RELATORIA DE SINTÉSIS Y DE REFLEXIÓN de:

EDUCACIÓN, PEDAGOGÍA Y DIDÁCTICA: UNA PERSPECTIVA EPISTEMOLÓGICA

Por: Dolores Bolaños, Beatriz Helena Duque, Mónica Patricia Osorio

El capítulo Educación, Pedagogía y Didáctica: Una perspectiva Epistemológica, hondamente enriquecido por los aportes de grandes figuras de la investigación de la educación en Colombia, como lo son los doctores Carlos Eduardo Vasco, Eloísa del Socorro Vasco (F) y Alberto Martínez Boom, se enmarca, aunque no por sus senderos tradicionales, dentro de la Filosofía de la Educación1 y más profundamente dentro del pensamiento epistemológico sobre la pedagogía y la didáctica en la sociedad contemporánea. Lo anterior, dado que el s. XXI trae consigo la necesidad de desentramar términos que se fueron entrelazando bajo la complejidad y el desplazamiento de los procesos institucionales, las prácticas de saber, los conceptos y las nociones alrededor de la Educación. Dicha precisión de términos nos ayuda en nuestro papel de docentes e investigadores a avanzar en el debate educativo y en lo que los autores denominan “el correlato reflexivo y creador: El saber pedagógico” (p. 101). Dentro de éste, están los discursos constituidos por las opiniones, las nociones, los conceptos, las teorías, las experiencias y las percepciones que enriquecen la práctica docente.

Y es justo allí, al hablar de “saber pedagógico” que se empieza a ilustrar la perspectiva epistemológica del escrito, ya que la epistemología entra al corazón de dicho saber, observando sus teorías, prácticas, métodos, discursos y hasta sus propios límites, con el fin de brindar un estatus de cientificidad a la pedagogía. Disciplina, ciencia, saber, conjunto de saberes, arte; al parecer los autores, comienzan por dilucidar el concepto de pedagogía en las páginas subsecuentes.

Ver la pedagogía como el “saber pedagógico” (consecuencia de una mirada Foucaultiana llevada a cabo por la gesta del Grupo de la Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, del cual Martínez Boom hace parte), comprende la pedagogía como un campo más abierto que el de un conocimiento y menos sistematizado que el de una disciplina, donde el saber tiene niveles poco organizados y disgregados. Aquí se asume la pedagogía como un saber disperso, fragmentario y marginal en algunos casos; el sujeto de ese “saber” es el maestro, quien reflexiona sobre él mismo y sobre sus prácticas, siendo en dichas prácticas donde se producen los “objetos” del saber (escuela, niño) y su objeto mayor “la enseñanza”. Objetos, saber y sujeto se articulan en el discurso pedagógico, en el cual se estudian los enunciados y las relaciones de poder que refinan la pedagogía misma (Reflexión arqueológica y genealógica)

Entonces, la conclusión a la que llegan los autores es que la pedagogía puede definirse como un saber teórico-práctico generado por los maestros a través de la reflexión personal y dialogal sobre su saber y práctica pedagógica en el proceso de convertirla en praxis pedagógica, a partir de su propia experiencia y de los aportes de otras prácticas y disciplinas que se interceptan en su quehacer.

Ahora bien, ¿Qué hay con la educación y la didáctica? Para hablar de Educación, los autores esclarecen el campo de la formación. Las prácticas formativas pretenden lograr la configuración de las nuevas generaciones para la supervivencia y la convivencia en el sistema social dado, de hecho, las primeras prácticas formativas se dan en la familia. Entonces, al hablar de educación, se refieren a dichas prácticas formativas, pero ya institucionalizadas. La educación es un proceso amplio, lo que no le permite convertirse en objeto directo de reflexión epistemológica, inacabado, una práctica social compleja que se dirige a intencionalidades diferentes. Tal vez dichas intencionalidades y a modo de reflexión personal,

1 “Filosofía de la Educación” es el nombre del volumen editado por el doctor Guillermo Hoyos, del cual hace parte el presente ensayo relatado.

sean las que permiten enriquecer una discusión dialógica entre muchos; políticos, sociólogos, economistas, maestros, estudiantes y personas del común, todos, portadores de concepciones temporales sobre un proceso que está y ha estado en constante reformulación, conforme ha pasado el tiempo. La educación es dinámica e inacabada como el mismo hombre, de allí su carácter, puesto que un proceso cuyo sujeto es un ser inconclusito, adquiere también la misma naturaleza.

Finalmente y no menos importante, se encuentra el debate acerca de la didáctica, ésta al igual que la pedagogía se define saber o disciplina práctica orientada por saberes. Se puede hablar de una epistemología de la didáctica, vista ésta como un método de enseñanza, centrada en las maneras de enseñar y las maneras cómo se aprende.

Concluyendo entonces, y como lo hacen los autores en cuestión, a lo largo de “Educación, Pedagogía y Didáctica: Una perspectiva Epistemológica” se puede afirmar que:

1. La educación no es un saber, una disciplina o una ciencia, por lo que no puede ser objeto de reflexión epistemológica. Entonces es un proceso amplío y una práctica social compleja

2. La didáctica y la pedagogía en cuanto saberes o disciplinas de segundo orden pueden ser objeto de reflexión epistemológica, además de arqueológica (saber) y genealógica (poder)

3. No se pretende a través del anterior análisis, afirmar la pedagogía como ciencia o como no ciencia, sino lo que se desea lograr es brindar a la misma, un cuerpo conceptual y nocional, dotado de historicidad y abierto a ser investigado, dado que la pedagogía estaba disuelta en otras disciplinas como la sociología, la psicología y otras

4. Proponer “la enseñanza” en vez de la educación como objeto articulador del saber pedagógico recupera la centralidad que ésta había perdido dentro de las Ciencias de la Educación. La preeminencia dada por las ciencias de la educación al concepto educación, desplazó el papel articulador que jugaba el concepto de enseñanza en el saber pedagógico (el concepto educación restringe el significado, la acción y el campo de la enseñanza y la hace meramente operativa). De esta forma, los autores plantean un rescate de la misma

Terminando con la síntesis del ensayo y dando lugar a la reflexión personal, cabe anotar que sin lugar a duda, la definición de estos tres (3) grandes términos relacionados con el quehacer docente, son génesis de confusión y de imprecisión. Aún los investigadores y pedagogos debaten entre la idea de darle a la pedagogía su estatus de ciencia o no. Aún muchos docentes se intimidan con la diferenciación entre “educación”, “formación” “didáctica” y se envuelven entre sus muchos conceptos.

El enfoque dado por los autores Vasco y Boom, tan liado “a” y desde el “saber pedagógico” permite no sólo lograr una apropiación del “saber” y la “práctica”, sino entender epistemológica e históricamente cómo se han construido los objetos teóricos al interior del discurso pedagógico; se está en capacidad no sólo de comprender y conceptualizar los problemas y las condiciones teóricas que los hicieron posibles, sino de encontrar y formular nuevos caminos a la investigación, acción que es tan importante para un docente. De allí, los aportes de la genealogía y la arqueología que se convierten evidentemente en unas metodologías que llaman la atención para problematizar y configurar contemporáneamente los problemas en la educación actual.

REFERENCIA:

VASCO, C, VASCO, E, MARTÍNEZ, A. (2008) Educación, Pedagogía y Didáctica: Una perspectiva epistemológica. En: Vol. 29: Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía: Filosofía de la Educación. Edición de: Guillermo Hoyos. Editorial Trotta. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid.