Sol Viejo, Sol Vieja

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SOL VIEJO, SOL VIEJA Lo femenino en las representaciones mapuche SERNAM

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El mundo de la mujer mapuche

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  • SOL VIEJO, SOL VIEJA Lo femenino en las representaciones mapuche

    SERNAM

  • SOL'VI L V I Lo femeni mapuche

    Sonia Montecino

    . SERNAM Servicio Nacional de la Mujer

    1995

    COLECCION MUJERES EN LA CULTURA CHILENA

  • SERNAM, Servicio Nacional de la Mujer

    Impreso en Chile Inscripcin No 92.223

    Este libro fue producido por O E M . Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer.

    Asistente de produccin: J. Carlos Sanrana Diseo y realizacin de originales: Cyan Producciones Grficas

    Correccin de textos: Marla Eugenia Pavez

    Fotos: Rolf Foerster, Hans Gundemann. Gilbert0 Snchez. Anglica Willson, Calendario Platera Mapuche, Compaa de Telfonos de Chile, 1989

    Foto Portada: Archivo CEDEM Grecas: Extradas de Actas de Lengua y Literatura Mapuche No 3,1988 y No 4,1990 y Archivo CEDEM.

    Dibujos grecas: Francisca Yez

  • . ' y Indice

    Presentacin pg. 5

    Introduccin pg. 7

    1. Simblica de lo femenino en la cultura mapuche: la izquierda, el fno, la luna ...

    2. Lo femenino en la morada de los dioses y los antepasados

    Pg. 9

    pg. 19

    3. El cuerpo de la mujer como soporte del discurso simblico mapuche pg. 33

    4. Machis: las mujeres como oficiantes de las fuerzas del bien y del mal pg. 41

    5. El discurso mtico y io femenino pg. 53

  • A Rorf Foerster por sus aportes bibliogrficos y por sus valiosas sugerencias.

  • La Coleccin Mujeres en la Cultura Chilena, a la cual pertenece este libro, responde a la necesidad de abrir espacios y difundir la participacin y contribucin de la mujer en el engrandecimiento de lu~estro acervo cultural. El Servicio Nacional de la Mujer; consciente del papel que le ha tocado desempear de cara al siglo XXi, realiza as un decidido esfuerzo por evidenciar el aporte, muchas veces annimo o desconocido, de las mujeres de nuestro pas.

    Esta iniciativa se inscribe en la poltica de Igualdad de Oportunidades en la que se encuentra empeado el gobierno del Presidente Eduardo Frei, y respecto de la cual a SERNAM le ha correspondido elaborar el Plan de Igualdad de Oportunidades 1994-1 999. En este sentido, es una gran satis$accin ver publicadas e ilustradas en las siguientes pginas la creatividad y capacidad de lucha ante la adversidad de tantas muje- res a travs de nuestra historia.

    Estamos ciertas que a travs de la lectura de los diferentes ttulos de esta Coleccin, un sentimiento de innegable admiracin por las mujeres de nuestra patria se apoderar de los lectores; mujeres que desafion- do inequidades y diversas barreras, han sabido ponerse de pie dejando muy en alto su dignidad Estoy segura que en el nuevo Chile que juntos construmos, las mujeres junto a los hombres compartirn importantes decisiones para el mejor futuro de nuestra humanidad En este empeo estamos y a ello los invitamos a travs de estos libros.

    J O S m A BILBAO MINISTRA DIREWRA SERVICIO NACIONAL DE LA MUJER

    5

  • s )I

    1

    a

    El secreto del sol. La luna se esconde en tus ojos que miro, tus ojos sangrantes Tu alma huye de la crcel y de la mano te llevo me llevas

    hasta el alba Hay unu mujer en la puerta de la casa, junto al lago:

    Me ir a desehtrariar el misterio del sol tras la montaa, mudre Le dices.

    Elicura Chuihuailaf:

  • Introduccin ~~ I__

    La cultura chilena es tributaria, en gran m e d a de la cultura mapuche. Y ello por una razn muy sim- ple: esa sociedad habit gran parte de nuestro te- rritorio y f i e uno de los fundamentos del mestizaje y del sincretismo que modelaron nuestro pe f i l . Ac- tualmente los mapuche constituyen el grupo indge- na muyoritario, morando bhicamente entre las VIII y X regiones y en las grandes ciudades del pas. La mirada que proponemos en este texto es una que desea transitar por el universo simblico mapuche, para escudriar desde allcmo es que lo femenino brota, emerge y es nombrado por la cultura. Se tra- ta de una visin contempornea, de signos y narra- ciones vigentes que nos hablan del pertinaz anhelo de mantener una identidud: el ser mapuche. Pero, tambin nos estrecha y hermana en algunas fonnas similares de construir las diferencias de gnero. /

    As, encontraremos en el camino que labra el ima- ginario indgena que lo femenino ocupa mltiples lugares: se acantona en el mol, para despus des- plazarse al bien; es subordinado y luego dominan- te; tiene la facultad de dar visa y tambin muerte. En esta ocasin entregamos algunos elementos que dan cuenta de ese movimiento, dejando en claro que no pretendemos abarcarlo, sino ntcis bien insinuar y sugerirpistas para una mjiexwn mp pro- funda respecto a la ubicacin y sentuios de lo feme- nino en el mundo mapmhe. La invitacin que hace- mos, entonces. es a escuchar los sonidos de una alteridud que define sus categorls gnericas y que al hacerlo convoca, por semejanzas y diferencias, a las nuestras.

  • imgenes ia sociedad expliciti inicialmente su cultura. Esto no significa que todas estas representaciones -y la forma como fueron construidas- sean conscientes en el mismo grado para todos los miembros del grupo .... ius sociedades viven dentro de este universo de representaciones simblicas y se adhieren - mediante explicaciones que les aporta su medio cultural- a interpretaciones del mundo y de la historia, que no son necesariamente reales, pero que le son verosmiles *

    (Imelda Vega:59)

    8

  • 1 simblica de lo femenino en la cultura mapuche:

    la izquierda, el fro, la luna ...

    Toda sociedad nombra de una manera singular las categoras bajo las cuales lo femenino y lo masculi- no se ubicarn dentro del espacio social y psquico de la comunidad. La cultura mapuche no escapa a esto sealando un lugar, una ubicacin, para esos atributos.

    como su desplazamiento en el tiempo. En este caso, nuestro intento slo se afincar en es- cudriar una de las esferas que componen la vid

  • 4r

    A c4

    Las oposiciones complementarias: Kaiku Machi izquierda y derecha, arriba y abajo, Norte Sur bien y mal. Ocano Tierra La cultura mapuche organiza el mundo a partir de la Mujer Hombre ubicacin de las cosas, objetos, seres, etc. dentro de un espacio. La topologa propuesta es una que se

    entre derecha e izquierda, en un movi- situar a cada elemento al interior de un

    siciones complementarias. Izquierda narn el universo de tal modo que:

    Derecha Vida Da

    Enfermedad Salud

    Huinca Mapuche Nio Adulto

    As, la existencia se agitar en la incesante puesta en relacin de polos que siendo diferentes se nece- sitan el uno al otro, o ms bien no pueden existir el uno sin el otro. La oposicin hace brotar la identi- dad de las cosas: la vida slo tiene sentido con la muerte, el hombre con la mujer, la noche con el da, etc. Dentro de esta concepcin, algunos estudiosos sostienen que si bien se trata de una disposicin ho- rizontal de los nexos entre los polos, la derecha po-

  • see claras connotaciones de superioridad respecto a la izquierda. Por ejemplo, el sur est perfectamente asociado a lo positivo y el norte a lo negativo. Una cancin de machi revela: Del norte, pues, dicen, vino el encargo de hacerme mal. Haban dicho de m: ha de mrir* . Por otra parte, una cancin de paiin expresa: Del sur traer para ti buenos palos de chueca. Traer diez palos, para hacer frente a los chuequeros. Entonces dirn que soy alenta- - 3. La superioridad de la derecha frente a la izquier- da entregar, entonces, una nueva dimensin a la forma de concebir y representar el mundo: los ele- mentos ubicados en el lado izquierdo estarn signados por un matiz de negatividad, por una at- msfera oscura, nocturna. As, podemos decir que

    ..

    la cultura mapuche ordena el cosmos en base a la antinomia espacial izquierda/derecha, situando al resto de los elementos en uno u otro sitio, de acuer- do a las connotaciones que posean en el universo simblico. Hay acuerdo entre los autores que dentro del siste- ma de oposiciones complementarias de la cosmovisin mapuche, el antagonismo entre bien y mal aparece dominando varias esferas. La tensin entre esos polos, as como su resolucin, toma parte en un asunto humano fundamental como es el siste- ma de saludenfermedad. Bien y mal son consus- tanciales a la vida y a la muerte de los mapuche. Pero, es vlida para estas oposiciones la plastici- dad presente en la cosmovisin mapuche: ... hay un cierto relativism0 en la oposicin biedmal: el

  • negro -para seguir con el mismo ejemplo- es utili- zado en algunos nguillatunes para pedir lluvias cuando hay amenaza de sequa; los adornos de pla- ta, albmente valorados, dejan de ser10 en deter- minados contextos rituales. Los ejemplos de desdo- L. - - blamiento son infinitos. A la ordenacin topolgica horizontal que hemos _,

    la cultura mapuche agregar4 una nueva dimen- la vertical (arriba y abajo) que estructura el

    mundo en base a siete lugares. Estos espacios de- signan una tierra de arriba (wenu map^)^, una tierra (mapu) y un mundo inferior (mincbe mapu). Los siete lugares son los siguientes de aba- jo hacia arriba: mince mapu (pas de abajo), mapu (superficie de la tiem). anka wenu (mitad de cami- DO de arriba), W e om (primer lugar), epu om

    (tercer lugar), meii om

    OS testimonios de esta clasificatoria, pero al wenu mapa (tiem del cielo). Por

    , los seres humanos pue- la anciana Francisca

    !eta su experiencia al respecto:

  • flores all. Cuando llegu, me abrieron la puerta. /Haba tantas flores all! No hallk en qu parte entral; yo tena como diecisiete aos y no supe en qu puerta. Me preguntaron: i En qu puerta sted quera entrar? Tanto chiquilla ;y nios que estaban jugando! Adentro era un jardn donde jugaban los nios. Pero no hall en cul puerta is miraba a ver si haba gente conocida. Yo le conta mi hermana y le pregunt: i Por qu ser que se suea as? . Quizs te vas a enfermar -me dijo-, cuando se suea uno as se enfennu, se va, le pasa el sentido . Y me enferm mucho. Mi hermana me deca: No ves? y si hubieras entrado no estaras viva, ahora tienes que cuidarte .

    Por su lado, la machi CarrneIa Romero relata: Un da so. Fui al wenu mapu, me recibieron. Llegu all en las cinco escaleras, pero pura rodilla llegu. La tercera parte hay

    . unos rboles, unas palmeras, me arrodill all. Rec, otra escalera, segu caminando. All llegu en mi sueo. Despus, ya llegu una distinta parte donde estaba Jesucristo: era profesos maestro ...... Prendi una luz, una tremenda luz y me alumbr todo mi cuerpo, me traspas el luz en mi cuerpo. Estaban haciendo misa, pero haban puros nios, les dijeron: Tengo visita ia recreo!. Pero, salieron miles y miles de nios a recreo17.

    Empero, sed a pariir de las oposiciones complemen- tarias y del el eje horizontal de disposicin de las cosas en el mundo desde donde podemos comenzar a conocer cmo es que ia cultura mapuche nombra las categoras de lo femenino y de lo masculino. Sin lugar a dudas, esta pareja de opuestos se distri- buu posicionando lo femenino al lado de la izquier- da y lo masculino al lado de la derecha. Es decir, lo femenino en el sitio donde reside el norte, el fro, la noche, la luna; en el espacio donde habitan las fuer- zas del mal, lo que amenaza el orden, las potencias destructoras. Y, en consecuencia, lo masculino mo- rar en el sitio del bien, del sur, del calor, del da, del sol, ubicndose en el polo de las fuerzas con tructivas y bienhechoras. Si bien lo anterior es cierto, no lo es menos que la cultura mapuche, a pesar de elaborar categoras binarias, relativiza las posiciones de todos los ele- mentos de acuerdo a los contextos en que ellos apa- rezcan. En ese sentido, se podna decir que el posi- cionamiento de las cosas en izquierda y derecha y en bien y mal, estara sujeto a las particularidades y contingencias en que ellas surjan. Tal vez, una ph- ca menos etnocntrica sobre el pensamiento mapuche sugiera un movimiento ms ambigo, cam- biante, de metamorfosis continua de los elementos y los seres8.

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  • Un prstino ejemplo de lo anterior lo podemos en- contrar en el caso de las mujeres. De acuerdo al es- quema dualista que conocimos ellas estn ubicadas a la izquierda, en el mal. Esa categorizacin tiene su correlato en la vida cotidiana: las mujeres son siem- pre sospechosas de ser kaiku (brujas), es decir, de ser agentes del mal. Pero, por otro lado, tambin el sujeto mujer en cuanto machi (chamana, curande- ra) es el agente por excelencia del bien. De este modo, la mujer puede mutarse en bien y mal, por ello su posicionamiento en izquierda y derecha de- pender de la funcin que asuma dentro de la vida social. Ahora bien, las representaciones mapuche, son mu- cho ms complejas, puesto que una mujer machi puede estar en el bien como en el mal, es decir no es privativo del ser machi situarse en el polo positivo, como no es privativo de la categora mujer ubicarse en el sitio de lo nefasto. Pareciera que en el imagi- nario mapuche nada hay inmutable, pudiendo des- plazarse las categoras, los seres y las cosas, de un

    CO anterior no significa que el imaginario mapuche no cree un orden, una estructura que lo especifi- que frente a otros ordenes. Simplemente, lo que de-

    os dejar de manifiesto es que en la armazn to de elementos no estar fijo, y aparecer con dobles rostros.

    un rasgo distintivo ae ia cultura mapuche es su ca- pacidad de evidenciar la multiplicidad de las cosas, su plasticidad, su movimiento especular. Pensamos que la categora de lo femenino dentro del imaginario mapuche es ambigiia; puede trasla- darse del bien al mal, adquirir sentidos positivos y negativos. No obstante esta ambivalencia, es posi- ble percibir que lo femenino est relacionado con lo sobrenatural, con la manipulacin de las fuenas que escapan al control humano propiamente tal; lo fe- menino est hermanado con energas telricas, con la posibilidad simultnea de dar vida y dar muerte. Hay en lo femenino un poder, potestad subterr- nea, temida y respetada. Un rezo contra las inundaciones ilustra este sentido del dominio femenino:

    Ya llovi bastante, ya has subido por dews, ya vamos a rezar al trama leufu (aplastador de ros) para que te vayas pronto. Uesha Kushe (Vieja Mala) inundaste nuestras tierras, mataste los pichi kuUi (animalitos) robaste nuestras tku ketran (sembrados). Mujer fuerte, vyase no m s 4

    El reverso de ese poder es la subordinacin con que la mujer mapuche aparece en la estructura social: en un orden patrilineal y patrilocal, la mujer deber desplazarse del linaje de origen al de su marido, en

    -

  • 11 .

    un movimiento que la exilia del espacio en donde li parentela es proteccin, para llegar a un sitio de ex traos. As,ella reproduce el antiguo periplo de ser un objeto de intercambio entre grupos de hombres, entre linajes patrilineales. La mujer quedar presa en las tramas que la organizacin social teje para desarrollar la existencia, y desprovista de bienes y herencia, slo tendr su cuerpo reproductor y pro- ductor de hijos y bienes. Por otro lado, en la mayora de los relatos relacio- nados al sacrificio ser una mujer la que deber ser la vctima, as por ejemplo Kaifu Main (La Don- cella Azul), Segnpan (La Hija del Volcn), Millaray (Miliaray y Loncopn), etc.l0 Casi siem- pre se trata de la inmolacin de una joven, la cual para restaurar el orden c6smico y natural debe ser ofrendada a las divinidades.

    J L de vista de la construccin r as genricas, lo femenino

    mapuc : ambivalencia signar al sujeto mujer I un plano de inferioridad (nos

    a p armazn patriarcal de la organizacin famili referiz comunitaria), de vctima sacrificial (ella ser el sujeto privilegiado de los sacrificios a los dioses), de superioridad (por su acceso al oficio de chamana) y de bien y mal (machi y kalku). De este modo, la mujer encarnar en s misma las polivalencias del imaginario mapuche. Por otra parte, la cultura inscribir en el cuerpo fe- menino los signos de su doble ubicacin, de su vir- tualidad de residir en lo positivo o en lo negativo. Algunos mapuche opinan que cuando las mujeres estn menstmandoll su cuerpo est dbil, por ello no deben acercarse mucho al fuego, ni baarse con

  • agua fra; pero tambin en ese ciclo el cuerpo feme- nino es daino: si un hombre tiene relaciones sexua- les con una mujer en ~e perodo puede enfemarse. La sangre ciciica y femenina est asociada a una fuerza de destruccin y de atraccin. En el primer caso, se piensa que si una mujer pisa tierra recin sembrada los frutos podrn marchitarse; en el se- gundo, si se le administra a un hombre una pcima de agua con flujo menstrual ste se enamorar hasta llegar a someterse a la duea de la pocin. Como se apnxia, debilidad y poder operan simultneamente en el cuerpo femenino.

    Relato de origen de la menstruacin

    Me contamn las tMs viejas que el kutrn kiyn (enfermedad de la luna) le pas a las mujeres porque una noche habl luna llena - quizs cundo s e d ! en que ao sera eso?-. una nia sali a mear pa@era de la nrka (casa). Ella no se dio cuenta que le mostr su k&e (vagina) a la luna. La luna k peg una mirada san fuerte que la castig, por eso le salw sangre. De ah dicen que viene el kunnn (accin de enfermarse).

    Versin de MaM Raguiieo

    Tal vez, el hecho de que en el imaginario mapuche el cuerpo de la mujer haya sido herido, castiga-

    16

  • do, explique en parte, toda la simblica asociada a su fisonoma Es un cuerpo abierto, un organismo que mana, que escurre, que deja escapar; y tambin boca, hendidura que recoge, acoge, succiona Cuer- po naturaleza hablado por la cultura. Lo femenino, entonces, aparecer dentro del univer- so de las representaciones mapuche, como una ca- tegora que transita, que oscila entre los diversos pares de oposiciones que configuk el cosmos. As como lo femenino se traslada, lo masculino perma- nece ligado, asociado, fijado en las ubicaciones es- paciales (izquierddderecha; anibdabajo) y mora- les (biedmal). Lo masculino reside en el sitio en donde mora el Sol, el Ant; astro permanente, in- mvil, que anima a la naturaleza iluminndola Lo femenino se posa en el lugar de la luna, cuerpo tras- laticio que immpe, escindido y luego pleno, el es- pacio celeste. La luna se mueve, aparece y desapa- rece, en un juego de ciclos. El sol es un padre onmi- presente y eterno. Anlogamente las categoras de g6nero se vincularn a esas cualidades: la mujer se desplaza de un lugar a otro @or la exogamia reduc- cional); el hombre permanece en su tierra, en su li- naje. La mujer puede estar en el bien y en el mal: el carcter completo e incompleto de la luna. El hom- bre debe estar en el bien (la cualidad de luz y calor del sol). Podramos decir que si hacemos corresponder las

  • alegoras Luna (Kiyn) y Sol (Ant), con las cate- goras femenino (domo) y masculino (wentru), se toma audible un relato de la construccin simblica de los gneros en la cultura mapuche, y se puede observar la compleja trama que el imaginario borda para nombrarlos.

    NOTAS

    1. Cf. Louis Famn, Dillehay, Foerster. 2. Canciones del mehi Makelaf de Maialhue, en

    3. Candn de chueca de Painemal Weitra, en Augusta:

    4. Foerster, 1993. 5. Las diferencias de escritura de algunas palabras en

    Augusta: 303.

    333.

    mapudungn, a lo largo del libro, se deben a que cuando citamos textualmente respetamos las formas utilizadas por los autores, por ello se observar una gran disparidad en el uso de las voces mapuche.

    6. Grebe et al. 1972, citado p o ~ Dillebay. 7. Montecino, 1984.. 8. Un esfueno en ese sentido lo constituye el trabajo de

    9. En Koessler-Ilg: 57-58. Rolf Foerster y de Pedro Mege

    10. Para antecedentes de estos cuentos vase ms adeIante e1

    1 1. En mapuduagu: kutranan (enfermarse) o kutrn kiyen captulo: El discurso mtico y lo femenino.

    (enfermedad de la luna).

  • d

    2 Lo femenino en la morada de los dioses

    y los antepasados

    Escudriar el panten mapuche es una aventura que muestra la multiplicidad de alegoras que construye el imaginario indgena. Juego de espejos y espejis- mos, desdoblamientos, infinitas creaciones, varia- ciones, diversidades. Los especialistas en el tema no logran un consenso en relacin al carcter de las divinidades y a sus cualidades. Creemos que esto es as por un rasgo propio de la culhra mapuche: su plasticidad y su enorme capacidad de re-elaboracin dentro de una matriz. Los propios mapuche aceptan esas diferencias sin aplicar un modelo nico a sus sistemas de representaciones; por el contrario, hay en ellos un gran respeto por las re-creaciones ritua- les y discursivas de las distintas zonas en donde mora su pueblo.

    Para conocer cmo aparece el principio y la catego- ra de lo femenino en el universo de las divinidades, tenemos que dar cuenta de la complejidad a que alu- dimos. Pero, de manera general, se puede distin- guir en el panten de los distintos sectores mapuchc una figura central, Ngenechn, o Chao Ngenechn le siguen una serie de parejas divinas y luego la: almas de los antepasados. Se agregan a estas figu ras, dgunos mediadores, generalmente, encan- tados que interceden entre los hombres y las divinidades. Este bosquejo, como ya lo dijimos, su- pone variaciones y distintos tipos de contenidos se- gn sea el espacio que se estudie.

    I

  • ...el pueblo mapuche no emplea la palabra creadol; sino la palabra autor o dueo. Pero los cronistas y escritores traducen esta palabra por Dios; por esta razn han dado amplitud a su imaginacin para decir: Dios del agua, lierra, Sol, gusanos, etc.. y as decir que el pueblo mapuche tiene una multitud de dioses y, por lo tanto, es politesta ... para el mapuche no hay mcs que un solo Dios Soberano Creador, aunque nombre varias personas en Dios: Fucha o Feha, Kushe, Weche wentru y Ikha domo; as como los cristianos creen en la Trinidad, sin ser por ello politesta ... (nosotros invocamos) a Dios bajo las cuatro personas y el Fiieu es el Espritu de Poder y Sabidura de Dios 4

    Un panten poblado de dioses mltiples En casi todos los casos las divinidades aparecen nombradas con los trminos fuch y kuch, es de- cir, viejo y vieja respectivamente, portando as si- multneamente un atributo gnerico (masculino, femenino) y otro taseo (son ancianos). En algunos lugares estos principios ordenadores, de sexo y edad aparecen componiendo una familia nuclear estructurada en cuatro divinidades: dioses anciano y anciana (fuch y k d , respectivamente) y dioses jovenes masculino y femenino (weche wentru y lcha domo).De esta manera las familias de divinidades seran (agregando a cada uno los rasgos arriba mencionados): Dioses Antiguos, Antiku Dioses de poder mximo, idol Dioses guerreros, Meli Weichan Dioses de la luna, Kiyn Dioses de las estrellas, Wanin Dioses jefes de los elementos naturales:

    del trueno, lkalkn de las nubes, %mul Wenu de la luz, Ayon Wenu del color azul, Wenu. Tambin habrian dioses del Pilln (volcanes) y de

  • los distintos puntos cardinales3. Este elaborado orden, sin embargo, no aparece en otras reas estudiadas; as, por ejemplo, en otros lu- gares de la regin mapuche central surgen:

    eneche, !(Dios, Dueo de los hombres) KupukafuchdKupukhe (Dioses de la abun- dancia), Huillifucha/Hdikushe (Dioses del viento del sur), Lafkenfuchfiafkenkushe (Dioses del mar, de los lagos, de los ros), li.allranfuchaPkalkankushe (Dioses de los true- nos), AntufuchdAntukushe (antu: sol), KuyenfuchaIKuyenkushe (kuyen: luna)4. Por su lado en el rea pehuenche (Alto BoBo), en la posicin apical del panten, hay una pareja de dioses que rigen los destinos del cosmos:

    Chau (tambin llamado Chachau (padre), enechen (Dueo o tutor de los hombres), Antu-rey-fucha y Antu-rey-kushe (anciano y an- ciana rey sol). Como divinidades menores aparecen:

    Pewenfucha/Pewenkushe (pewen: araucaria mucana), ChooiwefucbdChooiwekushe (Divinidades que habitan en los fogones),

    Mawidaenechen o Mawidanemapn (mawida: montaa), WunelvefuchaWunelvekushe (Wunelve: venus), KetrireifuchaKetrireikwhe. En el ltimo peldao se ubican los antepasados5. El panten del universo mapuche-huilliche (San Juan de la Costa)6 est representado por: Chao Dios (Padre Dios) Chao Wokin Chao Antu (Padre Sol) Pumtrihuekeche Mamita Luna uketie. Podemos apreciar la enorme variabilidad de las fi- guras que ocupan el universo de representaciones divinas. Respecto a la posicin de lo femenino en las parejas de dioses, algunos autores sostienen que ellas son simplemente acompaantes de las deidades masculinas, que seran las verdaderamen- te importantes y las que incidiran en los asuntos humanos. Esta visin correspondera a la estructu- ra patriarcal mapuche. Por otra parte, tambin est la imagen de que las divinidades seran familias, es decir, matrimonios con hijos*.Desde nuestras re- flexiones pensamos que ambas posturas deben so- meterse a interrogaciones, sobre todo por las posi- bles proyec

  • . *. -

    que pudieran subyacer en eilas. =--- Y** -%r @@ De este modo, las preguntas que formulamos se re? fieren en primer lugar, a la supuesta pasividad de. lo kus o lo femenino de las deidades. Creemos que la presencia de lo masculino y de lo femenino arcai- cos (fuch y kus) se vincula, por un lado, a que elk mundo necesita de diferenciaciones que creen iden- tidad, y por el otro, a que en el concepto mapuche los antepasados fallecidos (los antiguos) poseen ca- rcter sagrado. De esta manera ser acompaantes es una propiedad mutua. Un posible desmentido a la inercia de la parte femenina de las divinidades es la accin, por ejemplo, de Chooiwe Kus y Ldn Kus, en el Epeu del Origen del Hilado:

    Un da una chiquilla lavaba mote en el ro, lleg un viejo y se la rob, se la llev pa Sus tierras. Se cas el viejo con la chiquilla. Dicen que le dijo: Me voy pa la Argentina, cuando vuelva yo, me tens que tener toda esta lana hil . Se fue el hombre y la nia qued llorando jCuand0 saba hilar!, llorando allegadita al fogn, y en eso el Chooiwe Kus, el Fuego vieja. le habl: No tens pa qu afligirte tanto, yo voy a llamar a Luln Kus pa que te ayude. Al ratito, apareci bajando por el fogn la Araa vieja y le dijo a la chiquilla: M

    d-! ..

    b

  • aprenders a hilar.

    As que pasaron los das. Cuando lleg el hombre, las lanas estaban totas hiladas. h l n Kus todas las noche fue a ayudar a la nia y juntas terminaron el trabajo

    P I

    Versin de Mariana Queupil.

    Aqu podemos observar cmo se establece una suerte de solidaridad entre el Fuego Vieja y l a m a Vieja con la joven carente de un saber: el hilado. El polo femenino de las divinidades acta en este relato, y lo hace entregando un oficio que distingue a la mujer y que ser parte de su identidad. Si bien este relato slo se conserva en una zona Pehuenche, una serie de prcticas mgicas muy utilizadas en casi todo el territorio mapuche, dan cuenta de la impor- tancia de esta narracin y su vnculo con ciertos ri- tos. As por ejemplo, para que las nias aprendan a hilar y sean buenas tejedoras se les frota suavemen- te la palma de las manos con pequeas araas, tam- bin se les envuelve la mueca con pulseras de tela de araa. En lugares cercanos a Temuco se ha- bla de la Lain del Fogn como ayudante de las tejedoras. Este ejemplo ilustra la hiptesis de que no habra inactividad en lo Kw9 y tal vez nuevas indagaciones, con una ptica distinta, puede mos- trar rostros y acciones inditas de las deidades. Otro ejemplo en este sentido lo constituyen las ale-

    goras de Wn KnS. Wn designa el amanecer y hay, de acuerdo a la informacin que poseemas, Wn fuch, Wn weche-wentru y Wnuleba domoI0. En un epeu podemos percibir como Wn Kus no es un ente pasivo:

    Mujeres del amanecer Una vez, un caballero de Hualpn vino a contar que a la orilla de un ro haba una isla tremenda de ancha. Dice que ah salen unos hombrecitos, unos chiquititos que no crecen, del hualle nacen esos chiquititos. Un mes de mayo, un vecino f i e a buscar animales porque pens que iba a llover: Era tarde, cay neblina, estaba oscurito, muy oscurito. El hombre buscaba su camino y llegaba donde mismo. Varias veces volvi al mismo lugar. Ya era medianoche y dijo.- voy a tener que alojanne aqut sentado no ms. De repente encuentro una viejita chiquita, blanquita la cabeza, con chamal andaba. Le pregunt: 2 Qu le pas joven?. i T vives aqu? le d00 l. St yo te voy a dar alojamiento iCm vas a estar ahal fro! i Venga para ac! . Dice que la mujer chiquitita abri una puerta igual que tierra, y l entr por una escala a una

  • tmmenth casa &baja En lapuem haba dos leones$ unta a cada lado* e-, anui-mu ., los koncs.cuando entr el hombm- iNct h a g a eso -les grit la viejita- es una visita. Ahpas el hombre. Adentro haba otra viejita que en una olla antigua estaba tostando en el fogn Paitas de Perdiz Las pasaba en el llepu y @le tmtando! La viejita que lo encontr te& UM piedra y idle hacer harina! Toria la noche estuviemn as. A l lo senforon a orillas &l&go. Dice que no pare& de noche, estaba clarito con el fogn alumbrando. ZQuieres

    viejita. Y l comi. Le sirvieron en un piato de greda con cuchara de palo. De repente alumbr, mir hacia arria y estaba clam ya. Amanecw y t&& estaban las dos viejitas haciendo tialina y tostando.

    comer un poco de harina? -le pregunt una

    Las viejitas le &jemn.- Nosotras vivimos aqu. Nunca vayas a decir que vivimos aqui ni que viniste a alojal; ni que yo te di alojamiento, a nodie Se vas a decir: A tu hijo, fija le dirts, pero a otra gente no. Nunca traigas gente a buscarnos, porque si un d h haces eso, ese - -

    a morir: Est claro, as es que

    salid el hombre igual habr neblina, em estaba clarito. Una viejita le iruiieo el

    con wun Kus. Asse llama la gente chiquitita que vive en la tierra. Cuando uno mira en las maanas eso como humo que sale de la tierra, son las mujeres del amanecer que todava estn haciendo fuego

  • En relacin a la luna (kiyn) podemos mencionar que en el sector de Huichahue y de Nueva imperial se dice que la luna es fuch cuando est llena y kns cuando est menguante, evidenciando asque kiyn posee en s misma d e acuerdo a sus fases- los atri- butos de ambos gneros. Esta idea est asociada con el rito que a veces realizan las embarazadas cuando quieren que nazca un hombre o una mujer: rezan a kiyn en menguante si desean una nia y en luna llena si anhelan un nio. Por otra parte, en algunos sitios, la luna emerge como una silueta sincrtica:

    Yo le tengo fe a la luna. Cuando hay creciente, cuando est redonita y o miro a la luna y le digo que me d suerte, que no me pase cosa mala, que todo ande bien. A mme cta la impresin que hay urn persona adentro, una mujer vestida con un manto y una guagua. As me imagino la luna yo.

    Testimonio de Mara

    La complejidad de la cosmovisin mapuche se ex- presa, entonces, en el plano de las divinidades, las que pueden aparecer desdobladas genricamente (las parejas fuch y kus), en un juego de unidad tetrrquica (fuch, kus, weche wentru, ilcha domo), en un sentido de unidad dual (fuch y kuse simu1tneamente)o en otras variadas alegoras; por ello espejo y espejismo como sugerimos al comien- zo, figuras de movimiento especular. reversos y an-

    Observamos que este cuento deja de manifiesto que las dos viejas del amanecer, auxilian aun hombre que est extraviado, protegindolo del fro y de la noche en su residencia del fondo de la tierra. Las Wn Kus son mujeres tremendamente laboriosas y realiza, en el bajo suelo, la faena de elaborar ha- rina tostada, mmesis de lo que hacen las mujeres en la m a p . Toda la noche, las viejas del amane- cer tienen prendido un fogn que ilumina tanto como el da. As, estas divinidades menores feme- ninas tutelan la claridad y el fuego que permite el alimento, por tanto son una alegora de la protec- cin, del calor, del bienestar.Constituyen por defi- nicin la primera luz (el amanecer). Estas funcio- nes son simbolizadas a travs del amparo mltiple (calor, comida, orientacin) que brindaron al hom- bre que estaba perdido en la oscuridad.

    Quisieramos, tambi ti, posarnos sobre otra inquisi- cin. Esta se relacona con la existencia de parejas, cada una portando el atributo de gnero y de vejez. De acuerdo a lo que plantean algunos mapuche las divinidades contendran en s mismas los diversos rasgos de identidad, as el Ant (sol), contiene una parte fuch y una kus. Recordemos, por otro lado, la cita de ms arriba que sostiene que ..para el mapuche no hay ms que un solo Dios Soberano Creador, aunque nombre varias personas en Dios: Fucha o Feta, Kushe, Weche wentru y Ilcha domo. ,

    25

  • versos que en mltiples reflejos parecen s61o querer aso& una pequea parte de su contorno.

    Los intercesores: Antepasados y Antepasadas:

    A or i lh del fogn ( en su memoria) los abuelos mueven los tristes labws del invierno y nos recueman a nuestros muertos y desaparecidos y nos enseiian a entender el lenguaje de los pjams Nos dicen- Todos somos hijos de la misma lierra de la misma Agua; cuerpo y alma el lecho que cada vez se toma ms profundo y por el que otros pasarn cuando nosotros en el mar hayamos subido en la balsa de la muerte.

    E l i c m Chihuailaf

    Lo central es la creencia de que los antepasados son mediadbres. interresores, entre los hombres y las divinidades mayores. Este carcter supone una

    cierta.ieqci& o sacralizacin de ellos: el concepto de mltiples deidades es visto como una progresin del hombre hacia la deidad, expresada, por una partes como un ordenamiento jerrquico de deidades mayores, menores e inferiores y, por otra parte, en el conocimiento de que todos los mupuche pueden con el tiempo transfomrse en Halcones del Sol **I4 . , I

    Se pueden distinguir los antepasados mticos (antupainko) y los autnticos (kuifiche). Los pri- meros son panmapuche, sin nexos de filiacin con ningn grupo particular. Los segundos, en cambio, se relqcionan con sus parientes a travs de lneas de descendencia directa. Se trata del espritu de las personas, que se desprende de su cuerpo cuando s- tas fallecen. Hay una gran variedad de estos ancestros mediado- res: Mankian (Puerto Saavedra), Abuelito Huenteao (Pucatrihue, Osomo), Marla Guacolda (Lumaco), KallfMalen (Loncoche), Tripaiantu y Nigishma(Is1a Huapi, Futrono), Tempulkalwe (Tina), etc. Detendremos nuestra mirada en las fi- guras femeninas que median entre los humanos y las divinidades.

  • En una gran rogativa tuvo jugar la s o k m ceremonia en la que presentaron a una nuia. Eso lo realizaron los jefes por indicacwnes de Ngenechen. Aqu est su cerro, su casa de piedra CQM Tajb es este cerro. Y el poder de este espritu benigno est protegiendo a esta tierra de Chngleujb. Quien tiene fe en este espiritu protectoF; recibe su favoz Sabidura, inteligencia, valol: Aquel que pone su confianza en esa Nin tlvll ser9 un hombre poderoso.

    azul de Chngkufu

    presentada ingres viva como persona, se volvi6 all espritu. Como tal est para prestar ay& o cir gente, para que a la gente le vaya bien.. pero para que l ayude hay que acordarse de l ofrecindole aunque sea un POW de mudai o chicha Cuando no se la recuerda o mcs an no se cree en ella e incluso se considera que no sirvo como proteccin sino que es, al contrario, espritu maligno devoradora de gente, mayor es et maE que sobreviene, porque estando mal,

    . vienen mcs problems y tras ellos la ruina para

    La sacrificada: Kaifu Maln Presentaremos tres relatos que explican quin es y cul es el poder de la Doncella Azul o Celestials. La nia azul

    Dicen los mayores que los antiguos dejaron consagrado un cerro. En ese monte sagrado

  • r L , v.- -

    J

  • Por mi proteccin y favor te salvaste de morir Yo te he venido siguiendo y cuidando hasta aqu. Te enviar muchos sueos, los cuales contars a tus jefes. Frente a estas revelaciones tendrn que tenerte en gran consideracin. Anre& de la venida de esta nia no haba en Changleufu una Doncella Celestial. En el cerro del lugar moraba El que dirige la tierra , bajo la formu y presencia de dos ancianos protectores. Luego de estos sueos se prepar en Changleufu la presentacin de una Kalfu Maln, que es la que ahora est aqu. Seguramente vinieron otros sueos y por ellos los adivinos supieron cmo proceder para lograr establecer una Kalfu Maln en el lugar De acuerdo a las instrucciones recibidas prepararon una doncella escogida para ser Kalfu Maln. Asfue posible tenerla en ese cerro sagrado: Cona Huincul. Se hizo entonces una apuesta, en la cual contenderan dos familias presentando una nia cada una. Los Coquilpn presentaron una nia muy poco agraciada, con la seguridad de que asno iban a ganal; queran eludil; de esta formu, la entrega de una nia de su familia. La otra familia, la de los Huenchupn, llevaron una nia muy hermosa, la cual fue aceptada. En una gran ceremonia de ofrecimientos:

    Canuwicn, se ofrcw a esta nia, segn las instrucciones que los jdes haban recibido COW mensaje del que Dirige la Eerra. En esSta ceremonia la nia entr a la montaa y su espritujk dejado alii por el Padre del Cielo para proteger a Ea gente. En ese cerro est0 desde entonces sent& en su casa de piedra: COM Tafu. Por tal razn es que hay un espritu protector en esta tierro de Changleufi*.

    .

    KaMu Mdn es una silueta femenina que despliega podero. Su origen, como queda claro en el relato, anida en una nia que se "ofrenda" (sacrifica) a I divinidades para proteger y ayudar a la comunid de humanos. Mora en UR cerro donde est encantp da. Sin duda, como casi todas las aiegorias sagra- das de los mapuche, i(alfu Mdn se enoja cuando no se la recuerda, cuando DO se Pa venera, ofrecin- dole algunos bienes. El no recuerdo esta ligado a la prdida de las tradiciones (del admapa), por ella sobreviene un desorden, un desequilibrio que debe. ser restaurgdol6. En el caso de la narracin del nifio salvado, Kd Mdn exige, para que retorne la normalidad, que sea sacrificada (donada) una simil de elia misma: una joven. Esta narracin, entonces, ilustra c6mo el espritu de una joven se transforma en un ser mtico poderoso, que no slo proteje a los humanos, sino que les ayuda a reproducir su cultu- ra, y por ello a obtener bienestar.

    a

    L7

  • Las ballenas de la Sa: Tempulkalwe Recin despus de nueve drs de mi muerte, ir con lac. cuatro frempulbiwe. Estarn esperndome. Tengo lar cJ4nRa y mi &em (perm} me segurir voluntariamente. No tomar el wewfe mi cabeza en sus manos... *I7.

    Las Tempulkalwe son representaciones de mujeres viejas que, transformadas en ballenas, trasladan el alma de los muertos hasta la orilla del mundo de abajo. El lugar donde se renen las almas de los fallecidos se sita en la Isla Mocha, en un lugar de- nominado Nglchnmaiwe. Se dice que una Tempuikaiwe era la balsera y otra cobraba los pa- sajes en iianka (piedras). Un relato nos informa del origen de estas Tempnllrawe:

    Cuentan que hace muchos siglos cerca de aqu(7iia) naufag un barco en una noche de tempestad salvndose slo un marinero que a nado pudo llegar a la isla (Mocha). Muy cansao quedse profundamente dormido. Fue despertado por varios mocetones vestidos de blanco, quienes io invitaron al centro de la isla, donde haba una gran fiesta Aqucomi carne de cordero y bebi muby. Fue atendido como un rey por hemsas mujeres. El naufago al amanecer se qued nuevamente

    d o d o . Cuando despert, el sol ya estaba alto. Mir a su alrededos no haba nadie, slo tizones, carbones y huellas de pies humanos en el csped. Luego explor el terreno y no rncontr a ser viviente alguno, slo aves marinas que como vigas rondaban sus costas. La noche despleg sus lienzos y se qued dormido. De repente lo despert la voz deun canto extrao que jams haba escuchado en la tierra Luegoovi que la misma gente de nvea blancura.10 vino a buscar y lo llev al mismo lugar de la noche anterioc donde empezaron de nuevo la celebracin de jiestas por su llegada. Mientras bebhn y bailaban, el marinero convers con una viejita que haba conocido en un pueblo cuando nio, a la cual le pidi ayuda para salir de aquella isla. La anciana, despus de escuchar las splicas, accedi y en un descuido de las alhues huyeron hacia la playa y cuando ya estaban cerca de sta vieron dos jinetes cabalgando blancos corceles que venan para llevrselos.

    -

    intes que les dieran alcance llegaron hasta el naz La anciana se transform en ballena,

    subi al marino sobre su lomo y nad con l hasta el litoral de Arauco. Los dioses ante la accin de la anciana la cgstigaron convirtindola en ballena para siempre, y desde esa noche hasta hoy sigue

  • Tentparlkelwe. El al

    ritu) haca el we= mapu. La TmpnlIdwe que conduce la %ab muerte es la image0 de hi femenino que pasMlit6en la vida el nacimiento y

    en la tierra del celo.

    morada de los dioses y de los lugar importante. Su mlevanc

    evidencian sus acciones en el e

    man. Del mismo m Temputkalwe descr

    pacio de lo numinoso mapuche cuchar el sonido de su amplio c

    ,

  • NOTAS I . Para ello nos valdremos de la valiosa investigacin del

    antroplogo Rolf Foerster en el libro Inboduceidn a ZU ReiigiosidadMapuche, 1993.

    2 Martin Alonqueo citado por Foerster, op. cit. 3. Grebe et. al.. 1971, citado por Foerster op. cit. 4. Louis Faron 1964: 50-65, citado por Foerster, Op. cit. 5 . En Gundermann 1981. 6. De acuerdo a los estudios de Foerster. 7. Por ejemplo, Louis Faron. 8. Vase Grebe, 1988. 9. A conclusiones parecidas, en relacin a Laln

    Kus,llega Gladys Riquelme,l988; tambin hay antecedentes de los ritos con araas en Anglica Willson.

    IO. En Montecino.1986. 11. Tambien hay versiones que indican que los hombres

    machi pasm'an por las fases de gnero de la luna, las que determinm'an su ser masculino o femenino de acuerdo al periodo de luna llena o menguante.

    12. En Montecino, 1985. 13. No hemos mencionado lo que sucede entre los mapuche

    de la zona Argentina. en donde se menciona a las parejas Sol y Luna, y a "Gran Hombre, Gran Cabeza de Oro y Mujer, Reina del Cielo Azul, Mujer Grande", como se puede apreciar en Koessler-Ilg.

    14. Faron, 1964: 53, citado por Foerster, 1993. 15. Todos estos relatos han sido extrados del texto

    16. Este fenmeno ha sido detectado por Foerster en varios

    17. En Koessler-llg: 30.

    Mitologa Mapuche de Kuramochi.

  • . ,< 3 El cuerpo de 1 .,,ujer como soporte del discurso

    simblico mapuche

    Las mujeres mapuche, sobre todo las machis y las ancianas, cubren su silueta con prendas cargadas de significados. El espesor de la mitologa y de la cosmovisin indgena se adhieren al cuerpo feme- nino. Nos referimos al uso del trariwe y de la plate- ra (fundamentalmente del trapelacucha). El pri- mero, cinturn que ayuda a fijar el kpam'; la se- gunda, conjunto ornamental que distingue a las mu- jeres, que las engalana y especifica una identidad. El vestido y los abalorios de plata que lucen las mapuche encierran un discurso en donde es posible leer los laberintos de la identidad de gnero y la tnica.

    El cinturn m'tico Diversos estudiosos de la cultura mapuche se han internado en el significado del imin (dibujo o la- bor) que lucen las fajas (trariwe) de las mujeres, cinturn tejido por ellas mismas, gracias al dominio del arte textil. Hay, al menos, cuatro interpretacio- nes*, todas interrelacionadas, s el sentido de esos signos. La primera3, es que &to de mo-

    lamente, el tivos de un trariwe represe relato del mito mapuche de L . . . Tren Tren y Kai Kai 1

  • hen hen y Kai Kai4 En tiempos muy antiguos un diluvio destruy la humonidad Segn algunas versionesfue un castigo por costumbres disipadas. To& lo imputan a una serpiente monstruosa, ama del oceno, llamada Kai Kai, segn su voz Huyendo del ascenso de las aguas y de la oscuridad que reinaba, los humanos cargados de vveres subieron a una montaa de cima mple, que perteneca a otra serpiente, enemiga de la primera Se llamaba lten Iten, tambin de acuerdo a su voz; acaso haba llegado a adoptar el aspecto de un pobre viejo para advertir a los hombres del peligro que los amenzaba. Quienes no treparon suficientemente aprisa perecieron ahogados; se mudaron en peces de especies que ms tarde fecundaron a las mujeres que acudan a pescar durante la marea baja. Asfueron concebidos los antepasados de los clanes que tienen nombre de peces. A m e d a que los sobrevivientes se elevaban por si flanco de la montaa, sta se elevaba o, segn otras verswnes, flotaba en la superjicie de l l s aguas. Largo tiempo Kai Kai y Iten Tren trataron de vencel: Por ltimo gan la montaa, mas no sin haber aceTC(I(I0 a los humanos al sol tanto que tuvieron que

    la cgbeza con los platos en

    haban acumulado sus provisiones. Pese a estas sombrillas improvisa&, muchos perecieron y varios quedaron calvos. Tal es el origen de la calvicie. Cuando Kai Kai se declar vencula, no quedaban ms que una o dos parejas sobrevivientes. Un sacrijicio humano les pemti obtener el descenso de las aguas. Y repoblaron la tierra.

    El trariwe, entonces, narrara esta historia que cons- tituye el principal relato mtico mapuche- en base a cinco conos. Uno de ellos es una figura antropomorfa estilizada, la cual ...es el nico (co- no) visible mientras la prenda se encuentra ceida al cuerpo de la mujer, ya que las dems estn escon- didas debajo de las mltiples vueltas que se dan con ella airededor del cuerpo. Este hecho singular nos hizo suponer que el tejido transmite conceptos sa- grados para los mapuche, destinados principalmen- te para ser ledos y revelados en familia5. Esa ima- -- gen antropomorfa (con una cabeza grande, un dibu- jo horizontal en su cspide, simulando una callana) estada aludiendo a los hombres que se refugian en la montaa It.en Wen, y la representacin de la ca- llana se relacionada con los platos usados para pro- tegerse del sol. Los otros imn muestran a las dos serpientes luchando, a los hombres transformados en sirenas (o peces) y el nacimiento de una nueva

  • generacin humana.

    Una segunda lectura de los signos del trariwe, com- plementaria a la anterior, expresa que en los cintu- rones se pueden observar dos figuras zoomorfas que corresppden a las serpientes K& Kai y Tken Tken, serpientes que simbolizan el agua y la tierra, el bien y el mal, es decir la dinmica constante de los opues- tos complementarios. Tambin, aparece la imagen de un orante arrodillado. Se puede interpretar (este dibujo) como un smbolo antropomorfo en ora- cin. Ahora, si consideramos la funcin del o la machi que viene a ser el intermediario entre Dios y los hombres, como la funcin le exige una actitud de constante oracin para mantener el lazo, la ligazn ....p odemos interpretar esta figura formal como el ser que se desprende del cuerpo para aso- ciarse ms pura e ntimamente con el smbolo del rewe que lleva a la esfera divina. El alma esma siendo simbolizada por la cabeza florida separa- da de sus dos extremidades6. Esta interpretacin

    cia recuerda el rgano sexual masculino. En aigu- nos trariwe esta parte se junta con la parte cntrica del cuerpo del dibujo siguiente, sugiriendo una copulacin. Desde esta ptica, la hiptesis que se propone es que El trariwe que usan las mujeres mapuche en la cintura tiene funciones mgicas: elc presa el anhelo que los espritus dadores y protectc res de la vida amparen el receptculo femenino don- de ella se gesta. Por ltimo en esta lectura el sapito del cinturn ...puesto en el vientre de la mujer nifica y simboliza adecuadamente las fuerzas s( naturales que vigilan el surgimiento de la vida der de este lugar escondido y ~CUOSO~. Finalmente, otro anlisis plantea que en el centro de los imin de las fajas femeninas est la figura Lukutuel, que corresponde a un personaje ritual asexuado, representacin de los participantes de la gran rogativa, Nguiiiatn8. La voz Lukutuel sig- nifica el modillado y se constituira por desdo- blamiento. Sus pacese_sel@&p

  • pacidad W& de faun La iconogmfur que surge de estas lecturas sobre los dibujos del ariWe sugiem?, de manera evidene, que en l es& plarneados los p&ip&s signos del Mito del Kai K& y men %n, con su mensaje de reMcimieno de la vida despus de la muerte (la mcin smn$cial). la lucha e w e los opuestos (la idea de que la dinmfccr exiSrencM1 se relaciona con la aupeditmidn de )uio al om); 1u1 CQOS que se resuelve mediante el rito, etc. o .-.que el combate entre l a s f e m co~~gnicas es tambin comehto de iut gran encuentro amomso que, a tmvs del sacr@cio pur@cadoc pepmite la gestclcin de una W V D humanidad y con ella Is continukid de la existencia y h especie humem en d camino sealado por ei Creador?

    im, B travs de lo expuesto, lo diver- , lo polismia que es posible en-

    coa@& en los dibujos del trariwe, y no cabe! daida, @dos ems sentidos poseen una verosimilitud

    bario mapuche. Resde nuestra mirada nos pmer en escena dos elementos: el primero,

    ~ t i i vinculado d hecho de que son las mujeres mapliehe las que van tejiendo (real y

    mente) esos sentidos, esos smbolos, r a m d o un habla plena de degorm.

    En segundo lugar, como lo hemos dicho, el trariwe es de uso femenino exclusivamente.

    PO, desde su cuerpo

    bolos religiosos, fundacionaies,

    cer desde su vien

    Karen Caceres

  • - . -.P

    las cuales como el trariwe poseen una lectura sin- gular. Por ejemplo, el trapelacucha, es una alhaja pectoral que cae sobre el pecho femenino, que lo cubre y adorna. Generalmente, su diseo muestra un guila de dos cabezas en el pice; bajo las aves cuelgaifdos piuanes (a veces uno macho y uno hem- bra, otras, los dos de un mismo sexo) y luego un conjunto de cadenas que culminan casi siempre en una placa de la cual cuelgan monedas o campanas. En algunos sectores mapuche los espritus de los antepasados son representados como cndores, gui- las, aguiluchos, halcones, etc. los cuales protegen y cuidan a su parentela. Una invocacin a estos esp- ritus dice: Qu te ha sucedido en tu viaje a travs del cielo? Haz llegado a ser un halcn del En la zona pehuenche recogimos un relato que da cuenta del poder de estos antepasados converti- dos en pjaros. Se trata del epeu (cuento) del Manque (cndor):

    Dos amigos andaban poniendo huaches (trampas para conejos) pa la montaa. All lleg la mujer de uno a buscar lea. le gust la mujer al amigo. Despus se vieron ellos a solas y el amigo se llev a la mujer pa su tierra. El marido sali a buscarla, pero en la montaa qued entrampao en un huache. All qued. Pas un manque volando por ah y ayud al hombre, lo sac y le dijo que se montara en su

    Al tiempo haba nguillatn en la tierra donde estaba la mujer. Ella cocinaba el caldo para las visitas. En eso, vi volando al manque. y al rato vw a su hombre. Se asust la mujer: el hombre agarr un cuchillo y le sac el corazn a la mujec despus la mat y se fue otra vez con el manque derechito pa 1 cielo.

    Versin de Mariana Queupil

    En este relato podemos apreciar cmo un antepasa do transformado en cndor auxilia ai hombre que ha sido atrapado, lo lleva a la tierra del cielo (al wenumapu) y luego lo devuelve a la mapu (tierra) para cobrar venganza. De este modo, algunas aves simbolizan -seguramente por su cualidad de permanecer y transitar el cielo y Ia tierra-el espritu de los parientes fallecidos que tutelan a sus familiares. De acuerdo a algunas inda- gaciones que hemos realizado, ellos seran los que aparecen en las trapelacuchas de plata que ador- nan el pecho de las mujeres. De esta manera, en el cuerpo femenino anidman esas aves que recuerdan a los antiguos, a aquellos que evidencian la conti- nuidad del pueblo mapuche. Por otro lado, las pequeas figuras masculinas y fe- meninas, que actualmente algunos denominan como pillanes, expresan la doble composicin gnerica

    37

  • c c

    cortados en recuedo de la diosa Machi. La joya gust tanto que los mapuche mandaron hacerla y la llevaban como amuleto porque

    I traa suerte. a 3 acuerdo a nuestras pesquizas la plata es un metal ue sirve de contra, es decir, proteje del mal a las

    mujeres que lo usan. Tambin, como ya dijimos, trae suerte. Tener peumas con joyas de plata es s i e o de buena fortuna, de fertilidad y restauracin de la sa- lud, por ejemplo, un hombre, que hoy es un reputa- do platero de Temuco, cuando joven enferm gra- vemente, la machi que lo sanaba le dijo:

    Te vas a mejorar porque te so que estabas , t con un paquetn de joyas, puras joyas de

    plata . Efectivamente, recobr la salud, y adems ese ao la chacra de su casafloreci: estaba verdecita, bonita: eso le signijic a mi mam que era un buen sueo de la nuachi, porque iba a renacer eso .

    En algunas zonas se le hacen rezos a la luna men- guante para obtener riquezas, y debe ser en esa face porque:

    - - -

    Cuando est menguante es para llamar riqueza: est llena de plata, llena de kulln (animales o dinero), llena de animales. Ella guarda la plata, est llena, llena de plata .

    Testimonio de C a m l a Romero

  • Por otra parte, la mujer y la plata se encuentran rela- cionadas en algunas canciones, en donde el metal es una metfora de la belleza de la mujer:

    Bonita como ken (plata) era la hermana. Pqs eso es grande mi pesal: Por eso supe mi corazn ,j Porqu habr salido el sol por donde en otros das suele bajar? Y por 4u baj por - donde suele levantarse? tishabr cambiado tu corazn hermuna .

    Otra cancin expresa: En el ms all estaba, en el Uenu Mapu haba descansado, mi dea. Una mujer linda como la plata mandaba en un lof, mandaba en un aiiueue ... .

    Koessler-Ilg, quien recopil estas canciones refiere que: (Los mapuche)Estiman ms la plata que el oro. La plata, segn ellos, trae fuerza; el oro debili ta.... de modo que compararla con plata a la mujer es un elogio muy estimado14. Podemos decir, entonces, que la plata est asociada a los antepasados, a la luna, y a la proteccin, la salud, el bienestar. La joyera mapuche, cargada de significados se adhiere hoy exclusivamente al cuer- po de la mujer: su pecho, su cabeza, su cabello, sus muecas y sus lbulos son orlados por trapelacuchas (pectorales), trariionkos (cintillos), trarikuwe (pulseras),chawav (aros). Cada uno de

    ellos representando una sintaxis especial que va mar- cando al cuerpo femenhu mapuche. E2 cbaway, por ejemplo, tiene una profunda significacin para la vida de las mujeres. En algunas zonas se conserva la ceremonia del htn piln, de la perforacin de la oreja, la cual va seguida del rito de imposicin del nombre propio (a veces coincide con el bautizo cristiano) y de la postura del primer par de chaway de las nias. Tambin, los chaway de abuelas y madres fallecidas adquieren una especial significa- cin para las hijas o nietas. Apreciamos, as, que una gran densidad simblica se anida en el cuerpo de la mujer mapuche: el mito de origen del pueblo, su religiosickxl y los smboIos de la fertilidad se despliegan en el cinturn que &ir- ma su vestido; los antepasados (divinidades meno- res), la suerte, la proteccin, la feracidad, entre otros elementos, se inscriben en la platera que engalana su pecho. Las prendas que lucen las mujeres apare- cen as sobresaturadas de smbolos; el tejido y la platera como discurso cultural que emboza un cuer- po, que Io aieja de io natural, que escribe en l los contenidos comunitarios de mayor importancia: cmo nace el pueblo y la necesidad del rito, la con- tinuidad del grupo a travs de los ancestros, el bien- estar. Podramos decir que el cuerpo de la mujer mapuche

  • cosmognicas y gnesicas; hogar en donde habita simultneamente la naturaleza y la cultura, la vida y la muerte, los mitos y los ritos. As, ella no ser pura y simplemente naturaleza que reproduce siempre lo mismo (seres humanos), sino que ser cultura que reproduce diversidades y smbolos, alojamiento de sentidos y prcticas que dan permanecia a la etnia.

    NOTAS

    I . Pao de lana que envuelve el cuerpo, vistindolo. 2. La sntesis que presentamos ha sido extrada del valioso

    trabajo de Gladys Riquelme. 3. Sostenida por Amrico Gordon. 4. Esta versin es la que usa Rolf Foerster. 5. Gordon, citado por Riquelme: 84. 6. Cabeza, citado por Riquelme: 84.

    8. Pedro Mege, citado por Riquelrne: 86. 9. Riquelme: 87. 10. En Faron, traduccin personal. 11. En Montecino, 1984. 12. Schindler y Curaqueo citados por Foerster, 1993. 13. Vase Mayo Calvo. 14.Op.cit.: 33.

    7. Frank B k 94-95-97.

    40

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  • . . i 4 Machis: las mujeres como oficiantes de las fuerzas

    del bien y del mal

    I

    Actualmente el oficio chamnico recae casi exclu- sivamente en mujeres. En el pasado, la mayora de los machi y otros especialistas mdico-religiosos eran hombres, aunque tambin algunas chamanas ejercan el oficio. Sin duda, la figura de la machi expresa un doble poder: el dominio de lo femenino en la manipulacin de las fuerzas sobrenaturales y la facultad de las mujeres de restablecer la salud comunitaria. La presencia de lo femenino en el quehacer chamnico mapuche parece ser de gran relevancia toda vez que, en el pasado como hoy da, los hom- bres que ejercen esta funcin asumen rasgos ambivalentes: el machi es un hombre trasvestido. Tal vez, la doble faz de lo masculino y lo femenino

    -en un mismo cuerpo-seat una aiegon de las propias divinidades que posen ambos atributos. En el caso de las machis creemos que la diferenciacin de g- nero se restablece en cuanto ella opera con un duqpnachife, un braductor, que siempre es un hom- bre; asi la pareja machi-dungumachife restituye io femenino y lo masculino como elementos necesa- rios de la dinmica csmica y social'. El universo de accin de la m a d est confomado por su capacidad de sanar enfermos, de expulsar de su cuerpo los eectos del mal. As, el rito en que ella despliega toda su sabiduda es en el machith. AI- gunos autores plantean que la machi tambin cum- ple UR rol esencial en el nguillatn (ceremonia de propiciacin colectiva), sin embargo ello no es

  • extemible a todo el mundo mapuche. Se piensa que producto del debilitamiento del poder de los lonkos (caciques) y de otras autoridades religiosas (ngenpin), las machis pasaran a ocupar, en ale- nas zonas, un rol de importancia en el rito del ngdiatn. Si bien todas las mujeres mapuche estn cerca de la sanacin por medio de las plantas medicinales, y casi la mayorfa es capaz de cum dolencias meno- res2, slo algunas sern elegidas por Ngenechn para ser machis. Los anuncios de ese llamado pueden

    s de pumas (sueos) o de perimontn El relato de la machi Carmela Romero

    om del llamado y del anuncio que

    muchos remedios. Haba pichn (paico) y menta que la tom por el puro olor; encontr un remedio que en castellano llaman tomatito porque tiene una bolita coloradita, tambin menta negra. Agarr un buen puado de esos remedios. Lav dos piedras y los machaqu, as como se machaca el aji busqu un plato de greda Despus puse a calentar agua en un cntaro -porque mi abuelita no tena nadade tetera, para tomar mate, para hacer comida todo era en cntaro- y cuando hirvi la hech en el plato con los remedios y revolv. Yo lo tantiaba y lo encontraba malazo; lo dej enfriar y reposar. Despus se lo llev a mi abuelita. Ella me lo recibi porque se imagin que otra persona le vino a hacer remedio. Con tanto cario me lo tom el remedio que le dije: Tmate10 toto. Ese te va a hacer bien . Se lo tom sentadita en

    ella tiene espritu de machi:

    Una machi no estudia para mdica. Yo no estudi en el libro, desde que era muy niita yo sabh dar remedio. M i abuelita que se llama Jmi ta siempre celebraba el da de San J u a n .

  • rato se levant mi abuelita y saiw pa la cocina y se* a vomitax Vomit la grasa del puro pavo que estaba tan gordo. Ahora me siento bien -me dijo- parece que se me vacw el estmago . Yo tendra como cinco o seis aos, era muy chica. A veces cuamio me acuenio me da mucha pena. M i abuelita despus de eso nunca ms se enferm. Pero yo me enferm, ai poco tiempo me enfenn: se me hinch un pie, andaba gatiando. Fui a buscar remedw. Tengo que deshinchar esto, pensaba, tengo que tener algo adentro . Enconrr una espinita de rbol, saqu tambin una hojita, envolv con esa hojita varias espinas. M e fui a la casa Cwndo llegue -en el corazn estaba escrito-, la hojita qued blanquita con la espuma del remedio.Empez a criar espuma el remedio y yo le hice como masaje en la tierra Ahparece que se me abri el cuerpo y de a poquito se me pas el dolor al pie. As6 saba curarme yo sola. Da pena contar esta verdad Por s solo uno no sabe remedios, es Dios el que ense& el que da. As segu haciendo remedio hasta grande, muchos remedios.

    De este modo, reconocer la sabidura que existe en las plantas y flores es un don que entrega Ngenechn a las mujeres que sern depositarias del

    43

  • oficio. Pero, otro signo inequivaco del llamado, como dijimos, son los perimontn (o Visiones). La misma Carmela Romero cuenta:

    *Yo ieni como ocho aos, era grandecita ya, y sal a buscar agua con el canearito -los m a p ~ ~ h e antes no tenian baldes-. Iba por el mlrmo camUrieo donde se encontraban los remedws. Era temprano, como las seis o siete de la maana porque no habh nadie. Ah me encontr con una oveja qw estaba atajando el c d i t o , estaba ec- m me dio nada de miedo- La oveja tenla UM lana grande y estaba rwninh. Me qudparah mir&la, pen, ella no me mir na. Era blanca Dej caer mi cantarito al lado del animal y dije: voy a ir a bwcar un heleo* a So mejor quiere morir esta oveja. Voy a ir a avisarle a la nia -habk otra rtu, que vivi con m abuelita-. Vamos a traer sut kzo p a pescarla y matarla . Volvi con em rJicn &if estaba la oveja y rni cantarito. *Utkztek -[e dije-, ese4 tonta la oveja. La lri& era como de quince aos y empez a

    1 L; I

  • helado. En eso, mir por donde subi y all baj un arcoiris de siete colores. Despuh, como que se moj el arcoiris y se volvi agua lluvia, a m se me moj la cabeza. Pero llovi solo en una canchita no rncS, redondo en ese lugar; en otros .la@ no llovi na . A m me roci la cabeza con esa agita finita. Despub pesqu mi cantarito y me fui a la casa de mi abuelita. Esa era una bendicin que me da mi Dios, me da ese remedio que mi Dios descubri. As es que yo no estudi na en libros, ese era mi don. Los otros mdicos estudian en libros, por eso se equivocan

    El proceso4 para acceder al oficio chamnico es largo y doloroso. Luego de las seales y de los perimontn y a veces de pumas donde se asciende al wenu mapu (tierra del cielo), un espritu de machi se encarnar en el cuerpo de la elegida. Este puede ser el de una curandera ya fallecida (muchas veces pariente de la mujer) o el de alguna divinidad menor. Luego de que estos signos hablen ineludiblemente de la necesidad de oficiar a la mujer como machi,ella deber iniciar su consagracin, la que ser efectuada por una chamana, que hace las veces de maestra. El camino de la iniciacin -que dura ms o

    menos seis meses- supone un complejo ritual, La aprendiz participa en pequeas ceremonas en las cuales se confirma que, efectivamente, el espritu se ha posesionado de ella (se tiene la comprobacin cuando la principiante hace kimin, es decir entra en xtasis o trance); conoce los diferentes toques del kultrn (tambor); las distintas curaciones; los pillantn (oraciones); confecciona sus propios instrumentos kultrn, pifilca (flauta), kaskawilla (sonajero) y wada (calabaza). Hace tambin un retiro espiritual con su maestra Finalmente, se realiza el rito que la unge como machi y que culmina con la plantacin del rewe (escalera de madera cuya cantidad de peldaos depende de la fuerza de los espritus de la consagrada), el canelo, el laurel, el maqui y el copihue (considerados como rboles sagrados) en la casa de la nueva chamana Esta ltima ceremonia es comunitaria y en ella participan, adems de la maestra, dos o tres machis ms5. R e c h m el espritu de machi ocasiona graves tras- tomos; oponerse al llamado, a la ocupaci~n del cuerpo, puede implicar la muerte. Por ello, muchas mujeres pasan largos aos enfermas y slo se sanan al ser iniciadas. Muchas de ellas, sobre todo las ms

    4.5

  • ancianas, no ofician como chamauas ni poseen rewe; pero son denominadas como machis por la comu- nidad. Yolanda Curinao relata:

    Una vez realizada la consagracin de una machi, sta puede ejercer su oficio. Su reputacih depen- ded de las sanciones de la comunidad respecto a su xito o su fracaso en las curaciones. Porque ser machi es tambin poseer un dominio eqdvwo. Una chamana siempre ser sospechosa de brujeria (kalku); lo femenino -como sabemos- puede transi- tar entre el bien y el mal, y la machi ms an: por ser mujer y por estar en contacto permanente con las fuerzas negativas (wecuve que ocasiona enfer- medades) puedeser posesionada por stas y trans- formarse en una kdku (bruja). De este modo, la machi siempre estar sujeta a la sancin comUnita- ria, a la aprobacin o desaprobacin de sus conduc- tas, ritos y existencia. Yolanda testimonia esta vulnerabilidad de la

    - M ~ ~ enfern estuve yo, de cbq~tira c d o fui a machi -como 12 &os ten-, fuerte enfermedad tena, mcs de un ao que estuve asi Yo estaba con sueos cuando era chica, cuando andaba en el colegio andaba con esos sueos. Soaba de noche tambin que me daban todos esas cosas de machi: me daban banderas, dos banderas y me daban kulbn, me daban de todos remedios, hartos ~-emedios Y me dicen: ?a a ser machi usted. As lo pasaba enferma.. sufriendo y mi mama me llevo al m c ~ y ese me miorb, me hizo -., .me maeliiruc tres veces y me dio remedios, esos

    Me sent mejor despus que me Ahora poco me volv a enfeml: M i mam se muri harn dos aos y yo me poco empec a curar

  • enfermar, mucha pena, mucho dolor, todo el cuerpo enfermo, sin valor pa na . Yo soy machi y pa c u r a 2 tengo que ir a otra machi. Otra machi me hizo remedio, ah me dijo que Era mal que me haban hecho. No ve que aqu entre vecinos se hacen dao? Puede ser por la ropa. As me hicieron dao a m y por pura envidia no ms. Yo sala mucho a machitucar a los enfermos, tena muchos clientes. Llegaba harta gente aqu y por eso se enojaron los vecinos. Se enojaron, me haca rica yo, usted tiene mucha plata-decan-, usted trabajar con lo malo . Kalku ser esta, eso andaban diciendo. De pura envidia no ms, me hicieron el mal, me senta muy enferma cuando me hicieron el mal esa gente.

    . Por otra parte Paula Painn opina: Mis padres tenan muy mal nombre por los machis. Mi padre tena muy mala cosa entre los machi, porque hacen el bien y el mal. Usted los culpa en una cosa y le hacen mal despus. Aunque usted lo haya tenido en los brazos, le haya dado, cualquier cosita chica que usted haga contra ella, ligerito le hace mal. Mis padres tenan muchas cosas aqu, mucha siembra, puro por su esfuerzo. Unos vecinos malos buscaron una machi y ella le trabaj: le hizo mal. Por eso no creo en las machis .

    Ya sea en el bien (machi) o en el mal (kalku), la

    mujer chamana es poderosa y temida. Ella domina y manipula lo sobrenatural, por eso es peligrosa; co- noce los lawen (remedios) y los secretos de plantas y rboles; tiene la facultad de devolver el equilibrio al cuerpo enfermo por medio del rito del machitn. La relacin viddmuerte est en sus manos. AI as- cender su peli (alma) al cielo, cuando entra en x- tasis, ...abandona su condicin humana ordinaria y se carga de potencia numinosa (de lo inslito y de lo extraordinario) transformndose por ello en un per- sonaje ambiguo@. La ambigedad de la figura de la macbi se expresa en el epeu Millaray Loncopn:

    EL volcn Mllarica habh hecho una gran corrida y todos los habitantes de las cercanQF estaban alarmados. Los bnkos (jefes) se dirigieron a la mka del cacique principal Llancafilo, quien los habh liamado para acordar apaciguar al pln haciendo un gran nguillatn. Todos los caciques estuvieron de acuerdo, pero algunq? ...dicen que debe consultarse a la machi y que lo que se ha ofrecido es poco para acallar las iras del volcn Es ella quin debe decir qu desea pilln. Se levantan todos y se dirigen con temor al Reni, cueva donde habita la machi. Trepan por l a escarpadas faldas del cerro sabedores de que la machi puede hacerles dao. Al llegarfrente a la entrada de la cueva,

    47

  • extrae culebras, sapos y sabandijas a los que saca la hiel que pone al fuego hasta que todo se vuelve ceniza. Recoge la ceniza y la guarda en el hueso de la canilla de un pollo. Sonre pensando que ese veneno le servir para humillar a Llancafilo cuando se celebre el nguiUaCn. Una de sus uas, la del meique, que se la deja crecer muy larga, la utilizar para extraer el veneno y nadie la ver cuando lo eche al muday. Piensa que sufap (veneno) la #vengar. Recoge hierbas que producenfuertes olores y gran humareda, con lo cual impresionar a las visitas que llegardn al medioda . Millaray y Loncopn se han encontrado buscando avellanas y frutos silvestres, sin darse

    gan cerca de la cueva de la machi y spavoridos al escuchar las voces de

    los espritus que han sido convocados por la bruja. Los caciques se reunen en la reni de la

    Anoche tuve gran trabajo para hacer venir a los espritus. R M n estaba enojado y no quera presentarse ... Wnieron los espritus de los antepasados y despus de mucho rogades me han dicho que R M n desea una vida humana...... (Las dice que) P U n desea lo mjor de la comunidad y que ha tenido urn visin: ha visto a Millaray, y ella es la que debe

    y sta les habla:

  • ser sacrifcada. Llancafiro se pone de pie y con voz temblorosa ofrece todo lo que tiene para que no le arrebaten a su hga, pero la machi se muestra inflexible. -Esa es la voluntad de Pihn y h y que obedecerle o peores desgracias nos enviar. Los caciques asienten y a pesar del dolor de Llamafilo la inmolacin se realiza9.

    Si hemos citado este largo epeu es porque da cuenta de manera muy evidente de la ambivalencia de la figura de la machi y de su poder. Ella es respetada por los caciques y la comunidad por su especial co- municacin con las divinidades; pero, a la vez es temida por sus conocimientos como kaiku. Inclu- so, en el cuento, ella verdaderamente oficia como bmja, toda vez que su accionar es para vengarse de quien no cree en ella. De esta manera podemos decir que investida de chaman, la mujer mapuche adquiere poder dentro de la comunidad, poder que como hemos expresado podr estar asociado al bien como al mal. Sin em- bargo, la machi tambin va a sobresalir por su ac- cin contra las fuerzas del mal en el rito del machitn, acto de curacin en donde se conjuntarn una serie de prcticas y concepciones que singulari- zan a la cultura mapuche. Para comprender el sentido del machitn es preci- so saber que entre los mapuche las enfermedades

    -

    tienen causas naturales (por fno o dor) y Sobrena- turales, siendo stas ltimas las ms graves y causa- das por la accin de fuerzas maificas. En nuestras indagaciones hemos encontrado que entre estas en- fermedades (que si no se tratan rituaimente condu- cen a la muerte) se pueden distinguir tres tipos: las ocasionadas por nfitn (daar a alguien) o kalkutn (accin de brujera). En este caso el wekuve accionar a travs de un k a h (el cual es contratado por aiguien, o actuar por s mismo) provocando la enfermedad por tref (tirar algo), es decir, introduciendo ciertas especies dainas en os alimentos, uas o boca de quien se desea hacer mai. En segundo lugar estn las dolencias por tdyekenn o encontrarse con el wecove, en las cuales ste adopta distintas formas como el anchimaiien (luces saitarinas), el meuln (viento arremolinado), el tuti tu6 (pjaro maligno). Estos encuentros con seres que representan el mal van enfermando paulatinamente a las personas. Por l- timo, estn las enfermedades por konn o aliento del muerto, estas consisten en que a una persona, generalmente la que ha estado cuidando un enfer- mo, le entra el ltimo resuello de un moribundo y comienza a enfermarse lentamente. A travs del relato de una joven mapuche podemos conocer la forma de experimentar algunas de estas dolencias:

    49

  • Mi hennano estuvo muy er$em. Lo llevaron al hospital, segn d e c h eran los riones, estuvo hospitalizado dos meses, pero los remedios del hospital no lo mejoraron Yo siempre pens que tenp algo de dao. As como mi hermcuto tomabe, Se gustaba tomar; l t o d a con amigos y con enemigos y ah le pueden dar algo. El muri. No s si a m me han dado lo mismo. Fui a vera una hermuna y alii hubut wsa seior. desconocida. Yo tom

    y ese mismo da camal. esa seibra me podl

    e k me ca mcll con eso, me vine vomitando por el cw2m. Despus me vino esa enferme& y c d muri mi hennano me dio la pena y ahrnsa anfend & *

    I

    timoni0 de Isabel IQNrnUl@O.

    de los ahtomas exteraos que evidencian que ibs M&I e n f w , hpibrn otros signos que

    la dolencia. Los @un- . e time el afectsido y

    casa. Como despierta so esa cosa, se haba terminado la casa, se haba quemado. Pero yo no saba quin la haba quemado. Yo vi que lo apagaba, le tiraba agua y lo hice apagar el incendio de mi casa, pero mi casa qued negra, absolutamente, qued negra en mi sueo. Eso f i e antes de morir mi hermano, estaba en el hospital. Yo le cont a mi m m i y ella me dijo: No ms va a vivir el enfenno que tenimos, va a morir Va a morir mi hijo, por eso soast as. Y cuando yo estuve enferma me soaba que caa a los pozos;ame caa, pero saltaba y sala. Eso era porque si no encontraba remedio me iba a moril; pero como sala del pozo, saba que me iba a sana): Y asfue, despus que me cur, so puros sueos buenos.

    El concepto de enfermedad mapuche, y sus etiologas, son mucho ms complejos que la des- cripcin que hemos realizado. Nuestro inters es solamente ilustrar a grandes rasgos el universo don- de acta la machi. Ella es competente en las enfer- medades naturales y sobrenaturales, sin embargo es en estas ltimas donde despliega toda su sabidura y ceremoniales. A modo de corolario, podemos decir que la mujer mapuche en tanto machi encarnar la doble posibi- l idd de situarse en la ribera del bien como en la del mal; en ambos casos lo femenino aparece con una

  • potestad sobre la comunidad, la cual sin duda, regu- lar y sancionar. su wcionar. Este posicionamiento fluctuante, movedizo, corresponde a las posibilida- des que la propia cosmovisi6n entrega, a ese atribu- to de los elementos y de los seres de mutarse en dis- tintas caras; la machi no es ms que una expresin - quizs la ms prstina- de esa virtualidad de devenir en fuerza positiva o negativa, en luz o sombra, en sujeto que restaura la vida o en sujeto que da la muerte.

    NOIAS

    1. Montecino, 1984. 2. Montecino, 1986. 3. Que coincide con la celebracin del We lkipantu o Ao

    Nuevo Mapuche. 4. La descripcin que haremos de ese proceso proviene de

    informaciones contemporneas dadas por Carmela Romero y de bibliografa ai respecto.

    5. Datos de Martin Aionqueo. en el captulo Ngeikurrewen. 6. Recopilado por Cristina Girardi. 7. Recopilado por Cristina Girardi. 8. Rolf Foerster, 1988. 9. Sntesis del cuento que aparece en Mayo Calvo. 10. Recopilado por Cristina Girardi.

  • 5 El discurso mtico y lo femenino

    Los mapuche poseen una gran diversidad de relatos orales, en los cuales la tradicin cultural, as trans- mitida se va reproduciendo en el tiempo. A travs de esas narraciones (epeu, nUtram) podemos tam- bin acercamos al imaginario colectivo y a la forma en que nombra a las mujeres. Hay coincidencia en considerar el mito del Kai Kai y hen ken como la narracin fundamental de la cual se desprenden otros relatos. Como ya sabemos esa historia cuenta la lucha entre dos culebras: una que tutela las aguas y otra que domina los cerros; la de las aguas crea un diluvio; la de los cerros eleva las montaas para salvar a los mapuche que logra- ron escapar de las inundaciones, pero esas monta- as subieron tan alto que casi toparon el sol; hubo entonces que hacer un sacrificio para restablecer el orden csmico y natural. Se dice que las personas

    -

    que no se libraron de las aguas se transformaron en peces o rocas. Como se observa, este no es un mito de origen pro- piamente tal, pues los seres humanos ya existan antes del diluvio. Sin embargo encierra una serie de elementos que ayudarn a comprender la simblica de otros relatos y algunos ejes de la cosmovisin mapuche. Sin duda, el mito del Kai Kai y ken Ikn ilumina la existencia de seres llamados Sumpall, mitad humanos, mitad peces (suerte de sirenas), que tutelan las aguas de los rios, lagos y mares. Generalmente, los relatos del Sumpall hablan de seres masculinos que se raptan a mujeres, lo que ha llevado a pensar que estos mitos quieren sig- nificar la oposicin quitaddar ...que en un mbito se especifica por bienes econmicos (carencidpo-

  • sesin) y figuradamente sexuales (solterahuiin matrimonial) y en otro mbito por vida cosmolgica (muerte/vida) .... la oposicin quitar/& en sus ml- tiples manifestaciones resume sintetizadamente la historia del pueblo mapuche en el presente siglo. Esta es una dramtica realidad que la conciencia in- dgena supera (a nivel simblico) en el relato mti- co* en el cual al problema se le atribuyen propieda- des factibles de ser controladas, lo que se expresa en el profundo anhelo de superarlas mediante la prc- tica de una costumbre tradicional querida y respeta- da: el trafquW Como veremos ms adelante, en las recopilaciones que hemos efectuado con mujeres, Sumpaii est casi siempre representado en forma femenina; en algu- nos casos aparece trasgrediendo el orden matrimo- nial mapuche, en otros %astigand~* a los huincas cos. Comencemos por un relato clsico de este

    Sumpdl dicen los nuipuche, sirenas dicen los el ro siempre aparece la sirena

    c d o hay noche de luna y tambin cuando hay niebla. ?or la maiana, cwindo amanece cm much niebla aparecen esas sirenas, sirenos. Hay hombre y mujer dentro del ro, hay urn crianza de esos Sumpall. Este cuento sucede a ori lk del rio, ailhabh una redmtn uipuche, un poblado indgena. Uno

    de los mapuche tena una hija muy simptica que todo el tiempo tena que ir a buscar agua al rio, porque en el campo no haba pozo. Era = _ simptica la nia. Uevaba al ro sus do&$$$& cntaros de greda y uno de estos sirenas se enamor de la nia y la tom pues. Un da, de repente, se perdi la nia en el ro. Los padres, la familia empezaron a buscarla en canoa por el ro, a ver si se haba ahogudo. A la semana jtanto buscarla los familiares, aparece en ,el medio del ro! Pero aparece la cabeza no mas de la nia, medio cuerpo y dice: Pap, mama, no me busquen ms. Yo estoy viva, fui raptada por esta familia de SumpaU, estoy viviendo con ellos iCmo voy a salir si soy mujer de un joven sirena que hay en este ro! Esos SumpaU se cran en los ros donde hay piedras grandes, peascos grandes -les cont la nia. Y les dijo: Bueno, preprense para tal da -indic la fecha, el da-, que vengan todos los del poblado, mis familiares, aqu a la orilla del ro a hacer fuego. Traigan ollas, traigan todo; entonces, mi marido y sus familiares van a dar el pago, por el ngapitn (robo de la novia). Todo el poblado lleg al ro esa maana. Se pusieron a hacerfuego -como ya saban que se haba transfarmudo en sirena-.Entonces, de repente se levanta un viento como remolino, el agua se levanta como ola y sale para afuera el

  • \

    peces. Iban al ro como agradecimiento entre ellos. Como una verdadera jiesta hicieron, y entonces ya se transform en sirena la nia? se transfod en sirena de ese lugar

    Versin de Eusebio Painemr

    En este cuento se pueden encontrar las oposiciones ya descritas y una suerte de alegora de lo que es el proceso de matrimonio entre los mapuche: exogmico (casamientos fuera del linaje), patrilocal (residencia de la mujer en la tierra del esposo) y patrilineal (la descendencia es por va patema)*. Adems, se relaciona con la idea de que los hom- bres que se transformaron en peces, en el mito del Kai Kai y Tren ken, fecundan a las mujeres que van a lavar a orillas de los ros. Pero, Marla Raguileo, por su parte nos entrega una variante que invierte el orden clsico de este epeu:

    Los Sumpall son mujeres rubia, pelo largo, bonita son esas. Yo no lo hei visto, dicen que son muy linda. Tienen que ver con bien, con mal tambin. Me contaron que un joven se enamor de esa nia. A las doce la pill al Sunpall, banndose,

    peinndose -en el verfente se g a m sos. Son mujer sos. El joven se enamor de esa nia, joven as de casa, de famiiul go. Todas las doce sala a ver la nia. Un dr le dijeron por qu iba a las doce -porque es malo ir a baarse a esa hora al ro-. NO, tengo que ir no ms , &cia iba y dice que hablaba con la niiia, le conversaba que ella vivz a&, tena muy linda su puebla, su buena casa, de too puro zingue. Tengo de todo -le deck-, si usted quiere casarse conmigop me pasa ha mano tal dz *. Creo que &jaron plazo y este joven fie, ah estaba la niia esperhdolo. P s w tu mano? ven a ver mi casa , le deca Y dentr at agua el jovea Y se pedi, se perdi eI joven, no se supo ms. Lo buscaban por ha oriila del ro, por Em doce lo aguaitaban: no, no hay. No s en cunto plazo volvi el joven a ver la mad no ms, pa decirle que l estaba cava0 con un^ nia, con reina, Iefue a avisar: Esta plata me dgo que a usted se lo entregaFa- iHar?a plata que le fue a dejar a su padre, mam! Qu le Iloraban! No te vaigas ms -le dijeron-, no te vaigas ms*. Le lloraban. Pero, & tranquilo, irse no ms. Por@, despus de mucho les hizo caso. Arreglaron todo. Te vas a ir pa la Argentina, tal persona e a - dispuesta de ir contigo, te vai a ir con l , Ie dijerorp el pap y la manu.

  • Cedi el joven pa dejar ese Sump& Se fue pala Argentina. Le formaron el caballo ensillado, mqun, de iodo para viqjar: Dicen que al poco rato de an& se levani un viento iqu6 viento? Un remlho bien pesado lo levani del caballo. Q cdbaJlo qued muerto y los comp&ms que&mn m i r d o no ms.

    alSumM: lo fue a buscar: Se penii el joven y nunca mr le dieron permiso pa ir a su casa Salieron a recoger el puro c&dle )u> tnds lo padres. Les visaron que un view0 se Q 1Cev6, su) Is viemfi paonde se fue.

    eci an& se penii *. eni esta vemi6n Sumpai ( S U S W ) 4 novio, se Is

    qe pagif por 61 y que %e apdm8.e su vida. Estrunss en presencia, W. de

    a de las otras versiones que

    in@* exima h mp@m $e dad (y seguramente de

    de SQS ritos asSci&QS e lar novia): en v a de

    modo, aun cuando hay rechazo a la inversion, ei casamiento se consuma. El Sumpa femenino evoca el relato de La prince- sa de la laguna Queln-Queln.

    La laguna est cerca del pueblo de Arauco. En medio del lago hay una pequea isla que semeja una casa, all vive una princesa encantada que se convierte en garza. En las noches de luna sale a la orilla del lago en busca de novio, vistiendo pluniaje verde y peinada con un moo largo y rubio. Se cuenta que un joven, de dicesisiete aos, vio una noche a una garza que se acerc a 61 y que lo dej alucinado, lo arrop con sus alas y se lo llev a su casa. Al llegar al islote la garza se convirti en una mujer de belleza incomparable. Despub de servirle exquisitas comidas le mostr al joven ese paraso y luego le ense los secretos de las leyes del agua. En ese lugar haba pasado slo un da, pero fuera de ese mundo haban pasado 30 aos y 61 no haba envejecido. El joven viva feliz, mas un da se acord de los suyos y pidi permiso para ir a verlos. Ella misma lo llev hasta la orilla, se despidieron y dl prometi guardar el secreto, pues todo mortal que ve y vive con una deidad del agua debe perecer; si no se somete a los cdigos

  • %mrpacin" del rugar del crean muerto, 61 diio que extranjero. Por noche tuvo la m i a ocurrencia de contarle todo a su hermano que dormr con 61. Al otro dh, anuaneci muerto. El otro hermano no cont el secreto, pero aos ms tarde lo con$denci y desapareci mientras pescaba en el mur. Se diee que la princesa sigue apareciendo como gana para llevarse a otro joven. Cuando no encuentra a nadie, vuelve a su isla y llora, y a los poem minutos se desencadena el temporal y Ea lluvia3

    Los ecos de Sumpdl femenino se oyen en esta ma- rraci6n: la gana quita, sustrae a un joven de su fa- milia, sin dar nada a cambio; por ello rompe, inch- so, la norma de reciprocidad presente en el "pago" de la novia. En este epeu claramente se quebranta la virilocalidad. A diferencia del Sumpall, se trata de un ser que se metamorfosea: de princesa encan- tada (bajo el agua) a gana, de garzsl a princesa. Lo femenino aparece como bello, de inevitable SAC- ein; mujer rubia (como en la versin de M d a Raguileo) que enloquece a los jovenes. As, entonces, en estos relatos io femenino en tanta Sumpd, gama o princesa encantada, aparece con un p e r sobrenatural, er6tico y numinasacpe ''pier-

    La potestad de la Sum@ mujer se aprecia en el relato El Sump& c-ia a un rico:

    Un Aombre rico compr m u c h tierras en Toitn e invit a un miliomrio de Emueo a una fiest0 por lo inauguracin de sm propieades. Partieron todos en w ) camin, salieron muy temprana Al amMocer vieron una gran piedra en el camino y sentado en ellaa una nuia muy bonita ves&& todn de ve&. La llevaron en la parte dk atrs del camin Cuando iban bajando por ultn pendiente se le eort CO direeein al vehi;eulo y se volc al ro Toltn Ese rib es bravo y hondo, de w ) ve& m ~ y oscuro. Todos los ricos murieron, salvo unos jvenes. Nadie* a ieclanrar a la nuia. d i e la eonoeih El mYlonario, eomo rico que era trabajaba eon el wibmahv e; lllUIc0 io encantraron en el agua Unjoven diee que vio cmo la nuia vol0 por encima del camin cuando ste cay6 T&s los eamptsinos dieen que al rico lo fue a buscar el S- que el Sumpail lo castig?

    Em este caso Sumpall se transforma en un nia be- lla y vestida de verde que realiza una 'iestamcin": se trata de impedit que el hombre huineti siga acu-

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  • mulando dinero. Subyce la idea que nario hay que estar en un pacto con mai @enonifidas en el los huiucas, generan un desequilibrio ai tener miS bienes que los dems (los mapuche o campesinos). Por otro lado, los huincas son ricos gracias a lo que le robaron a los mapuche en el pasaclo. En ese senti- do, Sumpall aparece como restauradora, quitilndo- le la vida a los millonarios. De esta manera si los huiucas robaron a los mapuche, la Sumpall arreba- ta su existencia, eliminndolos de la tierra. Retomemos, ahora, otros epeu en donde aparecen figuras femeninas importantes. Segu*npan o la hija &Z Volcn

    -No! adentro -le dijo su pap La &a pensaba todo el da en el volcn y en su telar: Quera tener casa cerca del volcn. Ella deca: A m el volcn nunca me hara mal, l me gusta a ' Un d h se puso bravo el volcn, tir piedras, ardi, no paraba nunca La gente arrancaba, dejaba sus casas, sus animales. Se arrodillaban y pedan a Dios en mapudungu, le decan: '',jPor qu haces esto si somos de aqu? Somos pobres. Por que' nos quitas nuestras cosas?" y la Segnpan estaba muy calladita.

    muy peligroso, mueren ah4 hay gen

    "Haba un cacique que tena tres hijas. Una se llamaba Culienpan, ia otra Lufquenpan y la menor Segnpan; una de ia arena, otra del mar; otra del volcn La chica Segnpan, era muy inteligente. Quera hilar, eso& & k gustaba de chiquitira comenz a hilar, a hacer telar: Eiia poco com& y no conversaba con sus padms y sus hermanas, slo le gustaba trabajar y tejel: Entonces, el cacique pensaba: ipor qu

    Una noche el cacique so: "Usted me va a dar una hija para que pueda parar el volcn. Si no me da una hija esto va a seguir y se va a acabar todo. A su hija, a la Segnpan quiero'! Despus de ese sueo, el padre de la nia Jloi a escondido en el campo. Su esposa lo seg a; ella opinaba que si el jefe del volcn pedh a la hija haba que darla. Tambin Segnpan le deca:

    - % -.

  • -Si me pidieron, yo voy no ms. De all los voy a seguir ayudardo para que vivan mejor.

    Entonces, el cacique junt a toda la gente, a todas las familias y les habl: "Tengo que matar a mi hija, llevarla a ese cerrito, viva tengo que partirle el corazn, sacrselo y dejarlo ensartado en un huaique (lanza), vendrn a buscar su corazn". As lo hizo, le sac el corazn a la Segnpan y enterr el huaique en el cerro. La gente se qued calladita, todos calladitos porque es dura la muerte.

    .,. .

    Esa tarde se apag el volcn. La familia de la Segnpan se qued por muchos aiios triste. Ella antes de morir les pidi que en el lugar donde se muriera, plantaran una rosa blanca. As lo hicieron y la rosa floreci ligerito. Una vez un hombre pas por ah y vi a la Segnpan tejiendo en su tela>; con sus trenzas largas, tejiendo y mirando al hombre, sonriendo. Despus la gente empez a pagar mandas ah. le prendan velas, le dejaban plata. Dicen que todas esas cosas desaparecan y que los enfermos se sanaban, y los que tenan problemas se les solucionaban. M i abuelita contaba