7/24/2019 Segregacion y Violencia

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Segregacin y Violencia

Carlos G. Picco

Cuando pensamos en el estado clsico, ese ordenador de goces, tenemos la

nocin de que se trata de una estructura de poder surgida a partir del pensamiento

de los flsoos que siguen al iluminismo rancs, entre ellos Hobbes y Rousseau.

unque con dierencias respecto del entendimiento proundo de !ombre, ambos

proponen "al igual que todos los iusnaturalistas", que es mediante la ra#n que las

sociedades se ordenan renunciando a los impulsos $iolentos, en pro de ganar

mayor calidad de $ida, adems de prolongar esta. Proponen adems el pacto social

como inicio y undamento del estado, pacto a tra$s del cual los goces, como

di%ramos al empe#ar y como en $erdad obser$a &acques 'acan, son ordenados por

el derec!o.

l respecto (en%amin desarrolla en su te)to *Para una cr+tica de la $iolencia

-/01, un entendimiento de esta pensada en su relacin con el derec!o y la

%usticia. 2ice por un lado que, si bien la $iolencia puede en primer lugar

cristali#arse como una instauradora de derec!o, es decir por e%emplo en la

re$olucin que impone un nue$o orden, tambin debe obser$arse que aquellatiene la uncin elemental de conser$ar luego dic!o estado instituido. 3s decir que

una $e# establecido un orden $+a la $iolencia, ese orden de derec!o ser quien

tenga la 4nica potestad sobre la $iolencia, con el fn de conser$arse a s+ mismo

e$itando nue$as re$ueltas o re$oluciones. qu+ el detalle reside en que, una $e#

instituido un orden, este tender a auto conser$arse mediante el e%ercicio de una

$iolencia que ya no recae ms en manos de cada su%eto, sino en los rganos de

poder.2esde aqu+ podemos $ol$er bre$emente sobre lo reerido en el primer

prrao en tanto el estado surgido por el pacto social y del ra#onamiento, ese que

se supone ponen una cota a la $iolencia bestial de cada su%eto, para sostenerse

como estado, se !ace cargo l mismo del e%ercicio de dic!a $iolencia de manera

e!aciente.

5os recuerda la rase que utili#ara Gand!i al decir que lo que con $iolencia se obtiene, con$iolencia se mantiene.

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3n esa lgica de la renuncia indi$idual encontramos reminiscencias directas

al pensamiento reudiano, tanto a la propuesta de 6tem y 6ab4 como a lo

desarrollado especialmente en 7alestar en la Cultura, aunque con la no menor

dierencia respecto del lugar que se da al ra#onamiento y a la conciencia, en donde

desde el psicoanlisis locali#a ms bien en el inconsciente lo que se %uega deimportante en los procesos culturales y ci$ili#atorios. 3n esta l+nea prestamos

especial atencin a los desarrollos de (ataille, que en su te)to 3l 3rotismo -/891

e)pone siguiendo a Caillois lo que es su pensamiento respecto de la festa,

momento en el que se da la transgresin rituali#ada al orden establecido. 2e

manera coincidente con el pensamiento de 'e$+ :trauss refere aqu+ que la

$iolencia que tiene lugar durante la festa ritual es uncional al estado de orden

e)istente, pues permite la liberacin de montos de energ+a que se mantienen

reprimidos el resto del tiempo.

3s en estas rituali#aciones del despilarro que adems se reestablece el

pacto inicial. 'a escena montada, el sacrifcio y las leyes que le$antan

pro$isoriamente sus pro!ibiciones dan lugar a la e%ecucin reno$ada del pacto que

!abr reno$ado su uer#a al fnali#ar la ceremonia esti$a0. :e trata en esta

propuesta de una econom+a energtica en la que no es di+cil encontrar

nue$amente la in;uencia del pensamiento reudiano.

l respecto Georges (alandier dice que *los ritos esti$os no se !an perdido,

pero s+ !an mudado su sentido y su uer#a -//

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festa, el constante despilarro, y por ende la perdida absoluta de su uncin tal

como era entendida anteriormente.

(ataille propone adems la e)istencia de la $iolencia en relacin a la

inraccin, aquella que refere a la $iolacin de la norma $igente, aunque no de

manera rituali#ada. 3stamos aqu+ ante el crimen como se lo entiendecom4nmente. Bale destacar que al respecto (en%amin destaca la posicin de

admiracin que ocupa el criminal amoso para el resto de la sociedad, en tanto es

el que puede tras$asar los l+mites impuestos por el derec!o y e%ercer una $iolencia

ms all de la que se supone en potestad el derec!o.

3sta manera particular nos permite pensar a modo de !iptesis que, ms

all de los elementos narcisistas en %uego que generan la admiracin del p4blico al

estilo Robin Hood, en la inraccin no rituali#ada, la que se despo%a de toda

$estimenta romntica para obrar mediante lo errtico e incluso !aciendo %ugar el

!orror, !ay algo del orden de lo real que irrumpe buscando una inscripcin

simblica. 3stos actos en los que la $iolencia aparece por uera de todo acuerdo

social re$elan qui#s la $iolencia que siempre se encuentra de ondo, la del espe%o,

pero entonces tambin una alla en la articulacin de ese Che vuoi? que se dirige

al tro. 'a categor+a de pasa%e a acto puede ser$irnos aqu+ aunque sin embargo

nos parece que la endeble# del marco simblico de estos casos ubica una escena

en la que el tro no est del todo ausente sino ms bien desdibu%ado.

3s decir, especialmente en los cr+menes que remiten a una $iolencia

desmedida e innecesaria Dincluso particularmente en nuestra poca", podr+amos

pensar al deseo del tro como borroso, ininterpretable para el su%eto que act4a

entonces agresi$amente, lan#ado en su desesperacin errtica contra ese tro que

escondido en la obscuridad no da reerencias.

E7atar o daFar al otro!ace un lugar en el deseo del Otro 3ntendemos que

en principio no es esto as+. unque se trata solo de una !iptesis en la que

deberemos seguir traba%ando, es posible pensar que al difcultarse ubicar el deseo

del tro, esto puede tornar lo ineable en un goce del tro Dque incluso !oy en d+a

podr+amos pensar cuenta con el apoyo de claros mo$imientos segregacionistas