Teatro de Brecht

7/26/2019 Teatro de Brecht

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Teatro de Brecht. Una respuesta a nuestro tiempo?Manfred Wekwerth

El ttulo del trabajo que les presento lo he escrito entre signos de

interrogacin. Es por lo tanto una pregunta que planteo. Y con seguridadse espera de m, que sin vacilar, la responda afrmativamente. Pero no lohar, y ello por dos motivos.

El primero es nuestro propio tiempo, que cada ve m!s est!a"ectado por un accionismo irre#e$ivo, caracteriado por una rigurosae"ectividad, por la incondicional necesidad de $ito y un ahorro de todotipo de despil"arro, tanto en pensamientos como en paciencia. %e danrespuestas antes de que se planteen las preguntas. %e anuncianresultados antes de haber investigado. %e califca algo de correcto oincorrecto, de bueno o malo, no porque se haya reconocido que lo es, sinopara adaptarlo a conocimientos e$istentes o deseados. &as empresas deenvergadura no requieren ya ning'n tipo de "undamentacin, pues sellevan adelante tambin, para encontrar "undamentaciones. &o que esrealidad determina su efcacia, esto es( que algo llegue a ser realidad es loque decidir! su efcacia. En la ciencia algo as conduce a la ridicule. En lapoltica, a la cat!stro"e, cuya e$presin actual es el golpe preventivo. ElEmperador )uillermo tuvo que esperar por los disparos de %arajevo paraatacar a %erbia, que lo molestaba desde haca tiempo. El propio *itlernecesitaba el ataque a la emisora alemana en )lei+it que llev a cabocon soldados alemanes vestidos como polacos- para invadir Polonia e

iniciar la %egunda )uerra undial.

En el presente resultan super#uos esos mviles. &a propia guerra esun mvil sufciente, pues se necesita la guerra para encontrar motivos. Eincluso cuando no se encuentran motivos, esto no constituye una ranpara poner fn a la guerra, porque deliberadamente y de un modoprecristianomaniqueista se ha dividido al mundo en buenos y malos/ yuno mismo se ha asignado el papel del bueno que est! amenaadoconstantemente por el reino del mal y los bribones. 0Y quin puedeatreverse a evitar que un agresor que representa lo bueno se defenda desu vctima que representa lo malo1 Por el contrario. Ya que el bueno tienee2 derecho no slo del bien sino tambin de ser el m!s "uerte, lo tienetambin para autodenominarse protector de su vctima y como en losviejos tiempos de la &ey %eca en 3hicagopoder e$igir dinero deproteccin 4en la actualidad en "orma de petrleo, onas de libre comercio,bases militares y servilismo5.

El otro motivo por el cual no puedo responder de inmediato a lapregunta de si el teatro de 6recht es una respuesta a nuestro tiempo, es el

propio 6recht. 7l detestaba las respuestas r!pidas. 8un cuando tena unarespuesta y le gustaba, la cuestionaba precisamente por el hecho degustarle. 6recht lo llamaba 9actitud crtica9, que no es slo una clave de supensamiento y conducta, sino tambin de su teatro. 3alifcaba la dudacomo objetivo b!sico de la especie humana, la cual hio posible el


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surgimiento del hombre y en el presente a'n lo permite. 8l elogio a laduda le dedic 6recht algunos de sus m!s hermosos poemas. %inembargo, en un pasaje de su obra Vida de Galileo Galilei -considerabamayormente una polmica de las ciencias naturales6recht, como pocasveces, o"rece una in"ormacin clara sobre su muy personal mtodo para

conocer y modifcar el mundo. %e trata de la Escena :, en la que )alilei,pese a la prohibicin impuesta por la ;nquisicin, retoma susinvestigaciones. ui!s sean vapores, qui!s sean manchas, lo que nos vendramuy bien supongamos mejor que son colas de pescado % locuestionaremos todo, lo cuestionaremos otra ve 91 no avanaremos conbotas de siete leguas, sino a la velocidad del caracol. Y lo queencontremos hoy, lo tacharemos ma?ana en la piarra y lo volveremos aescribir cuando lo hayamos descubierto nuevamente, Y le que nosotrosdeseamos encontrar, una ve hallado, lo miraremos con grandesconfana. Es decir, @que observaremos el %ol con la tena decisin dedemostrar la @nmovilidad de la =ierra2 Y cuando hayamos "racasado,cuando estemos derrotados completamente y sin esperanas, relamiendonuestras heridas, con el animo por dem!s abatido, comenaremos apreguntarnos si acaso no tendremos ran, @y la =ierra s giraA Pero si senos escurre de entre las manos cualquier otra suposicin entonces nohabr! perdn alguno para los que no han investigado, pero que sin

embargo hablan. @%aquen ei pa?o del telescopio y dirjanlo hacia el %ol2 Bocomenaremos nuestras re#e$iones sobre el teatro de 6recht diciendo quesu teatro es una respuesta a nuestro tiempo, lo cual nos resultara muyconveniente, sino que escribamos en la piarra -siguiendo el consejo de)alilei( El teatro de Brecht ha sido superado por el tiempo.Y busquemoslas mejores objeciones posibles que lo demuestren.

PRIMERA B!E"I#$E& =E8=CD E 6CE3*= E%


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poca- a "avor de la ense?ana. ;ndependientemente de que las obrasdid!cticas de 6recht "ueran la reaccin a una poca de "ranca lucha declases contra el "ascismo, en que nada era m!s necesario que elconocimiento poltico, estas obras no son 9escuelas que quieren seducirpeligrosamente al p'blico mediante ideologas9, pues no estaban

concebidas para instruir al p'blico sino a los actores. 8l e$poner lascontradicciones sobre el escenario, su objetivo era aprender a en"rentarlas contradicciones en la lucha de clases. Y eso tambin con un dis"rute dela actuacin, y no slo con el objetivo de aleccionar. 0Pero qu es entoncesel 9teatro de 6recht91 8nte todo es teatro. Y el teatro consiste al menosdesde su punto de vista- en 9que se creen entre los seres humanos vivasim!genes de acontecimientos tradicionales o fcticios, y ello con elobjetivo de entretener9. ientras que se esperaba que 6recht en L:MO, alregresar de la emigracin, retomara las pieas did!cticas, para hacerentrar en raones a los vencidos y a la gente con"usa, precisamente enesta poca escribi su Pequeo organon para el teatro: %i se habla de9teatro de 6recht9 se deber! tener presente que en este teatro no tienelugar un aleccionamiento que no sea entretenido. Bo habr! floso"a nipoltica sin entretenimiento y placer. E"ectivamente, l complet en ladcada del Q la tesis de que lo importante en el teatro es no slointerpretar el mundo, sino modifcarlo, y lo hio con las siguientespalabras( 9Bo es sufciente con e$igir del teatro conocimientos e im!genesinstructivas del mundo. Buestro teatro tiene que despertar el deseo deconocer, de organiar elplacer de modifcar la realidad. %i se e$aminan loste$tos de 6recht no 'nicamente en sus contenidos, sino en cuanto almtodo de probabilidad estadstica, por ejemplo, la "recuencia en que

determinados giros se repiten, se har! un sorprendente descubrimiento(conceptos como 9conocer9, 9modifcar9, 9producir9 aparecen slo en rarasocasiones. 3asi siempre se habla del placer del conocimiento, el deseo demodifcar, la alegra de la dialctica, la pasin de producir, la gracia de locontradictorio, el dis"rute de la vivacidad de los hombres, las cosas y losprocesos, etctera.

3uriosamente, estos conceptos se pasan por alto porque salta m!s ala vista la errnea imagen del racionalista 6ertolt 6recht. %e prefere ela"errarse al conocimiento 9puro9, la productividad 9pura9, el conocimiento9puro9, la orientacin 9pura9, sin el teatro.

En las 'ltimas conversaciones que sostuve con 6recht en L:R, sequejaba amargamente de que su teatro era considerado como 9noingenuo9. 3mo si l quisiera sustituir el teatro por la ciencia. En realidadincluye las ciencias no para disminuir el dis"rute del teatro. Por elcontrario, quera aumentarlo. el mismo modo que en su poca%haKespeare asimil los 'ltimos descubrimientos cientfcos para crearpasiones, bromas y fguras totalmente nuevas que se haban perdido delviejo teatro. En aquella poca se tradujo por primera ve Plutarco al ingls,y %haKespeare lo utili de inmediato para su tragedia oriolano. D =om!s

oro, el autor de !top"a. %u historia de la vida de Cicardo ;;; 4que es porcierto una "alsifcacin5, %haKespeare la elabor de inmediato paraconvertirla en una obra de teatro, probablemente una de las pieasteatrales m!s efcaces en el escenario. Pero tampoco ar$ -comoe$pres 6recht en el oto?o de L:R se puede concebir sin conceptos


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como placer, diversin y dis"rute. Y tambin en su caso se prefere pasaresto por alto. %in embargo, e$presa en los #undamentos de la econom"a

pol"tica$, 9la fnalidad de la sociedad y la fnalidad del hombre es el propiohombre. El hombre es fnalidad en s9. esde luego que para comprender yalcanar esto seran necesarios todo tipo de es"ueros sociales. Pero

socialiacin no querra decir borrar al hombre como individuo, sinobrindarle la oportunidad de desarrollar su individualidad, es decir, sucualidad de ser di"erente, y as, al decir de ar$( 9llegar a la universalidadde las cualidades, capacidades, placeres, etctera.9

*ay una "rase que a'n recuerdo de entonces, con la que 6rechtinterrumpi la conversacin( 9@ar$ y el igualitarismo2 >u absurdo.Precisamente cuando todos se encuentren en el mismo nivel se notar!nsus di"erencias.9 Por consiguiente, antes de hablar de 9teatro de 6recht9hay que saber que uno est! hablando de teatro. =eatro pleno conpersonajes redondos, vitales, contradictorios, poticos. 3uando se estrenEl circulo de ti%a caucasiano, en el que tuve la suerte de ser codirectorjunto a su autor, 8ngeliKa *ur+ic, quien encarn el personaje de )rusche,se present consternada ante l porque el p'blico haba llorado al fnal -cuando 8daK, el escribiente de la aldea, le adjudic el hijo de la mujer delgobernador. &a tranquili dicindole( 9Entonces has actuado bien tupapel9. %eg'n 6recht, el p'blico haba llorado en contra de sus propiosintereses, pues esa misma gente no estara de acuerdo que en sus propiasvidas la propiedad se distribuyera no por el derecho de herencia, sino porel de la utilidad. Y para lograr algo es preciso remover primero las cosas.

%E&U$'A B!E"I#$6CE3*= EC8 8CS;%=8 Y >


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mar$ismo, el cual nunca se apaga. e este modo, la derrota del socialismopuede darnos a conocer tambin que sin el verdadero poder del pueblo nohabr! socialismo. Es decir, que la propiedad del pueblo se convierte en talslo a partir de la asuncin real de las empresas por los productores. 8ques v!lida tambin la advertencia de 6recht( 90>u son los Estados sin la

sabidura del pueblo19 D como lo e$pres m!s radicalmente *einer Xller(9En la


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viera en el ascenso del capitalismo tambin su descenso. En relacin conesto le gustaba relatar una ancdota de los a?os Q( *enry Tord, el m!sviejo, le muestra con orgullo a Philippe Ceuther, presidente del sindicatode trabajadores de la industria automovilstica, una nave en la que slotrabajan m!quinas autom!ticas. 9Estas m!quinas autom!ticas9 -deca

*enry Tord 9no van a irse a la huelga9. 8 lo que Ceuther le respondi(9Pero tampoco van a comprar automviles9.

Pero no 'nicamente las obras de 6recht, sino tambin el modo dellevarlas a escena, es decir, su 9e$tra?amiento9, merece nuestra atencin,en un mundo que gusta ensalarse para que no lo reconocan. %e habla de9democratiacin9 cuando se asalta a un pas y se restaura el capitalismo.8 los que se les veda el saber mediante la reduccin de los presupuestoseducacionales, la escase de maestros, las matrculas pagadas y el culto ala lite, se les dice que vivimos en una 9sociedad de los conocimientos9. Yesa 9sociedad de la in"ormacin, de la cual se afrma sustituy a2capitalismo9, convierte toda in"ormacin en una mercanca cuyo valor noes la propia in"ormacin, sino su comercialiacin.

8qu el e$tra?amiento, es decir, la observacin que detr!s de lohabitual descubre las causas poco comunes, es en el presente un medioapropiado del teatro, y adem!s, la oportunidad para orientarse en la vidacotidiana. =ambin hay hechos graciosos. *ace poco me encontr con unmillonario suio que estaba muy atribulado. Es due?o de una empresae$itosa y tiene dos hijos, uno de seis y otro de die a?os. %u preocupacinera( 03mo debo educar a mis hijos1 3omo buen cristiano desea que

lleguen a ser buenos cristianos y eso signifca( 98ma a tu prjimo como a timismo9. Pero sus hijos en alg'n momento tendr!n que hacerse cargo de laempresa, y ah sera perjudicial lo de amar al prjimo, pues lo queprevalece es( @8bajo @a competencia2 Este suio encontr de nuevo su paespiritual cuando le di a leer El alma buena de Sechu+n. &a buena %hen=e4que todo lo hace bien5, y el malvado primo %hui=a 4que sin clemenciacompensa las prdidas por ser buena5 y todo eso en una persona- lepareci al millonario, una salida viable para su crisis de "e.

%in embargo, pese al renacimiento de 6recht, del actual y del que seespera, esto no debe querer decir que 6ertolt 6recht lo previo todo y que

nunca se equivoc. %u "e en los trabajadores y su clase, por ejemplo, laque en l tena rasgos casi religiosos, no se cumpli. %u "rase( 9onde hayun trabajador no todo est! perdido9, e$presada en L:W en a madre,desde aquel momento demostr ser una utopa. uchos trabajadoresvotaron a "avor de *itler. Y al igual que anta?o, hoy tiene que ser unautopa( el miedo a perder el puesto de trabajo, y a un gigantesco ejrcitode desempleados, organiado por el capital mediante la supresin de unmovimiento obrero de ciento cincuenta a?os a lo cual se suma unacampa?a en los medios de comunicacin nunca antes vista, que lopresenta como sin alternativa- han provocado que muchos trabajadores

ya no luchen contra la e$plotacin, sino por dejarse e$plotar.0Pero se debe renunciar a todas las utopas porque una no se materiali1&a prdida de @as utopas equivale a la prdida de la voluntad de vivir. Yprecisamente el "ortalecimiento de la voluntad de vivir es el objetivodeclarado de la actividad artstica, al menos seg'n 6recht. D como lo


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e$presa el flso"o NXrgen *abermas( 9Pensar sin utopas es un desierto sinoasis9. e la utopa de 6recht acerca de una comunidad de productoreslibres que materialia la emancipacin, la igualdad de oportunidades, y lajusticia, queda la esperana de que tambin en el presente se encuentrenpersonas que sientan, reconocan y hagan desaparecer lo insoportable de

la situacin.

8CS E%=U


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demolicin social con su desastroso desempleo, ni el regreso de la guerracomo continuacin de la poltica por otros medios. Y tampoco pudo evitarel resurgimiento del "ascismo, aunque se presentaron en esta pocaprecisamente obras como &ae'itable ascensi0n de 1rturo !i y Santa (uana de los mataderos, que se

oponan directamente a esos acontecimientos.

3on "recuencia la renuncia al teatro poltico por parte de losdramaturgos no es rechao sino resignacin. Pero la decepcin por 2a "altade e"ecto del teatro es en realidad un resultado de sobrestimar el teatro,por la opinin de que el teatro por s solo puede cambiar el mundo. 6rechtnunca afrm que el teatro por s solo poda cambiar el mundo. El teatropuede impulsar o "renar movimientos polticos que e$istan en la sociedad,pero no puede sustituirlos.

esde luego que en la revitaliacin de movimientos polticos puedem!s que todas las otras mani"estaciones artsticas. Es seguro que &asbodas de #"garo, de 6eaumarchais, no provoc la Cevolucin Trancesa,pero en la situacin revolucionaria de LOZM desat un movimiento quetuvo como continuacin directa la toma de &a 6astilla. a 'ida de GalileoGalilei no pudo evitar la bomba atmica, pero con seguridad redujo eln'mero de partidarios de esa arma, y despert algo as como unaconciencia mundial.


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revoluciones, como precisamente 4"as espl*ndidos, de 6eaumarchais. &arenuncia a la poltica, que se apodera en la actualidad de los teatros, no esprecisamente ausencia de poltica, sino poltica equivocada. Es 9inmadurepor propia culpa9, como ya "uera criticada por Emmanuel [ant. Pero 6rechtavana un paso m!s alla en Pequeo organon para el teatro:

%in opiniones e intenciones no se puede construir im!genes. %insaber no se puede mostrar nada/ 0cmo saber entonces lo que vale lapena saber1 %i elespectador no quiere ser un papagayo o un mono tieneque apropiarse de los conocimientos de la poca sobre la convivenciahumana, participando en las luchas de ciases.

(UI$TA B!E"I#$E& E%=;&D. 6CE3*= >


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niegan sus interrelaciones contra un mundo que est! detenido, desarroll6recht su teatro, el cual califc de 9no aristotlico9.

3omo se sabe, en su Po*tica, 8ristteles considera que latrascendencia de la tragedia radica, en que mediante la simulacin de una

accin, se despierta en el espectador temor y compasin. El actor seidentifca totalmente con el personaje que est! representando, y provocaque el espectador haga lo mismo que l, que sienta el destino de loshroes como propio, con el objetivo de que en el "uturo la compasinquede purifcada por el temor y la pasin. 9Esta purifcacin9, escribe6recht en sus notas sobre 8ristteles, 9se produce debido a un peculiaracto psquico( la AempatiaA del espectador con respecto a los personajes dela trama, los cuales son simulados por los actores9. En relacin con esto,6recht nos remite a 3icern, quien relata que el actor romano Polus -paradespertar la compasin del p'blico en su papel de Electra, que llora lamuerte de su hermano- llev en braos la urna con las cenias de su hijoque acababa de morir.

3ontra un teatro de la mera empatia escribi en LOO enis iderotsu Paradoa del comediante. En los albores de la ;lustracin, a iderottampoco le bastaba el teatro para la mera simulacin de la naturalea ysus sensaciones, para -como escribi 9llegar del hombre que siente alhombre que piensa9. iderot sostena que la propia pasin del actor sobreel escenario no conduce a grandes sentimientos, sino que 9con una menteserena y un e$celente discernimiento9, es capa de imitar grandessentimientos que haya observado en los hombres. Y cuanto menos los

comparta en el escenario, m!s efcaces ser!n. E"ectivamente, paraconservar la 9mente serena y un e$celente discernimiento9 iderotrecomienda incluso desarrollar los sentimientos contrapuestos( por lotanto, en una escena de amor, tambin los de la posible aversin/ en unaescena pattica, los de su contrario prosaico.

Bo hay dudas de que el clima$ del teatro de la empatia "ue el9mtodo9 de2 gran re"ormista teatral [onstantn %. %tanislavsKi. 3on sue$igencia de la 9verdad de los sentimientos9 en el escenario se rebelcontra los rgidos clichs del teatro cortesano de la poca, logr grandese"ectos realistas. %in embargo, tambin l, despus de las grandes

trans"ormaciones revolucionarias en Cusia, tuvo que llegar a la conclusinde que para representar las nuevas contradicciones sociales ya no bastabala mera empatia. En sus montajes posteriores e$iga de los actores,adem!s de la empatia con los personajes, la crtica de estos, y 9acciones"sicas9 para indagar en los sentimientos de los personajes.


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cuando se simulan a la per"eccin verdaderos en"rentamientos entreverdaderos contendientes polticos. =ambin contra el abuso del 9teatro dela empatia9 6recht desarroll su 9teatro no aristotlico9, que crea unanueva relacin con respecto al hroe sobre el escenario. El objetivo ya nosera que de 9"orma guiada9 e2 Espectador siga el destino del hroe, sino

que 9pueda intervenir con su propia opinin9.

)racias a la tcnica conocida como e$tra?amiento, se impide lasimple empatia del espectador, de modo que este, a partir de unadistancia consciente, pueda ir m!s all! del horionte subjetivo delpersonaje, para descubrir ne$os y contradicciones de las que e2 propiopersonaje no tiene conciencia, pero que son las que permiten comprendery e$perimentar realmente su conducta y car!cter. 8l mismo tiempo, lo9m!s lgico9 y lo 9m!s natural9 se presenta de manera que provocaasombro en el espectador( el paso m!s importante para el conocimientopero tambin para el entretenimiento. 6recht llama a esto la 9actitudcrtica9 del espectador y tambin del actor.

En cambio, el teatro 9aristotlico9 se vale de la 9magia9 inherente alteatro, justamente el arte de 2a ilusin, de con"erirle a los acontecimientosy al car!cter del hroe, as como a su conducta, el aura de lo 9'nicoposible9, de lo 9impuesto para siempre por la naturalea9 4o con el trminode 6recht( de 2o 9siempreno95, y de esa "orma los priva de la posibilidad detrans"ormarse. El teatro 9no aristotlico9, en cambio, por su propia "ormade representacin induce al espectador a no aceptar como "atales al hroey su conducta, sino complementar en su mente, durante la escenifcacin

de la obra, los acontecimientos representados con otros posibles. ebido aesto los acontecimientos pierden su naturalea de lo 9siempreno9, y 9sehistorian9. En sus adiciones al Pequeo organon para e6 teatro, 6recht loe$presa del modo siguiente( Para que de un modo teatral se puedamani"estar y se pueda criticar lo particular de los modos de conduca ysituaciones representadas por el teatro, e2 publico tabular! adicionalmenepensando en otros modos de conducta y situaciones, y los comparar!,siguiendo la trama, con los que la obra le presenta. e esta manera elpropio p'blico se convierte en narrador. Por consiguiente, el 9teatro de6recht9 no reduce los abismos, !ngulos y aristas de este mundo parainstruir al espectador, desde una distancia objetiva. Por el contrario, el

9teatro de 6recht9 signifca la revelacin de contradicciones y laparticipacin activa del espectador, no como mero observador, sino comoparticipante involucrado. El objetivo del teatro brechtiano no es resolverr!pidamente las contradicciones en el escenario para que el espectador sesienta pronto liberado. Por el contrario, el teatro brechtiano quiere elevarlas contradicciones hasta lo insoportable, de manera que el espectadorcuestione la tolerancia y la paciencia, las cuales impiden lastrans"ormaciones. e esta manera, teatro brechtiano es el intento porintroducir movimiento en todo lo que est detenido, ya sea por costumbre,cotidianidad, rutina o ideologa. 8l fn y al cabo, el principio del

mo'imiento, y a 6recht le gustaba hablar de 9dialectiar9, "ue en realidadla esencia de todos sus es"ueros en el teatro y con el teatro. Esa miradade asombro con la que el actor se apro$ima a su papel, y la mirada deasombro con la que el espectador observa el escenario, son capaces demostrar como proceso todo lo que se est! representando, es decir, de


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ponerlo en movimiento, incluso lo que est! paraliado. 6recht valorabamucho la obra de %amuel 6ecKett Esperando a Godot. ;ncluso poco antesde su muerte estaba planeando su puesta en escena en el 6erlinerEnsemble, pero no lleg a materialiarse. El estancamiento total delmundo que muestra esta obra, y que en el teatro convencional conduce al

aburrimiento, debera haberse convertido con el estilo de 6recht en unacontecimiento asombroso, cuando el espectador no compartiera laespera en el escenario, sino que, e$tra?ado por esa conducta, opusiera aella su impaciencia. Estragn y Vladimir, que esperan por )odot, no seranen 6recht simplemente vagabundos sino desempleados. El hecho de queunos desempleados no estn esperando por trabajo sino a )odot, haceque el suceso sea todava m!s asombroso, sencillamente bu"onesco.

3on "recuencia se le reprocha a 6recht que en su obraantiguerrerista -adre orae / sus hios, el personaje de adre 3oraje,que lo ha perdido todo por la guerra, no aprenda la leccin y al fnalcontin'e en la guerra. %in embargo, en una escenifcacin correcta la3oraje no deber! aprender nada para que el espectador aprenda. Esprecisamente su incapacidad de aprender, llevada hasta el e$tremo, loque provoca la incomprensin del espectador. Y no es slo el sentidocom'n del espectador lo que critica la incapacidad de aprender de adre3oraje, sino precisamente sus sentimientos, entre ellos el m!s importantecuando se trata de un nuevo criterio( el temor.

En los 'ltimos a?os de su labor, 6recht hablaba a menudo de laingenuidad de su teatro, sin la cual no se poda comprender y mucho

menos hacerlo. Bo se re"era a la ingenuidad primitiva, que es lo contrariode la re#e$in. %e re"era a la ingenuidad que sigue al an!lisis. %eg'n6recht, no basta simplemente con que al fnal de una de sus obras elespectador tenga nuevos conocimientos. Esos conocimientos que el teatropor supuesto tiene que transmitir, a la ve tiene que trans"ormarlos enreacciones ingenuas( en temor, pesar, en protesta, ira, en asombro. Perotambin en risas, burlas, diversin y alegra. %on estas reaccionesingenuas las que le transmiten al pensamiento el 9n'cleo ardiente9 de laaccin. En el sentido de una e$periencia ingenua que en el teatrobrechtiano tiene que seguir a nuevos conocimientos y criterios, y queconvierte el pensamiento puro en el pensamiento activo tan apreciado por

6recht. 7l hablaba de la 9actitud crtica9 como 9actitud e$cepcionalmenteartstica9, puesto que la 9actitud crtica9 que adoptan el actor y elespectador convierte en placer el conocimiento del mundo y laparticipacin en su trans"ormacin. Es ese placer que en #undamentos dela cr"tica de la Econom"a Pol"tica, ar$ ve en la 9actividad vital consciente9del hombre, cuando este se descubre de nuevo en sus obras como 9seractivo9 y dis"ruta esa actividad. e igual modo es en el teatro, cuando elespectador se convierte de simple espectador en participante activo,como lo deseaba 6recht. 3uando en una ocasin le pregunt a quin legustara tener como espectador, respondi simple y llanamente( a 3arlos

ar$.En la dcada del WQ 6recht califcaba su manera de hacer teatro

como 9teatro pico9( la actuacin de los actores en el escenario cuentahistorias que convierten en narrador al propio espectador. Y la "!bula, es


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decir la historia, es el n'cleo del teatro, un aspecto en que 6recht coincidecon 8ristteles. 3on posterioridad, en los a?os Q, ocupado en encontraruna "orma potica para las trans"ormaciones sociales que se estabanoperando en el Este de 8lemania, hablaba de 9teatro dialctico9. %inembargo, para la combinacin de los conocimientos flosfcos con los

placeres elementales 4es decir, de la ingenuidad5, que intent en los'ltimos a?os de su labor teatral, ya era insufciente esta denominacin.Por 'ltimo -por cierto con mucha cautela a'n- hablaba de 9teatropopular flosfco9.

=odo eso est! muy bien, escucho decir, esa es la teora. 0Pero dndeesta la pr!ctica1 0nde se encuentra en estos momentos el 9teatropopular flosfco91 0nde se encuentra hoy a 6recht1 0Est! 6rechtpresente donde se escenifcan sus obras1 %in embargo, precisamenteporque en la propia 8lemania se presentan de nuevo sus obras, se observacuan ausente puede estar, especialmente cuando se trata de sus obras.Por ejemplo, cuando se las presenta sin 9tomas de posicin n intenciones9o slo para lograr una buena recaudacin de taquilla.

Cecientemente asist a una representacin de -adre orae, por lodem!s de un a"amado director, que con la h!bil banalidad de loscorrespondientes seriales televisivos achata la emocionante historia de lacomerciante y su hijos hasta un punto en que irritado por el aburrimiento- al fnal uno se pregunta si 6recht era a fn de cuentas un dramaturgo. DBaal, en el =eatro Bacional de \eimar, donde la obra se malogra con elviejo garrote del simbolismo porque a cada momento se celebran

signifcados antes de contar la historia. %in embargo, 0cmo se determinaen la actualidad la presencia de 6recht1 0Es el estilo de 6recht1 4del queslo se sabe que no lo tena, pues como director cambiaba los recursosestilsticos en cada nueva puesta en escena5.

>ui!s ayude a comprender mejor una observacin que hiciera enuna ocasin el compositor y amigo suyo, *anns Eisler, quien se dice loconoca mejor que l mismo. 9&o gestual se?alaba Eisler es uno de esosaportes geniales de 6recht. &o descubri del mismo modo que Einsteindescubri su "amosa "rmula9. %eg'n esto, el lenguaje, que el propio)oethe consideraba el recurso principal del teatro, es decir, la palabra

hablada, no es en realidad el lenguaje del teatro, al menos no es surecurso principal. El lenguaje del teatro es el gestus, una creacin le$icalde 6recht.

El gestus es la actitud que un hombre, en una determinadasituacin, asume con respecto a otro hombre, y que determina todos susmedios de e$presin( su postura corporal, su tono al hablar, sus gestos, lae$presin de su rostro, en suma, todo. e modo que el lenguaje resultae"ectivo en el escenario a partir del momento en que est apoyado por undeterminado gestus, especfcamente el de una situacin concreta( se

discute, se persuade, se o"ende, se pide, se e$ige, se rechaa, se invita, semaldice, se conmina, se ordena, se adula, se condena, se abra%a,etctera. 6recht estar! presente en el escenario donde haya un es"ueropor establecer relaciones concretas entre los hombres, para a partir de ahdeducir toda la vida interna y e$terna de los personajes de la accin. Por


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ejemplo, la palabra alemana )sch0n) 4bellohermosomagnfco5 tiene unsolo signifcado en el lenguaje puramente teatral, a saber( la cualidad deser bellohermosomagnfco. En el teatro del gestus puede signifcarmucho m!s, seg'n la actitud y la situacin en que se diga, en resumen, elgestus que le sirva de apoyo. %i a un hombre su amigo le pregunta si le

puede prestar su auto por una semana y responde )sch0n), con seguridadno estar! e$presando su encanto. =ambin la e$clamacin de un padre(9Eso si est! bueno9 cuando su hijo ha roto la ventana del vecino con supelota de balompi, no quiere decir que el padre lo considere bueno.


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=ambin la sobriedad, el "amoso 9gris en gris9 brechtiano, no "ue unrecurso estilstico, sino como l e$pres, 9una cura de desinto$icacin paradrogadictos que tenan a'n en sus ojos y odos la pompa y el patetismodel teatro de *ermann )ring. 3on posterioridad, durante la puesta enescena de El circulo de ti%a caucasiano, 6recht despleg precisamente un

esplendor de colores como el de los grandes maestros holandeses. %etrataba del gestus de invitar al p'blico a que le prestara atencin a lanueva vitalidad y a los nuevos hroes. 6recht detestaba las escenogra"asque convierten al p'blico en un mirn que observa las intimidades, atravs del hueco de una cerradura. Pero rechaaba tambin a aquellos quede entrada adelantan el desenlace de una obra al mostrar, digamos,paisajes en ruinas antes de que estas sean provocadas en la obra. Esosera como relatar la gracia de un chiste. &a b'squeda del gestus, ya seaen el actor, la m'sica, en la escenogra"a, implica conocimiento de larealidad. Y precisamente porque no se quiere meramente copiar lasrealidades en su mani"estacin e$terior, son imprescindibles suobservacin y descubrimiento. 6recht soldados, es decir, sus @guales y 9nolos eternos recalcitrantes9. 6recht hacia re"erencia tambin al gestus de laescenogra"a. %e trata de la actitud que tambin puede adoptar unaescenogra"a con respecto al p'blico, ya sea realista o constructiva.

El escenario vaco de la primera puesta de -adre orae en L:MZ en6erln, donde slo el carromato de la 3oraje, cargado o empobrecido,rueda incesantemente hacia la guerra, no "ue para establecer el llamadoestilo brechtiano, sino que tena un gestus real( era la invitacin al p'blicopara que colaborara mediante la e$periencia propia 4la guerra que

acababa de fnaliar5 a completar todo lo que "altaba.

=ambin la sobriedad, el "amoso 9gris en gris9 brechtiano, no "ue unrecurso estilstico, sino como l e$pres, 9una cura de desinto$icacin paradrogadictos que tenan a'n en sus ojos y odos la pompa y el patetismodel teatro de *ermann )ring. 3on posterioridad, durante la puesta enescena de El c"rculo de ti%a caucasiano, 6recht despleg precisamente unesplendor de colores como el de los grandes maestros holandeses. %etrataba del gestus de invitar al p'blico a que le prestara atencin a lanueva vitalidad y a los nuevos hroes. 6recht detestaba las escenogra"asque convierten al p'blico en un mirn que observa las intimidades, a

travs del hueco de una cerradura. Pero rechaaba tambin a aquellos quede entrada adelantan el desenlace de una obra al mostrar, digamos,paisajes en ruinas antes de que estas sean provocadas en la obra. Esosera como relatar la gracia de un chiste. &a b'squeda del gestus, ya seaen el actor, la m'sica, en la escenogra"a, implica conocimiento de larealidad. Y precisamente porque no se quiere meramente copiar lasrealidades en su mani"estacin e$terior, son imprescindibles suobservacin y descubrimiento. 6recht lo llamaba el 9arte de laobservacin9, para l como ya en iderot junto al talento, la premisam!s importante del teatro.

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de los =reinta 8?os-, estos adquieren para la historia una dimensintotalmente nueva. Esta 3oraje que nos recuerda m!s a la 3elestina, deTernando Cojas, y sus hijos que revolotean ante la vida, hacen que el fnalde la "amilia sea a'n m!s aterrador. =ambin el hecho de que la 3oraje, aquien la guerra le ha arrebatado sus hijos y todas sus pertenencias, no

contin'e su avance, sino que grite, como si quisiera despertar al mundodormido, es algo que seguramente 6recht hubiera aceptado. Es como sihoy se escuchara el grito de muchos millones contra las guerras de 9aquel;mperio9, como el de la escritora 8rundhati Coy en el Toro %ocial undialen umbai en enero de este a?o, cuando e$horta a todos los amantes dela pa a una guerra pacfca.

=ambin hace algunos a?os, pens en 6recht. %e trata de a horacero o entrenamiento intelectual para 3uer%as dirigentes, una puesta enescena de 3hristoph arthaler en el %chauspielhaus, de *amburgo. 6rechtnombr a su secuencia de escenas 9)ran miedo y miserias del =ercerCeich9, en las que mostraba el comportamiento cotidiano -incluyendo la9gestualidad9 que posibilitaba al "ascismo fnalmente un 9gestuario9. Este9gestuario9 me pareci ser el 9ejercicio intelectual para las "uerasdirigentes9 de arthaler. 8qu se ejercitan en la 9*ora 3ero9, o sea, L:M,las lites "uturas del capitalismo resurgente. En secuencia ininterrumpidaejercitan aquellas cuestiones vitales para los dirigentes( estrechar manos,saludar al pueblo, cortar cintas en la inauguracin de nuevos puentes,ante todo, la repeticin de los grandes discursos, con los que no se dicenada. En consignas y cantos se aprende el patriotismo que luego se lese$igir! como dirigentes. arthaler muestra el 9ejercicio intelectual9 como

una repeticin ininterrumpida. 8l igual que las 9tradiciones y costumbres9,que tambin 6recht quera mostrar con su teatro, se repetan siempreincesantemente convirtindose en un estereotipo. ;ncluso para tomar el te irse a la cama, se siguen reglas estrictas si se desea ascender en laslites de aimler 6en o del eutsche 6anK.

El humor despiadado que e$iste en la observacin m!s precisa y larepeticin estereotpica, re"uta el 9ejercicio intelectual para "uerasdirigentes9 precisamente cuando se aprueba con pasin, m'sica y cantos.En la b'squeda de 6recht hoy no se puede prescindir de ario To. &avinculacin de la ommedia deA arte con el juego crtico de 6recht atrae

todas las noches a su teatro de il!n a un p'blico obrero que dis"rutaabiertamente del tratamiento desvergonado de los temas de la historiaitaliana, y de historias que van desde Nulio 3sar hasta %ilvio 6erlusconi, yque confrman su afrmacin de que la risa no slo sirve para abrir la boca,sino tambin el cerebro.

3iertamente, esta enumeracin puede continuar. 8 6recht se lepuede encontrar en todas partes, donde se trate de descubrimientos, ytambin de redescubrimientos de 6recht. %e debe dar la bienvenida acada juego teatral que sirva para el desgarramiento de contradicciones,

para abordar las contradicciones de este mundo y aprovecharlas( tragediao bu"onada, verso o argot, "antasa o documento, emociones o "rialdad,causas o abismos insondables, transparencia o absurdo, construir odevastar. En cualquier caso el 9teatro de 6recht9 puede liberar hoy m!srecursos teatrales que las tendencias de moda, que en sus es"ueros por


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hacer algo 9nunca antes visto9, se parecen entre s como una gota deagua a la otra. Estas hablan de imaginacin y lo que se muestra es sloimagen. 3onstantemente se est!n estableciendo smbolos, pero cuando seles mira de cerca se trata solamente de un nuevo dise?o.

%eg'n el joven 6recht, cada generacin tiene derecho a despojarsede la precedente. estruir los recursos que han probado su efcacia eslegtimo, tambin 6recht hio uso activo de esto. 8unque con unacondicin( esta destruccin debe crear espacios libres, no ruinas. Es ciertoque e$isten muchos tipos de teatros que representar, el de 6recht es slouno de ellos. Pero cuando se habla de 6ertolt 6recht, ya sea paraaprobarlo o para rechaarlo, se le debe conocer. Y para ello lo mejor es,precisamente, leer una ve m!s lo que ya creemos conocer. Yprecisamente, porque para escribir este te$to he tenido que volverme aleer a 6recht, puedo asegurarles que el enriquecimiento m!s provechosoque se puede e$perimentar con la lectura del gran flso"o 6recht vaacompa?ado de la no menos provechosa diversin. Es la diversin que nosproporciona uno de los m!s grandes poetas de nuestro tiempo. 08caso elteatro de 6recht es una respuesta a nuestra poca1 &a mejor respuesta esprobarlo, pues slo se sabe si el pastel est! bueno cuando uno lo come.

=raduccin del alem!n Ternando artne Valds

Bota(L El te$to completo del Pequeo organon para el teatro puede consultarseen onunto n. LLQ, julioseptiembre L::Z, pp. MLR.

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