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SEMANAL www.episcopalnews.com SIRVIENDO A LOS SEIS CONDADOS DE LA DIÓCESIS DE LOS ANGELES OCTUBRE 1, 2017 Una palabra de la Cámara de Obispos para la Iglesia La Cámara de los Obispos de la Iglesia Epis- copal, reunidos en Fairbanks, Alaska (Dióce- sis de Alaska), Sept. 21 - 26, aprobó y presentó la siguiente Palabra a la Iglesia. L os obispos de la Iglesia Episcopal vinie- ron a Alaska para escuchar a la tierra y a sus gentes como un acto de oración, solidaridad y testimonio. Venimos porque: • ”La tierra es del Señor y todo lo que está en ella, el mundo, y los que viven en ella; porque él la fundó en los mares y la estable- ció en los ríos” (Salmo 24:1-2) Dios es el Señor de toda la tierra y de toda la gente; somos una familia, la familia de Dios. • “Ya no eres más desconocido o extran- jero, porque eres… miembro de la familia de Dios” (Efesios 2:19). Los residentes del interior de Alaska a quienes conocimos no son desconocidos; ellos son miembros de la misma casa de fe. • Las personas “se han hecho duras y no escuchan y cierran sus ojos para no tener que ver con sus ojos o escuchar con sus oídos o entender con sus mentes y cambian sus cora- zones y vidas para que pueda sanarlos” (Ma- teo 13: 14-15). Estamos ciegos y sordos a los gemidos de la tierra y a sus gentes; estamos aprendiendo el arte de escuchar en oración. ¿Qué significa escuchar a la tierra y a sus gentes? Para nosotros los obispos significa: • Salir y caminar en la tierra, pararse al lado de los ríos, sentarse junto a la gente cuyo sustento depende de esta tierra. Tuvimos que aflojar el paso y vivir al ritmo de las historias que oímos. Tuvimos que confiar en que escuchar es rezar. • Reconociendo que las luchas por la justicia están conectadas. El racismo, la economía, la violencia de todo tipo y el medio ambiente están interrelacionados. Hemos visto esta realidad no solo en el Ártico sino también en Standing Rock en las Dakotas, en los huracanes re-cientes, en Flint en Michigan, en Charlottesville en Vir - ginia y en la violencia perpetuada contra las personas de color y las poblaciones más vul- nerables en todos lados. • Entendiendo que escuchar está co- nectado a la sanación. En muchas historias de saneamiento en la biblia, Jesús preguntó, “¿Qué quieres que yo haga por ti?” Eso es, él escuchó primero y luego actuó. ¿Qué escuchamos? • Un líder nos dijo “el clima es realmente distinto hoy”. “Ahora la primavera llega más pronto y el otoño dura más. Esto amenaza nuestras vidas porque el permafrost se está derritiendo y desestabilizando los ríos. Nosotros dependemos de los ríos”. • La tierra en el Refugio Nacional Ártico de Vida Silvestre donde el caribú pare sus crías y se llama el “sitio sagrado donde la vida comienza”, es tan sagrado que el pueblo Gwich’in no pone un pie ahí. “Per - forar aquí”, dijo la gente, “es como perforar debajo de la Catedral Nacional”. • Después de comprar juntos, un episcopal nativo le dijo a uno de nosotros lo difícil que es conseguir alimentos. “No podemos con- seguir buenos alimentos aquí. Tenemos que manejar hasta Fairbanks. Es un viaje de dos horas de ida y vuelta”. Lo que nosotros los obispos vimos y oímos en Alaska es dramático; pero no es único. Historias como estas pueden escucharse en cada una de las naciones donde se encuentra la Iglesia Episcopal. Pueden ser escuchadas en nuestras propias comunidades. Los invi- tamos a que se unan a nosotros, sus obis- pos, y a esas personas que ya están compro- metidos con este trabajo, tomando tiempo para escuchar a las personas en sus diócesis y barrios. Busquen las conexiones entre la raza, la violencia de todo tipo, la dispari- dad económica y el medio ambiente. Luego después de reflexionar en oración y abordan- do las escrituras, asóciense con personas con el compromiso común de sanar el mundo de Dios. Dios nos llama a escucharnos unos a otros con mayor atención. Es solo con oídos destapados y ojos abiertos cuando nuestras vidas y corazones cambiarán. Es a través del amor reconciliador de Dios en Jesús y el poder del Espíritu Santo cuando nosotros y la tierra misma seremos sanados. ? A un hay boletos disponibles para la Cena del Obispo en honor al Obispo Diocesano J. Jon Bruno y Mary Bruno el Sábado, Nov. 3 en la ProCatedral de San Juan en Los Ángeles. El evento recaudará fondos para el trabajo de misión de con- gregaciones en la Diócesis de Los Ángeles. Para boletos ($150) e información, visite bishopsdinner.org. Además, reuniones en las que la comu- nidad diocesana podrá dar las gracias y despedirse de los Bruno continuarán con una recepción el Sábado, Octubre 7, 2 - 5 p.m. en el Centro del Ministerio Episcopal de San Miguel, 4070 Jackson Street, Riv- erside. Los eventos también programados para Oct. 14 en Thousand Oaks y Oct. 28 en el Este de Los Ángeles. No hay costo, pero hay reservaciones requeridas; visite www.brunofarewell.org. ? Un grupo de obispos episcopales junto con residentes en Venetie, Alaska, bendicen el río que corre junto a la villa DAVID PAULSEN / EPISCOPAL NEWS SERVICE Los boletos se están terminando para la Cena del Obispo

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SEMANALwww.episcopalnews.com SIRVIENDO A LOS SEIS CONDADOS DE LA DIÓCESIS DE LOS ANGELES OCTUBRE 1, 2017

Una palabra de la Cámara de Obispos para la Iglesia

La Cámara de los Obispos de la Iglesia Epis-copal, reunidos en Fairbanks, Alaska (Dióce-sis de Alaska), Sept. 21 - 26, aprobó y presentó la siguiente Palabra a la Iglesia.

Los obispos de la Iglesia Episcopal vinie-ron a Alaska para escuchar a la tierra y a sus gentes como un acto de oración,

solidaridad y testimonio. Venimos porque: • ”La tierra es del Señor y todo lo que está

en ella, el mundo, y los que viven en ella; porque él la fundó en los mares y la estable-ció en los ríos” (Salmo 24:1-2) Dios es el Señor de toda la tierra y de toda la gente; somos una familia, la familia de Dios.

• “Ya no eres más desconocido o extran-jero, porque eres… miembro de la familia de Dios” (Efesios 2:19). Los residentes del interior de Alaska a quienes conocimos no son desconocidos; ellos son miembros de la misma casa de fe.

• Las personas “se han hecho duras y no escuchan y cierran sus ojos para no tener que ver con sus ojos o escuchar con sus oídos o entender con sus mentes y cambian sus cora-zones y vidas para que pueda sanarlos” (Ma-teo 13: 14-15). Estamos ciegos y sordos a los gemidos de la tierra y a sus gentes; estamos aprendiendo el arte de escuchar en oración.

¿Qué significa escuchar a la tierra y a sus gentes? Para nosotros los obispos significa:

• Salir y caminar en la tierra, pararse al lado de los ríos, sentarse junto a la gente cuyo sustento depende de esta tierra. Tuvimos que aflojar el paso y vivir al ritmo de las historias que oímos. Tuvimos que confiar en que escuchar es rezar.

• Reconociendo que las luchas por la justicia están conectadas. El racismo, la economía, la violencia de todo tipo y el medio ambiente están interrelacionados. Hemos visto esta realidad no solo en el Ártico sino también en Standing Rock en las Dakotas, en los huracanes re-cientes, en Flint en Michigan, en Charlottesville en Vir-ginia y en la violencia perpetuada contra las personas de color y las poblaciones más vul-nerables en todos lados.

• Entendiendo que escuchar está co-nectado a la sanación. En muchas historias

de saneamiento en la biblia, Jesús preguntó, “¿Qué quieres que yo haga por ti?” Eso es, él escuchó primero y luego actuó.

¿Qué escuchamos? • Un líder nos dijo “el clima es realmente

distinto hoy”. “Ahora la primavera llega más pronto y el otoño dura más. Esto amenaza nuestras vidas porque el permafrost se está derritiendo y desestabilizando los ríos. Nosotros dependemos de los ríos”.

• La tierra en el  Refugio Nacional Ártico de Vida Silvestre donde el caribú pare sus crías y se llama el “sitio sagrado donde la vida comienza”, es tan sagrado que el pueblo Gwich’in no pone un pie ahí. “Per-forar aquí”, dijo la gente, “es como perforar debajo de la Catedral Nacional”.

• Después de comprar juntos, un episcopal nativo le dijo a uno de nosotros lo difícil que es  conseguir alimentos. “No podemos con-seguir buenos alimentos aquí. Tenemos que manejar hasta Fairbanks. Es un viaje de dos horas de ida y vuelta”.

Lo que nosotros los obispos vimos y oímos en Alaska es dramático; pero no es único. Historias como estas pueden escucharse en cada una de las naciones donde se encuentra la Iglesia Episcopal. Pueden ser escuchadas en nuestras propias comunidades. Los invi-tamos a que se unan a nosotros, sus obis-pos, y a esas personas que ya están compro-metidos con este trabajo, tomando tiempo para escuchar a las personas en sus diócesis y barrios. Busquen las conexiones entre la raza, la violencia de todo tipo, la dispari-dad económica y el medio ambiente. Luego después de reflexionar en oración y abordan-do las escrituras, asóciense con personas con el compromiso común de sanar el mundo de Dios. Dios nos llama a escucharnos unos a otros con mayor atención. Es solo con oídos destapados y ojos abiertos cuando nuestras vidas y corazones cambiarán. Es a través del amor reconciliador de Dios en Jesús y el poder del Espíritu Santo cuando nosotros y la tierra misma seremos sanados. ?

Aun hay boletos disponibles para la Cena del Obispo en honor al Obispo

Diocesano J. Jon Bruno y Mary Bruno el Sábado, Nov. 3 en la ProCatedral de San Juan en Los Ángeles. El evento recaudará fondos para el trabajo de misión de con-gregaciones en la Diócesis de Los Ángeles. Para boletos ($150) e información, visite bishopsdinner.org.

Además, reuniones en las que la comu-

nidad diocesana podrá dar las gracias y despedirse de los Bruno continuarán con una recepción el Sábado, Octubre 7, 2 - 5 p.m. en el Centro del Ministerio Episcopal de San Miguel, 4070 Jackson Street, Riv-erside. Los eventos también programados para Oct. 14 en Thousand Oaks y Oct. 28 en el Este de Los Ángeles. No hay costo, pero hay reservaciones requeridas; visite www.brunofarewell.org. ?

Un grupo de obispos episcopales junto con residentes en Venetie, Alaska, bendicen el río que corre junto a la villa

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Los boletos se están terminando para la Cena del Obispo

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ALREDEDOR DE LA DIOCESIS

Editor en Inglés: Janet Kawamoto, [email protected] Editor en Español: Yadira Domenicucci, [email protected] Echo Park Ave, Los Angeles, CA 90026 · 213.482.2040 ext. 251

Volumen 4, Número 23

Cuidando de la creación en los pasos de San Francisco

DE LOS OBISPOS

‘Versed’ regresa con discusión del Espíritu Santo

Por Diane Jardine Bruce. Obispa Sufragante

Altísimo, omnipotente, buen Señor,concede a tu pueblo la gracia de renunciar

alegremente a las vanidades de este mundo; para que, siguiendo el caminodel bienaventurado Francisco,pueda por amor tuyo deleitarse en su creación completa con perfección de gozo; medianteJesucristo nuestro Señor, que vive yreina con vosotros y con el Espíritu Santo,un Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Esta semana recordamos y celebramos la vida, el trabajo y el legado de San Francisco de Asís. Muchos de nosotros

lo hacemos bendiciendo animales, plantan-do árboles, arreglando jardines, prestando atención al cuidado de la creación.

En los pasados meses hemos visto y/o experimentado directamente el efecto de climas severos — huracanes, temperaturas muy variables (muchas ondas de calor), fuegos causados por fuertes vientos y calor, y terremotos. Me hace preguntarme qué diría San Francisco a todo esto, o nos preguntaría que está pasado en nuestro mundo. No toma mucho tiempo pensar que la primer pregun-

ta de Francisco sería, “¿está usted cuidado a la creación de Dios?” — y la respuesta sería que “no” — nuestra de-pendencia en combustibles fósiles, nuestro despilfarro de recursos, nuestro abuso de nuestro ir a través de la contaminación solo son la punta, por así decirlo, del témpano de hielo (que, por cierto, se están derritiendo rápidamente).

Entre más años tengo más me preocupa in-tensamente el cómo cuidamos de “esta Tierra frágil, nuestro hogar”. ¿Cómo podemos reducir nuestro uso de carbono? ¿Cómo podemos asegurar que las generaciones venideras disfruten de la belleza a nuestro alrededor? ¿Cómo podemos cuidar de esta Tierra para que toda la diversidad de criatu-ras pueda florecer? ¿Hay muchos en nuestra diócesis que defienden la creación de Dios, como nuestros ministerios de la Mesa Abun-dante (Abundant Table) y Semillas de Esper-anza (Seeds of Hope).

Les invito a pensar y orar en este día de San Francisco en cómo está cuidado de la belleza de la creación. ¿Cómo está siguiendo los pasos de San Francisco? ?

DOMINGO, OCTUBRE 13 p.m. Concierto: Requiem, por Rick EnglandIglesia Episcopal de Gracia555 E. Mountain View Avenue, GlendoraInformación: 626.335.3171

5 p.m. Víspera CoralIglesia Episcopal de Todos los Santos504 N. Camden Drive, Beverly Hills 90210Información: www.allsaintsbh.org

5 p.m. Víspera Coral / Festival Howells125Iglesia Episcopal de San Wilfredo de York18631 Chapel Lane, Huntington Beach 92646Información: bit.ly/2xGqte8

MARTES, OCTUBRE 37:30 p.m. Versed: El Espíritu Santo (1er. sesión)Centro Catedral de San Pablo840 Echo Park Avenue, Los ÁngelesInformes/Registro: bit.ly/2xLPwwG

SÁBADO, OCTUBRE 79 a.m. - 4 p.m. La Pasión de la Mística:Una Jornada ContemplativaIglesia de Nuestro Salvador535 West Roses Road, San GabrielInformación: stillpointca.org

2 - 5 p.m. Recepción de DespedidaJon y Mary Bruno para Decanatos 5, 6, y 7Centro del Ministerio Episcopal de San Miguel4070 Jackson Street, RiversideInformes/Registro: www.brunofarewell.org

6 p.m. Festival de LangostaIglesia Episcopal de San Marcos10354 Downey Avenue, Downey 90241Información: 562.862.3268

5:30 p.m. Cena Baile EncantadoIglesia de San Ambrosio830 W. Bonita Avenue, Claremont 91711Información: 909.626.7170

Mayores informes en: www.ladiocese.org

Versed” el popular programa para adultos jóvenes, regresará en Oc-

tubre con “El Espíritu Santo - Fe, Vida y Nosotros”, empezando el Martes, Oct. 3 a las 7:30 p.m. y siguiendo en Oct. 10, 17 y 24 en el Centro Catedral de San Pablo, 840 Echo Park Avenue, Los Ángeles 90026.

Las discusiones, dirigi-das por el Obispo Coad-

jutor John Taylor y oradores invitados, se centrarán en las preguntas: ¿Qué es el Es-píritu Santo? ¿Qué lugar tiene en su vida? ¿Cómo lo sabe?

Las sesiones de Versed, intencionadas para clérigos y laicos de edades 21 - 39, incluyen la cena. El costo es de $40 por persona por las series.

Más información y regis-tro en bit.ly/2xLPwwG. ?