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Semana del 6 al 12 de Mayo [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hostin de la página y de futuros proyectos. www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com GRACIAS!! [Cantico Nº 26 ][E. Libro] [Inicio] [ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ] jr cap. 9 párrs. 1-7 Capítulo 9 „No sigas buscando cosas grandes para ti‟ 1, 2. a) ¿A qué conflicto personal se encaró Baruc en el cuarto año de Jehoiaquim? b) ¿Cómo ayudó Jehová a Baruc? [ 1 ] [Textos] CORRÍA el cuarto año del reinado del inicuo rey Jehoiaquim (alrededor del 625 antes de nuestra era), y Baruc, el fiel secretario de Jeremías, se sentía cansado. Jeremías le mandó escribir en un rollo todas las palabras que Jehová le había hablado a él contra Jerusalén y Judá durante los veintitrés años que llevaba de profeta (Jer. 25:1-3; 36:1, 2). Baruc no leyó el contenido del rollo a los judíos de inmediato, sino al año siguiente (Jer. 36:9, 10). Pero algo lo afligía. ¿Qué era? [ 2 ] [Textos] “¡Ay de mí, ahora —se lamentó Baruc, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar.” También nosotros hemos expresado sentimientos de cansancio alguna vez en la vida, bien de manera audible, o silenciosamente en el corazón. Sea como sea que se haya quejado Baruc, Jehová estaba oyendo. Aquel que sondea los corazones conocía el motivo de su desaliento y, valiéndose de Jeremías, lo corrigió con bondad (léase Jeremías 45:1-5). ¿A qué obedecía el cansancio de Baruc? ¿Acaso era la misión que se le había encomendado o las circunstancias en las que debía cumplirla? En realidad, su estado emotivo se originaba en el corazón. Baruc andaba “buscando cosas grandes”. ¿Qué cosas? ¿Qué le prometió Jehová si aceptaba su consejo y su guía? ¿Y qué enseñanza provechosa nos deja su experiencia? ¿QUÉ ERAN LAS “COSAS GRANDES”? 3. ¿Cuál era la raíz del problema espiritual de Baruc? [ 3 ] [Textos] Baruc conocía la naturaleza de las “cosas grandes” que perseguía, y sabía también que “los ojos de [Dios] están sobre los caminos del hombre, y todos sus pasos él ve” (Job 34:21). La razón por la que no hallaba “descanso” mientras transcribía los mensajes proféticos de Jeremías no era su comisión, sino su propio concepto de lo que consideraba grande, lo que había en su corazón. Estaba tan absorto buscando “cosas grandes” que había perdido de vista las cosas más importantes: las que tienen que ver con hacer la voluntad divina (Fili. 1:10). La Traducción del Nuevo Mundo transmite todo el sabor del verbo usado aquí al verterlo “sigues buscando”. De modo que no se trataba de una idea pasajera; Baruc llevaba tiempo yendo detrás de “cosas grandes” cuando Jehová le advirtió que dejara de hacerlo. Aunque el fiel secretario de Jeremías estaba cumpliendo con la voluntad de Dios, al mismo tiempo ansiaba “cosas grandes”. 4, 5. ¿Por qué podemos decir que las “cosas grandes” de Baruc tal vez tuvieran que ver con la fama y el prestigio, y por qué era pertinente la advertencia de Jehová? [ 4 ] [Textos] Una posibilidad es que a Baruc le preocuparan la fama y el prestigio. Si bien le servía de escriba a Jeremías, es muy probable que fuera más que un simple secretario personal del profeta. En Jeremías 36:32 se lo llama “el secretario”. Las pruebas arqueológicas apuntan a que desempeñaba un alto cargo en el palacio real. De hecho, el mismo título se le aplica a “Elisamá el secretario”, quien figura en la lista de los príncipes de Judá. Esto da a entender que Baruc también tuvo acceso al “comedor del secretario” en “la casa del rey” como colega de Elisamá (Jer. 36:11, 12, 14). De lo anterior se deduce que Baruc debió de ser un funcionario muy ilustrado del palacio. Su hermano Seraya ocupaba el cargo de “comisario ordenador” del rey Sedequías, a quien acompañó a Babilonia en una importante misión (léase Jeremías 51:59). Al parecer, Seraya se encargaba de los víveres y el hospedaje del soberano cuando este salía de viaje. Ciertamente un cargo muy importante.

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Semana del 6 al 12 de Mayo

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GRACIAS!!

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[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ]

jr cap. 9 párrs. 1-7

Capítulo 9 „No sigas buscando cosas grandes para ti‟

1, 2. a) ¿A qué conflicto personal se encaró Baruc en

el cuarto año de Jehoiaquim? b) ¿Cómo ayudó

Jehová a Baruc?

[ 1 ] [Textos] CORRÍA el cuarto año del reinado del

inicuo rey Jehoiaquim (alrededor del 625 antes de

nuestra era), y Baruc, el fiel secretario de Jeremías, se

sentía cansado. Jeremías le mandó escribir en un rollo

todas las palabras que Jehová le había hablado a él

contra Jerusalén y Judá durante los veintitrés años que

llevaba de profeta (Jer. 25:1-3; 36:1, 2). Baruc no leyó el

contenido del rollo a los judíos de inmediato, sino al año

siguiente (Jer. 36:9, 10). Pero algo lo afligía. ¿Qué era?

[ 2 ] [Textos] “¡Ay de mí, ahora —se lamentó Baruc—, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar.” También nosotros hemos expresado sentimientos de cansancio alguna vez en la vida, bien de manera audible, o silenciosamente en el corazón. Sea como sea que se haya quejado Baruc, Jehová estaba oyendo. Aquel que sondea los corazones conocía el motivo de su desaliento y, valiéndose de Jeremías, lo corrigió con bondad (léase Jeremías 45:1-5). ¿A qué obedecía el cansancio de Baruc? ¿Acaso era la misión que se le

había encomendado o las circunstancias en las que debía cumplirla? En realidad, su estado emotivo se originaba en el corazón. Baruc andaba “buscando cosas grandes”. ¿Qué cosas? ¿Qué le prometió Jehová si aceptaba su consejo y su guía? ¿Y qué enseñanza provechosa nos deja su experiencia?

¿QUÉ ERAN LAS “COSAS GRANDES”?

3. ¿Cuál era la raíz del problema espiritual de Baruc?

[ 3 ] [Textos] Baruc conocía la naturaleza de las

“cosas grandes” que perseguía, y sabía también que

“los ojos de [Dios] están sobre los caminos del hombre,

y todos sus pasos él ve” (Job 34:21). La razón por la

que no hallaba “descanso” mientras transcribía los

mensajes proféticos de Jeremías no era su comisión,

sino su propio concepto de lo que consideraba grande,

lo que había en su corazón. Estaba tan absorto

buscando “cosas grandes” que había perdido de vista

las cosas más importantes: las que tienen que ver con

hacer la voluntad divina (Fili. 1:10). La Traducción del

Nuevo Mundo transmite todo el sabor del verbo usado

aquí al verterlo “sigues buscando”. De modo que no se

trataba de una idea pasajera; Baruc llevaba tiempo

yendo detrás de “cosas grandes” cuando Jehová le

advirtió que dejara de hacerlo. Aunque el fiel secretario

de Jeremías estaba cumpliendo con la voluntad de Dios,

al mismo tiempo ansiaba “cosas grandes”.

4, 5. ¿Por qué podemos decir que las “cosas

grandes” de Baruc tal vez tuvieran que ver con la

fama y el prestigio, y por qué era pertinente la

advertencia de Jehová?

[ 4 ] [Textos] Una posibilidad es que a Baruc le

preocuparan la fama y el prestigio. Si bien le servía de

escriba a Jeremías, es muy probable que fuera más que

un simple secretario personal del profeta. En Jeremías

36:32 se lo llama “el secretario”. Las pruebas

arqueológicas apuntan a que desempeñaba un alto

cargo en el palacio real. De hecho, el mismo título se le

aplica a “Elisamá el secretario”, quien figura en la lista

de los príncipes de Judá. Esto da a entender que Baruc

también tuvo acceso al “comedor del secretario” en “la

casa del rey” como colega de Elisamá (Jer. 36:11,

12, 14). De lo anterior se deduce que Baruc debió de ser

un funcionario muy ilustrado del palacio. Su hermano

Seraya ocupaba el cargo de “comisario ordenador” del

rey Sedequías, a quien acompañó a Babilonia en una

importante misión (léase Jeremías 51:59). Al parecer,

Seraya se encargaba de los víveres y el hospedaje del

soberano cuando este salía de viaje. Ciertamente un

cargo muy importante.

[ 5 ] [Textos] Es comprensible que alguien que

perteneciera a las altas esferas se cansara de escribir

mensajes condenatorios contra Judá, uno detrás de

otro. Más aún, el apoyo que Baruc le brindó al profeta

de Dios de seguro hizo peligrar su posición y su carrera.

Ahora, pensemos en lo que pasaría cuando Jehová

demoliera lo que había edificado, según lo anunciado en

Jeremías 45:4. Cuando llegara esa hora, las “cosas

grandes” que anhelaba Baruc —ya fuera mayor honra

en la corte o prosperidad material— carecerían de valor.

Si lo que pretendía era asegurarse una posición en el

sistema judío condenado a muerte, Dios estaba

justificado para corregir su inclinación.

6, 7. En el caso de que las “cosas grandes” de Baruc

fueran los bienes materiales, ¿el ejemplo de qué

naciones estaría copiando?

[ 6 ] [Textos] Por otro lado, las “cosas grandes” de

Baruc quizás incluyeran la prosperidad material. Las

naciones vecinas de Judá cifraban toda su confianza en

las riquezas. Moab confiaba en sus „obras y tesoros‟,

igual que Ammón. En cuanto a Babilonia, Jehová dijo

mediante Jeremías que „abundaba en tesoros‟ (Jer.

48:1, 7; 49:1, 4; 51:1, 13). Pero aquellas naciones

fueron condenadas por Dios.

[ 7 ] [Textos] Si la aspiración de Baruc era acumular bienes y riquezas, entonces se entiende el porqué de la admonición divina. Cuando Jehová „extendiera su mano contra‟ los judíos, sus casas y campos pasarían a ser de sus enemigos (Jer. 6:12; 20:5). Supongamos que hubiéramos vivido en Jerusalén en aquella época. La mayoría de la gente —con inclusión de los príncipes, los sacerdotes y el rey mismo— cree que debe combatir a los invasores babilonios. Pero oímos decir a Jeremías: “Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo” (Jer. 27:12, 17). ¿Nos habría facilitado acatar la orden divina el tener muchas posesiones en la ciudad? ¿Nos habría inclinado el amor a nuestras pertenencias a actuar conforme a la exhortación de Jeremías, o a seguir a la mayoría? Un hecho es innegable: todos los objetos de valor de Judá y Jerusalén, entre ellos los que estaban en el templo, fueron saqueados por los babilonios. Así que el afán de adquirir y atesorar riquezas habría sido inútil (Jer. 27:21, 22). ¿Captamos la lección?

¿Con qué consejo bondadoso corrigió Jehová la inclinación de Baruc a buscar “cosas grandes”? ¿Por qué es sensato aceptar la corrección divina?

[E.M.T] [Inicio]

[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] Lectura de la Biblia: Juan 1, 2, 3, 4 | Puntos sobresalientes

Respuestas a preguntas bíblicas:

1:4; 3:1; 4:5; 5:6. ¿Qué significa la expresión “los siete espíritus”? El número siete representa lo completo desde el punto de vista de Dios. De modo que el mensaje que originalmente fue dirigido a “las siete congregaciones” se hace extensivo a las más de cien mil congregaciones del pueblo de Dios hoy día (Rev. 1:11, 20). Puesto que Jehová otorga su espíritu santo conforme a lo que desea lograr, la expresión “los siete espíritus” significa que el espíritu santo opera a plenitud para que quienes prestan atención a la profecía puedan comprenderla y así reciban bendiciones. El libro de Revelación parece seguir un patrón basado en grupos de siete elementos. En este libro, dicho número representa lo completo; y en efecto, Revelación habla de la forma en que “queda terminado”, o se completa, “el secreto sagrado de Dios” (Rev. 10:7).

1:8, 17. ¿A quién se le llama “el Alfa y la Omega” y “el Primero y el Último”? Es a Jehová a quien se le llama “el Alfa y la Omega”. Este título destaca el hecho de que ni antes ni después de él hay dios que pueda comparársele. Él es “el principio y el fin” (Rev. 21:6; 22:13). Ahora bien, aunque Revelación 22:13 llama a Jehová “el primero y el último” —pues no hay nadie antes ni después de él—, el título “el Primero y el Último” que aparece en el capítulo 1 se refiere a Jesucristo, tal como lo demuestra el contexto. Él fue el primero y el último ser humano a quien Jehová resucitó personalmente para vivir como espíritu inmortal (Col. 1:18).

2:7. ¿Qué es “el paraíso de Dios”? Puesto que estas palabras fueron dirigidas a cristianos ungidos, el paraíso del que aquí se habla debe referirse al cielo, a la mismísima presencia de Jehová. Este es, sin duda, un lugar paradisíaco. Los ungidos que permanezcan fieles podrán comer “del árbol de la vida”, es decir, recibirán inmortalidad (1 Cor. 15:53).

3:7. ¿Cuándo recibió Jesús “la llave de David”? ¿Cómo la ha usado? Jesús fue escogido para llegar a ocupar el trono de David, su antepasado, cuando se bautizó, en el año 29. Sin embargo, no recibió “la llave de David” sino hasta el año 33, cuando se sentó a la diestra de Dios en el cielo. Se le confirió pleno derecho sobre el Reino davídico y desde entonces ha estado empleando dicha llave para “abrir” u ofrecer oportunidades de servicio relacionadas con el Reino. En 1919, Jesús entregó “la llave de la casa de David” al

“esclavo fiel y discreto”, es decir, lo nombró “sobre todos sus bienes” (Isa. 22:22; Mat. 24:45, 47).

3:12. ¿Cuál es el “nuevo nombre” de Jesús? Ese nombre está relacionado con la nueva posición que ocupa Jesús y con sus recién adquiridas responsabilidades (Fili. 2:9-11). Aunque nadie más llega a conocer ese nombre tan bien como él, Jesús lo escribe sobre sus fieles hermanos que resucitan en el cielo, con lo que se estrecha aún más su relación con ellos (Rev. 19:12). De hecho, él comparte sus responsabilidades con ellos.

Lecciones para nosotros:

1:3. En vista de que está tan cerca “el tiempo señalado” para que Dios ejecute su sentencia contra el mundo de Satanás, es urgente que nos esforcemos por comprender el mensaje del libro de Revelación y que actuemos en conformidad con él.

3:17, 18. Para ser ricos en sentido espiritual, debemos comprar el “oro acrisolado por fuego” que ofrece Jesús, o sea, debemos ser “ricos en obras excelentes” (1 Tim. 6:17-19). Hemos de ponernos “prendas de vestir exteriores blancas” que nos identifiquen como discípulos de Jesús. Y debemos usar “pomada para los ojos” —los consejos que recibimos en La Atalaya y otras publicaciones— para mejorar nuestra visión espiritual (Rev. 19:8).

[Nº1] Núm. 1: Juan 3:22-36

22 Después de estas cosas, Jesús y sus discípulos

entraron en el país de Judea, y allí pasó algún tiempo con ellos, y bautizaba.

23 Pero Juan también estaba

bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había una gran cantidad de agua, y la gente seguía viniendo y bautizándose;

24 porque Juan todavía no había sido

echado en la prisión.

25 Por consiguiente, se suscitó una disputa de parte

de los discípulos de Juan con un judío acerca de la purificación.

26 De modo que vinieron a Juan y le dijeron:

“Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, fíjate, este está bautizando, y todos están yendo a él”.

27 En respuesta,

Juan dijo: “El hombre no puede recibir una sola cosa a menos que se le haya dado del cielo.

28 Ustedes mismos

me dan testimonio de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de aquel.

29 El que tiene la

novia es el novio. Sin embargo, el amigo del novio, cuando está de pie y lo oye, tiene mucho gozo a causa de la voz del novio. Por eso, este gozo mío se ha hecho pleno.

30 Aquel tiene que seguir aumentando, pero yo

tengo que seguir menguando”.

31 El que viene de arriba está sobre todos los demás.

El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás.

32 Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio,

pero ningún hombre acepta su testimonio. 33

El que ha aceptado su testimonio ha puesto su sello a esto: que Dios es veraz.

34 Porque aquel a quien Dios envió habla

los dichos de Dios, porque él no da el espíritu por medida.

35 El Padre ama al Hijo y ha entregado en su

mano todas las cosas. 36

El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

[Nº2] Núm. 2: ¿Qué significa seguir “andando por espíritu”? (Gál. 5:16)

16 Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a

cabo ningún deseo carnal

w10 15/3 15-18; w07 15/7 21-25; w92 15/3 20

[Nº3] Núm. 3: ¿En qué sentido fue diferente la muerte de Jesucristo de la de otros que han llegado a ser mártires? (rs pág. 320 párrs. 1-4)

¿En qué sentido fue diferente la muerte de Jesucristo de la de otros que han llegado a ser mártires?

Jesús era un humano perfecto. Nació sin mancha del pecado y mantuvo tal perfección durante toda su vida. “Él no cometió pecado.” Era “incontaminado, separado de los pecadores”. (1 Ped. 2:22; Heb. 7:26.)

Era de modo singular el Hijo de Dios. Dios mismo testificó de esto audiblemente desde los cielos (Mat. 3:17; 17:5). Este Hijo había vivido anteriormente en el cielo; mediante él Dios dio existencia a todas las demás personas y cosas creadas de todo el universo. Para llevar a cabo Su voluntad, Dios transfirió milagrosamente la vida de su Hijo a la matriz de una joven virgen de manera que su Hijo naciera como humano. Para enfatizar que verdaderamente había llegado a ser humano, Jesús se refirió a sí mismo como el Hijo del hombre. (Col. 1:15-20; Juan 1:14; Luc. 5:24.)

No estaba impotente ante sus ejecutores. Dijo: “Entrego mi alma [...] Nadie me la ha quitado, sino que la entrego de mi propia iniciativa” (Juan 10:17, 18). Él rehusó apelar a las fuerzas angelicales para que intervinieran en su favor (Mat. 26:53, 54). Aunque se permitió que los inicuos llevaran a cabo sus planes de matarlo, Su muerte fue verdaderamente en sacrificio.

Su sangre derramada tiene valor para proveer liberación a otros. “El Hijo del hombre no vino para que se le sirviese, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos” (Mar. 10:45). Así que tras su muerte había mucho más que un caso de alguien que sufriera martirio por negarse a transigir en cuanto a sus creencias.

[R. Servicio] [Inicio]

Cántico 57

10 min. Ideas para ofrecer las revistas en mayo.

Análisis con el auditorio. En treinta o sesenta

segundos explique por qué las revistas le

interesarán a la gente del territorio. A

continuación, pida a los presentes que digan qué

preguntas y qué textos podrían usarse al

presentar el tema de portada de La Atalaya. Haga

lo mismo con el tema de portada de ¡Despertad! y,

si hay tiempo, hágalo también con otro artículo

de cualquiera de las dos revistas. Incluya una

demostración para cada revista.

ATALAYA 1 de mayo “Nos gustaría saber su opinión

sobre lo que dice aquí [lea 1 Juan 4:8]. Muchos

concuerdan con estas palabras, pero hay quienes

dicen que Dios es cruel por causar —o si no,

permitir— los desastres naturales. ¿Qué cree usted?

[Permita que la persona responda.] Esta revista nos

da buenas razones para no juzgar a Dios culpándolo

de crueldad.”

(1 Juan 4:8) El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.

¡Despertad! Mayo “Nos gustaría hablarle hoy de un

problema que nos preocupa: la delincuencia. Algunos

piensan que la solución es que haya más policías.

¿Qué opina usted? [Permita que la persona

responda.] ¿Sabía que la Biblia promete que la

delincuencia llegará a su fin? [Lea Salmo 37:10, 11.]

Esta revista explica cómo se cumplirá esta promesa y

nos da algunas sugerencias para protegernos de la

delincuencia.”

(Salmo 37:10, 11) Y solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será.

11 Pero los mansos mismos poseerán

la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.

10 min. Necesidades de la Congregación.

10 min. A menos que Jehová mismo edifique la

casa, de nada vale que sus edificadores hayan

trabajado duro en ella (Sal. 127:1). Análisis con el

auditorio basado en el Anuario 2013, página 149,

párrafo 1, a página 151, párrafo 1. Pida a los

presentes que hagan comentarios sobre las

lecciones aprendidas.

yb1: 149-150

Para entonces, los hermanos habían trasladado la

sucursal de la calle 39 a una casa de dos plantas con

bastante terreno alrededor, ubicada en la avenida

Inya, en un barrio de gente adinerada al norte de la

ciudad. Sin embargo, el edificio había llegado al límite

de su capacidad. El hermano Viv Mouritz, quien por

ese tiempo visitó Myanmar como superintendente de

zona, recuerda: “Los 25 miembros de la familia Betel

trabajaban en condiciones difíciles. No tenían cocina

(estufa), así que una hermana hacía las comidas en un

hornillo eléctrico. Otra hermana lavaba en un hoyo

excavado en el suelo y conectado a un desagüe, ya

que tampoco tenían lavadora. Hacía falta comprar

estos aparatos, el problema era que sencillamente no

se podían importar”.

[El edificio de Betel había llegado al límite de su

capacidad. Una hermana planchaba la ropa en el

suelo]

Estaba claro que se necesitaban unas instalaciones

más grandes. Así que el Cuerpo Gobernante aprobó la

propuesta de demoler la casa y levantar en el mismo

sitio un edificio de viviendas y oficinas de cuatro

plantas. No obstante, para que los hermanos

pudieran materializar el proyecto, antes había que

superar varios obstáculos enormes. Primero, se

necesitaba la aprobación de seis funcionarios del

gobierno, cada uno de mayor rango que el anterior.

Segundo, los contratistas del país no sabían trabajar

con estructuras de acero, así que no podían

encargarse de la obra. Tercero, no se permitía la

entrada a Myanmar de voluntarios extranjeros. Y por

último, los materiales de construcción no se podían

obtener localmente ni se podían importar. De más

está decir que el proyecto parecía condenado al

fracaso. Con todo, los hermanos confiaban en Jehová.

Si era su voluntad, la sucursal se construiría (Sal.

127:1).

Cántico 47 y oración

[Cántico 62 ][Atalaya] [Inicio]

[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12

][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ][ 19 ]

¿Está su corazón dispuesto a conocer a

Jehová?

“Les daré un corazón para que me conozcan, que

yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi

pueblo.” (JER. 24:7)

Cántico 60

¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿En qué sentido fueron “incircuncisos de corazón” muchos judíos en tiempos de Jeremías? Párrafos 7 y 8 ¿Por qué debemos todos examinar nuestro corazón simbólico? Párrafos 10 y 11 ¿Qué podemos hacer para tener un corazón dispuesto a conocer a Jehová? Párrafo 18 1, 2. ¿Qué interesante comparación hizo Jehová, y

por qué debe interesarnos?

[ 1 ] [Textos] ¿LE GUSTAN los higos? A muchas

personas les encantan, ya sean frescos o secos, y por

eso las higueras abundan en numerosos países. Los

judíos de tiempos bíblicos eran amantes de los higos

(Nah. 3:12; Luc. 13:6-9). Este fruto es rico en fibra,

antioxidantes y minerales. De ahí que algunos

aseguren que es bueno para el corazón.

[ 2 ] [] En una ocasión, Jehová habló de los higos, pero

no para explicar sus ventajas nutricionales. Más bien,

los comparó a personas. Lo que dijo mediante el

profeta Jeremías tiene mucho que ver con nuestro

corazón y el de nuestros seres queridos. Mientras

analizamos sus palabras, pensemos en lo que

implican para los cristianos.

3. ¿Qué representan los higos del capítulo 24 de

Jeremías?

[ 3 ] [Textos] Para empezar, veamos lo que Dios le

dijo a Jeremías. Corría el año 617 antes de nuestra

era; los habitantes de Judá estaban muy enfermos en

sentido espiritual. Dios le informó al profeta en una

visión lo que ocurriría más adelante y lo ilustró con

dos clases de higos: los muy buenos y los muy malos

(lea Jeremías 24:1-3). Los malos representaban al

rey Sedequías y a otras personas parecidas a él que

sufrirían a manos del rey Nabucodonosor y sus

ejércitos. ¿Qué puede decirse de Ezequiel, Daniel y

sus tres compañeros, quienes ya estaban en

Babilonia? ¿Y qué hay de algunos judíos que pronto

serían desterrados allí? Ellos eran como higos

buenos. Con el tiempo, algunos regresarían para

reconstruir Jerusalén y su templo. Y eso fue lo que

sucedió (Jer. 24:8-10; 25:11, 12; 29:10).

4. ¿Cómo nos anima lo que Dios dijo respecto a los

higos buenos?

[ 4 ] [Textos] Jehová declaró respecto a los israelitas

simbolizados por los higos buenos: “De veras les daré

un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová;

y tendrán que llegar a ser mi pueblo” (Jer. 24:7). Este

es el animador texto temático del artículo que

estamos estudiando. ¡Dios quiere darnos un corazón

para que lo conozcamos! Aquí el corazón se relaciona

con nuestra inclinación. Sin duda, queremos ser

personas dispuestas a conocer a Dios, así como ser

parte de su pueblo. Para lograrlo, hace falta estudiar y

obedecer su Palabra, arrepentirse y convertirse,

dedicar la vida a Dios y ser bautizado en el nombre

del Padre, del Hijo y del espíritu santo (Mat. 28:19,

20; Hech. 3:19). Algunos ya han dado estos pasos, y

otros los están dando y asisten a nuestras reuniones.

5. Cuando Jeremías habló del corazón, ¿a quiénes

se refirió principalmente?

[ 5 ] [Textos] Sin importar cuántos de esos pasos

hayamos dado, todos necesitamos seguir vigilando

nuestra actitud y conducta. ¿Por qué? La razón la

hallamos en lo que Jeremías escribió sobre el

corazón. Aunque algunos capítulos tratan sobre las

naciones vecinas, su libro se centra en Judá durante el

reinado de cinco de sus reyes (Jer. 1:15, 16). El

profeta habló principalmente de hombres, mujeres y

niños que ya estaban dedicados a Jehová. Sus

antepasados habían aceptado voluntariamente ser el

pueblo de Dios (Éx. 19:3-8). Y los israelitas del

tiempo de Jeremías confirmaron que estaban

dedicados a Dios al decir: “¡Aquí estamos! Hemos

venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios”

(Jer. 3:22). Sin embargo, ¿qué cree usted que tenían

en su corazón?

¿NECESITABAN OPERARSE DEL CORAZÓN?

6. ¿Por qué debe interesarnos mucho lo que Dios

dijo sobre el corazón?

[ 6 ] [] Hoy día, los médicos utilizan la tecnología más

moderna para examinar el corazón y comprobar su

estado. No obstante, Jehová va mucho más allá, como

hizo en tiempos de Jeremías. Está especialmente

capacitado para ello, según indican sus palabras: “El

corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y

es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? Yo, Jehová,

estoy escudriñando el corazón, [...] para dar a cada

uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus

tratos” (Jer. 17:9, 10). Escudriñar el corazón no exige

un examen médico del órgano literal, que en setenta

u ochenta años puede latir unos 3.000 millones de

veces. Más bien, Jehová se refirió al corazón

simbólico, que representa lo que la persona es en su

interior y engloba sus deseos, pensamientos,

inclinaciones, actitudes y metas. Ese “corazón” está

en todos nosotros. Dios puede examinarlo, y, hasta

cierto grado, nosotros también.

7. ¿Qué dijo Jeremías sobre el corazón de la

mayoría de los judíos de su época?

[ 7 ] [] A fin de prepararnos para tal examen,

podemos hacernos esta pregunta: “¿Cuál era la

condición de corazón de la mayoría de los judíos

contemporáneos de Jeremías?”. Y para contestarla,

veamos una frase un tanto extraña que Jeremías

empleó: “Todos los de la casa de Israel son

incircuncisos de corazón”. Con ello no se refirió a la

circuncisión normal que se practicaba a los judíos

varones, pues ya había dicho: “¡Mira! Vienen días —

es la expresión de Jehová?—, y ciertamente pediré

cuentas a todos los circuncisos que, sin embargo,

todavía están en incircuncisión”. Por tanto, incluso

los judíos circuncidados eran “incircuncisos de

corazón” (Jer. 9:25, 26). ¿Qué significaba eso?

8, 9. ¿Qué debía hacer con su corazón la mayoría

de los judíos?

[ 8 ] [Textos] Hallamos una clave para entender lo

que significa “incircuncisos de corazón” en lo que

Dios animó a su pueblo a hacer: “Quiten los prepucios

de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de

Jerusalén; para que no salga mi furia [...] a causa de la

maldad de sus tratos”. ¿Dónde se originaba esa

maldad? En su interior, en su corazón (lea Marcos

7:20-23). A través de Jeremías, Dios hizo un acertado

diagnóstico sobre la fuente de la maldad de los judíos.

Sus corazones insistían en rebelarse, y sus motivos y

pensamientos desagradaban a Jehová (lea Jeremías

5:23, 24 y 7:24-26). Por eso les dijo: “Circuncídense

a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones”

(Jer. 4:4; 18:11, 12).

[ 9 ] [Textos] En efecto, aquellos judíos necesitaban

someterse a una operación de corazón simbólica, tal

como hicieron sus antepasados en tiempos de Moisés

(Deut. 10:16; 30:6). Quitarse “los prepucios de sus

corazones” significaba librarse de todo lo que los

hacía insensibles: los pensamientos, deseos o motivos

que estuvieran en conflicto con las normas divinas

(Hech. 7:51).

UN CORAZÓN DISPUESTO A CONOCER A JEHOVÁ

HOY DÍA

10. Siguiendo el ejemplo de David, ¿qué debemos

hacer?

[ 10 ] [Textos] Debemos sentirnos muy agradecidos

de que Dios nos permita entender lo que puede

pasarle al corazón simbólico. Ahora bien, ¿por qué

debe interesarnos este asunto a los testigos de

Jehová? No es que muchos cristianos estén

practicando la maldad o convirtiéndose en “higos

malos”, como les sucedió a muchos judíos de la

antigüedad. Al contrario, los siervos de Dios de hoy

forman un pueblo puro y fiel. Con todo, reflexione en

el ruego que David, un hombre justo, elevó a Jehová:

“Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi

corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos

inquietantes, y ve si hay en mí algún camino

doloroso” (Sal. 17:3; 139:23, 24).

11, 12. a)?¿Por qué debe cada uno de nosotros

examinar su corazón? b)?¿Qué es lo que Dios no

hará?

[ 11 ] [Textos] Jehová desea que todos alcancemos y

conservemos una buena posición ante él. Jeremías

declaró: “Tú, oh Jehová de los ejércitos, estás

examinando al justo; estás viendo los riñones y el

corazón” (Jer. 20:12). Si el Todopoderoso examina

hasta el corazón del justo, ¿no deberíamos nosotros

hacernos un examen honrado? (Lea Salmo 11:5.) Tal

vez descubramos una actitud, una meta o un

sentimiento arraigado que requiera atención. O

quizás encontremos algo que esté endureciendo

nuestro corazón, algo que tengamos que extirpar. Así

nos someteríamos a una operación del corazón

simbólico. ¿Qué podríamos buscar en tal examen? ¿Y

cómo podríamos hacer los cambios necesarios? (Jer.

4:4.)

[ 12 ] [] Una cosa es cierta: Jehová no va a obligarnos

a cambiar. De “los higos buenos”, él dijo: “Les daré un

corazón para que me conozcan”. No indicó que los

forzaría a cambiar su corazón. Más bien, ellos debían

desear un corazón dispuesto a conocer a Dios. ¿Y

verdad que nosotros deberíamos desear lo mismo?

13, 14. ¿Cómo podría causarle daño a un cristiano

su propio corazón?

[ 13 ] [Textos] Jesús afirmó: “Del corazón salen

razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,

fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias”

(Mat. 15:19). Por supuesto, un hermano con un

corazón insensible podría cometer adulterio o

fornicación, y si no se arrepintiera, perder para

siempre el favor divino. Pero incluso un cristiano que

no ha cometido tales pecados podría estar

alimentando un mal deseo en su corazón (lea Mateo

5:27, 28). Ahí es donde un buen autoexamen puede

ser de mucha ayuda. Si lo lleváramos a cabo,

¿encontraríamos algún sentimiento impropio hacia

alguien del sexo opuesto, algún anhelo secreto que

Dios no aprobaría y que deberíamos arrancar?

[ 14 ] [Textos] ¿Y qué hay de aquel que no ha llegado

a cometer un asesinato pero deja que el rencor crezca

en su interior hasta el punto de odiar a un hermano

en la fe? (Lev. 19:17.) ¿Luchará por desarraigar esos

sentimientos que podrían endurecerle el corazón?

(Mat. 5:21, 22.)

15, 16. a)?¿Cómo podría un cristiano ser

“incircunciso de corazón”? b)?¿Por qué cree usted

que Jehová detesta “un corazón incircunciso”?

[ 15 ] [Textos] Felizmente, la mayoría de los

cristianos no tienen esa “enfermedad del corazón”.

Pero Jesús también habló de “razonamientos inicuos”,

es decir, puntos de vista o actitudes perjudiciales que

influyen en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo,

alguien podría tener un concepto equivocado de la

lealtad a los familiares. Claro está, los cristianos

deben amar a sus parientes, no como muchas

personas que carecen de “cariño natural” en estos

“últimos días” (2 Tim. 3:1, 3). Sin embargo, hay

quienes piensan que “la familia es la familia” y se van

al extremo de defender o apoyar a sus parientes a

toda costa. Si estos sufren una ofensa, ellos se sienten

ofendidos también. Piense en lo que hicieron los

hermanos de Dina por abrigar esos sentimientos tan

intensos (Gén. 34:13, 25-30). O imagínese cuánto

odio tendría Absalón en su corazón para llegar a

matar a su medio hermano Amnón (2 Sam. 13:1-30).

¿Acaso no hubo “razonamientos inicuos” tras estos

horribles actos?

[ 16 ] [Textos] Por supuesto, los cristianos

verdaderos no cometen ningún asesinato. Ahora bien,

podría suceder que un hermano le abrigara

resentimiento a otro porque creyera que ha tratado

mal a un pariente suyo, sea esto cierto o no. Tal vez

rechace sus invitaciones o nunca le muestre

hospitalidad (Heb. 13:1, 2). Esos sentimientos tan

negativos y esa frialdad no pueden tomarse a la

ligera, pues revelan falta de amor. De hecho, Aquel

que examina los corazones quizás diagnostique que

ese hermano es “incircunciso de corazón” (Jer. 9:25,

26). Y recuerde lo que Jehová les dijo a los judíos:

“Quiten los prepucios de sus corazones” (Jer. 4:4).

ADQUIERA Y CONSERVE UN CORAZÓN DISPUESTO

A CONOCER A JEHOVÁ

17. ¿Cómo nos ayuda el temor de Dios a tener un

corazón más receptivo?

[ 17 ] [Textos] Es posible que, tras examinar su

corazón simbólico, descubra que no sigue la dirección

de Jehová como debería y que, hasta cierto punto, es

un corazón “incircunciso”. Puede que detecte temor

al hombre, anhelo de prominencia o de lujos o hasta

una inclinación a la terquedad o la independencia. En

tal caso, usted no es el único (Jer. 7:24; 11:8).

Jeremías escribió que los judíos infieles de su época

tenían “un corazón terco y rebelde”, y añadió: “No

han dicho en su corazón: ‘Temamos, ahora, a Jehová

nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la

lluvia del otoño’” (Jer. 5:23, 24). ¿No indica eso que

cultivar un mayor temor de Dios y una mayor

gratitud hacia él nos ayudará a “circuncidar el

corazón”? Ese temor saludable nos permitirá tener

un corazón más receptivo a lo que él desea que

seamos.

18. ¿Qué prometió Jehová a aquellos con quienes

estableció un nuevo pacto?

[ 18 ] [Textos] Y podemos colaborar con Jehová si él

nos da un corazón dispuesto a conocerlo. De hecho,

eso es lo que él prometió en el caso de los ungidos,

con quienes estableció un nuevo pacto: “Pondré mi

ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y

ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos

llegarán a ser mi pueblo”. * En cuanto a conocerlo de

verdad, añadió: “Ya no enseñarán cada uno a su

compañero y cada uno a su hermano, diciendo:

‘¡Conozcan a Jehová!’, porque todos ellos me

conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el

mayor de ellos [...]. Porque perdonaré su error, y no

me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:31-34).

19. ¿Qué maravillosa perspectiva tienen los

cristianos verdaderos?

[ 19 ] [Textos] Sea que usted anhele beneficiarse

para siempre de ese nuevo pacto en el cielo o en la

Tierra, debe mantener el deseo de conocer a Jehová y

ser parte de su pueblo. Para que usted reciba tales

beneficios, él tiene que perdonarle sus pecados sobre

la base del rescate de Cristo. El mismo hecho de que

Dios pueda perdonarlo debe impulsarlo a perdonar a

los demás, incluso a aquellos a quienes quizás guarde

algún rencor. Librarse de cualquier mal sentimiento

de ese tipo le hará bien a su corazón. No solo

demostrará que desea servir a Jehová, sino también

que lo conoce cada vez más. Será como las personas

de las que Jehová dijo mediante Jeremías: “Ustedes

realmente me buscarán y me hallarán, porque me

buscarán con todo su corazón. Y yo mismo

ciertamente me dejaré hallar por ustedes” (Jer. 29:13,

14).

Volver al repaso y cántico.

Textos del Libro

Párrafo 1

(Jeremías 25:1-3) La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia;

2 la

cual Jeremías el profeta habló acerca de todo el pueblo de Judá y acerca de todos los habitantes de Jerusalén, diciendo:

3 “Desde el año decimotercero de Josías hijo

de Amón, el rey de Judá, y hasta el día de hoy, estos veintitrés años me ha ocurrido la palabra de Jehová, y seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero ustedes no escucharon.

(Jeremías 36:1, 2) Ahora bien, en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, aconteció que a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, que dijo:

2 “Toma para ti un rollo de un libro, y tienes que

escribir en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá y contra todas las naciones, desde el día en que te hablé, desde los días de Josías, hasta el mismo día de hoy.

(Jeremías 36:9, 10) Ahora bien, en el año quinto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que toda la gente de Jerusalén y toda la gente que estaba entrando en Jerusalén de las ciudades de Judá proclamaron un ayuno delante de Jehová.

10 Y Baruc empezó a leer del libro en voz alta

las palabras de Jeremías, en la casa de Jehová, en el comedor de Guemarías hijo de Safán el copista, en el patio superior, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos de todo el pueblo.

Párrafo 2

(Jeremías 45:1-5) La palabra que Jeremías el profeta

habló a Baruc hijo de Nerías cuando este escribió en un

libro estas palabras procedentes de la boca de Jeremías

en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de

Judá, diciendo: 2 “Esto es lo que Jehová el Dios de

Israel ha dicho respecto a ti, oh Baruc: 3 „Has dicho: “¡Ay

de mí, ahora, porque Jehová ha añadido desconsuelo a

mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar, y no he

hallado lugar de descanso”‟. 4 ”Esto es lo que debes

decirle: „Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que

he edificado lo estoy demoliendo, y lo que he plantado lo

estoy desarraigando, aun todo el país mismo. 5 Pero en

cuanto a ti, tú sigues buscando cosas grandes para ti.

No sigas buscando”‟. ”„Porque, mira, voy a traer una

calamidad sobre toda carne —es la expresión de

Jehová—, y ciertamente te daré tu alma como despojo

en todos los lugares adonde vayas‟”.

Párrafo 3

(Job 34:21) Porque los ojos de él están sobre los caminos del hombre, y todos sus pasos él ve.

(Filipenses 1:10) para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo,

Párrafo 4

(Jeremías 36:32) Y Jeremías mismo tomó otro rollo y entonces lo dio a Baruc hijo de Nerías, el secretario, quien procedió a escribir en él, de boca de Jeremías, todas las palabras del libro que Jehoiaquim el rey de Judá había quemado en el fuego; y se añadieron a ellas muchas otras palabras como aquellas.

(Jeremías 36:11, 12) Y Micaya hijo de Guemarías hijo de Safán llegó a oír todas las palabras de Jehová, del libro.

12 Por lo cual bajó a la casa del rey, al comedor del

secretario, y, ¡mire!, allí estaban sentados todos los príncipes: Elisamá el secretario, y Delayá hijo de Semaya, y Elnatán hijo de Acbor, y Guemarías hijo de Safán, y Sedequías hijo de Hananías, y todos los demás príncipes.

(Jeremías 36:14) Entonces todos los príncipes enviaron a Jehudí hijo de Netanías hijo de Selemías hijo de Cusí a Baruc, para decir: “El rollo del cual leíste en voz alta a oídos del pueblo... tómalo en tu mano y ven”. Por consiguiente, Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y entró a donde ellos.

(Jeremías 51:59) La palabra que Jeremías el profeta ordenó a Seraya hijo de Nerías hijo de Mahseya cuando este fue con Sedequías el rey de Judá a Babilonia en el año cuarto de ser rey; y Seraya era el comisario ordenador.

Párrafo 5

(Jeremías 45:4) ”Esto es lo que debes decirle: „Esto es

lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que he edificado lo

estoy demoliendo, y lo que he plantado lo estoy

desarraigando, aun todo el país mismo.

Párrafo 6

(Jeremías 48:1) Para Moab esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “¡Ay de Nebo, porque con violencia ha sido despojada! Quiryataim ha

quedado avergonzada, ha sido tomada. La altura segura ha quedado avergonzada, y se le ha puesto en terror.

(Jeremías 48:7) Porque tu confianza está cifrada en tus obras y en tus tesoros, tú misma también serás tomada. Y Kemós ciertamente saldrá al destierro, sus sacerdotes y sus príncipes al mismo tiempo.

(Jeremías 49:1) Para los hijos de Ammón esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Acaso no hay hijos que tenga Israel, o no hay heredero que tenga él? ¿Por qué ha tomado posesión Malcam de Gad, y su propio pueblo se ha puesto a morar en las mismísimas ciudades [de Israel]?”.

(Jeremías 49:4) ¿Por qué te glorías de las llanuras bajas, tu ondulante llanura baja, oh hija infiel, tú la que confía en sus tesoros, [que dice:] “¿Quién vendrá a mí?”.‟”

(Jeremías 51:1) Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a suscitar contra Babilonia y contra los habitantes de Leb-qamai un viento arruinador;

(Jeremías 51:13) “Oh mujer que resides sobre aguas caudalosas, abundante en tesoros, ha llegado tu fin, la medida de tu lucrosa actividad.

Párrafo 7

(Jeremías 6:12) Y sus casas ciertamente serán transferidas a otros para posesión, los campos y las esposas al mismo tiempo. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país”, es la expresión de Jehová.

(Jeremías 20:5) Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia.

(Jeremías 27:12) Aun a Sedequías el rey de Judá hablé conforme a todas estas palabras, y dije: “Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanles a él y a su pueblo y sigan viviendo.

(Jeremías 27:17) No les escuchen. Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo. ¿Por qué debe llegar a ser esta ciudad un lugar devastado?

(Jeremías 27:21, 22) porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén:

22 „“A Babilonia es

adonde serán llevados, y allí permanecerán hasta el día en que yo les dirija mi atención a ellos”, es la expresión de Jehová. “Y ciertamente los haré subir y los restauraré en este lugar”‟”.

Textos Atalaya

Párrafo 1

Nahúm 3:12 Todos tus lugares fortificados son como

higueras con los primeros frutos maduros, los cuales, si

los menean, ciertamente caen en la boca del que come.

Lucas 13:6-9 Entonces pasó a decirles esta ilustración:

“Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña, y

vino buscando fruto en ella, pero no lo halló. 7 Luego

dijo al viñador: ‘Mira que ya van tres años que he

venido buscando fruto en esta higuera, pero no lo he

hallado. ¡Córtala! ¿Por qué, realmente, debe hacer que

la tierra permanezca inútil?’. 8 En respuesta él le dijo:

‘Amo, déjala también este año, hasta que cave

alrededor de ella y le eche estiércol; 9 y si entonces

produce fruto en el futuro, [bien está]; pero si no, la

cortarás’”.

Párrafo 3

Jeremías 24:1-3 Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos

cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová,

después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo

llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey

de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los

constructores de baluartes, de Jerusalén para

transportarlos a Babilonia. 2 En cuanto a la primera

cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en

cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de

modo que no se podían comer de malos que eran. 3 Y

Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo,

Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos

muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no

pueden comerse de malos que son”.

Jeremías 24:8-10 ”’Y como los higos malos que no

pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo

que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de

Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se

están quedando en este país y a los que están morando

en la tierra de Egipto... 9 yo también ciertamente los

daré para trepidación, para calamidad, en todos los

reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho

proverbial, para un escarnio y para una invocación de

mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré.

10 Y ciertamente enviaré contra ellos la espada, el

hambre y la peste, hasta que se acaben de sobre el

suelo que les di a ellos y a sus antepasados”’”.

Jeremías 25:11, 12 Y toda esta tierra tiene que llegar a

ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas

naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta

años”’. 12 ”‘Y tiene que ocurrir que, cuando se hayan

cumplido setenta años, pediré cuentas al rey de

Babilonia y a aquella nación —es la expresión de

Jehová— por su error, aun a la tierra de los caldeos, y

ciertamente haré de ella yermos desolados hasta

tiempo indefinido.

Jeremías 29:10 “Porque esto es lo que ha dicho Jehová:

‘Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo

dirigiré mi atención a ustedes, y ciertamente

estableceré para con ustedes mi buena palabra

trayéndolos de vuelta a este lugar’.

Párrafo 4

Mateo 28:19, 20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos

de gente de todas las naciones, bautizándolos en el

nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,

20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les

he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los

días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

Hechos 3:19 ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse

para que sean borrados sus pecados, para que vengan

tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová

Párrafo 5

Jeremías 1:15, 16 Porque ‘¡mira!, voy a mandar a llamar

a todas las familias de los reinos del norte —es la

expresión de Jehová—; y ciertamente vendrán y

colocarán cada cual su trono a la entrada de las puertas

de Jerusalén, y contra todos sus muros en derredor y

contra todas las ciudades de Judá. 16 Y ciertamente

hablaré con ellos mis juicios por toda su maldad, puesto

que me han dejado y siguen haciendo humo de

sacrificio a otros dioses e inclinándose ante las obras de

sus propias manos’.

Éxodo 19:3-8 Y Moisés subió al Dios [verdadero], y

Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo:

“Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y

anunciar a los hijos de Israel: 4 ‘Ustedes mismos han

visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes

sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si

ustedes obedecen estrictamente mi voz y

verdaderamente guardan mi pacto, entonces

ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de

entre todos los [demás] pueblos, porque toda la tierra

me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser

para mí un reino de sacerdotes y una nación santa’.

Estas son las palabras que has de decir a los hijos de

Israel”. 7 De modo que Moisés vino y llamó a los

ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas

palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de

eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo:

“Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a

hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las

palabras del pueblo.

Párrafo 8

Marcos 7:20-23 Además dijo: “Lo que procede del

hombre es lo que contamina al hombre; 21 porque de

dentro, del corazón de los hombres, proceden

razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos,

asesinatos, 22 adulterios, codicias, actos de iniquidad,

engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia,

altanería, irracionalidad. 23 Todas estas cosas inicuas

proceden de dentro y contaminan al hombre”.

Jeremías 5:23, 24 Pero este pueblo mismo ha llegado a

tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y

siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho

en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro

Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del

otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel

que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas

de la cosecha”.

Jeremías 7:24-26 Pero ellos no escucharon, ni inclinaron

su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en

la terquedad de su corazón malo, de modo que se

hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores,

25 desde el día en que los antepasados de ustedes

salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy; y yo

seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas,

madrugando diariamente y enviándo[los]. 26 Pero ellos

no me escucharon, y no inclinaron su oído, sino que

siguieron endureciendo su cerviz. ¡Obraron peor que

sus antepasados!

Jeremías 4:4 Circuncídense a Jehová, y quiten los

prepucios de sus corazones, hombres de Judá y

habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia

justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que

haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus

tratos”.

Jeremías 18:11, 12 ”Y ahora di, por favor, a los hombres

de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que

ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una

calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento.

Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y

hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”. 12 Y ellos

dijeron: “¡Es inútil! Porque tras nuestros propios

pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo cada

cual la terquedad de su corazón malo”.

Párrafo 9

Deuteronomio 10:16 Y ustedes tienen que circuncidar

el prepucio de sus corazones y no endurecer más su

cerviz.

Deuteronomio 30:6 Y Jehová tu Dios tendrá que

circuncidar tu corazón y el corazón de tu prole, para que

ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu

alma en el interés de tu vida.

Hechos 7:51 ”Hombres obstinados e incircuncisos de

corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo el

espíritu santo; como hicieron sus antepasados, así

hacen ustedes.

Párrafo 10

Salmo 17:3 Tú has examinado mi corazón, has hecho

inspección de noche, me has refinado; descubrirás [que]

no he tramado. Mi boca no transgredirá.

Salmo 139:23, 24 Escudríñame completamente, oh

Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis

pensamientos inquietantes, 24 y ve si hay en mí algún

camino doloroso, Y guíame en el camino de tiempo

indefinido.

Párrafo 11

Salmo 11:5 Jehová mismo examina al justo así como al

inicuo, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que

ama la violencia.

Jeremías 4:4 Circuncídense a Jehová, y quiten los

prepucios de sus corazones, hombres de Judá y

habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia

justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que

haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus

tratos”.

Párrafo 13

Mateo 5:27, 28 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes

cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que

sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por

ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.

Párrafo 14

Levítico 19:17 ”’No debes odiar a tu hermano en tu

corazón. Debes sin falta censurar a tu asociado, para

que no cargues pecado junto con él.

Mateo 5:21, 22 ”Oyeron que se dijo a los de la

antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que

cometa un asesinato será responsable al tribunal de

justicia’. 22 Sin embargo, yo les digo que todo el que

continúe airado con su hermano será responsable al

tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su

hermano con una palabra execrable de desdén será

responsable al Tribunal Supremo; mientras que

quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará

expuesto al Gehena de fuego.

Párrafo 15

2 Timoteo 3:1 Mas sabe esto, que en los últimos días se

presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.

2 Timoteo 3:3 sin tener cariño natural, no dispuestos a

ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio,

feroces, sin amor del bien,

Génesis 34:13 Y los hijos de Jacob empezaron a

contestar a Siquem y a Hamor su padre con engaño, y a

hablar así porque él había contaminado a Dina su

hermana.

Génesis 34:25-30 Sin embargo, aconteció que al tercer

día, cuando se hallaban adoloridos, los dos hijos de

Jacob: Simeón y Leví, hermanos de Dina, procedieron a

tomar cada uno su espada y a ir insospechadamente a la

ciudad y a matar a todo varón. 26 Y a Hamor y a Siquem

su hijo mataron a filo de espada. Entonces tomaron a

Dina de la casa de Siquem y se salieron. 27 Los otros

hijos de Jacob atacaron a los hombres mortalmente

heridos y se pusieron a saquear la ciudad, porque

habían contaminado a su hermana. 28 Tomaron sus

rebaños y sus vacadas y sus asnos y lo que había en la

ciudad y lo que había en el campo. 29 Y todos sus

medios de mantenimiento y todos sus niñitos y sus

esposas se los llevaron cautivos, de modo que

saquearon todo lo que había en las casas. 30 Ante

aquello, Jacob dijo a Simeón y a Leví: “Me han

acarreado extrañamiento, haciendo de mí un hedor a

los habitantes del país, para los cananeos y los perizitas;

mientras que yo soy pocos en número, y ellos

ciertamente se reunirán contra mí y me asaltarán y

tendré que ser aniquilado, yo y mi casa”.

Párrafo 16

Hebreos 13:1, 2 Que su amor fraternal continúe. 2 No

olviden la hospitalidad, porque por ella algunos, sin

saberlo, hospedaron a ángeles.

Jeremías 9:25, 26 “¡Mira! Vienen días —es la expresión

de Jehová—, y ciertamente pediré cuentas a todos los

circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en

incircuncisión, 26 a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos

de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en

las sienes que están morando en el desierto; porque

todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la

casa de Israel son incircuncisos de corazón.”

Cántico 26

Camina con Dios (Miqueas 6:8)

1. Con Dios camina en humildad,

evita la altivez;

mantén total integridad,

demuestra madurez.

Si te complaces en su ley

y amas la bondad,

si aprendes a confiar en él,

su mano te guiará.

2. Con Dios camina en santidad,

ten puro el corazón;

conseguirás su amistad,

verás su protección.

En lo que es limpio y veraz,

la mente has de poner;

a lo que es bueno y fraternal,

amor le has de tener.

3. Con Dios camina en lealtad

confiando en su poder.

Confórmate con obtener

abrigo y qué comer.

Camina siempre con Jehová

y entónale canción.

Su Reino al justo colmará

de dicha y bendición.

(Véanse también Gén. 5:24; 6:9; Fili. 4:8; 1 Tim. 6:6-8.)

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Cántico 57

“La meditación de mi corazón” (Salmo 19:14)

1. Las puertas de mi corazón

te abro, Dios, de par en par.

Deseo que mi reflexión

te sea grata, oh Jehová.

A veces veo amanecer

tras largas horas sin dormir,

mas calma logro mantener

al meditar con fe en ti.

2. Mi mente quiero concentrar

en la bondad y la virtud,

en la justicia y la verdad;

así podré hallar quietud.

Tus pensamientos, mi Señor,

¡qué bellos y valiosos son!

En tu Palabra de amor

meditará mi corazón.

(Véanse también Sal. 49:3; 63:6; 139:17, 23; Fili. 4:7, 8;

1 Tim. 4:15.) Volver

Cántico 47

Anunciemos las buenas nuevas (Revelación 14:6, 7)

1. Por mucho tiempo, el Reino un secreto fue,

mas a nosotros Dios lo ha dado a conocer.

¡Qué gran misericordia demostró Jehová

saliendo en auxilio de la humanidad!

Él se propuso designar a su Hijo Rey,

que su reinado fuera fuente de todo bien.

Y una esposa pura y casta le eligió,

compuesta de cristianos que él glorificó.

2. Dios quiere que anunciemos buenas nuevas hoy

a todo pueblo, tribu, lengua y nación.

Los ángeles del cielo a nuestro lado van,

llevándonos a quienes buscan la verdad.

Santificar el nombre del Señor Jehová

es un deber y un honor que no tiene igual.

Eternas buenas nuevas proclamemos, pues.

Es muy urgente: no hay tiempo que perder.

(Véanse también Mar. 4:11; Hech. 5:31; 1 Cor. 2:1, 7.)

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Cántico 62

¿A quién servirás? (Romanos 14:8)

1. ¿A qué dios servirás?

¿A quién vas a obedecer?

Aquel a quien rindas devoción

será tu amo y señor.

Jamás podrás servir

a dos amos a la vez:

a uno odiarás y al otro amarás;

no caigas, pues, en la red.

2. ¿A qué dios servirás?

¿A quién quieres tú ser fiel?

¿Al dios que no lo es, o al Dios veraz?

Elige hoy, no esperes más.

¿Al César servirás

con ciega fidelidad,

o al Dios de verdad obedecerás

y le darás tu lealtad?

3. ¿A qué dios sirvo yo?

¡Al único Dios, Jehová!

Él es dueño de mi entero ser,

a él mis votos pagaré.

A Cristo dio por mí,

que solo soy un mortal.

Es mi decisión dar gloria y honor

al nombre del Dios Jehová.

(Véanse también Jos. 24:15; Sal. 116:14, 18; 2 Tim.

2:19.) Volver

Cántico 60

Jehová te dará fuerzas (1 Pedro 5:10)

1. ¡Con cuánto amor Jehová te atrajo a la verdad!

Libró tu mente de la oscuridad.

En tu interior, él vio tu gran sinceridad,

tu anhelo por cumplir su voluntad.

Juraste dedicar tu vida a Dios,

y él siempre te dará su protección.

(ESTRIBILLO)

Por ti pagó un gran precio

tu Padre celestial,

él fuerzas te dará;

Jehová te cuidará.

Dios nunca te ha dejado:

¡eres su propiedad!

Él fuerzas te dará...

Jehová te cuidará.

2. Por ti murió Jesús aunque eras pecador.

¡Qué clara prueba del amor de Dios!

Si tu Creador cedió a su Hijo en tu favor,

¿acaso no te infundirá valor?

Él no es injusto y nunca olvidará

tus años de completa lealtad.

(ESTRIBILLO)

Por ti pagó un gran precio

tu Padre celestial,

él fuerzas te dará;

Jehová te cuidará.

Dios nunca te ha dejado:

¡eres su propiedad!

Él fuerzas te dará...

Jehová te cuidará.

(Véanse también Rom. 8:32; 14:8, 9; Heb. 6:10; 1 Ped.

2:9.) Volver

(Juan 1:1-4:54)

1 En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba

con Dios, y la Palabra era un dios. 2 Este estaba en [el]

principio con Dios. 3 Todas las cosas vinieron a existir

por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir.

Lo que ha venido a existir 4 por medio de él era vida,

y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz

resplandece en la oscuridad, mas la oscuridad no la ha subyugado.

6 Se levantó un hombre que fue enviado como

representante de Dios: su nombre era Juan. 7 Este

[hombre] vino para testimonio, a fin de dar testimonio acerca de la luz, para que gente de toda clase creyera por medio de él.

8 Él no era aquella luz, sino que había

de dar testimonio acerca de aquella luz.

9 La luz verdadera que da luz a toda clase de hombre

estaba para venir al mundo. 10

Estaba en el mundo, y el mundo vino a existir por medio de él, pero el mundo no lo conoció.

11 Vino a su propia casa, pero los suyos no lo

recibieron. 12

No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre;

13 y ellos nacieron, no

de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

14 De modo que la Palabra vino a ser carne y residió

entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad.

15 (Juan dio testimonio acerca de él, sí,

realmente clamó —este fue el que [lo] dijo— diciendo: “El que viene detrás de mí se me ha adelantado, porque existió antes que yo”.)

16 Porque todos nosotros

recibimos de su plenitud, sí, bondad inmerecida sobre bondad inmerecida.

17 Porque la Ley fue dada por medio

de Moisés, la bondad inmerecida y la verdad vinieron a ser por medio de Jesucristo.

18 A Dios ningún hombre lo

ha visto jamás; el dios unigénito que está en [la posición del] seno para con el Padre es el que lo ha explicado.

19 Ahora bien, este es el testimonio de Juan cuando

los judíos le enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén para preguntarle: “Tú, ¿quién eres?”.

20 Y él

confesó y no negó, sino confesó: “Yo no soy el Cristo”. 21

Y le preguntaron: “¿Qué, entonces? ¿Eres Elías?”. Y dijo: “No lo soy”. “¿Eres El Profeta?” Y contestó: “¡No!”. 22

Por lo tanto le dijeron: “¿Quién eres?, para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices acerca de ti mismo?”.

23 Dijo: “Yo soy la voz de alguien que clama

en el desierto: „Hagan recto el camino de Jehová‟, así como dijo el profeta Isaías”.

24 Ahora bien, aquellos

enviados venían de los fariseos. 25

De modo que le interrogaron y le dijeron: “¿Por qué bautizas, pues, si tú mismo no eres el Cristo, ni Elías, ni El Profeta?”.

26 Juan

les contestó, diciendo: “Yo bautizo en agua. En medio de ustedes está de pie uno a quien ustedes no conocen, 27

el que viene detrás de mí, pero a quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia”.

28 Estas cosas

sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

29 Al día siguiente contempló a Jesús que venía

hacia él, y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!

30 Este es aquel de quien dije:

Detrás de mí viene un varón que se me ha adelantado,

porque existió antes que yo. 31

Ni siquiera yo lo conocía, pero la razón por la cual yo vine bautizando en agua fue para que él fuera puesto de manifiesto a Israel”.

32 Juan

también dio testimonio, y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre él.

33 Ni siquiera

yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: „Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo‟.

34 Y yo [lo] he visto, y he dado testimonio

de que este es el Hijo de Dios”.

35 De nuevo, al día siguiente, Juan estaba de pie con

dos de sus discípulos, 36

y al mirar a Jesús que iba andando, dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios!”.

37 Y los dos

discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38

Entonces Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le dijeron: “Rabí (que, traducido, significa Maestro), ¿dónde estás alojado?”. 39

Les dijo: “Vengan, y verán”. Por lo tanto, fueron y vieron dónde estaba alojado, y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.

40 Andrés el hermano de

Simón Pedro era uno de los dos que oyeron lo que Juan dijo y siguieron a [Jesús].

41 Primero halló este a su

propio hermano, Simón, y le dijo: “Hemos hallado al Mesías” (que, traducido, significa Cristo).

42 Lo condujo a

Jesús. Cuando Jesús lo miró, dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas” (que se traduce Pedro).

43 Al día siguiente, deseó partir para Galilea. De

modo que Jesús halló a Felipe y le dijo: “Sé mi seguidor”.

44 Ahora bien, Felipe era de Betsaida, de la

ciudad de Andrés y Pedro. 45

Felipe halló a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret”.

46 Pero Natanael le dijo: “¿De Nazaret puede

salir algo bueno?”. Felipe le dijo: “Ven y ve”. 47

Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”.

48 Le dijo Natanael:

“¿Cómo es que me conoces?”. En respuesta, Jesús le dijo: “Antes que Felipe te llamara, mientras estabas debajo de la higuera, te vi”.

49 Natanael le contestó:

“Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. 50

En respuesta, Jesús le dijo: “¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores que estas verás”.

51 Le dijo además: “Muy verdaderamente les

digo: Verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre”.

2 Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete

de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.

2 Jesús y sus discípulos también fueron invitados

al banquete de bodas.

3 Cuando faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No

tienen vino”. 4 Pero Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver

contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. 5 Su

madre dijo a los que ministraban: “Todo cuanto les diga, háganlo”.

6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas

de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua las tinajas de agua”. Y

las llenaron hasta el borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco

ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron.

9 Pues bien, cuando el director del

banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio

10 y le dijo: “Todo

otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”.

11 Jesús ejecutó esto en

Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.

12 Después de esto, él y su madre y hermanos y sus

discípulos bajaron a Capernaum, pero no se quedaron allí muchos días.

13 Pues bien, se acercaba la pascua de los judíos, y

Jesús subió a Jerusalén. 14

Y halló en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores de cambios en sus asientos.

15 Por

consiguiente, después de hacer un látigo de cuerdas, expulsó del templo a todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las monedas de los cambistas y volcó sus mesas.

16 Y dijo a los que vendían

las palomas: “¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer de la casa de mi Padre una casa de mercancías!”. 17

Sus discípulos recordaron que está escrito: “El celo por tu casa me consumirá”.

18 Por lo tanto, en respuesta, los judíos le dijeron:

“¿Qué señal tienes para mostrarnos, ya que haces estas cosas?”.

19 En respuesta, Jesús les dijo: “Derriben este

templo, y en tres días lo levantaré”. 20

Por eso dijeron los judíos: “Este templo fue edificado en cuarenta y seis años, ¿y tú en tres días lo levantarás?”.

21 Pero él

hablaba acerca del templo de su cuerpo. 22

Sin embargo, cuando fue levantado de entre los muertos, sus discípulos recordaron que él solía decir esto; y creyeron la Escritura y el dicho que Jesús dijo.

23 Sin embargo, cuando estuvo en Jerusalén en la

pascua, en la fiesta de esta, muchos pusieron su fe en el nombre de él al ver las señales que él ejecutaba. 24

Pero Jesús mismo no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos

25 y porque no tenía necesidad de que

nadie diera testimonio acerca del hombre, porque él mismo conocía lo que había en el hombre.

3 Ahora bien, había un hombre de los fariseos, Nicodemo era su nombre, un gobernante de los judíos. 2 Este vino a él de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que

tú como maestro has venido de Dios; porque nadie puede ejecutar estas señales que tú ejecutas a menos que Dios esté con él”.

3 En respuesta, Jesús le dijo:

“Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.

4 Nicodemo le

dijo: “¿Cómo puede nacer el hombre cuando es viejo? No puede entrar en la matriz de su madre por segunda vez y nacer, ¿verdad?”.

5 Jesús contestó: “Muy

verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha

nacido del espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles a

causa de que te dije: Ustedes tienen que nacer otra vez.

8 El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no

sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu”.

9 En respuesta, Nicodemo le dijo: “¿Cómo pueden

suceder estas cosas?”. 10

En respuesta, Jesús le dijo: “¿Eres tú maestro de Israel, y sin embargo no sabes estas cosas?

11 Muy verdaderamente te digo: Lo que

sabemos hablamos, y de lo que hemos visto damos testimonio, pero ustedes no reciben el testimonio que damos.

12 Si les he dicho cosas terrenales y sin

embargo no creen, ¿cómo creerán si les digo cosas celestiales?

13 Además, ningún hombre ha ascendido al

cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre. 14

Y así como Moisés alzó la serpiente en el desierto, así tiene que ser alzado el Hijo del hombre,

15 para que todo

el que cree en él tenga vida eterna.

16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo

unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.

17 Porque Dios no

envió a su Hijo al mundo para que juzgara al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él.

18 El

que ejerce fe en él no ha de ser juzgado. El que no ejerce fe ya ha sido juzgado, porque no ha ejercido fe en el nombre del Hijo unigénito de Dios.

19 Ahora bien, esta

es la base para el juicio, que la luz ha venido al mundo, pero los hombres han amado la oscuridad más bien que la luz, porque sus obras eran inicuas.

20 Porque el que

practica cosas viles odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean censuradas.

21 Pero el que hace

lo que es verdad viene a la luz, para que sus obras sean puestas de manifiesto como obradas en armonía con Dios”.

22 Después de estas cosas, Jesús y sus discípulos

entraron en el país de Judea, y allí pasó algún tiempo con ellos, y bautizaba.

23 Pero Juan también estaba

bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había una gran cantidad de agua, y la gente seguía viniendo y bautizándose;

24 porque Juan todavía no había sido

echado en la prisión.

25 Por consiguiente, se suscitó una disputa de parte

de los discípulos de Juan con un judío acerca de la purificación.

26 De modo que vinieron a Juan y le dijeron:

“Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, fíjate, este está bautizando, y todos están yendo a él”.

27 En respuesta,

Juan dijo: “El hombre no puede recibir una sola cosa a menos que se le haya dado del cielo.

28 Ustedes mismos

me dan testimonio de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de aquel.

29 El que tiene la

novia es el novio. Sin embargo, el amigo del novio, cuando está de pie y lo oye, tiene mucho gozo a causa de la voz del novio. Por eso, este gozo mío se ha hecho pleno.

30 Aquel tiene que seguir aumentando, pero yo

tengo que seguir menguando”.

31 El que viene de arriba está sobre todos los demás.

El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás.

32 Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio,

pero ningún hombre acepta su testimonio. 33

El que ha aceptado su testimonio ha puesto su sello a esto: que

Dios es veraz. 34

Porque aquel a quien Dios envió habla los dichos de Dios, porque él no da el espíritu por medida.

35 El Padre ama al Hijo y ha entregado en su

mano todas las cosas. 36

El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

4 Ahora bien, cuando el Señor se dio cuenta de que

los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan

2 —aunque, en realidad, Jesús

mismo en ningún caso bautizaba, sino sus discípulos— 3 salió de Judea y partió otra vez para Galilea.

4 Pero era

necesario que pasara por Samaria. 5 Por consiguiente,

vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo.

6 De

hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta.

7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le

dijo: “Dame de beber”. 8 (Pues sus discípulos se habían

ido a la ciudad a comprar víveres.) 9 Por lo tanto, la

mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.)

10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras

conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: „Dame de beber‟, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”.

11 Ella le dijo: “Señor, ni

siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva?

12 Tú

no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto con sus hijos y su ganado vacuno, ¿verdad?”.

13 En respuesta,

Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez.

14 A cualquiera que beba del agua que yo

le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”.

15 La mujer le dijo:

“Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”.

16 Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este

lugar”. 17

En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: „No tengo esposo‟.

18 Porque

has tenido cinco esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”.

19 Le dijo la

mujer: “Señor, percibo que eres profeta. 20

Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”.

21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene

cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre.

22 Ustedes adoran lo que no conocen;

nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos.

23 No obstante, la

hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren.

24 Dios es un Espíritu, y los que lo

adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25

La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas

las cosas abiertamente”. 26

Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.

27 En esto, pues, llegaron sus discípulos, y se

admiraban de que hablara con una mujer. Por supuesto, nadie dijo: “¿Qué buscas?”, o: “¿Por qué hablas con ella?”.

28 La mujer, por lo tanto, dejó su cántaro de agua

y se fue a la ciudad y dijo a los hombres: 29

“Vengan acá, vean a un hombre que me ha dicho todas las cosas que hice. ¿Acaso no es este el Cristo?”.

30 Ellos salieron

de la ciudad y empezaron a venir a él.

31 Entretanto, los discípulos estaban instándole,

diciendo: “Rabí, come”. 32

Pero él les dijo: “Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben”.

33 Por

lo tanto, los discípulos empezaron a decirse unos a otros: “Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?”.

34 Jesús

les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.

35 ¿No dicen ustedes que

todavía hay cuatro meses antes que venga la siega? ¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega. Ya

36 el segador está

recibiendo salario y recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos. 37

En este sentido, realmente, es verdadero el dicho: Uno es el sembrador y otro el segador.

38 Yo los

despaché a segar aquello en que ustedes no han hecho labor. Otros han labrado, y ustedes han entrado en el provecho de la labor de ellos”.

39 Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella

ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”.

40 Por eso, cuando los samaritanos

vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días.

41 Por consiguiente,

muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42

y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.

43 Después de los dos días, partió de allí para

Galilea. 44

Jesús mismo, sin embargo, dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.

45 Por

lo tanto, cuando llegó a Galilea, lo recibieron los galileos, porque habían visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén en la fiesta, porque ellos también habían ido a la fiesta.

46 Así que fue otra vez a Caná de Galilea, donde

había convertido el agua en vino. Ahora bien, había cierto servidor del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaum.

47 Cuando este hombre oyó que Jesús

había venido de Judea a Galilea, se fue a donde él y se puso a pedirle que bajara y sanara a su hijo, porque este estaba a punto de morir.

48 Sin embargo, Jesús le

dijo: “A menos que ustedes vean señales y prodigios, de ninguna manera creerán”.

49 El servidor del rey le dijo:

“Señor, baja antes que mi niñito muera”. 50

Jesús le dijo: “Ponte en camino; tu hijo vive”. El hombre creyó la palabra que Jesús le habló, y se fue.

51 Pero ya mientras

iba bajando sus esclavos lo encontraron para decirle que su muchachito vivía.

52 De modo que él se puso a

inquirir de ellos la hora en que mejoró de salud. Por

consiguiente, le dijeron: “Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre”.

53 De manera que el padre supo que era en la

misma hora en que Jesús le había dicho: “Tu hijo vive”. Y él y toda su casa creyeron.

54 De nuevo, esta fue la

segunda señal que Jesús ejecutó cuando vino de Judea a Galilea.

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