Ser Sano Febrero 2010

Relacionesde verano

Este ejemplar integra la edición de LA NACIONdel domingo 21 de febrero de 2010

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Pág. 3

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Julieta Díaz:la ficción de un amor

furtivopágina 8

RCT:un lugar para conocerse

página 5

Fundación Nosotros:campamentos especiales

página 6 DIEGO VINITZCA

La estaciónde los vínculos

pasajeros

Domingo 21 de febrero de 2010Ser Sanopágina 2

El Bicentenario¿Un motivo más para la desunión?

OPINION

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Concurso fotográficoEl Museo de la Ciudad convoca a fotógra-fos aficionados y profesionales a partici-par de “Buenos Aires hoy, la calle”. Lostrabajos seleccionados integrarán el patri-monio fotográfico del Museo. Bases, en elMuseo de la Ciudad, Defensa 219 y en laDirección General de Museos, Av. de losItalianos 851. Los trabajos se recibenhasta el 31 de marzo.Contacto: 4331-4442.

Cursos de FormaciónProfesionalLa Dirección General de Educación deGestión Estatal, a través de “Proyectos deFormación Profesional”, brinda cursosorientados a mayores de 16 años, conestudios primarios completos, que quieranaprender o perfeccionarse en algún oficioo actividad laboral. Los cursos se dictanen 33 Centros de Formación Profesional,en turno mañana, tarde y noche.www.buenosaires.gob.ar/areas/educacion

Poéticas cinematográficas- APOCLa Asociación del Personal de losOrganismos de Control (APOC) organizaun ciclo cinematográfico con el objetivo dedar a conocer la evolución del lenguaje,

las tendencias y la historia del cine. Lossábados a las 18 hs., en el Auditorio deAPOC, Bartolomé Mitré 1563, se proyecta-rán distintas obras. La entrada es libre ygratuita. Más información: 5510-5090,www.apoc.org.arMás información: www.buenosaires.gov.ar

APOC - PASAJE 17 yCT ProduccionesInvitan a la muestra de humor gráfico "LosPibes de la Calle", ubicada en el espaciode arte Pasaje 17, Bartolomé Mitre 1559.Caloi, Crist, Paret, Sábat, Sendra, Tabaré,Tute son algunos de los reconocidos expo-sitores.Podrá visitarse hasta el 26 de febrero.www.pasaje17.com.ar

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AGENDA SANA

Las victorias siempre son propias, lasderrotas son ajenas” diría un Yupanqui apócri-fo y ventajero.

Porque cada vez que se produce un hechonotorio aparecen los que vislumbran una opor-tunidad de asociarse al éxito ajeno.

Desde acontecimientos deportivos, comomundiales de futbol, básquet y hockey omedallas de ciclismo y torneos de tenis orallys, hasta hechos culturales como premiosOscar, Goya, Cervantes y demás.

La muerte también puede ser oportuna,cuando fallece alguien famoso querido portodos o por muchos, para adosarse al féretro ysalir en las fotos.

Recordemos cuántos funcionarios quisie-ron organizar el partido de la final de la copaDavis 2008 y cuántos acudieron a Mar delPlata de la mano de lo que era una victoriaargentina asegurada y cómo esos mismos fun-cionarios trataron de pasar desapercibidos en

el instante de la derrota.El triunfo tiene padres que no resistirían,

siquiera, un ADN adulterado. Los verbos ganary perder se conjugan “ganamos”, “perdieron”.

Hoy, en el horizonte asoma un nuevohecho del que todos piden paternidad: ElBicentenario. Los 200 años de nuestra patria(1810-2010) son un anhelado botín, no solopara algunos políticos, sino también para algu-nos publicistas, medios, empresarios, historia-dores y otros.

Nuestros 200 años de existencia son unhito, pero no para los discursos mezquinos, nipara los anuncios vacíos y las declamacionesde falso patriotismo. Debe ser el mojón de unpunto de partida que, recogiendo los valoresdel pasado, nos obligue a encontrar objetivoscomunes con los demás, aun con los que pien-san diferente.

El ideal de 1810 es “En unión y libertad”,algunos todavía creen que estas palabras sonantagónicas y no que signifiquen tener lavalentía de arriesgar nuestras verdades paraescuchar y comprender las verdades del otro.

El Bicentenario ya comenzó a correr, es2010, que no se convierta en un motivo masde desunión de los argentinos, que no bus-quemos la paternidad de su festejo para llevaragua al propio molino, sino que retumben laspalabras de Belgrano: “Mucho me falta paraser un verdadero padre de la patria, me con-tentaría con ser un buen hijo de ella”.

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Dr. Hugo B. QuintanaPresidenteFundación Eforo

“

Ser SanoDomingo 21 de febrero de 2010 página 3

a dejó de ser una novedad que las rela-ciones interpersonales están en un pro-ceso de redefinición; sea por la cotidiani-

dad extenuante, la hegemonía de las comunica-ciones virtuales o las situaciones particulares,los vínculos duraderos tambalean frente unadinámica que, por su propia vorágine, pareceinasible. Y, mientras están quienes reflexionansobre esto, otros tantos prefieren dejarse llevarpor la fugacidad del momento.

Quizás el verano sea, por antonomasia, eltiempo de los vínculos pasajeros. Los que tienenla suerte de tomarse vacaciones, experimentanaño tras año un cambio de escenografía queinfluye en todos los aspectos de la vida y, en esesentido, el contacto con el otro no es una excep-ción. Por un par de semanas, muchos estánlejos de sus casas, sus oficinas y, en algunoscasos, de la familia o la pareja estable, y seexponen a algo entre deseable e inevitable,conocer gente. Pero al mismo tiempo esta situa-ción lleva implícita una necesidad: que esas rela-ciones eventuales no supongan un alto grado decompromiso.

Sobre esto, Diana Sahovaler de Litvinoff, dela Asociación Psicoanalítica Argentina (APA),afirma que “en la actualidad, hombres y mujeressuelen tener una actitud prevenida, temen dejar-se engañar y las dudas respecto a los demás losllevan a desconfiar de las relaciones duraderas.Así, se privilegia el día a día y lo inmediato”.

En cuanto a las relaciones de pareja, lasvacaciones son perfectamente funcionales conlos contactos del tipo “toco y me voy”. En un con-texto de calor y exposición de los cuerpos, gene-ralmente lejano del escenario habitual, se pue-den generar romances que durante el año noserían posibles. Hace 15 días que Eduardo estáveraneando en Mar del Plata y ya tuvo dos his-torias ¿amorosas?: “No, no tanto –aclara-. Tepuede gustar mucho una chica, o en este casodos, pero sabés que no tienen lugar en lo coti-diano, en la vida que llevás en el año. Si podésaclararlo de entrada, disfrutás más del pocotiempo que tenés”.

Para Any Krieger, también de APA, no escasual que se generen estos vínculos en el vera-no: “Durante el año, nuestra existencia está ocu-pada por el trabajo, pero en vacaciones queda

un espacio vacío que deja lugar para el ocio, elesparcimiento y los sentimientos”, explica yañade: “Estuvimos todos estos meses pensandoy ahora tenemos unos días para sentir. Por eso,a veces la sensación de muchos es que no haytiempo que perder”.

Algo curioso es que todos los consultados(jóvenes de entre 20 y 35 años) coincidieron endescribir su cotidianidad –la que va de marzo adiciembre- como “la vida real”. Si se forzara estapolarización entre dos esferas que, por la mismaactitud con la que son encaradas, pareceninconmensurables, cabe preguntar si los roman-ces de verano representan una infidelidad paraquienes tiene pareja estable en esa vida real.

Carolina está de novia hace tres años, peroeste verano decidió ir a Mar del Plata de vaca-ciones con sus amigas, mientras él hizo lo pro-pio con los muchachos, “pero en otro lado”, seapura a aclarar ella. “Conocí a mucha gente enestos días y una noche ʻme chapé un pibeʼ. Laverdad, no lo considero una infidelidad, no sé porqué, siento que no tiene nada que ver con la vidaque llevamos con mi novio, es otra cosa”, cuen-ta, y razona: “Obviamente, si hubiese conocidoal pibe allá (en la vida real), en un boliche porejemplo, no me lo chapaba”.

Por otro lado, los profesionales creen queesta tendencia a preferir los vínculos pasajeros–sean o no en verano-, es la consecuencia dealgo que va mucho más que las dificultades paraentablar relaciones duraderas. Sahovaler opinaque “los ideales de esta época de consumo, encuanto a practicidad, a obtener rápidamente loque se desea y desechar lo complicado, danlugar a una modalidad de pareja donde se impo-ne el recambio cuando la relación exige renun-cias o ante la presunción de que sería posibleencontrar a alguien con mejores atributos”, eincluye en su análisis una variable clave:“Podríamos decir que, así, se sigue la modalidadcibernética; como en el uso de una computado-ra, cuando algo se torna inconveniente, se opri-me “delete” y desaparece la conexión y el pro-blema”.

Las tecnologías de la comunicación en gene-ral, y las redes sociales en particular, son fenó-menos de doble vía: acercan a aquellos queparecían irrecuperables, como los compañeros

de primaria por ejemplo, y a la vez, por su vir-tualidad, aleja a los cuerpos del contacto cotidia-no. En este plano, y más allá de sus conquistas“cuasi-amorosas”, Eduardo también hizo otrotipo de vínculos durante las vacaciones: “Peguéʻondaʼ con un montón de gente, fue como amis-tad a primera vista. Pero sé que, si no es por elFacebook, no los voy a ver hasta el año queviene, o tal vez no nos veamos más. Y, aunqueles tomé cariño, no los valoro como a mis ami-gos ʻdel añoʼ, digamos”, confiesa.

Pero por otra parte (de la playa) tambiénestán quienes se resisten a tener vínculos even-tuales, justamente por el riesgo que supone otrade sus potencialidades: afianzarse en el tiempo.Es el caso de César, que está casado, tiene cua-tro hijos, y hace casi un mes que trabaja en laCosta Atlántica, lejos de los suyos: “Tener unafamilia constituida limita la posibilidad de enta-blar relaciones pasajeras. Es cierto que puedepasar, pero yo corto a tiempo, porque podría lle-var a mover cimientos. No es miedo, es sólo un

escenario posible y prefiero dejar las cosascomo están”, advierte.

Cuando se pregunta por qué hay tanta prefe-rencia hacia los contactos pasajeros, muchosresponden que en las relaciones duraderas,como las de César, “se pierde libertad”. En con-tra de esta posición, el psicoanalista EnriqueNovelli señala que, en los vínculos que perduranen el tiempo, “los participantes se eligen entre sí,y así se sienten libres”.

Más allá de esto, todos, absolutamentetodos, tienen un vínculo al que no consideranpasajero. Tal vez sea con Dios (ver página 4),con los amigos o con un amor. Las vacacionesson un buen momento para afianzar esos afec-tos, pero si se tiene la libertad de ampliar elespectro sin que ninguno de esos cimientossucumban –algo que, claro, depende de la reci-procidad de las partes-, mucho mejor. A disfrutar.

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Y

Playa. En vacaciones se entablan relaciones que pueden perdurar en el tiempo


El tiempo de losvínculos pasajeros

BIEN ESTAR

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DIEGO VINITZCA


A una oración de distanciaEN LA TIERRA

“Las promesas de compromiso a largo plazono tienen sentido. Al igual que otras inversiones,primero rinden y luego declinan”.

Zygmunt Bauman

n una época de relaciones virtuales y decreciente individualización, la extenuaciónde los vínculos humanos es una realidad.

El compromiso con el otro es un concepto quequedó postergado. Sin embargo, creyentes dediversas religiones, apuestan a un lazo que no esdescartable ni efímero: la relación con Dios.

El pastor Justo Janse, de la IglesiaEvangélica Bautista de Flores, recuerda que suvínculo con Dios comenzó a los nueve años. Fueleyendo el Nuevo Testamento en el Hogar de

niños, al que había llegado cuando tenía tres:“Quedé huérfano a los seis años. Lo único queme sostuvo fue creer que tenía un Padre celes-tial que no me iba a abandonar nunca”.

“La Biblia nos habla de un Dios, que cuandocreó al hombre lo hizo para tener comunión conÉl. Dice que había compañerismo entre amboshasta que, por el pecado, ese vínculo se que-brantó y es a través de Cristo que se puede res-taurar”, explicó el Pastor.

Es a partir del Bautismo que los hombrespasan a ser hijos de Dios, afianzando su vínculocon Él. Para Janse, “es un símbolo de lo que unoexperimentó en su interior. La idea de sepultar lavieja vida se expresa al sumergirse en el agua y,al salir de ella, hay nuevo nacimiento espiritual”.

La oración es el puente que comunica al hom-bre con Dios. “Creo que al igual que otros cristia-nos, la práctica de la oración es una manera dehablar con Él, ayudados por Jesús, quien inter-cede por nosotros”, aseguró Janse y agregó, quea partir de la lectura bíblica se completa el diálo-go: “Uno habla en la oración y Dios nos respon-de a través de la lectura”, completa.

Asimismo, la oración puede tomar forma decanto. Tal es así, que el Pastor explica que “lossalmos del Antiguo Testamento eran cantados, orecitados, y esta también es una forma de orar”.Según Mateo 18, versículo 20, Jesús enseñó:“Donde están dos o tres reunidos en mi nombre,allí estoy yo en medio de ellos”. Por eso, Jansedice, que “en tiempos de oración, hay una mani-festación de Dios y, si se hace comunitariamen-te, hay una bendición especial”.

El canto es un instrumento que propicia elencuentro, porque la música transmite lo que nopueden las palabras. Para Mónica Di Tulio, cate-quista de la Parroquia Nuestra Señora delCarmen, de Lomas de Zamora, “cantar es unaforma de oración, de alabanza, de dar gracias anuestro Señor por todos los dones recibidos, porla vida misma”.

Según cuenta Ornella Sordelli, de 19 años, debebé sus padres la bautizaron en la IglesiaNuevoapostólica, pero su vínculo se fortaleció apartir de que empezó a encontrarle un sentido “atodo eso que siempre escuchaba de chica”.Además, agrega: “Empecé a sentir que en lacasa del Señor podía confiar mis problemas y,desde la oración, volcar todas mis alegrías y pre-ocupaciones”.

Ornella no ve a Dios como alguien lejano ypiensa en Él en cada momento: “Mi vínculo esigual al de una hija con su padre, por supuesto,con el temor que uno le tiene al Padre, pero noun temor malo, sino, un temor por la grandeza desu obra”.

Al igual que Di Tulio y Janse, la joven le damucha importancia a la oración: “No sólo oroantes de salir de casa, antes de acostarme, a lanoche o antes de comer, sino en cuanto lo sien-

to necesario”. También aclara que ese vínculo seestablece “desde el pensamiento”.

Las formas de comunicación de la vidamoderna son tan variadas como extravagantes.Los amigos se llaman ʻcontactosʼ y la conexión esinstantánea, en desmedro de cualquier frontera.Si bien estos modos parecieran afianzar los vín-culos, en realidad impulsan la individualización.Como afirmara el pastor Justo Janse, hay otrovínculo más inmediato y profundo: “Dios está auna oración de distancia”.Vínculos pasajeros

“Me gustaría poder creer en algo”, diceAlejandro Stirparo, con una mueca triste quepareciera ser un ensayo de la melancolía. “Nocreo en un ser superior, o en Dios. No siento laFe y, de alguna manera, esto es triste porque meencuentro en momentos donde no sé practicar laesperanza”.

Stirparo relata un duro acontecimiento que loacercó a la religión católica. Su abuela, fiel cre-yente del catolicismo contrajo cáncer de mama.“Ella me cuidaba cuando era chico, me ayudó entodo sentido, cuando me encontraba sin trabajo yno tenía dinero ni para pagar un viaje en el trenpara ir a la facultad. Realmente es mi segundamadre”, contó.

Llegó el día de empezar con las crueles sesio-nes de quimioterapia. Por suerte, la primeratranscurrió con normalidad aunque, al llegar a lacasa, tal cual le habían advertido los especialis-tas, empezó a sufrir el duro revés que “la quimio”(sic) produce. Ese día, rememora Stirparo, nopudo pensar en otra cosa más que en el sufri-miento que padecía su abuela y “en los alcancesmilagrosos, ciertos o no, de Dios”.

“Recuerdo que a las seis de la tarde salí deltrabajo disparado, como si estuviese guiado porun imán, necesitaba descargarme, la falta de Fey la no esperanza en Dios me habían convertidoen una persona cargada de rencor. Me dejé guiarpor ese imán, que me llevó a la iglesia SanNicolás de Bari de la avenida Santa Fe”, explicóel joven. Y agregó: “Entré caminando con lamisma intensidad por el pasillo que conduce alaltar, en voz alta y señalando a un Cristo crucifi-cado dije: ʻmi abuela cree mucho en vos, hahecho y ha dado mucho de su vida por vos, asíque lo único que te digo es que, si vos la hacessufrir, yo vengo a este mismo lugar y rompotodoʼ”.

Tiempo más tarde, cuenta, su “heroica” abue-la salió airosa de esa enfermedad y él volvió a lamisma iglesia: “Recorrí el mismo camino y delmismo modo, aunque más calmo y sobrio, dije,ʻgraciasʼ. Tiempo más tarde, me pregunté a quéo a quién le agradecí en ese momento. Intuía larespuesta, pero no supe ni quise responderme”.

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Encuentro. Para los religiosos, el amor a Dios resiste al paso del tiempo DIEGO VINITZCA


as vacaciones son un momento nece-sario en la vida de las personas. Es unaépoca en la que se deja atrás lo rutina-

rio laboral y cotidiano, para transformarlo endescanso y limpieza mental. Uno de los prin-cipales responsables del éxito vacacional esel lugar elegido. Más allá de las personasque integren la vacación, hay factores uni-versales que se buscan: un clima determina-do, diversión, relax, fauna y comodidad. Ycuanto más cerca estén uno del otro, mejor.

Las relaciones sociales están ligadas aestos componentes. Las personas que seconocen durante las vacaciones tienen algode responsabilidad en nuestro descanso, endivertirnos, son parte del paisaje y del clima.A pesar que esto se puede encontrar en cual-quier lugar preparado para el turismo de tem-porada, tal vez sea difícil encontrarlos en unmismo lugar. En el kilómetro 542 de la Ruta11, en Chapadmalal, hay una especie deoasis urbano entre amplios espacios verdesen los que predominan pinos y eucaliptos.

El Club Vacacional y Spa RCT(Residencias Cooperativas de Turismo) escomo un centro de gravedad para todos esosingredientes vacacionales. Con reformasinfraestructurales para este año, Residenciasse bautizó como el resort más grande de laArgentina, con doscientos diez departamen-tos distribuidos en un predio de cinco hectá-reas. En medio de una reserva natural, en laque se puede escuchar el trino de los pájarosy respirar el aire puro del mar y de una arbo-leda centenaria, las relaciones sociales nodejan de aparecer. En esta rara pero coordi-nada mezcla de civilización y fauna, se da elcaso de gente y familias que, en su mayoría,se ven sólo en este lugar. “Hace un poco más

de 20 años que venimos. A la mayoría losconocemos de acá, los que se conocen deantes es porque alguno vino a RCT y se lorecomendó al otro”, cuenta Ernesto de 55años, miembro de una de las tres generacio-nes de su familia que ya pasaron por RCT.

Dos restaurantes, confitería, galeríacomercial, parrillas, piscina semiolímpica cli-matizada, gimnasio, salón de usos múltiples,espacio para muestras de arte, plaza paraniños, biblioteca, anfiteatro y un importante

sector deportes con canchas de paddle, fút-bol, básquet y vóley, son algunas de las pres-taciones que ofrece el centro vacacional. Lalibertad y variedad de lugares de encuentroson un terreno fértil para las relaciones.Mauro, que tiene 15 años, afirma: “Vengoacá y puedo ser yo. Hacer una relación en elaño es más difícil, pero entre todas las cosasque tenés para hacer, los deportes y las dis-tintas formas de descansar, es como que teterminás chocando con la gente que busca lomismo que vos. Tengo amigos de cuando yoera chico, y algunos los conocí también hacepoquito”. Desde chiquitos hasta los 18 años,los chicos son divididos en categorías segúnla edad para realizar actividades que vandesde la mañana temprano hasta la noche.

Un distintivo del complejo deChapadmalal es que diagraman las activida-des para que todo el grupo familiar tenga eldía ocupado. En ese planeamiento tambiénse encuentran charlas a cargo del personalde Recreación, quienes no sólo se esfuerzanpor divertir sino también por acercar a lagente y crear un clima colectivo de amistad.

La playa, ubicada a setecientos metrosdel complejo, es la principal atracción deRCT. Posee dos balnearios con una variadagama de servicios. Las palabras de un visi-tante casual lo dicen todo: “No puedo creerque este lugar esté a 20 km de Mar del Plata,no se parece en nada”. Y más allá del ritmoy la alegría que a lo largo del día se desplie-ga con las actividades recreativas, la tranqui-lidad y la belleza del lugar dan paso al delei-te de los sentidos aún después de que cae la

tarde, cuando la vista se pierde en el hori-zonte, en donde se mezclan el movimientodel oleaje y los colores del cielo.

Por el paisaje y algunos factores más,todos reconocen que el verano le pone unplus a las relaciones sociales, más aun a losadolescentes. Hay un pensamiento colectivoque habla del verano que enamora, que unegente, y RCT no es lo excepción. Es casotestigo el de Daiana, quien con 17 años norecuerda unas vacaciones sin ir aResidencias: “Conocí a mi primer novio acá,a los quince años. Él es tucumano y ahora esamigo mío, pero en ese momento despuésde las vacaciones seguimos siendo noviospor un tiempo y hablábamos por MSN, nadamás. Obvio que después se diluyó y cuandonos vimos al año siguiente fue como si nadahubiera pasado. Crecimos. Acá vivís las rela-ciones con más intensidad porque sabes quesólo tenés una semana o dos”. MientrasDaiana nos contaba esta experiencia, sepuede ver a la madre esbozar una sonrisamientras, tal vez, recuerde esos días en elque su hija tuvo su primer amor de verano. Oquizás sea la simple sensación de escucharel orgullo con el que habla Daiana de susvacaciones en RCT.

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stán los que ocultan sus sentimientos portemor a ser lastimados. Cambian un dolor

por otro.Están los que utilizan sus sentimientos

para lastimar a otros. Cambian el dolor propiopor el ajeno.

Y están los que expresan sus sentimientosconsiderando a los otros. Puede haber dolor,pero también hay probabilidad de alegría.

Ricardo [email protected]

El complejo de Chapadmalal cuenta con dos balnearios, piscina, spa y varias instalaciones parahacer deportes


Un rincón para el tiempo compartidoESPACIOS

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Escucha a la palabra cumplir con lo que diceDICTIO

ESentimientos

L

Una experiencia distintaRCT es una experiencia distinta si nos

comparamos con el resto de los Resortque hay en la Argentina, incluso enmuchos lugares del mundo. Fue concebi-do como un lugar para la familia. Al seruna cooperativa, nos diferencia de otrotipo de instituciones que tienen como prio-ridad el lucro. Nosotros tenemos una con-cepción de servicio a la gente y nuestrosecreto es que cada año que vienen averanear, se encuentran con cosas nue-vas. Es así que se crea una gran familia ytratamos que esto crezca, y la gente queviene, no solo vuelve, sino que el boca enboca hace que regresen a lo mejor con unvecino, un amigo, un recomendado u otrofamiliar. Y así es como fuimos creciendo,por referidos y tratando de diferenciarnosen las formas y en el contenido, que esuna característica esencial.

Juan TorresPresidenteRCT


SEMEJANTES


i busca que su hijo se divierta, aprenda arelacionarse, a compartir y adquiera auto-nomía, los campamentos de verano pueden

ser la alternativa perfecta. Son pocas las organi-zaciones que brindan esta experiencia enriquece-dora para personas con discapacidad; sin embar-go, las que decidieron ahondar en el terreno de lasterapias en ámbitos naturales, aseguran que, através de esta actividad, pudieron reforzar los pro-gramas tendientes a mejorar la parte cognitiva,social y afectiva de los chicos.

Fundación Nosotros, una organización creadacon el objetivo de asistir a personas con discapa-cidad intelectual a través de distintos espacios,como la escuela especial y los talleres del centrode formación laboral, incorporó hace tres años unaherramienta para favorecer el crecimiento de lascapacidades personales y lograr una mejor ymayor integración: los campamentos.

“El objetivo es que quienes participen tenganuna vivencia terapéutica al aire libre y experimen-ten distintas situaciones, entre las que se encuen-

tra organizarse en comisiones, con todo lo que esosignifica, convivir y compartir”, explicó DanielCinquemani, coordinador de la colonia de vaca-ciones y actividades deportivas, área desde dondese realiza el acampe.

En el campamento los chicos pueden sociali-zar, integrarse y disfrutar de cierta libertad, la cualmuchas veces se ve limitada por algunos familia-res.

Para los padres suele ser difícil que su hijoafronte una vivencia de este tipo. Tal es así, quemuchos aducen como impedimento la “timidez” delos chicos o la falta de preparación para estar fuerade casa. No obstante, Luciana Pereyra, profesorade la Fundación, explicó que no siempre todo es loque parece: “Ellos están acostumbrados a la auto-nomía, porque buscamos durante todo el año queasí sea”, agregó.

Angelita, como la llaman sus amigos, participóanteriormente del campamento, y cuenta:“Armamos la carpa, a la noche hacíamos el fogón(actividad preferida por los “campamentistas” de la

Fundación), cantábamos, bailábamos y actuába-mos. Más tarde, nos quedábamos charlando en lacarpa de cosas importantes de chicas”. A SergioBruno, también le gustaba quedarse hasta tardecharlando con sus amigos en la carapa y, a dife-

rencia de Angelita, aclaró que ellos “sólo contabancuentos y chistes”.

Para Selva Dufau, profesora de educación físi-ca de Fundación Nosotros, las actividades querealizan en los dos días de campamento “tienenque ver con la exploración y el trabajo en equipo,como los juegos de búsqueda, de luces y de reco-nocimiento de lugares”.

“Es desde el primer momento, cuando armanlas carpas y comienzan a compartir el proyecto,que se empiezan a dar todos los propósitos deaprendizaje”, agregó.

Por otra parte, el programa sirve para que losdocentes perciban conductas que son difíciles deobservar en otros ámbitos. “Se pueden apreciarsituaciones que no se ven en el trabajo diario. Esuna posibilidad para pasar juntos un día entero yentender, desde un panorama diferente, la historiapersonal de cada chico”, comentó Dufau.

Asimismo, Pereyra considera, que la experien-cia “ayuda a descubrir capacidades nuevas y brin-da herramientas para trabajar sobre los aspectosnegativos. Entre otras cosas, esto se da porque enel campamento podemos respetar lo que los chi-cos quieren hacer y, al darles autonomía paramoverse, dentro del circuito que se marca comoseguro, los ayuda a liberarse y les genera seguri-dad sobre si mismos”.

Según la profesora, “lo más importante es tra-bajar a partir del vínculo” y tratar que ellos puedanvivir en cooperación y mejorar su comunicación.

Los docentes coinciden en que esta experien-cia hará que los participantes aprendan a ser mástolerantes, a compartir y a convivir con personasque no son de su entorno familiar, que fortaleceránlos vínculos sociales y harán amigos nuevos.

De hecho, Dufau reveló, que incluso, “los quese peleaban, se empiezan a llevar mejor a partirdel campamento. Debe ser esa necesidad deapoyo que los impulsa a ayudarse mutuamente y,al tener que colaborar entre todos, se comienza acompartir y a trabajar mejor como grupo”, comple-tó. Para más datos: www.fundacionnosotros.org.ar

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SJuntos. En los campamentos los chicos aprenden a trabajar en conjunto

Juegos terapéuticos al aire libre

DIEGO VINITZCA

ese a que la época de calor volvió aencender la alarma sobre el regreso del

dengue, al punto de que, según algunosmedios de comunicación, se están vendiendomás repelentes que bronceadores o protecto-res solares, el aumento de la cantidad dehoras de exposición al sol requiere que setomen los recaudos necesarios para cuidar lapiel.

Hay tres tipos de cáncer de piel: el carcino-ma basocelular y el espinocelular, tienen altasprobabilidades de curación, y el melanoma,que es más peligroso, sobre todo para losjóvenes.

En cuanto al sol, entre el 65 y el 90 porciento de los melanomas son provocados porla exposición a la luz ultravioleta o solar.

Entre los factores de riesgo se destacan,además de los antecedentes familiares deeste tipo de cáncer, tener la piel clara, ojosazules, pelo rubio o pelirrojo, cierto tipo delunares y piel que fácilmente se quema, enro-jece, en la que aparecen pecas, o bien, quebajo el sol se siente adolorida.

La mejor forma de prevenir el cáncer de pieles protegerse del sol. Los Centros para elControl y Prevención de Enfermedades reco-miendan cinco formas fáciles de protecciónsolar:• Resguardarse en la sombra, especialmente

entre las 10 de la mañana y las 4 de latarde;

• Cubrirse con ropa que proteja la pielexpuesta;

• Usar sombrero;• Ponerse anteojos de sol;• Aplicar filtro solar.

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PREVENCION

Cuidados de la pielP

lejada de la carpa familiar, Agustinadibuja surcos sobre la arena húmeda.“Es el último verano que vengo con

ellos”, piensa. Sus diecisiete años no tienenni un horario en común con el matrimonioque se protege del sol bajo el techo de lonavinílica. Pero con el final del secundario, losdieciocho y un año de preparación mentalpara sus padres, Agustina piensa lograr sumeta tan deseada: vacaciones con amigas,libres de padres.Con una pequeña ayuda del psicólogo

Para muchos padres, resulta difícil digerirel momento en el que los hijos adolescentesles plantean la posibilidad de tomar vacacio-nes solos, con amigos. Noche, alcohol, sexoy otros ítems se agolpan en las cabezas apunto de ebullición de los padres. “Yo confíoen mis hijos, pero no conozco a los demás”,es la frase parental que más suena. LilaIsacovich, psicoanalista y coordinadora asis-tencial de la Fundación Buenos Aires ―enti-dad sin fines de lucro que brinda asistenciapsicológica a niños, adolescentes, adultos,parejas y familias―, afirma que, en términosgenerales, los principales miedos de lospadres están relacionados con que sus hijosdurante las vacaciones no se cuiden y quepongan en peligro su integridad física. Elabanico de temores incluye el exceso dealcohol, el inicio en el consumo de drogas, laposibilidad de que se enfermen y de que ten-gan sexo sin cuidarse, la falta de prudenciaen el mar, la participación en hechos de vio-lencia, posibles problemas con la policía, ymás, más, todavía hay más.

Para evitar o aminorar cualquier inconve-niente, es fundamental que los padres sepanqué amigos viajan con sus hijos, que se rela-cionen con los otros padres y que conozcanel sitio en el cual se alojan. Además, esimportante “aconsejarlos, prevenirlos, darlespautas concretas de relación, de contratos,de manejo de situaciones con terceros, de laconveniencia o no de concurrir a determina-dos lugares; es decir, advertirles consecuen-cias de actos que ellos no pueden anticipar”,establece Isacovich.Experiencias estivales

Verano tras verano, distintos destinos delpaís se pueblan de adolescentes. Y uno delos más votados es la Costa Atlántica. Así,Villa Gesell fue el lugar elegido por Gonzalo,de Villa Pueyrredón, para pasar sus primerasvacaciones con amigos del colegio, a susdulces dieciséis. El alquiler no fue un proble-ma, ya que el departamento en el que se alo-jaron pertenecía al papá de uno de los chi-cos. De otro modo, no son muchos quienesse animan a alquilarles un sitio a los adoles-centes. Como todo un gran chef, Gonzalo fueel encargado de cocinar y los turnos de lava-do fueron repartidos. “Esas vacaciones fue-ron geniales y me ayudaron a convivir conamigos, a tomar decisiones de grupo, aaprender a administrarme y a no mandarmemuchos líos, ya que mi vieja estaba a 500kilómetros”, recuerda Gonzalo. Así, la convi-vencia quedó matizada por anécdotas varias,entre las que se destaca la de aquel día en elcual un señor les tocó el timbre para pedirlesque se ducharan con la ventanita del bañocerrada, ya que sus hijas los podían ver

desde su casa.En el caso de las chicas, los padres coin-

cidieron en que todavía, y por una cuestióncultural, están más reticentes a dejarlas ir devacaciones solas.Límites naturales

¿Cómo hacer para que los límites no seanolvidados durante la ausencia de los padres?Para Isacovich, el tema de los límites es difí-cil de manejar, pero imprescindible. Estosdeben quedar lo más claros posible. Ante loslímites, “la reacción más inmediata y frecuen-te de los adolescentes es la de rechazo, ensus más variadas formas. Pero hay que teneren cuenta que en la mayoría de los casos,ese rechazo es superficial, es decir, es unaexpresión que intenta demostrar que ellos yasaben, que son autónomos, que se las arre-glan bien. Y eso es muy importante respetar-lo y aceptarlo, porque es esperable que en laetapa en la que están, necesiten autoafirmar-se y confrontar, ya que es la manera de irprobando la separación de los padres. Si nose les permite esa expresión, la relación setensa y se logra el efecto inverso al buscado.En suma: una cosa es lo que dicen y otra loque hacen con lo que escuchan”, estableceIsacovich.

Respeto y comunicación entre padres ehijos suelen ser las claves para otorgar elpermiso a las vacaciones con amigos. Enresumen, hay que hablarles aunque se tapenlos oídos, ya que necesitan sentir que lospadres están pendientes, que se preocupan,que les dan pautas claras, que los previeneny que los aconsejan.

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Vacaciones sin los padresJOVENES VECINOS

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Varones. Los padres son más reticentes a dejar viajar solas a sus hijas

A

DIEGO VINITZCA

Ser Sano Domingo 21 de febrero de 2010página 8

“Hoy tengo los vínculos más importantes a mi lado”Julieta Díaz:

er Sano: - En relación a la obra, ¿quétipo de vínculo entablan Doris y Juan-los personajes-, cómo lo podrías

definir?Julieta Díaz: - Ellos están casados, con

familia e hijos, y un finde se conocen y se ena-moran. Pero bueno, no quieren dejar a susfamilias ni ser amantes, por eso deciden verseuna vez al año, sólo un fin de semana, en elmismo lugar y a la misma hora. Eso sucededurante 30 años, comparten un vínculo que vamucho más allá de verse para tener relacio-nes, sienten que tienen una conexión, algoverdadero, por eso deciden sostenerlo en eltiempo, y lo logran.

Ser Sano: - Este vínculo se da como un

encuentro pasajero, de vacaciones, ¿enqué marco ocurre?

J.D.: - Se encuentran en un complejo decabañas en Chapadmalal.

Ser Sano: - ¿Qué es lo que mas te sedu-jo en la construcción de este personaje?

J.D.: - Lo que más me gustó fue la relaciónque tiene con el hombre, con su amante, conel personaje de Adrián (Suar). Parece que esun vínculo lindo porque se complementan.Ella, aunque es joven, ya desde el principio dela obra tiene una sabiduría y una forma de verlas cosas muy liviana, y se complementamucho con él. Me gustó el sentido del humor,la forma en que se relacionan, cómo se ense-ñan uno al otro, eso fue lo que mas me con-

quisto.Ser Sano: - En tu trabajo se deben gene-

ran vínculos pasajeros, no amorosos pre-cisamente, sino relaciones en general.

J.D.: - Si claro. Son vínculos pasajeros,como por ejemplo con el elenco de Valientes,que estuve todo el año compartiendo de lunesa viernes diez horas, y ahora no los veo más.Puedo ver de vez en cuando a alguno u otro,pero a todos juntos, no más.

Ser Sano: - ¿Y qué te pasa en ese vin-culo pasajero que se genera en cualquiertipo de relación?, porque es una conviven-cia que se da de repente en un ámbito labo-ral.

J.D.: - Es casi una convivencia y, la verdad,fue muy lindo, porque te empezás a conocer,conocés los silencios del otro, si está de buenhumor, de mal humor, si le pasó algo, charlás,creces, aprendes del otro. Me encanta cono-cer nuevos compañeros y aprender, ir crean-do diferentes vínculos con gente con la quetengo mucho cariño, aunque quizás no los veoseguido porque no somos amigos, pero nodejamos de tenernos afecto, no deja de ser unvinculo muy cercano, como les pasa mucho alos actores con los directores, con el equipode filmación, con los productores también, quelos ves todos los días.

Ser Sano: - Cuando termina ese vínculolaboral de un año, una temporada, ¿te danostalgia, una cierta congoja?

J.D.: - Un poco sí. Cuando terminamos degrabar Valientes, me agarró una nostalgia conlos compañeros, con los técnicos y despuéscon el elenco, que uno comparte la cosa másemocional del trabajo de actor. Más allá quees un culebrón, la gente lo puede ver de afue-ra y divertirse, pero uno se mete y le pone laemoción, y por más que uno sepa que es unjuego, está poniendo cosas suyas. Entonces,hay un cariño ahí por los personajes. Inclusivecon Betiana (Blum), dijimos “bueno no nossaludemos, nos vamos a volver a ver, junté-monos a tomar un tecito”, porque nos íbamosa poner a llorar como dos marranas.

Ser Sano: - De alguna manera pasa esoen la obra, entre Doris y Juan, esto de nosaludarse.

J.D.: - Si, les pasa esto, no se ven duranteel año y, de repente, se abrazan y pasan dife-rentes cosas. Aparte, nos pasó con Adrián deno estar trabajando estos dos meses, volver, ytodo está mejor, como que se asentó, comocuando hacés un guiso y al otro día está másrico.

Ser Sano: - Hiciste mucho teatro, muchatele, también cine, ¿los vínculos con elpúblico en general son diferentes según elformato?

J.D.: - Sí, la verdad que es muy diferente.La gente que te va a ver al cine, lo hace desdeun lugar más analítico. Con los de la TV haycomo mucho más confianza, porque te metésen la casa con ellos, es más cotidiano, máscampechano, como si fuera más cercana. Y eldel teatro es un vínculo muy fuerte porqueestá la gente ahí y sentís que conducen laobra, es muy potente. Son tres públicos muydiferentes y, cuando se mezclan, también esmuy lindo.

Ser Sano: - Cuando se acercan a salu-darte, ¿hay una relación de cercanía quetenés que tomar desde otro lugar?, porqueno conoces a esa persona como ella teconoce a vos.

J.D.: - La gente viene con mucho cariño. Alo mejor, hasta leyó tus notas y te cuenta algode vos, y vio tus entrevistas y de pronto tetiene cariño, como yo le puedo tener cariño aun actor o una actriz que veo en una novela.Yo sigo novelas, quizás más de afuera, porquelas de acá, bueno, son todos compañeros y esparte de mi trabajo. Igualmente, cuando veíaMontecristo, me pasaba que yo lo conozco aPablo (Echarri), la conozco a Paola (Krum), aJoaquín (Furriel), veía la novela y, cuando melos cruzaba, eran mis compañeros pero almismo tiempo eran los actores de la novelaque yo miraba. Me pasaba a mí, que trabajoen esto, es muy fuerte.

Ser Sano: - ¿Qué te impulsó a seguir tra-bajando en verano ahora y no tomarte unperiodo de descanso?

J.D.: - Tomaré un descanso en marzo,cuando termine, o en abril. Me voy a ir 10 díasa Brasil, para después arrancar y seguir elaño. Más allá de que a la obra le va muy bienen Buenos Aires, nosotros estrenamos amitad de año, sólo seis meses, no es que fuede enero a enero y tampoco había hecho tem-porada de veranos, esta es una obra muypara Mar del Plata, somos sólo dos actores yes fácil de congeniar. La verdad, no habíasoñado una temporada tan buena en Mar delPlata, se dio todo. El tema de hacer tempora-da de verano era algo a realizar y, con estaobra, me parecía lo mejor.

Ser Sano: - Con tanto trabajo y exigen-cia, ¿sos de apoyarte en tu familia?

J.D.: - Me apoyo en mi familia, en mis ami-gos. Digamos que en este momento mi familiaes mi novio, que lo veo todos los días, y misamigos, que por ahí los veo más seguido quea mis padres y entre todos, de alguna mane-ra, forman mi familia. La verdad es lo másimportante para mí. Si puedo elegir entre estarbien con mi familia y estar bien con mi trabajo,elijo la familia. Si tengo problemas en mi tra-bajo puedo sostener lo que pase afuera, no eslo mismo.

Ser Sano: - ¿Cómo viene 2010 en cuan-to al trabajo?

J.D.: - Hasta mediados de marzo voy aestar acá (en Mar del Plata), de viernes adomingo y con dos funciones los sábados enThe Roxy. Iremos por algunas provincias deArgentina y después quiero retomar algunascosas personales que no pude hacer el añopasado. La segunda mitad de año haré teatroy cine teatro con Ana María Bovo, y una pelí-cula, que no puedo contar mucho. Tambiénhay lgunas participaciones en televisión peronada con continuidad.

Ser Sano: - ¿Hay algún vínculo pasajeroque te haya marcado a fuego en tu memo-ria, algo que haya pasado en algúnencuentro en vacaciones?

J.D.: - No, gracias a Dios, los vínculos másimportantes los tengo todos hoy y, la verdad,es lo que me da muchísima felicidad.

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Producción integral: Intratopía SRL. Dirección: Ricardo Federici. Editor responsable: Sebastián Delfino. Subeditor: Ricardo Saidman. Colaboran en este número: María Paz Míguez /Julieta Beldi / Lucas Barrantes / Carolina Tapia. Fotos: Diego Vinitzca. Publicidad: 5219-3420. Contacto: [email protected]

Staff Ser Sano

VOCES


“Me encanta conocer nuevos compañeros de trabajo y generar relaciones, es casi una convivencia”

S

El año que viene a la misma hora, obra dirigida por Marcos Carnevale, le permitió a Julieta Díaz, protagonista junto a Adrián Suar, vivir la experiencia de hacer tempo-rada en Mar del Plata por primera vez. La actriz cuenta que su novio, familia y amigos, son un sostén fundamental en su vida

Ser Sano Febrero 2010

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