TRABAJO DE GRADO DEFINITIVO RICHARD MEDINA83pagina.doc

128

Transcript of TRABAJO DE GRADO DEFINITIVO RICHARD MEDINA83pagina.doc

INTRODUCCINLa Cultura Venezolana es un smbolo de resistencia de los pueblos que han tenido que convivir de manera mutua, asimilando rasgos ajenos, aportando los propios y perdiendo algunos. Esta dialctica ha generado una produccin de nuevos hechos sociales que con el tiempo se hicieron costumbres y se han arraigado en cada uno de ellos. Estos rasgos comunes, marcan la diferencia entre cada grupo social.

Actualmente se desarrollan diferentes estudios y discusiones acerca de la Cultura Popular Tradicional en Venezuela, esto se debe a la promocin, el valor y su reafirmacin, que ha sido impulsado en primera instancia por la consolidacin y reagrupacin de diferentes movimientos de expresiones culturales y, en segundo lugar, a las nuevas polticas que apoyan estos grupos. El conocimiento de las manifestaciones folklricas por parte de los venezolanos en sus distintos significados, a fin de rescatar los valores culturales, ya que esto representa la memoria de un pueblo, lo cual debe ser transmitido y defendido de generacin en generacin, para no desvirtuar ese legado tan importante que dejaron los antepasados y que se ha enriquecido con el paso del tiempo.

Los pasos que ha dado la humanidad a travs del tiempo en un proceso histrico social que autodefine a cada pueblo con sus diversas formas de vida, que abarca desde su forma de vestir, su lengua, costumbres, patrones polticos, econmicos, religiosos; estos diversos hechos sociales se conocen como cultura.

Para convivir en sociedad el hombre ha creado y recreado un conjunto de formas materiales, espirituales y sociales que identifican a cada grupo social: el habla, su economa social y domstica, sus vestimentas, creencias, ritos y costumbres. En este sentido y sobre la base de lo expuesto el nio y la nia en su formacin personal y social, dependen de las interacciones con su entorno, es as como la historia de su comunidad, las costumbres y tradiciones y expresiones culturales en general, deben estar presentes en las actividades que realicen desde los primeros aos de vida escolar, ya que esto constituye la formacin del ciudadano y ciudadana con principios, actitudes, virtudes y valores de libertad, cooperacin, solidaridad, convivencia y de un ser humano relacionado con su contexto histrico cultural, atendiendo al carcter multitnico, pluricultural e intercultural de la sociedad venezolana logrando afianzar la identidad regional y un ciudadano o ciudadana que conozca valores y trasmita sus conocimientos histricos culturales.Este reconocimiento de las potencialidades de las comunidades, se convierte en una fortaleza para que se incremente la incorporacin de los distintos actores sociales, educativos y culturales, que faciliten diversos aportes, para el desarrollo de la identidad nacional, cultural y social y una posicin existencial de autodeterminacin y compromiso con el pas tomando como referencia el valor de lo propio.Venezuela no es excepcin de los impactos de la globalizacin. Permanecen productos enlatados, con un ropaje que nada tiene que ver con las autenticidades de nuestros pueblos. La moda, el cine, la msica, los ambientes arquitectnicos, por slo citar, siguen marcando diferencias en los estilos de vida del venezolano comn. Venezuela se debate entre la tradicin y la modernidad.

Unido a lo sealado, se tiene que Venezuela cuenta con una diversidad de expresiones culturales que con marcada influencia africana, que han sido muy difundidas y estudiadas, tales como la Parranda de San Pedro, (Estado Miranda), la Parranda de San Juan, (Estados Miranda, Vargas, Aragua, Carabobo y Yaracuy), Tambor Veleo (Estado Falcn), Chimbngueles de San Benito, (Estados Zulia, Mrida y Trujillo, El Tamunngue de San Antonio, (Estado Lara), Calipso del callao (Estado Bolvar), por nombrar algunas; sin embargo, existe un gran nmero de manifestaciones de la cultura popular que no han sido objeto de investigacin y, a la vez, son muy poco difundidas, por lo que se sabe poco o nada de ellas. Es muy necesario estudiar dichas manifestaciones a fin de darles el realce que se merecen en honor a quienes una vez crearon y recrearon estos conocimientos en situaciones, en muchos casos, adversas, dando as inicio al nacimiento de una nueva raza autodeterminada, a la vez que luchaban por un lugar ms justo y ms libre.De ah, que el propsito principal de este estudio es Interpretar la importancia de los elementos culturales como herramienta pedaggica para la identidad venezolana y local en la formacin del nuevo ciudadano Con respecto al trabajo se presentan en este trabajo cinco trayectos que permiten mostrar la lgica del orden explicado referido.

En el Trayecto I, se presenta una contextualizacin de la problemtica del objeto de estudio, as como los propsitos de la investigacin, adems de su justificacin y la dimensin epistmica filosfica asumida en la investigacin.

El Trayecto II, se presenta el marco terico referencial de los temas relacionados la cultura, adems de las bases legales que sustentan la presente investigacin.

En el Trayecto III, se desarrolla y propone la orientacin epistemolgica y metodolgica, en la cual se determina la naturaleza y el diseo de la investigacin, el escenario de la investigacin y los sujetos de estudio, los informantes claves, las tcnicas e instrumentos de recoleccin de informacin, adems de las tcnicas para el anlisis e interpretacin de la informacin.

En el Trayecto IV, horizonte cuatro se presentan los hallazgos de la investigacin, a partir de la informacin obtenida de los informantes claves, para proceder a realizar la categorizacin y triangulacin.

En el Trayecto V, se resaltan las reflexiones, y por ltimo las referencias bibliogrficas consultadas.

TRAYECTO IAPROXIMACIN A LA REALIDAD OBJETO DE ESTUDIOEl conocimiento de las manifestaciones folklricas por parte de los venezolanos en sus distintos significados, a fin de rescatar los valores culturales, ya que esto representa la memoria de un pueblo, lo cual debe ser transmitido y defendido de generacin en generacin, para no desvirtuar ese legado tan importante que dejaron los antepasados y que se ha enriquecido con el paso del tiempo.Los pasos que ha da la humanidad a travs del tiempo en un proceso histrico social que autodefine a cada pueblo con sus diversas formas de vida, que abarca desde su forma de vestir, su lengua, costumbres, patrones polticos, econmicos, religiosos; estos diversos hechos sociales se conocen como cultura. Para convivir en sociedad el hombre ha creado y recreado un conjunto de formas materiales, espirituales y sociales que identifican a cada grupo social: el habla, su economa social y domstica, sus vestimentas, creencias, ritos y costumbres. El liderazgo es un factor importante en el desarrollo cultural de la sociedad, identifica los smbolos y manifestaciones que definen la identidad, a la vez que organiza los patrones que van a regir dichas manifestaciones, basndose en la capacidad, identidad y peculiaridad de los sistemas y organizaciones que en la economa, la sociedad y la poltica se desarrollan. El lder o el grupo de lderes influyen, a travs de sus ideas y sentimientos, en la trayectoria histrica de los pueblos.

Dentro de ste contexto, el conocimiento, conservacin y socializacin de los valores culturales, cobran un mayor sentido. Ello se justifica, por el lugar que ocupan dichos procesos en los desarrollos locales y nacionales. En los ltimos aos la humanidad ha enfrentado un sin nmero de problemas que ha afectado su entorno y que se evidencia en situaciones como la degradacin del ambiente, el abuso de los recursos comunes del planeta, la contaminacin del aire, el agua, la destruccin de ecosistemas, el deterioro de la salud, los conflictos sociales, la prdida de identidad cultural, prdida de valores, entre otros. Tales circunstancias deben motivar a la reflexin y a generar una evaluacin constante de modelos mentales que rigen a la humanidad, ya que el hombre vive e interacta bajo sistemas y subsistemas, que se ven afectados por sus acciones.

El hombre se desempea dentro de un sistema social donde estn establecidas las instituciones, entre ellas las educativas. Estas ltimas, como se conoce, son pilares fundamentales en la transmisin de conocimientos y valores, por lo que estn obligadas a orientar y reorientar los nuevos paradigmas que se hacen necesarios para lograr los cambios profundos que requiere la sociedad actual, tendientes a la consolidacin de valores positivos y principios que brinden armona al sistema en general.

En relacin con el cambio educativo que puede prevalecer en Venezuela, a partir de las transformaciones que enfrenta el hombre del siglo XXI, Rivas, C. (citado en Uzctegui, 2001), seala que: El mundo actual est urgido de una educacin diferente con un fuerte contenido tico y principista que le permita facilitar la armona, formas de convivencia con nuevas dimensiones determinadas por aquellas concepciones bsicas de la cultura, del saber cientfico y tecnolgico. En la actualidad se impone la urgencia de una educacin llamada a revisar la pertinencia y el enfoque de contenidos indispensables para conformar su propia naturaleza y proporcionar una profunda sustentacin axiolgica, en cuya slida y esencial formacin el hombre pueda encontrar respuestas oportunas y convincentes para sus inquietudes. (p.4). En tal sentido, el Sistema Educativo Venezolano no escapa de las necesidades planteadas por el autor por lo que se requiere de una transformacin planificada de los enfoques para establecer objetivos idneos, claros, ajustados al anlisis de una situacin de partida y adaptadas a las dimensiones del cambio social que dicho Sistema debe construir. Este cambio o transformacin derivada de la prctica educativa puede ser holstico e integral..Se destaca en este trabajo de investigacin, el compromiso fundamental del sistema educativo como formador de individuos plenos, capaces de afrontar los retos que se les presenten en sociedad, entre ellas, el ejercicio de un oficio til de acuerdo a su vocacin y aptitudes. De igual manera, la integralidad supone prepararlos para intervenir el entorno en funcin de alcanzar una mejor calidad de vida de manera activa y participativa.

La Parroquia Cabudare presentado un papel importante en la estructura socioeconmica para en el Estado Lara en distinto rubro para el consumo de la poblacin regional y local. En esencia la prctica religiosa forma parte de las creencias del pueblo, en la manifestacin de la fe, donde los participantes manifiestan agradecimientos, hacen peticiones y pagan promesas, tiene sus races en la catequesis que trajeron los misioneros, pero que se ha ido transformando con la inclusin de elementos propios de otras culturas originarias y dan como resultado una fiesta novedosa irreverente que caracteriza la religiosidad popular venezolana. Como es la celebracin de la Santa Barbara, San Benito, San Juan Bautista quien es patrono de la Parroquia y la celebracin de la cruz de mayo.

La prctica folklrica y religiosa ha venido perdiendo su fuerza cultural a las nuevas generaciones. Tomando como referencia los estudiantes cursante de la primaria U.E.N EZEQUIEL BUJANDA HERNANDEZ. La cual presenta un fenmeno de prdida de la prctica cultural en cuanto a la organizacin de actividades alusiva a las tradiciones de la cultura local. Es importante sealar que la prctica de las tradiciones de la comunidad los jvenes le dan importancia a la fiesta popular; mientras que; su participacin a la celebracin religiosa es notoria la ausencia. En este sentido gran parte del tiempo libre lo dedican a trabajar o realizar varios tipos de actividades como recreacin, cabe destacar que la celebracin religiosa no tiene gran relevancia para los jvenes.

Los docentes del Componente de Ciencias Sociales, orientan a cerca de la identidad nacional, cultura y entrelazas dichas actividades culturales con el fin de fortalecer su identidad cultural. En esencia los docentes deben estar conscientes que no es un folklorlogo, sino est usando el folklore como medio de formar mejores ciudadanos con conceptos slidos de identidad. Aunado a esto se tiene, adems son los responsables de tejer las bases de esa nueva plataforma, estn en el deber de construir y transmitir a los estudiantes el saber de todo el pasado histrico, desarrollando un trabajo creativo, formando estudiantes con otras posturas frente a lo propio, con una visin crtica, reflexiva, no como autista o analfabeta de su propia idiosincrasia. Les abre la posibilidad de verse como ciudadanos de una nueva nacin, a sentir respeto y aprecio por los dems; de una patria como la que soaron, entre otros: Simn Bolvar, Simn Rodrguez, Mart, Sucre (Misin Cultura, 2005, p.15).

El fracaso del sistema capitalista que no puede gobernar su propio desarrollo. Se evidencia fuertemente en la fractura del viejo paradigma capital/trabajo y muy especialmente en la crisis ambiental. El modelo no puede controlar los efectos de la crisis causada por sus formas de explotacin. Ambas cuestiones no tienen respuesta dentro del modeloHay colapso cultural en el modelo simblico en vigencia y no hay ideas suficientes para otro simbolismo alternativo. La vieja cultura se resquebraja. El escenario se mueve constantemente, los cambios son vertiginosos y a la vez efmeros. La sociedad deja de comprender los cdigos civilizatorios del presente. Mayoritariamente se ha convertido en extranjera en su propia realidad. No la entiende. No la puede asir. La ruptura intergeneracional es cada vez ms profunda. La subjetividad de nios y adolescentes no tiene cabida en la sociedad ni en la escuela, donde las dificultades son muy grandes. En algunos sectores se avanza hacia la incomunicacin y la prdida de lenguajes comunes. En especial advertimos la sustitucin de la cultura letrada por una cultura de la imagen que los adultos no conocen suficientemente y no saben como aprovechar. Una sociedad presionada, hostigada cuyos actores sociales se han debilitado en tanto las viejas instituciones no la representan (esta es una sensacin generalizada).Tiene un saldo de millones de personas excluidas y un conjunto que va perdiendo su capacidad de incidir en la distribucin del ingreso y en el diseo del futuro. La situacin tiene carcter holstico, es decir es integral, global, involucra al conjunto de las instituciones y organizaciones (ejrcito, partidos, iglesia, escuela, sindicatos). El impacto registrado en cualquiera de sus componentes afecta y repercute en los dems. Todo tiene que ver con todo. Los efectos tienen a su vez un impacto retroalimentador e inciden en el suceso inicial. Se trata de procesos complejos en el sentido de acontecimientos entretejidos, entrelazados, en los que operan simultneamente un conjunto de concausas. Esta caracterizacin, nos obliga a no entramparnos en el anlisis en relaciones causales inflexibles, hay multicausalidad, pero adems frente a causales similares se producen efectos diametralmente diferentes. Lo que nos ocurre tiene gravedad inusitada y en su trama anida una historia de desencuentros y grandes debilidades para enfrentar la incertidumbre, lo complejo, la adversidad. Precisamente esta carencia favorece el deslizamiento peligroso hacia una cultura light como dice Jos Tamarit: higinica, deportiva, esttica y diettica, a lo que podramos agregar superficial, hiperactiva, individualista, refractaria a la poltica, en busca de olvidos/anestesia satisfechos desde los medios de comunicacin. Caen los paradigmas de otrora: la idea de progreso indefinido y la civilizacin fundada en el trabajo, son reemplazados por el economicismo y la fragmentacin. En este orden de ideas, es inters de esta investigacin ofrecer una contextualizacin que oriente el proceso educativo, as mismo la planificacin de la escuela, centrada en la construccin de la identidad de los educandos con los valores regionales y locales destacando las bellezas del ambiente, la diversidad de vegetacin, las riquezas naturales, sitios y hechos histricos, gastronoma, msica, bailes, juegos y sujetes tradicionales; cuyos conocimientos permitira dejar huellas imborrables en el sentimiento del hombre del futuro.El tema de la investigacin surge de la inquietud en buscar que, a travs de la incorporacin de las manifestaciones tradicionales locales en el plan de estudio de unidad educativa, buscando que el educando desarrolle su identidad, valore sus elementos; que el docente ayude a crear un ciudadano apto para la vida, critico, reflexivo, comprometido con la sociedad, la escuela y la comunidad en la que se desenvuelve. Dado la importancia de conocer y valorar la identidad regional, los docentes se ven en la necesidad de formar ciudadanos dueos de su entorno y capaces de decidir por s mismos, convirtindose en autnomos de su futuro.En el devenir histrico, los grupos sociales que constituyen de terminada sociedad, van adquiriendo su propia fisonoma cultural, sustentada por todos los elementos (sociales, materiales y espirituales) vlidos que le ofrece su pasado, conformndose de esta manera sus races histricas, su identidad. La identidad de los pueblos de Amrica Latina, entre ellos Venezuela, poseen races histricas, conformadas por rasgos caractersticos producto del mestizaje; cada pueblo, cada regin, es rico en valores culturales que lo identifica como tal.La cultura popular tradicional es la herencia cultural que hemos recibido de nuestros antepasados, la que desde la poca tecnolgica ha tenido que resistir; adaptarse muchas veces y luchar contra la modernidad absorbente, debido a la accin que sobre ella ejercen los pases desarrollados, quienes la consideran como atraso, estancamiento y subdesarrollo. En este sentido, Briceo Iragorry (1952), seala:La tradicin es sabia que sirve de nutrimento a la existencia de las naciones. De la vida antigua arranca la obra del progreso. Nuevo. Del ejemplo pleno o deficiente de ayer, viene la leccin fructfera para la hora presente, (p. 43).

En relacin a lo que expresa Briceo Iragorry, en Venezuela la ideologa de los pases desarrollados, ha encontrado resistencia en algunos sectores de la sociedad, por lo que se asume que aunque hemos sido terreno frtil para la penetracin cultural y social fornea, tambin es posible que a travs de investigaciones y recopilaciones del patrimonio cultural, representado por las costumbres y tradiciones de los pueblos, las generaciones presentes las tomen como propias, las vivan y las enriquezcan.

En este contexto, es a la educacin a quien compete formar en los ciudadanos conciencia de los valores trascendentales de la sociedad, la afirmacin de la identidad nacional con la preservacin y enriquecimiento del acervo histrico de la nacin. Tal como lo seala Marcano (1981) "inicindolos en la exhortacin y comprensin de los valores de solidaridad, comunidad y compenetracin popular".

En este sentido, la educacin debe responder a dicha exigencia, garantizando, que esta no se contamine con modelos que apoyados en los avances cientficos y tecnolgicos, acten a su vez como mecanismos de control de los individuos. La iniciacin de la educacin como medio de despertar sentimientos de Identidad Nacional en el ciudadano, debe hacerse desde la ms temprana edad; en el nivel Preescolar, donde el individuo inicia el proceso de internalizacin de la representacin de s mismo, de sus caractersticas; donde empieza a distinguir diferentes elementos vinculados al auto-concepto, como son: quin es (cmo se llama), su sexo, el color de su piel, etc., y cmo, estos elementos significan diferencias.

Este es el momento ideal para significar en el nio elementos socio-culturales, los que progresivamente ir incorporando a partir de la experiencia, en sus interacciones con el medio que lo rodea, los valores nacionales y culturales propios de su entorno. Construyendo as una personalidad consustanciada con el "ideal" del ciudadano, que establece la Constitucin de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999) en el artculo 99, el cual Expresa:

Los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentar y garantizar, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos necesarios. Se reconoce la autonoma de la administracin cultural pblica en los trminos que establezca la ley. El Estado garantizar la proteccin y preservacin, enriquecimiento, conservacin y restauracin del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histrica de la Nacin. Los bienes que constituyen el patrimonio cultural de la Nacin son de inalienables, imprescriptibles e inembargables. La ley establecer las penas y sanciones para los daos causados para estos bienes (pg45-46).

El desarrollo de la personalidad del hombre a formar, de acuerdo a lo que expresa este artculo, es fundamental fomentarlo desde el nivel preescolar y profundizarlo en las etapas que comprende la Educacin Bsica en especial la primera etapa de ella, hasta la universidad. Segn el Diseo Curricular, el nio de la primera etapa de educacin bsica es, "la persona que crece y se desarrolla en interaccin con un sistema social histrico, econmico, poltico y cultural", es decir, establece que en la interaccin con su ambiente, es como se debe concebir la educacin, para que a travs de la experiencia, el nio construya su propio aprendizaje.

Dentro de este contexto, el docente juega un papel fundamental, al proponer al nio experiencias significativas donde vivan situaciones que le permitan iniciar el conocimiento de la cultura popular tradicional de su entorno, aspectos que le darn en su vida de adulto, la posibilidad de valorarlos y desarrollar una actitud positiva hacia lo nacional y en particular a lo regional, hacia el trabajo, hacia la toma de conciencia progresiva que perdure en su dignidad como venezolano.

En este sentido, el docente se ve limitado en la seleccin de las estrategias apropiadas, ya que desconoce muchos de los elementos culturales de la regin; en relacin a ello, Peralta (1987), seala:

El currculo de formacin de los educadores como sus actitudes, demuestran en general, la falta de una base antropocultural, que le haga conocer y valorizar su cultura ms propia y el valor de ciertas prcticas educativas que las comunidades por siglos han tenido, (p. 4).

Bajo esta perspectiva, el docente, especficamente el de la U. E. N. EZEQUIEL BUJANDA HERNANDEZ, est limitado en el desempeo de su rol de promover la cultura de su comunidad y por ende, los estudiantes que atiende, estn desvinculados del contexto cultural de su entorno, puesto que el docente responsable de facilitrselo no ha sido preparado, y en funcin de ello acta; en consecuencia se seguirn formando venezolanos y/o larenses que en nada se identifican con los valores, costumbres y tradiciones propias de su localidad en particular, y del pas en general.

Por otro lado, un currculo basado en la educacin integral abarca todos los aspectos del desarrollo: lo afectivo, lo cognitivo y lo biosocial, y promueve aprendizajes y conocimientos variados de los elementos humansticos, artsticos y cientficos de la cultura nacional y universal. Volcad su atencin en el adiestramiento del docente, sobre el cual recae la responsabilidad ms grande en el desarrollo del currculo, en atencin a ello, programa y desarrolla cursos y talleres con el fin de reconocer el patrimonio artstico cultural en los bailes, msicas, danzas y juegos teatrales de su comunidad para mantenerlo y preservarlos fortaleciendo as la identidad local.

Para facilitar las actividades del folklore, se le sugiere investigar sobre elementos culturales propios de Venezuela y por ende, de la regin, que puedan adaptarse a la naturaleza y caractersticas del nio de esta edad. En este sentido, el docente tiene poca inclinacin a la investigacin, adems la no existencia de bibliografa especfica sobre el tema coarta esa posibilidad.

En consecuencia, se observa que en los momentos dedicados al desarrollo de las actividades referente al folklore, realizan otro tipo de actividades improvisadas, sin tener relacin alguna con nuestro folklore, y en las de expresin corporal (Educacin Fsica), muchas veces utilizan ritmos musicales extranjeros, pudiendo utilizar para ello, valses, pasajes, joropos, entre otras, que son una viva expresin de movimientos y ritmos variados que pertenecen al acervo cultural nacional y regional.

En esta lnea de pensamiento, en el pas existen elementos de la cultura popular tradicional que el pueblo joven desconoce, donde la mayora de los docentes manejan de manera general, pero no profundizan en sus races, lo que no les permite vincularlos con el que hacer docente. En este sentido, resulta de inters realizar el estudio de estas manifestaciones populares tradicionales para iniciar su difusin a travs de las estrategias que el docente utiliza para facilitar el aprendizaje en los estudiantes universitarios, que le permita ir fortaleciendo su identidad venezolana y local.

Tomando en cuenta las necesidades detectadas en materia educativa al nivel local, se evidencia las carencias y debilidades del sector educativo, condicin esta que lleva a adoptar una posicin reflexiva de cambio, lo que conduce a proponer una serie de estrategias tendentes al fomento de las tradiciones y costumbres locales, generando unas secuencias de acciones, con un alto grado de flexibilidad que implique lograr un proceso educativo de calidad.

Las culturas han desarrollado dos nociones del tiempo: el tiempo que pasa, propio de las sociedades que han elaborado un discurso histrico, y el tiempo que perdura, caracterstico de las sociedades que han elaborado un discurso mtico (Ballart, 1997, 30). En las primeras, las llamadas sociedades con historia, el tiempo que pasa se registra a travs de libros, objetos y monumentos (Ballart, 1997, 32). En estas sociedades, los monumentos constituyen una de las expresiones materiales ms importantes para establecer nexos con el pasado, son verdaderas consagraciones de la memoria (Ballart, 1997, 35), son una forma particular de traer el pasado hasta el presente, propia de aquellas sociedades con una nocin lineal del tiempo.Esta tendencia a conservar objetos del pasado, a valorar los testimonios materiales del paso del tiempo, es muy antigua en el mundo occidental. Sin embargo, antes del surgimiento de los Estados modernos tal inters por los objetos histricos tena ms un valor sacralizante que una funcin institucional. Los Estados liberales modernos que se conformaron tanto en Europa como en Amrica a lo largo del siglo XIX comienzan a asumir en forma paulatina el papel de garantes de la preservacin de los objetos histricos. Pero es a partir del siglo XX, con la crisis de los Estados liberales y la aparicin delEstado social, cuando ste asume en forma definitiva su labor proteccionista, que se traduce en el reconocimiento del patrimonio histrico como un patrimonio colectivo y su consagracin como tal en las Constituciones nacionales (Ballart, 1997, 55). Este inters por conservar los objetos histricos tiene su raz en los conceptos de monumentos y antigedades, que se conforman en Europa bajo la influencia del pensamiento de la Ilustracin.El trnsito pasado-presente no ocurre en forma natural. No existe un pasado que es descubierto o reconstruido a partir del estudio de los textos y los objetos (incluidos en estos ltimos los monumentos). En nuestra perspectiva, es en el presente donde se construye el o los pasados posibles, de acuerdo con las posiciones sociales y polticas de los actores de tal construccin (Florescano, 1985, 93-95).

El presente es el que produce el pasado, a partir de una construccin que obedece a los intereses de los grupos socialmente dominantes y tal construccin del pasado significa una seleccin de aquellos referentes que responden a dichos intereses y una eliminacin de testimonios que podran ser relevantes para los grupos subalternos o dominados (Amodio, 2000, 142). Esta construccin social del pasado debe ser entendida como un proceso de representacin cultural que se hace desde el presente y est determinada por la estructura de poder (Bond y Gilliam, 1994, 1; Shack, 1994, 115; Amodio, 1997, 16); parte de un sesgo social, econmico y cultural que se expresa en los textos y los objetos. Es lo que se ha llamado el sesgo de los productores y el sesgo de los conservadores (Amodio, 1999, 334).La modalidad de la investigacin abordada es la de campo con diseo descriptivo, ya que los datos se toman directamente de la realidad donde acontecen los hechos, con base a una revisiones bibliogrficas de fuentes primarias que permitirn conformar el marco terico y estructurar la investigacin de acuerdo a las pautas que debe cumplir todo estudio.

Prez (2004) Es necesario que se adopte una posicin critica y constructiva frente a la realidad en la cual est inmersa la sociedad y asumir el reto en la bsqueda de nuevos escenarios sustentados en valores y actitudes, en base a proyectos educativos orientados a un cambio en las prcticas pedaggica, cultural y social, de convivencia, armona, solidaridad, felicidad, paz, respeto a la vida y a sus semejantes, reafirmando y fortaleciendo permanentemente en la accin pedaggica los contenidos y objetivos estipulados en la renovacin educativa.

Se busca con esta investigacin concientizar a los docentes y esto a su vez se haga extensivo al estudiantado y comunidad y dar as un paso ms de cambio que logre un avance pedaggicamente significativo en la Unidad Educativa Nacional Ezequiel Bujanda Hernndez Que los aportes aqu obtenidos, sirvan de base y estmulo a otras investigaciones que de una manera u otra, estn vinculadas al rea cultural-pedaggica.

De acuerdo a todo lo expuesto se desprenden las siguientes interrogantes:Cul es la nocin que tiene los integrantes de la comunidad educativa sobre los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara? De qu manera contribuyen la comunidad educativa y sus actores sociales para resaltar los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara? Cules son los elementos culturales a utilizarse como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en la Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara? Cul es la importancia de los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara? De ah, que se presenten los siguientes propsitos:

Propsitos de la InvestigacinDevelar la nocin que tiene los integrantes de la comunidad educativa sobre los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado LaraDescribir la manera de como contribuyen la comunidad educativa y sus actores sociales para resaltar los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en Educacin Primaria. U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara.

Contextualizar los elementos culturales a utilizarse como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado Lara. Interpretar la importancia de los elementos culturales como herramienta pedaggica para fortalecer la identidad regional y local en U. E. N. Ezequiel Bujanda Hernndez, Estado LaraJustificacin de la Investigacin El folklore es una fuente de investigacin del pensamiento popular, es la vez un concentrado de sabidura y de ignorancia. Es por ello, al usarlo en el proceso educativo se debe hacer con criterio selectivo desechando todo aquello que no contribuye a un proceso de formacin positiva y est en contra de la tica, esttica adems no cumpla con los ideales confraternizantes. Si bien es cierto, el folklore educacional a diferencia del folklore cientfico, tiene que sanear los hechos para poder trasladarlo y proyectarlos en el aula. Algunos aspectos del folklore no se pueden usar con estudiantes de la escuela bsica o diversificada mientras para un universitario son de incalculable valor. Es por esto, en la Educacin Bolivariana el folklore debe usarse como medio para preservar los valores tradicionales, conservar los valores plsticos y utilitarios; los ritmos, bailes, canciones, dramatizaciones, deben utilizarse seleccionando a aquellos que se adecuen a la edad y nivel de educacin de los estudiantes.

Cada da ms personas se unen y dedican a buscar soluciones a determinada problemtica, esto no es casual. El personal docente, son de manera directa e indirectamente gestores de cambios y cumplen el relevante papel en la actual sociedad venezolana, asumiendo su rol protagnico, participativo. La escuela es uno de los medios ms importantes en la sociedad actual para trasmitir conocimientos y valores. Esta tarea de la universidad no es nueva, desde siempre ha tenido como funcin principal educar, no solo transmitiendo informacin, sino formando seres humanos.

Al respecto, Garza y Patio (2000) expone que existen muchas propuestas, pero tomaremos la relacionada con : La Cultura en la Escuela, as como las personas tenemos una personalidad definida, los grupos las organizaciones poseen un estilo o una cultura organizacional. La cultura en una escuela est conformada por valores, prcticas, reglamento; tambin la integran todas las condiciones que influyen en nuestro trabajo: tradiciones, rituales y creencias. La cultura es un estilo de vida y como tal influye en el estudiante.

Hay que destacar que los valores y las actitudes se van consolidado en los primeros aos de vida, me refiero a la etapa socializadora que se inicia en la escuela construyndose as la estructura cognitiva y afectiva bsicas, como los mecanismo de interaccin con el entorno y la sociedad, a la vez adquiere la nocin de identidad, y el desarrollo de la autoestima. (Ortega y Snchez, 2006). Se busca con esta investigacin concientizar a los docentes y esto se haga extensivo al alumnado y comunidad y dar as un paso ms de cambio que logue un avance pedaggicamente significativo en la escuela bolivariana Bararida y su comunidad.

En el transcurso de este trabajo se ha hecho evidente que el crecimiento en diversidad de actividades y proyectos culturales son notables. Progresivamente ha ido emergiendo organizaciones culturales novedosas, abiertas y flexibles, que se van diferenciando de las anteriores. Se han ido creando organizaciones o movimientos que facilitan la transformacin que el pas reclama, un ejemplo son: los Consejos Comunales, la misiones en especial la Misin Cultura, bien llamada la madre de las misiones por ser ella, la que retoma esa bsqueda de lo que somos de lo que tenemos y de lo que queremos, defendiendo nuestra ideografa, no obstante bastante olvidada, llevndonos a partir de las biografas y su amplio recorrido por el rbol genealgico histrico, poltico, econmico y social, que nos lleva a la conciliacin con lo verdaderamente nuestro.

Por otro lado, se encuentra la dificultad de una cultura que jerarquiza, que particulariza y no puede darse una verdadera transformacin socio- cultural mientras estemos inmersos en estructuras organizativas carente de conciencia humanista y sentido de pertencia.

Se trata de dar pasos en diferentes direcciones, de ir profundizando nuestra propia transformacin, apoyndonos en el amor, en nuestras races, reforzadas por las creencias de las culturas ancestrales. Este proceso transformador, fue potenciado por la situacin poltica cambiante que durante los ltimos aos esta vivindole el pas.De este modo, un pueblo que prctica activamente diferentes manifestaciones folklricas es un pueblo sano de espritu y con personalidad, pues no est copiando a nadie, sino, haciendo lo que es propio. Entonces, si se quiere saber cul es el pensamiento que ellos tienen sobre algunas cosas y acciones que realizan de la misma manera siendo una manifestacin comn, para averiguarlo, hay que recurrir al Folklore.

Seguidamente se presenta la matriz epistmica filosfica asumida en la investigacin:

Ontolgica: abarca al conocimiento sobre los elementos culturales como elemento pedaggico para la identidad venezolana y local en la formacin del nuevo ciudadano, en cuanto a la concepcin elitista de cultura le ha hecho mucha oposicin al abordaje de lo tradicional, considerndose desde la academia otras manifestaciones del arte de mayor reconocimiento.

Gnoseolgica: abarca al conocimiento construido presente en las investigaciones previas, los referentes tericos y las bases legales que sustenta la investigacin.

Teleolgica: hace nfasis a los propsitos de la investigacin como fin ltimo, particularmente develar, contextualizar, describir e Interpretar la importancia de los elementos culturales como elemento pedaggico para la identidad venezolana y local en la formacin del nuevo ciudadano.

Axiolgica: hace referencia al respeto y tolerancia sobre los hechos, creencias, usos y costumbres aportados por cada uno de los informantes en el marco de la relacin sujeto-sujeto.

Epistemolgica: se parte del paradigma postpositivista, mtodo etnogrfico, por lo cual se construyen los hallazgos, a travs de la categorizacin y triangulacin.

La lnea de investigacin que sustenta esta investigacin dentro del Programa de postgrado, en particular la Maestra en Educacin Mencin Investigacin Educativa: Educacin y Desarrollo Humano.

TRAYECTO II

MARCO TEORICO REFERENCIAL

Antecedentes de la Investigacin

Para llevar a cabo una descripcin de este apartado se hace necesario explorar un conjunto de investigaciones previas que le darn contrastacin y sustento al estudio, entre ellas se encuentran:Por su parte Herrera A (2014) quien realizo una investigacin como Trabajo de Grado como Requisito para Optar al Ttulo de Magister en Educacin Mencin Desarrollo Comunitario, denominada: Naturaleza del Acervo Cultural como Elemento Integrador en el Marco de la Relacin Escuela-Comunidad. El inters creciente por la cultura popular ha tenido impactos significativos en los ltimos aos, asociado al cambio en la concepcin del sistema poltico. Venezuela no es excepcin de los impactos de la globalizacin. Permanecen productos enlatados, con un ropaje que nada tiene que ver con las autenticidades de nuestros pueblos. La moda, el cine, la msica, los ambientes arquitectnicos, por slo citar, siguen marcando diferencias en los estilos de vida del venezolano comn. Venezuela se debate entre la tradicin y la modernidad.

De modo distinto ciertos grupos no han podido mantener intacta sus costumbres por diversas razones, resulta evidente entonces que encontramos sociedades que han dejado en desuso stas costumbres y asimilan otras. El propsito de esta investigacion es Develar la concepcin de los miembros de la comunidad educativa sobre la naturaleza del acervo cultural como elemento integrador en el marco de la relacin Escuela-Comunidad. Caso: Escuela Bolivariana Cuj Negro, Casero Cuj Negro, Tucupido, Municipio Jos Flix Ribas, Estado Gurico. La investigacin se realiz en el paradigma postpositivista, matriz epistmica fenomenolgica, metodologa utilizada es la Etnogrfica, discurso cualitativo, cuyo fin ltimo es descripcin del objeto de estudio. Entre las consideraciones se tiene que Uno de los aspectos ms relevantes de los pueblos es la actividad cultural como expresin de la memoria y del imaginario colectivo que crece y se desarrolla con influencias polticas, ideolgicas y materiales en espacios y tiempos determinados y La identidad nacional, se manifiesta mediante elementos comunes que unen pueblos; todo ese gran conjunto de valores, hbitos, costumbres, son los que identifican la cotidianidad de cada regin.

Finalmente, El estado garantiza la proteccin de nuestro sentir cultural en sus distintas manifestaciones para su conservacin y multiplicacin de generacin en generacin, para mantener ese raigo a lo nuestro con un sentido de pertenencia nico e inimitable.

La investigacin realizada por Fiallo (2010), titulada: Expresiones culturales tradicionales para promover la participacin comunitaria: Un Estudio Etnogrfico. Dada la importancia creciente que ha ido adquiriendo la participacin de los padres, representantes y comunidad en general en el mbito educativo y reconociendo el beneficio que esta puede significar para los estudiantes, el presente estudio tiene como propsito principal indagar sobre las expresiones culturales tradicionales para promover la participacin comunitaria, en la Escuela Bsica Mara Teresa Sanz del estado Yaracuy.

Esta investigacin se origina desde el momento en que se comienza a observar que no existe una participacin protagnica de la comunidad en la institucin antes mencionada, asimismo en la comunidad donde hace vida esta institucin educativa, existe un potencial en los padres y representantes, ya que los mismo han manifestado tener conocimientos sobre expresiones culturales como: danza, costura, manualidades, artesana, instrumentos musicales, entre otros. Por tal motivo se tomar las expresiones culturales para fomentar la participacin comunitaria. Para ello, esta investigacin se desarrollar bajo el enfoque de un estudio de campo, bajo la modalidad de investigacin Fenomenolgica, teniendo como matriz epistmica, la etnografa. Para su desarrollo, el investigador realizar una exploracin de la realidad para luego describir el fenmeno con toda su riqueza. Por ser un estudio cualitativo, se aplicarn tcnicas acordes a este tipo de paradigma, como la tcnica de la observacin participante y la entrevista semi-estructurada a profundidad que sern aplicados a los informantes claves. Para el anlisis de la informacin recabada, se emplear la categorizacin, contratacin y triangulacin de los datos.Pineda (2010) en su investigacin realizada como Trabajo de Grado presentado para optar al ttulo de Magster Scientarum en Geografa. Mencin Docencia. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educacin. Divisin de Postgrado. Maracaibo estado Zulia, Venezuela, titulado: Estrategias de enseanzas para reforzar la identidad local desde el aprendizaje de la geografa. La identidad local es una caracterstica primordial de cualquier regin o localidad en el ejercicio del desarrollo y progreso de la sociedad. El mal funcionamiento de polticas que mantengan y desarrollen la identidad local ha originado importantes cambios sociales, histricos y econmicos en esta ciudad. La siguiente investigacin estudia la proposicin de estrategias de enseanzas que refuercen la identidad local desde el aprendizaje de la geografa. Para ello se trabaj con textos legales (Constitucin Nacional y Ley Orgnica de Educacin), artculos especializados, y observacin documental. Igualmente se utiliz entrevista tipo cuestionario, aplicndose a una poblacin de 32 docentes especialistas en el rea de Ciencias Sociales. El tipo de investigacin es documental y descriptiva. El diseo de la investigacin es mixto por lo anteriormente planteado. Los resultados permitieron conocer que la identidad local est en franco deterioro, ya que los docentes no aplican de manera efectiva estrategias de enseanzas hacia el resguardo de la identidad local: potencialmente las polticas del Estado venezolano no se ajustan a la realidad de cada localidad en cuanto al reforzamiento de su identidad, por lo cual ha originado una desinformacin en los educadores y educandos en cuanto a la concepcin de identidad, a su vez la prdida de valores propios del espacio local. Por ello se recomienda una serie de objetivos y propuestas para mejorar la identidad como lineamiento estratgico nacional, regional y local.

Seguidamente Chirinos y Rojas de Chirinos (2009) realizaron un trabajo de investigacin en la Universidad Pedaggica Experimental Libertador. Instituto Pedaggico Luis Beltrn Prieto titulado Ritual del Baile de las Turas. Una Construccin Social con los Tureros del Territorio Ayaman en el Estado Falcn, Venezuela. Esta investigacin, cuyo propsito consisti en caracterizar el ritual del baile de las turas, a partir de una construccin social entre los investigadores y los tureros del Territorio Ayamn. Con el pretexto de obtener una vvida reconstruccin de la realidad estudiada, mediante la interpretacin cultural de los actores sociales, con la etnografa como mtodo de investigacin conformado por una serie de fases que se superponen y mezclan unas con otras ,se consideraron cuatro fases fundamentales: preparatoria, trabajo de campo, analtica e informativa. Se utiliz la observacin participante y la entrevista en profundidad como tcnicas interactivas en el proceso de recogida productiva de datos. Se registraron las notas en el diario de campo, as como los gestos, silencios prolongados, ancdotas, comentarios, descripcin de situaciones y de los diversos escenarios en los cuales se realizaron las entrevistas. Adems se obtuvo informacin de materiales escritos o impresos tales como peridicos, fotografas y vdeos. Despus de analizar e interpretar la informacin e integrar los resultados, se concluye que: El baile de las turas est cargado de una profunda simbologa, donde cada elemento material y humano tiene su significado para los tureros que practican este ritual. Es un acto que mezcla lo religioso con lo mstico para dar gracias a la fecundidad de la tierra. Es un culto de accin de gracias a los espritus divinos de la madre naturaleza por haberle propiciado buena cosecha y proteccin, que se realiza actualmente en muchas haciendas, poblaciones y caseros de los municipios Federacin y Urdaneta, en Venezuela, estados Falcn y Lara respectivamente.

Gonzlez (2008), presenta en su trabajo: Patrimonio Cultural Indgena y su Reconocimiento Institucional, indicando que en el mundo global se construyen las bases legales para el reconocimiento de la importancia de los patrimonios culturales y su conservacin a travs de la participacin activa de sus comunidades. El trabajo tiene por objetivo hacer una reflexin del marco jurdico venezolano que ha dado la oportunidad a las comunidades locales, en particular a los pueblos indgenas, de participar en la toma de decisiones sobre el reconocimiento, reestructuracin y conservacin de su patrimonio cultural. Desde una perspectiva antropolgica se hace una lectura del marco jurdico-poltico que protege los derechos patrimoniales indgenas con miras a describir e interpretar las respuestas de las comunidades. Para el anlisis se toma como referente la legislacin venezolana a partir de 1999 y las comunidades indgenas wayuu del estado Zulia. Se concluye que es esencial que los pueblos indgenas en su interrelacin institucional con el Estado construyan y apliquen las medidas de proteccin de su patrimonio cultural, teniendo en cuenta las oportunidades econmicas y las opciones ecolgicas disponibles en las diferentes reas donde habitan.

Todos estos trabajos citados sirven de aporte a la investigacin de manera significativa y precisa para la conformacin de un documento final.

Teoras Educativas de Entrada

En funcin de la investigacin que se pretende realizar, se hace preciso mencionar algunos conceptos y enfoques tericos relacionados con la temtica que se abordar en este sentido se tienen en primer lugar las principales teoras de entradas:Teora Cognitiva Educativa

Es de hacer notar, que la teora cognitiva-educativa de Piaget (1974), se fundamenta en la psicologa del desarrollo, este psiclogo y educador dio inicio a una nueva etapa en el campo de la psicologa y la educacin, al estudiar la gnesis de la moralidad. Plantea la teora de este autor la necesidad de promover la autonoma moral en el nio, y lleg a la conclusin que slo se podra lograr esta autonoma, a travs del ejemplo de los adultos. Paralelamente al desarrollo cognitivo las conductas iniciales del nio son la base para el juicio moral, para ms tarde alcanzar la autonoma moral.

En este sentido, el desarrollo cognitivo y moral son dos categoras bsicas del pensamiento y recorren un camino de estructuras lgicas, donde la construccin de una accin sobre o simultneamente con otra dar como resultado la configuracin de la personalidad. Piaget (ob-cit) los nios adquieren los valores morales no interiorizndolos o adsorbindolos del medio, sino construyndolos desde el interior, a travs de la interaccin con el medio (p. 62).

De hecho, dos ideas bsicas resaltan en los estudios de Piaget, que estn referidas a las dos dimensiones sobre el desarrollo del nio, las cuales son: su desarrollo social y su desarrollo moral, recorriendo un camino de estructuras lgicas, donde la construccin sobre una accin elaboran su estructura cognitiva-moral.

Teoras de Aprendizaje Social

Desde la visin epistemolgica de Vygotski (1979), plantea que la actividad mental se estructura cuando se conecta y se interrelaciona dialcticamente, es decir, cuando el sujeto interioriza lo que ha aprendido en su contacto con los dems iniciando as su desarrollo prximo, diferenciado por dos fases o momentos; el desarrollo afectivo, lo que puede el nio hacer por s solo, y el desarrollo potencial aquello que est en proceso.

Tanto es as, que Vygotski, toma en cuenta las funciones psquicas culturales superiores, introdujo el mtodo dialctico de la ciencia psicolgica y elabor el mtodo histrico-gentico, teniendo en cuenta ciertos principios entre ellos; relacin entre conceptos cientficos y hechos, la psicologa de la conciencia es opuesta a la del comportamiento, los instrumentos (lenguaje) establecen diferencias entre las funciones superiores y las inferiores, estableciendo que las inferiores estn relacionadas con la fase de los procesos naturales y las superiores con los procesos mediados culturalmente. Las funciones inferiores son las capacidades bsicas de toda persona, las superiores las desarrolla a travs de la interaccin con el contexto social.

Adems seala, que el ser humano fortalece su aprendizaje a travs de la interaccin dialctica con el contexto social. Esta teora ha proporcionado conceptos e ideas que facilitan la comprensin del desarrollo de nios y jvenes, cuando indica que la actividad mental se estructura cuando se conectan y se relacionan dialcticamente con otras personas. Existe una deferencia entre lo que el nio logra hacer por si slo y lo que hace con ayuda de una persona ms experta, a esta relacin la llam zona de desarrollo prximo.

Ahora bien, en la misma lnea de Vygotski, Bandura (1982), sostiene que: La conducta del ser humano guarda relacin directa con el ambiente donde interacta, ambos, es decir, conducta-ambiente estn entrelazados determinndose recprocamente, pudiendo predominar algunos de ellos.(p.75). De acuerdo a esta teora el aprendizaje surge de los procesos vicarios, es decir, observando las conductas de otras personas y sus consecuencias, el ser humano procesa las experiencias observadas y estas le sirven de gua para sus conductas futuras. La conducta puede adquirirse por dos medios: experiencia directa u observacin, aprendizaje por modelos o imitacin.

1. Aprendizaje por experiencia directa u observacin: el aprendizaje por observacin est dirigido por cuatro procesos, que son los siguientes:

Atencin: las personas no pueden aprender por observacin si no atienden a los rasgos significativos de la conducta que les sirve de modelo, o bien si no la perciben adecuadamente;

Retencin: si las personas no recordasen la conducta-modelo, sta no podra influirlas;

Reproduccin motora: es la conversin de las representaciones simblicas en las acciones apropiadas;

Motivaciones: de entre las muchas respuestas que se aprenden por observacin, las conductas que parecen ser efectivas para los dems se preferirn a aquellas cuyas consecuencias parecen ser negativas.

2. Aprendizaje por modelos o imitacin: la observacin de la conducta de determinados modelos, tiene tres efectos bien diferenciados entre s, cada uno de los cuales se refleja en un incremento del nmero, amplitud e intensidad de las respuestas de emulacin del observador.

En primer lugar el observador puede adquirir respuestas nuevas que no existan en su repertorio, con la finalidad de demostrar de forma prctica el efecto del modelador, es decir, el observador reproduce idnticamente el modelo.

En segundo lugar, el observador puede fortalecer o debilitar las respuestas inhibidas. Esto sucede cuando en su repertorio existen las respuestas provocadas.

En tercer lugar, es posible que la observacin de un modelo provoque en el observador respuestas de emulacin aprendidas previamente. Esta ocurre cuando hay un disparador que acta como estimulo.

Teora Humanista

Vzquez (2008), expone que La Psicologa Humanstica se basa en una concepcin fenomenolgica del ser humano, es decir, se centra en los procesos internos para explicar las conductas observables. (p.98). Esta teora destaca la importancia que tienen para el conocimiento de la persona, los fenmenos cotidianos y todo lo que es valioso para el ser humano. La Psicologa Humanstica tiene entonces, como una de sus principales caractersticas, la de concebir al hombre como un ser nico irrepetible, cambiante siempre hacia la cumbre de su realizacin, de sus deseos, por el hecho de que la persona es una realidad futurstica.Desde esta perspectiva, Rogers (1961), propone una teora del desarrollo de la persona basada en el s mismo. Para el autor el s mismo es una configuracin experiencial, compuesta de percepciones que se refieren al yo y a las relaciones del yo con todo lo dems, con el medio, as como con los valores que el sujeto atribuye a esas percepciones. Su teora propone:

1. En cada ser humano, existe un mundo de experiencias continuamente cambiante del cual l es el centro.

2. El ser humano reacciona al mundo de acuerdo a las experiencias previas que posee, y partiendo de all construye su realidad.

3. La personalidad del ser humano reacciona como un todo ante las experiencias nuevas.

4. Toda persona tiene tendencia a autorealizarse manteniendo sus experiencias previas.

5. La conducta del ser humano est orientada hacia la satisfaccin de sus necesidades.

6. El s mismo es una posicin diferenciada de lo percibido. El mismo autor Rogers (1961), seala que: La concepcin del individuo como nico que posee potencialidades y que necesita liberta de ser para poder actualizarse. (p.123). Rogers entiende al individuo racional, socializado, constructivo como un ser en proceso de hacerse y con un potencial innato para desarrollarse. Todas estas ideas se fundamentan en su terapia centrada en el cliente en la que al menos una de las partes intenta promover el crecimiento, el desarrollo, la maduracin y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de una manera ms adecuada.

Evidentemente, Rogers (ob. cit), sustenta su teora en la realizacin de un ser humano capaz de desarrollar sus potencialidades partiendo de su mundo de experiencias previas, sus principios y valores intrnsecos, para enfrentar la vida de una manera ms adecuada y lograr sus metas.

Desde la misma perspectiva, Maslow (1985), como uno de los fundadores de la psicologa humanstica plantea la importancia de satisfacer las necesidades de amor y estimacin como prioridades para todo ser humano, refiere que sin la satisfaccin de las mismas es imposible lograr la autoactualizacin, es decir, trabajar para hacer bien aquello que uno desea. Segn Maslow (1985) el objetivo ltimo de toda accin humana es la autonoma y la autodireccin, que se obtienen mediante el desarrollo ptimo de las propias potencialidades. Sin embargo este fin ltimo slo lo alcanzan personas que han satisfecho todas sus otras necesidades. Son cinco los niveles de jerarqua:

Necesidades Fisiolgicas: son las necesidades bsicas que el individuo debe satisfacer; hambre, sed, sueo. Mientras perduren estas necesidades todas las dems sern poco importantes y no se le podr pedir que desarrolle conductas orientadas hacia la tarea intelectual o hacia la bsqueda de su autorrealizacin.

Necesidades de Seguridad: son las necesidades de proteccin fsica tales como el abrigo, la salud y la comodidad.

Necesidades de Afecto y Pertenencia: stas corresponden a lo que se llama necesidad de afiliacin, es decir, a todo aquello que llevan al individuo a buscar a otros para ser aprobado, querido. Son necesidades de apoyo y asociacin con otros.

Necesidad de Autoestima: la bsqueda de estima y el desarrollo de un concepto positivo de s mismo depende completamente de la satisfaccin de las necesidades de afecto y pertinencia.

Necesidades de Autorrealizacin: corresponde a todos los procesos del desarrollo de capacidades para lograr la auto-actualizacin.

Para Maslow (ob. cit), el ser humano est realizado cuando supera las carencias bsicas al lograr satisfacer las necesidades antes mencionadas. Slo a partir de este momento es capaz de valorar su vida y alcanzar una etapa de expresin creadora denominada autoactualizacin.

Carl Roger (1998), considera que la teora humanista Est centrada en el hombre mismo, en sus necesidades, metas, desempeos y triunfos; donde ste busca experiencias agradables a travs de una tendencia a la autorrealizacin y un proceso de valoracin que l lo considera innatos (p. 213).

De all que la tendencia hacia el pleno desarrollo fsico en el ser humano es completamente natural, mientras que no se opongan inconvenientes exteriores, este proceso requiere de ciertas condiciones fsicas y ambientales disponibles, as como tambin es de gran importancia la ausencia de obstculos para que se lleve a cabo en un ambiente armnico y adecuado, ya que los seres humanos constantemente poseen la capacidad y deseo de desarrollar sus potencialidades, debido a su estado de motivacin y a la necesidad que lo oriente como ser humano hacia su plena autorrealizacin, lo que le conlleva a organizar sus experiencias satisfactoria y eficazmente.

Teora de la MotivacinPara Abraham Maslow (1985), la teora de la motivacin est basada:

En una categorizacin de necesidades, sugiriendo que el progreso de un individuo reside en satisfacer necesidades bsicas, tales como la comida y el sexo, para colmar finalmente la necesidad ms alta de la realizacin personal y del desarrollo de todo su potencial humano. (p. 68).

Con ello se quiere significar, que las personas la motivacin comprende tanto los impulsos conscientes como los inconscientes, que establecen un nivel de motivacin primario, que se refiere a la satisfaccin de las necesidades elementales, como respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las necesidades sociales, como el logro o el afecto, donde el primer nivel debe estar satisfecho antes de plantearse los secundarios.En atencin a esto, es que el psiclogo estadounidense Abraham Maslow dise una jerarqua motivacional en seis niveles que, segn l explicaban la determinacin del comportamiento humano. Este orden de necesidades sera el siguiente: Fisiolgicas, seguridad, Amor y sentimientos, Pertenencia, Prestigio, Competencia, Estima sociales, Autorrealizacin, curiosidad, y necesidad de comprender el mundo circundante.

Se trata de todas estas necesidades, es que se describen a los seres humanos intentando optimizar, antes que eliminar, su estado de estimulacin. Con ello, resultan ms eficaces para explicar la tendencia humana hacia el comportamiento dentro de su ambiente y las necesidades que ste presenta. Referentes Tericos

Patrimonio y Cultura

Si el pasado se construye desde el presente, en un determinado contexto histrico, el patrimonio cultural, en tanto conjunto de elementos culturales que una generacin recibe de las anteriores, no puede considerarse un acervo inmutable. El patrimonio cultural, en concordancia con lo que hemos argumentado, es una construccin social, cultural e histricamente determinada (Prats, 1996, 294), lo que significa que no es una tendencia universal su reconocimiento y mucho menos la necesidad de su conservacin.

Es decir, no existe un conjunto de bienes, materiales o inmateriales, reconocidos como patrimonio cultural por todas las sociedades y todas las culturas, como tampoco existe una inmutabilidad temporal en cuanto al reconocimiento de los bienes como parte del patrimonio cultural de una determinada sociedad. As mismo, entendemos el patrimonio cultural como una activacin, de carcter ideolgico, de algunas de las identidades que se formulan histricamente. Estas versiones ideolgicas de la identidad se expresan en un discurso y a travs de un conjunto de smbolos (Prats, 1996, 295). Este discurso y smbolos conforman el patrimonio como un sistema de representacin, que opone al ideal cultural de una sociedad objetos y manifestaciones que forman parte de una externalidad cultural. As, aparecen las oposiciones cultura-naturaleza, presente-pasado, cotidianidad, excepcionalidad, que generan procesos simultneos de afiliacin y oposicin entre la cultura actual y una cultura externa, sea sta actual o pasada (Prats, 2005, 18-19).

Asumiendo que el patrimonio es un sistema de representacin cultural, que no es un conjunto de manifestaciones y objetos de validez y aceptacin universal, sino que se inscribe dentro de un contexto social y cultural, dentro de unos lmites histricos, es necesario discutir el concepto de cultura, cuestin que se da por descontada y sobrentendida en el tratamiento, tanto terico como prctico, de los problemas relativos al patrimonio y su conservacin.

Pensamos que es necesario partir de una definicin de cultura que no slo incorpore las producciones materiales junto a las inmateriales, sino que tambin incluya las que provienen de los distintos segmentos, estratos, grupos y clases de la sociedad y tome en cuenta la significacin y el uso social de estas producciones. En tal sentido, Bonfil Batalla (1997a) ha definido la cultura como: el conjunto de smbolos, valores, actitudes, habilidades, conocimientos, significados, formas de comunicacin y organizacin sociales, y bienes materiales, que hacen posible la vida de una sociedad determinada y le permiten transformarse y reproducirse como tal, de una generacin a las siguientes (Bonfil Batalla, 1997a, 29).

En esta perspectiva, la cultura no es esttica, se transforma continuamente, cambia al influjo de determinadas condiciones. Este proceso dialctico de cambios y transformaciones de la cultura puede ser entendido mediante la aproximacin conocida como la teora del control cultural, desarrollada por Guillermo Bonfil Batalla como una propuesta metodolgica para articular los conceptos de grupo tnico, cultura, identidad tnica y patrimonio cultural (Bonfil Batalla, 1989, 1997b). Por grupo tnico se entiende a un conglomerado social que est en capacidad de reproducirse biolgicamente, reconoce un origen comn y sus miembros se identifican entre s por oposicin a miembros de otros grupos que se perciben diferentes y con los cuales pueden interactuar a partir del reconocimiento de las diferencias. A estos elementos definitorios del grupo tnico se puede agregar la existencia de un territorio y de una estructura poltica comunes (Bonfil Batalla, 1989, 10-11). La identidad tnica es el ejercicio cotidiano de la cultura propia por parte de un grupo tnico, ejercicio que implica la posibilidad de acceder al conocimiento y uso de elementos de la cultura que permiten compartir valores comunes, posibilitan la comunicacin entre los miembros del grupo y permiten su participacin en la produccin y el consumo. La identidad tnica, si bien tiene un carcter cultural, se expresa socialmente, por lo que es posible que, bajo ciertas condiciones sociales, individuos con un origen tnico comn expresen identidades diferentes (Bonfil Batalla, 1989, 24).

Este ejercicio cotidiano de la cultura propia por un grupo tnico est sujeto al control cultural que el grupo tiene de tal ejercicio, es el sistema segn el cual se ejerce la capacidad social de decisin sobre los elementos culturales. Los elementos culturales son aquellos que hacen posible realizar todas las acciones sociales del grupo: satisfaccin de necesidades, vida cotidiana, etc., por lo que corresponden a diversas clases: materiales, de organizacin, de conocimiento, simblicos, emotivos (Bonfil Batalla, 1989, 10-11).

Esta capacidad de decisin, segn la cual un determinado grupo hace uso de los elementos culturales, es de diversos tipos y la relacin entre decisin y tipo de elemento cultural es la base del concepto de control cultural. De acuerdo con los diversos tipos de elementos culturales y el carcter de las decisiones que se toman para hacer uso de los mismos, se establecern diferentes formas de control cultural, que a su vez dan lugar a diversos mbitos o espacios de cultura.

Los elementos culturales pueden ser de dos tipos: propios y ajenos. Los elementos culturales propios son los que la sociedad considera que ha recibido de generaciones anteriores como una herencia y que produce, reproduce, mantiene o transmite a las generaciones siguientes. Los bienes culturales ajenos, si bien forman parte de la cultura del grupo, no los ha producido y reproducido el grupo. Esto explica que en situaciones de contacto intertnico, especialmente aquellos en que se establecen relaciones de dominacin, aparecen elementos culturales tanto propios como ajenos (Bonfil Batalla, 1989, 12). De igual forma, las decisiones segn las cuales el grupo hace uso de los elementos de la cultura, tambin pueden ser de carcter propio o ajeno. Los dos tipos de elementos culturales pueden combinarse con los dos tipos de decisiones, dando lugar a cuatro tipos de mbitos o espacios de cultura: cultura autnoma, cultura apropiada, cultura enajenada; cultura impuesta (Bonfil Batalla, 1989, 12).

Elementos Culturales

Los mbitos de la cultura autnoma y la cultura apropiada conforman el campo ms amplio de la cultura propia, mientras que los mbitos de la cultura enajenada y la cultura impuesta integran el campo de la cultura ajena (Bonfil Batalla, 1989, 15).Es importante esta relacin entre los mbitos particulares y los campos ms amplios de la cultura, pues, si se ha definido la cultura propia como la correspondiente a un grupo tnico, entonces es posible que, en determinadas circunstancias histricas, en la cultura propia se integren tanto el mbito de la cultura autnoma como el mbito de la cultura apropiada.

Si la cultura propia comprende tanto elementos culturales propios como elementos culturales ajenos, que son incorporados a la identidad tnica a partir de una decisin propia del grupo, entonces existirn elementos culturales que son obtenidos a travs de la herencia cultural. Esta herencia de elementos culturales propios constituye el patrimonio cultural que un grupo tnico hereda de las generaciones precedentes. En perspectiva histrica, es un proceso continuo de transmisin de elementos culturales de una a otra generacin, proceso a travs del cual algunos elementos se mantienen y otros se transforman. Este patrimonio cultural heredado no es inmutable sino que se modifica, amplindose o restringindose por la adopcin o el abandono de elementos culturales (Bonfil Batalla, 1989, 17).

Si la cultura es dinmica, es decir, se transforma permanentemente, cabe entonces afirmar que en este proceso, que es de carcter histrico, se producen incorporaciones y desincorporaciones de elementos culturales. A travs del tiempo, las sociedades incluyen nuevos elementos culturales, por la va del control cultural de los mismos y la forma de incorporacin de esos elementos depender de la capacidad de decisin que se tenga sobre este proceso de adopcin de nuevos componentes de la cultura. De igual forma, algunos elementos culturales pierden vigencia.

Entonces, como lo ha planteado Bonfil Batalla, el problema estriba en discernir los mecanismos que explican estos procesos de adopcin y de abandono de elementos culturales (Bonfil Batalla, 1997a, 30). Segn este autor, estos procesos, por ser particulares, slo pueden ser explicados en s mismos a partir de su investigacin individualizada, sin que ello menoscabe la condicin misma del proceso, es decir, el hecho de que se produzcan adopciones de nuevos elementos culturales y la prdida de otros.

En esta dinmica cultural se va conformando un acervo que, desde el punto de vista antropolgico, sera el patrimonio cultural. Por tal entendemos no slo los elementos (materiales e inmateriales) que forman parte de la memoria histrica, sino todos aquellos que permiten a un pueblo solucionar los problemas que se plantean para resolver sus condiciones de existencia. Una definicin de esta naturaleza es la propuesta por Bonfil Batalla:

Cuando hablamos de patrimonio cultural de un pueblo, a lo que nos estamos refiriendo es, precisamente, a ese acervo de elementos culturales tangibles unos, intangibles los otros- que una sociedad determinada considera suyos y de los que echa mano para enfrentar sus problemas (cualquier tipo de problemas, desde las grandes crisis hasta los aparentemente nimios de la vida cotidiana); para formular e intentar realizar sus aspiraciones y proyectos; para imaginar, gozar y expresarse (Bonfil Batalla, 1997a, 31).

Esta manera de entender el patrimonio cultural en tanto acervo cultural nos conduce a establecer la relacin entre patrimonio cultural y patrimonio histrico. En prrafos anteriores hicimos referencia a la relacin entre las nociones de monumento y de pasado. Como sealamos, existe una diferencia entre las sociedades que producen documentos, objetos y monumentos sobre su pasado y las que producen un discurso mtico sobre el mismo. Es precisamente en las primeras en las que se ha conformado una idea de patrimonio en tanto que acervo histrico, es decir, en tanto conjunto de bienes materiales (documentales, arquitectnicos, etc.) que dan cuenta de un pasado, de una trayectoria histrica. Estas sociedades, que en trminos generales corresponden al mundo occidental, construyen un pasado a partir de los testimonios documentales y materiales disponibles en el presente, construccin que, como dijimos, es una elaboracin ideolgica del pasado desde el presente. Y en esta construccin del pasado se conforma el patrimonio histrico.

Sin embargo, como en las sociedades del mundo occidental existen diferencias sociales y econmicas que tienen una expresin cultural, la activacin del patrimonio histrico opera en forma distinta de acuerdo con los diferentes actores sociales. En muchos casos los elementos del patrimonio histrico que se conforma desde las clases dominantes son incorporados por los grupos subalternos como elementos culturales ajenos y se integran dentro de la cultura propia de esos grupos y, al transmitirse a las generaciones siguientes, pasan a ser parte del acervo cultural, del patrimonio cultural. As, la lnea de separacin no se encuentra entre la tangibilidad e intangibilidad, entre materialidad e inmaterialidad, como rasgo distintivo entre uno y otro tipo de patrimonio, sino que los elementos constitutivos del patrimonio, sean o no de carcter material, se estructuran en un sistema para conformar un discurso histrico o son utilizados como un acervo de la cultura propia. Como ejemplo, pensemos las particulares lecturas que grupos tnicos o campesinos hacen sobre eventos o procesos relacionados con la independencia venezolana, con una distinta estructuracin de la temporalidad y de los participantes en dichos eventos en relacin con la historia oficial.

El Estado y el Patrimonio Cultural en Venezuela

La actuacin del Estado venezolano en torno a la conservacin del patrimonio estuvo signada en sus comienzos por la creacin de monumentos, la identificacin de objetos y monumentos con eventos histricos y la conservacin de estos monumentos. En la segunda mitad del siglo XIX se realizaron las primeras intervenciones en edificaciones con el objetivo de convertirlas en santuarios para el culto de los hroes que se pensaba constituan el emblema de la nacionalidad. Durante el mandato guzmancista comienza el culto a la figura del Libertador Simn Bolvar, congruente con el planteamiento positivista en cuanto a la necesidad de identificar elementos de cohesin que impidieran la desintegracin social. A partir de esa poca, el culto a Bolvar se comienza a relacionar con la accin gubernamental, produciendo una identificacin subliminal entre el hroe y el gobernante. Uno de los mecanismos utilizados para tal prctica fue la inauguracin de obras pblicas en coincidencia con fechas asociadas a la vida y la actuacin militar y poltica de Simn Bolvar (Molina, 2000, 155). A propsito del culto a Bolvar, tiene lugar la transformacin, en 1875, de la Iglesia de la Santsima Trinidad en Panten Nacional y, en 1883, la intervencin del Convento de San Francisco, para anexarle un pabelln construido expresamente para albergar la exposicin organizada con motivo del centenario del nacimiento del Libertador.

Posteriormente, en el siglo XX, continuaron las intervenciones en edificaciones con el objetivo de crear monumentos relacionados con el culto a Bolvar. En 1911 y 1929 se hacen nuevas remodelaciones del Panten Nacional; en 1916 la modesta casa de la familia Bolvar en Caracas es sometida a una transformacin que busca darle la prestancia arquitectnica que, segn la ideologa en boga, deba tener el lugar donde haba nacido el Libertador; en 1921 se construye la primera etapa del conjunto monumental del Campo de Carabobo, donde se resalta tanto la figura de Bolvar como la del resto de los hroes relacionados con el proceso de la independencia.

Junto a estas intervenciones aparecen las primeras legislaciones relacionadas con la conservacin del patrimonio histrico y cientfico (el Decreto de Proteccin de Documentos Oficiales y Objetos Histricos, en 1917, y las leyes de Proteccin y Conservacin de Antigedades y Obras Artsticas de la Nacin y de Archivos Nacionales en 1945), as como la construccin de los primeros edificios de museos para albergar dicho patrimonio (Museo de Bellas Artes y Museo de Ciencias Naturales, en Caracas, en 1937).

La Ley de Proteccin y Conservacin de Antigedades y Obras Artsticas de la Nacin, promulgada en 1945, tuvo casi cincuenta aos en vigencia, hasta ser sustituida en 1993 por la Ley de Proteccin y Defensa del Patrimonio Cultural. Una de las reflexiones que puede derivarse de estos aos de trayectoria del Estado venezolano, en relacin con la conservacin y restauracin del patrimonio, es el predominio de una concepcin segn la cual el patrimonio histrico y cultural existe como tal y, por tanto, la misin del Estado es su identificacin y preservacin. El artculo 1 de la Ley de Proteccin y Conservacin de Antigedades y Obras Artsticas de la Nacin deca:

El patrimonio histrico y artstico de la Nacin est constituido por los monumentos histricos y artsticos y dems obras de arte correlacionadas o no con la Historia Nacional que se encuentren en territorio de la Repblica o que ingresen en l, quienquiera que sea su propietario.

Y el artculo 6, que estableca las atribuciones de la Junta Protectora y Conservadora del Patrimonio Histrico y Artstico de la Nacin, sealaba, entre dichas atribuciones: Determinar los monumentos y dems obras histricas y artsticas existentes en el territorio nacional, que formen el patrimonio histrico y artstico de la Nacin

En esta manera de entender cmo se conforma el patrimonio histrico de la nacin no se plantea la diversidad cultural, tnica y regional del pas y, mucho menos, la existencia de clases sociales que conforman sus propios discursos acerca del pasado y el presente. Por otra parte, se otorgaba a una Junta Protectora y Conservadora del Patrimonio Histrico y Artstico de la Nacin, de cinco miembros, la decisin de decidir cules eran los elementos que integraban el repertorio patrimonial, sin ninguna posibilidad de una participacin plural en este proceso de identificacin de los bienes que conforman los referentes acerca de un pasado que, al igual que el presente, es diverso y contradictorio tanto desde el punto de vista social como cultural.

Si bien la Ley de Proteccin y Defensa del Patrimonio Cultural introdujo algunas novedades, como la de incluir la nocin de patrimonio cultural, en relacin con el viejo concepto de patrimonio histrico y artstico, no obstante reprodujo algunos de los conceptos de la antigua ley, como son los relacionados con la identificacin de los bienes y la actuacin sobre los mismos. Dice la ley, en su artculo 6: El Patrimonio Cultural de la Repblica a los efectos de esta Ley, est constituido por los bienes de inters cultural as declarados que se encuentren en el territorio nacional o que ingresen a l quien quiera que sea su propietario

La ley le atribuye al Instituto del Patrimonio Cultural la potestad de realizar las declaratorias de los bienes que integran el patrimonio cultural venezolano, es decir, definir cul es el conjunto de bienes, tangibles e intangibles, que constituyen la memoria histrica y los referentes culturales del pas. Y esta seleccin parte de una tipologa previamente estipulada en la ley: bienes muebles, bienes inmuebles, poblaciones, sitios arqueolgicos, obras de arte, entorno ambiental y paisajstico, patrimonio vivo, entre otros. Nuevamente se parte de una idea de patrimonio segn la cual ste existe per se y por lo tanto debe ser identificado por un organismo del Estado, en este caso el Instituto del Patrimonio Cultural. Si bien esta ley prev la participacin de organismos que formalmente representan a la ciudadana, como son los gobiernos regionales y municipales, no va ms all en los trminos de una verdadera participacin amplia y democrtica y, especialmente, diversa desde el punto de vista de las particularidades regionales y tnicas. En ningn momento se incorporan las ideas que sobre la relacin entre patrimonio cultural, diversidad tnico-cultural y divisin social en clases, expusimos en el captulo precedente. Slo se incorpora el trmino de patrimonio cultural, bajo la influencia de definiciones como la de Unesco, que lo entiende como un amplio repertorio de bienes tangibles e intangibles.

La prctica conservativa desarrollada bajo los conceptos de esta ley persisti en un concepto de patrimonio entendido como la creacin de la cultura occidental, que constituye la nica forma posible de establecer referentes del pasado y de la memoria.

En segundo trmino, se elude la caracterizacin diversa y contradictoria de la sociedad venezolana, dividida en clases con intereses antagnicos, pero tambin como una sociedad con realidades culturales regionales y con grupos tnicos diferenciados, lo que significa distintas maneras de construir la memoria y las identidades.

Derivado de esta visin de la sociedad y las identidades culturales de Venezuela, se insiste en caracterizar el patrimonio cultural como un bien colectivo (Posani, 1999, 5). Desde esta ptica, la cultura de los grupos subalternos no se entiende como un recurso propio para la accin colectiva de dichos grupos en procura de la reafirmacin identitaria, sino de una deuda que la sociedad (entindase los grupos dominantes) tienen para con las mismas y que debe ser saldada mediante el reconocimiento por parte de las instituciones del Estado venezolano, en este caso el Instituto del Patrimonio Cultural. Las identidades tnicas se entienden como islas tnicas y su valoracin significa devolverles por lo tanto el lugar que les corresponde, aprecindolos desde una ptica contempornea que permita restituirles el alto contenido que poseen de incomparable originalidad humana (Posani, 1999, 50).

Existen autores que afirman que eso responde a un proyecto especfico y estructurado (Sanoja y Vargas, 2004):

Ese proyecto cultural aparece en el escenario venezolano desde las postrimeras del siglo XIX, cuando los sectores dominantes transnacionales de entonces, y sus expresiones burguesas locales, se dieron cuenta de la necesidad de contar con una poblacin aptica e indiferente al destino colectivo, como manera de poder apoderarse de las riquezas del pas de forma pacfica. Pero, es en la IV repblica durante el puntofijismo, cuando tal proyecto cultural logra sus objetivos fundamentales: neocolonizar y desnacionalizar a la mayor parte de la poblacin.

El patrimonio se estaba perdiendo irremediablemente y estbamos absorbiendo de forma rpida elementos de otras culturas muy ajenas a la nuestra. Todo lo nuestro sonaba a estar fuera de onda o era "raro", porque esa no era la actitud ms inteligente (Toral de Ortuo et al, 2005).

Siendo as, se podra entender que esta indefinicin no es casual, no nos han permitido formarnos una clara conciencia de nuestra cultura e ignoramos nuestro pasado, para quedar indefensos y sin poder contrarrestar o equilibrar la penetracin de forneas; esta es rpidamente sustituida debido a la supuesta ausencia de una cultura propia, decimos "supuesta ausencia" porque ella se encuentra ah, pero no la percibimos debido a que es relegada, mediatizada, alienada, no est siendo parte del da a da de nuestras generaciones actuales y menos an de las futuras:

...tomar conciencia del carcter histrico de la herencia cultural le permite al agente histrico conocer los contenidos con los que se identifica, del papel que ha jugado y que puede seguir ejerciendo para transformarlos y usarlos en su propio beneficio, e identificar y generar resistencia y rechazo hacia contenidos ajenos a su herencia cultural (Sanoja y Vargas, 1993). Sin esos contenidos somos presas fciles de cualquier intencin poltica, econmica o social.

Todo lo que deja un espacio es ocupado por todo aquello que pacfica o violentamente irrumpe en l, aunque no satisfaga las necesidades principales o las mediatice; esto al menos no permite un vaco que podra resultar mucho ms peligroso para cualquier nacin, no por eso se debe aceptar la destruccin premeditada de la cultura, de lo que se trata es de rescatarla, valorarla y enriquecerla, ahora s, con aportes de elementos culturales de todas partes del mundo. Nos oponemos al encierro que impide la comunicacin entre los pueblos y que a la vez enriquece, de parte y parte, esos contenidos a los que se haca referencia anteriormente.

El no construir bases culturales slidas, nos ha dejado indefensos y por lo tanto fcil presa de la ignorancia y, por ende, de la esclavitud (entendiendo como esclavitud, no aquel servicio que se prestaba a un amo en detrimento de la propia vida, sino el vivir sin identidad, sin pasado, sin historia, sin cultura, dependiendo de agentes externos a la realidad que se debera vivir). Briceo-Iragorry (1990) nos hace reflexionar al respecto cuando relaciona de manera acertada los conceptos de libertad y cultura formando una unidad en la conciencia de los individuos.

Cuando el individuo se debate en busca de su conciencia, en busca de una comprensin de su `yo', en busca de su significacin y de su integracin, comienza por romper sus cadenas interiores, es decir, su cultura se realiza mediante la libertad, y sta se hace cada vez ms grande a medida que el individuo se va encontrando por el camino que recorre, por el camino de la cultura.

Y contina su excelente apreciacin de la relacin haciendo nfasis en las dificultades que tienen los pueblos de ser libres, mientras desconozcan su cultura:

La libertad es un estado de conciencia, es decir, un estado de cultura, donde el hombre, dueo de s mismo, sabedor de lo que es y puede dar y recibir, acta segn su medida. De ah que la verdadera libertad es orden. El orden de la cultura. En la vida de un pueblo no puede existir verdadera libertad si las cosas no estn en su puesto, si no existe armona entre los mltiples factores que mueven su vida. Por lo tanto un pueblo solamente puede ir acercndose a un alto grado de libertad a medida que recorra el difcil sendero de su cultura. (Morin citado por Hernndez-Montoya, 1994 La cultura se convirti en algo que se alejaba de la gente comn, para evitar que esa misma gente se asomara a lo que significaba la libertad, de aqu que existan multitudes de definiciones de lo que es o pretenda ser la Cultura: "Todo es cultura"; cultura "es la infratextura generativa de toda sociedad"( Morin citado por Hernndez-Montoya, 1994); "cultural es todo lo que no es verdor" o una mucho ms lapidaria como que "cultura es aquello que sirve para excluir", que si se revisa a la luz de lo que afirmaba Mario Briceo Iragorry, es cierto. Ms nos alejaban del sentir nuestra cultura y su concepto como parte integrante de nuestras vidas, para garantizar que no nos asomramos a la libertad ni pretendiramos ir en su busca, seran "otros", "los cultos", los llamados para buscarla quedando la inmensa mayora como simples peones en un juego de ajedrez del cual nunca veramos su final.

Muchas veces esa libertad significaba el simple hecho de escoger aquellos "hechos culturales" que nos permitiesen entender al prjimo en su propia cultura sin tener que abandonar la nuestra, pero lemas como: "permtanos pensar por usted" nos arrebataban esa potestad y nos introducan en identidades y patrimonios ajenos a nuestro devenir como pueblo.

Otro tanto sucede con la definicin y delimitacin del concepto de Patrimonio; segn el Pequeo Larousse es "lo que pertenece a una persona o cosa; Patrimonio Nacional, totalidad de los bienes de una nacin". Es evidente la ambigedad con que se presenta, pero se le puede achacar a lo general que abordan muchos temas los diccionarios, mas si nos remitimos al Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundacin Polar, y buscamos Patrimonio, nos encontramos sin una definicin al respecto, vemos que se refiere ya al hecho Histrico del Patrimonio de la Nacin, sin definir en qu consiste. Grave error, ya que sin delimitarlo, cmo poder abordar algo que pareciera tan simple, pero que no lo es.

El concepto de Patrimonio se torna tan amplio como el de cultura que nos cuesta, en muchas ocasiones, saber a ciencia cierta qu es y qu no, dependiendo del propsito en el que se le quiera enmarcar. Tambin nos traslada rpidamente a problemas ms all de la definicin que no escapan de su estudio y tienen que ver con la conciencia histrica, socialmente hemos desarrollado los venezolanos una conciencia histrica.

Sobre este mismo tema, Rafael Armando Rojas, individuo de nmero de la Academia Nacional de la Historia, afirma: "llama la atencin sobre el estado ruinoso en que se encuentra la formacin de alumnos de secundaria y primaria, en materia de historia de Venezuela." Adems de que: "Un pueblo sin memoria es un pueblo sin pasado, y est sujeto a todas las influencias extraas; no tiene races profundas en que afincarse" (Rojas, 1997).

Mucho ms aguda nos parece la afirmacin que hace Sanoja y Vargas (2003), cuando seala que "Un pueblo que no conoce y no est seguro de su historia, de su Gran Memoria, como la han llamado algunos, es como un enfermo amnsico, incapaz de atinar hacia dnde se dirigirn sus pasos, hacia dnde y por qu lo llevan sus impulsos."

La educacin se ha convertido en una gran aliada para el "olvido" nacional, ya una vez se intent eliminar del currculo escolar la enseanza de la historia, voces alarmadas llegaron de todos lados alertando sobre el peligro, pero se encontr la manera de mediatizarla.

La educacin, que es el principal baluarte de creacin de identidad, se volvi instrumento para la "desnacionalizacin" de la mentalidad y la cultura de los venezolanos; los educadores se convirtieron en simples asalariados que repetan en las aulas, conocimientos que ya haban sido digeridos en textos oficiales. La historia y la geografa volvieron sus espaldas a las realidades locales, a las diferencias culturales que existan, tornndose en repetitivas y sin sentido, creando hasto y aversin, desconocedoras de la realidad pluricultural. La televisin, ese educador informal que habita con nosotros, se encarg de alienar y difundir valores desnaturalizados, la mediocridad hizo su aparicin, conjuntamente con la vulgaridad y la idea de sumisin econmica al consumismo y a la cultura neocolonial (Sanoja y Vargas, 2003).

Obviamente, personas educadas de tal forma no podramos aspirar que se comportasen como seres creativos, ciudadanos responsables, solidarios e identificados con su pas, regin o localidad; muy al contrario, estarn ansiosos de adquirir lo ltimo de la moda, de escuchar y degustar lo ms reciente que traen las noticias de otras latitudes o, en el mejor de los casos, buscarn apoyo externo para que les ayude a entenderse, mirndose con los ojos de otros.

El Patrimonio se estaba perdiendo irremediablemente y estbamos absorbiendo de forma rpida elementos de otras culturas muy ajenas a la nuestra. Todo lo nuestro sonaba a estar fuera de onda o se era "raro", porque esa no era la actitud ms inteligente. La Identidad nacional se converta en Alienacin Nacional de manera muy rpida, y creemos que el proyecto desnacionalizador que se impuso en el pas y del que hablan Sanoja y Vargas, se aprecia claramente en esta poca.

Ahora, no slo la concepcin que existe sobre la educacin atenta contra el proceso de identidad, hoy somos el producto de una mezcla, que comenz a principios del siglo XVI y que an en la actualidad no cesa; estamos conscientes de que nuestra historia no comienza con el mestizaje, pero gracias