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RESEÑA DE LIBROS 273 ISSN 0213-9634 Minerva 27 (2014) 273-320 Mathias WITT, Weichteil- und Viszeralchirurgie bei Hippokrates: ein Rekonstruktionsversuch der verlorenen Schrift Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν (De vulneribus et telis), Berlín- Nueva York, De Gruyter, 2009 (Beiträge zur Altertumskunde, vol. 270), X + 310 pp. ISBN 978311-0217674. ste estudio, que deriva de la Tesis de Master del autor (Würzburg 2008), parte de su observación de que en el Corpus Hippocraticum (CH) no aparece cirugía de partes blandas. Por ello Mathias Witt (M.W.) se propone rastrear los testimonios del tratado hi- pocrático citado como Περὶ τραυμάτων καὶ βελῶν (Las lesiones traumáticas y los proyectiles, en latín De vulneribus et telis [VT]) por Erotiano al final del proemio de su Glosario y en el fragmento 47,2 1 , y con títulos aproximados por este mismo y Galeno, y más adelante por Eustacio en el siglo XII. En ese mismo siglo aparecen en el catálogo de escritos hipocráti- cos que ofrece el Vaticanus gr. 276 dos variantes del título que se encuentran ya en Ga- leno. Más o menos coetáneo de Erotiano, Celso recoge en De medicina probables conteni- dos del tratado perdido. El libro es muy riguroso, y aúna los conocimientos sistemáticos del médico con el rigor del filólogo. El contenido es el siguiente; 1. El Corpus Hipocrático; 2. La Cirugía en el De medicina de Celso; 3. El Glosario Hipocrático de Erotiano; 4. Glosas al Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν (Erotiano, Galeno, Hesiquio); 5. Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν: Testimonios y fragmentos; 6. Discusión de los pasajes paralelos de Celso, Galeno y Pablo de Egina sobre cirugía de partes blandas; 7. El manejo de la recepción en Pablo de Egina; 8. Conclusio- nes. El libro se completa con Bibliografía y tres índices: locorum, nominum y rerum. El au- tor ha incluido además ilustraciones de los métodos de sutura abdominal en Galeno y Celso (164-169). En el primer capítulo M.W. hace una síntesis rigurosa del estado de la cuestión del CH y pasa a referirse a los ocho tratados de cirugía conservados en él. De ellos, VC 2 , Fract./Art., Mochl. y Off. se dedican a la “cirugía” ósea, en el sentido antiguo de cirugía como curación por medio de manipulación mecánica (con las manos o con instrumen- tos), que hoy se limitaría a la parte conservadora de la ortopedia o cirugía postraumáti- ca. Mientras que Fract./Art. pertenecen a un conjunto que trata de fracturas y luxacio- nes, Mochl. es una compilación de Art., y Off. podría ser una introducción o un extracto de una supuesta obra más amplia dedicada a la cirugía. Por su parte, VC se refiere a la te- rapia de las lesiones traumáticas de la cabeza y también de las lesiones de partes blandas producidas por dardos o flechas (βέλος): por ello, M.W. señala que esta obra contiene parte de la terapia del otro gran grupo de cirugía, la de partes blandas, que complementa a la “cirugía” ósea. Por otro lado, Ulc. y Fist., que tratan exclusivamente de proctología, son escritos muy especializados de cirugía de partes blandas. Por consiguiente, VC y es- 1 E. NACHMANSON, Erotiani vocum Hippocraticarum collectio cum fragmentis, Gotemburgo, Eranos’ Förlag, 1918. 2 Uso las abreviaturas de J.H. KÜHN-U. FLEISCHER (eds.), Index Hippocraticus, 4 vols., Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 1986-1989; A. ANASTASSIOU-D. IRMER (eds.), Index Hippocraticus. Supplement, Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 1999; A. ANASTASSIOU-D. IRMER (eds.), Index Hippocraticus. Nachträge, Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 2007. E

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Mathias WITT Weichteil- und Viszeralchirurgie bei Hippokrates ein Rekonstruktionsversuch der verlorenen Schrift Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν (De vulneribus et telis) Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2009 (Beitraumlge zur Altertumskunde vol 270) X + 310 pp ISBN 978311-0217674

ste estudio que deriva de la Tesis de Master del autor (Wuumlrzburg 2008) parte de su observacioacuten de que en el Corpus Hippocraticum (CH) no aparece cirugiacutea de partes

blandas Por ello Mathias Witt (MW) se propone rastrear los testimonios del tratado hi-pocraacutetico citado como Περὶ τραυμάτων καὶ βελῶν (Las lesiones traumaacuteticas y los proyectiles en latiacuten De vulneribus et telis [VT]) por Erotiano al final del proemio de su Glosario y en el fragmento 4721 y con tiacutetulos aproximados por este mismo y Galeno y maacutes adelante por Eustacio en el siglo XII En ese mismo siglo aparecen en el cataacutelogo de escritos hipocraacuteti-cos que ofrece el Vaticanus gr 276 dos variantes del tiacutetulo que se encuentran ya en Ga-leno Maacutes o menos coetaacuteneo de Erotiano Celso recoge en De medicina probables conteni-dos del tratado perdido

El libro es muy riguroso y auacutena los conocimientos sistemaacuteticos del meacutedico con el rigor del filoacutelogo El contenido es el siguiente 1 El Corpus Hipocraacutetico 2 La Cirugiacutea en el De medicina de Celso 3 El Glosario Hipocraacutetico de Erotiano 4 Glosas al Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν (Erotiano Galeno Hesiquio) 5 Περὶ τρωμάτων καὶ βελῶν Testimonios y fragmentos 6 Discusioacuten de los pasajes paralelos de Celso Galeno y Pablo de Egina sobre cirugiacutea de partes blandas 7 El manejo de la recepcioacuten en Pablo de Egina 8 Conclusio-nes El libro se completa con Bibliografiacutea y tres iacutendices locorum nominum y rerum El au-tor ha incluido ademaacutes ilustraciones de los meacutetodos de sutura abdominal en Galeno y Celso (164-169)

En el primer capiacutetulo MW hace una siacutentesis rigurosa del estado de la cuestioacuten del CH y pasa a referirse a los ocho tratados de cirugiacutea conservados en eacutel De ellos VC2 FractArt Mochl y Off se dedican a la ldquocirugiacuteardquo oacutesea en el sentido antiguo de cirugiacutea como curacioacuten por medio de manipulacioacuten mecaacutenica (con las manos o con instrumen-tos) que hoy se limitariacutea a la parte conservadora de la ortopedia o cirugiacutea postraumaacuteti-ca Mientras que FractArt pertenecen a un conjunto que trata de fracturas y luxacio-nes Mochl es una compilacioacuten de Art y Off podriacutea ser una introduccioacuten o un extracto de una supuesta obra maacutes amplia dedicada a la cirugiacutea Por su parte VC se refiere a la te-rapia de las lesiones traumaacuteticas de la cabeza y tambieacuten de las lesiones de partes blandas producidas por dardos o flechas (βέλος) por ello MW sentildeala que esta obra contiene parte de la terapia del otro gran grupo de cirugiacutea la de partes blandas que complementa a la ldquocirugiacuteardquo oacutesea Por otro lado Ulc y Fist que tratan exclusivamente de proctologiacutea son escritos muy especializados de cirugiacutea de partes blandas Por consiguiente VC y es-

1 E NACHMANSON Erotiani vocum Hippocraticarum collectio cum fragmentis Gotemburgo Eranosrsquo Foumlrlag 1918 2 Uso las abreviaturas de JH KUumlHN-U FLEISCHER (eds) Index Hippocraticus 4 vols Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht 1986-1989 A ANASTASSIOU-D IRMER (eds) Index Hippocraticus Supplement Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht 1999 A ANASTASSIOU-D IRMER (eds) Index Hippocraticus Nachtraumlge Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht 2007

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tos dos uacuteltimos escritos sugieren una presencia maacutes amplia en el CH de la cirugiacutea de par-tes blandas y viacutesceras que se ha perdido Sentildeala MW que los hipocraacuteticos practicaban una cirugiacutea miacutenimamente invasiva y sin peligro para el paciente (cirugiacutea selectiva) salvo en casos de riesgo vital en los que siacute practicaban una intervencioacuten de urgencia con ciru-giacutea invasiva

En el capiacutetulo segundo se refiere el autor a las partes que Celso dedica a la cirugiacutea3 libro 5 cirugiacutea general con traumatologiacutea (526) y oncologiacutea (527) libro 6 cirugiacutea especia-lizada comenzando por la cabeza (66 38 58 59 y 66) libro 7 cirugiacutea de partes blandas ge-neral (71-6) y especializada (orsus a capite como antes 77-33) libro 8 cirugiacutea oacutesea es decir ortopedia general (81-3) y especializada (84-25) Al comienzo de sus exposiciones divide Celso las lesiones del cuerpo humano en cinco apartados lesiones externas o traumatis-mos tumores (no-neoplaacutesicos y neoplaacutesicos) incluidas las eflorescencias concreciones trombos malformaciones En cuanto a las fuentes de su cirugiacutea Hipoacutecrates estaacute en la base de los libros segundo (pronoacutestico) y octavo (ortopedia) Pero en lo que se refiere a los tra-tados hipocraacuteticos de cirugiacutea de partes blandas y proctologiacutea que se recogen en los libros 5 y 7 de Celso los pasajes paralelos estaacuten reunidos por los estudiosos de manera muy defi-ciente a juicio del autor MW revisa minuciosamente tanto las ediciones de Celso como las listas de loci similes y los estudios parciales de pasajes paralelos en un tema determinado La actual tendencia consiste en estimar maacutes la independencia relativa de Celso frente a un puro trabajo de compilador y su cualificacioacuten como meacutedico que le permitiriacutea valorar los textos anteriores y escoger y ponderar lo valioso para incluirlo en su libro Lo cierto es que Celso recoge desigualmente el CH y a veces incluye maacutes a los alejandrinos Se impo-ne pues revisar los textos quiruacutergicos de Celso uno por uno y valorar la dependencia segura del CH frente a una simple admisioacuten de hechos que podriacutean pertenecer ya al acervo general y tener en cuenta si es posible reconstruir escritos perdidos del CH gra-cias a los autores posteriores comenzando por el propio Celso

En el capiacutetulo tercero se pasa al Glosario de Erotiano que en su lista de tratados qui-ruacutergicos del CH menciona por vez primera un Περὶ τραυμάτων καὶ βελῶν de cirugiacutea mi-litar dedicado a partes blandas Ilberg4 concluyoacute que el Glosario mencionaba palabras de un nuacutemero mayor de tratados que los que aparecen en su iacutendice y que de este faltan a su vez varias entradas

Dentro de los glosarios (Erotiano Galeno Hesiquio) Erotiano cita el tratado y hay varias glosas que pueden referirse a eacutel En el llamado Glosario de Galeno se le menciona en una glosa y hay otras 13 que podriacutean aludir a eacutel (el autor ha utilizado la edicioacuten de Lo-renzo Perilli en curso para CMG) En las glosas relativas a medicina en Hesiquio que po-driacutean proceder del siglo I dC (Paacutenfilo) e incluso estar en la base del Glosario ldquogaleacutenicordquo (Perilli) once que posiblemente provienen del tratado son paralelas a Erotiano y otras dos son paralelas al Glosario galeacutenico MW traduce todas las glosas que presenta

3 Edicioacuten baacutesica es la de F MARX A Cornelii Celsi quae supersunt Leipzig-Berliacuten 1915 (CML I) 4 J ILBERG Das Hippokrates-Glossar des Erotianos und seine urspruumlngliche Gestalt Leipzig S Hirzel 1893

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Y pasamos a los testimonios y fragmentos del tratado Utiliza el autor sobre todo los sentildealados por Anastassiou e Irmer Schoumlne (1909) Salazar (1997) y Roselli (2004)5 Hay otros testimonios que se incluyen ahora El autor divide el material en testimonios del tiacutetulo y testimonios del contenido En cuanto al tiacutetulo examina minuciosamente las referencias en griego con diversas expresiones en Erotiano Galeno Eustacio y en el pi-nax del Vaticanus Graecus 276 ya sea como una sola obra conjunta ya como dos diferen-tes En latiacuten aparece en la Vita Bruxellensis donde un iacutendice probablemente de proce-dencia post-galeacutenica menciona De ulceribus et telorum detractionibus unum En fuentes aacuterabes aparecen listas de tratados hipocraacuteticos en dos obras que incluyen los tiacutetulos como dos libros separados En todo caso aparecen generalmente en la proximidad de otros tiacutetulos hipocraacuteticos de cirugiacutea antes mencionados

MW recoge minuciosamente los testimonios de contenido (de Galeno y los esco-lios homeacutericos sobre todo) y los clasifica de este modo 1 Farmacoterapia (aporta 3 nue-vos pasajes de Galeno) 2 Lesiones viscerales y gastrointestinales (un pasaje nuevo de Teoacutefilo Protospatario) 3 Lesiones de las extremidades amputaciones traumaacuteticas 4 Le-siones y siacutentomas neuroloacutegicos 5 Extraccioacuten de proyectiles (dos nuevos pasajes de Eus-tacio dobletes de Scholia vetera a la Odisea de Homero) Introduce los pasajes con su con-texto y los traduce No incluye aparato criacutetico pero el autor antildeade numerosas notas Maacutes adelante plantea la posibilidad de que en otros pasajes se encuentren ecos de VT

Un importante capiacutetulo se dedica a la discusioacuten de los pasajes paralelos de cirugiacutea de partes blandas en Celso Galeno y Pablo de Egina en lo que respecta a las lesiones de la pared abdominal y suturas El trabajo del investigador es muy minucioso Busca fijar en la mayor medida posible el significado de los diversos teacuterminos relativos a las pare-desmembranasvainas y a los verbos utilizados en conexioacuten con ellos Sirva como ejemplo (79-80 87 y 170-199) el estudio dedicado a δέρτρον y a toda la frase en que apa-rece (testimonio 5a EUST Od 143534 Stallbaum) de gran importancia ya que seguacuten el pasaje la lesioacuten traumaacutetica del intestino delgado no cierra

Dos temas centrales sutura abdominal y extraccioacuten de proyectiles se encuentran en Celso (716 526 75) asiacute como en Pablo de Egina (652 y 688 ) mientras que en Galeno (Meth med 64) se trata de la sutura abdominal En Celso que recoge ampliamente los otros escritos quiruacutergicos del CH es muy plausible que esteacute presente VT en Galeno pue-de estarlo en Meth med 5-63 En 64 hace una exeacutegesis pero lo anterior puede estar ba-sado en la lectura del original de Ulc y VT

En Pablo de Egina la parte que se refiere a la sutura abdominal (652) depende de Galeno (Meth med 64) mientras que la extraccioacuten de proyectiles (688) puede depender directamente de VT ya que Galeno no la trata Sentildeala MW varios rasgos que inducen a

5 A ANASTASSIOU-D IRMER Testimonien zum Corpus Hippocraticum II1 (1997) II2 (2001) I (2006) Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht H SCHOumlNE Aus der antiken Kriegschirurgie Bonn Carl Georgi Universitaumlts-Buchdruckerei und Verlag 1909 CF SALAZAR ldquoFragments of lost Hippocratic writings in Galenrsquos Glossaryrdquo CQ ns 472 (1997) 543-547 A Roselli ldquoUn frammento del trattado di Ippocrate sulle ferite (mortali) in Psello ed Eustaziordquo en S CERASUOLO (ed) Mathesis e mneme Studi in memoria di Marcello Gigante Naacutepoles Universitagrave degli Studi di Napoli Federico II 2004 275-281

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considerar la relacioacuten como directa En 234-270 con discusioacuten de los datos de Schoumlne y Salazar hace una minuciosa revisioacuten del texto griego confrontado con textos hipocraacuteti-cos y con el Glosario de Galeno Pone tambieacuten de manifiesto la relacioacuten del texto de Pablo con el de Celso que contienen la descripcioacuten de distintos tipos de proyectiles (bastante coincidente) y los procedimientos de la extraccioacuten en la que haya mayores diferencias maacutes general la de Celso y maacutes minuciosa la de Pablo Siguen distinto orden pero no por ello dejan de coincidir con notables loci similes En 264 hace el autor un cuadro compara-tivo de las exposiciones de Celso (526 y 75) y Pablo de Egina (688) sobre la extraccioacuten de proyectiles En ambos casos Celso y Pablo ―concluye MW― pueden haber tenido la misma fuente es decir el tratado hipocraacutetico VT

En cuanto al momento en que el tratado se dividioacute en dos partes afirma MW que puesto que Galeno lo conoce como uno el post quem es Galeno (post ca 216) y el ante quem es 10441045 cuando en aacuterabe se menciona ya como dos tratados

Es por tanto un trabajo minucioso y concienzudo en el que el autor refleja sus amplios conocimientos meacutedicos que utiliza para desentrantildear los pormenores de la des-cripcioacuten de las vainas protectoras de las viacutesceras de la cavidad abdominal de sus propie-dades y del tratamiento practicado en los distintos meacutetodos de sutura Trata de asegu-rarse de lo que los hipocraacuteticos sabiacutean al respecto en definitiva de cuaacutel seriacutea el conteni-do del tratado perdido VT probablemente de gran importancia Labor que le agradece-mos mucho tanto los meacutedicos como los filoacutelogos

Por sentildealar algunos detalles antildeadireacute que el autor sigue la foneacutetica y el texto de Tes-timonien cuando los pasajes estaacuten recogidos alliacute No obstante podriacutea haber revisado al-gunas ediciones maacutes del CH (sobre todo) y de otros autores testimonio 8a K Hude Are-taeus (CMG II) Berliacuten Akademie Verlag 19582 testimonio 8c JL Heiberg Paulus Aegineta (CMG IX1-2) Leipzig-Berliacuten Teubner 1921-1924 testimonio 9 JL Heiberg Hippocratis De medico (CMG I1) Leipzig-Berliacuten Teubner 1927 (2414-15 y 21-26) En este uacuteltimo caso Heiberg ha corregido εἰρῆσθαι de VE6 en εἰρήσθω No es imprescindible porque εἰρῆσθαι puede entenderse como infinitivo imperativo pero el texto estaacute mal puntuado en MW (88) Es preciso sentildealar punto alto en εἰρῆσθαι (o εἰρήσθω) Por otra parte en 23 se refie-re el autor a las compilaciones bizantinas de Areteo Oribasio y Pablo de Egina pero Are-teo no puede incluirse en ese grupo Las erratas son miacutenimas he detectado Fluor por Fluss (griego ῥόος) (25516) y muculus por musculus (10311)

Elsa GARCIacuteA NOVO

Universidad Complutense de Madrid

6 V = Vaticanus gr 276 E = Parisinus gr 2255

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Antonio LOacutePEZ EIRE-Mordf del Henar VELASCO LOacutePEZ La mitologiacutea griega lenguaje de dioses y hombres Madrid Arco Libros 2012 811 pp ISBN 978-84-7635-839-9

l volumen que resentildeamos constituye la obra poacutestuma de Antonio Loacutepez Eire y solo el buen hacer de su esposa Maiacuteta Carbayo y de la profesora Henar Velasco ha hecho

posible que viera la luz para fortuna de la cultura de lengua espantildeola y de toda persona sensible a una de las maacutes bellas expresiones del pensamiento humano la mitologiacutea

Empecemos diciendo que por muchos antildeos este va a ser el libro de cabecera de to-do aquel que se acerque a la mitologiacutea griega y a su riquiacutesimo legado Esperamos justifi-car nuestro juicio en las siguientes liacuteneas Asiacute el libro resulta de grata lectura no solo por lo que nos refiere y por coacutemo lo hace sino tambieacuten por las trascendentes aportaciones que incorpora al debate teoacuterico sobre el estudio de la mitologiacutea en general maacutes allaacute de que sus autores se centran ―y lo subrayan a efectos metodoloacutegicos― en la de la Grecia antigua Pero insistimos en que a la belleza de los contenidos se une un estilo que acerca al lector a los mismos Uno de los atractivos de la ciencia del profesor Loacutepez Eire consis-tiacutea en su caraacutecter vivo e integrador que lograba cautivar al destinatario de sus lecciones hasta hacerlo participar de aquello que eacutel explicaba Quienes hemos tenido el placer in-telectual de seguir cursos y conferencias de Antonio Loacutepez Eire sabemos de su innata capacidad para concentrar la atencioacuten para presentar los maacutes complejos problemas de manera concisa y certera para establecer las no siempre patentes relaciones entre pe-riacuteodos culturas y ciencias diversos y para hacer de su ejercicio de la docencia un ejem-plo de ensentildeanza provechosa y agradable a la vez Todas esas cualidades se reflejan a la perfeccioacuten en este libro cuya materia tanto se presta a explotar el embeleso de la narra-cioacuten y a conjugarlo a un tiempo con la interpretacioacuten rigurosa y niacutetida de esos antiguos mitos Maacutes auacuten el estilo del libro en las paacuteginas de Loacutepez Eire tiene a menudo un tono narrativo que no se aleja del marco oral ese en el que el maestro se revelaba un inigua-lable orador perfecto duentildeo de los tiempos y las pausas y que lograba transmitir y con-vencer por medio de todos los recursos retoacutericos a la disposicioacuten de una persona experta en su manejo La bien trabajada prosa de Loacutepez Eire no es a menudo maacutes que la trasla-cioacuten de su innata capacidad para la comunicacioacuten oral y este libro recuerda mejor que muchos otros la inolvidable praacutectica de sus clases el completo dominio del tema pro-puesto y la feliz comunioacuten de orador y oyentes gracias al poder del lenguaje

Difiacutecil empresa habiacutea de ser la de acompantildear a Antonio Loacutepez Eire en esta obra pa-ra la que se requeriacutean mucho oficio y singular destreza En ambos la profesora Henar Ve-lasco ha hecho bueno cuanto ha aprendido de su propio maestro Manuel Garciacutea Teijei-ro a lo que ha sumado sus personales cualidades como experta en el pensamiento reli-gioso antiguo El feliz resultado de la colaboracioacuten entre Loacutepez Eire y Velasco que nace de una comuacuten labor docente nos hace insistir en lo irreparable de la peacuterdida del prime-ro ya que de otro modo a no dudarlo la obra que resentildeamos habriacutea dado paso a nuevas y rotundas aportaciones

La estructura del libro que por la muy amplia materia de que trata comprende una extensioacuten considerable (811 paacuteginas con 2685 notas) se articula en tres grandes bloques

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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tos dos uacuteltimos escritos sugieren una presencia maacutes amplia en el CH de la cirugiacutea de par-tes blandas y viacutesceras que se ha perdido Sentildeala MW que los hipocraacuteticos practicaban una cirugiacutea miacutenimamente invasiva y sin peligro para el paciente (cirugiacutea selectiva) salvo en casos de riesgo vital en los que siacute practicaban una intervencioacuten de urgencia con ciru-giacutea invasiva

En el capiacutetulo segundo se refiere el autor a las partes que Celso dedica a la cirugiacutea3 libro 5 cirugiacutea general con traumatologiacutea (526) y oncologiacutea (527) libro 6 cirugiacutea especia-lizada comenzando por la cabeza (66 38 58 59 y 66) libro 7 cirugiacutea de partes blandas ge-neral (71-6) y especializada (orsus a capite como antes 77-33) libro 8 cirugiacutea oacutesea es decir ortopedia general (81-3) y especializada (84-25) Al comienzo de sus exposiciones divide Celso las lesiones del cuerpo humano en cinco apartados lesiones externas o traumatis-mos tumores (no-neoplaacutesicos y neoplaacutesicos) incluidas las eflorescencias concreciones trombos malformaciones En cuanto a las fuentes de su cirugiacutea Hipoacutecrates estaacute en la base de los libros segundo (pronoacutestico) y octavo (ortopedia) Pero en lo que se refiere a los tra-tados hipocraacuteticos de cirugiacutea de partes blandas y proctologiacutea que se recogen en los libros 5 y 7 de Celso los pasajes paralelos estaacuten reunidos por los estudiosos de manera muy defi-ciente a juicio del autor MW revisa minuciosamente tanto las ediciones de Celso como las listas de loci similes y los estudios parciales de pasajes paralelos en un tema determinado La actual tendencia consiste en estimar maacutes la independencia relativa de Celso frente a un puro trabajo de compilador y su cualificacioacuten como meacutedico que le permitiriacutea valorar los textos anteriores y escoger y ponderar lo valioso para incluirlo en su libro Lo cierto es que Celso recoge desigualmente el CH y a veces incluye maacutes a los alejandrinos Se impo-ne pues revisar los textos quiruacutergicos de Celso uno por uno y valorar la dependencia segura del CH frente a una simple admisioacuten de hechos que podriacutean pertenecer ya al acervo general y tener en cuenta si es posible reconstruir escritos perdidos del CH gra-cias a los autores posteriores comenzando por el propio Celso

En el capiacutetulo tercero se pasa al Glosario de Erotiano que en su lista de tratados qui-ruacutergicos del CH menciona por vez primera un Περὶ τραυμάτων καὶ βελῶν de cirugiacutea mi-litar dedicado a partes blandas Ilberg4 concluyoacute que el Glosario mencionaba palabras de un nuacutemero mayor de tratados que los que aparecen en su iacutendice y que de este faltan a su vez varias entradas

Dentro de los glosarios (Erotiano Galeno Hesiquio) Erotiano cita el tratado y hay varias glosas que pueden referirse a eacutel En el llamado Glosario de Galeno se le menciona en una glosa y hay otras 13 que podriacutean aludir a eacutel (el autor ha utilizado la edicioacuten de Lo-renzo Perilli en curso para CMG) En las glosas relativas a medicina en Hesiquio que po-driacutean proceder del siglo I dC (Paacutenfilo) e incluso estar en la base del Glosario ldquogaleacutenicordquo (Perilli) once que posiblemente provienen del tratado son paralelas a Erotiano y otras dos son paralelas al Glosario galeacutenico MW traduce todas las glosas que presenta

3 Edicioacuten baacutesica es la de F MARX A Cornelii Celsi quae supersunt Leipzig-Berliacuten 1915 (CML I) 4 J ILBERG Das Hippokrates-Glossar des Erotianos und seine urspruumlngliche Gestalt Leipzig S Hirzel 1893

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Y pasamos a los testimonios y fragmentos del tratado Utiliza el autor sobre todo los sentildealados por Anastassiou e Irmer Schoumlne (1909) Salazar (1997) y Roselli (2004)5 Hay otros testimonios que se incluyen ahora El autor divide el material en testimonios del tiacutetulo y testimonios del contenido En cuanto al tiacutetulo examina minuciosamente las referencias en griego con diversas expresiones en Erotiano Galeno Eustacio y en el pi-nax del Vaticanus Graecus 276 ya sea como una sola obra conjunta ya como dos diferen-tes En latiacuten aparece en la Vita Bruxellensis donde un iacutendice probablemente de proce-dencia post-galeacutenica menciona De ulceribus et telorum detractionibus unum En fuentes aacuterabes aparecen listas de tratados hipocraacuteticos en dos obras que incluyen los tiacutetulos como dos libros separados En todo caso aparecen generalmente en la proximidad de otros tiacutetulos hipocraacuteticos de cirugiacutea antes mencionados

MW recoge minuciosamente los testimonios de contenido (de Galeno y los esco-lios homeacutericos sobre todo) y los clasifica de este modo 1 Farmacoterapia (aporta 3 nue-vos pasajes de Galeno) 2 Lesiones viscerales y gastrointestinales (un pasaje nuevo de Teoacutefilo Protospatario) 3 Lesiones de las extremidades amputaciones traumaacuteticas 4 Le-siones y siacutentomas neuroloacutegicos 5 Extraccioacuten de proyectiles (dos nuevos pasajes de Eus-tacio dobletes de Scholia vetera a la Odisea de Homero) Introduce los pasajes con su con-texto y los traduce No incluye aparato criacutetico pero el autor antildeade numerosas notas Maacutes adelante plantea la posibilidad de que en otros pasajes se encuentren ecos de VT

Un importante capiacutetulo se dedica a la discusioacuten de los pasajes paralelos de cirugiacutea de partes blandas en Celso Galeno y Pablo de Egina en lo que respecta a las lesiones de la pared abdominal y suturas El trabajo del investigador es muy minucioso Busca fijar en la mayor medida posible el significado de los diversos teacuterminos relativos a las pare-desmembranasvainas y a los verbos utilizados en conexioacuten con ellos Sirva como ejemplo (79-80 87 y 170-199) el estudio dedicado a δέρτρον y a toda la frase en que apa-rece (testimonio 5a EUST Od 143534 Stallbaum) de gran importancia ya que seguacuten el pasaje la lesioacuten traumaacutetica del intestino delgado no cierra

Dos temas centrales sutura abdominal y extraccioacuten de proyectiles se encuentran en Celso (716 526 75) asiacute como en Pablo de Egina (652 y 688 ) mientras que en Galeno (Meth med 64) se trata de la sutura abdominal En Celso que recoge ampliamente los otros escritos quiruacutergicos del CH es muy plausible que esteacute presente VT en Galeno pue-de estarlo en Meth med 5-63 En 64 hace una exeacutegesis pero lo anterior puede estar ba-sado en la lectura del original de Ulc y VT

En Pablo de Egina la parte que se refiere a la sutura abdominal (652) depende de Galeno (Meth med 64) mientras que la extraccioacuten de proyectiles (688) puede depender directamente de VT ya que Galeno no la trata Sentildeala MW varios rasgos que inducen a

5 A ANASTASSIOU-D IRMER Testimonien zum Corpus Hippocraticum II1 (1997) II2 (2001) I (2006) Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht H SCHOumlNE Aus der antiken Kriegschirurgie Bonn Carl Georgi Universitaumlts-Buchdruckerei und Verlag 1909 CF SALAZAR ldquoFragments of lost Hippocratic writings in Galenrsquos Glossaryrdquo CQ ns 472 (1997) 543-547 A Roselli ldquoUn frammento del trattado di Ippocrate sulle ferite (mortali) in Psello ed Eustaziordquo en S CERASUOLO (ed) Mathesis e mneme Studi in memoria di Marcello Gigante Naacutepoles Universitagrave degli Studi di Napoli Federico II 2004 275-281

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considerar la relacioacuten como directa En 234-270 con discusioacuten de los datos de Schoumlne y Salazar hace una minuciosa revisioacuten del texto griego confrontado con textos hipocraacuteti-cos y con el Glosario de Galeno Pone tambieacuten de manifiesto la relacioacuten del texto de Pablo con el de Celso que contienen la descripcioacuten de distintos tipos de proyectiles (bastante coincidente) y los procedimientos de la extraccioacuten en la que haya mayores diferencias maacutes general la de Celso y maacutes minuciosa la de Pablo Siguen distinto orden pero no por ello dejan de coincidir con notables loci similes En 264 hace el autor un cuadro compara-tivo de las exposiciones de Celso (526 y 75) y Pablo de Egina (688) sobre la extraccioacuten de proyectiles En ambos casos Celso y Pablo ―concluye MW― pueden haber tenido la misma fuente es decir el tratado hipocraacutetico VT

En cuanto al momento en que el tratado se dividioacute en dos partes afirma MW que puesto que Galeno lo conoce como uno el post quem es Galeno (post ca 216) y el ante quem es 10441045 cuando en aacuterabe se menciona ya como dos tratados

Es por tanto un trabajo minucioso y concienzudo en el que el autor refleja sus amplios conocimientos meacutedicos que utiliza para desentrantildear los pormenores de la des-cripcioacuten de las vainas protectoras de las viacutesceras de la cavidad abdominal de sus propie-dades y del tratamiento practicado en los distintos meacutetodos de sutura Trata de asegu-rarse de lo que los hipocraacuteticos sabiacutean al respecto en definitiva de cuaacutel seriacutea el conteni-do del tratado perdido VT probablemente de gran importancia Labor que le agradece-mos mucho tanto los meacutedicos como los filoacutelogos

Por sentildealar algunos detalles antildeadireacute que el autor sigue la foneacutetica y el texto de Tes-timonien cuando los pasajes estaacuten recogidos alliacute No obstante podriacutea haber revisado al-gunas ediciones maacutes del CH (sobre todo) y de otros autores testimonio 8a K Hude Are-taeus (CMG II) Berliacuten Akademie Verlag 19582 testimonio 8c JL Heiberg Paulus Aegineta (CMG IX1-2) Leipzig-Berliacuten Teubner 1921-1924 testimonio 9 JL Heiberg Hippocratis De medico (CMG I1) Leipzig-Berliacuten Teubner 1927 (2414-15 y 21-26) En este uacuteltimo caso Heiberg ha corregido εἰρῆσθαι de VE6 en εἰρήσθω No es imprescindible porque εἰρῆσθαι puede entenderse como infinitivo imperativo pero el texto estaacute mal puntuado en MW (88) Es preciso sentildealar punto alto en εἰρῆσθαι (o εἰρήσθω) Por otra parte en 23 se refie-re el autor a las compilaciones bizantinas de Areteo Oribasio y Pablo de Egina pero Are-teo no puede incluirse en ese grupo Las erratas son miacutenimas he detectado Fluor por Fluss (griego ῥόος) (25516) y muculus por musculus (10311)

Elsa GARCIacuteA NOVO

Universidad Complutense de Madrid

6 V = Vaticanus gr 276 E = Parisinus gr 2255

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Antonio LOacutePEZ EIRE-Mordf del Henar VELASCO LOacutePEZ La mitologiacutea griega lenguaje de dioses y hombres Madrid Arco Libros 2012 811 pp ISBN 978-84-7635-839-9

l volumen que resentildeamos constituye la obra poacutestuma de Antonio Loacutepez Eire y solo el buen hacer de su esposa Maiacuteta Carbayo y de la profesora Henar Velasco ha hecho

posible que viera la luz para fortuna de la cultura de lengua espantildeola y de toda persona sensible a una de las maacutes bellas expresiones del pensamiento humano la mitologiacutea

Empecemos diciendo que por muchos antildeos este va a ser el libro de cabecera de to-do aquel que se acerque a la mitologiacutea griega y a su riquiacutesimo legado Esperamos justifi-car nuestro juicio en las siguientes liacuteneas Asiacute el libro resulta de grata lectura no solo por lo que nos refiere y por coacutemo lo hace sino tambieacuten por las trascendentes aportaciones que incorpora al debate teoacuterico sobre el estudio de la mitologiacutea en general maacutes allaacute de que sus autores se centran ―y lo subrayan a efectos metodoloacutegicos― en la de la Grecia antigua Pero insistimos en que a la belleza de los contenidos se une un estilo que acerca al lector a los mismos Uno de los atractivos de la ciencia del profesor Loacutepez Eire consis-tiacutea en su caraacutecter vivo e integrador que lograba cautivar al destinatario de sus lecciones hasta hacerlo participar de aquello que eacutel explicaba Quienes hemos tenido el placer in-telectual de seguir cursos y conferencias de Antonio Loacutepez Eire sabemos de su innata capacidad para concentrar la atencioacuten para presentar los maacutes complejos problemas de manera concisa y certera para establecer las no siempre patentes relaciones entre pe-riacuteodos culturas y ciencias diversos y para hacer de su ejercicio de la docencia un ejem-plo de ensentildeanza provechosa y agradable a la vez Todas esas cualidades se reflejan a la perfeccioacuten en este libro cuya materia tanto se presta a explotar el embeleso de la narra-cioacuten y a conjugarlo a un tiempo con la interpretacioacuten rigurosa y niacutetida de esos antiguos mitos Maacutes auacuten el estilo del libro en las paacuteginas de Loacutepez Eire tiene a menudo un tono narrativo que no se aleja del marco oral ese en el que el maestro se revelaba un inigua-lable orador perfecto duentildeo de los tiempos y las pausas y que lograba transmitir y con-vencer por medio de todos los recursos retoacutericos a la disposicioacuten de una persona experta en su manejo La bien trabajada prosa de Loacutepez Eire no es a menudo maacutes que la trasla-cioacuten de su innata capacidad para la comunicacioacuten oral y este libro recuerda mejor que muchos otros la inolvidable praacutectica de sus clases el completo dominio del tema pro-puesto y la feliz comunioacuten de orador y oyentes gracias al poder del lenguaje

Difiacutecil empresa habiacutea de ser la de acompantildear a Antonio Loacutepez Eire en esta obra pa-ra la que se requeriacutean mucho oficio y singular destreza En ambos la profesora Henar Ve-lasco ha hecho bueno cuanto ha aprendido de su propio maestro Manuel Garciacutea Teijei-ro a lo que ha sumado sus personales cualidades como experta en el pensamiento reli-gioso antiguo El feliz resultado de la colaboracioacuten entre Loacutepez Eire y Velasco que nace de una comuacuten labor docente nos hace insistir en lo irreparable de la peacuterdida del prime-ro ya que de otro modo a no dudarlo la obra que resentildeamos habriacutea dado paso a nuevas y rotundas aportaciones

La estructura del libro que por la muy amplia materia de que trata comprende una extensioacuten considerable (811 paacuteginas con 2685 notas) se articula en tres grandes bloques

E

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Y pasamos a los testimonios y fragmentos del tratado Utiliza el autor sobre todo los sentildealados por Anastassiou e Irmer Schoumlne (1909) Salazar (1997) y Roselli (2004)5 Hay otros testimonios que se incluyen ahora El autor divide el material en testimonios del tiacutetulo y testimonios del contenido En cuanto al tiacutetulo examina minuciosamente las referencias en griego con diversas expresiones en Erotiano Galeno Eustacio y en el pi-nax del Vaticanus Graecus 276 ya sea como una sola obra conjunta ya como dos diferen-tes En latiacuten aparece en la Vita Bruxellensis donde un iacutendice probablemente de proce-dencia post-galeacutenica menciona De ulceribus et telorum detractionibus unum En fuentes aacuterabes aparecen listas de tratados hipocraacuteticos en dos obras que incluyen los tiacutetulos como dos libros separados En todo caso aparecen generalmente en la proximidad de otros tiacutetulos hipocraacuteticos de cirugiacutea antes mencionados

MW recoge minuciosamente los testimonios de contenido (de Galeno y los esco-lios homeacutericos sobre todo) y los clasifica de este modo 1 Farmacoterapia (aporta 3 nue-vos pasajes de Galeno) 2 Lesiones viscerales y gastrointestinales (un pasaje nuevo de Teoacutefilo Protospatario) 3 Lesiones de las extremidades amputaciones traumaacuteticas 4 Le-siones y siacutentomas neuroloacutegicos 5 Extraccioacuten de proyectiles (dos nuevos pasajes de Eus-tacio dobletes de Scholia vetera a la Odisea de Homero) Introduce los pasajes con su con-texto y los traduce No incluye aparato criacutetico pero el autor antildeade numerosas notas Maacutes adelante plantea la posibilidad de que en otros pasajes se encuentren ecos de VT

Un importante capiacutetulo se dedica a la discusioacuten de los pasajes paralelos de cirugiacutea de partes blandas en Celso Galeno y Pablo de Egina en lo que respecta a las lesiones de la pared abdominal y suturas El trabajo del investigador es muy minucioso Busca fijar en la mayor medida posible el significado de los diversos teacuterminos relativos a las pare-desmembranasvainas y a los verbos utilizados en conexioacuten con ellos Sirva como ejemplo (79-80 87 y 170-199) el estudio dedicado a δέρτρον y a toda la frase en que apa-rece (testimonio 5a EUST Od 143534 Stallbaum) de gran importancia ya que seguacuten el pasaje la lesioacuten traumaacutetica del intestino delgado no cierra

Dos temas centrales sutura abdominal y extraccioacuten de proyectiles se encuentran en Celso (716 526 75) asiacute como en Pablo de Egina (652 y 688 ) mientras que en Galeno (Meth med 64) se trata de la sutura abdominal En Celso que recoge ampliamente los otros escritos quiruacutergicos del CH es muy plausible que esteacute presente VT en Galeno pue-de estarlo en Meth med 5-63 En 64 hace una exeacutegesis pero lo anterior puede estar ba-sado en la lectura del original de Ulc y VT

En Pablo de Egina la parte que se refiere a la sutura abdominal (652) depende de Galeno (Meth med 64) mientras que la extraccioacuten de proyectiles (688) puede depender directamente de VT ya que Galeno no la trata Sentildeala MW varios rasgos que inducen a

5 A ANASTASSIOU-D IRMER Testimonien zum Corpus Hippocraticum II1 (1997) II2 (2001) I (2006) Gotinga Vandenhoeck amp Ruprecht H SCHOumlNE Aus der antiken Kriegschirurgie Bonn Carl Georgi Universitaumlts-Buchdruckerei und Verlag 1909 CF SALAZAR ldquoFragments of lost Hippocratic writings in Galenrsquos Glossaryrdquo CQ ns 472 (1997) 543-547 A Roselli ldquoUn frammento del trattado di Ippocrate sulle ferite (mortali) in Psello ed Eustaziordquo en S CERASUOLO (ed) Mathesis e mneme Studi in memoria di Marcello Gigante Naacutepoles Universitagrave degli Studi di Napoli Federico II 2004 275-281

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considerar la relacioacuten como directa En 234-270 con discusioacuten de los datos de Schoumlne y Salazar hace una minuciosa revisioacuten del texto griego confrontado con textos hipocraacuteti-cos y con el Glosario de Galeno Pone tambieacuten de manifiesto la relacioacuten del texto de Pablo con el de Celso que contienen la descripcioacuten de distintos tipos de proyectiles (bastante coincidente) y los procedimientos de la extraccioacuten en la que haya mayores diferencias maacutes general la de Celso y maacutes minuciosa la de Pablo Siguen distinto orden pero no por ello dejan de coincidir con notables loci similes En 264 hace el autor un cuadro compara-tivo de las exposiciones de Celso (526 y 75) y Pablo de Egina (688) sobre la extraccioacuten de proyectiles En ambos casos Celso y Pablo ―concluye MW― pueden haber tenido la misma fuente es decir el tratado hipocraacutetico VT

En cuanto al momento en que el tratado se dividioacute en dos partes afirma MW que puesto que Galeno lo conoce como uno el post quem es Galeno (post ca 216) y el ante quem es 10441045 cuando en aacuterabe se menciona ya como dos tratados

Es por tanto un trabajo minucioso y concienzudo en el que el autor refleja sus amplios conocimientos meacutedicos que utiliza para desentrantildear los pormenores de la des-cripcioacuten de las vainas protectoras de las viacutesceras de la cavidad abdominal de sus propie-dades y del tratamiento practicado en los distintos meacutetodos de sutura Trata de asegu-rarse de lo que los hipocraacuteticos sabiacutean al respecto en definitiva de cuaacutel seriacutea el conteni-do del tratado perdido VT probablemente de gran importancia Labor que le agradece-mos mucho tanto los meacutedicos como los filoacutelogos

Por sentildealar algunos detalles antildeadireacute que el autor sigue la foneacutetica y el texto de Tes-timonien cuando los pasajes estaacuten recogidos alliacute No obstante podriacutea haber revisado al-gunas ediciones maacutes del CH (sobre todo) y de otros autores testimonio 8a K Hude Are-taeus (CMG II) Berliacuten Akademie Verlag 19582 testimonio 8c JL Heiberg Paulus Aegineta (CMG IX1-2) Leipzig-Berliacuten Teubner 1921-1924 testimonio 9 JL Heiberg Hippocratis De medico (CMG I1) Leipzig-Berliacuten Teubner 1927 (2414-15 y 21-26) En este uacuteltimo caso Heiberg ha corregido εἰρῆσθαι de VE6 en εἰρήσθω No es imprescindible porque εἰρῆσθαι puede entenderse como infinitivo imperativo pero el texto estaacute mal puntuado en MW (88) Es preciso sentildealar punto alto en εἰρῆσθαι (o εἰρήσθω) Por otra parte en 23 se refie-re el autor a las compilaciones bizantinas de Areteo Oribasio y Pablo de Egina pero Are-teo no puede incluirse en ese grupo Las erratas son miacutenimas he detectado Fluor por Fluss (griego ῥόος) (25516) y muculus por musculus (10311)

Elsa GARCIacuteA NOVO

Universidad Complutense de Madrid

6 V = Vaticanus gr 276 E = Parisinus gr 2255

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Antonio LOacutePEZ EIRE-Mordf del Henar VELASCO LOacutePEZ La mitologiacutea griega lenguaje de dioses y hombres Madrid Arco Libros 2012 811 pp ISBN 978-84-7635-839-9

l volumen que resentildeamos constituye la obra poacutestuma de Antonio Loacutepez Eire y solo el buen hacer de su esposa Maiacuteta Carbayo y de la profesora Henar Velasco ha hecho

posible que viera la luz para fortuna de la cultura de lengua espantildeola y de toda persona sensible a una de las maacutes bellas expresiones del pensamiento humano la mitologiacutea

Empecemos diciendo que por muchos antildeos este va a ser el libro de cabecera de to-do aquel que se acerque a la mitologiacutea griega y a su riquiacutesimo legado Esperamos justifi-car nuestro juicio en las siguientes liacuteneas Asiacute el libro resulta de grata lectura no solo por lo que nos refiere y por coacutemo lo hace sino tambieacuten por las trascendentes aportaciones que incorpora al debate teoacuterico sobre el estudio de la mitologiacutea en general maacutes allaacute de que sus autores se centran ―y lo subrayan a efectos metodoloacutegicos― en la de la Grecia antigua Pero insistimos en que a la belleza de los contenidos se une un estilo que acerca al lector a los mismos Uno de los atractivos de la ciencia del profesor Loacutepez Eire consis-tiacutea en su caraacutecter vivo e integrador que lograba cautivar al destinatario de sus lecciones hasta hacerlo participar de aquello que eacutel explicaba Quienes hemos tenido el placer in-telectual de seguir cursos y conferencias de Antonio Loacutepez Eire sabemos de su innata capacidad para concentrar la atencioacuten para presentar los maacutes complejos problemas de manera concisa y certera para establecer las no siempre patentes relaciones entre pe-riacuteodos culturas y ciencias diversos y para hacer de su ejercicio de la docencia un ejem-plo de ensentildeanza provechosa y agradable a la vez Todas esas cualidades se reflejan a la perfeccioacuten en este libro cuya materia tanto se presta a explotar el embeleso de la narra-cioacuten y a conjugarlo a un tiempo con la interpretacioacuten rigurosa y niacutetida de esos antiguos mitos Maacutes auacuten el estilo del libro en las paacuteginas de Loacutepez Eire tiene a menudo un tono narrativo que no se aleja del marco oral ese en el que el maestro se revelaba un inigua-lable orador perfecto duentildeo de los tiempos y las pausas y que lograba transmitir y con-vencer por medio de todos los recursos retoacutericos a la disposicioacuten de una persona experta en su manejo La bien trabajada prosa de Loacutepez Eire no es a menudo maacutes que la trasla-cioacuten de su innata capacidad para la comunicacioacuten oral y este libro recuerda mejor que muchos otros la inolvidable praacutectica de sus clases el completo dominio del tema pro-puesto y la feliz comunioacuten de orador y oyentes gracias al poder del lenguaje

Difiacutecil empresa habiacutea de ser la de acompantildear a Antonio Loacutepez Eire en esta obra pa-ra la que se requeriacutean mucho oficio y singular destreza En ambos la profesora Henar Ve-lasco ha hecho bueno cuanto ha aprendido de su propio maestro Manuel Garciacutea Teijei-ro a lo que ha sumado sus personales cualidades como experta en el pensamiento reli-gioso antiguo El feliz resultado de la colaboracioacuten entre Loacutepez Eire y Velasco que nace de una comuacuten labor docente nos hace insistir en lo irreparable de la peacuterdida del prime-ro ya que de otro modo a no dudarlo la obra que resentildeamos habriacutea dado paso a nuevas y rotundas aportaciones

La estructura del libro que por la muy amplia materia de que trata comprende una extensioacuten considerable (811 paacuteginas con 2685 notas) se articula en tres grandes bloques

E

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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considerar la relacioacuten como directa En 234-270 con discusioacuten de los datos de Schoumlne y Salazar hace una minuciosa revisioacuten del texto griego confrontado con textos hipocraacuteti-cos y con el Glosario de Galeno Pone tambieacuten de manifiesto la relacioacuten del texto de Pablo con el de Celso que contienen la descripcioacuten de distintos tipos de proyectiles (bastante coincidente) y los procedimientos de la extraccioacuten en la que haya mayores diferencias maacutes general la de Celso y maacutes minuciosa la de Pablo Siguen distinto orden pero no por ello dejan de coincidir con notables loci similes En 264 hace el autor un cuadro compara-tivo de las exposiciones de Celso (526 y 75) y Pablo de Egina (688) sobre la extraccioacuten de proyectiles En ambos casos Celso y Pablo ―concluye MW― pueden haber tenido la misma fuente es decir el tratado hipocraacutetico VT

En cuanto al momento en que el tratado se dividioacute en dos partes afirma MW que puesto que Galeno lo conoce como uno el post quem es Galeno (post ca 216) y el ante quem es 10441045 cuando en aacuterabe se menciona ya como dos tratados

Es por tanto un trabajo minucioso y concienzudo en el que el autor refleja sus amplios conocimientos meacutedicos que utiliza para desentrantildear los pormenores de la des-cripcioacuten de las vainas protectoras de las viacutesceras de la cavidad abdominal de sus propie-dades y del tratamiento practicado en los distintos meacutetodos de sutura Trata de asegu-rarse de lo que los hipocraacuteticos sabiacutean al respecto en definitiva de cuaacutel seriacutea el conteni-do del tratado perdido VT probablemente de gran importancia Labor que le agradece-mos mucho tanto los meacutedicos como los filoacutelogos

Por sentildealar algunos detalles antildeadireacute que el autor sigue la foneacutetica y el texto de Tes-timonien cuando los pasajes estaacuten recogidos alliacute No obstante podriacutea haber revisado al-gunas ediciones maacutes del CH (sobre todo) y de otros autores testimonio 8a K Hude Are-taeus (CMG II) Berliacuten Akademie Verlag 19582 testimonio 8c JL Heiberg Paulus Aegineta (CMG IX1-2) Leipzig-Berliacuten Teubner 1921-1924 testimonio 9 JL Heiberg Hippocratis De medico (CMG I1) Leipzig-Berliacuten Teubner 1927 (2414-15 y 21-26) En este uacuteltimo caso Heiberg ha corregido εἰρῆσθαι de VE6 en εἰρήσθω No es imprescindible porque εἰρῆσθαι puede entenderse como infinitivo imperativo pero el texto estaacute mal puntuado en MW (88) Es preciso sentildealar punto alto en εἰρῆσθαι (o εἰρήσθω) Por otra parte en 23 se refie-re el autor a las compilaciones bizantinas de Areteo Oribasio y Pablo de Egina pero Are-teo no puede incluirse en ese grupo Las erratas son miacutenimas he detectado Fluor por Fluss (griego ῥόος) (25516) y muculus por musculus (10311)

Elsa GARCIacuteA NOVO

Universidad Complutense de Madrid

6 V = Vaticanus gr 276 E = Parisinus gr 2255

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Antonio LOacutePEZ EIRE-Mordf del Henar VELASCO LOacutePEZ La mitologiacutea griega lenguaje de dioses y hombres Madrid Arco Libros 2012 811 pp ISBN 978-84-7635-839-9

l volumen que resentildeamos constituye la obra poacutestuma de Antonio Loacutepez Eire y solo el buen hacer de su esposa Maiacuteta Carbayo y de la profesora Henar Velasco ha hecho

posible que viera la luz para fortuna de la cultura de lengua espantildeola y de toda persona sensible a una de las maacutes bellas expresiones del pensamiento humano la mitologiacutea

Empecemos diciendo que por muchos antildeos este va a ser el libro de cabecera de to-do aquel que se acerque a la mitologiacutea griega y a su riquiacutesimo legado Esperamos justifi-car nuestro juicio en las siguientes liacuteneas Asiacute el libro resulta de grata lectura no solo por lo que nos refiere y por coacutemo lo hace sino tambieacuten por las trascendentes aportaciones que incorpora al debate teoacuterico sobre el estudio de la mitologiacutea en general maacutes allaacute de que sus autores se centran ―y lo subrayan a efectos metodoloacutegicos― en la de la Grecia antigua Pero insistimos en que a la belleza de los contenidos se une un estilo que acerca al lector a los mismos Uno de los atractivos de la ciencia del profesor Loacutepez Eire consis-tiacutea en su caraacutecter vivo e integrador que lograba cautivar al destinatario de sus lecciones hasta hacerlo participar de aquello que eacutel explicaba Quienes hemos tenido el placer in-telectual de seguir cursos y conferencias de Antonio Loacutepez Eire sabemos de su innata capacidad para concentrar la atencioacuten para presentar los maacutes complejos problemas de manera concisa y certera para establecer las no siempre patentes relaciones entre pe-riacuteodos culturas y ciencias diversos y para hacer de su ejercicio de la docencia un ejem-plo de ensentildeanza provechosa y agradable a la vez Todas esas cualidades se reflejan a la perfeccioacuten en este libro cuya materia tanto se presta a explotar el embeleso de la narra-cioacuten y a conjugarlo a un tiempo con la interpretacioacuten rigurosa y niacutetida de esos antiguos mitos Maacutes auacuten el estilo del libro en las paacuteginas de Loacutepez Eire tiene a menudo un tono narrativo que no se aleja del marco oral ese en el que el maestro se revelaba un inigua-lable orador perfecto duentildeo de los tiempos y las pausas y que lograba transmitir y con-vencer por medio de todos los recursos retoacutericos a la disposicioacuten de una persona experta en su manejo La bien trabajada prosa de Loacutepez Eire no es a menudo maacutes que la trasla-cioacuten de su innata capacidad para la comunicacioacuten oral y este libro recuerda mejor que muchos otros la inolvidable praacutectica de sus clases el completo dominio del tema pro-puesto y la feliz comunioacuten de orador y oyentes gracias al poder del lenguaje

Difiacutecil empresa habiacutea de ser la de acompantildear a Antonio Loacutepez Eire en esta obra pa-ra la que se requeriacutean mucho oficio y singular destreza En ambos la profesora Henar Ve-lasco ha hecho bueno cuanto ha aprendido de su propio maestro Manuel Garciacutea Teijei-ro a lo que ha sumado sus personales cualidades como experta en el pensamiento reli-gioso antiguo El feliz resultado de la colaboracioacuten entre Loacutepez Eire y Velasco que nace de una comuacuten labor docente nos hace insistir en lo irreparable de la peacuterdida del prime-ro ya que de otro modo a no dudarlo la obra que resentildeamos habriacutea dado paso a nuevas y rotundas aportaciones

La estructura del libro que por la muy amplia materia de que trata comprende una extensioacuten considerable (811 paacuteginas con 2685 notas) se articula en tres grandes bloques

E

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

H

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Antonio LOacutePEZ EIRE-Mordf del Henar VELASCO LOacutePEZ La mitologiacutea griega lenguaje de dioses y hombres Madrid Arco Libros 2012 811 pp ISBN 978-84-7635-839-9

l volumen que resentildeamos constituye la obra poacutestuma de Antonio Loacutepez Eire y solo el buen hacer de su esposa Maiacuteta Carbayo y de la profesora Henar Velasco ha hecho

posible que viera la luz para fortuna de la cultura de lengua espantildeola y de toda persona sensible a una de las maacutes bellas expresiones del pensamiento humano la mitologiacutea

Empecemos diciendo que por muchos antildeos este va a ser el libro de cabecera de to-do aquel que se acerque a la mitologiacutea griega y a su riquiacutesimo legado Esperamos justifi-car nuestro juicio en las siguientes liacuteneas Asiacute el libro resulta de grata lectura no solo por lo que nos refiere y por coacutemo lo hace sino tambieacuten por las trascendentes aportaciones que incorpora al debate teoacuterico sobre el estudio de la mitologiacutea en general maacutes allaacute de que sus autores se centran ―y lo subrayan a efectos metodoloacutegicos― en la de la Grecia antigua Pero insistimos en que a la belleza de los contenidos se une un estilo que acerca al lector a los mismos Uno de los atractivos de la ciencia del profesor Loacutepez Eire consis-tiacutea en su caraacutecter vivo e integrador que lograba cautivar al destinatario de sus lecciones hasta hacerlo participar de aquello que eacutel explicaba Quienes hemos tenido el placer in-telectual de seguir cursos y conferencias de Antonio Loacutepez Eire sabemos de su innata capacidad para concentrar la atencioacuten para presentar los maacutes complejos problemas de manera concisa y certera para establecer las no siempre patentes relaciones entre pe-riacuteodos culturas y ciencias diversos y para hacer de su ejercicio de la docencia un ejem-plo de ensentildeanza provechosa y agradable a la vez Todas esas cualidades se reflejan a la perfeccioacuten en este libro cuya materia tanto se presta a explotar el embeleso de la narra-cioacuten y a conjugarlo a un tiempo con la interpretacioacuten rigurosa y niacutetida de esos antiguos mitos Maacutes auacuten el estilo del libro en las paacuteginas de Loacutepez Eire tiene a menudo un tono narrativo que no se aleja del marco oral ese en el que el maestro se revelaba un inigua-lable orador perfecto duentildeo de los tiempos y las pausas y que lograba transmitir y con-vencer por medio de todos los recursos retoacutericos a la disposicioacuten de una persona experta en su manejo La bien trabajada prosa de Loacutepez Eire no es a menudo maacutes que la trasla-cioacuten de su innata capacidad para la comunicacioacuten oral y este libro recuerda mejor que muchos otros la inolvidable praacutectica de sus clases el completo dominio del tema pro-puesto y la feliz comunioacuten de orador y oyentes gracias al poder del lenguaje

Difiacutecil empresa habiacutea de ser la de acompantildear a Antonio Loacutepez Eire en esta obra pa-ra la que se requeriacutean mucho oficio y singular destreza En ambos la profesora Henar Ve-lasco ha hecho bueno cuanto ha aprendido de su propio maestro Manuel Garciacutea Teijei-ro a lo que ha sumado sus personales cualidades como experta en el pensamiento reli-gioso antiguo El feliz resultado de la colaboracioacuten entre Loacutepez Eire y Velasco que nace de una comuacuten labor docente nos hace insistir en lo irreparable de la peacuterdida del prime-ro ya que de otro modo a no dudarlo la obra que resentildeamos habriacutea dado paso a nuevas y rotundas aportaciones

La estructura del libro que por la muy amplia materia de que trata comprende una extensioacuten considerable (811 paacuteginas con 2685 notas) se articula en tres grandes bloques

E

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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La obra se inicia con una primera parte de corte teoacuterico titulada ldquoIntroduccioacuten al mitordquo (17-83) y siguen otras dos con la exposicioacuten de la mitologiacutea griega organizadas en sen-dos bloques titulados respectivamente ldquoLos diosesrdquo (85-382) a cargo de Velasco y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) a cargo de Loacutepez Eire Cierra el volumen una bien selecta bibliografiacutea (691-730) que se corresponde con la que los autores citan a lo largo de la obra y un uacutetil conjunto de iacutendices antropoacutenimos autores claacutesicos dioses heacuteroes y otros seres miacuteticos griegos analiacutetico figuras y conceptos de otras mitologiacuteas toponiacutemico (731-767) Final-mente cuarenta cuadros genealoacutegicos (769-811) completan la informacioacuten con la fuerza de la imagen y la exhaustividad de los aacuterboles que dibujan las relaciones familiares de dioses y heacuteroes

La introduccioacuten que entendemos fruto de la colaboracioacuten de ambos autores ofrece una detallada y renovadora exposicioacuten sobre queacute es el mito y coacutemo ha de abordarse la tarea de dar explicacioacuten de eacutel El lector habraacute de leer con atencioacuten el poacutertico de las paacutegi-nas 17 a 20 en el que se da cuenta de la relacioacuten del mito por un lado con la imitacioacuten lo que lo entronca con la filosofiacutea la historia y la ciencia y por otro con la analogiacutea lo que lo enlaza con el ritual Poco despueacutes (22) se matiza aun sin entrar en una enmienda severa el tan equiacutevoco esquema que apelando a la autoridad de Nestle haciacutea del mito el simple y mecaacutenico antecedente de la razoacuten Y acto seguido como evidencia palmaria de que mito y razoacuten no son agua y mercurio sino que se penetran e influyen mutuamente se nos recuerda (22-23) el abundante empleo de la mitologiacutea por parte de los sofistas No falta un apunte sobre la resbaladiza cuestioacuten de la etimologiacutea del teacutermino mismo μῦθος (27) para la que se propone una solucioacuten a la que hay que atenerse desde ahora Del mi-to se nos ofrece una doble definicioacuten (26 y 30) La primera atiende a la incardinacioacuten del mito en la sociedad

El mito es en principio un retazo de discurso de lenguaje (hellip) transmitido de genera-cioacuten en generacioacuten con caraacutecter paradigmaacutetico en un principio por viacutea oral o a traveacutes de la oralidad (hellip) con el fin de fortalecer la cohesioacuten y la sociabilidad de una comuni-dad determinada

La segunda definicioacuten ahonda en las caracteriacutesticas del mito en tanto que discurso

(hellip) El mito es un tipo especial de lenguaje que convivioacute con el ritual y en su trayecto-ria hacia lo profano ayudoacute al nacimiento del lenguaje-pensamiento o loacutegos o lenguaje pensado y comunicado de iacutendole poeacutetica filosoacutefica e histoacuterica

La reivindicacioacuten del estudio filoloacutegico y linguumliacutestico del mito abre uno de los capiacutetulos de esta introduccioacuten y merece una cita detenida

Para un filoacutelogo claacutesico el reducir un mito a su monda osamenta estructural sin alu-sioacuten ninguna al contexto sin establecer cortes e interrelaciones de las partes evidentes en su narracioacuten y sin diferenciar la antiguumledad mayor o menor de sus acicalamientos recomposiciones y antildeadidos no es un procedimiento de recibo Sobre todo porque los

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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mitos griegos son generosiacutesimos en la aportacioacuten de detalles concretos que no se pue-den desperdiciar haciendo de ellos caso omiso para de esta forma convertir el mito en la mera osamenta monda y moronda que es el lsquomitemarsquo Ciertamente asiacute concebido reducido el mito a la miacutenima extensioacuten y subjetiva expresioacuten linguumliacutestica del lsquomitemarsquo es un espleacutendido juguete para que el mitoacutelogo ejerza las habilidades propias de su in-genio pero no es un uacutetil apropiado para una investigacioacuten seria (50)

Por tanto Loacutepez Eire exige que el anaacutelisis mitoloacutegico de los textos griegos se haga de una manera rigurosa que parta de la necesaria atencioacuten a la literalidad de los mismos y tome a la vez en consideracioacuten para una lengua tan rica como la griega antigua el valor con-creto de cada elemento linguumliacutestico no en vano Loacutepez Eire reconociacutea en los textos la his-toria del griego lo que le permitiacutea situar un pasaje una frase o una sola palabra en un preciso contexto Queacute hermosa reivindicacioacuten de la necesidad del estudio diacroacutenico de los textos que es labor de bieldo y no de bulldozer se contiene en esa cita El mitoacutelogo que opere con la mera interpretacioacuten de un concepto iraacute siempre por detraacutes del filoacutelogo que se enfrente a la carnadura de la lengua que va siempre unida a la realidad de la co-municacioacuten

En el atento y metoacutedico anaacutelisis de los materiales narrativos que configuran la rica mitologiacutea griega no podiacutea faltar la atencioacuten al cuento popular (89 90 106 y maacutes adelan-te 527 n 1983 etc) Ya en la paacutegina 60 Loacutepez Eire advierte del siguiente principio me-todoloacutegico ldquoDesde el punto de vista que nos proporciona la lengua griega antigua (hellip) no se pueden separar los mitos de los cuentos populares ni de las faacutebulas ni de las sagas sino que todas estas variedades son laquomitoraquordquo

Ambos autores demuestran una atinada y perspicaz capacidad para integrar la mi-tologiacutea griega en el conjunto de las de otros pueblos contemporaacuteneos o maacutes antiguos indoeuropeos o no (98) Con esa misma voluntad de fijar los liacutemites de cada tradicioacuten religiosa Velasco apunta con meridiana claridad al caraacutecter sincreacutetico de Zeus en el que se funden la divinidad indoeuropea y una preheleacutenica asociada al ciclo anual de la fertilidad Permiacutetasenos hacer aquiacute el ldquoelogiordquo de la bien acreditada competencia de la profesora Velasco en el campo de la religioacuten de los antiguos pueblos celtas cuya com-paracioacuten arroja luz sobre muchos aspectos de la mitologiacutea griega (97 105 y n 268 445 y n 1625)

En una obra tan extensa se hace difiacutecil formular una criacutetica que afecte a los conte-nidos seleccionados Cualquier juicio sobre los mismos implicariacutea una revisioacuten del plan de la obra Ciertamente la exposicioacuten de la materia mitoloacutegica sobrepasa muy mucho el espacio dedicado a hablar de coacutemo se organizoacute y transmitioacute ese acervo de leyendas queacute autores las coleccionaron y bajo queacute criterios (75-83)1 Tal vez haya ahiacute un tema por col-mar aunque no acertariacuteamos a indicar si ha de engrosar una nueva edicioacuten de la presen-te obra o si maacutes bien merece una atencioacuten especiacutefica en un artiacuteculo que haga justicia a la

1 Toacutemese como ejemplo el excelente estudio de C RUIZ MONTERO ldquoLa morfologiacutea de la Biblioteca de Apolodorordquo Faventia 8 (1996) 29-40 De intereacutes maacutes limitado veacutease tambieacuten M HUYS ldquoEuripides and the lsquoTales from Euripi-desrsquo Sources of Apollodorosrsquo Bibliothecardquo RhM 140 (1997) 308-327

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

H

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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rica y antigua tradicioacuten mitograacutefica griega Tambieacuten creemos todaviacutea abierta a reconsi-deracioacuten la cuestioacuten de la escasa herencia griega en el plano de la trifuncionalidad (40) por fin formulariacuteamos un caueat respecto a la imposibilidad de utilizar el mito como ins-trumento para el anaacutelisis histoacuterico (45 en referencia a la sociedad indoeuropea) Otras consideraciones pueden tambieacuten resultar extemporaacuteneas pero nos contentaremos si en algo fueran oportunas Asiacute no parece fuera de lugar prestar atencioacuten a la diversidad de interpretaciones a propoacutesito del falso ritual de sacrificio cumplido por Prometeo en Me-cone (74 118 y 476)2 Tambieacuten mereceriacutea una reflexioacuten el caso de Hestia de la que se considera que ldquomaacutes que una divinidad personal es un principio abstracto una personifi-cacioacuten muy antigua del fuegordquo (120) Tal vez la comparacioacuten con aspectos de la repre-sentacioacuten de Hermes podriacutea arrojar mayor luz sobre esta divinidad

Los dos extensos bloques narrativos ldquoLos dioses (85-382) y ldquoLos heacuteroesrdquo (383-689) configuran el meollo del volumen y su parte maacutes atractiva Con ser de amena lectura el bloque precedente de caraacutecter teoacuterico estos dos haraacuten las delicias del lector La narra-cioacuten de los diversos mitos recuerda un tanto el claacutesico de Angelo Brelich3 si bien el estu-dioso huacutengaro-italiano no llegoacute a conceder al relato un caraacutecter esencial como siacute hacen Loacutepez Eire y Velasco ldquoEsa atencioacuten a la centralidad de la narracioacuten coincide con cuanto se nos expone sobre el papel del lenguaje en la configuracioacuten del mito con el que se identificardquo (51) Por supuesto en obra bien escrita como es esta se goza el lector de esa li-teratura que se ha convertido en imperecedera Asiacute cuando en la paacutegina 413 (como en 418) se nos habla de ldquola Madre Tierra (hellip) que es una auteacutentica paridora de endriagos y vestiglosrdquo el nexo de la buena lengua nos lleva de Loacutepez Eire a Cervantes ldquoque acaece estar uno peleando en las sierras de Armeacutenia con alguacuten endriago oacute con alguacuten fiero ves-tiglo oacute con otro caballerordquo etc (El Quijote 136)

2 Seguacuten W LA BARRE Muelos A Stone Age Superstition About Sexuality Nueva York Columbia University Press 1984 84-85 Prometeo no engantildeaba a Zeus porque ofreciacutea a los inmortales la parte maacutes insubstancial del buey mien-tras que a los mortales les reservaba la materia maacutes soacutelida y susceptible auacuten de dar vida por otra parte a Zeus no escapaba el contenido de ambas ofrendas Para A SEPPILLI Alla ricerca del senso perduto Palermo Sellerio Edito-re 1986 70-71 ni el mismo Hesiacuteodo era consciente de las funciones que debiacutea cumplir el rito ya que los huesos de los animales son como demuestran bioacutelogos y zooacutelogos la substancia maacutes rica en proteiacutenas de todo tipo contenidas precisamente en la meacutedula el pretendido engantildeo de Prometeo habriacutea existido pues tan solo a par-tir de la falsa interpretacioacuten hesioacutedica de un antiguo rito sacrificial J-L DURAND ldquoSacrificare dividere reparti-rerdquo en C GROTTANELLI-NF PARISE (eds) Sacrificio e societagrave nel mondo antico Roma-Bari Laterza 1993 193-202 (193) niega tambieacuten que Prometeo llevara a teacutermino un sacrificio porque ni mata el buey ni come de eacutel Por otra parte por Platoacuten y Aristoacuteteles sabemos que al menos en la eacutepoca claacutesica la concepcioacuten griega de la meacutedula asimilaba esta tanto al esperma como al tejido del cerebelo cf RB ONIANS The Origins of European Thought Nueva York Cambridge University Press 1973 (= 1934) 114-115 En cambio C GROTTANELLI ldquoOspitare gli degravei sacrificio e diluviordquo Studi storici 25 (1984) 847-857 opone carnes y huesos en la medida en que las primeras como materia efiacutemera pero rica en nutrientes seriacutea propia de los deacutebiles mortales mientras que los segundos materia dura-dera pero sin provecho lo seriacutean de los dioses Ambos anaacutelisis probariacutean que el sacrificio de Prometeo habiacutea sido correcto exculpaacutendolo de buscar la ofensa o el engantildeo de los dioses 3 A BRELICH Gli eroi greci un problema storico-religioso Roma Edizioni dellrsquoAteneo 1958 Veacutease tambieacuten con una arquitectura maacutes parecida a la adoptada en la obra que resentildeamos B SERGENT Celtes et Grecs I Le livre des heacuteros y Celtes et Grecs II Le livre des dieux Pariacutes Payot 1999 y 2004 respectivamente

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Ahora bien estos dos bloques principales del volumen no se han de entender como una mera compilacioacuten de la tradicioacuten mitoloacutegica griega Mucho maacutes que ese loable y simple objetivo Loacutepez Eire y Velasco nos han regalado una guiacutea interpretativa que in-cluye hasta donde lo permite la naturaleza del discurso mitograacutefico una ordenacioacuten de dicha tradicioacuten que en ocasiones llega a manifestarse en una cronologiacutea relativa como la que permite situar la guerra de Troya en relacioacuten con los ciclos de Tebas y Argos (425) y en otras en un cuadro maacutes geneacuterico como cuando se traza una categorizacioacuten funda-mental en torno a sendos protagonismos el inicial de Tierra y sus criaturas y el posterior de los Titanes (402) Los uacuteltimos capiacutetulos del bloque dedicado a los heacuteroes son los relati-vos a Heracles y a Teseo muy extensos ambos (589-649 y 649-688 respectivamente) y que forman una seccioacuten interna de la obra La corresponsioacuten entre ambos desarrollada de manera exhaustiva por Loacutepez Eire sirve de contrapunto a la relacioacuten entre dioses y heacuteroes Pero dicha seccioacuten nos ilustra a la vez sobre las funciones del mito y sobre los procedimientos para crearlo ya que las similitudes entre ambos personajes se explican bien si se entiende el ciclo de Teseo como una reelaboracioacuten del de Heracles (650)

A la pericia en la compilacioacuten y narracioacuten de tan abundante caudal de mitos trata-do de un modo que se acerca a la exhaustividad pueden haceacutersele objeciones solo desde la posicioacuten de autoridad de quien haya acometido un esfuerzo semejante Por consi-guiente nos limitaremos a apuntar algunas alternativas maacutes en la idea del labor limae en futuras ediciones de la obra que en la de una revisioacuten siquiera parcial Ahora bien parte de las alternativas que sentildealamos nos parecen inviables en el seno del presente volu-men Un interesante horizonte de trabajo consistiriacutea en la referencia sistemaacutetica a la re-cepcioacuten literaria y cultural de los mitos de la que anotamos algunas menciones (por ejemplo en 480 n 1786) Pero la posibilidad teoacuterica choca con la realidad de la presente obra la atencioacuten a la recepcioacuten de la mitografiacutea griega supondriacutea la redaccioacuten de un nuevo libro que habriacutea de ser del todo independiente del que nos ocupa Otras veces son los autores mismos los que apuntan nuevas labores en gran medida nacidas del proceso de reflexioacuten que ha dado origen a la presente obra Un ejemplo es la llamada a acometer un estudio en profundidad de la casa real de Argos ldquoHabraacute que estudiar pues con deta-lle este linaje central de la Mitologiacutea Griega Heroica que viene a ser como la columna vertebral que estructura orgaacutenicamente toda la Mitologiacutea Heroica Griegardquo etc (463)

Tambieacuten por nuestra parte hay alguacuten apunte por formular4 Asiacute a pesar de la muy apropiada orientacioacuten diacroacutenica para el tratamiento de los heacuteroes la referencia a una aproximacioacuten por categoriacuteas acompantildeada de algunos ejemplos habriacutea sido tambieacuten be-

4 No entraremos en cuestiones de detalle que tan solo abundan posiblemente sin mayor provecho en el bien trabado discurso de los autores Por ejemplo a propoacutesito de la coincidencia de mito y ritual sobre la carestiacutea de agua en el territorio argivo (499-500) podriacutea mencionarse la presencia en el calendario pilio de un mes di-pi-si-jo (PY Fr 12202 12311 12321 y 12402) que sin duda es el mismo llamado ∆ιψιός en Farsalo Las reticencias de la eacutepica a la mencioacuten de situaciones poco edificantes (576) tienen un notable paralelo en la escasa presencia del dios Dioniso tema auacuten no lo bastante debatido La mencioacuten a la αἰσχρολογία en los ritos imprecatorios de la fer-tilidad de campos y bestias (620) puede extenderse a otros rituales de fertilidad presentes desde el mito de De-meacuteter y bien atestiguados en el yambo y la comedia

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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neficiosa5 Un ejemplo claro es el estudio de los heacuteroes Prometeo Foroneo y Palamedes que los agrupa como benefactores que con su entendimiento su esfuerzo y su valor ha-llan medios para el progreso social Tambieacuten nos merece una breve reflexioacuten la impor-tancia de la cultura sofiacutestica en el proceso de transformacioacuten del mito ya que los sofistas concedieron a este un alto valor como medio para el debate filosoacutefico eacutetico y poliacutetico6 no nos parece desaforado comparar el tratamiento del mito entre los sofistas con la in-fluencia de la propaganda deacutelfica (cf 528 545 562 570 582 etc) aunque esta teniacutea co-mo principales destinatarias a las eacutelites dominantes en las diferentes ciudades mientras que la accioacuten de la sofiacutestica opera en un doble plano el ya aludido del debate ideoloacutegico y el de la conformacioacuten de la tradicioacuten mitograacutefica que en modo alguno ―creemos― obedece a mecanismos literarios propios de la sola eacutepoca heleniacutestica

En suma nos hallamos ante una obra mayor en el campo de la investigacioacuten sobre la mitologiacutea griega cuya influencia va a apreciarse en diversos aacutembitos por lo que repre-senta de aportacioacuten capital a las bases metodoloacutegicas de dicha ciencia a la interpreta-cioacuten del desarrollo de la tradicioacuten mitograacutefica griega en sus relaciones con la sociedad con el pensamiento y con la literatura y al correcto anaacutelisis de los diferentes mitos y le-yendas de acuerdo con la respectiva configuracioacuten y situacioacuten en el seno de una dilatada labor de creacioacuten y transmisioacuten El esfuerzo de ambos autores por trascender el aacutembito de sus estudiantes de la universidad de Salamanca y ofrecernos este que es para el inves-tigador un excelente instrumento de trabajo a la vez que una ameniacutesima fuente de sabi-duriacutea y de placer para el lector no puede agradecerse con unas meras frases de elogio Hacemos votos porque la profesora Velasco sepa dar continuidad a esta magniacutefica obra con vistas a crear en la universidad salmantina un foco de estudio de la mitologiacutea anti-gua con el rigor de la filologiacutea

Jordi REDONDO Universidad de Valencia

5 No apuntamos otra cosa que el planteamiento de Brelich que situacutea el estudio de la figura del heacuteroe siempre en relacioacuten con un aacutembito ―la guerra la muerte la maacutentica etc― 6 KA MORGAN Myth and Philosophy from the Presocratics to Plato Cambridge Cambridge University Press 2000 89-131 (ldquoThe Sophists and Their Contemporariesrdquo) donde destaca el papel de Gorgias ―y disciacutepulos suyos fueron Isoacutecrates y Alcidamante entre otros― Proacutedico Hipias y Antiacutestenes

Gabriela CERRA Linguistic Questions in Cicerorsquos Poetic Translations Bahiacutea Blanca Editorial de la Universidad Nacional del Sur 2009 262 pp ISBN 978-987-1620-10-4

l libro que comentamos es resultado de una tesis doctoral realizada en la Universi-dad Hebrea de Jerusaleacuten dirigida por la profesora Hannah Roseacuten Aunque los textos

analizados son las traducciones que el Arpinate realizoacute de autores griegos no es pro- E

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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piamente un estudio relacionado con la traductologiacutea en el sentido que se da a esta perspectiva de anaacutelisis desde el trabajo programaacutetico y pionero de Eugene A Nida1 sino un intento de demostrar ―seguacuten sus propias palabras― que este corpus de traduccio-nes de la eacutepoca de juventud de Ciceroacuten (aunque citadas en muchos casos por eacutel mismo en su madurez) nos proporciona testimonios sobre algunos desarrollos incipientes de la lengua ―gramaticales leacutexicos estiliacutesticos― ensayados por el traductor La autora ex-plora especialmente aquellas ocasiones en que Ciceroacuten se aparta de la literalidad de su fuente expresando por ejemplo mediante un epiacuteteto compuesto lo que en el original es un adjetivo simple o derivado para darle asiacute un aire heleacutenico a su lengua latina

La autora trata de hacer una contribucioacuten a un tema que ya ha conocido importan-tes aportaciones especialmente desde la perspectiva de las teacutecnicas de traduccioacuten como la tesis de Leuthold o el libro de Traglia autor ademaacutes de la edicioacuten criacutetica y traduccioacuten de los poemas de Ciceroacuten2 Contaba tambieacuten con las acertadas observaciones en las notas de las ediciones criacuteticas y traducciones de Buescu y Soubiran3 Por otra parte la tercera edicioacuten de la Teubneriana obra de Blaumlnsdorf (en adelante BL) de los Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum4 ―que sustituye a las de Morel y Buumlchner― propor-ciona los textos originales griegos Continuacutea ademaacutes siendo muy uacutetil el comentario de Ewbank5 por citar solo los textos maacutes importantes

Un trabajo previo de su maestra Hannah Roseacuten6 le proporciona para afrontar su objetivo una interesante perspectiva los casos de anisomorfismo entre los sistemas gramaticales griego y latino Cerra selecciona entre estos casos de asimetriacutea los epiacutetetos compuestos vertidos por compuestos por simples o por periacutefrasis diversas y resalta la alta utilizacioacuten de compuestos latinos que a veces traducen simples griegos con los que Ciceroacuten (siguiendo una vieja tradicioacuten eacutepica y dramaacutetica) trata de dar un color heleacutenico u homeacuterico a su lengua poeacutetica (ldquoLatin compounded nounsrdquo) Tambieacuten analiza los pro-cedimientos utilizados por el traductor al tratar de verter el artiacuteculo determinado griego (ldquoLatin renderings of the Greek definite articlerdquo) los problemas de la variacioacuten o distri-bucioacuten de activapasiva en ambas lenguas (ldquoActivepassive variationrdquo) las dificultades que plantea la traduccioacuten del rico sistema participial del griego frente al maacutes pobre del latiacuten (ldquoThe rendering of Greek participlesrdquo)

1 EA NIDA Toward a science of translating with special reference to principles and procedures involved in Bible translating Leiden Brill 1969 2 W LEUTHOLD Die Uumlbersetzung der Phaenomena durch Cicero und Germanicus Zurich G Leemann 1942 A TRAGLIA La lingua di Cicerone poeta Bari 1951 ID M Tullii Ciceronis Poetica fragmenta Milaacuten Mondadori 1963 (= Roma Gis-mondi 1950) ID MT Cicerone I frammenti poetici Milaacuten Mondadori 1962 3 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea Hildesheim Olms 1966 (= Bucarest Impr Nationala 1941) J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques Pariacutes Les Belles Lettres 1972 4 J BLAumlNSDORF Fragmenta poetarum Latinorum epicorum et lyricorum praeter Enni Annales et Ciceronis Germanicique Ara-tea Berliacuten-Nueva York De Gruyter 2011 5 WW Ewbank The poems of Cicero Londres Bristol Classical Press 1933 6 H ROSEacuteN ldquoGrammatical Equivalence and Choice in Ancient Latin Translationrdquo en A BAMMESBERGER-F HEBERLEIN (eds) Akten des VIII internationalen Kolloquiums zur lateinischen Linguistik Heidelberg C Winter 1996 533-550

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

H

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Pero con los cuatro apartados anteriores no se agota el anaacutelisis de las traducciones ciceronianas De ahiacute un cambio de metodologiacutea en la segunda parte de este estudio en que se ensaya un acercamiento a los textos a traveacutes de un comentario sistemaacutetico del corpus que la autora divide en tres secciones La primera se ocupa de las ldquoCicerorsquos trans-lations from Homerrdquo y en ella no utiliza ninguacuten epiacutegrafe para distinguir fragmentos de la Iliacuteada o de la Odisea en contraste con las ediciones que maneja (aunque la utilizacioacuten convencional de mayuacutescula o minuacutescula en la numeracioacuten de los cantos nos lo advierte) El siguiente apartado dedicado a las ldquoCicerorsquos translations from the tragediansrdquo (131) causa un sobresalto cuando tras el comentario de los fragmentos de Esquilo Soacutefocles y Euriacutepides se encuentra el lector con un fragmento de Aristoacutefanes otros de Epicarmo de Soloacuten de Simoacutenides de epigramas de la Antologiacutea Palatina etc El error es reiterado pues ya en la ldquoIntroduccioacutenrdquo (9) dice que el corpus de traducciones poeacuteticas de Ciceroacuten con-siste en pasajes de Homero de los traacutegicos y de Arato En aquella ocasioacuten uno debioacute pen-sar que solo se iban a analizar los fragmentos mayores pero como se ve no es asiacute Debe-riacutea haber utilizado una denominacioacuten maacutes abstracta que pudiera incluir los diversos geacute-neros tratados o sencillamente haber antildeadido ldquoy de otras fuentes o geacuteneros etcrdquo El tercer apartado comprende los fragmentos traducidos de los Phaenomena y los Prognosti-ca de Arato (ldquoCicerorsquos Aratea Translated fragmenta from Aratusrsquo Phaenomenardquo)

Este mix-up contrasta con la calidad e intereacutes del comentario desplegado La autora va detenieacutendose en aquellos versos y expresiones que llaman su atencioacuten por los inter-textos que subyacen a la solucioacuten dada por el traductor Asiacute en uno de los primeros ver-sos traducidos de Homero (Il 2300) Ciceroacuten antildeade a Calcante la caracterizacioacuten de lsquoau-gurrsquo que no se encuentra en el verso original pero siacute en otro del mismo poema homeacuterico (Il 1370 Κάλχας hellip θεοπρόπος οἰωνιστής) La traduccioacuten de Il 2307 (καλῇ ὑπὸ πλατανίστῳ) como sub platano umbrifera nos sugiere que puede estar inspirada por el compuesto homeacuterico δάσκιος utilizado en otra partes de los poemas homeacutericos (Il 15273 Od 5470 aplicado a ὕλη)

Se destaca lo cauto que resulta el Ciceroacuten traductor a la hora de adoptar vocabula-rio griego (casi solo limitado a los nombres de las constelaciones en los Aratea) Tambieacuten llama la atencioacuten de la comentarista aspectos morfoloacutegicos como el uso de la desinencia arcaizante del genitivo -āī siguiendo una antigua tradicioacuten dramaacutetica y eacutepica el uso del infinitivo en -ier para terminar el quinto daacutectilo etc

A veces el comentario consiste en la paraacutefrasis del aparato criacutetico de la edicioacuten se-guida Asiacute en el caso de la traduccioacuten del verso de Il 2318 (τὸν μὲν ἀρίζηλον θῆκεν θεόςhellip [ldquola hizo conspicua el dioshelliprdquo]) cuyo texto presenta en su tradicioacuten las variantes ἀρίδηλον ἀίζηλον ἀίδηλον Cerra que sigue la edicioacuten de Blaumlnsdorf aprovecha su suge-rencia (Cicero ἀίζηλον siue ἀίδηλον legisse uidetur) para explicar que la traduccioacuten de Ci-ceroacuten abdidit (ldquoapartoacute de la luzrdquo) hellip supone la variante ἀίζηλον

Pero generalmente la autora trata de explorar los mecanismos que expliquen las razones de epiacutetetos u otras expansiones ldquointerpoladasrdquo por el traductor esto es que no estaacuten en el texto fuente Tambieacuten indaga en los posibles modelos de los compuestos que no tienen un correspondiente en griego y que son muchos Y los encuentra en el propio

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Homero o en los escolios en ocasiones en otros autores como Hesiacuteodo o cuando se trata de textos no homeacutericos tambieacuten en Homero Asiacute la descripcioacuten ciceroniana de Capri-cornio mediante el sintagma en ablativo corpore semifero se propone motivada por un es-colio (ARAT Sch 282 ἐπέχει δὲ θηρίου τὰ κάτω καὶ κέρατα ἐπὶ τῇ κεφαλῇ)

En las traducciones de otros poetas Homero es tambieacuten fuente de muchas de las desviaciones que Ciceroacuten realiza en su traduccioacuten Inexplicablemente Cerra no comenta ni siquiera alude a los conocidos versos traducidos del Prometeo encadenado de Esquilo (Fr 32 Bl Atqui Prometheu etc) Probablemente porque no presentaba ninguna de las ca-tegoriacuteas exploradas en la primera parte de su estudio Pero su falta en esta segunda par-te dedicada al comentario filoloacutegico ya no se justifica El primer texto analizado es el lar-go fragmento de la obra perdida del mismo autor Prometeo desencadenado (Fr 33 Bl) pa-ra el que va explorando en textos de Homero y Hesiacuteodo las posibles fuentes de sus epiacutete-tos y recursos de traduccioacuten ya que naturalmente en este caso no puede contrastarlo con el texto fuente El fragmento no comentado (que presenta aspectos ilustrativos del contraste de ambas lenguas como la traduccioacuten mediante una oracioacuten de infinitivo de la completiva con ὅτι la versioacuten de λόγος como ratio etc) nos lleva a echar en falta tambieacuten que no se haya insistido en la forma meacutetrica de estos textos ―tanto en la lengua de origen como en la de destino― para explicar determinadas desviaciones (por ejemplo la traduc-cioacuten mediante la periacutefrasis te tenere existimo de la forma griega γιγνώσκεις) En realidad la autora solo acude a la estructura meacutetrica del hexaacutemetro ya sea para destacar un espondai-co o para explicar las razones de arcaiacutesmos morfoloacutegicos (como los genitivos disilaacutebicos en -āī) o ya para subrayar presuntos efectos musicales producidos por el ritmo dactiacutelico que realzariacutea la precipitada fuga de la Liebre que teme la mordedura del Can mientras el ritmo espondaico lo hariacutea con la lentitud y el esfuerzo de las maniobras naacuteuticas (una apreciacioacuten por otra parte que ya realizoacute Buescu7) o la observacioacuten ―muy bien cono-cida y ya tambieacuten en Buescu8― de coacutemo el uacutenico hexaacutemetro espondaico en esta traduc-cioacuten se corresponde tambieacuten con un espondeo en el quinto pie del original

Como deciacuteamos nos sorprende la falta de alguna referencia al ritmo de los textos yaacutembicos o trocaicos En el aludido Fr 32 Bl (citado por Ciceroacuten en Tusc 376 y traduc-cioacuten del Prometeo encadenado 377-380 de Esquilo) Ciceroacuten ha reproducido exactamente el esquema meacutetrico (triacutemetro yaacutembico) aunque lo usual en eacutel es el uso del esquema del se-nario yaacutembico adaptado al latiacuten como ocurre en el segundo verso de tal fragmento La meacutetrica es sin duda muchas veces responsable de cambios en el orden de las palabras por lo que ha de contarse con ella en casos como el fragmento de Aristoacutefanes (Fr 46 Bl colocado en este libro entre los ldquotraacutegicosrdquo) por maacutes que pueda tener razoacuten el espleacutendido trabajo de Roseacuten9 en que apoya su comentario sobre la inversioacuten del orden de la ora-cioacuten principal y la de relativo con la atraccioacuten de quis al interior de la de relativo quām

7 V BUESCU Ciceacuteron Les Aratea o cit 212 n 4 8 Ibid 270 n 8 9 HB ROSEacuteN ldquoQuam quisque norit artem in hac se exerceat and the typology of relative clausesrdquo en G GARCIacuteA HER-

NAacuteNDEZ (ed) Estudios de Linguumliacutestica Latina Actas del IX Coloquio Internacional de Linguumliacutestica Latina 2 vols Madrid Ediciones Claacutesicas 1998 2705-721

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

H

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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quīsquĕ nōrĭt ārtem ĭn hāc se ēxērcĕăt (ἔρδοι τις ἣν ἕκαστος εἰδείη τέχνην AR V 1431) El verso latino reproduce el triacutemetro yaacutembico del original y esto no se hace sin pagar el precio del orden de palabras

La autora destaca la alta proporcioacuten de compuestos que no estaacuten en la fuente grie-ga Por ejemplo en el largo fragmento (Fr 34 Bl) de las Traquinias (1046-1102) de Soacutefo-cles entre otros rasgos comenta los compuestos anxifer biformatus bicorporis aurifer como reflejo de los homeacutericos para verter adjetivos simples o derivados del original de Soacutefocles y como contraste el compuesto griego del texto sofocleo γηγενής (οὔθrsquo ὁ γ στρατὸς Γιγάντων) que traduce por terra edita (non terra edita moles Gigantum) El lector tiene la oportunidad de contrastar maacutes tarde ―aunque la autora parece haber desapro-vechado este dato― que es con un calco (terrigena) de aquel epiacuteteto griego con el que Ci-ceroacuten (si es que eacutel es realmente su autor) traduce ὑλογενής (ldquonacido del bosquerdquo) en Fr 56 Bl ―que Voss atribuyoacute a Lucilio y Marx reivindicoacute para el de Arpino― Este doble re-curso para traducir ―mediante periacutefrasis o con adjetivo compuesto― parece recurren-te de Ciceroacuten asiacute cuando vierte el epiacuteteto τοξότης por arquitenens o sagittipotens pero tambieacuten flexum arcum trahens nos muestra ―como certeramente apunta la autora― que ensayoacute diversos meacutetodos

El anaacutelisis seguacuten puede observarse es muy sugerente y suscita el debate filoloacutegico incluso cuando nos propone una explicacioacuten erroacutenea como ocurre con el comentario a la versioacuten ciceroniana signipotens nox correspondiente al texto de Arato ἀστερίη νύξ (ARAT 1695) donde encontramos el compuesto para traducir un derivado Cerra afirma que estructuralmente es una imitacioacuten del epiacuteteto homeacuterico para Zeus ἀργικέραυνος y antildeade ldquofrom ἄρχω laquoto ruleraquordquo (39 lo que vuelve a repetir en 203) El error es evidente el eacutetimo del primer formante no es ἀρχι- sino ἀργι- (ἀργός lsquobrillantersquo esto es lsquode rayo re-fulgentersquo10) aunque aquella interpretacioacuten quizaacute ya se produjera en la Antiguumledad a juzgar por la varia lectio de algunos textos En efecto el epiacuteteto ἀρχικέραυνος (que siacute ten-driacutea como primera parte del compuesto el tema de ἄρχω) aparece en el Himno a Zeus de Cleantes (CLEANH Fr Poet 32) aunque los editores suelen corregirlo en ἀργι- Pero la misma lectura (ἀρχι-) la tenemos en el testimonio transmitido por Apuleyo (Mund 3717) Hay que pensar pues en otro modelo como el bien conocido ὀφιοῦχος ὀφιούχεος traducido por anguitenens siguiendo la solucioacuten ya antigua de Nevio (Carm frg 30 arquitenens) la segunda parte del compuesto la encontramos en el omnipotens de Enio que parece estar calcando παγκρατής11 Y si resultara cierta la enmienda de Woumllf-flin amnipotens sobre el texto corrupto tequea omnipotens Neptune de Sexto Turpilio (Com 119 Ribbeck) transmitido por Ciceroacuten (Tusc 473) modelado probablemente sobre ποντομέδων (A Th 131 ORPH H 174) ποντοκράτωρ (Orph H 17b7) o ἀρχιθάλασσος (AP 638) epiacutetetos de Poseidoacuten (aunque no homeacutericos) tendriacuteamos en Turpilio el modelo

10 P CHANTRAINE Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque 2 vols Pariacutes Klincksieck 1990 (vol 1) y 1984 (vol 2) (= 1968-1980) 1104105 LSJ sv 11 cf T LINDNER Lateinische Komposita morphologische historische und lexikalische Studien Innsbruck Universitaumlt Innsbruck 2002

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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seguido por Ciceroacuten Ademaacutes un epiacuteteto de la Luna (Σελήνη) que aparece en los Orphica es ἀστραρχή cuyo calco podriacutea ser signipotens Ha de tenerse en cuenta que como muy bien dice Cerra (40) Ciceroacuten usa el epiacuteteto sagittipotens (Arat 3473 et alii) como sinoacutenimo o variacioacuten de arquitenens (Arat 34182 y 405) Y si tenemos en cuenta que Enio ya habiacutea utilizado signitenens (testimonio que no es tenido en cuenta por Cerra) en una tragedia como epiacuteteto tambieacuten de la noche en una invocacioacuten de Androacutemeda (Varrone teste quien transmite el fragmento en Ling 519) podemos conjeturar que Ciceroacuten encontroacute en la tradicioacuten eacutepico-dramaacutetica latina el modelo para acuntildear su haacutepax signipotens

Acepta Cerra la enmienda de Heinze seguido por otros editores (Ewbank Tra-glia) pectore frente al transmitido corpore (Arat 34144) basada en que solo esta parte de la Ballena es la que tapa al Erίdano como ya observoacute Higino (Astr 330) Pero el texto griego de Arato no ayuda aquiacute El problema para aceptar la enmienda como observa Soubiran12 es la coincidencia en la tradicioacuten de corpore por parte de todos los manuscri-tos (los de De natura deorum de Ciceroacuten y los de Arato)

Constituyen la tercera parte del estudio unas observaciones finales (ldquoConcluding remarksrdquo 211ss) en las que a traveacutes de siete puntos recoge la autora como conclusio-nes algunos de los anaacutelisis que ha ido desplegando en las dos partes anteriores pero no es solo una reconsideracioacuten de este anaacutelisis sino que en alguacuten caso como el capiacutetulo 7 (ldquoCicerorsquos poetic languagerdquo 240ss) es en buena parte un nuevo estudio que se nutre ciertamente del comentario previo pero al que tambieacuten se remite desde aquel Analiza aquiacute los arcaiacutesmos morfoloacutegicos prosoacutedicos leacutexicos y tambieacuten se detiene en las figuras de diccioacuten (aliteraciones similicadencias efectos riacutetmicos y meacutetricos ―pero solo del hexaacutemetro―) Uno de aquellos la forma potĭtur (Fr 522 Bl) que habiacutea comentado pre-viamente ad loc (150) utilizando una extrantildea notacioacuten (pot-tur) queda tambieacuten aquiacute sin explicacioacuten (241) sin duda por los efectos del ldquoduende de la imprentardquo (es decir del or-denador) El caso no obstante es bien conocido y se trata de la doble flexioacuten por la ter-cera o cuarta conjugacioacuten que experimenta este verbo13

En el capiacutetulo de los arcaiacutesmos ―o en el del comentario― no habriacutea estado de maacutes una referencia a la forma fabitur solo documentada en Ciceroacuten (Fr 25 Bl) y transmitida por Gelio (1561) Ciceroacuten evita utilizar el verbo fari o derivados (effari) en sus discursos por su caraacutecter arcaico14 Habriacutea sido de gran utilidad tambieacuten al menos un iacutendice de palabras

Una de las aportaciones maacutes destacadas de Cerra es haber dedicado su atencioacuten a explorar los casos en que el traductor se aparta de la forma de expresioacuten del original adoptando soluciones tomadas sobre todo de Homero ―directamente o a traveacutes de Enio― o de Hesiacuteodo cuando lo que estaacute traduciendo es un texto de otro poeta (Esquilo Soacutefocles Arato etc) Resulta especialmente interesante la exploracioacuten de la influencia de los escolios sobre Arato en la interpretacioacuten que realiza Ciceroacuten

12 J SOUBIRAN Ciceacuteron Aratea Fragments poeacutetiques o cit ad loc 13 J WACKERNAGEL Vorlesungen uumlber Syntax 2 vols Basilea Birkhaumluser 1920 169 14 Cf M VON ALBRECHT Cicerorsquos Style A Synopsis Leiden Brill 2003 32-33

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Y ya para concluir no me queda ninguna duda de que se trata de un estudio con el que habraacute que contar como referencia del geacutenero Planteado de forma original pero uti-lizando todas las herramientas tradicionales de anaacutelisis despliega un gran abanico de problemas y sugerentes soluciones a los mismos

Juan Mordf NUacuteNtildeEZ GONZAacuteLEZ Universidad de Oviedo

Michael VON ALBRECHT Virgilio Bucoacutelicas Geoacutergicas Eneida Una introduccioacuten presentacioacuten y

bibliografiacutea virgiliana en Espantildea F Moya del Bantildeo trad del alemaacuten (= Vergil Bucoli-ca Georgica Aeneis Heidelberg Universitaumltsverlag Winter 2007) A Mauriz Martiacute-nez Murcia Universidad de Murcia 2012 474 pp ISBN 978-84-837-1807-0

e aquiacute traducido al espantildeol un libro sobre Virgilio escrito por el prestigioso autor del conocido y uacutetil manual de Historia de la Literatura Romana Michael von Albrecht

Es este sin duda con poca precedencia cronoloacutegica (solo dos antildeos) del libro de Antonio La Penna1 el segundo gran estudio panoraacutemico que el siglo XXI nos regala sobre el ma-yor poeta de la Romanidad Pasan los siglos y las modas y los grandes escritores de la Antiguumledad necesitan continuamente ser limpiados del polvo del tiempo ademaacutes de ser salvados del olvido a cumplir ese objetivo tiende el libro de Michael von Albrecht que aquiacute comentamos se trata no solo del recordatorio de un claacutesico que ha influido podero-samente en la historia del espiacuteritu humano y que puede seguir alumbraacutendonos sino tambieacuten de una puesta a punto meditada y criacutetica total y sintetizadora de todo el saber acumulado a lo largo del tiempo acerca de su obra

El autor procede seguacuten una sistematizacioacuten admirable como ya nos teniacutea acos-tumbrados por su claacutesico manual de historia literaria Hay en estas paacuteginas un pensa-miento extraordinariamente ordenado un visible equilibrio criacutetico una atencioacuten doble y compensada dirigida tanto a las cuestiones de contenido como a las formales tanto a las fuentes de las obras como a su tradicioacuten posterior Hay en este libro en igual medida eco puntual de los hallazgos y logros de la criacutetica precedente como una decidida y segura voz propia que refleja sopesa juzga elige sugiere propone y a veces como el propio Virgilio es elocuente con sus mismos silencios y pretericiones

La traduccioacuten de la obra alemana se ha llevado a cabo con gran pericia por Antonio Mauriz Martiacutenez tambieacuten virgilianista disciacutepulo del profesor Von Albrecht y autor eacutel mismo de un interesante libro sobre la Eneida2

1 A LA PENNA Lrsquoimpossibile giustificazione della storia Unrsquointerpretazione di Virgilio Roma-Bari Laterza 2005 2 A Mauriz Martiacutenez La palabra y el silencio en el episodio amoroso de la Eneida Frankfurt am Main Peter Lang 2003 Veacutease nuestra resentildea en CFC-Elat 271 (2007) 193-195

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Un meacuterito antildeadido que aumenta el valor del conjunto es la ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) laboriosamente recopilada por nuestra colega la profesora Francisca Moya del Bantildeo de la Universidad de Murcia que no solo ha escrito acertadas paacuteginas sobre Virgilio en particular sobre la Appendix Vergiliana sino que impulsoacute hace antildeos como otro servicio conjunto a la memoria de Virgilio y a la comunidad cientiacutefica la celebracioacuten y edicioacuten de aquel importante Simposio Virgiliano3 que a tan sustanciosas colaboraciones dio lugar Es ella tambieacuten la que en este volumen se encarga de la presentacioacuten del trabajo (17-23) A la generosidad pues de la profesora Moya y de la Universidad de Murcia se debe este fruto editorial que pone al alcance de lectores espantildeoles en un buen espantildeol un panorama profundo sobre la obra virgiliana

El libro estaacute organizado seguacuten la habitual secuencia cronoloacutegica de las obras y par-tiendo de una consideracioacuten sobre el autor y su vida como sujeto de escritura Asiacute tras los ldquoAgradecimientosrdquo (9-10) un ldquoProacutelogo iquestLeer a Virgilio hoy en diacuteardquo (11-16) y un ldquoA modo de presentacioacutenrdquo (17-18 que corre a cargo de la profesora Moya quien desgrana aquiacute por adelantado razones varias que hacen que este sea un liber legendus) tenemos un primer capiacutetulo sobre ldquoEl autor en su eacutepocardquo (25-36) un segundo sobre ldquoBucoacutelicasrdquo (37-123) un tercero sobre ldquoGeoacutergicasrdquo (125-197) un cuarto sobre ldquoEneidardquo (199-356) un breviacutesimo apeacutendice sobre ldquoAppendix Vergilianardquo (357-358) una ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) una ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450 que corre a cargo como ya hemos di-cho de Francisca Moya) y finalmente un ldquoIacutendice onomaacutestico y conceptualrdquo (451-474) Y dentro de cada uno de los capiacutetulos segundo tercero y cuarto se sigue un esquema fijo para dar cuenta de los aspectos literariamente pertinentes a cada obra 1 Geacutenero y pre-cedentes 2 Teacutecnica literaria 3 Lengua y estilo 4 Teoriacutea literaria 5 Pensamiento 6 Transmisioacuten 7 Influencia

El libro es un tesoro de sutiles apreciaciones criacuteticas sensatas sinteacuteticos estados de la cuestioacuten a propoacutesito de los muacuteltiples problemas que las tres obras virgilianas plan-tean frases lapidarias que condensan un conocimiento hondo del poeta De lo cual hareacute a continuacioacuten una sucinta seleccioacuten guiado por mi personal criterio

Muy equilibrada y cauta es la posicioacuten del autor a propoacutesito de los datos sobre la vida de Virgilio que nos proporcionan los antiguos bioacutegrafos y escoliastas sin rechazar de plano su testimonio no se acepta sin embargo en su literalidad sino que se somete a una criacutetica racionalista sostenieacutendose que ldquolas biografiacuteas deben ser leiacutedas como una par-te de la recepcioacuten virgilianardquo (26) En este apartado dedicado a la vida del poeta me com-place por ejemplo leer un breve pero atinado comentario al epitafio de Virgilio ldquotal vez auteacutenticordquo (30-31) Me parece muy sensata la duda expresada a propoacutesito del testimonio de los antiguos sobre el tiempo dedicado por el poeta a la escritura de cada obra tres antildeos a las Bucoacutelicas siete a las Geoacutergicas y once a la Eneida puesto que en efecto los nuacute-meros 3 7 y 12 (los once antildeos de la Eneida se deben presuntamente a que no le dio tiem-po a terminarla) son sospechosos por simboacutelicos y puesto que ldquola composicioacuten de las Bucoacutelicas puede haber durado algo maacutes de tres antildeosrdquo (34) 3 Simposio Virgiliano Conmemortivo del Bimilenario de la muerte de Virgilio Murcia Universidad de Murcia 1984

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Hay una oportuna siacutentesis de problemas suscitados por el conjunto de la Bucoacutelicas y por cada una de las piezas Asiacute particularmente acerca de la primera se da en efecto un dictamen convincente sobre su estructura con un eje central en el verso 42 verso nuclear en que se menciona al iuuenis anoacutenimo (sin duda Octaviano) que divide en dos partes el poema de igual extensioacuten una primera con verbos en pasado predominante-mente y una segunda con predominio de los futuros (40) Hay tambieacuten atinadas notas sobre la musicalidad de algunos versos de esta primera y de las siguientes bucoacutelicas (41) Y deja incluso consignadas unas cuantas preguntas inquietantes sobre la conversacioacuten Tiacutetiro-Melibeo con su probable respuesta pero con apertura a otras soluciones (43) Con respecto a la quinta eacutegloga se muestra el autor contrario a la habitualmente defendida alegoriacutea (58) seguacuten la cual Dafnis muerto y divinizado seriacutea una referencia a Julio Ceacutesar y en ello se ve su segura independencia de criterio A propoacutesito de la seacuteptima responde tambieacuten con una chispa de loable atrevimiento mdashjustificado en quien conoce bien los fundamentos esteacuteticos de la obra virgilianamdash a la ardua cuestioacuten de por queacute Melibeo el aacuterbitro del certamen amebeo concede la victoria a Coridoacuten y no a Tirsis ldquoTirsis actuacutea a partir de la confianza mdashdice Von Albrechtmdash que tiene en siacute mismo Coridoacuten a partir del conocimiento que tiene de siacute mismo Tirsis aspira al colorido Coridoacuten a la armoniacutea Vir-gilio reconoce ambas posturas y se decide solo paulatinamente por la uacuteltimardquo (65) Me parece tambieacuten muy razonable la valoracioacuten de las correspondencias numeacutericas entre las distintas eacuteglogas sin desdentildearlas pero sin reclamar para ellas una exactitud absoluta (85) y aceptando las evidencias de una cuidadiacutesima medida en la arquitectura en cada pieza Loable me parece esta actitud fundada en un anaacutelisis objetivo de la obra frente a los arbitrarios e injustificados recelos de ciertos criacuteticos que acaso piensen que la poesiacutea estaacute rentildeida del todo con las matemaacuteticas Es testimonio de su equilibrio de juicio esta consideracioacuten que suscribo ldquoCon frecuencia los poetas abordan sus obras con maacutes pre-cisioacuten de la que podriacutean sontildear sus inteacuterpretes recelosos de los caacutelculos numeacutericos Sin embargo es complicado mantener la medida correcta en investigaciones de este tipo Las simetriacuteas son un elemento de la belleza pero en poesiacutea solo uno entre muchos otrosrdquo (86) Otra apreciacioacuten realmente aguda es la que tiene a propoacutesito de Virgilio co-mo ldquomaestro de la representacioacuten indirectardquo (89) y sobre el papel activo del paisaje en las Bucoacutelicas (90) Ya en su obra pastoril de juventud se detecta ese rasgo del estilo virgi-liano tan llamativo para sus primeros criacuteticos ldquoLa elegancia de las Bucoacutelicas no reside en el empleo de teacuterminos poco usuales sino en la desacostumbrada yuxtaposicioacuten de voca-blos corrientesrdquo (94) A veces nos sorprende con deducciones estiliacutesticas que faacutecilmente pasan desapercibidas a muchos lectores de la obra virgiliana como esta ldquoLas diferencias estiliacutesticas reflejan tambieacuten la idiosincrasia de aquel que habla el sereno Tiacutetiro forma oraciones maacutes largas que el excitado Melibeo (B 1)rdquo (100) Es interesante que se reconoz-ca claramente el ldquoaugustismordquo de la eacutegloga I aunque seriacutea de esperar que ello fuera ra-zoacuten para no mantener la cronologiacutea alta que se atribuye a esta pieza (107) Y creo que acierta el autor cuando frente a las propuestas numerosas de identificacioacuten del nintildeo de la eacutegloga cuarta se aparta de todo intento de identificacioacuten concreta (109-110) Bien estaacute su eruditiacutesimo repaso a la pervivencia multiliteraria de esta obra y bien destacada la

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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parte espantildeola (112-123) a la que solo cabriacutea antildeadir como curioso retontildeo de uacuteltima hora mdashviacutea Garcilasomdash la ldquoEacutegloga de los dos rascacielosrdquo de Luis Garciacutea Montero

Entrando en la exposicioacuten sobre las Geoacutergicas se dedica un lugar especial a propoacute-sito del libro primero a la cuestioacuten del labor improbus y al debate sobre si el adjetivo tiene sentido pasivo o activo frente a lo cual sostiene Von Albrecht lo siguiente ldquoLa misma palabra designa tanto el estado de amenaza permanente como las facultades que gracias a ello se despiertan el esfuerzo la perseverancia la resistencia y la inventivardquo (129) im-portante informacioacuten bibliograacutefica al respecto se contiene en la nota 238 Respecto al li-bro cuarto es interesante la observacioacuten de que el lenguaje usado por el poeta para ha-blar de las abejas estaacute tomado baacutesicamente del mundo eacutepico de la guerra y de la poliacutetica de forma que ldquose convierte en una metaacutefora casi continuardquo (140) y proliferan los parale-lismos con la Eneida Pertinentes son las consideraciones sobre los liacutemites del geacutenero di-daacutectico entre los antiguos y las distintas opiniones al respecto (144-148) y apropiada la distincioacuten teacutecnica entre modelos y fuentes que a menudo corren el riesgo de confundir-se (148-154) A propoacutesito de los siacutemiles he aquiacute un contraste bien destacado ldquoMientras que en Homero son imaacutegenes de la naturaleza las que ilustran la mayor parte de las ve-ces los sucesos militares en el poema didaacutectico es de forma inversa un siacutemil militar el que describe la distribucioacuten de las plantas (G 2279-283)rdquo (159) Puede parecer inquie-tante y suscitar perplejidad una afirmacioacuten como la de que ldquoel pensamiento central del uacuteltimo libro de las Geoacutergicas es la cuestioacuten acerca de coacutemo superar la muerterdquo (179) pero la reflexioacuten que el autor de este libro nos propone (recordando el pasaje de Georg 4206-209 donde Virgilio oponiacutea la inmortalidad de la colmena a la muerte individual de sus individuos y el final exitoso de la recuperacioacuten por Aristeo de sus enjambres) nos con-duce siacute a esta conclusioacuten y al contraste en ello entre Lucrecio ldquocuya obra termina con la pesterdquo y el poema de Virgilio (178-179) En medio de las eruditas elucubraciones bro-ta con gracejo y oportunidad esta observacioacuten parenteacutetica ldquoPor mucho que a los filoacutelo-gos no nos guste oiacuterlo los poetas no escriben solo para eruditos que tienen a su disposi-cioacuten una biblioteca universitaria los poetas verdaderamente grandes consiguen siempre convencer tanto a los escasos entendidos como al amplio puacuteblicordquo (183) Y toda la expo-sicioacuten sobre el pensamiento de las Geoacutergicas se culmina con una llamada de atencioacuten fundamental ldquoEl significado baacutesico de la agricultura para el conjunto de la vida cultural a menudo no se comprende bien actualmente esta perspectiva moderna impide acceder al sentido literal de las Geoacutergicas pues estas no son una alegoriacutea de la cultura sino su modelo fundamental La agricultura no es un mero pretexto para aprender cultura ni tampoco un simple ejemplo de cultura sino la parte primordial de la culturardquo (183-184) pues en efecto una traduccioacuten actual de esta obra a un idioma moderno debe ser en realidad un doble traslado no solo paso de una lengua antigua a otra moderna sino transporte de una materia procedente de un aacutembito cultural proacuteximo a la tierra ajeno hoy a la mayoriacutea de los ciudadanos hasta este aacutembito cultural hodierno de urbanismo nuevas tecnologiacuteas y centros comerciales de manera que se impone en este caso la ne-cesidad de continuas aclaraciones en notas a pie de paacutegina sobre realidades que ya son desconocidas En cuanto al estudio de la pervivencia literaria de la obra (parte en la que

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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el autor ofrece noticias jugosas como el uso del motivo de las abejas a partir de Virgilio entre los Padres de la Iglesia 188-189) estaacute bien destacada la continuidad geneacuterica por lo que a Espantildea se refiere en Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Pablo de Ceacutespedes y Tomaacutes de Iriarte pero no hubiera estado de maacutes recordar tambieacuten la vasta presencia literaria del tema de Orfeo y el eacutexito a partir de Garcilaso del bello siacutemil del ruisentildeor doliente tan bien estudiado por Mordf Rosa Lida de Malkiel

El siguiente capiacutetulo atiende al estudio de la Eneida en el que igualmente abundan observaciones que son como luces potentes Asiacute por ejemplo esta que al convertir Vir-gilio a Italia como patria remota del linaje troyano origen del ancestral Daacuterdano ldquoesta-blece una relacioacuten todaviacutea maacutes profunda con respecto a la Odisea pues de este modo el descubrimiento de la meta histoacuterica final coincide de forma ideacutentica con el hallazgo de los oriacutegenes que le son propiosrdquo (200) de modo que el viaje de Eneas es un doble viaje hacia el pasado y hacia el futuro simultaacuteneamente Perspicaz observacioacuten es la que se hace (201) sobre la inicial prospeccioacuten en la epopeya hacia el conflicto futuro romano-cartagineacutes no menos la que define la tempestad del libro primero como ldquopreludio sim-boacutelico de la totalidad del poemardquo (202) o la que en relacioacuten con la subyacente ideologiacutea estoica deja bien asentado que ldquolos siacutemiles subrayan las conexiones entre el macrocos-mos (la naturaleza) el microcosmos (el individuo) y el cosmos intermedio de la poliacuteticardquo (209) Tambieacuten luminosas son las aclaraciones sobre el libro segundo como la que inter-preta simboacutelicamente la imagen de Eneas proacutefugo acompantildeado de su padre y de su hijo como referencia a su doble dependencia del pasado y del futuro (214) o la que define la estructura del libro como triple con tres partes sentildealadas por tono diverso alegre la primera loacutebrega la segunda y luminosa la tercera Que el libro segundo sea la refutacioacuten del reproche que Turno haraacute posteriormente a Eneas tildaacutendolo como ldquodesertor del Asiardquo en 1215 (216) no es solo correcto en siacute mismo sino que cabriacutea antildeadir que es refu-tacioacuten sobre todo de la versioacuten historiograacutefica sostenida por Meneacutecrates de Janto seguacuten la cual Eneas se salvoacute de la destruccioacuten y ruina de Troya por ser un traidor a su patria y maacutes en concreto son la casi expliacutecita refutacioacuten de esa versioacuten las palabras del heacuteroe que constan en los versos 431-434 de este libro segundo (Iliaci cineres et flamma extrema meorum testor in ocasu uestro nec tela nec ullas uitauisse uices Danaum et si fata fuissent ut caderem meruisse manu) Al hablar del libro cuarto se insiste en su relacioacuten con la tra-gedia (222) como tantas veces los criacuteticos han sentildealado a propoacutesito de la afirmacioacuten en paacutegina 228 de que en 4449 las laacutegrimas podriacutean ser de Eneas y no de Dido creo que ello se ve rotundamente confirmado por esa norma de multicorrespondencia de elementos en el siacutemil entre plano real y plano figurado Eneas es la encina las hojas que caen a so-plos de los vientos son las laacutegrimas del heacuteroe Me alegra mucho encontrar esta acaso convincente interpretacioacuten de las palabras de Anquises (6847-853) sobre el destino pre-suntamente imperialista de los romanos (240) ldquoEstos versos mdashde los cuales a menudo han hecho un mal uso tanto los imperialistas como sus adversariosmdash destacan no el po-der sino la paz la justicia la voluntad civilizadora y la responsabilidad asiacute como el arte tiacutepicamente romano de dirigir a los hombresrdquo dictamen que exime beneacutevolamente a Virgilio y tal vez con justicia de un ldquoaugustismordquo excesivo y hasta culpable a juicio de

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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muchos Que en el libro octavo la triada Heacutercules-Eneas-Augusto resuma la triple aten-cioacuten al pasado presente y futuro es idea bien fundada y que revela la planificacioacuten por el poeta de su epopeya y de su heacuteroe como interseccioacuten temporal entre la retrospeccioacuten y la prospeccioacuten (248) Sin embargo no convence tanto la afirmacioacuten de que Camila sea una de las grandes creaciones de Virgilio y de que la influencia de la Etioacutepida de Arctino sea indemostrable porque de cualquier modo con base en Arctino o en alguna otra fuente el modelo miacutetico de la amazona Pentesilea como guerrera aliada de los troyanos frente a los griegos muerta traacutegicamente por Aquiles es obvio para la Camila virgiliana aunque esa deuda no creo yo tampoco que reste validez al personaje ni que tal hecho haya impedido a Virgilio poner su sello en esta relevante figura femenina (260) Son bri-llantes las precisiones acerca de coacutemo Virgilio leyoacute a Homero ya acompantildeado de inter-pretaciones alegoacutericas (267) de coacutemo el aumento de figuras alegoacutericas en la Eneida obe-dece al hecho de ser esta una obra posterior al desarrollo de la filosofiacutea y que es por la misma razoacuten por la que Virgilio estaacute maacutes interesado que Homero en la psicologiacutea (268-269) Muy completa y detalladamente se exponen las fuentes y modelos de la obra (269-273) Acertadas son las palabras que el autor tiene para Lavinia (286) ldquoGuardando un si-lencio absoluto el personaje de esta muchacha domina toda la segunda mitad de la Enei-dardquo un silencio que contemporaacuteneamente ha convertido por fortuna en bellas palabras la novelista americana Ursula K Le Guin en su novela Lavinia y no menos acertadas las que definen al Juacutepiter virgiliano entre otras notas como ldquomaacutes majestuosordquo que el Zeus homeacuterico (288) maacutes precisiones diferenciales luego en paacuteginas 322-323 Rico y detallado es el panorama ofrecido sobre el estilo maacutes de agradecer auacuten por el hecho de que tradi-cionalmente se ha rehuido abordar este aspecto de forma teoacuterica y panoraacutemica (289-307) aunque yo creo que conviene distinguir maacutes tajantemente entre simple aliteracioacuten con funcioacuten meramente riacutetmica y aliteracioacuten onomatopeacuteyica con voluntad de sinergia foacutenico-semaacutentica Aunque sea un fenoacutemeno esporaacutedico y muy ocasional hubiera mere-cido atencioacuten miacutenima dentro del estudio meacutetrico el tema de los hexaacutemetros hipeacuterme-tros De nuevo como ya en paacutegina 240 Von Albrecht insiste y sin duda con fundamento en defender a la Eneida de una interpretacioacuten poliacutetica simplista y parcial (311) ldquoLa Eneida se nutre de la relacioacuten que entabla con un hecho verdaderamente real el Imperio ro-mano (y su historia y su identidad) Ahora bien tampoco se conforma con una realidad que a menudo es horrorosa Virgilio ha contribuido de manera decisiva a crear una iden-tidad romana de poderosos efectos fundamentada ya no en la fuerza sino en el espiacuteri-turdquo y con ideacutentico objetivo se expresa en paacutegina 315 ldquoLa Eneida deberiacutea ser leiacuteda menos en teacuterminos de poder poliacutetico que en clave civilizadorardquo y auacuten con maacutes fuerza en la misma paacutegina se esgrime esta defensa no ya de la epopeya sino de Roma y su misioacuten ldquoLa existencia del Imperio romano ayudoacute de forma decisiva a desarrollar la conciencia de que los seres humanos civilizados (y tambieacuten su historia) forman todos ellos una uni-dad tanto esta conciencia [] como el derecho romano [] se cuentan [] entre los fun-damentos de nuestra culturardquo Un momento en el que la heroicidad de Eneas puede quedar en entredicho a saber la escena final en la que mata a Turno desoyendo sus rue-gos de clemencia requieren la lectura de las paacuteginas 319-320 donde se explica bien coacute-

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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mo la ultio se entendiacutea como deber piadoso en la sociedad romana antigua Llama la atencioacuten que en la exposicioacuten de los liacutemites del compromiso poliacutetico virgiliano se omita toda consideracioacuten de las opiniones contemporaacuteneas sobre un Virgilio como sujeto de una voz poliacutetica antiauguacutestea tal silencio es sin duda significativo mdashme parecemdash de la poca validez que tales propuestas le merecen al autor del libro Comparto plenamente las dos razones en fin en que Von Albrecht funda la grandeza de Virgilio la alianza de originalidad y erudicioacuten de creatividad y capacidad de recepcioacuten (312) En cuanto a la recepcioacuten de la Eneida es esta una materia inabarcable si se quiere atender al vastiacutesimo campo de la literatura occidental y aun asiacute el panorama ofrecido es de una enorme am-plitud y concrecioacuten

El apeacutendice sobre la Appendix es meramente informativo sobre la bibliografiacutea maacutes relevante

La ldquoBibliografiacuteardquo (359-394) es no solo un instrumento de evidente utilidad para el investigador sino ademaacutes una muestra del atractivo que sigue ejerciendo la produccioacuten virgiliana como objeto literario y como enigma La ldquoBibliografiacutea virgiliana en Espantildeardquo (395-450) aportada por la profesora Moya constituye un complemento muy adecuado al elenco bibliograacutefico general y es una muestra de coacutemo los espantildeoles hemos atendido tambieacuten sobre todo en los uacuteltimos decenios al estudio de la obra del poeta de Mantua

En suma la aparicioacuten de este magniacutefico libro en versioacuten espantildeola es un aconteci-miento que merece celebracioacuten y gratitud y que ayudaraacute mucho a conocer mejor a Vir-gilio en nuestro paiacutes

Vicente CRISTOacuteBAL LOacutePEZ Universidad Complutense de Madrid

Mordf Consuelo AacuteLVAREZ MORAacuteN-Rosa Mordf IGLESIAS MONTIEL (eds) Y el mito se hizo poesiacutea Madrid

Centro de Linguumliacutestica Aplicada Atenea 2012 366 pp ISBN 978-8415194-11-0

a epopeya mitoloacutegica de Ovidio es una obra cuyo intereacutes filoloacutegico excede con mucho el contenido de la misma por maacutes que sea este uno de los mayores atractivos que a lo

largo de sus maacutes de dos mil antildeos de vida ha interesado a la tradicioacuten literaria y artiacutestica que ha bebido insaciablemente de eacutel Para el mero lector ovidiano las Metamorfosis son en efecto un maravilloso universo de historias mitoloacutegicas perfectamente trabadas y engarzadas unas con otras Pero para el criacutetico de Ovidio esta obra representa un enor-me desafiacuteo filoloacutegico por cuanto que en ella se concentran toda suerte de posibilidades de acercamiento a un texto literario desde el punto de vista de su contenido loacutegicamen-te pero tambieacuten desde otras perspectivas que atantildeen ademaacutes de al propio continente a la disposicioacuten de ese contenido al texto en siacute a las fuentes que lo nutren y a la perviven-cia de este en la tradicioacuten posterior Una obra pues magna por la importancia que en siacute

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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tiene y por la ampliacutesima repercusioacuten de que ha disfrutado desde el mismo momento de su alumbramiento hasta nuestros diacuteas

El libro que presentamos con un certero tiacutetulo que hace ver coacutemo el contenido miacute-tico de la obra ovidiana deviene en tan imponente texto literario (ldquoel mito se hizo poe-siacuteardquo) pretende a traveacutes de los quince trabajos que lo componen mdashcomo quince son los libros de las Metamorfosis ovidianasmdash un anaacutelisis de coacutemo el poeta de Sulmona re-creoacute y re-escribioacute en sus versos los mitos que ya se encontraban en obras anteriores pero adentraacutendose tambieacuten en otras cuestiones que tienen que ver con los problemas textua-les que la epopeya presenta y con el escrutinio de aspectos muy concretos y detallados de la obra (tanto literarios como mitograacuteficos) y con la honda huella que las Metamorfosis han dejado en la literatura posterior

En realidad la obra que resentildeamos contiene las contribuciones que diversos espe-cialistas ovidianos presentaron al Seminario Internacional ldquoY el mito se hizo poesiacutea Mi-tografiacutea y Ovidiordquo que se celebroacute en la Universidad de Murcia en noviembre de 2010 una reunioacuten cientiacutefica que como sentildealan las editoras del volumen mdashlas profesoras Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montielmdash ldquodebiacutea aunar el amplio marco de la mitografiacutea antigua y de la poesiacutea ovidiana teniendo como premisa que las primeras obras mitograacuteficas stricto sensu de las que tenemos noticia son codificaciones posteriores a los poemas que nos revelaron los mitos y nos hicieron gustar de ellosrdquo (19) Desde esta perspectiva pues unificadora de mito mitografiacutea y Ovidio mdashy en justo homenaje a quien impulsoacute desde la Universidad de Murcia primero y luego desde la Complutense de Madrid el profesor Antonio Ruiz de Elvira el estudio acadeacutemico de la mitologiacutea claacutesi-ca en Espantildeamdash es desde la que los trabajos que vamos a comentar de forma sucinta se acercan a la epopeya ovidiana y a lo que esta representa en el continuum de la tradicioacuten mitograacutefica que parte de Grecia y se prolonga hasta la actualidad

Precisamente como pasos previos a la codificacioacuten poeacutetica que llevoacute a cabo Ovidio el libro se abre con tres trabajos que indagan en las fuentes mitograacuteficas que pudieron servirle al poeta de Sulmona en la redaccioacuten de su obra el de Minerva Alganza indaga en el peso que las interpretaciones de Paleacutefato tuvieron para algunos mitos metamoacuterficos narrados por Ovidio mientras que el de Jordi Pagravemias intenta establecer puntos de con-tacto entre algunos detalles del mito de Ceneo que cuenta Ovidio y los testimonios grie-gos de Acusilao de Argos y Heroacutedoto y el de Esteban Calderoacuten Dorda plantea la cone-xioacuten entre algunos relatos contenidos en el texto elegiacuteaco del Papiro de Oxirrinco 4711 mdashcuya datacioacuten se propone en eacutepoca heleniacutesticamdash y la obra ovidiana Por la misma senda de los precedentes pero ya en suelo romano con que el poeta de Sulmona contoacute para su proyecto eacutepico va el trabajo de Francisca Moya quien se detiene en la poesiacutea de Propercio para sentildealar coacutemo en mitos concretos mdashasiacute el de Briseida el de Protesilao el del adulterio de Venus y Marte y el de los raptos de Helena y Oritiacuteamdash se deja sentir la huella del de Asiacutes en el tratamiento dado por Ovidio en su obra mitograacutefica

La fascinacioacuten que el sulmoneacutes sintioacute por los relatos fabulosos incluidos en Meta-morfosis mdashde origen preferentemente griegomdash y Fastos mdashde origen exclusivamente la-tinomdash revelan a ojos de Georg Luck el oficio de poeta del que Ovidio hizo gala y que lo

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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llevoacute a tratar con ideacutentica licentia tanto lo que perteneciacutea al aacutembito de historia como lo que era materia preferente del mito y del folclore seguacuten demuestran las intenciones de las dos obras citadas y la imbricacioacuten de elementos del uno en el otro y viceversa Del ca-raacutecter particular de la eacutepica ovidiana da cuenta el trabajo de Joseacute Luis Vidal quien a la luz de la comparacioacuten con el precedente virgiliano de la Eneida concluye diciendo que las Metamorfosis son un caso particular de eacutepica que busca el entretenimiento y el juego poeacute-tico maacutes que una obra de profundo sentido dramaacutetico y tono serio de acuerdo con las fuentes alejandrinas y heleniacutesticas que la inspiran

Tres de los muchos problemas que afectan a la transmisioacuten del texto metamoacuterfico ovidiano son objeto de anaacutelisis en el trabajo de Antonio Ramiacuterez de Verger quien apo-yaacutendose en las notas que Heinsius publicoacute en su edicioacuten de 1659 propone subsanar con fina sutileza criacutetica el sentido de tales pasajes en virtud del criterio de la lectio difficilior y de los testimonios de otras fuentes mitograacuteficas Y precisamente en el marco de la tra-dicioacuten mitograacutefica que precede a Ovidio Jacqueline Fabre-Serris intenta demostrar coacute-mo el poeta de Sulmona bebe de algunos manuales concretos cuando se trata de hacer acompantildear el mito de connotaciones morales determinadas Pero no siempre impera en la obra ovidiana este rasgo de seriedad pues como pretende demostrar Rosario Guarino Ortega no son pocas las veces en que el poeta recurre iroacutenicamente a la mentira para re-forzar la verdad de los mitos que nos relata Y tampoco puede decirse que Ovidio preser-ve a los dioses de su acerada mirada criacutetica pues sus amores son vistos en la eacutepica de las Metamorfosis seguacuten el anaacutelisis de Gianpiero Rosati como si de amores humanos se trata-ra con toda su suerte de anhelos y de fracasos

No solo de literatura se nutrioacute la epopeya ovidiana sino que el poeta atento a la ciencia y a la filosofiacutea incorporoacute a sus relatos (asiacute los de Iacuteo Calisto Narciso o Siringe) la teoriacutea racional de los sonidos tal como la entendioacute Lucrecio seguacuten se propone en el tra-bajo de Mordf Luisa Delvigo Resultado de la imbricacioacuten de dos fuentes distintas (Homero y Teoacutecrito) es la figura del Ciacuteclope que aparece en dos pasajes distintos de la obra a tenor del anaacutelisis de Mario Labate puede apreciarse coacutemo el poeta hace evolucionar al perso-naje joven galante y enamorado en la poesiacutea bucoacutelica hasta convertirlo en el monstruo feroz del poema eacutepico a resultas del rechazo sufrido en su amor por Galatea De mucho detalle es el anaacutelisis mitograacutefico y literario que en relacioacuten con sus precedentes y con la propia materializacioacuten del mito en la epopeya de Ovidio Mordf Consuelo Aacutelvarez Moraacuten y Rosa Mordf Iglesias Montiel proponen en torno a la configuracioacuten de los personajes femeni-nos (tan presentes e importantes en toda la produccioacuten ovidiana) de Alcmena Iole y De-yanira relacionados con Heacutercules y Meleagro

Por uacuteltimo al aacutembito de la recepcioacuten de la obra eacutepica de Ovidio pertenecen los tra-bajos de Franccediloise Graziani y Vicente Cristoacutebal La primera se centra en la lectura rena-centista de la epopeya y en la nocioacuten de synthesis aplicada al conjunto de relatos de las Metamorfosis desde la oacuteptica de la mitografiacutea y de la retoacuterica antiguas entre otras cues-tiones que afectan a la estructura y organizacioacuten del poema Por su lado Vicente Cristoacute-bal escruta la pervivencia en la literatura espantildeola del mito de Acteoacuten a lo largo de los

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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siglos XVIII XIX y XX amparaacutendose en los preclaros testimonios de Nicolaacutes Fernaacutendez de Moratiacuten Juan Arolas Salvador Rueda y Jorge Guilleacuten

Como puede apreciarse y adelantaacutebamos antes el presente libro (que se cierra con una bibliografiacutea global y dos iacutendices mdashuno de pasajes citados y otros de autoresmdash) po-see una riqueza y variedad de enfoques y temas que al igual que ocurre con la propia obra ovidiana que es denominador comuacuten de todos ellos resta monotoniacutea al conjunto y ofrece una polieacutedrica visioacuten de la muacuteltiple riqueza y problemaacutetica que afecta a la epope-ya y al autor estudiados contamos con trabajos de exclusivo enfoque mitograacutefico al lado de otros que se centran en las caracteriacutesticas maacutes puramente literarias y textuales de la obra y tambieacuten en su proyeccioacuten y lectura posterior Es pues muy remarcable la enver-gadura y variedad de esta monografiacutea sobre la poesiacutea de Ovidio y muy a propoacutesito la feli-citacioacuten que cabe dar a sus editoras las profesoras Aacutelvarez Moraacuten e Iglesias Montiel y a todos los autores de los trabajos que tan brevemente hemos resentildeado Queda para el lec-tor el disfrute de los textos aquiacute recogidos y del no menos apropiado y hermoso poema inicial de Vicente Cristoacutebal con que se abre el volumen y que estaacute dedicado al Dr Ruiz de Elvira maestro de algunos de los filoacutelogos aquiacute citados que con tanto fundamento man-tienen viva la llama de su magisterio

Juan Luis ARCAZ POZO Universidad Complutense de Madrid

Wei-Jong YEH Structures meacutetriques des poeacutesies de Peacutetrone pour quel art poeacutetique Lovaina-

Pariacutes-Dudley (MA) Eacuteditions Peeters 2007 XVI + 659 pp y CD-Rom ISBN 978-90-429-1928-0

sta voluminosa publicacioacuten (XVI + 659 pp + 342 pp el CD-Rom con anaacutelisis de un cor-pus del hexaacutemetro dactiacutelico desde Ennio a Juvenal) es la tesis doctoral del chino de

Taiwan Wey-Jong Yeh sobre la meacutetrica de las poesiacuteas del siempre sugestivo y nunca ago-tado Petronio (veacuteanse los uacuteltimos trabajos de Jonathan Prag y Ian Repath Aldo Setaioli y Gareth Schmeling) En eacutel subyace como hipoacutetesis de trabajo la datacioacuten del Satyricon a partir de la meacutetrica de sus poemas En lo que constituye el nuacutecleo de este trabajo meacutetri-co-estiliacutestico el autor se pone en la estela de la escuela francesa Louis Nougaret Jean Soubiran Joseph Hellegouarcrsquoh y la profesora de la Sorbona Jacqueline Dangel directora de la tesis (189)

La obra consta de una introduccioacuten (XI-XVI) y de tres partes la primera titulada ldquoEl Satyricon y sus poemasrdquo (1-191) no meacutetrica stricto sensu la segunda sobre ldquoEl Ars meacutetrica de Petronio estudio meacutetrico y estiliacutestico del B(ellum) C(iuile)rdquo (193-385) y la tercera acer-ca de ldquoLa polimetriacutea del Satyricon y las artes poeacuteticas de Petroniordquo (387-569) El libro ter-mina con una ldquoConclusioacuten generalrdquo (571-576) la ldquoBibliografiacuteardquo utilizada (577-633) unos

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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ldquoIndex nominum locorum rerum et metrorumrdquo (635-646) un ldquoGlosariordquo (647-648) y el ldquoIacutendi-ce de materiasrdquo (649-659)

Sin aacutenimo de ser hipercriacutetico en la abundantiacutesima bibliografiacutea (iexcl57 paacuteginas) he echado en falta la edicioacuten de Manuel C Diacuteaz y Diacuteaz1 y algunos trabajos de Gottskaacutelk Jens-son al que no cita y habriacutea sido preferible que esta no se hubiera dividido en temas pues se hace incoacutemoda su consulta desde las referencias internas

Primero trata algunos petroniana como el autor la fecha de composicioacuten y el geacutene-ro de la obra Termina el capiacutetulo afirmando que el Satyricon es una ldquomezcla de la novela de amor griegardquo y de ldquola satura latina de la tradicioacuten luciliana y la del prosimetrum de las Menipeas de Varroacutenrdquo (189) Respecto a la poeacutetica siguiendo a Hubert Petersmann esta-blece tres niveles (94) primero Trimalcioacuten y los personajes incultos representan el ser-mo vulgaris propio del relato satiacuterico luego Encolpio el sermo urbanus de los relatos eacutepi-co-mitoloacutegicos y en el tercer nivel Eumolpo el sermo poeticus de las composiciones lite-rarias por ejemplo el del BC y el de la Troiae halosis

En la parte siguiente aplica el meacutetodo meacutetrico y estiliacutestico partiendo de datos es-tadiacutesticos que se ilustran con maacutes de 30 cuadros comparativos referentes a la meacutetrica de unas catorce obras cuya cronologiacutea va de Enio a Juvenal especialmente los grandes poe-tas hexameacutetricos los yaacutembicos y algunos poemas menores como la Laus Pisonis Ilias Lati-na etc En estos cuadros se registra la tipologiacutea verbal la frecuencia de los pies etc Asiacute basaacutendose en la distribucioacuten de D(aacutectilos) y E(spondeos) el autor deduce que a diferen-cia de la poesiacutea imperial en la que predomina el esquema de los cuatro primeros pies DEDE el BC de Petronio igual que los Punica de Silio Itaacutelico prefiere un hexaacutemetro con espondeo inicial en la estructura EDEE Esta se define como estilema arcaico buscado usado por Lucilio Ciceroacuten y Horacio entre otros (257-258)

Seguacuten Yeh por un lado el epilion petroniano del BC sigue la liacutenea de las epopeyas neronianas y flavias en la colocacioacuten de dos palabras molosas contiguas en la parte cen-tral del hexaacutemetro (tipo uīncēndō) y de palabras con el esquema de joacutenicos mayores cuya construccioacuten en sintagmas es susceptible de crear efectos sonoros (tipo māerēntĭă en ri-ma interna con pectora) Y por otro el hexaacutemetro del BC se distingue del de Lucano y del de los eacutepicos hiperdactiacutelicos (Estacio y Valerio Flaco) por el uso de rasgos arcaicos (304) aunque sin descuidar ciertas reglas claacutesicas especialmente de la Eneida (384) En definiti-va Petronio tiene un ritmo espondaico con predileccioacuten por los espondeos en los pies I y IV (385) En este sentido el estilo del BC seriacutea hiacutebrido una mezcla de las corrientes esteacute-ticas de la epopeya latina (385) gusto arcaizante o republicano en la preferencia de los espondeos y adecuacioacuten a la moda imperial en la colocacioacuten de palabras largas molosas y de estructura joacutenica

En la parte final el autor continuacutea viendo fundamentalmente la misma esteacutetica ar-caizante en los hexaacutemetros de otros poemas cortos (421) y en los diacutesticos elegiacuteacos (503 507) En cuanto a los versos yaacutembicos especialmente los de la Troiae halosis el estudio de Yeh revela una diferencia capital entre el triacutemetro latino helenizante de Horacio que

1 Cf MC DIacuteAZ Y DIacuteAZ Petronio Aacuterbitro Satiricoacuten Barcelona Alma Mater 1968-1969

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

F

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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admite el quinto pie puro y el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca que solo permite el quinto condensado y que es el que sigue Petronio (425) Ahora bien en la distribucioacuten de E(spondeos) y Y(ambos) mientras Seacuteneca muestra preferencia por el esquema EY-EY-EY (442) Petronio es maacutes libre pues presenta un uso relativamente frecuente del anapesto en la quinta sede

Es muy ilustrativo el cuadro comparativo de las palabras finales del senario (Plauto Terencio Fedro etc) y del triacutemetro helenizante (Horacio Seacuteneca y Petronio) Asiacute mien-tras el senario permite las palabras largas de estructura anapeacutestica y proceleusmaacutetica el triacutemetro solo contiene palabras creacuteticas y yaacutembicas especialmente estas uacuteltimas (444) De esta manera resultan muy interesantes las consideraciones que hace el autor sobre la cita de Publilio Siro (PETRON 556) un poema de estilo hiacutebrido resultado de un esfuerzo erudito pues por una parte admite al final del verso las palabras largas (proceleusmaacuteti-cas y otras) como en el senario republicano (477) y por otra excluye el quinto pie puro como en el triacutemetro traacutegico de Seacuteneca

Menos concluyentes se muestran las consideraciones sobre los denominados ldquover-sos menoresrdquo los populares coliambos o escazontes endecasiacutelabos falecios sotadeos y anacreoacutenticos de un uso mucho menor (511-534)

Del pormenorizado anaacutelisis meacutetrico-estiliacutestico el autor concluye fundadamente que Petronio tiene una meacutetrica y un estilo poeacutetico ldquoarcaizanterdquo y artificial (559) Pero que la meacutetrica y esteacutetica arcaizante del BC ldquotan diferente de la del clan de los Annaeirdquo y que se aparta bastante de la herencia claacutesica ―como indican Gareth Schmeling y Aldo Setaioli― sea ldquoun eco o una imitacioacuten de los Punica de Silio Itaacutelicordquo (566) parece discutible Asimis-mo de sus finas consideraciones meacutetrico-estiliacutesticas no se llega necesariamente a la conse-cuencia de una fecha tardiacutea del Satyricon concretamente de eacutepoca de Domiciano (567)

Es cierto que hay una corriente francesa actual que se inclina por la datacioacuten tardiacutea del Satyricon entre Domiciano y Trajano que el autor sigue basaacutendose en ciertos loci si-miles entre Petronio y autores como Marcial Plinio el Joven y Taacutecito2 Pero no faltan quienes siguen prefiriendo la datacioacuten tradicional de eacutepoca de Neroacuten3

A pesar de sus buenos anaacutelisis se observan algunas carencias Asiacute en cuanto a las cesuras parece que las admite siempre que hay final de palabra sin aclarar su criterio No habla de la frecuente puntuacioacuten bucoacutelica en estos poemas rasgo arcaico Tampoco menciona el monosiacutelabo procliacutetico seguido de P(entemiacutemera) que buscan Virgilio y Silio Itaacutelico (PETRON BC 92 y 95) tambieacuten otra peculiaridad arcaica Respecto a la ldquotriple ardquo (T t3 H) de Louis Nougaret de moda en el siglo I dC y con cierta frecuencia en Lucano Va-lerio Flaco y Estacio olvida que su menor uso en Petronio lo asocia con Virgilio Ovidio y Silio Itaacutelico lo que seriacutea un estilema cuasi claacutesico

2 Cf R MARTIN ldquoQui a (peut-ecirctre) eacutecrit le Satyriconrdquo REL 78 (2000) 139-163 3 Veacutease T GAumlRTNER ldquoEine uumlbersehene Parallele zwischen Petron und Statius und die Datierung des Satyriconrdquo Classica et Mediaevalia 60 (2009) 305-309 Sobre las dos eacutepocas neroniana y flavia cf C VOUT ldquoThe Satyrica and Neronian Culturerdquo en J PRAG-I REPATH (eds) Petronius A Handbook Oxford Wiley-Blackwell 2009 102

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

F

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Los anaacutelisis de los efectos sonoros son abundantes pero a veces parecen poco pre-cisos o exagerados Por ejemplo sobre PETRON BC 74 menciona la aliteracioacuten en s- y la repeticioacuten del fonema k (347) pero es preferible ver una repeticioacuten de [ka] reforzada por [kwa] como fonosimbolismo del choque del agua y del aire en las huecas rocas En otros casos son discutibles la aliteracioacuten entre la siacutelaba so- de sono y [ek-sonerata] de exo-nerata () (412 n 92) palabra que ademaacutes ha sido objeto de varias conjeturas textuales que no menciona etc

Aunque se trata de una obra extensa hay pocos descuidos Sin embargo a propoacutesi-to de la palabra Amphitryoniades (PETRON BC 206) (357) no indica que ya la emplea Catulo (68b112) en la segunda parte de un pentaacutemetro y el elogio de Neroacuten aparece en LUCAN 133-66 no en LUCAN 11-7 (123)4

Con todo creo que este libro va a ser obra de referencia en la ensentildeanza de las par-tes versificadas del Satyricon peor conocidas hasta este estudio de Wey-Jong Yeh asiacute como en futuras investigaciones sobre Petronio

Federico PANCHOacuteN CABANtildeEROS Universidad de Salamanca

4 En el franceacutes hay una decena de erratas del tipo ldquopontrdquo por ldquopointrdquo (17113) ldquo(a) relegraveverdquo ldquoreleveacuterdquo (46828) ldquopalim-baccheacuteesrdquo ldquobaccheacuteesrdquo (37935) etc y en los textos latinos una docena Veritur por Vertitur (17212) ortus ortu (17440) sensum sensim (17637) animaduerso animaduersio (21631) Vlixes Vlixis (40525) monori minori (41513) gressus gressum (41518) difficilis difficilior (43114) concrepet omnes concrepet omnes (50223) somnisase somniasse (51430) faciōrum facinŏrum dos veces (43230 y 31) lo que le complica la escansioacuten al autor ridiucula ridicula (56230)

Peter RIEDLBERGER Philologischer historicher und liturgischer Kommentar zum 8 Buch der Johannis des Goripp Nebst kritischer Edition und Uumlbersetzung Groningen Egbert Forsten Publishing 2010 503 pp ISBN 978-90-6980-157-5

lavio Cresconio Coripo del s VI dC ha merecido poca atencioacuten por parte de los filoacutelogos a traveacutes de los siglos Las ediciones de sus dos obras In laudem Iustini y

la Iohannis han sido editadas pocas veces en comparacioacuten con otros escritores de similar importancia literaria La editio princeps del In laudem Iustini de 1581 se debe al espantildeol Miguel Ruiz de Azagra a partir del coacutedice Matritensis 10029 del siglo X mien-tras que la princeps de la Iohannis a cargo de Pietro Mazzucchelli data de 1820 y se basoacute en el codex Trivultianus del siglo XIV conservado en un estado muy deficiente Ambos coacutedices son uacutenicos Hasta ahora se han publicado ademaacutes de la citada antes otras cuatro ediciones del texto completo Immanuel Bekker (1836) Joseph Partsch (1879) Michael Petschenig (1886) y James Diggle-Francis R D Goodyear (1970) A es-tas ediciones se han antildeadido comentarios a los libros primero (Maria Assunta Vin-chesi 1983) segundo (Vincent Zarini 1997) tercero (Chiara O Tommasi Moreschini

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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2001) y quinto de proacutexima a aparicioacuten a cargo de Giulia Caramico Tambieacuten se han publicado traducciones al ingleacutes (Georges W Shea 1966) y al espantildeol (Ana Ramiacuterez Tirado 1997) Ademaacutes Thomas Gaumlrtner estaacute preparando una nueva edicioacuten y co-mentario de todo el poema eacutepico para De Gruyter La edicioacuten y comentario del libro 8 de Peter Riedlberger nacioacute como una tesis de doctorado en Keil defendida en 2009

La introduccioacuten (paacuteginas 9-105) aborda a lo largo de cuatro capiacutetulos la trans-misioacuten del texto y las ediciones el contexto histoacuterico del autor y su obra y el estu-dio literario y linguumliacutestico de la Johannis Se cierra con un resumen de los ocho libros y unas advertencias preliminares a la edicioacuten

Riedlberger defiende con argumentos poco convincentes que el nombre del au-tor de la Johannis y del In laudem Iustini II sea Flavius Cresconius Gorippus en lugar de Corippus Entre otros testimonios se basa en el Matritensis 10029 el codex unicus de la Laus en los folios 28r y 36r Ademaacutes aparece tambieacuten la escritura GORIPPI en el enca-bezado del folio 27v

El capiacutetulo sobre la lengua el estilo y la meacutetrica de la obra es un poco decep-cionante Es verdad que muchas cuestiones se tratan en el comentario pero una pa-noraacutemica maacutes amplia no hubiera sobrado pues abundancia de material se puede encontrar en los iacutendices de la edicioacuten de Petschenig (1886) en la obrita de Alfred Welzel (De Claudiani et Corippi sermone epico Breslau Universitaumlt Breslau 1908) y en Antonio Ramiacuterez de Verger no citado (Flavio Cresconio Coripo El Panegiacuterico de Jus-tino II Sevilla Universidad de Sevilla 1985 15-51)

El texto latino apoyado en una nueva colacioacuten del Trivultianus aparece con numeracioacuten de todos los versos va seguido de la primera traduccioacuten en alemaacuten y el breve aparato criacutetico pero no se presenta completo aparte para que se pueda leer todo seguido sino que se integra a trozos dentro del comentario en la parte supe-rior de la paacutegina de la derecha No me ha parecido una decisioacuten acertada porque se impide la visioacuten de conjunto Para leer coacutemodamente el texto y aparato criacutetico de la Iohannis habraacute que seguir utilizando la clara y coacutemoda edicioacuten cantabrigiense de Diggle y Goodyear antes citada

El comentario (107-454) por otra parte es amplio completo y valioso Se abordan to-dos los palos filoloacutegicos (veacutease el lsquoSachregisterrsquo en 497-503) morfologiacutea (por ejemplo 359) sintaxis (por ejemplo 203) lexicografiacutea (por ejemplo 179-180) estiliacutestica (por ejemplo 147-148 204-205 409-411) prosodia y meacutetrica (por ejemplo 131-132 142-143 174 346-347) liturgia (por ejemplo 316-319) nombres propios (por ejemplo 88-89 sobre Liberato 437-438 sobre Juan Troglita 440-445 sobre Carcasan) cuestiones histoacutericas (por ejemplo 159-160) y tradicioacuten (por ejemplo 279-280)

Puesto que el libro que resentildeo ha llegado a mi poder tardiacuteamente me voy a fi-jar en la criacutetica del texto un aspecto del libro no tratado praacutecticamente nada en las resentildeas anteriores que han llegado a mis manos (Daniel Syrbe H-Net Reviews [junio 2011] 1-3 Ulrich Lambrecht Plekos 46 [2012] 3-7 Heikki Solin Arctos 46 [2012] 275-276 Betine van Zyl Smit AC 55 [2012] 183-184 Vincent Zarini Latomus 72 [2013] 1171) He tomado como punto de comparacioacuten la edicioacuten de Diggle-Goodyear

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

E

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Los editores ingleses a diferencia de los alemanes no suelen poner comas para separar oraciones copulativas con el mismo tiempo verbal Riedlberger las utiliza en los versos 14 17 26 27 35 39 42 44 47 55 62 83 90 106 110 114 143 157 167 173 207 219 243 290 312 313 319 336 365 366 390 (bis) 393 402 409 419 420 421 429 451 452 470 476 482 566 568 581 595 605 631 632 634 Otras veces donde Diggle-Goodyear entienden que hay que poner dos puntos Riedlberger colo-ca un punto como en los versos 22 27 131 150 154 161 211 213 332 453 455 466 513 519 573 584 613 639 En otras ocasiones el comentarista alemaacuten prefiere real-zar el tono de algunas frases con el signo de admiracioacuten poco utilizado por Diggle-Goodyear quienes prefieren el punto versos 81 85 (bis) 87 98 123 124 126 145 147 200 215 257 261 335 350 350 435 436 439 468 471 496 559 579 582 sin embargo en el verso 296 sucede al reveacutes (diu diu) Riedlberger mejora la grafiacutea de algunos nombres propios versos 384 Zabbas (y 572) 420 Autufyden 434 Languatan (y 474 501) 549 Esputridam 580 Ilasguas (y 647) Aparte de otras pequentildeas diferencias de puntuacioacuten y ortografiacutea (veacuteanse los versos 8 70 83 103 124 138 140 141 153 184 190 192 208 228-229 288 307 308 328 345 378 428 [bis] 452 484 492 514-517 530-531 556 589 618 626 640 641 648) el texto de Riedlberger ofrece no po-cas novedades He aquiacute las diferencias entre la edicioacuten de Diggle-Goodyear y la de Riedlberger

DIGGLE-GOODYEAR RIEDLBERGER

13 proscindit et Petschenig proscindens Diggle 18 et fugere Petschenig in addendis effugere Petschenig 36 cautis Carcasan mōnitus altis T cautus montis ab alto Riedlberger 73 fumum atrum Bekker funeream Mazzucchelli 75 daggeredunt ltpergtedunt Gaumlrtner 91 ltsumptisgt Welzel

117 iusque datum est en sum Petschenig iusque datum en assum Kenney 149 ut et Amann 160 in it Riedlberger 161 hinc per Riedlberger 168 dira Goodyear dura 182 lecti Partsch laeti Mazzucchelli

185 sic mista permixta Riedlberger (ex commista Goodyear)

187-188 iussit unanimes Diggle iussitunanimes 208 summis summa Riedlberger 246 pecudum pecudes Diggle 262 tene Petschenig time T 294 adiere Diggle Hall abiere (habiere T) Mazzucchelli 296 fundit fudit dub Mazzucchelli 299 per Petschenig post T 304 alii Diggle multi Partsch

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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318 extremi Goodyear interni T 344 gignitur Diggle cingitur T 352 nunc edd tunc T Knecht 353 fatemur T fatetur Knecht 381 daggerclipeatis clipeatis T 398 ducens Petschenig vellens dub Jakobi 423 cumpulsat dub Mazzucchelli compellit Riedlberger 435 iam uictor adest en Mommsen iam victor adest et T 500 tum tum uiuo magis Petschenig dum dum vivo magis T 512 per cunctos per campos Riedlberger 518 tum sic Gaumlrtner 533 cunctas nostras Riedlberger 589 magni animi Petschenig magnanimi 591 lttumidumgt add Riedlberger 599 ui Mommsen at Bekker 600 prosternit prostravit rest Riedlberger ex T

621-622 daggerpalineque astit enerdi palmamque abscidit inertem Tandoi daggermee tiluzant pennato tunc Riedlberger

624 tum currens concurrens dub Goodyear Fastita Fiscula Riedlberger

625 ilico mille ilicet ille Welzel 628 daggerretorsit retorsit

654 ibi ibi ltmilesgt Pertschenig in inltstatgt Mazzucchelli

En general las propuestas de Riedlberger son convincentes y estaacuten bien razonadas en el comentario No obstante en algunos casos me abrigan serias dudas de que el editor haya elegido la mejor opcioacuten En el verso 36 para soslayar mōnitus se ve obli-gado a cambiar gran parte del verso cuando nemo sanioris quidem iudicii negabit Co-rippum et alibi in re metrica titubare et hic mōnitus scribere potuisse por usar las pala-bras de Diggle-Goodyear en su aparato criacutetico (166) y veacuteanse otros ejemplos en la paacutegina 192 de la edicioacuten inglesa y en la 38 de Ramiacuterez de Verger La correccioacuten pere-dunt del verso 75 en lugar del ameacutetrico edunt de Gaumlrtner aceptada por Riedlberger no mejora el sentido que ofrece la enmienda de Diggle en el aparato criacutetico laedunt (cf OV met 2408 y SEN Phaidr 187) No entiendo la costumbre de puntuar delante de las interrogativas indirectas como hacen los editores incluido Riedlberger en el verso 146 La juntura virgiliana dira fames (Goodyear) es superior a dura fames de T y la mayoriacutea de los editores La confusioacuten duradira en los manuscritos es muy fre-cuente cf Goodyear a 6355 en el aparato criacutetico (paacutegina 127) Riedlberger destroza el bonito encabalgamiento de unanimes en el verso 188 puntuando detraacutes de iussit en el verso anterior y es lo que tambieacuten hace en el verso 478 al puntuar detraacutes de cele-res y no despueacutes de alipedum El teacutermino clipeatis del verso 381 ese defiende con ra-zoacuten por Riedlberger como una metaacutefora pero creo que maacutes bien se trata de una

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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enaacutelage (primaque Marmaridum clipeatis agmina campis) recurso literario empleado por Coripo en los versos 195 301-302 y 318

El libro se cierra con una rica bibliografiacutea (457-484 en la web se puede consul-tar el artiacuteculo de Serafiacuten Bodeloacuten ldquoCoripo Introduccioacuten y puesta al diacutea bibliograacutefi-cardquo lthttpwwwunedesca-gijonwebactividadpublicaentemu02a1pdfgt) un Iacutendice de pasajes de la obra de Coripo (485-495) y un valioso y utiacutelisimo Iacutendice de materias y nombres propios tanto antiguos como modernos (497-503) La impresioacuten es clara y con pastas y papel de calidad rara avis en estos tiempos de alocada crisis econoacutemica

Antonio RAMIacuteREZ DE VERGER Universidad de Huelva

Ana CASTRO SANTAMARIacuteA-Joaquiacuten GARCIacuteA NISTAL (coords) La impronta humaniacutestica (ss XV-

XVIII) Saberes visiones e interpretaciones Palermo Officina di Studi Medievali 2013 515 pp ISBN 978-88-6485-072-6

s difiacutecil resentildear un libro colectivo formado por 32 aportaciones que nos llevan desde la Antiguumledad hasta el siglo XVIII desde la vieja Europa al Nuevo Mundo Asia o Aacutefri-

ca y que auacutena enfoques linguumliacutesticos literarios pictoacutericos religiosos etc Por eso nos pa-recen apropiadas las definiciones de ldquocolorista caleidoscopiordquo o de ldquopolieacutedrica miradardquo que aparecen en la presentacioacuten de esta nueva monografiacutea sobre Humanismo de tiacutetulo tan geneacuterico como La impronta humaniacutestica

Seguacuten el DRAE impronta es una ldquoreproduccioacuten de imaacutegenesrdquo o una ldquomarca o huella que en el orden moral deja una cosa en otrardquo Asiacute pues estamos ante la marca o huella del Humanismo en sus ldquosaberes visiones e interpretacionesrdquo tal como recoge el subtiacutetulo

Desde luego la dificultad de coordinar un trabajo de este tipo es la organizacioacuten del material para lo que Ana Castro y Joaquiacuten Garciacutea han optado por una estructura tripartita con un proacutelogo tres grandes bloques de contenido y un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico

Son esos tres grandes bloques temaacuteticos los que se citan como ldquosaberes visiones e in-terpretacionesrdquo correspondiendo los ldquosaberesrdquo a 10 aportaciones sobre diversos aspectos de humanistas reconocidos las ldquovisionesrdquo a 141 imaacutegenes del Nuevo Mundo aportadas por quienes alliacute viajaron y las ldquointerpretacionesrdquo a estudios sobre emblemas monedas e iconografiacutea artiacutestica

1 14 y no 13 como se indica en la presentacioacuten (4) Es el bloque maacutes extenso y el que se centra con mayor detalle en el Nuevo Mundo tema que sin duda interesaba a Justina Sarabia autora de un capiacutetulo en la obra miembro del equipo de investigacioacuten que la edita y sobre todo abnegada maestra de Historia de Ameacuterica a quien tras su muerte se dedica emotivamente el libro

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Loacutegicamente desde un punto de vista temaacutetico el primer bloque es el maacutes hetero-geacuteneo y el de maacutes difiacutecil organizacioacuten pues abarca temas muy variados sobre distintos humanistas como Arias Montano Peacuterez de Oliva Jimeacutenez Patoacuten Simoacuten Abril Pedro de Valencia Dada esa dificultad hemos alterado el orden elegido por los coordinadores para seguir mejor una liacutenea temaacutetica que nos permita resentildear la obra

Pues bien en el primer trabajo Vicente Beacutecares (7-20) analiza el Siglo de Oro espa-ntildeol partiendo de la madurez que habiacutea alcanzado nuestra lengua y del estudio del curri-culum renacentista ejemplificado en la Universidad de Salamanca Trata asiacute conceptos humanistas correspondientes a una realidad a la que tristemente estamos acostumbra-dos hoy como ldquoplanes de estudio proyecto curricular meacutetodos o evaluacioacuten de resulta-dosrdquo Esa renovacioacuten humanista en Salamanca es el foco tambieacuten del trabajo de Cirilo Floacuterez (21-36) que analiza los tituli latinos compuestos para las nuevas caacutetedras por Peacute-rez de Oliva

Les siguen trabajos muy diversos sobre la obra de varios humanistas El primero es Pedro Simoacuten Abril cuya vida y actividad docente son actualizadas por Juan Antonio Loacute-pez Feacuterez (37-56) asiacute como sus obras impresas o manuscritas con especial atencioacuten a gramaacuteticas traducciones y a su defensa del castellano Arias Montano y sus posibles in-terpretaciones cabaliacutesticas es el centro del trabajo de Sergio Fernaacutendez (81-88) quien concluye que a pesar de los gustos personales de Montano por la magia la astrologiacutea o la caacutebala a pesar de su defensa del caraacutecter primigenio del hebreo como lengua que re-fleja la esencia de las cosas lo cierto es que el humanista no tiene nada de innovador ni de cabalista

Sobre Pedro de Valencia Jesuacutes Mordf Nieto (89-104) analiza sus convicciones catoacutelicas y monaacuterquicas que le hacen presentar a Felipe III como buen rey imagen de Dios en la tierra con cualidades para reinar como cabeza del estado padre de familia o buen pas-tor o defensor prudente y justo de la cristiandad En un contexto similar de virtudes Ji-meacutenez Patoacuten y su Virtuoso discreto seraacuten objeto del estudio de Jaume Garau (119-132) que destaca coacutemo esta obra moralista pretendiacutea hacer de sus alumnos ldquogigantes del cielordquo Ahora bien si hay un recurso educativo y edificante son los exempla biacuteblicos y claacutesicos cuya pervivencia es analizada por Germaacuten Santana a propoacutesito de la Monarquiacutea Indiana de Torquemada (105-117) que usa estas referencias para explicar la historia de Nueva Espantildea y justificar su evangelizacioacuten

Como vemos en este bloque hay tambieacuten trabajos sobre la pervivencia de conceptos y autores claacutesicos Asiacute sobre la pervivencia de Aulo Gelio o Valerio Maacuteximo en novelas de caballeriacuteas Folke Gernert (57-69) analiza su presencia en el Baldo y en cuanto a la pervi-vencia del concepto de felicidad Mordf Asuncioacuten Saacutenchez (133-145) plantea coacutemo cambioacute a fi-nales del XVII pues la praacutectica de la lectura y el avance de la burguesiacutea hacen que frente a la idea claacutesica de felicidad moral o filosoacutefica nazca una basada en el orden social Por ello si en el trabajo de Jesuacutes Mordf Nieto el responsable de la felicidad era el priacutencipe ―concepto humanista― la responsabilidad pasa ahora a la sociedad y a sus miembros

Como hemos apuntado el segundo bloque engloba el mayor nuacutemero de aportacio-nes (14) y comprende la parte central y maacutes extensa del libro (147-362) Estaacute dedicado a

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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ldquoCuriosidades y Realidades visiones del mundordquo y se centra en las imaacutegenes y sensacio-nes que viajeros y misioneros reflejaron sobre sus experiencias por lo que no entende-mos muy bien por queacute trabajos como el de Joseacute Mordf Maestre aparecen en este bloque convertido un poco en ldquocajoacuten de sastrerdquo

Se estudia en el trabajo citado la falsificacioacuten de un pasaje del capiacutetulo 26 del Satiri-coacuten por Marchena que logroacute engantildear a la filologiacutea del XIX Descubierta la trama como documenta el autor con su exhaustividad habitual (147-177) se han hecho varias reedi-ciones y traducciones como la publicada por Joaquiacuten Aacutelvarez en 2007 que reedita el tex-to latino con traduccioacuten castellana introduccioacuten y notas Pero como demuestra el pro-fesor Maestre si Marchena destacaba por su formacioacuten claacutesica y biacuteblica su afrancesa-miento y su condicioacuten de espantildeol para hacer una buena reedicioacuten y estudio de su obra se requiere tambieacuten formacioacuten en lenguas literaturas historia y cultura tanto claacutesicas como espantildeola y francesa de la Edad Moderna Solo asiacute pueden evitarse en una futura edicioacuten errores como los que apareciacutean en la edicioacuten citada de 2007

Otra falsificacioacuten o mejor error se cita en el trabajo de Juan Gil (283-314) sobre la autoriacutea de sor Mariacutea Aacutegreda de un tratado de cosmografiacutea en el que la monja cuenta que se habiacutea elevado y describe el mundo ldquoa vista de paacutejarordquo El profesor Gil demuestra que la famosa monja no pudo ser autora de una obra llena de arquetipos noticias mitos y errores que no se corresponden con otros trabajos de ella misma Por eso se decanta el autor porque la obra naciera en ldquoaacutembito monaacutestico para consuelo hellip y solaz espiritual de algunas religiosasrdquo mostrando el bajo nivel cultural de la Espantildea de la eacutepoca Concluye ademaacutes con la edicioacuten de los tres capiacutetulos de la obra comentados maacutes en extenso (Aacutefri-ca Asia y Ameacuterica)

En la amplitud del campo de estudio de los humanistas cabiacutea tambieacuten la economiacutea como estudia Jesuacutes L Paradinas (179-188) a propoacutesito de Alberti y su Libro de la familia Para ello hace un recorrido histoacuterico por la visioacuten de la economiacutea hasta la Edad Moder-na concluyendo que la idea de Alberti en la que importa la virtud la moral y el bien comuacuten no participa del concepto moderno de economiacutea Tal vez si hubieacutesemos leiacutedo opiniones como las del libro tercero acerca de rechazar la avaricia y el despilfarro no gastar sin razoacuten gastar menos de lo que se gana mantener la simplicidad la verdad y la integridad en una compra-venta o que es mejor perder dinero ganando gracia que enri-quecerse al contrario (184) no estariacuteamos ahora en la crisis que nos aflige A esta visioacuten econoacutemica se une la ecoloacutegica de Cobos (315-324) en cuya Historia del Nuevo Mundo como analiza Luis Millones se reflexiona sobre la naturaleza y el origen de las palabras usadas en este campo estudio que exige averiguar queacute teacuterminos eran originarios o no sus in-tercambios mezclas errores etc

Loacutegicamente teniacutean que aparecer en este bloque relatos de viajes como las Naviga-tioni et viaggi editados por Ramusio quien seguacuten relata Mordf Carmen Martiacutenez (199-210) estaba interesado tanto en los negocios con la Nueva Espantildea como en conocer costum-bres plantas o pueblos Otra visioacuten de viajero es la de Ramoacuten Moya abogado manchego que viaja al Nuevo Mundo en el XVIII reclamado por su tiacuteo y que como relata Mordf Isabel Viforcos (349-362) ofrece en sus cartas impresiones negativas de esas tierras sobre la

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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dureza del clima la pobreza la holgazaneriacutea la ropa provocativa de las mujeres o la re-lajacioacuten del clero Y es que las cartas de los emigrantes a Indias como indica Mordf Dolores Peacuterez (229-238) son un documento esencial para ldquoestudiar el rostro humano de la emi-gracioacutenrdquo Son cartas-reclamo para que los familiares pudieran obtener licencia de em-barque y en ellas se describen lugares y sentimientos como los de este marido ldquoSentildeora no pongaacuteis escusa en vuestra venida por los ojos que en la cara teneacuteis recibireacute tanta consolacioacuten con vos con mis hijos que no tengo lengua para os lo decir del placer que mi aacutenima sentiraacute El que desea maacutes veros que no escribiros vuestro maridordquo (234)

Sobre viajes tambieacuten pero por Asia es el trabajo de Consuelo Varela (263-282) acerca del Itinerario de Linschoten que contaba con mapas grabados o informaciones curiosas como que los chinos escriben maacutes que griegos y romanos o que los japoneses son muy corteses aunque sus celos les llevan a vendar los pies a las nintildeas para que no puedan alejarse mucho

Ahora bien el Nuevo Mundo es visto con curiosidad y ambicioacuten pero tambieacuten co-mo tierra de misioacuten De ahiacute la necesidad de contar con mapas como explica Rodrigo Mo-reno (325-333) a propoacutesito de la cartografiacutea jesuita del archipieacutelago de Chiloeacute y de ahiacute tambieacuten el capiacutetulo de Joseacute Palomares (211-228) acerca de la opinioacuten de fray Luis sobre la guerra justa la esclavitud el mesianismo o el uso de la fuerza Y por supuesto en la ta-rea de evangelizar eran fundamentales las imprentas muchas veces regidas por viudas de impresores que como estudian Isabel Arenas y Mordf Justina Sarabia sobre Rosa Teresa de Poveda realizaban un trabajo vinculado a la Ilustracioacuten catoacutelica (335-348)

Todo este mundo de viajes y emigracioacuten tratado en el bloque segundo haciacutea ya a nuestros humanistas plantearse la condicioacuten de extranjero Y asiacute como analiza Avelina Carrera algunos humanistas (sobre todo italianos) consideraban que este fenoacutemeno era una fuente de disturbios frente a otros que insisten en la dignitas la fraternidad univer-sal y christiana en la dureza de vivir lejos de la patria o en el caraacutecter beneficioso para al-gunas profesiones del hecho de viajar y conocer otros pueblos ―como deciacuteamos a pro-poacutesito de la visioacuten econoacutemica pura actualidad―

A las anteriores se unen otras visiones del Nuevo Mundo como la de Jesuacutes Pania-gua (239-251) quien aunque con demasiadas erratas trata sobre la identificacioacuten del Pe-ruacute con Ophir hecha por Montano y su concepcioacuten de la ascendencia judiacutea de los indios americanos Por su parte Joseacute Antonio Beltraacuten (251-262) analiza la cultura geograacutefica de Simoacuten Abril partiendo del inventario de su biblioteca que nos lo descubre como un lec-tor ligado a la tradicioacuten humaniacutestica y acadeacutemica a los autores claacutesicos y poco interesa-do por la geografiacutea contemporaacutenea

Finalmente el tercer y uacuteltimo bloque el maacutes reducido y homogeacuteneo ofrece ocho contribuciones sobre imaacutegenes (numismaacutetica emblemaacutetica y medalliacutestica) En concreto la primera imagen seraacute la de las monedas al centrarse Cruces Blaacutezquez (363-376) en el intereacutes humanista por la numismaacutetica para lo que repasa los principales trabajos sobre este tema ―como el de Antonio Agustiacuten― e insiste en la importancia de las ldquomedallasrdquo en una Espantildea sumida en un proceso de unificacioacuten nacional y de expansioacuten imperial lo cual requiere un pasado glorioso como el que se muestra en las monedas antiguas De

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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temaacutetica similar es el trabajo de Mordf Dolores Campos (377-392) acerca del medalloacuten con el retrato de Carlos V rodeado por los bustos de Trajano y Augusto que aparece en San Marcos de Leoacuten un retrato acorde con la imagen que se pretende dar del rey tras la co-ronacioacuten de Bolonia relacionaacutendolo con el pasado romano e hispano y reforzando as-pectos de dignidad claacutesica y majestad imperial Y si en este trabajo se ensalzaba a Anto-nio Agustiacuten en la numismaacutetica humanista hispana lo mismo se hace en el de Ana Castro (393-412) centrado en la imagen de Ceacutesar en los libros de medallas del siglo XVI Cambia el referente claacutesico de Trajano y Augusto a Ceacutesar cambia la referencia renacentista de Carlos V a Juan de Aacutelava o el monumento de Leoacuten a Santiago pero la base es la misma difundir valores a traveacutes de imaacutegenes

La aportacioacuten de Baltasar Cuart (413-39) une pintura y literatura pues trata sobre la traduccioacuten que hizo Gaspar de Baza de los Elogios de Giovio que no tuvo eacutexito en nues-tro paiacutes por basarse en imaacutegenes que no aparecen en la obra por ser de personajes poco conocidos o por ser el humanista italiano poco amante de nuestras glorias

Siguen dos trabajos centrados en emblemas El de Pilar Diacuteez del Corral (441-450) sobre el proverbio Sine Cerere et Baccho friget Venus que aparece en un tratado moral de Aneau cuya composicioacuten se diversificoacute en emblemas tratados moralizantes e incluso en representaciones eroacuteticas o el trabajo de Fernando Gonzaacutelez (451-464) sobre los emble-mas de las ediciones del Quijote a partir del XVII (como la de Mommarte) en la que se va-lora la virtud de la Prudencia

Las dos uacuteltimas imaacutegenes son las de Carlos Pena (465-76) acerca de las cuestiones que se plantean desde la Edad Media sobre el Paraiacuteso como su ubicacioacuten la lengua que se hablaba en eacutel la vegetacioacutenhellip o la de Joaquiacuten Garciacutea (477-89) sobre el capiacutetulo que fray Andreacutes de San Miguel dedica al Templo de Salomoacuten donde se advierte su cultura biacuteblica claacutesica y arquitectoacutenica

Tras esto encontramos un iacutendice onomaacutestico y toponiacutemico que pone el broche a una obra extensa y variada una nueva monografiacutea sobre el Humanismo sus fuentes y su impronta que se extiende hasta el siglo XVIII Es una obra colectiva fruto de unas jor-nadas de trabajo y dedicada emotivamente a Justina Sarabia coautora y promotora de un volumen que cuenta con unos bloques maacutes o menos definidos Como es loacutegico en medio de la profusioacuten de bibliografiacutea sobre Humanismo que se estaacute dando en los uacuteltimos antildeos con ediciones y traducciones de todo tipo de textos renacentistas (especialmente gramaacuteticas retoacutericas poeacuteticas o epistolarios) con colecciones de textos y estudios espe-cializadas como Palmyrenus con numerosos voluacutemenes colectivos fruto tambieacuten de jor-nadas y congresos con la edicioacuten perioacutedica de las actas de Humanismo y Pervivencia del Mundo Claacutesico con trabajos recientes tambieacuten sobre emblemaacuteticahellip es difiacutecil ofrecer un enfoque novedoso aunque siacute creemos especialmente destacable en esta obra desde un punto de vista temaacutetico la presencia de los apartados dedicados a las visiones y a las imaacutegenes del Nuevo Mundo

En esta resentildea en fin hemos alterado el orden de revisioacuten de los trabajos nos he-mos mostrado en desacuerdo con la atribucioacuten concreta de alguacuten trabajo a un bloque o hemos sentildealado la presencia de erratas pero eso no es oacutebice para que nos hayamos ale-

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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grado de leer y aprender nuevamente sobre aspectos visiones autores lugares y temas del Humanismo

Mordf Luisa HARTO TRUJILLO Universidad de Extremadura

Juan Francisco DOMIacuteNGUEZ DOMIacuteNGUEZ Arias Montano y sus maestros Madrid Ediciones Claacute-

sicas 2013 214 pp ISBN 978-84-7882-781-1

enito Arias Montano vuelve a ser rescatado para la criacutetica con esta obra que estudia su figura desde una perspectiva novedosa una mirada a la biografiacutea del extrementildeo

desde su relacioacuten con los maestros que lo formaron en los aacutembitos acadeacutemico y doctri-nal El conocimiento de estos viacutenculos se ha planteado como una meta importante para el autor de este trabajo Juan Francisco Domiacutenguez Aclara que el objetivo de esta mono-grafiacutea no es relatar de forma pormenorizada la biografiacutea de cada uno de los maestros de Montano sino presentar concisamente los datos que existen sobre la relacioacuten del hu-manista con ellos Siendo un gran estudioso de la figura del frexnense el autor apunta que este aspecto de la investigacioacuten sobre Montano ha sido poco tratado hasta la fecha Por esta razoacuten el libro podriacutea considerarse un inicio que motiva a continuar el cultivo de esta nueva viacutea de conocimiento sobre el escriturario

La monografiacutea comienza con dos citas una en latiacuten del humanista onubense Alfon-so Garciacutea Matamoros y otra en alemaacuten del cientiacutefico Albert Einstein Ambas son alusivas al tema central y a los objetivos que se exponen en el preaacutembulo que le sigue despueacutes coacutemo fue la relacioacuten de Montano con sus maestros y coacutemo incidieron en su vida y pen-samiento Algunos eran profesores y otros no docentes pero todos marcaron su evolu-cioacuten intelectual y a ellos se dirigioacute siempre como un disciacutepulo Son las figuras que ocu-pan los capiacutetulos centrales de este trabajo La monografiacutea va desgranando cuidadosa-mente cada una de las etapas biograacuteficas acadeacutemicas de Montano desde su maacutes tierna infancia en Fregenal donde se destaca a su padre Benito Arias para luego repasar su es-tancia en Sevilla lugar en el que sobresalen Juan de Quiroacutes y Pedro Mexiacutea El biblista no tuvo relacioacuten acadeacutemica con ninguno de ellos pero a todos los consideroacute maestros

Tras su estancia en la Universidad hispalense Montano se traslada a la de Alcalaacute el momento maacutes esplendoroso de su formacioacuten juvenil Al llegar a este punto la monogra-fiacutea se detiene en las Facultades de Artes y Teologiacutea pertenecientes a los grados que estu-dioacute Montano No obstante y como ya ocurrioacute en el capiacutetulo de su etapa sevillana el anaacute-lisis no se limita solo a enumerar nombres y datos Toda la informacioacuten estaacute contextuali-zada de forma impecable de tal manera que el libro sigue en cada etapa educativa de Montano el mismo esquema Primero se describe con brevedad el plan de estudios en cuestioacuten exponiendo incluso el sistema de seleccioacuten docente y especificando quieacutenes regentaron las caacutetedras de las materias cursadas por el frexnense en esa franja temporal

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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A continuacioacuten se expone el elenco de maestros que tuvo Montano en dicha etapa queacute disciplinas recibioacute de ellos queacute influencia ejercieron esas personas en el espiacuteritu de Montano y de queacute manera perduroacute esa relacioacuten Para ello Domiacutenguez recurre a todo tipo de documentacioacuten que le pueda desvelar estas incoacutegnitas documentos oficiales que alu-dan a estas cuestiones cartas de Montano y de personas de su entorno dedicatorias de las propias obras del biblista etc

En este meacutetodo sistemaacutetico conocer la panoraacutemica de esos planes de estudios per-mite comprender coacutemo Montano congenioacute con algunos de sus maestros Se explica en el libro que el extrementildeo como cualquier otro estudiante de su eacutepoca pasaba gran canti-dad de horas conviviendo con sus docentes a traveacutes de las numerosiacutesimas sesiones ma-gistrales a las que debiacutea asistir y de los actos acadeacutemicos que las complementaban Esta relacioacuten tan prolongada entre docentes y alumnos les permitiacutea en algunos casos crear viacutenculos que perduraban en el tiempo experimentando distintas fases como la de maes-tro y disciacutepulo la de colegas en teacuterminos de igualdad y tambieacuten sobrepasar el umbral acadeacutemico llegando a una relacioacuten amistosa y familiar

A Montano esto le sucede especialmente durante su estancia en la Universidad de Alcalaacute (ca 1548-1552) y es en la Facultad de Teologiacutea donde el extrementildeo encuentra sus viacutenculos maacutes importantes pues de ahiacute surgiraacuten amistades que generaraacuten beneficios para ambas partes Por ejemplo con Pedro Serrano que le impartioacute varias materias tanto en Artes como en Teologiacutea Montano se carteoacute durante deacutecadas por diversos motivos como la Biblia Poliacuteglota o la mediacioacuten que ejercioacute con Plantino para que su antiguo maestro pudiera publicar en la imprenta de Amberes sus propias obras

Andreacutes de la Cuesta y Cipriano de la Huerga dos de los teoacutelogos maacutes importantes de la Universidad de Alcalaacute del siglo XVI causaron una huella profunda en el alma de Montano y en esa misma proporcioacuten la monografiacutea les dedica a estas figuras un anaacutelisis maacutes detallado Con el primero la relacioacuten seraacute larga y simbioacutetica coincidiendo con eacutel antildeos despueacutes en Leoacuten primero y luego en el Concilio de Trento Pero sin duda es el pres-tigioso biblista Cipriano de la Huerga quien causoacute una impresioacuten profunda en el espiacuteritu del frexnense Tal y como se indica en el libro la motivacioacuten principal de Montano eran los estudios biacuteblicos y con Cipriano de la Huerga surgioacute un gran entendimiento intelec-tual porque ambos compartiacutean la misma opinioacuten en el meacutetodo de interpretacioacuten de la Biblia Aprendioacute de su maestro que para poder comprenderla en su sentido literal era necesario dominar con pericia lenguas como el hebreo y el arameo Montano se inicioacute en ellas con este docente y las perfeccionoacute con su admirado maestro Hernando Diacuteaz y sabi-do es que el conocimiento de estas lenguas supuso un punto de inflexioacuten en la vida del humanista Pero en el libro no se olvidan a otros maestros como el teoacutelogo Mancio del Corpus Christi y los profesores de retoacuterica Alfonso Garciacutea Matamoros y Ambrosio de Morales

Asiacute pues este estudio ofrece una nutrida visioacuten del entretejido de viacutenculos que conformaron el pensamiento angular de la vida de Montano Pero ademaacutes siempre guiado por el deseo cientiacutefico de ser exacto el libro presenta tambieacuten los nombres de otros docentes que impartieron maacutes materias en la misma eacutepoca de la estancia del bi-

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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blista alliacute pero de cuya relacioacuten con el humanista ―y esto tambieacuten se indica para infor-macioacuten del lector― no existe constancia precisa

Domiacutenguez recuerda la enorme curiosidad de Montano por otras disciplinas como la medicina respecto a la que tambieacuten hay nombres de presencia inexcusable en la bio-grafiacutea del extrementildeo como Fernando Mena El estudio incluye ademaacutes la referencia a otros episodios de la vida del escriturario como la Universidad de Salamanca o su estan-cia en Llerena donde tratoacute con personas en las que reconocioacute la valiacutea suficiente para considerarlos maestros como el cirujano Francisco de Arce Y posteriormente se men-cionan otras relaciones duraderas como la del matemaacutetico Pedro de Esquivel y las de Pe-dro Chacoacuten y Juan del Cantildeo sus defensores ante las acusaciones que recibioacute por la edi-cioacuten de la Biblia Regia

Tras este desarrollo central Domiacutenguez elabora un pequentildeo capiacutetulo a modo de conclusioacuten donde observa denominadores comunes en todas estas figuras que desper-taron la admiracioacuten de Montano Con estas reflexiones se aprecia de nuevo que el autor no se ha limitado simplemente a enumerar una lista de docentes sino que los datos aportados estaacuten ensamblados con un hilo conductor coherente que conduce aacutegilmente al lector desde el principio hasta el fin del libro El estudio recoge a continuacioacuten una bi-bliografiacutea valiosa porque ademaacutes de referenciar toda la documentacioacuten utilizada por el autor (especialmente los tiacutetulos relacionados con la historia de las universidades espantildeo-las tratadas) tambieacuten es uacutetil para repasar tiacutetulos tradicionales y conocer una actualiza-cioacuten bibliograacutefica sobre Benito Arias Montano

Para enriquecer el texto Domiacutenguez ha antildeadido anexos e ilustraciones De esta manera tras la bibliografiacutea se adjuntan tres apeacutendices un esquema que sintetiza las ma-terias y maestros de Montano un cuadro con los grados de Artes y Teologiacutea del extre-mentildeo y un iacutendice de algunos maestros mencionados y sus obras Las ilustraciones por su parte se han sido intercalando a lo largo de todo el libro Su naturaleza es variada desde imaacutegenes baacutesicas como la firma o el retrato del humanista a la fachada de la Universi-dad de Alcalaacute o las imaacutegenes de portadas de diferentes libros escritos por sus queridos maestros

Un estudio de esta categoriacutea necesita ofrecer como asiacute cumple un iacutendice onomaacutes-tico y un abundante nuacutemero de notas a pie de paacutegina Esto uacuteltimo es producto del rigor que Domiacutenguez ha empleado al citar las fuentes pues su texto cientiacutefico presenta notas de principio a fin para reflejar constantemente su origen documental y tambieacuten para incluir explicaciones adicionales

Ciertamente esta monografiacutea trata tal y como el propio autor expresa de una re-sentildea en la que ha recordado a los maestros de Montano centrando su preocupacioacuten en analizar sus viacutenculos que se presentan claros y escuetos Tras la lectura del libro puede decirse que en efecto ese es el objetivo cumplido pues realmente tal y como tambieacuten indica su autor el haber recordado con total profundidad a cada uno de los personajes mencionados podriacutea haber multiplicado este libro hasta cotas infinitas La brevedad en este libro se convierte en un motivo de elogio pues su autor ha seleccionado la docu-mentacioacuten de manera tan pulcra que toda la informacioacuten decisiva sobre el tema se en-

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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cuentra presente en este trabajo El esmero en la tarea se observa por ejemplo en la ex-posicioacuten de las biografiacuteas en las que de manera resumida y precisa se muestran contri-buciones muy completas Asiacute pues esta obra puede ser considerada una base excelente para sumergirse de lleno en este nuevo camino de investigacioacuten Su lectura invita a mi-rar con otros ojos la formacioacuten de Benito Arias Montano y permite descubrir nuevos rasgos de su vida y conocerlo asiacute un poco mejor

Moacutenica RODRIacuteGUEZ GIJOacuteN Universidad de Huelva

Mordf Cruz GARCIacuteA FUENTES Mitos de las Metamorfosis de Ovidio en la iconografiacutea del Museo del

Prado Madrid CERSA 2013 214 pp (105 ilustraciones en color) ISBN 978-84-941584-0-7

n este excelente libro se auacutenan de manera muy acertada mito poesiacutea arte e historia de modo que con eacutel podraacuten disfrutar los lectores interesados en cualquiera de estas

materias tanto meros aficionados como otros maacutes versados que hallaraacuten gran variedad de valiosos datos en un trabajo riguroso fruto de los profundos conocimientos de la au-tora y a la vez claro conciso y ameno

Tras una introduccioacuten en que nos expone el meacutetodo que sigue en su trabajo y su utilidad didaacutectica un primer capiacutetulo se dedica a hablar del poeta y su obra asiacute como de su pervivencia el influjo enorme que ha ejercido en la posteridad en todos los siglos tanto en literatura como en arte

El segundo capiacutetulo se centra en el Museo del Prado de Madrid en el que estaacuten contenidas numerosas obras de arte que plasman mitos referentes a pasajes de las Me-tamorfosis La autora nos presenta una sinteacutetica e interesantiacutesima historia del Museo Su construccioacuten y sus avatares en el contexto histoacuterico hasta la fecha

El tercero por otra parte es el capiacutetulo dedicado a hablar de las colecciones reales de pintura que fueron pasando al Prado en el transcurso del tiempo y de los grandes pin-tores que las enriquecieron (con cuadros mitoloacutegicos en importante parte) vinculados a los reyes sus mecenas Tiziano con Felipe II Rubens con Felipe III y con Felipe IV que tambieacuten encargoacute trabajos a Velaacutezquez Jordaens y Zurbaraacuten entre otros y fue el princi-pal artiacutefice de la coleccioacuten flamenca Los Borbones continuaron tal enriquecimiento que fue incrementado tambieacuten por la donacioacuten de la coleccioacuten de los duques de Pastrana

En el cuarto capiacutetulo la autora da noticia de los diversos sitios reales (principal-mente el Real Alcaacutezar de Madrid la Torre de la Parada y el Palacio del Buen Retiro) que destacaron por sus pinturas muchas de las cuales se exponen ahora en el Museo del Prado Despueacutes de los capiacutetulos anteriores en que como preliminares se nos ha dado muy uacutetil informacioacuten sobre cuestiones adyacentes (datos histoacutericos ante todo) ya entra Mordf Cruz Garciacutea Fuentes en el tema esencial donde ella es muy versada especialista en

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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las Metamorfosis de Ovidio a cada uno de cuyos libros le va dedicando un capiacutetulo que se distribuye de manera muy organizada y metoacutedica Una primera parte introductoria es de exposicioacuten general y esquemaacutetica de los mitos que comprende cada libro con lo que la autora consigue dar ―capiacutetulo tras capiacutetulo― una visioacuten panoraacutemica del poema en-tero de todos los mitos que contiene (desde el origen del mundo hasta su presente la eacutepoca de Augusto tras una sucinta historia de Roma) y de coacutemo se van enlazando unos con otros que es uno de los maacutes geniales logros de Ovidio

Una segunda parte de cada capiacutetulo se subdivide a su vez en diversos paraacutegrafos centrados cada uno en un cuadro determinado 105 en total ―aunque no lo indica la au-tora― algunos de los cuales son de artistas de primer orden como Velaacutezquez (no po-cos) Rubens (los maacutes numerosos probablemente) Jordaens (abundantes) Tiziano Ribe-ra Zurbaraacuten Veroneacutes Poussin Giordano Reni De cada cuadro nos presenta la imagen en color y una ficha completa con los datos artiacutesticos autor fecha tamantildeo nuacutemero del cataacutelogo en el Prado asiacute como la ubicacioacuten primitiva en el sitio real para el que fue des-tinado en origen y el modelo en que se basoacute cuando es el caso Tambieacuten antildeade en oca-siones un breve comentario iconograacutefico y artiacutestico Despueacutes ahonda en el aspecto miacuteti-co completando la visioacuten del personaje que habiacutea dado solo de modo sucinto en la in-troduccioacuten Asimismo ampliacutea el aspecto literario pues como colofoacuten ofrece en cada ca-so un pasaje de la obra ovidiana referente al tema o personaje del cuadro en cuestioacuten elegido muy oportunamente dado que por lo general corresponde con gran exactitud a la imagen plasmada a modo de muestra de coacutemo se inspiroacute el pintor en el texto poeacutetico Ademaacutes menciona a veces otras fuentes literarias aparte de las Metamorfosis principal-mente latinas Sin embargo en algunos casos determinados me parece que habriacutea sido muy adecuado antildeadir la obra griega maacutes antigua o maacutes relevante sobre un mito en cues-tioacuten que probablemente habriacutea inspirado a Ovidio Asiacute sobre Prometeo (Met 1 tratado en el capiacutetulo 5) la tragedia Prometeo encadenado atribuida a Esquilo (aunque siacute mencio-na la maacutes antigua la Teogoniacutea de Hesiacuteodo) sobre el rapto de Proseacuterpina (Met 5 en capiacute-tulo 9) el Himno homeacuterico a Demeacuteter respecto al tema de Jasoacuten y Medea (Met 7 en capiacutetu-lo 11) la tragedia Medea de Euriacutepides y el poema eacutepico heleniacutestico Argonaacuteuticas de Apolo-nio Rodio para la historia de Heracles Deyanira y el centauro Neso (Met 9 en capiacutetulo 13) la tragedia Traquinias de Soacutefocles acerca del sacrificio de Ifigenia (Met 12 en capiacutetu-lo 16) la tragedia Ifigenia en Aacuteulide de Euriacutepides y de este mismo autor la Heacutecuba sobre el dolor de la reina troyana (Met 13 en capiacutetulo 17) En mi opinioacuten la cita de estas fuentes literarias griegas podriacutea enriquecer el libro en ediciones posteriores que sin duda se rea-lizaraacuten dada su gran calidad

Once hermosos cuadros ilustran el capiacutetulo 5 dedicado al libro primero de las Me-tamorfosis sobre mitos de los oriacutegenes con los temas de Prometeo la Gigantomaquia Deucalioacuten y Pirra aventuras de Apolo de Mercurio (cuando mata al guardiaacuten Argos) y de Pan entre otros Tales temas son abordados por pintores como Jan Cossiers Francis-co Bayeu Jacobo Jordaens Rubens Cornelis de Vos Velaacutezquez Boucher

De esta forma en capiacutetulos sucesivos va desfilando toda una multitud de historias miacuteticas mostradas por medio de las obras pictoacutericas (y tambieacuten de alguacuten tapiz) y de los

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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pasajes ovidianos correspondientes que Mordf Cruz Garciacutea Fuentes ha escogido y comenta con gran acierto Por ejemplo del libro segundo ovidiano (capiacutetulo 6) varios cuadros dedicados a Calisto y Diana (de Jean-Baptiste-Marie Pierre de Rubens y de Martiacutenez del Mazo) a los amores de Mercurio y Herse (cuadros de Martiacutenez del Mazo de Jan Wildens y un tapiz de Willem de Pannemaker) y al rapto de Europa (pinturas de Rubens de Leandro Bassano y de Erasmus Quellinus)

Particularmente interesantes son los trece cuadros que ilustran el libro cuarto de Metamorfosis (capiacutetulo 8) procedentes de pintores de maacutexima calidad de Velaacutezquez (los famosos ldquoEl triunfo de Bacordquo y ldquoLa fragua de Vulcanordquo) en cuyo comentario la autora no solo inserta los versos oportunos de Metamorfosis sino tambieacuten los que a su vez inspiroacute el cuadro a un poeta moderno Alberti del que ya antes nos regaloacute Mordf Cruz Garciacutea Fuen-tes con otros versos dedicados a las pinturas del Prado (paacutegina 25) Tres lienzos son de Tiziano dos de ellos para plasmar los castigos eternos de Ticio y Siacutesifo y el tercero el maravilloso de Daacutenae y la lluvia de oro Dos pinturas de Ribera tambieacuten representan el truculento tema de los condenados Ticio nuevamente e Ixioacuten Rubens Luca Giordano y un anoacutenimo recrean el mito de Androacutemeda encadenada y expuesta al monstruo marino Tambieacuten destacan del libro noveno (en el capiacutetulo 13) los quince cuadros ―es el capiacutetu-lo maacutes representado― dedicados todos a las historias de Heacutercules de modo que encon-tramos la originalidad de un capiacutetulo monograacutefico en homenaje al maacutes grande de los heacute-roes Merecen atencioacuten entre ellos los diez de Zurbaraacuten ―cuyo acierto ha sido discuti-do por los criacuteticos― pertenecientes a la serie de los trabajos que pintoacute por encargo de Felipe IV Tampoco pueden dejar de comentarse tanto los mitos del libro deacutecimo (en el capiacutetulo 14) como las trece representaciones pictoacutericas que los plasman historias de amor especialmente bellas como sobre todo la de Orfeo y Euriacutedice (con cuatro cuadros a los que se antildeade otro maacutes en el capiacutetulo siguiente) la de Venus y Adonis (cuatro cua-dros de pintores de la talla de Annibale Carraci el Veroneacutes y Tiziano) y la de Atalanta e Hipoacutemenes (con dos lienzos)

El libro se cierra con un capiacutetulo de bibliografiacutea subdividido en fuentes claacutesicas y bibliografiacutea general que abarca estudios filoloacutegicos de mitologiacutea y de pintura

En suma nos encontramos con un trabajo muy completo bien documentado y es-tructurado que aporta informacioacuten sustanciosa y variada y que en especial contribuye a enriquecer el conocimiento sobre esa obra magna que son las Metamorfosis Expuesto con claridad y amenidad su contenido es del mayor intereacutes belleza y tambieacuten utilidad didaacutectica al conjugar materias como la mitologiacutea la literatura la iconografiacutea el arte y la historia perfectamente armonizadas

Alicia ESTEBAN SANTOS Universidad Complutense de Madrid

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Andreacutes ORTEGA GARRIDO Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea Madrid-Frankfurt am Main Iberoamericana-Vervuert 2012 (La Casa de la Riqueza Estu-dios de la Cultura de Espantildea 22) 623 pp ISBN 978-848489-575-6 (Iberoamericana) | 978-3-86527-696-4 (Vervuert)1

uando estudiosos de la talla de Joseacute Mariacutea de Cossiacuteo o Joseacute S Lasso de la Vega se acercaron a los poetas de la vanguardia espantildeola llegaron a la conclusioacuten de que en

ellos era escasa la vitalidad de la tradicioacuten claacutesica grecolatina A tratar de corregir o matizar esta observacioacuten que afecta a una eacutepoca tan brillan-

te como la del Grupo del 27 viene el libro Vanguardia y mundo claacutesico grecolatino en Espantildea de Andreacutes Ortega Garrido que ahora presentamos y que procede de la reelaboracioacuten de su tesis doctoral que llevaba por tiacutetulo La materia claacutesica en las vanguardias espantildeolas de-fendida en 2009 en la Facultad de Filologiacutea de la Universidad Complutense2

En este libro el autor se aplica ante todo a rastrear las huellas del clasicismo en los representantes maacutes conspicuos de la vanguardia espantildeola los ultraiacutestas y los poetas del 27 pero no se limita a la produccioacuten de las tres primeras deacutecadas del siglo XX el periodo de las llamadas ldquovanguardias histoacutericasrdquo sino que ha prolongado la indagacioacuten a praacutecti-camente toda su produccioacuten poeacutetica incluida la posterior a la Guerra Civil escrita y pu-blicada a menudo en el exilio En este rastreo lo que el autor ha buscado prioritariamen-te han sido los personajes mitos geacuteneros o toacutepicos literarios claacutesicos que pudieran en-contrarse en las obras de estos que protagonizaron la llamada ldquoEdad de Platardquo de nues-tra literatura

Pero su estudio no se ha reducido a aspectos puramente filoloacutegicos o literarios sino que ha incluido a modo de marco para contextualizar la presencia de lo claacutesico en nues-tros poetas vanguardistas la buacutesqueda de motivos de raigambre grecolatina en el resto de las artes en particular en la arquitectura y en las artes plaacutesticas y no solo en Espantildea sino tambieacuten en los paiacuteses de nuestro entorno Este modo de operar se justifica porque en la vanguardia las fronteras entre las distintas artes desaparecieron siendo frecuentes los influjos mutuos entre ellas o la figura del artista polifaceacutetico como el malaguentildeo Joseacute Moreno Villa personaje fundamental en el panorama de la cultura espantildeola de enton-ces o el propio Picasso

Finalmente otro campo al que Ortega Garrido ha dirigido su atencioacuten es el de los manifiestos verdadera declaracioacuten de principios de las vanguardias artiacutesticas ―y en al-gunos casos uacutenica produccioacuten tangible de ciertos ismos ante la falta de obras propiamen-te dichas― y al vehiacuteculo necesario para la difusioacuten de estos y de la produccioacuten literaria de las vanguardias las revistas vanguardistas En ellas se analiza tambieacuten la huella claacutesi-ca tanto en cuestiones de disentildeo como de contenido

1 Este trabajo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigacioacuten Marginalia en los maacutergenes de la tradicioacuten claacutesica proyecto financiado por el MCINN (FFI2011-27645) 2 Estaacute disponible para su descarga en lthttpeprintsucmes105501T31443pdfgt (consultado el 2452014)

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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Acorde con los temas tratados el libro se divide en cinco capiacutetulos de los que solo el uacuteltimo epiacutegrafe del cuarto y el quinto completo estaacuten dedicados al que se supone que es el objetivo esencial del mismo la presencia de lo claacutesico en nuestros poetas vanguar-distas en particular en los ultraiacutestas y en la Generacioacuten del 27 y su entorno (271-532) Por su parte el capiacutetulo primero (25-98) da un repaso bastante completo a la presencia de lo claacutesico en el arte occidental de las primeras deacutecadas del siglo XX en esencia el de las repuacuteblicas democraacuteticas occidentales (sobre todo Inglaterra y Estados Unidos) los regiacutemenes totalitarios del fascismo italiano y del nazismo alemaacuten y el reacutegimen sovieacutetico El capiacutetulo segundo (99-176) se detiene a analizar la presencia del clasicismo grecolatino en las distintas manifestaciones artiacutesticas de la vanguardia espantildeola con particular atencioacuten a la arquitectura y a las artes plaacutesticas fijaacutendose en los artistas espantildeoles que trabajaron tanto dentro como fuera del paiacutes El capiacutetulo tercero (177-244) se consagra al estudio de los manifiestos de vanguardia europeos y espantildeoles asiacute como a repasar las po-leacutemicas en torno a la llamada cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo y su reflejo en los artiacuteculos de criacutetica artiacutestica y literaria ademaacutes se dedica una atencioacuten particular a nuestro polifa-ceacutetico Joseacute Moreno Villa puente de unioacuten entre las diversas ramas del arte y la literatura de la vanguardia espantildeola en este comienzo de siglo El capiacutetulo cuarto (245-286) se cen-tra en rastrear la presencia de lo claacutesico en las revistas que sirvieron de trampoliacuten para los diferentes movimientos de vanguardia analizaacutendose aspectos tan diversos como la denominacioacuten de las mismas el disentildeo de las portadas o la publicidad que alojaban En el uacuteltimo de los epiacutegrafes del capiacutetulo como ya hemos indicado se repasa lo claacutesico en el primer movimiento de vanguardia espantildeol realmente importante el Ultraiacutesmo

La obra incluye tambieacuten entre las paacuteginas 244 y 245 sin numerar una seleccioacuten de 43 imaacutegenes a todo color de alta calidad de edificios esculturas alguacuten mosaico y alguacuten cartel que sirven para ilustrar lo dicho en los tres primeros capiacutetulos sobre el clasicismo en las vanguardias artiacutesticas Se cierra con un ldquoA modo de conclusioacutenrdquo (533-537) donde en realidad se da un raacutepido repaso a la presencia de lo claacutesico en ciertas producciones en prosa de la eacutepoca un Apeacutendice (538-548) con algunos ejemplos de traducciones de tex-tos latinos claacutesicos y resentildeas dedicadas a autores griegos antiguos publicadas la mayoriacutea en la revista ultraiacutesta Grecia3 una extensa bibliografiacutea (549-575) donde se incluyen en orden alfabeacutetico tanto las obras literarias analizadas en el libro como toda la literatura secundaria relativa a la presencia de lo claacutesico en las diversas ramas del arte y la literatu-ra que son objeto de anaacutelisis y finalmente las obligadas y en este caso exhaustivas lis-tas de nombres propios citados (Iacutendice onomaacutestico) que abarcan las paacuteginas 576-623

De entrada cuando se escruta el cataacutelogo de las producciones artiacutesticas del primer tercio del siglo pasado se descubre la pervivencia de la tradicioacuten claacutesica no solo en los ciacuterculos neoclaacutesicos sino incluso en las filas de los vanguardismos maacutes rupturistas Esa pervivencia es independiente de los paiacuteses y de los regiacutemenes poliacuteticos El campo artiacutesti-

3 Estos textos pretenden ilustrar el epiacutegrafe tercero del capiacutetulo cuarto dedicado precisamente a las resentildeas traducciones y a la literatura claacutesica (presentes a menudo en esas revistas)

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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ISSN 0213-9634 Minerva 27 (2014) 273-320

cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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co donde mejor se trasluce ese clasicismo es la arquitectura por el papel propagandiacutesti-co asignado a la construccioacuten de edificios emblemaacuteticos

A este respecto entre las democracias la arquitectura oficial en Estados Unidos muestra una inclinacioacuten por lo claacutesico mayor que en muchas naciones europeas siendo su gran aportacioacuten a la arquitectura del momento el rascacielos edificio sincretista por definicioacuten donde cabe lo que podriacutea llamarse un clasicismo formal

En el caso de Italia es de sobras conocida la relacioacuten entre el Futurismo y el reacutegi-men fascista y coacutemo fruto de esa colaboracioacuten Roma se llenoacute de edificios que emulaban a las ruinas romanas antiguas y haciacutean bien visibles las pretensiones hegemoacutenicas del reacutegimen de Mussolini

En Alemania el clasicismo en todas las manifestaciones artiacutesticas constituyoacute el me-jor ejemplo de la ldquovuelta al ordenrdquo que se vivioacute por toda Europa y el mejor antiacutedoto con-tra las vanguardias a las que desde el establishment se catalogaba como ldquoarte degenera-dordquo En la arquitectura el sello del nazismo se plasmoacute en la preferencia por lo heleacutenico4 puesto que el gusto por el ldquoestilo prusianordquo de tendencia neoclaacutesica el rechazo al uso de los nuevos materiales como el hierro y el hormigoacuten o el gusto por el colosalismo son casi todos de origen decimonoacutenico

En este apartado sin duda lo que maacutes sorprende es que incluso el reacutegimen bolche-vique imperante en la Unioacuten Sovieacutetica que en sus inicios habiacutea mantenido un contacto fluido con las vanguardias tras el primer plan quinquenal (1928-1932) se inclinoacute en ar-quitectura tambieacuten por el clasicismo grecolatino con la implantacioacuten de la esteacutetica del ldquorealismo socialistardquo5

Si trasladamos nuestro objetivo a Espantildea las notas caracteriacutesticas de la arquitectu-ra espantildeola del siglo XX son la pervivencia durante buena parte del mismo de estilos ar-quitectoacutenicos heredados del XIX (como el Medievalismo el Eclecticismo o el Modernis-mo) la convivencia de estos estilos con los que surgen en el primer tercio del siglo al ca-lor de las vanguardias (como el primer Racionalismo arquitectoacutenico o los arquitectos de la llamada Generacioacuten del 25 que representan la verdadera vanguardia arquitectoacutenica) y la localizacioacuten de todas esas tendencias en lugares muy concretos del territorio princi-palmente Madrid Barcelona y a cierta distancia el Paiacutes Vasco y Canarias Otro rasgo importante es que a pesar de la diversidad de estilos todos ellos muestran en mayor o menor grado la huella clasicista Entre las figuras individuales cabe destacar al arquitec-to Antonio Palacios Ramilo clave en la concepcioacuten de la ciudad de Madrid tal como hoy la conocemos y a Fernando Garciacutea Mercadal introductor de los movimientos arquitec-toacutenicos vanguardistas En fin tras la Guerra Civil los edificios reconstruidos y aquellos

4 Que se justificaba por el supuesto origen ldquoariordquo o ldquonoacuterdicordquo de la antigua civilizacioacuten griega cuyos maacutes legiacuteti-mos herederos seriacutean los germanos 5 Debido en parte a Anatoli Vasiacutelievich Lunacharski ldquoprimer comisario popular para la Instruccioacuten Puacuteblicardquo quien habiacutea recomendado que la arquitectura se inspirara en las realizaciones de la antigua Grecia

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

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levantados de nueva planta seguiraacuten mostrando la huella clasicista de la eacutepoca de pre-guerra6

En cuanto a los manifiestos en particular el del Futurismo a pesar de sus afirma-ciones en las que rompe con todo lo anterior y rechaza la veneracioacuten del pasado la con-clusioacuten de Ortega Garrido es clara la verdadera vanguardia fue incapaz de crear a partir de siacute misma una nueva tradicioacuten sino que siempre tuvo su tradicioacuten en el pasado7

En cuanto a los manifiestos de las vanguardias en Espantildea la discusioacuten gira en torno al clasicismo y su posible huella en el arte contemporaacuteneo La opinioacuten se divide entre los clasicistas y los anticlasicistas siendo la cuestioacuten maacutes poleacutemica la de la llamada ldquovuelta al ordenrdquo surgida sobre 1920 y promovida por artistas vanguardistas que reconsidera-ban aquellos principios de la vanguardia que empezaban a perder fuerza En pintura es-ta vuelta al orden se constataba en artistas como Picasso Derain o De Chirico en litera-tura en la poesiacutea de Paul Valeacutery o en el teatro de Bertold Brecht8

Respecto a las revistas que sirvieron de vehiacuteculo de expresioacuten a las vanguardias ―no olvidemos que los poetas ultraiacutestas y la Generacioacuten del 27 tuvieron tanta vincula-cioacuten con ellas que esta uacuteltima fue llamada la ldquogeneracioacuten de las revistasrdquo― el clasicismo no solo aflora en los nombres de connotaciones claacutesicas de muchas de ellas (Grecia Pro-meteo Helios Hermes o Electra) sino tambieacuten en su aspecto visual tanto en las portadas como en su interior asiacute como en la misma publicidad que incluyen9 Asimismo en su contenido daban cabida a resentildeas a traducciones y otros tipos de colaboraciones que denotaban no solo un conocimiento del mundo claacutesico sino un gusto por servirse de motivos claacutesicos de todo tipo Asiacute la revista Grecia no solo incluyoacute en algunos nuacutemeros como secciones fijas pequentildeos comentarios anoacutenimos de tipo biograacutefico y esteacutetico dedi-cados a autores antiguos sino que a veces publicaba tambieacuten textos originales de un au-tor latino y su traduccioacuten castellana

El uacuteltimo aspecto que recogeremos aquiacute y que constituye el nuacutecleo principal del li-bro es el estudio de la presencia de lo claacutesico en los poetas ultraiacutestas espantildeoles pero so-bre todo en el Grupo del 27 y en poetas maacutes o menos cercanos a estos

En los ultraiacutestas la presencia de la tradicioacuten claacutesica se explica porque muchos de ellos habiacutean militado previamente en el modernismo donde las referencias claacutesicas eran

6 En las artes plaacutesticas en un panorama dominado al comienzo del siglo por el Art Deacuteco que no era reacio a la in-clusioacuten del clasicismo grecolatino la renovacioacuten en pintura fue iniciada por el Impresionismo y el Modernismo mientras que en la escultura vino de la mano del Novecentismo catalaacuten y del llamado ldquorealismo castellanordquo El momento de mayor vitalidad del vanguardismo artiacutestico coincidioacute con la II Repuacuteblica cuando muchos artistas espantildeoles viajaron a Roma o a Pariacutes donde se formaron y produjeron una parte importante de sus obras Entre las figuras concretas maacutes innovadoras hay que mencionar a Moreno Villa y por supuesto a Picasso en casi la totalidad de cuya obra estaacute presente el clasicismo en especial en la de los antildeos 20 y 30 7 Esta conclusioacuten que el autor suscribe completamente corresponde en realidad a X GONZAacuteLEZ GOacuteMEZ Manifiestos de las Vanguardias europeas (1909-1945) Santiago de Compostela Laiovento 179 n 3 8 La cuestioacuten de la ldquovuelta al ordenrdquo viene a demostrar dos cosas el considerable apego a los modelos antiguos y la reflexioacuten sobre la esencia o la propia existencia de las vanguardias (192-193) 9 En particular la de las editoriales que no solo emplean nombres alusivos a personajes del mundo claacutesico sino que sus logos representan a esos mismos personajes a la manera claacutesica

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habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

RESENtildeA DE LIBROS 319

ISSN 0213-9634 Minerva 27 (2014) 273-320

habituales Entre los poetas del 27 las alusiones a los claacutesicos se justifican por el ambien-te en que desarrollaron su actividad por la educacioacuten recibida ―que haciacutea que la mayo-riacutea de los poetas estuvieran familiarizados con los textos y los autores claacutesicos― y por el contacto e intercambio de experiencias entre distintas disciplinas artiacutesticas A menudo la fuente de inspiracioacuten no procede de la lejana Antiguumledad sino de la propia literatura espantildeola de nuestro Siglo de Oro que tan bien conocen y tanto admiran estos poetas Asimismo por lo general las alusiones claacutesicas no suelen ser muy complejas daacutendose sobre todo la cita la reminiscencia o la ocurrencia basada en el imaginario mitoloacutegico heredado En la literatura del 27 el geacutenero que mejor refleja la huella claacutesica es la poesiacutea en menor medida tambieacuten se ven ejemplos en el teatro y la novela

Centraacutendonos en los poetas del 27 y algunos afines en esta seccioacuten que seguacuten con-fiesa el autor es la que maacutes ha cambiado respecto al texto de su tesis doctoral ―pues en su tesis se ordenaba no por poetas como ahora sino por los temas o motivos claacutesicos tra-tados― el autor ha indagado la presencia del mito claacutesico (dioses historias miacuteticas y se-res fantaacutesticos) de geacuteneros de la literatura antigua y de toacutepicos literarios claacutesicos en la poesiacutea de los autores analizados incluyendo toda su produccioacuten sin barreras tempora-les para demostrar que la huella claacutesica es una de las notas distintivas de la poeacutetica del grupo independientemente del periodo contemplado

Asiacute los dioses no son tratados por los poetas del 27 como mero ornato sino que re-presentan una idea general o aparecen asociados a un ente humano divinizado Entre los dioses es ubicua la presencia de Venus por el peso del tema del amor en estos autores No faltan tampoco Apolo como patrono de poetas ni Juacutepiter como siacutembolo del poder Entre los mitos claacutesicos el maacutes popular es el de Narciso sin duda por la importancia de lo subjetivo en la poesiacutea moderna y por la moda de las teoriacuteas psicoanaliacuteticas En todos los casos el personaje miacutetico simboliza al individuo viacutectima de sus ilusiones y de su pro-pia ceguera A corta distancia le sigue el de Dafne que puede representar tanto a la ama-da huidiza como la unioacuten con la naturaleza El universo de los seres fantaacutesticos estaacute muy bien representado en la poeacutetica de los autores del 27 aunque si tuvieacuteramos que destacar alguno deberiacuteamos situar en primer lugar a las sirenas una de las figuras maacutes relevantes en varios de los poetas vanguardistas

Ademaacutes encontraremos muchos personajes miacutetico-literarios procedentes de los poemas homeacutericos la Eneida de Virgilio y el ciclo de los argonautas Tambieacuten se recrean ciertos toacutepicos de la eacutepica de gran tradicioacuten en nuestra literatura como los amaneceres mitoloacutegicos la peticioacuten de favor a las musas o la comparacioacuten del heacuteroe claacutesico que cae muerto como flor cortada En fin entre los geacuteneros y temas claacutesicos maacutes repetidos en estos poetas se encuentran el bucoacutelico y la mitologiacutea del bosque cuyos modelos principales son Virgilio y las producciones del Renacimiento espantildeol sobre todo de Garcilaso Pervive tambieacuten el geacutenero didaacutectico a traveacutes de la geoacutergica siendo en este caso el modelo de nuevo Virgilio al que se suman Los trabajos y los diacuteas de Hesiacuteodo Encontraremos tambieacuten ejemplos de elegiacuteas aunque con ese tono fuacutenebre de que se tintildeoacute toda la elegiacutea posclaacutesica

Descendiendo a las figuras individuales en la mayoriacutea de sus obras aparecen los mo-tivos claacutesicos como ocurre en Alberti Guilleacuten o Gerardo Diego Hay algunos donde el clasi-

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ISSN 0213-9634 Minerva 27 (2014) 273-320

cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga

320 RESENtildeA DE LIBROS

ISSN 0213-9634 Minerva 27 (2014) 273-320

cismo aun no ausente del todo no es precisamente una nota caracteriacutestica de su poeacutetica caso de Aleixandre y sobre todo Daacutemaso Alonso En otros lo claacutesico se atestigua en espe-cial a traveacutes de comparaciones que actualizan el mito y ponen en un contexto contempo-raacuteneo al personaje o mito claacutesico de que se trate como en Salinas Guilleacuten o Gerardo Diego sin que falten versiones desmitificadoras o incluso degradantes del mito como ocurre en Alberti En algunos autores se detectan huellas de algo tan especiacutefico como la filosofiacutea pre-socraacutetica por ejemplo en Cernuda y Emilio Prados En fin no es raro encontrar elabora-ciones muy complejas de mitos claacutesicos como hace Gerardo Diego con los de Orfeo y de Teseo y Ariadna o en Guilleacuten con la versioacuten ovidiana de Ifis y Anaxaacuterete

Llegados a este punto creemos que queda sobradamente acreditada la unioacuten de tradicioacuten claacutesica y vanguardia de manera que ―y es la tesis principal del libro― nunca se llegaba entonces a prescindir de los personajes y motivos claacutesicos

Ahora bien por lo que hemos podido ver sobre todo en los poetas del 27 la van-guardia no se sirvioacute de la tradicioacuten claacutesica de una forma ―digamos― pedisecua es de-cir no se toma como guiacutea uno o varios textos claacutesicos a los que se sigue con absoluta fi-delidad de forma que el estudioso se limita a establecer los paralelismos textuales que es lo que Cossiacuteo o Lasso de La Vega echaban en falta en la literatura de vanguardia frente a la literatura anterior En las vanguardias y en la poesiacutea moderna en general el poeta a lo sumo toma los elementos esenciales de un mito los interioriza los actualiza y en el mejor de los casos traslada al personaje o mito claacutesico a situaciones de nuestra realidad contemporaacutenea

A pesar de esa reduccioacuten de los motivos claacutesicos a sus rasgos esenciales lo real-mente importante es que la tradicioacuten claacutesica fue capaz de atravesar el filtro de las van-guardias e impregnoacute no solo el quehacer literario sino que estuvo presente de un modo o de otro en todos los terrenos de la actividad artiacutestica y creativa de ese periodo que se ha dado en llamar de las ldquovanguardias histoacutericasrdquo demostrando asiacute que se trata de un componente imprescindible de la cultura occidental

En lo formal el libro estaacute impecablemente editado sin apenas erratas entre las cuales solo sentildealariacuteamos que hayamos detectado que en la paacutegina 373 aparece el texto de la nota 93 que en realidad va en la paacutegina anterior y en la paacutegina 90 no se visualizan la mayoriacutea de los caracteres del teacutermino griego ἀκμή

En fin dejadas de lado estas cuestiones absolutamente menores no cabe duda de que nos encontramos ante un trabajo muy valioso para profundizar en el conocimiento de una de las etapas maacutes brillantes de nuestra historia literaria el Grupo poeacutetico del 27 pues el autor consigue demostrar con todos los matices que se quiera que sin la im-pregnacioacuten claacutesica directamente desde la fuentes y autores antiguos o a traveacutes del tamiz de nuestros claacutesicos de los Siglos de Oro no se entenderiacutea bien la poeacutetica de uno de los grupos de escritores con maacutes personalidad del siglo XX

Cristoacutebal MACIacuteAS Universidad de Maacutelaga