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Hemos llegado al ecuador del pro-grama Escuela 2.0, cuyo objetivo era transformar y modernizar en

cuatro años el sistema educativo en su conjunto. El objetivo era convertir las aulas tradicionales en aulas digitales intentando que fuese igual en todo el estado. Aunque por el momento están participando en el programa 15 de las 17 comunidades autónomas, más Ceu-ta y Melilla. Sólo Madrid y Valencia, por ahora, no se han sumado al despliegue de Escuela 2.0. ¿Podemos a estas altu-ras hacer valoraciones? ¿Tenemos ya datos de estos dos años? ¿Cómo afec-tará la crisis al futuro del proyecto? ¿Ha-brá otro después? Si repasamos 5º y 6º de primaria, los cursos afectados a excepción de alguna comunidad como Cataluña, que empezó por la ESO, todas las aulas están casi completas según las previsiones inicia-

les de dotación de equipamiento digi-tal. En cifras globales, a día de hoy, se han distribuido 632.313 portátiles para alumnos y hay digitalizadas 26.798 aulas. Aunque según Antonio Pérez, di-rector del ITE (Instituto de Tecnologías Educativas), “ésta es sólo una de las partes que componen el programa”.Además de dotar un número de aulas con una pizarra digital interactiva, un proyector y un ordenador, garantizar una conectividad en el aula mediante conexión de banda ancha y proporcio-nar portátiles a los alumnos para uso didáctico personal en el aula y fuera del centro, “el siguiente eje era brindar al conjunto del profesorado y a los alum-nos contenidos educativos suscepti-bles de ser utilizados de forma modular con las herramientas proporcionadas”, explica Antonio Pérez. En este sentido, “los recursos educativos que tiene la

Según los datos del ITE han recibido formación 160.000 profesores

Presente y futuro de la Escuela 2.0

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plataforma Agrega (un repositorio crea-do por el Ministerio, Red.es y las Comu-nidades Autónomas) han alcanzado los 135.000 archivos digitales educativos,” asegura Pérez. Junto a las otras plata-formas educativas de las comunidades autónomas o del ITE, “prácticamente se garantiza que el 95% de los contenidos del currículum educativo están cubier-tos con objetos digitales educativos”, sentencia el director del ITE. Aunque existe un fuerte reclamo, por parte de la comunidad educativa, de un mayor número de cursos formativos, según Pérez, durante este tiempo se ha dado “un salto increíble”. Los datos del ITE son los siguientes: en estos dos cursos que lleva en marcha el programa han participado más de 160.000 pro-fesores en actividades de formación relacionadas con las TIC. En algunas co-munidades se ha combinado una fase presencial con una fase de choque y se ha ampliado notablemente la oferta de formación online de recursos, y de la utilización metodológica de esas herra-mientas. Otro eje donde el Programa ha que-rido incidir ha sido en la implicación de

las familias. “Hemos llegado a acuerdos con las dos principales compañías de teléfono, Vodafone y Telefónica, para suscribir lo que hemos llamado una 'tarifa deberes'. Esto le permite a las fa-milias tener una tarifa de banda ancha tanto fija como móvil a unos precios más bajos que las ofertas al uso, y que permiten a las familias con mayores dificultades económicas disponer de una conexión en un horario restringido para realizar los deberes online más los fines de semana, a un precio de aproxi-madamente 9 euros”, comenta Antonio Pérez.

Uso real de las TICLos datos sobre el uso que se da a las TIC son un tanto dispersos, ya que no hay realidades muy homogéneas. No obstante, sí podemos afirmar que con la introducción de las TIC han conver-tido estas herramientas en elementos cotidianos, de tal manera que un pro-fesor entra en un aula y no tiene que preocuparse por desplazarse a un aula de informática, arrancar los equipos y ponerlos en marcha. Nadie puede dudar del beneficio de las TIC en los diferentes

sectores, como la sanidad o el comercio, y en este sentido, “los profesores tam-bién lo han recibido bastante bien, son plenamente conscientes de que la es-cuela no puede permanecer al margen,” afirma Pérez. Las posibilidades que abren las TIC cuando están accesibles y no exigen un trabajo extra al profesor y al alumno tienen un potencial de trans-formación de la educación increíble. Al mismo tiempo, en un país como España, con una brecha digital bastante clara, el primer contacto de muchas familias ha sido a través del ordenador de su hijo, y en este sentido, “la proyección social que tiene el programa es bastante inte-resante”, explica Pérez. Por otra parte, no sólo cambia la efi-cacia didáctica, la transformación de la metodología abre nuevos paradigmas en el aprendizaje y unos roles más com-plejos dentro del sistema. El objetivo es que al introducir las TIC, el profesor deja de ser un mero transmisor de conoci-mientos y comienza a ser un mediador entre la información, el conocimiento y los alumnos. Por su parte, los alumnos dejan de ser unos sujetos pasivos por-que el hecho de utilizar recursos tecno-lógicos les permite buscar la informa-ción, cribarla, seleccionarla, convertirla en conocimiento, hacer actividades de investigación, es decir, construir su pro-pio conocimiento.

Un cambio más cercanoAun así, “el mundo de la educación es un mundo con resistencia a los cam-bios”, sentencia Antonio Pérez. Según él, un profesor tiene tendencia a dar las clases como él las ha recibido (hace 20, 30 ó 40 años), aunque bajo su opinión esta resistencia poco a poco se está venciendo y cada vez es menor. Para superar estas barreras hay que garan-tizar una formación adecuada para los profesores que tienen menos capacita-ción tecnológica. Aunque a su favor, sí es cierto que las pizarras digitales tie-nen una curva de aprendizaje muy corta en el tiempo, y su potencial cautiva des-de el primer momento. Por otro lado, el pretexto de no disponer de contenidos digitales para las asignaturas, ahora no sólo están los contenidos públicos y libres, también las editoriales están acelerando la generación de libros de texto digitales que permite, a cualquier profesor que quiera, preparar sus cla-ses utilizando estos recursos. Dentro de las editoriales los cambios van a ser graduales, asegura Pérez, “aunque ya han cambiado. He tenido

Antonio Pérez, director del ITE

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bastantes reuniones con las principa-les editoriales, y una de las cosas que el Ministerio dejó claro desde el principio es que no se trataba de convertir los libros en PDF para poder proyectarlos en una pantalla, que se trataba de algo más que eso, incluso no se trataba de dotar de interactividad a los contenidos que ya había, sino que el propio soporte hacía cambiar la concepción de los con-tenidos”.

Futuro de Escuela 2.0En cuanto al futuro del programa Es-cuela 2.0, el punto fundamental es completar los cuatro cursos al 100%, que garantizaría que la práctica totali-dad de los alumnos de nuestro país en el último ciclo de primaria y del primer ciclo de secundaria puedan aprender en un entorno tecnológico. “En muy poco tiempo veremos que en las aulas se puede enseñar fuera del espacio de los 50 minutos que dura la clase de ma-temáticas o de ciencias. El profesor va a tener una plataforma, un aula virtual, donde los alumnos pueden contactar entre sí y con el profesor”, augura el

director del ITE. Además asegura que durante los dos años que quedan para completar la dotación el Ministerio no quiere focalizarse en una herramienta en concreto, porque ahora puede ser un portátil y al final de los cuatro años puede ser un tablet. “No creemos que en sí lo importante sea la herramienta”, afirma rotundamente. Asimismo, la idea de Pérez es que “el proyecto sea el núcleo germinal de una modernización del sistema en su conjunto. Es decir, que al terminar los cuatro años de Escuela 2.0 se produz-ca la ampliación con una estrategia si-milar llegando a los cursos superiores e inferiores”. En cuanto a los cambios políticos que puedan producirse y su in-cidencia en el Plan, desde el ITE asegu-ran que “puede cambiar poco porque el proyecto es neutro ideológicamente, la introducción de las TIC y la moderniza-ción del sistema educativo es un asunto en el que todo el mundo tiene que estar de acuerdo”. Por lo que se podrían cam-biar los ritmos, los plazos, los niveles, pero no habrá un cambio sustancial. El camino no tiene vuelta atrás.

Como asignatura pendiente, Pérez se-ñala que los centros han encontrado dificultades con la conectividad. Como los centros no tienen el tratamiento de empresas, sólo pueden disponer por el momento de una conexión como si fue-sen particulares, y es más que evidente que las necesidades de ancho de banda de los centros son muy altas y se va a multiplicar aún más. Por otro lado, en este momento es-tán siendo bastante determinantes los factores relacionados con la crisis. Pero a pesar de que es una época complica-da para mantener programas costosos, Pérez asegura que desde la adminis-tración central existe el compromiso de mantener las dotaciones presupuesta-rias de Escuela 2.0 hasta el final del pro-yecto. Aun así, hasta ahora se le exigía a las comunidades autónomas una co-participación del 50% y ahora, en vis-ta del déficit de algunas comunidades, esta obligación va a pasar a ser una op-ción. En la práctica real es más que pro-bable que el alcance se vea reducido, aunque la idea es que las comunidades sigan invirtiendo.