Ultimo Paragrafo Ser y Tiempo

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http://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/ serheidegger1112.htm 4. El último parágrafo El parágrafo final de Ser y tiempo, titulado “La analítica temporal-existenciaria del Dasein y la pregunta ontológico-fundamental por el sentido del ser en general”, es interesante por varios motivos. Por ejemplo porque manifiesta sin subterfugios dudas –que entonces le parecían a Heidegger provisionales, abordables en el marco de su primer programa filosófico (pero que se revelaron, finalmente, insolubles, definitivas)- sobre pilares básicos de su planteamiento y propuesta. Lo recorreremos, por esto, paso a paso. Comienza Heidegger resaltando el resultado más granado –y aparentemente prometedor- de su investigación: la temporalidad es el sentido del ser del Dasein, del ente que soy yo o que somos nosotros (así, por ejemplo, a cada unos de los tres elementos del cuidado le corresponde uno de los tres éxtasis del tiempo –o, más en general, como exponen los §§ 67-71, todo existenciario tiene una entraña temporal-). Sin embargo, nos recuerda a continuación, con esto no termina la tarea afrontada. La analítica del Dasein es un punto de partida, no el punto de llegada, es un “medio”, no el fin último: «… la exhibición de la constitución del ser del Dasein sigue siendo tan sólo un camino . La meta es la elaboración de la pregunta por el ser en general. La analítica temática de la existencia necesita, por su parte, de la luz que viene

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Ultimo parágrafo de Ser y Tiempo Martín Heidegger

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http://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/serheidegger1112.htm4. El ltimo pargrafo El pargrafo final de Ser y tiempo, titulado La analtica temporal-existenciaria del Dasein y la pregunta ontolgico-fundamental por el sentido del ser en general, es interesante por varios motivos. Por ejemplo porque manifiesta sin subterfugios dudas que entonces le parecan a Heidegger provisionales, abordables en el marco de su primer programa filosfico (pero que se revelaron, finalmente, insolubles, definitivas)- sobre pilares bsicos de su planteamiento y propuesta. Lo recorreremos, por esto, paso a paso.Comienza Heidegger resaltando el resultado ms granado y aparentemente prometedor- de su investigacin: la temporalidad es el sentido del ser del Dasein, del ente que soy yo o que somos nosotros (as, por ejemplo, a cada unos de los tres elementos del cuidado le corresponde uno de los tres xtasis del tiempo o, ms en general, como exponen los 67-71, todo existenciario tiene una entraa temporal-). Sin embargo, nos recuerda a continuacin, con esto no termina la tarea afrontada. La analtica del Dasein es un punto de partida, no el punto de llegada, es un medio, no el fin ltimo: la exhibicin de la constitucin del ser del Dasein sigue siendo tan slo un camino. La meta es la elaboracin de la pregunta por el ser en general. La analtica temtica de la existencia necesita, por su parte, de la luz que viene de la previa aclaracin de la idea del ser en general (Ser y tiempo, op. cit., pg. 449). Inmediatamente se plantea en el texto un dilema sobre cuya relevancia nunca se insistir lo suficiente: la cimentacin de la ontologa debe ser ntica o tiene que ser ontolgica? Leemos: Ciertamente tampoco esta tesis debe tomarse como un dogma, sino como una formulacin del problema fundamental, que sigue estando velado: puede la ontologa fundarse ontolgicamente, o requiere tambin un fundamento ntico, y cul es el ente que debe asumir la funcin fundante? (op. cit., pg. 450). La respuesta de Heidegger hasta aqu ha sido inequvoca: debe partirse por las razones que ya hemos expuesto- de un ente, el Dasein[40]. Pero lo interesante es que ya aqu por ms que en primera instancia no la tome en consideracin- deja abierta otra opcin: precisamente la que intentar seguir a partir de los aos treinta. Hasta este momento la analtica del Dasein ha empleado como referencia constante la diferencia entre dos modos de ser: el Dasein y el ente que no tiene su modo de ser (algo en lo que se basa la distincin entre existenciarios y categoras). Pues bien, ahora nos seala que esa diferencia no constituye algo en lo que se pueda permanecer sin ms: La distincin tan manifiestamente obvia entre el ser del Dasein existente y el ser de los entes que no son el Dasein (el estar-ah, por ejemplo), es tan slo el punto de partida de la problemtica ontolgica, y no algo en lo que la filosofa pudiera hallar su reposo (op. cit., pg. 450). Reposar en un dualismo bsico era lo que, en el fondo, por ejemplo, haca Husserl cuando (Ideas relativas a una fenomenologa pura y una filosofa fenomenolgica, 42) trazaba la diferencia entre el ser como conciencia y el ser como realidad sosteniendo, a continuacin una tesis idealista: lo real es lo que resulta constituido por la conciencia-. Por eso Heidegger, distancindose de su maestro, aade al respecto lo siguiente: Basta siquiera la distincin de conciencia y cosa para un desarrollo originario de la problemtica ontolgica? Estn a nuestro alcance las respuestas a estas preguntas? Y es posible siquiera buscar la respuesta, mientras no se plantee y aclare la pregunta por el sentido del ser en general? (op. cit., pg. 450).Tras poner el punto de mira en dos de las principales lneas de flotacin de su programa filosfico se pregunta sin tapujos si ste el de apostarlo todo a la carta de una analtica del Dasein como ontologa fundamental, etc.- es el camino correcto o si se trata de un camino, tal vez, errado. Algo que, desde luego, slo se dirime en la medida en que se recorra ese camino: slo as se ver si conduce propiamente a la meta o si nos desva de ella. Si as fuese si concluysemos que ocurre esto ltimo- habra que volver sobre los pasos dados e indagar cules de ellos arruin el intento.Por ltimo este pargrafo explica a dnde ha llegado la investigacin, un punto de llegada provisional que ms que una respuesta suscita una cascada de preguntas: Eso que llamamos ser est abierto en la comprensin del ser que, en cuanto comprender, es constitutiva del Dasein existente. La apertura previa, aunque no conceptual- del ser hace posible que el Dasein, en cuanto existe como un ser-en-el-mundo, pueda habrselas con el ente, tanto con el que comparece dentro del mundo como consigo mismo en cuanto existente. Cmo es posible propiamente para un Dasein la comprensin abriente del ser? Podremos responder a esta pregunta retornando a la constitucin originaria del ser del Dasein comprensor del ser? La constitucin ontolgico-existenciaria de la totalidad del Dasein se funda en la temporalidad. Por consiguiente, el proyecto exttico del ser en general deber ser posibilitado por un modo originario de temporalizacin de la temporalidad exttica misma. Cmo se debe interpretar este modo de temporalizacin de la temporalidad? Hay algn camino que lleve desde el tiempo originario hacia el sentido del ser? Se revela el tiempo mismo como el horizonte del ser? (op. cit., pgs. 450-451). De nuevo aqu, otra vez, Heidegger subraya que el sentido del ser en general es debera ser, parece ser- la condicin de posibilidad de la comprensin del ser[41]. Es decir: la temporalidad del Dasein es parece ser, debera ser- lo que posibilita la comprensin del ser en general. Pero ya, como se ve, el propio Heidegger vacila, no lo toma como algo evidente o como un resultado firme y seguro: es as? se pregunta el autor (y nos pregunta a nosotros, los lectores de su indagacin). Dejndonos en ascuas, en vilo, nos remite en este punto y seguido del tratado que se convirti, a pesar suyo, en el punto y final- a la tercera seccin. La que no pudo ser redactada y de la que tratamos en el apartado anterior-.