Trabajo Final Comunicación II

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REALIDAD PERUANA Y GLOBALIZACIÓN REALIDAD PERUANA Y GLOBALIZACIÓN TRABAJO GRUPAL TEMA : La economía peruana contemporánea ALUMNA : Silvana Katerine CHAMBI JOMA CARRERA : INGENIERÍA DE SISTEMAS E INFORMÁTICA CICLO : II ODE : AREQUIPA AREQUIPA – PERU 2014 La Economía Peruana Contemporánea Página 1

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REALIDAD PERUANA Y GLOBALIZACIN

REALIDAD PERUANA Y GLOBALIZACIN

REALIDAD PERUANA Y GLOBALIZACINTRABAJO GRUPALTEMA: La economa peruana contemporneaALUMNA: Silvana Katerine CHAMBI JOMACARRERA: INGENIERA DE SISTEMAS E INFORMTICACICLO: IIODE: AREQUIPAAREQUIPA PERU2014

DEDICATORIA : A mis Padres, por ser el motor que inspiran mi superacin

AGRADECIMIENTO: A DIOS por ser mi refugio..

INDICE

PAG.DEDICATORIA 2AGRADECIMIENTO3INTRODUCCIN 4HISTORIA DE LA ORATORIA 6RESEA HISTRICA DE LA ORATORIA 7EL FUTURO DE LA ORATORIA 9TIPOS DE ORATORIA 10CARACTERSTICAS DE LA ORATORIA 11IMPORTANCIA YFINES DE LA ORATORIA 14LOS FINES DE LA ORATORIA 15CUALIDADES DEL ORADOR 16LOS DIEZ MEJORES ORADORES DEL MUNDO 21CONCLUSIONES 26BIBLIOGRAFA 26

LA ECONOMIA PERUANA CONTEMPORNEA

1.- INTRODUCCINEl presente Trabajo tiene por finalidad enmarcar la economa peruana contempornea dentro del contexto sudamericano y latinoamericano, partiendo del principio de la globalizacin, termino actual en la que se desarrollan la gran mayora de las economas mundiales. En los siguientes captulos desarrollaremos primero el entorno latinoamericano dentro de la Unin Europea, debido a que esa esta en un franco ascenso y de importancia mundial; luego analizaremos el impacto del Sistema Financiero Internacional en Amrica Latina y el Caribe, como este afecta directa e indirectamente a nuestras economas y principalmente a la peruana, como al realizar cambios en el Sistema se beneficia o no el desarrollo econmico de los pases de Latinoamrica; Seguidamente abordaremos el tema de fondo La Economa Peruana en el contexto Sudamericano, en este capitulo analizaremos (por comparacin) como se encuentra nuestra economa en el entorno de Latinoamrica y principalmente dentro de la Sub-regin del Pacto Andino, esto lo haremos a travs de indicadores macroeconmicos tales como; tasa de cambio, inters, exportaciones, etc Finalmente luego de un anlisis de los diferentes captulos desarrollados y de los diferentes cuadros (anexos) de indicadores macroeconmicos, llegaremos a las conclusiones pertinentes de esta monografa.

Cabe indicar que la presente monografa ha sido redactada en un lenguaje de fcil compresin para el estudiante de bachillerato de Administracin de Empresas, con la finalidad de que este se pueda formar claramente un criterio sobre la situacin actual de la economa peruana en el contexto sudamericano; asimismo la bibliografa consultado en su gran mayora es de artculos, cuadros estadsticos y editoriales de las ms prestigiosas revista e economa del medio, a travs de Internet, para lo cual en la bibliografa se adjunta las diferentes direcciones electrnicas para que el lector, si as lo deseara, pueda profundizar en los temas que desee.

2.- LAS PERSPECTIVAS DE UN ACUERDO DE LIBRE COMERCIO ENTRE LA UNIN EUROPEA Y AMRICA LATINA.

En los prximos aos, un Acuerdo Libre Comercio entre Amrica Latina y la UE no parece demasiado factible. La principal razn para ello es la creciente diversidad latinoamericana, los niveles de desarrollo e intereses cada vez ms dispares entre 19 pases de diferentes tamaos, herencias histricas y relaciones exteriores. Por tanto, en el actual escenario de heterogenizacin, el trmino Amrica Latina parece cada vez ms obsoleto. Al menos en el mbito comercial no parece existir una agenda de intereses comunes frente a terceros socios, sino necesidades individuales basadas en distintos niveles de desarrollo y estructuras comerciales.

La consolidacin de bloques subregionales como el MERCOSUR, el MCCA, la CARICOM y la CAN, as como el creciente perfil de pases individuales como Chile o Mxico como parte del NAFTA son el fiel reflejo de la creciente diversidad del subcontinente latinoamericano. Por otra parte, se est perfilando una clara separacin entre el rea del Gran Caribe orientado hacia EE UU y una Sudamrica ms cercana a Europa. En este sentido, Amrica Latina ya no es un trmino apropiado para definir la realidad de un subcontinente cada vez ms dispar (Lowenthal 2000).

La UE ha reconocido estas diferencias y ha elaborado desde mitad de los anos noventa estrategias de cooperacin por pas y subregin, teniendo en cuenta las respectivas idiosincrasias de cada uno de los socios. El resultado fue una poltica diferenciada: la oferta de ALC's frente a los pases ms avanzados y econmicamente ms prometedores; cooperacin con los socios menos desarrollados: la CAN y Centroamrica. En este sentido, frente a Amrica Latina, la UE ha optado por una poltica de dos velocidades, aunque es posible que slo sea una estrategia temporal hasta igualar las relaciones. Por estas razones, un acuerdo de libre comercio entre la UE y Amrica Latina no parece un proyecto factible ni tampoco una meta deseada por uno de los dos socios. Un ALC entra la UE y Amrica Latina sera ms bien un proceso gradual. As, podra ser el resultado de la convergencia de los acuerdos firmados con pases individuales (Chile y Mxico) y bloques subregionales.Ni Amrica Latina ni la UE tienen un mayor inters de seguir el modelo del ALCA de negociar entre 34 pases. Desde la perspectiva latinoamericana no existe una posicin comn de los 20 pases que hiciera factible dialogar en bloque con la UE, sino distintos intereses segn el tamao y nivel de desarrollo de los respectivos pases. Para la UE es ms fcil y prometedor negociar con pases individuales pequeos grupos de pases, dando preferencia a los socios ms desarrollados como el MERCOSUR, Mxico y Chile. Este es el grupo de pases pioneros a los cuales la UE ha ofrecido acuerdos de libre comercio. Los perdedores de este juego por mantener la presencia europea en Amrica Latina son al menos de momento, los pases andinos, Centroamrica y Cuba. En este sentido, se percibe una geometra variada en las relaciones europeo-latinoamericanas.

3.- LOS ACUERDOS DE ASOCIACIN FIRMADOS Y EN NEGOCIACIN : La idea de firmar acuerdos de libre comercio entre la UE y los pases latinoamericanos econmicamente ms avanzados surgi en diciembre 1995 con la firma de un acuerdo de cooperacin interregional entre la UE y el Mercosur, diseado para preparar una futura asociacin poltica y econmica. Un ao despus, la UE formul la misma oferta a Chile y en 1998 empez a negociar un acuerdo de libre comercio - en base a un acuerdo global interino firmado el 8 de diciembre de 1997 - con Mxico.

Pese al ligero aumento de los intercambios en 1998, con menos del 15%, Mxico sigue teniendo una participacin pequea en el conjunto del comercio europeo-latinoamericano. Durante toda la dcada de los noventa, la UE sostuvo un supervit en el comercio con Mxico, que alcanz 6.100 millones de dlares en 1998. Debido a su creciente concentracin en el mercado norteamericano, las exportaciones mexicanas a la UE han cado drsticamente: Si en 1990 un 13,3% se dirigieron al mercado comn europeo, en 1997 fue tan slo el 3,6%. Por la misma razn se ha reducido tambin la participacin de la UE en las importaciones del pas a la mitad: del 17,4% en 1990 al 9% en 1997.

Este marcado declive en los flujos revela una clara desviacin del comercio por el efecto NAFTA. Recuperar posiciones europeas en el mercado mexicano, que adems es un puente al mercado de EE UU, fue la principal motivacin europea para firmar, el 23 de marzo de 2000. un ALC con Mxico. Mxico, a cambio, busc contrarrestar el creciente peso de EE UU en su economa a fin de diversificar sus relaciones comerciales hacia otras partes del mundo.

Aunque el MERCOSUR es el principal socio econmico de la UE en Amrica Latina y fue el primero en acordar una futura asociacin, las negociaciones con Mxico concluyeron primero, en un plazo de slo dos aos. Mxico fue el primer pas latinoamericano que firm el 23 de marzo de 2000 un ALC con la UE, que entrar en vigor el 1 de julio del 2000. La brevedad del proceso se debe a dos factores:

En primer lugar por el inters mutuo en firmar un acuerdo: Mxico para crear un contrapeso contra EE UU, la UE para tener acceso al NAFTA -,

En segundo trmino por una estructura comercial donde el sector agrcola es poco relevante al representar slo alrededor de un 6% de los intercambios totales.

El acuerdo UE-Mxico incluye un 96% del comercio - la OMC slo permite la exclusin temporal de un 10% -, las pocas excepciones son productos agrcolas (carne, lcteos, cereales). El plazo fijado para la liberalizacin comercial son siete aos, hasta el 2007, aunque la mayor parte de los intercambios circular libremente en 2003. En este ao, cuando los productos industriales del NAFTA sern liberalizados, todas las exportaciones mexicanas entrarn en el mercado europeo exento de aranceles, y a las ventas de la UE se aplicar una tarifa mxima del 5%.

Una comisin conjunta y un mecanismo de regulacin de conflictos garantizarn el seguimiento institucional de los compromisos adquiridos. Tanto la UE como Mxico esperan de este acuerdo un fuerte impulso de sus intercambios comerciales y los flujos de inversin, que se haban reducido sustancialmente a partir de la entrada de Mxico en el Nafta. Teniendo en cuenta que 3.000 empresas europeas estn radicadas en Mxico, el acuerdo dar sobre todo un nuevo impulso a las inversiones. En el contexto de la desviacin de comercio a partir de la creacin del Nafta, el proceso de liberalizacin comercial garantizar en los prximos aos que la UE no siga perdiendo posiciones en el mercado mexicano y, viceversa, que Mxico consolide su participacin en las compras de la UE desde Amrica Latina.

Es altamente probable que Chile sea el prximo socio latinoamericano en firmar un acuerdo de libre comercio con la UE. Segn el entonces Presidente Eduardo Frei, las negociaciones con la UE podran concluir en un plazo de dos aos (El Mercurio, 17.2.2000). Como Mxico, Chile ha reducido a lo largo de los aos noventa sus intercambios con la UE: si en 1990 dirigi un 38,5% de sus ventas al mercado europeo, debido a los crecientes intercambios con Asia y EE UU, esta cifra se redujo al 22% en 1997. No obstante, la UE sigue siendo el principal mercado extrarregional (despus de Amrica Latina) para las exportaciones chilenas. Esta tendencia indica perspectivas favorables para la intensificacin del comercio, una evolucin que ser consolidada por la prxima firma de un acuerdo de asociacin econmica y poltica que ambas partes estn negociando desde 1999. Al margen de la primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Amrica Latina-Caribe-UE en Ri de Janeiro, Chile y la UE firmaron el 28 de junio de 1999 una declaracin conjunta en la cual se comprometen iniciar negociaciones en noviembre. El 24 de noviembre tuvo lugar en Bruselas un primer encuentro para aprobar la agenda, estructura y metodologa de las negociaciones que fueron inaugurados en abril de 2000 en Santiago de Chile.

Como en el caso de Mxico, los productos agrcolas no representan el sector clave en el conjunto del comercio entre Chile y la UE, aunque con una participacin de cerca del 20% en las ventas chilenas a Europa son muy importantes. Un 7% de los bienes agrcolas son considerados sensibles, de modo que, conforme a las reglas de la OMC, sera posible excluirles temporalmente de un acuerdo de asociacin. La agenda de negociacin se reduce a un pocos productos de intercambio, ya que dos tercios de las exportaciones chilenas entran libres de aranceles o a tarifas bajas (el promedio es del 3,4%) en la UE.

Si Mxico es el puente hacia Norteamrica, Chile sigue siendo - pese a la reduccin del comercio desde la crisis financiera - la puerta de entrada latinoamericana ms importante hacia Asia, a la vez que est asociado al Mercosur y en un futuro prximo podra ser miembro con pleno derecho en el bloque. Es por ello que el proceso de negociacin entre Chile y la UE tiene lugar paralelamente y est estrechamente vinculado al dilogo UE-Mercosur.

Un acuerdo de libre comercio entre la UE y el MERCOSUR tendra la particularidad de ser el primero del mundo entre dos uniones aduaneras. El MERCOSUR es el principal socio comercial de la UE en Amrica Latina. En 1998 represent ms de la mitad de los flujos comerciales birregionales y de la IED europea en la regin. La UE aporta ms de una cuarta parte de las exportaciones e importaciones del Mercosur, perfilndose como su socio comercial principal y tambin su primer inversor. La evolucin del comercio entre ambos socios es muy favorable: Desde 1990 se ha triplicado el comercio entre la UE y el MERCOSUR. No obstante, la estructura de los intercambios es altamente asimtrica y en beneficio de la UE: En el perodo 1990-1998, las ventas europeas al Mercosur registraron un crecimiento anual promedio del 18%, frente a tan slo el 1,8% anual de las compras desde el bloque.

Al igual que con Chile, la UE firm en Ro de Janeiro -despus de un arduo debate interno- una declaracin conjunta con el Mercosur. Segn el compromiso acordado, las negociaciones interregionales sobre un acuerdo de libre comercio comenzaron (igual que con Chile) el mismo da 24 de noviembre y continuaron en abril del 2000 en Buenos Aires. Sin embargo, el complejo proceso de negociaciones arancelarias no empieza hasta el 1 de julio de 2001, sin que se haya definido una fecha para finalizar el dilogo. Hasta ahora, se han celebrado tres reuniones con escasos resultados concretos. La fase ms interesante de las negociaciones -el desmantelamiento de las barreras arancelarias- no se iniciar antes de julio del prximo ao. Hasta esta fecha es altamente improbable que se logren avances sustanciales.

Un acuerdo de libre comercio interregional UE-Mercosur sera altamente beneficioso para ambos socios, que mantienen tradicionalmente las relaciones ms estrechas en el marco de la cooperacin UE-Amrica Latina. Segn los clculos de la Comisin Europea, un acuerdo de libre comercio le traera ms beneficios a Europa que al Mercosur. Un acuerdo de libre comercio podra generar un crecimiento adicional anual del 1.4% de las exportaciones del Mercosur al mercado europeo, mientras que las ventas de la UE hacia el bloque se elevaran entre el 2,4% y el 3,4% anual.

Aunque el MERCOSUR fue el primer socio al que la UE ofreci un ALC, probablemente ser tambin el ltimo que firmar un acuerdo. Desde que la UE y el Mercosur firmaron un acuerdo marco de cooperacin, en diciembre de 1995, est previsto crear una zona de libre comercio comn. En estos cinco aos se ha avanzado paulatinamente, pero a una velocidad menos alentadora de lo esperado. Comparado con Chile y Mxico, un acuerdo de asociacin interregional entre la UE y el MERCOSUR se enfrenta a tres dificultades adicionales que complican el proceso de negociacin:

Primero, los productos agrcolas y pesqueros representan ms del 40% de las exportaciones del Mercosur a la UE y constituyen el mayor obstculo a un acuerdo de libre comercio. Ante la futura competencia de los productores sudamericanos, el fuerte lobby agrcola en pases como Alemania, Francia y Espaa bloquea una apertura de este sector. La Comisin ha calculado que para el sector agrcola europeo un ALC con el MERCOSUR tendra un coste adicional entre 5,3 y 14,3 millones de euros al ano.

Adems de este obstculo principal, un segundo problema adicional radica en la estructura misma de las negociaciones de tipo interregional, segn el esquema 15 ms 4, lo cual es de por s ms difcil de consensuar.

En tercer lugar, se trata de negociaciones entre dos zonas aduaneras (incompleta en el caso del Mercosur), siendo el Mercosur un proyecto que se encuentra an en construccin. Cabe recordar que hasta el 2006, cuando se hayan cumplido los plazos transitorios para el 15% de los productos no incluidos, el Mercosur no se ha constituido como una unin aduanera completa.

Desde el punto de vista del Mercosur, la apertura del sector agrcola y pesquero - tambin textiles - generara las mayores ventajas comerciales de un futuro ALC con la UE, reduciendo el creciente dficit comercial del bloque. Para la UE, un ALC con el Mercosur sera altamente beneficioso, sobre todo en los sectores ms dinmicos de sus exportaciones, tales como automviles, productos industriales, bienes de consumo y servicios, donde el Mercosur sigue manteniendo altas barreras arancelarias. Sin embargo, precisamente en estos sectores ms prometedores en las relaciones comerciales UE-Mercosur no se percibe una apertura. Si la UE es reacia a reformar la PAC, son precisamente los automviles, bienes de capital y servicios los que no estarn incluidos en la unin aduanera del Mercosur. Ante este panorama, el escenario ms realista para la firma de un ALC sera 2003 o 2005, siendo el sector agrcola el ltimo que sera liberalizado.

Condicionantes y perspectivas de un ALC Amrica Latina-Europa

Las perspectivas para un ALC europeo-latinoamericano parecen ms bien remotas y a muy largo plazo. Para ninguna de las dos regiones tiene prioridad estrechar vnculos con la otra. Ms bien se percibe tanto en Europa como en Amrica Latina una tendencia hacia la introversin, una creciente orientacin a la propia regin. Por otra parte, est claro que, a diferencia de EE UU y la propuesta del ALCA, la UE no negociar un acuerdo de libre comercio con el conjunto de Amrica Latina. Es decir que no habr ningn ALCALUE a medio plazo, sino una proliferacin de acuerdos individuales que incluyen la liberalizacin comercial. De estas premisas se desprenden varios condicionantes claves para los plazos y el desenlace de las futuras negociaciones sobre una liberalizacin comercial recproca.

Los condicionantes recprocos del libre comercio

La estabilidad del Euro -que ha perdido un tercio de su valor en slo un ao y medio- y la ampliacin hacia el Este son los dos temas principales en la agenda actual de la UE. Mientras que la devaluacin de la moneda europea agravada por la subida de los precios del petrleo (en dlares) podra provocar una seria crisis econmica en la UE, la inclusin de seis nuevos pases en la Unin es un proceso an ms complejo que la resolucin de la crisis econmica que se avecina.

En una primera ola de ampliacin entrarn en los prximos aos Chipre, Estonia, Hungra, Polonia, la Repblica Checa y Eslovenia en la UE. Al mismo tiempo, en 2000 se iniciaron las negociaciones con los cinco PECO restantes (Bulgaria, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Rumania), la segunda ola que ingresara a la UE. La ampliacin de la UE a otros seis u once miembros requiere una reforma de las instituciones y de los mecanismos de decisin, un proceso que se definir en el marco de una Conferencia Intergubernamental a finales de diciembre en Nizza. Asimismo, la entrada de los nuevos 11 candidatos a la UE hace necesaria una previa reestructuracin de la poltica agrcola altamente subvencionada. Para Amrica Latina, la ampliacin de la UE hacia los PECO tiene la ventaja de acelerar la reforma de la PAC y la desventaja de tener que competir con los productos agrcolas de los prximos miembros de la UE.

Aunque se aprobaron algunos avances graduales hacia una mayor apertura del sector agrcola europeo -el ms protegido del mundo-, estos cambios no suponen ventajas visibles para los productores latinoamericanos. Teniendo en cuenta que la PAC sigue siendo el eje central de la UE, su eliminacin sera una decisin poltica de gran alcance, que provocar protestas masivas por parte del lobby agrcola europeo, sobre todo en Alemania y Francia como mayores beneficiarios de la poltica de subvenciones. La agricultura es un tema altamente sensible para los ciudadanos europeos. El Comisario responsable de la PAC, Franz Fischler, resumi en marzo del ao pasado la posicin de la UE en estos trminos: la dimensin multifuncional de la PAC de la UE no se someter a negociacin y no tenemos intencin de sacrificarla en aras de libre comercio (IRELA, 1999a).

Ante las dificultades de crear un consenso interno para remover las barreras agrcolas, avances concretos en este sector parecen ms factibles por presiones del exterior. Por lo tanto, la disponibilidad de la UE de progresar hacia una PAC ms abierta al exterior depende en gran medida de la evolucin de las negociaciones de la OMC, donde EE UU y otros pases industrializados tienen una mayor capacidad que Amrica Latina para solicitarle a la UE una reforma sustancial de este sector principal en las negociaciones comerciales multilaterales. An sin ronda milenaria en este ao sigue en la OMC las negociaciones multilaterales en los sectores agricultura y servicios. La prxima reunin de la OMC a nivel gubernamental est prevista para marzo del 2001.

Amrica Latina se enfrenta al desafo de crear hacia el 2005 el rea de Libre Comercio de las Amricas (ALCA) que determina su grado de compromiso comercial con EE UU y tambin sus vnculos econmicos con la UE. La realizacin del ALCA cambiara a largo plazo no slo los flujos comerciales sino tambin la identidad de la regin. Si en cuanto a lo primero Amrica Latina podra perfilarse como principal mercado para las exportaciones del vecino del Norte, lo segundo significara a largo plazo que la regin dejara de ser un actor independiente en el sistema de comercio internacional y que el dlar sera definitivamente la moneda latinoamericana.

Tambin sin fast-track avanzan las negociaciones sobre la creacin del ALCA, un proceso que ya se inici en 1994. En abril del prximo ao ser presentado en Buenos Aires un primer borrador del acuerdo final, y la posterior III Cumbre de las Amricas en Quebec marcar las pautas futuras del ALCA. Hasta entonces, bajo el mandato del prximo Presidente de EE UU podra haberse acelerado el proceso del fast-track sin el cual no habr libre comercio en el continente americano. Si el ALCA se realiza en el plazo previsto del 2005, se acentuar en Amrica Latina la tendencia hacia la desviacin del comercio del mercado europeo hacia la propia regin. Si se retrasa el proceso, la UE podra incrementar su presencia en el mercado latinoamericano, a travs de una convergencia de los ALCs firmados hasta aquel entonces. De momento, EE UU le lleva ventaja a Europa: firm un ALC con Mxico seis aos antes y e inici las negociaciones sobre el ALCA cinco aos antes que la UE con Chile y MERCOSUR.

Vas para una asociacin interregional

Crear una asociacin interregional en el siglo XXI con Amrica Latina y el Caribe es la meta que se ha propuesto la Comisin Europea en las nuevas orientaciones de cooperacin para el perodo 2000-2006. Segn este documento estratgico, que define la cooperacin birregional en el siglo XXI, se prev una futura unin entre las dos regiones, pero teniendo en cuenta la diversidad de Amrica Latina. Sin embargo, esta visin se limita al elemento caritativo de la relacin, a la cooperacin al desarrollo, y no incluye el tema comercial.

A pesar de continuas alusiones a la futura asociacin estratgica, la primera cumbre entre la UE, Amrica Latina y el Caribe en Ro de Janeiro, a finales de junio de 1999, marc el final de un posible proyecto europeo-latinoamericano de libre comercio. Tampoco se cre una nueva arquitectura para armonizar los distintos procesos de dilogo y negociacin. En esta primera cumbre birregional se descart la posibilidad de definir un ALC entre las dos regiones. En los preparativos de la cumbre se decidi continuar las negociaciones comerciales a nivel individual con cada uno de los socios latinoamericanos, mientras que la cooperacin y el dilogo poltico son temas que se discuten a nivel interregional. Con ello no habr un segundo ALCA entre Amrica Latina y Europa. Para muchos, la exclusin de los temas comerciales de la agenda de Ro de Janeiro fue tan decepcionante como los escasos resultados de la cumbre misma. El nico resultado concreto y positivo fue la decisin de negociar un acuerdo de libre comercio con MERCOSUR y Chile.

Bajo el pretexto de respetar la diversidad de la regin, la UE ha emprendido negociaciones con los socios econmicamente ms avanzados. Ms adelante, hacia el 2005 se iniciar un dilogo con el Caribe sobre la liberalizacin comercial, segn lo establecido en el nuevo convenio entre la UE y los pases del grupo ACP. Todava es una incgnita si se formular la misma oferta a Amrica Central y a los pases de la Comunidad Andina. En todo caso quedara Cuba, a no sea que decida entrar en el Convenio sucesor de Lom, firmado en junio de 2000. Sin embargo, estas relaciones a diferentes velocidades no son tan negativas, sino reflejan tambin que los objetivos de la poltica de la UE hacia Amrica Latina son ms ambiciosos que los de EE UU: ms all del libre comercio, se busca entablar relaciones basadas en la reciprocidad, respetando el nivel de desarrollo y las particularidades de los pases y subregiones. En este sentido, los acuerdos de cuarta generacin que ofrece la UE a Amrica Latina incluyen cooperacin en distintas materias y un dilogo poltico regular.

En el futuro, ms all del 2005, existen al menos tres posibles vas para una liberalizacin comercial entre las dos regiones: 1) a travs de una armonizacin paulatina de los acuerdos firmados con pases individuales y bloques subregionales - escenario a medio plazo, 2) como resultado de las negociaciones en la OMC - escenario a largo plazo, 3) como resultado de un mercado comn trasatlntico entre la UE, EE UU y Amrica Latina - escenario futuro.

Lo primero significara sin duda una liberalizacin comercial a dos velocidades: en una primera ola se negocia con los pases con ms peso econmico (Mxico, Chile, Mercosur), en una segunda ola con los dems socios latinoamericanos, a saber los pases andinos, Centroamrica y el Caribe. En cuanto a la posibilidad de llegar a un ALC en el marco de la OMC, esto sera un proceso a muy largo plazo y no demasiado probable, ya que el organismo est desacreditado despus del fracaso de Seattle. Adems, las negociaciones sobre liberalizacin comercial siempre tendrn lugar entre determinados pases o grupos de pases, mientras que la OMC tiene la funcin de enmarcar este proceso, a travs de la definicin de normas y reglas multilaterales de comercio. En cuanto al tercer escenario, la creacin de un mercado trasatlntico, propuesta formulada por primera vez en 1997, todava no parece demasiado realista, teniendo en cuenta los mltiples conflictos comerciales entre la UE y EE UU. Tanto EE UU como pases europeos como Francia han expresado su escepticismo en cuanto a la viabilidad de este proyecto. Descartando los dos ltimos escenarios - la OMC y el mercado trasatlntico -, el incipiente proceso de liberalizacin comercial entre la UE, Amrica Latina y el Caribe podra conducir a los siguientes resultados:

Geometra variada: Se crearan slo dos ALCs con la UE. 1) con Sudamrica incluyendo el MERCOSUR, Chile y la Comunidad Andina, 2) con Mxico. Por el momento y a medio plazo -hacia 2010- este escenario es el ms realista. Actualmente, un ALC con toda Sudamrica parece ms probable que acuerdos separados UE-MERCOSUR, UE-Chile, UE-CAN. As, Chile anunci en julio su prximo ingreso como miembro pleno en el MERCOSUR, y durante la reciente Cumbre Sudamericana en Brasilia se ha planteado una convergencia entre el MERCOSUR y la CAN antes del 2010. Esto podra significar la ampliacin del futuro acuerdo UE- MERCOSUR a los pases andinos y la inclusin de Chile.

Diversidad: En este panorama surgiran mltiples ALCs: 1) UE-Mxico, 2) UE-Chile, 3) UE-MERCOSUR, 4) UE-CAN, 5) UE-SICA, 6) UE-CARICOM. Este podra ser un escenario alternativo al primero que tambin se realizara en torno al ao 2010. Sin embargo, la UE todava no ha formulado ninguna oferta de libre comercio a los pases centroamericanos (que hace poco ratificaron el acuerdo de tercera generacin) y a la Comunidad Andina. En cuanto a los pases del Caribe, las negociaciones con los respectivos grupos subregionales del grupo ACP podran concluir en 2008.

Convergencia: armonizacin de los distintos acuerdos individuales y subregionales en una asociacin interregional UE-Amrica Latina. Esta posibilidad futura no ser una realidad al menos hasta el 2020. Sin embargo, negociaciones multilaterales facilitaran los hasta ahora complejos y costosos mecanismos de coordinacin y negociacin paralela de la UE con distintos socios en Amrica Latina. Este escenario depende por un lado de la capacidad de la regin de concertar posiciones y hablar con una sola voz. Por otra parte, depende de los cambios que podra generar la definicin del ALCA para Amrica Latina.

Indice

3.- CAPITULO II

El sistema financiero internacional,su impacto sobre Amrica Latina y el Caribe

El Sistema Financiero ha sido la expresin ms cabal de los cambios de organizacin econmica de los ltimos aos. En la medida en que es el ms susceptible y de mayor capacidad para responder a estos cambios, en l se expresan rpidamente sus virtudes y defectos. En la medida, tambin, en que en las finanzas se reflejan las expectativas e incertidumbres de los agentes econmicos, a travs de ellas se amplifican los avatares positivos o negativos. Ms an, en cuanto es ms rpidamente y ms fcilmente manejable y manipulable que otras reas de la vida econmica, en el mundo de las finanzas se cometen ms errores y se tienen ms aciertos que en cualquier otro. A lo que habra que aadir que se trata tambin, quizs por su propia fluidez, de la parte menos regulada de la vida econmica internacional.

Por ello no es de extraar que las crisis ms importantes de esta poca sean financieras. Economas y empresas que parecan totalmente slidas pueden derrumbarse prcticamente de la noche a la maana y otras que parecan ajenas a ellas pueden contaminarse rpidamente, en lo que ha dado en llamarse el efecto contagio. Al respecto cabe recordar que la larga recesin japonesa resulta de una vieja crisis financiera y que la crisis asitica se manifiesta particularmente en el mundo de las finanzas.

La deuda externa, y particularmente la de los pases emergentes, forma parte de ese movedizo mundo financiero internacional.

El escenario internacional de los ltimos aos, en el cual el sistema financiero juega un papel protagnico, ha sido denominado como globalizacin. Para caracterizar la globalizacin se puede mencionar, en primer lugar, el progreso tecnolgico, el aumento de las comunicaciones y de las facilidades de transporte; en segundo lugar, el aumento del comercio internacional, facilitado por los acuerdos que condujeron a la creacin de la Organizacin Mundial de Comercio (OMC); en tercer lugar, el predominio de las grandes corporaciones multinacionales en ese comercio; en cuarto lugar, el crecimiento explosivo de las transacciones financieras; y por ltimo, su profundizacin despus de la desaparicin del bloque socialista como poder mundial. Lo que puede resumirse como el trnsito desde un mundo en el cual predominan las economas nacionales a uno en el cual prevalece la economa internacional.

La transicin desde el predominio de las economas nacionales al de la economa global ha resultado errtico y a veces traumtico. No existen reglas claras para manejarse en la economa global, ni instituciones capaces de decidirlas o imponerlas. Como dice Lester Thurow: El mundo va a tener una economa global sin un gobierno global. Lo que significa una economa global sin reglas acordadas capaces de hacerse cumplir, sin guardianes de comportamientos aceptables, y sin jueces o jurados a quienes acudir si se piensa que no se est haciendo justicia[1].

En este contexto, para hablar del impacto del sistema financiero internacional sobre Amrica Latina y el Caribe es necesario mantener en mente que el endeudamiento es un factor permanente en el funcionamiento de una economa moderna.

En el caso de nuestro continente esto se hace evidente en la dcada de los noventa, durante la cual la recuperacin y el crecimiento se basaron en el acceso a los mercados de capital y la inversin extranjera. Incluso el problema de la deuda en la dcada de los ochenta consisti tanto en el enorme endeudamiento acumulado como en la falta de acceso a nuevo endeudamiento. La suspensin de acceso al crdito, tanto para cumplir las viejas obligaciones como para mantener un ritmo de actividad satisfactorio, fue lo que produjo la necesidad de ajustes radicales y las consecuentes recesiones y presiones inflacionarias. Cuando los acreedores reanudaron el financiamiento, satisfechos con las condiciones que haban impuesto, comenz la recuperacin de los noventa.

En este sentido es necesario distinguir entre la deuda acumulada y la nueva deuda. La deuda acumulada si alcanza montos excesivos dificulta el funcionamiento de la economa, pues su servicio distrae recursos que pudieran usarse para fines ms productivos. Adems un endeudamiento acumulado alto dificulta y hace ms caro o impide el acceso a los nuevos crditos que necesita la economa. El peor de los mundos posibles es cuando la deuda acumulada es de tal magnitud que la nueva que se contrae solo puede servir para pagar la vieja.

Por ello cuando se aborda el tema de condonacin o alivio de la deuda se acostumbra a distinguir deuda vieja y deuda nueva. La deuda vieja, si alcanza montos mayores de los que una economa es capaz de soportar normalmente, produce lo que se ha dado en llamar la cruda o ratn de deuda (debt overhang). La superacin de ste fenmeno es a lo que se aspira. Porque lograr una condonacin o alivio de la deuda que signifique a la vez una exclusin de la posibilidad de obtener nueva deuda -esto es, que signifique la exclusin de los mercados de capital- sera una victoria prrica: se lograra remover un gran obstculo para el desarrollo pero a la vez se limitara radicalmente las posibilidades de desarrollo futuro.

El problema principal es reducir la deuda vieja y tener acceso a los mercados de capital. Tal fue el objetivo, por ejemplo, del Plan Brady. De acuerdo a este Plan, si se cumplan determinadas condiciones se refinanciaba la deuda vieja, y en algunos casos se reduca, de modo que el pas acreedor estuviera en condiciones de reanudar una actividad econmica relativamente normal, lo que inclua el acceso a nuevos endeudamientos.

El problema principal en este caso consiste en definir que se entiende por una actividad econmica relativamente normal. Y, por supuesto, en cuales son las condiciones que se imponen para la condonacin o el alivio. Esto incluye considerar si los severos ajustes y reformas de poltica a que fueron sometidos los pases endeudados de Amrica Latina y el Caribe tenan justificacin suficiente.

Mirando hacia el pasado, se pudiera objetar a la afirmacin de que cierto nivel de endeudamiento es necesario el hecho que durante varias dcadas los pases de Amrica Latina pudieron subsistir, vivir y crecer casi sin deuda o con una deuda mnima. Tal es el caso de Venezuela. En los aos treinta, el General Juan Vicente Gmez anunci que Venezuela haba cancelado la totalidad de su deuda externa. Desde entonces hasta mediados de los aos cincuenta la deuda venezolana fue casi nula. En la mayora de los otros pases latinoamericanos la razn fue otra. Perdieron el acceso a los mercados de capital por no haber honrado o haber repudiado sus deudas externas y se mantuvieron a la fuerza fuera de los mercados de capital internacionales privados hasta las dcadas de los sesenta o de los setenta.

Aqu se debe subrayar lo de mercados privados, porque precisamente esa falta de acceso al financiamiento privado externo fue lo que otorg una especial importancia al financiamiento pblico externo, bien fuera a travs de los mecanismos multilaterales creados despus de la segunda guerra mundial, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BIRF) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), o bien a travs de las agencias de financiamiento a las exportaciones de los pases desarrollados.

Lo cierto es que a medida que los pases de la regin se fueron desarrollando aumentaron sus necesidades de financiamiento. Pues puede afirmarse que mientras ms desarrollada y ms grande es una economa requiere mayor financiamiento.

Despus de la Segunda Guerra Mundial buena parte de este financiamiento lo provean para s mismas las empresas extranjeras o los organismos pblicos ya mencionados. Pero a medida que escasearon los fondos externos, que se fue haciendo realidad el llamado estrangulamiento externo, se hizo necesario apelar a otras fuentes financieras.

Los organismos multilaterales se hicieron insuficientes y encontraron dificultades para crecer al ritmo que creca la demanda de fondos. En especial, porque existan resistencias polticas internas para incrementar la base de capital de tales instituciones en los pases que aportaban el grueso del mismo. Adicionalmente, porque sus convenios constitutivos les imponan restricciones que obligaban a un manejo extremadamente conservador de sus recursos. Por ejemplo, y fundamentalmente, no poder prestar montos superiores a su capital.

En estas circunstancias, comenz a cobrar cada vez mayor importancia el acceso a los mercados privados de capital de los pases en desarrollo, incluyendo a los de Amrica Latina.

El punto de inflexin entre el predominio del financiamiento pblico al predominio del financiamiento privado probablemente pueda situarse en la crisis petrolera de 1974. Inmensas cantidades de recursos pasaron a manos de pases exportadores de petrleo que no tenan suficiente capacidad de absorcin para invertirlos en sus economas domsticas y terminaron depositados en bancos internacionales que se encontraron con depsitos multimillonarios que estaban en la obligacin de colocar para evitar prdidas y cumplir con su funcin de intermediacin. De esta manera la mayor demanda de fondos prestables logr tener como contraparte una mayor oferta de los mismos.

El crecimiento explosivo de la deuda de los pases de Amrica Latina y el Caribe se inicia junto con la crisis petrolera y la sobreoferta de petrodlares. Tambin es facilitado por el rpido crecimiento de los euromercados, a partir de la crisis del Sistema de Bretton Woods como regulador de los mercados monetarios, a principios de los setenta.

La expansin de los euromercados y las estrategias agresivas de internacionalizacin de los mayores bancos de Estados Unidos, Europa Occidental y Japn, pueden considerarse como uno de los primeros procesos de globalizacin y desregulacin. Como el aumento explosivo del endeudamiento y la consecuente crisis de la deuda de los aos ochenta fueron una consecuencia casi directa de ste fenmeno, tenemos que no necesariamente todas las manifestaciones de globalizacin y desregulacin son positivas.

El paso del financiamiento pblico al financiamiento privado de las necesidades de endeudamiento de los pases en desarrollo inicia lo que desemboc en la crisis de la deuda. Ninguno de los protagonistas -ni los bancos privados ni los pases en desarrollo- tenan mayor experiencia reciente en una relacin crediticia mutua. Para los pases en desarrollo con posibilidades de acceso a los mercados financieros internacionales (incluyendo a los propios pases petroleros) se les abra un mundo en el cual podan obtener recursos sin los condicionamientos polticos tradicionales de las agencias financieras pblicas, mientras que para los bancos privados se abra un nuevo universo de clientes de grandes posibilidades y pocos riesgos. Porque, como rezaba el lugar comn de la poca: los pases no quiebran. El llamado riesgo soberano, despus de casi medio siglo de ausencia de los pases en desarrollo de los mercados financieros internacionales, y aunque hoy parezca increble, era un territorio prcticamente sin explorar.

Con la oferta y la demanda florecientes no tard en producirse un crecimiento acelerado del crdito a los pases en desarrollo. Se concentr en aquellos que presentaban mayores posibilidades de crecimiento. Y cont con el beneplcito de los organismos multilaterales de financiamiento, que vean reducirse su capacidad de atender a las demandas de sus prestatarios. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, por slo citarlos a ellos, estimularon y alabaron el acceso a los mercados de capital de los nuevos pases en desarrollo demandantes de crdito y los pusieron como ejemplos a seguir a sus otros posibles prestatarios. Ambas instituciones alababan abiertamente a Brasil, Mxico y Venezuela por haberse endeudado en los mercados privados de capital a finales de los setenta.[2]

Por esa misma poca comenz a utilizarse con gran insistencia el concepto de graduacin de las instituciones financieras multilaterales de los pases que tenan acceso a los mercados privados de capital. La graduacin consista en que tales pases dejaban de tener acceso a los prstamos de tales instituciones.

A partir de entonces la deuda creci de manera desproporcionada. En 1975 la deuda externa total desembolsada de los pases de Amrica Latina y el Caribe era de 69 mil millones de dlares, en 1980 el monto haba aumentado a 220 mil millones de dlares. Esto es, se haba ms que triplicado. Para 1990 -luego de una dcada en la que la nueva deuda se utiliz fundamentalmente para servir la deuda vieja- se haba duplicado nuevamente y alcanzaba a 458 mil millones de dlares. En los aos noventa casi se duplica nuevamente, y para fines de 1999 se registra una deuda de 750 mil millones de dlares. En veinticinco aos la deuda se multiplic por once.

Los finales de los setenta fueron una suerte de paraso para el endeudamiento, con el estmulo y apoyo tanto de la comunidad bancaria como de la llamada comunidad financiera internacional. Exista, adems, el incentivo adicional de que las tasas de inters eran negativas en trminos reales, por lo que para los pases prestatarios el endeudamiento pareca un buen negocio.

Para citar unos pocos ejemplos, tenemos que la deuda de la Argentina entre 1985 y 1990 casi se quintuplic; las de Brasil y Mxico se triplicaron; y las de Venezuela y Ecuador se multiplicaron por siete. En casos como los de Brasil y Argentina el endeudamiento se justificaba como financiamiento para pagar la factura petrolera.

En el caso de los pases petroleros, los pronsticos generalizados de que los precios del petrleo seguiran aumentado indefinidamente se alegaban como razn para endeudarse y emprender proyectos ambiciosos de desarrollo. El Banco Mundial, entre otros, haba previsto un precio de cien dlares por barril de petrleo para 1985. Obviamente, esta perspectiva representaba una tentacin difcil de resistir tanto para prestatarios como prestamistas. Para salir por un momento de Amrica Latina, Argelia y Nigeria aumentaron su deuda en veinte veces entre 1970 y 1980 e Indonesia en 9 veces para el mismo perodo.

Carlos Marichal, un autor, del cual no tengo mas seas que su nombre y un libro que lleg a mis manos casi por casualidad, titulado Historia de la Deuda Externa de Amrica Latina[3], sostiene una tesis interesante. Utiliza el concepto de ciclo crediticio, que incluye dos etapas: la de auge de los emprstitos externos y la de crisis subsiguiente de la deuda. La fase de auge crediticio, est vinculada a un ciclo comercial expansivo y a la aceleracin de los flujos internacionales de capital. Es decir, a la existencia de una abundancia de fondos en los mercados financieros de las naciones industrializadas. La de crisis financieras, normalmente a la inestabilidad de los mercados monetarios internacionales.

Segn Marichal el patrn de stos ciclos de prstamos se repite histricamente y no es circunstancial, sino que resulta de la interaccin entre los ciclos econmicos de las naciones capitalistas ms avanzadas y los procesos de cambio econmico en Amrica Latina.

El asunto resulta interesante porque recientemente se ha vuelto a subrayar la importancia de ciclos de auges y crisis. La CEPAL, por ejemplo, insiste en que la mejor prevencin contra la crisis es un buen manejo de los auges. As, por ejemplo, en una publicacin reciente afirma lo siguiente: la tendencia a adoptar polticas monetarias y crediticias pro cclicas, que permiten auges crediticios y fuertes disminuciones de las tasas de inters durante los perodos de expansin y marcadas contracciones y altas tasas de inters durante la crisis, ha sido en muchos pases la causa bsica de las crisis financieras nacionales y de la inestabilidad del crecimiento econmico[4]. Si a esto se le agrega que los ciclos crediticios pueden responder a una dinmica internacional, o global, la situacin resulta mucho ms compleja.

El libro hace un interesante recuento histrico y aplica la tesis a Amrica Latina hasta la crisis financieras de los aos treinta, pero no deja de sealar el paralelismo entre los episodios histricos que resea y la crisis de los aos ochenta. Adems, seala como el detonador de ella el fuerte incremento de las tasas de inters en los Estados Unidos durante 1980 y 1981, en la medida en que elev abruptamente el servicio de la deuda acumulada.

El aumento de la tasa de inters norteamericanas -realizado por razones ajenas al problema de la deuda latinoamericana- condujo, entre otras razones, a que un nivel de endeudamiento que de por s era exagerado se hiciera insoportable. Esto a su vez llev a que el gobierno de Mxico anunciara en Agosto de 1982 que no estaba en condiciones de honrar sus obligaciones, con lo que se inici formalmente la crisis de la deuda. Otro aumento de las tasas de inters en los Estados Unidos durante 1984 y la recesin que vivi por esos aos la economa norteamericana, llevaron a otros pases de la regin al borde de la bancarrota.

La crisis de la deuda estuvo acompaada de un largo proceso de negociaciones y renegociaciones que muestra como ni la llamada comunidad internacional ni los pases deudores estaban preparados para ella. Muestra tambin las inmensas diferencias de poder de negociacin entre prestamistas y prestarios. En acontecimientos ms recientes, como la crisis del tequila de 1994 y la crisis asitica de 1997, las consecuencias han sido menos prolongadas y traumticas que durante los aos ochenta porque ha habido una capacidad de reaccin ms rpida y se han comprometido inmensas cantidades de dinero para superarlas, acciones y cantidades que resultaban impensables en los aos ochenta.

En ese entonces se puso de moda citar una frase atribuida a Keynes, segn la cual si uno le debe un milln de dlares a un banco, el problema es de uno. Pero si le debe cien millones, el problema es del banco, para sealar que la alta exposicin de los grandes bancos internacionales en Amrica Latina les restaba capacidad negociadora. Pero, como era de esperar, los bancos no estaban solos. Tenan el respaldo de los gobiernos de sus pases y de las instituciones llamadas a velar por la estabilidad del sistema financiero internacional.

Por otra parte, y muy importante, la banca internacional mostr una solidaridad extraordinaria ante la crisis, cuya manifestacin ms visible fue la formacin de Comits de acreedores que negociaban en bloque con cada uno de los pases deudores y que coordinaban sus acciones de manera que las posiciones frente a los diversos deudores fueran coherentes entre s.

Los bancos acreedores, si bien fueron solidarios no tuvieron claridad en cuanto a sus acciones. En una primera etapa aceptaron refinanciamientos -prcticamente forzados, porque no tenan alternativa- hasta un mximo de un ao. Esto agravaba la situacin de los pases deudores y los obligaba a adoptar medidas de ajuste radicales. No fue sino hasta 1985 cuando empezaron los llamados refinanciamientos multianuales (llamados MYRA, Multi Year Rescheduling Agreements). En todos los casos, con poqusimas excepciones, el refinanciamiento slo era posible si se contaba con un acuerdo de prstamo del Fondo Monetario Internacional, lo que obligaba a los pases a seguir un curso predeterminado de polticas y aseguraba cierta disponibilidad de fondos para el servicio de la deuda.

Los pases deudores no mostraron el mismo grado de solidaridad de los bancos ni tuvieron grandes poderes que los respaldaran. Como la crisis fue presentndose paulatinamente, ningn pas deseaba ser confundido con otros que estuvieran en situacin ms comprometida. Adems, los propios bancos le prometieron a cada uno de ellos que obtendran un trato favorable y especial si negociaban por s solos y no se integraban a lo que despectivamente llamaban un cartel de deudores.

Los primeros intentos de los pases endeudados por organizarse fueron bastante tmidos. En 1983 un grupo de pases pequeos y medianos organizaron reuniones para analizar una posible respuesta conjunta al problema de la deuda. Entre ellos el nico deudor relativamente grande era Venezuela y, a partir de principios de 1984, Argentina. A mediados de ese mismo ao un nuevo aumento de las tasas de inters internacionales produjo una respuesta ms activa por parte los mandatarios latinoamericanos y bajo el liderazgo de los principales pases deudores se cre el llamado Consenso de Cartagena, el cual tena como objeto articular una posicin comn de la regin en torno al problema de la deuda.

El Consenso de Cartagena, a pesar de que celebr varias reuniones de muy alto nivel (con la presencia de Cancilleres y Ministros de Hacienda de los pases miembros) no pudo ir ms all de una retrica muy tmida. En parte esto se debi a que cada vez que se reunan los Ministros, alguno de los pases importantes estaba a punto de concluir una negociacin con los acreedores y tema que una posicin firme de parte suya la pondra en peligro. Aunque el tema fue ampliamente debatido, ni siquiera pudo acordarse una declaracin en la cual se afirmara que el problema de la deuda superaba lo estrictamente financiero y tena implicaciones polticas.

Curiosamente, el Gobierno de los Estados Unidos s comprendi que el estancamiento en las negociaciones entre los acreedores y los pases deudores poda tener connotaciones polticas. Comprendi tambin que una posible solucin le podra reportar dividendos polticos. Fue as como en 1985, el entonces Secretario del Tesoro, James Baker, lanz lo que se llam el Plan Baker para el refinanciamiento de la deuda, en el cual solicitaba una participacin ms activa y un mayor financiamiento por parte de la banca privada. Se beneficiaran del Plan aquellos pases que adoptaran polticas y programas econmicos serios, supervisados por el FMI. Esto es, que se adaptaran a las polticas liberales que Estados Unidos trataba de imponer globalmente. Adems, los pases deudores seran considerados caso por caso, con el objeto de poder mantener la disciplina en el cumplimiento de los programas.

El Plan Baker no dio mayores resultados porque la banca privada no particip ni con los recursos ni con el entusiasmo que se le requera. Por ello, hacia finales de 1988, el nuevo Secretario del Tesoro, Nicholas Brady, propuso el llamado Plan Brady, en el cual se facilitaba la adquisicin por parte de los deudores de Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, que serviran de garanta para los bancos acreedores. Al transformar la deuda en bonos, el Plan Brady (que tena varias variantes, conocidas como Mens) dilua la deuda en multitud de acreedores, con lo que alejaba la posibilidad de que los pases deudores ejercieran su poder de negociacin frente a unos pocos acreedores o pudieran adoptar posiciones comunes. Por otra parte, con el Plan Brady se aceptan por primera vez , con condicionantes, reducciones de los montos adeudados. Esto, junto con la posposicin en el tiempo de los pagos ms importantes le confiri viabilidad. Obviamente se mantuvieron los condicionamientos respecto a las polticas a seguir por los deudores, la supervisin del FMI y el tratamiento caso por caso.

Cuatro puntos a destacar en esta historia son, primero, que las condiciones exigidas por los acreedores fueron cambiando, aunque muy lentamente, a lo largo de la dcada, desde la intransigencia casi absoluta de los aos iniciales hasta aceptar la posibilidad de pequeas reducciones en los montos adeudados. Segundo, que la posicin negociadora de los acreedores era mucho ms fuerte que la de los pases deudores, por el respaldo que tenan de sus gobiernos. Tercero, que la moderacin de la posicin de la banca fue estimulada por sus propios gobiernos, los cuales comprendieron la significacin poltica y las consecuencias para la economa mundial de una prolongacin an mayor del problema de la deuda como punto central de las negociaciones econmicas internacionales. Cuarto, que los gobiernos de los pases industrializados aprovecharon la fortsima posicin negociadora que tenan en esta situacin para imponer el modelo econmico que propugnaban, ms tarde articulado en el llamado Consenso de Washington, incluyendo la apertura de las economas en desarrollo, las privatizaciones, y el predominio de polticas de mercado y de instituciones favorables a las inversiones extranjeras. En esto ltimo contaron con la colaboracin activa, tanto terica como prctica, de las instituciones financieras multilaterales.

Un caso que vale la pena destacar es el de la deuda externa privada. En principio, de acuerdo a las leyes de mercado, en la contratacin entre entes privados las responsabilidades y riesgos corresponden a las partes. Bajo sta ptica, las consecuencias de las dificultades para pagar deudas privadas deberan ser asumidas por quienes prestaron y evaluaron los riesgos correspondientes. Esto, sin embargo, no sucedi la mayora de las veces durante la crisis de la deuda latinoamericana.

Por presin de la banca acreedora, de sus gobiernos y, por supuesto, de los deudores privados, lo comn fue que los gobiernos nacionales asumieran, de una u otra forma, total o parcialmente, el pago de la deuda privada. En unos casos la presin fue directa y se debi inventar figura como las unidades empresariales estratgicas para evitar la quiebra de las empresas endeudadas, asumiendo el Estado sus obligaciones. En otros, la conversin de la deuda externa a moneda nacional trasladaba las obligaciones en divisas al Gobierno Nacional o al Banco Central. En una variante alternativa, la nacionalizacin de la banca traslad al Estado las deudas de los bancos nacionales y sus empresas relacionadas. Un enfoque de menor lenidad oblig a las empresas a demostrar la legitimidad de sus deudas y sus balances en divisas y subsidi parte del pago de la misma mediante el otorgamiento de divisas en trminos preferenciales. Estas prcticas llegaron a conocerse como la socializacin de las prdidas.

Actualmente se reconoce generalmente la importancia de que los deudores privados asuman al menos parte de los costos que ocasiona sus deudas en divisas en una crisis financiera, y a partir de la crisis asitica de 1997 ha empezado a reconocerse por parte la comunidad financiera internacional y los gobiernos de algunos pases desarrollados la posibilidad y la necesidad de que los acreedores privados asuman parte del costo de la superacin de las crisis financieras a travs de refinanciamientos colectivos concertados o reduccin de las tasas de inters o montos adeudados.

Recientemente tambin se ha aceptado la posibilidad de alivio o condonacin de la deuda para los pases pobres muy endeudados ( PPME o HIPC, segn las siglas en ingls de Highly Indebted Poor Countries). Esta iniciativa fue ampliada en relacin a los posibles pases beneficiarios y reforzada en cuanto a sus objetivos por el G-7 en su reunin de Colonia en Junio de 1999. Este fortalecimiento obtuvo un apoyo poltico generalizado de parte tanto de los gobiernos de los pases en desarrollo como de diferentes sectores de la llamada sociedad civil de pases desarrollados y en desarrollo. No faltaron dudas y crticas respecto a las modalidades operativas propuestas, pero los objetivos de dar viabilidad financiera a los pases ms pobres mediante el alivio de su deuda y dedicar los recursos liberados a la lucha contra la pobreza fueron ampliamente compartidos.

Sin embargo, desde entonces y en particular en las reuniones semestrales del Comit de Desarrollo y del Comit Internacional Monetario y Financiero (antes Comit Interino) del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, celebradas en Washington en Abril del ao 2000, se hizo patente que los avances para el financiamiento de la iniciativa eran insuficientes y podran poner en peligro su aplicacin en el caso de varios pases que han llenado o llenarn prximamente los requisitos iniciales para beneficiarse de ella. Los Ministros reconocieron que an teniendo en cuenta las promesas (realizadas), la Iniciativa sigue experimentando falta de financiamiento.

Esto pudiera llevar a que la iniciativa tuviera un alcance menor del acordado o a que se fuera instrumentando slo parcialmente a medida que se obtuvieran los recursos, lo que pudiera dar lugar a la discriminacin (exclusin) entre pases beneficiarios bien sea por orden de llegada o por criterios que en otros contextos han sido caracterizados como clientelismo. A la vez pudiera contribuir al desprestigio delas instituciones financieras internacionales, a las cuales a menudo sus rganos polticos mximos comprometen en programas ambiciosos y les hacen adquirir compromisos ante la comunidad pero a la vez les niegan los recursos para cumplirlos. Todo esto sin contar la fuerte condicionalidad que acompaa a la iniciativa. De manera ilustrativa, slo cuatro pases de Amrica Latina califican para este programa: Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua.

A partir de aproximadamente 1990, ya en operacin el Plan Brady, y una vez solucionado en buena medida el problema inmediato del servicio de la deuda, mediante el refinanciamiento, los duros programas de ajuste y el aumento de las exportaciones, se inicia en Amrica Latina un nuevo auge crediticio que dura hasta casi finales de la dcada de los noventa, con algunos contratiempos provocados por crisis relativamente pasajeras. Este auge coincide con el crecimiento sostenido y alto de la economa norteamericana, y en general de la economa mundial, y con las bajas tasas de inters predominantes en los mercados internacionales.

Entre 1991 y 1997 las emisiones internacionales de bonos por parte los pases de Amrica Latina y el Caribe crecen sostenidamente (con la excepcin de 1994) de 7.250 millones de dlares en 1991 a 59.000 millones de dlares en 1997 (se multiplican por ocho). En 1998 y 1999 los montos se reducen a aproximadamente 39.600 millones de dlares por ao (en todo caso 5,5 veces la cifra de 1991). La inversin extranjera directa neta, por su parte, aumenta continuamente de 11.000 millones de dlares en 1991 a 70.275 millones de dlares en 1999. Los ndices de precios en dlares de las bolsas de valores ms importantes de Amrica Latina pasan de 49 en 1991 a 90 en 1997 (casi se duplican), para bajar a 56 en 1998 y recuperarse a 81 en 1999 (ndice 1997=100).

Por otra parte, los ingresos netos de capitales autnomos (que excluyen crdito del FMI y Financiamiento Excepcional), que entre 1983 y 1989 fueron fuertemente negativos, pasan a ser crecientemente positivos y llegan a un tope de 83 mil millones de dlares en 1997 (43,5 mil millones en 1999). Las transferencias netas de recursos que fueron negativas entre 1982 y 1990 ( en un promedio de 24,5 mil millones por ao) pasan a ser positivas entre 1991y 1998 (en un promedio de 21,3 mil millones por ao) para transformarse en ligeramente negativas en 1999 (-1.600 millones).

Mientras tanto, como ya se dijo, la deuda externa sigue creciendo y pasa de 459 mil millones de dlares en 1991 a 749 millones de dlares en 1999. Pero como en el mismo perodo las exportaciones de bienes y servicios aumentaron fuertemente al pasar de 140 mil millones de dlares en 1991 a 340 mil millones en 1999, los indicadores ms comnmente utilizados para medir la carga de la deuda mostraron cierta mejora. As, la relacin entre los intereses a pagar y las exportaciones de bienes y servicios se redujo de 21.7 en 1991 a 16.8 en 1999.

Estas cifras, sin embargo, deben manejarse con cautela y sin complacencia, debido a que no es posible asegurar para el futuro prximo un incremento de las exportaciones como el experimentado en la mayora de los aos noventa, tal como lo muestra el desempeo de las mismas en los ltimos dos aos.

Si un menor dinamismo en las exportaciones fuera acompaado por una disminucin importante de los flujos de recursos externos hacia la regin pudieran presentarse nuevamente situaciones muy difciles. Esto no es imposible, porque la composicin del financiamiento externo se han concentrado en la inversin directa, mientras que las otras modalidades han tendido fuertemente a disminuir. As, por ejemplo, entre 1997 y 1998 el flujo neto de deuda privada no garantizada se redujo de 38 mil millones de dlares a 3 mil millones de dlares y el flujo neto de adquisicin de acciones de 10 mil millones a 1.600[5]. Las cifras para 1999 aparentemente no son tan negativas.

En general, durante la dcada de los noventa se han verificado cambios en las modalidades de financiamiento externo de Amrica Latina que pueden caracterizarse por a) La disminucin de los prstamos bancarios; b) el aumento de las inversiones de cartera; c) el traslado de las obligaciones del sector pblico al sector privado; y d) el aumento de la inversin directa. Esta ltima, es la nica modalidad que no se ha contrado en los aos posteriores a la crisis asitica.

De tal manera que preguntarse si acaso estamos acercndonos a una declinacin de un auge crediticio internacional parece pertinente. Pero esto pertenece ms bien al tema de nuestra sesin de esta tarde sobre La problemtica presente y futura de la deuda externa.

[1] Lester C. Thurow. Building Wealth. Harper Collins. 1999

[2] Adems de felicitar a Venezuela por haber aumentado sus gastos en el exterior, contribuyendo as al reciclaje de los petrodlares.

[3] Carlos Marichal. Historia de la deuda externa de Amrica Latina. Alianza Amrica.1988.

[4] CEPAL. Equidad Desarrollo y Ciudadana. Santiago de Chile.2000

[5] SELA. Financiamiento externo y deuda externa en Amrica Latina y el Caribe en 1998. Caracas.1999.

Indice

4.- CAPITULO III

SITUACIN DE LA ECONOMIA PERUANA EN EL CONTEXTO SUDAMERICANO

Crecimiento de las exportaciones entre los pases andinos

Todos los pases andinos recuperaron en el 2000 la tendencia al crecimiento de sus exportaciones intracomunitarias, lo cual se reflej en un significativo aumento de los intercambios de 3940 millones de dlares en 1999 a 5166 millones en el 2000, es decir un incremento de 31 por ciento.

'Economa Peruana'

Esta importante recuperacin se debe al gran dinamismo registrado por los pases andinos, especialmente Ecuador con una tasa de crecimiento del comercio intracomunitario de 49 por ciento, seguido de Colombia con 33 por ciento, Venezuela con 30 por ciento, Per con 29 por ciento. Bolivia slo aument en 4 por ciento.

Los combustibles (petrleo y sus derivados), al interior de la Comunidad Andina crecieron 65 por ciento durante el ao 2000 pasando de 577 millones de dlares en 1999 a 952 millones en el ao 2000, por efecto del incremento en los precios internacionales de dichos productos.

Descontando los combustibles, las exportaciones intracomunitarias crecieron 25 por ciento, cifra an significativa e importante que muestra la recuperacin de los flujos comerciales entre los pases andinos, pasando de 3 363 millones en 1999 a 4 214 millones en el ao 2000. En este ltimo ao, representaron el 18 por ciento de las exportaciones intracomunitarias.

Exportaciones bilaterales entre pases andinos

Entre las principales corrientes bilaterales andinas, destacan las exportaciones de Colombia hacia Venezuela por 1 295 millones de dlares en el 2000, aumentando el 42 por ciento los registros de 1999 (913 millones de dlares). Recprocamente, las exportaciones de Venezuela hacia Colombia tambin han crecido, pero slo en 8 por ciento, pasando de 789 millones de dlares en 1999 a 853 millones en el ao 2000.

'Economa Peruana'

Entre otras corrientes bilaterales que destacaron, figuran las exportaciones de Colombia a Ecuador que han crecido 43 por ciento, pasando de 324 millones de dlares en 1999 a 462 millones en el 2000. Tambin sobresalen las ventas de Venezuela al Per con un crecimiento de 86 por ciento, pasando de 286 millones de dlares en 1999 a 530 millones en el 2000.

Tambin son importantes por su crecimiento, las exportaciones ecuatorianas al Per con una tasa de 77 por ciento, de 163 millones de dlares en 1999 a 289 millones en el 2000. Recprocamente las exportaciones del Per hacia Ecuador, tambin crecieron en 91 por ciento, pasando de 51 millones de dlares en 1999 a 97 millones en el 2000.

Principales mercados de destino de las exportaciones andinas al mundo en el 2000

Durante el ao 2000, el Mercado Andino (5 166 millones de dlares) ha pasado a ser el segundo mercado de destino de las exportaciones de los pases de la Comunidad Andina al mundo, despus de los Estados Unidos de Norte Amrica (27 176 millones de dlares). Le sigue la Unin Europea con 5 103 millones y MERCOSUR con 2 267 millones de dlares.

Los principales mercados que figuran en el cuadro representan casi el 80 por ciento de las exportaciones andinas al mundo y solamente con tres de ellos se han registrado en el ao 2000, menores ventas que las observadas en 1999.

Las exportaciones hacia nuestro principal mercado de destino, Estados Unidos, que representa el 47 por ciento de las exportaciones andinas al mundo, ha crecido en 42 por ciento, pasando de 19 mil millones de dlares en 1999 a 27 mil millones en el ao 2000; cabe sealar que en el ao 2000 el 75 por ciento de las exportaciones a los Estados Unidos fueron combustibles (casi 20 mil millones de dlares).

Las exportaciones al MERCOSUR que representa casi el 4 por ciento de nuestras exportaciones al mundo, crecieron en 35 por ciento, pasando de 1 685 millones de dlares en 1999 a 2 267 millones en el 2000; tambin hay que destacar que en el 2000 el 60 por ciento de dichas exportaciones fueron combustibles. Descontando los combustibles en ambos aos, las exportaciones al MERCOSUR crecieron en 26 por ciento pasando de 716 millones de dlares en 1999 a 906 millones en el 2000.

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Las exportaciones andinas a Repblica Dominicana (1,7 por ciento de las exportaciones andinas al mundo), aumentaron en 44,3 por ciento, de 679 millones de dlares en 1999 a 980 millones en el 2000. A Japn (1,6 por ciento), tambin crecieron pero slo 8 por ciento de 852 a 904 millones de dlares entre los dos aos.

Las exportaciones a Chile (1,5 por ciento de las exportaciones andinas al mundo) crecieron 20 por ciento, de 708 millones de dlares en 1999 a 848 millones en el 2000. Hay que sealar que las exportaciones de combustibles a dicho mercado crecieron en 21 por ciento pasando de 500 millones en 1999 a 604 millones en el 2000. Descontando los combustibles, las exportaciones andinas a Chile continuaron creciendo en 21 por ciento.

De los restantes pases, cabe destacar las exportaciones a Mxico (1,2 por ciento de las exportaciones andinas al mundo) que crecieron en 18 por ciento, pasando de 602 millones de dlares en 1999 a 712 millones en el 2000. Las exportaciones a China (1 por ciento) que crecieron en 72 por ciento de 327 a 563 millones de dlares entre los dos perodos analizados.

Rusia y el Tringulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), que representa cada uno el 0,4 y 1 por ciento respectivamente, en las exportaciones andinas al mundo, tambin incrementan sus compras a la Comunidad Andina. El primero crece con una tasa de 65 por ciento pasando de 142 millones de dlares en 1999 a 235 millones de dlares en el 2000 y el segundo con una tasa de 22 por ciento, de 453 millones de dlares en 1999 a 554 millones en el ao 2000.

Finalmente, hacia la Unin Europea (9 por ciento de las exportaciones andinas al mundo) disminuyeron las exportaciones en 9 por ciento, pasando de 5 589 millones en 1999 a 5 103 millones de dlares en el 2000. Tambin disminuyeron en 12 por ciento las exportaciones andinas hacia Canad (1,3 por ciento), pasando de 840 millones de dlares en 1999 a 742 millones en el 2000. Las exportaciones hacia Taiwn (0,3 por ciento) disminuyeron en 9 por ciento, pasando de 174 millones de dlares en 1999 a 158 millones en el 2000.

Comportamiento de los principales indicadores coyunturales

Inflacin y devaluacin anualizada correspondiente a enero 2001

La inflacin comunitaria anualizada desde enero de 2000 hasta enero de 2001 fue de 15,7 por ciento, inferior en 1,6 puntos a la anualizada hasta diciembre de 2000. Entre los Pases andinos, Bolivia registr la menor inflacin anualizada a enero de 2001, sta se situ en 3,1 por ciento, le sigue Per (Lima) con 3,9 por ciento, Colombia con 8,5 por ciento, Venezuela (Caracas) con 12,6 por ciento y finalmente a Ecuador le corresponde la mayor inflacin anualizada 78,1 por ciento.

Inflacin anualizada: enero 2000 - enero 2001

La devaluacin anualizada, de enero de 2000 hasta enero de 2001 muestra que al Per le corresponde la menor 0,6 por ciento, en Bolivia es 6,7 por ciento, en Venezuela 7,2 por ciento y en Ecuador 7,4 por ciento, a Colombia le corresponde la mayor devaluacin anualizada 16,5. En Bolivia y Colombia, la devaluacin es superior a la inflacin y en Ecuador, Per y Venezuela la devaluacin es inferior a la inflacin, para el mes de enero de 2001.

Devaluacin anualizada: enero 2000 - enero 2001

Tasas de inters activas en enero de 2001

Las tasas activas reflejan el inters que paga una persona por los prstamos obtenidos de las entidades bancarias. En los pases andinos las tasas de inters activas, anualizadas, en moneda nacional fueron en enero de 2001, para Bolivia 19,7 por ciento, Per 25,5 en Colombia 29,4 por ciento y en Venezuela 22,4 por ciento.

La tasa activa efectiva en dlares en Bolivia fue de 15,5 por ciento y en Per 11,9 por ciento hasta 360 das; en el Ecuador la tasa nominal referencial fue 16,4 por ciento. Colombia y Venezuela no publican tasa activa en dlares.

Las tasas activas tanto en moneda nacional como en dlares muestran un incremento en enero de 2001 respeto a diciembre de 2000 para todos los pases andinos, salvo para el Per.

Inflacin y devaluacin, en enero de 2001

La inflacin comunitaria durante el mes de enero fue de 1,4 por ciento, frente a una tasa anualizada de 15,7 por ciento. En el mbito comunitario y segn lo registrado en cada pas para el mes de enero, en el Per (Lima) los precios al consumidor aumentaron en 0,19 por ciento; en Bolivia 0,23 por ciento, Venezuela (Caracas) 0,90 por ciento; en Colombia 1,05 por ciento; la mayor inflacin en enero le correspondi a Ecuador con 6,97 por ciento.

Inflacin Nacional (%): enero

La devaluacin en los pases de la Comunidad Andina tuvo el siguiente comportamiento durante el mes de enero: en el Per se devalu la moneda en 0,09 por ciento; Ecuador tiene su economa dolarizada; Venezuela devalu en 0,14 por ciento, Bolivia 0,6 por ciento y Colombia registr 2,5 por ciento de devaluacin.

Devaluacin (%): enero 2001

Tipo de cambio real bilateral, en enero de 2001

Con respecto a los tipos de cambio reales bilaterales, encontramos que la evolucin de los tipos de cambio reales bilaterales entre los Pases Miembros de la Comunidad Andina (calculados mensualmente con base diciembre 1999=100), muestran que en el mes de enero de 2001, los productos bolivianos habran ganado competitividad en el mercado de Ecuador, Per y Venezuela. En el caso de Colombia sus productos habran ganado competitividad en el mercado de Ecuador y en menor intensidad en los de Bolivia, Per y Venezuela; Ecuador habra perdido competitividad en todos los mercados andinos. Por el lado del Per y Venezuela ambos pases habran ganado competitividad significativa, slo en el mercado de Ecuador.

Evolucin de los Tipos de cambio reales bilaterales de cada pas con el resto de la Comunidad Andina'Economa Peruana'

Circulante (M1) en enero de 2001

La variacin de billetes y monedas en poder del pblico (M1), promedio de los ltimos doce meses (desestacionalizado) respecto a igual promedio para el mes anterior, registr el mayor incremento en Venezuela y Colombia con 2,2 y 1,7 por ciento respectivamente; en Bolivia fue 0,6 por ciento y en Per se presenta una variacin negativa de (-0,3) por ciento. En el caso de Ecuador este indicador por efecto de haber dolarizado su economa, dej de ser publicado por el Banco Central a partir de febrero de 2000.

Variacin porcentual mensual del M1 (promedio ltimos 12 meses)'Economa Peruana'

Reservas internacionales acumuladas a enero de 2001

Las reservas internacionales netas de la banca central al mes de enero aumentaron en 745 millones de dlares respecto a diciembre de 2000. Registraron en Bolivia 974 millones de dlares, en Colombia 9 502 millones de dlares, en el Per 8 201 millones de dlares y en Venezuela (estimadas con base en la variacin de las reservas brutas) fueron 14 924 millones de dlares. En Ecuador las reservas de libre disponibilidad fueron 970 millones de dlares, concepto utilizado desde la entrada en vigencia de la dolarizacin.

Comunidad Andina: Reservas Internacionales Netas (millones de dlares)'Economa Peruana'

Precios

Internacionales

Los precios internacionales que aumentaron en enero de 2001 respecto a mes diciembre de 2000, fueron plata, plomo, azcar, caf y harina de pescado. Los precios internacionales que por el contrario registraron bajas en sus cotizaciones internacionales (enero respecto a diciembre) fueron, cobre, oro, zinc, estao, petrleo residual 6 y petrleos de la cesta de crudos de Venezuela.

Al Consumidor

Los precios al consumidor del aceite, leche y pasaje en microbs, fueron menores en Quito, respecto a los registrados en las otras ciudades andinas durante el mes de diciembre. En La Paz se registraron los menores precios al consumidor de pollo y azcar; y en Bogot se registr el menor precio para el arroz.

'Economa Peruana'

BOLSAS DE VALORES DE LA COMUNIDAD ANDINA

Durante el mes de enero de 2001, los montos totales negociados han disminuido en 15 por ciento con respecto a diciembre, notndose un traslado de las preferencias burstiles hacia el mercado de valores de menor riesgo (renta fija), el cul increment su participacin de 76,5 por ciento en diciembre de 2000 a 94,5 por ciento en enero del presente ao. En este perodo, los montos de negociacin de Renta Fija y Renta Variable de las Bolsas Andinas experimentaron tendencias opuestas.

Comunidad Andina: Montos Negociados por Renta Fija y Renta Variable (millones de dlares)

Por el lado de los instrumentos de renta fija, durante el mes de enero de 2001 respecto al mes de diciembre de 2000, se produjo un incremento en la negociacin de 0,3 por ciento mientras que la negociacin de valores de renta variable registr una disminucin de 76,7 por ciento respecto al mes anterior. Cabe sealar que la fuerte contraccin de la negociacin del mercado accionario en enero de 2001 (187 millones de dlares) se debi, principalmente, al alto monto negociado en diciembre 2000 (801 millones de dlares), cuando el valor negociado en acciones se increment en casi 3 veces su valor de noviembre.

Comunidad Andina: Indices Bustiles Base diciembre 1998=100

Con relacin a los ndices de cotizacin de mercado o ndices burstiles, se observa que durante el mes de enero de 2001 con respecto al mes de diciembre de 2000 Colombia, Per y Venezuela han experimentado significativos crecimiento, correspondindole a Medelln el mayor incremento con 15,8 por ciento, le siguen Caracas 12,9 por ciento, Bogot 9,9 por ciento y Lima 6,0 por ciento; mostrndose de ese modo, durante enero de 2001 una importante recuperacin en los precios de las acciones cotizadas en las bolsas Andinas. Indice

5.- CONCLUSIONES

Como hemos podido determinar en los captulos anteriores la economa peruana se esta desarrollando casi a la par con las economas de los grandes productores de Amrica latina (Argentina, Brasil, Mxico y Chile), los que no lleva a definir que nuestra economa ha y esta evolucionando en forma continua como los diferentes pases de su entorno, adems y a pesar de las diferentes crisis con las que se ha afrontado, se muestra ligeramente fuerte, pero a la vez recesiva.

En el cuadro N 01 Ranking del PBI en Latinoamrica en el 2000, se muestra como este indicador de la produccin nacional esta en condiciones favorables que algunos de sus pases limtrofes o de la sub-regin andina, lo que es una ventaja competitiva para ser aprovechado para atraer inversionistas extranjeros.

Completando lo anteriormente expuesto, mostramos el cuadro N 02, Evolucin PBI de Latinoamrica de 1993 - 2000, el cual nos indica como ha evolucionado el Per en comparacin con los dems pases de Latinoamrica, como se aprecia nuestro PBI ha sufrido variaciones positivas y negativas, pero estas comparativamente estn dentro del promedio general de los dems pases de Amrica, lo cual nos muestra un pas atractivo para la inversin nacional o extranjera. Y finalmente en le cuadro N 04 PBI de los Pases Industrializados y de la Unin Europea 1998 -2000, lo cual nos permite observar como Latinoamrica se ha convertido en las economas emergentes de este nuevo mundo globalizado.

En el cuadro N 03 mostramos el Tipo de Cambio de los principales pases latinoamericanos, donde se puede concluir en una observacin objetiva, como los pases mas estables econmicamente, mantienen un tipo de cambio cercano al us$, tratando de que la economa mantenga un tipo de cambio lo mas cercano a la realidad y as beneficiar el comercio exterior.

Indice

6.- BIBLIOGRAFA

1.- Tercer Seminario-Taller sobre Negociaciones Comerciales Multilaterales

Las perspectivas de un Acuerdo de Libre Comercio entre la UninEuropea y Amrica Latina

Caracas, del 27 al 29 de septiembre 2000.

2.- El sistema financiero internacional, su impacto sobre Amrica Latina y el Caribe

Por Dr. Eduardo Mayobre11 y 12 de mayo de 2000

3.- Resumen Ejecutivo de los Indicadores Mensuales de la Comunidad Andina, Enero 2001Documento elaborado por la Secretara General de la Comunidad Andina

http://www.comunidadandina.org/estadistica/re_ene01.htm

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7.- ANEXOS

1.- Cuadro N 01

'Economa Peruana'

2.- Cuadro N 02

'Economa Peruana'

3. Cuadro N 03

Tipo de Cambio

Dlar en Latinoamrica (Compra)

Pas

22.03.01

23.03.01

Argentina (Peso)

1.000

0.999

Bolivia (Boliviano)

6.480

6.485

Brasil (Real)

2.162

2.172

Chile (Peso)

595.900

595.300

Colombia (Peso)

2,293.500

2,297.650

Costa Rica (Coln)

323.890

323.150

Ecuador (Sucre)

25,000.000

25,000.000

Guatemala (Quetzal)

7.720

7.710

Mxico (Nvo.Peso)

9.570

9.641

Panam (Balboa)

1.000

1.000

Paraguay (Guaran)

3,769.000

3,780.000

Per (Nuevo Sol)

3.526

3.525

Uruguay (Peso)

12.930

12.915

Venezuela (Bolvar)

705.700

706.250

Fuente:Bloomberg

4.- Cuadro N 04

'Economa Peruana'

Indice

TEMA : LA ECONOMIA PERUANA EN EL CONTEXTO SUDAMERICANO

CURSO:ECONOMIA GERENCIAL

Asimismo la finalidad de ladidcticaes ensear y la de lapoticadeleitar, lo que procura la oratoria es convencer de algo. La persuasin consiste en que con las razones que uno expresa oralmente se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora bien, no es su nica finalidad. La intencin de la oratoria pblica puede marchar desde transmitirinformacina motivar a la gente para que acte, o sencillamente relatar unahistoria. Los buenosoradores deberan ser capaces de modificar lasemocionesde sus espectadores y no slo informarlos.

La oratoria puede ser una eficaz herramienta que se utiliza para propsitos tales como la informacin, persuasin,motivacin, influencia,traduccino simpleentretenimiento.La Oratoria, es uno de los elementos bsicos en la unin de criterios, y la comprensin y el estmulo de multitudes. Su intrnseca facultad de la oratoria, est inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las personas que buscan un bienestar.

Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egosta, por el contrario ha de entenderse, como la bsqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando los intereses delos valorestrascendentes de unasociedady no simplemente aquellos que constituyenvaloressuntuosos y superfluos, debienesmateriales.

La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiar de grandes satisfacciones para su realizacin. La vida tendr un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia.

Es as, que en la edad contempornea, se ha dado mayor soltura alaprendizajede la oratoria, ya se nos es comn apreciar, hoy en da, las infinitas invitaciones a cursos deenseanzamediante folletos, impulsados porgruposculturales.

Este factor de soltura, y de nuevas opciones, otorgan mayordesarrolloal mismo.Han quedado olvidadas y en buenas horas, aquellas costumbres de las pocas pasadas, que era requisito fundamental dominar los gestos pintorescos, lamodulacinesterilizada, las posiciones acomodadas, las miradas precisas, etc.Los cuales, eldaoque realizaban eran muchas veces tremendas para el orador, quien se preocupaba ms en los factores externos de visualizacin, olvidando los internos que nacen delcorazndel verdadero orador.

Estos factores internos deben ser primero cultivados, los restantes vendrn de aadidura. Si un orador, debe demostrar sinceridad, antes bien debe ser sincero consigo mismo y con los dems.

1. El futuro de la oratoria2. Tipos de oratoria3. Caractersticas de la oratoria4. Importancia y fines de la oratoria5. Los fines de la oratoria6. Cualidades del Orador7. Los 10 mejores oradores del mundo8. Conclusiones9. BibliografaHISTORIA DE LA ORATORIA

La oratoria naci en Sicilia y se desarroll fundamentalmente enGrecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar prestigio ypoderpoltico. Haba unos profesionales llamados loggrafosque se encargaban de redactardiscursospara los tribunales.

El ms famoso de estos loggrafos fue Lisias. Sin embargo,Scratescre una afamadaescuelade oratoria en Atenas que tena unconceptoms amplio y patritico de lamisindel orador, que deba ser unhombreinstruido y movido por altos ideales ticos a fin de garantizar el progreso delestado. En este tipo de oratoria lleg a considerarse el mejor en su arte a Demstenes.

De Grecia la oratoria pas ala RepblicaRomana, donde Marco Tulio Cicern lo perfeccion. Sus discursos ytratadosde oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entr encrisishabida cuenta de su pocautilidadpolticaen un entorno dominado por el emperador, aunque todava se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los docelibrosde su Instituto oratoria se consideran la cumbre en cuanto a lateoradel gnero. Sin embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en suLiteraturaeuropea yEdad Media, la Oratoria influy en el campo de lapoesay la literatura pasndole parte de susrecursosexpresivos y retorizndola en exceso.

RESEA HISTRICA DE LA ORATORIA

Muchos tratados sobre oratoria y/o retrica que datan de los tiempos alborales de los griegos cobran actual vigencia en nuestra globalizada sociedad; evidentemente, a ellos se suman las contribuciones de los romanos continuadores del ostentacin cultural de los helenos, de aquellos tiempos nos han llegado importantes tratados sobre oratoria: los deAristteles; Arte retrica, los de Cicern; "De la invencin", "Del Orador" y "De la Perfeccin Oratoria", y el de Quintiliano; "Institucionesoratorias".

QUINTILIANO (c. 35-c. 95) "Institutio Oratoria" constituyen suobrams afamada. En ellos trata de losmtodos, fundamentos y tcnicas de la enseanza y de la oratoria. Pero, al margen de la grandeza oratoria de estas dos civilizaciones clsicas griega y latina podemos decir tambin, que nuestro pas tiene un rico pasado en lo que a la prctica oratoria se refiere. Desde pocas preincaicas, segn cronistas e historiadores, se hizo uso activo de la expresin oral en el territorio de nuestro pas. No slo para transmitir ideas o pensamientos, sino para preservar la propia "historia" de los pueblos del Tahuantinsuyo; en algunos casos, a travs de los amautas y en otros, por medio de los quipucamayocs.

La expresin oral en una sociedad grafa sinescriturase converta ms que un arte en una imperiosa necesidad para preservar el pasado, lacultura, los conocimientos y latecnologa. A travs de la transmisin oral, de generacin en generacin, se comunicaban infaliblementemitos,leyendasy tradiciones para su perpetuacin y difusin. Sino, no nos explicamos como un pueblo sin escritura pudo conquistar gran parte del territorio americano y apoderarse culturalmente sobre l. Evidentemente la oratoria de esos tiempos era diferente a la usada hoy.En el tiempo de la "Conquista" la retrica hispnica se orient principalmente a insuflarvalora las huestes invasoras para que pudieran enfrentar con valor al ms colosal de los ejrcitos americanos. Las palabras de Pizarro, exhortando a sus hombres en la Isla del Gallo -para que no lo abandonaran- constituyen quizs, uno de los discursos ms antiguos pronunciados por estas latitudes. Asimismo, los discursos de los funcionarios de la Corona exhortando a los antiguos peruanos quechuahablantes- a someterse al Rey deEspaa, constituan discursos formales que prologaban, muchas veces, cruentas incursiones genocidas.

En la poca de la Colonia, luego de la "Conquista", surge lo que bien podramos llamar "primeros oradores profesionales". Su labor ms caracterstica era la de componer extravagantes y rimbombantes discursos para saludar la llegada de un nuevo virrey. El pueblo entero, con los oradores a la cabeza, parta haca el Callao para escuchar la disertacin que, por turnos, hacan estos seores. Eran piezas de retrica apologstica, plagadas de elogios que hacan a un personaje que ni siquiera conocan.

Durante la gesta emancipadora, los "peruanos", es decir de aquellos que se identificaban conla tierradonde haban nacido -y ya no con la metrpoli espaola- iniciaron jornadas independentistas para liberarse del yugoespaol. Estos precursores e idelogos de laindependenciase valieron tanto de sus escritos como de sus encendidos discursos, para inflamar la vena poltica y crear ese sentimiento de rebelda ynacionalismoque permiti, aos despus, la independencia nacional.Durante las luchas por la independencia, los caudillos militares supieron inflamar de valor a sus huestes con bizarros discursos militares, inculcando a travs de sus palabrasel amora la patria americana y el valor y coraje para desligarse de la metrpoli espaola. Aun hoy se escuchan en nuestros odos, las palabras vibrantes del Generalsimo Don Jos deSan Martnal exclamar, en el ms famoso de todos sus discursos: "El Per es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y de la causa que Dios defiende...!" Viva la patria! Viva el Per!

Con el advenimiento de la Repblica, la oratoria se convierte en instrumento aglutinador y forjador de laidentidad nacional. Como medio de trasmitir ideas, pensamientos y doctrinas, comienza a ser utilizado por los primeros presidentes del Per; Manuel Pardo, Nicols de Pierola y Augusto Legua y por supuesto por los polticos ms destacados; con su verbo radical y sus nuevas doctrinas filosficas, pretenden crearconcienciapara la creacin de un nuevo Per. Entre ellos tenemos a Gonzlez Prada y a Haya de la Torre.

En pocas contemporneas resaltan las figuras del arquitecto Fernando Belaunde Ferry -un orador inspirado que a decir de muchos, "lea" sintexto- sus palabras utilizadas conpropiedad, eran un llamado constante a la defensa de los valores democrticos. Destaca tambin la figura de Alan Garca Prez -aprista que recordaba los viejos tiempos de don Vctor Ral Haya de la Torre- dueo de una oratoria torrencial y apasionada que muchas veces caa con facilidad, en la demagogia y el dramatismo oratorio.

De Alberto Fujimori Fujimori penltimo presidente- se puede decir que fu unapersonacarente de dotes oratorios, pero que este detalle pareca no importarle porque "otros" eran sus mtodos para "convencer" a sus oyentes. En laactualidadtenemos a un Alejandro Toledo Manrique, que a decir de muchos es un destructor de lasnormasdel buen hablar; sus alocuciones son una mezcolanza de espaol einglsmal hablados y fuera de cualquier contexto lingstico, a decir de sus crticos prima en l una predileccin irrefrenable hacia la mitomana.

EL FUTURO DE LA ORATORIA

Vemos como a nivel nacional einternacionallos viejos tratados de oratoria, griega y romana cobran inusitada vigencia para ser aplicados casi con desesperacin por millones de personas que pugnan por dominar coneficaciael arte de expresarse con claridad y facilidad ante un pblico numeroso y variado. Por supuesto, dichos textos son modernizados y adaptados a las necesidades del hombre del siglo XXI de tal modo que el interesado pueda resaltar supersonalidady convertirse enlderdel llamado Tercer Milenio.

Demstenes: Uno de los grandes oradores de la antigua Grecia, pronunci convincentes discursos contra los reyes macedonios a los que consideraba una amenaza para lalibertadde los griegos. Aqu aparece declamando en una playa.

TIPOS DE ORATORIA

1. Oratoria Social: Denominada tambin oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por mbito propio, las mltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en elhogar,comunidado a nivel institucional, acadmico olaboral.

2. Oratoria P