Relativismo y CieFncias Sociales

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RELATIVISMO Y CIENCIAS SOCIALES 1 En las discusionescorrientesacercade la naturalezade las cienciassociales ocupanun lugar de preeminenciacuestionestalescomola "carga" valorativa delos fenómenosquesonobjetodeinvestigación,el compromiso ualoratiuo de losinvestigadoressociales,el condicionamientovalorativo de los marcosteó- ricos, de los conceptosy de los términosutilizados por los científicos socia- les, etcétera.Estas cuestionessurgen-entre muchas otras-e-al enfrentarse dos puntosde vista contrapuestos:el que atribuye a las cienciassocialesun caráctersui generis que permite distinguirlas claramentede las cienciasna- turales y el que ubica a las cienciassocialesen un continuo con las ciencias naturales,continuo en el que éstasjueganel papel de paradigma.Es difícil minimizar el interés y la importancia de esta polémica, aunque cabereco- nocer, sin embargo,seriasdificultades en las manerasen que se la suele plantear. Una de tales dificultades surge,precisamente,en relación con el ámbito valorativo y consisteen la propensión generalizadade los filósofos de la ciencia a discutir los modosen que puede o no manifestarseel com- promisovalorativo en las cienciassociales,ignorando las contribucionesefec- tuadas en el ámbito de la filosofía moral; es decir, ignorando los aportes efectuadosen el campo propio en que tales problemasse analizan específi- camente.Así, se discute a vecesacercade la "objetividad" o de la falta de "objetividad" de los juicios valorativos,pasandopor alto las elucidaciones de índole semántica,ontológica y gnoseológicaefectuadasen relación con dicho temapor los filósofosde la moral.A vecessediscuteacercadel carácter valorativo o no valorativo (descriptivo)de los términoscruciales empleados en sus teorías por los científicos sociales,pero no se especificancriterios mínimamenteelaboradosque permitan distinguir descripción de valoración ni sefijan posicionesacercade la posiblereducciónde los términos y juicios valorativosa términos y juicios descriptivos,por ejemplo.A estostemaslos filósofos de la moral han hecho también importantísimos aportes.Otras vecessepolemizasobrelos supuestosrelativistasque traeaparejados-según sesupone- el reconocimientode compromisosvalorativos,pero no sepresta atención a las distincionesconceptuales y metodológicasque han propuesto al respectolos filósofosde la moral, ni las consecuenciasteóricasque trae aparejadoadoptaruna posiciónrelativista.Los ejemplosde estetipo pueden multiplicarse.Adviértaseque la crítica a estamanerade discutir problemas valorativosno se funda en la mera alegaciónde supuestasprioridadesteóri- cas.El planteo apunta a algo más profundo. Si, como creo, toda buena dis- [189)

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    En las discusionescorrientesacercade la naturalezade las ciencias socialesocupanun lugar de preeminenciacuestionestales como la "carga" valorativade los fenmenosque sonobjetode investigacin,el compromisoualoratiuo delos investigadoressociales,el condicionamientovalorativo de los marcoste-ricos, de los conceptosy de los trminosutilizados por los cientficos socia-les, etctera.Estas cuestionessurgen -entre muchas otras-e-al enfrentarsedos puntos de vista contrapuestos:el que atribuye a las cienciassocialesuncarctersui generis que permite distinguirlas claramentede las cienciasna-turalesy el que ubica a las cienciassocialesen un continuo con las cienciasnaturales,continuo en el que stasjueganel papel de paradigma.Es difcilminimizar el inters y la importancia de esta polmica, aunque cabe reco-nocer, sin embargo,serias dificultades en las maneras en que se la sueleplantear. Una de tales dificultades surge,precisamente,en relacin con elmbito valorativo y consisteen la propensin generalizadade los filsofosde la ciencia a discutir los modosen que puede o no manifestarseel com-promisovalorativo en las cienciassociales,ignorando las contribucionesefec-tuadas en el mbito de la filosofa moral; es decir, ignorando los aportesefectuadosen el campo propio en que tales problemasse analizan especfi-camente.As, se discute a vecesacercade la "objetividad" o de la falta de"objetividad" de los juicios valorativos,pasandopor alto las elucidacionesde ndole semntica,ontolgica y gnoseolgicaefectuadasen relacin condicho temapor los filsofosde la moral.A vecessediscuteacercadel carctervalorativo o no valorativo (descriptivo)de los trminos cruciales empleadosen sus teoras por los cientficos sociales,pero no se especificancriteriosmnimamenteelaboradosque permitan distinguir descripcin de valoracinni se fijan posicionesacercade la posible reduccinde los trminosy juiciosvalorativos a trminos y juicios descriptivos,por ejemplo.A estostemaslosfilsofos de la moral han hecho tambin importantsimos aportes.Otrasvecesse polemizasobrelos supuestosrelativistasque trae aparejados-segnse supone- el reconocimientode compromisosvalorativos,pero no se prestaatencin a las distincionesconceptualesy metodolgicasque han propuestoal respectolos filsofos de la moral, ni las consecuenciastericasque traeaparejadoadoptaruna posicinrelativista.Los ejemplosde estetipo puedenmultiplicarse. Advirtase que la crtica a estamanerade discutir problemasvalorativosno se funda en la mera alegacinde supuestasprioridades teri-cas.El planteo apunta a algo ms profundo. Si, como creo, toda buena dis-

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    ingridTypewritten TextDinoia, vol. 22, no. 22, 1976

  • EDUARDO A. RABOSSI

    cusin filosfica procura alcanzar niveles cada vez ms elaborados de com-prensin conceptual y de construccin terica, es obvio que la polmica acer-ca del compromiso valorativo de las ciencias sociales slo alcanzar nivelesptimos, en el sentido indicado, en tanto tome en cuenta aportes efectuadosen el rea a la que los problemas valorativos pertenecen por derecho propio,es decir, a la filosofa de la moral. Est claro que la incorporacin de talesaportes no solucionar automticamente la cuestin de fondo, pero no cabeduda de que enriquecer de modo adecuado su contenido.

    En el presente trabajo me propongo analizar algunas cuestiones queplantea el relativismo. La importancia que reviste este tema permite omitirmayores comentarios acerca de su eleccin. Interesa aclarar, en cambio, queno me propongo exponer el contenido de las posiciones sustentadas al res-pecto por diferentes filsofos de la moral, sino elaborar un enfoque globalque muestre, por un lado, la necesidad de formular determinadasdistincionesmetodolgicas y conceptuales, y que por el otro lado, siente las bases que ami criterio permiten juzgar acerca de la viabilidad de distintas variantes derelativismo. Este anlisis ocupa las secciones 1 a 4. En la seccin 5 me deten-dr a considerar, brevemente, algunas consecuencias del relativismo general-mente asociado a la alegacin de un compromiso valorativo en las cienciassociales.

    II.Niveles metodolgicos y variantes relativistas

    Un requisito necesario para ubicar adecuadamente la discusin acerca delrelativismo, consiste en distinguir, a grandes rasgos, los distintos niveles enque se pueden ubicar los tipos de reflexin sobre la moralidad. Digo quees un requisito necesario porque una de las primeras dificultades con que setropieza al encarar el tema del relativismo tiene origen en la existencia de dife-rentes variantes de posiciones relativistas. Y es bastante claro que una de lasmaneras de comenzar a ordenarlas es a travs de su ubicacin en nivelesdistintos, de acuerdo a criterios explcitos. Considero que la distincin deniveles. metodolgicos que propondr es bastante buena. Entre otras razo-nes, porque se adeca a las modalidades tericas practicadas efectivamente.Soy .consciente, sin embargo, de algunas dificultades que plantea y, en defi-nitiva, de su carcter instrumental. Pero dado el hecho --que consideroinnegable- de que alguna distincin de niveles debe trazarse, la razn ex-puesta es suficiente para decidirme al respecto. El planteo puede efectuarseen los siguientes pasos.

    Primero, distinguir entre la moralidad (un fenmeno social/individualsumamente complejo) y el estudio de la moralidad.

    Segundo, dentro del mbito de la reflexin terica distinguir (a) elestudio terico-emprico de la moralidad, que abarca problemas relativos alas opiniones y actitudes morales de individuos y/o de grupos sociales, y/o

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    al origen,evoluciny desarrollode talesopinionesy actitudes,etctera;(b) elestudio normativo de la moralidad, que abarcaproblemasrelativos a la obli-gacinmoral, al (a los)bien(es)ntrnsecots), a los valoresy virtudesmorales,al (a los) ideal(es)de vida, etctera,y (e)el estudio terico-conceptuai de lamoralidad, que abarcaproblemasrelativosal significadode las palabrasusa-das en contextostpicamentemorales,al contenido de los conceptosrespec-tivo, a la naturalezay status de aquello a lo que tales palabrasse "refieren"o a lo que tales conceptosmientan, a la elucidacinde los elementosdel es-quemaconceptual propio de la moralidad, etctera.Este esquemamueve adistinguir a (a),por un lado, ya (b) y (c),por el otro, 10 cual suponela cl-sica distincin entre investigacin cientfica e investigacin filosfica. Ade-ms, (b) presentauna curiosa atipicidad debida, sin duda, a los rasgossuigeneris de la moralidad. Esa atipicidad genera"tensiones" en cuanto a larelacin con (c); por ejemplo, acercade su eventual neutralidad, acercadela pertinenciade (b) comoactividad filosfica, etctera.No me ocuparaqude estasy de otras cuestionesque surgenen relacin con el esquemapro-puesto.(Cf., al respectoBrandt [1959],Hare [l!)GO] y Rabossi [1971]).

    Tercero, concordantementecon la distincin de niveles trazadadistin-guir tres tipos de relativismo: (a) relativismo socio-cultural, (b) relativismonormativo y (e)relativismo metatico (o relativismo tico, en sentidoestricto).Cada uno de estostipos ofrecediferentesversionesespecficas.Por otra parte,as como son distintos los criterios generalesde adecuacin,el mbito devalidez y las condicionesde validacin en cadauno de los nivelesmetodol-gicos sealados,tambin son distintos, concordantemente,cada uno de lostipos de relativismoque he distinguido.

    En baseal planteo as esquematizadose puedeencararel anlisis de lostipos de relativismo especificados.Tai tarea serdesarrolladaen las tres sec-cionessiguientes.

    IlI. Relativismo socio-cultural

    El denominado "relativismo socio-cultural" (en adelante Rl), llamado co-rrientemente"relativismo cultural", es una tesisde carcteremprico funda-da en investigacionesde antroplogos,socilogosy psiclogosy aceptada.expresao implcitamente, por muchosde ellos. En trminos generales,Rregistrael hechode que grupos socialesdistintos difieren en suspautasmo-rales y explica tal circunstanciaen basea las diferencias en el condiciona-miento socio-cultural. Ms estrictamente,R, se puede expresar de la si-guientemanera:

    Ti: En grupos socialesdistintos, digamosGl y G2, un mismo tipo deacto al que seatribuye contenidomoral puedeser juzgado,en gene-ral y en un gran nmerode casos,de maneradiferente;

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    T2: El comportamientomoral y Iasvaloracionesasociadasa l estncon-dconados socio-culturalmente,y las diferencias sealadasen T 1 seexplican porque los miembrosde Gl y de G2 pertenecena medosculturales distintos;

    Corolario: Dada la situacin descriptaen Tl, un mismo tipo de acto alque se atribuye contenidomoral ser,por ejemplo,bueno, correcto,encomiablepara los miembrosde Gl e incorrecto,malo, censurablepara los miembrosde G2

    Conviene recordar que n, poseecarcteremprico y que, en tanto tal,dependeen cuanto a su aceptabilidaddel grado de corroboracino de reu-tabilidad que puedaotorgrsele.Claro que una decisin al respectoesdificilde adoptar. Es obvio que un antroplogopreocupadopor encontrar rasgosdiferencialesen los distintos grupos socialesque estudia, acopiardatos queverifican Rl, mientras que otro antroplogoque d cabida en su esquematerico a la posibilidad de que existan universalesticos,por ejemplo,serrenuentea reconocerla relevanciade talesdatoso los interpretarde maneradistinta. Esta observacinno pretendesugerir que resulte imposible determi-nar el gradode aceptabilidadde Rl' Slo se propone advertir que en el casode R, no es fcil especificarel grado de corroboracino de refutacin puesexistende hechocondicionespreviasa la corroboracinde R, -por ejemplo,el inters en especificarrasgosdiferencialeso, por el contrario, el inters.endesarrollar enfoquesunificadores-- que determinan, en parte al menos, lamanerade seleccionary de evaluarel material emprico correspondiente.. R, presenta,adems,otro tipo de dificultades tericas.Me refiero al sig-

    nificado de ciertas expresionescruciales en su formulacin. Tomemos, porejemplo,la expresin"el mismo tipo de acto" (o, "el mismo acto"). Cundoun actoesel mismo (o cundose tratadel mismo tipo de acto) en dosgrupossocialesdiferentes?El trillado ejemplodel parricidio puede servir de ilustra-cin. (Recurdeseque mientrasque en nuestrasociedadel parricidio es con-denadomoralmentecomo el crimen ms horrible, en otros grupos sociales,por ejemploen algunastribus esquimales,la muerte del padre por parte delos hijos es aceptada y, an, estimulada,dadas las circunstancias).Prima[acie puede decirse que el parricidio proporciona un ejemplo claro de uncasoen el que el mismo tipo de acto,matar al padre, es objeto de valora-cionesopuestasen grupos socialesdistintos. Pero cuando un esquimal,porejemplo,lleva a caboactosque tienenpor objetohacerque su padreancianose hunda en el hielo y muera, y cuando un miembro de nuestra sociedadrealiza u omite accionesque producen,tambin intencionalmente,la muertede su padre, en qu sentido puede afirmarseque ambos llevan a cabo elmismo acto? Son acasolas mismas las 'Tazonesque guan a uno y a otro?Tienen los autoreslos mismosresultados in mente? En basea qu criterios

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    se afirma que en los grupossocialesen cuestinlos actoscorrespondientessejuzganapelandoa principios morales contrapuestos?Puedeargumentarsequesi bien sepuededecir, en cierto sentido,que ambossujetosrealizan el mismoacto (esdecir, el actoque sedescribecon la expresin"provocar intencional-mente la muertede un ser humano que es su progenitor"),en otro sentido-que es el que interesamoralmente- llevan a cabo actosdiferentes:el es-quimal lleva a caboun acto misericordioso,una especiede eutanasiasocial-menteregulada,mientrasque nuestrovecino,motivadopor pasiones,instintosy propsitos innobles realiza un acto inmoral. Con otras palabras,el actoesel mismo desdeun punto de vista fsico y "biolgico", pero no lo es desdeun punto de vista psicolgicoo social. Estosltimos aspectosresultan funda-mentalespor ser aspectosen funcin de los cuales queda determinada lavaloracin correspondiente.De estose sigue que, en el ejemplodado, no esexacto que en los dos grupos socialesse realiza un mismo acto juzgado dedistinta maneray que haya, en consecuencia,desacuerdode fondo (desacuer-do ltimo) en las respectivasvaloraciones.Se suponeque aclaradaslas cues-tionesde hechorelevantes,esquimalesy. no esquimalesconcordamosen queen nuestrosgrupos sociales rige un principio moral similar, por ejemplo,que es obligacin de los hijos adultos velar por el bienestarde los padresancianos,aliviando su sufrimiento, etctera.Este planteo se puedegenerali-zar,demodoque valgapara todoslos casosen los que sepostulandiferenciasen las valoracionesde "el mismo acto".Se suponeque en todosellos se arri-bar a conclusionessemejantesa las sealadasms arriba. Conviene aclararen estepunto el peso del argumento.No creo que de l se siga que n, esfalsa .0 que se fundamenta en premisas falsas. (En contra, Asch [1g62],caps. 11-14). En cambio,se sigue del argumentoque R, incluye expresionescuyo significado exige una aclaracin adecuada.De no proporcionarse talaclaracinsesigueentoncesdel argumentoque esposible invalidar R, en unplano conceptual,es decir, que es posible mostrar que ciertas expresionescrucialesde R, no estnsujetasa las condicionesde uso que la tesis presu-pone acrticamente.Argumentacionesde un carcterparecido pueden efec-tuarseen relacincon la traducibilidad de las expresiones usadas tpicamenteen contextosmoralespor grupos socialesque hablan lenguajesdiferentes ycon la ndole precisadel condicionamiento del que habla Rl.

    Supngaseque Rl se formula de modo tal que sesuperanlos problemasapuntados.Supngase,adems,que sereconocefundadamentea R, un gradode corroboracinsatisfactorio.Qu consecuenciasprcticasy tericas se si-guen de ello? Restringir la respuestaa tres puntos que poseenun interspeculiar para la cuestinde fondo, a saber,la validez de ciertos resultadosprcticosquesesuelenasociara la aceptacinde R1, la relevanciade R, pararesolver la polmica filosfica entre absolutistasy relativistasy, finalmente,la conexinposibleentre R, y ciertasteorasmetatcas.

  • EDUARDO A. RABOSSJ

    Basndoseen el corolario que resulta de TI y T2 Y en la aseveracinde que las valoracionescontrapuestasque se formulan en GI y G2 son igual-mente vlidas -una aseveracinindebidamenteagregadaen estenivel meto-dolgicopor cuantono esparte legtima de RI ni sesiguede RI-, sesostienea vecesque la aceptacinde RI tiene como resultado la adopcin de unaactitud tolerante respectode las opiniones, pautas y valoracionesmoralesdistintas de las propias, o distintas de las del propio grupo. La toleranciasera,pues,una secuelaimportante y atractiva asociadaal relativismosocio-cultural. Este planteoes,sin embargo,criticable. Si lo que sesostienees quede hecho RI ayudaa no ser intolerable, el planteo pierde inters:esposibleque tal seael caso,comoes posible que RI no generetoleranciao, an, quesea la base para elaborar una actitud etnocntrica.A su vez, si al afirmarque RI favorecela toleranciasepretendesostenerque tal valor, la tolerancia,es encomiableo que es el valor digno de encomio,entoncesel planteo tienepretensionesexageradasque resulta dudoso justificar con la nica ayudade R, y de la igualdadde validezde juicios moralescontrapuestos.Advirtaseque una argumentacinparecida puede hacerserespectode un planteo pa-ralelo a ste,estoes,el planteo sumamentecorriente que consisteen extraerde RI ms la aseveracinindebida acercade la igualdad de validez, conse-cuenciasde tipo escptico.ste es, por cierto, el planteo ms corriente.Sinembargo,cabe afirmar que no se sigue en modo alguno de RI. Y si se loderiva de RI y de la aseveracinmencionada cabe argumentarque o biense trata de una consecuenciaque acompaade hecho a Rv en cuyo casoelplanteopierde intersterico,o bien se presuponeno ya la aseveracinmen-cionada sino tambin otra aseveracintambin indebidamenteagregadaenestenivel metodolgico,a saber,que la aceptacinde que existenvaloracionescontrapuestasigualmente vlidas excluye la posibilidad de que existanm-todosracionales para zanjar las controversiasticas. Como veremosen IV,staesuna tesisfilosficaque,obviamente,no tiene cabida en el nivel meto-dolgico al que perteneceel relativismo socio-cultural.

    En cuantoa la relevanciade RI para resolverla polmicafilosfica entrerelativistasy absolutistascorrespondeformular, tambin, algunasobservacio-nesde inters.Puede pensarseque si RI se encuentrasuficientementecorro-boradasesigue,en principio, la falsificacin de toda posturaabsolutista,estoes,que la viabilidad del relativismosocio-culturalimplica el rechazode cual-quier tesisfilosfica de ndole absolutista.Las cosasno son, sin embargo,tansencillas,.puesRI no esex hypothesi una tesisfilosfica sino empricay, ade-ms,la eventual relevanciafilosfica de RI es materia de controversia.Queello es as se prueba en baseal hechode que todo filsofo que sostieneunaposicin absolutista tiene en cuenta la diversidad de sistemasy de valora-cionesmorales y que la posicin que propone pretende dar cuenta, entreotras cosas,de tal circunstancia.La estrategiaque generalmentese sigue al

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    respectoesconocida:o bien sehacehincapi en las limitacionescognoscitivasde los sereshumanos,que impiden acceder plenamenteal mbito de losprincipios verdaderosy absolutos,de los valoresltimos, etctera,o bien seinsiste en que la diversidadapuntadaes slo superficial ya que existe,en elfondo, un contenido comna todoslos sistemasmoralesque sirvede funda-mento a la correccin,veracidad,racionalidad, etctera,de los juicios mo-rales. No pretendo sugerir que estasmaneras de argumentarestn exentasde criticas.Creo que, en realidad,merecenser criticadas,pero slo a nivelfilosfico. En suma, R, no refuta el absolutismo y, consiguientemente,noprueba la correccindel relativismo,en tanto posiciones filosficas. Con otraspalabras, R, no es suficiente para probar el relativismo a nivel filosfico,aunquepara serrelativistaa esenivel esnecesarioprobar la viabilidad de R1.'

    Por ltimo, a partir de R, se puedepretenderinferir ciertosrasgospro-pios de lo moral; por ejemplo,a partir de la diversidadque manifiestan lasvaloracionesmoralespuedeafirmarseque la esferaemotiva tiene,de algunamanera,una conexinesencialcon lo moral. Nuevamentecorrespondeadver-tir que tal cosano se siguede R1, lo cual no implica negar el importantepapel que la esferaemotivajuegaen el mbito de la moral. Con otras pala-bras,Rl no implica a nivel metatico una posicin emotioista (en realidad,R, no implica en esenivel ninguna posicin). aunque puede sealarsequeel emotivismo,comodoctrinametatica,tiene consecuenciasrelativistasen elmbito metaticoal cual pertenece.

    Estos comentariosacercadel relativismo socio-cultural pretenden enfa-tizar el carcteremprico de esetipo de tesisrelativista y, al mismo tiempo,llamar la atencinacercade algunasconsecuenciasque siguende tal carcter'j que corrientementesuelenser pasadaspor alto. Lo argumentadohastaaquno se proponenegar la aceptabilidadde Rl' De lo que se trata en realidades de trazar los lmites de su validez efectiva.

    IV. Relativismo normativo

    Cuando se pasadel nivel propio de la tica descriptiva al de la tica nor-mativa se encuentraun tipo distinto de relativismo,denominado "relatvis-mo normativo" o "relativismomoral" (en adelanteRJ. R no implica Rz.Una tesis como R, que tiene como finalidad la descripcinde cierto tipode fenmenosno puede implicar, estrictamente,pautas acercade cmo ac-tuar, de cul esel comportamientocorrecto,etctera.Esta funcin es la quepretendecumplir Rz.

    No es fcil exponer el contenido de R, porque su formulacin no esfrecuenteen contextostericos.Pero la siguiente versin se adeca, creo, asus rasgosfundamentales.Para un defensorde R2, el principio fundamentalque permite decidir qu debehacerse,desdeun punto de vista moral, es el

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    siguiente:en una situacindeterminadaun agentemoral debe hacer lo quepiensaque debehacer;si el agentemoral piensaque debehacerA, entoncesescorrectopara eseagentemoral hacerA. En trminosgenerales,es correctohacer lo que se piensaque se debe hacer; es incorrectohacer lo que no sepiensaque sedebehacer.Advirtaseque R2 no afirma una regularidad entre10 que los agentesmorales piensande hecho acercade la correccinde losactosa realizar y la correccinefectivade dichos actos.~ tampocoenunciaun principio en favor de la "autenticidad" en materia moral; no estipulaque slodebemosrealizar aquellosque realmente pensemosque es lo correctohacer.Tampoco afirma R2 el principio alternativo de que un agentemoralno debe ser censuradopor hacer A cuando realmentepiensa que hacer talcosa es para l correcto.R2 postula que pensar que es correcto hacer unacto determinadoes una condicin suficiente para la correccin de dichoactoy que.en consecuencia,debemoshacer lo que pensamosque es correctohacer.

    R2 estsujetaa crticas de peso.En primer lugar, no da cabida a unaactividad esencialmenteasociadaa la moralidad: la crtica (censura)y/o laaprobacin(encomio)de losactosrealizadospor agentesmorales.Si "correcto"("incorrecto")slo es susceptiblede calificar un acto de un agentemoralcuandodicho agentemoral piensaque el acto, digamosA, es correcto,en-toncesotro agenteno podr calificar al acto (con pretensionescrticas y en elmismosentidoque el agenteactor) de incorrecto (correcto).La razn es quesegnR2 la correccinde A supone que el agenteactor piensa que A escorrecto.Por cierto que el segundoagentemoral puedecuestionarcmo esque el agenteactor ha llegado a pensar que A era correctoo, an, que nopiensaen realidad queA sea correcto.Pero ninguna de estasdos cosaspuedeasimilarsea criticar a un agentemoral por haber hechoalgo incorrecto.Ensegundolugar, R2 elimina la posibilidad de discutir cuestionesde ndolemoral,una actividadque tambinestesencialmenteasociadaa la moralidad.Si un agentepiensaque A escorrectoy otro agentepiensaque es incorrecto,. normalmentediremos que ambos agentesdifieren acerca de la correccinde A. Pero como la correccines funcin de lo que piensael primer agentemoral, y la incorreccinde A estambin funcin de lo que piensael segundoagentemoral, no hay posibilidadesde discutir, ni tiene sentidohacerlo,si Aes en realidad un acto correctoo incorrecto. Por ltimo, R2 no satisfaceelrequisito mnimo que debe cumplir cualquier concepcinnormativa: servir :de gua al comportamientoen situacionesdubitativas. La razn es simple.Si alguienpregunta"Quhar?" cuandose enfrentacon un conflicto moral,difcilmente le sirve de algo que se le diga que debe hacer lo que piensa.que debehacer.Quien se encuentraen tal situacin no sabequ pensar yel preceptoque proporcionaR, no proporciona ningn tipo de ayuda'en esadireccin (Hare [lg60J, 140-41).

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    Estas observacionescrticas son suficientespara poner en duda la via-bilidad de Rz. Cabe agregara ellas que R, es incompatible, adems,con elprincipio de uniuersabilidad que muchosfilsofosintroducen para caracteri-zar uno de los rasgostpicos de los juicios con contenido moral. N es ca-sual, pues,que Hare tomea R, comoprototipo de posicin relativista y queFrankena se refiera a R2 con menosprecio(Frankena [1963],cap. 6). Dentrodel relativismo normativo la variante generalmenteasociadaa Rl no esRz,sino una modificacin de ella que surgeal proyectar~ al plano del gruposocial.Rs -tal la denominar- postulaquesi de conformidadcon las pautasdel grupo social al que perteneceun agentemoral resulta incorrectohacerAen determinadascircunstancias,entonceses incorrecto para el agentemoralhacer A en tales circunstancias.Con otras palabras, la correccin (incorrec-cin) de un acto con contenidomoral dependede que el agentemoral corres-pondiente se comportede acuerdoa (en desacuerdocon) las pautasmoralesespecficasque rigen en su grupo social. Existen varias crticas estndarcon-tra Ra. La primera y principal es que, al igual que ~, no se siguede R,debido a que no esvlido inferir pautaso normasa partir de enunciacionesdescriptivas.Otra critica importante es sta: no resulta aceptableadmitirsin reservasque el hecho de que el grupo social estipule qu debe hacerseen determinadascircunstanciaspuedaservir de justificacin suficiente respec-to de los cursosde comportamientomoral a adoptar,o adoptados.Una con-secuenciainmediata de esto es que de aceptarseR, habra que tachar deinmoralesal reformadorsocial y al crtico de la moralidad establecida,pueslos tipos de comportamientosque proponen,al apartarsede los marcoscan-nicos de comportamientomoral, resultan incorrectos.Y estepunto esdema-siado fuerte para admitirlo sin ms ni ms.Resulta demasiadoconservador;es decir, resulta llanamenteobscurantista. .

    V. Relativismo metatico

    Cuando se accedeal nivel metatico(o nivel tico, en sentido estricto),estoes,al plano del estudio terico-conceptualde la moralidad, las tesisrelativis-tasmuestranrasgosdistntosa los que presentanR1, R2 Y Rs. No pertenecena estenivel tesissusceptiblesde ser corroboradaso falsificadasempricamen-te (R1), ni tampocopreceptos del tipo de Rz Y Ra. Las variantesrelativistasque examinara continuacinplanteanproblemasdistintos a los planteadosen los niveles anteriores.

    La primera variante del relativismometatco (R, en adelante)consisteen sostenerla validezde R, y aseverarque las opiniones contrapuestasacercadel mismo acto con contenidomoral son igualmentevlidas. Esta posicin--que mencionaraen II-, essostenidacon cierta predileccin por antrop-logos y socilogos,quienesparecena vecesidentificarla (errneamente)con

  • EDUARDO A. RABOSSI

    R, Yotrasvecespareceninferirla (errneamente)de Rr En realidad,R4 poseeun carcterdistinto a Rl' Sin perjuicio de que, comoya he sealado,la ase-veracinde que las valoracionesmoralescontrapuestasacercadel mismoactocon contenidomoral son igualmente ulidas, tampocose sigue de RI-

    La preguntacrucial que cabehacer respectode R4 es qu se entiendepor "igualmentevlidas" cuando se hace referenciaa valoracionesmoralescontrapuestas.Hay un sentidode estaexpresin,queno interesamayormente.Es aquel segnel cual decir que dos valoracionesmoralescontrapuestassonigualmentevlidas significa que cada una de tales valoracioneses conside-rada correctadentrodel grupo social correspondiente.Este punto es,en rea-lidad, una meraversindel corolario que siguea T, y T2, Y correspondealnivel emprico.El sentidode "igualmentevlido" que interesarealmenteenestecontextoesmsfuerteque el anteriory su elucidacinpermite imprimirun giro interesantea la discusinde R En efecto,una respuestaposible ala preguntaacercade qu se entiendepor "igualmentevlido" podra serque cuandose afirma que dos valoracionesmoralescontrapuestasson igual-mentevlidassequieredecir que las dosvaloracionesposeenel mismogradode plausibilidad dadaslas condicionesen que se expresan.Es decir, que si setomanen cuentatalescondicionesno hay razn para preferir una valoracina la otra o paraconsiderarqueuna escorrectamientrasque la otra no lo es,etctera.Sin embargo,estarespuestadista de ser satisfactoria.Por un lado,es obvio que no permiteadelantarmuchoen la elucidacinde "igualmentevlido". Por el otro,muestraque los defensoresde posicionesrelativistasdeltipo de R4 jueganimplcitamentecon una presuposicinimportante.Supon-gamosque sesealaraque R, es falsa porque es posibleofrecerun mtodo,dar razonesadecuadasu ofrecer un criterio que con independenciade lasopinionesde los agentescorrespondientesy de su dependenciacultural, per-mite probar que una de las valoracionesmoralesen juegoes, en si misma,correctay que la otra no lo es.Es de suponerque el defensorde R4 negaratal posibilidad.Pero en tal caso,cabra preguntarqu es lo que lo lleva asuponerque resulta imposible hallar un mtodo,razoneso criteriosque per-mitan justificar una valoracin moral en perjuicio de otra. Por cierto queel defensorde R4 no puederesponderque tal creenciase funda en hallazgosempricos,puesno se trata de R, sino de una tesisespecficamentefilosfica.Tampoco tiene relevancia la supuestaexplicacin ofrecidaantesacerca'delsignificadode"igualmentevlido". En qula fundamentapues?La respuestano puedehallarsede modo inmediato porque cuandose cuestionaen estostrminosla viabilidad de R4 susdefensoressemuevenrpidamenteen direc-cin a otra variantedel relativismo,caracterizadapor la afirmacinexplcitade queresultaimposibleofreceruna justificacinracional de las valoracionesmorales.Llamar a esta nueva versin de relativismo,"R,". El relativismometodolgico o el escepticismo tico,comosellama a vecesa variantesde Rs,

  • RELATIVISMO Y Clfu'JCIAS SOCIALES

    sostienebsicamenteque no existenen el campo de la moralidad criteriosracionalesque puedan ser empleadospor sereshumanosmadurospara deci-dir, respectode valoracionesmoralescontrapuestas,cul es la correctao lajustificada.etctera.Est claro que R, puedesostenersesin apelar a ningunade las variantesrelativistasanalizadashastael momento.El defensorde R~no desconoce,por supuesto,que las teorasticasofrecen,casi sin excepcin,criterios generalesque intentan alcanzar el objetivo que Rs cancela.A talefecto,las teoras ticasrecurren a mtodosde carctercientfico (un rasgotpico de las teoras naturalistas),o a modalidadesdel conocimientointuitivo(el mtodousual dentro del no naturalismo),o bien a formassui generis (elcasode algunasversionesdel no descriptivismo).El defensorde R, tampocodesconocequeen la vida moral cotidianatanto l comosussemejantesapelana razonesque consideranbuenas,para justificar cierto cursode accin o de-terminadojuicio valorativo. Tampoco ignora que muchasveceshay consensoen cuanto a aceptar ciertas razonescomo buenas y a rechazara otras pormalas.Pero el defensorde R5 no se satisfacecon ninguno de estosextremos.La pluralidad de doctrinas ticaslleva a preguntarsecul de ellas es la ver-dadera y, paralelamente,cul de los mtodosde decisin postuladoses, enrealidad, el mtodoracional. Por lo dems,si bien la vida cotidianamuestracasosde consenso,en el sentido indicado, tambinmuestramuchsimoscasosde disenso,con lo cual tambinesteplano parecesugerir una posicin comola que representaR5.

    Este tipo de argumentacines corrienteentre los partidarios del relati-vismo tico. Su peso es grande por no concluyente.Puede argirse al res-pecetoque si bien no existe de hecho un mtodo racional unnimementeaceptadoa nivel terico no es dificil concordar en cuanto a los requisitosque debe satisfacery que, adems,los modelosexistentesbrindan propuestasalternativascuyo anlisis y evaluacincorrespondeencararcomouno de losobjetivos ms importantes de la filosofa de la moral. El defensorde R,puedeargumentaren estepunto que sin perjuicio del valor tericode dichosmodelosresulta imposible que alguno de ellos pueda llegar a satisfacerlosrequisitos exigidos.Pero es entoncescuando la posicin del relativista ticopierde atractivo. En definitiva, todo ser racional -y el defensorde R5 sesuponeque lo es-- trata sistemticamentede ser racional en el ordenmoral.Insistir en la bsquedaterica del mtodoen cuestin significa pues, entreotras cosas,proponerseexplicar y clarificar las condicionesy el sentido delcomportamientoracional en dicho orden. Y sta es una tarea inexcusablepara el filsofo de la moral. Con otras palabras,la defensaacrrimade R5parececomportar elementoscontradictorios,no slo con el comportamientomoral efectivode sussostenedores,sino tambincon una de las motivacionestericasms importantesen el desarrollo de la filosofa moral: explicar yclarificar el carcterracional del comportamientomoral.

  • 200 EDUARDO A. RABOSSI

    VI. Eplogo: relativismo y ciencias sociales

    Qu relevancia pueden tener estasconsideracionespara la polmica acercadel compromisovalorativo de las ciencias sociales?

    En primer lugar, resulta obvio que la introduccin del compromiso va-lorativo en el campo cientfico tiene efectosinmediatos en la estabilidad deciertosrasgosque hacen,tradicionalmente,a la esenciadel conocimiento cien-tfico, a saber, corroboracin intersubjetiva, neutralidad, racionalidad. Perosi estosrasgosentran de alguna manera en crisis es porque se sobreentiendeque admitir el compromisovaloratvo implica, ineludiblemente, aceptaralgntipo de posicin relativista.

    En segundo lugar, los supuestosrelativistas no slo son aceptadosporla mayora de los defensoresde una concepcinvaloratvamente comprome-tida de las ciencias sociales,sino que tambin son aceptadospor muchos delos defensoresde una concepcin neutralsta de las ciencias sociales.Advir-taseque no es casual que una estrategiabsica que siguen quienes sustentanesta ltima posicin consiste en argumentar en favor de la posibilidad deneutralizar el marco valorativo, en distinguir tipos de juicios valorativosmos-trando luego que algunos de ellos .son susceptiblesde verificacin emprica,etctera.La aceptacindel relativismo no se limita, pues, a la clase de fil-sofosque sostienenel compromiso valorativo en las ciencias sociales.Y estoesimportante tenerlo en cuenta.

    Por ltimo, el anlisis desarrollado en II-V mueve a preguntarsehastaqu punto la polmica entabladano exige una elaboracin detenida del temadel relativismo. Si lo expuestohasta aqu tiene visos de admisibilidad -per-sonalmentecreo que lo tiene- la opcin no sera entre el relativismo y elabsolutismo sino ms bien entre el relativismo, en cualquiera de las versionesanalizadas,y lo que denominar "no relativismo". Adems,si las observacionescriticas formuladas en relacin con cada uno de los tres tipos de relativismoson correctas,pareciera sensatodecidir esta ltima opcin en favor del norelativismo. Determinar qu efectos tendra en la polmica este cambio defrente es algo que excede los lmites de este trabajo.

    EDUARDO A. RABOSSI

    CoNSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES

    CIENTFICAS y TCNICAS

  • RELATIVISMO Y CIENCIAS SOCIALES 201

    BIBLIOGRAFA

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    Plata:' Instituto de Lgica y Filosofa de las Ciencias.