Revista Quórum No. 32 – El poder de la palabra (Manuel Chust Calero)

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EDITORIALComo adelantamos en el número anterior, incluimos ahora“En el mundo de Goitita” ,espléndida crónica publicada hace 53 años por el periodista Julio Scherer García.Francisco de Goitia, artista universal oriundo de fresnillo, Zacatecas, cuya obra plásticaformada en gran parte en el silencio de la soledad y de la meditación, toma y consolidaun sitio privilegiado entre los grandes pintores mexicanos.Por otra parte, intensa actividad cultural es la desplegada por el Sr. Presidente de laSociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Lic. julio Zamora Bátiz, de las quepresentamos sólo algunas participaciones que tenido a lo largo y ancho de la repúblicamexicana; agrupación cultural que recientemente cumplió 179 años de existencia.La sutil, y quizá melancólica, poesía de Federico García Lorca, impregna de aromasde primavera estas páginas, con la intención de saludar respetuosamente a lasmujeres que han tenido la doble fortuna de tener, y de ser madres.Compañeros Nacionales periodistas y Editores (CONAPE) celebra en Tabasco suPrimera Asamblea Nacional Ordinaria, alcanzando logros aceptables, e integrandonuevas propuestas.Reseñamos dos nuevas obras editoriales, relacionadas al ámbito constitucionalespañol, que celebra el bicentenario de su constitución promulgada en Cádiz.Esperamos que los contenidos de esta número 32, sean del agrado; y puedancompartir la revista con sus amables contactosPor exceso de trabajo, y/o por falta de tiempo, en esta ocasión se omiten el índice, asícomo dos o tres colaboraciones, entre ellas la segunda parte deBodas de Oro.. Aura ,que sin falta alguna habremos de incorporar en el siguiente número (el de junio).Agradezco la comprensión al respecto

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LA COGIDA Y LA MUERTEFederico Garca Lorca

(A las cinco de la tarde) Eran las cinco en punto de la tarde. Un nio trajo la blanca sbana / a las cinco de la tarde. Una espuerta de cal ya prevenida / a las cinco de la tarde. Lo dems era muerte y slo muerte / a las cinco de la tarde. El viento se llev los algodones / a las cinco de la tarde. Y el xido sembr cristal y nquel / a las cinco de la tarde. Ya luchan la paloma y el leopardo / a las cinco de la tarde. Y un muslo con un asta desolada / a las cinco de la tarde. Comenzaron los sones de bordn / a las cinco de la tarde. Las campanas de arsnico y el humo / a las cinco de la tarde. En las esquinas grupos de silencio / a las cinco de la tarde. Y el toro solo corazn arriba! / a las cinco de la tarde. Cuando el sudor de nieve fue llegando / a las cinco de la tarde cuando la plaza se cubri de yodo / a las cinco de la tarde, la muerte puso huevos en la herida / a las cinco de la tarde. A las cinco de la tarde. / A las cinco en Punto de la tarde. Un atad con ruedas es la cama / a las cinco de la tarde. Huesos y flautas suenan en su odo / a las cinco de la tarde. El toro ya muga por su frente / a las cinco de la tarde. El cuarto se irisaba de agona / a las cinco de la tarde. A lo lejos ya viene la gangrena / a las cinco de la tarde. Trompa de lirio por las verdes ingles / a las cinco de la tarde. Las heridas quemaban como soles / a las cinco de la tarde, y el gento rompa las ventanas / a las cinco de la tarde. A las cinco de la tarde. / Ay, qu terribles cinco de la tarde! Eran las cinco en todos los relojes! Eran las cinco en sombra de la tarde! Detalle.PlafndelTeatroXicotncatl. Foto:RafaelGarca/Qurum

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DIRECTORIO

RAFAEL GARCA SNCHEZDIRECTOR

GRACIELA NEZ BERMDEZCOORDINACIN GENERAL CONSEJO EDITORIAL:

No. 32

DRA.MA.ELIZABETHJAIMEESPINOSA DR.JUANUVALDOESTRADARAMOS DR.JESSBARBOSARAMREZ Universidad Autnoma de Tlaxcala DRA.MA.ISABELTERANELIZONDO DRA.EMILIARECNDEZGUERRERO DRA.DIANAARAUZMERCADO DR.SALVADORMORENOBASURTO DR.MARTINESCOBEDODELGADO Universidad Autnoma de Zacatecas DR.MAURICIOBEUCHOTPUENTEcatedrtico,investigador Inst.deInvestigacionesFilolgicas;CentrodeEstudiosClsicos Universidad Nacional Autnoma de Mxico

MAYO - 2012

DRA.STELLAMARAGONZLEZCICERO,directora. Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de Mxico. (ADABI) D.F.

DRA.MARACRISTINATORALESPACHECO Universidad Iberoamericana. D.F.

R.P.JOSGERARDOHERRERAALCAL,presidente DR.RUBNRODRGUEZBALDERAS,vicepresidente Sociedad Mexicana de Historia Eclesistica. D.F.

DR.LUCIANORAMREZHURTADO,catedrtico,investigador Universidad Autnoma de Aguascalientes.

DR.LUISFELIPEJIMENEZ Asociacin Zacatecana de Estudios Clsico y Medievales, A.C.

DR.JOSMA.PORTILLOVALDScatedrtico,investigador Universidad del Pas Vasco. Universidad, Santiago de Compostela.

DR.MANUELRAMOSMEDINADirector, Centro de Estudios de Historia de Mxico. Grupo CARSO. D.F.

LIC.LUISHUGONEZBERMDEZ,director Biblioteca Elas Amador. Museo Pedro Coronel. Zacatecas

IMAGEN: INTERNET

LIC.JUVENALCRUZVEGA,director Academia de Lenguas Clsicas. Fray Alonso de la Veracruz Puebla.

LIC.JULIOZAMORABATIZ,presidentenacional Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica. D.F.

LIC.EVARISTOVELASCOLVAREZ,presidente Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica- Aguascalientes

LIC.JESUSBENITOLOPEZDOMNGUEZpresidente Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica-ZacatecasMVZ.ROMUALDOPADILLAPADILLApresidente LIC.RICARDOABDBEJOS LIC.FABINZAMORAROSAS SRA.MA.ELENAGONZLEZZARUR

Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica-TlaxcalaDesarrollo grfico: LIC.ABRAHAMSALAZARMARIN Fotografa: VCTORM.VALDSGARCA/CARLOSF.BRETN/CARLOS

Qurum, presencia e imagen con ideas, es una revista electrnica, mensual, cultural; editada por Ediciones Maxixcatzin. Los nmeros de certificados: de licitud, de contenido, de ttulo, y de reserva, as como el nombre y caractersticas grficas: en trmite. Los derechos de reproduccin de las fotografas, los textos, y el contenido grfico estn reservados por Ediciones Maxixcatzin. Direccin: Privada Vicente Guerrero No. 2, fraccionamiento Insurgentes, Santa Mara Acuitlapilco; C.P. 90110, Tlaxcala, Tlax. Tel. (01-246) 46-805-55. pgina:http://quorum.ediciones.mx/

AGUILAR/VALENTNNAVABRETN

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EDITORIAL

Como adelantamos en el nmero anterior, incluimos ahora En el mundo de Goitita, esplndida crnica publicada hace 53 aos por el periodista Julio Scherer Garca. Francisco de Goitia, artista universal oriundo de fresnillo, Zacatecas, cuya obra plstica formada en gran parte en el silencio de la soledad y de la meditacin, toma y consolida un sitio privilegiado entre los grandes pintores mexicanos. Por otra parte, intensa actividad cultural es la desplegada por el Sr. Presidente de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica, Lic. julio Zamora Btiz, de las que presentamos slo algunas participaciones que tenido a lo largo y ancho de la repblica mexicana; agrupacin cultural que recientemente cumpli 179 aos de existencia. La sutil, y quiz melanclica, poesa de Federico Garca Lorca, impregna de aromas de primavera estas pginas, con la intencin de saludar respetuosamente a las mujeres que han tenido la doble fortuna de tener, y de ser madres. Compaeros Nacionales periodistas y Editores (CONAPE) celebra en Tabasco su Primera Asamblea Nacional Ordinaria, alcanzando logros aceptables, e integrando nuevas propuestas. Reseamos dos nuevas obras editoriales, relacionadas al mbito constitucional espaol, que celebra el bicentenario de su constitucin promulgada en Cdiz. Esperamos que los contenidos de esta nmero 32, sean del agrado; y puedan compartir la revista con sus amables contactos Por exceso de trabajo, y/o por falta de tiempo, en esta ocasin se omiten el ndice, as como dos o tres colaboraciones, entre ellas la segunda parte de Bodas de Oro.. Aura, que sin falta alguna habremos de incorporar en el siguiente nmero (el de junio). Agradezco la comprensin al respecto.Rafael Garca Snchez Director

Diseodedeportada: AbrahamSalazarMarn,especialmenteparael10demayo,conrespeto.

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PUEBLA

ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFA Y ESTADSTICACrnica y fotos: Rafael Garca S.

Sesin especial de aniversario, de la SMGH, en la Biblioteca Palafoxiana, ciudad de Puebla.

La majestuosa Biblioteca Palafoxiana de la ciudad de Puebla, patrimonio cultural de la humanidad, fue el marco indicado para celebrar el aniversario 179 de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica. Fue el da 19 de abril del presente 2012, fecha en que con respeto y protocolo, se record el pasaje histrico en que el Doctor Valentn Gmez Faras, funda esta Sociedad Cultural, en que se da cavidad y apertura, a los intelectuales de la poca. Hoy, como hace 179 aos, la elite cultural de Mxico, encabezada por el Presidente de la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica, Lic. Julio Zamora Btiz, recuerda a distinguidos consocios de esta Institucin que grandes beneficios ha dado a la nacin mexicana. Algunos de ellos fueron Benito Jurez Garca, Adolfo Lpez Mateos, Lzaro Crdenas, entre otros, que llegaron a gobernar la Nacin mexicana y cuyo legado es por dems conocido y recopilado en brillantes pginas de nuestra excelsa historia. Desde 1833, fecha de fundacin de esta honorable sociedad Cultural, se han generado desde este Institucin, investigaciones en prcticamente todos los rubros del quehacer humano; generando nuevos centros de investigacin en la propia capital del pas, as como en muy diversos Estados de la repblica mexicana.

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En su remembranza, el Presidente de la SMGE, Lic. Julio Zamora Btiz, destaca las acciones e investigaciones cientficas, acadmicas y culturales desarrolladas -y difundidas- desde esta noble institucin, la ms prestigiada de la repblica mexicana, con cuyas acciones fortalece su actuar, moral e intelectual, a lo largo y ancho de la repblica mexicana. Como se viene desarrollando cada aniversario, se entregaron diferentes reconocimientos a consocios que han destacado por la enorme aportacin, y trayectoria, que han legado al acervo cultural de Mxico. Autoridades Estatales, municipales y de la propia Biblioteca Palafoxiana, reconocen en este importante evento los avances y beneficios generados desde el nivel directivo, para amplios sectores de la nacin mexicana.

Al finalizar el evento, se llev a cabo una comida oficial, cuyo verificativo tuvo lugar en el elegante Saln de Protocolos ubicado en la 2 Norte, esquina con Juan de Palafox y Mendoza (ciudad de Puebla), lugar elegido para que autoridades locales y los miembros de la SMGE, pudieran convivir y compartir los alimentos.

En la grafica, el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, con el Presidente de la Junta Directiva Nacional de corbata verdeLic. Julio Zamora Btiz, con ellos, el Secretario y Presidente, rRespectivamente, de la Sociedad de Geografa, Historia, Estadstica y Literatura de Tlaxcala, Ricardo Abd Bej, y Romualdo Padilla Padilla. Foto: Francisco Santilln Garca / Qurum

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COAHUILA

Francisco de Urdiola en San Esteban de la Nueva Tlaxcala (III/V)Investigacin: Ing. Arturo Morales Manzanares; (*) Saltillo, Coahuila, Mxico; / 23 de Abril de 2009

URDINOLA / MALEO La familia Urdinola es una de las ms antiguas en el Valle de Oiartzun, y su historia reflejada los distintos derroteros que la decadencia del hierro en el siglo XVII oblig a tomar a los grupos que antiguamente haban consolidado una acomodada posicin fincada en las ferreras. La reaccin que los Urdinola tendran frente a la bancarrota de ferrones constituira unas nuevas vas y ms importantes fuentes de riqueza para el Valle: la carrera de Indias. En tal sentido, la trayectoria econmica de esta familia, por la rapidez con que obtuvieron frutos mayores a los que haban conseguido sus ancestros de hierro, constituye un claro ejemplo de la versatilidad econmica del Oiartzun en el Antiguo Rgimen, muy a menudo asociado con estructuras econmicas rgidas y permanentes. Por otro lado los Urdinola tuvieron un protagnico en ese proceso emigratorio del Valle hacia Amrica que tom dimensiones masivas en el cierre del siglo XVII. Con su temprano y exitoso ejemplo, fueron ellos en buena medida responsables de ese Vrtigo de Indias, que experimento Oiartzun de 1600 en adelante y de que un sinnmero de jvenes del Valle percibieron la carrera de Indias como un medio para resolver sus apremios econmicos y familiares. Por ltimo, su conversin en la segunda mitad del siglo XVIII en una familia rentista conservadora y propietaria de un considerable nmero de caseros arrendables, ilustra igualmente la consolidacin de un estrato social en Gipuzkoa con una clara voluntad de erigirse en patriciado rural cuyo proceder econmico est orientado a la obtencin de una renta agrcola discreta, pero segura con el dinero americano. A mediados del siglo XVI las actividades de esta familia estuvieron concentradas principalmente en las ferreras del Valle, cuyos dueos y arrendadores controlaban activamente los astutos de gobierno local, el cabildo eclesistico, los cargos(*) se respeta ortografa original

religiosos corporativo y encabezaban divisionales del Valle con otros pueblos.

los

litigios

Pascual Urdinola, por ejemplo, fue electo jurado mayor en 1605 y 1609, alcalde ordinario en 1612 y regidor en 1618. En los cargos corporativos de la iglesia encontramos a Mara Martn Urdinola desde 1606 hasta su fallecimiento en 1632, como una de las primeras seoras sobre las que hay registro en Oiartzun, y a Joanes de Urdinola como mayordomo de la cofrada del Rosario a principios del siglo XVII. En sus estrategias matrimoniales los Urdinola en principio actuaron buscando siempre encontrar con las familias de otros ferrones oiartzuarras y otros vecinos de alto rango, mantenindose entre las familias principales hasta principios del siglo XVII. Por ejemplo, en 1584 Martn Prez Urdinola, seor de la Casa Aguirre, heredada de su ta estaba casado con Mara Joan Azpilleta, de cuyo padre recibi como dote 200 ducados y una taza de plata, el mismo Martn Prez aparece como uno de los firmantes en 1584 con otros ferrones del litigio en el que Oiartzun apoyaba la causa de Pasajes contra San Sebastin para poder embarcar fierro y mercaderas de manera independiente. De igual modo aparece una Cathalina Urdinola casada con el maestro cantero Joan Sarobe, quien realizo varias obras para la torre y campanario de Iglesia de San Esteban y la de Goizueta. Y una Pascuala Urdinola (m.1576) casado con Joanes Bengoechea, ferrn y arrendador de la ferrera Arrambide. Al igual que otros ferrones oiartzuarras, los Urdinola no se conformaban con beneficiar el hierro, sino adems procuraron incorporarse como intermediarios y mercaderes a la ruta comercial de ste entre Gipuzkoa y Andaluca y entre sta y Amrica, a travs de la ruta Pasajes Sevilla Cdiz y la carrera de Indias.

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Otro Martn Prez Urdinola fue uno de los principales ferrones de su tiempo, teniendo en su posesin la herrera Fagoaga a la que tena derecho de sucesin por parte de su madre, Mara Belaiz Fagoaga, hija del ferrn de Fagoaga; Martn Prez tena negocios y cuentas corrientes (dares y tomares) con los principales ferrones, herreros, prestamistas, carpinteros, menaqueros y carboneros del Valle y los pueblos circunvecinos.AHPG 3/2058 Zuaznabar.J,L. 1632 F, S/N ; AHPG 3/2053 Zuaznabar J. L 1614 f, s/n; AHPG 3/2058 Zuaznabar J. L. 1606 f, 21, AHPG 3/2050 Arburu F. M. 1622 f, s/n AHPG 3/2047 Arburu F. M. 1611 f, s/n AHPG 3/2026 Arburu F.M 1580 f. 115; el padre de Mara Joan, Pascual Azpilleta se dedicaba al comercio del fierro, y su negocio qued en manos de Pascual a principios del siglo XVII, AHPG 3/2037 Arpide J. 1605 f. 4. AHPG 3/2028 Arburu M. 1584 f. 28 AHPG 3/2037 Arpide J. 1599 f. 29; AHPG 3/2044 Arburu F. M. 1600 f, s/n; AHPg 3/2060 Arbide E. 1618 f. 40 AHPG 3/2023 Arburu M. 1576. F. 74 AHPG 3/2050 Arburu F.M. 1620 f, s/n; AHPG 3/2049 Arburu F. M. 1619 f, 107; AHPG 2/2042 Arpide J. 1617 f. 63; AHPG 3/2043 Arpide J. 1612 f. 43.

del producto en barco y por la frecuencia con que las ferreras sufran desperfectos e incendios. La prdida de Fagoaga dej a los Urdinola en una posicin marginal. Por si fuera poco, en 1638 la entrada de las tropas francesas les traera un nuevo y doloroso revs al quedar incendirdinola al casarse en 1602 con Cathalina Alza. En las siguientes dcadas las cosas tomaran otro rumbo y llevaran a los Urdinola a recuperar su antiguo sitio privilegiado. Esta vez su nuevo ascenso estara fincado ya no en el beneficio del hierro, sino directamente en el comercio ultramarino y sobre todo en la participacin de sus miembros como funcionarios de la Corona en las posesiones del Nuevo Mundo.AHPG 3/2050 Zuaznabar J. L. 1629 f, s/n AHPH 3/2065 Arbide E. 1626 f, 97; Esteban Olaiz estaba casado en segunads nupcias con Francisca Urdinola Fagoaga, hermana de Martn Prez, AHPG 3/2051 Arburu F: M: 1626 f, s/n. AHPG 3/2044 Arburu F: M: 1602 f, s/n. AHPG 3/2039 Arpide J. 1602 f, 77

A travs de una compleja red familiar Marn, poda participaren el negocio del hierro desde su obtencin hasta su embarques y venta en Andaluca y Amrica; su hermano Sabastin Urdinola se desempeaba como macero mayor de la ferrera Fagoaga; su cuado, Esteban Olaiz, seor de Olaiz, exportaba por su cuenta y a cuenta de otros flejes y arcos a Sevilla, y compraba y venda clavazn, fierro labrado y en vena, otro Urdinola, esta vez Pascual, aparece en 1602 recibiendo un poder del fierr Joanes Zuaznabar para vender en Sevilla y Cdiz la mercanca que ste embarc en tres barcos anclados en Pasajes, que consista de ms de 1.000 flejes de avellano y fierro labrado en sus distintos tipos. Empotrada en una extensa red de solidaridades en Oiartzun, un hecho ya hacia 1620 afect a los Urdinola considerablemente; su situacin se vino a agravar cuando se enfrascaron en un largo y costoso litigio con otros ferrones por la sucesin y posesin de la ferrera Fagoaga, pleito que se resolvera en su contra y les apartara para siempre del negocio del hierro. La crisis de hierro en los albores del siglo XVII puso de manifiesto el vulnerable modelo econmico monoproductivo vigente den el Valle, sujeto a las variaciones de la demanda externa, a la extrema dependencia de intermediarios de otros lugares y a constantes riesgos, a la extrema dependencia del traslado

As, a partir de mediados del siglo XVII sus miembros tuvieron una destacada actuacin lo mismo a nivel local que otras latitudes de los territorios bajo el dominio de la Corona Espaola. La recuperacin de los Urdinola comenz con una boda. La heredera mejorada en tercio y quinto del primer Martn Prez Urdinola fue su hija Maria Juana (m. 1644) quien cas en 1621 con Pedro Maleo. No era la primera vez que los Urdinola emparentaban con los Maleo, de hecho Mara Thomasa Urdinola (hermana de Martn Prez y ta de Mara Juana) se haban casado con otro Pedro Maleo a principios del siglo XVII de quien aparecen menciones en negocio de hierro embarcado al sur de la pennsula. Los Maleo se haban dedicado al comercio en Andaluca y Amrica desde fines del siglo XVI; en 1598 un Miguel Maleo, natural de Oiartzun y vecino de Rentera, se dispona a zarpar para el reino de Andaluca con mi baxel nombrada Madalena, surto en Pasajes. Dicha estrategia familiar Maleo Urdinola rendira sus frutos con el tiempo, y la recuperacin de los Urdinola vendran de la mano del hijo de Mara Juana y Pedro, Ygnacio Maleo, seor de la casa Aguirre. Ygnacio naci en Oiartzun en 1626, en una familia de cinco hermanos.

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Ya en 1656 lo encontramos embarcndose en un navo de su propiedad en Pasajes con rumbo a Cdiz y Buenos Aires, de donde volvi en 1659 a Santander con los galeones de la flota. En Santander, Maleo se convirti en asesor del licenciado Antonio Monsalve, funcionario de Consejo de Indias, a quien persuadi de los inconvenientes de las entradas de navos extranjeros al puerto de Buenos Aires. Monsalve le envi a Madrid.. . . y assi lo executo y estuvo con los ministerios del dho consejo y tubo diferentes conferencias sobre la materia, por combenir assi al servicio de su Magestad. . . Por breve retorn a Oiartzun donde fue electo alcalde, para en 1661 volvera a Madrid: . . . e hisso asiento en el Real Consejo de Yndias para llevar jente al reyno de Chile con el gobernador y capitn general Don Francisco Meneses y otros ministros y religiosos que yban al puerto de Buenos Ayres con puesto de capitn de mar y guerra de uno de los cuatro navios que llevaban a su cargo y bolbo asimismo por cavo y gobernador de los tree. . . AHPG 3/2070 arbide 1644 f.1; AHPG 3/2063 Arbide 1623 f. 52 Sobre Pedro Maleo apenas si hay informacin. Acaso una discreta aparicin suya en un pleito sobre carbn en

ESTATUA DE LOS CONQUISTADORES ESPAOLES JUNTO CON LOS FRAILES Y LOS TLAXCALTECAS; ubicada en la Plaza Tlaxcalteca (ubicada a un costado de Palacio de Gobierno, del Estado de Coahuila. Foto: Cortesa Jaime Mar / Alerta Saltillo

AHPG 3/2056 Zuaznabar J. L . 1629 f, s/n. AHPG 3/2072 Arbide E. 1628 f, s/n. AHPG 3/2064 Arbide E 11625 f,40; AHPG 3/2064 Arbide E. 1625 f, 37 AHPG 3/2044 Arbide F. M. 1598 f, s/n. AHN rdenes Militares / Santiago 4786 1667 f, 9 AHN rdenes Militares / Santiago 4786 1667 f,10

Finalmente, cuando haba alcanzando una slida posicin econmica, Maleo se instal de nevoa cuenta el Valle de Oiartzun en 1664. Al igual que en el caso de sus ancestros maternos dcadas atrs, el xito econmico de Maleo estuvo apoyado en la utilizacin ptima de las redes familiares. Como toda empresa en la Guipuskoa del Antiguo Rgimen, la firma comercial de Maleo descansaba en individuos vinculados por lazos de parentesco. Maleo se convirti en una especie de patriarca de los Urdinola, encargndose de socorrer a los parientes necesitados y asimismo de incorporarlos a las actividades econmicas de su empresa.

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As encontramos, por ejemplo, que el principal socio de Maleo en Buenos Aires era el capitn Juan Arpide, primo suyo, hijo de Miguel Arpide e Ysabel Urinola. En su testamento Ysabel declaraba haber recibido de Maleo, su sobrino: . . .munchas cantidades que me ha dado y socorrido para mis necesidades, as en pblico como en secreto. . De la misma manera, dos de los principales agentes comerciales de Maleo en Sevilla y Cdiz eran dos sobrinos suyos, Antonio Urdinola y Juan Urdinola, hijos de Esteban Urdinola y Domenja Yarza. Esteban Urdinola,el padre de stos, haba recibido la maltrecha casa Isasti, y era uno de los seis hijos de Pascual Urdinola y Catalina Alza. Originalmente la situacin de Esteban no era privilegiada, pues haba quedado al margen de la principal herencia; posteriormente, a la muerte intestada del heredero, Esteban y sus hermanos se repartieron a partes iguales la herencia, que no era muncha.

Maleo haba colaborado en sacar a flote la familia Urdinola Yarza ayudando con prstamos y donativos a Estevan, y posteriormente empleando a Antonio y Juan. Estos trabajaron inicialmente bajo las rdenes de Maleo decidi dejarlos al frente del negocio hacia 1675. En 1684 Maleo decidi igualmente liquidar sus cuentas en Amrica y vender sus propiedades en Buenos Aires y Cdiz. Sus actividades no eran meramente mercantiles e incluan la financiacin de prstamos y anticipos a funcionarios espaoles que reciban algn cargo dentro del gobierno colonial en Amrica.AHN rdenes Militares / Santiago 4786 1667 f. 11 AHPG 3/2131 Arpide F. 1680 f.7 AHPG 3/2134 Arpide F.1685 f.36 AHPG 3/2133 Arpide F. 1684 f.253 AHPG 3/2133 Arpide F. 1684; AHPG 3/2134 1685 f. 52 AHPG 3/2136 Arpide F. 1690 f.3 continuar

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FEDERICOGARCALORCA:

MI NIA SE FUE A LA MAR...Mi nia se fue a la mar, a contar olas y chinas, pero se encontr, de pronto, con el ro de Sevilla. Entre adelfas y campanas cinco barcos se mecan, con los remos en el agua y las velas en la brisa. Quin mira dentro la torre enjaezada, de Sevilla? Cinco voces contestaban redondas como sortijas. El cielo monta gallardo al ro, de orilla a orilla. En el aire sonrosado, cinco anillos se mecan.

EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBAAmor de mis entraas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se marchita, que si vivo sin m quiero perderte. El aire es inmortal. La piedra inerte ni conoce la sombra ni la evita. Corazn interior no necesita la miel helada que la luna vierte. Pero yo te sufr. Rasgu mis venas, tigre y paloma, sobre tu cintura en duelo de mordiscos y azucenas. Llena pues de palabras mi locura o djame vivir en mi serena noche del alma para siempre oscura.

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FEDERICO GARCA LORCA

LA MONJA GITANA Silencio de cal y mirto. MADRIGAL Malvas en las hierbas finas. La monja borda alheles Yo te mir a los ojos CANCIN DE JINETE cuando era nio y bueno. Tus manos me rozaron En la luna negra de los bandoleros, cantan las espuelas. Caballito negro. Dnde llevas tu jinete muerto? ...Las duras espuelas del bandido inmvil que perdi las riendas. Caballito fro. Qu perfume de flor de cuchillo! En la luna negra, sangraba el costado de Sierra Morena. Caballito negro. Dnde llevas tu jinete muerto? La noche espolea sus negros ijares clavndose estrellas. Caballito fro. Qu perfume de flor de cuchillo! En la luna negra, un grito! y el cuerno largo de la hoguera. Caballito negro. Dnde llevas tu jinete muerto? Y me diste un beso. (Los relojes llevan la misma cadencia, Y las noches tienen las mismas estrellas.) Y se abri mi corazn Como una flor bajo el cielo, Los ptalos de lujuria Y los estambres de sueo. (Los relojes llevan la misma cadencia, Y las noches tienen las mismas estrellas.) En mi cuarto sollozaba Como el prncipe del cuento Por Estrellita de oro Que se fue de los torneos. (Los relojes llevan la misma cadencia, Y las noches tienen las mismas estrellas.) Yo me alej de tu lado Querindote sin saberlo. No s cmo son tus ojos, Tus manos ni tus cabellos. Slo me queda en la frente La mariposa del beso. (Los relojes llevan la misma cadencia, Y las noches tienen las mismas estrellas.) sobre una tela pajiza. Vuelan en la araa gris, siete pjaros del prisma. La iglesia grue a lo lejos como un oso panza arriba. Qu bien borda! Con qu gracia! Sobre la tela pajiza, ella quisiera bordar flores de su fantasa. Qu girasol! Qu magnolia de lentejuelas y cintas! Qu azafranes y qu lunas, en el mantel de la misa! Cinco toronjas se endulzan en la cercana cocina. Las cinco llagas de Cristo cortadas en Almera. Por los ojos de la monja galopan dos caballistas. Un rumor ltimo y sordo le despega la camisa, y al mirar nubes y montes en las yertas lejanas, se quiebra su corazn de azcar y yerbaluisa. Oh!, qu llanura empinada con veinte soles arriba. Qu ros puestos de pie vislumbra su fantasa! Pero sigue con sus flores, mientras que de pie, en la brisa, la luz juega el ajedrez alto de la celosa.

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ZACATECAS

En el mundo de GoitiaPor: Julio Scherer Garca artculo publicado en 1959;Compilacin: Graciela Nez [email protected]

Provocaba su presencia ademanes y seas mal simuladas. La gente volteaba a verlo con insistencia y no lo perda de vista hasta que era absorbido por la muchedumbre que transitaba por las calles de la Palma. Un hombre con tipo de empleado dio a su compaero en el codo: --Te fijaste en las barbas? Hubo un signo de asentamiento, luego sonrisas maliciosas, visajes. Para el par de sujetos, la figura del viejo era motivo de burla. Su indumentaria no poda ser ms humilde: un overol color cantera que le comunicaba un aire fnebre y haca pensar, quien sabe por qu extraas razones, en el presidio o en un cementerio. Se cubra la cabeza con un sombrero de palma de anchas alas y bajo el brazo cargaba un sarape de burdo tejido. Caminaba con lentitud, avanzaba el pie derecho con cautela y luego, como si temiera dar un paso en falso, aventuraba el izquierdo. A veces lo golpeaban los transentes, pero no se daba por enterado y ni siquiera volva la cabeza. Extraa serenidad la de su rostro en el marco de una piel tostada por el sol. Los ojos permanecan quietos en sus rbitas. Ojos pequeos, de brillante luminosidad.

EN 2012, SE CUMPLEN 130 AOS DE SU NATALICIO

No seguan, como es habitual, el movimiento de los automviles y el ritmo de los peatones, y ciertamente no se percataban de la annima agitacin de miles de personas que se desplazaban de un lado a otro y chocaban entre s, como en un juego absurdo. Esos ojos fijos eran distintos. Se vean ausentes de todo lo que los rodeaba, como entregados en la contemplacin de algo muy ntimo. Sus barbas de gran tamao, de cabellos blancos en el que se enredaban algunos manojos negros, le cubran el cuello y parte del pecho.

Hacia ellas se dirigan todas las miradas. Eran pocas las que reparaban en sus labios, fuertes y prietos. Labios de un joven en el rostro de un anciano. Labios que se antojaba haban tomado su color del contacto con la tierra. Muchos aos de vida acumulaba este hombre. Setenta y cinco, quiz ochenta. La espalda encorvada y ya redondeada as lo denunciaba. Tambin las arrugas, que se multiplicaban en la frente alta y noble. Y los brazos flacos, consumidos.

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Y la figura en su conjunto, que mucho se asemejaba a la de un convaleciente que lucha por reinstalarse en la vida, despus de haber estado a punto de sucumbir. Eso pareca el viejo: un hombre que vio la muerte muy de cerca y ha perdido la conciencia de lo que pasa a su derredor. Abord un tranva. Descendi al poco rato y subi a otro. Observaba sin inters los cuadros que se sucedan a travs de la ventanilla, primero fueron edificios y casas mas bien bajas, de color uniforme y opaco. Ms tarde, un paisaje que se dilataba. Aparecieron los primeros rboles y pudo apreciar la lnea baja del horizonte en una campia inmensa. Las pupilas del viejo perdieron su fijeza. El cuello abandon su rigidez. Varias veces mantuvo la frente pegada al cristal de la ventanilla. Baj del tranva en El Torito, parada prxima al pueblo de Xochimilco. Camin cerca de veinte metros y lleg a una construccin de maderos y lminas. Una choza informe de materiales de desecho amontonados en cualquier forma; una morada a la que daba la presencia del hombre encorvado cierta dignidad, pues sin l sugera simplemente una estampa de degradacin humana, de abandono a una vida casia animal.

imagen: internet

Francisco Goitia, el laureado pintor de fama internacional, vive, a los 80 aos, en la pobreza aislado de todo y de todos. Lo nico que interesa al autor de Tata Jesucristo, es pintar. Su caso es inusitado: Es refractario al dinero, a la fama, a todo estmulo material. El reportero ha encontrado a Goitia en una calle del centro de la ciudad y lo ha acompaado a su morada, un miserable choza, cercana a Xochimilco.

Con una gravedad en que se adivinaba cierta suspicacia, sac una llave del bolsillo y con lujo de cuidados abri una puerta a punto de venirse abajo. Haba que ver la cautela con que hizo girar los goznes de unos maderos mal ajustados que se hubieran derrumbado a impulsos de un empujn violento. Y entr a sus dominios, pobres y tristes. Aquello era peor que un gallinero; todo se vea gris, sucio, disperso. Del fondo de un lavadero emergi el rostro color de barro de su criada Micaela. El viejo agit la mano y se perdi en el interior de una casucha minscula de techos de lmina sostenidos con piedras. Repetase en ella la impresin del exterior; miseria en el ltimo de sus grados. Arroj el sarape en un rincn del piso sobre el desnudo piso en que duerme, se quit el sombrero y se pas la mano derecha por la frente, en un gesto de cansancio. Los cabellos casi blancos resbalaban por la nuca y tocaban los hombros, como una peluca mal ajustada. Su espalda pareca ms encorvada que horas antesimagen: internet

Dentro de unos das partir para San Andrs, pueblo perdido en Zacatecas, su tierra natal. Por todo cargamento llevar algunos restiradores, unos lienzos, pinturas y pinceles. En San Andrs pintar hasta el lmite de sus exiguas fuerzas. Tiene resuelto ya el tema de su primer cuadro: en un paisaje de lneas severas, sin alteraciones en el terreno, con unos cuantos rboles como accidentes de una naturaleza inhspita, en que la tierra se abre en grietas y cae un sol vertical, plasmar una escena de la Revolucin Mexicana: un grupo de ahorcados.

Tata Jesucristo Tata Jesucristo y la voz, mas bien dbil, se quebraba en su garganta. Era un ser convertido en angustia

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El los vi. Fue algo que penetr en su sangre y se confundi con ella. No pudo olvidar los cuerpos inertes que colgaban como si fuesen de materia mineral. La ausencia de viento los mantena rgidos rgidos, ptreos. No le es difcil revivir sus impresiones de horror ante aquellos rostros violceos y aquellos ojos que tenan la fijeza de las canicas y la expresin desesperada de un alma que se sabe perdida. Otra idea pictrica madura en su mente o impregna su sensibilidad. Una figura dominar en el cuadro. No habr escenario, sino un hombre. Estar postrado y con las manos cubrindole el rostro. Se percibir un cuerpo joven y vigoroso a travs de los agujeros de sus harapos. Los sollozos sacudirn el pecho de este hombre que expa una pena, y sin mayores esfuerzos de fantasa se tendr la sensacin de que las lgrimas fluyen de sus ojos como de un manantial. El hijo prdigo, se llamar el leo. Pero ser un primognito convencional que vuelva al padre y en cuanto lo ve cae de rodillas. Esto ser otra cosa. Algo ms sincero y menos rgido. Un hombre que llora en silencio y solo, como en las confesiones ntimas, como en el arrepentimiento verdadero. No concluyen aqu los planes del viejo. Se tiene tiempo y vigor estar slo unos meses en San Andrs y es hombre enfermo, pintar un tercer cuadro. No puede pensar en l sin sentir que algo se agita en su interior. Es una confusin de rabia y tristeza, de inconformidad y temor. Son reacciones ligadas a sucesos desventurados de tiempo atrs. Bien lo recuerda. Fue hace dieciocho aos, cuando viva en la casa de patios soleados que tanto le gustaba. Era en el centro de Xochimilco, en terrenos donde ahora se levanta el mercado del pueblo. Por aquellos das trabaj en una de sus mejores obras. Al terminarla, clida sensacin de dicha lo colm. Contemplaba el leo, interrogaba a su conciencia de artista y no poda menos de confesarse que nada haba que agregar, que era un esfuerzo bien concluido. El cuadro tena la perfeccin con que haba sido soado al momento de dar la primera pincelada. Era sencillo el tema: el patio de la casa de Xochimilco y un montn de harapos que estaban all como algo olvidado. Sobre el patio cala un sol dorado que todo rejuveneca y vivificaba, menos los desperdicios.

A stos hacan dao los rayos del sol. Cobraban reflejos de agua estancada al contacto con la luz. Y evidenciaban la forma de un cuerpo humano, como si algn ser se hubiese fundido con la miseria en forma tal que haba acabado por identificarse con un trapo despreciable. No puede recordar lo que sigui despus sin sentir un estremecimiento: El gobierno le expropi su casa de Xochimilco y hubo de trasladarse a la choza donde ahora vive, en la parada de El Torito. Al mudarse tuvo buen cuidado de llevar consigo el cuadro del sol y de los harapos, obra de su predileccin. Una tarde que diluviaba, al regresar de una jornada de trabajo en los cerros cercanos, descubri que el agua que se filtraba por mil resquicios haba atacado el leo. Se mesclaban entre s colores que deberan diferenciarse y algunas porciones del cuadro eran irreconocibles. Sinti que el sudor humedeca su frente, las manos. No pudo contenerse y en un arranque cogi el lienzo y lo destroz. Ahora, en vsperas de partir para San Andrs, medita: Si pudiera volver a pintar aquel cuadro, y una vaga sonrisa descubre sus dientes todava jvenes, sanos Quisiera que en San Andrs las cosas le fueran tan bien como en aquel pueblo de la sierra oaxaquea, donde estuvo treinta aos.

Imagen: Internet

Quiz fueran madre e hija. No sabra decirlo. Una con traza de joven, ocultaba el rostro entre las manos.

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Bien lo recuerda. Fue hace dieciocho aos, cuando viva en la casa de patios soleados que tanto le gustaba. Era en el centro de Xochimilco, en terrenos donde ahora se levanta el mercado del pueblo. Por aquellos das trabaj en una de sus mejores obras. Al terminarla, clida sensacin de dicha lo colm. Contemplaba el leo, interrogaba a su conciencia de artista y no poda menos de confesarse que nada haba que agregar, que era un esfuerzo bien concluido. El cuadro tena la perfeccin con que haba sido soado al momento de dar la primera pincelada.

Habitante de una casucha en el barrio El Torito, en Xochimilco, este anciano de Zacatecas hace la vida de un ranchero franciscano y pinta hasta el lmite de sus exiguas fuerzas.Era sencillo el tema: el patio de la casa de Xochimilco y un montn de harapos que estaban all como algo olvidado. Sobre el patio cala un sol dorado que todo rejuveneca y vivificaba, menos los desperdicios. Era un pueblo sin nada de particular. Gente en harapos, chozas de piedra y lodo, veredas que permitan la comunicacin con sitios cercanos y una capilla a medio construir, de una pobreza que haca pensar en el pesebre de Nazareth. Pidi permiso e instal su taller en la capilla. No tard en fijar los restiradores sobre la tierra apisonada, colocar los primeros lienzos y darse al trabajo. La falta de un muro abra el espacio a la luz. Sobre las blancas telas no se dibujaba una sombra. El artista era feliz y trabajaba afanoso. Por las noches, cuando la capilla se iba poblando de obscuridad, observaba a los fieles. Llegaban en silencio. Caminando con la cabeza ligeramente inclinada y suave cadencia de movimientos. Sin prisas, con una lentitud que alargaba los minutos, se situaban ante lo que debiera ser un altar, y que no era otra cosa que una pared casi desnuda, y se dirigan al Crucifijo que de ella colgaba como objeto nico. Casi nadie oraba en voz baja. Y no eran oraciones propiamente, sino desahogos. Muchos gritaban sus penas y a voz en cuello rogaban por el alivio de un hijo que se consuma o pedan perdn por delitos cometidos contra el honor y la vida de sus semejantes. Tata Jesucristo Tata Jesucristo, eran las primeras y familiares voces que siempre escuchaba el pintor, presente noche a noche en esta capilla convertida en inmenso confesionario sin sacerdote. Fue un da cuya fecha jams retuvo cuando qued absorto en la contemplacin de dos mujeres. Quiz fueran madre e hija. No sabra decirlo. Una con traza de joven, ocultaba el rostro entre las manos. Estaba sentada sobre la tierra con las piernas hacia delante y mostraba las desnudas plantas de los pies, de un color cobrizo, achatadas y toscas. Junto a ella, con las caderas apoyadas sobre los talones, una anciana miraba fijamente los ojos vueltos hacia arriba. Tata Jesucristo Tata Jesucristo y la voz, ms bien dbil, se quebraba en su garganta. Era un ser convertido en angustia. Pareca que de ella hubiesen escapado todas las ilusiones, que los sueos se hubiesen desvanecido en su corazn y que perdurase slo una leve, remotsima esperanza., de algo que era su ltimo sostn. Las manos, enlazadas bajo la barbilla, hacan ms dolorosa su desesperacin

No dud el artista. Trabaj con frenes y de esta imagen humana, otras muchas veces contemplada en la capilla, hizo surgir su obra mxima: Tata Jesucristo Primer Premio en la Bienal Internacional de Pintura y grabado de 1958.

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TABASCO

Concluye con xito la Primer Asamblea Nacional Ordinaria en Tabasco.

CONAPE exhorta a los candidatos a la Presidencia de la Repblica a respetar con hechos y no discursos polticos la Libertad de Expresin

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*Acuerdos de relevancia nacional en materia de derechos humanos y legislativos se realizaron durante la asamblea nacional. *Exhortar a candidatos presidenciales, Diputados Locales, Federales, Senadores y Presidencias Municipales a cumplir con el verdadero respeto a la Libertad de Expresin adems de quienes la ejercen y representan, ser una de las primeras acciones de CONAPE, tras la conclusin de esta asamblea nacional ordinaria. *Por votacin unnime el Himno Universal del Periodista compuesto por el Vicepresidente de CONAPE en Colombia ser el himno representativo de la asociacin, a la vez que ser subido en audio y letra a los espacios web de los medios agremiados. *Xalapa de Enrquez, Veracruz ser la sede de la Segunda Asamblea Nacional Ordinaria. *Acatln de Osorio, Puebla fue nombrado sede del Primer Congreso Internacional de CONAPE. *Ratificacin y nuevos nombramientos, credencializacin, entrega de diplomas y reconocimientos a los integrantes de la asociacin se realizaron ante la aprobacin unnime del Comit Ejecutivo Nacional.

Algunos integrantes de CONAPE, en la ciudad de Villahermosa, durante la Primera Asamblea Nacional de Compaeros Nacionales Periodistas y Editores, A.C., desarrollada del 13 al 15 de abril de 2012. Fotografa: Jorge Castro / Cdigo 27 Radio.

Informacin de DIFUSIN CONAPE. Villa Hermosa, Tabasco, abril de 2012.- Compaeros Nacionales de Periodistas y Editores A.C. (CONAPE), en el marco de su reglamento estatutario celebr los das 13, 14 y 15 su Primer Asamblea Nacional Ordinaria en Villa Hermosa, Tabasco, donde se tomaron y signaron importantes acuerdos para el trabajo nacional 2012, en apoyo de sus ms de 150 medios de comunicacin agremiados y con miras a expandir los mismos al gremio periodstico en Mxico en pro de un verdadero Respeto a las Libertad de Expresin y proteccin de quienes diariamente la ejercen a travs de sus plumas y voz.

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Ral Gonzlez Nova en su calidad de Presidente de esta importante Asociacin Nacional de periodistas, tras dar la bienvenida a los integrantes del Comit Ejecutivo Nacional as como a los Vicepresidentes y Delegados Estatales, subray que uno de los tantos puntos de reflexin en materia de Libertad de Expresin es el MURO DE IMPUNIDAD que continua existiendo ante los asesinatos, agresiones y amenazas a los periodistas en Mxico, lo cual lo sigue manteniendo como el pas ms peligroso en el mundo para el ejercicio del periodismo. Antes de dar paso a los informes de la Presidencia Nacional, de cada uno de los Vicepresidentes y Delegados Estatales sobre las acciones emprendidas y logros durante el primer ao de trabajo de la Asociacin Civil as como del inicio de las mesas de trabajo, el periodista tabasqueo Alberto Torres Sosa quien ocupa el cargo de Vicepresidente Estatal de Tabasco y en su calidad de anfitrin de la Primer Asamblea Nacional Ordinaria de CONAPE, seal que una sociedad y gobierno que no garantice el derecho mnimo a nuestra personalidad y a nuestra dignidad como periodistas, simplemente es como cuando no existe estado de derecho. Pero al mismo tiempo, su pretexto de garantizar estos derechos, se diga que no tenemos derecho de criticar o fiscalizar a alguien; cuidado porque ah se cierra el crculo perfecto de este tipo de autoritarismo que al da de hoy no ha dejado de darse en Mxico, mencion. Es importante destacar que en esta Asamblea de Compaeros Nacionales de Periodistas y Editores A.C., (CONAPE), se acord hacer llegar de manera oficial y por escrito un exhorto a los candidatos a la Presidencia de la Repblica, para que el tema del respeto a quienes ejercen la Libertad de Expresin no contine llevndose y utilizndose slo como una bandera de discurso poltico sino sea reflejado en hechos.

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As mismo tambin en votacin unnime, los integrantes del Comit Ejecutivo Nacional, Vicepresidentes y Delegados Estatales, aceptaron que se haga llegar a las coordinaciones, comisiones o presidencias de los congresos estatales un documento de peticin para que se avoquen a promover, acordar y votar a favor de iniciativas de ley a favor del fomento a la proteccin del trabajo de los periodistas.

De la misma manera se dio paso al cumplimiento estatutario de relevar de sus cargos a integrantes del Comit Ejecutivo Nacional as como Vicepresidencias y Delegaciones Estatales, que sin justificacin oficial por escrito dirigida a la dirigencia nacional de CONAPE A.C., mencionaron los motivos de su ausencia. Cabe hacer mencin que durante el desarrollo de la Primer Asamblea Nacional Ordinaria de Compaeros Nacionales de Periodistas y Editores Asociacin Civil se realiz la entrega de reconocimientos a compaeros y compaeras por su destacada labor en acciones emprendidas a favor del gremio periodstico, Ral Gonzlez Nova, Alberto Torres Sosa, Jesusita Bautista Cayetano, Gloria Rosalinda Meza Garca y Christian Gonzlez Murillo, fueron los galardonados con este reconocimiento nacional. Tras concluir la Primer Asamblea Nacional Ordinaria de CONAPE A.C., los periodistas coincidieron en sealar que es importante dar seguimiento puntual a los casos de periodistas amenazados, agredidos y asesinados por su actividad en Mxico, sealaron que se trata de un problema muy grave, pero lo ms delicado es el grado de impunidad que existe por parte de las autoridades para esclarecer este tipo de actos y crmenes, tambin pugnaron porque los comunicadores cada da se solidaricen ms y estn conscientes que si no se unen para exigir reformas a la Ley y esa proteccin al verdadero periodista, el gremio periodstico de Mxico, seguiremos en un estado de grave vulnerabilidad e impunidad. El desarrollo de la Primer Asamblea Nacional Ordinaria fue seguida por la ciudadana tabasquea a travs de diferentes programas radiofnicos del estado.

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INCENTIVOSLAURA PADILLA [email protected]

Incentivos. Complicidad: Pasear, caminar, recorrer, marchar, transitar, circular, andar Trminos medios ( ) Radiografas de la parte izquierda del pecho: Permanencias Luces artificiales/glaciales de la calle sobre la ventana vaporosa, atmsferas confiscadas, desaparecidas bajo los vrtices/aristas de tu boca Entradas y salidas Nivel de exposicin: Alta Reincidencia entre desencuentros, segregacin de emociones, paralelismos y alteraciones del sueo Videntes me torn aguda, lo asum y me deje caer, siempre sobre la misma parte del suelo, ah mi cabeza se escarb para llevar la sangre a mis odos, la parte fra, la hmeda, ah me resuma Pretensiones fragmentadas Frgil/Vulnerable Incompletos nos vimos y sentimos miedo, el tiempo nos mostr el camino que tras ya advertamos, hacia dnde correr cuando ya sabamos encontrarnos?

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Monotona Esboce a mi pesar un captulo a las lunas de insomnio [el silencio como ceniza y esencia], fragmentada imit mis piezas, resanada sal a la calle para confundir a las aves Ms adentro, como una frmula que integraba la estructura y el azar, me hund en un caos consiente, traspis mir hacia el fondo y descubr el retorno, anidado entre tu espera y la nica palabra que me cuesta pronunciar A.V. En reconstruccin Anti ayer Tomaste la hoja con el diente, la torciste pero no la separaste Cuando veo tu mano es un rbol con 5 ramas, todo lo dems es extensin de ellas Hombre, pequea pena, no preservo promesas pero me posees Todo me es ajeno hasta que me lo muestras t, perezosos ojos que abanican Ofreces y das, evidencia de que temes menos que yo a negarte [Tregua] [Esttico] De repente tir la piedra, olvid donde ponerla Rod y se enredo en la maraa de hierbas Mi mano volvi a quedar desocupada La abandon (aunque viaja conmigo) y camin Al rededor el barullo de un enjambre de criaturas violentas

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PUERTO CEIBA, TPICORESTAURANT

Fotografas: Rafael Garca / Qurum

5 DE FEBRERO S/N, PUERTO CEIBA; PARAISO, TABASCO, MXICO; C.P. 86610; TEL (933) 333-2257; [email protected] 24

PEQUEO POEMA INFINITOFederico Garca Lorca

Equivocar el camino es llegar a la nieve y llegar a la nieve es pacer durante veinte siglos las hierbas de los cementerios. Equivocar el camino es llegar a la mujer, la mujer que no teme la luz, la mujer que no teme a los gallos y los gallos que no saben cantar sobre la nieve.

Pero si la nieve se equivoca de corazn puede llegar el viento Austro y como el aire no hace caso de los gemidos tendremos que pacer otra vez las hierbas de los cementerios. Yo vi dos dolorosas espigas de cera que enterraban un paisaje de volcanes y vi dos nios locos que empujaban llorando las pupilas de un asesino.

Pero el dos no ha sido nunca un nmero porque es una angustia y su sombra, porque es la guitarra donde el amor se desespera, porque es la demostracin de otro infinito que no es suyo y es las murallas del muerto y el castigo de la nueva resurreccin sin finales.

Los muertos odian el nmero dos, pero el nmero dos adormece a las mujeres y como la mujer teme la luz la luz tiembla delante de los gallos y los gallos slo saben votar sobre la nieve tendremos que pacer sin descanso las hierbas de los cementerios.

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TLAXCALA

El carnaval en Tlaxcala (3/3)GUILLERMO A. XELHUANTZI [email protected]

El problema de las fuentes y su interpretacin Uno de los problemas que tiene el historiador en la reconstruccin de las costumbres, creencias y vida cotidiana de los diversos sectores de la sociedad tlaxcalteca durante el Virreinato; es la gran dispersin de la informacin, sobre todo porque son aspectos culturales intangibles. Jacques Le Goff1 seala que el hombre cotidiano de pocas remotas esta inserto en un universo sin textos ni escritura; por lo tanto, el historiador tendr que recurrir al anlisis de nuevas fuentes como son la arqueologa, la iconografa, el estudio de las creencias y representaciones mentales, los cdigos de vestimenta y comida entre otras; estas fuentes varan segn el periodo y tema de estudio, por ello a travs de indicios2 el historiador busca reconstruir la cultura de los diversos sectores sociales y:

demogrficos; por ello, los historiadores de la vieja guardia, se muestra escpticos ante la investigaciones de los aspectos simblicos de una cultura; por ejemplo, Ginzburg seala que historiadores como F. Furet afirman que la integracin de las clases populares en la Historia slo puede ser a travs de los estudios cuantitativos de la Economa y Demografa; Ginzburg reacciona ante esta afirmacin, argumentando que con esas orientaciones las clases inferiores estaran condenadas al silencio.4 Evidentemente el anlisis de los aspectos intangibles de una sociedad implican el riesgo de efectuar generalizaciones y extrapolaciones erradas, si no toman en cuenta el contexto econmico y social, no obstante, los estudios cuantitativos muchas veces reducen todos los procesos histricos a un determinismo econmico; dejando a un lado los aspectos culturales que nos permiten entender una serie de actitudes y comportamientos de los diversos sectores sociales; por ende, no se debe excluir del anlisis las transformaciones de la vida cotidiana de una sociedad. Los historiadores sealan a los antroplogos que un ritual o una festividad pueden modificar su significado en distintas pocas; E. P. Thompson seala: Pretender que lo que sigue es siempre una elaboracin o una extrapolacin de lo que precede es restar importancia a las discontinuidades y a la dialctica de las progresiones y de las regresiones en el proceso social5 En este sentido Robert Darton,6 seala que el historiador debe descubrir la dimensin social del pensamiento, entender el significado de los documentos

Tiene que echar mano de fuentes escritas (y eventualmente hallazgos arqueolgicos) doblemente indirectas: en tanto que escritas y en tanto que escritas por individuos vinculados ms o menos abiertamente a la cultura dominante.3 La vida cotidiana proporciona al investigador los elementos necesarios para comprender los procesos histricos de una sociedad; la cotidianidad pertenece a los tiempos de larga duracin, lo que permite al historiador tener una secuencia del desarrollo de los diversos sectores de una comunidad. La antropologa histrica se ha centrado en estudiar la familia, los linajes y comunidades, la sexualidad y el gnero, el uso del cuerpo, la brujera, el folklore, la locura, las fiestas, la literatura popular y el mundo del campesino, entre otros temas. Debido al carcter intangible de la cotidianidad y de las mentalidades, su estudio escapa a los anlisis cuantitativos, pilares de los estudios econmicos y

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JacquesLeGoff.Lomaravillosoylocotidianoeneloccidentemedieval;traductorAlbertoL.Bixco,EspaaEditorialGedisa,1996. CarloGinzburg.Mitos,emblemas,indicios;Morfologaehistoria,traduccindeCarlosCatroppi,Espaa,EditorialGedisa1994. 3 CarloGinzburg.Elquesoylosgusanos,elcosmossegnunmolinerodelsigloXVI;traducidodelitalianoporFranciscoMartn,traduccindelas citasdellatnFranciscoCuartero,Espaa,Muchnik1982. 4 Ibdemp22. 5 E.P.Thompson.LacencerradainglesaEn:HistoriasocialyAntropologa,Mxico,InstitutoMora,1997,p27. 6 RobertDarton.Lagranmatanzadegatosyotrosepisodiosenlahistoriadelaculturafrancesa.TraductorCarlosVldez,Mxico,F.C.E.1997.

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implica relacionarlos con el contexto social y regresar de contexto al texto para interpretar correctamente el documento; por ello seala:Cuando no puedo comprender un proverbio, un chiste, un rito o un poema, estamos detrs de la pista de algo muy importante . Al examinar un documento en sus partes ms obscuras, podemos descubrir un extrao sistema de significados. Esta pista nos puede conducir a una visin del mundo extraa y maravillosa.

Darton reafirma que los cuentos son de hechos documentos histricos que necesitan ser estudiados en su contexto social. Precisamente la discrepancia entre las distintas versiones de Caperucita durante los siglos XVII al XVIII, amen de las modificaciones que los Hermanos Grimm efectuaron al cuento, indican que el historiador debe ser cuidadoso cuando interpreta creencias y festividades de periodos muy antiguos. Conclusiones El carnaval en el siglo XVIII era una festividad importante en la vida cotidiana de los tlaxcaltecas y muchas veces era motivo para provocar desordenes, por ello las autoridades lo prohibieron. Algunos de sus elementos han perdurado hasta la actualidad, como la elaboracin de cartas que hacen mofa de los escndalos pblicos de una comunidad; estas expresiones populares como en antao, han provocado la censura de las autoridades. Generalmente se afirma que algunas danzas del carnaval tienen su origen en la poca colonial, pero la documentacin localizada para el siglo XVIII, no permite aseverar tal afirmacin; porque nos brinda pequeos fragmentos de esta festividad; el historiador tiene que efectuar un anlisis intensivo-exhaustivo de la informacin recabada y tratar de reconstruir el significado de esta festividad. La informacin recopilada nos proporciona ms dudas que respuestas, por una parte el uso de mscaras no estaba restringido exclusivamente al carnaval, incluso los atuendos se utilizaban en otros jolgorios como la Pava Tumultuaria o en la jura de un nuevo monarca. En los expedientes apreciamos que al menos durante el siglo XVIII, las mujeres participaban en las carnestolendas a pesar de la condena de las autoridades; tambin observamos que en algunas comunidades de la provincia el carnaval era celebrado en el mes de octubre; esta informacin con las reservas pertinentes indican que las carnestolendas no necesariamente estaban ligadas a un ciclo agrcola y nos dejan percibir la gran complejidad cultural que exista en la sociedad tlaxcalteca durante el Virreinato.

El historiador como el antroplogo deben evitar la sobre interpretacin del significado de una festividad o ritual, porque como seala E. P. Thompson, los ritos modifican su sentido a travs del tiempo, como lo ha demostrado tanto la historia de las mentalidades como la microhistoria cultural italiana. Carlos Barro, seala que el historiador no puede trasladar a pocas pretritas formas de pensar y de actuar que ha sido el resultado de siglos de historia, aunque se argumente que las mentalidades y creencias religiosas pertenezcan al mbito de la larga duracin, el historiador no deben olvidar que las creencias tienen cambios y continuidades. Un ejemplo de la extrapolacin del sentido original de una fuente lo encontramos en las interpretaciones de Eric Fromm sobre el significado de los cuentos de hadas; Robert Darton en su ensayo Los campesinos cuentan cuentos, el significado de Mama Oca; cuestiona el anlisis de Fromm por pretender desentraar los motivos y smbolos del inconsciente en los relatos de hadas, apoyndose en el cuento de Caperucita Roja de la versin de los Hermanos Grimm. Eric Fromm concluye en su psicoanlisis que la caperuza simboliza la menstruacin, la botella que carga representa la virginidad, el lobo es el macho violador y las piedras que pone el cazador en la barriga del animal representa la esterilidad, como castigo por violar un tab sexual; no obstante, Robert Darton seala que los smbolos en los cuales Fromm sustenta su interpretacin, no existieron en las versiones originales del cuento en los siglos XVII y XVIII, y afirma que estas hiper interpretaciones de Eric Fromm se debe a que los psiclogos al estudiar las mentalidades: No investiga sus orgenes, ni les preocupan los otros significados que podran haber tenido en otros contextos.

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No dudamos que el carnaval en Tlaxcala haya incorporado elementos de la cosmovisin indgena y que de alguna manera ciertos elementos pudieran haber persistido hasta la actualidad, sobre todo en aquellas poblaciones adyacentes a la Malintzi, donde la presencia de la lengua nahuatl y otom es persistente, pese a ello definitivamente el carnaval ha sufrido cambios tanto en su vestuario como en la msica. Isaura Ramos de Temoltzin7 quien ha estudiado las danzas de carnaval en el estado desde 1953, indica que varios rasgos caractersticos de esta festividad, sobre todo el carcter satrico para 1997 ya no existan en las danzas; si esto ocurri en un lapso de 24 aos, podemos todava afirmar que el carnaval ha conservado elementos indgenas, sin tener en cuenta la floklorizacin que ha tenido en los ltimos aos?. En la medida en que se encuentre mayor documentacin sobre las carnestolendas se podr conocer con mayor precisin los cambios que ha sufrido esta festividad tan importante para los tlaxcaltecas.

Bibliografa A. Boon James. Otras tribus, otros escribas; Antropologa simblica en el estudio comparativo de culturas, historias, religiones y textos, traductor Stella Mastrangelo, Mxico, F.C.E, 1993. Aceves Lozano Jorge. Historial oral; compilador Jorge Aceves Lozano; Mxico, Instituto Mora, Universidad Autnoma Metropolitana, Coleccin Antologas Universitarias,1993. Amparo Sevilla, Hilda Rodrguez, Elizabeth Cmara. Danzas y bailes tradicionales del estado de Tlaxcala, Mxico, Editorial La Red de Jons, 1985. Color y Ritmo en el carnaval de Tlaxcala. En: Contexto, Suplemento semanal de El Sol de Tlaxcala, Domingo 27 de febrero de 2000. Chamorro J. Arturo. La msica popular en Tlaxcala. Mxico, Premia editora, la red de Jons, 1983. Darnton Robert. La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura francesa; Traductor Carlos Valds, Mxico, F.C.E., 1987 Geertz Clifford. La interpretacin de las culturas; traductor Albero L. Bixio, Espaa, Editorial Gedisa, 1991. Ginzburg Carlo. El queso y los gusanos; el cosmos segn un molinero del siglo XVI, Traducido del italiano por Francisco Martn, traduccin de las citas en latn Francisco Cuartero, Muchnik Editores, Espaa, 1982. -----------. Mitos, Emblemas , indicios; Morfologa e historia. Traductor Carlos Catroppi, Barcelona Editorial Gedisa 1994 Hernndez Xochitiotzin Desiderio. Orgenes del carnaval en Europa, Mxico y Tlaxcala. En: El sol en la cultura, suplemento de El Sol de Tlaxcala 13 y 20 de febrero de 1994. -----------. Carnaval de Contla. Tlaxcala, UAT. 1991. Le Goff, Jacques. Lo maravilloso y lo cotidiano en el occidente medieval. Traductor Alberto L.Bixio; Barcelona, Espaa, Editorial Gedisa;1996. Jurez Muoz, Francisco Xavier. Historia del El ahorcado en carnaval; sntesis de una tradicin popular en Tlaxcala. En: Contexto, Suplemento semanal de El Sol de Tlaxcala, Domingo 27 de febrero de 2000. Ramos de Temoltzin Isaura. Danzas de carnaval en Tlaxcala. Tlaxcala. H. Ayuntamiento de Tlaxcala, Col. Testimonios, 1997. Snchez Garca Gaspar Agustn. Carnaval de Yauhquemecan. Tlaxcala, PACMY-ITC, 2002. Vzquez Santa Ana Higinio: Apuntes Geogrficos e Histricos del Estado de Tlaxcala. Tlaxcala, imprenta del gobierno. 1927.

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IsauraRamosdeTemoltzin.DanzasdecarnavalenTlaxcala.Tlaxcala,H.AyuntamientodeTlaxcala,Col.Testimonios.1997

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TLAXCALA

Jos Miguel Guridi y Alcocer, en tres actos

[email protected]

Manuel Chust Calero, haciendo uso de la palabra. Foto: Oscar romero Mitre / Qurum

Primera llamada:

Imposicin de la Presea Jos Miguel Guridi y Alcocer-2012 Relevante, fue el evento cultural para imponer la Presea Jos Miguel Guridi y Alcocer-2012, cuyo inicio se verific a las 12 del da, del viernes 27 de abril, en el Teatro Xicohtncatl de la ciudad de Tlaxcala. Tal y como se realiz el ao pasado, en la persona del Dr. Jos Narro Robles, rector de la UNAM, el municipio de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros particip nuevamente de forma puntual y vigorosa, ahora en coordinacin tripartita con el Instituto Tlaxcalteca de Cultura, y con la Sociedad de Geografa, Historia, Estadstica y Literatura de Tlaxcala, A.C., en la entrega de las tres preses, que este ao fueron impuestas a tres personajes que por sus relevantes actividades y aportaciones en torno a la investigacin de la Historia de Mxico y de Espaa han logrado llevar a cabo. Ellos son los Drs. Miguel Len Portilla, Manuel Chust Calero y el Mtro. Masae Sugawara Hickichi. Este evento fue realmente significativo para los tres agraciados, que compartieron un breve mensaje de agradecimiento a quienes hicieron posible esta ceremonia y, en especial, a las personas que los propusieron para recibir tan alta distincin otorgada anualmente en el estado de Tlaxcala. La primera Presea es impuesta al Mtro. Masae Sugawara Hikichi, por conducto del Director del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, que acude con la representacin del Sr Gobernador del Estado. Posteriormente el Presidente Municipal de Ixtacuixtla, Prof. Edilberto Tepepa Snchez, le entrega un reconocimiento enmarcado, en el que se detalla:

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El Presidente de la SMGE, Lic. Julio Zamora Btiz, y personalidades de Zacatecas: Eduardo Mendoza, Graciela Nez y Jos Corona, acompaan al galardonado Dr. Manuel Chust Calero (al centro) despus de haber recibido la Presea Jos Miguel Guridi y Alcocer-2012, en el Estado de Tlaxcala. Fotografa: Oscar Romero Mitre / Qurum

Por su importante y tenaz participacin en la clasificacin, rescate y organizacin de valiosos documentos en diferentes archivos de la repblica mexicana; y por las rigurosas aportaciones de investigacin histrica realizadas desde Tlaxcala, con diversas temticas regionales, en beneficio de la historia de Mxico. Tras recibir la Presea y el reconocimiento, expres su agradecimiento, en el que considera que, an cuando haba personas con mayor mrito para recibir tal distincin, la acepta con humildad y gratitud. Siguiendo el orden establecido, corresponde el mismo procedimiento de premiacin al Dr. Manuel Chust Calero. En su reconocimiento escrito se detalla que se le reconoce por la importante y detallada labor de investigacin desarrollada por ms de dos dcadas, en torno a la figura del clebre mexicano Jos Miguel Guridi y Alcocer, destacndolo como uno de los principales diputados americanos en las Cortes de Cdiz. En lo concerniente al Dr. Len Portilla, y tras lamentable accidente, apenas unos das antes del evento, no fue posible su presencia por indicacin mdica- en este relevante acto cultural. En su nombre, recibi la Presea el Lic. Julio Zamora Btiz, Presidente de la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica, quien habr de entregarla en la primera oportunidad al agraciado. A pesar de ello, Len Portilla envi un mensaje por escrito a tal acto, mismo que fue ledo con atildado estilo por Zamora Btiz. En el reconocimiento otorgado a Len Portilla, se especifica que es en razn del intenso trabajo desarrollado por ms de medio siglo, desde la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, en defensa de los derechos de los pueblos indgenas de Mxico y otros pases; enalteciendo en todo momento a Jos Miguel Guridi y Alcocer, como uno de los principales defensores de los derechos humanos, del Mxico Independiente.

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El Director del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, Mtro. Willebaldo Herrera Tllez, en representacin del Sr. Gobernador del Estado Mariano Gonzlez Zarur, hizo hincapi en la necesidad de seguir fortaleciendo el rescate y difusin del enorme caudal histrico y cultural del estado, y la importancia de reconocer a investigadores que, ms all de fronteras geogrficas y polticas, que por sus aportaciones, as sean merecedores. En el Teatro Xicohtncatl, ciudad de Tlaxcala, los presentadores de la obra Conmemorativa: Dres. Manuel Chust Calero (Espaa); Julio Zamora Batiz (D.F.) y Martn Escobedo Delgado (Zacatecas); en medio, al micrfono, Mtro. Zenn Ramos Castillo (Tlaxcala), Moderador. (los cuatro, coautores de la obra citada) Segunda llamada:

Presentacin de la obra editorial Guridi y Alcocer, la esencia de Cdiz Catedrticos de Alemania, Espaa, Holanda, y de Mxico Teniendo como sede el majestuoso Teatro Xicotncatl, en la desde luego, son quienes participan en esta edicin ciudad de Tlaxcala, se present la obra editorial especial, cuya coordinacin general recay en los conmemorativa Guridi y Alcocer, la esencia en Cdiz en consocios Rafael Garca Snchez de Tlaxcala, y Graciela honor a Jos Miguel Guridi y Alcocer, y al bicentenario de la Nez Bermdez de Zacatecas, quienes tambin participan Constitucin espaola promulgada en Cdiz el 19 de marzo en la obra con sendos ensayos enfocados bsicamente a de 1812. Esta edicin conmemorativa, promovida por la los diputados novohispanos por las respectivas provincias: Sociedad de Geografa, Historia, Estadstica y Literatura de Jos Miguel Guridi y Alcocer, y Jos Miguel Gordoa y Tlaxcala, (SGHEL), es el resultado de casi un ao completo Barrios, clrigos de amplios conocimientos culturales, de arduo trabajo, en el que participaron especialistas (de sociales, religiosos e histricos, que llegaron a ocupar la varios pases) en el tema independentista espaol y Presidencia de tan alta tribuna legislativa espaola entre mexicano. 1811 y 1813. Guridi y Alcocer, la esencia de Cdiz rene 18 ensayos prcticamente todos enfocados a revisar, resaltar y reflexionar la participacin histrica del oriundo de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, precisamente el clebre diputado novohispano Jos Miguel Guridi y Alcocer, durante el nacimiento de dos naciones, la espaola y la mexicana. En tres apartados, de 6 ensayos cada uno, se exponen los trabajos de investigacin que enviaron los autores, invitados a participar ex profeso en esta edicin que es la primera en su gnero en el estado de Tlaxcala, y que llena un gran vaco que haba en torno a este personaje tlaxcalteca, del que an faltan etapas histricas y detalladas por investigar. Es necesario precisar, que esta obra fue coordinada desde la Sociedad de Geografa, Historia, Estadstica y Literatura de Tlaxcala, A.C., y coordinada tambin desde la Biblioteca de Colecciones Especiales Elas Amador, respectivamente. As pues, la edicin conmemorativa representa para la citada Biblioteca, un primer fruto de investigacin, coordinado desde ese amplio y extenso caudal literario de Colecciones Especiales, rea a cargo hasta hace unas semanas de la Lic. Graciela Nez Bermdez, alcanzando de esta forma un primer e importante logro y/o fruto editorial que sienta importante precedente para esta magnfica biblioteca de Zacatecas.

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Portada de la Edicin Conmemorativa; presentada el 27 de abril de 2012, Tlaxcala

En la ciudad de Tlaxcala, los coordinadores de la obra conmemorativa; a la sazn coordinadora general -y Director- de Qurum

LA PRESENTACIN de esta obra, tuvo una profesional conduccin por parte del Lic. Zenn Ramos Castillo, en su calidad de Moderador, quien fue presentando a cada uno de los tres ponentes, Dres. Manuel Chust Calero, Julio Zamora Btiz y Martn Escobedo Delgado. El Primero de ellos, catedrtico de la Universitat Jaume I de Castelln, Espaa y uno de los historiadores ms relevantes y reconocidos de Espaa; el segundo, en su calidad de Presidente de la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica, A.C., y el tercero de los presentadores, es catedrtico de la Universidad Autnoma de Zacatecas. Cabe sealar que ellos tres, as como el propio Moderador, Lic. Zenn Ramos Castillo, son coautores de la citada obra. Por el espacio disponible en esta revista, resulta muy complicado sintetizar el criterio, la apreciacin, la reflexin y/o el mensaje que cada uno de los tres ponentes expusieron en torno a la obra editorial en cuestin. Sin embargo podemos precisar que cada uno de ellos desarroll un anlisis muy responsable y de excelente nivel acadmico. Result evidente el amplio campo de apreciaciones y puntos de coincidencia de discrepancias que en torno a una sola obra se pueden obtener. Coinciden los tres, en cuanto a la vala de los 18 ensayos incluidos en la obra y provenientes de muy diversas instituciones acadmicas de la repblica mexicana y de otros pases, Espaa, Holanda y Alemania, que amplan la historiografa dirigida a Jos Miguel Guridi y Alcocer.

Ante un muy aceptable nmero de invitados, los presentadores ahondan en torno a temas concretos de la constitucin espaola promulgada el 19 de marzo de 1812 en Cdiz; y en torno a los acontecimientos polticos, militares y sociales que a la par de enfrentamientos blicos en Espaa, se desarrollaban en la isla de Len. Al finalizar las participaciones, el moderador coordin la entrega los reconocimientos correspondientes a quienes participaron en la presentacin y en la Coordinacin general de la misma; reconocimientos que fueron entregados por los titulares de las instancias que organizaron este magnfico doble evento cultural en el estado de Tlaxcala: Mtro. Willebaldo Herrera Tllez, Prof. Edilberto Tepepa Snchez y Dr. Romualdo Padilla Padilla, Director del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, Presidente Municipal de Ixtacuixtla, y Presidente de la Sociedad de Geografa, Historia, Estadstica y literatura de Tlaxcala, respectivamente.Tercera llamada:

Consolidando una valiosa Presea Anual. Como en todo proceso de premiacin en sus primeras emisiones, se tienen y se recopilan criterios que van consolidando y dando forma a la Presea en cuestin, con el paso de los aos, y al Presea Jos Miguel Guridi y Alcocer tambin busca mejorar en cada emisin.

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Sabemos que esta presea surge por iniciativa de la Asociacin Civil Los Herederos de Jos Miguel Guridi y Alcocer que preside el escritor tlaxcalteca, Mtro. Willebaldo Herrera Tllez; del estado de Tlaxcala. El objetivo de esta Presea es proyectar la obra y legado de este prcer (Jos Miguel Guridi y Alcocer) que represent como legislador a la nacin mexicana en las Corts de Cdiz, mismas que sentaron las bases para los movimientos independentistas y constitucionalistas en nuestro pas. Su objetivo es reconocer y estimular la accin de todos aquellos creadores, intelectuales y cientficos que han dedicado sus investigaciones a recuperar la vida y obra de Guridi y Alcocer, as como a aquellos que han aportado al conocimiento de la historia de Tlaxcala en general, a su desarrollo cultural y social. En su primera emisin, y en coordinacin con el H. Ayuntamiento de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, esta Presea fue impuesta en 2010 al escultor Federico Silva. Posteriormente, teniendo en cuenta sus mritos y trayectoria, en el ao 2011 se otorg al Dr. Jos Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM),. Tambin en coordinacin con el ayuntamiento de Ixtacuixtla. Para esta tercera emisin, se coordinaron esfuerzos tripartitas entre el Gobierno del Estado, por conducto del Instituto Tlaxcalteca de Cultura cuyo titular es el Mtro. Willebaldo herrera Tllez; el Ayuntamiento de Ixtacuixtla; y tambin con la Sociedad de Geografa, Estadstica, Historia y Literatura de Tlaxcala (SGEHLT). As pues, se determina que en esta ocasin sean tres los galardonador, siendo ellos los historiadores Manuel Chust Calero (Espaa), Miguel Len Portilla y Masae Sugawara Hikichi. En cuanto a la obra impresa conmemorativa, la siguiente presentacin tendr verificativo el da Jueves 3 de mayo, a las 12 del da, en la Biblioteca de Colecciones Especiales Elas Amador de la ciudad de Zacatecas; Los presentadores son los Dres. Manuel Chust Calero, de la Universitat Jaume I de Castelln, Espaa, y el Dr. Jaime Olveda Legaspi, del Colegio de Jalisco. El Mtro. de ceremonias es el Director de la Biblioteca citada, Lic. Luis Hugo Nez Bermdez.

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TLAXCALA

El poder de la palabra.Como una amable deferencia del Dr. Manuel Chust Calero (Universitat Jaume I, Castelln, Espaa) hemos recibido el primer ejemplar recin salido de prensas, sobre la trascendencia de los diputados americanos y constitucin de 1812 en Amrica, titulado El poder de la palabra. Amrica y la Constitucin de 1812, libro publicado con ocasin del Bicentenario de la Constitucin de 1812, con el patrocinio de Fundacin AXA. Editan: Accin Cultural Espaola (AC/E) Consorcio para la conmemoracin del II Centenario de la Constitucin de 1812. Lunwerg Editores. El coordinador editorial es, precisamente el Dr. Manuel Chust Calero, cuya obra se suma a su notable relacin de obras producidas, como autor y/o editor. Como parte de la Presentacin, en la pgina 7, y firmado por Jos Luis Aylln, Presidente del Consorcio para la Conmemoracin del II Centenario de la Constitucin de 1812, y por Teresa Lizaranzu, Presidenta de Accin Cultural, Espaola (AC/E) leemos: Son muchas las razones que hacen que el texto que sali de las Cortes de Cdiz sea digno de estudio y de reflexin a todos los niveles,

Amrica y la Constitucin de 1812

desde lo cientfico a lo divulgativo pasando por lo artstico. Accin Cultural Espaola (AC/E) y el Consorcio para la Conmemoracin del II Centenario de la Constitucin de 1812 liderean la celebracin y recuperacin del legado de la Pepa con un amplsimo programa que se estar levando a cabo desde 2008 y que ha incluido exposiciones histricas, reuniones cientficas, conciertos y un largo etctera de actividades. () La Constitucin de 1812, como subrayan los textos reunidos en este volumen, no fue as un fenmeno espaol, divergente del que resultara en los movimientos de independencia de la mayor parte de territorios iberoamericanos. Se trat, como seala el catedrtico Manuel Chust, coordinador del proyecto, de un proceso en que los territorios ultramarinos tuvieron mucho que decir e influyeron de manera determinante. El hecho de que el texto constitucional tuviera una validez muy limitada en el tiempo no es bice para admirare y poner en valor, una vez ms, el carcter pionero de aquella Constitucin de la que en tantos aspectos somos herederos. Esta publicacin, as como la exposicin del mismo ttulo, ha sido posible gracias a la colaboracin de instituciones pblicas y privadas. Queremos expresar nuestro agradecimiento a Lunwerg, Fundacin AXA y al Museo de Cdiz, que han apoyado este proyecto con el entusiasmo que merece la ocasin.

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Juan Ortz, y Manuel Chust Calero en el Teatro Xicohtncatl de la ciudad de Tlaxcala, el 27 de abril. Foto: Oscar Mitre Romero

Por su parte, el Coordinador Manuel Chust, en el prefacio escribe: Este libro est diseado en tres grandes temas que se contemplan en las siete partes que forman la obra. Con ello hemos pretendido acercar al lector a tres mbitos complementarios a la vez que necesarios en la difcil comprensin y extensin polidrica del tema: estudios acerca de la dimensin americana del doceaismo, el debate de especialistas acerca de ello y las palabras de algunos de sus protagonistas. Y concluye su texto: Toda obra colectiva es deudora de sus autores. A ellos y a ellas quiero agradecerles su participacin en este complejo volumen, dado que brindaron su apoyo al proyecto desde el primer instante. Tambin deseo expresar mi agradecimiento a todos los que han hecho posible que este libro sea hoy una realidad, tanto desde el impulso individual como a nivel institucional. Y por ltimo, nuestro agradecimiento a la editorial Lunwerg y a la Fundacin AXA por su contribucin en estos tiempos difciles. Por ltimo, transcribimos el texto de la contraportada: El Poder de la Palabra. Amrica y la Constitucin de 1812 rene los estudios de casi treinta prestigiosos investigadores y docentes universitarios espaoles, europeos, iberoamericanos y estadounidenses, especialistas en el liberalismo doceaista en Amrica. El libro surge de la iniciativa de Accin Cultural Espaola (AC/E) y del Consorcio para la Conmemoracin del II Centenario de la Constitucin doceaista de 1812 y de su voluntad de impulsar una publicacin especializada y una exposicin dirigida al pblico general, que mostraran la trascendencia de los diputados americanos en las Cortes de Cdiz, su participacin en la elaboracin de la Constitucin, la importancia de la misma para Amrica y su legado en las Constituciones de las repblicas hispanoamericanas. En este volumen se estudian las circunstancias y caractersticas de la urbe gaditana en el momento de acoger a las Cortes; el liberalismo gaditano; el papel de los diputados americanos; la desigual recepcin del liberalismo gaditano y de la Constitucin de 1812 en Amrica; su impacto en los aos veinte; as como el debate historiogrfico que ha suscitado su visin polidrica. El volumen culmina con el estudio de algunos de los diputados ms relevantes y el poder transformador de sus palabras. El apartado VII: El Poder de la Palabra. Fragmentos de discursos de los diputados americanos; biografas y seleccin de textos a cargo de Manuel Chust, que inicia en la pgina 319, relaciona a 15 diputados de Amrica, entre ellos, solamente dos de la Nueva Espaa: Jos Miguel Guridi y Alcocer (Tlaxcala) ubicado en tercer lugar, de los 15; y Miguel Ramos Arizpe (Coahuila), al finalizar la relacin. Enhorabuena a todos los participantes en esta compleja obra conmemorativa de indiscutible alcance internacional. Nuestro agradecimiento al coordinador de tan excelsa obra, por la deferencia de entregarnos en Tlaxcala, este primer ejemplar que recoge y fortalece en la historia, el criterio plural de casi una treintena de rigurosos ensayistas.

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