Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los...

36
Revista Cabalgata de Reyes 1

Transcript of Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los...

Page 1: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes1

Page 2: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018
Page 3: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

SUMARIO

CABALGATA DE REYESNúmero XXIII - Enero 2020

Revista anual gratuitaPublicación 15.000 ejemplares

EditaAsociación Cabalgata

Reyes Magos de Pamplona

C/ Virgen de Oskia, s/n

Edificio Fundación Cajanavarra31011 Pamplona

Teléfono 948 23 20 15

[email protected]

www.facebook.com/cabalgatareyesmagospamplona

Diseño y maquetaciónAsociación Cabalgata

Reyes Magos de Pamplona

Textos y coordinación Pedro Lizaur de la Peña

RúbricasDaniel Burgui Iguzkiza

Juan José Martinena Ruiz

TraduccionesSTI WORLD

FotografíasFondo documental Asociación Cabalgata

Reyes Magos de Pamplona

Archivo Municipal de Pamplona

Óscar Aznar e Iñaki Porto

Colección fotográfica donada   por Jorge Nagore a la Asociación

Cabalgata Reyes Magos de Pamplona

Diario de Navarra

Depósito LegalNA-2.017/2012

Fiesta de ClausuraCabalgata Reyes 2019

4

Concurso Roscón de Reyes

6

Historias de la CabalgataLlegadas singulares

10

IX Certamen LiterarioCuento ganador

14

Horario de la visitade SS.MM. los Reyes Magos de Oriente

18 32Cosas de la CabalgataJorge Nagore

28Haba de Oro 2018

24Por donde pasan Sus MajestadesPlaza del Príncipe de Vianay calle de Sancho el Mayor

Encarte en páginas centralesCarta para escribir a SS.MM.

IX. literatura lehiaketaren ipuin irabazlea

20

LA FOTO DE LA PORTADARoberto Iribertegi fue el artífice de la cap-tura de este mágico instante en los metros previos a la Calle Mercaderes, que le valió el tercer premio en nuestro Concurso de Fo-tografía. Su punto favorito del día cinco de enero siempre ha sido el recorrido que discu-rre desde el Portal de Francia hasta el Ayun-tamiento de Pamplona. Este año, después de dos ediciones sin acudir a la cita, decidió coger su cámara y volver a cubrir el evento. En cuanto llegó a la esquina de la Calle Calderería supo que tenía una oportunidad única de captar una bonita imagen. Esperó el momento preciso y fotografió a los tres Reyes Magos rodeados de una multitud contagiada por la ilusión. “Me parece que la foto resume a la perfección la llegada de SS.MM. a Pamplona: gentío, emoción e ilusión”, destaca Roberto.

Page 4: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018
Page 5: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018
Page 6: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

6Revista Cabalgata de Reyes

Fátima Apezteguía ganó el primer premio del Concurso Roscón de Reyes de la pasada edición. Se considera una repostera de la antigua usanza, fiel a las recetas caseras y tradicionales. Probó fortuna hace unos años, pero no consiguió quedar entre los primeros clasificados. En esta ocasión, a la segunda fue la vencida.

La sonriente triunfadora recibe su premio de manos de Belén Ugalde.

CONCURSOROSCÓN DE REYES

“El secreto principalfue el cariño y empeño”

Page 7: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes7

C uéntanos, ¿qué se siente al recibir un premio delan-te de 300 personas?

Vergüenza, mucha vergüenza. Cuan-do no escuché mi nombre en el tercer premio pensé que un segundo puesto no estaba nada mal. Me sentía muy orgullosa, pero ¡qué sorpresa cuando resulté ser la ga-nadora!

¿Cómo viviste ese momento? La verdad es que con mucho nerviosismo y apuro. Lógica-mente no estoy acostumbrada a este tipo de eventos y tenía que acercarme al escenario para recibir mi premio delante de tanta gente. De todas formas, superé la vergüenza y dis-fruté del momento.

¿Qué te pareció la Fiesta de Clausura?Una ceremonia muy amena y divertida. El presentador del evento tiene gran parte de culpa porque es muy divertido. Además, me sorprendió muchísimo la cantidad de concur-sos que organiza la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona. No paraban de anunciar ganadores.

Gracias a tu roscón ganador pudiste visitar Colonia, ¿qué te pareció?Me sorprendió mucho la catedral, es inmensa y muy boni-ta. Impresionante. Te maravilla más cuando descubres que todas las vidrieras están reconstruidas debido a los bombar-deos que sufrieron en su día.

Además, en la catedral tuviste la ocasión de ver las exequias de los Reyes Magos.Así es, estaban en una gran urna dorada, rodeada de una verja y protegidas por un cristal. Por lo tanto, no podías apreciarlas al detalle debido a la distancia, pero me pare-ció algo bonito de ver. Ojalá hubiera podido acercarme más para contemplarla con detenimiento.

¿Y qué más destacarías de la ciudad?Si tuviera que elegir me quedaría con los paseos que dimos a la orilla del río, sobre todo, los bonitos puentes que te en-cuentras. La verdad es que tiene un ambiente especial gra-cias, en parte, a la cantidad de turismo que tiene.

Según tengo entendido, te acompañó tu marido.Así es, nos fuimos los dos juntos y aprovechamos para alar-gar un poco el viaje y visitar Coblenza, Berlín y Frankfurt. En el caso de Coblenza, mi marido insistió mucho porque solía ir hace años por motivos laborales.

Hablando de familia, ¿te animaron a participar en el Con-curso?La verdad es que mi familia tiene cierta tradición y relación con este concurso. Hace unos años mi nuera y yo participa-mos en ediciones diferentes. En esta ocasión, conforme se iba acercando la Navidad sí que subieron los ánimos para que participara. Al final, menos mal, accedí.

¿Cuáles eran tus expectativas?Tampoco tenía muchas cuando tomé la decisión de partici-

NAVIDAD2019•2020

La imponente Catedral de Colonia y uno de sus preciosos puentes sobre el río Rin.

Page 8: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

8Revista Cabalgata de Reyes

Page 9: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes9

CONCURSOROSCÓN DE REYES

par. Aunque, si te soy sincera, cuando terminé el roscón el día del concurso pensé que tenía muy buena pinta, pero tampoco me imaginaba que iba a ganar.

¿Te consideras una buena repostera?Bueno, me gusta preparar, de vez en cuando, alguna cosita, pero tampoco le dedico mucho tiempo. Sí que me dicen que me sale muy bien la panchineta y la tarta de manzana. En reuniones fa-miliares suelo cocinar algún postre y, a partir de este galardón, mucho más.

Es decir, ¿has tenido que hacer varios roscones desde tu triunfo?Sin duda, la gente, con la excusa de mi victoria, me pide que cocine en ciertas ocasiones especiales. Por ejemplo, en febrero celebramos mi cumple, vinieron treinta familiares a casa y, cómo no, me tocó cocinar dos roscones enormes. Pero no me importa, es más, estoy encantada.

El roscón ganador¿Qué secreto tiene?No tiene ninguno, de verdad. Igual este año preparo otro y me sale fatal. Como todo en esta vida, sí que destacaría el cariño y el empeño que le puse. Eso sí, desde mi punto de vista la cantidad de mantequilla es clave.

¿De dónde sacaste la receta?Siempre me gusta leer en Internet varias recetas cuando quiero preparar un plato y, después, selecciono aquello que me gusta más de cada una. En este caso, hice lo mismo y, según parece, acerté de pleno.

¿Cómo fue la elaboración del famoso roscón?Costosa y larguísima, un roscón siempre lleva mucho tiem-po de trabajo. La masa madre la realicé la víspera y dejé que reposara durante la noche. A la mañana siguiente, sobre las ocho de la mañana, lo amasé, le di forma e hice los hornea-dos. Creo recordar que terminé la receta a las once y media o doce de la mañana.

¿Qué nos puedes contar de su bonita decoración?Quería darle un punto especial al roscón y preparé dos coro-nas, el turbante de Baltasar y una estrella. Todo ello de cho-colate. No me quedó totalmente profesional, pero le dio un toque auténtico y diferente.

Tuviste que esperar hasta finales de enero para conocer que eras finalista, ¿cómo viviste esas semanas?Si te soy sincera, como había pasado tanto tiempo, no me acordaba de mi participación cuando me llamaron (risas). Me sonaba lejano y me cogió totalmente de sorpresa porque pensaba que ya habían seleccionado un ganador. Pregunté,

Receta Roscón de ReyesFátima Apezteguía

Masa madre:

Harina 90 gr.Leche 50 gr.

Levadura fresca 2 gr.

Masa para el roscón:

Harina se fuerza 340 gr.Leche 120 gr.

Huevo 2/110 gr.Azúcar 80 gr.

Levadura fresca 15 gr.Sal 5 gr.

Mantequilla 75 gr.

Aromáticos:

Agua de azahar 14 gr.Ron 20 gr.

Corteza de medio limón y naranja

Canela en ramaFrutas decoradas

Decoración:

Frutas confitadasAlmendras

AzúcarChocolate

INGREDIENTES

rápidamente, en qué puesto había quedado, pero no hubo manera de obtener la información. Tenía que esperar hasta la fiesta de clausura para conocer mi posición.

A pesar del apuro que viviste en la entrega del premio, ¿ha merecido la pena?Sin duda, ha sido una bonita experiencia. Este año todavía no tengo claro si volveré a participar, iré viendo según se vaya acercando la fecha. De todas formas, me gustaría que se convirtiera en un plan fijo para la Navidad.

El Roscón de Reyes ganador con todos sus detalles decorativos.

Page 10: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

10Revista Cabalgata de Reyes

A lo largo de los anteriores números de esta revista anual, hemos repasado, en orden cronológico, aquellas llegadas diferentes de Sus Majestades que sorprendieron gratamente a todos los pamploneses. En esta ocasión, nos trasladamos a 1990 donde todas las miradas de niños y adultos tuvieron que apuntar hacia el cielo para ver la llegada en helicóptero de Melchor, Gaspar y Baltasar.

LLEGADAS SINGULARESHistorias de la Cabalgata

Agra

dece

mos

a Di

ario

de N

avar

ra su

gen

tilez

a y g

ener

osid

ad al

cede

rnos

las f

otog

rafía

s de e

ste ar

tícul

o.

1990, una llegadapor todo lo alto

Con los brazos abiertos.Su Majestad Baltasar ansioso por coger a los niños de Pamplona. Foto Jorge Nagore (cedida por Diario de Navarra).

Page 11: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes11

R ondaban las seis de la tarde y la Ciudadela presen-taba un aspecto poco habitual a esas horas de la tarde. Una multitud se agolpaba entre sus muros

para recibir como se merecen a Sus Majestades. “Los nervios y la emoción envolvieron el parque de la Ciudadela que, desde minutos antes de las seis de la tarde, acogió a miles de chiqui-llos que allí se acercaron para presenciar en directo la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar”, recogió Navarra Hoy en su pe-riódico del día posterior.

Con la idea de amenizar la espera y calmar el nerviosismo de los más pequeños, la organización iba dando información deta-llada de la evolución del viaje. Además, la megafonía no paraba de animar al gentío a gritar el nombre de los tres Reyes Magos para guiarles, en este caso, por los aires.

Como la noticia ya era conocida por todos los asistentes, las miradas continuamente se alzaban al cielo de Pamplona bus-cando una pista que indicara por dónde iban a aparecer. El tiempo avanzaba y no se atisbaba ningún signo Real por las inmediaciones.

De repente Rafael Escalada, famoso locutor de Radio Popular y encargado de la presentación del evento, gritó con su voz pode-rosa y característica “Ya vienen, mirad, ya vienen”. Guiados por el ruido del helicóptero, miles de cabezas giraron al unísono mientras se soltaban cientos de globos con cartas escritas por los niños de Pamplona en su interior y el bello sonido de una txalaparta otorgaba sonido autóctono al momento.

El ruido fue ensordecedor, tanto niños como adultos estaban enloquecidos con la ansiada llegada. Gustó tanto a Sus Ma-jestades la linda fotografía de la Ciudadela repleta que tenían ante sus ojos que dieron hasta seis vueltas antes de iniciar el descenso.

Un año entero había pasado con buenos y malos momentos pero, como siempre, Sus Majestades no fallaban a su cita con Pamplona.

Niebla inesperadaCon el objetivo de engalanar y hacer más espectacular la llega-da de los Reyes Magos, la organización tenía preparados una serie de artefactos, entre otros unas antorchas, quizás para la señalización del lugar de aterrizaje, que generaron una vistosa cortina de humo, pero no se tuvo en cuenta un elemento clave: el efecto del movimiento de las hélices.

NAVIDAD2019•2020

Los niños no podían aguantar sus ganas de ver a los Reyes Magos.Foto Jorge Nagore (cedida por Diario de Navarra).

Una de las primeras carrozas sin necesidad de tractores.Foto Jorge Nagore (cedida por Diario de Navarra).

Page 12: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

12Revista Cabalgata de Reyes

“Al fin, el helicóptero tomó tierra en uno de los baluartes de la Ciudadela, mientras la explanada se veía sumergida en un má-gico ambiente creado a base de cascadas de fuegos artificiales y tracas, además de botes de humo”, contó Diario de Navarra en sus páginas al día siguiente.

Debido al viento generado por las hélices, una extensa huma-reda invadió cada rincón de la Ciudadela dando un ambiente espectacular pero, a su vez, generando un cierto malestar en la gente. En algunas de las fotografías publicadas en este ar-tículo, pueden apreciarse por los gestos de las personas, tales como el Alcalde y periodistas, los molestos efectos colaterales ocasionados.

El último periódico mencionado destacó que se creó una “at-mósfera fantástica y molesta para la garganta” que imposibilitó ver el aterrizaje del helicóptero de Sus Majestades: “La visión no abarcaba más de tres metros y los tosidos fueron abundan-tes y generalizados”.

De esta forma, la llegada resultó muy espectacular, pero fue más accidentada de lo previsto. La explanada de la Ciudadela se llenó durante siete largos minutos de una gran humareda que imposibilitó ver a Sus Majestades. Pero, de todas formas, en cuanto se disipó, los niños vibraron al segundo con la pre-sencia de las tres personas más importantes en esa jornada.

Baltasar y su intento fallidoTodo el mundo sabe que el Rey Mago más revoltoso siempre ha sido Baltasar y, en esta ocasión, no podía ser menos. Como en otras ocasiones, por ejemplo la llegada a la Plaza de Toros en el año 1989, Su Majestad había enviado a su paje principal para que examinara el terreno unos días antes de la fecha señalada.

Cuando su hombre de confianza le contó con todo detalle cómo era la Ciudadela y, sobre todo, le confirmó que este año iban a llegar en helicóptero, se le ocurrió una feliz y arriesgada idea que no contó a nadie.

En los ensayos de días anteriores, el paje de Baltasar le expu-so al piloto la idea de su Rey. El piloto no podía dar crédito, ¡Baltasar quería que le descendieran con la sirga de rescate! Su intención era que el helicóptero, una vez en tierra, dejara a Melchor y Gaspar. Entonces el piloto, en un despiste inten-cionado, se olvidara del tercer Rey y remontara el vuelo con Baltasar dentro y una vez en el aire se tomara la decisión de bajar a Baltasar mediante el torno y sirga de rescate. No había forma de convencerle de que no era una buena idea. En parte, este hecho también propició las seis vueltas que dieron en he-licóptero alrededor del emblemático sitio pamplonés antes del aterrizaje. La negociación fue intensa.

Al final, Melchor y Gaspar pudieron hacerle entrar en razón, so-bre todo, viendo la cantidad de humo que se había expandido por toda la explanada de la Ciudadela.

LLEGADAS SINGULARESHistorias de la Cabalgata

El alcalde, Javier Chorraut, intentando mantener la compostura.Foto Jorge Nagore.

Los fotógrafos esperando a que la humareda se disipara.Foto Jorge Nagore.

Por fin, la multitud pudo ver a los tres Reyes Magos en la tarima.Foto Jorge Nagore.

Page 13: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes13

Carrozas y curiosas peticionesEl año mil novecientos noventa será, también, recordado por-que se dejaron atrás las carrozas de los Reyes Magos en for-ma de remolque tirados por tractores. “Entre las novedades de este año, destaca que las tres carrozas reales iban autopro-pulsadas, quedando invisibles los camiones que las portaban”, resumió Navarra Hoy en su edición del seis de enero. No son las carrozas actuales, pero fue un adelanto vistoso que gustó a los asistentes.

Además, merece la pena destacar las peticiones que hizo, ves-tido en rigurosa etiqueta, el alcalde de la ciudad, Javier Chou-rraut, a Sus Majestades. Al Rey Melchor pidió que realizara las gestiones oportunas para que se construyera un auditorio en Pamplona, el actual Baluarte. Gaspar recibió el encargo de dotar a la Policía Municipal con dos docenas de motos y, por último, a Baltasar solicitó una gran barca para el río Arga que permitiera hacer excursiones a los más pequeños con un obje-tivo educativo y lúdico.

Sin ninguna duda, Sus Majestades sorprendieron, una vez más, a todos los pamploneses con una llegada fuera de lo habitual. Ni la presencia de una inmensa humareda artificial pudo hacer sombra a los Ilustres Personajes Reales que dan luz a Pamplo-na cada cinco de enero.

NAVIDAD2019•2020

Emotiva visita RealSabedores los Reyes Magos de la delicada situación por la que estaba atravesando la familia de Adolfo Villoslada, se-cuestrado por ETA, Sus Majestades mostraron su deseo de visitar a los hijos del citado industrial. Aunque por expreso deseo de la familia la visita se desarrolló en la más estricta intimidad, sí que trascendió la alegría, dentro de la tristeza familiar, que mostraron los menores de la casa por recibir a SS. MM. los Reyes Magos de Oriente portadores de los regalos solicitados en sus cartas.

Sus Majestades atentos a las palabras y peticiones del alcalde, Javier Chorraut. Foto Jorge Nagore (cedida por Diario de Navarra).

Page 14: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

14Revista Cabalgata de Reyes

“HERALDO DE LOS REYES MAGOS”Cuento Ganador del IX Certamen Literario

Soy periodista y aunque me dedico a contar his-torias, se me da bastante mal contar cuentos.

La gran mayoría de las ocasiones mi trabajo consis-te en relatar la realidad, sin adornos. A menudo, son verdades crudas, descarnadas y pocas veces con final feliz. Mi tarea es ser cronista de la historia hoy, tratar de explicar y entender nuestro mundo ahora. Pero por suerte, en el desempeño de esta ruda profesión -ya sea cerca de casa o en países lejanos- he tenido la oportuni-dad de conocer a personas que realmente parecían pro-tagonistas de un cuento: por sus vidas ejemplares, por su épica, por su ingenio, por lo irreal y enrevesado de su destino. También he conocido a auténticos villanos y brujas. Pero sobre todo, la realidad me ha demostrado que supera a la ficción. Y que por increíble que parezca

en nuestro mundo ocurren a diario historias fascinan-tes y que hacen que exista un lugar para la magia, para la ternura y la esperanza. Un espacio para lo extraordi-nario. La historia que aquí les presento, salvo algunos artificios propios de la literatura y el cambio de algunos nombres, es cien por cien verídica. Es el desarrollo na-rrativo de un instante que viví y que ocurrió cargado de magia y misticismo a las puertas de Oriente. Y es un homenaje sincero a todas aquellas personas que se sacrifican a diario y arriesgan su vida por construir un mundo mejor todos los días y todas las noches, en to-dos los lugares. Ellas y ellos iluminan nuestro mundo. Y para mí, la Navidad es eso, el anuncio de un tiempo nuevo y esperanzador.

El autor del cuento ganador, Daniel Burgui Iguzkiza, es un buscador de historias. Debido a su perfil de periodista freelance ha escrito reportajes por todo el mundo que le han valido premios como el otorgado por Manos Unidas por la mejor información escrita y gráfica en 2010 o el premio “Mejor periodista navarro del año” que concede la Asociación Navarra de Periodistas de Navarra. En las siguientes líneas nos cuenta cómo una vivencia en uno de sus viajes le sirvió para escribir este bonito cuento.

Una historia real de esperanza

Daniel Burgui recoge el premio entregado por Tomás Esparza.

Daniel Burgui Iguzkiza

Page 15: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes15

NAVIDAD2019•2020

S oy un ladrón. Hace un tiempo, no mucho, arran-qué un trocito a la Estrella de Belén y me la que-dé. Sí, esa misma, la que guía en el camino a los

que vienen de Oriente. La misma luz que anuncia un tiem-po de esperanza, de perdón y de alegría. La que conduce por caminos viejos hacia horizontes nuevos. Fue un acto egoísta. Lo sé. Me apropié de un instante que no me corres-pondía. La vi resplandecer tanto y tan intensamente que no lo pude evitar. A veces se me olvida que me guardé aquel fragmento. Me la metí en el bolsillo y sigue brillando como la primera vez que la vi. Fue el 5 de noviembre de 2015. No fue fácil reconocerla. Anochecía pronto y nada iluminaba en el firmamento. La noche era tremendamente oscura: el mar y el cielo se fun-dían en un mismo lienzo negro. Arriba era abajo y abajo era arriba. La Luna estaba ausente. En fase menguante apenas era una uñaja blanca escondida entre nubarrones, una luz inútil y enclenque. Tan solo la diminuta caseta blanca del faro de Korakas proyectaba cada siete segundos su haz de luz hacia el horizonte. Y como el que pasa la mano a ciegas, a tientas, esos segundos de luminancia permitían intuir durante unos instantes las formas onduladas de las olas y su vaivén. Ese breve flashazo era de lo poco que permitía distinguir que era el mar Egeo el que se estampaba fren-te a los acantilados de esta isla. Así se descubría que era ese mar, un estrecho de apenas siete millas náuticas –unos doce kilómetros–, lo que mediaba entre esta costa griega y las luces tintineantes, cálidas y discontinuas de un puñado de pueblitos turcos que asomaban enfrente y marcaban la línea del horizonte. Y que separaba Europa de Oriente. Con los ultimísimos rayos de Sol, algo pasadas las cinco y media de la tarde, y con el cielo anubarrado –retorcido por tachones de colores rosa, morado y pastel– habían llega-do las últimas barcazas del día a estas playas rocosas de la isla griega de Lesbos. Durante toda la jornada, más de una veintena de lanchas neumáticas habían zarpado desde embarcaderos clandestinos en Turquía y habían atravesa-do el mar zozobrando sin ninguna dirección ni patrón, con la única indicación de ir hacia las luces de la costa de en-frente. Familias enteras, jóvenes, madres, niños, ancianos, hombres y mujeres de medio centenar de países, regiones y remotas provincias se hacinaban en estos pequeños bo-tes de plástico negro. Azuzados por la guerra, la violencia, el hambre y otras desdichas se habían convencido de que cruzar estas siete millas de mar –aun a riesgo de su propia vida– eran quizás la última opción, la última garantía, de un porvenir mejor. En paz. Habían pagado a mafias y traficantes de personas por un pasaje para atravesar ese estrechamiento de mar. Ocultos en campos de olivos, escondidos entre maleza y matorra-les, esperando su turno para ser lanzados como saetas desde riscos, calas solitarias y desfiladeros en estas pre-carias embarcaciones. Al aviso de la señal del capo de su

grupo. Lanchas neumáticas donde les decían que iban a viajar quince personas y acababan sometidos y embarca-dos a trompicones, empujones y golpes más de 40 pasa-jeros. Con la barca sobrecargada, flotando a duras penas y esquivando sin timón a las patrullas fronterizas y los ferris que también navegaban en estas aguas. Un viaje que para muchos era mortal. El último de sus vidas. Sin embargo, muchos conseguían con éxito alcanzar las costas de esta isla griega. Y es difícil describir con claridad la algarabía de los pasajeros cuando esto ocurría. A me-nudo un puñado de voluntarios, enfermeras, vecinos o guardacostas esperaban en la orilla al encuentro de estas embarcaciones. Las lanchas llegaban medio hundidas y sus pasajeros en shock. Los gritos, los sollozos, a veces de ale-gría a veces de extremo estrés y temor, se confundían con risas y rezos. Y a veces las lágrimas con los vómitos. Y el sudor y el salitre con la sangre de heridas, cortes o quema-zones. A los que estábamos esperando en esta orilla se nos aceleraba también el corazón, una taquicardia por tratar de que esos últimos metros de trayecto no terminasen en tra-gedia para los pasajeros. Tratábamos de orientar la barca en el sentido contrario al que rompen las olas, para que no volcase. Y si estaban más lejos, que no encallasen en rocas. A menudo, nos acercábamos hasta las barcas, caminába-mos mar adentro, hasta que el agua nos cubría hasta la cintura y entonces tratábamos de calmar a los pasajeros. Se nos echaban encima, nos entregaban a los niños y niñas, grandes y pequeños, empapados, mojados y exhaustos. Una vez en tierra venía otro tipo de confusión: la de saberse a salvo, pero desorientados. Cubríamos a los pasajeros con mantas térmicas, envueltos como astronautas en plásticos dorados y plateados que crujían y hacían un sonido feo, artificioso. Poco cálido. Muchos descansaban, se sentaban. Recibían también palabras de bienvenida, se abrazaban en-tre ellas y ellos. Se quitaban los chalecos salvavidas, de-jando un rastro de millares de petos naranjas en la costa. Los padres y madres estrujaban a sus hijos contra el pecho. Otros se fumaban su primer pitillo después del viaje. Un humo que les sabía a gloria. Algún otro conseguía desem-paquetar su teléfono móvil, habitualmente envueltos en improvisadas fundas, papeles, estuches y envases imper-meables. Y aún nerviosos, titubeantes, hacían una llamada en lenguas muy desconocidas para mí, pero creo que far-fullaban algo que debía ser –o me lo quiero imaginar yo– como “mamá, ya he llegado, estoy bien”. Una vez, un chico afgano me pidió por favor mi teléfono y llamó a su madre. A cambio de aquel favor nos quiso invitar a una lata de sar-dinas y un puchero de alubias con tomate que había abierto para él y otros cinco amigos y primos que la rebañaban con un trozo de pan. La llegada, sanos y salvos, a esta orilla era motivo de celebración. Suponía un hito de un largo viaje que había comenzado muchas semanas atrás. Y en algunos casos, meses, años y toda una vida de huidas, de idas y de venidas. Muchas familias, jóvenes y no tan jóvenes, con ese

Una estrellade cinco pulgadasDaniel Burgui Iguzkiza

Page 16: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

“HERALDO DE LOS REYES MAGOS”Cuento Ganador del IX Certamen Literario

16Revista Cabalgata de Reyes

mismo teléfono móvil se sacaban una foto, un autorretrato, un selfie. Una señal de triunfo, de victoria, de haber burlado a la muerte. De saberse vencedores. En una de esas últimas barcas de la tarde del 5 de noviem-bre llegaron ellos, a quienes hurté la Estrella de Navidad. Una pareja de jubilados. Un matrimonio no muy mayor, quizás ni llegaban a los setenta años. Su barcaza logró arri-bar renqueante, remolcada en los últimos metros por un pequeño barco pesquero, pero con todo su pasaje a salvo. Mientras se reproducía toda esta parafernalia de la llegada y los pasajeros se acomodaban en la playa, se secaban sus ropas, salvaban sus bolsos y mochilas o trataban de enten-der dónde estaban, este matrimonio permanecía inmóvil frente al horizonte. Pasaron así un buen rato, agarrados del brazo, con fuerza y aparente cariño. Mirando, viendo cómo llegaban otras barcas. Ella llevaba sobre la cabeza un hiyab, el velo islámico, con un estampado de colores fucsias con flores, muy vistosa para una señorona como ella y un bonito abrigo gris jaspea-do de espiga ancha. Tenía una carita rechoncha, redonda, y se le veía una mujer lozana y sana. Él, su marido, era un hombre flacucho, estirado. Tenía un mostacho encanecido, prominente y poblado. De casi dos dedos de ancho. Era uno de esos bigotes divertidos que se mueven para los lados cuando habla su dueño como si todos los pelos del maxilar estuviesen colgados desde una percha de la nariz. Tenía las cejas –más bien cejotas– también igualmente anchas. Los ojillos parecían pequeños rodeados ante semejante paisaje facial. En definitiva, tenía cara de buen tipo. Pero esa tarde su rostro estaba compungido, meditabundo, preocupado. Apenas hablaba con su mujer. De vez en cuando se agarra-ban, miraban el teléfono móvil, susurraban o murmuraban algo. Intuí angustia en ellos y decidí no separarme y obser-varles hasta saber qué ocurría. Pasó y pasó el rato y ellos seguían allí. El resto de pasajeros recién llegados ya se habían marchado, habían emprendi-do el camino carretera arriba, tratando de organizar la si-guiente etapa de su viaje. El matrimonio continuaba frente a la costa. Él observaba inquieto el teléfono móvil: llamaba, insistía, volvía a llamar. Farfullaba algo con su mujer. Ano-checió. Y entonces su angustia se había convertido ya en desazón y ansiedad.El matrimonio eran una pareja del Kurdistán iraquí. Ape-nas hablaban árabe, su lengua era el kurdo, una suerte de mezcla de persa con aires turquinos. Él se llamaba Mesud y ella, Aysa. Lo poco que sé de ellos se lo escuché a una chica que hizo de intérprete y les extrajo algunas palabras en árabe. La noche ya era profunda y el hombre, Mesud, desesperado le contó a la muchacha que tenían que avisar a los guardacostas, que su hija había zarpado hace horas en otra lancha junto a su nieto, un niño pequeño, pero que aún no habían llegado. Aquella noche, como muchas otras, pasada cierta hora a la luz del faro de Korakas se le sumaban otras luces como las de algún barquito pesquero que a falta de recolectar cala-mares y chipirones esquivos se afanaba en no encontrarse sin querer con lanchas de refugiados. Pero sobre todo lo que restaba oscuridad a la noche era el gigantesco y mas-todóntico chorro de luz que proyectaba la torreta del RS 111 Peter Henry von Koss, un buque de rescate noruego que ayudaba a las pequeñas patrulleras griegas en la vigilancia de esta permeable frontera europea. El descomunal foco de este buque giraba, se amoldaba y reviraba como un ojo. Oteaba centenares de metros. Por la noche, el precio por el trayecto para los pasajeros clandestinos que se atrevían a cruzar el mar solía ser más

barato, simplemente porque tenían menos posibilidades de éxito de completarlo. La navegación era más errática y si algo iba mal las posibilidades de que les encontrasen en alta mar eran infinitamente menores. Pero a menudo los traficantes y contrabandistas de personas decidían lanzar las barcas a estas horas bien por imprudencia o bien por-que les convenía asumir menos riesgos para ellos mismos. La hija de Mesud se llamaba Rona. Ella se había quedado en el embarcadero junto a su nieto Hozan, un nene de cin-co años, esperando su turno para embarcar en la siguiente lancha. Es la última vez que se habían visto. Unas horas más tarde, ella había telefoneado a su padre. Habían zar-pado ya, sí, pero la barca hinchable en la que viajaba Rona y el pequeño Hozan había sufrido una avería, un fallo en el motor o bien se habían quedado sin gasolina, una práctica habitual de los mafiosos más roñosos que escatiman hasta la última gota de combustible sabiendo que sus desespera-dos clientes tan solo efectuarán un viaje de ida. Ella le había contado que llevaban un buen rato a la deriva, esperando a solucionar el asunto, pero estaban a mitad de trayecto, no sabían si habían logrado pasar ya a aguas territoriales grie-gas o si continuaban atrapados en aguas turcas. Sea como fuere, hacía ya un par de horas que el teléfono de su hija no daba señal. Mesud y su mujer estaban desesperados. Llamaban una y otra vez. Trataban de contactar con su hija. Una y otra vez. Y otra vez. Y otra vez. Sin resultado. Desde el otro lado del auricular del teléfono saltaba ese horrible sonido, ese tono estridente, que taladra la oreja cuando el terminal al que llama está apagado o fuera de cobertura. Mesud daba vueltas. Miraba al horizonte. Buscaban con-suelo entre las enfermeras, los voluntarios, los vigilantes. Aysa se había quedado inmóvil hacía ya un buen rato, pe-trificada, recostada sobre un viejo tronco en la playa y abra-zada por una joven voluntaria danesa. Habían dado ya el aviso a las patrullas y a los guardacostas. Pero ni siquiera con los prismáticos de visión nocturna ni el radar lograban atisbar ni descubrir el rastro de ninguna embarcación. En mitad de la noche, con el motor estropeado, en silencio y mecidos a voluntad de las caprichosas olas y mareas la bar-ca donde viajaban Rona y su hijo era una minúscula mota difícil de localizar. Perdida en la infinitud. Sin embargo, ocurrió de pronto algo absolutamente inespe-rado e insólito. “¡Están ahí, están ahí!”, dijo el viejo señalan-do a la nada. Era imposible. Improbable. “¡Están ahí, están ahí!”, repetía y señalaba de nuevo a la oscuridad. Me esfor-cé mucho por mirar, de escudriñar con deliberada atención. No veía nada, absolutamente nada. El viejo Mesud hacía señales con su teléfono. Estaba eufórico. Él sí que veía algo. No sé muy bien qué. El resto de personas que nos concen-trábamos en aquella playa nos mirábamos atónitos. Pero era cierto. Sí, sí. ¡Vaya que sí! El viejo del mostacho tenía razón. Algo había. Al rato la vi: una lucecilla parpadeante a unos cuantos metros mar adentro que se encendía y apaga-ba. Era minúscula. Me fijé y concentré todas mis energías en ese debilucho punto de luz con insistencia. Alrededor de esa luz, a los pocos segundos, me pareció ver alguna otra más. Pasados unos minutos este insólito fenómeno lumí-nico adquirió una especie de patrón: se veían más cerca y de forma más clara, se encendían más y más luces aleato-rias alrededor. Como si fuesen una banda de luciérnagas, parpadeantes, unas luces parecían más amarillentas, otras más azulonas. Se veían agitadas. Aparecía una y desapare-cía otra. O más bien se movían. Los movimientos de esas luces no respondían a ningún criterio. Era como una peque-ña constelación que se desvelaba. Eran pequeñas estrellas que se encendían y apagaban en un universo que flotaba a ras de mar. A pesar del desconcierto inicial, aquello era un

Page 17: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Erregeen Kabalgata Aldizkaria17

NAVIDAD2019•2020

espectáculo realmente bello. Hermoso. Lo que no pude imaginar jamás era al tipo de fe-nómeno al que estaba asistiendo. Se oían ya gritos a lo lejos, vo-ces humanas. Jaleo. Sin duda, ya sí, po-díamos confirmar que era una lancha que se aproximaba. Un pequeño barco pesquero que esta-ba a escasos metros de la orilla consiguió iluminar con un foco hacia donde provenían los gritos. Iluminó hasta cegar las voces. Como el foco de un teatro que seña-la a los actores tras el telón, que saludan a los espectado-res. La luz del pesquero mostró a quienes estaban detrás de este misterioso truco. Ahí estaban ellos: un puñado de hombres, mujeres y niños asustados sobre un trozo de goma negra. Las lucecitas parpadeantes eran las pantallas iluminadas de los teléfonos móviles de todos pasajeros que viajaban en esa lancha sin rumbo, a la derrota. Lo que no habían podido lograr ni el ilustre faro de Korakas, desde la altiva altura de su acantilado, ni la torreta del na-vío Peter Henry von Koss, con su pontentísimo foco; lo ha-bían logrado el empeño del viejo Mesud y las minúsculas luces de medio centenar de pantallas de smartphones y teléfonos móviles, agarradas con fuerza, sostenidas en lo alto y agitadas en las manos de estas personas que habían sobrevivido en la oscuridad de la más profunda y larga no-che que les había tocado en gracia. Creo que todos los que estábamos allí esperando el desenlace de esta historia nos quedamos maravillados y pasmados ante el ingenio y la valentía de estos náufragos que habían encontrado su pro-pia luz y empeñado toda su fe en el rescate a que alguien les viese. Que se habían aferrado y empuñado a sus teléfo-nos como salvavidas. No puedo ni relatar la de incontables veces que he revivi-do en mi memoria cómo fue ese reencuentro entre Mesud, Aysa y su hija Rona y su nieto Hozan. Llevaba yo también tantas horas esperando este final que me entraron ganas

de abrazarme a ellos. La lle-gada, como otras tantas

por la noche, fue agónica, caótica y peligrosa. Aun-que el pesquero remol-có hasta el puerto la lancha, el desembar-co fue confuso como siempre y los pasa-jeros agobiados solo pensaban en saltar a tierra. No obstante, pasado ese estrés de la llegada, el abrazo y las lágrimas del reen-

cuentro entre esta fa-milia fue redentor, re-

confortante, liberador. Aysa no dejaba de be-

suquear a su nieto y aga-rraba con sus manos una y

otra vez el rostro de su hija. Mesud se abrazaba a las mu-

jeres de su vida y lloraba. “Alha-mdulillah, alhamdulillah”, repetían.

“Gracias a Dios, gracias a Dios”. Fue entonces y no antes cuando eché un vista-

zo a mi alrededor y en mitad de esa oscura, oscurísima, noche de confusión, de dolor, descubrí esa luz pequeña y me la quise robar. El trocito de la Estrella de Oriente estaba ahí. Discreto, humilde, como el que nace en un pesebre. Yo también quise un poco de todo eso. Y en un arrebato egoís-ta les tomé una foto, a escondidas, les hurté ese instante a Mesud, Aysa, Rona, Hozan y a todos los demás pasajeros, a ellos y ellas que aún hoy siguen caminando desde Oriente. Al amanecer y también al anochecer, sus pasos que no se detienen. Por la oscuridad de la noche fría o por la sombra del sol del mediodía, a todas horas. Cruzando verjas, ma-res, desiertos y fronteras. Abriendo nuevos caminos y des-gastando las rutas viejas. Incansables, imparables, invenci-bles. Guiados por el empeño de no desistir. Toda la fuerza, toda la energía y todo el ímpetu de un universo entero está con ellos y estaba reconcentrado en la insistencia de aquel padre, Mesud, y en la ternura de aquel abrazo. En la fe en el reencuentro y en las manos, en el brillo inmenso de esa pequeña constelación de estrellas errantes que navegaban a la deriva. Esas luces que se encendieron repentinamente, que venían de lejos. Ahí está ese trocito de estrella que me guardé.

Page 18: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

18Revista Cabalgata de Reyes

Page 19: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes19

Page 20: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

20Erregeen Kabalgata Aldizkaria

“ERREGE MAGOEN HERALDOA”IX. literatura lehiaketaren ipuin irabazlea

Kazetaria naiz eta istorioak kontatzen lan egiten dudan arren, ipuinak kontatzea nahiko gaizki

ematen zait. Gehienetan nire lanak errealitatearen berri ematean datza, apaingarririk gabe. Maiz, egia gordinak dira, latzak eta gutxitan amaiera zoriontsua dutenak. Nire eginkizuna gaur historiaren kronikaria izatea da, orain gure mundua nolakoa del azaltzen eta ulertzen saiatzea. Baina zorionez, lanbide gogor honetan jardutean –bai etxetik hurbil bai urruneko lurraldeetan– egiaz ipuin bateko pertsonaia nagusiak ziruditen pertsonak ezagutzeko aukera izan dut: haien bizitza eredugarriengatik, haien epikarengatik, haien buru-azkartasunarengatik, haien patua irreala eta korapilatsua izateagatik. Bilau eta sorgin hutsak ere ezagutu ditut. Baina batez ere, errealitateak erakutsi dit

fikzioa gainditzen duela. Eta sinesgaitza dirudien arren, gure munduan egunero istorio zirraragarriak gertatzen direla, magiak, samurtasunak eta itxaropenak toki bat izan dezaten egiten dutenak. Ohiz kanpokoarentzako espazio bat. Hemen aurkezten dizuedan istorioa, literaturak berezko dituen artifizio batzuk eta izen batzuen aldaketak izan ezik, ehuneko ehunean egia da. Ekialdeko atarian bizi nuen une baten garapen narratiboa, magiaz eta mistizismoz kargatuta jazo zena. Eta mundu hobe bat eraikitzeko egunero eta gauero, toki guztietan haien bizitza eman eta arriskuan jartzen duten pertsona horiei bihotz-bihotzez egindako omenaldi bat. Haiek gure mundua argiztatzen dute. Eta niretzat, Eguberriak hori dira, itxaropenez betetako garai berri baten hasiera.

Benetako itxaropen-istorio bat

Daniel Burgui Iguzkiza

Daniel Burgui, Tomás Esparzaren eskutik Nafarroako Kazetariak elkartearen sarietako bat jasotzen Caixabankeko Carlos Asartaren aurrean.

Ipuin irabazlearen autorea, Daniel Burgui Iguzkiza, istorioen bilatzailea da. Freelance kazetaria denez gero, erreportajeak idatzi ditu mundu osoan barna eta hainbat sari irabazi ditu haiekin, besteak beste, 2010ean Manos Unidas erakundeak informazio idatzi eta grafikorik onenari esleitu ziona eta Nafarroako Kazetariak elkarteak ematen duen Urteko kazetari nafarrik onena saria. Ondorengo lerroetan kontatzen digu nola erabili duen bere bidaietako batean izan zuen bizipen bat ipuin eder hau idazteko.

Page 21: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Erregeen Kabalgata Aldizkaria21

EGUBERRIAK2019•2020

L apurra naiz. Orain dela ez asko, Belengo Izarrari zatitxo bat kendu nion eta neuretzat gorde nuen. Bai, horixe bera, Ekialdetik datozenak bidean

gidatzen dituena. Itxaropen, barkamen eta poztasun garaia iragartzen duen argi bera. Bide zaharretan barna horizonte berrietara eramaten duena. Ekintza berekoia izan zen. Badakit. Niri ez zegokidan une bat neure egin nuen. Hainbeste eta hainbesteko indarraz dirdiratzen ikusi nuen, ezen ezin izan nuen ekidin. Batzuetan ahaztu egiten dut zati hori gorde nuela. Poltsikoan sartu nuen eta ikusi nuen lehenengo egunean bezala distiratzen jarraitzen du.

2015eko azaroaren 5ean izan zen. Ezagutzea ez zen erraza izan. Azkar iluntzen zuen eta ezerk ez zuen ortzia argitzen. Gaua ikaragarri iluna zen: itsasoak eta zeruak mihise beltz batean bat egiten zuten. Goia behea zen eta behea goia zen. Ez zen ilargia ikusten. Ilbeheran ia azazkal zuri bat baino ez zen hodei handien artean ezkutatua, argi ezdeus eta ahula. Korakaseko itsasargiaren etxetxo zuri ñimiñoak zazpi segundoero baino ez zuen argia horizonterantz islatzen. Eta ezer ikusi gabe eskua jartzen duenaren moduan, itsumustuka, argitasun segundo horiekin une batez olatuen eta haien dantzaren forma izurtuak sumatu zitezkeen. Flashazo labur hori zen irla honen itsaslabarren kontra jotzen zuena Egeo itsasoa zela ezberdintzea ahalbidetzen zidan urria. Horrela ikusten zen itsaso hori zela, zazpi itsas milia baino ez zituen itsasartea –hamabi bat kilometro–, kostalde greko honen eta parean agertzen ziren eta horizontea marratzen zuten herritxo turko gutxi batzuen eta tintin egiten zuten argi epel eta etenen artean zegoena. Eta Europa Ekialdetik banatzen zuena.

Eguzkiaren azken izpiekin, arratsaldeko bostak eta erdiak pixka bat igarota, eta zerua hodeitsu –arrosa, more eta pastel koloretako zirriborroek bihurritua– eguneko azken txanelak iritsi ziren Lesbos irla grekoko arrokazko hondartza hauetara. Egun osoan zehar, hogei ontzi pneumatiko baino gehiago abiatu ziren Turkiako ontziraleku klandestinoetatik eta itsasoa zeharkatu zuten norabide eta patroirik gabe haizearen kontra nabigatuz, pareko kostaldeko argietarantz joateko argibidea baino ez zutela. Familia osoak, gazteak, amak, haurrak, agureak, gizonak eta emakumeak, berrogeita hamar lurralde, eskualde eta urruneko probintziakoak, plastiko beltzezko ontzi txiki horietan pilatzen ziren. Gerrak, indarkeriak, goseak eta beste zorigaitz batzuek bultzatuta sinetsita zeuden zazpi itsas milia horiek gurutzatzea –nahiz eta haien bizitza arriskatu– zela etorkizun hobe bat izateko azken aukera, azken bermea. Bakean.

Mafiei eta pertsona-trafikatzaileei ordaindu zieten itsas hersgune hori gurutzatzeko txartel bat eskuratzeko. Olibondo-zelaietan gordeta, sastraka eta sasi artean

ezkutatuta, harkaitz, kala bakarti eta haitzarteetatik saietak bailiran ontzi prekarioetan jaurtiak izateko txandaren zain. Haien taldeko mafiaburuaren seinaleak ohartarazten zuenean. Hamabost pertsonak bidaiatuko zutela esan eta behaztopaka, bultzaka eta kolpeka 40 bidaiari baino gehiago sarrarazten zituzten ziren ontzi pneumatikoak. Ontzia gainkargatuta, ozta-ozta flotatuz eta lemarik gabe mugako patruilak eta ur horietan nabigatzen duten ferriak saihestuz. Askorentzat hilgarria zen bidaia bat. Haien bizitzako azkena.

Alabaina, askok isla greko honen kostaldeetara ongi iristea lortzen zuten. Eta hori gertatzen zenean bidaiariek sortzen zuten zalaparta argi deskribatzea zaila da. Maiz boluntario gutxi batzuk, erizainak, bertako herritarrak edo kostazainak zain egoten ziren ontzi horiei harrera egiteko. Txanelak erdi hondoratuta iristen ziren eta bidaiariak shockean. Oihuak, negarrak, batzuetan pozarenak besteetan muturreko estres eta beldurrarenak, barre eta otoitzekin nahasten ziren. Eta batzuetan malkoak okekin. Eta izerdia eta kresala zauri, ebakidura edo erreduren odolarekin. Itsasertz honetan zain geundenoi ere bihotza azkartzen zitzaigun, takikardia bat bidearen azken metro horiek bidaiarientzat tragedia izan ez zitezen saiatzeagatik. Ontzia olatuek hausten zuten kontrako norantzan bideratzen saiatzen ginen, irauli ez zedin. Eta urrunago bazeuden, arroketan hondartu ez zitezen. Sarri txaneletaraino hurbiltzen ginen, itsas zabalerantz ibiltzen ginen, ura gerrira iristen zitzaigun arte eta orduan bidaiariak lasaitzen saiatzen ginen. Gainera botatzen zitzaizkigun, haurrak ematen zizkiguten, handiak eta txikiak, blai eginda, bustita eta ahituta.

Lurrera iristean beste motatako nahasketa bat sortzen zen: onik zeudela jakin, baina norabidea galduta egotearena. Bidaiariak manta termikoekin estaltzen genituen, astronauten antzera urre- eta zilar-koloreko plastikoetan bilduta; karraskatu eta soinu itsusia, artifiziotsua egiten zuten. Ez oso atsegina. Askok atseden hartzen zuten, esertzen ziren. Ongietorri-hitzak ere jasotzen zituzten, elkar besarkatzen zuten. Salbamendu-txalekoak kentzen zituzten, kostaldean milaka peto laranjaz osatutako lorratza utziz. Gurasoek haien seme-alabak bularraren kontra estutzen zituzten. Beste batzuek bidaiaren ondorengo lehenengo zigarroa erretzen zuten. Ezin baino dastagarriagoa zitzaien kea. Besteren batek bere telefono mugikorra paketetik ateratzea lortzen zuen, normalean inprobisatutako zorro, paper, kutxatila eta ontzi iragazkaitzetan bilduta zuena. Eta oraindik urduri, dudatsu, dei bat egiten zuten niretzat oso ezezagunak ziren hizkuntzetan, baina nire ustez “ama, iritsi naiz, ongi nago” zioen antzeko zerbait lardaskatzen zuten –edo hori imajinatu nahi dut nik–. Behin, mutil afganiar batek mesedez nire telefonoa uzteko eskatu zidan eta ama deitu

Daniel Burgui Iguzkiza

Bost hazbeteko izarra

Page 22: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

22Erregeen Kabalgata Aldizkaria

“ERREGE MAGOEN HERALDOA”IX. literatura lehiaketaren ipuin irabazlea

zuen. Mesede horren truke sardina-ontzi bat eta eltze bat babarrun eta tomatera gonbidatu nahi gintuen. Berarentzat eta ogi-puska batekin garbitzen ari ziren beste bost lagun eta lehengusurentzat ireki zuen. Itsasbazter honetara onik iristea ospatzekoa zen. Hainbat aste lehenago hasi zen bidaia luze baten une gogoangarria zen. Zenbaitetan, hilabeteak, urteak eta bizi osoa zeramaten ihesi, joan-etorrian. Familia askok, gazteek eta ez hain gazteek, telefono mugikor horrekin argazki bat, autoerretratu bat, selfie bat ateratzen zuten. Garaipen seinale bat, lorpenarena, heriotzari ihes egin izanarena. Garaile zirela jakitearena.

Azaroaren 5eko arratsaldeko azken ontzietako batean haiek, Eguberrietako Izarra ostu nien horiek, iritsi ziren. Senar-emazte erretiratu batzuk. Oso heldua ez zen bikote bat, agian ez zituzten hirurogeita hamar urte izango. Haien txanelak makal iristea lortu zuen, azken metroetan arrantza-ontzi txiki batek atoian eramanda, baina bidaiari guztiak onik zituela. Iritsieraren parafernalia hori guztia gertatzen zen bitartean eta bidaiariak hondartzan eroso jarri, arropak lehortu, haien poltsa eta motxilak gorde eta non zeuden saiatzen ziren bitartean, aipatutako bikotea geldirik zegoen, horizontearen parean. Horrela eman zuten denbora luze bat, besotik helduta, indarrez eta itxuraz maitasunez. Begira, beste ontzi batzuk nola iristen ziren ikusten.

Emakumeak hijaba zuen buruan, belo islamikoa, fuksia loredun estanpatuduna, oso ikusgarria bera bezalako emakume batentzat eta galburu-marrazki zabalak zituen beroki gris jaspeztatu polit bat. Aurpegitxo mozkotea, biribila, zuen eta oso emakume indartsua eta osasuntsua zela antzematen zitzaion. Gizona, bere senarra, argala, luzea zen. Bibote urdindu, handi eta iletsua zuen. Ia bi hatz zabalekoa. Bibote dibertigarri horietako bat zen, bere jabeak hitz egiten duenean aldeetara mugitzen den horietakoa, maxilarreko ile guztiak sudurreko esekigailuetatik zintzilik egongo bailiran. Bekainak -hobeki esanda bekaintzarrak-ere zabalak zituen. Begitxoek txikiak ziruditen eta aurpegi-paisaia horrek inguratzen zituela ematen zuten. Laburbilduz, pertsona onaren aurpegia zuen. Baina arratsalde horretan aurpegia atsekabetua, pentsakorra, kezkatua zuen. Ia ez zuen emaztearekin hitz egiten. Noizean behin elkarri heltzen zioten, telefono mugikorrari begiratzen zioten, zerbait xuxurlatu edo murmurikatzen zuten. Nahigabetuta zeudela iruditu zitzaidan eta zer gertatzen zen jakin arte ez bereiztea eta begiratzea erabaki nuen.

Denborak aurrera egin zuen eta haiek han jarraitzen zuten. Iritsi berri ziren gainerako bidaiariak joanak ziren dagoeneko, errepidean gorantz abiatu ziren, haien bidaiaren hurrengo etapa antolatzen saiatuz. Senar-emazteek kostaldearen aurrean jarraitzen zuten. Gizonak telefono mugikorra artega begiratzen zuen: deitzen zuen, askotan saiatzen zen, berriro deitzen zuen. Zerbait lardaskatzen zuen emaztearekin. Ilundu zuen. Eta orduan bere larritasuna egonezin eta antsietate bihurtu zen.

Senar-emazteak Irakeko Kurdistangoak ziren. Ia ez zuten arabieraz hitz egiten, haien hizkuntza kurduera zen, persiera eta turkiera kutsuen arteko nahasketa antzeko bat. Gizonak Mesud izena zuen eta emakumeak, Aysa. Haiei buruz dakidan gutxia interprete gisa aritu zen eta arabierazko hitz batzuk atera zizkien neska bati entzun nion. Gaua dagoeneko sartua zen eta gizonak, Mesudek, etsita neskatoari kostazainak abisatu behar zituztela kontatu zion,

haien alaba ordu batzuk lehenago abiatu zela beste ontzi batean, bere bilobarekin, mutiko txiki batekin, batera baina oraindik ez zirela iritsi.

Gaur hartan, beste askotan bezala, ordu jakin batetik aurrera Korakaseko itsasargiari beste argi batzuk gehitzen zitzaizkion, haien artean, txibiak eta txipiroiak bildu ezinik nahi gabe errefuxiatuen ontziekin topo ez egiten saiatzen ziren arrantza-ontzi txikiren batenak. Baina, batez ere, gauari iluntasuna kentzen ziona RS 111 Peter Henry von Kossen dorreak proiektatzen zuen argi-zurrusta erraldoi eta ikaragarria zen. Ontzi hori salbamendu-ontzi norvegiar bat zen, patruilari greko txikiei Europako muga iragazkorra zaintzen laguntzen ziena. Ontziaren faro izugarria biratzen zen, egokitzen zen eta berriro biratzen zen begi baten moduan. Ehunka metro begiztatzen zituen.

Gauean, itsasoa gurutzatzera ausartzen ziren bidaiari klandestinoentzako prezioa merkeagoa izan ohi zen, besterik gabe ongi bukatzeko aukera gutxiago zutelako. Nabigazioa alderraiagoa zen eta zerbait gaizki ateratzen bazen itsas zabalean topatuak izateko aukerak askoz ere murritzagoak ziren. Baina sarri pertsona-trafikatzaileek eta -kontrabandistek ordu horietan ontziak jaurtitzea erabakitzen zuten bai zuhurtziagabetasunagatik bai haiei arrisku gutxiago hartzea komeni zitzaielako.

Mesuden alabak Rona izena zuen. Ontziralekuan geratu zen bost urte zituen haren biloba Hozanekin batera, hurrengo txanelean ontziratzeko txandaren zain. Elkar ikusi zuten azken aldia zen. Ordu batzuk geroago, Ronak aita telefonoz deitu zuen. Jada itsasoratu ziren, bai, baina Ronak eta Hozan txikiak bidaiatzen zuten batel puzgarriak matxura bat izan zuen, motorraren akats bat edo gasolinarik gabe geratu ziren, gauza ohikoa, izan ere, mafiosoek erregaiaren azken tanta arte xuhurtzen dute nahiz eta bezero etsiek norabide bakarreko bidaia egingo dutela jakin. Ronak esan zion denbora luze zeramatela jitoan, kontua konpontzeko esperoan, baina bidearen erdian zeuden, ez zekiten dagoeneko Greziako uretara igarotzea lortu ote zuten edo Turkiako uretan harrapatuta jarraitzen zuten. Dena dela, bi ordu ziren jada bere alabaren telefonoak seinalerik ematen ez zuela. Mesud eta bere emaztea etsita zeuden. Behin eta berriro deitzen zuten. Alabarekin harremanetan jartzen saiatzen ziren. Behin eta berriro. Eta berriro. Emaitzarik gabe. Telefonoaren aurikularraren beste aldean soinu itsusi hori entzuten zen, tonu karrankari hori, belarrian min ematen duena deitzen den terminala itzalia edo estaldurarik gabe dagoenean.

Mesud bueltaka zebilen. Horizontera begiratzen zuen. Erizain, boluntario, zaintzaileen artean kontsolamendua bilatzen zuen. Aysak denbora dezente zeraman geldirik, harriturik, hondartzan enbor zahar baten gainean bermatua eta neska daniar boluntario batek besarkatua. Dagoeneko abisua eman zieten patruila eta kostazainei. Baina gauez ikusteko prismatikoekin eta radarrarekin ere ez zuten lortzen ontzi bakar baten arrastorik ikustea ez hautematea. Gauaren erdian, motorra matxuratua zutela, isiltasunean eta olatu eta marea apetatsuek nahi zuten moduan kulunkatuta, Ronak eta bere semeak bidaiatzen zuten ontzia topatzeko zaila zen tanto txiki-txikia zen. Mugagabetasunean galdua.

Alabaina, bat-batean erabat ezustekoa eta ohiz kanpokoa zen zerbait gertatu zen. “Hor daude, hor daude!”, esan zuen agureak ezereza seinalatuz. Ezinezkoa zen. Sinesgaitza.

Page 23: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Erregeen Kabalgata Aldizkaria23

EGUBERRIAK2019•2020

“Hor daude, hor daude!”, errepikatzen zuen eta berriro iluntasunera seinalatzen zuen. Ahalegin handia egin nuen begiratzeko, arreta handiz arakatzeko. Ez nuen ezer ikusten, fitsik ere ez. Mesud zaharrak seinaleak egiten zituen telefonoarekin. Pozarren zegoen. Berak zerbait ikusten zuen. Ez dakit oso ongi zer. Hondartza horretan bilduta geunden gainerakook zur eta lur begiratzen genion elkarri. Baina egia zen. Bai, bai. Horixe baietz! Agure bibotedunak arrazoia zuen. Bazegoen zerbait. Handik tarte batera ikusi nuen: ñir-ñir egiten zuen eta piztu eta itzali egiten zen argi bat handik metro batzuetara itsaso zabalean. Txiki-txikia zen. Begirada finkatu eta behin eta berriro nire energia guztiak jarri nituen argi-puntu ahul horretan. Argi horren inguruan, segundo gutxira, beste bat ikusi nuela iruditu zitzaidan. Minutu batzuen buruan ohiz kanpoko gertakari luminiko horrek patroi antzeko bat hartu zuen: hurbilago eta argiago ikusten ziren, geroz eta argi aleatorio gehiago pizten ziren inguruan. Ipurtargi-multzo bat bailiran, dirdiratsu, argi batzuek horixkagoak ematen zuten, beste batzuek urdinxkagoak. Nahasita ikusten ziren. Bat agertu eta beste bat desagertzen zen. Edo hobeto esanda mugitzen ziren. Argi horien mugimenduek ez zuten irizpiderik jarraitzen. Iratzartzen zen konstelazio baten antzekoa zen. Itsasoaren arrasean flotatzen zuen unibertso batean piztu eta itzaltzen ziren izar txikiak ziren. Hasierako nahasmena gorabehera, ikuskizuna benetan polita zen. Ederra.

Sekula imajinatu ezin nuena zen nolako gertakaria bizitzen ari nintzen. Urrunean oihuak, giza ahotsak entzuten ziren jada. Zalaparta. Zalantzarik gabe, orain bai, baiezta genezakeen hurbiltzen ari zen ontzi bat zela. Itsasbazterretik metro gutxi batzuetara zegoen arrantza-ontzi txiki batek foko batekin oihuen norabidea argiztatzea lortu zuen. Ahotsak itsutu arte argiztatu zuen. Antzoki batean ikusleak agurtzen ari diren aktoreak oihalaren atzetik seinalatzen dituen foko baten moduan. Arrantza-ontziaren argiak trikimailu misteriotsu horren atzean zeudenak erakutsi zituen. Han zeuden: ikaratuta eta goma beltzezko zati baten gainean zeuden gizon, emakume eta haur gutxi batzuk. Dir-dir egiten zuten argiak ontzian noraezean, jitoan, zeuden bidaiari guztien telefono mugikorren pantaila argiztatuak ziren.

Korakaseko itsasargi ospetsuak, itsaslabarreko altuera handitik, eta Peter Henry von Koss itsasontziaren dorreak, potentzia handiko fokoarekin, lortu ez zuten hori lortu zuten Mesud zaharraren ahaleginek eta berrogeita hamar bat smartphone eta telefono mugikorren pantailetako argi txikiek, indarrez eutsita, goian helduta eta inoiz bizi zuten gau sakon eta luzeenean pertsona horien eskuetan

astinduta. Uste dut han istorio honen amaieraren zain geunden guztiak harrituta eta txundituta geratu ginela itsasoan galdutako pertsona horien buru-azkartasun eta adorearen aurrean, izan ere, haien argia topatu zuten eta norbaitek ikusi eta erreskatatzeko fede guztia eman zuten. Haien telefonoak eutsi eta jaso zituzten la salbamendu-baliabide gisa.

Ezin dut esan zenbat aldiz bizi izan dudan nire memorian nola izan zen Mesud, Aysa, haien alaba Rona eta biloba Hozanen arteko elkartze hori. Nik ere hainbeste ordu neramatzan amaiera honen zain, ezen haiek besarkatzeko gogoa sartu zitzaidan. Iritsiera, gauean egin ziren beste asko bezala, agonikoa, kaotikoa eta arriskutsua izan zen. Arrantza-ontziak txanela kairaino atoian eraman zuen arren, lehorreratzea nahasia izan zen beti bezala eta larritutako bidaiariek lurrera jauzi egitean baino ez zuten pentsatzen. Alabaina, iritsieraren estresa atzean utzita, familia hau berriz elkartu zireneko besarkadak eta malkoak askatzaileak, suspergarriak, libratzaileak izan ziren. Aysak bere biloba muxuz josten zuen eta bere alabaren aurpegia eskuen artean hartzen zuen behin eta berriro. Mesudek bere bizitzako emakumeak besarkatu eta negar egiten zuen. “Alhamdulillah, alhamdulillah”, errepikatzen zuten. “Jainkoari eskerrak, Jainkoari eskerrak”.

Orduan eta ez lehenago begiratu nuen nire ingurura eta gau ilun, oso ilun, nahasmenduzko gau, minaren gau horren erdian, argi txiki hori topatu nuen eta niretzako lapurtzeko gogoa izan nuen. Ekialdeko Izarraren zatitxoa hortxe zegoen. Apal, xume, ganbela batean jaiotzen denaren moduan. Nik ere horren guztiaren zatitxo bat nahi nuen. Eta oldar neurekoi batean argazki bat egin nien, ezkutuan, instant hori lapurtu nien Mesud, Aysa, Rona, Hozan eta gainerako bidaiariei, oraindik Ekialdetik ibiltzen jarraitzen duten horiei. Egunsentian eta ilunabarrean haien urratsak ez dira gelditzen. Gau hotzaren iluntasunean edo eguerdiko eguzkiaren gerizpean, orduero. Hesiak, itsasoak, desertuak eta mugak zeharkatuz. Bide berriak irekiz eta zaharrak higatuz. Nekaezin, geldiezin, garaiezin. Ez etsitzeko tema gidari dutela. Unibertso oso baten indar guztia, energia guztia eta kemen guztia haiekin dago eta aita horren, Mesuden, ekitean kontzentratua zegoen, baita besarkada horren gozotasunean ere. Elkarretaratzearen fedean eta eskuetan, jitoan nabigatzen zuten izar uxoen konstelazio txiki horren dirdira erraldoian. Bat-batean piztu ziren argi horiek, urrunetik zetozenak. Han dago neuretzat gorde nuen izar-zatitxo hori.

Page 24: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

24Revista Cabalgata de Reyes

P rimero se llamó Plaza CircularEn 1920, el arquitecto Serapio Esparza trazó los pla-nos del Segundo Ensanche, dibujando una trama

urbana a base de manzanas cuadradas, según el modelo idea-do en 1859 por Ildefonso Cerdá para el Eixample de Barcelona. Con el fin de romper, siquiera mínimamente, la monotonía de esa gran estructura cuadriculada, Esparza introdujo dos plazas circulares, que son las actuales del Príncipe de Viana y de las Merindades de Navarra. La primera de ellas, a la que dedica-remos buena parte de este artículo, es hoy uno de los centros neurálgicos de nuestra ciudad, sobre todo en lo que se refiere al tráfico de vehículos, con los problemas que esto supone, ya que confluyen en ella nada menos que siete vías urbanas: tres calles y cuatro avenidas.

En sus primeros años de existencia se llamó, incluso oficial-mente, Plaza Circular. De hecho, todavía queda gente mayor que la sigue llamando así. Como ya anotó el Dr. Arazuri en su imprescindible obra Pamplona, calles y barrios, su actual de-nominación le llegó en segunda instancia, ya que desde 1916 hasta 1926 llevó ese nombre la plaza de San Francisco. Fue en 1926 cuando la Comisión Permanente, en sesión de 22 de di-ciembre, acordó proponer el cambio; sin embargo, parece que la propuesta no tuvo efecto, ya que en el Pleno del 3 de abril de 1930, el concejal Sr. Garjón solicitó “se dé el nombre de Pla-za del Príncipe de Viana a la Plaza Circular, por ser el nombre que se quitó cuando se repuso el de Plaza de San Francisco a la que está frente a las escuelas”. Oída la moción, el alcalde manifestó, y así consta en acta, que “tendrá en cuenta lo ex-puesto”, como de hecho, así ocurrió. Hay que decir, a título de curiosidad, que más de cuarenta años después, en sesión del 28 de mayo de 1974, el pleno del Ayuntamiento, a propuesta

del entonces alcalde Javier Viñes, aprobó recuperar la anterior denominación. Un cambio ciertamente efímero, ya que el 29 de octubre, cuando solo habían pasado cinco meses, el mismo pleno acordó restablecer el nombre de Príncipe de Viana.

Las primeras casas datan de 1925 Los edificios que presentan fachada a la plaza, con la única excepción de la conocida como casa de los periodistas, se construyeron entre los años 1925 y 1939. De ellos, uno de los primeros fue la llamada casa de Garraleta, un industrial de la época. Aunque su portal lleva el número 16 de la avenida de San Ignacio y su trasera da a la calle Sancho el Mayor, cuenta con un frente que da a la plaza, que es el comprendido entre las dos calles citadas. La casa se construyó en 1925.

Plaza del Príncipe de Vianay calle de Sancho el Mayor

Siguiendo nuestro itinerario por las calles que recorre cada año la Cabalgata de los Reyes Magos en la tarde del 5 de enero, nos ocuparemos en esta ocasión de la Plaza del Príncipe de Viana y de la calle de Sancho el Mayor, en pleno centro de la ciudad y por tanto dos de los lugares en los que se congrega mayor número de espectadores.

Juan José Martinena Ruiz

Las casas llamadas de Garraleta, a la izquierda, y de López, a la derecha, construidas en 1925. En medio, la avenida de San Ignacio.

Foto de José Galle, del año 1928. Archivo Municipal de Pamplona.

POR DONDE PASANSUS MAJESTADES

Page 25: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes25

NAVIDAD2019•2020

De las mismas fechas data la que tiene el portal número 1, donde actualmente tiene su sede el partido Unión del Pueblo Navarro. Esta casa, que ocupa el sector de la plaza compren-dido entre la avenida de San Ignacio y la calle Arrieta, care-ce de locales comerciales en su planta baja, en la que hay un entresuelo con balconcillos sin resalte. La periodista Adriana Ollo, en un documentado artículo publicado en Diario de Na-varra, dice entre otras cosas que la proyectó en 1924 el arqui-tecto José Yárnoz para residencia de la familia del conocido industrial Toribio López. El solar, de 891 metros cuadrados, por entonces el mayor del Segundo Ensanche, lo había adquirido dos años antes Justo Martinicorena por un precio de 44.564 pesetas, con intención de levantar allí una casa, cuyos planos se encargaron a Serapio Esparza. Aquel proyecto no se llegó a realizar, al no haber podido contar con la financiación nece-saria, y también fracasó un segundo plan para edificar unos chalés. En vista de ello, el dueño del solar se lo traspasó al Sr. López, que fue quien levantó la casa actual en 1925. El catálogo del plan municipal de edificios destaca de ella especialmente los elementos decorativos de su fachada, en los que se aprecia un cierto regusto Art-Decó “que se superpone a una composi-ción más estricta, de cierta inspiración neoclasicista”.

El corto frente situado entre la calle Arrieta y la avenida de la Baja Navarra corresponde a la llamada Casa de los Periodistas, la más moderna de toda la plaza, ya que fue edificada en 1957, con arreglo al proyecto del arquitecto Domingo Ariz, con un presupuesto de 3.700.000 pesetas. Por entonces, según cuenta J. Joaquín Arazuri, muchos pamploneses la llamaron malicio-samente “el tapabocas”, porque se decía que el Ayuntamien-to había cedido el terreno para su construcción, en un lugar tan céntrico, con el fin de contentar a los profesionales de la prensa y evitar de ese modo que criticasen negativamente sus actuaciones. La manzana ocupa una superficie bastante redu-cida y la casa tiene su único portal hacia la calle Arrieta, en la que lleva el número 29. Hacia 1950, en el solar de la casa había un transformador de electricidad subterráneo y anteriormente, desde el derribo del portal de San Nicolás en 1921 hasta 1943, una caseta de recaudación de arbitrios, ya que antiguamente este era el lugar en el que bifurcaban las carreteras a Zaragoza y a Francia.

A continuación, el tramo situado entre la avenida de la Baja

Navarra y la calle Sangüesa lo ocupa un solo edificio, el que tiene el portal número 2, que fue erigido en 1930 según pro-yecto del arquitecto José Alzugaray. La licencia municipal se le había concedido un año antes a Pedro Zamarbide. Origina-riamente tenía cuatro pisos, hasta que en 1963 se le añadieron tres más, bajo la dirección del también arquitecto Francisco Garraus, cuyo proyecto siguió fielmente la línea y el estilo de su fachada, incluso en lo que se refiere a las torres, remata-das en sendos chapiteles, situadas en los dos chaflanes. En los años 30 ocupaba las bajeras el concesionario de la marca de automóviles Chevrolet. Más tarde, desde 1964 hasta 1984, tuvo su sede en esta casa la edición para Navarra del periódico bilbaíno La Gaceta del Norte, que de 1969 a 1981 dirigió con su reconocida competencia, nuestro buen amigo Pedro Lozano Bartolozzi. Antes que él estuvo en ese puesto Joaquín Goñi y después Arturo Gracia, aunque ya para entonces casi sin per-sonal y con bastante menos tarea informativa.

Una obra de Víctor EusaEn el tramo siguiente, el comprendido entre la calle Sangüesa y la avenida de Zaragoza, se levanta un edificio de viviendas,

Casa proyectada por Víctor Eusa en 1929, conocida antiguamente como “la jaula de oro”. A la derecha, la avenida de Zaragoza.

Foto de Aquilino García Deán, del año 1931. Archivo Municipal de Pamplona.

Page 26: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

26Revista Cabalgata de Reyes

el del portal número 3, que por su originalidad figura en la Guía de arquitectura de Pamplona, editada por el Colegio de Arquitectos en 1994. Lo proyectó Víctor Eusa en 1929 y es sin duda alguna el más significativo de toda la plaza y uno de los hitos urbanos que más destacan dentro de la anodina y monó-tona fisonomía del Segundo Ensanche. La guía de la que antes hemos hecho mención lo comenta en estos términos: “Como es habitual en las obras de Eusa de esa época, se emplean el ladrillo rojo y el hormigón, y se advierte su admiración por Otto Wagner y la arquitectura vienesa de principio del siglo XX, especialmente en los remates. El diseño de la fachada y de su decoración es si cabe aún más elaborado y brillante que en otros de sus edificios”. Y más adelante destaca también la estudiada composición de las fachadas, con especial detalle en las esquinas y el cuerpo central situado sobre el portal que se abre a la plaza, recursos con los que logra cierta monumen-talidad elegante, si bien más discreta y menos expresionista que en otras obras del mismo arquitecto, como el Seminario, la iglesia de la Milagrosa o el colegio de los Escolapios. Y sobre este edificio hay una noticia curiosa, que la recoge el Catálogo monumental de Navarra, en el que también figura, y es que en sus primeros años era conocido popularmente como “la jaula de oro”, debido al esmalte dorado que lucía originalmente la rejería de sus balcones.

En el tramo situado entre la avenida de Zaragoza y la del Conde de Oliveto no hay detalle alguno digno de mención. De las dos casas que lo forman, que datan de hacia 1940 y que comparten una sola fachada uniforme, ninguna tiene su portal por la parte de la plaza, sino que dan cada uno a una de las dos avenidas citadas. Lo mismo ocurre con el sector comprendido entre la avenida del Conde de Oliveto y la calle de Sancho el Mayor. El edificio de viviendas que la conforma, también de hacia 1940, integra dos fincas urbanas diferentes, una cuyo portal lleva el número 4 de la plaza y otra que tiene su entrada por la calle Sancho el Mayor, en la cual lleva el número 8.

Posiblemente, el acontecimiento de mayor importancia que haya conocido esta plaza en sus noventa años de historia fue el Congreso Eucarístico celebrado en Pamplona en septiembre de 1946, que precedió a los actos de la Coronación canónica de la imagen de Santa María la Real. Con tan fausto motivo se erigió en medio de su espacio central un enorme baldaqui-no con cuatro grandes columnas salomónicas, cuyo altar fue el escenario principal de los solemnes cultos que entonces se organizaron.

La fuente luminosaEn 1957, el mismo año en que se iniciaron las obras de la casa de los periodistas, el Ayuntamiento encargó a una empresa es-pecializada de Barcelona un proyecto de fuente luminosa, con el fin de instalarla en el espacio central de la plaza, que hasta esa fecha estaba ocupado por unos modestos jardincillos. Ce-lebrada la preceptiva subasta, se adjudicó su construcción a Tomás Lautre, de la empresa Canterías Pamplona, y su coste fue de unas 275.000 pesetas. Se inauguró en la Nochebuena de aquel mismo año. La taza central de la fuente tiene un diá-metro de 5 metros, mientras que el del estanque circular que la rodea mide 19 metros.

Por entonces se instaló otra fuente monumental, de aspecto y características muy similares, en el centro de la plaza de Mola, actualmente de las Merindades de Navarra.

Calle de Sancho el Mayor

Esta céntrica calle ha sido siempre muy transitada y muy co-mercial. No es muy larga; va desde la plaza del Vínculo a la del Príncipe de Viana y la forman solamente cuatro manzanas de casas, dos en el lado derecho y otras dos en el izquierdo.

El nombre de Sancho el Mayor se podría decir que le vino de rebote. Cuenta el Dr. Arazuri que en el pleno del Ayuntamien-to del 3 de abril de 1930, la Comisión municipal del Ensanche sugirió el del rey Sancho el Fuerte, pero el primer teniente de alcalde, que era el Dr. José María Landa, propuso en su lugar el de Sancho el Mayor, alegando que “en la historia de Navarra la figura de este egregio personaje es señaladísima, por haber llegado a ser rey de casi toda España, vinculando en su corona reinos importantes; y además porque Sancho el Fuerte tiene ya consagrado un recuerdo en la ciudad por haberse dado el nombre de calle de las Navas de Tolosa a una vía urbana, siendo esta célebre batalla la que dio personalidad definida al valeroso rey”.

Curiosamente, las casas más antiguas de esta calle son las más alejadas del paseo de Sarasate, mientras que las más próximas a éste y a la plaza del Vínculo fueron las últimas en edificarse. Ello se debe a que hasta los años de la República, la calle estuvo cortada por el antiguo cuartel de caballería, cuyo derribo no se autorizó hasta enero de 1934, adjudicándose las obras de demolición al contratista Antonio Espoz, que las ter-minó de ejecutar el 27 de julio de aquel mismo año. Una vez

POR DONDE PASANSUS MAJESTADES

Grandioso templete erigido en el centro de la plaza con ocasión del Congreso Eucarístico celebrado en nuestra ciudad en 1946.

Foto de Julio Cía. Archivo Municipal de Pamplona.

Page 27: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes27

NAVIDAD2019•2020

efectuado el derribo, quedó despejado un amplio espacio, que en primer lugar permitió la prolongación de esta calle hasta la plaza del Vínculo y en segundo lugar, posibilitó la parcelación de los solares en los que se edificaron las dos manzanas de casas comprendidas entre las intersecciones de la calle que nos ocupa con la de Estella y la de García Ximénez. Dichas manzanas comprenden las casas números 1, 3 y 5 en el lado de los impares, que es el izquierdo mirando desde la plaza del Vínculo y la número 2 en el de los pares, que es el de la de-recha. En este lado derecho hay un solo portal, debido a que el resto de la manzana lo ocupa una pared lisa, sin portales ni comercios, que en su momento formó parte del cine Alcázar y antes, durante unos pocos años, del frontón Percain; y la casa contigua a esta pared tiene su entrada por la plaza del Vínculo, como también la tenía, entre los años 1942 y 1978, el popular y desaparecido salón de cine.

En el tramo de calle más próximo a la plaza del Príncipe de Via-na, en el que como hemos dicho se hallan situadas las casas más antiguas, la manzana del lado izquierdo no tiene ningún portal que dé a la calle Sancho el Mayor. Ello se debe a que de las dos casas que la forman, la primera -la que hace esquina con García Ximénez- tiene su entrada por dicha calle, y la otra, la que llega hasta la plaza y en cuyas bajeras hay un supermer-cado y varios otros comercios, es en realidad la fachada trase-ra de las casas de Garraleta y de Uranga, que datan de 1925 y tienen su entrada por la avenida de San Ignacio. En la manzana del lado derecho, la casa que hace esquina con García Ximé-nez, en la que estuvo muchos años el conocido restaurante Bidasoa, se construyó en 1931. La siguiente -en cuyas bajeras está situada una acreditada juguetería- estaba ya construida en 1929 y así se aprecia en las fotos aéreas del vuelo que se realizó ese año para actualizar el catastro de la ciudad. Y la últi-ma, la que hace esquina por este lado con la plaza del Príncipe de Viana, data como ya hemos dicho de hacia el año 1940.

La calle de la suerte En los años cincuenta, que fueron los de mi niñez, los comer-cios situados en esta calle abarcaban una gran variedad de géneros, y se anunciaban en la prensa y en la radio, -aquella inefable Radio Requeté, que dirigía Ramón Urrizalqui, el re-cordado tío Ramón- con el eslogan “haga sus compras en la calle Sancho el Mayor, la calle de la suerte”. Ese nombre ha-cía alusión a los populares sorteos que organizaban casi con-tinuamente, en los que los numerosos clientes participaban mediante los boletos que las amables dependientas les entre-gaban al hacer sus compras. Recuerdo perfectamente, entre otras, la tienda de calzados July, a la que me solía llevar mi madre a comprar zapatos y aquellas botas de la marca Gorila, con las que te regalaban una pelota de goma verde. Y el bazar El Pilar, en el que los Reyes Magos encargaron algún año los juguetes que yo había pedido en mi ilusionada carta. Recuer-do también enfrente, en la acera de los impares, además de Plásticos Iruña, aquel otro comercio, Tejidos Almazor, en cuya entrada, que hacía chaflán con García Ximénez, había un ma-niquí como de los años treinta, al que los mocetes nos aplicá-bamos en pisarle los gastados zapatos con un empeño digno de mejor causa, hasta que salía algún dependiente y nos des-pachaba con cajas destempladas. También Gráficas Vasconia, justo enfrente de Almazor, donde comprábamos lápices, cajas

de pinturas y recortables, de los que disponían de una gran variedad. Luego llegó la librería Manantial, muy bien surtida, y Foto Prince, a donde solía llevar a revelar los rollos Kodak en mi época estudiantil; y más tarde la gran juguetería Irigoyen, la de mi amiga Mila, en la que los Reyes solían adquirir los juguetes de mis hijos. Tiendas muy variadas que naturalmente han ido cambiando, pero que todavía mantienen aquel anima-do ambiente comercial que siempre tuvo esta céntrica calle.

La calle de Sancho el Mayor en 1934, todavía cortada por el antiguocuartel de caballería, que sería derribado ese mismo año.

Foto de José Galle. Archivo Municipal de Pamplona.

Aspecto de la calle en 1952. Al fondo la plaza del Vínculo, con la antiguacasa de baños, inaugurada en 1854, que sería derribada en 1969.

Foto J. Joaquín Arazuri. Archivo Municipal de Pamplona.

Page 28: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

28Revista Cabalgata de Reyes

GALARDÓNHABA DE ORO 2018

Desde octubre de 2014, Maite Ziganda, diplomada en Trabajo Social y con una trayectoria laboral de 15 años en el ámbito asociativo, es la coordinadora del Servicio Socioeducativo Intercultural (SEI). Esta enti-dad ha recibido el último Haba de Oro por la excelente labor que rea-lizan en nuestra sociedad con jóvenes inmigrantes. Hemos conversado con Maite para que nos cuente sus principales líneas de acción.

Maite Ziganda:“Trabajo con adolescentes porque son los salvadoresdel mundo”

Trabajadores, voluntarios y participantes de los programas del SEI en el Ayuntamiento de Pamplona.

Page 29: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes29

E l Servicio Educativo Intercultural (SEI) nació en septiembre de 1999, ¿por qué se fundó?La idea la tuvieron una serie de profesoras que vie-

ron las dificultades que tenían los chicos inmigrantes a la hora de seguir el ritmo académico de sus compañeros. Por esta razón, decidieron darles apoyo con clases particulares fuera del horario del colegio.

Es decir, en un principio la ayuda fue académica.Así es, nuestra primera actividad se centraba en apoyo esco-lar. Con el tiempo la entidad se dio cuenta de que la base de la problemática eran los cambios tan fuertes que vivían los migrantes en la adaptación al nuevo entorno, lo que denomi-namos duelo migratorio.

¿Cómo se ampliaron vuestros servicios?Decidimos abarcar también aspectos socioeducativos y so-cioculturales atendiendo, por ejemplo, actividades de ocio y tiempo libre. Además, decidimos atender no sólo a los ado-lescentes sino también trabajar con el resto de miembros de la familia.

Hoy en día, ¿cuál es el caso más habitual?Actualmente, estamos viviendo la situación de madres que vinieron a Navarra y no tuvieron más remedio que dejar a sus hijos en su país. Su idea inicial era hacer dinero rápido para poder traer cuanto antes a sus hijos, pero se encuentran con la dura realidad laboral y les cuesta mucho más tiempo del pensado.

¿Los hijos se quedan en su país?Así es, los pequeños se quedan con algún familiar que les pueda atender y cuidar. Entonces, cuando por fin la madre puede traer a sus hijos a Navarra, pasados varios años, se produce un choque muy fuerte en la familia debido a los años transcurridos. En estos casos participamos en la inte-gración del adolecente a la sociedad cultural y, a su vez, en la adaptación a la nueva situación familiar.

¿En qué consiste ese acompañamiento?Realizamos un itinerario específico y único para cada adoles-cente dependiendo la situación. Uno de los factores impor-tantes es que se sientan, poco a poco, parte de esta peque-ña sociedad que es SEI, que vayan generando vínculos. Sin duda, se trata de un primer paso muy importante.

¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo?En nuestra sede desarrollamos actividades socioeducativas en espacio de aula, donde en grupos reducidos el volunta-riado ejerce de tutor de resiliencia y le acompaña con las dificultades escolares, con el aprendizaje del castellano y sobre todo con la idea de vincularse, de sentirse parte de un grupo social. Además los viernes y algún fin de semana desarrollamos actividades de ocio y tiempo libre con la idea de encontrar aquella actividad que le motiva y favorecer la integración en grupos normalizados.

¿Y con el grupo familiar?Como he comentado primero partimos del individuo y, des-pués, abordamos al resto de integrantes de la familia. En esta

NAVIDAD2019•2020

El apoyo académico que realizan los voluntarios es un aspecto clave en la integración.Maite Ziganda en la sede ubicada en la calle Francisco Bergamín.

Page 30: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

30Revista Cabalgata de Reyes

Page 31: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes31

GALARDÓNHABA DE ORO 2018

fase realizamos terapias familiares, encuentros con todas las familias para que vean que comparten ciertos problemas, etc. De esta forma, se van sintiendo parte del colectivo y se dan cuenta de que no están solos viviendo esa dura realidad.

La esencia de SEIA día de hoy, ¿cuántos voluntarios tenéis?Durante 2018 un total de 150 personas colaboraron con la entidad en las distintas actividades que realizamos. El perfil es intercultural y las edades están comprendidas entre los 21 y 70 años. Todo esto no sería posible sin la ayuda de otros organismos, como Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Fundación Caja Navarra, Laboral Kutxa y el Cole-gio San Ignacio Jesuitas de Pamplona.

¿Qué es esencial que tenga un voluntario?Siempre me gusta destacar el compromiso. En nuestro caso, exigimos cinco horas semanales durante todo el curso. Ade-más, tienen una formación obligatoria continua con el objeti-vo de ofrecer servicio de calidad. Por lo tanto, el compromiso es alto.

Me imagino que para conectar con los adolescentes se nece-sitará gente de su misma edad.Sin duda, es un punto fundamental. Para atender esa reali-dad tenemos veinte “premonitores”. Se trata de chicos me-nores de veinte años que ya han pasado por ese momento de duelo migratorio. Qué mejor que ellos para atender a los chavales.

¿Cómo animarías a una persona a que se iniciara en el vo-luntariado?Primero, me parece una muy buena opción para poner el granito de arena para que cada vez nuestra sociedad sea más abierta. Segundo, todo el mundo viene con la men-talidad de ayudar y, al final, los chavales son quienes nos aportan más a nosotros como personas. Y por último, es un placer trabajar con este colectivo de la sociedad porque son los salvadores del mundo.

¿Navarra es una sociedad acogedora?Sí, considero que somos muy solidarios. Es verdad que a ve-ces nos cuesta abrirnos por la falta de tiempo y por nuestra mentalidad de grupos de amistades cerrados, pero en gene-ral somos acogedores.

Haba de oro a los voluntarios¿Qué ha supuesto recibir este galardón para la entidad?Considero que lo más importante ha sido el reconocimiento espléndido a todos nuestros voluntarios, la piedra angular de SEI. Además, nos ha permitido tener una visibilidad in-creíble y una repercusión extraordinaria de nuestro trabajo en los medios.

¿Cómo recibisteis la noticia?La verdad es que con mucha ilusión y sorpresa, no nos lo esperábamos. Compartir la lista de premiados con colectivos que realizan una labor buenísima en la sociedad de Navarra nos llena de satisfacción.

¿Qué os pareció el acto de entrega en el Ayuntamiento de Pamplona?Nos pareció espectacular todo: el sitio, los abanderados ita-lianos, los representantes políticos, etc. Además, tuvimos la ocasión de acudir una representación muy numerosa del SEI, por lo tanto, pudimos disfrutarlo todos.

Por último, ¿qué pide SEI a Sus Majestades para el próximo año?Que todos los adolescentes que emigren a Navarra sientan que les acogemos bien, integrados y con las mismas posi-bilidades que el resto de los jóvenes. Se lo pediría a los tres Reyes Magos porque hacen un buen tándem y son un claro ejemplo de buena convivencia intercultural.

Adolescentes y voluntarios divirtiéndose con un juego de mesa.

Representación artesanal del Haba de Oro realizada por una voluntaria del SEI.

Page 32: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

32Revista Cabalgata de Reyes

COSASDE LA CABALGATA

Jorge Nagore:“Mis fotografías de la Cabalgata de Pamplona están donde más van a ser apreciadas”Testigo de la historia reciente de las últimas décadas de Navarra, Jorge Nagore fue el primer fotógrafo contratado por un medio local en Navarra. En un acto totalmente altruista, el año pasado decidió ceder todos los negativos que tenía de la Cabalgata de Pamplona desde 1978 hasta el 2012. A lo largo de la siguiente entrevista repasamos su trayectoria y nos cuenta por qué decidió regalar este valioso material a la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona considerado, a partir de hoy, como el cuarto de los regalos de los Reyes Magos.

Page 33: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes33

NAVIDAD2019•2020

¿ Cuáles son tus primeros recuerdos relacionados con la fotografía?Mi primer recuerdo es la cámara que me regalaron

mis padres cuando tenía doce años. Se trataba de una Reflex Konica que compraron en Canarias. En aquellos tiempos no había escuelas de fotografía, como mucho podías aprender de la gente adulta en la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra.

Cuéntanos un poco más sobre esa entidad.Se trataba de un grupo de fotógrafos aficionados que organi-zaban una serie de actividades relacionadas con este mundo, sobre todo, concursos y cursos. De alguna forma, gracias a esta organización afiancé mi afición.

Con el paso de los años, ¿tenías claro que se iba a convertir en tu profesión?Para nada, lo seguía viendo como una afición. Cuando llegó el momento de elegir carrera, decidí comenzar Derecho en la Universidad de Navarra, pero lo dejé en el primer año. Des-pués me metí en Periodismo donde me licencié en el año 1977. Sinceramente, no veía ninguna salida profesional en un futuro cercano relacionado con la fotografía.

Entonces, ¿qué sucedió?En mayo del último año de carrera vino el periódico Deia bus-cando periodistas con conocimientos de fotografía. Levanta-mos tres compañeros las manos en el aula y a los quince días estábamos trabajando.

¿Cómo fue esa primera experiencia laboral?Guardo un recuerdo increíble, tanto que considero que fue mi mejor momento profesional. El periódico tenía una apuesta muy clara por el poder y el protagonismo de la imagen, por lo tanto, jugábamos un papel muy importante.

Después de seis años en Deia decidiste cambiar a Diario de Navarra.Así es, me llamaron unos compañeros diciéndome que esta-ban buscando gente y me pareció atractiva la oportunidad. Además, de esta forma me convertí en el primer fotógrafo contratado por un medio local en Navarra.

¿No había ningún fotógrafo en los diarios?En aquellos años lo habitual era que los periódicos tuvieran tres o cuatro tiendas de fotos colaboradoras en la ciudad. Cuando había que cubrir un evento, les llamaban y el esta-

blecimiento se encargaba. Por lo tanto, me convertí en cierta forma en un pionero.

En total has estado casi tres décadas en Diario de Navarra, ¿qué te produce mayor satisfacción?Sin duda, el grupo que formé desde los noventa hasta mi jubi-lación en 2012 como jefe de la sección de fotografía de Diario de Navarra. La calidad humana y profesional que consegui-mos en ese grupo de trabajo de profesionales es algo emocio-nante y que me llena de orgullo.

Jorge Nagore entregando todo el material fotográfico en la Fiesta de Clausura.

Page 34: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

34Revista Cabalgata de Reyes

COSASDE LA CABALGATA

Décadas de carreteTreinta y cinco años de profesión, ¿con qué foto te quedas?Es imposible escoger sólo una. En el listado de posibles, sin-ceramente, no estarían aquellas que han ganado premios, eso seguro. Quizás seleccionaría aquellas que hice en dos viajes a India y Colombia que hice con fines sociales acompañado por el periodista Javier Marrodán, sobre todo, por el valor humano de las imágenes.

¿Y aquella que nunca hubieras querido realizar?Debido a la época que me ha tocado cubrir, me gustaría no haber tenido que sacar todas aquellas relacionadas con los atentados de ETA y la violencia. Fue una época muy dura.

Tengo entendido que tu semana preferida para sacar fotos es San Fermín.Sí, desde crío siempre me ha gustado pasear con mi cámara durante las fiestas de mi ciudad. Ahora estamos más acostum-brados a la llegada de los guiris, pero cuando vinieron los pri-meros fue toda una novedad. Me gustan los sanfermines por-que en cada esquina puedes encontrar una buena fotografía.

¿Algunos te consideran el inventor de la foto de la curva de Estafeta?Bueno, no le doy tanta importancia. La verdad es que la idea de esa instantánea me vino, en gran parte, gracias a un fo-tógrafo aficionado muy bueno, Félix Aliaga. Este amigo solía buscar la foto en el hueco entre las maderas del vallado colo-cadas de manera horizontal. Un día le vi y comencé a tirarme al suelo para buscar esa imagen.

¿Cuánto tiempo tardaste en conseguir la foto deseada?Exactamente seis años. En el año 1977 comencé a cubrir el encierro y siempre dedicaba un día a la búsqueda de esa foto diferente. Merece la pena destacar que en aquellos tiempos, con la tecnología que existía, era muy difícil conseguir este tipo de instantánea. La verdad es que es una foto espectacular: la figura del mozo, el periódico, la mirada del toro…

El cuarto regalo¿Cuál es tu relación con la Cabalgata de Pamplona?Como todo el mundo, mis primeros recuerdos son de niño cuando acudía a verla en un balcón con mi familia. Después, tuve cierto distanciamiento porque todavía no tenía hijos pero, realmente, descubrí este evento cuando me tocó cubrirlo como profesional. Ahora, me toca disfrutarla con mi nieto y, sinceramente, me quedé impresionado el último año con la puesta en escena.

¿Qué tiene de especial?Destacaría la magia que se desprende en toda la jornada y las caras de emoción y alegría de niños y mayores. Analizando el evento desde el punto de vista profesional, las imágenes que se pueden capturar son muy bonitas. Además, me encanta que la esencia de la Cabalgata se haya mantenido intacta en la ciudad.

¿Cuál era tu lugar favorito para sacar fotografías?Me gustaba mucho la visita a la Casa Misericordia y, por su-puesto, el recorrido de la Cabalgata. También, guardo un re-cuerdo especial cuando los Reyes Magos pasaron por primera vez por el Puente de la Magdalena. Gráficamente es especta-cular.

El año pasado decidiste donar cientos de negativos de la Ca-balgata a nuestra Asociación, ¿qué te motivó? Todo el material que he donado lo tenía bien ordenado a raíz de una exposición, creo que la única que he hecho en mi vida, que me pidió la UPNA en diciembre de 2002. Decidí donar-lo porque soy consciente de que el mejor sitio donde pueden estar y donde más lo van a valorar es la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona.

La propia Asociación decidió homenajearte en la pasada Fiesta de Clausura, ¿cómo lo viviste?Debido a mi profesión, he acudido a lo largo de los años a muchos eventos de este tipo y, sinceramente, me pareció muy entrañable, cercano y familiar. No soy muy fan de este tipo de homenajes pero Fernando Lizaur insistió mucho y, al final, accedí. Se lo agradezco porque disfruté mucho de la velada.

Te llevaste la gran ovación de la noche. Bueno, la verdad es que fue muy emotivo a pesar de la ver-güenza por tener que salir al escenario. Gracias a la Fiesta de Clausura me di cuenta del valor que la gente otorga a mi tra-bajo durante tantos años cubriendo la Cabalgata de Pamplona. Personalmente no lo valoraba tanto, por ello, vivir la ovación y la reacción del público a la cesión de mis fotografías me pro-dujo mucha satisfacción e ilusión.

La Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona quiso obsequiar a Jorge con su clásica escultura.

La famosa foto de la curva de Estafeta que capturó Jorge Nagore en el año 1982.

Page 35: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

Revista Cabalgata de Reyes35

Page 36: Revista Cabalgata de Reyes - Cabalgata Reyes Magos Pamplona · Horario de la visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente 18 32 Cosas de la Cabalgata Jorge Nagore 28 Haba de Oro 2018

36Revista Cabalgata de Reyes