Solucionario Antología 3r Trim

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SOLUCIONARIO DEL TRABAJO DE ANTOLOGÍA DE POESÍA ESPAÑOLA TERCER TRIMESTRE 4. MODERNISMO 4.1. Rubén Darío Páginas 229 y 230 a) La tristeza y la nostalgia que sufre el poeta se manifiesta, sobre todo, en los primeros versos. Observamos que la quietud de la noche contrasta con la intranquilidad interior (expresada a través de un léxico claramente connotativo) que se ha apoderado de Darío: “en la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría”. El alma del poeta, inmadura todavía, se siente atribulada y prisionera; por lo tanto, desea liberarse, escaparse, a través del amor que representa Venus, la diosa romana del amor: “mi alma quiere dejar su crisálida y volar hacia ti”. b) El poeta ansía el goce de un amor absoluto, propio de un ser ideal, aunque es consciente de que tal deseo es imposible. Por lo tanto, cualquier intento de conseguir lo que él espera lo conducen inevitablemente al fracaso o a la no consecución de sus fines. Páginas 230-233 c) Sobre la primera mujer, el poeta nos dice que era, aparentemente, dulce y pura; supo despertar en el poeta un gran cariño y delicadeza. En cuanto a la segunda mujer, Darío afirma que era más sensible y expresiva que la anterior y que provocó en él una gran pasión. La tercera mujer es extremadamente fogosa; junto a ella el poeta conocerá los excesos sexuales del amor. A la primera mujer, Darío le reprocha que lo haya corrompido con su maldad y lujuria; ya que ella era más experta que él en relaciones 1

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Solucionario Antología Poética s.XX

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  • SOLUCIONARIO DEL TRABAJO DE ANTOLOGA DE POESA ESPAOLA

    TERCER TRIMESTRE

    4. MODERNISMO

    4.1. Rubn Daro

    Pginas 229 y 230

    a) La tristeza y la nostalgia que sufre el poeta se manifiesta, sobre todo, en los primeros versos. Observamos que la quietud de la noche contrasta con la intranquilidad interior (expresada a travs de un lxico claramente connotativo) que se ha apoderado de Daro: en la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufra. El alma del poeta, inmadura todava, se siente atribulada y prisionera; por lo tanto, desea liberarse, escaparse, a travs del amor que representa Venus, la diosa romana del amor: mi alma quiere dejar su crislida y volar hacia ti.

    b) El poeta ansa el goce de un amor absoluto, propio de un ser ideal, aunque es consciente de que tal deseo es imposible. Por lo tanto, cualquier intento de conseguir lo que l espera lo conducen inevitablemente al fracaso o a la no consecucin de sus fines.

    Pginas 230-233

    c) Sobre la primera mujer, el poeta nos dice que era, aparentemente, dulce y pura; supo despertar en el poeta un gran cario y delicadeza. En cuanto a la segunda mujer, Daro afirma que era ms sensible y expresiva que la anterior y que provoc en l una gran pasin. La tercera mujer es extremadamente fogosa; junto a ella el poeta conocer los excesos sexuales del amor.

    A la primera mujer, Daro le reprocha que lo haya corrompido con su maldad y lujuria; ya que ella era ms experta que l en relaciones

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  • amorosas. A la segunda, en cambio, le recrimina que, a travs de una supuesta ternura que esconda una gran pasin, haya matado su fe y fantasa. Por ltimo, a la tercera amada le reprueba el exceso pasional, puesto que el placer es pasajero.

    Porque el poeta cree entrar a travs de los besos y abrazos de esta mujer en el paraso; es decir, cree encontrar la gloria eterna.

    El poeta, con una evidente actitud romntica, acaba descubriendo, que su felicidad constituye una quimera, ya que los placeres de juventud son pasajeros.

    d) El poeta afirma que en vano busqu a la princesa que estaba triste de esperar. Con estos versos, Daro se refiere a que ha buscado, intilmente, a la mujer perfecta, ideal. Ya en su otoo; esto es, en su vejez, es consciente de que tal mujer no existe: Ya no hay princesa que cantar.

    e) Ambas mujeres encarnan un ideal absoluto de amor. Por consiguiente, ambas simbolizan, en cierta manera, el fracaso del poeta porque ste no puede materializar sus aspiraciones.

    Pgina 233 y 234

    Los sustantivos abstractos son los que hacen referencia a ideas o conceptos. En este poema abundan este tipo de sustantivos: dolor, pesadumbre, temor, terror, relacionados sobre todo con la angustia que sobrecoge al autor ante la incertidumbre de la vida y la idea de la muerte.

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  • La reiteracin continua de la conjuncin y transmite al lector la idea de cmo se acumulan, tumultuosamente, la angustia y el sufrimiento en el poeta.

    Miguel de Unamuno

    Pginas 235 y 236

    f) El propio pensamiento del poeta; la incertidumbre y la angustia existencial lo consumen. Igual que Prometeo fue devorado por un guila, como castigo de Zeus, el hombre es devorado por no hallarle sentido a su vida.

    g) Unamuno y Rubn Daro comparten en sendos poemas la angustia que siente el hombre ante la incertidumbre y los sufrimientos de la existencia. En el caso de Unamuno, esta angustia es ms acentuada, si ello es posible, ya que se debate entre la fe religiosa y la razn.

    4.2. Antonio Machado

    Pginas 241 y 242

    a) El poeta busca una ilusin cndida y vieja; es decir, una evocacin de la infancia, tiempo de felicidad e ingenuidad, segn Machado.

    La tarde primaveral (tarde alegre y clara), el patio con el limonero, y el aroma de las plantas (el buen perfume de la hierbabuena) activan el recuerdo del poeta.

    b) La plida rama polvorienta del limonero representa el presente, la realidad del poeta en su madurez, marcada por la falta de ilusiones y la soledad, mientras que el reflejo de los frutos de oro del limonero

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  • en el agua simbolizan el mundo de la niez; la ilusin, la magia y la ensoacin propias de esta etapa vital que intenta evocar el poeta.

    Porque la percepcin del pasado es un mero espejismo, un sueo que forma parte de un tiempo pasado que ya no ha de volver y que contrasta con el presente del poeta.

    Los nios son cndidos e ingenuos y creen que la magia es posible. El nio Machado observa el reflejo de los limones en el agua y, con la ingenuidad que caracteriza a cualquier criatura, cree que son reales e intenta cogerlos.

    Pginas 243-245

    c) Principalmente, los tres primeros apartados hacen referencia a la descripcin del paisaje castellano: la tierra de Soria, las colinas, el Moncayo, los chopos

    Machado emplea en esta descripcin colores que se asocian con los elementos paisajsticos que va enumerando: el verde, el blanco, el pardo, el gris

    El poeta sita su descripcin en el inicio de la poca otoal.

    Pgina 247

    d) El poeta muestra una actitud crtica ante el atraso de la ciudad y de su gente, puesto que vive anclada en antiguas glorias blicas del pasado. Soria fra, con su castillo guerrero arruinado, Muerta ciudad de seores. La ociosidad de la gente de la ciudad no tiene nada que ver con la labor de los campesinos.

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  • Pgina 248

    e) En esta seccin el poeta repara especialmente en los elementos ms austeros de la tierra de Soria: las colinas plateadas, los oscuros encinares, los lamos del ro que bordean el Duero

    La voz del poeta aparece directamente en los siguientes versos: hoy siento por vosotros, en el fondo del corazn, tristeza, tristeza que es amor Esta emotividad se acenta con el empleo del tono exclamativo y el apstrofe (Campos de Soria!).

    Pginas 248-250

    f) Este camino de los lamos dorados constitua uno de los paseos predilectos de Machado. Hay que tener en cuenta que el poeta efectuaba ese recorrido en numerosas ocasiones junto a su esposa Leonor. Por lo tanto, no es de extraar que para Machado esos lamos sean lamos del amor, puesto que han sido testigos de las muestras de afecto que se han profesado los enamorados.

    Pginas 250 y 251

    g) El poeta al final del poema expresa abiertamente el deseo de que las gentes de Soria miren al futuro; esto es, progresen materialmente con su esfuerzo y se olviden de vivir anclados en los privilegios del pasado.

    4.3. Juan Ramn Jimnez

    Pginas 253 y 254

    a) El poeta describe la muerte como un viaje definitivo, sin retorno. Mientras que la naturaleza es cclica, el autor sabe que el hombre est irremisiblemente destinado a ese viaje del que ya no volver jams.

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  • Como se trata de una despedida, puesto que el poeta habla de la muerte, no es de extraar que emplee un tono lnguido o melanclico.

    Los pjaros y sus cantos simbolizan el espritu del poeta, que no morir nunca y permanecer errante.

    Pgina 254 y 255

    b) El poeta reflexiona sobre la perfeccin de la espiga que, insatisfecha en su madurez, vuelve a caer en la tierra para volver a brotar con ms esplendor y fuerza. Jimnez idealiza esta espiga porque l busca tambin, incesantemente, esa perfeccin en su poesa y en su espritu.

    En el ltimo verso se produce una identificacin entre la espiga y la poesa; ambas elevan el espritu.

    Pgina 255 y 256

    c) El mar simboliza, por un lado, la soledad que siente el poeta y, por el otro, la inmensidad y el absoluto, mientras que el movimiento constante de las olas representa la bsqueda incansable de la verdad y el conocimiento, a las que aspira Juan Ramn Jimnez.

    La idea del absoluto se encuentra en la plenitud y totalidad que le sugiere al poeta la contemplacin del inmenso mar: en ti ests todo.

    El poeta asocia el desasosiego que siente y la bsqueda de s mismo con el movimiento de las olas del mar. Para reproducir tal movimiento en el ritmo de sus versos, emplea abundantes verbos: y vienen, van y vienen, besndose, apartndose

    Pgina 258

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  • d) El autor invoca a la inteligencia para dar con el lenguaje adecuado porque aspira a llegar al conocimiento o, lo que es lo mismo, a la verdadera esencia de la realidad. El poeta, a travs de la poesa, har comprensible y comunicable dicho conocimiento a los dems.

    5. GENERACIN DEL 27

    5.1. Pedro Salinas

    Pgina 261

    a) En este poema, Salinas, que busca desesperadamente el amor, emplea, con el propsito de mostrar la dificultad que entraa tal empresa, diferentes paradojas como la de los versos 1-4 (El alma tenas tan clara y abierta que yo nunca pude entrarme en tu alma), la de los versos 18-20 (pero no tena, de franca que era, entradas tu alma) o la de los versos 21-22 (En dnde empezaba? Acababa, en dnde?).

    El poeta cree errneamente que para penetrar en el alma de la amada debe superar una serie de obstculos que dificultan el camino que lo conducir hasta ella, cual caballero medieval ha de escalar los muros de un castillo. Sin embargo, Salinas acaba descubriendo que, precisamente por su inmensidad, el alma de la amada es impenetrable e inalcanzable.

    Pginas 264-266

    b) Las sombras de los amantes se muestran desmelenadas, fieras y piden realidades; es decir, estn desenfrenadas a causa de la irrealidad en que estn sumidas. Cansadas ya de tanta ausencia, distancia y separacin, exigen el reencuentro de los amantes para materializarse.

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  • Despus del encuentro amoroso, alimentadas y satisfechas con nuevos recuerdos, las sombras desearn reencontrarse nuevamente porque el amor no tiene lmites; no finaliza nunca el deseo del amante de fundirse con la amada.

    5.2. Jorge Guilln

    Pginas 267-269

    a) La oscuridad de la noche representa el caos, la inconsciencia, puesto que el mundo nocturno, al no mantener relacin con la realidad, aleja al poeta del da; es decir, de la identidad que le proporciona el sentirse integrado con los objetos. La reaccin del poeta al abrir los ojos es de asombro, ya que Guilln recobra, al poder contemplar los objetos que lo envuelven, la normalidad tan ansiada. La luz, los ruidos y el aire que respira el poeta hacen posible que este forme parte de la realidad que lo rodea. Las cosas propician que el poeta sea quien es, mientras que la realidad acta como un ser creador. El pasado tambin tiene una importancia vital para Guilln; la tradicin (los siglos de raz) define al individuo.

    b) El poeta vive con intensidad el instante presente. La absoluta dicha para Guilln consiste en ser, aunque este estadio se ve superado por estar, puesto que esta fase supone la integracin del poeta con el entorno, con la realidad que lo rodea.

    c) La intencin del poeta, que es expresar el jbilo o vitalismo que siente al contemplar la realidad, se refleja en grupos nominales como Luz!, frescura en chispas, Da!, esplendor y en verbos como ser, estar, respirar La cantidad de exclamaciones que emplea el autor ponen de manifiesto la intensa dicha que siente el poeta al sentirse como parte de un universo perfecto.

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  • Pgina 271

    d) La muerte, irremediable para todos, entristece al poeta. Sin embargo, Guilln, con la actitud vitalista que lo caracteriza, se muestra dispuesto a disfrutar al mximo de la existencia (carpe diem). Puesto que el final de todo hombre es la muerte, el poeta se muestra estoico, resignado a aceptarla.

    5.3. Gerardo Diego

    Pginas 276-278

    a) El ro Duero y el discurrir de sus aguas se convierten en smbolos de la tradicin de un pueblo; es decir, de sus creencias, valores, sentimientos, etc. que permanecen inmutables. El poeta censura a los habitantes de la ciudad de Soria porque han incurrido en el olvido (nadie a acompaarte baja, nadie se detiene a or tu eterna estrofa de agua) de esta tradicin eterna que atesora el ro. Para la composicin de este poema y, sobre todo, resaltar su contenido, el autor emplea el romance, forma tradicional o popular.

    b) En la idea de Herclito de feso, filsofo griego que sostena que todo en la vida estaba sujeto a un cambio permanente; aunque el ro posea casi el mismo cauce, sus aguas cambian. El amor y los enamorados alimentan con sus palabras las aguas del ro, que fluyen como el tiempo.

    5.4. Federico Garca Lorca

    Pginas 282 y 283

    a) Por un lado, la luna simboliza el amor (ensea, pura sus senos de duro estao); por el otro, la muerte. La luna intenta embaucar al nio con

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  • su danza, moviendo los brazos. El nio se siente atrado (el nio la mira, mira. El nio la est mirando), pero intenta rechazarla dicindole que huya porque la llegada de los gitanos es inminente y, si la encuentran all, ser su fin. La actitud activa de la luna y la seguridad que muestra frente a la pasividad e indefensin del nio, los ojos cerrados de este dentro de la fragua y el cantar de la zumaya, smbolo de fatalidad, presagian el trgico final.

    b) La reduplicacin, recurso caracterstico de la cancin, aporta expresividad. Adems, seala el carcter lrico de esta composicin y se aprecia ya en el mismo ttulo del poema: Romance de la luna, luna. En cuanto a la alternancia de los tiempos verbales, cabe sealar sobre todo el uso del pretrito: vino, se acercaba, venan, que es el tiempo caracterstico de la narracin, y el presente, que sirve para actualizar la accin. Por lo tanto, lo narrativo (tiempo pasado) y lo lrico (tiempo presente) se funden magistralmente en este romance. La dramatizacin se manifiesta a travs del dilogo que sostienen la luna y el nio. Hay que destacar que esta dramatizacin, que aporta la aparicin del estilo directo y el duelo entre los protagonistas, muestra un perfecto equilibrio, ya que las intervenciones de los personajes estn repartidas de manera ecunime.

    c) Para referirse a la luna, Lorca emplea las siguientes metforas: con su polisn de nardos y sus senos de duro estao. En cuanto al llano, encontramos en el poema: tocando el tambor del llano. Por ltimo, en relacin con los gitanos, se aprecia la siguiente metfora: bronce y sueo, los gitanos.

    Pginas 284-286

    d) Lo descrito en la primera estrofa tiene lugar en el cielo, mientras que lo que se narra en lo segundo, en el mundo, aunque no duerme nadie

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  • en ninguno de los dos lugares; es decir, nadie descansa ni tiene ilusiones. Los que intentan huir, como el propio poeta, se ven amenazados por el increble cocodrilo y los muertos tampoco parecen descansar; se comportan como si an estuvieran en este mundo porque no han encontrado el descanso en la otra vida.

    e) Segn el poeta, la vida en la gran ciudad no es sueo, sino un estado continuo de alerta y pesadilla donde se impone el sufrimiento debido a la ausencia del amor.

    f) La esperanza que se anuncia en el poema es la resurreccin de todo lo que es natural y ha sido aniquilado por la deshumanizacin que muestra la gran urbe. Sin embargo, este estado de esperanza es momentneo; el poeta nos vuelve a describir en la ltima estrofa la cruda realidad: No duerme nadie por el mundo, No duerme nadie. El sufrimiento se impone en la vida y muestra un panorama desolador.

    g) La sensacin de angustia que se aduea del poeta aparece reflejada a travs de repeticiones y construcciones paralelsticas como No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie., No duerme nadie; No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie., No duerme nadie; Alerta! Alerta! Alerta!.

    Respuesta abierta.

    5.5. Vicente Aleixandre

    Pginas 296 y 297

    a) Algunas de las imgenes que aparecen en el poema y que se asocian al placer y al dolor son las siguientes: Se queran/ Sufran por la luz, labios azules en la madrugada/ labios saliendo de la noche dura, Se

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  • queran en un lecho navo, mitad noche, mitad luz. y Se queran como las flores a las espinas hondas.

    b) A simple vista, para Aleixandre la noche tiene connotaciones claramente negativas; no en vano asocia la noche a duras piedras cerradas, refirindose a las horas en que los amantes viven con cierta turbacin e instintivamente su amor. Esta dureza desaparece y es sustituida por el placer y la intimidad que las ondas que acarician los muslos y el medioda perfecto ofrece a la pareja, ya que es en este momento cuando los amantes gozan plenamente de su relacin.

    c) Respuesta abierta.

    Pginas 298-300

    d) El hombre debe ser humilde porque debe encontrar un cierto equilibrio uniendo su individualidad, sin perderla, con la colectividad. De este modo, podr formar parte de los dems, como si se tratase de un nico ser, y sentirse cmplice de esa masa social. El poeta critica a aquellos que viven introspectivamente; esto es, a los que se aslan y no estn dispuestos a formar parte de la colectividad. El individuo debe perder el miedo y la desconfianza para unir su pequeo corazn diminuto (individualidad) al gran corazn de los hombres (colectividad).

    5.6. Dmaso Alonso

    Pginas 293 y 294

    a) En primer lugar, el poeta asocia Madrid con un gran cementerio; sus habitantes y l mismo son cadveres que se pudren tambin en vida. A continuacin, el poeta expresa su sufrimiento y malestar ante tanta

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  • desolacin e injusticia causadas por la guerra. Por eso, Dmaso Alonso emplea comparaciones como gimiendo como el huracn, ladrando como un perro enfurecido y fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla, a travs de las cuales se manifiesta el dolor y la rabia que siente el poeta en su interior. El poeta, embargado por un sentimiento de impotencia, desesperanza y pesimismo, invoca a Dios para pedirle explicaciones del porqu de tanta desolacin y muerte (podredumbre), no solo en Madrid sino tambin en el mundo.

    5.7. Rafael Alberti

    Pginas 301 y 302

    a) Alberti manifiesta en estos versos la nostalgia que siente por el mar, smbolo de su paraso perdido: la niez. El poeta evoca esta etapa vital con una enorme emocin e intensidad. Fundamentalmente, el sueo que alberga es que su voz (que tambin constituye su palabra potica) siga viviendo, convertida en capitana de un blanco bajel de guerra.

    Pginas 302-304

    a) El poeta se encuentra en una etapa de profunda crisis de identidad como se manifiesta en los siguientes versos: chispas mltiples, / clavndose en mi cuerpo, me ests quemando vivo, Qumame La lucha interior que mantiene Alberti consigo mismo lo consume, puesto que el poeta se siente atormentado por sus propios pensamientos que no le ofrecen tregua alguna.

    b) El ngel que se ha adueado del poeta es el de las sombras, Luzbel. Este representa la oscuridad, las tinieblas y el mal. Alberti, desesperado, reclama la ayuda del ngel de la luz para que acabe con el de las sombras. De este modo, podr librarse del lamentable estado en el que vive sumido.

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  • 5.8. Luis Cernuda

    Pginas 306-308

    a) Cernuda proclama ante todo el amor, un amor oculto e inconfesable. El amor y una de sus vertientes, el deseo, constituyen la verdad de s mismo. Por eso, el mayor anhelo del poeta es poder expresarlos libremente, pero la sociedad alimenta otros intereses tales como la gloria, la fortuna o la ambicin. De ah, la reticencia que muestra el autor a la hora de revelar sus sentimientos abiertamente y a ello se debe el uso del condicional (si el hombre pudiera). A travs de este tiempo verbal, Cernuda hace patente la dificultad que entraa su deseo; los valores que l defiende no se corresponden con los que imperan en una sociedad poco tolerante, que se muestra como un muro que hay que derrumbar para que triunfe la libertad amorosa.

    b) En la segunda parte del poema, identifica la libertad con el amor. Adems, el hecho de amar justifica la existencia del poeta. Para este, el amor lo es todo; se convierte en el centro absoluto de su vida. En los versos 15-15 y 22-25, Cernuda emplea sendas paradojas para expresar la intensidad con la que concibe el amor.

    Pginas 308-310

    c) Este poema presenta una estructura circular; se inicia y termina con el mismo verso, que da ttulo a la composicin (donde habite el olvido), pero carece de oracin principal. Este verso est extrado de una de las Rimas de Bcquer, poeta con el que se identific Luis Cernuda en muchos aspectos. Uno de ellos, que inspira esta composicin, es el sufrimiento experimentado por el desengao que comporta toda relacin amorosa cuando esta finaliza. As pues, como consecuencia de tanto sufrimiento, el poeta expresa el anhelo del olvido y el deseo de autodestruccin (la muerte). En el caso de Bcquer, s que aparece la oracin principal en el poema: all estar

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  • mi tumba. Sin embargo, Cernuda no ha querido definir ese espacio; la ausencia de la oracin principal puede deberse a que el poeta pretende situarse ms all de la muerte emocional, alejndose de la realidad.

    d) El amor exige total entrega y sometimiento afn que exige un dueo a imagen suya. En este poema, a diferencia de Si el hombre pudiera decir, en que el amor se identifica claramente con la libertad, Cernuda desea liberarse de las cadenas que lo aprisionan; es decir, pretende acabar, a travs del olvido, con las ataduras que lo ligan a un amor apasionado y destructivo. En este sentido, el amor y la libertad son conceptos irreconciliables para el poeta en esta composicin.

    5.9. Miguel Hernndez

    Pginas 315 y 316

    a) El poeta y el toro comparten un destino trgico. Este animal encarna la triste existencia (est inevitablemente condenado a muerte ) y la pasin amorosa (impulso viril frustrado). Por eso, Hernndez se identifica con l; ambos sufren la misma urgencia sexual. El toro es el mismo poeta que se ve burlado por el amor no correspondido.

    b) En esta composicin aparecen diversas hiprboles y anttesis que soslayan el gran sufrimiento que padece el poeta por amor: como el toro he nacido para el luto (ideas contrapuestas: nacer, morir), como el toro estoy marcado por un hierro infernal en el costado (exageracin), como el toro lo encuentra diminuto todo mi corazn desmesurado (ideas contrarias: diminuto, desmesurado, y exageracin)

    Pginas 316-320

    c) La primera hiprbole del poema la encontramos ya en los primeros versos: Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas. A travs de este recurso, el poeta expresa el deseo de convertirse en el eterno hortelano de su gran amigo recin

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  • desaparecido. La segunda hiprbole ocupa los siguientes versos: Alimentando lluvias, caracolas y rganos mi dolor sin instrumento; Hernndez, pese a la pena inmensa que siente, se propone la ardua tarea de vencer la ausencia del amigo. En los versos 8 y 9 aparece Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento, nueva hiprbole que refleja lo indecible del sufrimiento intenso que atenaza a Hernndez.

    Para referirse a la muerte inesperada y temprana de su amigo, el poeta emplea las siguientes metforas: Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujn brutal te ha derribado.

    d) La anfora que encabeza los versos 19, 20 y 21 a travs del adverbio temprano hace hincapi en la idea de que el amigo ha muerto demasiado joven. A travs de la repeticin en los versos 22, 23 y 24 del verbo perdonar (No perdono), el poeta manifiesta, en un acto de no aceptacin y rebelda, con una gran intensidad y emocin la furia que siente hacia esos elementos ciegos (la muerte, la vida y la tierra) que le han arrebatado sin ninguna contemplacin a su ser querido. Por ltimo, en los versos 28, 29 ,30 y 31 aparece el deseo expreso (quiero), aunque imposible, de rescatar a su amigo de la muerte para as devolverlo a la vida.

    El deseo de venganza y la indignacin desmedida que siente el poeta se hacen patentes en las acciones que este emprende o desea llevar a cabo: levanto una tormenta, Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra a dentelladas La agresividad de tales acciones se reproduce en el plano fnico con el empleo de la aliteracin: En mis manos levanto una tormenta/ de piedras, rayos y hachas estridentes/ sedienta de catstrofes y hambrienta.

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  • e) El imaginario regreso del amigo alivia el dolor del poeta. Ambos se reencontrarn en un paraso en la tierra, en una especie de primavera eterna.

    6. POESA EXISTENCIAL Y SOCIAL

    6.1. Blas de Otero

    Pginas 326 y 327

    a) El uso del gerundio (luchando, clamando, retumbando), cuyo su aspecto durativo presenta la accin en pleno desarrollo, las repeticiones (cuerpo a cuerpo, noche a noche) y los encabalgamientos abruptos confieren al poema un ritmo lento que describe la lucha interior que mantiene el poeta. Estos encabalgamientos aslan y ponen de relieve las siguientes palabras: a Dios, despierto y solo, que acentan el drama que conlleva el sentimiento de abandono que experimenta el poeta; este intenta conseguir respuestas de un Dios sordo ante el dolor de los humanos.

    b) Las diversas anttesis que aparecen a lo largo del poema: ahoga mi voz, y su silencio retumbando, sombras para verte, ser y no ser rebelan el estado de lucha agnica e intil en el que se ve inmerso el poeta.

    c) Con el verbo ser el poeta nos define cul es la condicin del hombre: ser lleno de de desesperacin y horror.

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  • Pginas 327 y 328

    d) Otero describe en este poema la relacin amorosa como una entrega total; concibe el amor como un sometimiento del amado (esclavo absoluto) respecto a la amada (duea absoluta del amado). Los sentidos que participan en la unin de los amantes son el gusto (Besas como si fueras a comerme), el tacto (las manos en mis sienes) y la vista (abismadas nuestras miradas).

    e) Al igual que en la lrica amorosa petrarquista, la amada que describe Otero en esta composicin es un dios inalcanzable; imposible de aprehender. El amante (poeta) se siente inevitablemente prisionero de ese amor, puesto que pierde las riendas de su vida y su libertad.

    El ttulo del poema, Un relmpago apenas, pone de manifiesto la brevedad y la intensidad del beso, que aqu aparece como la expresin mxima del vnculo entre el amante y la amada; a lo nico que puede aspirar el amante es a ese beso fugaz e insuficiente (beso que se llora despus), ya que cualquier intento de acercamiento total a la amada (Dios) es en vano y, por tanto, el hombre ha de luchar en soledad.

    Pginas 328 y 329

    f) Es interesante observar el paralelismo que se produce entre las tres estrofas; en todas ellas se repite la misma estructura sintctica: Si + verbo pasado (emplea el pretrito perfecto compuesto de indicativo en las dos primeras estrofas; el simple, en la tercera) en los versos 1, 3, 5, 7, 9 y 11 y me queda la palabra en los ltimos versos de cada estrofa.

    Otero expresa que ha perdido el tiempo buscando intilmente a un Dios en el que ya no cree; la voz entre la maleza es una metfora que alude a los obstculos que ha encontrado el poeta en su camino.

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  • La sed y el hambre son palabras claves de su poesa anterior; representan sus ansias vitales, su insatisfaccin existencial; en definitiva, el sufrimiento humano. Con las sombras que ha segado en silencio se est refiriendo tambin a la angustia existencial que ha padecido el poeta en esa bsqueda infructuosa de Dios.

    g) Al abrir los labios hasta desgarrrselos el poeta descubre que a travs de la palabra puede servir a su patria, que est dividida, destrozada y desolada tras la guerra civil. Con la afirmacin me queda la palabra el poeta expresa que sus angustias anteriores sern sustituidas por la fe y la esperanza que deposita en la palabra, smbolo del dilogo entre los hombres para solucionar conflictos. Otero a travs de la palabra y, por extensin, su poesa (la experiencia potica entendida como expresin individual y colectiva) podr alentar a los hombres para intentar construir un mundo mejor (ms justo, ms solidario y ms pacfico) para todos.

    6.2. Gabriel Celaya

    Pgina 323

    a) Los motivos que instan al poeta a aludir a las circunstancias sociales y polticas de aquel momento (las verdades) son sobre todo la injusticia, la represin y la barbarie que el rgimen dictatorial caus violenta e indiscriminadamente al pueblo. Segn Celaya, los destinatarios de su poesa son todos aquellos que quieren plantar cara al rgimen; aquellos que no le son afines (los ms perjudicados, por tanto: asfixiados que piden ser) y que defienden la libertad, la justicia y la solidaridad, entre otras cosas. Para definir su concepto de poesa, que debe ser un arma; es decir, un instrumento necesario y vital para construir un futuro mejor, el poeta recurre a comparaciones como: poesa necesaria como el pan de cada da, como el aire que exigimos y a las siguientes metforas: arma cargada de futuro expansivo, canto que espacia cuanto dentro

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  • llevamos, son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, son lo ms necesario: lo que no tiene nombre

    6.3. ngel Gonzlez

    Pginas 330 y 331

    a) El poeta se considera resultado de generaciones de hombres y mujeres que han luchado por sobrevivir a lo largo del tiempo. La visin que Gonzlez nos ofrece de s mismo es desesperada y doliente puesto que se describe como fruto podrido, entre los restos, escombro tenaz, ruina que avanza por caminos que no llevan a ningn sitio El pesimismo que impregnan estos versos es notorio, ms si se tienen en cuenta las circunstancias personales del autor (hurfano, enfermo, con un hermano asesinado y otro exiliado) y la situacin histrica que atravesaba el pas (implacable represin franquista).

    6.4. Jaime Gil de Biedma

    Pginas 339-342

    a) El nio que fue el poeta piensa que la guerra constituye una fuente de emocionantes aventuras: fue conocer los pramos con viento, los sembrados de gleba pegajosa, un billete de vuelta al siglo diez y seis El adulto justifica esta visin afirmando que, al fin y al cabo, el nio es una bestia tan brutal como los mayores; se siente avergonzado, pero no responsable del todo. Los conocidos de Gil de Biedma le pueden reprochar que su experiencia pasada no tiene nada que ver con las ideas que tiene en la actualidad. A este respecto, el autor reconoce que sus ideas sobre la guerra han cambiado en el momento en el que ha conocido las verdaderas razones que la originaron. Los ltimos versos revelan una mala conciencia del poeta;

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  • no es inmediatamente despus de la guerra civil cuando adopta una ideologa de izquierdas, sino despus, mucho despus; es decir, cuando reniega de su clase social, la burguesa, al sentirse engaado por haber vivido en un ambiente irreal.

    b) El tono testimonial que emplea el poeta busca un acercamiento con el lector a travs de un clima de intimidad, de sinceridad y de justificacin para aliviar su mala conciencia, gestada esta por la lucha interior que ha mantenido durante aos. Por ello, interpela al receptor (Qu nio no lo acepta?) en su deseo de excusarse por pertenecer a una familia burguesa y, como consecuencia, haber tenido una infancia fcil.

    Pgina 342

    c) El poeta en su juventud piensa que vine a llevarme la vida por delante, Dejar huella quera, marcharme entre aplausos; esto es, experimenta esta etapa vital como si todo fuera espectculo y l fuera un gran actor destinado a grandes hazaas. Sin embargo, en la madurez, Gil de Biedma, desengaado, comprende que la vida iba en serio, ya que la nica certeza de la vida es la muerte.

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