Ruben Dario sus juicios sobre

24
Ruben Dario y sus juicios sobre el mocernismo H ACE tiempo en las piginas de esta revista (Vol. VII, Nim. 13, no- viembre de 1943, pggs. 69-80) Luis Mongui6 hizo una caracteriza- ci6n del modernismo a base de una serie de opiniones criticas. Advirti6 en aquella ocasi6n la posibilidad de complementar sus precisiones con un estudio que tuviera en cuenta las aseveraciones de los creadores mismos del movimiento. A pesar de los afios transcurridos y las nuevas aporta- ciones, cada dia mas extensas, a la ya imponente bibliografia sobre el modernismo, no se ha estudiado con el rigor necesario tan interesante aspecto del tema. Limitandonos por ahora a uno de esos creadores, nos proponemos ordenar aqui algunos textos de Ruben Dario que revelan su actitud ante el movimiento que ~1 mismo encabez6 a partir de la publica- ci6n de Azul .... No tenemos ninguna pretensi6n de arrojar nueva luz sobre un asunto tan exhaustivamente estudiado por la critica como el mo- dernismo. Sencillamente un modesto prop6sito pr6ctico motiva este traba- jo: el de utilidad. Si bien en el caso de muchos poetas y prosistas del periodo, los textos necesarios todavia quedan sepultados en revistas y peri6dicos inaccesibles, en cuanto a los materiales aprovechados en nuestro trabajo, la tarea ha sido relativamente f icil debido a las investigaciones de los daristas Saavedra Molina, Mapes y Silva Castro. Es de esperar que se complete nuestro modesto esfuerzo con mas trabajos que se valgan de escritos menos divulgados de otros artistas del modernismo. La t1labra modernismo en Ruben Dario: No es nuestra intenci6n hacer aqui una historia de la palabra moder- jzsrmo en la obra de Dario, una historia ya trazada esquemiticamente por

Transcript of Ruben Dario sus juicios sobre

Page 1: Ruben Dario sus juicios sobre

Ruben Dario y sus juicios sobre elmocernismo

H ACE tiempo en las piginas de esta revista (Vol. VII, Nim. 13, no-viembre de 1943, pggs. 69-80) Luis Mongui6 hizo una caracteriza-

ci6n del modernismo a base de una serie de opiniones criticas. Advirti6en aquella ocasi6n la posibilidad de complementar sus precisiones con unestudio que tuviera en cuenta las aseveraciones de los creadores mismosdel movimiento. A pesar de los afios transcurridos y las nuevas aporta-ciones, cada dia mas extensas, a la ya imponente bibliografia sobre elmodernismo, no se ha estudiado con el rigor necesario tan interesanteaspecto del tema. Limitandonos por ahora a uno de esos creadores, nosproponemos ordenar aqui algunos textos de Ruben Dario que revelan suactitud ante el movimiento que ~1 mismo encabez6 a partir de la publica-ci6n de Azul .... No tenemos ninguna pretensi6n de arrojar nueva luzsobre un asunto tan exhaustivamente estudiado por la critica como el mo-dernismo. Sencillamente un modesto prop6sito pr6ctico motiva este traba-jo: el de utilidad. Si bien en el caso de muchos poetas y prosistas delperiodo, los textos necesarios todavia quedan sepultados en revistas yperi6dicos inaccesibles, en cuanto a los materiales aprovechados en nuestrotrabajo, la tarea ha sido relativamente f icil debido a las investigacionesde los daristas Saavedra Molina, Mapes y Silva Castro. Es de esperar que

se complete nuestro modesto esfuerzo con mas trabajos que se valgan

de escritos menos divulgados de otros artistas del modernismo.

La t1labra modernismo en Ruben Dario:

No es nuestra intenci6n hacer aqui una historia de la palabra moder-

jzsrmo en la obra de Dario, una historia ya trazada esquemiticamente por

Page 2: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBEROAMERICANA

Enrique Anderson Imbert 1 y con un poco mas de detalle por Max Henri-quez Urefia,2 quienes a su vez se apoyan en datos suministrados por Ernes-to Mejia Sanchez.3 Sin embargo, conviene tener en cuenta algunos deestos textos tempranos ya sefialados por la critica para ver c6mo poco apoco la palabra y sus derivados van cobrando categoria critica para desig-nar el movimiento de renovaci6n que despuntaba en Hispanoamerica. Conraz6n Mejia Sanchez piensa que Dario utilizaba la palabra por primera vezen su articulo "La literatura en Centro-America" (Revista de Artes yLetras, Santiago de Chile, 1888), 4 Aqui da at vocablo un sentido muygenerico porque, al aludir al escritor mexicano Ricardo Contreras radicadoen Centro America, habla de su "absoluto modernismo en la expresi6n". 5

Dos afios mas tarde en su bien conocido "Fotograbado" de Ricardo Palmael poeta debia sentirse mas seguro de si mismo y del nuevo arte que elhabia iniciado. Se refiere ahora con mas precisi6n al nuevo espiritu revo-lucionario y la palabra modernismo se va llenando de significado concreto.Aunque el texto ha sido citado varias veces, transcribimos la parte que masinteresa por ser una primera difinici6n directa del movimiento:

En sus juicios literarios se deja ver su conocimiento del arte ysu fina percepci6n estetica. El es un decidido afiliado a la correcci6nclasica y respeta la Academia. Pero comprende y admira el espiritunuevo que hoy anima a un pequefio pero triunfante y soberbio grupode escritores y poetas de la America espaniola: el modernismo. Con-viene saber: la elevaci6n y la demostraci6n en la critica, con la prohi-bici6n de que el maestro de escuela anodino y el pedagogo chasca-rrillero penetren en el templo del arte: la libertad y el vuelo, y eltriunfo de lo bello sobre lo preceptivo, en la prosa; y la novedaden la poesia: dar color y vida y aire y flexibilidad al antiguo versoque sufria anquilosis, apretado entre tomados moldes de hierro. Poreso l1, el orfebre buscador de joyas viejas, el delicioso anticuario defrases y refranes, aplaude a Diaz Mir6n, el poderoso, y a GutierrezNajera, cuya pluma aristocratica no escribe para la burguesia lite-raria, y a Rafael Obligado, y a Puga y Acal y al chileno Tondreauy al salvadorefio Gavidia y al guatemalteco Domingo Estrada...

1 Enrique Anderson Imbert, "Estudio preliminar", Poesia de Ruben Dario(Mxico, 1952), XVII-XIX.

2 Max Henriquez Urefia, Breve historia del modernismo (Mexico, 1954),pags. 156-169.

3 Ernesto Mejia SAnchez, Los primeros cuentos de Ruben Dario (Mexico,1951).

4 Ibid,. nota 31, p. 88." "La literatura en Centro America", Obras desconocidas de Ruben Darioescritas en Chile y no recopiladas en ninguno de sus libros, Edici6n recogida porRail Silva Castro (Santiago de Chile, 1934), p. 201.

6 Ruben Dario, Cr6nica literaria, Vol. IX, Obras completas (Madrid, sin

42

Page 3: Ruben Dario sus juicios sobre

Es TU 0I 0 S

Este "Fotograbado" escrito en Guatemala, lleva la fecha de 1890. Laprimnera publicaci6n conocida por Mejia Sanchez es la de El Peru Ilustrado(8 de nov. de 1890) pero no cree que esta sea la original. Sospecha qucantes apareci6 en el Diario de Centro America (Guatemala). 7 Por suparte M. Soto-Hall recuerda algunos libros ideados por Dario, inclusiveuno que iba a ser titulado Fotograbados, una serie de estudios sobre escri-tores conocidos por el poeta. Fueron publicados solamente tres de ellos:Ricardo Palma, Valero Pujol y J. J. Palma. Este iltimo, segun Soto-Hall,en el Diario de Centro America.8 Aunque Dario dice que el motivo de suarticulo fue una visita que hizo a Palma en febrero de 1888, Rail Silva

Castro cree que tal viaje es una leyenda y que la entrevista tuvo lugar alaio siguiente cuando el poeta volvia de Chile, de donde parti6 a princi.

pios de 1889, para Centro America.9

Cuando en 1893 Dario prologa la Historia de tres anos por su amigo

Jesus Hernandez Somoza habla de "un hermoso periodo de primavera literraria" y de un movimiento de entusiasmo en la juventud nicaragiiense,Agrega luego que "... Modesto Barrios traducia a Gautier, y daba las

primeras lecciones de modernismo, no las primeras, porque antes que el,un gran escritor, Ricardo Contreras, habianos traido las buenas nuevaspredicandonos el evangelio de las letras francesas."' 0 A partir de 1893,como veremos, las palabras modernismo, modernos, modernists alcanzanamplia difusi6n, no s61o en la obra de Dario y otros poetas sino tambi6nen la de los criticos que emplearon estos terminos, en conjunci6n con elmote decadente, con claro sentido despectivo y burl6n para caracterizar alos poetas nuevos. Despues de la epoca argentina y conforme a su maniTfiesto desprecio por las escuelas literarias, Dario no prodiga en sus escritos

fecha), paigs. 28-29. M. Soto-Hall tambien reproduce el mismo texto: Revelacionesintimas de Ruben Dario (Buenos Aires, 1952), pigs. 116-125.

Sobre las relaciones entre Palma y Dario son interesantes las cartas publicadaspor Alberto Ghiraldo en El Archivo de Ruben Dario (Santiago de Chile, 1940)y especialmente, dentro del caso, la fechada 1 de mayo de 1894 donde Palmaalude a su hijo Clemente diciendo: "...Sus doctrinas literarias son, en mucho,opuestas a las mias. El muchacho es modernista, y, por consiguiente, entusiastaamigo de usted (pags. 140-141) ",

Max Henriquez Urefia anota c6mo este "Fotograbado" fue muy difundidoporque Palma, 'halagado por los elogios, lo recogi6 con otras apreciaciones de suobra en la edici6n barcelonesa de sus Tradicianes peruanas (1893). Ob. cit., pigs.157-158.

7 Mejia Sanchez, Ob. cit., Nota 42, p, 85,s Soto-Hall, Ob. cit., pags. 115-116.9 Rail Silva Castro, Ruben Dario a los veinte anos (Madrid, 1956), pigs,

263-264.S o Ruben Dario, Crdnica politica, Vol. XI, Obras co mpletas (Madrid, sin

fecha), p. 118.

43

Page 4: Ruben Dario sus juicios sobre

4REVISTA IBER. OAMERICANA

esta designaci6n de modernismo, como si quisiera rehuir ya la insuficien-cia de tal nombre.

Centro America, Chile y la epoca de "Azul". .

Hacia 1902 Ruben Dario escribi6, con cierta nostalgia y orgullo a lavez, las siguientes palabras apropiadas para encabezar esta secci6n de nues-tro trabajo: "Los comienzos! Es decir, los suefios, las esperanzas, el en-tusiasmo. Esos principios 'son mas bellos muchas veces que las mas triun-fantes victorias. Siquiera porque toda esperanza es hermosa, y todo logroquita el placer de esperar y da el cansancio humano de lo conseguido. Laposesi6n de la gloria es lo mismo que la posesi6n de la mujer."11 Este es elmomento que evocamos ahora: el de juventud, de esperanza, de indecisi6ny de tanteo; de la progresiva afirmaci6n de su personalidad literaria y de lacreciente seguridad de su papel de reformador. Y, como se ha dicho,Dario no s6lo se destac6 entre todos por su verdadero talento y genio sinotambien por haberse propuesto, desde temprano, y con toda conciencia, unprograma est6tico.12 Tracemos, pues, algunos pasos en esta evoluci6n ar-tistica hacia la madurez definitiva.

No hay por que insistir una vez mas en lo castizo de la formaci6nintelectual de Dario ni en c6mo va infiltrandose poco a poco en su espi-ritu inquieto el gusto por la literatura francesa. 13 Sin embargo, recordemosc6mo en 1886, al comentar en La Ppoca el libro de poesias de PedroNolasco Prendez, Siluetas de la Historia, proclama su fe en el renacimientode las letras, mas al mismo tiempo da el siguiente consejo al autor: "Yome atrevo a pedir a mi laureado amigo, un tanto de carifio a los preceptosclasicos, que adunandolos a los vuelos de su rica fantasia, daran por resul-tado un eclecticismo literario puro y soberano.. ."14 Un poco despues, en1887, expres6 las mismas ideas: "Yo tengo fe ciega en un renacimientode las letras en Chile; fe en la juventud, en una pequefia parte de lajuventud que tiene aliento, constancia, nobleza, el fuego sagrado; apoyada,eso si, indispensablemente, por las pocas columnas que nos quedan de los

11 Ruben Dario, La caravana pasa, Vol. III, Obras completas (Madrid,1922), p. 144.

12 Anderson Imbert, Ob cit., p. XX.13 Sobre los primeros afios de Dario y sus publicaciones iniciales la indis-

pensable fuente de consulta es el libro de Diego Manuel Sequeira, Ruben Dariocriollo (Buenos Aires, 1945). Quisieramos llamar atenci6n aqui sobre uno de losmuchos textos reproducidos por Sequeira: el comentario de Dario sobre ManuelReina, en quien parece ver unos temas caracteristicos de su propia evoluci6n pos-terior (pags. 149-151).

14 "Ruben Dario, Poesias y prosas raras compiladas y anotadas por JulioSaavedra Molina", Anales de la Universidad de Chile, XCVI (Nums. 29 y 30,1938), Nota, p. 146,

44

Page 5: Ruben Dario sus juicios sobre

buenos tiempos que pasaron".15 Tales conceptos merecen transcripci6npara mostrar la actitud admirativa de Dario ante los valores consagrados desu propia tradici6n hispinica.

En otro sentido, sin embargo, de mucho mas importancia que estasnotas marginales es un estudio publicado por Dario en La Libertad Electo-ral en abril de 1888 bajo el titulo de "Catulo M&ndez [sic}, Parnasianosy Decadentes".16 Estas piginas, con el pretexto de comentar al escritorfranc6s, constituyen la primera detallada exposici6n que conocemos desus propios ideales est6ticos y trazan indirectamente gran parte de las aspi-raciones de la nueva po6tica que empezaba a circular en America. Misain: Dario explica sus propias renovaciones ensayadas en Azul.... Lapublicaci6n de este articulo es anterior a su libro y, segin Saavedra Molina,viene a ser el manifiesto de su obra, comparable, por lo tanto, a los pr6-logos posteriores que encabezan otros poemarios. x7 Resumamos, pues, elcontenido de tan significativo trabajo. Dario elogia al poeta Mendes, pero,naturalmente, es al cuentista a quien admira mis. Es Mendes, desde luego,quien mas influye en la renovaci6n de esta temprana prosa de Dario,una prosa ya novedosa en la primera edici6n de Azul... .18 Expone lat6cnica del escritor franc6s y anota c6mo su prosa refinada se nutre delideal parnasiano y sobre todo de las transposiciones artisticas.19 Elogiadala sinestesia practicada por los hermanos Goncourt (".. . pintar el colorde un sonido, el perfume de un astro, algo como aprisionar el alma de lascosas", p. x68), pasa a combatir a los que critican en los decadentes lapreocupaci6n formal y el descuido del fondo. Dario parece dar Ia medidade su propio arte verbal cuando escribe:

Juntar la grandeza a los esplendores de una idea en el cercoburilado de una buena combinaci6n de letras; lograr no escribir co-mo los papagayos hablan, sino hablar como las Aguilas callan; tenerluz y color en un engarce, aprisionar el secreto de la misica en latrampa de plata de la ret6rica, hacer rosas artificiales que huelen aprimavera, he ahi el misterio. Y para eso, nada de burgueses litera-rios, ni de frases de cart6n. (p. 170).

15 "Carta pr6logo de Renglones cortos, 1887, Poesias de Alfredo IrarrizavalZ.", Ibid., p. 144.

16 Obras desconocidas de Ruben Dario ... , pigs. 164-172.17 Obras escogidas de Ruben Dario publicadas en Chile, edici6n critica y

notas de Julio Saavedra Molina y Erwin K. Mapes (Santiago de Chile, 1939),pigs. 128-129.

18 Cf., "Historia de mis libros", El viaje a Nicaragua e historia de mis libros,Vol. XVII, Obras completas (Madrid, 1919), p. 170.

19 Citamos textualmente lo que dice Dario: "...Creen y aseguran algunosque es extralimitar la poesia y la prosa, llevar el arte de la palabra al terreno deotras artes, de la pintura verbigracia, de la escultura, de la misica. No. Es dar

Es TUt bs 45

Page 6: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBE1 .OAMERICANA

Al lado de estos anhelos de un arte refinado y el culto de una nueva formaelegante, la caracterizaci6n final de Mendes revela otras actitudes tipicasy otros ideales expresivos que se suelen asociar con el modernismo.

Aborrece a los gramaticos, a los fil6logos de pacotilla, a losdescuartizadores de las partes de la oraci6n, por sus disciplinas, porsus anteojos, porque aturden con sus reglas y se sientan sobre sus dic-cionarios; y no obstante es Mendes gramitico consumado, puestoque no olvida nunca ser correcto y bello al escribir. Conoce m6s quelo que ensefia el sefior profesor; tiene el instinto de adivinar el valorhermoso de una consonante que martillea sonoramente a una vocal;y gusta de la raiz griega, de la base ex6tica, siempre que sea vibrante,expresiva, melodiosa. Sabe que hay vocablos maravillosamente pro-pensos a la armonia musical. Las letras forman, por decir asi, suscristalizaciones en el lenguaje. Las eles bien alternadas con eres yenes, enlazando ciertas vocales, la q, la y griega, son propicias a laspalabras mel6dicas. Hay letras diamantinas que se usan con tiento,porque si no se quiebran formando hiatos, angulosidades, cacafoniasy durezas. (171).

Ya definidas estas sutilezas lingiiisticas, Ia parte final del articulo queglosamos es tambien significativa. Dario encuentra pocos espiritus auda-ces que profesen el culto por lo frances y por la forma artistica. Sin em-bargo, el anhelo de renovaci6n a base del arte franc6s no implica un des-precio por los ilustres antepasados. Con frases que recuerdan otras delpr6logo a Prosas profanas, alaba, pues, el estilo de Santa Teresa, Cervan-tes y Quevedo y, con respecto a la lengua espafiola, su sonoridad, viveza,coloraci6n, vigor, amplitud, dulzura, fuerza y gracia. Dario cree en lanecesidad de una expresi6n libre y renovada, desde luego, pero las nuevasformas debieran extraer del pasado espafiol lo m's valioso: "Se necesitaque el ingenio saque del joyero antiguo el buen metal y la rica pedreria,para fundir, montar y pulir a capricho, volando al porvenir, dando nove-dad a la producci6n, con un decir flamante, ripido, el6ctrico, nunca usa-do. . " (pig. x72).20 Finalmente tal empeiio formal, nada frivolo ysuperficial, no debiera ser realizado, so pena de franca debilitaci6n, "conpolvos de arroz y hojarascas de color de rosa, a la parisiense" (peg. i72).

toda la soberania que merece al pensamiento escrito, es hacer del don humano porexcelencia un medio refinado de expresi6n, es utilizar todas las sonoridades de lalengua en exponer todas las claridades del espiritu que concibe" (p. 168).

20 Tambien con respecto a la raiz hispinica de su obra, reproducimos dosfragmentos de la Historia de mis libros, ed. citada: "... un soplo de Paris animabami esfuerzo de entonces; mas habia tambien, como el mismo Valera lo afirmaba,un gran amor por las literaturas clisicas y conocimiento 'de todo lo modernoeuropeo'. No era, pues, un plan limitado y exclusivo" (p. 174) y mis adelante,

Page 7: Ruben Dario sus juicios sobre

47

En el ya citado trabajo sobre "La literatura en Centro America" el poetavuelve a insistir en las mismas ideas. No censura, pues, el apego a lo mashermoso y selecto de los maestros clisicos. Desea, no obstante, mas vueloy entusiasmo, un arte que coincida con el desarrollo y progreso de Ame-rica: "... tenemos el convencimiento de que hemos llegado a un estadotal en Nuestra America, hemos vivido una vida tan ripida, que es precisodar nuevas formas a la manifestaci6n del pensamiento, forma vibrante,pintoresca y, sobre todo, llena de novedad y libre y franca."2 1

Hay otros textos itiles para demostrar la evoluci6n del pensamientoartistico de Ruben Dario en esta primera etapa. Por estos aiios el poetase ocupa, por lo menos en dos ocasiones, de la obra po6tica de su amigoel chileno Narciso Tondreau. Cuando en La flpoca (14 de enero de 1887)habla de Penumbras, se refiere a c6mo la moda francesa va invadiendola literatura espafiola, lo cual "... ha hecho que la lengua castellana seconvierta en una jerga incomprensible." 22 La tendencia de imitaci6n se hageneralizado. En ella ve Dario un peligro. Recomienda, sin embargo, alos escritores que sigan a los franceses "... en cuanto al sujeto y lo quese relaciona con los vuelos de la fantasia", pero, al mismo tiempo, quehagan "...el traje de las ideas con el rico material del espaiiol idioma,adunando la brillantez del pensamiento con la hermosura de las palabras"(pig. 92). Pasaron dos afios. El concepto de Dario parece ahora algodiferente aunque, en el fondo, permanece igual. Ya de vuelta en CentroAmerica y ya publicado Azul..., escribe el extenso pr6logo para el libroAsonantes de Tondreau, libro que nunca lleg6 a publicarse.23 Otro examende conciencia y declaraci6n de principios. Dario evoca toda una serie derecuerdos literarios de Chile, mas frescos en la memoria que cuando escri-bi6 su Autobiografia; alude a los escritores conservadores o acad6micosque se atenian a lo preestablecido y a los otros, mis j6venes, que adopta-ban "a modernas ideas, moderno estilo" (pag. 286); y de Tondreau mis-mo dir 1lo siguiente:

al explicar la famosa frase "mi esposa es de mi tierra; mi querida, de Paris" in-corporada a las "Palabras liminares" de Prosas profanas, diria Dario: ". . . En elfondo de mi espiritu, a pesar de mis vistas cosmopolitas, existe el inarrancablefil6n de la raza; mi pensar y mi sentir continian un proceso hist6rico y tradicional;mas de la capital del arte y de la.gracia, de la elegancia, de la claridad y del buengusto, habria de tomar lo que atribuyese a embellecer y decorar mis eclosiones au-t6ctonas" (pigs. 188-189).

21 "La hlteratura en Centro America", Obras desconocidas de Ruben Da-rio .. , p. 208.

22 "Apuntaciones literarias. Penumbras (Poesias de Narciso Tondreau)",Ibidem, p. 92.

23 "El libro Asonantes de Narciso Tondreau", Ibidem, pigs. 278-295. Cita-mos segin esta reproducci6n del texto. Tambien puede leerse en Crdnica literaria,pigs. 81-113.

EsTubIos

Page 8: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA 1BEROAMERICANA

La originalidad de Tondreau consiste en la novedad de la ima-gen, en el dominio del adjetivo, en la pasi6n plistica y euf6nica, enla aplicaci6n del colorido y en la libre y franca manifestaci6n dela idea, aristocratizando todos los vocablos.

Luego, aplica al verso castellano ciertos refinamientos del versofranc6s. Hay en este idioma exquisiteces y secretos artisticos queintroducidos por I al espafiol, lengua arm6nica y ritmica por exce-lencia, forman una novedad bella, un conjunto de incrustaciones, degiros, de arabescos preciosos. Aqui lo ex6tico no salta a la vista;ambas lenguas tienen un mismo origen y florecen en un solo trancey por las mismas raices. Sin ser decadente en algunas de sus creacio-nes, sin llegar a las orquestaciones po6ticas de los neorominticos, seacerca algo a esa nueva y brillante escuela que un escritor de Pa-ris ha llamado propiamente la escuela del cerebralismo. Busca laidea rara, la comparaci6n bizarra, y escoge las joyas de la lengua,las mas ritmicas que se vocalizan en el recinto adorable de las musas,y asi hace de sus estrofas cuadros, bajorrelieves, y sobre todo pone elsagrado temblor de su armonia. (pigs 289-290).

El texto que acabamos de citar, contemporaneo del "Fotograbado"de Palma, se explica por si solo y viene a ser otra temprana declaraci6nindirecta del nuevo credo aftistico. En el mismo lugar Dario hace, porlo demas, un elogio entusiasta de los hermosos metros espafioles; 24 desta-ca en Tondreau su originalidad e independencia de escuela (pag. 292);y escribe tambien esta defensa de sus propios procedimientos poeticos:

Asi, pues, los escritores en lengua espafiola, que como Tondreau,tengan culto por el idioma propio, no cometen pecado alguno enseguir ese bello arte franc6s, para hacer mas rica, mas vibrante, miscolorida la expresi6n del pensamiento. Yo, por mi parte, me huelgodel "galicismo mental" que encontr6 don Juan Valera en uno de mispobres libros.... Busquemos, pues, ese procedimiento exquisto delos artistas de la palabra escrita, y que cada escritor muestre el pe-quefio mundo interior que Ileva en su alma, con manera artistica(pig. 291).

Copiamos aqui un pirrafo de una carta de Dario a Tondreau, fechada en1887: "...Es un arte exquisito el que usted ha empleado en esas estrofas. Esearte, ese procedimiento que yo adoro, es visto con ojos turbios por los poetas decierta especie, devotos de San Hermosilla, amigos de los ovillejos de circunstancias,v hacedores de alejandrinos a lo Mirmol, de aquellos del invariable tamboreo.Mejor. Quien mire a Lillo como a un dios lirico, a Rodriguez Velasco como elsummum de cuanto a poesia se refiere, a Valderrama como poeta, y a Matta comoun simple versero, no podri gustar de esos lindos versos de usted, y hallari mildefectos al vigoroso don Guillermo. Este, para mi, es el inico de los 'viejos' quepresinti6 un renacimiento, un arte nuevo." Rail Silva Castro, Ruben Dario a losveinte atos, p~gs. 82-83.

24 Sobre los metros castellanos, superiores a los franceses, dice Dario: "En

Page 9: Ruben Dario sus juicios sobre

E s T L1T o s

La doctrina implicita en los textos que hemos citado revela hastaquo punto Dario habia formulado, desde temprano, un programa poetico.Era consciente de la necesidad de reforma pero solia exponer sus idealesen forma indirecta, descubriendo en Mends y luego en Tondreau proce-dimientos estilisticos que el mismo iba a hacer triunfar plenamente en suanhelo de combatir lo anquilosado y lo mediocre que veia a su alrededor.Frente a la tradici6n clisica espaiola, una actitud de selecci6n y de pu-reza. Lo que censuraba eran las formas caducas, fosilizadas y convencio-nales que se mantenian tenazmente debido a los estrechos preceptos yprejuicios academicos. Respeta, pues, en la literatura del pasado la calidad,pero desea romper ruidosamente con lo rutinario. Exalta el arte y la liber-tad creadora; proclama ya la aristocracia del pensamiento engarzado en unanueva forma elegante; y cree que la renovaci6n va a ser realizada por lacuidadosa adaptaci6n de ciertos refinamientos franceses a la lengua espa-fiola. Recordemos, una vez mis, sus elogios de las cualidades del idiomacastellano y sus francas reservas ante la indisciplinada imitaci6n de losmodelos franceses. Como hemos visto, aparecen ya en estos escritos alusio-nes frecuentes a otros rasgos modernistas, v. gr. la musicalidad, la plasti-cidad y la renovaci6n lxica. Dario se sentia distinto a la mayoria de losescritores y se daba cuenta de que comenzaba un nuevo espiritu. Y asi, enese ambiente de optimismo y de confianza, aparece en Guatemala (1890)la segunda edici6n de Azul. .. , ahora enriquecida con nuevos versos yprosas.

Buenos Aires: la epoca de "Los Raros" y "Prosas profana' 25

Cuando Ruben Dario lleg6 a Buenos Aires en I893 encontr6 un me-dio intelectual ya preparado. Por vez primera, estaba rodeado de espiritusafines, con las mismas inquietudes poeticas. Su acogida en la capital fuecordial y un nicleo coherente profes6 inmediata adhesi6n a la causa reno-vadora. Estos afios, no obstante, son de lucha y de poldmica, porque ,elmodernismo no se impuso sin la acendrada oposici6n de los tradicionalistas,provocando mis de un escindalo como el del "blanco horror". Tambian

castellano se ha procurado introducir por algunos poetas la medida de los hexame-tros griegos y latinos... Nosotros no necesitamos de todo eso. iAh, metros caste-llanos! El endecasilabo es digno de la lira griega" (p. 290). Comparar con lo quedice en el pr6logo a Cantos de vida y esperanza.5 Sobre esta epoca del modernismo en la Argentina son itiles las p.ginasde Carlos Alberto Loprete, La literatura modernista en la Argentina (BuenosAires, 1955), pigs. 7-63, y tambien las investigaciones de Rafael Alberto Arrietaincorporadas a su Introduccidn al modernismo literario (Buenos Aires, 1955)ofrecen notables precisiones sobre la eclosi6n del movimiento en Buenos Aires.

Page 10: Ruben Dario sus juicios sobre

5REVISTA IBER OAMERICANA

es un Dario diferente. Cada vez mis seguro de su propio talento, es unDario que habia realizado su suefio de visitar a Paris, donde vi6 el triunfodel simbolismo; un Dario que ahora se atreveri a habrselas con Clarin,con Groussac. Poco despu6s llega Leopoldo Lugones, de C6rdoba, y, deBolivia, Jaimes Freyre.2 6 Se completa el triunvirato. Se fundan revistasimportantes y se logra bajo el genio del reci6n llegado la unificaci6n de-finitiva de todo lo disperso. Y siempre Dario consagrard recuerdos cari-fiosos a Buenos Aires donde se libr6 la verdadera batalla del modernismo.

Dario dira, desde luego, en las "Palabras liminares" de Procsas pro-

fanas que no le pareci6 ni oportuno ni fructuoso un manifiesto. Se dis-culpa por varias razones demasiado conocidas para detallarlas aqui. Nohay por que tomarlo en serio y precisamente esas "Palabras liminares",como antes "Los colores del estandarte", vienen a ser claras exposicionesde los principios artisticos que le guiaron en su tarea de reformador. ElMnomento era propicio: el modernismo tenia ya sus adversarios y el mediointelectual estaba caldeado. Con energia Dario sale a la palestra en defen-sa de su arte. El tono combativo, pues, caracteriza sus palabras sobre lanueva estetica, que poco a poco va conquistando terreno e imponiendose

por el talento de sus adeptos. No debe sorprendernos tampoco que Dario,a falta de mejor designaci6n, se apoye en los vocablos modernismo y mo-demos para referirse a los novedosos ideales expresivos que el habia puestoen marcha desde la 6poca anterior.2 8

26 Unos afios despus Ruben Dario, en un articulo muy prof6tico con respectoal desarrollo futuro del poeta cordobes, alude a su llegada y lectura de poemas enel Ateneo ("Un poeta socialista. Leopoldo Lugones", El Tiempo, 12 de mayo de1896, en E. K. Mapes, Escritos ineditos de Ruben Dario [New York, 1938], pp.102-108). De Il escribe: "Es uno de los 'modernos', es uno de los Joven America.ll y Ricardo Jaimes Freyre son los dos mis fuertes talentos de la juventud quesigue los pabellones nuevos en el continente. Mi pobre y glorioso hermano Juliandel Casal hubiera amado mucho a este hermano menor que se levanta en la exu-berancia de sus ardores valientes y masculinos, obsedido por una locura de idea.Sigue los nuevos pabellones por ser su temperamento de artista puro, su espirituviolento y vibrante, su vocaci6n manifiesta e invencible para padecer bajo el poderde los Pilatos de la mediocridad... He dicho que es, ante todo, un revolucionario;y un revolucionario completamente consciente. El sabe por que sigue los pabello-nes nuevos. Con Jaime Freyre y Jose A. Silva, es entre los 'modernos' de lenguaespafiola, de los primeros que han iniciado la innovaci6n metrica a la manera delos 'modernos' ingleses, franceses, alemanes e italianos" (pigs. 102-103).

27 Cf. tambien Historia de mis libros, p. 186. Refiriendose a Marinetti y elfuturismo escribe Dario: "Lo 6nico que yo encuentro inditil es el manifiesto. SiMarinetti con sus obras vehementes ha probado que tiene un admirable talento yque sabe llevar su misi6n de Belleza, no creo que su manifiesto haga mas que animara un buen nimero de imitadores a hacer 'futurismo' a ultranza, muchos, segura-mente, como sucede siempre, sin tener el talento ni el verbo del iniciador...Letras (Paris, sin fecha), p. 236.

28 Hasta en una ocasi6n llega a emplear el verbo cuando, trat.ndose de Ra-fael Nfinez en 1894, dice: "Si quisiese modernizaria". "De un libro de Piginasintimas. Rafael Niiiez, 1892", Mapes, Escritos ineditos..., p. 65.

5O

Page 11: Ruben Dario sus juicios sobre

Poco despues de su llegada a Buenos Aires, Dario publica en LaNacidn (30o de enero de 1894) un articulo titulado "Pro domo mea", enel cual contesta a un palique de Clarin que habia leido en La Prensa.Este escrito, importante por su actitud de combate, tambi6n pone de mani-fiesto ciertas significativas preocupaciones literarias del poeta que merecendestacarse. Afirma rotundamente Dario que 61 " .. no tiene la obligaci6nde cargar con todas las atrocidades modernistas, llam6moslas asi, que hanaparecido en America despues de la publicaci6n de su Azul.. ." y, a ren-gl6n seguido, que "...le revienten mis que a Clarin todos los afrance-sados cursis, los imitadores desgarbados, los coloretistas, etc6tera.""29 Niegatambi6n la existencia de una escuela pero, ya orgulloso de una generaci6npropiamente americana digna de medirse con la espafiola, alude a un pe-quefio grupo selecto de escritores, desconocidos por supuesto en Espafia,que merecerian los elogios de Clarin si los leyera. Dario aconseja al te-mido critico que estudie a los buenos poetas hispanoamericanos sin con-denarlos por un neologismo o un galicismo. Y finalmente escribirA: "Yono soy jefe de escuela ni aconsejo a los j6venes que me imiten; y el 'ej r-cito de Jerjes' puede estar descuidado, que no he de ir a hacer pr6dicas dedecadentismo ni a aplaudir extravagancias y dislocaciones literarias" (pig.

51). Estas palabras, ademas de indicar su indiferencia ante las escuelasliterarias,3 0 anticipan sus frecuentes e insistentes admioniciones a los poe-tas para que cultiven, por encima de todo, su propia personalidad. 1 Porlo demas, la poesia y el arte son oficios serios para Dario. Implicanestudio, disciplina y preparaci6n. 3. Segn vimos, Dario se disculpa por

20 Ibidem, p. 51.30 En su comentario a los Bajo relieves de Leopoldo Diaz escribe Dario al

respecto: "... Y no olvide que las escuelas y cen6culos, si tienen raz6n de ser alcomienzo de toda propaganda, se disuelven despues, cuando la individualidad seimpone. La inica escuela que permanece siempre la misma, temible a la cual hayque hacer a la continua una persecusi6n de inquisidores, es la numerosisima escuelade la insensatez". Ibidem, p. 82.

31 Por ejemplo, al aludir a Manuel Rodriguez, afirma Dario: "...Es este unespiritu de excepci6n, de los pocos que forman la naciente y limitada aristocraciamental de America. Es un entendimiento serio y reflexivo, aislado de las bullicio-sas tentativas de un arte de moda, como de las filas de momias que duermenentre sus bandelettes tradicionales. Desde su primer libro, la nobleza de su pensa-miento y la distinci6n de su estilo le colocaron en un lugar aparte en nuestra lite-ratura... Yo quisiera que todos los nuevos talentos de America cultivasen lapropia personalidad con la firmeza y discreta galardia de este generoso trabaja-dor..." La caravana pasa, p. 156. "...Todo ello esti, por cierto lejos de lapirotecnica verbal, y de los descoyuntamientos de pianista aue suelen tomarse comodistintivos de una fuerza poetica incontestable, y que se achaca al influjo de unmodernismo --llam6mosle asi- que no hizo bien sino a quienes se lo merecian".Cabezas, Vol. XXII, Obras completas (Madrid, sin fecha), p. 46 (El subrayadoes nuestro).

32 De 1895 data el siguiente fragmento'que intereca citar aqui: "Se vencer

E s TUDIOS 51

Page 12: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IlREKoAMEKIGANA

ciertas atrocidades modernistas y de la contaminaci6n 'del arte en manos delos que carecen en absoluto de verdadero talento individual. Leamos ahoralo que dice de Rafael Nnfiez en otra cr6nica de La Nacidn:

... Es un sacerdote del arte, mas su manera no es artistica, enel sentido moderno. Y mas vale asi, con su modo magistral, sereno,vigoroso; que si hubiese sido contaminado el 'maestro' con la plagacolorista y artistica que hoy se despierta en toda la America espafiola,donde sin comprender que lo primero es el sentido comin y lo se-gundo el incesante estudio, muchos inexpertos que contemplan eltriunfo de unos pocos vencedores, pretenden por el peligroso caminode la imitaci6n, Ilegar a la posesi6n del arte m.s elevado, pasandosobre reglas y preceptos, y encasquetindose el gorro frigio, en regio-nes donde blancas musas imperiales los miran espantados destrozarlas flores, manchar las estatuas de m.rmol, democratizar los alciza-res en que reina la mis encumbrada y augusta de las gerarquias. 3 3

En estos afios de lucha Dario mira a su alrededor y se encuentra conuna energica juventud deseosa de expresarse con dignidad artistica. Enese grupo de espiritus selectos ve un nuevo progreso y una prometedoramadurez intelectual. Seg6n dijimos, se enorgullece, pues, de la generaci6namericana en que figuran escritores talentosos que superan a los mejoresde Espafia. Por que se verifica en tierras americanas el renacimientopo6tico? Desde luego, para Dario, porque Espafia, amurallada y cerrada,se ha estancado dentro de su tradicionalismo. No se cansa de hablar delespafiolismo tan arraigado en la peninsula que no permite entrar los airesde renovaci6n:

... se dice que yo he contagiado a la juventud de America, queya no puede pasar el alimento espafol..... Hemos pecado, es cierto.dPero qui6n ha tenido la culpa sino la madre Espaia, la cual, una

ioh j6venes amigos, oh compafieros de America! Pero no os embarqubis en galerasde oro, al reino nuevo, sin preparar un buen bagaje y una buena coraza: no dej6isde Ilevar con vosotros a nuestra vieja nodriza la Gramitica; y si veis mas tarde,en el mar inmenso, una barca que flota, ya casi desvencijada y al irse a pique,que tenga por nombre Azul...., no echeis en olvido que un pobre antecesor vues-tro trajo en ella las gallinas..." "Prefacio de Gotas de absintio" por Emilio Ro-driguez M. [Santiago, 1895], en Saavedra Molina, "Poesias y prosas raras..."p. 156. Afios mas tarde escribia Dario: "Aun entre algunos que se habian apar-tado de las antiguas maneras, no se comprendia el valor del estudio y de la apli-caci6n constante, y se crefa que con el solo esfuerzo del talento podria llevarse acabo la labor emprendida. Se proclamaba una esttica individual, la expresi6n delconcepto; mas tambien era preciso la base del conocimiento del arte a que unose consagraba, una indispensable erudici6n y el necesario don del buen gusto..."Historia de mis libros, p gs. 186-187.

83 Mapes, Escritos ineditos..., p. 65.

52

Page 13: Ruben Dario sus juicios sobre

EsTUDIOS

vez roto el vinculo primitivo, se meti6 en su Escorial y olvid6 cuidarla simiente moral, que aqui dejaba? Un puente de ideas habria ha-bido de continente a continente; pero no se procur6 ma's uni6n desdeentonces, que la que podia sostener unas cuantas telaraias gramati-cales tendidas desde la madrilefia calle de Valverde...

y luego explica la actitud americana ante Espafia y, por otra parte, surelaci6n con el espiritu de otras naciones:

La innegable decadencia espaiola aument6 nuestro desvio, yel verdadero o aparente aire de protecci6n mental y de desprecio querespecto al pensamiento de America manifestaran algunos escritorespeninsulares, sec6 en absoluto nuestras simpatias y nos alej6 tantode la antigua madre patria, que la actual generaci6n intelectual, lospensadores y artistas que hoy representan al alma americana, tienenmas relaci6n con cualquiera de las naciones de Europa, que con Es-pafia. ... Y tuvimos que ser entonces poliglotas y cosmopolitas ynos comenz6 a venir un rayo de luz de todos los pueblos delmundo.34

Sin embargo, Dario no es del todo pesimista con respecto a Espafia y con-viene advertirlo. Cree en la renovaci6n de la cultura hispinica, lo cualpermitira a Espafia recobrar su antigua fuerza intelectual al asomarse a loque esta pasando en las naciones que avanzan.35

Es bien sabido que Pablo Groussac enjuicia en dos ocasiones la obrade Ruben Dario, desde las columnas de su importante revista La Biblio-teca. Primero, se ocupa con severidad de Los raros y, poco despues, conmas benevolencia, de Prosas pro fanas.3 6 Dario, ya seguro de su papel, con-testa el primer articulo con "Los colores del estandarte" (La Naci6n, 27de nov. de 1896),3 7 en que se habla de su propia obra y de la influencia

que Groussac mismo ejerci6 en sus tentativas de renovaci6n. Asi, congracia e ingenio, Dario le devuelve algunas de las mas acerbas criticasque habia hecho de Los raros. Admitida su decidida deuda literaria conGroussac, confiesa c6mo el mismo escritor franc6s estuvo a punto de figu-rar en las "hagiografias literarias" de su libro. Con aseveraciones queanticipan lo que dir. mucho mas tarde en la Historia de mis libros, Dario

34 "Maria Guerrero" (La Nacidn, 12 de junio de 1897), Ibidem, p. 125.35 Ibidem, p. 126.36 Los dos textos, sumamente significativos y no lo bastante conocidos, pue-

den leerse integros en el n6mero de homenaje a Dario de la revista Nosotros, X(Ndm. 82, febrero de 1916), pigs. 150-160.

37 El texto de "Los colores del estandarte" ha sido reproducido en varioslugares. Nosotros citamos seg6n Mapes, Escritos inrditos... paigs. 120-123.

53

Page 14: Ruben Dario sus juicios sobre

RE VISTA IBERO AMERICANA

puntualiza la gnesis de Azul... y sus relaciones con el parnasismo. Su6xito -- lo confiesa-se debe al sonado galicismo mental ya advertido porValera. 8s Este articulo de Dario no s61o defiende su arte sino que tam-bien explica sus procedimientos literarios. Traza una semblanza personal,que puede compararse con la mas conocida de sus "Palabras liminares",cuando afirma:

En verdad, vivo de poesia. Mi ilusi6n tuvo una magnificenciasalom6nica. Amo la hermosura, el poder, la gracia, el dinero, ellujo, los besos y la masica. No soy mas que un hombre de arte. Nosirvo para otra cosa. Creo en Dios, me atrae el misterio; me abismanel ensueiio y la muerte, he leido muchos fil6sofos y no s6 una pala-bra de filosofia. Tengo, si, un epicurismo a mi manera: gocen todolo posible el alma y el cuerpo sobre la tierra, y higase lo posible paraseguir gozando en la otra vida. Lo cual quiere decir que lo veo todoen rosa. (peg. 121).

Habla de su "sed de novedad" y su "delirio de arte", todo lo cual lo llev6a leer con espiritu eclectico a los franceses para absorber luego lo que deellos le agradaba e imponer su propio sello individual en todas aquellasincitaciones. De ahi su originalidad (Ibidem). Recuerda c6mo en Europahabia conocido personalmente a algunos de los llamados decadentes, losbuenos y los extravagantes:

... Elegi los que me gustaron para el alambique. Vi que losinitiles calan; que los poetas, que los artistas de verdad, se levanta-ban y la sitira no prevalecia contra ellos... iAh, j6venes que osllam.is decadentes porque mimais uno o dos gestos de alguin poetararo y exquisito, para ser decadente como los verdaderos decadentesde Franica, hay que saber mucho, que estudiar mucho, que volarmucho! (pigs. 121-122).

y ahora con alusi6n especifica a su obra misma explica:

3s Merecen citarse algunas palabras suyas. sobre lo franc6s: "...Mi adoraci6npor Francia fue desde mis primeros pasos espirituales honda e inmensa. Mi suefioera escribir en lengua francesa. Y aun versos en ella que merecen perd6n porqueno se han vuelto a repetir... Al penetrar en ciertos secretos de armonia, de matiz,de sugesti6n que hay en la lengua de Francia, fue mi pensamiento descubrirlo enel espafiol, o aplicarlos. La sonoridad oratoria, los cobres castellanos, sus fogosi-dades, ,por que no podrian adquirir las notas intermedias, revestir las ideas inde-cisas en que el alma tiende a manifestarse con mayor frecuencia?.. Y he aquic6mo, pensando en frances y escribiendo en castellano que alabaran por lo castizoacademicos de la Espaiiola, publiqu6 el pequefio libro que iniciaria el actual movi-miento literario americano, del cual saldra segfin Jos6 Maria de Heredia, el rena-cimiento mental de EspaTia. Advierto que como en todo esto hay sinceridad yvcrdad, mi modestia queda intacta. (p. 121)",

54

Page 15: Ruben Dario sus juicios sobre

ESTUDIOS

... No son raros todos los decadentes ni son decadentes todoslos raros. Leconte de Lisle esti en mi galeria sin ser decadente acausa de su aislamiento y de su augusta aristocracia... No son losraros presentados como modelos; primero porque lo raro es lo con-trario de lo normal, y despues, porque los cinones del arte modernono nos sefialan mas derrotero que el amor absoluto a la belleza-clara, simb61lica o arcana- y el desenvolvimiento y manifestaci6nde la personalidad. Se tit mismo; esa es la regla. Si soy verlenianono puedo ser moreista, o mallarmista, pues son maneras distintas.(pigs. 122-I23). 9

Aunque lo niega Dario, el segundo manifiesto del periodo es el pe-quefio pr6logo a Prosas profanas, a cuyo texto no tenemos que referirnospor ser tan conocido. Sin embargo, quisieramos recalcar una vez mas laconstante insistencia sobre el culto de la individualidad como elementoesencial de toda creaci6n duradera. Menosprecio de escuela y supremaciadel talento personal. Vemos, pues, en esa voluntad de estilo el rasgo mascaracteristico del modernismo. Eso, si, ha perdurado en la literatura pos-terior. Lo que ha muerto indefectiblemente fue lo que tenia que morir:el parnasismo exterior y decorativo, pronto superado el momento de en-tusiasmo inicial.

Un recorrido detenido de las prosas criticas de Dario en esta 6poca,algunas de las cuales hemos visto ya, muestran en comparaci6n con lasanteriores una nueva actitud de confianza y de afirmaci6n. Hasta de desa-fio. El movimiento se ha consolidado; tiene sus enemigos; y el tono delucha en si mismo implica que ya se tomaba en serio el nuevo arte. Dariosabe que America es donde va a llevarse a cabo la anhelada renovaci6n;Espafia se ha retrasado; pero la juventud americana, nutrida de idealescosmopolitas, se adelanta. Por lo demis, Dario continuamente combate laindiferencia del medio que le rodea y la mediocridad general. 4° 11, comotodos los modernistas, queria distinguirse, elevarse sobre la mayoria y

39 En su comentario "Influencia del sentido de la belleza", a prop6sito de lasapreciaciones injustas del escritor ingles Richard Le Gallienne, Dario hace unadefensa de los llamados decadentes. Paginas de arte, Vol. IV, Obras completas(Madrid, sin fecha), pigs. 39-47. Conviente citar aqui en parte el breve pr6logo

a la segunda y difinitiva edici6n de Los Raros (Barcelona, 1905): "Hay en estasp.ginas mucho entusiasmo, admiraci6n sincera, mucha lectura y no poco buenaintenci6n. En la evoluci6n natural de mi pensamiento, el fondo ha quedado siem-pre el mismo. Confesare, no obstante, que me he acercado a algunos de mis idolosde antafio y he reconocido mas de un engafio de mi manera de percibir. Restanla misma pasi6n de arte, el mismo reconocimiento de las gerarquias intelectua-les, el mismo desdbn de lo vulgar y la misma religi6n de belleza. Pero, una raz6nautumnal ha sucedido a las explosiones de la primavera" (pags. V-VI).

40 Nos parece pertinente la transcripci6n de un fragmento de su articulosob A l afuertq (Laf N4cicn, 3 de mayo de 1895): "... En resumn: juzgo que

55

Page 16: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBEROAMERICANA

encarnar gustos minoritarios. No debe extrafiarnos que haya proclamadocon mas firmeza que antes su consagraci6n al ideal de un arte puro, ladevoci6n al oficio literario y el amor a la poesia. Este es, ademas, unode los temas mis frecuentes de sus cuentos desde temprano, el del poetaen un mundo hostil y desdenoso.41 Muestra impaciencia ante la inmovi-lidad y concreta su odio ante los clises tanto mentales como verbales. Enfin, el programa teorico ha sido unificado y fortalecido. En 61 aparecenya todos los ideales modernistas claramente definidos. Por ultimo, enBuenos Aires, en medio del asombro de los tradicionalistas y del entusiasmode los j6venes, Ruben Dario llega a pubicar sus dos obras "de escuela".

Europa y la poca de "Cantos de vida y esperanza"

En los escritos que corresponden a la 6poca europea de Dario desa-parece el tono agresivo y polemico que caracteriza los de Buenos Aires.Es natural por haberse asegurado el triunfo del movimiento. A .raiz de laguerra del 98, pues, Ruben Dario fue enviado a Espanfa como correspon-sal de La Nacdon5, encargado de comentar la situaci6n de la madre patria.Tales observaciones, de muy varia indole, las recogi6 luego en el libroEspana contempornea (1901). En esta obra y otras mis o menos delmismo periodo la escena espafiola y sobre todo su literatura ocupan un

primer piano en sus prosas. El panorama intelectual que encontr6 el poe-ta fue desolador, excepci6n hecha de Catalunia cuyo espiritu de moderni-dad y de progreso no deja de encomiar con frecuencia a travCs de esas

es digna de los que observan cultamente la evoluci6n intelectual de nuestra America,la personalidad sincera y vigorosa de Almafuerte, su vuelo sobre la general me-diocridad; la manifestaci6n de su pensamiento libre y propia; tanto mas, en estetiempo en que nuestra producci6n, con casos excepcionalisimos en contrario, sereduce a pastosas banalidades que chorrean el aguachirle de la tradici6n castiza;o esponjados y chillantes globos oratorios; o ridiculas eyaculaciones liricas de efe-bos poseidos de una incontenible brama de estilo; en este tiempo en que rep6rte-res indoctos discuten ideales esteticos y cretinos mascametaforas hacen la higaante el altar del Arte, en que el ignorante llama decadente a todo lo que no en-tiende, y el bachiller ornitocefalo da vuelta a su rabiosa ruleta verbal; en estetiempo, en fin, en que todo el mundo se cree con derecho a tener una opini6n;en que de todo se habla ignorandose todo; en que se confunde en una mismalinea y en la mas abominable promiscuidad el esfuerzo del intelectual con el c6mododiletantismo de los sportmen de las letras y la palabra de los maestros con laalgarabia de los colegiales; en que lo mismo pasa el caudal ganado pacientementepor el estudioso, que la moneda prestada por la erudici6n insolvente en el alma-c&n de pedanteria de los diccionarios enciclopedicos,..." Mapes, Escritos ineditos,p. 78.

41 Raimundo Lida, "Estudio preliminar", Cuentos completos de Rubin Daro(Mexico, 1950), pigs. XXIV y ss. Nos permitimos citar tambi6n las siguientesacertadas palabras del mismo distinguido critico argentino: "...Ya se alza antenosotros la figura cabal del poeta que ha decidido -no por asombrar ni enfadar

56

Page 17: Ruben Dario sus juicios sobre

ESTUDIOS

piginas. Aunque la simpatia de Dario es bien manifiesta en sus cr6nicas,el cuadro de la cultura espafiola es triste. Vuelve a lamentar el arraigadoespafiolismo que tanto mal habia hecho y deplora el decaimiento generalde las letras espafiolas. La poca esperanza que hay de una renovaci6n lahace derivar de los aportes americanos:

... En lo intelectual, he dicho ya que las figuras que antes seimponian estan decaidas, o a punto de desaparecer; y en la generaci6nque se levanta, fuera de un soplo que se siente venir de fuera y queentra por la ventana que se han atrevido a abrir en el castillo feudalunos pocos valerosos, no hay sino literatura de mesa de caf6, la mor-dida al compafiero, el anhelo de la peseta del teatro por horas, o dela colaboraci6n en tales o cuales hojas que pagan regularmente; unaproducci6n enclenque y falsa, desconocimiento del progreso mentaldel mundo, iconoclasticismo infundado o ingenuidad increible, sub-sistente fe en viejos y deshechos fetiches. Gracias a que escritoressefialadisimos hacen lo que pueden para transfundir una sangrenueva, exponiendose al fracaso, gracias a eso puede tenerse algunasesperanzas en un pr6ximo cambio favorable. Mal o bien, por obrade nuestro cosmopolitismo, y, digmoslo, por la audacia de los quehemos perseverado, se ha logrado en el pensamiento de America unatransformaci6n que ha producido, entre mucha broza, verdaderosoros finos, y la senda esti abierta. .. "

El centro de la nueva literatura -sigue diciendo Dario-- era Buenos Ai-res, metr6poli abierta a todas las literaturas y no a la francesa exclusiva-mente, donde los j6venes tenian la necesidad de ser poliglotas y cosmo-politas (pig. 13o). Sin embargo, los poetas valiosos de America sondesconocidos en Espafia, cuyos literatos, salvo notables excepciones comoValera y Castelar, persisten en ignorarlos. De estos aiios tambien data lapolmica con Unamuno quien afirm6 el excesivo parisianismo de la lite-ratura de Buenos Aires, una pol6mica que no s6lo interesa por la actitudde cada uno sino tambien por haber abierto camino para las relaciones miscordiales entre los dos escritores."4 Ademis a Espania contemporcnea Da-rio incorpora una cr6nica, fechada a fines de 1899, titulada "El moder-nismo". Este escrito arranca de unos ataques a los modernistas, decadentes

al burgues, sino por lealtad al pripio anhelo de perfecci6n- vivificar el espafiol,o su espafiol, con cuantos fermentos le brinden las literaturas extranjeras, sin res-petar aduanas de palabras, de ideas ni de gustos". (p. XXXIV).

42 Espana contempor~nea (Paris, sin fecha), pegs. 25-26. Todas las citasreproducidas corresponden a esta edici6n de Gamier Hermanos.

"4 La correspondencia entre Unamuno y Dario ha sido recogida per AlbertoGhiraldo en El Archivo de Ruben Dario, ya citado, y tambien en Epistolario I,Vol. XIII, Obras completas (Madrid, sin fecha). Del iltimo libro copiamos losiguiente de una carta de Dario fechada el 21 de mayo de 1899: "Por otra parte,

57

Page 18: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBEROAMERICANA

y estetas publicados en la prensa madrilefia, ataques no justificados segiinel poeta porque ". . . ni el caricter, ni la manera de vivir, ni el ambiente,ayudan a la consagraci6n de un ideal artistico" (pig. 316). No existe,pues, en Espaia tal modernismo por la falta de voluntad y de entusiasmoen el medio del pais. De nuevo el blanco es el espafiolismo y ahora porprimera vez Dario menciona Ia anarquia como base de la nueva est6tica,escribiendo: "... Esto impide la influencia de todo soplo cosmopolita,

como asimismo la expansi6n individual, la libertad, digimoslo con la pa-labra consagrada, el anarquismo en el arte, base de lo que constituye laevoluci6n moderna o modernista" (pag. 311). Explica la eclosi6n delmovimiento modernista en America, antes que en Espania, por las siguien-tes razones:

.. por nuestro inmediato comercio material y espiritual con lasdistintas naciones del mundo, y principalmente porque existe en lanueva generaci6n americana un inmenso deseo de progreso y un vivoentusiasmo, que constituye su potencialidad mayor, con lo cual pocoa poco va triunfando de obsticulos tradicionales, murallas de indife-rencia y oc6anos de mediocracia. Gran orgullo tengo aqui de podermostrar libros como los de Lugones o Jaimes Freyre, entre los poe-tas, ... Y digo: esto no sera modernismo, pero es verdad, es realidadde una vida nueva, certificaci6n de la viva fuerza de un continente.S.. (pag. 314).

No se trata de escuelas ni de f6rmulas -dice Dario- sino de verdaderosartistas y escritores de talento. El arte moderno no es improvisaci6n einsiste de nuevo en la seriedad de sus prop6sitos artisticos: "... Hoy no

se hace modernismo -ni se ha hecho nunca- con simples juegos de pala-

no sabe usted lo que yo he combatido el parisianismo de importaci6n que he tenidola mala suerte de causar en buena parte de la juventud de America; y en el pr61ogode mis Prosas profanas he dicho bien claro que no puede tomarse como modeloy guia lo que en mi es producto de mi individualidad y de mi educaci6n litera-rias..." (p. 28).

Puede leerse en Semblanzas, Vol. XV, Obras completas (Madrid, sin fecha)el estudio de Dario titulado "Unamuno, poeta", pags. 25-33. De e1 transcribimosdos fragmentos pertinentes: "...No es, desde luego, un virtuoso, y esto casi mele hace mis simpitico mentalmente, dado que, tanto en Espafia como en America, esincontable, desde hace algin tiempo a esta parte, la legi6n de pianistas. El noda tampoco superior importancia a la forma. El quiere que se rompa la nuez yvaya uno a lo que nutre" (p. 28); y luego dice Dario: "Esto no es renegar demis viejas admiraciones ni cambiar el rumbo de mi personal estetica. Tengo, gra-cias a Dios, una facultad que nunca he encontrado en tantos sagitarios que hantornado mi obra por blanco: es la de comprender todas las tendencias y gustar detodas las maneras. Todas las formas de la belleza me interesan, y no se por queraz6n habria de desdefiar la orquidea por el girasol o el 8irasol por la orqui--dea..." p gs. 32-33),

58

Page 19: Ruben Dario sus juicios sobre

EST UDIOS

bras y ritmos. Hoy los ritmos nuevos implican nuevas melodias quecantan en lo intimo de cada poeta la palabra del m.gico Leonardo: Cosabella mortal passa, es non d'arte. Por mas que digan los juguetones lige-ros a los niiios envejecidos y amargos, fracasa solamente el que no entracon pie firme en la jaula de ese divino le6n, el Arte"... (pigs. 315--316).44

Ni en cr6nicas y comentarios posteriores puede desvincularse el temade Espaiia de las opiniones literarias de Dario. Lo que importa sefialar,sin embargo, es su cambio de actitud. En Tierras solares (1904), porejemplo, su impresi6n del medio intelectual espafiol es bien distinta: hablade "un estremecimiento de vida", "una fragancia de juventud", "una pr6-xima era de victorias", etcetera. 45 En fin, Espaia despierta y prometerenacer por los aires de afuera que van entrando en la peninsula. Aquitambien prodiga alabanzas del Juan Ram6n Jim6nez de Arias tristes, y,fiel a su propio credo est6tico, encuentra en el poeta andaluz la individua-lidad del canto: "...Como todo joven poeta de fines del siglo xix, hapuesto el oido atento a la siringa francesa de Verlaine. Mas, lejos deldesdoro de la imitaci6n y ajeno a la indigencia del calco, ha aprendidoa ser e1 mismo -etre soi meme- y dice su alma en versos sencillos comolirios y musicales como aguas de fuente... ".46 Cuando G6mez Carrillole pregunt6 sobre el estado actual de la poesia espafiola, Dario contest6con una nota "Nuevos poetas de Espafia", recogida luego en Opiniones(I906), en que reafirma su fe en la nueva generaci6n espafiola y caracte-riza acertadamente la obra poetica de los Machado y P6rez de Ayala, entreotros escritores. Quisieramos transcribir las siguientes afirmaciones, en lascuales Dario rehuye la palabra modernismo, cada vez menos frecuenteahora en sus prosas, y revela su optimismo para un futuro prometedor:

Lo que si se advierte en el primer momento es que la manerade pensar y de escribir ha cambiado. La liberaci6n de la intelectua-lidad es un hecho, y mas que la europeizaci6h, la universalizaci6n

44 Siempre Dario combati6, como hemos visto repetidamente, la farsa y laimitaci6n insincera. Al comentar la obra del poeta costarricense Aquileo J. Eche-verria esta actitud se patentiza, cuando escribe: "...en los cuentos y descripcio-nes criollas, aun en los que casi se dirian trabajos de folk-lorista, me perfuma ymelifica el humor, me brinda el impagable regalo de la risa, de la honradez litera-ria, despues de soportar tanta imitaci6n desatentada, tanto pseudo modernismo,tanta farsa intelectual como los que han invadido la literatura espafiola e hispa-noamericana al amparo de la libertad del Arte v de la sinceridad y noble entusiasmode los iniciadores". Todo al vuelo, Vol. XVIII, Obras completas (Madrid, sinfecha), p. 91.

45 Tierras solares, Vol. III, Qbras completas (Madrid, 1917), pigs. 12-13.46 Jbidem, p. 74,

59

Page 20: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBEROAMERICANA

del alma espafiola. En mi Espana contemporanea he hablado del mo-°vimiento mental que por la influencia del simbolismo franc6s trans-form6 las letras hispanoamericanas. Ese movimiento, aunque tardio,lleg6 a Espaia, y dio nueva vida a las letras espatiolas. Se acabaronel encantamiento, la sujecci6n a la ley de lo antiguo academico, lavitola, el patr6n que antafio uniformaba la expresi6n literaria. Con-cluy6 el hacer versos de determinada manera, a lo Fray Luis de Le6n,a lo Zorrilla, o a lo Campoamor, a lo Nufiez de Arce, o a lo B&cquer.El individualismo, la libre manifestaci6n de las ideas, el vuelo poe-tico sin trabas, se impusieron. Y eso trajo una floraci6n nueva ydesconocida. Y el nivel de los espiritus subi6. Hasta hace pocosafios, apartando al gran Zorrilla, los poetas castellanos estaban ensegundo o tercer trmino entre los de Europa. Ahora, entre los poe-tas j6venes de Espafia, los hay que pueden parangonarse con los decualquier Parnaso del mundo. La calidad es ya otra, gracias a lacultura importada, a la puerta abierta en las viejas murallas feu-dales...4'7

Como puede advertirse a trav6s de los textos citados de esta 6poca,apenas se preocupa Dario por una defensa de sus propios principios est-ticos. La obra misma fue un elocuerte testimonio y no habia ninguna ne-cesidad, ya logrado el triunfo del modernismo. Cuando enjuicia las letrasespafiolas, se nota en seguida un fondo de orgullo natural, un orgullo ala vez personal y americano. En vez de referirse directamente a sus pro-cedimientos artisticos, el comentario literario tiende a ser mis general cadavez que se ocupa del arte nuevo, de cuyo cosmopolitismo se ha beneficiadoindudablemente la literatura peninsular. En las palabras "Al lector" queencabezan sus Cantos de vida y esperanza, sin embargo, Dario vuelve alautoanilisis y siente la necesidad de explicarse ante el ptblico lector. Massignificativa ain, en este sentido, es la composici6n inicial del libro, unaconfesi6n integral e historia personal de su vida y pasado literario. Estepoema, escrito bajo el signo de la sinceridad, da la t6nica a la colecci6ny explica con toda honradez la esencia de su arte desde el esteticismo de6pocas anteriores hasta la poesia hondamente reflexiva y humana que pre-domina, al lado de lo social y lo hispinico, en Cantos. Si bien el tono serioy preocupado de este poemario, el mejor de cuantos escribi6 Dario, se di-ferencia notablemente del de Prosas profanas, libro de escuela, el poetano niega nunca su pasado proclamado otra vez que su respeto "por laaristocracia del pensamiento, por la nobleza del Arte es el mismo". Untema ciertamente del poema introductorio es la preeminencia del Arte y labelleza. No creemos que haya cambio fundamental en la actitud de Dario,

4- Opinions, Vol. X, Obras com pletas Madrid, 1918), pigs. 201-202,

60

Page 21: Ruben Dario sus juicios sobre

Es rT DIos 6

sino un nuevo y mas insistente acento en temas menos atendidos por el

poeta en etapas anteriores. Es decir, lo que llam6 la atenci6n fue el este-

ticismo sin que la critica se haya detenido lo bastante en la seriedad de sus

preocupaciones vitales. En el corto pr6logo a Cantos el modernismo se de-

fine una vez mis como "el movimiento de libertad" que el poeta habia ini-

ciado y cuyo triunfo ha sido logrado tanto en America como en Espafia.

Vuelve a aludir a su condici6n aristocritica y elegante; admite que no es

poeta para muchedumbres; pero luego califica esta posici6n minoritaria di-

ciendo "pero s6 que indefectiblemente tengo que ir a ellas". Reafirma su

individualidad esencial y voluntad de estilo, leit motif de tantas asevera-

ciones del poeta. No recomienda la imitaci6n de lo que es en 61 personal

y producto de su propia educaci6n literaria. Recordemos que ya no es el

joven apasionado quien escribe este libro: la obra encierra, segan Dario,

"las esencias y savias de mi otofio".48

Un prdlogo final

El canto errante (I907) lleva como pr61ogo unas palabras tituladas"Dilucidaciones" dirigidas "A los nuevos poetas de las Espafias". De to-

das las prosas criticas y te6ricas de Dario, 6sta se destaca por su valor desintesis y reafirmaci6n reflexiva de ciertas constantes en su credo est6tico.Es, pues, una breve autobiografia literaria, una declaraci6n de principios y

un significativo resumen de los m6viles de su arte. Aqui Dario subraya

con insistencia varios t6picos que ya ha tratado en otros lugares, t6picos

que consideramos nosotros consustanciales con el modernismo (individua-

lidad, voluntad de estilo y de distinci6n, libertad, etctera).

Proclama, desde un principio, su fe en la poesia; aplaude "lo sincero,

lo consciente, y lo apasionado"; y cree que la poesia esta destinada a mo-

dificarse continuamente en busca de la verdadera expresi6n. Siempre ha-

bra un sector de los que no comprenden, pero afortunadamente una elite

intelectual conservara "una intima voluntad de pura belleza, de incontami-nado entusiasmo". Dario repite que nunca se ha propuesto reglas; que no

ha deseado convertirse en modelo para los otros poetas; y sefiala c6mo ha

combatido la ret6rica inmovilizada "en nombre de la amplitud de la cultura

y de la libertad". Dandose cuenta de que algunos vieron en 61 un excesivo

culto de la forma dice que no se trata de formas sino de ideas: "El clis6

verbal es dafioso porque encierra en si el clis6 mental, y, juntos, perpetian

la anquilosis, la inmovilidad". Antes, en "Pro domo mea", habia aludido

48 Historia de mis libros, p. 203.

61

Page 22: Ruben Dario sus juicios sobre

REVISTA IBEROAMIERICANA

a lo de sus versos del "P6rtico" y el famoso juicio del siempre admiradoMen6ndez y Pelayo. Ahora agrega: "No gusto de moldes nuevos ni vie-jos ... Mi verso ha nacido siempre con su cuerpo y su alma, y no le heaplicado ninguna clase de ortopedia. He, si, cantado aires antiguos;y he querido it hacia el porvenir, siempre bajo el divino imperio de lamusica -musica de las ideas, mursica del verbo". Sigue desarrollandola cuesti6n formal:

Jamis he manifestado el culto exclusivo de la palabra pot la pa-labra... la palabra nace juntamente con la idea, o coexiste con laidea, pues no podemos darnos cuenta de la una sin la otra... Lapalabra no es en si mas que un signo, o una combinaci6n de signos;mfs lo contiene todo potr la virtud demidrgica. Los que la usan malserin los culpables si no saben manejar estos peligrosos y delicadosmedios. Y el arte de la ordenaci6n de las palabras no deber, estarsujeto a imposici6n de yugos, puesto que acaba de nacer la verdadque dice: el arte no es un conjunto de reglas, sino una armonia decaprichos.

Afirma Dario que no es iconoclasta. No ha querido destruir sino cons-truir y, al terminar esta sintesis de su arte, escribe con manifiesta sinceri-dad: "...El don de arte es un don superior que permite entrar en lo des-conocido de antes y en lo ignorado de despu6s, en el ambiente del ensueiioo de la meditaci6n. Hay una musica ideal como hay una musica verbal.No hay escuelas; hay poetas. El verdadero artista comprende todas las ma-neras y halla la belleza bajo todas las formas. Toda la gloria y toda laeternidad estin en nuestra conciencia".

El poeta que habla aqui es el que ha sufrido y ha meditado consciente-mente sobre la vida y el arte que practica. Desaparece en esas palabrastodo concepto de poesia exterior y se oye la voz de la intimidad de Dario.Cuando se escriba el estudio definitivo sobre la est6tica del poeta, estas opi-niones dirigidas a los nuevos poetas ocuparin un lugar sefiero en tal exe-gesis. Mientras tanto, estimamos en esa confesi6n la sinceridad, el tonomeditativo y el valor de sintesis. 49

49 Aunque la Historia de mis libros pertenece a la 6poca final del po6ta,hernos preferido cerrar nuestro recorrido con el importante pr6logo a El cantoerrante. A lo largo de nuestro trabajo hemos citado oportunamente estos tresarticulos publicados por primera vez en La Nacidn (1913). Ademis de ser unaexegesis de gran parte del contenido de sus tres libros mas conocidos, ellosconstituyen valiosa sintesis de las tecnicas, prop6sitos y gncesis de estas obras.Menos rica en datos que nos interesan aqui es la Autobiografia de Ruben Dariopublicada en Barcelona (1915).

62

Page 23: Ruben Dario sus juicios sobre

Es T UDOS

Resumen

En la presentaci6n de los materiales textuales de Ruben Dario optamospor un orden cronol6gico para demostrar una progresiva evoluci6n en supensamiento sobre la literatura modernista que 61 encarnaba, no s61o por sugenio de escritor sino tambi6n por su capacidad para unificar todo lo dis-perso en un programa positivo. Primero, una etapa de indecisi6n y expe-rimentaci6n, luego de lucha y defensa, y finalmente de triunfo definitivo.En suma, una rapida afirmaci6n de su personalidad y talento, desde la 6pocachilena hasta los 1ltimos aiios de su vida, casi todos ellos pasados en Espaiay Francia. Aunque los libros de Dario anteriores a 1888 apenas revelan alescritor innovador, sus prosas periodisticas y de comentario literario indi-can con que conciencia se iba proponiendo un programa esttico que en elcorto espacio de una d6cada, poco m6s o menos, revolucionaria el estilo delverso y de la prosa en lengua espafiola.

En su tentativa de reforma, Dario no se rebela en contra de lo valiosode su pasado hispinico. Combate, si, con porfia, lo rutinario y lo inm6vil,el patr6n establecido y el remedo inveterado de los moldes y formas tradi-cionales. El modernismo representa, sin duda, en este respecto la liberaci6nde dogmatismos literarios y preceptivas acad6micas. Todo eso fue necesa-rio. Por lo tanto, el modernismo vino a ser con los afios la acentuaci6nde individualidades. Y Dario deseaba que lo fuera asi pero no a despe-cho de un buen gusto en todo. Insiste repetidamente en la absoluta nece-sidad de que los poetas cultivaran ante todo su propia personalidad. Porotra parte, si bien constantemente recomienda a los j6venes que encuentrensu propia ruta po6tica y muestra un aparente desd6n por las llamadas es-cuelas literarias, al mismo tiempo no deja de enorgullecerse por ser guia ycentro de una verdadera generaci6n americana, superior a la espafiolay unida en sus anhelos de renovaci6n y libertad artistica. Frente a los ques6lo ven en el modernismo la exquisita frivolidad y el preciosismo lin-giiistico de Prosas profanas y poemas parecidos que no fueron recogidosen este libro, puede reafirmarse, al lado de las raices hisp.nicas de su obra,la seriedad de los prop6sitos literarios de Dario. La poesia, para 61, es arte,arte que implica necesariamente estudio, preparaci6n, disciplina y amplitudde visi6n cultural. Rechazada la improvisaci6n romintica, desde luego, nobastaba el talento indisciplinado. Los afios de la plenitud modernista, porlo demis, culminan en un nuevo renacimiento cuando Amrica, como laEspafia del siglo xvi, se abre para sintonizarse con todo lo nuevo y lo cos-mopolita de la literatura universal. Las letras no podian menos de benefi-ciarse de este supremo y consciente eclecticismo. Del parnasismo y del sim-

63

Page 24: Ruben Dario sus juicios sobre

I 4 1(v r , I I rR AO u 1 -1- '1c As

bolismo franceses los modernistas asimilaron lecciones saludables, pero notodo fue pura imitaci6n. Dario por su indiscutible talento supo igualar y,en muchos casos, superar a los modelos que habia estudiado. Precisa-mente en esta parodia de lo frances por poetas de segunda categoria veiael uno de los grandes y mas serios peligros para la nueva literatura. Juntocon la voluntad de estilo y el deseo de distinci6n en todo, Dario considerael modernismo como la consagraci6n a un ideal de arte y la expresi6n dig-na de una nueva mentalidad universal.

Queda fuera de nuestro prop6sito actual resumir una vez mrs los topi-

cos y tecnicas mas caracteristicos del modernismo, casi todos ellos aludidos

por Dario en las prosas citadas. Sin embargo, al concluir estas notas, opi-namos que una definici6n del movimiento no debiera lirnitarse solamenteal esteticismo, culto formalista y posici6n minoritaria de muchos creadoressino extenderse para incluir a otros, no menos modernistas, que cultivaroncon arte una tematica mas seria, mas humana, y, si se quiere, mas ameri-canista. No se trata, pues, de temas sino del modo de configurarlos.

ALLEN W. PHILLIPS

Universidad de Chicago

64