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Universidad Complutense Madrid

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  • Sc i · Fd I - Rev i s ta d e C i e n c i a F i cc i ó n - #2 0 - 1 2 /2 0 1 8 - Fa cu l ta d d e I n fo rm á t i ca - U CM - I SSN 1 9 89 -8 3 63

    Sci·FdI: Revista de Ciencia Ficción

    de la Facultad de Informática

    de la UCM

    Po r t a d a : M . E . G i m é n e z | h t tp : //www . u cm . e s /s c i - fd i | s c i fd i @ fd i . u cm . e s

    · Luces y sombras de la fantasía científica soviética I I · Pasiphae · Músicapara sordos · El informe Ga ia · Estéri l · Homo Erectus visi ta Nueva York ·

    UniversidadComplutense

    Madrid

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    PortadaM. E. Giménez

    MaquetaciónBeatriz Alonso CarvajalesEnrique Eugenio Corrales MateosSalvador de la Puente González

  • EditorialComité Editorial

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    Tras nuestras vacaciones de verano,es un placer presentarles el número XX deSci-FdI. Dado que nuestro númeroanterior concluía con el ensayo Luces ysombras de la fantasía científica soviética I:

    de la Rusia zarista a la Gran Purga, en estecaso hemos querido comenzar el nuevonúmero presentando la segunda parte delmismo, titulada Luces y sombras de lafantasía científica soviética II: de la Guerra

    Patria al deshielo de 1956. Si la primeraparte ya nos ayudó a (re)descubriralgunos grandes autores rusos que hantenido poca repercusión en el mundooccidental, esta segunda parte continúaen la misma línea. Sin lugar a dudas, unalectura muy interesante que esperamosque sirva para fomentar la lectura degrandes obras aún más interesantes sicabe.

    Tras el ensayo, llega el turno de losrelatos. Empezaremos de forma muymelodiosa conociendo a la planta cantoraPasiphae, quien casualmente comparte sulugar de residencia con quien generaMúsica para sordos. Tras la oberturamusical, pasaremos a estudiar El informeGaia. Tras él, conoceremos a David yaprenderemos lo que significa ser Estéril(o no). Para el final del número dejamos laprincipal novedad, donde el relato setransforma en relato gráfico paraaveriguar cómo es posible que HomoErectus visita Nueva York.

    Antes de finalizar, el equipo editorialdesea realizar una importante aclaración.Ha llegado a nuestro conocimiento elrumor recientemente propagado de queel presente número será el último denuestra revista debido a que está próximala fecha en que Rick Deckard retirará atodos los miembros del equipo editorial

    por no ser capaces de superar el testVoight-Kampff. El equipo editorial y losresponsables de la Facultad deseananunciar que, lógicamente, estasacusaciones son únicamente habladuríassin fundamento. Todo el mundo sabe quede aquí a noviembre de 2019 nos datiempo a publicar otros dos númerosantes de que nos identifiquen comoreplicantes.

    Luces y sombras de la fantasía científica soviética, I I ..........5Pasiphae.......................................................................... 1 6Música para sordos.......................................................... 21El informe Gaia................................................................ 33Estéril ...............................................................................39Homo Erectus visita Nueva York....................................... 40

    Índice

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    Código de coloresRE

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    POEM

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    Luces y sombras de la fantasíacientífica soviética, II

    R. Campoamor Stursberg

    En esta segunda entrega dedicada a laciencia ficción soviética, analizamos algunas delas obras y autores destacados publicados entre1937 y 1956. La primera de las fechas marca elapogeo de la hegemonía estalinista, mientras lasegunda se caracteriza por una tímida y efímeraapertura del sistema, debida fun-damentalmente a las tortuosas luchas ydepuraciones llevadas a cabo después deldeceso de Stalin. En términos generales, lasdécadas de 1930-1950 se caracterizanprincipalmente por la extirpación violenta de ladisidencia, para cuyos fines la Gran GuerraPatria y el posterior establecimiento de laconfrontación con Occidente fueron de granayuda. La otra característica es el finalmentefallido intento de uniformización total y unextendido hermetismo basado en unaprogresiva desconfianza mutua, que suponeuna sublime materialización moderna de lamáxima romana divide et impera. Abandonadaya la época de la utopía, la literatura de cienciaficción se vuelca, al menos de forma oficial, enuna vía de educación, formación técnica y deexaltación de los logros que la construcción delsocialismo habrá de aportar, moralmentesustentada por la victoria soviética en la IIGuerra Mundial y el impresionante desarrollocientífico e industrial que la sigue. Laindustrialización del país, defendida ya entiempos de la Revolución, constituye la primeray principal obsesión del Estado, y será esgrimidacomo el principal estandarte ideológico hasta laépoca en que sea reemplazada por la carrera yconquista espaciales.

    Son realmente muy pocas las antologías ycolecciones, tanto rusas como extranjeras, querecopilan o recogen textos escritos entre 1940 y1956, principalmente debido a la generalmentebaja calidad de las obras, así como a suprevisible uniformidad. La relativa pobreza de laproducción de ciencia ficción en esta época, entérminos cualitativos, puede colegirse asimismode la bibliografía incluida en la monografíacrítica de Anatoly F. Britikov (véanse las

    referencias de la primera parte de este ensayo),considerado como el mejor analista y el mássolvente entre los críticos del género, dondepara el período 1941-1956 se enumeran tansólo 96 novelas y relatos dignos de mención, oque se ajusten realmente al género.1 En estesentido debe decirse que cientos depublicaciones propagadas como ciencia ficciónno eran realmente tales, sino disquisicionestécnicas o científicas extrapoladas a un futuro(próximo), en ocasiones llenas de elementospuramente fantásticos, motivo por el cualBritikov los descarta en su enumeración.

    En este brillante estudio, el autorsentenciaba certeramente que “una vez que sehaya consolidado el socialismo, la felicidadconsistirá en morir por la humanidad, para quelas gentes, a falta de otros enemigos, puedanperecer en su lucha contra la naturaleza”. Estasentencia resume la esencia de la actitud oficialsoviética en lo que concierne al medioambiente. Desde la primera etapa delestalinismo hasta la muerte de Brezhnev, ladestrucción y progresiva contaminación delmedio natural será una práctica constante. Lafiebre por las infraestructuras ciclópeas, almargen de su posterior utilidad real, consumirácantidades ingentes de recursos técnicos yhumanos, teniendo en algunos casos unascatastróficas consecuencias ecológicas, ya seaintencionada o accidentalmente. La falta deplanificación o de interés en la conservación delos ecosistemas (y los pobladores de éstos)transformó extensas partes de la UniónSoviética en eriales irrecuperables, de los cualesalgunos siguen catalogados entre laslocalizaciones más contaminadas del planeta.La alteración de los afluentes y laindiscriminada explotación del mar de Aral esprobablemente el ejemplo más notorio,aunque no constituye el más insalubre, quecorresponde al lago Karachai en lasproximidades de Chelyabinsk-40, empleadodurante décadas como depósito de residuosnucleares, con un grado de contaminación que

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    hace palidecer aquellos registrados en 1986,después del accidente de Chernobyl.2 Estedesdén ecológico está plenamente justificadoen términos del materialismo dialéctico vigente,que establece que el hombre y la naturalezaestán en oposición, por lo que el medio naturaldebe ser sometido a la fuerza y jugar un papelpuramente utilitario.

    El exponente más destacado de estatendencia filosófica oficial es Grigori B.Adamov,3 antiguo revolucionario y autor escru-pulosamente fiel a los dictámenesgubernamentales. Sus obras tratan de formareiterativa de magnificar los titánicos esfuerzosdel pueblo para industrializar una nacióntecnológicamente atrasada, transformando lanaturaleza sin consideraciones de ningún tipo.Implícitamente, estas obras reflejan laexperiencia del autor como corresponsal para laprensa industrial, y dejan traslucir un profundodesapego por el pasado agrario de Rusia, asícomo un desinterés en toda ciencia noestrictamente técnica. Adamov es posi-blemente uno de los más férreos defensores delcatálogo zhdanovista sobre disciplinasprohibidas, que marcaba estrictamente lostemas que podían tratarse y aquellos queestaban proscritos. Aunque se trata de un autormayoritariamente anacrónico y pasado alolvido, tres de sus obras son meritorias, almenos desde el punto de vista técnico y lacronología.

    La primera de ellas, titulada Losconquistadores del subsuelo (1937), narra laepopeya de un héroe del pueblo en su busca deuna nueva forma de energía, para lo cualconstruye un ingenio que le llevará al subsueloterrestre, en reconocible imitación del estilo deVerne. La trama, si de tal puede hablarse, seresume en un largo y detallado compendio dedetalles técnicos, principios geotérmicos ydescripciones geológicas calcadas de loseruditos artículos y monografías del académicoVladimir I. Vernadsky. Esta soporífera tendenciase mantendrá en obras posteriores de Adamov.La segunda novela, publicada en 1938 y cuyotítulo es El misterio de dos océanos, relata el viajede un extraordinario submarino llamado Pionerdesde Leningrado a Vladivostok, con el fin dereforzar la flota oriental y así detener lasintenciones expansionistas japonesas.4 En estaocasión, el paciente lector será bombardeadocon multitud de datos sobre biología marina y

    botánica, sin que el argumento en sí mismopueda definirse como cautivador. El méritohistórico de estas composiciones es haberservido de inspiración a toda una generaciónde ingenieros soviéticos, muchos de los cualesparticiparían posteriormente en las inmensasobras de ingeniería civil desarrolladas a lo largoy ancho de la URSS.

    El destierro de los amos, obra póstumaaparecida en 1946, es posiblemente la mejor delas tres grandes novelas de Adamov, y la máspróxima a lo que se entiende generalmentecomo ciencia ficción. La acción transcurre en lasegunda mitad del siglo XX, con un comunismoya sólidamente establecido y un desarrollotecnológico sin precedentes. El joven científicoLavrov, en compañía de la heroína IrinaDenisova y Nikolai Berezin, desarrolla unprocedimiento para incrementar la tem-peratura del Ártico y así facilitar su navegacióndurante todo el año, convirtiendo el árticosoviético en un oasis. Al margen del posteriordesarrollo mezquino de la trama, con Berezinvendiéndose a una potencia extranjera a causade unos pueriles celos y la consiguiente trifulcacon el héroe Lavrov por la victoria, esta novelaes uno de los primeros ejemplos de la cienciaficción soviética en representar con ciertacredibilidad la grandiosidad de la industriaestatal. Por absurdo (y peligroso) que parezca,existió realmente un proyecto de esta índole,impulsado por el geógrafo Petr M. Borisovdesde 1957, aunque ya en el siglo XIX se habíabarajado la posibilidad de alterar las corrientesen el estrecho de Bering.5 La minuciosidad conque se describe el citado proyecto, supreparación y su ejecución son más cercanas aun estudio técnico que a una novela, y sirvende referente para entender cómo en un brevelapso temporal, la infraestructura técnicasoviética pudo avanzar de forma trepidante. Noobstante, los personajes de Adamov no dejande ser meras sombras, sujetos estereotipados,planos y sin personalidad propia; una tendenciaque será muy frecuente en la literatura de estaépoca. La influencia de Adamov es inmediata,siendo sus motivaciones imitadas por unamayoría de escritores. Todo ello reduce laliteratura de ciencia ficción a dos clichésprincipales: la enconada lucha contra lanaturaleza y la lucha del bien contra el mal, quecomprende, como es fácil deducir, elenfrentamiento con los corruptos occidentalesy los disidentes. Muchos de estos textos, a

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    diferencia de los anteriores a la guerra,desprenden un declarado odio hacia todo loque no sea soviético, extendiéndose enocasiones a las naciones supuestamentealiadas.

    Si una de las notorias características de laciencia ficción occidental entre 1930-1950 es laacción bélica espacial, de la que derivanalgunas de las más conocidas sagas, elelemento bélico en la ciencia ficción soviéticaestá limitado, casi sin excepciones, a la lucha dela URSS contra la intervención extranjera y losmovimientos anticomunistas autóctonos. Debereseñarse, no obstante, una marcada diferenciaentre las motivaciones subyacentes a los relatosanteriores y posteriores a 1937. En estecontexto, Sergei M. Beliaev (no confundir conAlexander R. Beliaev) combina la temáticabélica con la de ciencia ficción, anticipando unclima de hostilidad declarada y unenfrentamiento soterrado de la Unión Soviéticacon el resto del mundo. Literariamente, el logromás destacable de este autor es latransformación de las grotescas y risibles figurasdel agente o espía extranjero aparecidas en loslibros publicados con anterioridad a 1932 entemibles sombras que amenazan no sólo a lasociedad, sino a la civilización entera. No puedenegarse la habilidad del autor en imbuir unsentimiento de desconfianza y desasosiego enel lector, para lo cual los trágicosacontecimientos registrados en Europa desde1933 en adelante constituyeron una fecundafuente de inspiración. Estas alegorías literariasserán la base del secretismo que marcará a lasociedad soviética durante décadas. Elindividualismo y, hasta cierto punto, la mismaoriginalidad serán propagadas como motivo desospecha de disidencia y delito, lo quejustificará, al menos en el plano político, elvejatorio trato dispensado a la poblaciónsoviética durante y después de la guerra. Entrelas novelas de Beliaev oficialmente aclamadaspor su entusiasmo nacionalista, enumeramos Elcaza 2Z (1939) y El décimo planeta (1945),panegíricos patrióticos y en ocasiones inclusopatrioteros. La novela El señor de los rayos(1947), por otro lado, relata los esfuerzos de loscientíficos soviéticos para extraer energíaelectromagnética de la atmósfera ytransportarla a largas distancias sin necesidadde tendidos eléctricos (la analogía con loscélebres experimentos de Nikola Tesla enColorado Springs es clara). Al margen de la

    descripción de las dificultades queexperimentan los científicos para implementareste ambicioso programa, la trama se centraprincipalmente en relatar los incidentes, erroresy sabotajes que sufre el proyecto, siendo eneste sentido una mera novela de misterio conelementos científicos. Los protagonistas, de losque apenas se esbozan unos trazos, actúan noobstante de forma ilógica, lo que le restacredibilidad al texto. Es interesante observarque los conflictos que experimentan loscientíficos descritos son, hasta cierto punto,incompatibles con la supuesta fidelidad alrégimen, aunque generalmente estas ofus-caciones son explicadas como consecuencia deinfluencias externas que anulan la resistenciadel individuo, lo que refuerza, como esintención del autor, la sugerencia de unaintensificación del control por el colectivo. Deesta forma, la figura literaria antañopredominante del sabio aislado ypotencialmente peligroso, cuando noabiertamente enajenado, es progresivamentereemplazada por el técnico perteneciente a uncolectivo o por un jefe científico de laboratorio,cuyas motivaciones y reacciones están siemprecontroladas por una inquebrantable fe en elpartido y las máximas del marxismo dialéctico.La misma tónica puede encontrarse en otrosautores-panfletistas como Serguei Ya. Rozval ysus novelas antiimperialistas, de las cualesRayos de vida (1949) es la más conocida.

    Los relatos de Emanuel S. Zelikovich,antes de volcarse en la popularización científicaen 1940, tales como Un invento peligroso,suponen una interesante excepción, que indicaque no todos los autores acatan ciegamente lapremisa del sometimiento de las fuerzasnaturales sin pensar en las potencialmentedesastrosas consecuencias. En este breve relatose cuenta como un inventor solitario trata deperfeccionar un aparato para eliminar laspartículas de polvo en la atmósfera. Unosinconscientes técnicos, en ausencia delprofesor, accionan el mecanismo antes de queesté preparado, con consecuencias catastróficaspara el clima. Después de ingentes esfuerzos, elprofesor logra invertir el proceso, aunqueperece durante la experiencia.

    Las obras de Vadim D. Okhotnikov yVladimir I. Nemtsov son una excepción a estaregla, al estar enfocados a problemas de índolemás personal, así como estar más influenciadas

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    por las actividades científicas y técnicas deestos autores. Valgan como ejemplos elvolumen recopilatorio de relatos El mundo de lainvestigación (1949), así como la novela Vía a lasprofundidades (1950), en las que losprotagonistas son siempre ingenieros, casipoetas de la técnica, dedicados en cuerpo yalma a la creación de nuevos aparatos ytécnicas que faciliten la explotación de losrecursos naturales, pero sin el afán destructivoque caracteriza a los pedantes pragmáticos. Lalucha entre el idealismo del héroe y la cerrazónde las autoridades se salda con la victoria delprimero, generalmente ayudado por losaltruistas komsomoles. Un elemento inte-resante de los relatos de Okhotnikov es suempeño por el secretismo en la producción,con el fin de evitar que los logros técnicos seanexpoliados por entes extranjeros. Esta posiciónno carece de base histórica, dado que, antes dela Revolución, muchos descubrimientos decientíficos rusos fueron patentados, cuando noabiertamente usurpados, por inventoresextranjeros, al no ofrecer el gobierno zaristaayuda ni apoyo alguno a los eruditos einventores.

    En La bola de fuego (1946), Vladimir I.Nemtsov narra las peripecias de un radiotécnicopara rescatar a su mentor de un inmensoincendio declarado en la taiga siberiana por lacaída de un meteoro. Con la ayuda de uninventor y su fabuloso tanque, inmune al calor ylas radiaciones, el protagonista emprende elpeligroso viaje y logra no sólo rescatar a su viejoprofesor (y su hija), sino encontrar asimismo losrestos del cuerpo celeste desencadenante deldesastre. Llegados a este punto del relato,comienza una sesuda discusión sobre losefectos del fuego en la ondas de radio y losdiamantes artificiales encontrados entre losrestos del meteoro. Al margen del entusiasmosobre las aplicaciones industriales de éstos, nofalta la lección moralista del comisario de laexpedición, que sentencia que son losabnegados rescatadores los verdaderosdiamantes, ya que en ellos se ha cristalizado laesencia del nuevo hombre (soviético). Loselementos técnicos y humanos se conviertenasí en símbolos para dignificar la entregadesinteresada de un pueblo a un ideario. En lamisma línea se sitúa La mina de oro (1948), quetrata sobre las explotaciones petrolíferas enBakú y la rivalidad entre dos ambiciososingenieros para poner en funcionamiento un

    método de extracción de crudo que seaperfecto. La esposa de uno de los protagonistasfunge como catalizador para la reconciliación yasociación de los ingenieros, de la cual surge,en combinación de ambos conceptos, lasolución óptima que marcará una nueva era enel desarrollo del país.

    A juzgar por estas características, esinnegable que la llamada novela del realismosocialista, no solamente aquella dedicada a lafantasía científica, es por lo general estética yliterariamente superficial, cuando nodeclaradamente anodina. Como se ha indicadoanteriormente, su misión principal es la deeducar e implantar una línea de pensamiento,así como sofocar la individualidad en favor delcolectivo, lo que garantiza asimismo una mayorposibilidad de control.6 Las directrices queestablecen la exaltación triunfal de laindustrialización y la colectivización estrechanlas posibilidades del contenido netamenteliterario, dejando poco margen a lo que no seauna crónica o un texto propagandístico. Porello, como ilustran los ejemplos anteriores, unagran parte de la producción de ciencia ficciónen esta época es más próxima a la divulgacióncientífico-técnica que a la literatura. Se trataesencialmente de ensalzar la ciencia soviéticaen yuxtaposición a la occidental, así como deaportar largas y en ocasiones tediosasdescripciones, sean éstas teóricas o relativas alas implicaciones morales y filosóficas delmaterialismo dialéctico, para justificar la actitudestajanovista del héroe y reforzar la formaciónde la conciencia comunista del pueblosoviético. Al margen de estas observaciones, ypese a esta estrechez de miras y ausencia deatrevimiento literario, algunas de lasproducciones compuestas siguiendo el canondel realismo socialista son llamativas y demarcado interés, no por su estilo o profundidad,sino por constituir un valioso testimoniodocumental de la época en que fueron escritas,dado que ponen de manifiesto cuáles eran laspreocupaciones científicas y técnicas (al menos,las civiles) del momento.

    Okhotnikov y Nemtsov, además de serdos de los autores más populares en lasdécadas de 1940-1950, se distanciansignificativamente de los escritores deproducción por la meticulosidad de sus obras,así como por la seriedad y sobriedad de susafirmaciones. Puede añadirse a esta lista el

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    nombre de Victor S. Saparin, aunque sus obrasestán indefectiblemente influenciadas por loselementos tradicionales y fantásticos rusos (Ladesaparición del ingeniero Bobrov, 1948). El autorBoris Z. Fradkin merece una mención aparte.Inicialmente escritor de producción, a partir de1950 se vuelca en la temática de ciencia ficción,a la que aporta algunas obras de interés talescomo Historia de un cuaderno de apuntes (1954),en la que se relata la invención de un armaultrasónica, o los relatos espaciales Caminos alas estrellas (1954) y Misterios del asteroide 117(1956).

    Hacia 1950 comienza a desarrollarse unestilo más próximo a la narración que a lacrónica periodística, pese a conservar aúnciertos trazos de esta última, y de la que prontotoman nota los autores de ciencia ficción.Basándose en los logros científicos y técnicosdel momento, los autores tratan de extrapolarlos avances que se conseguirán a corto o medioplazo, casi siempre de acuerdo con los planesestatales y las prioridades y prohibicionesestablecidas por el sistema. Sin embargo, adiferencia de la década anterior, el ideariohumanista renace, lo que significa una mejoracualitativa en las tramas y una descripcióndetallada de las motivaciones de los personajes.

    En este contexto conviene mencionar lainteresante novela de Nikolai V. Lukin El destinode la apertura (1951). En ella se narra la historiade un ingeniero prerrevolucionario llamadoLisitsyn, las dificultades que éste experimentapara desarrollar su trabajo bajo el yugo zarista,así como su noble empeño en busca de fuentesde alimentación artificiales, sintetizadas a partirde minerales y la transformación de la celulosa.Después de su muerte, el químico soviéticoShapovalov encuentra los diarios de Lisitsyn ydecide finalizar y ejecutar la obra inconclusa deéste. Con la ayuda de un grupo de asistentes, asícomo de las nuevas autoridades, que apoyandecididamente la investigación, Shapovalovresuelve el problema de sintetizar carbo-hidratos. La moraleja de la historia es que eltrabajo desinteresado por el bien del pueblo,despreciado por una generación anterior, seráculminado con éxito por la siguiente. Laoposición del destino de ambos científicos,separados cronológica y socialmente, pero conun objetivo común, no deja de ser trágica, yLukin concluye el texto con la sabia sentenciade Dimitri I. Mendeléiev “la semilla científica

    crecerá para proporcionar una cosechanacional”.

    Otros relatos destacables siguen esteestilo literario-tecnológico, que se aleja de lapanfletaria infalibilidad de la ciencia soviéticadefendida por los pragmáticos oficialistas, y damayor protagonismo a la psicología y lasinquietudes reales de los personajes. Un buenejemplo de ello es El subyugador de lastormentas eternas de Victor A. Sytin (1955), en laque los científicos tratan de construir unaplanta de energía estratosférica. Pese a que laprueba finalmente falla debido a turbulenciasque no han sido adecuadamente consideradasen los cálculos, los sabios extraen lasconclusiones adecuadas que avalan laviabilidad del proyecto, lo que les permitemodificarlo y concluirlo con éxito. Nuevamente,la moraleja que se trata de transmitir es que las(buenas) ideas científicas no se pierden, aunquesus creadores no vivan para ejecutarlas. En estecontexto debe citarse también el libro Maltiempo subterráneo (1956) de Georgi I. Gurevich,en el que se relata la historia del vulcanólogoGribov, el cual reniega de sus teorías pararetomar los trabajos de un científico rivalllamado Shatrov, fallecido antes de poderculminar un mecanismo infalible para predecirlas erupciones volcánicas. Mediante este actode remisión, Gribov retoma el testigo deShatrov y acaba aprendiendo a predecir conexactitud las erupciones. No obstante, su obrano acaba ahí, sino que se convierte en unapieza esencial de la construcción de una nuevaciudad, Vulkanograd, en la que se construiráuna factoría que empleará por primera vez laactividad volcánica en la industria. Trasmúltiples peripecias, la ciudad es finalmenteerigida y en su plaza central, a modo deepitafio, se erige un monumento a Shatrov,declarado como “el primer hombre que descifrólos volcanes”.

    Aunque ambos textos tienen como sujetola reiterativa y repetitiva temática de labúsqueda incesante de nuevas y efectivasformas de energía, las tramas están exentas dela violenta anexión y sometimiento exigido porlos dictámenes oficiales, enfocando elproblema del progreso desde una perspectivamás humanista.

    Los temas médicos o biológicos, en latradición a veces obsesiva y parcialmenteenfermiza de Alexander R. Beliaev, se recuperan

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    y reflejan en los escritos de Yuri A. Dolgushin.Así, en el Generador de milagros (1946)encontramos a los protagonistas enfrascadosen perfeccionar un método para matar unorganismo y resucitarlo posteriormente, librede enfermedades y afecciones. Habiendoensayado con éxito su procedimiento endiversos mamíferos, los experimentadoresdeciden audazmente repetir el experimentocon un ser humano, elección que recae en laheroína de la novela, Anna. De este ensayo sededuce que el proceso de revivificación es máslargo cuanto mayor sea la escala evolutiva delsujeto de experimentación. En la tensaatmósfera del experimento, no falta en estahistoria el sempiterno espía que trata dedesbaratar el experimento y robar lainformación para transferírsela a una (malévola)potencia extranjera. No obstante, la mayorpreocupación de los experimentadores no es lapotencial amenaza del intruso, sino lasimplicaciones morales que se derivan del éxitodel ensayo en los seres humanos. Un elementosumamente interesante de este relato es elmanejo de conceptos relacionados con labiónica, que puede considerarse pionero en laciencia ficción, tanto occidental como soviética,por la época en que fue propuesto.

    En Viaje al mañana (1952), el periodista ypublicista Vasili D. Zakharchenko enumera deforma exhaustiva todos los progresos de lasindustrias energética, química, farmacéutica yagraria, así como los avances en lastelecomunicaciones y la aerodinámica. Cabedecir que, pese al exagerado optimismo delautor, algunas de las ideas expuestas serían enefecto desarrolladas a lo largo de los añossiguientes, aunque no siempre por suspaisanos. La principal crítica que puedehacérsele al libro es la extendida y yacomentada tendencia a describir los personajescomo meros anexos a la producción, de la quese deduce la nula importancia que se le confiereal individuo, al menos por debajo de ciertoescalafón técnico o político.

    Aunque atípico como elementopredominante en las novelas de posguerra, laexageración satírica, a veces grotesca, es unacaracterística recurrente en algunos autores,principalmente en las composiciones del tiponovela-panfleto, con resultados muy variados yen ocasiones cuestionables en lo que se refierea calidad. Hay, no obstante, destacables

    excepciones como Lazar’ I. Lagin,principalmente conocido como escritor deobras infantiles, pero que aportó varias obrasde sátira científica, en las que supo encontrar laproporción adecuada entre la sátira y loridículo. La más famosa es la novela La patenteAV (1947), en la que el biólogo y médico Popfdescubre una fórmula revolucionaria paraaumentar y acelerar el crecimiento deorganismos vivos. Aunque la intención delmédico es ofrecer el elixir para paliar el hambremundial, unos monopolistas tratan de comprarla fórmula para acaparar el mercado. Popfrehúsa y se ve implicado en una trama criminalque le lleva a presidio, con lo cual losmonopolistas se hacen con el invento. Bajo lasombría influencia de un tal Alfred Vanderkhunt(cuyas iniciales dan título al libro), el usocomercial del elixir queda olvidado paradestinarlo a crear una nueva raza de hombresaltos y robustos, pero dotados de la inteligenciade un tierno infante. La finalidad de estascreaciones es obviamente servir como carne decañón y mano de obra a precio de saldo.Ayudado por el pueblo, Popf es finalmenteliberado, pero su laboratorio es destruido y susderechos sobre su creación anulados. Laginexplota con astucia todas las posiblesconsecuencias lógicas de esta en aparienciaabsurda premisa, analizando asimismo lasimplicaciones políticas. No es casual que lanovela transcurra en Argentina, en lo quesuponemos que es una descarada alusión alrégimen del general Perón.

    En un plano científicamente másespeculativo y menos apegado a losestereotipos y convencionalismos impuestos sesitúa la obra de Alexander P. Kazantsev,ingeniero mecánico reconvertido en escritor yuno de los grandes divulgadores en astronomíay cosmonáutica, además de reconocidoufólogo y defensor de los llamadospaleocontactos, rareza extrema dentro delámbito soviético, probablemente toleradaúnicamente por la gran reputación del autor. Enel Huésped del cosmos, combinación de relato yartículo científico de divulgación, el autorpropone una extravagante explicación delcontrovertido fenómeno de Tunguska (1908)como el resultado de la explosión de una naveextraterrestre.7 Esta exótica hipótesis nació de lavisita de Kazantsev a Hiroshima después de laguerra y de los paralelismos deducidos entre lasobservaciones de Kulik en Tunguska y los

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    efectos de la explosión de la bomba nuclear.8Cabe observar que otros autores como S. Lemhan empleado asimismo el fenómeno deTunguska en sus relatos. Al margen de lacredibilidad de estas especulaciones, el tonoempleado por Kazantsev difiere radicalmentede otros autores. Aunque persiste la obsesiónde doblegar la naturaleza a los fines de lasociedad, ya no se trata de explotarla salvaje ydespiadadamente, sino de tratar de extraer sussecretos a través de su análisis minucioso. Lostemas polares son recurrentes en Kazantsev,buen conocedor de estas latitudes. Ya en susprimeras novelas, como Puente ártico (1946), latemática se mueve en torno a grandiososproyectos de ingeniería, en el caso que nosocupa, un túnel submarino que una la UniónSoviética con Alaska a través del Polo Norte. Eltexto analiza asimismo problemas morales,como es el uso de reacciones termonuclearespara el calentamiento del ártico, lo que planteariesgos relacionados con drásticos cambiosclimáticos. A diferencia de otros autores comoAdamov, la actitud de Kazantsev no esindiferente a las potenciales consecuenciasdestructivas de un proyecto de esta magnituden la fauna y flora árticas.

    En esta misma época, mediados de losaños 1940, emerge un autor que, al margen dela importancia capital que jugará en el deshieloy la tercera época de la ciencia ficción soviética,postula abiertamente un respeto por lanaturaleza y una explotación controlada ysensata, con el fin de preservar aquello que hacostado millones de años en formarse. No escasual que Iván A. Efremov fuese paleontólogode profesión, una interesante ocupación que lepermitiría viajar a muchas de las regiones ylocalidades remotas de Siberia y Mongolia, asícomo analizar detalladamente la sabiduríapopular y la tradición de los pueblos nómadas,conocedores de los secretos de esas inhóspitasregiones. El debut oficial puede fijarse en 1944,fecha de la aparición de una recopilaciónRelatos de lo extraordinario, que plasman tantola experiencia personal del autor como algunasatrevidas hipótesis científicas, que, pese aparecer inverosímiles en el momento de suformulación, serían posteriormente confir-madas por el método científico. Los personajes,lejos del arquetipo del héroe, son eruditos cuyamotivación es el conocimiento en sí mismo, unreflejo del verdadero protagonista de losrelatos, que es la naturaleza con sus misterios

    aún no desvelados. Efremov combinamagistralmente la narrativa con especulacionesplausibles extraídas de su quehacer científico,basadas en la reflexión académica seria, y no enel temor de sobrepasar los límites autorizados.Dichas hipótesis, publicadas en revistas de suespecialidad, habrían sido problemáticas otachadas de impostura y fantasía, al no estar(aún) respaldadas por datos empíricos. Noobstante, la progresiva exploración de estasregiones demostrarían que las extrapolacionesanunciadas por Efremov constituían unacertidumbre científica. Como ejemplo de estaperspicacia científica podemos citar el hallazgode diamantes en Yakutia, tal como postulaba enel relato La chimenea de diamantes (1944),donde los protagonistas descubren trazas delmineral kimberlita, indicador de la existencia dediamantes. Diez años después, encircunstancias harto similares, se descubriría elprimer depósito diamantífero de Yakutia.9 Conel establecimiento de la división siberiana de laAcademia de Ciencias soviética en 1957, queinicia un riguroso estudio de los recursosnaturales de la Rusia oriental, el hallazgo denumerosas minas de diamantes en esta regiónno se hará esperar. Como anécdotamencionamos que Efremov fue ridículamenteacusado de revelar secretos de estado sinautorización, pese a que en 1944 nada se sabíade los depósitos diamantíferos en aquellaregión, lo que muestra, una vez más, que laparanoia gubernamental es omnipresente.Otras predicciones de Efremov, como laexistencia de pinturas rupestres, la existencia defósiles prehistóricos o lagos de mercurio enaltas latitudes, fueron asimismo confirmadassucesivamente, siendo las circunstancias de sudescubrimiento análogas a las descritas en susrelatos. Dejando de lado el aspecto académico,el gran valor de la obra producida por Efremoven esta primera época reside en crear unaatmósfera en la que el lector, una vezsumergido en ella, experimenta con admiraciónlas mismas sensaciones que el protagonista decada relato. Esta maestría en la creación delambiente es ciertamente una rareza en laciencia ficción de estos años, comparable con laexhibida por Kazantsev en sus escritos menospolémicos. Es también anecdótico señalar queunos de los primeros relatos de Efremov, Elsecreto heleno, destinado a aparecer en larecopilación de Relatos de lo extraordinario, fuerechazado por la censura por ser considerado

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    meramente fantástico, y no aparecería hastamuchos años después. La razón esgrimida fueque la “memoria ancestral” en la que se basa latrama, una especie de viaje temporal espiritual,era inadmisible en el marco materialista de lasdirectrices zhdanovistas.

    Tanto Efremov como Kazantsev fueroncapaces de reavivar el interés histórico ycientífico en las regiones polares soviéticas,ignoradas durante largo tiempo y casiexclusivamente empleadas como tierras deexilio y condena para los inadaptados. Ya en elsiglo XVIII el gran erudito Mijail M. Lomonosovprofetizaba que “la grandeza de Rusia surgirá deSiberia”, aunque la política soviética ter-giversaría sus palabras para convertirlo en elprecursor moral de la explotación sistemática eindiscriminada de los recursos naturales de estainmensa y desconocida región. Debe indicarse,no obstante, que este egocéntrico despreciopor el legado de la naturaleza no era, por logeneral, compartido por toda la élite científica.Así, el reputado Vernadsky publicó en 1926 sufamosa monografía Bioesfera, obra capital en laque postula la vida como una fuerza geológicaque da forma al ecosistema. Pese a ocupar unimportante cargo en una comisión para laexplotación de los recursos naturales,Vernadsky no renegaría nunca de suspostulados, que forman uno de los pilares de laecología moderna.

    A finales de los años cuarenta se observanya ciertas fisuras en las tendencias prescritaspara la ciencia ficción, como el lento abandonode las producciones afectadas de gigantismo enfavor de la narrativa breve, pese a que elnúmero de autores que exhiben su creatividady originalidad es todavía muy reducido. En elcélebre artículo Lo fantástico y la realidad,publicado en 1950 y debido al crítico SergeiIvanov, se denuncia abiertamente la literaturade ciencia ficción no socialista como exenta devalor alguno, decadente y altamenteperjudicial, mientras se ensalzan las virtudes yvalores de una literatura de producción, basada,según este crítico, en la genial previsión de losautores rusos (la cita de Lomonosov es aquíinevitable). Algunos de los grandes temas de laciencia ficción, como los viajes espaciales,10 laconquista planetaria y los viajes en el tiemposon condenados de manera fulminante. Lafobia hacia los viajes en el tiempo, al margen deser catalogados como una irresponsable

    evasión de las obligaciones del ciudadano conel Estado, tiene un germen más profundo en lacondición proscrita de la Teoría de laRelatividad como ciencia.11

    Sigue una larga enumeración deproblemas que aquejan al escritor soviético, yen los que se recuerdan las “indicacioneshistóricas” de Stalin, referentes en particular a lagestión y tratamiento de las zonas forestales,siguiendo al pie de la letra la entoncesdominante doctrina de Lysenko. En esteensayo, además, se critica y acusaexplícitamente a diversos autores de habersedejado “obnubilar por el americanismo”, comoes el caso de Gurevich por su novela El cohetehumano (1947). Posteriormente, este mismoautor sería culpable de la imperdonable osadíade describir bosques poblados de álamos, enlugar de los robles que exigía el lysenkoismo.12Aunque este inquietante artículo reaviva lasamenazas por desviaciones ideológicas, sureiterativa vehemencia es en cierto modo unindicativo de un reconocimiento en eldebilitamiento creciente del sistema.

    El fallecimiento de Stalin en marzo de1953 hace tambalearse el régimen soviéticohasta límites insospechados, desencadenandouna lucha interna en la cúpula del partido quedurará al menos tres años, de las cuales sederivarán nuevas purgas, aunque esta vezlimitadas a los asesores directos de Stalin, comoel temido Lavrenti Beria. Aprovechando estabreve relajación de la férrea censura, y parasorpresa de unos y escándalo de otros, a finalesde 1953 la revista "Nuevo Mundo" publica unsonado artículo de Vladimir M. Pomerantsev,en el que denuncia abiertamente que laliteratura soviética está basada en el engaño yla ausencia de sinceridad. No deja desorprender que un texto tan directo yclarificador, pese a las circunstanciasexcepcionales del momento, pasase el finotamiz de los guardianes del pensamiento yfuese admitido para su publicación. Lasrespuestas de los burócratas, en su mayoríainsultantes y malintencionadas, no se hacenesperar, y el atrevimiento de Pomerantsev noquedaría exento de castigo. Como eraprevisible, S. Ivanov es el más vehemente entrelos atacantes. Aunque el aparato censor fueposteriormente reajustado para evitar nuevoscuestionamientos ideológicos como la osadíade Pomerantsev, el mensaje caló hondo en

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    diversos autores, que comenzaron a elaborarmagistrales parábolas aparentemente inocuasdesde el punto de vista ideológico paratransmitir su desafección por el régimen y suprevisible estancamiento a medio plazo. Entrelos oficialistas que no habían condenadoplenamente el estalinismo, destacamos alconocido Ilya Ehrenburg, quien involun-tariamente forjó el término de deshielo, debidoa la homónima novela Ottepel’, aparecida en1954 como respuesta a la denuncia dePomerantsev.13

    La reacción a la supresión del veto oficial alos temas cósmicos, en vísperas además dellanzamiento del primer satélite artificial, no sehace esperar. En 1955 aparece 220 días de vueloestelar, primera de las entregas de una trilogíacósmica debida a Georgi S. Martynov, y quepuede considerarse como el prototipo denovela dedicada a la conquista espacial desdela filosofía soviética. Se relata cómo la navesoviética KS2, con una tripulación de cuatrohombres, aterriza en Marte para explorar lafauna y flora planetarias. Unos días más tardeaterriza un ingenio estadounidense, que hafracasado en su intención de llegar en primerlugar, y su creador muere en un trágicoaccidente. Aunque el segundo expedicionarioestadounidense es rescatado por loscosmonautas soviéticos, éstos no logranconvencerle para que repare su nave y vuelva ala Tierra. La fatalidad se cierne sobre el equiposoviético cuando su comandante, retrasado enuna misión de reconocimiento, no logra volvera tiempo antes del despegue programado de lanave KS2, quedando abandonado en Marte.Para sorpresa de los expedicionarios (que nodel lector), el comandante repara la naveestadounidense y logra regresar a la Tierraincluso antes que la nave soviética. Resultallamativo que para el inventor de la naveamericana, Martynov eligiese el nombre deCharles Hapgood, que coincide con el delcontrovertido historiador, fundamentalmentecélebre por sus estrambóticas teorías acerca decivilizaciones prehistóricas destruidas porcataclismos.

    El deshielo de 1956, a la par de suimportancia histórica como primera revisión delos excesos estalinistas, supone por tanto elfinal de una segunda etapa en la literatura deciencia ficción soviética, marcada por lasprohibiciones y la falta de un amplio espectro

    temático. La novela de producción, aunqueseguirá gozando de buena salud (que seráreactivada con los logros espaciales y lashazañas de los cosmonautas) ya no es la únicavía admisible. En esta fecha, y como defensapostrera de las tesis de Ivanov, el crítico AndreiD. Siniavsky declara en el manifiesto ¿Qué es elrealismo socialista? que “la mediocridad de laliteratura soviética no es imputable al realismosocialista, sino a la falta de convicción de losautores que han aceptado sus reglas sin sercapaces de evocar imágenes inmortales”.

    El punto final oficial de esta segundaetapa, así como el comienzo de la tercera, estácaracterizado por la aparición de La nebulosa deAndrómeda de Efremov en 1957. Libro noexento de polémica, al significar elrenacimiento de una enterrada utopía, lanovela está confeccionada de forma tan sólidae ideológicamente impecable, que no tardaráen convertirse en la obra de ciencia ficciónsoviética más aclamada, tanto por los amantesdel género como por los estamentos oficiales,llegando a ser catalogado como el libro del cualsurgió la ciencia ficción soviética moderna.14

    En fechas posteriores a 1956, quepodemos definir como la “tercera época de laciencia ficción soviética”, empieza a relajarseligeramente el hermetismo oficial (debido enparte a la necesidad de publicitarmundialmente los logros cosmonáuticos) y loslectores occidentales, bien a través de edicionesaparecidas en los países satélites de la URSS,traducciones estatales (en ocasiones de dudosacalidad) o de traducciones profesionalesextranjeras, tienen por fin la oportunidad,después de un lapso de treinta años, deasomarse nuevamente a la fantasía científicaproducida en Rusia. Descartadas ya lasdirectrices dictadas en los años veinte porZhdanov, los temas característicos de la cienciaficción comienzan a ser tratados abiertamente,lo que conlleva la aparición de nuevos autorescon una sólida formación científica que varelegando a una mayoría de los pragmáticosoficialistas al olvido. Esta nueva corriente,capitaneada por Efremov, estará formada pornombres bien conocidos a nivel internacional,como son los hermanos Strugatskii, IlyaVarshavski, Dimitri Bilenkin, VladimirSavchenko, Ariadna Gromova, Sergei Snegov,Guennadi Gor, Olga Larionova o AlexanderMeerov, entre otros muchos, que contribuirán

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    al renacimiento y consolidación del prestigio deuna fantasía científica reprimida durante tantosdecenios.

    ***1 De esta cantidad, una mínima parte ha sidotraducida, con traducciones realizadas princi-palmente en la RDA y Rumanía, habiendoasimismo otras editadas en Cuba.2 Mediciones llevadas a cabo después delcolapso de la URSS dieron un valoraproximado de 6 Sv/h (Sievert/hora), unacantidad letal en cuestión de minutos. Véasepor ejemplo T. B. Cochran, R. S. Norris, K. L.Suokko 1993 Annual Rev. Energy Environ. 18,507–528.3 Nombre real: Abram Borukhovich Gibs.4 La importancia que el estado soviéticoconfirió a esta obra se deduce del hecho deque fuese inicialmente publicada en el órganooficial Pravda, entre los meses de mayo yseptiembre de 1938.5 La primera propuesta, meramente teórica,fue planteada hacia 1870 por el geólogoestadounidense Nathaniel Shaler. No obstante,no sería hasta 1957 cuando talesespeculaciones comenzaron a ser tomadas enserio por un gobierno. Creemos por tanto queel “mérito” de haber sugerido tal audaciacorresponde a Borisov.6 Los intentos de control social obviamenteno se circunscriben únicamente a la ideologíacomunista, sino que serán disimuladamentedesarrollados y fomentados por el occidentecapitalista, entre otros, eligiendo otros mediosque la historia ha demostrado que sonestadísticamente más eficientes y edificantes.7 Aunque la idea original data de 1946 y fuedefendida en una reunión de la SociedadAstronómica en febrero de 1948, la versiónnovelada y su continuación son posteriores,apareciendo como los capítulos 11 y 12 en ellibro de 1958 Huésped del Cosmos. Relatospolares (Moscú, Geografgiz).8 Debe observarse que la primera expedicióncientífica a Tunguska en 1928, dirigida porLeonid A. Kulik, no pudo sino constatar laenorme extensión de los daños producidos.No sería hasta 1958, con las expedicionesorganizadas por el Comité de Meteoritos de laAcademia de Ciencias soviética, cuando el

    fenómeno comenzó a estudiarse de formasistemática. La hipótesis de que se tratase deun fragmento del cometa Encke seríapropuesta por el astrónomo eslovaco L. Kresáken 1978 (Bull. Astron. Inst. Czechosl. 29, 129).Véase asimismo la referencia de E. L. Krinov.9 Los miembros fundadores de esta divisiónfueron los académicos Mikhail A. Lavrentyev,Sergei L. Sobolev y Sergei A. Khristianovich.10 Esta actitud hostil frente a los viajesespaciales dará un giro de 180 grados una vezque la URSS haya establecido su primacíaastronáutica con el lanzamiento del Sputnik I el4 de octubre de 1957.11 Tanto la Teoría de la Relatividad comoalgunos importantes cosmólogos (Fridman)no serían rehabilitados hasta después de lamuerte de Stalin, una vez descartadas laspseudociencias de Lysenko, Lepeshinskaya,etc.12 Nos referimos aquí a la novela El álamoimpetuoso, aparecida en 1951.13 La novela en sí misma no se encuadra en laciencia ficción, sino que es un ensayo paradeterminar los límites de la censurapostestalinista. La historia que se relata es lavida de un despótico director de fábrica y suposesiva esposa. El deshielo, simbolizado porla primavera, coincide con la transformaciónemocional de los protagonistas.14 Véase la referencia de Chumarova para unestudio e interpretación de La nebulosa deAndrómeda desde una perspectiva moderna.

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    SCHWARTZ, M. 2013 Slavic Review 72, 224

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    Desde su más tierna infancia se habíacriado entre algodones (aunque estaexpresión estuviera prohibida en Ceres, tercerplaneta del sistema Nímbico). Su familiapertenecía a una élite social mantenida por unproletariado que se deslomaba por sobrevivircon un jornal mínimo. Gracias a ello, desdeque dejó de ser una semilla, pudo permitirse ellujo de vivir para y por el arte; másconcretamente, el de la “ópera de las plantascantoras”. Espectáculo que, como su propionombre indica, consistía en alcanzar pormedio de la luz, sensaciones, imágenes ysonido, un estado de éxtasis denominado poralgunas especies “orgasmo espiritual”. En este,sin tener contacto alguno con los ejecutantes,la mente del espectador podía sumirse en untrance de felicidad tal que rivalizaba con lasensación de un gozo sexual extremo.Aunque, en más de una ocasión, a Pasiphae sele pasó por la cabeza perpetuarse, abrir susflores y ser polinizada por alguna otra planta,del más rancio abolengo, sabía que aúncontaba con todo el tiempo del mundo, queera joven para esos menesteres y que, dada sufama, también podía alcanzar la inmortalidadviviendo en el recuerdo del gran Público.

    —¡Ya habrá tiempo cuando me retire!—se repetía a sí misma, dejándose arrastrarpor la ensoñación de verse rodeada pordescendientes; puestos a pedir, tambiénprofesionales del bel canto. Su arte no eraasequible para la mayoría de seres deluniverso conocido, aunque sí deseado portodos ellos.

    Más de un rumor existía sobre algúnhabitante, perteneciente a los planetas másaislados, que en sus últimas horas selamentaba de abandonar este mundo sinhaber vivido esta irrepetible experiencia. Sololos poseedores de las mayores fortunas eranllamados a deleitarse con tales exhibiciones.Por ello, Pasiphae pasó la mayor parte de sujuventud ignorando los problemas reales desu mundo. Para ella, la vida consistía en

    PasiphaeJuan Ramón Segura

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    alcanzar la perfección en su arte siendoarropada, entrenada, cuidada y mimada porun séquito de servidores dedicados en cuerpoy alma a estas tareas. De hecho, si algopodríamos decir respecto a la acaudaladaclase alta de Ceres, Pasiphae incluida, es: “losárboles no les dejaban ver el bosque”.

    A pesar de todo lo dicho hasta ahora, nohay duda en que era la mejor, la más bella ycotizada de todas las plantas cantoras,apodada por los críticos “la diosa de Ceres”. Ensu número principal, sus ramas se extendían,se estiraban y retorcían mientras el aire,filtrado a través de su moldeada corteza,generaba un sinfín de hipnóticos sonidos.Miles de ninfas de las flores revoloteaban entresus hojas, centelleando sin parar, cambiandosu color a medida que la melodía abrazaba a laconcurrencia. En los momentos más emotivosde la obra, unas potentes feromonas erandisparadas desde sus estambres, acariciando lapiel del público, consiguiendo hacerlosalcanzar el tan deseado Nirvana. Justo en esemismo instante, dentro del descomunal teatrocúpula, los juegos de luces, láseres, efectos yfuentes de agua explotaban en una coloridaamalgama, dejando al auditorio indefensoante tanta belleza.

    A veces, al contemplar el espectáculo, losmás sensibles quedaban sumidos en unaespecie de catatonia. Los servicios médicos deCeres siempre estaban preparados por sialguno de los espectadores, en especial losque asistían por primera vez, entraban enshock tras experimentar el momento culmende la obra. Ciertamente era un show único encuanto al deleite de los sentidos.

    A cambio, como primera cantante de lacompañía universal del planeta, consumía lamejor tierra, llena de sales minerales enabundancia; se deleitaba con los presentes desus admiradores, e incluso era transportada enuna cápsula homeostática Daisekai para queno tuviese necesidad de mover sus raíces,reservadas en exclusiva para sus actuaciones.Gracias a este artefacto, podía mantener unequilibrio de temperatura y humedad idealesen las zonas desfavorables del planeta, dondetambién eran requeridos sus servicios. Elregulador de temperatura, su sistema deaerotermia, aire acondicionado y humi-dificador siempre la mantenían fresca y lozana,dispuesta para brillar en todo su esplendor en

    la próxima actuación mientras sus sirvientesapenas podían respirar y nutrirse en losambientes áridos de Ceres.

    Los mejores arbóreos (seres dedicados alcuidado de las plantas de más alta cuna) eranseleccionados personalmente por susprogenitores para, entre otros cuidados, limar,pulir, quitar molestos insectos, y aplicar aceitesen su exquisito y suave tronco, bajo cualquiercircunstancia. Para Pasiphae, al perteneceréstos a una especie diferente y tener todosellos un aspecto parecido, era como si noexistieran, una “molestia necesaria” paramantener su esplendor. Si alguno hubieradejado de aparecer, o hubiese sido sustituidopor otro, no habría llamado en absoluto laatención de la diva, la cual se mantenía ajena atales cuestiones.

    De hecho ocurrió así cuando fueinformada de la sustitución del jefe decuidadores, semanas atrás, debido a su osadíaen pedir un aumento de sueldo. Mientras losempleados se afanaban en sus trabajos, la divase preguntaba, en ocasiones, cómo serían suscíclicas y aburridas vidas. Sin embargo,siempre resultó ser poco más que unpensamiento fugaz. Entretanto, la crisiseconómica iba haciendo mella en el planeta yen la galaxia. El poder adquisitivo del pueblollano fue mermando hasta el punto de tenerdificultades en adquirir productos de primeranecesidad.

    Una educación básica, comida decente olos medicamentos para sus hijos y ancianos sefueron convirtiendo en artículos de lujo, yaunque esta transición no se estaba dando dela noche a la mañana, los asfixiaba lentamentecomo si del mortal abrazo de una serpiente setratara. De hecho, para sus cuidadores,mantenerse en este empleo era lo mejor quepodía pasarle a un individuo de la casta baja. Apesar de ello, esta situación no evitaba quecomenzaran a tener cierto recelo hacia ellinaje superior, el cual continuaba haciendoalarde de su poderío económico derrochandode forma alocada.

    Nuestra protagonista continuaba disfru-tando también de los lujos propios de alguiende sus características, teniendo incluso supropia “mascota-mentor” humana (especie dehomínidos primitivos, descubiertos por losexploradores de Ceres en un recóndito rincón

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    estelar). El nombre de este mentor eraMnemos. A pesar de pertenecer a una razaatrasada tecnológicamente, Mnemos poseíaun gran conocimiento sobre el universo,almacenado en un cerebro alteradogenéticamente para tal fin, además de uncociente intelectual que superaba con crecesal de mayoría de miembros de su especie. Eltener cierta cultura general sobre los planetasy seres del universo conocido era visto por laélite nímbica como un signo de distinción ensus fiestas y reuniones. ¡Y ya no digamos si estasabiduría era extensible a las costumbres deseres poco conocidos, como los humanos!¡Esto podía convertirte en el alma de la fiesta!

    A pesar de todas las enseñanzas sobreotros pueblos con las que Mnemos intentabainstruir a Pasiphae, ella siempre prefería utilizara Mnemos como un mero narrador que ladeleitase con sus “extravagantes” historiasterráqueas. Para ella, más que un erudito eraun divertido entretenimiento e incluso un“exótico objeto” del que poder presumirdelante de sus amistades. Hay que decir, endefensa de nuestra querida planta, que no porello dejó de tratarlo con cierto respeto ycariño. Tal vez pudiéramos llegar a pensar quePasiphae albergaba un sentimiento similar alque tenían los humanos, de esa antigua tierra,con respecto a sus perros y gatos. (Aquípodríamos recordar lo que alguna vez, todosnosotros, hemos sentido bajo una miradatristona, directa y comprensiva de nuestramascota). Así que, seguramente, este sería elvínculo más cercano que unía a Pasiphae conMnemos.

    Un buen día, nuestra diva pidió a sumaestro que le explicara un concepto que noalcanzaba a entender del todo bien: el de“Revolución Política”, sobre todo en referenciaa la antigua historia de la humanidad. Aunqueal principio le pareció la típica “chifladuraaburrida” de Mnemos, en su interior la llamade la curiosidad comenzó a arder. Quizás uninstinto, dormido hace tiempo en lo másrecóndito de su alma, despertaba alertándolade un peligro próximo y, sin saber muy bienpor qué, lo relacionaba con la narración de sumaestro.

    En Ceres, era inconcebible que un grupode individuos se sublevara de forma tanviolenta contra los que les alimentaban.Además de ser en esencia una sociedad

    pacífica, su biorritmo era bastante más lentoque otros seres pertenecientes al reino animaly, por tanto, reflexionaban con más calma susdecisiones. Para Mnemos resultó ser una tareatitánica, teniendo en cuenta que los cambioseran poco comunes en las especies vegetalesde tan larga vida. Esto, a su vez, provocaba enPasiphae cierto sentimiento de ternura paracon su profesor, al ser consciente de que loshomínidos terráqueos apenas superaban los200 años bajo cuidados extremos. Pensándolobien, y teniendo en cuenta este dato, quizásahora creo que la mascota más adecuada conquien comparar a Mnemos, antes que el perroo el gato, fuera la tradicional cobaya o el mástípico aún pececito naranja que, tras su cortavida, es arrojado por nuestros retretes.

    Aún así, y a pesar del esfuerzo intelectualque tuvo que realizar nuestra protagonista, laidea caló tan honda que llegó a quedarsealojada en algún punto de su subconsciente,convirtiéndose en algo parecido a unarevelación. A partir de entonces, suscuidadores “existían”, e incluso los observabacon mayor cautela y desconfianza. Con el pasodel tiempo, incluso comenzó a reconocerlos.Imágenes inconexas de matanzas, lincha-mientos y nobles guillotinados de albaspelucas acudían a su mente en los momentosque era mimada por los arbóreos; poniéndolatensa, desvirtuando la suavidad de su cortezay, a veces, generando algún que otro molestonudo. Poco a poco, y por razones ajenas a ella,el público fue mermando, acudiendo enmenor número a su representación.

    La primera vez que observó algunasbutacas vacías entre el respetable apenas ledio importancia. Sin embargo, la recesióneconómica ya se extendía a los planetascercanos y los magnates de lejanos mundosempezaban a contentarse con diversiones másmundanas. Los poderosos dejaron de haceralarde de sus riquezas, aunque las aumentarana costa de empobrecer al resto. En el fondo,temían que estos últimos se sublevasen antetales exhibiciones. Así que optaron por llevarsus entretenimientos y vicios cada vez conmayor discreción. Con el tiempo, el teatrocomenzó a estar más vacío, yendo a susrepresentaciones sólo algunos incon-dicionales. Aunque los arbóreos ponían todosu esfuerzo y tesón en mantener a la diva,algunas de sus bellas flores comenzaron a

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    retraerse, fruto de la tensión.

    Un día en concreto, unos cuantosempleados se postraron ante ella y,presentando mil excusas, se despidieron de sutrabajo. ¡Pasiphae no daba crédito a susmúltiples aurículas! ¡La mayoría de ellos huíandel planeta en espera de una vida mejor! Deforma gradual el resto del personal, por una uotra razón, también fue abandonando suspuestos. Solamente Mnemos y Rhesus, el jefede los cuidadores, permanecían fieles a sumisión. Para ellos y dado que nunca los habíatratado mal, aunque sí con cierta indiferencia,la diva más que un empleo era alguien quenecesitaba ser atendido, casi como una hijaadoptiva malcriada.

    La bioquímica de la cantante comenzó acambiar: sus ramas se llenaron de espinas, sutronco se endureció más de lo habitual y susflores se tornaron venenosas. Su cuerpo, endefinitiva, se preparaba para el combate. Adiario recibía, a través del aire, polenneurotransmisor perteneciente a otrosmiembros de su especie, lo cual provocabaestas mutaciones.

    —¿Qué ocurría? ¿Por qué estoy cam-biando? —se preguntaba. Ella era un artista.Creaba belleza. Provocaba llantos, amor,adoración y éxtasis. ¿Contra qué clase depeligro se preparaban los suyos? La tristezainvadía a Pasiphae, que tornaba la belleza deantaño por un robusto cuerpo de guerrera, sinpoderlo evitar.

    Con lágrimas en los ojos, Rhesus yMnemos entraron en el recinto de la “Diosa deCeres”, y le hablaron sin pedir audiencia enesta ocasión.

    —¿Qué ocurre y qué clase de intromisiónes ésta? ¿A qué se debe vuestra falta deprotocolo? —bramó la cantante, escan-dalizada.

    —Ya no son necesarios los protocolos,“diva” —contestó con cierto descaro Rhesus—.Ahora todos somos... iguales.

    —¿¡Pero qué clase de insolencia es esta!?

    —La clase de insolencia que nos hapermitido eliminar a la mayoría de miembrosde tu especie —respondió el cuidador Rhesus,en tono glacial.

    Pasiphae quedó paralizada; la realidad la

    golpeó con fuerza aplastante.

    —Déjame hablar a mí —rogó Mnemos alarbóreo. Rhesus se inclinó hacia él, en señal derespeto.

    —Los arbóreos —comenzó el hu-mano— han decidido que prefieren morirluchando, antes que de hambre. Desde hacebastante tiempo se ha ido reduciendo sujornal; demasiado para alimentar a los suyos.Ha empeorado su calidad de vida, y todo ellose ha producido ante la indiferente mirada delos de tu raza. Vuestros empleados no teníanposibilidad de poder pagar tratamientos parasus familiares enfermos y tuvieron que emigraren busca de vidas mejores. Los que nopudieron, se dedicaron a robar, matar o hacerlo que fuera necesario para sobrevivir.Finalmente, se dieron cuenta de que todos losrecursos eran acaparados por los tuyos y notuvieron más remedio que eliminarlos. De esaforma pudieron recuperar lo que eran bienescomunes del planeta; regalos que nosotorgaba la naturaleza a todos por igual, peroque sólo disfrutaban unos pocos. Pasiphae,lamento informarte de que tu familia... hamuerto.

    Tras oír esta noticia, y de formainconsciente, la planta se irguió y ensanchócomo nunca lo había hecho antes, tapandopor un breve instante la luz del sol. Mnemos yRhesus, en un acto reflejo, dieron unos pasosatrás.

    —¿¡Cómo dices, Mnemos!? —preguntóla planta. Mnemos, con voz temblorosa,continuó:

    —Algunos han logrado escapar y, dadala amistad que nos une, le he rogado a Rhesusque te deje huir junto con los supervivientesde tu especie. Escúchame, Pasiphae, sé quenunca has albergado auténtica maldad en tucorazón, y por esta razón me gustaría que tesalvaras de esta locura. Ya han caídodemasiados inocentes. Así que... tengo unanave preparada, oculta tras las montañasazules. Creo que tu arte debería perdurarcontigo. Tal vez, en un futuro, ambas especieso lo que quede de ellas aprendan a convivir enigualdad de condiciones. Tu hogar ya no esseguro y, de todo corazón... siento lo de tufamilia. Créeme.

    Un millar de emociones encontradasrecorrían el cuerpo de la cantante. El viento

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    resoplaba con fuerza por sus orificios, susespinas se hinchaban preparadas para elataque, sus flores se abultaban para proyectarun veneno letal, y su inmenso cuerpo crecía,alcanzando una altura hasta el momentodesconocida por todos ellos.

    Por fin entendía que para que unospocos vivieran como reyes, el resto debíanquedar sumidos en la más absoluta de lasmiserias ¿Qué haría Pasiphae con su destinoahora? ¿Lucharía contra los arbóreos paraaplacar su sed de venganza en una lucha quesabía injusta? ¿Huiría para vivir en el exilio,preservando el arte al que había consagradosu vida? Y lo más importante... ¿se podía fiarrealmente de Rhesus y Mnemos, o la estabanllevando directa a una trampa?

    El final de esta historia te lo dejo a ti,lector, al igual que su moraleja, con tan solouna reflexión:

    ¿No te resulta familiar esta situación hoy?

  • 2121

    I . Vida inducidaTenía 58 años cuando ella y su equipo de

    colaboradores dispusieron, en medio de unsalón abarrotado de gente, una cajita de Petrien la que se agitaban menos de tres gramosde un gel azulino que revoloteaba. Habíalágrimas en los ojos de Anaxandra MintaCalvo, una robusta mujer negra de cabellosencanecidos y ceño fruncido que no dejaba derespirar acezando como si estuviera a puntode colapsar. ‘Es vida inducida’, dijo al auditorio,y el cuchicheo que se había escuchadominutos antes en la sala de conferencias setransformó en genuino asombro aquí afuera.Luego desplegó un conjunto de imágenesproyectadas sobre una fina película de airetensado y modulado: allí podían apreciarsecortes y estudios de tejidos, análisis deespectrografía, indicadores autopoíeticos,marcadores de vida, registros de actividadbioeléctrica, planos de flujos y ciclosmetabólicos, secuencias de reaccionesbioquímicas. Las publicaciones de Minta Calvotenían algún reconocimiento, pero había unaamplia comunidad científica que se habíamostrado particularmente escéptica yreservada respecto a su modelo de vidainducida. De hecho, el grueso de losinvestigadores en ciencias de la vida loconsideraba temerario y hasta peligroso.Nadie en la sala pensó que aquella cosagelatinosa y azul agitándose era fruto dealgún tipo de charlatanería. Y muchoscomprendieron que Anaxandra acababa deromper el control tácito que a lo largo de losúltimos años había ejercido, sobre las ciencias,el poderoso conservadurismo naturalista.

    Era una niña cuando bosquejó en unavieja tableta digital un conjunto de apuntes eilustraciones con cuatro subtítulos: vidaheredada (imágenes de árboles, peces,bacterias, seres humanos), vida intervenida(imágenes de variedades genéticas de plantasderivadas de cultivos selectivos humanos,mutaciones y modificaciones genéticamente

    Música para sordosJul ián González Mina

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    inducidas, una antigua fotografía de trillizosderivados de tratamientos de fertilidad en elsiglo XX), vida simulada (imágenes del juegode la vida de Conway, de un videojuegoarcaico llamado los Sims, de máquinasautomáticas, de prótesis bio-robóticas), y vidainducida (ninguna imagen).

    La centenaria fantasía de encontrar vidaen otros planetas cercanos o relativamentepróximos había terminado en una rotunda yduradera frustración. Fuera de pequeñasarqueobacterias de dudoso origenencontradas en una de las exploracionesmarcianas, y algunas estructuras orgánicasrelativamente complejas halladas en unaexploración a Europa, una de las lunas deSaturno, estos siglos de estudio del cosmos,que incluía miles de millones deauscultaciones mediante dispositivos sensiblesy refinados como los lectores de actividadbioeléctrica instalados en el cometaChuryumov-Gerasimenko, habían contribuidoal desarrollo de procedimientos técnicos ycientíficos de elevada calidad, pero muy pocoa la investigación exobiológica. La evidenciaera tozuda y simple: no había más vida que enla Tierra.

    En uno de sus laboratorios de formacióntipo Augurios,1 Minta Calvo, adolescente,había planteado lo que después se conoceríacomo el núcleo fundamental de la bio-inducción:

    La vida es una singularidad.

    La vida ha procurado, a su vez, unasingularidad: aquella forma de vida que hallegado a saber que la vida es unasingularidad.

    La vida diversifica los procedimientos depersistencia y pervivencia, de modo tal queesa bio-singularidad que piensa constituyeuno de los modos de asegurarse pervivencia.

    Esta bio-singularidad que piensa haexplorado, a su vez, diversas rutas demultiplicación de la vida: la ampliación yprotección de la vida heredada, la intervencióny modificación de la vida heredada, y lasimulación técnica de la vida o el desarrollo detécnicas que simulan la vida. También hacontribuido a la destrucción de múltiplesformas de vida.

    Es tiempo de introducir una nueva

    singularidad: la vida inducida. Por supuesto,hay una larga historia de la actividad humanaorientada a explorar y experimentar con lagénesis de vida artificial, desde las ficcionesliterarias y religiosas hasta los penetrantesintentos de hacer y obtener células artificialesvivas. Pero ha llegado el momento de exploraruna ruta ignorada: las ficciones vivas o vidasinducidas.

    Las ficciones vivas o vidas inducidas,síntesis que relacionan simulaciones compu-tacionales y orgánicas artificiales, serán la basedel propósito final más importante: generarexo-vidas inducidas inteligentes.

    Las exo-vidas inducidas inteligentesresultarán de, por un lado, simular de maneralo más completa posible las condiciones quehan dado origen a la vida en la Tierra y, porotro lado, la creación de un hábitat artificialrico en sustancias orgánicas artificialessusceptibles de control, seguimiento yregulación computacional.

    I I . ExperimentoLa Galaxia, una red de nubes

    informáticas compuesta por 5 mil millones desimuladores que consumen un megahelio2 deenergía por día, ha sido puesta en marcha. Elvolumen de datos procesados equivale a 200mil internet por segundo y la cantidad derecursos movilizados para mantener la redrecuerda los ingentes esfuerzos colectivosinvertidos en la máquina de la ficciónnovelada de Carl Sagan Contacto, esacompleja obra de ingeniería cuyos planos yarquitectura estaban cifrados en Π (Pi). Laintegración de los procesos informáticos serealiza en la Galaxia, enjambre de nubes cuyosservidores están instalados en cinco bastionesde titanio y plástico de tercera durezadiseminados en sendas ciudades-mar, lo quemodera el riesgo de desastres asociados amovimientos telúricos. Los bastiones flotancon los servidores dentro, y a lo sumo untsunami devastador podría afectar uno, peronunca a los cinco núcleos de la Galaxia. Deesta manera, si llegaran a fallar cuatro de loscinco núcleos, el proceso de cómputo podríacontinuar seguro y sin contratiempo durantelos 48 años que tarda el experimento.Ochocientas treinta y dos millones detrayectorias humanas simuladas, ciento

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    cincuenta y dos mil millones de especímenesvivos, ochocientos cuarenta mil millones deobjetos naturales y derivados de la actividadhumana, la información acumulada durantecerca de quinientos años sobre el clima en dosmil quinientos ochenta lugares de la Tierra yacerca del comportamiento del sol y latrayectoria de trescientos sesenta y ocho milcuerpos celestes, incluidos cometas,asteroides, planetas y planetoides, todomodelado y simulado en la Galaxia. Porsugerencia de Anaxandra Minta Calvo, en estecomplejo computacional del que participandoscientos cuarenta investigadores, seincluyeron datos sobre doce agujeros negrossituados a varios cientos de millones de añosluz de la Tierra que podrían afectar, aunquedébilmente, el comportamiento del sol yalterar la trayectoria de Júpiter en los próximosdoscientos mil años. También se considerarondiecisiete millones de instituciones, movi-mientos y organizaciones sociales, incluidasestructuras de gobierno y administración detodas la naciones, entidades supranacionalescomo Naciones Unidas, clanes ancestrales encomunidades milenarias, lideres autoritarios,redes delincuenciales y criminales, organi-zaciones religiosas, sectas fanáticas de todotipo, mafias tenebrosas y todo tipo deentidades benefactoras. Este es el contextosimulado del experimento de vida inteligenteinducida.

    En la Galaxia cada simulador regula yopera de manera dinámica y redundante387420489 (99) variables. En el centro de laGalaxia hay un prototipo relativamente simpley su espejo. El prototipo está situado en unplanetoide localizado en el borde menosriesgoso del cinturón de asteroides entreJúpiter y Marte: Ceres (la diosa de laagricultura, de las cosechas, de la fecundidad yde los cultivos). Este hábitat propicio para unainiciativa de bio-inducción fue rebautizado,como era de suponerse Génesis, y contieneelementos propios del planetoide original—hielo, agua, amoniaco, carbono— a los quese han añadido, sembrado o proyectadomillones de toneladas de compuestosorgánicos.3 El espejo es idéntico al prototipo,pero en versión completamente digital. Elprototipo y el espejo están conectados a unsegundo enjambre o pequeña Galaxia quepermite hacer circular y computar lasmodificaciones que experimentan tanto el

    prototipo como el espejo. De este modo el unoalimenta al otro creando síntesis,organizaciones, componentes no previstos nien el prototipo inicial ni en los programas dearranque ni en el espejo. Así, procesos quetomarían normalmente cientos de miles deaños lineales se desarrollan en decenas deaños, generando entidades a medio caminoentre creaciones digitales y orgánicas. Esamasa gelatinosa y azul que se agitaba en lacajita de Petri aquella mañana de 2184 fue laprimera forma de vida inducida, generada tras36 años de simulaciones continuasensambladas en un enjambre que hoy nosparece modesto, pero que unos siglos atrásresultaba portentoso.

    La muerte de Anaxandra Minta Calvo lesobrevino a una edad relativamente temprana:tenía 117 años. En el Centro de Investigacionesde Bio-Inducción (CIB-i), o simplemente elCentro como le llamaban todos, el proyectoGénesis siguió diseñándose a partir de losplanos y prototipos que Anaxandra y setentacientíficos, artistas y técnicos más trazaronunos siglos atrás. Y hoy, 147 años después demuerta, el proyecto de bio-inducción de Mintase pone en marcha. Es la mañana del jueves 24de julio de 2386. El control de moléculas hapermitido hace décadas regular con relativaeficiencia los ciclos y flujos del agua, eldeterioro medioambiental y las crisisrelacionadas con los tormentosos años de lascatástrofes climáticas de entre finales del sigloXXI y comienzos del XXIV. 27.000 millones depersonas pueblan la Tierra y 18 milloneshabitan pequeñas estaciones orbitalesalrededor de la Luna y Marte. Con frecuenciase trata de estaciones laboratorio en las quetrabajan gentes de ciencias y artes,básicamente.

    La mañana en que se activó Génesis,desde el CIB-i en Cali, un movimiento sísmicode 7.6 grados en la escala Richter ensombrecióel evento. Pero dos horas después de loprevisto, y cuando terminaron de verificarselos indicadores de la red de máquinas,sensores, simuladores y puentes de conexiónde todo el sistema de bio-inducción, una luzazulina como la de la primera biomasainducida, alegró el Centro y dos mil invitadosaplaudieron con genuina alegría el inicio deun experimento cuyos resultados finales sólopodríamos conocer medio siglo después.

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    I I I . CeresDecidió participar en el proyecto por una

    única razón: no era feliz. Argenis era una routero enrutadora del proyecto Génesis. Su trabajoconsistía en alimentar todos los días el espejocon descripciones, elaboraciones, ideas yocurrencias cotidianas de su vida. En unmicrosimulador iba disponiendo, incluso,trazas de sus sueños mediante una sonda concientos de ramificaciones conectadas a su piely un filamento central, de apenas algunosnanómetros de grosor, que —por detrás de sucuello— enlazaba con el tallo cerebral. Pero nose limitaba a trabajar con las trazas de su vidade todos los días. Entendía su trabajo como unhomenaje a una mujer que la influencióhondamente aunque jamás la conoció: sutatarabuela. Argenis era una joven diseñadorade entornos virtuales y compositora de músicade capas.4 Ideal, una pieza musical de 9 capas,consiguió algún reconocimiento entremillones de melómanos exquisitos, peroNúcleo y Cielo, la siguiente composición deArgenis, una pieza de 11 capas, fue un fracasorotundo. Sintió entonces que la inspiración y ladisciplina necesarias para componer se lequebraron, y aunque intentó trabajar unanueva obra, Albaricoque, tras nueve añosrenunció a terminarla, y se contentó conderivar de la malograda pieza doce tonadasmusicales de una capa, o comunes, quetodavía se escuchan.

    Supo del proyecto Génesis cuando lellegó una invitación formal del CIBi con unasecuencia visual en que Anaxandra MintaCalvo, visiblemente conmovida, señala la gelazulina y explica que se trata de la másimportante obra de la historia humana: Si NeilAmstrong representa el primer paso, en el siglo

    XX, de la colonización espacial, este es el primer

    paso de la fertilización espacial: la vida florecerá

    en todas partes. Honestamente, le pareciógrandilocuente y chocante la retórica deMinta. De hecho, le disgustaron los términoscon que CIBi la invitaba: Su nombre ha sidoconsiderado para trabajar en este experimento.

    Sería un honor para nosotros contar con su

    talento y maestría. Sabemos que usted, Argenis

    Túquerres, puede ser una gentil aportadora de

    vida. (…) Podrá alimentar cuantos avataresdesee y durante el tiempo que estime razonable.

    ¿Aportadora de vida? Una expresión

    anacrónica que le recordaba la prédicanaturalista y religiosa de aquellos tiempos enque sólo las mujeres podían parir. Le molestótodo. La voz melosa del hombre que lainvitaba al proyecto, los tonos rosa de lasimágenes, el lenguaje ceremonioso yampulosamente cordial. Era obvia la falsacortesía de CIBi: para el Centro, las personascomo ella debían sentirse más bien honradasde ser escogidas para participar de la nobleiniciativa de Anaxandra, de sumar susnombres al proyecto Génesis-Ceres, detrabajar para la aventura de colonización másextraordinaria desde el primer viaje tripuladoa Marte. Pero en medio de la inflamadaretórica, casi mística, que le sacó de quicio,entrevió una pequeña mención al final de lanota, un signo, una doble flor de lis () y,debajo, un lema: música y sinapsis.

    Las teorías de la relación entre música einteligencias habían sido muy popularesdesde mediados del siglo XX. Los desafueros ymitos alrededor de la relación alcanzaron sucúspide bajo lo que con el correr de los añosse convirtió en emblema y eslogan de jugososnegocios: el Efecto Mozart. Una pequeñaempresa construyó un imperio comercialusando pseudo-teorías psicológicas, compo-siciones musicales digestivas y pegajosas,publicidad ingeniosa y millones de imágenesde bebés alegres y danzantes supuestamenterevitalizados gracias a los efectos que lamúsica conseguía producir en sus "cerebrosinmaduros". Ya no bastaba con el efectoMozart. Demostraron que la música producidapor la empresa afinaba el sistemainmunológico y, en ocasión, tenía virtudesreparadoras en niños con pequeñasdeficiencias de visión, algunas limitacionesauditivas y problemas de coordinaciónmotora. Efecto Pasteur, Efecto Astaire, EfectoFelino. Un ejército de compositores trabajabaentonces para MS. Música y Sinápsis: Sanandoen Armonía (). A pesar de la abundanteliteratura científica y jurídica condenando lagrosera estafa de MS, sus fanáticosconsumidores le permitieron durante décadasa la empresa pagar cuantiosas multas,demandas y sanciones, hacerse a una red deabogados astutos y sobrellevar un negocioque sólo comenzó a menguar hacia mediadosdel siglo XXII, cuando casi toda la prédica ybasura NewAge se evaporó.

  • 2525

    Había visto la historia de a través deuno de los sellos biográficos5 de sutatarabuela. La mujer había trabajado comomúsica y compositora para durante añoshasta que la empresa quebró. Su tatarabuelanarra cómo, durante meses y hasta poco antesde la ruina, cuando empezaron las vacas flacas,a algunos compositores les pagaron conacciones de para compensar sus reducidossalarios. Les dijeron que sería temporal y que laempresa volvería a alzar el vuelo en uno o dosaños gracias a la reestructuración de la deuday los nuevos frentes de inversiones, uno de loscuales —las casas musicales y saludables—auguraba prometedores desarrollos ybeneficios. Pero colapsó antes de que laprimera casa musical se construyera, muchoantes de que tan siquiera una pared tararearauna curativa y melosa tonada feng shui. Laestocada final llegó en una concurridaasamblea de accionistas, cuando se reveló queDardo, la compañía auditora de , habíacohonestado con la contabilidad fraudulenta ycon las complejas maniobras de maquillaje depérdidas sostenidas a lo largo de años. En unabrir y cerrar de ojos mis acciones valían menos

    que nada, dice su tatarabuela. La compañíapara la que trabajé tantos años no era más que

    una aceitada máquina para hacer cantos de

    sirenas.

    Pero Argenis aprendió a atesorar esosdocumentos accionarios porque sabía quealguna vez estuvieron en las manos de lamujer que inspiró en ella su pasión por lamúsica. Adoraba su voz, lo exquisito de susdedos tocando el piano y su carcajada dedientes blanquísimos que arrastraba a todos ala risa cada vez que contaba chistes, pordemás, sosos y tontos.

    Entonces cuando Argenis vio el crípticologo ( Música y Sinápsis) al final del mensajedel CIBi, tras soportar doce minutos de retóricafuturista y mística, pasó rápidamente de lairritación al desconcierto, y del desconcierto auna cierta ternura oscura, un estremecimientotristón atizado por el recuerdo de sutatarabuela.

    Decidió participar del proyecto con unpropósito extraño: hacerse cargo de un únicoavatar que alimentaría con datos, historias,trayectorias y características de su tatarabuela.Usando exhaustivamente el sello biográfico deMalva —así se llamaba la mujer—, iría

    densificando su avatar en el espejo delproyecto Génesis. Introduciría diariamenteuna miríada de datos relacionados con la vidade Malva y con su propia vida, lo quecontribuiría a configurar a uno entre cientosde millones de prototipos bio-inducidos. Porsupuesto, no podía saber qué tipo de entidademergería con vida propia allá, en Génesis-Ceres, pero confiaba en que algunas de lascaracterísticas de Malva se transferirían a esanueva vida semiorgánica, semidigital, situadaen algún rincón en ese helado planetoide decasi tres millones de kilómetros cuadrados desuperficie.

    La tarea de alimentar su avatar seconvirtió en terapia. Se le parecía al juegoexacto, pero invertido, del sombrero de mago.Los magos milenarios sacaban de un oscurosombrero de copas toda clase de objetosasombrosos: palomas, conejos, vasos, espadasy ramos de flores. En cambio Argenis seimaginaba su trabajo como una suerte deprestidigitación en que, en lugar de sacarcosas, las metes sin saber muy bien qué puedellegar a resultar de todo eso. La magia vaocurriendo allá adentro, en el vientre cableadodel espejo, en la Galaxia y mini Galaxiaguarecidas en esas islas y bastiones flotantes, yen Ceres, que se va poblando poco a poco degeles, de estructuras multiformes, deorganelos que nadan animados por ráfagas deluz y estremecedoras chispas incandescentes;que se va cargando de arqueosociedades debacterias coloridas y filamentos vivos. Ceres vaconvirtiéndose en cultivo de entidades cuyosmisterios y alcances sólo serían revelados enalgunas décadas. Aquí y allá, a lo largo y anchode la Tierra, hay miles de routers como Argenishaciendo prestidigitación invertida, insuflandovida, provocando fenómenos, trazandointeracciones insospechadas, encargándosede moldear un arácnido tembleque, un virusamenazante, una catástrofe climática quecercena millones de proto-células y liquida loque pudo ser una filogenia poderosa ypropicia.

    Los protocolos de CIBi le advertían queno era posible prever cuándo y en quémomento se animarían los avatares máscomplejos, los de las capas finales de labioinducción, pero se estimaba que lo haríanen el penúltimo ciclo, es decir, unos 42 añosdespués de iniciado el proyecto. Y aunque

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    sabe que en esa extraordinaria maquinaciónsu avatar será casi lo último en ponerse enmarcha, se ha dedicado prolija yrigurosamente a preparar su advenimiento.¿Qué llegaría a ser su Malva en Ceres? ¿Líderde una intensa revuelta contra siglos deopresivo dominio? ¿Acaso una sabia y perversacriminal dispuesta a aplastar alguna epopeyarevolucionaria? ¿Qué mundo se apreciaría enCeres cuando se descorriera el telón y, a travésde cientos de miles de millones de sensores,pudiéramos apreciarlo en detalle sin que, porotro lado, ellos, nuestras germinaciones,pudieran saber nada de su propio origen?

    Por supuesto había leído todo lo quepodía acerca de los Síndromes de Génesis-Ceres. En particular, le interesaban lossíndromes de Hitchcock o de la VentanaIndiscreta. Como se sabe, una de lasrevoluciones más extraordinarias y decisivasen la historia de las ciencias y las artes habíaconsistido en lo que, en general, se denominael giro estético. Un renovado movimientoantipsiquiátrico, a finales del siglo XXI, habíaconseguido demostrar que las denominadasenfermedades mentales eran o podían ser, ensentido estricto, formas emergentes yrenovadas de experiencias estéticas, modos dever y vivir, que no se adecuaban a los modosdominantes de experimentar el mundo y lavida. Independientemente de su origen, yafuera orgánico, resultado de procesosalterados de desarrollo cognitivo,malformaciones congénitas, experienciastraumáticas, las enfermedades mentales eranun síntoma de la inadecuación del mundo alas posibilidades expresivas y estéticas que lamal llamada patología ofrecía. Phidias Rush, unjoven sociópata, homicida potencial, confrecuentes delirios de persecución, produjodos obras teatrales tenidas entre las másbrillantes del siglo XXI. La Martina: sobre unamujer que sobrevive a una pandemia, se hahecho inmune y por lo tanto porta en suscarnes los anticuerpos necesarios paradesarrollar las vacunas que salvarán a laespecie humana del exterminio. Pero Martinadecide incinerarse.

    Tres años después, Rush escribió LosLaberintos del Solo, una elaborada obra enque se integran danza, música de capas ylargos pasajes actorales que se desarrollan enun escenario completamente a oscuras en que

    sólo se escucha una voz, la de Geishik. Lahistoria versa sobre un niño querepentinamente comienza a hablar en unalengua milenaria. Geishik