Revista Atina

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8 AGOSTO DE 2012 REVISTA DE DIFUSION DE EXPERIENCIAS EDUCATIVAS Página 11 EL PODER DE LOS CÍRCULOS DE PAZ Y LA JUSTICIA RESTAURATIVA Página 15 UN CENTRO DE ESTUDIANTES EMPILADO Los jóvenes también trabajan por una mejor convivencia REPORTAJE CENTRAL :: Página 3 ¿Cómo manejar los conflictos al interior de la comunidad educativa? Aquí compartimos reflexiones, técnicas y experiencias para orientarlos en la búsqueda del buen clima escolar. LA GESTIÓN DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR “Atina, creando escuela” es una publicación bimensual de Fundación Emmanuel

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REVISTA DE DIFUSION DE EXPERIENCIAS EDUCATIVAS

Página 11

EL PODER DE LOS CÍRCULOS DEPAZ Y LA JUSTICIA RESTAURATIVA

Página 15

UN CENTRO DE ESTUDIANTES EMPILADOLos jóvenes también trabajan por una mejor convivencia

REPORTAJE CENTRAL :: Página 3

¿Cómo manejar los conflictos al interior de lacomunidad educativa? Aquí compartimosreflexiones, técnicas y experiencias para orientarlosen la búsqueda del buen clima escolar.

LA GESTIÓN DE LACONVIVENCIA ESCOLAR

“Atina, creando escuela” es una publicación bimensual de Fundación Emmanuel

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Cuando iniciamos el proyectocomunicacional de “Atina, creando escuela”,hace casi dos años, queríamos ofrecer unespacio de reflexión comunitaria del quehacerde las escuelas que educan a niños, niñasy jóvenes vulnerables de nuestro país. Sinduda que hemos perseverado para que estosiga siendo una realidad.

El equipo editorial agradece especialmentea quienes han tenido la responsabilidad deliderar y sacar adelante este proyecto en estelapso de tiempo, pues han entregado sucreatividad, ganas y conocimientos. A SandraZepeda, Nicole Cisternas, Constanza Romány Francisco Barrera vaya un sinceroagradecimiento.

Hoy abordamos un tema esencial ytransversal a la vida de toda comunidadeducativa como es la convivencia escolar.Aquí no sólo cabe considerar el modo en quese procede dentro de un grupo, se trate o node una escuela. Lo que queremos es revisarnuestras formas de estar, de compartir, departicipar, de resolver discrepancias, derespetarse, de encontrarse y crear espaciospara crecer, conocerse, aprender, querer,soñar y entregarse a los demás.

La sociedad que nos toca vivir parecenecesitar cada vez más normas y reglas, ypor tanto, supervisores de esas reglas, puesdesconfía de los actores que las tienen que

cumplir. Al mismo tiempo, se promueve eldesarrollo más armónico de las personas enambientes sanos y cuidados. Así, las escuelas-que son espacios de convivencia reguladosy protegidos- viven tensionadas por lo quesucede fuera de ellas, por las realidades delas familias y de los entornos de susestudiantes, requiriendo más reflexión yempeño en alcanzar propósitos que ayudena lograr una convivencia escolar donde nose rigidicen las relaciones, sino que sefavorezca el encuentro y el desarrollo humanode todos quienes integran la comunidadescolar.

Les presentamos en este octavo númerotestimonios, contenidos técnicos y reflexionesde quienes, desde sus roles, han idocontribuyendo a entender y mejorar elambiente escolar para el aprendizaje integralde los estudiantes. Que este conjunto depistas nos ayude a comprender y renovarnuestras miradas, con las nuevas distincionesque aquí se presentan, poniendo siempre elfoco en los estudiantes, que son para quieneslas escuelas y sus equipos dan lo mejor desí diariamente.

Lo resume así Gabriela Mistral: "La educacióntiene por objeto convertir al niño en un hombrede natura leza armon iosa y b ienproporcionada: esta es la meta de padres ymaestros".

“Atina, creando escuela”es una publicación bimensual de

Fundación Emmanuel.

Comité editorial:Pablo Fuenzalida R.Director Ejecutivo

Javier GajardoJuan PinoMaría Teresa RodríguezMaría Isabel Del VallePaulina Sala

Redacción y fotografías:Marcela Cerda

Diseño:www.alfonsoquiroz.cl

Si quieres comunicarte con nosotrospara hacer sugerencias, plantear temas,enviar cartas y solicitudes nuestradirección es Plaza de Armas 444,piso 3, Santiago; y el correo electró[email protected]

¿Buscas más información sobre elquehacer de Fundación Emmanuel ysus programas? Te invitamos a ingresara nuestro sitio web:www.fundacionemmanuel.cl

Edición de agostode 2012

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Equipo editorial

Fotografías base utilizadas en concepto deimágenes en páginas:2, 3, propiedad de Jayanta Behera, fotógrafoy diseñador de Mumbai, Maharastra, India.2, propiedad de Svilen Milev, artista búlgaro.15, propiedad de Griszka Niewiadomski,fotógrafo de Lodzkie, Polonia.3, 4, 6, 7 propiedad de Ilker, fotógrafo e ilustradorde Izmir, Turquía.5, propiedad de Kasiakay, fotógrafo polaco.16, propiedad de Eastop, Melbourne, Victoria,Australia.

Clima escolary convivencia

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La escuela es por definición unespacio social. Allí no sóloconvergen alumnos, profesores,directivos y padres en un ejerciciodiario de aprendizaje, sino que seencuentran sueños, expectativas,formas de ser y de pensar quemuchas veces no tienen nada encomún. ¿Cómo convivir de maneraarmoniosa en la diversidad?¿Alguien debe ceder?¿Quéhabilidades hay que desarrollar paralograr un buen ambiente en lascomunidades escolares? Atina buscórespuestas a estas preguntasconversando con tres expertos eneducación, quienes desde susdistintos ámbitos reflexionaronsobre qué es y cómo se logra unclima sano que propicie el desarrollode todos los actores.

Trabajar en elempeño de un buenconvivir

Trabajar en elempeño de un buenconvivir

Claudio DuarteSociólogo, académico ycoordinador del diplomado enConvivencia Escolar de laUniversidad de Chile

“Convivir: del latín convivere. Vivir encompañía de otros”. Esa es la definiciónque entrega el diccionario de la RealAcademia Española y calza a laperfección con lo que a diario sucedeen todas las escuelas del país: cadauna de ellas es un lugar donde sejuntan mundos, donde se entrelazanhistorias de vida en un océano diversoy en constante movimiento. Unmovimiento que a ratos se tornaturbulento e impredecible, mientras enotros se muestra calmo y armonioso.Si cada miembro de la escuela es unagota de este gran océano, ¿es posiblelograr que las relaciones de convivenciasean sanas y positivas? En opinión deClaudio Duarte, sociólogo, académicoy coordinador del diplomado enConvivencia Escolar de la Universidadde Chile, es posible siempre y cuandose considere que “los niños, niñas yjóvenes traen su entorno a la escuela,

lo portan consigo. Por eso lo mejor esaprovechar esa relación con el entornoy utilizarla como un dispositivopedagógico”. Explica que “por muchotiempo se dijo que en la escuela no seexpresaban los problemas sociales demanera tan aguda, pero hoy está claroque sí se reproducen, especialmenteel carácter adultocéntrico de lasrelaciones entre niños y adultos”.

¿A qué se refiere con ello? “A esemundo que tiene todo resuelto, que losabe todo, que puede decidir, controlary dominar sin tomar en cuenta a losniños, y que enseña desde el jardínhasta el posgrado que los estudiantesestán ahí para obedecer y acatarórdenes, y no para tener iniciativa,menos autonomía, ni tampoco paraparticipar de las decisiones que sonrelevantes” explica. Para Duarte aquíestá el meollo de la convivencia escolar:“La Declaración Internacional de los

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Teniendo como eje fundamentalde su trabajo la democracia, laparticipación, el potenciamientode los sujetos, cuando entren ala sala no van a ver 45 problemas,

si no que 45 socios.

Es indispens

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La Declaración

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Convivir

Es vital que la escuela notrabaje sola, si no que estéen red con el resto de lacomunidad.

Los niños, niñas y jóvenestraen su entorno a la escuela,lo portan consigo. Por esolo mejor es aprovechar esarelación con el entorno yutilizarla como un dispositivopedagógico.

Derechos del Niño recién se reconoceen el año 90 en Chile, lo que le poneun elemento interesante al juego de laconvivencia, pero no la define en símisma. De hecho para muchos adultosque existan estos derechos es unproblema, y les aparejan un listado dedeberes que transforman el derechoen un privilegio”.

Pero entonces, ¿se puede normar laconvivencia? Claudio Duarte semuestra partidario de “establecer ciertosacuerdos de convivencia que tal comosomos los seres humanos, seandinámicos y cambiantes, porque si nolos actos que se van a dar en la realidadvan a desbordar rápidamente elreglamento. Por eso es vital lacapacidad reflexiva que debe tener elequipo pedagógico, especialmente paraobservar la convivencia y encontrar lamejor estrategia para ir interviniéndolay que sea cada vez más democrática,respetuosa, solidaria y justa. Esindispensable que los acuerdos seanflexibles y que la palabra de niños,niñas y jóvenes sea importante”.

Un concepto que para el sociólogoresulta fundamental para conseguir unbuen clima escolar es la “participaciónsustantiva, que tiene que ver con lascapacidades que los sujetos tienen deaportar y las oportunidades que elentorno genera para desarrollar cosas.Aquí hay una tarea para nosotros comoeducadores de promover la generaciónde estas convicciones y que los

estudiantes aprendan la importanciade participar, de opinar fundadamente,de respetar lo que piensa el otro, dehacerse parte de las decisiones y luegocomprometerse”, y agrega “hay queaprender a ver la flexibilidad como unvalor propio de las relaciones socialesporque somos cambiantes como sereshumanos, por lo tanto la convivenciaescolar no puede analizarse como sifuera un objeto plano. Se le hatransformado en un objeto físico,reduciéndolo a la oficina de convivenciay al manual de procedimientos. Encambio lo que sucede en la sala declases, en el patio o en el baño no esconsiderado convivencia”.

Duarte ve en la labor de los profesoresun desafío muy grande, y por lo mismo,muy atractivo, pues “teniendo como ejefundamental de su trabajo lademocracia, la participación, elpotenciamiento de los sujetos, cuandoentren a la sala no van a ver 45problemas, si no que 45 socios”.

¿Cuáles son las claves del trabajo quepropone el sociólogo? Lo primero, esdesarrollar un conjunto de estrategiasintencionadas y planificadas quepermitan alcanzar el carácter que se lequiera dar a la convivencia:“Supongamos que queremos que elclima dentro del colegio sea amoroso.Todos los estamentos debenpreguntarse cómo hacer para que elclima sea así, donde haya buen trato,lenguaje sin sobrenombres, respeto a

la opinión de todos los actores ycompromiso con las decisionesacordadas colectivamente”, explicaClaudio. Y para resolver los casos quese tornen conflictivos, hay que saber aquién recurrir: “Como educador debesintentar entender qué le está pasandoa ese joven, porque hay algunos conlos que conversas de manera lo máshorizontal posible y te das cuenta queel problema tiene que ver con susdinámicas familiares, con sus dinámicasbarriales… Por eso

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lugares muy poco vulnerables dondeexisten prácticas de menosprecio, deburla, de egoísmo muy fuertes. Tal vezes menos visible que un grito o ungolpe, pero eso no quita que en amboslugares haya inconvenientes de igualgravedad”, indica Infante.

El Secretario Ejecutivo de la Vicaríapara la Educación plantea que en losvalores está la primera herramientapara instalar una buena convivencia alinterior de los colegios, y para eso cadaestablecimiento debe definirlos eintencionarlos: “Estos valores formanparte del proyecto educativo, y por lotanto de la cultura escolar, y deberíanestar presentes en todas las relacioneshumanas que ocurran en la comunidadescolar”. En ese sentido, Infante creeque no hay que ver la convivencia“como un objeto externo, porque endefinitiva es nuestra estadía en un lugary las relaciones que tenemos entretodos”.

Explica que el buen clima escolartambién responde a una serie decriterios transversales que deben cruzarel accionar del equipo directivo y delos profesores para dar coherencia alproyecto. “Si a un alumno le digo undía que no a algo, y después que sí,deterioro la convivencia escolar porquecomo ellos están en proceso deformación perciben un discurso pococlaro. Estos criterios permiten ciertacoherencia y ofrecen reglas claras paratodos. Porque puedes aceptar estaren un ambiente más o menos rígido,

Planificar y noimprovisar

pero los estudiantes necesitan claridadsobre lo que se espera de ellos, inclusopara romper las reglas que es un actode rebeldía legítimo también”.

Cristian Infante cuenta que en laVicaría para la Educación hay unaconstante preocupación para que las

escuelas alcancen un buen climainterno, y para eso definieron un modelode seis puntos que directivos yprofesores no deben soslayar alenfrentar el tema. “Los hemos llamadoCriterios Transversales de la Fe, y hayque integrarlos desde la granplanificación hasta en la cosa máspequeña”.

¿Cuáles son estos puntales? Infantelos enumera y entrega detalles: “Loprimero es que la escuela debe brindarafecto y apoyo a toda la comunidad…A niños, profesores, padres, a todos.El segundo, es generar desde elestablecimiento un vínculo pro social,que implica la identidad de susmiembros. El tercero se refiere a teneraltas expectativas de lo que puedenlograr a lumnos, profesores,apoderados, directivos… creérsela deverdad. Y ligado a eso, hay un cuartopunto: tener límites claros y firmes.Firmes no significa rígidos; significaque si digo llegan hasta aquí, lleganhasta ahí”. Agrega como quintoelemento “la participación significativaa todos los estamentos de la comunidaden instancias como consejos escolares,centro de alumnos y de padres,reuniones todos los meses, asambleas,debates. Y por último, es necesario elfortalecimiento de las habilidadessociales y la comunicación para lograruna buena convivencia”.

Cristian cuenta que fue el libro“Resiliencia en la escuela”, escrito en2003 por Nan Henderson y MikeMilstein, el que inspiró este modelo queve con ojos nuevos el espacio escolar,potenciando las posibilidades dedesarrollo de todos los miembros de lacomunidad educativa. “Lo que sepretende es que el profesor incorporeen cada actividad estos seis puntos,que en cada clase, en un partido defútbol, en un taller sobre cualquier temahaya afecto y apoyo, identidad, altasexpectativas, límites claros y firmes,participación y desarrollo de lashabilidades sociales. Así vamoscreando un espacio formativo que va

Para Cristian Infante, abogado, exdirector de colegio y actual SecretarioEjecutivo de la Vicaría para laEducación, la buena convivenciaescolar no es algo que se da en formanatural.

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“Todas las personas vienen de uncontexto particular y en todos ellos haydiversas prácticas y maneras derelacionarse. Si llega un chico que viveen un entorno más violento, loesperable es que transfiera a lacomunidad escolar su forma de actuar,porque está acostumbrado a esa formade relación. Por eso, para que unaescuela sea un espacio formativo, hayque entender que esa persona debeincorporarse a una cultura deconvivencia escolar distinta, en unproceso paulatino que implica unain tenc iona l idad pedagóg ica ” .

En su opinión, hay mal clima escolaren sectores vulnerables y novulnerables, descartando el clásicoprejuicio que existe al respecto. “Hay

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Buscando ampliar el debate entorno al clima escolar,conversamos con el abogado yprofesor de la Facultad de Derechode la Universidad Diego Portales,Miguel Cillero, quienconstantemente ha participado deldebate nacional en torno a lajusticia juvenil.

que el trato a los alumnos se enfocadesde sus derechos. “La justa prioridadque la sociedad contemporánea leconcede a la libertad, la autonomía yla responsabilidad, entendida estaúltima como una consecuencia delrespeto a la dignidad de las otraspersonas y a los requerimientos de lavida en sociedad, exigen que el sistemaeducativo ponga especial énfasis endesarrollar la toma de conciencia,valoración y ejercitación de la libertad,la autonomía, el respeto y laresponsabilidad en el ámbito escolar”,indica.

En ese sentido, el abogado aclara quelas normas por si solas no tienen uncarácter formativo, ya que “una meraeducación de obediencia a reglas noes compatible con una nociónhumanista de la persona. Por elcontrario, la formación debe enfatizarlos sentidos de libertad y autonomía,junto a los de responsabilidad, respetoy solidaridad”, lo que en su opinióntambién vale en los casos másconflictivos y que generan roces alinterior de las escuelas.

Cillero señala que los problemas deconvivencia “no pueden resolverseúnicamente desde el punto de vista delos resultados, entendidos como la

El experto explica que distinguiendoentre derecho a la educación –queimplica acceso y calidad en condicionesde igualdad- y derechos en laeducación –que incluyen la igualdadde trato, protección de la dignidad eintegridad de los estudiantes- es eneste último espacio donde convergenla convivencia escolar y los derechosde niños y niñas. “En el ámbitoeducativo, a esta dimensión de respeto,igualdad de trato y de protección se ledenomina convivencia escolar y allíconfluyen como una garantía de losderechos del niño, las normas einstituciones destinadas a asegurar unaconvivencia que apoye el procesoeducativo en un marco de proteccióny favorecimiento del desarrollo de niñosy niñas”, señala.

Cillero es un convencido de que lamejor convivencia se logra en la medida

fortaleciendo la madurez humana, laintegridad con la comunidad… Es unproceso intencionado donde los valoresa través de una metodología cruzantodos los procedimientos”, indica elexperto.

Según Infante, el inspector es una figuraa la que históricamente se le atribuyela aplicación de las reglas disciplinarias,pero él vivió una experiencia innovadoraen ese sentido. “Dirigí un colegio sininspectores disciplinarios, pues es unpersonaje que evita que la convivenciaescolar sea responsabilidad de todoslos sujetos de la escuela. Porque si unalumno se porta mal con un profesorse le manda a la inspectoría, pero¿dónde está el afecto y apoyo? ¿Loslímites claros y firmes? No hay vínculocon ese alumno y se le quita al profesorla responsabilidad formativa de trabajaresto con él. Y por otro lado, fomenta eltemor. Los papás viven con susto deque a sus hijos les vayan a pegar…pero cuando les dices que no va ahaber inspector, se les cae el piso ydicen “esto se va a desbandar”, “va ahaber peleas todos los días”. Y te dascuenta que no. Que si tienes unaestrategia, funciona. Porque muchasveces el inspector fomenta una culturade hacer las cosas por debajo, deengañar, de que es válido hacer algomientras no te pillen. Y no estoyhablando de dejar hacer: debe haberreglamentaciones, pero también muchodiálogo, acogida. Todo esto requiereun liderazgo y una manera de pensarla escuela distinta. Mientras eso nopase, vamos a seguir entendiendo laconvivencia escolar como un objetodisciplinario y eso no le llega al corazóna nadie. Y si no tengo vínculo, ¿porqué debería mejorar la convivencia?”,reflexiona Infante.

Y concluye con una invitación a poneratención en los resultados que sequieren obtener en cada proceso quese inicia al interior de la escuela: “Loscolegios hemos trabajado siempresobre una noción basada en procesosy no en resultados. Es decir, hago algoy espero determinado resultado. Adiferencia de una visión que pone enel centro el resultado y busca planificarel trabajo para alcanzarlo. Decir “voya hacer reunión de apoderados ydespués veo qué pasa”, no es lo mismoque decir “voy a hacer esto con mispapás”, porque las reuniones setransforman en un medio poderosopara lograr mis objetivos. En suma,tengo que intencionar la reunión yaplicar con los padres los seisprincipios, haciéndolos participar,apoyándolos, poniendo límites claros…en suma, generando vínculos”.

Una miradajurídica a laconvivencia

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eficacia en el control de conductasdañinas, sino que es necesarioexaminarlas y evaluar si las estrategiaseducativas empleadas son capaces delograr que niños, niñas y adolescentesinternalicen estos valores, adhieran alas reglas sociales de convivencia ydesarrollen pautas de valoraciónautónomas que favorezcan una convivirpacífico. El sistema educativo no puederenunciar a educar, aunque requierede reglas que establezcan derechos,deberes y sanciones, eso sin perderde vista que la finalidad de losreglamentos no se agota en el controlde las conductas, sino que tienen queorientarse a un objetivo formativo”.

Precisamente la judicialización de lasconductas juveniles es uno de los temascomplejos que se desprende de laconvivencia escolar. El profesor Cilleroindica que “la legislación vigente enChile obliga a judicializar aquellosconflictos más graves, lo que presentaventajas y problemas. Un punto a favores impedir que los espacios educativosse conviertan en lugares donde no entrael Derecho, es decir, espaciosdesprovistos de protección y quepuedan propiciar el abuso y lavictimización de los estudiantes, lo quees especialmente relevante cuando setrata de delitos graves que afectan su

integridad física y su libertad sexual, ycon mayor razón si son cometidos poradultos en el marco de las relacioneseducativas”.

Para Cillero, la judicialización en estoscasos “logra invertir la asimetría depoder entre los niños y niñas y losadultos”. Pero hace una salvedad y esque “en muchos otros casos de delitosmenores la respuesta penal, comoprimera y única acción, resulta inútil ymuchas veces perniciosa. Son casosque la Justicia penal no es capaz der e s o l v e r , p o r q u e n o e s t áinstitucionalmente preparada parahacerlo, y que al ser traspasados alámbito judicial terminan por debilitarlos mecanismos internos pararesolverlos. Con ello, la víctima noencuentra muchas veces protección nireparación en el sistema judicial, y elestablecimiento queda disminuido ensu capacidad de solucionar aquellaparte del conflicto intraescolar que nopuede ser resuelta por la Justicia”, esdecir, se da una especie de círculovicioso.

¿Cuál podría ser entonces la solucióna este problema? Miguel Cillero entregaluces sobre algunos temas a trabajaral interior de las comunidades: “laevidencia internacional y algunas

experiencias nacionales muestran queel uso de técnicas de mediación,conciliación y reparación en el ámbitoescolar puede resultar más beneficioso.Especialmente en el caso que elagresor y la víctima sean estudiantes,este tipo de mecanismos podría serexplorado antes de recurrir a la Justicia,reservando su derivación al sistemajudicial en caso que el conflicto no logresolucionarse por otros medios. Creoque sería conveniente que la legislaciónchilena avanzara en esta línea en unfuturo, permitiendo que en delitos demenor importancia se pueda postergarla denuncia intentando respuestasa l te rnat ivas que las prop iascomunidades educativas deberíandesarrollar”.

El desafío para el profesional estápuesto especialmente en la gestiónque directivos, administrativos yprofesores hagan de los conflictosinternos. Por eso cree que lo primeroes “tomar conciencia del problema yver que es posible abordarlo ysuperarlo. No hay que cerrar los ojosni desalentarse. La comunidadeducativa debe saber que es capaz dedesarrollar mecanismos para superarlos problemas de convivencia y tenerla voluntad de procurarse los mediospa ra hace r l o , de modo decomprometerse a tomar todas lasmedidas necesarias para evitarcua lqu ie r t i po de ma l t r a to ,particularmente el abuso sexual, dandoprioridad al interés de la víctima deestas acciones”.

Para ello considera que es fundamentalque cada establecimiento cuente con“un cuerpo de reglas claro y bienorientado que asuma como unaresponsabilidad el cuidado y respetode la integridad física y sicológica delos niños, niñas y adolescentes,estableciendo protocolos claros deactuación basados en la protección dela víctima”. Una tarea que se planteadifícil pero no imposible si se aúnanvoluntades. “Esta labor recae conmayor fuerza en la dirección y en losprofesores y administrativos de losestablecimientos, pero requiere de lapar t ic ipac ión, comprens ión ycolaboración de padres, apoderados yde los propios estudiantes. En estesentido, iniciativas como los ConsejosEscolares pueden ser buenasestrategias para asumir este trabajo enconjunto” concluye Cillero.

Las normas por si solas no tienen un carácter formativo,ya que una mera educación de obediencia a reglas no escompatible con una noción humanista de la persona.

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COLUMNAde

Yo estudié en esta escuela, soy exalumno y he sido testigo cómo han ido cambiandono sólo los intereses, los gustos y laspreocupaciones de alumnos y alumnas, sinoque también cómo ha ido variando la forma deconvivir al interior de un colegio. Haciendomemoria, les cuento que antiguamente teníamossólo dos inspectores; uno prácticamente seconcentraba en labores administrativas, mientrasque el otro estaba en patio, y como tenían pocapresencia, el tema de la convivencia se manejabamuy bien a partir de la figura del profesor jefe.La cercanía que él generaba con su curso erala clave de la convivencia que se daba al interiorde la escuela, porque el profesor era la figuraque iba moldeando ciertas conductas en loschiquillos.

Pero eso ha cambiado, porque los niños y niñasque nos toca recibir hoy tienen un tipo de carenciadistinto a los de antes. Hace unos años, lascarencias estaban más relacionadas a loeconómico, se decía que era un problema demedios. Pero hoy la carencia va por otro lado:nos encontramos con chiquillos que están faltosde compañía, que no cuentan con el apoyo desu familia o de alguna figura que les seasignificativa. Por eso la situación es máscompleja y la gestión de la convivencia requierede una estrategia distinta, donde hay que reforzardesde distintos ámbitos la labor del profesor jefe.Fue así como en nuestro colegio se crearon losinspectores de nivel para los diferentes cursos,hay coordinadores de especialidades (ya quesomos un liceo técnico profesional), y contamoscon un grupo de religiosas que día a díaconversan y acompañan a los chiquillos en sus

Ricardo PavezJefe Área Técnico ProfesionalCentro Educacional Alberto Hurtado

inquietudes espirituales. En resumen: sicomparamos ayer y hoy, la cantidad de personasque ahora trabajan para poder gestionar de buenamanera la convivencia escolar es mucho mayory la estrategia tiene un carácter distinto.Técnicamente se dice que las escuelas que tienenmenor índice de agresividad o de conflicto sonlas que tienen menos rotación de profesores, yaque los estudiantes en su búsqueda de referentes,se identifican con las figuras de la escuela y estánatentos a cómo se comportan. Por eso esfundamental la actitud como el profesor llega ala sala, observar cómo el inspector es recibido,que los docentes se entrevisten formal einformalmente con cada uno de los chiquillos ysus familias, para así interiorizarse de su realidad,que son todas muy distintas en cuanto a cómose conforman sus círculos de confianza o lo queles gusta hacer.

De acuerdo a nuestra experiencia, la mejorconvivencia se logra con aquellos profesores quepermanecen más horas con los chiquillos puesse transforman en figuras importantes en susvidas. Es un hecho que en la enseñanza técnicoprofesional la relación que se da con losprofesores de taller es muy diferente a la que seda con los de asignaturas, porque se produce unpunto de encuentro tan grande, que a vecespienso que la especialidad que estudian es casiuna excusa que sirve para poder relacionarse demanera más estrecha con los jóvenes quetenemos la misión de formar. Al final de cuentas,los resultados más lindos y las experiencias másricas salen de la cercanía que uno pueda generarcon los alumnos, y ese es uno de los sellos quenuestra escuela nunca debe dejar de cultivar.

OPIN ÓNHumor escuelaViñetaViñeta

Heraldin MuñozPrimero Medio B, Liceo Politécnicode Talagante.

Muchas gracias por los excelentestrabajos recibidos. Los iremospublicando en cada número de larevista Atina.

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El pasado 27 dejunio se concretóel interesantes e m i n a r i o“Desafíos de laniñez en Chile” enla Vicaría de laPastoral Social yde los Trabajadores; un encuentro quecontó con la part ic ipación derepresentantes de FundaciónEmmanuel, de la Vicaría de la PastoralSocial, de los Hermanos de La Salle,del Hogar de Cristo, de los HermanosMaristas, de Caritas – Chile y de laVicaría para la Educación.

El objetivo fue conocer en profundidadel último diagnóstico que la UNICEFmaneja sobre la realidad de niños,niñas y jóvenes en nuestro país, datosfundamentales para orientar de mejormanera las tareas de esta red deagrupaciones del mundo católicoenfocadas en atender a uno de losgrupos más vulnerables de la sociedad,y que son parte de la mesa Pro BICE(Oficina Internacional Católica deInfancia), con el objetivo de potenciar

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el enfoque de derechos de niños yniñas en el servicio educativo, pastoraly promocional que realizan.

Fue así como especialistas de UNICEFexpusieron sobre diversos ámbitos deacción que dan cuenta del momento ylos procesos que están aconteciendoa la infancia en Chile, deteniéndoseespecialmente en los problemas queaún se deben superar. Por eso seabordó la nueva institucionalidad deinfancia y los cambios que se estándando en el marco de la protecciónlegal a nivel país; se habló sobre logrosy tareas pendientes respecto acobertura y desigualdad en laeducación preescolar; se revisarondatos sobre lo que está sucediendocon la infancia indígena; para cerrarcon un módulo dedicado al análisis de

la violencia que seejerce en nuestro paísc o n t r a l o s m á spequeños, tocandotemas como maltrato,abuso y prevención.

Una síntesis de loexpuesto la entregóN i c o l á s E s p e j o ,encargado del Área deDerechos de UNICEF,señalando que los

avances que se han alcanzado graciasa políticas de infancia en Chile aún soninsuficientes para acortar las grandesbrechas que existen entre los gruposmás y menos pudientes de la sociedad:“Vemos que existen brechas en elacceso a la educación, a la salud eigualdad de oportunidades. Ciertosniños, por pertenecer al sector de lasociedad más beneficiado, han podidoincrementar sus niveles de inclusión,lo que no ocurre con muchos niños desectores más desaventajados”.

Es por eso que el compromiso queFundación Emmanuel ha adquirido alparticipar de la mesa pro Bice-Chile esabordar los temas de derechos en lasinstituciones que acompaña, de modoque niños, niñas y jóvenes lleguen aconvivir en contextos más equitativos,inclusivos y sanos.

Seminario sobre Derechos del Niño

hacia el aprendizaje integralMovilizándonos

Fundación Emmanuel, junto a otras organizacionescatólicas que integran la Mesa Pro BICE-Chile, invitarona instituciones que centran su trabajo en la infancia yjuventud para revisar juntos el diagnóstico que preparaUNICEF sobre la realidad chilena.

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Una deudasiempre por saldar

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hacia el aprendizaje integralMovilizándonos

Para intercambiar sueños, proyectos y proponer solucionesconjuntas a sus problemas, los centros de estudiantes de laescuela Agrícola Cristo Obrero, del colegio Menesiano deCuliprán y del Centro Educacional Alberto Hurtadocompartieron una provechosa jornada en dependencias deFundación Emmanuel.

El aprendizaje integral no sólor e q u i e r e d e l d e s a r r o l l o d ecompetencias por parte de directivosy profesores, quienes vuelcan en losalumnos nuevas metodologías yhabilidades adquiridas. Este empeñotambién necesita del involucramientode los estudiantes, actores vivientesdel proceso de aprendizaje en susentido más amplio. ¿A quienes siguenniñas, niños y jóvenes al interior desus co leg ios? ¿Quiénes losrepresentan y de qué forma seorganizan?

Para responder a esa pregunta tanatingente a la hora de reflexionar entorno al actual movimiento estudiantil,el pasado 1 de junio se reunieron enFundación Emmanuel tres centros deestudiantes de establecimientostécnico-profesionales: la EscuelaAgrícola Cristo Obrero, el CentroEducacional Menesiano y el CentroEducacional Alber to Hurtado.

Presidentes, vicepresidentes ydelegados, junto a sus profesoresasesores, tuvieron la posibilidad decompartir visiones sobre la educación,exponer preocupaciones particularesde cada establecimiento, además deabordar ideas y proyectos queesperaban realizar. Por eso, paraentregar herramientas que permitierana estos jóvenes líderes empoderarsey cumplir una mejor gestión, la jornada

estuvo centrada en desarrollar aspectoscomo el trabajo en equipo y el liderazgoa través de juegos y dinámicas departicipación grupal.

Para Víctor Sánchez, profesor asesorde los dirigentes de la Escuela AgrícolaCristo Obrero, esta es “una oportunidadextraordinaria, porque los ayuda a mirarsu propósi to como centro dee s t u d i a n t e s . Te n g o m u c h a sexpectativas en esta capacitación queva a permitir instaurar un futuromovimiento activo que les enseñe a noesperar que hagan las cosas por ti,sino que ir a conseguirlas”. Por su parteel presidente del centro de estudiantesdel colegio Menesiano, IgnacioCisternas, señaló que “es una ayudapoder compartir con otros centros dealumnos y ver así otras miradas sobrecómo formar, cómo organizar, cómopoder llegar más eficientemente a losestudiantes”.

En suma, fue un día donde seescucharon ilusiones y propuestas quesólo llevan a pensar que existenespacios educativos donde hay líderesque están aprendiendo a sacar la voz. Y se fueron con la tarea de elaborarun proyecto que ayude a desarrollarnuevos aspectos del aprendizajeintegral en sus compañeros ycompañeras de escuela, con la ideade concretarlo durante su tiempo deservicio.

hacia el aprendizaje integralMovilizándonos

Acciones complementarias

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Nuevas ideas,nuevos liderazgos

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Buscando la paz en medio de la tormentaDe educador:aeducador

Sin considerar malos pronósticos ni prejuicios, en laescuela Novomar comparten la misma sala de clasesniños y niñas con discapacidad, repitentes y hastadesertores del sistema escolar. Ubicado en Puente

Alto, este establecimiento hizo una apuesta por unmodelo de convivencia innovador que tiene en lainclusión y la acogida sus más poderosasherramientas.

chicos consideradostradic ionalmente“alumnos problema”.Su director HugolinoGonzález explicaque son niños “conmuchas dificultadesfamiliares, cruzadas

por temas de violencia, delictuales, dedrogadicción y de maltrato, acentuadaspo r f ac to res de pob reza ymarginalidad”. La cultura de ladiversidad estaba rindiendo sus frutosy casi sin darse cuenta Novomar pasóde escuela integrada a escuelainclusiva.

“La convivencia en esta escuela esmucho más rica”, asegura Hugolino,agregando que el equipo administrativoy docente tuvo que prepararse ysuperar ciertos prejuicios al apostar porla cultura de la diversidad. “Al miraruna escuela que acoge versus unaescuela que selecciona, siempre vana sentirse diferencias. Porque la nodiscriminación ayuda positivamente ala percepción que tienen los alumnos.Una escuela que trabaja un modelo debuenos tratos versus un modelo decontrol, siempre va a tener mejoresresultados” asegura.

El punto de partida del trabajo enNovomar es conocer a cada niño ensu individualidad, por eso “asumimosque la escuela debía flexibilizarse enrelación a cada chico y no sólosometerlos a adaptaciones. Asígeneralizamos la práctica de visitasdomiciliarias, dónde intentamos conocerel hábitat de cada estudiante eidentificar los riesgos asociados a su

Cultura de ladiversidad

Un pionero es quien explora nuevastierras, quien se atreve a dar un pasomás allá de lo conocido. Esa es lavocación que ha marcado el caminode la escuela Novomar, que a fines delos 90 fuera de los primeros proyectoseducativos integrados del país. Ladificultad de atender a niños y niñasde enseñanza básica junto a pequeñoscon distintos tipos de discapacidad eragrande, pero su equipo directivo ydocente estaba convencido de quecrecer en diversidad permitía unaprendizaje más humano e integral.

Las cosas se hicieron más complejascuando la escuela empezó a recibir a

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vulnerabilidad. Eso nos permite evaluarde otra forma sus conductas y sobretodo las que son consideradasconflictivas para el orden escolar”, relatael director.

Pero, ¿cómo convive la multiplicidadde mundos y sueños en este colegiode Puente Alto? ¿De qué manera seenfrentan los conflictos?

Fiel a su vocación pionera, la escuelaNovomar gestiona la convivencia através de un innovador modelo que sefundamenta en los conceptos de justiciarestaurativa y cultura de paz. “En susorígenes, este fue un intento porresponder a los riesgos de lavulnerabilidad desde la realidad de laescuela y de la comunidad. La escasezde recursos y la ausencia de referentesnos llevó a buscar de manera intuitivalas respuestas y l legamos alconvencimiento de que había queenfrentar la cultura de la violencia”,cuenta Hugolino González.

Entre las alternativas que barajaronpara gestionar la convivencia nuncaconsideraron los reglamentos:“estábamos seguros de que laconvivencia no se mejoraba pordecreto, por lo tanto no se trataba decontrolarlo todo. Aquí hay algofundamental que tiene que ver con elamor, en considerar a cada niño en suindividualidad y desplegar todos losesfuerzos por aminorar el impactonegativo de su vulnerabilidad”, diceGonzález. Fue así como entre todoslos estamentos se definieron prácticasde buenos tratos: “por sentido comúnla escuela no puede ser un espacio deprolongación de maltratos y castigos.Nuestros niños son violentados desdeel vientre, por lo tanto, seguir ejerciendoviolencia sobre ellos es inaceptable”.

Sumando esfuerzos, comenzaron acrear un modelo no sistemático perolleno de prácticas orientadas aresponder de otra forma a lavulnerabilidad. La creación de laescuela comunitaria fue uno de lospasos que los llevó a entender elvínculo con el entorno, y sobre todo laimportancia de ejercer alguna influenciasobre ella. Además se incorporaron lostemas de justicia restaurativa y culturade paz como fundamentos teóricos delmodelo de convivencia Novomar.

“ E s ta m o s e n u n a f a s e d eimplementación gradual, en la quehemos definido un sistema de gestióny un equipo encargado. El diagnósticoes que debemos enfrentar una culturade la violencia que es hegemónica hoyen las poblaciones, por eso lasestrategias de mejora de la convivenciano son sólo acciones de contención ycastigo, sino sobre todo deben tenerun carácter preventivo e impulsor deuna cultura alternativa a la violenta. Enla práctica, se reemplazan los castigospor actos reparatorios y serviciocomunitario” detal la González.

Esto resulta del todo coherente deacuerdo a la explicación que entregael directivo, “ya que al estar centradosen la comunidad, quien comete un actoincongruente atenta contra laestabilidad y armonía del grupo. Por lotanto, es la comunidad escolar la que

interviene para solicitar la reparacióno el servicio comunitario”, indicaHugolino. Aquí la víctima de la agresiónjuega un papel fundamental, “ya que através de su testimonio se orienta lareparación. Creamos un dispositivoconocido como círculo de paz, que esun espacio de diálogo entre víctima yvictimario mediado por representantesde la comunidad, que busca alcanzarla reparación. Esta experiencia es muypotente, y aunque estamos en unaetapa exploratoria, los resultadospermiten enfrentar los conflictos demanera radical. Hemos logradoconsecuencias inesperadas quesuperan la solución del conflicto entrelos implicados y se adentran en losespacios de los cursos, de las familias,e incluso de las poblaciones dondehabitan víctima y victimario” dice conorgullo.

La de Novomar es sin duda unaexperiencia que lleva a reflexionar sobrela forma en que nos relacionamos conquienes nos rodean, y que ofrece unagran oportunidad de trabajar laconvivencia replicando sus prácticas.“Contamos con un aula de convivencia,desde donde se gestiona el modelo.Es un lugar de diálogo permanentedonde se realizan círculos de paz yesperamos se convierta en un espaciode capacitación en cultura de paz”,concluye González.

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Los círculosde paz

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La gestión del climaescolar siempre has i d o u n t e m aimportante en laescuela Juan Pablo IIde La Granja. Por esoel año 2011 realizaronuna intensa campañade buen trato, donde participarondirectivos, profesores, alumnos yapoderados. Y este año el empeño haestado puesto en implementar lamediación como método de resoluciónde conflictos.

Así lo explica Marcela Maldonado,diplomada en mediación y coordinadorade conv i venc ia esco la r de lestablecimiento: “Para abordar lamediación escolar en nuestro colegiose crearon una serie de documentos.Algunos son de reflexión y otros demediación para que los profesores usencuando un niño ha tenido dificultadeso ha causado disturbios en la sala declases. La idea es que se junte con elestudiante y miren este documento conel objetivo de hacer una reflexión sobrela conducta problemática. Si hay doschicos involucrados, se hace conambos, intentando que sepan identificarel problema, analicen cuál ha sido laconsecuencia de ello –si ha afectadoa un profesor, a un compañero-, para luego reflexionar qué pasaría en elfuturo si la conducta continúa. Porúltimo los niños deben proponersoluciones al conflicto y ahí se firmaun compromiso que debe ser llenadopor él mismo”.

principalmente porque les permiteorientarse respecto de cómo tienen quetocar el tema, saber qué hacer. Ademásha servido para llevar un registro delas mediaciones al interior delestablecimiento, lo que a los profesoresles da una visión más global de lo quese ha trabajado en términos deconducta con cada estudiante”.

Para Marcela, llegar a capacitarse enmediación fue una feliz casualidad queahora tiene mucho sentido en sutrabajo. “Al salir de la universidad, toméun diplomado en mediación escolar sinsaber todo lo que se venía. Agradezcohaberlo hecho porque prácticamentela convivencia escolar se ha vuelto untema país. Se quiere abordar, pero nose sabe cómo. Por lo mismo, hace faltaque en cada establecimiento alguiense especialice en gestión de laconvivencia, que se t rabajendocumentos, que se sepa por qué esimportante que exista un registro delas mediaciones, o estar al tanto deque los propios alumnos pueden mediaren a lgunos casos” , asegura.

Dada su experiencia en el manejo detemas de convivencia, Marcela agregauna reflexión que no deja indiferente:“los adultos tendemos a hablar muchoy no dejar que el niño nos cuente suvisión ante una situación complicada.La mediación otorga eso: es elestudiante el que lleva a la reflexión;se vuelve protagonista y desde ese rolreflexiona sobre las consecuencias desus actos”.

Ese es un momento clave, de acuerdoa lo que ha observado Marcela, “porquecuando los ch icos f i rman e lcompromiso, sienten que se validancomo alguien importante en el colegio.Es como si no vinieran porque lesllaman la atención, si no que lo vencomo una reflexión; así lo toman”.

El proceso de mediación se completacon un parte de incidencias, “donde seestablece una sanción que debedefinirse de acuerdo a la falta del niño.Por ejemplo, si un estudiante molestaa un compañero porque usa lentes, sele puede pedir que haga una reflexiónescrita sobre la empatía, con la ideade que la sanción se transforme enalgo significativo” señala Marcela. Aquíentra a jugar un rol la familia delestudiante, “porque se les informa dela sanción y si el problema se repite,llamamos a apoderado para ver quéotras cosas pueden estar interviniendoen el comportamiento del alumno, y enesta instancia es él quien firma unacarta de compromiso”, explica lacoordinadora.

Con la mediación, ¿ha cambiado eltrabajo de los profesores de Juan PabloII? “Ellos se capacitaron sobre los pasosa seguir ante un conflicto, y lo aplicansiempre. Pero con el tiempo nos hemosdado cuenta que al comienzo nostocaba mediar bastante, pero ahora sedan cada vez menos”, indica MarcelaMaldonado. En ese sentido, lamediación se ha transformado en “unfacilitador al interior de la sala de clases,

En la escuela Juan Pablo II la mediación ha sido la llave que le ha abierto a su comunidadpuertas de paz y buena convivencia.

Diálogo y compromiso ante todo

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Aprendiendo en familia

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“Algunos papás habían visto elcolegio sólo por fuera, así que esta fueuna buena ocasión para conocerlo”.Con esa frase comienza a relatarRaquel Guerra, directora del liceoMenesiano Sagrado Corazón de LlayLlay, la novedosa experiencia que tuvolugar el pasado 5 de julio en esteestablecimiento de la Quinta Región.Y es que buscando relevar el rol quelos papás tienen en el camino formativode los niños, organizaron una reuniónexclusiva para apoderados varonescon el objetivo de entregarles el informede notas del primer semestre de suspupilos y abrir además un espacio deconvivencia que no existía.

“En un principio nos daba miedoimplementar la idea, porque hayfamilias donde los padres estánausentes o sólo cumplen con el rol deproveedor y no tienen tiempo para otras

Rompiendo esquemas, el liceo Menesiano Sagrado Corazón de Llay Llay, citósólo a papás a la reunión donde se entregaron las notas del primer semestre.Una iniciativa que mejoró impulsó las relaciones entre apoderados y llenó degenuina alegría a los participantes.

actividades que se relegan en formanatural a las mamás. Nosotrosquisimos terminar con esa idea deque el papá trabaja y la mamá seencarga de la educación, porqueesa tarea tiene que ser cada vezmás compartida”, explica Raquelcon entusiasmo.

Y es que los resultados delencuentro fueron súperpositivos: “la convocatoriafue un éxito, porquevinieron hartos papás yquedaron muy contentosporque se sintieronconsiderados. Y entérminos de convivenciafue bueno para loscursos, porque sec o n o c i e r o n e n t r eapoderados que jamásse habían visto”, lo que

según señala la directora generó muchaalegría entre los niños, que pudieronpresentarle el papá a sus amigos.

Además, la reunión fue un hitoimportante al interior de cada familiadel liceo pues en muchos casos era laprimera vez que el padre se enterabade primera fuente cómo iban losavances académicos de sus hijos.“Quisimos que los padres se dierancuenta de que lo bien o mal que salgael alumno en los estudios también esresponsabilidad de ellos, porque¿cuánto habían cooperado en eseresultado?” se pregunta Raquel. Yagrega, “no basta con que les digan alos niños que hagan sus tareas. Hayque superar los problemas decomunicación intrafamiliar y que lospadres mues t ren que es tánpreocupados de los que pasa con sushijos, pero en forma activa”.

Padres presentes,hijos felices

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E n t i e m p o s d e m a r c h a s ymovilizaciones, los liderazgos juvenileshan mostrado todo su potencial. Hayquienes celebran que haya carasnuevas, que aplauden su forma deorganización y el carácter másparticipativo que han establecido almomento de tomar decisiones. Peroen términos prácticos, ¿cómo hace hoyun centro de alumnos para recoger lasdemandas de quienes los eligieron, yal mismo tiempo relacionarse en formafluida con los directivos del colegio paraplantear peticiones y lograr resolverlas?¿Cómo gestionan día a día esa cuotade poder? ¿Cómo influyen con suliderazgo en la convivencia escolar?

En el Centro Educacional AlbertoHurtado hay un grupo de jóvenes queestá trabajando en ello. Son BastiánMuñoz, presidente; Carmen Villacura,vicepresidenta; Francisco Barahona,encargado de Relaciones Públicas;Matías Oses, tesorero; y PedroChandía, secretario, quienes conformanel centro de estudiantes de esteestablecimiento de la comuna de QuintaNormal, y que con una gestión proactivay llena de energía han conseguido tenervoz y voto para opinar sobre proyectosy decisiones que atañen a la comunidadescolar completa.

“Los cargos son una formalidad”, seapura en explicar Carmen, “yo no valgomenos que el presidente o que elsecretario. Acá todas las decisiones setoman en conjunto, y si uno se opone,no se hace” dice tajante. Llevan variosmeses encabezando el centro dealumnos impulsando diferentesdemandas que han surgido de cadacurso de manera democrática. “Paralograr más participación hay unpresidente en cada curso que hace lasveces de representante, y con ellosnos reunimos al menos una vez al mespara discutir las mayorías que se danen cada nivel sobre diferentes temas”,explica Bastián.

Carmen siente que ha sido vital paralograr una buena gestión “el hacerse

notar como dirigentes, ir a los cursos,hablar en público”, y agrega convencidaalgo que es simple, pero clave: “somoslos mejores representantes de losalumnos porque los conocemos bien.Y como centro de alumnos estamosbien organizados y tenemos clarasnuestras metas”.

Con ayuda del profesor asesor hanlogrado establecer un fluido canal decomunicación con la Dirección delcolegio, y a pesar de las diferencias deopinión todos los temas se ponen sobrela mesa y se conversan. “Ellos tratande solucionarnos los problemas, y losestamos siempre cateteando, vamosa ver al director en los recreos yobviamente no concordamos en todo,pero las cosas se hablan”, dicen.

En cuanto a la convivencia, ¿qué papelhan desarrollado como centro deestudiantes? Francisco cree que “unaforma de fomentar el buen clima escumpliendo nuestras propuestas. Porejemplo ahora que conseguimos quese instale un teléfono público en elliceo, vamos a hacer una asambleapara explicar que hay que cuidarlo yser responsables. Así no retrocedemosen lo que se avanza”, explica. MientrasCarmen asegura que la mejor prácticade buena convivencia que hanimplementado es “nunca tomardecisiones sin consultar a los chiquillos.Siempre les hemos pedido la opiniónpara no pasarlos a llevar”. Y Pedroagrega que la tolerancia es parteintrínseca del funcionamiento del grupo:“Yo y Francisco nunca estamos deacuerdo, y aunque discutimos nosmedimos para que las cosas no lleguena convertirse en un problema”.Pensativo, Bastián hace una reflexiónque resume el valor de la tareaemprendida: “Esta ha sido unaexperiencia que me ha ayudado a sermás responsable. La pega del centrode alumnos es una responsabilidadextra que demuestra que puedo cumplircon varias cosas al mismo tiempo”, ysus amigos asienten con complicidad.

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El poder de lavoz juvenil

Estudiantes empilados

En el Centro EducacionalAlberto Hurtado hay un

grupo de chicos que trabajaduro por representar a sus

pares a través del centro deestudiantes. Una tribunaprivilegiada para relevar

valores como el respeto y laparticipación con miras a

mejorar la convivencia.

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El aprendizaje de la solidaridadEl mes de la solidaridad deja másde un regalo a quienes trabajamos

por la educación, al recordar laspalabras del Cardenal Silva Henríquez,

quien en “Mi sueño de Chile” dijo: “Quieroque en mi patria desde que un ser humano esconcebido en el vientre de una mujer, hastaque llega a la ancianidad, sea respetado yvalorado. De cualquier condición social, decualquier pensamiento político, de cualquiercredo religioso, todos merecen nuestro respeto.Quiero que en mi país todos vivan con dignidad.La lucha contra la miseria es una tarea de lacual nadie puede sentirse excluido. Quiero queen Chile no haya más miseria para los pobres.Que cada niño tenga una escuela dondeestudiar”.

Hoy, en un contexto donde se han superadotemas de cobertura educativa, Chile sepreocupa de la calidad de su educación,adquiriendo cada vez mayor importancia elreflexionar sobre la forma en que las escuelasposibilitan aprendizajes de calidad en susestudiantes. El aprendizaje integral se consigueabordando múltiples dimensiones. Tanimportantes como las competencias asociadasa los sectores de aprendizaje, son losaprendizajes que vinculan al estudiante consigomismo y con su entorno, y también con lasreflexiones que conectan a niños, niñas y

jóvenes con su sentido de vida, permitiéndolesdescubrir elementos vinculados a lat rascendencia y la sol idar idad.

¿Por qué la solidaridad constituye unaporte a la integridad de los estudiantes?Esta pregunta tiene diversas respuestassegún el proyecto educativo que cada

escuela elige enfatizar, pero en esadiversidad de posibil idades, lasolidaridad -entendida como el

despliegue de la capacidad de amar-es un elemento común que se expresaen el compromiso y la voluntad decontribuir al bien común, en las

aspiraciones por la equidad, lajusticia y la defensa de la

dignidad humana.

¿De qué manera la escuela puede abordar lasolidaridad? ¿Cómo aporta a que losestudiantes descubran y persistan en laimportancia de respetar la dignidad de todo serhumano? Algunos lineamientos que se pueden visualizar desde la reflexión pedagógica sonlos siguientes:

• La escuela puede abordar la solidaridadconstruyendo cotidianamente unaconvivencia que permita el efectivoejercicio de derechos por parte de todoslos integrantes de la comunidadeducativa.

• Puede abordar la sol idaridadincorporando a la comunidad local endistintas dinámicas educativas que permitan,por una parte, que familias y vecinos colaborencon la educación de sus hijos, a la vez quecontribuir a que la comunidad revalorice el rolde la educación y su aporte a la movilidadsocial y al desarrollo personal y comunitario.

• Desde sus prácticas de aula, la escuelapuede abordar la solidaridad desarrollandotemáticas que permitan a los estudiantesexplorar algunas realidades socialescaracterizadas por la injusticia y la inequidad,y también otros contextos en que estasinequidades se hayan superado. Los profesorestienen grandes oportunidades para incorporaren sus clases ejemplos, materiales y actividadesen los que puedan dar cuenta de los desafíosde un país que busca disminuir susdesigualdades y acercarse a un modo de viviren que, tal como lo señalara el cardenalSilva Henríquez, nadie puedasentirse excluido de la lucha contrala miseria. En ello, el desplieguede la capacidad de amar, lasolidaridad, es un imperativo quevive en cada uno de nosotros,y la escuela es una instituciónprivilegiada para potenciarla.

Equipo Aprendizaje IntegralFundación Emmanuel