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REA::EJAUTOPSY 2019, 16:1-5 - PATOLOGÍA FORENSE 1 La Antropología forense como ciencia auxiliar en Medicina Legal. A propósito de un caso. Joel Monzón González (*), Norge Estupiñán Rodríguez (**), Yaima Machin Guevara (**), Isis Leonor Jiménez Ramírez(**) (*) Antropólogo forense, (**) Médico legista. Especialistas del Equipo de Trabajo de Antropología Forense (ETAF) del Servicio Provincial de Medicina Legal. Matanzas. Cuba. Correo-e: [email protected] Index Terms—antropología forense, medicina le- gal, traumatismo craneal, autopsia ABSTRACT La antropología forense es una disciplina que generalmente se dedica al estudio de los restos óseos humanos, cadáveres en estado avanzado de la putrefacción o en restos humanos descuartiza- dos, desmembrados o desarticulados, sin embargo puede ser muy útil como ciencia auxiliar en las au- topsias convencionales donde se observen lesiones óseas. Se presenta un caso de un adulto encontrado inconsciente junto a un vehículo de tracción ani- mal, con un traumatismo craneoencefálico severo y fractura de base de cráneo. La interpretación antropológica de las lesiones óseas encontradas, permitió el esclarecimiento del hecho desde el punto de vista de la etiología médico legal. Forensic anthropology is the study of human remains ranging from bones, corpses in advanced state of the decomposition, body dismemberment and disarticulation. This discipline can be very useful as an auxiliary science paired with conven- tional autopsies particularly where bone lesions have been observed. We present the case of an unconscious adult male found next to an animal drawn vehicle with traumatic brain injury and Revista Electrónica de la Autopsia - PATOLOGÍA FORENSE skull fractures. The anthropological interpretation of the bone lesions, it enabled the explanation of the fact from the point of view of the medical legal etiology. I NTRODUCCIÓN La antropología forense como subdisciplina de la antropología física se dedica habitualmente al estudio de restos óseos o de cadáveres en avanzado estado de la putrefacción; pero puede aplicarse como ciencia auxiliar en las autopsias convencionales donde se describan lesiones óseas, pudiendo aportar resultados positivos. También se le conoce como la ciencia del pequeño detalle, ya que cualquier marca o huella por diminuta que sea puede permitir llegar a solucionar un caso que de otra manera hubiera quedado, como ocurre en ocasiones, en el más absoluto misterio. Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) gra- ves son la cuarta causa de muerte en Cuba, y la primera en la población menor de 41 años de edad. Además, son responsables de dos tercios de las muertes que, en menores de 41 años, se producen en un hospital general. Esta patología, aunque es superada en frecuencia por otras co- mo las enfermedades cerebrovasculares, afecta sin embargo a una población más joven y con mejor expectativa de vida. Estos procesos no solo llevan a la desaparición física del ser, sino que con fre- cuencia producen secuelas graves e invalidantes, en ocasiones limítrofes entre la vida y la muerte, como son los llamados estados vegetativos [1]. Las causas más frecuentes de los TCE son los accidentes de tránsito (70 %) seguido de hechos violentos y/o caídas desde su propia altura depen- diendo del área geográfica en el que se encuentre.

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La Antropología forense como cienciaauxiliar en Medicina Legal.

A propósito de un caso.Joel Monzón González (*), Norge Estupiñán Rodríguez (**), Yaima Machin Guevara (**),

Isis Leonor Jiménez Ramírez(**)

(*) Antropólogo forense, (**) Médico legista.Especialistas del Equipo de Trabajo de Antropología Forense(ETAF) del Servicio Provincial de Medicina Legal.Matanzas. Cuba.Correo-e: [email protected]

Index Terms—antropología forense, medicina le-gal, traumatismo craneal, autopsia

ABSTRACT

La antropología forense es una disciplina quegeneralmente se dedica al estudio de los restosóseos humanos, cadáveres en estado avanzado dela putrefacción o en restos humanos descuartiza-dos, desmembrados o desarticulados, sin embargopuede ser muy útil como ciencia auxiliar en las au-topsias convencionales donde se observen lesionesóseas. Se presenta un caso de un adulto encontradoinconsciente junto a un vehículo de tracción ani-mal, con un traumatismo craneoencefálico severoy fractura de base de cráneo. La interpretaciónantropológica de las lesiones óseas encontradas,permitió el esclarecimiento del hecho desde elpunto de vista de la etiología médico legal.

Forensic anthropology is the study of humanremains ranging from bones, corpses in advancedstate of the decomposition, body dismembermentand disarticulation. This discipline can be veryuseful as an auxiliary science paired with conven-tional autopsies particularly where bone lesionshave been observed. We present the case of anunconscious adult male found next to an animaldrawn vehicle with traumatic brain injury and

Revista Electrónica de la Autopsia - PATOLOGÍAFORENSE

skull fractures. The anthropological interpretationof the bone lesions, it enabled the explanation ofthe fact from the point of view of the medical legaletiology.

INTRODUCCIÓN

La antropología forense como subdisciplina dela antropología física se dedica habitualmenteal estudio de restos óseos o de cadáveres enavanzado estado de la putrefacción; pero puedeaplicarse como ciencia auxiliar en las autopsiasconvencionales donde se describan lesiones óseas,pudiendo aportar resultados positivos. También sele conoce como la ciencia del pequeño detalle, yaque cualquier marca o huella por diminuta quesea puede permitir llegar a solucionar un caso quede otra manera hubiera quedado, como ocurre enocasiones, en el más absoluto misterio.

Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) gra-ves son la cuarta causa de muerte en Cuba, y laprimera en la población menor de 41 años deedad. Además, son responsables de dos terciosde las muertes que, en menores de 41 años, seproducen en un hospital general. Esta patología,aunque es superada en frecuencia por otras co-mo las enfermedades cerebrovasculares, afecta sinembargo a una población más joven y con mejorexpectativa de vida. Estos procesos no solo llevana la desaparición física del ser, sino que con fre-cuencia producen secuelas graves e invalidantes,en ocasiones limítrofes entre la vida y la muerte,como son los llamados estados vegetativos [1].Las causas más frecuentes de los TCE son losaccidentes de tránsito (70 %) seguido de hechosviolentos y/o caídas desde su propia altura depen-diendo del área geográfica en el que se encuentre.

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La tasa global de mortalidad por trauma es de 19por 100.000 habitantes y en América Latina de75.5 por 100.000 habitantes [2].

Los traumatismos craneales pueden provocar lamuerte de forma directa o indirecta en cualquierade las variantes etiológicas médico legales. Enantropología forense, la reconstrucción de los trau-matismos craneales, ante la ausencia de anteceden-tes sobre las circunstancias en las que pudo ocurrirel trauma o en presencia de un trabajo inadecuadoen el lugar del hecho, requiere conocimientosespecializados de los patrones de fractura a estenivel [3].

Si se conoce bien la anatomía del cráneo, delencéfalo y se reconocen los diferentes tipos delesiones que se producen en ellos, se puede inferirel mecanismo de producción y la causa de muerte.O bien, si ésta es conocida de antemano, se puededemostrar que los hallazgos son compatibles conla historia proporcionada o la investigación del es-cenario de muerte [4]. Varios autores plantean queson diversas las fuerzas generadoras de TCE, y suentendimiento puede resultar de alta complejidadpero es imprescindible para el trabajo médico legal[5].

Las fracturas, para su estudio, en el planojudicial se asemejan a las heridas y tienen lasmismas consecuencias penales; por lo que sudiagnóstico médico legal comprende su búsqueda,la determinación de su naturaleza, de su origenvital o postmortem, la identificación del agentevulnerante y la distinción entre homicidio y ac-cidente [6].

Al recibirse un cadáver con historia de TCE,antes de iniciar la necropsia debe recabarse todala información posible con respecto a los hechos.Cuando el sujeto murió en el lugar se cuenta condos fuentes principales: el informe o despachojudicial, que proporciona la autoridad policial ac-tuante y que dicho sea de paso es generalmentemuy escueto, pues los investigadores describen anivel de sus conocimientos médico legales básicoslos hallazgos en el sitio; y la más confiable quees cuando un médico legista asiste al lugar de loshechos y proporciona el informe del escenario dela muerte. Por otra parte si el paciente recibióasistencia médica, se debe solicitar la hoja deatención de urgencias o la historia clínica paratener un panorama más claro [4].

PRESENTACIÓN DEL CASO

Se trata de un individuo adulto del sexo mascu-lino, de 45 años de edad, grupo racial caucásico,con historia de etilismo crónico, que según losescasos antecedentes aportados por la Instruc-ción Penal que investigó el hecho, es encontradotendido en el suelo al lado de un vehículo detracción animal (carretón) detenido en el bordede una carretera rural. Al ser examinado por losmédicos del Servicio de Urgencias del centro asis-tencial de la localidad, se constata un traumatismocraneoencefálico severo, por lo que se trasladaa la Unidad de Cuidados Intensivos Emergentes(UCIE), del Hospital Universitario “ComandanteFaustino Pérez Hernández” (Ciudad de Matanzas,Cuba); donde se le aplican medidas de soportevital y se sutura una herida contusa que presentabaen región occipital. En dicha unidad asistencialfallece a pesar de la asistencia médica, y se lepractica la autopsia judicial. Desde el inicio delcaso surge la duda acerca del origen etiológicodel trauma craneal ya que aunque se puede pensaren una caída desde el vehículo, también cabe laposibilidad de una agresión con un instrumentocontundente; por lo que se impone la pregunta:¿accidente u homicidio?.

HALLAZGOS DE LA AUTOPSIA

En el examen externo del cadáver se describensignos tanatológicos que concuerdan con la horade muerte establecida y como signos de violencia:

Herida contusa superficial de 0.5 cm delongitud, sobre base excoriativa de 3 cm dediámetro, en región occipital.Múltiples erosiones, la mayor de 0.3 cmde diámetro, en región de la mucosa labialinferior.

En el interior del cadáver se evidencia en cavidadcraneal:

Hematoma subgaleal circunscrito en regiónoccipital.Focos contusivos cerebrales y cerebelosos.Hemorragia subaracnoidea universal. (Fig. 1)Congestión meníngea y edema cerebral se-vero.Fractura lineal y paramediana en fosa cranealposterior derecha. (Fig. 2).

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Figura 1. Hemorragia subaracnoidea universal con contusionesmúltiples cerebrales y cerebelosas.

Figura 2. Fractura paramediana posterior de la base.

El examen del resto de las cavidades del cadáverno aporta nada de interés forense.

La hemorragia subaracnoidea descrita llevó a unefecto de masa que provocó una compresión ce-rebral, con el consiguiente aumento de la presiónintracraneal [7].

Con lo descrito anteriormente, todo limitadoa la región cefálica; y particularmente gracias ala observación detallada, descripción y estudiomédico legal de la fractura paramediana posteriorde la base, que surge en el agujero magnum ytiene una extensión de 8.5 cm hacia la fosa cranealposterior derecha, los peritos actuantes arriban a laconclusión de que la causa directa de muerte fueHipertensión endocraneana por hemorragia cere-bral, como consecuencia del traumatismo cráneoencefálico severo que recibió este sujeto al caer del

carretón; planteándose una etiología médico legalaccidental a pesar de no observarse el cuadro lesio-nal típico de una caída, pues la fractura observaday descrita en fosa posterior derecha puede y sueleproducirse por una caída simple hacia atrás.

Se descarta la etiología homicida pues la mis-ma se observa más frecuentemente en las caídasaceleradas y/o complicadas; se encuentran otrosmecanismos lesivos ajenos a la caída; suelenevidenciarse lesiones de defensa o de lucha ydesorden junto con huellas de violencia en ellugar del hecho, además de que generalmente seencuentran indicios criminalísticos.

DISCUSIÓN

En el mundo existen muchos profesionales es-pecializados en antropología forense que ayudana realizar determinaciones para el esclarecimientode diferentes hechos delictivos. Además de auxi-liar en la determinación de la edad de personasno documentadas, colaboran en investigacionescriminalísticas donde existen múltiples víctimas(Accidentes aéreos), en la localización y posterioridentificación de los cadáveres ocultos en fosasclandestinas con víctimas de acciones bélicas ocriminales y en algunas exhumaciones de interéshistórico-arqueológico. Ocasionalmente, la antro-pología forense se utiliza como ciencia auxiliar enuna autopsia convencional. Los autores consideranque la aplicación de los conocimientos de estasubdisciplina de la antropología física puede serde utilidad en la interpretación de lesiones trau-máticas que comprometan el tejido óseo.

Autores clásicos de la escuela francesa de Me-dicina Legal plantean que los traumatismos delcráneo proceden de cuatro causas principales: caí-da, golpes, choque y compresión. Es la distinciónesencial entre la caída y los golpes lo que ofrecemayores dificultades.

Según refieren Pierre Guyomarc’h y Campagna-Vaillancourt en trabajos publicados sobre el te-ma, para la diferenciación entre caídas y golpesintencionales, la regla HBL (Hat Brim Line) esmencionada en varios libros de texto como uncriterio muy útil. Sin embargo estudios recienteshan encontrado que dicha regla es sólo moderada-mente válida y usarla sin aplicar otros criterios noes recomendado. Dichos autores proponen agre-gar criterios adicionales para la mejor distinción

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entre caídas y agresión con objetos contusos; loscriterios propuestos son los siguientes: Orientanhacia los golpes dirigidos; hallar más de treslaceraciones en el área de trauma, que midan 7cm o más, fracturas en bóveda craneal deprimidaso conminutadas, que dichas fracturas se localicenpor encima de la HBL, y mayormente en lahemicara izquierda, más de 4 contusiones faciales,laceraciones en la oreja, fracturas faciales, fractu-ras postcraneales y daños viscerales [8].

Las equimosis óseas y las fisuras simples, cono sin punto de impacto, indican solamente unaviolencia contusiva cuya naturaleza — choque,caída, golpe — debe ser buscada en otra parte;la caída de variedad cefálica de un hombre enposición de pie es suficiente para producirlas [6].

Según refiere Vicki Wedel las lesiones por caídadesde el plano de sustentación raramente tieneninterés forense y pocas requieren la atención de unantropólogo físico. En algunos casos, sin embargo,el análisis médico legal pudiera explicar pequeñostraumas que de otra manera podrían generar sos-pechas [9].

Las fracturas de cráneo suelen clasificarse encinco categorías: lineales, diastásicas, deprimidas,conminutas y estrelladas. Las lineales son fractu-ras simples que solo tienen un trazo, con puntode inicio y de fin; pueden a su vez tener uncurso recto o curvo. Las diastásicas presentantrazos que atraviesan al menos una sutura craneanay las estrelladas se describen como tres o másfracturas radiadas que se originan desde un mismofoco. La fractura deprimida es aquella en la quese observa hundimiento de la tabla ósea de labóveda craneal; y finalmente la fractura conminutaes una colección de fracturas que resultan en lafragmentación del cráneo [10].

Las fracturas de la base del cráneo son el resul-tado, la mayor parte de las veces, de la extensiónde una fractura lineal desde la bóveda pero puedenser producidas por la transmisión de la fuerza deun golpe dirigido directamente a la base, cuyopunto más débil radica a nivel del seno esfenoidal,foramen magno, reborde del hueso petroso y partemedial del ala del esfenoides. Las menos frecuen-tes son las descritas en la fosa craneal posterior,que según su dirección pueden ser longitudinales,transversas y oblicuas, siendo los trazos longitu-dinales del hueso occipital los de mayor gravedad

debido a que se asocian con lesiones del contenidode la fosa posterior [11]. Una fractura lineal puedeproducirse con muy poca energía, en una caídalibre, la cabeza cayendo desde 1.80 metros (pesomedio de la cabeza humana 4.5 kilogramos), alimpactar contra una superficie dura transmite unaenergía suficiente para producir una fractura. Senecesitan solo 5.85 joules para que se fractureel hueso occipital; a diferencia del frontal (64.49joules); temporal (69.50 joules); y vértex (79.93joules) [12].

Las caídas constituyen un tema especial a nivelmédico forense y se definen como un disturbiofugaz e irreversible del equilibrio con desviacióndel centro de gravedad y derrumbe del cuerposobre el mismo plano de sustentación. Las mismasdeterminan una escena merecedora de una inter-pretación amplia considerando la cinemática deltrauma, los mecanismos lesivos y la etiología pro-bable de la misma entre otros datos de relevancia.

En el origen de las caídas simples (que es laque hubo de ocurrir en el caso que se presenta) noactúan más que dos fenómenos, uno es la pérdidadel equilibrio corporal y el otro la acción de lagravedad que por lo general sorprende al indivi-duo en actitud estática o caminando normalmente.Las caídas simples se dividen para su estudio enestáticas y dinámicas infiriéndose que el sujeto delíneas de referencia sufrió una de tipo dinámicaya que la altura desde donde debe haber caídohasta el plano basal de choque, superaba la basede apoyo del individuo; en éstas la aceleracióny fuerza suelen ser variables. Cuando la caída esde variedad cefálica se analizan factores como elpeso, la superficie corporal del cadáver y la alturade la caída [13].

Agradecimientos

Los autores quieren agradecer a los técnicostanatólogos del Servicio de Anatomía Patológicadel Hospital Universitario “Cmdte. Faustino PérezHernández” y al Dr. Omar de la Torre González,especialista en Medicina Legal, por la revisión delartículo que ofrecemos.

REFERENCIAS

[1] Pérez AD, Álvarez Valdés MV, Porto Álvarez R, Ca-brera Caballero JL. Revisión sobre el manejo deltrauma cráneo encefálico en la Unidad de Cuidados

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Intensivos Emergentes. Matanzas. Rev. Méd. electrón[Seriada enlínea]2011;33(2). http://www.revmatanzas.sld.cu/revista%20medica/ano%202011/vol2%202011/tema15.htm

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[3] M. Subirana, I. Galtés, A. Malgosa. Lesiones costales enantropología forense. Cuad. Med. Forense 2008; 14(53-54):251-268.

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[5] Madrigal Ramírez Edgar, Hernández Calderón Catalina.Generalidades de Trauma Cráneo Encefálico en MedicinaLegal. Medicina Legal de Costa Rica - Edición Virtual.Vol. 34 (1), Marzo 2017. ISSN 1409-0015.

[6] Medicina Legal Judicial. Simonin C. Estudio médico le-gal de las fracturas. pág. 150. Editorial JIMS. Barcelona.España.1973.

[7] González-Villavelázquez Mirna Leticia, García-GonzálezAnaid. Traumatismo craneoencefálico. Revista mexicanade Anestesiología. Vol. 36. Supl. 1 Abril-Junio 2013 ppS186-S193

[8] Guyomarc’h P, Campagna-Vaillancourt M, Kremer C,Sauvageau A. Discrimination of Falls and Blows in BluntHead Trauma: A Multi-Criteria Approach. J Forensic Sci.2010 Mar 1;55(2):423-7.

[9] Wedel Vicki l., Galloway Alison. Broken Bones: anthro-pological analysis of blunt force trauma. Chapter 1. Trau-ma analysis: training, roles, and responsibilities. pág. 5-6.-127. Charles C Thomas Publisher, Ltd. Illinois U.S.A.Second Edition. 2014.

[10] Passalacqua Nicholas V., Rainwater Christopher W. Ske-letal trauma analysis. Chapter 10. Neurocranial fractures:Understanding neurocranial fracture patterns. pág 146.2015. Edition: John Wiley & Sons, Ltd.

[11] Mosquera Betancourt Gretel, Valera Hernández Ariel:Traumatismo Craneoencefálico en el Adulto. La Habana,Cuba. Editorial Ciencias Médicas, 2011.

[12] Antonio Viladot Voegeli. Lecciones básicas de biomecá-nica del aparato locomotor.2013.

[13] Bustos. Cristina A. Cuadernos de medicina forense ar-gentina •año 4 –nº 1. 2013.