Tunja memoria historica paipa el placer completo

Edición Especial N° 4

el placer completo

memoria histórica; TUNJA

PAIPA¿Es el corredor desde la capital del departamento hasta Paipa una, maravilla? La respuesta es, sí. Y sería fácil afirmar que la maravilla se extiende más allá, hasta Sogamoso, pero éste último es el punto de partida de otra extraordinaria región tan importante y bella.

Plazoleta de las NievesFotografía: Hisrael Garzonroa

Maravilla de Boyacá, Tunja - Paipa

Son por sí solas una maravilla. En la primera está el centro político del departamento, es la capital y también la memoria principal, y no sólo de Boyacá, sino de una buena parte dela historia de Colombia, desde las épocas de la conquista, en tiempos de su fundación y toda la colonia, hasta ser el epicentro del surgimiento de la República con los acontecimientos de la campaña libertadora, en los episodios singulares de las batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá.

Tunja es la ciudad que fue referente del territorio de la Nueva Granada en la primera época de la Colonia, tal como lo

describe Próspera Morales en los Pecados de Inés de Hinojosa. Tunja se convirtió en el lugar donde un personaje pudo escribir, eso sí, en número casi infinito de versos, el surgimiento del nuevo mundo en las desmesuradas dimensiones del territorio, la naturaleza, la riqueza, la cultura, la lengua; otros conocimientos, otras dimensiones, otras realidades. Fue desde Tunja, desde donde Juan de Castellanos pudo componer más de cien mil endecasílabos, que son otro monumento de la lengua y un testimonio tan vigoroso y fiel de ese nuevo mundo misterioso, salvaje e indómito, que también fue el escenario de las infamias y las bestialidades.

Tunja guarda los inigualables tesoros de sus iglesias que conservan el esplendor creativo de los siglos de la colonia, la arqui-

tectura de sus casas centenarias, y más allá, el testimonio de un mundo que ya no perci-bimos más que en los monumentales mega-litos del pozo de Hunzahúa y en los registros de la arqueología rescatada, desde el trabajo científico de los maestros de la Uptc.

Y Tunja también es el testimonio de las decadencias que, irremediables, se vuel-ven condenas en el tiempo; y luego vol-ver a surgir y mirar otras dimensiones que van formando lo nuevo, lo distinto, que moldean otras cosas para el futuro. Con el vestigio lejano de los ancestros aboríge-nes, con el testimonio de cómo sucedió la fusión de dos visiones tan diferentes que terminaron, alternativamente en la trage-dia del exterminio y el surgimiento de lo que hoy somos. Ni más ni menos.

La Tunja de ahora

L a Tunja de ahora, la ciu-dad que evoluciona, que se vuelve otra desde la ex-pansión física y humana; una ciudad que se integra

sobre sí misma y en el gran corredor que concentra la principal actividad económica del país, con la capital de la República encabezando. Aquí hay un espacio de oportunidades para quienes deseen integrarse a estas nuevas dinámicas, sin estar necesa-riamente en Bogotá. El sistema de do-bles calzadas que serán realidad entre Sogamoso e Ibagué, hacen que Tunja, una de las tres capitales del circuito, pase a tener extraordinaria importan-cia. Y lo va a ser desde el más noble de los productos del hombre.

Tunja la ciudad del conocimiento, es así. Desde hace más de medio si-glo se ha pregonado esta idea; hace 20 años un alcalde la volvió a formu-lar y dibujó los primeros trazos. Hoy, de alguna manera, se va formando como realidad. Las universidades y las instituciones asociadas al cono-cimiento, ya tienen un circuito que surgió a partir de la idea, pero que ha sido más bien aleatorio su surgimien-to. En todo caso ya existe en un es-pacio físico real, donde se han venido formando los centros del conocimien-to, que pueden resultar las bases de la verdadera ciudad del futuro, mo-derna e innovadora.

La Avenida Norte, con la antigua vía a Paipa, la Avenida Universitaria y la Avenida Olímpica, forman el anillo de asentamiento de instituciones de formación, que permiten vislumbrar algo distinto en la oferta de servicios de educación y facilitadores del sur-gimiento del bien más valioso produ-cido por el hombre: el conocimiento.

Tunja y Paipa

El alma máter de Boyacá, la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Fotografía: Hisrael Garzonroa


La ciudad del conocimiento

La ciudad que es paso obligado a la ca-pital del país desde los principales puntos del departamento y que a su vez conec-ta con las dos regiones más promisorias: los dos santanderes, por la carretera Bar-bosa-San Gil y por las vías del Sisga, del Cusiana y de los Libertadores, hacia las inmensas y ricas llanuras.

Su evolución avanza con los desarrollos que se están proponiendo: el plan espe-cial de manejo del Centro Histórico, para el cual en el Contrato Plan del goberna-dor Juan Carlos Granados, se han ubica-do casi $20 mil millones. Para el terminal moderno de transportes, más del doble de esta suma. Se proyectan nuevas vías, más centros comerciales. Tunja sería la primera ciudad del país con una planta de trata-miento de aguas residuales, que devolve-ría la totalidad de las aguas tratadas, a la fuente tradicional del río.

Tunja ya no es lo que será; va siendo, inexorablemente, la ciudad del aprendizaje, de la academia y las bases se van sentando, por ahora, casi que al azar. Pero haciendo algo de conciencia, el Circuito del Conocimiento ya existe como lo comprueban los hechos: comienza con el campus de la Uptc, la institución más importante de Boyacá por sus 26 mil alumnos en todas las sedes hoy existentes, de las cuales la más importante es Tunja.Más al norte, por la vieja carretera a Paipa, el municipio se propone la construcción

de la nueva Normal de Varones, en el lugar donde ahora está el Irdet. Un nuevo y moderno colegio.

Metros más allá está el Colegio Técnico de los Padres Somascos, una institución que puede convertirse en la oportunidad moderna para formar los técnicos más calificados en oficios y destrezas que demanda el aparato productivo; luego está el Seminario Mayor, el centro de formación sacerdotal de la Arquidiócesis de Tunja.

Sobre la misma vía antigua a Paipa, está la Universidad de Boyacá, el proyecto de educación superior privada más importante del departamento en las últimas décadas, a la cual estuvo asociada la construcción y puesta en marcha de la actual Clínica Mediláser. Enseguida están los colegios Gimnasio Campestre, Liceo los Ángeles y Andino, que se van convirtiendo en los más destacados de la ciudad, para la formación en educación media.

La ciudad

de la gastronomía

es otro encanto de Tunja, representado en Runta, el sector sur de la ciudad, donde el cerdo se hace leyenda en las exquisitas bandejas de las papas criollas, el chicharrón, la morcilla, las costillitas de cerdo, el cuchuco de trigo con espinazo, la longaniza y la salchicha roja. Una delicia a más de mitad de semana.

La Universidad Santo Tomás también hace parte del Circuito del Conocimiento de Tunja

En la Glorieta Norte de Tunja confluye gran parte de la movilidad de la ciudad


Fotografía: Carlo Fidel Gómez

Sobre la Avenida Universitaria están el Colegio Cristo Rey, otra institución que se destaca por la calidad de la educación impar-tida; más hacia el sur, la Clínica Saludcoop, el Centro Canceroló-gico de Boyacá y el campus uni-versitario de la Universidad Santo Tomás. Sobre la Avenida Olímpica está el complejo deportivo con el Estadio La Independencia como principal escenario. Éste es un circuito que puede ser el gran eje de la transformación de la Tunja tradicional, en la ciudad moderna cuya base sea la educación huma-nística, técnica y científica, para contribuir con la transformación de la sociedad desde el bien más valioso: el conocimiento.


La Plaza de Bolívar de Tunja fue declarada Monumento Nacional en 1959. Es la plaza pública más importante de Boyacá

El Festival Internacional de la Cultura reúne artistas locales, nacionales e internacionales en espacios públicos de la ciudad



La maravilla de hacer negocios y disfrutar la vida,es Paipa

D esde Tunja, se puede ir por los encantos

del corredor hasta Paipa, yendo a Toca, la capital de la papa tocarreña, de los cereales de antaño, el trigo y la cebada, de la fuente de agua más útil en la Represa de La Copa; o llegar a Tuta, o a Sotaquirá el paisaje más hermoso en el escondido Valle.

Paipa está unida a Tunja por la doble calzada. Pero más allá, unida siempre por la historia, por la economía, por la unidad del paisaje, por el clima gradualmente similar, por las oportunidades intercambiadas, por los proyectos del turismo, por la afinidad como centros de conocimiento, por el ciclismo y el atletismo y en general, por el mismo deporte, gracias a los proyectos relacionados con el Centro Mundial de Alto Rendimiento.

Paipa por sí sola, en su territorio ofrece un extraordinario y diverso inventario, que va desde su referencia histórica, que co-mienza con el hito de la Batalla del Pan-

tano de Vargas, cuya memoria hoy está presente en el espacio monumental más destacado de Colombia, modelado desde el talento del maestro Rodrigo Arenas Be-tancourt, uno de los más grandes del arte colombiano. Con la hotelería, desarrollada como pocas en el país, cuyo emblema es el Centro de Convenciones, obra que por estas calendas cumple ya 30 años de exis-tencia; con el Hotel Sochagota que ya casi llega a los 50 años y la Casona Hacienda El Salitre, con más de 200 años guardando el testimonio de una época que hoy se pue-de sentir en cada espacio, en cada rincón.

La Plaza de Bolívar de Tunja fue declarada Monumento Nacional en 1959. Es la plaza pública más importante de Boyacá


El Festival Internacional de la Cultura reúne artistas locales, nacionales e internacionales en espacios públicos de la ciudad


El tradicional Paipa Hotel y Centro de Convenciones, posee tal vez la mejor arquitectura de los hoteles de Boyacá



Energía para Colombia

E n Paipa donde se dio co-mienzo hace 50 años, a la generación eléctrica a partir del uso del carbón, para aprovechar las in-

mensas riquezas del carbón térmico, que existe en el interior del país y que son una excelente oportunidad, para poten-ciar el desarrollo del país y que de hecho, convirtieron a Boyacá en el epicentro de la seguridad energética, al sumarse la generación de la represa de Chivor y el sistema interconectado nacional.

El inicio de la campaña libertadora se dio en la Batalla del Pantano de Vargas


El Puente Boyacá, lugar histórico de la gesta libertadora de Simón BolívarFotografía: Hisrael Garzonroa

Palermo, corregimiento de Paipa, conocido anteriormente como Pueblo Viejo



Un queso, una comunidad paipana

En Paipa está el centro de la industria turística, surgida como un mercado integral, que ahora es propuesto como el gran centro para los negocios, aprovechando la cercanía con Bogotá y la misma conexión de la Doble Calzada, lo cual ya ha causado un primer im-pacto positivo en la industria, al re-

gistrarse un sensible incremento en la ocupación hotelera de la ciudad, que ya se da incluida la noche del viernes y que se ha incrementado la demanda de actividades corpo-rativas y empresariales, durante el transcurso de las semanas, siendo los principales clientes las empre-sas y entidades de Bogotá.

En Paipa han comenzado a con-solidarse productos con certificado de origen, como es el caso del que-so Paipa, un producto que va sien-do reconocido en el mercado nacio-nal para los más exclusivos gustos y que se proyecta como producto de exportación. Pero también la indus-tria láctea está evolucionando con otras dos marcas de quesos, que son el Vargueño y el Campesino de Palermo, ambos de muy buena ca-lidad, lo cual demuestra el esmero y transformación de la mentalidad local, que sabe que sólo se puede competir y salir adelante, con cali-dad y eficiencia.

Y es en Paipa donde los aman-tes de la naturaleza encuentran espacios tan diferentes, relajantes y placenteros para los sentidos: el Lago Sochagota, el centro del atractivo para la zona hotelera, el sistema de lagunas que sirve para la regulación y generación de la energía en las plantas de la Ter-mopaipa; o la contemplación del valle del Pantano de Vargas, o de los mismos alrededores de la ciu-dad, con espacios tan exuberan-tes como las tierras que forman las extensas propiedades oficiales del ITA, la Granja Tunguavita de la Uptc, la Casona del Salitre, las pis-cinas municipales.

Pero si se quiere explorar mejor, nada más placentero que ir por la carretera a Santander, por el vie-jo camino de la panela y la miel que venían desde Suaita y Santana hacia Tunja y Bogotá. Por la ruta de Palermo se atraviesa el páramo, convertido un pedazo en cultivos de papa, con las labranzas pin-tadas de los más extraordinarios colores y lo demás en vegetación nativa, que se alindera en la Reser-va de Ranchería, desde los 3.400 hasta los 3.800 m.s.n.m, un área para percibir la sensación del Pára-mo de Niebla, a sólo diez kilóme-tros del casco urbano.

Luego se empieza a descender por las laderas de la cordillera ha-cia el valle del Río Suarez, por los escurrideros cristalinos desde los bosque de roble que aún quedan y que garantizan el agua más abajo; entonces la temperatura vuelve a calentar la tierra y así a cambiar el paisaje y la vegetación para en-contrar, en el mismo territorio de Paipa, la caña de azúcar y los pri-meros cafetales, todo en una ruta de 30 kilómetros. Así que en Pai-pa también se puede tomar gua-rapo y disfrutar de un café, cuyos ingredientes han sido cultivados, cosechados y transformados en su mismo territorio.

Colores naturales de PalermoFotografía: Hisrael Garzonroa

El Lago Sochagota ocupa una superficie de 1.6 Km, el cual se presta para la práctica de deportes y actividades náuticas



Pero es quizá la principal marca de Pai-pa sus aguas termominerales, un auténti-co y exclusivo regalo de la naturaleza para los boyacenses. Nada más placentero que disfrutar de esta maravilla de la naturaleza que tonifica y repone el cuerpo, que des-peja la mente y aviva el alma. Algo que debe regalarse cada boyacense, es un día, cuando menos, en las aguas termales, en el complejo de las piscinas públicas, con el circuito termal, que incluye sauna y lodoterapia, o el deleite de contemplar la luna por entre las ramas del centenario eucaliptus, flotando sobre la superficie de la piscina de la Casona El salitre. Es un ri-tual de magia y placer para lo sentidos que reconforta cuerpo, mente y espíritu.

Con tantas posibilidades, Tunja, Paipa y su vecindario de verde y tradición, envuel-ven la maravilla central de Boyacá, futuro destino del turismo, las inversiones y los grandes negocios.

El ritual de las termales

El Parque Acuático del ITP cuenta con tres piscinas termales. Contiguo se encuentra el Centro de Hidroterapia

El corregimiento de Palermo está ubicado a 30Km de Paipa



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