Elementos Nº 78. JÚNGER II (Epub)

8/11/2019 Elementos Nº 78. JÚNGER II (Epub)

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Sumario

Ernst Jünger: el Trabajador, entre los Dioses y los Titanes, por Alain de Benoist

Ernst Jünger: la revuelta del anarca, por José Luis Ontiveros

n guerrero contra la vulgaridad! El joven Jünger, por "anuelDo#ingo

Ernst Jünger y el e#boscado real, por $ngel %obreviela

El Trabajador de Ernst Jünger, por Julius Evola

Ernst Jünger: Te#pestades de Acero o la entrada en escena de losTitanes, por Adol&o '(s)ue* +occa

Ernst Jünger: el tercer éroe, por Ale-ander Dugin

Ernst Jünger: radiaciones de un escritor revolucionario, porEduardo ".rlan

Ernst Jünger, un pensador contracorriente, por AntonioEscootado

El #eridiano cero: la disputa de /eidegger con Jünger, por DiegoTati(n

0uerra, técnica y #odernidad! %obre la #uerte en la obra deErnst Jünger, por 'icente +aga +osaleny

1ontraposici.n entre i#agen y naturale*a a través del #undo delTrabajador y el #undo del Burgués en Ernst Jünger, por 0uiller#o Aguirre

La so#bra del #al en Ernst Jünger y "iguel Delibes, por 'intila/oria

Teoria de la rebeldia a partir de Ernst Jünger y Albert 1a#us, por Jes2s 3ava +anero,

Ernst Jünger y Ortega y 0asset! El lugar de la libertad en lassociedades niilistas, por David 4orcel Dieste,



estudios en el 0ilde#eister nstitut de /annover, donde se&a#iliari*ar( con la obra de 3iet*sce!

La pri#era guerra #undial estalla el pri#ero de agosto de787K! Jünger se convierte en co#batiente voluntario! ngresa en el

=; +egi#iento de &usileros y recibe la orden de #arca el M deoctubre! El <= de dicie#bre parte para el &rente de 1a#pagne!1o#bate en Dor&eslesEpargnes, en Doucy, en "oncy! Je&e desecci.n en agosto de 787C, al&ére* en novie#bre, sigue a partir de787M un curso para ociales en 1roisilles! Dos #eses #(s tardeparticipa en los co#bates de %o##e, donde es erido dos veces!De nuevo en el &rente, en novie#bre, con el grado ya de teniente,es otra ve* erido, esta ve* cerca de %aint4ierre'aast! El 7M dedicie#bre es condecorado con la 1ru* de /ierro de 7N clase! En&ebrero de 787= es ascendido a %trosstrupp&ürer, je&e deco#ando de asalto! Es el #o#ento en el )ue la guerra se aatascado, al tie#po )ue las pérdidas u#anas ad)uieren unaterrible di#ensi.n! Del lado &rancés, se aprestan a la sangrienta ein2til o&ensiva del 1e#in des Da#es! A la cabe*a de suso#bres, Jünger se desli*a por las trinceras y #ultiplica losgolpes de #ano! Escara#u*as incesantes, nuevas eridas: en julio,en el &rente de landes, y ta#bién en dicie#bre! Jünger escondecorado con la 1ru* de 1aballero de la Orden de los/oen*ollern! Durante la o&ensiva de #ar*o de 7879 contin2acapitaneando a sus soldados en #2ltiples escara#u*as! Es eridouna ve* #(s! En agosto, nuevas eridas, esta ve* cerca de

1a#brai! inali*a la guerra en un ospital #ilitar, Pdespués deaber sido erido catorce vecesQ Ello le vale la 1ru* ?4or el"érito@, la #(s i#portante condecoraci.n del ejército ale#(n!%.lo doce ociales subalternos de tierra, entre ellos el &uturo#ariscal +o##el, recibir(n dica distinci.n a lo largo de lapri#era guerra #undial!

De 7879 a 78<;, Jünger, acuartelado en la +eicsFer de/annover, co#ien*a a escribir sus pri#eros libros i#pregnados dela e-periencia )ue le a aportado su presencia en el &rente!Te#pestades de acero 5n %talgeFittern>, publicado en 7878 porcuenta del autor y reeditado en 78<<, conocer( un gran é-ito! Leseguir(n La guerra co#o e-periencia interior 5Der 6a#p& alsinnere Erlebnis, 78<<>, El bos)uecillo 7<C 5Das GRldcen 7<C,78<K>, euer und Blut 578<C>! 3o tardar( Jünger en serconsiderado co#o uno de los escritores #(s brillantes de sugeneraci.n, co#o nos lo a recordado /enri 4lard 5?La carriSredErnst Jünger, 78<U78<8V, en Etudes ger#ani)ues, KWM!78=9>,incluso si apela#os a sus artculos sobre la guerra #odernapublicados en la "ilitRrGocenblatt!

4ero Jünger no se siente c.#odo en un ejército en la pa*!Ta#poco le tienta la aventura de los 1uerpos rancos! El ;7 de



agosto de 78<;, abandona la +eicsFer y se #atricula en laniversidad de Leip*ig para estudiar biologa, *oologa y loso&a!Tendr( co#o pro&esores a /ans Driesc y a eli- 6rüger! El ; deagosto de 78<C se casa con 0reta von Jeinsen, de diecinueveaIos, )ue le dar( dos ijos: Ernst, nacido en 78<M, y Ale-ander, en

78;K! Durante ese perodo, sus ideas polticas #aduran en la#is#a direcci.n de la e&ervescencia )ue agita cuales)uiera&acciones de la opini.n p2blica ger#ana: el vergon*oso tratado de 'ersalles, del )ue la +ep2blica de Gei#ar a aceptado sin vacilartodas las cl(usulas y al )ue s.lo se aceptar( co#o un insoportableDiXtat! En el transcurso de unos #eses se a convertido en uno delos principales representantes de los #edios nacionalrevolucionarios, i#portante grupo de la +evoluci.n 1onservadorasituado a la ?i*)uierda@, junto a los #ovi#ientos nacionalbolcevi)ues agrupados alrededor de 3ieXisc! %us escritos

polticos se inscriben en el perodo #edio republicano 5la ?era%trese#ann@> )ue nali*a en 78<8, tie#po de tregua provisional yde aparente cal#a! Jünger dir( #(s tarde: ?%.lo se viva para laidea@ 5Diario, t! , <U!K!78K;>!

%us ideas se e-presaron pri#era#ente en revistas! Enseptie#bre de 78<C, el antiguo je&e de los 1uerpos rancos,/el#ut ranXe, )ue acababa de publicar un ensayo bajo el ttulo%taat i# %taate 5%talel#, Berln, 78<K>, lan*a la revista Die%tandarte, )ue trata de aportar una ?contribuci.n a lapro&undi*aci.n espiritual del pensa#iento del &rente@! Jünger

pertenecer( a su redacci.n, en co#paIa de otro representantedel ?nacionalis#o de los soldados@, el escritor ran* %cauFecXer,nacido en 798U! Die %tandarte &ue, en principio, suple#ento delse#anario Der %talel#, .rgano de la asociaci.n de antiguosco#batientes del #is#o no#bre dirigido por Gilel# 6leinau! Die%tandarte tena una tirada nada despreciable: alrededor de7=U!UUU lectores! Entre septie#bre de 78<C y #ar*o de 78<M, Jünger publica diecinueve artculos! /el#ut ranXe r#a lossuyos con el pseud.ni#o ?0raccus@! La joven dereca nacionalrevolucionaria se e-presa all: Gerner Beu#elburg, ran*

%cauFecXer, /ans /enning von 0rote, riedric Gilel# /ein*,0oet* Otto %toYegen, etc!

En las p(ginas de Die %tandarte, Jünger adoptar( pronto untono #uy radical, distinto al de la #ayora de los aderidos al%talel#! A partir de octubre de 78<C, critica la tesis de la?puIalada por la espalda@ 5Dolcstoss> )ue abra supuesto parael ejército ger#ano la revoluci.n de novie#bre 5tesis casiun(ni#e en los #edios nacionales>! Lleg. incluso a subrayar c.#oalgunos revolucionarios de e-tre#a i*)uierda &ueron valerososco#batientes durante la guerra 5?Die +evolution@, en Die

%tandarte, n! =, 79!7U!78<C>! Ar#aciones de este tipo suscitaron vivas polé#icas! La direcci.n del %talel# se pone en guardia y



llegar a convertirse en el &er#ento de victoria! \ llega a pulsar lacondici.n #is#a de esta victoria! En el epgra&e de su libro Au&bruc der 3ation 5rundsberg, Berln, 78;U>, ran*%cauFecXer escribi. esta estre#ecedora &rase: ?Era preciso )ueperdiéra#os la guerra para ganar la naci.n@! +ecordaba, tal ve*,

esta otra de Léon Bloy: ?Todo lo )ue llega es adorable@! Jünger,por su parte, sostiene: ?Ale#ania a sido vencida, pero estaderrota a sido saludable por)ue a contribuido a la desaparici.nde la vieja Ale#ania 5]> Era preciso perder la guerra para ganarla naci.n@! 'encida por los aliados, Ale#ania pudo volverse acias #is#a y trans&or#arse revolucionaria#ente! La derrota debaser aceptada con nes de tras#utaci.n, de #anera casi al)u#icaZla e-periencia del &rente deba ser ?tras#utada@ en una nuevae-periencia vital para la naci.n! Tal era el &unda#ento del?nacionalis#o de los soldados@! Es en la guerra, dice Jünger,

donde la juventud a ad)uirido ?la seguridad de )ue los antiguosca#inos no llevan a ninguna parte, y )ue es preciso abrir otrosnuevos@! 1esura irreversible 5#bruc>, la guerra a abolido los vetustos valores! Toda actitud reaccionaria, cual)uier deseo de#arca atr(s es i#posible! La energa de ayer era utili*ada enlucas puntuales de la patria y por la patria, pero en lo sucesivoservir( a la patria bajo otra &or#a! La guerra, dico de otro #odo,su#inistrar( el #odelo de pa*!

En El Trabajador, puede leerse: ?El &rente de la guerra y el&rente del trabajo son idénticos@ 5p! 7U8>! La idea central es )ue la

guerra, por supercial y poco signicativa )ue pueda parecer,tiene un sentido pro&undo! 3o puede ser apreendida a través deuna co#prensi.n racional, sino )ue 2nica#ente puede serpresentida 5anen>! La interpretaci.n positiva )ue Jünger da de laguerra no est(, contraria#ente a lo )ue a #enudo se a dico,esencial#ente ligada a la e-altaci.n de los ?valores guerreros@!4rocede de la in)uietud poltica de buscar c.#o el sacricio de lossoldados #uertos no debe ni puede ser considerado in2til!

A partir de 78<M Jünger ace varios lla#a#ientos para la&or#aci.n de un &rente unido de grupos y #ovi#ientos nacionales! Al #is#o tie#po, trata sin #uco é-ito de seIalarles elca#ino de una necesaria autotrans&or#aci.n! Ta#bién elnacionalis#o precisa ser ?tras#utado@ al)u#ica#ente! Debedese#bara*arse de toda vinculaci.n senti#ental con la viejadereca y convertirse en revolucionario, dando &e del declive del#undo burgués, eco )ue pode#os observar tanto en las novelasde To#as "ann 5Die BuddenbrooXs> co#o en las de Al&red 6ubin5Die andere %eite>!

Desde esta perspectiva, lo esencial es la luca contra el

liberalis#o! En Ar#inius y en Der 'or#arsc Jünger ataca elorden liberal si#boli*ado por el Literat, el intelectual u#anista



partidario de una sociedad ?ané#ica@, el internacionalista cnicoal )ue %pengler apunta co#o verdadero responsable de larevoluci.n de novie#bre y propagador de la especie consistenteen )ue los #illones de #uertos de la 0ran 0uerra an perecidopara nada! 4aralela#ente estig#ati*a la ?tradici.n burguesa@ )ue

recla#an para s los nacionales y los aderidos al %talel#, esos?pe)ueIos burgueses 5%piessbürger> )ue, &avorables a la guerra,se an escabullido tras la piel del le.n@ 5Der 'or#arsc, 7<!78<=>! Ataca sin tregua el espritu guiller#ino, el culto al pasado, elgusto de los panger#anistas por la ?#useologa@ 5#usealerBetrieb>! En #ar*o de 78<M dene por ve* pri#era el tér#ino?neonacionalis#o@, )ue opone al ?nacionalis#o de losantepasados@ 5AltvRternationalis#us>! Deende a Ale#ania, perola naci.n es para él #uco #(s )ue un territorio! Es una idea: Ale#ania es &unda#ental#ente a)uel concepto capa* de ina#ar

los espritus! En abril de 78<=, en Ar#inius, Jünger se autodenei#plcita#ente no#inalista: declara no creer en verdad generalalguna, en ninguna #oral universal, en ninguna noci.n de?o#bre@ co#o ser colectivo poseedor de una conciencia yderecos co#unes! ?1ree#os, dir(, en el valor de lo singular@5Gir glauben an den Gert des Besonderen>! En una época en )uela dereca tradicional apuesta por el individualis#o &rente alcolectivis#o, o los grupos vHlXisc se recluyen en la te#(tica delretorno a la tierra y a la #stica de la ?naturale*a@, Jünger e-altala técnica y condena al individuo! 3acida de la racionalidad

burguesa, e-plica en Ar#inius, la todopoderosa técnica serevuelve contra )uien la a engendrado! El #undo avan*a acia latécnica y el individuo desapareceZ el neonacionalis#o debe ser lapri#era tendencia en e-traer estas lecciones! Es #(s, ser( en lasgrandes ciudades donde la ?naci.n ser( ganada@Z para losnacionalrevolucionarios, ?la ciudad es un &rente@!

Alrededor de Jünger se constituye el lla#ado ?grupo deBerln@, en cuyo seno encontrare#os a representantes de lasdi&erentes corrientes de la +evoluci.n 1onservadora: ran*%cauFecXer y /el#ut ranXeZ el escritor Ernst von %alo#onZ el

niet*ceanoanticristiano riedric /ielscer, editor de Das +eicZlos neoconservadores August Ginnig 5al )ue Jünger conocer( enel otoIo de 78<= por #ediaci.n del l.so&o Al&red Baeu#ler> y Albrect Eric 0ünter, coeditor junto a Gilel# %tapel delDeutsces 'olXstu#Z los nacionalbolcevi)ues Ernst 3ieXisc y6arl O! 4aetel y, por supuesto, a su er#ano y reconocido te.ricoriedric 0eorg Jünger!

riedric 0eorg, cuyas posiciones tendr(n una gran inuenciaen la evoluci.n de Ernst, naci. en /annover el 7 de septie#bre de7989! %u carrera a corrido pareja a la de su er#ano! 'oluntario

en la 0ran 0uerra, participa en 787M en los co#bates del %o##e,alcan*ando el e#pleo de co#andante de co#paIa! En 787=,



grave#ente erido en el &rente de landes, pasa varios #eses endistintos ospitales #ilitares!

De regreso a /annover, nada #(s concluir la guerra, y tras unbreve paréntesis co#o teniente de la +eicsFer 78<U, inicia

sus estudios de dereco, redactando su tesis doctoral en 78<K! A partir de 78<M enva sus artculos regular#ente a las revistas enlas )ue colabora su er#ano: Die %tandarte, Ar#inius, Der 'or#arsc, etc!, y publica, en la colecci.n ?Der Au&#ersc@dirigida por Ernst, un breve ensayo titulado Au&#arsc des3ationalis#us 5Der Au&#arsc, Berln, 78<M, pre&acio de Ernst JüngerZ <N ed!: 'or#arsc, Berln, 78<9>! nuido por 3iet*sce,%orel, 6lages, %te&an 0eorge y +ilXe, a )uienes &recuente#entecita en sus trabajos, se consagrar( al ensayo y a la poesa! Elpri#er estudio )ue sobre él se publica 5ran* Jose& %cHning,?riedric 0eorg Jünger und der preussisce %til@, en /ocland,<!78;C, pp! K=M y K==> lo encuadr. en el ?estilo prusiano@!

En abril de 78<9 Ernst Jünger con&a la sucesi.n a la direcci.nde la revista Der 'or#arsc a su a#igo riedric /ielscer! Algunos #eses #(s tarde, en enero de 78;U, se convierte junto aGerner Lass en el director de Die 6o##enden, se#anario&undado cinco aIos antes por el escritor Gilel# 6ot*de )ueejerci. una gran inuencia sobre los #ovi#ientos juveniles deideologa bündisc y de #anera #uy especial sobre la tendenciade este #ovi#iento )ue evolucionar( acia el nacional

bolcevis#o, representado por /ans Ebeling y, sobre todo, por6arl O! 4aetel, colaborando al #is#o tie#po en Die6o##enden, en Die so*ialistisce 3ation y en los Anti&ascistisce Brie&e!

Trabaja ta#bién para la revista Giderstand, &undada y dirigidapor 3ieXisc a #ediados de 78<M! A#bos se conocer(n en el otoIode 78<= estableciéndose una s.lida a#istad! Jünger escribir(: ?%ise )uiere resu#ir el progra#a )ue 3ieXisc desarrolla enGiderstand en una &rase alternativa, esta podra ser: contra elburgués y por el Trabajador, contra el #undo occidental y por el

Este@! El nacionalbolcevis#o, en el )ue por otra parte conuyen#2ltiples y variadas tendencias, se caracteri*a de eco por suidea de la luca de clases a partir de una denici.n co#unitaria,colectivista si se )uiere, de la idea de naci.n! ?La colectivi*aci.n,ar#a 3ieXisc, es la &or#a social )ue la voluntad org(nica debeposeer si )uiere ar#arse &rente a los e&ectos #ort&eros de latécnica@ 5?"enscen&ressende TecniX@, en Giderstand, n! K,78;7>!

%eg2n 3ieXisc, el #ovi#iento nacional y el #ovi#ientoco#unista tienen, a n de cuentas, el #is#o adversario, co#o los

co#bates contra la ocupaci.n del +ur an de#ostrado y es lara*.n por la )ue las dos ?naciones proletarias@, Ale#ania y +usia,



deben buscar un entendi#iento! ?El parla#entaris#o de#ocr(ticoliberal uye de toda decisi.n, declara 3ieXisc! 3o )uiere batirse,sino discutir 5]> El co#unis#o busca decisiones 5]> En surude*a, ay algo de &ortale*a ca#pesinaZ ay en él #(s dure*aprusiana, aun)ue no sea consciente de ello, )ue en un burgués

prusiano@ 5Entsceidung, Giderstand, Berln, 78;U, p! 7;K>! Talesposiciones i#pregnan a una &acci.n nada despreciable del#ovi#iento nacionalrevolucionario! Jünger #is#o, co#o #uybien a captado Louis Dupeu- 5op! cit!>, lleg. a estar ?&ascinadopor la proble#(tica del bolcevis#o@, aun)ue no poda#osconsiderarlo un nacionalbolcevi)ue en sentido estricto!

Gerner Lass y Jünger se apartan en julio de 78;7 de Die6o##enden! El pri#ero lan*a, a partir de septie#bre, la revistaDer #stur*, )ue i*o las veces de .rgano de la reiscar %cill y)ue, asta su desaparici.n, en &ebrero de 78;;, se declarar(abierta#ente nacionalbolcevi)ue! Jünger, sin e#bargo, est( enotra disposici.n espiritual! En el transcurso de algunos aIos,utili*ar( toda una serie de revistas co#o #uros donde encolar suscarteles ser(n los autobuses ?a los )ue uno se sube y abandonaa su antojo@, siguiendo una lnea evolutiva e#inente#entepoltica! Las consignas &or#uladas por él no an obtenido el ecoesperado, sus lla#a#ientos a la unidad no an sido atendidos! Jünger acabar( por sentirse un e-traIo en cuales)uiera corrientespolticas! 3o ay #(s si#pata acia el nacionalsocialis#o enascensi.n )ue para las ligas nacionales tradicionales!

Todos los #ovi#ientos nacionales, e-plica en un artculopublicado en el %üddeutsce "onatse&te 58!78;U, pp! de la 9K; ala 9KC>, ya sean tradicionalistas, legitis#istas, econo#icistas,reaccionarios o nacionalsocialistas, e-traen su inspiraci.n delpasado y, desde esta perspectiva, son tan s.lo #ovi#ientos a los)ue no cabe #(s )ue calicar de ?liberales@ y ?burgueses@! Entreneoconservadores y nacionalbolcevi)ues, entre unos y otros, losgrupos nacionalrevolucionarios no podr(n i#ponerse! De eco, Jünger ya no cree en la posibilidad de acci.n colectiva alguna! Aslo subrayar( #(s tarde 3ieXisc en su autobiogra&a5Erinnerungen eines deutscen +evolutionRrs, Gissensca&t u!4olitiX, 1olonia, 78=K, vol! , p! 787>, y Jünger, )ue a pulsadosuciente#ente la actualidad, acaba por tra*arse una va #(spersonal e interior! ?Jünger, ese per&ecto ocial prusiano )ue escapa* de so#eterse a la disciplina #(s dura, escribe "arcelDeco#bis, no podr( ya integrarse en colectivo alguno@ 5Ernst Jünger, Aubier"ontaigne, 78K;>! %u er#ano )ue, a partir de78<9, a abandonado la carrera jurdica, evolucionar( de igual&or#a )ue Ernst! Escribe sobre la poesa griega, la novelaa#ericana, 6ant, DostoievsXi! Los dos er#anos e#prenden una

serie de viajes: %icilia 578<8>, las Baleares 578;7>, Dal#acia578;<>, el "ar Egeo!



Ernst y riedric 0eorg Jünger contin2an publicando algunosartculos, principal#ente en Giderstand! 4ero el perodoperiodstico de a#bos acaba! Entre 78<8 y 78;< Ernst Jüngerconcentra todos sus es&uer*os en nuevos libros! Es el #o#ento dela pri#era versi.n de 1ora*.n aventurero 5Das abenteverlice

/er*, 78<8>, el ensayo La #ovili*aci.n total 5Die totale"obil#acung, 78;7> y El Trabajador 5Der Arbeiter! /errsca&tund 0estalt>, publicado en /a#burgo el aIo 78;<, por la/anseatisce 'erlagsanstalt de Benno ^iegler y )ue antes de 78KCllegar( a conocer varias reediciones!

Jünger y El Trabajador

En su libro sobre el nacionalbolcevis#o, Louis Dupeu-re#e#ora el ?#alestar@ )ue provocar( en Ale#ania la publicaci.nde El Trabajador! ?3i los nacionalsocialistas ni sus adversarios

pudieron e-plotarlo@, ar#ar( el propio Jünger 5carta a /enri4lard>! La obra, es preciso reconocerlo, no se pareca a nada de loasta entonces publicado!

En el #o#ento de la irresistible ascensi.n del nacionalsocialis#o, El Trabajador pasaba por alto cuestiones co#o elracis#o y el antise#itis#o! En una época en la )ue los#ovi#ientos nacionales acan una auténtica apologa del #undorural y de las di&erencias individuales, El Trabajador recla#aba lasupresi.n del individuo y e-altaba sin tapujos a la todopoderosatécnica! En un conte-to de e-acerbadas lucas polticas, Jünger

to#aba distancias con respecto a cuales)uiera tendenciaspolticas e-istentes y se situaba deliberada#ente en la perspectivade la desaparici.n del (#bito nacional, ip.tesis absoluta#ente?ini#aginable@ para los protagonistas del #o#ento! %i le colocaba_aparente#ente en el (#bito del #ar-is#o, era para superarlo!E-cepto la inuencia de 3iet*sce, El Trabajador no traa la#arca de idea e-terior alguna &(cil#ente reconocible! A)uellos)ue se acordaban del talento del cronista de Die %tandarte y de Ar#inius &ueron los )ue, sin e#bargo, #(s pronto sedecepcionaron! La crtica no se interes. #uco por el libro y es,

sin duda, la ra*.n por la )ue su aparici.n, a n de cuentas, noalcan*. un gran revuelo! ?Al n y al cabo, El Trabajador, observa Jünger, no puede circunscribirse al plano nacional o social, sino)ue tiene un car(cter planetario! La técnica es el uni&or#e delTrabajador! Ello &ue re#arcado sin a&abilidad, tanto a la derecaco#o a la i*)uierda@!

A e-cepci.n del poeta e-presionista 0ott&ried Benn, )ue ve endico te-to un ensayo &unda#ental para la co#prensi.n del#undo conte#por(neo, El Trabajador &ue #uy #al acogido por la&acci.n ?derecista@ de los revolucionarios conservadores!

/er#ann %insei#er, en el Berliner Tageglatt, calica alTrabajador de ?&antas#a@! /ans Bogner, pr.-i#o a Gile#



%tapel, acusa a Jünger de ?bolcevi)ue@! Opini.n si#ilar ser( dela de "a- /ildebert Boe#, uno de los principales #ie#bros delcruclo de "oeller van den BrucX, )ue ataca violenta#ente a Jünger en un paneto &ecado en 78;;, Der Bürger i# 6reu*&euer,declarando abierta#ente )ue El Trabajador constituye una

?suerte de progra#a bolcevi)ue@! El libro de Jünger ser( objetode un buen n2#ero de co#entarios ostiles, tanto por parte dealgunos representantes de la tendencia vHlXisc, al ver co#ocuales)uiera &or#as de neorro#anticis#o y de arraigo rural eranconsideradas co#o ar#aci.n de ?valores burgueses@, co#o deautores consagrados co#o /er#ann +auscning y OsFald%pengler!

1on #ayor atenci.n y, sobre todo, #enor &rivolidad, el an(lisisde El Trabajador reali*ado en talia por Julius Evola reto#a encierta #edida el punto de vista del neconservaduris#o ale#(n!Evola, )ue aba pensado pri#era#ente publicar una traducci.ndel te-to de Jünger, le dedica por n un ensayo titulado L`Operario nel pensiero di Ernst Jünger! gual#ente ace alusi.n aél en Los o#bres y las ruinas y en el El ca#ino del cinabrio! Lanoci.n del Trabajo 5to#ada en un sentido #(s restringido )ue Jünger> es esencial#ente la )ue atacar( Evola! Esta noci.n,ar#a el autor de +evuelta contra el #undo #oderno, no se libradel ?de#onio de la econo#a@, ya sea co#o consecuencia )ue Jünger ve en el Trabajo un n en s, una va de redenci.n o de justicaci.n, ya sea to#ada por un ?u#anis#o del trabajo@, ya

sea ta#bién por el con&or#is#o #aniesto al asociar el Trabajo?al #ito del activis#o productivo paro-stico@! La ?superstici.n#oderna del trabajo@, )ue e-ibe tanto la dereca co#o lai*)uierda, a de ser denunciada! ?no de los aspectos #(s opacos y #(s plebeyos de la era econ.#ica, escribe Evola, es unaespecie de autosadis#o )ue consiste en gloricar el trabajo entanto )ue valor ético y deber u#ano esencial, y a concebir co#otrabajo no i#porta )ué &or#a de actividad@! +esulta parad.jico,por otra parte, buscar un valor ético en el trabajo, en una épocadonde, precisa#ente, la técnica tiende a supri#ir toda cualidad!

4ara Evola, ?la palabra Trabajo a designado sie#pre las &or#as#(s bajas de la actividad u#ana, a)uellas #(s #aniesta#entecondicionadas por la econo#a@! Todo a)uello )ue no se reduce atales &or#as, es ilegti#o lla#arlo ?trabajo@! La palabra apropiadaa)ué es ?acci.n@: acci.n y no trabajoZ acci.n de je&e, dee#presario, de asceta, de sabio, de artista, de diplo#(tico, dete.logo, de a)uel )ue establece una ley o )ue la transgrede, dea)uel )ue sigue un principio o abra*a una pasi.n ele#ental, degran je&e de e#presa y de gran organi*ador@! En esta perspectiva,la elecci.n #is#a de la palabra Arbeiter se convierte en un

?indicio sospecoso@, pues ?este concepto perteneceesencial#ente al #undo del cuarto estado, de la 2lti#a casta@!



Jünber sera, por tanto, prisionero de la ?#entalidad proletaria@:?el espritu proletario, la cualidad espiritual#ente proletariasubsiste cuando se es incapa* de concebir un tipo u#ano #(selevado )ue el del TrabajadorZ cuando se divaga a prop.sito de la?ética del trabajo@, cuando se e-alta el ?estado de los

trabajadores@, cuando no se tiene el coraje de to#ar radical#enteposici.n contra esos nuevos #itos conta#inantes 5]>! La tareaconsiste, antes de nada, en ?desproletari*ar la visi.n de la vida@, ya )ue si no es as todo estar( &alseado, parali*ado@!

Asi#is#o, para Evola, )ue se recla#a desde posiciones de latradici.n espiritual, la opci.n #eta&sica de El Trabajador est(insuciente#ente perlada! El do#inio de la técnica, si pretendesalir del nivel de lo ele#ental, debe revelarse por enci#a de las valores actuales, en el do#inio de la pura trascendencia! Laigura del Trabajador sera, por tanto, e)uvoca: ?1on él nosencontra#os en el crculo cerrado de un activis#o y de unaestructura interna &uera de toda di#ensi.n de trascendencia,carentes de todo ele#ento transgurador e incapa* de engendrar y legiti#ar nuevas y auténticas jerar)uas@!

La acusaci.n de ?bolcevi)ue@ lan*ada por algunosneoconservadores parecera, a pri#era vista, justicar el saludode los nacionalbolcevi)ues, los 2nicos en dar la bienvenida a ElTrabajador! 3ieXisc, en particular, )ue conoca el #anuscritoantes de su publicaci.n, i*o aparecer en Giderstand, en el otoIo

de 78;<, una crtica #uy elogiosa donde ar#aba )ue ?las tesis jüngerianas presentan una turbadora si#ilitud con los&unda#entos de la doctrina #ar-ista@! Esta si#ilitud, aIade, no esaparente! Jünger, de eco, supera la ?respuesta senti#ental@dada por el #ar-is#o y ?#uestra de &or#a #agistral co#o, desdeuna perspectiva supejrior, se puede eli#inar, li)uidar el esprituburgués@! \ 3ieXisc concluye: Jünger ?no es un bolcevi)ue,pero considera perse a todo c.#o la +usia bolcevi)ue se alineacon la tendencia do#inante del #undo@! Esta opini.n, )ue noayud. precisa#ente a #ejorar la i#agen de Jünger en los #edios?burgueses@, es #uy discutible y debe ser sopesada en el (#bitode la proble#(tica #(s general del #ovi#iento nacionalbolcevi)ue ale#(n! En el seno de este #ovi#iento no ubounani#idad: la perspectiva ?planetaria@ de Jünger &ue contestadapor algunos nacionalbolcevi)ues co#o consecuencia de susdesdibujadas posiciones sobre cuestiones tales co#o la alian*acon +usia, la noci.n de propiedad, etc!

Los cabecillas del #ar-is#o ortodo-o no se sintieron aludidos!E-cepci.n eca del je&e co#unista 6arl +adeX, )ue lleg. aescribir: ?Atraer a Ernst Jünger al 64D tendra #(s i#portancia

)ue recoger votos de nuevos electores@, aun)ue su ostilidad a lastesis contenidas en El Trabajador no se a des#entido después de



#edio siglo! Jünger, para a)uéllos, se contenta si#ple#ente conbauti*ar co#o ?trabajadores@ a los ?activistas de la clasedo#inante@!

4ara 0yHrgy LuX(cs, )ue sit2a a Jünger entre los responsables

de la ?destrucci.n de la ra*.n@, la igura del Trabajador no sera#(s )ue una #isticaci.n del ?i#perialis#o prusiano@, en la#edida en )ue est( vaca de toda re&erencia a la luca de clases!Esta tesis de LuX(cs, de la )ue Jean"icel 4al#ier a podidoar#ar )ue ?corta todo acceso auténtico a la obra de Jünger@, asido reto#ada por Jean4ierre aye, cuya ani#adversi.n acia Jünger se e-plicara por el eco de )ue su pensa#iento estaraconcebido ?e-presa#ente en tér#inos dirigidos a anular ellenguaje #ar-ista@! Tesis )ue encontr. eco en la +%%, con ellibro de %! Odovev, ?4or los senderos de ^aratustra! nuencia delpensa#iento de 3iet*sce en la loso&a burguesa ale#ana@! 4araOdovev, cuya obra de la pri#era a la 2lti#a p(gina est( uncidapor el ini#itable ?lenguaje duro@ propio del #ar-is#oleninis#oortodo-o, la obra de Jünger, inspirada por 3iet*sce, secaracteri*ara por una ?#itologi*aci.n de la realidad@ y un?ro#anticis#o aventurero y #acabro@! El #ito del Trabajadortratara subrepticia#ente de ?superar #ediante sntesis lairreconciliable oposici.n entre burguesa y proletariado@, altie#po )ue supondra un instru#ento para el &ascis#o a la orade ?ganar a las #asas para la de#agogia@ y ?reali*ar sus planessanguinarios@!

Jünger y la ?e#igraci.n interior@ de la +evoluci.n1onservadora ale#ana

Tacada de ?bolcevi)ue@ y reca*ada por los #ar-istas, ya)ue la consideraron una obra ?&ascista@, El Trabajador a2n su&ri.una ostilidad #(s viva por parte de los nacionalsocialistas! stosreaccionaron virulenta#ente ante su aparici.n! El <U de octubrede 78;<, el 'HlXiscer Beobacter publica, con la r#a de Tilo von Trota, un co#entario en el cual El Trabajador es descritoco#o ?una #onstruosidad abstracta, un o#breluna@! A Jünger

se le reproca su reca*o de toda ?proble#(tica BuBo@ 5Blut undBoden, ?sangre y suelo@>!

1ierta#ente, el nacionalsocialis#o es un #ovi#iento ?en el)ue Jünger ser( un e-traIo y &rente al cual #ostrar( abierta#entesu ostilidad@ 5Jean"icel 4al#ier>! Desde 78<C, Jünger critica al3%DA4 )ue, dos aIos después del abortado putsc de "unic,inicia su ascensi.n! En enero de 78<=, dirigiéndose a unaasa#blea del Tannenbergbund, subrayar( la di&erencia e-istenteentre el nacionalsocialis#o y el neonacionalis#o! Ese #is#o aIo,/itler, )ue ad#ira el talento de Jünger co#o escritos

e-co#batiente, le propone presentarse a las eleccioneslegislativas, bajo las siglas de su partido, al +eicstag! ?1onsidero,



le responde Jünger, #(s #eritorio escribir un buen verso )uerepresentar a sesenta #il cretinos@! Dos aIos #(s tarde, Jünger,)ue apoya con todas sus &uer*as las revueltas ca#pesinas de%celsFig/olstein, no puede contener su indignaci.n al ver c.#oel 3%DA4 propone reco#pensas por la captura de los

?dina#iteros@ del #ovi#iento! Esta actitud, propia de un partidoencido de legalis#o, es co#partida por los co#unistas! En unresonante artculo, Jünger ve en ello la prueba del car(cterpro&unda#ente ?burgués@ de a#bas &or#acionespretendida#ente revolucionarias, pero de eco incapaces deco#prender la gravedad de los proble#as a los )ue el #ovi#ientoca#pesino se en&renta! En la #is#a época, Jünger critica sina#bages el racis#o y el antise#itis#o na*is, lo )ue le vale el violento ata)ue del peri.dico de 0oebbles, Der AngriY!

En El Trabajador, Jünger asocia cabal#ente el nacionalsocialis#o a lo )ue él deno#ina el ?pensa#iento #useol.gico@!1o#o otros #ucos representantes de la +evoluci.n1onservadora, conderar( el ?estilo plebeyo@ del #ovi#ientoitleriano, su adulaci.n a las #asas, su recurso al ?oportunis#oelectoral@ y al ?parla#entaris#o de#ocr(tico@, su #isticis#o vHlXisc, su ?biologis#o@ su#ario, su carencia de una verdaderaideologa, pese a su antiestatis#o y a su panger#anis#o! Estacrtica es, al #is#o tie#po, conservadora y revolucionaria! 4ara Jünger, una poltica ist.rica a escala #undial es, por naturale*a,inco#patible con posturas racistas! ?A#bicionar la ege#ona

#undial y sostener una poltica basada en la ra*a, co#o pretenda/ilter, escribir( Jünger, es un puro absurdo! %e puede tener sobrelos proble#as raciales soluciones di&erentes! En cual)uier caso,no se puede #e*clar el racis#o y su contrario! La #anera en )ue/ilter se obsesion., no &ue 2nica#ente la causa esencial delderru#bre de sus planes: desde el princnipio, se detectaclara#ente una &alta de sustancia i#perial@! Jünger noparticipar(, pues, de la #stica del ?gran o#bre@! 1onsidera )uela época tiene necesidad, no de un ürer caris#(tico, sino #(sbien de un tipo de o#bre colectivo nuevo! En 78CK, Evola

e-peri#entar( un senti#iento se#ejante al escribir: ?Todo a)uello)ue se parece a la tirana, al despotis#o, al bonapartis#o, a ladictadura de los tribunos del pueblo, no es sino una degeneraci.no una inversi.n de un siste#a &undado sobre el principio deautoridad@!

3o pocas veces se a co#parado la actitud de Jünger &rente ala revoluci.n nacionalsocialista de 78;; a la de Josep de "aistre&rente a la revoluci.n &rancesa de 7=98 o la de Ale-andre%ol*enitsin &rente a la revoluci.n rusa de 787=! Este paralelis#oasocia e&ectiva#ente a estos tres autores )ue, si bien

?conservadores@, su ?conservaduris#o@ es de naturale*a biendi&erente! "ientras Josep de "aistre y %ol*enitsin pueden ser



considerados co#o ?contrarrevolucionarios@, el Jünger de los aIostreinta es, antes de nada, revolucionario, si bien partidario de?otra revoluci.n@ y si considera al nacionalsocialis#o co#o lasoluci.n #eta&sica por e-celencia, cosa )ue reproca a /itler, nolo es tanto por ser un ?pe)ueIo burgués@ sin al#a, sino por aber

conducido la revoluci.n ale#ana a la va #uerta del totalitaris#o!1uando /itler llega al poder en enero de 78;;, la posici.n de Jünger no tiene atisbos de a#bigüedad! %e #arca de Berln parainstalarse en 0oslar, entra en una suerte de ?e#igraci.n interior@]

Tantos unos co#o otros, neoconservadores y nacionalbolcevi)ues, se sintieron pro&unda#ente con&undidos al buscaren El Trabajador las claves de la situaci.n del #o#ento! /!4!%cFar* a visto en la gura del Trabajador un gran ?#itopoltico@, en el sentido soreliano del tér#ino! 4ero esta di#ensi.nes a2n insuciente! 3o pode#os encontrar en él un progra#apoltico, sino una visi.n propia#ente #eta&sica! El Trabajador noconoce &ronteras, a escrito "aurice %cneuFly, sino )ue lasatraviesa cual ilusorias #urallas! En su #(s elevada di#ensi.n, ElTrabajador es un libro ?inactual@, de a su per#anenteactualidad! n 2nico autor parece aberlo co#prendidocabla#ente: el l.so&o "artin /eidegger, con )uien a lo largo delos aIos Jünger establecer( una relaci.n particular#ente &ecunda! As lo advierte "icel 4al#ier: ?/eidegger es sin duda el granintérprete del pensa#iento de Ernst Jünger, y la obra de éste es

una prolongaci.n, una per#anente variaci.n sobre las cuestiones)ue /eidegger establece con respecto a la técnica planetaria y alo#bre )ue la #odela y rige@!

En el invierno de 78;8KU, en la niversidad de riburgoenBrisgau, /eidegger dedica un se#inario privado a El Trabajador!Este se#inario, vigilado en principio por las autoridades, &uenal#ente proibido _proibici.n signicativa )ue asocia a dosautores en una #is#a reprobaci.n 5/eidegger est( en el punto de#ira de las diatribas del l.so&o nacionalsocialista Ernst 6riecX>!En un #o#ento dado, /eidegger co#prende la i#portancia dellibro en tanto )ue ?descripci.n del niilis#o europeo@! ElTrabajador, dir(, ?aborda de otra #anera lo )ue %pengler y, astaaora, toda la literatura niet*sceana, se an #ostrado incapacesde acerZ 5este libro> e#prende la tarea de volver a acer posibleuna e-periencia del ser co#o voluntad de poder@! \, enconsecuencia, constituye un punto de partida a partir del cual?ilu#inar nueva#ente el di(logo con la esencia del niilis#o@!

/eidegger alaba en Jünger, ante todo, el eco de abersituado la representaci.n #eta&sica bajo la lu* de la voluntad de

poder ?del do#inio bioantropol.gico )ue e-agerada#entee-travi. la ruta de 3iet*sce@! %u punto de vista es neta#ente



crtico, sin e#bargo, en la #edida en )ue el pensa#iento de Jünger es deudor del de 3iet*sce! /eidegger condena en lateora de la voluntad de poder _voluntad de voluntad, voluntad?)ue se )uiere@ la loso&a deter#inada por la noci.n de valor53iet*sce se contentaba con sustituir los valores plat.nicos de

?en&er#edad@ y de ?#uerte@ por los valores de ?vida@> y )ue,co#o tal, contin2a pese a todo inscribiéndose en el #arco de la#eta&sica occidental! 3iet*sce crea poner tér#ino a la#eta&sica socr(tica y cristiana! 4ero 3iet*sce no ace sino llevara su apogeo el ?trastorno@ 5en la &or#a en la )ue "ar- ?trastorna@a /egel>, ar#a /eidegger, )uien llega a ver en a)uél ?al #(sdesen&renado de los plat.nicos@! La gura del Trabajador sesituara en la perspectiva abierta por 3iet*sce: ?La visi.n#eta&sica de la gura del Trabajador corresponde al proyecto dela gura esencial de ^aratustra en el (#bito de la voluntad de

poder@ 5/eidegger>! El Trabajador, por tanto, ?es una obra en la)ue la #eta&sica es la patria@ correspondiente a ese ?sertran)uilo@, a partir del cual todo lo ?#utable@, todo lo?#ovili*able@ puede y debe ser pensadoZ la gura del Trabajadorsera, en los #is#os tér#inos )ue Jünger, una ?potencia#eta&sica@, )ue corresponde, por otra parte, a la denici.n )ue/eidegger da co#o ser caracteri*ado por una ?identidad pro&undaentre lo )ue él apreende y a)uello )ue es apreendido@! %i elTrabajador puede #ovili*ar al #undo, co#o consecuencia de la voluntad de poder, gracias al Trabajo, es por)ue esta disposici.n

encarna, en e&ecto, el rasgo &unda#ental de lo )ue se revela co#o?ser@ en el pensa#iento occidental! Ello e)uivale a decir )ue elTrabajo puede identicarse con el ser!

De donde deduci#os )ue el interrogante planteado por/eidegger es saber ?si, y en )ué #edida, la esencia del ser est(en relaci.n con el ser u#ano@ o, en tér#inos #(seideggerianos todava: ?Es )ue la esencia de la igura 50estalt>brota en los do#inios del 0estell@! A esta cuesti.n /eideggerresponde negativa#enteZ pues, si eso es as, la esencia del serrestara potencia la representaci.n u#ana lo cual, seg2n el autor

de El ser y el tie#po, nos conduce a la #eta&sica cl(sica! Jünger,por el contrario, responde de &or#a i#plcita#ente ar#ativa!%ituando, de alguna &or#a, al o#bre en el puesto de Dios _#ientras )ue ?el Dasein en el o#bre no es nada u#ano@, acedel ser u#ano el ?sujeto deter#inante@! Es la cul#inaci.n de la#eta&sica: trans&erir al o#bre la noci.n de Dios no e)uivale, sine#bargo, a su supresi.n o a su superaci.n!

Est(, pues, claro para /eidegger, )ue El Trabajador pertenecea la &ase del ?niilis#o activo@! 4resenta de &or#a visionaria su?reali*aci.n@ _co#o la loso&a de 3iet*sce representa la

?reali*aci.n@ de la #eta&sica occidental! El reino del Trabajadorno es otro )ue la ?reali*aci.n de la esencia de la #eta&sica



occidental co#o potencia de la técnica #undial@! /aciendo de#anera e-plcita re&erencia a El Trabajador, /eidegger escribe:?El Trabajo accede oy al rango #eta&sico de esta objetivi*aci.nincondicional de todas las cosas presentes desplegando su ser enla voluntad de la voluntad@! A)u es donde reside el interés

&unda#ental del libro: al describir el aspecto #eta&sico delproceso actual de ?tecnicaci.n #undial@, revela al #is#o tie#pola ?esencia del niilis#o@! La #ovili*aci.n total por la )ue lagura ist.rica del Trabajador ad)uiere el ?poder@ del #undo, nopuede ser plena#ente apreendido sino a partir del (#bito de la#eta&sica de la voluntad de poder, )ue perla el concepto de?per&ecci.n@ y, en consecuencia, de ?lo acabado@! La gura delTrabajador )ue, para Jünger, #ovili*a el #undo por #edio de latécnica debe ser co#prendida co#o la gura ist.rica deper&ecci.n de la #eta&sica! Es, sin duda, la 2lti#a palabra de la

voluntad de poder! El Trabajador no es una gura aislada: espreciso co#prenderla co#o designaci.n del ser u#ano en elseno de la #eta&sica conclusa 5Jean "icel 4al#ier>!

Tal es, asta or, el #étodo de lectura )ue de El Trabajdor sea i#puesto: ver en él un cuadro penetrante, interno, larevelaci.n de lo )ue do#ina nuestro tie#po! 4ero es preciso, al#is#o tie#po, acceder a él desde una perspectiva nueva! +eleerEl Trabajador e-ige, en e&ecto, )ue el libro sea ta#biéninterrogado en relaci.n con la evoluci.n de su autor! Después dela ?e#igraci.n interior@, tras la ascensi.n y cada de la perversi.n

?#auritana@, Jünger vuelve a la ento#ologa y a la literatura!Entre sus actividades de los aIos 78<C;< y sus escritospublicados después de 78KC, se produce una ruptura reseIable! A las antiguas evidencias suceden interrogantes nuevos!

?1uando #(s avan*a#os, ar#a Lucius en /eli.polis, laspérdidas sin co#pensaciones se acen #(s visibles! Todo espalide*, gris polvoriento@! De eco, Jünger renuncia a la acci.n,)ue a acabado por interiori*ar! El o#bre de conoci#iento se a?adueIado@ del o#bre de poder! Jünger se a dado cuenta )ueera #(s &ruct&ero, pero ta#bién #(s peligroso, situarse ante uninterrogante )ue poseer una buena respuesta! 1o#o Lucius, areunido a la tropa oculta de los 'igilantes! Esta evoluci.n no esuna uida! Al to#ar distancias, Jünger no se a replegado aciaposiciones de retaguardia, sino )ue se a elevado por enci#a, ato#ado altura! El proceso en el )ue se a e#barcado es deper&ecciona#iento, de puricaci.n ]!

Jünger y la 3ueva Dereca &rancesa

La 3ueva Dereca, obvia#ente, no tiene )ue introducir elno#bre de Ernst Jünger en rancia! 1uando la 3ueva Dereca

apareci. a nales de la década de 78MU, el autor de %obre losacantilados de #(r#ol era ya bien conocido por el p2blico



&rancés! De eco, Jünger &ue sin duda el escritor ale#(n #(s&a#oso y #(s ledo de este lado del +in! Esta situaci.n, )uesie#pre sorprende a los ale#anes, se e-plica de varias #aneras!

Jünger, en pri#er lugar, &ue traducido relativa#ente pronto:

sus principales obras de la 4ri#era 0uerra "undial aparecieron aprincipios de la década de 78;U, y de in#ediato se i*o &a#oso!4ero, sobre todo, rancia dese#peI. un papel decisivo en lacarrera de Jünger, as co#o en su vida y su &or#aci.n espiritual yliteraria! Desde su aventura juvenil en la Legi.n E-tranjera, y laterrible e-periencia de las trinceras, rancia nunca dej. deocupar un lugar signicativo en el cora*.n de Jünger, evidente enlas #ucas relaciones )ue #antena con los &ranceses, su lecturade BarrSs o Léon, sino ta#bién las traducciones )ue él #is#o i*ode las #(-i#as de +ivarol o te-tos de 0uy de "aupassant y 4aulLéautaud!

4or 2lti#o, Jünger tuvo la suerte de encontrar sie#pretraductores al &rancés de gran talento, de /enri To#as y /enri4lard a Julien ranfois o 4oncet /ervier #uy sensibles a su estilo y su pensa#iento para subrayar todos sus #atices! 1reo, dijo Jünger en 78=;, )ue los &ranceses pueden apreciar cu(ndo unale#(n se presenta co#o tal en lugar de buscar a toda costaasu#ir un rostro )ue no es el suyo!

4or lo #enos asta alrededor de 78=C, los &ranceses perciben aErnst Jünger co#o una gura )ue pertenece e-clusiva#ente al

#undo literario! 4or supuesto, el &ondo poltico e ist.rico de suobra era conocido, pero no pareca ser un actor en este perodo, yen relaci.n con su estancia en 4ars bajo la ocupaci.n, en su#ayor parte, s.lo sus a#istades literarias &ueron recordadas 5Jean1octeau, 4aul "orand, 4ierre Drieu La +ocelle, %aca 0uitry, Jean 0iraudou-, /enry de "onterlant, Jean %clu#berger, etc>,sobre todo relacion(ndolo con el sal.n de lorence 0ould! 3oaba descrito Jünger a 4ars co#o la gran ciudad de los libros; %us escritos polticos &ueron ignorados por co#pleto, al #enospor el p2blico en general! Los no#bres de ran* %cauFecXer,

/ugo iscer, Ernst 3ieXisc, riedric /ielscer, e incluso 1arl%c#itt ta#bién se desconocen! En resu#en, Jünger &ue vistoco#o un escritor y nada #(s! 4or otra parte, el propio Jüngerestaba, al parecer, no s.lo #uy satis&eco con esta situaci.n, sino)ue contribuy. a ella siguiendo su ca#ino, ya )ue se neg. aper#itir una traducci.n &rancesa de su gran libro de 78;<, Der Arbeiter!

%in e#bargo, &ue precisa#ente sus libros sin traducir lo )ue,co#o consecuencia, aba creado una especie de aura #tica )ueatrajo r(pida#ente el interés de la 3ueva Dereca! Desde el

co#ien*o de la década de 78MU, conoca los libros de Jünger )ue ya aban sido publicados en &rancés! \o aba ledo, por supuesto,



sus cuentos de la 4ri#era 0uerra "undial, pero tal ve*, adi&erencia de algunos de #is a#igos, no #e aban i#presionado,sin duda debido a #i &alta de interés en los asuntos #ilitares! Los Acantilados de "(r#ol y Juegos A&ricanos #e aban interesado#(s, al igual )ue /eli.polis y, en especial, el tratado del +ebelde o

el recurso al Bos)ue 5Der Galdgang>! El Estado niversal 5DerGeltstaat>, por el contrario, #(s bien #e repela!

Obvia#ente, le debo el descubri#iento del ?otro@ Jünger a #ia#igo Ar#in "oler! %u /andbuc der 6onservative +evoluci.n,)ue yo trataba de desci&rar con #i entonces rudi#entario ale#(n,&ue toda una revelaci.n! En este vasto #ovi#iento, con susinnu#erables ra#icaciones, yo de ninguna #anera vi unacorriente de pensa#iento )ue no &uera #(s )ue un Gegbereitercon el nacionalsocialis#o, co#o a veces se a dico, antes alcontrario, se trababa de un curso ist.rico alternativo cuyodesarrollo y una #ejor estructuraci.n tal ve* ubieran podidosalvar al #undo de la cat(stro&e itleriana!

En nuestras conversaciones, Ar#in "oler a #enudo ablabasobre Jünger, de )uien aba sido su secretario privado durante varios aIos después de la guerra y sobre las cuales, sobre la basede su propia e-periencia, ali#entaba los senti#ientos #(sa#bivalentes! 1onsiderando )ue aba encontrado el joven#ovi#iento conservador, el #(s interesante, poltica eintelectual#ente, no ocult. su predilecci.n por la corriente

revolucionaria nacional! \o era #(s reservado )ue él en el valorintrnseco de los conceptos de naci.n y #ovi#iento, pero laidea de la revoluci.n sin lugar a dudas #e sedujo!

0racias a "oler, descubr )ue Jünger aba colaborado enpublicaciones neonacionalistas o revistas bündisc co#o Ar#inio,Die %tandarte, o Die 6o##enden, )ue aba publicado Der Arbeiter y Die total "obil#acung, )ue estaba conectado a laErnst 3ieXisc 3acional Bolcevi)ue! Descubr ta#bién losdibujos de A! 4aul Geber, )ue #e causaron una gran i#presi.n!Todo lo )ue es bien conocido oy en da, pero )ue entonces era

para #, en todo caso, una auténtica novedad!"e apresuré a co#unicar #is descubri#ientos! 'olv varias

veces a la +evoluci.n 6onservative, #ientras )ue alg2n dapro#et publicar una traducci.n! K El pri#er resultado de estoses&uer*os &ue la reedici.n por el 0+E1E 50roupe#ent dhétudes etde recerce pour la européenne la civili*aci.n, la principalasociaci.n de lo )ue todava no se lla#aba la 3ueva DerecaC> en la &or#a de un pe)ueIo libro de uno de los escasos te-tos ya publicados en rancia en Der Arbeiter: Deco#bis "arcel, Ernst Jünger et la 6onservative +evoluci.n! ne analyse de Der

Arbeiter Ernst Jünger and te ?6onservative +evolution!@ Ananalysis o& ?Der Arbeiter@ 50+E1E, 4aris 78=;>!



1on el trabajo de un ger#anista &allecido, este te-to se aa#pliado con una breve bibliogra&a y un original pr.logo escritopor Ar#in "oler, )uien present. el trabajo de Jünger co#o unode los libros raros #(s grandes del siglo, pero ta#bién co#o unblo)ue err(tico en sus obras, no obstante aberlos calicado en

su publicaci.n en 78;< co#o ?un e-traordinario aconteci#iento!/ablando del trabajador y de la pri#era versi.n de El 1ora*.n Aventurero 5Das Abenteuerlice /er*>, después dijo: Todava oyen da #i #ano no puede recoger estas obras sin ecar ate#blar!

En su pr.logo, ta#bién dijo "oler por tres veces )ue Der Arbeiter era un intraducible trabajo! Lo i*o, sin e#bargo,ter#inando siendo traducido en 7898 por Julien /ervier, M, sin,por otra parte, agitar la polé#ica )ue Jünger aba te#ido desdeace tie#po!

En este #o#ento, yo a2n no aba tenido conoci#ientopersonal Jünger! %in e#bargo, el 7C de #ayo de 78==, cuandoparticipé en el estival del Libro nternacional de 3i*a para la+evista igaro y Ediciones 1opernic, )ue cont. con un stand all5yo acababa de recibir el 0ran 4re#io de Ensayo de la Acade#iarancesa para #i libro 'u de droite libro>, tena la intenci.n depresentar#e! "e di vuelta y vi a un o#bre de #ediana estatura,#uy recta, con un casco de pelo blanco, )ue llevaba una ca)uetade pana y un jersey de cuello no! \o no lo reconoc en absoluto!

/oladijo, soy Ernst Jünger! "e )uedé sin palabras! Ese daabla#os #(s de una ora! %e to#aron &otogra&as! n gran yer#oso y er#oso!

1asi die* aIos después de la publicaci.n, tanto del cuadernode Deco#bis "arcel, )ue aba reunido sucientes docu#entossobre poltica del joven Jünger, &ue el periodo de escribir #ipropio estudio sobre Der Arbeiter! La pri#era versi.n &uepublicada a nales de 7897 en Ele#ents =, y luego otra y #(scuidada versi.n apareci. dos aIos después en 3ouvelle Ecole! 9Este 2lti#o, )ue &ue seguido por una traducci.n de un artculo de

Ernst 3ieXisc publicado en Giderstand en octubre de 78;< 5^u Jungers Ernst neue# Buce>, era en realidad una verdadera#onogra&a )ue #(s tarde se public. co#o libro en italiano y unatraducci.n al espaIol! 8 /ice un es&uer*o no s.lo para presentarlos principales conceptos de Der Arbeiter y para tra*ar eldesarrollo del autor en los aIos 78<U y 78;U, co#entando algunosde los itos en la istoria del #ovi#iento revolucionario nacional,sino ta#bién para #ostrar c.#o el proble#a de lostrabajadores, continu. para volver a aparecer en obrasposteriores de Jünger, obvia#ente, en diversas &or#as, en

particular la evoluci.n de sus ideas sobre la tecnologa bajo lainuencia de su er#ano, 0eorg riedric Jünger! /e presentado



Der Arbeiter co#o indispensable para la co#prensi.n del periodotransitorio denido co#o un interregno entre el reinado de losTitanes y el de los Dioses@! Ta#bién #e surgieron #ucasre&erencias al pensa#iento de 1arl %c#itt y la loso&a de "artin/eidegger, con )uien aba trabado conoci#iento!

El <8 de #ar*o de 789C, en el 8U cu#pleaIos de Jünger, leenvié un telegra#a poco después de una reuni.n p2blica en la )ueaba to#ado parte en %aintEtienne! "e di. las gracias con unabreve carta #anuscrita a la )ue adjuntaba una &otogra&a! Die*aIos #(s tarde, el <C de #ar*o 788C, le envié una carta )uecontena s.lo estas palabras: 0racias por estar vivo! 4aracelebrar su centenario, el 1lub des "ille 5la asociaci.n de apoyonanciero de la 3ueva Dereca> organi*. un acto por la noce ensu onor el <7 de junio en 4ars!

En 788M, decid dedicar un dossier de la revista 3ouvelle Ecolea Jünger! El editorial )ue r#é se iniciaba con estas palabras: Elsiglo <U es el siglo en )ue el 4re#io 3obel no se le concedi. aErnst Jünger! Es una buena &or#a de denirlo co#o cual)uierotra! nclua la publicaci.n una entrevista con Jünger por sutraductor al espaIol, Andrés %(nce* 4ascualZ ensayos de Ar#in"oler, 6altenbrunner 0erd6laus Gerner BrRuninger, BecX#an"arcus, %erge "angin, 4ierre Gangen y BecX#ann "arcus, yta#bién la traducci.n de docu#entos por riedric /ielscer, Albrect Eric 0ünter, Ernst 3ieXisc, y %ieburg riedric!

Jünger pareca aberse convertido en in#ortalQ A nales de788=, publi)ué una bibliogra&a de su trabajo con un editor )ue&ue valiente 5o inconsciente>, lo suciente co#o para llevar a caboese tipo de trabajo, )ue por denici.n sie#pre encontraba unp2blico restringido! 7U Esta bibliogra&a, con la )ue yo no estabatotal#ente satis&eco, debera aber tenido una nueva edici.n,#uy a#pliada, en la )ue trabajé #ucos aIos, pero nal#enterenuncié a ello! 3icolai +iedel, el digno sucesor de /ans 4eter des1oudres y "üleisen /orst, public. su bibliogra&a en <UU;! 775Desde entonces #i trabajo co#o bibli.gra&o, en ca#bio, se a

concentrado en 1arl %c#ittQ>! Al principio, pasé revista a lasprincipales etapas de la vida de Jünger! Al llegar a 788=, escrib:Después de aber entrado en su 7U;a aIos, sigue escribiendo!PAyQ nos #eses #(s tarde, el 7= de &ebrero de 7889, &alleci.! \ole rind o#enaje el = de #ar*o en un progra#a de radio1ourtoisie!

Desde entonces, Jünger se a estudiado #(s )ue nunca! El =de novie#bre de 788C, ya aba participado en una con&erenciasobre Jünger organi*ada en la niversidad La %apien*a de +o#a,bajo el ttulo volte debido a la co#eta dos veces el co#eta

5aludiendo al eco de )ue Jünger aba vivido para ver dosapariciones del co#eta /alley>! Ta#bién to#é parte en una gran



con&erencia sobre Jünger celebrada en "il(n del <U al <K octubre<UUU, donde, en particular, tuve la ocasi.n de trabar conoci#ientocon cierto joven lla#ado 3icolai +iedel, el da antes de unacon&erencia de +icardo "utti en la %cala! Al nal de unaperegrinaci.n a la 1e#in des Da#es, ta#bién asist a una

con&erencia sobre Jünger y la 4ri#era 0uerra "undial en Laon, el9 de novie#bre de 7889! DaniSle Beltr(n 'idal, ranfois 4oncet,+o*et sabelle, Aubertin Olivier, "anuela Alessio, y algunos otrosta#bién to#aron parte en la #is#a!

"i ad#iraci.n por Jünger para el o#bre y su obra nunca sea desvanecido! 4ero tal ve* ca#bi. de direcci.n un poco! /acetreinta aIos, yo estaba lleno de entusias#o por el pri#er Jüngerde los aIos 78<U y 78;U! 1on el tie#po, y por lo tanto con la edad,sin duda lleg. a ser #(s agradecido por el segundo Jünger elanar)uista y a2n #(s al rebelde, al eterno pensador )ue,después de aber subido a lo #(s alto, ta#bién vea #(s all(!

"e gustara aIadir un recuerdo #uy personal a)u! El M de&ebrero de 788;, abiendo sido invitado a participar en un debateen Berln, tuve la desagradable e-periencia de ser agredido por ungrupo de j.venes #ilitantes aut.no#os abogando por un arcaicoanti&ascis#o, pues ni si)uiera saban )ue tena pensadoargu#entar en contra de la -eno&obiaQ De regreso a 4ars despuésde una noce #irando &otogra&as de la polica tratando deidenticar a #is atacantes, recib una lla#ada tele&.nica de Ar#in

"oler! 7< l #e dijo )ue Jünger, )ue aba sabido del incidente,de in#ediato )uiso saber acerca de #i estado! Este gesto #econ#ovi. #uco!

Ernst Jünger no era probable#ente uno de los autores #(scitados por los &ranceses de la 3ueva Dereca, pero no ay duda,co#o e#os visto, )ue él i#plicaba en s #is#o un gran debate!/oy en da, ya no ay necesidad de co#pletar la i#agen de Jünger en rancia! Los diversos aspectos de su obra son bienconocidos! Al igual )ue %c#itt y /eidegger, o "ircea Eliade, Jünger &ue ta#bién, en un #o#ento u otro, objeto de las crticas

en &or#a de denuncias! E#anan de los espritus sectarios )ue nos.lo son anacr.nicos, sino )ue se ocupan s.lo de Jünger parallegar a conclusiones de con&or#idad con los prejuicios )ue tenanal principio! Estos en&o)ues siguen siendo en gran #edidaseguidos por una la #inora! Es cierto )ue Jünger es a2n#inoritarioy s.lo citado por los intelectuales de #oda! no tiene)ue ir a talia para encontrar los intelectuales de todas lasopiniones, i*)uierda y dereca, citando a Jünger constante#ente5al igual )ue constante#ente citan a %c#itt y /eidegger>! 4erolos lectores del autor de Eu#esFil y %util de /unts 5%util Jagden>

siguen siendo #uy nu#erosos!



/oy en da, pr(ctica#ente todos los libros de Jünger an sidotraducidos al &rancés, son publicados por las editoriales #(sgrandes, y la #ayora se reproducen constante#ente! Los Diariosde 0uerra 5%tralungen> an sido reeditados por 0alli#ard en laprestigiosa serie 4léiade, con un i#portante aparato crtico por

Julien /ervier, a )uien se debe ta#bién una colecci.n deconversaciones con Jünger! 7; La investigaci.n acadé#ica escoordinada por el 1entro de +ecerce et de Docu#entaci.n deErnst Jünger 51E+DEJ>, presidido por DaniSle Beltr(n 'idal, )uedesde dicie#bre de 788M a publicado un volu#en anual de1uadernos Ernst Jünger! kue ace &alta una traducci.n co#pletade los artculos polticos de su juventud 5)ue apareci.reciente#ente en talia, en tres vol2#enes> y de lacorrespondencia 5en particular la correspondencia con %c#itt,/eidegger, /ielscer, Benn 0ott&ried, y 3ebel 0erard>, pero

ta#bién un gran biogra&a denitiva@ co#parable con los %cFilX un /ei#o publicados reciente#ente en Ale#ania!

Es #uy curioso )ue ning2n libro de riedric 0eorg Jüngeraya sido co#pleta#ente traducido al &rancés! Teniendo encuenta sus #ucas cone-iones en el #undo editorial, parece )ue Jünger &(cil#ente podra aber conseguido )ue algunas obras desu er#ano se ubieran publicado en rancia! 4or #i parte, creo)ue &ue un error )ue nunca iciera nada al respecto! A #enudo#e preguntaba por )ué!

Ernst Jünger tendra oy #(s de 77U aIos de edad! Lasrevoluciones silenciosas son las #(s e&ectivas, dijo! l debe serledo en silencio!

Alain de Benoist, e-tractos de ?Ernst Jünger y el Trabajador!na trayectoria vital e intelectual entre los dioses y los titanes@!4r.logo de José Luis Ontiveros! Ed! Barbarroja, colecci.nDisidencias, 788C!



Ernst Jünger: la reuelta del anar!a

JOS" L#IS ONTI$E%OS

En torno a la obra del escritor ale#(n Ernst Jünger se aproducido una polé#ica se#ejante a la )ue preocup. a loste.logos espaIoles en relaci.n a la e-istencia o ine-istencia delal#a de los indios! De alguna #anera, el eco de )ue se la ayadiscutido en el #edio intelectual nacional con asiduidad, y el )ue

una nueva poltica literaria tienda a revalori*arlo, le otorga co#olo i*o a los naturales el 4apa 4aul. la posibilidad de unarelectura conversaZ ya no trau#ati*ada por su istoria #aldita,absolutoria de su dereco a la di&erencia, y e-oneradora de unpasado #arcado por la gloria y la in#undicia!

! El lenguaje si#b.lico

La polé#ica sobre el réprobo

La polé#ica sobre Jünger, )ue en #edio de la#entacionesprevisoras sobre su ceguera ist.rica, a reconocido la

posibilidad de pertenencia de un al#a personal, se a #antenido,sin e#bargo, en los l#ites del conoci#iento de su obra! 4areciera)ue pro&undi*ar en Jünger puede indicar de alguna #anera unaproclividad secreta, una oscura co#plicidad con este peligrosojunXer, intelectual org(nico de los desarraigados al )ue se sueleevocar co#o ca*ador y ani#al de presa, )ue en la adolescencia seenrola en la Legi.n E-tranjera &rancesa, testi#onio )ue deja en Juegos a&ricanosZ se le representa co#o situado de pronto a laso#bra de las espadash, y esta e-altaci.n eca tipologa sepresenta co#o el truco con )ue se evade el contenido de su obra!

4or ello debe partirse de un principio: Jünger sigue siendo el#is#o, es un reprobo per#anente y resuelto, una concienciaerguida y soberana: \o sie#pre e tenido las #is#as ideas s.lo)ue la perspectiva a ca#biado con los aIos! A este n, ser élsobre los accidentes, el descrédito y su particular leyenda negra,el escritor ale#(n cuya obra se apro-i#a en su i#portancia a lade To#as "ann, con una organicidad pl(stica de la )ue carece0ünter 0rass, a dedicado el signicado total de su escritura! En Jünger ay una sola lnea ascendente, un i#pulso de creaci.nunvoco )ue arranca en 78<U con Te#pestades de acero, se ar#aen Juegos a&ricanos, obra inter#edia, )ue precede a sus tres



libros #(s i#portantes: %obre los acantilados de #(r#ol 578;8>,/eli.polis 578MC> y Eu#esFil 578==>!

+esulta entonces necesario para llegar a /eli.polis, y a unacerca#iento a su co#prensi.n, acer re&erencia a un proble#a

ist.rico! Jünger, en la lnea de %aintE-upéry y de /enry de"onterlant, a#a la acci.n co#o el supre#o valor de la vidaZ noe-iste una renuncia a las po#pas del #al, a los &rutos concretosde la acci.n! /ay, al contrario, a lo largo de su obra, un reejocentellante )ue nace de la negaci.n deliberada de la bondadZ unaliento niet*sceano de )ue no encontrare#os nada grande )ueno lleve consigo un gran cri#en! 4or ello es )ue debe aorrarsela gratuidad de perdonarlo, de ver en Jünger al intelectual vcti#ade sus de#onios! %u obra es la ar#aci.n de la acci.n, co#o elrecurso superior de una sobrenaturale*a )ue per#ite acceder auna realidad distinta: interna, aristocr(tica, independiente! Deesta &or#a si Jünger a padecido un 3üre#berg si#b.lico, laactitud rectora de su creaci.n a per#anecido r#e sobre la#arejada, sobre los prejuicios polticos y aun sobre lacon#iseraci.n )ue nunca a necesitado! 3o ay en su obra,co#o producto de la derrota de Ale#ania en la segunda guerra#undial, una disociaci.n de un antes y un despuésZ una versi.nsuavi*ada del #al )ue abra retrocedido de su estado agudo a suestado #oderado!

4or ello si su te-to La guerra, nuestra #adre escrito alrededor

de 78;K a corrido una suerte se#ejante a Bagatelas para una#asacre de Louiserdinand 1éline, en el sentido de )ue a#bosson un(ni#e#ente condenados y pr(ctica#ente inencontrablescon e-cepci.n de &rag#entosZ él, joven escritor ale#(n )uear#aba )ue: La voluptuosidad de la sangre ota por enci#a dela guerra co#o una vela roja sobre una galera so#bra, es el#is#o )ue canta al poder de la sangre, treinta y un aIos despuésde cieno, &uego y derrota: Los gigantescos cristales tienen &or#ade lan*as y cucillos, co#o espadas de colores grises o violetas,cuyos los se an te#plado en el ardiente sol de &uego de &raguasc.s#icas!

El viejo junXer nacido co#o ijo de la burguesa industrialtradicional, en /eidelberg, el <8 de #ar*o de 798C, aper#anecido a sus noventa y siete aIos de edad co#o un elartesano de sus sueIos, un celoso guardi(n de sus obsesiones, unclaro partidario de la acci.n!

4or otra parte, se presenta el proble#a ist.rico! Jünger,erido siete veces en la pri#era guerra #undial, portador de la1ru* de /ierro y de la condecoraci.n 4our le "érite 5la #(s altadel ejército ale#(n>Z #ie#bro juvenil de los cascos de acero y

de los bolcevi)ues nacionalesZ y ayudante del gobernador#ilitar de 4ars durante la ocupaci.n ale#ana es un nuevo



intelectual )ue ro#pe con el #olde tradicional )ue tiene de la&unci.n intelectual, la ilustraci.n y la cultura burguesa! En cierta#edida corresponde a los atributos )ue describe 0ra#sci: El#odo de ser del nuevo intelectual ya no puede consistir en laelocuencia #otora, e-terior y #o#ent(nea, de los a&ectos y de las

pasiones, sino )ue el intelectual aparece insertado activa#ente enla vida pr(ctica, co#o constructor, organi*ador, persuasivoper#anente#ente, no co#o si#ple orador! En este sentido Jünger va #(s all( de la elocuencia #otora, de la relaci.nproductiva y #ec(nica con una condici.n econ.#ica precisa!

La triloga del desarraigo

4uede decirse entonces )ue si bien Jünger tiene atributos dejunXer prusiano, al tener parentesco con la casta sacerdotal#ilitar )ue tiene un #onopolio casi total de las &unciones

directivas organi*ativas de la sociedad polticaM, esta relaci.n&uncional y productiva est( rota en el caos, el niilis#o y ladecepci.n )ue aco#paIan a la derrota de Ale#ania en la pri#eraguerra #undial! Jünger, )ue )ui*( en la época guiller#ina delorgulloso segundo +eic, ubiera podido reproducir lascaractersticas de su clase, se encuentra libre de todo orden socialco#o un intelectual del desarraigo, de la tribu de los n.#adas, enel poderoso grupo disperso de los solitarios )ue an lucado enlas trinceras!

Deteng(#onos en el an(lisis de este estado espiritual y de esta

circunstancia ist.rica, cuya trascendencia se #ani&estar( en todasu narrativa, especial#ente, en el 1ar(cter unitario de su obra yen su posici.n ideol.gicaZ lo )ue a su ve* nos per#itir(co#prender la clave de una de su novelas #(s signicativas delperiodo de la 2lti#a postguerra: /eli.polis, cuyos nervios seallan ya entre el tu#ulto )ue sobrecoge al joven Jünger, co#o unbrillante &ruto de la acci.n interna a )ue sujetar( su espritu!

As podre#os apreciar cabal#ente a este autor central de laliteratura ale#ana del siglo [[, para deter#inar cu(l es el rostro)ue se a cincelado en la #ultiplicidad de espectros )ue lo

reejan con caras distintas! Acaso es a Jünger, co#o )uiere Eric6aler, al )ue incu#be la #ayor responsabilidad por aberpreparado a la juventud ale#ana para el estado na*i aun)ue él#is#o nunca aya pro&esado el na*is#o %e trata del escépticoautor de la dystopa o utopa congelada )ue e-presa en su relatoEu#esFil kuién es entonces este contradictorio anar)uistaautoritario

4ode#os intentar responder con un juego de conceptos, en los)ue se articule su radiogra&a espiritual con su naturale*aco#pleja y una istoria convulsionada y devoradora! Esta visi.nnos dar( un Jünger revelado en una triloga: se trata del de#iurgodel #ito de la sangreZ del cantor del co#plejo de in&erioridad



niilista de la cultura ale#anaZ del e#isario del do#inio delo#bre &a2stico y guerrero! %.lo as podre#os entender c.#o Jünger pudo dirigir desde &uera de s un pelot.n de &usila#iento,certicar la estética del dolor con una segunda conciencia #(s&raZ o e-peri#entar los viajes #sticos del L%D o de la #e*calinaZ

re)ueri#os verlo en su di#ensi.n auténtica: la del condottiero)ue uye acia adelante en un #undo ruinoso!

"e#orias de un condottiero

La aventura de Jünger cobra el s#bolo de una inorganicidadrotunda en la relaci.n social del intelectual con la producci.n deuna clase concretaZ se trata &unda#ental#ente de unapersonalidad )ue de alguna #anera e-presa Drieu la +ocelle:5es> el o#bre de #ano co#unista, el o#bre de las ciudades,neurasténico, e-citado por el eje#plo de los &ascios italianos, as

co#o por el de los #ercenarios de las guerras cinas, de lossoldados de la Legi.n E-tranjera! %u verdadera patria son laslla#as, la tensi.n del co#bate, la e-periencia de la guerra! %ucon&or#aci.n nti#a se encuentra #ani&estada en otro dea)uellos, )ue vivieron la encarnaci.n de una 1ivili*aci.n en su2lti#as etapas de decadencia y disoluci.n, as dice Ernst von%alo#.n en Los proscritos: %u&ra#os al sentir )ue en #edio deltorbellino y pese a todos los aconteci#ientos y las &atalidades, la 'erdad y la +ealidad sie#pre estaban ausentes! Es este elterritorio en )ue Jünger preparar( la red invisible de su obra,

recogiendo las brasas, los esco#bros, las banderas rotas! 1uandotodo en Ale#ania se ta#balea: se ci#bran los valoresu#anitarios y cristianos, la burguesa se declara en bancarrota ylos esparta)uistas establecen la e&#era +ep2blica de "unicaparecen los ele#entos vitales de su escritura, )ue atesorar(co#o una trincera i#batible eredera del li#o, con la llaveprecisa )ue abrir( las puertas de la putre&acci.n a la literatura!

Es la época en )ue Jünger, interpretando la crisis e-istencial deuna generaci.n )ue a pretendido disolver todos sus vnculos conel #undo #oribundo to#a conciencia de s con un poder vital )ue

no )uiere tener nada )ue deber al e-terior, )ue se e-ige co#odestino: 3osotros no )uere#os lo 2til, pr(ctico y agradable sinolo )ue es necesario y )ue el destino nos obliga a desear! 4articipaentonces en las violentas jornadas de los cascos de acero de los)ue posterior#ente e#erger(n las %A o tropas de asalto na*is! %ine#bargo, pese a ser un colaborador radical del suple#ento Die%tandarte, .rgano de los %talel# 5cascos de acero> se#antendr( sie#pre con una altiva distancia del poder! Llegar( aco#partir p(ginas incendiarias en la revista Ar#inius con el porentonces joven doctor en letras y bolcevi)ue nacional Josep

0oebbels y con el e-traIo ar)uitecto de la Estoniager#(nica



Al&red +ose#berg, &uturo ide.logo de una parte del nacionalsocialis#o con su obra El #ito del siglo [[!

As, Jünger, pr.-i#o a la lnea bolcevi)ue nacional de loser#anos %trasser, #ovi#iento popular anticapitalista )ue

pretenda la destrucci.n de las plutocracias occidentales y laalian*a revolucionaria con +usia7U, reali*ar( un itinerariodisidente, en donde el nacionalsocialis#o de ala i*)uierda )ueposee #(s &uego y sangre del )ue la lla#ada revoluci.n a sidocapa* de crear en todos estos aIos, al alcan*ar el poder en 78;;,&ortalecer a los grandes grupos industriales ale#anes y procederen 78;K a la purga de la i*)uierda na*i en la noce de loscucillos largos, se ver( trans&or#ado en un gigantesco insecto#ec(nico, en un vino )ue &er#entaba en los toneles burgueses y)ue sera bebido un da bajo la deno#inaci.n de &ascis#o, seg2ne-presara su a#igo von %alo#.n!

E-iste en este condottiero una clara conciencia de )ue no ayun #ito a la altura de su e-igencia, una creencia capa* de destruirsu soledad, una idea )ue no devore las ceni*as de la realidad!

1uando Jünger escribe por 78;8 %obre los acantilados de#(r#ol 5)ue se a interpretado co#o una alegora contra el 0ran0uardi(n: orden nacional socialista>, an pasado los das (cratasen )ue: Los )ue volvan de las trinceras, en las )ue por largosaIos aban vivido so#etidos al &uego y a la #uerte, no podan volver a las escu(lidas vivencias del co#prar y del vender de una

sociedad #ercantilista! Aora una parte considerable de lose-co#batientes se a su#ado a una revoluci.n triun&ante, en )uela victoria es de#asiado tangible! Jünger decide separarse en el#o#ento del é-ito, cuando los &un(#bulos llenan las pla*as conn2#eros coreogr(cos y se piensa en la a#bici.n de un ta#bor deojalata! /ay un brillo superlativo, una at#.s&era de saciedad,una escalera ideol.gica para arribar a la prosperidad del nuevoOrden!

En el #o#ento en )ue Jünger a decidido replegarse,abandonar el signo de los tie#pos, batirse a contracorriente,

encuentra, una ve* #(s, la salida &rente a la organi*aci.n delpoder en la per#anente rebelda y en la conciencia crtica! "asesta &uga, no es una deserci.nZ asta el crep2sculo Fagnerianosigue portando el uni&or#e ale#(n! %u revuelta se #aniesta enla creencia en las situaciones privilegiadas, es decir, en losinstantes en )ue la vida entera cobra sentido #ediante un actodenitivoZ resuelve as en la r(pida decisi.n )ue i#pone la guerra,retornar a una selva negra personal con la desnude* irrenunciablede sus cicatrices, aislado del estableci#iento y de la estructuradel poder!

El color rojo e#ble#a del condottiero, baIo de &uego sobre labandera de co#bate se a vuelto, nal#ente, e)uvoco: La



sustancia de la revuelta y de los incendios se trans&or#aba con&acilidad en p2rpura, se e-altaba en ellaZ Jünger #irando las olasde la istoria restallar sobre los acantilados de #(r#ol, asistiendoal nau&ragio de la istoria ale#ana, desolado en el retiro de lasletras, e-alta en la acci.n la 2nica energa )ue no se desco#pone,

el juego soberbio y sangriento )ue deleita a los dioses!El ta#bor de ojalata

/e#os #encionado )ue una parte signicativa del #aterial desueIos )ue &or#a su novela /eli.polis, se encuentra en elpoderoso torrente de la aventura en )ue Jünger se desenvuelvedesde sus aIos juveniles! En realidad, de sus dos grandes novelasde la 2lti#a postguerra, )ui*(s /eli.polis sea #(s pro&unda#ente jüngeriana )ue Eu#esFil, en el sentido de )ue su universo est(#(s ntida#ente plas#ado, de )ue no e-iste el patos de una

#ala conciencia parasitaria, y de )ue a di&erencia del usu&ructo dela &(cil politi*aci.n en )ue la literatura se #anipula co#o unapar(bola social o ist.rica, retiene un poder #etapoltico, esto es,un orbe estético )ue se e-plica a s #is#o, )ue se sustenta co#oun valor para s!

3o est( de #(s subrayar )ue independiente#ente de laopini.n de una gran parte de la crtica %obre los acantilados de#(r#ol y Eu#esFil, co#o un #ensaje crptico antiitleriano lapri#era, y co#o una denuncia contra el totalitaris#o la segunda,su interés real sobrepasa la circunstancia poltica, concediendo

)ue ésta aya sido la intenci.n del autor! ntencionalidad di&cil de#antener en un an(lisis )ue bus)ue la esencialidad de Jünger, porenci#a del esc(ndalo y del criterio convencional!

/eli.polis recon)uista la tensi.n narrativa, el libre e#pleo deuna si#bologa anag.gica, el espacio de e-presi.n )ue se apuricado de lo in#ediato y de las presiones e-ternas al )ueacerliterarioZ ello )ui*( se e-pli)ue por ra*ones propia#ente literarias y en este caso ta#bién ist.ricas! sa#os la palabra recon)uistaco#o a)uella )ue designa un es&uer*o )ue surge de la derrotaZ)ue se eleva sobre la postraci.n, )ue recupera el valor e-istencial

de la e-periencia! 1uando Jünger escribe su novela, por lossesenta, el e&ecto de la derrota ale#ana se a consolidado en el#undo, la etapa nacionalsocialista principia a verse en unaperspectiva #(s lejana, se reconocen, si se )uiere, co#oaberraciones espléndidas, el cine de Leni +ie&enstal, la #2sicade 1arl OrY, la escultura de Arno BreXer! 4or otra parte, en elca#po literario 0ünter 0rass a logrado con las peripecias delde&or#e enano, astuto y g(rrulo, protagonista de El ta#bor deojalata la capacidad de autodesollarniento de la cultura ale#ana: ya no es posible e-tender la igno#inia, esta a producido su

necesario veneno salvador, la cicuta dada a beber con &ruici.nresbala de un c(li* plet.rico de supuraciones!



De alguna #anera, y luego de un sordo y pertina*silencia#iento, el universo de Jünger a recobrado su sentidooriginal, su aut.no#o i#pulso poético! "(s all( de la tra#posae)uivalencia entre sus i#(genes y una deter#inada concepci.n dela realidadZ si bien a #ani&estado ya )ue no e-iste ninguna

&ortale*a sobre la tierra en 1uya piedra &unda#ental no estégrabada la ani)uilaci.n tr(tese de un #ito, de un #ovi#ientosocial o de una organi*aci.n del poderZ /eli.polis encarna laidea de )ue si los edicios se al*an sobre ruinas, ta#bién elespritu se eleva por enci#a de todos los torbellinos, ta#bién porenci#a de la destrucci.n!

sta es entonces una de las caractersticas principales de lanovela: el tie#po ist.rico siguiendo su cauce se a absorbidoZ loocurrido 5su propia participaci.n eI la istoria ale#anaconte#por(nea> se a ltrado entre las si#as de los eleros co#oun agua nueva e inconta#inada! %u escritura se a librado dellastre y a reto#ado un vuelo l#pido, el )ue narra la épica y laelipse de la ciudad del sol, co#o la cr.nica del reino de1a#panella, #as distinta a la construcci.n intelectual de lautopa! /alla#os en /eli.polis nueva#ente al Jünger de sie#pre,al artista independiente, )ue a sepultado con el rel(#pago de sulenguaje, las bajas nubes so#bras del rapsoda de la ecacia#ilitar y despiadada!

Los #itos solares

/eli.polis puede ser entonces una novela si#b.lica, unaree-i.n sobre el poder, una panoplia en la )ue Jünger e-ibe susar#as predilectas! En toda la narraci.n de #(s de cuatrocientasp(ginas, se desarrolla una si#bologa solar y #(gica, donde est(npresentes los &antas#as )ue an descendido sobre su espritu!/ay un &ondo estoico, )ue sin aceptar la ra*.n co#o la categorade lo ar#onioso, e-presa sin e#bargo la atara-ia, lai#perturbabilidad apolnea, la &ra y cegadora lu* de la nieve! 4araello recurrir( a un tipo de lenguaje pri#ordial )ue recuerda lasrecitaciones cos#og.nicas a las )ue ace re&erencia "ircea

Eliade co#o las e-presiones pri#itivas, espont(neas y per&ectasde la tradici.n literaria oral, en )ue las palabras son signos vivos)ue se relacionan con un poder actuante sobre la vida: %.lo a)use alcan*a a co#prender )ue las grandes cos#ogonas y lasleyendas de la creaci.n son innita#ente #(s verdaderas )uetodas las )ui#eras de nuestros cerebros!

Aparecer(n as santuarios co#o los lugares de la tierraelegidos por &uer*as superiores para #ani&estarse: Las grandes&uer*as dejan tras de s estos lugares co#o seIal de )ue soninvenciblesZ la #ontaIa ad)uirir( la trascencia de las

#editaciones sobre las ci#asZ el color blanco cuya pro-i#idadau#enta la signicaci.n de la paleta del pintor, reasu#ir( la



reale*a de la lu*Z la soledad vislu#brada en el #ar o en el ca#inoacia la cu#bre de una er#ita i#perar( con su silencio: A)ureinaban el silencio y el resplandor sin su&ri#iento de la soledad!3o aba a*ar, no aba restos indivisibles!

Este es el &ondo en )ue Jünger nos presenta el conicto delpoder a través de la luca entre el 4re&ecto y el 4roc.nsul,entre las banderas con un guantelete de acero o los estandartescon el (guilaZ en un co#bate en )ue se en&renta un orden técnicoburocr(tico apoyado en el de#os, representado por la guraredonda y carnal del 4re&ecto con su vo* operstica de tribunoZ ylos vestigios de un orden superior, &undado en el ejercicio legal yabierto del poder, )ue a su ve* encarna en la silueta casi etéreadel prncipe cuyo poder descansa en un ejército aristocr(tico!

/eli.polis es una e-traIa ciudad donde conviven &or#as

artesanales de e-istencia con los #(s avan*ados inventos técnicosco#o el &on.&oro, el cli#ati*ador y las grandes y devastadoras#()uinas de guerra! %u e-istencia a sobrevivido a la edad de&uego 5especie de destrucci.n general de la civili*aci.n>, y sucronologa corresponde al n de la Edad "oderna, n )ueadvirtieron #uy pocos, en #edio de la cat(stro&e: Legiones deo#bres cayeron bajo todas las enseIas, en las &raguas de losnuevos pro#eteos, en las )ue el acero se te#plaba, silbando, en lasangre!

En este escenario de luca colosal entre poderes opuestos,

Jünger, descubre por #edio de Lucius, un ocial de élite alservicio del 4roc.nsul, ciertas p(ginas autobiogr(cas )ue sinllegar ( ser tan te-tuales co#o en Juegos a&ricanos, sugieren#isterios #(s sutiles de su vida, vertidos por la escritura enproble#as universales! Lucius era uI niIo soIador, a#ante de lapenu#bra y de la )uietud, sus padres y #aestros no vean conagrado esta costu#breZ deseaban educarle en el activ. espritudel castillo, donde la gente sé levanta a to)ue de tro#petaZLucius se a educado en el espritu noble, en el a#biente#eta&sico del pas de los 1astillos, regi.n en donde los o#bres

se dedican a la cacera, a las ca#inatas por los bos)ues, a #ontarsobre caballos de ocicos poderosos! Lucius vive desgarrado pori#pulsos contradictorios )ue le i#posibilitan asi#ilar la &rialdad#ate#(tica de la l.gica del poder y )ue le dan un aire de lejana y de tenue #elancola! %u vida entregada con #eticulosidad a laordenan*a #ilitar, se divide continua#ente entre las i#(genes delsueIo y la poesa, y la racionalidad de su &unci.n co#o soldado!

Lucius establece un centro nor#ativo en el c.digo de onordel pas de los 1astillos, cuando las ordas del 4re&ectoincitadas por un renado siste#a de técnicas colectivas de odio,

se disparan abrasadoras y salvajes sobre los barrios de losparsis: El pas de los 1astillos es #(s &uerte )ue cual)uier



posible #ovi#iento, #(s &uerte incluso )ue la realidad! A veces,ésta se acerca a él! \ entonces los espritus &uertes lo redescubrenco#o redescubre un ar)ue.logo genial las ciudades #ticas! 4orsu parte, los parsis son una ra*a #inoritaria y cultivada,perseguida tradicional#ente por sus costu#bres especiales y sus

terribles ritos &unerarios, victi#as de la intransigencia del sla#,cuando el #ovi#iento ateo a#ena*. el Oriente "edio, varios#iles de ellos e#igraron a /eli.polis, distinguiéndose en trabajosdelicados y precisos co#o el encuaderna#iento de libros, aun)ueno del todo libres de la acusaci.n de a&e#ina#iento! El orden del4roc.nsul protege a los parsis bajo el a#paro de las gentilesleyes del pas de los 1astillos! De esta &or#a, los parsis sondetonadores de los continuos en&renta#ientos en el &r(gil siste#ade e)uilibrio por el poder de /eli.polisZ una reserva del dereco ala di&erencia, de la necesaria eterogeneidad de la cultura, de la

diversidad y de la desigualdad, &rente al do#inio uni&or#e, técnico y nivelador del aparato policiaco del 4re&ecto!

Literatura y #agia

kui*(s el #ayor peligro en el glosa#iento de esta novelaestribe en el tratar de yu-taponer a la narraci.n una ar#aduraist.rica, a #anera de eje#plos, pensar )ue en el pas de los1astillos no puede ser #(s )ue 4rusiaZ )ue el &renes de la plebeno es #(s )ue la #et(&ora de las concentraciones na*isZ )ue losparsis 5independiente#ente )ue Jünger e-plcita#ente los

di&erencie de los judos> son los eternos perseguidos! El nivel deesta lectura sacrica la per#anencia de lo literario y de losi#b.lico a la precariedad de una istoriacci.n, )ue por otraparte, carece de e&ectiva sustentaci.n!

De esta #anera los s#bolos #(s pro&undos de su narrativaco#o la co#unidad de Lacertosa, con su culto neptuniano, sussacricios u#anos y su crep2sculo clavado co#o una espadairidiscente en un #ar de a*ul pro&undo, en el )ue deslan#agncas escuadras )ue luego se entregan a las lla#asZencarna una #etaistoria en )ue tienen su patria los viejos

dioses celestes, es decir, un tipo de conoci#iento al )ue s.lo sepuede acceder por la e-istencia y la conte#placi.n!

En realidad, el alegato &unda#ental de Jünger a lo largo de lanovela se dirige a e-altar el saber c.s#ico, la co#unidadtradicional, el sentido #(gico, el orden ecol.gico, y la naturale*alibre y superior de la vida sobre la organi*aci.n del poder y elreduccionis#o del pensa#iento cientco y del #undo técnico: Latendencia a #arcar un sendero al conoci#iento es de tipo#inerali*adorZ la ciencia se burocrati*a y llega incluso aconvertirse en una &unci.n dependiente de la je&atura de policaZ

e-iste entonces una protesta poética e instintiva en contra delculto al progresis#o lineal, al cientis#o y a la uni&or#idad



#ecanicistaproletaria de la istoria! sta rebeli.n jüngeriana porla )ue los buscadores de tesoros de es&or*ado espritu se#antienen i#per turbables all donde el #(s sabio de loso#bres se siente presa del terror, se perla en la siniestradescripci.n del pura#ente cerebral doctor "ertens, director del

nstituto de To-icologa al servicio del 4re&ecto, )ue puedeclasicar el dolor en ceros an.ni#os, en un ordenado escritoriodel )ue cuelgan una ilera de cr(neos u#anos debida#enteestudiados!

Jünger ar#a as, una y otra ve*, )ue la poesa es #(spenetrante )ue el conoci#ientoZ )ue en la lejana c.s#ica de latorre de es#eraldas est( el 0raal, en )ue ace su entrada elespritu de #acrocos#os y se revela la realidad tal cual es:#isteriosa y pro&unda! Es en este rengl.n donde la novela #uestrasus secretos: Lucius luego de cu#plir una peligrosa #isi.n deco#ando, se entrega a la va del eros y del opio! El a#or a unase#iparsi Bundur 4eri le revela la #eta&sica del se-o: 4ode#osconsiderar el plas#a co#o el ele#ento tel2rico y, en especial,c.#o la erencia neptuniana de )ue e#os sido dotados! Es unai#agen del #arZ en el .vulo, co#o la #ateria c.s#ica )uedescansa en cristalinas es&erasZ en el esper#a, co#o &uer*ac.s#ica, cuya seIal es la ola! 4or su parte, la redo#a rodeadapor ojas de c(Ia#o y laurel, le proporciona un alucinante ysubversivo diario de navegaci.n, en )ue al abolir en el viaje deopio el ensueIo del ego, logra liberarse de las asecan*as )ue la

realidad e-terna le a i#puesto co#o son: su papel social y un&also respeto a la obediencia #ilitar!

inal#ente, en el apiario del padre éli-, ere#ita retirado enuna cueva en la #ontaIa, rodeado de los *u#bidos de las abejas ydel olor de la #iel, Lucius convencido de la &utilidad de todaalternativa poltica, de la inconsistencia del poder, de lacorrupci.n #ec(nica de una ciencia inu#ana y devastadora, seintegra en un plano #stico a la transpersonalidad del poder delos sueIos y de la i#aginaci.n, su#(ndose a las &uer*asintangibles del +egente, esto es, de un poder #etapoltic.superior a los do#inios del 4re&ecto y del 4roc.nsul! %uiniciaci.n en este ca#ino inédito, lejano de las orillas terrestres,se da #(s bien en la reali*aci.n de los sueIos #ediante unaelevaci.n de la i#aginaci.n y de su capacidad soberana!

Ernst Jünger, el a#ante de la vida de los guerreros y de losca*adores, el (crata casco de acero, el cronista del crep2sculode los dioses, el contestatario vertical del nacionalsocialis#oZ el#stico de la otra di#ensi.n del OpioZ el ganador pese a s#is#o del pre#io 0oete, cierra el ciclo lu#inoso de /eli.polis

con una prosa e-acta, tallada, de per&ecci.n #ineral, sujeta acortes precisos, )ue revelan el &ondo cristalino de una piedra



centelleante, en la )ue el #undo, incluida la saga de /eli.polis:sera co#o un libro, de cuyas innitas p(ginas ve#os tan s.lo la2nica )ue est( abierta!

! La estancia sagrada

Los signos ocultosLa apro-i#aci.n a la obra de Ernst Jünger no es un si#ple

ejercicio libresco ni un #itad avispadoarag(n recorrido por las#ancas i#presas de la cultura ilustrada ni una &urtivaco#plicidad con el diletantis#o! kui*( el eco de )ue Jüngerescriba, en el sentido pro&ano de verter el (#bito propio co#odestino universal, sea una caracterstica obligada por lasconstantes de la cultura e-terna y supercial de los libros 5co#oproducto de la concepci.n burguesa del conoci#iento>! %ere)uiere entonces para con)uistar su signicado algo #(s )ue un

i#pulso restringido a la e-periencia abstracta, al ori*onteli#itado en )ue se e-presan las ideas, por un siste#aconvencional de signos! El atreverse a entrar a la estanciasagrada, en )ué el interprete del or(culo e#puIa la espada,representa por principio, la co#uni.n estética co#o loabo#inableZ esto es, un deseo i#perioso de llegar asta las&ronteras y trascenderlas, de llegar asta los connes dondeco#ien*a la soledad!

As, los sueIos pro&éticos, las visiones, las i#(genes#isteriosas )ue con&or#an su literatura est(n #uco #(spr.-i#os a los relatos cos#og.nicos, a las &.r#ulas #(gicas o a latradici.n er#ética, )ue a los linderos en )ue abitual#ente elartista desligado del lenguaje si#b.lico y reducido al #itoro#(ntico de la originalidad a desarrollado novedades parael apetito insaciable y a#nésico de la cultura co#estible!

La posesi.n de este don 5)ue las tradiciones de los pueblospri#itivos an considerado #ani&estaci.n de un idio#asupranacional>, al contrario de dis#inuir su valor co#o creaci.nartstica y literaria, lo enaltece en las raices pro&undas de la

conciencia #tica del arte, aciendo retornar a este 2lti#o a ladi#ensi.n perdida de los sueIos, a la #e#oria de la especie y a la#(s pura conciencia de la tribu!

Jünger se propone la restauraci.n de una realidad distinta,de otro #undo, en donde el artista es el trans#isor de unconjunto de e-periencias trascendentes, co#o lo &ueron lossacerdotes paganos )ue al*aron los d.l#enes y escribieron en ellenguaje secret. de las runas!

%e trata de un gran escritor 5)ui*( el #(s i#portante enlengua ale#ana en el presente siglo>, y sin #enoscabo de su

vocaci.n &unda#ental es, ta#bién, el al)ui#ista, el asceta, el



anar)uista, el gran in)uisidor de la derrota ale#anaZ el #aestro#stico de las aventuras espirituales!

"e propongo entonces allar a la #anera de los cribadores delor., las piedras solares, )ue #uestran su itinerario inici(tico,

su tarea al)u#ica de tras&or#ador de la #ateria #uerta, su rutasolar y crepuscular 5aco#paIada por los eli-ires de la droga> a nde sentir: los puntos de ruptura )ue ta#bién son de alla*go, ellugar 0odenol#, teco de la #orada de los dioses, en )ue seentrecru*an y se aunan el #ovi#iento y el reposo!

La llave secreta

%e necesita llevar en esta e-cursi.n un rit#. si#ilar al de las#arcas por el desierto, en las )ue ay )ue llegar asta lugareslejanos para encontrar aguaZ sobrepasando los lugares co#unesdel #ani)ues#o ist.rico, atendiendo la esencia de su actitud

vital, )ue a persistido co#o las cruces preist.ricas )ue endeter#inadas ci#as, indican la entrada a grietas, en donde noe-iste la #utabilidad y el desgaste del tie#po pro&ano!

De alguna #anera la consistencia de su espritu parece evocara Otto Dietric *ur Linde, el protagonista borgiano del cuentoDeutsces +e)uie#, )ue ante la in#inencia de la #uerte, ar#a:"i carne puede tener #iedoZ yo, no! ntentaré entoncescaracteri*ar la centralidad in#.vil con la )ue Jünger aconstruido el siste#a #itol.gico de su obra, para luego precisarlas #oradas #sticas y las puertas secretas )ue se encuentran ensu libro 'isita a 0odenol#!

%us reglas 5)ue recuerdan los consejos de san Bernardo a laOrden del Te#ple>, tienen un eje pri#ordial: na de sus reglasera )ue aba )ue regirse #enos por las cat(stro&es e-teriores)ue por la propia situaci.n #eteorol.gica interior! En #edio de lacal#a se poda encallar en acantilados ocultos y per#anecer, sine#bargo, tran)uilo en la cabina de un barco, en #edio de unti&.n! De ese principio se deriva su pesi#is#o activo, y susenti#iento tr(gico )ue constituyen su loso&a de la vida

5Lebenpilosopie>: Era el saber )ue cada ocaso es un principio,)ue sin ocaso no puede aber aurorasZ esa #is#a tensi.nindeclinable sujeta a las pruebas del &uego y del acero, deldescrédito y del &ango, resiste a la tierra ensangrentada: %uaicci.n era la de un guerrero cuya tribu a sido ani)uilada ycuyas tu#bas an sido #ancilladas por el ene#igo!4recisa#ente, los dolores i#puestos por la istoria a Ale#ania:En #edio de ruinas aba e-peri#entado el dolor en el )ue#uere la esperan*a, es el substrato )ue recorre co#o #ag#aele#ental el cuerpo subterr(neo de su obra para #ani&estarseco#o un tipo de conoci#iento esotérico 5en su connotaci.ntransist.rica y #etapoltica>!



As sobre los estandartes rotos y el tintinear #et(lico de losabis#os tra*ar( la jornada, )ue inesperada#ente, abre lacasualidad 5la cara oscura de la istoria> sobre el u#us y ladesco#posici.nZ sobre el sonido i#placable del destino a unaorilla ine-plorada, en )ue el o#bre solitario y desesperado

redescubre su auténtica personalidad, de &or#a se#ejante a larevelaci.n de las piedras solares )ue se #uestran para indicarsu #ensaje, a pesar de la decepci.n del senti#iento #oderno delabsurdo y de la inestabilidad cr.nica )ue se e-presa en la caraen&er#i*a y descontenta de los pobladores an.ni#os de lasgrandes ciudades! 4areca )ue era capa* de parar la in)uietud)ue acelera nuestro #undo la intran)uilidad b(sica )ue setrans#ite a gran cantidad de ruedas de reloj, de #()uinas y de veculos!

Esa visita al #undo de Jünger, se ar( a una isla 5a unterritorio )ue se basta a s #is#o y )ue e#erge de la nada>, a unblo)ue aparente#ente secundario de las #urallas anulares )ueguardan la epi&ana de sus jeroglcos! 'isita a 0odenol# 578C<>,con ser un libro breve co#o Juegos a&ricanos 578;M>, se constituyeen un #apa concentrado de sus preocupaciones espirituales #(sintensas, co#o una sntesis de signos e ideas, en )ue alcan*apleno do#inio de lo )ue se a caracteri*ado co#o el sentidopro&éticooracular de su narrativa!

Los signos y los conceptos de 'isita a 0odenol# 5cuya visi.n

onrica los ase#eja a los captulos #(s signicativos de su libro Apro-i#aciones, drogas y e#briague* 578=<>, especial#ente en lore&erente a un nuevo estado de conciencia, a una &or#a distintade ver la realidad> tienden a actuali*ar los poderes de lo sacroco#o si sus palabras tras&guradas, separadas de lo ordinario,estuvieran escritas en un libro pri#ordial, en )ue se #uestran ladiversidad de las guras y de los n2#erosZ de los .rdenesopuestos del caos y del cos#osZ de la postraci.n y de la victoria através de la reivindicaci.n de la cultura pri#itiva y del universo#(gico, puesto )ue: los grandes procesos de la istoria universalestaban introducidos por las palabras #(gicas y sueIospre#onitorios!

El #alestar de la cultura

En 0odenol# el o#bre #oderno, encarnado en el escéptico y talentoso neur.logo "oltner, asistir( con torturadorasresistencias racionalistas, al #ilagro de un renaci#ientotradicional, se#ejante a los ritos de iniciaci.n de las co#unidadesorg(nicasZ en )ue el #ie#bro de una sociedad, lo es en la #edidaen )ue abandonando su vieja &or#a viciada asu#e luego arduaspruebas, una condici.n ontol.gica real y activa, )ue lo capacita

para entender los s#bolos )ue dan sentido a la totalidad de suco#porta#iento! En ese saber pri#igenio, )ue recuerda los #itos



&etices, &rente al vértigo del tejer sobre el abis#o, y delencontrar )ue las sentencias y las soluciones no bastan!

As, el galard.n de su en&er#edad e-igir( )ue )uebrantado,desgarrado y destruido en su &or#a, soporte el su&ri#iento

necesario aun cuando en su rostro e-tenuado se reejan rasgossat2rnicos, grietas y cr(teresZ co#o los dibujos crpticos y lascicatrices inici(ticas del ondear de los océanos y 5del> crepitardel #undo del &uegoZ cuya obligada divisa niet*sceana es )uelo )ue no #e #ata, #e &ortalece!

La en&er#edad de "oltner a sido inducida por el #isteriososeIor de 0odenol#! %cFar*enberg &undar( en 0odenol# unreino particular, regido por principios propios y guardado por unadisciplina dura y silenciosa, de acuerdo a una erencia tradicional)ue revitali*a para construir una ciudad #(gica: Esto no era

nada nuevoZ sie#pre aba sido as en los grandes ca#bios en laser#itas del desierto, en #onasterios, en cenobios, enco#unidades estoicas y agn.sticas, en crculos de l.so&os,pro&etas e iniciados! %ie#pre ubo una conciencia, unainteligencia superior a la coacci.n ist.rica! La #is#a vida de%cFar*enberg: ocial del regi#iento de la 0uardia en %an4etesburgo, a#igo del Tolstoi, viajero perdido por el norte de"ongolia, e-pectador de la cada de 6erensXi, re&ugiado eninlandia durante la guerra, en&ati*a el dereco a la di&erencia dela realidad &ant(stica y del #undo #tico! Este estudioso solitario,

)ue propicia los ca#bios cualitativos y el salir de la propiapersonalidad, ar#a su presencia por su ser en s y por susilencio! 3o poda depender de las cosas )ue deca, puesto )ueresultaba #(s potente a2n cuando callaba! 4osee el do#inio dellenguaje perdido el antiguo escudo acuIado en un lenguaje des#bolos, )ue per#ite a )uien lo do#ina entender el lenguaje delos p(jaros, el signicado de los presagios y el establecerco#unicaci.n con a)uél cuyo estado interno se alla, con lossedi#entos necesarios, para intentar la entrada a los altaressecretos!

La #isi.n de %cFar*enberg desde el sereno silencio de suseIoro, es conducir a la &uer*a rebelde e ind.#ita del &uego a laradiante )uietud de la lu*, ayudando a despojarse de su pielpro&ana al espritu )ue a2n con te#or, no a renunciado adescubrir la intenci.n superior: 3o era co#o si en el &uego sea&anara por subir, no s.lo la roje* de los grandes incendios, sinota#bién el resplandor, la intuici.n de una nueva lu* 4or ello, porla intuici.n de un resplandor superior, la prueba al)u#ica del&uego )ue 1asi consu#e a los #etales, llev(ndolos a su situaci.nl#ite, antes de #eta#or&osearlos, se resuelve en el a#ear de

los escudos en las #ontaIas, en los i#nos de ar#ona per&ecta,en el sentido nuevo, #(s i#pregnado de signicado de las



palabras: A)u reinaba el silencio, el gran #ediodia, el poderin#.vil!

%i "oltner en la liberaci.n de sus propias so#bras de losengaIos del ego, su&re la tras&or#aci.n del reino de las rocas, del

u#us y del #ag#a, asta su puricaci.n l#pida co#o el cristalde un glaciar #ilenarioZ %cFar*enberg a eco de sutrayectoria de vida, un suciente &ondo espiritual para integraren el arbitrario de un gran seIor lo inusitado y l. aventurero! Esaes entonces la supre#a aventura de abolir el tie#po, de detenerlos relojes )ue #arcan los puntos convencionales en )ue sedesenvuelven, agitados y &ebriles los o#bres, para retornar inillo te#pore a la percepci.n #(gica y original del #undo!

El ave éni-

El conoci#iento de la obra de Jünger es una go*osa aceptaci.n

del riesgo, una batalla con las ar#as desnudas reejando el sol,un solitario viaje por las cu#bres, los ordos y los glaciares, una#isteriosa palpitaci.n en el uevo del ave éni- o 5en> el e#bri.ndel Leviat(n! Es, ta#bién, un acto de interiori*aci.n de los #itos y de los s#bolos, un conjunto de enig#(ticas #et(&oras )ueconcentran una i#agen o un sueIo, o la #e#oria colectiva de unpueblo! Es, por 2lti#o, la &orja adecuada en )ue se escuca elsonido del destino y se #artillea la espada del espritu!

De a )ue su lectura recla#e un co#pro#iso, )ue puedee-presarse en la aberraci.n y en el reca*o o en eldeslu#bra#iento de una lu* intensa, )ue se apaga al llegar all#ite de lo soportable! %u encuentro en 0odenol#, la e-traIa,orgi(stica y lu#inosa visita )ue sugiere va precedida por itos,d.l#enes y t2#ulos, )ue anuncian a las piedras solares de unae-istencia libre y a*arosa 5a#ante del peligro>, anterior a lossignos de la culpa y de las catacu#bas cristianas!

na e-istencia )ue recla#a adentrarse de nuevo en laoriginaria pro&undidad y cuyos s#bolos de soberana est(n#arcados por calotas es&éricas envolviendo n2cleos

ate#porales, desde donde se desprenden, co#o e-presi.n de lara*.n activa en lo indiviso, los prototipos y las cualidades astalos lugares #(s distantes, en un per#anente sacricio delantiguo sol, )ue se condensa en aces para una nueva o&renda!

La 2nica advertencia )ue debe to#ar en cuenta el )ue seatreva a reli*ar una 'isita a 0odenol#, es )ue en esta #orada designos, s.lo puede entrarse con la propia naturale*a, con el ser dela realidad interior: "i casa es co#o una posada espaIolaZ losuéspedes no encuentran #(s )ue lo )ue traen consigo en sue)uipaje!

! El anarca



El an(lisis de la concepci.n del #undo de Ernst Jünger planteados proble#as in#ediatos, c.#o entender su #ilitancia poltica ysu pr(ctica guerrera, cu(l es el verdadero s#bolo de surevuelta )ue lo conduce de la revoluci.n conservadora, a la guradel trabajador arbeiter para resolverse en el anarca 4or

principio, Jünger a reali*ado una contestaci.n global a las dospreguntas anteriores! La respuesta del solitario de Gilingenpuede sinteti*arse en un estado de espritu se#ejante al de losintelectuales )ue an credo en la redenci.n de la poltica co#o André "alrau-: el de#onio de la poltica vaca a la acci.n de sucontenido épico y la trans&or#a en el orror y la cat(stro&e!

+esulta esclarecedor acer re&erencia a lo )ue lla#aré la etapaideol.gica de Jünger, para luego abordar el centr. de suidentidad, es decir, el Jünger solitario y anarca!

La revoluci.n conservadoraEn 78<C, cuando Jünger cuenta con ;U aIos de edad,

representa en Ale#ania una de las principales guras del#ovi#iento intelectual europeo de la revoluci.n conservadora,entre cuyos e-ponentes estar(n entre Otros Gerner %o#bart y0iuseppe 4re**olini! En su Diario asienta )ue en esa época s.lose viva por la idea! Esos son los tie#pos en )ue inuido por lacorriente bündisc, &or#a parte de la brigada Erard y de laorgani*aci.n +ossbac!

Los aIos posteriores a la pri#era guerra #undial, )uecaracteri*ara co#o edad convulsa, en )ue no aba disturbio en)ue no apareciesen! Aun)ue reali*aban acciones aso#brosas, nopoda decirse )ue la época les &avorecieseZ por lo #enos s.lo loaca donde escinda corrientes contrarias, ver(n aparecer a un Jünger #ilitante )ue pasa de una revista e-tre#ista a otra con laebre de las trinceras!

%us relaciones son una #e*cla e-traIa, en )ue se co#bina alintelectual de co)ue co#o Ernst von %alo#on, con niet*sceanosanticristianos co#o riedric /ielscer y #ilitantes nacionalbol

cevi)ues co#o 6arl O! 4aetel! Alegra y noble*a antigua

En esa etapa ideol.gica )ue cul#inar( con su #(-i#o trabajote.rico, el libro Der Arbeiter 5El trabajador> publicado en/a#burgo en 78;<, pode#os ya establecer algunas constantes desu pensa#iento )ue per#iten entender el #ag#a subterr(neo )ueatraviesa distintos ciclos de desarrollo, en el itinerario inici(ticode las &ronteras secretas, de la palabra oscura del pasaje interior!1.#o puede reconciliarse la revoluci.n conservadora con elbolcevis#onacionallh, cu(l es el punto co#2n entre el s#bolo

del trabajador y la gura del anarca, y en cuanto casusticaist.rica, c.#o alguien )ue disiente del nacionalis#o puede al



#is#o tie#po participar llevando el uni&or#e ale#(n en lasegunda guerra #undial Trataré de pasar revista, breve#ente aideas )ue aparente#ente son contradictorias, y )ue en realidad,se e-presan en un 2nico i#pulso creativodestructivo: el de laactitud y el pensa#iento anarca! La revoluci.n conservadora

sigue presente en Jünger! "as en su caso no surge co#o el de unacontestaci.n a la econo#a, erigida ésta en ciencia autosucienteseparada de la vida cultural, co#o ocurre en las ree-iones deGerner %o#bart, o bien dado co#o un c.digo de conservaci.nbiol.gica, en )ue la ley es la conservaci.n y no la #utaci.n co#olo e-presa 0iuseppe 4re**olini en su "ani&esto dei conservatori!4ara Jünger la conservaci.n se entiende co#o un estadoe-istencial superior alegra y noble*a antigua, en )ue el o#brepuede recogerse en su propia interioridad sin la asecan*a de lasguerras #ec(nicas y de la tirana de las #asas y de los objetos:

Todo cuanto aban eco en su juventud y )ue desde aca #ilesde aIos aba sido ocupaci.n, placer y alegra del o#bre #ontara caballo, arar te#prano el ca#po u#eante en pos de un buey,segar el trigo a#arillo bajo el sol ardiente de verano #ientrastorrentes de sudor correaban por el peco tostado y lasgavilladoras apenas si podan sostener el rit#o, la co#ida a laso#bra de los verdes (rboles!!!, todo cuanto la poesa abaensal*ado desde tie#pos anti)usi#os ya no poda ser! El placeraba acabado! Al lado de la conservaci.n de un #undo en )uelas palabras no an sido desvalori*adas, ya e dico )ue

vivi#os en una época en )ue las palabras an ca#biado desentido y se an tornado a#biguas 5Ernst Jünger>, se ar#a en elnacionalbolcevis#o del )ue s.lo )uedan ecos guerreros en suobra reali*ada desde nes de la segunda guerra #undial! Elnacionalbolcevis#o es el resultado de la #entalidad bündisc5especie de cultura juvenil, violenta e iconoclasta> )ue inuir( enel #ovi#iento juvenil jugendbeFegung> y en la posturadesarraigada de los e-co#batientes de la pri#era guerra #undial,es una ideologa )ue induce al activis#o, &unda#ental#enterevolucionaria y antiburguesa!

En cuanto a la antino#ia de ser opositor del nacionalsocialis#o y cu#plir si#ult(nea#ente con los deberes del junXerprusiano, en la presentaci.n en rancia de su novela Eu#esFil,responde: %e trat. si#ple#ente de la a#bivalencia de los ecos y de las cosas )ue do#ina la conciencia, descrita por %aXespearede #anera eje#plar! "e pareca )ue /itler era un &en.#enopasajero, pero dur. asta la perdida de la guerraZ la conan*aprovoc. consecuencias de enor#e i#portancia! 4or ello podaco#batir sin proble#as con el uni&or#e de la Ger#act, siendoadversario de /itler! A ello debe unirse el concepto jüngeriano de

la delidad a la patria 5/ei#at>, )ue es el territorio de laco#unidad 5ser org(nico con los #is#os orgenes y senti#ientos>,



ene#igo de la sociedad 5construcci.n abstracta, basada en uncontrato, donde los unos viven de los otros>!

A#ar la tragedia

En Jünger persiste una identidad: la del anarca! El anarca es

un autoe-iliado de la sociedad! El anarca es, ta#bién, un solitario,)ue cree en el valor incondicional y absoluto de los actos! A di&erencia del anar)uista, el anarca a dejado de conar en labondad natural del ser u#ano, y en utopas y &.r#ulaslantr.picas )ue salven o redi#an a la u#anidad! %u ser se&unda, en el sentido original de la vo* griega anarcos sin#ando, pero su autoridad individualista reconoce principiosco#o la disciplina y la #oral de la guerra, su co#bate se libracontra cuando #enos dos o tres ene#igos, su (#bito es el bos)ue,el &uego, la #ontaIa en donde el o#bre debe abandonar la

#(scara de la sociabilidad, para retornar a la e-perienciapri#igenia, al ser )ue se otorga a s #is#o la voluntad! 3o es unsoldado! 3i un eredero del sacerdote, del guerrero o delburgués, se trata de un nuevo tipo u#ano: 5los soldados> tienen)ue cuadrarse! \ un trotabos)ues no se cuadra #(s )ue en elposte del #artirio! Ta#bién deca: Los soldados tienen )ueecarse cuerpo a tierra! n trotabos)ues s.lo se eca cuerpo atierra cuando )uiere acercarse a alguien con cautela, pero nuncaobedeciendo rdenes! 4or lo general un trotabos)ues no acatanunca .rdenes!

El anarca )ue aba pregurado Jünger en su etapa ideol.gica:#(s vale ser un delincuente )ue un burgués, se a atrevido adecir no a todo lo )ue e-iste! 4ero ese no, es un niilis#o activo yestético, )ue a#a la derrota y )ue reca*a el opti#is#o de latradici.n anar)uista, lo #is#o )ue a su idea de liberaci.n de lau#anidad repertorios a#bos del siglo de las luces: 4ero a)urigen otros principios! /oy en da s.lo puede vivir )uien ya nocrea en un appy end, )uien aya renunciado a él a sabiendas! 3oe-iste un siglo &eli*, pero s e-iste el instante de la dica y e-istela libertad del #o#ento 5Ernst Jünger>!

Al anarca lo caracteri*a igual#ente su a#or al peligro y a lascausas vencidas a)uellas )ue &ueron lo suciente#ente noblespara no poder resistir su triun&oZ Al &act.tu# co#o el )ue ellosbuscaban, la jerga popular los calica de gente con la )ue robarcaballos! El dico procede, probable#ente, de una época en la)ue el robo de caballos se consideraba una e#presa arriesgadapero no desonrosa! %i sala bien, se llevaba uno la gloriaZ si no,ter#inaba colgado de un (rbol o se )uedaba sin orejas! El anarcapuede tener se#ejan*a con la ni.n de egostas basada en elrespeto a la crueldad de cada uno, de "a- %tirner 5el t#ido

Joann 6aspar %c#idt>, al )ue 3iet*sce consideraba una delas inteligencias #(s pro&undas y #(s injusta#ente olvidadas del



siglo [[, autor de l 2nico y su propiedad para el cual: narevoluci.n nunca co#pensa, pero un cri#en poderoso, atrevido,desvergon*ado, sin conciencia y orgullo, no retu#ba en distantestruenos y no veis c.#o el cielo se ace silencioso y l2gubre! %ila descripci.n de %tirner, puede considerarse una anticipaci.n de

+odia +asXolniXov, lo cierto, es )ue la egolatra derivaci.n delsolipsis#o idealista no es el #undo del anarca! El anarca co#oel 2nico es un solitario, #as su aisla#iento est( abierto al #ito y asu acci.n transguradora, por ello no ro#pe con lo sagrado lo)ue es propio de la tradici.n anar)uista sino )ue lo vive,relig(ndose a las &uer*as ine-tinguibles )ue a veces se#aniestan 5Ernst Jünger>! Al logos del s#bolo de El trabajador5Der Arbeiter>, co#o representante de una nueva sociedad,organi*ada por el aparato de do#inio de la técnica, )ue inventa ytrabaja dirigido por la #ovili*aci.n total acia el acto i#personal

de la destrucci.nZ se une el sentido del #ito, en el )ue lainiciaci.n se presenta co#o la verdadera llave del conoci#iento:Es una gran cosa averiguar de labios de un iniciado en )uéenredos esta#os #etidos y )ué sentido entraIan los sacricios)ue se nos e-ige o&recer a i#(genes veladas! 4or ello la iniciaci.nes un ojo de incrustaciones preist.ricas, en )ue el #aestropuede e#prender un auda* vuelo acia los #undos su periores5Ernst Jünger>!

El destino soberano del ser

El anarca practica interna#ente, lo )ue los estoicos lla#aronege#oniXon, pero la &uente de su conducta no es el ideal de una virtud racional, sino el ejercicio de una soberana inalienable, )uese reali*a en el centro del ser, por ello su acci.n no es unarevuelta reactiva violencia ciega, o pura#ente e-terior! El anarcaes lo contrario de lo )ue a lla#ado la saga la ra*a de los o#bresen &uga, cuya acci.n #ediocre e#pe)ueIece la e-istencia:1uando se #encionaba #i no#bre en las ocinas, torcan elgesto cupatintas )ue si estaban sentados en a)uellas sillas eragracias a # y a otros co#o yo! De a )ue el anarca deba &undarel valor de cada uno de sus actos: Desde el #o#ento en )ue tododeba basarse en un contrato, )ue no se &undase en la conan*a yel onor, ya no e-istan ni la delidad ni la &e! La disciplina abadesaparecido del #undo! La cat(stro&e la aba sustituido!

El anarca vive entonces la destrucci.n, #as el resultado de suacto no aspira a trascender los esco#bros, a construir un #undo#ejor, e-iste s.lo el valor de su rebelda, independiente#ente desus consecuencias! 3o es un #isionero )ue pretenda convencer alos de#(s de una i#agen deter#inada del #undo, ni un ca#(n)ue )uiera operar la #agia de la tras&or#aci.n de lo e-istente,

por ello navega en #ares desconocidos, con una peligrosacercana al abis#o: "e aba ator#entado después de la derrota



al conte#plar es&uer*os sobreu#anos, padeci#ientosinagotables, )ue se al*aban de ella co#o una roca coronada debuitres en la noce enrojecida del incendio! na erida as nocicatri*a ja#(s! El anarca conoce y a e-peri#entado lo )uesignica la e-presi.n en vano, sin e#bargo, no es un niilista

pasivo, puesto )ue cree en #o#entos privilegiados a los )uepuede conducir la pasi.n, la belle*a o la violencia, en todo caso esun niilista voluntarista, capa* de decir no al espritu de la época!La con cepci.n de Jünger tras&or#a la revoluci.n conservadora5con su aprecio por las &or#as y los valores aristocr(ticos>, en unprincipio de conservaci.n de la energa vital, en una ar#aci.nanarca! %obre los &antas#as de las ideologas y el de#onio de lapoltica, el desengaIo nisecular y los grandes incendios, Jüngeralejado de toda politi*aci.n, dedicado al estudio de la bot(nica, delas ciencias naturales y de la antropologa recupera &rente a las

utopas el destino 2nico de cada uno de los o#bres!n encuentro peligroso es una novela policiaca e-traIa#ente

ene#iga de la civili*aci.n de la ciudad en )ue este género aproli&erado co#o un tributo a la urbe y a la #asa! +esultaentonces una novela an.#ala pues lo policiaco deja de ser unacategora )ue je signicados in#ediatos y circunstanciales paraarribar a un espacio claro, parad.jica#ente enrarecido, en )ue ela#anecer de la era industrial, encarnado en el s#bolo de la torreEiYel se encuentra periclitado por su propio destino: el o#breoccidental construye la torre #et(lica del orgullo técnico sobre el

dra#a #ortal de una civili*aci.n: la incapacidad de creer en eléroe y a2n #(s el e-ilio y reca*o de toda &or#a de eros#o!

Los protagonistas de n encuentro peligroso reejan eseoscureci#iento del ser )ue se produce bajo la espigada so#bra#et(lica del )ue &uera uno de los e#ble#as de la #odernidad:"iro por la ventana el es)ueleto de la torre EiYel, ya a punto deter#inarse>Z el joven prusiano 0erard *u# Busce, suantagonista el conde 6argané, el #isterioso inter#ediario, dandyde la desolaci.n Le.n Ducasse co#o la er#osa#ente inestablerene 5condesa de 6argané> y el #a)uiavélico inspectorDobroFsXy conguran los distintos retratos de una galera cuyote#a es el crep2sculo de la aristocracia!

na ve* #(s en n encuentro peligroso vuelven a estar unidostres autores &unda#entales: 3iet*sce, /eidegger y el #is#o Jünger! El te#a niet*sceano es la sentencia de )ue en la eraniilista los #ejores se clavan sus propios col#illos! l de/eidegger es )ue este niilis#o ser( tratado de contestar con lapregunta por el Origen, el deseo de sobrepasar la circunstanciaar#ando la esencia! Jünger, a su ve*, tratar( de resolver la

tensi.n entre la aristocracia sin &unciones y una esencia negada uopri#ida por una sociedad #ercantil! %u respuesta ser( la



tradici.n, co#prendida ésta co#o el &unda#ento y laconservaci.n de la cultura: La palabra tradici.n cobr. paranosotros un nuevo contenido y vi#os en ella ya no la &or#acu#plida, sino el viv. y eterno espritu, para cuyo estableci#ientocada generaci.n tena )ue acerse responsable!

?n encuentro peligroso obedece al prop.sito de Jünger deindicar la e-pansi.n igualitaria de la técnica y de la vulgaridad, yel proceso paralelo de estreca#iento de las alturas oagosta#ient. del espritu@

La tragedia de esa respuesta es )ue el #undo 5los criterios dela época )ue con&or#an la conciencia bienpensante> a reducidola tradici.n a sus &or#as e-ternas, degradando el sentidopro&undo de su contenido, llev(ndolo, en el #ejor de los casos, aun conservatis#o pura#ente ret.rico, a un estado de (ni#o

nost(lgico, en )ue la tradici.n a pasado de su valor co#o estilo ye-igencia a la costu#bre de la polis burguesa: 4ero resultabadi&cil distinguir lo auténtico de lo pura#ente ret.rico! tili*aban ya sus antepasados e-presiones co#o hla espada y el altarh kui*(,pero no con esa entonaci.n literaria, con el patetis#o de la libreparole!

kué ocurre entonces cuando caracteres superiores debenso#eterse a los condiciona#ientos de una sociedad #ediocre1uando lo )ue predo#ina es el precio de las cosas sobre su valor Jünger s.lo encuentra el cri#enZ )ui*( en re#e#oraci.n de

los das so#bros en )ue la espada decida sobre las cuentas delos #ercacies el ru#bo del #undo, tie#pos )ue él vivi.intensa#ente en los cuerpos &rancos de la entregüerra y en losideales de la juventud bündisc;M! Los arist.cratas de nencuentro peligroso se ver(n so#etidos a las trasgresi.n por)uea #uerto ya la ley del espritu, y se re)uiere co#o seIalabaotro de los #aestros de Jünger, "a- %tirner un cri#englorioso)ue con#ueva el cielo plo#i*o y el pacis#o ciudadano!

"as el cri#en glorioso se reducir( en la n.vela a un aYaireentre el joven 0erard y la condesa 6argané propiciado por un

arist.crata rebajado a la condici.n de bu&.n, el en&er#i*o yelegante Le.n Ducasse: En el &ondo, aca la vida del dandy )ueace el bu&.n ante la plebe y )ue para vengarse ataca todoa)uello )ue per#anece intacto! 4ara Jünger ese dolor no esnuevo, ya en su novela Abejas de cristal 578C=> aba ecore&erencia al e#pe)ueIeci#iento al )ue se ve constreIido tododra#a u#ano en la civili*aci.n burguesa! El desclasa#iento delcapit(n de caballera principal personaje de este te-to , )ueno tiene nada )ue acer en la guerra de #ateriales y #uco#enos en la actual guerra electr.nica ante la prepotencia del

industrial ^apparoni, dueIo de la voluntad de poder y de unatécnica &a2sticaZ parece indicar )ue para Jünger la #odernidad



en su 2lti#o estadio carece de poder espiritual para &orjar unaépicaZ la #odernidad debe con&or#arse entonces con reejar sutipo u#ano, al )ue le es inaccesible la pro&undidad dee-periencia necesaria para e-presar el canto de la guerra, latensi.n épica y #stica de los instantes privilegiados!

La reducci.n a la di#ensi.n del dra#a en n encuentropeligroso obedece al prop.sito de Jünger de indicar la e-pansi.nigualitaria de la técnica y de la vulgaridad, y el proceso paralelode estreca#iento de las alturas o agosta#ient. del espritu!1uando las races an sido arrancadas, y los acantilados de#(r#ol cercados por las uestes del progresis#o, el accionar delos o#bres a de en&rentar la depredaci.n de la circunstancia#ediante actos )ue se propongan restaurar una alegra #arcita,un c.digo de onor )ue libre a la ora de su peso, aun)ue co#oen la novela esa voluntad esté destinada al &racaso, al acto &allido)ue i#posibilitaentre 0erard y el conde 6argané )ue essuspendido por la llegada de la polica! 4ero aba valido la penaintentar convertir la si#a eI una gruta ilusionada co#oprotesta contra un #undo eI el )ue eI todos los ca#pos sei#pona la #(s desoladora &ealdad!

De esta &or#a e-iste #uca #ayor se#ejan*a entre los ricos, el joven 0erard y el conde 6argané pr.-i#os por sue-cepcionalidad el pri#ero un soIador )ue para e-istir abrade tener por co#paIeros a seres )ue procedieran ta#bién de

es&eras lejanas: niIos, adas, #agosZ el segundo, uI libustero,un b(rbaro, )ue de poder acerlo se ubiera detenido eI laépoca en )ue se disparaban balas #aci*as contra barcos de#adera, con la gura desaliIada, urbana, #a)uiavélica delsaga* inspector DobroFsXy, #()uina l.gica detectivesca, (ngelsin gracia de una sociedad desal#ada!

El inspector DobroFsXy i#pone sobre la aristocracia vencida lara*.n #oderna de "a)uiavelo, resuelve el caso por ceIirse al rasdel suelo! %u triun&o va aco#paIado de ecos o#inosos: la#is#a cere#onia de la #uerte, el duelo, )ue nunca debe

con&undirse con una ejecuci.n, se trastoca por el uso de lapistola mar#a de rango #enor, y llega a su desvirtua#iento#-i#o cuando es interru#pido por la polica! La aristocracia,cuyo #érito pervive en el a#or a la &or#a no tiene ya papel enuna realidad )ue levanta #onu#entos #ec(nicos la torre EiYel sobre el cad(ver del éroe! 4or ello es )ue DobroFsXy puedetriun&ar, su victoria basada en un rostro an.ni#o, la cocana y los#edios del estado conr#an )ue "a)uiavelo a arrasado con lasubs tancia de la dinasta, y la trans#isi.n erencia viva delpasado, esencia de la tradici.n a sido #arcada por el signo de la

degeneraci.n: Los viejos troncos seguan dando ores, pero#ucas eran p(lidas y des#edradas!



La obra de Jünger se signica 1ada ve* #(s por su di#ensi.ndia#etral#ente opuesta a la narrativa en )ue predo#ina elespritu de la época! %u originalidad, su poder para dignicar lapalabra, y acer )ue una ve* #(s la tradici.n occidental plas#e eldecir poético y la tensi.n épica, coloca al autor ale#(n en n

encuentro peligroso entre la ra*.n #oderna de "a)uiavelo y latradici.n de la conservaci.n de la alegra y noble*a antigua!



#n guerrero !ontra la ulgaridad

&AN#EL DO&IN'O

El joven Jünger

Lo )ue #(s #e a atrado sie#pre de Jünger a sido laacentuada evoluci.n de su obra, la variedad de autores )ue aabido en el autor, y )ue an eco de él un 0enio )ue a sabidorecorrer un ca#ino y #adurar su creaci.n 5con sus alegoras a laguerra, el despotis#o y a la anar)ua>, sin )ue poda#os ablar deincoerencias, sino de ree-i.n! Transcendental recorrido el de Jünger, destinado a ser el viajero intelectual por el sendero deunos aIos decisivos, llenos de pruebas )ue pocos consiguieron

pasar! \ #ientras unos u otros acabaron vincul(ndose aco#pro#isos polticos, Jünger supo llegar a nuestros dasper#aneciendo co#o uno de los grandes de la literaturaconte#por(nea, con una integridad, co#o o#bre y co#oescritor, )ue le onra!

As, y no de otra &or#a, deba estar decidido su destino cuandoel <8 de #ar*o de 798C vino al #undo en /eidelberg! 3ieto de unpro&esor de nstituto, e ijo de un )u#ico y &ar#acéutico, #(starde Jünger dir( no )uerer recordar su in&ancia, por aber sidoésta dulce y &eli*! Estudia _sin e-peri#entar en ello ninguna

satis&acci.n y trabaja co#o jardinero, convirtiéndose en uno deesos ?#ucacos aburridos co#o ostras! Entonces e#pecé abeber y a &recuentar por las noces la co#paIa de j.venesco#erciantes, en tugurios donde, por tres #arcos, te sirven unabotella de pési#o vino y puedes pelli*car a las #o*as en lospecos! 3o sé por )ué, a)uello #e volva cada ve* #(s#alu#orado@!

1a#bi. de u#or, se torn. #(s in)uieto y raro: ?"e dabaper&ecta cuenta de )ue el obst(culo #ayor a #is es&uer*os porto#ar un pri#er i#pulso acia el #undo de la aventura era #ipropio #iedo! "i #ayor ene#igo era un este caso yo #is#o, esdecir, un tipo co#od.n )ue gustaba de pasar las oras #uertasdetr(s de un libro viendo c.#o se #ovan sus éroes en peligrosassituaciones, en ve* de partir un buen da a i#itarlas@!

La prueba supre#a

\ se decide a vivir la aventura! En 787; escapa de casa y, en 'erd2n, se alista en la Legi.n E-tranjera, ca#ino del $&ricacolonial! Tiene diecioco aIos, y )uiere )ue la suya sea ?una vida)ue valga la pena ser vivida@! En Or(n y %idibelAbbés vive las

aventuras )ue luego relatar( en su A&riXanisce %piele 5Juegos A&ricanos>, y desengaIado desertar( yendo a parar al calabo*o



5?kui*( unos #eses en este agujero ubieran obrado #ayores#ilagros )ue todas las artes pedag.gicas )ue se aban probadocon#igo@>! De all le sacar( su padre, )ue aba estadosiguiéndole la pista!

De nuevo en Europa, el joven Jünger se preparaba paraparticipar en una e-pedici.n cientca )ue deba partir para el6ili#anjajro, cuando le llega la noticia de )ue se a declarado laguerrra! n#ediata#ente se alista voluntario! En abril de 787C esenviado al &rente! 1o#bate en la 4icardie y en Lorraine! Ennovie#bre es pro#ovido a teniente! En 787M recibe la 1ru* de/ierro de pri#era clase, por aber de&endido con su co#paIa unpuente durante la batalla del %o##e! Al acabar la guerra, en7879, a sido erido grave#ente siete veces! El 79 de septie#brede ese aIo, recibe la #(s alta condecoraci.n ale#ana, la Orden al#érito )ue creara ederico de 4rusia!

La e-periencia de la guerra le a trans&or#ado! \a no precisade aventuras: a e-peri#entado la supre#a prueba! Entre todoslos recuerdos del pasado, reducidos a trivialidades, se erige lagrande*a del verdadero aspecto de la vida: la guerra, para Ernst Jünger ?un juego #agnco )ue regocija a los dioses@!

1o#o otros tantos otros co#batientes 5o#bres tan disparesco#o D`Annun*io, OsXar 6oXoscXa o "arinetti la ane-peri#entado> regresa del &rente e#briagado por el culto a laguerra, persuadido de la e-istencia de una aristocracia guerrera,

de la superioridad de los valores )ue esa élite a aprendido, da ada, codo a codo, entre el &ragor de las bo#bas y el barro de lastrinceras!

La guerra co#o e-periencia interior

En La guerra, nuestra #adre, escribir(: ?3osotros so#osa)uellos )ue an su&rido, a)uellos )ue an soportado el dolor delas eridas, pero #(s all( de estos su&ri#ientos, todava pode#osreivindicar para nuestra gloria, esa pro&unda e#oci.n )ue nose#bargaba en la batalla, y )ue es la reco#pensa de las proe*as

er.icas consciente#ente reali*adas@! En los aIos sucesivos a lacontienda, ven la lu* otras obras dedicadas a la e-perienciaguerrera: Te#pestades de Acero, 7878, La 0uerra vivida, 78<U, ElBos)ue, 78<<, uego y %angre, 78<;! Ernst Jünger se convierte enel escritor )ue #ejor sabe describir la guerra #oderna 5la guerrade #ateriales, de tecnologa, cuando ya estaba agoni*ando latradici.n caballeresca>, gan(ndose el calicativo del anti+e#ar)ue! 4ero ta#bién de la guerra co#o ?e-periencia interior@,en la lnea de /er(clito, de 3iet*sce, de To#as "ann cuandoéste _siguiendo la distinci.n )ue %plengler iciera entre 1ultura y1ivili*aci.n, escriba contra el ilu#inis#o, la ra*.n, laco#postura y el espritu, ?el espritu )ue es civil, burgués, es elene#igo jurado de los instintos, de las pasiones, es



antide#onaco, antier.ico, y s.lo es un contrasentido aparentear#ar )ue ta#bién es antigenial@! 4ara Jünger, en la guerra, elo#bre despierta sus recuerdos ancestrales de guerrero,ro#piendo todos sus convencionalis#os, es&u#(ndose sudecadente senti#entalis#o!

?Transcendental recorrido el de Jünger, destinado a ser el viajero intelectual por el sendero de unos aIos decisivos, llenos depruebas )ue pocos consiguieron pasar! \ #ientras unos u otrosacabaron vincul(ndose a co#pro#isos polticos, Jünger supollegar a nuestros das per#aneciendo co#o uno de los grandes dela literatura conte#por(nea, con una integridad, co#o o#bre yco#o escritor, )ue le onra!@

Entre 78<; y 78<C, Jünger estudia en el nstituto de ^oologade Lei*pig, y contrae #atri#onio! En 78<= se traslada a Berln,

centro e-clusivo de la poltica ale#ana! 1olabora con %tandarte, Ar#inius, Die %tandarte y Der 'or#arsc, .rganos de lasasociaciones de e-co#batientes! En Ale#ania se avecina el#o#ento del 3acionalis#o, )ue para Jünger no a de serentendido co#o un #ero partido poltico, sino co#o algo #(s,co#o un &rente unido! ?1on la guerra a surgido una especieu#ana nueva y peligrosa: se trata de conducirla a la acci.n! \ ea)u un nuevo grito de guerra: P+evoluci.nQ na revoluci.nnacionalista, con la )ue liberar la palabra +evoluci.n del ridculo)ue la tilda desde ace cien aIos@!

Después, los aconteci#ientos se suceder(n con una vertiginosa velocidad! El 3acionalis#o ale#(n _la +evoluci.n 1onservadoratendr( sus das contados! La poltica plebeya eli#inar( a la?aristocracia guerrera@! Jünger abandonar( Berln en 78;;,cuando los na*is se agan con el poder! Entre tanto, sus dos2lti#as obras abr(n representado una verdadera revoluci.n enel pensa#iento ale#(n: La "ovili*aci.n Total, 78;7, y ElTrabajador, 78;<!

Ernst Jünger y el embos!ado real

(N'EL SOB%E$IELA

+esulta aso#broso todava el a&(n puesto en desconocerconsciente#ente a un escritor! E-iste una &or#a dedesconoci#iento )ue no es la del olvido o la indi&erencia, sino lade la tergiversaci.n o bien la del per#anente prop.sito de no)uerer ver lo )ue los te-tos dicen y son! Es algo cercano a cuantola i*)uierda anticapitalista, la #(s consecuente consigo #is#a,deno#ina ?desin&or#aci.n@ en su propaganda! En ocasiones, unautor debe ser de&endido no de )uienes le son adversos, sino de

sus propios ad#iradores! Es lo )ue sucede con Ernst Jünger, cuyapléyade de e-égetas y rendidos adeptos, provenientes en EspaIa



&unda#ental#ente del entorno acadé#ico y universitario, tejendesde ace tie#po 5con raras e-cepciones> una red de discursoscru*ados laudatorios )ue #(s bien tiende a ocultar la realsignicaci.n de su obra!

%oy de la opini.n de )ue ay )ue en&rentarse con los trabajosintelectuales y con la trayectoria de un escritor de &or#a valiente,acept(ndolo tal y co#o es sin buscar coartadas atenuantes paraacerlo #(s digerible ni intentar blan)uearlo para )ue encaje enun discurso y pensa#iento )ue )ui*(s le sean ajenos!

De la deliberada inco#prensi.n en torno a este libro y a la#ayor parte de la obra del #aestro ale#(n no )ueda libre nisi)uiera )uien a podido ser considerado asta aIos recientesco#o su traductor ocial, #e reero a Andrés %(nce* 4ascual, a)uien se debe por otra parte la e-celente traducci.n de La

E#boscadura a)u utili*ada! 4ero algunas de las traducciones de%(nce* 4ascual vienen con la propina de sus propios pr.logos alas obras de Jünger por él trabajadas! na aportaci.ninterpretativa #(s )ue discutible, si bien nada ay )ue objetarle a%(nce* 4ascual co#o traductor, durante un tie#po de 3ite*sce,después de Jünger!

José Luis "olinuevo, uno de los #(s rigurosos y valientesco#entaristas del escritor de /eidelberg con el )ue pode#oscontar en EspaIa, ta#poco acierta en un nivel de pro&undidad alabordar el ensayo La E#boscadura, 5dentro del repaso

cronol.gico a la obra del ale#(n )ue supone su libro ?La estéticade lo originario en Jünger@>! 3o de#uestra una co#prensi.n cabal y co#pleta de todas las derivaciones y consecuencias del concepto?e#boscadura@ e-puestas en el libro de Jünger, e incluso cae en elerror de considerar esta gura del e#boscado co#o asi#ilable ala del anarca! "(s adelante abundare#os en esta di&erenciaci.ncapital )ue debe reali*arse al considerar las dos guras!

/e ledo reciente#ente un libro )ue se #e aba pasado poralto: ?Ernst Jünger y sus pron.sticos del Tercer "ilenio@! %e lodebo a un co#paIero de un curso de doctorado )ue e reali*ado

reciente#ente! Es en esta lectura donde una ve* #(s #eencuentro con una inco#prensi.n )ue no puede ser sinodeliberada! 'arios de los ensayos recogidos en el libro, editadopor la niversidad 1o#plutense, son relevantes en variosaspectos re&eridos a la obra jüngueriana, pero la cegueraconsciente acia #ucas de las piedras angulares de sus an(lisis ypropuestas de pensa#iento, debe ser cuestionada! El libro Lae#boscadura, de 78C7, es una de las obras #(s citadas en el volu#en, y constante#ente se reitera la #is#a err.neaapreciaci.n del #is#o! n e-tre#o de todo esto se advierte en la

&(cil e injusticada identicaci.n de la gura del e#boscado conla del anarca, e-puesta por Jünger en su novela ?Eu#esFil@, de



78==! Algunos autores llegan a concluir sus ra*ona#ientos con larara idea de )ue a#bas guras son una #is#a! 3i si)uiera sepreguntan sobre las ra*ones de &ondo )ue e-plicaran )ue una deestas guras jünguerianas sea presentada en un ensayo y la otraen una novela, y esto es #uy grave desde el punto de vista de la

#etodologa literariaZ y no s.lo literaria, sino e-egética en elsentido #(s a#plio dentro del do#inio de las palabras escritas,contando ta#bién con el te-to los.co! Dica distinci.n genéricano es secundaria, si bien sera te#a de otra e-posici.n yco#entario!

El pensa#iento de Jünger, co#o es sabido, se articula en tornoa la aparici.n y descripci.n &eno#enol.gica de las diversasencarnaciones adoptadas por el concepto de ?igura@ 50estalt>!De estas guras, las principales seran, en los siglos [[ y [[, lasdel %oldado, el Trabajador, el E#boscado y el Anarca!

La e#boscadura, el proceso y acto de la voluntad por el )ue lapersonalidad aislada se convierte en e#boscado no es, pese a losco#entarios desorientadores de los paladines acadé#icos delautor, un estado de vida conte#plativa, teorética y de c.#odoe-ilio interior! 3o es una resistencia pasiva al poder desdeposiciones éticas ni un desapego escéptico! La E#boscadura es unlibro )ue surge co#o consecuencia de un nuevo perodo depostguerra )ue al autor le toca e-peri#entar y observar, tras el nde la %egunda 0uerra "undial! \ co#o tal libro postbélico y

ensayo reactivo ante una situaci.n de con#oci.n personal vinculada a un trastorno ist.rico, enla*a directa#ente en #(s deun aspecto con la obra de Jünger surgida en la anteriorpostguerra, en el perodo cubierto entre 7878 y 78;;! Esa partede la obra del escritor per#anece de#asiado desconocida enEspaIa y en rancia, los dos &ocos principales de la consagraci.nde Jünger co#o autor de re&erencia del siglo [[, y LaE#boscadura es justa#ente el trabajo #(s pr.-i#o a a)uellalejanacercana producci.n! %alvo algunos escritos #uy concretos,co#o La #ovili*aci.n total, o los breves ensayos re&erentes a latécnica &otogr(ca y los #étodos de nueva co#prensi.n objetivade la realidad social de guerra y postguerra 5enla*ados con lasideas de la ?3eue %aclicXeit@, ?3ueva objetividad@>, en nuestropas toda esta producci.n )ueda en la so#bra para la #ayor partede lectores! En talia en ca#bio, estos escritos juveniles de Jüngeran aparecido en su integridad bajo el ttulo ?%critti politici e diguerra@, en tres to#os!

La E#boscadura es un te-to #arcial, tal y co#o un crtico&rancés de i*)uierdas y antijüngeriano, "icel 'anoostuyse, adenido la pri#era versi.n 578<8> de El cora*.n aventurero! El

libro )ue a)u nos ocupa es en e&ecto un te-to #arcial, aun)ue yano sea #ilitarista, co#o en ca#bio s lo eran a2n los escritos de la



anterior postguerra! %e trata de una obra col#ada de unacontenida agresividad )ue busca unas &or#as de e-presi.n #uydi&erentes a las de los artculos y ensayos breves de los aIos <U yco#ien*os de los ;U: precisa#ente la &or#a de e-presi.n?e#boscada@! \ es )ue el sentido de ocultaci.n y ca#uaje,

latente en el tér#ino clave parece no )uerer ser visto 5cu#pliendo#(s all( de lo necesario, ir.nica#ente, su co#etido> por parte delos rendidos ad#iradores liberalconservadores del escritorale#(n! A este respecto, el autor conesa acia el nal de la obraeste punto espinoso: ?El #odo en )ue llevan eso a cabo es unacuesti.n de la resistencia, la cual no necesita ser sie#pre &ranca!E-igir tal cosa es 5]> entregar a los tiranos la lista de no#bres@!

La situaci.n ist.rica de Jünger al escribir es se#ejante, sibien desde luego no idéntica, a la de la pri#era postguerra! 'e#osas la #is#a invitaci.n al abstencionis#o electoral y a la noparticipaci.n en co#icios, dirigida en los aIos <U acia ese lectorideal )ue el autor calicaba de ?anar)uista prusiano@ en losp(rra&os nales de El cora*.n aventurero 5versi.n de 78<8, repito,inédita en EspaIa y previa a la de 78;9 s publicada en Tus)uets>! 'e#os igual#ente un posiciona#iento ostil contra las potencias vencedoras, sus criterios e i#posiciones, y el #is#o dolor de)uien ve a la patria co#o edicio intelectual nueva#entedestruido! El eco de )ue Jünger no apoyase a /itler durante laguerra no signica )ue abandonara la patria a su suerte, y esta#bién un eco )ue visti. el uni&or#e del +eic asta el 2lti#o

da de guerra!La E#boscadura surge, co#o deci#os, de un #o#ento

europeo de pervivencia de las tensiones bélicas, circunscrito a suépoca propia! 3inguno de los lectores )ue recibieron el librocuando éste se public. pudo llevarse a engaIo! 1ierto es )ue estelibro apunta a situaciones y conceptos generales #(s all( de un#o#ento ist.rico! A partir de los aIos ;U, desligar las ree-ionesde lo )ue tienen de coloraci.n y de actualidad in#ediata &ue unapreocupaci.n constante en Jünger, de a )ue ensayos co#o %obreel dolor o la versi.n denitiva de La #ovili*aci.n total nos siganablando en un presente perenne! 4ero el esclarecedor ?A)u yaora@ )ue sirve de epgra&e y apertura al libro )ue trata#os nodebe descuidarse e incide en el aspecto ist.rico de la obra,enclav(ndola en una encrucijada poltica #uy concreta! n libroer#anado al de Jünger 5aun)ue no ge#elo> es el de ?Teora delpartisano@ 5o del ?guerrillero@ seg2n traducciones>, obra de sua#igo y condente 1arl %c#itt y aparecido con posterioridad, en78M;, pero nutrido de un u#us co#2n y eredero &or*oso de las#is#as condiciones ist.ricas! De ?Teora del partisano@, el librodel jurista y l.so&o del Dereco 1arl %c#itt, a aparecido en el

aIo <UUK una nueva edici.n, esta ve* en catal(n, a cargo deEugenio Tras!



La época del repliegue co#pleto acia la interioridad a2nestaba lejana para el escritor! El autor de ?/eli.polis@, novela de78K8, y ?La e#boscadura@ no es a2n el de ?Eu#esFil@ y ?4asadoslos setenta@! Jünger a2n cree en la luca por unos ideales a los)ue todava considera capaces de un resurgi#iento y de i#pri#ir

una revitali*aci.n, un nuevo ca#bio de ru#bo en el estadoeuropeo de cosas! %u apuesta por las élites #ilitares y cultas,conscientes de su responsabilidad, )ue rodean al 4roc.nsul en laciudade-peri#ento de /eli.polis, es otro indicio de lo #is#o! Ele#boscado podra ser la contragura ideol.gica del ?resistente@,esa i#agen ro#(ntico#orali*ante creada con pasi.n dedicadapor la i*)uierda europea y sostenida literaria ycine#atogr(ca#ente a lo largo de décadas 5con ayuda ta#biéndel a#igo a#ericano>!

Ante todo, el acto de la e#boscadura no es una uida sino unaentrada en li*a! 3o debe olvidarse este aspecto de la gura dele#boscado, si bien es obvio )ue las perspectivas de Jünger se ana#pliado y otras cuestiones atraen su espritu! El gesto de pasaral bos)ue tiene una di#ensi.n interior e inte#poral, al #is#otie#po )ue e-terior e ist.ricaZ justa#ente, el paso acia elbos)ue incluye el reconoci#iento de lo inte#poral en el uirist.rico! %e co#bate en la pe)ueIa y en la gran Jiadsi#ult(nea#ente, por decirlo con tér#inos tradicionales isl(#icos5por eso nuestro #is#o co#entario entra y sale de late#poralidad, aborda una di#ensi.n del proble#a y luego la otra

alternativa#ente>! El o#bre es colocado por tanto en otrospuntos )ue no son ya 2nica#ente los del co#bate con ar#as&sicas o polticas! En los tipos )ue Jünger propone co#o #odelosdel ?director de al#as@ ya no s.lo est( el éroe, eje#plicadoa)u en la gura de /eracles 5aliado de los divinos contra lostitanes> sino ta#bién %.crates, 1risto, y Dioniso 5interpretado yto#ado a)u en su &aceta de dios de los antepasados y de lasestas co#unitarias a ellos ligadas>! Llega#os as a las otrasdi#ensiones de la gura a)u propuesta por el escritor y )ue san sido abordadas con #(s pertinencia por los co#entaristas

actuales, si bien no con la suciente pro&undidad al no )uererconectarlas con su proyecci.n polé#ica! La e#boscadura es#etapoltica, pero ta#bién poltica al #is#o tie#po, o co#o dira Jünger, no signica una elecci.n entre la ?viIa@ y la ?nave@ sinoaceptar tanto la viIa co#o la nave, pues ?la divisa del e#boscadore*a as: ?A)u y aora@! \ ta#bién se nos indica: ?La resistenciadel e#boscado es absoluta@ 4enetrar en el bos)ue supone undescenso a la esencialidad del %er! /ist.rica y #tica#ente es unreencuentro con lo pri#ordial y originario, justa#ente all dondeistoria y #ito se con&unden! Es una to#a de contacto con el

sustrato de la identidad, con la ri)ue*a supraindividual 5nocolectiva en ca#bio, seIala Jünger> de la )ue se derivan las



individuaciones! /acia lo inte#poral )ue act2a en la istoria! Justo un aIo después, en 78C<, Jünger publica ?'isita a0odenol#@, la novela de retorno a los orgenes, el viaje inici(ticode dos a#igos al e-tre#o norte de Europa para reabilitarse ysanar en la &uente pri#igenia de las &uer*as!

Todo cuanto veni#os indicando posee a lo largo del te-to de LaE#boscadura #ani&estaciones religiosas 5?teol.gicas@ dice elescritor, aun)ue to#ando la palabra con precauci.n>, y basadasta#bién en el dereco, la #oral personal, y asta en el arte, o enlo poético y pura#ente literario! \a )ue el poeta ta#bién ?es une#boscado@!

4ero aparte de esta di#ensi.n de lo absoluto 5)ue &ue laad)uisici.n del Jünger #aduro )ue vino a su#arse a su discurso y)ue tantas veces a contribuido a crear la err.nea i#presi.n de

dos épocas total#ente diversas en su obra, y de casi la aparici.nde un nuevo autor en la #is#a piel de otro anterior>, e-isten enLa e#boscadura dos ?series@ de ree-iones )ue incidenplena#ente en el car(cter co#bativo )ue la obra ta#bién posee y)ue se nos intenta esca#otear o #ini#i*ar en su relevancia! 4orun lado est( la serie )ue propia#ente abla de la luca, y )ue viene una y otra ve* a recordarnos )ue la e#boscadura no espasividad iner#e! \ por otro lado est( la ?serie de Ale#ania@, lacual de#uestra )ue, si bien Jünger en ocasiones a e-purgadocircunstancial#ente sus te-tos anteriores de re&erencias a lo

poltica#ente in#ediato para resaltar #(s el contenido absoluto ygenerali*ador de sus argu#entos, todava aora a co#ien*os delos aIos CU se preocupa de seIalar cuestiones candentes y vivasde la poltica de un tie#po conte#por(neo concreto, de unaprecisa situaci.n ist.rica! La serie sobre los ale#anes vapunteando oportuna#ente el libro!

Es en el captulo <8 donde #(s se #ateriali*a cuanto la guradel e#boscado tiene de revolucionario real y rebelde #et.dico! Elcaptulo co#ien*a con una alusi.n directa a la ocupaci.n de Ale#ania por parte de los aliados vencedores de la %egunda

0uerra "undial 5alusi.n, si bien no declarada, s visible para ellector de la época, y en cone-i.n con otras partes del libro>! Trasuna descripci.n del #étodo guerrilleropartisano de luca 5)ueincluye un recuerdo a los guerrilleros espaIoles de la 0uerra de landependencia, capaces de parali*ar al ejército napole.nico>, sepasa a una nueva apelaci.n a los ale#anes, a plantear suadecuaci.n caracteriol.gica a las e#boscaduras 5posibles en una y otra Ale#ania, co#o ostilidad latente contra a#bas> y a sussorpresas ist.ricas! La argu#entaci.n ro*a ta#bién la nadapoltica#ente correcta cuesti.n del dereco a las ar#as! Le sigue

a todo ello una evocaci.n de las posibles reactivacionespoltica#ente operativas de agrupa#ientos pri#ordiales, co#o el



del clan &a#iliar! %e concluye con la devoluci.n del co#batiente asu encuadra#iento legti#o: la #ilicia, pues ta#bién, co#orecuerda Jünger, los e#boscados pueden reunirse y constituirseen ejército!

3o puede co#prenderse en su plenitud el libro sin lascoordenadas 5)ue no est(n situadas &uera del te-to, desdepar(#etros biogr(cos, sino e-plicitadas entre sus p(ginas> deuna Ale#ania recién dividida, ocupada por los ejércitosrepresentativos de los dos #odelos de de#ocracia, la de#ocraciaburguesa y la de#ocracia popular! %.lo un par de aIos antes, en78K8, se aba levantado para Jünger la proibici.n de publicar)ue sobre él pesaba! Ta#bién as se entender( todo el coraje )uesupone la puesta por escrito de sus propuestas y la to#a deposici.n, libre y e-puesta a los golpes o a la #arginalidad, llevadaa cabo por Jünger cu#pliendo con su ideal de ?autora@, )uei#plica ta#bién 5co#o la e#boscadura> una decisi.n #oralaut.no#a!

De los co#entarios dedicados en los 2lti#os tie#pos a Lae#boscadura desaparece #isteriosa#ente, co#o deca#os,incluso el car(cter bélico de esta gura, )ue lo ace #(s cercanoal %oldado y al Trabajador )ue al Anarca! Jünger se encarg. derecordar, )ue el tér#ino ?GaldgRnger@ 5e#boscado> est( to#adode la i#aginera viXinga, aludiendo al proscrito )ue acusado dedelitos de sangre 5reténgase bien esto, y sin #iedo, por &avor, a

ser posible> pasa a una e-istencia clandestina en el bos)ue! 3oay sino )ue revisar las acusaciones )ue pesaban contra Jüngerpor a)uellas &ecas para ser conscientes de una ve* por todas delo )ue ay detr(s de la gura del e#boscado, lo )ue subraya sunaturale*a eroica y co#bativa!

La e-plicaci.n no )ueda lejana de esa denici.n )ue o&receErnst 'on %alo#on de sus ?4roscritos@ 50eRcteten>, e-puesta ensu libro o#.ni#o ?Los 4roscritos@ 5o ?Los +éprobos@ co#o a veces se traduce>, de 78;U! A#bos, libro y autor, eran #uy bienconocidos por Jünger desde su aparici.n en la escena literaria! El

contacto entre a#bos grandes escritores &ue #uy estreco anales de los aIos <U y co#ien*os de los ;U, #(s reticente yreservado desde el punto de vista de 'on %alo#on! La nocoincidencia en cuanto a propuestas estratégicas de intervenci.npoltica e incluso sus visiones divergentes acerca de la escritura yla #ateriali*aci.n literaria de la idea, i#pidieron )ue entre ellose-istiera una aan*ada a#istad )ue &uera #(s all( delreconoci#iento y respeto #utuos! 3o obstante, el contacto y lasi#pata nunca se perdieron: cercano ya a su #uerte, y cuando 'on %alo#on aba desaparecido aca tie#po, Jünger conservaba

un retrato del autor de ?Los 4roscritos@ y de ?El 1uestionario@ ensu estudio!



'on %alo#on ta#bién e-plica el signicado del concepto?proscrito@ co#o proveniente de las sagas escandinavas! Esi#portante citar por e-tenso las siguientes lneas para percibir latotal sintona de intenci.n con los plantea#ientos de Jünger yco#probar c.#o a#bas visiones surgen de un sustrato ist.rico y

an#ico er#anado:?D.nde e ledo yo, no ace #uco, algo acerca de los

#alditos PA, s, en las sagas de slandiaQ Los #alditos dea)uellos tie#pos 5]> se vieron e-pulsados de las regiones en )uereinaba el orden! Tenan dereco a conservar sus ar#as, perotodo el )ue )uisiera y tuviera &uer*as para ello poda,i#pune#ente, darles #uerte 5]> 4ero poco a poco, losdesterrados pasaron a &or#ar un ele#ento con el )ue aba )uecontarZ las tribus languidecan, privadas de sus &uer*asco#bativas, co#o el (rbol al )ue a#putan las ra#as #(s vigorosasZ y al n un buen da surgieron los proscritos de losbos)ues en )ue aban buscado re&ugio y se convirtieron en losa#os del pas!@ 5?Los 4roscritos@>!

?La E#boscadura es #ucas cosas, pero entre ellas est( la deser un libro revolucionario, de oposici.n, de revuelta, y nadapodr( ca#biar eso! kuien tenga odos oiga! kuien tengaentendi#iento, coraje intelectual, y #ente abierta para ser capa*de interesarse por la dra#(tica e-periencia vital e intelectual deun o#bre, )ue abra el libro y lea!@

El escritor nos recuerda en los #o#entos oportunos, cuando sulnea argu#ental podra perderse en las ilusiones senti#entales einteriores 52nica#ente centradas en las interpretaciones éticas delos &en.#enos ist.ricos>, )ue la libertad del e#boscado no se?li#ita si#ple#ente a protestar o a e#igrarZ es una libertad )ueest( dispuesta a lucar@Z )ue ta#poco se li#ita esta luca aco#batir s.lo intelectual#ente, desde la escritura de artculos o

libelos, y )ue no se en&renta al poder con ?#eros conceptos@, porlo )ue el e#boscado establece as con su actuaci.n una nueva#edida de la legalidad en cuanto )ue crea una ?libertad v(lidapara una época venidera@! El e#boscado est( dispuesto no ya aser censurado en sus escritos, por tanto, sino incluso a recibir la#uerte: ?Ta#bién sabe el e#boscado )ue, en lo )ue a él respecta,no est( abolida la pena de #uerte@, y por 2lti#o es ta#biénconsciente de en&rentarse a una soledad nueva y glacial, ligada ala era técnica, llena de ojos despiadados )ue observan con&rialdad y sin cle#encia!

La vinculaci.n de todo este discurso con lo )ue nuestro #undoentiende por ?luca ar#ada@ es evidente, donde se e-pone el



Esta alusi.n a las novelas de Jünger nos sirve para introducir elte#a de esa di&erenciaci.n denitiva )ue es necesario establecerentre las guras del e#boscado y del anarca, pues éste 2lti#o ese-puesto a través de una narraci.n 5?Eu#esFil@, de 78==> y no unensayo! \ es )ue para entender al anarca ay )ue co#prender la

naturale*a del #undo i#aginario )ue para él concibi. el autor yen el )ue el personaje se #ueve 5o en el )ue per#anece in#.vil,seg2n co#o se #ire>! Eu#esFil es un #undo globali*ado de?&ellas@, co#o dira %pengler: de #asas desarraigadas )ue vegetan sin voluntad ist.rica ni identidad agrupadas en unapostcultura, donde ya no )uedan en pie valores a los )uea&errarse!

En tal situaci.n, las #asas s.lo pueden ser gobernadas por lacoacci.n desani#ada y escéptica de un dictador sin entusias#osustancial: el 1.ndor, cuyo no#bre re#ite ya a una i#itaci.n de laer(ldica )ue nada tiene )ue ver con el viejo blas.n europeo y )ueeje#plica el retroceso u#ano e ist.rico acia el si#pleacontecer *ool.gico! All la personalidad s.lo puede per#anecerco#o presencia de un escéptico entre escépticos, observador )uenge aco#odarse en la estructura del poder 5en lo )ue diere delanar)uista> sin aderirse a ella en su &uero interno! Ta#bién sedistingue del anar)uista en )ue no con&unde la autono#a éticacon cual)uier tipo de e#ancipaci.n de las #asas!

Algo )ue nunca e encontrado indicado es el eco de )ue el

anarca aso#a por pri#era ve*, dentro de la obra jüngueriana, enel desenlace de la novela ?Abejas de cristal@, de 78C=!

?El Jünger novelista busca )ue las ideas y conceptos se#aterialicen en escenarios, personajes y tra#as argu#entales,deviniendo as i#(genes y eje#plos vivos, aciendo al lectorpartcipe de ese ?pensa#iento en i#(genes@ )ue el escritorconsider. necesario para nuestro tie#po!@

La distancia respecto al e#boscado es evidente! Elprotagonista de ?Eu#esFil@ vive en un #undo #uy lejano en eltie#po, acia el &uturo, respecto al del co#andante Lucius de

0eer, protagonista de /eli.polis@ 578K8>, y en su arrasada época ya no ay encuadra#ientos de&ensores de valores y de un ideal deorden, ni posibilidad ideol.gica de reacci.n y resistencia! Ele#boscado, deseando lucar con los #edios a su alcance, nopuede aspirar a ser un anarca, aun)ue el anarca s puede pasar ala e#boscadura, co#o seIala el eco de )ue el protagonista dela novela, "artin 'enator, trabaje en crearse un re&ugio en elbos)ue para a&rontar la posibilidad de una situaci.n e-tre#a,causada por un riesgo personal ante persecuci.n o colapso de susociedad! 4ero incluso esta i#agen, anali*ada de cerca, vera#os

)ue es sutil pero sustancial#ente diversa a la actitud dele#boscado de 78C7!



El e#boscado aspirara a ?vivir entre ruinas, pero no de laruina@, #ientras )ue el anarca, carente de otros #edios, preerecabalgar a lo#os del tigre &urioso 5co#o dice el proverbiooriental>, #ontar sobre el espina*o de esa era destructiva )ue esel proceso ist.rico absorbente, al no poder en&rentarse a ella

cara a cara, asta lograr as )ue agote su potencial y entretanto#utar el veneno en antdoto!

kui*(s sea este el #o#ento de indicar )ue La E#boscadura esun ensayo intensa#ente lrico! /ay una red de i#(genes yre&erencias si#b.licas )ue se e-tienden todo a lo largo del libro ycontribuyen a acer de él un te-to )ue ta#bién es poético en altogrado! A est(n las guraciones de la nave y su contraposici.ncon el bos)ue o la viIa, en alusi.n a una leyenda re&erente aDioniso, )uien cubri. un navo de p(#panos y ojas en #edio del#arZ un #ito )ue aparece igual#ente en el 1antar de E*ra4ound] O todas las #et(&oras y alusiones #ticas restantes, co#ola reiterada de "oisés golpeando la roca de la )ue brota el agua,o la serpiente )ue se trans&or#a en bast.n cuando el podertransgura el #iedo: ?4ara el sapiente, para el iniciado )ue lato#a en su #ano, la serpiente de la #uerte se trans&or#a encayado, en cetro@! El estilo de Jünger es propenso a encarnar unaidea bajo la &or#a de una i#agen, concluyendo una deter#inadaargu#entaci.n con un tono #eta&.rico: ?Las palabras van#oviéndose con la naveZ el lugar de la 4alabra es el bos)ue!Debajo de las palabras reposa la 4alabra co#o reposa el &ondo de

oro bajo la supercie del cuadro de un pri#itivo@!%on co#o cristali*aciones del pensa#iento ad)uiriendo &or#a

visible, y justa#ente el tér#ino ?cristali*aci.n@ es #uy del gustode la &aceta naturalista del autor!

Esta#os ante un libro duro desde el punto de vista de losprincipios )ue rigen nuestras sociedades! \o abogaré en descargodel autor, por una ve*, seIalando esto: téngase en cuenta )ue ese#undo de#ocr(tico )ue es el nuestro era #uy nuevo en 78C7 y)ue #edia Ale#ania estaba e-cluida a la &uer*a de él 5por la

&uer*a de las ar#as del Ejército +ojo, las cuales ta#bién &ueron enparte pagadas, co#o bien sabe#os aora, por el ya #encionadoa#igo a#ericano>! El discurso de estas p(ginas )ue nos an venido ocupando co#ien*a con el cuestiona#iento de los procesoselectorales co#o #otor aparente de la istoria actual, y llegaasta las indicaciones acerca de oposiciones ar#adas! 3o sedetiene a, por &ortuna para a la &ortuna posterior del escritor, yel libro concluye volviendo nueva#ente a la interioridad de laconciencia y aun a su apertura religiosa! Esta#os ante unbreviario espiritual y a la ve* t(ctico para el activista 1ada lector

abr( de responder5se>!



El Trabajador de Ernst Jünger

J#LI#S E$OLA

En la guerra #oderna, en el desencadena#iento de las&uer*as ele#entales de la )ue a)uella es teatro, debe#os a Ernst Jünger el aber presentido la e#ergencia de un estilo eco dei#personalidad, de objetividad, de realis#o &ro y l2cido! 4ara él,estaba suciente#ente claro )ue con el pri#er conlicto #undial,una p(gina se aba girado: en el cora*.n de las tor#entas deacero la realidad individual es pulveri*adaZ pierde toda susignicaci.n y &avorece as al #argen del aora#iento de laesencialidad ele#ental, la posibilidad de superaci.n de lascategoras racionales!@ El nuevo tipo de o#bre )ue se perla en

el ori*onte ro#pe el espejo del #undo nacido de la loso&a delas luces: tal es la visi.n en la )ue se inserta la te#(tica del&a#oso libro El Trabajador 5Der Arbeiter, 78;<> al )ue Evola sereere en el artculo )ue sigue a continuaci.n!

En las trinceras, Jünger se encuentra con&rontado a una&or#a de conoci#iento )ue no estaba condicionado y li#itado porlos tr(#ites discursivos y analticos de la ra*.n! To#a concienciade eco de )ue el proceso dialécticoracional no puede llegar auna co#prensi.n e&ectiva de la realidad en la #edida en )ue esta,siendo una y total escapa consecuente#ente al an(lisis! Bajo

una &or#a de conoci#iento sintético )ue dese#bo)ue sobre laintuici.n se puede garanti*ar su aprensi.n: en esta .ptica, el arte



concebido por Jünger co#o pura técnica espiritual, co#o el 2nicoinstru#ento capa* de acernos conocer la realidad y, por tanto desuperar a la ve* la ciencia y la loso&a! %e debe sie#preescriba e-igir al escritor )ue no trate las cosas de &or#a aislada,desordenada y &ortuita: para ello se le a concedido la virtud del

verbo, a &n de )ue sepa unirlo todo al no!/ace ya alg2n tie#po apareci. un libro de Ernst Jünger,

escritor )ue no a eco #(s )ue ar#arse después co#o uno delos #(s signicativos de la Ale#ania conte#poranea! %u libro setitula Der Arbeiter, es decir, el trabajador o si se preere, elobrero! igura )ue intenta representar las &uer*as )ue intentan&orjar un #undo nuevo #ediante la revoluci.n!

El libro de Jünger se centra sobre el e-a#en de las &or#as enlas cuales se cu#ple con&or#e a una &atal e incoercible necesidad,

la superaci.n de la era burguesa e individualista bajo &or#a deuna nueva irrupci.n en el #undo #oderno de lo )ue se a lla#adolo ele#ental, es decir, las &uer*as #(s pro&undas de la vidad y dela realidad general! La preocupaci.n constante del #undoburgués era precisa#ente la de ponerse al abrigo de tales &uer*as y rodearse de un er#ético cintur.n de seguridad! La seguridaden la e-istencia, tal era justa#ente su #ito, )ue por otra parte lareligi.n de la ra*.n, deba legiti#ar y consolidar esta ra*.npara la )ue lo ele#ental se identica con lo absurdo y loirracional!A#ar y )uerer la luca y el peligro, a&rontar el destino:

todo esto aparece insensato al burguésZ era una aberraci.n )ueconviene eli#inar gracias a la adecuada pedagoga! 4ero las&uer*as llegadas desde las pro&undidades an acabado porprevalecer! Lo ele#ental )ue co#o un volc(n se alla latente bajolas contingentes construcciones de a)uellos )ue aspiran a unae-istencia c.#oda y segura se a rear#ado en el #undo#oderno: e a)u )ue nace de sus entraIas un nuevo tipou#ano, una nueva generaci.n y una nueva civili*aci.n )ue notiene ninguna relaci.n con la precedente!

Esta nueva generaci.n lan*a un grito de protesta )ue se

#aniesta directa#ente bajo la &or#a de una acci.n a lab2s)ueda de una vida peligrosa! %u palabra de orden es realis#oer.ico! %u estilo es un co#pro#iso de todo el ser, una#obili*aci.n total de la e-istencia sobre otros planos, loele#ental &or#a parte integrante de ese #undo nuevo! 1rea unaespecie de 1atarsis, de puricaci.n, en ra*.n de sus #2ltiplesdestrucciones e i#pone al o#bre un co#pro#iso total! 4onegradual#ente al desnudo, #(s all( de todo a)uello )ue pueda sertanto individuo co#o #asa, lo )ue Jünger lla#a la personaabsoluta! !!!

La #ovili*aci.n total consiste en ir #(s all( de oposicionestales co#o la de idea y #ateria, sangre y espritu, poder y



dereco, individuo y colectividad! !!! 1onsiste ta#bién en aberdescubierto )ue vida y culto son una sola #is#a cosa y )uee-isten cosas #uco #(s pr.-i#as e i#portantes )ue el co#ien*o y el &n, la vida y la #uerte!

La #ovili*aci.n total se trata de una substancia er.icaeducada en la escuela de la anar)ua, )ue a vivido la ruptura delas viejas cadenas y )ue consecuente#ente, puede reali*ar suaspiraci.n a la libertad en una era nueva y en un nuevo espacio através de una nueva aristocracia!

!!! ese nuevo tipo u#ano presiente, a prop.sito de lalibertad, )ue el poder y el servicio son una sola #is#acosa!Obedecer, para él )uiere decir estar en la escucaZ una ordensignica prontitud al actuar tr(s la orden la cual co#o unrel(#pago corre de la ci#a a la base! 4or ello, este tipo u#ano

no vincula la orden y la libertad a la sociedad sino al Estado! En#ateria de articulaci.n, va a buscar su #odelo no en el contratosocial sino en el estilo #ilitar! \ el su##un de su &uer*a esalcan*ado cuando no ay ninguna duda en lo )ue concierne a lanoci.n del Je&e y sus sucesores en el #ando, el ürertu# y la0e&olgsca&t! El nuevo tipo u#ano no pertenece incluso a unpartido o a una asociaci.n sino a un #ovi#iento y conoce laorden justa! 4ara él, #orir es algo &(cil, #enos i#portante ytr(gico! En ese nuevo universo, este co#pro#iso de todo sucuerpo se e-presa igual#ente en el eco de )ue el individuo, lo

)uiera o no, tiene una responsabilidad en el Todo del )ue &or#aparte integrante!

4ara caracteri*ar a ese nuevo tipo u#ano, Jünger utili*a eltér#ino Arbeiter, es decir, el trabajador! A2n cuando Jünger tienecuidado en precisar )ue ese no#bre tiene )ue ser co#prendido de&or#a org(nica conviene preguntarse si no reposa sobre une)uvoco &unda#ental! El autor subraya )ue no se trata deladveni#iento de una categora social dada sino de una nuevagura la cual i#pri#e a todos los aspectos particulares de lae-istencia una nuva signicaci.n al igual )ue en otras épocas

todas las &or#as de e-istencia llevaban el sello del espritucaballeresco! AIadiendo )ue por trabajo, él entiende el tie#podel puIo, del pensa#iento, del cora*.n, de la vida )ue va da ynoce, la cienca, el arte, el a#or, la &é, el culto, la guerra, es untrabajo tanto la vibraci.n de los (to#os co#o la &uer*a )ue se#ueve las estrellas y los siste#as solares!

%e trata pues, co#o lo denira Bur*io del de#iurgo, de unagura caracteri*ada precisa#ente por una relaci.n directa, activa y total con las &uer*as de la realidad, con lo ele#ental, en s y&uera de s! 4ero el e)uvoco no desaparece: est( incluso

conr#ado por nu#erosas re&erencias al #undo #oderno de latécnica sobre la cual volvere#os en su #o#ento! Jünger #is#o



dice )ue en lo sucesivo solo cuentan para el dos escalas de valores: la )ue tiene co#o punto de re&erencia al #useo y la )uea la inversa, tiene co#o punto de re&erencia la &(brica!

0uard(ndose bien de identicar el tipo general de trabajador

con el obrero industrial, Jünger reconoce )ue la aparici.n de este2lti#o a contribuido a acer evidente la i#posibilidad para las&or#as de ayer de perpetuarse! Es en el universo de la técnicadonde vé con #(s precisi.n to#ar &or#a al tipo y al #undonuevos! 4ara él, el universo de la técnica debe precisa#ente serco#prendido co#o el s#bolo de una gura particular, la delobrero: el #odo seg2n el cual la gura del trabajador #obili*ael #undo El trabajo se convierte as en un s#bolo totalitario: esel cuerpo en el cual se #aniesta oy lo ele#ental, y el poder alcual un nuevo tipo u#ano, una nueva ra*a, deber(n #edirse!

Jünger es #uy consciente de las destrucciones operadas por elele#ento #ec(nico y técnico! 4ero esto a sus ojos no constituye#(s )ue el aspecto contingente de un &en.#eno #uco #(s vasto y en 2lti#a instancia positivo! El o#bre dice no debe intentare-cusar su propia i#potencia poniendo de relieve el car(cterinani#ado de los #edios de )ue se sirve! Esos #edios revelar(nsu signicaci.n oculta cuando sean plena#ente do#inados, astael punto de convertirse en los s#bolos de un podersupraordenado! Es precisa#ente en ese #o#ento cuando serevelar( la legiti#idad de la revoluci.n provocada por ellos y

cuando la técnica con todas sus con)uistas, aparecer( co#o laar#adura en revueltas y lucas insospecadas, y a la )ueconvendr( considerar con el #is#o respeto )ue al caballeroconsagrado a su espada! La &ase destructora ser( sustituida porun orden real visible, parejo con el adveni#iento de una nuevara*a )ue sabr( ablar el lenguaje nuevo de la técnica no en elsentido del puro intelectual, del progreso, de lo 2til o de laco#odidadZ sino en tanto )ue lenguaje ele#ental, intensivo, real: y tal ser( igual#ente el #o#ento en )ue el rostro del trabajadorrevelar( sus rasgos er.icos! La justicaci.n de la legiti#idad deltrabajador consistir( precisa#ente en su do#inio de &uer*asinauditas y en su control del #ovi#iento absoluto! Es precisollegar a presentir las &or#as espirituales y la #eta&sica )ue#ueven las #(scaras #et(licas y u#anas de nuestra época!

!!! Al igual )ue el individuo, la #asa en tanto )ue puracantidad desaparece ante él o se enca#ina acia nuevas&or#aciones org(nicas y por lo tanto cualitativas! \ se constantae&ectva#ente un cierto e#pobreci#iento, un cierto vaco, unacierta uni&or#idad: rostros )ue revisten precisa#ente lascaractersticas de #(scarasZ desinterés por el colorido, variedad

incluso sobre el plano de la vesti#enta, los gestos, los ritos, seconstata igual#ente un lugar cada ve* #(s a#plio ocupado por el



ele#ento ci&ra y la geo#etra en la vida, pero ello co#o parte deuna esenciali*aci.n, de un realis#o creciente El criterio es, enlo sucesivo, la acci.n objetiva sin udas lricas, la revoluci.n sinret.rica! ncluso en el (#bito de la verdadera revoluci.n, es decirde la revoluci.n social, no se trata ya de #asas )ue se e-panden

con&usa#ente sobre las pla*as p2blicas, sino de un grupo deo#bres decididos )ue se apoderan de los puntos neur(lgicos deuna ciudad seg2n una técnica precisa! Los o#bres ad)uieren eltipo, tienen de nuevo i#portancia por s #is#os, e-traIos a lasco#plicaciones intelectuales o senti#entales! En la vida real, enlas calles y pla*as, en la casas, en los aviones y los subterraneosdel #etro, all( d.nde trabajan se co#ien*a a presentir unau#anidad )ue se pone en #ovi#iento sobre un orden invisible y#udo!

%e trate o no escriba Jünger lo i#portante oy, es )ue seconstata una reciente e irresistible despliegue de las &uer*asele#entales )ue se est(n adueIando de nuestro #undo!1o#paradas a las engaIosas seguridades del antiguo orden, estas&uer*as est(n de#asiado cercanas y son de#asiado destructoraspara )ue se pueda co#prender su signicado 2lti#o! !!! \ a)uel)ue se i#agine )ue un proceso co#o el presente pueda ser&renado recurriendo a las viejas recetas del pasado pertenece a lara*a de los vencidos, de a)uellos )ue est(n condenados adesaparecer! 4or el contrario, se ace clara la necesidad dedecisiones &undadas no sobre la e-clusi.n del peligro sino sobre

una nueva uni.n de la vida y el peligro! 4ara el individuo, el nuevo#undo del trabajador podra signicar no un alivio sino una cargasuple#entaria: no obstante dispondr( de nuevas &uer*as paragobernar ese nuevo peso! !!! Esta es la ra*.n por la cual este esun proceso pasivo y )ue se su&re! 4ero cuanto #(s vayancreciendo las destrucciones y las trans&or#aciones #(s visibles sear( la posibilidad de una reconstrucci.n org(nica!

!!! En este #undo )ue Jünger lla#a del trabajo, nuevaspruebas y nuevas selecciones ven la lu*: pruebas de una &rialdade-tre#a, cruda, casi #et(lica, bajo las cu(les la concienciaer.ica plega bajo su ley al cuerpo co#o un instru#ento,i#poniéndole una serie de acciones co#plejas )ue desbordan losl#ites del instinto de conservaci.n! Todo lo )ue se cu#ple de&or#a an.ni#a en este (#bito, en acciones de las )ue nadie sabr(nada, son otras tantas pruebas )ue, en diversos grados see-tienden al conjunto de acciones del trabajo y de la nuevaele#entariedad en tanto )ue desnuda y silenciosa selecci.n deesencias! Tal es la nueva .ptica en la cual Jünger considera unanueva aristocracia! 4ara él, el proble#a del poder es el de unasegura y e-acta unidad de la e-istencia, de un ser sin e)uvocosZ

el poder es el #odo de e-presi.n de ese ser &uera del cual lose#ble#as y los s#bolos se revelan, en el seno del nuevo #undo,



privados de signicaci.n! El secreto del verdadero #ando consisteno en pro#eter sino en e-igir! 4ara el o#bre sacricarse es unaalegra y el arte #(s acabado del #ando consiste en indicarobjetivos )ue sean dignos de un tal sacricio! Jünger concibe unaélite en tanto )ue condensaci.n esencial y activa del #odo de ser

del trabajador bajo la &or#a de una especie de guardia, nuevaespina dorsal de &or#aciones de tipo guerrero escogidascuidadosa#ente y )ue podran constituir una verdadera Orden!El #undo del trabajo #arca con su i#pronta a Todo el ser, a Todala vida! \ este #undo a#a, y )uiere )ue esta i#pronta sea total,asta el n, asta la destrucci.n!

%on evocados de este #odo, una &é )ue puede vivir sin poseerdog#as o un #undo )ue ignora los diosesZ un saber )ue no tienenecesidad de principiosZ o una patria )ue ninguna &uer*a en el#undo podr( ja#(s ocupar! 1onsiderando el #ovi#iento uni&or#ede las nuevas &uer*a, las &or#as netas y geo#étricas se#ejantes alas pir(#ides as co#o los sacricios y las vcti#as #(snu#erosas )ue las )ue toda la in)uisici.n o cual)uier "olocaya reali*ado, y cuyo n2#ero crece con #acabra certitud a cadapaso )ue se da, considerando todo esto, Jünger se preguntabaco#o no presentir algo &atal y digno de veneraci.n detr(s del velode las causas y los e&ectos! 3o se trata de oponerse a la nuevarealidad sino de llevarla a su conclusi.n!

Es c.#o si estuviéra#os en #edio de una trayectoria

atravesando regiones en las )ue la vida est( a#ena*ada porte#peraturas e-tre#as! 1uando #(s vacas de su sustancia esténlas #asas y los individuos, #ayor ser( la responsabilidad )uecorresponda a las élites! 3inguna escapatoria ni retirada esposible! 4or el contrario, es preciso intensicar la violencia y la velocidad del proceso en este engranaje en el )ue nos alla#os#etidos! 4ero es necesario saber )ue tras las espantosa din(#icapropia de la época se oculta un centro invisible! Jünger a sido delos pri#eros en ablar de un espacio i#perial #periater +au#co#o el lugar propio a un plan esencial#ente &undado sobrepuros principios polticos, sobre el Estado!

%eIale#os nal#ente las tres principales &ases del desarrollodel nuevo #undo del trabajador evocados por Jünger: la pri#erase desarrollara a través de la 0ran 0uerra de 787K7879Z lasegunda correspondera a la revoluci.n #undial 5en un sentidogeneral antiburgués>Z en cuanto a la tercera, lo concibe co#o unretorno &or*oso de las &or#as guerreras!

!!! Jünger no identicaba al trabajador a ninguna clasesocial, sino a un tipo general, dentro de una visi.n del #undodada! !!! el trabajador no era una abstracci.n clasista en el

sentido #oderno, sino una gura clara#ente denida! \ el ecode )ue Jünger aya escogido el s#bolo y la apelaci.n de



Ernst Jünger, uno de los grandes escritores en lengua ale#anadel siglo [[, sie#pre &ue un (rbol sacudido por el viento, a él no le vali. una vida burguesa y resuelta, la inco#odidad de susper#anentes cuestiona#ientos vitales le condujeron al nal desus das a la glesia cat.lica, #uri. en 7889!

/ay conversiones abruptas, co#o las sobrevenidas por ungrani*o de gracia, y las ay de pasitos )ue se parecen al olor au#edad cuando est( a punto de llover, no sabes cu(ndo ocurrir(,pero lo intuyes! As le ocurri. a Jünger!

En su adolescencia )ued. #arcado por las lecturas de DarFin,en las )ue descubri. )ue el o#bre no es #(s )ue un pe* gordo,evolucionado, eso s, capricoso y grandull.n, pero solitario, sinun cielo ni una relaci.n sobrenatural contra la )ue apoyarse!Lla#. a su posici.n: ?niilis#o eroico@! Después de la %egunda

0uerra "undial, se dedic. a devorar (vida#ente la Biblia, sinrigor pero con apasiona#iento, en sus diarios relata la salida dea)uel abis#o negro en el )ue se aba su#ido, ?#i interésteol.gico pasa por el conoci#iento! Debo probar la e-istencia deDios para poder creer en l! 4ara volver a l, e de recorrer vuelta atr(s el #is#o ca#ino por el )ue lo perd@!

En 7888, un aIo después de su #uerte, dos periodistasale#anes escribieron un artculo en el peri.dico ?Gelt a##%onntag@, en el )ue desvelaban el #isterio del ca#bio en Jünger,su itinerario interior, ?#ostr. sie#pre respeto por lo religioso

aun)ue guardaba distancias con las glesias! %in e#bargo, seg2n#uestran sus diarios, en los 2lti#os aIos de su vida busc. unapuerta de entrada en la catedral del catolicis#o! La lectura de lasobras del escritor cat.lico Léon Bloy 579KM787=>, vista con losojos del presente, &ue segura#ente una preparaci.n para el actonal de la conversi.n! A Jünger le &ascinaban sobre#anera suscru*adas contra la tibie*a religiosa y su deseo total de salvaci.n@!

\ no poda ser de otra #anera, ubo un sacerdote al nal desus das con el )ue #antena asiduas conversaciones! A#bosconectaron en seguida, entre ellos ua la co#plicidad espiritual

)ue el escritor sie#pre aba deseado! La e-istencia de un Diospersonal ocupaba el lugar central de las conversaciones! En sulibro de #e#orias, ya abla de la necesidad de un auténtico#ediador en la vida! A su abuelo dedica la novela ?'engan*atarda@, un o#enaje al #aestro vocacional, desesti#ando esapedagoga negra de los pro&esores sin pasi.n por la b2s)ueda dela verdad! El pri#er #ediador &ue un pro&esor ena#orado de lasplantas )ue llev. a los alu#nos al patio de la escuela, les dijo )uese sentaran delante de un parterre, ?luego nos enseI. las ores)ue all crecan: el llantén, el diente de le.n, la ortiga a#arilla, la

eu&rasia, ta#bién el no#eolvides! Era un #ediador! /ace #ucotie#po )ue e olvidado su no#bre, el de las ores no@!



El padre 6ubovec, )ue as se lla#aba el sacerdote de lapen2lti#a ora en la vida de Jünger, estudiaba la istoria del1a#ino de %antiago y le regal. una bendici.n papal con #otivo desu 8C cu#pleaIos! %eg2n el sacerdote, ?cantar una ve* es #ejor)ue re*ar tres@, cosa )ue gust. #uco a Jünger, ya )ue desde su

niIe* sie#pre aba conservado en su #e#oria el recuerdo delcanto lit2rgico co#o s#bolo conado del trato personal con Dios!

4or eso, en una de sus #ejores novelas, ?%obre los acantiladosde #(r#ol@, recurre al canto lit2rgico co#o signo de la esperan*aen una nueva u#anidad! La novela es una alegora contra elna*is#o, propone )ue s.lo la &e religiosa puede desacer el nudode perpetuidades de las tiranas! El protagonista es un #onjecristiano )ue porta un anillo con una inscripci.n, ?#i pacienciatiene una causa@! En a)uella novela, publicada en 78;8, ya seperciben los brotes de su conversi.n, ?nos va#os acercando al#isterio escondido en el polvo! 1ual)uiera )ue sea el lugar dondenos encontre#os, all est( el anillo puro )ue nos desposa con laEternidad@!

El p(rroco de Gilingen, +oland 3iebel, el 2lti#o #ediador enel largo ca#ino acia la conversi.n de Jünger, escribi. )ue elescritor llev. a cabo su conversi.n ?de una #anera total#enteconsciente, por convenci#iento e iniciativa propia@! El acto de laconversi.n tuvo lugar, seg2n el p(rroco, en la "isa de #ediodaen el 2lti#o banco del coro de la glesia de %anXt 3epo#uX! ?All

pronunci. el credo cat.lico@!



Ernst Jünger: Tem+estades de A!ero o la entrada en

es!ena de los Titanes ADOLO $(S-#E. %O//A

Ernst Jünger, escritor, l.so&o, novelista e istoriador ale#(nnacido en /eidelberg en 798C y &allecido en Gilngen en 7889!/ijo del doctor Ernst 0eorge Jünger, un pro&esor de )u#ica, yLily 6aroline! %e une a los GandervHgel en 7877, #ovi#iento juvenil, )ue sostena principios radicales posterior#enteadoptados por el #ovi#iento ippie, e-tre#aba el espritu de la

naturale*a y la b2s)ueda de los bos)ues as co#o el respetoabsoluto por la vida ani#al! Ade#(s, a di&erencia de estos 2lti#osteIa su ideario de una gloricaci.n de la naci.n ale#ana!

7! Jünger, Acerca#ientos

1uando estall. la 0uerra #undial Jünger &ue uno de lospri#eros en alistarse, obteniendo en 7879, pocas se#anas antesdel n de la guerra, la condecoraci.n ?Blaue "a-@ al #érito#ilitar! ruto de esta e-periencia, &ue la publicaci.n con tan s.lo<C aIos de sus recuerdos de la guerra en el libro ?Te#pestades

de Acero@, una alaban*a a la guerra en cuanto ?e-perienciainterior@, )ue catapult. al joven escritor a la &a#a!

Entre la guerra y la subida de /itler al poder en Ale#ania, Jünger &or#. parte de la .rbita de una co#pleja corriente polticocultural lla#ado ?6onservative +evolution@ o revoluci.nconservadora ale#ana, de la )ue &or#aron parte, ade#(s dediversos grupos, autores co#o Ernst von %alo#on, Gerner%o#bart, 1arl %c#itt o OsFald %pengler! Algunas de lascaractersticas #(s i#portantes )ue denieron a la ?6onservativerevolution@ &ue su nacionalis#o radical, su reca*o al liberalis#o

deci#on.nico, a la +evoluci.n &rancesa o la inuencia de autoresco#o 3iet*sce! Dentro de esta corriente, Jünger public. libros



co#o ?La guerra co#o e-periencia interior@, ?La #ovili*aci.ngeneral@ o ?El trabajador@!

Entre la guerra y la subida de /itler al poder en Ale#ania, Jünger &or#. parte de la .rbita de una co#pleja corriente poltico

cultural lla#ada 6onservative +evolution, de la )ue &or#aronparte, ade#(s de diversos grupos, autores co#o Ernst 'on%alo#on, Gerner %o#bart, 1arl %c#itt o OsFald %pengler! Algunas de las caractersticas #(s i#portantes )ue denieron a la6onservative +evolution &ue su nacionalis#o radical, su reca*o alliberalis#o deci#on.nico, o a la +evoluci.n &rancesa! Dentro deesta corriente, Jünger public. libros co#o La guerra co#oe-periencia interior, La #ovili*aci.n general o El trabajador!

1o#o se a seIalado, en los pri#eros aIos de la +ep2blica deGei#ar Jünger es un activo pole#ista y articulista dentro de

la cultura del nacionalis#o ale#(n revolucionario, )ue une pasi.nrevolucionaria y e-tre#o conservaduris#o antiliberal! En estesentido e-iste un ele#ento &ascisti*ante en el Jünger joven, )ue aconstituido asta nuestros das un punto de re&erenciaespectacular! 3unca &ue na*i, pero de los aIos 78<C78;; e-istenre&erencias a#biguas a ese #ovi#iento, es decir, positivas ynegativas! El asunto es )ue en su lenguaje ideol.gico con nivel,pero dentro de esa es&era Jünger crey. identicar el espritu dela /istoria con un tipo de actitud )ue en la poltica real no podasino llevar a una suerte de ?para&ascis#o!@ En algunos pocos esto

signic. en esos aIos el aco#paIar al desarrollo de Leviat(nasta sus 2lti#as consecuencias, asta el nZ en #ucos casoscre. la ilusi.n de una suerte de 4arusa! 1onocido es el caso de"artin /eidegger )ue &ue #(s all( de Jünger y apoyo al régi#en,al #enos en sus pri#eros aIos!

Aora bien, a pesar del #arcado tono nacionalista de la obrade Jünger durante esta época, el #ati* ?de élites@ de su obra,ade#(s de la ausencia de antise#itis#o, llev. a Jünger a reca*ar ya en 78;; al nacionalsocialis#o, al no aceptar el ingreso en la Acade#ia de 4oesa Ale#ana, purgada aca poco tie#po por la

0estapo, y se #arc. a una aldea, 0oslar, en las #ontaIas /ar*Zdespués se radic. en eberlingen!

En 78;K probe al peri.dico del partido na*i )ue sigautili*ando y #anipulando sus escritos, reca*ando ta#bién ocuparun asiento en el +eictsag, al tie#po )ue publica ?Blaetter und%teine@ 5/ojas y piedras>, su pri#era crtica al racis#o &ascista!

Jünger pas. una parte de la 0uerra "undial co#o #ilitar enel 4ars ocupado, donde a partir de 78K7 &recuent. los salonesliterarios y de &u#adores de opio, as co#o la boe#ia parisina, sedej. invitar por los ociales )ue co#en*aban a rebelarse contra/itler y salv. la vida a cuantos judos prisioneros pudo! ?Eluni&or#e, las condecoraciones y el brillo de las ar#as, )ue tanto



Te#pestades de acero es un canto al guerrero, un canto a los valores )ue surgen del peligro de vivir, una visi.n ro#(ntica de laguerra! Jünger, en su #adure*, se distancia de a)uellos pri#eros&ervores, pero se reconoce en )uien los vivi.! ?En cierto #odo, noe reali*ado autocrtica! En la distancia, a2n soy proclive de darle

unos golpecitos en el o#bro a a)uel jovencito )ue escribi.Te#pestades de acero! 3atural#ente, a)uel jovencito eraagresivo, no aba llegado a la consciencia de la i#portancia )uetiene el evitar y prevenir las guerras! Aora )ue e llegado a esteestado senatorial de #adure*, pues tengo otra visi.n de las cosas,pero esto no signica )ue #e distancie de a)uel joven@!

Llegado a la #adure*, a logrado en literatura sus prop.sitos?3atural#ente, ay personas )ue no llegan ta#poco con la edad ala #adure*! A # no #e gustara pertenecer a ese grupo depersonas a las )ue sera aplicable la &rase de 'oltaire )ue dice )ue)uien no tiene el espritu de su edad tiene todas las desgracias desu edad@!

nstalado en la #ejor tradici.n de la cultura ale#ana, Jüngerparece jarse en las individualidades )ue trascienden su tie#po!?A /Hlderlin le ponen sie#pre en el grupo de los ro#(nticos, y esono es cierto! /Hlderlin sobrepasa a su tie#po, y en cierto #odoprevé nuestra época y, por tanto, no es un ro#(ntico en laacepci.n cl(sica@!

%us diarios, escritos en circunstancias terribles, guardan

distancia para con los orrores )ue describen! ?n diario puedesustituir a la oraci.n! En una ocasi.n &ui erido, y altransportar#e #e )uitaron los diariosZ al dar#e cuenta, #eincorporé, &ui a buscarlos y #e volvieron a erir@!

Ernst Jünger 5798C7889> constituye, posible#ente a causa desus participaciones dia#etral#ente opuestas en a#bas guerras#undiales, una gura privilegiada del escritorsoldadoZ sine#bargo, Jünger &ue cronol.gica#ente, co#batiente antes de serescritor! As, co#o subraya "arcel Deco#bis 5Ernst Jünger,lo##e et luvre jus)u en 78;M> siguiendo la lnea tra*ada por

el especialista de istoria literaria Langenbucer, es necesariodistinguir ?el linaje de poetas )ue se convirtieron en soldados, dela joven generaci.n 5de la cual &or#a parte Jünger> )ue la guerratrans&or#. en poetas@! En e&ecto, la generaci.n intelectualale#ana )ue aba publicado anterior#ente a 787K, entre otros+!0! Binding o %t 0eorge, sinti. la guerra co#o uncuestiona#iento apocalptico de la cultura de la cual &or#abaparte! %in e#bargo, la generaci.n literaria de Jünger o deDFinger y %cauFecXer, irru#pa en ese #o#ento dentro de laistoria conte#por(nea! En este sentido, Jünger &or#a parte de

los autores )ue no esperaron ver #adurar en ellos una vocaci.n,sino )ue se sintieron incitados a la escritura por la crude*a de una



e-periencia belicosa )ue derrocaba el antiguo #undo y )ue debaser contada sin articio!

Aun)ue Jünger a sido acusado de poeta ingenuo y de verdadero ap.logo de la guerra, su posiciona#iento #oral &rente

los conictos es #(s a#biguo o eterodo-o )ue una apro-i#aci.nsupercial del autor podra sugerir! 1on&rontado a un dile#apro#eteico entre, de una parte, su lealtad espiritual a los idealescaballerescos del #perio Ale#(n, y por otra, la necesidad decon&or#arse a los nuevos retos de ?rebeli.n de la #ateriaesclavi*ada por el o#bre@ 5Drieu +ocelle, La co#édie de1arleroi>, va a intentar relatar escrupulosa#ente de #anera a la ve* objetiva 5e-periencia> y poética 5sensaci.n> 5>, los desa&os&sicos e intelectuales de la guerra, y acerles &rente &or#ulandouna nueva #oral guerrera 5>, )ue sea sintética y adaptada a laruptura de civili*aci.n para su pertinencia en el tie#po ist.rico yen el espacio poltico 5>!

La prosa poética de Jünger da cuenta de la naturale*a gratuitadel acto eroico, )ue no tiene por )ué tener ?causas@ para e-istir!1o#o lo a dico ya a los noventa aIos, la gloria ?es co#o la colaina#ada de un co#eta, )ue centellea todava alg2n tie#po en laestela de la obra! no puede entonces preguntarse cu(l es elprop.sito de la escritura, suponiendo )ue aya alguno: es elinstante creador #is#o en )ue algo se produce &uera del tie#po,el cual ya no puede ser anulado! El universo se a ar#ado en el

individuo, y esto debe bastar, as sea )ue a alg2n otro se le ocurrao no@!

La polé#ica sobre Jünger reside en su aparente ?cegueraist.rica@, respecto de lo cual s.lo cabra decir )ue su obra es laun pensador estético, #(s )ue la de un cronista, es decir, lodestacable en la obra de Jünger es su poética guerrerapropia#ente prusiana )ue do#ina su obra! En Jünger, pese a todo,ay una sola lnea ascendente, un i#pulso de creaci.n unvoco)ue arranca en 78<U con Te#pestades de Acero, se ar#a en Juegos A&ricanos, obra inter#edia, )ue precede a En los

acantilados de #(r#ol 578;8>, /eli.polis 578KU>, y Eu#esFil578==>!

;! +elatos de guerra

Los recuerdos personales de Jünger constituyen la baseesencial de sus pri#eros te-tos: escritos de &uente real, sinconstrucci.n de una intriga y sin elaboraci.n de personajes decci.n! En co#ple#ento de estos libros, La guerra co#o lae-periencia interior, concentra sus ree-iones acerca de laguerra! De este #odo, la obra del autor resulta representativa deldestino de #illones de co#batientes )ue participaron en elconicto, ?asta el punto )ue sus testi#onios aparecen co#o



docu#entos si#ples@ 5Julien /ervier en Deu- individus contrel/istoire: Drieu la +ocelle et Jünger>!

Los escritos de guerra de Jünger, co#o lo e-plica Deco#bis,tratan la guerra en tres di#ensiones! 4artiendo de la realidad, los

escritos ine-ionan de #anera lineal acia consideraciones #(sabstractas y globali*antes: en un pri#er #o#ento se presentanlos aspectos t(cticos, luego se abordan 5bajo la &or#a de relaci.ncarnal con la guerra> las uellas &sicas en el cuerpo de lossoldados, y nal#ente se seIalan las interrogaciones #orales )ueproduce la e-periencia &uera de lo co#2n!

En la obra de Jünger, la preocupaci.n por tratar la realidad noe-cluye la e-igencia estéticaZ as, Te#pestades de acero ser(nacogidas con ad#iraci.n por André 0ide )ue ver( en ellas ?el #(sbello relato de guerra@! Este pri#er diario de guerra describe las

di&erentes ca#paIas y las eridas del autor durante los cuatroaIos de guerra! %e trata, sobretodo, de una apro-i#aci.n a lapr(ctica cotidiana de la guerra: el ata)ue, la guardia y eldescanso, entre las e-plosiones de obuses y las eridas#eticulosa#ente descritas por el narrador )ue se abandona a?sollo*os co#pulsivos@ por la visi.n de ?la in#ensa #ayora de suso#bres destripados@!

El bo)ueteau 7<C e-plicita una se#ana de los #is#osaconteci#ientos en un lugar circunscrito y particular#enterepresentativo del &rente: un grupo de soldados deende una

posici.n total#ente devastada! El tercer te-to, eu et %ang, es ladescripci.n de un solo da de co#bate: desde las esperan*as delasalto, asta el ?vértigo )ue se apodera de todo y arrebata laconciencia@ en una ?pelea donde las cosas y los valores ca#biande aspecto@! El sentido de la guerra reside en su &atalidad: lanegaci.n de su absurdo!

Jünger to#a co#o punto de partida la e-periencia en toda sucrude*a y, co#o /obbes, considera )ue el o#bre est( so#etido aun deseo de destrucci.n )ue constituye una ley natural! Ade#(s,co#o e-plica Julien /ervier, seg2n Jünger ?esta plaga necesaria

es una &uer*a saludable@! Bajo el inujo de una perspectivaniet*sceana, el escritor ale#(n considera )ue la luca es elprincipio de toda vida y de la cultura #is#a! La guerra entendidaco#o un acto valeroso, no deja lugar a crtica! Jünger considera)ue los es&uer*os de los pacistas son vanos, y asta condenables!%eg2n él, ?la guerra es el #(s potente encuentro de los pueblos@5La 0uerra co#o e-periencia interior>! Jünger, alistado a la Legi.ne-tranjera de #anera voluntaria a los 7= aIos, seducido por lacultura &rancesa, participar( en las dos o&ensivas del ejércitoale#(n sobre 4ars! La dure*a de la prueba su&rida por el soldado

i#plica retrospectiva#ente considerar la guerra co#o algo noabsurdo! El principio de la luca es una &uente de sentido!



El signicado de la guerra radica en la #e#orianecesaria#ente #antenida! El valor de los co#batientes, su valenta en el #o#ento de las o&ensivas, entran en la istoria ydejan uella: ?cu(nto tie#po ar( &alta para )ue &en.#enosco#o la gran o&ensiva de la pri#avera de 7879 o la batalla de

%XaggeraX se desprendan del tie#po co#o #onu#entosindependientes@ 5La 0uerra co#o e-periencia interior>! La l.gicade la prueba, entre idealis#o y realis#o: la aceptaci.n de laguerra tal co#o es!

La postura de Jünger es eroica: la guerra es una prueba conla cual ay )ue en&rentarse: ?para no ser vcti#a delaconteci#iento, ay )ue ponerse a su altura@ 5Deco#bis>! En estesentido, Jünger se inscribe dentro de la tradici.n eroica de lacaballera inspirada por los grandes éroes o#éricos de 0reciaarcaica! La guerra co#o ineluctable, tiene consecuencias terriblespara los )ue intentan sustraerse de ella ignor(ndola: ?no tene#osdereco a negarla, si no nos tragar(@ 5La 0uerra co#oe-periencia interior>! Los relatos de Jünger se dirigen a los )ue noan conocido los co#bates del rente para in&or#arles de larealidad de la guerra vivida!

%in e#bargo, los libros de Jünger sobre la guerra de 787K7879no incitan al co#bate! Jean"icel 4al#ier ar#a en este sentido)ue ?por un curioso giro dialéctico, Te#pestades de acero pareceser una de las #(s apropiadas obras para inspirar el orror de

toda guerra, precisa#ente por)ue su recurrente estéticagrandilocuente se convierte en insoportable@! De eco, el #is#o Jünger previene a la juventud de la posible seducci.n de ?estaatracci.n de ar#as cispeantes, de sangre espu#ante y de juegointrépido con la vida y la #uerte@ 5uego y %angre>! Alejado delniilis#o, Jünger ratica el orror de la guerra, no duda enutili*ar una descripci.n #inuciosa del olor y del aspecto de loscad(veres a #edio desco#poner! Deco#bis subraya el es&uer*o de Jünger para sinteti*ar, seg2n una perspectiva ?estereosc.pica@,los puntos de vista #ilitaristas y anti#ilitaristas representantesa#bos de la Ale#ania en guerra! dealis#o y realis#o porseparado acceden a una visi.n truncada del eco vividoZ por eso Jünger se a#para de un tono )ue concilia ?la poesa del cora*.n yla prosa del #undo@ 5El cora*.n aventurero>! Denici.n #uypr.-i#a a los tér#inos )ue /egel utili*aba en Estética por ladenici.n de la novela 5Jean"icel 4al#ier>! 4ensar la guerra apartir de la ?e-periencia interior@

El car(cter sintético de la visi.n estética y #eta&sica de Jüngerradica en un vaivén entre un gusto por la tradici.n y lacon&rontaci.n a las e-igencias de su tie#po! %iendo la guerra

tanto un desa&o #oral co#o un reto para el entendi#iento! La



resoluci.n de esta tensi.n en la persona y la psyce de Jünger,incita a ree-i.n!

K! El sentido de la guerra

La #oral )ue se desprende de los diarios de guerra es

&unda#ental#ente aristocr(tica! El co#ponente niet*sceano delpensa#iento de Jünger dese#boca en una o#nipresente apologade la &uer*a, desarrollada bajo &or#a estética por el jovenacionado de Baudelaire y de +i#baud! 1o#o lo subrayaDeco#bis, ?su ad#iraci.n tiene co#o objeto tanto la belle*a delordena#iento de las ar#as 5]> co#o los soldados )ue las#anejan con tanta 5]> seguridad@! Esta estética ilustra losprincipales rastros de la sntesis aristocr(tica )ue concilia lar#e*a de la &uer*a natural con la desenvoltura en su utili*aci.n!

Jünger se niega a calicar la guerra de absurda: sera una

renuncia y una traici.n a la #e#oria de los co#paIeros de ar#as)ue van desapareciendo a lo largo de las p(ginas de lasTe#pestades de acero! %eg2n una perspectiva una ve* #(s,resuelta#ente niet*sceana, el ene#igo es un alter ego! ste#erece respeto seg2n el viejo principio caballeresco!Encontra#os eco de este co#porta#iento en otro testi#onio de la4ri#era 0uerra "undialZ la pelcula La 0ran ilusi.n de Jean+enoir! El capit(n ale#(n 'on +auYenstein invita a co#er aociales &ranceses cuyo avi.n acaba de destruir, saludando concortesa la #e#oria de las vcti#as &rancesas y pidiendo disculpas

a sus uéspedes: ?)ue la tierra les sea ligera a nuestros valerososadversarios@! Jünger pro#ueve este sentido de ?guerra sin odio@&ratricida entre los #ejores de cada ca#po! n juego tr(gico peronecesario: ?cuando nos lan*a#os uno contra otro en una nube de&uego y polvo, ace#os uno, no so#os #(s )ue los co#ponentesde una sola &uer*a &undida en un solo cuerpo@ 5La guerra co#oe-periencia interior>!

Jünger se es&uer*a por recrear la unidad de la guerra, a pesarde su co#plejidad y de los senti#ientos contradictorios )uepueden avasallar al soldado desconcertado por la violencia de su

realidad! La abdicaci.n de la +a*.n no le conduce a desprestigiarla guerra, le conr#a en la valide* de lo irracional, continuidaddel ro#anticis#o poltico de la segunda #itad del siglo [[ale#(n! La guerra co#o e-periencia interior abunda en los?contrastes )ue lejos de dar un car(cter contradictorio a nuestra vida, constituyen su car(cter grave@! En&rentarse con la ?revancade la #ateria sobre el espritu@: acer del #aterialis#o un valor!

Jünger constata la obsolescencia de la guerra de #ovi#ientobajo las Te#pestades de acero vertidas por la artillera, yconsidera )ue el n de este tipo de guerra es la derrota delidealis#o! Jean"icel 4al#ier nos recuerda )ue Ale#aniaconoci. el e)uivalente de la #atan*a de los j.venes 1adetes de la



Acade#ia 0eneral "ilitar de %aint1yr en la batalla deLange#arX, a nales de 787K! Estos j.venes anestesiados por lae#briague* de la acci.n encarnan el culto del eros#o sin objetocalicado de ?beatitud de los epilépticos@ por Galter Benja#n!

De eco, Jünger se aparta del eros#o in2til y se es&uer*apor entender el #aterialis#o )ue caracteri*a su tie#po! De a suobsesi.n por la técnica, te#a objeto de la constantecorrespondencia entre el escritor y /eidegger! As co#o lo seIalaDeco#bis, Jünger se a&erraba al pasado: sabia )ue la caballeraperda su pertinencia una ve* preparadas las trinceras! ?Latrincera convirti. a los co#batientes en asalariados de la#uerte@ 5La guerra co#o la e-periencia interior>! La vigilancia del#is#o Jünger ante las evoluciones t(cticas de la guerra esparadig#(tica de la del soldado en su trincera: se trata deco#prender con prag#atis#o las nuevas inc.gnitas del &en.#enopara anticiparse! En esto, las opiniones de Jünger, lejos de seringenuas, son un pensa#iento para la supervivencia!

El autor evoluciona al #aterialis#o por la i#posici.n de lascircunstancias: se trata de resistir estoica#ente bajo lastor#entas de acero! Aun)ue la guerra ?pierda al#a@, su principiode prueba sigue vigente y re&or*ado por las nuevas condiciones#ateriales! Las realidades tienen vocaci.n a ser a&rontadas: Jünger, pensador distinguido del realis#o conservador, se acercaa la &a#osa #(-i#a del 4rncipe %alina, el 0atopardo de

La#pedusa: ?Es necesario )ue todo ca#bie para )ue todo se)uede co#o est(@! Deco#bis anota al respecto co#o Jüngeracepta la ineluctable dictadura del #aterialis#o, es&or*(ndose aencontrarle una justicaci.n espiritual! El #aterialis#oconstituye, para él, la base de un nuevo orden #oral! La guerraco#o e-periencia interior ilustra este pensa#iento: ?las #()uinasson la inteligencia de un pueblo soldada al acero@!

?La revanca de lo brutal sobre lo senti#ental@ 5Deco#bis>: elregreso &ulgurante de los instintos pri#itivos y el verbo ?prena*i@de Jünger!

Jünger estudia la actitud del o#bre con&rontado cone-periencias e-cepcionales co#o ca#ino acia la esencia de suser! La verdad )ue encuentra es irracional, la propia de uninconsciente )ue se esconde bajo la capa de la +a*.n! Las causas:el ?oscureci#iento de la inteligencia por el cansancio, el venci#iento de la sensibilidad por la indi&erencia@ 5Deco#bis>!4ero esta ?salida de uno #is#o@ esta li#itada te#poral yespacial#ente al ca#po de batalla, ocasi.n de to#ar la justa#edida de s #is#o y de vivir la e-periencia privilegiada de la?anar)ua interior@ 5)ue Jünger tratar( de reencontrar por otros

ca#inos en tie#pos de pa*, #enos destructores para el pr.ji#o,co#o en la droga y en la e#briague*: Apro-i#aciones a las drogas



y e#briague*>! Esta e-periencia espiritual constituye un privilegio)ue no tiene vocaci.n de durar #(s )ue un instante, per#ite eldistancia#iento del #undo y la i#pasibilidad estoica de resistir!

En 78C;, después de una e-periencia con el L%D, escribi. un

pe)ueIo relato titulado 'isita a 0odenol#, cuya publicaci.ncoincidi. con el ensayo Las puertas de la percepci.n, de Aldous/u-ley! A#bos ensayos #arcan un ito en la aparici.n de losente.genos en la escena del siglo [[, pero con una di&erencia: Jünger en ninguna de sus p(ginas #encion. la palabra droga, niL%D, ni nada )ue se le pareciera! La reserva y la discreci.n asido la t.nica general de los libros de Jünger sobre substancias?visionarias@, ello nace del escepticis#o de Jünger!

La guerra co#o la e-periencia interior es la oportunidad delretorno, por el estrépito del co#bate, a los instintos pri#arios del

o#bre! na propensi.n al e)uilibrio entre el #iedo y lacuriosidad )ue incita a la acci.n ante el peligro! +eusando elnacionalis#o co#o principio e-plicativo del coraje de losco#batientesZ éstos son esti#ulados por pulsiones anteriores y#(s b(sicas: ?no )uere#os un #undo apacible y renado,)uere#os el #undo con la totalidad de sus posibilidades@ 5uego y %angre>! La ine-i.n a la acci.n es posible gracias aldescubri#iento de esta energa bruta e insospecada en ?una ra*anueva, del #(s elevado potencial, &or#ada en la dura escuela dela guerra )ue tiene a #ano el instru#ento de reali*aci.n de la

#uerte@ 5uego y %angre>! As, Jünger consigue la sntesis entre #aterialis#o ybrutalidad, entre #odernidad y barbarie! De ellos, e#ana unanueva espiritualidad, propia a la ra*a anterior#ente evocada5Deco#bis>! %us ideales, los encuentra en su recuerdo co#oteniente &uer*as de co)ue: el raciona#iento a sangre &ra y elcalor en la acci.n! En su e-tre#o esta idea re#ite a una apologaauda* y peligrosa de la e#briague* y de la violencia, )ue a sidoeti)uetada de ?&ascista@ por "arc 'anoostuyse en ascis#o yliteratura pura! En cierta #anera, pregura los lla#a#ientos a la

luca con un ?&uror sagrado@ de /itler )uien asu#ira laacusaci.n de barbarie en 3ure#berg 5@%, so#os unos b(rbaros y)uere#os ser unos b(rbaros! Es un ttulo de onor! %o#os los )uerejuvenecere#os el #undo! El #undo actual toca su n! 3uestratarea es de sa)uearlo@>! 3o obstante, la distancia #aniesta de Jünger respecto al #undo en general o el nacionalsocialis#o enparticular, per#itieron a sus introductores en rancia,especial#ente sus traductores /enri To#as y Julien /ervier, sueditor 1ristian Bourgois, o sus ad#iradores co#o Julien 0rac),de&ender al autor, una de las #(s grandes guras de la ?reacci.n

revolucionaria pre&ascista@ 5Ernst 3olte, El &ascis#o en su época>)ue constituy. la revoluci.n conservadora ale#ana!



C! n pensa#iento de sntesis y de ruptura: la guerra, laistoria y el destino

La controversia en cuanto al papel e-acto dese#peIado por Jünger en la revoluci.n conservadora y la di#ensi.n ?prena*i@ de

sus escritos nos re#iten a la relaci.n del escritor ale#(n con laistoria y a la poltica de la naci.n ale#ana! El #undo antiguo,&eli* y glorioso, col#ado de ar#ona y belle*a, debe pasar por laslla#as para ser puricado de sus debilidades!

"ilitarista al igual )ue su generaci.n, Jünger no pone en telade juicio la legiti#idad de la guerra: ?no se rebela contra la#arca del tie#po@ 5Deco#bis> intentando anticiparlo co#oilustra su relaci.n con el #aterialis#o! Del #is#o #odo )ue%pengler en La decadencia de Occidente, se #uestra sensible alas #et(&oras biol.gicas 5vegetales y ento#ol.gicas>, y desarrolla

una concepci.n cclica de la istoria parecida al rit#o de la vida:el desarrollo &ulgurante de Ale#ania bajo Bis#arcX era patol.gico y el #undo idealista )ue aba nacido bajo la je&atura prusianadeba inevitable#ente entrar en crisis, provocando la #uerte de la Ale#ania i#perial por su a&(n de provocar guerra!

4or eso Jünger considera, seg2n una perspectiva vitalista, )uela guerra es una ruptura los.ca en el conte-to de unacivili*aci.n ca#biante: tiene un e&ecto radical#ente roborativo, ya)ue eli#ina las debilidades contenidas en la Ale#ania i#perial! La Ale#ania del n del siglo [[ est( condenada, aun)ue Jünger sea

sensible a sus onores, co#o en la #edalla 4our le #érite, la #(salta condecoraci.n ale#ana )ue si#boli*a las largas tradiciones#ilitares prusianas! En el libro de protesta #eta&.rica contra elna*is#o, %obre los acantilados de #(r#ol, el #undo antiguo est(presentado co#o una edad de oro #arcada por una belle*a y unaar#ona )ue no dejan insensible a Jünger! %in e#bargo este#undo ideal debe prender en las lla#as para salir regenerado:aun)ue ?ese tie#po se &ue para no volver #(s@, y sea objeto de?una intratable #elancola@, el renacer de la vida es necesario!

La guerra, #o#ento de ine-i.n en el ciclo de la istoria: la

luca entre &uertes y débiles La guerra, siendo una prueba sinconcesi.n, no deja espacio ni a la debilidad ni a los )ue sere&ugian en la abstracci.n pura! En el #is#o registro, Jüngerescribe en El trabajador: ?en todos los pases )ue an participadoen la guerra, ay vencedores y vencidos@! Tanto para Jünger co#opara 3iet*sce, conviene eli#inar el ideal ante el eco, as co#oacer prevalecer la &uer*a ante el dereco 5Julien /ervier>! Lacolectividad se reconstituye en &unci.n de la lnea de ruptura, ya)ue el grado de devastaci.n del pas i#pone )ue lossupervivientes se concentren en los recursos restantes! Los

egos#os de la sociedad burguesa de perodo anterior a la guerra



dan sitio a la #ovili*aci.n total de las energas, para to#ar en#ano el destino de la naci.n a la ora de la gran prueba co#2n!

1atorce veces erido, co#o lo relatan las 2lti#as p(ginas deTe#pestades de acero, Jünger no se sorprende de su suerte! El

#o#ento de la 2lti#a erida, casi &atal, le causa una ?triste*ae-traIa@ 5Jean"icel 4al#ier>, pero Jünger espera resignado eldesenlace: ?tena la certe*a de estar irrevocable#ente perdido! \,cosa e-traIa, este #o#ento &ue uno de los pocos )ue &ueron verdadera#ente &elices! 1o#prend en ese segundo, co#o a la lu*de un rel(#pago, #i vida en su estructura #(s secreta 5!!>! Alld.nde estaba entonces, no aba #(s guerra ni ene#igo@!

M! Las bodas b(rbaras del o#bre y la técnica por Ernst Jünger y Galter Benja#in

En La guerra co#o la e-periencia interior, Jünger #aniesta

una loso&a )ue Deco#bis cualica de ?#(s pr.-i#a de la de las Jansenistas )ue de la de los antiguos griegos@: concibe unapotencia superior cuyos nes son escondidos pero jados deante#ano, y niega )ue s.lo el a*ar disponga del destino de losindividuos! El o#bre debe so#eterse sin )ueja a esta &uer*a,siendo la &e lo )ue per#ite superar la crisis! 4ero esta e-perienciaindividual tiene ta#bién connotaci.n colectiva: ?por)ue elpoderoso destino de los pueblos a sido e-peri#entado y su&rido através del destino del individuo@! As, el porvenir contingente delindividuo )ueda justicado por el destino de la co#unidad: Jünger

y Ale#ania se re&or*aron independiente#ente del resultado delconicto!

As co#o lo recuerda Deco#bis, Jünger estudia las ?bodasb(rbaras del o#bre y de la técnica@, y escribe )ue ?la guerra noes el n, sino el co#ien*o de la violencia@, sugiriendo )ue el viejoconicto entre los ele#entos )ue lla#a ?solares y tel2ricos@ acabade ter#inarse con la victoria de estos 2lti#os 5El trabajador>!

A este respecto resulta curioso )ue el rasgo predo#inante ensu obra te#prana Der Arbeiter 5El trabajador> sea su percepci.n

de la técnica y la descripci.n del ?tipo del trabajador@! Esta obraa sido una de las grandes inc.gnitas del ensayo poltico del siglo!?/a &ascinado y orrori*adoZ a#bas reacciones perduran astanuestros das! El espritu colectivo del trabajo ani#ado por la?gura del trabajador@ ace ver en la técnica una necesidad a)uererse! ue interpretada correcta#ente co#o una suerte de#aniesto totalitario en donde se describe con lucide* yentusias#o la aparente#ente i#parable #arejada de unicaci.nplanetaria pro#ovida por la técnica! Esto es sorprendente, ya )uese ve co#o clara#ente contradictorio con otros ele#entos de suobra te#prana: la nostalgia, el respeto por el nico )ui*(s lo#(s valioso de toda su obra, el eros#o, el eje#plo de las?posiciones perdidas@ condenadas a ser e-ter#inadas, pero )ue



representan el n2cleo in#ortal del o#bre! 4ero a)u en ca#bioy en La #ovili*aci.n total se describe con una aparente&rialdad o, #(s bien, clnica distancia, la conversi.n de la sociedadcon el desenvolvi#iento arrollador de la técnica, guiada por el2nico tipo u#ano )ue aora posee sentido: el trabajador@!

Galter Benja#in, en Direcci.n 2nica, contesta ir.nica#ente a Jünger y su #isticis#o, en el #is#o registro le-ical: ?es seIal dea#ena*adora con&usi.n por parte de la co#unidad #oderna elto#ar esta e-periencia 5de e#briague*> por algo insignicante)ue se pueda descartar, co#o lo es el dejar esta e-periencia a#anos del individuo )ue la tras&or#a en un delirio #stico bajo elcielo de bellas noces estrelladas! 3o, 5la con&usi.n> se i#pone denuevo en cada época, y el pueblo y las ra*as escapan de ella bienpoco! 5]> %e ecaron en ca#po raso #asas u#anas, gases y&uer*as eléctricas! 1orrientes de alta &recuencia atravesaron lospaisajes, nuevos astros se elevaron en el cielo, el espacio aéreo ylas pro&undidades #arinas resonaron con el ruido de las élices, ypor todas partes cava#os en la Tierra "adre oyos para elsacricio! Este gran novia*go con el cos#os se reali*. por pri#era ve* a escala planetaria, es decir bajo la &or#a de la técnica! Latécnica traicion. la u#anidad y trans&or#. el leco nupcial enun baIo de sangre@!

1o#o lo sugiere Benja#in, e-iste un la*o entre la estética jüngeriana y las &or#ulas y te#(ticas del +eic: la di#ensi.n

cos#ol.gica, el culto del sacricio y la e-altaci.n de la tradici.neroica de la 0ran 0uerra constituir(n la base la propaganda na*i!%in e#bargo, la ?belle*a de la cat(stro&e@, con la cual Jünger#antendr( sie#pre una relaci.n a#bigua, ser( para el autor de%obre los acantilados de #(r#ol, a pesar de los sarcas#osdolorosos de Benja#in, el punto de partida de un aleja#iento#uco #(s pro&undo )ue el de 0ott&ried Benn )ue presidi. la Acade#ia de poesa de +eic! %er( un verdadero ?el e-iliointerior@ en tie#pos de grandes tor#entos!

=! %obre los acantilados de #(r#ol

Juan"iguel 4al#ier recuerda )ue ?el <K de junio de 78KU, Jünger celebra con ca#p(n el anuncio del ar#isticio y guarda losleptinopartsa capturados en los jardines salvajes de la Essq#es!Los 2nicos presos )ue i*o, durante la ca#paIa de rancia, eseste puIado de dor&oras@! 4al#ier, cuya obra es la )ue, entretodos los co#entarios sobre la vida y la obra de Ernst Jünger, seapro-i#a #(s a la biogra&a del autor, seIala )ue elposiciona#iento del escritor ale#(n en la %egunda 0uerra"undial, ser( #uy di&erente a su e-periencia de co#batiente veinticinco aIos antesZ %u sola a*aIa consistir( en salvar a

j.venes soldados i#prudentes )ue se aban acercadoe-agerada#ente al rente con el n de to#ar &otogra&as!



Después de aber escrito dos ensayos )ue parecan ?preparar@ elna*is#o 5El trabajador y La #ovili*aci.n total>, %obre losacantilados de #(r#ol, su te-to #(s célebre, lo alejara de susactitudes belicistas iniciales y cultivar( la l.gica aristocr(tica dela distancia ya presente en sus pri#eros te-tos, #anteniéndose

lejos del nacionalis#o agresivo de los nacionalsocialistas y de loscrculos ociales de la +A durante #ucos aIos!

%obre los acantilados de #(r#ol en parte por orgullo, Jüngernunca se adjudic. este libro co#o ?resistencia@ al régi#en na*i,co#o &ue vasta#ente interpretado en el e-tranjeroZ para el autor,se trata #(s bien de de&ender la universalidad y per#anencia desu valor! El te#a puede ser considerado co#o una recurrencia dela obra jüngeriana, la desco#posici.n y derru#be de un orden! \ la actitud )ue ante esta situaci.n puede y debe to#ar laindividualidad, el ?2nico@ 5der Ein*elne>, de #anera de acceder asu n2cleo indestructible, lo perdurable! 4osterior#ente su ensayoclandestino La 4a*, aparecido clandestina#ente poco antes elatentado contra /itler de julio de 78KK, incitar( a la juventudeuropea a superar rencores! /asta la alegra de Jünger ante lareconciliaci.n &ranco ale#ana y la 1onstrucci.n europea! ranfois"itterrand, una de las personalidades pacistas )ue ali#entaronel proceso, denir( al autor co#o un ?gran eje#plo de o#brelibre@!

La gura de Jünger continua siendo objeto de debate en los

crculos intelectuales: tanto en Ale#ania donde su estilo &ue #uyatacado, o en rancia donde a sido objeto de consideraci.n! %ine#bargo son nu#erosas a2n las obras, co#o la de "arc 'anoostuyse, )ue ase#ejan injusta#ente al autor, con escritoressensible#ente #(s niilistas co#o Ernst von %alo#on )ueescriba: ?el caos es #(s &avorable para el &uturo )ue el ordenZsalvando la patria del caos, cerra#os la puerta del &uturo yabri#os ca#ino a la renuncia@!

9! /eliopolis y +adiaciones

Otro de los te#as recurrentes )ue Jünger trat. en varios de

sus libros &ue el nal de la istoria, y entre otras cosas de losinnitos procesos bélicos )ue an levantado cabe*a a lo largo delsiglo [[! %eg2n Jünger, la globali*aci.n de las co#unicacionestanto &sicas co#o #edios de in&or#aci.n, invitan a este punto dela istoria a la creaci.n de un estado #undial, pero noentendiendo este co#o un estado totali*ador, sino co#o unaad#inistraci.n #ni#a para la gesti.n de los proble#as co#unesco#o el #edio a#biente, o las ansias de poder de recurrentesdictadores, y dando libertad de acci.n a cada una de las naciones y pueblos en los te#as particulares!

Otro gran te#a tratado en la obra de este pensador es laretirada de los dioses, o #ejor dico, la entrada en escena de los



titanes! %eg2n su visi.n, los antiguos cultos a divinidades,o#nipresentes en las civili*aciones u#anas, an sidosubstituidos en la cultura occidental por una concepci.npura#ente #ecanicista de la e-istencia, un proceso )ue adesposedo de al#a al #undo, velando la trascendencia y

a#ena*ando arrasar el espritu u#ano y e-tender su poder dedestrucci.n al #undo natural, ogar co#2n de todos nosotros! Jünger ta#bién recuerda )ue las sociedades u#anas nacieroncon el culto a los di&untos, y apunta )ue nuestra cultura es lapri#era en la istoria )ue ignora el #o#ento del tr(nsito! Aspues, en opini.n de Jünger, nuestra civili*aci.n no puede ser otra)ue la del n de los tie#pos o en todo caso, llevarnos sin soluci.nde continuidad a un proceso de ine-i.n en el )ue una nuevaconcepci.n a de nacer, esta ve* representando una uni.n entrelo aportado por la ciencia y lo atesorado por los antiguos cultos

religiosos!En /eliopolis, con #(s o #enos opti#is#o, Jünger sit2a la

e-periencia visionaria co#o punto de ine-i.n de esta carrera de velocidad )ue no nos lleva a otra parte )ue a esta#parnos contrael rgido #uro de nuestra soberbia! Las #is#as ideas #arcaranta#bién el desarrollo posterior de Jünger! En una sucesi.n deensayos y novelas #antiene una presencia i#ponente, no e-entade &uerte controversia ocasionada casi invariable#ente por suobra te#prana, en la literatura conte#por(nea, aun)ue no se lepueda clasicar en corriente alguna! A)u se presenta una lista

inco#pleta!El contundente ensayo "(s all( de la lnea 578CU> )ue

constituye un di(logo con /eidegger! Tratado del rebelde 578C7>,traducido ta#bién co#o La e#boscadura, en donde la posibilidadde retiro a una selva interior a &ascinado a generaciones! +ivarol578CM>, un pr.logo a la antologa de este autor epigra#(tico, unilustrado )ue usa las ar#as de la lustraci.n para criticar a la+evoluci.n rancesa, con el )ue Jünger sie#pre a sentido unparentescoZ este pr.logo es una de las #ani&estaciones polticas#(s i#portantes del autor y adicional#ente es una de&ensa contrala crtica de ser un dandi! El libro del reloj de arena 578C=>, endonde parte de su &ascinaci.n por un tipo de #edici.n del tie#po)ue todava no llega al ?tie#po #ec(nico@ del reloj posterior, ydeja ver el diagn.stico sobre la civili*aci.n conte#por(nea! Abejas de cristal 578C=>, otra novela de anticipaci.n! En la #uralladel tie#po 578C8>, un ensayo en donde intenta reconciliar alo#bre con la naturale*a, con el )ue crculos ecologistasposteriores de los )ue el autor guarda distancia, co#o con algunae-tre#a dereca )ue lo sigue venerando se an identicado! En"(-i#a#ni#a 578MK> pone la otra cara de El trabajador, el

peligro del do#ino técnico y la respuesta posible! En Apro-i#aciones 578=U> abla sobre sus e-peri#entos con drogas



en su juventud, y sobre los grados de ebriedad, su valor ritual ycognitivo, y la pérdida del #is#o en una era de degradaci.n de losacral!

Donde las viejas i#(genes an desaparecido, dice Jünger, el

o#bre debe colocar i#(genes nuevas! Los cultos _concluye nopueden perdurar sin i#(genes! A2n en el desierto es precisocolocar co#o #ni#o una piedra! 1on su obra, Jünger parecieraproponerse territoriali*ar el #undo con i#aginarios deudores desu visi.n poética! /ay en él una onda desconan*a antecual)uier interpretaci.n teleol.gica de la istoria! En el &ondo,dice, ésta no es ni a sido nunca otra cosa )ue la acu#ulaci.n de#ucos aciertos y #ucos errores! La istoria, concluye, no esrectilnea sino #tica, recursiva, cclicaZ un laberinto )ue noconduce al o#bre acia verdades nuevas sino a par(bolasnuevas! La e#boscadura sera una de esas par(bolas con )ue Jünger dibuja nuestro presente, tie#po si#boli*ado para él en#ucas i#(genes des#oronadas y en un e-ceso de conosprecarios! Jünger &ue testigo de e-cepci.n del siglo [[! Ale#(n,particip. co#o co#batiente en las dos guerras #undiales!4resenci. todos los &en.#enos centrales de nuestra época: la4ri#era y %egunda 0uerra, la 0uerra ra y su nal, lareunicaci.n de su patria!!! 1o#en*. a escribir sus diarios en78;8! Los &ue titulando +adiaciones!



Ernst Jünger: el ter!er )0roe

Ale1ander Dugin

Ernst Jünger es un destacado escritor ale#(n, cuyo destinoliterario y poltico es un s#bolo cl(sico de todo lo )ue sea vanguardista, ani#ado, y no con&or#ista en la cultura europea delsiglo [[!

4articipante y testigo de dos guerras #undiales, uno de loste.ricos principales de la +evoluci.n 1onservadora ale#ana de78<U a 78;U, inspirador del nacionalsocialis#o, )uienr(pida#ente se convirti. en un ?disidente de la dereca@ despuésde )ue /itler llegara al poder, sobreviviente a la desaprobaci.n

ocial durante el totalitario +eic, s.lo para ser condenado alostracis#o por los vencedores durante la ca#paIa de?desna*icaci.n@, cuyo talento y pro&undidad de pensa#iento leper#iti. superar el sesgo de ?de#.crata@!

/oy en da, Jünger es considerado por dereco propio co#o el?e#ble#a del siglo [[@, un portavo* no s.lo de la ?generaci.nperdida@, sino del ?siglo perdido@, lleno de luca apasionada ydra#(tica de los 2lti#os golpes sagrados de la vida nacional encontra de la blas&e#ia so&ocante de la universalidad tecnocr(ticaconte#por(nea!

Jünger es autor de nu#erosas novelas, ensayos, artculos ycuentos! Es #uy variado, vers(til, co#plejo y en ocasionescontradictorio y parad.jico! 4ero el te#a principal de sus obras essie#pre el #is#o: El Trabajador, en el centro, personaje casi#eta&sico, cuyo #aniesto y latente presencia se ace sentir entodas sus pie*as! 3o es ninguna coincidencia )ue el #(s conocido y conceptual de sus libros, )ue él estuvo editanto y reescribiendodurante toda su vida, se lla#e El Trabajador!

El Trabajador, Der Arbeiter, es el tipo central de todas las

tendencias polticas, artsticas, intelctuales y los.cas, )ue, apesar de su diversidd, se re2nen en el concepto de ?revoluci.n



conservadora@! El Trabajador es el principal éroe de larevoluci.n, su sujeto, su eje e-istencial y estético!

Esta#os ablando de un tipo especial de o#bre #oderno, )ueen una e-periencia #(s crtica de la realidad pro&ana, estando en

el cora*.n del #ecanis#o tecnocr(tico sin al#a, en las entraIasde ierro de la guerra total o del trabajo industrial in&ernal, en elcentro del niilis#o del siglo [[, encuentra en s #is#o un#isterioso punto de apoyo, lo )ue le lleva al otro lado de la?nada@, a los ele#entos de una despierta y espont(nea sacralidadinterior!

A taravés de la into-icaci.n con el #undo #oderno, ElTrabajador de Jünger percibe la in#ovilidad radiante del 4olo, el&ro cristal de la objetividad, en el )ue la tradici.n y el espritu noaparece co#o algo viejo, antiguo, sino eterno, co#o el eterno

retorno al origen inte#poral! El Trabajador no es un conservadoro progresista! l no es un de&ensor de lo viejo ni apologista de lonuevo! l es el Tercer /éroe, tercer éroe i#perial 5seg2n3ieXisc>, el nuevo Tit(n, en los )ue, a através de laconcentraci.n #(s e-terna de #odernis#o en sus &or#as #(s venenosas y trau#(ticas, a través del caos industrial y &rontal, seabre un especial aspecto trascendental, )ue lo #ovili*a por unacto #eta&sico y eroico!

Los Trabajadores son personas de trinceras, &(bricas,?n.#adas del as&alto@, privados de laerencia de la civili*aci.n

tecnocr(tica, to#ando el desa&o de una realidad dividida yacu#ulando en sus al#as las energas especiales de una granrebeli.n, tan brutal y objetiva co#o la naturale*a agresiva dela#biente industrialburgués!

Ernst Jünger es el creador del concepto polticoideol.gico dela ?#ovili*aci.n total@ )ue se convirti. en la base te.rica ylos.ca para #ucos #ovi#ientos revolucionariosconservadores! ?"ovili*aci.n total@ es la necesidad de undespertar general de la naci.n con el prop.sito de construir unanueva civili*aci.n, en la )ue éroes y titanes, portadores de la

lla#a de la +evoluci.n 3acional nacen voluntaria#ente desde elabis#o de la alienaci.n social, pero estar(n en el centro!

4ero, seg2n Jünger, la ?#ovili*aci.n total@ de las #asas, lasnaciones, los pueblos, se basa en una especial, 2nica y e-istenciale-periencia sin la cual la +evoluci.n se convertir( en una &or#adegenerada #aterialista, o reani#ada por reaccionariosconservadores &ariseos!

Es por eso )ue al aspecto e-istencial se le da prioridad en lasobras de Jünger, )ue #uestran una galera co#pleta de tipos del

?Tercer /éroe@, )ue est( siguiendo el ca#ino de la revoluci.ninterior, la e-ploraci.n de las &or#as #(s e-tre#as y arriesgadas:



guerra, #isticis#o, drogas, erotis#o, estados ps)uicos&ronteri*os! La &.r#ula de 3iet*sce de ?lo )ue no #e #ata, #eace #(s &uerte@ es el credo de Ernst Jünger en la literatura, asco#o en la vida! Al igual )ue sus personajes!

En una carta al editor de la revista belga Antaios, 1ristoper0erar, Jünger escribi.: ?El siglo [[ ser( el siglo de los Titanes, yel [[, el siglo de los Dioses@!

Ernst Jünger: radia!iones de un es!ritor reolu!ionario

ED#A%DO &2%LAN

na #(-i#a con #uco de cierto es la )ue dice ?nadie espro&eta en su tierra@, por lo )ue ay )ue aceptar )ue los pasesrara ve* conceden i#portancia a sus verdaderos talentos! En elcaso particular de Ale#ania an eco de 0oete el paradig#a desu cultura y an ecado a un injusto olvido a 0eorg 1ristopLictenberg, un o#bre vers(til, #(s inteligente e interesante y#enos pretencioso, conte#por(neo al autor de ?austo@!



gual#ente, el n de la %egunda 0uerra "undial provoc. enlos ale#anes alterar sus puntos de vista y, tras acer un ajuste decuentas con el pasado, satani*aron a varias personas, entre ellas aErnst Jünger, al )ue vilipendiaron y le colgaron el sa#benito de?proto&ascista@ y )ue, si bien al nal tuvo un reconoci#iento

tardo en su tierra natal, all. #(s aceptaci.n en otras naciones,por eje#plo, cuando #uri. una revista gala lo procla#. en suportada co#o ?ijo espiritual de rancia@!

El ideal ale#(n es la gura del ?/o#bre del +enaci#iento@,a)uel )ue tiene #2ltiples intereses y )ue es e-celente en todosellos, al estilo Leonardo da 'inci, pues los ger#anos tienden aespeciali*arse en alg2n terreno! 0oete intent. alcan*ar el idealpero ay )ue reconocer )ue &all. en #ucos aspectos, #ientras)ue Lictenberg era un sorprendente l.so&o, escritor ydivulgador de sus puntos de vista, por de#(s brillantes, sin nisi)uiera proponérselo!

4ues lo cierto es )ue en dos ocasiones ese ideal se alcan*. enla naci.n tedesca por va de los #encionados Lictenberg y Jünger! El pri#ero era pro&esor universitario, &sico, cronista, tutorde alu#nos ingleses, (vido investigador cientco, escritor,#ujeriego, responsable, serio cuando gracioso y gracioso cuandoserio, pcaro y una de las #entes #(s agudas )ue no dej. unaobra siste#ati*ada, sino tro*os de ingenio recogidos luego en los%üdelbücer 51uadernos de Apuntes> en )ue escriba lo )ue le

vena a la #ente, testi#oniando su genialidad!En el caso del segundo, &ue ento#.logo, l.so&o, soldado 5en laLegi.n E-tranjera rancesa, en el Ejército del 6aiser, en losgrupos para#ilitares reiXorps y en la Ger#act>, entusiastabelicista, activista reaccionario, opositor del na*is#o, a#igo el,editor, diarista, testigo de su tie#po, observador agudo conpropuestas pro&undas e inteligentes, tolerante en lo poltico, una#ente l2cida y propositiva, investigador de los e&ectos de lasdrogas, )uien an(loga#ente a Lictenberg escriba susocurrencias e inti#idades en sus diarios] algo #(s

A2n as, las contradicciones est(n presentes en Jünger ydebe#os aceptar )ue sus errores obraron ta#bién en subenecio, aciéndolo un ser #(s ree-ivo y de #ente abierta, unpersonaje tridi#ensional y no un individuo percibido de #anera#ani)uea: buenobueno o #alo#alo! %orprende verlo en su edad#adura recorriendo el espectro poltico de Ale#ania durante la+ep2blica de Gei#ar de cabo a rabo, y, con ello, creando una#entalidad tolerante )ue después opondra una callada peroe&ectiva resistencia al régi#en de /itler al negarse a colaborarcon él! Ta#bién debe ser considerado el puente en el sentido no

sola#ente cultural entre el siglo [[ y [[, sino ta#biéncronol.gico, pues naci. en 798M y #uri. en 7889!



)ue no se titul.! %in e#bargo, edit. la revista Die nvergessenen5Los inolvidables>! A su ve*, en 78<C se cas. con 0reta von Jeinsen 5conocida en sus diarios co#o 4erpetua> y en 78<M leenvi. su libro Blut und euer 5%angre y &uego> a /itler con unadedicatoria! 3o obstante, no i*o intentos por acercarse al 4artido

3a*i!4osterior#ente se i*o de un crculo de conocidos establecidos

en la poltica de #uy diversas orientaciones: el anar)uista Eric"üsa#, el participante en el golpe de Estado de 6app Ernst von%alo#on, el nacionalista ran* %caubecXer, el antibelicista yco#unista Ernst Toller, el nacionalbolcevi)ue Ernst 3ieXisc5cado en desgracia por escribir contra /itler, )uien, por cierto,aparece con el pseud.ni#o de 1ellaris el prisionero en losdiarios de Jünger>! En 78<M nace su pri#ogénito Ernst y en 78<9escribe Das abenteuerlice /er* 5El cora*.n aventurero> y en78;< su ensayo #(s polé#ico: Der Arbeiter 5El obrero>! Lapublicaci.n de este pas)un puede considerarse co#o el #ayorerror co#etido por Jünger ya )ue le granje. la si#pata delnaciente régi#en nacionalsocialista y el desprecio y la perenne#ala &a#a para las generaciones &uturas!

A pesar de los continuos es&uer*os del partido por gan(rselo,su negativa a ser parte del aparato na*i le trajo proble#as )uelogr. #anejar discreta#ente! Tras la to#a de poder en 78;;, la0estapo cate. su casa dos veces con el prete-to de sus ne-os con

co#unistas! En 78;K nace su segundo ijo Ale-ander y ade#(sedit. su libro Die totale "obil#acung 5La #ovili*aci.n total> y en78;8 Au& den "ar#orXlippen 5En los acantilados de #(r#ol> )uea sido considerada una velada crtica al régi#en na*i!

+adiaciones: el auténtico retrato de un ser u#ano

La guerra de 78;8 lo recibi. con una orden de alista#iento y elrango de capit(n! 1ontrasta con su actitud entusiasta durante lapri#era guerra pues su concepci.n de guerra a ca#biado: dee-periencia &sica 5eros#o> a e-periencia intelectual5su&ri#iento>!

To#a parte en la lla#ada drqle de guerre y recibe una cru* deierro al recuperar dos cad(veres de soldados! De a)u es enviadoa la guarnici.n de 4ars co#andada por el general von %tülpnagel,donde se pondr( en contacto con destacados #ilitares opositoresa las crueldades de la %% y de la 0estapo en la asociaci.n lla#ada0eorgsrunde 5La #esa de san Jorge>! Todas sus e-periencias las volc. en sus diarios lla#ados %tralungen 5+adiaciones>, y )ueson el veculo #(s auténtico para llegar a conocer al o#bre entodas sus &acetas: su ingenio verbal, su agude*a de observaci.n,su e-tensa cultura, sus #2ltiples intereses lla#a ?ca*a sutil@ a lacaptura de insectos para e-a#inarlos y su eclecticis#o en loste#as )ue #enciona! %on docu#entos &ascinantes en los )ue sus



anotaciones se interesan y ocupan de todo! %e devela un esprituuniversal y cos#opolita, esto es, sin &ronteras ni l#ites! 3o es unlibro, sino el retrato de un car(cter #adurado por la e-periencia yla tolerancia! En este caso no se toca un conjunto de papelplegado sino a un o#bre!

+adiaciones 7 est( con&or#ado por 0Rrten und %traen5Jardines y carreteras>, 7! 4ariser Tagebuc 54ri#er! diario de4ars> y 6auXasisce Au&*eicnungen 5Bocetos del 1(ucaso>!Dentro de ellos critica a los jerarcas na*is: /itler es #encionadoco#o 6niébolo, 0oebbels co#o 0randgoscier y /i##ler co#o%cinderannes y abierta#ente pide la derrota de su gobiernoinjusto! 4ero no se li#ita a eso, pues ta#bién #encionaencuentros con artistas y genios co#o los pintores Abel Bonnard,4ablo 4icasso y 0eorges Bra)ueZ los escritores Léautaud, %aca0uitry, Jean 1octeau, "arcel de Jouandeau, el gneo y visceralLouiserdinand 1éline _#encionado co#o "erline, André 0ide,Leon Bloy, /enri de "onterlant y una galera de personajes notan &a#osos pero igual#ente interesantes!

En 78K<, von %tülpnagel lo enva a +usia a )ue corrobore suspuntos de vista vertidos en Der Arbeiter al tratar directa#entecon el pueblo ruso y, velada#ente, a evaluar la #oral de losociales para saber si les respaldaran si se llevase a cabo unatentado contra /itler! Debido a )ue se neg. a aIadir ?&rasesconvenientes@ a # %talgeFittern y alabar al siste#a poltico

regente tanto por #edio de un libro i#preso co#o condeclaraciones p2blicas, se le veta la publicaci.n de sus librosneg(ndole el papel! 4arte ru#bo a 4ars asta )ue se le da de bajaen el ejército y se le no#bra co#andante del 'olXsstur# 5"iliciapopular> en la regi.n en )ue vive! Aconseja a sus subordinados nooponer resistencia a las tropas aliadas! %u ijo Ernst #uere ennovie#bre de 78KK en 1arrara y con ello decide dar &or#a nal aun lla#a#iento )ue estaba redactando desde el <M de julio de78K;: Der rieden 5La pa*>! El n de la guerra lo sorprende con lallegada de los ingleses, )uienes ta#bién le i#piden publicar pornegarse a llenar un cuestionario de desna*icaci.n! +adiaciones <se co#pone por <! 4ariser Tagebuc 5%egundo diario de 4ars>,6ircorster BlRtter 5/ojas de 6ircorst> y Der /ütte a#Geinberg: Jare der OXXupation 5La cabaIa en el viIedo: AIos deocupaci.n>!

na ve* ter#inado el conicto bélico, viene un periodo deree-i.n )ue re#atar( en 78K8 con la publicaci.n de /eliopolis,una utopa! A partir de 78CM co#en*. a obtener reconoci#ientosen Ale#ania y a partir de 78== &ue condecorado en el e-tranjero,en especial en rancia, talia y EspaIa! En 78MU #uere su esposa

0reta y se casa nueva#ente en 78M< con Liselotte Lorer,#encionada en sus diarios co#o %teierlein 5Taurita>, por su signo



*odiacal! 4osterior#ente se edita %tralungen ;: %ieb*ig verFet5+adiaciones ;: pasados los =U>, en el )ue narra sus viajesalrededor del #undo de 78MC a 78=U, en especial a Oriente 51ina y Jap.n>, $&rica 5Angola> y Europa 5talia>! +esulta inusitado )ueun occidental llegue a la esencia de un concepto tan pro&undo

co#o lo es el jardn de piedras ^en del te#plo +ioanji en 6ioto,una obra a la ve* tan enig#(tica, er#ética y si#ple y, )ue a su ve*, lo analice con tanto deteni#iento y lo describa con tantodeleite co#o Jünger!

En 78== escribe otra utopa, Eu#esFil y tiene encuentros coni#portantes personajes, co#o Gerner /iesenberg, "artin/eiddeger, 0olo "ann, Alberto "oravia, riedric Dürren#att y Jorge Luis Borges! ranfois "iterrand y /el#ut 6ol lo visitanconjunta#ente en 788;! Este gran genio ale#(n #uere en 7889 ya su entierro acudieron <UUU personas, entre ellas, unrepresentante del gobierno ale#(n!

+evista El paseante n2#! 7K!

Ernst Jünger, un +ensador !ontra!orriente

Antonio Es!o)otado



Ernst Jünger abra cu#plido 7U; aIos el <8 de #ar*o pr.-i#osi su prodigiosa salud no ubiese dico basta unas pocas se#anasantes! /ace siete aIos, cuando le conoc, iba aco#paIado por sua#igo Albert /oY#ann el )u#ico descubridor de la L%D y&or#aban una pareja sorprendente, asta cierto punto parecida a

la de Alonso kuijano y %anco! Apur. dos vasos de vino en a)uellapri#era cena, y abl. de loso&a y de drogas con autoridaddeslu#bradora! A #i juicio )ue Jorge Luis Borges co#partae-presa#ente Ernst Jünger es el #ayor prosista del siglo, juntocon "arcel 4roust, ran* 6a&Xa y el propio Borges! %.lo puedore#itir para ello a obras co#o Juegos a&ricanos, )ue describe sue-periencia en la Legi.n E-tranjera, donde se enrol. a los 7=aIos, los prodigios e-presivos de El cora*.n aventurero o ele-tenso &resco de i#presiones y ree-iones representado por sus volu#inosos Diarios! 4ero Jünger no s.lo &ue un prosista

e#inente, sino )ui*( el pri#er ont.logo de su época!/e a)u una #uestra, e-trada de +adiacionesW<: Acerca del

estilo! El e#pleo del sustantivo es, en todos los casos, #(senérgico )ue el e#pleo de las &or#as verbales! %e sentaron aco#er es #(s débil )ue %e sentaron a la #esa o )ue %esentaron para la co#ida! %e arrepiente de lo eco es #(sdébil )ue %e arrepiente de la acci.n! Es la di&erencia entre el#ovi#iento y la sustancia! Este guerrero redact. una dia#antinade&ensa de la rebelda y la reconciliaci.n en La e#boscadura, )ue&unda la persona singular soberana sobre un reca*o a las

insidiosas &or#as #odernas de la crueldad, cuando se an borradolas &ronteras entre el servicio #ilitar y el cri#en! El libro,publicado original#ente en 78C7, la#enta )ue los poderososayan ido ascendiendo poco a poco por los escalones de lospartidos, pues esa circunstancia dis#inuye desde el principio lasdotes para ejecutar actos )ue estén orientados acia la totalidad,es decir: acuerdos de pa*, juicios, estas, donaciones yacrecenta#ientos! Las culturas son casi sie#pre &unerarias, en elsentido de )ue las personas s.lo se acen respetables al alcan*arun estatuto cadavérico!

Es vaticinable, pues, )ue Jünger inspire aora co#entariosagiogr(cos y un recrudeci#iento de las crticas, por la parte)ue pudo corresponderle en el belicis#o de los aIos <U y ;U! %ine#bargo, le recordaré sie#pre co#o era en vida: un ancianocoronado de nieve, gentil y distante, )ue enseIaba a escribir y a#irar cuando tantos otros le sugeran #andar y ser #irado! Elauténtico proble#a dijo cierta ve* es )ue una #ayora no )uierela libertad y a2n le tiene #iedo! 4ara llegar a ser libre ay )ue serlibre, pues la libertad es e-istencia, concordancia consciente conla e-istencia, y es el placer, sentido co#o destino, de acerla

realidad!



ttp:WWFFF!escootado!org

El meridiano !ero: la dis+uta de 3eidegger !on Jünger

DIE'O TATI(N

%i bien la ree-i.n eideggeriana del niilis#o y de la técnica

est( in#ediata#ente circunscripta a la lectura de la obra de3iet*sce seg2n el #odo re&erido, co#o conte-to #ediato puedeseIalarse la ?cultura de la crisis@ )ue ocupa los pri#eros deceniosdel 3ovecento en Europa! Toda una ?literatura de la crisis@, )uese inicia paradig#(tica#ente con La decadencia de Occidente5787978<<> de OsFald %pengler, constituye la at#.s&eraintelectual )ue est( a la base de algunos t.picos centrales de laobra de /eidegger, aun)ue seg2n un trata#iento )ue co#portaun estilo los.co co#pleta#ente distinto!

%in duda entre los re&erentes centrales de esa literatura de lacrisis cabra no#brar la ree-i.n de +o#ano 0uardini sobre latécnica en las 1artas del lago de 1o#o 578<=>Z El puesto delo#bre en el cos#os 578<9> de "a- %celerZ El espritu europeo578<8> de Leopold ^ieglerZ El #alestar en la cultura 578<8> dereudZ La situaci.n espiritual de nuestro tie#po 578;7> de JaspersZ La crisis de la civili*aci.n 578;C> de /ui*ingaZ el /usserlde la 1risis de las ciencias europeas 578;M>Z los trabajos de crticade la sociedad, a partir de los aIos veinte, de Adorno y/orXei#er y entre ellos el #(s l2cido y a#argo, la Dialéctica delilu#inis#o 578KK>, escrito desde el e-ilio en pleno derru#be de

Europa!3o obstante, de entre los escritores )ue an sido vinculados a

la lla#ada ?revoluci.n conservadora@ en Ale#ania@, el #(spr.-i#o a /eidegger es sin duda Ernst Jünger! Algunosi#portantes escritos eideggerianos de la postguerra tienen lugaren perspectivas abiertas por Jünger #(s de veinte aIos antes! Enparticular la pri#aca )ue ad)uiere en el pensa#iento de/eidegger el proble#a de la técnica en %er y Tie#po la palabra?técnica@ no aparece #(s )ue dos veces y de #aneracircunstancial, segura#ente tiene uno de sus #otivos en lalectura de los escritos de Jünger a co#ien*o de los aIos treinta!En un te-to escrito en 78KC 5publicado en 789;>! )ue contiene lo



esencial del descargo de /eidegger ante la co#isi.n depuradoraencargada de la desna*icaci.n en la niversidad de riburgo ,ay una e-tensa #enci.n a los trabajos de Jünger )uetrascribi#os: ?En 78;U aba aparecido el artculo de Ernst Jünger sobre la #ovili*aci.n total, en el )ue se anunciaban los

rasgos b(sicos de su libro El trabajador, aparecido en 78;<! Estosescritos los aba estudiado!!! en crculos reducidos y abaintentado #ostrar c.#o en ellos se e-presaba una co#prensi.nesencial de la #eta&sica de 3iet*sce, por cuanto en el ori*ontede esta #eta&sica est(n vistas y previstas la istoria y laactualidad de Occidente! 4ensando a partir de estos escritos, y#(s esencial#ente a2n a partir de sus &unda#entos, pens(ba#oslo )ue abra de venir, es decir, trat(ba#os de a&rontarlodebatiéndolo! En a)uel entonces, #ucos otros ta#bién abanledo estos escritosZ pero!!!, se los dej. de lado y no se repar. en

su trascendencia! En el invierno de 78;878KU estudié otra ve*,con un grupo de colegas, el libro de Jünger El trabajador yco#probé cu(n e-traIos eran a2n entonces estos pensa#ientos yc.#o resultaban cocantes, asta )ue &ueron raticados por losecos! Lo )ue Ernst Jünger piensa con las ideas del do#inio y lagura del trabajador y lo )ue ve a la lu* de estas ideas es eldo#inio universal de la voluntad de poder en la istoria, vista ensu e-tensi.n planetaria! Todo se encuentra oy en esta realidad,ll(#ese co#unis#o, &ascis#o o de#ocracia #undial@! La relaci.nintelectual con Jünger, cuyo co#ien*o es #entado por /eidegger

en la cita anterior, tiene su docu#ento #(s i#portante en ladiscusi.n )ue #antuvieron sobre el niilis#o en dos escritosdecisivos )ue datan de 78K8 5el de Jünger> y 78CC 5el de/eidegger> respectiva#ente! Lla#ado ber die Linie5nor#al#ente vertido por %obre la lnea, aun)ue vere#os )ue elsentido del über presentar( proble#as de gran &ecundidad, por lo)ue su traducci.n no es para nada sencilla>, el artculo de Jüngeres una contribuci.n a un volu#en colectivo en o#enaje a/eidegger con #otivo de su se-agési#o cu#pleaIos!+ecproca#ente, la respuesta de /eidegger lleva el #is#o ttulo

ligera#ente #odicado, ber ?Die Linie@ 5%obre ?La lnea@>,donde no s.lo las co#illas #arcan una di&erencia signicativa,sino )ue ade#(s, seg2n e-plicitar( /eidegger al co#ien*o delte-to, el sentido del ber es a)u co#pleta#ente diverso> eintegra, a #odo de contribuci.n, un volu#en o#enaje a Jünger,publicado al cuidado de Ar#in "oler! %i bien, co#o ya se dijo,los escritos de Jünger de los aIos treinta son una de las causas dela decisiva irrupci.n de #otivos co#o la #eta&sica de la voluntadde poder y el proble#a de la técnica en el pensa#iento de/eidegger 5a partir de 78;C>, el te-to sobre el niilis#o de 78CCtiene #arco en un #o#ento en el )ue /eidegger dice aber salido ya del ?abis#o@ de 3iet*sce, )uien no obstante ocupa el centrode la disputa!



El objeto de discusi.n propuesto por Jünger es el ?#eridianocero@, la ?lnea@ del niilis#o en la )ue los antiguos valores sedesvanecen, en la )ue se tornan caducos los viejos .rdenes y cuya&or#a est( deter#inada por la aceleraci.n técnica en el #odo deun estado de ?#ovili*aci.n total@ 5totale "obil#acung>! El

an(lisis jüngeriano del niilis#o en cuanto ubicuidad totalitaria)ue a llegado a ser la ?condici.n nor#al@ de la época re#ite, enparticular, a los &rag#entos de 3iet*sce de la década del 9U y a1ri#en y castigo de DostoievsXi, co#o las dos ?grandes &uentes deconoci#iento del niilis#o@! 4r(ctica#ente ning2n l.so&o, ae-cepci.n de 3iet*sce y %pengler, es citado por JüngerZ laco#prensi.n del niilis#o #(s bien, parece tener un lugar #(saventajado en la literatura! ?El todo acontece en el plano literario,ante todo en el plano literario, y cierta#ente en el #odo #(sunitario y transparente de lo )ue los conte#por(neos sospecan!

Desde ace cien aIos el gran te#a es el niilis#o!!! Autores tandiversos co#o 'erlaine, 4roust, TraXl, +ilXe, e inclusoLautréa#ont, 3iet*sce, +i#baud, Barrés, tienen sin e#bargo#uco en co#2n! La obra de Josep 1onrad es asi#is#onotable!!!@! A lo largo del te-to Jünger #enciona ta#bién aaulXner, "alrau-, LaFrence, /e#ingFay, 6a&Xa, 0ott&ried Benn,0raa# 0reene, Edgar Allan 4oe, Leon Bloy, etc! Este es unaspecto de su#a i#portancia, puesto )ue tra*a una di&erencia,)ue no es #era#ente de géneros, con el escrito de /eidegger,para )uien y sobre este punto a lla#ado la atenci.n "assi#o

1acciari en diversos trabajos la literatura no podra dar cuentadel niilis#o de una #anera radical, por cuanto s.lo desde laco#prensi.n de la istoria del ser, de sus destinaciones epocales, y en 2lti#a instancia desde una locali*aci.n de la #eta&sica co#o#eta&sica, es posible una ree-i.n )ue no se agote en lo &(ctico,en una #era descripci.n del estado de cosas presente, por #(spenetrante )ue pudiera ser! \ precisa#ente la literatura es elconoci#iento #(s penetrante posible, pero a2n dentro de undo#inio )ue carece de apertura al ser!

La consistencia del debate est( denida a la ve* por un

acuerdo y una di&erencia &unda#entales, en &unci.n de los cualesse organi*an otros aspectos! En pri#er lugar, a#bos pensadoresco#parten la convicci.n del niilis#o co#o ?gran destino@, co#oun ?poder &unda#ental@ y un #odo de aparici.n de las cosas )ueconsu#a una larga istoria, situaci.n de vértice &rente a la )ue elpensa#iento representativo resulta absoluta#ente insuciente! La#editaci.n eideggeriana recibe asi#is#o un inujo decisivo deuna de las tesis &unda#entales de Jünger: la )ue vincula elniilis#o al orden #(s )ue a la anar)ua y al caosZ a la salud #(s)ue a la en&er#edadZ a la &uer*a #(s )ue a la debilidad! \,

principal#ente, la vinculaci.n entre niilis#o y técnica! /astaa)u el acuerdo! El aspecto propia#ente polé#ico, por su parte,



estriba en la i#pugnaci.n eideggeriana de presuntasindicaciones en el te-to de Jünger respecto a una superaci.nposible del ?#eridiano cero@Z la ree-i.n de Jünger, en cuantoencierra, para /eidegger, un )uereratravesar la lnea, se #uevea2n en el (#bito de la representaci.n! 4or lo de#(s, /eidegger

seIala la ndole #édica del te-to de Jünger, dividido enpron.stico, diagn.stico y terapéutica, y su consiguiente?pretensi.n de curaci.n@! kuerersuperar, )uerercurar, )uereratravesar son, para /eidegger, pretensiones co#pleta#enteerr.neas con respecto a la esencia del niilis#o, )ue per#aneceas i#pensada! ?El intento de cru*ar la lnea )ueda desterrado enel do#inio de un representar )ue pertenece al (#bito en el )uedo#ina el olvido del ser! 4or eso se e-presa ta#bién conconceptos #eta&sicos &unda#entales 5&or#a, valor,trascendencia>@!

Estos aspectos &unda#entales tra*an las coordenadas a las )uese subordinan otros t.picos de variada signicaci.n, y pueden serto#ados co#o clave de lectura de la disputa, &ecunda de #atices!

A pesar de concebir en el niilis#o un car(cter totalitario )uee#erge co#o prepotencia y dolor 5%c#er*> y ?a cuya inuencianadie puede sustraerse@, Jünger e-trae tanto de la e-periencianiet*sceana co#o de DostoievsXi un cierto ?opti#is#o@, derivadode la advertencia de signos &avorables en el interior del niilis#o,)ue preanuncian el pasaje acia una nueva condici.nZ )ue

orientan el estado de cosas acia otras situaciones! Jünger acere&erencia a la ?&uer*a productiva del dolor@ en el interior delcolectivo técnico abandonado de toda trascendencia, e indica tresecos incipientes )ue concentran una signicaci.n particular:una nueva in)uietud #eta&sica de la u#anidadZ la e#ergenciade las ciencias particulares del espacio copernicano, en &avor deotros escenarios 5)ue per#itan ?una visi.n #(s aguda yu#ana@>Z y la entrada en escena de te#as teol.gicos en laliteratura #undial! ?Estos tres ecos!!! son ele#entos positivosde gran i#portancia, )ue pueden ser contrapuestos con plenodereco a una evaluaci.n de la situaci.n pura#ente pesi#ista, uorientada al ocaso@! El #ovi#iento general de corri#iento acia el?punto cero@, incluye resistencias )ue aparecen en el #o#ento desu consu#aci.n, resistencias )ue autori*an a #entar un?atravesa#iento@ 5ber)uerung>, cuyo signicado es a2ni#preciso y en relaci.n al cual la discusi.n con /eidegger alcan*asu intensidad #(-i#a! ?El atravesa#iento de la lnea dice Jünger, el pasaje por el punto cerodivide el espect(culoZ lo cualindica el #edio, no el nal! La seguridad est( a2n #uy lejana! 4oresto ser( posible la esperan*a@! El #o#ento del pasaje no i#plicasuperaci.n alguna, sino el instante en el )ue ? la inte#perie es

#ejor, #(s abierta@!



Aun)ue Jünger ad#ite la i#posibilidad de una denici.n delniilis#o 5puesto )ue ?es i#posible para el espritu alcan*ar unarepresentaci.n de la nada@, es decir )ue ?de la nada no puede&or#arse ni una i#agen ni un concepto@>, su escrito ensaya unadescriptiva de los caracteres )ue lo #aniestan! El #undo

niilista, en pri#er lugar, no est( principal#ente vinculado a ladebilidad! 1on&or#e a su &unciona#iento ?s.lo per#anecen los valores regulativos, y por tanto crticos: los débiles se )uiebranante ellos, los #(s &uertes 5%tRrXeren> destruyen lo )ue no se)uiebra, y los absoluta#ente &uertes5%tRrXesten> superan los valores regulativos y avan*an #(s lejos! El niilis#o puede ser unsigno de debilidad, pero ta#bién de &uer*a@! En segundo lugar,contra la opini.n )ue lo vincula a lo ca.tico 5Das 1aotisce>, elniilis#o #(s bien se articula ar#.nica#ente ?con siste#as deorden de grandes di#ensiones donde se vuelve activo y despliega

su poder, e incluso es la regla! El orden es para él un sustrato&értil!!!@! Jünger #enciona la organi*aci.n &uerte#enteestraticada de los partidos, el ejército, el Estado, etc! Asi#is#o,?ncluso en a)uellos lugares en los )ue el niilis#o #uestra susrasgos #(s siniestros, co#o en los grandes ca#pos de e-ter#inio&sico, do#inaba la sobriedad, la igiene y un orden estricto astael nal@! 1on la #is#a cautela, advierte Jünger nal#ente, esnecesario considerar la creencia )ue asocia al niilis#o con laen&er#edad! ?%i se observa #(s atenta#ente, se descubrir( )ue#(s bien est( ligado con la salud &sica, con el est#ulo de los

deportes, el cultivo del cuerpo, etc!El atravesa#iento del #eridiano cero despeja una apertura en

la )ue la ?inte#perie@ se torna ?#(s abierta@ y desde la )ue esposible tanto la caracteri*aci.n del niilis#o aludida )ue no tocala esencia del niilis#o, dir( /eidegger, aun)ue llegue del #odo#(s penetrante a las &or#as de su e#ergencia, seg2n el #odelo?literario@, co#o una ree-i.n acerca de posibles res)uicios,endiduras, iatos a2n no alcan*ados por los dispositivos depotencia#iento: aceleraci.n, productividad, reducci.n,si#plicaci.n, precisi.n jer(r)uica, pulsiones cada ve* #(s

ecaces acia #etas econ.#icas, etc! Esta ree-i.n se concretaen el #undo pr(ctico co#o resistencia y en&renta#iento ante elLeviat(nZ co#o tensi.n irreductible entre Estado y e-istenciaindividual! +especto a ésta, dice Jünger )ue en el (pice delniilis#o el o#bre es el lugar de cruce de dos tendencias )ue sere#iten #utua#ente y )ue denen el punto de inscripci.n de lase-istencias! na de ellas deriva del ?terror al vaco interior y loconstriIe a #ani&estarse e-terior#ente a cual)uier precio#ediante el despliegue de poder, el do#inio del espacio y una velocidad acrecentada! La otra act2a de a&uera acia adentro,

co#o ata)ue del #undo y de su potencia, a la ve* de#onaca yauto#ati*ada! Este doble juego es ilusorio y al #is#o tie#po la



&uente principal de la invulnerabilidad de lo )ue est( en #arca! Aora bien, no obstante la o#nipresencia de esta l.gica )uedeter#ina todos los registros de lo p2blico, Jünger recupera de suespacio de &unciona#iento, co#o res)uicios suyos, ?(#bitosli#itados@ sustrados a los dispositivos y procesos #encionados

por los cuales el niilis#o cobra &or#a! or#ulado de otro #odo, Jünger se pregunta por la posibilidad de la resistencia, de &or#asde resistencia desde el interior de un estado de cosas consolidadode tal #anera )ue no a dejado un e-terior de s, )ue atrans&or#ado todos los #(rgenes en su propia sustancia!

La te#(tica )ue Jünger pone en juego con relaci.n a esto es lo)ue deno#ina co#o Gildnis, ?tierra salvaje@! /abitar, en su#a,esos espacios no so#etidos a la organi*aci.nZ abandonar lassupercies e-puestas, as co#o la e-posici.n por la palabra! ?Lostiranos no tienen oy #iedo de los )ue ablan!!! "uco #(ste#ible es el silencio el silencio de #illones y ta#bién de los#uertos, )ue da a da se ace #(s pro&undo!!! En la #edida en)ue el niilis#o llega a ser nor#al, los s#bolos del vaco se vuelven #(s te#ibles )ue los del poder! El silencio, el silencio delos #uertos, la &uer*a negativa del recuerdo, la resistencia alolvido, es uno de los grandes #otivos )ue, seg2n se a discutidoanterior#ente, es posible ta#bién encontrar en los pensadores dela escuela de ranX&urtZ en este sentido, se podra #encionarasi#is#o la piedad benja#iniana para lo )ue no a vencido, eldeteni#iento en lo derrotado, as co#o antes el ?)uereracia

atr(s@ de 3iet*sce, en alg2n sentido ta#bién la te#(tica&reudiana del ?retorno de lo repri#ido@, etc!! En un &rag#ento dela Dialéctica del ilu#inis#o Adorno y /orXei#er escriben: ?!!!lae-clusi.n de todo lo )ue no tiene valor de #ercado, le acontece enla &or#a #(s brutal!!! al luto! El luto se convierte en estig#a de lacivili*aci.n, en senti#iento esencial, )ue dice )ue no se alogrado a2n del todo encadenar a los o#bres al reino de losnes!!!@! La articulaci.n de niilis#o y ra*.n instru#entalevidencia, contra la creencia co#2n, )ue no es la #uerte lo )ueproporciona y dene la tendencia nti#a del niilis#o, sino

precisa#ente el olvido de lo )ue perece, de lo )ue no per#anece:la negaci.n de los #uertos! En un te-to de los Diarios de Laguerra, de notable cercana con la cita anterior, dice Jünger: ?A #enudo #e parece )ue los #uertos #aduran y se reblandecenZ van creciendo dentro de nosotros con races p.stu#as nosotrosso#os el verdadero TotenacXer 5ca#po de los #uertos,ca#posanto>, el verdadero suelo de tos #uertos! Ellos )uieren serenterrados en los cora*ones! Lo agradecen, y esa circunstanciaproporciona a las &a#ilias y a los pueblos la &uer*a paraperegrinar por el tie#po! La ?tierra salvaje@, una *ona de silencioZ

ta#bién all el silencio de lo #uerto, )ue cobra una consistenciano subsu#ible en el reino de lo instru#ental, una consistencia



sine&ectos! 4ero esto no guarda relaci.n con una signicaci.n ?detipo ro#(ntico!!! %e trata #(s bien del terreno pri#ordial de lae-istencia del o#bre !!! la tierra salvaje es el espacio en el )ue elo#bre puede esperar no s.lo conducir la luca, sino ta#bién vencer@ ! Organi*aci.n, te#or y olvido son las coordenadas )ue

denen el do#inio del Leviat(nZ la supresi.n de lo trascendente,su condici.n de posibilidadZ )ue lo in#ediata#ente dado y suaceleraci.n pierdan el car(cter de #edida, el principio de suderru#be! La segunda potencia &unda#ental de la )ue abla Jünger es eros! Lo er.tico abre un (#bito )ue el Leviat(n nocontrola! En este sentido tene#os a)u una nueva re#isi.n a laliteratura, los escritos de /enry "iller, dice, podran ser to#adosco#o contrapunto de la técnica: el erotis#o co#o anonada#ientode la #()uina! 4ero el e)uvoco est( en )ue esta destrucci.n ?espuntual y debe ser potenciada de continuo@! To#ado de este

#odo, ?el se-o no contrasta con el proceso técnico, es #(s bien sucorrelato en el (#bito org(nico@! El eros jüngeriano procura #(sbien la construcci.n de un espacio de soberana co#pleta#entedesterritoriali*ado, sin co#2n #edida con el Estado técnico, )ueevita el en&renta#iento en &avor de la autosustracci.n, y cuyasustancia es lo virtual, lo i#previsible y lo e-traordinario! Ta#biénen la a#istad vive erosZ la u#anidad en co#2n _?)ue los tiranossaben y buscan disolver@ es lo absoluta#ente otro de la?adecuaci.n al Estado@, cuya utopa reali*ada es el estado desospeca de todos contra todos!

?Tierra salvaje@ es ta#bién el arte! ?En los do#inios delLeviat(n no s.lo reina el #al estilo, sino )ue ta#bién el artistadebe necesaria#ente ser co#putado entre los ene#igos #(ssignicativos! La persecuci.n destierra al artista! 4or otro lado,los tiranos e-altan a los esclavos de espritu! n&a#an la poesa@!

"uerte, eros, arte, el con&n de la nada donde el pensador y elpoeta ad)uieren una singular si#etra en una relaci.n decorrespondencia especular, tra*ando, dice Jünger, senderosinteriores 5/ol*Fege> en ?lo indi&erenciado@!

Aora bien, con estos #odos de resistencia contra lossiste#as de organi*aci.n total alude Jünger a un #(s all( delniilis#o %e trata de un atravesa#iento del #eridiano cero )ueautori*a a ablar de un postniilis#o La ?lnea@ #arca el l#itee-terior del niilis#o o su punto #edio 1u(l es el signicado deltranslinea# jüngeriano

El escrito de /eidegger, en todo caso, interpreta este #(s all(de la lnea co#o abandono del niilis#o, en virtud de lo cual Jünger pensara a2n inadvertida#ente en clave #eta&sica! Larespuesta eideggeriana #arca un ca#bio de perspectiva, un

despla*a#iento ya #aniesto en el ttulo original 5)ue enediciones posteriores &ue sustituido por ^ur %eins&rage, ?%obre la



cuesti.n del ser@>: ?En el ttulo de su escrito ber die Linie, bersignica: al otro lado 5inüber>, trans, #et(! 4or el contrario, lassiguientes observaciones entienden este ber en su acepci.n de:de, per! Tratan acerca de la lnea #is#a, acerca de la *ona delniilis#o consu#ado@! Asi#is#o, #ientras )ue Jünger aba

to#ado por punto de partida la co#prensi.n epocal )ue tieneinicio en los dos pensadores e#ble#(ticos del niilis#o #oderno,esto es, DostoievsXi y 3iet*sce, /eidegger contrapone una#editaci.n )ue arranca de un punto de partida co#pleta#entedistinto, )ue pone distancia, co#o ya se dijo, tanto del recurso a laliteratura co#o de la ?ndole #édica@ del escrito jüngerianoZ porel contrario, ?!!!la ree-i.n sobre la esencia del niilis#o procedede una locali*aci.n 5ErHrterung> del ser co#o ser@! 1on respecto ala esencia del niilis#o no ay, dice /eidegger, posibilidad algunade ?curaci.n@, ni de superaci.n! Ta#poco de ?resistencia@, en el

sentido ci&rado por Jünger con el concepto de Gildnis! /eidegger va a contraponer a esta idea la necesidad de ?una e-perienciasuciente de la esencia@ del niilis#o, cuya ausencia ?enturbia la visi.n del enjuicia#iento de nuestra época@! 4ero esta e-perienciano puede decidirse nunca desde el tribunal de la ratio, ni desde elpensar representativoZ debe #(s bien intentar la tarea #(s vastade pensar la #eta&sica en la perspectiva de la istoria del ser! Detodos #odos, ?#i locali*aci.n dice /eidegger )uisiera salir alencuentro del enjuicia#iento #édico de la situaci.n e-puesta porusted! sted #ira y pasa al otro lado de la lneaZ yo #e li#ito, por

aora, a jar la vista en la lnea representada por usted@!El niilis#o alcan*a su consu#aci.n en el #o#ento de su

o#nipresencia, esto es, cuando todas las consistencias loe-presan y no es posible ya concebir una e-cepci.n a su do#inioZo bien, con palabras de Jünger, cuando se a convertido en?estado nor#al@! El despliegue de todas las posibilidadesesenciales del niilis#o #arca el #o#ento de su consu#aci.nZpero por una parte esta consu#aci.n no i#plica un l#ite, ni unn 5por el contrario, el niilis#o recién a co#en*ado en la épocade su agota#iento esencial>, y por otra parte este despliegue de

posibilidades esenciales, dice /eidegger, puede ser pensado en la#edida en )ue acceda#os a la esencia del niilis#o, siendo )ue laesencia del niilis#o no es nada niilista! Aora bien, ?!!!s.lopodra#os entender la esencia del niilis#o e#prendiendo,previa#ente el ca#ino )ue conduce a la esencia del ser@! 4ero la#eta&sica i#pide por naturale*a pensar el ser en su esencia, porlo )ue s.lo abandonando el lenguaje de la #eta&sica es posibleuna apertura en este orden! /eidegger &or#ula a partir de a)uuna i#putaci.n decisiva al escrito de Jünger, respectoprecisa#ente del lenguaje, seg2n dos te-tos &unda#entales: ?\a el

intento de decir algo de la lnea en el di(logo epistolar con ustedtropie*o con una singular dicultad! %u causa radica en )ue usted



#is#a de la lnea co#o lnea! En el interior de una *ona crtica ala )ue ninguna lnea separa de otra, el pensa#iento debe #(sbien preparar una corespondencia con ella, con suproble#aticidad #(s alta!

Es )ui*(s #uy poco #(s lo )ue pode#os encontrar en/eidegger co#o respuesta al niilis#oZ )uien procure obtener desus te-tos indicaciones ?pr(cticas@, soluciones &rente a lo dado,principios unvocos donde legiti#ar el obrar, se ver(co#pleta#ente de&raudado! En todo caso, /eidegger desesti#a laposibilidad de un en&renta#iento ?pr(ctico@ en relaci.n al actualestado de cosas, co#o una &or#a subordinada de a)uello )ueen&renta, co#o algo i#plicado ya de ante#ano en la l.gica delniilis#o: ?!!!/eidegger dice +einer %cür#ann no opone a la violencia institucionali*ada una contraviolencia, o al #enos nouna violencia del #is#o tipo! 3o lla#a a ning2n contraata)ue! 3obusca la con&rontaci.n ni espera nada de ella! Al contrario, estosola#ente re&or*ara la violencia )ue est( en el cora*.n denuestra posici.n ist.rica &unda#ental! "ontar un &rente #(scontribuira al asalto generali*ado@! La divisi.n #is#a de teora ypra-is y la concepci.n de ésta co#o un ?acer u#ano@, co#ouna intervenci.n deliberada del o#bre en el curso de los ecospara su trans&or#aci.n, para su recticaci.n, para la construcci.nde un ?sentido@, est( inserta en lo representativo, lo #antiene, loreproduce! 4ero incluso ta#bién los es&uer*os te.ricos y éticoe-istenciales por preservar deter#inados (#bitos y *onas )ue

presunta#ente no an sucu#bido a2n a la reicaci.n resultanproble#(ticos por #(s )ue no puedan ser reducidos a si#plesreacciones ro#(nticas, en cuanto conservan todava, en lo&unda#ental, reivindicaciones de car(cter u#anista y en buena#edida pueden ser circunscriptos a la es&era eter.clita de lo )ue3iet*sce lla#. ?niilis#o reactivo@! En este sentido, no parecete.rica#ente violento vincular el t.pico jüngueriano de la ?tierrasalvaje@ con algunas vanguardias estéticoreligiosas, as co#o conel redescubri#iento de ? lo #stico@ Fittgeinsteiniano 5apertura,al igual )ue para Jünger, de un espacio de silencioZ lugar de lo

#(s i#portante pero sobre lo )ue no puede aber discurso>, y encierto #odo ta#bién la crtica del #undo de la ad#inistraci.ntotal por la sociologa de ranX&urt y su ar#aci.n desencantadade algunas e-periencias, sobre todo en lo estético, renuentes a lareconciliaci.n con lo dado! 4ensado desde /eidegger, todo estoper#anece a nivel del niilis#o! 4ero, por otra parte, ladesesti#aci.n de estos (#bitos li#itados presunta#enterepuestos del niilis#o o re&ractarios a su do#inio, no i#plica unabandono pasivo &rente al orden de lo instituido! En otrostér#inos, el ?niilis#o co#o destino@ no i#plica necesaria#ente

un pasaje a la ?apologa del niilis#o@, )ue 'atti#o describe entér#inos de crtica del &unda#ento, eventuali*aci.n del ser y



conversi.n del #undo en &(bula 5es decir, co#o &or#ulaci.n deuna ?ontologa débil@, pretendida#ente corrosiva de la reicaci.n y sus i#plcitos>!

Todas las crticas de /eidegger a una voluntad de ?superaci.n

del niilis#o@ son aplicables ! co#o a su reverso e-acto a una?apologa del niilis#o@! %uperaci.n y apologa son,#eta&sica#ente to#ados, lo #is#oZ co#parten la #is#a l.gica yel #is#o rango! 4ensar el niilis#o y sus tareas )ue, co#o sedijo, no son articulables en una ?pra-is@, reconocer el i#perio desu presencia, no e)uivale en #odo alguno, desde /eidegger, a sucelebraci.n!

3iilis#o y técnica son lo #is#o to#ado desde perspectivasdi&erentes: una #anera de darse del ser, un #odo de aparici.n delas cosas, la verdad del ser deter#inada ist.rica#ente! En el

orden del 0estell sucede ?el pri#er centelleo del Ereignis@ peroco#o su otro, co#o su indecible di&erencia! 'atti#o parece por elcontrario postular un punto de o#ologaci.n donde a#bosconceptos se indi&erencian, un #o#ento en el )ue 0estell yEreignis alcan*an una conversi.n #utua! ?la crisis delu#anis#o _dice!!! se resuelve probable#ente en una cura deadelga*a#iento del sujeto para acerlo escucar la e-ortaci.nde un ser )ue ya no se da en el tono perentorio del 0rund o delpensa#iento del pensa#iento o del espritu absoluto, sino )uedisuelve su presenciaausencia en las redes de una sociedad

trans&or#ada cada ve* #(s en un sensible organis#o deco#unicaci.n@! El #undo técnico, reali*ado co#o #undo de laiperco#unicaci.n, e)uivaldra a)u a una superaci.n de latécnica en sentido ?&uerte@, en &avor de su deter#inaci.n co#o&(bula bajo la &or#a de la co#unicaci.n generali*ada y lain&or#(tica! El #isterio de la palabra eideggeriana Ereignis sedecodica en este grado de reali*aci.n del 0estell, libre ya de?entu#eci#ientos #eta&sicos de pervivencias principiales yrestos de lo )ue podra#os lla#ar ?l.gica del &unda#ento@, seg2nuna interpretaci.n )ue procura establecer la #(-i#a distanciaposible con una apropiaci.n teol.gica del pensa#iento de/eidegger! Aora bien, debe#os pasar de largo, co#o ante undesvaro sin ning2n rol, &rente a la &rase del viejo /eidegger seg2nla cual ?s.lo un dios puede a2n salvarnos, o debe#os to#arla enserio kué signica, en este caso, to#arla en serio %i bien elitinerario los.co de /eidegger testi#onia contra la posibilidadde )ue pudiera tratarse de una apelaci.n a la teologa en sentidotradicional, parece asi#is#o i#probable )ue toda la co#plejidadde su pensa#iento tardo pueda ser disuelta en la utopa de unasociedad iperco#unicacional! +esulta, #(s &ecundo y #(s verdadero #antener al pensa#iento eideggeriano indisponible

para las corrientes )ue disputan por la ?apologa@ o la?superaci.n@! Tanto la restauraci.n teol.gica de &unda#entos



para una articulaci.n del ser en sentido &uerte, co#o una?ontologa declinante@ constituida social#ente en el #odo de unconjunto de redes de in&or#aci.n )ue se desvanecen con&or#e sedespliegan, sin centro de sentido alguno donde re#itir los juegosde su cursoZ tanto la reapropiaci.n reactiva de principios, co#o la

apuesta en &avor de la disoluci.n de las viejas estructuras en?tecnologa de in&or#aci.n@ per#anecen cerradas a la esencia delniilis#o, a su lla#ado, a su presencia a la ve* in)uietante y&a#iliar! %i bien, eideggeriana#ente pensado, el niilis#o ?no esuna decadencia ni un negativu# en ning2n sentido de lapalabra@ , tal co#o podra ser denido seg2n su co#prensi.n vulgar, ta#poco es posible deter#inarlo sin #(s co#o unpositivu#, co#o encrucijadas de ?cances positivas@, ni celebrarlocon&or#e a la lectura de 'atti#o co#o el adveni#iento ist.ricode un #undo nal#ente débil! ?El dolor )ue ante todo debe#os

e-peri#entar dice /eidegger en un te-to por de#(s contundente y cuyo desgarra#iento es necesario soportar asta el n, es laco#prensi.n y el conoci#iento de )ue la ausencia de indigenciaes la indigencia supre#a y #(s oculta, )ue por #(s alejada )ueesté co#ien*a a pesar sobre nosotros@ ! En todo caso, co#oe)uidistancia de cual)uier intento de superaci.n 5)ueper#anecer( sie#pre en las redes de la representaci.n, en la#eta&sica, en la voluntad de poder> y de cual)uier apologa,/eidegger concentra su pensa#iento en la necesidad de unapro&undi*aci.n, lo orienta acia la necesidad de precipitar el

niilis#o 5?cuyo desgarra#iento es necesario soportar asta eln@> en lo #(s pro&undo de s #is#o! ?El proble#a de lasalvaci.n dice "assi#o 1acciari no ad#ite atajos ni puentessobre el abis#o! /eidegger tra*a el lugar en el )ue es posiblesituarlo! El di(logo con Jünger nos lo seIala: ascética#ente lejanode cual)uier descripci.n literaria del niilis#o, de todasuperaci.n u#ana, de#asiado u#ana, as co#o de cual)uierinterpretaci.n )ue lo aya do#esticado a &uer*a de &elicesan(lisis inter#inables, pensa#ientos débiles y carnavalesperpetuos@!

La sociedad de la co#unicaci.n total no es sino el gradoe-tre#o de la indigencia )ue, débil#ente carnavali*ada, nadasabe de sZ clausura absoluta de la e-periencia, condici.nestacionaria ya sin trascendencia, ni ?tierra salvaje@, ni ?parte#aldita@! Es a)u donde el pensa#iento de /eidegger #antiene suactualidad y su i#portancia, no en cuanto renovado (#bito deprescriptivas, ni nuevo conjunto de principios para el obrar, sinoco#o corespondencia con la constelaci.n ist.rica 5gescictlic>de la presenciaZ no en cuanto intervenci.n en el curso de losaconteci#ientos, sino co#o vigilia ante lo desconocido!



'uerra, t0!ni!a y modernidad4 Sobre la muerte en la obrade Ernst Jünger

$I/ENTE %A'A %OSALEN5

A través de una #editaci.n sobre el progreso de la técnica enla "odernidad, vere#os co#o Jünger une la #uerte en la guerracon el borrado del sujeto ta#bién en los tie#pos de pa*! La

#irada ento#ol.gica de Jünger, )ue a sido sie#pre injusta#entecriticada, puede #ostrar la a#ena*a de la técnica para la vida, altratar de la #uerte bélica, pero ella #is#a no est( e-enta dedistorsiones!

"orir, &allecer, perecer, el cese de las constantes vitales, nadaparece #(s obvio, universal e inevitable! Todo individuo, todo ser viviente, estara condenado a #orir y desaparecer! O, al #enos,con esa conan*a e-presan su saber sobre la #uerte disciplinasde reciente &actura co#o la tanatoan tropologa!7

4ero, es suciente con detenerse en este nivel de lo obvio, delo )ue se supone )ue todos sabe#os En realidad, incluso trasesta seguridad se revela la incertidu#bre, los l#ites 5#(s bienli#itaciones> de la ra*.n aplicada a cuestiones relacionadas con la#uerte! 3o es #i prop.sito, sin e#bargo, reali*ar una crticaradical de estas ciencias, desde una perspectiva cercana, poreje#plo, a la de la analtica e-istencial de la #uerteeideggeriana! Antes bien, convendra con estas en la realidad delas culturas de la #uerte, por lo tanto, en la plausibilidad de unnivel de an(lisis cultural, de una indagaci.n antropol.gica en elno #an`s land!



As pues, y teniendo en cuenta las seIaladas li#itaciones onto&eno#enol.gicas, #i ensayo, )ue tratara sobre la #uerte en Ernst Jünger, y en un perodo concreto, el )ue gira en torno a la guerradel 7K, pretende sortear los proble#as a )ue puede abocar unalectura en e-ceso generali*adora y desa tenta al conte-to

5ist.rico, cultural, literario y ret.rico>!De este #odo, si bien #i lectura de los te-tos jungerianos, de

a)uellos )ue versan sobre el #orir, se encuadrar( en un #arco#(s general, el )ue a de ver con la aceleraci.n en los #(sdiversos ca# pos del proceso de #oderni*aci.n desde inicios delsiglo [[, no a de descuidar ni los &actores especca#enteger#anos 5sociopolticos, culturales, etc> )ue perlan esteproceso, ni a)uellos )ue an de ver con el ca#po bélico en )uetales procesos ta#bién se dilucidaron!

La industriali*aci.n, urbani*aci.n y e-tensi.n coloni*ante de latecnologa en todos los niveles del #undo de la vida, seranalgunas de las caractersticas del desarrollo de la #oderni*aci.nsocio cultural al )ue e ido apuntando! 4roceso propio, claro es,no s.lo del entorno ger#(nico, antes bien caracterstico deOccidente, co#o asi#is#o lo es, por eje#plo, el conco#itantecreci#iento de la burocrati*aci.n, rasgo ta#bién asociadot.pica#ente a la "odernidad y )ue tendra en el conte-toacadé#icopoltico ger#ano, una clara &or#ulaci.n, co#o es la dela e-posici.n idealtpica de la burocracia a lo largo de la obra del

soci.logo ale#(n "a- Geber!La ree-i.n Feberiana )ue no se nutrira #enos, pese a lacerrada at#.s&era acadé#ica, de las circunstancias en las )ue seelabor. su pensa#iento, de lo )ue lo ara Jünger para laco#posici.n de su obra, reejaba en parte el progresivo, yte#prano, au#ento de la burocracia en el nisecular #perio Austro2ngaro, y en las restantes *onas de abla ger#ana! %edaba ya all y entonces, pues, una creciente organi*aci.n en todoslos (#bitos, progreso o proceso )ue los avances cientcotécnicos no dejaran de subrayar: la l.gica de la burocrati*aci.n

es la de la progresiva ecacia cuasi #a)uinal, con lo )ue se podae)uiparar su creciente abstracci.n, o potenciarla, #ediante eldesarrollo y e-tensi.n de la técnica, )ue a venido d(ndose co#ootro rasgo de la "odernidad postulada!

Asi#is#o, una serie de caractersticas técnicas, estratégicas oar#a#entsticas, ta#bién se abran ido integrado en ese &ebrilproceso de tecnicaci.n! Lado éste )ue podra parecer el #enosa#able, y por donde conectara la e-periencia de la#oderni*aci.n Feberiana con la de Jünger, y su posteriorree-i.n 5co#o puede verse, supercial#ente en las #enciones

del autor en su novela #(s celebre, Te#pestades de acero, a labatalla de papel, a la )ue deban en&rentarse los #andos



inter#edios en el &rente, as co#o la cada ve* #(s detalladaplanicaci.n de las acciones bélicas, tal co#o principal#ente sedestaca en los 2lti#os en&renta#ientos, ya introducido, si)uierasea parcial#ente, el rostro de la guerra técnica, o ta#bién, por lo)ue ace a la tecnicaci.nW #a)uini*aci.n, de los rasgos

asociados a la batalla de #aterial>! %in e#bargo, eldescubri#iento jungeriano consistira en desvelar la escasaa#abilidad de la di#ensi.n supuesta#ente civili*ada delprogreso!

El progreso de las ciencias dedicadas a velar por el desarrollodel bienestar del conjunto social y a tratar de )ue éste au#ente,pareceran con el proceso de #oderni*aci.n, y ya en el #o#entoprevio al pri#er en&renta#iento #undial, ali#entar el idealutilitarista de la #(-i#a &elicidad para el #ayor nu#ero y nadaparecera #(s obvio )ue el contraste con la cara oscura precitada!

\ as, si atende#os a lo )ue suceda en los territoriosger#anos, ve#os )ue, con el ca#bio de siglo, a los grandesavances en la ciencia #édica, se unieron los de la psicologa ypedagoga, con tesis cercanas a las #édicas y proyectos dediagn.stico cientco de la personalidad para la eli#inaci.n yprevenci.n de desajustes sociales y culturales! \ todo ello, pues,podra resu#irse ablando de la apertura de un nuevo paradig#ade igiene social!

La e#ergencia del nuevo discurso sociocientco coincidi.

ade#(s con dr(sticos ca#bios en las condiciones de vida, socialese individuales, co#o la reducci.n de la #ortalidad y la elongaci.ndel ciclo vital! La #uerte aba dejado de ser un aconteci#ientocotidiano y su retorno, convertida aora en e-cepci.n )ueinterru#pe la nor#alidad de la vida, cocara con el ideal ut.picode juventud, salud y vida sin l#ites &orjado al calor del ascuatécnica, en el ogar de la "odernidad ger#ana!

4ero si el avance cientcotécnico no poda eli#inar elsu&ri#iento, si el desarrollo técnico no poda convertir endenitiva#ente nor#al el estado de salud, si la vida individual iba

degrad(ndose poco a poco, aun poda trasladar el sueIo de una vida eterna a un cuerpo #ayor, )ue s podra pre tenderseeterna#ente joven y saludableZ el cuerpo de la naci.n o 'olXsXHrper!

Larga es la genealoga ale#ana )ue, junto, con otros &actores,dara cuenta de los negros e&ectos del potencial#ente in#ortalcuerpo del 'olX en la Ale#ania postFei#ariana, pese a sus, enprincipio, e&ectos co#pensatorios aparente#ente benécos toutcourt, y por ello no voy si)uiera a esbo*ar su recorrido! %ine#bargo y en relaci.n con la guerra #oderna, cabe destacaralg2n aspecto de su participaci.n en la constituci.n del Estadonaci.n #oderno! La #uerte del individuo en pro de la patria, los



discursos en )ue la continuidad del gran cuerpo de la naci.n sesostiene sobre el sacricio del soldadociudadano, se entrela*arancon la constituci.n de éste en tanto )ue dotado de dere cospolticos, revelando al #is#o tie#po esa ostilidad anunciada delprogreso técnicopoltico y civili*atorio!

unciona a)u un re#edo del es)ue#a teol.gico tradicional,donde la vida del individuo cobrara un sentido, a la lu* de undestino #(s a#plio, en el )ue el su&ri#iento o la #uerte noabran sido producto del si#ple a*ar de un tiro ciego!1onsolaci.n asi#is#o encegadora, pero e&ectiva, )ue dara cuentade la e&#era vida de los individuos, #(s en el ca#po de batalla,per#itiendo su con versi.n en #era erra#ienta a disposici.ndel Leviat(n o #unici.n de co#bate en las batallas de #aterial oen la guerra técnica!

La burocrati*aci.n de la #uerte o, co#o dira Benja#n, laalian*a entre civili*aci.n, racionalidad y barbarie, abra sidote#a central de preocupaci.n para un reducido abanico depensadores de la época )ue nos ocupa! Esos pocos abranavan*ando u operado una prognosis sui generis del orror posibleall donde un orden total#ente tecnoad#inistrado oburocrati*ado reduca al individuo a #ero engranaje de la cadena,a #era &unci.n del entra#ado estatal!

Esos orrores entrevistos, anunciados, transliterados delca#po de batalla al te-to, tienen, co#o destacar( el concepto de

#ovili*aci.n total jüngeriano, un deno#inador co#2n! \ esto esalgo )ue )ueda patente, por eje#plo, en te-tos co#o el de laalocuci.n del ar)uitecto y #inistro de de&ensa na*i Albert %peerante el tribunal )ue le ju*gara en 3ure#berg tras la 0uerra"undial! La relaci.n )ue all %peer establece entre el poderdesp.tico na*i y el enor#e desarrollo de la técnica, co#o &actordi&erencial respecto a otras épocas, es la )ue en parte e tratadode ir apuntando! Era éste un poder técnica#ente #uydesarrollado, utili*able sin escr2pulos contra los #(s lejanos vivientes, y )ue abiendo e-tendido su l.gica #ecani*ada al

interior de la es&era laboral y vital tout court, no encontrabaobst(culos para su despliegue, sino #(s bien, la #ayorcolaboraci.n posible, brindada por el eca* aparato burocr(tico ypor el individuo d.cil#ente reducido a su &unci.n!

Esa es una de las consecuencias éticopolticas )ue podrandesprenderse del do#inio de la téc nica, y )ue sera posible unira la ree-i.n sobre la cuesti.n de la #uerte en Jünger! 3o en vanoligaba el er#ano de nuestro autor, riedric 0eorge Jünger,guerra técnica y de #aterial con el trabajo #oderno en laindustria, )ue en el conte-to de la batalla #oderna ad)uiere un

cari* bélico, co#o la vida al co#pleto! 'inculaba éste as laeli#inaci.n &sica en la batalla con el borrado del sujeto )ue



deparan los procesos de #oderni*aci.n, a cuya l.gica deba unirsela de la desaparici.n de la distinci.n entre &rente y retaguardia,entre soldado y civil!

En a#bos casos se #ani&estara lo #onstruoso )ue el #undo

#oderno a alu#brado y )ue conduce a la #a)uini*aci.n total,provocando la distancia entre acciones, sie#pre u#anas, ye&ectos o resultados globales! %i la &rag#entaci.n )ue producenlos procesos, industriales o bélicos, abra au#entadoconstante#ente, no lo abran eco as nuestras capacidadespara sentir, i#aginar y reaccionar, para acernos cargo! En su#a,con el progreso de la técnica, de la racionalidad, con la pro#esade una claridad ilustrada, se abra abilitado, #(s bien, elespacio en )ue se desa rrollara la totali*aci.n tecnoad#inistrativa de los Estados, con sus oscuras consecuencias!

Ese #is#o vinculo entre crtica de la técnica, sociedad civil yEstado, ca#po de batalla y de concentraci.n, est( presente nos.lo, en cierta #edida en Jünger, o en autores #(s o #enoscoet(neos, aun)ue en principio indi&erentes a su a#biguacondici.n poltica y social, al lugar de outsider guerrero )ueocupaba, sino ta#bién en intelectuales )ue directa#ente se leen&rentaron o #arcaron cla ras distancias con él, co#o GalterBenja#n! ste, si bien deudor de ese #is#o pesi#is#otardorro#(ntico en su #editaci.n sobre la técnica, no dej. deseIalar crtica#ente la lectura )ue de la guerra, en tanto )ue

#isticis#o bélico, llevaba a cabo Jünger! %in e#bargo, tanto en lasre&erencias a la relaci.n entre peligro y urbe, entre la &uer*aele#ental )ue late bajo ésta y el orden de las sociedades racionalburocr(ticas, co#o en la e)uiparaci.n entre espacios abitados,de entrada ospitalarios, civili*ados, y espacios in.spitos,#ortales, bélica#ente peligrosos, no dejara de recordar a)uello)ue e ido desgranando y )ue constituye el aire pesado en )uese desarroll. la ree-i.n jüngeriana!

1oincidente con el an(lisis crtico benja#iniano resulta el )uede la obra te#prana de ese Jünger supuesta#ente pre&ascista

reali*. Gol&gang 6ae#p&er! El dibujo )ue 6ae#p&er o&rece delautor ale#(n co#o un ro#(ntico tardo, )ue reducira yneutrali*ara el orror bélico, la violencia poltica, el sinsentido dela #uerte, #ediante el recurso a su esteti*aci.n 5lo )ue pareceraco#padecerse bien con esa e-traIa obra ensaystica de JüngerLa batalla co#o e-periencia interior>, se co#ple#entara con lasupuesta &rialdad ento#ol.gica de la .ptica jungeriana,e-plcita#ente asu#ida por éste, aIadiendo, por 2lti#o, la*oologi*aci.n del ser u#ano al resto de #ales )ue co#pondranel lastre crtico de i#putaciones reali*adas a la obra del ale#(n!

% parece clara y justicada la atribuci.n al pensador ale#(nde un an(lisis crtico de la voluntad de seguridad burguesa, en el



#arco de una lectura niet*sceana de la #odernidad, )ue #ucas veces se pasara por alto, y su liga*.n con la cuesti.n de laguerra, co#prendida desde una perspectiva #eta&sicadeter#inada! %in e#bargo, y co#o ya puede deducirse de lodico, dista #uco esto, del supuesto ardor guerrero de un Jünger

neoconservador, representante de un supuesto nuevo &ascis#o#ilitarista! O al #enos, puede decirse )ue si ay distorsiones, )uese dan, estas no seran producto de un interés poltico, de unalegiti#aci.n estatal, sino #(s bien intentos de lidiar con elsinsentido, pr(cticas de consolaci.n, o e&ectos de una #eta&sicabien trabada!

A esta observaci.n crtica podran su#arse #ati*acionesdiversas co#o, por eje#plo, la )ue debera acerse a esa r(pidaasi#ilaci.n, e#prendida por diversos autores, del buen uso de laplu#a de Jünger a una especie de encubri#iento estético delorror: nada i#pedira )ue la #irada ento#o l.gica, o el punto de vista del outsider pudieran ser tan reveladoras y atentas alsu&ri#iento o la #uerte, e incluso #(s, )ue otras!

\, del #is#o #odo, cabra cuestionar la valoraci.n negativa oc.#plice tanto de la distancia, co#o de la perspectivaento#ol.gica! 4or un lado, resulta concebible de&ender )ue el ojo&ro y distante del narrador re#eda la &rialdad de la era técnica,present(ndose anado, pues, co#o se dice de la &otogra&a, paracaptar deter#inados rasgos objetivos de una época objetuali*ante!

4or otro lado, la #irada ento#ol.gica, ade#(s de acer visible lope)ueIo, lo presente, pero oculto al ojo u#ano, lo )ue sie#preesta a, pero ja#(s se ve, otra ve* estara anada con la nuevarealidad, la realidad #oderna tecnoindustrial, burocrati*ada,bélica, donde el ser u#ano con &acilidad se vera e#pujado a lascategoras *ool.gicas u objetuali*antes, susceptibles deeli#inaci.n #asiva, tortura, sacricio 5ad)uiriendo tal #irada, porlo tanto, una di#ensi.n testi#onial, crtica, relevante>!

/abra, sin e#bargo, )ue plantear ciertas prevenciones, )uea&ectan a la co#prensi.n jungeriana de la guerra! Abogar por una

co#prensi.n #oderna del autor ale#(n, por )ue la suyaubiera sido una perspectiva crtica respecto de la técnica, y su#irada una propia#ente recta o no distorsionada respecto al tipode e-periencia del #orir )ue la época de la guerra técnica depara,es )ui*( arriesgarse en e-ceso!

"uco #enos riesgo co#porta, considerar un punto de vista)ue acepte tensiones irresueltas y a#bigüedades, por lo )uerespecta a la actitud y ree-iones jungerianas ante la técnica, laguerra, la #uerte y, en general ese concepto y tér#ino casi nuncae#pleado por él de "odernidad!

A#bigüedad )ue e#pie*a, por eje#plo, con sus opcionesestilsticas, #(s cercanas a la tradici.n goeteana, a la novela de



&or#aci.n 5)ue eso es, al #enos parcial#ente y con su estiloobjetivo, Te#pestades de acero>, y al gusto por los buenos viejostie#pos 5co#o en los episodios y #enciones a los lans)uenetes>,)ue a la e-peri#entaci.n &or#al y al desgarro e-presionista o aldeseo de ser absoluta#ente #oderno!

%in e#bargo, por otra parte, sera cierto, al #is#o tie#po, )ueen sus novelas épicas no abra ya dioses )ue conte#plasen lasbatallas, ni éroes )ue las ganasen o perdiesen! \ as, en susobras pri#eras asisti#os al transito u oscilaci.n del guerrero alsoldado, del o#bre )ue detr(s de la #()uina controla la técnicadesatada, a a)uel )ue, nal#ente cae bajo su do#inio! El nuevoindividuo no tendra ya rostro o éste estara seriali*ado, disueltoen tanto )ue sujeto y convertido en un ele#ento #aterial #(s, nos.lo en el ca#po de batalla, pues no en vano la tecnicaci.n de laguerra enla*a con la del trabajo!

Ese sera precisa#ente el ne-o de uni.n con una de lasi#(genes #(s poderosas, y persistentes, )ue parece subyacer alpensa#iento jungeriano! La dualidad entre un &ondo estable,in#utable, de )uietud, positiva#ente valorado, y una super cieen constante #utaci.n 5entre la igura, del trabajador, poreje#plo, y sus #2ltiples #ani&estaciones>, #.vil, acelerada yenig#(tica, )ue re)uiere de una cierta #irada para descubrir loautentico, lo real, est(tico e in#utable, )ue aguarda bajo su ci&ra!

En los &rentes de la 0uerra del 7K se borr. pronto la ilusi.n

pri#era con )ue se acuda al co#bate, los sueIos de eros#oresecados sobre el tedio de las trinceras y, #(s all( de esto,seg2n la lectura jungeriana, lo )ue 2lti#a#ente se abra borradoen ellos abra sido el individuo! Desaparici.n del sujeto y pérdidade las seIas de identidad )ue no seran sino e&ecto de la guerra)ue la técnica declara al individuo, e-plicitada en este tipo deco#bates!

La paralela invasi.n de la técnica, en el (#bito laboral y en elbélico tal co#o aparece en la obra de Jünger, puede tra*arse,precisa#ente ya de entrada, en el car(cter de arte&acto de paisaje

bélico! El paisaje tecnoindustrial del no #an`s land devendra#eta&.rica &(brica #oderna, principal#ente en tanto )ueconvierte en #eras pie*as a los soldados, )ue aseguran el&unciona#iento del #ecanis#o siendo per&ecta#ente sustituibles y eli#inados con la #is#a &acilidad con )ue se ca#bia una pie*ade una #()uina cuando deja de &uncionar! Al soldadodesconocido se le eli#inara de #odo i#personal, con #ediostécnicos, &uego #asivo, ar#a#ento de precisi.n, y el a*arrepartira una #uerte sin sole#nidad, ni gloria alguna! En laguerra #oderna, la 0uerra Total se #ani&estara pues la alian*a

co#pleta entre progreso racional, técnica y guerra por lo )ue sereere a la cuesti.n de la #uerte )ue nos ocupa!



4oco )ue ver, pues, lo )ue se desprende de esta lectura de loste-tos de Jünger, con la abitual interpretaci.n de su realis#oeroico juvenil, co#o representante del pre&ascis#o! 4ero, detodos #odos, se a de insistir en la co#plejidad jungeriana, ya)ue la distinci.n entre autores )ue #ostraran la 0uerra del 7K

co#o una gesta eroica, con la e-altaci.n #ilitarista y la ré#oraeroica de rigor, y a)uellos )ue, desde posiciones pacistas yanti#ilitaristas, denunciaran su absurdo car(cter de #atan*a sinsentido, servira bien para clasicaciones es)ue#(ticas, pero nocapta las co#plejas tensiones y a#bigüedades de un autor co#o Jünger!

ste, en #ucos casos, por eje#plo, y en re&erencia a suactitud por lo )ue respecta a esa tecnicaci.n 5civilWbélica>caracterstica de los procesos de #oderni*aci.n, parecesi#ple#ente constatar el eco de la #ovili*aci.n total! En otros,sin e#bargo, y contrastando con la inicial actitud pasiva,establece una crtica, enuncia una a#ena*a o diagn.stico yprognosis, co#o al tratar la #is#a trans&or#aci.n creciente delos #edios del co#bate y de la batalla, en virtud de sutecnicaci.n!

?La lucide* )ue e-ibe la #editatio #ortis jungeriana, elpensa#iento en torno al #orir en la época de la técnica y, por lotanto, en torno al vivir o su suced(nea supervivencia en un #undoauto#ati*ado!@

En esa vertiente crtica ace Jünger re&erencia, entre otrascosas, a la #ovilidad y capacidad de alcan*ar cada ve* #ayoresdistancias de esos ar#a#entos técnica#ente desarrollados! \ aello Jünger aIade un co#entario crtico, interpretable en clave#ilitar, esto es, co#o derivable del aIejo c.digo de onor delguerrero, pero integrado en un conte-to #(s a#plio: en la épocade los ejércitos de #asas, de la guerra técnica, la destrucci.n adistancia redoblara la crueldad con )ue es pensado y asesinado elene#igo!

En ninguna guerra anterior, seg2n Jünger, el ene#igo abra

sido i#aginado con la &ra -eno&obia con )ue lo abra sido en la0uerra del 7K! Ar#aci.n esta )ue a #i juicio, lejos de ser una#era i#presi.n subjetiva, se enla*ara, aun cuando no se &or#ulee-plcita#ente, con la cuesti.n bien conocida y debatida, a lolargo de una prolongada cadena te-tual, de )ue la distanciae-cesiva provoca indi&erencia! Discusi.n ésta relevante en laépoca del asesinato #asivo y a distancia, donde &rente al co#batecuerpo a cuerpo, )ue re)uiere de la superaci.n de los recursos#orales, se #uestra un soldado in#uni*ado, neutrali*ados lostales recursos por #or de la din(#ica de ese tipo de co#bate )ue

abilita la técnica!



A)u estara el punto en )ue se reestablece la cone-i.n con lacrtica de la técnica jungeriana, dado por el paralelis#o )uepuede establecerse entre este distancia#iento, propio delco#bate técnico, y el )ue en el espacio del trabajo y de laburocracia, se produce! Ta#bién la tecnicaci.n burocr(tica

genera distancias, dis#inuye si#patas y &acilita una reducci.n a#eros n2#eros de las grandes cantidades de gente so#etida a susprocesos!

En a#bas vertientes de la vida tecnicada, se propiciaraasi#is#o, por la propia din(#ica de la técnica, la disoluci.n de laresponsabilidad en el interior del laberinto burocr(tico, en lasinnu#erables #ediaciones )ue seg#entan el proceso productivo,o la cadena de #ando y las #ediaciones tecnol.gicas )ueconguraran el #oderno rostro de la guerra! En ese sentidoseran posibles las #ayores atrocidades, o la crueldad #(s negra,tal y co#o lo crtica Jünger, dada la reducci.n bajo #ni#os de losrecursos #orales, de las posibilidades de una cierta identicaci.no del si#ple recurso del viejo guerrero al onor y reconoci#ientodel adversario, aora si#ple n2#ero, ni si)uiera puntito en elespacio geo#étrico de las &otogra&as aéreas!

sta sera pues la lucide* )ue e-ibe la #editatio #ortis jungeriana, el pensa#iento en torno al #orir en la época de latécnica y, por lo tanto, en torno al vivir o su suced(neasupervivencia en un #undo auto#ati*ado! 4ero esta lucide* y

precisa#ente en su n2cleo, el #orir, est( #(s plagada detensiones, si cabe, )ue las ya e-plicitadas en #is an(lisis previos!

La #uerte, e dico, se lee co#o sinsentido, co#o algoabsurdo, por las caractersticas propias de la guerra técnica! 4eroen otros #ucos #o#entos, en esos #is#os escritos de Jünger y,de #anera e#inente, en sus ensayos postbélicos no es esto lo )ueocurre! Antes bien, lo )ue sucede es )ue el intento de aplicar uncauterio de sentido #ediante sus escritos al absurdo de la #uertebélica, deviene en intento de consolaci.n #ediante el recurso alas legiti#aciones, a la algodicea, a la trascendencia!

rente a la proposici.n, #ediante esa visi.n ento#ol.gica de la#uerte, de una re&or#ulaci.n de la ars #oriendi perdida en el#undo tecnicado, donde el te#erario o cora*.n aventurero )uepone en juego su vida, )ue se en&renta a la posibilidad #(sradical#ente nuestra, la de la #uerte, puede dis&rutar plena ylibre#ente de la vida, ree-iones posteriores )ue pretendandotar de sentido y unidad, a lo )ue se vivi. &rag#entaria#ente yco#o #ero absurdo, abran sido intentos de a&e rrarse a uncierto orden superior donador de sentido y consolador de lasperdidas! Aun)ue, y de nuevo a)u se #uestra su productiva

tensi.n, sin )ue esta consolaci.n tuviera, en su caso, el car(cterde una estrategia de legiti#aci.n poltica



Dos son al #enos, pero reducibles a una, las estrategiasconsoladoras )ue identico en estos te-tos te#pranos! 4or unlado, y en relaci.n con el estilo jungeriano, el recurso a lanaturali*aci.n, a una #eta&.rica )ue asi#ila los e&ectos de lasar#as en la batalla de #aterial a las &uer*as de la naturale*a! 4or

el otro la re&erencia a la cadena de la vida, al indisoluble la*oentre vivos y #uertos, )ue per#itira conar en una renovaci.n yun &ruto abundante de vivientes )ue curar( la erida )ue abraproducido la pérdida de tantos otros!

A a#bas estrategias subyacera la conan*a jungeriana en unasupuesta legalidad secreta )ue tanto aorrara el su&ri#iento, )uela era de la seguridad intenta eli#inar o #antener en sus bordes,#(s all( de lo racional, prest(ndose tal legalidad a cobrar susineludibles intereses de dolorZ co#o garanti*ara una segura pa*#undial &utura, sacricial y, asi#is#o, segura co#o todapro#esse de boneur!

As, de una parte, #ediante la naturali*aci.n se repropondrauna lectura positiva del sinsentido: si son las &uer*as de la ciega eineludible naturale*a las )ue, co#o el &atu#, e-cediendo al seru#ano, le destinan la #uerte o la vida, la conciencia de estanecesidad dara al #enos la consolaci.n de lo inevitable e invitaraa plegarse a ello al #in2sculo ele#ento de la gran 3aturale*a )uees el individuo! De otra parte, saberse parte de la gran cadena delser, y ele#ento propiciador de nuevas vidas, esperar en un

restableci#iento &uturo, igual#ente indudable, de laabundancia vital debera consolar por la pérdida de laindividualidad, en pro de ese colectivo bien &uturo!

"ediante la algodicea se pretendera reunir todo el capital#undial del dolor e invertirlo en un esperado nuevo orden#undial pacico, )ue el soldadotrabajador contribuira aci#entar #ediante sacricios sangrientos! 4ero la algodicea, sibien trata, co#o se ve, de dar sentido al su&ri#iento y taponar laseridas )ue su ausencia provoca, no abra logrado, al #enos en Jünger, llevar a cabo por co#pleto su tarea de oculta#iento y

distorsi.n, y cada cierto tie#po, la so#bra del dolor y de la#uerte cubrira con su triste #anto el &ala* intento de la#entalidad e-piatoria!

E-pone ranX 6er#ode en un interesante ensayo lai#portancia de un nal en la novela, vincul(ndolo al géneroapocalptico, tan relevante a lo largo de la Edad "edia, as co#o,en 2lti#a instancia, su papel por re&erencia a ciertas necesidadesculturales e incluso biol.gicas ineludibles! La necesidad de allarsentido a nuestras vidas #odelada sobre las narraciones cuyosnales cticios, cuyo car(cter de cci.n conoce#os, nos

i#pulsaran a buscar y elaborar es)ue#as, los de la tra#anovelstica, sobre los )ue tra*ar o dotar de sentido a nuestras



propias vidas, #ediante la coordinaci.n del in #edia res en )uenos desenvolve#os, con el inicio olvidado y el nal i#posible5itos a#bos a los )ue no pode#os asistir, pero )ue nosconguraran radical#ente>!

'ida y novela, sin e#bargo, no son lo #is#o para 6er#ode 5ni,aIadira yo, para Jünger>, e identicarlos propicia la in#ersi.n enla #itologa, tal co#o la interpreta el crtico literario, esto es en laasunci.n in#ediata de las narraciones con sentido pleno co#otrasunto de la vida! 3egar cual)uier contacto o cercana, por otrolado, supone privarse de las capacidades reveladoras del relatopara la vida, especial#ente por lo )ue respecta a laspotencialidades de un nal, #ecanis#o literario #ediante el )uese trans#uta el tie#po de la novela!

La #era sucesi.n cronol.gica de #o#entos iguales se

sustituira o convertira en encadena #iento de #o#entosrelevantes, plena#ente signicativos, Xairos, por #or de lainstituci.n de un nal donador de estructura y sentido, sin dejarde ser consciente de la distancia )ue #edia entre ese nal )uear#oni*a el #edio con principios y nales, y nuestras propias vidas, disonantes respecto de ese orden! De #odo se#ejante, laescritura jüngeriana oscilara entre la #itologa laica de unsentido pleno y sin suras, y la ars #oriendi literaria, )ue#ediante la revelaci.n de la posibilidad #(s radical de nuestrase-istencias, la #uerte, y la carencia de &unda#entos en )ue se

asienta la vida, entrela*ara tra#a novelstica, donadora deestructura y relevancia signicativa a los instantes )ue co#ponenla vida, y conciencia de la distancia y el sinsentido a#ena*ante deesa #uerte técnica )ue la "odernidad nos depara!

En el peligro esta lo )ue nos salva, co#o deca el poeta, y en Jünger se abre el tenso espacio, asta esta época )ui*( invisible,en )ue la salvaci.n se jugara entre el ca#po de la trascendenciasin dios de la algodicea, y la rescendencia u#ana, )ue aboga porla asunci.n del dolor y la #uerte 5absurda, co#o evidéncia ydispone la técnica> sin a#bages! Este es el legado )ue, por lo )ue

respecta a la #irada en torno a la #uerte, e#os eredado de JüngerZ no en vano co#o deca al nal del 2lti#o escrito incluidoen la edici.n castellana de Te#pestades de acero, su aci.n eranlos telescopios y los #icroscopios, capaces de acer ver lo #(sgrande y lo #(s pe)ueIo, y en el ca#po de la literatura, su#odelo a e#ular, los escritores capaces de traer a la visi.n lo )ueantaIo &uera invisible!

Dai#on! +evista de iloso&a, n KU, <UU=



/ontra+osi!i*n entre imagen y naturale6a a tra0s delmundo del Trabajador y el mundo del Burgu0s en Ernst

Jünger

'#ILLE%&O A'#I%%E

3orton 1ru, e-co#batiente de la 4ri#era 0uerra "undial, a laora de re&erirse a esta 2lti#a tal y co#o es #ostrada por laistoria #ilitar, las novelas y el periodis#o seg2n los discursos

ociales y patri.ticos 5Jünger: <UUC>, #encionar( el e#pleo &also,intencionado e interesado, )ue del lenguaje reali*aron dicos#edios en a)uello )ue consista en una guerra atlética, deportiva y eroica seg2n unos, u odioso asesinato, #atan*a recprocaco#etida por civili*ados e#bruteci#ientos por el alcool o el éter,borracos de car nicera y e#badurnados de sangre, seg2n losotros 5Jünger: <UUC>!

Lo cierto es )ue, de acuerdo con Jünger, tras la 0ran 0uerra un#undo an)uilosado en la seguridad, una organi*aci.n socialpropia#ente burguesa, aba llegado a su n, sucediéndole aora

una civili*aci.n dada a recuperar sus pulsiones pri#arias,entregada al goce de la naturale*a, por una parte, y por la otra aldesarrollo de una técnica )ue avan*aba con resueltadeter#inaci.n, sin consideraci.n alguna &rente a a)uellos rasgosde u#anidad )ue paralela#ente trataban de i#poner sus yaescasos derecos en la vida del individuo!

Al tér#ino de la 4ri#era 0uerra "undial, la relaci.n delo#bre con su #undo, dada la con&usi.n provocada co#oconsecuencia del tér#ino de un ciclo y el inicio del siguiente,re)uera ante todo de nuevos #edios de representaci.n,de#andaba la sustituci.n de un lenguaje sosticado y rico enargucias por otro lla#ado a #ostrar una visi.n alejada de losaconteci#ientos, aséptica, desvinculada del indivi duo y, en#ayor #edida, instant(nea! Jünger se re&erir( a este #ovi#ientode tras laci.n co#o un desvo acia el (#bito del in&or#eobjetivo de sucesos 5Jünger: <UUC>! El artista, integrado aora enla vida activa, se adentraba en el #undo de los aconteci#ientoso&reciendo una #irada personal al #argen de a)uella otraunidireccional y #asicada, toda ve* )ue cuanto va aconteciendoen torno suyo obedece a la perspectiva o&recida desde una

cos#ovisi.n tecnicada en su#o grado! 4or todo ello, ante unaprogresiva i#posici.n del proceso de desu#ani*aci.n, dadas las



pocas ar#as con )ue el ser u#ano poda en&rentarse al ele#ento&(ustico, s.lo un adecuado incre#ento de &uer*as pri#ariasposibilitara la lograda resoluci.n de esta colisi.n de .rdenesreguladores del espritu u#ano!

Esta doble tendencia )uedara reejada a través del conjuntode unas artes )ue su#inistraran una ingente cantidad dei#(genes y #ensajes de e-tre#o calado entre la poblaci.n,adoptando un rol decidida#ente i#plicado, ya a &avor, ya#aniesta#ente en contra, de cuanto constituir( el desarrollo del#undo #oderno! rente a una tendencia precedente deador#eci#iento general, de peligrosa despreocupaci.n por partedel &en.#eno estético respecto del entra#ado social, el artistanueva#ente co#en*aba a ca#inar codo con codo con la realidad, junto al soldado )ue #arcaba al &rente, participando, endenitiva, con su deserci.n del pante.n de las divinidades, de una vida bulliciosa )ue daba rienda suelta a unos desatados instintospri#arios, a un a&(n de e#oci.n y, lo )ue es #(s i#portante, a lanecesidad de sentirse partcipe e incluso poseedor del control delos &en.#enos sociales!

4or todo ello, a la sensaci.n de decai#iento con )ue abaco#en*ado el siglo, le sucedera una nueva conciencia denaci#iento propiciada por el desarrollo de la técnica! Enconsecuencia, co#o ya e#os #encionado, ese deseo de novedad,esa #is#a tecnicaci.n, se llevara por delante una larga serie de

valores larga#ente cultivados a lo largo de los siglos, valores )ue,en 2lti#o e-tre#o, constituan el 2nico ele#ento de canali*aci.nde un a&(n devorador a cuyo ansia el individuo se co#en*aba a ver so#etido dado )ue pasaba de creer do#inar los ecos, aconvertirse en participante su#iso, en aut.#ata de cuantosuperaba su e-clusivo do#inio individual! El devenir ist.ricoarrollaba as toda concepci.n cl(sica de la vida, toda ve* )ue lacriatura co#en*aba a superar tanto en potencial co#o enintenciones los deseos de )uienes la engendraron! GalterBenja#in, en este sentido, #encionar( )ue la técnica reproductivadesvincula lo reproducido del (#bito de la tradici.n! Al#ultiplicar las reproducciones pone su presencia #asiva en ellugar de una presencia irrepetible 5Benja#in: 7898>!

La devoradora relaci.n de &actores propia del conicto bélico,adoptada aora co#o siste#a usual de vida, co#o urgencia pore-traer el #ayor potencial de toda &uente generatri*, incorporaba_o trataba al #enos de lograrlo_ al artista, al #odelo de o#breconsiderado co#o iconoclasta ante los intereses venideros, co#ointegrante de sus pro pias las, pasando el poeta o el pensador, elcustodio del espritu, a ser una pie*a #(s de la a#plia cadena de

#ontaje, a ser, ta#bién él, un trabajador!



Desde luego, las terribles y devastadoras &uer*as liberadas trasla 4ri#era 0uerra "undial se perpetuaron sin proble#a lograndoasegurar su ancla en un terreno propi cio una ve* )ue ele)uilibrio entre ele#entos regresivos y progresivos )uedabaresuelto a &avor de estos 2lti#os _en lo re&erente a la autono#a

del ele#ento técnico_ posibilitando as la co#prensi.n de la vida a#odo de in#enso n2cleo de co#ercio! La tecnicaci.n #asiva,asociada si#b.lica#ente a la #uerte del individuo, se despla*arade in#ediato con toda naturalidad acia terrenos apenas olladoso, al #enos, nunca antes do#inados de tal #odo por el reino de lacantidad! Terrenos, en lo concerniente al arte, )ue pasaban deco#prenderse co#o te#plo o aleja#iento incluso del #undo, aentenderse co#o un #edio e-celente de propaganda, de alcancein#ediato y capa* de envolver en una ret.rica elocuente la voluntad de las #asas!

?Tras la 0ran 0uerra un #undo an)uilosado en la seguridad,una organi*aci.n social propia#ente burguesa, aba llegado a sun, sucediéndole aora una civili*aci.n dada a recuperar suspulsiones pri#arias, entregada al goce de la naturale*a, por unaparte, y por la otra al desarrollo de una técnica )ue avan*aba conresuelta deter#inaci.n@

1uando Ernst Jünger, en su ensayo %obre el dolor, indica )uela cantidad de asenti#iento, de p2blico, est( convirtiéndose enel &actor decisivo de la poltica, de una organi*aci.n sustentada

por unas #asas de con&or#aci.n cada ve* #(s uni&or#e5Jünger: 788C>, est( ar#ando de #odo paralelo una par(lisis, undistancia#iento de la vida respecto de las deter#inacionesto#adas por los individuos, co#prendiendo la vida no co#o unaserie de ecos o incluso de relaciones de ecos, sino co#o elespritu )ue concede sentido, densidad, a dicos ecos! As, sepodra ablar de una preparaci.n del conicto bélico desde unen&o)ue artstico, posibilidad )ue Jünger capta de nuevo de#anera di(&ana cuando sugiere la siguiente idea grotesca: )ue uni#portantsi#o je&e de publicidad ubiera de preparar lapropaganda para una guerra #oderna y )ue para desencadenar lapri#era oleada de e-citaci.n tuviese a su disposici.n dos #edios,a saber: el asesinato de %arajevo y la violaci.n de la neutralidadbelga 5Jünger: 788C>!

Evidente#ente, esta ip.tesis no deja de ser un juego, una&(bula, pero precisa#ente por su cualidad especulativa resultasi#b.lica, )ue es al n y al cabo lo )ue nos interesa y cuantocobra valor real en un (#bito en principio estético!

Al reali*ar este co#entario el escritor ale#(n aludir(, de#anera casi e-plcita, al peligro de )ue arte y vida invadan sus

di&erentes canales de e-presi.n! A#bos, desde luego, an deper#anecer unidos, pero en un plano si#b.lico, no directo, en la



#edida en )ue dada la naturale*a del uno y la de la otra _del arte y de la poltica_, el pri#ero resultar( bastante susceptible dedejarse apropiar por #anos interesadas, #ientras )ue la segunda va a participar de unas obvias necesidades de controlar, dedo#inar cuanto atrae el i#aginario de las #asas! na ve* )ue

acaece esta apropiaci.n, el estado pasar( a proyectarse por #ediode una agresiva ca#paIa de propaganda, #ientras )ue lareali*aci.n artstica va a devenir en #edio publicitario, ele#entoideal de representaci.n #asiva y unitaria de a)uello )ue,utili*ando la ter#inologa de Jünger, se puede considerar elEspritu del tie#po! En este aspecto se aprecia per&ecta#enteel progresivo avance de los estados desde un plano ideol.gico aotro #ercantil y servilZ el traslado de la Europa de los #perios ala de los co#ercios, pasando por el estrato inter#ediorepresentado por el estado tecnicado, totalitario, convertido en

#ecanis#o reproductor, leviat(n cuya asi#ilaci.n a lo asta a)u#encionado ara del dirigente el artista y del pueblo el #aterialutili*ado, el barro a ser torneado!

+esulta evidente )ue no es tanto la i#agen, sea de lanaturale*a )ue sea, co#o el uso )ue se ace de la #is#a, cuantoconere el grado de relevancia de su poder! El siste#apropagandstico, brutal, de#oledor, no tanto por la cantidad,superada con creces oy en da, co#o por el i#pacto )ue en su#o#ento pudo causar el violento salto desde un orden jer(r)uicoconsolidado en &unci.n de unos valores en declive, acia una

socie dad de #asas, acia un nueva organi*aci.n de la realidadalta#ente tecnicada, result. el #edio ideal de aleja#iento delindividuo respecto de esa #is#a realidad! A partir de entonces, laidea de una e-periencia co#en*aba a sustituir a la e-periencia ens, toda ve* )ue cuanto consolidaba a)uélla, el valor interno deese eco, no naca arraigado al interior del individuo, sino )ue sepresentaba co#o cado del cielo, dejando el individuo de actuarpor convicci.n personal para pasar a de&ender unos valores ajenosa todo instinto ele#ental!

La guerra de #aterial, por otra parte, sinto#(tico trasladodesde lo cualitativo acia lo cuantitativo, se e-tendera, de nuevosi#b.lica#ente, a todos los (#bitos de la sociedad,sustituyéndose la elaboraci.n, el desarrollo artesanal de lassatis&acciones b(sicas del individuo, por una #asicaci.ndesbordante y saturninaZ sustituyéndose el arte por la#ecani*aci.n del #is#oZ el espritu puro, el desinterés propio dela actividad crea tiva, por una publicidad (vida de ci&ras! De este#odo, el pueblo, co#prendido co#o ele#ento trabajador en unestado de #ovili*aci.n total, vio con buenos ojos el resultado de laobra )ue aba de reali*arZ no ya una catedral, por eje#plo, co#o

ocurriese en el #edievo, sino una in#ensa #a)uinaria de#onaca,participando co#o abeja obrera en la construcci.n de su jaula de



esperan*as pero desconociendo, para su perdici.n, la génesis y eln de la elaboraci.n de la #is#a!

La propaganda, de acuerdo con lo visto, acceder( asta elindividuo a #odo de ele#ento usurpador de realidad, de

erra#ienta incitadora al deseo o al reca*o, pero ta#bién y de#anera especial a #odo de ele#ento despreocupada#entecondicionante del juicio )ue nal#ente uno acabar( por acersedel conjunto de los aconteci #ientos! En este aspecto esa #is#apropaganda no deja de ser un ele#ento si#b.lico, un #edio derelaci.n entre di&erentes &actores, en este caso entre dirigentes y#asas _nos acerca#os ya a la Europa del segundo tercio de siglo_,)ue nos per#itir( observar de #anera incluso de#asiado l.gica lacadena )ue lleva de la Europa de los #perios a la Europa#oderna, pasando por la Europa del tirano y del trabajador! 4ortodo ello nos aventura#os a decir )ue, desde cuantoco#prende#os, resulta obvio el trasvase y el #edio por el )ue seprodujo este ca#bio, no as, evidente#ente, el #odo, una ve* )ueresult. necesario un ele#ento inter#ediario, un catali*ador _representado por un tirano dibujado con tintes &(usticos_ entre el#perio o el E#perador _representante de una alturasobreu#ana_, y a)uel colectivo provisto, tras el e&ecto liberador)ue supuso la 0ran 0uerra, de todos sus ele#entos pri#ariosbullentes y descontrolados! El rol )ue cada uno de los ele#entosdese#peI. en este es)ue#a, continuando con el s#il#encionado lneas atr(s, resultara asi#ilable al representado por

el *(ngano, por las obreras y por una reinaestado cuyo tronosera tr(gica#ente usurpado! La &un ci.n )ue le deparaba laistoria a este ele#ento inter#ediario era, a ojos del pueblo, la de vcti#a propiciatoria, &unci.n representada en todas lassociedades y religiones de la istoria por el papel del sacricado,consideraci.n potenciada una ve* )ue, co#o sabe#os, ja#(s secont. con una sociedad tan triste#ente #ecani*ada y alejada desu #(s consustancial y natural ele#ento, la realidad!

?El artista nueva#ente co#en*aba a ca#inar codo con codocon la realidad, junto al soldado )ue #arcaba al &rente,participando, en denitiva, con su deserci.n del pante.n de lasdivinidades@

En e&ecto, el #ecanis#o propagandstico aba logrado )ue elpueblo, arte sano in&atigable del estado total, viviese encerradoen su propia obra, en su #undo recreado pero irreal, en laburbuja de cristal en la )ue, en denitiva, viva el artistainocente#ente antes de la 0ran 0uerra! 1uanto le deparaba aEuropa tras el con icto de inicios de siglo no era la %egunda0uerra "undial! La obstrucci.n )ue supona el Antiguo +égi#en

aba cado por su propio peso, sin duda! El nuevo estadonecesitaba, ya lo indica#os, de un #ediador entre la vieja Europa



tanto en el proble#a de la técnica co#o en los #edios depropaganda #odernos, un pro ble#a )ue concierne al constantepulso entre arte entendido co#o i#pulso de juego, a la #anerade %ciller, y una técnica co#prendida co#o ele#ento reicador,usurpador del espritu )ue pone al individuo en #ovi#iento!

De acuerdo con esta 2lti#a idea, la &otogra&a de propagandano dejar( de ser una variante #(s del innito n2#ero de #odospor los )ue el #undo &eno#énico se nos presenta encorsetadobajo una naturale*a #uerta, &or#a carente de e&ervescencia vital,desproveyéndonos a su ve* de la posibilidad de entrar en di(logocon él, en denitiva, de reali*arnos! Los #edios por los )ue losen&renta#ientos bélicos y, &uera de ellos, los discursos polticos, sepresentaron ante la poblaci.n ace ya un siglo, se vieronpotenciados por un #ayor abuso de ele#entos tecnicados y,consecuente#ente, &alseados! 4or ello, no resulta justo aceralusi.n e-clusiva#ente a la &otogra&a co#o instru#ento#anipulador, sino )ue todo #odelo de e-presi.n, una ve*despojado de su singularidad torn(ndose por tanto enpropaganda, en articio de #asas, agotar( su contenido al )uedaren#arcado en unos l#ites restrictivos, opresivos, donde no aycabida para el vuelo libre de la i#aginaci.n y s, en ca#bio, paraun discurso presentado ante el individuo co#o proyecci.nabo#inable de un deter#inado .rgano de poder! +esultainstructivo observar c.#o, ya en época pretotalitaria, no sera elpueblo )uien e-presase su vo*, su vo* viva, a través de un lder

deter#inado, sino )ue sera este 2lti#o, identicando en e-tre#oel tér#ino autor con el designado por la &unci.n de su cargo,autoridad, )uien reali*ara sus deseos a través del #aterial conel )ue contaba, el pueblo! La e)uiparaci.n establecida a)u entrepueblo y #aterial, claro est(, obedece a la pérdida de cualidadese-presivas )ue en estas condiciones el pueblo su&re, )uedandoreducido a ele#ento pasivo proclive a to#ar por suyo cuanto le viene dado desde el e-terior, desde la vo* y el deseo del tirano!

La voracidad propia del desarrollo #oderno, cuya encarnaci.n#(s e-acerbada en torno al periodo de entreguerras )uedararepresentada por el estado, resultaba absoluta#ente ene#iga deldesarrollo interno propuesto por Ernst Jünger y, desde luego, #(ssi cabe, de la necesidad de e-presi.n propia del escritor, cuyaincontinencia, dado el co#ponente de desa&o y veracidad con )uese #ani&estara a lo largo de su vida, as co#o el peligroso #arcoen )ue ubo de desarrollarse, result. #(s )ue inc.#oda para elEstado #ayor ale#(n ya con anterioridad as co#o durante eldesarrollo de la %egunda 0uerra "undial! 1uanto encontra#os en Jünger es un a#or incondicionado por toda e-presi.n viva, auncuando ésta resulte peligrosa e incluso destructora! En ca#bio, no

dudar( en to#ar por sus #ayores ene#igos todos a)uellosaspectos de la naturale*a capaces de separarle de la libre



creaci.n! En este aspecto Jünger se #ostrar( #(s coerenteincluso )ue 0oete, personalidad a&n al novelista tal y co#oobserva "an&red Osten cuando ace re&erencia a unaconte#poraneidad e-te#por(nea 5Osten: 788M> )ue re2ne aa#bas guras #(s all( del tie#po! La creencia en un destino

individual, la participaci.n de un &atalis#o o#érico, ayudar( a Jünger a en&rentarse con (ni#os elevados a la adversidad,acudiendo co#o voluntario a la 4ri#era 0uerra "undial al pocode cu#plir la #ayora de edad y participando en la %egunda co#ocapit(n de un regi#iento pese a su reca*o acia el ansiaani)uiladora )ue ani#aba a los dirigentes del 4artido, pudiendoconstatar, tal y co#o 0oete ya advirtiese, c.#o los poderosos juegan con los débiles y, a su ve*, los dioses acen lo propio conlos poderosos!

El Espritu del los tie#pos segua ya en el segundo tercio desiglo una direcci.n )ue en nada co#partira Ernst Jünger,abis#(ndose acia un proceso de desu#ani *aci.n co#pleto enaras de un do#inio técnico usurpador y en&er#i*o! %e llegaba asal punto en )ue el o#bre a desarrollado &uer*as )ue ya nopuede controlar 5"oli nuevo: 788K>, el aprendi* de brujo! Eldescanso )ue uno alla #ientras lee sus diarios de la %egunda0uerra "undial, es el #is#o )ue el buscado por el anacoretaalejado del #undo, a)uel )ue _seg2n reere nueva#ente"olinuevo_ )uedara representado por la gura del e#boscado enla obra del autor! Este e#boscado ser( precisa#ente )uien vive

en un tie#po distinto de los de#(s, en una a#bigua actualidadinte#po ral, propia de las e-istencias transitorias )ue sacan&uer*as de la a#ena*a 5"olinuevo: 788K>! Do#inio, técnica opersuasi.n, con&or#ar(n ele#entos de intro#isi.n para elrecogi#iento interno, casi conte#plativo, )ue el escritorperpetuar( incluso en el ca#po de batalla!

kue Jünger #antenga con la poltica una relaci.n de distanciaes algo )ue no a de sorprendernos _#enciona Luis raga_! Ladistancia 5)ue es cosa distinta al desinterés> &or#a parte de suestilo, de su personal #odo de ver o apreender la realidad! Jünger, a través de la distancia, ve! %e trata, ante todo, de unautor visual )ue nos abla en i#(genes, guras, &or#as 5raga:<UUM>!

4or ello #is#o, en&rent(ndose a su desinterés, su repulsaincluso acia la &otogra&a, se dedic. en torno a los aIos treinta ala con&ecci.n de una serie de &otolibros con el prop.sito deapuntalar las i#(genes con su propio pensa#iento, de avivar consu e-presi.n una serie de &otogra&as )ue, en&rentadas unas conotras, delataban el car(cter engaIoso de un discurso ist.rico

poltico &rente a la vivencia individual de los ecos, &rente a lae-periencia vivida, padecida #(s bien, por )uienes ubieron de



daIar su vida, a&an(ndose y viéndose obligado a ad)uirire-periencias pri#arias en detri#ento de cuanto viene envuelto enbellos ropajes, becerro de oro )ue ja#(s podr( con)uistar! 1uantose presente ante el trabajador ser( un #undo #(s real si cabepero #uco #enos bello )ue a)uel otro )ue recibe benévola#ente

el ciudadano c.#odo, un ciudadano )ue no sospeca )ué ay deengaIoso en su incierta realidad! 4ara él, para este ciudadano#odelo, estandari*ado, se o&recer(n en sacricio las guerras,pudiendo as nutrir sus apetitos de e#ociones sie#pre desde unaprudente distancia! A él se sacrica r(n vidas, vidas plena#entee-peri#entadas co#o e-istencia! Esta secuencia de pérdida deplenitud vital arrastra de lejos y coincidir( )ui*(s con a)uellaprogresi.n e-puesta por /esodo a la ora de aludir a las cincoedades del ser u#ano, desarrollo en constante decadencia! Encual)uier caso, ya en su #o#ento Talleyrand ar#. )ue

2nica#ente saban lo )ue era vivir todos a)uellos )ue abannacido antes de 7=98, antes de una +evoluci.n )ue per#iti., poruna parte, la liberaci.n del pueblo y, a la larga, el endiosa#ientodel burgués, el apogeo con ello de su niilis#o consustancialco#o seIor absoluto de nuestro #undo!

De todo lo e-puesto y su i#plicaci.n directa con el te#a )uenos concierne, )ueda un reca*o total acia una i#agen llegadaasta nosotros con ropajes de #uerta, un aleja#iento entre larealidad y el ser u#ano co#o consecuencia de la interposici.nde signos &alsos, interesados, entregados al individuo co#o

#odelos desprovistos de dolor y de belle*a, alegoras de un tipode #entalidad a&anada en la b2s)ueda de seguridades, ciega antela otra cara de la naturale*a, a)uella )ue re)uiere de vcti#as conlas )ue #antener el bienestar de )uien puede pag(rselo e inclusoelevar a2n #(s dica bono#a, pues el deseo no se con&or#a concuanto ya posee, )ueriendo sie#pre #(s!

rente a este rostro &also de la istoria, aguarda la realidad,rica en s#bolos y en verdades! (cil resulta oy reali*ar unalectura aleg.rica de las i#(genes propagandsticas con )ue se vioabru#ada Europa durante la pri#era #itad del siglo dejado atr(s y ver a través de ellas una segunda realidad no tantorepresentativa sino si#b.lica! (cil resulta observar en el rostroa#able del tirano el gesto sonriente de la #uerte, pues ladistancia nos aporta claridad, sin e#bargo pocos supieron leer enel #o#ento, tal y co#o iciese Jünger, la &alacia )ue se escondadetr(s de toda palabra, de toda i#agen )ue #ostrando tan s.lobelle*a esconda unos nes #acabros y entera#ente &unestos!

El uturo del 4asado, n K, <U7;, pp! K97K87



El !aso Jünger

Luis %o!a Jusmet

El caso Jünger es interesante por)ue presenta una #itologa#oderna #uy curiosa! %i entende#os el #ito co#o un #odeloeje#plar, entonces Ernest Jünger lo &ue para #ucasgeneraciones y desde un espectro polticoideol.gicoe-traordinaria#ente a#plio! 3o s.lo para los e-tre#os 5)ue paraalgunos se tocan> sino ta#bién para el centro! El neo&ascis#o seentusias#. con Jünger 5co#o pode#os co#probar en #ucas de



sus publicaciones, co#o 4unto y co#a> pero ta#bién lo i*o unsector de intelectuales eterodo-os procedentes de la i*)uierdaradical 5co#o pode#os ta#bién co#probar en antiguos n2#erosde revistas ya desaparecidas co#o Arcipiélago o Ajoblanco>!Lo sorprende es )ue ta#bién estadistas de la socialde#ocracia

co#o "itterand o elipe 0.n*ale* visitaron a Jünger en su#ansi.n de la %elva 3egra con la 2nica intenci.n de conocerle yconversar con él!

4or )ué diablos nos sedujo Jünger

En pri#er lugar por su legendaria y ro#(ntica gura desuperviviente, de o#bre )ue aba recorrido un siglo después de#il batallas! %u talante aventurero, )ue le ace escaparse de casa y enrolarse en la Legi.n E-tranjera en sus aIos juveniles, )uedescribir( en su novela Juegos a&ricanos! %u participaci.n en la

4ri#er 0uerra "undial, donde escribi. desde las trinceras susi#presionantes Te#pestades de acero! E-periencia )ue le supuso varias balas en su propio cuerpo, lleg(ndole a consdierar al bordede la #uerte! %us e-peri#entaci.n con drogas alucin.genas,buscando a#pliar las puertas de la percepci.n, )ue le llev. tantoa un escrito te.rico 5Acerca#ientos> co#o a un relato breve perodenso 5'isita a 0odeno#> %us incansables viajes en la veje*,#ovido por su curiosidad insaciable!

4ero ta#bién su car(cter indo#able, )ue le aca serrespetado por Brec y por /itler, )ue paraban a las uestes

co#unistas y na*is lo )ueran colgar! n o#bre in)uieto,entusiasta, lleno de energa pero capa* de #antener su serenidaden las situaciones #(s diciles! na especie de sa#urai europeo,un ronin sin seIor al )ue so#eterse! n e#boscado, co#o sedena, )ue resista la uni&or#idad del #undo burgués, de lal.gica de la #ercantili*aci.n! Todo esto &or#. parte de uni#aginario juvenil #uy variopinto )ue #erece ser anali*ado oycon un ojo crtico y desde un posici.n ética y poltica dei*)uierdas, ya )ue #ucos de los )ue nos considera#os de estatradici.n ca#os en este espejis#o!

kuién &ue real#ente Jünger 3o cabe duda )ue Jünger &or#.parte en su juventud de la revoluci.n conservadora ale#ana,aristocr(tica, nacionalista y guerrera! kue no &ue un oportunista y)ue se #antuvo al #argen del na*is#o, con todos los peligros )ueco#portaba, aun)ue #antieniendo una posici.n poltica a#biguabajo el le#a de la lealtad a su patria! kue a la larga se convirti.en un escéptico )ue #antuvo un espritu #uy crtico con el #undoen )ue viva!

Desde )ue posici.n \o dira )ue desde una serenidadaristocr(tica, niet*sceana, )ue despreciaba lo plebeyo, )ue nosoportaba a las #asas y )ue senta nostalgia por un pasado decaballero eroico )ue segura#ente nunca e-isti. y )ue )ueda



reejado en su novela Abejas de 1ristal y en su ensayo Lae#boscadura! 1o#o dira +anciSre, tuvo odio a la de#ocracia!

kue )ueda de aprovecable de Jünger una ve* #uerto el#ito Algunas cosas, por supuesto! 3o creo )ue sean sus

par(bolas polticas, co#o /eli.polis, Los acantilados de #(r#ol oEu#esFill, )ue #e parecen algo caducas! Ta#poco sus libroste.ricos co#o El trabajador! kui*(s ta#poco la #ayora de susnovelas, )ue #erecen ni #(s ni #enos )ue la atenci.n aciacual)uier buen escritor, co#o bien le reconoci. el 4re#io 0oete!deol.gica#ente es posible )ue &uera un plat.nico, un idealista#eta&sico espiritualista )ue co#ulga con ruedas de #olino co#ola astrologa! Ta#poco especial#ente intersante, aun)ue tengapensa#ientos brillantes, )ue )ui*(s donde #ejor se reejan enescritos tardos ligeros co#o La tijera! Lecturas crticas para unlector de i*)uierdas, ya )ue Jünger no pierde nunca una actiudaristocrati*ante, )ue co#o dira +anciSre, reeja un odio a lade#ocracia, al poder de cual)uiera! kui*(s aya ta#biénaspectos recuperables en su an(lisis sobre la técnica 5lo )ue lla#ala era de los titanes> o sobre el niilis#o! En un sentido #(sespecco Jünger contin2a siendo uno de los ensayistas )ue antratado de &or#a #(s sugerente la e-periencia de las drogas5Acerca#ientos>! En todo caso saca su obra, y esto e si#portante,de la #ateria de la vida! Aun)ue &uera un lector incansable!

4ero lo )ue yo salvara incondicional#ente de Jünger son sus

diarios! +adiaciones y 4asados los setenta, los diarios )ue &ueescribiendo y se &ueron publicando a lo largo de su vida!+econo*co #i debilidad por esta escritura sobre uno #is#o,#uco #(s sincera y directa )ue las #e#orias autobiogr(cas,)ue sie#pre pasan un ltro )ue los acen #enos sinceros! Losdiarios de Jünger #e parecen e-traordinarios y un testi#oniou#ano e ist.rico i#pagable! El libro puede ser ledo peropienso )ue su interés est( #uy circunscrito a los )ue an ledo enpro&undidad la obra de Jünger!Ta#bién ay )ue reconocer el valor)ue continua teniendo oy las inteligentes entrevistas de lositalianos Antonio 0noli y ranco 'olpi 5Los titanes venideros> o el&rancés Julien /ervier 51onversaciones con Ernst Jünger>, a#basdirigidas a un viejo J2nger con una perspectiva serena sobre supropia vida en el recorrido de todo el siglo [[! 3o ay )ueolvidar, de todas #aneras, el interés los.co del di(logo entre Jünger y /eidegger sobre el niilis#o!



La sombra del mal en Ernst Jünger y &iguel Delibes

$INTILA 3O%IA

De d.nde viene esto, c.#o a ocurrido, asta d.nde puedee-tenderse su eci*o! Todos lo ve#os o lo intui#os de alguna#anera, pero no basta leer libros o asistir a pelculas )ue loponen en evidencia! /abra )ue actuar, intervenir, pasar de laconstataci.n a la resistencia! \ ni si)uiera esto bastara en el#o#ento a#ena*ador en )ue nos encontra#os!

/abra )ue reconocer y denir abierta#ente el #al y acabarcon él! Al #is#o tie#po, cada uno de nosotros, y de un #odo #(s

o #enos co#pro#etido, est( i#plicado en el #al, go*ando de sus&avores, para vivir y acer vivir! Aun cuando lo reconoce#os yesta#os de acuerdo con los escritores )ue lo delatan, algo nosi#pide protestar, nuestro #is#o benecio cotidiano, nuestrarelaci.n con su #agnicencia! La cuesti.n es saber si la libertades a2n posible escribe Jünger, aun)ue &uese en un do#iniorestringido! 3o es, desde luego, la neutralidad la )ue la puedeconseguir, y #enos todava esta orrorosa ilusi.n de seguridad)ue nos per#ite dictar desde las gradas el co#porta#iento de loslucadores en el circo!

O sea se trata de intervenir, de arriesgarlo todo con el n de)ue todo sea salvado! Lo )ue nos a#ena*a es la técnica y lo )ueella i#plica en los ca#pos de la #oral, la poltica, la estética, laconvivencia, la loso&a! \ la rebelda )ue oy sacude los&unda#entos de nuestro #undo tiene )ue ver con este #al, al )uella#o el #ayor por)ue no cono*co otro #ejor situado parasobrepasarlo en cuanto ecacia! \a no nos interesa de d.ndeproviene y cu(les son sus races! Esta#os #uy asustados con suse&ectos, y buscar sus causas nos parece un #enester de lujo,digno de la pa* sin &allos de otros tie#pos! %in e#bargo ay un

#o#ento clave, un episodio )ue #arca el n de una épocado#inada por lo natural tradiciones, espiritualidad, relaciones



a#istosas con la naturale*a, dignidad de co#porta#ientou#ano, #oral de caballeros, decencia, en contra de los instintos, episodio desde el cual se produce el salto en el #al! Este#o#ento es, seg2n Ernst Jünger, la 4ri#era 0uerra "undial,cuando el #aterial, obra de la técnica, despla*. al o#bre y se

i#puso co#o &actor decisivo en los ca#pos de batalla de Europa,luego del #undo, luego en todos los ca#pos de la vida! ue asco#o el o#bre occidental universali*a su civili*aci.n a través dela técnica, lo )ue es una victoria y una derrota a la ve*!

Este proceso, denido desde un punto de vista #oral, a sidoprocla#ado co#o una cada de los valores, o desvalori*aci.n delos valores supre#os, entre los cuales, por supuesto, loscristianos! 3iet*sce &ue su pri#er observador y logr. reali*ar ensu propia vida y en su obra lo )ue /usserl lla#aba una reducci.no epocé! En el sentido de )ue, al procla#arse en un pri#ertie#po el niilista integral de Europa, logr. poner entreparéntesis el niilis#o, lo dej. atr(s co#o él #is#o sola decirlo, ypas. a otra actitud o a otro estadio, superior, y )ue es algoopuesto, precisa#ente, al niilis#o! Desde el punto de vista de lapsicologa pro&unda, esta evoluci.n podra lla#arse un proceso deindividuaci.n! 4ero tal proceso, o tal reducci.n eidética, no sereali*. asta aora #(s )ue en el espritu de algunas #entesprivilegiadas, despertadas por los gritos de 3iet*sce! Las #asas viven en este #o#ento, en pleno, la tragedia del niilis#oanunciada por el autor de La voluntad del poder! Aun los )ue,

co#o los j.venes, se rebelan contra la técnica caen en ladesco#posici.n del niilis#o, ya )ue lo )ue piden y anelan norepresenta sino una etapa #(s avan*ada a2n en el ca#ino delniilis#o o de la desvalori*aci.n de los valores supre#os! Estae-acerbaci.n de un proceso de por s ani)uilador constituye eldra#a #(s atro* de una generaci.n anelando una libertad vaca,introducci.n a la &alta absoluta de libertad!

Todo esto a sido intuido y descrito por algunos novelistasanunciadores, co#o lo &ueron 6a&Xa, /er#ann Broc en sus%on(#bulos o en sus ensayos, +oberto "usil en su /o#bre sinatributos, +ilXe en su poesa o To#as "ann! 4ero &ue Jünger)uien lo a plas#ado de una #anera co#pleta, en cuantopensador, en su ensayo El obrero, publicado en 78;7, y en el ciclo%obre el o#bre y el tie#po, o bien en sus novelas!

En opini.n de Jünger, escritor )ue representa, #ejor )ue otros,el a&(n de acer ver y co#prender lo )ue sucede en el #undo y supor)ué, y ta#bién de indicar un ca#ino de redenci.n, ay unospoderes )ue acent2an la obra del niilis#o, desvalori*(ndolo todocon el n de poder reinar sobre una sociedad de individuos )ue

an dejado de ser personas, co#o deca "aritain, y estos poderesson oy lo poltico, bajo todos los #atices, y la técnica! \ ay, por



el otro lado, una serie de principios resistenciales, )ue Jüngere-pone en su pe)ueIo Tratado del rebelde y ta#bién en 4orenci#a de la lnea, )ue indican la #anera #(s eca* de conservarla libertad en #edio de unos tie#pos revueltos, co#o diraToynbee, ni pri#eros ni 2lti#os en la istoria de la u#anidad!

Tanatos y Eros son los ele#entos )ue nos ayudan en contra de lastiranas de la técnica o de lo poltico! /oy, igual )ue en todos lostie#pos, los )ue no te#en a la #uerte son innita#entesuperiores a los #(s grandes de los poderes te#porales! De a)ula necesidad, para estos poderes, de destruir las religiones, dein&undir el #iedo in#ediato! %i el o#bre se cura del terror, elrégi#en est( perdido! \ ay regiones en la tierra, escribe Jünger,en las )ue la palabra #eta&sica es perseguida co#o unaereja! kuien posee una #eta&sica, opuesta al positivis#o, allla#ado realis#o de los poderes constituidos, )uien logra no

te#er a la #uerte, basado en una #eta&sica, no te#e al régi#en,es un ene#igo invencible, sean estos poderes de tipo poltico oecon.#ico, partidos o sinar)uas!

El segundo poder salvador es Eros, ya )ue igual )ue en 789K,el a#or crea un territorio an#ico sobre el cual Leviat(n no tienepotestad alguna! De a el odio y el a&(n destructor de la polica,en la obra de OrFell, en contra de los dos ena#orados, los 2lti#osde la tierra! Lo #is#o sucede en 3osotros, de ^a#iatn! Alcontrario, seg2n Jünger, el se-o, ene#igo del a#or, es un aliadoeca* del titanis#o conte#por(neo, o sea, del a#or supre#o y

resulta tan 2til a éste co#o los derra#a#ientos de sangre! 4or elsi#ple #otivo de )ue los instintos no constituyen oposici.n al #al,sino en cuanto nos llevan a un #(s all(, en este caso el del a#or,2nica va acia la libertad!

El dra#a )ueda e-plcito en la novela Las abejas de cristal! Eneste libro aparecen los principios e-puestos por Jünger en Elobrero, co#entados por /eidegger, en %obre la cuesti.n del %er!El personaje principal de Jünger es un antiguo ocial decaballera, +icardo, u#illado por la cada de los valores, es decir,por el tr(nsito registrado por la /istoria, desde los tie#pos delcaballo a los del tan)ue, desde la guerra aceptable o u#ana a laguerra de #ateriales, la guerra técnica, &ase 2lti#a y violenta del#undo opri#ido por el #al supre#o! El capit(n +icardo evoca lostie#pos en )ue los seres u#anos vivan aun los tie#poscaballerescos )ue aban precedido a la técnica y abla de ellosco#o de algo denitiva#ente perdido! Es un o#bre )ue atenido )ue seguir, dolorosa#ente, consciente#ente incluso, elitinerario de la cada! %e a pasado a los tan)ues no por pasi.n,sino por necesidad, y a traicionado unos principios, y seguir(traicion(ndolos asta el n! 4or)ue no tiene &uer*as para

rebelarse! %u #ujer lo espera en casa y todo el libro se desarrollaen to#o a un encuentro entre el e- capit(n sin trabajo y el



#agnate âpparoni, a#o de una in#ensa industria #oderna,creadora de sueIos y de juguetes capaces de undir #(s y #(s alo#bre en el reino de Leviat(n! %#bolo per&ecto de lo )uesucede alrededor nuestro! âpparoni encargara a +icardo unasecci.n de sus industrias, y este aceptar(, después de una larga

discusi.n, verdadera guerra &ra entre el representante de lostie#pos u#anos y el de la nueva era, la del a#o absoluto y de losesclavos desu#ani*ados! âpparoni saba lo )ue se traa entre#anos! kuera contar con o#bresvapor, de la #is#a #aneraen )ue aba contado con caballosvapor! kuera unidades igualesentre s, a las )ue poder subdividir! 4ara llegar a ello aba )uesupri#ir al o#bre, co#o antes el caballo aba sido supri#ido!Las #is#as abejas de cristal, juguetes per&ectos )ue âpparoniaba ideado y construido y )ue vuelan en el jardn donde sedesarrolla la conversaci.n central de la novela, son #(s ecaces

)ue las naturales! Logran recoger cien veces #(s #iel )ue lasde#(s, pero dejan las ores sin vida, las destruyen para sie#pre,i#(genes de un #undo técnico, asesino de la naturale*a y, porende, del ser u#ano!

/ay, s, un tono opti#ista al nal del libro! La #ujer de +icardose lla#a Teresa, s#bolo ella ta#bién, co#o todo en la literaturade Jünger, de algo )ue trasciende este dra#a, de algo #eta&sico ypoderoso en s, capa* de en&rentarse con âpparoni! Teresarepresenta el a#or, a)uella *ona sobre la )ue los podereste#porales no tienen posibilidad de alcance! Es all donde,

probable#ente, +icardo y lo )ue él representa encontrar( cobijo ysalvaci.n! 4or)ue, co#o deca /.lderlin en un poe#a escrito aprincipios del siglo pasado, ?All donde est( el peligro, est(ta#bién la salvaci.n@!

En ca#bio, no veo lu* de esperan*a en 4ar(bola del n(u&rago,de "iguel Delibes, novela de te#a inédito en la obra del escritorcastellano, una de las #(s signicativas de la novelstica espaIolaactual! El #al lo a copado todo y su albedro es sin l#ites! Lou#ano puede regresar a lo ani#al, sea bajo el inujo #oral de latécnica y de sus a#os, sea con la ayuda de los #étodos creados aprop.sito para reali*ar el regreso! kuien da seIales de vidau#ana, o sea, de personalidad, )uien )uiere saber el n o eldestino de la e#presa s#bolo ésta de la #entalidad técnica )ueest( envolviendo el #undo esta condenado al aisla#iento y esto)uiere decir reintegraci.n en el orden natural o antinatural! node los e#pleados de don Abd.n, el a#o supre#o de la ciudad una ciudad castellana )ue tiene a)u valor de alegora universal,a sido condenado a vivir desnudo, atado delante de una casita deperro y, en poco tie#po, a regresado a la *oologa! ncluso acabaco#o un perro, #atado por un ortelano )ue le dispara un tiro,

cuando el e- e#pleado de don Abd.n persigue a una perra y est(nescaIando el se#brado! \ cuando Jacinto %an José trata de



averiguar lo )ue pasa en la instituci.n en )ue trabaja y dondesu#a cantidades innitas de n2#eros y no sabe lo )uerepresentan, el encargado principal le dice: stedes no su#and.lares, ni &rancos sui*os, ni Xilovatiosora, ni negros, niseIoritas en ca#is.n 5trata de blancas>, sino %"A3DO%! 1reo

)ue la cosa est( clara! \, co#o esto de saber lo )ue est(nsu#ando sera una o&ensa para el a#o, el encargado !!! lea#ena*a con el puIo y bra#a co#o un energ2#eno: 4retendeusted insinuar, Jacinto %an José, )ue don Abd.n no es el padre#(s #adre de todos los padres \, puesto )ue Jacinto se #areaal su#ar %"A3DO%, lo llevan a un sitio solitario, en la sierra,para descansar y recuperarse! Le enseIan, incluso, a se#brar ycultivar una planta y lo dejan solo entre peIascales en #edio delaire puro!

%.lo con el tie#po, cuando las plantas por él se#bradasalrededor de la cabaIa, crecen de #anera ins.lita y setrans&or#an en una valla in&ran)ueable, Jacinto se da cuenta de)ue a)uello aba sido una tra#pa! gual )ue las abejas de cristalde Jünger, un &rag#ento de la naturale*a, un tro*o sano y 2til, asido desviado por el #al supre#o y encau*ado acia la #uerte!Las abejas articiales sacaban #uca #iel, pero #ataban a lasplantas, la planta de Delibes, instru#ento de #uerte i#aginadopor don Abd.n, es una guillotina o una silla eléctrica, algo )ue#ata a los e#pleados de#asiado curiosos e independientes!1uando se da cuenta de )ue el seto a crecido y lo a cercado

co#o una #uralla cina, ya no ay nada )ue acer! Jacinto see#peIa en encontrar una salida, e#plea el &uego, la violencia, suinteligencia de ser u#ano ra*onador e inventivo, su luca to#ael aspecto de una desesperada epopeya, es co#o un nau&ragoencerrado en el &ondo de un bu)ue destro*ado y undido, )uepasa sus 2lti#as oras lucando in2til#ente, para salvarse y volver a la supercie! 4ero no ay salvaci.n! "(s )ue una! Laper#itida por don Abd.n! El brido a#ericano lo a invadidotodo, a penetrado en la cabaIa, sus ra#as an atado a Jacinto yle i#piden #overse, co#o si &uesen unos tent(culos )ue siguen

creciendo e invadiendo el #undo! El prisionero e#pie*a a co#erlos tallos, tiernos de la trepadora! 3o se #ueve, pero a dejado desu&rir! 1o#e y duer#e! \a no se lla#a Jacinto, sino jacinto, con#in2scula, y cuando aparecen los e#pleados de don Abd.n y losacan de entre las ra#as, lo liberan, lo pincan para despertarlo,jacintosanjosé es un carnero de si#iente!

Los doctores le abren las piernas aora y le tocan en suspartes, pero Jacinto no siente el #enor pudor, se deja acer y eldoctor de #(s edad se vuelve acia Daro Esteban, con una #uecaad#irativa y le dice:



P1ara#baQ Es un espléndido se#ental para ovejas de vientredice! Luego propina a Jacinto una pal#ada a#istosa en el trasero y aIade: PListoQ

As ter#ina la aventura del n(u&rago, o la par(bola, co#o la

titula Delibes! (bula de clara #oraleja, integrada en la #is#alnea pesi#ista de la literatura de Jünger y de otros escritoresut.picos de nuestro siglo! En el &ondo 4ar(bola del n(u&rago esuna utopa, igual )ue Las abejas de cristal, o La rebeli.n en lagranja, de OrFellZ n #undo &eli* o 789K! Encontra#os la utopaentre los #ayores é-itos literarios de nuestro siglo, por)ue nuncae#os tenido, co#o oy, la necesidad de reconocer nuestrasituaci.n en un #ito universal de &(cil entendi#iento! La utopa esuna sntesis contada para niIos #ayores y asustados por suspropias obras, aprendices de brujo )ue no saben parar el procesode la desco#posici.n, pero )uieren co#prenderlo asta en sus2lti#os detalles los.cos! 1on te#or y con placer, aterrori*ados y autoaplac(ndose, los o#bres del siglo [[ viven co#o jacinto,aplastados, atados a sus obras )ue les invaden y sujetan, losdevuelven a la *oologa, pero ellos saben encontrar en ello une-traIo placer! El #al supre#o es co#o el brido a#ericano deDelibes, )ue invade la tierra, la occidentali*a y la universali*a enel #al! kuien )uiere saber el por)ué de la decadencia y no seli#ita a su#ar %"A3DO% arriesga su vida, de una #anera o deotra, est( condenado a la ani#alidad del ca#po de concentraci.n,a la locura contraida entre los locos de un #anico#io, donde se le

recluye con el n de )ue la condenaci.n tenga algo de sutile*apsicol.gica, pero el n es el #is#o 1a#po o #anico#io, elcondenado acabar( convirtiéndose en lo )ue le rodea, asu#ergirse en el a#biente, co#o Jacinto! \ de esta suerte)uedar( eli#inado! O bien no lograr( encontrar trabajo y se#orir( al #argen de la sociedad! O bien co#o el capit(n +icardo,aceptar( un e#pleo poco caballeresco y per&eccionar( su rebeldaen secreto, al a#paro de un gran a#or anticon&or#ista, sobre elcual podr( levantarse el #undo de #aIana, conservado puro porenci#a del #al! El rebelde, )ue lleva consigo la llave de este

&uturo de libertad, es el )ue se a curado del #iedo a la #uerte yencuentra en Teresa la posibilidad #eta&sica de a#ar, o sea, desituarse por enci#a de los instintos *ool.gicos de la #asa, )ue sonel #iedo a la #uerte y la con&usi.n ani)uiladora entre a#or yse-o! Es as co#o el o#bre del porvenir vuelve a las races de suorigen #eta&sico!

Desde )ue unas porciones de nosotros #is#os co#o la vo* oel aspecto &sico pueden entrar en unos aparatos y salirse de ellos,nosotros go*a#os de algunas de las ventajas de la esclavitudantigua, sin los inconvenientes de a)uella, escribe Jünger en Las

abejas de cristal! Todo el proble#a del #al supre#o est(encerrado en estas palabras! %o#os, cada ve* #(s, esclavos



&elices, desprovistos de libertad, pero cubiertos de co#odidades!Basta #over los labios y los tiernos tallos de la trepadora est(n alalcance de nuestro a#bre! %in e#bargo, al nal de este &estnest( el espectro de la oveja o del perro de Delibes! La técnica ysus a#os tienden a #eta#or&osearnos en vidas sencillas, no

individuali*adas, con el n de #ejor #anejarnos y de acernosconsu#ir en cantidades cada ve* #(s enor#es los productos desus #()uinas! 1reo )ue nadie a escrito asta aora la novela dela publicidad, pero espero )ue alguien lo aga un da, basado enel peligro )ue la #is#a representa para el género u#ano, yutili*ando la nueva técnica del lenguaje revelador de todos los#isterios y de las &uer*as )ue una palabra representa! na novelase#iol.gica y episte#ol.gica a la ve*, capa* de revelar la otracara del #al supre#o: la conversi.n del ser u#ano a lainstru#entalidad del consu#o, su nau&ragio y esclavitud por las

palabras!%era, creo, esclarecedor desde #ucos puntos de vista

establecer la*os de co#paraci.n entre 4ar(bola del n(u&rago y+ayuela, de Julio 1ort(*ar, en la )ue el o#bre se unde en lanada por no aber sabido trans&or#ar su a#or en algo #eta&sicoo por aberlo eco de#asiado tarde y aber aceptado, en un4ars y luego en un Buenos Aires en&ocados co#o #()uinas)ue#adoras de desperdicios u#anos, una lnea de vida yconvivencia instintual, doblegada por las leyes dira publicitariasde un e-istencialis#o #al entendido, laici*ado o sartriani*ado,

)ue todo lo lleva acia la #uerte! La tragedia de la vida de oy,situada entre el deseo de rebelarse y la co#odidad de dejarse caeren las tra#pas de don Abd.n y de ^apparoni, tra#pas técnicas,con&ortables, o bien literarias, polticas y los.cas,incon&ortables pero #ulticolores y tentadoras, es una tragedia sinsoluci.n y la u#anidad la vivir( asta el &ondo, asta alcan*ar laorilla de la destrucci.n denitiva, donde la espera )ui*( alg2n#ito engendrador de salvaciones!

'intila /oria <UU7! Espéculo! +evista de Estudios Literarios<UU<! niversidad 1o#plutense de "adrid



Teoria de la rebeldia a +artir de Ernst Jünger y Albert/amus

JES7S NA$A %ANE%O

ndagando a los te.ricos de la rebelda, dos an sido losautores )ue an eco inscripci.n por la trascendencia de susensayos: Ernst Jünger es autor del Tratado del o#bre rebelde,ensayo en el)ue da cuenta del incesante anelo de libertadsostenido por algunos y los es&uer*os porobtenerla incluso alprecio de la propia vida! Albert 1a#us escribe El o#bre rebeldeparacuestionar la apuesta revolucionaria )ue repite al a#o, y para

acer saber de los alcances de la rebelda! 'aya#os a Jünger! Al decir de JüngerZ la no resistencia a los

e-cesos del poder ace ver el estado de resignaci.n al)ue losindividuos se so#eten para evitar #ostrarse o poner en riesgo lanegaci.n de sue-istenciaZ )uienes se entregan de tal #anera tanaparente#ente asinto#(tica deciden acer suyo el lugarasignado sin acer saber de su e-istencia ! El rebelde es uno )uereca*a los e-cesos del poder, uno )ue resiste a so#eterse aa)uello )ue leresulta indignoZ para ello ?es preciso )ue cono*calos puntos en los )ue no puede per#itir setra)ue con su decisi.n

soberana@! El rebelde se distingue por dos cualidades: reca*adejarseprescribir las leyes del poder, cual)uiera sean los #edios)ue el poder e#plea, y asu#e ladecisi.n de de&enderse! El rebeldeno ad#ite entregarse a la apata, apuesta a darse un lugarZelrebelde se interna en el bos)ue y asu#e el reto de sostener lalibertad de su e-istencia al preciode su propia #uerte!

?Deno#ina#os rebelde a )uien, a través del largo procesoist.rico, se a convertido en ap(triday aislado, viéndosenal#ente e-puesto al ani)uila#iento! ste podra ser el destinode #ucos, incluso el de todosZ s.lo )ue es preciso agregarta#bién otra deter#inaci.n, la cual se &unda en)ue el rebeldeest( dispuesto a o&recer resistencia y en )ue se propone dirigiruna luca, acaso sinperspectivas! De suerte )ue es rebelde a)uel)ue posee una relaci.n pri#aria con la libertad!@ El bos)ue, en Jünger, se concibe co#o una posibilidad de elecci.n )ue per#iteal individuooponer un l#ite a la acci.n des#edida del Estado!1uando el poder atenta contra a)uello )ue elindividuo no puedeaceptar sea transgredido o violentado, e#erge una resistencia! Elbos)ue esconcebido co#o una di#ensi.n de posibilidad para)uien logra percatarse )ue, #(s all( delentorno )ue congura y

deter#ina su e-istencia, e-isten otras posibilidades de elecci.npor las)ue puede intentar acer de su vida algo di&erente a lo )ue



insiste por el lado de la su#isi.n a loestablecido! El bos)ue es elrecurso de los )ue aceptan el precioriesgo de acer creaci.nZ)uiense deja ver, por el lado de lo )ue conr#a la singularidad desu e-istencia, corre el riesgo depagar su apuesta con su propia vida! Del lado de las personas cedidas a la voluntad del a#o

esclavo e-isten )uienes, colocados en el lugar de ?ca*adores desalvajes@, seIalan y persiguen a)uienes se internan en el bos)uepara liberarse de a)uello )ue constriIe su e-istencia! El bos)ue esese ?espacio@, ese ?lugar@ sie#pre posible, )ue escapa a lai#posibilidad de )uetodo pueda ser so#etido o tenido bajo uncontrol absolutoZ el bos)ue alberga y da lugar a lacreaci.n y a lo)ue est( por creaseZ por el bos)ue la rebelda es posible y elsujeto puede ser enlibertad! 4ero, ojo, todo bos)ue i#plica sureali*aci.n, todo bos)ue co#pro#ete a reali*arlo! ?El recurso delbos)ue es, por lo #is#o, el pri#er tér#ino, un paso acia la

#uerte! Ese paso noslleva r#e#ente acia la #uerte _y desdeluego, si es necesario, a través de ella! El bos)ue, co#o asilo dela vida, se brinda en su abundancia suprarrenal cuando se aconseguido atravesarla lnea! En esto consiste la gran abundanciadel #undo!@ ?Dionisos es el patrono de la&estividad, el conductorde las sole#nes caravanas! 1uando /Hrderlin lo invoca co#oespritu dela co#unidad, a de entenderse )ue ta#bién los#uertos pertenecen a la co#unidadZ ellosprecisa#ente! Ese es elbrillo )ue envuelve a la &estividad dionisaca, &uente de la #(spro&undaserenidad! Las puertas del reino de la #uerte )uedan de

par en par libradas, y #ana de all una abundancia de oro! Ese esel sentido de la viIa, en la cual se alan las potencias de la tierra ydelsol, de las #(scaras, de la gran #eta#or&osis y del retorno!@?La grande*a u#ana a de ser sie#pre recon)uistadanueva#ente! Ella triun&a en la #edida en)ue, dentro de su propiopeco vence lo abyecto! All descansa la verdadera sustanciaist.rica, en ese encuentro del o#bre consigo #is#o@! ?%i elo#bre consigue ganar terreno a)u, la libertad resultante valdr(para cual)uier otro ca#podonde i#pere el te#or! Abatir( a losgigantes cuyas ar#as son el terror! Esto se a repetido sincesar

en la istoria!@! ?El bos)ue est( por do)uierZ asta puede allarseen el suburbio de una gran ciudad!@ El rebelde, al ir #(s all( de lo)ue repite al a#o y al esclavo, des#iente y cuestiona losl#itesdel dispositivo )ue sustenta la ra*.n de ser del sujetoasignado al lugar de a#oesclavo! Elrebelde deriva, #uestra laescritura por escriturar, la letra ausente, la escritura en &altaZ elrebeldees errante y errancia sin n, riesgo y celebraci.n, devenir y b2s)uedaZ apertura a contrapelo de lo)ue cierra y ace silencio,ace renuncia, ace captura, ace resignaci.n, y terror aladi&erencia, a la &alta, al deseo, a la apuesta, a la #uerte, alerotis#o, al cuerpo, y terror a loincierto y terror al a#or, a lacausa y el cauce, y terror al terror, y terror a encontrar la suraen lagrieta )ue des#iente el sentido asignado a la vida y el



patrones do#inantes en el #undoZ el rebelde esuno )ue anda, uno)ue va, un errante )ue escribe )ue ca#inaZ el rebelde se i#plicaen acto, es lo)ue es, es lo )ue ace, lo )ue es siendoZ al rebelde sele ju*ga por sus actos! A contrapelo de las#(s grandesalienaciones )ue suelen producirse en no#bre de la revoluci.n, el

rebelde es unoirreductible, uno )ue se niega a ser lo )ue lei#ponen ser, un u#ano de#asiado u#ano!

En lo )ue sigue Jünger alerta al rebelde sobre la necesidad dedestruir el dispositivo o laestructura )ue produce y reproduce lose-cesos de los a#os sobre los esclavosZ de este #odo sibienconcede a la i#aginaci.n un potencial, )ue pulsa la acci.n delrebelde, desesti#a susalcances a donde no se aco#paIa delderru#be, o la superaci.n de las condiciones deopresi.n, )ueper#ite la liberaci.n radical de los esclavos! ?alta todavaindicar la posibilidad de otro errorZ o sea la conan*a en lai#aginaci.n pura!1onvenga#os en )ue ella conduce a la victoriaespiritual! 4ero no puede tratarse delestableci#iento de escuelas yogas! La i#aginaci.n no s.lo est( presente en innu#erablessectas, sino ta#bién en cierta especie de niilis#o cristiano )uese ace las cosas llevaderas! 3o esposible ta#poco li#itarse areconocer lo verdadero y lo bueno )ue ay en el piso superior delacasa, #ientras en el s.tano est(n despellejando vivo a nuestropr.-i#o! Esto no es posible, aun)ue se esté, espiritual#ente, nos.lo en una posici.n asegurada, sino incluso superior,si#ple#ente por la ra*.n de )ue el su&ri#iento no escucado de

#illones de esclavos cla#a alcielo! PTodava ota en el aire elespantoso vao de los desolladerosQ %obre esas cosas no esdee-i#irse con puras jugarretas! 4or todo ello, no nos es dadode#orarnos en la pura i#aginaci.n, por #(s )ue sea la )uebrinda los #.viles de nuestros actos! A la luca e&ectiva precedela luca yel derru#be en los ecos!@ Desde nuestro punto de vista el rebelde es otro )ue el revolucionarioZ el rebelde no seproponeliberar a los esclavosZ la liberaci.n de los esclavossola#ente es posible por y a través de losesclavos! A di&erencia delos rebeldes, los revolucionarios son capaces de sostener,

a#parados enel dispositivo de )ue s.lo su 'erdad esrevolucionaria, el #andato, a #anera de i#perativo, deliberar alesclavo a2n cuando el esclavo se resista a ser liberadoZ de a elrecurso a la dictaduradel so#eti#iento revolucionario del otrosostenida con el argu#ento de liberarlo, para su propiobien, delas resistencias a la liberaci.n )ue se alcan*a suscribiendo el dealdel nuevo a#o! La#isi.n del revolucionario, o del esclavo )uedeviene a#o, se sostiene en la ilusi.n de dar n alos e-cesos delpoder a través de los e-cesos de otro poder! %i el a#oesclavocon&ronta al rebelde es por)ue la presencia de otro )ue deviene

insu#iso alideal del a#oesclavo lo #uestra tal cual, co#o a#oesclavoZ as sea )ue, co#o #ascarada, devenga escondido en el



discurso )ue se dice revolucionario y en palabra se oponga ala#oesclavo )ue ta#bién es él! A2n #(s, el rebelde opera por&uera del ideal )ue i#pone, a #anera de #andato revolucionario,acabar con el su&ri#iento del esclavo! 4or la va de los ecos, odelas actitudes )ue para con él se tienen, el rebelde advierte )ue

el esclavo es el a#o ta#biénZ entodo caso, y sin proponérselo, elrebelde tienta al a#oesclavo a liberarse, a dejar de ser a#oesclavo por la va de su propia liberaci.n! El rebelde tienta al a#oesclavo a ser rebeldeZ es decir, no le o&rece un deal, una otra&or#a deser superior, no le o&rece una certe*a, no le o&rece unailu#inaci.nZ a2n #(s, no le o&rece la&elicidad, no le o&rece el cieloni el inerno, no le o&rece vivir sin &alta, no le o&rece ni el bien niel #al, lo tienta a liberarse, a liberarse del a#o y del esclavo )uele o&recen certe*a yconsistencia a su e-istencia! Lo tienta a vivircon&or#e a su deseo y a ar#ar la singularidad desu e-istencia

#(s all( del lugar del a#oesclavo! A donde el revolucionariosostiene el deal yse sostiene en el deal, el rebelde sostiene sudeseo! ?Los adversarios llegan a parecerse tanto, )ue no es di&cil)ue se adivine en ellos dis&races de una y la #is#a potencia! 3ose trata de &or*ar el &en.#eno a)u y all(, sino de do#ar la época, yesto e-ige soberana, la cual en la actualidad se encuentra #enosen las grandes decisiones, )ue enel o#bre )ue en su &uerointerno abjura del te#or! Las colosales #edidas de precauci.nest(ndirigidas s.lo contra él, y ello no obstante ser pensadas en2lti#a instancia para preparar su triun&o! Este conoci#iento lo

ace un o#bre libre! Las dictaduras ruedan luego por el polvo! Allreposan las reservas apenas vislu#bradas de nuestro tie#po, yno sola#ente del nuestroZ ellosconstituyen el te#a, en general, dela istoria y le tra*a l#ites, a)u contra el reino de losde#onios,all( contra en #ero acontecer *ool.gico! Esto aparece preguradoen el #ito y en las religiones y sin cesar retorna, y sie#pre se yerguen los gigantes y titanes con el #is#o ytre#endo podero! Elo#bre libre los abateZ no sie#pre es #enester )ue sea unprncipe o un/er(cles! La piedra de la orda de un pastor, labandera e#puIada por una doncella ya &ueronsucientes en otro

tie#po!@ La certe*a de la eternidad del a#oesclavo conr#a lacerte*a de )ue la creaci.n rebelde se acepresente va la errantederiva de lo porvenir, contrapuesta a cual)uier 'erdad establecidaco#o i#perativo! La posibilidad de transitar #(s all( del lugar dela#oesclavo, resulta del per#anente encuentro y la per#anenteliberaci.n del a#oesclavo )ue ta#bién uno es!

El deseo )ue se gesta en uno, a través del proceso por el )ue elsujeto adviene, co#o sujeto de lacultura, deviene sostenido por eldeseo de un otro, un otro de otro, )ue al tie#po )ue li#itao&recedi#ensiones de posibilidad, y del )ue es posible liberarser al

crear un te-to propio, por ellado del #(s all( de las inscripciones y prescripciones dejadas por ese otro! El deseo devienedeseo a



través del deseo )ue sostiene el deseo )ue nos ace desear, estoes, por el vel del deseo)ue tras#ite el deseo! En la inscripci.n delotro )ueda inscrito ta#bién, por la &alta en su causa, el #(s all(del otro a #anera de potencial! El otro ace trans#isi.n y conello, en el #ejor de loscasos, al tie#po )ue nudo, di#ensi.n de

posibilidad! %i lo social, en tanto invenci.n deviene, sie#pre ser(posible intentar &or#as inéditas de #ayorlibertadZ ello a sabiendasde )ue ninguna &or#a ideal podr( resolver en su seno la negaci.nde lanegaci.n )ue el a#oesclavo, para ser rebelde, abr( dereali*ar al vivir con&or#e a su deseo yar#ar la singularidad desu e-istencia sin colocarse en un lugar de a#o o de esclavo! 'aya#os a 1a#us: El lla#ado a abordar la rebelda se sustenta, aldecir de 1a#us, en la urgencia de encontraralternativas )ueper#itan pensar lo social y el destino de la sociedad, #(s all( dela delirante yanética estrategia )ue justica el cri#en, la

destrucci.n y la ani)uilaci.n del otro, en no#bre dela verdaderatrans&or#aci.n social! 1a#us busca otra apertura, otra di#ensi.nde posibilidad, #(s all( de los re&erentes )ue restringen y acotanla vida a #odelos y practicas carentes delrespeto a la vida, al#undo y a los seres en el #undo! 3ecesario decir )ue El /o#brerebelde sinteti*a la indignaci.n de 1a#us ante la e-pansi.n delcapitalis#o i#perialista a nivel #undial,la e#ergencia del&ascis#o y los cr#enes co#etidos por el estalinis#o en no#brede la dictadura proletaria y el lla#ado %ocialis#o real! 4aracaptar el #o#ento y las circunstancias)ue precipitaron a 1a#us a

la escritura de este ensayo ay )ue situarse entre las cat(stro&espolticoecon.#icas )ue propiciaron los totalitaris#os y la su#ade =U #illones de cad(veres )ue, en no#bre del restableci#ientode la pa* y la de#ocracia, dej. la guerra! La segundaguerra#undial i*o las veces de un (rbitro entre las dos &uer*as)ue pretendieron re#pla*ar a lalla#ada de#ocracia burguesa: lade la reacci.n y la del progreso, la del pasado y la del porvenirZ visiones )ue se desplo#aron con la cada del segundopretendiente después del pri#ero! 3i el &ascis#o ni el co#unis#o&ueron signos inversos de un destino providencial para la

u#anidad )ue pudiera acer tope a la alienaci.n de la e-istenciaprovocada por el #odo de producci.n capitalistaZ se trat. deepisodios cortos )ue dieron paso y derivaron en la suplencia de una#o por otro a#oZ a#os )ue, a#parados en el discurso de laciencia o en no#bre de la istoria, pasaron a i#poner sui#perativo de una &or#a #uco #(s acentuada y categ.rica )ueel i#perativo del a#o despla*ado! ?El #undo actual no puede ser ya, al parecer, sino un #undo de a#os y de esclavos, pueslasideologas conte#por(neas, las )ue #odican la &a* del #undo,an aprendido de /egel a pensarla istoria en &unci.n de ladid(ctica de do#inio y servidu#bre! %i, bajo el cielo desierto, enlapri#era #aIana del #undo, no ay #(s )ue un a#o y unesclavoZ si, ade#(s, entre el dios superior y los o#bres no ay



las necesidades propia#ente u#anas, el trabajo se reduce a unaactividad a través de la cualse elaboran productos acordes a losintereses del )ue deter#ina el n y las nalidades delaproducci.n, as sea )ue el producto atente contra lasobrevivencia y la supervivencia de )uienes, atados a la cadena de

la producci.n, satis&acen las necesidades )ue otro i#pone! Laalienaci.n del esclavo se #uestra radical cuando, al ser liberadode la cadena de laproducci.n, se le i#pone co#o i#perativo suplira un a#o con otro a#o )ue asigne identidad ysentido a sue-istencia! El esclavo de#anda al a#o la respuesta a la dudasobre el ser negado a ser: )ué soy, y sobre elsentido de sue-istencia )ué tengo )ue acer La duda del esclavo no es )uiénsoy el esclavoreconoce su no#bre co#o c.digo de identidad, unno#bre )ue otro asigna y no#bra propio, unno#bre )ue puedeser ca#biado por un n2#ero o un otro re&erente, a #anera de

inscripci.n o #arca, )ue el esclavo asu#e y reconoce co#oinsignia )ue indica su persona!

?Los individuos no son libres bajo el régi#en totalitario,aun)ue se libere el o#bre colectivo! Alnal, cuando el #periolibere a toda la especie, reinara la libertad sobre rebaIos deesclavos 5]> El #ilagro dialectico, la trans&or#aci.n de lacantidad en calidad, se aclara a)u: se elije lla#arlibertad a laservidu#bre total! 1o#o por, otra parte, en todos los eje#ploscitados por /egel y "ar-, no ay de #odo alguno trans&or#aci.nobjetiva, sino ca#bio subjetivo de do#inaci.n! 3o ay #ilagro! %i

la 2nica esperan*a del niilis#o es )ue #illones de esclavospuedan constituir unda una u#anidad liberada para sie#pre, laistoria no es sino un sueIo desesperado! 5]> Laverdadera pasi.ndel siglo [[ es la servidu#bre!@ %i el rebelde resulta peligrosopara el a#oZ lo es por)ue #uestra al esclavo la posibilidadde#overse del lugar del a#o esclavo! ?%i el rebelde pudiera&or#ular una loso&a, sera una loso&a de los l#ites, de laignoranciacalculada y del riesgo! kuien no puede saber todo nopuede #atar todo! El rebelde, lejos de acerde la istoria unabsoluto, la recusa y la pone en duda, en no#bre de la idea )ue

tiene de su propianaturale*a! +eca*a su situaci.n, y su situaci.nes en gran parte ist.rica! La injusticia, la &ugacidad, la #uerte se#aniesta en la istoria! Al reca*arlas, se reca*a a la istoria#is#a! Escierto )ue el rebelde no niega la istoria )ue le rodea ytrata de ar#arse en ella! 4ero seencuentra ante ella co#o elartista ante lo real, la reca*a sin eludirla! 3i si)uiera duranteunsegundo ace de ella un absoluto! %i puede participar, por la&uer*a de las cosas, en el cri#en dela istoria, no puede justicarlo, por lo tanto! 3o s.lo no puede ser ad#itido el cri#enracional alnivel de la rebelda! 4ara acer #(s clara esta

evidencia, el cri#en racional se ejerce, en pri#erlugar, sobre losrebeldes cuya insurrecci.n pone en duda una istoria en adelante



divini*ada! %i el rebelde tienta al esclavo a #overse del lugar dela#oesclavoZ el revolucionario, esclarecidoen los procesos )uealienan y enajenan al sujeto en el lugar de objeto, tienta al esclavoa to#arconciencia de su situaci.n y condici.n ist.rica, y asuperar las causas )ue lo atan a la cadena dela producci.n y el

consu#o )ue dene y deter#ina el sentido radical de sue-istencia! La pregunta )ue insiste es )ué acer para )ue lacerte*a sostenida por )uienes se colocan en ellugar derevolucionarios, no repita la i#posici.n, en el lugar de la 'erdad,de la certe*a sostenida por )uienes se colocan en el lugar dela#o! A2n #(s 1.#o acer, )ué acer, para evitar )ue )uieneslogran destituir a un a#o, colocados en el lugar de esclavos notransiten al lugar del A#o! ?El e#bauca#iento propio delespritu )ue se dice revolucionario repite y agrava al presente ele#bauca#iento burgués! /ace pasar bajo la pro#esa de una

justicia absoluta la injusticia perpetua, el co#pro#iso sin l#ite yla indignidad! La rebelda no aspira sino a lo relativo y no puedepro#eter sino una dignidad cierta aparejada con una justiciarelativa! Dene un l#ite en el)ue se establece la co#unidad delos o#bres! %u universo es el de lo relativo! En ve* de decircon/egel y "ar- )ue todo es necesario, repite sola#ente )ue todo esposible y )ue, en cierta&rontera, lo posible #erece ta#bién elsacricio! Entre Dios y la istoria, el yogui y el co#isario, abre unca#ino di&cil en el )ue se puede vivir y superar lascontradicciones! na acci.nrevolucionaria )ue )uisiera ser

coerente con sus orgenes debera resu#irse enunconsenti#iento activo de lo relativo! %era el a la condici.nu#ana! ntransigente en sus#edios, aceptara la apro-i#aci.nen cuanto a sus nes y, para )ue la apro-i#aci.n se deniesecada ve* #ejor, dejara libre curso a la palabra! "antendra as ese serco#2n )ue justica suinsurrecci.n! En particular conservara aldereco la posibilidad per#anente de e-presarse! stadene unaconducta con respecto a la justicia y la libertad! En sociedad noay justicia sindereco natural o civil )ue la &unda#ente! 3o aydereco sin e-presi.n de ese dereco! El ecode )ue el dereco

se e-prese sin esperar signica la probabilidad de )ue, tarde ote#prano, lajusticia )ue él &unda#enta venga al #undo! 4aracon)uistar al ser ay )ue partir del poco ser )uedescubri#os ennosotros, y no negarlo de ante#ano! /acer )ue calle el derecoasta )ue seestable*ca la justicia es acerlo callar para sie#pre,pues si la justicia reina para sie#pre ya noabr( lugar para )ue seable! 4or lo tanto, se con&a nueva#ente la justicia a los 2nicos)uetienen la palabra, a los poderosos! Desde ace siglos la justicia y el ser, distribuidos por lospoderosos, se viene lla#andoarbitrariedad! 5]> La revoluci.n del siglo [[ aseparadoarbitraria#ente, con nes des#esurados de con)uista,dos nociones inseparables! La libertadabsoluta encarnece la justicia! La justicia absoluta niega la libertad! 4ara ser &ecundas,



las dosnociones deben encontrar su l#ite la una en la otra! Lalibertad, precisa#ente, no puedei#aginarse sin la &acultad dedecir clara#ente )ué es lo justo y lo injusto, de recla#ar elserentero en no#bre de una parcela del ser )ue se niega a #orir!@La totalidad de El o#bre rebelde est( consagrada a ree-ionar

en torno a los alcances y losl#ites de la rebeldaZ 1a#us noignora )ue el esclavo aspira a ser el a#o, ni )ue para el rebeldelas &ronteras )ue lo separan del a#oesclavo puedan tornarsedi&usas! kue el rebelde sea lla#adoa ar#ar la singularidad de sue-istencia y vivir con&or#e a su deseo, no i#plica el soslayo deunaética )ue ace l#ite al goce de poner a otro al servicio de lapropia voluntad, al goce decederse a la propia &ascinaci.n deinstalarse en el lugar del a#o! De ninguna #anera para elrebelderesulta &(cil sostenerse en el lugar de la rebelda, )ue es decir porel lado del #(s all( dela#oesclavoZ el a#oesclavo es lo )ue

retorna, el a#oesclavo es lo )ue no cesa insistir! Esta ree-i.n,en torno a los l#ites y las acecan*as del rebelde, pertenecen alrevolucionariota#bién, y #(s propia#ente a a)uel )ue no acesado de instalarse, toda ve* )ue destrona ala#o, en el lugar dela#o! %i el rebelde es uno )ue se asu#e en &alta, toda ve* )uerenuncia aponerse en el lugar del a#oesclavo, ta#bién renunciaa la perversa apuesta de ubicarse en el lugar de Dios! %er u#anoes no ser DiosZ el principio Dios, as sea )ue el rebelde sedeclareateo, ace l#ite al deseo del rebelde de colocarse en ellugar del absoluto! El rebelde es uno )uese asu#e en los l#ites

de lo propia#ente u#anoZ desde esta posici.n, asu#ida en &alta,convoca al otro por el lado de la se#ejan*a )ue sostiene laigualdad de lo )ue ar#a y sostienela di&erencia! La apuesta delrebelde ace deriva por el lado de lo porvenir, esto es, por el ladodelo )ue conr#a el devenir de la e-istencia a través de lacreaci.n! El rebelde y el revolucionario, para serlo, necesitan, porla va de los ecos, renunciar al paraso de la co#pletud, noayedenes por alcan*ar, por)ue el Edén i#plica, co#o #et(&orade lo absoluto, la clausura del deseoy el cierre de lo porvenir! Elrebelde sabe )ue a donde no baila ignora lo in#ediato, )ue

paraser él a de ser otro, salir de s, buscarse entre los otros, losotros )ue no son si él no e-iste y losotros )ue le dan plenae-istencia! ?El an(lisis de la rebelda #e a conducido sola#entea descubrir en el rebelde #is#o laar#aci.n de un l#ite y en elinterior del #ovi#iento de rebelda, un paso #(s all( del cual larebelda se niega a s #is#a! Este an(lisis, y es a2n esto lo )ue es#enester discutir, concluye )uela rebelda, lejos de ser unanegaci.n sin l#ites, se dene justa#ente #ediante la ar#aci.ndeese l#ite! %i la rebelda i#plica ar#ar la e-istencia y ladignidad de otros o#bres al #is#otie#po )ue la propia, unarebelda )ue gana en &uror lo )ue pierde en lucide* ter#ina por volversecontra esta solidaridad descubierta! Toda e#presau#ana encuentra as un l#ite #(s all( del cual se convierte en



su contraria, co#o el asto sigue al placer prolongado! Decirentonces )ue espreciso sostenerse sobre ese l#ite signica deciren realidad )ue es preciso #antenerse sobre la &rontera #(se-tre#a de la luca en la )ue el desgarra#iento no se separa dela lucide*Z #(s ac( y#(s all( de ese l#ite, no ay luca sino

co#placencia y, en cierta #anera, pasividad! Debe#os subrayartodava )ue si bien no ay )ue &ran)uear ese l#ite, el rebelde nopuede ta#poco, sinnegarse, retroceder acia la indi&erencia o latransacci.n! Este es&uer*o, #antenido sin cesar, nose parece, en#i opini.n, a la co#odidad ni, para decirlo todo, a una sabidura!El do#inio de )uee ablado va aco#paIado de te#blor: suponeun es&uer*o de todo el ser! A)uello a lo cual se opone, al contrario,es en pri#er lugar a la servidu#bre, 2lti#o recurso del niilis#oconte#por(neo! 4ara un espritu en luca con la realidad, la 2nicaregla es entonces #antenerseen el punto en )ue los contrarios se

en&rentan, a n de no eludir nada y de reconocer el ca#ino )uelleva #(s lejos! La #edida no es pues la i#pertinente soluci.n delos contrarios! 3o es nada#(s )ue la ar#aci.n de lacontradicci.n, y la decisi.n r#e de #antenerse a parasobrevivira! Lo )ue lla#o la des#esura es ese #ovi#iento delal#a )ue pasa ciega#ente la &rontera en)ue los contrarios see)uilibran para instalarse por n en una e#briague* deconsenti#iento,cuyos cobardes y crueles eje#plos abundan antenuestra #irada!@!

Después de la de#encia estalinista, y la de sus eles

ap.stoles, 1a#us no encuentra las luces de un &uturo pro#isoriopara la u#anidadZ lo )ue ve es el triun&o de la des#edidaapuesta delcapitalis#o salvaje! Ante este panora#a,pro&unda#ente desconcertado, 1a#us decide abordar y#ostrar ladiscrepancia, entre la igualdad en la di&erencia y el igualitaris#oi#posible sustentadoen la negaci.n de la di&erenciaZ entre elpotencial del individuo y el anoni#ato ili#itado de la#asa! Ante la violencia de las obras u#anas apela a los valores u#anos! Elco#pro#iso )ue 1a#us #uestra en El /o#bre rebelde no solo escon la vida y con la libertad, sino con el #alestar, es decir, con el

enor#e es&uer*o )ue i#plica sobrevivirse a losdeter#inantes )uela e-istencia dicta! El o#bre rebelde asu#e la vida co#ocreaci.n sinrecla#ar o i#poner un orden denitivo y jo! Elniilis#o deriva en destrucci.n sin creaci.npor)ue es laencarnaci.n de la actitud y la visi.n del absurdoZ si el niilis#oderiva en destrucci.n sin creaci.n la consecuencia es el estadopolicialZ lo )ue lla#a ?teocracias totalitariasdel siglo [[@,?terroris#o de estado@! ?El cristianis#o ist.rico s.lo arespondido a esta protesta contra el #al con el anuncio del reino, y luego de la vida eterna, )ue e-ige la &e! 4ero el su&ri#iento gasta

la esperan*a y la &e y se )ueda solitario y sin e-plicaci.n! Las#ultitudes de trabajadores, cansados de #orir y su&rir, son



#ultitudes sin dios! 3uestro puesto est(, entonces, a su lado, lejosde los doctores antiguos onuevos! El cristianis#o ist.rico dejapara #(s all( de la istoria la curaci.n del #al y del cri#en)ue,no obstante, se su&ren en la istoria! El #aterialis#oconte#por(neo cree ta#bién )ueresponde a todas las preguntas!

4ero, co#o servidor de la istoria, au#enta el do#iniodelasesinato ist.rico y lo deja al #is#o tie#po sin justicaci.n,co#o no sea en el porvenir )uee-ige asi#is#o &e! En a#bos casosay )ue esperar y durante este tie#po el inocente no cesade#orir! Desde ace veinte siglos no a dis#inuido en el #undo lasu#a total del #al! 3ingunaparusa, ni divina ni revolucionaria, sea cu#plido! Todo su&ri#iento i#plica una injusticia,asta el #(s#eritorio en opini.n de los o#bres! %igue gritando el largosilencio de 4ro#eteoante las &uer*as )ue le abru#an! 4ero4ro#eteo a visto entre tanto a los o#bres volverseta#bién

contra él y escarnecerle! 1ogido entre el #al u#ano y el destino,el terror y laarbitrariedad, s.lo le )ueda su &uer*a de rebeldapara salvar de la #uerte a lo )ue puede serlotodava, sin ceder alorgullo del blas&e#o!@ La contundencia radical de este realis#oar( saber algo del orden de lo )ue no se )uiere acersaber: lapretensi.n del a#o, independiente#ente de los u#anis#os o lastentacionesparadisiacas con las se presente, es el Absoluto] eldeseo del a#oesclavo no es la liberaci.n dela u#anidad sino el Absoluto! +ebelde es a)uel )ue se opone a la reali*aci.n delabsoluto, a)uel )ue ace saber al a#oesclavo, por la va de la

creaci.n, de la i#posibilidad radical decol#ar su &alta y delincu#pli#iento radical de su deseo! ?En e&ecto, la rebelda, sinpretender resolverlo todo, puede ya, por lo #enos, acer &rente!Desdeeste instante uye el #edioda sobre el #ovi#iento #is#ode la istoria! Los o#bres, abandonados a las so#bras, se anseparado del punto jo y brillante! Olvidan el presente porelporvenir, la presa de los seres por el u#o del poder, la #iseriade los arrabales por una ciudadradiante, la justicia cotidiana poruna vana tierra pro#etida! Desesperan de la libertad delaspersonas y sueIan con una e-traIa libertad de la especieZ

reca*an la #uerte solitaria y lla#anin#ortalidad a unaprodigiosa agona colectiva! 3o creen ya en lo )ue es, en el #undo y elo#bre vivienteZ el secreto es )ue no se a#a ya la vida! Losciegos an credo pueril#ente )uea#ar un solo da de la vidae)uivala a justicar los siglos de opresi.n! 4or eso an )ueridoborrarla alegra del cuadro del #undo y apla*arla para #(s tarde!La i#paciencia ante los li#ites, lanegaci.n de su ser doble, ladesesperaci.n de ser o#bre los a lan*ado al n a unades#esurainu#ana! /abiendo negado la justa #agnitud de la vida an tenido )ue apostar a &avor de su propia e-celencia! Ende&ecto de algo #ejor, se an divini*ado a s #is#os y su desdicaaco#en*ado! Esos dioses tienen los ojos reventados! 6aliayev ysus er#anos del #undo enteroreca*an, por el contrario, la



divinidad, por)ue reca*an el poder ili#itado de dar la#uerte!Elijen, y con ello nos dan un eje#plo, la 2nica reglaoriginal oy en da: ay )ue aprender a viviry #orir y para sero#bre ay )ue negarse a ser Dios! En el #edioda delpensa#iento, el rebeldereca*a, por lo tanto, para co#partir las

lucas y el destino co#unes! Elegi#os wtaca, la tierra el,elpensa#iento auda* y &rugal, la acci.n l2cida, l2dica, lagenerosidad del o#bre )ue sabe! En lalu*, el #undo sigue siendonuestro pri#er y nuestro 2lti#o a#or! 3uestros er#anosrespiranbajo el #is#o cielo )ue nosotrosZ la justicia vive!Entonces nace la e-traIa alegra )ue ayuda avivir y a #orir y )ueen adelante nos negare#os a dejar para #(s tarde! 5]> 1ada unodice al otro)ue no es Dios, y a)u ter#ina el ro#anticis#o! Enesta ora en )ue cada uno de nosotros debetender el arco para volver a acer sus pruebas y con)uistar, en y en contra de la

istoria, lo )ue yaposee, la #agra coseca de sus ca#pos, el brevea#or de esta tierraZ en la ora )ue nace por nun o#bre ay )uedejar la época y sus &urores adolescentes! El arco se )uiebra, la#adera cruje!En el #(-i#o de la tensi.n #(s alta va a surgir eli#pulso de una eca recta, del tra*o #(s duroy #(s libre!@! ?%iel tie#po de la istoria no est( eco con el tie#po de la coseca,la istoria no es, en e&ecto,sino una so#bra &uga*! kuien seentregue a esta istoria no se entrega a nada y, a su ve*, no esnada! 4ero )uien se entrega al tie#po de su vida, a la casa )uedeende, a la dignidad de losvivos, se entrega a la tierra, y recibe

de ella la coseca )ue sie#bra y ali#enta de nuevo!inal#ente,acen )ue avance la istoria )uienes saben rebelarse ta#biéncontra ella en el #o#ento deseado! Esto supone una tensi.ninter#inable y la serenidad crispada de )ue abla el #is#o poeta!4ero la verdadera vida est( presente en el centro de estedesgarra#iento! Es este desgarra#iento #is#o, el espritu )ue secierne sobre volcanes de lu*, la locura de la e)uidad, laintransigencia e-tenuante de la #esura! Lo )ue resuena paranosotros en los connes de esa larga aventura rebelde no son&.r#ulas de opti#is#o, )ue no tene#os sino )ue &abricar en lo

#(s e-tre#ado de nuestra desdica, sino palabras de coraje y deinteligencia )ue, cerca del #ar, son ta#bién virtud! 3ingunasabidura puede pretender dar #(s actual#ente! La rebeldacoca incansable#ente contra el #al a partir del cual solo le)ueda to#ar un nuevo i#pulso@! %ostene#os, acentua#os, )uea donde el esclavo renuncia a ser esclavo, le &alta renunciar, lo)ue es casi i#posible, a ser el a#oZ la rebelda da paso a una otradi#ensi.n de posibilidad por el lado del #(s all( del persistenteretorno )ue eterni*a y repite al a#oesclavo



Ernst Jünger y Ortega y 'asset

El lugar de la libertad en las so!iedades ni)ilistas

DA$ID 8O%/EL DIESTE

il.so&os y escritores inuyentes del siglo pasado co#o "artin/eidegger, Ernst Jünger y Ortega y 0asset no an dudado enconsiderar el niilis#o co#o el proble#a &unda#ental de lassociedades conte#por(neas! Estos pensadores coinciden enconsiderar el niilis#o co#o el #al constitutivo de un siglo#arcado por la crisis de los valores tradicionales procedentes delcristianis#o, la lustraci.n y el racionalis#o positivista!

7! /acia una denici.n del proble#a del niilis#o

El opti#is#o )ue reina en el a#biente de co#ien*os del siglo[[ en Occidente se ve pronto truncado por el adveni#iento de los



&ascis#os y totalitaris#os, el caso Drey&us o desastres co#o elundi#iento del Titanic, s#bolo del do#inio técnico sobre la3aturale*a! En la es&era poltica los desastres de las guerras#undiales cuestionan la concepci.n positivista de la istoria )ue ve en ésta un ca#ino seguro acia el conoci#iento y la &elicidad!

En el (#bito cientco, nu#erosos descubri#ientos ro#pen laconcepci.n positivista y #ecanicista del #undo )ue abasupuesto la nti#a cone-i.n entre las leyes )ue rigen el #undo ylos principios &or#ales )ue deter#inan el pensa#iento! 4or otrolado, el o#bre co#ien*a a cuestionarse si el progreso cientco ytecnol.gico, )ue tanto incre#enta la calidad de vida, contribuye verdadera#ente al desarrollo espiritual del ser u#ano! 1o#oseIala ranco 'olpi en su estudio sobre el niilis#oconte#por(neo: ?nadie pone en duda )ue el creci#iento deli#perio tecnol.gico presenta una innidad de aspectos positivos y

&ascinantes, y abre una innidad de nuevas potencialidades! Al#is#o tie#po, es di&cil acallar las in)uietudes y laspreocupaciones en torno a la a#ena*ante eventualidad de )ue, en ve* de pro #over la reali*aci.n del o#bre, la tecnocienciater#ine por erradicarlo de su #undo natural y cultural,e#pobreciendo sus recursos si#b.licos@!

El otro aspecto co#2n )ue co#parten estos l.so&osconte#por(neos es la asunci.n de la crtica a toda &or#a de#eta&sica donadora de sentido )ue un siglo atr(s aba esbo*ado3iet*sce, considerado por #ucos co#o el pri#er gran pro&eta y

te.rico del niilis#o! En su estudio sobre el niilis#o, 'olpisinteti*a la esencia del niilis#o co#o la &alta absoluta de sentido,unidad y verdad, ar#ando )ue ?el niilis#o es, por lo tanto, la&alta de sentido )ue aparece cuando se debilita la &uer*a vinculante de las respuestas tradicionales al para )ué de la vida y del ser, y esto sucede a lo largo del proceso ist.rico en elcurso del cual los supre#os valores tradicionales )ue dabanrespuesta a a)uel para )ué _Dios, la 'erdad, el Bien_ pierdensu valor y perecen@! As, la idea de niilis#o signica )ue eldevenir no tiende a ninguna #eta, no apunta a nadaZ no subyace,

por tanto, ning2n sentido en todo cuanto sucede y,consecuente#ente, no ay ninguna verdad )ue descubrir tras los&en.#enos! La consecuencia l.gica del niilis#o es la sensaci.nde desorientaci.n )ue sobreviene cuando &allan los ideales y valores )ue ilu#inan la acci.n del o#bre! 3iet*sce ya augura)ue tras la crisis de los valores trascendentales y de la idea #is#ade valor, lo )ue )ueda es la sospeca de )ue no ay ning2nre&erente ético )ue dicte cu(l es el ca#ino a seguir: ?El o#bre#oderno cree de #anera e-peri#ental ya en este valor, ya ena)uél, para después dejarlo caerZ el crculo de los valores

superados y abandonados es cada ve* #(s a#plioZ se adviertesie#pre #(s el vaco y la pobre*a de valoresZ el #ovi#iento es



i#parable, por #(s )ue aya abido intentos grandiosos pordesacelerarlo! Al nal, el o#bre se atreve a una crtica de los valores en generalZ no reconoce su origenZ conoce bastante co#opara no creer #(s en ning2n valorZ e a)u el patos, el nuevoescalo&ro] La )ue cuento es la istoria de los dos pr.-i#os

siglos]@!En este conte-to cultural, #arcado por el &racaso anunciado

del progra#a positivista de alcan*ar una sociedad buena y segura y por el vaco de re&erentes éticos )ue antaIo ilu#inaban laacci.n del o#bre, prosperan las loso&as )ue buscan orientar alser u#ano acia nuevos ori*ontes vitales! El proble#a de &ondo)ue preocupa a l.so&os co#o Jünger u Ortega consiste en c.#opreparar al individuo para la llegada inevitable del niilis#o: ?Elo#bre libre est( ya obligado por #otivos de autoconservaci.n apreocuparse por c.#o co#portarse en un #undo en el )ue elniilis#o no s.lo se a vuelto do#inante, sino, lo )ue todava espeor, ta#bién se a convertido en un estado nor#al@!

<! El niilis#o co#o la ra* de la )ue se nutren las &or#ascoercitivas de poder

Ernst Jünger, continuando el ca#ino )ue un siglo atr(s abaco#en*ado su #aestro 3iet*sce, reconoce la nueva #(scara enla )ue se oculta el niilis#o en el i#perialis#o de lostotalitaris#os polticos y del auto#atis#o tecnol.gico! El auge deestas &or#as de poder y el valor absoluto )ue las ideologas

totalitarias otorgan a una idea o progra#a polticos, acensospecar a Jünger )ue todava no se a alcan*ado ese niilis#oco#pleto )ue 3iet*sce anunciaba para los dos pr.-i#os siglos:?La &or#a e-tre#a del niilis#o sera sostener )ue toda &e, todotener por verdadero es necesaria#ente &also: por)ue no e-iste enabsoluto un "3DO 'E+DADE+O! 4or lo tanto: una perspectivailusoria, cuyo origen est( en nosotros 5teniendo nosotrosconstante#ente necesidad de un #undo li#itado, abreviado,si#plicado>@! na de las conclusiones a las )ue llega el l.so&oale#(n en sus estudios sobre los totalitaris#os polticos es )ue el

niilis#o y el poder son inseparables! 4or un lado, el podertir(nico se sirve para acrecentar su poder del ru#or niilista, porel )ue los ciudadanos llegan a convencerse de )ue ya no ay valores ni &uer*a interior con los )ue oponer resistenciaZ por otrolado, el pensa#iento niilista ali#enta el desarrollo de nuevas&or#as coercitivas de poder, )ue buscan reducir la libertad yso#eter al ser u#ano a una legalidad i#puesta!

En su ensayo %obre la lnea 578C7> Jünger anali*a lasrelaciones nti#as entre el poder autoritario y el pensa#ientoniilista, advirtiendo )ue las &or#as coercitivas e i#positivas

propias del poder totalitario y tecnocr(tico tienen su origen en elniilis#o! En e&ecto, el vaco de re&erentes éticos propio de las



sociedades niilistas conduce a la legiti#aci.n de pr(cticascoercitivas de poder, )ue ya no encuentran ning2n tipo deresistencia en la ética ni en la religi.n y se propagan tanto en la vida social co#o en la vida nti#a! Al #is#o tie#po, ese vacointerior, )ue se traduce en la pérdida de re&erentes éticos, provoca

en )uien lo siente la necesidad de sujetarse a cual)uier nor#a sintener en cuenta su procedencia o pretensi.n: ?Dos grandes#iedos do#inan a los o#bres cuando el niilis#o cul#ina! Eluno consiste en el espanto ante el vaco interior, y le obliga a#ani&estarse acia a&uera a cual)uier precio por #edio dedespliegue de poder, do#inio espacial o velocidad acelerada! Elotro opera de &uera acia dentro co#o ata)ue del poderoso#undo a la ve* de#onaco y auto#ati*ado!

En ese doble juego consiste la invencibilidad de Leviat(n ennuestra época@! 4or tanto, a juicio de Jünger, el poder de losEstados totalitarios y tecnocr(ticos se &unda en el niilis#o, enese espanto ante el vaco interior )ue e-peri#enta tanto el )ueostenta el poder co#o el )ue lo padece! Ello e-plica )ue all dondese ve caer una de las #2ltiples &or#as co#o se #aniesta elEstado totalitario, en las sociedades niilistas resurgen nuevospoderes desp.ticos! El vaco de valores y de &e lo e-ige y obliga alser u#ano a sujetarse a cual)uier &or#a autoritaria de do#inio, ya sea técnica o poltica! El individuo, desprovisto de valores y de#etas, necesita de una autoridad )ue le dicte lo )ue tiene )ueacerZ en denitiva, necesita de otro )ue le e-i#a de la

responsabilidad de labrar su destino personal: ?%i se consiguieraderribar a Leviat(n _ar#a Jünger_, tendra )ue se rellenado elespacio as liberado! 4ero el vaco interior, el estado sin &e, esincapa* de se#ejante postura! 4or ese #otivo, all donde ve#oscaer una copia del Leviat(n, crecen nuevas i#(genes a cabe*as dela /idra! El vaco las e-ige@!

As, para Jünger las &or#as de poder a las )ue debe oponerresistencia el individuo se ali#entan del niilis#o! Estas &or#asde poder son los totalitaris#os polticos y el i#perio de la tecnociencia! El autor entiende )ue la &alta de valores y de &e se traducetanto en &or#as polticas de do#inaci.n co#o en sociedadestecnocr(ticas regidas por la absoluti*aci.n del valor de laeciencia y de la rentabilidad! A continuaci.n anali*are#os el#odo co#o ejercen su do#inio sobre el o#bre concreto dicas&or#as de poder y el n 2lti#o )ue éstas persiguen! Laco#prensi.n de los #ecanis#os del poder, co#o vere#os,constituye el pri#er paso para su superaci.n!

;! El i#perialis#o de la +a*.n y la educaci.n al servicio delpoder

A co#ien*os del siglo pasado, Jünger interpreta el progra#acientco y poltico de la lustraci.n co#o el co#ien*o de una de



las &or#as polticas de poder conte#por(neas! sta se basa en lapresunci.n de )ue es posible reducir todo cuanto e-iste a loracional! El i#perialis#o de la +a*.n consiste precisa#ente en latendencia a racionali*ar lo real, de &or#a )ue no )uede nada &ueradel do#inio de a)uélla! En su obra El trabajador 578;<> Jünger

anali*a esta &or#a de poder )ue ejercen los burgueses _erederosdel espritu ilustrado y de#ocr(tico del siglo [[_ sobre lostrabajadores ale#anes! Los pri#eros no solo creen )ue elprogreso cientco y tecnol.gico es posible, sino )ue es unacondici.n necesaria para el desarrollo de la u#anidadZ #ientras,los trabajadores, )ue an sido educados en el dolor y el peligrodurante los co#bates en la pri#era guerra #undial, conciben lara*.n co#o una capacidad supeditada a la pasi.n: ?El 2nicoeredero posible del prusianis#o, el trabajador no e-cluye,e#pero, lo ele#ental, sino )ue lo incluyeZ él a pasado por la

escuela de la anar)ua, por la destrucci.n de los vnculosantiguos, y de a )ue tenga )ue e&ectuar su reivindicaci.n delibertad en un tie#po nuevo, en un espacio nuevo y #ediante unaaristocracia nueva@!

En obras co#o La #ovili*aci.n total 578;7>, El trabajador578;<> y %obre el dolor 578;K> Jünger inicia la crtica &ero* aciala poltica de do#inaci.n )ue a su entender ejerce el o#breburgués, eredero del espritu ilustrado deci#on.nico, sobre lostrabajadores, educados en el &ragor del co#bate y la duradisciplina a la )ue se aban visto so#etidos durante la pri#era

gran contienda europea! El valor absoluto )ue el burgués atribuyea la ra*.n, as co#o el a&(n e-clusivo de seguridad )ue gobiernasu vida, acen suponer a Jünger )ue todava las sociedadesoccidentales se allan presas de ideologas totalitarias! 1o#oar#a Alain de Benoist en su 1o#unis#o y na*is#o: ?Lasde#ocracias liberales deenden, es cierto, los derecos u#anos,pero esta postura es en s #is#a e)uvoca! 5!!!> Al igual )ue lostotalitaris#os de ayer, ta#poco est(n dispuestos a aceptar )uesus nor#as no sean necesaria#ente asu#idas y reconocidas!Ta#bién ellas tienden a i#ponerse co#o el 2nico siste#a

universal#ente posible, en no#bre de una ideologa )ue, poru#anista )ue sea, da paso a todos los abusos en la #edida en)ue es presentada co#o una evidencia )ue se supone tiene )uei#ponerse a todos@! Jünger, en este sentido, ta#bién entiende )uelas sociedades liberales contin2an legiti#ando la do#inaci.n del#undo, solo )ue con #étodos distintos, co#o las leyes del#ercado, la técnica y la co#unicaci.n! En denitiva, dicassociedades usan #étodos no violentos para pretender los #is#osnes )ue los totalitaris#os: reducci.n de la diversidad decostu#bres y opini.n a lo #is#o, tendencia a la uni&or#i*aci.n y

al pensa#iento 2nico, estandari*aci.n de los gustos, senti#ientos



con sus .rganos #(s nti#os y propios@! En e&ecto, asegura Jünger, el burgués, eredero directo del o#bre ilustrado yracionalista, a tratado de so#eter a su do#inio al trabajador, viendo en éste la representaci.n del cuarto estado, de unasociedad o de una econo#a nuevas, es decir, releg(ndolo al

espacio de la negociaci.n y del contrato, y pretendiendo )ueasi#ilara y asintiera los valores y principios de la lustraci.n! Lo)ue ignora burgués, advierte el autor, es la i#posibilidadontol.gica de )ue el trabajador acabe asi#ilando a su #anera depensar, de sentir y de )uerer a)uellos valores! 4or ello Jüngerreivindica una nueva actitud en los trabajadores por las )ue éstosdejen de verse co#o pretende vana#ente el burgués y co#iencena co#portarse con&or#e a su idiosincrasia: ?%i es )ue )uere#osatrevernos a e#prender una o&ensiva nueva, no pode#os acerlosino en direcci.n a unos objetivos nuevos! Esto tiene co#o

presupuesto un &rente di&erente y unos aliados di&erentes! Estotiene co#o presupuesto )ue el trabajador se conciba a s #is#ode una #anera di&erente y )ue en sus #ovi#ientos cese dee-presarse un reejo de la conciencia burguesa y co#ience ae-presarse una conciencia peculiar de s #is#o@!

As, el an(lisis de Jünger del ejercicio burgués de poder nosdescubre )ue el n general )ue buscan las &or#as polticas depoder consiste en negar el dereco a ser y a #ani&estarse de todoa)uello )ue en principio pueda constituir un objeto de a#ena*apara a)uéllas! Este n, al )ue deber( acer &rente el individuo, se

reproduce en la otra &or#a de poder conte#por(neo: eli#perialis#o de la tecnociencia!

K! El i#perialis#o del auto#atis#o tecnol.gico en lassociedades conte#por(neas

Durante el siglo [[ y co#ien*os del [[ la ciencia y latecnologa son consideradas co#o saberes &avorables al progresou#ano! La loso&a positivista de Auguste 1o#te sit2a a lasciencias positivas en la ci#a del conoci#iento y del progresou#anos7K! 4or otro lado, la ciencia y la técnica, en cuanto

desarrollos de la ra*.n, se consideran actividades u#ani*adoras!%in e#bargo, a co#ien*os del siglo pasado se despiertan dudasrespecto a la identicaci.n entre el progreso cientcotecnol.gico y la reali*aci.n cultural y espiritual del o#bre! La tecnologa, sibien a#pla nuestras posibilidades e-istenciales, reduce laapertura a nuestros la*os naturales y espirituales! 4or otro lado,co#o seIala ranco 'olpi, en las sociedades tecnol.gicas e-iste elproble#a de )ue no dispone#os de un re&erente antropol.gico yético )ue per#ita valorar y decidir )ué acer ante la innitud deposibilidades a la )ue nos abre la técnica! El peligro consiste en

vivir #irando 2nica#ente lo )ue se puede acer y desatendiendolo )ue se debe acer, en construir un #undo al #argen de



nosotros, un #undo en el )ue el sujeto de la istoria sea latécnica, y no ya el ser u#ano! n #undo as estara regido2nica#ente por la voluntad de poder y de a#pliaci.n deposibilidades a través de la e-plotaci.n de la técnica: ?As, lastrans&or#aciones )ue se an producido an acelerado el

desencanto y la crisis de &unda#entos, es decir, la erosi.n y ladisoluci.n de los #arcos de re&erencia tradicionales! %e a abiertoas una &ractura cada ve* #(s pro&unda entre el o#o &aber y elo#o sapiens, entre a)uello )ue el o#bre sabe y puede acer,por un lado, y su capacidad de valorar y elegir a)uello )ue esra*onable acer@!

il.so&os co#o Jünger y Ortega no son insensibles a estatrans&or#aci.n de las sociedades conte#por(neas y ven en latecnologa un poder capa* de subordinar a su disciplina asta el2lti#o de los (to#os! Los nuevos Estados tecnocr(ticos encarnannuevas &or#as niilistas de poder )ue buscan arrancar al seru#ano su libertad singular! La nueva &uer*a coercitiva aora no va a ser la educaci.n, sino la técnica al servicio de los poderespolticos y econ.#icos! 1o#o seIala ranco 'olpi, la ciencia y latécnica actuales, )ue acortan el espacio y aceleran el tie#po, )uealivian el dolor y alargan la vida, ?i#ponen obligaciones )ue vinculan #(s )ue todas las éticas escritas en la istoria de lau#anidad, volviendo superuo, de aora en adelante, todo otroi#perativo@!

En e&ecto, la ciencia y la técnica organi*an la vida asta elpunto )ue oy da parece i#pensable vivir &uera del espaciogobernado por esos i#perativos procedentes de la tecnociencia!4or ello, piensa Jünger, no solo en tie#pos de opresi.n polticasino ta#bién en perodos de pa* y prosperidad econ.#ica, ell.gico, por su propia naturale*a, tiene el poder de subordinar asus i#perativos y &unciones a la persona singular!

El lado obscuro de la técnica

Jünger es de la opini.n de )ue ta#bién en tie#pos de pa* yprosperidad puede observarse el ejercicio técnico de poder

basado en los #is#os principios )ue los totalitaris#os polticos!En las sociedades actuales, el dereco a la libertad deinvestigaci.n, al au#ento de producci.n de capital y alincre#ento de la calidad de vida legiti#an el creciente desplieguetecnol.gico propio de nuestro tie#po! 1o#o seIala 'olpi, en lassociedades niilistas conte#por(neas, en las )ue se absoluti*a eldereco a la libertad de producci.n y co#ercio, la ciencia y latécnica conte#por(neas no reconocen otro l#ite )ue a)uello )uees técnica o cientca#ente posible! ncluso el universalo#bre, )ue en ace unos siglos &ue objeto de especulaciones

abstractas y deniciones los.cas, ?se a trans&or#ado oy en



una entidad concreta, disponible en el laboratorio en la &or#a degeno#a y susceptible de ser tratada y #odicada@!

Jünger, atento a la sustituci.n de la ra*.n conte#plativa porla ra*.n instru#ental, descubre tras el progreso tecnol.gico

cierto retroceso espiritual )ue aleja al u#ano de sus racesnaturales y espirituales! En su novela Abejas de cristal 578C=>, elautor describe el car(cter i#perceptible con el )ue la sociedadconte#por(nea va adecuando sus co#porta#ientos a los rit#os ytareas )ue i#ponen los aut.#atas! La ciudad donde se desarrollala acci.n est( plagada de robots liliputienses inventados por elingeniero âpparoni, )ue a creado un auténtico #onopolio deestos aparatos diseIados para todos los nes i#aginables! %usaparatos enseguida se vuelven i#prescindibles para la industria,la ciencia y el ogar! Econo#i*an #ano de obra, aceleran yper&eccionan los rit#os de la naturale*a y crean, en el (#bito dela técnica, un cli#a desconocido asta el #o#ento: ?n cerebroingenioso aba detectado una laguna en la )ue nadie se abajado asta entonces y la aba llenado! As es co#o se acen losgrandes negociosZ los #ejores@! En esta situaci.n se llega inclusoa pronosticar )ue la técnica alcance la ecicera pura por sucapacidad de acer realidad al instante cual)uier deseo u#ano:?Llegado ese #o#ento, todo lo )ue ace#os aora no abr( sidosino un i#pulso inicial y la #ec(nica se abr( renado de tal&or#a )ue ya no e-ija nuestra torpe #anipulaci.n! Bastar(n unasluces, unas palabras, #(s a2n, un #ero pensa#iento! n siste#a

de i#pulsos inundar( y recorrer( el #undo@!El opti#is#o tecnol.gico )ue encarna âpparoni contrasta con

la nueva #anera de actuar de los abitantes de la ciudadtecnicada! El a#biente tran)uilo y sereno en el )ue viveâpparoni, en contacto in#ediato con la 3aturale*a y la sabidura,contrasta con el #undo auto#ati*ado en el )ue interact2an susabitantes! En todos los lugares los ani#ales de caballera sesustituyen por aut.#atas! \ este ca#bio se produce a la par )ueuna trans&or#aci.n en los o#bres: sus #ovi#ientos se vuelvencada ve* #(s #ec(nicos y previsibles, asta el punto )ue se tienela sensaci.n de no vivir entre u#anos! Los aut.#atas deâpparoni parecen arrebatar incluso a los niIos su libertadele#ental, )ue ya no juegan asta )ue se pone el %ol o se cansan,sino asta )ue sus robots jan el tér#ino de la sesi.n! En su#a, launi&or#idad, predictibilidad y #ecani*aci.n de losco#porta#ientos u#anos se traducen en una reducci.n de lalibertad y espontaneidad del individuo, )ue, eci*ado bajo elinujo de los liliputienses, ve #er#ada su capacidad para atendersus deseos genuinos!

Esta tendencia creciente a la participaci.n del ?crculo#(gico@ de los aut.#atas no depende e-clusiva#ente de la



voluntad: )uer(#oslo o no &or#a#os parte integrante de él, yasea co#o obreros en una &(brica, ocinistas en unaad#inistraci.n, o peatones en la disciplina del tr(co: ?Eltrabajo invade los parajes en los )ue abita el o#bre _incluidos estratos considerados por el burgués co#o reducto

privado e inalienable del individuo_ trans&or#(ndolos en paisajesde taller!, espacios 5e-ternos o internos> caracteri*ados por sucarencia de valores absolutos, la aplicaci.n de criteriosprag#(ticos y tecnocr(ticos de decisi.n, el &unciona#ientoauto#(tico, incluidos los resortes y engranajes de las conciencias,de los cuerpos y de sus estados o (bitos: sobriedad, evasi.ne#brutecedora, #ovi#iento peatonal #a)uinal, #asicaci.nurbana, ocio consu#ista, etcétera@! n eje#plo )ue #aniesta elcar(cter necesario e i#perceptible con el )ue la persona singularacaba subordin(ndose al proceso técnico, seIala Jünger, es el

eco de )ue oy en da apenas e-isten #ovi#ientos de protestacontra la cantidad de vcti#as )ue a diario se produce por ladisciplina del tr(co! 3adie protesta ni se desconcierta por eln2#ero de vcti#as por)ue ello &or#a parte de la orden del da ydel #odo de vida conte#por(neo!

4or tanto, el do#inio del #undo tecnicado sobre el individuose ace visible en el creciente proceso de subordinaci.n de lou#ano a la legalidad )ue i#pone la técnica y, de #anerasi#ult(nea, en el aleja#iento de los a#bientes reservados a la vida interior! En su ensayo El libro del reloj de arena 578CK>

Jünger recuerda la enor#e ganancia )ue supone para el o#bre vivir retirado del #undo civili*ado, #(-i#e cuando con&or#e seincre#enta el progreso tecnol.gico el o#bre va alej(ndose de sunaturale*a interior! La tendencia a la participaci.n del #undotecnol.gico y a la subordinaci.n pasiva de sus dictados conlleva ala pérdida progresiva de espacios reservados para un contactoin#ediato con nuestra naturale*a #(s nti#a! En concreto, Jüngeradvierte del retroceso espiritual al )ue conlleva la e-pansi.n de la&or#a #ec(nica de cuanticar el tie#po! Los pri#eros relojes#ec(nicos, verdaderos s#bolos del progreso #oderno, )ue

per#iten dar las oras y los segundos durante la totalidad del da y de la noce, introducen una innidad de posibilidades vitalestodas ellas regidas por sus #anecillas! En e&ecto, oy en da eltie#po es algo )ue se puede co#prar o vender, ganar o gastar,sincroni*ar, acelerar!!!Z en n, se a convertido en algoi#prescindible para organi*ar y #arcar las pautas de nuestros)ueaceres cotidianos! El tie#po #ec(nico constituye, en estesentido, un valor del )ue no pode#os prescindir en nuestrasactividades diarias! or#a ya parte insustituible de nuestracircunstancia y debe#os contar con él si )uere#os participar en

la vida conte#por(nea! 4ero el tie#po )ue nos brindan los relojes#ec(nicos, el #is#o )ue nos abre la posibilidad de organi*ar y



alerta, atento a lo )ue le puedan deparar las posibilidadestecnol.gicas )ue se e-tienden a su alrededor, y entonces, sinpretenderlo, renuncia a toda &or#a de recogi#iento interior )uele pueda acercar al conoci#iento de su ser: ?1asi todo el #undoest( alterado, y en la alteraci.n el o#bre pierde su atributo #(s

esencial: la posibilidad de #editar, de recogerse dentro de s#is#o para ponerse consigo #is#o de acuerdo y precisarse )uées lo )ue cree y )ué es lo )ue no creeZ lo )ue de verdad esti#a ylo )ue de verdad detesta! La alteraci.n le obnubila, le ciega, leobliga a actuar #ec(nica#ente en un &renético sona#bulis#o@!

Teniendo presente estas ideas, puede pensarse con Ortega )uela tendencia en las sociedades tecnol.gicas actuales consiste enreducir cual)uier &or#a de reclusi.n interior! En e&ecto, si todocuanto desea#os puede ser satis&eco al instante, si, por tanto, nonecesita#os idear planes de acci.n para conseguir esto o a)uello,)ué sentido tiene ya la capacidad especca#ente u#ana de laensi#is#aci.n La innidad de arte&actos )ue llenan nuestras vidas, lejos de de#andar o incitarnos al ensi#is#a#iento, loador#ecen, lo vuelven cada ve* #(s prescindible, &avoreciendo el&en.#eno contrario de la alteraci.n! As, las sociedades basadasen el consu#o y el bienestar se benecian de este tipo de o#bre)ue vive a&an(ndose 2nica#ente en cu#plir con lo )ue dicassociedades de#andan de él! El #odo de vida alterado beneciaal Estado tecnocr(tico, )ue ve incre#entado su poder al tie#po)ue va alejando al o#bre de su verdadero ser!

En su#a, la consecuencia #(s grave del progreso tecnol.gico)ue observan Jünger y Ortega consiste en la progresivadesu#ani*aci.n por la )ue el u#ano deja de atender lasde#andas procedentes de su cora*.n y de su pensa#iento paraso#eterse a los i#perativos de la tecnociencia! As, el n 2lti#o)ue persigue el i#perialis#o de la tecnociencia coincide con elprop.sito &unda#ental )ue ani#an las &or#as niilistas de poder:anular toda &or#a de e-istencia posible )ue no contribuya aacrecentar su poder! En e&ecto, tanto los siste#as totalitariosco#o los Estados tecnocr(ticos, co#o e#os visto, pretenden en2lti#o tér#ino i#poner al individuo deter#inados patrones deco#porta#iento, de &or#a )ue éste no encuentre otra opci.n vital)ue la de seguir dicas pautas!

C! El &racaso anunciado de las &or#as niilistas de poder

/e#os visto )ue los poderes coercitivos polticos y técnicospretenden anular la posibilidad #is#a de cual)uier &or#a deresistencia o #odo de vida )ue redu*can su poder! Estapretensi.n, sin e#bargo, resulta vana si se considera )ue el poderde las &uer*as opresoras es, en cierto #odo, ilusorio! Jünger y

Ortega, en este sentido, piensan )ue el prop.sito de los siste#ascoercitivos de so#eter a su disciplina todo cuanto e-iste est(



abocado al &racaso, debido a las li#itaciones )ue presentan éstosen el ejercicio de su poder! 4or ello, una ve* descubiertos los#ecanis#os del poder, el nuevo reto para estos l.so&os consisteen acer visibles los l#ites del poder niilista! Esta tarea es vitalpara orientar al individuo in#erso en las sociedades niilistas,

)uien, antes de conducirse acia la superaci.n de los poderesniilistas, necesita asegurarse de )ue tal superaci.n es posible!

Dicos l#ites se &undan, co#o vere#os a continuaci.n, en lai#posibilidad de la educaci.n para racionali*ar lo real, por unlado, y en la i#posibilidad ontol.gica de los Estados tecnocr(ticospara so#eter a su disciplina la naturale*a del ser u#ano, porotro! A juicio de estos l.so&os, los poderes niilistas an olvidado)ue la ley )ue gobierna la naturale*a interior es inalterable eindependiente del control poltico! 4or lo #is#o, el i#perialis#otecnol.gico en )ue se &undan los siste#as capitalistas no puedesatis&acer los deseos constitutivos del ser u#ano, )ue lei#pulsan a llevar una vida al #argen del consu#is#o y delbienestar! En su#a, lo )ue no saben los poderosos es )ue nopuede alcan*arse un estado de do#ino tal por el )ue lacircunstancia llegue a aogar denitiva#ente el yo singular! %ine#bargo, co#o reitera Jünger, el eros precisa retirarse del #undode los aut.#atas!

M! El &racaso de la educaci.n burguesa ante la irrupci.n de las&uer*as naturales

4ara Jünger las &or#as polticas de poder basadas en laeducaci.n racional, co#o las )ue ejerce el burgués sobre lostrabajadores, por su #is#a esencia, est(n condenadas al &racaso!En 2lti#o tér#ino dico &racaso se &unda en la i#posibilidad de lara*.n para so#eter a sus es)ue#as y principios la naturale*ainterior, )ue act2a seg2n su vocaci.n propia e independiente de lara*.n! En e&ecto, la ra*.n solo puede pensar ateniéndose a losprincipios l.gicos y &or#ales, los cuales, sin e#bargo, no secorresponden con el #odo de estructurarse el ser! Ta#poco en el(#bito pr(ctico la ética o la educaci.n pueden do#esticar los

i#pulsos u#anos )ue de#andan co#porta#ientos alejados delos valores ilustrados de la seguridad y del bienestar: ?Las &uentesde lo ele#ental son de dos especies! 4or un lado est(n en el#undo, el cual es sie#pre peligroso, co#o el #ar, )ue sie#preencierra dentro de s el peligro aun en los #o#entos en los )ue nosopla el viento! \ por otro lado se allan en el cora*.n u#ano, elcual est( sie#pre anelando juegos y aventuras, odios y a#ores,triun&os y cadas, y en todo #o#ento se siente necesitado depeligro y ta#bién de seguridad@!

Durante la &ase preparatoria de la pri#era guerra #undial

Jünger observa un nuevo &en.#eno )ue pone de #aniesto el&racaso de la +a*.n en su intento de so#eter a su do#inio el



conjunto de la 3aturale*a y de la sociedad! La agresi.n a la +a*.nllega desde .rdenes inesperados, incontrolables para el do#inioburgués, )uien ve c.#o sus &or#aciones sociales, co#o elindividuo o la #asa, son ree#pla*adas por otras de distintanaturale*a! Este &en.#eno co#ien*a a acerse visible en la &ase

preparatoria de la pri#era guerra #undial con la aparici.n de lo)ue Jünger lla#a ?construcciones org(nicas@: siste#as&uncionales dispuestos para la reali*aci.n de alg2n n )ueintegran ele#entos técnicos y org(nicos! El &racaso de la ra*.nburguesa en su intento de estructurar la 3aturale*a y la sociedadse &unda en el eco de )ue no es la +a*.n lo )ue origina las?construcciones org(nicas@, sino la naturale*a i#pulsiva del seru#ano! En e&ecto, lo )ue #ueve a la &or#aci.n de este tipo deconstrucciones, )ue integran ele#entos técnicos y u#anos, es eli#pulso de conoci#iento del trabajador! A di&erencia del burgués,

cuya e-istencia se &unda#enta en la creencia de )ue es posibleretirar de s la naturale*a, el trabajador &unda su e-istencia en laar#aci.n de los i#pulsos congénitos de conoci#iento y libertad!kuiere acceder a los lugares #(s insospecados, de a )uenecesite de la técnica para incre#entar sus posibilidades de é-ito!El trabajador, cuyo estilo de vida se &unda en la ar#aci.n dea)uello )ue en vano aba tratado de negar el burgués, no concibela técnica co#o un #edio al servicio del bienestar, sino )ue sesirve de ella para satis&acer sus i#pulsos de conoci#iento yaventura! La técnica se convierte en el uni&or#e del trabajador,

constituyéndose as la construcci.n org(nica!El creciente ree#pla*o de las &or#aciones burguesas por las

?construcciones org(nicas@ obedece a )ue éstas no se desarrollande un #odo aislado, sino conectadas unas a otras, &or#andonuevas construcciones #(s a#plias! La creciente integraci.n deconstrucciones org(nicas en unidades #(s a#plias lleva a pensara Jünger )ue es el #is#o el i#pulso )ue late en cada uno de lostrabajadores! Lo #is#o )ue %openauer aba supuesto lapresencia de una voluntad #eta&sica para e-plicar la tendenciauniversal acia la uni.n a#orosa, Jünger piensa )ue debe e-istir

un #is#o i#pulso #eta&sico tras la diversidad &eno#énica )uee-pli)ue el orden con el )ue se organi*a el gran proceso! Lla#a aesta voluntad la igura del Trabajador, y a su #ani&estaci.n&eno#énica trabajo: ?4ara poder captar eso es preciso, de todos#odos, ser capa* de concebir el trabajo de un #odo di&erente delrutinario! Es preciso saber )ue en una edad del trabajador nadapuede aber )ue no sea concebido co#o trabajo 5]> Trabajo es elte#po de los puIos, de los pensa#ientos y del cora*.nZ trabajo esla vida de da y de noceZ trabajo es la ciencia, el a#or, el arte, la&e, el culto, la guerraZ trabajo es la vibraci.n del (to#o y trabajo

es la &uer*a )ue #ueve las estrellas y los siste#as solares!@ 5Eltrabajador>



4or tanto, el nuevo i#pulso #eta&sico )ue secunda eltrabajador y )ue late en cada una de las ?construccionesorg(nicas@ se traduce en la creciente aspiraci.n a lo in.spito y lopeligroso, de la )ue no )uiere saber nada el burgués! Los nuevos&en.#enos descritos #uestran el &racaso de la pretensi.n

burguesa de so#eter a los trabajadores #ediante la educaci.n!Dico prop.sito &racasa en el #o#ento en )ue se #aniesta lai#posibilidad de la ra*.n para &renar la &or#aci.n creciente denuevas construcciones, no &undadas en un orden racional! Ensu#a, el do#inio en la es&era social del tipo del trabajador sobreel burgués evidencia el triun&o de la realidad i#pulsiva, noordenada, sobre la racional! El &racaso de la nueva disciplina enlas sociedades tecnocr(ticas

/e#os visto )ue la +a*.n &racasa en su intento de do#eIar lanaturale*a #(s pro&unda del ser u#ano, su realidad inalienable yconstitutiva! Ta#poco el Estado tecnocr(tico, )ue &unda supodero en la reducci.n del ser a ser &uncional, puede contenerlas &uer*as no racionales! +ecorde#os )ue, a juicio de Jünger yOrtega, el poder de los Estados tecnocr(ticos radica en sucapacidad para so#eter la libertad singular a la disciplinaauto#(tica y alejar al ser u#ano de su ser #(s propio! Estosautores se convencen, sin e#bargo, de )ue la nueva disciplinatécnica es incapa* de so#eter a su legalidad coercitiva el n2cleoi#pulsivo del ser u#ano, )ue escapa al control de la ra*.n y dela técnica!

Tras la crisis de los valores trascendentales )ue siglos atr(sorientaban la e-istencia, para Jünger lo )ue )ueda es el Bos)ue!%e trata de una #et(&ora )ue designa un territorio virgen einaccesible al Estado tecnocr(tico desde el )ue oponer resistenciaal poder establecido! El Bos)ue es el 2nico lugar donde puede lapersona singular recluirse y sobreponerse a los i#perativosprocedentes del auto#atis#o tecnol.gico! En su ensayo Lae#boscadura Jünger dene al e#boscado co#o a)uel )ue,privado de toda patria y gua espirituales por el gran proceso dedespliegue técnico y &uncional, #antiene abierto el acceso a sunaturale*a interior: ?Lla#a#os E#boscado, en ca#bio, a )uien,privado de patria por el gran proceso y trans&or#ado por él en unindividuo aislado acaba viéndose entregado al ani)uila#iento!Este destino podra ser el destino de #ucos y aun el de todos _no es posible dejar de aIadir, por tanto, una precisi.n! \ éstaconsiste en lo siguiente: el e#boscado est( decidido a o&recerresistencia y se propone llevar adelante la luca, una luca )ueacaso care*ca de perspectivas@!

no de los re&erentes )ue inuye en la teora de la

e#boscadura de Jünger es la obra de "a- %tirner El 2nico y supropiedad 579KK>! En ella %tirner deende )ue las grandes



ideologas del pasado no acen si no alejar al ser u#ano de su verdadero ser! En e&ecto, el o#bre )ue en su vida se gua por lab2s)ueda de alg2n ideal _co#o el Bien, la Justicia o la elicidad_,antepone la voluntad del otro _Dios, el Estado, o la %ociedad_ a lasuya propia! Es decir, deja de pensar en s #is#o para tratar de

cu#plir lo )ue ese ideal espera de él! De esta &or#a, el o#brepierde el do#inio de s #is#o y su e-istencia le deja depertenecer! %in e#bargo, %tirner considera al ser u#ano capa*de actuar de acuerdo a otras #etas di&erentes de las )ue i#poneel Estado, la %ociedad o Dios! En el &ondo, piensa %tirner, losgrandes dolos de la u#anidad an resultado de la escisi.n delindividuo en un yo prescriptivo y un yo obediente! Es el #is#o yoel )ue se desdobla en Otro, dando la i#presi.n de )ue #(s all(del yo, e-iste el Otro co#o un ser en s! En denitiva, losgrandes dolos no son #(s )ue &antas#as o #eras

representaciones u#anas )ue, por s #is#as, carecen del podere&ectivo para coaccionar o so#eter la acci.n singular! %tirner seconvence )ue desde el #o#ento en )ue el ser u#ano cobraconsciencia de la dependencia del dolo respecto de su podersingular, el o#bre se ace dueIo de éste y recupera su libertadconstitutiva: ?%e dice de Dios: 3ing2n no#bre puedeno#brarte! Esto vale para #: ning2n concepto #e #aniesta,nada de cuanto se indica co#o #i esencia #e satis&ace: son s.lono#bres 5]> 4ropietario de #i poder soy yo #is#o, y lo soy en el#o#ento en el cual sé ser 2nico! En el nico el propietario #is#o

vuelve a entrar en su nada creadora, de la cual a nacido! Todoser superior a # #is#o, sea Dios o el o#bre, debilita elsenti#iento de #i unicidad y e#palidece apenas reluce el sol deesta conciencia #a! %i yo &undo #i causa sobre #, el nico, ellase apoya sobre el e&#ero, #ortal creador de s )ue a s #is#o seconsu#e, y yo puedo decir: e &undado #i causa sobre nada@! 4ortanto, el o#bre se apropia de su poder en el #o#ento en )uesabe de su unicidad y se reconoce co#o ser 2nico, y, de esta&or#a, se da cuenta de )ue todo ser trascendente 5Dios,u#anidad, sociedad, Estado]> es una construcci.n suya! 4or el

contrario, el posedo, esto es, el )ue vive en y para otro, no sabede su unicidad ni de la dependencia del Otro respecto de su poder,de a )ue éste ya no le pertene*caZ lo tiene, pero &uera delalcance de s #is#o!

%iguiendo la teora del poder de %tirner, Jünger piensa )ue lospoderes presentes, ya procedan del Estado totalitario o de lassociedades tecnocr(ticas, carecen de poder e&ectivo para i#pediracer o sentir al individuo lo )ue su &uer*a propia le per#iteacer o e-peri#entar! 4or ello, en 2lti#a instancia, el podero#nipresente al )ue aspiran los Estados tecnocr(ticos es ilusorio,

irreal, por)ue sie#pre e-iste un reducto inaccesible eincontrolable para Leviat(n desde el )ue resistir! Este reducto



es el Bos)ue para Jünger y el poder singular para %tirner, loscuales pertenecen a un do#inio distinto del control técnico ydependen 2nica#ente de la decisi.n personal para seractuali*ados: ?Dos son, pues, las cualidades )ue en el e#boscadose presuponen! En pri#er lugar, el e#boscado no le per#ite a

ning2n poder, por #uy superior )ue sea, )ue le prescriba la ley, nipor la propaganda ni por la violencia! \, en segundo lugar, ele#boscado se propone de&enderseZ para ello no s.lo utili*a los#edios y las ideas )ue son propios de su tie#po, sino )ue a la ve*#antiene abierto el acceso a unos poderes )ue son superiores alos te#porales y )ue nunca podr(n ser diluidos en puro#ovi#iento@!

Ta#bién Ortega se reere al yo singular _en oposici.n al yosocial_ co#o el lugar al )ue poder recluirse cuando lacircunstancia no se con&or#a con las e-pectativas y deseos delindividuo! Antes e#os visto c.#o el #undo tecnol.gico aleja alser u#ano de los espacios reservados para el contacto con sunaturale*a interior, &avoreciendo la alteraci.n y,consecuente#ente, el au#ento de poder de las sociedadestecnocr(ticas! %in e#bargo, Ortega piensa )ue e-iste un aneloinscrito en lo #(s ondo del ser u#ano )ue e-ige delensi#is#a#iento para su satis&acci.n! %e trata del anelo deautenticidad )ue nos #ueve a ensayar &or#as diversas dee-istencia y a intentar descubrir nuestro verdadero ser: ?Elo#bre se inventa un progra#a de vida, una gura est(tica de ser

)ue responde satis&actoria#ente a las dicultades )ue lacircunstancia le plantea! Ensaya esa gura de vida, intentareali*ar ese personaje i#aginario )ue a resuelto ser! %e e#barcailusionado en ese ensayo y ace a &ondo la e-periencia de él! Esto)uiere decir )ue llega a creer pro&unda#ente )ue ese personajees su verdadero ser@! Dica aspiraci.n no la puede en&riar nicol#ar el #undo tecnol.gico pese a las innitas posibilidades )ueo&rece! En e&ecto, el #undo tecnol.gico, si bien puede descubrir ysatis&acer innidad de necesidades, carece de los #ediosnecesarios para evitar )ue el ser u#ano )uiera reali*ar su ser, de

a )ue, por #(s )ue lo pretendan, las sociedades tecnocr(ticasno sie#pre van a poder conducir la e-istencia u#ana acia nesdeseados!

As, teoras co#o la e#boscadura o la autenticidaddescubren al individuo su posibilidad de vivir de #odo distinto aco#o le i#pone la circunstancia regida por los i#perativospolticos y tecnol.gicos! Tanto el e#boscado de Jünger co#o elser auténtico de Ortega, lo #is#o )ue el trabajador, &undansu e-istencia en el i#pulso de conoci#iento y de libertad, )uella#a al u#ano a reali*ar #odos de vida )ue no se ajustan al

estilo de vida de#andando por las sociedades capitalistas basadasen el bienestar y el consu#o! En su#a, las guras del e#boscado



y del trabajador, lo #is#o )ue el ser auténtico, ponen de#aniesto la i#posibilidad de los siste#as coercitivos para en&riarel &ondo enérgico del ser u#ano, al tie#po )ue #uestran alindividuo )ue en su #ano est( la posibilidad de sobreponerse a lospoderes niilistas!

1onclusiones: el papel de la persona singular en la superaci.ndel niilis#o

/e#os visto )ue los poderes niilistas, por su propia esencia,est(n condenados a &racasar en su intento de aogar la libertadconstitutiva del ser u#ano! %in e#bargo, todava es preciso darun paso #(s para derribar, aun)ue sea provisional#ente, susci#ientos! El &racaso de las &or#as niilistas de poder no conllevasu superaci.n! La consciencia de los l#ites de los totalitaris#oses solo el presupuesto de su derrota, de a )ue todava sea

preciso orientar al individuo en su victoria! na de las enseIan*asde la teora de la vocaci.n )ue desarrollan Jünger y Ortega, co#oe#os apuntado, consiste precisa#ente en indicar el lugar desdeel )ue la persona singular puede vencer los poderes presentes!4ara estos autores, )ue an e-peri#entado la crisis anunciada por3iet*sce de los valores e ideales trascendentes, lo )ue )ueda esdirigir la atenci.n del ser u#ano a su &ondo interior con el n de)ue descubra a la &uente donadora de sentido y valor: ?En losgrandes peligros se buscar( lo salvador a #ayor pro&undidad, selo buscar( en las "adresZ al contacto con éstas se liberan &uer*as

pri#ordiales a las )ue no pueden acer &rente los puros podereste#porales@!

Lo )ue parecen aber olvidado los poderes presentes es )ue elniilis#o del )ue se nutren se supera desde dentro, siguiendo losdictados del cora*.n y del pensa#iento propios, cuyo acceso est(reservado a la persona singular! 1o#o una y otra ve* reitera Jünger, la luca para co#batir el niilis#o se debe librar en el?propio peco@: ?El propio peco: esto es, co#o antigua#ente enla Tebaida, el centro del #undo de los desiertos y de las ruinas! A)u est( la caverna ante la )ue se agolpan los de#onios! A)u

est( cada uno, da igual de )ué clase y rango, en luca in#ediata ysoberana, y con su victoria se ca#bia el #undo! %i él es a)u #(s&uerte, entonces retroceder( en s la 3ada! Dejar( en la orilla deplaya los tesoros )ue estaban su#ergidos! Ellos co#pensar(n lossacricios@! Las guras del trabajador y del e#boscadoconstituyen, en este sentido, un eje#plo viviente de la superaci.ndel niilis#o! En e&ecto, a#bas guras integran a su proyecci.n vital las posibilidades )ue o&rece el #undo circundante! 3o sedejan i#plicar por la di#ensi.n del poder: se sirven de él y loe-plotan si les resulta 2til para sus nes personales, de lo

contrario, lo ignoran y prescinden de él! En su#a, la enseIan*a dea#bas guras consiste en #ostrar )ue el cultivo de la libertad



co#ien*a por secundar la voluntad de conoci#iento y resistencia, y )ue all d.nde ésta puede darse, a)uélla debe proli&erar!

Ta#bién Ortega, con su concepci.n del ensi#is#a#iento yde la vocaci.n, nos enseIa )ue el &actor decisivo para

contrarrestar los e&ectos del ru#or niilista consiste en asu#iruno #is#o la tarea de reali*ar su vida! En las sociedadestecnocr(ticas en las )ue vivi#os la ciencia y la tecnologa nadanos pueden decir sobre )ué acer y c.#o co#portarnos anteellas! 4ara el o#bre libre lo i#portante no es lo )ue se puedaacer con la tecnologa sino saber )ué acer con ella! En e&ecto,de nada sirven las innitas posibilidades )ue per#ite la tecnologao una co#pleta educaci.n sobre lo )ue ésta nos per#ite acer, sino sabe#os )ué acer con ella, es decir, si no tene#os claro unproyecto vital en virtud del cual nuestra circunstancia ad)uiere valor y sentido! 1o#o ar#a el l.so&o espaIol, la tecnologa, porella #is#a, no puede reali*ar la penosa tarea de llenar nuestra vida por nosotros, es #era posibilidad ueca y abstracta: ?De purollena de posibilidades, la técnica es #era &or#a ueca _co#o lal.gica #(s &or#alista_Z es incapa* de deter#inar el contenido dela vida@!

4or tanto, si bien no pode#os ca#biar nuestra circunstanciatecnol.gica, est( en nuestra #ano ca#biar la actitud ante ella!4recisa#ente, el o#bre libre es )uien acaba apropi(ndose de latécnica integr(ndola en un proyecto! En este sentido, a juicio de

Ortega, el verdadero proble#a )ue debe a&rontar el o#breconte#por(neo consiste en el eco de )ue, pese a )ue tiene ensu #ano la posibilidad de obtener el logro de sus deseos, seencuentra con )ue no sabe tener deseos: ?En su secreto &ondoadvierte )ue no desea nada, )ue por s #is#o es incapa* deorientar su apetito y decidirlo entre las innu#erables cosas )ue elcontorno o&rece! 4or eso busca un inter#ediario )ue le oriente, ylo alla en los deseos predo#inantes de los de#(s! /e a)u lara*.n por la cual lo pri#ero )ue el nuevo rico se co#pra es unauto#.vil, una pianola y un &on.gra&o! /a encargado a los de#(s)ue deseen por él! 1o#o ay el t.pico del pensa#iento, el cualconsiste en la idea )ue no es pensada originaria#ente por el )uela piensa, sino tan s.lo por él repetida, ciega#ente,#a)uinal#ente reiterada, ay ta#bién un deseo t.pico, )ue es#(s bien la cci.n y el #ero gesto de desear@!

En el &ondo, las loso&as de estos autores son una lla#ada a laresponsabilidad de cada cual a asu#ir la penosa tarea de reali*arnuestro ser en el #undo! La e#boscadura es una apelaci.n anuestra naturale*a, lo #is#o )ue el ensi#is#a#iento es unalla#ada al #odo de ser propio o auténtico! 4or ello, si bien las

&or#as niilistas de poder &racasan por su propia naturale*a,debido a su i#posibilidad constitutiva para anular o controlar los



i#pulsos #(s propios del ser u#ano, es necesario apelar a laresponsabilidad singular para vencer a)uéllas! Estaresponsabilidad se &unda en el eco de )ue el o#bre es librepara secundar o contrariar las de#andas de su ser! Lo )ue a deacer el ser u#ano es suspender esa inercia social )ue le lleva a

alejarse de s #is#o y ensayar &or#as de vida )ue le aganrecuperar su yo! De su decisi.n depender( )ue se supere o no elniilis#o!

Brocar ;; 5<UU8>

Jünger o la m9sti!a de la iolen!ia

J4 %aael 3ern;nde6 Arias

Tres aIos después de su #uerte aparecan los artculosh#alditosh de Ernst Jünger, te-tos escritos durante la +ep2blica deGei#ar )ue el pensador ger#ano se neg. a incluir en sus obrasco#pletas! El nacionalis#o, el eros#o, la guerra y ladestrucci.n son sus claves!

Desde la #uerte de Ernst Jünger en 7889 no a transcurridoun solo aIo sin )ue saliese al #ercado ale#(n alguna novedadperteneciente a su legado intelectual! 'arios especialistas trabajancon anco en distintos (#bitos con el n de publicar todos losescritos )ue puedan resultar de interés para la co#prensi.n de unescritor tan polé#ico co#o longevo! Después de la publicaci.n de



varias correspondencias con distintas personalidades de sutie#po, esta ve* le a tocado el turno a sus artculos h#alditoshdurante el periodo de Gei#ar, una publicaci.n esperada, puesto)ue Ernst Jünger se neg. a incluirlos en la edici.n de sus Obrasco#pletas en 6lett1otta! Esta editorial, sin e#bargo, a reunido

todos los artculos polticos escritos entre 7878 y 78;;, 7KC entotal, en un volu#en separado, e-celente#ente co#entado yanotado por el polit.logo %ven Ola& BerggHt*!

Otro de los alicientes de este volu#en es )ue por n se o&recenordenados cronol.gica#ente los artculos dispersos en variosperi.dicos o revistas co#o Ar#inius, Das +eic, Die %tandarte,Der Giderstand o el 'HlXiscer Beobacter, la #ayora de ellos,e&#eros .rganos de propaganda nacionalrevolucionaria, )ue anservido co#o arsenal para atribuir a Jünger un claro papel deprecursor del nacionalsocialis#o o para acer incapié en suapologa de la violencia! \ no se puede negar )ue #ucos de estosartculos son dina#ita, no s.lo por su contenido, sino por un estilo&ascinante )ue ro#pe las li#itaciones del paneto polticoZ noresulta e-traIo )ue Jünger se convirtiese en el escritor #(ssolicitado en ese tipo de publicacionesZ su prosa li#pia y acerada,pero al #is#o tie#po de un radicalis#o deslu#brante, encontr.una entusi(stica acogida en nu#erosos j.venes, &rustrados por laderrota y posterior u#illaci.n de 'ersalles! Ta#poco olvide#os)ue a Jünger le rodeaba el ni#bo de su condici.n de éroe deguerra, era el representante y el s#bolo de una generaci.n )ue lo

aba sacricado todo y se crea traicionada por &uer*as oscurasde la retaguardia: la leyenda de la puIalada por la espalda )ueta#bién Jünger asu#i. y di&undi.!

En estos artculos, )ue #uestran la obsesiva actividadproselitista del autor, no nos encontra#os con el Jünger elogiadopor /er#ann /esse o /! 0! 0ada#er, con el ensayista pro&undo,el novelista i#aginativo o el observador preciso, sino con elagitador poltico )ue lan*a sin a#bages su #ensaje subversivo!3o obstante, en estos escritos ta#bién se puede co#probar ciertaevoluci.n te#(tica e intelectual! En los pri#eros te-tos se ocupaprincipal#ente de la e-periencia guerrera, del valor del sacricio y de la sangre co#o ce#ento de una nueva sociedad, a lo )ue seune un pro&undo odio a la burguesa y a la +ep2blica de Gei#ar! Jünger consideraba )ue en su generaci.n aba surgido un nuevohtipo u#anoh, &orjado en la guerra de #aterial y de trinceras, a)uien, a su ve*, corresponda &orjar un nuevo #undo: h1o#oso#os los auténticos, verdaderos e i#placables ene#igos delburgués, nos divierte su desco#posici.n! 4ero nosotros no so#osburgueses, so#os ijos de guerras y de en&renta#ientos civiles!!!h!nspir(ndose en 3iet*sce, %pengler y %orel, y aciendo suyo el

patos del &uturis#o italiano, Jünger ensal*a el odio y ladestrucci.n co#o ele#entos creativos: hLa verdadera voluntad de



luca, sin e#bargo, el odio verdadero, se alegra de todo lo )uedestruye a su contrario! La destrucci.n es el 2nico instru#ento)ue parece adecuado en las actuales circunstanciash! En estospasajes, el escritor adopta un niilis#o eroico )ue convierte la violencia en un n en s #is#o, en una e-periencia #stica del

co#batiente )ue debe continuar su luca en la sociedad civil! Enellos desarrolla una estética pura de la violencia )ue se #ueve enun vaco ético y )ue, supuesta#ente, seg2n el autor, deberagenerar nuevos valores!

En el terreno ideol.gico, los artculos reejan una visi.nparticular y nebulosa )ue no llega a identicarse con ninguna delas ideologas do#inantes! %us rasgos principales son, en su vertiente negativa, un pro&undo senti#iento antide#ocr(tico yantipacista, as co#o un &uerte reca*o de las instituciones,e-cluyendo al ejército co#o encarnaci.n de la idea prusiana! %uodio a la +ep2blica de Gei#ar es #aniestoZ una +ep2blica, sibien es cierto, )ue se a denido con &recuencia co#o lahde#ocracia sin de#.cratash y )ue era el blanco &avorito deldesprecio de la #ayora de los intelectuales! Aun)ue Jünger seconesa nacionalista, en concreto hnacionalista de la acci.nh, noasocia el concepto con una &or#a poltica concreta, #(s bien seli#ita a describir vaga#ente #odelos ut.picos o ret.ricos )ueencontrar(n un desarrollo #(s #aduro en su libro El trabajador! Ar#in "oler e#ple. el tér#ino hrevoluci.n conservadorah parae-plicar esta posici.n poltica, pero Jünger ta#bién se acerc. al

nacionalis#o de i*)uierdas de un 3ieXisc e incluso colabor. ensu revista Der Giderstand, proibida con posterioridad por losnacionalsocialistas! La i#presi.n )ue recibi#os es )ue Jüngerestaba obsesionado con una revoluci.n, viniese de donde viniese,sie#pre )ue &uese nacional! En sus escritos sola dirigirse a hlosnacionalistas, los soldados del &rente y los trabajadoresh! Estee#peIo revolucionario &ue el )ue le acerc. al nacionalsocialis#oen los pri#eros aIos del #ovi#iento: hLa verdadera revoluci.na2n no se a producido, pero se apro-i#a irresistible#ente! 3o esninguna reacci.n, sino una revoluci.n auténtica con todos sus

rasgos y sus #ani&estacionesZ su idea es la popular, alada astaun e-tre#o desconocidoZ su bandera es la cru* ga#adaZ su &or#ade e-presi.n, la concentraci.n de la voluntad en un 2nico punto:la dictadura! %ustituir( la palabra por la acci.n, la tinta por lasangre, la &rase por el sacricio, la plu#a por la espadah!

3o obstante, en los aIos treinta se advierte ciertodistancia#iento del nacionalsocialis#o )ui*( debido a lainuencia de su er#ano, ! 0! Jünger, y de 3ieXisc! Jüngerreca*. la o&erta de /itler para ocupar un escaIo en el +eicstag, y en el aIo 78;; interru#pi. sus colaboraciones, evitando dar el

paso acia el paganis#o poltico na*i, ni si)uiera en la &or#a delcolaboracionis#o oportunista de /eidegger, 1arl %c#itt o



0ott&ried Benn! La edici.n de los artculos polticos de Ernst Jünger, de cuyo contenido se deduce clara#ente su tercaresistencia a hresucitarlosh, supone una decisi.n acertada, sobretodo por)ue as se dispone de una i#agen co#pleta de un escritorcontrovertido )ue no dud. en h#a)uillarh algunos pasajes

escabrosos de su obra te#pranaZ una actitud )ue despert.reca*o incluso entre sus lectores #(s anes! 4ero ta#biénpode#os decir )ue esta obra ad)uiere una i#portanciae-traordinaria por)ue e-plica el co#porta#iento posterior de una juventud &ascinada por la violencia, la cual, por esta causa, &uepresa &(cil del totalitaris#o y vcti#a de su producto: la guerratotalZ ta#poco tene#os )ue resaltar #uco su actualidad, puesnos alla#os en una nueva di#ensi.n de la violencia, cuyosportadores asu#en asta sus 2lti#as consecuencias esa visi.n#stica del acto destructivo y del sacricio )ue tanto su&ri#iento

a trado y traer( a la u#anidad!

Elementos Nº 78. JÚNGER II (Epub)

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