser caótica ydesordenada: el trabajo que se ha intentado resumir aquí intenta explicar cómo segun lascaracterísticas sociales, económicas y demográficas de los indivi.duos, y segúr: 9ué tipo ?eactividades realizan (trabajo, abastecimiento, ocio, relaciones SOCIales), su movilidad es dIS­tinta, y por 10 tanto, su distribución en el espacio varía a 10largo del día, de la semana, delaño. Los equipamientos de todo tipo (públicos y privados). deben de t~ner en cuenta lamovilidad de la población para que todas las personas puedan obtener y disfrutar de todas ycada una de las oportunidades que ofrece cualquier territorio.

Bibliografía

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SUBIRATS, M. (1992) Les condicions de vida de les dones a la ciuuu de Barcelona, Barcelona, Manco­munirat de Municipis de I'Área Metropolitana de Barcelona.

METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DEL GRADO DE CONCENTRACIÓNDEL POBLAMIENTO A PARTIR DE UN SISTEMA DE

INFORMACIÓN GEOGRÁFICA. ELEMENTOS TEÓRICOS

MARÍA JESÚS PERLES ROSELLÓ; FEDERICO B. GALACHü JII'vlÉNEZ

y MATÍAS MÉRIDA RODRíGUEZ

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

«Podemos encarar la Geografía Humana como si se tratara de una geometría, esto es,como una-ciencia del espacio, en la que se distribuyen puntos, habitantes o hechos geográfi­cos. Se analizan entonces espaciamientos, figuras estables o móviles» (Dcrruau, M., 1983,pág. 31).

En esta comunicación se pretende aportar una estrategia metodológica novedosa en elcampo de los estudios de poblamiento, concretamente en el análisis del grado de concentra­ción o de dispersión del poblamiento. Las prestaciones ofertadas para el análisis del territorioy las entidades por la utilización de un sistema de información geográfica (SIG) han posibi­litado el carácter novedoso del planteamiento conceptual, así como el análisis simultáneo deun gran volumen de casos individuales.

Partimos en nuestro planteamiento de la posibilidad de superar por medio de la meto­dología diseñada una de las limitaciones que poseen los modelos más usuales de análisis dela distribución del poblamiento, el de la referenciación del fenómeno a una adscripciónespacial predefinida con un criterio no necesariamente paralelo a la distribución geográficanatural del poblamiento.

Tradicionalmente, para el análisis de la densidad del poblamiento, tanto en núcleos comoen disperso, de un territorio, los índices se basan en tres tipos generales de unidades espaciales;de un lado, se hace uso de unidades administrativas de carácter sintético (límite provincial,municipal, ctc.). Esta decisión condiciona los resultados fundamentalmente en el caso de quelos objetivos del análisis no se ajusten al carácter sintético de la unidad.

Este aspecto afecta a los índices sintéticos habitualmente más usados para el análisis delhábitat rural como es cl caso de los índices ele Demangeon, Colas y Bernard.

índice de Demangeon:

E = Población total en dispersoN = Numero de entidades en dispersoT = Población total de la comunidad

Índice de Colas:

s = Superficie término municipalN = Numero de entidades de población dispersasT = Población del término municipalE = Población total en disperso

Estos dos índices presentan, independientemente de los problemas o carencias derivadasde su formulación, a nuestro juicio dos inconvenientes. En primer lugar, la referenciaciónespacial: ambos se realizan en base a una delimitación administrativa (básicamente el muni­cipio); la introducción por Colas del factor superficie se basa en la' corrección de las desvia­ciones de los resultados cuando el índice de Demangeon se aplicaba a municipios de untamaño muy diferenciado. En segundo lugar, la preponderancia asignada al factor población,es decir, la introducción de un segundo nivel de análisis en detrimento del hábitat en sí. Ladensidad de población del núcleo principal juega un papel muy importante en la conformaciónde estos índices.

El índice de Bemard, por su parte, introduce el factor vivienda en sustitución del factorpoblación, aunque continúe la referenciaciónespacial apriorfstica:

Índice de Bernard:

e = Número de casas en el ámbito estudiadoS = SuperficieN = Número de entidades de poblamiento

En otros casos, en un intento de acercamiento a la expresión analítica del poblamiento,se opta por el uso de unidades regulares (cuadriculas), con lo que se incurre en un problemade generalización que será proporcional al detalle con que se establezcan las unidades. Seincluirían en este apartado las tasas referidas a unidades de superficie: núcleos por kilómetrocuadrado, etc.

Por último, otra opción es la definición de unidades irregulares elegidas en base a uncriteriode homogeneidad establecido previamente, cuyos límites se establecen en elementos territoriales,fundamentalmente del medio físico: cuencas hidrográficas, regiones naturales, etc.

En este tipo de unidades, en las que por carencias de las fuentes se suele desconocer, oes difícil de conocer, el elemento «población» e incluso el factor «vivienda», resulta útil elíndice Rn , ya que se basa en elementos exclusivamente del poblamiento. Su fórmula:

general del territorio, 10que impediría su compartimentación, bien en unidades administrati­vas, bien en unidades naturales, como la distinta gradación interior del poblamiento, por loque no se podría recurrir a un índice que abarcara toda el área de estudio. .

Puede existir un tercer condicionante para la utilización de estos métodos: el volumende información. Por ejemplo, si tratamos de realizar un estudio detallado del sistema depoblamiento de un determinado territorio considerando todos sus elementos, nos moveremosfácilmente con magnitudes de varios miles de elementos.

Estas posibles demandas en el análisis del poblamiento nos hicieron dirigir nuestraatención a explorar las posibilidades que la utilización de un sistema de información geográ-fica pudiera ofrecer en esta temática. . .

Partiendo de esta reflexión, la metodología que presentamos se plantea como objetivola definición no apriorística de áreas de densidad de poblamiento homogéneas. Para ellohemos utilizado un criterio de demarcación de las zonas, deducido exclusivamente de lasrelaciones topológicas internas entre las entidades. Este hecho, la determinación de estas«áreas naturales de poblamiento», no sólo facilita el análisis del poblamiento en estudiosdonde los métodos más comunes son poco operativos, sino que se constituye en una meto­dología muy útil para cualquier análisis territorial en general, y en particular para los que secentren cola planificación.

A un segundo nivel, la propia observación de las posibilidades de análisis en asunto depoblamiento a través de la prestaciones ofertadas por un SIG ha const~ituido en .sí mis~o unobjetivo metodológico. La reseña de los problemas planteados en la introducción de infor­mación, en la decisión de la estrategia de análisis espacial a emplear, y en la manipulaciónde un alto volumen de información, junto a las soluciones adoptadas ha constituido paranosotros una- primera experiencia de indagación de las posibilidades y limitaciones de laherramienta SIG en este campo.

Metodología

d :::: Distancia media entre cada núcleo y su vecino más próximoN = Número de núcleosS :::: Superficie de la región considerada

tiene un planteamiento similar al que proponemos por la importancia que asigna a ladistancia entre los núcleos. Sin embargó presenta, en nuestra opinión, dos inconvenientes:

1) Se apoya en la superficie que, regular o irregular, sigue constituyendo el marco en elque se tiene que ubicar el poblamiento.

2) Su formulación y el baremo que utiliza para medir los resultados (O = máximaconcentración; 2,15 :::: máxima dispersión; 1 :::: distribución aleatoria) son útiles no para medirla concentración y dispersión del poblamiento, sino para medir la concentración o dispersióndel poblamiento en núcleos.

A pesar de la presencia de estos índices, pueden existir estudios en los que la refer­enciación del fenómeno a una adscripción espacial fijada apriorísticamente no resulte idónea.Esto puede deberse a problemas relacionados con las fuentes (los límites de la zona de estudiono son límites administrativos), como a dificultades relacionadas con los objetivos e inclusoa la conjunción de ambas.

Respecto al segundo aspecto, los objetivos, los métodos anteriormente expuestos puedenno resultar útiles en el caso de estudios en los que interese conocer tanto el tipo de poblamiento

Índice Rn:Rn :::: 2 d ,J(N / 5)En primer lugar, reseñamos una breve referencia de l~s caract~risticas de .la princigal

herramienta de análisis que hemos utilizado para el estudio. Un sistema de informaciónzeoaráfica es «una base de datos georreferenciados, cuya organización y funciones permiten,de f~cto, la entrada, almacena111ie~to. recuperación. análisis y salida de información espacial»(Ccbrián, Mark y Lauzon, ]989. pág. 11). Por tanto, además de constituirse C~1110 base dedatos, posee unos instrumentos que permiten el análisis de la información espacial, transfor..mando los datos originarios y produciendo salidas de información estructuradas en base a unobjetivo.

. Siguiendo un proceso de análisis, el primer paso consiste en la djgi.taliz~ción d~ lainformación de los elementos del poblamiento, tanto en núcleos como en diseminado, dife­renciando ambas en canas de información diferentes. Aunque los sistemas dc informacióngeográfica incluyen cO;llandos para la digitalización, es conveniente Ia utilización de unprograma de dibujo asistido. más ágil para este proceso, compatible en t:01l1.1IltO de ficherocon el exigido por el sistema de información. El fichero con formato de dibujo es exportadoal SIG, generándose una cobertura con topología de puntos (hábitat diseminado) y otra co-bertura con topología de polígonos (núcleos). . .

Una vez procesada la información, se procede a la estructuración de la misma ha~lendo

uso de las prestaciones ofrecidas por el SIG para el análisis espacial. El punto de partida ennuestro planteamiento ha sido la concepción de la densidad como una función de la dis~ancia

de cada edificación a sus vecinas más próximas. De este modo, para estructurar en niveleshomogéneos el conjunto de relaciones de distancia establecidas entre el tot.al de las edifica­ciones se hace uso fundamentalmente del comando genéricamente conocido como buffer,

208

conjunto de ordenes que permiten la generación de áreas en torno a una entidad espacialprefijada, establecidas en cada caso según la magnitud requerida.

De este modo y en primer lugar, se generan alrededor de las edificaciones y utilizándolascomo centro áreas de un determinado diámetro; allí donde las dos áreas se superponen, elcomando disuelve las fronteras entre ambas generando de este modo una zona homogéneadonde las edificaciones comprendidas están situadas a igualo inferior distancia de la entidadmás próxima (por ejemplo, 100 metros).

Este fichero matriz constituye el punto de partida para la ejecución de una estrategiaprogresiva en la que partiendo del fichero de proximidad de, siguiendo con el ejemplo, 100metros o menos, se aplica un segundo buffer de 100 metros, generándose de este modo unaserie de áreas homogéneas en las que la distancia entre las edificaciones fuera de 100 a 200metros. Esta operación se puede ir repitiendo sobre el nuevo archivo generando progresi­vamente los intervalos 200-300 metros, 300-400 metros, etc.

El principal problema que comporta esta estrategia es que existen edificaciones aisladasque pueden distar de la edificación más próxima más distancia de la que estamos utilizandocomo límite pero que sin embargo generan un pequeña área homogénea individual con lamisma distancia que hemos determinado para el buffer.

De este modo se alteraría el sentido de interrelación con otra entidad que el conceptotopológico de distancia que estábamos utilizando pretendía. Para ello es necesario la disolu­ción de estas áreas, salvando primero la información en un archivo intermedio que nos servirácomo delimitación de partida para la elaboración del buffer de la siguiente categoría (porejemplo, 200 metros). Estas áreas individuales pasarían a formar parte de una zona homogé­nea de mayor grado de dispersión en un momento posterior del análisis.

Paralelamente, dado que las edificaciones aisladas han sido digitalizadas como puntosy los núcleos como polígonos, se procede a efectuar las mismas operaciones sobre la capade información de los núcleos. Solamente se cambia en la sintaxis del comando huffer laopción «puntos» por la opción «polígonos».

El paso siguiente, en caso de haber procesado las capas de información en coberturasdiferentes, sería la unión de ambas coberturas entre sí. A continuación es necesario procedera la disolución, mediante el correspondiente comando del SIG, de las líneas que se intersectanen zonas homogéneas por proceder de órdenes o ficheros diferentes, según haya sido proce­sada la información.

Es importante en este punto disponer en el fichero de atributos de cada polígono de uncampo específico por el cual se han de disolver los polígonos de idénticos valores. Estaprecaución es fundamental para evitar las islas, polígonos interiores que sin tener identidadcomo elementos del poblamiento, queden igualados a éstos por no poder diferenciarlos elprograma.

Una vez concluida la creación de polígonos buffer, se procede a la unión de las áreasresultantes con el límite de la zona de estudio, digitalizado y procesado de forma inde­pendiente. Este punto pretende evitar que cuando se ejecute el comando buffer, la línea queconforma el límite de la zona quede afectada por esta operación, aumentando la extensióndel área de estudio.

De este modo, contaremos con tantos mapas, con sus correspondientes ficheros, comozonas ele homogeneidad del poblamiento deseemos establecer. Por ejemplo, si cl Ifmite másinmediato ha sido fijado en 100 metros, uno de los ficheros resultantes contará con polígonosque reflejen zonas donde la distancia de unos elementos a otros es de 100 o menos metros.Serán, después de los núcleos, las zonas donde el poblamiento es más concentrado.

Finalmente, mediante la superposición de los ficheros definitivos generados medianteestas operaciones obtendremos la estructuración definitiva del territorio en función de ladensidad de su poblamiento, estructuración que obedecerá exclusivamente a las relacionestopológicas entre los elementos seleccionados.

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Bibliografía

CEBRIÁN. j.A, MARK, D.M. y LAUZÓN, J.P. (1989) «Sistemas de jnformación Geográfica con estructurade árbol cuaternario»,Estudios Geográficos, T. L., núm. 194.

DEL Cxrrro. C. el al. (1988) Trabajosprácticosde Geografía Humana, Síntesis, Madrid.

BOSQUE SENDRA,J. (1992) Sistemasde Irforamción Geográfica,Rialp, Madrid.

DERRUAU, M. (1983) Geografía Humana,·Vicens-Vives, Barcelona.

METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DEL GRADO DE CONCENTRACIÓNDEL POBLAMIENTO A PARTIR DE UN SISTEMA DE INFORMACIÓN

GEOGRÁFICA. APLICACIÓN PRÁCTICA

MATÍAS MÉRlDA RODlÚGUEZ; MARÍA JESÚS PERLES ROSELLÓ

y FEDERICO B.' GALACHO JrMÉNEz

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

La presente comunicación se plantea como una continuación de la expuesta anterior­mente. Si la primera versaba sobre los aspectos teóricos de la propuesta metodológica queofrecemos, esta segunda tratará en detalle una aplicación práctica de dicha metodología. Através' de ésta podremos apreciar la idoneidad de su uso para zonas de proporciones medias,especialmente para estudios de tipo comarcal, así como las dificultades que puede presentarsu puesta en práctica.

Descripción general de la zona de estudio

El estudio se ha llevado a cabo sobre la franja costera oriental de la provincia de Málaga.El límite occidental de la zona se ha fijado en el curso del río Guadalmedina, en la ciudad deMálaga. Por su parte, el límite administrativo de la provincia determina el marco del.área deestudio en su sección oriental. La demarcación, por el Norte del territorio se ha definido enbase a criterios topográficos, delimitándose una franja de una anchura aproximada de unos4-5 kilómetros. En definitiva, el área de estudio recoge la parte más cercana al mar de laladera sur de esta zona de las Béticas.

Este espacio se conforma fundamentalmente por dos tipos de paisajes: la llanura litoraly los valles fluviales transversales por un lado y las zonas montuosas por otro. Ambas sediferencian en los usos del suelo: cultivos arbóreos de secano y especies forestales (máspuntualmente) en las sienas y regadíos intensivos en los espacios llanos.

La diferenciación de usos del suelo tiene su paralelismo en la distribución del pobla­miento. La exigüidad de la llanura litoral en la mayor parte del territorio ha dado lugar a unafranja de construcción alineada prácticamente sin solución de continuidad, adosada u la líneade costa, de construcción reciente en la mayor parte de los casos, y directamente relacionadocon el desarrollo del proceso de urbanización sobre estos espacios. En los puntos donde lallanura litoral se ensancha en valles fluviales transversales a la línea de costa, se sitúan losasentamientos históricos.

En una segunda orla, donde la topografía comienza a accidentarse, se entrelaza el po­blamiento disperso con el concentrado. Este último se centra en urbanizaciones residencialesligadas al desarrollo turístico o al fenómeno de la segunda residencia.

Por 10que respecta al poblamiento disperso, se localiza a una altura mayor, en términosgenerales, que la anterior orla de urbanizaciones residenciales. Apreciamos la diferenciaciónde dos fenómenos por una parte, la a extensión de un poblamiento disperso como segunda

residencia, y por otra aparecen las cdificacion~s tradicionales de ~pr~vechamiento agrícola,afectadas hoy en su mayoría por el despoblamiento o por la marginalidad.

De este modo, el desarrollo histórico del poblamiento en esta área ha generado unaestructura territorial compuesta por una orla discontinua de poblamiento disperso, alineadaen un segundo escalón paralelo a la costa. La articulación funcional de este entramado delhábitat disperso se define a través de una estructura de relaciones «en peine» con la franjacostera de núcleos concentrados en la que la Carretera Nacional 340, que la recorre y cons­tituye el eje principal de comunicación.

Fuentes

Para la obtención de la información, se acudió a la fuente cartográfica, que referente alárea de estudio, proporcionara una información más detallada y actual. Por ello hemos utili­zado las hojas correspondientes del Mapa Topográfico de Andalucía, a escala 1:10.000,editado por la Junta de Andalucía y actualizadas en su mayoría con fecha de 1991. Dondehabía carencia de información (variaciones de usos del suelo muy recientes) o dudas sobresu idoneidad, se recurrió a la fotografía aérea o al trabajo de campo para solventarlas.

Mapa 11GRADO DE CONCENTRACIÓN DEL POBLAMIEN 10 A LA DISTANCIA DE 100 METROS

111NÚcleos

Mapa IGRADO DE CONCENTRACIÓN DEL POBLAMIENTO A LA DISTANCIA DE 50 METROS

Escala 1:400.000 N Distancia

Escala 1:400.000

l1li Núcleos

Al Distancia

Mapa IIIGRADO DE CONCENTRACIÓN DEL POBLAMIENTO A LA O!STANClA DE 150 METROS

~ NÚcleos

214

Escala !:400,OO(l Al Distancia

Mapa IVGRADO DE CONCENTRACIÓN DEL POBLAMIENTO A LA DISTANCIA DE 200 METROS

El primer paso consistió en la digitalización de la información. Para ello se señalaronpreviamente sobre el mapa los elementos a digitalizar, tanto núcleos de población comohábitat disperso. Por lo que respecta a los núcleos, se escogieron no sólo aquellos claramentedefinidos como tales oficialmente, sino también otros elementos como las urbanizacionesresidenciales, particularmente aquéllas que presentan una baja densidad de ocupación delsuelo. El criterio, en este caso, se fundamenta en la presencia o ausencia de usos agrícolasdel suelo, o rurales en términos generales, entre edificación y edificación.

La selección del hábitat disperso ofrece también algunas particularidades. Dada la im­posibilidad de distinguir la vivienda de otra tipo de edificación, se escogieron todas lasedificaciones dispersas que recoge la fuente principal de información, excluyendo aquéllasque explícitamente aparezcan diferenciadas.

Una vez digitalizada la información, comenzamos su análisis estableciendo las áreas deinfluencia (buffer, nombre del comando que las genera) de 50 metros para cada edificaciónaislada. En este caso, y por limitaciones de equipo, fue necesario compartimentar la informa­ción (casi 7.000 puntos) en siete archivos, a fin de agilizar el tratamiento informático. Pre­viamente, se creó un nuevo campo con el que pudiéramos asignar cada polígono a susignificación real. Este punto resulta fundamental a fin de evitar que las islas que quedenentre complejos de bl{jJering sean consideradas como partes integrantes del propio buffer.

En un segundo paso, se unieron los ficheros bufferparcialespara crear un único archivo.Posteriormente, se les aplicó un nuevo comando para disolver las intersecciones de un ficheroparcial con otro.

A continuación se le añadieron al fichero los núcleos urbanos, digitalizados y con unbuffer de SO ya generado. Igualmente a lo realizado anteriormente, a la nueva unión se ledisolvieron las líneas que se intersectaban.

El tercer paso dentro de este huffel' de 50 metros consistió en borrar todos los buffersindividuales, todos los polígonos que en las sucesivas operaciones no se unieran con otrosformando uno superior, pero que generaron un área de influencia alrededor suya. Es decir,borramos las edificaciones que se encuentran a más de SO metros de la más próximas. Elprocedimiento metodológico requería el borrado de todos los polígonos iguales o inferioresal círculo individual, lo cual nos servía también para eliminar los micropolígonos resultantesdel proceso de superposición. Previamente habremos copiado este fichero en otro, ya que nosservirá para generar otros tipos de buffer a diferentes distancias.

Los siguientes pasos se realizaban a partir de este fichero matriz. Así, el lJl!ffer de l 00metros se realizó mediante la adición de un !ndler de 50 al buffer de 50. Posteriormente, unaver. conservado este fichero, se borraban Jos buffers que seguían siendo individuales. Elmismo procedimiento se realizó con el buffer de 150 y con el de 200 metros. No obstante.las limitaciones de funcionamiento derivadas del elevado volumen de información nos hicie­ron recurrir a los ficheros originarios para la generación de estas áreas de influencia.

Finalmente, la estructuración del territorio de acuerdo a su densidad de poblamiento seconsigue mediante la superposición de los 4 ficheros previamente generados. De este modo,obtenemos áreas de poblamiento homogéneo a lo largo de la zona de estudio.

Metodología

111 Núcleos

N Distancia

I!II Núcleos

Equidistancias = 50 metros

Estructura General del Territorio

Mapa VGRADO DE CONCENTRACIÓN OEL POBLAMIENTO

Escala 1:400.000

Escala 1:400.ÜOO

Resultados

Los resultados se reflejan en los diferentes mapas temáticos. Hemos generado 4 mapastemáticos en los que se representan los núcleos de población y los diferentes grados deconcentración del poblamiento, de mayor a menor: 50, 100, 150 Y200 metros (Mapas 1, JI,Illl y IV). Finalmente incluimos un mapa (Mapa V) que representa la gradación del pobla-

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miento en la zona de estudio, superponiendo los diferentes mapas temáticos, Dada la escalaa l,a debemos presentarlo, sólo ofrec~mos la superposición de capas, sin poder expresarlograficamente de un modo correcto (diferentes grosores de líneas), ya que se reduciría nota-bleme~te la necesaria expresividad de la figura, .

Sin entrar en un ~ál~s}s minucioso de la zona de estudio, podemos esbozar los resultadosq?e nos ofrece la aplicación de la propuesta metodológica. Según podemos apreciar en lasdiferentes fi~uras, el p~bl~ento concentrado se localiza en la franja costera, valles trans­versales y pnmeras estribaciones montañosas orientadas al sur,

El poblamiento disperso se loc~liza sobre todo en los valles transversales, preferente­mente en la~ ~a.dera~ que enmarcan dichos valles, y de orientación este y oeste.

:Un análisis n;as detallado de los resultados obtenidos nos delimitaría las áreas de po­bI~lento homo~~neo a mayor escala, En este sentido, la estructuración del poblamientof~cII~ta l~, adopcIon. ~e medidas de planificación territorial, con especial incidencia en ladlSt:tb~cI0n eleservicios y equipamientos y en la determinación de los espacios centrales delterritorio.

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¡III

I

III

ANÁLISIS DEL POBLAMIENTO A PARTIR DEL CONCEPTOENTIDAD DE POBLACIÓN: SUGERENCIAS METODOLÓGICAS

JUAN At"ITONIO MÓDENES CABRERIZO y RAMÓN ARRIBAS 1 QUINTANA

.Centre d'Estudis Demográjics, Universítat Autonoma de Barcelona

En esta comunicación se ofrecen algunas respuestas a los interrogantes planteados conocasión de una investigación llevada a cabo en el Centre d'Estudis Demográfica(CED) sobrela evolución del poblamiento] en la Región Metropolitana de Barcelona" (RMB) en la cualse optó por el análisis a partir de la entidad de población, Habitualmente los estudios territo­riales han considerado el municipio como la unidad espacial mínima de análisis. Se presuponecon ello que cada municipio equivale a un grupo humano y territorial homogéneo, A menudo,nos sentimos satisfechos de disponer de información a nivel municipal porque creemos quellegamos a captar el funcionamiento social de base. Esto es cierto en muchas ocasiones, sobretodo cuando el municipio es, efectivamente, el nivel mínimo existente en las estadísticas,

No es éste el caso de los estudios de población. En este campo se dispone del nomen­clátor, fuente adecuada para superar, mediante el estudio de las entidades de población, labarrera metodológica constituida por el municipio, Mediante la adopción de la entidad depoblación como unidad de análisis se puede variar la opinión generalizada sobre las pautasde transformación espaciales y poblacionales de los ámbitos metropolitanos, según la cual laconversión de un espacio agrario en suburbanizado es un hecho que afecta al territorio,siguiendo una lógica homogénea de difusión espacial en forma de anillos, La entidad depoblación permite introducir una mayor complejidad revelando la heterogeneidad dentro delmunicipio, y permite diferenciar las entidades no capitales respecto del núcleo principal,porque son precisamente los restos municipales los protagonistas de las transformacionesrecientes en el poblamiento metropolitano.

Para poder dibujar correctamente el futuro hay que comprender estos procesos de ex­pansión del hecho metropolitano, procesos complejos, que no son unidireccionales y que,aunque aparentemente caóticos, esconden comportamientos compartidos, itinerarios comunesy de clara coherencia interna. Estos procesos, que son graduales, serían difíciles de tratardesde la perspectiva exclusivamente municipal.

El nomenclátor: virtudes potenciales, defectos manifiestos

Los nomenclátores del INE son la publicación oficial de las entidades de población, Peroson manifiestamente obsoletos. Por una parte, la definición de entidad de población noresponde a ningún criterio coherente 10que dificulta el análisis comparativo entre municipioso respecto a otras realidades, A pesar de las mejoras introducidas en el Nomenclátor de 1986,es posible todavía encontrar elementos de confusión en la. definición, al ofrecer vagamentela posibilidad de que «otras localidades» accedan a la categoría de entidades de población,cuando deberían estar incluidas ya en la definición inicial.

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miento en la zona de estudio, superponiendo los diferentes mapas temáticos, Dada la escalaa l,a debemos presentarlo, sólo ofrec~mos la superposición de capas, sin poder expresarlograficamente de un modo correcto (diferentes grosores de líneas), ya que se reduciría nota-bleme~te la necesaria expresividad de la figura, .

Sin entrar en un ~ál~s}s minucioso de la zona de estudio, podemos esbozar los resultadosq?e nos ofrece la aplicación de la propuesta metodológica. Según podemos apreciar en lasdiferentes fi~uras, el p~bl~ento concentrado se localiza en la franja costera, valles trans­versales y pnmeras estribaciones montañosas orientadas al sur,

El poblamiento disperso se loc~liza sobre todo en los valles transversales, preferente­mente en la~ ~a.dera~ que enmarcan dichos valles, y de orientación este y oeste.

:Un análisis n;as detallado de los resultados obtenidos nos delimitaría las áreas de po­bI~lento homo~~neo a mayor escala, En este sentido, la estructuración del poblamientof~cII~ta l~, adopcIon. ~e medidas de planificación territorial, con especial incidencia en ladlSt:tb~cI0n eleservicios y equipamientos y en la determinación de los espacios centrales delterritorio.

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ANÁLISIS DEL POBLAMIENTO A PARTIR DEL CONCEPTOENTIDAD DE POBLACIÓN: SUGERENCIAS METODOLÓGICAS

JUAN At"ITONIO MÓDENES CABRERIZO y RAMÓN ARRIBAS 1 QUINTANA

.Centre d'Estudis Demográjics, Universítat Autonoma de Barcelona

En esta comunicación se ofrecen algunas respuestas a los interrogantes planteados conocasión de una investigación llevada a cabo en el Centre d'Estudis Demográfica(CED) sobrela evolución del poblamiento] en la Región Metropolitana de Barcelona" (RMB) en la cualse optó por el análisis a partir de la entidad de población, Habitualmente los estudios territo­riales han considerado el municipio como la unidad espacial mínima de análisis. Se presuponecon ello que cada municipio equivale a un grupo humano y territorial homogéneo, A menudo,nos sentimos satisfechos de disponer de información a nivel municipal porque creemos quellegamos a captar el funcionamiento social de base. Esto es cierto en muchas ocasiones, sobretodo cuando el municipio es, efectivamente, el nivel mínimo existente en las estadísticas,

No es éste el caso de los estudios de población. En este campo se dispone del nomen­clátor, fuente adecuada para superar, mediante el estudio de las entidades de población, labarrera metodológica constituida por el municipio, Mediante la adopción de la entidad depoblación como unidad de análisis se puede variar la opinión generalizada sobre las pautasde transformación espaciales y poblacionales de los ámbitos metropolitanos, según la cual laconversión de un espacio agrario en suburbanizado es un hecho que afecta al territorio,siguiendo una lógica homogénea de difusión espacial en forma de anillos, La entidad depoblación permite introducir una mayor complejidad revelando la heterogeneidad dentro delmunicipio, y permite diferenciar las entidades no capitales respecto del núcleo principal,porque son precisamente los restos municipales los protagonistas de las transformacionesrecientes en el poblamiento metropolitano.

Para poder dibujar correctamente el futuro hay que comprender estos procesos de ex­pansión del hecho metropolitano, procesos complejos, que no son unidireccionales y que,aunque aparentemente caóticos, esconden comportamientos compartidos, itinerarios comunesy de clara coherencia interna. Estos procesos, que son graduales, serían difíciles de tratardesde la perspectiva exclusivamente municipal.

El nomenclátor: virtudes potenciales, defectos manifiestos

Los nomenclátores del INE son la publicación oficial de las entidades de población, Peroson manifiestamente obsoletos. Por una parte, la definición de entidad de población noresponde a ningún criterio coherente 10que dificulta el análisis comparativo entre municipioso respecto a otras realidades, A pesar de las mejoras introducidas en el Nomenclátor de 1986,es posible todavía encontrar elementos de confusión en la. definición, al ofrecer vagamentela posibilidad de que «otras localidades» accedan a la categoría de entidades de población,cuando deberían estar incluidas ya en la definición inicial.

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La introducción en el nomenclátor de los cambios observados en el poblamiento metro­politano en las últimas décadas ha sido muy leve. En realidad, durante los años sesenta ysetenta han coincidido la fase de más extensas y profundas modificaciones en el poblamientometropolitano, con una etapa de deterioro en la calidad de. la información suministrada porel nomenclátor. Este deterioro es, en parte, fruto de una acción consciente a partir de 1960por disminuir las entidades de población, que en 1950 eran 68.771 para toda España, ya quese consideraban excesivas para I1evar a cabo investigaciones operativas (en aquel momento)y porque no se veía el interés de producir estadísticas de entidades minúsculas", Quizá másimportante fue la degradación progresiva de los trabajos relacionados con la confección delnomenclátor, que se convirtieron en tareas rutinarias privadas de cualquier relación con lacambiante realidad geográfica.

Hay indicios esperanzadores de que la situación de los nomenclátores cambie. En primerlugar, el Nomenclátor de 1986, el primero que se publica a partir del padrón, ha incorporadomás entidades de población que los nomenclátores anteriores y ha introducido la jerarquiza­ción entre entidad de población y núcleo de población, que a menudo se confundían. Muchasurbanizaciones son recogidas como núcleos nuevos pertenecientes a entidades ya existentes(o recuperadas). Sin embargo, al depender de una operación padronal y no censal, no puedesuministrar los datos referentes a viviendas y familias. En segundo 'lugar, aparecen iniciativasnuevas, no emanadas directamente del INE, sino de las comunidades autónomas que, cons­cientes del problema, comienzan a trabajar en el tema. Ejemplo de éstas es la revisión delNomenclátor de la Comunidad de Madrid, realizado por su Consejería de Economía, trabajocompleto que ha conseguido incorporar las nuevas formas de poblamiento y una cartografíavaliosa. Otra iniciativa interesante, procedente de Murcia, es la Clasificación y delimitaciónde las entidades de población de la Región de Murcia, en la que se ha de destacar tambiénla labor cartográfica, aunque más modesta que la de Madrid.

¿Qué otros problemas tiene el nomenclátor y cómo los hemos afrontado? Bxiste unsubregistro importante de las entidades de población en los años 1970 y 1981, respecto delos dos anteriores (1950 y 1960).En su mayor parte, como se ha comentado, se debe achacara una reducción consciente y acrítica de las entidades. Los posibles procesos de fusión físicade núcleos, en el sentido de la definición de entidad de población, se limitan a los municipiosmás densificados del centro metropolitano.

La elaboración casi independiente de los sucesivos nornenclátores provocó que se per­diese la conexión en los contenidos de cada uno de ellos. No ha existido tradicionalmenteuna base permanente de entidades, de modificación continua según variara su relación conla definición oficial. La coincidencia entre años sucesivos se debe más a la falta de cuestio­namiento de un trabajo rutinario que al producto de una actividad seria de comparación desituaciones. La inexistencia de una labor de seguimiento temporal de la información delnomenclátor redunda en un deterioro de una posible serialización y temporización de lainformación tal como se ha pretendido en la investigación del CED.

Serializar y temporizar la información del nomenclátor ha obligado a efectuar previa­mente un estudio de continuidad de las entidades existentes en los sucesivos momentos. Eranmuchos los casos en que esta. operación se realizaba sin dificultad, pero también eran abun­dantes los casos en que aparecían vacíos significativos. Así el hecho, que una entidad noapareciese en un año determinado podía ser debido a las razones: a) que no existiese realmenteporque se hubiera desarrollado con posterioridad (urbanizaciones); b) que existiese pero que,por su desarrollo reciente, no hubiera sido todavía reconocida estadísticamente; c) que pesea ser una entidad tradicional y autónoma hubiera sido agregada a otra (a menudo la capital)en un claro caso de subrcgistro; d) que la entidad hubiese desaparecido por agregación a otraentidad tras un proceso de fusión, 'con lo cual no existirían ya los motivos para considerarlaspor separado; y e) que la entidad hubiese sufrido una pérdida de toda su población 'pordespoblamiento.

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El gráfico de continuidad: cómo conectar temporalmente las entidades

La necesidad de sintetizar la información sobre el número y el tipo de entidades de cadamunicipio en cada nomenclátor y la multitud de situaciones en qu~ P?día conc~r su evo­lución temporal inspiró el diseño de unos gráficos, llamados de contmUlda? Perml~en :ec~ger

el tipo de poblamiento (concentrado o disperso), mediante el uso de una sl1llbo:ogta dlsen~~a

al efecto, y reflejar la Continuidad temporal de las entidades mediante el uso de líneas, tambiénllamadas de continuidad. Las listas de entidades de cada momento Se basan en los nomen­clátores, pero se han intentado comparar con otros ~istados de enti~~des de población" ~ara

discernir sobre todo las omisiones debidas a subregistro, de las omisiones correctas debidasa fusión espacial. También se ha procurado ampliar todo lo referente a urbanizaciones me­diante el empleo de una fuente alternativa, la Encuesta de ln.t:'~estructw-~s Locales', qu~.?a

resultado útil para paliar su subregistro sistemático, para summrstrar su ano de construccron.clave para poder caracterizar correctamente el proceso de evolución del poblamiento, y paravincular cada urbanización a una entidad de población preexistente. . .. '

Las líneas en los gráficos informan sobre la continuidad de cada entidad ~ ?~ los cambiosque experimenta a lo largo del tiempo. Los gráficos parten d~ un morn~nto inicial (1950,e~la investigación sobre la RMB), y una línea para cada entidad recogId~ e~ ese momentosimboiiza su existencia temporal hasta el momento final (1986). La contmUl~ad se ha m~­tenido a pesar de que la entidad fuese «engullida» posteriorm~nt~por o~ entidad (fagocita­ción que queda representada gráficamente mediante una amphac~ón de! sl~?olo en forma deárea correspondiente a la entidad absorbente), siempre que se tuviesen lD~ICI?S razonab~e~ desu existencia real de forma autónoma, independientemente de su reconocmuento estadístico.Por tanto, los gráficos ofrecen dos niveles de información: el primero, estadístic~,recoge lainformación oficial procedente del nomenclátor y viene representado por los sfmbolos desuperficie; el segundo, más «verídico», intenta reflejar la situación territorial real ,y vienerepresentado por las líneas de continuidad. De la comparación entre ambo.s niveles se ded~ce

la existencia de subregistro, así como la existencia sistemática de agregaciones y segregacIo~

nes que responden a los cambiantes criterios de elaboraci~n de los n~~enclátores,~ n? tantoa la evolución real del poblamiento. De esta manera, mediante los gráficos de contmUlda~ ~s

posible darse cuenta de que mientras que el nivel estadístico «oficial» re~~ge una reduccI~n

sistemática y progresiva de entidades entre 1960 y 1981, con una c01Tec~lOn de la tendenciaen 1986, el nivel «real» recoge la progresiva complejidad, desde un pnmer momento,. delpoblamiento metropolitano, lo cual se traduce en un importante, en algunos casos explosivo,aumento del número de entidades existentes.

Como es obvio la reinterprctación del nivel oficial de información de entidades p~ra

«recrear» un nivel más cercano al hecho territorial, entraña dificultades. El problema est~'lba

en multitud de ocasiones en saber dónde ha sido agregada una entidad que ha desaparecido,no físicamente, en un nomenclátor dado. La mayoría ele las veces bastaba con considc.f<:r ~a

entidad capital como la receptora, pero en otras ocasiones, sobre t~do cu<m~o el 1:1UDlCIpIOes polinuclear, la elección no era fácil. En esta fase se echaba en falta la existencia de unadelimitación cartográfica oficial de las entidades de población. PorelIo, par~lelam.ent~:l

recurso a las listas alternativas de entidades, es necesario realizar un proceso de rnvesügacróny verificación de la información empleando la documentación cartográfica existente.. Sinembargo, la utilización de los mapas ha sido menos ~rovechosa .de lo esperado, ya quegeneralmente no están actualizados, lo cual se hace especialmente ~vld~~te en laque respectaal fenómeno de las urbanizaciones; sin embargo, esta falta de actualización ha ayudado mIlchocuando las dificultades se encontraban en la localización de entidades de poblamiento anti-

cuas (masías o pequeñas aldeas). En este caso la documentación cartográfica, irónicamente,~os ha servido de documentación histórica.

La base de datos de entidades: cómo serializar y completar la informaciónestadística del nomenclátor

Los gráficos de continuidad de los municipios culminan el proceso de reconstruccióntemporal de la evolución de las entidades de población. Una etapa posterior en la investigaciónsobre el poblamiento de la RMB fue la construcción de una base de datos por entidades apartir de la información estadística recogida en los nomenc1átores. Para esta labor es deutilidad la síntesis evolutiva representada por los gráficos de continuidad.

Pero por desgracia, los datos estadísticos que ofrece el Nomenclátor se refieren al nivel«oficial» de los gráficos de continuidad y no al «real». Pero el diseño de este nivel «real» hapermitido construir nuevos indicadores como por ejemplo, tasas de crecimiento de la pobla­ción, que relacionan dos momentos (dos nomenclátores con posibilidad de agregarse o se­gregarse de las entidades de un mismo municipio). Siempre se sabía si había una conexióndirecta del dato de una entidad en dos momentos consecutivos o, si bien, se debía realizaragregaciones de la información con la de otras entidades, que sabíamos que se agregaban osegregaban de dicha entidad.

De esta manera se consigue un objetivo prioritario en la investigación: serializarlasvariables demográficas y de poblamiento ofrecidas por el nomenclátor. De la mismaforma que es posible hallar la continuidad de las entidades a 10 largo del tiempo, se puedeligar temporalmente la información estadística existente para ellas. Las variables escogi­das del nomenclátor, que en la base de datos aparecen como datos básicos, son las depoblación de hecho (total), viviendas, familias y población concentrada. Se calcularona continuación las tasas de crecimiento de la población de las entidades entre cadanomenclátor, aprovechando el nivel «real» de las gráficas de continuidad. A partir delos datos básicos se han calculado otra serie de nuevas variables de poblamiento:ha,bitantes por vivienda, que es una primera aproximación para el estudio del pobla­miento; tamaño familiar (habitantes por familia), que muestra como cambian losmodelos -familiares; y familias por vivienda, que es en nuestro caso la variable depoblamiento por excelencia, por cuanto es un indicador del uso mayoritario, principalo secundario, de las viviendas de una entidad. Otra variable de poblamiento calculadaes la variable población concentrada sobre población total que ayuda a ver la desa­parición lenta del poblamiento rural disperso tradicional y la aparición de nuevosmodelos de ocupación del espacio.

Los últimos indicadores calculados son la relación del peso de cada entidad sobre eltotal municipal de viviendas y de habitantes. Estos dos indicadores caracterizan al municipiosegún tenga un núcleo muy importante y, por tanto, una población muy concentrada, o, a lainversa, como un municipio policéntrico y disperso.

El siguiente paso cilla investigación, todavía no completada a la espera de los datosdel Nomenclátor de 199J, es la realización de una tipología de evolución de las entidadesde población tanto a nivel global metropolitano como en sus relaciones dentro del muni­cipio. De esta manera se podrán expresar comprensible y sintéticamente los cambiosproducidos en el poblamiento submunicipal de la RMB. La tipología es un métodoclasificatorio de unidades espaciales que se construye a partir de los valores de una o másvariables asociadas a las mencionadas unidades. Como sujetos de la tipología se utilizaránlas entidades ofrecidas por el nomenclátor, el nivel «oficial», aunque corregido en loposible por el nivel «real», y como variables los principales indicadores de población ypoblamiento.

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I¡I

III

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Conclusiones: por la entidad de población, por un Nomenclátor más útil

Las conclusiones deben convertirse, por fuerza, en un alegato reivindicativo. ¿Qué hayque reivindicar? En primer lugar, la entidad de población. como unidad de análisis del pobla­miento. En el texto citado anteriormente de Garcfa Barbancho'', éste abogaba por la entidadde población (aunque con propuestas para el nomenclátor que no podemos compartir), comoel instrumento adecuado para hablar de temas como el de la dispersión o concentración, o eldel carácter urbano o rural de la población. Estas afirmaciones las realizó en 1964, cuando elproceso de suburbanización y rnetropolización de nuestra sociedad se puede decir que estaba,como mínimo, en mantillas. ¿No deberíamos asumir esta voluntad de usar la entidad depoblación hoy, en 1993, cuando estos procesos están en plena eclosión? La evolución delpoblamiento 'metropolitano y las variaciones del uso funcional del es~~cio, que sólo pu~denser seguidas en todas sus implicaciones a partir de la entidad de población, deja al descubiertolas limitaciones de la unidad municipal.

Otra reivindicación que deriva de la anterior es que se considere al nomenclátor comouna fuente estadística básica y deje de ser considerado como una fuente secundaria. Debecontinuarse con la mejora observada en el año 1986, hay que aumentar la celeridad en lapublicación, pero, sobre todo, hemos de tomar conciencia de su utilidad. y es que incluso losórganos estadísticos de las comunidades autónomas se sorprenden dc la aceptación que tienensus propios nomenclátores (como así indican las introduc~iones de las publicaciones .deMadrid y Murcia). Existe una demanda cierta de estas estadísticas, aparte de la de los estudiosgeográficos y de población.

Tres son los caminos que se deberían recorrer en la mejora del nomenclátor. Se tratade otra serie de propuestas reivindicativas, fruto de la experiencia de trabajo con estafuente. El primer camino es la exhaustividad: que se cumpla estrictamente con la defini­ción oficial de entidad de población, sin realizar agregaciones a posteriori de entidadesque se consideran poco pobladas. El problema de la exhaustividad es acuciante cuandose trata de las urbanizaciones. El Nomenclátor de 1986 ha mejorado bastante y para laRMB recoge 324 urbanizaciones como entidades o núcleos dentro de entidades. Pero,uno de los estudios inventariales sobre entidades consultados recoge sólo para la comarcadel Valles Occidental 149 urbanizaciones cuando el Nomenclátor de 1986 sólo reconoce33. Queda bastante por andar. Aquí incluiría la cuestión de los sectores urbanos (el barriourbano) que es una innovación muy de agradecer del Nomenclátor de la Comunidad de

Madrid.También se debería trabajar más en la interconectividad entre nomenclátores. Se han de

tener en cuenta los nomcnclátores anteriores para la realización de los siguientes. Un avanceen este sentido sería que las modificaciones en las listas de entidades mediante agregación,segregación, aparición o desaparición fuesen razonadas. Es decir, que se especificara el cam­bio realizado de manera que el investigador fuera consciente y supiera él qué atenerse.

La tercera mejora que debería tenerse en cuenta es la elaboración oficial ele la delimi­tación cartográfica de las entidades de todos los municipios del Estado, ligada a la realizacióndel nomenclátor. La realización ele este trabajo puede resultar laborioso la primera vez, perodespués se tratarla de actualizar lo ya hecho. Esta novedad sería de especial interés para losgeógrafos de la población interesados por el poblamiento metropolitano, ya que podríamosexplorar las relaciones espaciales que se establecen entre entidades, algunas de gran impor­tancia corno por ejemplo los encabalgamientos entre dos o más municipios de un mismo

núcleo de población. . , ..En definitiva, no se pretende otra cosa que el Nomenclátor, que permite el análisis

mediante entidades, se convierta en una herramienta útil en la comprensión del pasado y delpresente, la previsión del futuro y su traslación en propuestas de actuación acertadas en elcampo del poblamiento metropolitano.

Notas

1 Esta investigación es fruto de la asesoría demográfica para la redaccióndel Plan TerritorialMetropo­litano de Barcelona,que están llevandoa cabo los autores,en el marcodel Centre d'Estudis Demografics.

2 La Región Metropolitana de Barcelona, conocida también como Región Primera Ampliada, es unamplio espacio constituidopor siete comarcas (162 municipios)del entornode Barcelona,concretamentelas del Barcelonés, Baix Llobregat, Maresme, VallesOccidental, Valles Oriental, Alt Penedes y Garraf.No se debe confundir con la desaparecidaCorporación Metropolitanade Barcelona, ámbito mucho másreducido y limitado a 27 municipios cercanos al de Barcelona.

3 En esta línea destacan las recomendaciones efectuadas por García Barbancho en la revista EstadísticaEspañolael año 1964,según las cualesdeberíanenglobarseen cadamunicipio todasaquellasentidadesque no superasen los 500 habitantes bajo el concepto-de poblacióndispersade la entidad capitaL Asímismo,reconoceque en el Nomenclátor de i960 partede sus sugerencias fueronrecogidasal suprimirselas entidades (pareceque usa entidadpor núcleo) inferiores a 50 habitantes y a 10 viviendas.

4 Entre otras la lista oficialde las unidadesde poblaciónsegún la Orden del Departamentode Gober­nación de la Generalitat de Cataluñadel 20/12/1988. Otros estudios son Morera,E.; Tort., 1. (l988), obien,Albet, A. (1990).

5 En el caso de la investigación realizada en el CED se recurrióal inventario de las Infraestructurasylos Equipamientos Locales), de la Diputación de Barcelona,que ofreceuna valiosa, aunque no exhaus­tiva, información urbanística sobre urbanizaciones.

6 Véase nota número 3.

Bibliografía

ALBET. A. (1990) Deumuaciá de les entitats sínguiars de població i delimitació i actualuzació de lesunitatsde poblacíódeismunicipísdel Valles Occidental, Sabadell-Terrassa, ConsejoComarcaldel VallesOce., mimeo.

GARcíA BARBANCHO, A. (1964) «Distribución de la poblaciónpor municipios y entidades»,EstadisticaEspañola, 25:36-66, Oct-Dic., INE.

MORERA, E; TORT, J. (1988)Estudi de les unitats de població deis municipís de Catalunya, Diputaciónde Barcelonay Departamento de Gobernación de la Generalitat de Cataluña, mimeo.

274

LAS ENTIDADES INFRAMUNICIPALES DE POBLACIÓNEN LA NUEVA ESTRUCTURACIÓN TERRITORIAL

DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE BARCELONA

RAMÓN ARRIBAS I QUINTANA Y JUAN ANTONIO MÓDENES I CABRERIZO

Centre d' Estudis Demogtófics, Universitat Autónoma de Barcelona

Los últimos datos disponibles, los relativos al Censo de Pohlación de 1991, han confir­madopara el quinquenio 1986-1991, las anteriores tendencias de progresivo desplazamientode los crecimientos demográficos hacia las sucesivas periferias metropolitanas. Estoºs cam­bios tienen como principales factores explicativos el decrecimiento demográfico del munici­pio de Barcelona, primero, y después, en su entorno metropolitano más próximo, la reduccióncontinuada del movimiento natural y el cambio de signo de los movimientos migratorios.Este decrecimiento es la causa de crecimiento de otras zonas. Así pues, el estancamientodemográfico (entre 1981 y 1991 se pasa de 4.238.876 a 4.264.422 habitantes, un 0,6 porciento de aumento en diez años) se contrapone a la celeridad de construcción del sistemametropolitano, y manifiesta la importancia de los movimientos migratorios internos, a partirde 1981 en la construcción de este modelo de poblamiento que se expande del centro haciala periferia, construyendo metrópolis en grandes espacios, tanto urbanos como rurales, queadquieren nuevas funciones.

Situación demográfica y nuevas tendencias de poblamiento

La Región Metropolitana de Barcelona' sigue concentrando la mayor parte de la pobla­ción catalana en el año 1991 (el 70,38 por ciento), siendo no obstante inferior al porcentajede 1981 (70,74 por ciento). El peso del municipio de Barcelona continúa decreciendo. Si enel año 1981 el peso de la población barcelonesa significaba el 28,46 por ciento sobre el totalcatalán, el año 1991 significa e127,12 por ciento. La tendencia del quinquenio 1986-1991confirma la ya observada durante el quinquenio anterior, por la cual tanto la primera coronametropolitana (antigua Corporación Metropolitana de Barcelona) como la segunda coronacrecen con mellar intensidad después de relevar al municipio de Barcelona, como zonas demayores crecimientos durante el quinquenio 1975-1981; pero la segunda corona llega a serla principal protagonista de los actuales crecimientos.

De este modo los análisis de las evoluciones de la población de la Región Metropolitanade Barcelona reafirman las grandes tendencias del poblamiento metropolitano que se produ­cen, en la actualidad, en la mayoría de áreas metropolitanas de las llamadas sociedadesavanzadas.

La suburbanización, entendida corno la localización de los crecimientos poblacionalesen la periferiade las áreas metropolitanas, la desurbanización, entendida como la pérdida delpeso de la población de las áreas metropolitanas en relación al conjunto del país, y una granmovilidad, tanto residencial como obligada -de estudio y de trabajo-, así como la de obtención

Notas

1 Esta investigación es fruto de la asesoría demográfica para la redaccióndel Plan TerritorialMetropo­litano de Barcelona,que están llevandoa cabo los autores,en el marcodel Centre d'Estudis Demografics.

2 La Región Metropolitana de Barcelona, conocida también como Región Primera Ampliada, es unamplio espacio constituidopor siete comarcas (162 municipios)del entornode Barcelona,concretamentelas del Barcelonés, Baix Llobregat, Maresme, VallesOccidental, Valles Oriental, Alt Penedes y Garraf.No se debe confundir con la desaparecidaCorporación Metropolitanade Barcelona, ámbito mucho másreducido y limitado a 27 municipios cercanos al de Barcelona.

3 En esta línea destacan las recomendaciones efectuadas por García Barbancho en la revista EstadísticaEspañolael año 1964,según las cualesdeberíanenglobarseen cadamunicipio todasaquellasentidadesque no superasen los 500 habitantes bajo el concepto-de poblacióndispersade la entidad capitaL Asímismo,reconoceque en el Nomenclátor de i960 partede sus sugerencias fueronrecogidasal suprimirselas entidades (pareceque usa entidadpor núcleo) inferiores a 50 habitantes y a 10 viviendas.

4 Entre otras la lista oficialde las unidadesde poblaciónsegún la Orden del Departamentode Gober­nación de la Generalitat de Cataluñadel 20/12/1988. Otros estudios son Morera,E.; Tort., 1. (l988), obien,Albet, A. (1990).

5 En el caso de la investigación realizada en el CED se recurrióal inventario de las Infraestructurasylos Equipamientos Locales), de la Diputación de Barcelona,que ofreceuna valiosa, aunque no exhaus­tiva, información urbanística sobre urbanizaciones.

6 Véase nota número 3.

Bibliografía

ALBET. A. (1990) Deumuaciá de les entitats sínguiars de població i delimitació i actualuzació de lesunitatsde poblacíódeismunicipísdel Valles Occidental, Sabadell-Terrassa, ConsejoComarcaldel VallesOce., mimeo.

GARcíA BARBANCHO, A. (1964) «Distribución de la poblaciónpor municipios y entidades»,EstadisticaEspañola, 25:36-66, Oct-Dic., INE.

MORERA, E; TORT, J. (1988)Estudi de les unitats de població deis municipís de Catalunya, Diputaciónde Barcelonay Departamento de Gobernación de la Generalitat de Cataluña, mimeo.

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LAS ENTIDADES INFRAMUNICIPALES DE POBLACIÓNEN LA NUEVA ESTRUCTURACIÓN TERRITORIAL

DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE BARCELONA

RAMÓN ARRIBAS I QUINTANA Y JUAN ANTONIO MÓDENES I CABRERIZO

Centre d' Estudis Demogtófics, Universitat Autónoma de Barcelona

Los últimos datos disponibles, los relativos al Censo de Pohlación de 1991, han confir­madopara el quinquenio 1986-1991, las anteriores tendencias de progresivo desplazamientode los crecimientos demográficos hacia las sucesivas periferias metropolitanas. Estoºs cam­bios tienen como principales factores explicativos el decrecimiento demográfico del munici­pio de Barcelona, primero, y después, en su entorno metropolitano más próximo, la reduccióncontinuada del movimiento natural y el cambio de signo de los movimientos migratorios.Este decrecimiento es la causa de crecimiento de otras zonas. Así pues, el estancamientodemográfico (entre 1981 y 1991 se pasa de 4.238.876 a 4.264.422 habitantes, un 0,6 porciento de aumento en diez años) se contrapone a la celeridad de construcción del sistemametropolitano, y manifiesta la importancia de los movimientos migratorios internos, a partirde 1981 en la construcción de este modelo de poblamiento que se expande del centro haciala periferia, construyendo metrópolis en grandes espacios, tanto urbanos como rurales, queadquieren nuevas funciones.

Situación demográfica y nuevas tendencias de poblamiento

La Región Metropolitana de Barcelona' sigue concentrando la mayor parte de la pobla­ción catalana en el año 1991 (el 70,38 por ciento), siendo no obstante inferior al porcentajede 1981 (70,74 por ciento). El peso del municipio de Barcelona continúa decreciendo. Si enel año 1981 el peso de la población barcelonesa significaba el 28,46 por ciento sobre el totalcatalán, el año 1991 significa e127,12 por ciento. La tendencia del quinquenio 1986-1991confirma la ya observada durante el quinquenio anterior, por la cual tanto la primera coronametropolitana (antigua Corporación Metropolitana de Barcelona) como la segunda coronacrecen con mellar intensidad después de relevar al municipio de Barcelona, como zonas demayores crecimientos durante el quinquenio 1975-1981; pero la segunda corona llega a serla principal protagonista de los actuales crecimientos.

De este modo los análisis de las evoluciones de la población de la Región Metropolitanade Barcelona reafirman las grandes tendencias del poblamiento metropolitano que se produ­cen, en la actualidad, en la mayoría de áreas metropolitanas de las llamadas sociedadesavanzadas.

La suburbanización, entendida corno la localización de los crecimientos poblacionalesen la periferiade las áreas metropolitanas, la desurbanización, entendida como la pérdida delpeso de la población de las áreas metropolitanas en relación al conjunto del país, y una granmovilidad, tanto residencial como obligada -de estudio y de trabajo-, así como la de obtención

de unas necesidades en forma de bienes e incluso de espacios, perfectamente diseñados ydistribuidos para saciar las pretendidas necesidades, son tendencias de poblamiento consoli­dadas con creces en el caso metropolitano barcelonés. Es de destacar como estas tendenciasse modelan a partir de las unidades de relieve presentes y a la peculiar estructura de propiedadde la tierra existente. La complejidad del medio físico -la cordillera costera catalana (con lasdos sierras: la litoral y la prelitoral), la depresión prelitoral (con las comarcas del Alt Penedcs,el Valles Occidental i el Valles Oriental) y la franja litoral (traspasando las comarcas delMaresme, Barcelonés, Garraf y Baix Llobregat), sesgadas todas ellas por las cuencas fluvialesdel Besos y del Llobregat- produce un entramado que potencia en una reducida parte delterritorio catalán, 3.235 Km 2

, ellO por ciento, una gran variabilidad de ofertas de espacios,consecuencia de la gran diversidad del medio natural.

A pesar de que las diversas movilidades citadas se entremezclan con las tendencias depoblamiento y forman parte de un único proceso, la metropolización, es decir, el estableci­miento de unas relaciones funcionales que conducen a que todo el tenitorio de la región (enel sentido geográfico -pays. iinland-, no administrativo) forme parte del mismo sistema ur­bano, la aproximación que aquí se ensaya es demográfica y prioriza el análisis de la movilidadresidencial, tanto por ser el objeto de estudio la evolución del poblamiento como por lasfuentes estadísticas disponibles. Será por tanto un análisis parcial de un fenómeno que por sucomplejidad, diversidad y gran cantidad de elementos que intervienen precisaría de unaevaluación holística.

Diversos estudios (Arribas, R. et al., 1991, págs. 1-98. Mendizábal, E., 1992, págs. 1-23)han indicado la importancia de la movilidad residencial en la RMB y la han cuantificado ycaracterizado. Así 246.170 personas cambiaron de municipio de residencia en el interior dela RMB entre 1981 y 1986, Ysegún la EncuestaMetropolitano'en la Región 1 (Rlv1Bsin lascomarcas del Garraf y del Alt Penedes) 640.000 personas afirman que tienen previsto cambiarde residencia antes de 1995, y de estas el 65,6 por ciento residen en la actualidad en la comarcadel Barcelonés, el área central de la RMB. La dirección de los flujos de los migrantes estábien definida. El municipio de Barcelona y su continuo urbano en conjunto han llegado a serzonas muy emigratorias; también lo son, aunque más moderadas, algunas de las principalesciudades de la RMB situadas más allá del continuo urbano barcelonés (Mataró, Terrassa).Los migran tes son sobre todo jóvenes adultos (entre 18 y 35 afias), con estudios universitarioso secundarios y de categoría social media-alta, con la significativa excepción del municipio?e Ba~c~l?na, donde gran cantidad de población de categorías media-baja y baja emigra. Laimposibilidad de encontrar vivienda de calidad, en el primer caso, y digna, en el segundo, esla causa que justifica el desplazamiento.

Asimismo, es necesario destacar un hecho de enorme importancia en la nueva estruc­turación territorial emergente, consecuencia del proceso de metropolización, y que los diver­sos estudios realizados al limitarse al municipio como unidades de estudio de máximo detalleno han retenido, siendo sin embargo la pieza fundamental, en las nuevas tendencias depoblamiento, no tan sólo en la RMB sino cn toda Catalunya: el protagonismo creciente delas entidades inframunicipalcs de población.

La sinuosidad de las curvas, que reflejan los diversos mapas de los crecimientos urba­nísticos metropolitanos y, sobre todo, las series temporales de las fotografías aéreas, dependendel grado de vitalidad urbanística de las entidades de población. Tomar el nivel municipal,como unidad de máximo detalle, puede enturbiar el análisis de los crecimientos ya quepresupone una homogeneidad, en muchos casos inexistente, de las diversas entidades queconforman los municipios. La asignación o no de las diversas funciones urbanas (segundasresidencias, residencias principales, zonas industriales, espacios de ocio y parques naturales),el a~oplamiento con. las estructura~ urbanísticas preexistentes y, su valor de situación y co­nectividad en el conjunto metropohtano son las principales causas de esta vitalidad. Factorescomo las matizaciones locales de la estructuración social y de la propiedad urbana y del suelo,

así como de su mercado, son complementarios a los anteriormente citados y se intuyen comoagentes causales de los crecimientos y decrecimientos poblacionales y de su localizaciónterritorial.

El análisis temporal, que en esta comunicación corresponde al periodo 1950~1986,

muestra la variabilidad de estas funciones, y sus diferentes intensidades, y señala las trayec­torias seguidas por las diferentes entidades. Señalemos a continuación las principales refle­xiones sobre el proceso de asunción por parte de las entidades inframunicipales, comoelementos claves en la nueva estructuración territorial metropolitana.

El protagonismo crecientede las urbanizaciones en la estructuraciónterritorialmetropolitana

Los resultados de la recogida, tratamiento y análisis de la información socio-demográficaexistente, para el periodo 1950-1986, para las ochocientas cincuenta y dos entidades depoblación que conforman la RMB, ha permitido dar una explicación de la evolución delpoblamiento metropolitano, de la estructuración del territorio metropolitano desde el perfilde la distribución de los habitantes sobre el territorio, desde el poblamiento' .

El nivel de máximo detalle territorial de la estadística actualmente vigente es la llamadaentidad de población. Los nomenclátores del Instituto Nacional de Estadística son la publi­cación oficial de las entidades de población; por desgracia son manifiestamente obsoletos, yaque, por un lado, la introducción de aquellas profundas modificaciones observadas en elpoblamiento durante los últimos treinta y seis años' ha sido muy leve, y por otro lado a pesarde las mejoras introducidas en el Nomenclátor de 1986, la definición de entidad no corres­ponde a ningún criterio coherente y en consecuencia dificulta el análisis comparativo entremunicipios o respecto a otras realidades".

Las citadas deficiencias han podido ser subsanadas gracias a la disposición de dosestudios (Morera, E., y Tort, J., 1988. Albet, A., 1990) que elaboran los listados de lasentidades de población realmente existentes, a la vez que clarifican Jos conceptos equívocos.La lista oficial de las unidades de población según la orden del Departamento de Gobernaciónde la Generalitat de Catalunya de 20 de diciembre de 1988 (DOGC núm. 1.101 del 2-2-1989),que recoge una gran parte de las recomendaciones de trabajos previos, ha sido el punto departida.

Sin embargo, el objetivo no era ofrecer tan sólo una lista de las unidades de poblaciónrealmente existentes en la actualidad y durante el periodo 1950-1986, sino llenar de informa­ción estadística las entidades de población para conocer las características poblacionales decada una de ellas y poder caracterizar así su evolución, proponiendo una explicación globalde las tendencias de poblamiento de la RMB. Con todo debe hacerse notar la importancia decontar con una relación actualizada de las unidades de población, ya que su análisis diacrónicopermite indicar las principales caructcristicas del poblamiento del territorio metropolitano,como por ejemplo el abandono -desaparición en la estadística oficial- durante los primerosquinquenios de los asentamientos poblacionales rurales, o la aparición a partir de mediadosde los sesenta de nuevas unidades ele población asignables tanto a urbanizaciones, polígonosindustriales o espacios de servicios.

Una vez solucionada la asignación estadística a cada entidad y realizado un análisistipológico de su evolución, es decir, la clasificación de las entidades a partir de la evoluciónde unos indicadores asociados a cada una de ellas, el estudio por periodos muestra la transiciónde una organización territorial concéntrica a otra organización mucho más compleja conestructuras tanto circulares, como de eje e incluso de anillo.

Destaca el hecho, que a menudo, la situación media de las entidades de un municipiono se corresponde, ni mucho menos, con la situación del municipio en su conjunto, sino en

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la realidad con la situación de la entidad capital. Es decir, la supuesta homogeneidad en laevolución del poblamiento de la RMB se rompe, precisamente, ya al nivel más bajo: lasrelaciones entre la capital y el resto del territorio municipal. Así se deben estudiar las diná­micas propias de estos restos municipales para entender las pautas de evolución del pobla­miento de la RMB. Los restos municipales adquieren protagonismo al explicar los cambiosen la población y en el poblamiento.

Durante el periodo 1950-1960 los grupos de municipios definidos según la tipologíaforman coronas alrededor de Barcelona, destacando la importancia que tomaron las oportu­nidades de ubicación respecto al centro ele la región para comprender la evolución del pobla­miento de las entidades. Durante este periodo el poblamiento de la RMB se caracterizó poruna clara dualidad existente entre aquelloque tradicionalmentese ha llamado campo y aquelloque también tradicionalmente se ha conocido como ciudad. El espacio urbano y el espaciorural estaban aún claramente diferenciados, tanto por su funcionalidad como por su loca­lización geográfica. Era claro, además, que el espacio urbano era el espacio del crecimiento,crecimiento de población y crecimiento de la ocupación «construida. del territorio. Porcontra, el espacio rural, sinónimo entonces de espacio agrario, era el que concentraba lapérdida de población e, incluso, el abandono del uso, de cualquier uso, del espacio.

La década 1960-1970 marca un momento clave en el poblamiento de la RMB, con unaumento del nivel de complejidad de la estructura territorial resultante, consecuencia de lairrupción masiva del fenómeno de las urbanizaciones por la gran implantación del automóvil,que relativiza distancias y aumenta la capacidad de desplazamiento de la población. Ladivisión simple del periodo anterior entre una periferia rural y en regresión demográfica, yuna parte central caracterizada, empieza a deshacerse. Los cambios de funcionalidad de losespacios se aceleran. La competencia entre usos del suelo diversos (industria-agricultura-re­sidencias secundarias) y la accesibilidad y conectividad a la red viaria de las entidades depoblación, son circunstancias cada vez más relevantes. La separación entre el espacio urbanoy el espacio rural empieza a disiparse, mediante el refuerzo de la función urbana por unaparte, mientrasque por otra la identificaciónentre aquello que es rural y aquello que es agrariopierde sentido de manera progresiva. Desde la aproximación del estudio de la población ydel poblamiento los dos motores responsables de la citada situación son, en primer lugar, laelevada inmigración exterior recibida en Catalunya y que, en su mayoría, se instaló en laRMB y, en segundo lugar, pero no con menor" importancia, el inicio del fenómeno de lasurbanizaciones.

La expansión de las urbanizaciones significa la transformación más importante. Suimplantación no depende de la existencia anterior de una ocupación urbana a la localizaciónconcreta escogida. He aquí, el motivo de su capacidad de modificación del espacio, porqueademás necesita espacio libre y en grandes cantidades. En términos actuales, se diría que laurbanización es una gran consumidora de espacio. Es el espacio agrario y rural, con unafuncionalidad tradicional en crisis,el que puede ofrecerlo, y es este, lógicamente, el que acogeel nuevo uso del territorio: la función de segunda residencia. El impacto sobre el poblamientoanterior debido a la implantación de las urbanizaciones fue en algunas zonas muy intenso ymuy rápido. La mayoría de las entidades en que se construyen urbanizaciones tienen unreducido tamaño poblacional; por lo tanto, cualquier grado de evolución provocó un grancambio sobre la situación inicial. En consecuencia, la mayoría de estas entidades pasandirectamente de una [unción agraria con población reducida, en consonancia con el uso quese realizaba del espacio, a una función casi exclusiva como segunda residencia. La ocupacióndel territorio se ve modificada en todos los órdenes.

En la década 1970-1981se consolida el modelo territorial iniciado en el periodo anteriory, el poblamiento característico de este periodo, consecuencia de la interrelación entre elfenómeno de las urbanizaciones y la evolución del crecimiento de la población alcanza unalógica espacial clara que permite la distinción de áreas homogéneas.

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Finalmente el quinquenio 1981-1986 mantienelas tendencias indicadas con la significativareducción de los decrecimientos poblacionales en los municipiosrurales,y muestraahoramismolU1 nivelelevadode coherenciainternadel modelode poblamientometropolitano.

El crecimiento de la población, la metropolización y la suburbanizacióndestacan comolos principales cambios acaecidos en el número de habitantes y en su distribución en elterritorio,a la vez que el análisis a escala inframunicipal, les entidades de población, aparececomo el nivel más adecuado, pues son estas las protagonistas de los cambios de población ydel poblamiento de la RMB. La diversidad de situaciones y de trayectorias seguidas por lasentidadesmanifiestan la complejidad de la estructuración territorial metropolitana.Heteroge­neidad de situaciones y trayectorias que no presupone la existencia de diversos sistemas deestructuración territorial sino la complejidad de un único sistema, el metropolitano.

La evolución del espacio metropolitano, su transformación, está lejos deacabarse, yaque la continua evolución y transformación es su misma esencia.

Notas

1 En la presente comunicación se entiende por Región Metropolitana de Barcelona los 162 municipiosde lascomarcas de l'Alt Penedes, Baix Liobregat, Barcelonés, Garraf, Maresme, Valles Occidental yValles Oriental. Esteámbito coincide conel utilizado porel equipo redactor delPla Territorial Metro­politá de Barcelona. perono es,de momento, un ámbito territorial reconocido administrativamente. LaRegión Metropolitana de Barcelona no debeconfundirse con la extinta Corporación Metropolitana deBarcelona que incluía 27 municipios (Barcelona y la primera corona metropolitana). El motivo de sudesaparición es laaplicación delasLeyes deOrdenación Territorial (LüT)promulgadas porelParlamentdeCatalunya en el mesde abril de 1987 quetienen como objetivo la organización territorial y lacreaciónde unnuevo mapaadministrativo catalán y que,a lavez, instan a la Generalitat deCatalunya a elaborarunplan territorial parcial metropolitano deacuerdo conlospresupuestos queestablece laLey dePolíticaTerritorial.

2 La Encuesta Metropolitana realizada porel Institut d'Esrudis Metropolitans de Barcelona se ha reali­zado en losaños1986 y 1990 parael ámbito de la antigua Corporación Metropolitana la primera y dela Región Metropolitana la segunda. Los aspectos desarrollados son: 1) Aspectos demográficos ycaracterísticas familiares y relacionales; 2) Trabajo, condiciones económicas y formas de consumo; 3)Características de lavivienda, lamovilidad y la percepción del territorio; 4) Educación, lengua y hábitosculturales; y 5) Lasclases sociales en la Región Metropolitana de Barcelona.

J La presente comunicación se basaen 10$ diversos trabajos que losautores hanrealizado en la asesoríademoeréfica del CEDal Pla Territorial Metropolito de Barcelona y en las investigaciones correspon­diente él las respectivas tesis doctorales actualmente en fase ele elaboración.

" Hay indicios esperanzadores dequeestasituación cambie. ElNomenclátor de 1986, el primero queseha realizado a partir de lospadrones municipales. ha incorporado muchas más entidades de poblaciónque los »omcnclátores anteriores. Sin embargo. al depender de la operación padrcnal y no de la censalnopuede ofrecer losdatos referentes (lbs variables ele viviendas y defamilias. Ejemplo claro derevisiónyrenovación delospadrones eselNomenclátor de la Comunidad de Madrid, realizado porlaConsejeríade Economía de la Comunidad ele Madrid. Sineluda untrabajo accnado que haconseguido incorporaral nomenclátor lasdiversas y actuales unidades de poblamiento, siendo unejemplo a imitar porel restode comunidades autónomas.

5 Apesar delasmejoras introducidas enelNomenclátor de 1986 la entidad de población esaúndefinidacomo «cualquier área habitable del término municipal, habitada o excepcionalmente deshabitada, cla­ramente diferenciada dentro del mismo y que es conocida por l/na denominación específica que laidentifica, sin posibilidad de confusión. (...) Por tanto, determinadas localidades, como urbanizaciones,zonas residenciales de temporada ti otras podrán tener como carácter excepcional la consideración deentidades singulares de población (...»,. Si el primer párrafo present~ unadefinición bastante operativa

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del que puede ser susceptible de ser considerado como entitad diferenciada de población, el segundopárrafo introduce confusión en la definición al ofrecer vagamente (con carácter optativo y excepcional)la posibilidad de que «otras localidades» accedan a la categoría de entidades de población, cuandoteóricamente deberían quedar incluidas en la definición inicial.

Bibliografía

AJENJO, M.:ARRIBAS, R: BLANES, A.; 1tlE¡'IDrzABAL, E. y MODENES, J.A. (1993)La poblacíó de Cata/un­ya 1986-1991. Estancament demogrófíc i canvis en la distribuciá territorial de la població, Barcelona,Dep. Política Territorial i Obres Publiques,Generalitat de Catalunya.

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NEl.;.LO,~. 0,991) <~Les ¡eories.sobre l'ordenament delterritori a Catalunya. Els anrecedents», Papasde t'Instítut elEstudis Metropotitans de Barcelona, 6, págs. 79-90.

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IMPORTANCIA DE LOS MUNICIPIOS ENLOS EJES DE ACTIVIDAD ECONÓMICA

JUAN CARLOS HORlELANO BREA y BELÉN BARRANCO OLTRA

Instituto Valenciano de Estadística

Antes de plantear el trabajo queremos hacer un breve repaso al carácter institucional quetienen las comarcas actuales de la Comunidad Valenciana y a los criterios en función de loscuales se realizó esta división territorial. Esta comarcalización, que se puede denominarmunicipal, responde a una primera elaboración realizada por la Conselleria de Economia iHisenda que toma como referencia:

.a) Las delimitaciones formadas a partir de señoríos, marquesados, órdenes militares,diócesis, etc., que datan de la época de la Reconquista y dan un carácter histórico, los cualesa su vez se formaron en base a delimitaciones geográficas. Es decir, se han tomado comounidades espaciales base para la delimitación aquéllas que se han impuesto por costumbrehistórico-cultural o actos administrativo-históricos, esto es, el municipio y respetando enprincipio los límites de la provincia.

b) La comarca debe combinar un espacio heterogéneo de actividades económicas.c) Existencia de uno o más centros de atracción en cada comarca, de distinto rango u

origen jerárquico.d) Proceder a la aplicación de factores institucionales de índole diversa para evitar

ruptura no justificada de fronteras mutuas.e) Procurar que las unidades restantes, dado que han de ser viables, sean equilibradas

desde el punto de vista de la población y superficie territorial.Esta división territorial de la Comunidad Valenciana supone un total de treinta y cuatro

comarcas, y en 10que respecta a la provincia de Alicante, el número es de nueve. Nosotrosvamos a trabajar con los municipios de Alcoi, Elda y Elx, que corresponden a las comarcasde L'Alcoiá, Vinalopó Mitjá y Baix Vinalopó, respectivamente. Estas tres comarcas geográ­ficamente están situadas dos en el interior de la provincia (L'Alcoiá y Vinalopó Mitjá) y latercera en el litoral mediterráneo (Bnix Vinalopó). De norte a sur tendríamos L' Alcoiá, Vina­lopó Mitjá y Baix Vinalopó.

Estas tres comarcas representan la tercera parte de! territorio de la provincia de Alicante.Las comarcas elel Vinalopó Mitjá y Baix Vinalopó están enmarcadas dentro del Plan deInfraestructuras de Comunicación (Autovía Madrid-Albacete-Alicante y Autopista A-?),mientras que la comarca de L'Alcoiá queda fuera de este plan de infraestructuras, agravandoesta situación sus propias características orográficas.

La economía valenciana diferencia geográficamente las zonas de actuación. Así tenemosel litoral que se basa en el sector turístico, una amplia zona de la provincia de Valencia conindustria de transformación y agricultura intensiva, la existencia de focos de industria cerá­mica en la provincia de Castellón, que se combina con la agricultura y, por último, nosencontramos en la provincia de Alicante industria manufacturera, textil, calzado y cuero, quese mezcla con zonas de agricultura.

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del que puede ser susceptible de ser considerado como entitad diferenciada de población, el segundopárrafo introduce confusión en la definición al ofrecer vagamente (con carácter optativo y excepcional)la posibilidad de que «otras localidades» accedan a la categoría de entidades de población, cuandoteóricamente deberían quedar incluidas en la definición inicial.

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NEl.;.LO,~. 0,991) <~Les ¡eories.sobre l'ordenament delterritori a Catalunya. Els anrecedents», Papasde t'Instítut elEstudis Metropotitans de Barcelona, 6, págs. 79-90.

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IMPORTANCIA DE LOS MUNICIPIOS ENLOS EJES DE ACTIVIDAD ECONÓMICA

JUAN CARLOS HORlELANO BREA y BELÉN BARRANCO OLTRA

Instituto Valenciano de Estadística

Antes de plantear el trabajo queremos hacer un breve repaso al carácter institucional quetienen las comarcas actuales de la Comunidad Valenciana y a los criterios en función de loscuales se realizó esta división territorial. Esta comarcalización, que se puede denominarmunicipal, responde a una primera elaboración realizada por la Conselleria de Economia iHisenda que toma como referencia:

.a) Las delimitaciones formadas a partir de señoríos, marquesados, órdenes militares,diócesis, etc., que datan de la época de la Reconquista y dan un carácter histórico, los cualesa su vez se formaron en base a delimitaciones geográficas. Es decir, se han tomado comounidades espaciales base para la delimitación aquéllas que se han impuesto por costumbrehistórico-cultural o actos administrativo-históricos, esto es, el municipio y respetando enprincipio los límites de la provincia.

b) La comarca debe combinar un espacio heterogéneo de actividades económicas.c) Existencia de uno o más centros de atracción en cada comarca, de distinto rango u

origen jerárquico.d) Proceder a la aplicación de factores institucionales de índole diversa para evitar

ruptura no justificada de fronteras mutuas.e) Procurar que las unidades restantes, dado que han de ser viables, sean equilibradas

desde el punto de vista de la población y superficie territorial.Esta división territorial de la Comunidad Valenciana supone un total de treinta y cuatro

comarcas, y en 10que respecta a la provincia de Alicante, el número es de nueve. Nosotrosvamos a trabajar con los municipios de Alcoi, Elda y Elx, que corresponden a las comarcasde L'Alcoiá, Vinalopó Mitjá y Baix Vinalopó, respectivamente. Estas tres comarcas geográ­ficamente están situadas dos en el interior de la provincia (L'Alcoiá y Vinalopó Mitjá) y latercera en el litoral mediterráneo (Bnix Vinalopó). De norte a sur tendríamos L' Alcoiá, Vina­lopó Mitjá y Baix Vinalopó.

Estas tres comarcas representan la tercera parte de! territorio de la provincia de Alicante.Las comarcas elel Vinalopó Mitjá y Baix Vinalopó están enmarcadas dentro del Plan deInfraestructuras de Comunicación (Autovía Madrid-Albacete-Alicante y Autopista A-?),mientras que la comarca de L'Alcoiá queda fuera de este plan de infraestructuras, agravandoesta situación sus propias características orográficas.

La economía valenciana diferencia geográficamente las zonas de actuación. Así tenemosel litoral que se basa en el sector turístico, una amplia zona de la provincia de Valencia conindustria de transformación y agricultura intensiva, la existencia de focos de industria cerá­mica en la provincia de Castellón, que se combina con la agricultura y, por último, nosencontramos en la provincia de Alicante industria manufacturera, textil, calzado y cuero, quese mezcla con zonas de agricultura.

~licante ha s~do la segunda provincia más dinámica a nivel poblacional del Estado,ofreciendo unas migraciones netas por encima de la media dentro de la Comunidad Valen­ciana. Esta situación puede deberse al sector turístico, y más concretamente a los residentesextranjeros. Pero pensamos que este dinamismo se debe fundamentalmente a la actividadeconómica que se desarrolla en este eje, la cual se encuentra potenciada al máximo en EIdayElx.

. Cuando hablamos de potenciación económica, nos tenemos que referir a las grandesmfraestructur~s que a9tualmente se debaten, y en las que la Comunidad Valenciana tiene unpapel predominante, Estas serían autovías,' autopistas, tren de alta velocidad, etc., y suponenla apertura de un mercado que de hecho ha existido, pero que actualmente se encuentra anteun cuello de botella por el papel predominante de una economía que necesita abrirse a otrosmercados.

Este eje, cuya importancia se ha mantenido a lo largo de estos decenios y más concre­tamente desde los años sesenta, es punto de paso de la reciente autovía Madrid-Albacete-Ali­C3?te y se conecta con el corredor del Mediterráneo, la autopista A-7 que enlaza Francia conAlicante.

. La autovía Madrid-Albacete-Alicante no sólo tiene importancia en cuanto al acer­camIento. entre el mercado de la Comunidad Valenciana y Madrid o viceversa, ya que dehec?o existe otro. corredor mucho más denso en cuanto a su utilización, que es la carreteranacional III Madrid-Valencia, que actualmente es la Nacional con más densidad de vehículosde mercancías existente. Cabe preguntarse por qué esta autovía está prevista para el año 1995y no estaba para 1992.

Dada la importancia que tiene este eje en la economía valenciana, y las perspectivas defuturo que plantea, observando las diferencias entre Elda y Elx con Alcoi, pretendemosplantear algunas de las causas por las que la econooúa en unas zonas se ve más potenciadamientras que en otras se ve precipitada hacia un franco retroceso.

Centrándonos en el eje de los municipios que nos interesan, daremos una visión pluralsobre la situación geográfica:

Alcoi-Distancia a Alicante capital: 54 kilómetros.-Densidad: más de 500 habitantes por km"-Concentraciónurbana: 98,92 por ciento.

Elx

-Dlsranciaa Alicante capital: 23 kilómetros.-Densidad: más de 500 habitantes por km-.-Concentración urbana: 9 l ,56 por ciento.

Elda

-Distancia a Alicante capital; 36 kilómetros.-Densidad: más de 500 habitantes por km"-Conccntración urbana; 99,91 por ciento.

La ~istancia de la capital marca un eje corolario e imaginario, o municipios satélitescon de~sldades que corresponden a grandes zonas urbanas, como así demuestra la con­centr~c~ón de población, determinando su carácter urbano y no rural. De acuerdo con lasestadlst~cas existentes, hay una serie de características que vamos a desglosar de formaprogresiva. Empezamos con el peso que tiene cada municipio demográficamente sobrela comarca, y queda:

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Baix Vinalopó-Elx: 83,32 por ciento.L'Alcoiá-Alcoi: 60,30 por ciento.Vinalopó Mitjá-Elda: 37,48 por ciento.

Como se observa, la importancia de cada uno es significativa, aunque diferenciamosentre el mayor que es Elx, con el 83,32 por ciento, y el menor que es Elda con el 37,48 porciento. En cuanto al lugar de nacimiento de las personas y, agrupándolo en «nacidos en laComunidad Valenciana» y «nacidos enotras comunidades autónomas»,nos encontramos con:

Baix Vinalopó-Elx (por ciento del municipio sobre la comarca)- Nacidos en la CAV: 81,13 por ciento.- Nacidos fuera de la CAV: 90,34 por ciento.

Vinalopó Mitjá-Elda (por ciento del municipio sobre la comarca)- Nacidos en la CAV: 35,14 por ciento.- Nacidos fuera de la CAV: 44,76 por ciento.

L'Alcoiá-Alcoi ( por ciento del municipio sobre la comarca)- Nacidos en la CAV: 66,20 por ciento.- Nacidos fuera de la CAV: 47,66 por ciento.

La población de estos tres municipios con respecto al total de la provincia representa:~ Total de población: 23,83 por ciento.- Nacidos en la CAV: 24,77 por ciento.- Nacidos fuera de la CAV: 24,22 por ciento.

Como se puede observar, las cifras ofrecidas a nivel de comarca varían con respecto alde provincia. El sentido que tiene es bastante claro; estos municipios cuyo peso a niveldemográfico sobre la comarca demuestra que la importancia es bastante relevante, fundamen­talmente en Elx, que supone el 81,43 por ciento de los nacidos fuera de la CAV y el 90,34por ciento de la comarca fuera de la Comunidad, mientras que en los otros municipios, y nosreferimos a Elda y Aleoi, su peso también es relevante, oscilando en Elda en 35,14 por cientolos nacidos en la CAV y el 44,76 los nacidos fuera de la CAV, y en Alcoi los nacidos en laCAV son el 66,20 por ciento y los nacidos fuera de la misma cl47.66 por ciento. Estos dosson los supuestos niveles referentes al peso que supone dentro de la provincia cada uno delos municipios.

En cuanto al lugar de trabajo o estudio, partiendo de que corresponde a toda la poblaciónde activos e inactivos, nos define la movilidad espacial. El municipio que menos porcentajerepresenta dentro de la comarca es Alcoi, con el 89,19 por ciento, desplazándose las personashacia diferentes comarcas, que representa el 7,25 por ciento, mientras que en los otros mu­nicipios representa el 4,96 por ciento en Elx y 4,11 por ciento en Elcla.

La consideración demuestra el grado de concentración dc la población en los distintosmunicipios: se puede plantear la hipótesis que en cuanto a infraestructuras están lo suficien­temente dotados, ya que los desplazamientos en cuanto a porcentajes son mínimos.

Esta hipótesis puede ser corroborada por el hecho de que el crecimiento de estos muni­cipios es respectivamente de 1,98 por ciento en Alcoi, 2,02 por ciento en Elda y 2,14 porciento en Elx, crecimientos estos respecto a 1981. No obstante resulta que el municipio deAlcoi es el que más bajos índices de crecimiento tiene y que sus porcentajes son inferiores alos otros dos. Así las personas nacidas en otra comunidad representa el 17,6 por ciento,situándose por debajo de EIda, con un 27,99 por ciento y de Elx con un 25,02 por ciento.

También está por debajo de la media de la propia comarca de L'Alcoiá que está en el 21,7üpor ciento.

En cuanto a la migración neta con respecto al total de la población, el porcentaje másbajo sigue siendo el de Aleoi, con un 4,94 por ciento, después tenemos a EIx con un 5,61 porciento y Elda a con un 6,45 por ciento. Aunque las diferencias no son sustanciales, sí lo soncuando las comparamos con el conjunto de emigrantes de la Comunidad Valenciana. Así, enElx se encuentra el 82,82 por ciento del total de emigrantes de la comarca, en Alcoi el 50,14por ciento de su comarca y en Elda el 32.25 por ciento de la suya.

Puede entenderse que estos municipios tienen su importancia dentro de la comarca yaque sus índices demuestran unos elevados porcentajes de población, pero también hay quetener en cuenta que los demás indicadores como migración hacen de ellos focos de atracciónyen un primer plano colocarlos como ejes comarcales no sólo de servicios; también de centroseconómicos, ya que la actividad que desarrollan está enmarcada dentro de la actividad indus­trial. Por ejemplo, en el municipio de Alcoi la actividad se centra fundamentalmente en elsector textil, cuero y calzado, con el 22,60 por ciento, en Eh con el 31,98 por ciento y enE!da el 39,86 por ciento. Las otras actividades que más individuos concentra son el comercioal por menor, que oscila entre el 11 Yel 12 por ciento. Si englobamos las actividades segúnlos mayores porcentajes, y demarcados en diferentes sectores como industria, construcción yservicios, tenemos: industria textil, cuero y calzado; otras industrias manufactureras; cons­trucción; comercio al por mayor y comercio al por menor.

Entre estas actividades nos encontramos que en Elda acumula un 64,83 por ciento, enElx un 58,77 por ciento y en Alcoi un 59,96 por ciento. La importancia que tiene esteagrupamiento nos define la actividad en cuanto a cómo se dirige o está dirigida. Evidente­mente no son municipios con características agrícolas como se definió en un primer momentosu concentración urbana, y además, esto se apoya en que las personas que se dedican a laagricultura, a excepción de Elx un 4,54 por ciento, no llega al 2 por ciento. El caso de Elxpuede ofrecer una imagen en el que la agricultura tenga su importancia, pero pensamos queno es así por dos razones:

1) No existen zonas de cultivo que pueden aglutinar a un número significativo deefectivos en esta actividad.

2) La proximidad geográfica con zonas de cultivo no están suficientemente localizadas,ya que el municipio se encuentra limítrofe con la provincia de Murcia en la que el sectoragrícola es predominante. Esto hace que nos encontremos con un desplazamiento de personasfuera del municipio y de la comarca a estos centros agrícolas.

Más nos llama la atención el caso de Alcoi en el que las actividades, a excepción de laindustria textil, cuero y calzado está por debajo de los otros municipios en cuanto a porcen­tajes, sin embargo es la actividad más predominante en el propio municipio.

En los otros sectores los porcentajes son muy similares en los tresmunicipios, y comoobservamos que estas actividades son las que plantean la economía o los sectores que mejorrepresentan a ésta, tomándolas como referencia nos encontramos que el apartado correspon­diente a otros servicios, tenemos que en Alcoi hay un 21,07 por ciento, de los cuales un 37,35por ciento son mujeres; en Elx son 15,02 por ciento, con un 26,57 por ciento de mujeres, yen Elda un 16,62 por ciento con un 26,91 por ciento de mujeres.

La conclusión es que sencillamente existen otras actividades no enmarcadas dentro dela configuración económica que se pretende plantear, actividades «no claras» como empleo,semiempleo o empleo marginal, y que corresponde en su mayor porcentaje a las mujeres.Estos colectivos perfectamente pueden ser o han sido desplazados de actividades hasta elmomento claras en su sentido económico. Este sentido queda reflejado en las diferentesocupaciones que realiza en el caso de las mujeres y están fuera de los epígrafes de las ramasde actividad, concretamente en «otros servicios». En el municipio de Alcoi este porcentajees muy elevado, aunque en los otros municipios representa el 26,57 por ciento en Elx y el

234

26,91 por ciento en Elda. Parece claro que la ocupación o l~s. ramas de actividad en las q~ese encuadran las mujeres no corresponden a las ramas de actividad desglosadas de forma maso menos clara en cuanto a actividad.

Conclusiones

Las diferencias que hemos planteado giran en torno a un mercado de trabajo y unasituación geográfica que determinan la trama económica de los municipios. A lo largo.de loscomentarios que se han expuesto en cuanto a su potencializaci.ón o papel pr:do~mante,queremos observar que éstos siempre e~tán es~cturados en función de su localización geo­gráfica, o que ésta es un punto de partida considerable en el momento de plantear a largoplazo futuros mercados o -zonas industrializadas. ., . ,

No sería conveniente profundizar en otros aspectos a nivel econorrnco, en cuanto ainversiones realizadas bien de forma institucional o privada, pero los rasgos generales quedenotan esta presencia quedan reflejados por los planes de actuación dirigidos a los mun~ci­pios de Elda y Elx, siendo Alcoi en cierto modo de segunda categoría.d~s?eel punto de VIstageográfico por su posible retroceso con respecto a los otros dos murucrpios,

Sin embargo, el problema que puede plantear este eje prcdomin~te puede ser no sóloel paro existente en cada uno de los municipios siendo el 22,94 por CIento~n Elda, el 1~,39por ciento en Eh y el 11,65 por ciento en Alcci (Censo deI19?l). Esta~ CIfras las conslde-~ramos subjetivas hasta que no se demuestre el grado de econonua sumergida de la zona. Aq~Ipartiría otro elemento fundamental para potenciar una zona que determina un.a e~on~mla

bastante floreciente en cuanto a inversiones, pero con un Mercado de Trabajo dificil de

florecer.A pesar de la importancia que estos municipios han tenido po~ el tip~o de ind~stria que

allí está establecida, no dejamos de pensar que factores como su situación geografica y supropio Mercado de Trabajo en cuanto a trama de relaciones, relegan a un segundo. plano amunicipios que por su acercamiento a la capital y dentro d~l eje, n,o están potencIad~<¡ encuanto a sus actuaciones. Da la impresión que se quiere potenciar un eje por las connotacionesanteriormente expuestas, excluyendo al municipio de Alcoi con una determinada industria,que se aproxima a las características de los otros municipios.

LA POBLACIÓN COMO COMPONENTE ESTRUCTURALEN LA CONSOLIDACIÓN DEL CORREDOR DEL EBRO

rosé LUIS CALVO PALACIOS; PILAR ALONSO LOGROÑO;

JOSÉ MIOUEL JOVER YUSTE y ÁNGEL PuEYO CAMPOS

Departamentode Geografía y Ordenación del TerritorioUniversidad de Zaragoza

La mayoría de trabajos que han abordado en la última década el conjunto del territorionacional español destacan la expansión del denominado «Corredor del Ebro» dentro de laprovincia de Zaragoza'. Éste no constituye un espacio continuo, ni siquiera tiene una fuertedensidad, sino que está formado por núcleos ubicados en los ejes de acceso a la capitalaragonesa, paralelos al río Ebro o cercanos a las confluencias de sus afluentes. Su rasgo comúnes el gran desarrollo y dinamismo que han cobrado durante la década de los ochenta.

Entre estos núcleos destaca Zaragoza, principal centro impulsor del crecimiento econó­mico que se difunde a los otros municipios del «Corredor». Éstos, han recibido un importanteimpulso económico gracias a la expansión industrial que poco a poco ha ido buscandoubicaciones a poca distancia del centro urbano de Zaragoza, en un claro proceso de descen­tralización y desconcentración, aprovechando, entre otras cosas, las buenas infraestructurasde comunicación que poseen algunos municipios.

En la década de los ochenta al dinamismo motor de Zaragoza hay que añadirle otrocentro impulsor del crecimiento económico y demográfico, la factoría de General Motors enFigueruelas a 27 kilómetros de la capital, que ha ayudado a la consolidación estructural del«Corredor del Ebro».

Su localización y posterior desarrollo inducidos demuestran que las distancias medidasen kilómetros cada vez importan menos en los procesos productivos actuales, sobre todo silas empresas tienen una amplia plantilla de trabajadores y las infraestructuras de comunica­ción son buenas. Esto favorece que se elijan emplazamientos distantes de los centros urbanos,donde el suelo es más barato.

A todo lo anterior se unen las posibilidades que la denominada «mano de obra verde»podía ofrecer para el desarrollo del sistema productivo just in timel, adoptado por GeneralMotors en la comarca inmediata, algo que ya bullía en la primera planificación comarcal.

El crecimiento de las actividades económicas y el potencial humano son dos aspectoscorrelacionados en los que es difícil determinar cual de los dos es variable dependiente oindependiente, por ello cuando se habla del «Corredor del Ebro» como una de las áreasgeoeconómicas más dinámicas del territorio nacional es necesario presentar también su com­ponente demográfica.

Situación demográfica

La provincia de Zaragoza se encuentra en el centro del denominado «cuadrante fértilpeninsular», ubicada entre los principales centros de gestión económica nacionales, Madrid,

,,¡!

Barcelona, Valencia o Bilbao. Esta situación ha repercutido de manera muy fuerte en sudesarrolloeconómico, sobre todo en el sector industrialy en su crecimientopoblacional.Perono toda la provincia ha tenido un desarrolle positivo, sino sólo determinados espacios, queson los que le infunden su dinamismo. Zaragoza capital junto con'los municipios ubicadosen su área de expansión son los que presentanun mayor potencial poblacional,constituyendoel espacio que genéricamente se conoce como el «Corredor del Ebro», en el centro de unaregióncomo la aragonesaque, sin la capital,tiene una densidadmedia inferiora 12habitantespor km",

Hay una diferencia entre la situacióny peculiaridadesdemográficasque posee la ciudadde Zaragoza y el resto de municipios que componen este «Corredor», ya que por un lado lostamaños demográficos son muy dispares y por otro porque es la propia trayectoria de la ciudadla que ha matizado en su proceso de urbanización su evolución demográfica variable.

Trayectoria demográfica de la ciudad de Zaragoza y del resto de municipios del «Corredordel Ebro»

Zaragoza capital ha destacado dentro del conjunto de capitales españolas por su rápidoe importante crecimiento demográfico durante este siglo, especialmente en la década de lossesenta. Este crecimiento tan rápido ha provocado el reforzamiento de la macrocefalia de estacapital (594.394 habitantes en 1991), frente al resto de su región y provincia, ya que elsiguiente núcleo por número de habitantes de su provincia es Calatayud (17.432 habitantes),que tiene treinta y cuatro veces menos población que Zaragoza (Cuadro 1), lo que obliga aque muchas funciones administrativas se encuentren concentradas en Zaragoza ante la faltade ciudades intermedias.

La Evolución de la capital a lo largo del siglo marca distintas fases (Gráfico 1). De 1900a 1910 el ritmo de crecimiento fue moderado, aumentando unos 1.150 habitantes por año; enla década siguiente se incrementa a 2.800 personas; durante los años treinta el ritmo subehasta los 4.300 habitantes anuales, pero es en la década de 1960 cuando el incremento fuemás espectacular con 16.500 efectivos anuales. A partir de entonces la trayectoria se modera,aunque sigue siendo positiva, pues entre 1970 y 1980 la crisis económica hace que lostraslados de población pierdan fuerza, aunque se siguen produciendo.

Durante la década de los ochenta Zaragoza continúa creciendo, pero más lentamenteque en las décadas anteriores (Cuadro 11) y son los municipios que conforman su propia áreade expansión, ubicados sobre los ejes de entrada a la ciudad, con una buena accesibilidad,los que presentan un crecimiento más destacado al asentarse en ellos distintas empresasindustriales, frente al resto de municipios de la provincia, alejados de esta zona de expansión,en espacios con mala accesibilidad, donde cada vez es más fuerte su pérdida de efectivosdemográficos.

En los municipios rurales del entorno. sobre los que se ha extendido el crecimientozaragozano, se han producido ya transformaciones relevantes, entre las que destacan la dis­minución de superficie de cultivo, bien por simple aparición del conocido «barbecho social»,bien por la creación ele nuevos polígonos industriales (Epila, Pedrola, Figueruelas y Pinseque,entre otros) para la industria inducida y auxiliar de General Motors, bien por la repercusiónnegativa de las bajas rentabilidades de las producciones agrarias o por el cambio de laactividad principal de su población activa, de agrícola a industrial.

Las fases de industrialización de la cíudad de Zaragoza han sido uno de los aspectosfundamentales para explicar esta trayectoria demográfica: a) Durante la primera mitad desiglo, la Primera Revolución Industrial de la ciudad provoca un crecimiento destacado de lapoblación de la capital. b) La segunda fase, coincidiendo con la aprobación del Polo deDesarrollo de Zaragoza y el posterior Plan General de Ordenación Urbana de 1968 aparecen

23R

VARIACIONES PORCENTUALES DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA

Mapa 1 (1970-1991)

.40%

.30%

1111 20 %

0%

o Menos de 0%

Fuente: Cel1.WJs de población de 1970, 1981.r1991. INE.Datos referidos a la población de derecho.

Gráfico.1EVOLUCiÓN DE LA POBLACiÓN DE 1900 A 1991

Fuente: Censos de pobiacián, INE.

90807060504030

Porcentaje de variación entre 1970 y 1991

2010

Cadretc Utebo

Botornta • Figueruetas

•et.a Muela e CuartePedrola 1_.Pinsequc

Nuez M~r~• ~Ifajarín

oAlagón L,Villanueva :'j' Puebla • IlI~eca

mes. 'a l. -zaragoza5

I 9Zuerau~San-Matco

-,-Ou1: .•~rea.OEJca

15

10

25

20

40

35

30

Gráfico 1IVARIACIÓN DE LA POBLACIÓN DE LOS MUNICIPIOS DE LA PROVINCIA

DE ZARAGOZA CON ·CRECIMIENID POSITIVO ENTRE 1970 y 1991

~E""00

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t\) Fue'[ La Alm2 Cetateyo -5e, O BOTJ3

19911980196019401920

.0

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.-,/_.- ..... ------ - -;,.-.- ------ ------

------- Zaragoza provincia

Provincia sin Zaragoza_._._.- Zarago711

lOO

O1900

700

600

500

400

300

200

240

CuadroITAMAÑo DE LOSMAyORES MUNICIPIOS DELA PROVINCIA DE ZARAGOZA EN 1991

CuadroillPORCENTAJE DE POBLACIÓN OOJPADAEN LAAGRICULTURA y LAINDUSTRIA

EN ALGUNOS NÚCLEOSDELCORREDOR DELEBRO(1981-1986)

Cuadro IlEVOLUCIÓN RECIENTE DE LAPOBLACIÓN DELMUNICIPIO DEZARAGOZA

Año Población Año Población1981 571.855 1987 575.3171982 579.235 1988 582.2391983 595.460 1989 586.5741984 601.235 1990 592.6861985 604.952 1991 594.3941986 573.662

IndustriaAgricultora

Alagón 21,1 15,1 27,1 39,9Alcala de Ebro 71,1 44,1 29,4Alfajarín 67,8 13,6 17,2 41,6Cabañas 57,7 48,3 12 36,9Cnarte 5,9 3,31 47,1 60,32Epila 39,2 39,4 17,7 19,4Figueruelas 44,8 21,2 26,3 57Fuentes 30,7 30,8 31,1 29,9Grisén 33,4 19,7 14,3 53,7María 22,5 16,3 45,1 51,5Pedro1a 46,1 27,4 21,4 39,6Pinseque 22,9 26,1 35,7 41,8Utebo 10,5 9,7 57,3 57,6Villanueva deG. 34,5 22,28 31,0 40,7

Fuente: Censodepoblacióny Padrón.

594.39417.43215.3371055780297671

Número de habitantesMunicipios

ZaragozaCalarayud

Ejea de los CaballerosTarazana

CaspeUtebo-----------

I23456

Número enla Jerarquía

Fuente: Censode Población, ¡NE.

Fuente: Rectificaciones padronales. Ayuntamiento de Zaragoza. Población dederecho

242 24"1

distintos polígonos industriales en la periferia inmediata de la ciudad, lo que originó el primercrecimiento importante de algunos municipios muy próximos a la ciudad, como Utebo oCuarte de Huerva, aprovechando la permisividad ligada a la falta de Plan de Ordenación, quecontrastaba con la nueva normativa de la capital.

La evolución reciente de los núcleos del «Corredor» tiene su explicación fundamentalen el sector industrial, concretamente en la expansión de localizaciones industriales a travésde los ejes de entrada a la ciudad. El ejemplo más claro de ésto lo tenemos en la expansióndestacada de uno de estos ejes, «la autovía de Logroño» (Nacional 232). Sobre este eje, elmás dinámico hoy de todo el «Corredor», se instaló en 1981 la multinacional automovilísticaGeneral Motors, cuyo volumen de empleo (9.200 trabajadores), superficie ocupada (350hectáreas) y l~ tecnología avanzada que emplea, le confieren una importancia económica quela han c?nv:rt¡do en el segundo motor de arrastre, para el desarrollo de este espacio, alargandola 10ca~Izaclón de las instalaciones industriales hasta más de 30 kilómetros de la capital,produciendo además una inducción de empleo en nuevas empresas, potenciando la economíad~ los núcleos donde se instalan y modificando la anterior tendencia regresiva de sus pobla­cioncs.

~a delimitación de los municipios que se incluyen dentro del «Corredor el Ebro» escambiante y resulta más correcto hacerlo en términos relativos, ya que es un territorio enproces?,de tr~nsfonn~ción por 10.que e~ preciso dejar pasar un tiempo para que sea la propiaevolución quien tenm~e de definirlo. Sm embargo, hay ya unos cuantos núcleos próximos aZaragoza y a .la factoría de General Motors donde se está registrando un cambio muy claroen su tendencia demográfica y económica que los configura también como núcleos del citado«Corredor».

Las variaciones de población

. Exan:rinando la variación sufrida entre 1970 y 1991, aparece claramente remarcada laimportancia que han cobrado en la última década muchos municipios del entorno de Zaragoza(.Mapa 1). De lo: 25 núcleos, incluyendo a Zaragoza, que experimentan un crecimiento posi­tIVO en este penado, 18 quedan bajo la influencia directa del desarrollo de la capital o delentorno de Fígueru~las (Utebo, Cuartc de Huerva, Cadrete, Figueruelas, Alfajarín, La Pueblade Alfinden, Bot~ITlta, La Muela, María dc Huerva, Pinseque, Villanueva de Gállego, Alagón,San Mateo de Gallego, Fuentes de Ebro, Zucra, Nuez de Ebro, la Almunia de doña Godinay Pedrola).

~os otros 5 n~unicipios con crecimiento positivo entre 1970 y 1991, alejados de esteespacio, se caracterizan unos por ser núcleos que durante muchos años ejercieron las funcio­nes ~le cabcc~ra comarcal, adquiriendo por ello un dinamismo que poco a poco han idoperdiendo CEJea dc los Caballeros, Calatayud y Borja ), y otros por ser núcleos con undesarrollo muy puntual ligados a una actividad económica muy concreta, como es cl Caso def~rea e Iuueca'. E~~os cinco núcleos, salvo mueca, tan sólo mantuvieron el crecimiento posi­uvo de su población en la década de los setenta, porque en la de los ochenta su dinamismodemográfico ha sid(~ negativo, confirmando ésto la importancia que han adquirido durantelos ochenta los rnunrcrpros del «Corredor» (Gráfico JI).

Analizando el pe:io.do de V.1l.i~lción entre 1981 a 1991 (Mapa II), son 35 los municipiosque aparecen con crecmuento POSItiVO en la provincia de Zaragoza, De éstos, 24 están dentrod~l Corredor del Ebro: Utebo, Cadrcte, Figueruelas, Botorrita, La Muela, Cuarte de Huerva,Pinseque, P:dr?la, Alfajarín, María de Huerva, Nuez de Ebro, Alagón, Osera, Puebla deAlfinden, YllJaha¡~ca, El Burgo de Ebro, Zaragoza, Fuentes de Ebro, Sobradiel, Zuera, Pina,La Almunia y Epila. Los dos últimos, aunque se sitúan a orillas del río Jalón, se incluyendentro del Corredor del Ebro, porque éste en los últimos años está alargando su expansión

244

por el eje de la ribera del Jalón gracias a la nueva política de abastecimientos just in time dela multinacional automovilística General Motors, ubicada en la confluencia entre el eje delJalón y el del Ebro, política que en esencia significa una anulación de stocks y obliga a lossubcontratantes a colocar en cabeza de cadena los productos, puesto en el momento en el quevan a ser colocados en el vehículo, De hecho ahora mismo en el valle del Jalón se producenentre otros, los asientos, moquetas (Epila), tubos de escape y chapa (polígono El Pradillo dePedrola), etc,

El resto son núcleos que aparecen con crecimiento positivo en esta década, tienen todosun tamaño demográfico muy pequeño, como Purujosa, Oseja, Moneva, Langas, Fombuena,Samper del Salz, Berdejo, Isuarre, Puendc1una, Bagues y Grisel. Éstos han experimentadoporcentualmente crecimientos importantes, aunque en cifras absolutas suponen muy pocopeso. Su varÜición positiva se debe a sus reducidos tamaños poblacionales y ti la influenciade los retomas. Los otros cuatro municipios alejados del entorno de Zaragoza con crecimientopositivo, Mequinenza, Mallen, Ateca e Illueca', tienen su explicación en actividades econó­micas puntuales.

Junto al rosario de municipios que participan directamente del dinamismo que define aldenominado «Corredor del Ebro», existen una serie de pequeños núcleos en su entamo (LaJoyosa, Torres de Berrellen, Cabañas de Ebro, Alcalá de Ebro, Luceni, Grisén, Bardallur,Bárboles, Plasencia de Jalón, Urrea, entre otros) sobre los que los núcleos más dinámicosestán ejerciendo una atracción, estableciéndose un continuo trasvase de población trabajadoradesde' los núcleos menos dinámicos hacia otros donde se está reubicando la industria, por loque aunque los pequeños municipios continúen estancados en su evolución demográfica, hayque tenerlos en cuenta para un futuro próximo, ya que gracias a la potenciación económicade las cabeceras se abren esperanzas para su posible crecimiento demográfico en el futuro.De momento se ha fijado la población verde joven que estaba en trance de desaparecer.

Variaciones en la actividadde la población

Otro aspecto a destacar es la variación en la composición sectorial de la población, Lamayor parte de municipios del «Corredor», que hoy están adquiriendo un importante dina­mismo económico y demográfico, están sufriendo un cambio en su estructura laboral, que deser mayoritariamente agrícola, ha pasado a ser industrial (Cuadro Ilf). El sector primario erala principal fuente de ingresos. Hoy sólo aporta un complemento para la renta principal, queproviene de la actividad industrial. Esto origina que los modos de vicia de estas poblacioneshayan sufrido también importantes variaciones.

La buena accesibilidad que caracteriza a todo este espacio posibilita el viaje diario deresidencia-trabajo, produciéndose un continuo traslado de población. Los flujos que se gene­ran, se aprecian al examinar en los distintos núcleos sobre los que se asientan las empresas,la población industrial que reside en ellos y la que procede de los núcleos de su entorno.Tomando como ejemplo el municipio de Epila, que es uno de los enclaves industriales quese está desarrollando en el «Corredor», se observa claramente este fenómeno ya que de los646 puestos de trabajo industriales creados, 423 están ocupados por residentes en Epila y 223por trabajadores de municipios de su entorno.

Para que se manifiesten estas variaciones en la ocupación de la población de losmunicipios del «Corredor», no es necesario que las industrias se hayan localizado enellos, ya que se produce una gran movilidad de trabajadores desde los núcleos que notienen industria hacia aquéllos en los que se localizan, logrando con ello fijar e incremen­tar los efectivos demográficos de los municipios más dinámicos y conseguir cierta esta­bilidad para los de su entorno.

Conclusiones

La trayectoria llevada por la ciudad de Zaragoza ha originado que se haya concentradoen ella la mayor parte de la vida económica de su provincia. A ello ha contribuido su ventajosoemplazamiento en un importante nudo de comunicaciones, con abundancia de recursos hí­dricos, posibilidad de evacuación de vertidos, etc., aspectos que también caracterizan a laserie de municipios que se ubican en tomo de esta ciudad y que conforman el denominado«Corredor del Ebro».

En la década de los ochenta, la presencia de General Motors irrumpe como el segundocentro impulsor del crecimiento de este espacio, alargando la expansión de las localizacionesindustriales hacia su entorno y originando un importante movimiento de trabajadores desdedistintos municipios.

A la vez que se iba concentrando en el «Corredor» la mayor parte de la actividadeconómica de la provincia, lo iba haciendo su población, dando hoy como resultado que eneste espacio se concentre más del 78 por ciento de la población, mientras que en el resto demunicipios alejados de este eje reside menos del 20 por ciento de la población de la provincia.

Zaragoza ha crecido económica y demográficamente gracias a la industrialización; sinembargo este crecimiento se concentró en la ciudad sin extenderse al resto de la región. Tansólo en la última década se está asistiendo a la expansión de su área de influencia a travésdel efecto spread, consolidándose el «Corredor» y desbordando la actividad y los rasgosurbanos favorecidos por la existencia de unas buenas infraestructuras de comunicación y lapresencia de una abundante «mano de obra verde» dispuesta a cambiar de actividad ante losgraves problemas del sector agrario.

En está última década, frente a otras zonas industriales de nuestro país que se encuentranen una grave situación de retroceso, en el «Corredor del Ebro» se empiezan a afianzar todauna serie de núcleos de tamaño no muy grande, pero bien dotados de buenas infraestructuras,donde ya son muchas las empresas que han visto la posibilidades de este espacio, entre ellasuna de las mayores empresas ubicadas en España, la General Mctors España, con más de9.200 puestos de trabajo directos. La localización de las industrias a cierta distancia del cascourbano de Zaragoza genera un continuo flujo de personas que diariamente desde esta ciudady desde otros núcleos de su entorno se trasladan hasta su puesto de trabajo, permitiendo laconsolidación demográfica y económica del «Corredor del Ebro», pero al mismo tiempo sehan generado efectos inducidos industriales a núcleos intermedios del entorno de la GeneralMotors, los cuales a su vez están recogiendo la «mano de obra verde» de los municipiosrurales intermedios. Por ello, sin que se hayan incrementado las cifras poblacionales, larealidad funcional es muy diferente de la de hace una década. El problema será la excesivadependencia de General Motors, cualquier crisis se reflejará aquí con una gravedad especial.

Notas

I CALVO PALACIOS 1.L. y PUEYO CAMPOS A. (1992) «La cartografía de potenciales (1970-1991) comoapoyo del análisis económico regional», Pape/es de Economía. Balance económico de lascomunidadesautónomas, Madrid, Ibercaja. SERRANO SANZ, 1.M.et al. (1992) «Estructura económica del Valle delEbro», Bíbtíoteca de Economía, Madrid, Espasa-Calpe.

2 Sistema de abastecimiento basado en la instalación de las empresas suministradoras en el espaciocircundante a la factoría.

3 En estas poblaciones ha cobrado gran importancia la industria del calzado.

246

1 4 Ateca registra un crecimiento demográfico ligado a la presencia de una importante industria alimenticia(turrones y Chocolates) y del mueble; en mueca, su crecimiento está unido a la industria del calzado,en Mallen a la industria conservera y en Mequinenza a la producción de energía eléctrica, a la mineríay a una empresa de producción de pañales.

Bibliografía

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ASENSIO CASTilLO M.l. (1991) «Zaragoza en la economía de la Comunidad Autónoma», Papeles deEconomía Española. Economía de lascomunidades aulonómas: Aragón, núm. 10, Ibercaja, págs. 106-108. .

CÁMARA DE CO!'JEROO E INDUSTRIA (1978) Estructura y localización de fa industria enZaragoza, Tomo11, Zaragoza.

FuNDAC¡ÓNNUEVA EMPRESA (1991) Estudio parala implantación deempresas enel Corredor IndustrialdelEbro, Zaragoza.

SERRANO SANZ 1.M. et al. (1992) «Estructura económica del Valle del Ebro», Biblioteca de Economía,Madrid, Espasa Calpe.

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I

EL ESTUDIO DE LA POBLACIÓN EN LA NORMATIVA RECIENTESOBRE MEDIOAMBIENTE y ORDENAMIENTO. EL CASO DE LA

COMUNIDAD AUTÓNOMA DE ANDALUCÍA

CARMEN CARVAJAL ÜUTIÉRREZDepartamento de Geografía, Universidad de Málaga

Es muy numerosa la bibliografía que justifica el importante papel del geógrafo en elordenamiento del territorio y la gestión medioambiental, y no voy a incidir sobre ello. Par­tiendopues de labasede dicha adecuaciónformativageneral,en losnuevos planesde estudiode la licenciatura de Geografía queda patente de forma curricular, al menos con los mínimosque supone la asignatura troncal sobre Ordenación del Territorio. Pero, hasta ahora, muypocos planes de estudio de la especialidad de Geografía recogían la base normativa a la quese iban a tener que adecuar los estudios aplicados de análisis, diagnóstico o evaluaciónterritorial y medioambiental. Aunque existe esta carencia curricular, creo que la mayoría delos profesores hemos venido introduciendo en nuestros programas algún tema sobre la po­blación y el ordenamiento del territorio.

A pesar pues de que el estudioso de la población ha venido teniendo conocimientossobre esta materia, toda la serie de innovaciones normativas que suponen la reciente Leysobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, las transferencias de competencias a la')comunidades autónomas en materia de ordenamiento, así como la introducción de la legis­lación comunitaria en materia medioambiental, me han movido a realizar una pequeña síntesissobre el papel del estudio de la población en estos dos ámbitos generales: en la evaluaciónde impacto ambiental y en el planeamiento urbanístico del territorio. En tercer lugar, dentrode la variada legislación autonómica en materia de ordenamiento, cuyo estudio comparadoexigiría un tratamiento más extenso, me vaya referir tan sólo al Proyecto de Ley de Orde­nación de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

El estudio de la población en la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)

Puesto que las agresiones al medio se han diversificado a 10largo del tiempo, así lo hahecho la respuesta jurídica, de manera que la legislación medioambiental ha sido sectorial,dividida, hasta que aparece la evaluación de impacto ambiental.

Los Estados Unidos, más tocados por las degradaciones del progreso económico, lointroducen con la National Environment PolicyAet en 1969. En Estados Unidos la adminis­tración sectorial hace un estudio prelimimar, se somete a debate público y de las administra­ciones, con lo que se hace el estudio definitivo. La Administración Federal autoriza, modificao rechaza el proyecto. Sin embargo, para evitar la condena del proyecto por faltar algúnaspecto, muchos estudios se limitan a seguir las guías y construyen inmensas matrices, dondelos auténticos problemas se enmascaran por la masa de información, mucha de ella sin interés.

Con un retraso de un decenio, Francia y después Europa, le van a seguir. En Francia laLey relativa a la protección de la Naturaleza de 10 de julio de 1976, hace obligatoria laevaluación de impacto ambiental; las modalidades de aplicación se precisan en el Decreto de12 de octubre de 1977.

La EIA de la legislación francesa presenta algunas diferencias respecto a la de EstadosUnidos: hay menos participación ciudadana, la realizael «maestro de obras» peticionario (elautor de una petición sobre un proyecto privado o la autoridad pública que toma la iniciativapara realizar un proyecto), etc., pero lo más interesante es su amplitud: todos los grandesproyectos deben ser objeto de EIA y, sobre todo, la noción de medioambiente, restrictiva enla Ley, se amplía en los decretos a la componente socioeconómica y cultural. Es decir que la~I~ debe tener en cuenta todos los componentes, tanto la población como el empleo, y nolimitarse al campo de la naturaleza,

Por ejemplo, en el estudio del PENUMA y HÁBITAT Directricesambientales para laplanificacióny gestión de los asentamientos, que es una propuesta para aplicar en aquellaszonas en. las que se está iniciando la ordenación del territorio; muy interesante porque en elorganigrama funcional le adjudica al geógrafo el papel central de gestión de la información;sin embargo, al estar basada en el concepto de interacción ambiental estadounidense, losrecursos socioeconómicos sólo los tiene en cuenta bajo el punto de vista espacial de usos delsuelo y redes metropolitanas,

. PO~,el contrario, si consultamos la obra de Guigo, que es un magnífico manual para larealizaciónde EIA de acuerdo con la legislación francesa, se consideran los aspectos socioe­conómicos y culturales en todos los apartados,

Hay que llegar a la Directiva 85/337/CE de 27 de junio de 1985 para que nazca la EIAeuropea, Además nace con una gran laxitud:

1) Según el Anexo I es obligatorio en muy pocos casos: grandes equipamientos comorefinerías, fábricas de gasificación y licuefación del carbón, centrales térmicas y nucleares,almacenamiento de residuos radioactivos, siderurguia y química integradas, autopistas, puer­tos y aeropuertos internacionales, etc. E incluso, según el apartado 3 del artículo 2, en ciertasocasiones el Estado puede exceptuar en todo o en parte el estudio de evaluación.

2) No hay un criterio claro sobre los aspectos que deben estudiar: según el artículo 3 sereferirá a: el hombre, la fauna y la flora; el suelo, el agua, el clima y el paisaje; la interacciónentre los anteriores; los bienes materiales y el patrimonio cultural.

~sta poca pre~isió~ ha dado lugar a que los estados miembros de la Comunidad hayanrecogido en sus legislaciones la EIA con diferente intensidad: sólo Francia, Grecia y Luxem­burgo la han impuesto a fondo, En el caso de España se recoge en el Real Decreto 1302/1986de 28 ~Ie junio, donde se limita su obligatoriedad a los proyectos impuestos por el Anexo 1de la directiva comunitaria y tan sólo le añade del Anexo II opcional comunitario tres obras:grandes presas, primeras repoblaciones que entrañen riesgo de transformación ecológicancgunva y extracciones a cielo abierto.

En cuanto al contenido ele la ElA, en Espiifia recoge casi al pie de la letra la normativag?Jlcral Clll.·op~a. En el artículo 2, apartado b se: dice: «evaluación de los efectos previsiblesdirectos e indirectos del proyecto sobre ta población, la fauna, la flora, el suelo, el aire, ela.gua, k;s ~actores climáticos, el paisaje y los bienes materiales, incluido el patrimonio histó­nco-arüsnco y el arqueológico».

~~1 el Regla~ento para la Ejecución (Real Decreto 1131/1988 de 30 de septiembre) seespe~lhca algo mas su contenido en el capítulo Il, artículo 6: «La evaluación de impactoamble~tal debe comprender, al menos, la estimación de los efectos sobre la población huma­na, la fauna, la flora, la vegetación, la gea, el suelo, el agua, el aire, el clima, el paisaje y laes~ructura y función de los ecosistemas presentes en el área previsiblemente afectada. Asi­mismo, debe comprender la estimación de la incidencia que el proyecto tiene sobre los

251l

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II¡

elementos que componen el patrimonio histórico español, sobre las relaciones sociales y lascondiciones de sosiego público, tales como ruidos, vibraciones (...)>>,

Según esta redacción del Reglamento puede ser necesario o no, según el tipo de pro­yecto, un estudio exhaustivo de la población donde tenga acogida evaluar los efectos directoso indirectos sobre: la distribución, las características socioeconómicas (erelaciones socíales»),dinámica demográfica y estructura biológica (indirectamente al afectar al entorno socioeco­nómico), y movilidad habitual (erelaciones sociales»), etc.

El estudio de la poblacióu en la Ley sobre Régimen del Suelo y OrdenaciónUrbana de 1990 y en el Reglamento de Planeamiento

Vaya tratar de buscar en primer lugar cuáles son las competencias urbanísticasrelacio­nadas explícitamente con la población y, a continuación, qué aspectos de la población entiendela norma que se deben conocer para ejercer dicha competencia.

En el título preliminar del texto refundido de la Ley sobre el Régimen del Suelo yOrdenación Urbana de 25 de junio de 1990 (Real Decreto Legislativo de 26 de junio de 1992)artículo 3, se fijan las facultades de la acción urbanística; aquí tan sólo he recogido las quetienen una justificación explícita en la población: «La competencia urbanística concernienteal planeamiento comprenderá las siguientes facultades:

b) Emplazar los centros de producción y residencia del modo más conveniente para lamejor distribución de la población.

d) Establecer zonas de distinta utilización según la densidad de población que haya dehabitarlas, (...).

f) Establecer espacios libres para parques y jardines públicos en proporción adecuada alas necesidades colectivas.

g) Señalar el emplazamiento y características de los centros y servicios de interéspúblicoy social, centros docentes, aeropuertos y lugares análogos»,

En cuanto al contenido de los análisis territoriales previos, este texto refundido de la leydel suelo de 1990 todavía es poco explícito, pues queda por fijar reglamentariamente; tansólo hace referencia a que en el planeamiento general las dotaciones de los apartados f) y g)se establecerán en función de las características socioeconómicas de la población y que seráel índice de crecimiento de la población una de las causas que determinan la revisión del plan(artículo 72, 2g Y3a).

Por ello acudimos al Reglamento de Planeamiento de 1978, que establece en los artículos12 y 38 que la información básica de la Memoria y la documentación gráfica en los planesdirectores territoriales y en los planes generales municipales, deberá versar;junto a los aspec­tos relativos a los valores, potencialidades y riesgos del medio sobre:

1 Usos, actividades e infraestructuras básicas localizadas en el territorio (en PDT). Usosa que el terreno está dedicado, edificaciones e infraestructuras existentes en el mismo (enPGOU),

2 Características de la población asentada sobre el territorio, sus condiciones econó­micas y sociales y las previsiones de su evolución (en PDT y PGGU).

Estos artículos permanecen vigentes, pues no forman parte del articulado derogado enel Real Decreto 304/1993 de 26 de fehrero.

Proyecto de Ley de Ordenación del Territorio de la Comunidad de Andalucia

Respecto a la variada legislación autonómica, un estudio comparado exigirla un trata­miento más extenso. Por ello me vaya referir tan sólo a dos para resaltar algunas diferencias

251

que considero importantes: el Proyecto de Ley de la Comunidad Autonóma de Andalucía,que es la legislación autónoma que más meinteresa conocer, como miembro de dicha comu­nidad autónoma y por las elevadas probabilidades que tienen mis alumnos de llevar a cabouna investigación aplicada sobre este espacio; y como contrapunto me voy a referir a la Leyde Ordenación y Protección del Territorio de la Región de Murcia.

En el caso de la Comunidad Autónoma de Andalucía todavía no cuenta más que con unreciente Proyecto de Ley de Ordenación (Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía de 12de febrero ele 1993). En él se establecen dos instrumentos de ordenación integral:

1 El Plan de Ordenación del Tenitorio de Andalucía.2 Los planes de ordenación del territorio ele ámbito subregional.

. En ambos c~sos se tiene en cuenta a la población como objetivo, fundamentalmentebajo el punto de vista elesu distribución, como infraestructura territorialbásica que junto conla ~ed de ~a~spol1e~ y comunicaciones favorece u obstaculiza los procesos de desarrolloSOCJoeC0l10mICO (artículo 2, apartado 2a; artículo 7, apartado lb; artículo 11, apartado lb)::<El esq~ema de ~rti.culación territorial, integrado por el sistema de ciudades y sus áreas delO~luencJa, los principales ejes de comunicación del territorio ("')>>. Objetivo lógicamente depnmer orden, pues en el artfculo 27, apartados 1 y 2, se considera su alteración como motivopara la revisión de ambos tipos de planeamiento.

Los demás aspec~os. de la población no son mencionados en el proyecto de ley. Cabeentender que su conocmuento es fundamental para el segundo objetivo de la ordenación delterritorio (artículo 2, ?partado lb): «La distribución geográfica de las actividades y de losu~os del suelo, armonizada con el desarrollo socioeconómico (....)>>. Asimismo en los conte­nId?s ~e los ~Ian~s se nos habla de «áreas de influencia» de los asentamientos urbanos, y ele«cntertos territoriales básicos» para la localización de equipamientos y servicios delimitaciónele áreas de planificación, usos de recursos, etc. '

Como decíamos. m:terionnente, cabe entender que el conocimiento de la población esfundamental para delimitar todos estos ternas; sin embargo no necesariamente se realiza así.De hec~o para delimitar las áreas funcionales en el Sistema de Ciudades de Andalucía, no seha acu?~do hasta ahora a un criterio importante como son los movimientos pendulares de lapoblación.

Por el contrario, en las Bases para la Orelenación del Territorio de Andalucía, primerdocumento que recoge las propuestas planificadoras existentes a escala regional, se reconoce:1 .hcch.~ de ~ll~ la pol:1aci~n .es un in~icador muy se~sible a la situación socioeconómica, ya la,hoJa de hacer un dJagl~ostrco del Sistema Productivo, comienza haciendo una tipificaciónde arcas de desarrollo desigual, para la cual se basa en la evolución demográfica de 1950 aI :~,6."l~l:a ~~7.. que delim.ita, e~l ~un.ción de la evolu~ión demográfica anterior, diversos tipos(~e arcas a las.que denomina dinámicas (urbanas y litorales), estancadas (con o sin potencia­lidad) y marginales(en transición o no); posteriormenteanaliza distintas variables económicasdentro de estas áreas ya delimitadas, variables como viviendas iniciadas por mil habitantes.paro, empleo y empresas, licencias comerciales, plazas hoteleras. ere.. , Vernos pues, como el conocimiento de la población puede desempeñar un protagonismo!m~.Olymtel en el ordenamic.nto ~c :4ndalucía: como objeto de dicho planeamiento )' por suposibilidad de uso petra el diagnóstico.

, Sin.emlx.lrgo, hay una c~u.·encia en e.1 Proyecto eleLey andaluz que consielero grave, puesaUl1(~lle se le suponga al espirttu del legislador, al no haberse explicitado, deja en libertad algestionador. En to.d,o momento se habla de objetivos y criterios, pero en ningún momento seplantea la evaluación de los resultados de los dos tipos de planes de ordenación del territorio(~; And~lu~ía y de ámbito subregional) sobre cada uno de los apartados objeto de la orelena­~lon ..Asm~Is~~ los. ?hmcs con incidencia en la orelenación del territorio tan sólo deberánincluir {dajustificación de la coherencia con los contenidos del Plan de Ordenación» (artículo17, apartado e).

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'1rÚnicamente se establece alguna evaluación de los resultados para las actuaciones con

incidencia en la ordenación del territorio en las que, según el artículo 32, «el órgano promotorremitirá la documentación que permita valorar las incidencias previsibles en la orelenacióndel territorio».

En definitiva, según el Proyecto de Ley de Orelenación del Territorio elela ComunidadAutónoma de Andalucía se crean unos instrumentos para la planificación, sin ningún instru­mento de autocritica. Aunque no se recoge en este Proyecto de Ley, y puesto que forma partede una normativa estatal, tan sólo cuando se trate de alguna actuación que forme parte de laescueta relación de grandes obras a las que se exige evaluación de impacto ambiental, sellevará a cabo ésta, siempre y cuando no sea excluida de este trámite por acuerdo de Consejode Ministros..

Como contrapunto, podemos traer aquí la Ley de Ordenación y Protección del Territoriode la Región de Murcia de 30 de junio de 1992. En ella se crean los instrumentos paradesarrollar la política territorial, a saber: las Directrices de Ordenación del Territorio, losProgramas de Actuación Territorial y las Actuaciones de Interés Regional. Pues bien, todosestos instrumentos eleberán incluir en su contenido una evaluación de impacto en el área segúnlo establecido en al artículo 5 de dicha ley, que transcribo casi completo por su interés:

Artículo 5. «Se consideran evaluaciones de impacto el conjunto de estudios o análisisencaminados a prever, valorar y adecuar la posible incidencia que una actuación o grupo deactuaciones de las contempladas en esta Ley haya de tener sobre un ámbito espacial deter­minado.

1. Las evaluaciones de impacto a que hace referencia esta Ley serán de dos tipos:a) Evaluación de impacto ambiental, entendida como el conjunto de estudios y sistemas

técnicos que permiten estimar los efectos que la ejecución de un determinado proyecto, obrao actividad causa sobre el medio ambiente.

b) Evaluación de impacto territorial entendida como el análisis de los costos y beneficioseconómicos y sociales derivados directamente o indirectamente de la actuación prevista, asícomo su incidencia en los sistemas de núcleos de población, usos del territorio, infraestruc­turas, equipamientos y servicios.

2. Las referidas evaluaciones estarán basadas, respectivamente, en un estudio de impactoambiental y en un estudio de impacto territorial realizaelos por el promotor público o privadode la actividad.

5. Las actividades que habrán de someterse a evaluación de impacto ambiental son lascontempladas en R. D. Legislativo 130211986, de 28 de junio, ele evaluación de impactoambiental y especificadas en el Anexo 2 del R.D. 1131/1988, de 30 de septiembre.

6. Las directrices de ordenación territorial y los planes urbanísticos podrán determinaractuaciones que deban someterse a evaluación de impacto ambiental.

7. Las actuaciones incluidas en las evaluaciones de impacto territorial, así como sucontenido y procedimiento, serán determinadas reglamentariamente».

Con la obligatoriedad de la evaluación de impacto se crea un instrumento de uutovigi­lancia importante pues:

a) La evaluación de impacto ambiental no se limita a las grandes obras contempladasen la legislación nacional (artículo 5, apartado 5), sino que le da más opciones por la posibi­lidad de que toó-os los instrumentos de planeamiento (directrices de ordenación territorial yplanes urbanísticos) abran un nuevo abanico de actuaciones a evaluar (artículo 5, párrafo 6).

b) Se crea de nuevo cuño la evaluación de impacto territorial, aunque todavía queda porfijar reglamentariamente su ámbito, contenido y procedimiento (artículo 5, páITafo7).

Creo que la Ley de Ordenación y Protección del Territorio de la Región de Murcia esmodélica desde el punto de vista de los instrumentos de autovigilancia que crea; otra cosaserá que el desarrollo reglamentario acierte en sus atribuciones.

253

por el contrario, el Proyecto de Ley de Ordenación del Territorio de la ComunidadAutónoma de Andalucía, ya hemos visto que acertadamente considera a la población comoobjeto a ordenar y como indicador para el diagnóstico de la situación y dinámica actual. Sinembargo, al no crear ningún instrumento de autovigilancia, puede llevar a cabo actuacionespara el ordenamiento sin ningún tipo de evaluación previa sobre las consecuencias directaso indirectas de dichas actuaciones sobre el objeto específico del ordenamiento. Lo consideroun vacío legal que entraña graves riesgos y que, por tanto, debe de ser subsanado.

Bibliografía

GUIGO, M. el al. (1991) Gestion de L' environnemeni el études d' impact, Masson, Paris.

JUNTA DE ANDALUCÍA (1986) Andalucía. Sistema de Ciudades, Dirección General de Ordenación delTerritorio,Sevilla.

JUNTADE ANDALUCÍA (1990) Bases para la Ordenación del Territorio de Andalucía. Consejería de ObrasPúblicas y Transportes,Sevilla.

PENUMA y HÁBITAT (1992) Directrices ambientales para la planificación y gestión de asentamientos,Ministerio de Obras Públicas y Transportes,Madrid.

254

I

II1:

~

EL ESTUDIO DE LA POBLACIÓN APLICADO A LAORDENACIÓN DE PEQUEÑAS ÁREAS RURALES.

SUPROBLEMATICA Y EFICACIA

SUSANA NAVARRO RODRÍGUEZ

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

En la articulación teórica y práctica de la ordenación territorial aparecen latentes, entreotras, las nociones de desarrollo equilibrado de las diferentes regiones a partir de sus especia­les características, y la consecución de un uso y organización espacial más coherente, queenglobe la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida del conjunto deindividuos que integran la sociedad.

Dentro de este entramado de orden y planificación, son las áreas rurales, catalogadascomo marginales y subdesarrolladas, desde el momento en que el concepto de desarrollo apartir de los años cincuenta del presente siglo equivale a nivel de renta, las que en los países«desarrollados» son uno de los objetivos priorizados dentro de la política de planificación yarticulación territorial.

En el pasado, las diferencias entre 10 rural y lo urbano se evidenciaban mediante unaserie de aspectos bien definidos, tales como la fuerte imbricación personal entre sus relativa­mente escasos pobladores, la dispersión del poblamiento y la escasez de los equipamientos,junto a la dedicación casi exclusiva de su población a las actividades agrarias. Pero actual­mente, el espacio rural está sometido y relacionado íntimamente con lo urbano, y los intentosde delimitación como los basados en el volumen de habitantes de sus núcleos se conviertenen meras aproximaciones, en modo alguno definitivas.

El mundo rural no puede hoy en día analizarse de forma independiente al espacio urbano,ni siquiera concebirlo como un espacio homogéneo opuesto al mundo urbano, si bien es ciertoque ciertos rasgos ya apuntados predominan en su ámbito, tales como la adscripción mayo­ritaria de sus miembros al sector primario, la existencia en mayor medida que en el mundourbano de un paisaje más próximo a lo natural, junto a las bajas densidades de ocupación yla existencia de unas relaciones interpersonales cerradas entre individuos con una fuertehomogeneidad cultural y social.

Sin analizar pormenorizadamente la diversidad de situaciones existentes, los desequili­bríos en el medio rural nacen del bajo desarrollo económico y de calidad de vida existentesen el mismo, frente a lo que sucede, desde una perspectiva comparativa general, en las áreasurbanas. No obstante, de una forma consensuada, en la actualidad la búsqueda de las solu­ciones para esta problemática sólo puede articularse, al menos desde el ordenamiento comodisciplina científica, a partir de la explotación racional y conservación de los recursos de estasáreas.

Dentro de la referida falta de homogeneidad en el espacio rural, podemos apreciar laconvivencia de diferentes tipos de áreas rurales, que en grandes rasgos se corresponderían enun primer conjunto de casos con las denominadas zonas periurbanas, donde gran cantidad deproblemas surgen de la especulación, ante la posibilidad de recalificación de usos, fundamen­talmente del suelo rural al urbano, y con zonas básicamente dinámicas, donde las prácticas

por el contrario, el Proyecto de Ley de Ordenación del Territorio de la ComunidadAutónoma de Andalucía, ya hemos visto que acertadamente considera a la población comoobjeto a ordenar y como indicador para el diagnóstico de la situación y dinámica actual. Sinembargo, al no crear ningún instrumento de autovigilancia, puede llevar a cabo actuacionespara el ordenamiento sin ningún tipo de evaluación previa sobre las consecuencias directaso indirectas de dichas actuaciones sobre el objeto específico del ordenamiento. Lo consideroun vacío legal que entraña graves riesgos y que, por tanto, debe de ser subsanado.

Bibliografía

GUIGO, M. el al. (1991) Gestion de L' environnemeni el études d' impact, Masson, Paris.

JUNTA DE ANDALUCÍA (1986) Andalucía. Sistema de Ciudades, Dirección General de Ordenación delTerritorio,Sevilla.

JUNTADE ANDALUCÍA (1990) Bases para la Ordenación del Territorio de Andalucía. Consejería de ObrasPúblicas y Transportes,Sevilla.

PENUMA y HÁBITAT (1992) Directrices ambientales para la planificación y gestión de asentamientos,Ministerio de Obras Públicas y Transportes,Madrid.

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II1:

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EL ESTUDIO DE LA POBLACIÓN APLICADO A LAORDENACIÓN DE PEQUEÑAS ÁREAS RURALES.

SUPROBLEMATICA Y EFICACIA

SUSANA NAVARRO RODRÍGUEZ

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

En la articulación teórica y práctica de la ordenación territorial aparecen latentes, entreotras, las nociones de desarrollo equilibrado de las diferentes regiones a partir de sus especia­les características, y la consecución de un uso y organización espacial más coherente, queenglobe la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida del conjunto deindividuos que integran la sociedad.

Dentro de este entramado de orden y planificación, son las áreas rurales, catalogadascomo marginales y subdesarrolladas, desde el momento en que el concepto de desarrollo apartir de los años cincuenta del presente siglo equivale a nivel de renta, las que en los países«desarrollados» son uno de los objetivos priorizados dentro de la política de planificación yarticulación territorial.

En el pasado, las diferencias entre 10 rural y lo urbano se evidenciaban mediante unaserie de aspectos bien definidos, tales como la fuerte imbricación personal entre sus relativa­mente escasos pobladores, la dispersión del poblamiento y la escasez de los equipamientos,junto a la dedicación casi exclusiva de su población a las actividades agrarias. Pero actual­mente, el espacio rural está sometido y relacionado íntimamente con lo urbano, y los intentosde delimitación como los basados en el volumen de habitantes de sus núcleos se conviertenen meras aproximaciones, en modo alguno definitivas.

El mundo rural no puede hoy en día analizarse de forma independiente al espacio urbano,ni siquiera concebirlo como un espacio homogéneo opuesto al mundo urbano, si bien es ciertoque ciertos rasgos ya apuntados predominan en su ámbito, tales como la adscripción mayo­ritaria de sus miembros al sector primario, la existencia en mayor medida que en el mundourbano de un paisaje más próximo a lo natural, junto a las bajas densidades de ocupación yla existencia de unas relaciones interpersonales cerradas entre individuos con una fuertehomogeneidad cultural y social.

Sin analizar pormenorizadamente la diversidad de situaciones existentes, los desequili­bríos en el medio rural nacen del bajo desarrollo económico y de calidad de vida existentesen el mismo, frente a lo que sucede, desde una perspectiva comparativa general, en las áreasurbanas. No obstante, de una forma consensuada, en la actualidad la búsqueda de las solu­ciones para esta problemática sólo puede articularse, al menos desde el ordenamiento comodisciplina científica, a partir de la explotación racional y conservación de los recursos de estasáreas.

Dentro de la referida falta de homogeneidad en el espacio rural, podemos apreciar laconvivencia de diferentes tipos de áreas rurales, que en grandes rasgos se corresponderían enun primer conjunto de casos con las denominadas zonas periurbanas, donde gran cantidad deproblemas surgen de la especulación, ante la posibilidad de recalificación de usos, fundamen­talmente del suelo rural al urbano, y con zonas básicamente dinámicas, donde las prácticas

agn~i~ls desaparecen ant~ el ~mpuje de los sectores típicamente urbanos: la industria y losserVICIOS. Frente a estas snuaoones, al mismo tiempo comprobaríamos la existencia de áreasdonde la presión urbana no es tan fuerte como en los casos anteriores, siendo fácil la distinciónentre .zonas adecuadas, atendiendo a.sus características naturales y sociales, parala producciónagrafia, y entre zonas rura1cs de difíciles condiciones para el desarrollo de las actividadesligadas al sector agrado, como la existencia de fuertes pendientes, la carencia de buenos suelosy la falta de accesibilidad a los mercados.

La organización agraria del espacio en la montaña malagueña, un medio donde confluíanla; últimas caracletísti.cas reseñadas, empieza a configurarse durante el periodo nazarí, regis­trandose en su evolución posterior una explotación creciente de sus recursos naturales hastafinales del siglo XIX, fecha a partir de la cual la subexplotación de sus recursos comienza deuna forma progresiva a imponerse y a desarticular todo un espacio hasta dichas fechas pro­ductivo.

Tal desarticulación motivará en la segunda mitad del siglo XX una fuerte fase de des­población, como único medio para estas áreas de amortiguar IDs desequilibrios que se regis­traban en ~l: seno, y que en nuestros días se convierte en uno de los principales inconvenientespara prop]~Jar el desarrollo de estas zonas. Pues no es sino la población, la fuerza de trabajode una SOCIedad, h.1 dem.andante del conjunto de bienes y servicios que el sistema produce yel r~cepto.r" o de~tm~tano final del conjunto de medidas que constituyen la ordenación oplanificación terntonal en su búsqueda del desarrollo. De esta manera se evidencia como elan~¡¡sis de. los efectivos demográficos es imprescindible para la correcta realización de cual­qll1er medida d~ planificación socio-económica y de organización espacial.

. En ~1Uestro miento de ejemplificaren nuestros días un modelo de supervivencia en la montañamediterránea malagueña, objetivo fundamental de nuestra Memoria de Licenciatura (NavarroRodrtgucz, S., 1~90, pág: 5), realizamos un exhaustivo análisis de la evolución Yestructura de lapoblación de vanas localidades serranas de la provincia malagueña, y fueron las dificultades conlas que nos.encontramo~ a ~a hora de seleccionar y utilizar las bases documentales y las fuentesen el mencionado tra?:lJo, Junto con la precariedad de las conclusiones proyectivas del mismo,las que nos han permitido la elaboración de esta comunicación.

Para el conjunto de la montaña malagueña, la debilidad de las poblaciones. con escasovolumen de po?Jación joven y fuertes cohortes envejecidas, junto con los desequilibrios entrel~s sexos, mO!Jvad~s por la prolongada emigración, continúa erigiéndose en la principal(hficllI~¡1d de cstus arcas para su mantenimiento, añadida a la debilidad de recursos locales.

SI bien las fuentes estadísticas demográficas de ámbito nacional están suficientementec!esa:r~llada~, e incluso las fuentes refcrenciadas a cada comunidad autónoma suelen presen­¡a~ sJ.Dular nivel ele detalle y fiabilidad, dependiendo del grado de desarrolle del poder auto­nOlTIICO, ~?r.el c~nlrario, los ámbitos comarcal, municipal y local son los que presentan unamayor dc.r ICICI:CJa de fuentes y datos ya analizados y fiables.

En !o rdercnte. a] seguimiento de la evolución histórica de la población, el primerexponente del potenCial demográfico de la población sometida a estudio. y una aproximación asu comportnrmcnto demográfico general e incluso futuro. la información a escala municipal y:oca1, pensamos que se encuentra suficientemente detallada, a partir de los censos de poblaciónJunto con los padrones municipales, desde 1857 hasta el más modemo de los publicados en 1991.~s .no~~nclátOl~s, que suministran información en tomo a las formas de poblamiento y ladlstnb~cJon espacial, también alcanzan el nivel de desagregación municipal.

Sm embargo, el estudio del movimiento natural de la población en sus variables natali­dad .Y mortal~d~d, junto al cálculo de la nupcialidad, se vuelve más complicado al no existiral nivel mumclp~l (salvo detelmin.ados. umbrales de población, a los que por 10 general nopertenecen estas areas rurales marginales) tales publicaciones, y por lo tanto no estar elaboradadicha información.

. . De esta forma, el cálculo de las tasas de mortalidad general e infantil, natalidad, nup­cialidad por edad, y las derivadas crecimiento vegetativo, tasas de fecundidad, coeficientesde mortalidad y supervivencia entre otras, obligatoriamente precisan el repaso y cuenteomanual de defunciones según edad y sexo, y elenacimientos según la edad de los progenitoresen los registros civiles y parroquiales de dichas localidades. De esta manera hemos de recurrira una información normalmente única, que debía remontarse en el caso de los registros civilesa la mitad del siglo XIX y en el caso de los registros parroquiales al siglo XVIII y que haestado bajo la custodia de sacristanes y jueces de oficio, apilados o arrinconados en trasterosllenos de polvo y semiolvidados, en unas ocasiones sin que hubiera consciencia del valor dedicha información y en otras mermada su información, al haber sufrido las vicisitudes de unahistoria que los ha destruido o mutilado.

Una información de primera mano y normalmente única sobre estas localidades ruralesnecesaria para la elaboración de estudios regionales y de planeamiento general, cuyo accesoen función de la buena voluntad de sus guardas, resulta para el investigador preocupantementefácil en ciertas situaciones y algo más complicada en otras.

A la hora de representar la mortalidad infantil en las mencionadas pequeñas localidades,nos vimos obligados ante el volumen tan reducido de efectivos implicados, a hacer referenciaal número absoluto de muertes de menores de un año, en lugar de utilizar las tasas demortalidad infantil (refercnciada a 1.000 nacimientos), ya que el reducido número de habi­tantes y su estructura por edad, que a su vez provocan una baja natalidad, podían llevar aequívoco, si sucediese, como de hecho tuvimos ocasión de comprobar, de manera casual ytotalmente puntual un número, que evidentemente también sería bajísimo, de fallecimientosmenores de un año, y persistiésemos en el uso de las tasas correspondientes. En esta situaciónclaramente estaríamos distorsionando el valor de las mismas.

Así, la constatación de la muerte de un niño menor de un año, debida a una malforma­ción, a todas luces ajena al desarrollo sanitario y cultural de la población, pero referenciadoa un total de tres nacimientos en ese año en una pequeña localidad de ISO habitantes, adju­dicaría a esa localidad una tasa de mortalidad superior al 330 por mil, de una gravedadsemejante o incluso superior a la registrada en los países más subdesarrollados del planeta.

Por otro lado, las migraciones son un hecho difícil de constatar por la falta decumplimentación estadística de las bajas padronales por parte de los que emigran de dondeparten y de las altas padronales a donde inmigran. De ahí que normalmente se proceda alcálculo de] saldo migratorio, derivado de la comparación entre el crecimiento real entre doscensos consecutivos y el crecimiento vegetativo calculado a partir de los datos recogidos enlos registros civil y parroquial de la localidad. Se hace evidente también de esta forma ladificultad, como en el caso dc las tasas precedentes, de su cálculo, pues sólo a escala provinciallos censos, el Anuario Estadístico, y Jos informes anuales sobre la emigración al exterior hacenreferencia a esta información.

Evidentemente la información cualitativa de la emigración, relativa a las causas de lamisma, las características socio-culturales y económicas de los emigrantes, el lugar de destinoy las posibilidades de regreso cara al futuro para estas pequeñas localidades, sólo puedenconseguirse a través de la encuesta directa en cada uno de Jos núcleos sujetos a emigración.

Los aspectos estructurales o cualitativos de una población, sus características demográ­ficas, son los que manifiestan, junto al volumen total de la población, el verdadero significadode dicho potencial humano, cara a una hipotética reorientación económica basada en lasinversiones estatales o privadas, y como causa y efecto de otros comportamientos demográ­ficos, tales como la emigración o inmigración, e incluso de las estructuras territoriales.

Los aspectos cualitativos de una población nos dan a conocer a los habitantes de unapoblación como sujetos concretos, con un conjunto de necesidades, en lo relativo de equipa­mientos e infraestructura, y prestaciones sociales y culturales de toda índole.

257

Los datos relacionados con la estructura biológica de la población (edad y sexo), el nivelde instrucción, el estado civil de la población y la relación con la actividad aparecensuficientemente desagregados y detallados a escala municipal en los censos y padrones.

Sin embargo, en el mundo rural las tasas de actividad encubren el trabajo de una manode obra subemplcada, mientras que de forma paralela las cifras de paro en las áreas ruralesenmascaran a su vez situaciones de subempleo y paro encubierto.

Pura observar esta posible eventualidad y el subempleo latente en la agricultura, puede,como así hicimos nosotros, compararse el número absoluto de agricultores censados y lasunidades de trabajo anual (UTA=270 jornales) reflejadas en el Censo Agrario.

También, el mantenimiento por parte de un alto porcentaje de la población de diversasocupaciones productivas, pertenecientes a diversas ramas de actividad, derivada de la nece­salia complementación de la producción agrada para conseguir unos niveles de renta relati­vamente óptimos, junto a la diversidad de criterios que dificulta la homogénea adscripciónde cada uno de los individuos a las citadas ramas de actividad, puede inducimos a error, def01111<1 que en el mundo rural hay que hacer una lectura complementaria a la del censo-padrónde población para conocer cl sector en que se engloba la actividad principal de cada uno desus habitantes, utilizando los datos del censo agrario.

Desde el conocimiento de la estructura y la movilidad demográficas de las pequeñaspoblaciones rurales de montaña. es necesario, con objeto de definir las acciones a seguirdentro de la planificación del territorio, conocer la situación futura de las mismas, y tal análisisnecesita de la realización de una proyección demográfica.

Se trataría de una perspectiva a pequeña escala, en la que intentamos prever el mante­nimiento o no de los comportamientos registrados en los últimos veinticinco años, dominadospor una fuerte emigración. Aunque sabemos que la evolución de los efectivos de una pobla­ción es complicada de predecir, al depender de una balanza de salidas y entradas (registradasen nuestras localidades, aunque sin una gran significación por el momento, entre los datos de1981 y 1986, Yderivada de la vuelta al núcleo de origen por parte de un leve porcentaje delos emigrantes una vez alcanzada la jubilación), que si bien pueden ser previsibles con unerror aceptable, también es cierto que pueden estar sujetas a grandes cambios en estas áreascaracterizadas precisamente por la falta de estabilidad de sus habitantes, fundamentada en elescaso volumen de una población acostumbrada a emigrar.

Es aceptado que el punto de partida sean los datos referidos al último censo, y el periodoa cubrir mediante la proyección, al tratarse de una perspectiva previsional sobre pequeñaspoblaciones, consideramos que no debía superar los cinco años.

La fragilidad de dichas comunidades, en las que cualquier incidencia por pequeña quepueda considerarse, y que afecte a un escaso volumen de población, motiva una radicaltransformación a nivel de su registro estadístico mediante los distintos índices y tasas demo­gráficas, nos obliga a ello.

A consecuencia de la baja natalidad registrada y del escaso volumen de mujeres en edadde procrear. consideramos oportuno, Iras la elección Como hipótesis de trabajo para la reali­zación de dicha proyección, del mantenimiento constante de las tasas de natalidad, mortalidady migración registradas en los Últimos cinco años, utilizar la tasa de fecundidad ecncral mediade dichos años para el cálculo del grupo ele edad de Oa 4 años. sin desg]üsarl<:~en grupos deedad para el cálculo del número denacimientos. Si no lo hiciésemos asilas ridícllla~ tasas defecundidad por edad resultantes, o inexistentes en ciertos intervalos de edad se convertiríanen datos en modo alguno representativos del comportamiento reproductivo de dichas pobla­ciones, y que por otro lado arrojarían conclusiones equivalentes, con un mayor esfuerzo decálculo.

A pesar de las variables analizadas para estudiar la realidad existente, no se debe ignorarla incógnita que representa el futuro de dichas poblaciones en la actualidad, caracterizadaspor un escaso dinamismo, cuya marginalidad está sujeta, ya no a los recursos autóctonos, en

25X

, de desaparecer sino a las poco claras y definitorias decisiones políticas medioambientalesvras , 1 arel ely asistenciales, de aplicación unas en nuestra Comun!dad Autónoma y ~tTas en a tot 1 adel país. Entre éstas,. el Proyecto de Ley de la A~cu1tura de. !'I10.ntana, el Pl~n ForestalAndaluz y las subvenciones previstas por la Normativa Comunitaria sobre Agricultura deMontaña, pero que en su conjunto mostraron una débil ca~acidad trans.formadora.

De esta forma, aunque la falta de estabilidad de dichas poblaciones e~ constatable,realmente no asistiremos a reajustes y transformaciones de las pautas demograficas de des­población y envejecimiento registradas en su seno, si no se ~c?meten me~i?as integradas.enuna seria ordenación de su tenitorio. De hecho aunque no existiese una política de ordenaciónque evitase tales desajustes, es necesaria una pl~ifi~ación que proporcione a sus es~asos yviejos habitantes aquellos equipamientos impr~scmdlb1~spar~,que, aunque no sea P?slble unaumento de las rentas, permitan a los que no tienen mas operen que quedarse, precisamentepor la precariedad de las mismas, mantener una vida digna.

Bibliografía

GÓMEZOREA, D. (1985) El Espacio rural en la ordenación del territorio, Instituto de Estudios Agrarios,

Pesqueros y Alimentarios,Madrid, 539 págs.

HENR'(, L. (1971) Perspectivas Demográficas, Vicens-Vives,Barcelona, 139págs.

JUNG,J. (1972) La ordenación del espacio rural, Instituto de Estudios de Administración Local, 1972,

439 págs.

NAVARRO RODRÍGUEZ, S. (1990) limera de Ubar y Atajate. Estudio Geográfico, Memoria de Licencia­

tura Inédita, Málaga, 236 págs.

VVAA (i981) Análisis Territorial. Estudio y Valoración de los Efectivos Demográficos, CEüTMA,

Madrid, 291 ,págs.

EL ANÁLISIS DEMOGRÁFICO EN LOS PLANES GENERALESDE ORDENACIÓN URBANA DE CÓRDOBA (1958-1986)

INÉS MARíA PÉREZGÁLVEZFacultádde FiJosofia y Letras (Áreasde Geografia), Universidad de Córdoba

La presente comunicación pretende poner de relieve la diferente apreciación y valora­ción que la práctica del planeamiento urbanístico ha manifestado hacia los estudios demo­gráficos; para ello, mostraremos la distinta incidencia que éstos han tenido en los dos planesgenerales de ordenación urbana redactados para la ciudad de Córdoba.

El primer Plan General de 1958, cuyo artífice exclusivo fue el arquitecto D. José RebolloDicenta, se limita a proporcionar cifras absolutas de población como justificación de lapolítica urbanística proyectarla. Frente a él, el Plan General de 1986 está precedido de unaserie de trabajos de información, análisis y diagnóstico, donde convergen. técnicos y profe­sionales de diversas disciplinas. Concretamente, se realiza un exhaustivo Estudio demográ­fico' que, bajo la coordinación de dos geógrafos, analiza el periodo comprendido entre1960-1981.

Los contenidos demográficos del Plan General de 1958

El Plan General del 58 no incorpora a su documentación un estudio demográfico espe­cífico; el componente poblacional es meramente indicativo, restringiéndose a la simple rela­ción cuantitativa de efectivos demográficos -sin tan siquiera desglosarlos por sectoresurbanos- y a las previsiones de futuro. Sin embargo, paradójicamente, es el argumentodemográfico el que más amplio desarrollo tiene en la exposición de motivos que justifica laelaboración del primer Plan de Ordenación para la ciudad de Córdoba.

Efectivamente, son causas de índole demográfica las que coadyuvan a explicar la nece­sidad de este instrumento de planeamiento:

a) Ajuicio del artífice del plan, la ciudad de Córdoba juega un papel fundamental en lageografía nacional y andaluza. Por las características que la definen a mediados de la décadade los cincuenta, Córdoba es prototipo de un grupo muy numeroso de ciudades españolas detamaño medio. Esta atribuida «ejemplaridad» y su condición paradigmática devienen de dossingularidades a las que son comunes buena parte de las restantes ciudades del país: unvolumen poblacional considerable, próximo a los 200.000 habitantes, y la existencia de unrecinto histórico antológico, tanto en extensión -más de 200 hectáreas-, como en contenidomorfológico y funcional, ya que continua alojando a la gran mayoría de cordobeses. El PadrónMunicipal correspondiente al año 1955 arroja una cifra superior a 77.000 residentes en elinterior de la ciudad histórica, de ahí que uno de los objetivos prioritarios de este primer plansea descongestionar este espacio urbano, favoreciendo el desplazamiento de la poblaciónhacia la periferia que, a partir de ahora, comenzará a configurarse.

?lil

De acuerdo con lo expuesto, el plan alberga la «ilusión» de convertirse en norte para elplaneamiento de aquellas ciudades en las que fuese posible extrapolar la situación cordobesaaludida; es por ello por lo que llega a afirmarse; «consideramos a Córdoba incluida en ungrupo de ciudades españolas muy definidas: ciudades cargadas de historia y a la vez con uncrecimiento demográfico y económico, que, bien impulsado y dirigido, puede ser base de unbrillante desarrollo urbano (u.) al hablar de Córdoba, pretendemos, en cierto modo, hacerlotambién de todas las ciudades de sus mismas características y problemas» (Rebollo Dicenta,1.,1958, inédito, f. 1-2).

b) A esta ambiciosa motivación hay que sumar una segunda, de corte más práctico ylocal, provocada por el importante cambio que la ciudad está experimentando en sus conduc­tas demográficas a mediados de los cincuenta.

En el año 1900 Córdoba disfrutaba de un total de 58.275 habitantes, una modestapoblación que, en sus pautas demográficas, no traslucía su condición de capital; este exiguovolumen poblacional no había obligado a ampliar el perímetro de la ciudad ni había creadoproblemas urbanos excesivamente graves. La ciudad «casi continuaba dentro del antiguorecinto amurallado, son muy pocos los barrios desarrollados al exterior; y muy poco impor­tantes» (Rebollo Dicenta, J., 1958, inédito, f. 9).

A partir de 1920 se inicia el ascenso demográfico, a un ritmo constante y sin precedentes,que va a determinar el fin del «enclaustramiento» que venía sosteniendo el espacio urbanocordobés -c-es en este momento cuando el componente demográfico adquiere un lugar rele­vante en el discurso contenido por el plan y es empleado con énfasis para argumentar lanecesidad de recurrir a este instrumento de planeamiento-. En una primera fase del despeguedemográfico, el aumento registrado urge a la preparación de proyectos de reforma interior y

Cuadro 1EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DELA CAPITAL CORDOBESA EN EL PERIODO 1900-1956

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ensanche; en una segunda etapa, la dinámica se verá acelerada por el éxodo rural, y serápreciso dar respuesta a las necesidades y problemas urbanísticos mediante un planeamientode carácter diferente. Estos hitos temporales tienen su reflejo espacial en una expansión dela ciudad sin que; a priori, se disponga de un planeamiento ordenado; ello, a su vez, desen­cadena una serie de procesos novedosos:

a) La parcelación de terrenos de labor o huerta y su conversión en solares por voluntadde los propietarios.

b) Nacimiento de barrios carentes de servicios y calidad mínimos.c) La proliferación de-suburbios construidos sin licencia.Todo ello puede resumirse en un desequilibrio notorio entre el crecimiento demográfico

y el urbano. La ciudad ha sido rebasada y en estas circunstancias se llega a la década de1940-1950.En esta década la capital participa del crecimiento general y de la emigración delcampo a la ciudad, elevándose su crecimiento demográfico a un ritmo muy superior al delresto de la provincia.

Estudiando la curva de crecimiento expresada en el Cuadro 1,el plan prevé para el año2000 que la ciudad aloje a unos 350.000 habitantes, base bajo la cual se desenvolverá elplaneamiento. Desde el año 1940 se asiste a uf!- aumento medio anual de población superiora los 2.000 habitantes y, en vista de la dinámica seguida, se pronostica un aumento anualmedio de 2.700 habitantes para los próximos años.

De sobra queda, por tanto, justificada la exigencia de disponer de un plan que aborde elconjunto de la ciudad. Ahora bien, pese a que este aumento demográfico parece explicar elcrecimiento espacial de la ciudad que va a iniciarse, «ayudado también por el déficit deviviendas que existía como consecuencia del excedente demográfico de principios de siglo»(López Ontiveros, A., 1973, pág. 187), queremos dejar constancia de que este hecho noimplica la saturación espacial de Córdoba. Es decir, la expansión periférica no puede serexclusivamente entendida a partir de la sobreocupación y agotamiento del suelo en la ciudadpreexistente; prueba de lo indicado 10 constituye la existencia de solares, huertos y jardinesprivados, pertenecientes a conventos o particulares, que aún en los años 60 se localizaban enel casco histórico cordobés.

En cualquier caso, este es el breve comentario del que es objeto la cuestión demográficay demuestra que aún el plancamiento no es consciente de que los procesos de urbanizaciónestán directamente relacionados con los fenómenos demográficos y que éstos condicionan, asu vez, las necesidades de vivienda y su potencial demanda.

Fuente: Plande Ordenación Urbana de Córdoba y supuesta enpráctica,1958.

1900191019201930194019501956

58.27566.83173.710

103.105143.276165.403185.562

100114'68126'48176'92245'86283'83

___--"'318'42

El estudio demográfico para el Plan General de 1986 y sus implicaciones urba­nísticas

En los años inmediatos a la redacción del Plan hoy vigente se lleva a cabo un enjundiosoestudio sobre la dinámica demográfica que ha seguido Córdoba entre 1960-1981; ahora, elplan del 86 sí que se hace eco de la realidad urbanística inferida de las circunstancias demo­gráficas. En el nuevo plan, el análisis demográfico se vislumbra corno un instrumento fun­damental en la planificación de la ciudad; se pone en evidencia el imprescindibleconocimiento de la dinámica demográfica para comprender cómo se ha ido configurandoCórdoba en los últimos 25 años y corregir futuros desarrollos urbanísticos desordenados.

El estudio aludido consulta un amplio abanico de fuentes: censos, padrones municipales,Registro Municipal de altas y bajas, publicaciones anuales del Instituto Nacional de Estadís­tica sobre el movimiento natural de población y encuestas de población activa del mismoinstituto.

Desde el punto de vista metodológico, el equipo de investigación opta por el empleo dela dinámica de sistemas, al objeto de simular el crecimiento poblacional del municipio de

262

Córdoba y contemplar las distintas alternativa posibles de evolución de las variables demo­gráficas y de la actividad de la población. Con este método se pretende confeccionar un elencode posibles situaciones dadas, para, de este modo, acotar el crecimiento poblacional delmunicipio de Córdoba y el número de personas integradas o intentando integrarse en laactividad económica.

El estudio en sí persigue un triple objetivo: Ofrecer una visión sobre la localización delos vecinos cordobeses; detectar la intensidad del uso residencial de los espacios urbanos yexaminar el cambio de uso practicado en los últimos cinco años (1975-1981). El soporteespacial de esta investigación lo constituye una división del municipio en 33 áreas, que nocorresponden, a juicio de algunos autores",a una delimitación correcta en unidades de vecin­dad, pues «un acercamiento pausado a tales áreas demuestra que varias responden a denomi­naciones que raramente se aplican en la realidad» (Mulero Mendigorri, A., 1988, pág. 115).

La información demográfica obtenida a partir de las fuentes, y una vez tratada enprofundidad, se desglosa en los siguientes contenidos:

a) Evolución de la distribución espacial de la población cordobesa, con especial atenciónhacia los cambios en las pautas de localización y detección de zonas de preferencia y derechazo en las opciones locacionales de los cordobeses. Metodológicamente se efectúa unacercamiento en profundidad temporal por distritos (1960-1981) Y una aproximación poráreas para ver el proceso en los últimos cinco años.

b) Evolución de la estructura demográfica de la población por ámbitos diferenciados, esdecir, concretando cuáles son las características poblacionales según sexo, edad y estado civilde la gente que habita en cada una de esas unidades.

e) Establecimiento de las características familiares de los habitantes y del tamaño delnúcleo familiar, de acuerdo con la ubicación que presentan en el espacio cordobés y segúncondición socio-económica.

d) Distribución ele la población por sexos, atendiendo a sus rasgos más notorios y quepuedan influir de manera más destacada en la demanda de servicios de cada poblaciónconcreta.

e) Análisis del movimiento natural de la población por zonas individualizadas -c-tasasde natalidad y mortalidad-c-.

f) Investigación sobre los movimientos migratorios intraurbanos al objeto de detectarqué áreas atraen población y en qué grado y, recíprocamente, qué zonas expulsan poblacióny en qué medida.

A partir elelos resultados de la totalidad del.estudio se extraen una serie de consecuenciasa nivel urbanístico sobre las que el Plan de 1986 se detiene y reflexiona con ánimo deotorgarles el tratamiento óptimo.

En primer lugar, tras el crecimiento tentacular acaecido en la década de los 50, losúltimos años muestran una expansión urbana cn mancha de aceite, con una segregaciónespacial de los diversos grupos sociales mas marcada que la existente con anterioridad. Elanálisis dcrnognifico corrobora que la población cordobesa se ha repartido conforme a susniveles socio-económicos, de manera que su distribución obedece a un modelo altamentesegregativo. Este tipo de poblamiento ha conducido a la marginación social y espacial de losgrupos menos favorecidos que, al buscar alojamiento en los lugares menos cotizados de laciudad, se han visto reducidos en barrios dependientes y mal equipados, sujetos a lamentablescondiciones de degradación y faltos de las mínimas condiciones de calidad de vida.

Por otro lado, se constata que el crecimiento cordobés de los últimos decenios se harealizado rehuyendo el centro, que, desde comienzos de los años 80, es víctima de un alar­mante vaciamiento poblacional y de un progresivo envejecimiento", ante la escasa renovaciónde los efectivos demográficos.

En relación con las clases medias y altas, se comprueba que éstas son proclives a losasentamientos ubicados en las faldas de la Siena, en tomo al centro, y zonas lindantes con el

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centro por poniente, predominando, en' ellas, las familias maduras, --quizá por la limitacióneconómica que para la gente más joven imponen los altos costos que aquí reviste el suelo--.

También se verifica que el dinamismo demográfico de cada área está en función estrictadel tiempo que media con su ocupación. De ahí que las barriadas que advirtieron una expan­sión durante los años cincuenta pasen ahora por uno de sus momentos más deprimidos, al serobjeto de abandono por los jóvenes y no resultar atractivas para las nuevas familias; porcontra, la mayoría de los espacios que fueron ocupados entre la década de los sesenta yprincipios de los setenta, presentan hoy un comportamiento caracterizado por el desarrollocontinuado de los colectivos de jóvenes y niños -c-aunqne, en general, sólo cabe esperar uncrecimiento espectacular de la población en las futuras áreas de expansión-o

Conclusiones

A tenor de todo lo establecido, el Plan del 86 propone una serie de determinaciones queson producto, en buena medida, de las consideraciones demográficas concluidas y que difie­ren de las propuestas contempladas por el Plan General de 1958.

Efectivamente, en su declaración de intenciones, el Plan del 86 revela claras divergenciascon respecto a 10que estipulaba el Plan del 58. De una parte, reconoce que las previsionesdemográficas -c-el estudio demográfico arrojaba unos resultados extremos para la poblacióntotal ti. fines de 1994 de 349.000 y 375.000 habitantes- han de aceptarse sólo con carácterorientativo y que, con cierta independencia del crecimiento poblacional real, es factible adop­tar políticas restrictivas respecto a la incorporación de nuevo suelo urbano, pues «no todocrecimiento es deseable y debe tenderse a rechazar todo incremento demográfico que no lleveaparejado un aumento real de la oferta de empleo en el núcleo urbano» (Ayuntamiento deCórdoba, 1986, pág. 18). Es decir, a diferencia elel Plan dcl58, una dinámica demográfica alalza no es garantía de desarrollo y estabilidad económica, como tampoco lo es de un «bri­Ilante» progreso urbanístico.

Sin embargo, esta actitud ----contraria a ampliar la extensión del suelo urbano sin más­entiende que es conveniente disponerde ciertos recursos con los que hacer frente a un eventualexceso demográfico; y, precisamente, el ámbito que puede acoger ese posible incrementopobJacional es el correspondiente al casco histórico -recuérdese que el Plan de 1958 con­templaba entre sus previsibles logros la descongestión de este ámbito-c-. De ahí que el Planvigente se muestre partidario de fomentar iniciativas tendentes a su recuperación y rehabili­tación, pues también es éste un mecanismo oportuno para devolverle parte de la poblaciónperdida, de base popular y asentada en la periferia, y poner freno al despoblamiento que vienesufriendo.

Por último, el Plan General de 1986 es consciente de la urgente necesidad de poner enmarcha políticas urbanas orientadas a paliar las consecuencias segregativas de la diferenciade renta. Ello supone reservar espacios de calidad, donde construir viviendas de ProtecciónOficial, para ofertar a los grupos vecinales de bajo nivel de renta, así como reequipar y mejoraráreas degradadas - procurando mantener a sus pobladores y evitando la injerencia de fenó­menos de aristocratización-.

Notas

1 Los resultados de dicho estudio fueron sintetizados en las publicaciones Gonzélez Portal, M.1. ySánchez López, A. (1982) «Evolución reciente de la población cordobesa (1960-1981)>>, Axerquía, 5,págs. 9-36. Sánchez López, A. y Gonzalez Portal, M.1. (1982) «Evolución de la estructura demográficadel municipio de Córdoba entre 1960 y 1981», Axerouía. 5, págs. 109-144. .

, .,

2Varioshan sido los estudiosdemográficossobre Córdoba que han descendidoal análisis de las distintasunidades espaciales que articulan la ciudad. Sin embargo, los criterios de delimitación de las mismashan sido tan dispares que, a esta escala, resulta difícil establecer comparaciones entre los mismos, eincluso utilizarlos en investigaciones posteriores.

3 Consültese Mulero Mendigorri,A. (1989) «La vejez demográfica en el municipio de Córdoba. Apro­ximación tipológica», 11 Jornadas sobre Población Española. págs. 305-314.

Bibliografía

ÁREA DE URBANISMO DELAYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1988) «Evolucióny distribuciónde la poblaciónde Córdoba (1960-1986)>>, Boletín Geográfico Municipal, 1, 21 págs.

ÁREA DE URBANISMO DEL AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1989) «Estructura demográfica de la ciudadde Córdoba», Boletín Geográfico Municipal, 2, 29 págs.

AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1986) Plan General de Ordenación Urbana de 1986, Inédito, 694 págs.

GON7.ÁLí:Z PORTAL, M.l. y SÁNCI-IEZ LóPEZ, A. (1982) «Evolución reciente de la población cordobesa(1960-1981)>>, Ax:erquía, S, págs. 9-36.

Lórrz ONTlVEROS. A. (1973, 1" Ed.) Evolución urbana de Córdoba y de los pueblos campiñeses,Diputación Provincial de Córdoba.

MULERO MENDlGORRI, A. (1988) «Las divisiones territoriales en la ciudad de Córdoba», Revista deEstudios Andaluces, 11,págs. 109-136

MULERO MENDlGORRJ. A. (1989) «La vejez demográfica en el municipio de Córdoba. Aproximacióntipológica», ll Jomadas sobre Población Española. págs. 305-314.

MULERO MENDlGORRl, A. (1991) La población de Córdoba y sus barrios. Estructura y distribuciónrecientes, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, 192 págs.

REBOLLO DICENTA. J. (1958) EL Plan de Ordenación Urbana)' Sil puesta en práctica, Inédito.

SÁNCHEZ LÓPEZ. A. y GONZÁLEZ PORTAL, M.l. (1982) «Evolución de la estructura demográfica delmunicipio eleCórdoba entre 1960 y 198h, Axerquia. 5, págs. J09-144.

EL ANÁLISIS DE LA CENTRALIDAD COMO ELEMENTODE LA PLANIF1CACIÓN MUNICIPAL

MATIAS MÉRIDA RODRÍGUEZ

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

La comunicación que presentamos forma parte de un estudio encargado a la Universidadde Málaga sobre idoneidad de los usos del suelo en el municipio de Vélez-Málaga (Málaga),a raíz de la presentación por parte de un gmpo local de un expediente de segregación parauno de los núcleos que lo conforman, Tone del Mar. Con estas notas pretendemos aportaruna experiencia de trabajo en el campo del análisis de la centralidad enfocado hacia laplanificación municipal, concretamente a la compleja temática de las segregaciones de enti­dades de población intramunicipales.

Descripción del área de estudio

La red de asentamientos del municipio de Vélez-Málaga se constituye en base a unaserie de núcleos de población dispuestos de acuerdo a dos ejes estructurantes perpendiculares,la línea de costa y el valle del río Vélez: Almayate Alto, Almayate Bajo, Benajarafe, Cajiz,Caleta de Vélez, Chilches, Lagos, Tone del Mar, Trapiche, Triana y Vélez-Málaga (Mapa 1).Por otra parte, aunque quede al margen de este estudio, es conveniente señalar la existenciade un significativo hábitat disperso, más relevante por su incidencia espacial que por surepercusión demográfica.

De esta serie de núcleos, los más importantes desde todos los órdenes, incluido eldemográfico, son la cabecera municipal, Vélez-Málaga, situada en el interior del términomunicipal, y el pujante enclave costero de TOlTe del Mar, con un desarrollo turístico muyimportante. Ambos núcleos reúnen el 79,9 por ciento de la población del término municipal,54.234 habitantes en 1990, fecha de los últimos datos disponibles en el momento de realiza­ción del informe. La distribución pormenorizada de este volumen de población que se recogeen cl Cuadro I:

Medidas de centralidad y dispersión

El análisis comenzó con la fijación de los centros de gravedad del municipio, tanto de losasentamientos como de la población. El primero de ellos, teniendo en cuenta el número de núcleosseleccionados y su localización, se situó en el punto que se refleja en el Mapa I. Para su obtenciónse utilizaron las coordenadas UTM, escogiendo para ello el lugar central de cada asentamiento,y calculando la media aritmética para cada eje de coordenadas (Cuadro 1I).

El mismo procedimiento se utilizó para la elaboración del centro de gravedad de lapoblación, multiplicando para ello cada coordenada UTM por el volumen de población de

, .,

2Varioshan sido los estudiosdemográficossobre Córdoba que han descendidoal análisis de las distintasunidades espaciales que articulan la ciudad. Sin embargo, los criterios de delimitación de las mismashan sido tan dispares que, a esta escala, resulta difícil establecer comparaciones entre los mismos, eincluso utilizarlos en investigaciones posteriores.

3 Consültese Mulero Mendigorri,A. (1989) «La vejez demográfica en el municipio de Córdoba. Apro­ximación tipológica», 11 Jornadas sobre Población Española. págs. 305-314.

Bibliografía

ÁREA DE URBANISMO DELAYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1988) «Evolucióny distribuciónde la poblaciónde Córdoba (1960-1986)>>, Boletín Geográfico Municipal, 1, 21 págs.

ÁREA DE URBANISMO DEL AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1989) «Estructura demográfica de la ciudadde Córdoba», Boletín Geográfico Municipal, 2, 29 págs.

AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA (1986) Plan General de Ordenación Urbana de 1986, Inédito, 694 págs.

GON7.ÁLí:Z PORTAL, M.l. y SÁNCI-IEZ LóPEZ, A. (1982) «Evolución reciente de la población cordobesa(1960-1981)>>, Ax:erquía, S, págs. 9-36.

Lórrz ONTlVEROS. A. (1973, 1" Ed.) Evolución urbana de Córdoba y de los pueblos campiñeses,Diputación Provincial de Córdoba.

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MULERO MENDlGORRJ. A. (1989) «La vejez demográfica en el municipio de Córdoba. Aproximacióntipológica», ll Jomadas sobre Población Española. págs. 305-314.

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SÁNCHEZ LÓPEZ. A. y GONZÁLEZ PORTAL, M.l. (1982) «Evolución de la estructura demográfica delmunicipio eleCórdoba entre 1960 y 198h, Axerquia. 5, págs. J09-144.

EL ANÁLISIS DE LA CENTRALIDAD COMO ELEMENTODE LA PLANIF1CACIÓN MUNICIPAL

MATIAS MÉRIDA RODRÍGUEZ

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

La comunicación que presentamos forma parte de un estudio encargado a la Universidadde Málaga sobre idoneidad de los usos del suelo en el municipio de Vélez-Málaga (Málaga),a raíz de la presentación por parte de un gmpo local de un expediente de segregación parauno de los núcleos que lo conforman, Tone del Mar. Con estas notas pretendemos aportaruna experiencia de trabajo en el campo del análisis de la centralidad enfocado hacia laplanificación municipal, concretamente a la compleja temática de las segregaciones de enti­dades de población intramunicipales.

Descripción del área de estudio

La red de asentamientos del municipio de Vélez-Málaga se constituye en base a unaserie de núcleos de población dispuestos de acuerdo a dos ejes estructurantes perpendiculares,la línea de costa y el valle del río Vélez: Almayate Alto, Almayate Bajo, Benajarafe, Cajiz,Caleta de Vélez, Chilches, Lagos, Tone del Mar, Trapiche, Triana y Vélez-Málaga (Mapa 1).Por otra parte, aunque quede al margen de este estudio, es conveniente señalar la existenciade un significativo hábitat disperso, más relevante por su incidencia espacial que por surepercusión demográfica.

De esta serie de núcleos, los más importantes desde todos los órdenes, incluido eldemográfico, son la cabecera municipal, Vélez-Málaga, situada en el interior del términomunicipal, y el pujante enclave costero de TOlTe del Mar, con un desarrollo turístico muyimportante. Ambos núcleos reúnen el 79,9 por ciento de la población del término municipal,54.234 habitantes en 1990, fecha de los últimos datos disponibles en el momento de realiza­ción del informe. La distribución pormenorizada de este volumen de población que se recogeen cl Cuadro I:

Medidas de centralidad y dispersión

El análisis comenzó con la fijación de los centros de gravedad del municipio, tanto de losasentamientos como de la población. El primero de ellos, teniendo en cuenta el número de núcleosseleccionados y su localización, se situó en el punto que se refleja en el Mapa I. Para su obtenciónse utilizaron las coordenadas UTM, escogiendo para ello el lugar central de cada asentamiento,y calculando la media aritmética para cada eje de coordenadas (Cuadro 1I).

El mismo procedimiento se utilizó para la elaboración del centro de gravedad de lapoblación, multiplicando para ello cada coordenada UTM por el volumen de población de

cada asentamiento seleccionado (Cuadro III). La suma de los productos resultantes se dividepor el volumen total de población, proporcionando de este modo las coordenadas del centrode gravedad. Los datos procedían de la revisión del Padrón Municipal de Habitantes de 1990,fuente más reciente en la época de realización del estudio.

La localización del punto resultante difiere claramente de la del centro de gravedad delos asentamientos, situándose en la vertical de los dos núcleos de población mas importantes,Tone del Mar y Vélez-Málaga (Mapa 1).

Junto a estas medidas de tendencia central, se utilizó como medida de dispersión el radiodinámico. Calculado mediante la fórmula siguiente:

r ~ (..Jwd'/w)

d = distancia al centre de gravedad ponderado; w = factor de ponderaciónMapa 1

RED DE ASENTAMIENTOS, MEDIAS DE CENTRALIDAD y DISPERSIÓN

Fuente Servicio Geográfico del Ejército. Mapa topográfico 1:50.000

JO km.I

o Centro de gravedad asentamientos

• Asentamientos

El Centro de gravedad población

/-\,J Radio dinámico

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Medilerr{¡ I1CIJ

• Cajíz

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(Torre del Caleta

Alrnayatc Alto. \, M;~ -//'~~-L~.,,1 /Chilches Almayate Bajo. -_\ .-.•

Benajarafc

N

~Evolución reciente de la centralidad

Un tema importante en el análisis de esta materia lo constituye el grado de dinamismoque registran los núcleos que nos encontramos analizando. Independientemente de su situa­ción actual, es interesante comprobar el tipo de dinámica (regresiva o positiva) que experi­mentan estos núcleos. Aspecto representativo para verificar esta dinámica socioeconómica esel dinamismo demográfico. Por tanto, e independientemente del análisis detallado de laevolución demográfica, aspecto incluido en otro apartado del mismo informe, tomamos laevolución reciente de la población para establecer el desarrollo del centro de gravedad de lapoblación en épocas muy recientes, concretamente para los años 1981, 1986 (Cuadros IV yV) Yel último considerado, 1990 (Cuadro lll).

Los resultados se reflejan en el Mapa Il. Como podemos apreciar en su evolución, elcentro de gravedad de la población muestra una marcada tendencia a establecerse de un modoprogresivo sobre la vertical Vélez-Málaga-Torre del Mar, y a dirigirse hacia el sur de dichavertical, en dirección a la línea de costa, reflejando así la mayor pujanza demográfica, entérminos relativos, de los núcleos costeros. Concretamente, en la década de los ochenta se hadesplazado 473 metros al este y 286 metros al sur.

Más exactamente, esta tendencia nos expresa una menor dependencia demográfica delmunicipio respecto a su núcleo principal. No obstante, el volumen de población de éste últimosigue determinando la posición cercana del centro de gravedad ele la población.

Hemos contrastado la línea definida por este análisis evolutivo con datos más recientes,correspondientes al Nomenclátor Provisional de Entidades y NÚcleos de Población de 199J.Como podemos observar en el Cuadro VI, la tendencia se acentúa, desplazándose el centrode gravedad de la población en la dirección antes descrita: hacia el este, sobre el eje Vélez­Málaga-Tone del Mar, y hacia el sur, aproximándose al centro de dicho eje.

Su resultado nos habla de la existencia de un área de influencia a partir del centro de gravedadde la población que incluye la zona existente entre los enclaves de VéJez-Málaga y Tone delMar. Esta área de influencia se estructura como una circunferencia de 3,7726 kilómetros deradio y cuyo centro es el centro de gravedad de la población (Mapa I).

Conclusiones

El centro de gravedad de la población tiene una particular importancia desde el prismadel planeamiento: su localización traerá consigo, en un proceso de planificación territorial

Cuadro!DIS1RIBUOON DE LA POBLAOÓN POR ENTIDADES

Fuentes: Censo y Padrón Municipal de habitantes, Servicio Geográfico del Ejército.Mapa topográfico !:50.000

Mapa IIEVOLUCiÓN RECIENTE DEL-CENTRO DE GRAVEDAD DE LA POBLACIÓN

%

55.324.64.03.82.92.01.51.41.41.31.3

y

4067.04066.14064.24069.04067.74065.54067.34066.94074.44075.64071.64068.6

30001133752190209016221095822811790727711

Población

Vélez MálagaTorredel MarCaleta de VélezAlmayate BajoBenajarafeTrianaAlmayate AltoTrapicheChilchesLagosCajiz

Entidad

XAlmayateA"O/t-o------::39=-6.8:-------

Almayate Bajo 399.3Benajarafe 393.0Cajiz 394.1Caletade Velez 405.3Chilches 390.8Lagos 408.9Torredel Mar 402.3Trapiche 399.9Triana 396.2Velez Málaga 401.6Centrode gravedad 398.9

Cuadro IICENTRO DE GRAVEDAD DE LOS ASENTAMIENTOS

Fuente: Revisión Padrón Municipal Habitantes. 1990

lO km.1

51

• Asentamientos

o Centro de gravedad

1986 Fecha centro de gravedad

o!

Mediterráneo

~\~ J • Trapiche

%.\< vélcz Málaga"" .1981 \1'i:l 1986

'¡ 1990

,Torre del Mar

\ .Almayate Bajo.

.Cajíz

Almayatc Alto e

Be~ajaratc

Fuente:Mapa Militar de España. E:::: 1:5()(X)()

Cuadro III Cuadro V

CENTRO DE GRAVEDAD DE LA POBLACIÓN EN 1990 CENTRO DE GRAVEDAO DE LA POBLACIÓN EN 1986

.W X XW y YW W X XW y YW

AlmayateAlto 822 396.8 326169.6 4067.0 3343156.2 Almayate Alto 776 396.8 307916.8 4067.0 3155992.6

AlmayateBajo 2090 399.3 834537.0 4066.1 8498149.0 Almayate Bajo 2138 399.3 853703.4 4066.1 8693321.8

Benajarafe 1622 393.0 637446.0 4064.2 6592132.4 Benajarafe 1350 393.0 530550.0 4064.2 5486670.0

Cajiz 711 394.1 280205.1 4069.0 2893059.0 Cajiz 647 394.1 254982.7 4069.0 2632643.0

Caletade Velez 2190 405.3 887607.0 4067.7 8908263.0 Caletade Vejez 1729 405.3 700763.7 4067.7 7033053.3

Chilches 790 390.8 308732.0 4065.5 3211745.0 Chilches 574 390.8 224319.2 4065.5 2333597.0

Lagos 727 408.9 297270.3 4067.3 2956927.1 Lagos 714 408.9 291954.6 4067.3 2904052.2

TOIre delMar 13375 402.3 5380762.5 4066.9 54394787.5 Torre delMar 10185 402.3 40974255 4066.9 41421376.5

Trapiche 811 399.9 324318.9 4074.4 3304338.4 Trapiche 811 399.9 336315.9 4074.4 3426570.4

Triana 1095 396.2 433839.0 4075.6 4462782.0 Triana 979 396.2 387879.8 4075.6 3990012.4

Vélez Málaga 30001 401.6 12048401.6 4071.6 122152071.6 VelezMálaga 26636 401.6 10656857.6 4071.6 108043977.6

Total ponderación 21759411 220717411.2 Total ponderación 18643388.2 189121377.8

Población total: 54234 Tot~ población 46469

Centro de gravedad 401.211 4069.722 Centro de gravedad 401.185 4069.837

Fuente: Revisión del Padrón Municipal de Habitantes. 1990Fuente: Padrón Municipal de Habitantes. 1986

CuadroIVCuadro VI

CENlRO DE GRAVEDAD DE LA POBLACIÓN EN 1981CENlRO DE GRAVEDAD DE LA POBLACIÓN EN 1991

W X XW y YWW X XW y YW

Alrnayate Alto 743 396.8 294822.4 4067.0 3021781.3AlmayateAlto 420 396.8 166656.0 4067.0 1708182.0

Almayate Bajo 2051 399.3 818964.3 4066.1 8339571.1Almayate Bajo 2153 399.3 859692.9 4066.1 8754313.3

Bcnajarafe 1261 393.0 495573.0 4064.2 5124956.2Benajarafc 1781 393.0 699933.0 4064.2 7238340.2

Cajiz 575 394.1 226607.5 4069.0 2339675.0Cajiz 637 394.1 251041.7 4069.0 2591953.0

Caleta de Vélez 515 405.3 208729.5 4067.7 2094865.5Caleta de Vélez 2139 405.3 866936.7 4067.7 8700810.3

Chilches 1594 390.8 622935.2 4065.5 6480407.0Chilches 596 390.8 232916.8 4065.5 2423038.0

Lagos 638 408.9 260878.2 4067.3 2594937.4Lagos 681 408.9 278460.9 4067.3 2769831.3

Torre del Mar 6801 402.3 2736042.3 4066.9 27658986.5Torre del Mar 12792 402.3 5146221.0 4066.9 52023784.8

Trapiche 823 399.9 329117.7 4074.4 3353231.2Trapiche 506 399.9 202349.4 4074.4 2061646.4

Triana 919 396.2 364107.8 4075.6 3745476.4Trinna 865 396.2 342713.0 4075.6 3525394.0

Vélez Málaga 25531 401.6 10253249.6 4071.6 103952019.6Vélez Málaga 29580 401.6 11879328.0 4071.6 120437928.0

Total ponderación 16611378.5 168705907.3Total ponderación 20926250.0 212235221.3

Total población 41451 Total población 52150

Centro de gravedad 400.738 4070.008 Centro de gravedad 401.270 4069.707

Fuente: Censo de Poblacián. 1981 Fuente: Nomenc!atorprovisional. 1991

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lógico, la implantación de equipamientos que conciernan al municipio en su globalidad. Porotro lado, desde el punto de vista económico, se constituye en el espacio más i.dóneo ~ar~ laimplantación de actividades directa o indirectamente derivadas de, la afluencia de público.Por último, por estas circunstancias y por su propia naturaleza (centralidad), el área se con­figura como un espacio de crecimiento residencial potencialmente alto.

En el caso que nos ocupa observamos que el hipotético término municipal tendría sulímite norte sobre el área más central en términos demográficos del municipio, aérea sobrela cual se vienen instalando actividades terciarias plenamente urbanas y desarrollándose eluso residencial. Nos encontramos ante una franja interurbana que en una evolución previsibledel poblamiento tenderá a convertirse en una franja intraurbana.

Esta argumentación se refuerza si observamos la evolución reciente del centro de gra­vedad de la población. En el espacio de una década, la polaridad ejercida por la cabeceramunicipal se convierte en bipolaridad entre el propio núcleo principal y el núcleo costero deTorre del Mar. El punto no sólo se sitúa en un lugar céntrico de la franja Torre del Mar-vé­lez-Málaga, sino que su evolución reciente lo ha acercado a esta situación y previsiblementesu evolución futura lo acentúe. En resumen, aportamos en estas líneas los resultados de laaplicación del análisis de la centralidad a la temática de la segregación intramunicipal. Lasconclusiones obtenidas y aquí expuestas, formaron parte de la argumentación general del

estudio.

Bibliografía

DEL CANTO, C. y COL(1988) Trabajos Práaícas de GeografíaHumana, Síntesis,Madrid.

EXCMO. AYUNTAMIENTO DE VÉLr,q.-MÁLAGA (1991) Plan Generalde Ordenación. Urhana,Avance.

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EL ANÁLISIS DE LAS RELACIONES HABITANTES-VIVIENDAS.UN REPLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO DE POBLACIÓN COMO

INSTRUMENTO APLICADO ALPLANEAMIENTO URBANO

FRANCIsco-MANUEL MUÑoz RAMÍREZCentre d'Estudis Demogrófics, Universitat Autónoma de Barcelona

Si algo puede caracterizar la investigación en los temas de vivienda es la rnultidisciplina­riedad. En efecto, economistas, arquitectos, geógrafos, historiadores urbanos y también dernó­grafos y sociólogos han tratado esta cuestión. Unos centrándose más o sólo en la estructurafísica, las condiciones del mercado o la distribución espacial de las unidades construidas.Otros incluyendo la vivienda en las variables que caracterizan a la población, pero conce­diéndole, en todo caso, una relevancia sólo marginal.

A pesar de esta cobertura desde muy diversos campos disciplinares, la perspectiva de laconexión de la vivienda con la población habitante, desde el punto de vista conceptual ymetodológico, no ha sido desarrollada por ninguna de las ciencias sociales ni por las disci­plinas técnicas que comparten este objeto de estudio.

Así pues, si bien es obvio que ambos elementos están relacionados, el marco conceptual delas relaciones habitantes-viviendas resta aún por establecer. Aún a pesar de que los ternas devivienda en relación con la población se han desarrollado desde la década de los cincuenta, a partirdel estudio de los procesos de urbanización (suburbanización, desurbanización, declive urbano,etc.) no se ha definido el entramado de relaciones que unen ambos elementos.

El marco conceptual: la «Housíng Demography»

Recientemente, algunos autores entre los que cabe destacar a Dwell Myers, 1990, hancomenzado a reivindicar la necesidad ele este planteamiento global y han teorizado sobre laoportunidad de plantear una Demografía de la Vivienda (Housing Demcgraphy), aún pordesarrollar y dentro de la cual tendrían cabida estudios que se realizan actualmente y querelacionan ambos elementos de manera empírica, sin partir de la definición de] marco derelaciones que se establecen entre ellos.

Siguiendo a Myers, uno de los factores que, sin duda, explican esta «tradición» que tratapoblación residente y pargue de viviendas de manera aislada, es la ausencia ele ligazón en lamanera cómo los datos son proporcionados por las fuentes estadísticas. Población y viviendasse tratan como unidades temáticas independientes en los censos y otros recuentos estadísticos.En lo que atañe a las disciplinas más apegadas a tales fuentes, como es el caso de la Demo­grafía, la influencia de esta división temática en los datos básicos ha sido aún más determi­nante. Así, la obsesión del demógrafo por el trabajo intelectual a partir del «dato existente»,legítima por otra parte, habida cuenta de las deficiencias en los datos y la conveniencia detrabajar con fuentes homogéneas, ha llevado a desestimar el trabajo en ámbitos temáticos queexigían mayores elaboraciones en este sentido.

lógico, la implantación de equipamientos que conciernan al municipio en su globalidad. Porotro lado, desde el punto de vista económico, se constituye en el espacio más i.dóneo ~ar~ laimplantación de actividades directa o indirectamente derivadas de, la afluencia de público.Por último, por estas circunstancias y por su propia naturaleza (centralidad), el área se con­figura como un espacio de crecimiento residencial potencialmente alto.

En el caso que nos ocupa observamos que el hipotético término municipal tendría sulímite norte sobre el área más central en términos demográficos del municipio, aérea sobrela cual se vienen instalando actividades terciarias plenamente urbanas y desarrollándose eluso residencial. Nos encontramos ante una franja interurbana que en una evolución previsibledel poblamiento tenderá a convertirse en una franja intraurbana.

Esta argumentación se refuerza si observamos la evolución reciente del centro de gra­vedad de la población. En el espacio de una década, la polaridad ejercida por la cabeceramunicipal se convierte en bipolaridad entre el propio núcleo principal y el núcleo costero deTorre del Mar. El punto no sólo se sitúa en un lugar céntrico de la franja Torre del Mar-vé­lez-Málaga, sino que su evolución reciente lo ha acercado a esta situación y previsiblementesu evolución futura lo acentúe. En resumen, aportamos en estas líneas los resultados de laaplicación del análisis de la centralidad a la temática de la segregación intramunicipal. Lasconclusiones obtenidas y aquí expuestas, formaron parte de la argumentación general del

estudio.

Bibliografía

DEL CANTO, C. y COL(1988) Trabajos Práaícas de GeografíaHumana, Síntesis,Madrid.

EXCMO. AYUNTAMIENTO DE VÉLr,q.-MÁLAGA (1991) Plan Generalde Ordenación. Urhana,Avance.

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EL ANÁLISIS DE LAS RELACIONES HABITANTES-VIVIENDAS.UN REPLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO DE POBLACIÓN COMO

INSTRUMENTO APLICADO ALPLANEAMIENTO URBANO

FRANCIsco-MANUEL MUÑoz RAMÍREZCentre d'Estudis Demogrófics, Universitat Autónoma de Barcelona

Si algo puede caracterizar la investigación en los temas de vivienda es la rnultidisciplina­riedad. En efecto, economistas, arquitectos, geógrafos, historiadores urbanos y también dernó­grafos y sociólogos han tratado esta cuestión. Unos centrándose más o sólo en la estructurafísica, las condiciones del mercado o la distribución espacial de las unidades construidas.Otros incluyendo la vivienda en las variables que caracterizan a la población, pero conce­diéndole, en todo caso, una relevancia sólo marginal.

A pesar de esta cobertura desde muy diversos campos disciplinares, la perspectiva de laconexión de la vivienda con la población habitante, desde el punto de vista conceptual ymetodológico, no ha sido desarrollada por ninguna de las ciencias sociales ni por las disci­plinas técnicas que comparten este objeto de estudio.

Así pues, si bien es obvio que ambos elementos están relacionados, el marco conceptual delas relaciones habitantes-viviendas resta aún por establecer. Aún a pesar de que los ternas devivienda en relación con la población se han desarrollado desde la década de los cincuenta, a partirdel estudio de los procesos de urbanización (suburbanización, desurbanización, declive urbano,etc.) no se ha definido el entramado de relaciones que unen ambos elementos.

El marco conceptual: la «Housíng Demography»

Recientemente, algunos autores entre los que cabe destacar a Dwell Myers, 1990, hancomenzado a reivindicar la necesidad ele este planteamiento global y han teorizado sobre laoportunidad de plantear una Demografía de la Vivienda (Housing Demcgraphy), aún pordesarrollar y dentro de la cual tendrían cabida estudios que se realizan actualmente y querelacionan ambos elementos de manera empírica, sin partir de la definición de] marco derelaciones que se establecen entre ellos.

Siguiendo a Myers, uno de los factores que, sin duda, explican esta «tradición» que tratapoblación residente y pargue de viviendas de manera aislada, es la ausencia ele ligazón en lamanera cómo los datos son proporcionados por las fuentes estadísticas. Población y viviendasse tratan como unidades temáticas independientes en los censos y otros recuentos estadísticos.En lo que atañe a las disciplinas más apegadas a tales fuentes, como es el caso de la Demo­grafía, la influencia de esta división temática en los datos básicos ha sido aún más determi­nante. Así, la obsesión del demógrafo por el trabajo intelectual a partir del «dato existente»,legítima por otra parte, habida cuenta de las deficiencias en los datos y la conveniencia detrabajar con fuentes homogéneas, ha llevado a desestimar el trabajo en ámbitos temáticos queexigían mayores elaboraciones en este sentido.

En el extremo, tal hábito extendido entre la comunidad científica demográfica, ha podidollevar a que, en muchas ocasiones, los trabajos de Demografía puedan perpetuar las divisionestemáticas según las cuales se presentan los datos y a que los índices de las investigacionestiendan en ocasiones a reproducir casi literalmente lós epígrafes que aparecen en las fuentespara el estudio de la población.

Una segunda inercia que a menudo aqueja a la investigación demográfica en los temasde vivienda y que se explica por la costumbre de trabajar con variables-que traducen com­portamientos demográficos, consiste en considerar el tema de la vivienda de forma marginal,centrando la atención únicamente sobre temas tales como la influencia de las viviendas en laformación de los hogares y las tipologías de éstos que aparecen en un ámbito espaciaL Estemodus operandi ha influido también en una especialidad concreta, las proyecciones de vi­vienda en función de las necesidades futuras de la población, casi siempre realizadas sincontemplar el papel del propio parque de viviendas y primando variables como la edad de laemancipación y de nuevo, la estructura de los hogares.

Se perfila así una insuficiencia teórica global en el planteamiento de estos temas, en lamedida en que las relaciones habitante-vivienda se plantean concediendo un mayor pesoconceptual al elemento población residente, llegando incluso a la presunción de que es lamera evolución de la población la que marca el ritmo de estas relaciones (Murphy, 1989).

No obstante, y aunque pueda parecer paradógico, la Demografía está situada en unaposición preferente para abordar un planteamiento global de las relaciones habitante-vivienda.Dos motivos principales habría para defender tal afirmación. En primer lugar, el hecho deestar sometida a una menor dependencia de un COlpUS teórico elaborado y sistematizado porla investigación académica (Myers, 1990), le situaría en un mejor punto de partida paraabordar esta problemática. En segundo lugar, este planteamiento global de las relacioneshabitante-vivienda, exige superar el modelo de estudio de las viviendas institucionalizado enla ciencia social y que incide sobre todo en las diferencias internas dentro del parque cons­truido en lo que se refiere a características como la tipología, el tamaño o el valor económico.El nuevo planteamiento debe abordar la perspectiva temporal, es decir, plantear la vivienda«longitudinalmente», haciendo uso de conceptos claves en la investigación demográfica comogeneración o ciclo vital. No cabe duda que la Demografía utiliza este tipo de enfoques ypuede aportar mucho en el desarrollo de esta línea de investigación.

En este sentido, el objeto de esta comunicación es presentar una vía aplicada para eldesarrollo de la Demografía de la Vivienda: reformular la forma de abordar el estudio depoblación en los trabajos de planeamiento urbano. Esta parte de los trabajos previos a laredacción de un plan urbanístico, suele consistir a menudo en una simple descripción de lasprincipales características sociodemogrúficas de la población residente. Esta verdadera «vo­cación de anexo» que tiene tal documento le relega automáticamente a un plano casi deco­rativo en la redacción del plancarniento.

A mi juicio, en cambio, este tipo de estudios tienen una gran potencialidad, ya que permitenun análisis detallado ele ias dinámicas poblacionales y sus condicionantes espaciales en )2. escalade la subárea urbana, poco tratada en los trabajos de Demografía y en la que las relacioneshabitante-vivienda manifiestan su potencial explicativo (Myers, Doylc, 1990; Gober, 1990).

Como ejemplo de este enfoque conceptual y metodológico se presenta a continuaciónun resumen del Estudio de Población realizado previamente a la redacción del Plan Especialde Reforma Interior (PERl) del barrio de Porta, en Barcelona, orientado a la diagnosis espacialde problemáticas urbanísticas en relación a las características de la población residente (CED9b, 1992).

Caracterización general del sector

La zona objeto de estudio es el barrio de Porta, situado en el distrito de Nou Barris, enel extremo norte de Barcelona (Mapa 1). Hasta la segunda mitad del siglo XIX, el barrio

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albergaba las construcciones del arrabal de Sant Andreu del Palomar, entonces municipiopróximo a Barcelona, anexionado a finales de siglo.

La zona experimentó en la década de los treinta un crecimiento importante con la llegadade población inmigrada. Las construcciones crecían manteniendo la tipología de la casa enplanta baja con jardín, Posteriormente, el crecimiento espectacular de Barcelona en las déca­das siguientes afectó también al barrio, construyéndose edificaciones según el modelo de lacasa-bloque aislada, o bien conformando pequeños polígonos de viviendas.

La falta de planificación de estas operaciones sobre un tejido urbano por consolidar, obien tramado sólo en algunos sectores, ha producido el actual paisaje urbano del barrio,característico, por otra parte, de las tramas urbanas correspondientes a antiguos sectores dearrabal de municipios, hoy absorbidos por las grandes ciudades. Junto a restos de los sectoresprimarios de asentamiento, aparecen tejidos más o menos homogéneos de edificación enaltura y con mínimos o nulos servicios e infraestructuras. La degradación de los primeros yla dificultad de paliar los déficits, en muchos casos estructurales, que afectan a los segundoshace que la heterogeneidad de las problemáticas dificulte las operaciones de mejora delentorno urbano.

El estudio de población

Desde el punto de vista metodológico se planteó la necesidad de manejar datos desa­gregados al mínimo nivel territorial, y ante la inexistencia de una explotación por manzanasy mucho menos por edificios, se optó por utilizar la sección censal, la unidad administrativamenor para la que, actualmente, existen datos de población facilitados periódicamente por laAdministración.

Allí donde la sección censal coincidía con un área homogénea en cuanto a la tipologíaedificatoria fue posible plantear el marco conceptual de las relaciones habitante-vivienda. Encambio, cuando en una misma sección coincidían tipologías edificatorias diferentes, era másdifícil establecer relaciones características entre la población y las unidades construidas.

En [o referente a los datos sobre las viviendas, se recurrió al catastro, que da informaciónsobre parcelas y edificios tratando variables «de momento», como el valor catastral o el usoal que se dedican los locales y variables «longitudinales», como el año de construcción.

A partir del estudio de las características sociodemográficas de las secciones censalesfue posible observar una serie de regularidades. Estas primeras correspondencias entredeterminadas características de la población y del espacio urbano daban pie a continuar elanálisis centrándose ahora en las viviendas. Para ello, se escogió el sector central del barrio,la zona más degradada urbanfsticamentc. En particular, el estudio se centró en las viviendasconstruidas sobre suelo calificado como de remodefación urbana pública o privada (i4a/14b)según el planeamiento vigente (Mapa TI).

En el análisis de las viviendas se trabajaron con mayor énfasis tres variables: El valorcatastral, el estado de conservación y el año de construcción. Los resultados mostraron cómola mayoría de las parcelas (un 75 por ciento) tenían un valor catastral comprendido entre 1 y4 millones de pesetas y de ellas más de la mitad no llegaban a los dos millones.

En cuanto al estado de conservación, sólo S parcelas albergaban viviendas en buenestado, de mane~a que el 80,4 por ciento del suelo calificado como 14b estaba ocupado porviviendas en estado deficiente y un 35 por ciento del mismo contenía viviendas con deficien­cias muy graves.

Finalmente, el análisis de la variable año de construcción puso de manifiesto que un 23 porciento de los edificios considerados habían sido construidos antes de 1930 y el 42 por ciento entre1930 y 1940. Es decir, el 66 por ciento de los edificios databan de antes de 1940.

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Mapa 1LOCALIZACIÓN DE LAS ÁREAS DE REMODELAOÓN

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Como primera consecuencia del análisis, destaca la correlación entre las calificaciones14b y la presencia de grupos de población envejecida en sectores de vivienda asimismoantigua, de poco valor catastral y con problemas graves de conservación. La importancia quelas calificaciones l4b tienen en el barrio ha de ser evaluada planteando algún tipo de indicadorque permita ser extrapolado a tramas urbanas de características similares. Así, se decidiórelacionar el suelo calificado como 14b con el resto de suelo que presentaba calificacionesaptas para la construcción de viviendas. El indicador propuesto se plantea como producto dela hipótesis según la cual si en un ámbito urbano, las calificaciones 14 (a ó b) tienen impor­tancia, bien por su peso relativo o bien por el hecho de que se presentan siempre con un altogrado de concentración, es previsible que se encuentren núcleos de población con caracte­rísticas similares y sometidos a procesos comunes de segregación socio-espacial.

En el caso de Porta, el indicador mostraba que las calificaciones 14b suponían el 23 porciento del suelo calificado para construir vivienda. Ello, unido a la concentración de los 14en el sector central del barrio, da pie a argumentar sobre la importancia que, dentro del marcoconceptual de las relaciones habitantes-viviendas, tienen estas piezas para explicar la diná­mica poblacional en áreas urbanas acotadas. En el caso de Porta, la importancia de lascalificaciones 14 había de relacionarse con: 1) El proceso de degradación urbanística delsector central. 2) El escaso dinamismo interno del barrio desde la perspectiva social y eco­nómica. 3) La dificultad de inducir cambios en la estructura sociodcmográfica sin abordarmodificaciones estructurales del espacio urbano y 4) La difícil corrección del «vacío pobla­cional» que presenta la zona y que afecta selectivamente a los grupos de edad que englobana la población adulta joven.

Conclusiones

1) La importancia de desarrollar el estudio de la población en el marco conceptual dela'> relaciones habitante-vivienda, inscrito en la propuesta global de la HousingDemography.

2) La posibilidad de articular este planteamiento teórico en el estudio de población,vinculado a los trabajos de planeamiento urbano, abriendo así nuevas vías para la colabora­ción interdisciplinar y la investigación aplicada en Demografía.

3) La necesidad de desarrollos teóricos y metodológicos específicos así como de indi­cadores descriptivos que permitan relacionar las dinámicas de la vivienda y la población conla estructura urbana existente y las categorías y previsiones del planeamiento a la escala dela subárea urbana.

Biblfograffa

CED 9B (1992) Estudi pe! PERl de Porta. Vol. r i JI, Barcelona, Centre d'Estudis i Documenració deNou BamvArea d'Lrbanisme, Ajumament de Barcelona.

CLAPES 1CORBERA,J. (1931) «Fulles historiques de Saru Andrcudel Palomar», Vida Social, núm. 6.

CONSORel D'INFORMACIÓ ] DOCUMENTACIÓ DE CATALUNYA (1987) (1988) Estadístiques de la poblacióde Catalunya, 1987, 1988, Barcelona, Generalitat de Catalunya, Depattament de Sanitat i SeguretatSocial.

D.G.U.(1991)Normes Urbanísuques del Pla General Metropoluá, Barcelona,Generalirar de Catalunya,Departament de Política Territorial i Obres Públiques. Direcció General d'Urbanisme.

070

,.,., ,

GOBER, P. (1990) «The Urban Demographic Landscape: A Geographic Perspective», en Myers. D. (Ed.)(1990), págs, 232-248,

MURPHY, M.J. (1989) «Housing the People: From Shortageto Surplusvx.en rosm H. (Ed.) (1989) TheChanging Population ofBritoin, Oxford, B. Blackwell Ltd., págs. 72-89.

MYERS, D. (Ed.) (1990) Housing Demography, Linking Demography S/TUcture and Housing Markets,Wisconsín,Univ.Wisconsin Press.

MYERS, D. (1990) «The EmergingConcept of Housing Demography»,en Mycrs,D. (Ed.) (1990), págs.~31. .

MYERS, D.; DOYLE,A. (1990) «Age-SpecificPopulauon-per-Household Ratios:LinkingPopulationAgeStructure with Housing Characteristics»,en Mycrs, D. (Ed.) (1990), págs. 109-130.

UNITAT OPERATIVA DEPLANEJAMENT URBANlsnc(l990) Pla Parciald' Ordenació. Modijicacióde l' AreaCentral del Pía Parcial sector Renfe-Meridiana, Barcelona,Ajuntament de Barcelona.

no

I

I!I¡ EL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE LORCA

EN 1967 Y SUS CONSECUENCIAS EN LA REDISTRIBUCIÓNPOBLACIONAL y ECONÓMICA

JUA1'fANDRÉS IBÁÑEZ VILCHES

Ayuntamiento de LorcaPEDRO SEGURA ARTERO

La ciudad de Larca se sitúa en la depresión prelitoral murciana que constituye la rutaobligada entre Andalucía y Levante. Entre los factores de orden físico que influyen en suemplazamiento encontramos al río Guadalentfn, que discurre por la depresión partiendo endos a-la ciudad y dando fertilidad a su vega. La ciudad que nació emplazada en las estriba­ciones de la sierra del Caño, donde se asienta su Castillo, evolucionó, cuando las circunstan­cias lo permitieron, descendiendo hacia el llano aunque, con unos ritmos de crecimiento lentosy limitados en el tiempo.

Las Fuentes

Como fuente fundamental para este estudio vamos a utilizar el Plan General de Orde­nación Urbana aprobado en 1967 y concretamente su información urbanística, sus previsio­nes, ordenanzas y estudio económico-financiero, ya que es en este estudio previo en el quese cometen los errores que posteriormente darán lugar en las ordenanza') de construcción aque se potencien los extremos de crecimiento y el vaciamiento poblacional con el consiguien­te deterioro en el casco histórico. También se utilizarán los padrones municipales de habitantesde los años de vigencia del Plan, así como las licencias de construcción otorgadas duranteesos años.

El Plan General de 1967, Antecedentes y desequilibrios

En los primeros años de la segunda mitad de este siglo es donde se centra el grandesarrollo del núcleo y va a ser entre estos años y la aprobación del Plan General cuando sedibujen las líneas de crecimiento que posteriormente se seguirán.

La complejidad de los problemas sociourbanfsticos que planteaba el municipio lorquinodemandaba una normativa de carácter general y omnicomprensivo. La conciencia de la mismaindujo la redacción de un frustrado Plan General de Urbanización y Ensanche bajo la direc­ción de los arquitectos G. Blein y D. Carbonell. Comenzado en 1947 y aprobado provisio­nalmente en 1953, nunca lo fue con carácter definitivo, ni por tanto entró en vigor.

Sólo en la década de los sesenta se retoma la iniciativa a partir de dos motivacionesfundamentales, una de carácter interno, dar respuesta al declive por el que atravesaba elmunicipio derivada de la crisis del modelo agropecuario tradicional, la debilidad industrial y

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GOBER, P. (1990) «The Urban Demographic Landscape: A Geographic Perspective», en Myers. D. (Ed.)(1990), págs, 232-248,

MURPHY, M.J. (1989) «Housing the People: From Shortageto Surplusvx.en rosm H. (Ed.) (1989) TheChanging Population ofBritoin, Oxford, B. Blackwell Ltd., págs. 72-89.

MYERS, D. (Ed.) (1990) Housing Demography, Linking Demography S/TUcture and Housing Markets,Wisconsín,Univ.Wisconsin Press.

MYERS, D. (1990) «The EmergingConcept of Housing Demography»,en Mycrs,D. (Ed.) (1990), págs.~31. .

MYERS, D.; DOYLE,A. (1990) «Age-SpecificPopulauon-per-Household Ratios:LinkingPopulationAgeStructure with Housing Characteristics»,en Mycrs, D. (Ed.) (1990), págs. 109-130.

UNITAT OPERATIVA DEPLANEJAMENT URBANlsnc(l990) Pla Parciald' Ordenació. Modijicacióde l' AreaCentral del Pía Parcial sector Renfe-Meridiana, Barcelona,Ajuntament de Barcelona.

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I!I¡ EL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE LORCA

EN 1967 Y SUS CONSECUENCIAS EN LA REDISTRIBUCIÓNPOBLACIONAL y ECONÓMICA

JUA1'fANDRÉS IBÁÑEZ VILCHES

Ayuntamiento de LorcaPEDRO SEGURA ARTERO

La ciudad de Larca se sitúa en la depresión prelitoral murciana que constituye la rutaobligada entre Andalucía y Levante. Entre los factores de orden físico que influyen en suemplazamiento encontramos al río Guadalentfn, que discurre por la depresión partiendo endos a-la ciudad y dando fertilidad a su vega. La ciudad que nació emplazada en las estriba­ciones de la sierra del Caño, donde se asienta su Castillo, evolucionó, cuando las circunstan­cias lo permitieron, descendiendo hacia el llano aunque, con unos ritmos de crecimiento lentosy limitados en el tiempo.

Las Fuentes

Como fuente fundamental para este estudio vamos a utilizar el Plan General de Orde­nación Urbana aprobado en 1967 y concretamente su información urbanística, sus previsio­nes, ordenanzas y estudio económico-financiero, ya que es en este estudio previo en el quese cometen los errores que posteriormente darán lugar en las ordenanza') de construcción aque se potencien los extremos de crecimiento y el vaciamiento poblacional con el consiguien­te deterioro en el casco histórico. También se utilizarán los padrones municipales de habitantesde los años de vigencia del Plan, así como las licencias de construcción otorgadas duranteesos años.

El Plan General de 1967, Antecedentes y desequilibrios

En los primeros años de la segunda mitad de este siglo es donde se centra el grandesarrollo del núcleo y va a ser entre estos años y la aprobación del Plan General cuando sedibujen las líneas de crecimiento que posteriormente se seguirán.

La complejidad de los problemas sociourbanfsticos que planteaba el municipio lorquinodemandaba una normativa de carácter general y omnicomprensivo. La conciencia de la mismaindujo la redacción de un frustrado Plan General de Urbanización y Ensanche bajo la direc­ción de los arquitectos G. Blein y D. Carbonell. Comenzado en 1947 y aprobado provisio­nalmente en 1953, nunca lo fue con carácter definitivo, ni por tanto entró en vigor.

Sólo en la década de los sesenta se retoma la iniciativa a partir de dos motivacionesfundamentales, una de carácter interno, dar respuesta al declive por el que atravesaba elmunicipio derivada de la crisis del modelo agropecuario tradicional, la debilidad industrial y

la fuerte tendencia emigratoria, lo que constituía una preocupación generalizada que se ex­presa en múltiples documentos de la época, elab?rados por instituci.ones como la Cám~ra. ~e

Comercio, el Consejo Sindical, etc. Otra de caracter externo, consistente en la prescnpcionlegal establecida por la Ley del Suelo aprobada en 1956.

En 1964, tras reiteradas mociones y dictámenes se encargó su redacción al equipodirigido por el Sr. Onrubia. Al año siguiente se entregó el Avance que se aprobó inicialmenteen ]966. En acelerada tramitación se aprobó provisionalmente ese mismo año, ydefinitivamente por la Dirección General de Urbanismo, el 21 de febrero de 1967, entrandoinmediatamente en vigor.

El Plan, en su conjunto, cumple fonnalmente con lo preceptuado en el artículo 9 de laLey del Suelo de 1956. Incluye, por tanto, los elementos básicos como Información Previa,Memoria Descriptiva, Organización-Zonificación, Plan de Etapas, Normas Urbanísticas, Es­tudio Económico-Financiero y Planos de Ordenación a escala 1:3.000. Pero, en realidad, setrata de un documento muy débil, de estructura confusa y escasamente detallado que no secorresponde con la pretensión expresada de ordenación global a partir de la observación dela obligación establecida (apartado segundo del artículo 9 de la Ley del Suelo) de ponderarel planearniento con las demandas de población y territorio.

El punto de partida es un análisis-diagnóstico de la estructura socioeconómica lorquina,que aunque burda, podemos considerar con-ecta en términos generales. Ésta aparece confi­gurada por los siguientes elementos.

Estructura demográfica

A pesar de las altas tasa') de natalidad, se constata un crecimiento prácticamente nulo,0,6 por ciento entre 1900-1950. La explicación reside en la potente tendencia emigratoria quedrenó sistemáticamente el excedente vegetativo. Entre 1901 y ] 960 emigraron más de 52.000personas, de las que la mitad 10 hicieron entre 1945 y 1960. Esta tendencia se mantenía yaen el trienio 1962-1964; aparte de la emigración temporal, los emigrantes se situaron en tomoa los lS.000.

Predominio destacado de la población rural y en diseminado sobre la urbana en relacióncon la gran extensión del término municipal y el predominio de la actividad agraria, conporcentajes respectivos del 66 y 34 por ciento.

Tasa de actividad muy baja, 32,6 por ciento, y distribución de la misma con fuertecarácter tradicional: sector primario (70,3 por ciento), sector secundario (10,9 por ciento),sector terciario (18,8 por ciento).

Estructura económica

Predominio destacado de un sector agrario. que ocupa a la mayoría de la población,sometido a una aguda crisis, que se concreta a tres niveles:

a) Crisis de la agricultura de regadío derivada tanto de una estructura ineficiente comode las limitaciones impuestas por la escasez e irregularidad de las dotaciones o aportes hídricosque inducían una débil productividad.

Un sector industrial compuesto por 420 empresas, con predominio de las de dimensiónmuy pequeña, tanto en estructura como en empleo. La mayoría de ellas talleres tradicionales,más cercanos a la artesanía que a las factorías modernas, dominando sectores tradicionalescomo el de alimentación, madera, textil, piel y calzado, y también el de construcción.

Un nutrido sector de servicios pero, asimismo, tradicional dentro del que destacan 626empresas comerciales, con 1.359 activos. Larca se definía como importante núcleo tradicio-

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nal, comercial y de servicios pero, más que en relación con su propia dinámica, con su carácterde «Capital Subregional», en definición de H. Capel, de un amplio espacio deprimido delnorte de la vecina Almena.

Estructura urbana

Las características más relevantes de la estructura urbana del municipio cuando seinician los trabajos de redacción del PGOU eran los siguientes:

1) La ciudad no superaba ninguno de los límites que se habían alcanzado entre los siglosXVI Y XVIII, llegando hasta la avenida de Juan Carlos 1, aunque con una morfología en laedificación consistente en grandes casas unifamiliares rodeadas de jardín y en otros pequeñosedificios de tres o cuatro plantas como máximo, que ocupaban parte de la citada avenida,pero manteniendo aún en esos años bastantes áreas sin construir. En cuanto a sus límites porlos extremos apenas si se superaban los límites anteriores, aunque se habían visto sobrepasa­dos puntualmente por varios polígonos de viviendas realizados por la Obra Sindical del Hogary por entidades de ahorro, y que se situaban en los extremos de la ciudad hacia Murcia yGranada, respectivamente. La ciudad tradicional mantenía una gran densidad de construcción,y de habitación, al igual que el núcleo tradicional del barrio de San Cristóbal.

2) Tendencia tradicional dominante al crecimiento hacia adentro, con una orientaciónsecundaria aún incipiente y caótica, de crecimiento longitudinal a lo largo de la CarreteraNacional de Murcia a Granada, a partir de los arrabales de San Cristóbal y San José. Unalínea de menor dinámica en tomo a la carretera de Águilas. Tendencia que se justificaba porel doble constreñimiento de la configuración topográfica y del ferrocarril.

3) Predominio absoluto de la vivienda unifamiliar de dimensiones limitadas. Sólo 40edificios, 0,26 por ciento, tenían 4 ó spíanras.

4) Deficiente dotación de servicios urbanos indispensables.En definitiva un panorama que si justificaba todo-proyecto que contribuyese a superar

el atraso, dentro del marco de la ideología desarrollista imperante, no ofrecía fundamentada­mente grandes espectativas de crecimiento a corto plazo.

A pesar de constatar esta situación, los redactores del plan, en una pirueta metodológica,parecen olvidarla totalmente para situarse en un plano idealista y utópico.

Partiendo de factores reales como, el factor localización, derivado de la situaciónestratégica de Larca en el corredor Levante-Andalucía, aptitud productora agrada en orien­taciones destinadas a la industrialización, apoyo decidido de las autoridades locales y pro­vinciales para favorecer dicha industrialización, realiza una propuesta basada en un procesode industrialización intenso que pivotaría sobre el sector agroalimcntario. El problema resideen que na se desarrolló, en términos reales, la propuesta y en que de los tres factores ante­riormcnte mencionados, los dos primeros aparecen como requisitos necesarios pero insufi­cientes en todo desarrollo industrial. El tercero, por su parte, es una mera expresión elevoluntansmo. En todo caso, como se ha demostrado en la práctica, un proceso de in­dustrialización autóctono es lento y complejo, en tanto que sólo una potente intervencióncxógena puede alterar una situación drásticamente en corto plazo.

A partir de este utópico punto de partida define un horizonte poblacional basado en lassiguientes hipótesis: a) La tasa de población activa urbana crecerá hasta equipararse a la tasamedia nacional de zonas urbanas. b) La distribución intersectorial de la población activatenderá a un óptimo que define sobre la base de un decrecimiento drástico de los activos delsector primario hasta un 10 por ciento. Al mismo tiempo, se produciría un incremento de losactivos de los sectores secundario y terciario que tenderán a equilibrarse en proporciones entorno al 45 por ciento cada grupo.

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Cuadro 1EVOLUCiÓN PREVISTA y REAL DE LA POBLACIÓN URBANA

De cumplirse esta previsión, se infería un crecimiento de la población urbana lorquinade 21.824 habitantes (pasaba de 19.854 a 42.768), un 215 por ciento (Cuadro 1), 10 cual seobtenía de la operatividad de factores como el mantenimiento de las altas tasas de crecimientovegetativo, completado con el trasvase intramunicipal de población rural al núcleo urbanocon carácter masivo. Asimismo también deberían de producirse alteraciones en las tendenciasmigratorias, de forma que se pasase a ser centro receptor de inmigración, sobre todo desdeAndalucía Oriental. Evidentemente, y como se comprueba en el Cuadro 1,estas previsionesno se cumplieron.

A partir de este cálculo se deducía una importante demanda de suelo, que se cifrabarespecto a suelo residencial sobre la base de 5.728 viviendas, según módulo de 80 viviendaspor hectárea, lo cual arroja un total de 71,5 hectáreas. Al tiempo que se generaba una demandade suelo indusuial y de tolerancia de47,89 hectáreas. Hay que destacar que en cuanto a sueloresidencial suponía un incremento superior al 50 por ciento sobre el preexistente, cifrado en131,7 hectáreas, pero del que sólo el 70 por ciento estaba edificado.

A esta presunta demanda el Plan daba respuesta en dos niveles. Por un lado, proporcio­nando un nuevo suelo urbano con destino residencial, especialmente en las zonas colindantescon la Carretera Nacional 340, tanto en su orientación hacia Andalucía, Torrecilla, y haciaMurcia, barrio de Apolonia, y en la carretera de Águilas. Asimismo generaba tres núcleosprincipales de suelo industrial en San Cristóbal (17,2I1ectáreas), San Diego (16,3 hectáreasde suelo de tolerancia), y Torrecilla (17,1 hectáreas de suelo industrial y 6 de tolerancia). Porotro lado, por medio de las normus urbanísticas, que tanto en zonas del casco preexistentescomo en los nuevos polígonos definidos, permiten unos módulos constructivos o aprovecha­mientos muy altos. En el casco se define una edificabilidad media de 6,5 m' por m2, con 8m' por m2 en edificación cerrada, 6 m' por m' en semi abierta, y 3 m" por m- en abierta, yuna altura definida según la altura media, ancho de la calle, altura de la edificación, y con un

Fuente: Padrones Municipales y POOU

máximo de 12 plantas. Incluso la edificabilidad podía incrementarse notablemente, en altura,en el caso de retranqueo, ya que la superficie retranqueada se añadía dos veces para el cálculodel volumen edificable. Estos módulos eran similares en las restantes zonas, sobre todo enaquellas que se preveían en el entorno de la Carretera Nacional 340.

Aunque la operatividad del Plan fue limitada a un uso como reglamento para la edifi­cación, sus efectos sobre la estructura sociourbana de Larca han sido muy importantes y entérminos generales, negativos. Este efecto es el resultante del despliegue de la contradiccióngenerada por unas espeetativas de crecimiento demográfico y económico incumplidas y laoperatividad de unas normas urbanísticas que de forma desmesurada pretendían responder aellas.

Esta contradicción se resuelve en transformaciones urbanísticas de la ciudad conside­rables y en procesos de redistribución de una población que crece mucho más lentamente delo previsto en el Plan, con un profundo sesgo de segregación sociourbana. Los efectos con­cretos principales los podemos identificar en:

1.- Aparición o construcción de nuevos barrios o barriadas. Corresponden al procesode generación de nuevo suelo urbano residencial, el cual no sólo es excesivo, sino queresponde a una mala ubicación. A pesar de que el Plan critica la tendencia incontrolada alcrecimiento a 10 largo de los ejes principales de comunicaciones, vuelve a caer de formacorregida y aumentada, en el mismo defecto, propiciando el crecimiento longitudinal, conefectos muy negativos en cuanto a generación de nuevos déficits en infraestructuras, sóloresueltos muy recientemente, y disfunciones en el transporte interior de la ciudad, potenciandoproblemas graves ya existentes. Los barrios construidos, con cierto carácter suburbial, ydirigidos a una demanda social baja y media, fueron en el eje longitudinal, Carretera Nacional340, los de Apolonia y Los Ángeles en dirección a Murcia, y los de La Viña y San Antonioen dirección ~ Granada, con lo que se refuerza extraordinariamente dicho eje. En el eje de lacarretera de Aguilas, los de la Isla, Viviendas del MOPU, etc.

2) Densificación excesiva en el borde sureste de la ciudad, principalmente avenida deJuan Carlos 1,con una orientación social alta y media alta. En ella se producen los módulosedificativos más altos, con edificación cerrada (8 m' por m'), y alturas de 7~8 plantas, cuandoanteriormente se trataba de una alameda con residencias unifamiliares de 2-3 plantas, e inclusorodeadas de jardines. Con esto se potencia drásticamente el crecimiento en altura, creandoun efecto visual de muralla en el mencionado borde de la dudad. Asimismo se define unnuevo centro urbano, basado tanto en la alta densidad residencial, y, especialmente en eldesarrollo de un activo núcleo comercial moderno, propiciado tanto por la concentraciónpoblacional como por la oferta de locales adecuados, aunque con precios elevados.

3) Correlativamente, e inducida por el proceso de trasvase descrito, se produce unvaciamiento y degradación del casco urbano tradicional. Fenómeno relevante en el área delrecinto histórico declarado, pero también del barrio de San Cristóbal, situado en la margenizquierda del Guadalentín, que constituía el barrio artesanal, industrial y obrero tradicional.En él se expresa, con toda nitidez, una de las grandes contradicciones del plan, ya que sedefine una zona o polígono industrial, y al tiempo se propicia el vaciamiento de la poblaciónligada laboralmente al mismo, propiciando la reubicación en zonas alejadas del mismo.

El efecto, en ambos casos se traduce no sólo en el vaciamiento demográfico, sino en elcarácter casi residual de la población en buena parte del mismo (edad avanzada, bajo niveleconómico y educativo, etc.), así como en la pérdida de densidad comercial, limitada a unospocos ejes, y degradación de las edificaciones. Hay que destacar a este respecto que el planno contempla en absoluto propuestas explícitas o implícitas de rehabilitación o regeneraciónen el casco urbano.

4) En cuanto a suelo industrial, considerado como la panacea del desarrollo económicolorquino, los problemas que se plantean son los siguientes: Excesiva generación de sueloindustrial o de tolerancia para la demanda existente en aquel periodo. Confusa definición

Población real

19.854 22.41827.492 25.20835.130

27.23942.768

24.374

Población prevista

196519701975197619801981

Año

284 285

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entre ambos conceptos, industrial y de tolerancia. Ubicación poco clara y definida, sólomarcada por los accesos a las vías de comunicación, con delimitación poco clara y escasadotación de infraestructuras.

Por ello se ha generado en algunas zonas (Serrara, Torrecilla, entre otras) un modelo deocupación intercalar espontáneo y arbitrario, que ha generado problemas graves en cuanto ainfraestructuras, servicios, accesibilidad, etc.

Bibliografía

CAPELSÁEZ, H. (1968) Larca.CapitalSuoregional. Camara de Comercio, Lorca.

GILOLCINA, A. (1968-1969) «La Ciudad de Larca. Notas de Geografía Urbana», Papelesdel Departa­mento de Geografia,Universidad de Murcia.

IBÁÑEZ VILCfIES, l.A. (1985) Remodetacián Iruema y Crecimiento del núcleo urbano de Lorca. 1850­1983, Universidad de Murcia (inédito).

IuÁÑEzVILCHES,J.A. YSEGURA ARTERO, P. (1989) Plan Especialde Proteccion del Casco Histórico deLarca.

IBÁÑEZ, l.A.; SEGURA, P. (1987) El Comercio en el casco históricode Larca, Cámara de Comercio deLarca y Dirección General de Comercio, Murcia.

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PROYECCIÓN DEMOGRÁFICA Y PROVISIÓN ASISTENCIAL:LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS

FERM1'\JA RoJO PÉREZ; GLORIA f'ERNÁNDEZ-NlAYORALAS FER..l~ÁNDEZ

y ANTONIO ABELLÁN GARCÍA

Centro de Ciencias Sociales, ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas

Los cambios drásticos en la estructura por edades de la población han llamado la aten­ción de estudiosos e investigadores, algunos delos cuales han puesto su énfasis en el procesode envejecimiento y en sus implicaciones socioeconómicas. Las consecuencias más notablesy sentidas por el grupo de personas de edad se relacionan con el incremento de la dependencia(ffsica y económica), de los sistemas de protección social (pensiones, asistencia sanitaria yotros servicios generales).

En los últimos años se ha realizado en España un esfuerzo considerable para mejorar lacalidad de vida de las personas mayores, extendiendo, profundizando y asegurando unaprotección social. La dotación de servicios sociales, en concreto el alojamiento, se insertadentro de la política de prevención y satisfacción de las necesidades y es un buen indicadordel nivel de desarrollo y madurez del estado protector'.

Con esta comunicación se pretende valorar, para el municipio de Madrid, la importanciade las cifras en planificación de servicios sociales, identificar los desequilibrios y,finalmente,señalar las tendencias previsibles de los fenómenos demográficos que pueden tener impactoen las dotaciones de equipamientos.

Material y métodos

Tres tipos de fuentes han sido manejadas para este trabajo: las guías de servicios socialespara el municipio de Madrid, para calcular la oferta de plazas en residencias para ancianos;las proyecciones al 2001 de los 21 distritos del municipio (para calcular la demanda), y elPlan General de Ordenación Urbana de Madrid de J985 (PGOUM) y Plan GerontológicoNacional (PGN) (como base para la obtención de criterios de cobertura de la demanda).

Se contabilizó exclusivamente la oferta total de plazas residenciales ofrecidas en 1986en cada uno de los 21 distritos, según la última división territorial.

Existen dos criterios para calcular la demanda: uno basado en el nivel socioeconómicode acuerdo al PGOUM y otro en la ratio recomendada por el PGN. Según aquél, los distritosde Madrid requerirían una oferta de plazas diferencial conforme a una clasificación socíoe­ccnómica a tres niveles: dotación de 3,5 plazas por cada 100 ancianos para los distritos denivel socioeconómico bajo, de 3 por ciento para los distritos de nivel medio y de 1,5 porciento para los distritos de nivel alto. De acuerdo al PON la dotación debería asegurar unaplaza residencial a toda persona mayor de 65 años en estado o situación de necesidad (medidopor el nivel de salud y la autonomía del individuo, la situación de la vivienda, los ingresos,

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entre ambos conceptos, industrial y de tolerancia. Ubicación poco clara y definida, sólomarcada por los accesos a las vías de comunicación, con delimitación poco clara y escasadotación de infraestructuras.

Por ello se ha generado en algunas zonas (Serrara, Torrecilla, entre otras) un modelo deocupación intercalar espontáneo y arbitrario, que ha generado problemas graves en cuanto ainfraestructuras, servicios, accesibilidad, etc.

Bibliografía

CAPELSÁEZ, H. (1968) Larca.CapitalSuoregional. Camara de Comercio, Lorca.

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IBÁÑEZ, l.A.; SEGURA, P. (1987) El Comercio en el casco históricode Larca, Cámara de Comercio deLarca y Dirección General de Comercio, Murcia.

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PROYECCIÓN DEMOGRÁFICA Y PROVISIÓN ASISTENCIAL:LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS

FERM1'\JA RoJO PÉREZ; GLORIA f'ERNÁNDEZ-NlAYORALAS FER..l~ÁNDEZ

y ANTONIO ABELLÁN GARCÍA

Centro de Ciencias Sociales, ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas

Los cambios drásticos en la estructura por edades de la población han llamado la aten­ción de estudiosos e investigadores, algunos delos cuales han puesto su énfasis en el procesode envejecimiento y en sus implicaciones socioeconómicas. Las consecuencias más notablesy sentidas por el grupo de personas de edad se relacionan con el incremento de la dependencia(ffsica y económica), de los sistemas de protección social (pensiones, asistencia sanitaria yotros servicios generales).

En los últimos años se ha realizado en España un esfuerzo considerable para mejorar lacalidad de vida de las personas mayores, extendiendo, profundizando y asegurando unaprotección social. La dotación de servicios sociales, en concreto el alojamiento, se insertadentro de la política de prevención y satisfacción de las necesidades y es un buen indicadordel nivel de desarrollo y madurez del estado protector'.

Con esta comunicación se pretende valorar, para el municipio de Madrid, la importanciade las cifras en planificación de servicios sociales, identificar los desequilibrios y,finalmente,señalar las tendencias previsibles de los fenómenos demográficos que pueden tener impactoen las dotaciones de equipamientos.

Material y métodos

Tres tipos de fuentes han sido manejadas para este trabajo: las guías de servicios socialespara el municipio de Madrid, para calcular la oferta de plazas en residencias para ancianos;las proyecciones al 2001 de los 21 distritos del municipio (para calcular la demanda), y elPlan General de Ordenación Urbana de Madrid de J985 (PGOUM) y Plan GerontológicoNacional (PGN) (como base para la obtención de criterios de cobertura de la demanda).

Se contabilizó exclusivamente la oferta total de plazas residenciales ofrecidas en 1986en cada uno de los 21 distritos, según la última división territorial.

Existen dos criterios para calcular la demanda: uno basado en el nivel socioeconómicode acuerdo al PGOUM y otro en la ratio recomendada por el PGN. Según aquél, los distritosde Madrid requerirían una oferta de plazas diferencial conforme a una clasificación socíoe­ccnómica a tres niveles: dotación de 3,5 plazas por cada 100 ancianos para los distritos denivel socioeconómico bajo, de 3 por ciento para los distritos de nivel medio y de 1,5 porciento para los distritos de nivel alto. De acuerdo al PON la dotación debería asegurar unaplaza residencial a toda persona mayor de 65 años en estado o situación de necesidad (medidopor el nivel de salud y la autonomía del individuo, la situación de la vivienda, los ingresos,

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Situación de partida

En los últimos años, el municipio de Madrid ha sufrido un fuerte proceso de envejeci­miento demográfico, como consecuencia de la caída de las tasas de fecundidad y de unaemigración de adultos jóvenes a las ciudades de la corona metropolitana. En 1986 (CuadroI) había 392.079 personas de 6S y más años (12,8 por ciento de la población). Este procesocontinuará y las proyecciones apuntan una cifra relativa de 21,1 por ciento para el año 2001.

La población de edad vive desigualmente repartida por los diferentes distritos, reflejodel doble proceso de envejecimiento in situ. de la población autóctona y del envejecimientode las antiguas oleadas de inmigrantes de los años sesenta. Esta circunstancia sumada a la dediferenciaciór; socioeconómica, sexo y edad, determina el nivel de necesidad de alojamientocolectivo asistido.

La demanda efectiva para este tipo de equipamiento se ha calculado en función delnúmero de personas mayores (demanda potencial) y de su nivel socioeconómico. Para 1986,según los criterios del PGOUM, ésta ascendería a 10.280 plazas, siendo las necesidadesmenores en aquellos distritos con nivel socioeconórnico alto por la existencia de mayoresalternativas al problema de la dependencia física.

La oferta responde de forma desigual a la demanda efectiva; no acude donde más seprecisa, sino que su localización responde a diversos motivos: existencia de solares o localesapropiados (muy escasa en los distritos centrales), zonas de mayor nivel económico, inerciahistórica, actuación de la iniciativa privada.

Los distritos periféricos de Moncloa, San BIas y Carabanchcl reúnen el 40 por cientode la oferta, en parte explicado simplemente porque la media del valor catastral (edificios ysolares) en los distritos centrales es más del doble que en la periferia.

La oferta en los barrios con nivel socioeconómico alto (3.028 plazas, 37,3 por ciento)es superior a la de aquéllos con nivel bajo 0.040 plazas, 12,8 por ciento), dándose la paradojade que la oferta duplica a la demanda en aquéllos, mientras que en éstos es a la inversa.

La inercia histórica es un factor que explica los desequilibrios espaciales, pues dos terciosde la oferta pertenecen a la iniciativa privada', fundamentalmente ele la Iglesia Católica, quedurante años realizó una importante labor de asistencia gerontológica a través de residenciasy asilos, normalmente anexos a iglesias y conventos.

La nueva iniciativa privada (sociedades, instituciones, personas jurídicas y, también.organizaciones religiosas) busca otro tipo de demanda, la más numerosa y la de mayor nivelsocioeconómico. Actualmente más de un tercio de las plazas ofertadas se localizan en loscinco distritos de mayor nivel socioeconómico, lo que contrasta con la práctica ausencia deiniciativa pública: más elel 92 por ciento elelas plazas en esos distritos son de carácter privado.

Una de las razones que explican esta disparidad es la tardía intervención de las autori­dades públicas en este sector; no se pudo realizar una actuación allí donde no había suelodisponible, era muy caro o los locales existentes eran inadecuados a la función. Por ello lainiciativa pública, que trata de satisfacer todo tipo de demanda, en especial la de las clasesmedias y bajas, ha de buscar la periferia urbana o incluso la metropolitana para ubicar susdotaciones. Esto justifica, por otra parte, que el tamaño medio de una residencia pública (168

el grado de aislamiento e integración social, entre otros indicadores) hasta conseguir una ratiode 3,5 plazas por cada 100 ancianos.

En esta comunicación se utiliza principalmente el primer criterio, aplicado a 1986 comofecha de partida y al 200 1 como fecha término, por considerar que la recomendación del PGNpodria resultar, en cierto modo, ambigua, ya que aplicándose la ratiogeneral de 3,5 por cientoa cada distrito, aquéllos con nivel socioeconómico alto o medio resultan claramente favore­cidos en el reparto de dotaciones.

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plazas) sea muy superior al que ofrece la privada (52 plazas), pues se ha construido en mejorescondiciones, optimizando inversiones.

El futuro

La proyección de población al año 2001 muestra una acentuación del proceso de enve­jecimiento; el municipio alcanzará las 547.552 personas de 65 y más años (21,1 por cientode la población). Todos los distritos se ven afectados, en especial aquellos en que el movi­miento natural ya es negativo en estos primeros años noventa: Centro, Retiro, Salamanca,'Ietuán y Chamberf, que coinciden con su situación más céntrica. De nuevo se reafirma eltópico de un centro envejecido y una periferia relativamente más joven.

Aunque se desconoce el ritmo de construcción y oferta de plazas de residencia hasta el2001 , se puede calcular la demanda corregida a esa fecha; se observa que tres de los distritosmás viejos pierden población y desciende su demanda (Centro, Salamanca y Chamberí).

Las 6.863 plazas a crear hasta el año 2001 se reparten de forma desigual: serán másnecesarias allí donde las estructuras demográficas son ahora más jóvenes (que, además,arrastran fuertes déficits), consecuencia lógica al tratarse de dotaciones de equipamientos quecubren un largo periodo medio de la vida de las personas.

El incremento de plazas necesario para satisfacer la demanda hasta el año 2001 está enfunción, sobre todo, del número de plazas de partida. Cuatro distritos carecían de plazas enla fecha inicial'. De esta forma, los mayores incrementos se producen en aquellos distritosque originariamente tenían un escaso número de plazas o incluso carecían de ellas (Puentede Vallecas, Moratalaz, Villaverde y Vicálvaro).

De nuevo aparecen desajustes en el espacio, aún tratando de corregir los déficits actuales.Ello conlleva un inevitable desarraigo de su entorno vital de muchas personas que buscanplaza en residencia. De la misma forma que el criterio distancia prima a la hora de lasdotaciones de alta frecuentación, en el caso de las residencias ése debería ser un criterio deprimera magnitud: conforme se avanza en el curso de la vida, las vivencias en el espacioinmediato son mucho más importantes, y la alteración del orden exterior puede incluso afectaral espacio interior y a la intimidad de estas personas.

Sin embargo, los planificadores no sólo han de guiarse por las proyecciones demográ­ficas. Existe un factor distorsionante de la oferta y demanda de alojamientos colectivos quedebe ser tenido en cuenta. Se trata de la progresiva tendencia de muchas personas mayoresa cambiar de domicilio, emigrando desde Madrid, bien a viviendas de sus hijos, bien a otrasmejor adaptadas a sus necesidades, o utilizando la residencia secundaria que ahora se con­vierte en primaria (o al menos en alternante), o bien regresando a su lugar de nacimiento, enel caso de antiguos inmigrantes procedentes de la España interior.

Aproximadamente seis mil personas de 65 y más años (más de ocho mil si se contabi­lizan los de 60 y más) cambian anualmente de residencia, tomando como origen o destino elmunicipio de Madrid; en su mayoría (casi tres cuartos) causan baja por emigración desdeMadrid. Estas cifras son ciertamente «cortas» por referirse sólo a las bajas oficiales delPadrón". Este proceso de abandono de Madrid debe estudiarse en profundidad para descubriruna serie de hechos que deben ser considerados en cualquier proyección de dotaciones.

Conclusiones

Del estudio del equipamiento de residencias colectivas para personas de edad en elmunicipio de Madrid, y su planificación futura, pueden extraerse varias conclusiones:

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1) Su localización en el espacio responde a la existencia de infraestructura apropiada(solares o locales), al nivel económico de la zona, a la inercia histórica y a las estrategias deactuación de la iniciativa privada y pública.

2) La desigualdad en el reparto de los equipamientos puede conducir inexorablementea una movilidad no deseada y al desarraigo con relación al espacio vivido; la planificaciónno sólo debe considerar el número-demanda sino también (y especialmente) las condicionessubjetivas y las necesidades sentidas de la población que se pretende servir.

3) Importancia de las cifras absolutas y no sólo relativas para medir el proceso deenvejecimiento y las demandas asistenciales; es fundamental la existencia de proyeccionesdemográficas bien calculadas, basadas en criterios y previsiones sólidas, que tengan en cuentaotros factores y no solamente las tasas de fecundidad y mortalidad para establecer los esce­narios de proyección.

4) En el caso concreto de Madrid, se precisarán más equipamientos de alojamientocolectivo para personas de edad donde menos grado de envejecimiento existe actualmente,pues coincide, además, con los barrios de menor nivel socioeconómico.

5) Existe una tendencia, ya reflejada en cifras estadísticas, al abandono de Madrid porparte de un grupo significativo de personas de edad, que distorsionará la demanda deequipamientos.

Notas

1 En línea con esta política de cobertura social, el Ministerio de Asuntos Sociales ha diseñado un plangerontológico, pendiente de aprobación, organizado en cinco áreas: pensiones, salud y asistencia sani­taria, servicios sociales, cultura yacio, y participación.

2 Véanse los datos en detalle en Abellán et al. (1992).

3 Estos distritos proceden de la partición de distritos anteriores, fruto de la nueva división territorialadministrativa.

4 En un trabajo de campo reciente, en la provincia de Toledo, sobre migración de retomo, se ha com­probado que muchas personas jubiladas mantienen domicilio en Madrid, pero pasan la mayor parte delaño en su pueblo de origen, creando una cierta confusión administrativa.

Bibliografía

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ABELLÁN GARCÍA,A: fERNÁNDEZMAYÜRALAs-fERNÁNDEz,G. y ROJOPÉREZ.F. (1992) «The residentialaccomodation for the elderly in Madrid», European Ioumal ofGerongology, 7, págs. 408-413.

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1¡I

1

UTILIZACIÓN DE LAS VARIABLES DEMOGRÁFICAS EN LOSEQillPAMIENTOS PÚBLICOS: DIAGNÓSTICO Y PLANIFICACIÓN

JOSÉ LUIS CALVO PALACIOS; JOSÉ rvIIGUEL JOVER YUSTE;

ÁNGEL PuEYO CAMPOS y PILAR ALONSO LOGROÑODepartamento de Geografía y Ordenación del Territorio

Universidad de Zaragoza

El desarrollo y generalización de los equipamientos públicos es aspiración de todasociedad moderna y uno de los pilares en los que se asienta el llamado estado del bienestar.Su gestión y desarrollo van muy ligados desde siempre a la tutela del estado, bien a travésde su gestión, bien por su financiación por organismos y fondos públicos. Por ello, su disfruteha de' estar al alcance de toda la población, y la decisión y planificación como bien comúnse debe apoyar en los argumentos de bienestar, equidad y desarroIlo (Moreno Jiménez, A,1991), lo que obliga a plantear cuidadosas metodologías de análisis que permitan la evalua­ción y localización de los mismos de acuerdo a las necesidades que demanda la población.

Atención y servicio se convierten en objetivos fundamentales dentro de los procesos dedecisión y planificación, y las variables demográficas en las bases para la determinación yasignación de los equipamientos públicos en el territorio. Su localización supondrá a cuántosy a quiénes va a beneficiar, repercutiendo no sólo en la asistencia y calidad de vida de lapoblación, sino también más o menos directamente en las actividades económica y funcionaldel área en donde se emplacen (Price, D.G. y Blair, AM., 1989). De esta manera al conceptode atención ciudadana se le unen los ele impacto económico y de atracción funcional, convir­tiendo a estos servicios en piezas claves para el desarrollo y viabilidad de un territorio. Estoobliga a diseñar modelos de interacción entre el equipamiento, la población hacia la que seorienta y el tejido soclceconómico en el que se inserta, siguiendo las pautas de todo procesode planificación (Moreno Jiménez,A. y Escolano Utrilla, S., 1992):

a) Diagnóstico del problema, encuadrando las necesidades y características de la pobla-ción de ese espacio en el que se quiere localizar o analizar el estado del equipamiento público'.

b) Demanda social y necesidades reales para su provisión.e) Objetivos y umbrales a los que se puede o debería optar.d) Oferta real de equipamiento.e) Propuestas sobre ese equipamiento, teniendo en cuenta los objetivos que se han

planteado, y los modelos de trabajo.f) Evaluación de las actuaciones, fundamentalmente en sus repercusiones de atención

directa a la población, y su inserción en el tejido sccioeconórnicoque, en última instancia,está repercutiendo en la calidad de vida y atracción de ese espacio para la población residentey circundante.

En muchos de los servicios y equipamientos disponibles por la población subyace uncomportamiento parecido al modelo gravitatorio sobre el que se fundamentan los estudios depotenciales poblacionales (Calvo Palacios, J.L. y Pueyo Campos, A., 1989). La distancia aun servicio público resulta determinante para el acceso al mismo, siendo mayor su uso por

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1¡I

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UTILIZACIÓN DE LAS VARIABLES DEMOGRÁFICAS EN LOSEQillPAMIENTOS PÚBLICOS: DIAGNÓSTICO Y PLANIFICACIÓN

JOSÉ LUIS CALVO PALACIOS; JOSÉ rvIIGUEL JOVER YUSTE;

ÁNGEL PuEYO CAMPOS y PILAR ALONSO LOGROÑODepartamento de Geografía y Ordenación del Territorio

Universidad de Zaragoza

El desarrollo y generalización de los equipamientos públicos es aspiración de todasociedad moderna y uno de los pilares en los que se asienta el llamado estado del bienestar.Su gestión y desarrollo van muy ligados desde siempre a la tutela del estado, bien a travésde su gestión, bien por su financiación por organismos y fondos públicos. Por ello, su disfruteha de' estar al alcance de toda la población, y la decisión y planificación como bien comúnse debe apoyar en los argumentos de bienestar, equidad y desarroIlo (Moreno Jiménez, A,1991), lo que obliga a plantear cuidadosas metodologías de análisis que permitan la evalua­ción y localización de los mismos de acuerdo a las necesidades que demanda la población.

Atención y servicio se convierten en objetivos fundamentales dentro de los procesos dedecisión y planificación, y las variables demográficas en las bases para la determinación yasignación de los equipamientos públicos en el territorio. Su localización supondrá a cuántosy a quiénes va a beneficiar, repercutiendo no sólo en la asistencia y calidad de vida de lapoblación, sino también más o menos directamente en las actividades económica y funcionaldel área en donde se emplacen (Price, D.G. y Blair, AM., 1989). De esta manera al conceptode atención ciudadana se le unen los ele impacto económico y de atracción funcional, convir­tiendo a estos servicios en piezas claves para el desarrollo y viabilidad de un territorio. Estoobliga a diseñar modelos de interacción entre el equipamiento, la población hacia la que seorienta y el tejido soclceconómico en el que se inserta, siguiendo las pautas de todo procesode planificación (Moreno Jiménez,A. y Escolano Utrilla, S., 1992):

a) Diagnóstico del problema, encuadrando las necesidades y características de la pobla-ción de ese espacio en el que se quiere localizar o analizar el estado del equipamiento público'.

b) Demanda social y necesidades reales para su provisión.e) Objetivos y umbrales a los que se puede o debería optar.d) Oferta real de equipamiento.e) Propuestas sobre ese equipamiento, teniendo en cuenta los objetivos que se han

planteado, y los modelos de trabajo.f) Evaluación de las actuaciones, fundamentalmente en sus repercusiones de atención

directa a la población, y su inserción en el tejido sccioeconórnicoque, en última instancia,está repercutiendo en la calidad de vida y atracción de ese espacio para la población residentey circundante.

En muchos de los servicios y equipamientos disponibles por la población subyace uncomportamiento parecido al modelo gravitatorio sobre el que se fundamentan los estudios depotenciales poblacionales (Calvo Palacios, J.L. y Pueyo Campos, A., 1989). La distancia aun servicio público resulta determinante para el acceso al mismo, siendo mayor su uso por

la población residente frente a la del entamo, olvidándose el papel social, descentralizadore igualitario que un equipamiento público debe tener cuando éste se encuentra excesiva­mente alejado y se priman en su instalación los criterios de rentabilidad econométrica.

Bien es cierto que algunos equipamientos (centros hospitalarios, institutos, complejosculturales, teatros, auditorios, etc.) no pueden localizarse sino en núcleos con una cierta escalapoblacional, que permitan su utilización sostenida en razón de la demanda potencial inme­diata. No obstante,"la tradicional ausencia de un análisis espacializado de la demanda a lahora de planificar los equipamientos públicos regionales o comarcales, ha conducido a laexcesiva polarización en los núcleos urbanos tradicionales, favoreciendo la centralidad deéstos, frente a las áreas rurales o los entornos metropolitanos de reciente crecimiento. En lasprimeras al no ver su población satisfechas sus necesidades, se va favoreciendo indirecta­mente la emigración hacia espacios mejor dotados. En los segundos, insuficientemente aten­didos, crean problemas de congestión en los núcleos centrales, que podrían evitarsemejorando, en todos los casos, la calidad asistencial.

Esto obliga a plantear los equipamientos públicos como elementos del reequilibric te­rritorial, ya quc la sociedad actual al subvencionarlos vía impositiva, demanda igualdad dcoportunidades para su acceso, utilización y disfrute.

En esta línea se han de desarrollar las metodología de análisis y localización de losequipamientos, procurando los instrumentos necesarios que posibiliten su diagnóstico enfunción de la demanda, y las propuestas de optimizaciónde los mismos cara a la planificación.

Dentro de estas dos líneas los valores más relevantes a considerar para la población son:demanda, oferta y calidad de los equipamientos, y accesibilidad.

Demanda

Constituida por la población real o potencialmente usuaria de los equipamientos públicosque se analizan u optimizan. En unos casos puede coincidir con la totalidad de la población(equipamientos sanitarios, culturales, deportivos, etc.), en otros estera muy en relación conun grupo de edad determinado (servicios sociales de apoyo a la tercera edad, centros educa­tivos, etc.), o con grupos sociales específicos (salario social, atención a minorías marginales,centros de desintoxicación, residencias para discapacitados físicos o psíquicos, entre otros).

Esto obliga a conocer muy bien el universo de la demanda, su localización, y losumbrales, o porcentajes de atención que tienen previsto establecer los poderes públicos, comopremisas necesarias para poder realizar un diagnóstico fiable de equipamientos. Censos,padrones, fichas municipales o elelos servicios existentes, se convierten en las fuentes básicaspara la caracterización de la demanda; aunque, hoy en día, uno de los problemas fundamen­tales con los que el investigador se encuentra es el de 1<Is trabas políticas y burocráticas que,en aras de un mal entendido secreto estadístico, esta empobreciendo las posibilidades deacceso a fuentes directas y detalladas de las variables demográficas". No hay que olvidar quesi se abarca la totalidad de la muestra, y el grado de desagregación por unidades espacialeses el mínimo (municipio en la escala nacional; entidad en la regional; distrito en la comarcal;y sección o manzana en la. local), será cuando los modelos de diagnóstico, propuestas yevaluación de los equipamientos responderán y revelarán [os problemas que se plantean, roque en muchas ocasiones se está olvidando, buscando herramientas técnicas y estadísticasmuy poderosas para universos muy parcos y restringidos, obteniéndose resultados muy po­bres, poco espacializados y con poca operatividad real para los planificadores.

Oferta y calidad de los equipamientos.

La oferta dará el nivel de atención que ese equipamiento ofrece (bien en número deplazas, o como grado de cobertura máxima). Su conocimiento ha de permitir la correlación

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con la demanda para establecer la dotación del equipamiento o los posibles desajustes exis­tentes. La calidad se evaluará en función de su nivel y prestaciones, personal que utiliza parala población que atiende, inversiones realizadas, tipo de instalaciones, etc., bien como mediade los equipamientos del espacio a estudiar, bien comparando con los estándares establecidosa escala nacional o internacional.

Igualmente las características de su uso van a ser determinantes para evaluar los criteriosde localización, zonificación y área de influencia, pues podemos encontrar diferentes tiposeleequipamientos públicos (Moreno Jiménez, A. y Escolano Utrilla, S., 1992): De utilizacióncontinuada (las proyecciones de la demanda han de ser estables para que el equipamientotenga una verdadera rentabilidad social) o momentánea (más en función de una demandaestacional o transitoria); o en función de la provisión centralizada (la demanda se desplazahacia la oferta por las características intrínsecas de la segunda) o difusa (la oferta se acercaa la demanda, fundamentalmente por la cotidianeidad en su uso o por la necesidad de unaatención rápida y universal de la demanda) que prestan.

La accesibilidad.

Es también uno de los parámetros (que denominaremos rentas de situación) fundamen­tales que permiten ver si es adecuada la atención del equipamiento a la población, ya que noscaracterizará el área de servicio del equipamientos. Puede ocurrir que si bien la relaciónoferta-demanda es óptima, su localización entrañe problemas de acceso por parte de la po­blación. Los niveles de acceso al equipamiento, que dependen de la situación de la demandafrente a la ubicación del servicio, se pueden plantear en la línea de los potenciales poblacio­nales, variando el diseño de la curva que se adapta en función del umbral dotacional y deaccesibilidad óptimo que ha de tener un equipamiento. Normalmente estas rentas de situaciónse homogenizan en unos valores que oscilan de O a 10, según la proximidad de dicho equi­pamiento a la población (Thouez, LP., Bodson, P. y Alun, EJ., 1988)3. De esta manera seobtiene una función de fricción F(d) que nos va a matizar y caracterizar la efectividad delequipamiento en función de su alejamiento a la demanda. Estas funciones han de diseñarseel o los servicios que se vayan a estudiar, y en su elaboración es muy importante no sólo teneren cuenta los criterios técnicos de los expertos, sino también las pautas de conducta y loscondicionantes socioeconómiccs de la población",

Principios operativos en los modelos de diagnóstico y planificación deequipamientos públicos

Desde el punto de vista operativo para el estudio de los equipamientos en las escalasregional y nacional, se erigen en determinantes para el diagnóstico y planificación ele losequipamientos los principios de niveles de atención, rentas de situación y niveles de calidadde los mismos.

Nivel de dotación de un equipamiento respecto a la población servida

Sena la adecuación oferta-demanda, al asignar unas determinadas cargas poblacionales",obteniendo los ratíos de asistencia de un equipamiento a la demanda, y detectando los espa­cios que quedan desatendidos por la falta de posibilidades para la oferta de llegar a toda lademanda, de forma que se obtuvieran parámetros de comparación con estándares de otrosespacios o escalas (CE, país, región, etc.). Igualmente interesa caracterizar los hábitos de uso

de esa población, lo que nos permitirá determinara aún más el equipamiento, sobre todocuando no es de utilización universal o general.

Rentas de situación de la población frente a los equipamientos

Se pueden plantear dos hipótesis: a) Rentasdesituación respecto delconjunto, asignandola demanda a los equipamientos que se encuentren más próximos, hasta negar a los umbralesde asistencia que permita el centro. Además de la asignación se puede observar la diferenteposición de la demanda en función de su localización frente a ese equipamiento al trabajarcon la curva según niveles de acceso de la población al equipamiento en función de ladistancia. b) Rentasde situación respecto a la división administrativa existente. Otra formade ver los análisis anteriormente descritos es teniendo en cuenta las divisiones administrativasestablecidas para un equipamiento, de manera que las asignaciones de la demanda se encuen­tran determinadas por esta subdivisión. En este caso los niveles de dotación, rentas de situa­ción y flujos estarán condicionados exclusivamente por el reparto espacial planteado desdelos poderes públicos.

Esto no es óbice para que a la hora de realizar el diagnóstico se aborde el análisis desdelas dos perspectivas, para detectar los desequilibrios que se produzcan con una divisióncerrada frente a un análisis de conjunto. Además de esta manera se considera la interacciónde Jos espacios dentro de una óptica probabilística, lo que deja en libertad de elección a lademanda frente a la oferta.

Nivel de calidady-o atención del equipamiento'

Una vez superados los niveles de dotación mínima a la población, es lógico plantearsela mejora cualitativa, evaluándose el nivel de atención y servicio del equipamiento cara aldiagnóstico de aquellos espacios en los que la inversión no debe ir en la línea del aumentocuantitativo, sino cualitativo.

Modelos de diagnóstico en los equipamientos

A través de los modelos cartográficos y en la línea explicitada en los tres principiosanteriores hay que analizar el estado real del equipamiento en función de sus posibilidades,sabiendo hacia dónde se desplaza la demanda. Hay que tener muy en cuenta la capacidad delservicio frente a la población de su entamo, dándose prioridad a la demanda más próxima,utilizándose para ello una combinación de los modelos gravitatorios de potenciales y los deasignación según la mínima distancia y oferta disponible. Los resultados, para su mejorcomprensión se cartografiarán bien siguiendo la técnica de los potenciales en cuadrícula,isoifneas o esferas (Calvo Palacios, lL., Pucyo Campos, A. y Jovcr Yuste, J.M., 1992), bienpor medio de una cartografía de flujos (ponderados por colores según la distancia y por elgrosor de la línea según la población absoluta a la que se atiende), o por estimadores dedensidad con funciones Kernel (Moreno Jiménez,A., 1992a).

Como complemento a estos estudios se pueden determinar los escenarios óptimosy losdesequilibrios de la demanda potencialcon los equipamientos existentes: áreas de influenciateórica del equipamiento en función de la distancia, destacando tanto los espacios desasistidoscomo los que sufren la confluencia e interacción de varios equipamientos; y desplazamientosmínimos teóricos de la demanda a ese servicio. Su comparación con la distribución regla­mentada, ya nos puede aportar información sobre los desequilibrios de la localización.

L,i

De la misma manera, y teniendo en cuenta las asignaciones realizadas, se pueden caI­cu¡~tr ~os ratio~ de dotaci.ón y servicio que oferta cada equipamiento, de manera que se puedandelimitar sus areas funcionales y los índices de dotación por áreas, estimando y localizandodonde se encuentran los déficits.

Utilizando la curva de acceso de la población al equipamiento, se puede detectar la rentade situ.ación de e~e espacio t're~te a los equipamientos, y estimarla para cada punto", y parael co~~unto d~l slstem~ o s~bslstema. Por otro lado, una vez determinados los espacios deatencron de dicho equtpanuento y la dotación que supone para la población que atiende sepuede estudiar la calidad del mismo en función de los parámetros que se hayan dispuesto porparte del grupo de expertos en el tema.

La combinación de estos tres apartados (dotación, calidad del servicio y rentas de situa­ción y accesibilidad al mismo) ayudan a caracterizar el territorio en:

a) Espacios óptimos. Hay una perfecta localización del equipamiento, con una buenaatención y calidad del mismo para la población.

b) ESI~acios irfradotados. ~ienen un grave problema en la atención a la población parapoder cubnr el mm1l110 de necesidades. Se trata de aumentar la capacidad de dotación de eseequipamiento (hacia una inversión eminentemente cuantitativa).

e) Espaciosmarginados. Cuando las rentas de situación de la población son muy desfa­vorables s~ plantean pr~blemas de acceso a ese equipamiento, y por lo tanto una desigualdaden la atención. Hay que intentar acercar el servicio, bien relocaIizándolo espacialmente (cuan­do el ~otectiv~ de pobl~ción sea Jo suficientemente relevante), bien mejorando los tiemposde acceso al mismo (mejora de la red de comunicaciones, creación o aumento de los serviciosde transporte, etc.) .

. d) E.spacios deficitarios. La calidad de las prestaciones y servicios de ese equipamientoson inferiores a los estándares previstos para ese territorio. En estos casos la inversión va másen la línea de mejorar el propio equipamiento.

e) Espacios mixtos. En ellos se combinan, en mayor o menor grado, alguno de los trespresupuestos anteriores, planteando problemáticas complejas que requieren actuacionescombinadas.

Estos análisis del territorio llevan a configurar un diagnóstico del territorio, siempre quela presentación de los resultados conlleve una trasmisividad clara y didáctica de las variables.En esa línea se ha pensado en una cartografía de análisis multivariable que interrelacionedotación y calidad, junto con la matización de las rentas de situación, e incluso de los índicesde accesibilidad, explicados anteriormente.

Igualmente, él la hora de estudiar un equipamiento, se deberían buscar las interconexio­nes existentes con otros servicios para una mejor atención a la población, desarrollandoíndic~s que ~om?inen los equipamientos, de manera que se pueda evaluar la población yespaCIos mejor SItuados y dotados frente a los equipamientos analizados. Esto puede ser de?ran in.teré~ ,cuando hay que coordinar varios equipamientos simultáneamente, o haya unajerarqurzacron por la que dependen uno de otro. Los resultados obtenidos pueden servir cornovariables para una o varias bases de datos relacionales del área de estudio, permitiendo laelaboración de fichas para la ulterior toma de decisiones, y la preparación de informaciónbásica para su implementación en un sistema de información geográfica (Pucyo Campos, A.,1991), que puede servir como medio dc presentación, consulta espncializada y superposiciónde las diferentes variables disponibles. .

Modelos de planificación y optimización

Por medio de éstos se pretende dar instrumentos que posibiliten al planificador y altécnico definir líneas de actuación que mejoren las dotaciones y necesidades de la demanda,

bien aprovechando los resultados procedentes del diagnóstico realizado (espacios óptimos,infradotedos, marginados, deficitarios o mixtos) para orientar las actuaciones que se han derealizar en el territorio, bien incluyendo las nuevas propuestas que desde los ámbitos técnicoo político se pretendan introducir (aumentos de la calidad de las prestaciones, mejora de lacobertura de la población, erc.).

En relación a las situaciones de irfradotaciónpor un lado se ha planteado:a) Cuantificación y localización de los déficits de la demanda.b) Localización y cálculo de efectivos en los puntos en los que se deben aumentar las

dotaciones para atender a la demanda. Este último aspecto se puede abordar desde variasópticas: a) Ampliación de plazas sobre los equipamientos ya existentes que cubran las áreasde su entorno. Suele ser la más económica, pues no obliga a crear nuevos equipamientos, porlo que los costes de ampliación son mínimos. b) Creación de nuevos centros, de acuerdo amódulos de equipamiento preestablecidos, que estarán en función de criterios de racionalidaden su gestión y en los niveles de calidad que se pretende ofertar. De coste más elevado,conllevan la descentralización del servicio y la mejora en la accesibilidad y vinculación a lasáreas más desfavorecidas, aunque plantea costes considerables por las nuevas inversiones eninstalaciones y dotación de personal. c) Sistema mixtoconampliaciónde plazasy la creaciónde nuevoscentros. Tal vez sea el más coherente, ya que se aprovechan economías de escala.Por un lado se atiende a aquellos espacios en los que es imposible nueva creación de equipa­mientos por la debilidad de su demanda, por otro se crean nuevos equipamientos que ayudena una redistribución espacial y se eviten las deseconomías con centros excesivamente grandes,que presentan graves problemas de congestión.

Ello no sólo supone la representación cartográfica de unos resultados, sino la operativatécnica para comparar o simular con escenarios diferentes predefinidos.

La mejora de las rentas de situación, siguiendo los criterios anteriormente expuestos,constituye otro de los elementos a modelizar para aproximar siguiendo los principios deequidistribución social de los equipamientos a la población. Aquí se tendrá que evaluar orestringir según el peso de la demanda para poder hacer viable la existencia de ese servicio.Los modelos utilizados pueden ir en diferentes líneas:

1) Modelos de potenciales, con las dos variables utilizadas en los modelos de diagnós­tico: oferta y demanda, en las que se involucran de manera diferente la distancia como costede desplazamiento económico o social. Los resultados de optimización permitirán calibrar laoferta de servicio que es necesario (Calvo Palacios, Ll., y Pueyo Campos, A, 1989).

2) Modelos de asignación-localización. Por medio de ellos se intenta precisar las distri­buciones de los equipamientos en el espacio, ya diagnosticadas en los modelos de potenciales,según presupuestos de restricción para alcanzar los mejores valores de emplazamiento (Mo­reno Jiménez, A, 1992b), minimizando el desplazamiento de la demanda a los equipamientos.

3) Limitando ei número de equipamientos y minimizando el número de desplazamientospor parte de la demanda.

4) Cobertura máxima.5) Cobertura máxima con restricción de alejamiento.6) Minimizando el número ele centros, con cobertura obligatoria y limitación en cuanto

al volumen de demanda desplazada.Otras cuestiones de estos modelos que actualmente habría que introducir es la elabora­

ción de indicadores que recojan las mejoras tanto en calidad como en análisis de costes porunidad de módulo, pudiendo integrar diferentes escenarios económico-financieros como va­riables restrictivas a la hora optimizar y rclocalizar los equipamientos; de esta manera seintegrarían los niveles de servicio tanto en cantidad como en calidad.

Todos estos modelos al plasmarlos y representarlos espacialmente enlazan con los sis­temas de cartografía dinámica que, como inicialmente se ha comentado en esta comunicación,supone un instrumento importante como apoyo a la planificación.

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Notas

1 Aquí se entra en el dilema de seguir criterios estrictamente científicos, que se plantean desde 'elconocimiento teórico y práctico de la realidad del problema, para extraer parámetros y conclusiones; obien aplicar las formulaciones que desde los grupos técnicos de los gestores políticos establecen comoumbrales y necesidades. Si por un lado nos acercamos a lo que podría ser un conocimientomás o menosaséptico e independiente, por atrase contrae cierta connivencia y determinismo en los resultados. Elpeligro de la primera opción es que el trabajo se convierta en un mero ejercicio teórico sin aplicación,mientras que por el otro cauce lo que se asume es el papel de validar con argumentos más o menostécnicos la decisión política. Tal vez lo difícil sea compaginar estas dos posturas, de manera que seconserve la independencia científicaen el análisisy diagnóstico,y que los criteriospolíticos sirvan comomatización más adelante a la hora de la previsión y actuaciones sobre el territorio, pero siempre sincomprometer la evaluación de Jos resultados, quedando en sus manos la selección de las posiblesalternativas que más se adecuen a sus planteamientos ideológicos.En cualquier caso, una aproximaciónconcéntrica lleva por la vía de la confluencia del razonamiento teórico con el anclaje real que la intro­ducción de una información desagregada proporciona, lo que todavía se refuerza más con un adecuadotratamiento cartográfico.

2 Es el caso del Padrón Municipal de 1991 del que se han eliminado campos determinantes paraestudioscomo la estructura familiar o la situación socloeconómlcade la población. Estas informaciones de vitalinterés a la hora de caracterizar servicios o equipamientos de atención a ancianos, cultural, de ocio oeducativo, se cercenan con graves perjuicios en los espacios rurales, o en el ámbito urbano (manzana osección estadística), cuando el muestreo o la encuesta no pueden reflejar, sino es con un elevado costeeconómico la realidad del problema.

3 El concepto de renta de situación admite múltiplesconcepciones. Nosotros lo empleamos en un sentidoamplio similar al de L. Wingo, como ahorro teórico en costos de desplazamiento respecto a otras áreas.

4 Lo que nunca se debe hacer es extrapolar resultados de otros países o comunidades sociales, en losque tanto sus necesidades como sus modos de vida condicionan cl uso, necesidad y percepción delequipamiento. No es lo mismo una sociedad como la californiana,que realiza unos desplazamientos demuy largo recorrido, que un medio rural de la Península, con unas pautas más lccalistas.

5 Tipos de asignación: totales y plazas, de acuerdo a la capacidad lógica del centro, proximidad delnúcleo, etc.

6 Bien de acuerdo a criterios de calidad internos al área de estudio, bien de acuerdo a estándaresnacionales o internacionales.

7 Resultado del promedio de las rentas de situación de los habitantes ele cada uno de las áreas a estudio.En un mismo núcleo, y en función de la saturación ele un servicio, se puede dar cI caso de que una partede la población acuda a un equipamiento cercano, mientras que el resto tenga que desplazarse a otrospuntos más distantes y menos congestionados.

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ANÁLISIS GEODEMOGRÁFICO y SALUD PÚBLICA. EL ESTUDIODE LA POBLACIÓN EN EL DIAGNÓSTICO DE SALUD DE LACOMUNIDAD: OBJETIVOS, LIMITACIONES Y PROPUESTAS

PEDRO REQUES VELASCODepartamento de Geografía, Urbanismoy Ordenación del Territorio

Universidadde Caruabria

En los Diagnósticos de Salud de la Comunidad (en adelante DSC), la población seconstituye invariablemente en análisis obligado, bien como estudio integrado y parte intrín­seca de los mismos, bien como marco de referencia y como punto de partida. En cualquiercaso, .el rigor metodológico en el tratamiento de los datos, la fiabilidad de las fuentes y laactualización de la información .son exigencias básicas en este tipo de trabajos aplicados.

Los problemas de fuentes para el estudio demográfico en los diagnósticos desalud de la comunidad

En materia de población, sin embargo, los problemas con los que los reelactores de losDSC se encuentran son, en esencia, los mismos con los que se enfrenta el geodemógrafo,pudiendo citar entre éstos la sobre-estimación o sub-estimación de la población de base(dependiendo si el DSC se hace para una área rural o urbana), la ausencia de informaciónfehaciente sobre poblaciones y movimientos estacionales de población (hecho que en deter­minadas áreas turísticas supone graves distorsiones en programas de salud comunitaria yplanificación sanitaria), la falta de control de calidad de la información estadística desagre­gada disponible para determinadas escalas de análisis (secciones urbanas, municipios, ctc.) yla parquedad de ésta, el desajustes y la ausencia de correspondencia territorial en las demar­caciones de los distintos organismos públicos y su artificialidad, el notable retraso en ladisposición de datos estadísticos, las interferencias entre las distintas instituciones de la Ad­ministración relacionadas con las estadísticas demográficas (Administración de Justicia, lNE,Administración Sanitaria, etc.), la escasa explotación de los datos disponibles y el elevadocoste cuando ésta es solicitada al INE, etc. No obstante lo cual compartimos la idea de quemuchas de estas limitaciones son superables a corto plazo y así se viene exigiendo desde hacecasi una década (Sociedad Española de Epidemiología, 1984), máxime si se tiene en cuentala disponibilidad de medios informáticos con los que las instancias responsables del aparatoestadístico (INE, Diputaciones, Gobiernos Regionales, Ayuntamientos urbanos, etc.) cuentanen la actualidad, las cuales podrían dar respuesta en materia de información de base casi entiempo real (en este sentido el proyecto SALER del Ayuntamiento de Valencia es un valiosoejemplo a seguir).

Hiperbólicamente podríamos armar que el problema con que se enfrentan los DSC enmateria de análisis de la población -al igual que los propios estudios geo-demográficos­es que pareciera que los estudios se han de adaptar a las fuentes de partida, en lugar de adoptar

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ANÁLISIS GEODEMOGRÁFICO y SALUD PÚBLICA. EL ESTUDIODE LA POBLACIÓN EN EL DIAGNÓSTICO DE SALUD DE LACOMUNIDAD: OBJETIVOS, LIMITACIONES Y PROPUESTAS

PEDRO REQUES VELASCODepartamento de Geografía, Urbanismoy Ordenación del Territorio

Universidadde Caruabria

En los Diagnósticos de Salud de la Comunidad (en adelante DSC), la población seconstituye invariablemente en análisis obligado, bien como estudio integrado y parte intrín­seca de los mismos, bien como marco de referencia y como punto de partida. En cualquiercaso, .el rigor metodológico en el tratamiento de los datos, la fiabilidad de las fuentes y laactualización de la información .son exigencias básicas en este tipo de trabajos aplicados.

Los problemas de fuentes para el estudio demográfico en los diagnósticos desalud de la comunidad

En materia de población, sin embargo, los problemas con los que los reelactores de losDSC se encuentran son, en esencia, los mismos con los que se enfrenta el geodemógrafo,pudiendo citar entre éstos la sobre-estimación o sub-estimación de la población de base(dependiendo si el DSC se hace para una área rural o urbana), la ausencia de informaciónfehaciente sobre poblaciones y movimientos estacionales de población (hecho que en deter­minadas áreas turísticas supone graves distorsiones en programas de salud comunitaria yplanificación sanitaria), la falta de control de calidad de la información estadística desagre­gada disponible para determinadas escalas de análisis (secciones urbanas, municipios, ctc.) yla parquedad de ésta, el desajustes y la ausencia de correspondencia territorial en las demar­caciones de los distintos organismos públicos y su artificialidad, el notable retraso en ladisposición de datos estadísticos, las interferencias entre las distintas instituciones de la Ad­ministración relacionadas con las estadísticas demográficas (Administración de Justicia, lNE,Administración Sanitaria, etc.), la escasa explotación de los datos disponibles y el elevadocoste cuando ésta es solicitada al INE, etc. No obstante lo cual compartimos la idea de quemuchas de estas limitaciones son superables a corto plazo y así se viene exigiendo desde hacecasi una década (Sociedad Española de Epidemiología, 1984), máxime si se tiene en cuentala disponibilidad de medios informáticos con los que las instancias responsables del aparatoestadístico (INE, Diputaciones, Gobiernos Regionales, Ayuntamientos urbanos, etc.) cuentanen la actualidad, las cuales podrían dar respuesta en materia de información de base casi entiempo real (en este sentido el proyecto SALER del Ayuntamiento de Valencia es un valiosoejemplo a seguir).

Hiperbólicamente podríamos armar que el problema con que se enfrentan los DSC enmateria de análisis de la población -al igual que los propios estudios geo-demográficos­es que pareciera que los estudios se han de adaptar a las fuentes de partida, en lugar de adoptar

las fuentes a Jos problemas, hecho que, sin duda, constituye una importante limitación departida.

Los Diagnósticos de Salud: perspectivas metodológicas

El OSC ha de entenderse como «un proceso de estudio sistemático de una comunidad,del que se obtiene como resultado una descripción valorada y proyectada de las necesidadesde salud de esa comunidad, así como de los factores que la determinan o favorecen» (MartínZurro, 1986, pág. 63), realizándose de acuerdo a las siguientes fases:

1) Descripción y evaluación de la situación de salud (nivel de salud, mortalidad, mor­bilidad, etc.).

2) Factores condicionantes del nivel de salud de la propia comunidad -c-estructura ydinámica demográfica, nutritivos, inmunitarios, entre otros~, medio ambiente -c-mediogeográfico y físico, saneamiento y contaminantes, por ejernplo-c-, nivel de vida, comunica­ción y transportes, vivienda urbanismo y servicios, alimentación, educación, estructura eco­nómica y trabajo, cultura y organización comunitaria, etc.-).

3) Recursos para la salud (disponibilidades y organización, accesibilidad y cobertura,utilización de estos recursos, erc.).

4) Identificaciónde problemas.5) Explicación de la situación de salud.6) Pronóstico de la situación de salud.7) Priorizacián de los problemasde salud y continuación del procesode programación.La importancia que en estos estudios tiene el análisis de los factores geográficos o

ambientales, así como demográficos y sociodemográficos parece evidente.Las fases 1 y 2 del diagnóstico de salud, tal como se suelen plantear en estos estudios

(inventario y cálculo de indicadores) se han convertido en muchas ocasiones, especialmenteen los que se realizaron en los primeros años (véanse, entre otros, Diagnóstico de la Situaciónde Salud de Abetxuco, 1984; Diagnóstico de Salud de Vantanielles (Asturias), 1986; Diag­nóstico de Salud de Malda-Erreka (Navarra), 1986; Diagnóstico de Salud de El Astillero(Cantabria), 1985; Diagnóstico de Salud de Cazoña, (Santander, Cantabria), 1988) en el talónde Aquiles de estos trabajos, llevándoles frecuentemente a situaciones en las que eran exce­sivos los recursos humanos y materiales dedicados a la operación de recogida de información(esto es, la fase puramente de inventario -si bien éste es imprescindible para el cálculo deaquellos-c-) y escaso el tiempo y el esfuerzo dedicado a las fases posteriores, que deberíanser los objetivos fundamentales del DSC.

Como consecuencia dc este hecho, la metodología del inventarioy de los indicadores(que tantas concomitancias tiene con los tradicionales estudios geográficos o con la fases deinformación urbanística en los procesos dc ordenación urbana y territorial) ha sido, o bienmatizada (centrándose más en los indicadores que en el mero inventario), o bien sustituidapor otras tales como el diagnóstico por encuesta de salud (véansc, entre otros, Diagnósticode Salud de 'Ibrrepachcco (Murcia), 1(91), la cual es realizada a partir de tres fases: planifi­cación de la encuesta, preparación operacional de la recogida de la información y, elaboraciónde la misma o el diagnóstico de salud por búsqueda de consenso, que puede ser llevado acabo a través de técnicas como la de Delphi, la del grupo nominal, la del brainstorming, ladel forurn comunitario, etc. (Cuadro 1). Estas dos últimos enfoques metodológicos evitan, enbuena medida, que el desmesurado esfuerzo realizado en la fase inicial o de inventario releguea los objetivos centrales: la explicación, pronóstico de la situación de salud, y, especialmente,las propuestas de actuación y la programación.

La tendencia metodológica seguida en los últimos años, pues, ha sido pasar del métodode los indicadoresal de la búsqueda de consenso o, más frecuentemente (al menos en nuestro

~02

país), al de la encuesta de salud promovida institucionalmente (Generalitat de Catalunya,Junta de Andalucía, Ministerio de Sanidad y Consumo, INSALUD, Ayuntamientos (véaseAyuntamiento de Barcelona, 1985 ó Bruno et al., 1986, para el caso asturiano).

Por 10que respecta a la difusión de los trabajos, también se han experimentado cambiosimportantes: en efecto, mientras que podía considerarse como generalizada en la fase primera-c-primeros años ochenta-la publicación por parte de los Ayuntamientos y de las Comuni­dades Autónomas (véase bibliografía) de unos trabajos de DSC que en muchas ocasionesquedaban viejos, antes de ver la luz -----o al poco tiempo de haberla visto-e, ésta se hace enlos últimos años más restringida (revistas especializadas, tales como Gaceta Sanitaria, Aten­ción Primaria, entre otras) y más orientada y centrada en los aspectos metodológicos que decontenidos.

Como conclusión, podemos afirmar que la importancia del análisis demográfico esdeterminante en el método de Jos indicadores -siempre que se gane en calidad, rigor yactualización de los datos- y más secundaria -al menos de una manera directa- en las meto­dologías centradas en la Encuesta de Salud y en la Búsqueda de Consenso; para estos dosúltimas metodologías el interés que los estudios geo-demográficos tienen es más indirecto(en cuanto que nuestros trabajos proporcionan-información de partida valorada, cualificada,cuantificada, elaborada y cartografiada) que directa, en el sentido que este tipo de estudiosno tendría porqué ser parte integrante del DSC, sino estratégica información de partida,elaborada no necesariamente -c-al menos de forma explícita-e- con fines ligados a la planifi­cación sanitaria.

Geodemografía y la Salud Pública

A partir de lo expuesto en los dos puntos anteriores, así como de nuestra dilatadaexperiencia docente en este campo, podemos concluir que el papel del geodemógrafo en losDSC, puede establecerse en varios planos:

a) En la formación del futuro técnico en Salud Comunitaria (médicos, enfermeras,asistentes sociales, etc.), aportando a estos profesionales conocimientos, fuentes, técnicas ymétodos par el estudio del medio y de la comunidad (Reques, 1992).

b) En la elaboración de indicadoresdemográficos y socioclemográficos, así como en suplasmacíón cartográfica y en su análisis e...ipacíal.En este sentido las bases de datos georre­[erencíadas a la unidad de análisis más elemental para la que se cuente (la sección censal,para las áreas urbanas (Taller, 1989); el municipio (Reques, 1988 y 1992) o la entidad depoblación, para las rurales, resultan un punto de partida básico. Estas bases de datos puedenconectarse sin demasiados dificultades técnicas, tanto a programas de cartografía automáticacomo a Sistemas de Información Geográfica, lo que las convertiría en utilísimas herramientascara a la redacción de los prediagnósticos de salud.

c) De otra parte, la adaptación de estas unidades a las áreas de salud (o a cualquier otrademarcación territorial, tales como las educativas, las censales, las establecidas por losAyuntamientos, Diputaciones y Ministerios) facilitarían enormemente, dado que en cualquierinstancia se cuenta con elementales medios informáticos,el cálculo de indicadores demográ­ficos y sociodemográficos y, por ende, las discusiones previas a la puesta en marcha deprogramas específicos de salud.

d) Participando en los grupos de discusión en calidad de experto, en las técnicas del forocomunitario, en los grupos nominales o en el de informadores clave.

e) En la delimitación de espacios geodemográficamente homogéneos, con la finalidadde determinar para ellos programas de salud específicos (Ministerio de Sanidad y Consumo,1987).

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Cuadro!EL PAPEL DEL GEODEMOGRAFO EN LOS DIFERENTES ENFOQUES y MÉTODOS PARA LA

IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS y NECESIDADESDE SALUD

Procedimientos Métodos Tratamiento de Grado de Tiempo Papeldella informacion experiencia recursos geodemógrafo

Indicadores Sociodcmográficos Compilación Moderadodel a elevado Moderado Muy importante

Sistema Sanitarios Compilación Moderadode a elevado Moderado Poco importantesalud

De utilización Moderadode los recursos Compilación a elavado Moderado Poco importante

Extrapolación Compilacióne integración Moderado Mínimo Poco importante

Encuestade salud Encuesta Desarrollo Moderado Mínimo Importante

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Búsqueda Método porde informadoresconsenso clave Desarrollo Moderado Mínimo Importante

Técnica de DesarrolloDclphi integración Moderado Moderado Poco importante

Técnica delgrupo nominal Desarrollo Moderado Mínimo Importante

Técnica de!brainwriting Desarrollo Moderado Mínimo Poco importante

Técnica delbrainstorming Desarrollo Moderado Mínimo Poco importante

Porumcomunitario Integración Débil Moderado Importante

Impresiones de Desarrollola comunidad Compilación Moderado Moderado Importante

Integración

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304

f) En la elaboracióny redacción (si se cuenta con la suficiente información de partida,recogida, elaborada y cartografiada) del pro-diagnóstico del área de salud, en el que serecogerían sistemáticamente las principales características y problemas sociodemográficosdel área de salud (envejecimiento de los centros urbanos, inmigración y crecimiento demo­gráfico en las periferias urbanas, fases de la inmigración y su incidencia en la estructurademográfica, características socioprofesionales y socioculturales de ésta, entre otras) (Requea,1993).

g) En las proyeccionesdemográficas-c-objetivc básico de cualquier DSC para determi­nar situaciones y necesidades fururas-.-, tanto en los aspectos metodológicos de los mismos,como ~y sobre todo-e- en la elaboración de hipótesis, en la creación de escenarios demo­gráficos, en la traducción de éstos a tasas e índices, etc., todo ello en función tanto de susconocimientos técnicos como científico-geográficos.

Conclusiones

Hemos pretendido mostrar en esta comunicación las posibilidades de aplicación quetiene la Geodemografía en el amplio campo de la Salud Pública y de la Planificación Sanitaria.

De otra parte, el análisis de un buen número de DSC nos ha permitido constatar notableslimitaciones en el estudio, que en este tipo de trabajos aplicados se hace de la población, talescomo .su prurito más compilador que analítico (y más cuantitativo que cualitativo), su carácterglobalizante y sistematizador, su escasa incardinación, en ocasiones, con las propuestas queel propio DSC hace, la cuestionable utilidad de algunas de las informaciones que aportan, laescasa significación estadística de algunos de los indicadores que analizan, las limitacionestanto de fuentes como metodológicas derivadas del ámbito sub-local (áreas de salud enespacios urbanos) o supra-municipal (áreas de salud en ámbitos rurales) para los que serealizan, y, finalmente, la patente artificialidadde las delimitaciones de las áreas de salud.

Las propuestas que se hacen en la comunicación van, de una parte, en la dirección deplanterar la necesidad de realizar pro-diagnósticos demográficos (o sociodemográficos) ge­nerales del área de salud, que apunten los problemas que habrán de analizarse en profundidaden el DSC (en los que nuestro papel sería ---dada nuestra formación-e- fundamental), asícomo participar activamente, como expertos de la propia comunidad, en mctologías de DSCalternativas a la de los indicadores de salud, tales como la Encuesta de Salud y la de, laBúsqueda de Consenso. Más secundariamente, se apunta la idea de que desde nuestra disci­plina se puede contribuir a resolver, además de los problemas señalados ligados al análisisdemográfico en los DSC, otros de carácter locacional, en el ámbito de la toma de decisionesespaciales en Planificación Sanitaria.

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SERVICIOS SOCIALES DIFUSOS PARA LA ANCIANIDAD:UN ANÁLISIS DE LA ASISTENCIA A DOMICILIO

EN EL MUNICIPIO DE MADRID

ÁNGEL PA..~AGUA MAZüRRADepartamento de Geografía, Universidad de León

La ayuda a domicilio es una política social que, mediante diversos instrumentos (ayudadoméstica, cuidados de enfennerfa y otros servicios no institucionalizados), tiene la finalidadde mantener al anciano en su domicilio habitual (Guillemard, A.M., 1992, págs. 50-51).

La política de inserción del anciano en núcleos familiares indica que socialmente espreciso mantener a las personas de edad avanzada en su familia, como marco ideal deconvivencia (Castells, M.; Ortiz, L.P., 1992, pág. 88), debido a tres factores: imposibilidadde atender una demanda institucionalizada de forma general; estado de salud y movilidadrazonablemente aceptable de una buena parte de los efectivos poblacionales entre 65 y 75años y, en menor medida, de aquellos ancianos con una edad superior a los 75 años (Mid­winter, E., 1985, pág. 6); factores de rechazo sociológico (de tipo simbólico) y psicológico(efectivos, desubicación) frente a sistemas institucionalizados, sobre todo residencias (Ferie­gla, lM., 1992, págs. 288 y siguientes), además de problemas de accesibilidad en éstos yotros tipos de centros dirigidos a los ancianos, como ya se puso de relieve en un pasadoestudio sobre el caso concreto del municipio de Madrid. (López Jiménez, 1.1.; PaniaguaMazorra, A., 1991).

En Madrid, la política de ayuda a domicilio se desarrolla a cargo del ayuntamiento desde1983, dentro del sistema público de servicios sociales municipales, de acuerdo a la Ley deBases de Régimen Local, de ámbito nacional y a la Ley de Servicios Sociales de la regiónde Madrid (Grafía, E.; Pinies, N (Coords.), 1989, pág. 15 Y siguientes). Este programa sedesarrolla de forma descentralizada y surge de manera paralela a la creación de pisos tutela­dos, por la relativa masificación de residencias de tercera edad, sobre todo aquéllas concapacidad superior a 400 ó 500 personas.

Al investigar cualquier fenómeno demográfico y, en especial, aquellos referentes a de­terminados grupos de edad con carencias específicas, aparte de estudiar los valores relativos,siempre interesantes comparativamente, es preciso determinar los valores absolutos por suincidencia territorial y urbana, dado que se traducen en necesidades ele asistencia específica,equipamientos sociales, etc.

El proceso de envejecimiento en el municipio de Madrid se caracteriza por las diferen..cias espaciales entre distritos e incluso es detectable entre barrios de un mismo distrito.

Como ya ha sido señalado, el proceso de envejecimiento es característico de los distritoscentrales y presenta una estructura espacial con disminución del centro hacia la periferia. Perola mayor intensidad de este fenómeno no se localiza solamente en los distritos centrales, dadoque afecta, también, a distritos poco envejecidos de la periferia.

Los distritos más envejecidos, tanto relativa como absolutamente, se sitúan en el centrode Madrid: Centro, Salamanca y Chamberí son distritos con valores superiores al 20 por

ciento de ancianos respecto a su población total, y más de 30.000 ancianos. Por su parte losdistritos de Arganzuela y Tetuán, también aparecen como áreas muy envejecidas (18,8 y 19,18por ciento, respectivamente, Cuadro J). En tomo a ésta área central aparecen distritos con unapoblación relativamente equilibrada -c-entre e114 y el.16,5 por ciento de ancianos-e, es elcaso de Retiro, Chamartfn, Moncloa, Carabanchel, Puente de Vallecas, Usera, San BIas yCiudad Lineal. En algunos de ellos se detecta ya un profundo proceso de envejecimiento quelos aproxima a los distritos centrales, como sucede en Moncloa, Charnartfu y Retiro, con másde un 16 por ciento de ancianos. Los distritos más jóvenes se localizan en la periferia delmunicipio: Fuencarral, Latina, Moratalaz, Hortaleza, Villaverde, Villa de Vallecas, Vicálvaroy Barajas.

La estructura por edad permite el análisis de otros indicadores de tipo sociodemográfico.Según han precisado anteriores estudios, la población anciana principal demandante de equi­pamientos y servicios -c-residcncias geriátricas, centros de día y asistencia a domicilio, ade­más de la sanitaria y hospitalaria- es aquélla conuna edad superior a los 75 años (Bosanquet,NJ., 1983; Delbes, Ch., 1987). Habitualmente, los distritos con mayor número de ancianosson aquéllos en los que el porcentaje de individuos con una edad superior a 75 años, respectoal conjunto de ancianos con una edad superior a 65 años, es más amplio. En Centro, Argan­zuela, Salamanca, Tetuán, Chamberí, Retiro y Moncloa superan el 40 por ciento y en ciertoscasos se aproximan al 50 por ciento. En tal sentido, la extensión del fenómeno del envejeci­miento es acorde con su intensidad, en forma de sobreenvejecimiento (Cuadro J, columna E).

Un distrito con un acelerado proceso de envejecimiento como Chamartín se acerca aestos porcentajes, mientras que otros como Fuencarral o Moratalaz e incluso Horta1eza yLatina, con una estructura demográfica relativamente joven, presentan una proporción deancianos con más de 75 años elevada y cercana al 40 por ciento. Por último, son los distritosperiféricos del sureste los que presentan menor intensidad del fenómeno (Usera, San BIas,ViJ1averde,Villa de Vallecas).

Fuentes y metodología

La fuente utilizada ha sido la encuesta realizada por encargo del Área de ServiciosSociales del Ayuntamiento de Madrid, entre los beneficiarios de la ayuda a domicilio.

La encuesta se realizó en abril-mayo de 1989 sobre el universo de perceptores. Seconfeccionaron 350 encuestas. Del conjunto de encuestados se seleccionaron aquéllos perte­necientes al grupo de ancianos, en total 304 encuestados. El error muestral es de más menosel 3 por ciento. El número de perceptores ancianos de la ayuda a domicilio es de 3.200.

Los resultados de esta encuesta permiten obtener información acerca de las caracterís­ticas sociodemográficas de los ancianos, datos referentes al grupo familiar (tipo de familia,personas con las que conviven); información acerca de la residencia (edad de la vivienda,superficie) y su equipamiento; características socioeconómicas (existencia del cobro de pen­sión, ayuda económica de la familia, organismo pagador de la pensión, ingresos totales);estado de salud (índice de deterioro físico, índice de depresión, estado de memoria, etc.)'.

La política social de ayuda a domicilio

Distrihuciónespacialy númerode heneficiarios

Afecta a un reducido número de ancianos de Madrid (0,7-0,8 por ciento), pero susbeneficiarios presentan carencias tanto de tipo económico, como de tipo físico y psíquico.~

310

Cuadro 1DISTRIBUCIÓN POR DISlRTIDS DEL NÚMERO DEANClANOS EN MADRID

Distritos Población Población % (A) sobre % (B) sobre, (B)I(A) en %65 años (A) 75 años (B) población población

total total

Centro 32.795 15.738 24,09 11,56 48,0Arganzuela 21.944 9.536 18,80 8,16 43,5Retiro 20.780 9.020 16,26 7,06 43,4Salamanca 33.941 16.374 21,75 10,49 48,2Chamartín 22.894 9.14D 15,72 6,28 39,9Tetuáll 28.254 11.733 19,18 7,96 41,5Chamberí 37.338 17.798 23,20 11,06 47,7Fuencarral 20.639 8.144 9,99 3,94 39,4Moncloa 16.984 7.325 16,12 6,95 43,1Latina 34.520 13.049 12,68 4,79 37,8Carabanchel 34.705 12.904 14,82 5,51 37,2Usera 18.125 6.327 15,03 5,25 34,9P.VaUecas 32.063 11.547 14,27 5,14 36,0Moratalaz 11.572 4.577 10,99 4,35 39,5C. Lineal 31.831 12.071 14,12 5,36 37,9Hortaleza 12.900 4.988 9,33 3,61 38,7Villaverde 13.968 4.909 11,19 3,93 35,1V. Vallecas 4.660 1.719 7,83 2,89 36,9Vicalvaro 3.672 1.395 9,09 3,46 38,0San BIas 17.387 5.450 13,59 4,26 31,3Barajas 2.450 913 7,10 2,65 37,3Madrid 453.422 184.654 15,06 6,13 40,7

Fuente: Padrón Municipal de Habitantes de Madrid de 1991.

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Cuadro IIDIFERENTES INDICADORES DE SALUD y SOCIüECONÓMICOS DE LA POBLACIÓN ASISTIDA

PORELSAD

conjunto, alrededor de unas 3.000-3.200 personas disfrutan del servicio de ayuda a domicilioen Madrid'. En su distribución por distritos se advierte una concentración del servicio deayuda a domicilio (SAD) en los distritos de la «almendra» central, los más envejecidos y conmayor número de ancianos que superan los 75 años, como ya se apuntó, frente a los periféricosdel sur y este. No obstante, es preciso observar que en diversos distritos, que presentansobreenvejecimiento de su población mayor, no existe un volumen de población asistida adomicilio equiparable a otras áreas centrales de la ciudad, por lo que es lógico pensar que elindicador utilizado es el volumen de población mayor de 65 años y no los efectivos quesuperan los 75 años.

Características de salud y socioeconómicas

Sexo femeninoEdad superior a 75 añosVive soloSin descendenciaResidencia actual previa a 1940Ancianos poco satisfechos de su entorno residencialVivienda se superficie inferior a 50 m2

Deficiente equipamiento de la viviendaÍndice de depresión altoAtención médica diariaÍndice de dolor altoÍndice de dependencia medio-alto del S.AD.Problemas de autonomía personalDeterioro físico medio-grandePreferiría vivir en residencia

Fuente: Encuesta de Usuarios, SAD

312

% Ancianos

74,762,874,742,877,647,447,735,563,536,851,061,877,378,0

7,9

Características personalesy socioeconómicas

Entre los beneficiarios de ayuda a domicilio existe un predominio del sexo femenino(74,7 por ciento), alcanzando el índice de masculinidad un valor de 33,9 por ciento. Asimismo,un 62,8por ciento tiene más de 75 años (respecto al colectivo de más de 75 años), edad apartir de la cual se suelen presentar carencias físicas y psíquicas. Por sexos, un 53,2 por cientode los varones tiene más de 75 años, mientras que para el sexo femenino este porcentajealcanza un valor del 66,1 por ciento.

De acuerdo con esta elevada edad media, un 55,3 por ciento de los beneficiarios estáviudo, y en total un 74,7 por ciento de estos ancianos no viven en pareja.

En este sentido, la soledad caracteriza a este grupo de ancianos de los que el 57,2 porciento viven solos, el 18,4 por ciento componen matrimonio, el 13,5 por ciento vive dentrode una familia de tipo nuclear, mientras que el 10,8 por ciento restante lo hace en familiaextensa. Esta distribución según tipo de familia obedece en buena medida a que un 42,8 porciento de los beneficiarios no tiene hijos y un 33,2 por ciento' tiene una descendencia escasa(1 ó 2 hijos). De esta manera, el 46,6 por ciento de los ancianos que viven solos no han tenidoningún hijo, porcentaje que se reduce al 4 por ciento cuando la descendencia es numerosa(más de 4 hijos, Cuadro 11).

Prácticamente todos los beneficiarios residen en Madrid desde hace más de 40 años(91,1 por ciento), aunque sólo un 35,2 por ciento ha nacido en este municipio. En casitodos los casos están bastante arraigados en el área donde habitan, ya que el 36,2 porciento ocupan su vivienda desde antes de 1950 y el 75,7 por ciento 10 hace con anterio­ridad a 1970.

La vivienda se caracteriza aparte de por su antigüedad, por su pequeño tamaño, e147,7ocupa viviendas pequeñas o muy pequeñas (menos de 50 metros cuadrados, respectivamente),mientras que sólo el 18,4 por ciento tiene un piso con una superficie superior a los 75 metroscuadrados. La antigüedad de la vivienda es la principal causa de que, en un 35,5 por cientode los casos, su equipamiento sea también deficiente.

El 90.8 por ciento ele los beneficiarios percibe algún tipo ele pensión. La poblaciónno perceptora de ayuda económica es, en un 80 pOI' ciento, del sexo femenino. El orga­nismo que paga dicha pensión suele ser la Seguridad Social (68,4 por ciento), aunquetambién hay un importante grupo que cobra pensión asistencial (12,8 por ciento). Lapensión institucional se ve completada en un 26 por ciento de los casos por una ayudafamiliar que no tiene perio-dicidad fija, y se realiza sobre todo cuando se produce algúngasto extra.

En conjunto, el 57,9 por ciento de los beneficiarios de SAD tienen unos ingresos men­suales, por todos los conceptos, inferiores a las 50.000 pesetas, aunque también un 13,8 porciento supera las 100.000 pesetas. En general, las personas de menos ingresos viven solas.En este sentido, un 59,8 por ciento de las personas con menos de 25.000 pesetas de ingresosfamiliares viven solos.

POBLACIÓN Y RECURSOS SOCIALES EN EL CENTRO DE LACIUDAD. BASES PARA UNA PLANIFICACIÓN SOCIAL.

EL CASO DEL CENTRO DE MÁLAGA

REMEDIOS LARRUBIA V AROAS

Departamento de Geografía. Universidad de Málaga

La dinámica de las ciudades ha generado una serie de cambios tanto demográficoscomofuncionales-sociales en el armazón más céntrico de éstas, ello ha tenido repercusiones desdeun punto de vista cuantitativo en el retroceso de la función residencial; y desde un punto devista cualitativo, afectando a las estructuras demográficas, haciéndolas diferentes. Ello va adeterminar una población poco equilibradaen el centro de la ciudad,a quienes ésta no siempreles va a ofrecer equipamientos y recursos adecuados a sus características estructurales. Elconocer estas dos realidades (población y recursos) en el centro urbano de Málaga será elobjetivo de esta comunicación, de forma que mediante su contraposición podamos determinarla existencia o no de desajustes entre la oferta (recursos sociales existentes) y las necesidadesde la demanda.

Características sociodemográficas del centro histórico de Málaga

El ámbito de estudio se circunscribe casi estrictamente a la extensión alcanzada por laciudad a fines del siglo XVIII, al este de la barrera física del río Guadalrncdina. Dentro deeste espacio distinguimos tres piezas que mostrarán aspectos diferenciales en nuestro análisis:el casco antiguo, que coincide con el recinto amurallado de la ciudad (01); la periferia Nortedel casco antiguo, constituida por la zona de Ollerías (02), Capuchinos (03) y Victoria (04);por último, el espacio que va desde la Alameda al Muelle de Heredia al Sur del casco antiguo(05) (Gráfico ¡).

El conocimiento de las características demográficas del centro histórico de Málaga esprevio a este estudio, a través de trabajos realizados con anterioridad (Ocaña, M., 1989):nuestra labor ha sido actualizar la información que nos ha ayudado a seguir, confirmando suscaracterísticas demográficas. El centro urbano de Málaga se caracteriza por:

- Bajo peso demográfico, en relación al resto de la ciudad, ayudado por un proceso deretroceso demográfico; en él se halla el 9,8 por ciento de la población urbana (Cuadro 1),manifestando una pérdida de población del 30,48 por ciento desde 1975; característica quemanifiesta leves diferencias entre las diversas unidades espaciales señaladas: el casco antiguoy el sector sur son los espacios que concentran menor población y los que han manifestadoun estancamiento cuando no retroceso de la población residente (Ocaña, M., 1989, pág. 24);mientras que es el sector norte al casco antiguo el que manifiesta mayor vitalidad demográfica,con más de las tres cuartas partes de la población residente en el centro histórico, y el que haexperimentado un leve crecimiento.

- Estructura por edad desequilibrada y diferente al conjunto de la ciudad: en el centrohistórico, el 20,8 por ciento de los habitantes tienen más de 65 años, el 20,8 por ciento menosde 18 años y el 59,12 por ciento es población adulta. La proporción de viejos casi duplica lamedia urbana (11,43 por ciento), mientras que la de jóvenes se sitúa por debajo (28,8 porciento). Estos contrastes entre ciudad-centro se hacen más evidentes al considerar los índicesde dependencia, que duplican en muchos casos (dependencia de población mayor de 65 años)los del centro histórico a la media urbana (Cuadro II). Tampoco esta característica de lapoblación se distribuye de forma homogénea por todo el centro histórico, es el casco antiguoy su prolongación hacia el sur, los que sitúan los mayores índices de dependencia de ancianosy los menores infantiles.

- La población del centro de la ciudad muestra mayor independencia y es menor elgrado de ligazón familiar que la del conjunto de la ciudad (menor tamaño del núcleo familiar),mayores niveles de soledad en edades avanzadas y en jóvenes que viven fuera de su núcleofamiliar, que hace pensar en problemas socio-familiares (Cuadro I1).

- Desde el punto de vista socio-profesional (Cuadro 1) el casco antiguo presenta unagran variedad y mezcla de grupos sociales: en general para toda la ciudad se impone lapoblación sin cualificar; sin embargo, en el centro existe un reparto más equilibrado entre lastres categorías, de forma que casi los dos tercios de la población clasificada se distribuye entrelos estratos alto y medio, que le otorga una composición socioprofesional media-alta, frentea la media-baja urbana. El reparto de las distintas categorías en el interior del centro muestraal sector sur como el área por excelencia de statussocial alto, seguido por el nivel medio-altodel recinto amurallado, y el nivel bajo del sector norte.

Tipologías de equipamientos-recursos sociales

En este apartado abordaremos la distribución de los recursos-equipamientos socialesdestinados a satisfacer las necesidades colectivas de la población, en el tejido del centrohistórico malagueño.

Tras el análisis de este aspecto comprobaremos: que el centro histórico de Málaga siguedesempeñando el papel tradicional de centro de actividades suministrador de servicios a unapoblación no sólo intrínseca sino a otras (urbana y provincial); la existencia de un desequili­brio entre servicios y población, hecho que viene heredado de la situación anterior, almantenerse unos servicios propios de la población que con anterioridad acogía el centrohistórico y no agregársele los servicios necesarios a la población actual.

En el centro histórico de Málaga hemos constatado más de 260 establecimientos queofertan recursos sociales agrupados en 13 categorías diferentes (Cuadro I1I). La distribuciónde los mismos por grupos muest.ra el poder de atracción del centro histórico por los serviciosadministrativos de gestión. Suponen casi la cuarta parte de toda la gama de recursos que ofertaeste espacio (21,53 por ciento); seguido por las dotaciones en materia educativa (14,61 porciento), cultural (13,07), asociaciones y peñas (14,23 por ciento) que junto con los de tipoasistenciales (11,92 por ciento) suponen más de los tres cuartas partes de los recursos que elcentro histórico mantiene.

El predominio de los recursos administrativos, culturales, junto con los informativos, nose adaptan estrictamente a las necesidades de la población residente, sino que influyen sobrepoblaciones muy diferentes, de áreas de influencia variada y sobrepasa el espacio físico delcentro y de la propia ciudad. De los servicios administrativos un tercio van dirigidos a alumnosmayores de 18 años y tienen un ámbito de influencia provincial, algo más de la cuarta parte(27 por ciento) atiende a un público selectivo (consulados, colegios oficiales, etc.). Tambiénse observa esta inadaptación con los servicios culturales (archivos, bibliotecas, museos, etc.)

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Mapa 1CENTRO HISTÓRICO DE MÁLAGA

Secciones del Distrito Centro estudiado

Fuente: Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga.

Cuadro!COMPOSICIÓN y DISlRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DEL CEN1RO DE MÁLAGA

Población Hogares Familiar Grupos Edad Población Categoríasocioprofesional0-18 18-64 65Ymás Alta Media Baja

e.Antiguo 9271 3791 1344 5273 2654 3.43 4.73 2.84Ollerías 4450 1767 1058 2449 943 0.24 1.64 2.71Capuchino 14941 5136 3431 8786 2724 0.76 2.85 3.44Victoria 23225 8115 5156 13989 4080 1.4 3.71 2.18N. C. Antiguo 42616 1508 9645 25224 7747 1.06 3.19 2.68S. C. Antiguo 3783 1416 604 2397 782 5.23 6.84 IA8Total censo 55670 20225 11593 32894 11183 1.74 3.7 2.63Málaga 562438 167087 159980 338167 64291 0.81 2.5 8.7

Alta: Incluye tituladossuperioresy empresarios.Media: Incluue tituladosmedíos y trabajadoresfijoso a sueldo.Baja: Incluyedesdepoblaciónsin estudiosa diplomadosy trabajadoressin cualificar.Fuente:Ayuntamiento de Málaga.Áreade bienestarsocial. 1991

Cuadro 11ÍNDICES DE DEPENDENCIA DE LA POBLACIÓN DEL CENTRo DE MÁLAGA

Índice Índice Índice Índice Índice Índice Índice

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

e.Antiguo 20.8 47.87 68.62 229.78 29A2 18.16 11.01Ollerías 36.26 36.07 72.34 99.27 44.75 16.33 9.26Capuchino 31.16 28.75 59.92 92.24 28.75 20.55 7.34Victoria 28.9 26.98 55.89 93.36 27.96 20.14 6.82N.C.Antiguo 30A 28.68 58.89 93.66 30.11 19.82 7.27S.C.Antiguo 20.05 30.87 50.92 153.93 25.95 20A6 8.77Totalcenso 28.15 32.9 61.06 112.57 29.66 19A7 7.79Málaga 37.47 17.37 54.85 46.37 20.9 22.33 5.52_._--_.

.(l )=::índice dependencia infantil;(2)=:: Índicededependencia delapoblación mayorde65años. (3)=::Índiccded~pendenciageneral; (4)=Tasade envejecimiento (Sjelndice desoledad (población más65añossola);(6)=::Jndice desoledad (población másde65 añosenpareja);(7)=Jóvenes 0-18añossinnúcleo familiar.Fuente: Ayuntamiento deMálaga. ÁreadeBienestar Social. 1991

320

Cuadro IIIDISTRIBUCIÓN DELOS RECURSOS SOCIALES EN EL CEN1RO DEMÁLAGA

Tipología Casco N.C S.C Total Tipología Casco N.C S.C Total

Servicios Ant. Ant. Ant. Servicios Ant. Ant. Ant.

Administraüvos 18 22 16 56 Informativos 8 2 2 12

Educativos 5 32 1 38 Generales 7 O 1 8

Institutos O 6 O 6 P.joven 1 2 1 4

Colegios 4 12 O 16 Asistencial 15 11 5 31Universidad 1 7 1 9 P. anciana 1 4 2 7Sanitarios 2 8 O 10 Menores 4 3 1 8Generales 1 4 O 5 P.específica 6 3 1 10P.específica 1 4 O 5 Generales 4 1 1 6Seguridad 2 2 2 6 Relación 14 22 1 37Deportivos O O 1 1 Peñas 3 8 O 11

Benéficos 5 11 1 17 Asociación 11 14 1 26

Generales 3 5 O 8 Guarderias O 10 O 10

Juventud 2 1 O 3 Legales 2 2 5 9P.específica O 2 O 2 Generales 2 O 5 7P. anciana O 3 1 4 P.anciana O 1 O 1

Recreativos O 2 1 3 Menores O 1 O 1

Culturales 19 9 6 34 Total 90 132 40 262

Generales 15 2 1 18P.joven 4 7 5 16

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Fuente: Ayuntamiento deMálaga. Áreade Bienestar Social.

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r,que requieren un público determinado (jóvenes estudiantes o con una determinada formaciónsocioprofesional), no presente en proporción suficiente en el centro histórico.

Los servicios de carácter educativo resultan en general infrautilizados por la poblacióndel centro. La estructurapor edad que exigen poco se adapta a la que éste ofrece.Este serviciova dirigido a una población entre 6 y 16 años, ofertando casi 20.000 plazas escolaresde formaque si relacionamos ambos conceptos se cubrirían algo menos de la mitad de estas plazas conla población joven del centro histórico. La infrautilización de este servicio genera trasvase depoblación desde la zonas periféricasal centroen determinados momentos, lo que genera unasnecesidades de transporte y viaria a considerar ante cualquier planificación.

De los párrafos anteriores podemos deducir que el centro histórico de Málaga, como leCorresponde sigue desempeñando su función de centralidad, aunque no en toda la amplitudque debiera, puesto que parte de la centralidad urbana se ha desplazado hacia el polígono dela Prolongación de la Alameda (oeste del río Guadalmedina); ahora bien, y corno comproba­remos en los párrafos siguientes, el centro no satisface plenamente las necesidades de lapoblación residente, puesto que el paquete de equipamientos que más demanda las caracterfs­ticas estructurales de la población presente en éste resultan en su mayor parte insuficientes;así lo comprobaremos al analizar el conjunto de los equipamientos asistenciales y benéficosjunto con los sanitarios (servicios que más se adaptan a una población en edad adulta yenvejecida), que no sólo resultan sobresaturados, sino que requerirían más cantidad y unreparto más homogéneo de eUos por el interior del recinto histórico.

Destacamos especialmente la escasez de hogares para pensionistas (7 centros, uno sólode carácter público), con una capacidad de acogida que afecta a unas 1.000personas, cuandoen el centro existen un colectivo anciano superior a 11.000 individuos. A ello le añadimos 5centros benéficos de acogida y atención personal al anciano, igualmente insuficientes, refor­zada esta deficiencia por el carácter privado de la mayoría de ellos, 10que condiciona laasistencia a la afiliación, mientras que los de carácter público atienden a 100 ancianos. Elresto de centros asistenciales y benéficos atienden o bien a la población en general o sedecantan por ciertos grupos problemáticos (alcohólicos, drogadictos, mujeres, menores conproblemas). Los tres ambulatorios y consultorios del centro histórico se caracterizan por suatención primaria de carácter general y algunas especializaciones, para necesidades másespecíficas la población debe trasladarse fuera del centro histórico.

El área con mayor dotación en recursos sociales es el espacio situado al norte del cascoantiguo tanto en cantidad como en diversificación; en esta zona se encuentra más de la mitadde los servicios presentes en el centro histórico, coincidiendo con la zona de mayor dinamismodemográfico del recinto urbano estudiado. Sigue en dotación de servicios y equipamientos elcasco antiguo (35 por ciento), para terminar con el sector sur con un dotación de equipamientomenor en número y en diversificación; en estas dos últimas zonas encontramos el 60,7 porciento de Jos servicios administrativos del centro de la ciudad, el 83,33 por ciento de losinformativos, el 73,5 por ciento de los culturales y el 78 por ciento de los servicios legales.Esta distribución manifiesta que estos servicios por un lado no cubren y por otro desbordanlas necesidades de la población residente.

El norte del casco antiguo aunque con protagonismo de los servicios administrativos porencontrarse en él los servicios de gestión de la Universidad, ha sido el área por excelenciapara las instalaciones educativas, donde se encuentra el 87 por ciento de los centros deestudios del centro histórico y la totalidad de las guarderías. También destaca en relación alas demás áreas su dotación en servicios sanitarios (80 por ciento de los del centro), benéficos(65 por ciento) y asistenciales (36 por ciento), estos dos últimos con especial atención a latercera edad; igualmente en esta área se encuentra la mayor parte de peñas y asociacionesque suelen acoger a población de edad madura.

Según los párrafos anteriores podemos apreciar que no sólo está mal dotado el centroen determinados servicios, sino que los que existen están mal distribuidos internamente,

122

habiendo una dependencia funcional de una demarcación central con respecto a las otras:internamente, el casco antiguo y zona sur atrae población de la zona norte por sus serviciosde gran radio de influencia, a la vez que presenta una dependencia del sector norte en servicioseducativos, asistenciales y benéficos (especialmente los relacionados con la tercera edad).

Conclusión

Los aspectos a destacar de las características anteriormente apuntadas son los siguientes:- La población de esta zona se ha ido degradando en unos casos y envejeciendo en

otros, a la vez que los equipamientos se han ido manteniendo, equipamientos que estabanadaptados a una composición poblacional más amplia y diversificada, en tanto en cuanto otrosde más reciente instalación han preferido el abandono del centro, puesto que el desplaza­miento de población hacia áreas periféricas lleva a veces a orientar hacia estas zonas lasprioridades en equipamientos; porlo que el resultado ha sido que determinados equipamientoscolectivos resulten notoriamente insuficientes.

- Todas las áreas son deficitarias y a la vez excedentarias: deficitarios en actividadesy servicios para personas de edad adulta y anciana y excedentarios en actividades y serviciosorientados al niño y a la juventud.

- El casco antiguo por su carácter céntrico manifiesta la existencia de un centro fun­cional.que ofrece una serie de servicios generales al conjunto de la población de la capital ydel área de influencia de ésta.

- En definitiva, a pesar de estas disparidades entre recursos y población, aún el centroconserva parte de sus funciones, si bien no con toda la vitalidad de antaño, se puede considerarun centro vivo, aunque haría falta introducir un tratamiento corrector de ciertas tendencias,mantener la diversidad socio-demográfica y equipamientos necesarios para cubrir las exigen­cias de la población de las distintas zonas elel centro histórico junto a una distribución máshomogénea de los servicios educativos y asistenciales.

Bibliografía

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ENVEJECIMIENTO Y PLANIFICACIÓN DE SERVICIOSPARA LA TERCERA EDAD. TENDENCIAS ACTUALESY PERSPECTIVAS EN LA CIUDAD DE BARCELONA

ARLINDA GARCÍA COLL; ROSA GARCÍA HERNÁNDEZ

y DOLORES SÁNCHEZ AGUILERA

Departamento de Geografía, Universidad de Barcelona

En el transcurso de la década de lbs ochenta, las sociedades desarrolladas hanexperimentado un progresivo envejecimiento de su población, alcanzándose niveles desco­nocidos hasta el momento. Desde el punto de vista social, este proceso comporta una presiónsobre los servicios destinados a la tercera edad, apareciendo la necesidad de dar respuestas aeste nuevo panorama.

En este contexto, la Geografía de la Población se configura como un instrumento im­prescindible para la planificación, al aportar un análisis geodemográfico -c-que cuantifica,caracteriza y localiza el envejecimiento-e- a la gestión de recursos.

Esta comunicación se centra en las implicaciones sociales del envejecimiento demográ­fico aplicado a la ciudad de Barcelona. El estudio se inicia con la descripción de la evoluciónde la población vieja y de los servicios existentes para la tercera edad, con especial atencióna las residencias geriátricas. A partir de la contrastación de los aspectos anteriores, se realizael diagnóstico de la adecuación entre demanda potencial y oferta. Finalmente, con la intro­ducción de las previsiones demográficas y la tendencia en la dotación de servicios, es posibleesbozar un escenario futuro.

Envejecimiento de la población de Barcelona (1981-1991): hacia una nuevarealidad

A lo largo de la pasada década, la población de Barcelona presentó variaciones signifi­cativas: se experimenta un crecimiento de signo negativo de casi 125.000 habitantes a la parque se clan sensibles modificaciones en su composición por edades. Un rasgo definitorio deesta evolución es el paulatino envejecimiento de la ciudad, que pasa de un 13,3 por ciento en1981 a un 17,4 por ciento en 1991 (Cuadro 1), proporción que supera ampliamente la mediaespañola y catalana.

Este aumento es fruto de una triple confluencia de factores: un envejecimiento de labase, propiciado por la brusca caída de la fecundidad; un envejecimiento por la cúspide,consecuencia del alargamiento de la esperanza de vida en edades avanzadas y la llegada degeneraciones llenas; agravado todo ello por la erosión de efectivos en las edades centrales,originada por flujos emigratorios hacia la corona metropolitana.

Como consecuencia de este proceso, el Padrón de Habitantes de 1991 revela clarasdiferencias internas del grupo de viejos en razón del sexo, la edad y la distribución espacial.Así pues, por sexos, las mujeres constituyen el colectivo más numeroso con un 62 por ciento,

Barcelona = 17.4%

!11!)

mientras que por edades cabe destacar la importancia creciente del grupo «viejos viejos»(mayores de 7S años) que se sitúa en un 42 por ciento del total.

La distribución espacial se dispone en un modelo radial, con centro muy envejecido,por encima del 20 por ciento de ancianos, formado por Ciutat Vel1a(26,4 por ciento), Eixam­pIe (22,2 por ciento) y Gracia (20,4 por ciento), frente a una periferia más joven, representadapor los distritos de Les Corts (12,8 por ciento) y Nou Barris (13,9 por ciento), si bien entérminos absolutos cabe destacar las concentraciones Eixample y Sant MartÍ (Mapas 1 y II).

Los servicios a la tercera edad: de una diversidad teórica a una oferta limitada

La oferta de servicios destinados a la tercera edad se estructura, de acuerdo con unatipología de servicios y establecimientos sociales, en tres categorías: una de tipo socio-culturaly de entretenimiento (clubs de jubilados); una segunda de atención social (que incluye co­medores, soporte domiciliario y otras prestaciones como asesoramiento jurídico, ATS, etc.),y una tercera de asistencia integral, las residencias.

La diversificación teórica de la oferta, en la práctica se reduce a dos grandes tipos, losclubs y las residencias, con un 36,1 por ciento y un 44,8 por ciento, respectivamente (CuadroIl). Los primeros tienen una finalidad meramente lúdica y, aunque cubren importantes par­celas de ocio, no atienden otras necesidades básicas, que a medida que aumenta la edad yempeora la salud quedan más desatendidas. Las residencias acogen a aquellas personas quepor circunstancias socio-familiares no pueden permanecer en su domicilio y constituyen,además, la única opción, dado que las soluciones intermedias -atención domiciliaria, centrosdiurnos, comedores y servicios comunitarios, etc.e- se hallan mínimamente representadas.

A esta falta de diversificación, se le suma su concentración espacial, pues Ciutat Vel1a,Sarria-Sanr Gervasi, Horta-Guinardó y Eixample, acumulan un 65 por ciento del total de laoferta (Cuadro 1I).

Si retomamos la idea de que la mayor parte de la oferta se polariza en las residenciasgeriátricas, es interesante analizar con más detalle sus características.

Mapa 1 PORCENTAJE DE LA POBLACiÓNMAYOR DE 65 AÑos EN 1991

% mayor de 65 anos[] 12,5 a 16

[]] 16 a 19,5

ml19,5 a 23

1m 23 a 26,5

Mapa II POBLACIÓN MAYOR DE 65 AÑosEN 1991

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Dos caras de una misma moneda. Las residencias en Barcelona

La ciudad de Barcelona disponía de 201 residencias a finales de 1990, de las cuales un91,5 por ciento son de iniciativa privada frente a un 8,5 por ciento de titularidad pública(Cuadro UI). Este desequilibrio tan acentuado se corrige ligeramente al considerar su capa­cidad, que, en definitiva, será lo que informe sobre la oferta real. Así pues, de las 7.119 plazasexistentes, las públicas representan un 19,6 por ciento de las mismas, puesto que se trata deestablecimientos de gran tamaño.

Desde el punto de vista de la gestión, la oferta pública se puede clasificar entre las regidaspor cl Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y Diputación. El organismomás destacado es el Ayuntamiento (12,1 por ciento del total de plazas de la ciudad), seguidode la Diputación, que con un solo centro reúne casi un 5 por ciento de la oferta, mientras quela Gencralitat tiene una participación puramente testimonial (sólo 3 por ciento).

Entre las plazas de titularidad privada se diferencian aquéllas que corresponden a las deiniciativa social (religiosas y fundaciones benéficas) y las de iniciativa mercantil. Un análisisglobal del conjunto de plazas evidencia el peso definitivo del sector privado, pues un 43,4por ciento del total pertenece a las de finalidad mercantilista, mientras que un 33,9 por cientoson gestionadas por comunidades religiosas.

En función de su localización, la oferta residencial (Mapa III), independientemente desu titularidad, se estructura en cuatro grandes grupos.

326

mayor de 6S anosEl 10.000 a 25.000

Q] 25.000 a 30.000

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Barcelona = 285.481

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Cuadro 1EVOLUCIÓN REClEt'lTE DELA POBLACIÓN DE LA CIuDAD DE BARCELONA EN EL PERIODO 1981-1991

Distrito

CiutatVellaEixampleSants-MontjuicLes CortsSarriá-S.GervasiGraciaHorta-GuinarcloNou BarrisSantAndreuSant Martí

Total

Población Total1981 1991 1981-1991

118.411 90,612 -27,799300.725 274.282 -26.443188.523 179.465 -9.05884.261 89,750 5.489

149,739 148.237 -1.502]41.38] ]28.608 -12.773201.310 ]84.557 -16.753207,110 188,781 -18.329153.552 144,998 -8.554223,184 214.252 -8,932

L7_6;J,196.. 1.643.542 -124,654

Población 65 Años1981 1991 1981-1991

25.522 23,913 1.60956,673 61.018 4.34526.141 31.111 4.970

8.295 11.473 3.17820.558 25,645 5.08723.057 26.273 3.21619.450 26.505 7,05517.364 26.327 8.96314.462 20.306 5.84424.458 32,910 8.452

235,980 285.481 49.501

%Población 65años1981 1991 1981-1991

21,6 26,4 4,818,8 22,2 3,413,9 17,3 3,59,8 12,8 2,9

13,7 17,3 3,616,3 20,4 4,19,7 14,4 4,78,4 13,9 5,69,4 14,0 4,6

11,0 15,4 4,413.3 17.4 4.0

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Fuente:Padrón Municipal deHabitantes, (1981y 1991).Ayuntamiento de Barcelona.

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El primero estaría formado por Eixample y Sarria-Sara Gervasi, que capitalizan prácti­camente la mitad de la oferta. Estos distritos aunan una demanda real y una morfologíaóptima, que en el caso de 1'Eixample viene definido por la existencia de pisos de gran tamaño,lo que posibilita una fácil reconversión en miniresidencias. En cambio, Sarriá-Sant Gervasicuenta con un tipo de edificación formado por antiguas torres, transformadas en la actualidaden geriátricos.

Un segundo conjunto, será Horta-Guinardó, Sant Andreu y Nou Banis, con un volumende oferta significativo en el conjunto de la ciudad, efecto directo de la existencia de «macro­centros», cuyo ámbito de influencia supera el distrito.

Un tercer grupo estaría constituido por Gracia y Ciutat Vella, donde la oferta va ligadaal grado de envejecimiento intrínseco.

Finalmente, Les Corts, Sants-Montjufc y Sant Martí, cuentan con un escaso número deplazas, especialmente en este último distrito, cuya oferta es nula.

El desajuste entre la oferta y la demanda. Una vejez desprotegida

La puesta en escena de los elementos analizados hasta el momento carece de sentido sino hay una intención clara de buscar una intersección entre ellos, o 10que es lo mismo, poneren relación los usuarios de las residencias con la oferta.

Una problemática que se plantea es la dificultad de cuantificar con exactitud el volumenreal de la demanda de plazas, pues en la decisión de ingresar en una residencia intervienenmúltiples factores (sexo, edad, salud, situación económica y familiar, etc.). Una posible apro­ximación a la demanda considera como usuarios potenciales a tres segmentos de la población:un grupo genérico, el de mayores de 65 años; un segundo grupo, formado por los mayoresde 75 años, edad a partir de la cual aumentan las disfunciones y, por tanto, los requerimientosasistenciales; y por último, un subconjunto correspondiente a la población anciana residenteen hogares unipersonales.

De manera orientativa, se pueden obtener unas ranos entre las plazas y los segmentosde población descritos (Cuadro IV). El resultado de estas ratios para la ciudad de Barcelonamuestra un promedio de 2,49 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años, 5,93 paracada 100 personas mayores de 75 años y 12,24 para cada 100 solitarios. El bajo valor de lasranos deja constancia del déficit de plazas existente y, en definitiva, el desajuste entre la ofertay la demanda.

La comparación de las ratios por distritos evidencia una situación muy heterogénea,donde Sarriá-Sant Gervasi, Horta-Guinardó, Gracia y Eixample superan la media de la ciudady, por tanto, presentan un déficit eleplazas moderado; Sant Andreu, Nou Barris y Ciutat VeUatienen un grado de cobertura intermedio y, finalmente, Les Corts, Sants-Montjtúc y Sant Martídenotan un grave déficit.

A pesar del aumento de la oferta de plazas experimentado en la década de los ochenta,queda patente la situación deficitaria en general y, en especial, la incapacidad de coberturade los organismos públicos a causa de su escaso número de plazas y los criterios de admisiónaltamente selectivos. La dificultad de acceso a este tipo de plazas y la presión de una crecientedemanda ha convertido en inversión rentable las residencias de carácter mercantil, que pro­liferan en estos últimos años. Estos centros suponen desembolsos superiores a las pensionesmedias por jubilación, ya que los precios oscilan entre las 80.000 y las 220.000 pesetasmensuales, con una media por encima de las 125.000 pesetas, frente a entidades -públicasy buena parte de las religiosas- que perciben un porcentaje de la pensión del anciano.

Dada la exigüidad de las plazas y los elevados precios de las mismas, la unidad familiares, en la práctica, la que se encarga de los cuidados de los ancianos, tarea asumida condificultad cuando la mujer desempeña una actividad laboral.

Envejecimiento en el 2001. Apuntes de un futuro incierto

A fin de aportar instrumentos para la planificación no es suficiente un diagnóstico delpresente, sino que también se han de examinar las perspectivas a medio plazo, tanto demo­gráficas como asistenciales, para lo cual se ha elaborado una proyección demográfica conhorizonte 2001.

Según los resultados de esta proyección, el contingente de mayores de 65 años deBarcelona pasa de 285.481 en 1991 a 342.212 en el año 2001, alcanzando un 21,5 por cientosobre el total de la población (Cuadro V).

El análisis por distritos indica que no se altera sustancialmente la distribución espacialde este fenómeno. No obstante, el incremento relativo en el periodo 1991~2001 apunta con­siderables diferencias: mientras los' distritos más envejecidos -Ciutat Vena, Eixample y Gra­cia- estabilizan su ritmo de crecimiento, Nou Barris, Horta-Guinardé, Les Corts, SantAndreu y Sant Martí, experimentan aumentos espectaculares (Mapa IV), que oscilan entreun 20 y un 30 por ciento. Esta dinámica es consecuencia de la llegada a edades avanzadasde generaciones llenas, compuestas principalmente por el aluvión de inmigrantes llegados enla década de los sesenta.

En definitiva, los resultados de la proyección de población permiten extraer dos clarasconclusiones: en primer lugar, se constata la consolidación de unos grandes focos de enveje­cimiento quc crecen en tamaño absoluto en el periodo 1991-2001, mientras que, en segundolugar: se detecta un rápido envejecimiento de los distritos hasta ahora más jóvenes.

En las previsiones en materia asistencial se perfilan dos respuestas. Por un lado, lagenerada por los organismos públicos que se pronuncian en favor de planes alternativos(centros diurnos, planes vacacionales, etc.), antes que a la creación de residencias, todo elloen el marco de la crisis económicapost-92 que lleva a recortes presupuestarios en prestacionessociales. Por otro lado, la iniciativa privada, aun manteniendo el rápido ritmo de crecimientode los años ochenta, no parece capaz de absorber el déficit de servicios dejado por lasinstituciones, si bien la intensificación de la demanda funciona corno estímulo atractivo parala inversión en este campo.

Planificar la vejez: una asignatura pendiente

El envejecimiento demográfico en la ciudad de Barcelona aparece como un procesoevidente. Las previsiones a diez años vista indican importantes niveles de crecimiento de lapoblación anciana para el conjunto de la ciudad que, sin duda, implicarán un incremento dela demanda de servicios destinados a la tercera edad.

En relación a este proceso, cabe destacar una nueva situación: la tendencia a un aumentosignificativo del segmento de población de personas mayores ele 75 años, circunstancia quecorrobora la necesidad apremiante de servicios altamente especializados que en la actualidadpermanecen muy por debajo de la cobertura óptima.

Ante esta perspectiva poco halagüeña, cabe plantearse una serie de cuestiones. La faltade diversificación de la oferta deja un vacío en aquellos servicios intermedios -c-comedores,atención domiciliaria, servicios comunitarios- que satisfacen necesidades cotidianas yconstituyen una alternativa eficaz. Pese a una hipotética expansión de estos servicios com­plementarios, es innegable la insuficiencia de plazas en centros geriátricos ~-aun consideran­do como oferta potencial las residencias del área metropolitana-, especialmente las que estánal alcance de las pensiones de jubilación. En este sentido, surge un colectivo desasistidoformado por aquéllos que no pueden pagar los servicios privados, pero que superan el umbralde renta exigido para beneficiarse de la asistencia pública.

La previsión de nuevas bolsas de vejez en distritos periféricos que, hoy en día, son lospeor dotados desde el punto de vista de centros de atención a la tercera edad, da lugar a unaproblemática de tipo espacial, y por tanto, surge la necesidad de potenciar el establecimientode servicios en estas áreas deficitarias, para así favorecer la proximidad de la oferta al entornocotidiano del anciano.

En definitiva, la vejez, entendida no como un problema sino como una nueva situación,plantea un gran desafío a la planificación: dar respuesta a las nuevas necesidades medianteuna redistribución de los recursos que compense las deficiencias en la atención a la terceraedad.

Bibliografía

ABELLÁN, A. y RODRíGUEZ,V. (1989) «Procesode envejecimiento de la poblaciónespañola», Análisisdel desarrollo de la población española en el periodo 1970-86, Madrid, Síntesis,págs. 357-363.

CABRÉ, A. YPUJADAS,1. (1991) «La població de Barcelona i el seu futuro Jnforme demografic per al PIaEstrategic Barcelona-200ü», Papers de Demografía, núm. 45, Bellaterra, CED.

COLLADO, A. (1989) «Efectos no deseados del proceso de envejecimiento de la población española»,!!E/S, núm. 48, págs. 199-209.

GARCíA COLL, A. (1992) «Cambioestructural y cambio migratorioen las grandesciudades:el caso dela ciudadde Barcelona(1975-1991)>>, fI Jornadas de Demografía Urbana y Regional, Valencia, Institutode Demografía.

LORIAUX, M. (1991) «Le vleillissement de la société européenne: un enjeu pour l'étemué?», HumanResources in Europe at the dawnofthe 21st ceruury, Luxemburgo, Eurostat.

PAILLA1: P. y PARANT, A. (1980) Le vieillissemeni de la campagne francaise, París, INED-PUF.

PAfLLAT, P. (1987) «Le vieillissemenr de la population: déf et contradiction», Espace. Poputations.Socíétés.. núm. 2, págs. 311-315.

PUJADAS,1.(1990) «Elenvejecimiento de la poblaciónde Caralunya», Papcrs de Demografía. núm.40,Bellatcrra, CED.

ROWLAND, D.T. (1984) «Population Geography and Ageing» en Clarkc. JJ Geography & Popukuion.Approacbes and Applicmiol1s, Oxford, Pergamon Press, págs. 85-92.

PREVISIONES DE POBLACIÓN Y DEMANDA DE BIENESY SERVICIOS: UNOS EJEMPLOS PARA CATALUÑA

AMAND BLANES 1 LLORENS'Centred'Estudis Demogrófícs, UniversitatAutónoma de Barcelona

La actuación de las administraciones públicas se considera que ha de ser de «tipoanticipativo» y no de «tipo reactivo». Es decir, ha de prever las necesidades y demandas dela sociedad para determinar los niveles y los focos de actuación práctica; en contraposicióna otro tipo de actuación que se limita a reaccionar (J posteriorí ante los problemas y demandassurgidos desde la sociedad. En los últimos años y desde las diferentes administraciones sehanelaborado planes de actuación o planes directores, en los que las proyecciones de pobla­ción han adquirido un papel fundamental, al considerarse los cambios poblacionales comouno de los elementos clave en la futura demanda de bienes y servicios.

Las interrogaciones se imponen inmediatamente: ¿qué utilidad tienen las previsiones",¿son fiables o no son más que un optimista intento de aventurar lo impredecible? La respuestaa esta pregunta requiere una serie de consideraciones previas:

- En general, existe una confusión provocada por el hecho de que bajo el conceptogenérico de proyeccionesse engloban el de proyección y el de previsión. En las proyeccionesno tienen porqué utilizarse hipótesis plausibles o reales, ya que lo que se intenta observar esel comportamiento, a largo plazo, de una población sometida a unas determinadas condicio­nes; desde esta perspectiva las proyecciones serían a la Demografía lo quc los «laboratorios»son a otras ramas del saber. Por contra, las previsiones se basan en hipótesis muy ajustadasal pasado inmediato y al presente, y su finalidad es la de prever, con cJ menor margen deCITOr posible, la evolución de una población a corto plazo.

- El problema del demógrafo no radica tanto en la ausencia de técnicas e instrumentos,más o menos sofisticados, de cálculo, como en la dificultad de articular un cuerpo teóricoque englobe el elevado grado de complejidad de las interrelaciones que se producen entre laevolución de la población y los aspectos económicos, territoriales y sociales. En este sentido,los avances han sido más importantes en el plano técnico -de proyecciones basadas en tasasde crecimiento constantes al Multirrcgional Projection. pasando por el método de los com­ponentes- que en el plomo teórico.

El objetivo de las previsiones demográficas es el de constituirse en un instrumento quereduzca el grado de incertidumbre sobre el futuro; a saber, que del abanico de situacionesposibles escoja aquella o aquellas que son mas previsibles. Pero ¿cuál es el grado de reducciónde la incertidumbre". o dicho de otra forma, ¿cuál es su fiabilidad'! Obviamente, comoprevisión de futuro que son, comportan un cierto margen de incertidumbre que depende dediversos factores: su alcance temporal, su ámbito territorial, los grupos de edad consideradosy la situación, más o menos clara, en relación a los ciclos demográficos de larga duración(Cabré, 1987). Además, en mi opinión, existe otra dificultad, generalmente no considerada,que es la inadecuación entre lo que la administración solicita de una previsión y lo que éstaes capaz de ofrecer.

La previsión de nuevas bolsas de vejez en distritos periféricos que, hoy en día, son lospeor dotados desde el punto de vista de centros de atención a la tercera edad, da lugar a unaproblemática de tipo espacial, y por tanto, surge la necesidad de potenciar el establecimientode servicios en estas áreas deficitarias, para así favorecer la proximidad de la oferta al entornocotidiano del anciano.

En definitiva, la vejez, entendida no como un problema sino como una nueva situación,plantea un gran desafío a la planificación: dar respuesta a las nuevas necesidades medianteuna redistribución de los recursos que compense las deficiencias en la atención a la terceraedad.

Bibliografía

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PREVISIONES DE POBLACIÓN Y DEMANDA DE BIENESY SERVICIOS: UNOS EJEMPLOS PARA CATALUÑA

AMAND BLANES 1 LLORENS'Centred'Estudis Demogrófícs, UniversitatAutónoma de Barcelona

La actuación de las administraciones públicas se considera que ha de ser de «tipoanticipativo» y no de «tipo reactivo». Es decir, ha de prever las necesidades y demandas dela sociedad para determinar los niveles y los focos de actuación práctica; en contraposicióna otro tipo de actuación que se limita a reaccionar (J posteriorí ante los problemas y demandassurgidos desde la sociedad. En los últimos años y desde las diferentes administraciones sehanelaborado planes de actuación o planes directores, en los que las proyecciones de pobla­ción han adquirido un papel fundamental, al considerarse los cambios poblacionales comouno de los elementos clave en la futura demanda de bienes y servicios.

Las interrogaciones se imponen inmediatamente: ¿qué utilidad tienen las previsiones",¿son fiables o no son más que un optimista intento de aventurar lo impredecible? La respuestaa esta pregunta requiere una serie de consideraciones previas:

- En general, existe una confusión provocada por el hecho de que bajo el conceptogenérico de proyeccionesse engloban el de proyección y el de previsión. En las proyeccionesno tienen porqué utilizarse hipótesis plausibles o reales, ya que lo que se intenta observar esel comportamiento, a largo plazo, de una población sometida a unas determinadas condicio­nes; desde esta perspectiva las proyecciones serían a la Demografía lo quc los «laboratorios»son a otras ramas del saber. Por contra, las previsiones se basan en hipótesis muy ajustadasal pasado inmediato y al presente, y su finalidad es la de prever, con cJ menor margen deCITOr posible, la evolución de una población a corto plazo.

- El problema del demógrafo no radica tanto en la ausencia de técnicas e instrumentos,más o menos sofisticados, de cálculo, como en la dificultad de articular un cuerpo teóricoque englobe el elevado grado de complejidad de las interrelaciones que se producen entre laevolución de la población y los aspectos económicos, territoriales y sociales. En este sentido,los avances han sido más importantes en el plano técnico -de proyecciones basadas en tasasde crecimiento constantes al Multirrcgional Projection. pasando por el método de los com­ponentes- que en el plomo teórico.

El objetivo de las previsiones demográficas es el de constituirse en un instrumento quereduzca el grado de incertidumbre sobre el futuro; a saber, que del abanico de situacionesposibles escoja aquella o aquellas que son mas previsibles. Pero ¿cuál es el grado de reducciónde la incertidumbre". o dicho de otra forma, ¿cuál es su fiabilidad'! Obviamente, comoprevisión de futuro que son, comportan un cierto margen de incertidumbre que depende dediversos factores: su alcance temporal, su ámbito territorial, los grupos de edad consideradosy la situación, más o menos clara, en relación a los ciclos demográficos de larga duración(Cabré, 1987). Además, en mi opinión, existe otra dificultad, generalmente no considerada,que es la inadecuación entre lo que la administración solicita de una previsión y lo que éstaes capaz de ofrecer.

En general, las administraciones demandan de los técnicos en población estimaciones alargo plazo, con un elevado grado de fiabilidad, sobre unidades administrativas de base y conun único resultado final. Si analizamos estos requisitos se observa una primera contradicción,ya que se demanda el grado de fiabilidad de una previsión pero con el alcance temporal deuna proyección. Esta primera contradicción se ve agravada por el hecho de que las adminis­traciones demanden un único resultado final, mientras que los técnicos consideran más idóneoofrecer, como mínimo, una hipótesis mínima y una máxima que engloben el abanico desituaciones más previsibles: el problema surge cuando este mínimo y máximo son tan dispa­res, especialmente en proyecciones a largo plazo, que la reducción de la incertidumbre sobreel futuro es mínima y pierde su utilidad en la labor planificadora de los poderes públicos. Porúltimo, la demanda se articula sobre unidades territoriales de base administrativa y de bajonivel (comarcas, municipios, distritos municipales) que no tienen porqué representar ámbitosterritorialescon una realidad demográfica propia; como ejemplo, se solicita la proyección delos diferentes municipios de una área metropolitana en vez de la proyección del conjuntometropolitano, lo que hace que sea necesario proyectar los movimientos migratorios intra­metropolitanos quc son precisamente los más difíciles de estimar y los que más pueden afectaral resultado final de la proyección.

Es decir, al propio grado de incertidumbre inherente a cualquier previsión de futuro sele añade el provocado por la disociación que se da entre los requisitos que se piden a lasproyecciones por parte de las administraciones y los límites que éstas tienen.

Finalmente, hay otra serie de limitaciones que se explicitan en los siguientes ejemplos.En relación a las proyecciones derivadas se asume erróneamente la existencia de inde­pendencia entre la proyección primaria (la proyección de la población) y la proyecciónderivada (la proyección de la característica): en el caso de la actividad femenina hay, obvia­mente, una interrelación entre los niveles de actividad y los niveles de fecundidad que,generalmente, no es tenida en cuenta al realizar las proyecciones, ya que ambos fenómenosson tratados de forma independiente (Tapinos, 1980). Respecto de la utilidad de las previ­siones en ciertos ámbitos se produce un problema de causa-efecto: se demanda a los demó­grafos ¿cuánta gente vendrá para saber cómo planificar y cuanto construir?, cuandoposiblemente la pregunta habría que plantearla al revés ¿cómo planificará y cuánto construirpara saber el volumen de las migraciones? El problema surge al no existir una teoría generalque interrelacione los aspectos demográficos con los económicos y sociales, con lo que setiende a considerar la población como una variable independiente.

No obstante, a pesar de Jo antcricnuentc expuesto, las proyecciones y las previsionesde población continúan siendo una herramienta imprescindible para la planificación, siempreque se tenga claro su significado y sus limitaciones. A continuación se exponen dos ejemplosde estudios, uno ele proyección y otro de previsión, realizados mediante el método de loscomponentes por el Centre el 'Estudis Demográfics para diferentes departamentos de la Ge­ncralitat de Catalunya.

Un ejemplo de proyección: escenarios poblacionales para Cataluña

El estudio, realizado por encargo de la Direcció General de Política Territorial de laGeneralitat, tenía como finalidad determinar cuál sería la población de Cataluña en el hori­zonte del 2026 en función de como evolucionasen los diferentes componentes que afectan ala población y el impacto que tendrían sobre la estructura por edades. Es decir, se trataba decrear una serie de escenarios poblacionales y analizar las consecuencias que se derivarían decada uno de ellos.

Los primeros elementos a determinar fueron las diferentes hipótesis de fecundidad y demigraciones que se iban a utilizar. En relación a la fecundidad se utilizaron tres juegos de

1hipótesis que hacían confluir el índice sintético de fecundidad al 2021 a 1,8 (hoA), 2,1 (11GB)Y2,4 (hoC) hijos por mujer. Respecto de las migraciones también se construyeron tres juegosde probabilidades de migrar: las probabilidades de migrar del periodo 1981-1986 (hol), queen conjunto daban un saldo migratorio ligeramente negativo; un saldo migratorio nulo (h02);y una hipótesis alta de migraciones que corresponde a interpolar las probabilidades de migrardel último quinquenio con las del periodo 1970-1975 que fueron claramente positivas (h03).Por último, se utilizó una única hipótesis de mortalidad en la que se mantenían las gananciasen esperanza de vida.

La combinación de las diferentes hipótesis dio como resultado la creación de nueveescenarios. El elemento más destacable es constatar el gran abanico ele situaciones que sedarían en el ~026 en función de cómo se comportasen los diferentes componentes demográ­ficos: el efectivo final oscilaría entre un poco más de ocho millones del escenario 3c yalrededor de los cinco y medio del escenario la: de una pérdida de medio millón de habitantesa un crecimiento máximo de dos millones. Este hecho es tanto más destacable si consideramosque las hipótesis utilizadas se basan en nivc1es de fecundidad y de migraciones ya alcanzados,en algún quinquenio, por la población catalana en los últimos 20 años.

El segundo elemento a destacar es que el abanico de posibilidades de crecimiento estámucho más condicionado por el impacto de las migraciones que no por el de la fecundidad,aunque a nivel de estructura por edades se incrementa el papel de las variaciones en lanatalidad. Este elemento se advierte claramente si observamos la diferencia de volumen, enel 2026, para una misma hipótesis de migraciones, pero con hipótesis diferentes de fecundidad(comparar la con le, 2a con 2c y 3a con 3c) da una diferencia que oscila entre 400 y 500mil habitantes. Sin embargo, si comparamos la misma hipótesis de fecundidad con las dife­rentes hipótesis de migraciones (es decir la con 3a, lb con 3b y le con 3c) las diferencias

Cuadro 1PROYECCIÓN DE LAPOBLACIÓN SEGúNDIFERENTES ESCENARIOS

(en miles)

la lb le 2a 2b 2e 3a 3b 3c_________m

1991 60591996 6023 6023 6023 6092 6092 6092 6153 6153 61532001 6005 6016 6027 6J40 6152 6163 6307 6319 633J2006 5986 6021 6056 6J90 6226 6262 6513 6550 65872011 5927 5995 6063 6205 6275 6346 6732 6808 68852016 5817 5922 6029 6169 6279 6392 6854 7080 72092021 5683 5826 5972 6104 6256 6413 7208 7394 75832026 5563 5749 5938 6044 6245 6450 7514 7773 8037

de población, en el 2026, se sitúan alrededor de los dos millones de habitantes o más enalgún caso. .

En términos de tasa decrecimiento anual acumulativo (TCAA) se observa que, inclusoen el escenario mas favorable, la TCAA del último quinquenio proyectado es la mitad de ladel periodo 1970-1975 que fue del 22,5 por mil y más baja aún que la del decenio de lossesenta, donde se situó alrededor del 26 por mil.

En relación a la TCAA se observa como en los escenarios con hipótesis bajas de migra­ciones sc dan siempre tasas de crecimiento negativas cuando se combina con fecundidad baja,mientras que en los casos de fecundidad media y alta encontramos tasas de crecimientopositivas en los quinquenios centrales de la proyección como consecuencia de la combinaciónde una fecundidad en aumento y un volumen y estructura de mujeres fértiles más favorablesa la natalidad. Por el contrario, a partir del quinquenio 2006-2011 se produce una ruptura enel crecimiento que pasa a ser negativo (escenario lb) o se reduce (escenario le) como resul­tado de que el incremento de la fecundidad no compensa suficientemente el cambio en elvolumen de mujeres en edad fértil. El mismo razonamiento explica el cambio de tendenciaque se observa en los escenarios basados en hipótesis de saldos migratorios nulos: en losescenarios 2a y 2b en los últimos quinquenios se dan tasas de crecimiento negativas, mientrasque en el de fecundidad más elevada (2c) si bien reduce su tasa de crecimiento, ésta continúasiendo positiva, debido al alto nivel de fecundidad estimado. Este fenómeno muestra elimpacto que la estructura por edades tiene sobre la natalidad y nos indica que incrementosde los niveles de fecundidad no acarrean, necesariamente, aumentos en el número de naci­mientos: o para el caso de Cataluña, si no se producen importantes modificaciones de laestructura por edades debido a la inmigración se dará una caída de los nacimientos a iniciosdel próximo siglo.

Los escenarios basados en migraciones altas se caracterizan por un lado, por tener lastasas de crecimiento más elevadas y por otro, por mantener una tendencia lineal al incrementode las tasas. Esta evolución se debe tanto a la aportación continuada de inmigrantes como alhecho de que el patrón por edades de éstos es favorable a una inmigración a las edadesadultas-jóvenes, lo cual compensa la pérdida de mujeres en edad fértil que se daba en losotros escenarios.

Un ejemplo de previsión: la población catalana en el horizonte 2001

El elemento de partida fue constatar la clara ruptura que se produjo en el año 1975 entredos periodos bien diferenciados de la historia poblacional catalana: de 1960 a 1975 un fuertecrecimiento demográfico, de 4 a 5,7 millones de habitantes, a partir de 1976 un estancamientoque mantuvo la población alrededor de los seis millones durante buena parte de la década delos ochenta. Este estancamiento se debió a la confluencia de una extraordinaria reducción dela natalidad, que cayó un 50 por ciento en 10 años, y de una inversión del saldo migratorioque conoció valores negativos desde 1980 hasta bien entrada la segunda mitad de esta década.El resultado se ha traducido en una estructura por edades rápidamente cambiante y fuerte­mente alterada, especialmente en relación a la base de la pirámide. Las consecuencias tras­cendieron a la vida cotidiana: las demandas procedentes de la población infantilevolucionaron «en acordeón» y en las primeras etapas de la enseñanza general básica se pasóen pocos años de las aulas provisionales al cierre de aulas. En un futuro próximo, similarproceso sufrirán, sucesivamente, las demandas de enseñanza secundaria y universitaria, lademanda de primera ocupación, la presión sobre la primera vivienda, cte. Ante tales cambios,el Departament deBenestar Social solicitó la realización de unas previsiones para la planifi-cación de los Servicios Sociales en Cataluña. - .

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Los cambios demográficos que se producirán en Cataluña en la última década de estesiglo serán más importantes en relación a la estructura de la población que no en su volumen.El crecimiento total de la población será positivo, pero de débil intensidad, en comparacióncon el de otras épocas, ya que para el año 2001 se prevé una población de 6.160.000 habi­tantes. Este ligero incremento será el producto de la combinación de dos factores:

- El bajo número de nacimientos, a pesar de que se ha previsto un ligero incrementocomo consecuencia de un aumento de las tasas de fecundidad y del efecto positivo que tendrála estructura por edades de la población.

- La consideración de un saldo migratorio casi nulo para el conjunto de Cataluña. Noobstante, ésta es la principal incógnita, ya que junto a factores positivos para la inmigracióncomo los diferenciales económicos o la provisión de trabajos no especializados; encontramosotros contrarios, como las posibles migraciones de retomo o el gran volumen de demanda detrabajo dentro de la propia población catalana.

Aún así, este débil crecimiento del total de la población catalana esconde una grandisparidad de situaciones territoriales que recogen los procesos de concentración y ele despo­blamiento. Por un lado, se mantendrá el proceso de concentración de la población, dándoselos mayores incrementos relativos en las comarcas del litoral (a excepción del Barcelonés),del pre-Iitoral, el Segria y la Val d'Aran. El elemento más destacable será la profundizaciónde un nuevo modelo de poblamiento que se caracteriza por el dinamismo de los municipiosde pequeño y mediano tamaño, localizados alrededor de las áreas y ciudades hasta entoncesmás dinámicas. Por otro lado, continuará el despoblamiento de las comarcas del sudoeste deCataluña y de la franja pirenaica, aunque en algunas comarcas se vislumbra una cierta tenden­cia a la recuperación. Este proceso agravará el de envejecimiento de estas áreas, ya que laemigración afectará principalmente a los jóvenes y a la población de edad activa. Asimismo,hay que señalar la importancia que tendrá la pérdida de población de la comarca del Barce­Iones, especialmente la ciudad de Barcelona, que, si bien en términos relativos no será de lasmás importantes, afectará a más de 100.000 personas. Este proceso de migración desde elnúcleo de Barcelona y de los municipios de la primera corona hacia municipios más alejadosde la Regió 1será otra de 'las características del nuevo modelo de poblamiento.

Finalmente, hay que remarcar que los mayores impactos se deberán a las modificacionesen la estructura por edades. Por un lado, se producirá una progresiva reducción del volumende jóvenes conforme lleguen a estas edades las «generaciones vacías» correspondientes a lafuerte caída de la fecundidad a partir de la segunda mitad de los setenta. Por otro, los incre­mentos de gente adulta y, especialmente, de ancianos como resultado tanto de la llegada deefectivos de «generaciones llenas» como de los efectos en la mejora de la mortalidad.

Conclusiones

Los cambios en el volumen, en la estructura por edades y en la distribución territorialde la población se conforman como el elemento primario en las posibles modificaciones enla demanda de bienes y servicios. Por tanto, las proyecciones y las previsiones ele poblaciónse convierten cn un instrumento fundamental en la labor planificadora de las administracionessiempre que se consideren las limitaciones inherentes a toda previsión de futuro.

Para las administraciones tan útil puede ser una proyección, en sentido.estricto, dondese creen diferentes escenarios poblacionales, como una previsión en la que se intente deter­minar el comportamiento de una población a corto plazo. La dificultad surge cuando seconfunden, intencionadamente o no, ambos términos o cuando se solicita un estudio en elque se entremezclan características tanto de las proyecciones como de las previsiones. Eneste sentido, uno de los elementos clave es que se dé una adecuación entre aquello que lasadministraciones solicitan y lo que los técnicos pueden ofrecer.

Bibliografía

BLANES, A. (1991) «La població catalana a I'hontzó de l'any 2006», Papers de Demografía. núm. 60,Centre d'Estudis Demografics, VAB.

CABRÉ, A. (1987) «Predicciones en demografía. El caso de España»,Papersde Demografía, núm. 23,Centre d'Estudis Demografics, UAB.

HENRY, L. (1971) Perspectivas demográficas, Barcelona, Vicens-Vives.

LESRAS, H. YTAPINOS, G. (1979) «Perspectives along terrnede la populationfrancaise et leurs impli­caticns économiques», Population, numéro spécial, Paris, !NEo.

ROGERS, A.y WILLEKENS, F. (1986) Migration and Settlement, Dordrecht, Reidel.

TAPINOS, G. (1980) «De l'utilité des perspectives démographiques», Perspectives de population. d'em­ploi el de croíssance urbaine, Louvain, Ordina Bditions,págs. 15-53.

WATfELAR. Cli. (1980) «Les perspectivos démographiques par sexe et par ñge: simplisme ou sophis­tification». Perspectives de popukuion, d' emptoi et de croissance urbaine, Louvain, Ordina Editions,págs.57-88.

342

INCIDENCIA DEL ENVEJECIMIENTO EN GALICIA yORDENACIÓN SANITARIA EN LAS ÁREAS RURALES *

JESÚS MANUEL GONZÁLEZ PÉREZ y ROMAN RODRÍGUEZ GONZÁLEZFacultad de Geografía e Historia, Universidad de Santiago de Compostela

El proceso de envejecimiento en Galicia

El sentido común nos dice que los ancianos necesitan habitualmente asistencia sanitaria.Al respecto se desarrollaron estudios concretos que confirman esta realidad y que aportandatos estadísticos que denotan los elevados porcentajes que los mayores de 65 años repre­sentan en el total de las consultas de una serie de hospitales (Femández-Mayoralas, G., 1989,págs. 185-197 y Rodríguez,A., 1989, págs. 371-381).

Lacomunidad gallega con un 15,79 por ciento de población mayor de 65 años presentauna estructura demográfica fuertemente envejecida. La reciente historia viene marcada porlas repercusiones que los fenómenos migratorios imponen en ella. El continuo éxodo depoblación a lo largo de todo el siglo XX supone la pérdida potencial de las renovacionesgeneracionales y la aparición del envejecimiento. Por supuesto, éste es más patente en aque­llos espacios que sufrieron con mayor intensidad la sangría migratoria, las áreas rurales. Éstas,poseedoras de etevadísimos índices de empleo primario, son, asimismo, las que presentanmás importantes porcentajes de envejecimiento y menores índices de accesibilidad espacio­temporal respecto a .los centros de atención sanitaria (Gráficos 1 y II). Tal circunstanciaperjudica notablemente a este colectivo, reflejando una inadaptación de los equipamientos yservicios médicos que marginan a un grupo demográfico que, por su situación espacial,económica y socio-cultural, se encuentra desconectado de los centros de atención geriátrica.

Una de las repercusiones más importantes del proceso de envejecimiento es su desigualincidencia espacial. Entroncando con lo anterior, podemos diferenciar en Galicia una lógicadistribución de la población envejecida atendiendo al nivel dc urbanización y al grado dedesarrollo económico.

El corredor litoral occidental, con menores porcentajes, a lo largo del eje Ferrol-Coru­ña-Santiago-Pontevcdra-Vigo, es a su ver, la que presenta un mayor crecimiento demográfico,dinamismo económico y menos empleo agrario. A continuación una franja a lo largo de laDorsal Central, sirve de transición entre las tierras litorales y las interiores que presentan unacusado envejecimiento y descenso de su población. Este amplio sector comprendido por lasprovincias eleLugo y Ourcnse, se caracteriza por su carácter eminentemente rural (de los 158municipios de ambas provincias sólo 19, el 12,1 por ciento, tienen porcentajes de empleoagrario inferior al 50 por ciento) y el aislamiento que importantes bolsas territoriales, SierrasOrientales, presentan a causa de la deficitaria red de carreteras.

* Este trabajo se enmarca en el proyecto dc investigación del Plan Nacional de Investigación I+D (Seo 92-0600)titulado «Los nuevos procesos de urbanización y la ordenación del territorio en Galicia».

Bibliografía

BLANES, A. (1991) «La població catalana a I'hontzó de l'any 2006», Papers de Demografía. núm. 60,Centre d'Estudis Demografics, VAB.

CABRÉ, A. (1987) «Predicciones en demografía. El caso de España»,Papersde Demografía, núm. 23,Centre d'Estudis Demografics, UAB.

HENRY, L. (1971) Perspectivas demográficas, Barcelona, Vicens-Vives.

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TAPINOS, G. (1980) «De l'utilité des perspectives démographiques», Perspectives de population. d'em­ploi el de croíssance urbaine, Louvain, Ordina Bditions,págs. 15-53.

WATfELAR. Cli. (1980) «Les perspectivos démographiques par sexe et par ñge: simplisme ou sophis­tification». Perspectives de popukuion, d' emptoi et de croissance urbaine, Louvain, Ordina Editions,págs.57-88.

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INCIDENCIA DEL ENVEJECIMIENTO EN GALICIA yORDENACIÓN SANITARIA EN LAS ÁREAS RURALES *

JESÚS MANUEL GONZÁLEZ PÉREZ y ROMAN RODRÍGUEZ GONZÁLEZFacultad de Geografía e Historia, Universidad de Santiago de Compostela

El proceso de envejecimiento en Galicia

El sentido común nos dice que los ancianos necesitan habitualmente asistencia sanitaria.Al respecto se desarrollaron estudios concretos que confirman esta realidad y que aportandatos estadísticos que denotan los elevados porcentajes que los mayores de 65 años repre­sentan en el total de las consultas de una serie de hospitales (Femández-Mayoralas, G., 1989,págs. 185-197 y Rodríguez,A., 1989, págs. 371-381).

Lacomunidad gallega con un 15,79 por ciento de población mayor de 65 años presentauna estructura demográfica fuertemente envejecida. La reciente historia viene marcada porlas repercusiones que los fenómenos migratorios imponen en ella. El continuo éxodo depoblación a lo largo de todo el siglo XX supone la pérdida potencial de las renovacionesgeneracionales y la aparición del envejecimiento. Por supuesto, éste es más patente en aque­llos espacios que sufrieron con mayor intensidad la sangría migratoria, las áreas rurales. Éstas,poseedoras de etevadísimos índices de empleo primario, son, asimismo, las que presentanmás importantes porcentajes de envejecimiento y menores índices de accesibilidad espacio­temporal respecto a .los centros de atención sanitaria (Gráficos 1 y II). Tal circunstanciaperjudica notablemente a este colectivo, reflejando una inadaptación de los equipamientos yservicios médicos que marginan a un grupo demográfico que, por su situación espacial,económica y socio-cultural, se encuentra desconectado de los centros de atención geriátrica.

Una de las repercusiones más importantes del proceso de envejecimiento es su desigualincidencia espacial. Entroncando con lo anterior, podemos diferenciar en Galicia una lógicadistribución de la población envejecida atendiendo al nivel dc urbanización y al grado dedesarrollo económico.

El corredor litoral occidental, con menores porcentajes, a lo largo del eje Ferrol-Coru­ña-Santiago-Pontevcdra-Vigo, es a su ver, la que presenta un mayor crecimiento demográfico,dinamismo económico y menos empleo agrario. A continuación una franja a lo largo de laDorsal Central, sirve de transición entre las tierras litorales y las interiores que presentan unacusado envejecimiento y descenso de su población. Este amplio sector comprendido por lasprovincias eleLugo y Ourcnse, se caracteriza por su carácter eminentemente rural (de los 158municipios de ambas provincias sólo 19, el 12,1 por ciento, tienen porcentajes de empleoagrario inferior al 50 por ciento) y el aislamiento que importantes bolsas territoriales, SierrasOrientales, presentan a causa de la deficitaria red de carreteras.

* Este trabajo se enmarca en el proyecto dc investigación del Plan Nacional de Investigación I+D (Seo 92-0600)titulado «Los nuevos procesos de urbanización y la ordenación del territorio en Galicia».

De esta tónica general se desmarca, en el NW de la provincia de A Coruña, las comarcasganaderas del Xal1asy Negreiracon índices de envejecimiento entre el 15 Yel 20 por ciento.y en las provincias interiores, excepto la costa Norte de Lugo que cuenta con índices deurbanización similares a las áreas litorales más dinámicas del país, encontramos niveles depoblación mayor de 65 inferiores al 20 por ciento en las capitales provinciales y en aquellosmunicipios cabeceras de comarca que cuentan con pequeños centros urbanos, cuya funcio­nalidad les permite concentrar actividades no agrarias e incrementar sus volúmenes demo­gráficos.

Mapa IEL ENVEJECIMIENTO EN GALlCIA EN 1990

Ordenación sanitaria de Galicia. Mapa Sanitario

En el Diario Oficial de Galicia número 75, de 25 de abril de 1989, por el Decreto55/1989, se aprueba la revisión del Mapa Sanitario de Galicia (Gráfico III), marcando laspautas de compartimenta y planificación sanitaria en tres niveles territoriales:

- Área de Saúde: estructura fundamental del sistema sanitario, responsabilizadas de lagestión sanitaria de los centros y establecimientos del servicio de saúde de la Comunidad ensu demarcación territorial y de las prestaciones sanitarias y programas sanitarios que desen­vuelvan éstos.

- Zona de Saúde Comarcal: comprende a un conjunto de municipios centralizadosalrededor de un núcleo urbano con servicios médicos.

- Zona de Saúde Municipal, mínima unidad administrativa en la que se asienta laatención primaria.

Las áreas de saúdc. creadas para una población entre los 200.000 y 250.000 habitantes,han sido delimitadas, según sus «creadores», basándose en factores geográficos, demográfi­cos, epidemiológicos, culturales, climatológicos, de dotación de vías y medios de comunica­ción, así como de instalación sanitaria de área. Es decir, facilitando la accesibilidad, desdetodos los puntos de vista (física, económica, por ejemplo) a la asistencia sanitaria.

Pues bien, Galicia se ve dividida en 14 áreas de saúde, con sus subdivisiones corres­pondientes (comarcas y municipios), de muy distinto tamaño tanto territorial corno demográ­fico. Las más extensas son tres interiores (Lugo, Santiago y Ourense) y de las tres máspobladas, dos son costeras: A Coruña y Vigo Norte (con sólo tres municipios).

De las catorce, siete corresponden a las ciudades gallegas (Vigo, A Coruña, Santiago,Ourense, O Ferrol, Lugo y Pontevedra), otras cinco son «pequeñas» áreas periféricas domi­nadas por una cabecera comarcal: Cervo-Burela, Monforte de Lemos, Verín, y Barbanza(Ribeira): y las dos restantes son o bien un área muy densamente poblada cercana a una granciudad (Vigo Sur), o bien área eminentemente rural alejada de una ciudad principal (Fisterra).

Aún contando con un considerable número de áreas, si nos adentramos en un conoci­miento más profundo de la realidad geográfica de nuestro país, vemos las disfuncionalidadesdel proyecto. Pura el tipo de asentamiento de la población de Galicia (muy disperso y alta­mente densificado en el litoral, y relativamente poco poblado, altamente envejecido y malcomunicado en su interior) esta planificación no es la más adecuada. En primer lugar, haydiferencias asistenciales enormes entre les áreas dominadas por una ciudad con las que no Joestán, sobre todo cualitativamente: dotaciones hospitalarias, número de especialistas, accesi­bilidad, etc.

En segundo lugar, la delimitación administrativa provincial se rompe. Tal es el caso dela provincia de Pontevedra, donde dos de sus comarcas Lalfn y A Estrada lo son en materiasanitaria de Santiago. E incluso dos pequeños ayuntamientos del Norte pontevedrés, Valga yPontecesures, pertenecen al área y hasta a la comarca de Santiago, «desligándolos» de suentorno. Si bien ésto no tiene porqué ser perjudicial, al estar la ciudad de Santiago más cerca

344

o 10 lO 30 kmL=±:::::::::;j==::J

En %D Menos de JO [:.3 la a [4,9

Fuente: Ca/ida en cifras, 1992.

15 él 19,9 20 a 24,9 ..Más de 25

Mapa 1!IORDENACIÓN SANITARIA DE GALlCIA

Mapa 11PORCEi'<TAJE5 DE E~WLFO AGRARIO EN 1990

Cervo:CEI.- Corvo, CE2.- Mondoikdo, CEJ,- Ribnden.CE4.- Vivciro.Lugo:LI,- Bcccrrcá, L2.- A Fousagrada, L3.- Lugo.La.. Meirn LS,- Sarria. Lc.. Villalba.Ourcnsc:01.- Ourensc, 02.- Bando, 01- Carballino,04.- Castro Catdcías, 05,- Maccda,06.- Ribadavia, 07.- Xinzo, OS.- Vcrín,09.- Celanova.Vigo:VI.- Cangas. V2.- Vigo, V3.- A Cañiza,V4.- Pontcareas, VS.- Porrino, V6.- Redondeta,V7,- Tui. V8.- Val Minar.

IFerrol I Área hospitalaria

I Fisterra I Árcu de salud

C2 I Comarca sanitaria

lO 20I

Identificación gráfica

Relación de comarcas sanitarias:ferrol:FI.· Fcrrol. F2.- Ortigucira.A Coruña:Ct.. A Coruña. C2,- Bctanzos Cl- eU·ballo.C4.- FistcrrnSamiaso:51.- 5a~liago. 52.- Lahn, 53.- Arzuu. 54,- Boiro,5.1.- Noia. 56.- Ribcira. 57.- Estrada.Pontevedra:PI.- Pontevcdra, P2,_ Mar¡n. PJ.- Sanxenxo,P4.- Vilagarc¡a.o Barco:BI.~ O Barco, 82.- Poboa de Trives.Montarte:Ml.- Chamada, M2.~ Monforte, M3.- Quiroga.

Fuente: Mapa SlIllilorio de Galiria.

60 él 79.9 • Mús de RO

FUCrH,:: GII/ielo en dji~ls, 1992.

En 'ir:c:::J Menos de 20 D 20 u ]9.5 O -1.() a 59,\)

Mapa IVÍ~DICES TEÓRICOS DE ACCESIB[UDAD A LOS CENTROS HOSPITALARIOS

* Cada isucroma equivale a [O km.

[O 20 30 Kmí::::=1===:J===:::J

que la de Pontevedra, sí lo puede ser al encontramos ante una falta de criterios uniformespara comarcalizar.

Junto a las dificultades de accesibilidad en grandes, a veces enormes áreas (por ejemplola de Lugo ...-...6.702 kilómetros-c-e muchos municipios a larga distancia del hospital centrali­zado en esta ciudad, tanto en espacio como en tiempo por las malas comunicaciones), unire­mos el caso de que la idea previa de que un área de saúde debería englobar «en condicionesnormales» entre 200.000 y 250.000 habitantes (Lei Xeral de Sanidade 14/1986, del 25 deabri1), se pasa totalmente por alto, tanto por la mínima como por la máxima, llegándose enocasiones a duplicarse esta cifra: Área de Saúde de A Coruña (450.975 habitantes), de San­tiago (351.831), de Ourense (316.393), de Vigo Norte (304.704), de Pontevedra (285.604) yde Lago (256.582).

La siguiente jerarquía territorial sanitaria es la comarca de saúde,base de delimitacióny escalón clave para garantizar una buena asistencia. Actúa como órgano intermedio entre laatención primaria y especializada, pudiendo tener funciones básicas como: salud pública,urgencias, laboratorio, rayos X, etc. Pero no han entrado en funcionamiento, y lo único queexiste como rango intermedio son unos más que discutibles Equipos de Atención Primaria(EAP) del periodo anterior muy mal distribuidos por el territorio.

Si el mapa de Atención Primaria nos muestra que cada comarca, municipio o grupo demunicipios, tienen sus centros de salud, más o menos centralizados en el núcleo de poblaciónmás importante. No ocurre 10 mismo con el mapa que se podría dibujar de la AtenciónEspecializada. La normativa sanitaria (14/1986, 25 de abril) establecía que cada área de saluddebería tratar de tener su propio hospital. Pero esto de momento no se cumple en todos loscasos como veremos en el siguiente apartado.

Accesibilidad espacio-temporal de los centros hospitalarios en Galicia

La inadecuación territorial de gran parte de las políticas planificadoras desarrolladas porla Administración, viene siendo tema de debate y crítica habitual dentro de la comunidadgeográfica. La débil conexión entre el saber geográfico y los poderes públicos (excesivoacademicismo, necesidad de ajustarse a los límites administrativos, intereses políticos, entreotros) ya ha sido puesta de manifiesto en otros análisis que sobre ordenación sanitaria se hanhecho en España. Francisco de Asís Torres Escobar (l991), descubre, haciendo un repaso delas diversas propuestas de compartimentación espacial en el caso de Extremadura (comunidadcon problemas sanitarios similares a la gallega), gran cantidad de disfuncionalidadcs encuanto a las propuestas de comarcalización de los diversos servicios públicos. Las conclusio­nes que extrae respecto a la planificación sanitaria extremeña no difieren sustanciablcmentede la nuestras. Consideramos, por ello, ilustrativo establecer correlaciones y presentar lasdiferentes situaciones de accesibilidad que presentan los centros hospitalarios gallegos y quese hacen especialmente graves en las áreas más rurales del país.

Observando los teóricos índices de accesibilidad espacio-temporal de los centros deatención especializada con los que dispone la comunidad (Gráfico IV) lo primero que saltaa la vista es la correlación existente entre las áreas más rurales, envejecidas y peor comuni­cadas con las que se encuentran a más distancia de los hospitales. Estableciendo una aproxi­mación crítica a la planificación sanitaria gallega, observamos contradicciones espaciales enrelación al encuadramiento en las diferentes áreas de especialización, repercutiendo en lasdificultades que importantes bolsas poblacionales van a tener a la hora de gozar de serviciosmédicos especializados.

Creemos que la visión comparada del material gráfico aportado es suficiente para apro­ximamos a la problemática analizada, .y su gran incidencia en las áreas rurales. No obstante,y de modo muy esquemático, describiremos los casos más significativos. Los habitantes del

área de Fisterra tienen que desplazarse a Coruña, cuando muchos de sus ayuntamientos estánmás próximos y mejor comunicados con Santiago. Los de Barbanza a Santiago, y los de Verína Ourense cuando están más próximos al Barco.

Bibliografia

CONSELLERlA DE SANIDADEDA XUNTA DE GALICIA (1990) Ordenación sanitariade Galicia,SantiagodeCompostela.

FERNÁNDEZ-MAYORALAS FERNÁNDEZ, G. (1989) «Accesibilidad espacio-temporal a los serviciossani­tarios hospitalarios de la población de más de 60 años en un área de salud rural», JI Jornadas sobrePoblaciónEspañola, Universidad de las Islas Baleares,págs. 185-197.

HERNÁNDEZ BORGE, J. (1991)Tres millánsde galegos, Santiago de Compostela,Servicio de Publica­ciones de la Universidad.

RODRíGUEZ POSE, A. y AnELLÁN GARcfA. A. (l989) «Estado médico y régimen hospitalario de laspersonas de edad en régimen hospitalario», II Jornadas sobrePoblaciónEspañola,Universidadde lasIslas Baleares, págs. 371-381.

TORRES EsCOBAR, EA. (1991) Jerarquía y áreas de influencia de los lugares centrales de Extremadura,UniversidadComplutensede Madrid.

350

EL ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO EN CATALUÑA 1991-2026.ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS

EsTIJER SÁNCHEZ SÁNCHEZ

Centre d' Estudis Demogrófícs, Universitcu Autónoma de Barcelona

El envejecimiento demográfico es uno de los lemas que mayor literatura han producidoen los últimos años, desde el momento en que ha empezado a evidenciarse la presión de ungrupo, que tanto en volumen como en cifras relativas, es cada vez más numeroso en uncontexto de crecimiento poblacional escaso.

Realmente el objetivo de la comunicación, relacionándolo con el campo de la planifi­cación, es constatar la inercia de una estructura de población y de unos niveles de mortalidad,que llevan a corto y medio plazo, hacia una prolongación del aumento progresivo de losgrupos de edad que conforman la parte alta de la pirámide de población (grupos de más de65 años). En este punto conviene señalar que es evidente que con esta cuantificación delfenómeno de envejecimiento, únicamente se consigue una aproximación inicial a la realidada planificar. Un análisis correcto en este campo incluye otros muchos aspectos relacionadosno con el volumen (que sí constituye un buen punto de partida), sino con las necesidadesespecíficas del planificado.

Pero desde la Demografía pueden cumplirse dos funciones esenciales, por un lado unaexplicación global de los factores que determinan las condiciones del fenómeno, y por otro,y es fundamentalmente el que aquí nos ocupa, una función predictiva.

En relación a la primera labor demográfica, presentaré los tres factores que afectanfundamentalmente al envejecimiento, relativizando su papel a corto plazo. Este estudio seexpone no tanto en términos de estructura de grandes grupos de edad, sino de volumen deefectivos, que son los que determinan la importancia de las inversiones sociales requeridas.Este es un punto que encierra polémica. ¿Deben plantearse diferentes tipos de análisis enfunción del objetivo de la planificación? No parece que el problema, en cuanto a la previsiónde las necesidades a cubrir, a corto o medio plazo, de recursos sanitarios o de asistenciaprimaria, pueda solucionarse con una previsión que conforme las magnitudes del envejeci­miento de la población (en su definición estricta) , sino que se precisa determinar el volumende los planificados. Aún teniendo en cuenta este punto, no cabe olvidar que el «carácterimproductivo», con el que se define al grupo de edades que son objeto de este estudio, precisaabarcar, quizás en una visión más de largo plazo, cuál va a ser su peso en el conjunto de unasociedad que abastece de recursos a la planificación.

En cuanto a la segunda de las funciones de la Demografía, se incluye en esta comuni­cación el análisis de unas proyecciones realizadas para Cataluña hasta el año 2026 (con unosintervalos quinquenales) en el Centre d'Estudis Demográfics. Se han elaborado a partir delmétodo de componentes, y se dibujan diferentes escenarios de lo que podría ser la evoluciónfutura de la población catalana, tomando como punto de partida la población del censo de1991 asimilada a 1 de enero del mismo año. Tales escenarios se han creado a partir dediferentes hipótesis de los tres principales componentes del crecimiento: fecundidad, mortali-

área de Fisterra tienen que desplazarse a Coruña, cuando muchos de sus ayuntamientos estánmás próximos y mejor comunicados con Santiago. Los de Barbanza a Santiago, y los de Verína Ourense cuando están más próximos al Barco.

Bibliografia

CONSELLERlA DE SANIDADEDA XUNTA DE GALICIA (1990) Ordenación sanitariade Galicia,SantiagodeCompostela.

FERNÁNDEZ-MAYORALAS FERNÁNDEZ, G. (1989) «Accesibilidad espacio-temporal a los serviciossani­tarios hospitalarios de la población de más de 60 años en un área de salud rural», JI Jornadas sobrePoblaciónEspañola, Universidad de las Islas Baleares,págs. 185-197.

HERNÁNDEZ BORGE, J. (1991)Tres millánsde galegos, Santiago de Compostela,Servicio de Publica­ciones de la Universidad.

RODRíGUEZ POSE, A. y AnELLÁN GARcfA. A. (l989) «Estado médico y régimen hospitalario de laspersonas de edad en régimen hospitalario», II Jornadas sobrePoblaciónEspañola,Universidadde lasIslas Baleares, págs. 371-381.

TORRES EsCOBAR, EA. (1991) Jerarquía y áreas de influencia de los lugares centrales de Extremadura,UniversidadComplutensede Madrid.

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EL ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO EN CATALUÑA 1991-2026.ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS

EsTIJER SÁNCHEZ SÁNCHEZ

Centre d' Estudis Demogrófícs, Universitcu Autónoma de Barcelona

El envejecimiento demográfico es uno de los lemas que mayor literatura han producidoen los últimos años, desde el momento en que ha empezado a evidenciarse la presión de ungrupo, que tanto en volumen como en cifras relativas, es cada vez más numeroso en uncontexto de crecimiento poblacional escaso.

Realmente el objetivo de la comunicación, relacionándolo con el campo de la planifi­cación, es constatar la inercia de una estructura de población y de unos niveles de mortalidad,que llevan a corto y medio plazo, hacia una prolongación del aumento progresivo de losgrupos de edad que conforman la parte alta de la pirámide de población (grupos de más de65 años). En este punto conviene señalar que es evidente que con esta cuantificación delfenómeno de envejecimiento, únicamente se consigue una aproximación inicial a la realidada planificar. Un análisis correcto en este campo incluye otros muchos aspectos relacionadosno con el volumen (que sí constituye un buen punto de partida), sino con las necesidadesespecíficas del planificado.

Pero desde la Demografía pueden cumplirse dos funciones esenciales, por un lado unaexplicación global de los factores que determinan las condiciones del fenómeno, y por otro,y es fundamentalmente el que aquí nos ocupa, una función predictiva.

En relación a la primera labor demográfica, presentaré los tres factores que afectanfundamentalmente al envejecimiento, relativizando su papel a corto plazo. Este estudio seexpone no tanto en términos de estructura de grandes grupos de edad, sino de volumen deefectivos, que son los que determinan la importancia de las inversiones sociales requeridas.Este es un punto que encierra polémica. ¿Deben plantearse diferentes tipos de análisis enfunción del objetivo de la planificación? No parece que el problema, en cuanto a la previsiónde las necesidades a cubrir, a corto o medio plazo, de recursos sanitarios o de asistenciaprimaria, pueda solucionarse con una previsión que conforme las magnitudes del envejeci­miento de la población (en su definición estricta) , sino que se precisa determinar el volumende los planificados. Aún teniendo en cuenta este punto, no cabe olvidar que el «carácterimproductivo», con el que se define al grupo de edades que son objeto de este estudio, precisaabarcar, quizás en una visión más de largo plazo, cuál va a ser su peso en el conjunto de unasociedad que abastece de recursos a la planificación.

En cuanto a la segunda de las funciones de la Demografía, se incluye en esta comuni­cación el análisis de unas proyecciones realizadas para Cataluña hasta el año 2026 (con unosintervalos quinquenales) en el Centre d'Estudis Demográfics. Se han elaborado a partir delmétodo de componentes, y se dibujan diferentes escenarios de lo que podría ser la evoluciónfutura de la población catalana, tomando como punto de partida la población del censo de1991 asimilada a 1 de enero del mismo año. Tales escenarios se han creado a partir dediferentes hipótesis de los tres principales componentes del crecimiento: fecundidad, mortali-

Cuadro 1EVOLUCIÓN DE LA ESPERANZA DEVIDA ALNACER EN CATA.LUÑA

PARA EL PERlODO 1970-2020,----~_ ...._-- -

Años Hombres Mujeres Años Hombres Mujeres~._-----_ ..- _________'m_.. • -----------" ,

1970 69,5 74,88 2000 76,77 82,83

]975 71,31 76,78 2005 77,52 83,55

1980 73,77 79,53 2010 78,25 84,22

1985 74,18 80,30 2015 78,97 84,94

1990 75,07 81,21 2020 79,67 85,61

1995 75,94 82,05

Gráfico 1PROYECCIÓN DE LA POBLAClÓN MAYOR DE 65 AÑos EN CATALUÑA (1986-2026)

Fuente: Elaboración a partir de datos censales. padronales y proyecciones CED.

2026202120162011

___ Con Migración, 1981-1986

_._.- Intermedia, 1986-199J y 1970-1975

2006200119961991

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V_Real

.----- Sin Migración

1001986

120

1~0

160

180

220

Fuente: AnnaCABRÉ,1989.

ª 200

La mortalidad

La trayectoria de este componente queda definida por un espectacular descenso de lastasas de mortalidad en Cataluña a lo largo de este siglo, lo que ha producido un efectoinmediato en el incremento del grupo de personas que han llegado a la vejez. Este descensode mortalidad y el consecuente aumento de la esperanza de vida al nacer debe interpretarsecon cierta precaución. Desde principios de siglo hasta ahora las ganancias en este últimoindicador han sido de más dc 40 años. Estos avances de la mortalidad han afectadofundamentalmente a la mortalidad infantil y el efecto por tanto también ha comportado unrejuvenecimiento de la población. Pero actualmente cuando el nivel de esta mortalidad ya estan sumamente bajo (uno de los más bajos de Europa), parece que toda mejora de la esperanzade vida al nacer está incidiendo principal y directamente sobre el volumen de ancianos. Lamejora de este indicador, centrándonos en un pasado más reciente (Cuadro 1), ha variadodesde 69,5 años para los hombres en 1970 a 75,5 en 1991. Una evolución paralela ha tenidopara las mujeres aunque manteniendo los diferenciales entre sexos (alrededor de 6 añosaproximadamente), diferenciales que no parece vayan a reducirse, y de los que se deriva unaestructura por sexos claramente feminizada del grupodc ancianos.

Las posibles mejoras en la esperanza de vida en el espacio de tiempo proyectado hanquedado más reducidas puesto que se parte de un nivel tan alto que no permite pueda pensarseen la posibilidad de que se aumentase al ritmo que lo ha hecho en estos últimos años. De

dad y migraciones. El problema de toda proyección radica en delimitar estas hipótesisadecuadamente. Pero, en el caso de un estudio prospectivo sobre población de más de 65años, el riesgo se reduce (sobre todo en dos de los componentes), más cuando nuestro límitetemporal se encuentra en el año 2026, y por tanto los posibles efectos de las fluctuaciones defecundidad no afectan en absoluto al volumen de la población de viejos. De la misma formalas migraciones (quizás el componente de una más difícil predicción) afectan igualmente deuna forma indirecta a este grupo de edades (inflando o reduciendo una estructura que a largoplazo se integrará en el efectivo real de viejos, no directamente sobre él). Es evidente de todasformas que nos estamos refiriendo a volumen de ancianos, no a envejecimiento de la pobla­ción de Catalunya en la que sí tendría un papel más importante uno u otro comportamientode estos dos factores de crecimiento. Ahora bien, lo más destacable es observar cómo, tal ycomo se verá a continuación, el aumento de la población vieja e incluso en determinadascondiciones de su peso relativo respecto al total, es una realidad difícil de cambiar; Laestructura de edades que se dibuja actualmente en Cataluña deja poco margen a una relajacióndel crecimiento del grupo de más de 65 años. Por lo tanto, si el volumen de ancianos, ahoraya, adopta magnitudes preocupantes, cuando están incorporándose o se han incorporadorespectivamente a este grupo, generaciones «vacías» que sufrieron la Guerra Civil y la gripede 1918, y que por lo tanto no son muy numerosas, ¿qué puede pensarse, del momento en elque lleguen a esta edad los efectivos resultantes del baby boom? El «efecto acordeón» en laentrada de todo este volumen de ancianos dejará paso aproximadamente al final del periodoque nos ocupa a toda la población nacida entre finales de los 50 y 60, resultantes de lafecundidad más alta de esta segunda mitad de siglo.

Pasamos ya en este punto a dar un repaso de cuales son las características que a lo largodel tiempo van delimitando cada uno de los componentes que determinan el crecimiento dela población, y cual es el efecto que juegan en la evolución del volumen de la población demás de 65 años, estableciendo cuales son los niveles en los que se mueven que se incorporana las conclusiones de esta comunicación.

Factores explicativos de la evolución de estos grupos de edad

todas formas las proyecciones derivadas de la aplicación de estos niveles de mortalidad,tendientes a una ampliación de la esperanza de vida, no llevan lógicamente sino a un aumentode los efectivos de más edad.

Cuadro IIEVOLUCIÓN DE PROPORCIÓN DE LA POBLACIÓN DEJv1ÁS DE 65 AÑos EN CATALUÑA

PARA ELPERIODO 1975-2026La natalidad

354

Fuente: Censos, padronesy proyecciones del Centro de EstudiosDemográficosde Cataluña.

Fuente: Censos, padronesy proyecciones del Centro de Estudios Demográficosde Cataluña.

En este punto cabe determinar (tal y como se apunta anteriormente) que la evoluciónde este componente en un futuro reciente no afecte directamente al volumen de ancianos enel período de tiempo que analizamos. Es decir, no podemos vincular la reducción del númerode población de más de 65 años de aquí al 2026, a una natalidad más alta, ya que los nacidosen el período proyectado no llegan a incorporarse al grupo de más de 65 años. Ahora bien elnúmero de nacimientos sí que incide directamente en las relaciones entre los grandes gruposde edad, o sea en el mayor peso de uno u otro grupo en el conjunto. Ejemplo claro de elloes la reciente evolución del grupo de Oa 15 años. En los últimos 10 años se ha pasado de unpeso relativo respecto al conjunto de 24,96 por ciento en 1981,21,68 por ciento en 1986 aun 17,83 por ciento en 1991, consecuencia de la reducción de la natalidad en los últimosaños. (desde 1981 hasta ahora la tasa bruta de natalidad se ha reducido en un 3,6 por mil).Este peso relativo que ha ido perdiendo proporcionalmente ha sido ganado (lógicamente comoefecto de estructura), sobre todo por el grupo adultos que consigue un peso de un 4 por cientomás. En cuanto a la variación del peso relativo del grupo de más de 65 años (Cuadro I1)vemos cómo ha aumentado aproximadamente en un 3 por ciento entre 1981 y 1991. Peroparecen más curiosas las conclusiones que se derivan de los datos extraídos de las proyeccio­nes. En el Cuadro ti únicamente se han incluido los resultados de proyectar diferentes índicessintéticos de fecundidad (1,8, 2,1 y 2,4 hijos por mujer respectivamente) sobre la estructurade población de 1991, suponiendo nulas las migraciones para ver la incidencia de la fecundi­dad en el peso de la población de más de 65 años. No deja de ser representativo que ante unafecundidad de 2,4 (nivel que únicamente se encuentra en Europa en algunos países del Este),sigamos teniendo un aumento del peso de la población envejecida respecto al total, y unaumento nada despreciable: variando entre un 4 por ciento y un 6 por ciento más, dependiendode la hipótesis analizada.

Por último las diferencias entre el peso que supondría la aplicación de la hipótesis altade fecundidad y la baja es de pasar dc suponer el 22,7 por ciento con un ISF de 2,4 .a un24,19 por ciento con la hipótesis baja de fecundidad que no olvidemos que es de 1,8 hijospor mujer, probable si observamos las características en la trayectoria de ese indicador enotros países europeos, pero muy lejos del 1,3 que conocemos.

Todo esto no hace sino constatar la fuerte inercia de una estructura de población queparece aboga hacia un envejecimiento en el que buen papel pueden tener el tercer y últimofactor a analizar: las migraciones.

Las migraciones

Las posibilidades de modificación de esa estructura parece que tienen su única salidaen las migraciones, parámetro que ha venido caracterizándose en el caso de Cataluña por seruna inmigración de carácter eminentemente laboral y que por lo tanto modifica la estructuradesde la parte central de la pirámide, incorporando activos y por lo tanto engrosando el pesode las edades adultas. Ahora bien, el efecto que estas migraciones puedan tener en el volumentotal no indica en ningún caso una reducción de efectivos (Cuadro 111). Esta reducción úni­camente se produciría en el caso de que la emigración de retorno se convirtiese en caracte­ristica de la población catalana, bajo la hipótesis de que esta población en un alto porcentaje

16,0017,4617,9018,6619,8621,0622,67

979989108767

11406901217930132492014405481604496

16,0017,4918,0018,8820,2221,5923,41

974704107593211206981184586126965213508541462456

ProyeccionesHipótesis media Hipótesis altafecundidad fecundidad

ProyeccionesHipótesis media Hipótesis alta

mi~raci.??es _, migr~cione~__

-------'------

16,0017,5218,1019,0920,5822,1324,19

Hipótesis bajafecundidad

574928658335736966866907

10,2011,0512,3314,31

Real

19751981198619911996200120062011201620212026

Cuadro IIIEVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE MÁS DE 65 fu'\lOS ENCATALUÑA

PARA ELPERIODO 1975-2026

19751981198619911996200120062011201620212026

Población

Real Hipótesis baja

_~,,__,_~ n_,"~igraciones

--~---'-------------."

de procedencia emigrante decidiese volver a su lugar de origen. Hasta ahora este fenómenono se ha destacado, siendo todavía para estas edades los saldos migratorios de 1991 positivos.En el Cuadro 111 no se han contemplado las diferencias de fecundidad por no afectar alvolumen, como se ha explicado en el apartado de natalidad. Así, únicamente se establecencuáles son las diferentes situaciones en función de tres hipótesis de migraciones resultantesde la aplicación por un lado de las tasas de migraciones que se dieron en el período 1981-1986en Cataluña (que fueron ligeramente negativas para todos los grupos de edad excepto los máscentrales), una hipótesis media que resulta de considerar el saldo migratorio nulo, y la hipóte­sis alta que resulta de una interpolación lineal entre las tasas de 1986-1991 y las de 1970-1975,periodo éste último en el que las migraciones todavía mantenían niveles muy altos en Cataluñay por tanto son claramente positivas.

Conclusiones

Llegado a este punto la primera conclusión que parece obligado destacar es que enCataluña el aumento de efectivos de más de 65 años continuará. y lo hará casi irremediable­mente, gracias a una esperanza de vida ya alta y creciendo, y a unos grupos de edad dispuestosa incorporarse gradualmente a este «grupo de afectados por la vejez». La situación actualpuede ser considerada como un momento de relajación, un tiempo para el adecuamiento, puespor ahora se incorporan a la categoría de viejos generaciones «vacías» (como ya se haexplicado por el efecto acordeón), pero después vienen las llenas y el resultado es el de unimportante volumen de población anciana. Observemos el siguiente gráfico. Se deduce clara­mente lo anteriormente expuesto. Parece que entre los años 1991-2006 el aumento de lapoblación vieja se caracterizara por un ritmo más lento, mientras que a partir del 2006 esteaumento se acelerará, independientemente de cuál sea la hipótesis de migraciones utilizada.Si recuperamos las conclusiones a las que hemos llegado en el apartado de natalidad podemosextender estas tendencias a la evolución del peso de los ancianos.

Realmente hay que concluir afirmando que la población vieja catalana «está decidida acrecer». No se puede interpretar el aumento del volumen de población vieja a partir de unanálisis de natalidad. No solucionamos esta situación estructural con un aumento de la basede la pirámide. Hay que analizar «el problema del envejecimiento» desde prismas más glo­bales. La situación tal y como está planteada es estática. Los elementos para una posiblemodificación de ésta no pasan por una variación de los componentes de evolución de unapoblación como ya hemos visto a 10 largo de esta comunicación. Fuera de estas proyeccionesestán el resto de variables que conforman el entramado social. Hay que matizarlas ópticas apartir de las cuales el envejecimiento demográfico suele tratarse. La demografía es el marcoa partir del cual elaborar los estudios. El problema (si se puede considerar tal) no es elenvejecimiento en si, el problema cuando el número de ancianos que está llegando a la cúspidede la pirámide (más de 85 años) es cada vez mayor y precisa de unos servicios muy determina­dos, que hasta ahora están cubriendo casi exclusivamente lo que podíamos llamar un«voluntariado familiar». El problema de los solitarios (de un volumen considerable entre lasprimeras edades de lo que consideramos viejos), que han de dejar de serlo porque precisande una asistencia que ellos mismos no pueden procurarse, y que por supuesto la sociedad seha encontrado demasiado rápido, está Jejas de ese problema de envejecimiento que planteala necesidad de tener mayor número de hijos porque estamos cada vez más ante una sociedadde ancianos.

Quizás todo esté en combinar la idea de cuántos son, y a la vez justificar porqué cadavez más, se les plantea como una sociedad dependiente (relacionado a un índice de depend­encia), cuando en este momento parece que asistimos a una vejez cada vez menos dependienteen un inicio, y que quizás precisase no de una caracterización a priori y sí de un replantea-

miento de las características adjudicadas a un grupo ¿homogéneo? porque supera los 65 años,sin olvidar que con el régimen de jubilaciones 'anticipadas podemos tener un crecimientotodavía mayor, si no de la población vieja sí de la «dependiente». Desde el punto de vistademográfico creo que es más urgente constatar que la población está ahí y que difícilmentevariará y. se reducirá por muchas modificaciones que intentemos incorporar al comporta­miento de la estructura de edades de la población.

Bibliografía

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LoRJAUX, M. (1991) «Le vieillissementde la société européenne: un enjeu pour l'étemiré?», HumanResources in Europe at the dawnof the 21st century, Luxemburgo.

PÉREZ DÍAZ, J. (1992) «Geografía del envejecimiento demográfico. Cataluña 1986-2006», Papers deDemografía. núm. 70.

COMPARACIÓN ENTRE DOS SISTEMAS PROYECTIVOS (MÁLAGA)

MARiA !'ILARNAVARRO CLAROS

Departamento de Geografía, Universidad de Málaga

Los sistemas de proyección demográfica son de gran utilidad en cualquier disciplina quepretenda actuar sobre el presente teniendo en cuenta, de antemano, el futuro de una comuni­dad; es un hecho evidente que las demandas de esa población estarán directamente relacio­nadas con el aumento o retroceso de sus efectivos demográficos. Teniendo en cuenta ésto, suaplicación en estudios relacionados con la ordenación y planificación del territorio es, enmuchas ocasiones, imprescindible.

A pesar de su utilidad, los resultados obtenidos pueden resultar dudosos, incluso enaquellos casosen losquela hipótesis de partidaseajustaconmayorfiabilidad a los parámetrosreales que regulan, tanto el movimiento natural de la población en cuestión (proyeccióncerrada), como los movimientos migratorios, mucho más difíciles de cuantificar correctamen­te (proyección abierta); en cualquier caso, la población proyectada puede tener el valor deprimera aproximación a una realidad futura que puede y debe ser actualizada a medida quedisponemos de una información más completa.

En ocasiones, es necesario aplicar la proyección a poblaciones, que por diversos motivos,carecen de todos los datos requeridos siguiendo los esquemas tradicionales. Para evitar estalimitación se utiliza un método que intenta cuantificar las posibilidades de paso generacionalde una población abierta (Carvajal, M.C., 1991). Esta comunicación pretende comparar losresultados obtenidos con este sistema con los obtenidos en una proyección cerrada a partirdel cálculo de las probabilidades de supervivencia.

Área de estudio

Partiendo de los datos del Padrón Municipal de 1986 y de los resultados provisionalesdel Censo de 1991 referidos a la población de derecho del municipio de Málaga, se haproyectado la población según edad y sexo al año 1996. La brevedad del periodo cubierto (5años) intenta contribuir a una mayor fiabilidad en los resultados. En lo referente a las fuentesde partida, y en especial en el caso del municipio que nos ocupa, su fiabilidad es más dudosa,bien por exceso del Padrón o por defecto del Censo; tenemos que señalar que si comparamoslos datos en un periodo de diez años (intercensal de 1981-1991) la población malagueña haaumentado.

Evolución reciente

El término municipal de Málaga contaba en 1986con una población total de 576.951habitantes; el Censo de 1991 nos marca una pérdida de efectivos del 9,5 por ciento (522.093

359

Gráfico 1ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN POR EDAD y SEXO

1991

másdo80

Hombres70 Mujeres

60

SO

40

30

20

10.

O% S 4 3 2 O O I 2 3 4 S %

Población de derecho

1996másdo80

70

60

50

40

30

20

10

O% 5 4 3 2 1 O O I 2 3 4 5 %

O Proyección abiertae2ZI Proyección cerrada

Fuente: Censo de población de 1991. INE

Hipótesis de partida

habitantes). Si observamos la evolución reciente de la población andaluza, vemos como hasta1975 aproximadamente, su proceso demográfico era más cercano al de las periferias en víasde desarrollo que al seguido por el resto del conjunto nacional (Carvajal, M.C., 1992, pág.41); la natalidad, aún elevada, mantenía un saldo de crecimiento positivo en una tierra tradi­cionalmente joven y emigrante; pero, a partir de esa fecha, Andalucía parece unirse a larevolución demográfica; las tasas de mortalidad disminuyen al nivel de los países desanolla­dos, las mujeres se incorporan al mundo del trabajo asalariado, las creencias religiosas soncada vez menos determinantes en la mentalidad social y los conceptos de calidad de vidaunidos a periodos de crisis económica y laboral hacen protagonista en las pautas de fecundi­dad al concepto de planificación (:=: reducción) familiar. En estas condiciones se entra en unproceso de envejecimiento progresivo de la población. De otro lado, la tradicional salida deemigrantes se invierte en muchos casos y algunas poblaciones andaluzas pasan a ser impor­tantes receptoras de inmigración exterior. La falta de expectativas frena el éxodo rural ydetiene, exceptuando el caso de Málaga, el ritmo de crecimiento de las ciudades andaluzas(Ocaña, M.C., 1989, pág. 23). Málaga se configura como una de las ciudades más dinámicasde la región y los resultados del último censo con la pérdida de efectivos, ya citada, seencuentran en oposición con la situación de crecimiento descrita.

Aclaraciones metodológicas (Proyección abierta)

Atendiendo a esta situación, las hipótesis de partida de las proyecciones son las siguien­tes: entendiendo la población como población abierta, los parámetros que definen el movi­miento natural y el migratorio se mantienen constantes respecto a su evolución en el periodo1986-1991; en 1981,España teníauna tasa de fecundidad bruta de 65,4 pOI mil (Pérez,M.e.,1988, pág. 184); esta cifra para el municipio de Málaga en 1988 era del 44,38 por mil. En laproyección cerrada, en ausencia de migraciones, tanto la mortalidad como la fecundidad porgrupos de edad, se mantienen en el nivel en que se encontraban poco antes del periodo de laproyección (nacimientos y defunciones de 1988).

En la proyección cerrada, más conocida, se realiza un cálculo de los supervivientes apartir de la hipótesis ya expuesta, realizando una tabla de mortalidad que pasa a ser tablaperspectiva al intervenir el cálculo de la probabilidad de supervivencia.

En la proyección abierta (Carvajal, M.C., 1991), en cierta similitud con el cálculo de laprobabilidad de supervivencia, se ponen en relación los efectivos de cada grupo quinquenalcon los efectivos del grupo anterior cinco años antes; el cociente resultante incluye todos losposibles movimientos demográficos producidos, naturales y migratorios, y marca las posibi­lidades de paso generacional. En el caso de los nacidos se aplica a las mujeres en edad fértilresultantes en el periodo proyectado las pautas de fecundidad de las mujeres en el año departida (1991). Este método, empleado en estudios aplicados al diagnóstico para el ordena­miento, resulta muy útil en aquellos casos, muy numerosos por desgracia, en los que lasfuentes estadísticas no nos aportan los datos necesarios para un estudio más complejo.

Análisis comparativo

Dado lo reducido de la comunicación, me limitaré a presentar las pirámides de poblaciónresultantes de la aplicación de las proyecciones y a exponer a continuación sólo algunos

360 361

362

Cuadro IPROYECCIÓN CERRADAPOREDADy SEXO

VaronesEdad qx Ix dx b Px 1996

Cuadro Il0-4 0,0074 100000 748 498130 0,9953 16673CÁLCULODE LOSNIÑoS NACIDOS EN ELPERIODO DE PROYECCIÓN5-9 0,0019 99252 191 495781 0,9981 15967

10-14 0,0019 99060 189 494830 0,9965 19891 (1986-91) 1988 (1991-96)(1991-96)15-19 0,0049 98872 494 493123 0,9937 24359 Edad Mujeres Nacidos Fecundidad/1 Mujeres Nacidos20-24 0,0076 98377 751 490009 0,9918 25201 10-14 24819 4 0,0002 20835 325-29 0,0087 97626 858 485986 0,9916 23264 15-19 25095 423 0,0169 23655 39930-34 0,0080 96768 777 481901 0,9902 21224 20-24 23859 1464 0,0614 23755 145835-39 0,0115 95992 1108 477190 0,9866 18476 25-29 22188 2258 0,1018 22404 228040-44 0,0152 94884 1448 470801 0,9800 16023 30-34 20206 1476 0,0731 20860 152445-49 0,0247 93436 2314 461395 0,9689 15600 35-39 18588 537 0,0289 19008 54950-54 0,0375 91122 3425 447046 0,9498 14074 40-44 17098 143 0,0084 17394 14555-59 0,0633 87696 5556 424593 0,9111 11339 45-49 15004 4 0,0003 15884 460-64 0,1161 82141 9542 386849 0,8578 10850 50-54 14306 1 0,0001 13999 165-69 0,1716 72599 12458 331849 0,7924 9087

Total 636370-74 0,2510 60141 15101 262952 0,6879 691775-79 0,3936 45040 17730 180875 0,7549 3874+80 0,8420 27310 22998 136550 2938

Total 255757

MujeresEdad qx lx dx b Px 19960-4 0,0092 roecoo 922 497696 0,9947 150105-9 0,0013 99078 135 495053 0,9992 15043 Cuadro III

10-14 0,0002 98943 20 494665 0,9986 18761 PROYECCIÓN DELOSNACIDOS SEGúN SEXO

15-19 0,0025 98923 256 493974 0,9981 22878 Ninos qx dx lx Lr20-24 0,0012 98667 124 493024 0,9978 24385 (0-4) 0,0074 25 334725-29 0,0031 98543 311 491936 0,9974 230743322 1667330-34 0,0019 98232 194 490673 0,9971 21678 Niñas

35-39 0,0037 98037 369 489264 0,9958 19986 (0-4) 0,0092 28 301640-44 0,0046 97668 457 487198 0,9923 179552988 1501045-49 0,0106 97211 1037 483464 0,9872 16703

50-54 0,0150 96175 1445 477259 0,9797 1487255-59 0,0257 94729 2436 467555 0,9631 1285860-64 0,0482 92293 4456 450324 0,9403 1314965-69 0,0717 87837 6298 423439 2,9021 1214570-74 0,1260 81539 10281 381992 0,8232 1048875-79 0,2348 71258 16737 314448 0,8669 7172+80 0,6274 54521 34210 272606 6080

Total 272236

363

Cuadro IVPROYECCIÓN DEPROBABILIDADES DEPASOGENERACIONAL

Varones Mujeres

Edad 1986 1991* 1996 1986 1991* 1996

0-4 26728 16043 15003 25019 15124 14143

5-9 26753 19929 11962 25139 18776 11350

10-14 28006 24443 18209 26729 22910 1711115-19 26660 25362 22135 25757 24432 2094120-24 24986 23456 22314 24592 23125 21936

25-29 21854 21404 20094 22643 21734 20437

30-34 18727 18658 18274 20369 20043 1923935-39 18416 16241 16181 19145 18031 1774340-44 16852 15918 14038 17365 16832 1585345-49 14138 14526 13720 14943 15065 1460350-54 13865 11938 12266 15488 13125 1323255-59 12716 11908 10253 14731 13652 1156860-64 10842 10593 9920 13388 12916 1197065-69 7529 8729 8529 10550 11625 1121670-74 5559 5632 6530 9053 8713 960175-79 3475 3892 3943 6781 7013 6750+80 2297 2916 3266 5856 7388 7641Total 279403 251589 226638 297548 270504 245333

1991*: La cifracorrespondiente a "no consta" (0,6%) se ha repartidoentre los distintosgruposde edad.

puntos básicos. En líneas generales y refiriéndonos a los grandes grupos de edad resultantes(Cuadro V), nos encontramos con una población adulta dominante (69 JXlf ciento), seguidade jóvenes y ancianos con poca diferencia entre ellos; en el caso de 108 ancianos, aunque elporcentaje es el menor de los tres, está en aumento respecto a periodos anteriores. El enve­jecimiento por el estrechamiento (disminución de la fecundidad) de la base de la pirámide,que se había matizado en 1986, es ya un hecho en 1991 y se mantiene con una fuertedisminución en el grupo de 5 a 9 años en el caso de la proyección abierta. En la cima, sinembargo, la proporción de ancianos aumenta. Ambas situaciones son lógicas ya que los niñosemigran con sus padres y los ancianos. tienen poca movilidad en este sentido. A la vista de lasuperposición de ambas estructuras de edad vemos que las diferencias entre ambas sonmínimas y se marcan especialmente en los extremos ya mencionados. A nivel de cifrasabsolutas totales, la mayor pérdida de efectivos que resulta por el sistema de probabilidad depaso generacional sólo puede explicarse por el componente migratorio de sentido negativo,y si bien no terminamos de dar por definitivos los datos disponibles, sí es verdad que actual­mente el municipio malagueño, como centro eminentemente urbano, con las connotacionesnegativas que ello conlleva, sufre un proceso de asentamiento de muchas de sus jóvenesfamilias, bien en poblaciones municipales de carácter periurbano, o bien en otros municipioscolindantes, cada vez más cercanos y accesibles gracias a las mejoras de las comunicaciones.

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Cuadro VPROYECCIÓN DELAPOBLACiÓN PORGRANDES GRUPOS DEEDADPARA ELPERIODO

1986-1996

Edad___.

0-1415-64Más de 65Total

1986 1991 1996A

18.6069-2212.18

100

1996C

19.1969.691U2

100

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365

MODELOS DE PROYECCIÓN DE POBLACIÓNUNIVERSITARIA EN UN NUEVO DISTRITO

JESÚS MONTEAGUDO L6pEZ-MENCHERO

Facultad de Humanidadesy Ciencias de la Educación,Huelva

En 1990 La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Educación y Cienciaplanteaba la posibilidadde crear universidades en las provincias que actualmente dependende las de Sevilla y Granada. Son los casos de Huelva, Almena y Jaén. Con este motivo elVicerrectorado paralos Centros Universitarios de Huelva se propuso realizar un trabajo quele sirviese como justificación a la sociedad onubense para fundamentar la solicitud de unainstitución universitaria segregada de la de Sevilla, tal y como estaba ocurriendo en otrasáreas españolas: Vigo, Castellón, Gerona, Tarragona, etc.

El trabajo me fue encomendado y realicé las proyecciones de población universitaria almenos hasta el horizonte 2000, aunque incluso se planteó un periodo posterior hasta el 2005,que en esta comunicación no se incorpora puesto que no plantea ninguna novedad respectoa la metodología seguida; en todo caso plantea consideraciones laterales en función de lascoyunturas económico-demográficas periódicas por las que a menudo ha venido atravesandoHuelva, hasta llegar a la profunda crisis actual de la industria química, su auténtico motordemográfico desde 1965, junto con la agricultura extratemprana y un escaso sector turístico.

El proceso metodológicoseguido fue el siguiente:1) Tomar el grupo de edad de 19 a 24 años, dividido en dos subgrupos: 19 a 22 años y

19 a 24 años, a partir del PadrónMunicipalde Habitantesde 1986, ya que aún no se conocíanlos resultados provisionales del Censo de 1991,

2) Tomar los estudiantes universitarios matriculados en la provincia de Huelva, distin­guiendo los de grado medio y los de grado superior, y tanto los que cursan estudios en centrosde la Universidad de Sevilla en Huelva, como en otros centros no integrados en dicha Uni­versidad: UNED. Los datos cubren la serie 1986-1992, año en que se termina el estudio.

3) Tomar en un cálculo hipotético, realizado previamente a estos procesos, los estudian­tes con domicilio familiar en Huelva que estudian fuera de la provincia l y que en algúnmomento podrían incorporarse al distrito si se instalasen en Huelva las especialidades quehoy cursan fuera de ella, por no existir en el ámbito onubense. Igualmente los datos cubrenel periodo 1986-1992.

4) Proyectar la población de 19 a 24 años. Primero, desde 1986 hasta el último año delque se dispone de datos de matrícula universitaria, es 'decir, 1992. Segundo, desde 1993 hastael año 2000, horizonte final de la proyección.

5) Calcular las tasas o rcuios de matriculación universitaria onubense respecto a lapoblación onubense de 19 a 24 años, desde 1986 a 1992, en función de los datos obtenidossegún los pasos anteriores.

6) Proyectar dichas tasas o ratios según tres funciones, desde 1993 al 2000, partiendode 1986.

367

7) Cuantificar la población universitaria potencial de la Universidad de Huelva en fun­ción de esas proyecciones, desde 1993, año en que previsiblemente se aprobaría la Ley de sucreación, hasta el 2000.

El Cuadro 1 muestra los datos correspondientes a estudiantes universitarios según losdistintos grupos citados en los pasos anteriores, obtenidos directamente tanto de los centrosuniversitarios onubenses (columnas A, B y E) como de cálculos realizados a partir del Padrónde Habitantes de 1986 y de datos facilitados por la Universidad de Sevilla (colunma D). Lascolumnas C y F agregan los datos parciales.

Para calcular las ratios ponemos en relación la población estudiantil universitaria conel grupo de edad que en términos generales ocupa, es decir, desde que abandona las aulas deEnseñanzas Medias hasta la terminación del Segundo Ciclo, ya que no consideramos el TercerCiclo. Partimos de los 19 años como entronque entre los niveles de Enseñanza Media yUniversitaria, pero puede haber estudiantes que comiencen antes de esa edad o mucho des­pués, como asimismo pueden terminar antes o mucho después de los 24 años. Al sernas estosdatos completamente desconocidos, agrupamos a todos los estudiantes universitarios entre19 y 24 años, los umbrales más frecuentes.

La ratio o tasa de la población universitaria respecto a la población en edades universita­rias nos sirve para medir el grado de escolarización alcanzado en estos niveles de formación.La metodología para elaborar el Cuadro I ha consistido básicamente en poner en relación lapoblación de 19 a 22 años con los alumnos de las titulaciones de tres años, y la de 19 a 24años con los alumnos de titulaciones de cinco años. Todoello teniendo en cuenta diversasapreciaciones.

En primer lugar, partimos de la población de 19 a 22 y 24 años, según el PadrónMunicipal de Habitantes de 1986 para la provincia de Huelva. Desde los datos que nosproporciona de la población, según estructura de año en año de edad, vamos proyectando losgrupos menores de 19 años hasta que alcanzan cada año que avanza las edades previstas entre19 y 24, aplicándole a cada generación la correspondiente tabla de mortalidad de esas edades,Hemos utilizado en este sentido los cálculos de mortalidad por edades que obtuvimos en untrabajo anterior (Monteagudo, 1986), muy similares tanto con los que Almoguera (1988)publica para el conjunto de Andalucía referidos a 1975, como con los que publica la Conse­jería de Salud de la Junta de Andalucía (1984) referidos al periodo 1950-1981. Asimismo sehan utilizado las tasas migratorias referidas a la población conjunta de Huelva hasta 1986(Monteagudo y Herrera, 1988), cuyo valor resulta prácticamente despreciable. Los resultadosson los que aparecen en este cuadro y los que presentaremos en la proyección a partir de1993.

En segundo lugar, hemos preferido tomar cuatro años, de 19 a 22, para las carreras deciclo corto, en lugar de tres, de 19 a 21, porque la mayoría de las titulaciones técnicas quepredominan en Huelva, necesitan ese tiempo para terminar los estudios y presentare! proyectode fin de carrera. Podríamos haber hecho igual con las carreras de ciclo superior, relacionán­dolas con la población de 19 a 25 años, es decir, utilizando seis años para la ratio, pero eneste caso es menos frecuente la utilización del calendario de seis años para terminar la carrera,y en cualquier caso, al comparar todas las titulaciones con el mismo grupo de edades losresultados no varían.

En tercer lugar, hay que tener en cuenta que a pesar de que desde el curso 1985-1986,que tomamos como inicio de las proyecciones, relacionamos titulaciones de cinco años conel grupo de edad de 19 a 24 años, en realidad, excepto Geológicas que en ese curso completalos dos ciclos, el resto de licenciaturas imparten sólo el Primer Ciclo hasta el curso 1988-1989en que se crea la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, haciendo desaparecer el ColegioUniversitario de La Rábida; es esa la razón de que la ratio sea tan baja y se acelere a partirdel citado curso en que ya son cuatro las licenciaturas completas existentes en Huelva,triplicando en 1992la tasa de 1986.

368

En cuarto lugar, la colunma D tiene coma base metodológica el Padrón Municipal deHabitantes de 1986. Consideramos que dicha columna representa el 100 por cien de losestudiantes que con domicilio familiar en Huelva -c-aunque estudien fuera de ella-e- cursan

.estudios universitarios; la obtenemos considerando que la población de la columna e es el68,2 por ciento de la misma, sin contar laUNED, y restando los alumnos que se han incor­porado a las nuevas titulaciones creadas en Huelva después de la fecha del Padrón, es decir,Informática, Filología Inglesa y Graduado Social. Insistimos en la dificultad de obtener datosde toda España, por lo que no tenemos otra forma de operar. Finalmente, las colunmas E yF y sus correspondientes tasas derivan de los datos de la UNED y de la suma de todos losestudiantes con domicilio familiar o habitual en la provincia de Huelva.

El Cuadro 1 nos permite ver el ascenso constante de las tasas universitarias en todos losaspectos considerados. Solamente la UNED presenta un descenso ininterrumpido desde 1989,año en que se consolidan los estudios de Empresariales, Geografía e Historia y Derecho enla Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas. Si el total, es decir, la columna F moderarelativamente su ascenso, de debe a ese descenso de la UNED.

El ritmo de crecimiento de la colunma e o estudiantes de Huelva en Huelva, es mayorque el de la columna D o estudiantes de Huelva en Huelva y fuera de Huelva, como conse­cuencia de la apertura de nuevas titulaciones y la consolidación de las ya existentes. A pesarde todo, la ratio universitaria onubense de 12,9 por ciento, es muy inferior a la andaluza en1991, el 21,6por cientode la población de 19a 24 años, y a la nacional que alcanzabael 29porciento en 1991. Este alejamiento de las tasas regionales y nacionales nos induce a pensaren una progresiva aceleración de la tasa de matriculación universitaria de los onubenses parairse aproximando a las medias autonómica y nacional.

El Cuadro 1,al que nos hemos referido en varias ocasiones, nos posibilita proyectar tantolos estudiantes universitarios en las distintas modalidades cuanto, sobre todo, los datos glo­bales que permitan obtener una visión de conjunto del volumen de estudiantes universitariosque puede tener el futuro Distrito Universitario de Huelva, visión desde la que se podránplantear diversas hipótesis de comportamiento.

Para realizar este trabajo, contamos con varios datos a proyectar. Son los siguientes:A) La población de la provincia de Huelva, obtenida del Padrón Municipal de Habi­

tantes de 1986, a partir de la que ya hemos obtenido el grupo de edad de 19-22-24 años hasta1992 en el citado Cuadro 1. Esta fuente nos facilita la estructura de la población en ese año,desde las edades de 0-1 años hasta 100 Ymás, de año en año de edad, es decir, desde los quehabiendo cumplido 5 años en 1986 tendrán 19 años en el 2000, hasta los que teniendo 10años en 1986 tendrán 24 en el 2000. Si sobre cada cohorte demográfica aplicamos las tablasde mortalidad citadas, obtendremos una cuantificación de la población potencial de los tramosde edad que nos interesan en cada año, desde 1986 hasta el 2000, fechas entre las que yahemos ofrecido hasta 1992. Por tratarse de una población abierta, debemos complementar laproyección con los saldos migratorios. Por los trabajos ya citados (Monteagudo y Herrera,1988), puede comprobarse que el saldo migratorio provincial es oscilante en los últimoslustros, con valores positivos y negativos no superiores a más menos el 0,3 por ciento anual,hasta que ha alcanzado su estabilización en la década de los ochenta, no superando el 0,1 porciento anual. Consideramos por ello nulo el valor migratorio, puesto que las actuales condi­ciones económicas nacionales y las perspectivas provinciales no permiten deducir pérdida depoblación provincial ni llegadas masivas, más bien continúan los trasvases comarcales desdeel norte e interior de la provincia hacia la costa y área periurbana de Huelva. Movimientoséstos que no afectan a la población total proyectada. Recordamos en este punto que aún nose han hecho públicos los datos estructurales de la población según el último censo de 1991.

La población onubense en las cohortes de 19 a 314 años de edad sigue creciendo comoconsecuencia de que la fecundidad en Huelva se ha mantenido elevada hasta los años ochenta,cuando ya era decreciente la media nacional e incluso la andaluza. Eso es lo que explica que

369

no se inicie un descenso del tamaño de las generaciones hasta 1999. Aún existen nueveañosdurante los que las generaciones que permanezcan en la Universidad serán mayores que lasactuales, puesto que la población de esas edades en el 2001 es superior a la actual de 1992.Pero el crecimiento hasta 1998 es lento, por lo que no será el número de habitantes de esasedades el que decida los cambios en el volumen de población universitaria onubense. Habráque buscar otras variables.

B) La relación entre el citado grupo de edad y el número de estudiantes en cada cursonos da la tasade escolarización universitaria. Vamos a considerar variables independientestanto la población referida arriba, como dicha tasa. El valor absoluto de población universi­taria será la variable dependiente, de las anteriores, de tal forma que el número absoluto deestudiantes estará en función del tamaño de las cohortes de 19-24 años existentes en Huelvay de la mayor o menor permanencia de éstas en el sistema educativo universitario. Puestoque el volumen de población comienza a descender en 1999, se podría esperar un menornúmero de estudiantes universitarios desde ese año, pero ese descenso natural se puede vercompensado por la elevación de las tasas de escolarización universitaria en Huelva, o ratiopoblación universitaria-población de 19 a 24 años, ya que aún siendo menor el número dejóvenes de 19 a 24 años en la población, es cada vez mayor el número de éstos que permaneceen el sistema educativo, tanto en enseñanzas medias como en la universidad (Cuadro 1).

Partiendo de estas bases y conociendo de la forma indicada la población de 19 a24 añosentre 1993 y 2000 (Cuadro 11), se trata de proyectar la población universitaria entre lasmencionadas fechas. Por las razones explicadas, no proyectaremos la variable dependiente ocifras absolutas (las contenidas en el Cuadro 1,columnas A F), sino que proyectaremos ratioso tasas de población universitaria a partir de las que obtendremos el resultado final o cifrasabsolutas de dicha población universitaria, al poner los valores obtenidos en relación con lapoblación de 19-22-24 años en cada momento.

Existen varios métodos para el cálculo de tendencias en una población, desde los queproyectan una sola variable en una serie histórica, hasta los que introducen variables exterioresal problema, pero relacionadas con él (en nuestro caso se trataría de relacionar las cifras delos Cuadros I y 11 con indicadores económicos, espaciales, de comportamiento, etc.). Hemosoptado por el primer caso, sobre cuyos resultados haremos los consiguientes comentarios ycautelas a tener en cuenta por quienes planifiquen sobre esas cifras.

Al estimar una tendencia, presuponemos que no se introducen elementos que signifiquenun cambio brusco, de tal forma que el comportamiento futuro es la continuación del iniciadoen la serie histórica de la que partimos. Esto es lo que hace que la proyección sea más válidaa corto y medio plazo que a largo plazo, cuando variables desconocidas hoy pueden actuarimprevisiblemente'. Los resultados de los métodos explicados en la nota 2 son los que pre­sentamos en los cuadros 11I al VIII.

El análisis de los cuadros lITal VIII nos lleva a considerar dos periodos en las tendenciasque se ofrecen con cada uno de los métodos empleados. De esta forma vamos a distinguir unperiodo a corto plazo hasta 1996, otro a medio plazo hasta el 2000.

Cualesquiera que sean las particularidades derivadas del método matemático utilizadopara proyectar, los resultados de la tendencia siempre están relacionados con la serie de losvalores de la variable a proyectar, es decir, la tendencia a partir de 1993 recoge los cambiosocurridos entre 1986 y 1992.

La correlación entre los valores de la variable y los de la recta o parábola que se ajustaa ellos, o el valor del crecimiento medio anual, determinan la mayor o menor validez mate­mática de la proyección al margen de cuestiones coyunturales.

En líneas generales, como se pone de manifiesto en el Cuadro 1, se asiste en los últimosaños a una aceleración en el crecimiento del alumnado universitario en Huelva y si compa­rásemos la cifra estudiantil de los centros de la Universidad de Sevilla en Huelva entre1981-1982 y 1991-1992, comprobamos que casi se ha triplicado en esa década.

370

Es evidente que han confluido causas distintas para que se produzcan tres fenómenos:que se triplique ---o se multiplique por 2,7 veces- el número absoluto de estudiantesuniversitarios de Huelva en los centros de la Universidad de Sevilla, pasando de 2.112 en elcurso 1981-1982 a 5.671 en el de 1991 ~ 1992; que la tasa de escolarización universitaria pasedel 5,53 por ciento de la población. entre 19-24 años en 1982, al 12,12 por ciento de la de1992; y que ese proceso se produzca aceleradamente desde 1989. Entre las causas cabe citarla elevación del nivel de vida en España y en Huelva, sobre todo en sus ámbitos urbano,periurbano y litoral, los que agrupan mayor población y envían más .estudiantes ~ los centrosuniversitarios onubenses; el mantenimiento en Huelva de generaciones voluminosas entre19-24 años, como ya hemos visto; el ascenso de los hijos de los empleados más cualificadosde la industria y los servicios a esas edades, siendo los principales ocupantes de las aulasuniversitarias, muchos de ellos inmigrantes durante el periodo de consolidación del Polo deDesarrollo; y la estabilización universitaria mediante la integración del Colegio Universitariode La Rábida en la Universidad de Sevilla, su transformación, después, en dos Facultades,que junto a la de Ciencias Experimentales forman las tres reivindicadas por Huelv~, y lacreación, finalmente, de nuevas especialidades y secciones que atraen alumnos y evitan susalida de los [Imites provinciales.

Las dificultades de las previsiones futuras y de las proyecciones que presentamos estántanto en el desconocimiento de la voluntad política de continuar o no con esa línea dedotaciones, consolidaciones y creaciones de nuevas titulaciones, cuanto en la imprevisión queintroducen las modas en las demandas de currículo, inducidas generalmente por la oferta deempleo, a su vez relacionada en general con la evolución de la economía del país o del marcoeuropeo en un futuro DO lejano, y en particular con la marcha de nuestro entorno próximo,provincial o regional Por encima de todo, lo que es evidente es que tenderemos a igualar latasa media regional, por lo menos, o incluso la nacional en condiciones óptimas. Por eso esmuy previsible una aceleración de ranos y números absolutos de estudiantes universitarios.

A corto plazo, hasta 1996, la proyección mediante la ecuaciónparabólicapresenta unasituación que se daría en condiciones óptimas, es decir, si se mantiene la aceleración actualpor la consolidación de las titulaciones existentes y la creación de otras nuevas. En 1996 losestudiantes en los actuales centros en Huelva de la Universidad de Sevilla se habrían multi­plicado por 1,7, correspondiendo como hasta ahora la mayor alza a los estudios de gradomedio y la mínima a los de grado superior. Este método DO es válido para la proyección delalumnado de la UNED, como ya hemos explicado, y por tanto tampoco para el número totalde alumnos universitarios en Huelva (F). La suma de estudiantes con domicilio familiar enHuelva, matriculados tanto en centros onubenses como no onubenses (D) se multiplica por1,5, 10 que significa que cada vez es menor el número de ellos que sale de los límites

provinciales.Las tasas de alumnado universitario habrían crecido hasta valores entre el 23 y 26 por

ciento, lo que situaría a Huelva por encima de las actuales tasas universitarias andaluzas,aunque seguramente por debajo de las que Andalucía tenga ya en ese año, y aún no habríaalcanzado el actual 29 por ciento de las tasas nacionales, que serán también más elevadas en

1996.Los valores que se obtienen para el mismo plazo mediante la función exponencialdel

interés compuesto son algo menores y al proyectar el alumnado universitario mediante elcrecimiento medio del periodo 1986-1992 no queda recogida la aceleración de los últimosaños. Es por tanto una situación de crecimiento moderado que no contempla bien el ascensoque produciría la creación de nueva') titulaciones y sí una cierta saturación de las actuale~.Puesto que el aumento, tanto en Huelva como en Andalucía y en España, de las tasas uru­versitarias es un hecho, no parece que a corto plazo los valores onubenses queden aún. tandebajo de los dos territorios mayores con los que los hemos comparado. por tanto, conside­raríamos esta hipótesis sólo como consecuencia de una importante recesión en el actual

371

proceso universitario onubense, 10 que con los datos que poseemos no es previsible. Por elcontrario, la UNED sí puede comportarse de alguna de las dos formas que muestran lascolumnas E y E', es decir, disminuyendo o aumentando alumnos de forma muy leve, confIuctuaciones según modas y demandas sociales.

Los resultados obtenidos mediante la rectade regresión por el método de los mínimoscuadrados pueden ser descartados completamente, ya que representan claramente una rece­sión o corno máximo un estancamiento en la situación actual, en desacuerdo con la tendencianacional al crecimiento e incluso con la tendencia onubense a la aceleración. Tampoco sonválidos los resultados de la UNED que muestran un crecimiento, al contrario de la tendenciaen los últimos años.

A medio plazo, hasta el año 2000, la función parabólica continúa mostrando el ascensoacelerado y se registran tasas que ya superan el 40 por ciento y que seguramente se habríanaproximado bastante a las nacionales y andaluzas. Esa proporción unida al continuo creci­miento de las generaciones de 19-24 años en Huelva hasta 1998, produce que el número totalde estudiantes en los actuales centros en Huelva de la Universidad de Sevilla se aproximena 19.000 y los supere la suma de todos los onubenses, bien estudien dentro o fuera de laprovincia. Las titulaciones de grado medio triplicarían a las de grado superior, lo que con­vertiría a Huelva claramente en una universidad apoyada en Diplomaturas e IngenieríasTécnicas. Esta tendencia debe ser corregida, puesto que en los valores de la variable no sehan introducido las posibles nuevas licenciaturas e ingenierías superiores que se creen y quesin duda atraerán a una parte de los actuales alumnos de grado medio. Por eso, el punto devista hay que fijarlo en las columnas e yD. Ya hemos dicho que este método no es válidoni para la UNED (E) ni para el total (F) de universitarios en Huelva.

La función exponencial nos muestra valores muy distintos a los anteriores, en variossentidos. En primer lugar, el crecimiento es en todos los casos más moderado, con tasas queen el horizonte 2000 aún no habrían alcanzado a las nacionales de 1991, lo que no pareceprobable; en segundo lugar, dado el menor crecimiento relativo de partida, la suma de estu­diantes dentro y fuera de la provincia es menor que los de los centros provinciales, lo que esuna incongruencia que invalida los resultados de la columna D, como asimismo los de la Fpor la misma razón. En este caso sí se recoge mejor la aceleración de las licenciaturas yposibles ingenierías superiores porque aunque la tasa, respecto a la población potencial esmayor en las titulaciones de grado medio, el número absoluto de los universitarios de gradosuperior llega a superar al anterior, lo que si no llega a ser así, al menos sí pone de relieveesa tendencia mucho más acelerada en los últimos años. En cuanto a la UNED, como en elperiodo anterior, son posibles las dos alternativas que presentamos, la de estancamiento y lade recesión lenta, ambas acordes con la potenciación de las enseñanzas tradicionales in situen Huelva.

La recta de regresión continuaría mostrando el peor de los supuestos, el del estanca­miento universitario en Huelva, con tasas muy alejadas de las nacionales y autonómicas. LaUNED comenzaría a disminuir muy lentamente, manteniendo valores superiores a los actua­les. En todos los casos es una hipótesis prácticamente descartable.

De todo lo anterior, si eliminamos la estimación a través de la recta de regresión, porser claramente improbable, podemos inferir que para el año 2000 el número de estudiantesde la Universidad de Huelva --columna C-, será como mínimo de 11.000 alumnos, lo quese considera que justifica más que suficientemente la creación de esta Universidad, según losrequisitos de la Ley 1/1992 de Coordinación del Sistema Universitario de Andalucía.

Notas

I Para conocer el número exacto de estudiantescon domicilio familiar en Huelva que estudian en otrasuniversidades o provincias -r-ye que Sevilla es la misma Universidad, pero distinta provincia- sería

372

preciso recabardatos de todas ellas, lo que en la práctica es imposible. Hemos resuelto el problemautilizandoel PadrónMunicipalde Habitantesde 1986 y losdatosfacilitadospor la Universidadde Sevillasobre estudiantesde Huelva que estudian en dicha sede.

2 Siguiendoa Miralles Mira (1976), la expresión del problemaque se planteaes la siguiente:

1<" = Ro + f(n)

Es decir,la ratioR, es el resultadode sumar a la ratioen el momento O, una función de tiempo n,transcurrido a partir del momento inicial.Obtenida esa ratio la relacionaremoscon la población,desdePohasta Pnpara obtenerla población universitariaen cada momentode Oa n. Se trata de identificarcuáles la función matemáticaque mejor se ajusta al comportamiento de la variable a proyectar. Vamosautilizar tres funcionespara cotejar sus resultados:

- Función lineal o ecuación de la recta: R,., =: Ro + an- Función polinómicade segundo grado, ecuación de la parábola: R, =: Ro + an + bn2- Funci6n exponencial: Rn =: Ro . ao 6 R,., =: Ro . (1+c)n

donde e es la tasa de crecimientoanual constante en el período de tiempo n. También conocida comofórmula del interés compuesto.

El método más sencillo para la recta y la exponencial es hallar la tasa media de crecimientoacumulativo y aplicarlaal periodo n. Sin embargo la forma másexacta de adaptaciónentre una recta yuna serie histórica es el método de los mínimos cuadrados, mediante el que se obtiene una recta deregresión.

En este trabajo se han aplicado los tres métodos, el de la función parabólica,el de una recta deregresiónporel métodode los mínimoscuadradosy la funciónexponencial,tomandocomo crecimientoacumulativoanual el medio entre los valores de la tasa entre 1986 y 1992, excepto en el caso de laUNED, donde además hemos realizado la función exponencialcon el crecimiento-c-decrecimiento enrealidad- desde 1988, máximo valor desde el que decrece, hasta 1992.

3 Como hemos indicadoen la nota número 2, proyectamos las tasas del Cuadro 1con tres métodos.Mediante la función de la parábola obtenemos coeficientes de correlación (R) altos. Como es sabido,el mejor ajusteentre una serie de datos y una línea, parábola en este caso, es 1. El valor R para cadacolumna del Cuadro III ha sido el siguiente: TA: 0,9982~ TB: 0,9847; TC: 0,9989; ID: 0,9916; TE:0,7745; 1F: 0,9848. •

Por tanto la proyección se ajusta bien, en líneas generales a los datos de partida. Unicamente laproyeccióndel alumnadode la UNED presenta dificultades que anulan la validezde este método en lasprevisionespara este Centro, puesto que no sólo el valor R es bajo, sino que a partirde 1997 el valorde la tasa es negativo,algo imposible en la práctica, pero que denota una aceleraciónexcesiva en elproceso de descenso de alumnado en este Centro. La función parabólica queda invalidada para estacolumna. Asimismola acumulacióncon la que se crea la columnalF, a la que afecta ese descensodela UNED, haceque la tasa final a partir de 1996sea inferiorque TD, lo que también es imposibleen lapráctica,por lo que habríaque solucionar la contradicción consistenteen que el descenso de la UNEDrestaría alumnosa los otros Centros universitarios.

Medianteuna recta de regresión por el método de los mínimos cuadrados,el valor de R para cadacolumna del Cuadro V es el siguiente:TA: 0,8463; TB: 0,9910; Te: 0,9425; ID: 0,9378; 1E: 0,0232;1F: 0,9541.

La pendiente de la recta es en todos los casos positiva,siendo máxima la correspondientea la tasade población universitariade Huelva en los Centros en Huelva de la Universidad de Sevilla (fC) ymínima la de la UNED que a pesar de todo es positiva también: TA: 0,7418; TB: 0,4611; TC: 0,9250;ID: 0,8846; 1E: 0,0018; 1F: 0,8864.

Excepto en el caso de los alumnos en titulacionesde grado superior (TB), la tendencia ascendentede los últimosaños queda mal recogida con este método de proyección,ya que en general el valor quese estima para 1993 representa un retroceso o un estancamientorespecto a 1992, lo que es claramenteincongruentecon la línea general que viene marcadaen los últimos años.

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Mediante unaftmdón exponencial tomando como crecimientoconstante anual acumulativoel queexiste entre los valores de 1986-1992,obtenemos una proyección de los valores de la variable en' lasdistintas columnas, que podríamos situar entre los resultados anteriores de la parábola y la recta deregresión.El crecimiento anual tomadocomo exponenteen el Cuadro Vil es en cada caso el siguiente,expresado en porcentajes: TA: 7,90por ciento; TE: 19,78 por ciento;TC: 10,80por ciento; ID: 7,73por ciento; TE: -0,29 por ciento;TE': -7,54 por ciento; TF: 7,0 por ciento.

El que obtengamosdos tasas para la evolución de la UNED se debe a que en el primercaso (TE)hemos tomadola serie 1986--1992, que tiene similaresvalores en los extremos, pero más elevadosenlos años centrales, con lo que ese ascensoy descensorápido no se aprecia; mientrasque en el segundocaso (TE') comparamosel valor más alto de la serie (el de 1988) con el de 1992;hacia el que desciendentodos los años Ininterrumpidamente desde 1988.

La proyección mediante este método no recoge adecuadamente, como sí lo hacía la proyecciónparabólica, ni el crecimiento acelerado de los últimos tres años en los Centros de la Universidad deSevilla en Huelva (con crecimientos anuales de más del 20 por ciento) ni el decrecimiento tambiénaceleradode los últimosaños en la UNED(con descensosdel-II por ciento).No obstante se aproximacon un elevado ajuste a la tendenciade TA, TE YTe.

Bibliografía

~. ~';Lm.~Üübiilct'eS'Técnicos y-ComisionesTécnicasde Urbanismo de los principalesAyuntamientos,con un papel destacadoy pionero del de Barcelona,han emitido desde la década de 1960 proyeccionesde población para los Planes Generales de OrdenaciónUrbana y Planes directores de áreas metropo­üranas,comarcales,etc. Todosellos son una fuente importantepara la metodologíade las proyecciones.de población.

ALMOGUERA SALLENT. P. (Coor.)(1988) «Las tablas de mortalidadde la población Andaluza», Revistade Estudios Andaluces, 11,págs. 19-54.

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MONTEAGUDO,1. y HERRERA, F. (1988) Estudio y diagnóstico del área supramunicipal y de influenciade la ciudad de lIuelva, Centro de EstudiosTerritoriales y Urbanos,Junta de Andalucía, inédito.

INE (1981 a 1990)Movimiento Natural de la Población Española.

DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUELVA (1989)Padrón Municipal de Habitantes de 1986.

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PROYECCIONES DE CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO ENÁREAS URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE VALLADOLID

JOSÉ MARíA DELGADO URRECHODepartamento de Geografía, Universidad de Valladolid

La evolución de la población vallisoletana

La capital vallisoletana ha experimentado a lo largo del siglo XX una fuerte expansióndemográfica, caracterizada por un ritmo de crecimiento acelerado entre 1900 y 1980. Hastala Guerra Civil el aumento de la población fue generado 'a partes iguales por .la dinámicainterna y el saldo migratorio, como consecuencia de un lento proceso de industrializacióncimentadoen la rama agroalimentariaYlos talleresmetalúrgicos, vinculados directao indirec­tamente al ferrocarriL Pero en los años cuarenta Valladolid contabaaún con una infraestructuraindustrial incipiente e incapaz de desarrollar un fuerte potencial de atracción, a diferencia delo que sucedería en el siguiente periodo. La década de los cincuenta muestra el relanzamientode la dinámica demográfica, auspiciada por un incremento de la natalidad y, sobre todo, porlas corrientes inmigratorias hacia el núcleo urbano generadas por los nuevos asentamientosindustriales, cuya máxima representación recae en la aparición de la empresa FASA-Renault,a la que seguirán otras muchas a lo largo del periodo de mayor expansión económica quetuvo lugar entre 1960 y 1975 (Calderón, Delgado y Pastor, 1992). Este fuerte proceso deindustrialización, sumado al incremento constante del equipamiento terciario, absorbió unelevado contingente de mano de obra inmigrante, procedente en su mayor parte del mediorural de la propia provincia y de Palencia, Zamora y León, 10 que supuso un aporte directode más de ochenta mil habitantes (Pastor, 1992).

El periodo expansivo finalizó en una rápida fase de transición de 1975 a 1980, comen­zando los ochenta con unas tendencias opuestas a las mantenidas en la década precedente(Delgado y Escorial, 1992). La natalidad experimentó un continuo descenso y los nacimientosentre 1975 y 1989 se vieron reducidos en un 68 por ciento --de 7.878 a 2.528-. La causaha de atribuirse a la drástica reducción de la fecundidad, pues el tamaño de las cohortesreproductoras no siguió la misma evolución descendente (Delgado, 1991). Valladolid contabaen 1975 con 72.133 mujeres en edad fértil, cifra que en 1986'ascendía a 85.611, un 19 porciento más; pero la descendencia media por mujer pasó de 3,4 hijos a tan sólo 1,4. Por elcontrario, la mortalidad presenta a lo largo del mismo periodo una estabilidad constante ensus cifras absolutas, siendo el número de defunciones en 1989 -1.857- prácticamente igualal de catorce años atrás -1.844 en 1975-. Resultado de ello es un saldo vegetativo en'permanente disminución, que ha supuesto una considerable merma del aporte procedente dela dinámica natural. Si en 1975 éste se evaluaba en más de seis mil habitantes anuales, alfinalizar la década de los años ochenta el saldo resultaba inferior a los 700.

En definitiva, se comprueba un importante descenso de la fecundidad, situada en estosmomentos por debajo del nivel de reemplazo generacional. El número de nacimientos no hadisminuido por envejecimiento de la población ni por pérdida de entidad de las cohortes

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Mediante unaftmdón exponencial tomando como crecimientoconstante anual acumulativoel queexiste entre los valores de 1986-1992,obtenemos una proyección de los valores de la variable en' lasdistintas columnas, que podríamos situar entre los resultados anteriores de la parábola y la recta deregresión.El crecimiento anual tomadocomo exponenteen el Cuadro Vil es en cada caso el siguiente,expresado en porcentajes: TA: 7,90por ciento; TE: 19,78 por ciento;TC: 10,80por ciento; ID: 7,73por ciento; TE: -0,29 por ciento;TE': -7,54 por ciento; TF: 7,0 por ciento.

El que obtengamosdos tasas para la evolución de la UNED se debe a que en el primercaso (TE)hemos tomadola serie 1986--1992, que tiene similaresvalores en los extremos, pero más elevadosenlos años centrales, con lo que ese ascensoy descensorápido no se aprecia; mientrasque en el segundocaso (TE') comparamosel valor más alto de la serie (el de 1988) con el de 1992;hacia el que desciendentodos los años Ininterrumpidamente desde 1988.

La proyección mediante este método no recoge adecuadamente, como sí lo hacía la proyecciónparabólica, ni el crecimiento acelerado de los últimos tres años en los Centros de la Universidad deSevilla en Huelva (con crecimientos anuales de más del 20 por ciento) ni el decrecimiento tambiénaceleradode los últimosaños en la UNED(con descensosdel-II por ciento).No obstante se aproximacon un elevado ajuste a la tendenciade TA, TE YTe.

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DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUELVA (1989)Padrón Municipal de Habitantes de 1986.

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PROYECCIONES DE CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO ENÁREAS URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE VALLADOLID

JOSÉ MARíA DELGADO URRECHODepartamento de Geografía, Universidad de Valladolid

La evolución de la población vallisoletana

La capital vallisoletana ha experimentado a lo largo del siglo XX una fuerte expansióndemográfica, caracterizada por un ritmo de crecimiento acelerado entre 1900 y 1980. Hastala Guerra Civil el aumento de la población fue generado 'a partes iguales por .la dinámicainterna y el saldo migratorio, como consecuencia de un lento proceso de industrializacióncimentadoen la rama agroalimentariaYlos talleresmetalúrgicos, vinculados directao indirec­tamente al ferrocarriL Pero en los años cuarenta Valladolid contabaaún con una infraestructuraindustrial incipiente e incapaz de desarrollar un fuerte potencial de atracción, a diferencia delo que sucedería en el siguiente periodo. La década de los cincuenta muestra el relanzamientode la dinámica demográfica, auspiciada por un incremento de la natalidad y, sobre todo, porlas corrientes inmigratorias hacia el núcleo urbano generadas por los nuevos asentamientosindustriales, cuya máxima representación recae en la aparición de la empresa FASA-Renault,a la que seguirán otras muchas a lo largo del periodo de mayor expansión económica quetuvo lugar entre 1960 y 1975 (Calderón, Delgado y Pastor, 1992). Este fuerte proceso deindustrialización, sumado al incremento constante del equipamiento terciario, absorbió unelevado contingente de mano de obra inmigrante, procedente en su mayor parte del mediorural de la propia provincia y de Palencia, Zamora y León, 10 que supuso un aporte directode más de ochenta mil habitantes (Pastor, 1992).

El periodo expansivo finalizó en una rápida fase de transición de 1975 a 1980, comen­zando los ochenta con unas tendencias opuestas a las mantenidas en la década precedente(Delgado y Escorial, 1992). La natalidad experimentó un continuo descenso y los nacimientosentre 1975 y 1989 se vieron reducidos en un 68 por ciento --de 7.878 a 2.528-. La causaha de atribuirse a la drástica reducción de la fecundidad, pues el tamaño de las cohortesreproductoras no siguió la misma evolución descendente (Delgado, 1991). Valladolid contabaen 1975 con 72.133 mujeres en edad fértil, cifra que en 1986'ascendía a 85.611, un 19 porciento más; pero la descendencia media por mujer pasó de 3,4 hijos a tan sólo 1,4. Por elcontrario, la mortalidad presenta a lo largo del mismo periodo una estabilidad constante ensus cifras absolutas, siendo el número de defunciones en 1989 -1.857- prácticamente igualal de catorce años atrás -1.844 en 1975-. Resultado de ello es un saldo vegetativo en'permanente disminución, que ha supuesto una considerable merma del aporte procedente dela dinámica natural. Si en 1975 éste se evaluaba en más de seis mil habitantes anuales, alfinalizar la década de los años ochenta el saldo resultaba inferior a los 700.

En definitiva, se comprueba un importante descenso de la fecundidad, situada en estosmomentos por debajo del nivel de reemplazo generacional. El número de nacimientos no hadisminuido por envejecimiento de la población ni por pérdida de entidad de las cohortes

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reproductoras, sino por el establecimiento de un nuevo modelo familiar más reducido. Juntoa este hecho, hemos de considerar la considerable minoración del fenómeno nupcial, quesupuso un descenso notable en el número de matrimonios entre las décadas de 1971-1980 y1981-1990.

Por último, los años ochenta se han caracterizado por una disminución drástica del saldomigratorio de la capital. Entre 1980 y 1989 los flujos de entrada y salida experimentaron unaligera recuperación con respecto a los existentes en los últimos años setenta, pero se mantuvie­ron en niveles muy inferiores a los del periodo de 1970-1975. Valladolid recibió a 41.536inmigrantes, mientras que la ciudad fue abandonada por 40.670 personas. El saldo resultapues muy reducido, tan sólo 87 personas al año, lo cual supone una tasa de inmigraciónprácticamente nula -0,26 por mil-o

Los núcleos enclavados en los municipios cercanos a Valladolid han acogido a familiasen busca de viviendas más asequibles que las ofertadas por el mercado inmobiliario de lacapital. Como consecuencia de la especulación a la que se vio sometido dicho mercado enlos años ochenta, el precio de la vivienda desbordó ampliamente las posibilidades económicasde las parejas más jóvenes, quienes tuvieron que localizar su residencia en municipios cer­canos donde se generalizó la construcción de nuevas áreas residenciales a precios inferioresa los de la ciudad (Calderón, 1993). Tales municipios experimentaron durante los años ochen­ta un crecimiento muy superior al que podría esperarse de su dinámica interna, absorbiendogran parte de la población perdida por Valladolid. Así, mientras entre 1975 y 1981 el aumentode población de estos municipios tan sólo supuso un 8,5 por ciento del total integrado porValladolid y su periferia, en el periodo comprendido entre 1981 y 1987 el porcentaje se elevóal 32,3. De un incremento de 34.333 habitantes en los siete años transcurridos en el primerperiodo citado, Valladolid pasó a tan sólo 8.913 más durante los siete siguientes. Por elcontrario, los municipios periféricos, que crecieron en 3.183 habitantes en la primera fase, lohicieron en 4.254 durante la segunda, logrando casi un 50 por ciento del crecimiento de lacapital.

El futuro cercano de la población de Valladolid: posibles escenarios y proyec­ciones demográficas

La realización de cualquier proyección demográfica ha de considerar en primer términolas posibilidades de evolución de aquellos factores que inciden directamente en la dinámicanatural y los flujos migratorios. Con respecto a la primera, la mortalidad no presenta aparente­mente grandes problemas, pues alcanzada una elevada esperanza de vida, las tasas específicas,en ausencia de catástrofes, experimentan tan sólo pequeños cambios, que apenas poseenincidencia en el crecimiento. Las defunciones pueden aumentar o disminuir en virtud de ladistribución por edad de la población, pero los índices permanecen prácticamente invariables.Estos sólo disminuyen de forma apreciable a largo plazo, ya que con esperanzas de vidasuperiores a los 70 años, las curvas de incremento de la longevidad progresan muy lentamente.En Valladolid la esperanza media de vida al nacer es de 73,7 años para los hombres y 79,5para las mujeres, por lo que no se esperan cambios importantes en el corto período que suponeuna década, hasta el año 200 l.

No obstante, el análisis de las tablas de mortalidad en el núcleo urbano de Valladolidpresenta el problema de la escasa cuantía de las magnitudes con las cuales se trabaja, asícorno los errores derivados de una sobremortalidad asociada a población anciana que setraslada a la ciudad a vivir junto a sus familiares, o a personas necesitadas de tratamiento enhospitales. Para evitar estos errores se ha optado por utilizar las tasas de mortalidad obtenidaspor interpolación de tablas modelo de mortalidad de la zona occidental, correspondientes alos niveles 24 y 25 de la clasificación deCoale para la población femenina. La esperanza de

376

vida femenina estimada a partir de ellas para 1991 es de 80,27 años, alcanzando los 81,52 en2001, y la masculina, calculada según los más uniformes trazos cronológicos de la femenina,ascenderá a 75,39 años. Las tasas específicas de mortalidad femenina responderían en el 2001a la fórmula de interpolación:

y las de la población masculina a:

nm~ = 0,346 nmx25 + 0,654 nmx26

siendo nm)5 los cocientes de mortalidad de las tablas modelo de nivel 25, nmx26los denivel 26, etc. Los valores de nm~ para los periodos intermedios se han obtenido aplicandoidéntico procedimiento (Coale y Gua, 1991).

A diferencia de la mortalidad, la fecundidad está sujeta a importantes cambios en perio­dos relativamente reducidos y presenta muchas más incertidumbres. Su evolución no es linealy en Valladolid experimentó durante la década de los años ochenta frecuentes alteraciones.Si bien el último dato conocido es el de 1,4 hijos por mujer en el año 1990, las tablas defecundidad de 1986 nos muestran una cifra inferior ~1,3-, claramente díferenciada delpromedio regional de Castilla y León, que para esa misma fecha era de 1,5 hijos por mujer.Teniendo en cuenta la evolución reciente de la fecundidad en España, siempre a la baja y coníndices sintéticos cercanos a 1,3 hijos, creemos que ésta es la cifra más adecuada en elmomento presente para Valladolid, cuyo comportamiento reproductor ha resultado hasta elmomento similar a'la media nacional. El problema fundamental se plantea al trazar los futurosescenarios de la fecundidad entre la situación actual y el año 2001. La alternativa más optimis­ta nos muestra una estabilización de tasas en sus nívclcs actuales, sin perspectivas de aumentoa corto plazo, debido a factores tanto sociales como económicos. El modelo de familia basadoen la pareja y uno o dos hijos se encuentra firmemente asentado en Valladolid y frente a élsólo ha experimentado un cierto progreso durante la última década la pareja sin hijos. No esde esperar, por consiguiente, un aumento de las familias con más de un hijo, e incluso desdela óptica más optimista, tan sólo podemos aguardar un mantenimiento del actual porcentajede familias con dos hijos.

La comparación de las tasas de fecundidad de las mujeres vallisoletanas con las corres­pondientes al conjunto regional nos muestra los valores más elevados en las edades de 26,27 Y 28 años, inferiores al promedio regional en todos los casos, salvo en los dos primerosgrupos de edad citados. La edad media de incorporación de la mujer al mercado laboral,superior a la del hombre, incide en una disminución de la fecundidad por encima de los 30años, a la par que las dificultades económicas, agravadas por el aumento del paro, obstaculizanla consolidación de las parejas, lo cual se traduce en bajas tasas de fecundidad en edadesinferiores a los 25 años. A estos problemas se añade el de la carestía de la vivienda, que juntoal anterior supone un retraso de la edad de contraer matrimonio -27 años para el hombre y25 para la mujer-c-, y por tanto, una menor fecundidad. La reducción del espacio útil en lasviviendas se manifiesta en el mismo sentido.

A la vista de la situación descrita, podemos imaginar dos escenarios posibles en laevolución a corto plazo de la fecundidad. El primero de ellos mantiene las actuales tasas, locual, si tenemos presente la mayor entidad de las cohortes reproductoras en los próximos añoscomo consecuencia del tamaño de las generaciones surgidas en los años setenta, se traduciráen un ligero incremento de la natalidad hasta el año 2001, con 3.761 nacimientos anualesentre 1991 y 2000, un promedio superior al existente entre 1987 y 1989 -2.337-, aunqueclaramente inferior al de la década de los ochenta -5.284--. El número medio de hijos pormujer sufrirá un aumento a partir de 1993, debido a los cambios en la distribución de la

377

población femenina según grupos de edad. Aumentará el tamaño de las coho~es reproductor~scon edades comprendidas entre los 25 y 35 años, las de mayores tasas espec~ficas. de fecundi­dad, y disminuirá en cambio el de las cohortes de mayor edad, con tasas inferiores, por 10

que los índices sintéticos se incrementarán. . . .Según esta hipótesis optimist~ sobre la. fe.cundIda~ y m~temendo lo.ya ~Ich? con

respecto a la mortalidad, en ausencia de movmuentos rmgratonos -lo cual Imp~Icana u~adisminución de las tasas de paro y la existencia en la ciudad de viviendas a prectos aseqUl­bIes-, Valladolid tendría en el año 2001 una población de 343.304 habitantes. Ello suponeun incremento en tomo a las 13.000 personas con respecto a la población de 1991, superioral experimentado por la ciudad entre 1981 y 1991, que fue de unas ~O.OO? Ambos datoshacen referencia a la población de derecho, única sobre la cual hay disponibles datos sufi-

cientes para el desarrollo de est~s pr07e~ciones. ..' I I •

El segundo escenario es mas pesnmsta, basado en la disminución del numer~ de parejasjóvenes en la ciudad como consecuencia de la creciente dificultad para conseguir empleo yde la búsqueda de u~a vivienda más asequible en núcleo~ periféricos ..La emigración a m~­nlcipios cercanos se verá posiblemente agravada por flUJOS extrarreglOn~les, que afectarancon mayor virulencia a parejas cuyos cónyuges tengan edades comrrendldas entre 25 y 35años. Ello puede significar una disminución cuantitativamente poco importante del volu~en .total de población, pero cualitativamente significativa, al incidir sobre las cohortes femenmasde 25 a 30 años de edad, poseedoras de las mayores tasas de fecundidad.

Junto a la hipótesis anterior, existe asimismo la posibilidad de una reducción aún mayordel índice sintético de fecundidad, pues de mantener la tendencia a la baja de los años ochentay siguiendo las pautas mantenidas por otras P?blaciones urbanas europea~, podría llegar asituarse en 2001 en 1,3 hijos por mujer, es decir; una tasa global de fecundidad del 37.2 pormil, frente al 40,5 por mil de 1986. El número de nacimientos permanecería estable entre1991 y 1994, para aumentar sólo muy ligeramente en los años posteriores, entre 199~ y.1997,volviendo a disminuir a partir de 1998 hasta el año 200 l. El promedio anual de. nacirruentosentre 1991 y 2000 sería de 3.420 y ello, sin considerar las pérdidas debidas a los flujosmigratorios de salida. La fecundidad seguiría una tendencia a la baja hasta 1994, con unmínimo de 1,27 hijos por mujer, para recuperarse en los años siguientes y alcanzar en 2001,1,30 hijos por mujer. Los cambios, como puede apreciarse, serían tan sólo de detalle, al menosen lo que respecta a los diferentes índices de fecundidad.

Pero la realidad puede ser muy diferente si a tales transformaciones incorporamosel resultado de los flujos migratorios. Las altas y bajas padronales por cambio de resi­dencia registran para los últimos años de la década de los ochenta un cambio ~e tendenci~:pasando a constatar un saldo migratorio negativo. Entre 1987 y 1989 la CIUdad p~rdIopor emigración a 13.940 de sus habitantes, siendo los inmigrantes durante el rrusmoperiodo 12.249, lo cual nos proporciona un saldo anual medio negativo de 564 personas.La situación se muestra aún peor si centramos nuestra atención en el año 1989, en el quela ciudad vio reducida su población en casi mil de sus habitantes -964-- por el saldo

migratorio negativo. .Si consideramos que la tasa de migración futura responderá a la tendencia esbozada a

finales de los años ochenta, e incluso manteniendo ésta estable en su valor medio, Valladolidllegará al año 2001 no con los 339.070 habitantes que prevé la hipótesis pes~sta sobre. lafecundidad, sino con tan sólo 335.626. Es más, podemos pensar que en ausencia de cambiosen la situación económica por la que atraviesa la ciudad, y salvo en el caso de que se desarrolleuna política de vivienda que impida la especulación y fuerce un mayor descenso de losprecios, la tasa migratoria, manteniendo su signo negativo, puede continuar ~levándose,

desbordando por su límite inferior nuestra hipótesis más negativa. Esta supone un rncrernentointercensal de más de 5.000 habitantes entre 1991 y 2000, la mitad del experimentado en la

década anterior.

378

La población de la ciudad de Valladolid en el año 2001: características generales

La ciudad de Valladolid, según la hipótesis optimista, tendrá en el período 2001-2006una tasa bruta de natalidad del 11,5 por mil, frente a una mortalidad del 8,4. Si, tal comosuponemos, los flujos migratorios no poseerán apenas importancia, el crecimiento demográ­fico a partir de dicho año será casi nulo. De acuerdo con la hipótesis negativa, el futuro sepresenta algo diferente en este sentido. El resultado conjunto del descenso de la fecundidady de la emigración de parejas jóvenes implicará una reducción del número de nacimientos,que en lugar de los 3.940 anuales contemplados por la hipótesis anterior, se reducirían a 3.268.La tasa de natalidad sería entonces del 9,7 por mil, y la de mortalidad ascendería al 8,5 pormil. La primera hipótesis, aplicada al crecimiento real de población vallisoletana, supone queésta se verá incrementada a partir del año 200 1 Yhasta el 20 11 en algo más de 1.800 personasanuales, superando así el crecimiento intercensal del periodo 1981-1990. Por el contrario, lahipótesis negativa, incluyendo los efectos de la emigración, conlleva un aumento medio anuala partir del 2001 de únicamente 66 personas, es decir, sólo un 7 por ciento del correspondienteal último periodo intercensal-1981-1990---.

La pirámide de población de Valladolid en el año 200 1 nos muestra en ambas hipótesisun perfil similar, con la única diferencia apreciable de los escalones correspondientes a losgrupos de edad más jóvenes. En la hipótesis optimista éstos experimentan un incrementoentre las edades de Oy 10 años, lo cual refleja el aumento del número de nacimientos en lospróximos años, si bien éste será muy reducido. Por el contrario, la hipótesis pesimista señalaun estancamiento de estas cifras durante casi toda la década dé los noventa, con una ligerareducción en los últimos años de la misma. Es decir, un volumen de población prácticamentesimilar en los grupos de 5 a 10 años de edad, y algo inferior en los menores de 5 años. Losescalones dominantes corresponderán a los grupos de edades comprendidas entre 20 y 34años, pertenecientes al conjunto de quienes se incorporan al mercado laboral. Se trata demiembros de generaciones ya existentes en la actualidad, nacidos entre 1976 y 1981, por loque su número sólo podrá verse afectado por la existencia de movimientos migratorios,considerando que las tasas de mortalidad son muy reducidas a tales edades. Según la hipótesisoptimista, en presencia de un saldo migratorio nulo, los vallisoletanos de 20 a 34 años, queen 1991 son 80.292, alcanzarán en el 2001 la cifra de 88.768. Este aumento supone obvia­mente la necesidad de potenciar y favorecer la incorporación al mercado laboral de la pobla­ción activa más joven, un problema tanto más difícil de solucionar en cuanto que ésta serámás amplia que la actual.

Por otra parte, hemos de considerar que el colectivo formado por la población poten­cialmente activa de mayor edad, entre los 50 y 64 años, aumentará en el futuro, pasando de50.427 personas en 1991 a 61.823 en el 2001. La menor capacidad de esta población paraadaptarse a nuevas técnicas productivas repercutirá en un aumento de las jubilaciones anti­cipadas y bajas incentivadas, con la finalidad de rebajar el volumen de la población activa demayor edad y posibilitar el aumento de la más joven. La situación se toma aún más negativaen el caso, muy probable, del mantenimiento de unos elevados índices de desempleo. Laincorporación al mercado laboral se vería además dificultada por el mayor número de habitan­tes en edad activa; si en 1986 éstos sumaban un total de 211.354, en 1991 eran ya 226.334y en el 200 1 ascenderán a 237.887. El mantenimiento de un saldo migratorio negativo seme­jante al experimentado entre 1987 y 1989 supondría la disminución de la cifra anterior a234.519, superior aún en más de diez mil personas a la actual. El problema del excesivonúmero de activos potenciales no se verá resuelto por tanto en ese último año, si bien el propioenvejecimiento de la población laboral tenderá a reducirlo entre 2001 y 2011, ya que duranteesa década el número de quienes deseen incorporarse por primera vez al trabajo dejará desuperar por primera vez al de los nuevos jubilados. No obstante, lo anterior no debe interpre­tarse necesariamente como una mejora de las posibilidades de acceso al mercado laboral a

379

partir de 200 l. El mantenimiento de unas elevadas tasas de paro ha significado una elevaciónde la edad media de incorporación al mercado laboral y por ello, a las nuevas generacionesque en 200 1 se sumarán a la búsqueda de trabajo, hemos de añadir todas las anteriores queno lo conseguirán en los años precedentes.

Desde la perspectiva económica, pero también demográfica, el segundo problema queplanteará la población de Valladolid en el año 2001 será el de su progresivo envejecimiento.De acuerdo con los datos proporcionados por el Padrón Municipal de Habitantes de 1986, el9,82 por ciento de la población residente en la ciudad tenía en ese año una edad igualosuperior a los 65 años, porcentaje mucho más elevado entre la población femenina -11,58­que entre la masculina -7,95-, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres. En1991 este índice se elevaba al 11,15 por ciento, y en el año 2001 se encontrará entre un 13,52y 14,02 por ciento, según la hipótesis contemplada. En.cifras absolutas, Valladolid superaráen 2001 las 47.000 personas de 65 o más años de edad, frente a las 32.431 que existían en1986, lo cual precisará de un mayor gasto en infraestructuras sanitarias y asistenciales, dise­ñadas específicamente en función de las necesidades de la tercera edad. Naturalmente, todoesto deberá suponer un esfuerzo inversor superior por parte de todas las administraciones delEstado, hecho que deberá ser tenido en cuenta con suficiente antelación por aquéllas decarácter local.

Bibliografía

CALDERÓN, B. (1993) «La destrucciónde la ciudad tradicionaly la apropiaciónselectivade la periferia:Dos procesosclaveen eldesarrollode la ciudad de Valladolid», El medio rural español. Cultura, paisajey naturaleza, Salamanca,Universidad,págs, 1137-1146.

CALDERÓN, B.. DELGAIX), J.M. y PASTOR, L.J. (1992) Crecimiento y transformación de Vailadolid:1960-1988, Valladolid, Ayuntamiento.

CaALE, A.y Guo.G, (1991) «Utilizaciónde nuevas tablasmodelode mortalidadpara tasasde mortalidadmuy bajasen proyeccionesdemográficas», Boletín de Población de las Naciones Unidas, 30, págs. 1~23.

DELGADO URRECHO, J.M. (1991) «Los cambios en el comportamiento reproductor de la poblacióncastellano-leonesa», Anuario de Castilla y León, Valladolid, Ambito, págs. 239-241.

DELGADO. J.M.y EsCORIAL.N. (1992) «La poblaciónde Castillay León:consolidaciónde una dinámicarecesiva»,Anuario de El Norte de Castilla, Valladolid, El Norte de Castilla,págs. 93-156.

PASIDR ANTOLÍN, L.J. (1992) El proceso inmigratorio vallisoletano (1960-1988), Valladolid, Junta deCastillay León.

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EVOLUCIÓN, CRECIMIENTO y PERSPECTIVASFUTURAS DE LA POBLACIÓN DE PUERTOLLANO

MARíA DEL CARMEN CAÑIZARES RUIZ

Departamento de Geografía y Ordenación del TerritorioUniversidad de Castilla-La Mancha

Puertollano es, hoy en día, una de las más importantes ciudades de la provincia deCiudad Real, ocupando en el último censo (1991),el, segundo lugar en cuanto a volumen depoblación después de la capital, Ciudad Real; y, sin duda también, es uno de los núcleos másdinámicos desde el punto de vista económico de la comunidad castellano-manchega, debido,principalmente, a su actividad industrial.

La evolución que ha sufrido su población ha de relacionarse necesariamente con losacontecimientos históricos que han determinado el devenir de la ciudad desde su fundación(siglo XIII), hasta la actualidad. Esta evolución, evidentemente, no ha seguido un procesoregular, sino que ha estado marcada por periodos caracterizados por importantes aumentosde población (generalmente coincidentes con momentos de auge económico) y periodos decrisis y estancamiento demográfico.

Una primera aproximación a esta evolución demográfica la podemos realizar a travésde los datos que nos ofrece el INE, en los censos oficiales desde mediados del siglo XIXhasta hoy, incluyendo también algunos datos significativos ofrecidos por los padrones muni­cipales en las últimas décadas (Cuadro 1).

E volución y crecimiento de la población

Si analizamos detenidamente estos datos podemos establecer una serie de fases o perio­dos en la evolución demográfica de la ciudad de Puertollano:

Primer periodo: tímido crecimiento (1857-1900)

Constituye la primera fase de la evolución demográfica que nos ofrece la estadísticacensal y se identifica con un crecimiento lento siguiendo las pautas marcadas por periodosanteriores, propios de una ciudad preindustrial, caracterizada por actividades fundamental­mente agrarias (agrícolas y ganaderas) y un cierto estancamiento demográfico con volúmenesmuy reducidos de población. Un crecimiento que se verá alterado cuando en 1873 sondescubiertas las minas de carbón y la ciudad vive una importante cambio de función, aban­donado las actividades agrarias, de forma mayoritaria, y comenzando la actividad minera. Enel contexto provincial, durante esta primera etapa «el incremento más importante de poblaciónlo registró el municipio de Puertollano, que con un escaso censo en 1900, ya que tan solo

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partir de 200 l. El mantenimiento de unas elevadas tasas de paro ha significado una elevaciónde la edad media de incorporación al mercado laboral y por ello, a las nuevas generacionesque en 200 1 se sumarán a la búsqueda de trabajo, hemos de añadir todas las anteriores queno lo conseguirán en los años precedentes.

Desde la perspectiva económica, pero también demográfica, el segundo problema queplanteará la población de Valladolid en el año 2001 será el de su progresivo envejecimiento.De acuerdo con los datos proporcionados por el Padrón Municipal de Habitantes de 1986, el9,82 por ciento de la población residente en la ciudad tenía en ese año una edad igualosuperior a los 65 años, porcentaje mucho más elevado entre la población femenina -11,58­que entre la masculina -7,95-, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres. En1991 este índice se elevaba al 11,15 por ciento, y en el año 2001 se encontrará entre un 13,52y 14,02 por ciento, según la hipótesis contemplada. En.cifras absolutas, Valladolid superaráen 2001 las 47.000 personas de 65 o más años de edad, frente a las 32.431 que existían en1986, lo cual precisará de un mayor gasto en infraestructuras sanitarias y asistenciales, dise­ñadas específicamente en función de las necesidades de la tercera edad. Naturalmente, todoesto deberá suponer un esfuerzo inversor superior por parte de todas las administraciones delEstado, hecho que deberá ser tenido en cuenta con suficiente antelación por aquéllas decarácter local.

Bibliografía

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DELGADO. J.M.y EsCORIAL.N. (1992) «La poblaciónde Castillay León:consolidaciónde una dinámicarecesiva»,Anuario de El Norte de Castilla, Valladolid, El Norte de Castilla,págs. 93-156.

PASIDR ANTOLÍN, L.J. (1992) El proceso inmigratorio vallisoletano (1960-1988), Valladolid, Junta deCastillay León.

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EVOLUCIÓN, CRECIMIENTO y PERSPECTIVASFUTURAS DE LA POBLACIÓN DE PUERTOLLANO

MARíA DEL CARMEN CAÑIZARES RUIZ

Departamento de Geografía y Ordenación del TerritorioUniversidad de Castilla-La Mancha

Puertollano es, hoy en día, una de las más importantes ciudades de la provincia deCiudad Real, ocupando en el último censo (1991),el, segundo lugar en cuanto a volumen depoblación después de la capital, Ciudad Real; y, sin duda también, es uno de los núcleos másdinámicos desde el punto de vista económico de la comunidad castellano-manchega, debido,principalmente, a su actividad industrial.

La evolución que ha sufrido su población ha de relacionarse necesariamente con losacontecimientos históricos que han determinado el devenir de la ciudad desde su fundación(siglo XIII), hasta la actualidad. Esta evolución, evidentemente, no ha seguido un procesoregular, sino que ha estado marcada por periodos caracterizados por importantes aumentosde población (generalmente coincidentes con momentos de auge económico) y periodos decrisis y estancamiento demográfico.

Una primera aproximación a esta evolución demográfica la podemos realizar a travésde los datos que nos ofrece el INE, en los censos oficiales desde mediados del siglo XIXhasta hoy, incluyendo también algunos datos significativos ofrecidos por los padrones muni­cipales en las últimas décadas (Cuadro 1).

E volución y crecimiento de la población

Si analizamos detenidamente estos datos podemos establecer una serie de fases o perio­dos en la evolución demográfica de la ciudad de Puertollano:

Primer periodo: tímido crecimiento (1857-1900)

Constituye la primera fase de la evolución demográfica que nos ofrece la estadísticacensal y se identifica con un crecimiento lento siguiendo las pautas marcadas por periodosanteriores, propios de una ciudad preindustrial, caracterizada por actividades fundamental­mente agrarias (agrícolas y ganaderas) y un cierto estancamiento demográfico con volúmenesmuy reducidos de población. Un crecimiento que se verá alterado cuando en 1873 sondescubiertas las minas de carbón y la ciudad vive una importante cambio de función, aban­donado las actividades agrarias, de forma mayoritaria, y comenzando la actividad minera. Enel contexto provincial, durante esta primera etapa «el incremento más importante de poblaciónlo registró el municipio de Puertollano, que con un escaso censo en 1900, ya que tan solo

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I

Gráfico 1ÍNDICES DE V ARIAC¡ÓN DE LA POBLACIÓN

Gráfico 11PIRÁMIDE DE LA POBLACIÓN DE PUERlDLLANO EN 1991

,r= 90 =:J.,80

Hombres I Mujeres70

I

I 60

50 I

I40

30

I 20I

10

O I10 9 8 7 6 5 4 3 2 % % I 2 3 4 5 6 7 8 9 10

i>.: ".--/

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1.000+-------------+ -i

2.000-,-------------- ,

§1.500+---------- ------,1- -1

----- Ciudad Real (capital) _"_n Puerto llano

---·-Ciudad Real (provincia) --- España

Fuente: CI'II.WJJ de pohlacián, ¡NE.

332333

Gráfico III Cuadro 1PIRÁMIDES FUTURAS DE LA POBLACIÓN DE PUERTDLLANO EVOLUCIÓN y CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN PARA ELPERIODO 1857-1991

Años Habitantes de Hecho Crecimiento Anual (en%)

90 90 1857 2.586Hombres 80 Mujeres Hombres 80 Mujeres 1860 2.979 1,4

70 70 1877 3.534 0,960 60 1887 5.06150 50

4,31897 5.082 2,0

40 4030

1900 7.548 8,0lO

20 201910 10.503 3,8

10 101920 20.083 9,1

O O1930 19.275 -0,4

10 8 6 4 2 % % 2 4 6 BlO 10 8 6 4 2 % % 4 6 8 10 1940 24.676 2,82001 2026 1950 34.884 4,1

1960 53.136 5,2Hombres 90 Mujeres Hombres 90 Mujeres 1965 54.500 0,5

80 80 1970 53.00170 70

-0,51975 50.230 -1,0

60 6050

1981 48.747 -0,55040

1986 50.158 0,54030 JO

1991 49.459 -0,2----20 20 Fuente: INE.10 10

~ O O10 8 6 4 2 % % 2 4 6 8 10 10 8 6 4 2 % % 2 4 6 8 10

2051 2091

384 385

CuadroII1PROYECCIONES DEMOGRÁFICAS PARAELi'ERIODO 1991-2091

INDICADORES 1991 2001 2025 2051 2091

Población Total(U) 49.326* 49.550 45.472 37.472 24.784Varones 24.117 24.172 22.273 18.403 12.321Mujeres 25.709 25.478 23.299 19.069 12.463Tasa Bruta de Natalidad (en %) 11.90 11.67 9,56 9,08 8,81Tasa Bruta de Mortalidad (en %) 9.33 9.72 12,14 15,88 16,81Tasa de Crecimiento Natural (en %) 0,25 0,19 -0,26 -0,67 -0,79Tasa de Migración (en %) -2,48 -2,70 -2,43 -2,39 -2,52Tasa Intrínseca de Crecimiento (en %) 0,00 -0,07 -0,50 -0,93 -1,07Número medio de Hijos por Mujer 1,63 1,62 1,71 1,76 1,71Tasa Bruta de Reproducción 0,79 0,79 0,83 0,86 0,83Tasa de Juventud (en %) 156,85 110,10 82,61 64,58 62,58Tasade Vejez(en%) 63,75 90,82 121,04 154,82 159,79Tasa de Dependencia (en %) 55,80 54,39 56,77 65,95 64,56

* Población a finalesde 1991de Puertollano.Fuente:PadróndeHabitantes

PuertollanoCiudad Real (provincia)Castilla-La ManchaEspaña

Fuente: INE, 1990.

386

Cuadro JIINDICADORES DEMOORÁFICOS (1991)

TasaNatalidad

(en %)

11,911,810,79,4

TasaMortalidad

(en %)

9,39,38,99,3

Crecimientovegetativo

(en %)

0,260,240,180,01

tenía 7.548 habitantes, había logrado un incremento anual del 3,8 por ciento» (Pillet, F., 1983,pág. 198).

Segundo periodo: crecimiento intenso (1901-1970)

Este segundo periodo constituye un cambio considerable en el ritmo de crecimiento dela población de Puertollano, identificándose con un importante aumento demográfico quepodemos analizar dividiendo este periodo en dos subperiodos o subetapas.

La primera de ellas abarcaría el periodo 1901-1940, durante el cual la actividad mineraque se había iniciado a finales del periodo anterior cobra un importante auge, contribuyendoa la especialización de la ciudad en la extracción minera, lo cual marcaría su expansióndemográfica (Panadero, M. y Sánchez, L., 1991, pág. 176), al desencadenar la llegada, casimasiva, de inmigrantes para trabajar en las minas. Será en el censo de 1920 cuando con unincremento del 9,1 por ciento respecto al censo anterior, Puertollano «logre un incrementoanual jamás conocido en ningún municipio de la provincia en nuestra historia contemporá­nea» (Pillet, F., 1983, pág. 198), al verse enormemente favorecido por la demanda de carbónsurgida a raíz de la 1 Guerra Mundial, hecho éste que benefició, dentro del contexto nacional,a «los núcleos industriales, que están en pleno auge, y absorben sin demasiadas dificultadesuna parte del excedente campesino» (Nadal, 1., 1976, pág. 207). No obstante, este periodofinalizaría con una fase de crisis iniciada en la década de los años treinta vinculada alagotamiento de algunos pozos de carbón y, en general, al contexto internacional de crisisgeneralizada; lo cual supuso un cierto freno al crecimiento demográfico tan espectacular dela década anterior.

El segundo subperiodo se inicia a partir de la década de los años cuarenta y llegaríahasta 1970; en él la actividad minera, predominante hasta ahora en la ciudad, es sustituidapor la actividad industrial, cuando en 1942 el INI instala en los alrededores de Puertollano elComplejo Calvo Sotelo destinado, en principio, a la destilación de pizarras bituminosas yconvertido posteriormente en petroquímica (ENPElROL, SA) a la que se añadieron nume­rosas industrias adyacentes. Con ello Puertollano recupera un crecimiento demográfico no­table, debido, esencialmente, a las inversiones estatales (Gascón, F., 1981, pág. 281), acelerasu ritmo de crecimiento basado de nuevo en la fuerte inmigración, ahora vinculada a laindustria, y alcanza el máximo de población en 1964 con 57.964 habitantes de hecho.

Tercer periodo: estancamiento (1971-1991)

El último periodo de la evolución demográfica está caracterizado por un freno impor­tante en el crecimiento de la población que ha de relacionarse, necesariamente, con el periodode recesión económica mundial que se inicia en 1973 con la crisis del petróleo y, en España,especialmente, con los acontecimientos políticos de mediados de esta década. En Puertollanola actividad industrial se resiente de estos reajustes económicos y la llegada de inmigrantesque había caracterizado periodos anteriores queda paralizada, contribuyendo a un progresivoestancamiento demográfico, el cual, hay que relacionar, también, con la caída de la fecundidadque se generaliza en España después del baby boom de los años sesenta.

Consecuencia de todo ello es la paralización del crecimiento demográfico y el consi­guiente estancamiento de la población en tomo a los 50.000 habitantes, con ligeras oscilacio­nes dependiendo de los años, y una tendencia hacia el decrecimiento que comienza acorroborarse a partir del último censo. Fenómenos semejantes se producen en los contextosnacional, regional, y, sobre todo, provincial, en el que desde los años sesenta se había iniciado

387

:r;1

II un periodo caracterizado por la emigración y el desplome de la población (Panadero, M. y

Sánchez, L., 1991, pág. 179).En definitiva, como podemos observar en el análisis de estos periodos, la ciudad de

Puertollano ha vivido una intensa evolución poblacional marcada por importantes aconteci­mientos, sobre todo económicos, que han contribuido a esa explosión demográfica llevada acabo durante el siglo XX, principalmente, y a convertir a Puertollano, como se afirmaba alcomienzo, en uno de los núcleos más dinámicos de su entorno provincial y regional. Siobservamos el Gráfico 1 podremos corroborar ese ritmo tan vertiginoso en el crecimiento dela población, comparándolo Con otros ámbitos significativos.

Como podemos observar, si establecemos comparaciones sobre los mismos parámetros(1857 = 100), el ritmo de crecimiento de la población de Puertollano, en esta serie limitadade años, supera, con mucho, el experimentado en la capital, Ciudad Real, sobrepasándola envolumen de población a mediados del presente siglo, en la provincia y en España, (lamenta­blemente no podemos incluir los datos del ámbito regional). A lo largo de esta evolución, lademografía de Puertollano, como la de los demás espacios, ha ido pasando de ser una demo­grafía tradicional, heredada de etapas anteriores, a convertirse en una demografía moderna,llevando a cabo su transición demográfica particular. Hecho que ha estado sustentado por lareducción de la mortalidad catastrófica antes de 1900, el posterior descenso de la mortalidadordinaria, el crecimiento experimentado a raíz de la 1 Guerra Mundial, el importante movi­miento inmigratorio, la caída de la fecundidad consecuencia de la Guerra Civil, el aumentode nuevo espectacular de la población, la caída de la natalidad y el estancamiento demográficoactual y, tal vez, puesto que así lo apuntan las proyecciones de población, el decrecimientofuturo de la población.

Perspectivas futuras de la población

En la actualidad, la ciudad de Puertollano, según los datos ofrecidos por el último censode población (1991), cuenta con 49.459 habitantes de hecho y 50.501 habitantes de derecho,de los cuales casi un 49 por ciento son hombres y algo más de un 51 por ciento mujeres;alberga el 10,5 por ciento de la población provincial y el 3 por ciento de la poblacióncastellano-manchega y sus indicadores demográficos referidos a la dinámica natural sitúan ala ciudad con valores similares a los ofrecidos por los espacios provincial y regional, exceptoen densidad de población lógicamente, y presentan algunas diferencias con los ofrecidos parael espacio nacional, densidad, natalidad algo superior y crecimiento vegetativo (Cuadro II).

Si tenemos en cuenta los movimientos migratorios, el saldo es negativo en los últimosaños, lo cual contribuye a una pérdida de la población, sólo compensable por el crecimientonatural. Por otra parte, en la actualidad, el número de hijos por mujer está en torno a 1,6, conlo cual no se asegurarla el relevo generacional. A ello habria que añadir un importantevolumen, todavía, de población joven (tasa de juventud: 156,8 por ciento), una poblaciónanciana que tiende a ser cada vez más voluminosa (tasa de vejez: 63,7 por ciento) y, enconsecuencia, una población dependiente cada vez más elevada (tasa de dependencia: 55,8por ciento), constituyendo uno de los grandes problemas para el futuro, similar, por otra parte,a lo que se prevé para el conjunto de España (Del Campo, S. y Navarro, M., 1987, págs. 202y siguientes) e incluso para contextos más amplios, puesto que es algo también extensible almundo desarrollado y, por supuesto, a los países europeos en los que «se alcanzarán un 20por ciento de la población con 65 o más años» (YV.AA., 1991, pág. 157).

Si observamos la pirámide demográfica actual (Gráfico II) podremos reconstruir lahistoria demográfica de la ciudad y analizar la actual estructura biológica. En principio,podemos observar un ligero equilibrio entre los sexos, antes mencionado, que conforma unapirámide regresiva, con base estrecha debido al cont~uo descenso de la natalidad, tendencia

388

hacia las formas convexas en su parte central, propias de una población en declive, así comouna prolongación acusada de los escalones más altos, correspondientes a la población anciana.En ella se representan gráficamente las tendencias antes mencionadas: caída de la natalidady retroceso de la población joven (salvando, tan sólo, la que nace a finales de los añoscincuenta y comienzos de los sesenta durante el baby boom;) importante volumen de pobla­ción adulta con diversos entrantes relacionados con caídas demográficas (Guerra Civil, etc.),así como una población anciana que crece progresivamente como consecuencia del aumentode la esperanza de vida, desencadenando el envejecimiento poblacional y el aumento de latasa de dependencia.

Para analizar la evolución futura de la población y poder establecer las predicciones queaseguren una adecuada planificación, es importante detenemos en el análisis de la proyeccióndemográfica efectuada siguiendo los parámetros demográficos del último año censal. Unavez realizada esta proyección, utilizando para ello el programa Demos (Bosque, J.; Moreno,A.; Muguruza, c.; Rodríguez, V; Santos, J.M.; Suero, 1., 1990) podemos ver, como así noslo expresan los datos generales resultantes de la proyección (Cuadro 111) y las pirámides depoblación (Gráfico III), que si la tendencia demográfica es similar a la actual, el volumentotal de población descenderá de forma progresiva, aunque no alarmante, pudiéndose reduciral 50 por ciento en 100 años. Igualmente, la natalidad irá en continuo descenso, fruto delretroceso en la tasa de fecundidad; la mortalidad, sin embargo, aumentará dado el progresivoenvejecimiento de la población y el crecimiento natural a consecuencia de ello será negativoa partir del segundo tercio del siglo XXI. El saldo migratorio se mantendrá, si la tendenciasigue como hasta ahora, al igual que el número medio de hijos por mujer, no asegurando, enningún caso, el reemplazo generacional.

En la composición por sexo se mantiene el equilibrio inicial, aunque ligeramente a favorde las mujeres, y en la composición por edad se corroboran las tendencias antes mencionadas,descendiendo la tasa de juventud y aumentando las tasas de vejez y de dependencia aunquecon una tendencia a la estabilización a partir de mediados del próximo siglo.

Si todo ello lo analizamos de forma gráfica, a través de las pirámides depoblación futura,observaremos como éstas siguen una tendencia cada vez más regresiva, con una disminuciónconstante de su base, una progresiva unificación de la población adulta y un aumento con­siderable de los últimos escalones, la población anciana, sobre todo, femenina por la mayoresperanza de vida.

Evidentemente, ésta es una previsión realizada con los mismos parámetros actuales yno está exenta de cualquier acontecimiento que pueda alterarla y transformar sus resultados(reactivaciones económicas, aumento de la fecundidad, saldos migratorios positivos, etc.),aspectos que deberían ser potenciados si no se quiere una ciudad abocada al decrecimiento,y que, tal vez, algunos hechos puedan paliar: llegada de la red de alta velocidad, instalaciónde una nueva central térmica., etc.

Bibliografía

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DEMOGRAFÍA EMPRESARIAL. LA UTILIDAD DE LA DEMOGRAFÍAPARA EL MÁRKETING DE LAS EMPRESAS

DIRK GODENAUDepartamento de Economía Aplicada, Universidad de La Laguna

El conocimiento demográfico puede tener una utilidad alta para las actividades empre­sariales que se dirigen al mercado. Desgraciadamente la Demografía española tiene pococontacto con la teoría del Márketing. El presente artículo intentará desarrollar algunos puentesposibles entre los dos bloques teóricos: Demografía y Márketing.

Si empresas grandes como Time Wamer (con sus revistas Time, Fortune, Money, etc.)utilizan información demográfica sistemáticamente para el análisis de los cambios en susventas, para el diseño y la limpieza de su mailing para la segmentación de sus mercados alargo plazo, podemos sacar una primera idea de la utilidad del conocimiento demográficopara la planificación empresarial.

Otras aplicaciones se ven por ejemplo en el sector de los seguros, en el cual las tablasde mortalidad forman un factor importante en el cálculo de las contribuciones y donde surgennuevos segmentos de mercado como las Upscale Women (mujeres con un alto nivel deeducación e ingreso). En el sector de la vivienda nos damos cuenta de la influencia de laestructura demográfica en el número, el tamaño y el equipamiento de las viviendas. Surgenpor ejemplo proyectos como el de «50 Plus» para Madrid y Barcelona con viviendas adap­tadas a las necesidades de personas mayores.

También en la industria alimentaria el perfil demográfico de la población, reflejado enel tamaño y la estructura de los hogares, está determinando los cambios en la gama deproductos y de su diseño (por ejemplo, influye el tamaño del hogar en el tamaño de lasunidades del producto; hogares pequeños compran más unidades pequeñas y demandan unaduración más larga).

Como aquí no disponemos del espacio suficiente para analizar con detalle la situacióndemográfica de Canarias, nos limitaremos a plantear los nexos básicos entre Demografía yMárketing, describiendo posteriormente la dinámica de algunos grupos objetivo (TargetGroups) en el mercado canario, y las consecuencias de estos cambios a largo plazo para lasempresas canarias.

Demografía y Márketing

En los manuales del márketing, el análisis de datos demográficos se sitúa con frecuenciaen los capítulos sobre el «Análisis del Macroentomo», es decir como uno de los factores queinfluyen en los mercados de la empresa, sin tener ésta la posibilidad de influir en ellos (Kotler,1992). En dicho enfoque las tendencias demográficas son exógenas y pueden indicar a laempresa la dinámica de la base cuantitativa de sus mercados, Por ejemplo, si se reduce lafecundidad en el contexto de la transición demográfica, el menor número de nacimientos

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MONDÉJAR SOTO, M. (1992) BreveHistoria de Puertotlano, Ayuntamiento de Puertollano.

NADAL, J. (1976) La Población Española (SXVI-XX), Barcelona, Ariel.

PANADERO, M. y SÁNCHEZ, L. (1991) «Los recursos humanos: características y distribución»,La provin­cia de CiudadReal.l Geografía, Ciudad Real, BAM.

PILLEr. F. (1983) «Fluctuaciones en el crecimiento demográfico de la provincia de Ciudad Real y suscausas (1857-1981)>>, Almud, 7-8, Ciudad Real.

PINEDO. A. (1977) «Estudio demográfico-sanitario de la provincia de Ciudad Real 1900-1975~), Cua­demos de Estudios Manchegos, Diputación Provincial de Ciudad Real.

PUYOL, R. (1988) La Población, Madrid, Síntesis.

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VINUE$A,J. et al. (1988) El Estudio de la población, Madrid, MAP.

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DEMOGRAFÍA EMPRESARIAL. LA UTILIDAD DE LA DEMOGRAFÍAPARA EL MÁRKETING DE LAS EMPRESAS

DIRK GODENAUDepartamento de Economía Aplicada, Universidad de La Laguna

El conocimiento demográfico puede tener una utilidad alta para las actividades empre­sariales que se dirigen al mercado. Desgraciadamente la Demografía española tiene pococontacto con la teoría del Márketing. El presente artículo intentará desarrollar algunos puentesposibles entre los dos bloques teóricos: Demografía y Márketing.

Si empresas grandes como Time Wamer (con sus revistas Time, Fortune, Money, etc.)utilizan información demográfica sistemáticamente para el análisis de los cambios en susventas, para el diseño y la limpieza de su mailing para la segmentación de sus mercados alargo plazo, podemos sacar una primera idea de la utilidad del conocimiento demográficopara la planificación empresarial.

Otras aplicaciones se ven por ejemplo en el sector de los seguros, en el cual las tablasde mortalidad forman un factor importante en el cálculo de las contribuciones y donde surgennuevos segmentos de mercado como las Upscale Women (mujeres con un alto nivel deeducación e ingreso). En el sector de la vivienda nos damos cuenta de la influencia de laestructura demográfica en el número, el tamaño y el equipamiento de las viviendas. Surgenpor ejemplo proyectos como el de «50 Plus» para Madrid y Barcelona con viviendas adap­tadas a las necesidades de personas mayores.

También en la industria alimentaria el perfil demográfico de la población, reflejado enel tamaño y la estructura de los hogares, está determinando los cambios en la gama deproductos y de su diseño (por ejemplo, influye el tamaño del hogar en el tamaño de lasunidades del producto; hogares pequeños compran más unidades pequeñas y demandan unaduración más larga).

Como aquí no disponemos del espacio suficiente para analizar con detalle la situacióndemográfica de Canarias, nos limitaremos a plantear los nexos básicos entre Demografía yMárketing, describiendo posteriormente la dinámica de algunos grupos objetivo (TargetGroups) en el mercado canario, y las consecuencias de estos cambios a largo plazo para lasempresas canarias.

Demografía y Márketing

En los manuales del márketing, el análisis de datos demográficos se sitúa con frecuenciaen los capítulos sobre el «Análisis del Macroentomo», es decir como uno de los factores queinfluyen en los mercados de la empresa, sin tener ésta la posibilidad de influir en ellos (Kotler,1992). En dicho enfoque las tendencias demográficas son exógenas y pueden indicar a laempresa la dinámica de la base cuantitativa de sus mercados, Por ejemplo, si se reduce lafecundidad en el contexto de la transición demográfica, el menor número de nacimientos

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indicará a los fabricantes de comida infantil y a las autoescuelas una contracci6n de susmercados respectivos.

Otro uso de los datos demográficos es la técnica de segmentación de mercados, dondeel factor demográfico entra, junto con variables socioecon6micas y psicográficas, en la defi­nición de los Grupos Objetivo (Target Groups). Algunos de estos grupos tienen, como vere­mos más adelante, defmiciones predominantemente demográficas. Debido a los altos costesde la promoci6n general de los productos, las empresas intentarán cada vez más, reducir estoscostes especificando al máximo posible el grupo objetivo al que se dirigen los esfuerzos delMárketing. Una buena base de informaci6n demográfica es imprescindible en el intento deperfilar mejor las características de los clientes.

La variable espacial es de primordial relevancia para la distribución de los productos.Tanto la localización de los Retail Outlets de la empresa como el análisis de la distribucióngeográfica de los clientes potenciales, son tareas directivas importantes. Con el desarrolloacelerado de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), basados en programas ya utili­zables en ordenadores personales, se abren nuevas oportunidades para la integración deinformación geodemográfica y empresarial (Journal oi the Market Research Society 1989,1). La mayoría de los sistemas aplicados en el Márketing son de origen norteamericano oinglés, y trabajan por lo tanto con datos sobre dichos países, pero habrá cada vez másaplicaciones análogas en España. Es importante indicar que los costes de estos sistemas estánbajando, haciéndose más accesibles para las PY1vffiS que no tienen tamaño suficiente parainversiones amplias en la investigación de mercados.

Uno de los lazos más importantes entre los colectivos definidos por criterios demográ­ficos y las decisiones de compra de los clientes, es el ciclo de vida del consumidor (CVC).Los siguientes apartados se centrarán en cómo la estructura de los hogares y de las familiasinfluyen en la estructura de gastos de estas unidades microeconómicas.

La estructura demográfica y el «ciclo de vida del consumidor»

El perfil de las funciones económicas de una persona cambia durante el paso de su vida.Mientras en el niño-joven o persona jubilada predomina el consumo con sus rasgos particu­lares en estas edades, el adulto cumple además funciones productivas. Pero incluso, dentrode la categoría del consumo, se encuentran cambios sistemáticos durante la vida. El conceptodel «ciclo de vida del consumidor» (CVC) intenta explicar la dinámica del comportamientode consumo durante las diferentes fases de la vida de un consumidor tipo. En sociedadesoccidentales, estas fases se reflejan en el ciclo del hogar, del que presentamos una versiónsimplificada en el Cuadro L

En el caso normal, la persona se educa en el hogar de los padres y vive en dependenciaeconómica de ellos, teniendo una libertad reducida en sus decisiones de consumo. A pesar deesto, los niños pueden influir fuertemente en las decisiones de los padres, como por ejemploen el caso de los cereales de desayuno, donde la elección de la marca recibe una influenciadecisiva por parte de los deseos del niño.

Después de acabar con la formación educativa muchos jóvenes salen del hogar de lospadres, sea por causas de trabajo o de estudios. Esta fase contiene la fundación de hogaresnuevos. Tradicionalmente el contraer matrimonio formaba el punto inicial de la creación delhogar, pero durante las décadas pasadas se ha mostrado una diversificaci6n creciente. Muchaspersonas jóvenes empiezan a vivir solos (los llamados Singles) o, si viven con otra persona,comparten el hogar sin casarse. En esta fase de los hogares jóvenes el ingreso disponible amenudo es relativamente bajo y la estructura de los gastos todavía no se orienta hacia loshijos que en~án más tarde en el hogar. Esto hace que las parejas jóvenes se gasten un

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Gráfico 1ESTRUCTURA POR SEXO y EDAD DE LOS RESIDENTES EUROPEOS EN CANARIAS

65 y más

55-64

45-54

35-44

25-34

15-24

0-14

% 20 15 10 5

Fuente: Censo (/e población de /991. ¡NE.

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Cuadro 1CICLO DE VIDA DEL CONSUMIDOR

1.Soltero(a) joven Ingresos relativos bajos, pero alto porcentaje de ingresos disponibles,gastos importantes en consumo de preferencias individuales (coche,equipos de música, deporte, etc.)

2. Pareja joven Ingresos crecientes, gastos en equipamiento (construcción del nido):vivienda, muebles, actividades de ocio.

3. Nido lleno 1 Parejas con hijos de menos de 6 años: ingresos disponibles pueden bajar,gastos fijos crecientes: seguros, productos para niños, vivienda.

4. Nido lleno II Parejas con hijos de más de 6 años: situación de ingresos se mejora,unidades mayores de alimentos, deportes de los hijos, bicicletas,instrumentos de música etc.

5. Nido lleno In Los hijos tienen entre 15 y 20 años: más gastos en bienes duraderos,compras de sustitución como coches, equipos de música, etc.

Cuadro IIALGUNOS TEMAS DE LADEMOGRAFÍA EMPRESARIAL

Grupos de Jóvenes Tercera Minorías BabyTemas edad étnicas boomers

Alimentos 2 3Vivienda 4Salud 6Ocio 7 8Transporte 10 11Valores x x x xMedios de comunicación y y y y

Renta z z z z

Fuente: adaptadode Wilkie,W.L. (1990),capítulo 15.

6. Nido vacío I

7. Nido vacío JI

8. Viudo(a)

Los hijos han salido de casa, los padres siguen trabajando, los ingresosdisponibles se incrementan, los gastos fijos bajan, se gasta más en viajes,ocio en general, regalos, productos de lujo, etc.

La pareja se ha retirado del mercado de trabajo, el ingreso baja, cambiosa viviendas menores con otra localización, sube la importancia deservicios y productos médicos

Ingresos bajos, necesidades médicas siguen subiendo, deseos deseguridad y afecto

CuadroIIIDINÁl\.1ICA DE ALGUNOS GRUPOS DELA POBLACIÓN CANARIA

Grupo Año 1991 Año 2021 VariaciónEdad Total Total en%

Edades jóvenes5-9 109.255 85.887 -21,410-14 131.088 95.197 -27,415-19 146.471 102.359 -30,120-24 142.660 103.340 -27,6

Edades avanzadas50-59 146.025 262.164 +79,560-69 109.645 187.540 +71,070-79 63.988 122.219 +91,0so y rnás 29.581 67.284 +127,5

Fuente:Instituto Canariode Estadística

394 395

porcentaje alto de su dinero en productos de consumo personal como equipos de música,deporte, etc.

La fase posterior al nacimiento de los hijos, llamada la fase del <mido», se puede sub­dividir en el «nido lleno» y el «nido vacío». Durante el periodo del nido lleno los hijos vivencon sus padres y éstos gastan un porcentaje relativamente alto de su ingreso en el equipa­miento y abastecimiento básico del hogar. A medida que crecen los hijos, se añaden los gastosen educación y en otras actividades de éstos. La compra de instrumentos de música, porejemplo, está estrechamente vinculada a la población juvenil, siendo así que la caída de lafecundidad sea un factor de importancia para dicha industria.

El rudo vacío se caracteriza por la salida de los hijos del hogar paternal. Los padres,acercándose ya a la fase de las personas mayores, trabajan todavía y disponen de unos ingresosrelativamente altos. Con la independencia económica de los hijos crece la parte del ingresodel hogar que está disponible para gastos en la mejora del equipamiento (por ejemplo bienesduraderos de menor tamaño, pero mejor calidad) o bien en gastos de tiempo libre, como viajesmás caros, etc.

Las personas mayores, por último, tienen un perfil especial de consumo. Crece la de­manda de productos y servicios particulares. Especialmente el sector de los alimentos dieté­ticos encuentra oportunidades para posicionar nuevos productos que se dirigen al deseo deprevenir enfermedades y vivir una vida sana (por ejemplo, productos con contenidos desta­cados en fibra, vitaminas, minerales).

Cada una de las fases del ciclo de vida del consumidor tiene un peso cuantitativo enrelación con los demás formas de convivencia; para el Márketing los grupos cuantitativamenteimportantes son los atractivos. La dinámica demográfica influye decisivamente en la impor­tancia 'cuantitativa de los grupos: el envejecimiento hace crecer el número de personas ma­yores que viven en hogares de reducido tamaño, y el baby-boom de los años sesenta y setentase mueve en la pirámide demográfica como un «cerdo a través del sistema digestivo de unaserpiente pitón». A estos efectos puramente cuantitativos (Accounting Effects) habría queañadir los efectos de comportamiento (Behavioral Effects). Estos nos indicarían las conse­cuencias de los sucesos demográficos en el comportamiento de las personas, como en la muydebatida y conocida cuestión de «fecundidad y participación femenina».

Por lo tanto, el ciclo de vida del consumidor es uno de los muchos «campos de batalla»de la interacción demoeconómica (Godenau, 1992). El factor demográfico participa en loscambios que modifican el perfil del CVC, pero hay otras variables como la cultura, los estilosde vida y las tendencias seculares que complican nuestro esquema simple de fases (véase,por ejemplo, la introducción que ofrece Salustiano del Campo, 1991, págs. 16-20, sobre losmodelos de matrimonio). Se ha propuesto como sustituto del CVC convencional un enfoquematricial que combina la edad de las personas con una tipología de hogares. En esta matrizlas celdas son formas socioeconómicas de convivencia y el objetivo es conocer, en analogíaa las cadenas de Markov, las probabilidades de conversión de una forma en otra, así comolas particularidades del consumo de cada una de estas celdas (Kroeber-Riel, 1990, pág.459).Desafortunadamente, las estadísticas oficiales como la Encuesta de Presupuestos Familiaresno nos permite rellenar nuestra matriz con información detallada y los paneles existentes(como el Panel del MAPA sobre el Consumo Alimentario) no cubren todas las categorías degastos ni permiten una segmentación suficiente de los hogares.

La dinámica demográfica de algunos Target Groups

El ciclo del hogar está vinculado, como hemos visto, con el consumo de sus miembros.Si la situación demográfica de un país experimenta modificaciones graves, como es el casode España, los grupos (Target Groupsi en el mercado sufrirán cambios cuantitativos en sus

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volúmenes, pero también cambios cualitativos en su comportamiento. Los grupos que vamosa tratar aquí son sólo algunos ejemplos. Otras segmentaciones más detalladas son posibles ynecesarias para la evaluación de mercados determinados. La matriz del Cuadro II combinaalgunos de los grupos objetivo de la Demografía empresarial con los aspectos de más interéspara el Márketing de las empresas, Las celdas de la matriz indican la existencia de muchoscampos de estudio en los que tendríamos que ampliar nuestros conocimientos sobre lasparticularidades de dichos grupos. Algunos nichos de mercado ya se están explotando mejor,como indican, por ejemplo, proyectos residenciales y servicios dirigidos al mercado de latercera edad.

Para incluir las perspectivas de futuro de estos grupos objetivo, hemos realizado unaproyección demográfica de la población canaria hasta el año 2021 (aplicando a la poblaciónbase del año 1991 la tabla de mortalidad y las tasas de fecundidad genésica por edades delaño 1985; población cerrada, fecundidad y mortalidad constantes en niveles de 1985). En elCuadro III se recoge la dinámica de algunos grupos de interés.

«Ieenagers» y «Baby-Boomers»

Una reducción de la natalidad no sólo implica un estrechamiento de las cohortes jóvenes,sino también induce cambios complejos en el comportamiento de tos jóvenes, que quierenninguno o menos hijos. El número reducido de hijos conlleva un comportamiento laboraldiferente, lo que se manifiesta, por ejemplo, en las tasas de actividad de las mujeres. Laactividad laboral más amplia en el mercado permite a las mujeres obtener más ingresosindependientes y la posibilidad de gastar este dinero con más libertad de elección. Las parejasjóvenes tenderán a gastarse el dinero en bienes de consumo personal como actividades duranteel tiempo libre, bienes, duraderos, etc.

Canarias experimentó en la década pasada una reducción fuerte de la natalidad, despuésde haber estado relativamente alta durante los años sesenta. Ésto tiene básicamente dosconsecuencias:

a) Las cohortes jóvenes tienen un volumen reducido, con lo que se disminuye el grupoobjetivo de los niños y adolescentes (Teenager Market). En parte tal reducción se ve com­pensada por el aumento de los gastos per cápita que realizan los padres para sus hijos. Elgrado de esta compensación dependerá del tipo de producto; mientras el margen de maniobrapara la industria alimentaria es relativamente pequeño, la búsqueda de mayores elasticidadesdemanda-renta tiene más posibilidades en otros sectores (por ejemplo en los jugueteselectrónicos).

En las Islas Canarias las cohortes jóvenes están sufriendo un crecimiento negativo. Caraal futuro es probable que esta tendencia siga vigente. Como demuestra el Cuadro III, todoslos grupos de edad entre 5 y 24 años experimentarán una dinámica negativa. Los efectos senotarán no sólo en los colegios y universidades, sino también en los gastos que realizan estosgrupos de jóvenes. El mercado de los productos dirigidos a este segmento de la población severá reducido y las empresas correspondientes tendrán que intentar subir las elasticidadesdemanda-renta de sus productos.

En sociedades de la Europa del Norte como Alemania, que habían experimentado lareducción de la fecundidad más temprano que España, ya se ven los efectos en los productosyen su diseño. Las empresas de alimentación infantil, por ejemplo, reestructuraron una partede la producción hacia alimentos para deportistas. La caída de la natalidad española tendráefectos similares en los sectores correspondientes.

b) El nivel alto de las tasas de natalidad durante los años sesenta y principios de lossetenta, produjo unas cohortes relativamente amplias, que son objeto de esfuerzos especialesdel Márketing (BabyBoomer Targeting). Con el paso del tiempo-estas cohortes amplias suben

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hacia arriba en la pirámide de población, causando efectos de ampliación temporal en lademanda. No sólo producen problemas de masificación en las escuelas y universidades, sinoal mismo tiempo demandan viviendas, coches, etc. Por lo tanto, merece la pena investigarbien el camino del consumo de este grupo objetivo. En las Islas Canarias los Baby Boomersestán llegando a la fase de la fundación de hogares propios, abriendo nuevas oportunidadespara las empresas que saben satisfacer la demanda particular de este grupo.

Mature Market: el mercado de la tercera edad

La reducción de la mortalidad también conlleva consecuencias económicas. La eleva­ción de la esperanza de vida produce un aumento del porcentaje de la población mayor.Canarias se encuentra en un proceso de envejecimiento. Como enseña el.Cuadro 111, el grupode las personas mayores en Canarias tiene cada vez más importancia; un proceso que se vaa prolongar en el futuro. El envejecimiento no sólo causa efectos macroeconómicos (comolos problemas de financiación de la Seguridad Social), sino que también proporciona unanueva oportunidad empresarial. Estando los países norteuropeos ya en una fase más adelan­tada en este proceso, podría resultar útil aprovechar el caudal de experiencia de dichos países.

Una persona mayor tiene un perfil de consumo diferente. Esto no se refiere sólo a unaumento de personas que demandan más servicios personales y medicamentos, sino en ge­neral a cambios en el consumo durante el envejecimiento. Los ancianos del futuro serán muydiferentes de las personas mayores de hoy. Tendrán más dinero y niveles educativos más altos,siendo estos factores los que van a influir marcadamente en el potencial y en la diferenciaciónde este mercado en auge. En España se celebrará, en junio de este año, la primera feria sobreproductos y servicios especialmente diseñados para los «mayores modernos» (El País, 4-4­1993).

La viviendademandada por las personas mayores, por ejemplo, difiere de la que deman­dan familias jóvenes. Esta demanda diferente se articulará en el futuro más inde­pendientemente de la familia tradicional que integraban a sus ancianos. El proyectoresidencial «50 Plus» que se ha puesto en marcha en Madrid y Barcelona, ofreciendo vi­viendas de lujo adaptadas a las necesidades de personas mayores, demuestra el futuro atractivodel MatureMarket (El País, 10-1-1993). En la industria alimentaria se abren nuevas Ifneasde productos en el sector dietético y pseudodietético. El sector de servicios personales seampliará y modificará, si las personas mayores disponen del dinero suficiente para demandarservicios especiales (tratamientos curativos, grupos de deporte, etc.).

El Márketing Étnico: la poblaciónextranjera

Si se encuentra un número significativo de población culturalmente diferente en elmercado local, merece la pena conocer su dinámica demográfica y sus costumbres de trabajoy consumo. Se sabe de los EEUU, por ejemplo, que la población hispana y negra demuestradiferencias significativas en su comportamiento de compra y en su utilización de los mediosde comunicación. Estas diferencias se pueden aprovechar, diseñando, por ejemplo, una pu­blicidad específica para estos grupos (Márketing Étnico).

Dadas las características especiales de Canarias con su población amplia y diversa deextranjeros, cabe destacar la importancia de diferencias culturales en el comportamiento delos consumidores. El Cuadro IV contiene la pirámide de la población europea residente enlas Islas. Como es sabido, gran parte de estas personas elige las islas como su residencia detercera edad. De ahí el alto grado de envejecimiento que caracteriza esta pirámide. Dichapoblación destaca por sus costumbres sociales diferentes, produciendo una demanda local

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muy específica. La exist~nci~ de penó,dicos en alemán e inglés indica la relevancia económicade,este grupo. En el ~arketmg de. alimentos. por ejemplo, la gama de productos ofertados,as}como su pres,entaclOn y pro~oclOn en ge?eral, deben utilizar al máximo posible los rasgosculturales específicos de una clientela que uene un alto poder adquisitivo.

Algunas conclusiones

Como d,emuestranlos ejemplos mencionados, existen múltiples posibilidades de utilizarla n.e~og~aña en el Mar~~tmg. Natural?Jente que las aplicaciones específicas necesitan unanálisis ,m~s detallado" utIhzando. especialmente los datos internos de la empresa sobre lascaract~stl~~s demograficas y SOCIales de su clientela. En el periodo presente de una crecienteeuropeización de los mercados nacionales y regionales, la Demografía será un elementoimportante en la segm~ntac.i6n y predicción de los mercados del futuro. Por su parte, losnuevos métodos del Márketing (como los Scanner Panels) fomentarán las conexiones posi­bles entre Márketing y Demografía.

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DINÁMICA DE HOGARES Y PROYECCIONES

ANA ISABEL FERNÁNDEZ ACEBESInstitutode Demogrcifía, Consejo Superiorde Investigaciones Científicas

Ante el interésde las administraciones públicasporrealizarpolíticasde previsiónsocial,en ternas tan importantescomo la sanidad, la educación, y más específicamentela vivienda,se vienendesarrollando modelosde proyección de poblacióny hogares,sí bien la escasez defuentes apropiadas para este, último tipo han hecho que las proyecciones de hogares seaJlI1ámbito,de estudio sin desarrollar en España. En .esta comunicación, se abordan el interés ydificultades que presentan para la planificación las.proycccíoncs de hogares y la utilizaciónde una fuente.novedosa en España, la EncuestaSociodemográfica del Instituto Nacional,deEstadística. '

Dentro de los modelosde proyección se pueden diferenciar fundamentalmente dos tipos,como dice A Kuijsten y A. Vossen Kellman, (1988): . . .

1)Los modelos estáticos, entre los que cabe destacar la tasa de jefaturade hogar (UnitedNations,1973), por ser el métodnmás utilizado dada su sencillez de aplicación. Estemétodopermite, a partir de una proyección previa de la población y de las tasas de jefatura ro lainversa del número medio de personas por hogar), calcular el número de hogares quehab¡¡ien. el periodo a que se refiere el estudio; sin embargo no nos proporciona la distribución dela población por tamaño de hogares, ni la composición de éstos.

2) Los modelos dinámicos, que a diferencia de los anteriores tienen en cuenta los espec­tos dinámicos del ciclode vidade la familia, es decir,formación, transformación.y disoluciónde los hogares. Mientras qlle en los modelos estáticos la proyección vendrá detenninadaporla estructura de la población de partida, este tipo de métodos introducen la evolución de losindividuos en el hogar, a través de los acontecimientos que se producen en el seno de éste,así como las relaciones de: interdependencia entre los distintos miembros que lo constituyen.

Entre ,los modelos dinámicos, puramente demográficos de. proyección de hogares .seencueutra el modelo LlI'RO (van hnhoff, E. y Keilman, N.W., 1991),desarrolladopara unproyecto llevado a cabo por el Netherlands Interdisciplinaír Demografisch Instituut (~I)'Por su operatividad y flexibilidad estructural es el modelo elegido en, el Instiruto de Demo­grafía para realizar las proyecciones dinámicas de hogares. El Lifestyle Projections (LIPRO)permite modelizar los procesos de formación y disolución de hogares mediante la aplicaciónde técnicas de demografía multidimensional, realizando simultáneamente unas proyeccionesde población y también de hogares, al transformar esos individuos en términos .. de hogares.Los procesos de formación y disolución. de hogares en el modelo son introducidos comotransiciones directas de un estado a otro, es decir, de una posición en el hogar a otras.

Este modelo de proyecciones no sólo proporciona infonnación sobre la evolución delnúmero de hogares de la tipología que se utiliza en el estudio, sino también.sobre el númerode individuos clasificados por su posición en el hogar. Es muy importante distinguir entreestos dos niveles de desagregación. Individuos que pertenecen al mismo tipode hogar puedenocupar diferentes posiciones dentro de éste. Así, por ejemplo, en un hogar del tipo «pareja

401

casada con hijos y otros no parientes» podríamos diferenciar tres posiciones: a) la de lospadres, b) la de los hijos, y e) la ocupada por los no parientes presentes en el hogar.

Los procesos de formación, transformación y disolución de hogares afectan a variosindividuos de manera simultánea, ya que los comportamientos de los miembros de un hogarson interdependientes, así Como las posiciones que estos miembros ocupan en el hogar tam­bién vienen dadas por relaciones de interdependencia. Se trata, por lo tanto, de un modelopuramente demográfico de proyección, que al ser dinámico describe la evolución de unapoblación de individuos a lo largo del tiempo, clasificada por una serie de características:sexo, edad y posición en el hogar. Esta evolución puede ser descrita en términos de eventos;son eventos los nacimientos, las migraciones, las defunciones, los cambios de estado civil,etc., y provocan que un individuo pase de una posición a otra. Un evento en LIPRO se expresaen términos de una tasa de exposición al riesgo de que un individuo experimente ese evento.

Para la estimación de las probabilidades de cambio de estado, van Irnhoff y Keilmanpartieron del supuesto de que una transición puede ser identificada como un evento, es decir,asume que cada individuo experimenta como máximo un evento durante el periodo deobservación, lo que implica que dicho periodo no sea muy largo. La posibilidad de que tengalugar un evento depende, por un lado, del número de individuos que ocupa una cierta posicióndurante un intervalo de tiempo concreto, y por otro, de la probabilidad de que un individuoexperimente algún evento. Por tanto, el primer paso será determinar las probabilidades detransición. Si para cada sujeto de la muestra conocemos su posición en el hogar en un puntoanterior en el tiempo, entonces su probabilidad de transición podrá ser calculada a través deuna simple tabla cruzada con la edad, sexo y su actual posición en el hogar.

Es fácil observar que el principal problema que se le plantea al investigador al trabajarcon un modelo dinámico de proyección de hogares es el granbagaje de datos necesarios paraalimentar el modelo, que aumenta con la complejidad de éste. Resulta indispensable realizarun estudio preliminar para elaborar los parámetros de la proyección y adecuarlos a la posi­bilidad de encontrar los datos que necesitará el modelo. En las proyecciones que se estánllevando a cabo en el Instituto de Demografía para la Comunidad de Madrid, una de lasprincipales fuentes de información será la Encuesta Sociodemográfica (ES) del InstitutoNacional de Estadística (INE), que dado su carácter longitudinal permite obtener los datosnecesarios sobre dinámica de hogares.

La desagregación de los datos sobre individuos clasificados según las posiciones en elhogar será proporcional al número de posibles transiciones de una posición a otra; por con­siguiente, una mayor desagregación de las posiciones conllevará un incremento considerablede los datos necesarios.

La flexibilidad anteriormente señalada del LIPRü permite proyectar el modelo segúndistintos tipos de hogar, por lo que éstos pueden ser agrupados en categorías más agregadas,de modo que la tipología elegida se adapte a nuestra disponibilidad de datos. Teniendo encuenta todo ello, se detallan a continuación las diferentes posiciones que se incorporarán comoparámetros del modelo (Zamora López, F. y Serrano Secanella, P., 1992). Posiciones en elhogar:

1) SOLO: Individuo solo en el hogar.2) HMAT: Hijo viviendo con sus padres en el hogar.3) HIPA: Hijo en familia monoparentaI.4) MATO: Casado-cohabitante y viviendo con la pareja, sin hijos.5) MAT+: Casado-cohabitante y viviendo con la pareja, con uno o más hijos no empare-

jados.6) PIPA: Padre-madre con hijo-s (familia monoparental).7) OTRO: Otras posiciones.Estas siete posiciones definen cinco tipos diferentes de hogar:A) UNIP: Hogar unipersonal.

402

B) PARO: Pareja casada o cohabitando, sin hijos.C) PAR+: Pareja casada o cohabitando, con uno o más hijos no emparejados.D) MONO: Familia monoparentaL .E) DIFE: Otros (hogares extensos, compuestos, etc.).La proyección de los hogares se ejecuta en términos de individuos; la transformación

correspondiente en términos de hogares sería como sigue:1) El número de hogares de tipo UNIP es igual al número de individuos en la posicin

SOLO.

II) El número de hogares de tipo PARO es igual a la mitad de individuos en la posicinMATO.

Ill) El número de hogares de tipo PAR+ es igual a la mitad de individuos en la posiciónMAT+.

IV) El número de hogares de tipo MONO es igual al número de individuos en la posiciónPIPA.

V) El número de hogares de tipo DlFE es igual al número de individuos en la posiciónOTRO, ~i;idido por el número medio de personas en hogares DIFE al final del periodo deobservación; se asume que el tamaño medio de los hogares DlFE es el mismo durante elperiodo de la proyección.

De esta clasificación resulta una matriz de eventos (Gráfico 1), de la se deducen 32posibles transiciones. Hay que señalar que una de las hipótesis de LIPRO hace que sólo setome en cuenta un acontecimiento que hace pasar de un estado a otro. En la realidad esevident~ Cl;ue el paso por diferentes posiciones es posible, más si se considera que unosacontecírmentospueden llevar otros concatenados; sin embargo, defmiremos un espacio parael estudio que sea lo suficientemente largo como para que en la muestra de la EncuestaSociodem~gráfica se produzca un número representativo de eventos, así corno para que no~ demasiado l~g? como ~~a recoger demasiados acontecimientos seguidos, lo que produ­cma pasos por distintas pOSICIOnes, cuando el modelo sólo admite un cambio de estado. Porestas r~ones parece aconsejable el periodo teórico de observación de un año, que ademásoperatJ.vamente asegura una homogeneidad con la dimensión de los saltos de la proyección,año por año, y la edad de los individuos por edades simples.

Por tanto, para la proyección dinámica de hogares es necesario: a) la población que viveen hogares priva~~~COn su constitución interna, en dos momentos del tiempo, clasificada poredad, sexo y posIclon que ocupa en el hogar; y 2) las probabilidades de cambio de estado del~s,hogares.' elaboradas a partir de los eventos experimentados por los individuos que produ­erran cambios de estado en sus posiciones en el hogar en el transcurso de un tiempo t definidoen este caso como un año.

A la espera de una encuesta específica para alimentar modelos dinámicos de proyecciónde hogares, la Encuesta Sociodemográfica del Instituto Nacional de Estadística será la fuentede información básica a utilizar en la obtención de datos que alimenten el modelo deproyecciones (LlPRO). La Encuesta se desarrolla en los siguíentes ámbitos:

1) .EI ámbi~o .poblacion~ .de la Encuesta es la población de derecho de 10 años y másque reside en VIViendas familiares y alojamientos fijos, que tiene fijada su residencia enEspaña, abarcando tanto a las personas presentes en su lugar de residencia habitual como alos ausentes.

2) El ámbito geográfico de la Encuesta Sociodemográfica es todo el territorio nacionalcon la suficiente significación por comunidades autónomas como para permitir un análisispor ámbitos geográficos.

. .,3) La~S ~n su ~bit~ temporal posee un carácter retrospectivo, lo que proporciona unaVISlOn longitudinal y biográfica del sujeto entrevistado, desde su nacimiento hasta el momentode la entrevista. De esta manera obtenemos la historia de vida del sujeto entrevistado y lainformación sobre los demás miembros del hogar en relación con él. Esta información permite

403

w;\

II

Ii

.·1

de:

1.501.02.HMAT3. HIPA4. MATO5.MAT+6. PiPA7. OTRO

Nacimiento porposición de lamadre antes delnacimiento:1.501.02.HMAT3. HIPA4. MATO5.MAT+6. PIPA7. OTRO

Inmigración

x Evento imposible. Evento posible

404

Posición del niño después del nacimiento

x x x x x x x xx x x x x x x xx x x x x x x xx x x x x x x x

x x x x x x x xx x x x x x x xx x x x x x x x

x x

el análisis de las estructuras de parentesco y relaciones de convivencia de los individuos quecomponen el hogar, así como la formación, transformación y disolución de los hogares,interrelacionados con los cambios de vivienda y de residencia sufridos por los individuos alo largo de su vida.

Los miembros del hogar están definidos por su relación de parentesco o convivenciacon la persona de referencia; es importante tener en cuenta que las entrevistas fueron reali­zadas a un miembro del hogar elegido aleatoriamente, que en adelante llamaremos sujeto dela entrevista, y que por tanto coincidirá o no con la persona de referencia del hogar.

La Encuesta Sociodemográfica informa de manera directa sobre la composición de loshogares en el momento de referencia de la entrevista (septiembre-noviembre de 1991), y seidentifican a los sujetos con las posiciones seleccionadas previamente que permiten la agru­pación en los distintos hogares de la tipología. Así, un sujeto que ocupe la posición HMAT(chijo viviendo con sus padres en el hogar») implica que su relación de parentesco con lapersona de referencia es la de hijo, y que además necesariamente está presente en el hogarel cónyuge o pareja de la persona de referencia. Es importante la distinción entre persona dereferencia y sujeto de la entrevista, ya que si este mismo individuo del ejemplo fuese personade referencia, su posición en el hogar sería OTRO y el tipo de hogar DlFE; por tanto, vemosque la estructura sería completamente distinta.

La EncuestaSociodemogréifica carece de idéntica información en momentos anterioresen el tiempo, por lo que es necesario reconstruir la estructura del hogar al que pertenece elsujeto un año antes. El procedimiento a seguir consiste en identificar todos los acontecimien­tos que han podido intervenir en el curso del año 1991, como por ejemplo el nacimiento deun hijo, el fin de convivencia con algúnmiembro del hogar, etc. De esta manera podríamosreconstruir la estructura del hogar donde estaba el sujeto un año antes. Esen este pa<¡o dondesurgen las dificultades, ya que el grado de exhaustividad necesario en la informaciónreferentea todos los miembros del hogar no se adecua a la ofrecida por la Encuesta Sociodemográfica.Una vez reconstruido el hogar un año antes, al igual que en 1991, se identifican las posicionesdel sujeto al principio del periodo de observación. Se está entonces en disposiciónde calcularlas distintas probabilidades de cambios de posición, de transiciones relacionadas con loseventos que han causado dichos cambios.

El principal problema en el momento de la reconstrucción del hogar es la imposibilidadde recoger los eventos que han vivido todos los miembros, ya que la ES en la categoría deparientes sólo proporciona información sobre padres, hermanos, cónyuges o parejas, e hijos.Respecto a la categoría de «no parientes» no existe información que permita realizar unseguimiento de estos miembros en la dinámica de hogares, aunque conocemos su existencia,tanto de unos como de otros, en el momento de la Encuesta y su relación de parentesco oconvivencia con respecto al sujeto de la entrevista.

La limitación en la información sobre estas categorías plantea un problema añadido, yaque en la vía de tratamiento indirecto expuesto anteriormente, podría producirse una potencialcontaminación en las posiciones del hogar de 1990. A este respecto, el principal riesgo resideen que parte de los individuos, que según la tipología deberían situarse en la posición OTRO,podrían dispersarse en el resto de posiciones como consecuencia de que la Encuesta nopermite detectar si existen miembros en el hogar de las categorías «otros parientes» y «noparientes» en 1990.

Se va a intentar ilustrar el seguimiento de acontecimientos por el que se obtienen lasposiciones en el hogar en dos momentos del tiempo a través de la ES con un ejemplo; y apartir del mismo se intentarán explicar los problemas con las categorías ya referidas. Transi­ción de HiPA a HMAT.

1) En el momento de la Encuestaidentificamos que el hogar está compuesto por un hijo,que es el sujeto de la entrevista, y su madre,que es la persona de referencia; la posición delhijo es H1PA, y el hogar es de tipo MONO, según nuestra tipología.

405

2) Controlamos de manera sistemática qué acontecimientos se han producido en elperiodo de un año sobre estos individuos. En el capítulo padres encontraremos: a) que elsujeto de la entrevista comenzó a vivir con sus padres desde el nacimiento; b) que continúaconviviendo con su madre en la actualidad; c) que finalizó la convivencia con el padre en1991; y c) que los padres se separaron legalmente o de hecho.

3) Identificamos la posición del mismo individuo en el hogar en 1990, comprobamosque su posición es HMAT, «hijo viviendo con sus padres en el hogar», y que el tipo de hogares PAR+, «pareja casada o cohabitando, con uno o más hijos».

Surge aquí la duda; no estamos en medida de asegurar que la realidad del hogar en 1990era ésta. Existe la posibilidad de que en el primer punto del tiempo cohabitase con ellos unabuelo del sujeto que hubiese abandonado el hogar familiar al mismo tiempo que el padre.Este es un evento que con la ES no podríamos recoger, dado que el abuelo pertenecería a lacategoría «otros parientes» y no disponemos de información sobre ellos. En este caso latransición es de omo a HIPA.

Se hace necesario asumir que estamos ante modelos de simulación, que aún en el gradode desarrollo y operatividad alcanzado, es difícil que den cuenta de la amplia casuística querigen los hogares en la realidad. A pesar de estas controversias, los modelos dinámicos ofrecenunas posibilidades de acercamiento para conocer las estructuras y cambios en los hogares,que sin duda serán de gran utilidad para la planificación y previsión de las necesidades queesta población va a demandar, como son creación de viviendas, colegios, hospitales, centrosgeriátricos, etc. En este sentido, su ventaja en el detalle de resultados frente a los modelosestáticos hace interesante para la Demografía esta nueva vía de estudio. Dado que en estetrabajo se está utilizando la EncuestaSociodemográjica del INE como fuente de informaciónpara un uso muy concreto, alimentar el programa informático LIPRO. No se está haciendomención más que a unos determinados epígrafes de la Encuesta,que son los que sirven paraobservar los ciclos de vida de los hogares. Sin embargo, elabora y proporciona al investigadormucha más información (a la que no se ha hecho referencia), y que es de gran utilidad si sequiere perfilar sobre los comportamientos de los individuos en estas dinámicas en relación asu nivel de estudios, a su biografía de actividad, etc. Es seguro, por tanto, que la ES dará lugara muchos e interesantes trabajos de investigación.

Sin embargo, y en el afán de dar con una fuente de datos específica para proyectos deeste tipo, se trata de apuntar unas sugerencias en esta vía, que faciliten el trabajo del investiga­dor interesado en proyección de dinámicas de hogares y que por otro lado proporcionen unamayor consistencia a los resultados al no tener que recurrir a tratamientos indirectos de losdatos de partida, que siempre pueden ocasionar algunas distorsiones, como ya se apuntabacon anterioridad.

Algunas sugerencias o propuestas

1) En orden a identificar con precisión la estructura del hogar en varios momentos deltiempo, la encuesta debería contener una pregunta que relacionara a todas las personas quetienen su residencia habitual en la vivienda con la persona de referencia del hogar, bien porlazos de parentesco o de convivencia, en tres momentos del tiempo:

t en el momento de la entrevista,t-I un año antes, yt-5 cinco años antes.

En base a estos referentes se hallarían las probabilidades de paso de los individuos deuna posición en el hogar a otra, así como las tendencias inmanentes en estos cambios.

406

2) Una mayor exhaustividad en la desagregación de la categoría «otros parientes», quepermita desarrollar una tipología amplia de hogares con más de un núcleo o con otras personasasociadas al núcleo principal. Aunque en España pueda considerarse que no son importantescuantitativamente estos tipos de hogares, sí 10.son cualitativamente, ya que pueden ser unindicio de demandas no satisfechas, como por ejemplo hijos que constituyen su propio núcleofamiliar sin emanciparse por falta de vivienda, o abuelos que llegan al hogar de sus hijos antela carencia de otras posibilidades en centros especialmente diseñados para personas de suedad.

3) En el caso de desarrollarse la encuesta para un ámbito tenitorial de comunidadautónoma, como es la Comunidad de Madrid en el estudio del Instituto de Demograña; seríadeseable perseguir una representatividad de los datos por ámbitos espaciales más desagrega­dos, por ejemplo, Municipio de Madrid, Corona Metropolitana y Municipios no Metropoli­tanos.

Bibliografía

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KEILMAN. N .• KUUSTEN. A. y VOSSEN. A. (1988) Modelling Househoíd Formation and Díssolution,Clarendon Press, Oxford.

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ZAMORA LóPEZ, F. y SERRANO SECANELLA, P. (1992) Proyecciones de población y de hogares de laComunidad de Madrid.1991-200S, Informe 1: Modelos de proyecciones de hogares: revisión críticaynecesidades de información, CSIC, Instituto de Demografía.

407

CICLO DE VIDA DE LA FAMILIA, VIVIENDA y MIGRACIONES

FRANCISCO ZAMORA LóPEZInstituto de Demografía, Consejo Superior de Investigaciones Científicas

La planificación urbana o territorial utiliza casi siempre datos de población; a veces losusa y otras no; son entonces un mero instrumento decorativo,un primercapítulo destinado adar valorcientíficoa las decisioneso recomendacionesque sigueny que son las que realmenteimportan.

La intención de esta comunicación no es la de profundizar en el interés que presentanpara la planificación no sólo los simples datos, sino también el análisis y las conclusionespertinentes que permite la Demografía. Su propósito se limita a desarrollar una línea deinvestigaciónque parece prometedoracara a una integraciónefectiva delanálisisdemográficoen el marco de la planificación territorial. Se trata de estudiar las relaciones que se establecenentre el ciclo de vida de la familia, la vivienda y las migraciones, y de este modo disponerde un instrumento útil para el planificador.

Algunos autores han puesto de relieve una estrecha relación entre el ciclo de vida de lafamilia y determinados procesos tenitoriales y demográficos. Así por ejemplo, Rossi (1955)relaciona determinados momentos importantes para la familia con las migraciones; Young yWillmott (1983) aprecian que en el caso, generalizable a otras unidades geográficas, de unbarrio londinense, la llegada de los hijos a la edad del matrimonio, y por extensión de laemancipación, supone su salida del barrio, o sea, una emigración. Así pues, además de lapérdida de población asociada a la salida, la estructura por edad del barrio de origen setransforma, lo que supone, en un plazo de tiempo relativamente breve, un intenso proceso deenvejecimiento de la población que se ha mantenido en el mismo lugar. Lo mismo averiguanLe Bras y Chesnais (1976), realizando un modelo de simulación aplicado al caso de les «villesnouvelles» en Francia, así como nosotros mismos en una simulación que permite poner derelieve cómo, en áreas geográficas con determinadas características de partida, después de unaumento de la población, ésta disminuye de manera más rápida que el número de hogares(Zamora López, F., 1992). Por otra parte, Vinuesa resalta las características de las estructuraspor sexo y edad de municipios de la Comunidad de Madrid en función del momento en queconocieron las migraciones, así como el porvenir a medio plazo de estas mismas estructuras(Vinuesa, J., 1991).

Así pues, en primer lugar, la estructura de una población se modifica como consecuenciade las migraciones y, más particularmente, de las características de éstas, y determina, dealguna manera, sus propias características y estructura futuras. En segundo lugar, determina­dos acontecimientos que se inscriben en una lógica de ciclo de vida de la familia, generanmovimientos migratorios que pueden relacionarse con el tema de la vivienda, si se entiendepor ello que la emancipación de los hijos, el crecimiento o la disminución del tamaño familiar,van a suponer una demanda de vivienda satisfecha o no en el mismo lugar de residencia. Sepuede ir más lejos y afirmar que existe una relación entre el momento y la intensidad de lainmigración, el ciclo de vida de las familias y un ciclo de desarrollo de la ciudad.

409

El concepto de ciclo de vida de la familia, a pesar de las múltiples críticas recibidas(Trosr, L, 1977), es sin embargo útil para identificar, situar en el tiempo y entender una seriede cambios importantes que afectan a la mayoría de las familias. Por otra parte, al tomar encuenta únicamente unos determinados acontecimientos y no otros, se limita el alcance delconcepto de ciclo de vida o, por lo menos, se reduce la complejidad del proceso de forma­ción-transformación-destrucción de hogares, desvirtuándolo de alguna manera.

Básicamente, el ciclo de vida de la familia puede desagregarse de la manera siguiente,junto con los acontecimientos correspondientes: 1)Iniciode!ciclode vidade lafamilia:desdeel matrimonio, o más genéricamente, emparejamiento de dos individuos, hasta el nacimientodel primer hijo. 2) Expansión de la familia: desde el nacimiento del primer hijo hasta el delúltimo. 3) Mantenimiento de la familia: desde el nacimiento del ultimo hijo hasta la primerasalida de un hijo. 4) Contracción de la familia: desde la salida del primer hijo hasta la delúltimo. 5) Fase de nido vado: desde la salida del último hijo hasta el fallecimiento de unode los dos miembros de la pareja. 6) Extinciónde lajamilía: desde el fallecimiento del primermiembro de la pareja hasta el del segundo.

Como bien se ve, esto puede constituir un desarrollo teórico del ciclo de vida, no tantode la familia como del hogar limitado al núcleo familiar, con una serie reducida de aconte­cimientos considerados. Ahora bien, también podrían considerarse otros acontecimientos nocontemplados aquí que aumentarían la complejidad del proceso al acercarse en mayor medidaa la realidad.

En primer lugar, no se toman en cuenta las desuniones, ya sea por divorcio o separación,que generan situaciones muy diversas: madre sola o padre solo con todos los hijos, cada unode los miembros de la pareja con algún hijo, alguno o los dos miembros de la pareja se vuelvea emparejar, etc. Se plantea entonces una dificultad, la de elegir cuál es la prolongaciónlegítima o representativa de la familia de origen, que se ha dividido en múltiples partes.

En segundo lugar, no se considera la posibilidad de retomo de algún hijo-a que hayasalido anteriormente del hogar, ni tampoco el que retome con su propio hijo o pareja alhogar-base. Como prolongación de ésto, no se admiten llegadas de no-miembros del hogaroriginal a éste, ya sean parientes o no.

La principal consecuencia de la no-consideración de estos acontecimientos es una sim­plificación del ciclo de vida del hogar, la introducción de un sesgo que no permite abarcarun proceso en toda su realidad y diversidad, aunque sí una gran parte.

Partiendo de estas observaciones preliminares, en una primera parte se analizan lasconsecuencias de cada acontecimiento propio del desarrollo del ciclo de vida sobre las mi­graciones y la vivienda y, en una segunda parte, se examinan los efectos de modificacionesde factores demográficos sobre el ciclo de vida del hogar y a su vez sobre las migraciones yla vivienda.

Al acontecimiento detonante, el emparejamiento de hecho o de derecho, limitado al casode dos personas de sexo opuesto, corresponde una vivienda independiente, creándose así unaunidad hogar-vivienda. El matrimonio es el principal, aunque no el único, factor de creaciónde nuevos hogares; por ello, y como genera una demanda de vivienda, «el casado casaquiere», es preciso analizar y realizar una previsión de la nupcialidad a corto-medio plazoque tenga en cuenta el hecho de que la oferta de vivienda es un factor clave para determinarla intensidad de la nupcialidad, así como la radicación de los nuevos matrimonios.

Efectivamente, en 10 que concierne a la intensidad matrimonial, un fuerte desequilibrioentre oferta y demanda de vivienda, o entre precio de la vivienda y recursos económicos dela pareja, puede incidir sobre la nupcialidad en el sentido de un retraso en la edad de entradaal matrimonio. En cuanto al lugar de residencia de la nueva pareja, no cabe duda que losgustos y preferencias de éstos son un elemento a tener en cuenta (Frey, W.H., 1988); sinembargo, una vez más, la oferta de vivienda y su asequibilidad en términos económicos sondeterminantes para «elegir» su nuevo lugar de residencia (Checa Moráo, N., Valcárcel, R.E.

410

Cuadro]TASAS DE EsCOLARIZACIÓN EN LA POBLACIÓN UNIVERSITARIA ONUBENSE (1986-]992)

Año Alumnos universitarios Población por edad

A B e D E F 19-22 19-24

1986 2.198 649 2.847 4.172 505 4.677 29.839 43.4351987 2.002 855 2.857 4.187 520 4.707 30.508 44.6741988 1.997 1.194 3.191 4.676 711 5.387 30.834 45.5371989 2.204 1.250 3.454 4.811 667 5.478 31.052 45.8731990 2.552 1.523 4.075 5.410 650 6.060 31.101 46.1921991 3.001 1.705 4.706 6.029 603 6.632 30.961 46.6211992 3.614 2.057 5.671 7.029 531 7.560 31.064 46.764

Año Tasasen %

TA TE Te TD TE TF

1986 7,37 1,49 6,55 9,61 1,16 10,771987 6,56 1,91 6,40 9,37 1,16 10,541988 6,48 2,62 7,01 10,27 1,56 11,831989 7,10 2,72 7,53 10,49 1,45 11,941990 8,21 3,30 8,82 11,71 1,41 13,111991 9,69 3,66 10,09 12,92 1,29 14,191992 11,63 4,40 12,12 15,02 1,14 16,16

A= Alumnos universitariosde grado medio(3 años)en losCentros UniversitariosdeHuelva(Universidadde Sevilla).B =: Alumnos universitarios de grado superior (5 años) en los Centros Universitarios de Huelva(Universidad de Sevilla).Hasta 1985-1986 la Licenciatura de Geológicas y hasta 1989-1990 las de Empresariales, Geografía eHistoria yDerecho no tienenlos 5 cursoscompletos, s610 los tres del primer ciclo.e =: Totalde alumnos en los Centros Universitariosde Huelva (Universidad de Sevilla).D:::: Alumnos condomiciliofamiliaren la provincia de Huelva,estudiando tantoen la provincia deHuelva como fuera de ella (menos la UNED). Proyección hipotética.E <Alumnos del Centro Asociadode la-UniversidadNacionalde Educación a Distanciaen Huelva.F:::: Totalde alumnosuniversitarios con domicilio familiaren Huelva.TA.TasadeArespectoa lapoblación de 19-22años;TD.Tasade Drespecto a lapoblación de 19-24años.TE. TasadeB respectoa lapoblación de 19-24años;TE.Tasade E respecto a lapoblación de 19-24años.Te. Tasadee respectoa la población de 19-24años; lF. Tasade Frespectoala población de 19-24años.Fuente: Centros de la Universidad de Sevillaen Huelva.PadrónMunicipalde Habitantesde 1986.

411

r1IIr;I

I1

I"

I~

Cuadro IIPROYECCIÓN DEPOBLACIÓN DE 19-24 AÑos EN LA PROVINCIA DE HUELVA PARA EL

PERIODO 1993-2000

Año 19-22años 19-24años Año 19-22años 19-24años

1993 31.257 46.627 1997 32.298 47.9561994 31.593 46.956 1998 32.220 48.1121995 31.911 47.487 1999 31.633 47.8621996 32.260 47.938 2000 30.810 47.155

Fuente: Padrón Municipal de Habitantes de 1986,INE.MoviñlientoNatural de laPoblación. Últimosaños. INE.

Cuadro111TASAS UNNERSITARIAS EN LA POBLACIÓN ONUBENSE DE 19A24 AÑOS

PROYECCIÓN FuNCIÓN PARABÓLICA PARA 1993-2000

Población poredad Tasas

Año 19-22 años 19-24años TA TB TC ID TE TF

1993 31.257 46.627 14,33 4,83 14,31 17,06 0,86 17,921994 31.593 46.956 17,49 5.38 16,92 19,58 0,52 20,101995 31.911 47.487 21,18 5,95 19,91 22,46 0,10 22,561996 32.260 47.938 25,41 6,53 23,27 25,71 25,311997 32.298 47.956 30,18 7,14 27,00 29,32 28,351998 32.220 48.112 35,48 7,76 3J.lI 33.29 31,671999 31.633 47.862 41,31 8,41 35.60 37,62 35,282000 30.810 47.155 47,69 9,07 40,46 42,32 39,17

TA.'Iasade Arespectoalapoblaciónde 19-22años; TD.Tasade D respecto a la poblaciónde 19-24años.TE. Tasade B respectoa lapoblaciónde 19-24 años;TE.Tasade E respectoa lapoblaciónde 19-24 a~os.

Te. Tasade Crespecto alapoblación de 19-24años; TE Tasade Frespectoala población de 19-24aNos.

412

Cuadro IVEsTUDIANTESUNIVERSITARIOS ONUBENSES

PROYECCIÓN FuNCIÓN PARABÓLICA PARA 1993-2000

Estudiantes universitarios

Año A B C D E F1993 4.479 2.252 6.731 7.955 401 8.3561994 5.526 2.526 8.052 9.194 244 9.4381995 6.759 2.825 9.584 10.666 47 10.7131996 8.197 3.131 11.328 12.325 12.3251997 9.748 3.424 13.172 14.061 13.5961998 11.432 3.733 15.165 16.016 15.2371999 13.068 4.025 17.093 18.006 16.8862000 14.693 4.277 18.970 19.956 18.471

A= Alumnosuniversitarios degradomedio (3años)enlosCentros Universitarios deHuelva(Universidadde Sevilla)B = Alumnos universitarios de grado superior (5 años) en los Centros Universitarios de Huelva(Universidad deSevilla).C = Total de alumnos (A+B)en los Centros Universitarios deHuelva(Universidad de Sevilla).D = Alumnoscondomiciliofamiliar enlaprovinciadeHuelva, estudiando tanto enlaprovinciade Huelvacomofuera deella.E= AlumnosdelCentro Asociadode laUniversidad Nacional de Educación a DistmciaenHuelva.F = Total de alumnos universitarios condomiciliofamiliar en Huelva.

CuadroVTASAS UNIVERSITARIAS EN LA POBLACIÓN ONUBENSEDE 19 A 24 AÑos

PROYECCIÓN RECTA DE REGRESIÓN PARA 1993-2000

Edadde lapoblación Tasasen %

Año 19-22años 19-24años TA TE TC TD TE TF

1993 31.257 46.627 11.12 4,72 12,06 14,88 1,3171 16,201994 31.593 46.956 11,86 5,18 12,99 15,76 1,3189 17,091995 31.911 47.487 12,60 5,64 13,91 16,65 1,3207 17,971996 32.260 47.938 13,34 6,10 14,84 17,53 1,3225 18,861997 32.298 47.956 14,08 6,56 15,76 18,42 1,3243 19,751998 32.220 48.112 14,82 7,02 16,69 19,30 1,3261 20,631999 31.633 47.862 15,57 7.48 17,61 20,19 1,3279 21,522000 30.810 47.155 16,31 7,94 18,54 21,07 1,3296 22.41

TA.Tasade Arespectoalapoblación de 19-22años; TD.Tasa deD respecto alapoblación de 19-24años;TE. TasadeB respecto alapoblación de 19-24años; TE.TasadeE respecto a lapoblaci6n de 19-24años;Te. Tasa dee respecto alapoblaci6n de 19-24años; 11'.TAsadeFrespecto alapoblación de 19-24años.

413

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il

Cuadro VIESTUDIANTES UNIVERSITARIOS ONUBENSES

PROYECCIÓN RECTA DE REGRESIÓN PARA 1993-2000

Estudiantes universitarios

:¡: Año A B C D E Fr 1993 3.476 2.201 5.677 6.938 614 7.552

1994 3.747 2.432 6.179 7.400 619 8.0201995 4.021 2.678 6.699 7.907 627 8.5341996 4.304 2.924 7.228 8.404 634 9.0381997 4.548 3.146 7.694 8.833 635 9.4691998 4.775 3.377 8.152 9.286 638 9.9241999 4.925 3.580 8.505 9.663 636 10.2992000 5.025 3.744 8.769 9.936 627 10.563

A= Alumnos universitarios degrado medio(3años)en losCentros Universitarios deHuelva(Universidadde Sevilla)B ::::: Alumnos universitarios de grado superior (5 años) en los Centros Universitarios de Huelva(Universidad de Sevilla).e::::: Total dealumnos (A+B)enlosCentros Universitarios deHuelva(Universidad de Sevilla).D::::: Alumnos condomicilio familiar en laprovincia deHuelva estudiando tanto enlaprovincia deHuelvacomofuera deella.E::::: Alumnos delCentro Asociado delaUniversidad Nacional deEducación aDistancia en Huelva.F:::: Total de almnnosuniversitarios condomicilio familiar enHuelva.

Cuadro VIlTASAS UNIVERSITARIAS EN LAPOBLACIÓN ONUBENSE DE 19 A24 AÑos

PROYECCIÓN FuNCIÓN EXPONENCIAL PARA 1993-2000

Población segúnedad Tasasen %

Año 19-22años 19-24años TA TB TC TD TE TE TF

1993 31.257 46.627 12,55 5,27 13,43 16,18 1,14 1,05 17,291994 31.593 46.956 13,54 6,31 14,88 17,43 1,13 0,97 18,501995 31.911 47.487 14,61 7,56 16,49 18,78 1,13 0,90 19,791996 32.260 47.938 15,76 9,06 18,27 20,23 1,13 0,83 21,181997 32.298 47.956 17,01 10,85 20,24 21,79 1,12 0,77 22,661998 32.220 48.112 18,35 12,99 22,43 23,48 1,12 0,71 24,251999 31.633 47.862 19,80 15,56 24,85 25,29 1,12 0,66 25,942000 30.810 47.155 21,37 18,64 27,53 27,24 1,11 0,61 27,76

TA.Tasade Arespecto a lapoblación de 19-22años; TD.TasadeDrespectoa la población de I9-24años.1'8. Tasade B respectoala población de 19-24años; TE.Tasade Brespectc ala población de 19-24años;Te. Tasa deC respecto ala población de 19~24 años; 1F.Tasa deErespecro a lapoblación de 19~24 años.

414

CuadroV11IESTUDIANTES UNIVERSITARIOS oNUBENSES

PROYECCIÓN FuNCIÓN EXPONENCIAL PARA 1993-2000

Estudiantes universitarios

Año A B C D E E F

1993 3.923 2.457 6.380 7.544 532 490 8.0621994 4.278 2.963 7.241 8.184 531 455 8.6871995 4.662 3.590 8.252 8.918 537 427 9.3981996 5.084 4.343 9.427 9.698 542 398 10.1531997 5.494 5.203 10.697 10.450 537 369 10.8671998 5.912 6.250 12.162 11.297 539 342 11.6671999 6.263 7.447 13.711 12.104 536 316 12.4152000 6.584 8.790 15.374 12.845 523 288 \3.090

A:::: Alumnos universitarios degrado medio(3 años)enlosCentros Universitarios deHuelva(UniversidaddeSevilla)B :::: Alumnos universitarios de grado superior (5 años) en los Centros Universitarios de Huelva(Universidad deSevilla).C e Totalde alumnos (A+B)enlos Centros Universitarios deHuelva (Universidad deSevilla).D:::: Alumnos condomicilio familiar en laprovinciadeHuelva,estudiando tanto enlaprovincia deHuelvacomofuera deella.E:::: Alumnos delCentro Ascciado de laUniversidad Nacional deEducación a DistanciaenHuelva.F:::: Total de alumnos universitarios condomiciliofamiliar enHuelva.

415

y Martín García, J.1., 1986). Se aprecia cómo se genera un flujo migratorio entre la zona deresidencia anterior de la nueva pareja y la actual, cuya dirección, origen-destino, e intensidadpodrían ser determinadas calculando matrimonios potenciales y oferta de vivienda por zonas:aparecería entonces un mapa con las posibles zonas de salida y de negada, que se podríanafinar al disponer de datos suplementarios sobre nivel de renta de las jóvenes parejas y preciode la vivienda, por ejemplo.

Así resumido, el método parece relativamente sencillo; sin embargo, se debe tener encuenta el hecho de que se trata de fenómenos muy interrelacionados y que cualquier modi­ficación de alguno de los parámetros puede hacerle reaccionar a su vez. Por ejemplo, si serealiza una previsión de matrimonios basada sobre su evolución anterior, ésta supone demanera implícita que la oferta de vivienda no se ha modificado sustancialmente, dando porestablecida una estrecha relación entre matrimonios y vivienda. Si por otro lado, e inde­pendientemente, de la previsión anterior, se dispone de una previsión, o idea en muchos casos,de oferta de vivienda que supone una oferta inferior a la demanda, esto significaría que eldesajuste limitaría el acceso a la vivienda a un segmento de los nuevos matrimonios, o sea,los retrasaría o impediría. La consecuencia de esto sería la revisión de la previsión anteriorde matrimonios para tener en cuenta la previsión de oferta de vivienda y la diferencia entrelas dos previsiones de matrimonios, la demanda potencial frustrada. La segunda consecuenciasería entonces la modificación de las migraciones deducidas, a la baja en este caso.

La segunda fase del ciclo de vida familiar, la del nacimiento de los hijos, se caracterizapor el incremento del tamaño del hogar, que pasa de 2 individuos a 2+n, siendo n igual alnúmero máximo de hijos vivos presentes al mismo tiempo en el hogar. Este incremento puedetraducirse por una demanda de vivienda de características distintas a la de la primera fase delciclo, en el sentido de aumentar su tamaño para adecuarse al del hogar. La necesidad devivienda es menos urgente que en la fase anterior, dado que ya se dispone de una vivienda,lo que puede llevar a un cierto grado de hacinamiento, pero es de suponer que el niveleconómico de la pareja es mayor que al principio del ciclo de vida o, por lo menos, puedemejorar con el tiempo, lo que significa que la capacidad de espera es también mayor. A estafase del ciclo de vida correspondería una demanda de vivienda de mayor tamaño que en laprimera fase, demanda que podría ser más dilatada en el tiempo que la anterior y, por consi­guiente, los flujos migratorios asociados serían de menor intensidad y obedecerían más apreferencias del hogar consumidor que a una más estricta necesidad básica asociada a laprimera fase.

La tercera fase se caracteriza por el hecho de constituir la de mayor tamaño del hogar,con 2+n individuos. Esta fase no debería generar una demanda de vivienda tan importantecomo las anteriores, pero pueden producirse ajustes diferidos de la fase anterior.

A la cuarta fase del ciclo de vida del hogar, contracción de su tamaño que regresa al delinicio, de 2+n a 2, coinciden las salidas de los hijos, o sea, su emancipación. En principio,toda salida del hogar supone la llegada a una vivienda distinta y, por consiguiente, una ofertaacorde a la demanda, que de no producirse in situ generará unas salidas de la población dereferencia. Esta fase es, para los hijos, equivalente a la primera fase del ciclo de vida del hogarde sus padres, desarrollada anteriormente; sin embargo, implica para la población consideradaunas salidas, o sea una disminución de su tamaño, mientras que se mantiene el número dehogares y el de viviendas ocupadas. En el caso de los padres, que son los que viven efecti­vamente esta cuarta fase, puede existir una voluntad u obligación de cambio de viviendaligadas a una adaptación al nuevo tamaño del hogar, que coincidirá, en algunos casos, con laedad de jubilación.

A la quinta fase del ciclo, hogar reducido a un miembro de la pareja de origen, comoconsecuencia del fallecimiento del cónyuge, corresponde o un mantenimiento del viudo enla misma vivienda, o la desaparición del hogar, ya sea por acogida en el hogar de algúnfamiliar, hijo, hermano. etc., o por ingreso en un centro social o sanitario, es decir, en un

416

colectivo. En el primer caso, el hogar reducido a un individuo sigue ocupando una vivienda,mienr:a~ que en el segundo .caso libera una vivienda por una causa no ligada a su propiofallecimiento, cuando este nusmo fallecimiento marca el final del ciclo de vida de este hogar,con una misma consecuencia, la desocupación de una vivienda. El desarrollo del ciclo devida incide de forma directa en las migraciones y en la demanda-oferta de viviendas. Sicogemos el ejemplo teórico, pero no muy alejados de la realidad, de un barrio nuevo al quellegan únicamente parejas recientemente constituidas, o sea, hogares en la primera fase de suciclo, todas ellas constituyen el flujo inmigratorio de llegada al lugar de referencia, formadopor una población de jóvenes adultos. Unos pocos años más tarde y durante el periodo detiempo correspondiente al de fertilidad de la pareja, nacen los hijos y crece el tamaño delhogar. Desde el nacimiento del último hijo hasta la salida del hogar del primer hijo, lapoblación se mantiene estable en su tamaño máximo, así como el número de hogares, supo­niendo que no se producen salidas entre los hogares iniciales. Las salidas de los hijos generanuna demanda importante de vivienda que de no ser satisfecha en el mismo lugar provoca unflujo de salida. Se reduce entonces el tamaño de los hogares y el de la población en general,mientras que no disminuye el número de hogares. Por fin, la población que se ha mantenido,envejece y aumenta el número de viviendas vacías por destrucción de los hogares iniciales.Se aprecia cómo existen dos momentos claves en el desarrollo del ciclo de vida de los hogares:el primero se corresponde con el inicio del ciclo y supone, para la zona de residencia, unaaportación limitada por la adecuación entre la demanda generada por la creación de nuevoshogares y la oferta de viviendas en la misma zona; el segundo coincide con la emancipaciónde los hijos que impulsa una demanda suplementaria de viviendas, ya sea en la misma zonadonde residen los hogares de salida, ya sea en otra, en función, entre otras razones, de laoferta de viviendas. Ahora bien, las separaciones o divorcios no seguidos de nuevos empa­rejamientos, el deseo de los jóvenes de emanciparse sin por ello vivir en pareja, etc., alteranel desarrollo del ciclo de vida de los hogares e incrementan la demanda de viviendas. Estolleva a plantear las consecuencias derivadas de modificaciones de factores demográficos sobreel ciclo de vida del hogar y, a su vez, sobre las migraciones y la demanda de viviendas. Elmatrimonio simboliza el inicio del ciclo de vida del hogar, aunque no siempre se traduce poruna demanda de vivienda, caso del emparejamiento con una persona que ya tiene su propiavivienda, ni es, en la realidad, el único acontecimiento desencadenante, ejemplo de la parejade hecho, pero sí es el principal. Como se vio anteriormente, un retraso en la edad al ma­trimonio, retrasará el inicio del ciclo de vida del hogar y consiguientemente aplazará lanecesidad de vivienda, así como la migración. A su vez, un desequilibrio entre la demanda yla oferta de viviendas puede retrasar el matrimonio, lo que se traducirá por un incremento dela edad de entrada al matrimonio, o incrementar la distancia de la migración y su dispersiónespecial. Los factores demográficos, nupcialidad y migraciones, son entonces variables de­pendientes y no independientes como se les suele considerar demasiado a menudo.

Los hijos son parte indisociable del ciclo de vida del hogar, aunque debe tenerse encuenta el caso de parejas que no tienen hijos, ya sea porque no quieren o bien porque nopueden, por lo que la fecundidad protagoniza un papel importante en el desarrollo del ciclode vida del hogar. Todo retraso en el calendario de la fecundidad se traduce por una reduccióndel número de hijos y, en definitiva, del tamaño del hogar. También disminuye el número delas salidas o sea la intensidad emigratoria: no sólo porque haya menos hijos sino, además,porque la oferta puede responder mejor a una demanda menor, en el caso de que la oferta sehaya determinado sin tener en cuenta cambios ligados a la fecundidad. Por otra parte, aldisminuir el tamaño medio del hogar, es probable que se reduzcan las migraciones del con­junto del hogar asociadas a la adaptación del tamaño de la vivienda al tamaño del hogar.Recíprocamente, puede producirse una reducción de la fecundidad como factor de adaptacióndel tamaño del hogar a unas viviendas que serian de menor tamaño.

417

:i',r:

I,

¡I'Ii:

Por fin, la mortalidad afecta igualmente la duración de distintas fases del ciclo de ,vida,aunque no parece probable que el aumento de. la esper~~ de vida ~enga re~ercuslones

significativas sobre un alargamiento de la ocu~aclóll de ,las vlvIendas',Mas que el mcrementode la esperanza de vida, las mejoras en la calidad de vida de los an~Ianos pue,d~n alargar laocupación de viviendas por parte de una población en cada vez mejores condiciones fISICasy autonomía en sus ocupaciones cotidianas, lo que reduciría un tipo de migraciones muyselectivas, las de ancianos hacia residencias colectivas.

Las numerosas relaciones e interacciones que aparecen entre el ciclo de vida del hogar,las migraciones y la vivienda, merecerían mayor atención y análisis por parte de los q~e..s~interesan por la planificación y proyecciones de poblaciones locales, ya que parece difícilconsiderar cada uno de estos factores independientemente de los demás.

Bibliografía

CHECA MORÁN. N., VALCÁRCEL, R.E. y MARliN GARCÍA, J.1 (1986) Demanda de viviendas ligada almatrimonio, Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Vivienda, Comunidad deMadrid.

FREY, W.H, (1988) ~igraci6n y despoblamiento de las metrópolis: ¿reestructuraciónregional o rena­cimiento rural?», Estudios Territoriales. núm. 28.

LEBRAS,H. y CHESNAIS, J.e. (1976) «Cycle de l'habitat et áge des habitants», Population, núm. 2.

ROSST, EH. (1955) Whyfamilies move, Glencoe, m. The Free Press.

TROST, J. (1977) «The family life cycle. Aproblematic concept», CUlSENIER, 1. (Ed) Thefamily lije cyclein European societies. Mouton The Hague, Paris.

VlNUESA, J. (1991) «Modelo de crecimiento metropolitano y desequilibrios en la estructura demo­gráfica», en GOZÁLVEZ, V. (COORD) Los procesos de urbanización: siglos XIX y XX, Instituto T.J.Gil-Albert,Alicante.

YOUNG, M. y WlLLMOlT, P. (1983) Le vilage dans la ville, Centre Gcorges Pompidou, ce!.

ZAMORA LópEZ, F. (1992) «Píaneamiento urbano y demografía: una colaboración necesaria», Ponenciapresentada a las JI Jornadas de Demografía Urbana y Regional, Valencia,29-30 de junio de 1992

418

MODELIZACIÓN DE PATRONES MIGRATORIOS POR EDAD.APLICACIÓN AL CASO DE ESPAÑA (1976·1990)

JOAQUÍN RECAÑO V ALVERDE

Instituto de Demografía, es/e.

El método más usual para proyectar las migraciones es el de los saldos migratorios, losgraves problemas inherentes a dicho método nos han llevado a descartarlo como el másidóneo para el análisis y proyección de las migraciones. En la presente comunicación se pasarevista a las técnicas desarrolladas en el lIASA de Laxenburg por un grupo interdisciplinar,que tenia como objetivo la modelización del componente demográfico de las migraciones enlas proyecciones- de población. Dichas técnicas permitieron una simplificación y controlconsiderable en la construcción y desarrollo de diferentes modelos de proyección, represen­tando a su vez un conjunto consistente y sistemático de elementos para el análisis demográficode las migraciones. Los casos que .se estudian en la presente comunicación se derivan deestimaciones sobre diversas fuentes españolas.

En primer lugar, debemos constatar la carencia, en nuestro país, de estudios que abordenla migración desde una perspectiva demográfica. Los. movimientos migratorios han sidoanalizados por las diferentes disciplinas sociales en España construyendo modelos espaciales(G. Barbancho, A. y Delgado. M. 1988; Bemabé, J. y Albertos, J.M.• 1986). modelos ecooo­métricos (García Ferrer, J977), y por otra parte, acercándose al ámbito demográfico desde laperspectiva de los saldos migratorios por edades (Cabré, A.; Devolder, D. y 'Pujadas, 1, 1986).Estos últimos conducen, en muchas ocasiones, aun callejón sin salida en el que la intensidady el calendario de los saldos no hacen más que reflejar las importantes inconsistencias quese desprenden de la ligazón de las diferentes fuentes estadísticas censales y padronales. Atodo ello hay que sumar los efectos perversos que pueden producirse en la proyección detasas de migración neta en un contexto multirregional (Beer, J., 1990; Courgeau, 1991).Parecemás plausible, para evitar efectos no deseados, tomar en consideración algunas de las indi­caciones propuestas por N. Keyfitz (1982, pág. 743) sobre el interés general de los modelosque permiten sintetizar en pocos parámetros el conjunto de tasas específicas por edad, evi­tando de esta forma el que se produzcan algunos resultados absurdos derivados de la proyec­ción de las tasas. En el mismo sentido, el de proyectar los cambios en los valores de losparámetros del modelo estimado, y no los valores individuales de las tasas específicas poredades se pronuncian diferentes autores (Rogers, A., 1985;·Willekens, F., 1991).En la actua­lidad la extensión cada; vez más importante de países que han adoptado la perspectiva mul­tirregional ha favorecido. considerablemente el desarrollo de los modelos paramétricos demigración. En España, no se puede argüir, por otra parte, la carencia de datos-puesto que elcenso de 1970 contenía información detallada sobre las estructuras demográficas de .losmovimientos migratorios. Es hora por 10 tanto de intentar probar vías más consistentes, desdelas propias fuentes censales y padronales, para el análisis de los componentes demográficosde las migraciones. Una de estas. vías nos la proporciona la J.1?~s· importante investigacióninternacional sobre sistemas migratorios realizada hasta nuestro díaspor el nASA 1,

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Por fin, la mortalidad afecta igualmente la duración de distintas fases del ciclo de ,vida,aunque no parece probable que el aumento de. la esper~~ de vida ~enga re~ercuslones

significativas sobre un alargamiento de la ocu~aclóll de ,las vlvIendas',Mas que el mcrementode la esperanza de vida, las mejoras en la calidad de vida de los an~Ianos pue,d~n alargar laocupación de viviendas por parte de una población en cada vez mejores condiciones fISICasy autonomía en sus ocupaciones cotidianas, lo que reduciría un tipo de migraciones muyselectivas, las de ancianos hacia residencias colectivas.

Las numerosas relaciones e interacciones que aparecen entre el ciclo de vida del hogar,las migraciones y la vivienda, merecerían mayor atención y análisis por parte de los q~e..s~interesan por la planificación y proyecciones de poblaciones locales, ya que parece difícilconsiderar cada uno de estos factores independientemente de los demás.

Bibliografía

CHECA MORÁN. N., VALCÁRCEL, R.E. y MARliN GARCÍA, J.1 (1986) Demanda de viviendas ligada almatrimonio, Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Vivienda, Comunidad deMadrid.

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ROSST, EH. (1955) Whyfamilies move, Glencoe, m. The Free Press.

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VlNUESA, J. (1991) «Modelo de crecimiento metropolitano y desequilibrios en la estructura demo­gráfica», en GOZÁLVEZ, V. (COORD) Los procesos de urbanización: siglos XIX y XX, Instituto T.J.Gil-Albert,Alicante.

YOUNG, M. y WlLLMOlT, P. (1983) Le vilage dans la ville, Centre Gcorges Pompidou, ce!.

ZAMORA LópEZ, F. (1992) «Píaneamiento urbano y demografía: una colaboración necesaria», Ponenciapresentada a las JI Jornadas de Demografía Urbana y Regional, Valencia,29-30 de junio de 1992

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MODELIZACIÓN DE PATRONES MIGRATORIOS POR EDAD.APLICACIÓN AL CASO DE ESPAÑA (1976·1990)

JOAQUÍN RECAÑO V ALVERDE

Instituto de Demografía, es/e.

El método más usual para proyectar las migraciones es el de los saldos migratorios, losgraves problemas inherentes a dicho método nos han llevado a descartarlo como el másidóneo para el análisis y proyección de las migraciones. En la presente comunicación se pasarevista a las técnicas desarrolladas en el lIASA de Laxenburg por un grupo interdisciplinar,que tenia como objetivo la modelización del componente demográfico de las migraciones enlas proyecciones- de población. Dichas técnicas permitieron una simplificación y controlconsiderable en la construcción y desarrollo de diferentes modelos de proyección, represen­tando a su vez un conjunto consistente y sistemático de elementos para el análisis demográficode las migraciones. Los casos que .se estudian en la presente comunicación se derivan deestimaciones sobre diversas fuentes españolas.

En primer lugar, debemos constatar la carencia, en nuestro país, de estudios que abordenla migración desde una perspectiva demográfica. Los. movimientos migratorios han sidoanalizados por las diferentes disciplinas sociales en España construyendo modelos espaciales(G. Barbancho, A. y Delgado. M. 1988; Bemabé, J. y Albertos, J.M.• 1986). modelos ecooo­métricos (García Ferrer, J977), y por otra parte, acercándose al ámbito demográfico desde laperspectiva de los saldos migratorios por edades (Cabré, A.; Devolder, D. y 'Pujadas, 1, 1986).Estos últimos conducen, en muchas ocasiones, aun callejón sin salida en el que la intensidady el calendario de los saldos no hacen más que reflejar las importantes inconsistencias quese desprenden de la ligazón de las diferentes fuentes estadísticas censales y padronales. Atodo ello hay que sumar los efectos perversos que pueden producirse en la proyección detasas de migración neta en un contexto multirregional (Beer, J., 1990; Courgeau, 1991).Parecemás plausible, para evitar efectos no deseados, tomar en consideración algunas de las indi­caciones propuestas por N. Keyfitz (1982, pág. 743) sobre el interés general de los modelosque permiten sintetizar en pocos parámetros el conjunto de tasas específicas por edad, evi­tando de esta forma el que se produzcan algunos resultados absurdos derivados de la proyec­ción de las tasas. En el mismo sentido, el de proyectar los cambios en los valores de losparámetros del modelo estimado, y no los valores individuales de las tasas específicas poredades se pronuncian diferentes autores (Rogers, A., 1985;·Willekens, F., 1991).En la actua­lidad la extensión cada; vez más importante de países que han adoptado la perspectiva mul­tirregional ha favorecido. considerablemente el desarrollo de los modelos paramétricos demigración. En España, no se puede argüir, por otra parte, la carencia de datos-puesto que elcenso de 1970 contenía información detallada sobre las estructuras demográficas de .losmovimientos migratorios. Es hora por 10 tanto de intentar probar vías más consistentes, desdelas propias fuentes censales y padronales, para el análisis de los componentes demográficosde las migraciones. Una de estas. vías nos la proporciona la J.1?~s· importante investigacióninternacional sobre sistemas migratorios realizada hasta nuestro díaspor el nASA 1,

Presenlación del modelo nASA.

Gráfico 1COMPONENTES DEL MODELO MIGRATORIO IIASA

Modelo sencillo

80

a,=0.06

a, =0,1

l., = 0,4

al =0,02

al =0,1

111 = 20

e = 0,003

Parámetros del Modelo

---Modelo.." Constante

Edades

"\\\

\.B1

I

iA,_,- I

Iii

10x

............~ .

----- Exponencial negativa_._. - Doble exponencial

oO

0,006

0,04

0.036

0.03

0,026

"'E 0,02

0.016

O.ül

En el análisis y proyección de la migración, a diferencia de otras variables demo­gráficas, se debe distinguir entre el nivel (intensidad), la estructura por edades (calenda­rio) y dirección de las mismas (flujos). En nuestra comunicación sólo nos detendremosen el segundo de los componentes. El calendario de migración muestra una importanteregularidad, sobre la que se asienta la parametrización de los perfiles de las tasas espe­cíficas de migración. La más importante regularidad observada en los esquemas migra­torios de tasas por edad de todas las áreas indagadas en el estudio del IIASA, fue laselectividad de la migración respecto a la edad, y la repetición sistemática de un patrónmigratorio por edad con distintas variantes. El perfil migratorio ha podido ser descritocomo una combinación lineal de funciones exponenciales A. Rogers y J. Castros. 1982a,1982b) y constituyó la base del primer ejercicio sistemático de parametrización de mi­graciones. Otras vías de modelización, con ajustes muy precisos, se han desarrollado através de diversas funciones matemáticas (E. Valkovics, 1985). La introducción de losmodelos relacionales de migración derivados de la función logit (W. Brass, 1974),desarrollados en primera instancia por (A, Rogers y J. Castro, 1982b) se han visto com­pletados por los diferentes trabajos de (Zaba, B., 1985, 1989), que han ampliado consid­erablemente el marco de aplicaciones de los modelos migratorios, La ecuación quedescribe el modelo migratorio más sencillo es la que se expone a continuación:

El modelo más sencillo 2. se describe como la suma de tres componentes. En primerlugar, una función exponencial negativa que ajusta la curva por edad del componente prelabo­ral, con un parámetro, r- que determina la pendiente de la exponencial. En segundo lugar,una función doble exponencial, empleada por vez primera en los modelos de nupcialidad(Coale, AJ. y McNeil, 1972), que describe el componente laboral del esquema migratorio,con tres parámetros, el primero, 2.de posicionamiento de edad, el segundo, 2' mide la formaascendente de la exponencial, el tercero, 2' la pendiente de descenso. Por último aparece unaconstante, e, que marca el mínimo de las tasas migratorias por edad. Las variables al y ~determinan el nivel sin variar el perfil de las tasas por edad.

El Gráfico 1 muestra la descomposición de las tasas de migración por edad en unmodelo sin máximo de jubilación que corresponde a los parámetros expuestos en la notanúmero 2,

Estimación de los datos españoles

A partir de 1970 se han publicado diversas estadísticas de rnigrantes por edad enlos censos de 1970, 1981 y 1991, y padrones de 1975 y 1986, en los que se presentanlos datos de migrantes por grandes grupos de edad. Los datos analizados en la presentecomunicación se refieren al Padrón de 1986 y el Censo de 1991 3

• Los migrantes poredad simple provenientes de los datos del Padrón han sido estimados mediante laaplicación de coeficientes de distribución derivados del modelo estándar presentadoanteriormente siguiendo indicaciones de la ONU (United Nations, 1992, págs, 41-42).Los valores acumulados de migrantes por edad han sido posteriormente desagregadospor edad simple mediante una interpolación cúbica (spline), En el caso del censo de1991, la dimensión anual de la pregunta permitió una desagregación por edades sim­ples a partir de los propios datos del Censo mediante el método anteriormente seña­lado. Las tasas específicas de migración por edades, con dimensión anual, se hancalculado sobre las poblaciones medias correspondientes a cada período.

420 421

Gráfico 1I Cuadro IBONDAD DEL AJUSTE DEL MODELO MIGRATORIO XII PARÁMETROS y V ARlABLES DE WS MODELOS MIORAlDRlOS EN EsPAÑA

PARAELI'ERlODO 1976-1990España. Hombres (\990)0,03 Modelo a, a, a, a, ", 1.., e E

1 0,0125 0,0520 0,0880 0,122 21,30 0,3800 0,0055 5,83,11 0,0260 0,0450 0,1100 0,100 23,00 0,3700 0,0042 6,89

,0,025 III 0,0200 0,0500 0,1060 0,100 21,88 0,3345 0,0043 5,58

IV 0,0200 0,0500 0,1060 0,109 21,90 0,3312 0,0047 4,97V 0,0150 ,0,0650 0,1100 0,130 22,00 0,3100 0,0047 6,73

0.ü2 VI 0,0300 0,0455 0,1050 0,100 23,05 0,2100 0,0037 5,98VII 0,0240 0,0510 0,1150 0,101 21,83 0,3020 0,0039 4,91VIII 0,0230 0,0500 0,1070 0,107 21,90 0,3100 0,0042 4,88;<

0,015 IX 0,0195 0,0500 0,1010 0,101 22,70 0,3450 0,0042 5,89" X 0,0180 0,0550 0,1020 0,111 22,70 0,1950 0,0043 6,63XI 0,0165 0,0480 0,1000 0,111 22,10 0,2250 0,0053 5,44XII 0,0180 0,0530 0,1000 0,111 22,80 0,2600 0,0047 4,860,01 ,

'-' XIII 0,0185 0,0600 0,0900 0,120 20,90 0,2800 0,0040 5,72,, XIV 0,0175 0,0600 0,1010 0,124 21,00 0,2100 0,0046 8,62r/---...., ,, XV 0,0170 0,0480 0,1000 0,120 20,75 0,2500 0,0051 7,35...._.J-__ -0,05

XVI 0,0175 0,0510 0,0975 0,120 20,50 0,3050 0,0050 4,94

Padrón municipalde 1986 Censode 19911 Regionesemigratorias 1976-80(5) IX Migracionesintraprovinciales. Hombres° m-r¡nnrrlll I II ¡ 11 tlll 1 ti I I 1 jjl 11 i I I jll i 1I I ti ti¡ ti I [jlT n Regionesinmigratorias 1976-80 X Migracionesintracomunitarias. HombresO 5 10 15 20 25 30 ~ ~ ~ ~ 55 W M m 75 8O m Restode regiones1976-80 XI Migracionesintercomunitarias. Hombres

Edades IV Total 1976-80 xn Migracionestotales.HombresV Regionesemigratorias 1981-85 XIII Migracionesintraprovinciales. MujeresModelo -------- Datos observados VI Regionesinmigratorias 1981-85 XIV Migracionesintracomunitarias. MujeresVil Restode regiones1981-85 XV Migracionesintercomunitarias. Mujeresvrn Tota11976-80 XVI Migracionestotales.Mujeres

422 423

Estimación de los parámetros de los modelos españoles.

El método empleado por el estudio BASA para el ajuste de los datos empíricos a unmodelo, es el procedimiento de minimización de funciones conocido como el algoritmomodificado de Levenberg-Marquardt (Rogers, A y Castro, J., 1981). En nuestro caso hemosempleado un método interactivo de ajuste por aproximación, a partir de la fijación del paráme­tro 2' y mediante sucesivas interacioncs se ha ido minimizando el estimador de error E 4 hastavalores que se han considerado aceptables. Los resultados han sido muy satisfactorios. ElGráfico II muestra el excelente ajuste de las tasas de migración del modelo XII. Los valoresde E han oscilado entre 4,86 y 8,62, siendo más cercanos al primer rango. En términosgenerales el ajuste puede considerarse excelente si tenemos en cuenta el carácter interactivode éste.

Comentario de los parámetros

Los parámetros determinantes del modelo migratorio suelen corresponder al componen­te laboral de la primera ecuación, la doble exponencial. El estudio de IIASA determinó que,en la mayor parte de los modelos migratorios nacionales, los componentes de la fuerza laboraldefinidos por los cuatro parámetros descritos anteriormente: ~ (nivel), 2 (posición), 2 (pará­metro de descenso) y 2 (parámetro de ascenso) se situaban dentro de los siguientes umbrales:

2 El modelo simple sin máximo de jubilación se reduce a 7 parámetros que son los siguientes: al :::: 0.02,32 ::::0.06, 1 ::::0.1, 2 :::: 0.1, 2 :::: 20, 2 :::: 0.4 y e :::: 0.003, y corresponde a la media de 300 modelos relativosa diferentes regiones de Japón, Suecia y el Reino Unido.

3 Los datos del Padrón de 1986corresponden a la pregunta sobre última residencia y han sido extraídosde la tabla 33 del volumen sobre Resultados Nacionales, posteriormente losmigrantes han sido ajustadosde acuerdo a los datos que suministra la tabla 31. Los datos del Censo de1991 corresponden a la preguntasobre lugar de residencia a 1 de marzo de 1990.

4 La bondad del ajuste del modelo se describe mediante un estimador E, que mide las desviacionesabsolutas entre los valores estimados y observados expresados como porcentajes sobre la suma de lastasas específicas de migración por edades.

5 Las regiones emigratorias e inmigratorias provienen de una agrupaci6n por Cluster de los calendariosde migrantes interregionales derivados del Padrón de 1986. La primera región agrupa a Andalucía,Castilla-LaMancha, Castillay Le6n, Bxtremadura y Galicia. Las comunidadesautónomas anteriormenteinmigratorias,conforman la segunda región (Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana,Madrid y PaísVasco),y poseen un calendario de migración más retrasado.

Fuentes

!NE, Padrón municipal de habitantes de 1986. Resultados Nacionales, Madrid, 1988.

0.05 < a, < 0.100.10 < IX, < 0.20

170.25

fl, < 22A, < 0.60

!NE, Censo de 1991. Muestra Avance, Madrid, 1992.

Los datos españoles se sitúan dentro de los rangos determinados por el estudio delIlASA, con un ligero retraso, de carácter general, en el calendario de migraciones, especial­mente palpable en los modelos correspondientes a las regiones inmigratorias españolas (mo­delo II y VI). La disponibilidad de los datos del censo de 1991 permitirá en un futuro próximoagrupar las distintas áreas territoriales consideradas en diferentes familias de modelos, posi­bilitando la simplificación de los cálculos y robusteciendo el nivel de análisis en la proyeccióndel componente migratorio de las proyecciones.

Conclusiones

En este primer acercamiento a la modelización de los perfiles migratorios de los datosespañoles, hemos podido observar la posibilidad de reducir a modelos paramétricos el siempredifícil tema del componente migratorio. Se abre por 10 tanto una vía de análisis de lasmigraciones, inédita en España, que pensamos se potenciará a partir de la publicación de losdatos del Censo de 1991, Y que permitirá reducir considerablemente el esfuerzo en la pro­yección del calendario de migraciones, dirigiendo nuestras miras hacia otros componentesigualmente importantes como pueden ser los modelos socio-económicos fuertemente ligadosa la intensidad de la migración.

Notas

I Ellntemational Insütute for Applied Systems Analysis, residente en Laxenburg, concluyó en 1982 unimportantísimo proyecto de investigación:Migraiion and Settíemeru Study, sobre un total de 139 regio­nes correspondientes a 17 países.

424

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EL ANÁLISIS DE\(O(;R\F1CO E:\ LA PLANIFICACIÓNDE REn RSOS S.\:\ITARIOS

E\C·\R"..\CIO\ :-\R.\CIL RODRíGUEZ

Dirección General de Plall(/iC<lálíll, Fonnacion e InvestigaciónConsejería de Salud. COllllfllidad de Madrid

La estimación de la demanda futura de recursos sanitarios y, más concretamente, derecursos hospitalarios, es un tema prioritario en el ámbito de la planificación sectorial, si bienes cierto que las acciones habitualmente emprendidas toman en consideración criterios bási­camente economicistas y políticos, pasando por alto la incorporación del análisis de losefectivos poblacionales a los que en última instancia dichos recursos están dirigidos.

La consolidación de Jos procesos de cambio demográfico determinará una demanda quevendrá caracterizada por el descenso sostenido del nivel de fecundidad ~y la consiguienteinfrautilización de los servicios pediátricos y obstétricos-e- y el paulatino e inexorable enve­jecimiento de la población, cuya esperanza de vida a los 65 años incidirá en el prolongadouso del sistema sanitario, con un peso cada vez mayor de las dolencias de tipo crónico.

La Comunidad de Madrid ha sido. en fechas recientes, escenario de una serie de trans­formaciones demográficas, económicas y sociales que son fiel reflejo, a escala regional, delas pautas generales, bien iniciadas o ya consolidadas, en los diferentes ámbitos geográficosdel país.

La evolución del crecimiento vegetativo ha seguido el mismo patrón de desaceleraciónobservado para el conjunto nacional. AsÍ, de una tasa de crecimiento moderado (14,9 por milhabitantes en 1975) se ha pasado a una baja (5,07 por mil en 1986), alcanzándose el saldo,para 1989, de 3,72 nuevos habitantes por cada mil (Cuadro 1). Esta reducción del 75 porciento en el indicador vendría explicitada por el sostenimiento a la baja del nivel de fecun­didad, puesto que, en el transcurso de los quince años de referencia, liemos asistido a unadisminución drástica en los índices nuis clásicos (Cuadro 11), destacando entre ellos el númeromedio de hijos por mujer, que pasó de 2)n en 1975 a 1,33 en 1989, cifra que sitúa a nuestraregión en las últimas posiciones respecto a las demás comunidades autónomas.

Por otra parte, la corriente inmigratoria característica de los años sesenta-setenta, moti­vada por el dinamismo económico de la región y el papel de foco de atracción ejercido ensu día sobre los habitantes de provincias limítrofes, es una de las razones de la todavía relativa«juventud» de su estructura poblacional. En 1986, el 23,12 por ciento de la población madri­leña estaba constituida por menores de 15 años, mientras que el Índice de envejecimiento,que había pasado de 29,5 en 1975 a 44,8 en 1986, era todavía comparativamente bajo a escalanacional. En el Cuadro III se recogen algunos de los indicadores de estructura al uso, permi­tiendo una visión evolutiva de la Comunidad de Madrid desde 1975. Por ello, teniendo encuenta esta relativa juventud de su perfil de edad, llama la atención las bajas cotas de fecun­didad observadas.

La incorporación, pues, del estudio de los flujos poblacionales es básico a la hora deentender la utilización de los servicios hospitalarios. Sin una descripción del escenario actual

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EL ANÁLISIS DE\(O(;R\F1CO E:\ LA PLANIFICACIÓNDE REn RSOS S.\:\ITARIOS

E\C·\R"..\CIO\ :-\R.\CIL RODRíGUEZ

Dirección General de Plall(/iC<lálíll, Fonnacion e InvestigaciónConsejería de Salud. COllllfllidad de Madrid

La estimación de la demanda futura de recursos sanitarios y, más concretamente, derecursos hospitalarios, es un tema prioritario en el ámbito de la planificación sectorial, si bienes cierto que las acciones habitualmente emprendidas toman en consideración criterios bási­camente economicistas y políticos, pasando por alto la incorporación del análisis de losefectivos poblacionales a los que en última instancia dichos recursos están dirigidos.

La consolidación de Jos procesos de cambio demográfico determinará una demanda quevendrá caracterizada por el descenso sostenido del nivel de fecundidad ~y la consiguienteinfrautilización de los servicios pediátricos y obstétricos-e- y el paulatino e inexorable enve­jecimiento de la población, cuya esperanza de vida a los 65 años incidirá en el prolongadouso del sistema sanitario, con un peso cada vez mayor de las dolencias de tipo crónico.

La Comunidad de Madrid ha sido. en fechas recientes, escenario de una serie de trans­formaciones demográficas, económicas y sociales que son fiel reflejo, a escala regional, delas pautas generales, bien iniciadas o ya consolidadas, en los diferentes ámbitos geográficosdel país.

La evolución del crecimiento vegetativo ha seguido el mismo patrón de desaceleraciónobservado para el conjunto nacional. AsÍ, de una tasa de crecimiento moderado (14,9 por milhabitantes en 1975) se ha pasado a una baja (5,07 por mil en 1986), alcanzándose el saldo,para 1989, de 3,72 nuevos habitantes por cada mil (Cuadro 1). Esta reducción del 75 porciento en el indicador vendría explicitada por el sostenimiento a la baja del nivel de fecun­didad, puesto que, en el transcurso de los quince años de referencia, liemos asistido a unadisminución drástica en los índices nuis clásicos (Cuadro 11), destacando entre ellos el númeromedio de hijos por mujer, que pasó de 2)n en 1975 a 1,33 en 1989, cifra que sitúa a nuestraregión en las últimas posiciones respecto a las demás comunidades autónomas.

Por otra parte, la corriente inmigratoria característica de los años sesenta-setenta, moti­vada por el dinamismo económico de la región y el papel de foco de atracción ejercido ensu día sobre los habitantes de provincias limítrofes, es una de las razones de la todavía relativa«juventud» de su estructura poblacional. En 1986, el 23,12 por ciento de la población madri­leña estaba constituida por menores de 15 años, mientras que el Índice de envejecimiento,que había pasado de 29,5 en 1975 a 44,8 en 1986, era todavía comparativamente bajo a escalanacional. En el Cuadro III se recogen algunos de los indicadores de estructura al uso, permi­tiendo una visión evolutiva de la Comunidad de Madrid desde 1975. Por ello, teniendo encuenta esta relativa juventud de su perfil de edad, llama la atención las bajas cotas de fecun­didad observadas.

La incorporación, pues, del estudio de los flujos poblacionales es básico a la hora deentender la utilización de los servicios hospitalarios. Sin una descripción del escenario actual

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Fuente:Comunidadde Madrid,ConsejeríaEconomía,Estadísticas Movimiento Naturalde laPoblación~~~~~ ,

Cuadro 1EVOLUCiÓN DE LA TASA DE CREClMIENTO VEGETATIVO EN EL PERIODO 1975-1989

Cuadro 111EVOLUCIÓN DE ALGUNOS lNmCAooRES DE EsmUCTURA POBLACIONAL EN EL PERIODO

1975-1986

10,56,33,32,1

España

14,98,35,13,7

Comunidad de Madrid

1975198119861989

Fuente:!NE, Movimiento Naturalde laPoblación

Cuadro 1IEVOLUCIÓN DE LOS INDICADORES DE FECUNDIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID EN EL

PERIODO 1975-89

1975 1981 1986 1989Tasa bruta de natalidad 21,17 14,67 11,39 10,65Tasa general de fecundidad 84,32 58,02 44,23 40,66Indice Sintético 2,87 1,95 1,47 1,33

Comunidad de Madrid España1975 1981 1986 1986

Índice de envejecimiento 29,5 34,7 44,8 54,3Indice de dependencia

- infantil 44,4 41,7 34,8 34,4- 3ªedad 13,1 14,5 15,6 18,7

Índice deenvejecimientoprogresivo 5,8 6,5 7,3 7,4Porcentaje de mujeresen edad fértil 42,6 52,6 44,1 42,5

Fuente:Comunidadde Madrid,ConsejeríaSalud (1991) MapaSanitario

--qué actividad se genera en los centros, cómo se da respuesta a la demanda, espontánea ono, del usuario de la sanidad en cuanto a la disponibilidad de recursos físicos, etc.- difícil­mente pueden plantearse con éxito investigaciones posteriores que profundicen en la reorde­nación del sector.

No sólo razones de índole demográfica, sino criterios económicos y sociales de optimi­zación de recursos y mejora de la atención prestada al paciente, sustentan la necesidad deemprender tales estudios. La reestructuración de la oferta de recursos, cuyo primer paso seríael de la dotación de camas hospitalarias, tendría, por tanto, carácter prioritario, ya que partede las que se liberen pueden ser ofertadas en aras de una mayor rentabilidad social.

Para ello, en el presente documento se ha partido de analizar la frecuentación (enfermosdados de alta según especialidad médica) producida en los hospitales ubicados en la Comu­nidad de Madrid durante 1989, utilizando los datos provenientes de la Estadística de Estable­cimientos Sanitarios en Régimen de Internado (EESRI), cuyo registro se lleva a cabo en laDirección General de Planificación, Formación e Investigación de la Consejería de Salud,mediante convenio de colaboración entre el INE y el Ministerio de Sanidad y Consumo.Dicha estadística proporciona información sobre la actividad asistencial, económica y docentede los centros hospitalarios, así como la dotación de personal, capacidad y régimen económicoen que son atendidos los enfermos ingresados. La estadística adolece de ciertas limitacionesque deben ser tenidas en cuenta a la hora de considerar los resultados. Aunque su cumpli­mentación es preceptiva (Decreto 146/82 de 12 diciembre sobre Centros, Servicios y Esta­blecimientos Sanitarios) para todos los centros hospitalarios, con independencia delorganismo o entidad jurídica que ejerce el dominio o jurisdicción sobre el centro, la calidadde cumplirnentación del cuestionario es muy variada. Existen dudas razonables sobre elseguimiento escrupuloso de los criterios definitorios recogidos en el manual que acompañaal cuestionario y que éstos se cumplan con el mismo rigor en todos los hospitales. Entre otrasrazones, porque en los centros no hay una única persona designada oficialmente para quelleve a cabo tal labor de forma continuada y permanente. La verificación telefónica de losdatos a veces conlleva sustanciosas modificaciones, al alta o a la baja, de gran parte de ellos.

En síntesis, la limitación principal que, para el estudio de la frecuentación, presentan losdatos sobre actividad hospitalaria recogidos en la EESRI se puede centrar en dos aspectos:a) Frecuentación por patologías: se desconocen cuáles son los problemas específicos de saludque aconsejan el internamiento del paciente. Es decir, no se dispone de informaciónsobre losdiferentes procesos mórbidos que devienen en una utilización determinada (el diagnóstico deingreso no necesariamente coincide con el del alta hospitalaria y, además, durante su estanciaen el centro, el sujeto puede ser tratado de más de una afección). b) Frecuentación por edady sexo: no se dispone de las altas y estancias según edad y sexo, por lo que no es factiblecalcular tasas específicas de frecuentación. Ciñéndonos a la actividad en Pediatria, los pro­fesionales sanitarios reconocen que los ingresos en centros sanitarios no se distribuyen demanera uniforme a 10 largo del grupo de edad 0-14 años, variando ostensiblemente la activi­dad hospitalaria al desagregar por subgrupos de edad: mientras que dicha actividad es altaentre los menores de cinco años -y muy diferente, a su vez, entre los 0-1, 2-3 Y4-5 años-e­y propia de la morbilidad pediátrica (infecciones respiratorias, intestinales, etc.}, pocos ingre­sos pueden atribuirse a los niños comprendidos entre 10 y 14 años, quienes han superado conéxito los riesgos propios de la infancia.

Aún así, y a falta en el momento actual de estudios específicos de frecuentación deservicios a escala regional, la información recogida asegura la cobertura sistemática y supublicación anual, por lo que es de gran utilidad a la hora de aproximamos a la utilizaciónque hace la población de los recursos hospitalarios.

Del total de establecimientos sanitarios, se han seleccionado los hospitales generales yespeciales de corta estancia (excepto psiquiátricos), excluyendo los de larga estancia. De entreellos, el análisis se ha dirigido hacia aquellos centros, públicos, privados y concertados, que

428429

Cuadro IVHOSPlTALES DE LA COMUNIDAD DE MADRID, SEGúN CAMAS EN FuNCIONAMIENTO

y DEPENDENCIA PATRIM:ONlAL1989 CuadroVII

TASAS DE FRECUENTACIÓN HOSPITALARIA, SEGÚN LA FINALIDAD

Comunidad de Madrid, 1989Dependencia

PúblicaPrivadaPrivada ConcertadaTotal

Hospitalestotal

1618

640

Camas3 especialidades

2.905565215

3.685

Camastotal

15.2005.5591.515

22.274

PediatríaObstetriciaGinecología

Tasa(*)

63.7451.9617.99

Fuente: Comunidad de Madrid, Consejería Salud (1992) EESRI, 1989

Cuadro VCAMAS HOSPITALARIAS EN FUNCIONAMIENTO, SEGÚN FINALIDAD y DEPENDENCIA

PATRIMONIALComunidad de Madrid, 1989

(*) ver definiciónen Nota ns2.Fuente: Comunidadde Madrid, ConsejeríaSalud (1992)EESRI 1989

CuadrovrnINGRESOS HOSPITALARIOS EN LA COMUNIDAD DE MADRID, SEGÚN FINALIDADES

SELECCIONADAS

Pediatría Obstetricia GinecologíaDependencia Total % Total % Total %

Públiea yConcertada 1.755 (93.9) 726 (73.6) 639 (77.1)

Privada 114(06.1) 261 (26.4) 190 (22.9)

Total Camas 1.869 (100) 987 (100) 829 (100)

Fuente:Comunidadde Madrid, ConsejeríaSalud (1992) EESRI 1989

Ingresos 1989Ingresos 1996Diferencia 89-96

Pediatría

60.23949.577

-10.662

Obstetricia

58.69659.993

1.297

Ginecología

36.35838.737

2.379

Cuadro VIINDICADORES DE LA ACTIVIDAD HOSPITALARIA SEGúN LA FINALIDAD

Comunidad de Madrid, 1989

Estancias Altas Estancia Indicemedia ocupación

Pediatría 385.658 60.239 6.40 56.53Obstetricia 261.856 58.696 4.46 72.69Ginecología 218.303 36.358 6.00 72.15

Fuente: Comunidad de Madrid, Consejería Salud (1992) EESR/ 1989

430

Fuente:Comunidadde Madrid, ConsejeríaSalud (1992)EESR1, 1989

431

Fuente: Comunidad de Madrid, Consejería Economía (1989) 2001: Proyecciones Población de laComunidad de Madrid

Cuadro IXEsTIMACIÓN DE LAS CAMAS HOSPITALARIAS, SEGúN LA FINALIDAD

y EL ÍNDICE DE OCUPACIÓN EN LA COMUNIDAD DE MADRID EN 1996

Cuadro XPROYECCIÓN DE LOS INDICADORES DE ESTRUCTURA POBLAOONALENLA COMUNIDAD DE

MADRID (1991-2001)

1991 1996 2001

Índice envejecimiento 61.8 85.1 102.3índice dependencia

- infantil 27.4 22.5 21.0- 3'edad 16.9 19.2 21.5

Índice envejecimientoprogresivo 8.5 8.8 9.2Porcentaje Mujeresen edad fértil 45.8 45.6 44.2

cuentan con camas en funcionamiento en Pediatría, Obstetricia y Ginecología. La razón paraello es que se trata de tres de las especialidades que pueden verse más claramente afectadaspor los cambios demográficos.

Las definiciones, tanto de variables como de especialidades médicas, coinciden con lasrecogidas en la EESRI. Las variables de actividad asistencial durante 1989 objeto de análisishan sido las siguientes: --

a) Estancias hospitalarias producidas en la Comunidad de Madrid, en números absolutosy según finalidad. Se entiende por estancia, a los fmes de esta estadística, el conjunto depernocta más suministro de una comida principal, bien el almuerzo o la cena.

b) Camas en funcionamiento, destinadas a la atención continuada de los pacientes in­gresados en cada servicio de nuestro interés,

c) Altas o número de enfermos que han producido, al menos, una estancia, según fina­lidad.

d) Estancia media o promedio de duración en días del ingreso hospitalario en cada unade las tres especialidades.

En base a estas variables, se ha determinado el Indice de ocupación [ media de cadaespecialidad. Además, para el cálculo de los indicadores de disponibilidad de recursos segúnpoblación, se han utilizado las poblaciones interpoladas para 1989, según grupo quinquenalde edad y sexo (CM, Consejería Economía, Poblaciones interpoladas 1975-1990) y la po­blación proyectada a 1996 (CSIC, Instituto Demografía, Proyecciones de Pohlación de lasÁ"as de Salud a 1996).

En términos globales, la Comunidad de Madrid disponía en 1989 de 19,8 camas pediá­tricas por cada 10.000habitantes comprendidos entre Oy 14 años; 8,7 camas obstétricas porcada 10.000mujeres en periodo genésico y 4,1 camas ginecológicas para atender a la pobla­ción femenina mayor de 15 años. En el Cuadro IV se observa el peso específico de las tresespecialidades seleccionadas, en cuanto a su dotación de camas que, en conjunto, representaun 16,5 por ciento del total de las camas hospitalarias de la región. Este porcentaje se elevaal 19,1 por ciento en el sector de dependencia pública.

En cuanto a la distribución interna de este tipo de recursos según especialidad, el CuadroV nos muestra que el parque de camas en funcionamiento en 1989 presenta una distribucióndiferente según la entidad jurídica de pertenencia del espacio colectivo sanitario. El sectorpúblico es el detentador del volumen principal de este tipo de recursos físicos, con inde­pendencia del destino asignado a éstos (94 por ciento de las camas con finalidad pediátricapertenecen a la red pública o están concertadas con ella; 77 por ciento, en el caso de Gine­cología y 73,6 por ciento en Obstetricia). Curiosamente, el sector privado con camas obsté­tricas, numéricamente mayor en números absolutos (de un total de 24 centros en régimen deinternado, 13 son de patrimonio no público) presenta una situación muy atomizada, conhospitales de capacidad pequeña, en algunos de los cuales la dotación de camas es práctica­mente testimonial (dos o seis camas por centro).

Situación pareja se manifiesta en Pediatría y Ginecología, donde la desigual presenciade este tipo de recursos se hace más evidente. Téngase en cuenta que la mejora producida enla dotación de recursos públicos, sobre todo en los últimos años, ha motivado un trasvaseespontáneo de pacientes del sector privado al público, sobre todo en aquellas especialidadesque, como la Obstetricia, no presentan listas de espera, De esta manera, de un total de 51.629partos por vía vaginal y cesárea ocurridos durante 1989, el 65,7 por ciento fue atendido enliospitales de la red pública (CM, ConsejeríaSalud, EESRl1989).

La construcción de nuevos hospitales públicos en el área metropolitana, concretamenteen Móstoles, Leganés, Alcalá de Henares y Getafe, zonas con tasas de natalidad comparativa­mente altas y una fuerte presencia de mujeres jóvenes, ha ayudado a paliar también lastradicionales deficiencia'> en la dotación de este- tipo de recurso sanitario, favoreciendo laaccesibilidad de la población de su mismo ámbito de referencia. Los recursos privados,

637749

GinecologíaObstetriciaPediatríaOcupación

100por lOO85 por 100

432 433

mientras tanto, se concentran dentro del municipio de Madrid, principalmente en los distritos

de Moncloa, Chamberí y Chamartín. .El promedio de días de duración del ingreso hospitalario se ~coge en ~l Cuactr:' VI,

junto con el total de pacientes dados de alta y el número de ~stanclas prod~cldas ~o~ estos.La duración media de la estancia hospitalaria en la Comunidad de Madr:d ~s ~mular ~TIPediatría y Ginecología (6,4 y 6 días, respectivamente). Obste~cia,?or la dellIllltac~ón propiade la especialidad y de los casos atendidos, presenta la estancia m~s co~, 4,~6 días, Gene­ralmente se acepta que los hospitales públicos soportan una estancia medla.mas alta que losprivados, ya que los pacientes que presentan patologías médicas más co~pleJas.son denv.ad~sy-o atendidos por este sector. Por ello, llama la atención que la estancia media en Pediatríade los hospitales privados duplique la de los públicos. A este respecto debe tenerse en cne.ntaque los indicadores referidos a hospitales p.~vados es~ .basad~s en ;ralores a.bsolutos baJOS,por lo que se encuentran sujetos a m~sta?llIdad es~adlstlca. Aun ~s~, ~eternunados ~entr?s,independientemente de su finalidad principal ~OSPlta1 general, 9u~rurglGO, etc.) son Id~ntlfi­cados a nivel popular o funcionan en la práctica como «especializados» :n atender CIertaspatologías. En consecuencia, conviene asumir las limitaciones meto~ológIcas de l.aEES~ya descritas y conocer la especificidad de cada centro antes de analizar su estancia media,para 10que haría falta disponer de información adicional. . ,-

Otro aspecto que enlaza con los anteriormente reseñados ~s la ocupacion o grado.~eaprovechamiento del recurso (Cuadro VI). Desde el punto de. VISt~ ~eónco, una oCUpaClOTI«adecuada» giraría alrededor del 75-85 por ciento, lo que penmte utilizar el parque ~e ~ascon cierta flexibilidad a la hora de atender demandas puntuales propias de la especialidad ode otros servicios. Pues bien, la determinación del índice de ocupación media 1 de cadaespecialidad permite mostrar la desigual di~1ri~ución segú~ el.hospital y-o ~a.especialida~ queconsideremos, aunque ciertos centros -c-principalmentepublIcos- y servIcI.oS ----esp~Ifica­mente Ginecología- se encuentran con niveles de ocupación muy por enclI~a de~ ~Ien porcien, incluso duplicando el índice. Es decir, para atender la demanda se precl~a .utilIzar ~onfines ginecológicos camas que no están asignadas funcionalmente a esta ~s~clalIdad., :men­tras, en Pediatría y Obstetricia el indicador no llega a alcanzar, en nmgun c~o, nivelessemejantes, oscilando los valores máximos de ocupación entre 65 y 76 por CIento d~ lascamas. Parece razonable pensar que el sostenimiento a la baja del nivel aet~al ~e f~undida~incidirá negatívamente sobre la ya baja ocupación presen~e. Este resultad~}ustlficana~ por SImismo, la redistribución de los recursos cara a una mejora en la atención al usuano y lareducción de listas de espera de ciertas especialidades. .

Finalmente, se ha analizado la frecuentación hospitalaria causada por la población ma­drileña en los tres servicios seleccionados. Para ello, se han calculado las tasas 2 correspon­dientes a 1989, según especialidad, tomando como denominador de l~ ,mismas l~poblaciones interpoladas según grupo quinquenal de edad y sexo (CM, Co~~eJena ~on~IIllaPoblaciones interpoladas 1975-1990). Los índices actuales de frecuentación hospitalaria ~ela Comunidad de Madrid, por cada 1.000 habitantes de cada grupo de edad, aparecen recogr­dos en el Cuadro VII. De cada cien niños madrileños, seis han estado ingresados durante 1989en algún hospital regional. Cincuenta y dos de cada mil mujeres en ~d~d ~értil produjeronestancias hospitalarias de carácter obstétrico, mientras que de cada mil féminas mayores de15 años, diez y ocho fueron dadas de alta tras su permanencia en un centro sanitario cerrado.

Análisis demográfico y planificación de recnrsos

Hasta aquí hemos descrito la situación actual respecto a.1~ d~anda p~blac~onal y ofertasanitaria de recursos. Pero, ¿cuál sería el escenario de la utilización hospitalaria para 1996,

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si se confirman en la Comunidad de Madrid las previsibles tendencias poblacionales? (CM,Consejería Economía, 2001: Proyecciones Población Comunidad de Madrid).

Con el fin de responder a este objetivo, se ha partido de la hipótesis del mantenimientode las tasas actuales de frecuentación según especialidad, proyectándose la demanda hospita­laria según la estructura edad en 1996. Idealmente sería necesario un estudio prospectivo dealtas hospitalarias que nos permitiera conocer la frecuentación por sexo y edad. En párrafosanteriores se han explicitado las limitaciones de nuestra principal fuente de información. Apesar de ello y puesto que se trata de formular una primera aproximación para la reorientacióndel sector, se considera válida la hipótesis básica de permanencia del nivel de frecuentaciónactual.

El cálculo de los ingresos hospitalarios esperados en 1996 y su comparación con losproducidos en 1989 se ofrece en el Cuadro VIII. De su observación se deduce el efecto quela caída de la fecundidad tendrá sobre la utilización a la baja de los servicios pediátricos,produciéndose una disminución del 18 por ciento entre ambas fechas. El modesto incrementodel 2,2 por ciento en Obstetricia vendría explicitado no por el alza en el número relativo departos --que previsiblemente se mantendrá al bajo nivel actual- sino por el efecto de lascohortes de mujeres nacidas durante el baby boom de principios de Jos setenta, quienesalcanzarán su edad álgida reproductiva durante el decenio 1996-2006.En cuanto a la situaciónen Ginecología, se prevé un aumento porcentual de 6,5 en el número de mujeres ingresadas.Las tendencias de progresivo envejecimiento de la población femenina, su mayor longevidad,sugieren un alza en la patología ginecológica (cáncer de mama, útero, etc.)

Para la estimación del parque de camas necesario para atender la demanda poblacionalsegún especialidad, se ha utilizado la metodología propuesta por R.E Brigdman 3, fijandocomo horizonte temporal 1996 y partiendo de dos diferentes supuestos de ocupación teórica:a) ocupación al cien por cien; y b) ocupación al 85 por ciento. Los resultados obtenidos serecogen en el Cuadro IX. Del análisis comparativo entre 1989 y 1996 se pueden apuntar lassiguientes conclusiones:

a) Superávit de camas pediátricas. Es indudable que aunque se contemplara un incre­mento relativo de los niveles de fecundidad a medio y largo plazo, difícilmente podría recu­perarse el volumen actual de población en edad pediátrica

b) Exceso moderado de camas obstétricas. El total de partos que se produce anualmenteen la Comunidad de Madrid ha decrecido también de forma muy clara. Empero, las cohortesde mujeres procedentes del baby boom de principios de los años setenta alcanzarán su edadálgida reproductiva durante el decenio 1996-2006,por 10que habríaque mantener o, en todocaso, reducir mínimamente el número actual de camas en funcionamiento.

c) Ligero exceso de camas ginecológicas. Las tendencias de progresivo envejecimientode la población femenina, su mayor longevidad, anuncian un aumento previsible de la mor­bilidad ginecológica y crónica, por lo que deberían conservarse las actualmente existentes.

La aproximación realizada sobre la cuantificación numérica de este tipo de recursostiene, ciertamente, carácter provisional, ya que se ha partido del análisis de datos de muydébil calidad, no contrastada y con errores conocidos. Sería aconsejable realizar un estudioen profundidad sobre la actividad real de los centros sanitarios, la forma en que están orga­nizados los servicios, las patologías atendidas según sexo y edad, etc.

Razones no sólo sanitarias sino, además, de índole demográfico justifican la convenien­cia de emprender tales estudios. Es indudable que, a corto y medio plazo, asistiremos al efectocombinado de varios factores, entre los que cabe destacar los siguientes:

a) La edad es un elemento relevante en la morbilidad y la utilización de recursos sani­tarios. Un cambio significativo en la estructura por edad conlleva un cambio en la demandasanitaria Los ancianos, enfermos o sanos, son grandes consumidores de servicios sanitariosy-o sociales. La mayor esperanza de vida, el aumento del peso relativo de los mayores de 65años en detrimento de los grupos más jóvenes, tal como muestran los indicadores del Cuadro

X, implica un incremento de las enfermedades crónicas, cáncer, problemas de motricidad,autonomía personal leve, etc. La «cuarta edad» o población mayor de 85 años, de claropredominio femenino, experimenta una subida porcentual del 3,5 entre 1991 y 1996,por loque el número de camas hospitalarias para las personas de edad deberá aumentar, mientrasque parte de los hospitales de agudos tendrán que ser transformados en centros de cuidadosgeriátricos y-o potenciar la ayuda a domicilio.

b) El crecimiento económico impulsa el consumo sanitario, por lo que cobra especialrelevancia el concepto de eficiencia en el uso de los recursos, escasos y limitados. Estoscriterios de búsqueda de la eficacia y la eficiencia, junto con otros tales como el de equidado la deseabilidad de mantener, cuando no mejorar, el rúvel de prestación actual de los cuidadosde salud ante el previsible recorte presupuestario motivado por la situacíón económica nacio­nal, refuerza la necesidad de adecuar los servicios sanitarios hospitalarios, convirtiéndolos enun instrumento válido para encarar ese futuro no lejano.

En síntesis, se debe priorizar la reestructuración de la oferta de recursos, elementoestratégico imprescindible para la fijación de objetivos sanitarios sectoriales y globales. Uncambio de la demanda sanitaria en los próximos años conlleva la necesidad de adaptar laoferta de servicios sanitarios y sociosanitarios para afrontar con éxito la nueva situacióndemográfica. y qué duda cabe que la planificación de cualquier tipo de equipamiento se puede-y debe- apoyar en gran medida en el análisis de la dinámica poblacional y las previsionesde futuro.

Notas

1 Índicede Ocupación: (Totaleslancias segúnespecialidad. l00)/(Totalcamas especialidad. 365 días}

2 Tasa de Frecuentación: (Totalaltas según especialidad. l.OOO)(fotal población (a), (b) 6 (c).

(a) población pediétricae Oa 14 años(b) población obstétrica = mujeres 15-44 años(c) población ginecológica= mujeres mayores de 15 años

3 Estimación de camas:(TasaFrecuentación.Poblaciónproyectada. Estanciamedia)/Índice de ocupación.

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