8/2/2019 Tercero - Esa Maldita Sonrisa

1/1

Terico 3: Esa maldita sonrisa

El humor, como discurso, como relato, puede ingresar a las relaciones de poder desde muchoslugares. Relacionarse con la vctima, y convertirse en humor de resistencia, o relacionarse conel poder opresor, y convertirse en generador de vctimas y reproductor de discursos, que endefinitiva es la reproduccin de una situacin, un modelo, un sistema.

El problema del humor es que es muy seductor. A quin no le gusta rer? Y cuando hablo dereir, me refiero precisamente a ciertos mecanismos que nos hacen rer, salvando lasdiferencias, por encontrarnos en situaciones similares frente a la vida cotidiana. Henry Bergson,en su ensayo titulado La risa describe, desde Pierrot hasta los tiempos de furor de lasslapstick comedies, que mecanizar, hacer pasar por mecnicas las situaciones de la vida

cotidianas, causan risa. Comparar la vida natural y naturalizada del hombre con animales,mquinas o procesos mecnicos hace poner la percepcin de esa situacin en otro plano,anormal, y causar gracia.

El caso de Nik, su personaje Gaturro, en los diversos productos del grupo La Nacin, ha hechopor mucho tiempo una bajada de lnea poltica desde el lugar de desnaturalizar sitaciones ypersonajes polticos. Desde el personaje del gato u operando directamente sobre la figura defiguras pblicas, tiene ese privilegio. Ese lugar de inocencia desde el humor para introducirdiscursos sobre figuras pblicas y situaciones que circularn ms o menos pero que tendrnlugar en la marea de discursos para ser interpelados por las relaciones sociales y convertirseen saberes, y por qu no, en verdades.