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http://victormazzihuaycucho.blogspot.com/2011/09/la-universidad-en-el-peru-situacion-y.htmlMircoles, 14 de septiembre de 2011LA UNIVERSIDAD EN EL PER: SITUACIN Y PERSPECTIVAS.*Por: Zenn DEPAZ TOLEDOEl lugar de la universidadTodas las sociedades han contado con gente capaz de otear horizontes mayores que el comn de los sujetos, tanto por la intensidad de la mirada, capaz de penetrar ms all de las apariencias que colman a los dems, como por la extensin espacial y temporal que suelen abarcar. Se les ha denominado sabios, y as se los ha apreciado, intuyendo que su funcin permita la pervivencia del conjunto al dotarle de metas mayores y hondas races ancladas en la memoria, que tambin se ocuparon en cultivar. En la moderna sociedad secularizada se espera encontrarlos en la universidad, institucin cuyo encargo es precisamente superar las estrechas miras de la existencia cotidiana abrumada por las urgencias inmediatas, para abarcar el horizonte tanto contemporneo como histrico, y sealar la posicin que ocupa la colectividad a la que sirve, proponindole los rumbos a seguir. Tal encargo esencial adquiere dramtico significado en un pas empobrecido como el nuestro, cuyo destino decidimos en un mundo marcado por profundas asimetras en las correlaciones de poder, as como por tendencias estructurales a la exclusin de las mayoras y las colectividades dbiles.

En su condicin de institucin que cultiva el saber, con vocacin universal, la universidad es un espacio en el que sujetos diversos, que reconocen y producen saberes igualmente diversos, se comunican sobre la base de una asuncin que est en los orgenes mismos de la racionalidad acadmica, consistente en suponer que la diversidad halla un terreno comn en el dilogo, es decir en la circulacin del logos (que es lenguaje y razn), a travs del discurso argumentativo, que exige demostracin y prueba de lo que se dice, de tal manera que cualquiera de los participantes del dilogo pueda, partiendo de las premisas establecidas y siguiendo la lgica argumentativa, corroborar las conclusiones o descartarlas.

La funcin reflexiva que asume la comunidad universitaria, deber pues promover el dilogo, la discusin racional, sobre su propia condicin y posicin, siguiendo ese viejo mandato de concete a ti mismo, fuente de toda sabidura, atendiendo a la vez a la marcha del mundo en que vivimos. Es decir, deber atender tanto al entorno hoy en acelerado y constante cambio, como a la propia condicin de la universidad, a fin de garantizar un posicionamiento pertinente a ese entorno, como comunidad que tiene el encargo de cultivar la racionalidad crtica, una perspectiva de aliento universal y el dilogo fecundo de discursos y perspectivas diversas, tarea esta de honda repercusin en nuestras posibilidades de desarrollo como comunidad multicultural.

La universidad moderna, regida por la idea kantiana de razn y la nocin humboldtiana de cultura, produjo elites y conocimiento (los dos grandes aportes que espera de ella la sociedad a la que sirve) en marcos ontolgicos (idea de su ser) y epistemolgicos (nocin del conocimiento) relativamente estables. En el umbral del Siglo XXI, la revolucin tecno cientfica que la universidad contribuy a generar, ha dislocado su posicionamiento espacio temporal, tornando compleja la comprensin de lo que ella es, en tanto experimenta un acelerado proceso de masificacin y creciente heterogeneidad institucional, acompaado de la irrupcin de la dimensin virtual como soporte y contenido educativo. Asimismo, la explosin del conocimiento, de los paradigmas en que discurre, y con ello de la nocin misma de verdad, presiona en direccin de un radical replanteamiento del sentido de los procesos y estructuras acadmicas universitarias. As desprovista de anclajes ontolgicos y epistemolgicos estables, la universidad experimenta adems el impacto decisivo de la nocin tcnico-burocrtica de excelencia y rendimiento, que hoy la impregna contribuyendo a su mayor complejidad y situndola en una encrucijada en cuanto a la comprensin de su propia naturaleza.

La estructura institucional de la universidad, as como sus mecanismos de gestin, no son parmetros inconmovibles que haya que evaluar en s mismos como si se tratara de fines; ellos son estrictamente instrumentales, es decir tienen la condicin de medios, y como tales son enteramente modificables en funcin del cumplimiento de los fines acadmicos que legitiman socialmente a la universidad.

Pues bien, la revolucin tecno cientfica contempornea plantea un conjunto de retos a la universidad peruana, tanto en lo que respecta a sus relaciones con el entorno como en lo que se refiere a sus funciones sustantivas de docencia, formacin profesional e investigacin. La universidad ha perdido su condicin de institucin que monopoliza el saber cientfico. Ella funciona ahora en un contexto saturado de informacin, lo cual exige replantear su estructura acadmico institucional de raigambre positivista, rgidamente compartimentalizada en reas de saber que se mantienen separadas, con tendencia a la atomizacin; as como los trminos de la formacin que imparte, ya sea en lo relativo a perfiles curriculares como a modalidades de certificacin.

En cuanto a su gestin y organizacin institucional, la universidad en el Per arrastra an la pesada herencia de un alto grado de dispersin, patente en la tendencia a la multiplicacin y atomizacin de facultades, muchas de las cuales albergan una sola especialidad, en una lgica de virtual autarqua acadmica que acenta el ensimismamiento que ella padece, debilitando la posibilidad de un trabajo acadmico coordinado, ubicndonos as a contracorriente de las tendencias epistmicas contemporneas, que exigen interdisciplinariedad y flexibilidad, en una perspectiva holstica, integradora.

Hoy en da se necesita esquemas institucionales y curriculares integradores y flexibles, que permitan una formacin integral, que abarque tanto competencias acadmicas, personales y de desarrollo social, como competencias emprendedoras. Igualmente es preciso tomar en cuenta una creciente demanda de educacin permanente y constante actualizacin que el mundo del trabajo y el saber siempre cambiante traen consigo, lo cual repercutir en una mayor diversificacin de certificaciones y en el incremento de la importancia cualitativa y cuantitativa de los postgrados. Del mismo modo, la necesidad de insertarnos con autonoma en las fronteras del conocimiento avanzado exige incorporar las nuevas tecnologas de informacin y, sobre todo, otorgar absoluta prioridad a la investigacin como funcin clave de la universidad de hoy.

Todo ello plantea la necesidad de establecer instancias de aseguramiento y promocin de la calidad acadmica como poltica de Estado, que permita remontar el deterioro que su ausencia ha producido. La perspectiva holstica, transdisciplinaria, en la formacin acadmica, el fortalecimiento de los postgrados en un lgica de educacin permanente, la exploracin de modalidades educativas alternativas posibilitadas por la informtica, el trabajo de investigacin interdisciplinario y la diversificacin de opciones de cualificacin, debern ser atendidos en trminos prospectivos como orientaciones estratgicas para la definicin de polticas de Estado en la educacin superior, a fin de asegurar su calidad.

Por otra parte, en la definicin de las polticas de aseguramiento de la calidad acadmica, es preciso tener clara conciencia de que la importancia adquirida por la tecno ciencia como factor de poder en el mundo moderno, presiona por la introduccin en el mbito universitario de los criterios de rendimiento y eficacia como patrones de calidad con pretensiones sustantivas. Trminos como adaptacin, competitividad, supervivencia, logro y rendimiento, provenientes del mundo militar y empresarial, han sido incorporados, frecuentemente de modo acrtico, en el vocabulario universitario, induciendo al fortalecimiento de una visin estrechamente tecnocrtica de las tareas universitarias, perdiendo de vista que tales nociones operatorias adquieren su orientacin y predominio desde un horizonte poltico cultural -y en ltima instancia valorativo- que es preciso reconocer para evaluar en qu medida su imposicin favorece el desarrollo de nuestras potencialidades como colectividad. A la universidad le corresponde tambin aquella tarea de tematizar con sentido crtico los horizontes de sentido en que discurre la accin. Se trata de una tarea de importancia capital para definir las condiciones de posibilidad de nuestra posicin autnoma en el mundo contemporneo.

Desde la dcada pasada, hay, de hecho, una visible presin sobre los decisores de poltica en las universidades, en el sentido de una evaluacin permanente de la calidad acadmica y de la gestin. Se trata de una tendencia proveniente de espacios mayores a los del mbito nacional. Una tendencia manifiesta como parte del proceso de globalizacin que se ha acentuado en las ltimas tres dcadas sobre la base de la entrada en escena de nuevas tecnologas de manejo de la informacin y las comunicaciones que dan acceso a informacin abundante en tiempo real.

Tratndose de una tendencia internacional, la evaluacin de la calidad acadmica y de la gestin como soporte de ella se efecta atendiendo a algunos estndares igualmente compartidos por la comunidad acadmica internacional, los mismos que se operativizan en un proceso denominado acreditacin. Es de notar que esta es una tendencia que habiendo tomado cuerpo en la esfera de la produccin actualmente se manifiesta en todos los mbitos de la accin social.

Vivimos en una poca caracterizada por la tendencia a la conversin de todo lo disponible en recurso. As, la modernidad ha convertido la naturaleza en recursos naturales, dispuestos para ser explotados. En esa perspectiva el propio ser humano se ha convertido en un recurso, cuyo empleo debe ser optimizado; se habla as de recursos humanos. Teniendo enfrente recursos se supone que lo que corresponde es emplearlos con el mayor grado de eficiencia, de modo que puedan rendir lo ms posible. Es la lgica del sistema, que algunos reproducen sin percatarse de ello. Como se sabe, la eficiencia se suele definir como el logro de ciertos objetivos con el menor nmero de recursos posible. Lo cual permite hablar de la productividad de aquellos recursos; la misma que debe ser evaluada de continuo. En esa lgica, los conocimientos tambin constituyen recursos. Ms an: constituyen el principal recurso; aquel cuya aplicacin permite mejorar la productividad de los otros recursos.

Se trata, por tanto, de una tendencia que no podemos ignorar; de exigencias y retos que no podemos dejar de afrontar. Lo que s nos corresponde como comunidad universitaria, es afrontar estas exigencias de manera crtica, con definiciones propias de las variables a elegir para evaluar la calidad acadmica. Tomar prestadas definiciones producidas sobre este tema en otros pases, sin haber evaluado su pertinencia al nuestro, revelara una inaceptable incomprensin de lo que est en juego en este terreno.

Inevitablemente, alguien debe definir los criterios con los cuales juzgar la calidad acadmica. Si no lo hiciramos nosotros, lo harn otros, imponindonos sus trminos, que bien podran no ser del todo adecuados para construir la universidad que queremos. Por tanto, es (o debera ser) obvio que la definicin de los criterios de calidad acadmica que sern aplicados en una universidad suponen una discusin detenida de qu tipo de universidad queremos, lo cual, a su vez, implica definiciones bsicas de qu tipo de pas queremos construir, sobre la base de una comprensin lcida de en qu mundo vivimos y cules son sus tendencias fundamentales.

Al procesar una discusin de ese tipo, lo que estaramos haciendo es enjuiciar crticamente la calidad de las orientaciones y procesos acadmicos, as como los de la gestin acadmica, tomando como criterio cun pertinentes son, para la construccin del pas que queremos; es decir, atendiendo a su impacto social; a la medida en que permiten fortalecer capacidades productivas, estructuras sociales y patrones culturales inclusivos, condiciones bsicas para alcanzar mejores condiciones de vida para todos los peruanos. Procediendo as, actuamos con autonoma. Siguiendo definiciones trazadas por otros, hacemos sacrificio de nuestra autonoma y renunciamos a definir por cuenta propia qu tipo de universidad y sociedad queremos construir.

http://files.pucp.edu.pe/departamento/economia/DDD370.pdfDOCUMENTO DE TRABAJO N 370 LA EDUCACIN SUPERIOR EN EL PER: SITUACIN ACTUAL Y PERSPECTIVAS Jos S. Rodrguez y Lisset Montoro Diciembre, 2013LA EDUCACIN SUPERIOR EN EL PER: SITUACIN ACTUAL Y PERSPECTIVAS Jos S. Rodrguez y Lisset Montoro RESUMEN En relativamente poco tiempo la educacin bsica en el Per ha conseguido cubrir, en trminos de asistencia, a la mayor parte de la poblacin en edad escolar. Ms de 95 de cada 100 personas de las nuevas generaciones culmina la primaria y cerca de 85 de cada 100 culminan la secundaria. Esto ltimo ha implicado una creciente presin sobre la educacin pos-secundaria que se ha canalizado a travs de la educacin superior que tiene dos variantes: no-universitaria y universitaria. Segn la informacin ms reciente disponible para el conjunto de la educacin superior, en el 2008 postularon a una vacante poco ms de 600 mil personas y fueron admitidas poco ms de la mitad. El nmero de postulantes de ese ao excede largamente el nmero de egresados de 5 ao de secundaria del ao anterior. Esto indica que hay una demanda de educacin superior no cubierta y que ao tras ao se ve incrementada pues el volumen de los admitidos es inferior al nmero de egresados de la secundaria. Por el lado de la oferta, en el 2011 haba ms de un centenar de universidades en funcionamiento y algunas ms en proceso de constitucin. Un ao antes, en el 2010, haba alrededor de 1,100 instituciones de educacin superior no universitaria. Si bien el nmero de instituciones de este tipo supera al de las universidades, en trminos de matrcula, las universidades concentran la mayor de la misma. En las ltimas 3 dcadas, sino un poco ms, el nmero de instituciones de educacin superior ha crecido muy rpidamente pero ms rpido ha crecido el sector no universitario. Estas figuras podran ser alentadoras pues as como la cobertura de la educacin bsica ha mostrado importantes logros, podramos decir que la expansin de la cobertura en la educacin superior es un resultado deseable. Sin embargo, la evidencia de algunos estudios muestra que habra un importante subempleo por calificacin particularmente presente entre las personas con educacin superior (Herrera 2006). Por otro lado, otros trabajos han mostrado que los retornos econmicos de invertir en educacin superior no solamente son bajos sino que pueden ser hasta negativos (Yamada 2006). Todo esto configura una educacin superior cuya calidad en conjunto puede estar siendo puesta en tela de juicio. Una rpida mirada del marco institucional sugiere una gran debilidad para la regulacin de la oferta de este nivel educativo. Cdigo JEL: I23, I28 Palabras clave: Per, educacin superior, educacin universitaria, educacin superior no universitaria